143 - la ultima tetrada

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La última tétrada Apóstol Mario Rivera Tercer Servicio Guatemala, 4 de abril del Año de la Misericordia Este estudio puede imprimirse y reproducirse por cualquier medio siempre y cuando se cite la fuente de donde se obtuvo. www.ebenezer.org.gt 1 Tenemos un privilegio enorme al ser testigos de este evento profético de carácter cósmico, Dios nos está permitiendo ver el cumplimiento de las promesas, y está moviendo todo lo necesario para que Su iglesia pueda reunirse con El Amado, ya que está pronto a venir. Es importante mencionar que estos eclipses de luna de sangre que hemos visto durante el año pasado y el presente, no han sido visibles en Israel, sin embargo, en las Escrituras se encuentran fundamentos fuertes de que estas son señales que Dios ha puesto para indicarnos que está pronta Su venida. En el Sal 89:36-37 LBA dice que la luna es fiel testigo en el cielo, indicando una vez más que las lumbreras son señales, al igual que lo dice Gn 1:14 y Lc 21:25. La palabra señal del H226 que significa señal, advertencia, predicción, tiempo señalado. Las letras hebreas que la conforman son Aleph, Vau y Thau, sus formas, en el mismo orden son la cabeza de un toro, un clavo y una cruz, lo cual nos dice que involucra el sacrificio de Cristo. Sabemos que los antiguos observaban los eventos cósmicos y trasladaron su conocimiento de generación en generación. Cuando Moisés escribió la Toráh habían pasado 2,500 años de historia, y la forma en que trasladaron su conocimiento fue contándola de padres a los hijos. En Gn 15:5 LBA Dios le dice a Abraham que salga de su tienda y que si puede, cuente las estrellas del cielo y que esa sería la cantidad de sus descendientes. Para ellos cada evento en los cielos anunciaba algo diferente, un cometa indicaba que algo le pasaría a algún líder; un eclipse solar anunciaba algo malo que le iba a acontecer al mundo; si veían que una estrella descendía, les indicaba que alguna guerra se iba a desatar; si había una alineación planetaria, era para anunciar conquistas. Ahora nosotros sabemos, con bases bíblicas, que las señales en los cielos son anuncios, que el Señor nos muestra para que nuestra fe aumente y creamos que si estas cosas empiezan a suceder debemos levantar nuestra cabeza porque nuestra redención está cerca. La tercera luna sangrienta está anunciando entonces algo importante para el pueblo de Israel, ellos mismo saben que así será, un ejemplo es que el Primer Ministro Israelí, hizo lo posible para que se atrasara el acuerdo nuclear hasta las presentes fechas. Un analista militar israelita dice que Irán produce como mínimo 38 armas nucleares por año, por lo cual podría tener en los próximos 10 años de 380 hasta 500 armas nucleares, y solo una bomba nuclear podría destruir en un día una ciudad completa. Nosotros como iglesia del Señor Jesucristo debemos orar por la paz de Jerusalén y tener la certeza de que Dios quiere que estemos listos para Su pronta venida. La próxima luna de sangre será el 28 de septiembre de este año, el pueblo judío espera que este evento sea el cumplimiento del 7mo. año Shemitáh o de Remisión, este año judío corresponde al 2014-2015 del calendario gregoriano. Del año 2015-2016 para el pueblo judío será Año del Jubileo. La palabra remisión la podemos ver en Dt 15:1-2, refiriéndose a la remisión o perdón de deudas, esto tiene una implicación espiritual para nosotros, pues la luna de sangre también señala que habrá un derramamiento del Espíritu Santo, tal como lo dice en Jl 2:28. Para el pueblo judío también tiene un significado. Dios trató de desarrollar en ellos una cultura al respecto de las fechas sabáticas, anunciando la venida del Señor. En Lv 23:3 LBA habla de guardar el séptimo día de la semana, como día de reposo; después el Señor les mandó a reposar cada 7 años, pues según Ex 23:10-11 LBA, el séptimo año se debía dejar descansar la tierra; en Lv 25:8-10 LBA Dios les pide que cuenten 7 semanas de años para llegar a un total de 49 años, y el año número 50 sería el año de jubileo, año en el cual ellos podían regresar a su tierra, pues les sería devuelta, les eran perdonadas sus deudas y devueltas sus propiedades. Este año 49 es el que se cumple en el mes de septiembre, junto con la luna sangrienta. Si lo que le sucede al pueblo de Israel es sombra de lo que sucederá al pueblo de Dios, ahora para nosotros, es el tiempo también de remisión, de perdón y de regreso a casa para aquellos que en algún momento se fueron. En el libro de Deuteronomio se menciona 6 veces la Remisión: Dt 15:1 (1 vez), Dt 15:2 (3 veces), Dt 15:9 (1 vez), Dt 31:10 (1 vez), esta palabra es la H8059 Shemitáh, su significado implica que todo acreedor debe otorgar una remisión a un deudor. Ahora

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La última tétrada Apóstol Mario Rivera Tercer Servicio Guatemala, 4 de abril del Año de la Misericordia

Este estudio puede imprimirse y reproducirse por cualquier medio siempre y cuando se cite la fuente de donde se obtuvo.

www.ebenezer.org.gt

1

Tenemos un privilegio enorme al ser testigos de este evento profético de carácter cósmico, Dios nos está permitiendo ver el cumplimiento de las promesas, y está moviendo todo lo necesario para que Su iglesia pueda reunirse con El Amado, ya que está pronto a venir. Es importante mencionar que estos eclipses de luna de sangre que hemos visto durante el año pasado y el presente, no han sido visibles en Israel, sin embargo, en las Escrituras se encuentran fundamentos fuertes de que estas son señales que Dios ha puesto para indicarnos que está pronta Su venida. En el Sal 89:36-37 LBA dice que la luna es fiel testigo en el cielo, indicando una vez más que las lumbreras son señales, al igual que lo dice Gn 1:14 y Lc 21:25. La palabra señal del H226 que significa señal, advertencia, predicción, tiempo señalado. Las letras hebreas que la conforman son Aleph, Vau y Thau, sus formas, en el mismo orden son la cabeza de un toro, un clavo y una cruz, lo cual nos dice que involucra el sacrificio de Cristo.

Sabemos que los antiguos observaban los eventos cósmicos y trasladaron su conocimiento de generación en generación. Cuando Moisés escribió la Toráh habían pasado 2,500 años de historia, y la forma en que trasladaron su conocimiento fue contándola de padres a los hijos. En Gn 15:5 LBA Dios le dice a Abraham que salga de su tienda y que si puede, cuente las estrellas del cielo y que esa sería la cantidad de sus descendientes. Para ellos cada evento en los cielos anunciaba algo diferente, un cometa indicaba que algo le pasaría a algún líder; un eclipse solar anunciaba algo malo que le iba a acontecer al mundo; si veían que una estrella descendía, les indicaba que alguna guerra se iba a desatar; si había una alineación planetaria,

era para anunciar conquistas. Ahora nosotros sabemos, con bases bíblicas, que las señales en los cielos son anuncios, que el Señor nos muestra para que nuestra fe aumente y creamos que si estas cosas empiezan a suceder debemos levantar nuestra cabeza porque nuestra redención está cerca. La tercera luna sangrienta está anunciando entonces algo importante para el pueblo de Israel, ellos mismo saben que así será, un ejemplo es que el Primer Ministro Israelí, hizo lo posible para que se atrasara el acuerdo nuclear hasta las presentes fechas. Un analista militar israelita dice que Irán produce como mínimo 38 armas nucleares por año, por lo cual podría tener en los próximos 10 años de 380 hasta 500 armas nucleares, y solo una bomba nuclear podría destruir en un día una ciudad completa. Nosotros como iglesia del Señor Jesucristo debemos orar por la paz de Jerusalén y tener la certeza de que Dios quiere que estemos listos para Su pronta venida. La próxima luna de sangre será el 28 de septiembre de este año, el pueblo judío espera que este evento sea el cumplimiento del 7mo. año Shemitáh o de Remisión, este año judío corresponde al 2014-2015 del calendario gregoriano. Del año 2015-2016 para el pueblo judío será Año del Jubileo. La palabra remisión la podemos ver en Dt 15:1-2, refiriéndose a la remisión o perdón de deudas, esto tiene una implicación espiritual para nosotros, pues la luna de sangre también señala que habrá un derramamiento del Espíritu Santo, tal como lo dice en Jl 2:28. Para el pueblo judío también tiene un significado. Dios trató de desarrollar en ellos una cultura al respecto de las fechas sabáticas, anunciando la venida del Señor. En Lv 23:3 LBA habla de guardar el séptimo día de la semana, como día de reposo; después el Señor les mandó a reposar cada 7 años, pues según Ex 23:10-11 LBA, el séptimo año se debía dejar descansar la tierra; en Lv 25:8-10 LBA Dios les pide que cuenten 7 semanas de años para llegar a un total de 49 años, y el año número 50 sería el año de jubileo, año en el cual ellos podían regresar a su tierra, pues les sería devuelta, les eran perdonadas sus deudas y devueltas sus propiedades. Este año 49 es el que se cumple en el mes de septiembre, junto con la luna sangrienta. Si lo que le sucede al pueblo de Israel es sombra de lo que sucederá al pueblo de Dios, ahora para nosotros, es el tiempo también de remisión, de perdón y de regreso a casa para aquellos que en algún momento se fueron. En el libro de Deuteronomio se menciona 6 veces la Remisión: Dt 15:1 (1 vez), Dt 15:2 (3 veces), Dt 15:9 (1 vez), Dt 31:10 (1 vez), esta palabra es la H8059 Shemitáh, su significado implica que todo acreedor debe otorgar una remisión a un deudor. Ahora

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Este estudio puede imprimirse y reproducirse por cualquier medio siempre y cuando se cite la fuente de donde se obtuvo.

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bien, esta próxima luna de sangre también tendrá otras implicaciones de acuerdo a lo que hemos visto: 1. La tierra reposará para el Señor, es decir nosotros, la tierra

del Señor, entraremos en el reposo. Lv 25:1-7 2. Todas las deudas serían perdonadas, los pecados

perdonados para aquellos que lo tomen para sí. Dt 15:1-11 3. Todo esclavo debía de ser liberado, por lo cual tendremos

libertad. Dt 15:12-14 El Jubileo representaba para los judíos, libertar esclavos, perdonar deudas y que las herencias perdidas eran recuperadas. Este es un año en el cual muchas herencias pueden ser recuperadas para aquellos que crean en esta promesa. Ahora bien, nadie sabe con certeza cuando cae el año del jubileo, de forma cronológica, es decir, desde cuándo se ha celebrado este año del jubileo, puesto que ha habido eventos que han parado el conteo de los años, de tal manera que se ha perdido la secuencia. Se llegó a la comprensión de que se debían contar los años por su señal, es decir que debe haber restauración, reconciliación y/o regreso, para poder indicar que hay un Shemitáh. Esto nos habla de que muchos hijos pródigos volverán a la casa de Su padre, incluso, aquellos hijos biológicos que se fueron de sus casas por engaños del enemigo, regresarán en este tiempo de remisión. A Israel se les dio mandatos en las leyes dadas a Moisés, como lo vimos en el libro de Levítico, pero los Jubileos son más antiguos porque es un plan de Dios, sin embargo, en el tiempo del cautiverio de Israel, se volvió a inicial el conteo de los años y Dios envió al profeta Jeremías para que el pueblo se arrepintiera y pudiera guardar de nuevo el reposo. En el año 586 AC fue destruida Jerusalén por medio del imperio Babilónico, Jeremías profetizó el tiempo exacto del exilio que fueron 70 años, un año por cada año sabático (Jr. 25:4-11). Durante ese tiempo la tierra de Israel reposó, pero Dios tuvo que permitir que el pueblo fuera llevado en cautiverio. A partir de allí se cuentan los jubileos, con lo que los judíos llaman cálculos de Zucherman, dando como resultado 62 Shemitáh, es decir, años sabáticos, que se produjeron entre la restauración de Jerusalén hasta el nacimiento de Cristo, lo cual significa que el pueblo de Israel estuvo en días de reposo mientras Jesús estuvo ministrando en esta tierra, por lo cual Él no estuvo en un Gran Shemitáh, sin embargo, cumplirá este Gran Shemitáh en nosotros, pues somos Su cuerpo. Durante el tiempo que Jesús estuvo en la tierra hizo cosas maravillosas, siendo el Señor del Día del Reposo (Mt 12:8), el Shemitáh es el tiempo de hacer cosas buenas: 1. Sanidad - Jn 5:8-9, sano a un paralítico. 2. Provisión – Mt 12:1, provisión de recursos, permitió que Sus

discípulos espigaran y comieran en un día de reposo.

3. Enseñanza - Mr 12:1, les enseñó en el día de reposo. 4. Milagros - Lc 13:11, sanó a la mujer encorvada por 18 años. 5. Restauración de manos - Mt 12:10, los fracasos, los negocios

y obras serán restaurados. 6. Restauración de ojos - Jn 9:14, abrió los ojos de un ciego. 7. Restauró a una mujer - Mt 28, se le apareció resucitado a

María Magdalena. Nosotros no solo somos testigos de los milagros que ha hecho el Señor en el día de reposo, sino seremos portadores de ellas, tal como lo dice también el pasaje de Jl 2:28-31 R60 y Hch 2:17-18, cumplirá la promesa que dice: “derramaré de mi espíritu sobre toda carne” y la luna en sangre, será la señal que puso en los cielos, como un testigo fiel que permanece, que verá el cumplimiento de la promesa de Su venida, aquel que prometió volver, lo cumplirá.

Redactado por: Hna. Ericka Pérez