038-04.05.09 el velo rasgado

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El velo rasgado Pastor: Joshua Pinto 1 Faro a las Naciones 4/05/09 El velo rasgado ¿Cómo nos sentiríamos si pudiéramos leer nuestro propio obituario? ¿Cuál seria el impacto de nuestra vida en el mundo? Un famoso hombre tuvo la oportunidad de hacer precisamente esto. En 1888, Alfredo Nóbel, inventor de la dinamita, abrió el periódico y descubrió que había muerto el día anterior. Por supuesto, el no había muerto, esto fue el resultado de un error. El difunto había sido su hermano, y el reportero había puesto por accidente el nombre famoso de Alfredo. Sin embargo, lo que Alfredo Nóbel leyó le cayó como un balde de agua fría. El tuvo la oportunidad que pocos tenemos, la oportunidad de ver cómo lo recordaría el mundo una ves y falleciera. Lo que leyó fue alarmante. Su apodo era “el rey de la dinamita”, y para quien escribió su lápida, éste había sido el significado de la vida de Alfredo Nóbel. El simplemente fue un empresario industrial que se había vuelto rico vendiendo explosivos. Ese fue el único propósito que se encontró en su vida. En ese momento, Alfredo Nóbel decidió que su legado sería otro; así que el hizo un cambio en su testamento. Al morir, el dotaría una fundación que entregara premios a personas destacadas en ciertas áreas de investigación. Pero, el premio más grande sería reservado para la persona que hubiera avanzado más la causa de la paz mundial - “El Premio Nóbel de la paz”. La historia de Alfredo Nóbel nos inspira a considerar el impacto que dejará nuestra vida sobre este mundo y al igual su historia también nos inspira a considerar el impacto que puede tener la muerte de una persona en este mundo. Al morir, Alfredo Nóbel dejó una gran fortuna que sería usada para fomentar el avance de la raza humana. Bueno, en el mundo vivió un Hombre que logró mucho más con Su vida, y con Su muerte que Alfredo Nóbel. Me refiero, por supuesto, a Jesucristo. ¿Qué fue lo que sucedió cuando Cristo murió? ¿Qué logró El en la cruz? Hoy conoceremos Sus últimos momentos de vida, y veremos lo que sucedió en el templo para ayudarnos a entender Su obra y Su impacto. Mateo 27:45-56 “ 45 Y desde la hora sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena. 46 Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? 47 Algunos de los que estaban allí decían, al oírlo: A Elías llama éste. 48 Y al instante, corriendo uno de ellos, tomó una esponja, y la empapó de vinagre, y poniéndola en una caña, le dio a beber. 49 Pero los otros decían: Deja, veamos si viene Elías a librarle. 50 Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu. 51 Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se

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El velo rasgado

Pastor: Joshua Pinto 1 Faro a las Naciones 4/05/09

El velo rasgado

¿Cómo nos sentiríamos si pudiéramos leer nuestro propio obituario?

¿Cuál seria el impacto de nuestra vida en el mundo?

Un famoso hombre tuvo la oportunidad de hacer precisamente esto.

En 1888, Alfredo Nóbel, inventor de la dinamita, abrió el periódico y descubrió que había muerto el día anterior. Por supuesto, el no había muerto, esto fue el resultado de un error.

El difunto había sido su hermano, y el reportero había puesto por accidente el nombre famoso de Alfredo. Sin embargo, lo que Alfredo Nóbel leyó le cayó como un balde de agua fría.

El tuvo la oportunidad que pocos tenemos, la oportunidad de ver cómo lo recordaría el mundo una ves y falleciera.

Lo que leyó fue alarmante. Su apodo era “el rey de la dinamita”, y para quien escribió su lápida, éste había sido el significado de la vida de Alfredo Nóbel.

El simplemente fue un empresario industrial que se había vuelto rico vendiendo explosivos. Ese fue el único propósito que se encontró en su vida.

En ese momento, Alfredo Nóbel decidió que su legado sería otro; así que el hizo un cambio en su testamento.

Al morir, el dotaría una fundación que entregara premios a personas destacadas en ciertas áreas de investigación.

Pero, el premio más grande sería reservado para la persona que hubiera avanzado más la causa de la paz mundial - “El Premio Nóbel de la paz”.

La historia de Alfredo Nóbel nos inspira a considerar el impacto que dejará nuestra vida sobre este mundo y al igual su historia también nos inspira a considerar el impacto que puede tener la muerte de una persona en este mundo.

Al morir, Alfredo Nóbel dejó una gran fortuna que sería usada para fomentar el avance de la raza humana.

Bueno, en el mundo vivió un Hombre que logró mucho más con Su vida, y con Su muerte que Alfredo Nóbel. Me refiero, por supuesto, a Jesucristo.

¿Qué fue lo que sucedió cuando Cristo murió? ¿Qué logró El en la cruz?

Hoy conoceremos Sus últimos momentos de vida, y veremos lo que sucedió en el templo para ayudarnos a entender Su obra y Su impacto.

Mateo 27:45-56 “45Y desde la hora sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena. 46Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? 47Algunos de los que estaban allí decían, al oírlo: A Elías llama éste. 48Y al instante, corriendo uno de ellos, tomó una esponja, y la empapó de vinagre, y poniéndola en una caña, le dio a beber. 49Pero los otros decían: Deja, veamos si viene Elías a librarle. 50Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu. 51Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se

El velo rasgado

Pastor: Joshua Pinto 2 Faro a las Naciones 4/05/09

partieron; 52y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron; 53y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de él, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos. 54El centurión, y los que estaban con él guardando a Jesús, visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera, y dijeron: Verdaderamente éste era Hijo de Dios. 55Estaban allí muchas mujeres mirando de lejos, las cuales habían seguido a Jesús desde Galilea, sirviéndole, 56entre las cuales estaban María Magdalena, María la madre de Jacobo y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo.”

Estoy seguro de que casi todos estamos familiarizados con los eventos de la muerte de Jesús.

Y quizás estamos demasiado familiarizados; puesto que con la familiaridad viene el menosprecio.

La muerte y la resurrección de Jesús pueden llegar a ser eventos tan conocidos para nosotros, que muchas veces llegan a carecer de significado para nuestras vidas.

Entonces, no tan sólo consideremos lo que pasó, sino la significancia de aquellos eventos para cada uno de nosotros. Busquemos lo importante de los detalles.

Miremos dos cosas que Jesús logro para nosotros con Su muerte, a la luz de nuestro texto.

I- Cristo fue separado de Su Padre por nosotros.

Mientras Jesús colgaba en la cruz bajo el sol abrasador de Palestina, una gran oscuridad cayó sobre toda la tierra.

Algunos debaten la causa de la oscuridad, quizás fue ¿Un eclipse? O ¿Una nube?

No obstante, más importante que la causa física, es el significado espiritual de este evento.

Puesto que este evento no sirvió como un detalle dramático. No podemos imaginarnos a Dios como si fuera alguna especie de autor dramático.

Dios no dijo: “Ahora, ¿Qué detalle puedo agregar para que la muerte de mi Hijo parezca más emocionante? ¡Ya sé! ¡Mandaré oscuridad!”

¡Claro que no!, la oscuridad que ocurrió en aquel día tiene un profundo significado espiritual.

En la Biblia, la oscuridad es símbolo del juicio. Es mas, en varios pasajes del Antiguo Testamento se menciona la oscuridad como parte del día del juicio final.

Entonces, la oscuridad que callo, indico dos cosas:

Primero, que el pueblo de Israel estaba bajo juicio por no haber reconocido al Mesías.

Y segundo, que Jesús estaba sufriendo el juicio merecido por cada uno de nosotros.

La Biblia dice que después de tres horas de oscuridad, Jesús lanzó un grito al cielo: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”

Estas palabras son intensamente sorpresivas; puesto que este es el mismo Jesús que en Mateo 11:27 dijo: “Nadie conoce al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quiera revelarlo”.

El mismo Hombre que había demostrado una relación incomparable con Dios, ahora preguntaba: “¿Por qué me has abandonado?”.

El velo rasgado

Pastor: Joshua Pinto 3 Faro a las Naciones 4/05/09

Los que estaban presentes no lo entendieron.

Al escuchar la voz de Jesús en arameo, interrumpido por Sus luchas por respirar, los que observaban creían que estaba llamando a Elías.

De cierto modo, era lógico que pensaran eso.

Como sabemos, este profeta no murió, sino que fue llevado al cielo en un torbellino.

A raíz de esto, existía un concepto popular en el judaísmo, de que Elías vendría para rescatar a los justos en su sufrimiento.

Por esta razón las personas dijeron: “Esta llamando a Elías”.

Pero Elías no vendría. Al fin de cuentas, si Dios lo había desamparado, ¿Por qué vendría Elías?

Así que, en Su momento de mayor angustia y en Su mayor sufrimiento, Jesús se encontró totalmente solo.

¿Será que únicamente fue un sentir de abandonamiento; pero, en realidad no fue abandonado?

Es imposible imaginar que quien conocía los corazones de los hombres no conociera el verdadero estado de Su propio corazón.

Pero, lo que estaba ocurriendo era algo mucho más profundo.

En aquel momento de juicio, en esa oscuridad tan profunda del pecado, Jesús se encontraba “separado” - por primera vez - de Su Padre.

Al Jesús cargar nuestros pecados, El ya no podía experimentar la presencia de Su Padre – pues, la santidad de Dios no puede presenciar el pecado.

Es imposible imaginar lo que sucedía en el corazón de nuestro Señor Jesucristo en ese momento.

¿Que el Hijo de Dios y único Varón Perfecto estuviera cargado de pecado? Eso, ¡Nunca nos lo podremos imaginar!

Sin embargo, sabemos que Jesús lo hizo voluntariamente.

Jesús sabía de antemano que al tomar carne humana que éste sería Su destino.

Esa fue la razón por la que El sudó gotas de sangre en el Getsemaní, fue por esta razón El lloró; sin embargo, voluntariamente se sacrificó - por amor a ti y a mi.

En ese momento de separación, Jesús estaba cargando el pecado de violadores, el pecado de homicidas, el pecado de personas chismosas, el pecado de jóvenes arrebatados, el pecado de los codiciosos, el pecado de los crueles y el pecado de cada uno de nosotros.

Jesús fue separado de Su Padre para que nosotros pudiéramos ser reconciliados con El.

Jesús sufrió el rechazo que nuestro pecado merece, para que nosotros pudiéramos ser aceptados por nuestro Padre celestial.

II- Cristo abrió el camino al Padre para nosotros.

El velo rasgado

Pastor: Joshua Pinto 4 Faro a las Naciones 4/05/09

En ese momento de mayor abandono y separación, nuestro texto nos dice que Jesús “entregó el espíritu”.

Aún en ese momento de sufrimiento, El seguía en control total; ¡Jesús escogió el momento de Su propia muerte!

Leímos que cuando Su espíritu se separó de Su cuerpo, “el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo”.

Pero, ¿Qué significado tiene esto? ¡Significa mucho!

En el lugar santísimo del templo era donde moraba la presencia de Dios y tan sólo una persona podía entrar a ese lugar, sólo una vez al año: el sumo sacerdote.

La gran mayoría de las personas, gente como tú y yo, estaba excluida de la presencia de Dios.

Uno se podía acercar, pero había barreras entre el adorador y la presencia de Dios.

No obstante, cuando Jesús murió, esas barreras, ese velo, se rasgó. Se partió en dos pedazos para que pudiéramos entrar libremente a la presencia de Dios.

El autor de la carta a los Hebreos se refiere a este evento en Hebreos 10:19-20 “Así que, hermanos, mediante la sangre de Jesús, tenemos plena libertad para entrar en el Lugar Santísimo, por el camino nuevo y vivo que él nos ha abierto a través de la cortina, es decir, a través de su cuerpo”.

Cuando Jesús murió, Su muerte nos abrió un camino nuevo y vivo a la presencia de Dios.

Por medio de Jesús, podemos entrar con libertad y confianza directamente al trono de la gracia.

No nos hace falta, como en días del AT, que alguien más nos represente ante Dios. El único representante que necesitamos es Jesucristo.

Note también que el texto dice que el velo fue rasgado “de arriba abajo”.

Bajo la ley del AT, cualquier persona que desafiara la ley divina y se introdujera en el lugar santísimo sin el permiso adecuado moriría irremisiblemente.

Entonces, si alguien hubiera rasgado el velo, en otras palabras de abajo arriba, no habría ninguna esperanza para nosotros.

Pero, “el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo” ¡Dios mismo quitó la separación que existía a causa de nuestro pecado!

Cuando Cristo tomó en Su cuerpo toda nuestra rebelión y nuestro pecado, El abrió el camino para que nosotros pudiéramos estar en la presencia de Dios. ¡Su muerte nos dio verdadera vida!

Como testimonio de esto, después de la resurrección de Jesús, aparecieron también muchos santos que habían muerto.

Aquí la palabra “santos” se refiere a los hombres de Dios del AT. La resurrección de Jesús fue un evento tan poderoso, que estas personas que lo habían esperado en base a las profecías no pudieron quedarse en la tumba.

La resurrección de estos santos es un adelanto de lo que sucederá con todos los que ponen su fe en Jesús.

El velo rasgado

Pastor: Joshua Pinto 5 Faro a las Naciones 4/05/09

Jesús venció el pecado, cuyo poder es la muerte; por esto, cada persona que esté unida a Jesús por fe, se unirá también a El en Su resurrección.

Conclusión

Cristo fue separado de Su Padre para que tú pudieras ser reconciliado con El.

Cristo abrió el camino al Padre para que tú pudieras conocerle.

Ahora, ¿Qué harás tú con Cristo?

¿Olvidarás Su sacrificio hasta que llegue la próxima temporada de Pascua?

Entra hoy por ese camino nuevo y vivo que es Jesucristo.

El velo está rasgado en dos; puedes entrar libremente a la presencia del Padre.

Tus pecados están pagados; puedes vivir en comunión con Dios. Todo esto lo hizo Cristo por ti.

Ahora tú, ¿Qué harás con El?