ENCUENTRO DE CAPACITACIÓN PARA ANIMADORES DE LA PASTORAL INFANTIL

JUNIO 2012

PSICOLOGÍA INFANTIL

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El período de desarrollo que va de los seis a los doce años, tiene como experiencia central el ingreso al colegio.Este hecho marca el inicio del contacto del niño con la sociedad a la que pertenece.En esta fase de su vida se le van a ir entregando las herramientas necesarias para desenvolverse en el mundo adulto.

La altura del niño en este período aumentará un 5 o 6% por año, y el peso se incrementará en aproximadamente un 10% por año.

Muchas niñas comienzan a desarrollar entre los 9 y 10 años las características sexuales secundarias, aun cuando no estén todavía en la adolescencia.

Por otro lado, los niños de esta edad se vuelven más fuertes, más rápidos, hay un continuo perfeccionamiento de su coordinación: muestran placer en ejercitar su cuerpo, en probar y aprender nuevas destrezas.

ÁREA MOTORA

Capacidades que los niños adquieren durante esta etapa: Conservación. La conservación es la capacidad para

reconocer que la cantidad de algo se conserva igual aunque cambie su forma, siempre que no se le haya añadido o quitado nada.

Seriación. Los niños de esta etapa pueden organizar objetos de acuerdo con una o más dimensiones relevantes, como color (ordenar del más claro al más oscuro) o peso (ordenar del más pesado al más ligero).

Clasificación. La capacidad para organizar objetos en categorías surge pronto en la niñez. Al principio, los niños clasifican los objetos sólo de acuerdo con una dimensión (por ejemplo, el color); después pueden clasificar los objetos de acuerdo con dos dimensiones (como color y forma).

DESARROLLO COGNITIVO

CONSERVACIÓN

1. Conservación de la sustancia. Los niños comprenden la conservación de las sustancia alrededor de los siete u ocho años de edad.

2. Conservación del peso. En tareas de conservación de peso, donde se les pregunta si la bola y la salchicha pesan lo mismo, no dan respuestas correctas hasta los nueve o diez años.

3. Conservación del volumen. Cuando deben juzgar si la bola y la salchicha desplazan la misma cantidad de líquido cuando se las coloca en un vaso lleno de agua, rara vez dan respuestas correctas antes de los doce años.

A esta edad los niños también empiezan: A trabajar con números. Son capaces de comprender y distinguir los

conceptos de tiempo y espacio. Empiezan a diferenciar entre lo que es la

realidad y lo que es la fantasía. Por otro lado, hay un perfeccionamiento de la

memoria, tanto por que aumenta la capacidad de ella, como porque mejora la calidad del almacenamiento y la organización del material. Se enriquece el vocabulario, hay un desarrollo de la atención y la persistencia de ella en la tarea. El lenguaje se vuelve más socializado y remplaza a la acción.

El pensamiento surge de la experiencia, y a través de ella se les puede enseñar a los niños a pensar.

1. Enseñe a los niños habilidades para pensar dentro del contexto de la vida cotidiana.

2. Enséñeles a usar un pensamiento crítico.

3. Pídales que comparen los datos nuevos con los que ya conocen.

4. Enséñeles los pasos a seguir para abordar un problema.

5. Enséñeles a usar la imaginación guiada.

6. Enséñeles a ir más allá de lo que han aprendido.

7. Anímeles a ser creativos. 8. Anímeles a ser inventivos. 9. Enséñeles actividades útiles. 10. Anímeles a fijarse metas en un plazo

determinado. 11. Ayúdelos a encontrar los puntos más

importantes. 12. Anímeles a escribir.

Etapa 0 (entre 4 y 6 años): Pensamiento egocéntrico.

Etapa 1 (entre 6 y 8 años): Concepto de Intención.

Etapa 2 (entre 8 y 10 años): Conciencia recíproca.

Etapa 3 (entre 10 y 12 años): Tercera persona.

Etapa 4 (adolescencia o posterior): Finalización.

DESARROLLO MORAL

El autoconcepto es la imagen que una persona tiene de sí misma. Esta imagen se basa en el conocimiento que una persona tiene de lo que ha hecho y ha sido, y sirve como guía a la hora de decidir qué hacer o qué ser en el futuro.

AUTOCONCEPTO

La autoestima es el sentido de la propia valoración. Los niños comparan sus yo ideales con sus yo reales y se juzgan a sí mismos.Las opiniones que los niños tienen de sí mismos ejercen una gran influencia en el desarrollo de la personalidad y sobre todo en su estado de ánimo.

AUTOESTIMA

PRINCIPALES FUENTES DE AUTOESTIMA:

1. Aceptación y apoyo de personas importantes para él (sentirse amado).

2. Aspecto físico. 3. Integración social (familia, grupo

de amigos). 4. La competencia (capacidad para

realizar tareas). 5. El poder, entendido como el grado

en que el niño percibe que puede influir en su propia vida y en la de los demás.

COMO DISCIPLINAR A LOS NIÑOS HACIENDO QUE RAZONEN Y

APELANDO A: La empatía: "Si golpeas a tu compañero le harás daño y harás que se sienta mal".

El sentido del humor: "Si tampoco te bañas hoy tendremos que ponernos una pinza en la nariz cada vez que te acerques".

Los valores morales: "Una niña sana y fuerte como tú, ¿no debería dejarle el asiento a una anciana en el autobús?"

La autoestima: "Yo creía que tú eras una persona organizada y responsable con sus cosas. ¿Ya no lo eres?"

El aprecio: "No sabes la suerte que tienes de tener a alguien como yo que se preocupa de tu bienestar, y no a alguien a quien no le importe si vas descalzo o con la ropa sucia."

La responsabilidad. Háganles saber que son responsables de sus actos y que tienen que asumir las consecuencias de su comportamiento. "Has perdido el autobús por quedarte levantado hasta tan tarde. Ahora tendrás que ir andando al colegio".

1. Demuestre amor y afecto en todas sus acciones. Que el niño comprenda que es suficientemente digno como para ser amado.

2. Felicítele. Siempre que haga algo correctamente.

3. Haga sus elogios creíbles. No los exagere porque antes o después de dará cuenta de que no es cierto. (ej: “eres el más fuerte del mundo”).

CÓMO POTENCIAR LA AUTOESTIMA

4. Fíjele metas alcanzables. Que sean metas realistas, acordes con su edad, y acompáñele en cada paso.

5. Critique la acción, no a la persona. Aplique la crítica o la reprimenda a la acción que ha cometido en un momento concreto, no a la persona que es en todo momento. No le diga que es malo, sino que ha hecho algo malo.

6. Tome en cuenta los sentimientos del niño. Es importante tener en cuenta sus sentimientos, dígale que usted comprende como se siente, para que entienda que puede confiar en usted.

7. Hable positivamente del niño en presencia de la gente importante en su vida, como abuelos, profesores, amigos etc.

8. Nunca compare al niño con otros. Nunca le diga: "¿Por qué no eres como Pablito?".

9. Asegúrese de conocer bien los puntos fuertes de cada niño. Para poder potenciar las habilidades y las áreas que mejor se les dan.

10. Dígale regularmente que lo ama incondicionalmente. Cuando fallan, o hacen algo incorrecto, recuerde decirles, "¡Eres especial para mí, y yo te apoyaré siempre, sin importar lo qué pase!"

11. Mejore su propia autoestima. Usted necesita verse a si mismo positivamente. Un buen educador es el que sabe que él o ella no son perfectos pero que se valoran por lo que son, siempre intentando crecer y mejorar.

Abuso: Es toda acción no accidental (es decir intencionada) o amenaza de acción, que puede dañar o interferir negativamente en el sano desarrollo físico, psicológico o sexual de la persona. Puede ser físico, emocional, sexual o explotación.

Negligencia: Es toda acción no accidental por parte de una persona responsable por el bienestar del niño que le priva de los recursos físicos y emocionales para un desarrollo óptimo. Negligencia es el resultado de la ausencia de responsabilidad y no de recursos económicos.

MALTRATO O ABUSO EN MENORES

RASGOS DE LOS AGRESORES. Escasas y malas relaciones sociales. Falta de apoyos y de ayuda.

Baja autoestima. Impotencia, temor al rechazo.

Posibles experiencias de violencia sufridas en su niñez.

Se resisten a hablar sobre el niño. Autoritarios y poco realistas con el niño.

CÓMO DETECTAR CASOS DE ABUSO.

Fijarse en el comportamiento de cada niño en particular. Observar:

1. La supervisión de los padres. ¿Están atentos los padres a la presencia del niño?2. Las actitudes de los padres. ¿Son muy críticos o usan disciplina excesiva con el niño? 3. Apariencia del niño. ¿El niño parece bien cuidado?

4. Comportamientos extremos del niño o cambios bruscos en su conducta. ¿Se comporta el niño como otros niños de su edad? 5. Señales de abuso físico. Las heridas en partes del cuerpo poco comunes (en la cara o en la cabeza, moretones o cortes inexplicables o repetitivos, muchas cicatrices, marcas de quemaduras fracturas inexplicables, dificultades para caminar).

6. Señales del abuso emocional. Extrema falta de confianza en sí mismo, necesidad exagerada de ganar o sobresalir, excesiva demanda de atención, mucha agresividad o pasividad frente a otros niños.

7. Señales de abuso sexual. Cambios bruscos en la actitud o conducta escolar, conducta destructiva, auto-agresión, llanto fácil por motivos insignificantes, depresión crónica, timidez exagerada o aislamiento social.

CONSECUENCIAS DEL ABUSO.

Vívidos recuerdos del abuso, el niño se retrae de la vida, insensibilidad, dificultades para dormir, vigilancia a señales de peligro. Auto-culpabilidad por los hechos, baja auto-estima…

Cómo se puede apoyar a un niño en situación de abuso.

Iniciar conversaciones con el niño, no esperar a que se acerque él, tampoco debe forzarle a que le hable si no quiere.

Prestarle toda su atención. Creerle siempre. Decirle lo valiente que es por contarlo. Hablar con voz pausada y calmada.

Explicarle que lo que paso no está nada bien, que NO es culpa suya y que las cosas van a mejorar.

Enseñarle que aunque siempre se le ha dicho que debe obedecer a los adultos, hay situaciones en las que es inadmisible y que no debe hacerlo.

Proveer un espacio donde pueda explorar su experiencia, expresarse y desahogarse. Procurar aumentar su autoestima.

Enseñarle estrategias de auto-protección como no hablar con desconocidos…

Ayudarle a formar relaciones sanas con adultos responsables, darle oportunidades para tomar decisiones por si mismo, decir no y hacer cosas independientemente, eso le ayudará a sentir más control sobre su vida.

Enseñarle que su cuerpo es de su propia propiedad, que nadie tiene permiso para tocarle especialmente en las partes donde cubre un traje de baño.

Son niños muy inquietos y a los que les falta la atención de una forma muy llamativa. Tienen dificultades en el aprendizaje, problemas de ansiedad, con rabietas y miedos o depresión y baja autoestima... La baja autoestima, está presente al menos en un 25%.

Aunque la sintomatología mejora notablemente con la edad, los síntomas pueden persistir en la edad adulta, hasta en un 40 a 60% de los casos.

HIPERACTIVIDAD

SÍNTOMAS DE DESATENCIÓN

A menudo no presta atención a los detalles, incluso en los juegos. A menudo, parece no escuchar cuando se le habla directamente. No finaliza tareas escolares. Tiene dificultad para organizar actividades. Evita situaciones que exigen una dedicación personal y concentración. A menudo extravía objetos necesarios para tareas o actividades. Se distraen con facilidad ante estímulos irrelevantes. Son olvidadizos en sus tareas.

SÍNTOMAS DE HIPERACTIVIDAD

Suele mover en exceso manos y pies. No es capaz de estar sentado cuando debe. Corre o salta en exceso. Experimenta dificultades para jugar tranquilamente. Parece estar siempre en marcha, como si tuviera un “motor”. A menudo habla excesivamente. Da respuestas precipitadas, antes de que las preguntas se terminen de formular. Puede tener dificultades para aguardar su turno en cualquier situación. También suele entrometerse o entorpecer los asuntos de los demás, toca cosas que no debe, hace payasadas…

SÍNTOMAS DE DIFICULTADES EN EL APRENDIZAJE

Variabilidad: Son niños que tienen amplias variaciones en sus respuestas.

Retraso psicomotor: Problemas con su esquema corporal, del tiempo y del espacio.

Trastorno del lenguaje de tipo expresivo: Vocabulario limitado.

Dificultades en la grafía (escritura): Deficiente coordinación entre lo que ve y el movimiento manual.

SÍNTOMAS PERSONALES

Tienen una emotividad muy variable.

Acentuados sentimientos de frustración.

Desadaptación social.

Problemas de ansiedad, agresividad, oposición, disconformidad…

Suele ser el punto central de las discusiones familiares.

LA FAMILIA DEBERÁ:

Tener normas claras y bien definidas. Dar órdenes cortas y de una en una. Propiciar un ambiente ordenado y muy organizado, sereno y sin gritos. Evitar ser superprotector y no dejarse manipular por sus caprichos. Cumplir siempre los castigos y las recompensas ante sus acciones. Darle pequeñas responsabilidades.

EL EDUCADOR DEBERÁ:

Sentarle en un lugar adecuado, lejos de estímulos, enfrente de él y entre niños tranquilos. Darle órdenes simples y breves. Establecer contacto visual con el niño cuando lo haga. Darle encargos una vez que haya realizado el anterior, no dejar que deje las cosas a medio hacer. Alternar el trabajo de pupitre con otras actividades que le permitan levantarse y moverse un poco. Enseñarle y obligarle a mantener el orden en su mesa. Darle ánimos continuamente.

Fin