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 96 Carlos M. Vilas Politólogo. Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Carlos M. Vilas Carlos M. Vilas Carlos M. Vilas Carlos M. Vilas Carlos M. Vilas   no. 5: 96-99, enero–marzo, 1996. Pobreza, opresión y explotación: notas sobre la sociedad civil en América Latina L a expresión «sociedad civil» ha devenido moneda corriente en la dinámica social contemporánea, en los medios de comunicación y en los actores de la política. Con frecuencia asociada, sin más, con la democracia, hay incluso cierto mesianismo implícito en muchos de los usos actuales del término, que recuerdan el papel emancipador asignado alguna vez a la razón, el mercado, el proletariado, el pueblo... La generalización del uso está acompañada por una marcada vaguedad. En algunos casos simple sinónimo de lo social, en otros apuntando a algunos actores específicos, en otros más aludiendo de manera dicotómica a todo lo que no es Estado, a veces como una especie de equivalente más o menos sofisticado de lo que antes se llamaba «opinión pública», la expresión demanda, si queremos asignarle un significado plausible, un mínimo de precisión. Esta necesidad se hace tanto más sentida cuanto que el origen histórico del concepto refiere a contextos, momentos, procesos y actores que tienen poco que ver con la América Latina de fines del siglo XX  —para no mencionar el recurso a la «sociedad civil» en las interpretaciones y comentarios sobre los procesos políticos y sociales en Europa del Este y en la ex URSS, o en otras partes del mundo. Existe siempre, por supuesto, una dimensión de historicidad en toda elaboración conceptual. Como bien sabe la sociología del conocimiento, los conceptos emergen, con todo y la relativa autonomía de los procesos intelectuales, en y de contextos políticos y sociales determinados, y su virtualidad heurística en contextos diferentes siempre está ligada a procesos de redefinición y amoldamiento; a una cierta «re- invención» conceptual que no es necesariamente consciente ni explícita, pero que resulta condición inevitable para que podamos acudir con eficacia a conceptos originariamente diseñados en otros momentos o escenarios. Desde esta perspectiva particular, lo relevante es deslindar qué significado específico asignan los actores a los conceptos, con independencia de la «fidelidad» o «autenticidad» de la recreación respecto de la versión originaria. En lo que a nuestro asunto se refiere, no se trata entonces de indagar la ontología de la sociedad civil —es decir, qué es  la sociedad civil— sino de preguntarnos qué significado le asignan  los actores y los intérpretes de la Latinoamérica de fines de siglo XX . Desde esta perspectiva, lo relevante no es volver a repasar una vez más el significado con que la expresión civil society  apareció en el discurso de los representantes

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Literatura, musica, cuba

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    Carlos M. Vilas

    Politlogo. Universidad Nacional Autnoma de Mxico (UNAM).

    Carlos M. VilasCarlos M. VilasCarlos M. VilasCarlos M. VilasCarlos M. Vilas

    no. 5: 96-99, eneromarzo, 1996.

    Pobreza, opresiny explotacin:

    notas sobre la sociedad civilen Amrica Latina

    La expresin sociedad civil ha devenido monedacorriente en la dinmica social contempornea, enlos medios de comunicacin y en los actores de lapoltica. Con frecuencia asociada, sin ms, con lademocracia, hay incluso cierto mesianismo implcitoen muchos de los usos actuales del trmino, querecuerdan el papel emancipador asignado alguna vez ala razn, el mercado, el proletariado, el pueblo...

    La generalizacin del uso est acompaada por unamarcada vaguedad. En algunos casos simple sinnimode lo social, en otros apuntando a algunos actoresespecficos, en otros ms aludiendo de maneradicotmica a todo lo que no es Estado, a veces comouna especie de equivalente ms o menos sofisticado delo que antes se llamaba opinin pblica, la expresindemanda, si queremos asignarle un significado plausible,un mnimo de precisin. Esta necesidad se hace tantoms sentida cuanto que el origen histrico del conceptorefiere a contextos, momentos, procesos y actores quetienen poco que ver con la Amrica Latina de fines delsiglo XX para no mencionar el recurso a la sociedadcivil en las interpretaciones y comentarios sobre losprocesos polticos y sociales en Europa del Este y en laex URSS, o en otras partes del mundo.

    Existe siempre, por supuesto, una dimensin dehistoricidad en toda elaboracin conceptual. Como biensabe la sociologa del conocimiento, los conceptosemergen, con todo y la relativa autonoma de losprocesos intelectuales, en y de contextos polticos ysociales determinados, y su virtualidad heurstica encontextos diferentes siempre est ligada a procesos deredefinicin y amoldamiento; a una cierta re-invencin conceptual que no es necesariamenteconsciente ni explcita, pero que resulta condicininevitable para que podamos acudir con eficacia aconceptos originariamente diseados en otrosmomentos o escenarios. Desde esta perspectivaparticular, lo relevante es deslindar qu significadoespecfico asignan los actores a los conceptos, conindependencia de la fidelidad o autenticidad de larecreacin respecto de la versin originaria. En lo quea nuestro asunto se refiere, no se trata entonces deindagar la ontologa de la sociedad civil es decir, ques la sociedad civil sino de preguntarnos qusignificado le asignan los actores y los intrpretes de laLatinoamrica de fines de siglo XX.

    Desde esta perspectiva, lo relevante no es volver arepasar una vez ms el significado con que la expresincivil society apareci en el discurso de los representantes

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    Pobreza, opresin y explotacin: notas sobre la sociedad civil en America Latina.

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    intelectuales y literarios de la burguesa europea. Estatarea ya ha sido llevada a cabo desde diferentesperspectivas, que en conjunto nos permiten tener enclaro qu se entenda por sociedad civil en la Inglaterrade los siglos XVI en adelante, en Francia a partir del sigloXVIII, y en Alemania ms tardamente.1 La expresinaparece en el marco de los procesos de despliegue delcapitalismo y de diferenciacin social y poltica de laburguesa en su enfrentamiento al Estado absolutista, ycomo reivindicacin de una esfera de actividad (laeconoma) y un espacio (el mercado) autnomos tantodel Estado como de la vida comunal y la autoridadeclesistica lo que no significa despojada dereverberaciones tico-religiosas. Un mbitorelativamente secularizado sobre todo por contrastecon el teocentrismo social precedente, de relacionesentre sujetos libres e iguales. Sociedad civil refiere as aun espacio especfico de mediacin entre los individuosy el Estado, mbito constituido por las iniciativasautnomas de asociacin y relacionamiento entrepersonas libres de sujecin al Estado, a la comunidad,al linaje o al poder eclesistico, e iguales en su comncondicin de propietarios.

    De qu hablamos cuando hoy y aquhablamos de sociedad civil? 2

    El significado de la sociedad civil y de su dinamismoest ligado a los actores que asumen el rol dinamizadory eventualmente conductor del conjunto implcitamentereferido por el vocablo, y a la matriz de relaciones quese teje entre los actores: relaciones de cooperacin yantagonismo; de alianza, confrontacin oneutralizacin; de mediacin, representacin osustitucin; etctera. Nada ms ajeno a la realidad de lasociedad civil que la imagen calidoscpica de unapluralidad homognea de actores homlogos entrminos de acceso a recursos y en posiciones de poder.En trabajos anteriores seal que la activacin recientede la sociedad civil abarca un espectro muy amplio deactores, identidades y sujetos cruzado por profundaslneas de desigualdad.3

    Destaca dentro de esta diversidad el protagonismode los actores del mundo de la pobreza, la opresin y laexplotacin. En algunos pases se registra asimismo unamovilizacin interesante de actores pertenecientes almbito de las empresas de negocios (por ejemplo, el

    involucramiento de una red amplia de organizacionesno gubernamentales de vinculacin empresarial enactividades y programas sociales en El Salvador yBolivia). Sin embargo, los avances significativos por lasenda de la democratizacin estn vinculados ante todoa los actores sociales de la pobreza, la opresin y laexplotacin.

    Lo anterior indica asimismo la existencia de uncontraste notorio entre el concepto liberal tradicionalcivil society como mbito de las relaciones entre iguales,y la realidad latinoamericana de una sociedad civil comoespacio de relacionamiento entre desiguales. En efecto,uno de los datos ms claros de Amrica Latina esprecisamente la desigualdad profunda y aparentementecreciente que fractura el tejido social. La diferenciacinsocial exista por supuesto en Europa, y el desarrollode la economa de mercado la ahond, pero entonces elconcepto de civil society no abarcaba a los pobres, a losexplotados y a los oprimidos: refera fundamentalmentea la burguesa, e incluso a la nobleza interesada en limitara la monarqua absoluta.4 En Amrica Latina, encambio, comprende hoy a los grupos medios, al mundodel trabajo y de la opresin y la explotacin. De ah lainevitable asociacin entre la sociedad civil y lo popularen sentido amplio.

    La concepcin contempornea de la sociedad civilapunta as al protagonismo de una pluralidad deidentidades sociales, articuladas en torno a esa tripledimensin de pobreza, opresin y explotacin. Algunasde esas identidades son nuevas en el sentido de que sehacen sentir y generan efectos especficos de maneraautnoma; otras son ms tradicionales como las quederivan del mundo del trabajo. Todas ellas planteanrelaciones tericas y empricas de ambigedad,tensionamiento y conflictividad con el concepto declase; la posibilidad de incluirlas todas en el conjuntosociedad civil, sin incurrir en reduccionismoseconomicistas, culturalistas o de otra ndole, dependede la identificacin de un principio de articulacin. Enla versin liberal, la sociedad civil refera a la clase(burguesa) opuesta al Estado (absolutista). Fue unconcepto que se diluy, por lo tanto, cuando, merced alas revoluciones burguesas, el Estado cambi de basesocial y la burguesa devino clase dominante. Tambinen este sentido, o a contrasentido, resulta comprensiblela referencia preferencial de la sociedad civil en AmricaLatina a la triple dimensin de pobreza, opresin yexplotacin.

    Nada ms ajeno a la realidad de la sociedad civil que la imagencalidoscpica de una pluralidad homognea de actoreshomlogos en trminos de acceso a recursos y en posiciones depoder. Destaca dentro de esta diversidad el protagonismo delos actores del mundo de la pobreza, la opresin y la explotacin.

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    En otros casos la activacin de la sociedad civilrefiere a la explicitacin de nuevos temas y problemas,o a la autonomizacin de esos temas y problemasrespecto de otros que opacaban o deformaban suespecificidad es decir, al desarrollo de nuevosenfoques. El caso ms notorio es el del medio ambiente.La identificacin de esta como una problemticaespecfica dio nacimiento a actores colectivos conagendas especficas. Otro tanto cabe decir, por ejemplo,de la problemtica del gnero, como modo detratamiento especfico de la problemtica de la mujer;de las movilizaciones en torno a cuestionesconvencionalmente privadas y por lo tanto ajenas alas preocupaciones en torno a la democracia violenciacontra mujeres y nios, acoso sexual, etc.

    La triple dimensin de pobreza, opresin yexplotacin plantea asimismo la diferenciacin de lasociedad civil respecto del Estado. En algunos casos esdiferenciacin por oposicin y enfrentamiento; enotros, simplemente diferenciacin por autonoma. Laexpresin sociedad civil apunta as a mbitos departicipacin autnoma de los actores en lo que toca alpoder y las instituciones del Estado. Autonoma, sinembargo, no implica necesariamente independencia: laactivacin de la sociedad civil se orienta muchas veces aobtener directa o indirectamente respuestas estatales, amodificar comportamientos estatales, e incluso atransformar instituciones y prcticas estatales. Existeal respecto una tensin entre las iniciativas estatales porincrementar el mbito de accin de la sociedad civilcomo forma de desligarse de responsabilidades ycompromisos pblicos (la autogestin de la sociedadcivil entendida como slvese quien pueda), y lasiniciativas de la sociedad civil por alcanzarmodificaciones en las modalidades, alcances y contenidode la accin del Estado en los casos en que esto sepresenta como condicin de consolidacin de losresultados de las movilizaciones.

    En este sentido, la activacin de la sociedad civilpuede verse como expresin de la insatisfaccin de lagente por la retraccin social del Estado y por laineficacia o el desinters de los actores de la polticapara hacerse cargo del nuevo escenario social. Peroexpresa asimismo el designio de modificar esta situacindesde la perspectiva de los actores. Es posible, por lotanto, reconocer una cierta continuidad entre laactivacin presente de la sociedad civil, y la historia deluchas populares y de participacin social. Tal vez ladiferencia ms marcada se registre entre la clara

    Sin soportes firmes en la sociedad civil, los actores de la polticaterminan girando sobre s mismos y la representatividad se vacade contenido. Sin articulacin con el mundo de la poltica, lasociedad civil se enclaustra en la denuncia y la protesta, orefuerza las tendencias a la fragmentacin y el clientelismo.

    articulacin poltica de las experiencias anteriores quea veces se arriesg a la reduccin o prdida de autonomade lo social: populismo, corporativismo, etc. frenteal antipoliticismo del discurso dominante en la sociedadcivil de hoy. Sin embargo, discurso es una cosa y prcticaes otra: el rechazo a los partidos y las limitaciones dellocalismo y la autogestin, puede conducir a formasrenovadas de clientelismo y particularismo endetrimento de un rediseo global, y que reproducen eldiseo dominante de exclusin social.

    Sea como fuere, estamos en presencia de un tipo departicipacin social que apunta a las limitaciones denuestras democracias realmente existentes en larepresentacin de los intereses y los actores sociales.Esto, a su turno, seala el desfase entre el conceptoabstracto de ciudadana, reducido a prcticas formales,y los ciudadanos realmente existentes en sociedadesempobrecidas, desiguales, y con procesos de segregacino exclusin social.

    La activacin contempornea de la sociedad civilseala asimismo las limitaciones institucionales denuestras democracias representativas realmenteexistentes, en lo que toca a un conjunto amplio dedimensiones de lo que convencionalmente podemosllamar democracia liberal: separacin y equilibrio defunciones de gobierno (legislativo/ejecutivo/judicial),responsabilidad pblica de los funcionarios, vigenciaefectiva de derechos y garantas ciudadanas, y similares.La reduccin latinoamericana reciente de lodemocrtico a lo electoral es decir del todo a una desus partes constitutivas permite la coexistencia deelecciones y autoritarismo violencia contra opositores;impunidad de los funcionarios; apropiacin privada derecursos pblicos... La activacin de la sociedad civilha sido estratgica para poner coto a lasextralimitaciones del poder, a la arbitrariedad y lainseguridad derivadas de ella, para dotar de cierta efectivavigencia a la formalidad institucional de la democracia,y para superar las limitaciones de un enfoque de lademocracia reducido al mbito convencionalmentepblico por ejemplo, la cuestin de la violenciadomstica.

    Tambin en estos aspectos la diferenciacin de lasociedad civil dota de significados especficos a lasmovilizaciones de los diferentes actores. Mientras quepara los actores del mundo de la pobreza, la opresin yla explotacin, la activacin de la sociedad civil expresasu rechazo a las limitaciones sociales e institucionalesde los sistemas de representacin electoral, para los

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    actores dominantes el discurso de la sociedad civilplantea, fundamentalmente, la apropiacin de espacios,prcticas y procesos antes articulados a las atribucionesreguladoras del Estado que ahora se subordinan a lalgica del mercado. Mediante la movilizacin derecursos ingentes financieros, simblico-discursivos,tecnolgicos... las corporaciones de negociosprotagonizan una amplia embestida de privatizacin quetraslada del mbito de la poltica al mbito del mercadoel acceso a recursos como salud, educacin, seguridadsocial, esparcimiento, y otros. El acceso a estos recursos,que hasta hace poco ms de una dcada era oficialmenteconsiderado una dimensin de los derechos deciudadana la llamada ciudadana social, es ahorauna consecuencia de la pertenencia al mercado, y de ladisponibilidad de los recursos financieros demandadospor la mediacin del precio. Como el mercado suponesiempre un acceso mucho ms restringido que lacomunidad poltica, el desplazamiento involucra laprdida de acceso a recursos vitales por una parteimportante de la comunidad.

    El recurso a la sociedad civil tiene lugar entoncescomo contrapartida de la destruccin de la ciudadanasocial e incluso de la ciudadana poltica. En condicionesde pobreza extrema e inseguridad, el voto deja de ser elinstrumento de ejercicio de la soberana del ciudadano,el modo de participacin en el diseo o transformacinde la comunidad nacional, para reducirse al papel demedio de acceso hipottico a la satisfaccin denecesidades inmediatas: ingrediente del truequecotidiano entre las demandas de los pobres y laspromesas de solucin de los poderosos.5

    En la medida en que esta transferencia de lascondiciones de reproduccin social de amplios sectoresde la poblacin tiene lugar como parte de un rediseode las funciones del Estado y del sentido de suintervencin, el desencanto de los actores socialessubordinados respecto de la poltica y los polticos estestrechamente ligado a ese rediseo y a las decisiones yla movilizacin de recursos por los actores que sebenefician con l. El desencanto popular por lo polticodebe tanto a la ineficacia y la corrupcin de muchosactores del mundo poltico, como al tipo de imagen dela poltica y los polticos ampliamente difundida a travsde las empresas de comunicacin masiva.

    Consideraciones finales

    La activacin de la sociedad civil explicita unconjunto amplio de cuestiones: diferenciacin ydesigualdad entre actores sociales; representacin yparticipacin; nuevas agendas y nuevos actores;tensiones entre ciudadana y demandas sociales;reestructuracin de la economa y reorientacin de lagestin del Estado; proyecciones sociales y vigenciaefectiva de la institucionalidad democrtica; etc. Expresaasimismo un involucramiento ms directo de la gente,

    que cuestiona las funciones tradicionales de agregacinde intereses y mediacin practicadas por los partidos yotras agencias de la democracia representativa. A vecesproducto de la necesidad o la falta de alternativas; otrascomo dimensin de la redefinicin reciente de lasrelaciones de poder, implica una apropiacin social deprocesos, temas y enfoques que hasta recientemente erancanalizados mediante las instituciones polticas y losactores de la poltica. Pero al mismo tiempo plantea elriesgo de fragmentacin y dispersin de las demandas ylas acciones, en cuanto la pluralidad y la focalizacinlocalista o sectorial de unas y otras puede conducir aneutralizar su eficacia.

    En definitiva, el significado, alcance y eficacia de laactivacin de la sociedad civil remite a las orientacionesefectivas de los actores que la protagonizan, y a sucapacidad y habilidad para redefinir la matriz derelaciones con los actores de la escena poltica. Sinsoportes firmes en la sociedad civil, los actores de lapoltica terminan girando sobre s mismos y larepresentatividad se vaca de contenido. Sin articulacincon el mundo de la poltica, la sociedad civil seenclaustra en la denuncia y la protesta, o refuerza lastendencias a la fragmentacin y el clientelismo.

    Ciudad de Mxico, marzo de 1996.

    Notas

    1. Vase, por ejemplo, Herman Heller, Teora del Estado, Mxico,D.F.: Fondo de Cultura Econmica, 1942: 124-38; Lawrence Krader,Dialectic of Civil Society, Amsterdam: Van Gorcum, 1976: 15 et passim;Norberto Bobbio y Nicola Matteucci, Diccionario de poltica, Mxico:Siglo XXI, 1982, Vol. 2: 1570-6; John E. Keane, ed., Civil Society andthe State, London: Verso, 1988, especialmente la introduccin del editory la primera parte; Ellen Meiksins Wood, The Uses and Abuses ofCivil Society, en Ralph Miliband & Leo Panitch, eds., The SocialistRegister 1990: The Retreat of the Intellectuals, London: Merlin Press,1990: 60-84; etc. La pretensin de Cohen y Arato de encontrar elconcepto de sociedad civil en la polis griega es poco convincente,ahistrica en todo caso: Jean Cohen & Andrew Arato, Civil Societyand Political Theory, Cambridge, MA: MIT Press, 1993.

    2. El ttulo de esta seccin es por supuesto una parfrasis de PabloGonzlez Casanova, Cuando hablamos de democracia: de quhablamos?, Revista Mexicana de Sociologa, (3), julio-setiembre, 1986.

    3. Carlos M. Vilas, Sociedad civil y pueblo, Revista Paraguaya deSociologa (86), enero-abril, 1993: 71-82; Entre el Estado y laglobalizacin: La soberana de la sociedad civil, Sociolgica (28), mayo-agosto, 1995: 61-89.

    4. Harold J. Laski, El liberalismo europeo, Mxico: Fondo de CulturaEconmica, 1939.

    5. Vase, por ejemplo, Mercedes Gonzlez de la Rocha, Los recursosde la pobreza, Guadalajara: SEP, 1986.

    ' , 1996.