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De la colección inédita “Cabalgando en hombros de Gigantes del Pensamiento”

Autor: Petronio Tam

Introducción General

Al estudio comparativo en la colección: “Cabalgando en Hombros de Gigantes del Pensamiento”, entre el Pensamiento de Osho, Krishnamurti, Stephen

Hawking/Leonard Mlodinow, Deepak Chopra, Ken Wilber, Carlo María Martini y Umberto Eco

−vis a vis−

El modelo ético formativo Inteligencia Espiritual (IEs)

Guardando el respeto y consideración a los grandes maestros, gigantes en el campo de la espiritualidad, la filosofía y la ética, he evitado en lo posible hacer estudios comparativos entre el pensamiento expresado por ellos y el de mi modelo integral llamado Inteligencia Espiritual – IEs. Pero al hacerlo, por casi dos décadas, he dejado que los lectores en este campo del conocimiento permanezcan sin el beneficio de conocerlo. También, muchos de los que acaban de conocer IEs, no han podido hacer una cabal evaluación

Junio 2013

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comparativa de los conocimientos que encontraron de otros pensadores y otras escuelas de pensamiento con la cosmovisión ética que acaban de conocer de IEs y concluyen, prematuramente, por falta de un estudio comparativo, que IEs sólo ratifica su identificación con todos los pensamientos clásicos del antiguo oriente, interpretados por los grandes gigantes del pensamiento, que son objeto del presente trabajo. Incluso, otros creen que, en esencia, no propongo nada nuevo. Percibo que no les resulta fácil encontrar con claridad, las similitudes, las complementaciones e incluso, las diferencias y las fallas que yo he encontrado en aquéllos. Este trabajo servirá también, a los lectores, para oxigenar sus creencias fundamentales con las mías; tal vez, basadas en conocimientos más nuevos o de fuentes no convencionales menos conocidas pero renovadoramente interesantes, que pueden servir como adiciones o alternativas para enriquecer lo que ya tienen. Por lo menos, para tener un mejor criterio en la selección de los conocimientos fundamentales, para beneficio de su vida futura.

He sido muy afortunado de contar con el valioso aporte de escuelas a nivel mundial, que han perpetuado conocimientos integrales en el tema de la filosofía y de la ética, como la ‘Teosofía’ de comienzos de siglo XX con H. P. Blavatsky, A. Besant y C. Leadbeater, de la ‘Gran Fraternidad Universal’ del primer tercio del siglo pasado liderado por R. de La Ferriere, de ‘Nueva Acrópolis’ del segundo tercio del mismo siglo establecido por Jorge A. Libraga, de las organizaciones budistas, hinduistas, tibetanas, taoístas y zen; además, de las escuelas de R. Steiner, G. I. Gurdjieff, ‘Brahma Kumaris’, E. Cayce, José Fabregat, Ken Wilber y Deepak Chopra. Sin mencionar el vasto saber de instituciones antiguas como los gnósticos, francmasones, rosacruces y espiritistas o espíritas; y, las decenas de grandes gigantes del conocimiento que me han enseñado lo poco que sé. También, de muchos otros autores que, haciendo o no escuela propia, han destacado por sus significativos conocimientos sobre la espiritualidad. Ellos, en sus respectivas épocas, han venido integrando el pensamiento ancestral de este campo; algunos, armonizándolos con los conocimientos relevantes de las diversas disciplinas científicas.

Pero, en el presente siglo, pese a, la oportunidad de capitalizar el vertiginoso crecimiento de los conocimientos, de los últimos cuarenta años, que, duplicaron todo el acervo cultural anterior, no existen muchas propuestas éticas integrales que presenten, hoy en día, referentes éticos de universal aceptación como, en sus épocas, lo hicieron las mencionadas organizaciones. Dado el creciente grado de exigencia del lector de hoy, se necesitan propuestas que ofrezcan una visión, no dogmática sino científicamente soportable, integral y actualizada en este fundamental tipo de conocimientos, tan necesario, hoy en día, para una sociedad que se sustenta en el desquiciado y limitante reduccionismo materialista de los egos y hasta de la misma ciencia oficial.

Vivimos inmersos dentro de gigantescas y crecientes “selvas” de dinero, ladrillos, cemento, plástico, papel, Smart TV LED full 3D HD, CD´s, DVD´s, iPod´s, iPads, computer touch, ultrabook, tablets, celulares black berry´s, smartphone, wi-fi internet, GPS, etc.; y una gran variedad de pasiones y diversiones de carne y hueso. Todos queremos ganar, no perder, las oportunidades materiales y afectivas que se nos presentan; inmersos en este “bosque selvático” de egos. Pasamos nuestra vida en constantes confrontaciones, cotidianos trabajos y luchas por la vida. Para adquirir, mantener o renovar vestimentas, vehículos, muebles, electrodomésticos, hobbies y viviendas, cuando se puede…. Día a día, solo levantamos la cabeza, para mirar el cielo cuando nos es permitido un espacio para recrearnos –no para “re-crearnos”, o sea volvernos a crear, que sería lo ideal, reinventando mejores actitudes, estilos y estrategias de vida−. A veces, sólo alcanzamos a recrearnos semanalmente o, en tiempo de vacaciones. Deseamos, planeamos y no siempre alcanzamos a disfrutar de las oportunidades, de disipadas diversiones, viajes, turismo y de aventura, en atractivos planes comerciales que luchamos por pagar, la mayoría de las veces, bajo un sistema de créditos, donde empeñamos futuros e inciertos ingresos; entrando así, al mundo de las pesadillas por deudas incumplidas y sus líos consecuentes.

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Casi nadie llega a conocerse a sí mismo, a saber cuál es y cómo es, su verdadera identidad no-física. Muy

pocos quieren saber cómo conseguir el dominio personal trascendiendo su propio ego, y menos son los que lo logran. ¿Cuántos hay que saben qué es el ego? y ¿cómo y para qué hay que trascenderlo? Difícilmente podemos ver dónde terminan los límites de este “bosque selvático”, de nuestra presente y agitada vida psico-biológica. Ni siquiera alcanzamos a saber o, por lo menos, tener interés en saber cuál es el horizonte detrás de este “bosque “y, mucho menos, tener claridad de, cuál es el norte de este horizonte; y, si coincide o no con el sentido a donde apunta, la brújula del verdadero sentido que creemos que nuestra vida tiene.

Frente a todo lo anterior, el presente trabajo es la continuación de mi decisión de salir de esta actitud no comparativa, de mi pensamiento con el de grandes maestros de la espiritualidad, de los cuales he aprendido mucho, pero con los que llego a diferir en algunos aspectos, y que creo poder complementar en otros; siempre manteniendo un gran respeto por ellos, por el trabajo pionero que han hecho y que merece el justo reconocimiento de todos. Maestros que lograron acreditarse mundialmente en este campo del conocimiento espiritual como sus principales referentes, ―campo al cual le he dedicado casi veinte años de mi vida―. Humildemente a través de mis trabajos, ofrezco a los lectores nuevos paradigmas que he podido desarrollar gracias a que tuve la fortuna de “cabalgar sobre los hombros de gigantes del pensamiento”. Barriendo un amplio espectro de puntos de vista incluyo, en el presente trabajo, el análisis del pensamiento de dos conocidos “gigantes del conocimiento espiritual”: Ken Wilber en su libro “El Ojo del Espíritu” y, Deepak Chopra en sus libros “Conocer a Dios” y “Jamás Moriremos”. También analizo el libro “El Gran Diseño” que muestra el pensamiento filosófico de dos físicos: Stephen Hawking y Leonard Mlodinow; el primero, es considerado el más genial de los físicos aún vivos. Finalizando el abanico de opiniones, del Cardenal Carlo María Martini, Obispo de Milán, el más connotado exponente del clero católico después de Papa Juan Pablo II, tomo su diálogo epistolar sobre la ética en el fin del milenio pasado, confrontándolo con el conocido escritor Umberto Eco y el de otros, en el libro “En qué creen los que no creen”. Al reproducir, temáticamente, cada una de las más importantes citas textuales del pensamiento de los maestros que analizo, evito la estricta necesidad de que el lector tenga que tener a la mano el libro respectivo para leerlo. Los lectores podrán entender lo que considero importante destacar, no solo del pensamiento de ellos, sino, a la vez, acceder a los conocimientos fundamentales para una nueva ética y una espiritualidad científica. La espiritualidad, como una nueva ciencia, debe desechar el actual enfoque de la ciencia reduccionistamente materialista y empezar la era de la ciencia holística, integral pero dialogante entre lo físico y lo espiritual, como holística es la realidad.

Es preciso reconocer, que, desde finales del siglo pasado, los libros de Osho son parte de los popularmente preferidos, entre la gran variedad de libros contemporáneos y antiguos sobre espiritualidad. Atribuyo a ello, la gran accesibilidad que tienen sus libros y a su buen mercadeo. Pues hay gran diversidad de publicaciones que cubren gran variedad de temas útiles, para llenar vacíos estructurales ético-filosóficos en la vida, sin contar con las, todavía más numerosas, obras en el campo de la superación personal. Incluso, las que tienen como objetivo prepararnos, desde ya, para, entender mejor y perderle el miedo a la muerte. Osho transmite su buen sentido del humor mediante un estilo pragmático e irreverente. A través de quienes convirtieron sus conferencias y charlas, en libros y videos, Osho conduce, a miles de lectores, por un camino introductorio al conocimiento de la espiritualidad del ser humano. Pienso que las guías interpretativas que ofrezco, muchas de ellas insertas en el texto mismo de las citas, pueden ayudar a quienes están en el camino de la espiritualidad. Aquí, el lector encontrará también interesantes conocimientos alternativos y complementarios a los que ofrece Osho; entre sus libros que conozco, escogí los que creo que mejor reflejan su pensamiento filosófico y que los he hecho materia de mi análisis: “El Libro del Ego”, “El ABC de la Iluminación” y “El Libro de La Vida y La Muerte”.

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Escogí hablar de Krishnamurti, a través de la autorizada óptica de Robert Linssen quien, desde 1929 y por más de medio siglo, ha reunido y estudiado, con admirable lealtad discipular, erudición y claridad lógica, lo mejor del pensamiento de Krishnamurti. En Krishnamurti reconozco al pensador profundo, serio y excepcional. Fue escogido, magníficamente formado y educado, desde muy niño, por los maestros fundadores de la Teosofía; y destinado, por ellos, a ser el futuro líder de su escuela. Sin embargo, Krishnamurti, cual “Shidarta Gautama” del siglo XX, renunció a su prometido curul, para, así, liberarse de todo compromiso ideológico y llamar a su modelo espiritual “La conciencia sin elección”. Afortunadamente, con relación a su pensamiento, encuentro muchísimas coincidencias y pocas discrepancias de fondo. Algunas de éstas son semánticas, de forma o estilo, pero coincidimos en la importancia de tratar de despertar la conciencia de lo espiritual, desprovista de contextos religiosos. Otras discrepancias son originadas, por no haber tenido él, la valiosa información que yo he tenido, después de su muerte, sobre el desarrollo de la ciencia de hoy, especialmente, en cosmología cuántica, física cuántica, antropología, biología, genética y neurociencia. También, es de admirar cómo, la extraordinaria visión intuitiva de Krishnamurti, logró anticipar, desde el primer tercio del siglo XX, complejos conceptos sobre la conciencia, que, hoy, a la luz del incontenible avance de nuestra ciencia, encuentro entendible porqué su pensamiento, que establece importantes fundamentos, necesita ser complementado, para una mejor y más actualizada comprensión de nuestra realidad holística.

Aunque Robert Linssen, destaca a Krishnamurti como el psicólogo que, verdaderamente, estudió la conciencia, saliéndose del convencional estudio de la conducta, yo, considero que es más un excepcional filósofo, que introduce la ética en las partes inéditas de la psicología. Por ello, Linssen, hace relieve del significativo aporte de Krishnamurti como filósofo ético y espiritualista.

Gigantes como Osho, Krishnamurti, Wilber y Chopra, conocen muy bien las raíces de la cultura de occidente hasta las dos terceras partes del Siglo XX. Así, sus obras aportan a ésta, un avanzado conocimiento de los ancestrales maestros del lejano oriente, sirviendo como valiosa fuente de aprendizaje filosófico y espiritual a buscadores como el suscrito. Agradezco su importante y valioso aporte. Con excepción de Wilber, que lo adquirió, estos gigantes nacieron bajo la sabia sombra de la sabiduría védica y yóguica de la antigua India; y parecen haber preferido el agnosticismo del budismo y del zen. En el agnosticismo hay un vacío teleológico de causalidad y de teísmo, que está también presente en el jainismo y en el materialismo dialéctico, donde destaca Nieztsche. Con todas estas líneas de pensamiento concuerda, en gran medida también, Osho, a veces como ateo y a veces agnóstico; y Krisnamurti, como agnóstico. Chopra y Wilber son, más bien, imparciales. Sin embargo, mi búsqueda me ha conducido a rescatar, científicamente, a Dios, sin los vicios y errores de interpretación contenidas en las doctrinas de las grandes religiones monoteístas, criticadas por Niestzche; y corrigiendo los errores filosóficos en los falaces enfoques reduccionistamente materialistas de Hawking/Mlodinow. Y también, para llenar la ausencia de un paradigma universalmente aceptable para Dios, ilustrada por Eco y Martini.

Con humildad pido, muy respetuosamente, a los grandes maestros Krishnamurti y Osho, que me den su venia desde el más allá donde se encuentran; y a Wilber, Chopra, Martini y Eco, su permiso para ofrecer, por el bien de los lectores, conocimientos axiales no dogmáticos, vertebrados con armonía científica, para así, ayudarlos a entender mejor sus sabios mensajes y completar sus valiosos hallazgos. Aspiro a contribuir, a llenar algunos grandes vacíos teleológicos contenidos en sus enseñanzas, que son de gran necesidad, dentro de la confusa y relativista situación ética en que nuestro mundo se encuentra. Situación que empobrece espiritualmente a la sociedad, gracias al materialismo reduccionista de la ciencia y de la educación académica , que ha llevado a la mayoría de los miembros de la sociedad, desde las aulas hasta el pleno ejercicio profesional, a considerar la ética como una disciplina de “relleno”, de importancia secundaria para sus vidas. Ojalá pueda esto ser de ayuda para que la sociedad salga de la espiral viciosa, en

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la cual paradójicamente se encuentra por ignorancia, y por el falaz predominio del ego de sus integrantes. Nuestra educación escolarizada parece no saber porqué debemos de trascender el ego. Los educadores y sus líderes tienen prioridades socioeconómicas que creen, son más importantes y mucho más urgentes que, preocuparse del ego. Así, la gran masa de la humanidad no tiene acceso al porqué, ni al cómo, trascender el ego.

Muchos importantes conceptos expresados en las obras de estos grandes maestros, mantienen un apego intelectual a algunos paradigmas convencionales actuales. Mas, estos paradigmas muestran ya, signos de obsolescencia, los que el lector en la presente lectura irá percibiendo y comprendiendo. Erróneamente, para estos maestros de la espiritualidad, uno de estos paradigmas es la creencia que la mente está en el cerebro, no en el espíritu; y asumir que el amor está en el corazón. Pretendo, resaltar el valor de la grandeza de sus revelaciones, a veces desapercibida por no haberse complementado debidamente. Trataré de integrarlas, con las nuevas tendencias y desarrollos del conocimiento transdisciplinario actual. Así, mejorará el conocimiento de nuestra realidad holística que, rescata la espiritualidad y la conciencia, más allá de todo contexto dogmático, esotérico o religioso. Incluyo en mi propuesta, nuevos paradigmas que, ojalá, el lector concuerde en que, ya es hora en que deben reemplazar a los obsoletos. Cuando logremos una masa crítica racional para, un consenso universal sobre la verdadera realidad holística: qué somos, sin dogmas de falaces paradigmas cerrados, tendremos respuestas claras sobre: de dónde venimos, como humanos y hacia dónde nos dirigimos, realidad holística que indivisiblemente tiene cuerpos físicos y conciencias espirituales.

Los actuales paradigmas, como modelos y creencias de orden ético, están limitados a un enfoque científicamente físico. Así piensan Stephen Hawking y Leonard Mlodinow. Para ellos, no existe el espíritu ni cabe hablar de Dios. Pese a más de dos décadas de investigación de científicos, incluyendo al Nobel Francis Crick, Robert Plumbin, Stuart Hameroff, Sir Roger Penrose, David Chalmers y otros; tampoco la ciencia genética puede hallar un modelo apropiado para estudiar la conciencia, persistiendo, falazmente, en recurrir a la ilógica decoherencia de la física cuántica para estudiarla ―La decoherencia es un término que acepta coherencia matemática para el desarrollo tecnológico, pero las explicaciones para la física de las micropartículas de la materia contienen total incoherencia lógica, es decir no tienen racionalidad; la razón subyacente está en no querer hacer uso de variables que reconozcan que la realidad es holística, limitándose a estudiar sólo la realidad física, escudándose en que sus principios decoherentes han tenido gran eficacia matemática, para el formidable progreso técnico.

Invito a la academia educativa y al estamento científico oficial a salir de su perjudicial obstinación en

limitar sus conocimientos, su investigación y sus enseñanzas, al incompleto campo del reduccionismo materialista. Los invito a no seguir postergando el desarrollo holístico de la ciencia ―utilizo el término holístico, para referirme a la integración indivisible y dialogante de la materia física con la mente espiritual, que coexisten durante toda la existencia del cosmos, que propuso el propio Albert Einstein a Niels Böhr y a su Escuela de Copenhagüe. Escuela que, después de rechazar la importantísima y fundamental propuesta de Einstein, exportó al mundo lo que hoy conocemos como los fundamentos decoherentes de la física cuántica, que aún se enseñan como las bases de lo más avanzado del conocimiento humano en todas las universidades, pero que pueden y deben concebir el holismo.

Así la física tomó su camino, hasta ahora sin retorno, para influir en las demás disciplinas científicas,

dándoles una demarcación lapidaria para el conocimiento científico, el límite físico o material. Esta posición la lidera Stephen Hawking y un creciente grupo de brillantes mentes, que viven por y para la ciencia misma, no para encontrar el camino para llegar al verdadero destino de la humanidad. Sir Roger Penrose, profesor emérito de la Universidad de Oxford y mentor de Hawking, califica a éste de cientificista, porque hace

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ciencia materialista agnósticamente y vive para la ciencia misma, contrastándolo con Einstein, en quien encuentra al verdadero científico que quiere llegar, a través de la ciencia, a conocer a Dios.

La ciencia oficial, reduccionistamente- materialista, entre cuyos líderes se encuentra Hawking, hasta hoy ignora la mitad de la verdadera realidad: la realidad que no es física, la realidad metafísica o espiritual. Incomprensible ceguera, la de no querer aceptar el hecho que, no hay ninguna ley, ni ningún fenómeno físico-químico o electromagnético o nuclear, o gravitatorio, que pueda producir energías metafísicas. Las energías metafísicas existen, como por ejemplo el amor, el odio, la alegría, la tristeza. Ningún proceso físico puede explicar mecanicistamente, cómo se produce una emoción, un sentimiento o una decisión, y mucho menos los diversos matices que ellos contienen. Tampoco, la energía de la determinación y la fuerza de voluntad para actuar, reprimir u omitir, ni para crear y evocar la memoria explícita, ni la comprensión de los conocimientos, ni la creatividad para descubrir errores, ni para la inventiva o la innovación, ni mucho menos para el presentimiento, la intuición y la canalización.

Esta realidad metafísica es percibida por la conciencia mental que, al no ocupar lugar alguno, es de naturaleza espiritual; obviamente, tomando la espiritualidad como lo no-físico, más allá de todo contexto religioso y que no está sujeto a ninguna ley física. La psicología, al no poder estudiar la naturaleza de la conciencia ni la del espíritu, porque las otras disciplinas de la ciencia materialista no la han podido ayudar a hacerlo, se limitó a estudiar la conducta y el comportamiento. La psicología transpersonal aún está lejos de concluir la construcción del camino hacia la conciencia. Pero empezó, con la ayuda del conocimiento ancestral del lejano oriente y tomando también lo que se requiere de la ciencia materialista, especialmente de la neurociencia y la psiquiatría. La genética, a través de Francis Crick y Robert Plumbin, por décadas ha tratado infructuosamente de hallar la conciencia metafísica, creyéndola encontrar en la parte física o química de algún gen que origine la inteligencia. Resulta que todos los genes tienen su propia naturaleza holística, también las proteínas de las células, las enzimas y las células mismas contienen actividad mental no-física. Todos son parte física, química y también conciencia metafísica mental. Desde 1994 y pese a algunos contradictores, Masaru Emoto ha sido reconocido mundialmente por haber comprobado mediante fotografías de diferentes cristales del agua, el reflejo de su asombrosa sensibilidad metafísica, para variar la formación de sus cristales según su exposición a las emociones humanas, a la música y a la limpieza o contaminación del medio ambiente; contrastando la belleza de los cristales expuestos a las energías positivas y la degeneración o fealdad a los expuestos a las energías negativas.

Como lo explica el bloque teórico III de IEs del libro III de esta colección, cada ser mineral, vegetal o animal contiene alguna forma de conciencia. La contiene el electrón cuando induce al fotón y viceversa. La conciencia que tienen los electrones de valencia, para hacer todos los fenómenos químicos, por su “amor cuántico” expresado en forma de atracción electromagnética. También hay conciencia en los bits cuánticos o “q-bits” que manipula la nanotecnología, para la nanorobótica y los nanocomputadores; y para manejar la “información contenida en la naturaleza de la materia”, referida por Hawking.

La conciencia generacional no-física, recicla por generaciones en los virus, capitalizando las mutaciones inteligentes que le sirvan para atacar mejor el sistema inmunológico humano. Observamos la conciencia generacional que tiene un linfocito, para reconocer al virus al cual su organismo fue vacunado en décadas anteriores. Comprobamos la conciencia generacional que tiene una bacteria, para acertar con las mutaciones que hicieron, para volver a sus descendientes inmunes a los antibióticos, con los que fueron insuficientemente atacados. Nadie puede negar el reciclaje reencarnatorio de los conocimientos de las cucarachas para resistir, desde los años 50´s, progresivamente a una veintena de insecticidas, cada una con fórmulas químicamente distintas y efectos genéticos distintos. Y así puedo seguir enumerando muchos ejemplos más, que nos lleven a evidenciar la existencia de la conciencia biológica humana.

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Con ejemplos como el ritmo circadiano, las horas de tener hambre o sueño, el reloj biológico de la vida para cambiar de dentición y para determinar la oportunidad de otros fenómenos tales como espermatizar, ovular, menstruar, menopausia, andropausia, calvicie, osteoporosis, arrugas, flacidez de la piel y pérdida de la dentición y de masa muscular, presbicia, presbiacusia, pérdida de memoria, demencia senil, etc. ; o los cambios generacionales en la conciencia psicológica humana, en sus coeficientes de inteligencia cognitiva, emocional y volitiva, no solo para el creciente anhelo de mejores comodidades de vida y de más facilidad para manejar crecientes adelantos tecnológicos; sino también, para ascender altruistamente el nivel de conciencia a partir de un salvaje egoísmo que tuvo lugar desde los homínidos carroñeros, para llegar a ser homos antropófagos. Luego, el humano dejó la antropofagia para dedicarse al inhumano sistema de esclavitud. Siglos atrás, el ascenso altruista hizo que se abandonara la esclavitud, para dominar como colonialistas para, actualmente, y por ahora, tratar de ser respetuosos de los derechos humanos.

El lector también verá, cómo los paradigmas sobre la conciencia espiritual originadas en el antiguo oriente, han sido recogidos por los autores que analizo. Desafortunadamente, algunas ideas contienen limitaciones de lenguaje, de traducciones y de cultura de cada época por las que atravesaron, pudiendo haber tergiversado su cabal comprensión. Es decir, que las limitaciones en su interpretación dificultan su comprensión por parte de nuestra mente occidental por la ambigüedad de términos usados, desde el lenguaje original a las traducciones hechas, verbalmente, de un dialecto o lengua a otra y de un idioma a otro, incluyendo, el tener que conciliar grandes diferencias en la concepción de la estructura semántica original de estos lenguajes; amén de las limitaciones de vocabulario, pues su legado data desde las primeras versiones de las milenarias fuentes primarias del hinduismo, budismo, taoísmo y zen.

Al hacer este trabajo, coincido con los maestros en proponer al lector eliminar las inconsistencias de lógica y los conflictos del ego que subyacen en la concepción de Dios en el judaísmo, el cristianismo y el islamismo. También, a complementar la falta de la noción de Teísmo en las sabias enseñanzas del Budismo, Taoísmo y Zen. Así, podremos concentrarnos en, la verdadera esencia de la verdad que contienen estas respetables propuestas, más filosóficas que religiosas, para así ser mejores religiosos. Pues, la verdad es una sola y si todas las religiones fueran verdaderas, todas debieran ser iguales en su propuesta. La desigualdad entre ellas demuestra que cada una puede contener errores, que se pueden corregir si se deja de considerar a cada doctrina cerrada como “perfecta”, dejar de creer que no le cabe mejora alguna. El señalar las correcciones por hacer en ellas, será para el beneficio del lector; y ojalá, para que ellas cambien.

Reconozco meritorias la edición y las transcripciones, hechas por los colaboradores de Osho, a partir de sus discursos verbales; y, por parte de Linssen, en el caso de Krishnamurti. En las obras del pensamiento de ambos maestros, encuentro el uso consistente de palabras como mente, conciencia, pensamientos, intelecto, ego, alma, espíritu, etc. cuyo significado carece de uniformidad y, así, causan confusión. La mejor forma de uniformizar sus significados no debe ser el conservar los términos usados por ellos o, aparentemente, consignados en las primeras versiones escritas de sus fuentes ancestrales. Tampoco creo en conservar el limitado significado de sinónimos, ni los limitados adjetivos con que disponían los escribas de aquellas lejanas épocas, al tratar de perpetuar las enseñanzas originales del antiguo oriente, a las que los maestros hacen continua alusión. También, hay que tomar en cuenta, para beneficio de los lectores de hoy, con qué fuentes del conocimiento se hace el enfoque, el cubrimiento del conocimiento filosófico y el desarrollo de nuevas propuestas filosóficas.

En ello hay dos tipos de consideraciones:

En el primer tipo, me refiero a que la filosofía, académicamente, no incluye como nuevas fuentes del conocimiento filosófico, ni para sus disciplinas derivadas como la ética, a los nuevos conocimientos que

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vienen teniendo un gigantesco desarrollo desde el siglo pasado, tales como la física cuántica, la cosmología y la genética; y, en forma consecuente con lo anterior, tampoco incluye a la biología, neuro-psico-biología, la medicina, la antropología y la psicología. Así, los filósofos formales y los aficionados como yo, deben preocuparse seriamente en actualizar la información en estos campos del saber, salir de la disyunción parcial del conocimiento a que se refiere el sabio francés Edgar Morin, disyunción que conduce a preservar las fuentes ancestrales como las únicas y creer que, nada más o nuevo, hay por descubrir; así, los viejos paradigmas religiosos, esotéricos y filosóficos se mantienen inmodificables. Sobre ellos, solo aparecen nuevos intérpretes con nuevas ediciones literarias y propuestas de seminarios, cursos, audiovisuales, talleres y movimientos espiritualistas. Algunos llegan, en su afán comercial, a “adornarse” usando los términos de moda extraídos de estos nuevos conocimientos o de cosmología o de física cuántica o de genética, en una aparente integración que sólo “impacta” a los desinformados. Pero, hablando de los trabajos serios, están los de Osho y Krishnamurti, a quienes la muerte los privó de incluir estos nuevos conocimientos, con los cuales, seguramente, habrían hecho importantísimos aportes y nuevos paradigmas. Incluyo, en forma parcial, a dos personajes a quienes, como ya dije, considero también gigantes del pensamiento, porque han sido mis maestros contemporáneos, por ello me atrevo a incluir en el presente análisis crítico, obras como: “El Ojo del Espíritu” de Ken Wilber y de Chopra: “Conocer a Dios” y “Jamás moriremos”.

El segundo tipo de consideraciones, reside en el campo de la ciencia “oficial”, precisamente, el que ha

liderado el gigantesco desarrollo del conocimiento desde el pasado siglo XX, al cual me he referido. Pues, pese a lo encomiable y exitoso de sus logros tecnológicos, para el bienestar de la sociedad, en campos como la salud, la informática y las telecomunicaciones, la disyunción persiste y limita su aporte para lo filosófico, pues su enfoque ha sido y continúa siendo reduccionistamente materialista. No hay cabida dentro de la ciencia “oficial”, ni académica, ni investigativamente, a estímulos suficientes para promover lo que no es físico, lo no-material, lo metafísico, lo espiritual (más allá del contexto de las religiones). Por ello, he decidido incluir en mi análisis crítico el pensamiento de otro gigante del pensamiento, de quién aprendí y sigo aprendiendo mucho en el campo de la física, me refiero a Stephen Hawking, principalmente, a través de su libro “El Gran Diseño”, con la coautoría de Leonard Mlodinow.

Hoy, la ciencia y el conocimiento humano exigen ampliar e integrar el aporte transdisciplinario hacia una nueva forma de hacer ciencia, una forma holística. Repito, hacer ciencia, no presentar dogmas decoherentes que no pueden explicar todos los aspectos metafísicos de la realidad holística, incluyendo el proceso del reciclaje reencarnatorio de la conciencia, donde ya la ciencia viene desde hace mucho reconociendo la parte filogénica en la biología. Así, haremos justicia al descubrimiento de la espiritualidad, como el escenario de la conciencia y a la consecuente apertura filosófica hacia nuevos paradigmas, que nos saquen del estancamiento y de la improductividad evolutiva de las actuales confusiones. Por ello, al citar los acápites de los libros de estos grandes maestros, considero de utilidad mi atrevimiento de presentarle al lector, las ayudas interpretativas en palabras explicativas en paréntesis, para comprender mejor el significado de las frases que lo requieran.

Mi análisis ha seleccionado por temas los aspectos del pensamiento de los autores. La finalidad es aclarar y complementar los direccionamientos, de todos los maestros que he escogido, a quienes llamo ´´gigantes del pensamiento´´, a la luz de los conocimientos científicos con que he venido construyendo un modelo que propone nuevos paradigmas, los que resultan de integrar, con metodología científica, conocimientos de la sabiduría ancestral con los últimos desarrollos científicos de todas las disciplinas que ellos no alcanzaron a recibir y que muchos de los lectores ignoran. Al final, el lector podrá con ellos mejorar su propia cosmovisión ética-filosófica, para así, conducirlo a identificar mejor:

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El camino ético respecto a la necesidad de un nuevo paradigma, sin contexto religioso, para Dios y su Creación;

Un mayor y mejor concepto sobre La Verdad, las pautas para salir del error y para crecer el conocimiento verdadero que está al alcance humano y aceptar el que no está a su alcance;

Un adecuado significado para el Espíritu y para los confusos usos de las palabras Alma, Mente, Conciencia y Ego;

Algunas consideraciones de fondo para el concepto de El Amor en el espíritu y el Querer en el ego.

Una más completa concepción para la valiosa herramienta espiritual de la Meditación, integrada a la Visualización y la Programación Neurolingüística; y

Un concepto integral sobre la Muerte y su proceso subsiguiente en ´´el Más allá´´ y su relación con ´´el más acá´´. La mayoría o la totalidad de las afirmaciones, principalmente, de Osho, Krishnamurti y Chopra son

presentadas dogmáticamente. Algunas veces, se argumenta insuficientemente, como en el caso de Wilber, donde su búsqueda omni puede ser completada con lo cuántico y cosmológico; o, reduccionistamente, como en el caso de Hawking; o, agnósticamente, en el caso de Eco, ante la falta de argumentos no-dogmáticos de parte de Martini. Se pasa por alto la necesidad de probar las afirmaciones de fondo –que pueden no ser de inmediata aceptación o ser controvertibles−, especialmente, para, aquéllas que conforman la estructura de su pensamiento ético-filosófico. Para usar un término de moda, impuesto por Peter Sengen, se le puede llamar pensamiento sistémico.

Tal vez, por la seguridad que otorga a los lectores la respetable erudición de los citados maestros,

algunos de sus lectores, pueden creer innecesario el comprobar lo que dicen para salir del dogmatismo que contienen. En otros casos, como el de Osho, se discurre argumentos con una pretendida racionalidad pero que, a fin de cuentas, lo que se hace son racionalizaciones ―no contienen un raciocinio completo, muchas son verdades a medias, mezcladas con razones no válidas, hoy en día― haciendo que lectores, no muy preparados, acepten a pie juntillas sus argumentos, y con ellos, erróneamente, puedan construir o complementar falazmente, su propia cosmovisión ética-filosófica para, probablemente, aplicarla en sus vidas.

Merece especial mención el uso de la palabra “mente” y su significado implícito, en las obras materia de este ensayo. A la luz de los adelantos de hoy el uso “a la antigua” de “mente” se presta a confusión. Ésta puede provenir del incompleto conocimiento de creer que solo hay una sola mente: La psicológica. La medicina y la neuro-psiquiatría convencional, también concuerdan con este generalizado y, a mi juicio, falaz paradigma de creer que, el cerebro contiene a la mente, y es lo único que produce la conciencia; y, que, la única forma de conciencia es la psicológica. Los libros de ambos maestros, también consideran la existencia de una sola clase de mente y de una sola clase de pensamientos y sin explicarlo explícitamente atacan a través de estos términos al ego. Tampoco explican que la no-mente equivale a dejar de pensar con la mente del ego. Sin embargo el lector no tiene, ni ellos le dan una clara definición de lo que es mente, ni lo que es ego, ni lo que es intelecto, ni lo que es conciencia. Y a la conciencia implícitamente le atribuyen a una dimensión superior, incluso se alcanza a mencionar que la conciencia carece de pensamientos. Igualmente trataré de ayudar al lector a comprender mejor el significado que los maestros le asignan a las palabras vacío, vacuidad, vacío total y otras que encontraremos a lo largo de este análisis.

Una tergiversación acerca de las enseñanzas de Buda, estriba en que en las primeras traducciones del budismo para occidente se hace énfasis en “matar” los deseos, incluso en “matar” la mente, una forma de satanizar al ego. Hasta se aconseja eliminarlo o “desaparecerlo” ―lo que es imposible mientras estemos

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biológicamente vivos―, que es lo que, desafortunadamente Osho indica con frecuencia, mientras que Krishnamurti lo hace eliminando el “yo” y sus apegos. Así, se requiere hacer claridad en los conceptos sobre el ego, para armonizarlos con la psicología moderna y con el concepto que coherentemente usa IEs para el ego. Más adelante explicaremos por qué, es mejor entender que las enseñanzas de Buda, en los cuales se ampara tanto Osho, son para dominar y hasta minimizar los deseos del ego, sin necesariamente eliminarlo, pues, es imposible hacerlo mientras tengamos un cuerpo físico que mantener vivo.

También cabe señalar en esta introducción que los maestros Osho y Krishnamurti, invitan al lector a “desaprender” todo lo que han aprendido en su vida, para encontrar la única verdad a través de la meditación, una vez aniquilada la mente del ego. Así, para ellos, ningún modelo integral o conjunto estructural de paradigmas es válido. Coincido en que los modelos integrales actuales, convencionalmente impartidos a través de la academia o las religiones, contienen paradigmas con verdades incompletas y errores que corregir, pero esto no es razón para ―con miras a lograr la liberación o la libertad total del pensamiento― quitar al lector la necesidad de buscar nuevos modelos integrales, que superen aquellos paradigmas que resultan obsoletos y, menos aún, para convencerlos de la futilidad que puedan prestarle nuevos y mejores paradigmas. Los paradigmas son necesarios, lo han sido y lo seguirán siendo, para la formación integral del ser humano. La cuestión está en descubrir los obsoletos, y reemplazarlos por los nuevos que le sirvan mejor a su naturaleza humana, a su sociedad y a su espiritualidad.

Los nueve libros de los siete Gigantes del Pensamiento que son objeto de Análisis Crítico en cada uno de los cuatro libros de la Colección:

Osho – “El Libro ABC de La Iluminación” (Osho International Foundation, Random House

Mondadori, Bogotá, Colombia, 2007)

Osho – “El Libro del Ego” (Osho International Foundation, Grijalbo, Argentina, 2004)

Osho – “El Libro de La Vida y de La Muerte” (Osho International Foundation, Ed. Kairós, Barcelona España, 2006)

Krishnamurti – Robert Linssen – “Krishnamurti Psicólogo de la Nueva Era” (Ed. Diana, Mexico, 1975)

Stephen W. Hawking – Leonard Mlodinow – “El Gran Diseño” (Editorial Crítica S. L., Barcelona, España, 2010)

Deepak Chopra – “Conocer a Dios” (Plaza y Janés Editores S.A., España, 2000)

Deepak Chopra – “Jamás Moriremos” (Alamah Espiritualidad, Harmony Books, Random House, New York, 2006)

Ken Wilber, - “El Ojo del Espíritu” (Editorial Kairós, Barcelona, España, 1998), cuyo original en inglés es “The Eye of The Spirit”, (1997).

Umberto Eco-Carlo María Martini (Ex-Opispo de Milán) - “¿En qué creen los que no creen?” (Edit. Planeta Col. S.A., 1996)

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Los Libros de la Colección Cabalgando en hombros de Gigantes del Pensamiento:

Libro I DIOS sin contexto religioso - SU RESCATE CIENTÍFICO Y LAS FALACIAS RELIGIOSAS Libro II LA VERDAD - UNA LEY ESPIRITUAL, SU BÚSQUEDA, PARÁMETROS DE DISCERNIMIENTO Libro III ESPÍRITU, ALMA, MENTE, CONCIENCIA Y EGO – UNA BÚSQUEDA HACIA LA EXCELENCIA.

Libro IV 1. EL AMOR - UNA LEY ESPIRITUAL, SU NATURALEZA, SU INTEGRACIÓN PARA EL ALTRUISMO Libro IV 2. LA MEDITACIÓN - UNA VISIÓN INNOVADORA PARA APROVECHAR EL POTENCIAL

ESPIRITUAL

Libro IV 3. LA MUERTE - SU SIGNIFICADO Y EL PROCESO SUBSIGUIENTE EN EL MÁS ALLÁ

L

El dibujo es cortesía de Quino

NOTA DEL AUTOR: Comprometido con la noble tarea de difundir la espiritualidad como ciencia holística, ofrecemos nuestra disponibilidad para dictar videoconferencias, conferencias, seminarios y diplomados sobre cualquiera de los temas del macro-modelo de “Inteligencia Espiritual”. Si el apreciado lector desea saber más sobre determinado concepto o tema, sobre el cual el presente extracto hace referencia. Rogamos nos escriba a petroniotam@gmail.com

Ya les diseñé Las Leyes

para El Universo Holístico

Ahora… Evolucionen perfeccionando

la mente de vuestros Espíritus!

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¿POR QUÉ CALLAS DIOS MÍO?

A raíz de artículo precedente del Diario colombiano El Tiempo, publicado en Mayo del 2013 (actualizado en internet a las 7:14 am de Junio 7 de 2013), sobre el libro ¿Por qué callas Dios mío? Cuyo autor es el S.J. Alfonso Llano Escobar; que está disponible en el internet, buscándolo con cualquier navegador, Petronio Tam ha elaborado con Inteligencia Espiritual (un macro-modelo ético y psicológico de su autoría), el siguiente análisis crítico de los dos principales problemas que el libro enfoca.

I. El Problema del Mal

(La posición del S.J. A. Llano se resume analíticamente en letras cursiva)

El fallecido filósofo cristiano Paul Ricoer dijo: “Dios es Omnipotente e Infinitamente Bueno pero Existe el Mal”.

David Hume cita a tertuliano quién a su vez cita a Epicuro: ¿Acaso Dios quiere prevenir la maldad pero no es capaz? Entonces no sería Omnipotente ¿Es capaz pero no desea hacerlo? Entonces sería malévolo ¿Es capaz y desea hacerlo? ¿De dónde surge entonces la maldad? ¿Acaso no es capaz ni desea hacerlo? Entonces ¿Porqué llamarlo Dios?

Para el ateo y el agnóstico, el Mal o el sufrimiento no parece constituir ningún problema, solo suceden como vicisitudes naturales, porque no tienen a quién echarle la culpa ni a quién recurrir para solucionar el mal.

El Sufrimiento es más antiguo que el Mal. El Mal es problema para el creyente respecto a su Omnipotencia y a su bondad. El mal es indiferente para la mayoría de los humanos, incluyendo a los católicos.

Comentarios críticos:

1. Dios es el Creador del UNIVERSO HOLÍSTICO que evoluciona reciclantemente.

2. Es necesario obtener pruebas efectivas, razones convincentes de la Existencia de Dios, de su

Creación y su naturaleza; y, establecer de forma inobjetable las características y atributos que

tiene Dios, sin caer en falacias que hoy en día no se pueden sustentar con la razón, sino con una FE

ciega. P. e. El trabajo contenido en “Dios – sin contexto Religioso”, primer libro de cuatro, de la

Colección “Cabalgando en hombros de Gigantes del Pensamiento” de Petronio Tam.

3. El Universo holístico está, compuesto de:

a. Leyes Universales perfectas para regular inexorablemente lo físico y lo espiritual, para

conducir, a través de innumerables ciclos, a la Creación (incluyendo a los humanos) de regreso

a Él (Creador y Receptor Universal).

i. Lo físico para volver a ser parte del ´Todo´ espiritual cuyo escenario no contiene nada

material.

ii. Lo espiritual para volver a ser perfecto como lo es Él.

b. Cuerpos físicos de materia inorgánica y de seres biológicos, desechables.

c. Espíritus con mente perfeccionable que contiene:

i. En su parte imperecedera llamada el Yo superior o simbre (mente ´pura´ que no requiere

´purificación´ pero sí ´perfección´).

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1. Por ello Jesús dijo: “Sed perfecto (en tu Yo superior) como perfecto es el padre (el Yo

total de mente perfecta, Omnipotente)”.

ii. En su parte perecedera el Yo inferior o ego (mente ´impura´ que requiere ´purificación´

saliendo con episodios aleccionantes de amor/dolor de la ignorancia y rompiendo sus

bloqueos de conciencia por sus puntos ciegos y vicios de mecanismos de defensa con

dolor).

1. De allí el origen del dolor como ´una vicisitud natural´ como ´cosecha´ del dolor que

´sembramos´ por ignorancia, vicios y bloqueos espirituales.

4. Bajo el proceso descifrable de la filosofía extraíble de la actual cosmología cuántica, provenimos de

una ´Singularidad tódica´ no material (de Mente Espiritual tódica) y al final del tiempo, el Universo

extinguirá irreversiblemente la materia de cada galaxia en agujeros negros supermasivos; y, la

escasísima materia intergaláctica remanente se extinguirá al enfriarse irremisiblemente al llegar a

la temperatura del cero absoluto.

5. Los humanos como parte de la Creación Universal debemos de:

a. Seguir la evolución cíclica y perfeccionante de la mente de nuestro espíritu.

b. Convertirnos en seres superiores (o hacer parte de los mismos) hasta alcanzar la perfección del

Creador Universal.

6. El verdadero sentido de la vida no es la que vemos con la óptica del ego; “Felicidad placentera,

prosperidad socioeconómica y salud física y mental”. Somos inmortales en espíritu, y la óptica del

ego (por sus puntos ciegos) se centra en lo material del cuerpo y los placeres corporales.

7. Debemos despertar la mente de nuestro “Yo superior” (llamado simbre por el modelo de

Inteligencia Espiritual de Petronio Tam), para:

a. Trascender el ego y ´reinventar´ un nuevo y verdadero ´sentido de la vida´

i. La alquimia espiritual humana para eliminar antivalores y vicios, convertir valores en

virtudes y hacer el bien con verdad y con amor,

1. Como la manera de continuar el mismo camino que hemos venido haciendo antes de

ser humanos y desde que lo somos, volvernos cada vez más altruistas y menos

egoístas;

a. Salimos de ser antropófagos; luego,

b. Dejamos de ser esclavistas/esclavos; posteriormente,

c. Salimos de ser colonialista/colonos; y ahora,

d. Bajo estados soberanos estamos perfeccionando los ´derechos humanos´).

2. La Visión para un futuro a Mediano Plazo:

a. Erradicar la Pobreza Material (2030).

b. Iniciar la Ciencia bajo un enfoque holístico (2040).

i. Que la saque de la miopía del reduccionismo materialista.

ii. Para comprender verdaderamente nuestra realidad holística de:

1. Cuerpos físicos; y,

2. Mentes con conciencia espiritual.

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c. Despertar el Yo Superior o ´simbre espiritual (2050).

d. Trascender el Ego con el simbre (2060).

e. Erradicar definitivamente la Pobreza Espiritual (2050).

i. Los Gérmenes del Mal

1. Antivalores y Vicios enquistados,

a. Individualmente.

b. Institucionalmente,

c. Colectivamente y

d. Globalmente).

3. La Visión para un futuro a Largo Plazo (2200)

a. Dejar de nacer con Ego racional con:

i. Puntos ciegos.

ii. Tendencia a viciar sus mecanismos de defensa.

iii. Formar bloqueos de conciencia espiritual.

b. Nacer con Simbre racional que:

i. Al trascender el ego promueva el altruismo,

1. En todos sus actos trascendentes.

4. La Visión para un futuro a Ultra-Largo Plazo (Después de innumerables ciclos

reencarnatorios perfeccionantes, sin tiempo en años, porque depende de cada quién)

a. Haber llegado a tal punto de excelencia en su proceso aún no terminado de

perfección de la capacidad de la mente espiritual.

b. Para no volver a encarnar como ser mortal.

c. Continuar su perfeccionamiento como parte de seres superiores divinos, que:

i. Tendrán que continuar la evolución perfeccionante de su mente espiritual

como:

1. Santos no reencarnables.

2. Ángeles.

3. Arcángeles.

4. Virtudes, querubines, serafines, tronos dominaciones y cualquiera otra

denominación dependiendo de la semántica que se use.

5. Seres crísticos ´a la diestra´ de Dios como Receptor Universal.

5. La Visión para el final del Universo (30.000 millones de años, según la actual

cosmología).

a. Volver al seno del Receptor Universal, al igualarlo en perfección.

b.

8. Por ahora, debemos hacer un ´revolcón´ para sacudirnos del lamentable estado ético-moral en el

que estamos como colectivo racional. Al punto en que a la mayoría de los humanos (católicos y

demás), les sea indiferente el Mal. Hemos degradado la importancia de los valores. Por ejemplo:

a. Simplificadamente a USA le importa más evitar el sufrimiento de no tener acceso al petróleo

venezolano, que, el mal que su actual gobierno hace atropellando leyes y valores, usurpando

el poder, despilfarrando dinero del pueblo en corrupción y en compras de adeptos y amigos

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políticos internacionalmente con su dinero petrolero. P.e. El acercamiento político del

Secretario de Estado John Kerry a Elías Jaua, Ministro Venezolano de RR. EE.

b. A muchas modelos y reinas de belleza les importa muy poco cómo obtengan su dinero los

amantes de turno, o sus parejas permanentes, si pueden alejarse del sufrimiento y acercarse a

la felicidad con el dinero que reciben de ellos.

c. La codicia de mucha gente para compartir recursos ajenos destinados a mejores causas sin el

más mínimo remordimiento, al:

i. Vender sus votos o asociarse a dirigentes de partidos políticos (aunque incumplan la

Constitución Política o la manipulen, o mientan, o estafen, impunemente), instituciones

públicas, o a autoridades políticas o públicas o a funcionarios privados para legal o

ilegalmente:

1. Manipular injustamente el estado de derecho de un cargo, con o sin corrupción.

2. Apropiarse, con legalidad inicial y aparente, de dineros de muchos incautos cuya

propia codicia los hace caer. P.e. el caso (impune por ´vacíos´ de la ley que permite

vender activos por cobrar y retener sus correspondientes pasivos)de quiebra o

insolvencia de cooperativas de crédito y el caso disfrazado de ´las pirámides´

financieras cuyo dinero nunca es recuperado así encarcelen a algunos.

ii. Despojar bienes y dineros de instituciones o personas naturales, sin o con violencia..

iii. Recibir ´dadivas, regalos, sueldos y participaciones de delincuentes de toda clase, hasta de

capos y mafiosos, sin importar el grave daño que hacen para conseguir dinero.

iv. Usufructuar de su poder en un cargo para malgastar dineros de las instituciones.

II. El Problema del Sufrimiento (La posición del S.J. A. Llano se resume analíticamente en letras cursiva)

Dios consiente que exista el Sufrimiento Humano ¿Porqué tanto dolor? ¿Cuál es origen del sufrimiento humano? ¿Qué hace Dios en las Desgracias? ¿Por qué calla? ¿Cómo actuar cristianamente ante las desgracias?

Los humanos y animales sienten el dolor físico corporal, pero solo los hombres sufren. Primero nos acosan las desgracias y la calamidad y luego nos vienen los sufrimientos. El sufrimiento es la pena moral, el “dolor del alma” que causan las desgracias. El sufrimiento lo siente el espíritu del hombre, lo expresa el rostro sus ´ayes´, sin encontrar alivio ni

consolación. Las cosas buenas y malas forman una cadena de sucesos.

El sufrimiento crea en todos los humanos, incluso a los católicos, un problema existencial, que se afronta de muy variada manera.

Hay relación causa-efecto directa entre calamidades/desgracias (como la causa) y el sufrimiento (como el efecto).

El silencio de Dios es lo que más pone a prueba la fe del creyente ¿Por qué callas Dios mío? No hay ni siquiera una palabra de consuelo o una explicación de la desgracia.

La verdad de la FE, es la consoladora: Hay que tener FE como una prueba aceptando que la escala de Dios para lo bueno y lo malo es muy

distinta que la humana. Él sabe más.

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FE en que ´Dios interviene en todas las cosas para convertirlas en el Bien de los que lo aman´ (Romanos 8,28).

Comentarios críticos:

1. El Catolicismo al igual que el cristianismo de otras tendencias, y otras religiones monoteístas,

sustentan sus doctrinas en la falaz idea de ´humanizar a Dios ´(en lugar de ´divinizar a Dios´)

atribuyéndole un Ego para adorarlo, agradecerle, ofrecerle promesas y sacrificios, y sobre todo

´temerle a su ira y a su castigo´ por no obedecer sus presuntas leyes prohibicionistas.

a. El Temor al castigo es mucho más efectivo para mantener la fidelidad de los creyentes, por ello

se prefiere idear normas morales de prohibiciones cuyas violaciones causarían horribles

castigos, dado que es muy difícil hacerlo a través de convencerlos que practiquen principios

éticos de valores asertivos como la Verdad, el Amor y el Bien.

2. Que la verdadera identidad humana es espiritual y no corporal.

3. El alma está integrada por espíritu (que contiene mentalmente el Yo superior o simbre y el inferior

o ego) y el periespíritu como interfase de la comunicación energética e inteligente entre la mente y

el cuerpo.

4. Que las desgracias y calamidades tienen una causa universal:

a. Que cada quién cosecha lo que cada quién siembra´.

b. Porque lo anterior está regido por una ley universal para el espíritu, que es inexorable, la

justicia restitutiva divina, de origen védico y predicada por Jesús: “Eso mismo que sembrares

eso cosecharás”.

5. La relación directa de causa-efecto entre calamidades/desgracias y el sufrimiento, es una

formulación ´miope´, ignora que:

a. El dolor es todo suceso desfavorable en la vida afectiva, sentimental , socioeconómico o

corporal, incluyendo calamidades y desgracias.

b. El sufrimiento no es ´dolor del alma´, lo siente el cuerpo como la reacción de la mente del ego,

como Yo inferior cuya programación psicológica está diseñada para cuidar y satisfacer al

cuerpo.

c. El sufrimiento es la reacción del ego ante el dolor.

d. Existe la mente de un Yo Superior, llamado ´simbre´ (por el modelo de Inteligencia espiritual);

que, puede trascender el ego y minimizar el sufrimiento del ego, a través de una serie de

herramientas efectivas de psico-espiritualidad sistematizadas por el modelo de Inteligencia

Espiritual de Petronio Tam, explicadas en el Capítulo 7 de “Espíritu, Alma, Mente, Conciencia,

Ego y Simbre”, el tercer libro de la colección mencionada en 1.

6. Finalmente, respecto al argumento de tener FE en la sabiduría de Dios:

a. El argumento se caería en la medida que no se pruebe que Dios existe.

i. Afortunadamente el primer libro de la citada colección, “Dios – sin contexto religioso”,

suministra amplias pruebas de su existencia y de su causalidad creadora.

b. Es cierto que la sabiduría del humano es insignificante ante la sabiduría de Dios; que es

infinita, como consecuencia de que:

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i. Es el único en tener una mente de capacidades infinitas necesarias para concebir leyes

universales perfectas que se encargan causalmente, como lo han venido haciendo y se

puede comprobar, de la evolución de todos los seres de su Creación.

ii. Posee energías infinitas para hacer que sus leyes se cumplan inexorablemente dentro del

escenario causal de su Creación. Las leyes universales de Dios para el espíritu se explican

en el Capítulo 2 del libro III de la citada colección.

iii. Pero, pese a su relativa insignificancia, la sabiduría humana está dada al realizar el inmenso

potencial del simbre.

1. No necesitará consuelo alguno en una FE dogmática, pues

2. Cuando despierte y madure, trascenderá el ego, y

3. Podrá reducir al mínimo el sufrimiento, paralelamente.

4. Podrá ´sembrar´ más y mejor el bien, para así mismo cosecharlo.

5. Eliminando la necesidad de recibir tantos dolores ´aleccionantes´.

c. Por lo que, si sus leyes son perfectas para conducir a todo el Universo, incluyendo la evolución

perfeccionantes de los humanos, no cabe la posibilidad que Dios tenga que intervenir a nivel

individual para actuar como dice Romanos 8.28.: “Dios interviene en todas las cosas para

convertirlas en el Bien de los que lo aman”.

i. Pero en la causalidad creadora, sus leyes universales deben encargarse también de actuar

en Bien de todas sus criaturas (su amor infinito no hace distinción entre los que lo aman y

los que no), para que no tenga necesidad de intervenir más, ni alterar el curso de sus leyes;

Parodiando a Einstein podemos decir que “Dios no es personal ni milagrero, es universal; y,

no juega a los dados con el universo, antes de crearlo hizo las leyes para que lo rijan”.

1. Para el caso del problema del sufrimiento la Ley de la Justicia Restitutiva se encarga de

que en la vida de cada quién, se den los dolores que necesita para salir del bloqueo

evolutivo en que se encuentra (ignorancia o bloqueo espiritual, de conciencia)

2. Así, el dolor es para el Bien del que lo vive.

3. Pero el sufrimiento como reacción del ego ante el dolor, como ya se dijo, se puede

minimizar trascendiendo el ego con el simbre para que éste practique herramientas

psico-espirituales efectivas que señala el capítulo 7 del libro “Espíritu, Alma, Mente

Conciencia, Ego y Simbre”, de la colección “Cabalgando en hombros de Gigantes del

Pensamiento”.

7. Por lo tanto no es que Dios calle, sino que es función del humano llegar a descubrir la forma en

que Dios se manifiesta a través de la acción inexorable de sus leyes universales espirituales.

La formación integral que el mundo necesita requiere reemplazar paradigmas dogmáticos por nuevos

que sean universalmente aceptables, expliquen efectivamente la realidad observable y ayuden a

reducir el sufrimiento de miles de millones. Hago fervientes votos para que el Catolicismo, ahora en

manos esperanzadoras de S.S. Francisco I lidere en el globo los cambios en los dogmas y enseñanzas

religiosas, incluyendo las anteriores críticas.

NOTA DEL AUTOR: Si el apreciado lector desea saber más sobre determinado concepto o tema, sobre el cual el presente análisis crítico hace referencia. Rogamos nos escriba a petroniotam@gmail.com