01_riurb

55
La ciudad, el urbanismo y los intercambios internacionales. Notas para la discusión / pag.4 Alicia Novick Rio de janeiro: planes de ordenación y orígenes de la urbanística carioca / pag.15 Verena Andreatta Retículas verdes, nuevas ciudades decimonónicas. El paradigma del Vedado, “ensanche jardín”de La Habana / pag.27 Carles Crosas Armengol Modelos de gestão de projetos urbanos / pag.41 Geisa Bugs revista iberoamericana de urbanismo 01 2009 ] iberoamérica, espacio de oportunidades ri urb

Upload: soldesvelado

Post on 23-Nov-2015

11 views

Category:

Documents


2 download

TRANSCRIPT

  • La ciudad, el urbanismo y los intercambios internacionales. Notas para la discusin / pag.4 Alicia Novick

    Rio de janeiro: planes de ordenacin y orgenes de la urbanstica carioca / pag.15 Verena Andreatta

    Retculas verdes, nuevas ciudades decimonnicas. El paradigma del Vedado, ensanche jardnde La Habana / pag.27

    Carles Crosas Armengol

    Modelos de gesto de projetos urbanos / pag.41Geisa Bugs

    revista iberoamericana de urbanismo

    012009 ]

    iberoamrica, espacio de

    oportunidades

    riurb

  • riurbCalabria 234 1 3 08029 Barcelona tel 0034 Telfono: +93 539 33 55E-mail: [email protected]

    Autorariurb no se responsabiliza de los contenidos de los textos firmados por sus autores.Apoyamos explcitamente la cultura del copyleft; los textos firmados por riurb y sus editores pueden ser reproducidos libremente, citando el origen.Dejamos en manos de cada autor la decisin ltima respecto a la cesin de sus derechos respectivos.Por las mismas razones permitimos que se nos hagan links, agradecindolo de antemano, en pro de la libre circulacin de ideas

    Staff

    Editores:Romn Caracciolo VeraPablo ElinbaumBiel Horrach Estarellas

    Equipo editorialMariana DebatNicols tugasChristine Van Sluys

    ColaboradoresLuz DuqueMaira PurmanGustavo Pires de Andrade Neto

    ColaboracionesEstamos abiertos a cualquier tipo de colaboracin o sugerencia, reservndonos la decisin ltima sobre su inclusin en cualquiera de los diversos temas a tratar.Para recibir las indicaciones sobre las formalidades de presentacin de los artculos, la direccin de envo o de consulta es [email protected]

    Todos los artculos de esta edicin han sido revisados por un comit cientfico conformado por doctores e investigadores de diversas universidades

    ISSN: 2013-6242

  • La prctica urbanstica es el reflejo de los problemas propios de una sociedad y la expresin de las acciones que debe tomar un grupo humano para permitir un desarrollo adecuado de su entorno cultural y social. Sin embargo, la particularidad de los problemas no deja de pertenecer a una globalidad en la que cada vez ms se zambulle la sociedad. Dentro de esta ambigedad entre lo global y lo particular, la prctica urbanstica se enfrenta al reto de responder de la forma ms adecuada posible, sin perder la capacidad de percibir aquello que sobra en la globalidad y aquello que falta en la particularidad.

    Entender los problemas de una ciudad o de un territorio concreto tiene que ver con una forma de afrontar los problemas, de una estrategia cultural sobre la apropiacin del espacio fsico y de la forma de vivirlo, pero tambin tiene que ver con la factibilidad de aprender a entender la posible implementacin de experiencias exitosas a partir de mutaciones transculturales.

    El intercambio de experiencias o ideas no es algo novedoso en el campo del urbanismo, sin embargo si lo es la capacidad actual para poder obtener de forma inmediata la informacin de todo aquello que est sucediendo en otros lugares del mundo. La informacin es poder, poder para aprender, poder para elegir aquello que es vlido de lo que no, pero sobre todo, es poder para entender nuestros problemas y de esta forma iniciar el camino ms adecuado para su resolucin.

    Es en este aspecto que la revista iberoamericana de urbanismo pretende aportar al campo del conocimiento cientfico y acadmico, posibilitando un trfico de informacin seleccionada entre aquellos que se dedican a analizar, entender y proyectar el territorio y las ciudades.

    Es una apuesta clara por la difusin de las ideas y las experiencias de un espacio cultural, el iberoamericano, que se percibe cercano y comn en muchos aspectos pero que, sin embargo, es rico en particularidades y diferencias.

    Particularidades y diferencias que comparten una historia comn pero que viven una realidad socioeconmica cada vez ms lejana, cuya mera existencia le aporta un enorme inters para su estudio comparado. Dos realidades que deben seguir manteniendo los lazos de unin que las acerca a pesar de la actualidad que las separa. La comparacin de experiencias, la comprensin de problemas comunes y la forma de actuar en cada una de ellas, puede y debe ser una nueva forma de volver a acercar esos mundos.

    La revista iberoamericana inicia su camino con cuatro artculos que hablan de esta dualidad entre la Iberoamrica europea y la americana, investigaciones que tratan esta circulacin de ideas, como el primero de Alicia Novik que aborda la temtica del intercambio desde aspectos ms generales y abstractos, para pasar luego a casos ms concretos aportando una visin histrica como la investigacin sobre Rio de Janeiro y sus planes urbansticos de Verena Andreatta, donde hace hincapi justamente en la particularidad de las influencias y la adaptacin, transformacin y creacin de maneras de hacer ciudad. El tercer articulo, de Carles Crosas , tambin de corte histrico, trata sobre la construccin del barrio de El Vedado, en la ciudad de La Habana, poniendo nfasis en su relevancia urbanstica dentro del contexto en el que fue creado. En ltimo lugar, se presenta una investigacin que nos lleva a la discusin de la actualidad, a travs de los estudios cruzados sobre modelos de gestin de proyectos urbanos comparados entre Barcelona y Sao Paulo, desarrollado por Geisha Bugs.

    Estos trabajos aqu presentados son un claro ejemplo de la posibilidad (y necesidad) de comparar las realidades diversas que se producen en el espacio iberoamericano destacando esa capacidad, de los actores, de recurrir a la bsqueda de la circulacin de ideas en un intento por aprender y nutrirse de esos mundos.

    RCV

    EDITORIALIberoamrica,

    espacio de oportunidades

  • LA CIUDAD, EL URBANISMO Y LOS INTERCAMBIOS INTERNACIONALES. NOTAS PARA LA DISCUSIN

    Inicialmente, durante el ciclo fundacional, se trat de ocupar, ordenar y controlar los vastos territorios desconocidos. Con ese objetivo se formularon y exportaron los programas normativos de las leyes de Indias cuya grilla regular entr ms tarde en consonancia con la regularidad de los ingenieros decimonnicos- y los esquemas de las ciudades de colina de impronta portuguesa. Ms tarde, durante los ciclos coloniales, y luego republicanos, los esquemas conceptuales y tcnicos se fueron renegociando en el mbito de las sociedades y ciudades que crecan y adquiran caractersticas propias. Ya en plena modernidad esas ciudades recibieron tambin, el impacto de los principios de la arquitectura y el urbanismo propuestos por los congresos internacionales de Arquitectura Moderna del ciclo de entreguerras y de los modelos de desarrollo que, en la segunda posguerra, se planteaban como solucin para los pases del mundo occidental. El tema de los intercambios fue y contina siendo- central para la amplia gama de estudios que intenta dar cuenta de la construccin de las ciudades. Pues, por detrs de las transformaciones urbanas y urbansticas, estuvo presente la progresiva comunicacin entre las diversas geografas propias del proceso de modernizacin que se fue intensificando de manera extrema hacia el fin del siglo XX. En fecha reciente, las continuas interrelaciones entre pases, con la consecuente proliferacin de organismos y redes supranacionales de la globalizacin, han vuelto a plantear interrogantes en torno de esta problemtica. Al calor de ese contexto se constituyeron campos de estudio especficos tales como los policy transfer studies (PTS) cuyo foco es el anlisis de las polticas pblicas que, gestadas en un contexto, son trasladadas a otro sitio. Este trabajo se inscribe, desde cuestiones urbanas, en ese horizonte de sentido2.

    Ahora bien, cules son las aproximaciones conceptuales y metodolgicas que es necesario considerar para dar cuenta de esos procesos? Cmo se estudiaron los procesos de construccin de la ciudad bajo el prisma de esos intercambios?

    Desde que Federico Ortiz (1947) acuara el concepto de transculturacin en 1940, diferentes nociones y figuras intentaron dar cuenta de los complejos procesos de circulacin internacional de las ideas. Inicialmente, la idea de transculturacin, de cuo antropolgico, apuntaba a matizar la imagen de un emisor activo capaz de imponer sus puntos de vista y su cultura sobre un receptor pasivo. En ese sentido, la nocin de transculturacin puso de manifiesto la imposibilidad de reproducir

    Alicia NovickArquitecta, Master en Planeamiento urbano

    y Regional y Doctora en Historia Moderna. Es profesora de grado y de posgrado e

    Investigadora de la Universidad de Buenos Aires. Asimismo, dicta cursos de posgrado

    en la Universidad Torcuato di Tella y de grado en la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS) donde tambin coordina

    la carrera de Urbanismo.

    Los estudios sobre las ciudades y el urbanismo en Amrica Latina no pueden soslayar el rol que tuvieron los intercambios internacionales. Pues hoy sabemos que las ciudades y tambin los modos de estudiarlas- se fueron constituyendo sobre la base de intercambios, no solo de bienes tangibles sino tambin del resultado del viaje de personas, de saberes, de experiencias y, ms ampliamente de ideas e imgenes.

  • Alicia Novick La ciudad, el urbanismo y los intercambios internacionales. Notas para la discusin.

    idnticamente un elemento del sistema cultural dentro de la cultura receptora. Esa visin segn la cual los elementos y costumbres no transitan de forma unidireccional desde una cultura a la otra, ilumina matices y mediaciones. En algunos casos se vislumbra una lgica de imposicin -como es el caso extremo de las situaciones coloniales- aunque coexisten con modalidades de seleccin, apropiacin y traduccin de los elementos materiales y simblicos, que se desplazan. En esa orientacin, se gestaba tambin la nocin de recepcin utilizada en el campo de los lenguajes artsticos.

    A la luz de los cambios contextuales y epistemolgicos, los matices fueron ocupando el centro de la escena, de la mano de los estudios culturales en las ltimas dcadas del siglo XX. Sin embargo, las relaciones centro periferia estaban fuertemente estigmatizadas luego de la confianza desmesurada en los alcances de la ecuacin modernizacin-industrializacin-urbanizacin que sign las dcadas de 1950 y 1960. En efecto, en el contexto de los debates sobre colonialismo y neocolonialismo se solan asociar sin mediaciones sociedades dominadas e importacin de modelos. Durante esos aos de clima anti-imperialista, las reivindicaciones nacionales soslayaban las ambigedades, como lo mostr Anthony King (1973, 2003). Varios textos, como el paradigmtico Urbanizacin dependiente de Amrica Latina de Manuel Castells, que explicaba la configuracin de las ciudades del continente como el resultado de estrategias de dominacin poltica y econmica.

    En esa lnea, las interpretaciones consideraron al urbanismo finisecular como resultado de la importacin irreflexiva de lites extranjerizantes, que copiaban modelos inadecuados ignorando las realidades sociales. (Hardoy, 1988). Desde esas pticas, se gestaron nociones como modernidad apropiada o modernidad adaptada que intentaron establecer mediaciones entre las posiciones que ignoraban lo que estaba en juego en cada sitio en nombre de un progresismo en bsquedas de soluciones universales- y su contracara las posiciones culturalistas que incorporaban como insumo los recursos y valores del sitio. Aunque por detrs de esos debates se insinuaban las propuestas del Team X, el descubrimiento de Frank Lloyd Wright en Italia, o las disyuntivas propias de la crisis del urbanismo del cual los libros de Aldo Rossi y Francoise Choay son ilustrativos- en tierras americanas la ecuacin dominante opona lo propio aquello que con races en el sur- versus lo ajeno los valores y modelos que llegaban del norte.

    Esos pares polares imposibles -cmo caracterizar lo propio y lo ajeno en el campo de la ciudad y el urbanismo occidental? tributarios de la interpretacin dependentista, se fueron desdibujando gracias a pticas que comenzaron a dar cuenta de las resistencias y las reformulaciones de los actores locales y de sus capacidades para enfrentar la dominacin y proponer alternativas.

    No es de soslayar, como lo planteara Stephen Ward, que las relaciones de poder estn presentes en los intercambios, y no es lo mismo analizar los viajes de modelos entre pases con idntico grado de desarrollo que entre pases centrales y perifricos. No obstante, esta constatacin no implica regresar a los planteos restrictivos de la teora de la dependencia. Plantea, en cambio la doble exigencia de identificar rasgos comunes en formas de pensar la ciudad que se construyeron al calor de mltiples traducciones que tuvieron lugar entre los saberes elaborados en diferentes pases en funcin de la especificidad de sus respectivos espacios, sociedades y temporalidades histricas. As, fueron ganando espacio las interpretaciones matizadas, que se condensan en palabras y nociones tales como transferencias, prstamos, exportacin-importacin, traduccin, retro-transferencias circulacin o diseminacin, que intentaron dar cuenta de la multiplicidad de formatos que se dirimen en esos viajes transatlnticos. Desde diferentes perspectivas, esas palabras y nociones, que desarrollamos en este texto en tanto figuras interpretativas, permiten explorar algunas de las intrincadas redes de circulacin de ideas que subyacen en la construccin de las ciudades y del urbanismo.

  • Revista Iberoamericana de Urbanismo I 1

    Para desarrollar esas cuestiones:

    - presentamos las modalidades segn las cuales se opera la traduccin de modelos, que se reinterpretan en su pasaje de un sitio a otro.

    - analizamos las lgicas de importacin/exportacin y retro-transferencia que estn presentes en los viajes de tcnicos y urbanistas.

    - examinamos los procesos ms ambiguos propios del territorio plural y poco balizado de la circulacin y diseminacin de las ideas.

    En el marco de los procesos de integracin regional, en los contenidos de los programas de ayuda al desarrollo centrados en la promocin de buenas prcticas, en los esfuerzos por compatibilizar normas y polticas pblicas, armonizar contenidos de enseanza, etc., la intensificacin de intercambios ha contribuido a la formulacin de nuevas cuestiones y de interrogantes retrospectivos. En esa orientacin, Thierry Delpech (2008) en su resea acerca de las alternativas de las transferencias internacionales en polticas pblicas proporciona algunos instrumentos tiles para su caracterizacin. En su texto, muestra la multiplicidad de estudios sobre transferencias que se despliegan (caracterizados como transplantacin, transposicin, circulacin, aprendizaje) y da cuenta de las circunstancias en las cuales se dirimen.

    Pero cmo caracterizar ampliamente esas operatorias?

    Las transferencias, segn David Dolowicz remiten a procesos por los cuales las informaciones y los saberes que conciernen las polticas pblicas propias de un sistema poltico pasado o presente- son retomadas y utilizadas en el marco del desarrollo de polticas pblicas dentro de otro sistema poltico (Dolowitz, 2000:5). Desde esas aristas, el planteo se aproxima a la nocin de traduccin tal como la define Michel Callon, en tanto transformacin de un enunciado problemtico particular en los trminos de otro enunciado problemtico particular correspondientes respectivamente al contexto de origen y de recepcin del texto traducido, considerando que los resultados difieren del modelo de referencia.

    Esas dimensiones que operan en los procesos de traduccin, pueden reencontrarse en los trminos del trabajo simblico que desarrolla Pierre Bordieu. El autor, en su conferencia acerca de las comunicaciones intelectuales entre Francia y Alemania, puntualiza dos problemas centrales en torno de las condiciones sociales de la circulacin de las ideas. Por un lado, se refiere al contexto de recepcin, es decir el campo, que remite a las caractersticas propias del lugar donde se procesa lo que llega. Por otro lado, menciona las estrategias de poder subyacentes en el acto de traduccin. Desde ah, la traduccin es presentada como trabajo simblico cuando contiene una intencionalidad interpretativa desplegada en funcin de lo que est en juego (enjeux) en el nuevo contexto donde el texto se da a conocer. Este aspecto interpretativo de la traduccin, resulta del hecho de que los textos viajan sin su contexto. (Bordieu, 1980)

    Desde esas perspectivas de anlisis, las transferencias y traducciones, plantean tres rdenes de problemas en el terreno de las ciudades y del urbanismo.

    En primer lugar, remiten a la identificacin de lo que esta en juego en cada sitio, es decir el rol que le cabe a quienes traducen, quienes se apropian y legitiman los referentes internacionales. Quin hace traducir el libro y escribe la introduccin? Quin propone soluciones consagradas en otros sitios, consagrando su rol de promotor? Esa dimensin nos retrotrae a los casos en que, por ejemplo, una asociacin profesional o una universidad convoca a un especialista destacado para

    1. Traduccin

  • Alicia Novick La ciudad, el urbanismo y los intercambios internacionales. Notas para la discusin.

    disertar o colaborar como consultor quin y como selecciona al invitado? En segundo lugar, remiten a la versatilidad de algunas soluciones como la esttica urbana, los dispositivos del Paris haussmaniano los planteos de los planes estrategicos de fines del siglo XX o, ms ampliamente a aquellos modelos que son capaces de adaptarse a las situaciones ms diversas. Por qu algunas soluciones o teoras o metodologas- suscitan una rpida irradiacin y otras no? En relacin a lo anterior, y en tercer lugar, se plantean interrogantes acerca del resultado de la descontextualizacin que sufren ideas y modelos, gestados como respuestas frente a problemas especficos y que en su traslado pierden el sentido original.

    Desde estos dilemas, algunos trabajos avanzaron resultados, en la medida que no se trata de contrastar los modelos originales y sus rplicas en tanto caricaturas deformes. El problema reside en poner el foco en los controvertidos caminos que van de uno al otro. Estos temas problema, de un modo u otro, implcita o explcitamente, remiten a los alcances de la nocin de transferencias y traducciones tratado en una multiplicidad de trabajos (Seminario1994; 1998; 2004; Leme, 2005) mediante estudios monogrficos que examinan ciudades, y analizan proyectos y planes.

    En particular, el anlisis del fenmeno mundial de la haussmanizacin, propone algunos resultados sugestivos. El modelo haussmaniano propuesto por Marcel Roncayolo da cuenta que los atributos del modelo no se limitaba al trazado de avenidas-diagonales, se trataba de una forma particular de entender los affaires pblicos propios de la modernidad. Desde esa lgica, las gramticas de las ciudades que se transformaban en sus mercados inmobiliarios, en sus modos de gestin y su organizacin social encontraban en esas soluciones respuestas a sus problemas comunes. Sobre esas huellas, que se suman a los aportes de Bernard Lepetit, Antoine Picon, Donatella Callabi entre otros, el clima de las ideas y de los intricados changes decimonnicos -en clave de pensamiento posible- fue una cuestin revisada por la antologa de Heliana Angotti Salgueiro (1992). Estas representaciones acerca de la modernizacin parisina y su irradiacin fueron tambin objeto de una exposicin y un libro de Andre Lortie, que indaga acerca de las mltiples figuras sobre las cuales operan las tradiciones, tales como las lgicas de imposicin, exportacin, seduccin. (Lortie, 1995). Desde diferentes perspectivas, estos estudios han precisado las condiciones de emergencia y recepcin de determinados modelos, dejando ver los mecanismos que estn por detrs de las traducciones. La contracara de las derivas del hausmannianismo, se reencuentran en los principios de la esttica urbana, de idntica irradiacin, que fueron tambin revisados por las historias del urbanismo examinando sus condiciones de emergencia (Collins, 1965, Wierczorek) y desde el estatuto de sus interpretaciones y sus interpretes (Zucconi , 1992).

    Asimismo, varias investigaciones revisitaron las traducciones que se operan de un tiempo a otro. En el campo de la historia de los textos y sus contextos, es ms que sugestivo el riguroso anlisis y la restitucin de autores que trataron temas de ciudad en emergencia y en sus relecturas sucesivas (Lepetit y Topalov, 1992) En cuanto a los modelos urbansticos, los viajes de la garden city resultan en cierto modo inquietantes. Esa ciudad jardn imaginada a fines del siglo XIX como una solucin alternativa a las grandes ciudades, se consagr en los aos veinte como una respuesta para los suburbios y para las urbanizaciones del ocio y la recreacin. En fecha reciente, los barrios cerrados, esas gated communities retoman la morfologa de ciudad jardn reformulada por el movimiento del new urbanism- en las operaciones inmobiliarias privadas y en flagrante contraposicin con los presupuestos iniciales de la ciudad jardin.

    En sntesis, la traduccin, en sus mltiples versiones, remite a la existencia de un modelo y de su rplica, y a la multiplicidad de factores que operan en esos viajes entre espacios y/ o temporalidades dispares. En ocasiones, se pueden identificar actores precisos que aseguran su viaje de un sitio a otro. Si bien no es fcil desatar

  • Revista Iberoamericana de Urbanismo I 1

    los nudos de la madeja conformada por actores, representaciones y contextos, proponemos examinar para el anlisis el desplazamiento de los actores desde las figuras de la importacin y la exportacin y de la retro-transferencia.

    Como tratar los intercambios entre especialistas? Durante el siglo XX visitaron las ciudades de Amrica Latina numerosos urbanistas extranjeros. Fueron convocados por la Municipalidad para participar de la elaboracin de planes urbansticos, siendo tambin invitados para el dictado de conferencias magistrales por diversas asociaciones preocupadas por los temas de la ciudad. El espectro de estudios que trat este tema fue muy amplio.

    Las hiptesis de los aos sesenta examinaban la actuacin de estos tcnicos en tanto subordinacin cultural. Sin embargo, como dijimos, los estudios posteriores pusieron en evidencia, una serie de interesantes matices caractersticos de este modo de cooperacin internacional. Pues, adems de propiciar la circulacin internacional de bibliografa y de modelos a travs de misiones institucionales, el rol de los expertos que viajan es tributario de la capacidad que resulta de ser externos a los lugares donde se desempean. Conviene precisar que el perfil de los tcnicos a los cuales nos estamos refiriendo difiere del que posean los primeros profesionales contratados desde la primera mitad del siglo XIX, que se arraigaban en los diferentes pases de forma permanente para organizar y dirigir departamentos tcnicos en el seno del Estado, poner en marcha formaciones universitarias y responsabilizarse por obras pblicas de magnitud ante la ausencia de profesionales locales capacitados. Se trata de una figura distinta, tambin, del funcionario municipal y del profesional liberal. Se trata de expertos consultados a los efectos de que incorporen su saber en los procesos de decisin de poltica pblica gracias a su familiaridad con las cuestiones a resolver y, simultneamente, a su exterioridad en relacin al terreno que les permite establecer una distancia crtica. En otras palabras, se trata de lo que Jean-Pierre Gaudin (1987) describe como rasgos caractersticos de la profesin de urbanista, signada por un perfil intrnsecamente cosmopolita y de alcance internacional..

    De algn modo, los estudios trataron de indagar en torno de los factores que incidieron en la seleccin de los profesionales contratados y en las modalidades de cooperacin que se oper entre tcnicos locales y extranjeros. Tradicionalmente, las interpretaciones pusieron el nfasis en la fascinacin de las burguesas locales por los modelos parisinos o europeos, o ms ampliamente en las luchas polticas entre grupos locales de influencia.

    Durante los ltimos aos la produccin historiogrfica permiti avanzar en el estudio de la oferta europea de soluciones urbansticas destinadas a Amrica Latina, ampliando el campo del conocimiento con documentos inditos y nuevas perspectivas de anlisis. Dichos avances se verificaron en una amplia literatura con eje en los intercambios internacionales (Ballent, 1995; Prez Oyarzn, 1991). Muchos de esos estudios muestran que los expertos extranjeros tomaban crecientemente en cuenta la experiencia acumulada localmente y que, por su lado, los tcnicos locales efectuaban transferencias y traducciones filtrando los aportes doctrinarios provenientes del exterior a la luz de su propia experiencia. En muchos casos, cuando la cooperacin entre los expertos extranjeros y sus colegas locales se logr instaurar positivamente se produjeron aportes originales resultantes de la aptitud de la mirada externa del experto para ayudar a la redefinicin de los problemas existentes en nuevos trminos y/o al planteo de nuevos problemas.

    Desde esas aristas, la figura de la importacin-exportacin, alude a la complejidad de los intercambios y rescata las capacidades de las periferias. Segn afirman Nasr y Volait: la transferencia de conceptos y tcnicas, en relacin a los procesos de importacin, exportacion o mas frecuentemente de una mezcla entre ambos, puede ser coercitiva o voluntaria. Diferentes relaciones definen cada implicacin sobre la

    2. Exportacin, Importacin y

    Retrotransferencias.

  • 9Alicia Novick La ciudad, el urbanismo y los intercambios internacionales. Notas para la discusin.

    base de las circunstancias en las cuales esas relaciones suceden, atravesando todas las posibles relaciones (desarrolladas desde abajo, o desde arriba). Esa transmisin implica que las relaciones son dinmicas y no unidireccionales. (Nasr y Volait, 2003:18).

    En esa preocupacin, implcitamente se inscribe la nocin que ha sido calificada por Casterman-Collins (1995) como retro-transferencia. Se entiende por tal la influencia que las experiencias vividas por los expertos en los pases nuevos tuvieron, eventualmente, un rol destacado sobre su produccin y, ms ampliamente, sobre sus trayectorias profesionales posteriores. Las nociones de importacin-exportacin y de retro-trasferencia plantean la existencia de amplios circuitos de aprendizaje. Los expertos internacionales que van y vienen, que traen pero tambin se llevan remiten a caminos que se bifurcan.

    En un trabajo anterior (Novick, 2003), revisando los alcances de la retro-tranferencia, mostramos varias instancias de esa dinmica en Buenos Aires. En las primeras dcadas del siglo, estaba aun presente la irradiacin del modelo parisino y en muchos de esos contratos prevalecen las redes de relaciones personales de los polticos latinoamericanos en ejercicio. Exista una coincidencia entre la explicita estrategia de exportacin francesa hacia los mercados de los pases nuevos con las estrategias de los polticos locales que trataban de importar el spleen de Paris. En ese contexto, fue clave el rol desempeado por las consultoras y empresas de obras pblicas que buscaban mercados en los paises nuevos, al igual que las estrategias de irradiacin de sus experiencias que desarrollaban las municipalidades europeas en particular la parisina. Por su parte, los expertos consolidaban un nuevo perfil de consultores internacionales que les permita abordar nuevos encargos. Con posterioridad a la dcada del veinte, cuando se fortalecan las redes internacionales de especialistas a travs de los encuentros en Congresos y Exposiciones, la demanda de urbanistas es tambin canalizada por estas redes epistmicas en las que diferentes grupos locales recurren a las voces internacionales para legitimar sus posiciones.

    Dentro de esa dinmica, segn la cual en muy diversas circunstancias los expertos traen y se llevan, se pueden identificar las complejas vinculaciones que se tejen entre especialistas y por ende, al campo cosmopolita de la disciplina. Por un lado, y a modo de ejemplo, es posible mencionar tal como lo presentan Liernur y tambin Xavier Monteys- que las visitas de Le Corbusier a Sudamrica, fueron un referente en su trayectoria posterior. La consideracin del paisaje de Ro de Janeiro o ese horizonte donde se encuentran la pampa y el ro donde ubicara la ciudad de los negocios de una ciudad radiante que transforma su esquema concntrico- incidi en la transformacin de sus esquemas urbansticos. Por otro lado, lo que estuvo en juego, pone de manifiesto que la construccin del ideario del urbanismo moderno fue alimentada por la difusin de doctrinas y la acumulacin de experiencias comunicadas entre pases. La figura de Le Corbusier vendiendo ideas y vendindose a l mismo, dictando Conferencias en todas las latitudes y sumamente alerta a contratos potenciales, sea tal vez la figura paradigmtica del carcter cosmopolita del urbanismo de entreguerras. Pero ese mismo perfil nos recuerda que los viajes de estos expertos no apuntaron exclusivamente a la conquista de nuevos mercados. Tambin tuvieron por objetivo la experimentacin, es decir, la puesta a prueba de las teoras en nuevos contextos. La intensidad de los intercambios continu a lo largo del siglo, pues expertos, consultoras y organismos internacionales siguieron operando.

    En Buenos Aires, y durante el ciclo 30/60 cuando se sentaban las bases del planeamiento centralizado del desarrollismo, no estuvieron ausentes. El asesoramiento urbanstico francs, que di lugar al Esquema director para el ao 2000 (1968), se puso en marcha mediante un convenio de cooperacin que instal una oficina en Argentina con el objetivo de transmitir el know how y replicar la

  • 10

    Revista Iberoamericana de Urbanismo I 1

    metodologa de diagnstico y de pronstico- del Schema Directeur de lIle de France de 1965. Para ello, los argentinos importaban know how y los franceses exportaron contenidos, modelos institucionales el formato de la oficina del Plan-, y recursos humanos. Por varios meses, tcnicos franceses se instalaban en el pas para ocuparse de la asistencia tcnica mientras jvenes becarios transitaban entre un pas y el otro. En cuanto a los resultados, a la esfera de las traducciones, es ocioso reiterar las diferencias entre la Francia del gaullismo y la Argentina de los aos sesenta, pero es til recordar que tanto el planeamiento territorial como los grandes conjuntos made in France, fueron un significativo referente internacional en el espritu desarrollista de esos aos.

    Sobre el fin de la dcada de 1980, las nuevas nociones de proyecto urbano, de plan estratgico y de rehabilitacin de reas centrales se instalaron en las agendas urbansticas latinoamericanas. En 1986, dos aos despus de la recuperacin de la democracia, se rehabilitaron conventillos en el barrio de la Boca con el auxilio del organismo francs lOrstom. (Novick y Furlong, 2007). En una dinmica similar, en las vsperas de la dcada de 1990, los espaoles tomaron el relevo. Por un lado, de la mano del modelo Barcelona, que tuvo un influjo muy similar al de Haussmann en el ciclo de metropolizacin, las ciudades comenzaron a elaborar sus planes de nueva generacin y a llevar a cabo sus proyectos guiados por la mano de consultoras catalanas que exportan su know how, como en el caso del Puerto Madero. Por otro lado, el rescate del patrimonio era promovido por los especialistas de la Junta de Andaluca que intentaban difundir sus experiencias urbansticas. Las buenas prcticas que intentaban asociar la recuperacin de inmuebles de inters patrimonial, la rehabiltacin de inmuebles degradados, la permanencia de la poblacin pobre en el centro histrico y los mtodos de gestin participativa fue una poltica puesta en marcha por la Junta de Andaluca que gracias al presupuesto adjudicado a los festejos del Quinto Centenario pudo asegurar su presencia en ciudades de Amrica Latina. Entre otras operaciones, la Junta de Andaluca promovi y financi la operacin de rehabilitacin de la Manzana de San Francisco. (Junta de Andaluca y otros, 1995).

    Estas intervenciones fueron el resultado de la interaccin de consultoras, organismos y agencias internacionales que exportan saberes y experiencias y de funcionarios y especialistas locales que las importan. Para los locales se trata de legitimar sus decisiones o, en el caso del financiamiento, las condiciones de posibilidad para materializar obras o acciones. Para los extranjeros, desde lo acadmico, se dirime el inters profesional por estudiar nuevas situaciones urbanas desde el objetivo de probabilizar sus teoras, instalar su presencia y publicitar sus acciones. Desde consultoras y empresas se trata tambin de asegurar su posicionamiento internacional. Dicho de otro modo las estrategias por ganar mercados o prestigio internacional no fueron privativas de la era de los imperios. En todo caso, pueden ser analizadas en tanto dinmicas constitutivas del campo del urbanismo, presentes en los procesos de construccin de las ciudades.

    En este contexto, el problema no se restringe a una interpretacin crtica de las presiones o los acuerdos entre lo pblico y lo privado, como proponan las lecturas dependentistas. Lo que est en juego es la posibilidad de iluminar las enredadas madejas de negociaciones, entre los mltiples actores que intervienen en varias geografas y escalas en el marco de los procesos de toma de decisiones.

    Ms all de las traducciones de modelos y de la dinmica entre actores internacionales, hay una multiplicidad de viajes, ideas y vueltas de modelos e ideas que no se dirimen exclusivamente con actores, escenarios y circunstancias especficas. Hay una amplia gama de reformulaciones menos balizadas, en las que se pierde el texto original y no es posible identificar con claridad actores, intencionalidades y circunstancias. En efecto, las paradojas de las ciudades de

    3. Circulacin y diseminacin

  • 11

    Alicia Novick La ciudad, el urbanismo y los intercambios internacionales. Notas para la discusin.

    estas latitudes -o tal vez de la mayor parte de las ciudades occidentales- conduce inevitablemente a un juego de espejos rotos donde dentro de la multitud de fragmentos no es fcil identificar las piezas originales, pues es particularmente notoria la mezcla de ideas de distinto signo.

    Tal como lo subrayan los estudios culturales, el principal problema reside en la circulacin de las ideas, en esas lgicas de diseminacin en sentido amplio, que es, por esencia, un territorio de interrogantes plural y poco balizado. En esa orientacin, y de forma caricatural, Hall, en su historia del urbanismo da cuenta de los caminos sinuosos, a travs del espacio y del tiempo que signan los modelos urbansticos: los productos de la inteligencia humana derivan unos de otros, se separan, se unen, permanecen en letargo o se despiertan de maneras complejas. (Hall, 1992: 15)

    En esa lnea tambin, Monteiro de Andrade (2004) ha propuesto el ambiguo trmino de resonancias a propsito de las traducciones sobre el texto de Camillo Sitte efectuadas por Camille Martn y por Saturnino de Britos -un ingeniero sanitarista que se reclamaba sitteano- para designar propuestas conceptualmente incompatibles con su modelo de referencia. Las resonancias aluden a las esferas de transmisin ms difusas, como el americanismo examinado por Jean-Louis Cohen, donde se desdibujan las fronteras y los itinerarios de los referentes que viajan.

    Tal como afirma Szambien a propsito de los modelos de la arquitectura, la fortuna de un tipo o un estilo de arquitectura es probablemente, para el historiador, entre los fenmenos mas difciles de tratar pues su explicacin requiere recurrir a nociones de valor heurstico incierto. Para determinar las modalidades de viaje de los modelos, para aprehender esas transferencias culturales, es posible utilizar un cierto nmero de construcciones del espritu, aunque su pertinencia histrica no siempre es posible de aprehender (Szambien, 1995: 177) Y, en efecto, la mimesis como procedimiento tradicional impreso en la cultura proyectual, y la circulacin difusa y acelerada de ideas y de imgenes plantean un campo poco balizado.

    Como muestran los estudios de iconografa, el influjo de las imgenes y manuales que viajan sin su contexto, pero tambin sin referentes abre una amplia gama de relecturas. Desde Cerd en adelante los saberes del urbanismo se fundamentan en el anlisis crtico de las experiencias Cloquet, Lavedn, Hegemann, por no citar sino algunos de los tratadistas, revisan el estado del arte internacional marcando los elementos a recuperar y a descartar. Pero ellos apoyan su argumentacin en una amplia gama de imgenes que, interpretadas y reinterpretadas a la luz de experiencias muy diversas, van ganando autonoma.

    Finalmente, circulacin y difusin se refieren a un territorio plural y poco preciso pues las ideas y los modelos viajan, circulan, son parcial y fragmentariamente apropiados, ledos, reledos y no se puede pensar en cronologa, secuencia ni evolucin pues la difusin se efecta dentro de un enmaraado conjunto de temporalidades y ritmos desencontrados. (Angotti Salgueiro, 2004)

    En que situaciones es posible razonar en trminos de transferencias, importacin, exportacin, retro-transferencias?

    Esas figuras presuponen la presencia de un modelo de referencia, de actores implicados en la exportacin y/o importacin, de una variedad de canales, mecanismos y estrategias as como de procesos complejos de recepcin que apuntan a la apropiacin del modelo bajo una forma alterada y a menudo con consecuencias imprevistas. Por su parte, la circulacin y la diseminacin remiten a modalidades extremadamente inciertas- mediante las cuales las ideas viajan, se desplazan entre diferentes espacios sin emisor y receptor preciso. Dan cuenta de ese juego fragmentario que sugiere senderos y que formula numerosos interrogantes. Y,

    Notas de cierre

  • 12

    Revista Iberoamericana de Urbanismo I 1

    aunque estos sean de improbable respuesta, orientan interpretaciones acerca de las complejas relaciones y los anacronismos que se tejen entre campos culturales locales y sus referentes externos, sean centrales o perifricos, coactivos o voluntarios. En ese marco, estas figuras son complementarias y no excluyentes.

    Ahora bien, cul es el alcance de esas figuras?

    Desde el mbito de lo terico metodolgico, plantean la necesidad de reflexionar en general, sobre el contexto histrico y en particular, analizando situaciones y considerando las varias escalas. Por un lado, se trata de examinar ampliamente lo que se juega en cada escenario histrico, en los temas considerados como problemas, en las ideas, representaciones y modelos consagrados. Por otro lado, se trata de indagar desde lo especfico, en torno de las condiciones de produccin de las intervenciones, de los actores que vehiculizan y traducen esos modelos- de los procesos de la toma de decisiones, examinando las caractersticas de los espacios de convergencia lugares de formacin, eventos y publicaciones- que otorgan las condiciones de posibilidad a esos intercambios. Dicho de otro modo, la dificultad que atraviesa el anlisis es la tensin resultante de la dinmica ms amplia y genrica de la circulacin de las ideas y la construccin especifica del conocimiento en diferentes contextos, habida cuenta de sus similitudes y sus diferencias.

    Desde esa perspectiva, estas figuras son an hiptesis de trabajo, apuntan a contribuir a un debate que de cuenta de las paradojas, los anacronismos y las incongruencias que estn presentes en la construccin de las ciudades, no solo de las americanas.

  • 13

    Alicia Novick La ciudad, el urbanismo y los intercambios internacionales. Notas para la discusin.

    Bibliografa _Angotti Salgueiro, Heliana (2004), Augustin Rey, leitor de Camillo Sitte na obra La Science des Plans des Villes, Conferencia Internacional (2004) Historia Urbana. Camillo Sitte y la circulacin de ideas de esttica urbana. Europa-Amrica Latina: 1880-1930, Bauru, Agudos, Brasil._Angotti Salgueiro, Heliana (1992), Cidades capitais do seculo XIX. Racionalidades. Cosmopolitismo e tranferencia de modelos, Universidad de San Pablo, San Pablo, 1992._Ballent, Anah (1995), El dialogo de las antpodas: Los CIAM y Amrica Latina, Serie Difusin, SICYT-FADU-UBA, Buenos Aires._Bourdieu, Pierre (1989), Les conditions sociales de la circulation internationale des ides, Confrence prononce le 30 octobre 1989 pour linauguration du Frankreich-Zentrum de luniversit de Fribourg. Publicado en 1990 en les Cahiers dhistoire des littratures romanes (14e anne, 1-2, p.1-10). http://www.espacesse.org/bourdieu-1.php (1/10/2004)._Collins, George R. y Collins, Christiane (1980, 1965), Camillo Sitte y el nacimiento del urbanismo moderno, Gustavo Gili, Barcelona. _Craserman-Collins, Christiane (1995), Intercambios urbanos en el cono sur: Le Corbusier (1929) y Werner Hegemann (1931) en Argentina, en ARQ N 31, Santiago de Chile._Cohen. Jean-Louis (1995), Scnes de la vie future, Larchitecture europene et la tentation de lAmrique. 1893-1960, Flammarion, Centre Canadien dArchitecture, 1995._Da Silva Retto Junior, Adalberto (2004), Victor da Silva Freire e Camilo Sitte: O debate urbano da ENPC a So Paulo, Conferencia Internacional (2004) Historia Urbana. Camillo Sitte y la circulacin de ideas de esttica urbana. Europa-Amrica Latina: 1880-1930, Bauru, Agudos, Brasil._Delpeuch, Thierry (2008), Lanalyse des transferts internationaux de politiques publiques: un tat de lart , Questions de recherche/ Research in Question N 27, dcembre. http://www.cer-sciences-po.org/publica/qdr.htm._Dolowitz, David (2000), Policy Tranfer and British Social Policy. Learning from the USA?, Open University Press, Buckington, Philadelphie. _Gaudin, Jean-Pierre (1987), A lavance, avec mthode. Savoirs, savoir-faire et mouvement de professionnalisation dans lurbanisme au dbut du sicle, Sociologie du Travail n. 2, Dunod,. _Hall, Peter (1992); Ciudades del Maana, Ediciones del Serbal, Barcelona._Hardoy, Jorge (1988), Teoras y prcticas urbansticas en Europa entre 1850 y 1930. Su translado a Amrica Latina, en _Hardoy, J. y Morse, R. (Comp), Repensando la ciudad de Amrica Latina. Buenos Aires, Grupo Editor Latinoamericano, Buenos Aires._Junta de Andaluca, AECI, Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires (1997), Rehabilitacin Manzana de San Francisco. Proyecto y Gestin, Buenos Aires._King, Anthony (1976), Colonial urban development: culture, Social power and environment, London and Boston, Routlege._ King, Anthony (2003), Writing transnational planning histories, en Nasr, Joe y Mercedes, Urbanism Imported or Exported ? Native aspiration and Foreign Plans, Wiley-Academy, Chichester._Leme, Maria Cristina da Silva (coord.) (1995), Urbanismo no Brasil 1895-1965. 2.ed. Salvador: EDUFBA; Programa de Ps-Graduao em Arquitetura e Urbanismo da UFBA._Lepetit, Bernard et Topalov, Christian (sous la direction de) (1992), La ville des sciences sociales, Belin, Paris. _Lortie, Andr (ed.) (1995) , Paris sexporte. Architecture, modle ou models darchitecture, Pavilion de lArsenal, Picard, Paris._Monteiro de Andrade, Roberto (1994), Camillo Sitte, Camille Martin e Saturnino de Britto: traduoes e transferencias dee idas urbansticas; Seminario (1994), Origens das Politicas Urbanas Modernas: Emprstimos e Tradues, IPPUR-UFRJ, ANPUR, CNPq, CSU-CNRS, Itamontes, Brasil._Nasr, Joe, Volait, Mercedes (2003), Urbanism imported or exported?. Native aspirations and foreign plans,Wiley-Academy, Chichester._Novick, Alicia (2003), Foreign Hires: French experts and the Urbanism of Buenos Aires, 1907-1932, Nasr, Joe, Volait, Mercedes, Urbanism Imported or Exported ? Native aspiration and Foreign Plans, Wiley-Academy, Chichester._ Novick, Alicia (2009), Migracin, traduccin, circulacin. Intercambios internacionales en la construccin de la ciudad, 2 Congresso International de Histria Urbana Da construo do territrio ao planejamento das cidades: competncias tcnicas e saberes profissionais na Europa e nas Amricas (1850-1930), Campinas, Brasil, 26 a 29 de outubro._Novick, Alicia y Furlong, Liliana (2006), Renovation sectorial y lgiques habitationels: Le cas du RECUP-Boca Buenos Aires, en Rivire dArc, Hlne y Memoli, Maurizio, Le pari urbain en Amrique latine. Vivre dans le centre des villes, Armand Colin, Paris. _Seminario Internacional (2004) Historia Urbana. Camillo Sitte y la circulacin de ideas de esttica urbana. Europa-Amrica Latina: 1880-1930, Bauru, Agudos, Brasil._Seminario (1994), Origens das Politicas Urbanas Modernas: Emprstimos e Tradues; IPPUR-UFRJ, ANPUR, CNPq, CSU-CNRS, como Itamontes, Brasil._Seminario (1998), Imported-Exported, Urbanism, Beirut, El Libano. _Szambien, Werner (1995), La fortune des modles. in Lortie, Andr (ed.) (1995) ,Paris sexporte. Architecture, modle ou models darchitecture, Pavilion de lArsenal, Picard, Paris. _Wierczorek, Daniel (1981), Camillo Sitte et les dbuts de lurbanisme moderne, Pierre Mardaga, Bruxelles._Zucconi, Guido (org), Camillo Sitte e i suoi interpreti, Milo, Franco Angeli, 1992.

    Nota_Cabe mencionar que este texto es la reformulacin de una presentacin destinada al II Seminario de historia urbana en Campinas, Brasil (Novick, 2009). Se trata aun de ideas preliminares que tienen como objetivo el de contribuir a un debate en torno del rol que le cabe a los intercambios en la construccin de las ciudades americanas.

  • 1

    RIO DE JANEIRO: PLANES DE ORDENACIN Y ORGENES DE LA URBANSTICA CARIOCA

    La evolucin de la urbanstica de Rio de Janeiro a travs de sus planes urbanos (diez en total) se analiza a partir de las correspondencias entre cada plan urbano y sus coetneas corrientes de pensamiento, as como entre las propuestas de esos planes y los hechos de transformacin que han sido relevantes en la ciudad. Al pertenecer a un doble plano de anlisis se ha dividido la exposicin en dos partes. La primera contiene los tres primeros planes urbanos del siglo XIX, los que dieron origen a la urbanstica carioca. Se analizan sus causas y referentes, detalladamente, con el objetivo de reforzar la hiptesis de circulacin de ideas aplicables al conjunto. En la segunda, los planes del siglo XX y los hechos que han contribuido a la formacin de la ciudad contempornea son explicados sintticamente y se pretende desvelar paralelismos, adaptaciones y conceptos respecto a la urbanstica europea.

    Palabras clave: Urbanismo, Planes urbanos, Historia urbana, Rio de Janeiro

    Resumen

    Verena Andreatta Doctora en Urbanismo y Ordenacin del Territorio

    Universitat Politcnica de Catalunya

    El tema central de este artculo pretende explicar los diez planes urbanos acaecidos en la ciudad de Ro de Janeiro entre 1843 y 2003, las transformaciones urbansticas identificadas en estos planes y los referentes europeos, de donde han provenido sus ideas urbansticas ms paradigmticas. Porque la historia de Ro de Janeiro, desde la asuncin de la capitalidad de un pas independiente, ha tenido las mismas etapas de transformacin de su modelo econmico y social que aquellas ciudades que le sirvieron de espejo, y por eso ha recurrido (a veces con cierto retraso temporal) a los mismos modelos y a las misma soluciones, como se mostrar en el desarrollo de este articulo1.

    Pero tambin es nuestro objetivo indagar en como esos modelos se han magnificado, tanto en la importancia de sus ideas, en las que se ha querido encontrar una capacidad de transformacin de la sociedad que quizs no era tan potente, como en la magnitud de sus intervenciones espaciales, muchas veces enormes frente a cualquier realizacin paralela europea, lo que las convierte en s mismas en el mejor laboratorio crtico de aquellos modelos. Y junto a la magnificacin con que se ha difundido la ideologa urbanstica y, ms a menudo, la de las realizaciones espaciales, tambin se ha querido buscar esos elementos de carioquizacin, de adaptacin de las ideas2 , que a veces han sido tan potentes que han convertido al urbanismo y la arquitectura brasilea en un referente mundial, mostrando ese proceso de ida y vuelta que no ha cesado de ser manantial de corrientes culturales, desde que los europeos renacentistas descubrieron (construyeron?) el nuevo mundo en torno a las ciudades3 .

    Un proceso que dura ms de tres siglos, que se inicia bajo la fuerte y tarda influencia de la formacin de ciudades hispnicas, de las ordenaciones de los Austria y su damero hispnico (el sueo de un orden), y culmina en la actualidad en los mismos procesos de reforma de la ciudad construida que se extienden por las ciudades ms desarrolladas del planeta. Siempre con los mismos hitos que ha seguido la urbanstica en su evolucin desde la revolucin industrial, y siempre con esa peculiaridad del tropicalismo, del paisaje que se curva, de la morfologa de un territorio construido, que de forma paradjica es tenido como ejemplo universal de lo natural. Ciudades Cuadradas, Parasos Circulares 4apunta a una metfora para el hilo conductor que fue tejiendo la historia urbana de Rio: frente a la geometra de los

    1. Diez planes urbanos para la ciudad de Rio de Janeiro

  • 1

    Revista Iberoamericana de Urbanismo I 1

    planes, a la permanente idea de reticular la ciudad, a la primera herencia portuguesa de ciudad fundacional (amurallada, sobre acrpolis, mirando al mar), y a los paradigmas de orden de la urbanstica moderna, surge la respuesta del urbanismo carioca que acepta, digiere, magnifica y deforma esos modelos.

    Quizs el mejor ejemplo haya sido el de la adaptacin de la geometra plana, brillante y funcional del movimiento racionalista, que en Brasil (bajo el tambin equivoco, visto desde Europa, nombre de modernismo) result en un nuevo orden ms organicista, en una nueva arquitectura que, sobre los mismos principios, adopt la curva como directriz 5; parasos circulares que tipifican las arquitecturas de Reidy y Niemeyer o la planta para la Baixada de Jacarepagu de L. Costa. E incluso, en la respuesta de los procesos informales, no planificados, que sern las favelas de Ro de Janeiro, retorcidas, creciendo sobre la curva de los morros, sin directrices ni mallas de loteo como el mismo proceso ha tipificado su produccin de territorio en el resto de Amrica Latina.

    Posiblemente elaborar una historia de los planes y realizaciones urbansticas de la ciudad, adems de mostrar una nueva cartografa para Rio de Janeiro sea demasiado ambicioso. Sin embargo, es factible abrir un debate sobre el planeamiento urbanstico en nuestras ciudades latinoamericanas, en la certeza de que las ciudades se construyen por acumulacin6, y de que Ro tiene una historia potente y ejemplar, aunque ello contradiga una aparente idea de ausencia de planificacin urbana. Por lo contrario y por ello subrayamos que diez planes urbanos para Rio de Janeiro son mucho ms que lo realizado en muchas de las ciudades del mundo occidental.

    Los diez Planes Urbanos que nos referimos documentan la evolucin de la ciudad y de su sociedad, constituyndose en la expresin sintetizada del poder en su voluntad de organizar y controlar el territorio. Fueron seleccionados porque, demandados por el poder pblico casi siempre para atender las necesidades especficas del momento, como el crecimiento urbano acelerado, epidemias, falta de control en los procesos de urbanizacin y construccin, deterioro de las condiciones sociales son autnticos documentos de la evolucin de la ciudad y desarrollados en concordancia con el tipo de instrumento de intervencin dominante en las ciudades ms desarrolladas del mundo. Una lectura atenta nos permite entender los paralelismos en sincrona con la evolucin del pensamiento urbanstico occidental conforme se puede verificar en el cuadro siguiente.

    Planes urbanos de Rio de Janeiro: bases cartogrficas de anlisis y corrientes de pensamiento que les influenciaron.ANDREATTA, Verena. Cidades Quadradas, Parasos Circulares. Os planos urbansticos do Rio de Janeiro no sculo XIX. Rio de Janeiro, Mauad X, 2006.

  • 1

    Verena Andreatta Rio de Janeiro: Planes de Ordenacin y orgenes de la Urbanstica Carioca

    Respecto a los Planes del siglo XIX (entre mediados y inicios del XX), o sea, aquellos tres que consideramos pertenecientes al periodo de origen de la urbanstica carioca, buscamos entender, inicialmente, sus paralelismos con el ideario del movimiento higienista y de la geometra de la trama urbana, para su posterior extensin de la ciudad de Ro de Janeiro, a partir del surgimiento del Plan Beaurepaire de 1843, elaborado por Henrique de Beaurepaire Rohan. El Plano de Henrique de Beaurepaire-Rohan para la Ciudad de Rio de Janeiro, expuesto en el Mapa Interpretativo (1), corresponde a las propuestas elaboradas por ese ingeniero militar, graduado en 1837, vinculado a la familia Imperial y director de obras de la ciudad entre 1840 a 1844, fase inicial del Segundo Imperio. La realizacin del informe de obras presentado a la Cmara Municipal de Rio de Janeiro en 18437 era una atribucin correspondiente a su puesto, compatible con su formacin profesional, en una ingeniera consolidada en la construccin de caminos, puentes y puertos, y que se ampliaba hacia las mejoras del medio urbano. Es considerado el primer plan urbanstico de la historia de Ro de Janeiro y contiene un anlisis de los problemas de la ciudad, nueva concepcin formal y propuestas de intervencin.

    Este informe se caracteriza por la heterogeneidad de temas, asociado a un programa detallado de obras, cuyo enfoque eran la salud y la higiene pblica. Por lo tanto, es comprensible el inters demostrado por Beaurepaire hacia las fuentes pblicas, distribucin de agua potable para todas las casas, aireacin de la ciudad y la dotacin de un correcto drenaje de las aguas pluviales. El contexto lo exiga porque la ciudad estaba caracterizada por una trama urbana colonial, con calles estrechas y edificaciones pequeas y hacinadas, ausencia de cualquier infraestructura y castigada por la clera y otras enfermedades.

    Los orgenes de la urbanstica carioca

    Mapa interpretativo del Plan Beaurepaire Rohan para Rio de Janeiro, 1843.ANDREATTA, Verena. Atlas Andreatta: Atlas dos planos urbansticos do Rio de Janeiro de Beaurepaire Rohan ao Plano Estratgico. Rio de Janeiro, Viver Cidades, 2008.

  • 1

    Revista Iberoamericana de Urbanismo I 1

    En Rio vivan cerca de 137.000 habitantes, entre los cuales la mitad era poblacin esclava. Adems del drenaje, Beaurepaire hace recomendaciones diversas, mesclando asuntos de todo orden: preocupandose tanto con los mercados, como con los mataderos, hospitales, cementerios y arbolado lo que refleja y reafirma el carcter de documento higienista semejante a tantos otros europeos8 . Ese hecho nos ayuda a desvelar su ideario, visin de progreso y la necesaria transformacin fsica e integracin social de la ciudad.

    Las propuestas de modernizacin y extensin de la ciudad prevean la apertura y continuacin de casi cincuenta calles y plazas escogidas para la implantacin de la nueva trama urbana, que tambin debera servir como soporte para su expansin hacia el oeste, ms all de la Praa da Aclamao (Campo de Santana). Sugiere ampliar la base de la ciudad arrasando el Morro do Castelo para extensin, salubridad y embellecimiento. La canalizacin del Mangue da Cidade Nova, con establecimiento de canales de desecacin y saneamiento, extinguira el foco de miasmas y permitira la edificacin. Pavimentacin de calles, caminos, carreteras y obras en casi un centenar de puentes; construccin de un muro-dique abarcando todas las playas de la ciudad; ordenacin de trapiche y mercados portuarios; y geometra de la trama viaria pensada desde sus necesidades de reestructuracin y expansin integran la globalidad de las propuestas de Beaurepaire-Rohan.

    Es de destacar el mtodo de diagnstico, mediante observacin directa de la situacin de los ncleos perifricos de Rio, para el cual Beaurepaire emprendi un viaje, partiendo de la Cidade Velha, en carruaje, para conocer toda la problemtica de las obras del Municipio. A partir del Plan Beaurepaire, se inicia la preocupacin brasilea por la higiene pblica. Si bien, no es posible asegurar que conociera el informe promovido por la sociedad britnica: Informe Chadwick9 para Londres, de 1842, pero es evidente que Beaurepaire se mova en torno de las ideas similares en su tiempo.

    El Plan de la Comisso de Melhoramentos de 1875-76 tambin propone un modelo de alineaciones para el trecho de la ciudad en expansin, la regularizacin de la trama urbana y los nuevos servicios urbanos tranvas y gas -, gran debate de la urbanstica europea ligado a los procedimientos para garantizar el espacio vial, como tambin previsto en el Paris de Haussmann. El Plan de la Comisso de Melhoramentos, de 1875 e 1876 para la Ciudad de Rio de Janeiro, expuesto en el Mapa Interpretativo (2), tiene gran inters desde el punto de vista histrico y de la disciplina urbanstica. Los tres personajes que elaboraran este plan, Francisco Pereira Passos, Jernimo Rodrigues de Moraes Jardim e Marcellino Ramos da Silva fueron escogidos por el Consejero del Imperio Joo Alfredo Correa de Oliveira. Esa indicacin simboliza el ingreso de la nueva corporacin de ingenieros politcnicos en las polticas urbanas que marcaran la ciudad en las dcadas siguientes. Las propuestas de la Comisso, efectuadas en dos informes sucesivos, resucitan las ideas higienistas de Beaurepaire, adems introducen las herramientas de la urbanstica contempornea: alineaciones, orden edificatorio figurativo e infraestructuras de los nuevos servicios urbanos.

    En el Rio de Janeiro del Segundo Imperio, consolidado como potencia mercantil, y despus de la crisis econmica, deflagrado por la guerra del Paraguay, se cre la Comisso de Melhoramentos para pensar una ciudad que comenzaba a explotar demogrficamente. En ese perodo, se iniciaban las migraciones que sustituirian la esclavitud. En Rio vivan cerca de 235.000 personas y aunque la ciudad ya tena dispuesta una incipiente red de abastecimiento de agua potable y aguas servidas las redes de ferrocarriles y tranvas empezaron a crecer de forma ms constante a partir de 1870. El desarrollo urbano alcanzaba los barrios de Copacabana y el interior de Laranjeiras y Cosme Velho, extendindose al norte, acompaando las lneas de trenes de So Cristvo, Mier y Maria da Graa, pero la mayor parte de la poblacin continuaba viviendo en el centro, en una desordenada ocupacin y excesiva

  • 19

    Verena Andreatta Rio de Janeiro: Planes de Ordenacin y orgenes de la Urbanstica Carioca

    densidad. La Ciudad enfrentaba dos fuertes epidemias de fiebre amarilla con altas tasas de mortalidad, y los pantanos y la falta de saneamiento tornaban insoportable la vida urbana. An cuando esas dos grandes epidemias sirvieron de pretexto para la creacin de esta Comisso, de hecho, sus propuestas fueron demasiado ambiciosas para las condiciones sociales de la poca.

    El Plan de la Comisso de Melhoramentos se puede resumir en cuatro aspectos: la definicin de una estructura urbana para la expansin de la ciudad, usando la tcnica de la alineacin, la fijacin de algunas normas reguladoras de la edificacin coherentes con el uso del instrumento urbanstico del trazado, la propuesta de un esquema de drenaje de las corrientes afluentes de las bacas del canal de Mangue y un programa de obras para la formacin del frente portuario septentrional y del frente martimo meridional. Este plan introduce, por primera vez, el instrumento de las alienaciones en la previsin de la forma urbana, as como ocurra en Europa, cuyo mayor ejemplo es del impulsor del urbanismo alemn, Baumeister, gran defensor de las alineaciones, instrumento recogido en Ley Prussiana de Alineaciones de 1875. El discurso del saneamiento pblico sirvi, en gran medida, para la definicin de construcciones ms apropiadas a la emergente burguesa urbana, con normas de edificacin tendentes a un tipo ms amplio y salubre, inclusive con sugerencia de adaptacin de la vivienda hacia los nuevos servicios sanitarios.

    Mapa interpretativo del Plan de la Comisso de Melhoramentos para Rio de Janeiro, 1875 - 1876.ANDREATTA, Verena. Atlas Andreatta: Atlas dos planos urbansticos do Rio de Janeiro de Beaurepaire Rohan ao Plano Estratgico. Rio de Janeiro, Viver Cidades, 2008.

    El Plan de la Comisso de Melhoramentos tiene un valor adicional que se refiere a la confianza en que la expansin urbana provocada por los tranvas y trenes construidos hasta entonces tendra un doble efecto: la revalorizacin de los terrenos suburbanos, lo que posibilitara las concesiones para la urbanizacin, y la renovacin del rea central por el deslazamiento hacia afuera de las clases populares. Sobre esa base, proponen la apertura de amplias avenidas, la construccin de canales, rellenos (aterros) y drenajes, la creacin del jardn zoolgico en el lmite oriental de la expansin prevista para la ciudad, la construccin del primer tnel cruzando el Morro do Livramento y nuevos embarcaderos portuarios en el litoral norte de Gamboa.

  • 20

    Revista Iberoamericana de Urbanismo I 1

    Los informes describen exhaustivamente las obras necesarias para la finalizacin y extensin del canal de Mangue, pero en su justificacin se mezclan los motivos de saneamiento con los de preparacin de terrenos para la expansin urbana. Consideraciones anlogas podran efectuarse con respecto a sus propuestas de demolicin de los cerros de Santo Antonio, Senado y Castelo.

    Es preciso recordar que para llegar al nivel de las propuestas contenidas en este Plan, la sociedad carioca necesit una profunda renovacin que consolidara una nueva clase capitalista en torno de la construccin de los nuevos servicios urbanos y de operaciones administrativas (bancos, sociedades por acciones) lo que di el inicio a una fase de industrializacin que se cristalizara en el siglo siguiente. Y, por lo tanto, el nombre del Baro de Mau y sus relaciones con el Banco Rothschild estn plenamente asociados a esa poca. El Plan presenta una concepcin planificadora excepcional, est bien justificado y detallado y denota una voluntad de ampliar el mbito territorial como solucin para todos los problemas de la Ciudad. Se puede afirmar que el Plan de la Comisso es un referente de la urbanstica de su poca, an cuando sus realizaciones tuvieron que esperar la transformacin del pas, con la Repblica. Sus propuestas solamente se realizaron con base en otra concepcin financiera, econmica y poltica. Las ideas preconizadas en ese Plan sirvieron de base para el siguiente, que recibe el nombre de Pereira Passos, miembro de esta Comisso, y que se torn el alcalde transformador de Rio de Janeiro entre 1903 y 1906.

    El Plan de Pereira Passos de 1903 se inscribe en las estrategias inmobiliarias de recuperacin de los centros urbanos que se haban configurado en las prcticas de renovacin de las ciudades norte-americanas en la misma poca en que fue abierta la Va Layetana de Barcelona y otras anlogas en diversas ciudades europeas. Embellecimiento, abertura de calles y la construccin del puerto fueron los tres ejes de las operaciones urbanas realizadas en ese perodo de gobierno republicano. El Plan del Prefeito Pereira Passos de 1903-06 para la Ciudad de Rio de Janeiro, expuesto en el Mapa Interpretativo (3), fue realizado bajo la gida del Presidente de la Repblica, Rodrigues Alves. El Prefeito tuvo plenos poderes para realizar las reformas urbanas en la Ciudad que, sumadas a aquellas obras estructuradoras de mayores dimensiones, como la del Puerto Moderno y la Avenida Central, organizadas en un mapa firmado por Passos, son comnmente conocidas por su nombre. Pereira Passos, ingeniero con experiencia en ferrocarriles, era sansimonista, masn y empresario y actu como gran operador urbano. El Plan de Pereira Passos retoma algunas ideas del plan de la Comisso de 1875-76 que l mismo haba coordinado y tiene la virtud del planeamiento de obras concebidas para ser efectivamente realizadas. Interesa destacar que es un plan que oscila entre el City Beautiful, como ideal de orden y apoyo a operadores urbanos de servicios inmobiliarios, y parmetro de eficacia en la gestin pblica y generacin de la plusvala urbana.

    Rio de Janeiro en el ltimo cuarto del siglo XIX, presentaba ya un rea casi diez veces mayor que la de la Cidade Velha. El crecimiento poblacional estaba en franca expansin, siendo que entre los censos de 1890 e 1906 la poblacin pas de 522.651 a 811.443 habitantes. Las epidemias de fiebre amarilla, viruela o fiebre bubnica asolaban la ciudad, cuyo centro segua con la misma trama colonial apretada, an cuando algunas plazas y largos hubieran sido abiertos sobre la trama urbana existente. El Plan de Pereira Passos debe ser estudiado sobre la base de la extensin de la ciudad perifrica, de las concesiones de tranvas y emprendimientos inmobiliarios, y de la introduccin de las compaas elctricas en la ciudad. No se expondr aqu la extensa historia de esas concesiones, o del surgimiento de las redes de nuevos servicios pblicos, como el de la Compaa Light, sobre las cuales hay amplia bibliografa. La gran parte de las obras fueron realizadas por el sector pblico, mediante expropiaciones de grandes espacios, financiadas con prstamos ingleses contra la garanta del caf; la venta posterior de terrenos apoy la formacin de un fuerte sector inmobiliario que alcanzara su plenitud en la dcada siguiente.

  • 21

    Verena Andreatta Rio de Janeiro: Planes de Ordenacin y orgenes de la Urbanstica Carioca

    El Plan es el ms publicado de los tres y a l se debe la creacin de las grandes avenidas de la ciudad, siendo Pereira Passos calificado extemporneamente como el Haussmann brasileiro. Pero l ya era agente de la nueva Repblica mercantil y liberal, y su Plan es contemporneo a la apropiacin del Centro de la Ciudad por la burguesa dominante y las consecuentes grandes operaciones urbanas de embellecimiento realizadas en Chicago, Filadelfia, Barcelona o Npoles.

    Este Plan surge en una poca en que las ciudades del mundo occidental se organizan como empresas, siendo que en las ltimas dcadas del siglo XIX, produjeron importantes modificaciones en casi todas las legislaciones urbanas referentes al instrumento de expropiacin, como tambin ocurri en Brasil, convirtindose en herramienta fundamental de la Reforma de Pereira Passos. La expropiacin de inmuebles privados para garantizar la expansin ordenada de la ciudad supona, tambin, la garanta del aumento de valor de los terrenos, apareciendo, finalmente, como instrumento de sustentacin de la propiedad privada en Rio de Janeiro.

    Las obras de ese perodo transformaron Rio de Janeiro en ciudad moderna y muchas de ellas fueron realizadas, posteriormente, en una sucesin de alcaldes, casi todos ingenieros, que gobernaron Rio durante ms de veinte aos. Muchos de esos programas y realizaciones han incorporado conceptos nuevos, trasformacin de las ideas originales (lo que hemos expresado como cariocarizacin); prueba contundente de que la formacin del pensamiento es transcultural, de ida y vuelta entre los pases. Finalmente, los planes del siglo XIX tambin han permitido seguir la secuencia histrica del predominio en las polticas urbanas de las distintas corporaciones profesionales. Mdicos en la formulacin del ideario de salud pblica y polica urbana, ingenieros en la construccin de la base infraestructural de la ciudad liberal, arquitectos en la ciudad surgida de las revoluciones que trajo el siglo XX, con la preocupacin por la vivienda y el empleo. La cambiante realidad social de Ro de Janeiro ha puesto ms de relieve esa secuencia, porque esas profesiones se han entrelazado en el mundo de la poltica y de los alcaldes de cada poca.

    Mapa interpretativo del Plan Pereira Passos para Rio de Janeiro, 1903.ANDREATTA, Verena. Atlas Andreatta: Atlas dos planos urbansticos do Rio de Janeiro de Beaurepaire Rohan ao Plano Estratgico. Rio de Janeiro, Viver Cidades, 2008.

  • 22

    Revista Iberoamericana de Urbanismo I 1

    El Plan Agache de 1926-30 (Figura 1) puede ser considerado el primero de la ciudad con concepcin formalizada para todo el rea urbanizada del municipio. Realizado por el arquitecto zfrancs Alfred Agache proyecta una visin global de la ciudad, buscando dar coherencia formal al que ya era un hecho fsico: aborda las infraestructuras, la circulacin, los servicios urbanos, los espacios de sutura entre los barrios y el zoneamiento, de acuerdo con la morfologa del territorio. Define la estructura viaria para la ciudad e incorpora un nuevo instrumento de categorizacin en zonas de diferentes usos de suelo de la ciudad, con normativas para cada tipo de edificacin, entre los cuales se infiere el nuevo modelo de ciudad jardn, hechos inditos hasta aquel momento en las polticas urbanas de la ciudad.

    Este plan se ajusta a los cnones de la cole de Beaux Arts francesa y en los esquemas de organizacin del movimiento de la City Beautiful, en una comunin, cuyos orgenes se podra buscar en las Exposiciones Universales de Chicago de 1892 y Paris en 1889. Es semejante al Plan de Jaussely para Barcelona de 1903. A pesar de que el Plan Agache no fue aprobado, de l qued el difano esqueleto vial que alumbrara algunas de las realizaciones posteriores.

    El Plan Piloto de Rio de Janeiro de 1938-1948 (Figura 2) est centrado en el desarrollo de una red vial bsica. Es esencialmente un plan de carreteras para apoyar la expansin urbana, pero expresa una voluntad de articular el norte y el sur, evitando el congestionado centro de negocios. Es la expresin de una poltica deseosa en acabar con decisiones de embellecimiento, y que confa ms en el automvil y en la industrializacin para mejorar las condiciones de vida de la poblacin. Este Plan Piloto no presenta un gran inters desde el punto de vista de la teora, pero sus propuestas tuvieron una gran influencia en la creacin del Rio actual, y con l se inicia una etapa de construccin de tneles, viaductos y carreteras que marcar la expansin de la ciudad durante casi cincuenta aos.

    Es preciso destacar que ese Plan Piloto engloba diversos documentos elaborados por la Comisso do Plano da Cidade entre los aos de 1938-1948, habiendo alternado en su conduccin los arquitectos Jos de Oliveira Reis y Affonso Eduardo Reidy. En definitiva, en este plan ya se pueden observar las claras influencias del movimiento racionalista en su formulacin urbanstica.

    El Plan Dioxiadis de 1965 (Figura 3) elaborado por Constantino Dioxiadis, arquitecto griego, contratado en pleno proceso de expansin metropolitana, sigui el modelo que utilizaba en todo el mundo (Atenas, Nairobi, Acra, etc.). Caracterizado por una red de vas rpidas, que crearan condiciones para el crecimiento multidireccional, casi infinito, potencializando sectores urbanos autnomos de la ciudad que, posteriormente, serian absorbidos por aquel.

    El esquema propuesto para Rio de Janeiro contemplaba la creacin de una red viaria bsica para todo el territorio municipal y municipios vecinos (de la llamada Baixada Fluminense) hasta el otro lado de la Baha de Guanabara, caracterizada por una malla vial rectangular, apenas deformada por los accidentes topogrficos del territorio. El Plan contiene una enciclopdica y catica cantidad de datos estadsticos de todo tipo, ejemplificando el enfoque tecnocrtico que caracterizar, durante algn tiempo, el planeamiento urbanstico en el mundo. Del plan Dioxiadis surgi la poltica de red arterial que el Estado da Guanabara adopt, como ocurri en tantas otras ciudades del mundo. Este plan no fue aprobado pero de l se puede atribuir la justificacin conceptual de las polticas de urbanismo y redes viarias llevadas a cabo hasta el final de la dcada siguiente: expansin metropolitana, con nfasis en el rodoviarismo, abandono de la ciudad construida, anomia formal del tejido urbano y la proliferacin de la ciudad informal de las favelas.

    Los Planes Urbansticos para el Ro de Janeiro

    del siglo XX

  • 23

    Verena Andreatta Rio de Janeiro: Planes de Ordenacin y orgenes de la Urbanstica Carioca

    El Plan de la Baixada de Jacarepagu de 196914 (Figura 4) fue realizado por el urbanista Lcio Costa, autor del Plan de Braslia, en una poca que corresponde a la del crecimiento de la ciudad por sectores con lgica autnoma, para la urbanizacin de la inmensa rea llana de Jacarepagu. La superficie del rea de nueva ciudad propuesta por Costa era de 105 km2, cuando la totalidad del Rio de Janeiro urbanizado, en esa poca, era de 300 km2. La memoria justificativa del proyecto presenta algunas contradicciones, pues a pesar de su aspiracin en crear una ciudad autnoma, se limita a aceptar usos recreativos, residenciales y tursticos, o sea, construccin de condominios residenciales para rentas medianas y altas, alejados de la ciudad y del empleo.

    Esa propuesta provoc la congestin viaria en la zona sur, como paradoja al argumento en el quel se sustent la necesidad de la construccin de la carretera entre el barrio de Lagoa hacia Barra da Tijuca, incorporada luego a la nocin del anillo viario para Rio. La centralidad que el espacio de Jacarepagu tendra dentro de ese anillo en la nueva escala de Rio fue motivo de la creacin del centro metropolitano que organizara la extensin de la ciudad sobre los territorios abiertos por la dicha auto-estrada Lagoa-Barra.

    Este Plan fue incluido en esta seleccin porque muestra el modo de hacer de una poca y su insercin en el movimiento moderno es evidente. Representa el modelo de los nuevos centros direccionales, de la colonizacin por saltos y los nuevos desarrollos autnomos sin relacin con la ciudad, ligado a la construccin de rodovias. La introduccin oficial de las prescripciones del Plan Piloto de L. Costa en los reglamentos de zoneamiento de la ciudad fue realizada aos ms tarde (1976).El Plan denominado PUB-RIO (Plano Urbanstico Bsico) de 197715 (Figura 5), fue el resultado del convenio entre el Gobierno Estatal y el Municipal que delimitaba las funciones entre gobiernos cuyo territorio de actuacin haba sido modificado despus de la transferencia de la capital federal: en 1975 se unieron los Estados de Guanabara, antiguo Distrito Federal, y el Municipio de Rio de Janeiro, pasando la ciudad a ser capital de un nico Estado.

    El PUB-RIO present un diagnstico de una ciudad que creca por determinacin de agentes inmobiliarios y ausencia de marco legal/administrativo. Sigue la lgica de los planes directores, pero expresa tambin la voluntad de sistematizacin de intervenciones con la creacin de las APs (reas de Planeamiento) y PEUs (Proyectos de Estructuracin Urbana) desarrollados y aprobados a partir de 1985, semejante a los Planes Especiales de Reforma Interior (PERIs) de Espaa.

    Este Plan, que tuvo como mrito la influencia en el debate sobre la organizacin poltica de la ciudad, y la proposicin de absorcin progresiva de las favelas, ha dado inicio a una nueva visin urbanstica sobre esta forma de vivienda. A pesar de la falta de ejecucin de las propuestas del plan, es importante inscribirlo en el listado de aquellos que apoyan la historia oficial urbanstica de la ciudad, an cuando la historia real transcurra por la secuencia de proyectos de alineaciones de cada calle, los planos de zoneamiento particularizados y las condiciones de las edificaciones ligadas a cada licencia. De hecho, simultneamente a la redaccin del PUB-Rio, fue publicado el Decreto 322, de 1976, que es el reglamento de edificacin y de uso del suelo de la ciudad. Contradicciones entre planeamiento y prctica urbanstica que difiere largamente del contexto europeo y de la posibilidad de polticas urbanas estables para la ciudad.

  • 2

    Revista Iberoamericana de Urbanismo I 1

    A partir del Plan Diretor da Cidade, de 199216 (Figura 6) se puede comprobar la influencia de la nueva urbanstica de recuperacin de la ciudad construida, cuya redaccin coincidi con la poca de formacin de la conciencia ecolgica en el urbanismo. No es por casualidad que el ao de su conclusin coincida con el de la realizacin de la Conferencia Mundial sobre el Medio Ambiente, Rio-92, que sancion las polticas ambientalistas y que ha dado origen a la proliferacin de la Agenda 21 en todo el mundo occidental.

    1. Plan Agache, 1926-1930; 2. Plan Piloto de Rio de Janeiro, 1938-1948; 3. Plan Dioxiadis, 1965; 4. Plan de la Baixada de Jacarepagu, 1969; 5. Plan PUB-RIO, 1977; 6. Plan Director, 1992.ANDREATTA, Verena. Atlas Andreatta: Atlas dos planos urbansticos do Rio de Janeiro de Beaurepaire Rohan ao Plano Estratgico. Rio de Janeiro, Viver Cidades, 2008.

  • 2

    Verena Andreatta Rio de Janeiro: Planes de Ordenacin y orgenes de la Urbanstica Carioca

    En el Plan Diretor, el uso y la ocupacin del suelo del municipio deberan estar condicionados al control de la densidad demogrfica, en funcin de la saturacin de las infraestructuras y de los impactos en el medio ambiente. La directriz de rellenar los vacios urbanos tena por objetivo controlar la densidad en las reas urbanizadas, evitando la expansin desmesurada de la malla urbana. Vale la pena destacar la garanta de la permanencia de la poblacin de las favelas en sus asentamientos. Es un plan que mantiene la visin tradicional de estructura y zoneamiento y para diversas cuestiones establece polticas y normativas, an cuando muchas de ellas hayan quedado sujetas a reglamentacin, el plan quedo relegado a nivel de directrices17 .

    Sus propuestas se alinean a la nueva cultura de proyectos de recuperacin del Centro Histrico (Corredor Cultural, de 1983) al estilo iniciado con el Plan del Centro de Boloa, de 1971, y proyectos de calificacin del espacio pblico, que surgi con el Proyecto Rio Orla y otros de revitalizacin del Centro. Actualmente el debate urbanstico se centra en la edicin de un nuevo Plan Director Decenal que est redactado y listo para su publicacin.

    El Plan Estratgico de 1993 propone insertar a Rio de Janeiro en las corrientes ms modernas del pensamiento urbanstico. El hecho de que la Prefeitura haya optado por un Plan de formulacin continuada, constituyendo un Consorcio con la sociedad civil para impulsarlo, es una apuesta en la intervencin activa e integrada en la ciudad. No es un plan urbanstico, no tiene finalidad jurdica, no es un mtodo de aproximacin sucesiva para detectar carencias y necesidades de la ciudad. Es ms un proceso metodolgico, aplicado en diferentes partes del mundo para detectar reas de oportunidad.

    Los dos programas Rio-Cidade de 1993, para reestructurar las principales calles de Rio, y el Favela-Barrio de 1994-2009, de actuacin urbanstica aplicada a la redistribucin de la renta urbana y a la integracin social, marcos emblemticos de intervencin no surgieron del Plan Estratgico, pero en l fueron inscritos, as como ocurri con tantos proyectos realizados en la ciudad de Barcelona que sirvi de modelo a Rio. Otras propuestas ms recientes se inscriben en el marco estratgico tales como el reciente Plan para o Puerto de Rio (Cais de Gamboa), permitiendo inscribir el urbanismo carioca en un nuevo paradigma que combina la visin del territorio como recurso que tiene que ser manejado con el aprovechamiento de la reforma de las infra-estructuras de la ciudad para generacin de riqueza y su redistribucin.

    La mejor fuente de anlisis de la configuracin fsica de Rio y del pensamiento urbanstico carioca procede de sus planes urbanos. Aprobados o no, es posible sustentar que los efectos mostrados en las polticas subsecuentes expansionistas de la ciudad son la mejor prueba de su importancia como crisol de ideas y modelo de referencia. Son momentos simblicos que justifican mudanzas de estrategias polticas. Son planes que, de cierta manera, influenciaran las diferentes disposiciones legales, decretos y reglamentos que constituyeron las sucesivas polticas urbanas aplicadas a la ciudad. Al mismo tiempo, sirven para comprobar las transformaciones en los instrumentos de intervencin en la Ciudad, construida a partir de planes, cuyos reflejos contradictorios entre el deseo de orden y modernizacin mantuvieron prcticas continuadas de apropiacin privada del espacio. Se puede verificar en Rio de Janeiro, por lo tanto, la acertada frase del arquitecto Mauro Almada al enunciar que ideas generan planes, planes generan obras, que generan nuevas ideas 18.

  • 2

    Revista Iberoamericana de Urbanismo I 1

    1. De entre la bibliografa sobre la transferencia de ideas al urbanismo latinoamericano, el autor que ms se ha aproximado al enfoque buscado es ROMERO, J. L. Arquitectura y Urbanismo en Iberoamrica. Ediciones Ctedra. Madrid, 2002.

    2. Joe Nasr o Alicia Novik han teorizado con fortuna sobre el tema de la circulacin de ideas, a propsito de lo urbano, y sobre la nocin de transculturizacin, poniendo el nfasis en la importancia de las matizaciones y transformaciones del pensamiento importado, en refutacin de las tesis ms cercanas a la transposicin que puedan haber sostenido autores como Stephen Ward o Enrique Hardoy. Vase NOVIK, A: El arte urbano en el Buenos Aires del Centenario: las traducciones de Sitte como ejemplo de poder. Ponencias de Seminario: Camillo Sitte e a circulao de idias em esttica urbana. Europa e Amrica Latina: 1880-1930. Agudos, So Paulo, 2004. Papers del seminario en proceso de publicacin.

    3. La tesis de construccin, que no descubrimiento, de un nuevo mundo como expresin de la ideologa y el poder de hombres renacentistas (obviamente mezclada con una ideologa conquistadora de corte tardo medieval) ha sido brillantemente defendida por el filosofo cataln Eduardo Subirats. Vase SUBIRATS,E. El continente vaco. Editorial Anaya. Madrid, 1994.

    4. Metfora tomada del poema El Dos de Manuel Vzquez Montalbn (1997): La Ciudad. Madrid: Visor Libros y adoptada como titulo de la tesis doctoral de la autora. ANDREATTA, Verena. Ciudades Cuadradas, Parasos Circulares. Planes de Ordenacin y Orgenes de la Urbanstica en Rio de Janeiro (Importacin y Transformacin de Paradigmas). Barcelona. UPC-ETSAB, 2007.

    5. El pensamiento de Oscar Niemeyer. y su decidida apuesta por la simplicidad de la curva como elemento compositivo constituye un arquetipo de esa carioquizacin del pensamiento que se comenta a lo largo de esta tesis. Vase NIEMEYER, O. A forma na arquitetura. Avenir Editora. Rio de Janeiro, 1978.

    6. En el sentido que puso de manifiesto la corriente de pensamiento que se autodefini como architettura de la tendenza, popularizado por ROSSI, A. LArchitettura Della Citt. Marsilio Editori. Milan,1966.

    7. Un anlisis detallado del Plan de Beaurepaire-Rohan de 1843, del Plan de la Comisso de Melhoramentos de 1875-76 y del Plan de Pereira Passos de 1903-06 est en el libro: ANDREATTA, Verena. Cidades Quadradas, Parasos Circulares. Os Planos urbansticos do Rio de Janeiro do sculo XIX. Editora MauadX. Rio de Janeiro, 2006. Tambin se puede encontrar en este libro la transcripcin de esos documentos originales.

    8. GRANJEL, M. La higiene del XIX en sus nombres, en Pedro Monlau y la higiene espaola del siglo XIX. Universidad de Salamanca, 1983.

    9. Chadwick es considerado el padre del movimiento sanitario britnico por su trabajo realizado entre los aos 1832 y 1848 para la Gran Bretaa.

    10. PRADO JNIOR , A. Cidade do Rio de Janeiro, Organizaes projetadas pela Administrao. Ed. Foyer Brsillien, Paris 1930. ( Acerca de la direccin general de Alfred Agache en Rio de Janeiro).

    11. Prefeitura da Cidade do Rio de Janeiro, Comisso do Plano da Cidade: Plano Piloto do Rio de Janeiro. Encuentrase en el Arquivo Geral da Cidade do Rio de Janeiro, y est publicado parcialmente en la Revista Municipal de Engenharia, volume VIII, n 4, 1941 e volume n. 3, 1943. Est citado tambin en el libro de BRUAND, Yves. Arquitetura Contempornea no Brasil, publicado en So Paulo por la editora Perspectiva el ao 1999.

    12. Prefeitura da Cidade do Rio de Janeiro Plano de Desenvolvimento da Guanabara, 1965; fue publicado por la Secretaria de Governo do Estado da Guanabara, con el nombre: Plano Doxiadis (Guanabara: um plano para o desenvolvimento urbano), y puede ser consultado en la biblioteca del Instituto Municipal de Urbanismo Pereira Passos.

    13. Dioxiadis lleg a denominar la nueva prctica urbanstica como ekistica, poniendo en evidencia que su objeto de trabajo era otro diferente de la ciudad tradicional, que denomina estactica en contraposicin a la nueva realidad que l llama dinapolis, y que otros llamaran megalpolis, reas metropolitanas o conceptos anlogos.

    14. Governo do Estado da Guanabara: Plano Piloto para urbanizao da Baixada compreendida entre a Barra da Tijuca. Pontal de Sernambetiba e Jacarepagu, e a Expanso Urbana da Cidade do Rio de Janeiro, 1969, publicado por la Secretaria Municipal de Planejamento e Coordenao do Rio de Janeiro, 1976.

    15. Prefeitura da Cidade do Rio de Janeiro. PUB-Rio Plano Urbanstico Bsico da Cidade do Rio de Janeiro. Secretaria Municipal de Planejamento e Coordenao Geral, 1977.

    16. Plano Diretor Decenal da Cidade da Prefeitura da Cidade do Rio de Janeiro, 1992-2002. Rio de Janeiro, 1993.

    17. REZENDE F. Vera. Planos e Regulao Urbanstica: a dimenso normativa das intervenes na cidade do Rio de Janeiro en Cidade: Histria e Desafios. Lucia Lippi Oliveira (Org). Rio de Janeiro, Editora FGV, 2002.

    18. Prefeitura da Cidade do Rio de Janeiro. O urbanismo de volta s ruas. Editora Mauad. Rio de Janeiro, 1996.

    Notas bibliogrficas

  • 2

    RETCULAS VERDES, NUEVAS CIUDADES DECIMONNICAS. EL PARADIGMA DEL VEDADO, ENSANCHE JARDN DE LA HABANA

    Este artculo pone de relieve el inters urbanstico del Vedado de La Habana y su singular proyecto fundacional: el Plano del Carmelo. Un documento, cuyo valor no es solamente cartogrfico, sino como expresin formal de un proyecto urbanstico de gran magnitud: el gran ensanche jardn de La Habana. Una propuesta determinante para la formacin metropolitana de la capital de las Antillas y que destaca entre el conjunto de las experiencias urbansticas decimonnicas. Un producto hbrido sin referentes directos, rico en sabores de nuevas y viejas experiencias urbansticas: de antiguas ciudades de fundacin indianas, de los contemporneos ensanches espaoles y de la creciente cultura del suburbio anglosajn. El ejemplo del Vedado se contextualiza dentro de un grupo de experiencias anlogas en algunas capitales latinoamericanas (Buenos Aires, Mxico DF, Montevideo y Sao Paolo). En suma, componen la imagen de un nuevo tipo de ciudad, en el que el deseo de la naturaleza (el verde) se superpone al orden reticular como expresin clsica de lo urbano.

    Palabras clave: Vedado La Habana Urbanismo XIX retculas

    Resumen

    Carles Crosas Armengol Doctorado de Urbanismo

    Universitat Politcnica de CatalunyaDirector: Xabier Eizaguirre Garaitagoitia

    En el universo urbanstico de las tramas ortogonales, el caso del Vedado de La Habana es singular por la extensin y regularidad de su cuadrcula, producto de un acertado proyecto inicial y su demostrada flexibidad a ms de un siglo de contrastes y demandas urbanas. Su trazado, que se extiende por ms de 5 km2 y ordena ms de 300 manzanas cuadradas, merece ser considerado como un elemento urbanstico de primer orden, y constituye seguramente el mayor de sus valores patrimoniales. La reivindicacin de la trama y el tejido urbano en su conjunto, pretende equilibrar el mayor reconocimiento que se viene atribuyendo a su arquitectura, exaltada primero por la calidad de las grandes villas burguesas de principios de siglo XX y despus, por la introduccin de los cdigos modernos en las obras de mediados de este siglo. Una atencin sin lugar a dudas merecida que, no obstante, pivota ms sobre el valor patrimonial de los edificios que sobre su mrito propiamente urbano.La riqueza del Vedado resulta de la combinacin de situaciones urbansticas muy diversas, construidas sobre un esqueleto caracterizado por tres rasgos distintivos: una adecuada disposicin respecto a la geografa del lugar; un carcter marcadamente istropo, reproducido en aspectos y escalas mltiples; y una elemental jerarqua, que determina su estructura general. La fuerte presencia de estas caractersticas es la que dota al conjunto de fuerte unidad, una suerte de homogeneidad diversa que es excepcional por su dimensin y que es materializada en la continuidad de trazas ortogonales y en la repeticin de la geometra de manzanas cuadradas.La realidad urbanstica actual es el rico resultado de la superposicin de ideas y actuaciones mltiples, elaboradas en tiempos distintos, afines o contradictorias entre s, de orgenes ms planificados o espontneos, de una presencia ms prolongada o instantnea. Sin embargo, la consolidacin, maduracin y transformacin de la trama ha sido slo posible por la fuerza de su proyecto inicial. En el sustrato del tejido actual, sigue trascendiendo hoy la importancia del momento de su gnesis, instante creativo por excelencia, en el que fijando el lugar y la forma de la ciudad, se determin el potencial de su porvenir.

  • 2

    Revista Iberoamericana de Urbanismo I 1

    El hallazgo de la copia original del plano fundacional del Vedado (Carmelo) en el Archivo del Servicio Histrico Militar de Madrid en 1999, fue un momento muy importante en