12pf clase 12a: ¿con qué ojos mirar las cosas?

“Going God’s Way” part 1, page 1

Curso Básico Bíblico

LAS 12 PIEDRAS FUNDAMENTALES

CLASE 12A: CON QUÉ OJOS DEBEMOS

MIRAR LAS COSAS

© La Familia Internacional

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Mayo de 2011


Clase 12A-1 básica

El Estilo de Dios, primera parte

¿CON QUÉ OJOS DEBEMOS MIRAR LAS COSAS?

INTRODUCCIÓN

La historia de Tommy

Tommy era un chiquillo lisiado que vivía muy humildemente con una tía suya

en un pequeño apartamento del tercer piso de un edificio viejo y ruinoso que daba

a una calle bastante transitada. Tenía sus facultades físicas tan disminuidas que

no podía levantarse de la cama.

Un día pidió a un vendedor de periódicos amigo suyo que le trajera el libro

sobre un hombre que fue por todas partes haciendo el bien. El otro chiquillo

buscó y rebuscó aquel libro sin título hasta que un librero finalmente cayó en la

cuenta de que debía de referirse a la Biblia y a la historia de Jesús. El vendedor

de diarios juntó sus escasos ahorros y el bondadoso librero le entregó un ejemplar

del Nuevo Testamento, el cual le llevó a Tommy.

Comenzaron a leerlo juntos y, a raíz de aquella palabras, Tommy acabó por

convertirse. Acto seguido resolvió dedicarse él también a hacer el bien, como el

maravilloso Hombre de aquel libro. Pero era inválido, y ni siquiera estaba en

condiciones de salir de aquel apartamento de una sola pieza. De modo que luego

de orar y pedir a Dios que lo ayudara, se le ocurrió una idea.


Laboriosamente se puso a copiar versículos de la Biblia que sirvieran de ayuda

a otras personas. Luego arrojaba aquellos papelitos por la ventana para que

cayeran en la transitada acera de la calle. Los transeúntes los veían caer

revoloteando y la curiosidad los llevaba a recogerlos para ver de qué se trataban.

Al leerlos descubrían que hablaban del Hombre que fue por todas partes haciendo

el bien: Jesucristo. Muchos de ellos cobraban ánimo, hallaban consuelo y ayuda e

incluso se salvaban gracias a la sencilla obra misionera de aquel chiquillo que leía

la Biblia.

Cierto día un acaudalado empresario se convirtió al leer uno de aquellos

versículos. A la postre retornó al lugar donde había hallado el papelito que lo

había conducido a su Salvador, deseoso de averiguar su procedencia. De pronto

notó que otros papelitos caían a la acera. Observó que a una agobiada anciana se

le iluminaba el rostro y que cobraba renovadas fuerzas luego de agacharse con

dificultad para recoger una de aquellas misteriosas misivas y leerla.


El empresario se quedó clavado en aquel lugar mirando fijamente hacia arriba,

resuelto a determinar el origen de aquellos papelitos. Tuvo que esperar bastante

rato, pues al pobre Tommy le tomaba varios minutos de esfuerzo garabatear

siquiera un versículo en un papelito. De repente se fijó en una ventanita por la

cual vio extenderse una escuálida mano que arrojó un papelito igual al que había

transformado por completo su vida. Tomó nota con detenimiento de la ubicación

de la ventana, subió presuroso las escaleras del viejo edificio y finalmente

encontró la humilde morada del pequeño Tommy, el misionero lisiado.

Enseguida el empresario entabló amistad con el muchacho y le proporcionó

toda la ayuda y atención médica que pudo. Un día le preguntó si le gustaría irse a

vivir con él a su mansión, situada en las afueras de la ciudad.

La respuesta lo sorprendió:

—Tendré que consultarlo con mi Amigo —dijo, refiriéndose a Jesús.


Al día siguiente, el empresario regresó con gran expectativa por saber la

contestación de Tommy. Le resultó extraño que el chiquillo le hiciera más

preguntas.

—¿Dónde dijo que quedaba su casa?

—Ah —contestó el empresario—, en el campo, en una lujosa propiedad.

Tendrás un cuarto hermoso para ti solo, sirvientes que te cuiden, comidas

deliciosas, una buena cama, todas las comodidades y atenciones habidas y por

haber. En resumen, cualquier cosa que quieras. Mi esposa y yo te prodigaremos

todo nuestro cariño y te cuidaremos como si fueras hijo nuestro.

Titubeando, Tommy preguntó:

—¿Y pasaría alguien delante de mi ventana?

Sorprendido, el empresario respondió:

Pues... no. De vez en cuando algún sirviente. Tal vez el jardinero. Es que no

entiendes, Tommy. Vivirás en una mansión en el campo, lejos del tumulto de la

ciudad. Allí gozarás de tranquilidad y podrás leer, descansar y hacer todo lo que

desees, lejos de toda esta mugre y contaminación, del ruido y de las multitudes.


Al cabo de un largo silencio durante el cual Tommy reflexionó profundamente,

su expresión se tornó triste, pues no quería ofender a aquel hombre de quien se

había hecho amigo. Al fin, con los ojos llenos de lágrimas, dijo en voz baja, pero

con firmeza:

—Lo siento, pero nunca podría vivir en un sitio donde nadie pasara delante de

mi ventana.

El muchacho de este relato era tan sencillo y tan desvalido que fácilmente

habríamos podido prescribir que era incapaz de desempeñar obra alguna. Habría

tenido el mejor de los pretextos para no ayudar al prójimo, sino más bien esperar

que lo ayudasen a él. Pero movido por amor descubrió un medio de hacer algo

por los demás.

Todos los días pasa alguien por delante de la ventana de tu vida. ¿Ha hallado tu amor

alguna forma de ayudarlo?

¿Te ha indicado Jesús cómo puedes prestarle asistencia? Ellohará silo deseas sean

cuales sean las circunstancias enlas que te encuentras, o las limitaciones a las

queestás sujeto.

Dios también tiene ventanas, y ha prometido que si le obedecemos y abrimos a los

demás la ventana de nuestra vida, El abrirá las ventanas delos Cielos y derramará

sobre nosotros bendición hasta que sobreabunde (ver Maaquías 3:10)


PRIMER TRAMO: EL CONTRASTE ENTRE EL ESTILO DE DIOS Y EL

DEL HOMBRE.

Nuestro Estilo de vida

El propósito de esta clase es ayudarlos a ponderar su estilo de vida a la luz de los

preceptos divinos. Comencemos por echar un vistazo a algo que dijo Jesús sobre el

particular:

Mateo 6:19–21. No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín

corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; (sino haceos tesoros en el Cielo,

donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan.

Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.

Mateo 6:25–34. Os digo: «No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer

o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida

más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo,

que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las

alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Y quién de vosotros podrá,

por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? Y por el vestido, ¿por qué

os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan;

pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de

ellos. (Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la

viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? No os afanéis,

pues, diciendo: “¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?” Porque

los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que

tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el Reino de

Dios y Su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Así que, no os afanéis

por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día

su propio mal.

El Estilo del Señor

Los puntos de vista de Dios en muchos casos difieren de los del mundo.

Isaías 55:8–9. «Mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros

caminos mis caminos», dijo el Señor. ) «Como son más altos los cielos que la

tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos».

I Juan 2:15–17. No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si

alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay

en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la

vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.


El mensaje de Jesús se apartó de lo convencional

El sermón más grandioso que se haya predicado, el «Sermón de la montaña»,

lo transmitió Jesús a un puñado de discípulos Suyos. Ellos cambiaron el mundo

porque escucharon la voz de Dios que les enseñaba cosas diametralmente

opuestas a lo que se decía en el «valle» de la sociedad en general.

En ella el discurso decía: «Bienaventurados los romanos, es decir, los

orgullosos, los altivos y los poderosos. Mira lo que han logrado. Han conquistado

todo el mundo. Vale la pena ser romano». En cambio, en la montaña Jesús

proponía lo opuesto:

Mateo 5:3–9. «Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el

Reino de los Cielos. Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán

consolación. Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por

heredad. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos

serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán

misericordia. Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.

Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios».

El Señor quiere que distingamos entre lo que es aceptable a Sus ojos y lo que

no

Romanos 12:9b. Aborreced lo malo, seguid lo bueno.

Job 34:4. Escojamos para nosotros el juicio, conozcamos entre nosotros cuál sea

lo bueno.

Isaías 7:15. […] que sepa desechar lo malo y escoger lo bueno.

1 Pedro 3:11. Apártese del mal, y haga el bien; busque la paz, y sígala.

Lo más importante que podemos aprender de esta clase es el principio de discernir o

identificar cuáles son los preceptos divinos y cuáles los del mundo, a fin de obrar y

decidir acertadamente en nuestra vida cotidiana. Hay muchos ejemplos de valores

contrastantes. Vamos a echar un vistazo a unos pocos que ilustran este importante

principio.


SEGUNDO TRAMO: EJEMPLOS DE VALORES CONTRASTANTES.

¿El dinero es lo más importante?

¿Nos brinda felicidad el hecho de tener suficiente dinero como para poder adquirir

los últimos artilugios tecnológicos, el auto más rápido, la ropa más en boga, la casa

más espaciosa, la computadora de último momento o la televisión con la pantalla

más ancha?

Eclesiastés 5:10. El que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto. También esto es vanidad.

Eclesiastés 5:12. Dulce es el sueño del trabajador, coma mucho, coma poco; pero al rico no le deja dormir la abundancia.

Con dinero se compra

Con dinero se compra:

Una cama, pero no el sueño.

Libros, pero no inteligencia.

Comida, pero no apetito.

Adornos, pero no belleza.

Una casa, pero no un hogar.

Medicinas, pero no salud.

Lujos, pero no cultura.

Diversión, pero no felicidad.

Un crucifijo, pero no un Salvador.

Un cupo en una iglesia, pero no el Cielo.

¿Qué objetivos persigues?

Juan 6:27. Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a

vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló

Dios el Padre.

Mateo 6:31–32. No os afanéis, pues, diciendo: «¿Qué comeremos, o qué

beberemos, o qué vestiremos?» Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.

Por lo general, en la sociedad se promueve la idea de que la adquisición de riquezas

es lo más importante. ¿Concordamos con esa afirmación?

El Señor sabe que tenemos necesidades materiales: «Vuestro Padre celestial sabe

que tenéis necesidad de todas estas cosas». No es que el dinero, las riquezas ni la

prosperidad tengan nada de malo; sino que, como dice la Biblia: «Raíz de todos los

males es el amor al dinero» (1 Timoteo 6:10). Depende de si uno es poseedor de los

bienes o los bienes lo poseen a uno. Lo que importa es nuestra actitud hacia ellos y la

prioridad que damos a los bienes materiales en nuestra vida.


Graneros más grandes

Lucas 12:16–21. También les refirió una parábola, diciendo: «La heredad de

un hombre rico había producido mucho. Y él pensaba dentro de sí, diciendo:

“¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos?” Y dijo: “Esto haré:

derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos

y mis bienes; y diré a mi alma: „Alma, muchos bienes tienes guardados para

muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate‟”. Pero Dios le dijo: “Necio, esta

noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será”? Así es el

que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios».

El hombre rico de esta parábola quería construir graneros más grandes, lo cual

no hubiera sido tan malo en sí si lo hubiera hecho con la motivación debida. Pero

su intención era incrementar sus bienes, no compartirlos con los demás. El

motivo por el que su corazón estaba en los graneros es que en realidad los

graneros estaban en su corazón.

El dinero: ¿bendición o maldición?

1 Timoteo 6:10. Raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando

algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.

El dinero en sí mismo no es intrínsecamente perverso. Tener dinero no tiene nada de

malo. Depende de cuál sea nuestra actitud hacia él y el uso que le demos. Por ejemplo,

puede que alguien emplee la abundancia de sus recursos para abrir una fábrica que

proporcione puestos de trabajo o se valga de los dividendos que genere para contribuir

generosamente a una causa digna.

Eclesiastés 5:19. Asimismo, a todo hombre a quien Dios da riquezas y bienes, y

le da también facultad para que coma de ellas, y tome su parte, y goce de su

trabajo, esto es don de Dios.

Proverbios 28:16b. El que aborrece la avaricia prolongará sus días.

1 Timoteo 6:17–19. A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni

pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios

vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. Que

hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos; atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida eterna.


La riqueza bien puede ser concedida por la providencia divina, por lo cual

deberíamos darle gracias a Dios

Deuteronomio 8:11–18. Cuídate de no olvidarte del Señor tu Dios, para

cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy; no

suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en que habites, y tus

vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo

que tuvieres se aumente; y se enorgullezca tu corazón, y te olvides del Señor tu

Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre; que te hizo

caminar por un desierto grande y espantoso, lleno de serpientes ardientes, y de

escorpiones, y de sed, donde no había agua, y Él te sacó agua de la roca del

pedernal; que te sustentó con maná en el desierto, comida que tus padres no

habían conocido, humillándote y probándote, para a la postre hacerte bien; (y

digas en tu corazón: «Mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta

riqueza». Sino acuérdate del Señor tu Dios, porque Él te da el poder para hacer

las riquezas, a fin de confirmar Su pacto que juró a tus padres, como en este día.

Los peligros de empeñarse demasiado en ganar dinero

Marcos 4:19. Los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias

de otras cosas, entran y ahogan la palabra, y se hace infructuosa.

Lucas 12:15. Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.

Marcos 8:36. ¿Qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?

El hombre rico insatisfecho

Un hombre rico acudió a Jesús para pedirle consejo:

Marcos 10:21–22. Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: «Una cosa te

falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el

cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz». Pero él, afligido por esta palabra, se fue

triste, porque tenía muchas posesiones.

¡Qué lamentable! Es evidente que aquel hombre no había hallado satisfacción

en sus riquezas. De haber sido así, no habría acudido a Jesús en busca de las

respuestas a los interrogantes de la vida. Pero aunque sus riquezas no lo

satisfacían, de este breve pasaje se deduce que no estaba dispuesto a renunciarlas

a cambio de algo mejor cuando Jesús se lo pidió.


Ojo para los negocios (Humor )

Dos hermanos eran dueños de una finca que había sido devastada por la peor

sequía en cincuenta años. Desesperados por conseguir fondos para paliar la

situación, se dirigieron a la capital provincial más cercana y entraron al banco

más grande de la ciudad.

De algún modo, se las arreglaron para entrevistar al presidente sin tener cita

previa. Éste se quedó atónito al ver que los dos se postraban de rodillas y le

rogaban que les concediera un préstamo para salvar su finca, que había

pertenecido a la familia durante más de un siglo. Cuando les dijo que su banco

solamente otorgaba préstamos a clientes comerciales y en cantidades muy

grandes, irrumpieron en llantos y le suplicaron que hiciera una excepción.

Finalmente, deseoso de quitárselos de encima, les dijo:

—Les diré lo que voy a hacer. A veces me gusta jugar con el azar. Les voy a

plantear una adivinanza. De niño perdí un ojo en un accidente. Tuve la fortuna de

poder conseguir un ojo de vidrio que es casi del mismo color que mi ojo bueno.

Si me pueden decir al primer intento cuál es el ojo de vidrio, les concederé el

préstamo.

Sin titubear, uno de los hermanos respondió:

—Yo sé. Es el izquierdo.

—Es cierto, pero ¿cómo lo supiste? —preguntó el presidente.

—Porque cuando levanté la vista para mirarlo a la cara, ése fue el que me miró

con más compasión.

La economía de Dios: Las bendiciones que depara la generosidad

¿Cuál es la política económica de Dios?

Lucas 6:38. Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando

darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os

volverán a medir.

Dios nos bendice cuando damos en vez de acaparar egoístamente para nosotros

mismos.

Proverbios 11:25. El alma generosa será prosperada; y el que saciare, él

también será saciado.

Hechos 20:35b. Más bienaventurado es dar que recibir.

Proverbios 11:24. Hay quienes reparten, y les es añadido más; y hay quienes

retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza.

Proverbios 28:27. El que da al pobre no tendrá pobreza; mas el que aparta sus

ojos tendrá muchas maldiciones.

Eclesiastés 11:1. Echa tu pan sobre las aguas; porque después de muchos días

lo hallarás.


2 Corintios 9:6. Esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.

El Señor recompensa

Un viejo zapatero alemán acababa de enviar a su hijo a casa de una viuda

pobre con una cesta de frutas y verduras. Aunque había trabajado duro labrando y

cultivando su huertita, para él era cosa de todos los días hacer regalos de este

tipo.

—¿Cómo puede regalar tanto? —le pregunté una vez.

—Yo no regalo nada —me respondió—. Se lo presto al Señor, y Él me lo

devuelve con creces. Me da vergüenza que la gente piense que soy generoso,

cuando en realidad recibo un pago tan elevado. Hace mucho tiempo, cuando era

muy pobre, vi a alguien necesitado y me pregunté si podría darle algo, pero no

veía la forma de hacerlo. Sin embargo, di, y el Señor me ayudó. He trabajado

mucho, mi huerta es muy abundante, y desde entonces jamás me detengo a

pensarlo dos veces antes de dar a alguien que lo necesitara. Es más, tengo la

certeza de que si lo entregara todo, el Señor no permitiría que me muriera de

hambre. Es como depositar dinero en el banco, sólo que en este caso se trata de

un banco que nunca quiebra, y uno recibe sus intereses diariamente.

Busca primeramente el Reino de Dios

Mateo 6:33. Buscad primeramente el Reino de Dios y Su justicia, y todas estas

cosas os serán añadidas.

El amor a Dios y al prójimo es lo que debiera motivarnos y no un empeño

puramente egoísta en procurar nuestro propio bienestar. Ese versículo pone las cosas

en perspectiva. ¿Qué es el «Reino de Dios» al que se refiere? Consideramos que se

trata de Su pueblo, los salvos. ¿Cómo se hace para «buscar primero» Su Reino? Uno

se interesa mayormente en la expansión de ese reino, es decir en llevar a otros a él, ya

sea testificando uno mismo o ayudando a quienes lo hacen.

El Señor promete que si hacemos eso, si damos prioridad a Él y a los demás en

nuestra vida, «todas las demás cosas nos serán añadidas»; es decir, las cosas materiales

que necesitamos.

La liberalidad llevada a la acción

Todos tenemos el deber de pagar nuestras cuentas y proveer para las necesidades

materiales de nuestro hogar. Si nuestros recursos económicos son limitados, ¿de

dónde sacamos para dar a los demás?


Ejemplos de generosidad

Las Hermanas de la Caridad, orden católica fundada por la Madre Teresa de

Calcuta, ayudan a incontables miles de personas desposeídas a lo largo y ancho

del orbe. A continuación reproducimos algunos ejemplos de quienes

contribuyeron con su obra referidos por la propia Madre Teresa.

El otro día vino a verme una pareja amiga mía. Me trajeron una importante

suma de dinero para que la emplease en alimentar a los pobres. Les pregunté de

dónde habían sacado tanto dinero. Me respondieron: «Hace dos días nos casamos,

pero antes decidimos no tener un gran banquete de bodas. Como testimonio de

nuestro amor mutuo, preferíamos traer ese dinero a la Madre Teresa».

No hace mucho tiempo, vino a verme cierta señora. Se sentó y me dijo:

—Me gustaría contribuir con tu obra.

—Muy bien —le dije yo—.

La pobre mujer tenía una debilidad que me confesó.

—Me encantan los saris elegantes.

(El sari es la prenda más común que usan las mujeres en la India.) Así era. Ese

día lucía un sari muy costoso, por el que probablemente debe de haber pagado

unas ochocientas rupias. El mío apenas me costó ocho. Es decir, que el suyo era

cien veces más caro. Se me ocurrió decirle lo siguiente:

—Yo comenzaría por los saris. La próxima vez que vaya a comprar uno, en

vez de gastar ochocientas rupias, compre uno de quinientas. Con las trescientas

rupias que le sobran, compre saris para los pobres.

Actualmente la señora luce saris de cien rupias. Y usaría unos aún más baratos

si no fuera porque yo le pedí que no los comprara. Me confesó que aquella

experiencia había cambiado su vida. Ahora sabe lo que significa compartir.

El otro día recibí quince dólares de un hombre que está paralizado desde hace

veinte años. La parálisis solo le permite usar la mano derecha. La única compañía

que tolera es la del tabaco. Me dijo: «Dejé de fumar durante una semana. Le

envío el dinero que ahorré en cigarrillos».

Puntos para considerar

¿Qué ejemplos se les ocurre que podríamos dar para ilustrar la forma en que puede

usarse el dinero en aras de los demás?

El Señor promete bendecirnos si somos generosos con el prójimo. ¿Han

experimentado eso alguna vez ustedes mismos?

¿Cómo les parece a ustedes que la política económica de Dios («dad y se os dará»)

se compara con la del sistema comercial?

¿Se les ocurre alguna medida práctica que podrían tomar para hacer ajustes en su

presupuesto y así poder demostrar una mayor generosidad con el prójimo?


MODAS Y TENDENCIAS

¿Por quién te dejas influenciar?

Romanos 12:2. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la

renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

1 Corintios 7:31b. La apariencia de este mundo se pasa.

Colosenses 2:8. Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas

sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.

Las influencias mundanas se hacen sentir por todos lados: sea mediante la

publicidad, las revistas de moda, los periódicos, los personajes de las películas o la

televisión. Todos procuran influir en nosotros constantemente y moldear la forma en

que pensamos. Las estrellas de cine, los héroes deportivos, los músicos y astros de

rock, la hermosa chica del cartel publicitario o el musculoso del aviso comercial.

Algunos son auténticamente bellos —son creación de Dios, así los hizo—, pero

muchos son imágenes falsas, irreales, sintéticas y carentes de toda naturalidad.

Esas imágenes impulsan a la gente a actuar, pensar o luchar por conseguir

determinadas cosas, cierto aspecto o cierta emoción, la mayoría de las cuales nunca

logran obtener. Es todo muy sutil pero muy real.

La figura «ideal»: Ejemplo de una tendencia generalizada

Los medios de difusión bien pueden distorsionar el concepto de belleza que tiene

una chica. El deseo de ser delgada como muchas modelos, cantantes populares o

actrices de cine puede generar graves trastornos de alimentación —la anorexia y la

bulimia— que perjudican la vida de miles de jovencitas todos los años, algunas de

ellas con consecuencias fatales. Se ha atribuido a los medios de difusión y a la

industria de la moda gran parte de la culpa de eso.

¿Qué es una figura hermosa?

«Yo dejé de comprar revistas de moda cuando tenía unos 24 años —escribió

una mujer—. El compararme con las modelos tenía un efecto negativo muy fuerte

en mí». Así es. La madre de una chica que sufre de trastornos de alimentación

habla de «la publicidad incesante que aparece en los periódicos, las revistas y la

televisión recomendándonos que seamos delgadas, bien delgadas y más

delgados». Dice ella: «Ni a mi hija ni a mí nos gusta estar excedidas de peso,

pero nos parece que el aluvión constante de propaganda a que nos vemos

sometidas tiende a hacer de la figura esbelta lo más importante de la vida, más

que cualquier otra cosa». Sin lugar a dudas, para recuperarse de un vicio


alimentario, quien lo sufre tendrá que adoptar un concepto completamente nuevo

de lo que es la verdadera belleza.

Según refiere un artículo del periódico británico Daily Telegraph, obedeciendo

a un código voluntario acordado por los jefes de redacción de las revistas de

modas del Reino Unido, las modelos anoréxicas serán marginadas de sus páginas.

El anuncio se hizo en la Body Image Summit, (Cumbre sobre la imagen

corporal), organizada por el gobierno a consecuencia de un informe reprobatorio

de la British Medical Association, en el cual se afirmó que la obsesión de los

medios de difusión con la flacura femenina era una de las principales causas de

que los vicios de la alimentación hubieran alcanzado niveles sin precedentes. Se

expresó preocupación por la delgadez de modelos, actrices y cantantes a las que

las jovencitas ven como prototipos a los que deben imitar. Los estudios arrojaron

que hay unas 60.000 personas que sufren de vicios alimentarios en el Reino

Unido. Una de cada 10 es hombre, pero la gran mayoría mujeres.

Seguir los dictados de la moda puede ser perjudicial para la salud y una pérdida

de tiempo y dinero.

No tiene nada de malo verse bien, pero hoy en día la preocupación por la facha y la

figura se está saliendo de cauce. Algunas personas adoptan conductas extremas para

modificar su aspecto a fin de verse, a su entender, más bellas. Tal es así, que en

muchos países está de moda hacerse cirugía estética para recortar, disimular, inflar o

desinflar partes del cuerpo, o aplicarse tinturas para teñir otras. Está de moda hacerse

lo que le venga a uno en gana.

Cuando alguien se enfrasca y se obsesiona tanto con la moda y las tendencias

imperantes, puede volverse una manía. No puede pensar en otra cosa.

Salmo 1:1. Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni

estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado.

En contraste, la belleza a los ojos de Dios yace en la sencillez.

La verdadera belleza es mucho más profunda que la superficialidad exterior:

1 Pedro 3:3-4. Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de

adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el

incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios.

Salmo 90:17a. Sea la luz del Señor nuestro Dios sobre nosotros.

Proverbios 31:30. Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; la mujer que

teme al Señor, ésa será alabada.


El justo término medio: El cuidado del templo

El Señor quiere que nos cuidemos, pues somos Su templo:

1 Corintios 6:19–20. ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu

Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?

Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.

Las condiciones para gozar de buena salud son el ejercicio, la higiene, la

alimentación y el descanso sanos, amén de llevar en general una vida sana. Cuídense

bien. Procuren mantenerse en buena forma. Se sentirán mejor y darán mejor

testimonio.

Por ejemplo, el exceso de peso puede acarrear trastornos de salud, por lo que

conviene procurar estar equilibrados de peso. Si alguien está excedido, no va a bajar

esos kilos de más de la noche a la mañana; tampoco así los adquirió. Los va a bajar

poco a poco, y la mejor fórmula para la de probada eficacia durante miles de años:

comer menos grasas y hacer más ejercicio.

Está bien prestar una normal atención al cuidado del cuerpo y a mantenerse sano y

en buena forma. Pero andar alterando el organismo y tratando de corregir lo que no

hace falta corregir, es otro cuento.

Para debatir

¿Qué consideran ustedes “extremos” en materia de dietas, ropa, etc.?

¿Cómo se puede decidir bien a la hora de comprarse ropa y optar por cierto estilo?

Algunas preguntas que cabría hacerse son: ¿Es este estilo apropiado para la cultura

en que vivo? ¿Me puedo dar el lujo de costearme esto? ¿Me estoy dejando llevar por la

publicidad o realmente necesito esto? ¿Se les ocurren algunas otras pautas?


GUÍA DIVINA O LA MANIPULACIÓN DE LOS MEDIOS

¿Cómo ve el Señor la música, la televisión, las películas, los libros? Primero

echemos un vistazo a la música.

Las maravillas de la música

Al Señor le encanta la música. La creó para brindarnos placer auditivo y al mismo

tiempo como medio para transmitir Su mensaje. Además, creó ciertos tipos de

música para divertirnos y pasarla bien, melodías que nos emocionan, nos ponen en

movimiento y nos impulsan a bailar y saltar de alegría. El rey David de antaño

«danzaba con toda su fuerza delante del Señor» (2 Samuel 6:14a). Hay además

melodías que nos consuelan en tiempos de pruebas, sonidos celestiales que nos

llegan al corazón para sanarnos y aliviarnos. David conocía perfectamente este

principio cuando tocaba su música:

1 Samuel 16:23. David tomaba el arpa y tocaba con su mano; y Saúl tenía alivio

y estaba mejor.

La música desempeña un papel muy importante en nuestra vida. Evoca ciertas

emociones que a veces ni las palabras alcanzan a expresar. Es una bella expresión del

corazón y está vinculada con sentimientos íntimos que el Señor nos ha dado a cada

uno. Puede ser una experiencia muy emocional, tanto buena como mala.

La música es capaz de infundirnos calidez y serenidad, claridad mental e

inspiración. O bien, puede tener un efecto escalofriante que nos causa confusión,

agresividad o abatimiento.

Cómo escoger la música que uno escucha

La música tiene mucho de espiritual. Por eso es aconsejable proceder con buen

criterio al decidir qué música quiere uno escuchar. Ya sea que se trate de música

contemporánea o clásica, se necesita discernimiento para determinar qué piezas y

composiciones son edificantes y cuáles no.

Si una obra musical te deprime, te pone de mal humor, te sume en la confusión o te

pone agresivo, es probable que no sea inspirada por el Señor. En cambio, si te evoca

sentimientos de amor, alegría, felicidad, paz, entusiasmo o compasión, es muy posible

que sea inspirada por Dios.

Hay muchos músicos y compositores contemporáneos que tocan melodías

placenteras. Sin embargo, algunas de sus composiciones pueden ser tristes y

melancólicas, y causarnos profundo pesar. La Biblia nos advierte que debemos

ejercitar los sentidos en el «discernimiento del bien y del mal»:

Hebreos 5:14b. [...] los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el

discernimiento del bien y del mal..

Salmo 34:14a. Apártate del mal, y haz el bien.

El hecho de escuchar indiscriminadamente música impía tocada por artistas impíos

—o incluso una pieza específica que evoque en la persona emociones negativas,


aunque normalmente le guste ese artista— puede acarrearle molestias espiritualmente,

cualquiera que sea el género de música de que se trate. A la larga, la música mal

inspirada produce en nosotros un efecto muy negativo.

Algo que escuchamos no tiene por qué tener mucho sentido ni ningún significado

especial para pegársenos y que se nos repita innumerables veces en la cabeza. Una vez

que ocurre eso es difícil sacárselo de encima. ¿Han notado alguna vez que la melodía

de un aviso publicitario se les pega? ¿No les ha pasado nunca que escuchan una

canción y luego evocan la melodía y la letra una y otra vez? ¿Y meses o incluso años

después, cuando les pareció que se habían olvidado totalmente de ella, de golpe les

vuelve a venir a la memoria? Hay que tener cuidado con lo que uno alimenta el

espíritu. Entre otras cosas se debe evitar la música de dudosa inspiración.

El lado oscuro

Gran parte de la música moderna es un medio muy eficaz para propagar el mensaje

del Diablo y su propaganda de odio, destrucción, desesperanza e incluso, el

satanismo descarado. El horroroso mensaje transmitido por muchas piezas

musicales modernas penetra el corazón y la mente del oyente y le envenena el alma

apagando la voz del Espíritu de Dios y los pensamientos positivos y sanos que Él

procura inspirarle. Quienes se ven bombardeados constantemente por esas letras

diabólicas y sonidos infernales terminan deprimidos, confundidos y completamente

desprovistos de metas positivas y de aliento para enfrentar la vida. Peor aún, cierto

tipo de música diabólica induce a sus oyentes a las drogas, el odio racial o del sexo

opuesto, la violencia o el suicidio. ¡Es realmente doloroso!

Otras formas de manipulación de los medios

2 Reyes 17:15. Desecharon Sus estatutos, y el pacto que Él había hecho con sus

padres, y los testimonios que Él había prescrito a ellos; y siguieron la vanidad, y

se hicieron vanos, y fueron en pos de las naciones que estaban alrededor de

ellos, de las cuales el Señor les había mandado que no hiciesen a la manera de

ellas.

Lo mismo se aplica a otros medios de difusión actuales, entre ellos, la televisión, las

películas, los periódicos, la radio, la Internet, etc. Lo que ves, lees o escuchas, ¿te

mueve a brindar amor a los demás y ayudarlos en lo que necesiten? ¿Te levanta el

ánimo y evoca sentimientos positivos y felices? O por el contrario, ¿te lleva a

deslizarte cuesta abajo hacia la depresión o te pone agresivo?

La violencia y los valores que se promueven por televisión.

La sencillez del experimento llevado a cabo en el centro de cuidados diurnos y

la crudeza de los resultados dejó a los padres atónitos.

Cuando un curso de niños de entre dos y cinco años vieron en televisión el

programa «Barney», el dinosaurio violeta de corazón tierno, cantaron con él,

marcharon con él, se tomaron de la mano y rieron juntos.


Al día siguiente, la misma clase vio un capítulo de los agresivos jóvenes

«Power Rangers». Al cabo de apenas unos minutos ya estaban pegándose golpes

de karate y dando patadas voladoras al aire y unos a otros.

«Aunque el contenido de esos programas no es educativo, nuestros hijos

aprenden de ellos, porque los niños siempre están aprendiendo», dice David

Walsh, del National Institute on Media and the Family (Instituto Nacional para el

estudio de los medios y la familia), que condujo el experimento.

Según un estudio de la violencia en la televisión llevado a cabo a escala

nacional —tanto en la televisión abierta como en los canales de cable— las

escenas de violencia que se transmiten en los horarios de mayor teleaudiencia se

han incrementado desde 1994. El estudio arrojó también el resultado que la forma

en que se presenta la violencia en muchos casos —exaltada, aséptica y sin

consecuencias negativas— supone un grave riesgo para los niños.

«Esos patrones enseñan a los niños que la violencia es deseable, necesaria e

indolora», dice Dale Kunkel, de la Universidad de California (Santa Bárbara)

donde se condujo el estudio.

* * *

En una conferencia patrocinada por la ONU sobre la educación en Melbourne,

la Sra. Diane Tilmann, psicopedagoga norteamericana, hizo referencia a unas

estadísticas compiladas recientemente sobre los hábitos televisivos de los Estados

Unidos, según las cuales al llegar a los 11 años de edad un niño habrá

presenciado unos 10.000 homicidios por televisión.

Eviten lo negativo

Salmo 101:3. No pondré delante de mis ojos cosa injusta. Aborrezco la obra de

los que se desvían; ninguno de ellos se acercará a mí.

Salmo 119:37. Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; avívame en Tu camino.

Si bien, al parecer, las revistas y periódicos son medios neutrales para difundir

noticias u otros artículos de interés público, tenemos que darnos cuenta de que además

de proporcionar un servicio, también tienen sus propios objetivos. Los directores y

editorialistas sostienen opiniones que desean transmitir a sus lectores. Puede que las

mismas no estén necesariamente equivocadas ni se opongan a la forma en que ve el

Señor las cosas, pero el pueblo de Dios debe discernir lo que lee y no tragarse todo al

pie de la letra.

Romanos 12:2. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la

renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

Proverbios 15:21. La necedad es alegría al falto de entendimiento; mas el

hombre entendido endereza sus pasos.


Para debatir

¿Qué ejerce una mayor influencia en ti: la televisión, la música, la Internet o los

periódicos?

Comenta acerca de alguna ocasión en que hayas notado un cambio de estado de

ánimo ―positivo o negativo― después de ver una película.

¿Qué música te gusta escuchar porque tenga un buen efecto en ti o te levante el

ánimo cuando estás abatido?

RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS

Cuando se produce un desacuerdo entre dos o más personas, las soluciones que

ofrece Dios contrastan fuertemente con las del mundo.

La solución divina: el amor, la humildad y la oración resuelven todos los

problemas

Mateo 18:15. Si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano.

Gálatas 6:1. Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros

que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.

2 Timoteo 2:24. El siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido.

Efesios 4:32. Sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.

El buen ejemplo de Abraham

Génesis 13:7-11. Hubo contienda entre los pastores del ganado de Abram y los

pastores del ganado de Lot; y el cananeo y el ferezeo habitaban entonces en la

tierra. Entonces Abram dijo a Lot: «No haya ahora altercado entre nosotros dos,

entre mis pastores y los tuyos, porque somos hermanos. ¿No está toda la tierra

delante de ti? Yo te ruego que te apartes de mí. Si fueres a la mano izquierda, yo

iré a la derecha; y si tú a la derecha, yo iré a la izquierda». Y alzó Lot sus ojos, y

vio toda la llanura del Jordán, que toda ella era de riego, como el huerto del

Señor, como la tierra de Egipto en la dirección de Zoar, antes que destruyese el

Señor a Sodoma y a Gomorra. Entonces Lot escogió para sí toda la llanura del

Jordán; y se fue Lot hacia el oriente, y se apartaron el uno del otro.

Lo métodos del mundo: la violencia, el engaño y la agresión

Proverbios 16:29. El hombre malo lisonjea a su prójimo, y le hace andar por

camino no bueno.


Proverbios 13:10. Ciertamente la soberbia concebirá contienda; mas con los avisados está la sabiduría.

Proverbios 10:12. El odio despierta rencillas; pero el amor cubrirá todas las

faltas.

Proverbios 29:22. El hombre iracundo levanta contiendas, y el furioso muchas veces peca.

Santiago 3:16. Donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa.

Las dos cabras: un ejemplo de humildad

Un hombre que caminaba por una región montañosa observó la siguiente

escena:

Dos cabras transitaban por un estrecho sendero en la ladera de la montaña. Una

de ellas ascendía mientras que la otra venía en sentido contrario. Advirtió

también que debían pasar por un punto en que el sendero era tan angosto que solo

podía pasar una de ellas. Se quedó observando a ver qué sucedía.

Ambos animales dieron la vuelta a una curva del sendero y se toparon frente a

frente. Retrocedieron unos metros como para embestirse. Pero entonces sucedió

algo de lo más curioso. La cabra que venía ascendiendo se acostó en el sendero

mientras la otra pasaba por encima de ella. Luego se levantó y continuó el viaje.

¿Cómo empiezan las guerras?

Un niñito preguntó cierta vez:

—Papá, ¿cómo empiezan las guerras?

—Bien, tomemos como ejemplo la Primera Guerra Mundial —le contestó el

padre—, que estalló cuando Alemania invadió Bélgica.

De inmediato la esposa lo interrumpió:

—Dile al niño la verdad. Empezó porque asesinaron a un personaje.

El esposo reaccionó asumiendo un aire de superioridad y contestó sin vacilar:

—¿Quién está explicando las cosas, tú o yo?

A esto la esposa contestó abandonando la habitación indignada y dando tras de

sí un soberano portazo. Cuando la vajilla dejó de tintinear en el aparador, se hizo

un pesado silencio, que rompió por fin el pequeño:

—Papá; ya no hace falta que me expliques cómo estallan las guerras. ¡Ya lo sé!

Algunas estadísticas escalofriantes: En los últimos 3.421 años de registros

históricos, no ha habido guerras en solamente 268 de ellos. El siglo XX tocó a su

fin estando un tercio de las naciones del mundo enfrascadas en algún conflicto.

Al comenzar el siglo XX, la proporción entre bajas militares y civiles era de 8 a

1. Para fines de siglo pasó a ser de 1 a 8.

Para debatir

Traten el principio de que «el amor, la humildad y la oración resuelven todos los

problemas». ¿Cómo podría aplicarse para resolver los conflictos que se libran

actualmente?


SERVIR O SER SERVIDO

La dirigencia tiene muchas modalidades: el empleador, el capataz, el político y el

padre de familia son todos dirigentes en su propia esfera. Un rápido vistazo a las

pautas recomendadas por Dios para ejercer la dirigencia revelan que la humildad es

prioritaria en Su lista:

El dirigente que es fiel a Dios sirve a los demás

Lucas 22:24–27. Hubo también entre ellos una disputa sobre quién de ellos sería

el mayor. Pero Él les dijo: Los reyes de las naciones se enseñorean de ellas, y los

que sobre ellas tienen autoridad son llamados bienhechores; mas no así

vosotros, sino sea el mayor entre vosotros como el más joven, y el que dirige,

como el que sirve. Porque, ¿cuál es mayor, el que se sienta a la mesa, o el que

sirve? ¿No es el que se sienta a la mesa? Mas Yo estoy entre vosotros como el que sirve.

Mateo 23:11–12. El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo. Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.

Únicamente la insensatez de este mundo es capaz de llevar a los hombres a pelearse

por algo tan efímero como la fama y la fortuna. Solamente en la fugacidad de este

mundo luchan los hombres para obtener poder, posición, riquezas y honra. Al final,

descubren que no los satisface. Tomemos por ejemplo a Alejandro Magno, quien,

después de haber conquistado el mundo entero, murió ebrio y sumido en el llanto

porque no había más mundos que conquistar. O analicemos a Napoleón, que hizo

temblar a toda Europa a sus pies, pero murió en el exilio implorando que le calzaran

las botas para poder morir como es digno de un soldado. O pongamos a César, cuyos

amigos lo apuñalaron en la espalda cuando había llegado a la cúspide de su fama. A

todos estos se los pesó en la balanza y se los halló faltos.

En contraste, un dirigente temeroso de Dios anhela servir a quienes dirige. No

pretende ser autosuficiente con arrogancia, sino que acepta humildemente los consejos

y la asistencia de los demás.

La historia de Nabucodonosor: «Él puede humillar a quienes andan con soberbia»

Daniel 4

Nabucodonosor rey, a todos los pueblos, naciones, y lenguas, que moran en toda la

tierra: Paz os sea multiplicada:

Me ha parecido bien publicar las señales y milagros que el Dios Altísimo ha hecho

conmigo.

¡Cuán grandes son sus señales, y cuán poderosas sus maravillas! Su reino, reino

sempiterno, y su señorío de generación en generación.

Yo Nabucodonosor estaba tranquilo en mi casa, y próspero en mi palacio.


Vi un sueño que me espantó, y las imaginaciones y visiones de mi cabeza me turbaron

en mi cama.

Por lo cual yo di mandamiento para hacer venir delante de mí a todos los sabios de

Babilonia, a fin de que me hiciesen saber la interpretación del sueño.

Y vinieron magos, astrólogos, caldeos, y adivinos; y dije el sueño delante de ellos,

mas ellos no me dieron a conocer su interpretación;

Hasta que entró delante de mí Daniel, cuyo nombre es Beltsasar, como el nombre de

mi dios, y en el cual hay espíritu de los dioses santos, y dije el sueño delante de él,

diciendo:

Beltsasar, príncipe de los magos, ya que he entendido que hay en ti espíritu de los

dioses santos, y que ningún misterio se te esconde, dime las visiones de mi sueño

que he visto, y su interpretación.

Éstas son las visiones de mi cabeza cuando estaba en mi cama: Me parecía que veía

un árbol en medio de la tierra, cuya altura era grande.

Crecía este árbol, y se hacía fuerte, y su altura llegaba hasta el cielo, y su vista hasta

el cabo de toda la tierra.

Su follaje era hermoso, y su fruto en abundancia, y para todos había en él

mantenimiento. Debajo de él se ponían a la sombra las bestias del campo, y en sus

ramas hacían morada las aves del cielo, y se mantenía de él toda carne.

Veía en las visiones de mi cabeza estando en mi cama, y he aquí que un vigilante y

santo descendía del cielo.

Y clamaba fuertemente y decía así: Derribad el árbol, y cortad sus ramas, quitadle su

follaje, y derramad su fruto: váyanse las bestias que están debajo de él, y las aves

de sus ramas.

Mas la cepa de sus raíces dejaréis en la tierra, y con atadura de hierro y de bronce

entre la hierba del campo; y sea mojado con el rocío del cielo, y su parte con las

bestias en la hierba de la tierra.

Sea mudado su corazón de hombre, y le sea dado corazón de bestia, y pasen sobre él

siete tiempos.

La sentencia es por decreto de los vigilantes, y por dicho de los santos la demanda:

para que conozcan los vivientes que el Altísimo señorea en el reino de los hombres,

y que a quien Él quiere lo da, y constituye sobre él al más bajo de los hombres.

Yo el rey Nabucodonosor he visto este sueño. Tú, pues, Beltsasar, dirás la

interpretación de él, porque todos los sabios de mi reino nunca pudieron

mostrarme su interpretación; mas tú puedes, porque hay en ti espíritu de los dioses

santos.

Entonces Daniel, cuyo nombre era Beltsasar, estuvo atónito por una hora, y sus

pensamientos lo espantaban: El rey habló, y dijo: Beltsasar, no te espante el sueño

ni su interpretación. Respondió Beltsasar, y dijo: Señor mío, el sueño sea para los

que te aborrecen, y su interpretación para tus enemigos.

El árbol que viste, que crecía y se hacía fuerte, y que su altura llegaba hasta el cielo,

y era visible a toda la tierra;

y cuyo follaje era hermoso, y su fruto en abundancia, y que para todos había

mantenimiento en él; debajo del cual moraban las bestias del campo, y en sus

ramas habitaban las aves del cielo,

eres tú mismo, oh rey, que creciste, y te hiciste fuerte, pues creció tu grandeza, y ha

llegado hasta el cielo, y tu señorío hasta el cabo de la tierra.


Y en cuanto a lo que vio el rey, un vigilante y santo que descendía del cielo, y decía:

Cortad el árbol y destruidlo; mas la cepa de sus raíces dejaréis en la tierra, y con

atadura de hierro y de bronce en la hierba del campo; y sea mojado con el rocío

del cielo, y su parte sea con las bestias del campo, hasta que pasen sobre él siete

tiempos;

ésta es la interpretación, oh rey, y la sentencia del Altísimo, que ha venido sobre el

rey mi señor:

Que te echarán de entre los hombres, y con las bestias del campo será tu morada, y te

harán comer hierba del campo, como a los bueyes, y con rocío del cielo serás

bañado; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que entiendas que el Altísimo

señorea en el reino de los hombres, y que a quien Él quiere lo da.

Y lo que dijeron, que dejasen en la tierra la cepa de las raíces del mismo árbol,

significa que tu reino te quedará firme, luego que reconozcas que el señorío es de

los cielos.

Por tanto, oh rey, acepta mi consejo, y rompe con tus pecados mediante justicia, y con

tus iniquidades mediante misericordias para con los pobres; que tal vez será eso

una prolongación de tu tranquilidad.

Todo esto vino sobre el rey Nabucodonosor.

Al cabo de doce meses, paseando en el palacio del reino de Babilonia,

habló el rey, y dijo: ¿No es ésta la gran Babilonia, que yo edifiqué para casa del

reino, con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi grandeza?

Aún estaba la palabra en la boca del rey, cuando descendió una voz del cielo,

diciendo: A ti se te dice, rey Nabucodonosor; el reino es traspasado de ti:

Y de entre los hombres te echan, y con las bestias del campo será tu morada, y como a

los bueyes te apacentarán: y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que reconozcas

que el Altísimo señorea en el reino de los hombres, y que a quien Él quiere lo da.

En la misma hora se cumplió la palabra sobre Nabucodonosor, y fue echado de entre

los hombres; y comía hierba como los bueyes, y su cuerpo se bañaba con el rocío

del cielo, hasta que su pelo creció como las plumas de águila, y sus uñas como de

aves.

Mas al fin del tiempo yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo, y mi sentido me fue

vuelto; y bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre; porque

su señorío es eterno, y su reino por todas las edades.

Y todos los moradores de la tierra son estimados como nada; y Él hace según su

voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra; no hay quien

estorbe su mano, y le diga: ¿Qué haces?

En el mismo tiempo mi sentido me fue vuelto, y la majestad de mi reino, mi dignidad y

mi grandeza volvieron a mí, y mis gobernadores y mis grandes me buscaron; y fui

restituido a mi reino, y mayor grandeza me fue añadida.

Ahora yo Nabucodonosor alabo, engrandezco y glorifico al Rey del cielo, porque

todas sus obras son verdad, y sus caminos juicio; y humillar puede a los que andan

con soberbia.


Quienes se consideran pequeños

¿Alguna vez han reparado en el hecho de que solamente las aves pequeñas

cantan? Nunca se oyó a un águila, ni a un pavo ni a una avestruz emitir un sonido

musical. Sin embargo, sí que se escucha cantar al canario, al gorrión y al jilguero.

La música más dulce proviene de quienes se consideran pequeños ante los ojos

del Señor.

Muchos humos

Un abogado con muchos humos le preguntó a un agricultor:

—¿Por qué no avanza por el mundo con la frente en alto? ¡Yo no me inclino

delante de Dios ni de nadie!

El campesino, sabiamente, le respondió:

—¿Ve ese trigal? Las únicas espigas erguidas son las que están huecas, sin grano.

Las que están llenas se inclinan casi hasta el suelo.

Dios crea las cosas de la nada. Por lo tanto, mientras un hombre no llegue a ser

nada, nada podrá Dios hacer de él (Martín Lutero).

Para debatir

Comenten las diferencias existentes entre el ejemplo de liderazgo de Jesús y el de

muchos políticos de hoy en día.

Hablen de la aplicación que pueden tener estos principios en distintos ámbitos de la

vida cotidiana, léase el lugar de trabajo, el aula, el hogar, etc.


LA SABIDURÍA QUE PROVIENE DE LO ALTO

La verdadera sabiduría

La sabiduría que «proviene de lo alto» da resultados positivos, entre ellos, la paz.

Santiago 3:17. La sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después

pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía.

Santiago 3:13. ¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre.

Lo que pese a describirse como «sabiduría» termina engendrando violencia, guerra

y confusión es la «sabiduría del mundo», la cual Dios considera necedad.

1 Corintios 3:19–20. La sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios;

pues escrito está: «Él prende a los sabios en la astucia de ellos».

«Lo necio a los ojos de Dios»

El volverse a la necedad puede ser consecuencia de haber rechazado al Señor.

Jeremías 8:9. Los sabios se avergonzaron, se espantaron y fueron consternados; he aquí que aborrecieron la palabra del Señor; ¿y qué sabiduría tienen?

Salmo 14:1. Dice el necio en su corazón: «No hay Dios». Se han corrompido, hacen obras abominables; no hay quien haga el bien.

A la larga queda en evidencia la sabiduría que provino del Señor y la que no.

Eclesiastés 12:10–14. Procuró el Predicador hallar palabras agradables, y

escribir rectamente palabras de verdad. Las palabras de los sabios son como

aguijones; y como clavos hincados son las de los maestros de las

congregaciones, dadas por un Pastor. Ahora, hijo mío, a más de esto, sé

amonestado. No hay fin de hacer muchos libros; y el mucho estudio es fatiga de

la carne. El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus

mandamientos; porque esto es el todo del hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala.

La insensatez de la ciencia desprovista de sabiduría

Hay demasiados científicos y muy pocos hombres de Dios. Hemos desvelado

los misterios del átomo y rechazado el Sermón de la Montaña. Hemos alcanzado

el genio, desprovistos de sabiduría; hemos obtenido el poder y perdido la

conciencia (Omar Bradley).


¡Vaya sabiduría! (Humor)

Un día, un mecánico, un electricista, un químico y un ingeniero informático se

desplazaban en un auto cuando éste se descompuso.

El mecánico dijo: «Creo que se partió una varilla».

El químico dijo: «Por la forma en que falló al final, me parece que no le está

llegando suficiente gasolina».

El electricista expresó su opinión: «Me pareció haber visto un chisporroteo.

Algo anda mal con el sistema eléctrico».

Los tres se volvieron hacia el ingeniero informático y le preguntaron: «¿Tú qué

piensas?»

Éste contestó: «Creo que todos deberíamos salirnos del auto y volver a entrar».

(Para resolver un problema, a veces los usuarios de ordenadores suelen apagar

el equipo y volverlo a iniciar.)

Nuevas tecnologías ponen en riesgo a la humanidad

De John Markoff, NY Times News Service; Reuters (1999)

Uno de los fundadores de una de las empresas tecnológicas de vanguardia de

Silicon Valley cree que los avances científicos podrían impulsar a la humanidad

hacia un mundo de pesadilla en el que las máquinas súper inteligentes podrían

provocar la extinción de la raza humana.

En un conmovedor artículo publicado en el número de abril de la revista

Wired, Bill Joy, director científico de Sun Microsystems Inc., exhortó a los

tecnólogos a reconsiderar los aspectos éticos de la incesante puja en pos de la

innovación científica.

«Nos vemos impulsados hacia este nuevo siglo sin plan ni control alguno y sin

frenos» —escribe Joy—. Nos aproximamos rápidamente a nuestra última

oportunidad de controlar la situación, al punto sin retorno».

La aprensión de Joy gira en torno a tres campos de la tecnología que

experimentan avances increíblemente vertiginosos.

El primero, la tecnología robótica, tiene que ver con el desarrollo de

ordenadores pensantes, que en apenas unas tres décadas podrían contar con una

capacidad operativa un millón de veces mayor que la de los que se producen

actualmente. Joy considera que eso constituye el cimiento para la creación de una

«especie de robots» inteligentes capaces de crear réplicas más evolucionadas de

sí mismos. Otro experto informático, Vernor Vinge, afirma que la inteligencia

artificial va a despertar en algún momento entre el 2005 y el 2030, una fecha a la

que denomina «la singularidad». El Dr. Vinge argumenta que dicho hito

evolutivo podría acelerar el progreso de tal forma que quedara completamente

fuera del control del hombre.

El segundo campo, la genética, está relacionado con los avances científicos en

la manipulación de la estructura misma de la vida biológica. Aunque Joy admite

que la misma ha rendido algunos beneficios, como el desarrollo de cultivos

resistentes a las pestes, también ha preparado la escena para la evolución de

plagas nuevas creadas por el hombre, que ni más ni menos podrían arrasar la vida

orgánica del planeta.


El tercer campo, la nanotecnología, se refiere a la creación de objetos átomo

por átomo, que en poco tiempo podría dominarse a tal punto que permitiría la

creación de máquinas inteligentes microscópicamente pequeñas. O bien, se haría

posible desarrollar bacterias omnívoras muy resistentes que podrían ganarle la

puja a las bacterias naturales. Según Eric Drexler, uno de los principales

propulsores de la nanotecnología en EE.UU., dichas bacterias podrían diseñarse

para replicarse rápidamente y al desperdigarse por acción del viento —como el

polen—, en cuestión de días reducirían a polvo la vida sobre la Tierra.

Las tres tecnologías tienen en común una característica que estuvo ausente en

otros inventos humanos peligrosos, como la bomba atómica: son capaces de

replicarse por su cuenta, creando así un efecto de cascada. Es decir que podrían

diseminarse por el mundo físico de forma muy parecida a la de un virus que se

expande por el espacio cibernético.

«No exagero al afirmar que nos aproximamos a la cúspide de la perfección del

mal supremo —escribe Joy—. Un mal cuyas posibilidades trascienden con creces

las de las armas de destrucción masiva legadas a los estados-nación para dotar a

individuos extremistas de un poder inimaginable y terrorífico».

El príncipe Carlos advierte a los científicos sobre futuras catástrofes

John Vidal and James Meek, The Guardian, 1999

(Inglaterra) El creciente malestar del príncipe Carlos a causa de la dirección en

la que va un sector de la ciencia moderna amenaza con convertirse en una

tormenta filosófica. El príncipe afirma que la única forma de evitar una catástrofe

medioambiental es que la humanidad vuelva a descubrir urgentemente el «sentido

de lo sagrado».

En una conferencia que será transmitida por Radio 4, va a confrontar al

materialismo científico, a los políticos y a dirigentes empresariales argumentando

que «la incapacidad o negativa de la humanidad a aceptar que una mano nos guía

es lo que nos ha llevado a considerar que la naturaleza es un sistema que

podemos alterar a conveniencia y en el que cualquier problema que surge puede

resolverse mediante la tecnología y el ingenio del hombre».

Añadirá: «Tenemos que redescubrir nuestro sentido de reverencia por el

mundo natural [... ], volvernos más conscientes de la relación que existe entre

Dios, el hombre y la Creación».

Plantea el siguiente interrogante: «Si ya nada se tiene por sagrado, ¿qué nos

impide tratar el planeta como una suerte de “gran laboratorio de la vida”, con las

desastrosas consecuencias que ello podría acarrear a largo plazo?»


El contraste: La sublime sabiduría divina creó el mundo

¿Pueden explicarme el misterio de la semilla de sandía?

«Mis conocimientos de agricultura no son tan amplios como los que cierta

gente cree —dijo W. Bryan en su disertación sobre "El precio de la paz"—, pero

he observado con detenimiento la semilla de la sandía. Tiene capacidad para

absorber del suelo a través de sí misma una cantidad de elementos 200.000 veces

superior a su peso. Cuando alguien sepa decirme cómo es que puede tomar esa

materia y colorear con ella una superficie exterior —superando ampliamente las

imitaciones del arte—, luego formar en la parte interior una corteza blanca, y

después de ella una pulpa roja repleta de abundantes semillas negras, cada una

con una capacidad de absorción 200.000 mayor que su propio peso, cuando me

puedan explicar los misterios de la sandía, entonces podrán pedirme que explique

el misterio de la existencia de Dios».

Premios Nobel atestiguan de su fe

Las encuestas indican que aproximadamente el 40 por ciento de los científicos

creen en Dios. Entre los máximos exponentes de la ciencia laureados con el

Nobel hallamos las siguientes opiniones:

El físico alemán Max Born, quien fue precursor de la mecánica cuántica, dijo:

«Quienes afirman que el estudio científico convierte al hombre en ateo deben de

ser personas bastante desatinadas».

El físico estadounidense Arno Penzias compartió el Premio Nobel de 1978 por

haber descubierto la existencia de microondas en el espacio, patrones de los que

los físicos han interpretado como prueba de que el universo se creó a partir de la

nada. Penzias dijo: «De no haber tenido yo otros datos que los primeros capítulos

del Génesis, algunos de los Salmos y otros pasajes de las Escrituras, habría

llegado básicamente a la misma conclusión en cuanto al origen del universo que

la que arrojan los datos científicos».

El investigador germano-británico Ernst Boris Chain recibió el Premio Nobel

de medicina por sus trabajos con la penicilina. Dice Chain: «El principio de

disposición [divina] ...aparece ante los ojos del biólogo dondequiera que

investigue. [.. .] La probabilidades de que un suceso como el del origen de las

moléculas de ADN se ha producido por pura casualidad son simplemente

demasiado nimias como para tomarlas en serio.»

El físico estadounidense Arthur Compton descubrió lo que denominamos el

Efecto Compton, relacionado con los rayos X. Hizo la siguiente afirmación:

«Para mí la fe nace al tomar uno conciencia de que una inteligencia suprema dio

origen al universo y creó al hombre. No me resulta difícil tener esa fe, pues la

inteligencia y el orden del universo atestiguan de la afirmación más grandiosa

que se haya hecho alguna vez: “En el principio Dios...”».

William D. Phillips ganó el Premio Nobel de química en 1997 por haberse

valido de los rayos láser para producir temperaturas apenas una fracción de un

grado por encima del cero absoluto. Phillips bromeó una vez alegando que tantos


de sus colegas eran cristianos que no podría cruzar la sala de fraternidad de su

iglesia sin «tropezarse con más de una docena de físicos».

Entre los galardonados con el Premio Nobel hay muchos que reconocen la

mano de Dios en el universo. Al estudiar la obra de Dios —Su creación, que

atestigua de Su existencia todos los días— esos hombres y mujeres han

determinado que tiene que existir un Creador.

Nuestro planeta extraordinario

Si la tierra fuera tan pequeña como la luna, la fuerza de gravedad sería

demasiado débil como para retener la atmósfera necesaria para la vida del

hombre. Por otro lado, si fuera tan voluminosa como Júpiter, Saturno o Urano, la

extrema gravedad haría los movimientos humanos prácticamente imposibles.

Si estuviéramos tan cerca del sol como Venus, el calor sería insoportable. Si

estuviéramos tan lejos como Marte, sufriríamos la nieve y el hielo todas las

noches, hasta en las regiones más templadas. Si los mares ocuparan apenas la

mitad del volumen que tienen ahora, no recibiríamos sino una cuarta parte de la

cantidad de lluvia que necesitamos. Si fueran una octava parte más grandes, el

volumen anual de precipitaciones se cuadruplicaría, y esta tierra se convertiría en

un inmenso pantano inhabitable.

El agua se solidifica a una temperatura de cero grados. Sin embargo, sería

desastroso que los océanos estuvieran sujetos a esa ley: los deshielos en los polos

no llegarían a producirse de forma equilibrada y el hielo se acumularía siglo tras

siglo. Para evitar una catástrofe de esas características el Señor puso sal en el

mar, substancia que altera el punto de congelación. (Salmo 104:24)

Para debatir

Desilusionado por la forma en que el hombre empleaba la ciencia, Albert Einstein

afirmó poco antes de su muerte que si pudiera volver a vivir la vida, optaría por ser

plomero en lugar de físico.

¿Qué aspectos de la tecnología consideran ustedes que han beneficiado a la

humanidad?

¿Qué aspectos consideran que han sido más perjudiciales que beneficiosos?

Los avances tecnológicos y descubrimientos científicos pueden aplicarse para bien

o para mal. A veces no es que el descubrimiento mismo pueda juzgarse bueno o malo,

sino el uso que se le da. ¿Se les ocurren algunos ejemplos de cosas que pueden

emplearse tanto para bien como para mal?


CIERRE

Evaluación

Hemos echado un breve vistazo a varios temas. Determinamos que la óptica que

tiene Dios de las cosas que nos rodean difiere en muchos casos del concepto que

tiene de ellas gran parte de la sociedad. Si procedemos con oración y consideramos

los preceptos delineados en la Palabra, podemos aprender a discernir entre lo que

complace a Dios y es, por tanto, beneficioso para nosotros y lo que no lo es.

¿Cómo aplican ustedes este principio en la vida? Durante la próxima semana

tómense un rato para evaluar con oración algunos aspectos de su vida, quizá sus

actividades recreativas, la música que escuchan, lo que gastan en ropa, etc. A la luz

de lo que hemos estudiado en la Palabra, ¿cómo calificarían la vida que llevan?

¿Hay algún aspecto que a su juicio debieran cambiar?


12 Piedras Fundamentales – Suplemento de apuntes para la clase 12A

¿CON QUÉ OJOS DEBEMOS MIRAR LAS

COSAS?

El Estilo de Dios, 1ª parte

Objetivo: Ver las cosas desde la óptica de Dios.

Versículos clave

Colosenses 3:2. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.

Isaías 55:8–9. «Mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros

caminos mis caminos, dijo el Señor. Como son más altos los cielos que la tierra,

así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos».

Lecturas recomendadas de la Biblia

Salmo 73

1 Corintios 1, 2

PLEGARIA Y ALABANZA: QUÉ DONES PEDIR

Dame, buen Señor, una mente humilde, mansa, serena, reposada, paciente, caritativa,

amable, tierna y compasiva. Que todo lo que haga, diga y piense, tenga el sabor de Tu

bendito Espíritu Santo.

Dame, buen Señor, una fe plena, una esperanza firme, un ferviente amor al prójimo,

un amor por Ti incomparablemente superior a mi amor propio.

Dame, buen Señor, ansias de estar en tu presencia, no para evitar las calamidades de

este mundo ni tanto para obtener el gozo del Cielo, sino simplemente por amor a Ti.

Por último, concédeme, buen Señor, Tu amor y Tu favor, los cuales, de no ser por Tu

bondad, no merecería, por muy grande que fuera mi amor por Ti.

Dame la gracia, buen Señor, para luchar por estas cosas que te pido.

Tomás Moro (1478-1535)


MEDITACIÓN: REFLEXIONES DEL SEÑOR SOBRE «VOSOTROS Y EL MUNDO»

Guardad vuestro corazón con diligencia. Tened conciencia de lo que entra en él.

Discernid lo que absorbéis. Distinguid entre el bien y el mal, lo bueno y lo malo, lo

perverso y el amor. Seguid la Palabra de cerca y guardad vuestros pensamientos. Pues

el Enemigo de vuestra alma procura devoraros con sus sutiles mentiras, dudas e

insinuaciones maliciosas. Sabe que le queda poco tiempo.

***

¿No son estos los Postreros Días? ¿Acaso no dije que el amor de muchos se enfriará y

que habrá una apostasía antes de Mi gran regreso para reuniros en Mi regazo? Por

tanto, nos procuréis conformaros a este siglo, sino transformaos por medio de la

renovación de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la buena voluntad de

Dios, agradable y perfecta.

No pretendáis los patrones y las bogas de este mundo. No os comparéis con lo que está

afuera, con el mundo y sus valores. No procuréis conformaros a lo que por fuera

parece bonito, pero por dentro está lleno de extorsión, excesos y maldad. No os dejéis

engañar, pues los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, siendo

engañados y engañando, si fuere posible, aún a los escogidos. Pero por causa de Mis

escogidos, Mis elegidos, estos días serán acortados y Yo os salvaré. Siete veces cae el

justo y vuelve a levantarse; mas los impíos caerán en el mal.

***

No digáis: «Yo soy fuerte, no puedo sufrir heridas. Soy creyente, no se me podrá

engañar». Pues aun los escogidos serán engañados si no permanecen en sintonía con

Mi voz.

***

<Reflexión> Esta semana que viene, tómense un rato para orar y ponderar algún

aspecto de su vida. Podrían ser las actividades recreativas, la música que escuchan,

cuánto gastan en ropa, etc. ¿Cómo lo calificarían a luz de lo que has leído en la

Palabra? ¿Hay algo que tendrían que modificar?

REFLEXIONES: UNA HISTORIA DE AMOR VERDADERO

«Dime a quienes amas y te diré quién eres».

John Blanchard se levantó de su asiento, se acomodó un poco el uniforme militar,

y observó a la multitud que se dirigía hacia la Gran Estación Central. Buscaba a

la mujer cuya alma conocía, aunque su rostro era una incógnita; una mujer que

llevaba una rosa. Su interés por ella había comenzado trece meses antes en una

biblioteca de Florida. Un libro que tomó de la estantería despertó su curiosidad,

aunque no a causa del contenido del mismo, sino a los comentarios anotados con

lápiz al margen. Los trazos delicados reflejaban un alma reflexiva y una mente

intuitiva.

En la contratapa del libro descubrió el nombre de la lectora anterior del mismo: la

Srta. Hollis Maynell. Con tiempo y esfuerzo logró conseguir su dirección. Ella


vivía en la ciudad de Nueva York. Le escribió una carta en la que se presentaba y

la invitaba a trabar relación por correspondencia. Al día siguiente, tuvo que

zarpar rumbo al extranjero para combatir en la Segunda Guerra Mundial.

Durante los siguientes trece meses ambos llegaron a conocerse profundamente a

través de la correspondencia. Cada carta era como una semilla que caía en la

tierra fértil de sus corazones. Empezó a brotar un romance. Blanchard le pidió

una fotografía, pero ella se negó. Le parecía que si él estaba sinceramente

interesado en ella, no le importaría su aspecto físico.

Cuando por fin llegó el día de su regreso de Europa, acordaron encontrarse por

primera vez a las 7 de la tarde en la Gran Estación Central de Nueva York. «Me

reconocerás —escribió ella— por la rosa roja que llevaré puesta en la solapa».

Así pues, a las 7 de la tarde él se encontraba en la Gran Estación Central

buscando a la joven de cuyo corazón se había enamorado pese a nunca haberla

visto.Dejaré que el Sr. Blanchard les relate lo que sucedió:

«Una mujer joven se dirigía hacia mí; su figura era alta y espigada. El cabello

rubio le caía en forma de delicados rizos por detrás del cuello; sus ojos eran

azules como el aguamarina. Sus labios y su mentón denotaban una suave firmeza,

y con su traje color verde claro parecía una primavera en flor. Me dirigí hacia ella

sin prestar la menor atención al hecho de que no llevaba una rosa roja. Mientras

avanzaba, sus labios esbozaron una pequeña sonrisa provocativa y me susurró:

“¿Vienes en la misma dirección que yo, marinero?”

»Casi sin poder controlarme, di un paso más en dirección a ella, cuando en ese

momento divisé a Hollis Maynell. Estaba de pie justo detrás de la chica. Era una

mujer que pasaba los 40 años. Parte de su cabellera canosa se veía debajo de su

sombrero desgastado. Era más que rellenita y sus tobillos y pies regordetes

calzaban ajustadamente unos zapatos de tacón bajo.»La chica del traje verde se

alejaba rápidamente. Sentía que me desgarraba por dentro, pues por un lado

deseaba seguirla, pero por el otro sentía el deseo de conocer a la mujer cuyo

espíritu me había brindado afecto y compañía verdaderos.

»Allí estaba. Su cara pálida y regordeta tenía una expresión afable y de gran

sensibilidad. Sus ojos grises poseían una chispa cálida y afectuosa. No dudé más.

Mis dedos se aferraron al libro con tapa de cuero azul gastado mediante el cual

me identificaría. Aquella relación no iba a ser romántica, pero sí algo muy

preciado; tal vez mejor que un romance. Una amistad por la cual tenía —y

siempre tendré— una profunda gratitud.

»Me enderecé y la saludé extendiéndole el libro. Mientras le hablaba sentía que

se me hacía nudo en la garganta a causa del sabor de mi desencanto. “Soy el

teniente John Blanchard. Usted debe de ser la Srta. Maynell. Me alegro que

accediera a conocerme. ¿Puedo invitarla a cenar?”

»El rostro de la mujer de golpe esbozó una sonrisa condescendiente antes de

responder: “No sé de qué se trata todo esto, hijo, pero la mujer de traje verde que

acaba de pasar me rogó que llevara puesta esta rosa en el abrigo. Y me dijo que si

me invitabas a cenar, que te dijera que te estará esperando en un restaurante

grande que está cruzando la calle. Me dijo que era una especie de prueba”».

No es difícil comprender y admirar la sabiduría de la Srta. Maynell. La verdadera

naturaleza de un alma se hace patente al ver cómo reacciona ante quienes son

poco atractivos. «Dime a quien amas —escribió Houssaye—, y te diré quién

eres».


PRUEBA DE LA CLASE 12A, «LOS CAMINOS DE DIOS: ¿CON QUÉ OJOS DEBEMOS

MIRAR LAS COSAS?» DE LAS 12 PIEDRAS FUNDAMENTALES

NOMBRE: FECHA:

1. ¿Cuál es el mensaje central de Isaías 55:8-9?

2. Escoge uno de los siguientes ejemplo y escribe una breve composición en la que se

describa el contraste entre los puntos de vista del mundo y los del Señor sobre el

tema. De ser posible, menciona algunos versículos. Escribe la composición

como si trataras de convencer a alguien de que, además de diferir de los del

mundo, los puntos de vista del Señor son los que debemos emplear.

— ¿Riquezas espirituales o materiales?

— Economía (¿dar o recibir?)

— Tendencias, modas y bogas

— Resolución de conflictos

— Liderazgo (¿servir o ser servido?)

— Sabiduría y conocimientos

12pf clase 12a: ¿con qué ojos mirar las cosas?

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