15-12-01cuentos, mitos, etc., del zulia
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Cuentos y mitos del Estado ZuliaTRANSCRIPT
Cuentos, leyendas, chistes y mitos que se encuentran en el Zulia.
Influencia de la luna y el viento en la pesca: La luna es uno de los
factores que favorecen la pesca, dependiendo de la etapa en que se encuentre,
debido a que en sus diferentes etapas varía la intensidad de luz que refleja sobre
el agua. La más favorable es la luna nueva, cuando la noche es más oscura. Esta
situación causa que los peces no tengan buena visibilidad y vayan directamente a
las redes. Por el contrario, durante los 3 o 5 días antes y después de la luna llena
y cuarto creciente la pesca se dificulta, ya que la luz de la luna hace posible que
los peces huyan y se refugien en la profundidad del agua. Otro de los elementos
que intervienen en la actividad pesquera es el viento, el cual según sus
características determina cómo será la pesca. Los pescadores observan su
entorno inmediato para poder determinar la pesca del día. Cuando hay mucho
viento y el agua está brillante o la ola se rompe en la orilla es porque el viento se
va a detener, cuando hay luna nueva y viento se facilita la pesca pues los peces
van hacia la orilla. Cuando el viento es muy intenso la pesca se torna difícil porque
las redes se levantan y existe el peligro de que los pescadores caigan al agua.
Otro elemento vinculado a la acción del viento es que cuando el sol remonta la
mañana, es brillante y tiene una tonalidad rojiza, indica que habrá viento; por el
contrario, cuando se escucha el canto de los pájaros piacarma señala que habrá
calma.
Leyenda del Cristo del Pescador: Según la leyenda, en Los Puertos de
Altagracia vivía un pescador que, debido a la mala suerte y a la miseria en que se
encontraba sumido, siempre le echaba la culpa a Dios por su desdicha. Su mujer,
en cambio, rezaba todos los días para que su esposo lograra mejor vida y
desistiera de su actitud impropia. Una noche el pescador, llevado por la necesidad
y pese al mal tiempo, tuvo que salir a pescar. Cuando se encontraba alejado de la
costa una tormenta destrozó su vela, averió el bote y lo llevó a la orilla de una isla
solitaria. Conforme los días pasaban nada se sabía del destino del pescador; éste
al ver que se agotaba el alimento decidió adentrarse en el interior de la vegetación
a ver si encontraba algo con que reparar el velamen destruido. Luego de mucho
caminar, y a punto de desfallecer, recordó las palabras de su mujer que lo
instaban a reconciliarse con Dios a través de la oración. Entonces, cansado se
arrodilló en la arena y pidió a Señor que no lo dejara morir prometiéndole que si lo
ayudaba a salir de esa situación no renegaría de él nunca más. Continuó su paso
y divisó una pequeña choza, y sobre el techo de ésta una lona. Aligeró el paso
para ver si había alguien dentro de la casa pero al no encontrar a nadie decidió
tomarla y volver a la orilla donde estaba su embarcación. Cuando se disponía
rasgarla para confeccionar unas nuevas velas se dio cuenta que en la misma
estaba grabada la imagen de un Cristo. Abrumado por la imagen la dobló, la
guardó y emprendió el regreso remando por las aguas, de pronto sintió como si el
bote fuese empujado por unas manos invisibles que lo llevaron de vuelta a Los
Puertos de Altagracia. En la orilla lo esperaba su mujer, quien le preguntó si se
sentía mal. El pescador la abrazó con fuerza y lloró afanosamente, al tiempo que
le respondió que había visto a Dios y como prueba de ello le mostró la lona. Su
mujer se hicó frente a la lona y comenzó a rezar. Desde ese entonces la suerte del
pescador cambió y se convirtió en un fervoroso creyente. Muchos aseguran que la
imagen se encuentra en un asilo para mendigos de la capital zuliana y, por tal
motivo se le conoce con el nombre de El Cristo del Pescador.
Aparición de San Antonio: La presencia de San Antonio en la región se
debe, según los testimonios, a dos ancianos que llegaron a El Empalao con San
Antonio, quienes le profesaban mucha fe y devoción al santo. Tiempo después
uno de ellos muere y el otro se va a su sitio natal dejando todas sus pertenencias,
incluyendo la imagen del santo. Tiempo después unos viajeros se acercaron a la
casa al ver a un anciano al que quisieron ayudar, pues lo notaron solo y
desamparado, pero este se negó. Ante esto lo dejaron seguir, pero tiempo
después se contaba que éste era el espíritu del anciano muerto que rondaba el
lugar. Años más tarde construyeron una iglesia de barro en este sitio.
Leyenda de María Acosta, la loca vidente: Dicen que para el año 1890
María Acosta desembarcó por la parte norte de Punta Icotea justo en el sitio donde
estaba la planta de níspero de la familia Reyes, mucho antes del reventón del
pozo de petróleo El Barroso II. Es una mujer que vivió en pueblo Aparte,
Ambrosio, caminaba todos los días por el camino real predicando una repetición
que decía: vienen unos hombres altos catires con botas grandes, que abrirán unos
huecos en la tierra y un chorro botará. Esta mujer dormía fuera de la casa, sola en
un corredor y sobre una tabla como almohada; usaba un pedazo de madera y
como acompañante un machete. En Pueblo Aparte todos la querían, ya que en
esa época, como ya se señaló, las familias vivían un cristianismo primitivo,
ingenuo, que se enseñaba de padre a hijos y en el cual se practicaba la caridad
cristiana bajo el lema: has bien y no mires a quien. María decía que hablaba con
los pájaros y que eran ellos los que le transmitían lo que iba a pasar, sobre todo
las paraulatas y el cristofué. Cuando despertaba el alba y el sol nacía, la paraulata
entonaba sus trinos, María decía: ¿oyes lo que dicen?, y más tarde cuando el sol
estaba despierto y cantaba el cristofué, hablaba con un gramófono y empezaba a
traducir lo que el pájaro le decía. Un día esta mujer no apareció en el poblado, y la
buscaron por todas partes y no la encontraron; formaron comisiones para seguir la
búsqueda y a gritos en los montes del Empalao, Curso Colorado, Monte Arriba y
hasta Catarsoma llegaron y no la encontraron. María Acosta se fue de Ambrosio
como había llegado, ya que nadie sabía de donde venía y ni siquiera quien era. Es
importante señalar que una minuciosa investigación oral permitió constatar que la
fecha de desaparición de la loca vidente, como le decían muchos, fue el 5 de abril
de 1912 aproximadamente. Se ha convertido en un mito local muy conocido entre
los habitantes de toda la zona donde este personaje se desenvolvió.
El Amor De Zulia Y Guaymaral: Cuando los indígenas del Norte de
Santander aún eran libres, existían muchas comunidades, una en especial
llamada cíneras, quienes siempre tuvieron conflicto con los guanes, de Santander.
El cacique Cínera cansado de tanto pelear, envió a su hija Zulia en misión
de paz a tierras de los guanes. Estando Zulia allí, apareció por estas tierras un
español, Diego de Montes y arrasó con la comunidad cinera y al indefenso cacique
lo ahorcó colgándolo de un árbol de caracolí.
Cuando Zulia venía de cumplir su misión de paz, se encontró con un
reducto de indígenas cáchiras que huían despavoridos de los españoles y
contaron a Zulia lo que había pasado a su pueblo. Zulia, que no se atrevía a
creerlo, porque en su mente no cabía que el ser humano fuera tan perverso, se
disfrazó de vasallo, llegó hasta muy cerca de su casa y pudo observar con sus
propios ojos que efectivamente su padre colgaba de un árbol de caracolí.
De sus bellos ojos brotaron lágrimas de indignación, de su pecho salió un
grito de dolor y de sus labios salió un llamado a todos los indígenas de los
alrededores. A este llamado acudieron, guanes, cáchiras, chitareros, cotecos y
cúcutas. Con los cúcuta acudió un príncipe indígena llamado Guaymaral, hijo del
cacique Mará que habitaba el lago de Coquivacoa.
Más de dos mil indígenas acudieron al llamado de Zulia, en la actual
Pamplona, y armaron dos columnas: mil al mando de la hermosa princesa y mil al
mando de Guaymaral, marcharon sobre el campamento español que se
encontraba ubicado en el sitio actual de Arboledas y Diego de Montes no supo en
qué momento pagó con su vida todas las maldades y robos que le había hecho a
los indígenas.
Esa noche los indígenas triunfantes festejaron con alegría y jolgorio, y Zulia
y Guaymaral se unieron en matrimonio y fijaron su residencia al lado del torrentoso
río Sulasquillo. Vivieron felices por varios años hasta que llegó otro español, Diego
de Parada y los tomó al descuido arrasando con todo lo que encontraba a su
paso.
Leyenda Del Lago De Maracaibo: En una edad remota, cuando el gran
Zapara era señor de todas éstas tierras, en el espacio que hoy cubren las aguas
se levantaba una inmensa selva. Zapara estableció sus pueblos en las orillas de la
enorme selva y la reservó para su mansión y recreo. Con sólo su voz, pues poseía
el don de la magia, levantó en el centro de la selva un palacio encantado. En él
vivía con su hija Maruma, tan graciosa y bella como un rayo de sol, y poetisa y
cantora de dulcísima voz. Zapara, el gran señor, jamás quiso darla en matrimonio,
pues la reservaba para deleitarse con su canto y sus sentidas poesías. Un día, se
ausentó el gran Zapara, y la bella Maruma, armada de su arco y flechas, se
internó en la selva en persecución de un ciervo. Ya lo tenía a tiro, ya iba a soltar la
cuerda de su arco, cuando vio que el ciervo caía herido por la flecha de un
invisible cazador, que resultó ser un joven muy apuesto. Se llamaba Tamare, y
había sido arrojado de su pueblo porque, dotado del don de la poesía, su gente
creía que no servía para nada. Andaba errante y llevaba ya cinco días sin comer.
Maruma llevó al joven al palacio, hizo que le sirvieran un espléndido
banquete y, cuando terminaron, Maruma le cantó a Tamare una canción de amor.
Cuando la doncella concluyó, Tamare improvisó en respuesta los más tiernos
poemas que pudiera concebir un alma enamorada. Cantaron y bebieron.
Recostados sobre mullido pulmón y en estrecho abrazo, continuaron sus
improvisaciones que terminaban en un dulce beso, sin caer en cuenta de que el
tiempo pasaba muy rápido.
Llegó por fin el gran Zapara y al acercarse al palacio y escuchar en el
aposento de su hija el canto de un hombre alternando con el canto de Maruma,
lleno del más rabioso dolor dio sobre el suelo una patada tan formidable que la
selva entera se hundió convirtiéndose en un abismo. Al punto, los caudalosos ríos
de la cordillera vecinas se precipitaron en torrente dentro de la enorme cuenca. Y
para que ésta se llenara más rápido, Zapara se dirigió al Norte, abrió la tierra con
sus manos poderosas e hizo que entraran las aguas del mar. Luego, lleno de
dolor, no queriendo sobrevivir a la catástrofe, entregó el reino a su hijo Maracaibo
y arrojándose entre el mar y el lago se quedó convertido en isla. Pero los dos
enamorados nada habían sentido y seguían cantando canciones de amor.
Invadieron las aguas el palacio y penetraron en la alcoba de los dos amantes; pero
ellos ni oían ni sentían nada. Ajenos al castigo, seguían cantando e improvisando
versos de apasionado amor. Finalmente, el agua los cubrió llevándose a la
superficie las ondas sonoras de su postrera canción. El canto de los enamorados
se fundió con las aguas y, por ello, desde ese momento el lago no muge como el
mar, ni ríe como los otros lagos, sino que susurra poesía o canta estrofas de
infinito amor.
Informe sobre Maracaibo, de dónde surgió su nombre, es qué se basa su
nombre.
Maracaibo se encuentra a orillas del lago que lleva su nombre y que fue
descubierto el 24 de agosto de 1499, por el marino Alonso de Ojeda, compañero
de Colón en su segundo viaje.
La ciudad de Maracaibo fue fundada en tres oportunidades. La primera vez
fue en el año 1529, por el alemán Ambrosio Alfinger quien le dio el nombre de
Maracaibo o Villa de Maracaibo. Esta tuvo poca actividad y como consecuencia en
1535, Nicolás Federmán ordenó evacuar y trasladar su población al cabo de la
Vela en las cercanías de Coro. Después de un segundo intento fallido, por parte
del capitán Alonso Pacheco, no es sino en 1573 que el Gobernador Diego de
Mazariegos, decidió restablecer la población confiándole al capitán Pedro
Maldonado dicha encomienda. Así para 1574 fue fundada la Nueva Zamora de
Maracaibo en honor al gobernador Mazariegos, nativo de la ciudad de Zamora en
España. A partir de esta última fundación Maracaibo, comienza a desarrollarse
paso a paso y a crecer como ciudad en todos los sentidos.
El origen de su nombre se lo debe al aguerrido Cacique Mara, hombre
fuerte de no más de 25 años, que vivía en la isla de Providencia y opuso
resistencia a los alemanes que atacaban la zona, pereciendo en la batalla contra
los germanos. Se dice que, al ver muerto a su jefe, los indios gritaban: ¡"Mara-
cayó"! y así se originó el nombre de la capital zuliana. Aunque otros investigadores
afirman que, el sitio donde se levanta la urbe marabina, se llamaba entonces en
lengua india "Maara-iwo" que se traduce al español como , "lugar donde abundan
las serpientes".
Cultura y tradición.
¡Vamos a la Feria de la Chinita!
La Feria de La Chinita es el nombre de una festividad de origen religioso
que tiene lugar cada año durante tres días, desde el 17 hasta el 19 de noviembre
en la ciudad venezolana de Maracaibo y se extiende a otras localidades del
Estado Zulia. En dicho festejo se conmemora el milagro de la Virgen de
Chiquinquirá, que es la patrona del Estado Zulia y cuya celebración es observada
por la Iglesia Católica cada 18 de noviembre. La tradición relata que, a orillas del
Lago de Maracaibo apareció una tablita que encontró una mujer, quien la llevó a
su casa y en la cual al cabo de algunos días apareció la imagen de esta Virgen.
En el lugar exacto donde se encontraba la casa de esta mujer se construyó
posteriormente el Monumento a la Virgen que queda en frente de la Basílica de
Chiquinquirá.
Aguilas del Zulia. A la Carga..!!
Las Águilas del Zulia es un equipo de béisbol perteneciente a la Liga
Venezolana de Béisbol Profesional, en Venezuela, con sede en el Estadio Luis
Aparicio el Grande de Maracaibo, y considerado uno de los equipos más seguidos
de la pelota de ese país.
Artesanias Zulianas…
El estado Zulia se caracteríza entre otras cosas por tener su artesanía muy
especializada según la localidad por ejemplo: La artesanía zuliana es muy rica en
expresión artística. Dentro de la artesanía popular se encuentra la guajira, que se
ha venido transmitiendo de generación en generación, con estilo, técnicas y
valores ancestrales, aunque los motivos y diseños puedan pertenecer a otras
culturas. Entre sus manifestaciones hallamos tapices, chinchorros, hamacas,
chales, flechas, cintillos, carteras, objetos de cerámica.
Los tapices se caracterizan por sus hermosos diseños y vivos colores,
tienen gran renombre y constituyen una fuente de ingresos para la población
guajira.
También se destaca la manta guajira, prenda de vestir de la mujer de la
región.
Entre los objetos elaborados en cerámica se cuentan las tinajas, múcuras y
aripos. En el renglón de arte popular están las tablas en madera y las taparas
talladas, y entre los instrumentos musicales destacan el tolona-yay y sawawa.
En la parte occidental del lago, en la región de El Tokuko, hay la artesanía
de los grupos Nepa, Dari y Motilón, representada en cestería, flechas, etcétera. En
la región de Bobures y Batey se fabrican instrumentos musicales, como tambores
y flautas. En la región oriental, en la población de San Joaquín de Mene Grande,
se hacen tejidos duros realizados en junco.
La Gaita Zuliana
La gaita zuliana es un ritmo musical original del estado Zulia en Venezuela.
Hoy en día es un género que se relaciona con la Navidad en toda Venezuela y en
las comunidades de venezolanos alrededor del mundo en versiones de sus
idiomas (por ejemplo español, francés, turco, alemán, italiano y japonés entre
otros). Como género musical popular se canta en grupo formado por hombres y
mujeres.
18 de Noviembre: El Día de la Chinita
El mes de noviembre es de especial significación para el pueblo zuliano, ya
que durante el mismo se llevan a cabo las celebraciones en honor de la Chinita
(equivalente zuliano de guajirita) o Virgen de la Chiquinquirá. Es por este motivo
que durante estos días, la gaita suena con especial frenesí y alegría en todo el
Zulia. De las numerosas fiestas en honor a la Virgen, quizás la más impresionante
sea el llamado Amanecer Gaitero, en el que el pueblo de Maracaibo se congrega
en la madrugada del día 18 en la plazoleta de la Basílica, para cantarle a la Chinita
las Mañanitas y el Cumpleaños Feliz.
Los Chimbangueles de San Benito
El estado Zulia, al igual que muchos estados del Occidente de Venezuela,
posee una especial adoración a San Benito. Esta veneración alcanza su máximo
apogeo el 28 y 29 de diciembre, cuando se lleva a cabo una gran fiesta para darle
gracias por los milagros concedidos, las curaciones, la protección a las cosechas y
hasta la prosperidad económica.
Los devotos se organizan en cofradías en las poblaciones de Bobures y
Gibraltar, y después de la misa proceden a pasear por todo el pueblo la imagen
del Santo, en una carroza decorada con flores, en medio de danzas y música.
Los participantes se colocan una soga de palma en el pantalón, un
sombrero de cogollo adornado con flores, una cinta gruesa cruzada sobre el
pecho, un pañuelo en el cuello y alpargatas.
Los Chimbangueles son los tambores típicos de este tipo de celebración y
se tocan formando un ritmo característico acompañado de cantos alegóricos a San
Benito.
Según la tradición, San Benito o San Benito de Palermo es un santo negro
al cual le gusta mucho la parranda, el baile, la música y las bebidas.