librosenllamas.weebly.com · 2 traducido por lizc corregido por angeles rangel lgunas chicas...

319

Upload: phungthu

Post on 11-Oct-2018

217 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de
Page 2: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

2

Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel

lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una

Liora Greyson de diecisiete años de edad tiene qué compartir,

también. Sólo que ella comparte su cuerpo... con un demonio.

Liora sólo quiere sobrevivir a su último año de la secundaria ilesa, con su

oscuro secreto intacto. Pero las paredes que cuidadosamente construyó

para alejar a las personas se rompen de par en par una vez que conoce al

sexy y misterioso Kieron, y él enciende su mundo en llamas. Ella no puede

dejarle saber que se transforma en un demonio llamado “Lucky” al caer la

noche... un demonio con una personalidad completamente diferente, que

reparte Tormento, Justicia y Venganza, como dulces de Halloween.

Resulta que Kieron es el que debería temer una vez que Lucky descubre su

verdadera identidad y motivaciones. Liora quiere amarlo, pero Lucky

piensa que él es su enemigo público número uno. Y tener un demonio con

una venganza apareciendo durante una cita romántica pone una seria

traba en cualquier relación.

Luchar contra tus demonios es una cosa. Tener uno que se defiende, se

mete con tu chico, y te deja con terrible resaca es otra muy distinta.

Ser mala nunca ha sido tan bueno…

Primer libro de la saga Demonblood

Page 3: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

3

Í

Sipnosis

Capítulo 1

Capítulo 2

Capítulo 3

Capítulo 4

Capítulo 5

Capítulo 6

Capítulo 7

Capítulo 8

Capítulo 9

Capítulo 10

Capítulo 11

Capítulo 12

Capítulo 13

Capítulo 14

Capítulo 15

Capítulo 16

Capítulo 17

Capítulo 18

Capítulo 19

Capítulo 20

Capítulo 21

Capítulo 22

Capítulo 23

Capítulo 24

Siguiente Libro

Prologo

Capítulo 1

Capítulo 2

Capítulo 3

Sobre la Autora

Page 4: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

4

í

Traducido por LizC y rihano Corregido por Angeles Rangel

uien sea que dice que el Infierno es el peor lugar imaginable,

obviamente, nunca pasó un día en la Secundaria Dove Creek.

Tiene que haber una inscripción en las puertas frontales

diciendo: “Dejen toda esperanza los que entren aquí”.

En algún lugar en la parte trasera de mi mente está el suave zumbido de la

voz de mi maestro, pero no presto atención a sus palabras. El reloj en la

pared marca tan lentamente que te juro que en realidad se detiene un par

de veces. Cierro los ojos y trato de imaginar un lugar más feliz; en

cualquier parte excepto aquí, haciendo cualquier cosa menos perder mi

vida fingiendo que pertenezco a un mundo que me odia.

—De acuerdo con Dante, el octavo círculo está reservado para aquellos que

han cometido actos de traición de fraude y engaño —dice monótonamente

el Sr. Soderbergh. Me encanta la forma en que tiene la capacidad de hacer

un viaje por el Infierno parecer menos interesante que un viaje al dentista.

Para ser justos, ya había leído Infierno cuando tenía ocho años de edad

como parte de mi educación temprana Demonhood. A pesar de que fue

hace casi nueve años, todavía tengo el recuerdo perfecto de cada palabra,

como con ninguna otra cosa que he leído nunca. Escucharlo siendo

discutido en clase es tan emocionante como volver a aprender el alfabeto

sin toda la diversión de cantar la melodía pegadiza que va junto con él.

Medio abro un ojo para mirar por la ventana. Los esqueletos de las ramas

de los árboles tiemblan con el viento. Pronto será invierno. Pronto la nieve

vendrá. Y entonces, no sólo voy a estar atrapada en un salón de clases

durante la mayor parte del día, mis tardes perezosas en el bosque se

Page 5: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

5

limitarán aún más. Voy a estar atrapada en la pequeña cabaña que

comparto con Tatiana, mi guardián.

Atrapada. La historia de mi vida.

Atrapada en esta aula, atrapada en mi cuerpo, atrapada en la luz del día,

atrapada en este mundo falso. Atrapada en un limbo sin salida a la vista.

Hace frío fuera, así que cuando mi piel comienza de repente a calentarse,

sé que algo anda mal. Como la sensación del sol quemando poco a poco se

extiende hasta mi cuello, me entra el pánico.

Oh, no. No, no, por favor no.

—¡Liora Greyson! —La enojada voz del Sr. Soderbergh y un libro golpeando

en contra de su podio me sacude hasta llamar mi atención. Levanto la

cabeza de la cuna de mis brazos y le disparó una mirada gélida.

—¿Qué? —Mi voz no pertenece a mí. Suena como yo, pero no lo es.

Me frunce el ceño desde detrás de sus gafas de lectura. —Lamento si

nuestra discusión sobre el Infierno de Dante está interfiriendo con tu hora

de la siesta. —El resto de la clase estalla en risitas, a excepción de mi

amiga Corrine Wilson, que me mira con preocupación.

—Sí, ¿le importaría bajar el volumen? Whah Whah Whah. Así es como

suena. —No puedo evitar que las palabras salgan. Mi corazón se hunde y

cierro los ojos. Dándome cuenta de que aún tengo algo de control sobre mi

propio cuerpo, coloco una mano sobre mi boca. Pero ya es demasiado

tarde, el daño ya está hecho.

Una vez más.

Jadeos impresionados se mezclan con risas nerviosas y miradas de

desaprobación. El rostro del Sr. Sodenberg se hincha rojo y sus ojos

entrecerrados normalmente parecen estar a punto de salirse de sus

órbitas.

—A la oficina del Director. Ahora.

Genial. ¿Qué más hay de nuevo?

—Y le vas a decir que ya no eres bienvenida en mi salón de clases. No voy

a tolerar este tipo de comportamiento.

Page 6: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

6

—Sí, señor. —Mi mano se eleva hasta mi cabeza y le da un saludo rápido

antes de que yo sea capaz de forzarla hacia abajo. Agarro mi mochila,

ignorando las miradas superiores de mis compañeros de clase. Ellos

disfrutan de verme meter en problemas, como si el ver a la extraña-chica-

fenómeno ser castigada por ser una extraña-chica-fenómeno los hace

sentir mejor acerca de sus vidas sencillas y ordinarias. Pero no importa

cuán extraña podrían pensar que soy, estarían aterrorizados si supieran la

verdad.

Como deberían hacerlo.

Una ráfaga de aire fresco punza mi rostro mientras penosamente camino

por el corredor de la escuela. Subo el cierre de mi chaqueta y debato

caminar directo más allá de la oficina del director y justo fuera del

campus.

Me apoyo en un casillero oxidado mientras tanteo mis opciones. Ya sea

que lidio con un demonio insolente secuestrando mi cuerpo y consiguiendo

meterme en problemas, o, me enfrento a una bruja enojada esperándome

en casa si me escabullo de nuevo.

Impresionante.

Dante nunca cubrió esta parte en su guía a través de los nueve círculos

del Infierno. Únicamente escribió acerca de ir a un lugar donde los

demonios castigaban a los pecadores después de su muerte.

En ninguna parte menciona el infierno personal de tener que compartir un

cuerpo con un demonio viviente que podría atormentar a su voluntad, pero

estoy segura de que habría apreciado la cruel ironía. Quizás este podría

haber sido su “décimo círculo”.

Después de unos momentos me decido a tomar mis oportunidades con el

director. La temperatura de mi cuerpo se siente de vuelta a la normalidad,

así que creo que estoy a salvo por ahora. Sólo puedo orar. La secretaria, la

Sra. Fleming, ni siquiera pregunta por qué estoy aquí, sólo me da su

mirada odiosa de costumbre. Tomo asiento en una silla naranja fea,

contemplo las viejas fotografías de la Guerra Civil en la pared, e ignoro sus

miradas asesinas.

El Director Winters abre su puerta y se aclara la garganta. —Señorita

Greyson, entre. —Él definitivamente no está feliz de verme. Pero esa es la

reacción de la mayoría de las personas. Algunos, como la Sra. Fleming, me

Page 7: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

7

desprecian abiertamente. Otros tratan de actuar agradables, pero siempre

me puedo dar cuenta que se sienten incómodos. Es todo sobre el contacto

visual… o la falta de él. Las personas tienden a mirar a un lado cuando me

hablan a mí, o simplemente echan un vistazo durante un nanosegundo

antes de evitar mi mirada. Tal vez los ojos son realmente las ventanas del

alma, y no quieren ver lo fea que es la mía.

—Así que, Liora, ¿qué te trae por aquí hoy? —Se relaja en su silla como si

fuéramos a tener una agradable charla sobre el tiempo, sus ojos se

centran en la pared detrás de mí.

En realidad me gusta el Sr. Winters. En cierto modo me recuerda a Santa

Claus, y a diferencia de su secretaria repulsiva, realmente parece

preocuparse por los estudiantes. Incluso le doy algo de crédito por tratar

de ser amable conmigo.

—Podría haber cabeceado en la clase de inglés. El Sr. Soderbergh no

estaba contento con ello.

—Ahh, sí —él asiente como si entendiera por completo—. ¿Te estás

sintiendo bien?

—Bien.

—¿Cómo están las cosas en casa?

—Perfecto.

Su sonrisa se desvanece. —¿Cómo está tu abuela en estos días? Sé que

cuidas de ella por tu cuenta y que debe ser una carga para ti.

—Está genial. Absolutamente sin ningún problema para nada.

Frunce el ceño, decidido a arreglarme. Sí, buena suerte con eso.

—¿Te aburres en tus clases, Liora?

Por qué, sí. Sí, lo hago, Director Winters. ¡Estoy completamente aburrida

de mi maldita mente! ¡Este lugar me hace estúpido cada momento!

—No, estoy bien. Desafiada académicamente. Estimulada

intelectualmente.

Él no hace caso de mi sarcasmo. —Voy a ser directo contigo, Liora. Me

estoy poniendo muy preocupado por tu comportamiento últimamente.

Page 8: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

8

Eso hace que seamos dos.

—Esta es la cuarta vez que has sido enviada aquí en las últimas dos

semanas. Saltarse las clases, el incidente en el gimnasio.

—Ya le dije, esa lucha no fue mi culpa —le interrumpo, pero no hay punto

en discutir. Estoy bastante segura de que no va a aceptar mi excusa de

“un-demonio-me-hizo-hacerlo”, estoy medio tentada a decirlo de todas

maneras. Pero entonces simplemente me mandarán a la consejera de la

escuela de nuevo, y ella le diré a Tatiana que está preocupada por mi salud

mental otra vez. Tatiana tendrá que suavizar las cosas de nuevo y se

enojará conmigo otra vez. Paso.

Se inclina hacia adelante en su silla y arrastra algunos papeles sobre su

mesa. —No hay duda de que estás dotada académicamente. Los resultados

de tus pruebas son siempre los más altos de tu clase y tus calificaciones

impecables, a pesar de tu aparente falta de esfuerzo. Tu futuro está abierto

para cualquier número de increíbles oportunidades educativas y

profesionales, si así lo desearas. Sin embargo, parece no importarte en

absoluto, y esto me preocupa. Parece que disfrutas de burlarte de

cualquiera que trata de ayudarte. Simplemente quisiera saber de dónde

viene esta mala actitud tuya.

Confíe en mí, no quiere saber.

—Lo siento. Voy a tratar de hacerlo mejor. Más solidaria, menos burlona.

Lo prometo. —Fuerzo una sonrisa y espero de que eso sea todo en esto.

Pero mi optimismo rápidamente se convierte en terror cuando el familiar

escozor se arrastra desde mi estómago, por encima de mi pecho, y hasta

mis brazos y piernas. Ella está de vuelta.

Necesito salir de aquí. Por desgracia, El director Winters todavía quiere

charlar. Abre un archivo y cuidadosamente lee detenidamente su

contenido. Me muevo incómoda en mi asiento y respiro profundamente

varias veces, enfocando toda mi energía en permanecer presente y en

control.

Soy Liora Greyson. Soy Liora Greyson. Soy Liora Greyson.

Pero Sus hilos eléctricos de fuego se extienden por todo mi cuerpo como

un enjambre de hormigas que marchan a la batalla. Una batalla que voy a

perder.

Page 9: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

9

—¿Has pensado nuevamente en tus planes después de graduarte? La Srta.

Collins ha informado que te has saltado todas tus citas de consejería de

preparación universitaria. Como estudiante de último año, no te queda

mucho tiempo para enviar tus aplicaciones. Me he tomado la libertad de

encontrar algunas escuelas.

Soy Liora Greyson. Soy un ser humano. Estoy aquí. Este es mi tiempo, no el

tuyo.

Mi canto en silencio cae en picada. Es inútil tratar siempre luchar con

Ella. Su energía me sobrepasa y otra vez no soy nada más que un

espectador: una simple pasajera silente y sin poder en mi propio cuerpo.

Ella fija mi mirada hipnótica sobre el Sr. Winters, quien inmediatamente

se congela y se queda mirando en cambio.

—Sr. Winters, discúlpeme, Director Winters, gracias por su preocupación,

pero no hay necesidad de preocuparse por mí. Tengo todo calculado y

estaré muy bien. Me voy ahora, y no me va a detener. De hecho, olvidará

de que incluso me vio hoy. Todo está bien en cuanto a Liora Greyson se

refiere. Ella es su alumna favorita. La adora. —Mi voz suena más dulce

que el azúcar empapada en miel.

Sin soltar el archivo a mitad del aire, el Sr. Winters asiente con la cabeza

robóticamente.

—Puede hablar.

—G-gr-gra-gracias por ve-venir. Por favor hágame saber si la puedo a-a-

ayudar con algo más.

—Gracias, amable señor, voy a estar segura de que haga eso. Que tenga

un buen día, ahora. Ta ta —canto y salgo de su oficina. Una mirada a la

Sra. Fleming la silencia en sumisión, y me mira como un sapo petrificado.

En algún lugar entre los macizos de flores secos fuera de las oficinas y la

acera agrietada, Su fuerza invasora se aleja, lo que me permite recuperar

el control. Pero no hay manera de que me quede en la escuela por el resto

del día con Ella actuando así, sin importar las consecuencias esperándome

en casa.

Page 10: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

10

Luchando contra lágrimas de frustración, evado mi camino a través de la

colección de las viejas y oxidadas camionetas usadas que pueblan el

estacionamiento de los estudiantes, mi mente es un lío confuso. ¿Por qué

Se muestra cuando no es su turno? La noche le pertenece a ella, pero el

día me pertenece a mí. ¿Y por qué Tatiana me obliga a participar en esta

farsa ridícula de ser una adolescente normal de todos modos? Es evidente

que es imposible. Soy cualquier cosa menos normal y tratar de actuar

como si lo soy no es más que un ejercicio masoquista en futilidad.

Pero a pesar de todo lo que estoy sintiendo en este momento, es la

impotencia lo que más me molesta. El no tener control sobre mi propia

vida. Siempre estar a merced de los demás con poderes más grandes que

los míos.

Estoy tan malditamente cansada de ello.

—Hola, Señorita, ¿disculpe? —Ni siquiera me doy cuenta del chico

desgarbado apoyado contra el costado de una camioneta negra brillante

hasta que me llama. Quiero ignorarlo y seguir avanzando, pero no puedo.

Su voz es como un lazo invisible tirando de mí hacia atrás.

—¿Sí? —Me doy la vuelta despacio, cuidadosa con el extraño testimonio de

mi huida loca. Si él es uno de los guardias de seguridad de la escuela,

estoy perdida.

Él poco a poco trota hacia mí, y yo pongo los ojos en blanco, molesta. Toda

esta patética idea de aspirante a policía rentado en realidad no nos

proporciona ningún tipo de “seguridad” es una broma. Todo lo que hacen

es molestar a estudiantes que no siguen las reglas. Nunca serán capaces

de proteger a nadie de los peligros reales que acechan en sus propias

narices.

Pero a medida que se acerca, me siento aliviada al ver que él es sólo un

muchacho. De mi edad. No debe preocuparse de que estaba

escabulléndome. Doy una mirada furtiva por el estacionamiento. Estamos

por completo solos.

—Hola —dice.

No sé quién es, pero no es de por aquí, de eso estoy segura. Sus botas de

cuero brillantes parecen ser nuevas y costosas, y su jersey tejido

Page 11: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

11

directamente sacado de un modelo de Ralph Lauren. Pero son sus

pantalones vaqueros lo que le delatan. Todos los chicos de por aquí llevan

Levi’s como si fueran el uniforme asignado. Este muchacho lleva

pantalones vaqueros de diseñador. Parece fuera de lugar en una rústica

escuela secundaria inmersa en la zona rural de Virginia. Debería estar

paseando por una majestuosa finca en algún campo Inglés o en un yate en

algún ridículo puerto lujoso en la costa.

—Hola —le digo, aún más cauta ahora.

Él sonríe, y sus ojos azules oscuros capturan la temprana luz del sol de la

mañana. Él es mucho más alto ahora que está de pie justo enfrente de mí.

Inclino mi cabeza para encontrarme con su expresión divertida.

—¿Eres una estudiante de aquí? —pregunta.

Me encojo de hombros.

—Técnicamente, supongo. —Vamos, sácalo, Sr. Aspirante de Policía a la

Moda.

Él se ríe entre dientes, y se aparta su cabello de ébano lejos de su rostro.

—Bueno, entonces, tal vez puedas ayudarme. Estoy un poco perdido. Se

supone que debo ir a la oficina de registro para inscribirme para las clases,

pero no estoy seguro de dónde está.

—¿Tú vas a comenzar a asistir a la escuela aquí? —Mi pulso se aceleró

inexplicablemente ante mi pregunta.

Él asintió. —Sí. Ultimo año. Apesta tener que comenzar ahora. Oh, bien —

sonríe, y yo no puedo evitarlo pero pienso que podría haber estado en un

comercial de pasta dental con esos blancos y perfectamente rectos dientes.

Definitivamente no es de los alrededores.

—¿Por qué vendrías aquí? —Oh, sí. Eso fue delicado. Yo debería haber

firmado para ser la que recibe en el pueblo.

Él se rió de nuevo. —¿Lo siento?... esta es la secundaria Dove Creek,

¿verdad? ¿Hogar de los Fighting Spartans? —Sus ojos se movieron a lo

largo del aviso blanco y azul detrás de mí, pero nunca perdieron nada de

su afabilidad.

—Bien, si… quiero decir… ¿Solo te mudaste al pueblo o algo? Como ¿a

propósito?

Page 12: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

12

Vaya, ¿realmente soy una de esas chicas que se vuelve una idiota total

cuando le hablan a un chico lindo?

—Sí, hace unas pocas semanas. Vine a vivir con mi tío. Él trabaja en las

minas Flintridge. Pareces tan sorprendida. ¿Ninguna gente nueva se muda

aquí?

En realidad tuve que pensar acerca de esto por un momento. —Tal vez,

supongo. La mayoría de la gente solo no puede esperar para irse, es todo.

Pueblo pequeño. No pasa mucho, no hay razón para estar aquí si tú no

tienes que estar…

Está bien, oficialmente soy una de esas chicas idiotas. Lo que sea que le

pasó a “Hola, bienvenido a Dove Creek! Estamos tan felices de que estés

aquí Mi nombre es Liora Greyson y seré, ¿tu amistosa guía…”?

—Estoy seguro de que encontraré algo para mantenerme ocupado —dice

él, el brillo de regreso en sus ojos. Me gustan sus ojos. No solo por su color

cobalto, sino porque no tienen miedo de mí—. Además, me gustan los

pueblos pequeños. He vivido en grandes ciudades toda mi vida. Es

agradable aquí. Pacífico… callado. Puedes escucharte pensar.

Arrugo mi cara. ¿Por qué él dice eso como si fuera una buena cosa? Yo

haría algo para no escuchar los pensamientos que rugen en mi cabeza.

Especialmente más tarde, con su ser sicóticamente obsesionado con una

venganza suicida.

En vez de darle una respuesta que en verdad lo convencería de que soy

una completa maniática del trabajo, tomo una respiración profunda y

apunto a la escena de mi más reciente crimen. —La oficina de

administración está por ahí, debajo del arco por los parterres de flores.

Sigue por ese pequeño camino y es la primera puerta a tu derecha. No

pongas ninguna atención a la secretaria. Ella es un desagradable ogro con

un palo en su trasero.

—Lo tengo, gracias. —Él entrecierra los ojos mientras contempla la

arquitectura única—. Ese seguro es un edificio de aspecto extraño. Ni

siquiera parece una escuela.

Oh, aprovecho esto. Solo escuché la historia un millón y medio de veces. —

Eso es porque solía ser un Monasterio Jesuita. Tiene casi doscientos años

de antigüedad. Créelo o no, aquellos son los vitrales originales. —Señalo la

rotonda donde los colores rompen atrapando los rayos del sol—. Fue usado

Page 13: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

13

como un hospital durante la guerra civil, y después lo convirtieron en una

escuela.

La sorpresa coloreó su cara. —¿Me estás queriendo decir que vas a una

escuela que solía ser una iglesia? —preguntó con descreimiento.

—No creo que un monasterio sea exactamente lo mismo que una iglesia.

Además, no es que sea una escuela religiosa ahora o algo así…

—De todos modos…

Su reacción es confusa así que me encojo de hombros de nuevo, mi

respuesta automática cuando no sé qué decir o hacer. La historia de la

Secundaria Dove Creek es una fuente de orgullo para la gente del pueblo;

nunca he visto a alguien preocuparse por esto antes. Y esa fue sólo mi

conversación trivial sacada de mi manga. Genial.

—¿Hay un lugar de adoración ahí? ¿Un altar o un salón de oración?

Y ahora él es el raro. Bien hecho, Liora.

—Um… bueno, el edificio con todos los vitrales solía ser una capilla. Pero,

ahora, sólo lo usamos como auditorio. En realidad, nadie reza ahí. —¿Tal

vez él es alguna especie de loco religioso? Imagínate. Todos los chicos

calientes tienen un defecto grande en alguna parte.

Considera esto por un momento. —Fascinante —finalmente murmura él.

Cuando se da cuenta de mi mirada interrogadora, rápidamente añade—:

Es sólo que no esperaba que un pueblo pequeño tuviera una historia

interesante es todo.

Encogimiento de hombros número cinco. —Es la única cosa interesante

acerca de este lugar. Es todo cuesta abajo desde aquí. —Sip. Soy todo

mesón consistente.

Él vuelve su atención a mí y lanza una pequeña sonrisa. —De algún modo,

dudo de eso —dice en voz baja.

Parpadeo. —¿Ah?

—Si no te importa que pregunte, ¿Por qué te estás escondiendo? —

continúa sin inmutarse.

—Um… ¿Qué te hace pensar que lo estoy? —Mi mirada se lanza alrededor

del estacionamiento de nuevo. ¿Cuánto tiempo hemos estado parados

Page 14: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

14

aquí? Se siente como menos de un segundo y por siempre al mismo

tiempo.

—Bueno, porque la escuela esta por ese camino —dice apuntando de

nuevo hacia el edificio de ladrillos—, pero tú te estabas dirigiendo por ese

camino. —Señala a la línea de árboles en el otro lado del camino, las

esquinas de sus ojos arrugándose en diversión.

—Oh, está bien. Si, um… no me estoy sintiendo muy bien. Sólo estaba

yendo a casa a descansar algo. —Espero que la mentira no se muestre en

mi voz. Tatiana dice siempre que soy una mentirosa horrible. Por

supuesto, ella no es exactamente la fuente más imparcial.

Él se inclina contra una camioneta azul oxidada. —Siento escuchar eso.

Espero que te sientas mejor pronto. Sería agradable tener al menos a una

persona conocida aquí. No es fácil ser el chico nuevo y no conocer a nadie.

Yo asiento de acuerdo mientras pienso en cómo no me siento en absoluto

triste por él. Este es un chico que no estaría solitario por mucho tiempo.

Incluso si los otros muchachos en la clase tardan un tiempo para aceptar

a este recién llegado de la gran ciudad, las chicas volarían hacia él como

abejas cachondas hacia una muy sexy jarra de miel. Me doy cuenta que

este pensamiento me molestaba.

—Estoy segura que lo harás bien —murmuro, mi boca repentinamente

seca.

Sus ojos se engancharon a los míos, y por una fracción de segundo ve

justo a través de mí; su atención centrada haciéndome sentir como si estoy

parada sola en un escenario debajo de docenas de reflectores brillantes,

vulnerable y expuesta. Trago y mi corazón late más rápido.

—¿Te gustaría que te lleve a casa, o tienes tu propio carro? —Su voz es

suave, y me quedo atónita ante su pregunta, por la forma en que la hace.

Casi íntimamente, como si ya fuéramos viejos amigos. Mucha gente que he

conocido por años no me habla con la facilidad sin gran esfuerzo con que

este chico extraño lo hace.

—No… gracias. Quiero decir, sí, tengo carro, pero está en casa. Prefiero

caminar. El aire fresco me hace bien. Pero gracias de todas formas.

Page 15: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

15

—Todo bien, entonces. Ese camino, ¿dijiste? —Se mueve de regreso a los

edificios—. ¿Primera puerta a la derecha y cuidado con las ogros

desagradables?

—Sí… y si tú pudieras hacerme un favor y no mencionar que me viste, eso

sería genial. —Hago una mueca mientras pienso en el problema esperando

por mi mañana, ni mucho menos lo que está esperando por mí en casa

más tarde hoy.

Él arquea una ceja oscura, y sus ojos centellean de nuevo. —No te

preocupes; tu secreto está a salvo conmigo. Además, ni siquiera sabría con

quién era que estaba delatando —añade intencionadamente.

—Oh, lo siento… Mi nombre es Liora. Liora Greyson. —Sí. Modales. Sabía

que tenía algo en alguna parte.

—Es agradable conocerte, Liora. Soy Kieran Ambrose. —Él extiende su

mano y yo automáticamente la tomo; su grande y cálida palma hace

parecer a la mía fría y diminuta. Le da un suave apretón y cada célula en

mi cuerpo despierta encendida. Rápidamente la separo, sin querer

molestar al verdadero fuego dentro de mí.

—Es agradable conocerte, también. Bienvenido a Dove Creek… Espero que

te guste aquí. —Al final recuerdo mi discurso de bienvenida y deseo no

haberlo hecho. Suena incluso más festivo en voz alta que en mi mente.

—Definitivamente me está gustando mucho —dice. Sus ojos nunca dejan

los míos.

Hay un bailoteo rodando en mi estómago, pero no tengo miedo. Este aleteo

extraño no está siendo causado por ella. Nerviosamente, acomodo un

mechón suelto de cabello detrás de mi oreja y sonrío a mi nuevo amigo.

—Buena suerte ahí… Te veré mañana.

—Hasta mañana.

Page 16: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

16

—Hola Liora. Me estaba preguntando cuándo decidirías venir a casa. —

Tatiana está encorvada sobre la estufa preparando la cena mientras entro.

Cuando se voltea para encararme, estoy aliviada de ver que no hay señal

de rabia en su cara o desaprobación en sus ojos blanco lechosos.

Había pasado el resto del día en el bosque, leyendo en mi árbol favorito y

pensando en Kieran. Sabía que era estúpido estar toda excitada por algún

chico que ni siquiera conocía, pero no podía evitarlo. Había algo diferente

acerca de él. Y la forma en que me habló y me miró… como si yo fuera

normal… como si en realidad le gustara… como a una persona… Se había

sentido bien. Realmente bien. Una chica podría acostumbrarse a esto, eso

es seguro.

Cualquier chica excepto yo, eso es.

—Hola, Tatiana. Lo siento, perdí el sentido del tiempo. —Me preparo para

su regaño. Ella fácilmente siente mi presencia dentro de un radio de

dieciséis kilómetros y sabe exactamente dónde he estado todo el día. Pero

no dice nada. En su lugar, sigue con la preparación de la comida y

tarareando suavemente.

Tomo asiento a la mesa y la observo con curiosidad. Aunque es

completamente ciega, Tatiana se mueve alrededor con la agilidad confiada

de alguien con visión veinte-veinte. Percibe objetos alrededor de ella con

una claridad inhumana, su “ojo interior” como lo llama. Pero ese no el por

qué estoy desconcertada.

—No te disculpes conmigo. El sol está casi oculto. Eres tú la que debe

apurarse si no desea sentirse mal mañana —dice mientras lleva dos platos

de comida caliente.

Rápidamente ataco algo de la carne y la papa guisada, y trato de imaginar

una manera de decirle lo que pasó. Necesito respuestas, incluso si ella se

pone irritada conmigo.

—¿Cómo estuvo tu día hoy? —pregunta ella justo sobre la pista.

Trago y trato de leer su cara. Ella podría haber sido un jugador de poker

profesional.

—Verdaderamente, no muy bien. Ella se mostró de nuevo hoy y me metió

en problemas en clase.

Page 17: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

17

Tatiana asiente. —¿Fue una transformación completa?

Niego con mi cabeza. —No, no fue como lo que pasa en la noche. Esto era

más como… una experiencia fuera-del-cuerpo, pero mientras yo estaba

rígida en éste. Estaba consciente de todo lo que dijo ella y e hizo… Me hizo

decir cosas… Creo que sus poderes trabajaban también, juzgando por

cómo la gente actuaba. ¿Por qué está ella haciendo eso? ¿Cómo es siquiera

posible? ¿Puedes hacerla detenerse?

Tatiana lentamente mastica su comida, y por un momento pienso que no

puede responderme. Yo sé cuánto le importa a ella estar siempre atrapada

en el medio de nosotras dos. Finalmente, limpio las esquinas de su boca

con una servilleta. —Hablaré con ella, pero creo que sólo está

reaccionando a los recientes eventos y al peligro intensificado. Quizás está

quedándose cerca de la superficie como una medida de protección.

—Ella no está protegiéndome; ¡está metiéndome en problemas!

—Tú sabes que ella tiene dificultad para distinguir la diferencia. Lo qué es

correcto para ella puede ser completamente equivocado para ti.

Hago un ruido que es algo entre una tos y un resoplido. —Eso, ahí mismo,

es el eufemismo del siglo, Tatiana.

—Tendré que hablar con ella...

—Sí, por favor, dile que no se entrometa en mi vida. Si lo hace una vez

más, voy a encontrar una manera de despertar durante su tiempo y

hacerle decir y hacer algo realmente estúpido. Que vea cuánto le gusta. —

Mi amenaza es hueca y Tatiana lo sabe. Ella sabe que hago todo lo que

está en mi mano para no despertar en la noche y ser testigo de todo el

mundo que mi medio demonio habita. La única cosa que me impide

volverme completamente loca es no saber nada de lo que ocurre desde el

anochecer hasta el amanecer. La bendita ignorancia es mi única gracia

salvadora en esta situación torcida.

Vuelvo a mi comida, pero Tatiana fija su mirada convincente en mí. Genial.

—¿Qué? —Murmuro. Si ella todavía me lo va a hacer difícil por irme,

incluso después de que expliqué lo que había sucedido...

Page 18: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

18

—Tu energía está en conflicto... hablas con enojo y frustración, sin

embargo, hay un brillo feliz en lo profundo de ti que no estaba allí antes.

Estoy curiosa en cuanto a que lo causó.

Trago, cierro los ojos y rezo porque Tatiana no pueda sentir lo acalorado

que mi rostro se ruboriza.

—No es nada, de verdad —murmuro. Oh, por favor. ¿A quién estoy

tratando de engañar? Podría también soltarlo—. Había un chico nuevo ahí

hoy. Dijo que su tío trabaja en las minas, por lo que va a ir a la escuela

aquí. Él es agradable, es todo. De alguna manera lindo, también. —Meto

una cucharada colmada de caldo en mi boca y agacho más mi cabeza.

Ella asiente con la cabeza y levanta su barbilla. —Ahh, sí. El recién

llegado. Yo lo sentí hace unos días. Sin embargo, no estaba segura en

cuanto a su propósito exacto, y sí, de hecho, sus caminos se encontrarán.

El destino aún no se ha escrito, y él es sólo un medio, obligado por la

oscuridad y abrazado por la luz. El libre albedrío es suyo, porque él no

estará a merced de cualquier maestro si la libertad está a su alcance.

Dejo escapar un suspiro de exasperación. Eso es lo que pasa con Tatiana.

Ella estará un minuto perfectamente normal, pero empieza a hablar en

acertijos sin sentido en el siguiente. Tomo un trago de un poco de jugo de

manzana y miro por la ventana.

—¿Sabes lo que está haciendo esta noche? —le pregunto, deseosa de

cambiar de tema.

—Impuestos —responde Tatiana—. Debería ser tranquilo. Solo humanos.

—Ella no va a estar feliz por eso. Deberías saber que está completamente

obsesionada con cazar a los demonios Amazèa desde que escuchó que

estaban en la zona.

Incluso cuando no está apareciendo algunas veces puedo escuchar sus

pensamientos... en serio se está armando para una batalla. No creo que

ella vaya a parar solo para recoger algo de dinero.

—Lo hará porque su búsqueda es inútil por ahora. Los Amazèa ya han

salido de nuestro territorio...

Sus palabras se desvanecen mientras las primeras oleadas de fuego

hormiguean pasando a través de mi debilitado cuerpo. Mi tiempo ha

Page 19: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

19

terminado. Trato de empujar la comida restante lejos de mí, pero es

demasiado tarde. Mis brazos ya se han vuelto flácidos. Ya no son míos.

Mi tenedor golpea en el suelo. Todo se oscurece.

Cuando abro los ojos estoy sentada en la mesa frente a Tatiana. Ella me

da una pequeña sonrisa.

—Hola, Lucky.

Page 20: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

20

í

Traducido por LizC y Andy Parth Corregido por Angeles Rangel

n olor acre asalta mis sentidos, y bajo la mirada con disgusto.

Aun cuando podría consumir comida humana siempre he sido

una vegetariana estricta, a diferencia de Liora, quien insiste en

alimentar nuestro cuerpo con cuerpos de animales muertos. Una

cosa es tratar de ignorar este asqueroso hecho, y otra diferente es darse

cuenta que me esté mirando a la cara.

El fuego acelera por mis venas. Levanto mis brazos para borrar la ofensiva

vista. Pero las palabras de Tatiana me detienen en seco.

—Por favor no, querida. Tengo un gusto particular por estos platos.

Miro a mi tutora con el ceño fruncido, pero permito que las llamas en mi

palma se extingan.

—Sé que ella lo hizo a propósito. Sabe que esta basura me enferma. Uno

pensaría que sería un poco más atenta después de lo que hice por ella hoy

—Pateo mi silla hacia atrás con más fuerza de la necesaria y me muevo al

otro lado del cuarto.

—¿Y qué fue eso? —pregunta Tatiana mientras recoge los platos.

—Unos idiotas estaban molestándola en la escuela. Me hice cargo de ello.

Y fui amable. Toda sonrisas y dulzura… en su mayor parte. ¿Por qué

insistes en hacerla ir a esa horrible prisión, de todas formas?

Tatiana no dice nada y coge el paño de cocina de su hombro, usándolo

para limpiar la encimera. Echo una ojeada a las ropas que cubren mi

cuerpo y gimo. —Y por el amor de Lucifer, por favor dime por qué tiene que

usar estas bolsas de basura todos los días. Gah, es bueno que una de

nosotras tenga buen gusto.

Page 21: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

21

—Creo que Liora ha estado más deprimida últimamente. —Tatiana se seca

las manos y me sigue dentro del cuarto. Se sienta en el borde de la cama y

arregla su vestido estilo victoriano sobre sus delicadas rodillas. —¿Lucky,

por qué has estado tomando el mando cuando no es tu turno?

—También estaría deprimida, si cada que me mirase en el espejo viera a

una ridícula gótica deprimida. Quiero decir, el esmalte de uñas negro es

genial, pero en serio... Esa chica necesita agregar algo de color a su

guardarropa y botar el delineador de mapache. Por favor dile que el estilo

gótico ya pasó de moda —digo mientras remuevo su maquillaje y me

reaplico el mío.

—No respondiste a mi pregunta.

Busco en el closet y retiro mi elección antes de responder. Puedo ver que

Tatiana está enojada conmigo, pero tengo una muy buena razón para

aparecer hoy día.

—Bueno, tiene que ver con eso, especialmente ahora. No puedo bajar la

guardia ni por un segundo con los Amazèa de regreso en la ciudad. Y

Liora, es tan débil. Si ellos quisieran atraparme, ¿Qué mejor manera de

hacerlo que pasar por ella cuando este desprotegida y completamente

indefensa? Afortunadamente, ha estado facilitándome asomarme… ella en

cierto modo se hace a un lado mentalmente y quiere que tome el mando,

aún si no lo admite. Dejaré que Liora me culpe de todo. Si ella realmente

no me hubiese querido aquí, yo no habría sido capaz de salir. Pero como es

usual no logro admitir este pequeñísimo detalle.

Tatiana se toma un tiempo para pensarlo. —Tal vez tú sientes que es

cierto, pero tiene un efecto desagradable en su bienestar. Te voy a pedir

que no intervengas en su vida a menos que sea una emergencia extrema.

Una cuestión de vida o muerte.

—¿Por qué? No lastimo a nadie… no realmente… bueno, nada

permanente, por lo general. Y tengo que asegurarme de que estoy a salvo…

—Sabes perfectamente bien que tu cuerpo está seguro mientras Liora

tengo posesión de él. Los Demonios no se atreven a traspasar la tierra

santa donde reside su escuela, y los Ángeles de la Luz no pueden sentir su

verdadera naturaleza siempre y cuando esté completamente en forma

humana. Cuando llegas sin ser invitada, especialmente después de que

ella ha dejado nuestro reino y entrado al dominio del Hombre, la pones —y

Page 22: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

22

a ti misma— en riesgo. Y eso le molesta. ¿Te gustaría que se apareciese

mientras estás de caza?

No puedo evitar reírme de la idea. —Eso sería divertido si no lograse que

nos matasen a ambas. Puedo imaginarla ahora… “Ahhh, un demonio de

terror, ayuda ¡Eeeks, un apesto vampiro, alguien llame al 911!” Eso si no

se cae de Diablo y se rompe el trasero primero…

—….Está bien, está bien —digo en respuesta a la severa mirada en la cara

de Tatiana—. Su patética vida en Tierra-Sapie es “Villa Aburrida”, de todas

formas. Preferiría dormir y no despertar

Le lanzo un guiño juguetón y palmeo sus delgadas piernas. Los más

feroces demonios del fuego no me perturban ni un poco, pero nunca me

arriesgaré a enfrentar la furia de una bruja, especialmente una que puede

evocar más fuerzas poderosas de las que puedo imaginar con solo unas

cuantas palabras de sus labios resecos.

—Gracias, Lucky. —Tatiana se retira a su cuarto.

Empujo la reprimenda de Tatiana y el patético chisme de Liora lejos de mi

cabeza. Ahora mismo tengo cosas más importantes de las que

preocuparme. Mientras me quito el disfraz sin forma de trapos negros de

Liora y me cambio por unos pantalones rojos de cuero muy ceñidos y un

chaleco a juego, mi sangre se agita de anticipación

¿Cuánto tiempo he soñado con esta noche?

Después de ponerme mi capa negra para montar favorita, la abrocho en la

base de mi garganta con mi Boumeaux, la sagrada joya de mi tribu que

uso con orgullo.

Solo aquellos que pertenecen a la orden real Deponía Angelis pueden

portarla teniendo la piedra en nuestro dominio; los impostores

inmediatamente arderán en cenizas apenas la toquen.

También me permite entrar a la Tierra de Thiberous, el místico reino de los

Ángeles Oscuros. Más importante, sin embargo, el broche de diamante

negro sirve como un faro de advertencia de la presencia de Ángeles de la

Luz, incluso aquellos hábilmente disfrazados. La joya encantada brillará

intensamente, alertándome que hay peligro mortal cerca.

Afortunadamente, la mía nunca se ha iluminado, pero conozco a otros que

sí. Apenas les permitió escapar con vida.

Page 23: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

23

Una última capa de brillo de labios color cereza y una rápida cepillada a

mi pelo color ébano y estoy lista para irme. Hoy es la noche… puedo

sentirlo en mis huesos. Estuve muy cerca de atrapar a los Amazèa anoche,

pero me eludieron justo cuando el amanecer se acercaba. Esta noche esas

bastardas son todas mías. Aunque es mi deber sagrado hacer Justicia, y

hacerlo todas las noches, esta misión es diferente. Es revancha.

Es personal.

Tatiana está en su cuarto, su codo está metido dentro de su caldera de

hierro. Ella ejecuta este ritual todas las noches, ya sea que esté

encontrándome demonios para cazar, humanos para atormentar o

simplemente vigilar las tierras de alrededor.

—¿Dónde están ellos? —demando. Sin necesidad de decir quiénes son

“ellos”; ella sabe exactamente a quién me estoy refiriendo.

Ella arremolina sus manos en las aguas turbias de la caldera. Un vapor

frio se eleva sobre su cara serena y eternamente joven. —Los Amazèa han

dejado nuestro reino y ahora están a salvo dentro del territorio de la tribu

Belith. Como se te está estrictamente prohibido traspasar sus tierras, esta

noche tienes otra tarea.

—Espera… Aguanta. ¿Qué? ¿A qué te refieres con que se fueron? —Me

siento como si alguien acabara de golpearme en el estómago con el martillo

de un trol—. Ellos llegaron aquí unas pocas semanas atrás…

—No lo sé… tal vez sabían que estaban siendo perseguidos. Tal vez las

llamaron. Sin embargo sabes que no puedes cazar afuera del territorio,

especialmente en uno protegido por un clan tan hostil. Debes esperar el

momento oportuno hasta que los Amazèa vuelvan. Por ahora, hay dos

humanos que necesitan una visita. Ambos estuvieron de acuerdo con

intercambiar favores con un demonio Uliminiti a cambio de poder y

riquezas. Uno pronto será elegido senador, y el otro es un actor que ganará

un gran premio. Ambos están en casa y solos, habrá minino conflicto.

Me le quedo mirando, boquiabierta. Seguramente, no está hablando en

serio. ¿Estoy preparándome para asesinar y para una carnicería de

demonios y ella quiere que vaya a recolectar vidas? Y ni siquiera de unos

demonios de bajo nivel, ¿Sino de lamentables Sapies? Nada genial. Como

un demonio Aequitas, es mi deber atormentar e infligir justicia sobre

aquellos que lo merecen. Soy buena en mi trabajo. Me gusta mi trabajo.

Page 24: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

24

Extorsionar a desagradables Sapies es tarea de Tatiana, ella solo me usa

como fuerza. Lo admito, lo disfruto algunas veces. Disfruto de ver las caras

de los Sapies cuando digo quién soy y por qué estoy ahí…

Pero no esta noche. Esta noche las únicas criaturas que estoy interesada

en torturar son los monstruos malvados que asesinaron a mis mejores

amigos, justo después de que lanzaron su malvado hechizo que dividió en

dos mi alma.

He sido muy paciente. No es que haya tenido otra opción. He pensado poco

aparte de en la venganza cada noche por los últimos cinco años. Cinco

años, cuatro meses, seis días, y dos horas para ser exacta. Pero las

criaturas que busco siempre han estado fuera de mi alcance, porque estoy

restringida por la jurisdicción de la influencia de mi tribu y las forzadas

limitaciones de mi tiempo.

Pero finalmente, después de todo este tiempo, después de años de

entrenar, tramar, esperar, estar furiosa… finalmente, los Amazèa habían

retornado a mis terrenos de caza. El final de mi pesadilla estaba a la vista.

Las mataría a todos de una vez por todas, rompería la maldición que me

une a la noche, y haría Justicia por mis amigos caídos.

¿Y ahora Tatiana me está diciendo que los Amazèa se acaban de ir?

—No te creo. —Mi voz tiembla con furia moderada—. Sólo no quieres que

las cace. Tienes miedo de que…

—Nunca miento, Lucky. Tú, de todos los seres, sabes eso. Admito que

desapruebo tu peligrosa búsqueda, pero no intentaré detenerte. La justicia

es la esencia de tu existencia, y no puedo negar eso. Este camino es tuyo y

sólo tuyo, y eres consciente de las consecuencias. Pero por ahora, puedo

asegurarte que los Amazèa ya no están a tu alcance —dice Tatiana en voz

baja.

Aprieto los dientes y la fulmino con la Mirada. ¿Cómo es esa expresión

acerca de no matar al mensajero?

Pero sé que no está mintiendo. Si dice que se fueron… Se fueron. Y no hay

nada que pueda hacer. Por ahora.

Pero todo es culpa de Liora. Si ella no se convirtiese en una estúpida

Sapie, volviéndome impotente del amanecer al anochecer, ya habría

atrapado a los Amazèa. En completo silencio estoy que echo chispas

Page 25: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

25

mientras Tatiana me da los detalles de la tarea de la noche, solo escucho

la mitad de lo que está diciendo. Cuando termina, salgo furiosa de nuestra

cabaña al fresco aire de la noche.

Jalando de mi capa sobre mi cabeza, dejo salir un cortante silbido.

Se escuchan las pisadas de los cascos mientras el semental Arabian

emerge de su sitio en la sombras. Acaricia mi pecho con su hocico y da un

gruñido bajo. Acaricio su largo cuello ébano y presiono mi mejilla contra la

suya. Después, agarro un pedazo de su sedosa melena y rápidamente

montó el suave balanceo de su espalda.

—Vuela, Diablo —susurro y me inclino hacia adelante. Él despega como

una bala y nos dirigimos rápidamente hacia el bosque. Diablo conoce los

bosques de alrededor aún mejor que yo, y él corre por los estrechos

caminos, agacho mi cabeza para evitar las ramas de los árboles de baja

altura, mi furia aumentando sin cesar con cada golpe de sus cascos.

Otra noche atrapada.

No siempre había sido así. Hasta cinco años atrás, cuando tenía doce, era

un demonio regular, un Demi-Demon con una perfectamente bella mezcla

de Antiguos Poderes de la oscuridad heredados de mi padre demonio con

las dulces capacidades y bondad de mi madre humana. Tenía lo mejor de

dos mundos; una viable conexión a los Poderes junto con todos los

beneficios de ser un humano, una Sapie, los llamamos así. Los Sapies no

saben que existimos pero estamos en todas partes. Nos vemos como ellos,

hablamos como ellos, y actuamos como ellos. Pero somos mejores que ellos

en casi todo los sentidos. Al menos, eso pienso.

Servía con un propósito en este mundo. Conocía mi lugar. Hasta que los

Amazèa lanzaron un hechizo en un intento de separarme de mis Poderes.

Tuvieron éxito, en cierto modo. Aún tengo mis poderes, pero ellos

dividieron mi alma en dos, me destruyeron por la mitad. Ahora, solo estoy

viva en la noche. Mi parte humana, Liora, vive durante el día, completa

con su propia personalidad, recuerdos, libre voluntad.

Cuando los Amazèa separaron mi mitad humana de mi mitad demoniaca,

fue mucho peor que si hubiera muerto. Por mucho tiempo después deseé

haber sido yo la que murió.

Page 26: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

26

En cambio, habían sido mis mejores amigos, Kayla y Michael Roberts,

quienes murieron mientras yo era forzada a verlos sufrir.

Nunca me he perdonado por ser incapaz de ayudarlos.

Nunca he olvidado las promesas que hice al lado de sus cuerpos sin vida y

magullados mientras juraba vengar sus muertes hasta el último día que

respire.

Nunca dejaré de intentar levantar la maldición y restaurar mi alma rota,

cualquiera sea el costo.

Matar a los Amazèa es mi única opción. No hay un plan B.

Desafortunadamente, no es tan fácil como asesinar a un demonio parasito

común y corriente o incluso un Ángel de la luz inferior. Está estrictamente

prohibido por la Ley Demoniaca para cualquier demonio o Demion atacar a

otro de mayor rango en la jerarquía. Así como va la cadena de mando, los

Amazèa estarán cerca de la cima mientras que yo estaré en algún lugar en

el medio.

No me importa. Sólo me importa la venganza para Kayla y Michael.

Sólo me importa tener mi vida de vuelta.

Cualquiera sea el costo.

Diablo galopa más cerca de nuestro destino, y me obligo a apartar la

angustia que amenaza por tragar mi corazón completo. Pronto llegaremos

a un Portal hacia Thiberoux. Para pasar a través de su precinto de

seguridad, necesito concentrarme. A medida que la fría niebla aparece

repentinamente, envolviéndonos en completa oscuridad, envuelvo mi mano

alrededor de mi Boumeaux.

Diablo, sin siquiera inmutarse por la barrera cegadora alrededor de

nosotros, corre hacia adelante.

Cierro los ojos. Siento mi palma arder; la piedra vibra en mi apretón.

Silenciosamente, recito la orden secreta:

Hasish Auria, permissum mihi obduco.

Hasish Auria, permissum mihi obduco.

Page 27: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

27

Hasish Auria, permissum mihi obduco

La densa niebla rápidamente se disipa, y le doy la bienvenida a mi nuevo

entorno. Mi mundo real, no en el que vive Liora. Ahí, soy una intrusa. No

deseada. Aquí es a donde pertenezco.

Tres lunas llenas de la diosa Illyria brillan intensamente en el cielo

eternamente sin sol. No hay muerte aquí. Solo vida. Y limbo. Pero nunca

muerte.

La tierra de Thiberoux. Hogar de los reales descendiente de los primeros

Ángeles oscuros, el encantado reino de los demonios. Escondido a salvo de

los ojos ingenuos del mundo humano.

Una vez, después de una de mis primeras visitas a Thiberoux como un

demonio joven, busqué su localización en un mapa Sapie. Estaba

sorprendida de ver que en lugar de lagos de fuego y océanos de hielo,

volcanes explotando con rayos y truenos, bosques mágicos llenos de

espíritus y elfos, y hoyos de vórtices como remolinos conectando

dimensiones, habían ciudades, autopistas, dos aeropuertos, y cuatro

universidades. Dos mundos separados y opuesto existiendo en el mismo

espacio; Solía preguntarme cómo podía ser posible eso.

Ahora lo entiendo totalmente.

Diablo gruñe, sus poderosos músculos se estiran y contraen mientras nos

dirigimos a la ladera de la montaña. Entierro mi cara en su melena y

aprieto fuerte mis piernas. Él nunca me ha tirado, pero las curvas aquí

son terribles, los acantilados son peligrosos y las toma con una habilidad

espeluznante.

Él baja la velocidad y trota mientras nos acercamos al Rio de Reyes. El

arroyo de fuego fluye por millas en cualquier dirección y crea un perfecto

círculo alrededor del sagrario interno de Dryndara, el territorio de mi tribu

de Thiberoux. Una bestia enorme, casi invisible en la noche excepto por

sus ojos amarillos, nos gruñe amenazadoramente desde la base del

puente.

Observo a la criatura con precaución y me bajo del caballo. Un suave golpe

en su trasero envía a Diablo yendo a medio galope dentro de las sombras

para esperar más órdenes.

Page 28: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

28

Después de desempolvar mi capa y bajarme la capucha, me acerco al

centinela. El sabueso infernal gruñe de nuevo y muestra sus dientes muy

afilados.

—¿Cuál es tu problema? —pregunto con buen humor y le doy una

afectuosa palmadita en la cabeza.

Retrocedo varios pasos mientras el canino empieza a temblar

violentamente. Se levanta sobre sus patas traseras, retorciéndose y

convulsionando hasta que su nueva forma esta lista. Es la de un hombre

joven, la piel estirada sobre músculos tensados, su cuerpo anteriormente

asqueroso ahora una visión de perfección suave y esculpida. Pasa sus

manos por su cabello color bronce y me mira a través de las más

exuberantes pestañas. El fuego mezclado con el deseo arde en sus ojos de

color café. Su boca sensual, una diseñada para volver inútiles a mujeres

humanas, se dobla ligeramente en un mohín desgarrador.

Una vez más, doy gracias por no ser una Sapie. No es para nada justo que

él sea mucho más hermoso que yo. Como demonio, me la estoy pasando lo

suficiente mal resistiéndome a él. Como una Sapie, estaría frita.

—Estoy enojado contigo. —Él recorre con la mirada mi cuerpo y deja salir

un suave y lujurioso gemido.

Ruedo mis ojos. Bones es mi mejor amigo, y sé que no puede evitarlo,

PERO AÚN ASI… por un vez seria lindo de su parte no recibirme con su

imagen de “Ven aquí y házmelo” súper sexy. Oh bueno, ¿Qué esperaba

realmente de algo que es medio íncubo?

—¿Si? ¿Que hice esta vez? A pesar de mi mal humor sonrió. Ver a Bones

siempre me hace sentir mejor

—Se suponía que nos encontraríamos en el sitio de Cyler anoche así

podíamos ir a la ciudad juntos, ¿Recuerdas? Ibas a atormentar a algunos

de los clientes habituales mientras yo encontraba unas vírgenes para tener

sexo. Pero tú me abandonaste totalmente. ¿Algo de eso te suena?

Culpable. Me había olvidado totalmente.

—Lo siento… oí algo por casualidad anoche y tenía que fijarme. Vamos,

consigamos unas bebidas. Me estoy volviendo loca y necesito hablar con

alguien.

Page 29: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

29

Bones me da su mejor sonrisa sexy y se acerca más. —Sabes que no puedo

dejar mi puesto estoy de turno. Pero puedo ayudarte a relajarte y hacerte

olvidar las cosas por un rato si quieres. —Coloca sus manos en mis

caderas y me jala hacia él.

Aunque Bones sabe perfectamente que soy inmune a sus hipnotizantes

poderes de seducción, nunca deja de intentarlo. Usualmente lo amo. Pero

no esta noche.

Empujo sus manos.

—¿Qué pasa? —pregunta él, todavía mirando mi cuerpo con nostalgia.

Siento el ligero cosquilleo de cálidos rayos donde su mirada cae y gime con

verdadera molestia.

—Bones detenlo. Sabes que me intimida cuando intentas tus poderes en

mí. Enfréntalo, no funcionan. Nunca lo han hecho, nunca lo harán. No es

nada personal —agrego cuando el da un puchero de cachorro herido—.

Sabes cuánto te aaaman las chicas Sapies.

—Sep, pero no es lo mismo. Todas son tan impotentes y débiles, se vuelve

un poco aburrido. Ahora tú por el otro lado… —Da unos pasos más cerca

otra vez, llegando a la parte interior de la abertura de mi capa y traza

ligeramente sus dedos sobre mi abdomen desnudo.

Lo empujo, más fuerte esta vez. —Ugh, ¡detente! No me hagas tener que

herirte. ¿Qué pasa contigo esta noche?

—Lo siento —dice él, como si no es tuviera arrepentido en lo más

mínimo—. Sólo tengo el estado de ánimo para algo de diversión. Estoy un

poco cargado. No hice tantas conquistas como necesitaba anoche, y esta

noche me pusieron en la patrulla cuando necesito estar fuera de

apareamiento. Ha sido tan lento aquí y luego viene la bola de fuego más

sexi en mil kilómetros ¿y esperas que me comporte? —Él ríe, como si fuera

la idea más divertida que ha escuchado. Y ellos dicen que los hombres

Sapie tienen una única idea en la cabeza; no tienen nada de íncubos.

Su única razón de existir es la seducción, aparearse, reproducirse… eso

es. Le doy la mirada más sucia que puedo y pisoteo hacia el puente, pero

él llega a mi mano y gentilmente me tira hacia atrás.

Page 30: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

30

—Hey, Lucky, lo siento cariño… solo estoy jugando. Ya no más. Me

comportaré, lo prometo. ¿Qué está mal, estás bien? Háblame. —Esta vez,

su voz es notablemente más suave y su aura seductora se apaga.

Finalmente. Este es el Bones al que quiero hablarle. Mi amigo. Me

escabullo sobre un tocón de árbol y me dejo caer, cubriéndome el rostro

con mis manos.

—Se han ido —digo, conteniendo las lágrimas que amenazan con

formarse—. Se salieron con la suya mientras la estúpida Liora jugaba a la

colegiala. A esas palabras una oleada de rabia inunda a través de mí.

Tengo que sentarme en mis manos para no arrancar de raíz el enorme

tocón y arrojarlo a la pila de piedras detrás de mí… solo porque no quiero

tener que sentarme en el suelo.

Bones se sienta a mi lado en el césped. Pone una mano reconfortante en

mi espalda y siento su fuego.

—Sé cuánto deseabas atraparlos. Pero no puedo decir que lamento que no

lo hicieras. Me alegro de que se hayan ido —dice tranquilamente.

—Bones, no empieces… —Me levanto de un salto y bajo la mirada hacia él.

—Lo siento Lucky, pero sabes cómo me siento. Nada bueno vendrá de esta

vendetta. Incluso si de alguna manera logras matarles probablemente

estarás desterrada. Eso es, si el Legionare no te mata primero. O peor…

—Bones, sabes por qué tengo que…

Él levanta su mano, cortándome. —No, no lo sé. He escuchado tus razones

por años, pero ni una vez he estado de acuerdo contigo, ¿lo hago? Matando

a las Amazèa no te traerá a tus amigos de vuelta, se fueron hace tiempo

atrás. Ni siquiera sabes con toda certeza que tu maldición estaría rota tras

sus muertes. Todo lo que lograrás cazándolas es conseguir que te maten. Y

quizás otros por los que te preocupas, si empiezas una guerra y somos

forzados a tomar bandos.

Furia ardiente hierve dentro de mí mientras lo miro hacia abajo. Si Bones

hubiera sido incluso la más mínima parte humana, él estaría muerto para

ahora bajo mi viciosa mirada. Pero tanto como odio lo que está diciendo, sé

que tiene razón.

No me importa.

Page 31: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

31

—Eres mi amigo. Mi mejor amigo. Se supone que me apoyes pase lo que

pase…

Un urgente aullido en la distancia distrae la atención de Bones de mi

argumento inútil. El mismo que hemos estado teniendo durante más de

cinco años. —Eso suena importante. Lo siento. Me tengo que ir… ¿vas a

estar bien? —Él me mira con preocupación. Es tan dulce cuando quiere

serlo. Maldición.

Asiento. —Estaré bien. Noche aburrida, recaudación de impuestos. No voy

a comenzar ninguna guerra de demonios, lo prometo. —Le doy una sonrisa

vacilante y un rápido beso en su mejilla antes de alejarme.

Su cuerpo convulsiona violentamente durante unos segundos hasta que

cae hacia adelante sobre sus dos grandes patas. Empuja gentilmente mi

pierna con su larga nariz y luego despega corriendo. Cruzo el río de fuego

para unirme a mi familia.

La entrada al Bar Demonio parece una ordinaria roca para alguien que no

lo conoce. Situado profundamente dentro de los bosques interiores de

Dryndara, directamente sobre el nexo de la Fuente de Energía, es el único

lugar donde todos Demions y demonios en el territorio vienen para

reponerse.

La piedra protege a quienes ingresan y mientras presiono la palanca oculta

tomo varias respiraciones profundas para calmarme. Demonios violentos

buscando una pelea no están permitidos dentro del enclave, y aunque mi

enojo no está dirigido a nadie allí, a la guardia no le importa. Sólo los

demonios pasivos se admiten. Y necesito beber, mucho.

Se abre una pequeña puerta y paso a través de ella. Desciendo un tramo

de escaleras hacia otra puerta, ésta, custodiada por un joven Demion

llamado Ivy. Ivy parece lo suficiente dulce, su constitución pequeña y

pálido cabello rubio dan la impresión de una indefensa ingénue convertida

en porrista. Pero ella tiene el poder de aturdir a sus víctimas en rendición

con una dolorosa mirada de sus ojos azul bebé. Y si ella está en un menos

que generoso ánimo, los dejará en un estado vegetativo permanente.

Page 32: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

32

—Hey Lucky. Maldición chica, te ves ardiente —dice Ivy con una sonrisa

aprobadora—. Me sorprende que incluso Bones te dejara pasarlo.

—Hey dulzura… gracias. —Me apoyo contra la puerta y miro casualmente

dentro de la habitación ahumada—. Bones tuvo que liberarme…

Ivy voltea su melena dorada sobre un hombro y se apoya más cerca. —

Bueno, si estás buscando algo de diversión, nuestro chico misterioso de la

otra noche está adentro jugando cartas con los hermanos Deveni. Ve a

chequearlo y dame la primicia.

Alzo una ceja. —¿Qué hay de Cody? —Ivy y Cody han sido un elemento por

tanto como puedo recordar. Con la excepción de sus ocasionales batallas

nucleares, ellos son perfectos el uno para el otro. Ella se encoje de

hombros para esconder la sonrisa irónica extendiéndose en sus labios—.

Alguien está siendo traviesa.

—Ningún daño en vivir indirectamente a través de mis amigos solteros, ¿lo

hay? Además, tengo curiosidad de él. Aparece de la nada y nadie sabe

realmente algo acerca de él. Pero siempre parece como que está buscando

algo o a alguien. Trata de actuar todo indiferente pero puedo decir lo que

está haciendo.

Tengo que reír a su tono sospechoso. A pesar del hecho de que el Bar está

abarrotado de demonios, probablemente es uno de los lugares más

seguros en el reino. Pero supongo que ella debe estar tan aburrida parada

aquí solo observándonos a todos nosotros toda la noche. Nada como un

buen misterio para echarle leña al fuego.

—Hum. Mejor no dejarle saber a Cody que estás espiando a un extraño

sexi y con él de pie a solo veinte metros de distancia.

Ivy se encoge de hombros. —¿Puedo ayudar si estos ojos ven algo? —

pregunta ella inocentemente, mientras cambian a una sorprendente

sombra de zafiro.

Rápidamente aparto mi mirada de su rostro de querubín. Seguro, somos

amigas, pero con los Demions nunca puedes ser demasiado cuidadosa.

—¿Quizás es un vampiro? —Hago una cara. Los vampiros son lo más bajo

de lo bajo en nuestra cultura. Hace muchos siglos, algunos demonios

renegados habían tratado de crear un ejército, reproduciéndose con

cadáveres de Sapies. El resultado fue una criatura muerta-viviente que

Page 33: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

33

sólo podía sobrevivir sacando la energía de los seres vivos, como no podían

producir ninguna por sí mismos. Eran débiles, estúpidos y contribuían a

nada diferente de apestar el conjunto por toda la eternidad.

—No, es definitivamente un Demion. Sólo está jugando cartas con ellos,

por cualquier razón. No hay ninguna estimación por gusto.

—Genial, tendré que ir a comprobarlo —digo, incluso aunque la última

cosa absoluta en mi mente por el momento es estafar a algún Demion

nuevo. No quiero ser grosera.

El Airplane White Rabbit de Jefferson resuena desde la rocola. —¿Cuál es

tu veneno señorita Lucky? —Cody sonríe mientras tomo un asiento en

frente de él. Probablemente es el Demion más amigable aquí y uno de los

pocos en la habitación que no está abiertamente embobado por mí. No se

atrevería. No con el par de mortales ojos entrenados en él desde el otro

lado de la puerta.

—Cualquiera de mis tres hombres favoritos lo hará.

Cody asiente y me sirve un vaso alto de whisky en las rocas. Siempre

comienzo mi tarde con Jim Beam, Jack Daniels o Jose Cuervo. Bebo de un

trago el primero pero sorbo el segundo. Los demonios puros pueden ingerir

su Energía sin diluir, pero como un Demion necesito la mía impregnada de

alcohol. Es la única manera en que mi cuerpo modificado puede procesar

el elixir mágico. Sin mi revisión diaria, mi sangre se espesa y se siente

incómodamente fría, mis músculos se tensan, adoloridos y debilitan mis

poderes. Es aún peor cuando estoy agitada, como ahora.

—¿Estás bien Lucky? Pareces… tensa. —Cody escoge sus palabras

cuidadosamente. Años de tratar con demonios impredecibles le han

enseñado bien.

—Estoy bien. Solo necesito un estímulo. Ha sido un agitado par de noches.

—Giro mi taburete e inspecciono la escena. La muchedumbre habitual

circulando alrededor. Todos ellos, como yo, forzados a venir aquí y beber

de la Fuente.

Siempre he encontrado levemente divertido que en el Bar Demonio, los

ocupantes tendían a agruparse de acuerdo al tipo, rango, y condición. Un

grupo de demonios puros, del más alto nivel estaban jugando billar en la

esquina del fondo, bebiendo sus cervezas. Aunque parecen humanos, a

diferencia de los Demions quienes envejecen y eventualmente mueren, los

Page 34: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

34

demonios nunca lo hacen. Inmortales, todos ellos, se ven exactamente

igual a como siempre lo hicieron por muchos milenios.

Una mesa de Demions —doctores, abogados, gerentes generales de

grandes corporaciones internacionales, varias famosas estrellas de cine e

incluso un ex Presidente y Vicepresidente de los Estados Unidos—

sentados en el otro lado de la habitación, sorbiendo champaña y de

acuerdo con sí mismos. Las criaturas —demonios y Demions mezclados

con ADN de animales— amontonados por el hoyo de fuego diciéndose unos

a otros cuentos estridentes de caos y asesinatos. Y como de costumbre, los

vampiros están reunidos en la parte de atrás, lejos del resto de nosotros.

Todos ellos mi tribu. Mi familia.

Cody dice algo, pero mi atención está fijada en el hombre misterioso de Ivy

quien está mirándome intensamente. Ella lo notó hace unas noches y

desde entonces ha tenido curiosidad acerca de él, pero yo había estado

demasiado ocupada con los Amazèa para pensarlo mucho. Ahora que lo

estoy mirando creo que es tiempo de reconsiderar mi indiferencia. Este

chico es ardiente, incluso para los estándares de Demion donde la belleza

y perfección son la norma. Podía usar una distracción…

—Y tú ni siquiera me estás escuchando, lo estás. —Cody aprieta

ligeramente mi brazo—. ¿Algo interesante allí? —Sus ojos tienen un brillo

travieso.

Vuelvo mi atención hacia él y tomo otro trago. —Nada interesante. ¿Qué

pasa?

—Solo estaba diciendo que hay algo pasando alrededor de aquí que tiene a

algunos de nosotros últimamente en el borde.

—¿Qué quieres decir? —Miro sobre mi hombro para darle al extraño sexi

una pequeña sonrisa, pero su espalda ya está girada.

Cody se inclina más cerca y deja caer su voz. —No quiero estar

esparciendo historias, pero quiero que seas extra cuidadosa ahí afuera. He

estado escuchando susurros de algún problema.

—¿Cómo qué? —Él tiene mi completa atención ahora. Si alguien se ha

enterado de mi caza a los Amazèa estoy en un peligro indecible. Además de

Tatiana, solo Bones sabe en lo que he estado andando. Pero confío en él

con mi vida.

Page 35: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

35

—Algunas cosas divertidas… algunas cosas en las que nadie puede poner

un dedo exactamente. Desapariciones inexplicables de algunos Demions,

algunos Sapies encontrados asesinados en Pine Canyon. Y hubo tres

batallas de frontera solo en la última semana. No lo sé. Sólo parece como

que algo está pasando… nada bueno.

Me relajo un poco y tomo unos sorbos más. Cody es tan dulce, pero tiene

una tendencia a sobre-reaccionar, generalmente por temor. Es uno de los

pocos Demions que existen que, por cualquier razón, nunca recibió

poderes físicos activos. Bones y yo acordamos que este fallo lo hace más

nervioso que al resto de nosotros.

—No suena como mucho para estar alarmada. Los Demions son

impredecibles y a menudo pasan a la clandestinidad por una u otra razón.

Pine Canyon está a treinta millas de Dove Creek y los Sapies se asesinan el

uno al otro todo el tiempo. Y no me sorprenden las escaramuzas

fronterizas… sólo me sorprende que esté tan tranquilo como fue por tanto

tiempo. Además, si hubiera algún peligro real, Bones me habría dicho algo.

De hecho, se estaba quejando acerca de estar aburrido.

Cody asiente a regañadientes y se sirve una bebida. —Supongo que tienes

razón. No lo sé. Las cosas solo fueron algo tranquilas por aquí por tanto

tiempo, entonces de repente todas esas cosas comienzan a pasar. Es solo

que no sientan bien conmigo, es todo. —Toma unos tragos nerviosos.

Pobre Cody. Debe ser terrible ser tan indefenso. También puede ser un

Sapie puro. —Estoy segura de que no es nada. Además, ¿no es un poco

más extraño que no estemos combatiendo con las tribus de la frontera?

Quiero decir, vamos, somos demonios. Es increíble que los acuerdos de

paz duraran todo el tiempo que tienen.

Por siglos, diversas facciones de demonios habían estado en guerra con

otra, cada uno por sus propias razones. Si era para tener control sobre un

territorio, desaires personales, o solo por pelear, las tribus habían estado

luchando entre ellas por años. Pero después de décadas de carnicería sin

final a la vista, el Legionare —la unidad de milicia altamente calificada

para el Imperio Demoníaco— separó los clanes en territorios. Ahora cada

uno tiene prohibido cruzar hacia la tierra de otro sin permiso expreso. Pero

solo en Thiberoux… el mundo del hombre sigue siendo el juego justo y

abierto para todos.

Page 36: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

36

Había funcionado sorprendentemente bien, con algunas escaramuzas en la

memoria reciente. Cualquiera que viole el tratado tiene que tratar con el

Legionare, un castigo que ningún demonio quiere soportar.

Aun así, no me molesta la preocupación de Cody. La mayoría de los

demonios acepta que el tratado es un acto antinatural y es sólo cuestión

de tiempo antes de romperlo. Muchos de nosotros, incluida yo, el tiempo

de guerra, está en nuestra sangre. Teniendo al Legionare viniendo detrás

de algunos de nosotros es una cosa, pero cuando se involucran clanes será

mucho más difícil para ellos destacar algunos alborotadores.

Giro hacia el fresco vaso de whisky que Cody ha colocado a mí lado. Un

último trago y estaré lista para seguir con mi juego. Por su cortesía —

bueno, más como órdenes estrictas de Tatiana— tengo que limitar mis

tragos a tres, quizá cuatro si estoy realmente encendida. Y siempre bebo

temprano en la tarde por lo que tiene tiempo para metabolizar por el

tiempo que ella esté despierta. Pero deseo poder beber toda la noche, como

hacen otros Demions. Desafortunadamente para mí, tan pronto como

Liora se vuelva humana otra vez, el alcohol en nuestro sistema la afectará

de la misma manera en que afectaría a cualquier otra chica de un metro

setenta y pese cincuenta kilos.

Razón número diez mil ochocientos treinta y tres de por qué es tan molesto

tener que compartir mi cuerpo con un Sapie.

Dejo salir un largo suspiro de sufrimiento. No podía estar menos

energizada acerca de mi noche. Ningún Amazèa para cazar, y Tatiana ni

siquiera se molesta en señalar la dirección de cualquier otro demonio que

podría matar en su lugar. Necesito destruir algo esta noche, si sólo quitara

el borde. De lo contrario si uno de los tontos Sapies que recoge las cuotas

incluso tanto como me mira mal se convertirá en nada más que una

mancha desordenada en la pared. Y trato de no matar a los seres

humanos. En realidad, Tatiana lo ha prohibido… dijo que haría a la

estúpida Liora enloquecer o algo.

Razón número diez mil ochocientos treinta y cuatro…

Cody se va para atender a algunos otros clientes y recuerdo a mi

misterioso hombre en la parte posterior. Giro mi asiento para conseguir

otra mirada y mis rodillas chocan con algo, deteniéndome a medio giro.

Unas pocas gotas de Jack salpican en mi regazo, pero no me importa.

Page 37: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

37

No me importa porque estoy mirando a los ojos más bellos que he visto en

mi vida.

Tengo que apresurarme. Las tres lunas de Illyria casi se han convertido en

una, señal del primer amanecer en el mundo Sapie. Aprieto bien mis

piernas, instando a Diablo. Él gruñe y presiona su cabeza abajo.

Después de recoger los tributos, he logrado encontrar algo de diversión

después de todo, matando a algunos demonios paranoicos renegados

trabajando en las calles de la ciudad de Nueva York. Después, llegué a una

fiesta rave clandestina para bailar algo de mi agresividad restante.

No había funcionado, pero me encanta bailar y perder el tiempo.

Si hay una cosa que Liora y yo acordamos es dejar nuestro cuerpo en un

lugar seguro para que la otra tome el control. Por supuesto, hacer esto es

mucho más importante para mí de lo que es para ella. Realmente no me

importa dónde despierto, puedo cuidarme sola. Pero si la dejo en algún

lugar sin protección, su frágil estado humano podría significar problemas

para las dos.

Pero en su mayoría, simplemente no la quiero usando mi ropa. Todos mis

trajes son hechos a medida para mí y no hay forma de dejarla poner sus

mugrientas patas en ellas. Estallo a través de la puerta de la cabaña con

segundos de sobra. Tatiana se sienta en el suelo con sus ojos cerrados. —

Hola querida, ¿cómo estuvo tu noche? —pregunta ella sin abrirlos.

—Súper —digo, todavía molesta con mi tarea rudimentaria. Lanzo el saco

de dinero sobre la mesa y me apuro hacia el dormitorio, la primera oleada

de frialdad ya inundando a través de mí. Sin tiempo para colgarla, mi ropa

se encuentra en el suelo al lado de la cama. Desnuda, me lanzo en ella

mientras todo queda negro.

Page 38: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

38

í

Traducido por Zeth SOS, Jo SOS y dark heaven Corregido por Akanet

antengo mi cabeza gacha mientras camino entre el repleto

pasillo hasta mi casillero. Es una decisión consciente, una

diseñada para prevenir que curiosee como una idiota con la

esperanza de dar un vistazo a Kieron en alguna parte. Pero

me doy cuenta que no es la idea más inteligente tan pronto choco con la

parte posterior de Cade Johnston, uno de los neandertales jugadores de

futbol de la escuela.

—Lo siento —murmuro, y lo paso.

Sus amigos ríen disimuladamente; uno retrocede dramáticamente con

fingido horror. Pongo mis ojos en blanco e ignoro sus inmaduras

payasadas, pero escucho a uno decir:

—Viejo, es mejor que quemes esa chaqueta, probablemente ahora esté

maldita.

Lo-que-sea.

Corrine está de pie junto a mi casillero como si estuviera a punto de

estallar en su piel. Ella y yo hemos pasado tiempo juntas por algunos

años. No me hace muchas preguntas personales y no es fisgona con

respecto a mi vida personal. Ése es el por qué me agrada… su

preocupación hacia su propio drama le impide preocuparse mucho por el

mío. Su padre está cumpliendo una cadena perpetua por asesinar a un

hombre durante una pelea de borrachos en un bar, así que vive con su

madre. Pero su madre, tampoco es ningún premio.

Perpetuamente desempleada y permanentemente ebria, apenas logra

mantener al día la renta del remolque que comparten a las afueras de la

ciudad, un lugar poblado por la más basura de las basuras… pobres

Page 39: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

39

incluso para los estándares de Dove Creek1. Pero ella es lo más cercano a

una amiga que tengo aquí, y estoy agradecida de su compañía.

—¡Lii… OR… aa! —sisea, sus ojos muy abiertos—, no puedo creer que te lo

hayas perdido. ¡De todos los días para ser enviada a casa escogiste ayer y

te perdiste la cosa más emocionante jamás! Bueno no te lo perdiste del

todo, pero Dios mío, ¿Por qué nunca contestas tu teléfono en las noches?

¡Traté de llamarte como cincuenta veces! —Se detiene para tomar aliento,

su rechoncho rostro poniéndose ruborizándose color rosa.

Frunzo mi ceño. Corrine tiende a ser a veces dramática, pero esta vez lo

llevó al límite.

—Cálmate… no fui enviada a casa, me escapé. ¿Qué ocurrió? ¿Está todo

bien?

Ella alza sus dos cejas y sonríe abiertamente, revelando dos hoyuelos y

dientes muy torcidos. Me empiezo a girar para poner la combinación del

casillero pero pone ambas manos en mis hombros y gira mi cuerpo.

—Eso —susurra sin aliento—. ¿No es simplemente encantador? Ahh…

Miro hacia donde un grupo de chicas se ha agrupado en el pasillo.

Corrección, un grupo chicas de chicas con Kieron de pie en el medio,

claramente encantado por la atención que está siendo puesta en él por la

mitad del equipo de animadoras. Justo como esperaba.

Miro de nuevo a Corrine y pongo mis ojos en blanco.

—¿En serio? ¿Es eso por lo que pusiste tan exaltada… por un chico? —

Sólo espero que mi rostro no esté tan sonrojado como el suyo. Sólo ver a

Kieron de nuevo, en carne, afirmando que es real y no un producto de mi

hiperactiva, y poco fiable, imaginación hace que mi sangre hierva

furiosamente. Me enfoco en alinear los números de la combinación de mi

candado, lo cual es extremadamente difícil con manos temblorosas.

Se inclina a mi lado y gira su cuello para mirarlo.

—¿En serio, Liora, estás ciega? ¿No has visto nuestra selección de chicos

aquí, o debería decir la falta de…?

1Dove Creek:Es un pueblo ubicado en el condado de Dolores en el estado estadounidense

de Colorado.

Page 40: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

40

—Entonces, es lindo. Qué alegría. Por todo lo que sabes podría ser un

idiota de clase mundial. —Busco en mi casillero y trato de recordar que

libros necesitaré para la clase de inglés. Aunque después de lo que pasó

ayer, no estoy segura de que siquiera importe. El señor Sodenberg me

echará justo al momento en que me vea.

A pesar de mis mejores esfuerzos, no puedo evitarlo y miro de nuevo en la

dirección de Kieron. Su deslumbrante sonrisa alumbra el pasillo y dos

chicas más se han unido a su enjambre.

—Parece un completo jugador —digo y cierro mi casillero con un

estruendo.

Maldita sea. Tengo que pasar justo a su lado. Me muevo al otro lado de

Corrine así puede hacer de parachoques mientras nos dirigimos hacia

Kieron y su harén en expansión.

—Es la cosa más candente que ha dado un paso en esta ciudad, si me lo

preguntas. Y no es un idiota. Es totalmente educado… accidentalmente me

estrellé con él ayer saliendo de química, y él en realidad dijo “lo lamento” y

preguntó si yo estaba bien —Corrine apenas puede contener su júbilo.

—Suena como todo un caballero. —Miro sobre mi hombro y frunzo el ceño

cuando una linda rubia llamada Drusilla Van Vareen pone su mano con

manicura en el brazo de Kieron.

Él le dice algo y ella ríe como si fuera la cosa más divertida que alguna vez

hubiera escuchado. Trato de no bufar.

Mientras nos acercamos Corrine de repente se detiene. Me mira, a Kieron,

luego de nuevo a mí.

—Ammm —dice con una pequeña sonrisa—, no había notado cuán

similares lucen ustedes dos. Como si casi pudieran estar relacionados o

algo.

La miro fijamente, estupefacta. Él: podría ser un súper modelo masculino.

Yo: No mucho.

—Amm, claramente necesitas que revisen tus gafas.

Sacude su cabeza y baja su voz.

Page 41: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

41

—Son sólo algunas cosas, como que ambos tienen el mismo cabello negro

y ojos azules. Ésa es una inusual combinación. Y ambos tienen esas

distinguidas facciones que son muy simétricas. Por supuesto, él está

mucho más bronceado y es más alto que tú, pero aparte de eso…

—Casper el fantasma amigable está mucho más broceado que yo —

murmuro. Es cierto había notado que su vivo cabello de color negro ébano

era del mismo tono que el mío, pero sus ojos eran definitivamente algunos

tonos más oscuros.

Corrine se encoge de hombros y sigue caminando, su cabeza cerca de la

mía.

—Como sea, hay todo tipo de historias que giran a su alrededor —

continúa—, Dawn Lewis me dijo que era un actor de Los Ángeles

investigando para un papel cinematográfico. Taylor McKenzie dijo que era

parte del programa de reubicación del FBI porque sus padres son ricos y

parte de la realeza que están siendo chantajeados. Y Carrie Stevens dice…

—Corrine detente. Su tío trabaja en las minas. Sólo vino aquí para vivir

con él. Todas ustedes se están volviendo locas por nada, estoy algo

apenada de ser tu amiga en este momento —dije, sólo medio bromeando.

—Ugh, mira a Druslutta actuando como si ya le perteneciera. Digo, hace

tres noches ella estaba tocándose con Cade Johnston en el Curley Q…

espera, ¿Qué? ¿Cómo sabes eso? ¿Qué me estás escondiendo? —Toma mi

brazo.

—Aww, eso está unido, sabes.

Siento los ojos de Kieron en mí mientras pasamos, pero me ordeno a mí

misma no mirar. Lo último que voy a hacer es unirme a su enjambre de

admiradoras como alguna clase de patética admiradora obsesiva.

—…Oh, Manhattan es maravilloso, todos esos museos, obras y fabulosos

restaurantes —susurra Drusilla mientras pasamos—. Me encantaría que

me contaras todo sobre tus lugares favoritos…

Corrine bufa. —Oh, dame un descanso —rezonga amargamente—. Ella fue

a Nueva York una vez cuando estuvimos en octavo grado por el funeral de

un tío o algo. ¿Ahora de pronto está toda familiarizada con las grandes

ciudades y culturizada?

Page 42: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

42

Mientras estiro la mano para alcanzar la manilla de metal, el Sr.

Sodenberg encuentra mi mirada a través de la ventana de la puerta. Sus

ojos me dan una advertencia. Los míos giran hacia atrás en mi cabeza. Él

no dice nada, así que sólo puedo asumir que lo que Lucky le dijo al pobre

Sr. Winters ayer de alguna manera se transmitió hacia él. Corrine, con su

pobre visión, se sienta en el frente. Yo tomo mi usual asiento en la parte de

atrás, dejando caer mi bolso en el asiento vacío a mi lado.

Silenciosamente recito mis votos de antes para mí misma. Tengo que

olvidarme de Kieron. Justo ahora, mi prioridad número uno es pasar el día

sin que Ella se aparezca. Eso significa absolutamente no salirme de mi

zona. Tengo que mantenerme alerta, concentrada.

Tatiana me había dicho en el desayuno que ella había hablado con Lucky,

pero no me sentía segura de que simplemente no se aparecería de nuevo si

encajaba en sus propósitos. Así que había tomado la precaución extra de

usar un collar de crucifijo; con suerte esto la desalentaría de asegurar una

partida rápida si decidía hacer una aparición especial.

Abro Inferno y practico traduciendo las palabras en francés, una lengua

que estoy enseñándome a mí misma. Es la única manera en que contendrá

mi atención.

Cuando un cuerpo me roza, levanto la mirada y estoy sorprendida de ver a

Kieron sonriéndome. —Hola, de nuevo —dice suavemente.

—Hola —Mi corazón late salvajemente, y luego vuelvo mi mirada

rápidamente al Canto XXIX. Pero las palabras se vuelven un borrón

cuando Kieron continúa rondando.

—¿Te importa si me siento aquí? —pregunta.

Me encojo de hombros evasivamente, todavía mirando fijamente mi libro

como si contuviera la respuesta al significado de la vida. —Ponte cómodo.

Se ríe entre dientes. —¿Este es tu bolso?

—Cierto, lo siento. —Me inclino para sacarlo y dejarlo a mi otro lado.

Kieron se acomoda con gracia en el asiento y sonríe.

—¿Estás mejor hoy?

Page 43: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

43

—Sí —Y estoy releyendo la misma frase por quinta vez. Mi mirada se

levanta levemente para ver varios estudiantes girados en sus asientos,

mirándonos embobados.

—Me alegra oír eso. Siento interrumpirte… ¿Es un buen libro? Nunca lo he

leído.

—Es fascinante —respondo secamente.

—Tal vez no te importaría ponerme al corriente, ayudarme para poder

acelerar… —El resto de su pregunta es cortada cuando el Sr. Sodenberg

pide a la clase orden.

Si alguien me hubiera ofrecido diez millones de dólares para recordar

siquiera una frase que el Sr. Sodenberg pronunciaba durante su clase

completa, no podría hacerlo. A pesar de que estoy intentando con todas

mis fuerzas concentrarme en lo que el profesor está diciendo, es imposible

con Kieron sentado a menos de un metro. Cincuenta minutos pasan en un

borrón, y antes de que lo sepa la campana está sonando.

—¿Cuál es tu próxima clase? —me pregunta Kieron cuando ambos nos

ponemos de pie.

—Historia con Jackson.

—Qué feliz coincidencia. También la mía. Podemos caminar juntos —Es

más una orden que una petición. Está tan cerca detrás de mí que puedo

oler el almizclado aroma de su loción de después de afeitado. Nos dirigimos

a la puerta y noto a varias chicas, incluida Corrine, observándonos como

halcones sedientos de sangre. Le doy lo que espero que sea una sonrisa

tranquilizadora pero puedo decir que no la se la está creyendo. A pesar de

que su clase es en dirección contraria, iguala su paso al de Kieron.

—Kieron, ¿conoces a mi amiga Corrine Olsen? —pregunto, esperando

dispersar cualquier torpeza. Ella lo mira fijamente con sobrecogimiento y

yo gimo internamente. Estoy intentando no avergonzarme de ella, pero

está actuando tan desvanecida. Nunca la he visto así antes.

Pero si Kieron nota algo extraño en su comportamiento, no muestra

indicios de eso. —Sí, creo que como que nos chocamos literalmente el otro

día, pero no fuimos debidamente presentados. Hola, Corrine, me llamo

Kieron Ambrose. ¿Cómo estás?

Page 44: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

44

—B-bien —tartamudea Corrine. Su rostro es rojo remolacha. Nos mira

boquiabierta a ambos por un momento antes de abruptamente girarse y

correr en otra dirección. Kieron me sonríe.

—Hay gente amistosa aquí —dice.

—Sí, un poco demasiado amistosa —murmuro mientras Drusilla

desciende y toca su brazo.

—Oh, Kieron, aquí estás —dice ella, exagerando su acento sureño. He

notado que hace esto cada vez que habla con chicos lindos. Debe haber

escuchado en algún lugar que a ellos les gusta. Mujerzuela—. Esperaba

tenerte escoltándome a biología. Dándonos una oportunidad para hablar.

Lo pronuncia bioh-loh-ghía, bate sus pestañas falsas, y sonríe

coquetamente.

Genial. Ahora se ha transformado en Scarlett O’Hara2

—¿Podemos hacerlo después? Necesito hablar con Liora un momento —

dice, imitando su sonrisa falsa, batido de ojos y todo. Un punto para Rhett

Butler3

Drusilla no está acostumbrada a que los chicos le digan que no. Su rostro

se congela y al principio está confundida. Luego su mirada cambia hacia

mí. Por la primera mitad del segundo, parece como si nunca me hubiera

visto antes; para el segundo, como si fuera una mosca en su yogurt sin

grasas. Pero rápidamente se recupera. —Vaya, claro, lo entiendo —dice

como si nunca hubiera escuchado algo más ridículo—. Encuéntrame al

almuerzo. Nos guardaré un asiento junto en las fuentes donde podamos

tener algo de privacidad… y no ser molestados.

Kieron asiente. —Suena bien —dice. Quiero golpearlo. Y a ella. Drusilla

gira en un inapropiado tacón alto y se va, pero no antes de darme una

fulminante mirada de rayo mortal.

Caminar por el pasillo con Kieron es una enteramente nueva experiencia

para mí. Aun cuando está llena de ajetreados cuerpos escurriendo entre

salas de clases y casilleros, normalmente me dan un espacio algo ancho.

Pero Kieron parece tener exactamente el efecto contrario en la gente. Todos

2Scarlett O’Hara: Protagonista femenina y personaje principal de la novela de 1936 de

Margaret Mitchell, Lo que el viento se llevó. 3Rhett Butler: Protagonista masculino y personaje principal de la novela de 1936 de

Margaret Mitchell, Lo que el viento se llevó.

Page 45: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

45

se mueven más cerca, intentando estar lo más cerca posible a él,

esperando encontrarse con su mirada, o, con mucha suerte,

“accidentalmente” tocarlo cuando pasan. Es algo como estar con una

celebridad. Estoy pensando en que lo único que falta son las luces

destellantes de los paparazzi cuando atrapo a Carrie Stevens tomando una

foto de él con su celular. Y ahora estoy avergonzada de todo mi género.

—Así que, no quiero imponerme, pero era en serio cuando te pregunté si

no te importaría ayudarme a ponerme al corriente para acelerar en la

lectura. El Sr. Sodenberg me excusó de la entrega de trabajos la próxima

semana, pero no soy un chico tonto, y realmente me gusta llevar mi propia

carga. Comenzar con el pie derecho, si sabes a lo que me refiero.

—Si quieres empezar con el pie derecho no te recomiendo andar alrededor

mío —le digo en voz baja. En este momento la única cosa que supera las

miradas de deseo enviadas hacia Kieron son las de odio hacia mí.

Él se detiene y coloca su mano sobre mi brazo. Mi estómago amenaza con

saltar a mi pecho y yo aparto mis ojos de su intensa mirada. —¿Por qué

dirías eso? Le pregunté a varias personas quien es la persona más

inteligente en nuestra clase y todos dijeron que tú.

—Estoy segura de que eso no es todo lo que dijeron —murmuro, muy

consciente de su mano todavía apoyada en mi brazo.

—Esa es la única parte que escuché —dice con una pequeña sonrisa.

Nuestras miradas se encuentran.

Tomo una respiración profunda. —Bueno, si estás realmente desesperado,

creo que puedo ayudarte. Pero si cambias de opinión, lo voy a entender.

—No lo haré —dice, con los ojos brillando de nuevo—. ¿Cuándo es un

buen momento para ti? Mis tardes y noches están libres para ti…

—Sólo por las tardes —le digo a toda prisa—. Las noches están fuera.

Totalmente. —Él me da una mirada inquisitiva, pero sólo asiente.

—Entiendo. Oye, muchas gracias. Realmente lo aprecio.

—No hay problema... hoy no es un buen día, sin embargo —le digo

mientras recuerdo una misión especial que tengo que hacer más tarde.

—¿Mañana, entonces?

Page 46: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

46

Asiento.

Suena la campana, y entramos a clase juntos. Esta vez, no me sorprende

cuando él toma el asiento vacío a mi lado.

—Entonces, nos encontramos de nuevo —levanta una ceja y guiña.

Por primera vez en mucho tiempo, me río.

Tatiana está sentada en posición de loto levitando pétalos de rosa secos

cuando llego a casa. Sé que no debo molestarla cuando está “sintiendo las

flores”, su versión de la lectura de hojas de té, así que me retiro a mi

habitación para comenzar con mi tarea y hacer un poco de lavandería.

Me tiro en mi cama y ubico mi ordenador portátil. En primer lugar: un

documento de diez páginas sobre las causas y los efectos de la Revolución

Francesa. Emocióname ahora. Delibero por unos treinta segundos antes

de que mis dedos vuelen sobre el teclado, y en menos de veinte minutos

más tarde he terminado, notas al pie de página y todo. Me paso cinco

minutos más con Trigonometría, una tarea que le va a tomar aún al más

brillante de mis compañeros de clase más de una hora en completarla.

Suspiro. Ni siquiera puedo contar con el trabajo escolar para distraerme

por mucho tiempo. Una vez más, mis pensamientos vuelven a Kieron, no

es como si realmente estuvieran lejos de él. Él siempre está ahí... al acecho

en el fondo de mi mente, esperando pacientemente para que disfrute de la

fantasía. Una en la que no me convierto en un monstruo en la oscuridad.

Una donde algún día seré capaz de encontrar la felicidad con él, o tal vez

con alguien más. Una en la que pueda enamorarme y vivir feliz para

siempre.

Sí, esa fantasía. La completamente loca, ridícula e imposible.

Decido navegar por la web un poco y hago clic en la página de las noticias

locales. Cuando veo el título jadeo... enferma:

ASESINATOS LOCALES TIENEN A LOS CIUDADANOS AL BORDE.

Page 47: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

47

Bajo el título hay tres imágenes: una niña adorable quien se ve alrededor

de cinco o seis años, un adolescente con espinillas y una sonrisa enorme,

y un hombre negro de mediana edad. Todos ellos se ven tan felices.

Escaneo el artículo. Pocas pistas y sin conexión aparente entre las

víctimas. Todos fueron brutalmente asesinados, ya sea en casa o en el

caso de la niña, justo afuera. Se dice que ella fue asesinada jugando en el

porche mientras su madre corría al interior para contestar el teléfono.

Había estado fuera menos de tres minutos y volvió para encontrar la

cabeza de su hija torcida limpiamente.

—¿Qué clase de monstruo puede ser capaz de hacer algo tan horrible? —

La madre es citada. Cierro mi ordenador y pruebo la bilis en mi garganta.

Sé exactamente qué tipo de monstruos son capaces de tales horrores.

Tenía doce años cuando mis dos mejores amigos fueron asesinados

brutalmente frente a mí. El recuerdo de verlos morir es la última cosa que

Lucky y yo vivimos como un ser singular. Después de eso, ella siguió su

camino y yo el mío. Todavía me da náuseas pensar que, técnicamente, soy

parte de una raza de monstruos que son capaces de cometer tales

atrocidades.

Tatiana me ha dicho que no debo odiarme por las acciones de unos pocos

“malos elementos”. Los humanos se matan entre sí con bastante

regularidad, y no se desprecian a sí mismos por los crímenes de otros. Eso

está bien. Ella puede decir lo que quiera. Ella no vio lo que yo vi. Ella no

sabe lo que yo sé. Es imposible de olvidar... o perdonar... la espantosa

crueldad que sé que corre por mis venas.

¡Basta, basta, basta! Tengo que esforzarme para alejar el terrible recuerdo

y para pensar en otra cosa. Alto. Pelo negro. Eléctricos ojos azules. Sonrisa

sexy...

¡!Augh!!

Enciendo la radio y empiezo a recoger algo de ropa para lavar.

Accidentalmente agarro un conjunto de prostituta de cuero rojo que

llevaba Lucky ayer por la noche y con rabia lo lanzo de nuevo al armario.

Incluso si quisiera hacer su lavandería, que definitivamente no lo hago, ni

siquiera sabría cómo lavar algo de ese estilo. Juro que ella compra en

Strippers-R-Us.

Page 48: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

48

El tentador aroma flotando en la cocina me dice que Tatiana ha

comenzado a hacer la cena. Lanzo lo último de mi ropa en la lavadora y me

uno a ella.

—Mmm, pollo frito. Mi favorito —le digo, mirando por encima de su

hombro. Una cartera de cuero descansa sobre la mesa, y la abro; está

llena de dinero y joyas. Saco un collar de diamantes y lo admiro—. ¿Puedo

quedarme con esto? —Es una pregunta ridícula. Tatiana nunca lo

permitiría, y además, ¿cuándo usaría algo como esto?

Ella me da una mirada mientras ubica un plato de pollo fresco a mi lado, y

de mala gana devuelvo el collar a la bolsa. —Saca las joyas; las pondré en

mi caja fuerte. Lucky ya tiene sus instrucciones de cómo dividir el dinero

en efectivo.

A pesar de que soy yo quien va al banco, no puedo hacerlo todo por mí

misma. Mi trabajo es estar ahí esperando así Lucky pueda asumir el

control y manejar a los escrutadores. De lo contrario, podría parecer

sospechoso que una adolescente llegara con grandes sacos de efectivos

solicitando cheques de caja para varias organizaciones benéficas. Pero bajo

su mirada hipnotizante ellos hacen como se le es dicho, sin preguntas, y

pronto se olvidan de que alguna vez nos vieron. Tenemos que hacerlo en el

momento perfecto porque el banco por lo general cierra justo en el

momento en que oscurece.

—¿Estás pensando en caminar o conducir a la ciudad? —pregunta

Tatiana.

—¿Parece como si fuera a llover pronto...? —La miro en busca de

confirmación. Ella aprieta los labios y asiente.

—Sólo una leve llovizna, pero no en varias horas... te lo vas a perder.

Usualmente, me gusta mucho más caminar. Pero ya es tarde, y me dejaría

con muy poco tiempo. Y no quiero dejarlo para mañana, ya tengo planes

para ver a Kieron. El pensamiento despierta mariposas en mi estómago.

—Supongo que voy a conducir. Ojalá pudiera correr como Ella puede —

murmuro con la boca llena de comida—. Claro que supongo que en

realidad no importa de todos modos, viendo que tengo que pasar por el

centro de la ciudad y la gente me vería.

Page 49: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

49

Tatiana hace un ruido de cacareo y recoge algunas cucharadas de puré de

papas. —Ella tiene sus talentos y tú tienes los tuyos. Así que dime, ¿cómo

estuvo tu día? ¿Mejor que ayer? —Ella tiene una extraña sonrisa en su

rostro.

A veces me pregunto cuánto sabe Tatiana y que no dice. Sé que tiene la

extraña capacidad de sentir cualquier cosa que se mueva, sea humano o

no, y puede leer las energías de la ropa, incluso saber de qué colores y

materiales son. Supongo que no debería sorprenderme si ella sabe que

estoy obsesionada con algo.

—Hoy estuvo... bien —le digo—. Sin relevos hostiles.

—¿Cómo van las clases?

—Bien. Iguales. Aburridas. —Por mucho que no quiera pensar en el

horrible artículo, no puedo desprenderlo de mi mente. Suspirando, pongo

abajo mi pierna—. Tat, ¿Qué sabes sobre los asesinatos en Pine Canyon?

Leí sobre eso en línea y es simplemente horrible. ¿Es algo… sobrenatural?

Ella deja escapar un largo suspiro y se levanta. Caminando hacia la

ventana y retorciéndose las manos nerviosamente. Ahora me gustaría no

había preguntado.

—Yo, también, he visto la muerte. Me gustaría poder decir que fue un acto

humano al azar de violencia humana, pero me temo que no lo es. Hay una

negrura que rodea a las pobres almas, y soy incapaz de descifrar el

significado o las motivaciones detrás de esas acciones. No sé qué lo causó,

ni por qué. Sólo veo una oscuridad impenetrable.

Mi corazón empieza a correr. Tatiana por lo general trata de mantenerme

en la oscuridad acerca de la actividad demoníaca, o al menos usar suaves

eufemismos, como al referirse a los asesinatos de Michael y Kayla como

“desafortunado incidente”.

—¿Estoy en peligro? —le pregunto, no estoy segura de sí quiero escuchar

su respuesta. Pero, en realidad, ¿cuándo no estoy en peligro? Lucky

arriesga nuestras vidas con una regularidad alarmante.

—No veo esto como una amenaza para ti en este momento. Tal vez sea un

lamentable caso aislado. Por supuesto, si algo cambia, serás la primera en

saberlo y yo implementaré las protecciones.

Page 50: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

50

—Bueno, claro, lo que digas —No puedo comer nada más, así que limpio

los platos y le doy un beso en la mejilla—. Mejor me voy. Nos vemos

mañana. —Agarro la cartera con el dinero y las llaves de mi Mustang.

El sol de la tarde comienza su descenso final en el horizonte. Salto a mi

automóvil, subo el volumen al estéreo y acelero por el camino de tierra.

Este tramo principal a través del corazón de Dove Creek es la única fuente

de comercios en millas. Además del banco, hay un lugar de alquiler de

películas, una pizzería y una heladería, unas tiendas de novedades que se

especializa en la caza y la pesca.

Varias personas se arremolinan a lo largo de la acera, por lo que me

recuesto en el asiento del conductor y me pongo cómoda. Todavía tengo

unos cuantos minutos más, pero realmente espero que la multitud de la

cena se disperse antes de que sea el momento para que cambie. No puedo

hacerlo en el automóvil... Ella no se molestará en cerrar o dejar las llaves

en un lugar seguro. Por lo general voy al callejón detrás del banco para

transformarme, pero ahora mismo hay demasiada gente. Maldita Pizza

Pete y su especial de la noche del martes.

Después de unos minutos la multitud disminuyese. Mi plan es sentarme

en el banquillo hasta que la sienta a Ella acercarse, después entrar en el

callejón. Sin problema.

Cierro el coche y camino a través de la calle. Entonces, veo a Kieron

caminando por la acera.

Oh, no. ¡No no no!

Él no me ha visto todavía... al menos no lo creo. Pero tengo que irme, no

puedo dejar que me vea así de cerca de una transformación. ¿Quién sabe

lo que Lucky va a decir o hacer? Sobre todo si Kieron trata de hablar con

ella como si fuera yo. Lo mejor, se reiría en su cara. Lo peor... uf, no me

quiero ni imaginar...

Él se detiene y mira dentro de la ventana del The Stinky Fish Bait & Tackle.

Me meto en el callejón, presiono la espalda contra la pared lateral y

Page 51: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

51

contengo la respiración. Entonces empiezo a pensar, la tienda de cebo está

cerrada; él no va a ir ahí. Así que a menos que vaya a entrar en el banco,

es más probable que vaya a alquilar una película o al lugar de pizza. Eso

significa que él tendría que caminar justo delante de mí. ¡Mierda! Todo lo

que tomará es una pequeña mirada en esta dirección y va a verme

encogida como una rata acorralada...

Tengo que ocultarme.

Pero no hay a dónde ir. El callejón es un callejón sin salida. Si vuelvo a ir a

la calle seguramente me va a ver. Ella está a sólo segundos de llegar, y

también lo está él. Y voy a hacer todo lo que está en mi poder para impedir

que los dos se conozcan.

No tengo otra opción.

Lanzándome hacia el enorme contenedor gris de basura contra la pared

del fondo, lucho por levantar su pesada tapa. Se resbala de mis dedos, y

tengo que morderme los labios para no gritar. Tengo que entrar.

Finalmente, me las arreglo para abrirlo lo suficientemente como para

meterme en su interior. —Lo siento mucho, Lucky —le susurro. No quiero

ni pensar en lo que estoy sentada, y mucho menos en lo que Lucky va a

hacer cuando vea dónde la deje. A medida que el hedor de la basura

podrida llena mis fosas nasales, rápidamente tomo un último aliento de

aire fresco y cierro la tapa.

Page 52: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

52

í

Traducido por rihano Corregido por Angeles Rangel

h dulce infierno este lugar huele a mierda. ¿Dónde estoy? No

puedo ver nada. Tengo la bolsa de dinero en una mano, pero

la otra está tocando algo blando. Y chorreante.

Me recuesto sobre mi brazo y baba cenagosa se escurre a través de mis

dedos. Reacciono instintivamente, desatando la lluvia de fuego corriendo

por mis venas. El metal chocando contra el pavimento en una explosión

atronadora, y caigo al suelo en medio de un montón de refugios.

Desde el pálido resplandor de las farolas, evalúo mi entorno, estoy en el

callejón al lado del banco. Bueno, eso lo entiendo. Lo que no entiendo es

por qué estaba con toda la basura.

Encantador. Sólo extrañamente encantador. —¿Hurgando en la basura

ahora, en eso estamos, cerdo asqueroso? —digo en voz alta, esperando en

algún lugar profundo dentro que ella me escuche. Ni siquiera me importa

si ella tiene una buena razón para dejarme en ese lugar inmundo. Esto es

imperdonable y realmente está tentando a la suerte que arruinara su

propia ropa en vez de las mías.

Estoy ocupada maldiciendo el nombre de Liora y sacudiendo partículas de

mi pelo cuando oigo la voz preocupada de un hombre. —Disculpe,

señorita, ¿está bien?

Un pequeño grupo de Sapies se reúnen cerca del final del callejón,

mirándome. Deben haber sido atraídos por el ruido fuerte. Genial.

Poniendo los ojos en blanco agito mis manos, todavía chorreando baba, y

murmuro:

—Alieno. Váyanse. —En un instante se alejan, ya olvidando lo que les

atrajo aquí en primer lugar. Todos, excepto para el que continúa

observándome con una sonrisa divertida.

Page 53: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

53

Fan-mierda-tastico.

—¿Qué estás mirando? —le pregunto, con el ceño fruncido en su dirección.

De todos los testigos de mi humillación mortal ¿él tiene que estar aquí?

—Tienes pepperoni en el pelo. —Él señala amablemente a mi cabeza.

Peleo con las ganas de vomitar y cuidadosamente levanto el mohoso disco

rojo. ¿Podría esta noche comenzar con algo más de porquería? Reunir algo

de dignidad es imposible en este momento, así que limpio mis manos en

mis pantalones, agarro la bolsa de dinero, y me encamino pasándolo. Él se

tensa como yo lo rozo. Estoy medio tentada volar el banco por completo,

viendo como es más para beneficio de Liora que mío. No me importa lo

más mínimo el dinero, no me importa si es para algunos mocosos sin

hogar. Y puesto que Liora no tiene ningún problema dejándome en un

contenedor de basura como un pedazo de basura...

Pero sé que si no consigo los cheques, Tatiana se va a enojar. Y tengo por

regla nunca hacer que Tatiana se enoje, al menos no a propósito. Pero

Liora pagará un alto precio por su absoluta falta de respeto a mí, eso es

malditamente seguro.

Me lanzo a abrir la puerta, a punto de despegarla de sus goznes. Tatiana

está sentada en el sofá esperando por mí. Enojada tiro los cheques

bancarios en la mesa y vocifero molesta en mi dormitorio.

—No te enfades con ella, querida —me dice Tatiana—. Tenía miedo de

exponerse y tuvo que ocultarse para evitar un problema. Ella sentía que no

tenía otra opción. Estoy segura de que está muy apenada por hacerte eso a

ti.

—Lo que sea.

Quince minutos más tarde salgo de la ducha. Paso mis manos por el pelo

mojado, y el calor que emana de mis palmas rápidamente seca los largos

mechones. Tiro de ellos en una coleta baja y mis dedos brevemente tocan

mi marca. Para Liora y otros Sapies, la marca quema caliente al tacto.

Para mí, se siente bien... como hielo.

Page 54: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

54

Esta marca en la parte posterior de nuestro cuello es la razón de que Liora

nunca use su pelo levantado; ella no quiere que nadie la vea.

Personalmente no veo cual es el gran problema. Sólo se ve como un tatuaje

ordinario, una estrella roja simple. Algo que cualquiera podría conseguir

en cualquier tienda de tatuajes. No es como que diga, “Soy un medio-

demonio”, o algo así. Lo juro, ella es una fanática del demonio.

Después de cambiarme a un traje completamente negro, perfectamente

adecuado para mi estado de ánimo todo negro, me dirijo a la habitación de

Tatiana. Ella está revolviendo su caldero, el vapor fresco rizando cintas

fantasmales alrededor de su semblante sereno.

—Encuéntrame algunos demonios para matar. Atormentar no lo detendrá

esta noche.

Ya que tengo prohibido matar Sapies, y luchar con otros demonios en

Thiberoux está prohibido por el Decreto Demoníaco, tengo que encontrar

mi diversión en otra parte: El mundo del Hombre.

Naturalmente, nunca peleo con cualquiera de mi propia tribu, pero hay

otros... muchos otros que invaden los pueblos de los alrededores y usan a

los humanos como juguetes.

Son estas criaturas las que me dan una salida a mis deseos naturales. Y

justo ahora, con los Amazèa fuera de alcance de nuevo, tengo un picor

muy grande que rascar. Y largas y perfectamente cuidadas uñas negras

con las que rascarme.

—Siento tu fuego y sé que debes cazar. Si quieres quedarte cerca, en

Richmond, hay dos demonios Paraste que trabajan fuera de la discoteca

Galaxy. O, podrías volver a Nueva York, donde hay varios…

—Voy a tomar los Paraste —digo. Había estado en Nueva York ayer por la

noche para recoger los tributos y, además, detesto a estos demonios en

particular. Ellos no son buenos para algo útil. A menos que consideres

aliviar mi conveniente picazón. Lo cual hago. Una vez que ellos se unen a

un cuerpo humano, asumen el control total y obligan a sus víctimas a

hacer cosas perjudiciales para sí mismos y a los demás. El anfitrión no

sobrevive por mucho tiempo.

No es que mi búsqueda para destruir a otros demonios se derive de la

bondad de mi corazón. Si no fuera por el hecho de que Liora pasa tiempo

Page 55: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

55

en el mundo Sapie, dejando mi recipiente débil y vulnerable, no me

importaría lo que otros demonios hicieran.

Sin embargo, muchos demonios por ahí pueden ponerla... es decir, a mí...

en riesgo. Algunos demonios Paraste podrían unirse a uno de los chicos en

su escuela y hacerlo pasar por todo lo de Columbine o algo así y Liora

podría quedar atrapada en el fuego cruzado. Además, necesitaba

mantenerme fuerte. En la cima de mi juego. Los Amazèa pueden haber

desaparecido por ahora, pero algún día regresarían. Y cuando lo hagan,

voy a estar lista.

Tatiana asiente con la cabeza. —Muy bien. He preparado el polvo revelador

para ti —señala a la pequeña bolsa en la mesa. No puedo dejar de sonreír.

Ella me conoce tan bien. El polvo especial me permite distinguir Paraste de

Sapies regulares y toma varias horas para elaborarse.

Agarro la bolsa, le digo adiós a Tatiana, y convoco a Diablo. En el Puente

de Reyes echo un vistazo rápido por Bones, pero no hay centinela a la

vista. —¿Bones? —llamo. La noche es extrañamente tranquila. Lo intento

de nuevo, esta vez más fuerte—. ¡Bones! —sigue sin haber respuesta.

Cruzo el río y entro al bar.

—Oye, Ivy... ¿Bones está aquí?

—Hola, cariño. Sí, él ha estado aquí durante una hora aproximadamente.

Creo que está esperando por ti.

—Sí, me he retrasado un poco. Ella... —Pongo los ojos.

Ivy me da una sonrisa simpática y señala con la barbilla al hombre

sentado en una esquina. —Nuestro extraño sexy está de vuelta otra vez.

¿Conseguiste echarle un vistazo o qué? Los vi a ustedes hablando en el bar

la noche anterior. —Suena acusadora, como si estuviera manteniéndola

fuera.

Evito su mirada. Sí, él se había acercado a donde yo estaba sentada, pero

sólo para pedir otra copa de Cody. Habíamos intercambiado “holas”, y él

que había comentado sobre la música sonando en la rockola. Supongo que

en verdad le gusta Led Zeppelin. Pero luego se fue a lo suyo y yo me fui a

lo mío. No lo había visto de nuevo... hasta más temprano esta noche en el

callejón. Pero yo no voy a repetir este bocado de información embarazosa a

una de las más grandes chismosas en Dryndara.

Page 56: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

56

—Lo siento, Ivy, en realidad no hablamos. Pero lo que realmente necesito

hacer es ir a hablar con Bones —le digo mientras lo veo a él hablando con

Cody.

Ivy hace una pequeña mueca, pero no dice nada, su atención desviada por

un grupo de Demions que se acercan.

Echo un vistazo casual alrededor de la sala mientras hago mi camino a la

barra. Cody y Bones se están riendo de algo, pero estoy más interesada en

la esquina trasera donde los hermanos vampiros están entreteniendo a su

amigo. Como de costumbre, no está de frente a mí, con su espalda hacia la

habitación. Bueno.

—La dama Lucky —la voz alegre de Bones resuena. Da palmaditas en el

taburete vacío junto a él. Dos vasos altos de Jack en las rocas me esperan

en la barra. Sonriendo, resplandezco hacia él.

—Hola, muñeco —le digo, dándole un beso en la mejilla—. Casi no te

reconozco con la ropa puesta.

Se ríe, revelando dos perfectos e incluso pequeños hoyuelos en sus mejillas

bronceadas. —Bueno, yo siento mucho eso, pero tienen reglas graciosas

aquí. Claro que siempre podemos ir a algún lugar un poco más privado y…

Yo lo golpeo suavemente en su hombro. —¿En serio, no vas a dejar de

intentarlo alguna vez? —Cody levanta las cejas arriba y abajo

sugestivamente, así que me acerco y lo golpeo, también.

—Ustedes chicos son ridículos.

Ambos se ríen, y Bones se frota los huesos del hombro con cautela. —Creo

que está herido. Necesita un beso para sentirse mejor...

—Oh, pur-faaavor. Libérame. —Pongo los ojos y me siento. Pero la verdad

es que me encanta cuando Bones coquetea conmigo, sobre todo porque no

tiene por qué. Yo no soy una conquista natural para él, sus necesidades

demoníacas de seducción y procreación sólo se extienden hasta las

mujeres Sapie. Algo que yo no soy. Así que cualesquiera que sean los

deseos instintivos que lo manejan, la forma en que coquetea y juega

conmigo es causado por algo completamente distinto.

Pero por mucho que me encante Bones, en el fondo sé que nunca va a

funcionar para que nosotros seamos otra cosa que amigos. Los mejores

Page 57: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

57

amigos. Nada más. Así que él me coquetea, y yo pretendo que lo odio. Es

nuestra manera.

—¿Quién es el chico nuevo? —Asiento con la cabeza hacia la esquina, con

la esperanza de sonar indiferente. Bones es también del tipo celoso.

Convocado por los clientes en el extremo de la barra, Cody se va, por lo

que Bones es quien responde.

—No puedo decir. Él ha pasado por mí varias veces; su olor está todo bien.

Es medio Sapie, como tú. No estoy seguro de qué tipo de demonio es.

Tengo unas lecturas un poco diferentes, pero ninguna que cause ninguna

preocupación. ¿Por qué lo preguntas? —De repente, él suena cauteloso.

—No hay ninguna razón. —Me encojo de hombros y casualmente sorbo mi

bebida—. Sólo me preguntaba si teníamos otro vampiro en la ciudad, es

todo. Ya sabes como aaaaamo a los chupadores de sangre. —Finjo estar a

punto de desmayarme.

—Sí, sé que amas matarlos —sonríe Bones.

—No me gusta matarlos —protesto—. Fue solo ese grupo hace tres años.

Ellos se estaban alimentando de niños... ¿Qué se supone que debía hacer?

Bones levanta la mano calmándome. —Lo sé, lo sé, sólo te estaba tomando

el pelo. Por Dios, has estado tan irritable últimamente… Así como muy

nerviosa. —Él comienza a masajear mis hombros; la calidez de su toque

irradia hacia abajo hasta mis huesos. Justo cuando estoy sintiendo algo

de mi tensión liberada bajo su toque mágico, él lo arruina

completamente—. Desde que las Amazèa volvieron. Es como si te hubieras

vuelto completamente loca...

Sus palabras vierten combustible a mis nervios ya inflamados.

Sacudiéndome, salto sobre mis pies, golpeando mi vaso de whisky en el

proceso.

—Cállate. No quiero oírlo de ti. Ellos no están aquí ahora y tengo que vivir

con ese hecho. Pero van a volver. Y cuando lo hagan, los voy a matar en la

misma manera enferma y malvada como mataron a Kayla y Michael. Y voy

a reír, como ellos se rieron. Y nadie me va a parar. Ni siquiera tú. Y no

quiero oír otra palabra acerca de eso, ¿lo captas? —Enojada agarro lo que

queda de su bebida, rápidamente bebiéndola, antes de salir de inmediato.

Page 58: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

58

Sé que Bones está justo detrás de mí, y tan pronto como llego a la puerta,

comienzo a correr lo más rápido posible. Pero si hay una criatura que

puede seguir el ritmo de mis dos piernas, es Bones cuando él tiene cuatro.

Mientras corro a través de los bosques, los árboles y arbustos nada más

que una bruma pasando de verde, miro al enorme perro negro a mi lado.

Pero no puedo sentir rabia contra él. No está tratando de detenerme. No

está tratando de hablar conmigo. Solo está conmigo. Y algo acerca de eso

me hace sentir segura.

Juntos, corremos a través de kilómetros de espeso bosque, a través de un

portal que nos lleva de nuevo a tierra Sapie. Segura bajo el amparo de la

oscuridad, volamos juntos de regreso a abandonados caminos y senderos,

sobre arroyos, y colinas. Navegamos sobre cercas y cortamos a través de

granjas, juntos, corriendo como un borrón en silencio.

No es hasta llegar a las más lejanas afueras de la ciudad que desacelero mi

ritmo, y paso a caminar. Bones disminuye su paso a mi lado, aún en su

forma canina. Por último, incapaz de mantenerlo más, me derrumbo con

mi rostro en mis manos y lloro.

No importa lo rápido o lo lejos que corra, no soy capaz de escapar de la

pesadilla que me persigue constantemente. No puedo correr más rápido

que los sentimientos de ira, desesperación y lamento que afectan mi

mente. No puedo ocultar el vergonzoso disgusto que me come por dentro.

Es todo culpa mía... todo lo que le pasó a Michael, a Kayla, a mí y a

Liora... todo es por mi culpa... porque yo era débil. Porque tenía miedo.

Bones descansa su cabeza en mi regazo amorosamente mientras lloro en

mis manos. Entonces él se retira. Un momento después se sienta a mi

lado, su cuerpo desnudo, ahora que es un hombre. Cuando envuelve sus

musculosos brazos alrededor de mí, lloro libremente sobre su hombro. Su

piel es tan suave como la mantequilla y él me sostiene fuerte, acariciando

mi pelo y susurrando palabras tranquilizadoras en mi oído.

Yo lloro y lloro hasta que no puedo llorar más.

Page 59: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

59

Después de lo que se siente como horas, levanto lentamente mi cara

llorosa y miro a los ojos de Bones. —Si alguna vez le dices a alguien acerca

de esto, voy a encontrar un resquicio en la ley de la inmortalidad para

matarte poco a poco. Y voy a inventar nuevas formas para hacerlo doloroso

en primer lugar.

Él suavemente limpia una lágrima corriendo por mi mejilla. —Tu secreto

está a salvo conmigo. Además, ¿quién me creería de todos modos? que la

mal humorada Lucky tiene una debilidad por algunos Sapies —susurra.

—Ellos no eran sólo algunos Sapies.

—Lo sé.

Él de mala gana me permite salir de sus brazos y pasear alrededor,

tomando profundas respiraciones, tratando de recuperar la compostura.

Mis ojos arden, y estoy segura de que mi maquillaje está arruinado. Pero

no me importa. Veo un viejo árbol con un tronco enorme. Perfecto. Con

todas mis fuerzas lo empujo hasta que oigo un fuerte crujido. Doy un paso

atrás mientras el gran árbol cae al suelo.

—¿Te sientes mejor?

No, pero yo asiento con la cabeza de todos modos.

—Estoy muy contento de que lo hicieras. Ese árbol me estaba dando

escalofríos.

Me trago una sonrisa.

—¿Dónde estabas planeando ir esta noche? —pregunta él—. Porque donde

quiera que sea, voy contigo. —Me volteo a admirar su hermoso cuerpo

desnudo explayado en contra de las rocas. Bajo la débil luz de la luna se

ve como una estatua de un dios.

—¿Vestido así? —le pregunto con un amago de sonrisa.

Él mira hacia abajo y arquea una ceja. —Tienes toda la razón. No pensé en

esto en absoluto. Necesito aparearme sin embargo. Bastante. Supongo que

podríamos entrar en una casa por aquí y “robarme algo para usar...” —

añade citando, y sé que él no se preocupa por la ropa.

Page 60: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

60

—Pero si tú necesitas, bueno, trabajar, no creo que encuentres lo que

estás buscando a dónde voy. Se trata de un club nocturno, y no muy

agradable —agrego, en respuesta a su mirada burlona.

Él asiente con la cabeza, comprendiendo. Bones tiene un tipo muy

específico de mujer que seducirá: Entre las edades de diecisiete y veintidós

años, hermosas, saludables e inteligentes.

Una que no fume, beba, o use alguna droga, y lo más importante, una

virgen que esté en la cima de su ciclo de fertilidad. Las chicas así

probablemente no están pasando el rato en una discoteca de mala muerte

del centro en la mitad de la semana.

—Bueno, entonces, voy a buscar en el área cercana. Encontrar una

compañera en una casa que no esté muy iluminada. Llámame cuando

hayas terminado, y nos encontraremos de nuevo.

—Estaré atormentando a los pocos habituales después. Han estado

pasándolo fácil las últimas noches así que tengo algunos preparativos que

hacer.

—¿Vas a acercarte a donde la vieja señora Sullivan?

Asiento con la cabeza.

—Genial. Nos encontraremos allí. Me encanta verte asustarla. —Por

supuesto que sí. Mary Sullivan castró a once hombres antes de asesinarlos

y enterrar sus cuerpos en el patio de su casa. Hasta el momento la policía

y sus vecinos no tienen idea de lo que ha hecho. Pero yo lo sé. Y ahora ella

es una habitual.

—Está bien. —Me arrastro hacia donde él está parado y le doy un abrazo—

. Gracias por estar aquí... gracias por todo —le susurro.

—No hay problema, chica. —Su voz suena gruesa. Retrocedo, conmovida

por la compasión en sus ojos caoba.

—Vete. Obviamente, necesitas aparearte. Sácalo de tu sistema. —Con una

sonrisa, suavemente lo alejo. No quiero que él sepa lo mucho que me

molesta que él tenga que ir a hacer eso. Cuando encuentra a su virgen

perfecta, la seduce, y la impregna con su semilla, yo sé que no tiene otra

opción. Si no se reproduce continuamente con Sapies, su función como un

íncubo, alguien que es capaz de asumir forma humana y ser mi amigo,

dejará de existir. Él va a ser y seguir siendo un perro del infierno

Page 61: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

61

permanentemente, obligado a guardar nuestro reino sagrado para toda la

eternidad.

Pero esto realmente me molesta. No me gusta pensar en él acostado con

todas esas mujeres, inundándolas con sus poderes embriagantes de

romance y seducción. Odio saber que les da algo que no puede darme. No

me gusta saber, no importa que siempre sea obligada a compartir su

afecto con chicas sin nombre, sin rostro, que le proporcionan una razón de

ser.

Y me odio a mí misma aún más por sentirme de esta manera. Soy un

demonio de Justicia, ¡por el amor de Satanás! Se supone que debo estar

libre de pasión y operar sólo en la razón y la racionalidad, no ser sometida

a llorar por ataques de ira y el malestar de los celos. Qué porquería es

esta. Totalmente ilógico. Y patético. ¿Qué espero que él haga... sentarse en

los alrededores y languidecer encima de mí, noche tras noche? ¿Qué me

diga que me ama más que a cualquier otra cosa y que no puede soportar la

idea de vivir la eternidad sin mí? ¿Que soy su única verdadera razón para

respirar y sin mí, su vida no tiene sentido?

Sí... soñando. Los demonios no funcionan así. Sólo los Sapies consiguen

mezclar todo con sus emociones locas. Algo que, gracias a Liora, se filtra

en mi vida donde no debería. Por lo menos los demonios tienen la

capacidad, y el buen sentido, de apagar los sentimientos que no quieren

sentir. No los Sapies, sin embargo. Ellos parecen disfrutar de ser

esclavizados por ellos.

Pero no puedo culpar a Bones por algo de mi locura. Él es tan incapaz de

ignorar sus deseos diabólicos como yo de ignorar mi ser contaminado por

humano.

—¿Estás segura que estás bien? —pregunta Bones, estudiando mi cara.

—Estoy bien... prometido. Esta noche es justo lo que recetó el doctor.

Carnicería seguida de tormento. No puedo esperar. —Finjo una sonrisa

pequeña.

—Está bien... bueno, me reuniré contigo en lo de la vieja señora Sullivan.

Y ten cuidado... no andes demasiado arrogante por ahí —dice con un

guiño.

—Sí, lo mismo para ti.

Page 62: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

62

Por un breve momento fijamos la vista uno en los ojos del otro, ambos

sintiendo lo que no podemos decir. Luego, con una sonrisa tan

pecaminosa como el mismo diablo, Bones se sacude y se estremece, con

gracia al aterrizar en dos grandes patas. Deja escapar un aullido lujurioso

y corre hacia una lejana casa de campo en la distancia.

Tomo una respiración profunda y me dirijo hacia las brillantes luces de la

ciudad.

Cerca de 32 kilómetros del club, agito la mano a un automovilista que

pasaba quien inmediatamente hace que su coche pare. Ahora que estoy a

la intemperie no puedo correr más, no sin atraer el tipo de atención que

todos tratamos de evitar. Esto hace nuestras vidas más fáciles para

mantener a los Sapies en la oscuridad acerca de ciertas cosas. Si de

verdad supieran lo que estaba pasando delante de sus narices...

Paso mi cabeza por dentro de la ventana del pasajero del Mercedes de lujo.

Un pareja de mediana edad bien vestida se sienta lado a lado, ambos con

la mirada en blanco fija de alguien bajo mi hechizo. La gente es demasiado

fácil.

—Llévame a la discoteca Galaxy en la esquina de la Quinta y la Principal

—le ordeno al conductor mientras me dejo caer atrás. El hombre

instantáneamente hace una peligrosa e ilegal vuelta en U y comienza a

conducir a mi destino.

La pareja permanece en silencio, mientras no tenga el deseo de que ellos

hablen. Miro por la ventana el paisaje zumbando y trato de no pensar en

Bones, en lo que está haciendo en estos momentos. Echo un vistazo al

asiento a mi lado; hay un programa de mano y un ramo de flores. Ahh,

qué lindo. ¿Es noche de cita? Sin embargo, esta pareja parece estar en sus

cincuenta o sesenta años; y desde luego ellos no están aún sujetos a los

rituales ridículos del romance...

—¿Por qué hay flores aquí?

Ambos permanecen en silencio.

Page 63: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

63

—Ustedes pueden hablar —les digo.

La pareja se mira el uno al otro, inseguros de quién debe responder. Pongo

los ojos. —Hombre... respóndeme.

—Ellas son las favoritas de Irena. Le doy estas flores el 22 de cada mes.

—¿Por qué?

—Debido a que le gustan, y la hacen feliz. Me gusta hacerla feliz.

—No, quiero decir por qué el 22?

—Ese es el día en que nos conocimos. Es el día en que nos casamos. Es el

día en que nació nuestro hijo.

Qué delicadeza. —¿Haces esto todos los meses?

—Sí.

—¿Cuánto tiempo has estado haciendo esto?

—Treinta y siete años y tres meses.

Mis ojos se entrecierran. Seguramente esto no puede ser verdad. Pero bajo

mi hechizo los Sapies son incapaces de mentir. Este hombre me está

diciendo la verdad. —¿Quieres decirme que todos y cada uno de los meses

durante los últimos treinta y siete años celebras el día en que se

conocieron y se casaron, y le traes sus flores favoritas?

—También es el día que nació nuestro hijo —me recuerda—. Eché de

menos un mes porque yo estaba en el hospital. Pero entonces fue ella

quien llevó las flores para mí.

Mi pica la curiosidad, me inclino hacia delante. La historia de este hombre

me intriga. Yo sabía que algunos Sapies permanecen juntos durante largos

periodos de tiempo, pero no pensé que a ellos en realidad les gustara.

—Dime, ¿amas a tu mujer tanto como lo hiciste cuando al principio

estaban casados?

El hombre mira directo hacia delante en un trance como zombi. —No —

responde.

Me desplomo en mi asiento. Así es. Eso es lo que yo pensaba.

Page 64: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

64

—Yo la quiero mucho, mucho más —concluye.

Un vacío extraño y molesto se extiende sobre mi pecho. —¿Alguna vez has

amado a otra? —pregunto.

—Eso sería imposible.

—¿Alguna vez has querido estar con otra mujer?

—Ni por un segundo.

Una sensación de desconcierto me llena. Sin duda, esto no era posible... —

¿Alguna vez la has engañado? — le pregunto, un poco desesperada.

—Preferiría cortarme la mano que tocar a otra mujer de la forma que yo

toco a mi esposa.

Me deslizo más bajo en mi asiento. —¿Morirías por ella? —susurro.

—Felizmente. Un millón de veces más.

De repente, me siento muy triste. Y muy sola.

—Détente —exijo a pesar de que aún estamos a varios kilómetros de

distancia del club. El hombre inmediatamente obedece y detiene el coche.

Mientras salgo, les doy una orden final—. Nunca me vieron, yo nunca

estuve aquí. Tomaron un giro equivocado, pero ahora están en camino a

casa.

La pareja se marcha, y yo sigo a pie el resto del camino hacia el club. ¿Qué

está mal conmigo? ¿Por qué estoy teniendo este tipo de reacción emocional

a la historia de ese hombre? Es el tipo de cosas que ella ama... siempre

está leyendo novelas románticas sensibleras. Yo acabo de ver uno en la

vida real.

Entonces, ¿por qué me siento tan triste? ¿Por qué puedo sentir el corazón

de Liora romperse dentro de mí?

No me gusta la respuesta que llena mi mente, pero no puedo negar lo que

yo sé que es verdad.

Niego con la cabeza, tratando de forzar la idea lejos, pero se arrastra de

nuevo en mis entrañas.

Estoy triste porque esto nunca, nunca, me pasará.

Page 65: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

65

O por ella.

Estamos destinadas a vivir sin experimentar esa clase de amor.

Esta es nuestra última maldición.

Page 66: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

66

í

Traducido SOS por LizC

Corregido por ★MoNt$3★

ormalmente me da miedo la caminata de dos kilómetros y medio a

través del bosque de la Secundaria Dove Creek. No el paseo en sí

—esa parte me gusta—, sino el hecho de que tengo un largo día

de miseria por delante.

Pero hoy no.

Hoy, me siento más viva que cualquier otro día que recuerde

recientemente; como si todas las piezas mezcladas dentro de mí se

hubieran reorganizado milagrosamente y se alinearan en el orden correcto.

Por primera vez, en realidad tengo ganas de ir a la escuela. El hecho de

saber que él va a estar ahí, cerca, me hace sentir que puedo soportar casi

cualquier cosa.

Sé que me estoy preparando para una desilusión peligrosa. Sé que nada

puede suceder entre Kieron y yo, justo como sé que él sólo me habla

porque puedo ayudarlo con sus estudios. Tipos como él van tras chicas

sexys como Drusilla, o delicadas sureñas encantadoras como Samantha

Morgan.

Es nuevo, por lo que no ha descubierto aún la manera en que funciona el

sistema social. Pero muy pronto lo hará, y entonces no querrá tener nada

que ver conmigo. Estoy segura de ello.

Cuanto más me acerco a la escuela, más rápido late mi corazón. Una vez

allí, busco en el estacionamiento por su camioneta, pero no la veo. Me

quedo por la puerta de entrada y casualmente miro a través de mi

mochila. Tal vez cuando llegue, me verá aquí y vendrá a hablar conmigo

otra vez. Tal vez quiera ir andando conmigo a clase de inglés. Una puede

soñar.

Page 67: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

67

Dos minutos más tarde cierro la cremallera de mi mochila, disgustada

conmigo misma. ¿Por qué voy a ser la acosadora con algún tipo nuevo?

¿Así de patética soy? Me dirijo por el corredor lleno de gente y visualizo a

Corrine esperándome en mi casillero.

—¿Qué pasa? Tienes un aspecto horrible —digo cuando la alcanzo.

—No pude dormir mucho la noche anterior. Mamá tiene un novio nuevo,

Bill, y estuvieron de fiesta toda la noche. Se cree un guitarrista. —Hace

una mueca como si estuviera tratando de no llorar.

Frunzo el ceño, sabiendo que los problemas en casa de Corrine son mucho

peores de lo que deja ver. Hace unos años cuando le decía cómo odiaba

venir a la escuela todos los días, ella había confesado lo mucho que

ansiaba las horas aquí, lejos de su vida en el hogar abusivo.

—Lo siento, eso es totalmente una mierda —le digo, cerrando mi casillero.

Estamos a mitad de camino a clase cuando se detiene y se vuelve hacia

mí.

—Um, Liora, me preguntaba si querías venir a cenar el viernes en mi

cumpleaños, mi mamá se comprometió a estar sobria y hacer algo bonito.

Su rostro regordete está de color rojo brillante y se desplaza

incómodamente en sus pies.

Maldita sea. Oh, Corrine, por favor, no hagas esto.

Es prácticamente la única persona que ha sido mi amiga desde que llegué

a ser completamente humana. Al principio, pensé que mi vida después de

la “ruptura” sería como lo que era antes, sólo que sin poderes y sin ningún

conocimiento consciente de todo lo que sucede en la noche. Pero a medida

que fui creciendo y entré en la escuela secundaria, la gente empezó a

hacerme más preguntas como: “¿Qué pasó con tus padres?” “¿Cómo

cuidas de tu abuela ciega tú sola?” “¿Cómo consigues dinero?” Y, por

supuesto, mi favorita: “¿Por qué nunca puedes salir a pasar el rato en la

noche?”

Las preguntas eran agotadoras, casi tan pesadas como el flujo continuo de

mentiras y excusas que tenía que usar para evitar hacer las cosas

normales que las chicas de mi edad disfrutan y dan por sentado como ir a

las fiestas de pijamas o salir en citas, asistir a los partidos de fútbol de la

escuela, estudiar con los amigos por la noche… o simplemente pasar el

Page 68: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

68

rato. Incluso cenar con un amigo por su cumpleaños. Cosas que quería

hacer.

Cuanto más he tenido que decir “no” a las invitaciones de amigos, han sido

menos y más esporádicas las invitaciones que he recibido, hasta que se

redujeron a nada. Las personas de las que me había visto obligada a huir

ya no querían tener nada que ver conmigo.

Ahora la mayoría de las personas piensan que soy algún tipo de estirada,

una loca solitaria. Pero es mejor así. Corrine siempre ha respetado mis

límites y nunca me ha juzgado. Realmente espero que esto no cambie.

—Um, no creo que pueda. Mi abuela me podría necesitar. Es difícil para mí

dejarla sola, siendo totalmente ciega y todo eso —tartamudeo.

—Bien, por supuesto. Olvida que lo he mencionado —dice con rapidez,

mordiéndose el labio.

Ahora me siento horrible. Corrine es muy agradable, pero muchos de los

otros chicos se meten con ella porque tiene sobrepeso y se viste con ropa

de mala calidad. Soy una de las pocas personas en la escuela que incluso

habla con ella. Y ahora acabo de herir sus sentimientos.

—Tal vez podamos hacer otra cosa en cambio —digo, con cautela eligiendo

mis palabras—. Tal vez el sábado en el día podamos, no sé, ir hasta el lago

y llevar el almuerzo o algo así. O ir a la ciudad y entrar a una matiné o

algo por el estilo, lo que quieras, siempre y cuando sea durante el día.

Su rostro se ilumina.

—¿En serio? ¿En realidad quieres pasar el rato?

Sonrío.

—Claro, siempre y cuando sea durante el día y esté en casa antes de que

oscurezca. No puedo dejar a mi abuela sola por la noche.

Asiente con entusiasmo, su cabello rubio fibroso cayendo en su rostro.

—Entiendo totalmente. Durante el día. No hay problema, ya pensaremos

en algo divertido que hacer. —Está tan feliz, me siento aún más horrible

por rechazar su invitación en primer lugar. Sospecho que estuvo más

devastada por mi reacción inicial de lo que dejaba entrever.

Page 69: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

69

—Entonces, ¿dónde crees que está Kieron? No lo veo por ninguna parte

—dice Corrine a medida que continuamos por el pasillo hasta la clase de

Inglés. No hago caso de las miradas de desprecio de Drusilla y sus amigas

a medida que pasan frente a nosotras. Todas vestidas de suaves tonos

pastel y colas de caballo perfectamente peinadas con una cadena envuelta

para ocultar la liga elástica, se fijaron en mi camiseta negra, pantalones

vaqueros y botas de combate como si fueran una cucaracha en su

ensalada de espinacas.

—Mmm, no sé —le digo con tanta naturalidad como puedo. La verdad es

que, tampoco he dejado de buscar un vistazo de él, pero no quiero hablar

de esto a Corrine. Había malentendido cuando le expliqué ayer cómo sólo

había hablado conmigo para preguntarme si podía ayudarle a ponerse al

día con sus estudios. Pero sé que tiene un duro enamoramiento por él, y

no quiero más tensiones entre nosotras.

La campana final suena. Al entrar en el salón de clases, me doy cuenta de

que he estado aguantando la respiración. El aire sale en un silbido. Sin

decir palabra, y con el corazón en mi estómago, me dirijo a mi lugar

habitual en la parte de atrás.

El asiento junto al mío permanece vacío.

Ha habido muchos sucesos extraños en mi vida, pero nada tan extraño

como los sentimientos absolutamente irracionales y en el límite de la

locura que experimento sentándome a través de la clase sin Kieron a mi

lado.

Una parte de mí quiere llorar. La otra parte está enojada porque estoy

siendo un caso perdido. Mi desilusión aplastante de que no está aquí es

tan completamente absurda, ¿qué demonios es lo que me pasa?

Supongo que de una manera retorcida todo esto tiene sentido. Era sólo

cuestión de tiempo antes de que me volviera oficialmente loca; sólo me

sorprende que no hubiera sucedido hasta ahora. Tal vez debería ir a

hablar con la consejera escolar. Tal vez debería ir a su pequeña oficina con

la decoración de mal gusto de los 80, tomar asiento en su sofá de vinilo

agrietado, y decirle que soy una semi-demonio que se queda toda la noche

bebiendo, atormentando a los humanos, matando a otros demonios por

diversión, y enamorándose de un íncubo-barra-Perro del Infierno quien

está empezando a tomar un peaje en mi bienestar emocional. Ver si ella

tiene alguna sugerencia útil para mí.

Page 70: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

70

Suspiro, mucho más fuerte de lo que quería y la chica enfrente de mí se

ríe. El Sr. Soderbergh me dispara una mirada de advertencia pero sigue

leyendo. Agradecida por el pase, me concentro en mi libro y me decanto

por soportar el día, un minuto atroz a la vez. Qué estúpida fui al pensar

que un chico nuevo y guapo al azar cambiaría algo en mi vida. Nada ha

cambiado. De hecho, su presencia aquí sólo empeora las cosas. Me hace

más consciente de lo que me estoy perdiendo, lo que nunca puedo tener.

Que realmente no hay lugar para mí en este mundo.

Hace unos años, Tatiana confesó que cree que siempre voy a seguir siendo

humana. Así que tengo que aprender a cómo ser humana, asimilarlo, y

realmente serlo. Prepararme para mi vida futura como un ser humano

normal. Pero realmente, ¿qué esperanza puedo alguna vez tener de una

vida normal? La mayoría de las chicas de mi edad se irán a la universidad

o conseguirán un trabajo, encontrarán marido y formarán una familia.

Claro, supongo que puedo conseguir un trabajo, pero no hay manera de

que esté sufriendo a través de más de una escuela. Y olvida alguna vez lo

de enamorarme y casarme. ¿Cómo podría un hombre humano alguna vez

comprender? Y detesto a los otros demonios, incluso más de lo que ellos

me desprecian. Soy un bicho raro de su clase, nada más que una patética

niña “Sapie”. Tener hijos está fuera de la cuestión, también. De ninguna

manera voy a ser responsable de traer algún monstruo más a este mundo.

Lo único cierto sobre mi futuro es que voy a estar viviendo todo sola. Sólo

Tatiana y yo. Y, probablemente, un montón de gatos. ¿No es así que viven

las solteronas?

Tatiana me dice siempre que mi humanidad es un don, una bendición.

Pero para mí, se siente como una maldición cruel. En secreto, había

esperado que Lucky tuviera éxito en matar a los Amazèa, a pesar de que

las probabilidades no están a nuestro favor. La muerte no es tan

espantosa como la perspectiva de vivir el resto de mi vida sola como un

intruso no deseado. Antes de ese horrible día, sabía quién era y adónde

pertenecía. Ya no es así. Ahora no soy más que un vacío cascarón de

poderes sobrenaturales y habilidades que definen mi tipo. Me encuentro

entre dos mundos, pero no pertenezco a ninguno.

Tal vez, si Lucky se las arregla para matar a los Amazèa un día, voy a

volver a lo que era antes. Las cosas entonces eran muy diferentes, era

buena apagando mis sentimientos de dolor en un abrir y cerrar de ojos

Page 71: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

71

cada vez que quisiera. Nunca sintiéndome aterrorizada, o sola. Más

importante aún, sintiéndome como si siempre fuera a estar bien.

No sería eso agradable.

Me muevo por el resto de la mañana como un robot, vagamente consciente

de hablar cuando tengo que hacerlo y asintiendo con la cabeza en los

momentos adecuados. Kieron no está en ninguna de nuestras clases de la

mañana, así que cuando salgo para unirme a Corrine por el almuerzo, me

obligo a aceptar el hecho de que no va a aparecer hoy.

Es curioso, sin embargo, cómo nadie más en el mundo parece diferente

debido a esto. Mientras siento como si algo precioso y valioso hubiera sido

alejado de mí, veo a Corrine feliz charlando por las fuentes. Al otro lado del

cuadrante, Drusilla está sosteniendo una discusión con sus compinches

viéndose tan engreída y satisfecha como siempre. Tampoco parece darse

cuenta o importarle que Kieron no esté.

Corrine ya está sentada con otras dos chicas, Emme y Skye. Emme tiene el

cabello azul y tres anillos en la nariz, y Skye ha mantenido su cabeza

completamente afeitada desde el año pasado. Son lo suficientemente

agradables y sobre todo reservadas. Corrine y yo las consideramos

nuestras “aliadas marginadas”. Tomo asiento al lado de Skye y poco a poco

desenvuelvo mi sándwich de atún.

Trato de prestar atención a medida que ladran acerca de música y chicos,

pero mi mente divaga de nuevo a Kieron.

—Hola, Tierra a Liora. —Emme ondea sus manos delante de mí.

—¿Huh? —Salgo de golpe de mi estupor.

—¿Vas al estúpido baile o qué?

—¿Qué baile? Oh… —Finalmente me doy cuenta de las señales que

promocionan el baile de invierno formal en unas pocas semanas—. No. Los

bailes son patéticos. Sobre todo los de la escuela. —Me encojo de hombros

como si fuera muy genial para esas cosas. Pero en el fondo me molesta que

Page 72: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

72

algo tan simple como asistir a un baile escolar sea sólo una cosa más que

nunca llegaré a experimentar.

Empiezo a fantasear acerca de cómo sería ir con Kieron como mi cita. Me

vestiría muy bien con un bonito vestido, tal vez incluso uno que no sea

negro, y él me recogería llevando un traje que lo haría parecer una estrella

de cine. Me llevaría en sus brazos y juntos bailaríamos el vals lentamente

bajo el cielo estrellado. Todo el mundo estaría verde de envidia de lo felices

que somos, lo perfectos que estamos juntos. Todas las chicas se morirían

de los celos al ver lo mucho que me ama, obviamente…

—¡Liora! —Esta vez Skye chasquea los dedos con impaciencia.

—¿Huh? —Parpadeo.

—¿Quieres ir a la noche de hogueras del viernes? Podemos escabullirnos

del partido de fútbol, y nos podemos conseguir algunas cervezas. Podemos

conseguir emborracharnos.

Suspiro.

—No puedo. Lo siento.

Emme le da un codazo a Skye.

—¿Ves? Te lo dije. Sabes… —Emme se vuelve hacia mí—, es un poco

extraño como nunca quieras pasar el rato. Quiero decir, vamos, sabemos

que tu abuela es ciega y todo eso, pero no es como si te tuviera de

prisionera... la dejas sola cuando vienes a la escuela, ¿qué te detiene de

escabullirte de la vieja carga por unas pocas horas después de que ella se

haya ido a dormir?

Pellizco la corteza de mi sándwich.

—Simplemente no quiero hacerlo. No me gusta dejarla sola, y durante el

día alguien más está con ella, pero por la noche soy todo lo que tiene.

—Pero aun así —presiona Emme—, simplemente parece que de vez en

cuando podrías ser capaz pasar el rato, ¿por qué quieres quedarte en casa

todas las noches? Es un viernes por la noche, deberías estar de fiesta con

todos los demás, no quedándote en casa con una persona cinco veces tu

edad. Vamos, vive un poco.

Page 73: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

73

—No puedo. Lo siento. —Me levanto y sacudo las migajas de mis piernas.

Corrine me da una sonrisa de simpatía, pero no me hace sentir mejor. Me

invento alguna excusa de tener que terminar algunas tareas y me dirijo a

la biblioteca durante el resto del período del almuerzo.

A pesar de que debería estar acostumbrada a esto a estas alturas, las

palabras de Emme cortaron profundo, un duro recordatorio de todo lo que

me estoy perdiendo. Incluso si emborracharme en una hoguera no es

exactamente mi idea de un buen momento, por lo menos es algo. De hecho

me sorprendió incluso que Sky me pidiera que fuera. Tal vez fue sólo para

que me pudieran dar un mal rato cuando me negara.

Después de lo que parece una eternidad, la campana final del día suena.

Libertad. Corro a mi casillero, arrojo mis libros dentro y cargo hacia el

estacionamiento. Estoy a medio paso cuando mi cuerpo se detiene tan de

repente que alguien observando pensaría que me había estrellado contra

un muro de cristal invisible. Inhalo con fuerza, mirando fijamente.

Él está aquí.

Me recuerdo a mí misma respirar cuando Kieron comienza su lento galope

hacia mí. Aunque estoy feliz de verlo, al mismo tiempo, estoy aterrorizada

por la cantidad de felicidad que me consume.

—Hola, Liora. Entonces, ¿en dónde deberíamos hacer esto? —pregunta.

—¿Ah?

—¿Todavía estás dispuesta a ayudarme con mis tareas?

Parpadeo y fuerzo mi boca a funcionar.

—Uh, sí, claro. Sólo asumí que ya que no estuviste aquí todo el día…

Se ríe, y todo lo que puedo pensar es en cómo puedo escuchar este sonido

por el resto de mi vida.

—Sí, no pude lograr entrar en cierto modo hoy. —Hace una pausa y mira

detrás de él—. Algo ocurrió. Si ya has hecho otros planes comprendo…

—No —digo rápidamente—. Tenía la esperanza de estar hoy contigo. —Oh,

no, eso no sonaba desesperado en absoluto.

Sonríe de nuevo y engancha su mochila al hombro.

Page 74: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

74

—Genial.

Miro a mí alrededor y hago un gesto hacia el edificio octogonal detrás de

mí.

—¿Quieres ir a la biblioteca? Hay salas de estudio allí dentro. —Miro de

vuelta a él y capturo una leve mueca en su rostro—. O podemos ir a otro

lugar —agrego.

Sonríe, y decido que debe haber sido sólo mi imaginación.

—No, la biblioteca está bien. Después de usted, mi señora.

Con un suspiro exasperado, cierro mi libro y echo un vistazo al grupo de

chicas mirándonos. Esto se está saliendo completamente fuera de control.

¿Qué demonios está pasando con estas mujeres locas? Kieron y yo no

habíamos estado en la biblioteca ni siquiera cinco minutos antes de que

empezaran a reunirse cerca, estirando sus cuellos para ver lo que

estábamos haciendo.

Inclino mi cabeza hacia él.

—¿Por qué está todo el mundo mirándonos tanto? —susurro—. ¿No te

parece que es un poco extraño? No es como si tuvieras dos cabezas o algo

así…

Kieron levanta la vista, aparentemente inconsciente de su club de fans

cada vez mayor hasta ahora. Les da a sus admiradoras una rápida sonrisa

antes de volver a mí.

—Me están mirando porque puse un hechizo sobre ellas.

Me ahogo con un poco del refresco de dieta de naranja que estoy bebiendo.

El cosquilleo viaja quemando por mi nariz, y me cubro la cara con la mano

para no toserla toda en su rostro.

—¿Qué? —jadeo.

Page 75: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

75

Me mira fijamente, sus ojos grandes y suavemente me da una palmadita

en la espalda. Aclaro mi garganta varias veces y trato de no morir de

vergüenza.

—¿Estás bien? —pregunta. Asiento con la cabeza, humillada, y me limpio

sigilosamente mi nariz goteante—. Por supuesto, sólo estoy bromeando —

dice, estudiándome—. La razón por la que están mirándonos es porque soy

extremadamente apuesto.

Habiéndome acabado justamente de recuperar del ataque de tos original,

su respuesta inexpresiva me manda a otro ataque.

—Y también muy humilde —me las arreglo por escupir entre risas y tos.

Se encoge de hombros y frota mi espalda una vez más, al igual que una

madre acaricia a su recién nacido después de una comida.

—La humildad no tiene nada que ver con esto. No me avergüenzo de ser

excepcionalmente apuesto, al igual que tú no deberías sentirte mal por ser

una belleza extraordinaria. No hay nada malo en ello. De hecho, eres

cientos de miles de años de evolución biológica en su máxima expresión.

He dejado de toser y reír.

—¿Qué?

—Las mujeres están programadas para reproducirse con la mejor y más

fuerte pareja disponible, para asegurar la supervivencia de su especie.

Incluso antes de saber acerca de los genes y el ADN, la naturaleza nos dio

indicadores para que el sexo opuesto supiera qué compañero es el mejor,

físicamente hablando. Ahora bien, como dicen, las apariencias no lo son

todo. Y tienen razón. Pero desde un punto de vista estrictamente sexual,

con fines de reproducción solamente, puedes juzgar un libro por su

cubierta. La mayor parte del tiempo. —Me lanza una sonrisa sexy y más

miradas brevemente a las chicas boquiabiertas.

—…Las personas piensan que es superficial preocuparse acerca del

aspecto a la hora de elegir un compañero, pero en realidad es todo lo

contrario. Estamos operando desde uno de los instintos más antiguos y

más perdurables conocidos por el hombre. La necesidad de encontrar la

pareja más fuerte, más sólida, está profundamente codificada dentro de

todos y cada uno de nosotros. Biológica y antropológicamente hablando, se

trata de la edad de las mujeres que se están preparando para la

Page 76: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

76

reproducción. Instintivamente, están buscando los mejores compañeros.

Soy alto, atlético, y tengo características masculinas proporcionales,

indicando que tengo buenos genes. Ellas quieren lo que tengo. Lo que yo

represento. No puedes luchar contra cientos de miles de años de

naturaleza humana, querida.

Se detiene, me mira y se ríe.

—Lo siento, como que divagué, ¿no? Es sólo que, bueno, estoy un poco

fascinado por la biología humana y la antropología… la forma en que hace

que las personas interactúen entre sí. ¿Dónde te perdiste? Tus ojos están

totalmente vidriosos.

Me lleva un buen rato contestarle.

—Justo después de la parte donde decías que era hermosa —susurré

finalmente. Nadie, nadie, jamás me ha dicho que era hermosa antes. Ni

siquiera de una manera falsa, y ciertamente no en la manera sincera que

Kieron acaba de hacer. Estoy paralizada por el efecto que estas palabras

tienen en mí, y cuán desesperadamente necesitaba oírlas una vez más.

Sus ojos se posan en mi cara. Cómodamente. Fácilmente.

—Lo eres, sabes… hermosa. —Su voz es más baja ahora, pero lo escucho

con claridad. El mundo entero parece estar en silencio excepto por él.

—Gracias.

Rompe en una sonrisa arrogante.

—No me des las gracias, gracias a tu herencia genética. Simplemente estoy

observando los principios simples y complejos que contribuyeron al

diseño…

—Oh, basta. —Riendo, lo golpeo juguetonamente con un libro.

—Está bien, está bien. —Levanta las manos en rendición. Más gente nos

está viendo ahora, y me doy cuenta del rostro severo que la bibliotecaria

hace en línea recta hacia nuestra mesa.

Kieron la ve también.

—¿Quieres salir de aquí?

—Sí.

Page 77: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

77

Una vez que llegamos a la plaza de estacionamiento, Kieron sugiere que

tomemos su camioneta; que conoce un lugar a donde podemos ir. Algún

lugar en el que no seremos molestados. Estoy de acuerdo, sintiendo una

oleada de nervios cuando sostiene la puerta abierta para mí.

—¿A dónde vamos? —le pregunto cuando enciende el motor. La camioneta

de duro caparazón negro y brillante contrasta con su interior suave y

acogedor. Se adapta perfectamente a Kieron.

—Ya lo verás. —Sonríe hacia mí con una esquina de su boca y mi corazón

se acelera de nuevo. Aparte de la primera vez que nos conocimos, siempre

ha habido gente a nuestro alrededor.

Ahora estamos sólo nosotros dos.

Las bromas fáciles que hemos compartido en la biblioteca dan paso a un

silencio incómodo. Echo un vistazo a él mientras mira fijamente a la

carretera llena de baches por delante, llevándonos fuera de la escuela y

lejos de la cuidad. Traga saliva, y su manzana de Adán rebota debajo de su

sudadera de capucha.

—¿Qué tipo de música te gusta? —pregunta y empieza a hojear el iPod

conectado al tablero de instrumentos.

—Casi todo tipo, dependiendo de mi estado de ánimo —respondo con

sinceridad—. Cualquier cosa está bien.

Presiona a través de su selección mientras mantiene un ojo atento en la

carretera. Pronto, una melodía maravillosamente inquietante llena el aire.

Es etérea, triste, y elevadora… todo a la vez. Me recuesto y dejo que la

melodía encantadora se arrastre sobre mí como lluvia de oro. Siento que

mi tensión se libera, y noto que las manos de Kieron no están agarrando el

volante con tanta fuerza como antes.

Miro por la ventana como si estuviera viendo el paisaje por primera vez. He

vivido aquí toda mi vida, pero ahora parece de alguna manera renovado.

Veo un notable resplandor en los ordinarios árboles mortecinos que

sostienen la promesa de renacimiento; la danza de remolinos en las nubes,

a medida que mantienen cautivo al sol, sólo liberando destellos aquí y allá

cuando se les da la gana; el caótico enjambre perfecto de las aves volando

en lo alto, cada uno en su propio pequeño mundo hasta el segundo exacto

en el que todos caen en línea. Incluso la anciana en overol con poco

cabello y sin dientes que saluda hacia nosotros a medida que pasamos, se

Page 78: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

78

ve hermosa. Ha vivido una vida larga y dura, y todavía tiene una sonrisa

en su rostro.

Me es desconocida esta ruta que Kieron está tomando. Cuando el camino

se vuelve áspero y empezamos a rebotar en la cabina, ralentiza y luego se

detiene.

—Aquí estamos. —Una línea de árboles bloquea mi visión más adelante.

Detrás de nosotros sólo hay campo abierto, casas de chabolas, y caminos

de tierra.

—Pero aquí no hay nada —digo.

—Está por allí. Ya lo verás. —Llega a mi espalda y agarra su mochila y una

manta. Mi pulso se acelera de nuevo. ¿Para qué demonios necesitamos

una manta? ¿Y por qué simplemente resulta que tiene una en la parte

trasera de su camioneta?—. Sígueme. Estarás a salvo, te lo prometo

—dice, sintiendo mis dudas. Busco a tientas en torno por mi mochila y

rápidamente compruebo la recepción de mi teléfono celular, por si acaso.

Pero si realmente era necesario llamar a alguien, ¿a quién llamaría? ¿Qué

le diría? ¿Un tipo ardiente me tiene en el medio del bosque? ¿Por favor

envíen ayuda de inmediato?

Mi única opción es confiar en Kieron. Extiende su mano y la tomo.

Juntos caminamos por un angosto camino de tierra hacia un denso y

excesivo crecimiento de ramas y bejucos.

—Esta no es la entrada habitual, es una especie de atajo.

Kieron hace todo lo posible para bloquear mi rostro de las ramas que

cuelgan demasiado bajo. Hay un camino a pie desvanecido donde otros

han llegado antes, y por alguna razón esto me hace sentir un poco mejor.

Estoy tratando de permanecer tranquila, pero algo en este lugar se siente

fuera de lugar. No puedo descifrarlo, es casi como que es demasiado

tranquilo, el aire demasiado quieto.

Finalmente irrumpimos la última línea de arbustos, y veo un campo

masivo de hierba amarillenta y piedra rota. Jadeo, doy un paso atrás y

tropiezo con una raíz de árbol. Kieron agarra mi mano para mantenerme

de pie y lo miro desconcertada.

¿Por qué me ha traído aquí?

Page 79: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

79

Pensé que tal vez íbamos a un pequeño parque o un punto abajo por el río.

Tal vez incluso su casa. Pero no estamos en ninguno de esos lugares

seguros, lógicos, comunes.

Kieron me ha traído a un cementerio.

Page 80: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

80

í

Traducido por Andy Parth Corregido por Dianita

o que las personas no entienden sobre los demonios es que

no todos somos horribles, malos-por-el-propósito-de-ser-malos,

monstruos podridos eternamente malditos que todo el mundo

afirma que somos.

Está bien, lo admito, algunos son bastante terribles, pero ¿quién entre

nosotros puede tirar piedras? Sin embargo, es casi cómico, la manera en

que a la mayoría de los Sapies se les enseña a temernos, incluso a

odiarnos, y cómo piensan que nuestro Príncipe gobernante, Lucifer, es la

peor y más aterradora cosa jamás creada. Parcialmente, supongo que

tienen razón, pero es como culpar al océano por estar mojado o a un águila

por volar, o a un bebé por llorar. Él sólo está jugando su papel en el gran

esquema de las cosas.

Por supuesto, a la mayoría de las personas le gustan nuestros homólogos

de la Luz simplemente buenos, sin preocuparse o entender

que todos somos descendientes directos de los Angelius Domini… los

dioses originales que gobernaban nuestro universo y sus infinitos

dominios. Todos simplemente somos diferentes trozos del mismo, gran,

cósmico pastel. Mis ancestros gobernaron la tierra, cielos y

tinieblas mucho antes de que los humanos siquiera fueran la chispa de

una posibilidad en los ojos de Los Creadores. ¿Pero entonces el hombre

aparece en escena y actúa cómo el dueño de todo?

Después de todo, fuimos nosotros, Ángeles Oscuros y de la Luz por igual,

quienes salvamos el débil trasero del hombre una y otra vez. Dejándoles

sus propios dispositivos, los humanos no podrían siquiera unirse lo

suficiente para prevenir su extinción, no por una vez, dos, sino doce veces.

Es correcto. Doce.

Page 81: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

81

Cuando los Creadores proporcionaron los refuerzos necesarios mediante la

integración de los Ángeles de Luz y Oscuridad con un selecto grupo de

humanos, esto les dio no sólo el apoyo que necesitaban para mantenerse

vivos, sino los medios para hacer que valiera la pena vivir.

Los humanos no podrían existir sin nosotros. No querrían existir sin

nosotros, no puede haber luz sin oscuridad, placer sin dolor, alegría sin

pena y amor sin odio. Simplemente no puede pasar. El balance de la

energía celestial es esencial para que cualquier existencia sobreviva y

prospere. Sin él, el universo muere.

Yo, por una vez, tomo seriamente esta responsabilidad.

La mujer grita sollozando, retirándose a la oscura esquina de su

dormitorio. Está intentando salir, pero no puede escapar de mí.

Cubriéndose el rostro con las manos, intenta en vano bloquear las

terribles imágenes de sus peores pesadillas. Pero estas eternas escenas

tormentosas que le estoy infligiendo no se detienen.

Me mezo adelante y atrás en una mecedora de cerezo, observándola

retorcerse y gemir. Su dolor me da placer, porque me dice que estoy

haciendo eficazmente mi trabajo. Fue inteligente de mi parte sugerir poner

esta silla aquí; es mucho más agradable cuando tengo un cómodo lugar

desde donde disfrutar el espectáculo.

—Detenlo, detenlo… tú no eres real. Tú no eres real —jadea la mujer.

Balanceándose adelante y atrás, giro un mechón de cabello alrededor de

mi dedo y la golpeo con otra visión. Es el deber de Tatiana encontrarme

humanos que han violado la Ley Natural. Luego, depende de mí

entregarles un castigo adecuado. Últimamente, he estado a favor de la

tortura psíquica que de la física, parece ser más efectiva. Es increíble lo

oscura puede ser la mente humana, así que los dejo escoger su propio

castigo viviendo sus peores pesadillas. Realmente es poético. Y divertido

ver lo que inconscientemente escogen.

Se acurruca, convulsionando como si se hubiera electrocutado. Presiona

su rostro en la esquina, llorando, con la cabeza en las manos, intentando

esconderse del terror filtrándose a través de su mente. Al otro lado de la

sala, bajo la protección de un simple hechizo para dormir, su marido ronca

sonoramente, felizmente inconsciente de que la tortura de su esposa es

duradera. Así como es inconsciente que sus dos niños no murieron de

Page 82: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

82

SMSL4 como todo el mundo piensa, sino que sus diminutas vidas fueron

sofocadas por una madre egoísta e insensible… la misma madre que ahora

se esconde en una esquina gritándole a fantasmas, incapaz de escapar de

los sonidos de sus bebés clamando por ella.

—Aquí estás. —La voz masculina me hace saltar.

—Bones. ¿Qué estás haciendo aquí? —pregunto, fastidiada—. ¡Me

asustaste hasta la muerte!

Se sienta en la esquina de la cama y mira a la sollozante mujer.

—¿Cómo que te gusta? —pregunta, con una ceja alzada. Ruedo los ojos.

—¿Qué estás haciendo aquí? —repito.

No me contesta enseguida. En su lugar, mira a la mujer retorciéndose y

gimiendo en el piso.

—Seguí tu esencia. ¿Qué hizo ella?

—Infanticidio doble.

Sacude la cabeza lentamente.

—Qué vergüenza. Realmente se ve agradable.

Mi pecho se siente pesado mientras miro el fuerte perfil de Bones. Incluso

aquí, en la tenue luz de la habitación, puedo ver que no es feliz. Sé que es

mi culpa. Pero no hay nada que pueda hacer al respecto.

El esposo ronca y da vueltas en la cama. La mujer grita otra vez. Deseo

que Bones me deje sola así puedo disfrutar de la sinfonía del tormento,

pero obviamente quiere hablar.

—Silentium. —Sacudo la mano en dirección a la mujer, silenciando

instantáneamente sus gritos—. ¿Qué pasa?

Se levanta y se pasea por un momento alrededor de la habitación antes de

apoyarse contra una pared lejana, escondido en las sombras.

—Estaba preocupado por ti. Nunca apareciste en el Old Lady Sullivan

anoche y esta noche no te detuviste en el bar. ¿Qué está pasando?

4 1SMSL: Síndrome de Muerte Súbita del Lactante.

Page 83: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

83

Es cierto. Después de matar a los Parastes, me había desviado de mis

deberes de tormento hacia mi lugar secreto, El Santuario; un lugar

aislado, en lo alto de las colinas que dominan el valle. Un lugar al que voy

cuando necesito estar sola y pensar. Puedo ver claramente el Lago Adonni

y escuchar cantar las sirenas con sus encantadoras melodías. Sus

calmantes canciones me ayudan a relajar.

No quería ver a Bones anoche y esperaba evitarlo esta noche. Por eso

había tomado las bebidas del escondite de emergencia que Tatiana

mantiene en su habitación en lugar de ir al bar.

—Lo siento, quería estar sola. No pensé que tuviéramos algún tipo de cita

especial ni nada… —Mi voz suena más agresiva de lo que pretendo y lo

siento estremecerse en la oscuridad.

—Está bien. Entiendo. Sólo me alegra que estés bien. Estaba algo

preocupado por ti, es todo… Algunos han estado hablando de ciertos

asuntos graciosos por aquí y me preocupé cuando no te vi. Pero supongo

que tienes tus razones y pareces estar bien. —Su voz es tierna. Dulce.

Maldito.

—Estoy bien. —Si no cuentas los nudos en mi estómago o la enfermedad

en mi pecho.

Puedo sentir el dolor y la confusión en su exhalación sin palabras y me

siento incluso peor. Por mucho tiempo, incluso desde “la noche”, Bones ha

sido mi amigo más cercano. Es el único, excepto Tatiana, quien siempre

estuvo ahí para mí, sin importar qué. El único con el que puedo hablar de

todo.

Pero no puedo hablarle de esto. No de este desastre que estoy sintiendo.

No sin herirlo o perderlo. Sólo pensar que eso suceda hace que mi corazón

se encoja.

—Así que… ¿No estás molesta conmigo? ¿No he hecho nada para

molestarte? —pregunta.

Me río silenciosamente sabiendo que no puede ver mi expresión.

—No. Nada es tu culpa. Simplemente estoy pasando por algunas cosas

raras ahora mismo y tengo que resolverlo por mi cuenta.

Page 84: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

84

Cruza la habitación y se arrodilla a mi lado. Agarrando mi mano entre la

suya, veo un rayo de luz reflejándose en sus tristes ojos bronce.

—Si hay algo que necesites… algo de lo que quieras hablar, estoy aquí. Ese

es nuestro trato, ¿recuerdas? Por tanto tiempo como quieras, te tengo

cubierta.

Como un demonio puro, Bones es inmortal, a menos que sea asesinado

por un Ángel puro… de Luz u Oscuridad. Así que seguirá viviendo por

eones indeterminados exactamente como es ahora. Cuando elige un

compañero, elige a un mortal como yo y seré reemplazada en mi muerte o

si decido terminar la amistad… lo que primero ocurra.

Siempre he sabido lo afortunada que soy por haber ganado el afecto y la

inquebrantable lealtad de Bones cuando simplemente era un Demion

joven. Nunca he tomado su amistad por sentado y nunca podría imaginar

vivir esta vida sin él a mi lado.

Hasta ahora.

Ahora estoy comenzando a preguntarme si puedo seguir como su amiga,

ahora que sé que quiero mucho más de él… algo que nunca me podrá dar.

Sé que todo esto es culpa de Liora. De alguna manera está haciéndome

tener estos sentimientos locos que no debería tener o al menos, ser capaz

de controlar. Nunca he amado exactamente que Bones necesite aparearse

con tantas vírgenes, pero nunca antes me ha molestado mucho. Y la

pareja en el auto… Tanto como intento bloquear la historia del hombre,

aún me sigue cazando. ¿Por qué, oh por qué, escogí detener ese auto?

Aprieto la mano de Bones y le doy una pequeña sonrisa.

—Estaré bien. Simplemente necesito algo de espacio por un tiempo. Sólo

hasta que averigüe algunas cosas.

—Por espacio, ¿quieres decir espacio… de mí?

Inhalo profundamente, susurrando mi respuesta.

—Sí.

Su cuerpo se tensa y se levanta. Incluso en la oscuridad, su silueta parece

más fría, más dura. Es un cambio sutil, pero lo puedo sentir.

Después de una larga pausa habla.

Page 85: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

85

—Bien, pero eso no significa que no estoy vigilándote. —Pone una mano en

mi hombro e inclino la cabeza arriba, deseando poder congelar este

momento en el tiempo… cuando sólo somos nosotros. Nadie más existe.

Nadie más importa—. ¿A dónde irás después de que termines aquí? —Su

voz suena tensa.

Echo un vistazo a la mujer acurrucada en la esquina. Casi ha dejado de

moverse, así estaré envolviéndola pronto. Atormentándola hasta el

agotamiento y luego a la siguiente.

Me encojo de hombros.

—Aún no estoy segura. Quizá donde el Sr. Ludwing. Sigue jugando con los

niños pequeños de una forma no tan juguetona. Supongo que no recibió

bastante claro mi primer mensaje. Esta vez me aseguraré que lo entienda.

Bones se apoya contra la puerta.

—Bueno, me alegra que lo estés haciendo bien. Voy a buscar a algunas

señoritas antes de que salga el sol.

Repentinamente siento que una roca está alojada en mi garganta.

—Hey, este chico, Ludwing, ¿no vive cerca de Baymore Park? —pregunta.

—Bastante cerca, ¿por qué?

—Escuché que algunos demonios Altrumina instalaron un nido ahí, así

que ten cuidado. ¿Tienes algún arma contigo?

—Tengo mi daga. —Acaricio la daga con punta esmeralda ubicada de

forma segura dentro de mis botas, escondida bajo varias capas de encaje.

Esta daga es buena contra la mayoría de demonios, pero no contra un

Altrumina. Un toque es todo lo que se necesita para transferir su propia

impresionante maldición.

Bones alza una ceja.

—Sabes que eso no los cortará. Mantente lejos de ahí, especialmente desde

que estás desarmada.

—Sí papá —me burlo.

Page 86: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

86

—Lo digo en serio Lucky. —Su tono es firme—. Sabes lo que pueden

hacerte y definitivamente hay algo armándose por ahí. Todos hemos sido

alertados. No vayas a buscar problemas esta noche.

Con un suspiro, me levanto y empujo gentilmente a Bones hacia la puerta.

—Vé. Estaré bien. Eres peor que una madre Sapie, lo juro.

Se ríe.

—Como si realmente lo supieras.

—Vé.

Se desliza silenciosamente en la noche y giro nuevamente mi atención

hacia los gimoteos en la esquina.

Envuelvo mi capa apretadamente a mí alrededor mientras me acerco a la

entrada oeste de Baymore Park, pero el fino terciopelo hace poco por

protegerme del frío del aire nocturno. Normalmente, mi cuerpo no

reacciona a temperaturas extremas, por lo que supongo que se debe a que

no me repuse adecuadamente. La cosa de Tatiana es buena, pero no es ni

de cerca tan buena como la Fuente. Pero me había imaginado que su elixir

de respaldo bastaría desde que sólo estaba atormentando esta noche no

peleando. También es por lo que estoy usando un vestido largo, gótico

hecho de metros de encaje vintage. Me gusta usar vestidos para torturar;

me pone en el estado de ánimo correcto. Igual que usar cuero pegado me

pone en el ánimo de patear algunos traseros.

Solo necesito apresurarme con mis rondas y volver al Bar Demon tan

pronto como sea posible. El camino más rápido a Ludwing es cruzar

directamente el parque. De otro modo, tendré que caminar algunos

kilómetros.

Suspiro. No quiero desperdiciar energía corriendo y Diablo no deja a

Dryndara excepto para venir a la cabina. La advertencia de Bones resuena

en mi cabeza, pero estoy segura que sólo estaba siendo protector, como

siempre. Aun así, bajo a mi bota y retiro la daga. Matará a un Altrumina si

Page 87: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

87

soy atacada, siempre y cuando no me toquen primero. No hay problema. Si

veo alguien que parezca sospechoso entonces correré. No hay punto en

desperdiciar la preciosa energía que no tengo.

Después de varios minutos de caminar por el parque y ver sólo unos

cuantos junkies nerviosos y algunas prostitutas, me relajo,

reprendiéndome por preocuparme en primer lugar. Los Altrumina están

más interesados en infectar a los Sapies; no vendrían buscando pelea con

alguien que creen que les regresará la pelea.

Pero cuando me estoy tranquilizando, veo Altrumina por todas partes. El

lugar es un enjambre de ellos. Parecen Sapies, pero reconozco su postura

demasiado derecha y guardarropa anticuado. Además, siempre trabajan

en pares, un macho y una hembra y su cabello tiende a ser más blanco

que rubio, hasta los hombros.

Mi corazón palpita, retrocedo un paso y echo un cauteloso vistazo

alrededor. Directamente frente a mí, dos Altrumina se acercan a un joven

sin hogar. Además, dos más están de pie frente a un par de columpios.

Otra pareja está en un banco, hablando entre sí. Una hembra está sola,

acechando silenciosamente a una joven prostituta que acaba de entrar a la

arboleda con su cliente.

Me dirijo al camino principal por la hierba, lejos de cualquier problema, y

me maldigo silenciosamente por no traer mi ballesta conmigo esta noche.

No porque me den miedo, sino porque los odio tanto. No son de mi familia,

por lo que podría matarlos feliz e impunemente.

Mañana. Definitivamente cazaré algunos Altrumina mañana. Esta noche,

no sólo estoy tristemente desarmada y en absoluto vestida para cazar, si

no que mi alarmante falta de energía aseguraría mi derrota en una pelea.

Pero tengo curiosidad por la Altrumina solitaria. Siempre trabajan

emparejados. Siempre. Así que, ¿dónde está el otro?

Algo suave cruje detrás de mí haciéndome saltar y giro alrededor con mi

daga lista. Me encuentro cara a cara con un impecable y apuesto joven

sonriente con brillantes ojos lavanda.

Mierda.

—¿Estás perdida perra? —pregunta, y antes de que la pregunta termine de

salir de su boca, toca ligeramente mi mano.

Page 88: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

88

Y caigo en la oscuridad.

Page 89: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

89

í

Traducido por Dark heaven, y SOS por Little Rose, Akanet y Dai

Corregido por Nanis

e esfuerzo por recuperar la conciencia, pero me siento drogada.

Todo es nebuloso... mi mente es un torbellino. Estoy tiritando

de frío, y en algún lugar de la oscuridad, escucho una risa

burlona.

Gradualmente, puedo forzarme a abrir los ojos. Todo está oscuro,

brumoso. Trato de envolver mis brazos alrededor de mí misma para dejar

de temblar, pero no se mueven.

Mi cuerpo está paralizado.

Lentamente, los objetos vuelven a centrarse. Estoy parada en medio de un

campo cubierto de hierba, atrapada dentro de una pequeña jaula hecha de

barras de acero.

—¿Dónde estoy? —grazno.

El Altrumina que me ha tocado se acerca a mi prisión.

—¿Por qué no nos lo dices, niña bonita? —Él está junto a su compañero,

que me sonríe con dientes perfectos.

—Ella es deliciosa —dice Dientes Perfectos con una extraña y aguda voz—.

Quiero comerla.

El primero se ríe y se mueve más cerca. Mete su brazo a través de las

barras de la jaula y me roza ligeramente el costado de la cara. Candentes

cuchillas derriten mi carne congelada. Mi mente me grita para que salga

del camino, pero mi cuerpo se niega a escuchar.

—Ella no es enteramente humana, dudo que vaya a tener un sabor muy

bueno —dice mi captor con desdén.

Page 90: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

90

—Aun así, no me importaría una pequeña muestra —dice Dientes

Perfectos—. Vamos a ver de lo que esta pequeña belleza está hecha.

Ella se acerca. Con toda la fuerza que soy capaz, me esfuerzo por obligar a

mi cuerpo a obedecerme.

Nada.

Abro la boca para gritar, pero no sale ningún sonido.

Ambos se ríen, y Dientes Perfectos se acerca. Siento su aliento cálido en mi

mejilla mientras susurra:

—¿No sabes que nos tragamos tus gritos, niña? Nadie puede escucharte.

Sólo nosotros, y nos hace sentir tan bien. Cuanto más gritas más

poderosos nos volvemos. —Sus ojos brillan de púrpura maldad.

Sólo puedo ver con impotencia cómo ella cuelga sus dedos frente a mi

cara.

—Es interesante que ella no se pueda mover —murmura a su pareja.

—Supongo que tiene algunos problemas. Esperaba una pelea, pero

simplemente está congelada.

—Interesante —repite Dientes Perfectos.

Escucho sus palabras, pero no tienen ningún sentido. Niego con la cabeza.

—¿Qué quieren? —Mi voz es poco más que un gemido.

Ambos se ríen otra vez. Dientes Perfectos desliza su mano huesuda debajo

de la manga de mi abrigo, y por toda la longitud de mi brazo desnudo.

Cuchillas queman con fuego ácido cortando mi piel.

Sé que estoy gritando en agonía, pero no escucho nada, salvo el sonido de

sus risas.

El dolor es insoportable, como nada que haya sentido o imaginado. Se

filtra lentamente a través de mi cuerpo, cada latido de mi corazón

moviendo la debilitante miseria más profundo dentro de mí. De repente, mi

cuerpo cambia de frío congelante a un calor sofocante. No puedo recuperar

el aliento.

Page 91: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

91

El sudor brota de mi frente y mis ojos. Trato de gritar de nuevo, pero el

dolor es demasiado difícil de soportar, y no tengo la fuerza. Mis ojos se

cierran, y mi cuerpo se derrumba en un montón sobre el césped.

—Interesante —murmura Dientes Perfectos otra vez.

¿Eso es todo lo que puede decir?

—Esto va a ser un buen espectáculo —dice el hombre que suena divertido.

¡Tattie! ¡Tattie! ¡Necesito ayuda!

La última ola de tortura pasa sobre mi cabeza, y sé que eso es todo.

Voy a morir.

Sola en un campo, burlada por torturadores, sacrificada por ninguna otra

razón que para satisfacer las necesidades de pura maldad.

Justo como...

De repente, mi sufrimiento se detiene.

No sólo el dolor ha desaparecido, sino que mi cuerpo se siente bien. Joven,

fuerte, sano y completo.

Con cautela, abro un ojo y le doy la bienvenida a la cálida luz de la suave

penumbra del sol. Mi jaula se ha ido, y ya no estoy en Baymore Park.

Estoy sola, sentada en un campo de flores silvestres y hierba alta.

Conozco este lugar.

La euforia se apodera de mí, y respiro varios suspiros de alivio. Hay un

árbol de roble conocido más adelante. Sonriendo, me pongo de pie con las

piernas temblorosas y camino hacia él.

Nuestro árbol.

Trazo suavemente con mi dedo sobre las letras talladas en la antigua

madera.

Michael. Kayla. Liora.

Los nombres forman un triángulo, y hay un símbolo de estrella tallado en

el centro. Recuerdo que Michael agregó esa parte después, para mí. Él me

dijo una vez que era yo quien había hecho nuestro pequeño grupo tan

Page 92: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

92

especial. Hasta que me reuní con ellos, Kayla y Michael habían sido como

cualquier otro hermano y hermana. Pero una vez que me uní a la mezcla,

todo había cambiado.

Nos convertimos en una familia.

—¡Liora, ven acá! —me llama una joven niña. Mi corazón se detiene.

Conozco esa voz...

—¡Voy! —escucho cantar a otra chica.

Mi respiración se corta. Como si estuviera hipnotizada, me encuentro a mí

misma moviéndome hacia los sonidos de los niños felices riendo junto al

estanque.

Los veo... nosotros. Michael, Kayla, y yo. Michael está en el agua, descalzo,

con los pantalones remangados hasta las rodillas. Está sosteniendo un

palo largo, y su cabello castaño vuela sin rumbo con la brisa. Kayla está a

su lado, sonriendo.

Me veo a mí misma más joven saltando hacia ellos; mi vestido de tirantes

amarillo flota a mí alrededor como un rayo de sol.

Sólo tengo doce años aquí; sigo siendo inocente.

—¡Liora, mira lo que Michael encontró! —dice Kayla sin aliento.

—¿Qué es?

Mi corazón late violentamente. Recuerdo cada segundo de esta escena que

se está reproduciendo ante mí.

Michael saca su mano por detrás a su espalda. En ella, está sosteniendo

un hermoso, totalmente, florecido, blanco y amarillo lirio del agua.

—Aquí, Liora, esto es para ti —dice él, tímidamente entregándole la flor a

mi más Joven Yo—. Estaba flotando en el medio del estanque. Quería que

tú lo tuvieras.

Riendo con deleite, Kayla salta hacia el árbol y agarra el columpio.

—Michael y Liora, sentados en un árbol. B-e-s-a-n-d-o-s-e.

Las pecosas mejillas de Michael se tiñen de rosa.

—Cállate, Kayla —dice entre dientes, tirándole hierba.

Page 93: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

93

—¡Michael, mejor que cumplas tu promesa! —grita Kayla mientras sube

por la cuerda y empieza a oscilar.

—¿Qué promesa? —estoy preguntando, sosteniendo su regalo cerca de mi

cara. Recuerdo que pensé que era la fragancia más dulce que jamás había

olido. Miro a mi yo más joven respirar profundamente y sonreír.

Michael mira hacia abajo a sus pies, y luego mira tímidamente a través de

sus largas pestañas.

—Le prometí que algún día te pediré que te cases conmigo —dice en voz

baja—. De esa manera ustedes dos pueden ser verdaderas hermanas para

siempre.

El escucharlo decir esas palabras había iluminado mi alma de una manera

que nunca pensé posible. En ese preciso momento, todo era perfecto.

Perfecto.

—¿Quieres casarte conmigo? —estoy susurrando, escondiendo mi sonrisa

feliz detrás del gran lirio.

Él asiente.

—Algún día. Cuando seamos más viejos. Pero no demasiado viejos. Tal vez

una vez que terminemos la escuela secundaria...

Me veo reír, pero sé que en ese momento estaba pensando que si mi

corazón se sentía más completo iba a explotar por demasiada alegría.

—Has pensado en esto —le estoy diciendo.

Él asiente otra vez, más valiente ahora.

—Si tú quieres, eso es. Por supuesto, si encuentras a alguien mejor...

alguien que te guste más...

—Michael, para. ¿Cómo podría encontrar a alguien que me guste más?

¡Eso sería imposible! Vamos a hacerlo. ¡Podemos casarnos y los tres

podemos vivir juntos en una casa grande y todo será perfecto para

siempre! —Estoy bailando alrededor en un círculo feliz.

Él sonríe, pero es una sonrisa nerviosa. Sus ojos marrones se vuelven

serios, y se mueve más cerca de mí. Conozco este momento. Mi corazón se

acelera tan rápido...

Page 94: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

94

Me veo cerrar los ojos, pero recuerdo la sensación de los labios de Michael

brevemente, tocando suavemente los míos... de mi mundo entero

explotando en fuegos artificiales.

Él rápidamente se aleja y mira hacia el suelo, sin darse cuenta que en esos

pocos segundos cuando él me da mi primer beso junto al estanque me

proporcionará el recuerdo más feliz de mi vida.

Un grito corto seguido de un grito más largo interrumpe el íntimo

momento.

—¡Kayla!

Michael y yo a la vez nos damos vuelta y corremos a donde se ha caído.

Por supuesto, yo llego primera, y cuando Michael llega ya estoy

sosteniendo en mis brazos a Kayla.

—Ay, ay, mi pierna... me duele... —solloza Kayla.

Me veo sosteniendo la pierna fracturada de Kayla. Nunca había intentado

hacer esto antes, pero de alguna manera, en el fondo, sabía que podía

hacer lo que se tenía que hacer. Envolví mis manos alrededor de su herida,

me concentré y permití que mi fuego la curara.

Un momento después, los sollozos de Kayla se sustituyen con risa. Michael

se agacha junto a mí, mirando con asombro. Kayla me mira con adoración

y me agarra la mano.

—Liora... ¿Cómo lo hiciste? Eso fue como... magia.

Estoy encogiéndome de hombros.

—No lo sé... Solo supe que podía. —Tatiana me había estado enseñando

acerca de mi herencia “especial”, y la forma en que era diferente de otros

niños y niñas humanos. También me advirtió que nunca podría decir

nada, ni siquiera a Michael y Kayla. Pero ellos sabían que yo era diferente

sin que jamás les dijera una palabra. Y me amaban de todos modos.

Kayla lucha para ponerse de pie y sacude la suciedad de su vestido blanco.

—Tienes tanta suerte. ¿Hay algo que no puedas hacer? Hombre, me

gustaría tener poderes increíbles, como tú. Soy tan común y corriente.

Aburrida y… sin magia.

—En realidad no es magia, aunque... es otra cosa.

Page 95: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

95

—Bueno, lo que sea que es, tienes suerte. Afortunada Liora. Afortunada,

afortunada, afortunada —canta ella mientras comienza a ascender por el

árbol. Agarrando una rama gruesa para izarse a sí misma de nuevo en la

llanta, con valentía olvidando su percance anterior. Michael y yo estamos

de pie uno junto al otro, mirándola con una sonrisa en nuestros rostros. Él

gentilmente envuelve su mano alrededor de la mía.

—Afortunada Liora —repite Kayla con su cabello largo y rubio fluyendo

detrás de ella al viento—. Y afortunada yo por tener una muy mejor amiga

y algún día hermana que es tan maravillosamente mágica. Qué afortunada

yo. Afortunada, afortunada yo. —El sonido de su risa tintineante es llevada

a través de los campos.

—Creo que yo soy el afortunado —susurra a mi lado Michael.

—Yo soy la más afortunada de todos —susurro.

Michael se acerca más y me besa suavemente de nuevo. Kayla se ríe.

—Debemos irnos pronto —digo, a pesar de que no quiero que nuestro día

perfecto terminara—. Se está volviendo oscuro, y le prometí a Tatiana que

estaría en casa para la cena.

—Solo un poco más —dice Michael. Sonrío y aprieto su mano.

—Hola, ahí....

Michael y yo nos damos vuelta para ver a dos chicas jóvenes emerger de

un parche de hierba alta y salvaje. Kayla, sin darse cuenta de la llegada de

las niñas, sigue oscilando.

Mientras veo la repetición de la escena delante de mí, siento dos grupos de

emociones claramente separadas a la vez: uno... la aprehensión curiosa

que mi yo más joven siente, dos... el terror, desenfrenado de ahora.

Trato de gritar: ¡Huye! ¡Busca a Kayla y a Michael y corran por sus vidas!

Escucho las súplicas desesperadas en mi mente, pero no salen sonidos de

mis labios. No soy nada más que una observadora silenciosa, invisible,

incapaz de detener la horrible escena que se desenvuelve.

Como en ese entonces.

—Hola, ¿de dónde vienen? —La amistosa voz de Michael se escucha con

sorpresa.

Page 96: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

96

Deberíamos haberlas visto antes; había pensado que era raro que no lo

hubiésemos hecho. Pero tal vez todos estábamos demasiado envueltos en

nuestro pequeño mundo perfecto para observar a dos personas

acercándose.

—¿Podemos jugar con ustedes? —preguntan las chicas al unísono.

Parecen tener unos ocho o nueve años. Gemelas idénticas, de la mano. Las

dos usando delantales rosa y blanco a juego, con su cabello rubio

moviéndose en colitas.

Recuerdo que me sentía incómoda con estas recién llegadas, pero no sabía

por qué en ese momento. Eran las niñas más adorables en las que nunca

haya puesto mis ojos. Pero algo acerca de ellas hacia que los pelos de mis

brazos se pararan.

—¿No están muy lejos de casa? —les pregunta Michael, mientras se

inclina hacia abajo para hablar con ellas. De donde sea que estas dos

chicas fueran, no estaba cerca. La casa más cercana estaba a pocos

kilómetros de la carretera, y conocíamos a todo el mundo en el área

circundante.

Mueven la cabeza como pequeños robots.

—A nosotros nos gusta —dicen, de nuevo en perfecta armonía. Una

extraña respuesta que no parece encajar con la pregunta de Michael.

—¿Dónde están sus padres? ¿De dónde vienen? —les pregunto, agarrando

la mano de Michael con más fuerza. Él está sonriendo a las muñequitas

con una sonrisa divertida, pero mi estómago esta incómodamente

apretado.

Ellas nos miran con expresiones grandes e inocentes.

¡Corre! ¡Agarra a Miguel y Kayla y corre AHORA!

Mis gritos silenciosos pasan desapercibidos, y ahora no me puedo mover.

Mi cuerpo está congelado, obligándome a ver la escena macabra a punto

de suceder.

—No queremos jugar contigo —me dicen en armonía misteriosa—. Sólo

queremos jugar con ellos...

¡No, no, haz que se detenga! ¡Que alguien me ayude! ¡Haz que se detenga!

¡Corre! ¡Fuera! Por favor... por favor...

Page 97: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

97

Las lágrimas caen por mis mejillas. Nada de lo que haga importa ahora.

En este momento, los ojos de las dos niñas brillan de un azul brillante

artificial antes de que se vuelvan de una sombra amenazante de negro.

Veo a mi yo más joven congelarse.

No. Por favor... no. Corre... aléjense, sigo gritando. Finalmente, no puedo

ver más y cierro los ojos con fuerza, incapaz de dar testimonio sobre los

horrores que van a suceder.

Dejo escapar un final, angustiado grito. —¡NOOOOOOO!

De repente, estoy girando en la oscuridad. Mi estómago se sacude de las

olas de náuseas que inundan mi cuerpo. Luego se detiene. Mis ojos y

mandíbula están muy apretados, pero puedo sentir una diferencia

palpable en el aire.

Estoy en otra parte.

Me esfuerzo por recobrar el aliento y calmar mi corazón acelerado. Gotas

de sudor caen por mi frente, mi cuerpo tiembla sin control. Pero no tengo

ni frío ni calor. Estoy extrañamente confortable.

—Ahí lo tienes, cariño. —La voz sedosa acariciando el aire es el sonido más

bienvenido que podría esperar escuchar.

¡Bones!

Mis ojos se abren al más sorprendente e inesperado espectáculo. Estoy

acostada en una cama, rodeada de racimos de satén rojo. Decenas de velas

parpadean sin rumbo, dándole a la acogedora habitación un resplandor

sensual. La música suave suena con dulzura de un equipo de música

invisible, y el menor toque de almizcle llena el aire. Pero sólo soy

vagamente consciente de todas estas cosas mientras busco al bello rostro

de mi salvador.

Bones, Bones... Te necesito...

Desde las sombras, Bones da un paso adelante. Su torso perfectamente

cincelado brilla bajo el resplandor de la luz del fuego bailando. Sus ojos,

profundos con una lujuria carnal, su mirada sobre mí.

Abro mis brazos con agradecimiento, dándole la bienvenida a mi héroe, mi

amor, mi amigo. Ahora estoy a salvo. Ahora estoy protegida. Ahora estoy

Page 98: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

98

amada. Él se inclina hacia abajo, más cerca... más cerca... Puedo casi

sentir su aliento caliente en mí...

—Mi dulce amor... —murmura él.

Oh, Bones, te amo tanto...

—Por favor, por favor tómame... —gime una voz suave. Aturdida, doy

vuelta la cabeza y veo a una mujer desnuda acostada a mi lado, sufriendo

por su seducción.

No...

La mirada en los ojos de Bones... la sincera expresión de amor y deseo que

se supone que es sólo para mí, es en realidad usado como su arma de

romance con la belleza núbil. Él sonríe, acaricia con delicadeza el cuerpo

de ella con los dedos. El sonido de placer de ella conduce un cuchillo a mi

corazón. Él se acuesta encima de ella y presiona su boca hambrienta

contra la suya.

¡No! ¡Basta! ¡Deja de besarla de esa manera!

Realmente quiero alejarlo de ella, pero sólo me puedo quedar ahí,

paralizada, obligada a ver la escena de seducción mientras ocurre. Sé que

no pueden verme ni oírme, pero soy dolorosamente consciente de todo lo

que hacen.

Nunca me había sentido tan enferma ni sucia.

Intento cerrarme a la imagen, pero incluso con los ojos cerrados puedo

verlos claramente, la amorosa forma en que Bones la besa y acaricia, el

placer indescriptible de la chica ante el suave toque y el frote de sus pelvis.

Mi corazón se rompe en un millón de pedazos una y otra vez mientras soy

forzada a verlo hacer el amor con una, y otra, y otra, y otra chica.

No sé cuántas horas pasan. He llorado tanto que ya no tengo lágrimas. De

vez en cuando, Bones me mira a los ojos y sonríe, antes de volver su boca

a la belleza que tiene debajo. Los suspiros y gemidos de placer continúan

como una tortura. En lugar de entumecerme, a cada minuto que pasa me

lastiman más y más.

Quiero morirme.

Page 99: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

99

Un sonido de ruptura agudo corta el aire, y soy bombardeada con una luz

brillante y enfermiza. Vuelvo a sentir náuseas, y cierro con fuerza los ojos.

Cuando los abro, estoy acostada en una cama de arena blanca. El aire

parece artificial, y mis ojos están tan secos que parecen papel.

Lentamente, me siento. Parpadeo para alejar la dolorosa claridad mientras

miro lo que me rodea.

Nada.

Estoy sola, no se ve un alma. No hay señales de vida. El aire está muerto y

quieto, como si nunca hubiera habido vida. El lugar se siente como la

muerte.

Solitario, vacío, vacante, muerto.

¿Hola? ¿Hola? ¿Hay alguien? ¿Pueden oírme?

Silencio. Silencio enfermizo, como ninguno que jamás experimenté. Todo lo

que hay es quietud. Estoy sola en una tierra desolada. Total y

vergonzosamente sola. Ya no existo. ¿Acaso lo hice alguna vez?

¡Hola! ¡Alguien! ¿Por favor, hay alguien?

Nada. Incluso mis pensamientos son un mero susurro.

¡¿Hola?! ¡Alguien! ¡Quien sea! ¿Hay alguien? ¿Pueden oírme?

Mi corazón corre acelerado mientras me limpio el sudor de la frente.

Apenas capaz de sentir las piernas, me fuerzo a ponerme de pie. Necesito

salir de aquí. Necesito ir a otro lugar. ¿Pero a dónde? Cada paso es el

mismo que el anterior. Cada visión y ángulo de este desierto de muerte es

el mismo. Kilómetros y kilómetros y kilómetros de nada, expandiéndose

por una eternidad.

Conmigo en el centro. Sola.

La comprensión de esto me golpea.

Estoy condenada. Eternamente condenada. Condenada a caminar por esta

vasta nada sola, torturada con el aislamiento eterno. Creí que ver a

Michael y Kayla morir fue horrible; creí que se me rompía el corazón al ver

los verdaderos colores de Bones.

Esto es mucho peor. Infinitamente peor.

Page 100: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

100

Caigo de rodillas, mis sollozos ya no son audibles ni en mi mente. Mis ojos

demasiado secos para llorar. No puedo tragar, y la luz brillante calienta mi

sangre.

Por favor, por favor, déjame morir.

¿O ya estoy muerta? ¿Es esta mi eternidad?

No, esto es peor que la muerte. No es nada.

Las horas pasan, los días, ya no lo sé. El tiempo no existe. Ya no puedo

pensar con claridad.

De algún lado, una suave voz me llama. ¿Estoy alucinando, oyendo cosas?

Vuelve, levántate, estarás bien. Abre los ojos…

Pero mis ojos están abiertos. No hay nadie aquí. La voz vuelve, con más

fuerza.

—Estás a salvo, te tengo, abre los ojos, vuelve a mí. Eres fuerte, lucha,

recuerda quién eres, de dónde vienes, a dónde quieres estas…

De repente, vuelvo a dar vueltas. Arcoíris de colores psicodélicos me

rodean. Caigo… floto.

Yazco en un césped húmedo, congelada y temblando. Intento respirar el

aire fresco, me ahogo y toso. ¿Ahora dónde estoy?

—Aquí estás, te tengo niña, estás a salvo. Sólo respira.

Allí está la voz de nuevo… viniendo junto a mi oído.

Sólo mis piernas están en el césped, el resto de mi cuerpo está envuelto en

algo fuerte y cálido. Algo con brazos rodeándome, lucho por liberarme,

pero apenas me puedo mover.

—Déjame ir —gruño.

—No puedo. No estás lo suficientemente fuerte aún. Intenta relajarte. Te

sentirás mejor —susurra la voz masculina en mi oído.

¿Hay algún estúpido Sapie intentando salvarme?

Page 101: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

101

Estoy demasiado debilitada para pelear, no tengo otra opción salvo

quedarme donde estoy. Y donde estoy se siente bien. Cálido. Seguro. Mi

cabeza se aclara, y comprendo cuánto necesito ser sostenida ahora mismo.

—¿Quién eres? —susurro.

—Un amigo.

Gradualmente, me siento volver a mi cuerpo. Los objetos que me rodean

lentamente cobran forma. Mis sentidos se despiertan; mi corazón y

respiración se estabilizan.

—¿Dónde estamos?

Él me apoyo más cerca de su pecho. Es cálido. Muy cálido. Definitivamente

no es un Sapie. Debo admitir que, si no me puedo mover, este es un lugar

de descanso muy cómodo.

—Estamos en Baymore Park. ¿Recuerdas lo que pasó? —La ternura en su

voz me recuerda a como alguien hablaría con un niño herido.

—Yo... estaba caminando, yo... vi un Altrumina y, entonces, y entonces…

—Te dio el golpe —concluye.

—No, no fue eso, fui a lugares, vi cosas.

—Confía en mí, eso es lo que pasó. Lo vi todo, bueno, casi. Llegué aquí

justo cuando te tocaba.

Mi cabeza está más clara ahora y mi cuerpo se siente lo suficientemente

fuerte como para que me siente por mi cuenta. De mala gana, me

desenredo de su abrazo protector, brevemente mirando a sus ojos

preocupados antes de echar un vistazo alrededor. Tiene razón, estamos

sentados en un trozo de hierba en Baymore Park, a menos de tres metros

de donde me encontré con el Altrumina.

Un destello de miedo se dispara a través de mí.

—¿Dónde están? —pregunto, presa del pánico. Me siento más fuerte

ahora, pero definitivamente no lista para la batalla.

—Parte de uno está por allí —dice mientras señala—. Hay algunas piezas

por allí, allí, y allí, pero para ser honesto no estoy seguro exactamente de

Page 102: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

102

qué partes pertenecen a cual. —Sus ojos azul oscuro brillan con picardía—

. Espero que sus mamás no quieran darles un entierro apropiado.

—¿Hiciste esto? —le pregunto. Él asiente con la cabeza.

—Siento no haberlo detenido antes de que te tocara. Llegue unos pocos

segundos tarde.

—Unos pocos segundos, no entiendo, estuve ausente por... días.

Niega con su cabeza.

—Tal vez en tu mente lo estuviste, pero confía en mí, estaba aquí y lo vi

todo. No podrían haber sido más de treinta segundos, como mucho.

Después de que maté al primero, los otros atacaron, que es por lo que

tomó más tiempo del que debería haber tomado.

Miro a mi alrededor otra vez.

—Eso es imposible, yo no estaba aquí. Estaba en otra parte, en una jaula.

No me podía mover.

Una vez más, él niega con su cabeza.

—No, sin jaula. Estuviste aquí todo el tiempo. Pero sí creo que pensaste

que estabas en otro lugar, haciendo algo. Por los sonidos de ello, no era

muy agradable, tampoco.

Hablando del eufemismo del siglo.

Desconcertada, me obligo a ponerme de pie. Mis piernas son de goma, pero

me siento más fuerte a cada minuto. Cojeo hacia un banco de madera, mi

nuevo amigo justo a mi lado. Todavía me siento mareada, pero una vez que

me siento y tomo varias respiraciones profundas, empiezo a sentirse mejor.

Se sienta junto a mí.

—¿P-podías oírme? —le pregunto. A pesar de que estoy más caliente ahora,

mis dientes castañean incontrolablemente. Él asiente con la cabeza,

apartando su cabello de ónix de su cara, entonces se arrastra más cerca y

envuelve su brazo a mí alrededor.

—Te oí gritando y gimiendo, gritando algunos nombres. —Él mira hacia

otro lado.

Page 103: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

103

Cierro mis ojos. Las visiones inquietantes todavía están allí, pero por

suerte, están alejándose aún más lejos con cada momento que pasa.

—Fue horrible —susurro.

—Lo sé.

—Si no hubieras estado aquí, si no los hubieras matado y roto su

hechizo… —Ni siquiera puedo continuar, el pensamiento es demasiado

insoportable. Según él, estuve abajo sólo unos pocos segundos. Algunos

Sapies son maldecidos por años.

—Estoy furioso conmigo mismo por no detenerlo antes. Lo vi venir detrás

de ti, pero estaba demasiado lejos, demasiado tarde. —Oigo la amargura e

ira en su voz.

—Gracias N-no estoy acostumbrada a jugar el papel de damisela en

peligro, puedo cuidar de mí misma, pero gracias, realmente salvaste mi

trasero allí atrás. Supongo que te debo una. —Siento una pequeña sonrisa

empezar a formarse. Es extraño cómo hace unos momentos, pensé que

nunca sería capaz de sonreír de nuevo.

—No tiene importancia. Todos necesitamos un poco de ayuda de vez en

cuando. No te hace débil.

—¿Cómo lo hiciste? ¿Cómo los mataste? No veo ningún arma.

—Tuve que hacerlo a la manera antigua. En caso de duda, volverlos

pedazos. —Él hace una mueca mientras mira a sus manos, que están

cubiertas con heridas profundas, de color rojo.

—¿Te tocaron? Pero, ¿cómo?

Se encoge de hombros.

—Soy inmune a los demonios psíquicos. Siempre lo he sido.

Reviso mis propios brazos, sólo los más débiles hilos de color de rosa

siguen estando. Una vez que me reponga, van a desaparecer por completo.

Nos sentamos en silencio, mirando a través del ahora desierto parque. Mi

respiración ha vuelto a la normalidad, pero por alguna razón mi corazón

todavía está latiendo demasiado rápido. Los primeros indicios de la

madrugada amenazan con romper el cielo de la noche. Mi cuenta atrás ha

comenzado.

Page 104: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

104

Me pongo a reír.

—¿Qué pasa? —pregunta.

Inclino mi cara hacia la suya.

—Ni siquiera sé tu nombre. Sé que nos hemos visto el uno al otro en el bar

demonio y esa vez en el callejón, pero… —Mi voz se apaga ante la mirada

en sus ojos.

Me mira en silencio por tanto tiempo que me pregunto si de alguna

manera lo he ofendido. ¿Tal vez quiere permanecer en el anonimato?

Muchos demonios lo hacen, especialmente los de otras tribus. Sólo asumí

que él es —al menos de acuerdo a él— un amigo. ¿Es tan inusual que los

amigos sepan el nombre del otro?

—Lo siento, olvida que dije algo... —Miré hacia atrás, arriba al cielo gris.

—No, por favor, perdona mi mala educación. Entre toda la emoción olvidé

que no hemos sido presentados correctamente. Mi nombre es Kieron

Ambrose. Yo... Yo soy de la tribu Proelater del oeste. Nuestras familias son

aliadas. —Su introducción se siente extrañamente formal, forzada.

—Encantada de conocerte, Kieron. Yo soy Lucky. Lucky llanamente. De

aquí.

—Lucky... —Produciendo la palabra, ladea la cabeza hacia un lado y

sonríe—. Lindo nombre.

—Gracias. También el tuyo. Suena como el nombre de mi preferida cerveza

japonesa.

Se ríe, borrando la incómoda tensión. Nos arrellanamos contra cada uno y

miramos al cielo, admirando los millones de diamantes parpadeando

arriba de nosotros. Su brazo todavía está envuelto alrededor de mis

hombros y aun cuando estoy empezando a sentirme muy acalorada espero

que no lo mueva.

—Entonces, Lucky, dime. ¿Qué está haciendo una chica mala como tú en

un lugar como este?

Sonriendo, me acerco más.

Odio mirar al cielo cambiar de gris a lavanda, quiero que mi tiempo dure

para siempre. Pero estoy cansada y todavía más débil de lo que debería.

Page 105: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

105

Ha sido muy bonito, sentada aquí en silencio, al lado de mi nuevo amigo. A

pesar de los horrores de la noche, algo bueno salió de ello.

—¿Qué estás pensando? —preguntó Kieron, rompiendo la calma.

—Que podría usar algunas bebidas ahora.

Él ríe.

—Gracioso, debes haber estado leyendo mi mente. Regresemos a

Dryndara.

Dejé escapar un largo suspiro. El portal más cercano hacia Thiberous está

a varios kilómetros. Normalmente eso no es un problema, pero ahora

mismo incluso caminando hacia las afueras del parque parecía

desalentador.

—Estoy estacionado cerca de la entrada —dice Kieron, como si pudiera

leer mi mente.

—¿Tienes un coche?

Él se ríe.

—Bueno no, no exactamente. Un coche no es factible para navegar por el

bosque. Es más, bueno, una motocicleta. En realidad, es una Ducati.

No sé qué es una Ducati o por qué se siente obligado a mencionarlo. Todo

lo que me importa es no caminar hasta un portal.

—Oh, no sabes cuán aliviada estoy de escucharte decir eso. No me puedo

imaginar caminando ahora mismo, olvídate de correr…

Él tiene una sonrisa preocupada mientras sostiene sus manos para

ayudarme a levantarme. Juntos caminamos hacia la puerta sur, pasando

por el cadáver de un Altrumina muerto. Como los otros, se descompone

rápido y no habrá nada más que una pila de cenizas en unas horas. Eso

no me impide darle una patada en la cabeza.

Mi alivio por ser llevada a Thiberoux se corta cuando Kieron se detiene al

lado de una motocicleta de carrera deportiva. Mi mandíbula se abre y

frunzo el ceño decepcionada.

—¿Cómo se supone que los dos entremos ahí? —pregunto incrédula—. ¿Se

supone que tengo que sentarme en el manillar o algo así? —El asiento es

Page 106: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

106

sólo lo suficiente grande para uno y el elegante y aerodinámico diseño de

la bicicleta claramente no está destinado a pasajeros.

—Creo que la única manera de hacer esto es que te sientes en mi regazo.

Soy lo suficientemente alto como para ver por arriba de ti y mis brazos te

rodearán. A menos que tengas una mejor idea.

No la tengo. Y tengo que admitirlo, mientras no me caiga y rompa mi cara,

su idea no es para nada desagradable. Hasta que recuerdo lo que estoy

usando.

Genial. De todas las noches para montar una moto, ¿tiene que ser la que

estoy usando un vestido? Para montar a Diablo está bien, ya que el

generoso material tiene espacio suficiente para estar libremente a su

espalda. ¿Pero en esta pequeña cosa? ¿Por qué no llevaba mis pantalones

de cuero?

De nuevo, Kieron lee mi mente.

—Sólo siéntate aquí —dice acariciando su regazo—. Usa una mano para

sostener tu vestido y evitar que quede atrapado en las ruedas. Aférrate a

esta barra con tu otra mano. Con un brazo rodearé tu cintura así no te

preocupes por caerte.

Hago lo que me dice y pronto su brazo toma su lugar a mí alrededor.

Recogiendo los pliegues de mi vestido, descanso mis piernas en las suyas.

Detrás de mí, él se ríe en voz baja.

—Está bien, esto es nuevo para mí, así que iré lento. —El motor ruge a la

vida y siento una emoción disparar a través de mí.

—Sólo hasta un Portal, convocaré a Diablo allí.

—No hay problema.

Gracias a Dulce Satán llegamos a un Portal en menos de diez minutos.

Incluso con Kieron sosteniéndome fuerte, me sentí como si estuviéramos a

punto de perder el equilibrio y caer en cualquier momento.

Page 107: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

107

Definitivamente no es mi forma favorita de transporte.

Desmonto de la motocicleta, hago sonar un silbido agudo y espero a mi

propio transporte. Kieron me mira mientras yo enderezo los pliegues de mi

vestido y se me ocurre atrapar la mirada burlona en sus ojos.

—¿Qué? —pregunto, sin ser poco amable.

Él sacude su cabeza.

—Nada, sólo estoy alegre de que estés mejorando, eso es todo.

Diablo arremete desde detrás de los árboles, deteniéndose a mi lado.

Suavemente acaricio su cuello mientras él me acaricia con su hocico.

—Oye, chico — le susurro.

Pareciendo sentir mi cansancio, Diablo baja su cuerpo para facilitar mi

montura, como si supiera que tuve un problema más temprano y se

sintiera mal porque no estuvo allí para mí.

—¿Nos vemos en el Bar Demon? —pregunto mientras Diablo se eleva a su

máxima altura.

Kieron enciende su moto.

—Sí.

Los dos despegamos corriendo por senderos, dejando nada más que polvo

y escombro a nuestro paso.

Page 108: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

108

í

Traducido por Mari NC y rihano Corregido por LizC

h, Dios mío... ¿Qué...?

Un millar de furiosos cuchillos de carnicero apuñalaron

sin piedad en mi cabeza. Gimiendo, Me doy vuelta en la

cama. Trato de tragar, pero no puedo, mi boca se siente como si estuviera

llena de algodón. Hay un viejo vaso de agua en mi mesita de noche y con

impaciencia lo engullo, pero es como tomar fuego. Tan pronto como el

líquido llega a mi estómago revuelto, mi cuerpo tiene espasmos y vomito en

el suelo junto a la cama.

Oh, Dios. Estoy muriendo. Lucky finalmente consiguió matarnos. Caigo de

nuevo en la cama, incapaz de sentarme; mi cabeza está girando fuera de

control.

Pero estoy en casa. Si Lucky hubiera quedado herida o envenenada, ¿no

estaría todavía en los bosques en algún lugar?

—Tatué —llamo débilmente—. Tat, necesito ayuda…

En unos momentos ella se desliza en mi habitación portando una bandeja

con una pequeña rebanada de pan, algo de avena, un banano y una

mezcla de agua pintada de rosa.

—Ya, ya, no te preocupes. Esto pasará. Simplemente no tienes suficiente

tiempo para metabolizar. —Ella pone la bandeja al lado de mi cama y

desaparece en el cuarto de baño.

Me tapo la cara con una almohada, la vista de la comida trayéndome al

borde del trastorno de nuevo.

—Lo hizo a propósito —gimo.

—Ya, ya, querida… No creo que ella estuviera siendo maliciosa. —Tatiana

vuelve del baño con una toalla húmeda y limpia suavemente mi frente. La

Page 109: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

109

sensación fría alivia un poco mi mareo, pero todavía siento como que estoy

muriendo. Ojalá estuviera muerta.

—Ella tuvo una dura noche ayer. Sus emociones fueron sobrecargadas, y

estaba débil. Sabes lo que eso puede hacerle a su cuerpo.

—Lo hizo a propósito. Se trata de una venganza por el basurero, sé que lo

es. Ella me odia.

—No estaba contenta, pero creo que comprendió la necesidad. Así como tú

ahora. —Empuja la bandeja de comida cerca, y hago una cara de pocos

amigos—. Bebe esto primero —instruye, sosteniendo el vaso del misterioso

líquido—… luego come un poco, pero hazlo lentamente. Tu cuerpo va a

reajustarse más rápido. De lo contrario puede tardar varias horas para que

puedas recuperarte.

Gimo y ruedo otra vez, deseando que Tatiana me dejara morir en paz. Pero

luego me acuerdo de ayer; más concretamente, me acuerdo de Kieron. A

pesar de que mi cerebro duele demasiado como para formar verdaderos

pensamientos, sé que tengo que verlo.

Tentativamente, me incorporo y me obligo a tomar un poco de la bebida de

Tatiana. Mientras lo hago, me doy cuenta de que todavía estoy llevando el

vestido de Lucky de la noche anterior. Eso es raro. Normalmente me

despierto desnuda, ya que Lucky nunca quiere que esté cerca de su ropa.

Si ni siquiera tuvo tiempo suficiente para cambiarse, entonces supongo

que soy más afortunada de que logró llegar a casa después de todo. Una

vez, me había dejado en el medio del bosque. Hombre, Tatiana estuvo

enojada sobre eso. Realmente deseo que hubiera podido presenciar la

paliza que le dio a Lucky esa noche. Lo que sea que ella dijo obviamente

funcionó, ya que nunca he despertado en cualquier lugar que no sea mi

propia cama, aunque por lo general desnuda, y siempre fría.

La poción de Tatiana debe estar funcionando porque en realidad soy capaz

de retener una rebanada de pan y algo de la avena. Después de unos

minutos me siento casi cerca de lo normal. Pero incluso si todavía me

sentía como muerta, nada me impediría ir a la escuela hoy.

Tengo que verlo.

Tatiana regresa con un paño fresco y húmedo y se sienta a mi lado.

—¿Mejor?

Page 110: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

110

Asiento con la cabeza.

—Tengo que estar lista —digo saliendo de la cama.

—No sé si es prudente para ti ir a la escuela hoy —dice Tatiana, una

mirada de preocupación en su rostro.

—¿Por qué? Me siento mucho mejor. Genial, incluso. Debías vender esa

pequeña poción de resaca tuya, serías una asesina…

—No se trata de eso —dice con el ceño fruncido—. Hay una mancha de

oscuridad allí; una nube cuelga más amenazadoramente… Siento que algo

terrible ha pasado, o lo hará pronto.

—Bueno, duh, yo podría haberte dicho eso. Me refiero a ello como clase de

educación física —murmuro.

Ella niega con la cabeza otra vez, pero ya estoy a mitad de camino a la

ducha.

—Voy a estar bien, Tat. Es la escuela. Sabes que si algo realmente terrible

ocurre Lucky se mostrará. Está en su mejor interés mantenerme a salvo,

¿verdad?

Serpenteo a través de los bosques a un ritmo acelerado, y en realidad me

encuentro a mí misma tarareando una canción feliz. No estoy pensando en

lo mal que me sentí cuando me desperté ni en la advertencia críptica de

Tatiana.

Estoy pensando en él.

Pasar ayer el día con Kieron fue el mejor que había tenido en años.

Después de recuperarme de mi shock inicial por su localidad elegida —me

refiero a realmente, ¿quién estudia en un cementerio?— Kieron me explicó

por qué me había llevado allí, y por qué ese lugar era tan especial para él.

Había tropezado con él poco después de llegar a la ciudad, y su tristeza

tranquila e inquietante lo había afectado profundamente.

Page 111: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

111

Resulta que el cementerio fue utilizado para enterrar a los soldados que

murieron durante la Guerra Civil. Muchas de las erosionadas lápidas

tenían las fechas en ellas, pero los nombres no. La mayoría llevaba el

símbolo de la Confederación, pero unas pocas tenían la marca de la Unión.

Así muchos jóvenes habían sacrificado sus vidas luchando por lo que

pensaban que era lo correcto, sólo para ser enterrados sin nombre,

ignorados y olvidados.

Tuve que admitir, había algo extrañamente reconfortante sobre estar en el

tranquilo jardín, con las lápidas rotas, pasto crecido y amortiguadas

enredaderas aferrándose en torno a la verja de hierro. Era como si sólo

estando ahí, reconociendo el pasado, y los soldados que murieron por lo

que creían, de alguna manera me hicieron sentir parte de algo más grande

que yo. Sentí una conexión con los jóvenes que murieron en combate,

muchos enterrados por toda la eternidad al lado de su enemigo, quien, en

otra vida, bajo circunstancias diferentes, podría haber sido un amigo.

Cada uno de nosotros habíamos “adoptado” un soldado, apoyándonos en

su lápida mientras puse a Kieron al corriente con su lectura. Las pocas

horas que pasamos juntos pasaron en un cómodo borrón. Nos habíamos

ido antes del crepúsculo, pero no antes de hacer planes para reunirnos de

nuevo hoy.

Es gracioso cómo simplemente teniendo esto que esperar hace a mi mundo

entero parecer más brillante. Más feliz. Sonrío para mis adentros,

recordando la forma sexy en que sonríe con la mitad de su boca y cómo me

mira con ojos cristalinos a través de aquellas oscuras pestañas...

El ulular de una sirena me sobresalta de mi ensueño. Curiosa, e

interesada, frunzo mi frente y acelero el paso. Suena como varias sirenas,

todas viniendo en la dirección de la escuela.

Corro a través de la última línea de árboles a la carretera principal, justo a

tiempo para ver un auto de la policía zumbar, seguido rápidamente por

una ambulancia.

¿Qué demonios...?

Una multitud está reunida en el estacionamiento, y una cinta amarilla de

la policía ya acordona el lado oeste de la escuela. La gente se precipita

frenéticamente; muchos estudiantes se abrazan entre sí con rostros llenos

de lágrimas. Un policía gordo y una delicada policía trabajan en conjunto,

Page 112: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

112

arreando a la gente a un lado de la entrada. Cerca del atrio, un equipo de

noticias de televisión se está preparando para comenzar a filmar.

Mi corazón hace ruidos sordos siniestramente, y contemplo el caos en

busca de cualquier rastro de él.

—Oh, Liora, estás aquí, gracias a Dios que estás bien. —Estuve a punto de

saltar de mi piel mientras Corrine me aborda por la espalda, envolviendo

sus brazos alrededor de mí.

Me vuelvo hacia ella y estoy sorprendida al ver que está tan blanca como

un fantasma.

—¿Corrine, que está ocurriendo? ¿Por qué no habría de estar bien? ¿Qué

está pasando?

Corrine es tan histérica, que en realidad está extrañamente tranquila.

Delgadas lágrimas fluyen por su rostro.

—Ellos... ellos sólo saben quiénes son los chicos... no saben quién es la

chica pero... —susurra.

—¿Qué chicos? ¿Qué chica? No estás dándole sentido...

Su voz es tan silenciosa que apenas puedo oírla.

—Son Cade Johnston y Lee Marvis... ellos... sus cuerpos... —Su voz se

quiebra.

Jadeo, trayendo mi mano a mi boca. ¿Cuerpos?

—En el gimnasio. El conserje los encontró esta mañana. Hay una chica allí

también... pero ella está en demasiado mal estado, no pueden identificarla

todavía. —Corrine emite un extraño sonido de hipo y se muerde su labio.

—Oh, mi Dios. —Agarro su mano y me tambaleo a la acera para sentarme.

La gente parece que se han duplicado en tamaño. Ahora los padres y gente

del pueblo están llegando a ver lo que está pasando.

—Liora —una voz profunda viene detrás de mí.

Alivio me inunda, y salto para encontrarme con la mirada preocupada de

Kieron.

—Kieron. Oh, Kieron, ¿has oído? No lo puedo creer. —Me acerco a él,

pensando que por alguna razón debemos abrazarnos. ¿No es eso lo que

Page 113: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

113

hace la gente en este tipo de situaciones? Pero él se pone rígido y dudo.

Nos miramos el uno al otro y Kieron asiente con la cabeza sombríamente.

—Se han cancelado las clases hoy, por razones obvias. Creo que sería una

buena idea si salimos de aquí, dejar que las autoridades hagan su trabajo.

Miro a Corrine llorando suavemente contra sus manos. Lanzando a Kieron

una mirada de dolor, me arrodillo a su lado, acariciando su cabello largo.

—Cariño, va a estar bien. Vamos, vámonos. Kieron te llevará a casa. —Lo

miro esperanzadoramente y él asiente. Pero Corrine me sorprende

sacudiendo su cabeza.

—Gracias, pero prefiero tomar el autobús —murmura. Cuando empiezo a

protestar, me da una mirada acerada, y me doy cuenta de que está

avergonzada sobre Kieron sabiendo dónde vive—. Ve, voy a estar bien. Te

llamaré más tarde.

—Bueno, si estás segura. —La ayudo a levantarse. Me da un abrazo rápido

antes de caminar hacia la parada del autobús. Kieron y yo la observamos

en silencio mientras se aleja arrastrando los pies, con la cabeza baja. Una

parte de mí quiere ir tras ella, pero sé que quiere estar sola. Tengo que

respetar eso.

Cuando está fuera de vista, Kieron me hace señas para que lo siga.

Serpenteamos a través de la multitud de gente angustiada y desesperada

hasta llegar a su camioneta.

—¿A dónde vamos? —pregunto.

—A conseguir algo de desayuno. Me muero de hambre.

Una letra en la cafetería de carretera está quemada. En vez de leerse

“Coma aquí ahora” es “Muera aquí ahora”5.

Perfecto.

5Juego de palabras que pierde sentido al traducirse ya que en el original dice “Dine here

now” y al borrar la n queda “Di e here now”.

Page 114: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

114

Kieron salta de la camioneta y me abre la puerta. Cuando extiende su

mano hacia la mía, ésta está cubierta de profundos arañazos.

—¿Qué pasó? —pregunto.

Él mira hacia abajo como si no se hubiera dado cuenta antes de las

heridas.

—Oh, nada —dice y se encoge de hombros—. El vecino tiene un gato

juguetón.

¿Uno que es parte león?

La camarera nos sienta en una mesa de formica rota con asientos rígidos.

Ignoro el menú delante de mí, pero estudio a Kieron brevemente antes de

que ordene un plato monstruoso de panqueques. ¿Cómo es posible que

esté hambriento ahora?

Yo ordeno té y disfruto de este lentamente, consciente de que él está

mirándome. Miro hacia él, tratando de leer su rostro. Se ve cansado.

Confundido. Aturdido.

—Todavía no puedo creer que estén muertos —murmuro—. ¿Quién podría

haber hecho eso? ¿Por qué?

Sacude su cabeza y juguetea con sus cubiertos.

—No sé. Algo bastante aterrador.

—Me pregunto quién es la chica... Corrine dijo que ellos no sabían.

Kieron asiente con la cabeza.

—Algo difícil cuando no hay cabeza…

Jadeo y me siento enferma.

—¿Qué? Ella no dijo nada sobre eso. —Temblando, bajo mi taza,

salpicando té sobre la mesa.

Kieron se ve dolido.

—Lo siento... Pensé que lo escuchaste. Todo el mundo estaba hablando de

eso... No fue mi intención alterarte.

Page 115: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

115

Sacudo mi cabeza y limpio las lágrimas corriendo por mis mejillas. A pesar

de que en realidad no hablo con nadie en la Secundaria Dove Creek que no

sea Corrine, Emme, Skye, y ahora, Kieron, el pensamiento de cualquiera

de mis compañeros de clase —incluso idiotas como Cade Johnston y Lee

Marvis— sufriendo horriblemente, me da escalofríos hasta el hueso.

Es como lo que pasó con...

La camarera regresa con la comida de Kieron, y él la ingiere con avidez.

Sacudo mi cabeza para despejar los recuerdos inolvidables,

preguntándome una vez más cómo puede él comer en un momento como

este.

Él mira hacia arriba para verme mirándolo.

—Lo siento —dice entre mordidas—, no tuve la oportunidad de comer el

desayuno, y estoy muerto de hambre. Desarrollé un poco de apetito ayer

por la noche... —De repente se detiene y me mira, casi culpable... como si

hubiera dicho algo que no debería haber hecho.

Mis ojos se estrechan con sospecha. Algo no está bien aquí. Bajo las

implacables luces fluorescentes del restaurante, veo lo cansado que se ve,

como si no hubiera conseguido pegar ojo la noche anterior. Sin embargo

devastadoramente magnífico, hay círculos oscuros bajo sus ojos que no

estaban allí antes. Rastros de luz en las mejillas sugiere que él no se

molestó en afeitarse. Marcas profundas de golpes en sus manos que

definitivamente no provienen de algún intratable gato casero. Y en medio

de encontrar que tres de nuestros compañeros de clase han sido

brutalmente asesinados en el campus de la escuela, él decide que necesita

devorar un suculento desayuno.

Y la forma en que sigue mirándome... casi sabiendo, sin embargo,

desconfiando. Mi estómago se agita incómodo.

—Cre-creo que necesito ir a casa —le digo—. Tatiana habrá oído lo que

pasó ahora, y estoy segura de que está preocupada.

Él me mira fijamente durante un rato, luego asiente con la cabeza.

—Claro, déjame terminar aquí muy rápido y te llevaré a casa.

Me muevo en mi asiento, jugueteando distraídamente con la servilleta

mientras él come en silencio. Algo no está bien con él, pero no puedo poner

Page 116: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

116

mi dedo en la llaga. Y hasta que pueda, creo que lo mejor es mantener mi

guardia alta.

Después de que él le paga a la camarera, nos dirigimos de regreso a la

camioneta. Puedo sentir su tensión casi tanto como la mía. Él maniobra

para salir del estacionamiento, pero en lugar de tomar el camino de

regreso a la escuela y mi cabaña, se vuelve en la dirección opuesta,

alejándose.

—¿Qué? ¿A dónde vas? —grito, en un acto reflejo buscando la manija de la

puerta. Mi estómago se tambalea, y siento que mi corazón se acelera. Pero

¿qué voy a hacer, saltar de una camioneta en movimiento?

Kieron mira directo al frente, sus ojos centrados en la carretera.

—Liora, creo que tú y yo sabemos que tenemos que hablar. —Su voz es

serena, firme.

—¿Sobre qué? Kieron, te dije que quiero ir a casa... ¿a dónde me llevas? —

No, no. Esto es imposible. No estoy siendo secuestrada, ¿verdad? Oh, esto

es demasiado. Sabía que él era demasiado bueno para ser verdad. Lucky,

por favor, despierta y patea su trasero. Tienes mi bendición.

Kieron lanza miradas hacia mí, deja escapar un profundo suspiro, y de

inmediato sale a la orilla de la carretera. Al segundo que la camioneta se

detiene, empujo para abrir la puerta y tomo un respiro para esto.

—¡Liora, espera!

Un camión de dieciocho ruedas pasa volando y yo salto hacia atrás, justo

en los brazos de Kieron.

—Déjame ir —le grito, luchando contra su agarre firme.

—No hasta que te calmes y me escuches. ¿Estás tratando de matarte?

—¡Déjame ir! —Me retuerzo de nuevo, pero fue en vano. Los brazos de

Kieron se afianzan a mí alrededor como un tornillo de banco. Con tanta

fuerza como soy capaz, piso en uno de sus pies. Él no se mueve, y deja

escapar una risita.

—Liora, detente. Lo siento mucho, no tenía la intención de asustarte. Mira,

voy a dejarte ir si me prometes no salir corriendo y ser atropellada.

—Te lo prometo, ahora déjame ir —le digo entre dientes.

Page 117: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

117

Poco a poco él afloja su agarre y yo doy varios pasos hacia atrás,

mirándolo con recelo.

Kieron suspira, sus ojos azules tristes y frustrados... suplicando.

—Liora, lo siento. Honestamente. No debería haber hecho eso sin

consultarte primero. Yo… yo pensé que te gustaría hablar... sobre... todo lo

que está pasando. He leído mal tu preocupación... Pensé que podríamos ir

a algún lugar lejos de la locura y simplemente, no sé, ser verdadero, el uno

con el otro por un minuto. —Mira hacia abajo y sin rumbo patea una

piedra en el suelo.

Y ahora me siento como una gran idiota. ¿De qué me preocupo? ¿De

verdad creo que él es una especie de asesino enloquecido? Por supuesto

que no. ¿Y qué si tiene hambre? Es un chico en crecimiento. Y todos

hemos despertado sin vernos o sentirnos en nuestra mejor forma. Si no

fuera por la poción mágica de Tatiana esta mañana, tendría el aspecto de

algo que alguien recogió al lado de una zanja. ¿Quién soy yo para juzgar?

Bajo los ojos, avergonzada por mi exagerada reacción paranoica.

—Lo siento —murmuro—. No fue mi intención ser una loca... es solo que

con todo lo que ha pasado... No sé qué pensar ahora mismo. —Paso mis

manos por los lados de mi cabeza y jalo un poco de cabello.

Él da un paso más cerca de mí.

—¿Está bien si vamos a algún lugar a hablar? O realmente quieres que te

lleve a casa. Estoy bien con lo que quieras. Incluso te llamaré un taxi si no

quieres estar cerca de mí.

Pensé en eso por unos instantes.

—¿Cómo está tu pie?

Sonríe.

—Tengo otro.

—Lo siento por eso —murmuro, y le doy una sonrisa tentativa—. Creo que

es genial si vamos a algún lado por un rato.

Sin decir una palabra se dirige hacia el lado de la camioneta y abre la

puerta para mí, mientras me subo. Mientras pone en marcha el motor de

nuevo, miro por la ventana y rezo por no estar cometiendo un gran error.

Page 118: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

118

Una vez más, Kieron me lleva por un camino desconocido. En lugar del

cementerio, ambos estuvimos de acuerdo que no queríamos estar allí

ahora, él está conduciéndonos a una montaña, una tortuosa carretera en

la parte de atrás del condado flanqueada por zonas de árboles y amplios

campos abiertos.

—¿A dónde vamos? —pregunto, sintiendo una sensación de déjà vu. Se

acaba de mudar aquí; ¿cómo es que sabe acerca de todos estos lugares y

yo no?

—Simplemente un lugar que creo que te gustará —dice. Su perfil luce duro

y cansado al mismo tiempo.

—Sí, bueno, dijiste eso ayer, y me llevaste a un cementerio abandonado.

—Pero te gustó, ¿verdad? —Él me mira desde el rabillo del ojo.

—Sí. —Admito con un suspiro, y miro por la ventana. Nuestra

conversación ha sido rígida y torpe desde que traté de huir. Pero no me

atrevo a relajarme; hay demasiadas cosas que me molestan... no la menos

importante de las cuales es el hecho de que aquí estoy yendo hacia el

medio de la nada con un chico que apenas conozco, y que está haciendo

que mi sentido arácnido hormiguee advirtiendo debajo de mi piel.

Saliendo de la nada, un gran cuervo negro vuela junto a mi ventana.

Genial. Por supuesto, Tatiana está chequeándome. Para alguien que es

ciego, ella ve mucho más a veces. Casualmente le echo un vistazo a Kieron,

esperando que no se dé cuenta de nuestra nueva compañera.

Afortunadamente, su atención se centra en la carretera llena de curvas. El

pájaro mantiene el paso con nosotros por unos pocos kilómetros más,

luego abruptamente se va volando en la dirección opuesta. No hay duda de

que se encamina a decirle a Tatiana lo que vio.

—¿Estás bien? —Kieron me mira y sonríe por primera vez en toda la

mañana. Estamos cerca de la cima de la montaña ahora, y la ciudad

parece estar muy lejos.

Asiento con la cabeza.

—Es tan bonito aquí... Nunca he estado en este camino antes.

Page 119: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

119

—¿En serio? —Levanta las cejas—. Eso es raro. Simplemente asumí...

—¿Qué?

Hace una pausa.

—Nada...

Mientras más alto en la montaña escalamos, más colorido se vuelve el

paisaje. El otoño ha transformado los árboles comunes en una matriz

mágica de rojos, dorados y verdes. El sol, mirando a través de algunas

nubes ominosas, baila sobre el fondo del valle a nuestros pies. Parece una

foto de una postal.

—¿Cómo sabes siquiera acerca de este lugar, sea donde sea que vamos?

¿No has estado aquí sólo un par de semanas? —pregunto.

—Más o menos unos días... —murmura él—. Mi tío me trajo aquí poco

después de que llegué.

—Háblame de él —digo, deseosa de romper el incómodo silencio. Quiero

volver a la forma en que estábamos ayer cuando era tan fácil hablar con él,

antes de que toda la rareza se pusiera en nuestro camino.

—Su nombre es Troy. Él era el hermano de mi madre.

—¿Era?

—Ella murió cuando tenía seis años.

—Oh... lo siento. Mi madre se ha ido, también. Murió cuando nací —

suelto, para mi sorpresa. Nunca le he contado, antes, a nadie la verdad

sobre mi madre.

Por lo general, sólo digo que mis padres murieron juntos en un accidente

automovilístico cuando tenía dos años.

—Lo siento mucho. —Su mirada brevemente deja el camino para encontrar

la mía.

—Está bien —le digo, encogiéndome de hombros—. Nunca la conocí. Debe

haber sido mucho más difícil para ti, perder a tu mamá a una edad tan

joven.

Él no contesta, y me quiero patear. Buen comienzo, Liora. Demasiada

conversación mórbida, ¿no?

Page 120: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

120

—Fue... muy doloroso —dice al fin, su boca apretada en una línea recta,

sus ojos como hielo acerado.

—¿Así que son sólo tu tío y tú?

Él asiente con la cabeza lentamente.

—Troy ha vivido aquí por varios años.

—¿Qué acerca de tu padre? —pregunto.

Él me da una mirada divertida, y de nuevo no responde de inmediato.

—Um... realmente no lo conozco. Se fue poco después de que naciera —

dice tras una larga pausa.

Genial.

—¿Algunos hermanos o hermanas? —pregunto. Por favor no me digas que

están muertos, también.

Sacude la cabeza.

—No, sólo yo... que yo sepa. Pero supongo que todo es posible.

Su extraña respuesta me hace pensar en mi propio padre, o más

exactamente, en mi Creador. Por todo lo que sé tengo decenas, quizá

cientos, de medio-hermanos corriendo por ahí que ni siquiera conozco.

—Sí, soy hija única, también —le digo.

Se vuelve a mirarme, con una mano en el volante. La intensidad de su

mirada me quita el aliento.

Mis ojos se abren.

—¿Qué?

¡¿Qué?!

Una sonrisa fácil reemplaza su mirada seria.

—Nada... ¿así que son sólo tú y tu... abuela?

Trago saliva duramente. Estoy marchando en un territorio peligroso, todo

de mi propia obra. Si no hubiera empezado a preguntarle todas esas

preguntas sobre su familia...

Page 121: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

121

—Bueno, sí, Tatiana no es mi abuela biológica... ella solo se encargó de mí

después de que murió mi madre. Hemos sido sólo las dos desde entonces.

—Eso nos hace tres de nosotros.

—Hmm.

—¿Siempre has vivido aquí? —pregunta él unos instantes más tarde.

—Sí.

—¿Y nunca has estado en este camino antes? —Sus ojos estaban brillando

de nuevo, y la tensión se suavizó de su frente.

—No. He estado en algunos lugares fuera de la ciudad, pero por lo general

me mantengo cerca de los bosques alrededor de mi cabaña. Mi Mustang no

está precisamente construido para campo traviesa.

Él me lanza una sonrisa deliciosa que llega a sus ojos, enviando mariposas

revoloteando en mi estómago de nuevo.

—Bueno, entonces, debes estar en verdad emocionada.

La carretera sinuosa se estrechaba aún más, y Kieron dio la vuelta hacia

un camino más pequeño y sin marcar... uno más adecuado para ir de

excursión que para conducir. El camino está tan estrechamente bordeado

por árboles y arbustos a ambos lados que si alguien venía hacia nosotros,

no habría suficiente espacio para pasar dos autos.

Pero esto no me molesta. Estoy demasiado cautivada por el magnífico

paisaje. Los árboles que se arquean sobre nosotros crean una exuberante

cubierta de seda de color salvia, y los arbustos maduros con brillantes

flores coloreadas crecen en todas partes. Es como si hubiéramos parado en

la entrada a un reino encantado, no tocado por manos humanas.

Él conduce más despacio ahora; la camioneta salta sobre los baches y

agujeros en el camino de tierra desigual. La luz del sol se asoma

tímidamente a través de los árboles que sobresalen, fundiéndose en un

brillo medido.

Cuando finalmente llegamos a la cima de la montaña, el camino se aplana.

Parece que estamos realmente en medio de la nada, a mundos de distancia

de donde empezamos.

Page 122: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

122

—Estamos aquí —dice Kieron—. Tenemos que ir el resto del camino a pie.

La camioneta no lo hará.

Salimos. Kieron se mueve hacia la parte trasera de la camioneta y aleja la

lona de protección. Agarra una gran bolsa en una mano y un refrigerador

en la otra, asiente con la cabeza hacia el banco de la camioneta.

—¿Quieres tomar eso?

Me regreso para ver de lo que está hablando. Mirando, veo dos cañas de

pescar, una red, y una pequeña caja de aparejos.

—¿Qué... esto? —pregunto, incrédula. ¿En serio vamos a pescar?

—Sí, por favor. Todo ello. —Su sonrisa es tan encantadora que

probablemente podría haberme pedido que saltara en paracaídas, desnuda

sobre el Gran Cañón y habría sonado incluso como la mejor idea. Nunca

he ido a pescar ni un día en mi vida, ni remotamente ha pasado por mi

cabeza querer hacerlo.

Ahora parece como la forma más perfecta de pasar el día.

Page 123: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

123

í

Traducido SOS por LizC y SOS Mari NC Corregido por Angeles Rangel

Lista? —pregunta Kieron. Asiento, siguiéndolo hacia una

abertura en los árboles. Aprovechando al máximo de mi

posición detrás de él, no puedo dejar de admirar en secreto

su fuerte y firme paso. Y lo bien que sus jeans acentúan su trasero.

Él ladea la cabeza hacia un lado y sonríe.

—¿Cómo va todo atrás? ¿Estás bien? —Rápidamente aparto mis ojos y

siento el calor apresurarse a mis mejillas.

—Todo está muy bien. Perfecto. —Robo una rápida mirada más. Sí.

Absolutamente perfecto.

—Está a sólo pocos minutos a pie desde aquí —dice.

Entretejemos a través de los árboles y cortamos a través de arbustos bajos

colgando y matorrales. Cuando por fin llegamos al claro, jadeo

impresionada.

Kieron está a mi lado. —No está mal, ¿eh?

Tengo que volver a agarrar la caja de los trastos para no dejarla caer. —

Wow... simplemente... wow. Este lugar es... increíble. —Estoy más allá

sorprendida por la belleza de este santuario privado, una verdadera

bendición de la Madre Naturaleza, de lo mejor.

No es sólo la abundancia de flores silvestres de colores brillantes, bastante

inusual para esta época del año, lo que hace que este lugar se sienta tan

fresco y vivo. Largas rocas, algunas irregulares y altas, unas pocas bajas y

planas, reflejan los rayos del sol como si fueran diamantes teñidos

resplandeciendo con destellos de plata y oro. Un estrecho río esculpiendo

su camino a lo largo del terraplén, finalmente, descendiendo por la ladera

—¿

Page 124: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

124

del lago. Incluso desde aquí arriba puedo ver peces saltando fuera del

agua.

—Vamos, lleguemos hasta allá abajo —dice Kieron.

Nos dirigimos a la orilla del río, cerca de los acantilados donde la vista es

simplemente espectacular. Podemos ver por lo que parece ser cientos de

kilómetros. Es como si estuviéramos en nuestro propio planeta, en nuestro

propio Jardín del Edén milagroso.

Kieron toma los postes y la red de mis manos y los pone en el suelo. Abre

su bolsa y sacude una gran manta. Luego se sienta en un lado de ella,

estira las piernas e inclina su rostro hacia el cielo.

Poco a poco me paseo por el campo, perdiéndome en las fragantes flores y

el zumbido de la cascada. Aquí arriba, me siento muy lejos de la locura por

debajo. Puedo pretender que todos mis problemas, tensiones y

preocupaciones en realidad no existen. Justo aquí, en este lugar mágico,

con Kieron, todo puede ser perfecto.

Después de un rato, volví a dirigir mi mirada a su forma inmóvil. Al igual

que un elemento maravilloso de la bella naturaleza, mira tranquilamente

hacia el río, observando tan tácito como un lagarto tomando el sol en una

roca caliente.

Hago mi camino de regreso a él y tomo un asiento en la manta.

—¿Y ahora qué? —pregunto. Dijo que quería hablar, pero hasta ahora no

está diciendo mucho.

Se vuelve hacia mí con una sonrisa en su rostro. —Ahora, pescamos.

Mis sentimientos por Kieron deben tener algún dominio mágico sobre mí,

porque incluso el acto repugnante de enganchar el cebo y el acto mundano

de sentarse en el agua sosteniendo un poste es absolutamente

emocionante con él a mi lado.

Page 125: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

125

Poco después de dejar caer mi línea en el agua siento un suave tirón.

Kieron me muestra la forma de envolver el carrete en mi captura, y por un

momento me siento orgullosa de mi logro. Pero cuando el pobre pez lucha

por respirar, luchando por su vida, me siento mal y lo arrojo de nuevo en

el río donde pertenece. Kieron se burla de mí por ser una blanda, mientras

bobina en uno de los suyos y lo pone en el suelo junto a él.

—¿Sabes cómo le llaman a éstos? —pregunta—. Trucha arcoíris.

Levanto una ceja y le doy una mirada de complicidad. —Sí, pero ese es

sólo su nombre común. Su nombre científico es mi beso Oncorhynchus.

Inclina su rostro al mío y esboza una sonrisa pícara. —Sólo entendí la

parte de “mi beso” —dice, levantando las cejas con coquetería. Le doy una

risa nerviosa, y miro hacia otro lado, maldiciendo mi tez clara la cual estoy

completamente segura se está tornando de un color rosa brillante.

—Esto es divertido —le digo, tratando de cambiar de tema—. Me gustaría

poder venir aquí más a menudo.

Él se inclina hacia atrás en un brazo. —¿Quién dice que no puedes?

Suspiro. —Bueno, porque, ya sabes, se supone que debemos estar en la

escuela. Y como siempre tengo que estar en casa antes del anochecer eso

en realidad no me deja mucho tiempo...

—¿Por qué siempre tienes que estar en casa antes del anochecer? —Se

asoma hacia mí desde el rabillo del ojo; su voz es suave y sexy, y con la

más mínima diversión.

Aquí vamos. Tomo una respiración profunda y recito mi mentira bien

ensayada. —Tatiana es completamente ciega. Dado que somos sólo ella y

yo, soy la única que puede hacerse cargo de ella. No le gusta estar sola en

la noche.

Él asiente, y un momento después pregunta:

—¿Pero cómo lo sabría?

—¿Huh?

—Si ella es ciega, ¿cómo sabría tu abuela si es de noche o no? —Esta vez

estoy segura de que oigo diversión en su voz.

Page 126: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

126

Mi pulso se acelera a medida que aprieto los dientes y miro por el río. Esto

es exactamente el por qué no puedo tener nunca amistades o relaciones

normales. La gente es entrometida.

—El yo esté en casa por la noche no es por ella, es por mí. No me gusta

llevar un reloj y perder la noción del tiempo con facilidad. Sin embargo, mi

abuela es de edad avanzada y le gusta cenar temprano e ir a dormir. Así

que lo convertí en una regla el estar en casa mucho antes de entonces

para poder cuidar de ella. —La mentira salió fácilmente, como si la hubiera

usado en innumerables ocasiones. Esto no me hace sentir mejor, sin

embargo. Sólo por una vez me gustaría poder tener una conversación

honesta con alguien.

Hace una pausa, como si percibiera mi malestar. —Está bien, entiendo. Te

prometo llevarte a casa a tiempo —dice en voz baja, jugueteando con su

caña de pescar.

—Pero me gusta estar aquí. Incluso si nuestra razón para no estar en la

escuela hoy es una tan terrible —le digo, tratando de desviar la

conversación lejos de mí.

—¿Por qué lo haces? ¿Ir a la escuela?

Esto en cuanto a esa idea. —Bueno, porque tengo que hacerlo. Le prometí

a Tatiana que me graduaría.

—¿Por qué quiere ella que vayas?

—Bueno —me detengo, un poco nerviosa por sus preguntas extrañas—,

porque, ¿qué padres o tutores no querrían que sus hijos al menos

terminen la secundaria? Quiero decir, sé que somos un pueblo pequeño,

pero no somos tan pueblerinos.

Él se ríe. —No, eso no es lo que quise decir. Quiero decir, ¿qué quiere ella

que obtengas de eso? ¿Educación? ¿Amigos? ¿Habilidades sociales? ¿Un

diploma para su pared?

—Oh. Yo, eh… ella sólo quiere que yo tenga una vida normal como todo el

mundo, supongo.

—¿Y cómo está funcionando eso para ti?

Hago una pausa. —¿Qué quieres decir?

Page 127: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

127

—¿Está funcionando? ¿Estás teniendo una vida normal como todos los

demás?

—No lo sé. Supongo que sí —digo en voz baja, mi corazón latía con fuerza.

—Ya veo. ¿Y es eso lo que quieres? ¿Ser normal? ¿Es eso lo que te hace

feliz?

Las esquinas de mi boca bajan mientras observo las ondas en el agua.

¿Cómo puedo hablar con él sin sonar como una completa lunática? Mi

impulso inicial es mentir.

Di que todo está genial. Me encanta la escuela, tener amigos fantásticos,

estoy esperando con impaciencia ir a la universidad en el otoño, y que ya

tienes una hermandad de mujeres seleccionada.

Pero a medida que vuelvo la cabeza y miro a sus ojos, me oigo a decir sólo

la verdad. —Para mí, la escuela no ha sido más que un experimento de

tortura durante los últimos cinco años. No aprendí nada, y si fuera posible

morir de aburrimiento en realidad, tendrían que enterrarme todos los días.

—Mis ojos se mueven hacia abajo, incapaces de encontrar su mirada—.

Realmente no tengo amigos. Algunos conocidos, pero nadie de la que sea

muy cercana. Todo el mundo piensa que soy rara, estirada, y anti-social.

Los profesores me odian. Piensan que estoy arrojando mi futuro a la

basura porque no quiero ir a Harvard o Yale. Desprecio todo lo relacionado

con ella, y si no fuera por Tatiana la hubiera felizmente abandonado hace

mucho tiempo.

—¿Y hacer qué? —pregunta con cuidado, imperturbable por mi admisión.

—¿Qué quieres decir?

—Quiero decir, ¿qué harías contigo misma? ¿Conseguir un trabajo en el

centro comercial? ¿Mirar las telenovelas todo el día? ¿Casarte y tener

hijos? ¿Ingresar al Cuerpo de Paz, o tal vez al circo?

A pesar de mi ansiedad, me rio. —No sé, no he pensado en ello, ni siquiera

es una opción, por lo que, ¿para qué molestarme?

Él sonríe y se pasa la mano ausentemente a través de su cabello oscuro. —

Bueno, ¿qué tal por diversión? ¿Qué te gusta hacer cuando no estás

sufriendo la agonía atroz del mundo de la academia?

Page 128: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

128

—Me la paso mucho sola en el bosque. —Uff, hasta yo sé lo raro que

suena—. Paso el tiempo con Tatiana —añado a toda prisa—. Me gusta leer,

especialmente poesía. Me gusta aprender cosas por mi cuenta, sobre todo

nada que ver con las ciencias. Me estoy enseñando a mí misma a hablar

francés e italiano. También cómo tocar la guitarra, me gusta ver películas

viejas, especialmente las filmadas en blanco y negro. —Dios, sueno incluso

más patética soltándolo todo así. Me gustaría poder haber enlistado el

resumen de Lucky; Ella no habría sonado como la principal candidata

para la Fenómeno Nerd-Geek del año.

—¿Qué pasa en la noche después de que tu abuela se ha ido a dormir?

—¿Qué quieres decir? No hago nada. ¿Por qué lo preguntas? —Espero no

sonar tan nerviosa como me siento. ¿A dónde va con esas preguntas?

Entrecierra sus ojos. —Es sólo que, has mencionado que se va a la cama

temprano. Me estaba preguntando cómo pasas las noches, si te sientes

sola o aburrida todo por tu cuenta. ¿Alguna vez sales?

Trago saliva y miro hacia otro lado. —No, no realmente. Sólo me encargo

de las cosas y me entrego un poco temprano a mí misma. No soy un ave

nocturna en realidad.

Permanece tranquilo. Aguanto la respiración.

—Eso es muy malo —dice finalmente.

—¿Por qué?

—Tenía la esperanza de que pudiéramos pasar el rato una noche. Hacer

algo divertido.

Brevemente cierro los ojos y aprieto la mandíbula. —Lo siento. Realmente

desearía poder, pero no puedo. Le prometí a Tatiana siempre quedarme en

casa en caso de que alguna vez me necesite para algo.

Kieron piensa en esto por un momento.

Page 129: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

129

—Bueno, entonces. Tal vez pueda visitarte en tu casa… podemos hacer

una noche de Blockbuster6 o algo así. Tienen grandes ofertas en las

películas viejas —dice con una sonrisa traviesa.

Él me ha acorralado en una esquina. Con un corazón enfermo, sé que mi

momento perfecto con Kieron ha terminado. Tendría que ser una idiota

colosal para no reconocerlo, y soy una aún más grande por alguna vez

pensar que algo pudo haber pasado entre nosotros en primer lugar.

—Lo siento... ella no me permite recibir visitas —susurro.

Oh, qué mal que quiero detener el tiempo... detener la progresión natural

de nuestra conversación la cual inevitablemente conduce a él levantándose

y alejándose, dándose cuenta de que está totalmente perdiendo el tiempo

conmigo... que realmente soy la rara y antisocial fenómeno que todo el

mundo dice que soy. Qué estúpido de mi parte pensar por un segundo que

las cosas podrían ser diferentes con él. ¡Estúpida, estúpida, estúpida!

—Bien, entonces.

—Bien, ¿qué? —Me preparo para su rechazo.

—Si el día es la única opción que tengo de verte y pasar tiempo contigo,

entonces el día es este.

Se mueve más cerca de mí. Mi corazón amenaza con saltar de mi pecho.

Me chupo los labios nerviosamente y aguanto mi respiración, esperando...

Justo cuando se inclina hacia mí, su brazo de repente se mueve

bruscamente y su cabeza gira, seguido por el sonido de su risa de

sorpresa.

—Whoa, tengo uno vivo aquí. —Se levanta y comienza a luchar con su

caña la cual está inclinándose casi hasta el punto de romperse.

Doy un salto y me aparto para no mojarme mientras Kieron entra al agua

para luchar contra su captura. Mientras doy un paso atrás, mi pie golpea

una roca pulida, y antes de darme cuenta, mi pierna se dispara debajo de

mí. Lucho por recuperar mi equilibrio, pero es demasiado tarde. ¡Splash!

6 Blockbuster Inc. es la cadena de alquiler de películas y videojuegos más grande del

mundo, con sede en la Renaissance Tower en Dallas, Texas.1 La compañía entró en

bancarrota el 23 de septiembre de 2010.

Page 130: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

130

El congelante spray nada hasta mis fosas nasales mientras planto mi cara

en el agua fría.

—¡Liora! ¿Estás bien? —Kieron atasca el final de su caña en un profundo

agujero en el suelo y se apresura sobre mí.

No, estoy muy lejos de estar bien que ni siquiera es gracioso. ¡Mátame

ahora antes de morir de humillación!

Asiento con la cabeza, secándome el pelo mojado de mi cara y escupiendo

el agua.

—Estoy bien, sólo me resbalé. No es gran cosa. —No. No es un gran

problema en absoluto. Sólo estoy sentada aquí luciendo como una idiota

gigante cubierta de algas es todo. No me hagas caso.

—¿Está segura? —pregunta, preocupado. Él agarra mis dos manos y me

ayuda a ponerme de pie.

—Estoy bien, sólo mojada. —Miro a mi sudadera empapada y pantalones

vaqueros. Luego miro a su hermoso y horrorizado rostro.

Y entonces empiezo a reír.

Una vez que empiezo no puedo parar, y pronto Kieron se está riendo

también. Nos reímos hasta que lágrimas corren por nuestros ojos, y

empezamos a hipar. Voy a buscar una botella de agua de la hielera y

disfrutar de ella mientras que él vuelve su atención hacia el río. Dentro de

un minuto, está tambaleándose en la trucha gigante.

Él se sienta y me mira valorándome.

—Quédate aquí, voy a estar de vuelta en un momentito.

Antes de que tenga la oportunidad de preguntarle a dónde va, se va

rápidamente en la dirección que vinimos. Puedo ver el flop del pez a mi

lado, todavía está vivo. Sin pensarlo lo tiro de nuevo en el agua.

Kieron regresa unos minutos después, sus brazos cargados de ropa.

—¿Qué es esto? —pregunto.

—Una toalla limpia y algunas ropas para que te cambies.

Tomo la toalla y seco mi rostro y cabello. Él me entrega una sudadera con

capucha de color rojo y negro y pantalones a juego.

Page 131: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

131

—Ohm. —Me río sosteniendo la sudadera grande.

—Sí, podría ser un poco grande en ti. Pero es mejor que sentarse por ahí

en pantalones vaqueros mojados.

Tiene razón sobre eso. El dril de algodón frío ya se está moldeado a mis

muslos.

—Gracias —digo, buscando un lugar para cambiarme. Considero ir detrás

de los árboles, pero los más cercanos a nosotros están muy separados y no

me van a dar con mucha privacidad. Las manchas más densas están

mucho más lejos.

—Está bien, puedes cambiarte aquí —dice Kieron, dándose cuenta de mi

dilema—. Voy a darme la espalda y cubrir mi cara. Un perfecto caballero,

lo prometo.

Dudo sólo un breve momento antes de asentir. No quiero caminar mucho

en mis pantalones pegajosos. Y me siento congelada. Kieron

inmediatamente vuelve todo su cuerpo y, como prometió, pone sus manos

sobre su cara. Espero unos segundos más para asegurarme de que no va a

mirar. Cuando me siento segura de que no lo hará, rápidamente me quito

mi sudadera sucia. Mientras la reemplazo con la suya grande y suave,

consigo una bocanada de su perfume de almizcle. Me siento más caliente

ya.

Pero no puedo quitarme los pantalones hasta que me quite las botas. Mis

dedos tiemblan tanto que desatar los cordones resulta ser un desafío.

—Sólo un minuto más —digo en voz alta, por lo que no se voltea.

—Tómate tu tiempo —dice.

Sé que mis temores no son sólo de estar fría. Son por estar en esta

increíble situación subreal. No puedo envolver la cabeza alrededor del

hecho de que estoy aquí, estando prácticamente desnuda, con Kieron de

pie a pocos metros de distancia. Nunca en un millón de años hubiera

imaginado mi día terminando de esta manera. En una billón de años...

Kieron se mantiene fiel a su palabra, sin girarse ni una vez hasta que me

las arreglo para desprenderme de la tela vaquera incrustada con barro y

me deslizo en la suavidad de sus pantalones de chándal. Tengo que

doblarlos en la cintura y enrollarlos unas cuantas veces, pero ahora me

siento confortable y cómoda.

Page 132: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

132

—Está bien, estoy lista —le digo. Él se da vuelta de nuevo y desliza su

mirada hacia arriba y abajo de la longitud de mi cuerpo.

—¿Mejor?

—Mucho.

—Eso se ve realmente bien en ti.

Hago una mueca, sabiendo que posiblemente no puede ser verdad. La

voluminosa sudadera es fácilmente tres veces demasiado grande para mi

pequeño cuerpo, y luzco como si estuviera usando pantalones de payaso.

—Lo digo en serio —dice, caminando de regreso hacia mí—. Me gusta verte

en mi ropa. Es... sexy. —Levanta una ceja traviesa con la última palabra, y

rápidamente giro la cabeza hacia el río.

—Entonces, ¿cómo es que casualmente tienes ropa de repuesto y una

toalla seca contigo? Es casi como si estuvieras esperando que

prácticamente me ahogara hoy.

—Siempre mantengo una toalla en la camioneta. Es muy útil. La ropa

deportiva era para después usarla para correr.

—Oh. Lo siento.

—¿Por qué?

—No fue mi intención echar a perder tus planes.

Sus ojos brillan y sonríe.

—Creo que mis planes tomaron un giro para mejor. —Hace una pausa y

mira hacia abajo a su colección de peces—. Veo que tenemos un fugitivo...

—Lo siento —repito, dándole una mirada culpable.

—Yo no.

Page 133: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

133

Finalmente, Kieron decide que hemos atrapado suficientes peces.

Corrección, que ha atrapado suficientes, ya que todos los míos han sido

devueltos al agua. Agarra la caja de pesca y saca algunos cuchillos,

poniéndolos sobre una pequeña tabla. Luego construye hábilmente un

fuego dentro de un cercano pozo de roca.

—Puede que no te guste demasiado esta parte, mejor si vas abajo a la

cascada un rato —sugiere.

—Oh, por favor. No soy esa gran cobarde. Puedo soportarlo —me burlo,

posicionándome para verlo trabajar.

Se encoge de hombros.

—Haz lo que quieras. Pero no digas que no te lo advertí.

Se quita su sudadera con gracia, dejando al descubierto su torso esculpido

y bronceado. Mi corazón se acelera y mi mandíbula realmente cae, pero

inmediatamente la cierro de golpe cuando me mira.

—La limpieza de los peces puede ser algo sucia. No quieres oler mal

después. —Él sonríe y guiña el ojo. Sólo asiento con la cabeza sin decir

nada, demasiado impresionada por su abdomen cincelado y brazos

musculosos para ser molestada en lo más mínimo por la decapitación y

sangrienta evisceración posterior de nuestro futuro almuerzo.

Unos minutos más tarde está poniendo la trucha en una bandeja de metal

sobre el fuego. Luego saca el resto de la comida de su hielera.

—¿Cómo casualmente tienes todo esto allí? —pregunto mientras tomo un

tentempié de algunas de las uvas y quesos rebanados.

—Este fue el almuerzo que empaqué —dice, mordisqueando un pan de

maíz.

—Esto es tan bueno —digo entre bocado y bocado—. Ni siquiera me gusta

el pescado, pero este sabe increíble.

—Es porque es muy fresco. Ese es el truco. Nada comprado en la tienda o

preparado en un restaurante alguna vez se le acerca.

Realmente me importa un bledo lo que estoy comiendo ahora mismo,

porque Kieron todavía no se ha puesto su suéter de nuevo. Así que estoy

mucho más interesada en la apreciación de su cuerpo de modelo caliente

Page 134: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

134

que en la calidad de nuestra comida. Pero necesito algo seguro sobre lo

cual hablar antes de que algo realmente vergonzoso salga de mi boca.

Verlo moverse vistiendo sólo sus pantalones vaqueros holgadas y botas de

montaña, comiendo la comida que había capturado y preparado... es tan

condenadamente sexy que podía estar comiendo bocados de suciedad y no

me daría cuenta.

—Es realmente bueno —me quejo y le robo otra mirada. Pero esta vez sus

ojos atrapan los míos y veo un brillo diabólico. Rápidamente aparto la

mirada, avergonzada de ser atrapada tan descaradamente chequeándolo.

Limpiamos nuestro almuerzo y paseamos para sentarnos junto a la

cascada que domina el valle. Muy a mi pesar, Kieron se ha puesto su

suéter, pero estar sentada tan cerca de él es suficiente consuelo.

Nos sentamos en cómodo silencio, perdidos en nuestros propios

pensamientos. Pero puedo sentir que está ocultando algo de mí. Muchas

veces parece querer decir algo, pero se detiene en el último segundo. Otras

personas hacen eso conmigo a menudo, así que estoy acostumbrada a ello.

Pero cuando Kieron lo hace, duele. Quiero mucho ser capaz de hablar con

él sobre cualquier cosa.

Pero es muy difícil tener una conversación honesta con alguien cuando

está basada en una mentira.

Y eso es lo que es esto. Una mentira. Todo esto. Es una mentira porque él

piensa que soy alguien que no soy. Es una mentira, porque ni siquiera

pasa por su mente considerar que el mundo que conoce es realmente una

mentira... que realmente existen criaturas que acechan en la noche, y sí,

los monstruos realmente existen.

Y... que uno de ellos está sentado aquí a su lado.

Después de un largo silencio, Kieron finalmente habla.

—Liora, tengo una confesión que hacer.

Page 135: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

135

í

Traducido por carmen170796

Corregido por Akanet

arece una mala señal —digo, mi corazón

latiendo rápidamente.

Él levanta una ceja y muerde su labio inferior.

—Bueno, supongo que depende de cómo lo

veas. Podría no gustarte después de que escuches lo que tengo que decir.

—¿Qué es?

Él toma un respiro profundo y mira hacia adelante. Lo miro con

curiosidad, esperando que diga algo… cualquier cosa. Pero su expresión es

dura y permanece en silencio.

Lo que sea que tenga que decir deseo que simplemente lo diga de una vez.

El suspenso me está matando.

—No fui totalmente honesto contigo antes. No iba a decir nada, pero creo

que debería sincerarme así ya no sentiría que te he engañado.

—¿Me mentiste sobre algo? —Me quiebro la cabeza tratando de pensar en

algo en lo que él haya tenido que mentirme, pero no se me ocurre nada.

—Bueno, no fue una mentira mentira… pero no he sido del todo sincero…

es sólo que, bueno, en realidad no necesitaba ayuda con mi tarea como

dije. Tomaba clases avanzadas en mi antigua escuela, y ya había

terminado todas las lecturas.

Vaya. No sé qué había esperado que “confesara” pero definitivamente no

era esto.

—¿Entonces, sólo estabas pretendiendo no conocer nada de Inferno?

Él asiente, encogiéndose de hombros. —Más que nada. En realidad gané

un concurso de redacción el año pasado.

Page 136: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

136

Arrugo mi frente, confundida. —¿Por qué harías eso? ¿No tienes mejores

cosas que hacer con tu tiempo que estudiar cosas que ya sabes?

Él tuerce su boca y baja la mirada hacia sus manos. —Sí, pero necesitaba

una razón para pasar tiempo contigo. Para hablarte. Fue la única en la

que pude pensar. Estúpido, lo sé —masculla él.

Aún no lo entiendo. —¿De qué querías hablar conmigo? —susurro.

Él me mira directo a los ojos. —No sé… nada. Todo. Creo que eres una de

las chicas más interesantes que he conocido. Y créeme, eso dice mucho.

Quería conocerte mejor.

No sé qué decir, solo me quedo mirando el pasto.

—Oh.

—Espero que no estés enojada —dice—. Porque desperdiciaste todo la

tarde en el cementerio leyendo conmigo.

¿Cómo podría estar enojada cuando aparte de hoy, fue el momento en que

la pasé mejor que nunca antes?

—No estoy enojada —digo entre dientes. ¿Cómo estoy? ¿Feliz? ¿Asustada?

Sí.

—Bien —Él deja salir un suspiro de alivio—. Porque en realidad quiero que

seamos amigos.

¿Amigos? ¿Por qué esa palabra suena como un rechazo tan amargado?

Él coloca las yemas de sus dedos debajo de mi barbilla y gentilmente eleva

mi cara hacia la suya. —Buenos amigos —susurra—. Muy buenos amigos.

¿Con derechos?

Creo que va a besarme, pero no lo hace, y no sé si estar decepcionada o

aliviada. Es un camino peligroso. Uno que sólo puede inducir a la pena.

Kieron no sabe nada de mí. Y si alguna vez lo averigua, me odiara. Me

despreciara. Me temerá.

Pero hasta entonces…

Sus ojos nunca dejan los míos me inclino más cerca de él así los costados

de nuestros cuerpos se están tocando. Más que nada, quiero perderme en

Page 137: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

137

esta tranquilidad por toda la eternidad, detener este momento para

siempre. Solo Kieron y yo en nuestro secreto y perfecto Paraíso.

En el segundo que nuestros dedos se tocan, en el momento en que su

mano se envuelve tiernamente alrededor de la mía, en el instante en que

siento el caliente flujo de energía recorrer mis venas y encender mi alma,

sé que nunca me voy a soltar. Kieron ha entrado a mi vida de una manera

que no puede ser ignorada o deshecha. Debo conocerlo.

De alguna forma… de alguna manera, haré que esto funcione. Tengo que

hacerlo.

No importa lo que requiera.

El cielo se vuelve de un amenazante tono gris, y repentinamente me doy

cuente que es más tarde de lo que pensé. Mi tiempo de gozo terminó. —

Tengo que irme —susurro, de mala gana.

Kieron asiente y juntos reunimos el resto de nuestras cosas y nos

dirigimos de vuelta a la camioneta. A juzgar por la larga proyección de

sombras en el pasto, y el hecho de que estamos por lo menos a una hora

de mi casa, sé que me estoy arriesgando. Mucho. Cuando estoy con Kieron

el tiempo pasa muy rápido.

—Por favor apúrate —digo, la desesperación evidente en mi voz, a pesar de

mi intento de permanecer en calma.

Una vez que empezamos a bajar por la colina, él me da una mirada

preocupada. —Realmente te preocupa llegar tarde, ¿cierto? —pregunta,

descansando casualmente su mano en mi rodilla.

—Sí.

Esto en serio, en serio, en serio apesta. ¿Qué estaba pensando

quedándome aquí fuera hasta tan tarde? Nos debimos haber ido una hora

atrás.

Page 138: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

138

Respira, Liora… solo cálmate. No enloquezcas hasta que tengas una razón

para…

Kieron acelera la camioneta bajando por la montaña casi dos veces más

rápido. Normalmente me habría preocupado, pero es todo lo que puedo

hacer para parar de susurrar “Más rápido, por favor” cada pocos minutos.

A pesar de los mejores esfuerzos de Kieron, el peso total de mi cruel

realidad viene derrumbándose sobre mí cuando, a medio camino bajando

la montaña, la camioneta inexplicablemente se detiene.

—¿Qué está pasando? ¿Por qué estamos desacelerando? —Mi voz está al

borde de la histeria. Kieron solo sacude su cabeza y tamborilea con sus

dedos la consola unas cuantas veces—. Parece que nos quedamos sin

gasolina. Lo siento… no me di cuenta de que…

Lo miro con horror, sintiéndome palidecer. —No, esto no puede estar

pasando —jadeo. Todavía estamos a unos buenos cuarenta y ocho

kilómetros de la ciudad. En medio de la nada.

No sé qué voy a hacer, pero no hay manera de que pueda quedarme aquí

con él más tiempo. De ninguna manera. Aun si Lucky de alguna manera

lograse comportarse, lo cual es altamente improbable, si empieza a decir

cosas raras y se presenta como “Lucky”, Kieron pensara que estoy

totalmente loca. ¿Y qué pasa si le hace algo terrible? Ella es muy

impredecible cuando se trata de personas. No creo que necesariamente lo

lastime, pero usarlo para su sádica diversión no es mucho mejor…

Está bien, puedo enloquecer ahora. ¿Dónde hay un buen contenedor de

basura cuando se necesita?

Observo una granja al otro lado del campo y tengo una idea. No una

buena, pero hasta ahora es mi única esperanza.

—Está bien, te quedas aquí y vigilas la camioneta. Correré a esa casa por

ayuda y ver si podemos usar su teléfono —Salto fuera de la cabina. Pero

Kieron está afuera en un abrir y cerrar de ojos y agarra mi brazo antes de

que de otro paso.

—Si, como si eso fuera a pasar. No hay manera de que te deje correr a la

casa de un extraño…

—Lo siento, pero no tenemos opción. Te quedas aquí. Yo voy —Lucho por

liberar mi brazo. Él suelta su agarre y me sonríe.

Page 139: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

139

—Tengo un celular —dice, alcanzando su bolsillo trasero—. Y triple-A. No

sabría decir si ellos quieran caminar aquí afuera, pero puedes llamar a tu

abuela y decirle que vas a llegar tarde si gustas.

Sus palabras momentáneamente me desconciertan. —No, no quiero,

porque no llegaré tarde —digo, mi voz fría. ¿Ahora qué? Detente y piensa…

No entres en pánico—. ¿Estás seguro de que siquiera tienes señal aquí

afuera?

Él sonríe. —Barras completas. Así que no te preocupes. Llamaré a la

compañía de grúas, tú llama a tu abuela, y todo estará bien.

Camino en círculo, mi cuerpo temblando y mi mente dando vueltas. Esta

es la peor cosa que puede pasarme ahora mismo. Mi fantasía se está

transformando rápidamente en una pesadilla.

¿Pero que esperaba?

Kieron me observa intensamente mientras trato de aclarar mi mente y

pensar. —Está bien —digo—. Por qué no continúas y los llamas, yo

realmente necesito ir al baño. Solo voy a ir detrás de esos árboles por unos

pocos minutos.

Su expresión es una mezcla de sospecha y diversión, pero asiente

silenciosamente. Le sonrió débilmente para mostrarle que estoy bien, y

después me dirijo hacia el grupo de árboles.

Me preocupare por darle una excusa después, pero ahora mismo mi

prioridad número uno es irme. En un millón de años, no tengo idea de

cómo le explicare mi loco comportamiento, pero mejor que piense que soy

una lunática que un monstruo.

Kieron me observa sospechosamente mientras me agacho detrás del

matorral. Mi atención se concentra en la granja a la distancia. Y donde hay

una casa, debe haber un vehículo de algún tipo. Al menos tengo una

excusa para decirle a Kieron más tarde, tan loca y pobre como es.

Al segundo que la cabeza de Kieron gira, corro tan rápido como mis

piernas quieren llevarme, rezando por que los arboles cubran su vista de

mi loco escape. Pero unos minutos más tarde, lo escucho llamándome.

—¡Liora! ¡Espera!

Page 140: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

140

Agacho mi cabeza y continuo corriendo tan fuerte como puedo, mi

respiración se vuelve más rápida y ahogada. Determinada, continuo

mientras mis piernas se vuelven de goma.

—¡Regresa! —digo. Mi voz es débil, pero estoy bastante segura de que

escucha. Continúo corriendo, ignorando el dolor punzante en mi pecho y el

fuego en mis piernas, concentrándome sólo en llegar a la casa. No sé

porque creo que eso me salvara, especialmente con Kieron siguiéndome.

Tal vez me puedo esconder en alguna parte. Tal vez Kieron me dejará sola

por un momento y Lucky puede escapar. Tal vez…

…Tal vez estoy totalmente jodida.

Llego a la reja que rodea la propiedad del granjero y escalo torpemente la

baja barrera de madera, ignorando las astillas hundiéndose en las yemas

de mis dedos.

Kieron está detrás de mí.

Me tropiezo y caigo. Rápidamente me pongo de pie mientras que Kieron se

acerca, casi encima de mí ahora. Repentinamente, soy distraída por la

aparición de un anciano.

Él está cargando contra nosotros sosteniendo algo largo y delgado en su

mano. Ciega por mi miedo y la aplastante devastación por la pura locura

del momento. Continuo corriendo hacia el hombre y la casa mientras

Kieron sale disparado detrás de mí.

Sé que no tiene punto continuar. Mi plan de escape ha fallado

miserablemente. Sólo me las he arreglado para empeorar las cosas. Pero

continúo corriendo, en su mayor parte porque así no tendré que enfrentar

a Kieron y mi vergüenza mortal.

Pronto, mi cuerpo toma la decisión por mí. Me detengo, jadeando por aire.

La carrera ha hecho que mis piernas se sientan como espagueti, y

tiemblan. Kieron llega a mi lado. Lo hago retroceder, pero no se mueve,

reafirmando su lugar a mi lado. Notamos al viejo de nuevo. Él ha estado

observándonos con curiosidad hasta este punto, pero ahora que nos

hemos detenido, él está levantando sus brazos, apuntándonos

directamente.

—¡Deténganse ahí mismo, o les disparare a ambos! —grita el hombre.

Page 141: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

141

Kieron instantáneamente salta frente a mí, alza sus brazos en alto. Me

doblo, con las manos en mis rodillas, jadeando. —Señor, por favor baje su

arma. No queremos herirlo —dice.

El anciano frunce el ceño y apunta su arma directamente al pecho de

Kieron. Agarro la parte de atrás de su chaqueta, y él se presiona hacia

atrás contra mí de una manera protectora.

—¿Que están haciendo chicos en mi propiedad? Esto es propiedad privada

¡No deben estar aquí! —Su cara arrugada esta contraída de rabia, sus

cabellos grises despeinados y salvajes.

—Señor, discúlpenos. Tuvimos un problema con el automóvil en la

montaña, y esperábamos usar su teléfono. —La voz de Kieron es tan

calmada y profesional que suena como que estuviera ordenando pizza en

lugar de negociar con un enojado hombre sosteniendo un arma.

Y ni siquiera está sin aliento. ¿Cómo es eso posible? Aún si corriera millas

todos los días, él debería estar jadeando un poco, ¿verdad? El viejo escupe

algo en el piso y se acerca, dándole a Kieron una mirada de asco. —No me

mires así. Parece que ella está corriendo de ti, y tú estabas persiguiéndola

—Él ladea su cabeza—. ¿Está usted bien señorita? ¿Él está tratando de

forzarla contra su voluntad?

—No… no… señor —Jadeo, aun sin aire—. Nada de eso. En realidad.

Estábamos conduciendo y se nos acabó la gasolina. Queríamos conseguir

ayuda antes de que oscureciera.

Pero sé que nada me ayuda ahora. El sol se pondrá en cualquier momento,

y cuando lo haga, mi mundo entero va a colapsar.

El viejo mueve sus ojos entrecerrados de Kieron a mí. Él gruñe y baja su

arma levemente, aún cauteloso.

—¿Qué están haciendo por acá de todas formas? No deben estar allí

arriba. ¿Están teniendo una relación inmoral y se estaban inyectando

drogas? —Él escupe en el suelo de nuevo y patea la tierra con una bota

zarrapastrosa.

Page 142: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

142

Kieron lentamente baja sus brazos y los pone para atrás y me rodea con

ellos. Estoy mordiendo mi labio tan fuerte que puedo probar la sangre.

Este loco hombre parece no necesitar una excusa válida para dispararnos.

Y Kieron está en la línea de fuego, protegiéndome. Si no hubiera actuado

como una lunática no estaríamos en esta posición.

Si algo le pasa a Kieron por mi culpa…

Por favor, Lucky… apúrate… te necesitamos…

—No, señor. Sólo salimos a dar un paseo y nos encontramos en

problemas. Me disculpo sinceramente si lo asustamos. Ciertamente no fue

nuestra intención.

La voz de Kieron está cargada hasta el borde de encanto y cortesía, pero el

hombre es inconmovible.

—Bueno, supongo que tendremos que ver que dicen los policías. Puedes

decirle tu historia, porque están en lugares a los que no pertenecen y

haciendo Dios sabe qué a esa jovencita ahí… —Él mete su mano en su

bolsillo y saca un celular.

—Señor, por favor. Confié en mi… no quiere hacer eso —dice Kieron,

sonando como si estuviera tratando de no reírse.

—¡No me digas que quiero y no quiero hacer, muchacho! ¡Cállate y pon tus

manos donde pueda verlas! —Él frunce el ceño y escupe de nuevo.

Marcando con una mano, estabiliza el rifle con la otra.

—Señor, por favor. Le estoy advirtiendo… no quiere hacer esto. Por favor

déjenos irnos.

—Oh, Dios. Oh, no —murmuro en voz baja detrás de él. Mi cuerpo tiembla

incontrolablemente, y el fuego familiar está volviendo. Lágrimas caen de

mis ojos.

Esto es todo. El fin. Kieron ignora la orden del granjero de no moverse, y

me atrapa mientras caigo.

—Liora, ¿Que está pasando… estas herida? —Sus ojos llenos de

preocupación y confusión

—Lo siento mucho, lo siento mucho… por favor no me odies… por favor

Kieron, lo siento mucho… —Lloriqueo.

Page 143: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

143

La última cosa que siento es su agarre apretándose alrededor de mí, la

última cosa que veo es el pánico en sus ojos antes de que todo se vuelva

oscuro.

Page 144: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

144

í

Traducido por daré helasen y Paaau Corregido por Angeles Rangel

sos ojos. Esos hermosos, claros y brillantes ojos azules en los

que quiero perderme... están a dos centímetros de los míos.

Una vez más.

¿Estoy soñando? Parpadeo rápidamente varias veces. Él todavía está aquí,

sonriéndome. Pero eso no es todo, sus brazos están envueltos alrededor de

mi cuerpo.

Una vez más.

¿Alguien está gritando?

Automáticamente le sonrío a su sonrisa sexy. Estoy despierta. Mis

instintos me dicen que estamos fuera, pero mis ojos permanecen fijos en

los de Kieron.

—Hola —susurra.

—Hola.

Entonces esto se registra. Me está sosteniendo en sus brazos como si Ella

se hubiese caído y la hubiera agarrado. O como si hubiera interrumpido su

momento privado. Un muy íntimo momento.

—¿Llegué en un mal momento? —pregunto, mi sangre calentándose y

revolviéndose rápidamente. El placer de despertar en sus brazos se mezcla

de forma incompatible con el conocimiento de que esos brazos estaban

primero envueltos a su alrededor.

Él levanta una ceja, pero no me suelta.

Page 145: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

145

—En realidad, el tiempo es perfecto. —Él me levanta dramáticamente en

posición vertical, con los brazos todavía posesivamente alrededor de mi

cintura mientras miro alrededor.

—Entonces, ¿te importaría ponerme al corriente con lo que está pasando?

¿Y por qué está ese Sapie gritando? —Señalo al viejo agitando una tonta

arma a nosotros. Ugh, qué mal gusto. Las armas son tan patéticas.

Juguetes para los débiles.

—Es una larga historia. Te diré todo lo que...

—¡Te dije que te quedarás quieto y callado! —grita El viejo

desesperadamente.

Le doy a Kieron una mirada de perplejidad, me aleja suavemente de su

abrazo y camina hacia el hombre. —¿Él está hablando en serio en este

momento?

Kieron se ríe. —Me temo que sí.

—He llamado a la policía y están viniendo, y cuando lleguen aquí voy a

presentar cargos y me aseguraré malditamente de que ustedes dos...

—Silencio.

El hombre se congela. Me acerco más y puedo ver la rabia en su expresión

torcida. Cómo quiere gritarnos desesperadamente. Pero por supuesto,

ahora no puede. Entrecierro mis ojos mientras examino al rifle que apunta

hacia nosotros.

—Eso podría haberla dañado —digo con desagrado.

Kieron simplemente se encoge de hombros. —Nah, se la habría quitado, si

hubiese tratado de usarla.

—¿Por qué no solo hiciste eso en primer lugar? —pregunto—. ¿Por qué

ponerla a ella —a nosotras— en riesgo?

—Ella estaba a salvo. Te lo prometo. No pude... —Hace una pausa.

Me giro para mirarlo. —No pudiste, ¿qué? —¿Por qué se ve tan culpable?

Él suspira. —No podía mostrarle... nada. Todavía estaba tratando de

averiguar lo que estaba pasando con ella... con nosotros... —Hay

realmente un balbuceo sus palabras. Mis ojos se entrecierran de nuevo.

Page 146: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

146

—¿Kieron, qué está pasando? —Mi enojo es alimentado por mis celos. Tan

agradable como fue despertar en los brazos de Kieron, ahora me pregunto

qué es exactamente a lo que he despertado.

Él vuelve a suspirar. —Es una larga historia. Y tengo algunas preguntas

propias. Vamos a salir de aquí y conseguir algunas bebidas. Mi camioneta

está por ahí...

—No. Ve tú —odio los automóviles—. Voy a correr.

Finalmente me doy cuenta de lo que estoy usando y se me cae el corazón.

Con horror examino las prendas que no conozco. Estos son sus ropas...

Kieron y Liora... ¿Ellos realmente...?

—Le di esas para que se las pusiera antes. Ella se mojó y necesitaba algo

seco —dice respondiendo a mi pregunta no formulada.

Levanto mis ojos a los suyos. La forma en que habla de ella... puedo

escuchar el cariño en su voz.

Me pone enferma.

—Bueno, tal vez ella no tenga ningún problema en usar ropa apta para un

elefante, pero de ninguna manera voy a usar esta mierda.

Enojada, me saco las horribles botas y las arrojo lejos de mi vista.

Entonces arranco los pantalones y se los tiro a Kieron. Él los atrapa y

sonríe.

—¿Te importa si tengo mi camiseta de vuelta, también?

—Con mucho gusto.

Me la saco y se la tiro a la cara. ¿Qué me importa si estoy vestida sólo con

un sujetador negro y bóxer? Es mucho más fácil moverse, y más fresco,

también. Y quiero salir del infierno fuera de acá ahora mismo.

—Por favor... Liora... —Kieron se da cuenta de su error en el segundo que

lo comete, pero no me importa.

—Soy Lucky, tú maldito imbécil. Si quieres ver a tu pequeña novia vas a

tener que esperar hasta mañana.

—Lucky, lo siento. Pero tenemos que hablar...

Page 147: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

147

Miro a Kieron, para después cambiar mi atención de nuevo al agricultor

loco. Él se merece morir. Amenazó su vida, que es lo mismo que amenazar

la mía. Eso solo garantiza su muerte.

Me acerco para matarlo, pero mientras miro a los ojos del loco, algo me

detiene. Siento algo inesperado... lástima. Tiene miedo. Y es muy débil.

Eso es por lo que tiene ese rifle; lo hace sentirse más fuerte. Él está solo

acá, desprotegido y vulnerable.

Me debato por un rápido segundo. Entonces, muevo la mano, liberando el

control del fuego eléctrico. Instantáneamente, el arma se desintegra en

cenizas negras.

—Sólo te estoy haciendo un favor. Probablemente te hubieses disparado a

tus propias bolas. Ahora ve adentro y olvídate que alguna vez nos viste.

El hombre asiente sin decir nada y se retira. Kieron se para a mi lado. —

Eso fue muy amable de tu parte.

Sacudo la cabeza, le doy una última mirada de disgusto. Sin mediar

palabra, me doy vuelta y corro hacia casa tan rápido como mis piernas

demoníacas vuelan.

—Hola, cariño. —La sonrisa de Tatiana me saluda mientras entro a través

de la puerta de la cabaña.

—¿Sabes qué hizo ella hoy... tienes alguna idea? —grito y entro en su

habitación para recuperar algunos alijos de energía de emergencia. No

puedo esperar por el Bar, necesito enfriarme ahora.

Tatiana me sigue adentro. —Vi a Liora con el Demion nuevo. Lo admito,

me sorprendió verla irse con él de esa manera. Aunque supongo que no

debería haber sido...

Me detengo y la miro. —¿Sabías sobre él?

—Lo vi venir, sí.

—¿Sabías que a él le iba a gustar ella? ¿Que ellos iban a conectar?

Page 148: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

148

Con manos temblorosas agarro la botella verde y tomo varios tragos

profundos. ¿Por qué estoy tan enojada en este momento? ¡Y Tatiana ha

estado en esto todo el tiempo! ¡¿Qué diablos está pasando por aquí en

estos días?!

Tatiana va a su caldero. Tan pronto como coloca las manos en el interior,

frías serpientes de humo salen.

—La llegada del Demion estaba prevista, pero sus acciones y su papel eran

inciertos. Ser parte humano le da un carácter imprevisible que los

demonios no tienen. Su libre albedrío cambia el curso de su camino, y

como resultado, él y Liora están conectados uno con el otro.

—Pero, ¿qué hay de mí? —Escupo con enojo.

Ella me mira con una serenidad exasperante. —Cómo elijas conectar con

el nuevo Demion depende totalmente de ti —dice ella.

Termino de tomar la botella y salgo de su habitación. Necesito una ducha,

y rápido. El aroma de Kieron está todo sobre mí. ¿Es porque ella había

estado usando su ropa? ¿O es por alguna otra razón? ¿Qué hicieron hoy?

No quiero pensar en ello.

Golpeo la puerta de mi habitación más fuerte de lo que quiero, y cuando

escucho la madera astillarse sé que la he roto. Genial. A Tatiana le va a

encantar. Pero una vez arregló mi habitación entera cuando

accidentalmente destruí todas las paredes practicando mis

encantamientos de fuego. Si ella fue capaz de restaurar una habitación

demolida con un poco de sus hocus-pocus, entonces arreglar una pequeña

puerta será una brisa.

Mientras espero a que el agua se caliente, no podría sentir más rechazo

por mi reflejo en el espejo. Mi pelo es un nido de ratas y mi maquillaje se

ve como si hubiera sido aplicado por un niño ciego de preescolar con

epilepsia.

Fabuloso. Clásico, Liora. ¿Qué en el INFIERNO ve él en ti?

Después de una ducha apresurada, puedo escanear a través de mi armario

con los ojos de un águila, finalmente me decido por unos pantalones de

cuero ajustados púrpuras y una camiseta sin mangas a juego llena de

plata. Ropa de asesinato. Me peino el pelo en una trenza única en la mitad

Page 149: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

149

de mi espalda, porque sé que me veo hermosa con el pelo apartado de mi

cara. Mientras me aplico mi brillo favorito de labios color rojo cereza, me

doy cuenta de que estoy enojada sin razón. Está más allá de una tontería.

Ridículo, en verdad. Liora pudo haber tratado de hundir sus patéticas

pequeñas garras en Kieron hoy, pero ahora es mi turno.

Admiro mi reflejo en el espejo. Ella no puede competir con esto. De

ninguna manera, no sabe cómo.

—¿Vas a cazar esta noche? —me pregunta Tatiana cuando salgo de mi

habitación unos minutos más tarde.

—Por supuesto que sí.

—Lucky favor, siéntate un momento. Me gustaría hablar contigo.

—¿Ahora, Tat? ¿No puede esperar? Me tengo que ir...

—Va a ser breve.

—¿Se trata de la puerta del dormitorio? La cosa casi se rompió por sí sola,

yo apenas la toqué...

—No, aunque realmente apreciaría que muestres cierta moderación

mientras te encuentres en el interior. Esto es sobre anoche... qué pasó con

los Altrumina.

Había bloqueado por completo eso, y al recordarlo ahora me inundan

nuevas oleadas de náuseas. Mis rodillas se doblan y me siento en el sofá.

—No fue gran cosa. Me tengo que ir. —Haciendo caso omiso de mi mareo,

me levanto de nuevo.

—No me mientas, Lucky. —Los ojos de Tatiana son duros, y sé mejor que

no debo meterme con ella cuando habla en serio.

Suspiro y vuelvo a sentarme. —Bueno, está bien. Apeste totalmente. Fui

estúpida y no presté atención. Uno de ellos me tocó, y fui todo Alicia en el

país de la Maravillas con el hoyo del conejo de los horrores. Estuve

completamente como el culo, y tendré el gran placer de exterminar a todos

los Altrumina en el área en mil pedazos, si eres tan amable de señalar la

dirección...

—¿Qué viste?

Page 150: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

150

—Um, ¿qué?

—Me escuchaste.

—Re-realmente no… recuerdo —murmuro.

—Lucky… —La advertencia en su tranquila voz es inconfundible.

—Está bien… está bien… los vi. Michael, Kayla, yo… mis buenos amigos,

los Amazèa. Llegué a revivir ese día de nuevo, como si necesitara el

recordatorio. Luego vi a Bones hacer lo que mejor sabe hacer. ¿Quién

necesita un canal de pago cuando tienes el canal porno Altrumina?

Después terminé en Wasteland… ya sabes, ¿el lugar súper divertido en el

que los demonios se desvanecen por la eternidad? Eso fue una maravilla y

media. Deberíamos planear nuestro próximo viaje familiar allí; la vista es

algo más…

—¿Eso es todo?

—Sí, bueno, tan triste como estaba porque mi pequeña fiesta terminara,

lamentablemente alguien insistió en asesinar a mis queridos invitados.

Todas las buenas cosas deben llegar a un término en algún momento,

supongo. —Esta vez cuando me levanto, me dirijo hacia la puerta. La

inquisición ha terminado, le guste a ella o no.

Tatiana forma una línea con sus labios y asiente.

—Me alegra que estés bien.

Me detengo con la mano en el pomo de la puerta.

—No iría tan lejos, pero estaré mucho mejor una vez que acabe con

algunos Altrumina…

—Los pocos que sobrevivieron a la noche se alejaron. Tu amigo era muy

amenazador. No creo que ellos regresen pronto…

—Bien, como sea —digo, interrumpiéndola. No estoy de humor para

pensar en lo heroico de Kieron ahora mismo—. Entonces, encuéntrame

otros.

—Hay algunos demonios Chax junto a la carretera…

—Aburrido.

Page 151: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

151

—Bueno, si te apetece algún desafío, hay algunos seguidores de Thammuz

en una cueva cerca de Wellington Hot Springs. Escucharás su canción, la

que seguirá por varios kilómetros. Suena como un grupo de búhos.

—Perfecto.

—No puedes matarlos ni con tus manos ni con tus poderes. Debes

degollarlos. Asegúrate de tener tu daga.

—Siempre —digo, tocando mi bota.

—Y, Lucky…

—¿Sí?

—Sé que estás molesta con Liora ahora mismo. Si haces cualquier cosa

para dañarla a ella o a su vida, de la forma que sea, habrá consecuencias.

¿Entendido?

Pongo los ojos en blanco. ¿Alguna vez le dice a Liora que no se meta con

mi vida o que no la dañe?

Noooo…

—Tatiana, no lo sonaría.

Cuando llego al río de los Reyes, desmonto a Diablo y busco a Bones con

la mirada. Odio como dejamos las cosas entre nosotros anoche. Quiero

hablar con él y asegurarme de que estamos bien.

¿Estoy bien?

Después de todo, fui yo la que dijo que necesitaba algo de tiempo y espacio

para resolver las cosas. Pero de verdad, ¿qué hay que decidir? Lo quiero.

Lo quiero como algo más que un amigo o un compañero. Quiero que sea

mío…. Todo mío. Puede que él me quiera, pero también quiere a otras.

Muchas otras. Es lo que él es. Nunca cambiará.

Page 152: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

152

Y lo horrible que me hace sentir tampoco va a cambiar nunca, a menos

que pueda volver a como era antes… antes de la división y sin que las

emociones humanas de Liora infecten mi juicio.

La pregunta es, ¿puedo vivir con eso? ¿Puedo ser amiga de Bones, incluso

aunque ver cómo seduce a mujeres Sapie me atraviesa el corazón como un

cuchillo? ¿Puedo continuar pretendiendo para siempre que estoy bien con

eso? ¿Puedo vivir con la tristeza que siento cada vez que veo la sonrisa

coqueta que él pone antes de ir por sus conquistas o ver sus ojos brillar

por sus satisfactorias misiones?

¿Puedo olvidar alguna vez la imagen de él haciendo el amor con todas esas

mujeres?

Si fuera normal… si aún fuera un demonio puro, sería capaz de acallar

estas emociones indeseadas. Quizás entonces podría tratar con estas

situaciones con la mente clara.

Pero como están las cosas ahora, no puedo. Desde que Liora es humana,

todo mi esfuerzo por dominar el arte de la apatía se ha ido por la ventana.

Y de verdad me molesta.

Y luego está Kieron. Seguro, he conocido a muchos otros demonios antes,

pero hay algo acerca de él… no sé qué es. Claro que es hermoso… es un

demonio. No es eso. La otra noche, luego de que me ayudara con los

Altrumina… sentando en el parque a mi lado… no sé, fue como si me

sintiera a salvo. Entera. Correcto… sólo por un momento. Estar con él se

sintió fácil. Bueno.

Pero anoche, despertando en sus brazos… sabiendo que había estado con

Liora… que algo había pasado entre ellos. El sentimiento de malestar me

golpeó tan fuerte como cuando Bones me deja por sus Sapies.

Y ahora no sé qué pensar o hacer. ¡Me gustaría hacer desaparecer estos

sentimientos! Quizá puedo hablar con Tatiana… quizás hay algo que

pueda hacer para arreglarme. Quizá puede crear algún tipo de mezcla que

pueda hacerme como se supone que debo ser… no más tristeza, celos,

soledad, inseguridad, confusión… Nada7[i]. Nada más que instinto puro.

7 Suspiro. Hablando de hacerse ilusiones. A pesar de los grandes poderes de Tatiana, ni

siquiera ella puede influenciar mi maldición. Ya lo ha intentado.

Page 153: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

153

Camino lentamente por el puente, deteniéndome brevemente para

contemplar el infierno agitándose por debajo. La hipnotizante danza de las

llamas me tranquiliza levemente y me ayuda a recordar quién soy.

Soy un demonio. Soy orgullosa, hermosa y poderosa. Y no dejaré que unos

estúpidos machos me hagan sentir débil y cuestionar mi grandeza. Si no

me quieres… solo a mí… entonces es su perdida.

¿Verdad?

Con el mentón el alto, camino con seguridad hacia el Mar, lista para

enfrentar cualquier cosa. Entonces me golpea y me detengo

repentinamente. Liora… Kieron…

Ya sabía que la confusión de mis sentimientos por Bones eran causados

por la influencia de Liora. Es su lado humano el que me corrompe. Pero,

no son solo mis sentimientos por Bones los que están confundidos. Incluso

cuando conocía a otros demonios nunca había tenido la urgencia de

perseguirlos por lo mucho que Liora odia todas las cosas demoniacas. Al

menos, pensé que esa era la razón.

Entonces, ¿por qué Kieron es diferente? ¿Por qué estaba con él? ¿Por qué

estaba él con ella? Y si ella no sentía algo por él, ¿me sentiría yo de esta

forma?

Necesito respuestas. Ahora.

Una demonio llamada Daisy se sienta junto a la puerta pintando sus uñas

de rojo sangre. Igual de linda y mortal que Ivy, un controlado toque de

Daisy puede convertir, instantáneamente, a una creatura —humana o

demonio— en piedra, cenizas o fuego, dependiendo de su humor.

—¿Qué tal, loca Daisy? —Con cautela beso sus dos mejillas en el aire.

—Lucky, cariño. Mucho tiempo sin verte. Te ves impresionante como

siempre.

—Gracias, tú también. Me encanta el cabello rosa. Pero me sorprende verte

trabajando… ¿En dónde está Ivy?

Ella se encoge de hombros y sopla sus uñas.

Page 154: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

154

—No lo sé. No se apareció anoche así que ellos me llamaron. Cody tampoco

está aquí, así que quizás están fuera teniendo uno de sus famosos

reventones…

—Hmm. Espero que todo esté bien —digo, secretamente aliviada de

ahorrarme los chisme de Ivy por una noche.

La habitación ahumada está repleta, pero los distingo a ambos de

inmediato: Bones en el Bar bebiendo solo, viéndose malhumorado; Kieron

en su esquina de siempre, dándome la espalda.

Decido acercarme primero a Bones. Será bueno para Kieron ver que no es

el único chico guapo en el pueblo. Se dará cuenta que no soy la única con

algo de competencia.

—Oye —digo, deslizándome en el asiento junto a Bones—. ¿Cómo te va?

Mira fijamente hacia adelante sin ninguna expresión en su rostro y resopla

en su vaso. Luego lo deja abajo y se vuelve hacia mí. Sus ojos están fríos…

como los de un extraño.

—No lo sé. Dímelo tú. —Incluso su voz suena diferente. Dura.

Desinteresada.

—Bien… las cosas están bien. —Miro alrededor, nerviosa. No esperaba que

estuviera así de enfadado. La verdad, enfadado sería mejor. Estar enojado

implicaría que aún le importa.

Miro a Kieron. No me está mirando y espero que no lo haga. Si Bones

decide hacer una escena, definitivamente no quiero a Kieron presenciando

mi humillación. De nuevo.

—Entonces, ¿está bien para ti hablarme ahora? —pregunta Bones en un

tono monótono.

—Bones, sí, claro que sí. —Le hago una seña a Gyan, el reemplazo de

Cody, para que me traiga un trago.

—Pensé que necesitabas alejarte de mí. Si quieres tanto estar sola, ¿por

qué estás aquí hablándome?

—Bones, aún eres mi amigo. Eso no ha cambiado… al menos para mí. Y

espero que no para ti. Simplemente necesito resolver algunas cosas. No

significa que no me preocupe por ti. No te enfades.

Page 155: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

155

Él termina su trago y baja su vaso.

—No estoy enfadado. Pero me tengo que ir. Te veo más tarde. —Y con esas

frías palabras, toma su chaqueta de cuero café de la parte trasera de su

silla y desaparece.

Tomo algunos sorbos de mi trago y paso de su actitud. ¿Qué le da a Bones

el derecho de actuar de esta forma? Simplemente le dije que necesitaba

tiempo para resolver los locos pensamientos y sentimientos en mi cabeza.

Y necesito resolverlos para poder ser su amiga, incluso aunque me guste

demasiado. No es como si lo hubiera llamado un perro sarnoso callejero,

asqueroso y adúltero o algo así

—¿Este asiento está ocupado? —susurra una voz en mi oído, haciendo que

mi corazón se salte un latido. Ni siquiera había notado que él se había

acercado a mí.

—No. —Muevo mi mano de forma ausente, tratando de parecer calmada.

La ambigua salida de Bones había hecho un nudo en mi estómago. Pero

después de lo que le dije, ¿qué esperaba yo que él dijera?

Es mejor de esta forma. Tiene que serlo.

Kieron se sienta y nos ordena otro trago. Nos sentamos en silencio,

ninguno de los dos mira al otro hasta que los dos hemos terminado. Luego

de tomar mi último sorbo, él se levanta y pone su mano en la parte

posterior de mi silla.

—¿Vamos? —pregunta, haciendo mi silla hacia atrás cuando me levanto.

—¿Qué es esto, 1850? —murmuro.

Una vez estamos afuera, le lanzo a Kieron una mirada.

—Trata de mantener el ritmo. —En el instante en que las palabras dejan

mi boca, corro hacia las profundidades del bosque Dryndara tan rápido

como puedo.

A pesar de que todos los demonios tienen una velocidad extraordinaria, al

igual que fuerza, yo soy una de las más rápidas. Por mi Marca, hay unos

pocos quienes pueden mantener mi ritmo cuando realmente me dejo

perder.

Page 156: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

156

Así que me sorprende ver que Kieron mantiene mi ritmo casi paso a paso.

Sin pensarlo, me dirijo a mi lugar secreto. Nunca he traído a alguien aquí

antes, ni siquiera a Bones. No sé por qué estoy dejando que Kieron me siga

aquí.

En poco tiempo, alcanzo la cima del acantilado. Las Sirenas están

cantando esta noche, llenando el aire con sus hipnotizantes melodías. Miro

abajo hacia los volcanes puntiagudos y a los ríos de fuego, antes de darme

la vuelta y darle a Kieron una mirada furiosa.

—Está bien. Necesitas decirme exactamente quién eres y qué demonios

está pasando.

Page 157: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

157

í

Traducido por Vero y Caami

Corregido por ★MoNt$3★

ieron camina por el borde del acantilado y se sienta en la

grama. Sube la cabeza para mirarme con una sonrisa, que

estoy segura, piensa que es irresistible.

—Pareces molesta —dice.

—Oh, qué gran descubrimiento, Sherlock. Te ganaste un pastelillo por ser

tan jodidamente observador.

—¿Por qué estás enojada? —En las comisuras de sus labios se puede ver

el inicio de una sonrisa.

—¿Hablas en serio? En realidad, no aprecio que me despierten con un

arma apuntando hacia mí, mucho menos hacia ella. Al menos yo puedo

defenderme, pero ella no. Y por alguna razón, te encontrabas justo allí

permitiendo que ocurriera. Quiero saber qué hacías con ella y cómo se

metió en esa situación. Y por qué da la impresión de que tú eres el

responsable de todo.

Kieron se inclina hacia atrás tan casualmente, que muy bien podría estar

tomando el sol en la jodida playa. No sé si está intentando ser sexy a

propósito, o si simplemente le sale natural. De cualquier manera, me está

enojando mucho más.

—Estaba intentando comprenderlo… Necesitaba ver cómo funcionaba

—dijo.

—¿Cómo funcionaba qué?

—Ustedes dos, tú y Liora. Yo… nunca he visto nada como eso antes. Pensé

que las historias no podían ser ciertas, pero en verdad son dos identidades

diferentes, ¿cierto?

Me muevo más cerca de él, con las manos en las caderas.

Page 158: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

158

—Sí… ¿y?

—Y es… fascinante. Es decir, tú eres como yo... un Demion, pero por

alguna razón has abandonado tus rasgos completamente… humana por

una parte, demonio por otra. Un humano de día, un demonio, o quizá deba

decir, Demion de noche.

—Y otro pastelillo para el brillante Capitán Obvio.

—Pero por qué… es decir, ¿cómo sucedió? ¿Fuiste creada de esta manera?

—Prefiero no discutir eso en este momento. Es maravilloso que nos

encuentres tan interesantes, pero eso no explica por qué estuviste con

Liora hoy, ni por qué casi hiciste que nos mataran.

—¿Ella… está aquí ahora? ¿Liora? ¿Sabe lo que está sucediendo? ¿Puede

escucharnos?

Me mantengo en silencio por un momento.

—No. Está dormida.

—¿Sabe algo de esto? ¿De ti y de tu vida? ¿O lo ignora completamente?

Mis ojos brillan de ira. Yo soy la que hace las preguntas aquí, no él.

Especialmente si sus preguntas tratan sobre ella.

—No sé lo que conoce o lo que no, y en verdad no me interesa. Si estás tan

interesado, habla tú con ella.

Su cabeza decae un poco.

—Supongo que sólo pensé que sería más sencillo hablar de… esto contigo.

—Bueno, en verdad no puedo contestar ninguna pregunta sobre ella. A

veces veo lo que está haciendo, pero la mayoría de las veces son cosas tan

mundanas que no vale la pena ni prestar atención. Se ha despertado

algunas veces, pero ya que odia todo lo que tenga que ver con los

demonios, mantiene su distancia el mayor tiempo posible. Duermo cuando

ella está despierta, y viceversa.

Kieron muerde su labio, y con su dedo golpetea una roca.

—¿Entonces hoy… no tenías idea de lo que estaba sucediendo… en lo

absoluto? —Su voz está tranquila.

Page 159: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

159

Suelto un largo suspiro y dejo caer mis brazos a mis costados.

—No. —¿En verdad es así de tonto?

—¿Acaso no… no sé… sentiste algo?

—Te acabo de decir que no —chasqueo.

Deja caer la cabeza aún más.

—Oh. Yo… puede que haya arruinado todo, creo.

Entrecierro los ojos.

—¿Por qué? ¿Qué hiciste?

Se levanta y comienza a caminar en círculos. Me muevo para tomar su

puesto en la hierba.

—Esto es algo nuevo para mí —dice finalmente.

—¿Qué es?

—Esto… tú… ella… yo… nosotros. —Sacude la cabeza con incredulidad.

—¿Te gusta? —susurro. Ni siquiera lo tengo que preguntar; ya conozco su

respuesta.

Se queda mirándome con tanta intensidad que olvido respirar por un

momento; sus ojos, de un azul oscuro, brillan debajo de la brillante luz de

las lunas llenas de Illyria.

—Sí. —Viene a sentarse a mi lado. Cualquier placer que siento porque se

siente tan cerca de mí, se extingue por su respuesta. Por supuesto que le

gusta. Todos los demonios son unos despiadados bastardos sin

sentimientos que sólo se preocupan por ellos mismos…

—Pero —continúa—. También me gustas tú. Para mí, tú y ella son la

misma. Las veo como una sola… No conté con que estuvieran

completamente separadas la una de la otra.

—¿En verdad piensas que Liora y yo somos la misma? —Mi voz escupe la

última palabra, con la furia rondándome. Puede que piense que eso es

agradable, pero para mí, ése es el más grande de los insultos.

Page 160: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

160

—No, definitivamente no. Ahora veo lo totalmente diferentes que son. Es

sólo que, bueno, muchos de los demonios, especialmente de donde yo

vengo, asumen un disfraz de humano normal durante el día, dejando sus

actividades demoníacas para luego del atardecer. Incluso he conocido a

varios que utilizan dos nombres diferentes… uno para el día, como un

“humano”, y uno para la noche como un demonio. En esencia, son dos

seres diferentes para el día y la noche. Pero tú y Liora… esto ya es otro

nivel completamente distinto.

De nuevo sacude la cabeza.

—Es decir, todavía no puedo comprender del todo que la chica con la que

estoy en este momento, no es la misma con la que estuve todo el día de

hoy. Es una locura. Yo… admito que en verdad no sé qué hacer o decir…

—Lamento hacer que las cosas sean tan complicadas para ti —murmuro.

¿Por qué aún se encuentra aquí? Está claro a cuál de las dos quiere, y no

es a mí.

Kieron coloca su mano sobre mi rodilla. Se siente bien, pero la quito. Él

suspira.

—Lucky, no tenía idea de que no te encontrabas… con nosotros… hoy. De

que era o una o la otra, tú o ella. Siempre estuve esperando que dijera

algo, cualquier cosa, que me diera algún tipo de indicación de que sabía

quién era. Pero nunca lo hizo. Honestamente, algunas de las cosas que

dijo me confundieron totalmente. — Hace una pausa, evaluándome. Miro

hacia otro lado, pero aún puedo sentir su intensa mirada.

—Al principio no podía entender por qué tú… ella actuaba tan extraño

—continúa—. Pero luego, finalmente decidí que quizá era tu manera de

ser; la manera en que enfrentas lo que eres… juegas un papel diferente

durante el día, que durante la noche. Admito que pensé que era algo

extremo, pero me imaginé que tenías tus razones, y si no ibas a mencionar

nada, entonces yo tampoco lo haría.

—No estoy jugando. Esto no es un juego para mí. —¿Por qué todavía está

hablando?

—Ahora lo sé. Es decir… Sabía que algo sucedía cuando de pronto se

preocupó tanto por la oscuridad. No sabía que allí era cuando ustedes

“cambiaban lugares”. Esa parte fue algo inesperada. Pero cuando la vi

Page 161: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

161

correr, bueno, ningún demonio correría así de lento. Y más temprano, se

había resbalado y caído. Ningún demonio habría hecho eso nunca.

—Así que resolviste el gran rompecabezas. Felicidades. —Miro hacia arriba

a las estrellas titilantes, y deseo que alguna caiga en mi cabeza y me saque

de mi miseria.

—Lucky —dijo mi nombre tan tiernamente que, de nuevo, despierta

mariposas en mi estómago—. Fue en serio lo que dije antes. Aunque se

vean a ustedes mismas como entidades diferentes, yo sólo las veo como

una. No puedo distinguir la diferencia.

—Entonces, estás más que ciego. —Y estúpido.

—No, justo lo opuesto. Te veo mejor de lo que te ves a ti misma. Y me

gusta lo que veo. Mucho. Yo… realmente me gustas. Toda tú.

Ruedo los ojos. Típico de un chico. ¿Por qué conformarse con una chica si

puedes tener dos?

—Entonces quieres estar con las dos, ¿es lo que tratas de decir? ¿Crees

que puedes tener a dos chicas por el precio de una?

Deja salir una pequeña risita.

—Creo que más bien sería algo así como “una chica por el precio de dos”.

Pero… Yo… yo quiero que seamos amigos. Quiero poder conocerte mejor…

a toda tú… a ambas. Puede que no arregle todo, pero me gustaría

intentarlo. ¿Al menos estás dispuesta a intentarlo y ver a dónde nos lleva?

—Gentilmente, regresa su mano a mi rodilla. Ésta vez no la aparto.

—¿Quieres que seamos amigos? —pregunto lentamente.

Sonríe y aprieta mi pierna ligeramente, enviando escalofríos por mi

columna.

—Por ahora… sí. Creo que es bueno comenzar por ahí. Hasta que nos

conozcamos mejor… hasta que pueda ser capaz de comprender cuán

separadas están.

—No estamos completamente separadas, sabes… puedo sentir muchas de

sus emociones, y a veces, puedo hacer que haga cosas.

—¿Pero ella no tiene tus poderes… o tus recuerdos?

Page 162: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

162

—No, normalmente no.

—¿Y tú no tienes ninguno de sus recuerdos?

Hago una mueca.

—No si puedo evitarlo.

Se ríe.

—¿Tomo eso como que ella no te cae muy bien?

Miro al cielo de nuevo. No estoy demasiado interesada en abrir esa maleta

de equipaje emocional.

—Bueno, sí, admito que en este momento estoy algo celosa de ella. Tuvo la

oportunidad de hablar contigo todo el día, pero yo no sé nada de ti.

—¿Qué quieres saber?

¿De dónde vienes? ¿Por qué estás aquí? ¿Por qué no pudiste darte cuenta de

que Liora no era yo? ¿Te gusta más ella? ¿Por qué dijiste que yo te gustaba?

¿Lo dijiste en serio?

—¿Cuál es tu marca? —pregunto finalmente. Es mejor comenzar por lo

básico.

—Latros.

—De ninguna manera. ¿Es en serio? Eso es… wow. Nunca antes había

conocido a uno de tu especie.

Se encoge de hombros modestamente.

—No es gran cosa. ¿Qué eres tú?

—Aequitas.

Sus cejas se levantan.

—¿Un demonio de justicia? Wow, recuérdame nunca hacerte enojar —dice,

riéndose—. No, en serio, eso es impresionante.

—No tan impresionante. Mi señor se unió con una hippie amante de la paz

o algo así, porque, bueno, ya conociste a Liora, toda suave, dulce y

emocional. —Saco la lengua asqueada.

Page 163: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

163

—Sí, lo es —murmura.

Gruño y ruedo los ojos.

—Bueno, creerías que al menos intentarían ser algo compatibles a la hora

de reproducirse. Tener dos padres completamente opuestos no garantiza

un linaje de demonios precisamente ajustable.

Se ríe de nuevo, y con sus dedos acaricia mi brazo ligeramente, enviando

escalofríos de arriba a abajo por mi columna.

—Creo que estás muy bien.

—Gracias por la aprobación. ¿Pero qué hay de ti? ¿En qué trabajas?

—Por estos días, soy algo así como un agente libre. —Sutilmente, evita mi

mirada, pero hay un cambio defensivo en su tono.

—¿Cómo? Creí que todos los demonios rastreadores le pertenecían a

alguien. Eres como… lo mejor de lo mejor…

—Es complicado. Te lo explico luego.

Entrecierro los ojos, tratando de leer su expresión. Es cierto, hay mucho

del mundo de los demonios que aún desconozco. Nuestro modo de vida

está oculto detrás de secretos, ilusiones, decepciones y mentiras. Pero

siempre creí que los demonios Latros —con grandes habilidades, dones

extraordinarios, y caza fortunas extremadamente letales—, siempre tenían

un maestro al que estaban atados; no tienen ninguna opción en el asunto.

Pero quizás estoy equivocada. No sería la primera vez.

Me doy cuenta que está incómodo, así que cambio el tema.

—¿Cómo le darás la noticia a Liora, de quién eres en realidad? —pregunto,

ausentemente arrancando hojitas de la hierba debajo de mí.

Frunce el ceño y mira hacia el valle.

—No había pensado bien todo… no era como si estuviera tratando de

mantenerlo en secreto, ni nada sólo estaba tratando de averiguar lo que

estaba pasando contigo… quiero decir, con ella—. Frunce el ceño,

claramente preocupado—. ¿Crees que será un problema?

Me río, disfrutando de su ingenuidad.

Page 164: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

164

—Bueno, tengo una mala noticia para ti, chico amoroso. Ella odia a todo

tipo de demonios, y eso incluye a los mestizos como tú.

—Mencionaste eso, pero simplemente asumí que te referías a nuestro

estilo de vida. ¿Cómo puede odiar a los demonios cuando es uno?

—Porque Liora no es un demonio. Es cien-por-ciento humana pura. El

único demonio que tiene en ella es cuando me abro paso. E incluso eso es

difícil de hacer a menos que ella quiera que lo haga, que no es muy a

menudo.

—Por lo tanto, me estás diciendo que, ¿tiene aversión a todos los demonios

y Demions a pesar de que comparte su vida y cuerpo con una?

Se me escapa un suspiro alto y claro y sacudo la cabeza. ¿Cómo puede

alguien que es tan lindo y supuestamente tan brillante y talentoso ser

tan denso? Pero estoy secretamente contenta con su situación. Ya tengo

que compartir mi vida con Liora. No quiero compartir a Kieron con ella,

también.

—No, no estoy diciendo que les tenga aversión, estoy diciendo que los odia.

Nos acusa de algo terrible que pasó hace tiempo. Por supuesto, es una

tontería odiar a una especie entera por las acciones de unos pocos

negligentes, pero por lo que te puedo decir… ella es básicamente una gran,

gigante, intolerante de los demonios. Estás engañándote si crees que no te

despreciará si se entera de lo que realmente eres. —Sé que suena

petulante, pero no me importa. Es cierto.

Kieron está claramente nervioso por esto. Se levanta y se acerca a la

hierba. Recorre con sus largos dedos su cabello, y se queda mirando el

valle.

Por mucho que le moleste escucharlo, necesita saber la verdad. Es mucho

mejor que lo sepa de mí que de alguna otra forma… como si Liora lograra

penetrar en él y él después va justo al grano y le dice que es un demonio…

Ruedo mis ojos, imaginando lo bien que le caería esa pequeña bomba. Y ya

he tenido todas las tonterías que puedo soportar.

—Así que, ¿no hay posibilidad de que le des una buena imagen de mí?

Desafortunadamente, no me está mirando y no puede ver mi expresión de

fastidio.

Page 165: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

165

—Lo siento, no hay Cyran de Bergerac8 aquí. Estás por ti mismo, Romeo.

—Lo siento, por preguntar eso —dice un momento después mientras se

sienta a mi lado otra vez—. Esto debe ser… muy duro para ti. En tu

mente, es como si yo estuviera enteramente preocupado por otra chica.

Como si mis sentimientos se dirigieran a alguien que no fueras tú…

Me encojo de hombros.

—Sí…

—Bueno, no es así. Nunca olvides eso —susurra en mi oído. Luego, rápida

y ligeramente, me besa en el cuello, enviando escalofríos de fuego y hielo a

través de mi sangre.

—Voy a tratar. Aunque, sin promesas. —Trato de hacer mi voz severa, pero

no puedo dejar de sonreír. Sólo amigos, ¿huh? Es cierto que fue solo un

rápido, suave beso debajo de mi oreja. Pero me he estado preguntado cómo

sería darle un beso desde que desperté en sus brazos en Baymore Park.

Tal vez podríamos ser “amigos que se besan”…

Pero sólo pensar en Baymor Park toca una fibra sensible de mi memoria.

Vuelvo la cara hacia él, a escasos centímetros de distancia.

—Tengo una pregunta para ti… —comienzo, tratando de no dejarme

distraer por el hecho de que tengo una urgencia insaciable de pasar mis

dedos por su cabello grueso y exuberante y tirar de su boca a la mía.

¡Enfócate, Lucky!—. Anoche, en Baymore Park, con los Altrumina… ¿Qué

sucedió para que estuvieras ahí?

Presiona sus cejas juntas de nuevo y suspira. Entonces mira hacia otro

lado, pero no antes de que vea un destello en sus oscuros ojos.

—¿Kieron?

—No tenía idea de que esto iba a pasar cuando vine aquí. Se suponía que

esto no debía haber sucedido —dice, casi como si estuviera hablando

consigo mismo.

8Cyran de Bergerac: Fue un poeta, dramaturgo y pensador francés, coetáneo

de Boileau y de Molière. Como intelectual, fue considerado libertino, por su actitud

irrespetuosa hacia las instituciones religiosas y seculares. También se le tiene por uno de

los precursores de la ciencia ficción. En la actualidad, es especialmente conocido por la obra de teatro Cyrano de Bergerac de Edmond Rostand.

Page 166: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

166

—¿Qué no debió de haber sucedido… y por qué no respondes a mi

pregunta? ¿Qué estabas haciendo en Baymore Park?

Finalmente, se vuelve hacia mí, y me sorprende cuán duro está su rostro.

Su mandíbula está rígida, los labios apretados. Pero sus ojos son los que

más me sorprenden. Han pasado repentinamente de ser claros y abiertos a

oscuros y ominosos.

Vuelve a suspirar y traba su mirada en la mía.

—En realidad… te estaba siguiendo.

Su respuesta me confunde, y mi cuerpo se pone rígido; no sé si debo

sentirme alagada o nerviosa.

—No lo entiendo… ¿Por qué me seguías? —Mis ojos se sienten tan grandes

como una de las lunas de Illyria.

Toma una respiración profunda de nuevo. Me doy cuenta de que ha

retirado su mano de mi rodilla y está apretando fuertemente la hierba

detrás de él.

—Porque es mi trabajo.

—¿Qué? —Mi corazón comienza a acelerarse. Si está diciendo lo que

pienso que está diciendo…

—Vine aquí por ti —dice, en voz baja.

—¿Por qué? —Mi pregunta es apenas un susurro.

—He venido aquí… para matarte.

Cada célula de mi cuerpo, por instinto, cambia a un estado de alerta

máxima, pero no muevo ni un músculo. Si Kieron planea llevarlo a cabo, le

espera un infierno de lucha.

—Me encantaría ver que lo intentes. —Mi boca forma la sonrisa más dulce

de la que soy capaz, pero mis ojos brillan con pura furia demoníaca.

Page 167: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

167

—Bueno, obviamente no voy a hacerlo. Lo hubiera hecho ya.

—Habrías tratado—contesto—. Bonito ego, sólo asumes que ibas a ganar.

Los demonios Latros son difíciles, pero tengo mis propios talentos. Cada

uno con nuestras propias fortalezas y debilidades, estaríamos bastante

parejos a menos que…

Se me escapa un grito de asombro horrorizado y salto a mis pies.

—¿Es eso lo que estás haciendo con ella… nosotras?

¿Buscando debilidades?

¿Cómo pude ser tan estúpida? ¿Cómo iba a pensar por un segundo que

este Demion era diferente al resto? ¡Amigo, mi culo!

—No —dice en voz baja—. Sólo sabía que había otro demonio, tú,

interfiriendo con mi generosidad. He venido aquí para eliminar esa

interferencia, como lo hago normalmente.

—Entonces, ¿qué te detiene? —Cada fibra de mi ser estaba lista para una

pelea, mis dedos temblaban con ansiedad, dispuestos para tomar en una

fracción de segundo la daga de mi bota. Pero Kieron permanece

pasivamente en el suelo.

—No tengo ningún deseo de matarte… o a ella. Especialmente no a ella.

—¿Especialmente? —me mofo—. Caramba, gracias.

—Sólo porque nunca mataría a un ser humano. Y eso es lo que es. Por lo

menos tú tienes los poderes para defenderte.

—Eso es cierto, y no lo olvides. —Incluso mi cabello se siente como si

estuviera ardiendo mientras me concentro en controlar mi rabia. Mis

tacones se clavan en el suelo blando. Toda esta cosa era un montaje de

Kieron, un truco…

—Lucky, por favor, relájate. No quiero pelear contigo, no quiero hacerte

daño, y ciertamente no quiero matarte. Sólo dije la verdad, porque tenemos

una situación que necesitamos resolver…

—Lo único que necesitamos es que necesitas estar como el infierno lejos

de mí. Y Liora. —Mis ojos son ranuras de ira y mi voz tiembla de rabia.

Silenciosamente, haré a Kieron ponerse de pie y atacarme. Quiero pelear.

Quiero romperle su mentirosa cara.

Page 168: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

168

Pero cuando se pone de pie, no es con la postura agresiva que esperaba,

sino con temor lamentable. Soy indiferente al dolor en sus ojos. No es más

que un sucio Demion con la una misión de matarme, que acaba de

desviarse por el espectáculo de circo-freak que es mi vida. He tenido otros

demonios detrás de mí antes, pero nunca han pasado por Liora para llegar

a mí. Este es un nivel completamente nuevo de bajeza.

—Lucky, por favor, escúchame, entiendo por qué estás enojada, pero lo

tienes todo mal.

—Supongo que he estado equivocada en muchas cosas últimamente

—digo, moviéndome lejos. Necesito salir de aquí y estar lejos de él ahora.

—Lo supe desde la primera noche en que llegaste al Bar Demon —grita—.

La primera vez que entraste en la habitación. Supe que eras especial… lo

sentía en mi alma. El Deveni me dijo que eras la que estaba buscando, y

tenía razón. Pero antes de siquiera hablar contigo, sabía que estaba fuera

de esta misión… que tenía que encontrar otra manera. Que necesitaba

conocerte…

Dejo de caminar y me doy la vuelta. Primero, me utiliza y me miente, ahora

me está hablando como si fuera una colegiala tonta. ¿Quiere morir esta

noche?

—Estás mintiendo. Recuerdo la primera noche que estuviste en el Bar

Demon. Te vi. Te sentaste en un rincón y no te diste vuelta una sola vez.

No hay manera de que me hayas visto. Buen intento.

Kieron da un paso tentativo hacia mí.

—Soy parte del demonio Latros, ¿recuerdas? —Su sonrisa hace que mis

entrañas quemen. Ahora no sé quién está más loco: él por ser un bastardo

serpiente mentiroso; o yo porque me sigue afectando su sexy sonrisa.

—¿Y qué? ¿Qué tiene que ver con…? —De repente recuerdo algo que Ivy

me comentó hace mucho tiempo, cuando me estaba explicando cómo sus

ojos son capaces de ver a través de acero sólido…—. Espera…

¿Realmente tienes la visión tres-sesenta? ¿Puedes ver fuera de tu cabeza

entera? —pregunto, mi curiosidad brevemente prevalece sobre mi

animosidad.

Asiente con la cabeza, dando otro pequeño paso.

Page 169: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

169

—Te estuve observando todo el tiempo. Después de salir, no pude dejar de

pensar en ti. Sabía que tenía que llegar a conocerte. Pero no estaba seguro

de cómo hacerlo. Te seguí a la escuela de Liora unos pocos días después, y

esa noche esperé por tu regreso en el Bar Demon. Y entonces… —Su voz

se apaga.

—Y entonces… ¿Qué? —Mi voz es más baja, menos enojada. Más

preocupada.

—Te seguí —confiesa—. Te fuiste con tu amigo, el perro del infierno. Te oí

llorar. Vi tu dolor cuando llorabas por tus amigos… tus amigos humanos.

Yo… yo nunca había visto eso de otro Demion antes…

—Sí, bueno, eso es culpa de ella—murmuro—. Te dije que ella tiene todo lo

emocional. —La humillación de tenerlo como testigo de un momento

privado es sólo ligeramente atenuada por la compasión en sus ojos.

—Entiendo lo que te impulsa a hacer lo que haces. Por qué buscas otros

demonios.

—De alguna manera lo dudo.

—Confía en mí. —De forma inesperada su rostro de llena de dolor—. Mi

madre, mi madre humana, fue asesinada mientras me obligaban a ver. Los

demonios fueron quienes le sacaron su tiempo dulce, y yo estaba

impotente para detenerlos. Tenía seis años, pero bien podría haber

sucedido ayer.

Cuando escucho estás palabras, mi ira poco a poco desaparece. No está

buscando compasión. No está inventando excusas. Sólo está ofreciendo su

comprensión.

Deja caer la cabeza y vuelve a su asiento en el acantilado. Me quedo

mirando la parte posterior de su cabeza por un rato, preguntándome si me

está mirando. Pero ya no me quiero ir. Ya ni siquiera lo odio. Ha visto los

mismos horrores que yo. Ha sentido la misma sensación horrible de

impotencia tan ajena a la mayoría de nuestra especie. Ha perdido a

alguien que amaba. Igual que yo. Una alma gemela. Tatiana me dijo acerca

de ellos una vez cuando era pequeña.

Poco a poco, deambulo de vuelta a donde él está sentado y me arrodillo

junto a él. Cerca, pero no lo toco.

Page 170: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

170

Las tres lunas de Illyria flotan lado a lado, pronto serán una. Las Sirenas

están en silencio. Así que aquí estamos.

—Lo siento —susurro finalmente.

—También yo.

Sin dejar de mirar hacia el valle, mueve ligeramente su mano para

apoyarla sobre la mía.

Page 171: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

171

í

Traducido por Paaau y Lore_Mejia Corregido por Dianita

oma algunos segundos para que mis últimos recuerdos resurjan,

pero una vez lo hacen, deseo por Dios que no lo hubieran hecho.

—Oh, no. ¡No, no, no! —gimo, lanzando la manta sobre mi cabeza.

Kieron. Oh, Dios, oh no…

Gimiendo, entierro mi rostro en la almohada, deseando poder bloquear el

mundo. ¿Qué sucedió después de que me fui? ¿Qué hizo Lucky? ¿Kieron

me odia? ¿Está bien? ¿Aún está vivo?

Reproduzco esos últimos segundos una y otra vez en mi mente, cada

nuevo recuerdo perforando un nuevo agujero en mi corazón: mi fallido

escape; el hombre con el arma, durmiendo en los brazos de Kieron

mientras me miraba tiernamente preocupado…

Ha terminado. Ha terminado para mí. No hay forma de que algo bueno

haya pasado después de que me fui. No hay un mejor escenario posible,

solo diferentes grados de horror.

La única pregunta es, ¿qué tan malo es? No puedo soportar considerar la

respuesta.

Grito contra mi almohada, el relleno amortigua mis gritos. Odio tanto esto.

Cada segundo. No se supone que la vida sea así, incluso para un demonio.

Especialmente para un demonio. Se supone que tenga el mundo a mis

pies, no existir a medias como un don nadie patético, llorón, mantenida

como rehén por la noche y atormentada permanentemente por un enemigo

invisible.

Tatiana golpea suavemente la puerta de la habitación y entra.

—Buenos días, Liora, querida. ¿Te vas a unir al mundo hoy?

Page 172: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

172

—No —respondo contra mi almohada.

—¿Cuál es el problema? —Se sienta al final de la cama y pone una mano

en mi pantorrilla.

—Estoy enferma. No voy a ir a la escuela. Voy a dormir todo el día.

Hace sonidos de reproche y cepilla su largo cabello gris detrás de su oreja.

—No estás enferma, cariño. Algo te está molestando. O me dices qué es o

por favor prepárate para la escuela.

Me levanto y lanzo lejos las sábanas, fijo mis fieros ojos en sus ojos

opacos.

—¿Qué importa lo que haga? ¿No lo ves? ¡No importa si llego tarde o si voy!

¡Nada de eso importa! Soy un fraude… una imitación. Ni siquiera existo.

Realmente no. Esta vida… esta vida… apesta, Tattie, de verdad que sí. ¡La

odio! ¡Odio todo acerca de todo! —Lágrimas de rabia caen por mis mejillas.

Se inclina hacia adelante, envolviendo sus frágiles brazos a mí alrededor

mientras los sollozos atraviesan mi cuerpo, su amor incondicional

haciéndome sentir doblemente horrible. No pretendía descargar mi rabia

con ella. Siempre ha sido la única persona con la que puedo contar; la

única persona que siempre ha estado ahí para mí. Pero ahora mismo, es el

único objetivo que tengo para descargar mi frustración.

—Ya, ya… no te pongas triste, mi dulce Liora. Las cosas nunca son tan

sombrías como parecen serlo —arrulla, acariciando mi espalda.

Me alejo de su abrazo y vuelvo a la cama. Solo he estado despierta algunos

minutos pero mi cuerpo ya está totalmente exhausto y mi mente drenada.

Vuelvo a acurrucarme en las sábanas.

—Por favor, solo déjame dormir —suplico, sollozando fuertemente bajo las

sábanas.

Se levanta. Me acurruco aún más.

—¿Planeas quedarte aquí el resto de tú vida?

—Sí. —Me acurruco aún más.

—¿Y crees qué eso te hará sentir mejor?

—Sí.

Page 173: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

173

Suspira.

—Que así sea. Pero me entristece pensar que crié a una joven que

renuncia tan fácil. Eres la persona más fuerte que conozco y darte por

vencida sin pelear no es como tú.

Me giro y quito la sábana de mi rostro viéndola mirarme con preocupación.

—Ya ni siquiera sé quien soy —digo, mi voz suave.

—Sí, lo haces. Y en vez de enfocarte en todas las cosas que están saliendo

mal para ti, ¿por qué no abres los ojos a todo lo que es bueno? —Tiene el

rastro de una sonrisa en su rostro.

Me siento, apoyándome contra algunas almohadas.

—¿Cómo qué? Nombra una cosa que sea buena. Odio la escuela, apenas

tengo amigos, ni siquiera tengo… —Imagino el rostro de Kieron y tengo que

combatir una nueva oleada de lágrimas—. Ella está arruinando todo…

—Tengo una idea —dice, extendiendo la mano para acariciar mi cabello—.

Por qué no sales y encuentras una cosa buena que te guste de tu vida. Ahí

está, esperando ser encontrada. Pero no puedes encontrar el bien si te

escondes de la luz. Debes buscarlo, incluso cuando la oscuridad te rodea.

—No puedo…

—Sí, puedes. Por favor… solo por esta vez. Por mí…

Suspirando fuertemente, hago una mueca. Tatiana rara vez utiliza la carta

de la culpabilidad, pero cuando lo hace, siempre funciona. Gimo otra vez y

bajo mis piernas a un lado de la cama para salir. Pero luego me detengo,

recordando.

—¿Por qué quieres que vaya ahí? Estoy segura que escuchaste lo que pasó

ayer. La escuela probablemente está cerrada de todas formas.

Cierra los ojos y baja su cabeza.

—Sí —susurra—. Estoy consciente de la tragedia. Tu escuela puede o no

estar abierta, pero quiero que vayas de todas formas…

Alcanzo la bata junto a mi cama y me la pongo.

—Pero, ¿por qué? ¡Ni siquiera es seguro! ¡Tres estudiantes fueron

golpeados y uno perdió la cabeza! ¿Por qué me enviarías de regreso ahí?...

Page 174: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

174

—No tengo todos los detalles, aún es borroso. Hablé con los otros en el

Aquelarre ayer y no creemos que las muertes hayan ocurrido en la escuela.

Al contrario, los cuerpos fueron puestos ahí intencionalmente. —Como

ella, el grupo de la hermandad de brujas de Tatiana son humanas, pero

todas tienen una visión especial de los lugares, movimientos, energías de

demonios y actividad demoniaca.

—Pero, ¿por qué? ¿Quién haría algo así?

—Creemos que quizás, alguien está intentando enviar un mensaje. Sin

embargo, quién es el mensajero, está por verse, ya que su energía estaba

cubierta así que la visión de ninguna de nosotras pudo penetrar. Aún.

Suspiro.

—Pero aún no me has dicho por qué quieres que vaya ahí. Obviamente ya

no es seguro. ¿No estaré en peligro?

Niega con la cabeza.

—Estoy segura que no estás en peligro, igual que estoy segura que si algo

surge, Lucky se hará cargo. Pero nunca dejaré que un niño mío se refugie

en la oscuridad debido al miedo. Sólo cuando enfrentamos nuestros

miedos nos hacemos más fuertes…

Lentamente camino al baño. Sé cuándo me han derrotado. No hay

argumentos contra Tatiana. Nunca.

—Bien. Iré. Pero te lo digo ahora, cuando regrese y te diga que no hay

nada bueno en mi vida, que hoy apesta tanto como cualquier otro día y

que pretender ser un humano normal es una gran pérdida de tiempo,

terminaré con eso. No más escuela; no me importa lo que digas.

—Hecho.

Me detengo y me giro, buscando en su rostro signos de que sólo está

jugando conmigo. Su expresión es estoica mientras se apoya en la pared

violeta de mi habitación.

—¿Qué… de verdad? ¿Me dejarías abandonarla?

—Si eso es lo que quieres hacer. Pero sólo con una condición. Debes

prometerme que: te librarás de lo que sea que te está molestando. Abrirás

tus ojos y corazón a la posibilidad de vivir y de amar. Abrazarás la

Page 175: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

175

oportunidad y eliminarás las murallas de la fortaleza que has construido

alrededor de tu espíritu. Verás al resto como se supone que los veas y a su

vez, los dejarás verte por lo que realmente eres. Y no temas tanto fallar

cuando ni siquiera lo has intentado.

—Bien, lo que sea.

—Liora…

—Lo prometo, Tat.

Una promesa imposible.

Saliendo, agradezco el frío punzante en mi rostro. Aleja mi mente de

Kieron, sólo por un momento. Bajo el bolso y busco mis mitones; está más

frío de lo que creí. Quizá simplemente debería conducir hoy.

Pero sé que si lo hago, sólo hará que las largas horas encerrada en clases

pasen más lento. Por alguna razón, caminar a la escuela es la única forma

en la que puedo soportar estar ahí. Además, necesito tiempo para pensar.

Descubrir qué voy a hacer, qué voy a decir cuando vea a Kieron. Sin duda,

querrá una explicación por lo de ayer. Quizá, sólo debería decir que tuve

una reacción adversa a algunos medicamentos recetados. O quizás a

medicamentos no recetados. Eso sería más creíble.

Sí… Los efectos adversos pueden incluir jaqueca, somnolencia y posesión

demoniaca…

Justo cuando estoy a punto de entrar a los bosques, lo veo. El viento azota

mi rostro mientras me quedo ahí de pie, sin moverme.

¿Qué está haciendo aquí? ¡No estoy preparada!

Kieron está apoyado contra un lateral de su camioneta, viéndose como un

modelo posando para un catálogo al aire libre. Cuando me ve, su rostro se

ilumina y trota hacia donde estoy.

Page 176: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

176

Mi primer instinto es alejarme. Pero considerando el completo fracaso de la

última vez, aprieto los dientes y me quedo ahí. Quizá sea bueno terminar

con esto.

Parte de mi admira la gracia con la que se mueve hacia mí; la otra parte se

prepara ferozmente para lo inevitable.

—Hola, Liora. ¿Cómo estás hoy?

No. No hay forma. Uh-uh. ¿Realmente va a actuar como si todo estuviera a

las mil maravillas? ¡No lo creo!

Intento leer su expresión, pero lo único que veo es la franqueza de ayer. No

rabia. Ni resentimiento. Ni sospecha.

Muy sospechoso.

—B… bien… supongo.

—Traje tus cosas de ayer… tu ropa y tu bolso. Olvidaste llevarlas contigo

anoche. Supuse que debía devolvértelas aquí, no en la escuela. —Sus ojos

brillan con picardía—. No queremos que las personas comiencen a

hablar…

—No lo permita el cielo —digo, llanamente.

Me da una media sonrisa.

—Bueno, están en mi camioneta. ¿Quisieras un paseo a la escuela? Está

un poco frío aquí afuera para caminar.

¿Qué está pasando aquí?

—No quiero conducir… quiero caminar.

—Está bien, caminaremos juntos. Solo déjame tomar tus cosas.

Mientras trota de regreso a su camionera, mi mente corre. ¿Por qué está

actuando tan normal? ¿Cómo si todo estuviera bien? Como si la locura de

ayer no hubiera ocurrido y Lucky no hubiera aparecido y arruinado todo.

Esto NO es posible.

No. Definitivamente algo está pasando.

Regresa con el bolso colgando casualmente de su hombro y me lo entrega.

Luego señala hacia el bosque con la cabeza.

Page 177: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

177

—¿Vamos?

Los pájaros cantando, el tic-tac de los minutos y el chasquido de las ramas

son el único sonido mientras Kieron y yo caminamos por el bosque. Estoy

esperando que diga algo… cualquier cosa.

Pero permanece en silencio y yo también. Parece perfectamente relajado y

cómodo, pero con cada segundo que pasa, siento que mi cabeza está cada

vez más cerca de explotar.

Finalmente, no puedo soportarlo más. Hemos alcanzado las murallas del

bosque: pronto llegaremos al camino principal. Me detengo abruptamente,

dejo mi bolso en el suelo y tomo asiento en un tronco caído.

Se gira y me mira con una mirada burlona.

—¿Qué está mal?

—Creo que tú y yo necesitamos hablar.

—Seguro, ¿Qué pasa? —Deja caer su morral y se sienta a mí lado.

—Necesito preguntarte algo y puede que suene raro. —Miro al frente,

incapaz de encontrarme con su penetrante mirada.

—Puedes preguntarme cualquier cosa, Liora. Prometo que no pensaré que

es extraño.

Sí, eso lo dudo mucho.

Respiro profundo y me sumerjo.

—¿Qué paso con el granjero de la pistola ayer en la noche? Yo… debo

haberlo bloqueado o algo así porque no recuerdo nada después de que dijo

que llamaría a la policía. ¿Pasó algo inusual? ¿Dije o hice algo… extraño?

Kieron se pasa las manos por su oscuro cabello. Hace tanto frio que su

aliento hace volutas en el aire.

—Bueno, después de que te desmayaras…

Page 178: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

178

—¿Desmayara?

—Debe haber sido por haber estado corriendo y el miedo de haber tenido

una pistola al frente. En fin, te desmayaste un momento. Cuando

despertaste, fuiste muy amable con el granjero y él nos dejó ir.

—¿Y después qué? —Inhalo y contengo el aliento.

Se encoje de hombros.

—Después nada. Querías irte a casa, así que te llevé a casa. No fue gran

cosa.

Estrecho los ojos. ¿Está diciéndome la verdad? Lucky detesta los autos y

me cuesta mucho creer que se fuera con él. A menos que… No aún si

pensara que Kieron es lindo, ella odia a los chicos humanos. Bueno, no los

odia, pero piensa que son débiles, patéticos y que están totalmente por

debajo de ella. Nunca le ha interesado uno, sin importar lo guapo que

sea…

Su respuesta sólo me ha calmado un poco. Tal vez ella decidió portarse

bien para que no la descubrieran. Pero eso no explica por qué él no está

nada confundido con mi errático comportamiento…

—¿Dije… dije algo después de despertarme? ¿Algo inusual?

—¿Cómo qué?

—No lo sé… algo tonto. Estoy tomando unos medicamentos prescritos para

el insomnio y a veces me chiflo y digo cosas que no quiero decir…

—No, nada raro. Sólo estabas algo… callada.

Bajo la cabeza.

—Oh, ok.

Quiero creerle, pero parece demasiado bueno para ser cierto. Tal vez,

después de toda la mierda por la que he pasado últimamente, el universo

decidió hacerme este pequeño favor. Tal vez Lucky sí se comportó, y tal vez

a Kieron no le importa que haya huido.

Si, y tal vez los cerdos vuelan y hablan mandarín.

Page 179: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

179

Decido no forzar esto. Si Kieron quiere pretender que todo está bien, haré

lo mismo. Tenerlo queriendo ser mi amigo es lo más cercano a un milagro

que me haya sucedido, no quiero arruinarlo ahora.

—Supongo que mejor seguimos caminando, no quiero llegar tarde —

murmuro, recogiendo mi bolso y pasándomelo por el hombro.

—Me pregunto cómo estará la escuela hoy —musita, caminando a mí

lado—. Estoy seguro que la gente está asustada.

—Tal vez ni siquiera está abierta, ¿escuchaste algo nuevo?

Niega con la cabeza.

Llegamos al estacionamiento, y aunque no está tan caótico como ayer,

muchos estudiantes, padres, y profesores están reunidos en pequeños

grupos, hablando. Veo que hay otra Van de noticias, donde un lindo

reportero está hablándole a la cámara.

Kieron se queda a mi lado mientras analizamos la escena. Busco a

Corrine, pero no la veo por ninguna parte. Una chica llamada Marcy

camina por ahí viéndose mareada, y Kieron se acerca y la toma del brazo.

—¿Sabes que está pasando? —pregunta.

Ella se detiene y se encoge de hombros.

—Cancelaron las clases hasta el miércoles de la próxima semana, pero

dispusieron un montón de salones por si los estudiantes quieren hablar

con los consejeros. —Mira a Kieron cuando responde, ignorándome

completamente—. Supongo que la policía interrogará a los estudiantes en

algún punto, pero los padres tienen que estar ahí, están organizándolo

todo.

—Gracias. —Le suelta el brazo y ella se aleja—. ¿Quieres hablar con un

consejero?

Sacudo la cabeza.

—Sólo quiero salir de aquí.

—Sí, yo también… ¿Supongo que nos fugaremos otra vez?

—Siento haberte hecho caminar hasta aquí sólo para dar la vuelta y

regresar…

Page 180: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

180

Sonríe.

—No te disculpes. No puedo pensar en una manera más hermosa de pasar

el día que caminar contigo por el bosque. Si quieres regresar y recoger mi

camioneta podemos ir a alguna parte y sólo pasar el rato… Traje algo para

ti… algo que espero que te guste…

Mi cara se ilumina.

—¿En serio? ¿Algo para mí?

Asiente.

—Sólo algo pequeño… lo vi y pensé en ti. Pero vámonos antes de que nos

atrapen en algún grupo de terapia —dice cuando los dos vemos a un

profesor acercándosenos.

Nos dirigimos al bosque.

Me recuesto contra una lápida y tomo el pequeño libro de cuero de sus

manos.

—¿Esto es para mí?

Después de que Kieron y yo regresamos a mi cabaña, nos montamos en su

camioneta y nos dirigimos al cementerio. Por alguna razón, ambos

sentimos que es el día correcto para estar ahí hoy.

Hace esa mueca hermosa con su boca, en la que sonríe con sólo una parte

de ella.

—Sí, bueno es prestado… si quieres… por el tiempo que quieras. Sólo

pensé que podrías disfrutarlo. Mencionaste que te gusta la poesía. Hice

esta colección a principios de este año. Tiene todos mis favoritos en un

sólo lugar.

Cuidadosamente abro la cubierta marrón, llegando a la primera página.

Una tabla de contenido menciona a varios de mis poetas preferidos: Robert

Browning, William Blake, Samuel Taylor Coleridge, Emily Dickinson…

Page 181: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

181

—Hay algunos ahí que me hacen pensar en ti… —dice, suavemente.

Mi corazón empieza a acelerarse como cuando me mira con sus dulces

ojos. Amo este sentimiento… ese en el que somos los únicos vivos en la

tierra, donde nadie más existe y nadie más importa. Sólo somos nosotros

riendo, hablando, existiendo.

—¿Cuáles? —pregunto, poniéndome el cabello detrás de la oreja. Subo las

rodillas y apoyo el libro en ellas, pasando páginas.

—Bueno… hay un par en particular. ¿Quieres qué te diga alguno?

Mi piel se electrifica cuando asiento. Pero niega con la cabeza, alzando la

mano.

—Está bien… me lo sé de memoria. Y estoy seguro que lo has escuchado

antes.

—Dime…

Respira hondo, se apoya en sus brazos y empieza a hablar en un tono

dulce.

Pasea bella, cual noche

Despejada de cielos estrellados Y lo mejor de la oscuridad y el fulgor Se unen en su aspecto y en sus ojos

Dulcificados, bajo la tierna luz Que el cielo niega al vulgar día.

Una sombra de más, un rayo de menos,

Habrían empañado la gracia inefable Que ondula en cada trenza de ébano,

Y alegra delicadamente su cara; Donde pensamientos dulces y serenos muestran

Lo puro y anhelado de su morada.

Y en su mejilla, y sobre su cara, Suaves, serenas aunque elocuentes

Las sonrisas conquistadoras, matices resplandecientes Que hablan de días saludables.

De una mente en paz con lo terrenal, ¡Y de un corazón inocente de amor!

Page 182: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

182

Mira el piso mientras lo observo sin palabras, incapaz de creer lo que

acabo de escuchar. Por supuesto que conozco ese poema; es uno de mis

favoritos. Pero escuchar a Kieron recitar las encantadoras palabras de

Lord Byron dirigidas a mí…

—Gracias, eso fue hermoso —susurro, sin saber qué decir. ¿Cómo puedo

expresar el estado eufórico y soñador en el que estoy?

Levanta la mirada, casi apenado.

—Esperaba que no fueras a pensar que era cursi. Algunas partes me

golpearon como… bueno… espero que esté bien que haya compartido eso

contigo.

—Está más que bien, lo amo.

Sonríe tímidamente.

—Me gusta no sentirme estúpido diciéndote cosas como esta. Si le dijera a

alguien más que me gusta la poesía, pensarían que soy un cobarde total.

Sonrió.

—No creo que seas ningún cobarde. Amo la poesía. Es poderosa y

profunda. Muchas personas no lo entienden.

—Pero tú sí.

—Si… yo la entiendo… —Mis palabras se desvanecen.

—¿Puedo leerte uno más? —pregunta. Pero esta vez no se ve tímido o

apenado. Se ve casi asustado—. Este… bueno, es más acerca de mí. Como

me siento.

—Por favor hazlo —lo apremio.

Siento su vacilación, aleja la mirada, incapaz de mirarme a los ojos. Se

queda callado por tanto tiempo, que empiezo a temer que haya cambiado

de opinión.

—Jamás le he dicho esto a nadie… me refiero a haberles leído poemas.

—Me gustaría escucharlo —digo suavemente.

Respira hondo otra vez y fija su mirada en una lápida.

Page 183: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

183

—Ok… aquí va, se llama Usamos la máscara ¿Lo conoces?

Sacudo la cabeza.

Se detiene brevemente, y luego comienza a recitar… lentamente,

suavemente. Hay un notorio cambio en su tono de voz. Cuando recitó el

primer poema sonaba seguro, fuerte, lleno de lirismo. Ahora suena triste y

arrepentido, casi que angustiado.

Usamos la máscara que sonríe y miente

Esconde nuestras mejillas y ensombrece nuestros ojos

Esta deuda que le pagamos a la astucia humana;

Con el corazón desgarrado y sangrante sonreímos,

Y bocas con millares de matices.

¿Por qué estaría el mundo de otra forma

Contando nuestras lágrimas y suspiros?

No, solo déjenlos vernos, mientras

Usamos la máscara.

Sonreímos, pero oh Gran Cristo, nuestro clamor

A ti de las almas torturadas se alza.

Cantamos, pero Oh la arcilla es vil,

Debajo de nuestros pies y largo es el camino,

Pero deja que el mundo sueñe de otra manera,

¡Usamos la máscara!

Mi respiración es entrecortada cuando termina.

Page 184: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

184

—Es sobre esconder tu dolor e infelicidad y pretender que todo está bien y

maravilloso cuando en realidad no lo está. Pretender ser uno cuando en

realidad eres otro.

—Sí, entendí eso —susurro. ¿Por qué dice que este poema es sobre él?

¿Qué está escondiendo?

¿Qué máscara está usando?

Page 185: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

185

í

Traducido por Mari NC

Corregido por Nanis

Qué quieres ver? —pregunta Corrine, escaneando la

marquesina. Sus redondos ojos están abiertos con

entusiasmo, y estoy feliz de ver que ha vuelto a su

estado normal. Sólo han pasado cuatro días desde el

macabro hallazgo en la escuela, y había estado preocupada por ella, sobre

todo porque no nos habíamos visto la una a la otra desde entonces.

Ella estaba tan emocionada cuando me llamó la noche anterior y me

recordó acerca de nuestros planes. Traté de igualar su excitación, pero la

verdad era que estaba triste. Triste porque a pesar de que habían sido sólo

unos pocos días, no había visto a Kieron desde aquella tarde en el

cementerio.

Estar con Corrine ayuda a apartar mi mente de él, aunque sólo sea por

unas horas. Se sentía un poco extraño al principio, venir aquí con ella. A

pesar de que hemos pasado tiempo juntas en la escuela los últimos años y

hablamos por teléfono de vez en cuando, esta es la primera vez que hemos

pasado el rato fuera de la escuela.

—Es tu cumpleaños... tú decide —digo mientras chupo mi helado de

chocolate. Sólo habíamos caminado al cine en la calle principal después de

comer el almuerzo en el restaurante de la cuadra.

—Bueno, no quiero elegir algo que no te gusta... quiero que te diviertas,

también...

—Cualquier cosa que elijas está bien. Lo prometo.

Corrine entorna sus ojos, pensando en sus opciones. Echo un vistazo a la

lista de títulos y casi dejo caer mi cono cuando veo una titulada Demon

Desires.

Buen Dios, por favor no elijas esa, rezo en silencio. Nunca he visto ninguna

película o programa de televisión con demonios que no son nada menos

—¿ —¿

Page 186: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

186

que vergonzosos. Verlos es sumamente doloroso a veces, con sus

caricaturas cursis y patéticas de demonios y sus estilos de vida.

Groseramente mal informados.

—Está bien, quiero ver Demon Desires —dice.

Por supuesto que sí.

—Se supone que es un horror, ¿estás bien con eso?

Más bien como una comedia de payasadas quieres decir.

—Claro, lo que quieras.

Me podía patear. ¿Por qué no sólo digo que las películas de terror me dan

pesadillas? Ni siquiera sería una mentira, realmente. Esta pobre película

probablemente me dará pesadillas... pesadillas diurnas, lo que sea.

Es mi regalo, así que camino a la ventana para comprar nuestros boletos.

Trato de no ahogarme con mis palabras mientras digo:

—Dos para Demon Desires, por favor. —Sin embargo, Corrine está feliz, y

hoy es acerca de ella, no yo. Sólo tengo que poner mis problemas

demoníacos a un lado por unas horas.

Como resultado, apenas se cumplen seis minutos antes de empezar a

reírme de una parte de “miedo”. Corrine me hace callar con un molesto

ceño fruncido, pero no puedo evitarlo, es tan ridículo. Me refiero a

realmente, la música, el maquillaje... y en serio, ¿por qué los demonios de

Hollywood son siempre tan feos, con cuernos y brillantes ojos amarillos o

rojos? Bueno, tengo que admitir que algunos demonios tienen ojos

amarillos, y algunos tienen ojos rojos, a veces... pero ciertamente no todos

ellos. Y nunca he visto a ninguno con cuernos... bueno, excepto por

algunas de las criaturas... como los sátiros.

—¿Te gusto? —pregunta Corrine a medida que salimos del teatro dos

horas de tortura después. Protejo mis ojos del sol brillante.

—Estaba bien, supongo.

—Pensé que era increíble... imagina enamorarse del hombre de tus sueños

sólo para descubrir que es un demonio y quiere que tú te lleves su semilla

del mal. Eso sería un asco total, ¿eh?

—Totalmente.

Page 187: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

187

Caminamos hacia mi coche.

—Entonces, ¿qué quieres hacer ahora? —pregunto, abriendo las puertas.

Corrine se desliza en el lado del pasajero y se ajusta el cinturón de

seguridad.

—Um, no sé... ¿quieres pasar el rato un poco más? —Suena casi tímida,

pero esperanzada.

—Claro, tengo unas pocas horas más si quieres.

—¿Quieres dar un paseo por el centro comercial?

—Me parece bien. No me importaría buscar algunas nuevas camisetas

—digo, sorprendiéndome a mí misma. Nunca he sido de ir de compras; ese

es el departamento de Lucky. Ella es la fashionista. Yo prefiero no destacar

o ser notada, de ahí el “todo negro todo el tiempo”.

—Oh, yo sólo quiero caminar y ver cosas —murmura Corrine—. No tengo

dinero para comprar nada en realidad. Pero, por supuesto, tú puedes si

quieres…

—Es tu cumpleaños. Vamos a encontrarte algo lindo... mi regalo.

—Liora, no. No tienes que… no era mi intención que tú…

—Insisto. Sin discusión. —Salgo del estacionamiento del cine y me dirijo

hacia el Centro Comercial Riverdale a quince kilómetros de distancia. No

sé de dónde está viniendo mi repentina urgencia de vincularme con

Corrine, pero hacerla feliz me hace feliz. Así que voy con ello.

—Liora, ¿puedo preguntarte algo... algo un poco personal? No tienes que

contestar si no quieres —pregunta Corrine mientras me fundo en la

autopista.

El tono de su voz me pone inmediatamente en guardia, y agarro el volante

firmemente. Por favor, no lo presiones, Corrine…

—Claro, ¿qué pasa?

—Umm, me estaba preguntando… ¿alguna vez lo has, ya

sabes... hecho con un chico?

Page 188: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

188

Exhalo y presiono mis labios para no echarme a reír. Eso es casi

lo último que esperaba que dijera en ese momento.

—No, no he hecho… ¿tú?

Ella mira hacia abajo en su regazo y se agita con su cinturón de

seguridad.

—No, pero quiero hacerlo. Quiero estar enamorada. Quiero amor como

esas personas en la película tenían… loco amor.

Por Dios.

—Bueno, no es por sonar como tu madre o algo, pero sabes que el sexo y

el amor no son la misma cosa. Y el amor insano no es necesariamente

buen amor, tampoco…

—No sé a la madre de quién piensas que estás canalizando,

pero definitivamente no es la mía —dice con una mueca. Bueno, al menos

tiene sentido del humor acerca de su madre sin sentido—. Sólo quiero

decir —continúa—, sólo imagina estar tan locamente enamorada de

alguien que nada pueda separarlos, no importa qué… no importa cuán

terrible o aterrador u horrible o algo. Quiero a alguien que me ame así… y

entonces ahí es donde el sexo sucedería. Obviamente.

Obviamente.

—Sí, quiero decir, sería genial estar enamorada y todo, y tener a alguien

estando súper enamorado de mí... pero no como esas personas... en la

película quiero decir. Eso fue simplemente espeluznante y todo

equivocado. —Mis ojos permanecen en la carretera. Rara vez conduzco por

la autopista, así que estoy más concentrada en los coches pasando de lo

que estoy en la ingenua vida sexual de Corrine.

—Creo que...

Echo un vistazo por encima de mi hombro mientras cambio de carril, y

atrapo la expresión de decepción en su rostro.

—Sus sentimientos por el demonio no eran reales... ella pensaba que lo

amaba, ¿pero lo hacía realmente? Él se apoderó de ella para sentir lo

mismo por él. Y mató a su familia y amigos cuando descubrieron la verdad

sobre él. No creo que ese sea alguien a quien quisiera amar…

Page 189: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

189

—Sí, lo sé... no estaba hablando de esa parte necesariamente, sólo que...

cuando estaban juntos... lo mucho que la amaba... tanto así que eso le

hizo hacer todas esas cosas locas...

—¿Alguna vez has tenido un novio? —pregunto, tratando de alejarla de la

loca película que al parecer ahora piensa que representa una especie

de ideal romántico.

Se sonroja y empuja hacia arriba sus gafas.

—No, no realmente.

—Bueno, lo tendrás algún día. Y cuando lo hagas, espero que quieras a

alguien que te trate mejor que ese tonto chico de la película.

—Lo siento —murmura, mirando por la ventanilla del pasajero.

Estoy confundida.

—¿Lo sientes por qué?

—Siento hacerte ver esa estúpida película.

Oh, genial. Ahora estoy quedando como una completa perra... tomando la

película demasiado en serio. No es su culpa que me ofendió personalmente

a muchos niveles. Ella piensa que estamos simplemente teniendo una

conversación de unión femenina sobre una historia de fantasía hecha

realidad, y voy y obtengo todo lo mojigato en ella. No es de extrañar que no

tenga ningún amigo.

—Oh, vamos, me gustó —miento—. Simplemente no creo que quisiera

exactamente modelar mi vida amorosa después de eso; es tan… quiero

decir demonios... eww.

—Era muy sexy cuando se hacía pasar por un ser humano, sin embargo.

—Se ríe Corrine—. Casi estaría dispuesta a pasar por alto toda la cosa

demonio para tener a un chico bien parecido que esté interesado en mí.

Le envío una mirada de soslayo y un guiño.

—Ten cuidado con lo que deseas… nunca sabes lo que podría venir

arrastrándose en tu habitación por la noche…

Ella se ríe.

Page 190: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

190

—Lo sé, lo sé, tienes razón. Esa película era bastante pobre, supongo...

quiero decir, ¿quién ha oído hablar de un demonio que parecía una especie

de modelo de ropa interior masculina? Porfavoor9.

Tengo que sonreír. Esa fue la única parte de la estúpida película que en

realidad tiene razón. Como regla general, demonios, hombres y mujeres,

son mucho más hermosos que los seres humanos normales. Y los seres

humanos son tan debilitados por la belleza, que son prácticamente

impotentes frente a ella; está en su ADN. Así como la perfección física está

en el nuestro. Así es como funcionan las cosas. Cuando Ella se hace cargo,

incluso yo me vuelvo más atractiva de lo que normalmente soy. Lo sé,

porque me he asomado en su mundo una vez o dos y he visto la forma en

que los chicos la miran… con tal lujuria y deseo. Especialmente su amigo,

Bones. Nadie jamás me mira de la manera en que miran a Lucky.

—Totalmente ridículo —me río.

Nos tomamos un descanso de los escaparates y nos dirigimos al patio de

comidas. Yo ordeno perros de maíz y una limonada de fresa, y luego pago

por la comida china de Corrine, aunque ella sigue insistiendo en que he

hecho demasiado. Le había comprado antes un encantador collar y obtuve

tal patada de sus gritos de placer. Después de todo, ¿para qué sirve el

dinero que tengo de las extorsiones de Lucky si no hace feliz a alguien

menos afortunado?

Nos sentamos a un lado del patio de comidas, por los macetones. El centro

comercial está lleno de gente hoy, y veo algunas caras que reconozco.

—Así que, ¿has oído algo nuevo sobre lo que pasó en la escuela? —Ni

Corrine ni yo hemos mencionado la tragedia de principios de esta semana,

pero aun así sigue en mi mente. Tatiana es buena para un montón de

información, pero para cosas humanas... no tanto—. Me pregunto si la

policía tiene alguna pista —agrego, mordisqueando el empanizado de mi

perro de maíz.

9Pofavor: En el original Puhleeze: Forma larga de la palabra “por favor”, dicha en la forma en que Roger Rabbit la diría.

Page 191: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

191

Corrine hace una mueca y juega con sus palillos. Después de dejar caer

sus fideos en varias ocasiones, se da por vencida, coge su tenedor, y

comienza a girar.

—Vi a Jake Wheeler en el Suds-n-Spin ayer. Su tío trabaja para el

departamento de policía de Pine Canyon. Al parecer creen que los

asesinatos en Pine Canyon la semana pasada y lo que pasó en la escuela

están relacionados entre sí.

—¿Así que es como una cosa de asesino en serie?

Ella se asoma en su pollo agridulce.

—Supongo que sí. Pero él dice que piensan que son más que una sola

persona. Y creo que encontraron algunas cosas raras que los hace pensar

que no son asesinatos normales.

Me río entre dientes a su elección de palabras. “Asesinatos normales”.

—¿Cómo qué?

—Él no podía decir muchos detalles, sólo que sospechan que se trata de

unas pocas personas por lo menos, y que están en la brujería o el culto al

diablo o algo así.

Mi corazón se salta un latido. Lentamente como varias papas fritas y bebo

un poco de limonada antes de hablar de nuevo.

—¿Qué les hace pensar eso? —Espero que mi voz suene casual.

Se encoge de hombros.

—No sé, en realidad no lo dijo. Sólo algo que vieron. ¿Marcas extrañas, tal

vez? Yo realmente no creo en esas cosas. Probablemente sólo un par de

psicópatas enfermos... como esa película Kalifornia con Brad Pitt...

¿Alguna vez la has visto?

Niego con mi cabeza, y vierto un poco de mostaza en mi perro de maíz.

—Es realmente extraña. Brad Pitt interpreta a un asesino en serie, y…

—Corrine, concéntrate.

Ella toma un sorbo de su Coca-Cola.

—No sé qué decir... eso es todo lo que Jake me dijo.

Page 192: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

192

—¿Saben ya quién es la chica?

Se encoge de hombros otra vez y se pone de pie, recogiendo su basura.

—Él no dijo nada al respecto. Mira, lo siento, pero realmente no quiero

hablar más de esto... me asusta demasiado.

Asiento con la cabeza, siguiendo su ejemplo. Tiramos nuestras cosas y

regresamos a la alameda principal. Unas pocas tiendas más abajo, nos

detenemos a mirar algunos vestidos bonitos en la ventana. Corrine me

agarra del brazo.

—Oooh, vamos allí y probémonos algunos de ellos… sólo por diversión.

Ugh. No puedo pensar en nada menos divertido que eso. Pero todavía es su

día, así que la sigo adentro.

Entramos en la boutique de lujo, haciendo caso omiso de las miradas de

desprecio de la vendedora que nos mide y nos rechaza, dándose cuenta de

que no hay comisión aquí. Yo me río para mis adentros pensando en lo

diferente que ella nos trataría si sólo supiera que menos de una semana

atrás, yo tenía más dinero en mi mano de lo que ella va a hacer en cinco

años. Ella nos recibe con una sonrisa helada, luego se aleja para vernos

desde la distancia, asegurándose de que no hacemos nada para dañar uno

de sus preciosos vestidos.

—Oh, éste es tan bonito —dice Corrine con un suspiro de nostalgia. Está

sosteniendo una mezcla de largo y color rosa con volantes que se ve

horrible con su deslavado cabello y tono de piel rojiza.

—Pruébatelo —digo. Si la hace feliz, ¿por qué no?

—¿Vas a probarte algo? —pregunta.

—Mmm... No sé. Tal vez, si veo algo que realmente me guste —digo,

aunque no tengo ninguna intención de jugar a los disfraces. Sólo quiero

que Corrine tenga algo de diversión.

Deambulo a través de los bastidores de cuentas y de satén, toqueteando

varios vestidos. Por un breve destello me imagino vistiendo uno en un baile

formal con Kieron. Este... el plateado y sedoso de diamantes de imitación.

Sostengo el delicado tejido a mi cuerpo por un momento antes de

regresarlo a la percha. Como si eso llegara a suceder. Jamás. A menos,

Page 193: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

193

claro, que las escuelas empiecen la celebración de bailes al mediodía. ¿Por

qué molestarse siquiera fantasear?

—Entonces, ¿qué te parece? —pregunta Corrine esperanzadoramente

mientras sale en el horrible vestido de color rosa. Este abraza

apretadamente su amplia figura implacablemente, pero ella gira como una

supermodelo.

Le sonrío.

—Totalmente rockeas.

Ella suspira, mirando la etiqueta de precio.

—Quiero decir, sé que nunca puedo comprar algo como esto, ¿y dónde lo

usaría siquiera? No es como si alguna vez vaya a tener una cita para el

baile. Nadie nunca me preguntó para un baile —murmura, las comisuras

de su boca cayendo.

Mi corazón está con ella. Es curioso cómo nunca he pensado en Corrine y

yo estando en el mismo barco antes.

—Los bailes de la escuela son totalmente basura de todos modos —digo,

tratando de levantarle el ánimo—. Nunca voy a uno, tampoco.

Corrine se admira a sí misma en el espejo de tres caras, y atrapo la

dependienta mirándonos desaprobatoriamente.

—Sí, pero esa es tu propia elección. Estoy segura de que los chicos te

preguntarían si nunca hubieras puesto tu guardia. ¿Y qué pasa con

Kieron? He visto cómo te mira. Apuesto a que te preguntará si eres

agradable con él.

Sólo escuchar su nombre hace que mi pecho se sienta más lleno. Corrine

regresa al vestidor para cambiarse y la sigo, apoyándome en la puerta.

—No creo que vaya a preguntarme. Pero incluso si lo hace, no puedo ir.

—¿Por qué no?

—Porque sé que no puedo dejar a mi abuela…

—No, quiero decir ¿por qué no crees que vaya a pedírtelo? En realidad no

lo he notado siquiera hablándole a nadie más que a ti. Cada vez que

ustedes están cerca del otro, sólo se ven tan, no sé... bien juntos. Como si

Page 194: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

194

coincidieran o algo. Parece lógico que te hubiera preguntado. —Ella no

suena en lo más mínimo celosa o molesta por su observación. Teniendo en

cuenta cómo de loca estaba sobre él, esta parece una muy rápida

recuperación.

—Kieron y yo sólo somos amigos —digo.

Ella ríe desde el otro lado de la puerta.

—Por supuesto. ¿Estaba leyéndote poesía y te llevó en un romántico viaje

de pesca? Créeme, él está interesado en ser más que amigos.

Antes, cuando Corrine me había preguntado lo que había hecho con mi

tiempo libre de la escuela, le había dado la versión corta de mi tiempo con

Kieron. Pero no le dije que sólo había fingido necesitar mi ayuda con su

tarea. Todavía quería que ella pensara que es por eso que estábamos

pasando el rato.

—¿No te molesta que yo pueda gustarle?

—No, por supuesto que no. Quiero decir, si tú lo enganchas, por supuesto

estaría totalmente celosa porque él es tan maravilloso y todo. Pero sé que

no estoy en su liga... no es como que haya tenido una posibilidad.

Ella emerge del pequeño vestidor en sus ropas, el vestido en sus brazos. La

vendedora inmediatamente entra en acción y lo toma de ella. Corrine

rueda sus ojos.

—Vamos.

Me doy cuenta del tiempo.

—Lo siento, Corrine, pero tengo que regresar…

Ella asiente con la cabeza.

—Entiendo. Totalmente. Gracias por hoy… —Se detiene y me agarra del

brazo—. Vaya, hablando del diablo.

Miro a su cara de sorpresa y sigo su línea de visión. Mi corazón se hunde

en mi estómago. Sentado junto a los ascensores comiendo helado de

yogurt y riendo está Kieron... y Drusilla.

Mis entrañas se sienten como hielo mientras los veo. Soy tan estúpida.

Tan estúpida. Estúpida, estúpida, estúpida.

Page 195: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

195

—Olvídate de ellos —dice Corrine, tirando de mi brazo—. Vamos, sólo

vayámonos. No quieres llegar tarde.

De pronto, quiero salir de allí tan rápido como me sea posible... antes de

que Kieron o Drusilla pasen a echar un vistazo y me vean. ¿Qué están

haciendo aquí juntos? ¿Está leyéndole algo de poesía, también? ¿Eso es lo

suyo?

Enferma, giro sobre mis talones y me apresuro hacia el otro lado, Corrine

justo a mi lado.

Page 196: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

196

í

Traducido por Vero y Caami Corregido por LizC

uspirando le hago señas a Gyan para que me traiga otro trago.

—Bones, estás siendo ridículo. —Me muevo incómodamente en

mi asiento.

—¿Lo soy? Un Demion aparece y lo siguiente que sé, es que me

estás diciendo que no podemos pasar más el rato juntos porque tus

sentimientos están todos confusos. ¿Por qué no debería matarlo? No es

nadie… un estorbo… y tiene tu cabeza hecha un lío.

Pongo mis ojos en blanco y tomo algunos largos tragos. Por la forma en la

que Bones está actuando, sé que esto va a ser una larga noche. Al menos

está hablándome de nuevo, aunque escucharlo tramar la caída de Kieron

no es un gran avance.

—Confía en mí, no es su culpa, es de ella. Como te dije antes, si quieres

matar a alguien, mata a Liora. Te doy permiso. —Agito mi mano como si

estuviera espantando una mosca, y giro mi silla para comprobar el resto

de la habitación. Igual que siempre. Y sin Kieron a la vista.

¿En dónde está, de todos modos? No lo he visto desde hace varias noches…

—Sabes que no puedo hacer eso —dice Bones y resopla sobre su whisky.

Presiono mis labios juntos y comienzo a golpear mi pie al ritmo de la

música alta. Me alegro de que Bones me detuviera en el Puente está noche

para que así pudiéramos venir al Bar juntos. Pero su actitud está poniendo

a prueba mi paciencia. Ni siquiera sé que estoy sintiendo. ¿Cómo se

supone que se lo explique a él?

—¿Es porque él es mitad humano y yo no… es por eso que te gusta tanto

estar a su alrededor? —pregunta unos minutos más tarde.

Page 197: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

197

Suspiro de nuevo, y tuerzo un largo mechón de cabello alrededor de mi

dedo. Si Bones tan sólo pudiera entender. Pero lo hará eventualmente...

tiene que hacerlo. Estoy segura de que es sólo su precioso ego siendo

lastimado lo que lo está fastidiando. No está acostumbrado a tener

ninguna competencia por mi afecto; está acostumbrado a tener a cualquier

persona que quiere arrojándose a sus pies.

—En parte... creo. Pero eso no cambia el hecho de que todavía te

necesito... no te está reemplazando. Eres mi mejor amigo, y no sé qué

haría si alguna vez eso acaba. Sólo quiero ser amiga de él, también.

Sus ojos se encuentran con los míos. A pesar de mis sentimientos

crecientes por Kieron, Bones todavía puede derretir mi interior cuando

quiere.

—Sí, bueno, sólo recuerda, he estado por más tiempo y no me voy a ir.

Ningún extraño va a cambiar eso. —Baja su copa y envuelve sus fuertes

brazos alrededor de mí.

Tengo los familiares revoloteos que siempre siento cuando Bones me

abraza. Esta vez, sin embargo, es de alivio de que las cosas estén bien

entre nosotros otra vez. Lo abrazo fuerte, dándole un beso en su cálida

mejilla.

—Gracias —le susurro—. No sabes lo mucho que significa para mí oírte

decir eso.

Bones se aparta y me mira de arriba a abajo.

—Pero te lo digo ahora... si se sale de la raya... si hace cualquier cosa,

incluso una mínima cosa que te haga daño —levanta su dedo antes de

deslizarlo sobre su cuello—, entonces todas las apuestas están cerradas.

Voy a dejar caer el paquete entero sobre su trasero de niño bonito punk y

arrojar sus extremidades a los más lejanos rincones del territorio. No me

importa quién se crea que es, nadie se mete con mi chica.

Entorno los ojos de nuevo. Bones puede ser tan dramático algunas veces.

Pero el sentimiento es dulce.

—Todo va a estar bien...

El estado de ánimo magnánimo de Bones termina abruptamente cuando

Kieron entra en el bar. Él se pone rígido y aprieta la mandíbula. Me

concentro en permanecer estoica, fría. Ahora no es el momento para hacer

Page 198: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

198

obvio lo feliz que estoy de ver a Kieron otra vez. Sólo han pasado unas

cuantas noches, pero me ha preocupado cada vez más...

A medida que Kieron casualmente hace su camino hacia nosotros, oigo a

Bones gruñendo suavemente en voz baja.

—Pórtate bien —murmuro. Se gira de nuevo a su bebida.

Había hecho el esfuerzo de lucir especialmente ardiente esta noche para

Kieron, con la esperanza de que lo vería. A pesar de que estoy pensando

que me atormentará más tarde esta noche, no hay vestidos largos aquí. De

corte bajo, color verde azulado el vestido ajustado se adapta a mis curvas

perfectamente, y deja poco a la imaginación. Aunque Liora ciertamente no

tiene la más mínima idea de cómo ser sexy, no quiero que haya ninguna

duda en su mente cuál de nosotras es más deseable. Yo soy la que va a

mecer su mundo y volar su mente. No ella.

—Buenas noches, Lucky, Bones —dice Kieron, tomando el asiento junto al

mío. Bones sólo gruñe, pero Kieron no se inquieta por el saludo grosero—.

Bones, escuché que hubo otro incidente en la frontera occidental... ¿sabes

algo al respecto?

Bones toma varios tragos largos y deliberados de su bebida antes de

reconocer la presencia de Kieron.

—¿Me veo como que estoy en una patrulla en este momento? Por qué no

molestas a alguien que no tenga la noche libre —dice.

—Bones... —Pongo mi mano en su brazo.

—No, está bien, Lucky. Sólo pensé que podría haber oído algo. Si no sabe

nada...

Bones salta de su asiento tan rápido que casi me hace derramar mi

bebida.

—¿Por qué no salimos a la calle y puedo explicarte exactamente lo que sé y

lo que no sé —gruñe, los ojos llameantes.

El rostro de Kieron no reacciona mientras sus ojos se traban con los de

Bones. Lentamente se pone en pie, pero yo lo empujo hacia abajo.

—No. Basta ya. Tú, siéntate —le digo a Kieron. Luego agarro el suéter de

Bones y tiro de él a la esquina de atrás.

Page 199: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

199

—¿Qué diablos, Bones? No hace dos segundos dijiste que ibas a estar bien

con esto.

—Simplemente no me gusta ese tipo, Luck. ¿Qué puedo decir...? Me saca

de las casillas. Quiero decir, lo escuchaste... prácticamente me llamó un

idiota despistado allí sólo porque no quería decirle lo que pasó anoche. —

Bones frunce el ceño, sus ojos todavía brillando con ira.

Suspiro.

—Estás siendo demasiado sensible. Simplemente empezó una pequeña

charla. Cálmate.

Él entorna sus ojos y deja escapar un exasperado gemido.

—Sólo te prometí que no mataría al tipo... por ahora. Nunca dije que

quería ser un amigo suyo.

—No tienes que ser su amigo del alma... simplemente no seas un completo

imbécil.

Él sonríe.

—No te lo puedo prometer, amor. Hay algunas cosas en este mundo que

están sólo fuera de mi control. Tú disfruta la noche. Te veo luego.

—Bones...

Se da vuelta para irse, pero se detiene cuando ve la impresionante pelirroja

corriendo hacia nosotros.

—Lucky, Bones, que bueno que están aquí. —Su rostro normalmente

alegre, se ve ensombrecido por la preocupación.

—Hola, Catalina. ¿Qué pasa? Pareces perturbada —le digo.

—Tengo que hablar con ustedes... es importante. ¿Tienen un minuto?

—Por supuesto —dice Bones, envolviendo un brazo sobre sus hombros—.

Aquí, vamos a conseguirte una copa, y nos puedes decir lo que te tiene tan

alterada. Vamos. —Él la dirige a la barra, varios asientos lejos de donde

Kieron está sentado solo. Le hago señas a Gyan para que le traiga a

Catalina su bebida.

Alcanza un taburete, dándonos una mirada pensativa.

Page 200: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

200

—Siento molestarlos, y estoy segura de que estoy haciendo un gran

escándalo de nada...

—¿Qué es?

Hace una pausa para tomar varios tragos largos de la copa que Gyan dejó.

Bones y yo intercambiamos miradas silenciosas, los dos notando la

preocupación en sus ojos.

—Sólo me preguntaba... ¿han visto o escuchado de Ivy o Cody

recientemente? —pregunta finalmente.

—No, no, por varias noches. —He estado tan envuelta en mi propio drama,

que no estoy segura de cuándo vi por última vez a alguno de ellos—. Me

imaginé que se estaban tomando algo de tiempo libre o algo... —Miro a

Bones y él niega con la cabeza.

—Esa es la cosa... todo el mundo sólo asumió que estaban fuera haciendo

lo suyo. Pero me detuve en su casa hoy para buscar unos zapatos que Ivy

tomó prestados... —Catalina vacila, luego traga el resto de su bebida.

—¿Y qué? —Bones y yo preguntamos al unísono.

—Y, bueno, su casa se veía... rara... la forma en que se fueron. Todo

estaba armado, como si fueran a tener un momento romántico... la cama

deshecha, flores por todas partes, botellas de champán en cubos de agua,

el equipo de música, incluso estaba reproduciendo música suave. Pero era

obvio que nadie había estado allí por un tiempo. Parece realmente extraño

que lo hubieran dejado así...

—¿Qué estás diciendo? ¿Crees que algo pasó con ellos? —pregunto, mi

corazón comenzando a latir con fuerza.

Ella asiente, el miedo en sus ojos.

—Sí, pero a nadie parece importarle. Todo el mundo piensa que están bien,

y, ¿por qué no habrían de estarlo? Ivy es más que suficientemente fuerte

como para hacerse cargo de los dos. Pero algo no anda bien aquí. No es

propio de ella sólo irse por tanto tiempo y no decirme nada. Sin siquiera

conseguir un reemplazo para su puesto de trabajo aquí en el Bar. Ella

simplemente no se presentó... lo mismo con Cody.

—Eso es raro —reconozco.

Page 201: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

201

Bones asiente, el ceño fruncido.

—¿Qué deberíamos hacer?

—De eso se trata, no sé qué hacer. A los pocos demonios que les he

mencionado esto dicen que estoy exagerando y que no empiece problemas

donde no hay ninguno. Pero no lo hago... me preocupa, y esperaba que tal

vez ustedes pudieran ayudar...

—Han habido algunos enfrentamientos a lo largo de dos de las fronteras

en el último tiempo, y sé que han habido varios incidentes de seres

humanos siendo asesinados en los pueblos de la zona. Pero no veo cómo

algo de eso implicaría a Ivy o Cody —dice Bones.

Catalina suspira, y nerviosamente tira de sus rizos de color rojo oscuro.

—Así que ¿creen que estoy exagerando, también? No sé si eso me hace

sentir mejor o peor. —Sus labios carnosos bajaron en un puchero.

—No creo que estés equivocada en estar preocupada —le digo—, pero,

¿qué se supone que hagamos? Si están en el territorio y tuvieran

problemas o algo así, Bones y los otros chicos lo sabrían. Y si estuvieran

fuera de la zona, bueno, ¿cómo los encontraríamos? Podrían estar en

cualquier lugar... —Me detengo a media frase, mientras me doy cuenta que

la respuesta a mi pregunta está sentado en el bar.

Kieron.

Él me ve mirándolo, y lo saludo otra vez. Bones gruñe suavemente detrás

de mí.

—Detente. Él nos puede ayudar —murmuro.

Kieron viene a pararse detrás de mí, y le informo sobre lo que Catalina

había dicho. Inmediatamente se ve preocupado.

—¿Alguna idea de por qué podrían estar en algún tipo de problema?

¿Tuvieron algún problema con otros demonios que ustedes sepan?

Catalina y yo negamos con la cabeza, y Bones se queda mirándolo en

silencio.

—No... Ninguno que yo sepa. A todo el mundo le gusta Ivy, y Cody es tan

agradable como...

Page 202: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

202

—Hmm. ¿Ningún buscador principal ha sido enviado?

Catalina niega con la cabeza otra vez.

—No, como les dije —dice señalando a Bones y a mí—, nadie está

preocupado por ellos en absoluto.

La mirada de Kieron cae por completo sobre mí.

—Pero, ¿estás preocupada? —pregunta.

Me reclino contra la barra y asiento.

—Si Catalina siente que algo va mal, yo le creo.

Kieron presiona sus labios juntos por un momento.

—Está bien. Voy a ver qué puedo encontrar. Si puedo pasar por su casa

primero para recoger el rastro, esto va a ir mucho más rápido. —

Distraídamente pasa las manos por su cabello. Bones luce como si

quisiera arrancar fuera su rostro.

El rostro de Catalina se ilumina.

—¿En serio? ¿Crees que puedes ayudarme?

—Es un Latros —le digo con orgullo. Bones entorna los ojos y gruñe de

nuevo.

—Oh, gracias, gracias —desborda Catalina sin cesar—. Me sentiré mucho

mejor una vez que sepa que todo está bien y sólo estoy siendo una reina

histérica del drama. —Ella salta y le da a Kieron un gran abrazo. Sé que

está simplemente muy agradecida por su ayuda, pero ver su ágil cuerpo

presionado contra él altera mis nervios.

—Voy también —digo inclinándome más cerca de él.

—Lo mismo que yo —dice Bones.

Bien, esto debería ser interesante.

Page 203: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

203

Los tres corremos a través de la noche; yo sobre Diablo, Kieron en su

Ducati y Bones como un Hellhound. Siguiendo sus instintos, Kieron y

Bones nos lideraban juntos en la misma dirección, por ahora. Pero me

temo que su deseo machista de superarse uno al otro significará

problemas para nuestro pequeño grupo de rastreo, si cualquiera de ellos

cruza la línea.

—¡Bones, ya basta! —grito mientras se distancia de Kieron por tercera vez,

Kieron rápidamente esquiva los golpes de refilón de Bones, y pronto toma

represalias cerca de perder la suya propia. Gruño internamente, y pongo

mis ojos en blanco. Chicos…

Sin advertencia, Bones grita un alto. Kieron patina su motocicleta una vez

que se da cuenta que su compañero de carreras ya no está a su lado.

Suelto a Diablo para un trote saltarín.

—¿Qué es? —pregunto. Kieron se detiene a mi lado y mira a su alrededor

con desconfianza.

Bones apunta su nariz en el aire y se mueve en varios círculos pequeños.

A continuación, su cuerpo se estremece y tiembla. Kieron aparta los ojos

del cuerpo desnudo de Bones.

—Se detiene aquí —dice. Luego mira a Kieron—. ¿Por qué seguiste?

¿Sentiste algo que yo no?

Kieron asiente, todavía mirando hacia otro lado.

—He estado siguiendo algo más desde hace varios kilómetros. Una mezcla

de energía casi indistinguible con la de Ivy y Cody.

—Espera, alguien tendría la gentileza de ponerme al corriente… ¿dónde

están Cody e Ivy? ¿Qué otra energía? —pregunto, inspeccionando los

alrededores. Está oscuro, pero las lunas de Illyria ofrecen luz suficiente, y

mis pupilas se encuentran en máxima dilatación. Puedo ver

perfectamente. El problema es, que no hay nada para ver.

—Su olor era sólido hasta el prado. Era especialmente fuerte en el río. Sin

embargo, se calmó a partir de ahí y se desvaneció poco a poco… —dice

Bones.

—Algo más estaba con ellos —añade Kieron—. Una energía que comenzó

en el río. Creo que tenemos que seguirla y ver hacia dónde nos lleva…

Page 204: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

204

—¿Qué tipo de energía? —Lo interrumpo—. Estamos buscando a Ivy y

Cody, no un chispero místico.

Kieron tiene una extraña expresión en su rostro.

—Creo que están conectados. Sígueme —dice, y enciende el motor. Se aleja

apresuradamente, Bones se trasforma rápidamente y después lo persigue,

y yo asumo la parte trasera. Los tres sobrevolamos los kilómetros de

campo abierto.

Cuando llegamos a la frontera de Dryndara, nos detenemos. Más lejos y

traspasaríamos en propiedad privada. A pesar de que estos vecinos, los

HIbafa, no son tan hostiles como algunos de los otros, tenemos prohibidos

cruzar sin permiso. De lo contrario, somos un blanco legítimo de ataque.

—¿Y ahora qué? —pregunto.

Kieron sacude la cabeza y apaga el motor. Mientras apoya la motocicleta

sobre el caballete, desmonto y camino hacia él.

Bones olfatea otra vez el aire, y luego vuelve a su forma humana.

—No huelo nada. ¿Estás seguro…?

—No creo que vinieran aquí por voluntad propia —dice Kieron en voz baja.

Mi corazón empieza a correr. Con Bones y Kieron a mi lado, sé que somos

una fuerza a tener en cuenta. Sin embargo, no saber lo que nos hace

frente me inquieta.

Kieron cierra los ojos, inclina su cabeza hacia el cielo, y poco a poco se gira

en un círculo. Bones y yo intercambiamos miradas confusas. Me encojo de

hombros.

Un momento después, Kieron abre los ojos.

—Ahí —dice, señalando un parche de árboles en la distancia.

—¿Qué hay allí? —preguntamos Bones y yo al unísono.

Page 205: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

205

Kieron parece estar en trance. Agarra mi mano, y la mirada vacía en sus

ojos me pone nerviosa; es como si él estuviera a un millón de kilómetros de

distancia. Siento la irritación de Bones cuando se mueve a mi lado. Sin

embargo, Kieron no le hace caso, hablándome en voz baja.

—Cody e Ivy están en problemas, y no estoy seguro de que el peligro haya

pasado totalmente. He localizado sus posiciones e iré a chequearlos. Por

ahora, creo que será mejor si te quedas aquí. Por favor espera mi señal de

que todo está despejado.

A pesar de mi creciente temor doy una risa ahogada.

—Piensa de nuevo. Son mis amigos los que están allí. Si crees que me

quedaré aquí como una especie de…

—Todos vamos —dice Bones, y envuelve su mano posesivamente alrededor

de mi brazo—. Lucky es una de los mejores luchadores. No necesita que la

trates como a una chica Sapie.

—Está en el otro lado de la frontera, detrás de la arboleda. Cruzarlo tiene

sus propios riesgos, pero eso no es lo que me preocupa. Lo que es… lo que

creo que ha sucedido… Esto es diferente a cualquier cosa que hayan

estado dispuestos a enfrentar.

El rostro de Kieron tiene una mirada misteriosa y aterroriza en él.

Jaló mi brazo fuera del agarre de Bones, y mi mano de Kieron.

—Ustedes dos no sirven. Voy a ir. —Corro a través de la frontera antes de

que cualquiera de ellos pueda detenerme.

Se lanzan después de mí mientras salto encima del árbol caído y hago mi

camino a un pequeño claro escondido. El hedor es abrumador, y estrujo

mi nariz con disgusto. Me detengo y echo un vistazo alrededor, mis ojos

congelándose de repente en un espectáculo macabro. Salto hacia atrás con

horror, dejo salir un grito que hiela la sangre.

Al instante, la mano de Kieron está encima de mi boca, ahogando el grito.

Bones hace un sonido de dolor y gime, y me siento como si hubiera sido

golpeada en el estómago con un hacha. Aprieto los ojos cerrados, incapaz

de soportar la visión de lo que queda del ensangrentado cuerpo de Cody,

un cadáver mutilado.

Page 206: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

206

—No, no —gimo, presionando mi rostro en el pecho de Kieron—. ¿Quién

haría esto? ¿Por qué?

—Shhhhh… —susurra en mi oído—. Todavía pueden estar aquí. —

Envuelve sus brazos a mí alrededor. Al instante, la rabia me domina, y lo

empujo lejos, enviándolo tambaleándose hacia atrás, contra un árbol.

—¡Dime dónde, así puedo rasgar sus cabezas! —grito, mis ojos llameantes

de furia.

Kieron se precipita hacia mí y palmea su mano sobre mi boca otra vez,

señalándome urgentemente que esté tranquila. Sólo la intensidad

aterradora de sus ojos me obliga a permanecer inmóvil.

Bones poco a poco camina con paso lento al cuerpo sin vida y lo acaricia

con su hocico. Sus ojos caídos muestran una pena que los demonios

innombrables rara vez muestran. Bones y Cody había sido buenos amigos

durante más de veinte años, y sé que Bones se permite sentir dolor por

respeto a su compañero perdido. Pero pronto calla los sentimientos que le

causan un sufrimiento insoportable.

Bastardo con suerte.

Fluctúo entre sollozos ahogados y grito en la parte superior de mis

pulmones. Quiero pegarle a algo. Quiero destruir todo a mi vista. Quiero

encontrar a quién hizo esto y rasgarlo en pedazos. Pero algo en mi interior

dice que obedezca las precauciones de Kieron. Aprieto los dientes y lo

miro, pero su atención está en otra parte.

Los pelos de mis brazos se levantan con el sonido.

—¿Has oído eso? —jadeo, y rápidamente me deshago de su abrazo.

—No, Lucky… espera.

No tengo que ir muy lejos; ella está a sólo un par de cientos de metros de

distancia. Casi no la veo, ya que su cuerpo está cubierto por un árbol

caído.

Desesperadamente, tiro las ramas de madera. Pero descubrir el cuerpo de

Ivy revela una visión aún peor que la muerte. Había pensado que Cody se

veía horrible…

Page 207: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

207

Estoy momentáneamente congelada… aturdida por lo que veo. Su cabello

rubio se tiñe del rojo brillante de las heridas. Su rostro, tan hinchado que

es irreconocible, es varios tonos de verde y amarillo. Pero eso no es lo peor

de todo. Sus ojos han sido tallados fuera de sus orbitas, y lágrimas de

sangre corren por sus mejillas.

Pero sigue viva… a duras penas.

Deja escapar un gemido tan suave que apenas se puede oír, pero es

suficiente para ponerme en acción otra vez.

—Shhhhh —le susurro, sosteniendo su cabeza en mí regazo—. Te tengo,

cariño. Todo estará bien. Estás bien… —Miro a Kieron, quien está

escaneando la zona ante peligros ocultos.

—Hay alguien afuera —susurro. Mi respiración se detiene hasta que

finalmente sacude la cabeza.

—No, se han ido… por ahora —dice, viniendo a arrodillarse a nuestro lado.

Cuando ve la extensión de las lesiones de Ivy, su rostro se retuerce en

incredulidad.

—Tenemos que ayudarla. —Hablo en voz baja, bajo mi aliento.

—No. Tenemos que salir de aquí, ahora. —Su orden es tan urgente que soy

presa del pánico.

—La cargaré. —Levanto su cuerpo roto.

—No, no puedes. Te seguirán. Ponla en el suelo —comanda.

—No la dejaré morir aquí —siseo.

—Fue marcada por ellos. Ya está muerta. —Sus ojos son tan duros como

el acero.

—¿Por quién? ¡Kieron, tenemos que sacarla de aquí!

—Si haces eso, pronto estarás muerta también. Y así todas las personas

por las que te preocupas si la llevas de vuelta a Dryndara. —Su rostro está

marcado con la ira y el miedo.

No puedo creer lo que está sugiriendo. Es como si no le importara que mi

amiga esté gravemente herida y yo tengo que salvarla.

Page 208: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

208

Cuando no me muevo, Kieron separa mis manos del cuerpo de Ivy,

obligándome a dejarla de nuevo abajo.

—No la toques más. Su energía está todavía sobre ella. Su toxina está

envenenándola, y ella estará muerta dentro de poco. Es increíble que haya

durado tanto tiempo. —Me mira fijamente a los ojos—. No puedes salvarla.

—Kieron, tengo que hacerlo. Es mi amiga… —Lo alejo, y trato de recuperar

mi control sobre ella. Pero engancha sus manos como abrazaderas sobre

mis muñecas y las sacude soltándolas.

—La llevas a dónde sea, viva o muerta, y la encontraran. Y a ti. A todos

nosotros. Y será malo. Muy malo. Peor que la peor cosa que puedas

imaginar. No estamos seguros, ¡y tenemos que salir de aquí ahora mismo!

—¡No! ¡Puedes tener miedo de ellos, pero yo no! ¿Qué demonio hizo esto?

Voy a encontrarlos y a matarlos. Tú puedes huir…

—Un demonio no lo hizo, Lucky —dice Kieron en voz baja y pesada. Mira

nerviosamente a su alrededor y se inclina más cerca.

—Por supuesto que un demonio lo hizo… mírala. ¡Mira a Cody! Ningún ser

humano tiene la posibilidad remota incluso…

—No era un ser humano. No era un demonio.

—Entonces, ¿qué era? Dime, o me la llevo de aquí ahora mismo…

Aprieta su agarre alrededor de mis muñecas para que no me pueda mover.

No tenía idea de que fuera tan fuerte. Pero es el terror en sus ojos lo que

llama mi atención.

—Lucky, no fueron demonios los que hicieron esto… fueron Ángeles de

Luz.

Sin decir palabra, miro a sus ojos azules, mi boca no es capaz de

funcionar correctamente. El crujido de las ramas detrás de nosotros me

hace saltar, y Kieron mira sobre mi hombro.

Page 209: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

209

—¿Está viva? —pregunta Bones con voz apagada, el dolor nubla sus

rasgos masculinos.

Me desplomo, mi mirada se mueve lentamente de Bones a Kieron, hasta el

cuerpo inmóvil de Ivy, y de nuevo a Kieron: con una súplica silenciosa y

desesperada en sus ojos.

Casi imperceptiblemente, sacudo la cabeza negativamente.

—Probablemente sea lo mejor. No imagino que uno quiera vivir sin el otro

—dice Bones. Ahora suena frío y distante. Sostiene una pequeña banda

negra—. Encontré esto en lo que quedaba de la mano de Cody. Supongo

que acababan de tener una ceremonia de sangre vinculante o estaban a

punto de hacerla antes de ser… atacados.

Miro hacia Ivy y jadeo. No me había dado cuenta de que llevaba el vestido

sagrado del ritual de la vinculación de sangre. Ella y Cody finalmente lo

hicieron oficial, o estuvieron a punto.

Cierro mis ojos, mis entrañas están completamente destrozadas, libero mi

dominio sobre ella y me pongo de pie.

—Cualesquier demonios que hayan hecho esto están en un mundo de

dolor. Vamos —dice Bones, antes de caer en cuatro patas y correr hacia

Dryndara.

No puedo creer que esté dejando a Ivy aquí para morir sola. Pero sé que

Kieron tiene razón. Sé que no tenemos otra opción. Mis piernas se

tambalean al mirar su cuerpo maltrecho por última vez. Kieron envuelve

sus brazos alrededor de mí y me sostiene estable.

—No podemos dejarla aquí para que sufra de esa manera —susurro—.

Sólo no puedo…

Asiente con gravedad.

—Debemos ser rápidos.

Siento que estoy muriendo un millón de muertes mientras libero una

explosión de fuego eléctrico desde mis manos, y al instante el cuerpo de

Ivy se reduce a cenizas.

—¡Te mataré por esto! ¿Me oyes? ¡Te encontraré y te mataré! —grito a todo

pulmón, sin importarme qué o quién me escuche.

Page 210: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

210

Kieron me lanza una mirada atormentada, y me toma de la mano.

Comenzamos a correr.

Page 211: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

211

í

Traducido por Lalaemk Corregido por Angeles Rangel

é que algo está mal desde el momento en que abro los ojos; hay una

perturbación profunda en mi alma. Algo le ha pasado a Lucky. Pero

no quiero saber qué es. No quiero pensar acerca de algo en este

momento. Sólo quiero recostarme en mi cama y disfrutar de la suave luz

del sol que entra a raudales por la ventana de mi dormitorio.

La escuela será hasta mañana, así que voy a saborear este último día de

paz y tranquilidad antes de tener que enfrentarme a Kieron y mi

humillación.

Para los demás, estoy segura que parece que estoy exagerando. ¿Y qué si

Kieron estaba en el centro comercial con Drusilla? ¿Qué si estaban

sentados juntos, riendo, obviamente disfrutando la compañía del otro? ¿Y

qué? No es como si él yo fuéramos algo especial, o algunas veces pudiera

haber sido. Y sólo lo había conocido por, ¿una semana?

De alguna manera, se sentía que había sido más. Mucho más. Aunque era

obvio que todo estaba en mi cabeza, se sentía como si nuestra conexión

fuera más profunda que sólo amigos. Por primera vez en años, realmente

quería derrumbar algunas de las paredes que había construido para

proteger mi secreto. Quería que él me viera. Más que nada, yo quería verlo.

Realmente conocerlo.

Pero definitivamente era mejor así. Él necesitaba estar con una chica como

Drusilla, y yo necesitaba estar sola. Era la única forma. Era muy peligroso

que yo cayera por alguien, cuando, inevitablemente, ambos seriamos

lastimados, y en su caso, destruido.

Qué tan egoísta de mi parte para pretender incluso la noción de tener una

relación… qué cruel… cuán patético.

Page 212: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

212

Hay un ligero golpeteo en la puerta. —No hay clases hoy, ¿recuerdas?

Puedo ser perezosa toda la mañana —digo en voz alta. Tatiana ignora mis

palabras y entra.

—Levántate y brilla. Hay un glorioso día afuera —canta, llevando un vaso

grande de jugo de naranja recién exprimido.

Me incorporo, sonriendo a mi tutora. Oh, cómo amo a Tatiana. Siempre ha

estado aquí para mí, en las buenas y en las malas. Ella es quien siempre

me da su hombro cada vez que lloro. Quien siempre tiene su oído

disponible para escuchar mis problemas. Quien siempre me recuerda

quién soy, incluso cuando me siento peor. Nadie más podría haber

manejado a mí a Lucky de la manera en que ella hacía, con una gracia sin

esfuerzo, paciencia eterna, e ilimitado entendimiento.

Impulsivamente, la abrazo y le planto un beso en su mejilla. Ella me

responde con una sonrisa crepitante. —¿Qué es todo esto?

—Sólo me sentí con ganas de darte un abrazo, eso es todo. No te doy

suficientes y eso va a cambiar.

—Bueno, no me vas a escuchar quejándome acerca de ello —dice, con los

ojos blancos brillando con asombro—. ¿A qué se debe eso? No es que me

importe, por supuesto.

Me recuesto otra vez, apoyándome en las almohadas y bebiendo un poco

del jugo. —No sé. Sólo sentí como, que la vida es muy corta. Tienes que

decirle a quienes amas cómo te sientes antes de que sea demasiado tarde.

Las palabras salen de mi boca sin ni siquiera pensarlas. Junto mis cejas,

tratando de pensar qué es lo me está haciendo sentir de esta manera.

¿Quizá todavía estoy afectada por lo que pasó en la escuela? Sí, eso debe

ser. Normalmente no soy del tipo sentimental.

—Bueno, pareció el gesto. Ahora apúrate y termina tu jugo. No quieres

tener a tu visitante esperando.

—¡Ack! ¿Qué? ¿Qué visitante?

Se lleva su mano a su boca. —Lo siento querida, me distraje por tu

cariñoso abrazo. Sí, hay un caballero esperando afuera. Le dije que te

levantarías pronto, y él dijo que esperaría. Pero no debes dejarlo esperando

mucho.

Page 213: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

213

Ya estoy medio camino hacia el baño. Rápidamente, salpico un poco de

agua en mi cara y cepillo mis dientes. Mis ojos están inyectados de sangre

e hinchados. ¿Lucky estaba llorando anoche?

Paso un cepillo por mi cabello, tocando brevemente ese lugar en mi cuello

donde quema unos buenos 20 grados más caliente que el resto de mi

cuerpo. La Estrella Crimson, caliente, marcada de forma

permanentemente al nacer, es un recordatorio constante de un mundo que

me gustaría olvidar. Siempre estaba ahí, persiguiéndome.

Me pongo unos pantalones de mezclilla y un suéter. A pesar de que el sol

está haciendo una rara aparición hoy, hace frío afuera. Mis manos

tiemblan mientras hurgo en los codones de mis botas.

¿Por qué Kieron está aquí?

Tenía que ser él; ningún otro chico había venido a mi casa anteriormente.

Ni siquiera creo que alguien sepa exactamente dónde vivo.

Corro hacia la puerta principal, sólo desacelerando en el último momento

para no parecer demasiado ansiosa. Tomo una respiración profunda. Él

está ahí, apoyado sobre la camioneta, su hermoso rostro bañado por el

resplandor de la luz suave de la mañana.

—Liora, hola. Espero que no te moleste que haya pasado —dice,

deambulando hacia mí.

—Por supuesto que no, está bien. ¿Cómo estás? —Mi corazón se acelera de

la forma en que siempre lo hace cuando él se acerca… en realidad, cuando

está en cualquier lugar a los alrededores.

—Estoy bien. Hubiera llamado, pero no tengo tú número de celular. Y tu

teléfono de casa no está en el directorio.

¿Él había revisado? —Um, sí, no tenemos uno.

Inclina su rostro hacia el cielo. Su piel luce tan suave, es como uno de

esos modelos con aire sobre su cabello en las revistas. —Me estaba

preguntando qué estarías haciendo hoy… si es que tienes algo planeado.

Sacudo mi cabeza. —No, nada especial planeado. Sólo voy a pasar el rato,

tal vez hacer algo de tarea más tarde…

Page 214: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

214

—¿Quieres ir a pescar otra vez? —sus ojos se iluminan—. En realidad no

tienes que pescar si no quieres… sólo hacerme compañía. Esta vez

prometo que hay suficiente gasolina en el tanque, y nos iremos antes que

oscurezca.

Arrugo mi nariz, recordando. —Seguro. Suena genial… sólo déjame decirle

a Tatiana…

Un poco más de una hora más tarde, desenvolvemos el equipo de la

camioneta de Kieron y nos dirigimos al río. Las aves llenas de fuerza,

cantando y disfrutando el día soleado. El pasto brilla por el rocío, luciendo

como un manto de esmeraldas trituradas. Montamos el campamento junto

al agua, justo como la última vez.

Muy cerca se encuentran grandes extensiones de musgo aterciopelado, y

conforme Kieron pone el cebo, yo tengo tentación de quitarme mis botas.

La frescura suave bajo mis pies me trae un recuerdo, uno de cuando era

una niña, jugando afuera en un verano cálido con Kayla y Michael. El

pensamiento de ellos trae una pequeña sonrisa a mi rostro. Mientras me

paseo cerca al pico del acantilado, echo un vistazo encima de mi hombro

para ver a Kieron observarme. Él también tiene una sonrisa de satisfacción

en su rostro.

Aspiro profundamente y dejo que corra el aire fresco de la montaña a

través de mí. Inhalo lo bueno, exhalo lo malo… Me digo a mí misma en

silencio mientras tomo varios, largos y profundos respiros. Por varios

minutos miro fijamente el valle, satisfecha conmigo misma y el mundo

debajo. Lo gracioso de estar aquí arriba es que hace que mis problemas

parezcan muy pequeños y muy lejanos.

Me volteo y veo que Kieron aún está observándome. Tiene su caña de

pescar en una mano, pero su enfoque se centra de lleno en mí. No está

sonriendo ahora; sólo está mirando. Los varios metros entre nosotros

pudieron haber sido meros centímetros. Veo fuerza en sus ojos… y

seguridad. Como si perteneciera ahí. Lentamente, su suave boca se curva

en una media sonrisa. Extiende una mano y me invita a él.

No hay nada que me retenga. Nada diciéndome que me detenga. Cada fibra

de mi ser, cada parte de mi alma, me está diciendo que vaya hacia él.

Mientras me siento, él se desplaza un poco para que nuestros cuerpos se

toquen. Mi corazón se acelera, sin embargo, estoy extrañamente tranquila.

Page 215: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

215

Con las yemas de sus dedos, él gentilmente guía mi barbilla hacia la suya

conforme lleva lentamente su cara hacia abajo, más cerca. Sus pestañas

hacen cosquillas en mi mejilla mientras presiona sus suaves labios hacia

los míos.

Unos minutos después, renuentemente ambos nos separamos. Él sonríe, y

se ríe de sí mismo. Mareada por la felicidad, me pongo de pie con las

piernas temblorosas y doy unos pasos hacia la orilla del agua. Necesito un

momento para procesar esta nueva versión de mí misma. Yo soy la chica

que acaba de ser besada y sostenida por el más sorprendentemente sexy,

hermoso, y cariñoso hombre en la faz de la tierra. Soy esa chica. Eso acaba

de sucederme a mí,Liora Greyson.

Me encuentro con la mirada de Kieron, y en esa fracción de segundo,

nuestra conexión está sellada. Todo ha cambiado. No somos más las

mismas dos perdonas que se sentaron lado a lado en la camioneta

dirigiéndose aquí. Ahora somos algo completamente distinto… algo nuevo,

hermoso, y milagroso.

Él vuelve a sentarse cobre la manta y juega con su caña de pescar antes

de lanzar su línea en el agua. —¿Cómo te estás sintiendo? —pregunta.

Amo la forma en que su boca se mueve cuando habla… la forma en que

sus labios toman su forma alrededor de las diferentes palabras. Y

especialmente, la forma en que se sientes cuando están en los míos…

—Me siento bien. Un poco acalorada tal vez. No me di cuenta de que el sol

iba a trabajar hoy —digo riendo—. Pero me siento bien. Muy bien. ¿Qué

hay de ti?

Su mirada se detiene en mí. —Me siento bien, también. Me siento

demasiado bien. —Su voz es tensa, sus ojos lucen casi… tristes.

Me vuelvo a sentar a su lado. Sus manos buscan las mías, pero sus

palabras me han hecho desconfiar. Y la expresión de su rostro

atormentado. Algo lo está molestando.

—¿Qué está mal? —pregunto suavemente.

Sus ojos buscan los míos por el tiempo más largo antes de contestar. —

Nada. Todo estará bien… está bien —sonríe otra vez, y cualquier rastro de

su preocupación anterior desaparece.

Page 216: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

216

No lo presiono. Incluso aunque estoy muriendo por saber lo que está

pensando, no quiero arruinar nuestro momento. Tal vez es por lo que vi en

el centro comercial… tal vez también tiene algo ver con Drusilla.

No quiero saber… pero tengo que saber.

Me armo de valor para averiguarlo. —Kieron, ¿puedo preguntarte algo?

—Seguro. ¿Dime? —Me da una sonrisa rápida, descuelga una trucha que

se retuerce y la coloca a su lado.

—Creo que tal vez te vi en el centro comercial. Pero no estoy segura…

Él deja escapar una risita. —Me viste hablando con Dru, ¿eh?

Oírlo llamarla por su sobrenombre es como uñas arañando una pizarra. —

Sí, bueno, no es gran cosa… puedes hablar con quién quieras —murmuro,

llevando mis ojos lejos de él.

—Sí, pero no quiero hablar con ella. Quiero hablar contigo.

Mis ojos se arrastran por sus mejillas para encontrarme con su mirada

una vez más. —Oh. Bien, ¿entonces por qué estabas ahí? No parecía como

si tuvieras una pistola en tu cabeza.

Él ríe. —Bueno, eso es verdad. No es como si estuviera corriendo hacia

una montaña en la propiedad como algún hombre loco con ella —dice y me

guiña un ojo.

—Touché.

—En realidad, estaba tratando de hacerte un favor —lanza su línea y me

mira desde el rabillo de su ojo—. Te vi en la tienda de vestidos con Corrine.

Drusilla estaba en camino hacia ahí con su amiga y no quería que

arruinara tu diversión, así que la distraje por un rato.

Incluso los dedos de mis pies estaban sonriendo ahora mismo.

Encontrando su mirada, me inclino hacia él otra vez. Deja su caña y me

envuelve con sus dos brazos.

Estar aquí, besar a Kieron y tenerlo besándome de nuevo es puro éxtasis.

No es como nada que haya experimentado. En este momento, estar

sostenida en forma segura en sus brazos, siento una conexión más

profunda con él de la que alguna vez haya sentido con alguien más…

nunca. Olvido que soy mitad monstruo, y que él y yo estamos condenados.

Page 217: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

217

No importa. Lo único que importa es estar en este momento en sus brazos,

este chico besándome tan dulcemente y con tanta ternura.

Justo ahora, todo está bien en mi loco, mezclado mundo.

Todo tiene sentido.

Todo es realmente perfecto.

Finalmente.

Page 218: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

218

í

Traducido por lalaemk Corregido por Akanet

o le puedes decir a Bones… o a cualquier persona. Nunca

pueden saber la verdad. Los resultados serían más que

catastróficos —dice Kieron.

Antes esta tarde, Kieron me había detenido justo cuando llegué al Puente

de los Reyes. Me había dicho que necesitábamos hablar… en privado. Así

que en lugar de ir directamente al bar, nos habíamos desviado de regreso a

mi lugar especial en lo alto de la montaña donde podíamos estar solos.

Me paseé en círculos, con las manos en mi cabeza, todavía incapaz de

procesar todo lo que había pasado. Cody… Ivy… Ángeles de luz… es

demasiado. Imposible de creer.

—¿Ángeles de luz? ¿Realmente crees que ellos son los responsables de

esto? —Mi voz es frenética, casi llegando a la histeria. Pero tengo una

buena razón para estar molesta. Si él tiene la razón, y temo que así es,

nuestro mundo está a punto de cambiar.

Asiente solemnemente. —Los patrones de quemaduras son inconfundibles.

Su energía es única de ellos.

—Pero, ¿cómo siquiera sabes esto? —pregunto, tocando con mis dedos mi

Boumeaux nerviosamente—. Si los Ángeles de la luz realmente son

responsables por esto, ¿cómo entraron en Thiberoux? ¿Cómo es eso

siquiera posible?

—No lo sé… no lo sé —murmura, sacudiendo su cabeza con

incredulidad—. Nunca he escuchado que esto pasara antes… sólo he

tenido experiencia con ellos en el Mundo Mortal. Pensar que de alguna

manera han logrado entrar a Thiberoux… eso debe significar que son más

poderosos de lo que hemos imaginado. Eso es por lo que tenemos que salir

de ahí…

Page 219: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

219

Estoy mareada por sus palabras y mi propio ritmo incesante, así que me

siento en una roca. Las sirenas están cantando, pero incluso sus melodías

calmantes no me pueden calmar ahora.

—Bien. Necesitas comenzar por el principio, porque nada de esto tiene

sentido. ¿Por qué Bones no lo puede saber? ¿Debemos alertar a los otros?

Kieron viene y se sienta a mi lado, su rostro serio. —Hay demasiado que

no sé… pero hay algunas cosas que sí sé.

—Empieza con lo que sabes —pongo mis rodillas en mi pecho y las abrazo

con fuerza.

Él toma una respiración profunda. —Bien. Sé que algunas veces tenemos

conflictos con los Ángeles de la luz en el Mundo Mortal…

—Duh, incluso yo sé eso… ¡pero no aquí!

Kieron sacude la cabeza con asombro. —Tal vez encontraron una manera

de entrar por medio de un portal. Sé que hay un poco de lucha de poder

sucediendo en su lado, y siempre ha sido una posibilidad que nuestro lado

pueda ser arrastrado a ello. También sé que si vamos a la guerra con

ellos… otra vez… el mundo girará en caos. Millones de vidas, humanas y

angelicales, se perderán en el fuego cruzado…

Vuelvo mi cara hacia él, mis ojos duros. —Pero debemos alertar a los

otros… no podemos dejar que simplemente se salgan con la suya...

Él coloca gentilmente la mano en mi rodilla. —Una respuesta es justo lo

que buscan. Dejaron esos cuerpos para que fueran encontrados por

alguna razón. Decirles a los otros, especialmente antes de tener todos los

hechos, sería el equivalente a comenzar el Apocalipsis. —Ve mi cara

buscando mi comprensión, y frunzo el ceño.

—Pero qué se supone que vamos a hacer, ¿nada?

Asiente con tristeza. —Por ahora. Es mejor dejar que los otros piensen que

fueron otros demonios. Mejor luchar una pequeña batalla con algunos de

nuestro tipo que traer el fin del mundo, como todos lo conocemos.

—Pero, ¿qué si regresan? Ya no estamos a salvo… —mis palabras se

desvanecen y entierro la cara en mis manos.

Page 220: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

220

Kieron suspira, tomando mis manos en las suyas. Mientras lo hace, me

doy cuenta de lo mucho que estoy temblando.

—Tengo miedo de que tal vez tengas la razón —dice. Luego inclina su

cabeza y me mira a los ojos—. Pero prometo que llegaré al fondo de esto,

no importa lo que se necesite. Las muertes de Ivy y Cody no se quedarán

sin venganza por mucho tiempo. Pero por ahora, hasta que sepamos más,

debemos permanecer pacientes. Calmarnos. No debemos dejar que los

otros sepan. ¿Entiendes?

Asiento de mala gana.

—Todo el mundo sólo cálmese. ¡Silencio! —grita Bones, saltando sobre la

mesa. Kieron y yo hacemos caminamos alrededor de la reunión en el

interior del bar. Nunca he visto esto lleno antes… cada demonio, Demion,

y criatura en el territorio ha llenado la capacidad del lugar. Una vez que

dije acerca de lo Cody y Ivy, lo que hice rápidamente, todo el mundo vino

corriendo.

Veo a Catalina llorando en un rincón y me muevo para acomodar un brazo

a su alrededor, Kieron justo a mi lado.

—Bien, ahora que todos están aquí… tenemos un problema. Como

probablemente han oído, Ivy y Cody fueron emboscados y asesinados.

Encontramos sus cuerpos justo cruzando la frontera Hlbafa.

—¿Ellos la cruzaron ilegalmente? —pregunta un demonio llamado Jax.

Como Bones, es parte sabueso infernal, pero a diferencia de Bones, la otra

me mitad de Jax es humana, y él pasa sus días como un profesor de

matemáticas de preparatoria.

—No, no lo creemos. Creemos que ellos fueron llevados a su lado. Atacados

en Dryndara y abandonados en Hlbafa.

—¡Un ataque contra uno es un ataque contra todos nosotros! —grita una

voz, y el cuarto se rompe en aplausos y gritos. Bones levanta sus manos,

señalando que se calmen—. Pero los Hlbafa es nuestros aliados… nunca

Page 221: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

221

hemos tenido problemas con ellos —dice una joven súcubo llamada

Zanna.

Bones asiente. —Sí, eso ha sido cierto hasta ahora. Pero no sabemos si

algo ha cambiado. Quizá sólo son las acciones de algunos granujas…

—¡Mátalos! ¡Mátalos a todos! —grita una voz anónima. Más aplausos de la

multitud.

Bones levanta las manos para calmarlos de nuevo. —Estoy montando un

pequeño grupo que me acompañe a hablar con sus líderes. Ver si ellos

saben lo que está pasando… y si de hecho esto fue una agresión no

provocada.

Varias voces gritan al unísono, provocando que Bones los calle de nuevo.

—Sólo quiero tres… alguno más hará parecer que los vamos a atacar.

—¡Yo iré! —grita Jax. Bones asiente hacia él.

—Yo también —mi voz suena alta sobre el caos.

—¡Y yo! —concluye Kieron.

Bones mira en nuestra dirección por un breve momento antes de asentir

lacónicamente. —Bien. Tengo mi trío. Vamos a viajar al consejo Hlbafa

esta noche y nos reuniremos con los líderes de la tribu. Entonces

sabremos si son nuestros enemigos, y si su sangre debe ser derramada.

Kieron y yo intercambiamos una rápida mirada. Cierro los ojos y hago un

deseo silencioso de que esto no llegue a eso.

Nos acercamos a la frontera, y Bones y Jax cambian a sus formas

humanas. Yo desmonto a Diablo, y Kieron estaciona su motocicleta. Mi

corazón no ha parado de golpear desde que nos fuimos del bar, y me

encuentro a mi misma mirando continuamente abajo a mi Boumeaux para

ver si ha comenzado a brillar.

Nosotros cuatro nos reunimos en un círculo. —Iremos a pie desde aquí —

dice Bones—. Y nos quedaremos juntos. No debería tardar mucho antes de

Page 222: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

222

que los exploradores nos descubran. Cuando lo hagan, déjenme ser el que

hable.

Enciento la Antorcha Otium que había traído con nosotros, con un flujo

controlado de fuego de mis dedos y se la entrego a Bones. La flama se

enciende en verde antes de cambiar a un blanco brilloso… un espectáculo

de paz para nuestros vecinos mientras cruzamos sus tierras.

—¿Y qué si ellos no quieren sólo hablar? —pregunta Jax—. Por todo lo que

sabemos, están esperándonos y estamos yendo justo a una trampa.

Kieron y yo intercambiamos una mirada privada. —Necesitamos estar en

guardia —digo, sacando mi daga de mi bota—. Pero incluso ellos saben las

sanciones contra atacar cuando traemos la Antorcha de Otium Blanco. Si

hacen algo, entonces ellos están violando el tratado.

—Diría que estuvo bien y violado cuando decidieron masacrar a Cody e Ivy

—gruñó Jax.

Bone se tensa. —Necesitamos estar seguros de que fueron ellos antes de

actuar. Es más que posible que fueran demonios de otra tribu. Fácilmente

pudieron depositar sus cuerpos ahí.

Jax persiste. —Pero aun así, ¿qué si sí fueron ellos? ¿Qué haremos si

somos atacados? ¿Peleamos en respuesta? ¿Qué si son demasiados?

Entendía que sus preocupaciones eran válidas, pero las preguntas de Jax

estaban alterando mis nervios. Por supuesto que él no sabía lo que Kieron

y yo sabíamos. Que era más probable que los Ángeles de la luz estuvieran

tras las muertes, y que los Hlbafa no tenían nada que ver con esto. Aun

así, deseaba que Bones hubiera escogido a alguien más para

acompañarnos.

Kieron, en silencio hasta ahora, caminando hacia delante. —Yo, por mi

parte, siento que si encontramos hostilidad, nuestra mejor opción es una

retirada rápida e inmediata. Sólo somos cuatro. Vamos a ser superados en

número fácilmente. Sólo tenemos las armas básicas. Si algo pasara,

huimos de nuevo hacia Dryndara.

Bones sonríe. —Estoy sorprendido porque has sido el primero en sugerir

huir. Si hay una pelea, entonces cada demonio está por cuenta de él —me

da una mirada— o la de ella. Si quieren pelear, vayan por ello. Si quieren

Page 223: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

223

huir… —mira a Kieron deliberadamente—, pueden hacerlo. —Girando en

un pie, él se dirige hacia la frontera.

Kieron mira a Bones, pero no dice nada. Se forma detrás de mí mientras

formamos una sola línea. Bones al frente, conmigo siguiéndolo. Jax ocupa

la parte trasera.

Pronto llegamos cerca del lugar en el que encontramos a Cody e Ivy. Miro a

mi Boumeaux para asegurarme de que todavía es negro. Kieron

comprueba el área, una mirada confusa en su rostro mientras examina

algo de la tierra que nos rodea. —¿Qué es? —susurro. Él simplemente

sacude su cabeza.

No me atrevo a volver a la escena del crimen, así que me quedo como

guardia mientras los otros tres investigan. Mantengo un ojo vigilante en el

terreno, el otro en mi Boumeaux. Afortunadamente, el suelo aquí es plano

y estéril, con la excepción de manchas ocasionales de árboles, así que hay

pocas probabilidades de una emboscada. Pero si estos no son ordinarios

Ángeles de la luz, ¿quién sabe cómo podrán atacarnos? Cualquier cosa lo

suficientemente poderosa para eliminar a Ivy es una fuerza aterradora que

debe tomarse en cuenta.

Después de que terminan de examinar las plantaciones de árboles, Bones,

Kieron y Jax vuelven hacia donde estoy. —Ivy ya está hecha cenizas, y

Cody pronto lo será —dice Bones, su voz plana. Él no sabe que soy la

responsable por la acelerada descomposición de Ivy.

—¿Vieron algo nuevo? ¿Alguna pista? —pregunto, mirando a Bones. Pero

mi pregunta está realmente dirigida a Kieron.

Bones niega. —No. Está justo como estaba anoche.

Pero los ojos de Kieron tienen mi atención. Él vio algo… puedo darme

cuenta.

Y sé que él sabe algo.

¿Pero qué?

Page 224: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

224

Los cuatro marchamos a través del valle, y estoy comenzando a

preguntarme si alguna vez vamos a ver a alguien de Hlbafa. Hemos estado

caminando por algunas horas ahora y no hemos visto ni un alma. Incluso

si ellos no tienen centinelas localizados en puntos de observación, como

los tenemos en Dryndara, deberíamos haber encontrado alguna forma de

vida para ahora. Y también estoy comenzando a preocuparme por mi

tiempo. Todavía me quedan varias horas, y siempre puedo correr si es

necesario. Pero aun así, no pensaba que esto iba a ser un fracaso.

Justo cuando voy a decir algo, hay un aullido en la distancia, rápidamente

seguido por otro… y otro.

Nos han visto.

Tomo una respiración profunda, y Bones sostiene la antorcha en alto. Sé

que él desea cambiar a modo sabueso infernales ahora. Pero no puede,

porque probablemente sería percibido como una señal de agresión. Pero

Bones no es buen pasivo.

—Nos quedaremos aquí —dice, tensándose—. Déjenlos acercarse.

Mi corazón se acelera y tomo varias respiraciones más profundas. Aunque

sé que ellos no son quienes mataron a Ivy y Cody, una ráfaga de

adrenalina se dispara en mis venas. Estamos traspasando las tierras

prohibidas. Esta es razón suficiente para matarnos. Aunque tenemos la

reconocida Antorcha de la paz, no es exactamente algo inaudito para los

demonios ignorarla, matar a los intrusos y proclamar que la antorcha no

estaba presente.

Los cabellos en la parte trasera de mi cuello se levantan, y Kieron se

desplaza más cerca de mí. Ambos estamos enfocados en las figuras

incrementándose a nuestro alrededor. Tres… no, cuatro… cinco sabuesos

infernales, cada uno del tamaño de un automóvil Sapie, están viniendo de

todas direcciones.

Nos quedamos en un pequeño círculo con nuestras espaldas presionadas

juntas, mientras las bestias nos rodean gruñendo. Sus ojos brillando de

color rojo, y gotas de saliva venenosa cayendo de sus afilados colmillos.

—Venimos en paz —dice Bones sosteniendo la antorcha—. Pedimos

respetuosamente pasar a hablar con sus líderes.

Page 225: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

225

El sabueso más grande se acerca unos centímetros, gruñendo y oliendo.

Luego se sacude y se estremece, revelando una belleza amazónica con el

pelo rubio cayendo en ondas más abajo de las caderas. Ella es

probablemente la más exquisita criatura que haya visto en toda vida, con

un rostro demasiado perfecto para ser imaginado. La mitad de su cuerpo

está cubierto en extrañas marcas azules brillantes, que me recuerdan a

antiguos tatuajes tribales. Estoy más sorprendida, sin embargo, por el

hecho de que la sabueso infernal se haya revelado como una mujer;

siempre asumí que todos ellos eran hombres. Al menos, lo son en

Dryndara.

—¿Por qué están aquí? —pregunta la diosa. Incluso su voz suena como la

sublime perfección armónica. Otra ronda de grandes sabuesos infernales

están posesivamente detrás de ella, mientras los otros tres forman un

triángulo a nuestro alrededor.

Bones se aclara la garganta. —Venimos de Dryndara. Dos de los nuestros

fueron asesinados recientemente y encontrados en su lado de la frontera.

—Ya veo —dice la mujer, deslizándose más cerca de Bones. Ella extiende

su mano y con gentileza le pasa un dedo a lo largo del lado de su mejilla.

Bones no reacciona, y ella se ríe—. Ah, un íncubo. Qué mal. Habrías sido

divertido. —Los otros sabuesos hacen pequeños ruidos como ladridos, casi

como si estuvieran… ¿riéndose?

—¿Tú, o los tuyos llevaron a cabo el ataque contra nosotros? ¿Pueden

explicar cómo es que fueron asesinados? —demanda Bones.

—¿Pueden ustedes explicar cómo los encontraron en nuestro lado de la

frontera? —replica, sus largos ojos lapislázuli ahora en rendijas

amenazantes.

—Esa fue mi culpa —dice Kieron, dando un paso adelante—. Soy un

Latros. Estaba rastreando las esencias de las víctimas y crucé sus tierras

sin querer. No tenía conocimiento de los límites, y sólo estoy visitando

temporalmente Dryndara como parte de otro trabajo. Por favor

perdónenme. —Inclina ligeramente la cabeza hacia la mujer.

La belleza se ríe, un tintineo que hace que escalofríos bajen por mi espina

dorsal. —Ah… un hombre apuesto y joven. Y no es un íncubo. Sí, tú lo

harás bastante bien.

Mis ojos se estrechan.

Page 226: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

226

¿Hacer qué?

Page 227: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

227

í

Traducido por Lore_Mejia Corregido por Angeles Rangel

o hemos hecho nada para provocar que invasores no

deseados entren a nuestros terrenos —continua la

belleza—. Pero exigimos un sacrificio por su transgresión.

Una penitencia. —Ella evalúa a Kieron pensativamente, con una pequeña

sonrisita cruzando sus labios. Los perros de caza ladran otra vez.

Me pongo la daga en la cara y atrapo su mirada. Me sonríe amenazante. —

Oh, ¿Qué tenemos aquí? Dicen venir en paz, y aun así esta adorable joven

criatura posee un arma mortal. Qué interesante.

—Tengo todo el derecho a defenderme —digo.

Ella se ríe. —Sí, mi amor, por supuesto que lo tienes. Justo como nosotros

tenemos derecho a defendernos.

—Queremos saber quién asesinó a nuestros amigos —grita Jax,

sorprendiéndome—. Fueron encontrados aquí, en su tierra. Han roto el

tratado. Eso nos da derecho a investigar.

Los cuatro perros de caza nos rodean como tiburones. Bones, Jax, Kieron

y yo nos juntamos más. La criatura rubia flota hacia Jax y pone su cara a

meros centímetros de la de él. —No hemos roto nada —sisea ella—. Son

ustedes quienes han roto la ley. Y por eso, uno de ustedes debe pagar.

Mi corazón empieza a acelerarse, y miro rápidamente a Bones. Su cara

está seria, su mandíbula apretada. Miro a Kieron quien parece estar

teniendo una lucha interna, pero su expresión es imposible de leer. —Te

creo —dice—. No creo que uno de los tuyos sea responsable. Creo que fue

alguien diferente…

Pero sus palabras son interrumpidas, y todos nos vemos empujados hacia

adelante por el masivo cuerpo de Jax cuando de repente se transforma en

un demonio. Me siento como si me hubiera golpeado un bus en la espalda,

Page 228: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

228

y caigo de rodillas. Kieron y Bones se tambalean hacia adelante, pero

recuperan el equilibrio. Un gruñido feroz es seguido por ladridos cuando

Jax se tira sobre la mujer, inmovilizándola.

En seguida los otros perros de caza salen en su defensa, y antes de que yo

pueda siquiera parpadear, Bones se transforma. Kieron me coge del brazo

y me aleja de la sangrienta gresca. —¡Deténganse! —grito, pero es muy

tarde. Bones y Jax están embrollados en una viciosa pelea, pelo vuela por

todas partes y es imposible saber quién es quién.

La belleza rubia esta inmóvil en el suelo, sus ojos miran al vacío, su

garganta desgarrada. —¡Bones! —vuelvo a gritar, y miro horrorizada

cuando dos perros de caza saltan sobre él al mismo tiempo. Escucho su

ladrido adolorido mientras se retuerce y se voltea, defendiéndose de ataque

en dúo.

—Kieron, ¡Ayúdalo! —le ruego desesperada.

—¿Sabes cuál es cuál? —pregunta, con una mirada aterrorizada en el

rostro.

—Ese es Bones… —digo señalando—. Creo que Jax es el que tiene cola

gris… ¡No sé!

—¿Solo tienes esa daga?

Asiento, mientras mis ojos se abren al tomar la suave empuñadura. Pero

no puedo usarla. Si me acerco a los perros, me destrozarían en segundos.

Y mis poderes son inútiles, utilizar fuego infernal contra un demonio es un

poco más efectivo que darle puños a las olas del mar.

—Tendrás que tirarlo —dice—. Apunta justo al entrecejo. No lo matará,

pero lo aturdirá el tiempo suficiente para que Bones pueda darle la pelea.

—¡Imposible! Se están moviendo muy rápido… no hay manera…

—Es nuestra única oportunidad ahora. ¡Tienes que intentarlo…!

Tomo varias respiraciones largas y profundas y me calmo. Unos momentos

más de esta pelea y Bones y Jax estarían muertos.

Agarro mi daga con fuerza, poniéndola detrás de mi oreja, esperando…

necesito que ambos se giren y queden frente a mí, solo por un segundo.

Page 229: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

229

Mi corazón palpita. Entrecierro los ojos y me concentro en el que ataca a

Bones por detrás. Casi me está mirando… casi…

¡Swish! la hoja color esmeralda sale volando de mis manos y queda

incrustada justo en medio de los brillantes ojos rojos. Se escucha un grito

estremecedor cuando el perro cae retorciendo las patas. Por un breve

momento Bones y el otro perro parecen distraídos, pero Bones lo está por

una fracción de segundo menos que su oponente. Él se gira e incrusta sus

afilados dientes en la yugular del animal, y sacude su cabeza adelante y

hacia atrás sin piedad.

Los otros dos perros siguen tirándose sobre Jax. Uno de los atacantes de

Jax se voltea y ve a Bones acorralando a su camarada, e inmediatamente

se tira hacia él. —¡No! —grito, antes de lanzar la daga otra vez. Le da a la

bestia en la frente, derribándola. Kieron se le acerca con la antorcha, saca

mi daga y prende al perro en llamas.

Bones suelta al lastimado perro de su agarre mortal, y se acerca hacia

donde esta Jax retorciéndose y sangrando debajo del perro que queda.

Salta sobre su espalda y entierra los dientes en el cuello del animal. El

perro deja brotar un grito angustiado y cae sobre su costado. Bones lo

araña furiosamente, usando sus colmillos y mordiéndolo, rasgando la

carne hasta que no queda nada sino pelo ensangrentado.

Después de que Kieron termina de prender fuego a las otras criaturas —

incluyendo a la líder rubia— corre hacia donde estamos Bones y yo de pie

al lado del cuerpo de Jax. En la muerte se ha vuelto a convertir a su forma

de hombre.

—Estúpido tonto —murmuro. Kieron se pone mi lado, y Bones, aún en

forma de perro, se pone a mis pies. Me acerco a acariciarlo y él se queja.

Me sorprende la humedad en mis manos.

Sangre. Bones está cubierto en ella. ¿Pero cuánta es suya? ¿Y cuánta

viene de las otras criaturas?

Espero a que Bones se transforme, pero no lo hace. En vez de eso, se pone

de pie en cuatro tambaleantes patas y se aleja cojeando.

—Kieron, mira, está herido. —Kieron se inclina para poner la antorcha

sobre el quieto cuerpo de Jax. Su cuerpo se demorara más en

descomponerse, y es esencial que borremos nuestros rastros y debemos

eliminar cualquier evidencia de lo que ha ocurrido. La Hibafa pronto se

Page 230: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

230

dará cuenta de que les hacen falta 5 perros demonios, pero sin ninguna

pista de lo que sucedió, deberíamos ser capaces de minimizar nuestro

peligro. Tenemos lo suficiente para preocuparnos así como estamos.

—Me imagino que lo está —dice Kieron, levantándose—. Esa fue una

batalla seria, y tiene suerte de haber sobrevivido. Le salvaste la vida.

—No, tú lo hiciste... yo estaba paralizada mirando… ni siquiera pensé en

tirar mi daga. —Sacudo la cabeza hasta que aprieto mi agarre en la

empuñadura. No hay manera de que la suelte hasta que no estemos de

regreso en Dryndara.

—¿Supongo que por eso es que no se ha transformado? —musita—. Tal

vez sus heridas son demasiado severas…

—No —respondo rápidamente—. Estoy segura de que está bien. Sólo se

está quedando en guardia hasta que estemos a salvo.

—Entonces, ¿Por qué no está corriendo?

Yo bajo la mirada. Es claro que Bones está severamente herido,

chorreando sangre. —Solo necesitamos regresar a Dryndara —digo,

mientras corro para caminar a su lado.

—Lucky, míralo, algo está definitivamente mal.

Me muerdo el labio nerviosamente y miro a Bones. Este acurrucado en el

suelo, en algún lugar entre dormido y despierto. Aún no se ha

transformado, aunque llegamos seguros a Dryndara. Los tres estamos

acampando en un pequeño campo por el rio Valkis.

—Tal vez está cansado —digo, arrodillándome a su lado. Lo acaricio

gentilmente, y en su somnoliento estado él hace mala cara. Mi mano está

cubierta de sangre por varias heridas que tiene en el costado. —Esto es

malo… muy malo —susurro—. Nunca lo había visto así de herido.

Page 231: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

231

—Es porque fue atacado por su propia raza. Sus poderes son más fuertes

entre ellos. Naturalmente él nunca había luchado contra uno de los suyos

aquí…

—Desearía que hubiera hablado conmigo… ¡Que me hubiera dicho qué

hacer! —suspiro frenéticamente. No puedo dejar de notar cuán

peligrosamente cerca están las lunas de Illyria. Mi tiempo ya se está

acabando. Pero aún peor, también el de Bones.

—Tal vez está demasiado débil para transformarse…

Le acaricio la cabeza gentilmente. —Bones… Bones, ¿Puedes oírme?

Él flojamente abre un ojo y deja salir un alarido.

—Bones, tienes que decirme qué hacer… ¿Dónde te duele? ¿Hay alguna

cosa que deba conseguir? —siento como mis ojos se humedecen. Él me

mira somnoliento y levanta su cabeza levemente antes de dejarla caer otra

vez.

—¿Bones? —Esta vez es más un ruego. Siento como su fuerza vital se

desvanece, y el pánico empieza a surgir en mi interior, amenazando con

consumirme totalmente. Pongo su cabeza en mi regazo y acaricio el

costado de su cara. Su respiración es leve y trabajosa.

—Tal vez lo ayude a sanar si pudiera reaprovisionarse —dice Kieron—. Si

quieres puedo correr al bar y conseguirle algo…

—¡Si! ¡Y apúrate! —No sé a quién le queda menos tiempo, si a mí o a

Bones. Le dirijo a Kieron una mirada de ruego mientras él se monta en su

moto y se adentra en el bosque.

—Estarás bien —le susurro a Bones, aunque no estoy segura de creer esas

palabras—. Vas a estar bien. Kieron fue a buscarte algo de beber. Estará

aquí en poco tiempo.

Bones pone su cabeza en mi regazo y yo gentilmente le acaricio la mejilla.

Por favor, Bones, por favor no mueras rezo silenciosamente. Él no se

supone que muera nunca. No se supone que sea así. Pero nosotros fuimos

capaces de acabar con los otros perros demonios, y ni Kieron ni yo somos

demonios puros. Debían tener sangre mezclada, incluso la líder. Aunque

ella claramente era parte Sucubus, debe haber tenido algo de sangre Sapie

puesto que Jax fue capaz de matarla. Pero tal vez con el que Bones luchó y

mato era puro…

Page 232: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

232

Bones emite otro lloriqueo y restriega su cabeza sobre mi regazo.

Suavemente acaricio su masivo cuerpo, sin importarme que mi mano esté

cubierta de sangre. Tengo que retener la rabia que amenaza con

sepultarme. Primero Kayla y Michael. Luego Ivy y Cody. Ahora Bones.

¿Por qué todos los que me importan terminan muriendo?

Ignoro las lágrimas que corren por mi cara, pero no puedo ignorar los

inminentes círculos que se unen en el cielo. Es casi de mañana en el

mundo Sapie. Pronto me dormiré. Puede que Liora no se levante

enseguida, pero ella estará en control. Necesito que Kieron se apure.

Necesito que regrese para que Bones pueda beber y fortalecerse. Necesito

alejarme de ellos antes de que Liora despierte.

Pero sé que ya es demasiado tarde. Aunque corra lo más rápido que

pueda, si me voy justo en este momento —y no hay manera de que lo

haga— apenas llegaría a la mitad del camino hacia la cabaña.

Solo puedo esperar que cuando Liora se despierte, tenga un poco de

compasión por nuestro amigo caído. Después de todo, ella también era

amiga de Bones, antes de dividirnos. Tiene los mismos recuerdos que yo

sobre nuestros tiempos juntos. Conoce toda la historia de nuestra vida

compartida hasta que los Amazèa nos dividieron. Aunque dice que nos

detesta, hubo un tiempo en el que se preocupaba por Bones tanto como yo

me preocupo ahora.

Solo puedo esperar que haga lo correcto.

El rugido de un motor que se acerca suena justo cuando las primeras olas

de debilidad corren por mi cuerpo. —¡Kieron apúrate!

Él se baja de su moto corre hacia mi lado, con un gran frasco de líquido

verde en sus manos. —¿Cómo la ha pasado? —pregunta, quitándole el

corcho al líquido.

—Igual, pero mira… —hago un gesto hacia el cielo, mi voz suave.

Page 233: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

233

Me mira horrorizado cuando el entendimiento llega a su cara. —Oh, no…

Liora… ya viene…

Asiento. —Debes quedarte aquí Kieron. Tienes que ayudarla. Ella se va a

asustar y va a estar molesta. Debes cuidar de ella y llevarla a casa. Y

Bones… por favor… sálvalo… no lo dejes morir…

Mis palabras se desvanecen cuando la oscuridad me absorbe.

Page 234: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

234

í

Traducido por Caami

Corregido por ★MoNt$3★

o sueño… al menos no creo hacerlo. Si alguna vez tengo extraños

parches de recuerdos cuando despierto, siempre les hago caso

omiso como si fueran de Lucky.

Afortunadamente, los pensamientos siempre se desvanecen rápidamente y

no tengo que revivir sus aventuras nocturnas.

Pero tal vez todavía estoy durmiendo. Es de noche, en su mayoría. Hay un

intenso brillo en mi cara. Ugh, ¿Lucky dejó la luz del dormitorio prendida?

Trato de darme vuelta y enterrar mi cara en la almohada. Pero no hay

almohada, y siento como que estoy cayendo…

¿¡Qué?!Me despierto con un sobresalto.

…Por lo menos creo que estoy despierta. Aquí está Kieron, que me sostiene

en sus brazos, mirándome con tanto amor y preocupación.

—Hola, preciosa…

Alcanzo su cara para tocarlo y la bajo para un beso. Mientras estoy

soñando…

—Liora.

Con esa palabra, mis ojos se enfocan, y mi cabeza se aclara… sólo por un

momento, antes de entrar en una terrible espiral.

Trato de saltar, y es sólo entonces cuando me doy cuenta que hay algo en

mi regazo, un peso que me tira hacia abajo. Algo pesado, feo. ¿Un animal

muerto? Y está húmedo.

—Liora, no te muevas. No tengas miedo. Ahora estás a salvo. Te tengo.

Kieron aprieta su agarre a mí alrededor. Sin pensarlo, grito.

Page 235: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

235

—Shhh… shhh… no te asustes. Te lo prometo, todo estará bien.

Simplemente no entres en pánico. —Kieron coloca sus manos suavemente

sobre mi boca. Al instante, muerdo sus dedos y él hace una mueca,

entonces de mala gana se retira—. Liora…

—¡Suéltame! ¡Suéltame! —grito y trato de retorcerme para salir, pero estoy

atrapada por el pesado peso.

Esto es una pesadilla y tengo que despertar.

—Es Bones —dice Kieron en voz baja—. Ha sido herido gravemente.

Tenemos que ayudarlo.

Siento como si hubiera recibido una bofetada con un millón de dagas

pequeñas en la cara. Poco a poco, miro hacia la parte superior de mi

regazo. Mientras la comprensión se abre camino en mi cabeza, me giro

para hacerle frente a Kieron.

El sonido emana de mi boca.

—Tú… —Mi única palabra de acusación lo dice todo.

Agacha la cabeza y suspira.

—Sí. Pero, por favor, guarda lo que sientas hacia mí ahora mismo, Bones

es tu amigo, y necesita nuestra ayuda.

No puedo respirar, sé que el aire está entrando en mis pulmones, y sin

embargo, no está haciendo ningún bien.

—Liora, cálmate… vas a híper ventilar… —La calidad de su suave voz se

pierde totalmente en mí.

—Tú… tú… todo este tiempo…

Baja la cabeza.

—Liora, tenemos que conseguir que Bones se transforme de nuevo para

que puedo beber esto —dice sosteniendo un frasco verde—. Fue herido de

gravedad, y sin ella puede morir. —Sus ojos azules brillan, y me doy

cuenta por primera vez de lo profundos que son. Cómo podía ocultar la

verdad detrás de su belleza.

—Así que, no me importa. Déjalo morir —gimo, apoyando mi cuerpo lejos

de la cabeza de la bestia.

Page 236: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

236

—Liora, no quieres decir eso. Bones es tu amigo.

—No, no lo es. Es amigo de ella. —Miro para otro lado. No puedo soportar

mirar a sus ojos. Los ojos que me mintieron.

Agacha la cabeza tratando de ver mi cara.

—Es muy especial para ella. Cuida profundamente de él. Esta noche fue

herido, sobre todo por protegerla, sospecho —añade en voz baja.

—Por lo tanto, no me importa. Aléjalo de mí. —Empujo el peso muerto de

mi regazo pero no puedo moverlo.

Pero mi voz no tiene la misma convicción de antes. Mira hacia abajo al

animal herido, y mi pecho duele.

Por supuesto que conozco a Bones, y sí, en un punto era mi amigo. Un

querido amigo. Pero es uno de ellos… y son todos iguales. Basta con mirar

lo que obtienen para saberlo.

—¿Dónde estamos?

—En el otro lado de Dryndara, cerca del río Valkis. Alguna… ¿alguna vez

has estado aquí antes? —Contemplo el paisaje desconocido y sacudo la

cabeza—. Pero, obviamente, has estado en Dryndara…

Asiento lentamente.

—Es… esto ha sido hace mucho. Años. —Miro al cielo. Sé que el disco

amarillo brillante que estoy viendo no es el sol, pero la trinidad de las

lunas se superpone como una sola. Hay luz de día en la casa, pero aquí

está oscuro. Para siempre, eternamente de noche.

Thiberoux, un lugar repleto de monstruos malvados. Un lugar que

desgarra mi alma una y otra vez. Un lugar que me esperaba y rezaba para

que nunca más volviera a ver con mis ojos humanos. Sin embargo, aquí

estoy.

Pero también es mi casa. Mi verdadero hogar. La primera casa que he

tenido, y el primer recuerdo. Y en mi regazo está Bones, el primer amigo

que he hecho. Lo conocí antes de conocer a Michael y Kayla, pero él

siempre mantuvo la distancia… como un protector hermano mayor.

Me dijo que cuando fuera mayor seríamos mejores amigos, pero que yo

todavía era joven, tenía que jugar con los niños de mi edad. Recuerdo que

Page 237: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

237

me daba paseos en su espalda a través de los bosques mientras me

agarraba con fuerza a su cuello. Recuerdo que me hablaba con su voz

suave, sedosa, explicándome los caminos de Dryndara y el carácter

especial de Thiberux. Recuerdo cuando me dio un diamante negro brillante

cuando tenía cinco años, la primera vez que entré en el bosque por mi

cabaña, mirando, buscando… buscando algo que sabía que estaba allí en

alguna parte, esperando para que lo descubriera. Recuerdo que había

aparecido detrás de un árbol y me había regalado el diamante especial… el

que aún hoy descansa en la base de mi cuello, uniendo mi capa. Me

acuerdo de lo magnífico que pensaba que era.

Qué poderosa, orgullosa y bella.

Ahora, miro hacia abajo a su cuerpo roto y ensangrentado, mi corazón se

rompe repentinamente.

—¿Qué puedo hacer? —susurro.

Kieron me entrega el frasco y me ayuda a sostener la cabeza de Bones.

—En este caso, trata de conseguir que pase algo de esto por su boca… al

menos lo suficiente para que pueda transformarse y beber el resto.

Abre la boca de Bones ampliamente, evitando cuidadosamente los dientes

afilados, mientras inclino el vial lentamente y echo un poco de líquido en

su interior.

Los ojos de Bones revolotean, e inhala profundamente.

—Bones, soy yo, Liora. ¿Me recuerdas? Es necesario que cambies tu forma

actual para que puedas beber el resto de esto y mejorar —digo en voz baja,

acariciando su cuerpo mojado.

Un ligero gruñido suena en su garganta, seguido de otro. Entonces un

ladrido pequeño mientras levanta la cabeza y me mira. Sus ojos incoloros

poco a poco aumentan la intensidad, como si un interruptor se hubiera

prendido en su interior. Gruñe de nuevo.

—Vamos, puedes hacerlo… —insto.

Siento el temblor en mis piernas y veo cómo la enorme masa parece

desaparecer ante mis ojos. Casi al instante, donde antes se sentía como

una roca aplastándome, hay ligereza.

Page 238: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

238

Es un hombre.

Se estremece y tiembla, su piel morena y cubierta de sangre. Desabrocho

los ganchos que sostienen mi capa y los tiro encima de su cuerpo desnudo

y tembloroso.

Kieron se arrodilla a nuestro lado, mientras vierto el resto del líquido en la

garganta de Bones. Un poco se derrama en su barbilla, pero acoge la

mayoría con ansias y traga hasta que no hay más.

—Ahí, eso está mejor… —lo arrullo, como si estuviera hablándole a un

bebé, en lugar de a un monstruo demonio.

Angula su rostro al mío. Me había olvidado de lo hermoso que era. Y no ha

envejecido ni un día.

—¿Liora? —susurra.

—Hola, Bones. Mucho tiempo sin verte. —Le doy una sonrisa, pero mi

corazón late con fuerza, todavía con un poco de miedo.

Se sienta y me da una sonrisa devastadora, entonces me atrae a sus

brazos abrazándome fuerte. A pesar de mí misma, le devuelvo el abrazo,

incapaz de resistirme a la fuerza suave de su abrazo. Besa mi mejilla y

siento un hormigueo donde sus labios se presionaron.

—Es tan bueno verte. Te he echado de menos.

—Y… yo también te extrañé —digo, a pesar de que hasta este momento

apenas le había dado un pensamiento. Pero estar aquí con él ahora, está

trayendo una avalancha de recuerdos ya enterrados. Los recuerdos de mi

vida anterior, antes de que despreciara lo que era.

—¿Estás bien? Sé que te da miedo estar aquí…

Tengo que reír. A pesar de sus heridas que todavía no se han curado, se

preocupa más por mí que por él mismo.

—Estoy bien. ¿Cómo te sientes tú?

Se impulsa sobre sus pies y envuelve la capa alrededor de su cintura,

volviéndolo un taparrabos.

Mira de Kieron a mí.

—Tengo que darles las gracias… a los dos. Sé lo que hiciste por mí…

Page 239: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

239

Kieron arrastra sus pies.

—No fue nada.

Soy consciente de Kieron a mi lado, pero no me atrevo a mirarlo de frente.

Me mintió. Me engañó. Todo este tiempo actuó como si fuera otra persona,

cuando sabía la verdad sobre lo que realmente soy.

Bones me evalúa. Estoy tiritando de frío, ahora que estoy sin la capa que

Lucky llevaba. Miro lo que llevo puesto y siento la fiebre del calor en mis

mejillas. También puedo estar desnuda en este conjunto de gato ajustado.

¿Por qué no usó uno de sus vestidos esta noche?

—Tenemos que llegar a casa —dice Bones—. ¿Quieres tomar a Diablo?

—No sé cómo montarlo —le digo a través de mis dientes que castañean.

—Te puedo llevar en mi moto —dice Kieron—. Lo hice con Lucky una vez.

Y justo mi corazón se rompe oficialmente. Me siento mareada.

—Prefiero saltar en el río congelado antes de ir a alguna parte contigo

—digo bruscamente, con la voz dura y fría.

—Bueno, necesitamos llegar a casa —dice Bones—. Um… no sé si te

animarías, pero te puedo llevar si gustas… voy a cambiar de nuevo y te

puedes sostener como lo hacías cuando eras joven… —Me mira de arriba

abajo, y donde su mirada se posa, mi cuerpo se calienta al instante, como

si vinieran láseres de calor de sus ojos.

Vacilo, pero sé que no tengo otra opción. Asiento con la cabeza.

—Está bien, entonces, aquí tienes —dice, y me entrega la capa. Aparto mis

ojos—. Iré despacio, y agárrate del pelaje tanto como necesites para

sostenerte. No te preocupes por hacerme daño, no puedes.

Se transforma, entonces baja su masivo cuerpo. Monto con entusiasmo.

Me inclino hacia delante y envuelvo mis brazos alrededor de su cuello.

Enterrando la cara en su pelo sedoso.

—Los seguiré —dice Kieron.

Levanto mi rostro y me vuelvo hacia él.

Page 240: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

240

—No te molestes. De hecho, no vengas a ningún lugar cerca de mí de

nuevo. No quiero tener nada que ver contigo. ¿Entiendes? ¡Mantente lejos!

Bones empieza un trote lento, dejando atrás a un alicaído Kieron.

Hemos viajado por algunas horas a un ritmo suave cuando, de repente,

Bones se detiene y se agacha. Confusa, desmonto y camino lejos de su

cuerpo girando y batiéndose. Cuando veo que se está convirtiendo en un

hombre de nuevo, bajo la mirada… con la tentación, sin embargo, de echar

un vistazo.

Con los ojos cerrados, extiendo mi capa y lo siento quitándomela.

Se ríe.

—Está bien, puedes ver ahora.

Abro los ojos de nuevo.

—A través de esos árboles está el portal… no puedo ir más lejos, como una

bestia, sólo como un hombre.

—¿Cuánto más lejos está la cabaña? —pregunto, mirando alrededor.

Busco en mi memoria este lugar, pero a pesar de que es vagamente

familiar, sé que una vez que salga de Thiberoux el paisaje cambiará

drásticamente.

—¿Supongo que a unos dieciséis kilómetros? Es un paseo bastante largo…

puedo correr y llevarte en mis brazos…

Tengo que sonreír.

—¿En serio? ¿Puedes hacer eso? —No sé si la idea me da miedo o me

emociona. Luego, lo miro a los ojos, y sé desesperadamente que quiero

estar en sus brazos.

—Tendré cuidado, lo prometo. Estaremos allí en un momento. —Con eso,

me alza en sus brazos como si fuera menos pesada que una pluma y me

lleva por el umbral a un mundo diferente. Mi mundo. Una vez más,

Page 241: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

241

estrecho los brazos con fuerza alrededor de su cuello y aprieto mis ojos

cerrándolos. Una ráfaga de viento corriendo por mi cara me dice que

estamos viajando muy rápido, pero tengo demasiado miedo de mirar.

Entierro mi cara en su pecho, sintiendo su piel suave y tibia en mi cara.

Por desgracia, mi viaje termina en sólo unos minutos. El recio viento se

detiene y Bones me pone suavemente abajo. Abro los ojos y veo la cabaña

a unos pocos cientos de metros de distancia.

Me dirijo a él y sonrío.

—Gracias, Bones. Realmente lo aprecio. —Impulsivamente lo abrazo,

saboreando la dulce sensación de sus brazos alrededor de mi cuerpo.

Cuando él me sostiene, quiero nadar en su piel, y tomar varias

respiraciones de su aroma embriagador. Ahora que estamos aquí, no

quiero que se vaya. No puedo imaginar no volver a verlo, y no quiero

parpadear por temor a que no esté aquí cuando abra los ojos. Quiero que

me pida que haga algo, cualquier cosa, con tal de poder tener el placer de

ser obligada por él. Creo que la razón por la que nací fue para que pudiera

reunirme con él y que me mirara de la manera en que me está mirando

ahora. Es la razón de mi existencia… es mi todo, siempre. Si me deja, yo

ciertamente, moriría.

—Cuida de ti, chica. Y no seas tan extraña. Te echaré de menos. —Se

desenreda de mi abrazo y me devuelve mi capa.

—Espera… por favor no me dejes… —ruego, procurando alcanzarlo.

Pero ya se ha ido.

—Oh, Liora, gracias a los dioses que estás bien. He estado muy

preocupada. —Tatiana se abalanza sobre mí, al momento en que entro por

la puerta. Angula su cuerpo lejos de mi torpeza cuando me abraza, y

recuerdo que todavía tengo puesto el diamante negro mágico. Me había

advertido cuán mortal es que un humano, como Tatiana, haga contacto

con él.

Page 242: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

242

Sin embargo, por alguna razón, no he quedado reducida a cenizas.

—Parece que hubo algunos problemas ayer por la noche. Lucky se quedó

atascada en Thiberpux —digo mientras me abro paso por la habitación

para sentarme en el sofá. Fuego arde en la pequeña chimenea, y estoy tan

casada ahora, que podría dormir por días.

Tatiana sirve dos tazas de té y me lleva una.

—Sí… sabía que estaban ahí, pero no podía verte. Eso me preocupaba.

—Era… está bien. Todo funcionó. —Recuerdo a Bones, pero por alguna

razón no me siento derretirme por él como hace unos minutos. Entonces,

pienso en Kieron y mi corazón se convierte en hielo.

—¿Qué es lo que pasa, querida? Estás molesta, puedo notarlo. —Tatiana

deja su vaso de borde dorado y se vuelve hacia mí.

Tomo otro sorbo.

—Nada. Estoy muy cansada, eso es todo. Tat, mira, sé que estuve de

acuerdo en terminar la escuela, sobre todo porque volví ese día con mi

“cosa buena”…

Mi voz se apaga mientras recuerdo la mañana en que no quería ir a la

escuela, y Tatiana me habló, diciendo que si no podía encontrar “una cosa

buena sobre mi vida”, entonces me dejaría abandonar mis estudios. Ese

fue el día que Kieron se presentó y me llevó a pescar en el prado mágico.

Ese fue el día en que comencé a enamorarme de él.

Por lo tanto, como una idiota, le dije a ella sobre mí “cosa buena”, sellando

mí destino de graduarme en la preparatoria. Pero ahora ese algo bueno ha

desaparecido. La verdad es que nunca estuvo allí en primer lugar… todo

había sido una total y completa mentira.

—¿Sí, Liora? —solicita cuando no continúo.

Niego con la cabeza. Esto es demasiado para procesar en este momento.

Doy un suspiro profundo, y miro a su cara compasiva.

—Nada… sólo estoy cansada. Realmente no me siento bien. Sé que volveré

al colegio, pero no puedo ir hoy. Iré mañana, lo juro.

—¿Y te graduarás con tu clase?

Page 243: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

243

Suspiro de nuevo.

—Sí.

Page 244: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

244

í

Traducido por Vero/Paaau Corregido por Dianita

amos, Diablo... muévete —apremio y aprieto fuerte mis

piernas. Ya está corriendo al máximo de su velocidad,

pero no puedo llegar a Kings River con suficiente rapidez.

Comienzo a gritar llamando a Bones tan pronto como atravieso el Portal de

Thiberoux.

—¡Bones...! ¡Bones!

Pronto, soy recompensada con el dulce sonido de su aullido. Cuando su

forma negra emerge de las sombras salto de la espalda de Diablo, sin

importarme que aún esté corriendo a todo galope. Vuelo a los brazos de

Bones justo cuando recupera su forma humana, y lo abrazo fuerte.

—Oh, estoy tan feliz de verte. Estoy tan contenta de que estés bien.

—Caray, si hubiera sabido que ser destrozado por algunos malditos

Hellhounds te haría actuar así, lo hubiera hecho hace años.

Me río y me alejo, valorándolo.

—Te ves muy bien. Perfecto como siempre. Ahora, dime todo lo que sucedió

después de que estiré la pata. No dejes fuera ni una cosa... —Lo empujo

contra el tronco de un árbol, y nos sentamos al lado del río de fuego

danzante, viendo el espiral de llamas naranja a su alrededor.

Se estira a mi lado, acariciando el encaje de mi vestido.

—Liora lo manejó como una campeona. Así como Kieron, supongo —

añade, más como una ocurrencia tardía.

—Cuéntame.

Page 245: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

245

—Lo único que sé es que estuve un poco inconsciente un tiempo... cuando

regresé, Tú, quiero decir... Liora, estaba pasando un poco de la Fuente de

Energía a mí. Me dio la fuerza suficiente para transformarme, y después

que terminé con el resto, mis heridas sanaron de inmediato. Mejor que

nunca. —Flexiona un bíceps perfectamente en forma y lo besa. Me río y

ruedo los ojos.

—Háblame de Liora... ¿Enloqueció? ¿Se volvió completamente loca por

todo?

—Bueno... —titubea.

—¡Dime!

—No parecía demasiado contenta con Kieron. ¿Está pasando algo entre

esos dos? ¿Y cómo funciona eso exactamente? Habla acerca de un trío

perverso...

—Olvídate de ellos. —Ondeo mi mano a través del aire—. ¿Qué más...?

Se ríe por lo bajo.

—Bueno, supongo que podría decírtelo ahora. Estaba preocupado por ella.

Sabía que tendría miedo y que necesitaba regresar segura a casa. Estaba

furiosa con Kieron y no sabía cómo montar a Diablo, y sé cómo se siente

acerca de... nuestra especie. Pero necesitaba hacer algo para ponerla

tranquila... sólo para que me dejara llevarla a su casa. —Tiene una sonrisa

diabólica en su rostro.

Estrecho los ojos.

—No lo hiciste...

—Sólo un poco —dice, juntando el pulgar y el dedo índice—. Sólo lo

suficiente para llevarla sin que diera batalla. Pero deberías haber visto

cuando la dejé en la cabaña. Prácticamente rogaba tener a mis pequeños

bebés demonio...

Azoté su brazo con el dorso de mi mano y se rió.

—Diría que después de todo, esquivamos una bala —murmuré—. No

puedo creer que Jax hiciera eso. Si no estuviera muerto ya, lo mataría yo

misma...

—Hola, chicos.

Page 246: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

246

No me había dado cuenta que Kieron se aproximaba. Me levanto, sacudo

mi vestido y camino hacia él. Entonces lo abrazo y le doy un beso en la

mejilla, disfrutando lo bien que se siente su cuerpo presionado contra el

mío.

—¿Qué fue eso? —susurra a medida que nos separamos. Mira hacia donde

Bones está sentado y le da un pequeño asentimiento. Bones se aleja.

—Por salvar a mí amigo. Fuiste el que le consiguió la Fuente de Energía.

No sé qué hubiera pasado si... —Mi voz se apaga de inmediato.

Me mira a los ojos. Hay tristeza ahí. Verdades tácitas que no puedo leer.

¿Es porque Liora está enojada con él?

—¿Qué es? —pregunto tranquilamente, moviendo mi mano a lo largo de su

brazo hasta que su mano sostiene la mía. Le da un suave apretón y tira de

mí hasta donde Bones está mirando fijamente el fuego ondulante.

—Realmente, tengo que hablar con los dos... se trata de lo que pasó

anoche.

Bones nos mira, su expresión vacía.

Kieron se sienta en la hierba, me uno a él.

—Sólo quiero decir que no creo que sea buena idea que salga a la luz lo

que pasó anoche.

La risa de Bones es más bien una mueca.

—Por supuesto que sí. Mataron a uno de los nuestros cuando fuimos ahí

en misión de paz. Sé que no eres de por aquí, así que realmente no te

importa si uno de nosotros vive o muere. Pero a mí me importa. Me lo tomo

jodidamente personal cuando uno de mis chicos es desgarrado a pedazos.

Kieron da rodeos.

—Si... lo entiendo. Pero hay algo que debes saber... ayer por la noche,

cuando volvimos a visitar el lugar donde encontramos a Cody y a Ivy, vi

algo... algo que no había notado antes.

—¿Y qué fue? —pregunta Bones categóricamente.

Page 247: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

247

—Lo que vi... lo que sentí, me lleva a creer que sé exactamente qué clase

de demonios los mataron. —Me mira fijamente puntualizando la palabra

demonios.

—Demonios transitorios que no tienen casa —continúa—. Viajan en

patrones particulares, que he sido entrenado para detectar. No vienen por

el lado de Hlbafa, y tampoco ninguno de los Hlbafa es responsable de lo

que pasó.

—Está bien, así que quizá no mataron a Ivy ni a Cody, pero atacaron a

Jax.

—Bueno —replico—. Para ser justos, Jax los ataco primero. Además, los

que nos atacaron ahora están muertos. Tal vez Kieron tiene razón... tal vez

deberíamos dejarlos ir... —No sé de dónde viene mi estado de ánimo

generoso, normalmente estoy lista para cualquier lucha por cualquier

razón, buena o mala.

Tal vez es porque estoy sentada aquí, junto a un Bones sano y fuerte, y al

lado de Kieron, que aún cubre mi mano con la suya debajo de las olas de

hierba. Tal vez son las palabras de Kieron, que fueron demonios quienes

mataron a Cody y a Ivy, no los Ángeles de Luz que habíamos temido en

primer lugar, eso me llenaba de una sensación de alivio, ya no me siento

como tentando al destino.

O tal vez porque, con Liora fuera de la foto, Kieron puede centrar su

atención en mí. Sólo en mí.

—Espera un minuto —dice Bones, dirigiéndose a Kieron—. Si supiste

anoche que los Hlbafa no eran responsables, ¿por qué no dijiste nada

entonces? ¿Por qué dejarnos seguir adelante?

—Porque no estaba seguro si los demonios responsables aún estaban en la

zona. Pensé que podíamos hablar con los líderes Hlbafa y tal vez obtener

alguna información de ellos... ver si alguno sabía algo. Pero, todos

sabemos lo bien que salió.

Bones está en silencio un rato.

—Supongo que veo tu punto. No tiene sentido hacer algo más grande de lo

que tiene que ser. Tengo cosas que preferiría estar haciendo antes que

luchar y matar —dice, poniéndose de pie—. Pero deberías habernos dicho.

—¿Dónde están ahora? —pregunto.

Page 248: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

248

Bones y Kieron me miran, ambos con miradas en blanco en sus rostros.

Dejo escapar un suspiro de exasperación.

—Los demonios, idiotas. Los que mataron a Ivy y Cody.

Kieron mira hacia abajo.

—Se fueron. Muy lejos.

Siento que no me está diciendo todo, pero vuelvo mi atención a Bones.

—¿Estás libre para ligar? —pregunto, reconociendo la mirada en sus ojos.

Kieron y yo nos levantamos mientras Bones asiente.

—Sí, justo después de dirigirme al Bar. Voy a darme el lujo de unas

vírgenes extras esta noche —dice sonriendo lascivamente. Pero esta vez mi

estómago no se anuda como usualmente lo hace. Le sonrío y le doy un

beso en la mejilla.

Veo su espalda retirándose a medida que cruza el puente y lo comienzo a

seguir, pero Kieron me detiene.

—Lucky, espera un segundo.

—¿Qué? —Me giro para encontrarme con su mirada. Mi corazón hace un

tambaleante flip-flop mientras me mira a los ojos y pone sus brazos

alrededor de mi cintura. Suavemente, con autoridad, me tira más cerca.

Sus labios se encuentran con los míos, y mi cabeza comienza a girar. Su

beso es suave al principio, después se vuelve más intenso, más

apasionado. Permanecemos cerca del río de fuego, abrazados, besándonos

con una intensidad que nunca antes he experimentado. Mi interior arde, y

estoy segura que mi cabeza se derrite. Me siento fuerte y débil al mismo

tiempo.

No quiero que Kieron se detenga nunca, pero finalmente desliza sus labios

de mi boca hacia mi mejilla, mi frente, finalmente besa la parte superior de

mi cabeza. Apoyo la cabeza en su pecho con una sonrisa en mi rostro.

—Sólo necesitaba hacer eso primero —dice, con voz ronca.

—Me alegra que lo hicieras... ¿Qué te tomó tanto tiempo? —pregunto

mientras me acurruco más cerca. No quiero saber si ya la ha besado, no

quiero ni pensar en eso. Sólo quiero estar en este momento, aquí y ahora.

Con él. Sólo nosotros dos.

Page 249: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

249

Pero ambos necesitamos beber, así que después de unos cuantos besos

más, caminamos de la mano a través del río de llamas.

—Así que, ¿qué hay en tu agenda esta noche? —pregunta Kieron, su rostro

a centímetros del mío, mientras me recuesto contra un árbol. Por mucho

que me encante escuchar el sonido de su voz, cada segundo que está

hablándome es un segundo más que no me está besando.

—Esto —digo, tirando de él por otro. Después de nuestros tragos en el

Demon Bar regresamos a mi lugar especial en la ladera. Pero ahora pienso

en él como nuestro lugar especial. Las sirenas parecen estar cantando más

que todo para nosotros esta noche, mientras Kieron y yo nos abrazamos

apasionadamente al borde del acantilado.

Paseo mis manos por los costados de su cuerpo y debajo de su camisa. Mis

dedos bailan en su duro abdomen como piedra. Diminutos vellos hacen su

camino hasta sus pantalones vaqueros. Gime en voz baja y tira de mí más

cerca.

—Me gustaría hacer esto toda la noche, pero no puedo —dice.

—¿Por qué no? —Hago mi mejor puchero.

Suspira.

—Bueno, realmente tengo que trabajar. Tomé el rastro de una cantera

anoche, y tengo que comprobar si se filtra. No es como si me quitara el

sueño —dice entre dientes, mirando a otro lado.

—Bueno, estaba pensando atormentar esta noche... pero a lo mejor,

¿puedo ir contigo en su lugar? —Trazo con un dedo un lado de su rostro.

Dios, es hermoso.

—Podría tener que ausentarme unos días... por eso tenía que asegurarme

de hacer esto antes de irme. —Sus ojos brillan, y se inclina para besarme

de nuevo.

Me echo para atrás como si me hubiera dado un golpe en el estómago.

Page 250: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

250

—¿Unos días? —susurro.

Asiente.

—He estado siguiendo a estos demonios hace bastante tiempo. Por poco

los pierdo, después se escondieron en las tierras donde tengo prohibida la

entrada. Pero resurgieron. De hecho, son los responsables de lo de Ivy y

Cody. No quise decir nada antes con Bones ahí…

—¿Qué? ¿Por qué no me lo dijiste antes? ¡Definitivamente voy contigo!

Kieron suspira de nuevo y da un pequeño paso hacia atrás.

—No puedes. Como dije, podrían ser unos días... tal vez más. Sabes que no

puedes alejarte tanto tiempo. Pero tengo que actuar rápido y asegurar su

posición. Es de suma importancia que los contenga antes que tengan

oportunidad de desaparecer de nuevo.

Estoy decepcionada porque sé que tiene que ir, y no puedo seguirlo. Pero

algo más me molesta, también... algo en lo que no había puntualizado

hasta ahora.

—Kieron, cuando encontramos a Cody y a Ivy, estabas convencido que

fueron asesinados por Ángeles de luz. Dijiste que tenían las marcas, la

energía y todo. ¿Qué te hizo cambiar de opinión?

Una mirada hechizada ensombrece su rostro, y sus ojos se oscurecen. Me

estudia detenidamente antes de responder.

—Estaba equivocado. Los demonios lo hicieron... son una clase especial

que absorbe los poderes y la energía de sus víctimas. Se alimentan de esa

energía, es la forma en que sobreviven y se vuelven más fuertes. Mi mejor

conjetura es que tuvieron un encuentro con Ángeles de Luz en el mundo

de los mortales, poco antes de atacar a Cody y a Ivy en Dryndara.

—Sólo he oído hablar de dos demonios que tienen ese poder... —Mi voz se

apaga.

No, no puedo procesar esto. No. No. No.

Kieron nerviosamente se pasa las manos por el cabello, el dolor es evidente

en su rostro.

—Realmente desearía haber podido evitar esto. Considere simplemente

irme y no decirte nada, pero no podía hacerlo. Pero debería… —Niega con

Page 251: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

251

la cabeza, como si estuviera enfadado consigo mismo—. ¿Recuerdas que

dije que vine aquí a asesinarte porque estabas interfiriendo con una de mis

canteras?

—Um, sí… Imagino que maté a una de tus recompensas y simplemente

estás molesto por el dinero. Te lo devolveré si eso es lo que… —murmuro,

aún en completa negación de hacia dónde va con esto, incluso aunque sé

exactamente a dónde se dirige. Quiero que deje de hablar ahora… antes de

que sea demasiado tarde.

—No, no es eso. Interferiste porque también los estabas cazando. Esos

demonios en particular son altamente sensitivos y se asustan con

facilidad. Los estuve rastreando por muchos meses. Y justo cuando los

tenía en la mira, algo los asustó: tú. —Mira al suelo.

De pronto, todo gira a mí alrededor y comienzo a desvanecerme. Mi

espalda se desliza por un costado del árbol hasta que estoy sentada en el

suelo. Pero ni siquiera eso ayuda. El malestar impregna mi cuerpo y mi

sangre parece haberse vuelto veneno: matándome lenta y metódicamente.

—Solo ha habido dos demonios que alguna vez he cazado que me han

evadido —susurro, aún sin creerlo.

Kieron asiente y mueve los pies, nervioso.

—Y tengo un contrato de sangre de la Legión Suprema para traerlos…

Vivos.

Salto.

—¿Qué? ¡No! ¡No puedes! Si están aquí… si están en alguna parte y sabes

dónde están, Kieron, debes decírmelo. Debo matarlos. Sabes qué debo

hacerlo.

—Lo siento, no puedo dejarte hacerlo. La Legión Suprema decretó… —Su

voz apenas es un murmullo.

—La Legión Suprema… Kieron, ¿quién eres? —Mis ojos se sienten listos

para escapar de mi cabeza, si es que no explota primero.

—Lucky, este no es momento para entrar en eso. Te lo explicaré después

de que regrese…

Page 252: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

252

—¡Después de que regreses de proteger a los monstruos asesinos que

mataron a mis amigos y destruyeron mi vida, querrás decir!

Me mira con dolor en sus ojos.

—No tenía idea de lo que los Amazèa te habían hecho cuando nos

conocimos. Sólo lo descubrí después de hablar contigo. Luego sume dos

más dos. Nadie sería tan estúpido como para cazarlos si no tuviera una

malditamente buena razón.

Mis temblorosos labios se convierten en una mueca.

—Oh, ¿y supongo que tú tienes una buena razón?

—He estado atado a esta recompensa por meses. Encontrarlos, contenerlos

y entregárselos a la Legión es la única forma en la que puedo ganar mi

libertad… de otra forma… —Aparta la mirada y nerviosamente se pasa

ambas manos por el cabello.

Me pongo en su línea de visión y lo miro.

—¿Qué hay de mi libertad? ¿Qué hay de mi justicia? ¿Mi venganza?

Deja escapar un profundo suspiro.

—Lo siento Lucky. De verdad. Si te hace sentir mejor, serán retenidos por

altos crímenes, probablemente les quitarán sus poderes y se desvanecerán

a Wasteland por toda la eternidad.

—¡No, no me hace sentir mejor! Necesitan pagar. ¡Necesitan morir! Y

necesito ser yo quien lo haga. Por Kayla… por Michael… Cody e Ivy. Por mí.

—Piso tan fuerte con el pie, que el árbol tiembla.

—Lucky, si no los dejo a salvo para cuando termine mi contrato, estaré

unido a la Legión Suprema por el resto de mi vida. ¿Sabes lo que eso

significa? Seré un esclavo, forzado a hacer su voluntad, lo que quieran y

donde quieran, sin libre albedrío, por el resto de mi miserable vida. Tendría

que abandonar esto para siempre… eso significa nunca más volver a verte.

Pero, si los regreso antes de que la recompensa expire, entonces seré libre.

Ese fue el trato que hice después de encontrarte. Lo sabía. Necesitaba

estar aquí contigo. Esa fue la razón por la que me fui algunos días… no es

como si lo hubieras notado. Hice el trato por ti… para poder estar

contigo… para poder tener una vida contigo.

Page 253: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

253

Mi risa sardónica parece venir de alguien más.

—Bueno, es un trato de mierda el que hiciste porque si no me dices dónde

están en este preciso momento, no sólo no querré volver a verte, sino que

te mataré aquí y ahora. —Instantáneamente, dos bolas de fuego estallan

en mis palmas. Levanto las manos, lista para liberarlas.

Sus ojos brillan perversamente.

—Lucky, no quieres decir eso. Escucha lo que estoy diciendo…

—Oh, estoy escuchando… y todo lo que escucho es cómo esto es sólo por

ti. Bueno, tengo noticias para ti. No me importa cuál es el precio o si

muero en el intento… encontraré a los Amazèa y los mataré. No tú u otra

criatura en este planeta, viva o muerta, va a detenerme. Y si te interpones

en mi camino, te mataré y no lo pensaré dos veces. ¿Entendido?

—Lucky…

—Sal de mi vista… me pones enferma. —Le doy la espalda. No puedo dejar

que vea lo devastada que estoy.

Lo oigo suspirar.

—No tiene que ser así.

No me muevo.

—Necesitas irte de aquí, ahora. —Mi voz apenas es más que un susurro,

pero la amenaza es inconfundible.

—Me estoy yendo. No me sigas. Sé que si lo haces…

Me giro, poniendo mis ojos enfurecidos en él por lo que espero sea la

última vez.

—Terminaste de darme sugerencias. Tengo mis propias maneras de

encontrarlos. Y lo haré. Pero no te seguiré. Nunca te seguiré a ninguna

parte…

—Lo siento tanto, Lucky… —Me da una última mirada llena de dolor antes

de darse la vuelta y desaparecer en la noche.

Mi corazón se rompe en un millón de trozos. Dándome la vuelta, lanzo las

bolas de fuego contra un árbol detrás de mí y explotan con un sonoro

Page 254: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

254

crack. Colapso en el césped y grito tan fuerte y largo como puedo, hasta

que no puedo gritar más.

Después lloro. Lloro por Michael, Kayla y su injusto y cruel sacrificio. Lloro

por Ivy y Cody, en el lugar equivocado en el momento equivocado. Lloro

por el dolor que sentí mientras le lanzaba esas horribles palabras a Kieron

y la fría mirada en sus ojos cuando me traicionó. Lloro por su injusta

situación… la suya y la mía.

Y llora por nosotras, por mí y Liora, porque nuestra única oportunidad de

unirnos como una y reclamar nuestra vida, significa perder al único

hombre que ambas amamos.

Realmente estamos condenadas.

Lágrimas no derramadas empañan mi visión mientras enfadada hago mi

camino por el bosque. Puedo correr por el bosque con los ojos vendados si

tuviera que hacerlo. Estoy tan molesta para viajar en Diablo ahora mismo;

necesito mover mi cuerpo, hacer algo con toda esta energía antes de que

explote. Derribo árboles y exploto rocas mientras corro por Dryndara, los

prácticos métodos para consumir toda mi rabia.

Tatiana se sienta junto a la chimenea esperándome cuando entro por la

puerta y la envío volando a través de la habitación, apenas evitándola. Ni

se inmuta.

—¿Por qué no me lo dijiste? —grito.

—No preguntaste —responde tranquilamente.

—No seas condescendiente conmigo, Tatiana. Estoy furiosa. Quiero

matar… quiero matar…

—¿A quién exactamente? —pregunta, con una pequeña sonrisa en su

rostro. La rabia dentro de mí bulle hasta tal punto, que temo perder el

control por completo. Inhalo profundamente muchas veces y camino

furiosa alrededor de la pequeña habitación.

Page 255: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

255

—Sabes exactamente de quién estoy hablando. Los Amazèa. Kieron.

Regresaron y no me lo dijiste…

—Aún están bastante lejos y fuera de nuestras barreras. Cazarlos es

inútil… incluso más que cuando están adentro…

—Pero Kieron… está detrás de ellos ahora mismo. Va a salvarlos. —

Imagino su hermoso y cincelado rostro. Luego me imagino pateándolo con

una bota especial con punta de acero.

—Tiene una jurisdicción más amplia que la tuya. Además, está trabajando

bajo órdenes oficiales, algo que tú no.

—No me importa si está bajo las órdenes del mismísimo Lucifer.

Encuéntralos y dime dónde están. No puedo permitir que llegue primero a

ellos y los salve…

—Quizás es a ti a quien está salvando —dice.

—No, Tatiana. No sabes que seré derrotada; no me importan qué digan tus

malditas flores flotantes. Tengo el elemento sorpresa. Puedo matar desde

la distancia. Nadie va detrás de ellos… creen que son invencibles.

Intocables. Tengo la ventaja…

Ya no puedo soportar más el sentimiento burbujeante en mi sangre, así

que camino hasta la habitación de reservas de emergencia de Tatiana.

—E incluso si tienes éxito, ¿Qué crees que pasará? —me grita. Tomo la

botella verde recientemente llena de la mesita de noche de Tatiana y vuelvo

a la sala de estar.

—¿Qué creo que pasará? Se acabará. Finalmente podré vivir… eso es lo

que pasará. Podré dejar de ser un prisionero de la noche y alguien más

durante el día. Podré vivir el resto de mi vida sabiendo que no dejé que las

criaturas que mataron a cuatro de mis amigos, se salieran con la suya.

Tomo varios sorbos, sin importarme si es más tarde de cuando debería

estar tomando. Miro a Tatiana, mis ojos retándola a reñirme.

—¿Y tú simplemente asumes que serás mágicamente reunificada y que tu

vida seguirá como si nada hubiera pasado? ¿Qué hay de las consecuencias

de la Legión? Sabrán que actuaste ilegalmente y serás severamente

castigada. ¿Qué bien haría si te desvaneces en Wasteland o, como mínimo,

te despojan de tus poderes y te degradan a un estatus menor de demonio?

Page 256: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

256

Se levanta y camina hacia mí.

—…Debo decir, Lucky, que mientras tu emoción y pasión te hacen más

fuerte que muchos otros demonios, también serán tu ruina si es que no

utilizas a la vez tu sentido común.

Me niego a que las palabras de Tatiana penetren en mí; las he escuchado

antes. Ha dejado perfectamente claro durante el paso de los años, que no

está convencida como yo que, matar a los Amazèa me una de nuevo…

mezclándome con Liora de la forma en que éramos antes: un demonio

puro.

Pero reunir mi alma no es mi único motivo; es obtener justicia para

Michael y Kayla… y ahora, para Cadí e Ivy. Debo tener mi venganza ante el

monstruo que los asesinó… no puedo vivir sin hacerlo. Necesito hacer lo

que debería haber hecho esa noche hace cinco años, en cambio de lo que

sí hice: congelarme de miedo y escapar.

Me comporté como una Sapie débil y estúpida.

Necesito corregir el error; deshacer lo que hice… hacer lo que no hice. He

repasado el escenario una y otra vez en mi mente tantas veces, que hay

unas en que creo que si peleé, que fui capaz de salvar a Michael y a Kayla,

que la división nunca ocurrió y que aún somos buenas amigas que se

quieren y comparten todo con la otra. Algunas veces, soy capaz de

engañarme pensando que Michael y Kayla sólo están a la vuelta de la

esquina, esperándome a que salga a jugar… no enterrados casi dos metros

bajo tierra y a un kilómetro de distancia, bajo el círculo de piedras que

puse para marcar su tumba.

Fui yo quien encontró los trozos dispersos de sus cadáveres y quien

tiernamente los reunió después de que regresé para ver lo que los Amazèa

habían hecho con ellos. Fui yo quien los enterró junto al árbol en el que

Kayla me había puesto feliz el sobrenombre “Lucky” y Michael me había

dado mi primer beso… el mismo lugar en el que Tatiana me había

encontrado más tarde, catatónica, mientras la policía peinaba el bosque

con los frenéticos padres de Kayla y Michael.

Por supuesto, nunca encontraron los cuerpos; no fui capaz de decirle a

sus padres la verdad; que sus amados hijos estaban muertos y que todo

era mi culpa. Tatiana me había llevado lejos y luego puso un hechizo en

Page 257: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

257

los padres, removiendo cualquier rastro de Michael y Kayla de su memoria.

Pero no pudo hacer lo mismo conmigo.

Y yo nunca olvidaré.

Page 258: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

258

í

Traducido por LizC

Corregido por Nanis

usco a tientas a través de mi casillero en un trance. No soy la

única; parece que la mayoría de los estudiantes están todavía

aturdidos por lo sucedido. Han pasado un par de semanas

desde los asesinatos, pero los estudiantes todavía no han

recuperado sus actitudes alegres y bulliciosas de antes. Los

pasillos son mucho más silenciosos, y el sonido de la risa es raro. El dolor

y la tensión son palpables.

Por una vez, no me siento como una extraña.

Pero mi tristeza no es de lo que pasó aquí; sí, es horrible. En verdad. Pero

me aflijo no por los tres compañeros de clase que no me importan, sino por

el único chico que sí me importa. El que se ha ido, probablemente para

siempre.

—Hola, Liora. —Corrine se apoya en mi casillero, tenue.

Levanto la mirada y le doy una media sonrisa.

—Hola.

—¿Lista para la prueba?

Me encojo de hombros. Ni siquiera sé de qué prueba me está hablando,

pero estoy segura de que voy a sacar una “A” sin siquiera intentarlo. Subo

el cierre de mi chaqueta cuando el viento pasa silbando, escociendo mi

cara. Me gusta el dolor. Es la única manera que sé que sigo viva. El resto

del tiempo me siento entumecida.

Todavía me sorprendo a mí misma estirando el cuello, en busca de

cualquier señal de Kieron. Pero se ha ido. Y ni siquiera entendía qué

estaba haciendo aquí en primer lugar. O qué estaba haciendo conmigo.

A pesar de que yo le había dicho que no quería volver a verlo —y lo dije en

serio— supongo que pensé que lo vería de todos modos. Que estaría

Page 259: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

259

esperando por mí fuera de la cabaña una mañana y caminaríamos juntos

a la escuela. O que estaría en clase, y después de la escuela nos iríamos a

la montaña otra vez... o tal vez al cementerio a leer poesía el uno al otro.

Tal vez sería capaz de decirme algo —cualquier cosa— que pudiera hacer

que el dolor increíble en mi pecho desaparezca, aunque sea un poco.

En un primer momento, después de que había superado el shock inicial y

la ira al descubrir la verdadera identidad de Kieron, lloré. Cuando no podía

llorar más, me enojé de nuevo. Enojada porque me mintió. Enojada porque

me engañó. Enojada porque me utilizó.

No quería admitir que era exactamente lo que yo había estado haciendo

con él.

Mi caso era diferente. Si yo fuera todavía una Demion real, nunca lo

habría escondido de otros Demions. Pero... supongo que lo escondería de

los humanos.

Suspiro.

Sé que estoy enojada con Kieron, pero cuanto más se aleja, más difícil es

para mí recordar exactamente por qué estoy enojada con él. Por mucho que

odio lo que es, hay un extraño consuelo en el hecho de que él sabe lo que

soy.

Me encanta que él conozca el verdadero yo... justo tanto como odio esa

parte.

No puedo descifrar si lo amo o lo odio. Tal vez ninguno de los dos. Tal vez

ambas cosas.

Lo único que sé, es que lo extraño mucho. Y desesperadamente me

gustaría poder volver a verlo.

Cuando la clase finalmente termina por el día, me apresuro a la plaza de

estacionamiento y salto en mi Mustang. Lo traje hoy, así podría conducir

al cementerio después de la escuela para leer el libro de poesía de Kieron.

Lo he leído todo ya varias veces, con sólo apoyarme en las lápidas,

sintiendo el aire fresco abrasar a través de mis pulmones, y el leer las

bellas palabras con las que Kieron había estado tan profundamente

encariñado, de alguna manera ayuda a aliviar parte de la soledad dolorosa.

Aquí está conmigo, aunque sólo sea en espíritu.

Page 260: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

260

Estaciono y recojo mis cosas.... una pequeña manta y un bocadillo para

después. Voy a quedarme aquí tan tarde como pueda antes de que tenga

que volver a casa y dejar que Lucky tome el relevo.

Paso por encima de las enredaderas y ramas irregulares y me arrastro a

través de la abertura en la valla de hierro. Mis mejillas están entumecidas

por el frío, pero no me importa; este es el único lugar donde quiero estar

ahora.

Extiendo mi manta al lado de una piedra grande, agrietada con grabados

descoloridos. Entonces saco el suave libro marrón y lo abro a la mitad. A

diferencia de las otras páginas, ésta tiene la esquina doblada, como si

Kieron la hubiera marcado por una razón especial.

Por lo que debe ser la vigésima vez, en silencio leo el poema de William

Blake titulado “Una Imagen Divina.”

La crueldad tiene un corazón humano,

Y los celos un rostro humano;

El terror la divina forma humana,

Y la clandestinidad vestido humano.

El vestido humano se forja de hierro,

La forma humana una fragua de fuego,

El rostro humano un horno sellado,

El corazón humano tiene hambre atiborrado.

Leí y releí las palabras, una lágrima corría lento por mi mejilla. Siempre he

odiado mi lado demoníaco por lo que ha hecho, lo que representa. Pero

siempre he pasado por alto los defectos que llevo como un ser humano. He

sido cruel. He sido celosa. Ser humana no me hace humano. Las palabras

apuntan a la auto-destrucción sin esperanza de salvación. Porque los seres

humanos tienen defectos, yo soy imperfecta, no importa cómo lo mire. Sólo

puedo aceptar quién y qué soy, para bien o para mal. No puedo colocar a

los demonios a un nivel diferente como hago con mi propia especie. Cada

Page 261: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

261

elemento del mal que me causa repulsión en los demonios, se puede

encontrar en los seres humanos también.

Cierro el libro y mis ojos, y rezo para algún día poder ver de nuevo a

Kieron y ser capaz de hacer todo bien.

Page 262: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

262

í

Traducido por Lalaemk Corregido por LizC

e tomo de golpe un trago de whisky con hielo y busco

por otro.

—Odio verte así —dice Bones desde el asiento a mi

lado—. No recuerdo nunca haberte visto así de

deprimida. Es por él, ¿no es así?

Le doy una mirada por el rabillo de mi ojo. No quiero hablar acerca de

Kieron, especialmente desde que me hizo sentir y ver como una tonta.

Todavía no puedo creer que tenga todos estos ridículos sentimientos por

alguien que sólo ha estado usándome. ¿Cuán estúpida pude haber sido

para pensar que posiblemente, por incluso un momento, Kieron era alguien

que en realidad se preocupaba por mí? El premio por el Demonio más Tonto

del Año va para…

—Estoy tan contento que podré matarlo la próxima vez que lo vea —

finaliza Bones.

—Tienes que hacer fila detrás de mí para eso —digo, tomando otro sorbo—

. Pero no es sólo por él que estoy enojada… también estoy enojada de que

los Amazèa estén tan lejos de mi alcance para darles caza. Gracias a la

lame-culo Liora y su insistencia de presentarse en la madrugada…

—Sí… un poco difícil tener un marco de tiempo limitado para trabajar,

¿eh?

No digo nada. Sólo miro a la parte trasera de la cabeza de Gyan y pienso

en el pobre de Cody.

Bones casualmente apoya su brazo sobre la parte trasera de mi silla.

—Sé que odias cuando digo esto, pero lo diré de todas formas —continúa—

, estoy feliz de que sea él que esté cazando los Amazèa y no tú.

Page 263: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

263

Estoy demasiada drenada para discutir.

—Él no está cazándolos, está salvándolos —murmuro. Tomo de golpe lo

último de mi trago y golpeó el vaso contra el mostrador.

—Eso es muy impresionante, sin embargo, que él trabaje para la Legión

Suprema. Nunca antes había conocido a uno de sus caza recompensas.

Esperaba que fuera… no sé… más grande tal vez.

Tomo el nuevo vaso que Gyan ha puesto y sin propósito alguno lo sacudo

con mis dedos mientras Bones balbucea.

—Me pregunto lo que hicieron los Amazèa, de todas formas. Debió haber

sido algo muy loco para que hicieran un contrato por sus cabezas. Oí que

ellos fueron los responsables de matar a un montón de Sapies

recientemente, pero no sé por qué los Legionarios se preocuparían por eso.

¿No te hace sentir mejor si son castigados, incluso si es por algo más?

—No.

—Piénsalo, Lucky… con la excepción de los inmortales, todos vamos a

morir en algún momento. Cierto, algunos vivimos más que otros, pero nos

extinguiremos eventualmente, de alguna forma u otra. Si matas a los

Amazèa ahora, ¿dónde está su sufrimiento? ¿Dónde está su dolor? No

parece que serían castigados tanto como morir como lo harían si fueran

despojados de sus poderes y desterrados a Wasteland por la eternidad.

Quiero decir, ¿puedes imaginar algo peor?

—Sí, puedo —me quejo.

Bones pone sus ojos en blanco.

—Apresúrate y termina para que podamos ir afuera. Quiero hablar contigo

acerca de algo.

Miro alrededor de la barra por la baja densidad de personas.

—Pues habla.

—No aquí. Necesitamos privacidad. Sólo termina —instruye, con una

sonrisa devastadora. A pesar de mi supuesta inmunidad a sus poderes de

seducción demoníacos, él todavía no ha perdido la habilidad de

encantarme cada vez que quiere. Me vuelve loca.

No tengo más remedio que terminar mi bebida y ponerme de pie.

Page 264: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

264

—Después de ti —digo, agitando mi brazo con fabulosa elegancia.

Bones salta de su silla llevando su sonrisa arrogante y toma mi mano. No

debería estar sorprendida de lo agradable que se sienten sus dedos

envueltos alrededor de los míos, pero lo estoy. Es casi como si olvidara lo

bien que Bones me hace sentir… como estar envuelta en una cobija

acogedora y familiar. Es diferente de la forma en que me siento cuando

Kieron me sostiene. Con Kieron, me siento emocionada, viva, y totalmente

en paz, todo a la vez. Con Bones, sólo me siento cómoda, como una niña

pequeña que ha caído y se raspó las rodillas y se le da un helado y un

beso. Bones es mi consuelo.

De la mano, esquivamos a través de los árboles estrechos, corriendo más

profundo en el Bosque de las Hadas. Bones está llevándome a su lugar

privado. Él me ha traído aquí varias veces antes, pero nunca lo he llevado

a la mía. Nadie ha estado ahí excepto yo… y Kieron. Darme cuenta de esto

me hace sentir peor. He permitido que mi lugar sagrado sea contaminado

por un traidor, pero alguien tan asombroso y amoroso como Bones nunca

ha sido invitado. Hago una nota mental rápida para llevarlo pronto.

Al igual que mi bosquecillo privado, el lugar de Bones está en lo alto de

una montaña. Pero en lugar de estar al aire libre como el mío, la guarida

de Bones está escondida dentro de una cueva. Fácilmente echa a un lado

las enormes rocas que cubren la entrada como si fueran pequeñas piedras,

y arroja pequeños leños en un montón.

—¿Te importa? —pregunta con una sonrisa tímida.

Doy un paso adelante y suelto una pequeña corriente de calor anaranjado-

rojizo de mis dedos. La hoguera proyecta un resplandor sereno y acogedor

de las paredes de la cueva.

Bones se sienta a mi lado junto al fuego y abre sus brazos.

Inmediatamente me anido en ellos, con la espalda contra su pecho, su

cuerpo envolviéndome amorosamente mientras apoya su barbilla contra la

parte superior de mi cabeza. Juntos, miramos las flamas mientras brillan

y danzan; me siento a mí misma relajándome más y más dentro de su

abrazo tranquilizante, hipnótico.

Me sostiene en silencio. Sus dos corazones latiendo constantemente en mi

espalda, y su cálido aliento hace cosquillas en mi cuello y oreja mientras

presiona su mejilla al lado de mi cabeza. Trato de enfocarme en lo bien que

Page 265: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

265

se siente Bones, en lugar del eterno tormento que he sufrido desde la

partida de Kieron.

Bones había dicho que quería hablar, pero no dice nada. El silencio es

agradable, tan tranquilo y relajante. Me siento ahí entre sus brazos,

dejando que nuestros latidos y respiraciones se sincronicen. Al menos

pasa una hora antes de que cualquiera de los dos nos movamos.

—Lucky —susurra finalmente a mi oído. Inclino ligeramente mi cabeza

hacia él, y siento su aliento caliente en mi mejilla—. ¿Cuánto tiempo

hemos sido amigos?

Sonrío, un poco perpleja.

—No lo sé… un tiempo… ¿doce, trece años?

—Y en todo ese tiempo, ¿alguna vez te has preguntado si tal vez estamos

destinados a ser más el uno del otro que sólo amigos? Quiero decir, sé que

estás atravesando por cosas desagradables en estos momentos, ¿pero

alguna vez has pensado que te podrías sentir por mí de la misma forma en

que lo haces por… él? —Su voz es apenas audible, pero envía ondas de

electricidad por mi cerebro. Mi estómago da un salto y se hunde.

—Bones —suspiro, acurrucándome más profundamente en su pecho—. No

sabes cuánto desearía que fueras tú el indicado para mí. Lo quiero tanto.

Tanto que duele. Me preocupo tanto por ti…

—¿Entonces qué es? ¿Qué está deteniéndote? Por favor dime, porque por

mi vida que no puedo entenderlo. —Él pone mi cabello detrás de mi oreja y

acaricia mi cuello.

¿Por qué las cosas nunca pueden ser sencillas, por una vez? ¿Por qué él no

puede ser quien quiero que sea? ¿Por qué él no puede ser como Kieron?

Inmediatamente empujo el último deseo. No quiero a Kieron. Ya no más. No

después de lo que hizo.

Mi mente lo sabe. El problema es que, mi corazón no quiere escuchar.

—Bones… tenemos una buena cosa aquí, y no quiero perderte, nunca. Si

intentamos ser algo más y no funciona…

—Pero, ¿por qué no funcionaría? Hemos estado muy bien todos estos años.

Hemos pasado por mucho, y estamos más cerca que nunca. ¿Por qué

Page 266: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

266

piensas que de repente esto se iría si fuéramos más en serio? Si yo fuera

tuyo y tú fueras… mía. Toda… mía. —Él traga y siento su corazón saltar

un par de compases.

Inclino mi rostro al suyo. Nuestros ojos se enlazan.

Por un breve destello, me convenzo de que el mundo exterior no existe, que

él no va a la cama con una multitud de mujeres, noche tras noche, y las

mira con los mismos dulces, amorosos y seductores ojos que me está

mostrando. Por un momento, ignoro el hecho de que él sólo ama a la mitad

de mí, y mi hermana gemela lo despreciará siempre.

Tal vez esto es lo mejor que puedo desear. Tal vez no llegue a tener a

alguien que llegue a amar todo de mí y que yo ame todo de él. Tal vez ese

es el problema. Tal vez Bones realmente es con quien se supone que debo

de estar, y Kieron sólo me había engañado para pensar de otra manera.

Un momento de negación es todo lo que necesita.

Bones baja su rostro al mío y me besa con la experiencia apacible de un

experto amante. Cierro mis ojos, y, olvidando todas las razones de por qué

no debería, me permito sucumbir a su tierno abrazo.

Gentilmente, me pone en el suelo, acolchando mi cabeza con su mano. Él

rápidamente se quita su suéter negro, colocándolo bajo mí cabeza en

donde había estado su mano, luego se iza a sí mismo por encima de mí.

Nuestros besos se vuelven más rápidos y furiosos. Estamos dirigiéndonos

a un territorio peligroso, pero no me importa. Acaricio su piel suave y

sedosa, y mordisqueo sus brazos y cuello.

Él comienza a soltar los ganchillos de mi corsé, uno por uno. A medida que

cae a un lado, revelando mis pechos desnudos, no siento ninguna

vergüenza. Con hambre, se alimenta de mis brazos, besando y

succionando cada punto de piel como si fuera la más dulce miel. Cada

toque envía escalofríos de fuego arriba y bajo por mi espina dorsal, y

cuando se afloja los pantalones y los deja caer, sé que hemos pasado el

punto sin retorno.

Él presiona su cuerpo desnudo sobre mí, y deslizo mis manos por encima

de su esculpida, suave espalda. Me besa más profundo, deslizando sus

dedos entre mi cabello y acariciando mi cuello con delicadeza. Mi cuerpo

es un infierno en llamas, e incluso con los ojos cerrados, veo

perfectamente su rostro exquisito.

Page 267: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

267

Lentamente, su camino de besos viaja desde la parte baja de mi cuello,

entre mis pechos, y a mi abdomen. Gentilmente desliza sus manos bajo mi

largo vestido, haciendo cosquillas dentro de mis muslos con sus dedos. Mi

cuerpo se retuerce y encorva con una ansiosa anticipación. Nunca he

anhelado nada tanto como a él en este momento. Mi espalda se arquea,

desesperada por sentir su piel en la mía. Sus manos masajean mis caderas

mientras besa su camino hacia la parte superior de mi cuerpo, cada beso

deliberado y tortuoso. Espero con impaciencia la sensación de su boca en

la mía de nuevo.

Finalmente, su cálido aliento llega a mi cuello, mi cara, y al final, mis

labios, mientras me devora una vez más. La falda de mi vestido sigue

siendo una barrera incómoda a lo que mi cuerpo desea más, y conforme

comienzo a levantarlo, oigo la hipnótica sugestión en mi oído.

—Di mi nombre…

—Kieron —mi voz es un susurro sin aliento—, Kieron…

Él se detiene. Mis ojos se abren, y toma otro segundo completo mirar la

expresión herida de Bones cuando llego a comprender del todo lo que

acabo de hacer.

—No… espera, Bones… no quise decir…

—Sí, lo hiciste —susurra con la voz apagada. Mira a un lado, y

rápidamente se empuja fuera de mí. Su espalda presionada contra la

pared de la cueva, se queda mirando fijamente el fuego.

Me acerco a él, atormentada por la culpa.

—Bones… lo siento tanto… no sé por qué dije eso…

¿Cómo pasó eso? ¿Por qué dije el nombre de Kieron?

Él recoge sus pantalones y se los pone. Luego sacude una pocas ramitas

en la hoguera y mira distraídamente mientras las chispas vuelan.

—Dijiste el nombre de quien más deseas. Del que más deseabas que fuera.

—Pero yo no… él no es… no entiendo.

Se voltea para encararme, y de repente soy muy consciente de que todavía

estoy sin la parte de arriba.

Page 268: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

268

—No lo entiendo tampoco —dice en voz baja—, pensé con seguridad que si

dejabas abrirte para mí, entonces sería el indicado…

—Bones…

—No lo hagas. —Su voz es más dura ahora—. Puedes engañarte todo lo

que quieras, pero no puedes engañarme. Y por más que quiera más que

nada estar contigo… de realmente estar contigo… sólo lo quiero si te

sientes de la misma manera.

Busco por mi top, mis manos temblando mientras trato de enganchar la

fila de pequeños ganchos. ¿Por qué tiene que haber tantos? La incomodidad

se expande con cada segundo que pasa mientras busco en mi cerebro por

las palabras correctas. El problema es, que no hay ninguna.

—Está bien —dice finalmente Bones—. En el fondo tenía la sensación de

que todavía piensas en él. Nunca he visto a nadie afectarte de la forma en

que ese chico lo ha hecho. Pero tenía que intentar. Por ninguna otra razón

que enfrentarme a la verdad.

Finalmente tengo mi top puesto, y me muevo más cerca de él. La magnífica

belleza de Bones se ve reforzada aún más por la luz bailante del fuego,

pero la tristeza en sus ojos es inconfundible y conmovedora.

—Bones… —me acerco a él.

Él me da una sonrisa irónica y aprieta mi mano.

—El sol saldrá pronto. No querrás estar atrapada aquí conmigo…

—Lo siento tanto… no quise lastimarte…

—Deberías irte.

—Bones…

—Lucky, está bien. No me siento diferente acerca de ti. Todavía eres la

única cosa en este mundo por la que me preocupo, y hasta que llegue el

momento correcto para que estemos juntos, esperaré por ti. Siempre estaré

aquí, esperándote. Porque sé que un día las cosas cambiarán, y tú y yo

seremos los que estemos destinados el uno al otro. Un día será mi nombre

el que digas…

—Bones…

Page 269: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

269

—Vete ahora. Te veré después. —Le da a mi mano un pequeño apretón.

Todavía hay demasiado tiempo antes del amanecer, pero él obviamente

quiere estar solo.

Le doy un rápido abrazo y beso su mejilla, triste por la forma rígida y fría

en que su cuerpo se siente para mí ahora. Ni siquiera puedo soportar

mirar a sus ojos distantes mientras susurro: —“lo siento” una última vez

antes de salir corriendo al santuario del bosque.

Page 270: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

270

í

Traducido por Mari NC y Lore_Mejia Corregido por Akanet

ye, Liora... um, ¿puedo hablar contigo un segundo? —

Corrine se apoya contra la fila de casilleros y juega

nerviosamente con su collar.

Dejo escapar un ligero suspiro. Me las arreglé para superar otro día de

escuela, sólo porque tenía el tranquilo cementerio para ansiarlo para más

tarde. Quería estar a solas con mis pensamientos y personas muertas que

no me juzgan. Por mucho que realmente me guste Corrine, espero que ella

no esté buscando que tengamos algo más de tiempo de unión femenina, ya

que esto entra en conflicto directo con mi deseo de retirarme del mundo

exterior por completo.

Sin embargo Corrine es la única que nunca me ha juzgado o criticado por

mi comportamiento antisocial. Si la pierdo, no voy a tener a nadie. Y no sé

si voy a sobrevivir sintiéndome aún más solitaria.

Cierro mi casillero de un golpe y fuerzo una sonrisa.

—Claro, ¿qué pasa?

—Um, bueno, me preguntaba si podría pedirte un pequeño favor. Bueno,

pequeño para ti, pero sería muy importante para mí... —Mastica el lado de

la boca y retuerce su cabello alrededor de un dedo regordete.

—¿Qué es?

—¿Estaba preguntándome… esperando… que tal vez podrías ayudarme

con algunos problemas que estoy teniendo en un par de clases? Eres tan

brillante, tal vez podrías explicarme algunas cosas... Me figuré que como

fuiste capaz de ayudar a Kieron, ¿tal vez podrías ayudarme? —Ella parece

estar conteniendo el aliento esperando mi respuesta.

Page 271: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

271

Inexplicablemente mi estado de ánimo mejora, a pesar de escuchar su

nombre. No mucho, pero algo, y me río entre dientes.

—Claro... ¿Con qué necesitas ayuda?

Ella baja su cabeza mientras nos abrimos camino hacia el

estacionamiento. Hace mucho que dejé de buscar la camioneta de Kieron,

habiendo aceptado que se ha ido y nunca volverá.

—Bueno, es un poco embarazoso. No me está yendo del todo bien en

matemáticas, pero ahora mismo estoy perdiendo historia e inglés. Trato lo

mejor que puedo, pero mi escritura es terrible... no puedo recordar todas

las estúpidas reglas. Y en historia, sigo estando confundida acerca de

quién hizo qué, cuándo y por qué debería importarme. Matemáticas...

simplemente apesto, punto. Y ni siquiera me hagas empezar con química.

—Deja escapar un suspiro agitado—. Estoy muy asustada porque si lo

arruino demasiado y no me gradúo... —Mira hacia otro lado, pero no antes

atrapar el brillo en sus ojos.

—No hay problema... puedo ayudarte totalmente —Finalmente. Mi inútil

brillantez puede ser buena para otra cosa que hacer que los estúpidos

profesores crean que realmente me han enseñado algo.

—Realmente, ¿puedes? Quiero decir, ¿podrás? ¡Eso es genial! —Su voz se

llena de alivio—. Me gustaría que pudiera pagarte por tu tiempo, pero no

tengo nada de dinero. Tal vez podría lavar tu auto o limpiar tú…

Me río tan fuerte que me sorprende.

—Corrine, detente. No seas tonta. Me encantaría ayudarte, y no tienes que

pagarme o hacer algo por mí. El estudio extra me beneficiaría, también —

miento.

Ella sonríe ampliamente, exhibiendo sus dientes torcidos.

—Vaya, muchas gracias. Eso es tan genial de tu parte. Um... ¿Cuándo

estás libre? Sé que las noches realmente no funcionan para ti.

—Estoy libre por las tardes. Sólo tengo que estar en casa para el

anochecer. Así que cualquier día que quieras.

Cuanto más pienso en ayudar a Corrine, más me gusta la idea. Necesito

desesperadamente algo... cualquier cosa... para ayudar a ocupar mi mente

Page 272: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

272

y distraerme de las interminables horas de tormento. Algo en que

enfocarse que no sea...

—¿Quieres hacerlo ahora? La biblioteca está abierta hasta las seis.

—Seguro.

Damos un paseo hacia el edificio circular, y no puedo dejar de pensar en el

momento en que vine aquí con Kieron. ¿Seré capaz de hacer algo de nuevo

sin pensar en él?

Corrine es una estudiante entusiasta, y me escucha con atención.

Mientras la tarde avanza, estoy más y más asombrada de lo mucho que

disfruto enseñándole cosas... el sentimiento de satisfacción que consigo en

el interior cuando me da esa mirada de comprensión. Después de que

responde algunas preguntas de matemáticas complejas, no sé quién está

más orgullosa, ella o yo. Y la gratitud en sus ojos cuando nuestra sesión

está terminada... totalmente no tiene precio.

—Liora, no sé cómo agradecerte. Eres una maestra tan increíble. Explicas

todo de una manera que realmente tiene sentido. Ya siento como si

entendiera mucho mejor. Tal vez hay esperanza para mí todavía.

—¿Quieres hacerlo de nuevo mañana? —pregunto. La tarde ha volado muy

rápido, sé que me tengo que ir pronto. Pero aparte de los días pasados con

Kieron, esta fue la mejor tarde que había tenido en mucho tiempo.

Ella menea su cabeza de arriba abajo con impaciencia.

—Sí... quiero, necesito... seguir adelante, durante el tiempo que estés

dispuesta a ayudarme. Si no me va bien en mis clases... si no me gradúo...

—Deja caer su cabeza.

Impulsivamente, le doy un abrazo.

—Te irá muy bien... y te prometo que te graduarás.

—Tengo que hacerlo —susurra en voz baja—. Es la única manera de que

alguna vez pueda salir de mi casa y de este pueblo abandonado por Dios.

—Puedes hacerlo, Corrine. Sé que puedes. Y voy a ayudarte en todo lo que

necesites.

—Liora, gracias... muchas gracias. Realmente no sabes lo que esto

significa para mí. Estás salvando mi vida. Tú... tú eres un ángel.

Page 273: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

273

Sonrío, su efusivo elogio me hace sentir extrañamente cálida. Nunca antes

he estado en el extremo receptor de la gratitud y me hace sentir bien por

dentro. Realmente bien. Es bueno sentirse necesitada, y aún mejor,

sentirse apreciada. Sentir que tengo un propósito.

—No soy un ángel, pero estoy feliz de ayudar. Vamos a hacer más mañana

después de clase.

—Muy bien, genial. Gracias de nuevo. Nos vemos. —Agita la mano

vigorosamente, dirigiéndose hacia su parada de autobús.

Automáticamente, me dirijo hacia el bosque, sólo recordando a un

kilómetro y medio o algo así en mi camino que había conducido a la

escuela hoy. Me gustaría haberlo recordado antes. Está oscureciendo más

temprano en estos días, y me había quedado en la escuela más de lo que

probablemente debería hacerlo. Si no me doy prisa, no voy a tener tiempo

para comer la cena, y Lucky ha estado definitivamente consumiendo

alcohol en exceso últimamente; es más, sospecho, que es necesario para

ella para su correcto funcionamiento. Cada mañana durante las últimas

dos semanas he despertado con Tatiana sentada a mi lado, remedio color

rosa para la resaca en mano.

Serpenteo a través de los árboles, tomando un atajo de mi camino normal.

No hay rastro distintivo a seguir, pero conozco el camino. Mientras camino

de puntillas a lo largo de unas rocas a través de un pequeño arroyo, repito

mí tarde con Corrine. Recuerdo una conversación con Kieron y cómo,

cuando él me preguntó qué quería hacer con mi vida, odié que no tuviera

idea de qué decirle. Poco a poco, una idea empieza a formarse.

A pesar de las advertencias de Tatiana, en el fondo siempre había asumido

que mi condición era sólo temporal, y que un día Lucky y yo

despertaríamos como una sola, reuniéndonos y de vuelta a nuestra vida

normal, cualquiera que pudiera ser. Y cuando eso sucediera, tendría el

poder para hacer lo que sea que quisiera, cuando sea que quisiera.

Pero mientras los meses se han convertido en años, estoy empezando a

pensar que tal vez esto es simplemente cómo las cosas van a ser. Seré un

ser humano ordinario para el resto de mi vida. Bueno, casi ordinario.

Necesito un nuevo plan de juego. En vez de gastar mí tiempo esperando

morir, tengo que encontrar una manera de hacer algo con mi vida que me

haga feliz. Realmente feliz. Como la tutoría. Tal vez un día pueda incluso

Page 274: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

274

convertirme en una maestra. Eso podría funcionar, los maestros sólo

trabajan durante el día, y realmente me gustan los niños pequeños. Ya que

nunca seré capaz de tener alguno por mí misma, tal vez la enseñanza será

algo que me podría gustar... algo que puedo hacer.

Me estoy acercando a la última curva, cerca de la cabaña. Perdida en

pensamientos felices para mi futuro, estuve a punto de saltar de mi piel

cuando escucho un fuerte CRACK detrás de mí. Me congelo a medio paso y

giro alrededor, buscando... escuchando.

Nada. Silencio.

Debe ser un animal, me digo, y sigo caminando.

Unos segundos más tarde, oigo el sonido de nuevo, más fuerte... más

cerca. Esos eran definitivamente pasos. Y no se supone que nadie esté aquí

afuera. Mi corazón se acelera mientras miro en todas direcciones.

—¿Hola? —grito con una voz temblorosa. Tal vez sean cazadores furtivos,

en busca de juego. No quiero recibir un disparo por accidente, y tal vez si

saben que hay alguien más aquí, se irán. Pero después de unos momentos

de silencio decido que estoy siendo paranoica. Es probable que sea sólo un

ciervo, o tal vez un mapache grande.

El sol se está acercando a su arco final en el cielo brumoso, y estimo que

tengo alrededor de media hora todavía. Necesito llegar rápidamente a casa

y conseguir algo de comer para mí, así que ignoro la incómoda sensación

en mi estómago y continúo mi camino. Pero después de sólo unos pocos

pasos el fuerte y distintivo crujido vuelve a sonar... justo detrás de mí.

Salto y doy la vuelta, la adrenalina bombeando por mis venas. Entonces

me congelo con incredulidad, mis ojos muy abiertos. Poco a poco, traigo

una mano sobre mi boca, mientras la otra se estira para tocar a la persona

delante de mí.

—Liora, lo siento... No fue mi intención asustarte. —Su voz es tan suave y

melódica como la recordaba. Da un paso más cerca y envuelve sus brazos

alrededor de mi cintura.

—Kieron... ¿Eres realmente tú? ¿Has vuelto? —Pregunto estúpidamente,

lanzando mis brazos alrededor de su cuello—. Pensé que te habías ido

para siempre y que nunca iba a verte otra vez... que no me querías... —Me

elevo sobre mis dedos de los pies y entierro mi cara en la piel de su cuello.

Page 275: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

275

No se ha afeitado y su piel es áspera contra mis mejillas, pero el olor

almizclado es intoxicante. Una mezcla de tierra y aire.

Envuelve sus brazos fuertemente a mí alrededor, y me dejo derretirme en

su abrazo. Me he imaginado infinidad de veces cómo se sentiría volver a

verlo, pero incluso mis fantasías más salvajes no se habían acercado a la

euforia de este momento. Me tiro hacia atrás lo suficiente como para mirar

a su maravilloso rostro.

—Lo siento, tuve que irme por un tiempo... y... —Sus ojos brillan con

esperanza. Él se inclina y me besa dulcemente en los labios. Estos se

queman con el deseo de más.

—Pero, ¿dónde estabas? ¿Por qué te fuiste por tanto tiempo? —pregunto

después de varios besos. Por mucho que me encanta la sensación de su

boca en la mía, necesito algunas respuestas. Rápido.

—Tenía un trabajo que hacer. Un trabajo muy importante... Lo siento,

terminó tomando mucho más tiempo de lo que pensé que haría, y no

estaba seguro de que... —El estrés y la fatiga se muestran en su rostro, y

sus normalmente cristalinos ojos están inyectados en sangre y cansados.

—¿Pero estás de vuelta ahora? —Apenas puedo contener mi alegría.

—Algo así, el trabajo no está terminado todavía con exactitud. —Él se

sienta y tira de mí a su lado—. Liora, tenemos que hablar.

—Sí, lo sé, pero no me queda mucho tiempo —Miro el cielo oscuro,

tratando de no estar preocupada por su tono serio. Después de todo, si no

hubiera querido nada más que ver conmigo, ¿por qué habría vuelto?

¿Volvería sólo para decirme que hemos terminado?

—Liora... —Él me aprieta la mano—. ¿Tienes alguna idea de dónde he

estado? ¿Lo que estaba haciendo?

Niego con mi cabeza. Por supuesto que le había preguntado a Tatiana si

sabía algo, pero obtener información de ella era como exprimir sangre de

una roca. Incluso había ido tan lejos como para escribirle una nota a

Page 276: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

276

Lucky preguntándole si sabía dónde había ido Kieron. Ella había

garabateado:

“Ese mentiroso y traicionero hijo de puta está muerto para nosotras.

Olvida que alguna vez lo conociste”.

Pero no creo que deba mencionarle esa parte todavía.

—No, yo sólo... pensé... ya sabes, desde que te dije que nunca quería

volver a verte... bueno, que tal vez realmente escuchaste. Aunque no lo

decía en serio... —añado a toda prisa.

Pone su mano debajo de mi barbilla y mira dentro de mis ojos.

—Nada... nada podría estar más lejos de la verdad. Odio la forma en que

dejamos las cosas entre nosotros, y no he dejado de pensar en ti ni por un

momento. Pero ya llegaremos a eso más tarde... ahora necesito contarte lo

que estaba haciendo.

—Está bien —susurro.

Su rostro está triste, mientras se pone de pie.

—No podemos hacerlo aquí. Tengo que llevarte a alguna parte. Es un

riesgo... uno grande, pero uno que tengo que tomar.

—¿Llevarme a dónde? Kieron, no me queda mucho tiempo, si hay algo que

tienes que decir...

—Podemos hablar más cuando lleguemos allí. Te necesito y a Lucky allí.

No estoy seguro de que estaría dispuesta a cooperar, así que necesito que

vengas conmigo.

Mi corazón late. ¿Por qué está siendo tan misterioso? ¿Está sólo

utilizándome? ¿Mintiéndome otra vez? ¿Y por qué Lucky no lo escucharía?

La idea de él yendo a través de mí para llegar a ella me pone

extremadamente incómoda.

Presiono mis labios y frunzo el ceño.

—Entonces vamos a ver si lo entiendo: ¿quieres llevarme a algún lugar así

cuando Lucky se despierte, ella estará allí?

Asiente con la cabeza enfáticamente.

—Sí, y tenemos que irnos ahora si queremos llegar a tiempo.

Page 277: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

277

Sacudo la cabeza con incredulidad.

—Claramente no estás enterado de la masiva falla descomunal en este

pequeño plan tuyo. Estoy bastante segura de que a ella no le gustará eso

ni un poco, especialmente si ya está enojada contigo, lo cual estoy bajo la

impresión de que lo está. En realidad no es una buena idea hacerla enojar.

Realmente me gustas y odiaría ver que algo horrible te ocurra…

—Las necesito a ambas, por favor... No tenemos mucho tiempo. Por favor

—repite, mirando más allá de mis ojos y dentro de mi alma—. Por favor,

confía en mí.

—Confío en ti —susurro.

Con eso, me levanta de mis pies y me acuna en sus brazos como si fuera

un bebé. Me siento pequeña y liviana en su poderoso agarre.

—Agárrate a mi cuello. No voy a dejarte caer, pero será más fácil si tus

brazos están a salvo fuera del camino. —Cierro mis brazos alrededor de él

de la misma manera en que había hecho con Bones.

Salimos corriendo a una velocidad vertiginosa hasta que el bosque se

convierte en nada más que una mancha verdosa. No quiero siquiera

pensar lo que pasaría si nos estrellamos o si él se tropieza. Cierro mis ojos

con fuerza, pero a pesar de que estoy completamente dependiendo de

Kieron por mi vida, no tengo miedo. Nunca me siento más segura que

cuando estoy en sus brazos.

Él corre, si es que a eso se le puede llamar correr, por varios minutos, a

través del bosque, por las montañas, y por el profundo valle. Abro mis ojos

una vez, por el tiempo suficiente para ver que estamos en algún lugar de

Thiberoux, pero el paisaje no me parece familiar… no es que pueda

reconocerlo, por la manera en que el paisaje pasa frente a mis ojos.

Finalmente, Kieron aminora su carrera rompe cuellos, deteniéndose

gradualmente. Me baja gentilmente y pone un brazo alrededor de mi

cintura para estabilizar mis temblorosos pasos.

—¿Estás bien? —pregunta.

Asiento. —Sí, pero creo que mi hígado y mi bazo siguen por allá atrás, en

algún sitio.

Page 278: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

278

Él sonríe. Miro rápidamente alrededor y casi deseo haber mantenido mis

ojos cerrados. Se han ido los tupidos árboles y arbustos que poblaban mi

tierra natal. Todo lo que veo son kilómetros y kilómetros de enfermizo

polvo amarillo y pilas de rocas. No hay señales de vida en ninguna parte,

incluso el aire es seco y añejo.

Durante nuestra alocada carrera, había estado muy preocupada por la

velocidad suicida con la que viajábamos como para darle importancia a

hacia donde viajábamos. Pero asumí que sería a algún lugar. Este vasto y

estéril desierto es la nada… es como si nos hubiéramos caído del borde de

la tierra y hubiéramos aterrizado en uno de esos tenebrosos shows post-

apocalípticos de Sci-Fi.

—¿Dónde estamos? —susurro, sin estar segura de querer escuchar la

respuesta. Este lugar está más allá de lo depresivo. Me alivia que ya casi

es hora de que me quede dormida, no me gusta estar aquí.

—Estamos en Thiberoux, pero no en Dryndara —dice, confirmando mis

sospechas—. Este lugar es… muy especial y está muy escondido de los

forasteros.

—¿Por qué? No es que sea una joya de los bienes raíces, es simplemente

aterrorizador y estéril. Estoy segura de que hablo por todos los humanos y

demonios cuando digo que nadie haría fila para visitar este lugar.

—Este lugar cumple con una función muy importante. Dentro de esas

cuevas hay celdas para retener fugitivos y otros prisioneros demoniacos

para transportarlos al reino del inframundo.

De repente me siento mareada. Y muy asustada. —¿Por qué estamos aquí?

—pregunto, sin intentar esconder el pánico en mi voz—. ¿Por qué me

trajiste aquí?

Estaba equivocada… estaba totalmente equivocada sobre él. Lo siento,

Lucky… todo esto es una trampa para ti.

Kieron intenta sostener mi mano, pero yo se la arrebato. —Liora, no te

asustes… —dice, rogándome con sus ojos.

—Es un poco tarde para eso. Me trajiste aquí para poder atrapar a Lucky,

¿Cierto? —los rabillos de mis ojos se humedecen, pero me niego a llorar.

Ya he decidido dejar de llorar por Kieron, ya no me quedan lágrimas.

Page 279: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

279

El hace gestos hacia una pila de rocas que bloquean lo que parece ser la

entrada de una cueva. —Tengo a los Amazèa atrapados allí.

—Tu… ¿Qué? —Mi cuerpo completo empieza a temblar. Esto es aún peor

de lo que me había imaginado, y rezo para que sea una broma enfermiza…

¿Pero por qué quería el asustarme?

Por favor, por favor dime que esos monstruos asesinos no están realmente

tan cerca, y aquí estoy yo, expuesta y vulnerable… humana.

—Liora, no te asustes. No pueden herirte. No lastimaran a nadie más

nunca, te lo prometo. Estás segura.

Miro sus ojos buscando seguridad y la encuentro. Pero mi voz sigue

temblando. —¿Por qué me trajiste aquí? —pregunto suavemente.

Vuelve a acercarse a mí, y esta vez no me alejo de él. Su tacto es

reconfortante, da calma. —Liora, necesito hablar contigo, y no tenemos

mucho tiempo. Es importante que hables conmigo abierta y honestamente.

Es de máxima importancia que lo hagas… puede que nuestras vidas

dependan de ello.

—Está bien, lo intentaré… —susurro, aun mirando sus ojos, el único lugar

en el que me siento segura.

—No importa lo duro o doloroso que sea para ti, por favor dime la verdad.

—Está bien, lo prometo.

Respira profundo. —¿Estás de acuerdo con Lucky en que es ella quien

debería matar a los Amazèa para que ustedes dos puedan volver a unirse?

—No estoy segura de qué pasará con nosotras si ella los mata. Pero los

quiero muertos por lo que hicieron. Nadie más lo puede hacer o lo hará…

—alejo mi mirada, incapaz de sostener su feroz mirada.

Gentilmente inclina mi barbilla hacia él. —¿Pero y si alguien más lo hace?

¿Y que si ellos son castigados por lo que te hicieron a ti, a Lucky y a tus

amigos?

—Es que… hay más que sólo eso. Si pienso que Lucky tiene que ser quien

los asesine para que podamos tener una oportunidad de deshacer lo que

nos sucedió. Es la única manera que sabemos que funcionará…

Page 280: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

280

—Pero no hay garantía, ¿Correcto? Digamos que si los mata y nada cambia

entre ustedes. ¿Entonces qué? —Sus ojos buscan los míos.

Doy un paso hacia atrás y me quito el cabello de los ojos. —No lo sé…

tendremos que vivir con ello supongo… quiero decir, jamás pensé que sería

para siempre, pero si así es como es… yo… tendremos que aprender a vivir

con ello.

—¿Pero estas consciente de que si tú, ella, las mata, estaría violando la

Orden 417.74 que establece que ningún demonio o Demion puede atacar a

un demonio o Demion de rango más alto sin provocaciones penalizadas u

orden legal o ellos, también, deberán ser despojados de sus poderes y

desterrados a Wasteland?

Yo frunzo el ceño. —No he estudiado el manual legal de los demonios.

Mira, estoy a punto de quedarme dormida, así que lo que necesites saber

pregúntamelo ahora.

Él da un paso adelante, envuelve un brazo alrededor mío, mientras

acaricia mi mejilla con su otra mano. —Liora —susurra—. Lo que en

realidad necesito saber… olvidando toda la locura que está a nuestro

alrededor ahora mismo… ¿Crees que tú y yo… crees que algún día…

podrás ser capaz de amarme?

Me quedo perdida en la profundidad de su mirada mientras la quemazón

familiar regresa. Aquí estoy segura. Aquí estoy segura, caliente y completa.

Aquí siento su no expresado amor por mí irradiar hacia las profundidades

de mi corazón.

—Ya lo hago —susurro. Mi último pensamiento consciente son sus cálidos

labios sobre los míos.

Él se aleja rápidamente, pero no lo suficientemente rápido. Lo cojo de la

garganta y siseo. —¿Y qué diablos piensas que haces?

Lo lanzo contra las rocas con todas las ganas, las rocas despedazadas caen

al suelo, pero Kieron simplemente se levanta y se sacude, sin heridas, y

claramente sin inmutarse, juzgando por la sonrisa burlona en su cara.

Page 281: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

281

—Hola, Lucky.

—No me vengas con “Hola, Lucky” —le gruño, creciendo una tormenta de

llamas en mis manos.

—Espera, espera, no dispares. Vengo en son de paz —dice con una

sonrisa, levantando sus dos brazos.

—Muy chistoso. ¿Qué diablos crees que estás haciendo? —Miro el horrible

escenario a mí alrededor. Este lugar me espanta, me recuerda demasiado a

la horrible Wasteland a donde me enviaron los Altrumina—. ¿Y dónde

diablos estamos?

—Traje a Liora acá para poder mostrarte algo. No creí poder traerte

conmigo voluntariamente. —El mira mis encendidas palmas, esperando

que deje salir mi furia—. Y veo que tenía razón.

—Tienes cerca de cinco segundos para decirme que está pasando antes de

que te reduzca a cenizas. —Mis ojos se entrecierran con rabia, pero ni

siquiera yo me creo mi amenaza vacía. Entre más me esfuerzo en esconder

el profundo placer que me causa verlo de nuevo, más se aviva el conflicto

dentro de mí.

Levanta una ceja y me pide que me acerque. —Tengo algo para ti. —

Empieza a quitar las rocas que no se han partido, y cuando ya ha hecho

un hueco lo suficientemente grande, me hace señas para que lo siga.

Me quedo quieta y lo miro sospechosamente. —¿Qué hay allí? ¿De verdad

crees que te voy a seguir hacia una cueva tenebrosa como una idiota? —No

me gusta cómo se siente este lugar, y me gusta menos su actitud

arrogante.

—¿Por qué no intentas no odiarme por un minuto y confiar en mí?

Me burlo. —Si claro, ya me pongo en ello. Justo después de que me una a

un aquelarre y me case con una cabra.

Se detiene y se voltea, poniendo su férrea mirada sobre mí. —Lucky, sé

que crees que te traicioné. Te traje aquí para probarte que no lo hice. Pero

si eres lo suficientemente cabeza dura para ver lo que está más claro que

el agua…

—¿Y qué es eso?

Page 282: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

282

Suspira profundamente. —Que me importas. Que estoy tratando de

ayudarte. Que creo en ti… y en nosotros.

¿Qué él cree en mí? ¿Qué diablos quiere decir con eso?

—No recuerdo haberte pedido ayuda —le respondo. Pero el fuego en mis

manos está empezando a desaparecer, y por más que trate, me cuesta

mucho aferrarme a mi rabia. Cuando miro los ojos de Kieron, la sinceridad

me mira en respuesta… y hay algo en su sonrisa que es como agua fría

ante mi rabia.

—¿Qué hay ahí adentro? —Hago gestos hacia la apertura, pero me quedo

donde estoy. Va en contra de mis principios el dejarme envolver en

situaciones en las que no tengo control total de lo que me rodea. Y este

lugar es demasiado extraño… la energía es perturbadora y está mal.

—Ahí adentro hay una jaula rodeada por la magia más fuerte e

impenetrable conocida por los demonios. Y dentro de ella están los

Amazèa.

Jadeo. —¿Qué? ¿Por qué están aquí… por qué me trajiste aquí? —Me

agacho a tomar mi daga antes de recordar que no la tengo conmigo.

Maldición Liora, ¿En qué nos metiste?

—Para que puedas matarlos —dice.

Mis ojos se estrechan otra vez, y mi corazón se acelera mientras

lentamente enderezo mi espalda. Lo miro por un rato, tratando de

averiguar si está mintiendo… tendiéndome una trampa. Tal vez sólo

intenta engañarme para que entre ahí, y algo muy horrible me está

esperando. Tal vez lo que dijo antes acerca de venir a matarme… tal vez

está siguiendo esos planes. Pero él sabe que soy fuerte ahora… que daré

pelea. Así que ha creado una trampa para hacerme creer que el…

—Lucky… —La voz de Kieron es gentil, pero yo me alejo de él—. Sé que no

es tu naturaleza el confiar… creer en la bondad de otros. Pero te estoy

pidiendo que lo intentes. Todo lo que te dicho… todo lo que te dije aquella

noche en el acantilado, lo decía en serio. Cada palabra. Nunca pensé que

fuera posible para mí encontrar otro Demion que me importara tanto. Uno

con el que quisiera pasar el resto de mi vida. Uno al que pudiera amar y

fuera capaz de amarme a mí. Alguien sin el que no me imaginaria la vida.”

—¿Por qué me estás diciendo esto? No cambia el hecho de que…

Page 283: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

283

—Te estoy diciendo esto, porque hice el trato de entregar a los Amazèa a

cambio de mi libertad. Pero sólo quiero esa libertad si significa poder vivir

la vida contigo. Sin ti mi vida no significará nada, no si me odias.

—¿Qué estás diciendo? —susurro, inclinándome hacia él.

—Estoy diciendo… que traje a los Amazèa aquí para que los mates. Sé que

no puedes cazarlos fuera de tus terrenos, así que te los traje. Si quieres

matarlos, eres libre de hacerlo. No interferiré.

Me detengo. —Pero, ¿Qué hay de tu contrato?

—Habré fallado en mantener mi parte del trato, por lo tanto estaré atado a

los Legionarios para cualquier propósito y por el tiempo que ellos crean

necesario. —Su mandíbula se afloja y sus hombros decaen ligeramente.

Camino de adelante hacia atrás como un conejo nervioso. —Así que estás

diciendo… que renunciarías a tu libertad, ¿Para que yo pueda matarlos?

Él asiente. —No es una elección realmente. Te quiero. Pero más que

quererte, quiero que seas feliz. Que estés completa. Que seas quien

quieras ser y lo que se supone que debes ser. No quiero ser quien se ponga

en medio de eso. Si debes matar a los Amazèa para que eso suceda,

entonces estoy más que dispuesto a sacrificar mí libertar por ello. Lo haré

felizmente y sin reserva alguna.

Estrecho mis ojos cuando lo miro, tratando de decidir si está diciendo la

verdad. —¿Pero qué hay de los Legionarios? ¿No estarías forzado a

reportarme?

Él sacude la cabeza. —Tú eres consciente de las repercusiones de tus

actos, pero también sé que tu venganza contra los Amazèa no es simple

sed de sangre. No te reportaré, ni participaré en la cacería si es que hay

una. Entiendo lo que debes hacer… —Su voz se desvanece.

—No sé si en realidad puedas entender completamente como me siento…

no creo que puedas —murmuro.

—Ellos mataron a mi madre. Frente a mí. He querido matarlos con mis

propias manos por los últimos once años. Lo único que me ha detenido fue

la oportunidad de finalmente poner toda esa rabia detrás e intercambiar

su libertad por la mía.

Page 284: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

284

Baja la cabeza y me mira a través de sus pestañas. —Quiero que sepas

que lo que decidas hacer, estoy contigo. Si entras allí y los matas, no te

reportaré. O, si decides dejar que su castigo recaiga en las manos de los

Legionarios, entonces haré lo mejor que pueda para ayudarte a lidiar con

esa decisión. Sé que has estado planeando este día por un largo tiempo,

así que quiero que te tomes un tiempo para pensarlo. Pero que sepas que

estaré aquí para ti para lo que…

—No necesito pensarlo. Llévame a ellos. Ya.

Page 285: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

285

í

Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel

ieron asiente con la cabeza en silencio. Entra en la cueva oscura

mientras yo lo sigo de cerca. Una vez que estamos los dos dentro,

chasquea los dedos varias veces, cada vez encendiendo una llama

pequeña y singular de uno de sus dedos. La luz parpadeando revela un

túnel largo y retorcido. Afiladas rocas grises sobresalen amenazantes en

todo momento, y me estremezco ante el frío antinatural helado. Me

pregunto cómo Kieron logró arrastrar a dos de los más fuertes, y más

poderosos demonios que existen hasta aquí por sí mismo, o si en realidad,

esta no es una broma elaborada después de todo.

Mi agitación se incrementa con cada paso. Durante muchos años he

anhelado este momento, y ahora que finalmente está aquí, mi estómago se

agita con anticipación y miedo. Esto no es exactamente como me

imaginaba mi enfrentamiento con los Amazèa desarrollándose; sin

embargo, va a terminar de la misma manera. Tendré mi venganza. Justicia

para Kayla y Michael.

Viajamos más profundo en la cueva, hasta que finalmente Kieron se

detiene. ―Ya casi estás allí. Están justo en la siguiente curva.

―¿No vienes? ―pregunto, de repente temerosa y tratando de no dejar que

se muestre. No es ser golpeada por los Amazèa de lo que tengo miedo; es

estar a solas con los monstruos cuyos rostros me han perseguido durante

tanto tiempo.

Sacude la cabeza, la luz de sus dedos emitiendo un resplandor misterioso

en su hermoso rostro. ―No. Esto es para ti y sólo tú. El escudo de la jaula

sólo funciona de una manera, por lo que tus poderes serán capaces de

penetrar en él; los de ellos no lo harán. Voy a estar esperando fuera por ti

cuando hayas… terminado.

Page 286: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

286

―Gracias ―le susurro, odiando la forma en que mi voz tiembla. Miro a los

ojos de Kieron una última vez mientras se desliza junto a mí y desaparece

en la oscuridad. Estuve a punto de llamarlo; no quiero que me deje aquí

sola.

Pero no digo nada. Tiene razón. El siguiente paso es por mí y sólo para mí.

A pesar de toda mi rabia y valentía, tengo miedo… aterrada de que no voy

a tener la fuerza para hacer lo que he prometido hacer.

Tomo una respiración profunda, y el aire fresco llena mis pulmones.

Abriendo las palmas de mis manos, dejo que mi propio fuego danzante

guíe el resto de mi viaje. Fuerzo mis piernas hacia adelante un paso a la

vez, y con cada paso mi corazón golpea más pesado. Por último, doy la

vuelta a la esquina estrecha y mi aliento queda atrapado en mi garganta.

El pequeño mundo tiene un brillo de color naranja y emite un zumbido

eléctrico débil. Varios círculos entrelazados giran continuamente alrededor

del exterior, y de pie en el centro, de la mano y sonriendo con dulzura,

están los dos demonios Amazèa.

Las náuseas me invaden en oleadas. Me tambaleo en la pared. Me apoyo

en ella hasta que mis rodillas se doblan y me deslizo hasta el suelo. No

puede parpadear, y durante un buen rato, no puedo respirar. ¿Cuántas

veces me imaginaba sus caras brillantes, angelicales… sus grandes ojos

azules, como niñas de la escuela inocentes... sus largas cabelleras doradas

cayendo sobre sus cuerpos infantiles? Las dos criaturas más mortíferas

que he conocido en mi vida, y se parecen a las visiones más dulces, más

perfectas de inocencia y juventud... las mismas cosas que viven de robar a

los demás y de absorber dentro de sí mismos.

Tomo varias respiraciones profundas y trato de calmarme. A pesar del frío

de la cueva mi piel está en llamas, mis entrañas un infierno rugiente de

odio. Estos demonios no sólo destruyeron a mis amigos, sino mi inocencia

y mi cordura. Ellos literalmente destrozaron mi alma, redujeron los

fragmentos rotos en cáscaras vacías, lamentables.

Gracias a ellos, odio mi mitad humana por hacerme preocuparme tan

profundamente por Michael y Kayla, en primer lugar. El dolor de perder a

alguien que amas es la peor tortura imaginable, y estos monstruos me han

estado torturando durante años...

Page 287: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

287

Irónicamente, mi mitad humana me odia por ser de la misma línea que

estas criaturas: seres así de capaces de causar tanta destrucción y dolor.

En el fondo, sé que las dos estamos fallando. Y ninguna de las dos tiene la

culpa.

Observo a los monstruos en su jaula de color naranja brillante, y me

miran con curiosidad. Me pregunto si saben quién soy o por qué estoy

aquí. Mi rostro es como la piedra cuando mis ojos penetran en su prisión

encantada. ¿Por qué no parece molestarles? ¿Por qué están allí de pie

contentas, sonrientes y mirando a su alrededor, como si no tuvieran una

sola preocupación en el mundo?

De repente, se agarran de las manos y empiezan a bailar en círculo,

cantando una rima infantil de preescolar.

―¡Alrededor de la rosa, pongamos un ramillete de flores, cual ceniza, cual

ceniza todos caemos!

En la última palabra, colapsan en un ataque de risa y gritos alegres. Todo

lo que hacen, diseñado para atormentarme y burlarse de mí.

Ellos saben quién soy.

La rabia quemando en mi interior amenaza con estallar. Pero me obligo a

permanecer quieta, inmóvil. Me siento en el suelo de la cueva y sólo los

observo mientras repiten el acto una y otra vez, bailando y cantando y

riendo histéricamente como si fueran las niñas más felices que han vivido.

Una y otra vez resplandecen sonrisas angelicales, con hoyuelos en mi

dirección mientras las miro ceñuda, con bolas de fuego en la mano.

Ha llegado el momento de hacer lo que tengo que hacer. Y una vez que lo

haga, no hay vuelta atrás... mi destino estará sellado. Preparándome

contra la pared de la cueva, poco a poco me elevo a mis pies y levanto los

brazos.

De repente, el rostro de Tatiana aparece en mi mente. Pienso en cómo me

había encontrado en el bosque cuando era un bebé después de que me

habían abandonado y dejado sola para morir. De cómo me acogió, se

preocupó por mí, me crió y me dio todo, y más, de lo que yo podría esperar

alguna vez. Ella es más que una tutora… es una amiga.

Echo un vistazo a los Amazèa de nuevo y de vuelta al fuego girando en mis

manos. Veo a Bones, mi querido amigo y compañero. No sé lo que nos

Page 288: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

288

depara el futuro, pero sí sé que no quiero verlo lastimado. Ya es bastante

malo que he herido sus sentimientos, pero sé que algún día me perdonará

y las cosas estarán bien otra vez. No puedo dejar que se lastime

físicamente por mi culpa. Tengo que protegerlo… protegerlo de

defenderme, lo cual sin duda haría, si me convierto en un objetivo de la

Legión por mis crímenes.

Mi corazón se acelera, bajo lentamente mis manos a mis costados

mientras los Amazèa bailan y cantan alegremente. Me trago la bilis

elevándose en la parte posterior de mi garganta.

Ahí está Liora. Ella es una parte de mí. Su humanidad, un freno y una

fortaleza. Por mucho que la odio a veces, sé que es sólo su capacidad de

sentir el amor lo que me permite experimentarlo por mí misma... una

sensación embriagadora con la que sé que nunca quiero estar. Es cierto

que cuando es malo, es realmente malo. Pero cuando es bueno, es

realmente bueno. Y si matar a los Amazèa no acaba con la maldición, Liora

estará alrededor por un tiempo. Mientras ella esté viva, será vulnerable.

Por lo tanto, soy vulnerable. Nunca sobreviviría a una vida en la carrera.

Por último, Kieron. Por mucho que ansiaba desesperadamente oír sus

palabras de amor, me cuesta creer que son reales… que él es de verdad

real. Él quien me complementa tan perfectamente, quien es mi

coincidencia exacta en todos los sentidos, y me hace sentir como una

mejor versión de mí misma. Quien me hace sentir tan viva después de

años de sentirme muerta por dentro. Quien me ve a mí, la verdadera yo,

con todos mis defectos, pero todavía está aquí de todos modos. Quien está

dispuesto a hacer el último sacrificio por mí y por mi felicidad.

Mis brazos caen flojos y las llamas en mis palmas desaparecen.

Esto no se trata sólo de mí.

Michael y Kayla ―tanto como los amaba― se han ido para siempre. Nada

va a traerlos de vuelta. El amor entre nosotros ahora puede servir como mi

brújula... mi guía.

Poco a poco me doy cuenta que mis criterios para el logro de la felicidad ha

cambiado. Aunque sé sin la menor sombra de duda de que matar a los

Amazèa nos reunificará a Liora y a mí, nunca seríamos un todo. No si eso

significa perder a todas las personas más queridas para nosotras.

Michael y Kayla me enseñaron eso.

Page 289: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

289

Echo un vistazo a los rostros sonrientes de sus asesinos por última vez.

Luego doy la vuelta y me dirijo hacia el pasillo en penumbra, sin mirar

atrás. Las bolas de fuego en mis manos se reducen ahora a pequeñas

llamas en mis manos, mostrándome el camino de salida.

Kieron está sentado sobre una roca, mirando hacia el vasto páramo. Ha

hecho un pequeño fuego, la única luz en la noche de otro modo sombría.

Su boca se encuentra en una línea dura, su mandíbula apretada. Puedo

ver que está preparándose a sí mismo para lo que estoy a punto de decirle.

Él no se inmuta cuando me siento a su lado. Extiendo la mano, e

inmediatamente su mano suave rodea la mía. Por último, se vuelve a

mirarme, y el amor en sus ojos se envuelve alrededor de mi corazón. Sin la

más mínima insinuación de juicio o condena, busca mi rostro en busca de

pistas.

―Gracias ―le susurro.

Traga saliva. ―¿Por qué? ―pregunta con voz ronca.

Me inclino más a él. ―Por creer en mí.

Sus ojos brillan, y una pequeña sonrisa tira de la comisura de sus labios.

Coloca una mano detrás de mi cabeza, empujándome hacia él. La dulce

unión de nuestros labios rocía los últimos rescoldos de odio rabiando

dentro de mí.

―Creo en nosotros ―susurra en mi oído.

Se levanta a sus pies, tirando de mí con él. ―Me tengo que ir ahora.

Terminar con esto de una vez por todas. Mi contrato expira al amanecer.

Casi me río. ―Lo bueno es que no estamos cortando ni nada así.

Envuelve sus brazos alrededor de mi cintura, empujándome cerca para

otro beso. No quiero que se mueva, no quiero que se vaya de mis brazos, ni

ahora, ni nunca. Pero sé que tengo que dejarlo ir esta última vez.

Sé que está bien. Estará de vuelta por mí.

Por nosotras.

Page 290: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

290

Traducido por LizC

Corregido por ★MoNt$3★

Han pasado más de dos

meses desde que Lucky y

Liora decidieron su destino

fuera de la cueva. Más de

dos meses desde que Kieron

se fue para terminar su

misión.

Así que, ¿por qué no ha

regresado?

Aplastada y confundida, Liora encuentra consuelo con un misterioso

extraño, un hombre cuyos motivos incluyen algo más que sólo curar el

corazón roto de Liora. Mientras tanto, Lucky se encuentra en los brazos de

un viejo amigo... el que siempre ha reclamado ser su verdadera alma

gemela.

Cuando el motivo de la desaparición de Kieron se conozca, se pondrá a

prueba la lealtad, los amigos serán traicionados, el amor se perderá, y la

esperanza será encontrada. De una vez por todas, Lucky y Liora tendrán

que elegir su destino. Y no todo el mundo va a sobrevivir a su elección.

Serie Demonblood # 02

Page 291: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

291

ó

Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel

Es un cliché decir que es más oscuro antes del amanecer, pero en mi caso

es verdad. Hay una pequeña ventana de tiempo, justo antes de despertar,

cuando yo no soy Yo, y ella no es Ella. Estamos juntas como una sola,

unidas en nuestro estado de felicidad de inconsciencia.

A veces este sueño tiene una duración de unos segundos; otras veces,

unas pocas horas. Es durante este tiempo que convivimos en armonía,

dormitar quita nuestros miedos, hostilidades, nuestro desprecio mutuo y

el resentimiento entre sí. Es durante este tiempo que tenemos unos pocos

momentos de paz. Debido a que durante más de cinco años, ha sido sólo

durante este tiempo que estamos juntas como debe ser. Como

pretendemos que deba ser.

Es también durante este tiempo que podemos soñar con él... recordar la

forma en que nos sostenía, nos besaba, miraba a nuestros ojos y nos

llenaba de amor.

El recuerdo de amar y ser amadas por Kieron es la única cosa que ella y yo

ahora compartimos, junto con el dolor insoportable que hemos sufrido en

silencio desde que se fue.

Ahora, también compartimos el alma triturada por temor de que él nunca

va a volver a nosotras.

Y somos más malditas que nunca.

Page 292: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

292

í

Traducido por LizC Corregido por Dianita

o sé qué pasa en estos clubes de striptease que parecen atraer a

los peores tipos de demonios, pero por alguna razón se sienten

atraídos como el hedor en los peces. Para ser honesta, no estoy

segura de qué es peor: los Lazerine chupadores de almas que trabajan en

estos lugares, o los canallas hombres humanos que los frecuentan. Te lo

juro, si un asqueroso Sapie más me pide un baile erótico le voy a arrancar

su cosa de inmediato.

—Hola, sexy, ¿quieres un poco de compañía? —pregunta un Sapie de

mediana edad vestido con un traje arrugado de negocios. Al parecer, mi

mirada de disgusto no es suficiente para disuadirlo ya que se traslada a la

silla vacía a mi lado y, sin esperar mi respuesta, comienza a sentarse.

Pongo los ojos en blanco y giro la mano, haciendo que la silla vuele fuera

de debajo de él. Cae con fuerza en su trasero, derramando su caro cóctel

en todo su traje barato. Algunos clientes echan un vistazo en nuestra

dirección, pero rápidamente vuelven sus miradas al centro de la

habitación. Están más interesados en las chicas con poca ropa moviéndose

seductoramente en el escenario debajo de las luces pulsantes que en algún

estúpido borracho torpe.

La voz cursi del Dj del club resuena en los altavoces.

—Y ahora tengan los billetes de un dólar listo y ayúdennos a darle la

bienvenida a la muy bonita Serenity en el escenario.

Gritos y silbidos suenan cuando una morena delgada con una falda

minúscula y la parte superior del bikini se desliza de detrás de la cortina

de terciopelo grueso. Comienza su rutina de seducción, rodando sus

caderas, moviendo su cabello, y girando en torno a un largo poste de

metal. A medida que se agarra al poste y se inclina hacia atrás, deja caer

Page 293: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

293

su largo cabello suelto y capturo las distintivas marcas en su espalda bajo

el destello de las luces estroboscópicas.

Para cualquier otra persona se ven como tatuajes, pero yo sé mejor. Son

las marcas de los Lazerine… poderosos demonios femeninos que controlan

la mente del hombre a través de la lujuria y el deseo. Sólo el Príncipe de

las Tinieblas sabe cuántos innumerables Sapies han perdido sus pagos de

la casa y los fondos de la universidad de sus hijos bajo su hechizo. No es

como si me importa, pero los Lazerine son repugnantes criaturas

particularmente satisfactorios de matar. Y ahora mismo definitivamente

podría necesitar algo de satisfacción.

Tomo un pequeño sorbo de mi Jack Daniels y me pongo de pie, con

cuidado de no tropezar con el Sr. “Crisis de Mediana Edad” que lucha por

levantarse del suelo. A medida que me abro camino hacia el escenario,

saco un puñado de billetes de mi sujetador. Los Lazerine son adictos al

dinero y usan sus poderes para drenar a sus víctimas por completo. El

dinero lo mantendrá distraído.

De lo contrario, podría darse cuenta que soy un demonio, y que no estoy

para nada interesada en un escándalo público esta noche. Voy a matarla

limpio y rápido, en la sala VIP donde no hay testigos. Ninguno estará

prestándome atención, eso es.

La habitación se llena de hombres que se giran a curiosear tan pronto

como empiezo a dejar dólares en el escenario, con sus rostros radiantes de

placer carnal. Por supuesto que les encanta... esta es su mejor fantasía

justo aquí. Soy con mucho la chica más hermosa que han visto nunca, y

los hombres Sapie son tan tontos por un poco de acción entre chicas.

Me pregunto si aún estarían tan excitados si supieran que tengo la

intención de arrancar su corazón en pocos minutos.

—Hola, preciosa —ronronea la Lazerine en mi oído mientras dejo una

hilera de billetes de cinco dólares frente a ella.

—¿Puedo obtener un baile VIP contigo cuando hayas terminado? —

pregunto mientras frota su rostro contra mi mejilla en agradecimiento.

—Me encantaría. Empieza con cien dólares. —Toma el dinero y lo desliza a

un lado de su pequeña tanga rosa.

Page 294: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

294

—No hay problema. —Extiendo otra gruesa pila de billetes bajo su nariz.

Sus ojos brillan intensamente antes de dar paso a una sonrisa de

suficiencia.

—Ya voy, querida. —Recoge el resto de su propina antes de brincar fuera

del escenario.

Vuelvo a mi mesa y hago una señal a la camarera para que me traiga otra

copa mientras espero. Cuando regresa, me tomo varios sorbos de mi Jack

Daniels y dejó escapar un largo suspiro.

Mi corazón ya no está más en el juego. Hubo una vez en que nada me

encantaba más que matar desprevenidos demonios: si no por diversión,

por la práctica. Todo para poder mantener mi mitad humana, Liora,

protegida de cualquier daño, y para asegurarme que estaba lista para

enfrentar a los Amazèa cuando llegara el momento de nuestro último

encuentro. Pero, por supuesto, no salió como lo había planeado.

He tenido más que mi parte de dudas desde aquella noche en la cueva

cuando Kieron me llevó a hacer frente a los Amazèa: los demonios

responsables del asesinato de mis amigos más cercanos y la división de mi

alma. Tuve que tomar una decisión... podría matarlos, pero perdería a

Kieron para siempre. O bien, podría dejar que se hiciera cargo la Legión y

podríamos estar juntos.

Aún culpaba a Liora de cualquier locura emocional que me hubiera

balanceado a elegir una vida con Kieron por encima de matar a los Amazèa

como siempre lo había planeado. Muchas noches, me pregunto si hice la

elección correcta.

Sería más fácil si Kieron volviera para poder mirarlo a los ojos de nuevo...

sentir sus labios en los míos... que me diera una razón para recordar por

qué lo había elegido a él. Por qué nos había elegido a nosotros. Pero ha

estado ausente por más de dos meses, y ahora estoy empezando a

preguntarme si alguna vez regresará. Y cuanto más me pregunto, más

enferma y más furiosa me siento.

Mientras tanto, tengo que hacer algo para no volverme completamente

loca. Si se trata de matar algunos Lazerine de bajo nivel en un club de

striptease de mala muerte fuera de Fairfax, Virginia, que así sea. Un

demonio tiene que hacer lo que un demonio tiene que hacer.

Page 295: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

295

—Estoy lista cuando tú lo estés —susurra la confiada Lazerine en mi oído

cuando viene a mi lado. Tomo un rápido trago de mi bebida y le sonrío

mientras me levanto.

Juntas entramos por las puertas de cristal y nos dirigimos a un oscuro

rincón.

—Eres tan bonita —arrulla mientras me conduce hacia un sofá en la parte

posterior—. ¿Cuál es tu nombre?

Deslizo la mano dentro de mi bota hasta el muslo y saco mi daga

esmeralda.

—Me llaman Lucky.

—Falta poco, ¿verdad, Lucky? No tienes mucho tiempo hasta que

amanezca en tierra Sapie. No quieres que tu media naranja se muestre y

haga una escena.

Bones se ríe y frota mi pierna con cariño. Con el ceño fruncido, le doy un

codazo en las costillas y tomo otra bebida.

—La última y me voy de aquí —digo, y giro mi taburete alrededor. El

Bar Demon, el lugar donde todos los Demions, demonios y criaturas en

Dryndara vienen a llenarse de la Fuente de Energía, está casi vacío. La

mayor parte de sus habituales ocupantes están afuera preparándose para

sus vidas en el mundo de los humanos, así como debería estar haciéndolo

yo. Pero la persistente sensación de que algo está mal me ha estado

persiguiendo durante muchas noches, y ha empeorado las últimas horas.

Sólo necesitaba una rápida parada en el Bar de camino a casa, y la

oportunidad de charlar con mi mejor amigo, Bones.

Las cosas han estado muy raras entre nosotros por un tiempo, así que me

alegra que al parecen está volviendo a la normalidad. Odiaba la extraña

tensión entre nosotros. Pero fue mi culpa, supongo. En un momento de

debilidad, cedí a sus irresistibles encantos y casi me dejé seducir por él en

su guarida de la montaña. Si no fuera por el hecho de que, en mi euforia,

Page 296: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

296

dije el nombre de Kieron en lugar de Bones, ¿quién sabe qué hubiera

pasado?

En realidad, sé lo que habría ocurrido: Habríamos hecho el amor, lo que

habría sido increíble, y mis sentimientos por Bones estarían más confusos

que nunca. Si creo que estoy emocionalmente inestable ahora, sólo puedo

imaginar cómo me sentiría si cedo ante él. Ya es bastante malo que Kieron

simplemente me abandonara. Pero ver a Bones dejándome cada noche

para hacer el amor con otras chicas humanas, muchas otras chicas

humanas... por siempre, bueno, es una receta para la auto tortura si

alguna vez hubo una.

Pero hay veces, a pesar de mis intensos sentimientos por Kieron, que no

puedo dejar de pensar cómo sería estar con Bones. Realmente estar con él.

Deslizar mis dedos por su delicioso cabello bronce y perderme en las

profundidades de sus ojos café. Sentir su embriagadora energía fluyendo a

través de mí y sucumbir a su deliciosa masculinidad. Cuando Bones me

mira, realmente me mira, me siento como si me estuviera derritiendo

suavemente bajo su mirada. Si él fuera una droga, sería adicta.

Sólo di que no, Lucky.

Las cosas han sido difíciles entre nosotros por un tiempo. Sin embargo,

con Kieron desaparecido tanto tiempo, hemos empezado a volver

fácilmente a la rutina normal. Nuestro juego y coqueteo casi ha llegado a

los niveles “pre-Kieron”. A medida que capturo la mirada de Bones, no

puedo dejar de preguntarme si espera que Kieron nunca regrese, igual que

yo espero desesperadamente que lo haga.

Me trago el último sorbo de mi bebida y me inclino hacia adelante para

darle un ligero beso en la mejilla mientras me pongo de pie.

—Adiós, cariño, te veo mañana.

Se levanta en toda su altura y envuelve sus brazos a mí alrededor,

asfixiándome en su suave calidez.

—Nos vemos, bella Lucky.

Una vez afuera, corro a través del Puente de Reyes, casi sin mirar el río

revuelto de fuego por debajo. Al llegar al otro lado dejó escapar un silbido

agudo. Casi de inmediato, mi caballo negro sale de su lugar oculto en los

Page 297: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

297

bosques de Dryndara. Salto a su espalda y me inclino hacia adelante,

apretando en un puño su melena ónix.

—A casa, Diablo.

Hago una pausa fuera de la cabaña, medio esperando que Tatiana esté en

su cuarto ocupada haciendo una poción o lanzando un hechizo...

cualquier cosa que le impida verme y darme un momento difícil por mi

noche.

—Saludos, Lucky. ¿Presumo qué pasaste por el Bar de camino a casa? —

pregunta Tatiana cuando paso por la puerta. Ruedo los ojos y suspiro. Por

supuesto, me está esperando... ¿Cuándo no es así?

Pero me mantengo tranquila. Me acerco y le doy una palmadita en la

espalda. Cinco centímetros más baja que yo, más vieja que quién sabe

cuántos años, y sentada en el suelo en posición de loto con los ojos

cerrados, mi amada Guardián no se ve nada más peligrosa que una mosca

común. Pero yo sé mejor. Tatiana es una de, si no la, bruja más poderosas

de por aquí. Una simple expresión de sus labios, o una poción bien

diseñada de ella puede causar efectos que incluso no puedo creer que un

simple mortal puede crear.

—Lo siento, tenía que hablar con Bones. —Le doy un ligero apretón en su

hombro.

—¿Presumo que Liora necesitará un poco de mi remedio cuando se

despierte? —pregunta, mirándome fijamente con un ojo opaco. A pesar de

que es completamente ciega, Tatiana tiene una manera de ver las cosas.

Demasiadas cosas.

—Podría necesitar unos cuantos sorbos —admito, no sintiéndome

culpable. ¿Por qué sentirme mal por lo que soy y lo que necesito? No es mi

culpa que mi mitad humana no pueda manejar la situación.

—¿Alguna razón en particular por la que bebiste tan cerca de la salida del

sol? —pregunta Tatiana, esta vez con los dos ojos abiertos.

Page 298: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

298

Evito su mirada y me dirijo a mi habitación.

—Tuve un desagradable encuentro con un Lazerine antes —digo en voz

alta sobre mi hombro—. No me di cuenta que tenía varios amigos con ella.

Tomó una gran cantidad de energía llevarlos a todos afuera y luego poner

un hechizo de olvido en todos los Sapies ahí. Realmente, en cierto modo

fue todo un dolor de cabeza.

Tatiana no responde, y dejo escapar un profundo suspiro. Bien. Tal vez no

se enoje conmigo. Encaramándome al borde de la cama con dosel de Liora,

me retiro con cuidado mis botas con punta de acero, luego me pongo de

pie para quitarme mis ajustados pantalones de cuero, notando algunas

marcas de ceniza dejada por uno de los demonios Lazerine.

Suspiro y las sacudo, molesta conmigo misma. Esto es lo que sucede

cuando me distraigo: me vuelvo descuidada. Su ataque me había atrapado

con la guardia baja. Afortunadamente, fui capaz de extraer de sus fuentes

de poder y reducirlos a todos a polvo, pero no antes de enloquecer a toda

una multitud de testigos. No es exactamente lo que planeaba para mi

noche.

Pero es difícil mantener la concentración cuando estoy preocupada.

¿Dónde está Kieron? ¿Por qué no ha vuelto a estas alturas?

A medida que la familiar oscuridad se arrastra a mí alrededor, mi último

pensamiento consciente es que nunca lo volveré a ver. Y que renuncié a mi

única oportunidad de arreglar mi alma rota por nada.

Page 299: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

299

í

Traducido por LizC y Mari NC

Corregido por Nanis

ww, hombre,ella lo hizo de nuevo.

Mi cabeza gira mientras lucho por incorporarme, y envuelvo

la manta alrededor de mi tembloroso y dolorido cuerpo.

—¿Tattie?

Al momento en que el llanto débil sale de mi boca me doy cuenta de la

mezcla de agua de color rosado al lado de mi cama. Gracias, Tat, alabo

silenciosamente a mi guardián. Lo alcanzo y trago con avidez, agradecida

de no tener que sufrir las consecuencias de otro de los atracones de Lucky

de beber tarde por la noche.

Cuando vacío el vaso, mi cuerpo se relaja de vuelta a la normalidad y mi

mente se aclara. Al instante, mis pensamientos vuelven a él.

Kieron.

Mi corazón se ilumina, pero mi boca cae en un ceño fruncido. ¿Será que

hoy sea el día en que vuelva? Por mucho que lo espero desesperadamente,

una gran parte de mí siente que me estoy preparando para más

decepciones. Si Kieron no vuelve a mí hoy, entonces este va a ser el día

sesenta y tres de su ausencia. Sesenta y tres largos, solitarios, dolorosos,

confusos y desgarradores días. Se siente como sesenta y tres años.

—Buenos días, querida Liora. ¿Cómo has dormido? —me saluda Tatiana

cuando preámbulo para el desayuno. Ignoro el plato de panqueques de

arándanos que expone y me dirijo directamente a la jarra de café recién

hecho. A pesar de que su remedio funcionó de maravilla, como siempre, mi

estómago está aún muy apretado ante el conocimiento de que Kieron no

está fuera de mi puerta, esperándome.

—Bien —murmuro y disfruto de la bebida muy caliente. Ha habido una

tregua incómoda entre mi mitad demonio y yo últimamente, y sé que

Page 300: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

300

Tatiana está muy agradecida por esto. No me gustaría cargarla con más de

mis problemas.

Me obligo a pasar por la rutina de la mañana un paso a la vez, como todo

lo demás en estos días. La idea de enfrentarme a un día entero sin ver a

Kieron es francamente insoportable, así que sólo me concentro en un

minuto a la vez. Después de una ducha rápida y un cepillado perezoso por

mi largo cabello, le doy un beso de despedida a Tatiana y me voy. Odio no

poder dejar de mirar en forma automática alrededor para ver si por algún

milagro, Kieron y su camioneta de color negro brillante está enfrente

esperándome.

Nada.

Por supuesto que no. ¿Por qué debería ser diferente hoy que ayer? ¿O el día

anterior? ¿O el día antes de eso?

A estas alturas debería saber que no existen los milagros, pero no puedo

evitar la oleada de decepción que inunda mi corazón.

¿Dónde está?

Paseo por el bosque, pensando, como lo hago todos los días, qué está

haciendo que le está llevando tanto tiempo en volver. La última vez que lo

vi, le dije que lo amaba. Lo último que me dijo al oído mientras se

inclinaba para darme el beso final fue que él me amaba, también.

Entonces, ¿dónde está?

El amargo aire de la mañana da una bofetada en mi cara, y empujo mis

manos heladas en los bolsillos de mi chaqueta. Me gustaría que hubiera

más frío... tanto frío que adormezca todo mi cuerpo, y no tener que sentir

este doloroso abandono por más tiempo.

Y esa es la verdad que tengo que enfrentar, no importa cuán doloroso sea.

Kieron me ha abandonado. Él nos ha abandonado. Aunque, no puedo

decir que realmente lo culpo. Uno no tiene que ser el Dr. Phil para ver por

qué Kieron se iría como alma que lleva el diablo de Dodge, y lo más lejos

posible de mí. ¿Quién en su sano juicio querría estar conmigo, de todos

modos? Un ángel oscuro destrozado con un alma fracturada. No entiendo

el amor. ¿Por qué no puedo hacer pasar esto a través de mi cabeza dura?

Page 301: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

301

Tal vez sea debido a Lucky. Tal vez ella todavía se aferra a la ilusión de que

va a regresar por nosotras. Sólo tendrá que encontrar a alguien más, y

pronto, espero.

Tal vez haya otro Demion por ahí que la excite.

Sin embargo, no para mí. Ya he terminado. Por supuesto, he conocido

otros Demions desde que me convertí en humana, y los he odiado a todos

y cada uno de ellos. No son más que malos pretendientes que se esconden

tras sus fachadas de humanos como mentirosos pequeños cobardes.

Sin embargo, Kieron... él no era como ellos. Parecía tan real... tan puro...

tan adorable. Niego con la cabeza. Sólo otro mal pretendiente.

Tengo que encontrar algo... cualquier cosa... para llenar este vacío

doloroso que queda en mi alma. Pero, ¿qué? Sólo tengo una especie de

amiga, Corrine. Nadie más me gusta, o incluso realmente me habla si no

tiene que hacerlo. He rechazado invitaciones sociales por tanto tiempo que

ya nunca aparecen en mi camino.

Cuando tuve a Kieron —incluso el hecho de saber que estaba cerca— todo

parecía mejor de alguna manera. Con él, mi vida se había convertido no

sólo tolerable, sino en realidad placentera. Más agradable de lo que había

soñado.

Pero ahora se siente peor... mucho peor. El poeta Tennyson escribió la

célebre frase: “Es mejor haber amado y perdido, que nunca haber amado

en absoluto.” Pero él estaba tan absolutamente lleno de mierda. Es mucho

mejor cuando no sabes lo que te pierdes, o constantemente te torturas por

el recuerdo de lo bueno que alguna vez fue.

Suspiro y pateo piedras fuera de mi camino mientras penosamente

continuo hacia adelante y me resigno al hecho de que nunca voy a poder

disfrutar de esa parte de mi vida nunca más.

Me obligo a no mirar alrededor al estacionamiento cuando llego a la

Secundaria Dove Creek. Afortunadamente, veo a Corrine en la entrada y

corro a saludarla, agradecida por la distracción.

—Hola, Liora. Así que Kieron todavía no ha vuelto, ¿eh? —pregunta.

Me encojo de hombros y bajo mi cabeza. Corrine no sabe la verdad acerca

de él, que es mitad demonio al igual que yo. Por supuesto, no sabe la

verdad sobre mí, tampoco. Si lo hiciera, no tendría a mi única amiga.

Page 302: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

302

—Nah, creo que todavía está fuera visitando a sus familiares.

Nos dirigimos por el pasillo hacia nuestros casilleros. Corrine charla en mi

oreja, pero no oigo lo que dice. Sólo me concentro en poner un pie delante

del otro, y trato de recordar la combinación de mi casillero.

Mis ojos se están centrando en el pequeño dial cuando un repentino

escalofrío corre por mi espina dorsal, y mi corazón da un salto irregular.

Mareada, sostengo la respiración y me apoyo en el casillero.

—¿Qué pasa? —pregunta Corrine, preocupada.

Cierro los ojos y muevo la cabeza inclinada.

—Nada —murmuro unos momentos después—. Solo me mareé por un

segundo. Estoy bien.

—¿Estás segura? Te ves un poco pálida… —Ella me agarra del brazo—.

Vaya, ¿quiénes son?

Una extraña sensación de presentimiento inexplicable se desliza a través

de mí, y por un segundo tengo miedo de moverme.

—Liora, mira —sisea Corrine, girando mi cuerpo alrededor.

Abro los ojos y estoy un poco sorprendida al ver a un chico y una chica...

obviamente, hermano y hermana. Ambos son altos y rubios, de tez canela

y ojos azul claro.

Me quedo mirándolos, preguntándome por qué siento una extraña

sensación de déjà vu. Como si tal vez los conozco de alguna parte, o

debería conocerlos.

Pero son, obviamente, nuevos por aquí. Y eso en sí es digno de atención.

Es raro que la gente nueva en realidad se mude a esta parte de Virginia,

una pequeña región apartada justo al este de los Apalaches. La mayoría de

la gente de aquí son prisioneros. La única persona nueva que ha llegado

aquí todo el tiempo desde que he estado yendo a la escuela fue Kieron, e

incluso su llegada no fue exactamente lo que se llamaría “natural.” De

hecho, él había venido a matarme. Otra razón por la que debería olvidarme

de él de una vez por todas.

—Vaya, ¿quién crees que son? Me pregunto cuál es su asunto —susurra

Corrine, tirando de mí más cerca. Es sólo entonces cuando me doy cuenta

Page 303: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

303

de la cicatriz gruesa e irregular curvada de la frente del chico alto,

alrededor de su pómulo, y por el lado derecho de su cuello.

—No sé —le susurro de vuelta, tratando de no mirar. Por un lado quiero

desesperadamente devorar con mis ojos a estos nuevos extraños, pero, al

mismo tiempo, tengo miedo de que puedan mirar hacia atrás y notarme.

—Y mira a la chica... —murmura Corrine. Varios otros estudiantes los

están mirando, también, pero estos extranjeros no están causando ni la

mitad del revuelo que Kieron la primera vez que apareció en los pasillos

con su presencia. Con él, todo el mundo se quedó boquiabierto y

asombrado, como si fuera una especie de celebridad o algo así. Fue

patético, de verdad. Sin embargo, con estos dos, la gente mira por encima,

algunas sonrisa inquisitivas y luego regresan a sus actividades normales.

A pesar del clima fresco, la chica lleva una camiseta sin mangas de color

amarillo claro como si se tratara de un cálido día de primavera. Pero eso

no es lo que me llama la atención; no puedo dejar de mirar sus brazos,

cubiertos de terribles heridas brillantes. Entre las cicatrices viciosas que la

cubren, y las que están en la cara de su hermano, se ven como si hubieran

pasado por una picadora de carne.

Echo un vistazo a Corrine, quien está tan obsesionada como yo.

—Deja de mirar, es de mala educación. —Me vuelvo a mi casillero y agarro

mis libros.

—Está bien. Tenemos que irnos de todos modos. Vamos a llegar tarde. —

Corrine cierra su casillero de golpe.

Lanzo una mirada rápida por encima del hombro al misterioso chico y

chica, antes de dirigirme por el pasillo, y trato de hacer caso omiso a los

escalofríos helados que siguen apretando mi columna vertebral.

Estoy leyendo el libro de poesía de Kieron, escondido dentro de mi libro de

Shakespeare, cuando se abre la puerta del aula. Otro ataque de escalofrío

corre por mi espalda, y siento como si alguien hubiera arrojado un cubo de

agua helada sobre mí. Genial. Por encima de todo lo demás ahora me estoy

enfermando. Justo lo que necesito. Levanto la mirada y veo al muchacho

rubio de pie en la puerta, mirando a su alrededor. Me siento mareada de

nuevo y bajo la cabeza.

Page 304: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

304

El mareo dolorido se desliza por mi cuerpo y acuno mi rostro entre mis

brazos, tomando varias respiraciones profundas. Tal vez la poción de

Tatiana se está desvaneciendo, o tal vez Lucky ingirió algo un poco más

fuerte que simple “alcohol” la noche anterior. No lo pondría en duda con

ella.

Me concentro en mi respiración y en despejar mi cabeza palpitante, e

ignoro totalmente lo que el Sr. Soderbergh está diciendo. Estoy segura de

que acaba de dar el discurso: “Vamos todos a dar la bienvenida al nuevo

estudiante rah-rah-rah”.

Por suerte, unos minutos después la enferma sensación que me inunda,

pasa. Poco a poco levanto mi cabeza, pero mantengo mis ojos cerrados

mientras el frío se ha trasladado ahora a mi cara. Finalmente los abro y

me encuentro con un par de ojos azul aciano mirándome.

—Hola, ¿importa si me siento aquí? —El chico lleno de cicatrices y rubio

pregunta señalando el asiento a mi lado.

Tienes que estar bromeando.

—Alguien ya se sienta allí —digo a través de dientes apretados y aparto la

mirada.

—Me disculpo por eso, pero es el único lugar vacío en la habitación. ¿Tal

vez estaría bien sólo por hoy y hasta que podamos trabajar en otra cosa

que funcione? —Estoy mirando al frente, incapaz de mirarlo, pero

sencillamente oigo la sonrisa en su voz.

Dado que no respondo, toma mi silencio como permiso y se sienta. La miro

con furia interiormente. No es que yo pueda decirle que no se siente allí.

No es como si fuera la propietaria del salón de clases y soy la jefa de todas

las sillas. Y no es como si Kieron esté aquí para reclamar su asiento... y su

lugar a mi lado.

Pero no hay manera de que esté soportando sentarme aquí una hora

entera sintiéndome enferma y con este grosero y desconsiderado idiota

posado a mi lado. Justo cuando estoy a punto de apoderarme de mis libros

e irme —malditas sean las consecuencias— comienzo a sentirme cómoda

de nuevo. Relajada. Bien, incluso. Dejo escapar un largo suspiro y vuelvo a

mi poesía.

Page 305: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

305

Pero siento sus ojos en mí, como pequeñas agujas clavándose en mi piel,

tirando de mi atención. Me asomo y lo veo mirándome con manifiesto

interés. Le doy mi mejor mueca y vuelvo a mi lectura.

—¿Miras fijamente mucho? —murmuro en voz baja.

—¿Es mejor de esa manera? —susurra, inclinándose hacia mí.

—¿Qué es mejor de qué manera? —siseo de regreso.

Él angula su cuerpo alto en mi dirección y estira sus piernas largas.

—El libro. ¿Es más interesante si lo lees al revés?

Ruedo mis ojos y vuelvo mi lectura de Shakespeare al derecho. Pero esta

vez tengo que forzarme físicamente a mí misma para ver las páginas en

frente de mí y no al extraño a mi lado. Mi cabeza quiere curiosear en él.

¿Por qué? No es como si él es guapo, ¿verdad? ¿Son sus terribles

cicatrices? ¿Es el hecho de que es nuevo?

Eso es probablemente. Es natural tener curiosidad acerca de una nueva

persona, supongo. Incluso si es un grosero idiota.

Al segundo que suena la campana indicando el final de la clase me lanzo

de mi asiento, superando a casi todos los demás hacia la puerta, no es

poca cosa teniendo en cuenta que soy la más alejada de ella. Quiero irme,

tan lejos de ese chico nuevo como me sea posible. Pero, al mismo tiempo,

soy desgarrada por un impulso casi irresistible de mirarlo.

¿Qué demonios está pasando?

Corrine me da una mirada inquieta mientras en silencio la sobrepaso y me

dirijo por el pasillo. La tentación fugaz a escaparme de inmediato de la

escuela es rápidamente aplastada por una imagen del rostro de regaño de

Tatiana. Le prometí que terminaría firme el año, y hay cinco meses por

delante. A falta de una gran emergencia —como mi mitad demonio

haciendo una aparición sin invitación— irme está fuera de la agenda,

Simplemente voy a tener que controlar cualquier loca crisis neurótica que

me está invadiéndome esta semana.

Mi próxima clase es historia. Abro mi libro y empiezo a leer, o, al menos

pretendo. Sé que cada palabra en el libro de texto de memoria, pero he

Page 306: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

306

aprendido desde hace mucho tiempo que es mejor no dejar ver lo

inteligente que soy.

—Hola, otra vez.

Por un instante pude haber estado sentada en un bloque de hielo, pero tan

pronto como la sensación aparece, desaparece. Levanto la vista de mi libro

para ver a Chico Rubio de pie junto a mí. Otra vez. Trato de ignorarlo, pero

no puedo resistir la atracción que sus ojos tienen sobre mí. Poco a poco

levanto mi cabeza y lo enfrento mientras se sienta en el lugar vacío junto a

mí.

Otra vez.

—No te pongas demasiado cómodo allí. Otra persona generalmente se

sienta en ese asiento —digo. Trato de no mirar boquiabierta a la plateada

cortada curvándose hacia abajo en su cara, violenta, pero hermosa a la

vez. Me siento atraída por ella.

Al igual que él.

—Así que, ¿está ya tomado cada asiento a tu lado? —pregunta, cepillando

su cabello dorado fuera de sus ojos. Ojos suaves. Como el huevo de

petirrojo. No el azul electrizante de los de Kieron o el helado azul frío de los

míos y de Lucky.

—Más o menos.

—Pero no hay nadie aquí ahora más que yo. —Sus labios llenos forman

una sonrisa arrogante, y pone sus manos detrás de su cabeza.

Mis ojos se estrechan.

—Mi novio por lo general se sienta allí.

—¿Ah, sí. ¿Y dónde está ahora? —Su voz musical está atada con diversión.

Tengo que reprimir la imperiosa necesidad de estirarme a través de la

mesa y quitar a golpes la mirada de suficiencia de su cara.

—Lejos. Pero va a volver. Pronto —agrego.

—Bueno, hasta entonces, sólo voy a ponerme cómodo. Si no te importa.

—Es un país libre —murmuro.

Page 307: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

307

—Así dicen ellos. —Él mete su mano en su bolsillo de atrás, abre su

teléfono celular y presiona algunos botones.

—¿De dónde eres? —espeto, para mi sorpresa.

Levanta la mirada, elevando sus cejas, y cerrando de golpe su teléfono.

—Uh... un par de lugares…

—Nombra uno.

Su expresión de asombro se desvanece en una de diversión.

—Bueno, nací en Los Ángeles, pasé algún tiempo en Europa y América del

Sur antes de mudarme de nuevo a Boston. Luego…

—No necesito toda la historia de tu vida —chasqueo, luego muerdo mi

labio inferior. ¿Qué está mal conmigo? ¿Por qué me estoy dando a conocer

como una perra hostil?

—Bueno… tú preguntaste... —Levanta una ceja y rompe en una pequeña

sonrisa.

—Dije nombra uno. ¿Por qué te mudaste aquí? ¿Y qué le pasó a tu cara?

¿Por qué tienes una cicatriz enorme en ella?

Al segundo en que las palabras salen estampo mis manos sobre mi boca,

mortificada. Ni siquiera puedo culpar a Lucky por mi rudeza.

Infortunadamente, esto es todo mi culpa.

Hay un silencio incómodo desde su asiento mientras su mandíbula cae y

abre ampliamente sus ojos.

—¿Qué acabas de decir? —jadea.

Estoy muriendo un millón de muertes en este momento. No hay excusa

para que sea tan mezquina. Ninguna. Dejo caer mi cabeza mientras el

rubor se apresura a mis mejillas.

—Lo siento —susurro—. Eso fue muy grosero. No fue mi intención…

Se aclara la garganta y se sienta con la espalda recta, su delineado mentón

rígido.

Page 308: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

308

—Está bien —dice al fin, su voz dura. Un momento después, deja escapar

una risita—. Es interesante... nunca he tenido a nadie viniendo y

preguntándome eso antes.

Trago fuertemente.

—Lo siento. Simplemente salió. No estaba pensando…

—¿Supongo que te diste cuenta de las cicatrices de mi hermana también?

Asiento con la cabeza, ciertamente mi cara está más roja que mi esmalte

de uñas cerezo en flor.

—Estuvimos en un accidente juntos.

—Lo siento —repito.

Sacude su cabeza y se encoge de hombros.

—En realidad, está bien. Así que, ¿cómo te llamas? —pregunta,

acercándose de nuevo. Pero justo en ese momento la señora Jackson llama

a la clase al orden, y él se sienta. Pero todavía siento sus ojos en mí. No es

una sensación del todo desagradable.

Cuando la clase termina, corro a la puerta otra vez, convencida ahora de

que debería estar sucediéndome algo. Es la única explicación que tengo

para los escalofríos enfermizos que sentí antes y para mi perricidad

extrema. Pero me siento físicamente bien ahora, e incluso cuando Chico

Rubio se acerca y toca ligeramente mi brazo, no siento nada inusual.

—Así que nunca obtuve tu nombre —dice, con la boca curvada en una

sonrisa amistosa.

Me detengo a su lado.

—Soy Liora.

—Hola, Liora. Soy Tristan St. John. Mis amigos me llaman Tris a veces.

—Hola. —Los demonios me llaman Lucky a veces.

—Me preguntaba si podrías decirme dónde está la sala 217. Tengo

Trigonometría después.

Suspiro. ¿En serio? Pero estoy decidida a ser genial, por ninguna otra

razón que para compensar el ser una psicópata antes.

Page 309: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

309

—En realidad me dirigía allí ahora mismo. Puedes caminar conmigo si

quieres.

Tristan hace brillar otra sonrisa fácil y cae en su lugar a mi lado.

—Un poco tarde en el año para estar empezando en una nueva escuela,

¿no? —pregunto a medida que serpenteamos a través de la multitud de

estudiantes. Algunos mirando en nuestra dirección, y como de costumbre,

están mucho más interesados en el chico a mi lado que en mí.

—Sí. Mi hermana Cassie no estaba contenta con eso. Pero no me importa

mucho.

—Entonces ¿por qué se mudaron aquí?

Se encoge de hombros, su mirada barriendo el pasillo.

—Mi familia tenía algunas obligaciones en el área. No sabemos cuánto

tiempo estaremos aquí, aunque…

Me parece interesante su respuesta. ¿Qué posibles “obligaciones” puede

alguien tener en Dove Creek, Virginia? ¿La obligación de morir de

aburrimiento, o, si tienes suerte, ser atacado por los demonios, vampiros,

cambia formas, u otras cosas extrañas que deambulan por aquí por la

noche?

—Aquí estamos —murmuro cuando llegamos a la puerta del aula. Esta

vez, sin embargo, el único asiento vacío está en el lado opuesto de la

habitación. Tomo mi lugar en la esquina lejana y miro a la parte posterior

de la cabeza de Tristan, deseando que todavía estuviera sentado a mi lado.

Page 310: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

310

í

Traducido por Paaau

Corregido por LizC

is ojos registran el bosque.

—Bones… ¡Bones!

¿En dónde está?

Desmonto a Diablo y me acerco al Río de los Reyes, poniendo mi capa

sobre mi cabeza. Bones me dijo que estaba de patrulla esta noche, por lo

que debería estar aquí. Pero está silencioso, y no hay señal de él por

ninguna parte.

Automáticamente, alcanzo mi daga y lanzo una cuidadosa mirada a los

jardines alrededor. Sé que sólo estoy siendo paranoica, pero uno nunca

puede ser lo suficientemente cuidadosa, especialmente estos días. Se

supone que nunca debe dejarse el puente sin vigilancia, especialmente

desde ese incidente varias semanas atrás, cuando Cody e Ivy fueron

atacados y asesinados.

Incluso aunque sólo Bones, Kieron y yo sabemos lo que realmente sucedió

esa noche, el resto de nuestra tribu aún está nerviosa. No era menos que

un milagro que fuésemos capaces de evitar la situación y detener una

guerra. Afortunadamente, Bones puede ser un muy buen mentiroso

cuando necesita serlo.

Cruzo el río de llamas y me dirijo hacia la enorme roca gris descansando

contra la colina. Sólo después de apretar la palanca secreta para entrar en

el Bar Demonio me atrevo a alejar mi daga. Daisy, el reemplazo de Ivy, me

saluda cálidamente mientras alcanzo el pie de las escaleras. Sonrío de

regreso, pero rabia se dispara a través de mí mientras recuerdo cómo

había descubierto el abatido y roto cuerpo de Ivy… y cómo fui yo quien

puso el último clavo en su ataúd, terminando su sufrimiento con mis

Page 311: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

311

propias explosiones mortales de fuego. No uno de mis recuerdos más

felices.

Daisy hace girar su cabello rosado alrededor de un dedo y mastica

sonoramente su goma de mascar.

—¿Qué hay, loca Daze? —Me inclino hacia adelante, besando en el aire

sus mejillas. Sin ningún contacto. Un toque controlado de ella puede

volver a cualquier demonio en cenizas, piedra o fuego, dependiendo de

cómo se sienta ella en ese momento. Somos amigas, pero uno nunca

puede ser lo suficientemente cuidadoso—. ¿Bones está aquí?

Pone sus ojos en blanco y explota un globo de goma de mascar

fuertemente.

—Sí, él y Catalina están atrás, bebiendo. También podrían conseguirse

una habitación o algo así.

Frunce el ceño. ¿Qué quiere decir con eso? Había notado que Bones y

Catalina habían estado pasando mucho más tiempo juntos de lo normal,

así como eran de cercanos con Ivy y Cody. Aun así, como demonios puros,

no pueden seguir tristes y necesitando conmiseración. Seguramente hace

mucho que bloquearon sus sentimientos perturbadores como solo los

demonios pueden hacerlo. De la forma en que yo desearía hacerlo.

Así que, ¿qué estaban haciendo juntos?

Desfilo a través de la habitación, apenas mirando al resto de los clientes.

Mis ojos fijos en la pareja en la parte trasera, obviamente disfrutando de la

compañía del otro. Un poco demasiado para mi gusto.

—Hola, Lucky —me saluda la despampanante pelirroja mientras acerco

una silla y me dejo caer junto a ellos. Tengo que darle crédito a Catalina.

Si hay un demonio aquí que está cerca de ser tan linda como yo, ella

podría serlo.

Me giro hacia Bones y le doy una amplia sonrisa, pero él aparta la mirada.

Mi pecho se aprieta.

—Hola, Cat. Hola, Bones. ¿Qué tal? ¿Por qué están tan apartados aquí? —

pregunto, esperando sonar casual. Pero por dentro, estoy hirviendo. Una

cosa es que Bones vaya y seduzca a sus mujeres Sapie… tiene que hacerlo

o morirá. Pero otra muy diferente es verlo con otra demonio, una con la

que no tiene derecho a estar interesado.

Page 312: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

312

Catalina sacude su largo y ondulado cabello carmesí y se inclina hacia

adelante para alcanzar su vaso, su amplio escote capturando la mirada de

aprobación de Bones.

—Oh, sólo queríamos un lugar en el que pudiéramos hablar

tranquilamente mientras bebemos. Algunas veces se vuelve tan loco aquí,

¡que ni siquiera puedo escuchar mis pensamientos! —Suelta una

carcajada alta y tintineante.

Bones sonríe y se inclina hacia adelante, un musculoso brazo tras de su

cabeza, el otro casualmente envuelto alrededor de la silla de Catalina.

Mis entrañas arden mientras miro del uno al otro. ¿Qué demonios está

pasando?

—¿Te estás perdiendo algo? —Un brillo travieso ilumina los ojos de Bones.

—Obviamente, lo estoy. —Frunzo el ceño, y él sonríe de nuevo. Odio esa

sonrisa traviesa que tiene… la que dice que él sabe que es la criatura viva

más sexy que hay y ninguna mujer puede resistirse a él. La odio porque él

tiene razón. Pero los demonios se supone son inmunes a sus encantos

íncubo. Aun así Catalina se sienta, viéndose como si muriera por saltar en

su regazo. Perra.

—No tienes una bebida. —Él se levanta y se saca su abrigo de cuero negro,

revelando un torso musculoso bajo su suéter ceñido al cuerpo. Dios, es

hermoso.

—¿Qué será?

Muevo mi mano.

—Lo que sea. —Él se pasea hacia el bar y veo la mirada de lujuria en los

ojos de Catalina. Conozco bien esa mirada… la que dice que haré

cualquier cosa para ser tuya. Debe ser la misma expresión que tiene mi

rostro cada vez que lo miro. Eso es, hasta que conocí a Kieron.

Kieron… maldito él… ¿En dónde demonios está?

Si Kieron estuviera aquí, no estaría teniendo estos sentimientos mezclados

por Bones. No me importaría si él estuviese pasando tiempo con una

prostituta demonio despreciable con cabello rojo. No me importaría que él

la esté mirando de la misma forma en que solía mirarme a mí.

Page 313: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

313

—Entonces, Lucky, ¿cuándo se supone que regresa Kieron?

Es todo lo que puedo hacer para no golpear los perfectos y carnosos labios

del rostro de Catalina.

—No lo sé. Pronto, supongo. —Sonrío y me encojo de hombros.

—Debe ser difícil para ti, que él esté lejos por tanto tiempo…

—Aquí tiene, Lady Lucky. Un Jack en las rocas con un extra shot de

Fuente de Energía. Te ves como si pudieras usarlo. —Bones regresa y pone

un trago en la mesa, frente a mí.

Le doy otra mirada. ¿Qué demonios significa eso? Me veo impresionante,

como siempre. Mejor, de hecho, ya que estoy usando un nuevo traje de

color rojo y negro brillante, escotado, hecho especialmente para mí por las

brujas de fuego de Roma. Es lo mejor de lo mejor y devastadoramente

sexy.

Me tomo mi trago de golpe, mirándolos a los dos. Cuando termino, camino

hasta el bar para tomar otro. Regreso a la mesa para ver la mano de

Catalina vagando en el hombro de Bones, y a él inclinándose hacia ella

como si estuvieran compartiendo un íntimo secreto.

—Lo siento si estoy interrumpiendo algo —digo fuertemente mientras

vuelvo a sentarme.

—Oh, no es problema, Bones sólo me estaba diciendo cuando él…

—Pensé que se suponía que estuvieras patrullando esta noche —le digo a

Bones, interrumpiendo a Catalina. Como si me importara una mierda lo

que ella tenga que decir.

—Yo también pensé eso, pero supongo que es el turno de Alik. Eso es lo

que Khalil dijo antes…

—No lo vi en el puente. Nadie estaba ahí.

Bones me da toda su atención.

—¿Estás segura? Tenía que estar él. Quizá simplemente lo pasaste por

alto.

Niego con la cabeza.

Page 314: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

314

—Nop. Nadie estaba ahí. Créeme, miré. Estaba buscándote a ti —digo

deliberadamente—, pero no había nadie allí.

Bones se levanta y bebe lo último de su bebida.

—Mejor voy a revisar. Si fue una especie de confusión y el puente fue

dejado sin guardia…

—Iré contigo —dice Catalina, levantándose. Lo juro, su traje rosa brillante

bien podría estar pintado sobre su cuerpo. Prostituta.

Ahora, estoy segura que hay vapor saliendo de mis orejas.

—No yo. Tengo mejores cosas que hacer. Hasta más tarde…

Justo cuando dejo mi vaso en la mesa, una conmoción detrás de mí atrapa

mi atención. Un choque furioso, seguido de gritos furiosos y gritos de

pánico. Luego una ensordecedora explosión. Y otra.

Salto sobre mis pies y me doy la vuelta hacia el salón principal. De pronto,

un grupo de demonios desconocidos entra, disparando bolas de fuego y

dando vuelta las mesas. Por un momento, estoy paralizada por la sorpresa

y antes de que pueda parpadear, toda la habitación estalla en una enorme

pelea. Cuerpos vuelan por todas partes, y justo frente a mí, un joven

súcubo llamado Zanna es evaporado por una llama enemiga. Una mesa de

billar vuela a través de la habitación llena de humo, en medio de

explosiones de fuego y rayos.

Instantáneamente, todo el lugar desciende al caos, y los gritos

ensordecedores y chillidos se vuelven gritos de batalla. Docenas más de

demonios enemigos llenan el enclave, algunos con armas, otros son sus

propias llamas de fuego saliendo de sus propias manos.

—¿Qué demo…? —Me tambaleo hacia la esquina mientras una llama de

fuego eléctrico del tamaño de un melón viene volando hacia mi cabeza. Me

agacho, y el fuego abrasa un lado de mi rostro.

—¡Oh…! ¡No…!

Con pánico, me doy la vuelta para ver a un horrorizado Bones. La

adrenalina se dispara por mi cuerpo, y pasa otro segundo antes de que me

dé cuenta que Catalina ya no está junto a mí. El pequeño montón de

cenizas a mis pies me dice que ella no se salió del camino a tiempo.

Page 315: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

315

—¡Lucky, sal de aquí! —grita Bones. Agarra mi brazo y me empuja hacia la

pared trasera mientras toda la habitación explota con humo y fuego.

Apoya su cuerpo sobre mí protectoramente y medio corremos, medio nos

tambaleamos, ciegos hacia la salida secreta en la parte de atrás. Cuando

finalmente alcanzamos la pequeña puerta camuflada en la pared rocosa,

pateo una piedra en el piso para dejarnos salir. Juntos corremos por el

túnel oscuro y retorcido, guiados sólo por la luz de mis palmas. Me

pregunto por qué Bones no se ha transformado… es mucho menos

vulnerable como perro del infierno. Continúo mirando por encima de mi

hombro para asegurarme que no estamos siendo seguidos mientras

corremos por el estrecho pasillo, pero hasta ahora, estamos solos.

Finalmente, emergemos por el otro lado de la roca, en el bosque Dryndara

de las Hadas Oscuras. Bones y yo intercambiamos una mirada mientras

intentamos recuperar nuestra orientación. No sé qué me asusta más, la

escena que acabo de presenciar en el Bar Demonio, o la expresión de

horror que tiene el rostro de Bones ahora.

—Bones, ¿qué fue eso? ¿Qué pasó? ¿Qué está pasando? —chillo, cayendo

en sus brazos, jadeando más por la impresión que por el esfuerzo físico.

Toma un largo momento para que él me responda, pero cuando lo hace, su

voz normalmente fuerte y confiada suena hueca… subyugada.

—Eso, Lucky, fue una declaración de guerra.

Page 316: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

316

Es una californiana que se ha trasladado recientemente a Carolina del

Sur. Dice “qué hay” más a menudo de lo que le gustaría, come más

alimentos fritos de lo que es saludable, y todavía no se ha acostumbrado a

asustarse por las tormentas que parecen aparecer de la nada.

Se queda despierta hasta muy tarde y hace la mayor parte de sus escritos

en “las horas de las brujas”. Rara vez se pierde de una salida del sol, y

debería incluir un “gracias” especial en los créditos de su libro a los

frappuccinos de caramelo de Starbuck.

Cuando no está escribiendo, está leyendo todos y cada uno de los libros YA

por ahí, nadando, en kayak por el río, haciendo Zumba y kickboxing, o

viendo un reality show de mala calidad.

Para mayor información de esta autora y sus demás libros, la puedes

obtener a través de la siguiente página: authorpenelopeking.blogspot.com

Page 317: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

317

Una nota personal de Penélope:

Desde el fondo de mi corazón, me gustaría darles las gracias por dar la

bienvenida a mis historias y personajes en su vida. Espero que hayan

disfrutado leyendo este libro tanto como yo disfruté escribiéndolo. Como

un autor “independiente”, la mejor manera de que otros puedan ser

conscientes de nuestro trabajo es a través de positivas palabras y

comentarios de los felices lectores. Al dejar una rápida crítica en el sitio

web de donde compraron este libro podrá recorrer un largo camino para

ayudarme a hacerle llegar mi trabajo a otros lectores. Si piensan que

alguien más podría disfrutar de esta historia, los animo a expresar sus

pensamientos.

¡Muchas gracias por su apoyo y estén atentos para la próxima entrega de

esta emocionante serie!

Mis mejores deseos y feliz lectura

Page 318: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

318

LizC

ó

LizC

Rihano

carmen170796

Andy Parth

Immortallove

Zeth

Jo

dark heaven

Little Rose

Akanet

Dai

Paaau

Vero

Caami

Lore_Mejia

Lalaemk

Mari NC

ó

Angeles Rangel

Akanet

Montse

Dianita

Nanis

LizC

ó ó

Angeles Rangel

ñ

Jane Rose

Page 319: librosenllamas.weebly.com · 2 Traducido por LizC Corregido por Angeles Rangel lgunas chicas comparten la ropa, un baño, o un dormitorio. Una Liora Greyson de diecisiete años de

319

www.bookzinga.activoforo.mx