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EDITORIAL • Historia y reivindicación profesional. A las puertas del nuevo Espacio Europeo de Educación FENOMENOLOGÍA • Aprendiendo a vivir: encuentro con Perú • Estados de la materia HISTORIA • Investigación de la validación de la imagen del cuidado en la tradición sociopolítica e histórica en el siglo XVIII: el caso del manual del Dr. Carrere • La educación de las niñas de Fenelón: el cuerpo social de la mujer a principios del siglo XX ANTROPOLOGÍA • Florence Nightingale. Profesionalización de los cuidados desde una perspectiva de la antropología feminista • Repercusiones de la diabetes mellitus en la sexualidad de los usuarios varones adscrito al consultorio Violeta Parra de Chillán, Chile, 2003 • La fuerza terapéutica del rito funerario • Educación para la salud a inmigrantes marroquíes • Antropología narrativa y situaciones vida salud en la obra de Mario Benedetti y Octavio Paz TEORÍA Y MÉTODO • Problemas de adaptación psicosocial de madres de niños portadores de Síndrome de Down • Intervención de Enfermería en el sistema familiar: valoración • Estudio de la evidencia del concepto de grupo en el modelo de adaptación de Roy • Efectos de la televisión sobre la actividad física y el rendimiento escolar en niñas escolares MISCELÁNEA • Biblioteca comentada 1 er . Semestre 2005 • Año IX - N.º 17 ASOCIACIÓN NACIONAL DE HISTORIA Y ANTROPOLOGÍA DE LOS CUIDADOS CONSEJO DE ENFERMERÍA DE LA COMUNIDAD VALENCIANA SEMINARIO DE HISTORIA Y ANTROPOLOGÍA DE LOS CUIDADOS ENFERMEROS DEPARTAMENTO DE ENFERMERÍA UNIVERSIDAD DE ALICANTE

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EDITORIAL• Historia y reivindicación profesional. A las puertas del nuevo Espacio Europeo de Educación

FENOMENOLOGÍA• Aprendiendo a vivir: encuentro con Perú• Estados de la materia

HISTORIA• Investigación de la validación de la imagen del cuidado en la tradición sociopolítica e histórica en el siglo

XVIII: el caso del manual del Dr. Carrere• La educación de las niñas de Fenelón: el cuerpo social de la mujer a principios del siglo XX

ANTROPOLOGÍA• Florence Nightingale. Profesionalización de los cuidados desde una perspectiva de la antropología feminista• Repercusiones de la diabetes mellitus en la sexualidad de los usuarios varones adscrito al consultorio Violeta

Parra de Chillán, Chile, 2003• La fuerza terapéutica del rito funerario• Educación para la salud a inmigrantes marroquíes• Antropología narrativa y situaciones vida salud en la obra de Mario Benedetti y Octavio Paz

TEORÍA Y MÉTODO• Problemas de adaptación psicosocial de madres de niños portadores de Síndrome de Down• Intervención de Enfermería en el sistema familiar: valoración• Estudio de la evidencia del concepto de grupo en el modelo de adaptación de Roy• Efectos de la televisión sobre la actividad física y el rendimiento escolar en niñas escolares

MISCELÁNEA• Biblioteca comentada

1er. Semestre 2005 • Año IX - N.º 17

ASOCIACIÓN NACIONAL DEHISTORIA Y ANTROPOLOGÍADE LOS CUIDADOS

CONSEJO DEENFERMERÍADE LA COMUNIDADVALENCIANA

SEMINARIO DE HISTORIA Y ANTROPOLOGÍADE LOS CUIDADOS ENFERMEROSDEPARTAMENTO DE ENFERMERÍA

UNIVERSIDAD DE ALICANTE

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Cultura de los Cuidados • 3

1.er Semestre 2005 • Año IX - N.° 17

SUMARIONORMAS DE PUBLICACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4

EDITORIALHistoria y reivindicación profesional. A las puertas del nuevo Espacio Europeo de Educación . . . . . . . . . . . . . . . . 5GARCÍA MARTÍNEZ, ANTONIO CLARET; GARCÍA MARTÍNEZ, MANUEL JESÚS

FENOMENOLOGÍAAprendiendo a vivir: encuentro con Perú . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8BOYER NAVARRO, MARÍA

Estados de la materia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11ECHEVERRÍA, GREGORIO

HISTORIAInvestigación de la validación de la imagen del cuidado en la tradición sociopolítica e histórica en el siglo XVIII: el caso del manual del Dr. Carrere . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16SALAS IGLESIAS, PEDRO MANUEL

La educación de las niñas de Fenelón: el cuerpo social de la mujer a principios del siglo XX . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24GÁLVEZ TORO, ALBERTO

ANTROPOLOGÍAFlorence Nightingale. Profesionalización de los cuidados desde una perspectiva de la antropología feminista . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33GONZÁLEZ GIL, TERESA

Repercusiones de la diabetes mellitus en la sexualidad de los usuarios varones adscrito al consultorio Violeta Parra de Chillán, Chile, 2003 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41ISLA LUND, XIMENA; AGUILERA MERIÑO, MARÍA JOSÉ; ARANCIBIA CASTRO, PAULA; BARRIGA JUNGJOHANN, CAROLINA; GÁLVEZ CHÁVEZ, NELLY.

La fuerza terapéutica del rito funerario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49DELGADO ANTOLÍN, JUAN CARLOS

Educación para la salud a inmigrantes marroquíes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54GENTIL GARCÍA, ISABEL

Antropología narrativa y situaciones vida salud en la obra de Mario Benedetti y Octavio Paz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59SILES GONZÁLEZ, JOSÉ; CIBANAL JUAN, LUIS; GALAO MALO, ROBERTO;

GABALDÓN BRAVO, EVA Mª; MOLERO TOLINO, DAVID; SOLANO RUIZ,

CARMEN; GALLARDO FRÍAS, YOLANDA; GARCÍA HERNÁNDEZ, ENCARNACIÓN.

TEORÍA Y MÉTODOProblemas de adaptación psicosocial de madres de niños portadores de Síndrome de Down . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 68NÓBREGA FORTES, ALLYNE; DE OLIVEIRA LOPES, MARCOS VENICIOS

Intervención de enfermería en el sistema familiar: valoración . . . . . . . . . . . 74VARELA FEAL, N.; RODRÍGUEZ MASEDA, E.; ROMERO MARTÍN, M.; CASTRO PASTOR, A.; FERNÁNDEZ CAO, MJ.

Estudio de la evidencia del concepto de grupo en el modelo de adaptación de Roy . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82CAVALCANTE GUEDES, MARIA VILANÍ; DE OLIVEIRA LOPES, MARCOS VENÍCIOS; LEITE DE ARAUJO, THELMA

Efectos de la televisión sobre la actividad física y el rendimiento escolar en niñas escolares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 88BARBANCHO CISNEROS, FRANCISCO JAVIER; PRIETO MORENO, JESÚS; TIRADO ALTAMIRANO, FRANCISCO; HERNÁNDEZ NEILA, LUIS MARIANO; SANTOS VELASCO, JESÚS; MORENO MÉNDEZ, ANDRÉS.

MISCELÁNEA Biblioteca Comentada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 94

DIRECCIÓNJosé Siles González

SUBDIRECCIÓNLuis Cibanal Juan

DIRECCIÓN TÉCNICA Y FINANCIERAJosé A. Ávila OlivaresAntonio Verdú RicoMercedes Núñez del CastilloJuan José Tirado DauderFrancisco Mulet FalcóFrancisco J. Pareja Lloréns

COMITÉ ASESOR NACIONALManuel Amezcua (Granada)Carmen Chamizo Vega (Gijón)Alberto Gálvez Toro (Jaén)Manuel J. García Martínez (Sevilla)Antonio C. García Martínez (Sevilla)Esperanza de la Peña Tejeiro (Mérida)Cecilio Eseverri Cháverri (Palencia)Francisca Hernández Martín (Madrid)Francisco Herrera Rodríguez (Cádiz)Amparo Nogales Espert (Valencia)Natividad Sánchez González (Albacete)Francisco Ventosa Esquinaldo (Salamanca)

COMITÉ ASESOR INTERNACIONALCarmen de la Cuesta Benjumea Marilyn Douglas (EE.UU.)Ximena Isla Lund (Chile)Carmen Luz Muñoz Mendoza (Chile)Cecilia Rohrbach (Suiza)Raquel Spector (EE.UU.)Mª Teresa Torres (Ecuador)Rick Zoucha (EE.UU.)Asesor Enfermería Militar: Capitan J. Fco.Montes Jiménez

CONSEJO DE REDACCIÓNSECRETARÍAElena Ferrer Hernández [email protected] ELECTRÓNICOPablo Martínez CánovasMiguel Castell MolinaIsabel Casabona MartínezJuan Mario Domínguez SantamaríaBelén Estebán FernándezPilar Fernández Sánchez Eva Mª Gabaldón BravoRoberto Galao MaloYolanda Gallardo FríasPedro Hernández VidalManuel Lillo CrespoDavid Molero TolinoAsunción Ors MontenegroRosa Pérez-CañaverasMª Mercedes Rizo BaezaCarmen Solano RuizFlores Vizcaya MorenoMª Teresa Ruiz RoyoJosé Ramón Martínez Riera

RELACIONES INTERNACIONALESMaribel Sanz QuinteroMª José Muñoz ReigAdrián S. Morse

Cultura de los Cuidados. Revista socio-fundadora del Consejo de Editores deRevistas de Enfermería Iberoamericanas.SUSCRIPCIONES: Consejo de Enfermería dela Comunidad Valenciana (CECOVA)C/. Xàvia, 4 - 3º Pta. 10 - 46010 ValenciaTarifas 2 números (1 año)

España y Portugal: 12,02 eurosAlumnos Enfermería: 7,21 eurosExtranjero: 18,03 euros

Revista «on line»: http://enfe.ua.esISSN:1138-1728-Dep.Legal: A-1309-1997Título clave: Cultura de los CuidadosTítulo abreviado: Cul. Cuid.Edita: Consejo de Enfermería ComunidadValenciana (CECOVA)Imprime: Gráficas Estilo. AlicanteLA DIRECCIÓN DE LA REVISTA NO SE HACE RESPON-SABLE DE LOS CONTENIDOS DE LOS ARTÍCULOS

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4 • Cultura de los Cuidados

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Aunque sujeta a variaciones, en aras de su filo-sofía contextualizadora, la revista constará de sec-ciones tales como:

1.- Editorial.

2.- Fenomenología: sección destinada a la publi-cación de originales y/o revisiones sobre fenomeno-logía clínica. Asimismo tendrán cabida en este apar-tado las experiencias clínicas de los profesionalessea cual sea la forma de expresión: narrativa, ensa-yo, poética o plástica. Por último, también serán sus-ceptibles de publicación los originales que, a juiciodel comité de redacción, contribuyan al desarrollohumanístico de la enfermería (en cualquiera de susvertientes).

3.- Historia: destinada a la publicación de origi-nales y/o revisiones de historia de enfermería.

4.- Antropología: sección reservada para lainclusión de originales y/o revisiones de trabajosantropológicos en materia de cuidados enfermeros.

5.- Teoría y métodos enfermeros: apartado dedi-cado a la publicación de originales y/o revisionesque contribuyan tanto al desarrollo teórico-filosóficode la enfermería como a sus métodos y aplicacionesprácticas.

6.- Miscelánea: Sección dedicada a la divulga-ción de actividades, noticias, agenda etc, revisión denovedades editoriales.

7.- Cartas al Director.

PRESENTACIÓN DE LOS TRABAJOS

Para adaptarnos a las normas internacionales seha seguido el sistema de citas adoptado por revistasinternacionales de enfermería tales como: Journal ofAdvanced Nursing, Journal of Clinical nursing,International Journal of Nursing studies.

Sánchez, J. (1997) Historia de la revista panacea.Paidós, Barcelona (Libro).

Sánchez, J. (1997) Historia de la revista panacea.Enfermería Científica 8, 22-27 (Artículo revista).

Sánchez, J. (1997) Historia de la revista panacea.En las revistas españolas de enfermería (Cibanal, L.ed.), Síntesis, Madrid pp. 88-102. (capítulo de Libro).

United Kingdom Central Council for Nursing,Midwifery and Health Visiting (1990) Post-Registration Education and practice Project. UKCC,London.

- Las ilustraciones, gráficas y fotografías se envia-rán a parte indicando su número de orden y título apie de página o en su reverso en el caso de las foto-grafías. Las gráficas, preferentemente, deberán pre-sentarse en blanco y negro.

- Presentación: en soporte papel mecanografia-dos en hojas DIN A4, letra Times New Roman, tama-ño letra 12, a doble espacio, por triplicado y endisco 3 1/2 (WORD 6-7 o equivalente).

- Estructura del manuscrito: En la primera páginafigurará el título del artículo seguido del nombre delos autores, su categoría profesional y la dirección delprimer autor; en la segunda página, un resumen deltrabajo no superior a 200 palabras, con 3 ó 4 pala-bras clave; las siguientes páginas incluirán el conte-nido del artículo, con una extensión no superior a losdiez folios; la última página estará dedicada a labibliografía.

- Las ilustraciones, gráficas y fotografías se envia-rán aparte indicando su número de orden y título a piede página o en su reverso en el caso de las fotografí-as. Las gráficas serán en blanco y negro.

- Dirección donde deben remitirse los manuscri-tos:

Asociación de Historia y Antropología de los cui-dados enfermeros. Departamento de Enfermería.Universidad de Alicante Apartado 99/ E-03080.

ESTRUCTURA DE LA REVISTAY NORMAS DE PUBLICACIÓN

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Quizás el Hombre esté en las últimas décadastan deslumbrado con sus avances tecnológicos queva perdiendo la noción de “ser persona” y de sucomponente espiritual, que es en el fondo el que daequilibrio a la existencia humana y posibilita elalcance de más elevadas cotas de libertad y reali-zación personal.

Olvidamos con demasiada frecuencia quedetrás del espejo hay una realidad cuyas formas setransforman, cuyas líneas se tuercen y cuyo senti-do no responde necesariamente a nuestra percep-ción de las cosas. Probablemente por ello, la socie-dad occidental sufra en las décadas que se avecinanprofundas crisis de identidad que le acerquen másal colapso que a la felicidad que se nos promete.

En torno a 1580, un enfermero castellano,Bernardino de Obregón, fundaba en el HospitalGeneral de Madrid una escuela. En ella se impartíaa los niños huérfanos y abandonados de la ciudaduna formación elemental en escritura, lectura, arit-mética y, lo que era más necesario de todo, se ense-ñaba a ser personas. Ello abría las puertas a unfuturo más esperanzador a quienes nada tenían ypoco podían esperar de una sociedad que desde sunacimiento les había condenado a ser despreciadosy despreciables. Con esta escuela, Bernardino pre-

tendía, ante todo y sobre todo, devolverles su “dig-nidad humana”.

Nosotros nos resistimos a ignorar estos hechos;a desconocer el esfuerzo de cuantos profesionalesnos han antecedido y han intentado mejorar la cali-dad de vida de las personas con las que vivieron ycompartieron su existencia. Nos negamos rotunda-mente a perder la experiencia acumulada durantesiglos por la Humanidad; saberes que conformanlos pilares de nuestra civilización y nuestra realiza-ción como especie, para sumergirnos en una amne-sia que aniquile la memoria de nuestros abuelos.Queremos avanzar sosteniendo un gigantescoespejo frente a nosotros que nos muestre lo queatrás hemos dejado y sobre lo que hemos cimenta-do nuestro ser como personas y como profesiona-les. Obviar esto es condenarnos a nosotros mismosa la más terrible de las cegueras.

Y este posicionamiento se hace más necesariodeclararlo en voz alta ahora, que estamos viviendomomentos históricos, quizás irrepetibles enmuchos años. Se nos brinda la oportunidad deconstruir un nuevo marco de formación y profesio-nalización que rebasa las fronteras estatales y pro-cura responder a las necesidades que tiene plantea-do el recientemente constituido espacio europeo. Y

Cultura de los Cuidados • 5

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EDITORIALHISTORIA Y REIVINDICACIÓN PROFESIONAL.

A LAS PUERTAS DEL NUEVO ESPACIO EUROPEO DE EDUCACIÓN

Antonio Claret García Martínez Profesor de Ciencias y Técnicas Historiográficas.

Universidad de Huelva

Manuel Jesús García MartínezProfesor de Historia de la Enfermería

E. U. de Ciencias de la Salud. Universidad de SevillaUnidad Docente Matrona. Virgen del Rocío (Sevilla)

HISTORY AND PROFESSIONAL VINDICATION. FACING THE NEW EUROPEAN HIGHER EDUCATION AREA

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nosotros debemos hacerlo desde la atalaya queconstituye nuestra cultura y nuestro modo de viviry de sentir, siendo conscientes de la diversidad queconforma la vieja Europa. Los profesionales de laenseñanza, de la gestión y de la prestación de cui-dados debemos enfrentarnos al reto de diseñar unmodelo que sirva de cauce a la formación de pro-fesionales de enfermería y su inserción en el mer-cado laboral, sin olvidar el sustrato base primor-dial: el “ser personas”.

Quizás, uno de los principales problemas conque se enfrenta con demasiada frecuencia laUniversidad española es la adaptación continua desus planes de estudio. Siempre buscando una mejo-ra para los estudios y siempre dejándonos másinsatisfechos. Quizás la cuestión estribe en que lacuestión económica acaba pesando más que laestrictamente docente y la situación nos avoca alsiempre temido reparto de créditos, que terminaimponiendo su ley por encima de ideales y buenasintenciones.

Todo esto no debe frenar los deseos de acome-ter, una vez más, una intensa transformación de larealidad académica con los instrumentos que nosofrece el proceso de convergencia europea enmateria de educación y las obligadas adaptacionesde los planes de estudio nacionales para hacerloscompatibles con el del resto de los estados europe-os. Tenemos la obligación y la responsabilidad deno condenar a las próximas generaciones de estu-diantes a unos estudios que tengan tan gravescarencias que le hagan aptos para conseguir unsalario, pero inútiles para desarrollar su existenciacon la dignidad que toda persona merece y necesi-ta.

En este contexto, los profesores e investigado-res de la Historia de la Enfermería estamos desa-rrollando una intensa actividad divulgadora enca-minada a situar a la profesión en el lugar que portradición, dedicación y antigüedad se merece.Traemos a nuestra memoria una conversaciónmantenida con una matrona, ya muy anciana, sobresus vivencias, su juventud y sus primeras expe-riencias de asistencia a parturientas; las enseñanzasrecibidas de su tía y cómo han ido cambiando lastécnicas con el paso del tiempo, pero que todo ellole ha ido enseñando a madurar y a vivir. Así, lasprofesiones “también tienen sus vivencias, su

juventud y sus primeras experiencias y todo ello,absolutamente todo, nos enseñan a madurar y avivir”. La vida humana es un constante proceso detomar de otros, elaborar nosotros y ofrecer a losdemás para que todo siga avanzando. No podemosromper el proceso vital de la experiencia humana.

Afortunadamente, en los últimos veinte años elconocimiento de la Historia de la Enfermería ennuestro país está conociendo un notable desarrollo,y ello debido, en gran medida, a que una parte sig-nificativa de los profesionales de la Enfermeríahan ido tomando conciencia de la importancia quepara una profesión tiene situarla en el contextosocial adecuado, recuperar los nombres de las per-sonas que han dedicado sus vidas a ejercerla; cono-cer los avances científicos y técnicos que han idotransformando el ejercicio profesional; los logrosen el campo académico y económico y su imbrica-ción con el resto de las profesiones sanitarias y nosanitarias y todos esos aspectos que redunda en lasatisfacción de pertenecer a un colectivo profesio-nal que ha ofrecido lo mejor de sí para el desarro-llo de su país.

Así, la celebración de congresos nacionales einternaciones; jornadas, reuniones científicas,exposiciones y publicaciones nos está permitiendoromper nuestro ancestral desconocimiento deldesarrollo histórico de los cuidados en nuestropaís, rescatando páginas de nuestra historia profe-sional que hasta hace poco eran suplidas con gene-ralizaciones y préstamos de la historia de la enfer-mería de otros países, que en nada respondían a larealidad ocurrida en nuestro entorno (¡y es que eldesconocimiento hace asumir monstruos ajenos!).

En el seno de toda esta actividad surge un inte-rrogante que nos preocupa de forma especial aquienes tenemos obligaciones docentes: ¿qué pre-sencia debe tener, pues, la docencia de la Historiade la Enfermería en la formación de nuestros futu-ros estudiantes?, y esta pregunta enlaza, como nopodía ser de otra manera, con esta otra ¿qué pre-sencia debe tener la formación humanística ennuestros profesionales? ¿Estamos avocados a con-vertirnos en meros ejecutores de unas técnicascada vez más sofisticadas y menos humanizadas(aunque necesarias), o debemos presentarnos antesque nada como personas que se ocupan de la saludde otras y preparados con una formación científica

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y técnica elevadas? ¿qué debemos anteponer? Oquizás, mejor fuera, aunar...

Estas cuestiones están siendo debatidas en dis-tintos foros, muy especialmente, en el seno delSeminario Permanente para la Investigación de laHistoria de la Enfermería, que, con sede enMadrid, agrupa a un conjunto cada vez más nume-roso de investigadores, docentes y convencidoshumanistas de toda España. Se reflexiona sobre lanecesidad de situar los estudios históricos de laprofesión enfermera en el marco adecuado paraconseguir que los enfermeros obtengan una forma-ción integral, plural y acorde con el “ser persona”,teniendo en cuenta que, una vez que nos quitamosel uniforme de trabajo, seguimos siendo los mis-mos, con nuestros problemas y con nuestras mayo-res o menores capacidades para enfrentarnos aellos y resolverlos; consumidores también delmismo servicio que prestamos y con las mismas osimilares necesidades que aquellos a quienes cui-damos. Buscamos por ello lo que en distintos forosde la Historia de la Enfermería, la InvestigaciónCualitativa, Enfermería Transcultural y otrascorrientes denominan “conocimiento humanista”,que es “aquel que se centra en la persona como sercomplejo en el que la salud es sobre todo una cons-trucción cultural”.

Desde Granada, desde Alicante, desde Sevilla ydesde otras localidades, publicaciones con oríge-nes y principios diferentes coinciden plenamenteen estas propuestas; con sus discursos se muevenintenciones y voluntades y esperamos que se con-tribuya a clarificar y a perfilar las estrategias nece-sarias.

Pero no podemos olvidar que en gran medida labase de todo el edificio lo constituye la formaciónacadémica; barro en el que se moldea gran parte denuestro ser profesional y, por supuesto, humano, yaque constituyen años decisivos de nuestra expe-riencia vital. De poco sirven modelos teóricos,reconocimientos de palabra o lamentaciones pasa-das, si en los planes de estudio no tienen una pre-sencia real, seria y cimentada los estudios huma-nísticos. No un simple “estar” para tranquilizarconciencias o disimular voluntades, sino un “ser”con todas las consecuencias y abrir las puertas afuturas investigaciones-reflexiones sobre la profe-sión, desde el profundo conocimiento de su reali-dad histórica. Ahí está la obra de grandes médicos

humanistas, como los profesores Laín Entralgo,Marañón y tantos otros que cimentaron una formade entender la salud y la profesión desde el másprofundo respeto a su Historia y a lo que ella puedeenseñarnos.

La presencia de asignaturas como Historia dela Enfermería, con un reconocimiento de troncali-dad, debe jugar un papel de primera importancia enla reflexión formativa que constituye la carrerauniversitaria del cuidador, no una simple etiquetacon una mínima presencia en el expediente finaldel enfermero. Debemos procurar abrir las puertasa grados superiores que permita que parte de nues-tros profesionales puedan continuar las reflexionesdesde la condición humana y no sólo técnica; quepuedan encarar las reflexiones con una visión lomás amplia posible, alcanzando desde nuestras orí-genes como profesión hasta nuestro presente. Sólocon una visión amplia e integral, resultado de laacumulación de experiencias pasadas y presentes,se podrá avanzar de forma más decidida y segura.

Dicen que no corren buenos tiempos para lalírica..., quizás por ello veamos cada vez más som-bras a nuestro alrededor.

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1.er Semestre 2005 • Año IX - N.° 17

En los meses de agosto y septiembre viví unaexperiencia en Cuzco (Perú) que nuncapodré olvidar. He estado realizando una

actividad de voluntariado en el albergue “Hogar dela Amistad” y conviviendo con el sector campesi-no que constituye la población más pobre del Perú.

Siempre he pensado que ha sido la vida quienme ha llevado hasta allí. El año pasado por estasfechas estaba en Italia haciéndole una visita a unaamiga que es psicopedagoga. Estando allí, pensa-mos que sería un buen momento para tener unaexperiencia de este tipo, pues desde que tenía apro-ximadamente 14 años, todo lo relacionado con elestilo de vida misionero, me ha llamado mucho laatención. Pensamos en programar para el siguienteverano una experiencia en África. Me volví paraEspaña y ahí quedó todo.

Pasaron los meses y mi amiga me escribiódiciéndome que “por casualidad” había encontradola dirección de correo electrónico de una amigasuya que estudió con ella la misma carrera dePsicopedagogía y con la que no mantenía comuni-cación desde hacía cinco años. Entonces le escribió

unas letras interesándose por su vida, la cual le res-pondió que estaba viviendo en Perú con su maridoy desarrollando un proyecto en el albergue “Hogarde la Amistad”.

Sin pensarlo mucho, mi amiga me escribió pro-poniéndome que quizás era mejor idea hacer miexperiencia en este otro lugar, y así surgió el asunto.

En ningún momento he tenido miedo a la horade afrontar esta experiencia. De la forma en quesurgió la oportunidad y en circunstancias tancasuales, como si estuviera todo planeado y reser-vado para mí, me daba fuerza y mucha más ilusión.Pienso que en esta vida hay circunstancias quenosotros mismos nos creamos, pero que otras nosllegan, sin más, porque estamos llamados paraellas. Mi experiencia en Perú, corresponde a estaúltima. Sin dudarlo, aproveché la oportunidad ycomencé a realizar todas las diligencias que reque-rían el viaje, incluido el vuelo, el seguro, las vacu-nas. Etc.

Mientras preparaba mi viaje, pensaba qué que-ría conseguir a través de esta experiencia, y llegabaa la conclusión de que no era más que conocer unestilo de vida totalmente opuesto al de nuestrasociedad capitalista, tan acostumbrada a la abun-dancia y a la riqueza. Quería conocer en qué con-siste la felicidad de la gente más pobre, cuyos esca-sos recursos económicos no les permiten más quesubsistir, y quería llenarme de su sencillez. Ahora,hago balance de mi experiencia y me doy cuenta deque ha sido mucho más positiva de lo que esperaba.

El Cuzco fue la capital política, económica,militar y religiosa del Imperio de los Incas. Desdeesta misteriosa ciudad situada en las alturas de laCordillera Andina, el culto al dios sol se expandióa todo el universo andino, y desde allí, se dio la

FENOMENOLOGÍAAPRENDIENDO A VIVIR: ENCUENTRO CON PERÚ

María Boyer Navarro Estudiante de Enfermería Escuela Universitaria de Enfermería

Universidad de AlicanteLEARNING TO LIVE: MEETING WITH PERU

Plaza de Armas. Ciudad de Cuzco

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orden de difundir el quechua como el idioma fran-co de todos los pueblos dominados en los cien añosque duró la gloria del Estado Inca. La ciudadpuedo compararse con cualquier metrópoli euro-pea de su tiempo, poseía templos y fastuosos pala-cios construidos con sólida roca maravillosamentepulida, láminas de oro y plata revestían el interiorde sus lugares sagrados y desde el corazón de laciudad partían amplios caminos bien empedradosque unían a la capital con los más alejados rinco-nes del Imperio.

En la actualidad, la sociedad de este país secaracteriza por carecer de una clase media, allí lagente es o muy pobre o muy rica, siendo la gentepobre una mayoría y la rica una minoría. Desde elprincipio, me llamó mucho la atención la resigna-ción en la que vive esta pobre gente, pero a medi-da que pasaban los días pude ir dándome cuentaque esta resignación era fruto de nunca habersesentido valorados por los cargos políticos de supaís, sin preocuparse de las necesidades que tienela población. Por eso, cuando gente como yo, deci-dimos regalarles nuestro tiempo y convivir conellos, acompañarles en su trabajo diario y ayudar-les con sus problemas, rebosan una alegría y unafelicidad inmensurables que cala profundamente.

Durante el mes y medio que ha durado miexperiencia en Cuzco, he podido transitar por lascalles de esta ciudad y mezclarme entre su gente ysu realidad, a la vez que he podido ayudar en lasdos líneas de trabajo que sigue el Hogar de laAmistad. La primera línea de trabajo estaba enca-minada a temas de salud, y la segunda a cuestioneseducativas. Este albergue se mantiene y sustentagracias a las aportaciones espontáneas y solidariasde la gente que conoce el proyecto, y es dirigidopor un matrimonio, Mercedes, que es española, yKike, peruano. Ellos, después de su trabajo diario,se dedican a estas ayudas humanitarias.

La línea de salud del Hogar que he menciona-do un poco más arriba comprende las labores dedar cobijo a acompañantes de enfermos que estáningresados en el hospital y no tienen donde alojar-se, así como cuidar a campesinos que sufren leish-maniasis u otras patologías.

Mientras que el programa educativo consiste enrecibir dos días a la semana, a los niños del barrio,donde se sitúa el albergue, y de otras zonas margi-

nales de la ciudad, para darles clase como refuerzoescolar y recompensarles con un plato de comidacaliente. Estos niños alcanzan, aproximadamente,la cifra de cien y sus edades oscilan entre los tres ylos dieciséis años.

Fuera del ámbito de la enfermería y de la edu-cación, he realizado otras actividades encaminadasal mantenimiento y cuidado del albergue, talescomo la limpieza o la cocina, pero siempre, porsencillas que hayan sido mis aportaciones diariaspara mí adquirían todo su sentido cuando veía elrostro de cada una de las personas a las que dedi-caba mi tiempo e intensificándose más cuandoconocía de cerca su historia.

Respecto a mis valores, esta experiencia, másque cambiarlos me ha reafirmado en ellos. Siemprehe tenido muy claro que el dinero y lo materialacompañan a llevar una vida agradable y cómoda,pero no siempre una vida de calidad. Los campesi-nos con los que he estado conviviendo día a día, noentendían de avances tecnológicos ni comodida-des, pero su lenguaje era el de las miradas, los ges-tos o el simple “estar”, y la verdad es que todo estome ha resultado muy gratificante.

Pienso que cierto tipo de experiencias, sólo sonmejor comprendidas cuando se viven y esta seríauna de ellas, pues muchas de las emociones y sen-timientos que he podido vivir resulta muy compli-cado darles forma a través de las palabras. Al igualque el silencio puede llegar a hablar con el tratohumano pasa absolutamente lo mismo.

Esta experiencia ha sido para mí una gran curade humildad. Al principio, había días que la vidaallí, en cierto modo me parecía un sin sentido, ytenía la sensación de que podía hacer cosas muchomás importantes que pelar patatas, lavar la ropa,curar, inyectar intramusculares... pero poco a pocoayudada por Dios y por mi yo más espiritual, mepude dar cuenta que lo verdaderamente importantede mi experiencia era “estar” con toda esta gente ydejarme empapar por la sencillez de su corazón.Me di cuenta que una persona no es mejor ni peorpor hacer obras mayores o más sonadas, sino quelo verdaderamente importante es que cada uno denuestros gestos lleve toda la fuerza de nuestroamor y de nuestros ideales.

Como nos cuentan en la infancia, he tenido lasuerte y el privilegio de que la cigüeña me dejara

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en Novelda – Alicante – España – Europa y auncomprendiendo la grandeza y humildad de toda lagente que he conocido considero que debo aprove-char las condiciones que me han tocado vivir ennuestro contexto social compartiéndolo todo y sin-tiéndome solidaria con los demás.

Durante toda mi estancia en Cuzco me he sen-tido increíblemente feliz, así que tal y como pensa-ba la verdadera felicidad la experimentamos cuan-do abrazamos a alguien, cuando le damos nuestramano sin que no la pida y compartimos lo quetenemos sin nada a cambio.

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Alguna tarde, después de barrer las hojas delos robles, echar algo de comida a los pája-ros y recoger la ropa colgada, me sentaba

bajo el limonero. Y es como si el aire se espesara,congelado el cotorreo de horneros y zorzales y aca-llado el arrullo de las torcazas y las palomitas de lavirgen. Ni ranas ni grillos. Ni voces, por supuesto.

Para mí los crepúsculos fueron siempre mági-cos. Nombrarlos es ya evocar pasajes de la infan-cia que navegan en redondo con las velas plegadas,esperando sólo el empuje del vientito que las pri-meras sombras habrán de traernos desde el río.

Cuando el sol toca a su ocaso y el hori-zonte se cubre de áureos reflejos, cuandolos árboles están muy quietos porque lospájaros duermen en sus nidos, cuando laprimera estrella brilla a través de la venta-na del cuarto de Nene, ha llegado la horade emprender el viaje al País de los Sueños.

Mi primer libro de cuentos es creo también miprimer recuerdo. Y el recuerdo acaso de la madreque siempre soñé que tenía pero solamente venía ami lado por las noches y se parecía muy poco aella. En esa hora imprecisa entre las últimas lucesy las primeras sombras está el límite.

El limonero tiene su propia historia. Un arboli-to chueco y enfermizo de un vivero de Del Viso.

Tal vez esa misma chuequera, esa debilidad insal-vable, son los callados y secretos vínculos que unay otra tarde me anclan en silencio debajo de susramas. Era la tarde y la hora. Los versos del casitatarabuelo lamen con suavidad las arenas de miplaya dolorosa de negaciones y fracturas. Mis hue-sos recuerdan un yeso que no ha pasado de lossesenta días reglamentarios y la consabida muletay el necesario bastón. Pero el corazón y el almaacusan rastros más hondos, menos cicatrizados.Heridas que no hubiera logrado componer el ciru-jano más hábil ni el yesero más diestro. Heridasque con el tiempo se han ido convirtiendo en pesa-dillas y mucho más tarde en poemas.

Debajo del limonero se me ocurrió la idea.Sobre mi mesa de trabajo dormitan carillas incon-clusas, unas cartas que releo con usura cuando elaerosol ya es insuficiente, el mapa invisible de untesoro que sólo yo me atrevo a convocar cuando elmercurio trepa la pared de las retortas y amenazacon inundar la habitación. Se me ocurrió recordan-do un poema en que Vallejo habla de sus huesoshúmeros.

Al pensarlos recuerdo a mi vez -sin razón lógi-ca aparente- la peluda cuestión de los valores decambio y los valores de uso. Casi insensatos con-ceptos de economía política pegados en el fondodel vaso desde los años de facultad. Fondo quehábilmente el quía (mi terapeuta) trata de revolvery rascar en las sesiones de los viernes, pero que yoescamoteo con la habilidad que dan los años y losporrazos. El diablo sabe por diablo. Al fin de cuen-tas, mi vida es una seguidilla de proyectos y parti-das. De naufragios y regresos. Claro, siempre hayun puerto hospitalario. Siempre alguna isla amediodía. Un palenque. Un limonero. Siempre -casi siempre- una mano. Una sonrisa. Esas sonrisasotorgadas sin exigir nada a cambio. Casi todo loque se siembra germina. Casi todo lo que germinaflorece. Casi todo lo que florece da fruto. Muypocos frutos maduran. Porque hay que cortarlosantes de que los corte el vecino. Para llevarlos almercado antes que lleguen los del vecino.

ESTADOS DE LA MATERIAGregorio Echeverría

STATUS OF THE MATTER

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Estar debajo del limonero tiene precisamenteesto de saltar con libertad de un recuerdo a otro. Deun poema al anterior o al siguiente. Y después eseotro entretenimiento atrapante de intercambiarentre sí los versos de un poema. Después empezarcon un poema y seguir con otro. Volviendo al pri-mero o no. Da capo. Y terminar mezclando unverso de un poema de Khayyam con otro verso deVerlaine o uno de Prévert con otro de Juarroz.Sabemos ya que nadie inventa nada. Uno no hacesino caminar por la playa y meter las manos en elagua. Durante el día no ocurre. Pero al anochecerempiezan a llegar cosas. Pedazos de madera, lastapas de un libro mordisqueado por los cangrejos.El capuchón de una lapicera que perdimos en unrecreo de primer grado. La primera lágrima deamor. El sabor del primer beso. El dolor de la pri-mera despedida. Más tarde, si no hay luna, empie-zan a quedar sobre la playa estrofas olvidadas, ver-sos sueltos, algún título o la hoja de una revista,dos o tres pétalos de la flor seca que usábamos deseñalador entre las páginas de Baudelaire o deWhitman. Y entonces uno se inspira y copia.Ignorando que bajo otros dolores y a la sombra deotras constelaciones también ellos metían lasmanos en el agua. Fingiendo ignorar que todo esuna misma agua y el idéntico mar que alguna vezllevó las naves aqueas frente a Troya y también amaese Polo hacia las tierras del Gran Khan y alCorsario Negro contra la calma traicionera del Marde los Sargazos. El agua primordial que ya eraagua antes de que alguien uno separara las aguasde las aguas y las tinieblas de las tinieblas.

Siempre nos queda -siempre me quedó- elrecurso zaino de manotear un nihil novum ab soleo cualquier otro lugar común de esos que nos sacandel paso cada vez que metemos las manos en unplato y en lugar de la tajada encontramos otrasmanos más hambrientas o por lo menos más rápi-das que las nuestras. Conque sabemos (pretendien-do ignorarlo) que buena parte de los aplausos queagradecemos con una sonrisa displicente son enrealidad para Novalis o para Quasimodo. Que conlos años lo único cierto serán la salazón del agua yla soledad de la playa. Argumentando frente a laluna cuarteada de un espejo de campaña que tam-bién Quasimodo y Novalis han agradecido consonrisas displicentes poemas que antes habríansido aplaudidos a Eurípides o a Schiller.

No me parece justo esconder el hecho de que ellimonero tampoco me pertenece. Una metáfora, entodo caso, sospechosamente emparentada con losolivos del Huerto. Con los cerezos del Jardín. Conel aromo del perdón. Con el pino de San Lorenzo.Con el manzano histórico. Con la encina del bos-que de Nemi. Con el General Sherman. Con ellimonero real (con Juani fuimos compañeros defacultad antes de que él partiera hacia los aplausosy yo hacia mis primeros arrepentimientos). Hastadiría, cayendo a lo más pedestre, con los arbolitosde Navidad. Pero hubo siempre árboles en misexperiencias y en muchos poemas. Yggdrasil. Lascasuarinas de la isla. Los palos borrachos que nostentaban con sus corolas blancas y rosadas y consus pepinos rellenos de algodón. Miss Lucy, aque-lla maestra de inglés casada con un arqueólogo,trajo por primera vez a mi vida -aparte del saborexcesivo de la ginebra- la fascinación de la palabrasequoia. Y nos deslumbraba con las descripcionesde Yellowstone y del Old Faithfull.

Hay también en la pequeña historia un palteroque dejó con los años su recuerdo, una herida yalgún poema. Unos eucaliptus de una quinta en LaReja. Las tipas que bordeaban las veredas anchasde avenida Francia, en Rosario mi ciudad natal enmedio de las pampas. Es difícil vaciar el vasocuando empieza a subir el nivel del líquido másrápido que nuestra propia sed. Y uno recuerda lassanciones de Onan y no se atreve. La sed no esnada, Sprite es todo. ¿Quién me paga este chivo?Yendo bastante más atrás, está el baobab delPrincipito. El cedro del Arca. El olmo viejo heridopor un rayo y en su mitad podrido. La higuera dedoña Paula. La bignonia de Gastón. Uno sigueabriendo y abriendo cajoncitos y leyendo etiquetas.¡Cuánto texto, cuánta información para tapar qué!Words, milord, only words… Una estrofa deJoaquín Castellanos capaz de matar un dinosaurio.Allí un árbol frondoso en campo ameno / gentil seostenta sobre verde alfombra / ocultando el cadá-ver que a su sombra / lívido cuelga de una rama enflor…

Desde entonces se me ve sentado cada atarde-cer debajo del árbol. En verano los mosquitos merodean zumbando, presintiendo en esta presenciaintrusa detalles de sabe Dios qué historias de cié-nagas y de fiebres. Pero ante mi impavidez termi-nan por aceptarme como una pieza propia del

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pequeño mundo de arbustos y enredaderas. Con losprimeros fríos resulta más duro el ejercicio. Peropoco a poco, una hora hoy, dos mañana, me voyadaptando a las inclemencias de la estación. Eso sí,el frío me dificulta las cosas. Consumida la últimapartida de aerosoles, recurro a una gimnasia respi-ratoria entresacada de Yogi Ramacharaka, SwamiVivekananda y Nacha Guevara. Aunque esta últi-ma me ha servido más bien para las visualizacio-nes. Curiosamente, siendo la menos consistenteentre las diversas imágenes, conservo sin embargoel recuerdo nostalgioso de nuestros primerosencuentros en el Di Tella. Era por supuesto otraépoca de ella. Y también mía, con lo cual todoqueda en su debido lugar. Pero el manejo de lasdistintas prácticas me permite finalmente dominarprimero el frío y luego incluso el rocío y la lloviz-na.

Nunca fui consciente de las razones que me lle-varon a este hábito. Tal vez el darme cuenta de quea medida que se aquieta el cuerpo, todo va cobran-do un ritmo más suave… más aceptable. Casi agra-dable. Por supuesto que al principio pesaban lasobligaciones. Es increíble la fuerza con que lasrutinas nos tironean y nos encadenan. Es más, lacuestión comenzó por pasar un rato tranquilo bajoel limonero, como para poner un paréntesis alcúmulo de llamadas telefónicas, facturas impagas,reclamos de acreedores, noticieros preocupantes ydemandas parentales. Ultimamente, las noticias delmundo me invaden en cierto modo a contrapelo. Ala radio del comienzo se sumaron la televisión pri-mero e internet después. Es cuando descubrí quecada día ocurren más cosas en el mundo. Puntouno. Y que -casualmente- las cosas que pasan pare-cen seguir un proyecto o especie de libreto. Puntodos. En realidad, son casi siempre las mismascosas, contadas de distinta manera. Con músicamás impactante. O con fotografías más truculentas.Alguien explicó que se trata de una respuesta obli-gada ante el hecho comprobable de que los nivelesde percepción son cada vez más bajos. O que lasneuronas vienen pinchadas.

Lo cierto es que el día se me hace corto. Consteque realicé el mayor esfuerzo por ordenar las cosascon cierta sensatez. Comenzando por espaciar lassalidas. Hasta eliminarlas por completo. Descubríque son casi innecesarias. El mundo puede venir avisitarme, llegado el caso. Además mi vida social

nunca fue abultada. Suprimí primero la siesta, unarrastre de provincia que me robaba horas semana-les. Corté además las sobremesas y las tertulias,esa módica gimnasia que generalmente aprovecha-mos para que los demás se enteren de lo muchoque nos deben. Y que ellos -astutamente- utilizanpara explicarnos cuánto uno les debe. Clearingdificultoso, ciertamente, que surge me parece deque usamos en cada una diferentes aritméticas yuna vara nada fiel.

Comprobé finalmente -no sin satisfacción- queel mundo va aprendiendo a arreglarse sin mí. Nocrean que es fácil tomar conciencia de un hecho detal magnitud. Uno teme por el destino del mundo.No somos Atlas pero en el fondo de cada corazon-cito anida una pizca de responsabilidad, como unavocecita que nos recuerda constantemente obliga-ciones que estamos desatendiendo. Impuestos.Colectas. Misas. Festivales. Elecciones. Censos.Convocatorias de acreedores. Marchas de apoyo.Marchas de protesta. Ni hablar de las conyugales,maternas, paternas, filiales y fraternas. Es un puntomás bien delicado y creo que no viene al caso.

La cuestión es que terminé instalándome deba-jo del limonero en forma permanente. O sea, paraque se entienda: un atardecer de primavera, unosaños antes de finalizar el siglo, me senté debajo delárbol y nunca más me moví de allí.

Vale la pena destacar que como este proceso seha ido produciendo a lo largo de meses -años- nohubo demasiada sorpresa en el entorno. Los pro-blemas más importantes de la familia hace tiempo

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que se han archivado. De común acuerdo o no. Talvez de común desacuerdo, que suena mucho másnormal. Es increíble, pero una vez que uno asumela decisión de soslayar los problemas importantes,otra generación de nuevos problemas sube el esca-lón vacante. Deber ser -supongo- un mecanismonatural de conservación del equilibrio o cosa pare-cida. Como la cuestión de la entropía, para que meentiendan. O -mirándolo de otro modo- como unabotella de Klein. Uno de entrada cae en la tenta-ción de aceptar la camada postiza de problemas ylos adopta feliz y contento.

Convengamos en que tener problemas le da auno una agradable sensación de importancia. Y esque en el fondo cada uno sabe que debe estar en elmomento preciso en el lugar adecuado para quetodo siga andando. Bueno, la cosa se repite una,otra y varias veces. Depende de cada cual. Hastaque uno se da cuenta y para la pelota. Porque unono es estúpido. En realidad no es así de simple.Pareciera que los problemas, creo con toda fran-queza que no hablo de mi caso solamente, exhibenuna especie de propiedad autogenerativa -o auto-rregenerativa- apuntada exclusivamente a reem-plazar unos problemas por los subsiguientes. Creoque acá puede estar uno de los probables orígenesdel dos por uno. Porque, eso sí, resolvés (o pospo-nés) uno y te aparecen dos. O sea que al llegar a ladocena la cosa se empieza a poner seria. Y si unose detuviera a echar cuentas y a escribir unamodesta lista ¡guau! Para que se entienda, proble-mas de un primer escalón serían, por ejemplo, elbig bang, la teoría del origen de las especies, lamanipulación genética o la propagación del sida.Ahí nomás tenés para diez o quince carillas.Después (bajando un poco) la vejez, el hambre,los cambios de clima, el agujero de ozono, etc.Siguiendo hacia abajo, podríamos encolumnar laclonación, el control de la natalidad, las insufi-ciencias sexuales. Más abajo aún, la corrupción,los escándalos del jet set, la mala leche de los kel-pers, la mala leche de los palestinos, la mala lechedel fondo monetario, para una genuina explota-ción en serie de mala leche. Suma y sigue ¿enten-dés? Calculá que nos dejamos afuera la contabili-dad minuciosa de lo que se usa, de lo que se dice,de lo que se debe. Excluyo rubros obvios como lamalaria, los piojos, la transexualidad, las infideli-dades y el desempleo. Y dejo lugar -naturalmente-

para eventos que uno no puede soslayar aunque nolos tenga en la lista. Por ejemplo el suicidio (¿…?)de Yabrán, la muerte de Rodrigo o el asesinato deFavaloro. Y que en el mismo momento de acaecer,ocuparán motu propio su lugar en la escala. Aménde una sección aparte para Diego dixit, Madonnadixit, Su Santidad dixit, el General dixit… Estáclaro que la lista es abierta y prácticamente infini-ta. Paciencia es lo que sobra y necesidad de apun-tar problemas también.

No por previsible la jugada pasó por alto.Porque una cosa es tener todos los días a mano unimputado a quien demandar, inculpar, justificar (ono), requerir, solicitar, ordenar, querellar, execrar,perdonar, no perdonar, descalificar, categorizar,ridiculizar, interrogar, cuestionar, etc. y otra biendistinta es de repente no tenerlo. Nadie lo hubierasospechado. Pero esa última -previsible- jugada,patea el tablero. La casa queda en silencio. Radio,tele, ladridos, rezongos, nada. Alguien se ocupa deenfundar el piano y el centro musical. Otro -o elmismo- piensa que es mejor desconectar el timbrede la puerta de calle, para ahorrarme sobresaltos.Se empieza a lavar todo a mano, para evitar los rui-dos de la máquina lavarropas y el secador.Aspiradoras y lustradoras retornan a sus fundas yestuches y la limpieza vuelve a quedar a cargo deescobillones y plumeros. Se asordinan los teléfo-nos y hasta las alarmas, para prevenir disparosimprevistos.

Me sentí los primeros días algo incómodo. Nopor la novedad de la quietud y la postura, puesacreditaba ya una larga práctica. Sino porque esta-ban todo el día a mi lado. Al principio casi airados.Después, poco a poco, la bronca cedió paso a lacuriosidad. Que se fue transformando a su vez enuna suerte de resignación. Y finalmente nada.Indiferencia. U olvido. Tal vez ambas cosas.Percibirlos -no diría verlos o sentirlos- a mi alrede-dor, me producía al comienzo, como decía, algunaligera incomodidad. Subrayo lo de ligera. Todo misistema comunicacional está también desconecta-do. Sé que hay que empezar a caminar hacia aden-tro, hacia un centro cuya ubicación exacta desco-nozco, pero que en alguna parte de mi interior está.Para quienes no han tenido alguna experienciaparasíquica, es como entrar en varias etapas a unestado de extrañamiento (no enajenación), unasuerte de inmersión en un medio ni líquido ni sóli-

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do. Una como jalea translúcida que atenúa la luz,los sonidos y las formas.

Mi propia visión acerca de mí mismo es sentir-me metido en una esfera de gelatina semiopaca.Por primera vez en muchísimo tiempo, dejé de pre-ocuparme por la respiración. Por supuesto que delmismo modo dejé también de preocuparme por lapiel y por la sangre. Pero me refiero especialmentea la respiración, porque más de la mitad de mi vidadependí -en el cabal sentido- de los aerosoles.Incluso no soportaba ni la idea de un encierro.Preocupación que también desapareció de mi pen-samiento. Y cuando digo pensamiento, aquí esdonde se produce tal vez el cambio más sensible.Antes de elegir este definitivo modus vivendi, yaque ni siquiera me atrevería a llamarlo habitat, mismecanismos mentales eran los habituales. Un pen-samiento por vez -dos a lo sumo- siguiendo unalínea más o menos coherente. Separados (de modocasi imperceptible) por intervalos de silencio oquietud mental. Ahora, en cambio, todos mis pen-samientos conviven instante por instante y no lossiento asentados en ningún punto particular de micuerpo. Por cierto conservo intacta mi capacidadde hablar. No así la de escuchar. Y tampoco creoque ellos me escuchen, porque mientras les hablome miran en silencio sin dar la mínima señal decomprensión. Claro que no es pensable que estaespecie de gelatina que me rodea sea capaz detransmitir sonidos. Tampoco parece permitir lavisión desde afuera, porque si me muevo no mesiguen con la vista. En cambio yo los observo per-fectamente, aún a través de este medio que hacecomo de absorbente o de filtro. Pero eso es todo.Por lo demás -y excepto que me cuesta apreciar eltranscurso del tiempo- diría que la situación no espara nada incómoda y creo haber tomado una deci-sión conveniente.

Nosotros lo vemos bien. La inmovilidad estotal. Pero el médico nos tranquilizó desde el pri-mer día. Todos los signos vitales -apocados- estánpresentes. No hablamos de moverlo y el doctorpiensa que no sería aconsejable por el momento.Todavía no sabemos cómo se alimenta. No ha que-rido abrir la boca ni para recibir líquidos. Pero porotra parte su rostro no denota sufrimiento ni males-tar. Ni la respiración más tenue se aprecia. Perorespira. Tampoco se le suministra suero, aunquetenemos un frasco siempre a mano. Nos hubiera

gustado poderlo afeitar. Controlar el peso. Lavarlo.Pero los médicos están de acuerdo al respecto.Nada. Absolutamente nada por ahora. Salvo que élmismo manifieste alguna necesidad o deseo, lomejor es estar cerca y observarlo todo el tiempo.

Cabe una posibilidad de que se trate de un esta-do transitorio. La enfermedad en sí no responde anada conocido. En rigor de verdad, los médicos nise animan a hablar de enfermedad. Para mí estehombre está más sano que usted y yo -fue la últimaconfidencia del neurólogo- pero no me pida que selo ponga por escrito. La realidad es que casi nomolesta. No parecen afectarlo el frío, el calor ni lalluvia. No requiere el menor cuidado. No necesitacompañía. Creo -Dios me perdone- que nunca se lovio más feliz. Y uno se acostumbra con el tiempo.Sobre todo sabiendo que está ahí. Que podemosverlo con asomarnos a la ventana y cada vez quevamos a sacar unos limones o a regar las plantas.

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RESEARCH ON VALIDATING THE IMPOR-TANCE OF ‘CARE’ IN SOCIO-POLITICALAND HISTORICAL TRADITION WITHINTHE 18TH CENTURY: DR. CARRERE’SMANUAL CASE

ABSTRACT

The figure of a nurse in the 18th century isno excellent at all. Manuals offer a closerimage to real life allowing an epistemiolo-

gical flow and a more real concept of her existen-ce. The nurse’s figure is considered and describedaccording to her ability and skillfulness. Care isnot yet a profession and is performed mainly by

religious communities. The knowledge of theory issimply acquired through an experienced pair.Certain rules and procedures are offered.

Key words: Figure, image, manual, history,social, politics, anthropology, care, religious com-munities, rules and procedures.

RESUMEN

La imagen del enfermero en el siglo XVIII noes nada favorecedora. Los manuales ofre-cen una imagen más adecuada a la realidad,

permitiendo la difusión epistemológica y la tomade conciencia de su existencia. La imagen es defi-nida en función de diversas cualidades. Los cuida-dos conforman una labor no profesional aún, conpermanencia de órdenes religiosas vocacionales.El conocimiento teórico se obtiene a partir de laenseñanza de un enfermero con experiencia, exis-tiendo normas y procedimientos.

Palabras clave: Imagen, manuales, historia,social, política, antropología, cuidados, órdenesreligiosas, normas y procedimientos.

1.- INTRODUCCIÓNLa imagen del enfermero en el siglo XVIII en

ocasiones no es nada favorecedora, principalmenteen asuntos referentes a aquellos profesionales quetubieron el valor de para hacer de médicos envarios lances,destruyéndose a sí mismos y a losotros enfermos a quienes aconsejaron (GarcíaMartínez, 392). Esta misma idea es justificada porel físico Boile cuando argumenta que las medici-nas eran unos instrumentos que, sobre estar bien

HISTORIAINVESTIGACIÓN DE LA VALIDACIÓN DE LA IMAGEN DEL CUIDADO EN LA TRADICIÓN SOCIOPOLÍTICA E

HISTÓRICA EN EL SIGLO XVIII: EL CASO DEL MANUAL DEL DR.CARRERE.

Pedro Manuel Salas IglesiasEnfermero Consejería Asuntos Sociales, IASS, Junta de Andalucía, Huelva.

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preparadas, necesitaban la artificiosa y discretamano del médico para que fueran provechosas, yque digna de admirarse y reprehenderse la osadíade aquellos que con tener a mano algunos receta-rios se meten a médicos. Dichas aseveracionesentre otras, llevarían al planteamiento de la idea deintrusismo por parte de los profesionales de lasciencias de la salud que ejercían en el campo yterreno del médico sin serlo.

Con la publicación en España en 1664 de unManual Instrucción de Enfermeros, y Método deaplicar los remedios (compuesta por los Hijos dela Congregación del Venerable Padre Bernardinode Obregón) y en Francia en 1786 del Manual parael Servicio de los Enfermos del Dr. Carrere, seofrece una imagen más adecuada a la realidad de laEnfermería practicada en esta época. Se expondránen términos bastantes aclaratorios, y de pragmáticautilidad la validación de las funciones de enferme-ría en el cuidado: que se tiene con los enfermos,contribuie tanto, las más veces, para la curaciónde los males como los mismos remedios; pero senecesitan conocimientos e inteligencia y, sin elloses poco útil la asistencia (Carrere 397). El concep-to de imagen toma la acepción de la atribuciónconjugada de la sociología, humanidades y axiolo-gía (inteligencia, debiendo además desempeñardignamente la función caritativa de asistir a losenfermos). En una primera línea de acción históri-ca la imagen que regulará la profesión y velará porel cumplimiento del ejercicio de forma correcta,constará de una policía relativa a su oficio, ysecundariamente extensible en domicilios particu-lares (personas que se hallaren al lado de losenfermos en las casas particulares), colegios, reli-giosos (los curas párrocos podrán sacar de él ins-trucciones provechosas para sus parroquianos),lugares pequeños (cirujanos y comadronas), enpueblos: donde sea en beneficio lograrán los seño-res... que miran como obligación suya asistir a losvasallos en sus enfermedades (Carrere, 397).

Se hace necesario la definición del concepto deimagen para comprender mejor la estructura delproceso de investigación efectuado. Proviene paraenfermería del latín imaginem “la apariencia visi-ble de una persona o cosa” o la “representación oreproducción de un objeto o de una figura en lasartes gráficas y plásticas, y en particular represen-

tación de los seres vivos que son objeto de culto ode una veneración” (Larousse,2003) (en nuestroestudio el objeto de culto serán artes gráficas contipología de texto histórico para enfermería).

Como hipótesis nuclear se intentará demostrarque los manuales históricos son una fuente etno-narrativa válida para extraer la imagen socioantro-pológica e histórica enfermera representada en elsiglo XVIII. Como segunda línea de acción seintentará demostrar la adscripción de la imagen eidentidad enfermera a algunos de los paradigmasque marca la ciencia.

2.- OBJETIVOS2.1. Generales:

Obtener conocimiento sobre la imagen queofrecen los enfermeros del siglo XVIII.

Tomar conciencia de la importancia de seguirlos cánones integrantes del concepto de la imagenen relación con la tríada vida-salud-enfermedad.2.2. Específicos:

Lograr una relación entre el conocimiento his-tórico y científico basados en la imagen de laEnfermería que oferta el texto histórico.

Extraer del texto parámetros de conocimientosvinculantes con la imagen del enfermero y suinclusión en alguno de los paradigmas de la cien-cia.

Investigar situaciones ejemplificadoras queformen parte de la imagen de manera holística.

3.- ESTADO DE LA CUESTIÓNVarias son las investigaciones realizadas en

torno a la imagen social de la enfermería a nivelnacional como las efectuadas por: Domínguez(1985), Salmador (1988), Rios (1989), Renedo(1989), Rodero (1991),Agular (1994), Velandia(1995), García (2000), Amescua (2001), Ojeda(2002), Pedre (2004)). En el plano internacional hasido estudiada por Dahl(1992), Marron(1997),Andrica(1997), Doolan(2000), Evans(2002),Fealy (2004). Por otro lado la imagen de la matro-na y parteros en la historia es investigada por(Valle y García Martínez(1994,1997)), a nivelholístico los cuidados en la historia vienen repre-sentados de manera sobresaliente por SilesGonzález (1999). El tema de la imagen antropoló-gica es relacionada en enfermería con la aproxi-

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mación etnográfica (Raga (1998), con las altera-ciones de la imagen vinculadas con la corporaided,fijando una terapéutica: (Escudero(1991) y Miller(1991)).Por otro lado el tema de la imagen apareceintegrado en la antropología como mito del enfer-mo mental a través de la narrativa (Pascual(1997)), o los sistemas que integran la imagen en laglobalidad de marcado acento antroposófico(Sánchez (2001)).La imagen ofrecida derivada dela evolución de la medicina científica a la tradicio-nal ha sido objeto de estudio de (Madrid de Zito(1997)).

Se han analizado a nivel histórico nacional laimagen de los cuidados encontrando estudios conesta temática en Hernández Conesa y Moral deCalatrava(1995,1999), Hernández Martín(1996),Ventosa (1984), Eseverri (1995), (SánchezGonzález(1996), conformando una amplia gamade manuales para el estudio de los cuidados enfer-meros. Internacionalmente se han hallado estudiosde la imagen en la historia de los cuidados enDonahue (1993). La imagen interpretada en fun-ción del género es investigada por Vaz (1992) yCanals(1992). Otros estudiosos se centran en laimagen de la enfermería en la universidad (Duran(1998),(Cadaveras(1993)),en la incursión de laimagen social enfermera ofrecida en los medios decomunicación, entre ellos el cine, la fotografía y latelevisión como: Calvo (2002), Siles (1998), SalasIglesias(2001),Andina (2004), Zarzo (1999),Sánchez Vera (1999), o en la filatelia (GuerraGonzález (2001)).

4.- RELACIÓN CON LA TRADICIÓN HIS-TÓRICA Y REALIDAD SOCIOPOLÍTICA,LA UBICACIÓN DE LOS CUIDADOS EN ELSIGLO XVIII.

El Manual del Dr. Carrere viene datado en elúltimo tercio del Siglo XVIII (1786), con la finali-dad de formar a los enfermeros, comadres o parte-ras. Si bien en siglos anteriores (1550-1650) con-fluyeron acontecimientos sociohistóricos con laaparición de Ordenes y Manuales de Enfermería,que permitirán dilucidar el Siglo de Oro de leEnfermería Española. Los hermanos hospitalariosdescendientes de la orden de San Juan de Dios,comenzaron desde 1550 a extender su ideal atodas las partes del mundo. Las órdenes religiosas

que surgen en este momento tienen como finalidadla asistencia a los pobres enfermos, destacando(además de la anterior), la Mínima Congregaciónde los Hermanos Enfermeros Pobres y la fundadapor Pedro de Bettencourt (o de enfermeros bethler-mitas). Se vislumbra una preocupación en estasórdenes por el enfermo en su vertiente biopsicoso-cial, donde se plantean como funciones enferme-ras: los cuidados, administración, docencia einvestigación.

De los Manuales escritos por y para enfermerossobresalen el del Dr. Carrere, el de la congregaciónde los Hermanos Obregones:Instrucción deEnfermeros (del enfermero Obregón AndrésFernández), el Directorio de Enfermeros, de SimónLópez, o el realizado por los hermanos hospitala-rios para la formación de los cirujanos. SimónLópez concluyó su manual en 1650 y que ofrecetodos los elementos para ser catalogado comoenfermero experimentado y formado en su oficio.La importancia de la redacción de estos manualesradica no sólo en contribuir a la difusión epistemo-lógica sociohistórica del habeas corpus intrínse-cos al propio oficio, sino y lo más importante latoma de conciencia de su existencia al intentargenerar un espacio individualizado dotado de enti-dad propia. Esto provocará en la evolución de laHistoria y Filosofía de los Cuidados posteriores lanecesidad de delimitar dicha disciplina.

La mayoría de la enfermería del siglo investi-gado va a estar compuesta por una labor no profe-sional aún, con grandes connotaciones de órdenesreligiosas vocacionales. Existe una hegemonía enlo referente a los valores morales frente a otrashabilidades y aptitudes. El conocimiento teórico seva obteniendo a través de la enseñanza de unenfermero con experiencia, agrupándose la espe-cialización mediante técnicas por los practicantes.Las instituciones emplearán mano de obra eficien-te y gratuita utilizando a las comunidades religio-sas. Los voluntarios seglares (generalmente asocia-dos a cofradías o hermandades) se dedicarán a acti-vidades relacionadas con el cuidado enfermero,domiciliario y hospitalario.

Según norma que arranca en el siglo XVII yvigente a lo largo de los sucesivos (XVIII-XIX), enla política de las enfermerías se hacía el reparto ydelimitación del número de camas por enfermero,

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y siempre dependiendo de la gravedad de los casosa su cargo. Un problema heredado de siglos ante-riores y de índole sociantropológico, es el tema dela mendicidad (vagos, pícaros y vagabundos), queson atendidos por los sistemas de salud de benefi-cencia pública y privada (unido a la asistenciasocial). En este siglo se cambiará la manera deenfocar el problema, con un sentido económico,disminuyendo el humanitario-piadoso (inspiradorde instituciones caritativas). Tras la aplicación delas teorías de Colbert y sus planteamientos, seemplearán los mendigos y vagabundos como fuer-za de trabajo barata en: las industrias, ejércitos, elcampo, y convirtiéndose en una forma de obtenerrendimiento social. Durante el reinado de CarlosIII, las disposiciones de política estatal (1778 y1785) supondrán el claro paso de la beneficenciaprivada caritativa y en poder de la Iglesia al Estado(beneficencia pública). Posteriormente por la LeyGeneral de Beneficencia de 1822, esta beneficen-cia pública se clasificará en: domiciliaria, provin-cial y general (Hernández,1996). En el transcursode este siglo se efectuarán medidas sociopolíticasque incidirán en la gran reestructuración de la asis-tencia y organización hospitalarias. Una de ellas,se relaciona directamente con el personal alaumentarse el papel del médico y en detrimento delos antiguos responsables religiosos. Tambiéncobrará relevancia el técnico (bajo la tutela delmédico: ministrantes, cirujanos romancistas, etc. yque a partir de 1857 se denominarán practicantes)(Eseverri , 1995).

Un elemento innovatorio de este siglo es eldesarrollo de frecuentes críticas sociales negativaspor la imperiosa necesidad de mejorar la asistenciaen las instituciones hospitalarias, denunciándoselas deficiencias detectadas y abogando por refor-mas tanto de índole médico como de organización.Este nuevo debate permitirá adoptar una nuevatoma de conciencia en toda la sociedad y suscitaráel origen de un nuevo planteamiento en la concep-ción mental para la función hospitalaria, como cen-tros para sanar y no para morir.

5.- MATERIAL Y MÉTODOSEntre los materiales empleados se ha recurrido

al estudio de cinco bases de datos de la red inter-net, elegidas por el rigor científico y que están ava-

ladas por ser motivo de consulta frecuente en lainvestigación de la enfermería basada en la eviden-cia: MEDLINE (Pub Med), BDIE, ISBN, ENFIS-PO, CUIDEN, CUIDATGE. Los descriptores estu-diados han sido: “imagen enfermera” y “manualesenfermería”, que se han traducido al inglés paralas bases internacionales.

En cuanto al tipo de estudio se trata de unainvestigación descriptivo transversal de corte his-toricoantropológico para parámetros cualitativos ybasado en fuentes escritas documentales.

Metodológicamente se ha realizado una inves-tigación bifásica: en la primera (fase interna) se haaplicado la ley de Osgood ((Delgado,1999) yCibanal ,2003) que partirá de un análisis de lasestructuras profundas de la imagen del manual delDr. Carrere que integran el texto (empleado comometatexto), focalizando y llevando a cabo pregun-tas científicas respecto a todo lo que haga alusiónal objeto de investigación. Además se aplicarán lasreglas de la Hermenéutica (Habermas (1988)). Enla fase externa se ha empleado la Heurística deSiles (1999),recurriendo a fuentes documentaleshistóricoantropológicas escritas y bases de datostanto a nivel nacional como internacional.

La cuantificación de los datos ha seguido untratamiento informático empleándose el programade cálculo Excel de Windows XP, así como para surepresentación gráfica.

6.- RESULTADOSEn la primera fase de la aplicación interpreta-

tiva empleando la ley de Osgood y derivados tam-bién de la Hermenéutica, se han obtenido comoresultados los siguientes:

La imagen del enfermero se define esencial-mente en este momento histórico por dos cualida-des morales: la limpieza y la sobriedad, que seresumen en tres en lo referido a los enfermos: laconfianza, el arte de persuadirlos y guardar elsecreto profesional. Existen otras no menos impor-tantes como la vigilancia, los cuidados particularesy las atenciones u oficiosidades cariñosas.

En cuanto a las enfermedades la imagen subra-yada consiste en la observación o atención conti-nua y una inteligencia suficiente para comprenderbien las diferentes variedades de las cosas dignasde observar (Carrere, 400) (ambas cualidades se

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pueden corresponder con la actual etapa de “valo-ración” del proceso de atención de enfermería). Laactitud de los enfermeros estará basada en la gene-ración de la empatía, con dominio de las habilida-des sociales (es necesario saberse manejar segúnel genio y carácter de los sujetos), e impartiéndosede manera racional (hay gentes que quieren serservidas a todas horas, y hay otros que los dejanquietos y que nada les digan sin necesidad...variando y extendiendo los cuidados conforme alos deseos justos de los pacientes). También debeofrecer una tipología de cuidados con relación deayuda (Cibanal, 2003) (no sólo entendida en elaspecto psicológico sino también en el físico):deben estar pronto a socorrerles,... a ayudarles ydescansarles en su movimientos. Los cuidados...con que dulcemente se acercan... contribuyenmucho a tranquilizarlos (Carrere, 399); compren-derá las funciones de suplencia y apoyo del enfer-mo, con gran carga de índole psicológica y tintesde valores de inspiración religiosos-morales:deben ganar la confianza de los enfermos, valer-se...de la persuasión y dulzura, sufrir con pacien-cia los ratos de mal humor...que provienen de laenfermedad, inspirarles ánimo y resignación ensus males..,desvanecerles los temores...sobre eléxito de la enfermedad, guardar un secreto invio-lable...estar siempre prontos para socorrer a losenfermos (Carrere,399). En ausencia del médico suconducta será de docilidad, observando lo ocurridopara comunicárselo, escuchando lo que ordenan,no se podrá censurar su conducta , ni podrán rea-lizar ninguna variación a los remedios prescritos.Todo lo cual puede revelar la crítica por la escasaautonomía en los cuidados, y su adhesión a lasdirectrices marcadas por el paradigma sociocrítico(los enfermeros se limitan a meros ejecutores delas órdenes médicas). La organización de la prácti-ca de los cuidados serán apropiados a cada enfer-mo, sin pecar en, y excederse en multiplicarlosporque podrían con esto hacerse pesados y moles-tos, introduciéndose además una especificidad alpoderse incluir en el campo de la incipiente gestióny economía de los cuidados (de los que puedenhacerse con menos gasto en las mismas casas delos enfermos).

El enfermero debe prestar los cuidados demanera continuada en la observación que realiza

del enfermo tanto en lo que pertenece a la enfer-medad (accidentes o síntomas), a su entorno (todoaquello que es relativo a la preparación), así comoa la administración de la medicación y los objetosde los remedios. En cuanto a la imagen referente alos remedios, la administración de medicinas(internas, externas) prescritos por los médicos y laalimentación (es responsibilidad de los mismosenfermeros la preparación), serán administradoscon un elemento común y de rasgo positivo: lanecesidad de la exactitud (ya para no alterar lanaturaleza, la combinación y el orden de los reme-dios, y para no descuidar la hora en que debendarse) (Carrere,400). La imagen introducida eneste sentido es la de enfermero como oficio y laexigencia del conocimiento teórico adquirido deforma práctica.

En lo referente a la tranquilidad de los enfer-mos, los cuidados particulares irán enfocados aaquellos que tienen relación con la limitación de lamovilidad de los enfermos(auxilio por debilidadsecundaria a enfermedad larga o grave), se ofreceun repertorio de posiciones que deben adoptar losenfermos según patologías (enfermedades respira-torias) y otras medidas variadas que se debe adop-tar para quitar la aversión a los remedios. Elmanual incluye también los cuidados relativos alos individuos, particularmente a las mujeres pari-das y recién nacidos.

La imagen relativa a los profesores, se definerecurriéndose al método comparativo negativo conrespecto a otras profesiones sanitarias (los enfer-meros no son médicos ni cirujanos de los enfer-mos). Ofreciendo un cierto carácter limitante (suoficio se limita a ayudar a éstos en sus necesidadesy a dar cuenta a los referidos de todo lo que hanobservado y a administrar con puntualidad y alte-ración la medicina que ellos ordenan... necesitan,pues... mucha docilidad para seguir su dictamen)(Carrere, 400). En la botica también encontrare-mos enfermeros, preparando las sustancias que allíse elaboran, bajo la supervisión de los boticarios(puede verse el enfermero encontrarse en paragesapartados de boticas y ,así, verse obligado ahacerlos con las drogas de que haya tenido el cui-dado de proveerse (Carrere ,465). Las comadronasjunto con los médicos se encargarían del parto,postparto, tanto en lo referente a las mujeres como

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a los recién nacidos (donde existirán tambiénenfermeras). Ejemplos donde aparece la imagen ofigura de los comadrones o comadres en los reciénnacidos: los comadrones o las comadres entreganregularmente a las enfermeras los infantillos queacaban de nacer (Carrere, 419).

En cuanto a la reproducción de los modelosenfermeros se objetiva el rasgo definido y reprodu-cido por el de Virginia Henderson cuando elmanual expresa: en fin, a las necesidades particu-lares de los enfermos. Al referirse a la atención enlos hospitales y lugares que contienen muchosenfermos juntos, se señala el extremo en la prácti-ca de los cuidados del entorno, así como en enfer-medades pútridas, malignas y contagiosas (recor-dando al modelo de Florence Nightingale).

De la segunda fase de la investigación y comoresultados heurísticos la imagen de la enfermería(gráfica 1) ofrece una temática con tintes antropo-lógicos, formativos, sociales, culturales. Ha susci-tado interés esta imagen enfermera a través de suvisión en las distintas etapas de la vida desde laniñez, adolescencia y vejez, o interpretada porotras profesiones. En la salud la imagen es estudia-da a través del deterioro corporal sufrido comoconsecuencia de diversos trastornos alimenticios(anorexia y bulimia), de índole médica ante pato-logías oncológicas, enfermedad de Crohn, neuro-degenerativas como la enfermedad deAlzheimer,etc. A nivel general también se objetivauna profesión dominada hegemónicamente pormujeres, aunque no desprovista de rango acadé-mico universitario; se alcanza cada vez mayor inte-rés sociocultural devenido por el incremento de larepresentación de la imagen enfermera que surgeen los diversos medios de comunicación: series detelevisión, filmes y películas de cine sociohistóri-cas, fotografías, carteles, filatelia,etc. así como enlos medios narrativos y literarios.

7.- DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES FINA-LES

Se ha conseguido demostrar la hipótesis inicialal validar la imagen de la enfermería en la situa-ción sociohistórica de los cuidados a través de unafuente escrita en el siglo XVIII. Predomina el para-digma sociocrítico en este siglo, frente al racio-naltecnológico e interpretativo. Los manuales con-tribuirán al nacimiento de la enfermería moderna.

Se evidencia una falta de organización en loscuidados ofrecidos de manera sistematizada, aun-que sí la presencia de normas y procedimientos. Seproduce una tendencia a la medicalización hospita-laria, enfocándose la atención del proceso sanato-rio a la terapéutica y la quirúrgica en contraposi-ción a la prestación de cuidados. En el objetivofinal del proceso salud-enfermedad el médico tieneun gran peso, pero por la misma finalidad de loscentros y reglamentos propios o reformados, ladisminución de poder decisorio del enfermero/cui-dador dentro de las instituciones. Los cuidados sonfundamentalmente asistenciales, cubriendo lasnecesidades de primer nivel o básicas y siguiendouna jerarquización. Se sufrirá un grado de estanca-miento (continuidad de la dinámica de siglos ante-riores) y de transición hacia otro modelo básica-mente desde la segunda mitad del XIX: esencial-mente seglar, asalariado, con formación reglada, ycon titulación para poder ejercer la profesión ade-más de la diversa estimación social que existirá enfunción del grado de especialización.

Por último, insistir en el hecho de que la reali-zación de investigaciones transversales histórico-antropológicas como la practicada, permitirán des-cubrir la historia de circunstancias y cuidadospasados, lo que juega un papel a tener en conside-ración en el mundo enfermero ya que el individuono es sólo producto de su entorno sociocultural,sino de su realidad histórica porque precisamenteel pasado es como una lámpara colocada a laentrada del porvenir (Félicité Robert deLamennais,escritor francés, 1782-1854).

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(‘DE L’ÉDUCATION DES FILLES’) BYFENELON: WOMEN’S SOCIAL COLLECTI-VE IN THE EARLY TWENTIETH CENTURY

ABSTRACT

This article proposes an analysis of Fenelon’sDe l’éducation des filles in its 1919Spanish edition. The study has focused on

three categories: the ideological one, which definesthe social concept of woman at the time and in thetext; the aesthetic one, which shapes the socialimage of a beauty ideal; and the praxical one,which establishes the action component of thecollective and its social action. These three ele-ments, separated and united around pedagogy,become intermingled into a whole that provides animage of woman at a specific period and within aspecific society.

The results are useful and can help to unders-tand some of the aspects that surrounded the chan-ges in women’s social status during the periodcomprised between the late 19th century and theearly 20th century.

LA EDUCACIÓN DE LAS NIÑAS DEFENELÓN, translated by Mª. L.ª Navarro de

Luzurriaga and published in 1919 by Calpe in theColección Universal. 136 pages.

Key wordsEducation, Pedagogy, Gender, Adolescence,Childhood, History, Christianity.

RESUMEN

Este artículo propone un análisis de La edu-cación de las niñas de Fenelón en su ediciónespañola de 1919. El estudio se ha centrado

en tres categorías: la ideológica, que determina elconcepto social de la mujer en la época y en eltexto; la estética, que configura la imagen social deun ideal de belleza; y la práxica, que establece elcomponente de acción del cuerpo y su acciónsocial. Estos tres elementos, separados y unidosalrededor de la pedagogía, se entremezclan en untodo que da una imagen de la mujer en un tiempoy en una sociedad.

Los resultados son útiles para entender algunosde los aspectos que han rodeado los cambios en elestatus de la mujer durante el periodo comprendi-do entre finales del siglo XIX y principios del XX.

LA EDUCACIÓN DE LAS NIÑAS DEFENELÓN, traducido por Mª. L.ª Navarro deLuzurriaga y publicado en 1919 por Calpe en laColección Universal. 136 páginas.

Palabras claveEducación, Pedagogía, Género, Adolescencia,

Infancia, Historia, Cristianismo.

INTRODUCCIÓNEl papel social de la mujer ha sufrido impor-

tantes cambios a lo largo del siglo XX. Estos cam-bios se pueden estudiar a partir del análisis com-parado de textos históricos. En este artículo se haseleccionado un texto de Fenelón traducido ypublicado en España en 1919.

LA EDUCACIÓN DE LAS NIÑAS DE FENELÓN: EL CUERPOSOCIAL DE LA MUJER A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX

Alberto Gálvez Toro Coordinador de Investigación. Fundación Index.

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De entre todo el texto se han seleccionado algu-nas partes especialmente relevantes que ilustrancon claridad el estatuto social de la mujer. Losresultados y la discusión de este trabajo son útilespara entender algunos de los aspectos que hanrodeado los cambios de rol de la mujer, concreta-mente, los producidos durante el periodo compren-dido entre finales del siglo XIX y principios delXX y que el profesor Siles (1996) ha abordado ensu Historia de la Enfermería Española. De hecho,se puede establecer una conexión entre la reediciónanacrónica del libro de Fenelón a principios del s.XX y la corriente pedagógica de finales del XIXque proponía “una nueva senda para la educaciónhigiénico moral de la mujer”, la dignificación delos roles de la mujer trabajadora, o las reformas deRomanones y los movimientos en pro de la educa-ción femenina que se prolongarían hasta laSegunda República.

El método utilizado para el análisis del texto,así como la estructura del mismo, han tomadocomo referencia el modelo propuesto por Siles(1999). Para la explicación del texto, los datos seagruparon según el procedimiento ecléctico (Siles,1999), que suma el método literal de análisis -queconsiste en seguir el orden del texto de forma des-criptiva y literaria-, y el lógico -mediante el que sereagrupan los pasajes y explicaciones por temas demayor o menor interés-.

El objetivo de la selección y del análisis esmostrar algunas de las cualidades de la construc-ción del cuerpo social de la mujer a finales delsiglo XIX y principios del XX, y establecer com-paraciones con las ideologías de la postmoderni-dad. Desde un punto de vista operativo, la selec-ción analítica se ha centrado en tres categorías: laideológica, que determina el concepto social de lamujer en la época y en el texto; la estética, que con-figura la imagen social de un ideal de belleza; y lapráxica, que establece el componente de acción delcuerpo y su acción social. Estos tres elementos,separados y unidos alrededor de la pedagogía, seentremezclan en un todo que da una imagen de lamujer en un tiempo y en una sociedad.

CLASIFICACIÓN DEL TEXTONaturaleza temática y origen

Según nota del editor de la edición española de1919, este manual fue escrito por Fenelón hacia

1.680 a instancia del duque y la duquesa deBeauvilliers, quienes le habían confiado la educa-ción de sus hijas. (véase cuadro 1(.

Cuadro 1. Reseña bibliográfica.Título: La Educación de las Niñas de Fenelón.Traducción: Mª. L.ª Navarro de Luzurriaga Año depublicación: 1919Editorial: Calpe en la Colección Universal. Lugar: Madrid.Dimensiones: 15,5 x 10,5Páginas: 136 pág.

El texto original utilizado para este artículo fuepublicado en Madrid en 1919 por Calpe en la serieColección Universal, dentro de un conjunto deTratados de Pedagogía.

El editor lo presenta como un texto clásico ehistórico de la pedagogía, sin embargo, apunta quemuchas de sus observaciones sobre la educaciónfemenina están finamente recogidas y pueden apli-carse todavía hoy, ya que pueden ayudar a lasmuchachas -de principios del siglo XX- a volver ala fe católica.

Los libros de lectura aprobados para la educa-ción de las niñas en las escuelas públicas son muyfrecuentes a partir del siglo XIX como consecuen-cia de la escolarización obligatoria de las niñas (P.Ballarín, 1995). Las normas que nos presenta eltexto están orientadas hacia la mantenimiento deun orden social y moral de corte burgués en el quela mujer ocupa una posición de subordinación.

La traducción del texto de Fenelón se presenta-ba a los pedagogos españoles como un texto histó-rico pero de enorme actualidad y utilidad. Sinembargo, aunque las ideas que recoge el tratadoson innovadoras y revolucionarias para el sigloXVII, llenas de un espíritu liberal y de un almasensible hacia la mujer francesa de esta época,resulta chocante que a principios del siglo XX seaconsiderado en España como un texto útil para laeducación de la mujer.

Si en el siglo XVII Fenelón fue exiliado en supropia tierra por su obra, en la España del sigloXX, más de dos siglos después de que fuera publi-cada, parecía gozar del beneplácito de las autorida-des pedagógicas. ¿Qué ocurría en esta España paraque la obra tuviera todavía vigencia? Posiblemen-te, la cerrazón internacional tanto política como

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ideológica, los desastres acumulados a lo largo delsiglo XIX y principios del siglo XX, y la depaupe-rada sociedad española, favorecieron un conserva-durismo trasnochado y una vuelta a pasados másgloriosos. Desde luego, la educación católica es,sin duda, frente a las innovaciones pedagógicasintroducidas en el siglo XIX en Europa, una mar-cha hacia atrás, un obstáculo para el desarrollosocial.

No es menos sorprendente que la traduccióndel título de esta obra pedagógica realizada en1919, sea diferente al que citan las enciclopediasactuales. Frente a “La educación de las jóvenes”(1687) el texto que vamos a trabajar se ha traduci-do como “La educación de las niñas” (traducciónde 1919). Esta sustitución no es casual, sino queresponde al descubrimiento de la infancia por lasciencias sociales y la pedagogía ocurrida en laIlustración, donde hay que destacar una obra cul-men, El Emilio de Rousseau (1762) que definíauna nueva teoría de la educación en la que sesubrayaba la importancia de la expresión antes quela represión. No se debe olvidar que la obra de laIlustración en general, y el trabajo de Rousseau enparticular, reflejan una crítica a la política restricti-va de la Iglesia y al absolutismo de los regímenespolíticos como, en su momento, también expresaraen mismo Fenelón casi con un siglo de anticipa-ción.

En la Europa del siglo XIX, consecuencia delos cambios demográficos de la primera etapa de latransición, la niñez como periodo inicial de la vidase prolonga, se institucionaliza y se somete a con-trol (M. Segalen, 1997). La sociedad burguesa deeste siglo se interesa por el niño y comparte elobjetivo común de cuidarlo –educación a edadesmás tempranas– en internados, medicalización,nacimiento de la pediatría, psicología del niño, etc.

Por estos motivos, parece sensato que el editordel tratado sobre la educación de las niñas publica-do en 1919, la tradujera de esta forma, ya que seadaptaba mejor a la idea de una educación tempra-na, desde la niñez. Este hecho hace sospechosotodo el texto: si se ha modificado el título original,¿acaso no pueden haber cambiado y adaptado alcontexto del momento –principios del siglo XIX–el discurso original del autor? Esta tesis es plausi-ble y la lectura del tratado sobre la educación de las

niñas provoca esa sensación en el lector: el discur-so del texto es el reflejo del discurso social sobre laeducación de las niñas y de su papel en la sociedadespañola del momento.

El autor, la obra y el tiempoFénelon nació el 6 de agosto de 1651, en el

seno de una familia noble de la Dordogna, y estu-dió en la Universidad de Cahors así como en elseminario San Sulpicio. Muere el 7 de enero de1715, en Cambrai.

El Fenelón de La educación de las niñas yahabía recibido las primeras influencias del quietis-mo, doctrina que ensalzaba las virtudes de una vidacontemplativa. En esta obra se puede apreciar a unpensador crítico, como así demostró también en suvida y obra: con el poder establecido, la curia deRoma y el absolutismo de Luis XIV. La pedagogíade Fenelón es atrevida para su momento ya quepropone un régimen moral educativo para dar a luza una mujer de provecho desde la niñez mediantela adecuada instrucción tutelada. Las niñas, propo-nía Fenelón, deben instruirse para ser buenas muje-res, porque, la mujer no nace, sino que se hacemediante la buena educación.

ANÁLISIS DEL TEXTOEstructura y contenido

El tratado sobre La educación de las niñas estácompuesto por trece capítulos (véase cuadro 2) queabarcan toda una filosofía y una práctica de lo quedebe considerarse una educación moral y católicade la futura mujer, la niña que se está haciendo.

El análisis que se propone aquí se va a centrarfundamentalmente en tres capítulos aunque reflejala ideología del conjunto. Concretamente, el capí-tulo I, el V y el X.

Cuadro 2. Sumario y contenido del texto.I. Importancia de la educación de las niñas.II. Inconvenientes de las educaciones ordinarias.III. Cuáles son los primeros fundamentos de laeducación.IV. Imitaciones temibles.V. Instrucciones indirectas; no hay que apresurar alos niños.VI. Sobre el empleo de las historias para los niños.VII. Cómo se debe introducir en el espíritu de los

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niños los primeros fundamentos de la religión.VIII. Instrucciones sobre el decálogo, sobre lossacramentos y sobre la oración.IX. Observaciones sobre diversos defectos de lasniñas.X. La vanidad de la belleza y de los adornos.XI. Instrucción de las mujeres acerca de sus debe-res.XII. Continuación de los deberes de las mujeres.XIII. De las ayas. Consejos a una dama de calidadsobre la educación de su hija.

La importancia de la educación de las niñas:marco filosófico y creencias

El capítulo primero del Tratado de laEducación de las Niñas comienza destacando laimportancia de la educación de las niñas. Para ello,previamente, nos dice de manera muy descriptivaqué se puede esperar de las niñas y cuáles son suscaracterísticas. Fijémonos que, en tanto Fenelóndefina a las niñas, está sentando las bases concep-tuales de todo lo que dirá más adelante en el trata-do: sobre lo que son las niñas y cómo hacer quesean buenas niñas (véase selección de texto delanexo 1).

Dice L. Salinas (1994) que hay dos realidadesbásicas que caracterizan cualquier experienciaindividual de la vida social, una es simbólica –ellenguaje-, la otra física –el cuerpo-. Dice a conti-nuación que el cuerpo y el lenguaje son procesosrelacionales duales de la identidad del individuo:1) ambos son construidos en el contexto de los pro-cesos de reflexión de la cultura referencial –v.g.:erotización, biologización, moralización, etc.–; y2) son significados físicos y simbólicos de la obje-tivación de la cultura referencial.

La realidad biológica de los sexos, hombre ymujer, se modifica y se recrea cuando entra en con-tacto con el entorno social y la cultura. De estemodo, el cuerpo puede considerarse como la carac-terística más próxima e inmediata del yo social, unrasgo necesario de la situación social y de la iden-tidad personal (Buñuel Heras, 1994).

Efectivamente, si releemos el texto de Fenelón(véase selección de texto del anexo 1), podremosobservar el modo como se construye, a partir detesis esencialistas, una identidad personal y un sta-tus determinado que afecta a la mujer en la asigna-

ción de roles. Veamos algunas de estas ideas:1º. LA FUERZA: La mujer es débil por natura-

leza si se compara con la fuerza del hombre. Portanto, la mujer no puede ni debe realizar activida-des físicas ni mecánicas. En su defecto, puedehacer algunas actividades moderadas,

2º. EL ESPÍRITU DE LA MUJER ES DÉBILY CURIOSO. La debilidad que atribuye a su espí-ritu es de tipo moral, de ahí que si se satisface elexceso de curiosidad de la mujer, el resultadopuede ser terrible, una mujer pedante y culta, porello, pasando a otra idea,

3º. HAY QUE EVITAR CONOCIMIENTOSEXTENSOS SOBRE POLÍTICA, ARTE MILI-TAR, JURISPRUDENCIA, FILOSOFÍA YTEOLOGÍA, que harían de la mujer algo incontro-lado y peligroso.

4º. LA NATURALEZA LAS HA DOTADODE HABILIDAD, LIMPIEZA Y ECONOMÍA,PARA EMPLEARLAS TRANQUILAMENTE ENSUS CASAS. Por exclusión, de las actividades paralas que no están dotadas ni es conveniente dotarlas.Lo necesario es, según la tesis de Fenelón, poten-ciar la educación de su naturaleza: aquello que tieneque ver con la casa y lo doméstico.

Pero este argumento choca con un hecho socio-lógico que ya se veía en la España de laRestauración: se estaba produciendo la incorpora-ción de la mujer al trabajo, de una manera bastan-te tímida, cierto es, pero era un hecho el trabajo dela mujer de clase trabajadora y la incorporación ala capacitación profesional en las mujeres de clasemedia (Aguado, 1995). La conveniencia de la ins-trucción para la mujer en las facultades se presen-taba no como oposición al hombre, más bien comoun complemento para realizar mejor el trabajonatural de la mujer: la casa (Aguado, 1995).

5º. TODO EL MAL DEL MUNDO SE DEBEA LAS MUJERES MAL EDUCADAS. Comocolofón final de su argumentación, esa que haceFenelón para justificar la necesidad de una educa-ción femenina según unos cánones naturalizados,termina afirmando que buena parte de los proble-mas políticos y domésticos son consecuencia delas mujeres, en unos casos por su negligenciadirecta, en otros, por la mala educación que dierona sus hijos o hijas. De ahí la necesidad de educar-las bien para que cumplan su función biológica

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como corresponde, es decir, educar a su vez a sushijos e hijas conforme a la moral de la diferenciabasada en la diferente naturaleza de la mujer fren-te al hombre.

Si en el siglo XVII se discutía sobre la perti-nencia o no de la educación a jovencitas, la educa-ción de la mujer, institucionalizada y vista comonecesaria a finales del siglo XIX, estaba mediati-zada por toda una elaboración ideológica realizadadesde la filosofía, desde la ciencia, desde la medi-cina, desde la religión, para lograr una educaciónorientada hacia el trabajo doméstico (A. Aguado,1995).

La belleza en la mujerEl tema de la belleza en la mujer es tratado de

manera explícita en el capítulo del tratado deFenelón bajo el título “La vanidad de la belleza yde los adornos”.

El ideal de belleza que plasma Fenelón en sutratado es más bien de tipo moral (véase selecciónde texto del anexo 2). Antes que explicar la mane-ra adecuada y digna de vestir, o, describir la belle-za física, centra su discurso en la belleza asociadaa la virtud. Veamos algunas categorías de análisisdignas de extraer del texto:

1º. LA ASPIRACIÓN DE LA MUJER A LABELLEZA ES UNA CONSECUENCIA DE SUSLIMITACIONES SOCIALES PARA EL ACCE-SO A LA VIDA PÚBLICA. Para Fenelón la bús-queda de la belleza en la mujer es una cuestión bio-lógica, que no cultural, relacionada con la necesi-dad de ser atractiva, que, aunque no lo dice direc-tamente, se refiere a los hombres -para poder con-traer matrimonio-. La belleza y su explotación tie-nen sentido solamente si es con el fin de conseguirun buen matrimonio, como se expresa a continua-ción:

2º. LA BELLEZA ES SIEMPRE PERJUDI-CIAL, A MENOS QUE NO SIRVA PARACASAR VENTAJOSAMENTE A UNA MUCHA-CHA; PERO ¿PODRÁ LOGRAR ESTE FIN SINO ESTÁ SOSTENIDA POR EL MÉRITO YPOR LA VIRTUD? La virtud y la belleza, segúnBallarin (1995), van de la mano en el modelo edu-cativo de la vida cotidiana de la familia burguesaurbana –modelo de orden a divulgar–. Y la bellezaes peligrosa, va contra el orden, si no se acompaña

de virtud, cualidad básica de la niña modelo definalidades del siglo XIX y principios del XX.

3º. LA NOBLE SENCILLEZ QUE REFLE-JAN LAS ESTATUAS Y OTRAS FIGURAS QUENOS QUEDAN DE LAS MUJERES GRIEGAS YROMANAS; EN ELLAS CONTEMPLARÍANLAS CABELLERAS ANUDADAS HACIAATRÁS CON ABANDONO, Y EL PLEGADODE SUS PAÑOS, AMPLIO Y FLOTANTE, TANAGRADABLES Y LLENOS DE MAJESTAD. Elideal de belleza griego y romano contrasta con lasideas moralizantes sobre la belleza del texto. Elautor las utiliza como un instrumento para mostrarla sencillez, quizá por influencia del Renacimiento,pero no encajan de ninguna de las maneras con larealidad social de la época, salvo, eso sí, si tene-mos en cuenta que el ideal de belleza creado por elautor –católico- une las ideas de clásico-virtud-belleza-sabiduría-perfección con Grecia y Roma.

4º. NO HAY, POR CONSIGUIENTE, NADATAN ORDINARIO COMO EL CAPRICHO DELAS MODAS. La moda es ir en contra de la sen-cillez, es el cambio por el cambio sin un sentidoclaro. La niña que Fenelón educa se inscribe en latradición, sin cambios, una mujer que reproduce elorden social y familiar, una mujer que educa a sushijas según un patrón de virtud y moral cristiana.La moda es un factor que destruye a la familia y lacorrompe, ya que desplaza a la mujer de su lugar.

El juegoEn este caso Fenelón no le dedica un capítulo al

juego, sino que habla de él como una necesidadpara el descanso, pero también, como un instru-mento para aprender (véase selección de texto delanexo 3).

De esta porción del discurso de Fenelón sólointeresa resaltar una idea que sobresale continua-mente en el texto: el sexo masculino -niño- mono-poliza el texto, que se cita, por tanto, por oposiciónal sexo femenino –niña–. Es curioso pero el trata-do es recurrente en este sentido. En ocasiones,cuando debería hablar de las niñas, comienza ahablar de los niños.

N no sabemos cuál es el juego recomendado alas niñas, pero es de suponer que, siguiendo la uni-dad argumental de Fenelón, sus juegos sean depoco movimiento y relacionados con las tareas del

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hogar y la familia, no tanto distracciones en queintervenga la inteligencia, ni aquellas en que elcuerpo esté en movimiento. Esto sería propio delos niños.

COMENTARIO DEL TEXTOLa teoría feminista ha retomado la construcción

social del cuerpo como un problema central de lateoría social contemporánea, sobre todo cuandoplantea y critica el determinismo biológico delcuerpo sexuado y se replantea el problema de ladiscriminación en términos de géneros (Buñuel,1994). Pero el discurso se complica aún más si seañaden otras categorías discriminatorias y dereproducción de la desigualdad como la de raza ola etnia, cuyo patrón cultural y social es similar alasignado al género (Stolcke, 1992). Con ello, hoyse sabe que la mujer es la más pobre entre lospobres, que la mujer reproduce la pobreza y elpatrón de marginalidad social.

El nuevo cuerpo, el cuerpo de siempreLa ideología relativa a la realidad simbólica y

física del cuerpo se ha modificado sustancialmentedesde la idea naturalizada que muestra Fenelónhasta nuestros días. Bien es cierto que, muy a pesarde las evidencias culturales que subyacen bajo estamodernidad postindustrial y que los estudios degénero han puesto de manifiesto, las diferenciasbiologicistas de diferenciación social siguen vigen-tes para el sexo y para otras categorías culturales.

Huir del pasado histórico es una tarea difícil.El cambio de los modos de acción y de los cánonesestéticos es posible que reflejen, a primera vista,ese escenario sociocultural de puesta en escena(Goffman, 1997) que, sin embargo, deja trasluciralgo más profundo y menos consciente del pensa-miento de las personas. Es posible que para elhombre contemporáneo ese nuevo cuerpo no seamás que un espejismo de las mutaciones de su pro-pia cultura.

En este discurso de fondo y forma, es en extre-mo interesante recoger la frase de B. Vázquez(1987) citada por Buñuel (1994) cuando, al referir-se a la desigualdad perceptiva del cuerpo por razo-nes de género, apunta: mientras que para los varo-nes el cuerpo es potencial de acción, cuerpo para símismo, hacia el exterior, la mujer vive su cuerpo

en función de los demás, para el varón –funcióntradicional de seducción-, para los hijos –funciónbiológica de la maternidad–, en cualquier caso, elcuerpo de la mujer es un bien social.

Mirado así, desde esta óptica, posiblementeFenelón no parezca tan distante, ya que aunque élescribe el discurso biologicista, nuestra moderni-dad inscribe su discurso en lo simbólico aunquerechaza de manera explícita cualquier discursoabierto sobre esta tendencia naturalizadora delcuerpo de la mujer. La modernidad, en cualquiertiempo, provoca siempre el mismo efecto en loshombres y en las mujeres de ese momento, la cre-encia de que su tiempo es muy diferente a cuales-quiera otro que le precedió.

El ideal de bellezaEl ideal de belleza de Fenelón era el de la mujer

virtuosa, sencilla y de su casa, la buena madre, lamujer nacida para cumplir su función de cuidado-ra. En otras palabras, la belleza parecía ser más unproblema que una cualidad. Desde luego que partede estas ideas de 1687 eran compartidas por laclase burguesa española de 1919.

Desde mediados del siglo XX hasta nuestrosdías hemos transitado por un sin fin de ideales demujer “a la americana”. Desde Marilyn Monroe,actualmente considerada “un poquito entrada encarnes”, hasta la mujer anoréxica de los últimosdías. La mujer delgada se aproxima a este ideal debelleza de comienzos del siglo XXI. Nasser (cita-do por Bañuelos, 1994), dice que estar delgadasimboliza a la mujer nueva que es capaz de combi-nar cualidades de autocontrol y de libertad sexualcon los valores tradicionales de atractivo. El pro-blema de este argumento de Nasser es saber a quéllamamos valores tradicionales, porque el propioFenelón se quejaba de que las modas actuales(1687) estaban alejando a la familia y la tradición.

Es más propio considerar este nueva estéticacomo una continuidad en el patrón cultural de desi-gualdad entre géneros y clase, y menos como unlogro de la mujer hacia el camino de la individua-ción o la libertad.

El juego y el ejercicio como categorías práxicasEl patrón estético de finales del siglo XX impo-

ne un ejercicio de consumo y el juego, su consumo,

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más que lúdico, define un estatus –v.g.: jugar altenis o al hokey–. El juego, también en los niños,reproduce con claridad el rol de género.

Nosotros ahora vemos que las niñas y los niñosjuegan a actividades deportivas diferentes, el niñoal futbol, la niña al baloncesto. Los juegos agresi-vos son para los niños, los juegos controlados, paralas niñas. ¿Acaso no hay una estratificación tam-bién es nivel aunque no lo digamos?

En la portada de un libro sobre teoría y prácti-ca de la gimnasia respiratoria –de principios delsiglo XX–, aparece una mujer con falda hasta lospies y blusa ancha que exagera la cintura de avis-pa, para informarnos de que el contenido del textoestá destinado a las niñas y las mujeres que quieranhacer ejercicios. De hecho, dice el autor, el libroestá aplicado a la vida escolar y a la vida domésti-ca de la familia y del colegio. Este tipo de ejerci-cios, útiles para embellecer la figura de la mujer ysu cintura, no distan demasiado de estas otras for-mas de ejercicio más actuales dirigidos a las muje-res que, hoy día, quieren fortalecer los glúteos y lospectorales para mejorar su aspecto –social– y susalud. Esta estética diferenciadora entre sexos tienesu continuación en los textos de educación físicafemenina en la segunda mitad del siglo XX –v.g.:Sección Femenina de FET y de las JONS.Educación física femenina. Madrid, 1955–, y en suesencia no difieren sustancialmente de nuestramodernidad, salvo en su tempo y significado.

En conclusión, las diferencias entre hombre ymujer nos resultan evidentes en la pedagogía deFenelón, y es posible que escandalosas para nues-tro tiempo. Lo que no está del todo claro es quehaya tantas diferencias como pretendemos –entreel Fenelón del siglo XX y nosotros–, y que, lasdiferencias entre sexos y géneros, puedan calificar-se de buenas o malas, reprobables o deseables, dis-criminadoras o integradoras, dignas de considerarcomo hechos de desigualdad o simplemente dife-renciales. En nuestro presente el discurso de lapostmodernidad que algunos utilizan se ha vueltoloco y ha perdido el horizonte del concepto delímite, subsumido bajo la estética de la igualdadindiferenciada.

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ANEXO 1. Capítulo primero. Importancia de laeducación de las niñas.

Nada hay tan descuidado como la educación delas niñas. [...] se cree que debe instruirse poco a esesexo. [...] Se dice que no es necesario que sean cul-tas; que la curiosidad las vuelve vanidosas y redi-chas; basta que sepan algún día gobernar sus hoga-res y obedecer a sus maridos, sin razonar. Y nodeja de mencionarse la experiencia que se tiene demuchas mujeres a quienes la ciencia volvió pedan-tes; en vista de lo cual se cree tener derecho a aban-donar ciegamente a las niñas bajo la dirección demadres ignorantes e indiscretas.

Es terrible ciertamente hacer sabias pedantes.La mujeres tienen por lo general el espíritu másdébil y más curioso todavía que los hombres; noes, por tanto, conveniente alentarlas en estudios alos cuales podrían aficionarse. Ellas no debengobernar el Estado, ni hacer la guerra, ni entrar enel ministerio de las cosas sagradas; pueden, porconsiguiente, excusarse de ciertos conocimientosextensos que se relacionan con la política, el artemilitar, la jurisprudencia, la filosofía y la teología.LA MAYOR PARTE DE LAS ARTESMECÁNICAS NO LES SON TAMPOCO CON-VENIENTES; ESTÁN CONSTITUIDAS PARAEJERCICIOS MODERADOS. SU CUERPO,como su espíritu, ES MENOS FUERTE YROBUSTO QUE EL DE LOS HOMBRES; lanaturaleza, en cambio, las ha dotado de habilidad,limpieza y economía, para emplearlas tranquila-mente en sus casas.

¿Qué consecuencia puede sacarse de la DEBI-LIDAD NATURAL DE LAS MUJERES? Cuantomás débiles sean, más importancia tendrá el forta-lecerlas. ¿No tienen que cumplir deberes que sonfundamentos de toda la vida humana? ¿No son lasmujeres las que arruinan y las que sostienen lascasas, las que ordenan todos los detalles de losasuntos domésticos, y las que deciden, por consi-guiente, todo lo que se relaciona más de cerca contodo el género humano?

[...] Por último hay que considerar, aparte delbien que hacen las mujeres cuando están bien edu-cadas, el daño que causan al mundo cuando lesfalta una educación que les inspire la virtud. Se hacomprobado que la mala educación de las mujerescausa más perjuicios que la de los hombres, pues-to que los desórdenes de los hombres proceden casi

siempre de la mala educación que han recibido desus madres y de las pasiones que otras mujeres leshan inspirado en edad más avanzada.

¡Cuántas intrigas se nos presentan en las histo-rias, cuántas perturbaciones en las leyes y en lascostumbres, cuantas guerras sangrientas, cuántosmodernismos contra la religión, cuántas revolucio-nes de Estado, causados por el desorden de lasmujeres! Todo esto demuestra la importancia deeducar bien a las niñas; busquemos los medios parahacerlo.

ANEXO 2. Capítulo décimo. “La vanidad de labelleza y los adornos”.

Nada debéis temer tanto en las niñas como lavanidad. Estas nacen con un vehemente deseo deagradar; al estarles vedados los caminos que con-ducen a los hombres a la gloria o a la autoridad,ellas procuran hallar la compensación con las galasdel cuerpo y del espíritu; de ahí procede su con-versación dulce e insinuante; de ahí también suaspiración a la belleza y a todas las gracias exte-riores [...].

Desde que no existen leyes para el vestir y paralos muebles, tampoco existen para las categoríassociales [...] Este fausto arruina a las familias, y laruina de las familias arrastra la corrupción de lascostumbres.

[...] La belleza engaña aún más a la persona quela posee que a aquellas que la admiran; produceturbación y embriaguez en el alma; se es másneciamente idólatra de sí mismo que lo son losamantes más apasionados de la persona quienaman. [...] La belleza es siempre perjudicial, amenos que no sirva para casar ventajosamente auna muchacha; pero ¿podrá lograr este fin si noestá sostenida por el mérito y por la virtud? [...]Las personas que obtienen toda su gloria sólo porla belleza caen pronto en el ridículo; llegan, sindarse cuenta, a una cierta edad en que su belleza seaja; pero permanecen admiradas de sí mismas,aunque el mundo, lejos de estarlo, no sienta gustopor ellas. En fin, está tan fuera de razón querersometerlo todo a la belleza como querer poner todoel mérito en la fuerza del cuerpo, según hacen LOSPUEBLOS BÁRBAROS Y SALVAJES.

[...] Yo hasta desearía que las muchachas vieranla noble sencillez que reflejan las estatuas y otrasfiguras que nos quedan de la mujeres griegas y

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romanas; en ellas contemplarían las cabellerasanudadas hacia atrás con abandono, y el plegadode sus paños, amplio y flotante, tan agradables yllenos de majestad. Y también estaría bien queoyeran hablar a los pintores y a otras personas quetienen el gusto exquisito de la antigüedad.

[...] Pero la moda se destruye a sí misma: aspi-ra constantemente a la perfección y jamás laencuentra; al menos, no quiere detenerse nunca.Sería razonable si aquella cambiase para no cam-biar más, así que hubiera encontrado la perfecciónen la belleza de la gracia; pero cambiar por cam-biar sin cesar, ¿no es buscar, más que la verdaderacorrección y buen gusto, la inconstancia y el desor-den? No hay, por consiguiente, nada tan ordinariocomo el capricho de las modas. Las mujeres estánen condiciones de decidir sobre esto; sólo ellas tie-nen autoridad; por consiguiente, los espíritus másligeros y los menos instruidos son los que arrastrana los otros. Ellas no eligen y no desean nada confundamento; basta que una cosa bien inventadahaya estado algún tiempo de moda, para que nodeba estarlo ya más, y que otra, aun siendo ridícu-la, ocupe su lugar y sea admirada a título de nove-dad.

ANEXO 3. Capítulo quinto. “Instruccionesindirectas; no hay que apresurar a los niños”.

Un gran defecto de la educación ordinaria eséste: que se coloca todo el placer de un lado, y todoel enojo de otro: todo el enojo, en el estudio; todoel placer, en las diversiones. ¿Qué otra cosa puedehacer un niño sino soportar con impaciencia estaimposición y correr ardientemente tras el juego?

Tratemos de cambiar este orden: hagamos elestudio agradable; ocultémosle bajo la aparienciade la libertad y del placer; soportemos que losniños interrumpan a veces el estudio con pequeñasllamadas de alegría; tienen necesidad de estas dis-tracciones para descansar su espíritu.

Dejemos que su vista vague a ratos; hasta per-mitámosles, de vez en cuando, alguna digresión,algún juego que expansione su espíritu; despuésconduzcámosles suavemente al objeto. Una rigidezdemasiado exacta que les exija estudios sin inte-rrupción les fatiga mucho; sucede con frecuenciaque los que educan a los niños afectan esta rigidezporque le es más cómoda que mantener una suje-ción continua aprovechando todos los momentos.

Despojemos al mismo tiempo a las diversiones delos niños de todo aquello que pueda apasionarlesdemasiado; pero todo aquello que pueda recrear suespíritu, ofrecerles una variedad agradable, satisfa-cer su curiosidad por las cosas útiles, ejercitar sucuerpo en artes convenientes, todo esto debeemplearse en las diversiones de los niños. Las queellos prefieren son aquellas en que el cuerpo estáen movimiento, y se hallan satisfechos con tal decambiar constantemente de sitio: un volante, unabola, basta. Sus diversiones, por consiguiente, nodeben preocuparnos; ellos mismos las inventan;basta con dejarlos hacer, observarlos con una fiso-nomía placentera, y moderarlos cuando se sofocancon exceso. Es conveniente, sin embargo, hacerlessentir placer, tanto como sea posible, por aquellasdistracciones en que intervenga la inteligencia,como la conversación, las novelas, las historias ydiferentes juegos de ingenio que encierren algunainstrucción. Todo esto será útil a su tiempo; mas nose debe forzar el gusto de los niños en estas cosas,no debe hacerse más que ofrecerles salidas; díasllegará en que su cuerpo esté menos dispuesto amoverse, y su espíritu entonces actuará más prefe-rentemente.

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FLORENCE NIGHTINGALE. ESTABLIS-HING A PROFESSION CARE CONCEPTFROM AN ANTHROPOLOGICAL FEMI-NIST PERSPECTIVE

ABSTRACT

Much criticism has been carried out aboutthe consideration of ‘gender’ in the nur-sing profession and the establishing of a

professional care concept since middle 19th cen-tury done by Florence Nightingale.

The present work is no more than a reflectionabout that criticism from an anthropological pointof view taking as central topic the considerationscalled upon by certain feminism theories.

For the purpose of a theoretical reflection, anarrative anthropological technique and ‘the text’

as a working field and as data source will be con-sidered. As Florence Nightingale’s works are wide,in order to centre our own, her “Notes of Nursing.What is and what is not” and “Leadership anddirection by Florence Nightingale” (Beth Y.Ulrich) will be exploited.

KEY WORDS: Florence Nightingale, Nursing,Anthropology, Feminism.

RESUMEN

Numerosas críticas se han hecho sobre elpeso del género en la profesión enfermeray la institucionalización del mismo desde

la reforma enfermera y profesionalización de loscuidados a mediados del siglo XIX con FlorenceNightingale.

El siguiente trabajo, no pretende ser más queuna reflexión sobre esta crítica desde un punto devista antropológico tomando como eje de reflexiónlas aportaciones hechas desde el feminismo de ladiferencia.

Se utilizará la antropología narrativa, el textocomo campo de trabajo y fuente de datos, para lareflexión teórica. La obra de Florence Nightingalees extensa, por lo que, puestos a elegir, el análisisse centrará en su libro “Notas sobre enfermería.Qué es y qué no es” y en “Liderazgo y direcciónsegún Florence Nightingale” (por Beth Y.Ulrich).

PALABRAS CLAVE: Florence Nightingale.Enfermería. Antropología. Feminismo.

ANTROPOLOGÍAFLORENCE NIGHTINGALE.

PROFESIONALIZACIÓN DE LOS CUIDADOS DESDE UNAPERSPECTIVA DE LA ANTROPOLOGÍA FEMINISTA.

Teresa González GilDiplomada Universitaria en Enfermería.

Licenciada en Antropología Social y Cultural.Doctorando en Antropología.

Enfermera Asistencial. Hospital de Fuenlabrada. Madrid.

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INTRODUCCIÓN• CRÍTICAS DE PARTIDA:

“La reforma de la enfermería, o el comienzo dela enfermería profesional o profesionalización delos cuidados estuvo basada en una ecuación entreenfermería, feminidad y división sexual del traba-jo”.

“Las fundadoras de la enfermería moderna con-cibieron la profesión como una expresión de unmodelo bien definido de mujer, según unos valorestradicionales, asociaron la disposición y habilidadpara cuidar a una feminidad esencial”.

“La resolución de Florence y sus discípulasmarcó a la nueva profesión con los prejuicios desu propia clase… el modelo de Nightingale poníael énfasis más en la formación moral que en lahabilidad técnica”. “Las fundadoras de la enfer-mería profesional concibieron la enfermería comoexpresión de un modelo bien definido de mujer”(Ehrenreich).

“La enfermera Nightingale era la mujer idealtransplantada del hogar al hospital y libre de obli-gaciones reproductivas. Esta mujer ofrecía almédico la obediencia absoluta, virtud de una buenaesposa, y al paciente la altruista devoción de unamadre”.

“Atribuir a Nightingale la actual subordinación(se entiende que al colectivo médico) es simplifi-car las cosas, pero, la realidad es que el sistemaformativo de Florence Nightingale ofreció unafuerte influencia en la evolución de la enfermería”.

• FLORENCE NIGHTINGALE (1820 - 1910):Breve repaso biográfico:

Enfermera inglesa, pionera de la enfermeríaprofesional moderna. Nació en Florencia, Italia,aunque se crió en Derbyshire, Inglaterra.Procedente de familia victoriana, creció en unambiente con una educación muy estricta. Supadre, William Nightingale estaba involucrado enel movimiento contra la esclavitud y era un fielcreyente en que las mujeres, especialmente sushijas, deberían obtener una educación. Ella y suhermana aprendieron Italiano, Latín, Griego,Historia y Matemáticas de su padre y su tía, asícomo de otros tutores. La madre de Florence,Fanny Nightingale era una mujer dominante queestaba primordialmente preocupada con la búsque-

da de un buen marido para su hija. Por ello, semolestó ante la decisión de Florence de rechazar avarios proponentes de matrimonio.

Motivada por sus deseos de independencia ypor sus convicciones religiosas, se enfrentó a sufamilia y a los convencionalismos sociales de laépoca (la enfermería estaba asociada a mujeres tra-bajadoras de clase inferior) para buscar una cuali-ficación profesional que le permitiera ser útil a laHumanidad.

En 1850 inició estudios de enfermería en elInstituto San Vicente de Paúl en Alejandría, Egipto,posteriormente estudió en el Instituto para Diaconi-sas Protestantes de Kaiserswerth, Alemania.

En 1853 llegó a ser supervisora de enfermerasde un hospital de caridad de Londres, en el queintrodujo grandes innovaciones técnicas y de orga-nización; con su trabajo empezó a superarse elmodelo asistencial tradicional, basado en los bue-nos sentimientos y en el sectarismo religioso, y asustituirse por una asistencia sanitaria científica, lacual precisaba una rigurosa formación del personalde enfermería.

En 1854-56 se hizo famosa organizando un ser-vicio de enfermeras para cuidar a los soldados bri-tánicos de la Guerra de Crimea en el hospital decampaña de Usküdar o Escútari (Turquía).Consiguió mejoras sanitarias espectaculares,enfrentándose a los prejuicios de los médicos mili-tares y a la pobreza de medios con que el ejércitosolía tratar a los soldados.

Finalizada la contienda en 1860, regresó aLondres donde fundó la “Escuela y Hogar paraEnfermeras Nightingale” en el Hospital St.Thomas de Londres. La escuela marca el inicio dela formación profesional en el campo de la enfer-mería. Desde entonces, la enfermería fue conside-rada una profesión sanitaria con un elevado gradode formación y responsabilidad.

Fue innovadora en la recolección, tabulación,interpretación y presentación gráfica de las estadís-ticas descriptivas; mostró como la estadística pro-porciona un marco de organización para controlary aprender, y puede llevar a mejoramientos en lasprácticas quirúrgicas y médicas. También desarro-lló una “Fórmula Modelo de EstadísticaHospitalaria” para que los hospitales recolectarany generaran datos y estadísticas consistentes.

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Fue la primera mujer en recibir el “BritishOrder of Merit” (1907). Entre sus escritos destaca“Notas sobre enfermería: qué es y qué no es”(1860), el primer libro de texto para enfermeras,que fue traducido a multitud de idiomas.

• CONTEXTO SOCIOPOLÍTICO:Sociedad Victoriana: Gran Bretaña del siglo

XIX. Algunas pinceladas del contexto socioeconó-mico, político y cultural del momento.

Contexto socioeconómico:- Revolución industrial, la industria pasa a ser

el sector predominante en términos de ocu-pación y de renta generada.

- Gran crecimiento económico y poblacional.Movimientos migratorios campo- ciudad.

- Malas condiciones higiénico sanitarias.Incremento de las tasas de mortalidad infantil.Importante epidemias de cólera.

- Evolución de la delincuencia.- Nueva burguesía: medianos comerciantes,

propietarios de industrias, talleres artesana-les… y nuevo sector de profesionales.

Contexto político:- Monarquía parlamentaria (Victoria 1837-

1901).- Reforma parlamentaria (partidismo y acceso

al voto).- Importancia de la política exterior destinada a

mantener e incrementar la herencia colonial.Gran importancia del mercado exterior. Losobjetivos de la política externa eran evitar laaparición de un poder predominante enEuropa, mantener la posesión de la India ycon ella el control de las rutas comerciales.

- Guerra de Crimea. Origen: la preocupaciónpor el equilibrio europeo y la amenaza quepara el control de la India podía representar eldesmembramiento del Imperio Otomano enbeneficio de Rusia. Resulta favorable para losbritánicos pero a un alto coste económico yde vidas humanas.

Contexto religioso:- Hegemonía del anglicanismo, aunque se va

produciendo una secularización progresiva de

la sociedad. Alejamiento de la clase trabaja-dora de la religión.

Situación de la mujer:- Extensión de un ideal de feminidad que supo-

ne la exclusión de la mujer de la esfera públi-ca y laboral reservada al varón, y su dedica-ción exclusiva al cuidado de la familia.

- Profunda asociación de la mujer con la natu-raleza. Se sitúa a la mujer dentro del ámbitodoméstico, en la esfera privada.

- Los roles de la mujer y el hombre descansanen la creencia de aptitudes diferentes entreunos y otros. Estas diferencias se intentabanfundamentar en las particularidades biológi-cas de ambos sexos.

- La idea de la separación de esferas con lamujer dedicada al ámbito doméstico, teníacomo reverso la exclusividad del ámbitopúblico para el hombre (territorio donde lamujer no estaba capacitada para desempeñar-se).

- La única actividad social, pública de la mujereran los actos de caridad. Progresivamente seabren nuevas posibilidades laborales (a partirde mediados del siglo XIX), principalmente elservicio doméstico. El acceso a las profesio-nes relacionadas con la salud fue uno de losterrenos en los que la mujer encontró mayoroposición (por parte de los intereses de losprofesionales varones de la medicina).

- La mujer no tiene acceso al voto. Lucha de lamujer por el voto. Movimiento sufragista.

• FEMINISMO EN LA INGLATERRA DELSIGLO XIX:

Aunque fueron las norteamericanas las quedesempeñaron un papel principal en la creación delas organizaciones feministas, el feminismo britá-nico también tubo un papel influyente aunquemenos directo. Cronológicamente el feminismobritánico fue el segundo, después del norteameri-cano, que apareció de forma organizada.

En Gran Bretaña, la década de 1850 fue testigode varias reformas sociales que afectaron a lamujer y que señalarían los comienzos de una nuevaactitud hacia la mujer. En 1852, una ley delParlamento puso fin al derecho del marido a obli-

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gar a su mujer a cohabitar con él. En 1857 fue pro-mulgada la ley del divorcio. A finales de la décadade 1840, la enseñanza secundaria para las mucha-chas dio un gran salto con la creación de algunosinstitutos para mujeres. En 1858 se creó el sistemanacional de escuelas secundarias para mujeres. En1855 se crea la Society for the Employment ofWomen (Sociedad para el empleo de la mujer).Comienzo del movimiento sufragista en 1866. En1869 se crean organizaciones de reforma moralpara combatir la regulación estatal de la prostitu-ción.

A pesar de todo ello, el movimiento feministaen Inglaterra no se ha manifestado como una rebe-lión contra los deberes femeninos, sino más bien seinspiró en el deseo de desempeñar más dignamen-te esos deberes, y de darles una más amplia inter-pretación.

“Jamás se ha puesto en duda que el más grandede los deberes de la mujer consistía en prodigar suscuidados a los niños, enfermos o viejos y a lospobres…”.

“Este carácter devoto, piadoso y benéfico delfeminismo inglés, no le ha impedido tener mani-festaciones en otros órdenes de la vida. Para lo queprincipalmente le ha servido es para tener una granfuerza en la opinión y para conquistar ventajassólidas, abriendo a la mujer todas aquellas profe-siones en que decididamente conviene, tanto comola energía varonil, la gracia y la bondad femeni-nas”.

• FEMINISMO DE LA DIFERENCIA:El feminismo de la diferencia se caracteriza por

una concepción esencialista del género y unalucha por afianzar la diferencia de los géneros. Elobjetivo es igualar la liberación de las mujeres conel desarrollo y la preservación de una contracultu-ra femenina. Esta cultura exalta el “principio”femenino y sus valores.

El feminismo de la diferencia plantea la igual-dad de la mujer y el hombre, pero nunca la igual-dad de la mujer con el hombre.

Defiende que es desde la diferencia que consti-tuye a la mujer como mujer, desde donde hay queconstruir políticamente un sujeto diferencial capazde pactos y transacciones a la vez que de cuestio-nar el modelo hegemónico.

DATOS OBTENIDOS DEL TEXTO: “Estas notas no tienen, de ninguna manera, la

intención de ser una regla de pensamiento por lacual las enfermeras puedan enseñarse a sí mismasa cuidar, ni mucho menos un manual para enseñara las enfermeras el arte de cuidar. Están dirigidassencillamente a dar algunas ideas a mujeres quetienen el cargo personal de salud de otros”.

“Para ser una buena enfermera es necesario seruna buena mujer, de lo contrario no se es otra cosaque una campanilla”.

“Para ser una buena mujer, es necesario reali-zar progresos, porque las aguas estancadas tarde otemprano, igual que el aire estancado, se corrom-pen y no son aptos para el uso”.

“Y recordaremos que la enfermera debe de seruna persona de la que se puede uno fiar, capaz deser “enfermera de confianza”, Ella no… puede serchismosa, ni ligera charlatana; no debo de decirque ella debe de ser estrictamente moderada yhonesta, pero, más que esto, debe ser una mujerreligiosa y devota; ha de respetar su propia voca-ción…; debe ser una minuciosa fiel y rápidaobservadora y ha de ser una mujer de buenosmodales y delicados sentimientos”.

“Estoy muy lejos de desear que las enfermerasfregoteen. Es un despilfarro de potencial. Pero afir-mo que estas mujeres poseen la verdadera voca-ción de enfermería…”

Solía llamar a los médicos “hombres médicos”.“A una cosa no la hace ser buena el que esté

claro que una mujer sea capaz de hacerlo. Comotampoco la hace ser mala, siendo normalmentehecha por un hombre, la haga una mujer.”

“Yo pediría ansiosamente a mis hermanas quese abstuvieran de usar las jergas habituales, hoy endía, en todas parte (ya que ellas son igualmenteproclives a ellas); de las reglas, digamos, sobre los“derechos” de las mujeres, que urgen a las muje-res a hacer todo lo que hacen los hombres, inclu-yendo la profesión médica y otras profesiones,simplemente porque los hombres de dedican aellas, sin tener en cuenta qué es lo que mejor pue-den hacer las mujeres;…”

“…desde el principio Florence ya tenía lasideas muy claras sobre el uso de los hospitales, y lodemostró en su segundo informe bimestral remiti-do al Ladies´Comittee de Upper Harley Street”.

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“Era especialmente eficaz dirigiendo a hom-bres con autoridad y sutileza en una época en laque raramente se escuchaba a las mujeres”.(Tooley. 1910).

“Yo he tenido más responsabilidades sobre lasvidas humanas de las que ningún hombre o mujerhayan tenido antes. Y yo atribuyo mi éxito a losiguiente: yo nunca di o acepté una excusa. Síahora veo la diferencia entre otros hombres y yo.Cuando ocurre un desastre, yo actúo y ellos buscanexcusas”.

“La llamada de las enfermeras es una noble lla-mada, pero depende de vosotras, enfermeras, elhacerla noble.

Nunca me he sentido inclinada a decir “resíg-nate”, sino a decir “vence”.

Debemos luchar por lo que podemos hacermejor y por lo que es más atractivo y entoncesencontraremos nuestro deber.

Atrévete a alzarte tu sola”.“Yo diría a todas las jóvenes que se sientan lla-

madas por cualquier vocación en particular que secualifiquen para ello del mismo modo que lo hacenlos hombres.

Tres cuartos de los problemas que aparecen enla vida de las mujeres surgen de su insistencia enescaparse de las reglas del entrenamiento conside-radas necesarias para los hombres”.

“Tú no quieres que el efecto de tus buenasacciones sea “qué estupendo para ser mujer!” nideberías apartarte de las cosas después de oír decir“sí, pero ella no tendría que haber hecho eso, por-que no es adecuado para una mujer”. Más bien,deberías querer realizar algo bueno sea o no “ade-cuado para una mujer”.

“Toda la reforma de la enfermería tanto en casacomo en el extranjero ha consistido en lo siguien-te: retirar el poder sobre las enfermeras de lasmanos de los hombres y ponerlo en las manos deuna mujer entrenada que esté al mando, haciéndo-la responsable de todo lo que se lleva a cabo”.

DISCUSIÓN:Si reflexionamos sobre los apuntes recogidos

de los textos tomando como base el feminismo dela diferencia y, caminamos a la par con las notasextraídas de la bibliografía de FlorenceNightingale (F.N.); se puede apostar porque, efec-

tivamente, F.N. propone el afianzar la diferencia degéneros en el contexto de los profesionales de lasalud.

En sus anotaciones, se refiere a los médicoscomo “los hombres”, adjudicándoles una profesióny unas tareas específicas. Por otro lado, hablasiempre de la enfermería en términos femeninos yatribuye este rol a la mujer.

El objetivo de F.N. es crear un mundo dentrode la sociedad reservado a la mujer (contraculturafemenina a la hegemonía del hombre en la medici-na). Para dar rigor a esta contracultura exalta losvalores femeninos de la época como valoresimprescindibles para el desarrollo de la enfermeríaprofesional: obediencia, observación, vocación,aptitud de servicio, discreción…

De esta manera, plantea el nacimiento de unanueva figura dentro de la asistencia sanitaria a lacual tenga sólo acceso la mujer y que permita a lamujer adquirir cierta igualdad de nivel aunque node roles con el hombre.

A través de la diferencia es desde donde F.N.propone crear un sujeto profesional políticamentecapaz de hacer pactos, para codearse con el cuerpomédico representado por los hombres y, de estemodo cuestionar el modelo hegemónico. Si aplica-mos las figuras claves del feminismo de la diferen-cia a las aportaciones de F.N., veremos que pode-mos encontrar en su discurso una aplicación a cadauno de estos supuestos.

Figuras clave para el feminismo de la diferen-cia:

- Genealogía materna: consiste en tener con-ciencia de que hay una genealogía de muje-res detrás de cada mujer. En el caso de la pro-fesionalización de la enfermería, F.N. seapoya en la tradicional figura de la mujercomo cuidadora, en la función reproductorade la mujer. El cuidado asociado a la natura-leza femenina que responde según SherryOrtner a la mayor proximidad de la mujer a lanaturaleza por la capacidad biológica de crearvida y a la psique femenina.

- Offidamiento: relación política privilegiaday vinculante entre dos mujeres o relaciónsocial que da lugar a un proyecto político.Una mujer, como mujer, entra en relación deoffidamiento con otra mujer en la medida en

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que reconoce en ella la autoridad. F.N. enseña(ejerce de maestra) y dirige y controla (ejercede supervisora) a su grupo de enfermeras.Establece una relación de autoridad con lasenfermeras sin permitir que esta autoridad laejerza un hombre.

- Autoridad femenina: consiste en reconocera otras mujeres como mediadoras de la reali-dad. La autoridad femenina no es una réplicade la autoridad tradicional en tanto que nitiene, ni busca poder dentro del orden patriar-cal. Con respecto a este punto, la situación deF.N. difiere sensiblemente. Ella se codea conlos hombres médicos como autoridad máximade las mujeres enfermeras. De alguna manerabusca y adquiere un poder dentro del ordenpatriarcal. Podría decirse que F.N., llegadoeste punto, ha sufrido cierto proceso de mas-culinización.

F.N. atribuye simbólicamente a la figura de lamujer enfermera valores profundamente aceptadosy considerados por la sociedad. Busca aquellosaspectos de lo femenino más valorados para hacerde la figura de la enfermera un símbolo de referen-cia.

Al mismo tiempo, refuerza la dicotomía hom-bre - mujer / médico - enfermera atribuyendo cua-lidades al hombre médico que se contraponen a losatributos de una buena mujer y una buena enfer-mera.

Atribuye el rol de médico al hombre y el rol deenfermera a la mujer. No apoya la formación de lamujer en la ciencia médica y, ni se plantea la for-mación enfermera de hombres.

En este sentido se busca una igualdad con elhombre médico pero no una igualdad al hombremédico. Es decir, la mujer crea su mundo paraleloal del hombre pero sin convertirse en una réplicadel hombre sino reforzando su identidad femenina.

A pesar de insistir en el intento de encontrarsemejanzas entre F.N. y la profesionalización de laenfermería y el feminismo de la diferencia; hayalgunos aspectos de esta relación que no losencuentro claros y que a continuación intentaréexponer.

A lo largo de su aportación bibliográfica, F.N.hace en numerosas ocasiones apología por la igual-dad al hombre. Anima a la mujer a que estudie, aligual que lo hace el hombre, aquello que quiera y

que se esfuerce por hacerlo. Por otra parte, en oca-siones hace referencia a que no debe considerarsemalo que una mujer haga una actividad quecorresponde al hombre tradicionalmente. Defiendeque las cosas hay que hacerlas en la medida en quelas consideremos correctas y necesarias y no porel hecho de que sean adecuadas o no para unamujer. Anima a la mujer enfermera a luchar por loque cree, a no resignarse, a alzarse y crecer.

F.N. tenía fuertes opiniones sobre los derechosde las mujeres. En su libro “Sugerencias para pen-sar para legisladores de las verdades religiosas”(1859), argumentó fuertemente para que se elimi-naran las restricciones que prevenían a las mujeresde tener carreras.

Así mismo, retomando el tema de la masculini-zación, se puede pensar que F.N. llega a dondellega a través de un proceso de masculinización,que, en parte se le ha puesto al alcance gracias a sucondición familiar acomodada. Ella ha tenido laposibilidad de estudiar y viajar para aprender yconocer nuevas tendencias. Esta ventaja económi-ca y educativa, así como su ímpetu y afán de supe-ración y de aprendizaje, le han permitido acceder acosas que estaban vetadas para la mujer y que sóloestaban al alcance del hombre.

F.N. hace y comparte acciones y funciones tra-dicionalmente de hombres y, sin embargo, luegofeminiza la enfermería para darle rigor. ¿Cómo sepuede entender este proceso?

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Desde la antropología, se entiende que la cultu-ra es un recurso más que se nos ofrece para adap-tarnos a las situaciones que vivimos. En este senti-do, me inclino a pensar que en el contexto victo-riano en el que vive F.N. (donde la mujer está rele-gada al plano doméstico y privado, donde la mujerno tiene acceso a la educación y, donde la funciónde la mujer es meramente el mantenimiento de lareproducción familiar) la única manera de conse-guir sus objetivos con respecto a la enfermería erapotenciar los valores femeninos. Esta opción segu-ramente causaría menor rechazo que una mínimacisura de los mismos. Ella juega con los valores,creencias, costumbres, formas de hacer… de susociedad contemporánea para meter una cuña den-tro del repertorio hegemónico masculino.

Llegado este momento de la reflexión, empiezoa plantearme si los principios del feminismo de laigualdad no estarían en la base de todo el construc-to que hace F.N. para la creación de la enfermeríaprofesional. Me cuestiono si es tan clara la dicoto-mía entre el feminismo de la diferencia y el femi-nismo de la igualdad, o si es posible que puedancoexistir en un mismo proyecto.

Creo que en el caso que nos ocupa, se podríainterpretar que F.N. luchaba por la igualdad de lamujer al hombre en cuanto al acceso a la educa-ción, el acceso a un trabajo digno y remunerado, alderecho a ejercer el voto…en definitiva, a la ciu-dadanía. Sin embargo, al centrarse en un contextomás específico como es el campo de la sanidaddonde se encontraba con una doble oposición, la dela sociedad en sí y la del colectivo de hombresmédicos que ejercía un gran poder, tubo que cam-biar de estrategia. La estrategia fue apostar por ladiferencia.

Las críticas realizadas sobre F.N. y el procesode profesionalización de la enfermería acerca dellegado de prejuicios de género deberían de replan-tearse porque están, desde un punto de vista antro-pológico, descontextualizadas. Cuando hacemos unanálisis de un fenómeno, no debemos aislarlo de sucontexto. Es cierto que la herencia histórica marcay forma parte de nuestra cultura de cuidados, peroeso no quiere decir que debamos atribuir de formaaislada los problemas de género intrínsecos a nues-tra profesión a las aportaciones de F.N.. Muchotiempo ha pasado desde entonces y muchas otrascircunstancias sociopolíticas han condicionado a la

enfermería desde la cuestión de género. Lo que esclaro, es que F.N. luchó por dar identidad propia,legitimizar dando un fundamento científico y atri-buir un corpus teórico propio a la enfermería. Laestrategia que utilizó para conseguirlo puede pare-cernos más o menos correcta pero, si la contextua-lizamos en aquel momento sociopolítico y culturales entendible incluso admirable.

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REPERSUSSION OF DIABETES MELLITUSIN THE SEXUALITY OF MALE PATIENTSREGULAR ATTENDANTS TO ‘VIOLETAPARRA’ DOCTOR’S OFFICE IN CHICLAN,CHILE. 2003

ABSTRACT

Descriptive, retrospective and cross-sectio-nal study, whose aim was discovering towhat extent could Diabetes Mellitus

affect the sexuality of males. They were regularpatients/clients of the Urban General ‘VioletaParra’ Doctor's Office in Chillan, Chile.

The instrument used was a survey, adapted bythe authors themselves, including a scale to mea-sure the repercussion of Diabetes Mellitus in thesexuality of males, and a sub-scale of ‘couple rela-tionship’, both questionnaires validated by doctorsEduardo Pino and Elena Sepúlveda. In addition,

the Morris Rosemberg’s Self-esteem Scale, modi-fied by the researchers themselves, was also used.

A sample of 100 males selected at simple ran-dom was taken, bearing in mind a criterium forexclusion of a universe of 391 male clients/patientsfrom the Urban General ‘Violeta Parra’ Doctor'sOffice of Chillan.

The study was based on theoretical and empiri-cal backgrounds demonstrating Diabetes Mellitusproduces Sexual Erectile Dysfunction (SED) as adirect consequence of vascular changes and mostof the times of neuro-pathic causes.

To emphasize the validity of this investigation,data including personal, psycho-social and sexualhistory were gathered from the patients.

The results demonstrated that only 3% of the‘Violeta Parra’ clients/patients presented a signifi-cant repercussion of the Diabetes Mellitus in theirsexuality. Nevertheless, one of the questions ofthis scale reflected that 75% of patients recognizedthat Diabetes Mellitus was the cause of their SED.

It should be underlined here that 68% of thesample conveys to have a sexual erectile disorder,therefore the study demonstrated that DiabetesMellitus has certain repercussion in the sexualityof males appointed to the Doctor's Office inChillan.

KEY WORDS: Diabetes Mellitus, Sexuality,Males.

RESUMEN

Estudio de tipo descriptivo, retrospectivo ytransversal, cuyo objetivo fue conocer lasrepercusiones de la Diabetes Mellitus en la

sexualidad de los usuarios varones adscritos al

REPERCUSIONES DE LA DIABETES MELLITUS EN LA SEXUALIDAD DE LOS USUARIOS VARONES ADSCRITOS AL

CONSULTORIO VIOLETA PARRA DE CHILLÁN, CHILE,2003.

Ximena Isla LundLicenciada en Enfermería. Magíster Enf. Médico Quirúrgico

María José Aguilera Meriño*, Paula Arancibia Castro*, Carolina BarrigaJungjohann*, Nelly Gálvez Chávez*

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Consultorio General Urbano Violeta Parra deChillán, Chile .

El instrumento utilizado fue una Encuesta,adaptada por las autoras, que incluyó una Escalapara medir la “Repercusión de la Diabetes Mellitusen la sexualidad de los usuarios” y una Sub-escalade “relación de pareja”, ambas tomadas de cuestio-narios validados por los médicos Dr. Eduardo Pinoy Dra. Elena Sepúlveda. Además, se utilizó laEscala de Autoestima de Morris Rosemberg, modi-ficada por las investigadoras.

Se tomó una muestra de 100 usuarios varoneselegidos en forma aleatoria simple, considerandocriterios de exclusión de un universo de 391 usua-rios varones adscritos al Consultorio GeneralUrbano Violeta Parra de Chillán.

El estudio realizado se basó en los antecedentesteóricos y empíricos que demuestran que laDiabetes Mellitus produce Disfunción SexualEréctil (DSE) como consecuencia directa de altera-ciones vasculares y con mayor frecuencia, de causaneuropática.

Cabe destacar que para darle validez a estainvestigación, se obtuvieron datos que abarcan his-toria personal, psicosocial y sexual del usuario.

Los resultados demostraron que sólo un 3% delos usuarios presentó significativamente repercu-sión de la Diabetes Mellitus en su sexualidad. Sinembargo, una de las preguntas de esta escala (Nº26), reflejó que el 75% de los encuestados recono-ció que la Diabetes Mellitus era la causa de suDSE.

Llama la atención que el 68% declara tener untrastorno sexual eréctil; por lo tanto, el estudiodemostró que la Diabetes Mellitus tiene repercu-sión en la sexualidad de los usuarios varones ads-critos al Consultorio General Urbano Violeta Parrade Chillán.

PALABRAS CLAVES: Diabetes Mellitus,Sexualidad, Varones.

INTRODUCCIÓN:“La relación sexual es la unión tan profunda-

mente natural que se establece la más íntima ymisteriosa comunicación humana y que no puedeser anulada impunemente”.

La sexualidad se ha convertido hoy en uno delos temas más enigmáticos y conflictivos para losinvestigadores del comportamiento humano, dadoque recién en los últimos años se le está dando laimportancia que merece. Si bien lo sexual repre-senta patologías que no provocan mortalidad direc-tamente a quienes las padecen y pueden en unmomento dado ocultarse en el medio social, pro-ducen daños físicos y psíquicos inconmensurablesal individuo como tal, a la pareja, a la familia y ala sociedad.

Su prevalencia en la población general es real-mente alarmante, y no hay persona que en algúnmomento de su vida no haya padecido alguna dis-función sexual, sea esta total, parcial, circunstan-cial, crónica, etc., más aún cuando la expectativade vida del chileno medio de hoy y de otros paíseslatinoamericanos sobrepasa los 75 años, se hacemás evidente la aparición de algunos de estos pro-blemas, especialmente la Disfunción SexualEréctil (DSE) o impotencia.

“El sexo en el hombre se manifiesta como unaconducta instintiva y global, en la que como enninguna otra función del organismo están íntima-mente ligados lo psicológico y lo biológico”.

La mayor potencialidad erectiva y sexual latiene el hombre entre los 18 y los 20 años de edad,y desde ese mismo momento comienza a envejecersexualmente pero, en forma imperceptible, por loque las disfunciones sexuales pueden encontrarseincluso en la adolescencia, en donde recién se ini-cia el período de la madurez sexual, que se com-pleta cuando se desea a la persona amada. Éstaúltima fase es muy clara y típica en la mujer; sinembargo, en el hombre, ésta última sólo se alcanzaen la madurez de la vida.

El hombre entre los 20 y 30 años esta viviendouna vida plena en el que el desarrollo físico ha lle-gado a su máxima expresión; también su potencia-lidad. Tiene erecciones espontáneas e instantáneas,incluso se estimula sólo con el pensamiento. Suéxito se basa en la cantidad y no en la calidad desus encuentros sexuales.

Ya después de los 30 a 40 años quedan atrás lascúspides biológicas de los 18 años y raramente elhombre puede gozar de un orgasmo múltiple.

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Mejora la vida sexual en cuanto a calidad, y laseguridad interior se ve aumentada notablemente,pero comienza a ser muy sensible a los problemascotidianos a que se ve sometida la pareja, lo quehace inevitable que el hombre, la mujer o ambospadezcan de algún problema en el área sexual.

De los 40 a los 55 años es común encontrar uncuadro clínico llamado “la crisis del hombre madu-ro”, una patología conductual caracterizada porpresentar insomnio, consumo excesivo de alcohol,problemas conyugales, insatisfacción laboral,temor a las enfermedades y a la muerte, mayorincidencia de infartos al miocardio y la temidaDSE. Aparecen con mayor frecuencia enfermeda-des como Diabetes Mellitus (DM), úlcera gastro-duodenal, hiperlipidemias, hipercolesterolemias,hipertensión arterial, etc.

En cuanto a la tercera edad (60 años y más),que corresponde al 9.8 % de la población chilena,son personas vigentes y autovalentes en su mayo-ría y deseosas de seguir integradas a la sociedad,sin embargo, a mucha gente se le hace difícil pen-sar que los hombres y las mujeres de edad avanza-da tengan todavía sentimientos, necesidades y rela-ciones de tipo sexual.

La DM constituye un problema de alta preva-lencia en nuestro país; en el año 2025, más del18% de los chilenos será mayor de 60 años y puedeesperarse que al menos el 15 % de éstos será dia-bético, y otro 35% tendrá intolerancia a la glucosa.Con estos datos es fácil pensar que un alto porcen-taje de éstos pacientes tendrá una DSE asociada aesta patología. De hecho, a muchas personas se lesha diagnosticado DM cuando han consultado poruna alteración en su función sexual.

Hay circunstancias que pueden modificar laactitud del hombre ante el sexo, de índole psicoló-gica; como miedos, angustia, rechazo hacia la dia-betes, falsas creencias, inseguridad, etc., por lo queademás, suele crear problemas de relación nosexual con su familia, con otras personas, en el tra-bajo, etc. También pueden acontecer ciertos casosde problemas físicos, generalmente asociados a laedad, larga evolución de la DM y mal control deésta, con la aparición de complicaciones crónicasque pueden dificultar la relación sexual.

Considerando estos aspectos, y que ademásexisten muy pocas investigaciones, hemos decidi-

do realizar el siguiente estudio sobre las repercu-siones de la Diabetes Mellitus en la sexualidad delos usuarios varones.

MATERIALES Y METODOS:El presente estudio es de tipo descriptivo,

transversal y retrospectivo, realizado en pacientescon Diabetes Mellitus Tipo 1 y Tipo 2 adscritos alConsultorio General Urbano Violeta Parra deChillán, seleccionado por tener la mayor cantidadde población inscrita y depender del Servicio deSalud Ñuble.

Para realizar esta investigación, fue necesariala revisión de fichas y tarjetones de los usuarios.Las fichas fueron revisadas en su totalidad, deter-minándose el universo mediante los criterios deexclusión.

Los datos obtenidos, tanto de la ficha como deltarjetón fueron: nombre, edad, número de ficha clí-nica, dirección, estado civil, asistencia regular a loscontroles de salud, peso, talla, glicemia del últimocontrol, colesterol total, triglicéridos y complica-ciones detectadas en el control habitual.

Posteriormente, las direcciones fueron sectori-zadas para facilitar, a las autoras, la aplicación dela encuesta en domicilio.

1. POBLACIÓN ESTUDIADA1.1 UNIVERSO:

El universo estuvo constituido por 391 usuariosvarones diabéticos tipo 1 y 2, de 20 años y más, encontrol en el Consultorio General Urbano VioletaParra de Chillán (CVP).

1.2 MUESTRA:La muestra se determinó mediante muestreo

aleatorio simple y quedó constituida por 160 usua-rios diabéticos varones, residentes en el área urba-na de Chillán, en control regular, con pareja esta-ble; de los cuales sólo 100 usuarios fueron partíci-pes de la investigación, ya que el resto, al momen-to de la aplicación de la encuesta, presentabanlimitantes como: separación o viudez reciente,cambio de domicilio y negación a participar delestudio. Por lo tanto, la muestra quedó constituidapor el 25,58 % del universo, con un poder estadís-tico del 85% y un nivel de seguridad del 90%.

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1.3 UNIDAD DE ANÁLISIS:Usuario varón con Diabetes Mellitus tipo 1 y

tipo 2, de 20 años y más, en control regular en elConsultorio General Urbano Violeta Parra deChillán.

1.4 REQUISITOS PARA INTEGRAR LA MUES-TRA- Tener un control de glicemia en los últimos 3meses.- Tener 20 o más años (sin límite de edad).- Pertenecer a la zona urbana de Chillán.- Tener pareja estable.- Asistir regularmente a los controles de salud, conun mínimo de 3 controles anuales.

1.5 CAUSAS DE EXCLUSIÓN:- Cambio de domicilio o domicilio inexistente.- No tener pareja estable.- No querer participar del estudio.

2. DESCRIPCIÓN ESCALAS UTILIZADAS:- Escala de Repercusión de la Diabetes Mellitus

en la Sexualidad:Escala adaptada por las autoras que pretende

describir el nivel de repercusión de la DiabetesMellitus en la Sexualidad, entendiéndose éstacomo parte del ser humano en su dimensión indi-vidual y de pareja. Esta escala consta de 10 pre-guntas. Las primeras 5 preguntas corresponden a laSub-escala de Relación de Pareja, continuando conlas preguntas que completan la Escala deRepercusión de la Diabetes Mellitus en laSexualidad. Estas preguntas incluyen el deteriorode la relación de pareja, el concepto de impotencia,la satisfacción con la capacidad sexual, las erec-ciones y la sensación subjetiva del usuario ante larepercusión de la Diabetes Mellitus en su sexuali-dad. A esta escala se le asignó un máximo de 21puntos con la “máxima repercusión” y un mínimode 0 puntos con “nula repercusión”. Para determi-nar los rangos de puntuación se utilizó la escalaacadémica.

- Sub-escala de Relación de Pareja:Esta sub-escala consta de 5 preguntas que

deben ser contestadas por ambos miembros de lapareja en forma individual, e incluye interrogantes

acerca de la comunicación de pareja, el amor y lasrelaciones sexuales. A esta sub-escala se le asignóun máximo de 11 y un mínimo de 0 puntos, consi-derándose una “mala relación” con 6 o menos pun-tos y una “buena relación de pareja” entre 7 y 11puntos. Para clasificar estos puntajes, se utilizó laescala académica y se asignó puntaje separado alhombre y a la mujer. Para unir las discrepanciasque se encontraron entre ambos miembros de lapareja, se recurrió al cálculo de un promedio, con-siderándose la respuesta de la mujer como control.Así se obtuvo una sola clasificación para la pareja.

- Escala de Autoestima de Morris Rosemberg(1975):

Para clasificar la “autoestima del usuario” seutilizó la escala tipo Likert de Morris Rosemberg,que fue modificada por las autoras para el mejorentendimiento de los encuestados. Esta escalaconsta de 10 afirmaciones en sentido horizontalcon 4 opciones para escoger frente a cada una delas preguntas, que permiten determinar cuál es lapercepción que tiene el individuo sobre si mismo.El encuestado debió escoger una de las siguientesopciones: Siempre, La mayoría de las veces, Raravez y Nunca

Esta escala posee un puntaje máximo de 30puntos.

3. PLAN DE TABULACIÓN Y ANÁLISIS:En el análisis de datos, el instrumento fue

codificado y tabulado en el programa Excel, quepermitió organizar la información en secuenciasbinarias asignando valores de “0” y “1” a las res-puestas dadas por los encuestados.

Posteriormente, se cruzó la variableDependiente con todas las variablesIndependientes y se calculó el Coeficiente deCorrelación Lineal r de Pearson,

para darle significado estadístico. A continua-ción se describe la interpretación de este coeficien-te:

- Si 0 < r < 0.5, entonces existe una relaciónDébil entre ambas variables.

- Si 0.5 < r < 0.8, entonces existe una relaciónMediana entre ambas variables.

- Si 0.8 < r < 1, entonces existe una Fuerte rela-ción entre ambas variables.

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Cabe destacar que la utilización de este análisisestadístico, no representa el resultado obtenido porfrecuencia.

ANÁLISIS DE DATOS:GRÁFICO Nº1: “REPERCUSIÓN DE LA DIA-BETES MELLITUS EN LA SEXUALIDAD”

Los resultados obtenidos revelan que el 26%presenta algún grado de repercusión de la DiabetesMellitus en su sexualidad, mientras que en el 74%restante, se observa una repercusión más leve. Cabedestacar que si se considerara sólo la presencia deDisfunción Eréctil, este porcentaje aumentaría sig-nificativamente.

GRÁFICO Nº 2: “REPERCUSIÓN DE LA DIA-BETES MELLITUS EN LA SEXUALIDAD,PERCIBIDA POR EL USUARIO”

Es importante destacar que el 75% de la pobla-ción reconoce que la Diabetes Mellitus ha afectadoen su sexualidad, contraponiéndose a los resultadosobtenidos en la "Escala de Repercusión de laDiabetes Mellitus en la Sexualidad".

GRÁFICO Nº 3: “CONSULTA POR PROBLE-MAS SEXUALES”

Pese a que el 75% de la población reconoce quela DM ha repercutido en su sexualidad sólo un 17%ha consultado por este problema.

GRÁFICO Nº 4: “FORMAS DE REPERCUSIÓNDE LA DIABETES MELLITUS EN LA SEXUA-LIDAD DEL USUARIO”

De todas las formas de repercusión de laDiabetes Mellitus en la sexualidad de los usuarios,la Impotencia ocupa el primer lugar con un 85.3%,seguida de la Disminución de la Libido.

GRÁFICO Nº 5: “PERCEPCIÓN DE ERECCIÓNSEGÚN EL USUARIO”

Como se puede observar, sólo un 32% de lapoblación encuestada presenta Rigidez Completa;mientras que el 68% restante refiere presentar algúntrastorno sexual. Dentro de ellos, la DSE ocupa el60%.

GRÁFICO Nº 6: “SATISFACCIÓN DE LA CAPACI-DAD SEXUAL, PERCIBIDA POR EL USUARIO”

El Gráfico adjunto muestra el Nivel de

Satisfacción Sexual que posee el usuario, encon-trándose porcentajes similares entre los que seencuentran satisfechos y los que no.

GRÁFICO Nº 7: “MANIFESTACIONES SEXUA-LES EN LA RELACIÓN DE PAREJA”

Llama la atención las discrepancias que seobservan entre ambos miembros de la pareja res-pecto de las manifestaciones sexuales que incluyenen su relación.

Por ejemplo: un alto porcentaje de los varonesconserva el deseo (libido), mientras que en lasmujeres, éste es menor. En lo que se refiere a orgas-mos, el porcentaje de las mujeres es menor.

GRÁFICO Nº 8: “SATISFACCIÓN DE LARELACIÓN SEXUAL, PERCIBIDA PORAMBOS MIEMBROS”

Aquí se muestra que un 69% de los hombresconsidera que sus parejas están satisfechas con larelación sexual; mientras que un 40% de las muje-res considera que los hombres no lo están.

GRAFICO Nº 9: “NECESIDAD DE INCLUIREDUCACION SEXUAL EN EL CONTROLSALUD”

El 95% de los usuarios considera que es nece-sario incluir la educación sexual en el control desalud mientras que sólo el 5% restante piensa queno lo es.

CONCLUSIONES:• Un 75% reconoce que la Diabetes Mellitus

(DM) ha repercutido en su sexualidad a pesar delos bajos porcentajes obtenidos en la aplicación dela escala.

• La disfunción sexual eréctil resultó ser lamanifestación más importante (85,3%), superandolas otras complicaciones más frecuentes de DM.

Se concluye entonces que es necesario tratar lostrastornos sexuales en el Control de Salud habitualdel usuario diabético, ya que la DSE representa unapatología de alta incidencia entre la poblaciónencuestada.

• El 95% de los encuestados manifestó la nece-sidad de incluir la Educación Sexual en el Controlde Salud. Esto serviría como una “EstrategiaPreventiva” acorde con las políticas actuales deénfasis en la promoción de la salud.

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Teniendo en cuenta este alto porcentaje, se con-cluye que la educación resultaría una estrategiapreventiva adecuada para estos usuarios, acordecon las políticas actuales de énfasis en la promo-ción de la salud.

• Referente al Control Metabólico, se encontróque el 58% de la muestra presentaba valores deGlicemia elevados. De este resultado, podemosinferir el alto riesgo que tiene la población de pre-sentar una DSE, ya que la hiperglicemia manteni-da provoca daño vascular y neuropático determi-nante en la aparición de un trastorno sexual.Además, este dato concuerda con el alto porcenta-je de los usuarios que perciben la presencia de unaDSE provocada por Diabetes.

GRÁFICO Nº1: “REPERCUSIÓN DE LA DIA-BETES MELLITUS EN LA SEXUALIDAD”FUENTE: PROCESAMIENTO DE DATOS “REPER-CUSIONES DE LA DIABETES MELLITUS EN LASEXUALIDAD DE USUARIOS VARONES ADSCRI-TOS AL CONSULTORIO GENERAL URBANO VIO-LETA PARRA DE CHILLAN”

GRÁFICO Nº 2: “REPERCUSIÓN DE LA DIA-BETES MELLITUS EN LA SEXUALIDAD,PERCIBIDA POR EL USUARIO”

GRÁFICO Nº 3: “CONSULTA POR PROBLE-MAS SEXUALES”

GRÁFICO Nº 4: “FORMAS DE REPERCUSIÓNDE LA DIABETES MELLITUS EN LA SEXUA-LIDAD DEL USUARIO”

GRÁFICO Nº 5: “PERCEPCIÓN DE ERECCIÓNSEGÚN EL USUARIO”

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GRÁFICO Nº 6: “SATISFACCIÓN DE LACAPACIDAD SEXUAL, PERCIBIDA POR ELUSUARIO”

GRÁFICO Nº 7: “MANIFESTACIONESSEXUALES EN LA RELACIÓN DE PAREJA”FUENTE: IDEM GRÁFICO Nº1

GRÁFICO Nº 8: “SATISFACCIÓN DE LARELACIÓN SEXUAL, PERCIBIDA PORAMBOS MIEMBROS”

GRÁFICO Nº 9: “NECESIDAD DE INCLUIREDUCACIÓN SEXUAL EN EL CONTROLSALUD”

FUENTE: TODOS IDEM GRÁFICO Nº1

COMENTARIOS Este estudio demuestra la necesidad que mani-

fiesta el usuario de incluir el tema de la sexualidaddentro de los Controles de Salud como parte inte-gral de su tratamiento.

• Creemos que los profesionales de la salud sonquienes deben abordar el tema de la sexualidad,despertando en el usuario la confianza suficientede preguntar y aclarar sus dudas respecto a los pro-blemas sexuales que lo agobian.

• Consideramos que si el usuario tuviera cono-cimiento de la Repercusión de la Diabetes Mellitusen su Sexualidad, mejoraría notablemente el cum-plimiento de las medidas farmacológicas y no far-macológicas destinadas a mantener niveles com-pensados de glicemia y de esta forma evitar la apa-rición de DSE.

• Si se toma en cuenta al usuario con DSE en uncontexto de relación de pareja, observamos que elproblema trasciende al individuo, poniendo enriesgo a esta pareja como parte fundamental de lafamilia, considerada el núcleo básico de la socie-dad.

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THERAPEUTIC STRENGTH IN FUNERALCEREMONIES

ABSTRACT

Care is always provided within culturalboundaries and those precise cultural boun-daries will result in the type of care that

should be singled appropriate to circumstances. The present study approaches a reflection on

the topic ceremonies inherent in all sorts of cultu-res and their paramount importance in the evolu-tion of every human being. If the different rites orceremonies along a life span have a deep impact onthe individual as of integrating needs to be fulfilledin that particular society, perhaps the funeral rite orceremony is the only one where the human being,the closest object of the rite, the physical entity therite is directed to, does not receive the consequen-ces which on the contrary sit upon relatives andfriends. The therapeutic consequences of that pre-cise rite or ceremony remain upon those who per-form it but not upon ‘the receiver’ himself (as it isfor the rest of life ceremonies). ‘He’ is present, but‘he’ is no more a human being, ‘he’ does not exist.

Finally, two might be the causes why the rite orceremony could be somewhat therapeutic for thosepeople who perform it. The ruling character‘according to the rules’ and ‘according to the cul-tural environment’ where they be performed.

Key words: rite or ceremony, ritual, funeral cere-mony or rite, usual rite, normal, ruling.

RESUMEN

Partiendo de la base de que los cuidados sedispensan siempre dentro de una determina-da cultura y de que ésta última, impregna en

cierto sentido esos cuidados.El presente artículo es una reflexión sobre los

ritos de paso existentes en toda cultura y la impor-tancia de ellos en la evolución del ser humano. Silos ritos de paso son importantes para el individuocomo necesidades integradoras en la sociedad en laque vive, quizás el rito funerario sea el único quesiendo él el objeto del rito, es decir, la entidad físi-ca a la que se dirige el rito, sus consecuenciasrecaigan fundamentalmente sobre sus familiares yamigos. Las consecuencias terapéuticas de ese ritosean evidentes para los que lo realizan y no para elque lo recibe (Como ocurre en el resto de los ritosde paso), pues aunque él está presente, él ya no es.

Por último, dos pueden ser las causas de que elrito sea en cierto modo terapéutico para las perso-nas que lo que llevan a cabo, su carácter normati-vizador, de acuerdo a norma y su carácter normali-zador, de acuerdo a la cultura donde tiene efecto.

PALABRAS CLAVES: Rito, Rito de Paso,Periodo liminal, Rito Funerario, Normalidad,Normatividad.

Toda persona a lo largo de su vida y viva en lacultura que viva, se va a ver sometida a diversoscambios de tipo social y personal, cambios que van

LA FUERZA TERAPÉUTICA DEL RITO FUNERARIOJuan Carlos Delgado Antolín

Enfermero, Antropólogo.Responsable de Enfermería EAP Griñón. Área 10 Madrid.

Profesor de Cuidados Paliativos en la Universidad Alfonso X el Sabio.

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a suponer una profunda transformación en ellamisma y en su entorno. Con el transcurrir del tiem-po pasará de la niñez a la juventud; de la soltería almatrimonio, sí decide casarse; de ser hijo a serpadre, etc. También en su vida laboral o profesionalpuede sufrir cambios de categoría, de estatus, deposiciones jerárquicas. Por último, cuando la enfer-medad o la vejez minen sus fuerzas vitales, morirá.Estos pasos que cada persona va a sufrir a lo largode su experiencia vital, es decir, de su vida, van air acompañados, normalmente, de ciertos ritos queinstitucionalizarán dichos cambios, que marcaránel paso entre dos realidades distintas, pero comple-mentarias en el proceso de evolución y “madura-ción” de cada persona; son los que dentro de laAntropología se conocen como ritos de paso.

Los ritos de paso pueden encontrase en cual-quier sociedad,... Dichos ritos indican y establecentransiciones entre estados distintos. Y con “estado”quiero decir “situación relativamente estable yfija”, incluyendo en ello constantes sociales comopueden ser el status legal, la profesión, el oficio, elrango y el grado.

Pero el rito de paso necesita de un tiempo cla-ramente marcado y definido entre dos realidades,la que tenia el sujeto antes y la que va a tener lugardespués de someterse al mencionado rito de paso.En todos los ritos de paso se suelen atravesar portres fases claramente diferenciadas 1ª Separacióno condición normal inicial. 2ª Estado marginal olimen. 3ª Agregación o condición normal final.

Además esas fases sirven para poner orden,como ya he dicho antes, entre dos realidades dife-rentes. Esas dos realidades van a implicar muchasveces la muerte de una realidad y el nacimiento deotra, y entre medias, un periodo más o menoslargo, en que no se es todavía la realidad a la quese quiere acceder y en cambio se ha perdido la rea-lidad que se era, es el periodo “liminal”. En esteperiodo en muchas culturas el individuo llega aperder hasta su condición de miembro de la tribu odel clan.

Si el rito de paso es importante en la vida socialy religiosa del individuo, el bautismo, la circunci-sión, el matrimonio, el nacimiento de un hijo, elterminar una carrera universitaria, las celebracio-nes anuales del cumpleaños, etc., quizás lo sea másen el momento de la muerte, y todos los ritos de

muerte, o ritos funerarios, sean los de mayorimportancia para el hombre, pues como diceNorbert Elias:

“La muerte es un problema de los vivos. Losmuertos no tienen problemas. De entre las muchascriaturas sobre la Tierra que mueren, tan sólo paralos hombres es morir un problema. Comparten conlos restantes animales el nacimiento, la juventud,la madurez, la enfermedad, la vejez y la muerte.Pero tan sólo ellos de entre todos los seres vivossaben que han de morir”.

Paradójicamente tememos a la muerte pornuestra experiencia en observar y padecer la muer-te de los demás. Nadie pueda vivir su propia muer-te. El individuo puede vivir la muerte de los demás,pero su propia muerte no la puede vivir, aunque sila padezca, es decir, la muerte el hombre sólo lavive de forma vicaria, a través de los otros. Pero lacerteza de que el nacer implica el morir, crea unaangustia de saberse finito, de saberse mortal.

El hombre experimenta la muerte en los demásy sabe que implica perdida, pues la persona quefallece no va a volver a estar a nuestro lado de unamanera física, es más, con el tiempo su presenciaafectiva y sentimental va a ir perdiendo fuerza ydisminuyendo. Esa pérdida parcial que implica lamuerte de un ser querido, intuimos que es la perdi-da definitiva cuando seamos nosotros los quefallezcamos, de ahí, que nos angustie la sola pro-nunciación de su nombre, muerte, y la disfracemoscon eufemismos más llevaderos y pronunciables:el sueño eterno, la morada final, el eterno descan-so, ... “La palabra cementerio procede del griego ysignifica lugar para dormir. Se da una inevitableasimilación de la muerte al sueño en las creenciascristianas tradicionales debido al dogma de la resu-rrección de la carne y la redención final”. Sueño,morada y descanso implica siempre tranquilidad,sosiego y paz, aunque en nuestro ánimo nos faltenprecisamente esas tres cualidades: Tranquilidad,sosiego y paz.

LA IMPORTANCIA TERAPÉUTICA DEL RITOFUNERARIO

Es durante el rito funerario que conocemoscomo velatorio, donde se da más claramente eseperiodo “liminal” de ser y no ser. Este periodosirve de ayuda a las personas que se quedan, para

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poder adaptarse a la pérdida del ser querido.Durante esta parte del rito, los vivos, solemosponer en las expresiones del fallecido eso que que-remos ver: “Mírale, parece como si estuviera son-riendo”, “que rostro más plácido y tranquilo tiene”.Aunque sabemos que no está, actuamos como siestuviese.

Durante el rito funerario el cadáver representaaun a la persona viva, que ha muerto, pero que nose ha ido. Todos sabemos que la persona que esta-mos velando ha muerto, pero cuando hablamos deél, a veces, lo hacemos en presente, como si pudie-ra en cualquier momento opinar acerca de locomentado. Cuando nos acercamos al féretro paraverle, hablamos con él, le decimos pensamientos ysentimientos que fuimos incapaces de manifestarleen vida, le recordamos la soledad que nos ha deja-do. Hablamos en voz baja, como si pudiéramosdespertarlo, se dice que es por respeto, pero hablaren un tono normal no implica falta de respeto; sólose habla en voz baja en presencia de alguien al quese puede molestar, por estar dormido, enfermo,concentrado en algún trabajo, estudiando,... y esesuele ser nuestro comportamiento cuando noshallamos en su presencia, pues cuando nos aleja-mos del cadáver elevamos el tono de voz. Nuestramuestra de respeto es hacia alguien que podemosmolestar y a los muertos, ya no se les molesta. Paranosotros ha muerto, pero aun está presente. Elfallecido está en un periodo liminal, periodo limi-nal que sólo terminara con el hecho de darle sepul-tura o de quemar sus restos. En ese momento, aveces puede durar más para la familia y allegados,pasará de la categoría de vivo a la de definitiva-mente muerto y su presente, será para siemprepasado, asentándose en el recuerdo de nuestrasvidas. Para nosotros el fallecido habrá completadoel rito de paso, muriendo definitivamente al mundode los vivos y naciendo a otra dimensión totalmen-te desconocida y temida. Para los creyentes habránacido a la nueva vida.

Algunas veces, este estado liminal del rito depaso, se puede dar de una manera simbólica muchoantes de la muerte real de la persona que va amorir. Así, en el caso de una persona enferma afec-tada de un proceso patológico en estadio terminal,donde la enfermedad se ha prolongado en el tiem-po y en el sufrimiento de la unidad familiar.

Cuando el enfermo sabe que va a morir en un tiem-po relativamente corto e intenta despedirse de susseres queridos y amigos antes del desenlace final,se puede producir en las personas de las que se hadespedido un fenómeno de muerte simbólica de lapersona querida. Podríamos decir que la personano ha muerto biológicamente, pero ha muertosocial y a veces familiarmente. De esta manera, elperiodo liminal se puede hacer mucho más largo yaunque no haya entrado definitivamente en elmundo de los muertos, ha dejado de pertenecer almundo de los vivos. La mujer o el marido de lapersona que va a fallecer se convierte en viuda oviudo mucho antes de morir el cónyuge, entrandoen lo que se conoce como un duelo anticipado.

De todos los ritos de paso que experimenta elhombre a lo largo de su vida, quizás sea el ritualfunerario el que no influye para nada en la personaque es el objeto y el sujeto del ritual, el fallecido.Como ya he dicho nadie puede vivir su propia muer-te, puede sufrirla, pero no vivirla. Pero es un rito depaso que puede influir favorablemente o desfavora-blemente en los allegados del fallecido, en sus seresqueridos y amistades, de ahí que sea este efecto elque más nos interesa del rito funerario.

El rito ayuda a superar la pérdida y a veces, laculpabilidad que representa para el familiar quevive, que se queda a este lado de la trayectoriavital, el no haber podido hacer nada positivo pararescatar de la muerte a su ser querido.

Cuando un ser cercano muere, muchas vecesqueda impreso en la persona que se queda, un sen-timiento de culpabilidad. Sí yo hubiera hecho esto.Quizás en aquella situación no obre del todocorrectamente. Como me arrepiento de haberledicho eso. ¿Aquella vez, lo que hice, lo hice por elbien del enfermo o por mí?. En el fondo todas estasdudas son fruto de una única pregunta ¿He respe-tado todo lo que he podido la voluntad del ser que-rido que ha fallecido?. Una y otra vez este senti-miento de culpa martillea en el cerebro y causa unazozobra interior, una desazón que hace plantearsecontinuamente el trato con el fallecido. En esosmomentos, el saber que hay ritos que hay queexperimentar, que hay que ir venciendo y sufrien-do, puede ayudar a superar la pérdida.

Momificar un cadáver nos hace verle siempre,estar presente y creer que tiene la posibilidad de

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volver (Faraones, Lenin, Eva Perón, etc.). Cuandose oye hablar a las personas que han crionizado aun ser querido, para ellos no se ha muerto, su vidase encuentra en un periodo de latencia, se ha inte-rrumpido momentáneamente, como si estuviera deviaje. “Cuando vuelva a la vida podrá...”, no se handespedido definitivamente, no han efectuado el ritode paso, el ritual de despedida. Esto también ocu-rre en personas muy creyentes, que tienen una granfe en encontrarse con el ser querido en la otra vida

Cada ritual puede ayudar a conducir por elcamino adecuado las crisis de angustia y pena, alas que se ven sometidos los familiares y amigos dela persona que ha fallecido.

EL RITO FUNERARIO COMO NORMATIVI-ZADOR Y NORMALIZADOR DE CONDUCTA

Quizás la fuerza terapéutica de los ritos de pasoradique en su doble carácter normativizador y nor-malizador social, es decir, en la fuerza que tienende pautar un camino a seguir, un camino por el quese tiene y se debe de transitar para llegar a conse-guir el objetivo.

El tener ritos funerarios nos facilita el compor-tamiento social en esas difíciles situaciones, puesnos marca lo que espera la sociedad de nosotros.Sin estos ritos, cada persona podía entender el pasode la muerte de forma diferente y no saber comocomportarse ante una situación determinada, alar-gando o acortando en exceso un proceso. Los ritos,por lo tanto, nos proporcionan la norma a nuestrocomportamiento social, creando una cierta sociabi-lidad dirigida. Y nos enseñan a socializarnos, acomportarnos en nuestra sociedad cultural.

Pero debemos diferenciar claramente normali-dad y normatividad. Dentro de los ritos funerariosdebemos distinguir dos tipos de normas, las legalesque son infranqueables y deben llevarse a cabo, ylas sociales o culturales, que nos dicen como debe-mos comportarnos dentro de una determinada cul-tura para encontrarnos en lo que se entiende pornormal, pues los ritos que sirven para una cultura,pueden ser inaplicables en otra distinta. La normalegal nos dice que tiene que pasar un periodo de 24horas antes de enterrar a nuestro ser querido desdesu fallecimiento, esta normatividad da lugar a unperiodo de velatorio que debe acabar con un deter-minado rito de sepelio para el muerto. La norma

legal también nos señala que debemos enterrar elcadáver, que no podemos quedárnoslo en casa.También lo podemos incinerar, pero no podemospresenciar la descomposición de la persona falleci-da. Pero de como debemos llevar a cabo el ritofunerario no dice nada, cada cual puede realizar elrito funerario como lo crea oportuno según su reli-gión, sus creencias y su entorno social, es decir,según las normas de su cultura. El cumplimientode estas segundas normas, nos dará la normalidad.Definida así, podemos decir que la normalidadimplica una determinada forma de comportamien-to que se encuentra dentro de unos márgenes acep-tables para la sociedad en la que se vive y que tieneunos niveles de tolerancia oscilantes de acuerdo aconsensos dentro de la comunidad no escritos.

Por poner un ejemplo, la normatividad nosindica que para ir de Madrid a Zaragoza tengo queconducir por la parte derecha en el sentido quellevo y respetar las normas de tráfico. La normali-dad, nos indicaría que “lo normal”, es ir por laautovía de la Nacional II, pero mientras yo no debosaltarme la norma de conducir por la derecha,puedo ir de Madrid a Zaragoza, pasando por,Cuenca o Teruel. Esto sólo indicaría, entre otrasmuchas cosas, que o no tengo mapa de carreteras ono tengo prisa y quiero hacer turismo. En el casoque nos ocupa, la normatividad será ajustarme a laley y enterrar o incinerar a mi familiar pasadas las24 horas de su fallecimiento. Pero la normalidad laobtendré al realizar los ritos funerarios de acuerdoa mis creencias y a mi cultura: velar al difunto,hacerle un funeral por el rito católico, decir unaspalabras de despedida donde recuerde momentosimportantes del carácter o la personalidad del serquerido, echar las cenizas en un lugar determinadodonde el difunto solía disfrutar o sentirse bien, lle-var flores a la tumba con cierta regularidad enseñal de ofrenda, ... Todos estos comportamientosson “normales” y nos sirven para despedir y ale-jarnos del difunto de forma pactada y consensuada.

Así, si yo cumplo ambas normas, las legales ylas sociales, me encontraré amparado por el entor-no al que pertenezco, entonces el rito funerario sepuede convertir en un elemento terapéutico impor-tante en el momento de transitar a una nueva situa-ción de despedida del fallecido. Pues todos sabe-mos que tenemos que morir y que algún ser queri-

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do debe ser enterrado por nosotros, pero no hayque olvidar que la muerte la padece el muerto, perola sufren los seres queridos. El ser humano quemuere puede sufrir la agonía y la llamémosla, pre-muerte, mas la muerte cuando llega él ya no es, yano está y los que sufren, los que se quedan con eldolor de la pérdida, son sus seres queridos. A estosúltimos, precisamente es a los que les sirve el ritofunerario. Los ritos a los que sometemos a nuestrosseres queridos cuando fallecen, los realizamos paranosotros, para sedar nuestras conciencias, parasentirnos mejor con nosotros mismos. Todas lasacciones las realizamos porque creemos que lasdebemos hacer o por el que dirán (carácter norma-lizador) y sólo nos sirven a nosotros, pues el cadá-ver es un todo inerte, algo que fue y ya no es. A élno le sirven de nada nuestros ritos de despedida.

Por lo tanto, el rito funerario se convierte en unaterapia que se dan los vivos para poder afrontar laperdida del ser querido.

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Editorial Anagrama, Barcelona, Pág. 220.- ELIAS, NORBERT. (1987) “La soledad de los moribun-

dos” Fondo de Cultura Económica, Madrid. Pág. 10.- GENNEP, V. (1969) “Los ritos de paso” Taurus 1983.

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HEALTH EDUCATION TO MOROCCANIMMIGRANTS

SUMMARY

The increase of multiculturality in ourcountry is not only a future social trend buta fact. The aim of this work is to attain an

approach to the knowledge of Moroccan immi-grants’ life conditions and attitudes towards healthand illness, and to see how it all influences theresults of our Health Education interventions. Ashealth professionals we face a new challenge: inte-racting with immigrants socialized in other cultu-res different from ours. Perhaps for the time beingwe count on little experience on this field- that iswhy it is particularly important to share our ownexperiences as a mean to reflect and learn from oneanother. We also verify that economic aspects areput before health care.

Key words: immigrants, health education

RESUMEN

No sólo las tendencias sociales de futuro ennuestro país son de aumento de la multi-culturalidad, sino que ya es un hecho. El

objetivo de este trabajo es lograr un acercamientoal conocimiento de las condiciones de vida y lasactitudes hacia la salud y enfermedad de emigran-tes marroquíes y ver cómo todo ello influye en losresultados de nuestras intervenciones enEducación para la Salud. Como profesionales de lasalud nos enfrentamos a un nuevo reto: el interac-cionar con personas inmigrantes enculturadas enculturas diferentes a la nuestra. Quizá de momen-to, contamos con poca experiencia en este campo,

por ello es especialmente importante que noscomuniquemos las propias experiencias, como ele-mentos para reflexionar y aprender unos de otros.Comprobaremos que el componente económico seantepone al cuidado de la salud.

Palabra clave: Inmigrantes, educación para lasalud

INTRODUCCIÓN / CONTEXTOLa inmigración marroquí en España es un

hecho, pero es necesario conocer la actualidadmundial para saber cuáles son las razones que lle-van a tantas personas a tener que emigrar.

Los efectos indeseables de la globalización hanllevado a aumentar las distancias entre los paísesricos y los países pobres, con un reparto absoluta-mente desigual de los recursos que lleva al aumen-to de la pobreza y de la injusticia social. Esto aca-rrea el desplazamiento de personas con la esperan-za de encontrar una vida más digna, y a tener queabandonar su lugar de nacimiento, dejar familia,amigos, paisaje, cultura, lengua, en busca de otrolugar para poder desarrollar otra vida donde tenganoportunidades para acceder a cubrir necesidadesbásicas, sumado a la percepción de que emigrar aEuropa significa mejorar en dignidad y calidad devida, favorece el flujo emigratorio.

España es un país cercano a Maruecos y ade-más existe una larga tradición histórica y vecinal,de encuentros y desencuentros. España ha dejadode ser el lugar de paso hacia Europa para el emi-grante marroquí y se ha convertido en lugar de des-tino. La colonia marroquí empadronada en laComunidad de Madrid según datos provisionalesdel Padrón Municipal de 1 de enero de 2003, es de58.329, a esto habría que sumar las personas pen-dientes de regularizar. En España el número de

EDUCACIÓN PARA LA SALUD A INMIGRANTES MARROQUÍES

Isabel Gentil GarcíaDiplomada en Enfermería.

Doctora en Antropología Social y Cultural.Profesora E. U. Enfermería, Fisioterapia y Podología.

Universidad Complutense de Madrid.

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marroquíes con permiso de residencia en el año2002 era de 282.432.

Este trabajo es una reflexión en voz alta sobreuna realidad que me he encontrado al intentarhacer Educación para la Salud (EpS) a inmigrantesmarroquíes. Pretendo con este trabajo contribuir,en la medida de lo posible, a proporcionar datos ypistas desde mi experiencia, para mejorar nuestrasactuaciones en EpS. Espero que sirva para queotros profesionales puedan continuar su trabajo apartir de mis errores y no tengan que empezar decero. Además conocer las condiciones de vida y lasactitudes hacia la salud de emigrantes marroquíesy ver en qué medida todo ello influye en los resul-tados de nuestras intervenciones de Ep S.

METODOLOGÍALa EpS se hizo en Majadahonda, municipio

cercano a Madrid, con numerosas urbanizacionesde chalets y viviendas unifamiliares que ofrecenmuchas posibilidades de trabajo en jardinería,construcción, chapuzas y servicio doméstico, porlo tanto es un municipio con especial atracciónpara los emigrantes. La población eran adultos,hombres y mujeres, mayoritariamente bereberesprocedentes de la zona norte del país, de las zonasrurales de las montañas del Rif.

La metodología utilizada en la EpS fue gruposde discusión, con la presentación y exposición deun tema por parte de la educadora, buscando y esti-mulando a continuación la participación de las per-sonas del grupo. El trabajo se realizó en un Centrode voluntariado social y hay que tener presente queallí acuden los más necesitados, la mayoría son“sin papeles”, como dice uno de ellos: “La genteque tiene trabajo que tiene dinero no viene aquí.”El trabajo se llevó a cabo durante los años 2002 y2003.

DESARROLLO / EXPERIENCIAComo profesionales de enfermería nos creemos

preparados para realizar EpS, en ello nos hemosformado y conocemos las bases teóricas del porquéde nuestros consejos de salud. Pero cuando nues-tros mensajes ya no van dirigidos a una ampliaclase media, con malos hábitos de nutrición, gene-ralmente por sobrealimentación sobre todo encalorías y grasas, con hábitos sedentarios y con

desarrollados hábitos de consumismo, y debemosenfrentarnos a otra realidad totalmente distinta,como es la de los inmigrantes y sus circunstancias,nuestra aparente sólida formación como educado-res puede conducir al fracaso.

Para nosotros, profesionales de la salud, unvalor fundamental es la salud, y para ellos también.¡Claro que les preocupa su salud! y lo percibencomo un gran bien; además para ellos que el cuer-po responda es muy importante, pues por el tipo detrabajos que realizan, saben que sin fortaleza físicase verán excluidos para ser contratados. Hastaaquí todos de acuerdo, pero a partir de este primeracuerdo compartido, empiezan las diferencias.¿Por qué? porque la jerarquización en la escala devalores ya no es la misma. Para la mayoría de ellosel primer valor, por encima de la salud, es el aho-rro económico que coincide con el primer motivo,por orden de frecuencia, para emigrar, y éste pri-mer valor va a condicionar la organización de susvidas en todos los órdenes, uno de ellos será la ali-mentación.

Vivir en España es caro y difícil, y más cuandose carece de la infraestructura de apoyo que aportala familia de procedencia. Empezar de cero, venircon lo puesto, todavía peor, venir bajo cero con ladeuda adquirida para pagar el billete o estrategia deentrada a España, y pretender vivir con la aporta-ción económica de trabajos poco remunerados einestables es muy difícil, sobre todo al principio.Además, para la mayoría de ellos, parte del salarioque perciben aquí esta destinado a ser enviado allí,éste es uno de los motivos por el que emigraron.

Como profesionales entendemos que para con-servar la salud es necesaria la nutrición correcta. Elmodelo de alimentación que llevemos es uno de lospilares básicos para proteger la salud y en él debenincluirse los distintos principios inmediatos.

Un día de los comienzos, aunque conocedoraya del fuerte condicionante económico en su ali-mentación, pretendí transmitir que en el mercadoexisten varios tipos de piezas de carne, con dife-rentes nombres y precios, las hay más económicas,pero que también tienen proteínas. Cuando terminémis explicaciones de los tipos, nombres y preciosaproximados de las piezas de carne que se encuen-tran en las carnicerías, todavía ignoraba otro deta-lle, y es que los musulmanes, si compran carne, lo

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harán en las carnicerías musulmanas, cuyos cortesde piezas no corresponden con los cortes de piezasde nuestras carnicerías.

El que no compren carne en las carnicerías nomusulmanas obedece a varios motivos: uno hacereferencia a un precepto del Islam, ya que el ani-mal sacrificado deberá serlo de acuerdo con undeterminado ritual para que la carne sea lícita(halal) conforme a la legislación islámica(Sharía). El sacrificio del animal deberá hacersedejando que fluya la sangre por el corte hecho enla garganta del animal -la sangre es especialmen-te impura y no debe ser consumida por el creyen-te-. El animal debe estar echado sobre su costadoizquierdo y orientado hacia la Meca, es impres-cindible que el sacrificador en el momento delsacrificio (dhabhu) mencione el nombre de Alá,pues la intención del sacrificio es obligatorio quesea el propio sacrificio y no el deseo de aniquilarel animal. Otro motivo es que les resulta repug-nante el comer carne con sangre, que siempre esconsiderada como contaminante, de tal forma queaunque la persona en estos momentos no fuesepracticante del Islam, por su tradición culturalpuede seguir resultándole repulsivo la sangre enla carne, y otro motivo es que todos están con-vencidos de que el sabor de la carne del animalsacrificado según el rito islámico tiene un buensabor especial que no se puede encontrar en elresto de las carnes.

Como profesionales estamos bien formados,por ejemplo, en la prevención de la osteoporosis,un problema de salud pública importante en nues-tra sociedad y sabemos que para prevenirla debe-mos incidir, entre otros objetivos, en la importan-cia del aporte de calcio a través de la alimentación,en mujeres en edades perimenopáusicas.

Comentaba yo a unas mujeres inmigrantes queestaban en dicha edad la importancia de tomarleche. Después de explicar el porqué es buenotomar un litro de leche para que los huesos esténsanos, replica una de ellas: "un litro de leche es0´60 euros un día, 5 euros una semana, 20euros unmes sólo leche para mí, no puedo, nosotros somoscinco bocas aquí y siete bocas en Marruecos, nopuedo, si yo tomo leche mi familia no come". Lapragmática realidad se impone a los conocimientosque tenemos sobre prevención de la enfermedad.

En otra ocasión hablando de la importancia enla frecuencia de comer ciertos alimentos, frutas yproteínas, observo que escuchan muy atentamentelas explicaciones, pero del silencio posterior quesigue a mi explicación trato de que comenten algoy uno rompe el silencio: “Esas cosas son buenaspara ustedes que tienen casa y trabajo, nosotros notenemos casa, no tenemos trabajo, los emigrantestenemos muchos problemas”, apostilla uno; y otro"yo como un día, siete barras de pan y té".- "¿Ytú?", pregunto al de a lado. - "Yo igual que miprimo; el pan es barato". Y otro: "yo como todo eldía, para desayunar té y dos barras de pan, de boca-dillo al trabajo tres barras de pan, en casa para cenarcuscús y té". El té moruno, especialmente dulce,lleva gran cantidad de azúcar, es parte fundamentalen su dieta diaria. Los carbohidratos forman un por-centaje alto en su alimentación, no está mal podría-mos pensar, ya que los trabajos que realizan son tra-bajos que requieren esfuerzos físicos, pero sucedeque a veces es casi el único principio inmediato enla alimentación. Si bien es cierto que el alto por-centaje de hidratos de carbono ayuda a soportar eltrabajo, también es cierto que se necesitan otrosnutrientes para mantener una buena salud.

La nutrición insuficiente es una realidad en losinmigrantes con poco tiempo de estancia en nues-tro país, en el periodo en que todavía no han esta-bilizado sus vidas. Este periodo puede ser más omenos largo, ya que aunque estén trabajando loharán sin contrato, por “acuerdos” con el contrata-dor, y ello no da posibilidad para regularizar susituación. No debemos olvidar que a la vez loscupos de contratación que ofrece el gobierno cadaaño no llegan a cubrirse.

Cuando llega la estabilidad laboral y económi-ca, empieza a llegar también la estabilidad en sualimentación. Recordemos que una forma impor-tante que ayuda a mantener la identidad propia -que siempre se pone en juego con el proceso de laemigración- es el agarre material y simbólico a lascomidas tradicionales del país de origen, a la coci-na de la infancia. Es por ello que aunque en su pri-mer viaje de entrada a España, muchas veces sólotraigan como equipaje el hatillo con el recambio deropa seca para mudarse al pisar la costa, en cuantotienen oportunidad, a través de los parientes o lasredes sociales, se hacen traer el cuscús y el tajín.

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El cuscús palabra derivada de al-Kuskus, es unrecipiente de barro o metal, perforado con agujerosen la parte de abajo, donde se cuece al vapor unaespecie de sémola para cocinar el cuscús. Estasémola hecha de granos duros de trigo verde ycebada en la actualidad, pero que en su origen erarecogido por las mujeres de plantas gramíneas sil-vestres, debe ser al menos de dos plantas distintas.Al fuego se pone la marga, olla con asas que sellena de agua para producir vapor, encima el al kus-kus, la olla colador con agujeros donde se pone laespecie de sémola, y encima la tapa, mafaradda,hecha de barro cocido y también con agujeros. Losingredientes que se colocan en la marga varían perosuelen ser verduras: cebolla, apio, tomate, zanaho-ria, calabaza, nabo, pimiento, aceite, ajo, perejil yespecias, algunas veces se le añaden garbanzos. Sele puede agregar cordero, o pollo, o pescado. Todoello cocido muy lentamente. Y el tajin es un reci-piente de barro cocido para cocinar el plato quelleva el mismo nombre: tajín. Es una comida paracelebraciones y fiestas que se elabora con patatas,tomates, pimientos, ajo, perejil, comino, pimentóndulce y aceite, al cual se le puede añadir o biencarne, o bien pescado. Tanto el cuscús como el tajínson platos equilibrados en sus nutrientes.

CONCLUSIÓN / REFLEXIÓNPretender “educar” sobre alimentación correcta

no puede hacerse dejando de lado la perspectivaeconómica en personas en que la situación econó-mica, tremendamente precaria, es su primer moti-vo de preocupación, en personas cuya labilidadsocial y emocional está en riesgo, fundamental-mente porque están viviendo las consecuencias deldesarraigo. No se puede pretender estudiar el tipode alimentación de los inmigrantes como un hechoaislado, está irremediablemente en dialectica con-tinua y permanente con las condiciones económi-cas y sociales que les toca vivir.

La EpS a los inmigrantes, más que en cualquierotro colectivo, deberá ser bidireccional, en interac-ción mutua, que puedan expresarse. Las campañasde EpS con mensajes unidireccionales o con folle-tos escritos que sean la mera traducción del men-saje original en español a su lengua, sin tener encuenta las características sociales, culturales y eco-nómicas conducirán al fracaso.

Por otra parte no debemos pretender homoge-neizar hacia nuestros conceptos de comidas, sinoque desde el conocimiento y el respeto a su cocinainformar sobre una nutrición adecuada.

Si ignoramos sus circunstancias, nuestras acti-vidades profesionales en relación a la EpS u otras,nos pueden conducir a la frustración. Ese senti-miento de frustración buscará un escape y por losencillo y simple que es, no es raro que este esca-pe sea el culpabilizar al otro, en éste caso a losinmigrantes. “Es que no hacen caso”, frase escu-chada con relativa frecuencia entre los profesiona-les de la salud en referencia a los inmigrantes.Además es relativamente fácil rellenar esa culpacon estereotipos asumidos sin crítica por la pobla-ción: no saben, no quieren, no quieren saber, nohacen caso, son medio tontos, no se enteran...Desde luego es la postura más cómoda, pero sitodos optásemos por la comodidad, no es que toda-vía viviríamos en las cavernas, es que nuestra espe-cie se habría extinguido hace milenios.

A veces se tiende a pensar que los inmigrantesmarroquíes son totalmente diferentes a nosotrospero debemos reflexionar ¿las diferencias princi-pales lo son por cultura o por clase social? ¿cuálesson las diferencias reales y cuales las que nos ima-ginamos?

Entender todo esto nos ayuda a poner algo delógica en un tema que a veces se observa condemasiada pasión y con poca racionalidad: el fenó-meno de la inmigración por los profesionales de lasalud.

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“De quererte cantar sufro disnea,bastante más allá de los pulmones...”

Silvio Rodríguez

ANTROPOLOGÍA NARRATIVA Y SITUA-CIONES VIDA SALUD EN LA OBRA DEMARIO BENEDETTI Y OCTAVIO PAZ

ABSTRACT

Narrative is a gender form in wich charac-ters express themselves with no other limitthan yhe imposed by the author himself.

The porpouse of the present research is the use ofnarrative as a means of better understanding thediverse situations faced by people within theimmense framework of health and illness. It is wit-hin the boundaries of this context that the narrativeand poetic work of Octavio Paz and M. Benedettireveals its pedagogical and anthropological poten-tial. Our present Study takes advantage of thepoet’s narrative material as a vehicle with whichone may interpret –from holistic perspective-situations of health-illnes.

Keywords: culture care, narrative anthropo-logy, phenomenology.

RESUMEN

La narrativa constituye un género en el cuallas características se expresan a sí mismassin otro límite que el impuesto por el mismo

autor. El objetivo de este trabajo radica en el uso dela narrativa como una forma de comprender lasdiversas situaciones que experimentan las personasdentro del amplio intervalo salud-enfermedad. Esen este contexto en el que la obra poética y narra-tiva de Octavio Paz y Mario Benedetti revelan supotencial pedagógico y antropológico. En esteestudio se parte de la idea de rentabilizar el mate-rial poético y narrativo como instrumento de inter-pretación holística de situaciones vida salud

Palabras clave: antropología narrativa, culturade los cuidados, fenomenología.

INTRODUCTIONThe goal of this investigation is to make use as

an instrument Octavio’s and Benedetti’s work toease the comprehension, the meaning and the sensein every thing that take part in the health-illnesssituations. Therefor, this is an anthropologicalstudy in two senses: Octavio’s and Benedett’swork as a way (writed culture) (Geertz,1989), andhis literary pruduction in itself as a source of the-mes, issues and contents that describes processesand happenings that take part in the interval health-illness. All this has been introduced in a processthat goes from the individualized reading to the put

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NARRATIVE ANTHROPOLOGY AND SOME HEALTH-LIFE SITUATIONS IN M. BENEDETTI

AND OCTAVIO PAZ’S WORKSJosé Siles González; Luis Cibanal Juan; Roberto Galao Malo; Eva Mª.

Gabaldón Bravo; David Molero Tolino; Carmen Solano Ruiz; Yolanda GallardoFrías; Encarnación García Hernández

Departamento de Enfermería, Universidad de Alicante. Universidad de AlicanteALICANTE –SPAIN.

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in common of the meanings that have been takenout in the team when the conclusions were raised.This kind of work can be only possible when theneopositivist limitations that consider the reality assomething tangible and susceptible of been brokenfor its study are overcome. This is the reason whythe hermeneutic focus has been adopted for thiswork in which the nature of the health-illness situa-tions are a complexe reality that must be studied ina holistic way contemplating the values and cus-toms of every country, that have been trasmitedthrough the generations (Siles and GarcíaHernandez,1995). As a result, the narrations are aperfect seeking object for apreciating this sort ofsituations in an optim way.

The qualitative procedures are making head-way in very different scopes such as history, ant-hopology, ethnology, psychology, pedagogy, philo-sophy, etc. In this kind of procedures, they are veryimportant the ones that use as a basic object, theoral narrative work analyse that help the interpre-tation: life stories; dialogs, studying with accuratetechnics the interaction developed during the con-versation; the found of the sequence and structureduring the interaction process, the semiotic analy-se and the dramaturgic one. The reasons why thisstudy has been done can be explained answeringthe following basic questions: Why shouldn’t weuse in a pedagogic way, the experiences that theothers offer us through their writings? It would bevery easy to expose light arguments to justifysomething that has sense by itself. Anyway we aregoing to numerate three reasons that reforce thepertinence of this work:

1) First of all, the increasing existence of a lite-rary production (biografy, essay and narrative)whose scope abord in a complexe as diverse andplural way, as creative the subject of study. Toshow what we have exposed before, it will just benecessary to do a soft state of the question:

To what is respected to experienced situationsfor people involved in death processes,it exists arising, specially significant, autobiografic produc-tion: Zorn relates with perfection in “Bajo el Signode Caín” the changes that take part in his life afteran unhealing cancer was dignosed in him(Zorn,1991). In the same kind of dinamic tale –inthe sense that the author describes the happenings

according to their parallel evolution to their stopand the develop of the illness in his life- Gilbert’sautobiografic tale could be included, who in “Elprotocolo compasivo”describes how his body andmind struggle and adapt to the limits imposed byan AIDS process, that the author lives with anxietyto achieve the end of his life (Gilbert, 1992). In thesame way it is necessary to name the work ofgroups who suffer AIDS who gather together in themagazine “Cienpiés. Cartas entre nosotros” inwhich the experience of people who wants orneeds it, are explained, or just try to make unders-tand to the society what is happening to them(Grupo de Autoayuda “El Cienpiés”: 1992). In theXIth World Conference about AIDS that tookplace in Vancouver in 1996 it could be shown thespread of this kind of procedures and methods thathave been proved as powerful ways of comunica-tion and above all, to help to identify the meaningsfor the existence of the pearson starting from a newsituation, a new mental, social and fisic state wherenew objectives are required.

There are other contributions that are alsoworth to show because of its high explanatoryvalue: Ramon Sanpedro, from his tethraplegicpoint of view, wrote a book where he tried to letknow his desperate situation with the hope that thesociety could understand why he was keeping hisappliance to the Justice to let him die through theeutanasia (Sampedro, 1996). Something so com-mon in the humankind as sorrow is object ofreflection and it is conceptulized as “the hardestexame in the chain of exames that we call life”(Jünger, 1995:13); or the most amazing and hap-piest case, that could be shown as a speech ofpeace betwen life and the society, in which awoman who suffers the Down’s syndrome tell uswhy she regards the world with the fluency of awoman who has left the heavy chaines of complexbehind (García Sicilia, 1996). The same methodwas used to break through the children and explainthem what is a hospital, the illness, who work thereand what for, with the simplicity of a short story(Chamizo, 1996). On the other hand, Sacks Oliveris trying to do his best to develope a new literaturesubgenre, inspired in the Clinical Phenomenology,achieving his goal in “Un Antropologo en Marte”(Sacks, 1997).

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Octavio Paz in “Itinerario” and “El laberinto dela Soledad” (1994-1996) is a writer who is coscietand worried about the social reality so he tries tochange it. It is a constant the feelings that this pro-duces to him: his loneliness and his anxiety, “I feltanxious because of the state of my soul”, “the pre-sence of the evil among the humanity as a sensiblereality, biologic, phycologic and historic”, “the evilharms me”, “the silence in front of the lies and cri-mes”. A constant search for answers, a “nostalgiaof totality and absolute”.

In another important author such as MarioBenedetti, it is important to name another cons-tant: in the most part of his tales the pain is not justa superfluous thing, he shows how is it possible tolive with it and even control it and change it in amotive of proud or distition.

“The truth is that the asthma is the only onesickness that requires a style and even a vocation.A people who suffer of high blood pressure mustgive up the same liquids as another one; a peoplewho suffers a problem in his liver must follow thesame tedious advices in the meals as another one;a people who suffers of diabetes must take thesame insulin as another one (...) In the other hand,a people who suffers of asthma will never lose hisindividuality, because the disnea (it was said by mypoor laboral doctor to hide his professional igno-rance about the topic) is not an illness but a symp-tom (...)” (Benedetti, 1995b:85-87).

2) Secondly, this kind of seek is grounded inthe interactivity of the process: text-reader-writer-the living, is a fundamental issue of the hermeneu-tic nature such as the act of writing, such as the actof reading and even speaking, or just listing. Frairesays that reading is writing, and writing has savethe life to a lot of writer or at least it has delayedtheir end. The interactivity is the implicit goal ofthe “Vida y Salud” tale awards whose slogan isvery meaningful: “Writing is Living” because asCalvino says:

“(...)The Universewill manage to express by itself meanwhile someone could say: I read so hewrites (Calvino, 1983: 182).

The importance of the written works exchangearrives to the other extreme where as Julia Kristevaunderlines: “any text is the result of the absorptionof another text” (González, 1994). Writing isliving and for living the imitation mechanism isbasic because is a common way of learning where-ver it existes comunication enough and interactionenough. Every writer in the world are in duty withwith works created far away from them (intertex-tual debt) and with external experiences (livingdebt). It has been written a lot about the Quixote’sintertextual debt and about Shakespeare’s master-piece. Hamlet’s first performance took place in1602, many years before to a Kid’s play (1584)that was very similar. But the possible influencesto this great drama go back more in the time,because several researcher relate it to a SaxoGrammaticus’ work (a Danish feature writer ofXII century) , and probably the theme that the playrepresents must have an antecesor - or several ofthem- that comes from an historic phase , previousto the writing invention (Valverde, 1994). Calvinoexpresed the intertextuality phenomenon in “Siuna noche de invierno un viajero” (If in a winternight a traveler):

“(...) I stop before I could be seize by the temp-tation of copying every crime and punishment (...)by an instance it seems to me that I can understandwhat must have been the sense and the vocation foran inconceivable profession in nowadays: thecopist (Calvino, 1983: 174).

But definitevely, what is intertextuality? It isjust a way of interaction, of comunication betwenindividuals, ways, groups, whose main goal is the

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experiences exchange for winning the fear of thenot lived, for easing the anxiety that goes togetherto the situations that imply big changes. Octavio,(1996) in “El laberinto de la soledad”, describesthe Mexican people, people who suffers in silenceand that needs “the fiesta for shouting, going off,making confidences, crying, getting drunk andkilling”. He narrates some Mexican groups loneli-ness, such as the “pachucos”, who “have missedtheir heritage: language, religion, costums andbelives. They have only one body and one soul leftin the open air, inert in front of all the sights”. Thispruduces loneliness and anxiety and thereforaggressiveness, that becomes a pursuit. A pursuitthat “redeemes him and finishes with his loneli-ness: his salvation depends on the access to thatsociety that he pretends to denie. Loneliness andsin, communion and health, become into equiva-lent terms. He speaks, inseveral of his works, aboutthe emigrants loneliness and sadness: “yes, this isvery nice, but I can’t understand it. Here, even thebirds speak English”. The mexican’s loneliness asa deeep feeling that is stated and denied in an alter-native way, in the melancholy and the joy, in thesilence and the shout, in the murder without senseand the religious fervor “our lonelyness is an orp-hanity the dark conciousness of having been tornout from the Wholeness and an eager seek: a run

away and a return, an attempt for restoring whatwe had in common with the Creation. InPirandelo’s work it is reflected, better than in anyother, the sorrow experienced by the man who can-not comunicate with the others when they pretendthat the existence is just lived in the most superfi-cial part of the psychic being, in a conscient way.The characters desperetly try to run away from thejail of their “self-lie” in “Seis personajes en buscade autor”. They want someone to help them toadapt their experiences in the dramatic universewhere it takes part. In same way, following thispirandelian pulsion, the readers, an infinite numberof them, should try to make an efford and try toenrich their lifes, comparing them with the charac-ters’ experiences, as Benedetti’s, who always suf-fer to adapt them selves to new situations putting inpractice the reflection in an uninterrupted way.Because in Benedetti, it can be apreciated, besideshis own and not own experiences with sorrow, ill-ness and death; influences from other works (inter-textual debts) written by another authors that pro-bably doesn’t like optimism and that only usehumor in their deepest and most clever expresions.This is the case of authors studied by Benedettisuch as Faulkner and Onetti. If in Faulkner is apre-cieted a constant feature so determined by the des-tiny as the fate, this doesn’t avoid that in novelssuch as “El sonido y la furia” the interactivity waspresent in all the work which is determined by theunion of interpretations that are scratched in diffe-rent levels until achieve the being most ignoredroots through the world explanation made by afool. The same theme is aborded by Benedetti in“El altillo” that is not too far away from the uni-verse with bad premonitions that is so characteris-tic in Faulkner:

“(...)She didn’t felt the wall at all yet but he wasstill smelling the cool that was shining.

- Put your hands in your pockets again.Caddy was coming walking, after she run and

the bag from the school was moving and dancingbeside her.

- Hello Benjy –Caddy said. She opened thedoor of the wall, she got in and she duked (...)

- You came to the meeting with Caddy –shesaid rubbing her hands together-. What’s the mat-ter with you? What are you trying to say to

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Caddy?- Caddy smelt like the trees, like when hesays that we are sleeping.

- Why are you crying that way? Luster said (...)(Faulkner, 1982: 8-9)

“For running away, for escaping from somet-hing that one doesn’t know very well what it is, itis necessary to do it alone. And when I was run-ning away (for exemple, when I smashed myaunt’s binoculars and I throwed them away to thewater close and she lost all her serenity and gotangry and she shouted me dirty fool, pretty conse-cuence of my father’s drunkeness (...)”(Benedetti,1995b :26).

The postrer Onetti, who was almost sunk in bedin the same way like a whale docked in the lastbeach, is another of Benedetti’s most readed andstudied authors. One his features is his capacity tokeep a slow and oppressive atmosphere that is theperfect way to make you feel the essential of thecronic processes (the experience slowness is dou-blely painful when it takes more than the unexpec-ted limits through the time) (Onetti, 1978: 153-158); this technique is also known by Benedetti.The characteres beaten by the society, the illnessand by the sorrow go through Onetti’s work pagesfeeling the confortability from who is installed inhis own home. “Juntacadáveres”, “El pozo”, “Elastillero”, etc; but it could be “EL infierno tantemido” Onetti’s best tale in Benedetti’s words(Benedeti, 1995 a) where it can be observed moreclearly the amazing and sensual feature, that thesorrow can achieve through the paradox exploita-tion in the self-destructive root of the human kind.In “El infierno tan temido” it is narrated a revengehistory –that is motivated by Risso’s wife infide-lity- in which underlies the unconscient wish ofself-destruction. The main character separates ofhis wife when he descovers her infidelity, but whatit could be understood as the end, it is just the begi-ning for a new complex relationship: Form the dis-tance, Risso continues getting new evidences of hiswife infidelity, what increases his contradictoryfeeling of love-hate:

“Risso builds his interpretation with perseve-rance, that abjection that he changes as a sign oflove, proves something like an unconscient wish ofself destruction(...) that is just and simply the sui-cide (...)” (Benedetti, 1995 a)

3) Finally it is important to point that culturaltypographic nature –as a way- is the perfect instru-ment for the develope of any sort of understandinglearning where the fundamental is not memorizinginformation, but to catch the meanings included ina text that is used, in an anthropological point ofview, as a scope where the anthropologist goestogether to the author (Geertz, 1989). Such as inhealth, such as in illness, there are situations inwhich they are implied, sometimes in a difficultway to separate, physiologic and cultural patterns(Malinowski, 1984), this situations are by themselves , cultural issues susceptible of seek; aboveall if we leave from cultural concept large andgenerous, understanding it as all the behaviours ofa group of people (behaviours that in any way, arethe ones that influence in determined health-illnesslevels).

By its own nature and goals, this kind of rese-arch imply the claim of the written text, in an his-toric moment in which the decadence of the waysand uses of the Gutemberg’s Galaxy is loudlyannounced.

This is this way, because the fragmented andeasy changing thought that are encoraged by theimmerging and powerful silicon galaxy doesn’thelp at all neither the goals, neither the methodsthat used in this search. In the forties, Salinas war-ned the North Americans about the fragmentablethought influenced by the journal corporationswhich is every time more worried about showingthe news in a more sensational, quickly, and shortway in as less space as possible (Salinas, 1981:402-415). In the other hand, Ong thinks that rea-ding do not only help to understand the experien-ces of the others, but above all, the self search andthe being internal knowledge, and he states that theCalvinistes developed sooner their capacity for theself search, that later was so related with psychoa-nalyze universe (Ong, 1987). For other authors theaudiovisual media show unspecific messages thatare not able to separate the personal situations oftheir recipients. They are messages for everyonewhich doesn’t have the aim of being able to be asi-milated because of their fragmented character(Postman, 1991). Even some specialists about thisscope that are more pessimists, have to state thethought extremly state of damage because of the

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raising of cultural system monopolized by theimage:

“(...) It cannot be said that the image is moreimportant than the idea, when the idea doesn’texist. We are not just attending to image victory,but to the empty thought (...)” (Daniel,1994).

It is undoubtable that the written text in its tra-ditional style (paper, book...) helps as any othermedia to understand the difficult situations in thehealth-illness interval, what constitues the bestway to find the meanings that take part in the deve-lope of these situations where the complexe detailstructure that compose the reality is checked,making more easy the interpretation of its process;interpretation that is always the reality lived by theindividual explanation:

“I am, my-self, hardly thirty-nine years old, adisnea veteran. To breath with difficulty says thedictionary, but the dictionary can’t explain thedetails. When one first feels that difficulty, onethinks that his lastest hour has arrived, of course.After, that becomes common, it is known that afterthat false, last gasp; it will come the saving breathand one will stop getting anxious, one will stopscratching the sheeps (...)” (Benedetti, 1995b: 85-94).

METHODESThe work has been developed through text con-

tent analyse (Gicquel, 1982) following the orienta-

tions given by the narrative ethnology, (Geertz,1989; Benner, 1992), experience interpretationstechniques (Josselson & Liebblich 1995) and thephenomenology (Blumer, 1982; Riehl Sisca,1992). The materials have been compound byseveral works from Benedetti, where we can name:“La muerte”, “El fin de la disnea”, “Datos para elviudo”, “Mis amnesia”, “Péndulo”, “Réquiem contostada”, “El altillo”, “Musak” and others; andseveral books from Octavio Paz. “Itinerario”, “Ellaberinto de la Soledad”, “Obra Poética”, “ElPeregrino de su Patria”… In concordance with theobjective, mainly it has been tried to put in practi-ce the specific learning procedures starting from alearning concept in which it is considered as anactive one where the thought, the previous know-ledges and the perception are applied with threegoals: the phenomena-situation explanation- com-prehension, to help for the specific behaviourchange and finally the problem resolution (Peplau,1996: 439). Basicaly, the used procedure consistsin the meanings and experiences observation con-tented in tales. It has different phases:

- Individual reading in detail, of the text,through the observation of the happenings in thedifferent situations of the narration.

- Short description of the situations observed inthe reading.

- Data analyse comparing the ones with theothers in groups: homogenity-heterogenity, fami-liarity-novelty; content detarmination and themesincluded in the situations observed during the lec-ture.

-The conclusions creations must be made usingproper techniques in the group dinamics to avoidthe parataxic and overcoming the reader experen-cial limits thanks to the group interaction. In thisphase it must be made as exactly as possible thehappenings essence in every work, what imply toextract the meanings, and at the same time, to evi-dence of every active and experiencial learningunderstanding.

RESULTS AND DISCUSIONOne of the problems detected in the method

application the influence of the parataxic interpre-tation that consists in the happenings interpretationin the text –the new situations- only in terms of

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lived experiances by the reader. As well, the mainhandicap that interferes the work made in the in theconclusions phase (meanings extractions), it hasbeen in the tendency of extracting the experiencemeanings in a stereotype way, must be overcome,as it has been told before, by means of the interac-tion of the different members of the group.

AN EXEMPLE OF METHODOLOGYAPPLIED IN OCTAVIO’S AND BENEDET-TI’S WORK

- It can be described shortly Mis Amnesia, as atale with a circulatity stood where, fatally, therepetition predominates in the same experiencethat always finish forgetting that girl surroundedby pigeon that she keeps aslept in the garden, wea-king up as an innocent after and, thanks to the loseof memory, she falls in Felix’s hands, a middle-aged handsome man, smart and combed to thedetail.

- If we analyse Mis Amnesia development, itcan be aprecieted a certain parallelism between theillness concept, that historically has been mistakenwith the sin, and the waste of honor or the virgi-nity, which has an important position in the deadlysins. The woman must forget the sin, the illness, tofeel her-self clean and healthy and to fall in thesame fiddle with a new freshness and naturallity.

The smart Félix Roldán violent and suddenattack and the no less surprising and effective ans-wer from the girl, it is in essence , the partial exe-cution of an ethernal sentence: the repetition of thesane scene by the same characters.

- In the extraction of meanings phase the nextconclusions were reflected: life is a cicle that isalways repeating itself in the sense that we areborn, we grow up and finally we die. No one canrun away from any of these phases, that absolutelyand fatally all the people must do, although to for-get above all, the last one is tried. The illness as alife alteration is something to forget. The ill personis not isolated, the ill person does his best to for-get his illness, isolate it to become free and tocome back to the world of health become a healthyamnesic. To forget the illness, the sin, the dark sideof everyone is a way to survive whose part of hap-piness is directly proportional to the lost inthought, unconciessness, and forget capability.

“The North Americans are credulous and weare believers; they love fairy tales detective storiesand we love myths and legends,” he wrote. “TheMexican tells lies because he delights in fantasy, orbecause he is desperate, or because he wants torise above the sordid facts of his life; the NorthAmerican does not tell lies, but he substitutessocial truth for the real truth, which is always disa-greeable.”

“We get drunk in order to confess; the getdrunk in order to forget, “he added. “We are sus-picious and the are trusting. We are sorrowful andsarcastic and they are happy and full of jokes.North Americans want to understand and we wentto contemplate.”

He noted that wile Mexicans enjoy theirwounds, North Americans enjoy their inventions.They believe in hygiene, health, work, and content-ment, but perhaps they have never experiencedtrue joy, which is an intoxication, a whirlwind. Inthe hubbub of a fiesta night our voices explode intobrilliant lights, and life and death mingle together,while their vitality becomes a fixes smile thatdenies old age and death but that changes life tomotionless stone”(Miguel Pérez. 1998 HispanicLink News Service).

As a resume we can state that Octavio(“Itinerario”, “Laberinto de la Soledad”, “ObraPoética”…) ofen used the idea in his works of get-ting out of the loneliness, the sadness, the existen-cial empty and the meaning of life. This search ismade by silence, feelings repression, the joy in thefiestas and death. Expressions that don’t allow tothe Mexicans but to the whole humanity. We arealone. The lonelines, the plece where the sadnesscomes from, started the day when we were bornand removed from our mothers, the day when wefell in a strange, hostile world. We have fallen; andthis fall, the fact of knowing that we have fallenmakes us fell gilty. Why? Because of a crime wit-hout name: to be born. He uses the criticism as aninstrument to bring to the light the absolute hypo-crisy and to report the crimes “I discovered that therevolution was the criticism son and that the absen-ce of criticism murdered the revolution”. InBenedetti’s work, the characters re consider theirlifes from the new situations and try to adapt them-selves to them by creating new meanings which are

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inspired in diverse facts: from the most insignifi-cant happenings (heat, light of the sun or shape ofthe clouds perception in “La Muerte”) to the mosttrascendenal ones (relationship with relatives). Theadaption capability is aprecieted in “El fin de ladisnea”, where in a creative way, the physiologicdisfunction becomes a distinction element, any-way, illness leads to a way of life. In “Punteroizquierdo” the soccer player uses his convalecencefor reflection, what ease the search of the meaningof life, the new situation and to restructure thefuture. Something similar happens to the main cha-racter in “Ganas de Embromar” after a terroristattack. The sentence that a doctor friend of himmakes ,in a fatal diagnosis way, is going to implyfor Mario a situation in which he is going to ques-tion all of his life. In “Aquí se respira bien” the sondisappointed because of the father model patternsfaded away, makes him feel insecure when he nee-ded it more, just before leaving, finishing the storyin a cross of feelings where sorrow and the shamecontinue present.

CONCLUSIONSAs a final resume it is important to name the

following conclusions :- Thanks to the method used in this work, it has

been possible to get the goal of making profit ofBenedetti’s and Octavio’s work as a meaning seedsbag in the health-illness situations and with its onlyuse, we can get encouraging consequences in twosenses: the students introduction to the active rea-ding and the use of literature in aspects not veryusuals .

- With these kind of methods we can organizesituations that, although they are usually classifiedas clinical, they are in essence human experiences.

- Independently to the concret goals in this kindof research, the use of texts, tales or poems as com-munication meanings mechanisms can contribe toslow the isolation process of itself that is takingplace in the classrooms.

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PSYCHO-SOCIAL ADAPTATION PRO-BLEMS IN MOTHERS OF CHILDRENCARRYING DOWN SYNDROME

SUMMARY

This descriptive study analyses possible psy-cho-social problems for mothers of childrencarrying Down Syndrome. It was carried

out in a Treatment and Early Stimulating Unit in aBrazialian university. A structured outline of inter-views was prepared for data collecting, and appliedto a group of 13 women with children carryingD.S. regularly attending the unit. All behaviorswere codified and grouped according to commonadapting difficulties recorded by Callista Roy.Being the ‘self-assessment’ the commonest pro-blem in all of them. Bio-psycho-social impair-ments were identified in those women not only for

the D.S. diagnosis suffered from their children butfor a certain fear to society pre-concept. The lackof knowledge and information about the illness aswell as the paramount importance of an early sti-mulation and treatment contributed to magnifythose adapting problems. The conclusion the studypresented was there is a compensating adaptinglevel of self-assessment in the analyzed women.

Key words: Down Syndrome, adapting pro-blems, nursing theory.

RESUMEN

Estudio de descriptivo que objetivó analizarlos problemas de adaptación psicosocial demadres de niños portadores de Síndrome de

Down. Fue desarrollado en un servicio de trata-miento y estimulación precoz, de una universidadbrasileña. Fue utilizado un guión estructurado deentrevista para recogida de datos, aplicado en ungrupo formado por 13 mujeres que poseen hijosportadores de este síndrome acompañados en elreferido servicio. Los comportamientos fueroncodificados y agrupados con base en los problemascomunes de adaptación presentados por CallistaRoy. Se constató que los problemas de adaptaciónse concentran en el modo del autoconcepto. Severificó que los trastornos biopsicosociales identi-ficados en estas mujeres fueron causados tanto porel diagnóstico del Síndrome de Down, que acome-tió sus hijos, cuanto por el miedo del preconcepto.La carencia de conocimiento sobre la enfermedad

TEORÍA Y MÉTODOPROBLEMAS DE ADAPTACIÓN PSICOSOCIAL DE MADRES

DE NIÑOS PORTADORES DE SÍNDROME DE DOWNAllyne Nóbrega Fortes

Licenciada en enfermería por la Universidad Federal de CearáMarcos Venícios de Oliveira Lopes

Enfermero, Doctor en Enfermería, Profesor Adjunto del Departamento deEnfermería de la Universidad Federal de Ceará, Fortaleza–Ceará, Brasil.

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y la importancia del tratamiento y de la estimula-ción precoz también aportó para la manifestaciónde esos problemas de adaptación. Se concluye quelas mujeres presentaban nivel de adaptación com-pensatorio en su autoconcepto.

Palabras clave: Síndrome de Down,Adaptación, Teoría de Enfermería

INTRODUCCIÓNEl Síndrome de Down puede ser definida como

una alteración genética, específicamente debido auna trisomia en el grupo G del cromosoma 21. Enel caso del Síndrome de Down, ocurre un error enla distribución y, al revés de 46, las células reciben47 cromosomas. La trisomia 21 simple o padrón secaracteriza por la condición en la cual la personaposee 47 cromosomas en todas las células. Lasegunda clase, la trisomia mosaico, es definidacomo la alteración genética que compromete ape-nas parte de las células, o sea, algunas células tie-nen 47 y otras tienen 46 cromosomas. Existe aún latrisomia por traslocación, en la cual el cromosomaextra del par 21 se queda adherente a otro cromo-soma. En ese caso, aunque el individuo tenga 46cromosomas, es portador del Síndrome de Down(Jorde, 1999).

Esas modificaciones en el genotipo generancaracterísticas semejantes entre los portadores detal deficiencia, tornándolos diferentes de las demás

personas consideradas normales. Los portadores deesta alteración cromosómica tienen trazos caracte-rísticos a su condición como: cráneo pequeño,achatado antero-posteriormente, faz lisa, rostroredondeado, malares salientes, nariz pequeña,debido a hipoplasia de huesos faciales y nasales,ojos diminutos con presencia de epicanto, iris conmanchas de Brushfield, orejas menores que losniños normales, palato en ojiva, labios groseros ymacroglosia, aumentando la desproporción con laboca relativamente pequeña, anormalidad en losdientes permanentes, piel blanda y floja, presen-tando pliegues, principalmente en el cuello. Losdedos cortos y groseros al lado del alongamientode la palma de las manos. Encurvamiento de laúltima falange del dedo mínimo y pliegue simies-co. Los órganos genitales son de pequeño tamaño,pudiendo haber displasia de pelve. Hay hipotoníamuscular con aumento de elasticidad articular.Defectos cardíacos e intestinales son frecuentes,allende infecciones repetidas del aparato respirato-rio y nanismo (Behrman, R. E., Kliegman, R. M.,& Jenson, H. B., 2002; Lima, 1997).

Se sabe que problemas durante la gestacióncomo crisis emocionales, traumas mecánicos, omismo el uso de drogas, no son causadores de estaalteración, ya que la misma es de naturaleza gené-tica, desarrollada después de la fecundación.

El Síndrome de Down ocurre, en Brasil, en laproporción de un en 600 nacimientos, estimándoseasí, cerca de ocho mil nuevos casos anualmente, nohabiendo aún cura para tal anomalía, sino, trata-miento sintomático, allende programas de estimu-lación precoz y de apoyo al deficiente (Ministeriode la Salud,1994).

Delante de la certeza de no cura, de los trazosdiferenciados y de las características inherentes alos portadores del referido síndrome, millares demujeres, a cada año están sujetas a vivir la frustra-ción por no tener un hijo que pertenezca a lospadrones usuales de salud y semejante a los demásniños. El chasco seguido de labilidad emocional esinevitable a la mayoría de esas madres que soninformadas de que sus niños son especiales, ya queeste síndrome viene acompañada de la carga socialque atribuye a su hijo un status de ser inferior,menos capaz, anormal con relación a los demás.Para la madre, que engendró este niño, en el

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momento en que es informada que su hijo posee talsíndrome, se queda el miedo de ser culpada, juzga-da por ser genitora de algo tan diferente y conde-nada a cuidar, educar, proteger y amar a su hijomuchas veces sin apoyo.

De esa forma, es notada la importancia deldesarrollo de acciones que suministren mayorapoyo y ajustamiento de esas mujeres a su nuevacondición, considerando que son ellas que irán anecesitar mayores informaciones, estabilidad men-tal, espiritual y afectiva para proporcionar a sushijos una mejor calidad de vida bajo sus atencio-nes.

Caso no haya soporte y apoyo a la esta madre,la misma puede reaccionar de manera ineficaz laesta situación y, por fin, comprometer su bien estarmental, físico y social y consecuentemente el cui-dado que ofrece a su hijo.

Por comprender qué las madres viven, compar-ten y acompañan el desarrollo de sus hijos, esteestudio considera importante identificar los proble-mas de adaptación psicosocial que el Síndrome deDown causa a estas mujeres. Asimismo, es posibledesarrollar un método de asistencia específico paratal grupo de personas, de acuerdo con los proble-mas de adaptación encontrados, mejorando, portanto, su calidad de vida y, consecuentemente lacalidad del cuidado prestado por ellas a sus hijos.

Con base en este contexto, objetivamos anali-zar los problemas de adaptación psicosocial demadres de niños con Síndrome de Down, visandoaportar para la mejoría del cuidado prestado a esapoblación.

MATERIAL Y MÉTODOEstudio descriptivo, con análisis cualitativo

que tuvo como foco los problemas de adaptaciónde madres de niños portadoras de Síndrome deDown. Este tipo de trabajo tiene como finalidadproporcionar una aproximación con el fenómenoestudiado, así como una mayor percepción acercadel asunto, bien como su exposición detallada. Enese tipo de pesquisa, los hechos son registrados,clasificados e interpretados, sin que el pesquisidorinterfiera en las informaciones logradas (Cervo &Bervian, 1983; Andrade, 1998).

La pesquisa fue desarrollada en núcleo de tra-tamiento y estimulación precoz, vinculado a una

maternidad-escuela de la Universidad Federal deCeará - Brasil. Este centro es compuesto por pro-fesionales como enfermeros, médicos, fisiotera-peutas, fonoaudiólogos, psicólogos, terapeutasocupacionales y asistentes sociales; que ofrecenservicio a niños portadores de déficit neurológico,motor o cognitivo.

Normalmente son las madres que acompañanesos niños a las consultas realizadas en este núcleo.Las mismas pueden participar de las sesiones tera-péuticas como también pueden se quedar en laantesala. No existen, sin embargo, grupos de auto-ayuda entre esas madres o encuentros pre-estable-cidos junto a los profesionales de este local para unposible acompañamiento a las mismas.

El grupo investigado fue constituido por 13madres de niños portadoras de Síndrome de Down,las cuales fueron seleccionadas obedeciendo al cri-terio de accesibilidad, no dependiendo de color,raza, procedencia, religión, edad o nivel socio-eco-nómico cultural.

Fue utilizado como instrumento de recogida dedatos un guión estructurado de entrevista. Pormedio de la entrevista, fue posible lograr una per-cepción inicial sobre las respuestas causadas por elhecho de su hijo ser portador del Síndrome encuestión (Nanda, 2000).

El guión utilizado en la entrevista fue basadoen un material desarrollado para la aplicación delos Modelos Conceptuáis del Proceso deEnfermería (Christensen & Kenney, 1995). Esteguión fue compuesto por preguntas específicasdirigidas al Modelo de la Adaptación de Roy, eneste caso, dirigidas a los modos de adaptación psi-

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cosocial. La entrevista fue compuesta de una pri-mera parte de dados de identificación; las cuestio-nes conductivas de la recogida de datos fueron deltipo abiertas a fin de posibilitar un mayor ahonda-miento acerca de la tema.

La recogida de datos ocurrió simultáneamentea los servicios de los hijos de las participantes porlos profesionales del núcleo, en febrero de 2004.Antes de la realización de cada entrevista hubo laidentificación de la pesquisidora a la entrevistada yuna explicación previa sobre el trabajo en cuestión.Subsiguiente a eso ocurrió la firma del término deconsentimiento por parte de cada participante,autorizando por medio de esta la obtención y la uti-lización de sus informaciones. Las participantes dela pesquisa fueron debidamente aclaradas en cuan-to a la finalidad del estudio, en cuanto a la impor-tancia de su participación en el mismo, y en cuan-to a la garantía de su anonimato.

Los datos fueron organizados con base en elanálisis del contenido, específicamente el análisistemático que incluyó cinco momentos. En el pri-mer momento fue hecha la escucha, transición ylectura exhaustiva de cada entrevista. Lo segúnmomento fue caracterizado por la codificación delos comportamientos identificados en cada entre-vista. En el tercer momento fue hecha la agrupa-ción de estos códigos, teniendo como base losdiagnósticos referentes a los problemas de adapta-ción. Se utilizó como base las respuestas humanasencontradas en la taxonomía de la NANDA. Elcuarto momento incluyó la organización de losdiagnósticos de acuerdo con cada modo de adapta-ción psicosocial. En el quinto momento fue hechala discusión de las categorías de acuerdo con losconceptos presentados en el modelo de la adapta-ción de Roy.

RESULTADOS Y DISCUSIÓNLos problemas de adaptación identificados son

relacionados predominantemente al Modo delAutoconcepto, siendo encontrados en este modolas siguientes respuestas humanas:• Estrategias Defensivas de Resolución Individual;• Disturbio de Autoestima;• Enfrentamiento Individual Ineficaz;• Miedo;• Negación Ineficaz.

Con relación a la respuesta humana EstrategiasDefensivas de Resolución Individual, la mujer pro-yecta una autoevaluación falsamente positiva,autoprotectora que la defiende contra amenazasexternas como puede ser observado en las declara-ciones a continuación:

“Por cuenta de mi problema, me torné una per-sona muy atrancada para el mundo, hablo lo quepienso solo para mí. Ni a mío esposo yo desaho-go”. (Entrevistada 1)

“Al inicio yo no quería salir, evitaba las otraspersonas. Yo se quedaba adentro de casa y no que-ría que los otros a viesen; quisiera esconder laniña para siempre”. (Entrevistada 4)

“Luego cuando ella nació, no pasé el hechopara mi esposo. Después de un mes yo hablé, con-versé con él”.(Entrevistada 10)

Todos esas declaraciones caracterizan tentati-vas de autoprotección contra amenazas como laculpa, el preconcepto y la soledad. Algunas madresdemuestran comportamientos defensivos como lode autojustificación a través de la cual intentancomprobar que no cometieron error alguno y quepor eso su hijo debía ser normal. Hay mujeres quehacen uso del recogimiento manifestando: retrac-ción, prefiriendo guardar a sí sus problemas ya queno consiguen expresar sus emociones, sentimien-tos, fragilidad. Otra forma de autoproteccióndemostrada fue la acción de esconder el hijo con elintento de protegerlo del preconcepto, de las pre-guntas, de las miradas curiosas.

Otra respuesta humana encontrada fueDisturbio de Autoestima, aún inserida en los pro-blemas de autoconcepto. Ésta es caracterizada porexpresiones de culpa y vergüenza, incapacidad;verbalización autonegativa (Nanda, 2000). Fuerelatado por apenas una de las entrevistadas.

“Digo cosas que no debo para mi hija, me con-deno demás. Me pregunto por qué yo no morí a lahora del parto. (...) Soy aún subvertida con laenfermedad de ella (...) Necesito ocupar mi mente.Me siento inútil”.(Entrevistada 8)

Sentimientos como inseguridad, incapacidad yculpa, hacen que esta mujer continúe desarrollandoestrategias defensivas, perjudicando así su procesode adaptación.

Algunas mujeres presentaron EnfrentamientoIndividual Ineficaz que es definido como siendo la

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incapacidad de desarrollar una evaluación eficazde los agentes estresores, escogiendo inadecuada-mente las respuestas practicadas (Nanda, 2000). Elrelato a continuación es un ejemplo disto:

“Quiso rechazar ella en el comienzo. Pasé másde dos meses llorando todos los días que yo mira-ba a ella, pensé en donarla (...) Pero mi hija másvieja me convenció a quedarse con ella: ‘Madre,ella no tiene culpa de haber nacido así’”.(Entrevistada 4)

El rechazo inicial fue posteriormente superada,después el establecimiento de un sistema de sopor-te, aquí representado por la familia, el cual aportópara satisfacer la necesidad de aceptación por partede esta madre.

Fue encontrada también la respuesta humanaMiedo, la cual fue destacada como Miedo del pre-concepto, siendo citadas como situaciones desen-cadenantes el miedo de salir de casa, el miedo quelas personas dirían a su hijo y qué eso causaría a él.

“Ellos siempre miraron diferente y aún miranasí hasta hoy. En el comienzo yo ni salía en la callecon mi hijo. Tenía miedo que las personas perci-biesen qué él tenía Down y comentasen, eso meaquejaría”. (Entrevistada 01)

Otra respuesta humana encontrada relacionadaal modo del autoconcepto fue Negación Ineficazque es definida como una tentativa consciente oinconsciente de recusar el conocimiento o sentidode un evento (Nanda, 2000). Esta respuesta huma-na fue expresa por comportamientos como: duda,bargaña y no-aceptación, identificados en lasdeclaraciones a continuación:

Nadie dice que ella tiene nada (...) A veces yoaun dudo que ella tiene Down, a causa de sus acti-tudes. (Entrevistada 07)

“Hice mucha promesa para mi hijo tener saludy ser un niño normal. Tengo muchas aún impaga-das. Por eso no peluqueo de él, iré a cortar solocuando él tenga cuatro años”. (Entrevistada 1)

“Yo siempre creía que él no tenía nada de más,negaba que él pudiese tener el síndrome”.(Entrevistada 2)

La madre duda del diagnóstico o intenta encon-trar en su hijo alguna evidencia que ofrezca laesperanza de que él no posea realmente el síndro-me. Este comportamiento también surge de lacarencia de conocimiento por parte de esas madres

que no consiguen percibir el potencial de desarro-llo de sus hijos.

En el modo de autoconcepto, fueron identifica-das cinco respuestas humanas básicamente relacio-nadas al diagnóstico del síndrome en sí y al miedodel preconcepto por parte de esas madres. Algunasmujeres manifestaron comportamientos defensivoscomo esconder el hijo y recogerse adentro de sucasa. Percibimos qué algunas madres no lograronenfrentar la situación de manera eficaz y que algu-nas hicieron uso de la negación como tentativaautoprotección.

El Modo de Interdependencia enfoca las rela-ciones recíprocas de ofrecer y de recibir afecto,respeto y valor (Lopes , Araújo & Rodrigues,1999). Las relaciones interpersonales son visas, eneste modo, como un significante sistema de sopor-te, a través de lo cual el individuo puede si desa-rrollar y ser edificado (Costa, 2001).

En este modo de adaptación fue identificada larespuesta humana Interacción Social Perjudicada,en la cual el individuo comparte de relaciones insu-ficientes o exageradas o de una calidad no efectivade cambio social (Nanda, 2000).

“Me torné una persona violenta. Suelo no ser,pero cuando alguien habla de mi hijo, me quedoviolenta y brego mismo (...) Aún sufro muy precon-cepto”. (Entrevistada 12).

Solo de imaginar que uno fuese a mirar dife-rente para mi hijo, eso me enojaba. (...) Aún exis-ten los comentarios llenos de cuita. Eso me aburre,me quedo el día entero para bajo”. (Entrevistada 9)

En cuanto al modo de interdependencia, fueidentificado apenas una respuesta humana, y éstafue demostrada en trechos de entrevista donde seobservó que los problemas de adaptación referen-tes a este modo están íntimamente relacionados alpreconcepto social.

En el modo de desempeño de papeles, la saludy la enfermedad pueden interferir a la medida quecada papel solo existe con relación al otro, y estascondiciones pueden reflejar directa o indirecta-mente en la función que el individuo ejerce (Costa,2001). En este modo fue identificada la respuestahumana Control Ineficaz del Régimen TerapéuticoFamiliar, que puede ser ejemplificada en el relato acontinuación:

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“Empecé el tratamiento cuando ella tenía a esode tres meses, pero desde el año pasado que novamos más allá, estoy en el fin del embarazo y nopuedo salir de casa”. (Entrevistada 11)

Fue percibido qué el real motivo de la suspen-sión del tratamiento fue la carencia de conocimien-to de esta madre acerca de la importancia del trata-miento para el desarrollo de su hijo, ya que esteniño no comparece al servicio hay un año. El tre-cho siguiente es un ejemplo disto:

“Resistí mucho en traerla. Sólo vinimos aempezar el tratamiento cuando ella tenía un año. Ysolo aquí recibí todas las informaciones que eraDown y de como cuidar del bebé”. (Entrevistada 4)

Por la declaración anterior se percibe la incapa-cidad de estas madres en controlar el régimen tera-péutico de su hijo. Se observó que esto fue influen-ciado por la falta de informaciones por parte deestas madres sobre la enfermedad del hijo y sobrecomo el tratamiento y la estimulación precoz sonimportantes para el desarrollo de este niño.

CONSIDERACIONES FINALESPercibimos qué los trastornos biopsicosociales

identificados en estas mujeres fueron causadostanto por el diagnóstico del Síndrome de Down,cuanto por el preconcepto. La carencia de conoci-miento sobre la enfermedad y sobre la importanciadel tratamiento y de la estimulación precoz tam-bién aportó para la manifestación dieses problemasde adaptación.

La familia y el cónyuge fueron los principalessistemas de soporte y éstos fueron importantespara el enfrentamiento de la situación por parte deesas madres. Hemos Percibido también que cuan-do estos sistemas de apoyo no logran desempeñarsu función de soporte, el proceso de adaptación deesa mujer es perjudicado. Notamos que la madretiende a percibirse cómo el otro significante parasu hijo, justificado por la percepción del hijo comodeficiente y que requiere mayor cuidado y dedica-ción.

Concluimos que el Síndrome de Down, por seruna enfermedad congénita inesperada e irreversi-ble, causa grandes transformaciones en la vida deestas madres. De esta forma, los profesionales quedan soporte a esas mujeres tienen grande responsa-bilidad en su proceso de adaptación, visto que son

las mayores fuentes de informaciones para esasmadres. La asistencia de enfermería debe ser apu-rada a fin de minimizar los trastornos biopsicoso-ciales causados por el Síndrome de Down.

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Y OS DIGO QUE LA VIDA ES REALMENTEOSCURIDAD,

SALVO ALLÍ DONDE HAY ENTUSIASMO,Y TODO ENTUSIASMO ES CIEGO, SALVO

DONDE HAY SABERY TODO SABER ES VANO, SALVO DONDE HAY

TRABAJOY TODO TRABAJO ESTÁ VACIO, SALVO DONDE

HAY AMOR.

¿Y QUE ES TRABAJAR CON AMOR?ES PONER, EN TODO LO QUE HAGAIS, UN

SOPLO DE VUESTRO ESPÍRITU

KHALIL GIBRAN

NURSING INTERVENTION ON THEFAMILY SYSTEM: ASSESSMENT

ABSTRACT

The importance of the assessment stage iswidely known as it is the first stage in theNursing Care Process. This phase deals

with the collection of data on the patient’s healthstatus in order to obtain a conclusion or diagnoseleading to an individualized care plan, which is ouraim as nurses.

But the changes brought by the new millen-nium concerning new pathologies and thereforenew types of patients, offer new challenges inpatient care. We suggest a change in the model thatwill guide this assessment process: the SYSTE-MIC FAMILY MODEL.

Key words: Assessment, NCP (Nursing CareProcess), family

RESUMEN

De todos es conocida la importancia de lafase de valoración, puesto que es la prime-ra fase, dentro del Proceso de Atención de

Enfermería. Esta fase constituye la recogida dedatos sobre el estado de salud del paciente con elfin de llegar a una conclusión o diagnóstico y unaplanificación individualizada de cuidados, que esnuestro principal propósito como enfermeros.

Pero los cambios que nos trae el nuevo milenio,en relación al tipo de patologías, y consecuente-mente en relación al tipo de pacientes, nos presen-ta nuevos retos en la atención. Principalmente pro-ponemos un cambio en el modelo de actuación y

INTERVENCIÓN DE ENFERMERÍA EN EL SISTEMA FAMILIAR:VALORACIÓN

Varela Feal, N*; Rodríguez Maseda, E*; Romero Martín, M*; Castro Pastor, A*;Fernández Cao, MJ*.

* Enfermeras/os. Profesores de la E.U. de Enfermería y Podología de laUniversidad de A Coruña, Campus de Ferrol.

Trabajo presentado en el II Convenio Nacional de Estudiantes de Enfermería, “Liderando el futuro profesional”. Ferrol, 27 y 28 de marzo de 2003

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que guiará por tanto este proceso de valoración delque hablamos, se trata del MODELO FAMILIARSISTÉMICO.

Palabras clave: Valoración; PAE; Familia

INTRODUCCIÓNComo profesionales o futuros profesionales

debemos estar preparados para poder atender yadaptarnos a los nuevos retos que se nos presentan.En las próximas décadas la sociedad se caracteri-zará por una mayor esperanza de vida, cuya conse-cuencia, se verá en el aumento de las patologíascrónicas, degenerativas e incapacitantes, y dondela familia se convertirá en el eje fundamental denuestras actuaciones. La tecnología y los avancescientíficos mejoraran el tratamiento de muchasenfermedades y accidentes, pero a su vez nosencontraremos a personas con limitaciones ominusvalías más o menos graves, y que requierenuna atención a domicilio. Aumentaran los proble-mas sociales y de salud mental como: la drogadic-ción, alcoholismo, desempleo, depresión, etc..., yen donde la continuidad de los cuidados de enfer-mería será el eje fundamental para dar respuesta aestos cambios, pero donde también será importan-te la multidisciplinaridad. Debemos, por tanto pre-pararnos para el manejo de situaciones difícilescomo: ser generadores de cambios, negociación,atención terminal y muerte, trabajo individual, engrupo y el trabajo con la familia.

Por todo esto, ¿de que manera los profesionalespodemos estar preparados para poder afrontar tan-tos y nuevos desafíos?.

Nosotros creemos que todo ello radica en man-tener una actitud abierta, que aliente a pensar deuna manera contextual, es decir, todo ocurre dentrode un contexto que es necesario conocer, y a res-petar las múltiples realidades y perspectivas. Eneste sentido Humberto Maturana nos recuerda que“nuevas situaciones pueden requerir soluciones ojuicios hasta ese momentos desconocidos o noexperimentados”. Así nos hemos propuesto pre-sentar una nueva “explicación” que nos ayude aentender mejor y a tener una visión más global,holística y ecológica de los cuidados de enferme-ría.

LA VALORACIÓN EN ENFERMERÍASin duda es la primera y una de las mas impor-

tantes etapas de un proceso. La valoración deenfermería es la etapa del proceso de cuidados deenfermería en la cual radica la dirección que van atomar nuestras actuaciones. Por ello, para entendersu importancia, nos hemos propuesto responder atres preguntas, estas son: ¿que es valorar?, ¿Comovalorar? y ¿que debemos valorar las enfermeras?.

¿QUE ES VALORAR?Valorar es un proceso de “descubrimiento”. Y

descubrir quiere decir que no se sabe algo de ante-mano.

Todas las situaciones que se nos presentancomo profesionales de los cuidados constituye unencuentro entre personas (nosotros y el otro: elpaciente y la familia), y en el cual se tiene que bus-car sus complementariedades respecto a una nece-sidad de salud. Por ello nuestro primer descubri-miento debe consistir en “situarse”, es decir ensaber quien es el otro, aprender a conocerlo a tra-vés de sus diferentes estatus y roles sociales: espo-so, esposa, madre de familia, hijos, edad nacionali-dad, cultura, contexto, rural, urbano, religión, etc.Pero aunque todo esto pueda parecer de una vani-dad extrema, todos los días las enfermeras nosenfrentamos a toda esta información en la historiaclínica o administrativa del paciente, y en la mayo-ría de los casos no reaccionamos ante ella.

Además de esto, toda situación, que como ante-riormente decíamos, se nos plantea como profesio-nales, también es un encuentro de personas que“viven” una enfermedad, un defecto físico, o quetiene una dificultad que puede tener efectos sobresu salud. Son ellos, los usuarios de los cuidados,sus familias, los que tienen todos los elementosfundamentales de la situación, son la primera fuen-te de conocimientos, y no sólo por lo que ellosdicen, sino por todo lo que podemos captar, de loque nos dejan a través de la comunicación no ver-bal. Entre palabra y palabra, entre silencios, la pos-tura, el rostro y la mirada, se encuentra mezcladolo que nos agita a todos: el amor, el trabajo, el des-tino, la vida (Colliere M. F. 1993).

Por valorar, también entendemos como la pri-mera fase del proceso de atención de enfermería(PAE), la cual consiste en la recogida de datos para

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determinar el estado de salud del paciente con elfin de poder planificar individualmente los cuida-dos de enfermería (Alfaro R. 1999). Así, La valo-ración puede definirse como el acto de revisar unasituación con el propósito de emitir un diagnósticoacerca de los problemas de un paciente. Pero,debemos de tener en cuenta que la valoración deenfermería como parte del proceso requiere esta-blecer previamente un sistema o marco conceptualque determine que datos deben reunirse en primerlugar, marco que, a su vez dependerá del modeloteórico de enfermería que utilicemos (HernándezConesa. 1999). Es decir, es el modelo que emplea-mos el que nos dice que datos y que informacióndebemos recoger para llevar a cabo nuestra inter-vención como enfermeras. Así tenemos, como lavaloración de Virginia Henderson se basa en reco-ger información sobre las 14 necesidades básicasdel ser humano, a como en el modelo D. Orem serecoge información sobre los requisitos de autocui-dado, etc.

Trabajar conforme a un modelo implica lanecesidad de obtener información que permitavalorar el estado de salud de una persona, familia ogrupo con relación a los cuidados que necesita.Pero también debe suponer, en este caso para laenfermería, considerar a la persona como ser únicoy holístico, en continua adaptación a los cambiosque se producen en sí mismo y en su entorno.

El modelo que queremos presentar aquí, y portanto el que va guiar la recogida de datos e infor-mación, es el MODELO FAMILIAR SISTÉ-MICO. Este modelo está basado en enfoques holís-ticos y ecosistémicos que unen conceptualmente lamente y el cuerpo, y consideran a la persona den-tro de sus contextos sociales específicos. Desdeesta perspectiva se tiene en cuenta: al individuo, sufamilia, su contexto social y las demandas psicoso-ciales de la situación a la que deben enfrentarse, eneste caso un problema de salud, y valorar comotodo esto (individuo, familia, contexto, recursos...)está estrechamente relacionados e interaccionanentre sí para producirse, un ajuste (adaptación) ono, a la situación.

Como punto inicial de este modelo, es que,debemos considerar a la familia, y no solo a la per-sona enferma, como unidad central de atención(Rolland J. 2000).

Por tanto, este modelo requiere un forma depensamiento y visión que enfatiza la interrelaciónque se produce entre la enfermedad, la familia, elindividuo y su contexto social; en el que tampocodebemos olvidar que el sistema de salud, nosotroslos profesionales, también estamos incluidos.

Pero antes de entrar de lleno en mostrar queinformación debemos recoger, es decir, en ¿quevalorar?, se hace necesario conocer cuales son losprincipios que nos deben guiar para recoger esainformación, hablamos en este caso del ¿COMOVALORAR?

¿CÓMO VALORAR?El como valorar hace referencia directamente a

la entrevista clínica. El objetivo primordial del pro-fesional a lo largo de la entrevista en el modelo sis-témico, consiste en recoger la adecuada informa-ción sobre los factores que consideramos esencia-les para cada caso. La adecuada información cons-tituye un requisito imprescindible puesto que sirvede fundamento sobre el cual se planifican y se rea-lizan las intervenciones. Para conseguir tal infor-mación se requiere tiempo, perseverancia y unesfuerzo que sin duda valdrá la pena (Fish R,WecKland JH. 1994).

Los principios de la entrevista para trabajardesde este enfoque o modelo son: la circularidad yla neutralidad.

LA CIRCULARIDADHipócrates, afirmaba que “todas las partes de

un organismo forman un circulo, Por lo tanto cadauna de las partes es tanto comienzo como fin”.

En un trabajo en el cual se realiza la actividaden cadena, como por ejemplo una fabrica de panta-lones donde se comienza por el patronaje del pan-talón y se termina por el etiquetado, es factiblehablar en términos de un comienzo y un fin. Peroestos términos carecen de sentido aplicados a siste-mas, y en este caso aplicado a las interaccioneshumanas, en las que existe una retroalimentación.

Una perspectiva lineal está focalizada en elindividuo y en sus acciones, es decir, en lo quehace y su efecto. Este enfoque está adoptadomayormente en el mundo sanitario a través delmodelo de causalidad, por el cual siempre se inten-ta descubrir la causa del problema, (el problema es

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que hace mal la dieta, por tanto es un no cumplidory tendrá problemas con su salud).Mientras que unaperspectiva circular está focalizada en las relacio-nes (Watzlawick P. Beavin J. 1997).

Este enfoque busca los efectos del comporta-miento de una persona en otra y los efectos de losefectos. En el contexto de la enfermedad la pers-pectiva circular busca los efectos de la enfermedaden el individuo y en su familia y los efectos deestos en la enfermedad, siempre desde un perspec-tiva holística y ecológica. A la vez, también tieneen cuenta la relación que se establece entre el indi-viduo, la familia y el profesional de la salud (enfer-mera/o). La enfermera influye en la familia y elindividuo, pero también la familia y el individuoinfluyen sobre la enfermera, así las familias e indi-viduos aprenden a través de las intervenciones delas enfermeras, pero nosotros también aprendemosa través de esas intervenciones con las familias.Por lo tanto la esencia del modelo circular es queA influye sobre B y B influye sobre A.

El modelo sistémico el cual utiliza el enfoquecircular, trata de entender el problema y generarsoluciones. Sus preguntas no van dirigidas a¿quien tiene la culpa?, ¿que hace mal?, sino a:¿Como está cada uno implicado?, ¿como tuvo quereorganizarse la familia y paciente ante la enfer-medad, o como deberán hacerlo?, ¿quien asumiómas responsabilidad? ¿como respondieron losdemás miembros de la familia a la enfermedad?

NEUTRALIDADOtro principio de entrevista esencial en este

modelo es la NEUTRALIDAD. La neutralidadestá presente cuando el paciente y la familia perci-ben que la enfermera está igualmente interesadapor cada uno de los puntos de vista de cada miem-bro de la familia (Watson W.L. 1992). Es impor-tante que entendamos que, la neutralidad no sig-nifica que nuestras creencias, temores, valores,principios puedan enfrentarse a las del paciente ysu familia, desde este punto de vista podemos decirque no existe la neutralidad, que no se puede serneutral.

Sin duda, la neutralidad está basada en el RES-PETO, esto implica una postura de profesional no-enjuiciadora, no-culpabilizadora y no comprometi-da (fiel) a una solución en particular, que la familia

deba escoger o tenga obligatoriamente que elegir.En este sentido, la neutralidad y el respeto tambiénnos dice que debemos ver a la familia como exper-ta. Experta, en relación con los problemas asocia-dos a una enfermedad, es decir, experta en términosde experiencia de la enfermedad (Robinson C.1994). El paciente y la familia son los que mássaben de como viven con esa enfermedad, comofunciona la familia y como se enfrentan y se ajus-tan, y surgen las soluciones a las nuevas demandasque la enfermedad les exige. La enfermera nodemanda un cambio, sino que invita a él a través delos recursos que poseen las familias.

La neutralidad ayuda a la enfermera a mantenerla maniobrabilidad con la familia. Cuando la neu-tralidad está presente, la familia no ve a la enfer-mera como alguien que está solamente al lado deun persona; es decir un aliado de una sola persona.Sino que es vista como un profesional que defien-de, aboga por todos los miembros de la familia ysus relaciones.

Dos son las llaves de la neutralidad, la primeraes la curiosidad. Curiosidad significa mostrar inte-rés por cada uno de los miembros de la familia, yla familia como un todo. La segunda llave es laactitud igualitaria ante el paciente y la familia. Laimagen de autoridad, de superioridad o de periciaprofesional puede resultar útil en algunos casos, osituaciones; pero en la mayoría de los casos unaposición de este tipo intimida a los pacientes y susfamilias, que quizás puedan verse ya abrumadospor sus problemas y situaciones, y con lo cual limi-ta considerablemente el desarrollo de una buenarelación terapéutica.

En muchas ocasiones esta relación de superio-ridad, que solemos utilizar muy a menudo connuestros pacientes y sus familias, es interpretadacomo un signo de sabiduría y sagacidad del profe-sional, como consecuencia de esto, el paciente y lafamilia limitan los datos e información que ellosconsideran importantes al entender y asumir que elprofesional es perspicaz y sagaz, y por lo tanto locomprenderá de todos modos, (el peligro es mayorcuando asumimos que los paciente y sus familiasya tienen la información, o asumimos que ya losaben todo).

La relación profesional-paciente implica de porsi una situación en la que se da por supuesto que el

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primero tiene mas poder que el segundo. La actitudigualitaria es la forma más segura de evitar unaactitud de superioridad, y de anular la tendenciadel paciente a mirar desde abajo al profesional, locual bloquea y limita nuestras intervenciones. Enla actitud igualitaria que consigue mayor colabora-ción del paciente y su familia, y además concede alprofesional mayor capacidad de maniobra. En defi-nitiva, se trata sobre todo, de trabajar juntos y con-seguir así una buena ALIANZA O ENGANCHETERAPÉUTICO.

El primer contacto, “la acogida”, con el pacien-te y su familia constituye un momento de granimportancia, ya Aristóteles decía que “un buen ini-cio es la mitad del trabajo”. Nuestro objetivo princi-pal en este primer contacto no es otro que estableceruna relación de confianza, una buena alianza.

Sin duda, la neutralidad, el respeto y la actitudigualitaria, nos facilitará establecer una buenenganche con el paciente y la familia.

El enganche o alianza, se produce cuando elprofesional conecta a nivel emocional y social conel paciente y la familia. Así la alianza y la acepta-ción con y de la familia son claves básicas en estafase del proceso. Del mismo modo lo definenMinuchin y Fishman (1981) bajo el termino “inte-gración” (Carpenter J. 1993).

“Integrarse en una familia es mas una actitudque una técnica, y es la sombrilla bajo la cual ocu-rren todas las transacciones terapéuticas. Integrarsees conseguir que la familia sepa que el profesionalla entiende, trabajo con ella y para ella... bajo suprotección..., la familia puede tener la seguridad deinvestigar alternativas, ensayar lo desacostumbra-do y cambiar. La integración es el ligamento quemantiene unido al sistema terapéutico”.

Además, de la neutralidad, el respeto y actitudigualitaria. Una estrategia fundamental para conse-guir el enganche consiste en observar, aprender y“hablar el lenguaje del paciente”. No solo nosestamos refiriendo a la utilización de un lenguajecomprensible, sin tecnicismos que resulten confu-sos y complejos para las familias. Nos referimos aentrar en sintonía con las modalidades de represen-tación de la persona, de su construcción delmundo, lo cual para ello es necesario primeroesforzarse por comprender con rapidez y amplitudsus posibles expectativas, temores, prejuicios,

experiencias y esperanzas.Por otra parte también esta claro que no se le

debe hablar de la misma manera a una persona sen-cilla que a un catedrático, a un adulto como a unniño.

Debemos aprender a ser sensibles a posiblesseñales o respuestas de la familia como consecuen-cia de nuestra conversación. El hablar pausada-mente, nos puede ayudar a percibir estos signos, esdecir, conversar despacio da tiempo a las familiasa hacernos saber sus respuestas y a nosotros perci-birlas.

Debemos darles la oportunidad de pregun-tar, incluso a hacernos saber que pueden pregun-tarnos aquellas dudas o preguntas para las cualesno tenemos la respuesta adecuada o esperada, osencillamente no se tiene la respuesta.

Lo importante no es tener la respuesta, sino dara las personas la posibilidad de preguntar, hacerlesentender que serán escuchados con respeto y queobtendrán del profesional respuestas sinceras.

La comunicación con la familia debe convertir-se en un diálogo mas que un monólogo del profe-sional, en el cual éste se encarga de dar unas pau-tas, unas indicaciones y recomendaciones sinentender que significan, o que representan.

Es evidente que tanto el profesional como elpaciente y su familia contribuyen al desarrollo y almantenimiento de la alianza terapéutica; pero esresponsabilidad del profesional cuidar esta rela-ción y que no sufra ninguna alteración. La retroali-mentación periódica, clarificar sentimientos, emo-ciones, silencios e información, así como discutircon la familia y el paciente sobre la dificultad en larelación o por que las cosas no van bien, ayuda aanclar o obtener una mayor alianza, ya que la fami-lia y el paciente responden positivamente a nuestrointento de corregir nuestros errores.

¿QUÉ VALORAR?Nos proponemos, ahora dar respuesta a la ulti-

ma pregunta que nos planteábamos, ¿qué debemosvalorar las enfermeras?.

La evaluación sistémica está basada en cuatroáreas básicas: Como se organiza la familia, y pautasestructurales, en que etapa de desarrollo se encuen-tra la familia, es decir, ciclo vital del paciente, sufamilia y sus experiencias multigeneracionales; el

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proceso de comunicación de la familia y finalmenteel sistema de creencias (Rolland J. 2000).

PAUTAS ESTRUCTURALES Y ORGANIZATI-VAS DE LA FAMILIA.

Aquí, se valora fundamentalmente dos aspecto:El primero constituye la “constelación fami-

liar”, es decir, quien constituye la familia. Estaconstelación familiar puede dividirse en:Estructura interna, externa y contextual

Estructura interna.- corresponde a la unidaddomestica actual. ¿Quién la compone?

La estructura externa.- hace referencia a lafamilia extensa, amigos, recursos sociales con losque cuenta la familia, trabajo, escuela, profesiona-les de la salud. Incluye todo aquello que rodea auna familia, para superar o hacer frente a los desa-fíos de la vida.

Finalmente, también recogemos informaciónsobre la estructura contextual de la familia, esto es:etnia, raza, clase social, religión, entorno, etc.

El segundo aspecto que debemos valorar es,como funciona la familia; la capacidad de adapta-ción de la familia ante nuevas situaciones; en estecaso una enfermedad. Se trata de conocer si lafamilia tiene una excesiva cohesión o por el con-trario respetan la autonomía e independencia de losdemás miembros de la familia, y sus diferenciasindividuales. Así las familias que son altamentecohesionadas pueden impedir la autonomía y latoma de decisiones de la persona enferma, y sunormal desarrollo (si bien debemos de ser cons-cientes de la diversidad cultural; ya que en muchosgrupos étnicos; gitanos, italianos, la alta cohesiónpuede ser normal).

Valorar si la familia se encuentra en una etapade ciclo vital de alta cohesión, como la niñez,donde se necesita que la familia trabajen en equipoo cohesionados; o por el contrario, si la apariciónde una enfermedad en la adolescencia impide eldesarrollo de una etapa de cohesión, a una demayor autonomía y respeto de su privacidad, conel consiguiente riesgo de infantilización del ado-lescente. Las familias pueden llegar a ser sobre-protectoras e inhibir así el desarrollo de la autono-mía e independencia.

En definitiva se trata de conocer quien hacequé, donde y cuando dentro de la familia.

Conocer las pautas de apego excesivo y desa-pego familias, constituyen factores importantespara lograr una buena adaptación familiar ante laenfermedad. Por ejemplo: Una enfermedad querequiere un gran apego familiar, como por ejemplolas demencias, resultará especialmente difícil paraaquellas familias que evitan o han evitado siemprela proximidad, y los esfuerzos conjuntos. Por otrolado, el trabajo en equipo de la familia es menosnecesario, ante enfermedades como la ulcera gás-trica, o la HTA arterial, por lo que resultará menosproblemático para una familia desapegada.

Por ello, conocer que hace, que está haciendo,la familia ante las dificultades nos dará informa-ción importante para valorar la posibilidad de res-puesta exitosa, o de adaptación a la enfermedad.

Valorar las fronteras generacionales y lasfronteras entre la familia y la comunidad sonaspectos también esenciales de nuestra valoración.En las fronteras generacionales valoramos lasreglas que diferencian los roles, derechos y obliga-ciones de padres e hijos. Estas fronteras puedenromperse cuando aparece una enfermedad, por ellose trata de conocer ¿quien asume toda la responsa-bilidad del cuidado?, ¿Quién asume la responsabi-lidad de ayudar económicamente, si es necesario?.Si un hijo asume toda la responsabilidad del cuida-do puede verse obstaculizado su desarrollo perso-nal, sus expectativas de vida y profesionales, sussueños y proyectos.

La responsabilidad compartida es de vitalimportancia para hacer frente y conseguir un ajus-te ante las demandas de la enfermedad y las nece-sidades de cada uno de los miembros de la familia.

Por otra parte, valorar las fronteras entre lafamilia y la comunidad, nos permite conocer comola familia conecta con la comunidad y sus recursos,o por el contrario, como la familia se cierra almundo exterior con el riesgo de llegar al aisla-miento social.

CICLO VITAL Y EXPERIENCIAS MULTIGE-NERACIONALES

Acontecimientos importantes en el ciclo devida familiar como: adolescencia, matrimonio,nacimiento de un hijo, etc.; anuncian un paso deuna etapa a otra, y cada etapa presentan desafíos ytareas de desarrollo. La presencia de una enferme-

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dad física o discapacidad, pueden influir en eldesarrollo normal del momento evolutivo en elcual se encuentra la familia y cada uno de susmiembros.

Cuando se diagnostica una enfermedad o unadiscapacidad es importante conocer en que fase delciclo evolutivo de vida se halla la familia y la etapade desarrollo individual en que se encuentran todossus miembros. Así nos podemos encontrar con fami-lias con hijos pequeños, adolescentes, matrimoniorecién construidos, parejas en edad adulta o vejez.

Del mismo modo que valoramos el ciclo vitalde la familia y sus miembros, también debemospararnos en conocer el ciclo de la enfermedad, esdecir su desarrollo, aquí hacemos referencia a latipología psicosocial desarrollada por Rolland(2000), la cual presenta variables que van desdeel comienzo de la enfermedad: agudo o crónico,el curso: progresivo, constante o episódico, eldesenlace: mortal, con expectativas de vida redu-cida o muerte súbita; o no mortal, incapacidad:ninguna, leve, moderada o grave. Otros elemen-tos que también debemos tener en cuenta son elgrado de incertidumbre y previsibilidad en la apa-rición de complicaciones, la visibilidad o no delos síntomas, el régimen exigido de tratamiento,la contribución genética en la transmisión de laenfermedad, o la edad de comienzo de la enfer-medad.

Este esquema se completa con las fases tempo-rales de la enfermedad crónica: la fase de crisis, lafase de cronicidad y la fase terminal, donde cadauna presenta desafíos y tareas básicas a los que lasfamilias deben dar respuesta.

Otra dimensión a valorar es las experienciasmultigeneracionales. El comportamiento actual deuna familia no puede entenderse aislado de su his-toria. Esto consiste en rastrear acontecimientos ytransacciones claves, así como las estrategias deafrontamiento y respuesta que presentó la familia aestas situaciones o factores estresantes.

Del mismo modo también debemos indagarsobre las experiencias anteriores con el sistema desalud y como fue su relación con los profesionales,

ya que las experiencias frustrantes o traumáti-cas con el sistema de salud pueden dificultar elcomienzo de una nueva relación, y por lo tanto, deuna buena alianza.

PROCESO DE COMUNICACIÓN.En una evaluación familiar, debemos valorar la

capacidad de los miembros de la familia paracomunicarse cuestiones tanto prácticas (instrumen-tales), como emocionales relacionadas con laenfermedad. Las áreas específicas a valorar inclu-yen: temas nocivos o delicados como la muertedonde la comunicación suele fallar entre la familiay los profesionales como por ejemplo la conspira-ción de silencio. Limitaciones de género, por logeneral los hombres son eficaces en tareas instru-mentales, pero suelen estar limitados en la expre-sión emocional.

Valorar si la familia discute abiertamente sobresus emociones y sentimientos, miedos e inquietu-des y como la enfermedad influye en el clima afec-tivo de la familia y al comunicación entre ellos.

SISTEMA DE CREENCIAS Y POSTURA DELPACIENTE Y FAMILIA

Epictetus decía “que no son las cosas las quealteran a los hombres sino la imagen que tenemosde esas cosas”.

Del mismo modo podemos decir que la maneraen que la persona y la familia viven su salud y laenfermedad, está determinada por “nuestra estruc-tura individual, nuestra composición genética, delmedio o contexto en el que vivimos, la cultura,nuestras relaciones con los demás, elecciones ycreencias, nuestra situación en el espacio y en eltiempo”. Los pacientes y sus familias son personasque poseen sus propios valores, creencias y priori-dades, que están fuertemente consolidadas y quedeterminan el modo en el que actuaran o no actua-ran (Fish R. Weckland J. H. 1994). Del mismomodo los profesionales tenemos nuestro propiosistema de creencias, que debemos revisar paravalorar su puede interferir u obstaculizar nuestrotrabajo con el paciente y su familia.

El sistema de creencias constituye un fuerzamuy poderosa: cuando las creencias son mal utili-zadas o no son tenidas en cuenta pueden hacerestragos en las relaciones e impedir una buenaadaptación, pero cuando se les usa con criterio for-talecen todas las relaciones y proporcionan la basepara una buena adaptación.

Los pacientes y sus familias tienen sus propiasideas sobre la naturaleza de su problema (signifi-

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cado) y algunas teorías sobre como podrían resol-verlos. Conocer cual es la “postura” del paciente yla familia ante la enfermedad y su tratamiento nospermitirá conocer hasta que punto se hallan com-prometidos y aceptan los cambios y recomendacio-nes sugeridos. Las creencias de la familia y elpaciente acerca del control y dominio de una enfer-medad nos ayudan a predecir comportamientosrelativos a la salud, especialmente la adherencia altratamiento, e indican las preferencias de la familiade participar o no en el tratamiento y el procesocurativo del familiar enfermo. Así, recordamos queaquellas familias que consideran que el control dela enfermedad depende de un control externo eintenso de los profesionales y especialistas, ten-drán una mayor dependencia del sistema de saludy tendrá mayores dificultades para participar ensus cuidados y alcanzar así una mayor autonomía.

CONCLUSIONESHemos tratado aquí, de presentar otra solución

a posibles situaciones. Esta nueva solución se basaen que la enfermera no demanda o exige a lospacientes y sus familias a cambiar, sino que ellainvita a ese cambio. Y a que, como se expresa enuna reflexión realizada por un equipo de un centrode salud, “las personas tienen el potencial de susalud. Nosotros solo tenemos que ayudarles a libe-rarlo” (Colliere M.F. 1993). Los pacientes y susfamilias tienen la solución a la mayoría de lassituaciones, nosotros solo tenemos que mostrárse-lo o guiarles para que la encuentren.

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STUDYING THE EVIDENCE IN THE CON-CEPT OF GROUP IN ROY’S ADAPTATIONMODEL

SUMMARY

The aim of our study has been the evaluationof the concept of ‘group’ in Roy’sAdaptation Model, taking as basis the

inner criterium for evidence suggested by Barnum(1998) in her theoretical analysis pattern. The con-cept of ‘group’ is here debated, according tovarious authors as well as that described by Roy inher different adaptation ways. Our position is thatthe concept of ‘group’ in the diverse adaptationmodels has been adversely affected and that a bet-ter description of the Theoretical Model studiedshould be done especially in the functions of ‘role’and ‘inter-dependency’.

Key words: Nursing theory, adaptation, group.

RESUMEN

El estudio tiene como objetivo evaluar elconcepto de grupo en el Modelo deAdaptación de Roy tomando por parámetro

el criterio interno de evidencia del modelo de aná-lisis de teoría propuesto por Barnum (1998).Discutimos el concepto de grupo con base en dife-rentes autores, y también según descrito por Royen sus diversos modos de adaptación. Encontramosque la evidencia del concepto grupo, en los modosde adaptación, se quedó perjudicada y que elModelo Teórico estudiado necesita una mejor des-cripción del concepto, sobretodo, en los modosfunción de papel e interdependencia.

Palabras-clave: Teoría de enfermería, Adap-tación, Grupo.

INTRODUCCIÓNCiencias particulares como la Enfermería han

buscado sustentación a través de la pesquisa para laampliación del conocimiento. Al procurar estable-cer el estatuto de ciencia, elabora teorías que dencuenta de la realidad de su práctica. El ejercicio dela reflexión es complejo, y exige de aquél que sededica a la actividad, seguir un ritual, un caminoque envuelve un ir y venir, garantizando caracteri-zar el objeto de estudio, de tal forma que los fun-damentos que dan sustentación atiendan a las espe-cificidades de lo hacer.

Las teóricas de enfermería han hecho este ejer-cicio, y las teorías construidas muestran que muy

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ESTUDIO DE LA EVIDENCIA DEL CONCEPTO DE GRUPO EN EL MODELO DE ADAPTACIÓN DE ROY

María Vilaní Cavalcante Guedes Enfermera, Doctoranda del Programa de Pos-graduación en Enfermería de la Universidad Federal de Ceará, Profesora del Curso de Enfermería.

Marcos Venícios de Oliveira LopesEnfermero, Doctor en Enfermería, Profesor Adjunto del Departamento

de Enfermería.Thelma Leite de Araujo

Enfermera, Doctora en Enfermería, Profesora Adjunto del Departamento de Enfermería.

Universidad Federal de Ceará, Fortaleza–Ceará, Brasil.

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aún tendremos por el frente para que alcancemosrespuestas que, aunque provisorias, son puntos departida para experimentos y discusiones con vistasal perfeccionamiento de cada propuesta. Paralelo aesto, una constante revisión de los modelos teóri-cos ha sido efectuada. Modelos de análisis de lasteorías tienen sido desarrollados y el análisis críti-co se ha presentado como actual y necesario.

Entre los varios modelos de análisis de teoríasexistentes, destacamos lo de Barnum (1998). En supropuesta de análisis, la autora presenta la natura-leza del juicio a través de criterios que pueden serexternos e internos. Los criterios externos concier-nen al modo como la teoría se relaciona con elmundo real de los hombres, enfermería y salud yson: convergencia con la realidad, utilidad, signifi-cación y capacidad de discriminación. Por otrolado, los criterios internos conciernen al juiciointerno de la construcción de la teoría y la autoraespecifica los siguientes: evidencia, consistencia,adecuación y desarrollo lógico.

El criterio de evidencia requiere que una teoríao concepto sea presentado de una forma que puedaser más bien comprendida por el lector. El autordebe estar atento para el uso de expresiones deno-tativas y connotativas para no generar ambigüeda-des, que de cierto modo dificultan el entendimien-to y el juicio de la teoría. A evidencia no está aso-ciada a la simplicidad o complejidad de desarrollode una teoría.

En este sentido, se espera que conceptos ymodos trabajados en la teoría sean entendidos de lamisma manera por todos los interesados, para quepueda ser implementada, y se llegue a los mismosresultados, o por lo menos, a resultados aproxima-dos, considerando las diversidades culturales.

Entre los conceptos que han sido más reciente-mente estudiados en la enfermería se destaca lo degrupo, justificado por la importancia que muchosenfermeros atribuyen a la evaluación e implemen-tación de intervenciones en grupos teniendo comobase diversos estudios sobre lo tema.

Zimerman (1997a) considera el hombre comoser gregario y que vive en función de sus interrela-ciones en grupo. En Abbagnano (1998) encontra-mos grupo en su significado sociológico como unconjunto de personas caracterizadas por una acti-tud común o recurrente. En las Ciencias Sociales,

grupo significa un conjunto de personas, perosiempre es preciso distinguir entre grupos estructu-rados y no-estructurados. Las características de losgrupos incluyen: relaciones interdependientesentre sus miembros y compartimiento de unamisma ideología. Algunos grupos se adaptan aesos criterios tales como: familias, círculos deamistad, clubes de políticos, laborales, pedagógi-cos entre otros (Silva, 1987).

Existen diversas clasificaciones de grupo.Zimerman (1997b) propone una con base en el cri-terio de las finalidades que el grupo tiene y presen-ta dos grandes ramos: grupos operativos y grupospsicoterápicos. Cada un tiene subdivisiones y en lasubdivisión de grupos psicoterápicos, encontramosel de la teoría sistémica en la cual, los grupos fun-cionan como sistemas en constante interacción,complementación y suplemento. Entiende aunque,cualquier modificación en sus elementos afectaráel grupo como un todo.

Sabemos que el Modelo de la Adaptación deCallista Roy es una teoría sistémica que incluye elconcepto de grupo. Mientras, estudios sobre teorí-as de enfermería aún son escasos, sobretodo enfo-cando tal concepto. En este contexto, identifica-mos la teoría de la adaptación siendo utilizadacomo base de discusión en algunos estudios, sinembargo, no encontramos referencia al conceptode grupo en los mismos (Lopes, 1998; Lopes &Araújo, 1999).

Roy, al discurrir en su propuesta teórica, sobrelos modos de adaptación de su teoría, se reporta agrupo y hace señas para comunidad y sociedad dis-

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tinguiéndolos con relación al individual. Esta dis-tinción se pone clara cuando se definen los modosde adaptación que reciben denominaciones dife-rentes cuando son utilizados para evaluar compor-tamientos de individuos o de comunidad y socie-dad. El modo de adaptación fisiológico que serefiere a individuo, pasa a ser físico cuando serefiere a grupos y comunidades. El modo auto con-cepto es denominado de identidad del grupo. Losmodos función de papel y de interdependenciareciben la misma denominación (Roy & Andrews,1999).

Con base en el expuesto, objetivamos analizara evidencia del concepto grupo presentado en laTeoría de la Adaptación de Roy teniendo comobase el modelo de análisis de teorías de Barnum(1998).

MATERIAL Y MÉTODOSe trata de un estudio teórico reflexivo tenien-

do como base el concepto Grupo presentado en elModelo de la Adaptación de Roy. El análisis inclu-ye explanación sobre los principales conceptos delmodelo teórico en cuestión y la descripción de larelación entre éstos y el concepto Grupo. Para eva-luación del criterio de evidencia se consideró lacaracterización presentada por la teórica en lasdiversas partes de su obra principal investigando laprecisión y uniformidad con que el concepto espresentado en las diversas partes del modelo.

La primera etapa del estudio incluyó una revi-sión teórica que, según Broome (2000), resulta enla identificación y descripción de un nuevo con-cepto o teoría, o en el refinamiento de uno ya exis-tente. Como base para evaluación se utilizó la últi-ma publicación disponible del Modelo de laAdaptación de Roy (Roy & Andrews, 1999).Paralelo a la descripción son presentados comenta-rios acerca de la evidencia del concepto Grupo encada una de las partes descritas. El análisis no fuesubdividida para mantener el carácter de continui-dad del concepto, mientras la descripción sigue elorden presentado por la autora. Se inicia con losconceptos de base del Modelo pasando por cadauno de los modos de adaptación. A pesar delmodelo teórico presentar los Modos Físico-Fisiológico, Auto concepto-Identidad de Grupo,Función de Papel e Interdependencia, restringimos

el análisis a los modos Físico, Identidad de Grupo,Función de Papel e Interdependencia teniendo envista que éstos presentan definiciones y descripcio-nes específicas para grupos. Los otros dos modos,conforme ya comentado, se limitan a la descrip-ción de aspectos del individuo, fugándose al obje-tivo del trabajo.

RESULTADOS Y DISCUSIÓNSister Callista Roy idealizadora de la teoría de

la Adaptación inició su trabajo bajo la orientaciónde Dorothy E. Johnson de 1963 a 1966. La conti-nuidad regular de su estudio resultó en una vastapublicación, lo que demuestra preocupación de laautora con el perfeccionamiento de su teoría (Roy,1988; Roy, 1993; Roy, 1995; Roy, 1997; Roy,1999; Roy, 2000).

Roy considera adaptación como proceso yresultado pensado y sentido por la persona comoindividuo o grupo expuesto a estímulos que pue-den ser de diferentes naturalezas. Sería, entonces,el proceso y resultado por medio de lo cual las per-sonas pensando y sintiéndose, como individuos ogrupos, se vuelven conscientes y optan por crearuna integración humana y ambiental (KeyDefinitions, 2003).

Mientras grupo, el sistema de adaptación estásubdividido en cuatro modos: Físico, Identidad deGrupo, Función de Papel e Interdependencia. Elmodo físico de adaptación de grupos está descritocomo la manera en la cual el sistema humanocolectivo de adaptación manifiesta la adaptaciónrelativa a los recursos operativos básicos, partici-pantes, facilidades físicas y recursos fiscales (Roy& Andrews, 1999).

Los participantes en el modo físico sano laspersonas que componen el grupo y, como tales,deben vivir en sintonía con los intereses del grupobuscando establecer mecanismos que faciliten laadaptación. Es válido decir que las delimitacionesterritoriales no deben ser los definidores de ungrupo, porque son determinadas por los propiosparticipantes. Los componentes del grupo debentener capacidades, aptitudes, conocimientos yotros atributos que puedan contribuir para mante-ner la entidad que da sustentación al grupo.

Para la perecuación del proceso de adaptaciónen grupo, Roy refiere que las facilidades físicas,

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con ambientes diversos, desde aquellos destinadosla acomodación de las familias, ambientes parareunir el grupo e incluso el espacio físico para abri-gar la organización, son imprescindibles para elbuen desempeño del grupo. Aquí también estánincluidos recursos financieros que el grupo dispo-ne para su mantenimiento.

A pesar de describir los recursos financieroscomo punto importante para el modo físico, talpreocupación aparece de modo apocado en la teo-ría. La autora afirma que se deudas inadecuadaspersisten por largo tiempo, la integridad de la tota-lidad del sistema es comprometida, resultado decomportamientos ineficaces.

En el modelo no son presentadas definiciones ycaracterísticas de los grupos que presentan laestructuración física que las autoras determinan.Grupos ocasionales o formados en antesalas deconsultorios, que son frecuentemente utilizadospara sesiones de educación en salud, no presentantal estructuración.

El modo de identidad de grupo es caracterizadopor la manera como las personas, en grupos, seperciben basadas en el retorno dado por el grupo /ambiente. Este modo incluye las relaciones inter-personales, auto-imagen de grupo, ambiente social,y cultura.

Para la identidad del grupo es necesario inte-gración compartida de relaciones, metas, valores yco-responsabilidad para la realización de metas;honestidad; solidez; habilidades de relación engrupo y otros atributos que identifican el grupo.

Las autoras reconocen que adaptación en elgrupo prevé el compartimiento de relaciones,metas, y valores que crean un ambiente social, ycultivan una auto-imagen de grupo y co-responsa-bilidad para alcance de esas metas. Por ese puntode vista, los miembros identificados con el grupotienen sentido de solidaridad, de unión y presentancomportamiento compatible.

En este modo, los procesos comprometedoresde la identidad de grupo envuelven disfunciónsexual, ansiedad y baja moral. La disfunciónsexual, cuando manifestada por un participante, esconsiderado un proceso comprometedor de la iden-tidad del grupo porque todos participantes debenrespetar sus pares y estén unidos por el bienestargeneral. Personas en estado de ansiedad puedendesestabilizar el grupo como todo. A baja moral semanifiesta a través de la baja disposición de susmiembros para actividades relacionadas a lasmetas y a lo mantenimiento de las relaciones delgrupo.

Algunos aspectos de este componente se pre-sentan sin la debida aclaración de como implemen-tarlos y, en aquellos donde aparece, la explicaciónes débil y poco convincente. No son trabajadas, deforma apropiada, las definiciones de relacionesinterpersonales, auto-imagen de grupo y ambientesocial, que son componentes básicos de la identi-dad de grupo.

El modo función de papeles es definido porRoy & Andrews (1999) como los papeles que lapersona ocupa en la sociedad. Completan diciendoque la necesidad básica asociada al modo de fun-ción de papel ha sido identificada como integridadsocial para individuos y evidencia del papel paragrupos o colectividades.

Las autoras aclaran que el modo función depapeles cuando se refiere a grupos, destaca la inte-gridad social y a evidencia del papel como susnecesidades básicas. Resaltan aún, que el modocompuerta los papeles primarios, secundarios yterciarios, que son modificados en el transcurso dela vida, en función de la maduración del grupodesde la estabilidad y respeto alcanzado.

En un grupo, los participantes presentan com-portamientos del tipo: instrumental y expresivo demodo que colabore con el desarrollo del grupo.Los comportamientos instrumentales son orienta-

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dos a las metas, requiriendo planificación.Mientras que los expresivos son más vueltos paralos aspectos afectivos en las relaciones entre losparticipantes, y envuelven un actuar cuyos resulta-dos pueden aparecer de inmediato.

También en este modo, percibimos fragilidadesen la diferenciación cuando se trata de las especifi-cidades de grupos y de individuos. Los ejemplos,dados por las autoras, se quedaron alrededor degrupos muy específicos, como lo de enfermeras,no detallando papeles a ser evaluados en otros gru-pos como los de pacientes acompañados.

El modo interdependencia es definido por Roy& Andrews (1999) como las relaciones íntimas delas personas dirigidas a satisfacer necesidades deafecto, desarrollo, y recursos para que alcancenintegridad relacional.

En el grupo, la interdependencia se muestra porla necesidad de alcanzar la integridad relacionalusando los procesos de desarrollo y adecuación derecursos, a través de aprendizajes y maduración derelaciones creando condiciones para satisfacer lasnecesidades básicas más elementales con la coope-ración de otros.

Las relaciones interdependientes se clasificanen dos categorías: otros significantes, claramenteexpreso para el individuo, pero no explícito paragrupo y, sistemas de soporte que incluyen otraspersonas, grupos, organizaciones y otros con rela-ción al individuo. En esta categoría también faltaevidencia cuando las autoras se reportan a grupo.

Este modo de interdependencia tiene subdivi-siones de sus componentes a: el contexto, la infra-estructura y el pueblo. El contexto contempla losestímulos internos y externos. Los estímulos exter-nos incluyen aspectos económicos, sociales, políti-cos, culturales, religiosos entre otros, que son fun-damentales para el desarrollo de grupos. Por sulado, los estímulos internos se quedan por cuentade la misión, visión, principales valores, metas,planos, también imprescindibles para el crecimien-to del grupo. La infraestructura cuenta con nivelesde adaptación: procesos relacionáis, procesos dedesarrollos y procesos de recursos. Las personas eneste modo abrigan los componentes: capacidadesde enfrentamiento, conocimiento, habilidades,actitudes y comprometimiento que son básicos.

CONSIDERACIONES FINALESEl estudio que presentamos producido con base

en el Modelo de la Adaptación de Roy mostró que,para el concepto de grupo, la teoría no trae a evi-dencia como criterio interno de una teoría confor-me el modelo de análisis utilizado. El concepto degrupo presenta una característica de estructuracióny de esta manera, se vuelve difícil su implementa-ción por los enfermeros en la práctica de enferme-ría, que trabajan diariamente con clientelas las másdiferenciadas. Un detalle lindante es el hecho delas autoras no han dejado claro cual la definiciónde grupo y comunidad y esto se constituyó un fac-tor que dificulta el entendimiento.

La teoría de la adaptación trae una riqueza dedetalles, que siendo adaptada a las diversas reali-dades, traerá grandes contribuciones para la prácti-ca de los enfermeros. Sin embargo, no es posibletrasplantarla sin ajustes a nuestro modo de pensar,sentir y actuar. El estudio está lejos de ser conclui-do. Merece revisiones y refinamientos en la com-prensión de las sutilezas que vienen empotradas enel texto. Reconocemos que es un análisis comple-jo, pero también percibimos qué ni todo cuanto esproducido en otra cultura mismo en momento con-temporáneo puede ser utilizado sin un análisis másprofundizada.

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EFFECTS OF TELEVISION ON SCHOOL-GIRLS’ PHYSICAL ACTIVITY AND SCHO-OL PERFORMANCEA study sponsored by the Health andConsumption Department of the ExtremaduraAutonomous Regional Government

ABSTRACT

Children in Western industrialised countriesdedicate more time to watching television(TV) than to any other extra-school acti-

vity. Numerous international and national publica-tions have shown that TV favours a sedentarylifestyle and reduces physical activity and schoolwork. This descriptive, transversal study inquiresinto the TV-watching habits of the school popula-tion between 10 and 14 years of age in the city ofPlasencia (Extremadura). The study method wasbased on filling in questionnaires addressed to 494selected schoolchildren, their parents and their tea-

chers, which referred to TV-watching habits, thetime dedicated to physical exercise, sleep and rea-ding, and academic performance. This articleshows the results obtained with the 244 girls thatparticipated in the survey. It was proved that girlsdedicate 15.9 hours a week to watching TV, anamount of time well above the current recommen-dations, to the detriment of physical activity, sleepand study, and also that many parents allow theirchildren to watch TV on their own, with no timelimits or content selection. People responsible forchildren’s education must prepare specific pro-grammes to re-educate children’s TV-watchinghabits.

Key words: Television. Children. Sleep.Physical activity. Academic performance.

RESUMEN

Los niños de los países occidentales indus-trializados dedican más tiempo a ver televi-sión (TV) que a cualquier otra actividad

extraescolar. Numerosas publicaciones internacio-nales y nacionales evidencian que la TV favoreceel sedentarismo y disminuye la actividad física y eltrabajo escolar. Este estudio descriptivo y transver-sal indaga los hábitos televisivos de la poblaciónescolar de 10 a 14 años de edad de la ciudad dePlasencia (Extremadura). El método de estudio sebasó en cumplimentar cuestionarios dirigidos a los494 escolares seleccionados, a sus padres y profe-sores, que recogían los hábitos televisivos, el tiem-po dedicado al ejercicio físico, sueño y lectura y elrendimiento académico. En este artículo se expo-nen los resultados obtenidos con las 244 niñas par-ticipantes. Se demuestra que las niñas dedican 15,9

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EFECTOS DE LA TELEVISIÓN SOBRE LA ACTIVIDAD FÍSICAY EL RENDIMIENTO ESCOLAR EN NIÑAS ESCOLARES

Estudio patrocinado por la Consejería de Sanidad y Consumo de la Junta de Extremadura.

Francisco Javier Barbancho Cisneros*, Jesús Prieto Moreno*, Francisco Tirado Altamirano*, Luis Mariano Hernández Neila*,

Jesús Santos Velasco*, Andrés Moreno Méndez**Profesores del Departamento de Enfermería de la Universidad de Extremadura

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horas semanales a ver la TV, tiempo muy superiora las recomendaciones actuales, en detrimento dela actividad física, el sueño y el estudio y quemuchos padres permiten que sus hijos vean solos laTV, sin límites horarios ni selección de los conte-nidos. Es preciso que las personas responsables dela educación infantil elaboren programas específi-cos para reeducar los hábitos televisivos infantiles.

Palabras-clave: Televisión. Niños. Sueño.Actividad física. Rendimiento académico.

INTRODUCCIÓNLa TV por su poderosa capacidad de informa-

ción y difusión ejerce una extraordinaria influenciaen los hábitos y estilo de vida de las sociedades,sobre todo en sus capas de población más jóvenes.En los niños de los países occidentales el papel dela TV es determinante porque consumen largotiempo delante de la pantalla y tienden a conside-rar sus mensajes como referentes lo que contribu-ye a crearles confusión entre lo que es real e ima-ginario (Strasburger VC, 1989; Galdó G, 1997;American Academy of Pediatrics, 2001). Españaes uno de los países de Europa donde los niños venmás la TV, sobre todo los de las familias con menornivel educativo (Galdó G, 1997). El uso mesuradoy selectivo de la TV puede resultar positivo paralos niños porque transmite muchos conocimientosy estimula el aprendizaje, la imaginación y el diá-logo, pero si es abusivo e indiscriminado tieneefectos negativos intelectuales, psicosociales, físi-cos y escolares (Andersen RE y cols, 1988; SingerDG, 1989; Tojo T, 1990; Dietz y cols, 1991).

Nuestro estudio demuestra que las niñas vendemasiada TV, dedicando un tiempo medio de 15,9h/ semana, superando ampliamente las recomenda-ciones establecidas (Strasburger VC, 1989; GaldóG, 1997; American Academy of Pediatrics, 2001),lo que repercute en la disminución del sueño, laactividad física y el trabajo escolar (Dietz WH,1993; Galdó G, 1997), y que muchos padres per-miten a sus hijas verla solas, sin limitar el horarioni seleccionar la programación. Los padres, educa-dores, enfermeras, pediatras, etc. deben conocersus influencias perjudiciales, y regular los hábitostelevisivos infantiles, estableciendo un horario

acorde con las recomendaciones actuales, evitan-do la presencia de la TV en el dormitorio y selec-cionando la programación (Strasburger VC, 1989;Schmitt J y cols, 1989; Anastassea-Vlachou K ycols, 1996; Owens J y cols, 1999). Este estudiopretende conocer el tipo de consumo televisivo ennuestro medio y sus efectos negativos.

MÉTODOS: Estudio observacional transversalbasado en la formulación de cuestionarios paraconocer los hábitos televisivos de los escolares deuna ciudad extremeña, Plasencia de 40.000 habi-tantes. El universo y ámbito poblacional del estu-dio fueron 2.589 niños, de 10-14 años, de los cole-gios de educación primaria y secundaria. La mues-tra, representativa y aleatoria se estimó en 500escolares estratificados por edad y sexo, lo querepresenta un error estándar posible comprendidoentre +4,3 y –4,3, para un nivel de confianza del95% (z, 1,96) y p/q: 50/50, correspondiente a lasituación más desfavorable. La muestra final fuede 494 escolares (de los 550 cuestionarios, 34 nofueron devueltos y 20 estaban incompletos) con unligero predominio de niños, 250 (50,6%) sobreniñas, 244 (49,4%). En este artículo se analizanexclusivamente los resultados obtenidos con lasniñas.

El método de estudio consistió en cumplimen-tar tres encuestas dirigidas, respectivamente, a lospadres, escolares y profesores de los colegios, queindagaban los hábitos televisivos, deportivos ylúdicos, el tiempo de descanso y sueño, el compor-tamiento en clase y el rendimiento académico. Lasparticipantes fueron divididas en 5 grupos de edad(10, 11, 12, 13 y 14 años). Los cuestionarios desti-nados a las niñas y a sus padres recogían: a) edady lugar que ocupaba la niña entre sus hermanos; b)edad de los padres, estado sociolaboral (desemple-ado, trabajo no cualificado, cualificado, alta cuali-ficación) y nivel cultural (sin estudios, primarios,medios y superiores; c) el tiempo que las niñasdedicaban durante los diferentes días de la semanaa la TV, deporte, juego, paseo, lectura y sueño; d)circunstancias en que se visualizaba la TV: sola oacompañada por otros niños o algún adulto; e)número de televisores y distribución en el hogar; f)tipo de programas vistos, selección de la progra-mación y limitación del tiempo de visualización dela TV.

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El cuestionario dirigido a los profesores de loscentros escolares evaluaba el comportamiento enclase, la capacidad de atención, las calificaciones yel rendimiento global de las alumnas. Según laspuntuaciones aportadas por los profesores las par-ticipantes se dividieron en 3 grupos: A (mal rendi-miento), B (regular/aceptable) y C (bueno/muybueno). Los resultados se relacionaron con el con-sumo televisivo semanal.

El análisis estadístico se realizó con el progra-ma informático SPSS+10, mediante la prueba chicuadrado y t de Student

RESULTADOSLas niñas escolares (edad media 12,4 años)

veían la TV 15,9 h/ semana (2 h y 27 min/ día). Losdías festivos la veían 3 h, algo más de 1 h que loslaborales. El consumo televisivo tendía a sermayor conforme aumentaba la edad, con diferenciaestadísticamente significativa (p < 0,05) (tabla 1).

El promedio de televisores en los hogares erade 2,1, y en la mayoría (58,6%) existían dos (fig.1). El 19,7% de las niñas tenían TV en su habita-ción, porcentaje que también crecía con la edad(fig. 2). Las niñas que tenían un televisor en su dor-mitorio veían más del doble de tiempo que las quecarecían de él.

Muchos padres no limitaban o solo lo hacían aveces el tiempo de visualización de la TV, ni selec-cionaban adecuadamente la programación (fig. 3).El 30% de los padres usaba la TV para mantenerentretenidas a sus hijas. El 27,1% de las niñas veíansolas la TV. Los padres cuyas hijas veían la TV pordebajo de la media tenían mejor nivel cultural ylaboral. La diferencia era de 0,5 puntos (1,7 frente a1,2 puntos), en una escala de 0 a 3 (p < 0,05).

Las niñas que veían la TV por debajo de lamedia dormían un promedio de 22 min. más al día,dedicaban 2,1 h/ semana más a la actividad física(juego y deportes) y 1,6 h/ semana más a la lectu-ra de cuentos o libros no relacionados con la acti-vidad escolar.

El rendimiento escolar era significativamentemejor cuanto menos se veía la TV (p < 0,05) (tabla 2).

DISCUSIÓNLos niños dedican excesivo tiempo a la TV

como demuestran numerosos estudios. En EE.UU

los niños a partir de los dos años ven la TV más de3 h/ día (Schmitt J, 1989; American Academy ofPediatrics, 2001), y hasta el 26% de los adolescen-tes 4 o más h/ día (Andersen RE y cols, 1988). Enlos países europeos mediterráneos el uso de la TVtambién es muy elevado (Anastassea-Vlachou K ycols, 1996; Valerio M y cols, 1997). En Greciaalcanza 25 h/ semana en los niños de 7-12 años(Anastassea-Vlachou K y cols, 1996). En Españaes igualmente alto según los estudios realizados endistintas Comunidades (Aragón, Andalucía;Cantabria, Navarra) que sitúan el consumo televi-sivo entre dos y tres horas diarias en niños y ado-lescentes (Mur L y cols, 1997; Uberos DJ y cols,1998; Caviedes BE y cols, 2000; Bercedo A y cols,2001; Durá T y cols, 2002). En nuestro medio seaproxima a las 2,5 h/ día en las niñas con una edadmedia de 12,4 años, destacando las 18,8 h/ semanade las de 14 años. Todos los estudios, incluido elnuestro, muestran una visualización excesiva entodos los grupos de edad que tiende a crecer segúnaumenta ésta y que se aleja de las recomendacionesaceptadas que limitan el tiempo a menos de 2 h/ díae idealmente a menos de 1 h (Strasburger VC,1989; Galdó G, 1997; American Academy ofPediatrics, 2001).

El número de televisores en los domicilios esexagerado y resulta alarmante que casi el 20% delas niñas tenga uno en su dormitorio, porcentajesuperior al de otros estudios (Bernard-Bonnin ACy cols, 1991; Caviedes BE y cols, 2000; Bercedo Ay cols, 2001; Durá T y cols, 2002), pues facilita lavisualización pasiva y descontrolada de la progra-mación (Strasburger VC, 1989; AmericanAcademy of Pediatrics, 2001). Es preocupante, porlos mismos motivos, que el 27,1% de las niñasvean solas la TV, cifra similar a la aportada en otraspublicaciones (Galdó G, 1997; Bercedo A y cols,2001), aunque inferior a la observada en Navarra(Durá T y cols, 2002). El 30% de los padres emple-aban la TV para mantener entretenidas a sus hijas,a modo de niñera, porcentaje mayor que el obser-vado en Cantabria (Bercedo A y cols, 2001).Llama la atención el número de padres que nuncao casi nunca limitan a sus hijas el tiempo de TV(18,4%) ni seleccionan la programación que ven(20,5%) y que solo lo haga a veces el 28,7% y el31,6%, respectivamente. Estos datos prueban lo

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fácil que resulta para muchas chicas ver la TVcuando les apetece, incluyendo programas nocivosplagados de contenidos agresivos, violentos, cla-sistas, racistas y sexistas (Galdó G, 1997; UberosDJ y cols, 1998; Caviedes BE y cols, 2000). Larelación observada entre el mayor nivel cultural ylaboral de los padres y el menor uso de la TV porsus hijos ha sido encontrada por otros autores(Strasburger VC, 1989; Anastassea-Vlachou K ycols, 1996; Caviedes BE y cols, 2000; Bercedo Ay cols, 2001).

El menor tiempo que dedican al sueño los esco-lares que tienen un elevado consumo de TV ha sidoobservado en varios estudios, que también handemostrado que su abuso produce trastornos delsueño (insomnio, terrores y pesadillas) que pertur-ban el bienestar del niño (Bernard-Bonnin AC ycols, 1991; Galdó G, 1997; Owens J y cols 2000),aunque estas alteraciones no han sido indagadaspor nosotros. Igualmente la disminución del tiem-po dedicado a la actividad física (juegos y depor-tes) y a la lectura de cuentos y libros no relaciona-dos con el trabajo escolar coincide con las aporta-ciones de otros autores (Mur L y cols, 1997; GaldóG, 1997; Blader JC, 1997).

Todos los parámetros de aptitud escolar valora-dos: capacidad de concentración comportamiento,calificaciones y rendimiento académico globaleran peores cuanto más tiempo veían la TV, datosreferidos en otros trabajos (Anastassea-Vlachou Ky cols, 1996; Mur L y cols, 1997; Blader JC, 1997;Bercedo A y cols, 2001). La diferencia de tiempode visualización de la TV entre los grupos con peory mejor rendimiento escolar era de 4,2 horas sema-nales.

CONCLUSIONESLas personas responsables de la educación y de

la salud infantil (padres, profesores, enfermeras,pediatras, etc.) tienen que conocer los efectosnegativos de la TV sobre el sueño, la lectura, laactividad física y el rendimiento académico de losescolares, y realizar educación sociosanitaria res-pecto a los hábitos televisivos recomendando a lospadres que limiten el tiempo de TV, seleccionen laprogramación y que eviten que los niños tenganTV en el dormitorio y que la vean solos.

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Tabla 1. Tiempo (horas semanales) de visualización de la TV

Edad N Med. Mín. Máx. P3 P5 P10 P25 P50 P75 P90 P95 P9710 años 50 14,1 3,5 25,0 4,0 4,8 8,1 11,0 14,1 17,0 20,0 20,7 23,011 años 44 14,4 4,0 29,0 4,2 4,5 6,7 11,5 14,1 18,0 21,5 23,5 27,112 años 50 16,3 4,5 35,0 4,5 7,4 9,1 12,9 16,4 19,1 22,2 25,8 30,413 años 50 15,8 9,0 28,7 9,0 9,5 11,0 13,5 15,0 18,5 22,8 24,1 26,314 años 50 18,8 9,0 28,0 9,3 9,7 10,4 16,3 18,9 21,8 26,9 27,9 28,5

Figura 1. Número de televisores en el hogar

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Tabla 2. Rendimiento escolar y tiempo (horas semanales) de TV

Rendimiento académico Nº de niñas % Horas semanales TVGrupo A (malo/ muy malo) 16 6,5 16,5Grupo B (regular/ aceptable) 120 49,2 16,2Grupo C (bueno/ muy bueno) 108 44,3 12,3

Fig. 1. Presencia de televisor en el dormitorio de la niña

Fig. 3. Limitación del tiempo y selección de la programación por los padres

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CUIDADO ARTESANALLa invención ante la adversidadCarmen de la Cuesta Benjumea

La profesora Carmen de la Cuesta nos recreacon su nuevo libro Cuidado Artesanal. Nosllena de satisfacción, encontrar investiga-

ciones rigurosas metodológica y científicamentehechas por enfermeras desde enfermería. Estelibro es el fruto de un estudio serio de investiga-ción cualitativa sobre los cuidadores de las perso-nas con demencia avanzada. Con cierta frecuenciaencontramos a algunos profesionales, interesadospor la investigación cualitativa, quejarse de noencontrar estudios serios de investigación cualita-tiva que les sirvan de guía –modelo–; pues bien, en

este trabajo hecho con un buen rigor metodológico,pueden encontrar ese modelo que algunos van bus-cando.

Pensamos que todo trabajo de investigacióndebe tener en cuenta al menos dos aspectos impor-tantes: por una parte, rigurosidad científica y porotra que sea capaz de mostrar cambios cualitativosen la sociedad si dicha investigación se lleva a lapráctica. Pues bien, este trabajo muestra de formapráctica las consecuencias benéficas que se deriva-rían de la misma si esta se pusiera en acción.

Concluyo, haciendo mías las palabras que nosdice en su libro la Doctora Carmen de la Cuesta:“Éste es un informe que espero que revele la heroi-cidad del amor cotidiano: trata de cuidado depacientes con demencia avanzada en casa. El cui-dado se hace en la adversidad, los cuidadoresluchan con artesanía, y artesanalmente lo logran.Es artesanal, pues lo hacen con las manos, lo creancada día; está impregnado de inteligencia y deingenio. Con él preservan la vida y la dignidad desus familiares enfermos; cotidianamente reafirmansu humanidad a pesar de una enfermedad que tien-de a destruirla. Es un cuidado de artesano: único,útil y por ello bueno; lo inspira un amor que se abrepaso a pesar del otro”.

Recomendamos la lectura profunda de estelibro, pues no sólo aprenderemos cómo hacerinvestigación cualitativa, sino también conocer unarealidad a la que de alguna manera todos estamosllamados a vivir directa o indirectamente.

Luis Cibanal JuanDepartamento de Enfermería

MISCELÁNEA BIBLIOTECA COMENTADA

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LA SANIDAD EN EL CÁDIZ DE LA POS-GUERRA. Discurso para la recepción públicadel Académico ILMO: Sr. D. Francisco HerreraRodríguez y la contestación del ILMO. Sr. D.Juan Rafael Cabrera Alfonso. Francisco Herrera Rodríguez

Debe interpretarse como motivo de orgullo bienentendido, el hecho de que uno de nuestros com-pañeros en el noble y complejo arte de construir lahistoria de la enfermería, haya ingresado reciente-mente en la Real Academia de Medicina y Cirugíade Cádiz. El profesor y Dr. Francisco HerreraRodríguez acaba de leer de forma magistral su dis-curso de ingreso en tan magna e ilustre institución.El título elegido por el Dr. Herrera concilia dos desus más queridos temas y, a la vez, objeto de estu-dio: Cádiz y la Sanidad Municipal en la posguerra.Este discurso ha sido contestado, tal como estipulael protocolo de la ceremonia en cuestión, por el Dr.Juan Rafael Cabrera Alfonso. El discurso versa,por un lado, sobre la organización y personal quecomponía la Sanidad Municipal de la Cádiz deposguerra (ocupando un destacado lugar el perso-

nal de enfermería de la época: practicantes, matro-nas, enfermeras; y, por otra, el contexto propio deun momento histórico en el que lo que impera porencima de todo, de forma transversal (al uso delhabla culta de hoy) es la carestía, el hambre y, portanto, se transforma el problema de la alimentaciónen uno de los principales frentes que todos los sis-temas (educativo, sanitario, político, etc.) de formaconvergente, tienen que resolver. Pero, a la par dela calidad de sus trabajos, ricamente ilustrados congráficos y figuras, siempre adornados por la rigu-rosidad científica, se une a este discurso su nomenos habitual espíritu humanista como reflejo delamor que el Dr. Herrera le profesa tanto a la poe-sía como a la narrativa. En este sentido, el autornos refiere las obras de diferentes escritores quehan aportado luz sobre la fría y oscura sombra delpasado histórico, finiquitando su exposición conuna cita tan tajante como serena y cargada de reciacertidumbre..

Llega el pasado a nuestro ladoLadra furioso, como un perro

José Hierro

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