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Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=10411115 Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Sistema de Información Científica Humberto González Ortiz Arquitectura en precario. La propuesta de Carlos González Lobo Ciencia Ergo Sum, vol. 11, núm. 1, marzo-junio, 2004, pp. 117-124, Universidad Autónoma del Estado de México México ¿Cómo citar? Fascículo completo Más información del artículo Página de la revista Ciencia Ergo Sum, ISSN (Versión impresa): 1405-0269 [email protected] Universidad Autónoma del Estado de México México www.redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

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Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=10411115

Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal

Sistema de Información Científica

Humberto González Ortiz

Arquitectura en precario. La propuesta de Carlos González Lobo

Ciencia Ergo Sum, vol. 11, núm. 1, marzo-junio, 2004, pp. 117-124,

Universidad Autónoma del Estado de México

México

¿Cómo citar? Fascículo completo Más información del artículo Página de la revista

Ciencia Ergo Sum,

ISSN (Versión impresa): 1405-0269

[email protected]

Universidad Autónoma del Estado de México

México

www.redalyc.orgProyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

117C I E N C I A e r g o s u m , V o l . 1 1- 1 , m a r z o - j u n i o 2 0 0 4

Resumen: Carlos González Lobo es uno de los más importantes constructores de viviendapopular en México y América Latina. Su obra permite afirmar que sí es posible la construcción deun tipo de arquitectura de interés social que no implique pobreza expresiva, fealdad, hacinamientoo materiales de segunda. Ofrecemos en este artículo una mirada general al entorno inmediato y alos antecedentes culturales y arquitectónicos de Carlos González Lobo, para demostrar que laspropuestas técnicas y proyectuales del arquitecto son algo más que meros sistemas constructivos‘novedosos’ para pobladores pobres.Palabras clave: autoconstrucción, arquitectura pobre, arquitectura alternativa, Carlos González Lobo.

Precariousness in Architecture: Carlos González Lobo’s Proposal

Abstract: Carlos González Lobo is currently one of the most renowned builders of low incomehousing in Mexico and Latin America. Analysis of the company’s work confirms that it is indeedpossible to create architectural style within a social context that does not imply extreme poverty,ugliness, overcrowding or second-rate materials. In this article we offer a general look at theimmediate environment and the architectural and cultural backgrounds of Carlos González Lobo,demonstrating that the architect’s proposed techniques and projects are much more than simply‘original’ construction systems for the poor.Key words: precariousness in architecture, poor achitecture, alternative achitecture, CarlosGonzalez Lobo.

Arquitectura en precario.La propuesta de Carlos González Lobo

Humberto González Ortiz*

Introducción

Carlos González Lobo es uno de losmás importantes constructores de vi-vienda popular en México y AméricaLatina. El análisis de su obra permiteafirmar que sí es posible la construc-ción de un tipo de arquitectura de in-terés social que no implique pobrezaexpresiva, fealdad, hacinamiento omateriales de segunda; apuesta desdela arquitectura de autor a la construc-ción de la arquitectura pobre de lospobladores pobres.

Para entender la figura del arquitectoy constructor mexicano, es imprescin-dible abrir los criterios de investigaciónarquitectónica y observar detenidamenteel entorno en el que Carlos GonzálezLobo desarrolla sus propuestas. Así com-prenderemos su lenguaje duro, su bús-queda de una arquitectura y una tecno-logía posible, apropiada y apropiable.

En el contexto social inmediato exis-te una separación cada vez más evi-dente entre el norte, industrializado yvanguardista, y el sur, dependiente yendeudado. Al día de hoy, se puede

afirmar que cerca de cinco mil millo-nes de habitantes del planeta viven encondiciones de pobreza,1 marginados delos planes sociales y de los beneficios dela globalización financiera en la que semueve el mundo; hablamos de casi 83%de la población mundial2 que también

Recepción: enero 24 de 2003.

Aceptación: agosto 22 de 2003.

* Sancho Marraco 7, 3o 1a, 08004, Barcelona,

España.

Correo electrónico: [email protected]

[email protected]

1. Tan solo en América Latina unos 140 millones de

personas viven en la pobreza, y cerca de tres cuartas

partes de la población obtienen ingresos familiares

inferiores a los 80 dólares mensuales.

2. Actualmente la población mundial se cifra en seis mil

millones de habitantes (Cfr. Vázquez et al., 2002).

C I E N C I A e r g o s u m , V o l . 1 1 - 1 , m a r z o - j u n i o 2 0 0 4 . U n i v e r s i d a d A u t ó n o m a d e l E s t a d o d e M é x i c o , T o l u c a , M é x i c o . P p . 1 1 7 - 1 2 4 .

118 GONZÁLEZ, H. ARQUITECTURA EN EL PRECARIO...

se encuentra excluida de los planes ofi-ciales de desarrollo arquitectónico yurbanístico.

Este dominio económico del planetase refleja también en la arquitectura.En México, por ejemplo, según datosdel Instituto Nacional de Estadística,Geografía e Informática (INEGI), se re-conoce que en los últimos tres años lapobreza ha aumentado en promedio4.5%. Además, en las zonas metropo-litanas de la República Mexicana habi-ta 43% de la población del país. Estoes, hay cerca de 41.8 millones de per-sonas3 que tienen un déficit real de vi-vienda y de infraestructura urbana, conuna demanda creciente y constante.

Existe una necesidad por enfrentarel problema arquitectónico en Améri-ca Latina a través de un estudio inte-grador, que involucre a la arquitectura

como parte del proceso histórico delos países latinoamericanos. La globa-lización económica sigue afectandogravemente a los países en desarrollo,los cuales aplican políticas económicasque atañen de manera evidente al bol-sillo de quienes menos tienen, con in-flaciones espectaculares, explotación dela mano de obra, diferenciación entreconstrucciones lujosas y barrios mise-rables, falta de terrenos para construirdebido a la aglomeración poblacionalen las grandes ciudades, y un paterna-lismo estatal que ofrece respuestaspopulistas en sus políticas sociales. Nohay reglas claras que ofrezcan solucio-nes a las necesidades populares de vi-vienda, infraestructura y elevación dela calidad de vida; por ello, las alterna-tivas a la investigación y la acción enarquitectura popular, como las queofrece Carlos González Lobo, tienenla validez que da la necesidad de lospobladores pobres.

1. Antecedentes:4México, punto de partida

Desde hace tiempo, algunos arquitec-tos han intentado consolidar un pensa-miento alternativo en arquitectura, en-tre ellos Carlos González Lobo, quiendesde muy temprana edad tuvo unainfluencia familiar que le orientó otramanera de observar la realidad mexi-cana. Su padre, el doctor Carlos Gon-zález Camarena, fue un entusiasta im-pulsor de amplios programas de sani-dad para la ciudad de México.5 Su tíoJorge González Camarena (1908-1980)6 es una referencia constante ensu obra; siempre que González Lobo

comienza un proyecto de arquitectu-ra, sus ojos miran los cuadros de su‘tío Jorge’. Está también su otro tíoGuillermo González Camarena (1917-1965),7 inventor de la televisión a co-lor en 1939. De alguna manera, Car-los González Lobo veía una mismaactuación en la búsqueda de su padrepor la higiene sanitaria, tanto en los ali-mentos como en las fosas sépticas, ensu tío que pintaba, o su tío preocupa-do por una televisión de difusión po-pular y con contenidos culturales im-portantes; todos ellos, además, vincu-lados a la política de la Revolución(González Ortiz, 1996).

En la familia de Carlos GonzálezLobo nadie le enseñó arquitectura con-cretamente, pero sí lo motivaron a gus-tar de ella mientras recorrían conven-tos, pueblos coloniales, sitios prehispá-nicos o vernáculos, como Xochimilcoe Iztapalapa. Este gusto lo recordaríamás adelante, al entrar en la Escuelade Arquitectura, donde después de re-probar la materia de proyectos en elprimer año, llegó al taller del profesorAntonio Pastrana y Ochoa (1913-1967), quien ponía énfasis en la nece-sidad de la planificación integral enMéxico, de proyectar para los intere-ses de las clases populares, de la identi-dad como referente en la metodologíaproyectual. Todos estos conceptos sereflejaban en los proyectos de los estu-diantes y en muchos proyectos del pro-pio arquitecto.

“Para el arquitecto Antonio Pastranaparecía no haber justificación a su ejer-cicio profesional sin un enfoque socialy urbanístico” (Cortés, 1968: 18). Cons-truir con un sentido crítico de la reali-dad para transformarla, al menos des-de la pequeña parcela del arquitectoproyectista, fue, quizá, uno de los apor-tes más notables de este arquitectoveracruzano, casi inadvertido para lahistoriografía de la arquitectura mexi-cana y que aquí se rescata, para hilva-

3. Según el reciente Censo de Población y Vivienda, Mé-

xico tiene 97.4 millones de habitantes (INEGI, 2000).

4. Recomiendo la lectura cuidadosa de la tesis doctoral

de González Ortiz, 2002.

5. Carlos González Camarena colaboró con el programa

que promovió once mil acciones de agua y lavaderos

para toda la geografía de la República Mexicana de

finales del periodo presidencial de Lázaro Cárdenas

(González Ortiz, 1996).

6. Pintor y muralista destacado dentro del llamado

Movimiento Muralístico Mexicano, corriente crítica en

la que participaron también José Clemente Orozco,

Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, Rufino Tamayo,

entre otros.

7. Promotor de varios programas infantiles con gran

contenido cultural. Incluso el canal 5 de la televisión

mexicana conserva las siglas del apellido del inventor

mexicano: XHGC.

No hay reglas claras que ofrezcan soluciones a las necesidades

populares de vivienda; por ello las alternativas a la investigación y la

acción en arquitectura popular que ofrece Carlos González Lobo, tienen

la validez que da la necesidad de los pobladores pobres.

119C I E N C I A e r g o s u m , V o l . 1 1- 1 , m a r z o - j u n i o 2 0 0 4

nar este marco teórico desde el cual elarquitecto participa, habla, proyecta ycritica sobre su realidad cotidiana.

Antonio Pastrana formó parte de ungrupo de arquitectos mexicanos, entreellos Juan O’Gorman y Juan Legarreta,que intentaron consolidar una alternati-va arquitectónica abordando la planifi-cación urbana y la instauración de unaarquitectura digna para usuarios de es-casos recursos, y a los cuales CarlosGonzález Lobo recurre constantemen-te para constituir un discurso sólido queavale sus propuestas y proyectos. En lafigura 1 se observa el proyecto del gim-nasio, casino y baños para la Ciudad Uni-versitaria (México D. F.) –que a decirde Carlos González Lobo, AntonioPastrana proyectó en 1949, y que tuvoque hacer una segunda versión en cola-boración con el arquitecto RaúlFernández en 1951–, es quizá la obramás representativa de Antonio Pastrana,y que ha servido de inspiración a Car-los González Lobo para proponer suscascarones de concreto armado sin cim-bra de grandes claros, como el cons-truido en la iglesia del Mirasol en el Es-tado de México, obra que viene reali-zando Carlos González Lobo en cola-boración con los pobladores desde elaño 1970 (ver derecha, figura 1).

Es importante recordar que JuanO’Gorman (1905-1982) marcó uno delos capítulos más trascendentes de laarquitectura en México: construyó“nada más, todas las escuelas de la ciu-dad de México” (Ortiz, 1996). Esehecho fue considerado “uno de loseventos más conocidos, comentados ycelebrados de la historia funcionalistaen México” (Rangel, 1989: 127).O’Gorman fue un arquitecto radical ala hora de enfrentar el oficio arquitec-tónico y marcó la pauta de la arquitec-tura eficaz, al suprimir todo elementosuperfluo y costoso, ya que no conce-bía que se gastara un solo centavo delerario público en monumentos deco-

rativos si no se cumplían primero lasnecesidades fundamentales de habita-ción y lucha de las emergentes clasestrabajadoras mexicanas.

Por su parte, Juan Legarreta (1908-1934), a decir de Carlos González Lobo,fue uno de los arquitectos que “en cin-co o seis años de intensa actividad pro-yectual, teórica, polémica y docente,construye los instrumentos del funcio-nalismo radical en México” (González,1994: 10). Asesor estatal en materia dearquitectura popular durante el gobier-no de Lázaro Cárdenas, precursor enMéxico de propuestas para la viviendaobrera, proyectó y construyó, con dine-ro familiar, un prototipo de viviendaobrera en la ciudad de México en 1930(ver figura 3). Destacan sus apuestas poreconomizar en la construcción, lo queposibilita la repetición de las viviendas“con módulos constructivos”8 que aba-ratarían el costo de la vivienda obrera.9

Juan Legarreta fue un comprometi-do social, un socialista radical que ofre-ció muchas posibilidades para el debatearquitectónico. Nos quedamos con las

palabras que ofreció en la Sociedad deArquitectos Mexicanos en octubre de1933 como una muestra clara de su ma-nera contundente y radical de entenderel oficio arquitectónico: “Un pueblo quevive en jacales y ‘cuartos redondos’ nopuede hablar de arquitectura. Haremoslas casas del pueblo. Estetas y retóricos,¡ojalá mueran todos!, harán después susconclusiones” (González, 1994).

Durante el primer periodo del sigloXX, en México existió una verdadera

Figura 2. Estado actual de una escuela primaria en la colonia Obrera (calle Isabel la Católica) en la ciudad de

México, construida por Juan O’Gorman.

Originalmente eran 14 aulas, conserjería, dirección, dispensario médico, baño, secretaría, almacén, regaderas ysalón de juntas. Fuente: Fotografía del autor, 2002.

8. Concepto que retoma Carlos González Lobo en sus

proyectos de vivienda semilla con futuros

crecimientos, aprendido también de las escuelas de

Juan O’Gorman en 1932.

9. En 1932 Juan Legarreta ganó el concurso de la Casa

Obrera Mínima, y el Departamento Central construyó

un prototipo de vivienda en la colonia Moctezuma,

que sirvió de modelo para el conjunto de 120 casas

construidas entre 1933 y 1934 en la esquina de Calzada

Balbuena y Resurrección. Verificada la bondad del

proyecto, el Departamento del D. F. decidió construir

otro grupo mayor de casas en terrenos cercanos a

San Jacinto, también en la capital.

Figura 1. A la izquierda, proyecto del gimnasio, casino y baños para Ciudad Universitaria; a la derecha, Iglesia del

Mirasol, Estado de México.

Fuente: Fotografía del autor, 2002.

120 GONZÁLEZ, H. ARQUITECTURA EN EL PRECARIO...

liberalización arquitectónica como con-secuencia directa de la lucha revolu-cionaria y de cómo los diferentes go-biernos del PNR (Partido Nacional Re-volucionario, transformado posterior-mente en el actual PRI) intentaron po-ner en práctica los postulados más ur-gentes de la Constitución de 1917, en-tre ellos el derecho a la vivienda porparte de la emergente clase obrera me-xicana. Fueron muchos los profesio-nales que realizaron obras de gran tras-cendencia, destacaron por su ‘racio-nalismo ético’ los arquitectos Juan Le-garreta, Juan O’Gorman y Antonio Pas-trana, cuyo trabajo representa una ma-nera ética y estética de emprender unaverdadera vanguardia arquitectónica.

Carlos González Lobo creció en esteambiente revolucionario que buscabaincansablemente lo mexicano; fue influi-

do por esa manera ‘de querer hacerloasí’. Por ello incorpora a su metodolo-gía de trabajo este constante mirar larealidad para incidir sobre ella. Esta co-rriente que buscó incansablemente lamodernidad para las mayorías pobresde México lo lleva a mirar con atenciónsu entorno inmediato: América Latina.

2. América Latina:una necesidad común

González Lobo percibe en AméricaLatina muchos puntos de encuentro yde necesidades comunes, lo que une sutrabajo al del grupo de profesionaleslatinoamericanos que buscan solucionesa los problemas de pobreza extrema,vivienda digna y ciudad posible.

Según la Comisión Económica paraAmérica Latina (CEPAL, 2002), en esta

parte del continente cuatro de cada cin-co de las construcciones que se realizanen este momento no cuentan con laparticipación de ningún técnico titula-do. No por ello algunos pobladores deescasos recursos dejan de construir; dehecho, los ciudadanos pobres enautoconstrucción “han sido los princi-pales constructores de vivienda de fi-nales del siglo XX” (Bolívar, 1995: 13).

Por ello es importante resaltar lasapuestas técnicas que en el campo de laarquitectura pobre aportan profesiona-les latinoamericanos, a los cuales CarlosGonzález Lobo recurre para afianzarsu discurso arquitectónico. Entre ellosdestaca el arquitecto argentino ClaudioCaveri (Buenos Aires, 1928), quienmuestra su visión arquitectónica “quetiene que ver con las experiencias po-pulares de reivindicación de solares yconstrucciones del hábitat propio”(González, 1996). Ejerce una maneraparalela de construir respecto al oficia-lismo teórico del ‘debe ser’ en la arqui-tectura; busca elevar la calidad de vidade los ciudadanos de escasos recursoscon una arquitectura que se compro-mete con las urgencias del presente y seexpresa como una alternativa real a lapasividad oficialista de nuestra produc-ción arquitectónica. Un ejemplo de laobra de Claudio Caveri se observa enla figura 4: a la izquierda, CooperativaTierra, provincia de Buenos Aires. A laderecha, se presenta una pequeña capi-lla en el pueblo veracruzano de Ixpila,donde desde 1958 Carlos GonzálezLobo, en colaboración con RodolfoGómez Arias, Darío de Hoyos, R.Pacheco y A. Guerrero, comenzó a ex-perimentar en México con las posibili-dades del metal desplegado.

El ingeniero uruguayo Eladio Dieste(1917-2000) puso en marcha una tec-nología de ladrillo armado (ver figura5). Este material se ha utilizado común-mente como elemento decorativo y deornamentación; sin embargo, Dieste le

Fuente: González Lobo, (1996) y Bayón y Gasparini (1977: 28).

Figura 4. A la izquierda, Cooperativa Tierra, provincia de Buenos Aires; a la derecha, capilla en Ixpila, Veracruz.

Figura 3. A la izquierda, croquis de Juan Legarreta de la Casa Obrera Mínima ganadora del concurso en 1932; a

la derecha, vista actual de una vivienda en la calle Yunque esquina Congreso de la Unión en la ciudad de México.

Fuente: : : : : revista El Arquitecto, 1934 y fotografía del autor, 2002.

121C I E N C I A e r g o s u m , V o l . 1 1- 1 , m a r z o - j u n i o 2 0 0 4

dio un nuevo significado en la cons-trucción latinoamericana.

Empecé a estudiar y a utilizar estruc-turalmente el ladrillo, al descubrir unmaterial de ilimitadas posibilidades,casi completamente ignorado por latécnica moderna. Lo que se ha hechohasta ahora con ladrillo es poco y nobien orientado […] Estoy convencidode que la cerámica estructural es unatécnica con posibilidades tan grandescomo el hormigón armado (Dieste,1997: 27-28).

La cerámica armada,10 como la lla-ma Eladio Dieste (ladrillo armado lollama Carlos González Lobo), consisteen una pieza prefabricada monolítica,que combina el ladrillo, el acero y elhormigón, para conformar una piezaúnica que trabaja como una unidad es-tructural sólida.

Con la adaptación de este sistema cons-tructivo ‘integral’ en viviendas deautoconstrucción y siguiendo las leccio-nes aprendidas del ingeniero Eladio Dieste,Carlos González Lobo consigue el aho-rro en material, ya que las cantidades deacero y concreto son menores en com-paración con el empleo de una estructu-ra similar de concreto o de otro materialcomúnmente utilizado. Con ello lograreducir el precio de la vivienda populary se obtiene un mayor volumen espacialhabitable. A la izquierda de la figura 6 seobserva una comparativa del sistemaconstructivo utilizado por el ingenieroEladio Dieste, que sobre una cimbra co-locaba el ladrillo reforzado con acero yconcreto, lo que conforma una “estruc-tura monolítica”; por otra parte, a la de-recha, se observa la adaptación del ba-rro armado del arquitecto CarlosGonzález Lobo, que genera cubiertasabovedadas de ladrillo armado enautoconstrucción (González Ortiz, 1996).

Estas aportaciones técnicas y arqui-tectónicas marcan la relevancia del tra-

bajo de Carlos González Lobo, ya quepermite construir edificaciones casiiguales, producidas prácticamente conlos mismos materiales.

Rescatamos también los diseños rea-lizados por el arquitecto chileno Fer-nando Castillo para el Conjunto Anda-lucía (Chile, 1992), donde puso en prác-tica el sistema de ‘Gran Galpón’ deGonzález Lobo, con diseño del propioFernando Castillo y con la colabora-ción del Programa Iberoamericano deCiencia y Tecnología para el Desarro-llo (CYTED) y la Junta de Andalucía. Lafigura 7 presenta la vista exterior de lavivienda proyectada por Castillo. Supropuesta no incorporó la bóveda deGonzález Lobo; sin embargo, sí ofre-ció una calidad plástica enorme al em-plear el ladrillo en fachada combinadocon el hormigón: una experiencia es-pléndida de aplicación de las teorías delmexicano para vivienda pobre.

En estas viviendas se entregó un granespacio de doble altura con sólo 30 m2

en planta que preveía crecimientos po-sibles y a futuro. Se dejaron vigas dehierro en la estructura, a las que po-dían anclárseles vigas perpendiculares,para posteriormente conformar entre-suelos de madera, lo cual incrementabael espacio, conforme los usuarios tu-vieran recursos.11

Actualmente América Latina necesitauna arquitectura de urgencia, pero concalidad. Existe una verdadera “hambrede vivienda”.12 Estamos conscientes deque no hay ni habrá vivienda para to-

10. Recomiendo la lectura cuidadosa de Dieste (1997).

11. Julián Salas afirma que las familias postulantes a una

vivienda por parte del Ministerio de Vivienda y

Urbanismo de Chile desean invariablemente viviendas

“como las de Andalucía” (Salas, 1999).

12. Según el concepto empleado por Julián Salas Serrano

(Salas, 1989).

Figura 6. Comparación del sistema de construcción utilizado por Eladio Dieste (izquierda) y Carlos González

Lobo (derecha).

Fuente: Dieste, 2003 y González Lobo, 1996.

Fuente: Dieste, 2003.

Figura 5. Interior y exterior de la iglesia Atlántida.

122 GONZÁLEZ, H. ARQUITECTURA EN EL PRECARIO...

dos en el creciente Tercer Mundo; porello es importante destacar la ‘necia’ la-bor de muchos profesionales que siguenen la brecha por encontrar solucionesreales a las necesidades reales de vivien-da y habitabilidad en el subcontinente.

Por eso, cualquier aportación en elterreno de la arquitectura alternativarespecto a la arquitectura de best sellerque se consume y se enseña actualmen-te en todas las escuelas de arquitecturaes imprescindible para allanar el cami-no hacia, al menos, una hipotética igual-dad en la distribución del conocimien-to arquitectónico.

Carlos González Lobo es de los ar-quitectos que en la práctica profesio-nal construyen viviendas que aumen-tan los metros cúbicos habitables delos pobladores sin recursos, retomandosiempre en su discurso otros discur-sos paralelos encaminados a construirpara esa inmensa capa emergente depobres:

No niego que lo que hago tenga algúnvalor, si no, no lo estaría haciendo, peroestá del otro lado reconocer a una co-lección de gente que lo hacen, entre

ellos: Víctor Pelli, el trabajo de HoracioBarreto, de Mariano Arana en Uruguay;de Claudio Caveri en Argentina –quees quizás de lo mejor–, el de FernandoCastillo, el de Magda Peña y el deEdwin Haramoto; todo esto en Chile.Y así vas descubriendo una cantidad deloquitos que están en la misma; unoshemos descubierto un tipo de cosas queson más eficientes y otros no. Lo que síes cierto es que cada uno de nosotroscoincidimos en un tema: la mancha ur-bana inmensa, el crecimiento expansi-vo de la ciudad y la necesidad de inter-venir sobre la forma del suelo, la formade las casas y la forma de los programas(González, 1996).

3. La urgencia de ‘otra’arquitectura

Después de los atentados del 11 de sep-tiembre de 2001 en Nueva York, elmundo entero se ha volcado hacia laintransigencia y la ignominia, la razónha quedado varada, y la intolerancia yla xenofobia son el común denomina-dor en la toma de decisiones por partede las grandes empresas monetarias quemanejan el mundo a su conveniencia.

Los países del Tercer Mundo no pue-den hacer frente, en el marco políticoactual, al cúmulo de necesidades de suspobladores. Por ello la inmigración, lamarginalidad, la falta de vivienda, lafalta de agua potable, de luz, de áreas

verdes, de calidad de la enseñanza, et-cétera, serán los lastres sobre los cua-les debemos inevitablemente refundarla visión y la posición arquitectónicaen este nuevo siglo.

No puede pensarse en un arquitectolatinoamericano dedicado únicamentea una búsqueda formal, o como meroseguidor de las corrientes arquitectó-nicas de moda, pero mudo ante losacontecimientos que suceden a su al-rededor, al menos en el campo de laética arquitectónica. Más bien consi-deramos que el arquitecto debe entro-meterse y participar activamente en latransformación social que se requiereactualmente y con urgencia.

Hacemos hincapié en la necesidad de‘otra’ arquitectura: la arquitectura de lossin voz, la arquitectura generada conurgencia durante las noches en solaresinvadidos por los sin techo, arquitectu-ra deslegitimada por los grupos me-diáticos inventores de la “arquitecturabien”; una arquitectura que tiene rela-ción más con la necesidad que con laobjetividad del oficio arquitectónico, ale-jada de manera frontal de la propia ar-quitectura y donde los habitantes po-bres han tomado la palabra, así comolos ladrillos y los cartones, para dejarconstancia de su paso por el mundo.

Lanzamos aquí un reproche al afánde protagonismo que tiene el minorita-rio mercado arquitectónico que publi-ca en las revistas “para arquitectos” sus

Figura 8. Proyecto de viviendas para Mauritania, investigación y diseño de los arquitectos Carlos González

Lobo, María Eugenia Hurtado y Julián Salas Serrano.

Fuente: Figura sacada del tríptico para el curso Habitabilidad Básica. Profesores responsables: Arq. Felipe Colavidasy Dr. Julián Salas Serrano, Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, 2002.

Fuente: Archhitettura Participazione Sociale eTecnologie Appropiate (1996).

Figura 7. Vista exterior de la vivienda proyectada

por Fernando Castillo.

123C I E N C I A e r g o s u m , V o l . 1 1- 1 , m a r z o - j u n i o 2 0 0 4

grandes bibliotecas, sus grandes cate-drales, sus grandes halls de convencio-nes o sus grandes rascacielos, con el soloempeño de destacar su nombre en elmarketing global de la arquitecturainsolidaria que se practica actualmente.

Entendemos que aparte de la GranCiudad del merchandising, se requiere pen-sar también, en consolidar una arqui-tectura alternativa que se reclama dia-riamente en las calles de las caóticas ciu-dades del Tercer Mundo; una arquitec-tura que se demanda con urgencia enlos gethos de inmigrantes de las urbes delos países desarrollados donde los nó-madas habitantes de segunda residen enespacios insalubres, con hacinamientosenfermizos y que se apropian de plazasy calles para respirar y aliviar esa inha-bitabilidad en la que transcurre la vidade las mayorías empobrecidas del pla-neta; un planeta de tecnología de puntay del marketing, donde la felicidad delhombre sigue siendo aplazada cada día,donde la modernidad ofrecida durantela segunda mitad del siglo XX sigue sien-do un reto inaplazable por consolidaren este nuevo siglo XXI.

Hablo de todo esto para entenderobjetivamente que las bóvedas y laspropuestas técnicas y proyectuales deCarlos González Lobo son algo másque meros sistemas constructivos nove-dosos para pobladores pobres.

Carlos Gonzáles Lobo ofrece un ca-mino lateral hacia la modernidad de mi-les de pobladores carentes de recur-

sos, como demuestra su proyecto debóvedas de yeso sobre metal desplega-do realizado conjuntamente con laarquitecta María Eugenia Hurtado ycon el doctor Julián Salas Serrano enMauritania (ver figura 8), o la cons-trucción, durante más de 20 años, dela iglesia del Mirasol en el Estado deMéxico (ver figura 9), o la edificaciónde viviendas y equipamiento urbanocon ladrillo armado en autocons-trucción, en la población de Ahome en

Archhitettura Participazione Sociale e Tecnologie

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Ahome, Sinaloa.

Fuente: González Lobo, 1996.

Sinaloa (figura 10). Son tres ejemplosconcretos en los que el arquitecto par-ticipa activamente junto con poblado-res de escasos recursos, de manera quela arquitectura llamada “de autor” esllevada al campo de la construccióninformal arquitectónica por parte delas comunidades pobres.

En suma, el diseño de CarlosGonzález Lobo aporta un sentido po-lítico al proyecto y a la investigaciónarquitectónica actual.

124 GONZÁLEZ, H. ARQUITECTURA EN EL PRECARIO...

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