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Zamora y su época (1840-1863):

Catálogo digital

Archivo General de la NaciónCentro Nacional de Historia

© Archivo General de la Nación, 2015© Centro Nacional de Historia, 2015

Apartado Postal 1040, Caracas, VenezuelaTeléfonos (58-212)5095786 / 5095783www.agn.gob.ve

Nicolás Maduro Moros Presidente de la República Bolivariana de Venezuela

Reinaldo IturrizaMinistro del Poder Popular para la Cultura

Oscar Enrique LeónArchivo General de la Nación

Pedro CalzadillaFundación Centro Nacional de Historia

Edición:Archivo General de la NaciónColaboradores:Neller R. OchoaAlexander ZambranoDiseño y diagramación:Armando RodríguezCorrección de textos:Miguel Raúl Gómez

Depósito legal: lf70320159003582ISBN: 978-980-7053-36-5

Impreso en la República Bolivariana de Venezuela

Índice

7 Presentación Oscar Enrique León

21 Descripción del proyecto Zamora y su época (1840-1863)

35 Anexo documental

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Presentación

Nos disponemos a conmemorar el bicentenario del natalicio de Ezequiel Zamora, según el mandato presidencial que crea la comisión destinada a tal efecto. En sintonía con ello, el Archivo General de la Nación y el Centro Nacional de Historia se proponen desarrollar el proyecto Zamora y su época, que consiste en la creación de un catálogo documental, de acceso público y masivo a través de Internet y formato multimedia, y cuyos fun-damentos, objetivos y características se exponen a continuación.

El punto de partidaLa historia de la Venezuela republicana, aquella que comienza en 1830,

tras la disolución de la Gran Colombia, en alguna medida puede leerse como un prolongado episodio de frustración y resistencia de los sectores populares y que, en distintos momentos de nuestro acontecer nacional, ha acarreado su irrupción conflictiva y violenta en el escenario político. Aunque, en realidad, la primera expresión de ello se puede retrotraer a los años de la lucha contra el imperio español, a 1814, el llamado año terrible. Cuando uno observa la participación del pueblo en los procesos políticos y el modo en que una y otra vez ha sido traicionado tras los triunfos que tanto ha contribuido a edificar, es más fácil comprender el terrible año 1814, la sangrienta Guerra Federal, o la anarquía desoladora de El Caracazo. Aquellas, las hordas que una vez militaron en las huestes de Boves, son las mismas que luego seguirán a Páez y consumarán nuestra independencia, para ser traicionadas tras la muerte de Bolívar. Acaso las

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Zamora y su época

mismas que veremos levantar la polvareda revolucionaria en tiempos de la Guerra Federal, para volver a ser traicionadas tras la muerte de Zamora. Acaso el mismo pueblo que será traicionado en 1958 y a todo lo largo de la democracia puntofijista. En realidad, hasta el Caracazo de 1989 forma parte de una misma tradición de insurrección y resistencia popular que se remonta en sus orígenes a aquel siempre fatídico para la historiografía año 1814. Como fatídico será igualmente cualquier otro episodio en que la resistencia y la insurrección popular haya dado al traste con el orden que usufructúan los sectores dominantes.

Pero siempre cabe una pregunta para la reflexión: ¿quien es más indigno: el cruel Boves, en medio de una guerra a muerte, acaudillando una masa popular llena de ira y venganza tras trescientos años de miseria y exclusión, o el insigne héroe de las Queseras del Medio, en medio de la paz de la repú-blica, convirtiéndose en el mayor terrateniente a costa de la miseria y la exclusión del pueblo que se sacrificó en la lucha por la nación que preside? Es el tipo de pregunta que le queda cuesta arriba a una historiografía que, como afirma Edward Thompson:

interpreta la historia bajo la luz de las preocupaciones posteriores y no como de hecho ocurrieron. Sólo se recuerda a los victoriosos: en el sentido de aquellos cuyas aspiraciones anticipaban la evolución subsiguiente. Las vías muertas, las causas perdidas y los propios perdedores caen en el olvido.1

Entendiendo que el olvido es la parte más benigna de una condena que no pocas veces raya en la activa demonización de la resistencia y la insurrec-ción. De allí que solamos ver el siglo XIX como una época de caudillismo y barbarie, y los episodios de insurrección popular los tengamos, en el mejor de los casos, por meras causas perdidas, sin percatarnos que aquella genera-ción que siguió al proceso de independencia vivió sometida a un orden al que subyacían agudos y ya seculares trastornos sociales.

1 E. P. Thompson, La formación de la clase obrera en Inglaterra. Madrid, Capitán Swing, p. 30

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Presentación

Examínese el estado social de Venezuela para aquella época, tómense en cuenta la supervivencia de los antagonismos de castas y de clases, que nos legó la Colonia, las rivalidades parroquiales, el bandolerismo de las llanuras, los odios engendrados por la guerra civil de la Independencia, la miseria y la desmoralización del pueblo, la tiranía ejercida por la clase militar habituada al despotismo, la opresión de las leyes económicas protectoras del capital y las exacciones que a su amparo se cometían, el fisco colonial en casi todo su antiguo vigor, las leyes penales opuestas a los preceptos de la Constitución y a los hábitos de impunidad de las poblaciones llaneras, las persecuciones a que daba lugar la recolección de esclavos, emancipados por patriotas y realistas durante la guerra y sometidos de nuevo por la ley de manumisión al dominio de sus antiguos amos; analícense, en fin, la multitud de otros gérmenes anárquicos legados por la organización colonial y por la guerra, y que nosotros hemos de pormenorizar en el curso de estos estudios, y se verá cómo coincidía con los instintos de la gran masa popular, la propaganda de aquellos hombres que hablaban de igualdad, de libertad, de reformas legislativas, de abundancia, de distribución de bienes, de abolición de la esclavitud y de la pena de muerte, y por último, de sustituir con hombres nuevos a los “godos opresores del pueblo”.2

Así describe el historiador Laureano Vallenilla Lanz el entorno social de mediados del siglo XIX, que a la postre conduciría a la Guerra Federal y que hacia 1840 dio lugar a la creación del partido liberal, del cual se proclamara fundador Antonio Leocadio Guzmán, editor de El Venezolano y acaso el político más oportunista y demagogo de la centuria. La inicial sacudida liberal de 1840 a 1846 no es el resultado de la acción de un indi-viduo, sino la continuidad de la lucha social y económica iniciada con la guerra de independencia y que la república nacida de la disolución de la Gran Colombia en 1830 dejó sin resolver. De esta manera, hacia la década de 1840 se abre un período que se extiende, lo menos, hasta 1863, con la firma del Tratado de Coche, que marca el fin de la guerra. Es éste el período de fuerte convulsión política e intensa participación popular del que se ocupa el proyecto que aquí presentamos.

2 Laureano Vallenilla Lanz, Cesarismo democrático y otros textos. Caracas, Biblioteca Ayacucho, 1991, p. 231.

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Zamora y su época

La crisis del modelo republicanoDesde 1830 el orden institucional del país venía siendo sostenido por

los grupos políticos ligados a las casas comerciales extranjeras y a los comer-ciantes y prestamistas poseedores de dinero, que eran, en el fondo, los que controlaban el proceso económico, pertenecientes a lo que se ha llamado oligarquía conservadora u oligarquía mercantil. Desde el punto de vista político, Páez fue el gran artífice de los momentos iniciales de una Repú-blica mandada por gobiernos que directa o indirectamente respondían a sus deseos e influencia. Tras las elecciones de 1846, José Tadeo Monagas llega al poder con el apoyo tanto de liberales como de conservadores, y pronto decepciona por igual a unos y a otros, pues todos sus esfuerzos en el gobierno se reducen, prácticamente, a sostenerse en el poder junto con el pequeño círculo de amigos y familiares. La corrupción, el nepotismo y la intriga política constituyeron el día a día del gobierno de los Monagas. El deterioro económico se acentuó y el creciente descontento (no sólo de los grupos económicos más poderosos, liberales o conservadores, sino también del bajo pueblo) hizo proliferar a lo largo de dos décadas innumerables insurrecciones.

Tal el contexto que llevará a La Guerra Federal (1858-1863), llamada también guerra de los cinco años o guerra larga. Los dirigentes de la inde-pendencia van siendo desplazados por una nueva generación. Se trata de un proceso en el que influyeron múltiples factores y que sacudió profun-damente el desarrollo político y social de la República nacida en 1830. Fue esta la guerra más cruenta, larga y de efectos más devastadores en el curso de la vida republicana. Pese a lo cual generó pocas transformaciones en el orden político y socio económico. Sin embargo, como fenómeno histórico, representa una síntesis de la evolución de la Venezuela republi-cana tras casi treinta años de gobiernos oligárquicos sujetos a un precario desarrollo económico, una intrínseca debilidad institucional y la enorme injusticia social de la que se desentendió el liderazgo surgido de las luchas por la independencia.

La imposición del modelo liberal proporcionó a la llamada oligarquía conservadora o mercantil (prestamistas y comerciantes ricos, nacionales y extranjeros, que controlaban el negocio de la importación y exportación) una especie de patente de corso para imponer sus propias condiciones y con-trol sobre la vida económica. La ley del 10 de abril de 1834 sobre libertad

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Presentación

de contratos, la ley de Espera y Quita, la abolición del diezmo y otros impuestos, la liberación de algunos productos que, como el tabaco, habían permanecido sujetos a estanco y controlado su comercio y explotación por el Estado, son medidas que reflejan este liberalismo del Estado Venezolano. Es un liberalismo que no iba mas allá de una serie de medidas tendientes a modificar el orden jurídico y fiscal en favor de la oligarquía mercan-til. Tales medidas, dado el poco dinero existente y por estar en manos de un reducido grupo, terminarían beneficiando al sector que rodeaba a Páez y que ejercía una decisiva influencia en cuadros gubernamentales. Por su parte, la oligarquía terrateniente, específicamente aquel sector que dependía del financiamiento de la explotación agrícola por parte de los prestamistas, no tardó en sentir los efectos de política plutocrática. Hacia comienzos de la década de 1840, la caída de los precios del café, tras redu-cir significativamente los ingresos del país, se tradujo en una crisis general del sector agrario. El modelo agroexportador y dependiente de la econo-mía venezolana, no sólo no era apto para la libre contratación (a lo que se reducía la política liberal) sino un modelo expuesto a la usura del reducido grupo de prestamistas nacionales y extranjeros. De allí que la oligarquía terrateniente, insistiera a través de proyectos como el de Francisco Aranda, en la creación de un banco agrícola, que liberara su actividad de la vora-cidad de los prestamistas. Lo cual fue siempre rechazado por el gobierno.

Pero el liberalismo no solo suscitaba contradicciones en el seno de los grupos sociales dominantes afectados. La República nacida en 1830 y sus sucesivos gobiernos, seguían cargando con una enorme deuda social. Persistía la institución de la esclavitud, lo que evidentemente contrade-cía los principios políticos que proclamaban los dirigentes del Estado. La manumisión, aparte de ser una figura conciliatoria entre el principio de propiedad y el principio de libertad, fue en realidad un mecanismo completamente ineficaz, pues de los fondos de manumisión, cuando los había, se echaba mano en cualquier momento para costear otros asuntos (insurrecciones, por ejemplo). Desde 1821 hasta 1854, cuando es abolida la esclavitud por decreto, solo se habían manumitido 150 esclavos; de los 45.000 que aproximadamente existían en el país para 1830. Además, hay que considerar que la condición social real del manumiso en muy poco se diferenciaba de la del esclavo.

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Zamora y su época

Por otra parte, las promesas de los líderes independentistas relativas a la repartición de tierras entre los miembros de la soldadesca miserable que había sostenido el peso militar en la guerra, quedó en el aire. No solo persistía el latifundio y antiguos mantuanos que dominaban el grueso de la propiedad agraria, sino que los decretos sobre repartos y confiscaciones únicamente habían servido para el ascenso social y económico de un redu-cido sector caudillesco, entre los que figuraban nombres ilustres como Páez y Monagas. Frente a esta situación, una amorfa masa campesina era con-denada al vil peonaje o al usufructo de parcelas inhóspitas. Esa masa seguía a la expectativa de cuanto beneficio le ofrecerían las reformas jurídicas y los acuerdos políticos que salían del Congreso o del Consejo de Gobierno. Este es un proceso que se va acentuando a todo lo largo de la historia de la República y que a decir de Jacinto Gutiérrez, Ministro de Hacienda de José Tadeo Monagas, había adquirido dimensiones escandalosas y del todo preocupantes. No fueron pocos los pequeños propietarios de tierra, peque-ños comerciantes y artesanos, los que frente al implacable plazo vencido se veían en la ruina. Los esclavos y manumisos, así como el peonaje de las grandes haciendas, siempre fueron un peligro de insurrecciones y levanta-mientos, y no son pocas las oportunidades en que se les encuentra sumados a las tropas de cualquier caudillo alzado.

Dentro de este marco general comienzan a generarse, desde 1840, situa-ciones cada vez más conflictivas. Los grupos que usufructúan sus vincula-ción con Páez comienzan a ser calificados de godos. Así, si el liberalismo sigue siendo el marco doctrinario en base al cual se justifica la política del Estado Venezolano, su institucionalidad y su carácter civilista y represen-tativo, tal cual se asentaba en el estatuto constitucional, también comienza a tener una versión no oficial y de oposición para criticar y rechazar la continuidad y la influencia del grupo paecista (que será denominado por el historiador Gil Fortoul Oligarquía Conservadora). Debe entonces el Estado defenderse de las críticas de ideólogos que, como Tomás Lander, comien-zan desde 1840 a considerarse los auténticos liberales, y que terminan fundando el llamado Partido Liberal. Fue este un partido cuyo programa correspondía, al menos en principio, a los intereses de los terratenientes, aquellos que se habían visto afectados por el control del capital usurario sobre la rentabilidad y explotación agrícola. De allí que el programa econó-mico de este partido fuera mucho menos liberal que la política practicada

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Presentación

por el gobierno, pues lo que sus integrantes pedían era una mayor inter-vención del Estado, a fin de evitar los abusos de los prestamistas, y soste-nían la defensa de instituciones como la esclavitud. En tal sentido, desde el punto de vista económico, el partido liberal era más conservador que los conservadores en el poder. Pero el liberalismo pierde sus connotaciones económicas. Con ello se ha convertido en una bandera de lucha política identificada con los valores de libertad, derechos civiles, justicia. Y, desde entonces, éste sería el sentido que tuvo en la historia política venezolana. Por lo pronto, se trata de defender los intereses y los derechos de los que poseen la tierra, explotan y usufructúan sus riquezas. A la larga los de los desposeídos y explotados.

Este liberalismo (distinto del de los godos) tiene la particularidad de orientar, por primera vez, la atención política hacia la realidad concreta de un país agrícola, monoproductor y dependiente; que no puede, por lo tanto, estar expuesto a los efectos de la libre competencia (esto lo señala claramente Antonio Leocadio Guzmán). Siendo así, era un liberalismo sus-ceptible de trascender los esquemas sociales de la oligarquía terrateniente, pues los campesinos arrendatarios y desposeídos también defendían su derecho a la tierra. Y aún más, los pequeños comerciantes y artesanos, afec-tados por la política del gobierno de no imponer aranceles, o de imponer unos muy reducidos, a las manufacturas importadas de Inglaterra, también podían encontrar en él una forma de ejercer oposición a los godos. En otras palabras, el liberalismo termina por convertirse también en una causa de lucha de aquellos sectores en la ruina o amenazados constantemente por ella.

Este papel más radical y revolucionario del liberalismo comienza a dis-gustar a sus originarios fundadores (oligarquía terrateniente) que deciden levantar tienda aparte. Pero uno de los políticos más demagogos del siglo XIX, Antonio Leocadio Guzmán, encuentra en este apoyo popular la gran oportunidad de ensanchar su influencia en el partido y en las escalas del poder. Así se suscitan la insurrección, la anarquía y la represión que giran alrededor de las oscuras elecciones de 1846. El liberalismo se convierte así en la bandera de todo aquel que tenga motivos para enfrentarse al grupo gobernante.

La Guerra Federal puede leerse como la síntesis de un largo proceso de contradicciones sociales, en el que la lucha política trasciende la oposición

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Zamora y su época

dirigida por políticos tradicionales del liberalismo, para convertirse en una abierta guerra social. El liderazgo político y militar de Ezequiel Zamora expresa la presencia activa del pueblo llano en los sucesos que determina-ron su estallido y desarrollo.

Zamora y su significado en la historia republicanaNo es casualidad que el nombre de Ezequiel Zamora no figure entre los

consagrados en el arco de triunfo de La Federación. Es el modo premedi-tado en que un sistema de exclusión social ha invisibilizado al pueblo como agente histórico. Si el asesinato de Zamora detuvo el empuje de la rebelión popular hacia un orden social más justo, borrar su imagen de la memoria histórica y social era el modo en que aquel mal se conjuraba, al mismo tiempo que el sistema de exclusión se legitimaba. Al hablar de los lugares de memoria, Pierre Nora afirma que, mientras la historia se ocupa de la continuidad temporal, de la evolución y de la relación entre los eventos que estudia, la memoria tiene su raíz en lo concreto, en el espacio, el gesto, la imagen y el objeto. Acaso sea esta conmemoración una oportunidad para que la historia contribuya a retribuir al pueblo el espacio, el gesto, la imagen y el objeto que le fueran confiscados por una larga tradición historiográfica e institucional. La tarea ya ha comenzado. No con un libro de historia, por cierto, sino con un proyecto político que hizo de la historia una de sus herramientas fundamentales de lucha. Por eso hemos de referirnos a él, como una forma de identificar la significación de Zamora para el tiempo presente.

Aunque Hugo Chávez no alcanzó desarrollar, de manera sistemática, una teoría revolucionaria, ni una política de memoria, su obra abunda en sugerencias al respecto, por lo demás lo suficientemente prolijas y signifi-cativas como para inspirar una de las tareas más importantes y estratégicas del presente actual. Se equivoca quien piense que su legado está en lo hecho -que no es poco, por cierto-. Tal legado tiene más de desafío que de obra consumada. Zamora es parte de ese desafío planteado al tiempo actual.

Todo el pensamiento político de Hugo Chávez converge en la dimen-sión de lo histórico. Si su significación como teórico y líder pudiera sin-tetizarse en una frase ésta sería: su idea de la historia como instrumento de la acción política. No hablamos aquí del estudioso de la historia, sino del político que, estudiándola, encuentra en ello el instrumento fundamental

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Presentación

de lo que sería una teoría revolucionaria que rebasa la visión pragmática, meramente fáctica del acontecer, y para la que la historia es la dimensión inteligible del quehacer político. Allí radica lo más genuino del accionar del comandante Chávez como líder. El devenir no es, pues, sólo memoria, sino memoria para ser. Desde este punto de vista, la revolución queda cir-cunscrita a una totalidad temporal que vincula pasado, presente y futuro. Soy un convencido, afirma en alguna oportunidad el Comandante, de que en la historia están las claves del presente y las fórmulas para construir un futuro mejor.

De allí su aseveración según la cual la revolución que lideró hacia princi-pios del siglo XXI no era una segunda independencia sino, por el contrario, la continuación de la liderada por Bolívar hacia principios del XIX. No es esto mera retórica para dar relieve al discurso, como diría Cicerón, sino la más sintética representación de una doctrina política basada en una apa-rente paradoja: el papel revolucionario de la tradición y el pasado en el tiempo presente. Nos hemos acostumbrado a pensar que las revoluciones son solo el modo en que lo nuevo sepulta lo viejo. Cuando, en realidad, son más una lectura consciente, selectiva del acontecer con el propósito de comprender el tiempo presente en él como futuro.

Chávez sostiene una visión rigurosamente teleológica de la historia, y es justo en el marco de dicha teleología que concibe la noción de pueblo. En esto se basa su visión estratégica. De modo que el pasado no es valorizado solo como contenido de la memoria colectiva, o como fuente de apren-dizaje, inspiración o pragmatismo político, sino más bien pensado como parte de la realidad misma en la que el pueblo ha de actuar.

¿Cuáles serían las condiciones necesarias, esenciales, para que un grupo humano pueda ser considerado un pueblo? Al menos dos condiciones esenciales: una de ellas es que ese conglomerado tenga y comparta glorias pasadas, que comparta las glorias de su pasado, conociéndolas, teniendo conciencia de dónde vienen. La otra es que no se quede de espaldas, mirando hacia el pasado, sino que contempla su historia con una especie de visión jánica, como aquel dios Jano de la mitología, que tenía dos caras: una mirando al pasado y otra mirando al futuro.3

3 Hugo Chávez Frías, “No podemos seguir copiando modelos. Discurso ante la

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Zamora y su época

La primera presentación sistemática de esta visión estratégica de la his-toria se encuentra en El Árbol de Las Tres Raíces, que en su preliminar nos habla de la historia como fuente originaria para emerger del abismo de la historia5. Se trata de un proyecto que surge de la misma historia, mira hacia ella, la trae al presente para dar sentido, identidad y significación al proceso de transformaciones que propone. Desde el punto de vista doc-trinal, dicho proyecto nacional está basado en la acción, el pensamiento y la significación de tres personajes fundamentales, a los que se asigna un valor simbólico y paradigmático: Rodríguez, Bolívar y Zamora. Tal es “la trilogía ideológica del proyecto político que ahora resurge de las entrañas de la historia patria”4.En El libro azul Chávez asegura que:

Este proyecto ha renacido de entre los escombros y se levanta ahora, a fina-les del siglo XX, apoyado en un modelo teórico-político que condensa los elementos conceptuales determinantes del pensamiento de aquellos tres preclaros venezolanos, el cual se conocerá en adelante como Sistema EBR, el Árbol de las Tres Raíces: la E, de Ezequiel Zamora; la B, de Bolívar y la R, de Robinson. Tal proyecto, siempre derrotado hasta ahora, tiene un encuentro pendiente con la victoria.5

Como es característico de las revoluciones del mundo contemporáneo, es la tradición la que hace de la revolución una lectura ideológica específica del pasado en virtud de la cual éste es actualizado como forma de significa-ción del presente. En este caso se trata de un proyecto que renace de entre los escombros y que, siempre derrotado hasta ahora, se yergue como fuente de inspiración y transformación. La tarea revolucionaria comienza como un acto de conciencia histórica, con una visión que, desde el tiempo del ahora, atrapa la imagen que relumbra en el pasado, para utilizar el modo en que Walter Benjamin plantea la relación pasado-presente desde una perspectiva revolucionaria. Dicho en otros términos, la ideología de la revolución hurga

Asamblea Nacional Consituyente”, en Discurso Fundamentales. Ideología y acción política. Tomo I. Caracas, Foro Bolivariano de Nuestra América, 2003, p. 265.

4 Hugo Chávez Frías, El libro azul. Caracas, Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información, 2007, p. 17.

5 Ibídem, p. 12.

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Presentación

en las ruinas de lo histórico y olvidado, se hace de los pedazos inertes; de lo que quedó sin aliento toma su aliento. De esta manera, el proyecto revolucionario da vida a lo muerto como la forma de darse vida a sí mismo. La revolución es una concepción del acontecer en el tiempo en que éste se identifica con la transformación. La revolución es, en riguroso sentido, una teleología. En virtud de ello, la revolución es concebida como el ir de un punto a otro. Parte de un vacío, la ausencia de plenitud y sentido determinada por la decadencia política y moral, -un abismo histórico, lo llama el mismo Chávez- para ir a una situación futura representada por la plenitud del ser nacional.

Llamemos situación inicial a la terrible realidad en la cual ha caído la Nación venezolana actual, marcada por una crisis histórica sin preceden-tes, generalizada en todos los componentes estructurales. Llamemos ahora objetivo estratégico a la situación futura de la realidad nacional, a la que se llegará como resultado del proceso histórico, de transformación global, donde las formas estructurales serán totalmente distintas a las imperantes en la situación inicial. El objetivo estratégico es la aspiración concebible, alcanzable dentro de un horizonte temporal definido.6

Ese futuro encarna una utopía concreta, el momento histórico de una sociedad basada en su ser específico y original y en un sistema de relaciones solidarias. Chávez todavía no habla de socialismo. La revolución, en su concepciones iniciales, es un proceso de reforma social que no cuestiona, por entonces, el modelo capitalista en sí mismo, sino más bien su deca-dencia moral e injusticia social. Lo que propone el proyecto es adecen-tarlo, reparar en lo posible las más terribles secuelas de su esencial injusticia como modelo social.

Simón Rodríguez es la matriz fundamental de este proyecto. La utopía concreta perfila una sociedad organizada en base a su especificidad origina-ria, que implica, entre otras tareas urgentes, una profunda transformación a través de la educación popular:

6 Ibídem, p. 21.

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Zamora y su época

La compatibilidad de su proyecto con la idea bolivariana es precisada por él mismo cuando señala con meridiana claridad política transformadora: “Napoleón quería gobernar al género humano, Bolívar quería que se gober-nara por sí, y yo quiero que aprendan a gobernarse”. En la sociedad futura, El Maestro construye, junto al concepto bolivariano, la idea política del autogobierno, colocando al aprendizaje como vehículo para lograrlo, a través de su Proyecto de Educación Popular: “No nos alucinemos: Sin edu-cación popular, no habrá verdadera sociedad”.7

Chávez constituye así un paradigma doctrinario en el que Rodríguez es el reformador social, el concepto de la democracia popular basado en la educación y el trabajo. Bolívar es la teleología en sí misma, la que adscribe el proceso político de la revolución a una dimensión de proceso histórico de largo plazo, y el símbolo fundamental de dicho proceso: la independen-cia. Zamora, una generación posterior y del que inicialmente sólo se dice ser el general del pueblo soberano, es el primero en reivindicar el proyecto de los próceres de la independencia. Aún no está clara su significación en el todo de la cosmogonía planteada por el sistema EBR. Pero, al parecer, representa el factor crucial que tiene que enfrentar toda revolución: la lucha de clases; aquello que para nada se menciona en El Árbol de las Tres Raíces y que Chávez sólo comenzará a considerar a partir de su segunda presi-dencia, cuando el programa político de la revolución comienza a definirse como el de la construcción del socialismo. Hasta entonces, puede decirse que el proyecto político de Chávez estaba incompleto. En cualquier caso, es indiscutible que Zamora representa la dimensión social del proyecto, el líder popular de los sectores excluidos que la nación surgida del proceso de independencia había dejado atrás.

Simón Rodríguez invocaba la revolución económica como una necesidad para continuar la revolución política dirigida por Simón Bolívar. La primera no llegó ni siquiera a iniciarse. Los logros de la segunda fueron prontamente anulados por la acción de los gobiernos oligárquicos. Ezequiel Zamora, al frente de la masa campesina, continúa el proceso revolucionario. Sus ideas

7 Ibídem, p. 47.

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Presentación

engranan de manera exacta en el sistema filosófico EBR, alimentando con ingredientes sociales al árbol de las tres raíces.10

Ahí está el legado doctrinal de Chávez, enriquecido por su accionar político e institucional. Respecto a lo cual cabe recordar lo que el filósofo Jacques Derrida advierte cuando habla del legado de Marx como uno de los más influyentes pensadores del mundo contemporáneo:

Si la legibilidad de un legado fuera dada, natural, transparente, unívoca, si no apelara y al mismo tiempo desafiara a la interpretación, aquél nunca podría ser heredado. Se estaría afectado por él como por una causa —natu-ral o genética—. Se hereda siempre de un secreto —que dice: «Léeme. ¿Serás capaz de ello?»— 8

Zamora es uno de los espectros del sistema EBR. Una de esas imágenes verdaderas del pasado que, como diría Benjamin, amenaza con desaparecer con todo presente que no se sienta aludido por ella.

Oscar Enrique LeónDirector General del Archivo General de la Nación

8 Jacques Derrida, Los espectros de Marx. 3º ed., Madrid, Editorial Trotta, 1998. p. 30.

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Descripción del proyecto: Zamora y su época (1840-1863): Catálogo digital

La memoria de una nación se reinventa constantemente, y esto no debe extrañarnos, más si consideramos que el complemento de la memoria es el olvido. Aunque para muchos autores la Historia termina asesinando a la memoria, este ejercicio canónico también selecciona, clasifica y olvida según determinadas orientaciones teóricas e ideológicas; en esto se parecen un poco. De esta forma, para nosotros, y pese a las orientaciones que rigen su funcionamiento, el archivo constituye un orden cambiante. Secciones enteras y clasificaciones consagradas pueden temblar ante una simple pre-gunta: ¿por qué ahora sí y antes no?

Este proyecto cobra importancia en el contexto del Bicentenario del Natalicio de Ezequiel Zamora; lugar de memoria para interrogar y reescri-bir la Historia a la luz de las exigencias contemporáneas. Es por ello que a principios de este año, el presidente Nicolás Maduro creó una Comisión Presidencial a propósito de la celebración9; en respuesta a esta iniciativa y

9 “El Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, anun-ció la creación de una Comisión Presidencial para conmemorar el Bicentenario del nacimiento del General Ezequiel Zamora en el año 2017. Designó como presidente de la Comisión al ministro del Poder Popular para la Defensa, G/J, Vladimir Padrino López; y como Vicepresidente, al académico Pedro Calzadilla. También integran esta Comisión, el G/J Jacinto Pérez Arcay, la gobernadora de Cojedes, Erika Farías; el Vicepresidente para el Desarrollo Territorial, Elías Jaua;

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Zamora y su época

en cumplimiento de su compromiso de resguardar y elaborar políticas de la memoria, el Archivo General de la Nación (AGN) y el Centro Nacional de Historia (CNH) se proponen desarrollar un catálogo archivístico digital que difunda la copiosa documentación sobre el “Valiente Ciudadano” y su contexto, existente en los fondos del AGN 10.

Tal como el título lo índica, su alcance rebasa la vida de Ezequiel Zamora (1817-1860); después de todo, las periodizaciones sobrepasan y desafían los parámetros cronológicos tradicionales. Creemos que el accionar social, político y militar de este líder está definido por dos linderos: comienza a despuntar con la fundación del Partido Liberal en 1840, organización que supo establecer una conexión directa con las grandes mayorías; y podría finalizar en 1863, pues en ese año se firma el Tratado de Coche, el cual formalmente pone fin a la Guerra Federal (1859-1863), en la que Zamora

los ministros del Poder Popular para la Educación, Héctor Rodríguez; para la Edu-cación Universitaria, Ciencia y Tecnología, Manuel Fernández; para la Agricultura y Tierras, José Luis Berroterán, y para la Cultura, Reinaldo Iturriza. El rector de la Universidad Experimental de Los Llanos Ezequiel Zamora, William Páez; y la rectora de la Universidad Experimental Rómulo Gallegos, Aricela Medina, acom-pañarán esta labor junto al director de la escuela de historia de la Universidad Central de Venezuela, Ramón Chacón; y a los diputados Darío Vivas y Braulio Álvarez”, “Creada Comisión Presidencial para conmemorar bicentenario del na-cimiento de Zamora” [publicado 1/02/2015], disponible en: http://www.minci.gob.ve/2015/02/creada-comision-presidencial-para-conmemorar-bicentenario-de-ezequiel-zamora/

10 Según Paul Ricœur el material de archivo y el testimonio constituyen la prueba documental, concepto que sintetiza las posibilidades de reconstrucción del pasado para las sociedades contemporáneas. Los archivos son la evidencia de las acciones de la sociedad, constituyen su memoria, moldean su identidad y son la base de la sociedad de la información. En el caso del material de archivo, se trata de la inda-gación en textos del pasado referidos a hechos o acontecimientos aún anteriores, que pueden ser testimonios, imágenes, voces, dibujos o publicaciones gráficas. Ese espacio, del material de archivo, ofrece un tipo especial de huella para la his-toriografía: la huella documental. Paul Ricoeur. La memoria, la historia, el olvido. Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2010, pp, 215-217.

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Descripción del proyecto

fue un importante y activo protagonista hasta el momento de su asesinato en San Carlos (1860).

Al ser este personaje un eje que transversaliza una serie de relaciones sociales, políticas, económicas y culturales, la pesquisa documental rea-lizada por los investigadores del AGN debe adentrarse en las diferentes sociabilidades y prácticas de esta época; lograr que la dispersión propia de la búsqueda archivística se haga unitaria, pero no la unidad que cercena, sino aquella que vuelva a la dispersión ante cualquier vestigio, resto o pre-gunta sobre unos años repletos de transformaciones.

Aun cuando en primera instancia solo deseamos socializar la docu-mentación, dicha mirada, la misma que llevó a la revisión de numerosos índices, ya constituye, al igual que la selección, un gesto teórico; quizá el mismo que lee no un documento inerte, sino un texto que se inscribe en un campo simbólico, pues el historiador busca sus fuentes, pero también las crea. Con esta puesta en escena de dichos documentos no queremos introducir al investigador en la prisión de la objetividad histórica; por el contrario, necesitamos problematizar un momento histórico y a sus pro-tagonistas.

Objetivo GeneralInvestigar y difundir la documentación histórica existente en el Archivo

General de la Nación relacionada con la figura de Ezequiel Zamora, en cumplimiento de las actividades propuestas por la Comisión Presidencial para el bicentenario del natalicio de este ilustre personaje.

Objetivos EspecíficosHistóricos• Generar líneas de investigación que visibilicen el período histórico

1840-1863.• Retratar el heterogéneo contexto histórico que le tocó vivir a Ezequiel

Zamora (economía, sociedad, cultura, política)• Vindicar la importancia política de Ezequiel Zamora y de sus proyectos

hacia los campesinos.

[24]

Zamora y su época

Archivísticos• Difundir documentación en torno a la figura histórica de Ezequiel

Zamora a través del empleo de las tecnologías de la información aplica-das a los procesos archivísticos.

• Garantizar la preservación física y digital de los documentos previa-mente seleccionados para el catálogo.

• Optimizar la gestión documental del Archivo General de la Nación.• Garantizar al usuario del catálogo digital el acceso a la información de

una manera más eficaz y organizada.

Metodología del Proyecto• Investigación Histórica

Corresponderá al equipo de investigación del Archivo General de la Nación realizar un diagnóstico histórico, historiográfico y documental sobre el período (1840-1863), basado en el análisis teórico y documental de fuentes de primera mano con la finalidad de seleccionar la información que ayude a reconstruir y problematizar la figura de Ezequiel Zamora.

El objetivo es la revisión de un total de nueve (9) series documenta-les y más de 1.772 Tomos y Legajos (que comprenden un aproximado de 2.087.880 folios). Dichos números reflejan el extraordinario volumen de producción documental sobre este período de la historia venezolana y, además, permiten precisar y cuantificar el alcance de esta investigación.

Este proyecto constará de dos fases:

1. Revisión de secciones claves dentro del Archivo General de la Nación.- Secretaría de Interior y Justicia • Total de Unidades Documentales (Tomos o legajos) a consultar: 575• Número total de documentos existentes en promedio a consultar:

129.325Integran esta vastísima serie documental las diferentes actuaciones de la

Secretaría de Interior y Justicia y sus funcionarios. La información contenida en estos documentos tiene que ver principalmente con asuntos políticos y administrativos, los cuales atendían los problemas de gobierno, policía, fomento, instrucción pública, justicia y negocios eclesiásticos, y todo lo que fuera relativo a la seguridad pública, además de la promulgación de todas las leyes, decretos, resoluciones y órdenes sobre estos asuntos.

[25]

Descripción del proyecto

De esta sección los investigadores esperan encontrar información rela-tiva a sediciones, facciones, rebeliones, planes insurreccionales y cualquier indicio de alteración del orden público entre 1840 y 1863. La gran can-tidad de documentos sobre estos temas pudiera servir para realizar gene-ralizaciones sin fundamento, como la de que todas las insurgencias son iguales, o que el siglo XIX venezolano fue una etapa oscura de nuestra historia. No obstante, esperamos que esta misma riqueza sirva para dar a conocer otras formas de sociabilidad y otras prácticas políticas, las mismas que reunieron a grandes sectores excluidos del proyecto nacional, con miras a hacer sentir su voz.

.- Secretaría de Marina y Guerra• Total de Unidades Documentales (Tomos o legajos) a consultar: 363• Número total de documentos existentes en promedio a consultar:

72.600Serie documental conformada por las diversas actuaciones del despacho.

Esta Secretaría se encargaba principalmente de los asuntos relacionados con la nueva, aumentada y compleja estructura militar que surgía posterior a la Guerra de Independencia; tenía competencia en el manejo del ejército, infantería, caballería, artillería, marina, escuadras, corsarios, plazas mili-tares, fuertes, parques, cuarteles, guardia del gobierno y arsenales maríti-mos. Se recogen en este acervo documental diversos oficios dirigidos por la secretaría del despacho de Guerra y Marina a instancias tales como coman-dancias de armas, jefaturas militares, gobernaciones de provincia. En tales comunicaciones se tratan distintos asuntos administrativos, de guerra y de gobierno.

El período 1830-1863, amén de un minucioso análisis económico-social, también requiere una mirada profunda sobre el tema militar, más cuando las relaciones civiles-militares no estaban tan diferenciadas como se piensa, pues el ejército se compuso de lo que durante la guerra indepen-dentista se denominó pueblo en armas. Por ello, observar el proceso de con-formación de milicias, la compra legal e ilegal de armamento, el manejo del espionaje y la formación de un organismo que centralizara la fuerza bélica en un contexto tan volátil, es de vital importancia para el desarrollo del proyecto. Igualmente, no debemos olvidar que Ezequiel Zamora fue un

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Zamora y su época

conductor de tropas, y a través de esta sección podríamos reconstruir las variadas exigencias del campo de batalla.

.- Civiles• Total de Unidades Documentales (Tomos o legajos) a consultar: 155• Número total de documentos existentes en promedio a consultar:

2.325Se reúnen en esta serie solicitudes de particulares elevadas ante los tribu-

nales, así como peticiones ante jueces y fiscales, expresados en una impor-tante cantidad de expedientes. Estos documentos contienen información relacionada con deudas, pleitos, peticiones de vecinos por demandas de bienes, penas pecuniarias, esclavos, demandas, juicios. En este acervo se consignan diversos recursos interpuestos por daños, injurias, despojos, exceso de autoridad, abusos, arbitrariedades, embargos. La diversidad de materias es notable, entre las más representativas indicaremos: adulte-rio, aguas, alimentos, armas, bienes, caminos, cultivos, cárceles, cargos, empleos, comisos, cuentas, daños y perjuicios, dote, educación, embargos, epidemias, divorcios, fugas, ganado, haciendas, hatos, homicidios, hospi-tales, maltratos, quejas, raptos, riñas, robos y sedición.

La heterogeneidad de las causas civiles representa un considerable pro-blema metodológico, pero también una oportunidad de reducir la escala de observación, sin que esto signifique banalizar la realidad histórica. El lapso de tiempo que corre entre 1840 y 1863, al igual que la figura de Zamora, pareciera moverse a través de grandes nombres y estructuras, pero nada más alejado de esto, ya que a través de los gestos cotidianos y las acusaciones más nimias, puede ponerse en escena la conformación de la sociabilidad que atravesó y fue atravesada por esta época de conflictos e insurrecciones. A través de la sección Civiles, buscamos que todos los espacios de sociabilidad y diversos aspectos olvidados de este tiempo sean constantemente visibilizados.

.- Criminales• Total de Unidades Documentales (Tomos o legajos) a consultar: 185• Número total de documentos existentes en promedio a consultar:

2.775

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Descripción del proyecto

Aquí se reúnen documentos y expedientes enviados a los diversos tri-bunales y que se relacionan con pleitos instaurados por particulares. Estos documentos nos presentan variada información sobre quejas, peticiones, querellas, procesos militares, juicios por agravio, agresiones personales y desacato a la autoridad; corresponde en su gran totalidad al proceso de administración de justicia por los tribunales competentes en torno a que-rellas judiciales durante gran parte del siglo XIX y siglo XX. Forma la serie documental por expedientes relacionados con procesos sumarios de asistencia familiar, tenencia de hijos y relativos al matrimonio. Además de juicios de delito que podrían acarrear la privativa de libertad. Expedien-tes de acciones reales y mixtas sobre bienes inmuebles, muebles, dinero y valores, cuya cuantía sería determinada en reunión de las autoridades. Sentencias y autos pronunciados por los jueces instructores en causas judi-ciales por diversas materias. El fondo documental puede dividirse en varios apartados: en primer lugar, número de unidades documentales: asuntos relacionados con la organización del tribunal y con la administración de sus fondos; en segundo término, información relativa a las funciones judi-ciales que desempeñaba el tribunal, como causas, procesos y listas de reos.

Estos documentos llenos de acusaciones y sentencias contra el orden establecido, pueden ir desde infracciones menores hasta los intentos de invadir al país desde las Antillas. Cabe destacar que allí reposa el proceso criminal seguido contra Ezequiel Zamora y otros líderes de la revolución federal, expedientes que nos proporcionan la especificidad del delito, la forma de procesarlo, los recursos de la defensa y el parecer de los testigos; elementos que servirían para generar grandes posibilidades explicativas en torno al período esbozado en el proyecto.

.- Ilustres Próceres de la Federación• Total de Unidades Documentales (Tomos o legajos) a consultar: 14• Número total de documentos existentes en promedio a consultar: 140

Serie documental conformada por las hojas de servicios de los Ilustres Próceres de la Federación, entre los cuales podemos indicar a continuación: Mayor José del Carmen Berroterán, Coronel Agapito Fajardo, General de brigada Sotero Fernández, General de brigada Enrique Fanger, General en jefe Ignacio Avendaño, Generales de brigada Aníbal y José María Luyando, Coronel Antonio López Chávez, Teniente Francisco Landaeta, General

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Zamora y su época

de brigada Rafael María Mendoza, General de brigada Mariano Miche-lena, General de brigada Claudio Moy, General de brigada Tomás Ramón Olivares Heres, General de brigada Francisco Caraballo, General de bri-gada Adolfo Casañas, General de brigada Augusto Hidalgo, Coronel Juan Gualberto Hernández, General en jefe Pedro Tomás Lander, General de división José Tomás Valles, General de brigada Bonifacio Vargas, General de brigada Ramón Pazos, General de brigada Manuel Gonzales Espinoza, General de brigada Froilán González Espinoza, General de brigada Miguel García, Coronel Escolástico González, Coronel Ignacio Genovés, Teniente Manuel Pérez, General de brigada Rafael y Agustín Ramírez, Capitán Pedro Rondón, general de división Carlos Salóm, General en jefe Rafael Urdaneta, Mayor Pantaleón Caldua, Mayor José María Falcón, General de división Canuto García, General de brigada Manuel González, general de división Dionisio Guánchez.

Estas hojas militares, amén de los nombres ya conocidos y revisados por la historiografía, van a proporcionar datos precisos sobre la conscrip-ción, acciones militares donde participaron estos hombres, tropas bajo su mando, evolución en la jerarquía militar y otros aspectos que quizá no hayan sido lo suficientemente trabajados. Así, dicha sección se constituye en un referente obligatorio para quien desee realizar un plan biográfico sobre alguno de estos soldados del período federal.

.- Archivo de Barquisimeto• Total de Unidades Documentales (Tomos o legajos) a consultar: 6• Número total de documentos existentes en promedio a consultar: 300

Documentación relativa a diversas materias en el orden civil, político, judicial y militar, distribuidas en causas interpuestas ante las autoridades competentes de la época, correspondiente a la entidad política territorial que hoy conocemos como el estado Lara.

El grito de la Federación del 20 de febrero de 1859 y sus implicaciones más cercanas, por colocar un ejemplo, pueden rastrearse en los documen-tos de este archivo. Igualmente, los investigadores podrían acercarse a la revuelta federal desde la óptica de una región llena de tensiones sociales y potencialidades productivas, que siempre estuvo al tanto de las trans-formaciones políticas y económicas que se gestaban en el territorio entre 1840 y 1863.

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Descripción del proyecto

.- Provincia de Carabobo• Total de Unidades Documentales (Tomos o legajos) a consultar: 80• Número total de documentos existentes en promedio a consultar:

12.000Está conformado por documentos principalmente relacionados con al

área geográfica que correspondía a la provincia de Carabobo; a nivel de tipología, por expedientes sobre vías de comunicación, lista de revista de tropas, causas civiles y criminales, visitas de cárcel, cumplimientos de orde-nanzas, censos y documentos de la junta de manumisión. Está conformado también por correspondencia de la diputación Provincial, la Comandan-cia de Armas de la provincia de Carabobo, el Juzgado provincial, jefes de cantones, administración general de correos y administración de rentas municipales.

La gran cantidad de papeles existente en legajos quizá la hayan con-vertido en una sección reacia para los investigadores, pero la amplitud de temas existentes en sus documentos y la sensibilidad de la región desde el punto geohistórico, económico, político y social durante todo el siglo XIX, la convierten en un lugar obligado para buscar información sobre Ezequiel Zamora y las relaciones de poder entre 1840 y 1863.

.- Provincia de Caracas• Total de Unidades Documentales (Tomos o legajos) a consultar: 219 • Número total de documentos existentes en promedio a consultar:

38.875A nivel documental está compuesta por expedientes sobre denuncias

ante autoridades por causas de maltrato, reclamos de bienes, sentencias por delitos, correspondencia de la corte superior de Justicia, poderes otorga-dos, sustitución de cargos, correspondencia entre corregidores y goberna-dores provinciales, oficios de prefecturas, partes de comisarías de cantones, censos de cantones entre los que se indican: Villa de Cura, San Sebastián, Paracotos, Chacao, Turmero, Los Teques y la Guaira. La documentación corresponde al área geográfica de la Provincia de Caracas.

Por ser Caracas la capital de la República y la sede de casi todas las decisiones de envergadura en el campo político, dicho archivo resulta fun-damental para evidenciar los bemoles de una región que se transformaba a pasos agigantados durante estos años. Su cotidianidad durante el lapso

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Zamora y su época

1840-1863, puede ser estudiada gracias a la heterogeneidad de fuentes existentes en dicho repositorio, en donde se pueden conseguir desde casos de bandolerismo hasta indultos a los políticos más astutos.

.- Tierras• Total de Unidades Documentales (Tomos o legajos) a consultar: 175• Número total de documentos existentes en promedio a consultar:

2.625Corresponde al conjunto de expedientes documentales relativos a

composición y solicitud de la tierra, y a todo tipo de litigios sobre tie-rras: demanda por límites, por apropiación indebida, reclamo de acequias, embargos, resguardos indígenas, solicitud de títulos. Se agrupan diversos expedientes que contienen autos y diligencias referentes a la propiedad y posesión de tierras. Dichos expedientes son fuente inapreciable en descrip-ciones geográficas, límites, medidas coloniales y cartografía de territorios referenciados en los expedientes. Se incluyen expedientes sobre tierras rea-lengas y baldías. A nivel de tipología documental nos encontramos general-mente con: litigio de tierras, aguas, demandas, peticiones, notificaciones, decretos, remates, amparos, provisiones, mercedes, cartas de obligación, mandamientos, nombramientos, testimonios, certificados, denuncias y otorgamiento de títulos de propiedad.

Si uno de los lemas con los que se conoce el accionar de Ezequiel Zamora reza ¡Tierra y hombres libres!, la socialización de estos expedientes reviste una gran importancia. Se trata de un reservorio que puede dilucidar la tenencia de la tierra y los conflictos surgidos a su alrededor, tema que agrupa a la sociedad venezolana del siglo XIX. Allí pueden encontrarse latifundios, campesinos desposeídos, agricultores quebrados y logreros enriquecidos con el préstamo sobre una hacienda; protagonistas que evi-dencian la diversidad de temas y preguntas que pueden surgir alrededor del tema Tierra durante estos años.

2. Desarrollo del Catálogo DigitalLa Archivística y las Tecnologías de la Información en el Proyecto Zamora y su época

Internet permite hacer realidad la difusión sin límites físicos de nuestro entorno de información. La información está allí disponible para nosotros

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Descripción del proyecto

en cualquier momento y desde cualquier lugar, cualidad que le da un sentido de presencia universal. Dicha universalidad requiere de una comunicación efectiva para los usuarios e investigadores. La difusión de las tecnologías Web como medio de presentación de la información, formato de inter-cambio y medio de acceso a sistemas ha permitido la facilidad de uso y la máxima simplificación que supone para los usuarios, que no necesitan ninguna configuración predefinida para lograr acceder a sistemas de gestión o de información, aunado al bajo coste que supone para las instituciones, cada vez, más volcadas a ofrecer nuevos servicios telemáticos.11

Es evidente, que para una correcta gestión de todos los documentos colocados en línea es necesario, en primer lugar, su identificación y para cumplir estos requisitos es imperioso la ayuda de la archivística y nuevas tecnologías de información. Este análisis es el que tiene que proporcionar las bases necesarias para determinar el valor de un documento y, por tanto, su consideración como documento de archivo ante cualquier otro tipo de información registrada.12

Existe una opinión consensuada sobre la necesidad de garantizar tanto la probidad de los documentos, basada en su fiabilidad y autenticidad, como su procedencia, y que desde la archivística se pueden hacer aportaciones importantes13. Los mecanismos básicos para conseguirlo son la descripción del contexto mediante el uso de metadatos, tanto a nivel documental como a nivel de estructura administrativa, el análisis de las funciones y compe-tencias de los organismos productores, así como de sus variaciones en el transcurso del tiempo. Es decir, el refuerzo del principio de procedencia

11 Monserrat Sebastiá Salat. La Transformación de los archivos y de la archivística (...) . En: Tabula. Revista de Archivos de Castilla y León, nº 12, 2009. Págs.17-30

12 M.T. Molina. “El archivero en la sociedad de la información”. Anabad, 1994, vol. XXXVI, extraido de J.R. Cruz Mundet. Manual de archivística. Madrid: Funda-ción Germán Sánchez-Ruipérez. Ediciones Pirámide, 1994, p. 87-88.

13 Es ya significativo el número de archivos cuya información está accesible con ma-yor o menor nivel descriptivo en Internet y de portales Web que recopilan infor-mación de archivos, como el proyecto del Ministerio de Cultura Español que difunde en Internet el Patrimonio Histórico Documental conservado en su red de centros , conocido como PARES, o, a un nivel más somero de descripción, el Censo Guía de Archivos de España e Iberoamérica. http://pares.mcu.es

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Zamora y su época

archivístico como base válida para proveer a los documentos de archivo sea físico y electrónico con máximos indicadores de fiabilidad, autenticidad y validez; además del uso de los conceptos y métodos fundamentados en el redescubrimiento de la diplomática como instrumento auxiliar de la archivística.14

La metodología para el desarrollo de la publicación del catálogo archi-vístico del proyecto Zamora y su época permitirá que a través de las páginas webs del Archivo General de la Nación y del Centro Nacional de Historia, se tenga acceso a numerosos documentos digitalizados, transcritos y difun-didos de acuerdo a las Normas Internacionales de Descripción Archivística ISAD-G. La descripción en términos archivísticos se constituye en “un proceso de análisis de los documentos de archivo o de sus agrupaciones, materializando en representaciones que permitan su identificación y loca-lización, así como la recuperación de su información para la gestión o la investigación.”15

La catalogación archivística garantizará la incorporación de descriptores como parte de los procesos para la recuperación de información en térmi-nos apropiados que contemplan: la identificación, alcance y contenido, volumen y soportes, además de descriptores temáticos, geográficos, ono-másticos, toponímicos y por materia que permitirá su rápida localización para cualquier usuario. Además, en el contexto de los documentos difun-didos se incorporarán elementos de apoyo como puede ser iconografía, mapas, gráficos, sonido, vídeo o vínculos hipertexto.

De forma paralela se procederá a desarrollar la digitalización total de los documentos que componen el proyecto, no solo por la posibilidad de su difusión a nivel masivo con el avance de las Tecnologías de la Información, sino también con el propósito de preservar tan valiosa documentación.

14 Luciana Duranti. “Hacia una teoría archivística de la conservación digital: los hallazgos conceptuales” Fuente: El presente documento fue leído como confe-rencia el 21 de marzo de 2005 en el IV Coloquio Iberoamericano “Del Papiro a la Biblioteca Virtual” (La Habana, Cuba). [publicado 1/02/2015], disponi-ble en: http://www.interpares.org/display_file.cfm?doc=ip1-2_dissemination_cp-s_duranti_coloquio_havana_2005.pdf

15 Antonia Herrera Heredia, Archivística General: Teoría y Práctica, Sevilla, Diputa-ción Provincial, 1993, p. 389.

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Descripción del proyecto

Finalmente, toda la experiencia se verá ejemplificada en la publicación de un catálogo digital que permita visualizar el contenido del documento digitalizado además de una selección de documentos transcritos.

El desarrollo de tan importante proyecto comprenderá una duración de dos años a partir de su inicio, con varias fases de presentación de resultados técnico-operativos. Para cumplir con la amplia revisión de fondos docu-mentales del Archivo General de la Nación, y la elaboración del Catálogo Digital, se requerirá de 25 profesionales en las áreas de archivología e his-toria, quienes se encargarande ejecutar tan importante labor en la masifi-cación del patrimonio documental.

Metas a alcanzar con el proyecto Zamora y su época:• Acceso de la ciudadanía a los archivos. Es factible para los usuarios e

instituciones tener acceso funcional completo a los instrumentos de descripción en tiempo real en la red.

• Mejora de la organización, descripción, conservación y difusión de los fondos documentales. El acceso remoto a los instrumentos de descrip-ción posibilitará a los usuarios utilizar directamente la información de la colección sin la mediación del personal de referencia, y el acceso mutuo a la información de la colección tendría un mayor impacto positivo sobre la gestión del archivo y la preservación de los manuscritos.

• El acceso directo da a los investigadores más autonomía y control sobre su investigación, además, facilita la cooperación interinstitucional en la conservación y desarrollo de proyectos relacionados a “Zamora y su Época”, de tal manera que el conocimiento de los fondos de otras ins-tituciones permitirá la cooperación institucional en la descripción y el acceso a colecciones dispersas y a colecciones independientes pero rela-cionadas en tan importante temática.

• La generación de nuevos conocimientos sobre los documentos de archivo digitales almacenados y accesibles en línea.

• La incorporación a los Sistemas de Información para la gestión de docu-mentos y archivos, conservación y gestión de repositorios digitales.

• El suministro de los mejores medios para la visualización de los docu-mentos y herramientas de última generación que permitan dar cierto nivel de tratamiento a los documentos en pantallas, pues actualmente

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Zamora y su época

existen programas digitales para eliminar virtualmente las manchas físi-cas que han afectado algunos folios.

• Trascripción de documentos históricos que permitan superar los incon-venientes de la legibilidad originados por la evolución caligráfica.

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Anexo Documental

FICHA TÉCNICA

• Autos legales en contra de José María Bracho por delito de atentado y participación en el movimiento revolucionario del 20 de febrero de 1859. Serie Secretaria del Interior y Justicia, Legajo Año 1856-1859, Número de inventario 03-02-03-06-0113.

Extracto:...“¿Que personas notables de Coro vio Usted en correspondencia y con-

vivencia con Zamora, o que tomaron parte en la organización del gobierno que estableció allí la facción? Contestó: A Nicolás Saldarriaga, José Toledo, Pedro Torres, y fuera de Coro José Gabriel Ochoa, y Napoleón Sebastian Arteaga y Desiderio Frías y otros que no recuerdo.

¿Sabe Usted si el General Falcón tenía parte en la revolución? Contestó: En Coro se le proclamó jefe de la revolución, y cuando salíamos de Coro, se nos dijo que aquella misma noche desembarcaría en la Vela, después, que en Cumarebo y sucesivamente en todos los puntos de la costa.

¿De cuantos cuerpos constaba las tropas de Zamora, y quienes eran sus jefes? Contestó: Cuerpos eran, “el 20 de febrero”, mandado por el coronel Guerrero, que murió en el “Palito”: el Batallón “Federación”, mandado por

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Zamora y su época

Julian Castellano, jefe de brigada: el Batallón “Vanguardia” mandado por el Coronel Reyes (Martín). la columna de “Moron” de ciento sesenta a ciento ochenta hombres, mandada por un tal Mora, a quien Zamora dio el grado de Coronel; y había además una compañía de Urachiche o Aguanegra, y la mandaba un españolito delgado ojos verdes cuyo nombre no recuerdo.”...

...“¿Quienes sabe usted que fueron los autores principales de la revolu-ción? Contestó: he oido decir que los autores principales de la revolución son, el mismo Zamora, Frias, Sotillo, (Generales) José del Rosario Gon-zález, a quien Zamora dio el grado de General y los otros que antes he indicado y además Antonio Leocadio Guzmán.”...

— * * * —

FICHA TÉCNICA

• Alerta al Señor Secretario de Estado en los despachos de Guerra y Marina sobre un grupo de Dominicanos provenientes de Curazao que intenta ingresar al país por el puerto de La Vela de Coro. Se les acusa de apoyar y participar en el movimiento revolucionario que estalló en Coro el 20 de febrero de 1859, bajo las ordenes de “Zamora”. Serie Guerra y Marina, Legajo Año 1859, número de inventario 03-03-S2-26-0135.

Transcripción textualRepública de VenezuelaGobierno provincialCoro, Diciembre 10 de 1859Nº 32 Señor Secretario de Estado en el Despacho de Guerra y Marina. En la balandra nacional “Veleña” procedente de Curazao vinieron ayer

al puerto de La Vela como pasajeros varios individuos dominicanos de los que en aquella isla se encuentran expulsos de su país por causas políticas; y como es notorio y sabe el que suscribe que en la expresada isla se han reunido varias notabilidades de Venezuela enemigas del Gobierno con las cuales están de acuerdo muchos de esos dominicanos, entre ellos algunos que fueron lanzados de Puerto Cabello como complicados en la revolu-ción; y que en esta misma provincia había algunos y se complicaron en la

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Anexo Documental

que estalló el 20 de febrero último capitaneada por Zamora, ha dispuesto esta Gobernación como medida imprescindible para la conservación del orden en esta provincia, impedir la entrada en ella de los dominicanos expresados, y de cualesquiera otros desafectos de los que se encuentran en Curazao que vengan sin salvoconducto del Gobierno Supremo.

Tanto mas imprescindible y urgente ha creído este Gobierno la medida, cuanto que debo informar a Vuestra Señoría que existen en esta provincia guerrillas armadas que hostilizan, y que hay fundadas sospechas de que los enemigos existentes en Curazao, en combinación con los de aquí, traman una nueva conspiración contra el Gobierno, y bien comprenderá Vuestra Señoría por tanto, que estas excepcionales cincunstancias son las que han obligado a la Gobernación a dictar la medida sobre los dominicanos.

Sírvase Vuestra Señoría elevarlo al conocimiento del SPE Secretario Pro-vicional de Estado para los efectos que estime convenientes.

Tengo la honra de suscribirme de Vuestra Señoría muy atento Servidor.

[Firma] Sebastían YauzquinSe transcribió al Secretario del Interior para que como asunto de su Despa-cho resolviere lo conveniente.”

— * * * —

FICHA TÉCNICA

• Averiguación sobre los ataques que con piedras y palos se hacen varios muchachos en la Parroquia de San Juan. Serie Criminales, Número 399, Año 1859, Letra A, Expediente 9.

Transcripción textual[Portada]Criminal

Averiguación sobre los ataques que con piedras y palos se hacen varios muchachos en la parroquia de San Juan. 9.

Juzgado de 1° Instancia.Caracas, septiembre 12 de 1859

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Zamora y su época

Teniendo informes este tribunal que en la tarde de ayer, en la parro-quia de San Juan de esta ciudad y en la calle llamada del Pescador, hacia el Bucare, se encontraban dos partidas de muchachos, entre ellos algunos grandes, que haciéndose mutuamente avance con piedras se hostilizaban de ese modo, proclamando la partida del Pescador “Vivas a la constitución” y la contraria “Vivas a la federación”, teniendo estos últimos una pistola grande montada a manera de cañón con la cual daban fuego, estando esta cargada con bala, y sabiendo este tribunal que con la enunciada arma iban matando a unos hombres que se encontraban en la esquina primeramente referida, de tal suerte que con la bala que salió de dicha arma se rompió la cobija o especie de capote que tenía Francisco Viera, y siendo este suceso un hecho criminal, este juzgado acuerda proceder a la averiguación sumaria correspondiente, a cuyo efecto se emplazarán a todos los individuos sabedo-res de él para en su oportunidad librar las demás providencias conducentes.

[Firma] Fernández. [Firma] Francisco AcostaSecretario.

En la misma fecha compareció Francisco Viera, vecino de esta ciudad, mayor de veinticinco años, casado, de profesión comerciante y bajo de juramento expuso con relación a esta averiguación lo siguiente: hallán-dome yo en la tarde de ayer en la esquina del Pescador viendo los avances de las partidas a que se refiere esta averiguación, observé que los mucha-chos del lado del Bucare hicieron dos o tres tiros con una especie de cañon-cito que tenían y después que salió el último tiro que sería como a las seis de la tarde, varias personas que se encontraban junto conmigo, me dijeron que yo estaba herido con la bala del cañón y examinando yo entonces la cobija que tenía puesta a figura de capote, y que es la misma que presento al tribunal le hallé dos agujeros, o mejor dicho cuatro, los cuales demues-tran el lugar por donde había entrado la bala. Entre los muchachos de que he hablado se encontraban muchos grandes, entre ellos Francisco Bejarano y Manuel Morillo, que aunque no los conozco se me ha asegurado que fueron los que tiraron el cañón con que se me hirió la cobija, ofreciendo el día de mañana decir a este tribunal quienes conozcan a dichos dos mucha-chos que he nombrado en esta mi declaración. Las personas que se halla-ban entre las que estaban presentes al tiempo de este suceso, y que yo conozco, son la esposa de Mateo Rodríguez, Juana de Rodríguez, Gabriel

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Anexo Documental

Hernández, José Rodríguez y tres extranjeros. Con ninguna de las personas a que me he referido no me comprenden las generales de la ley. Se leyó y conforme no firma por no saber. Enmendado: dos. Vale.

[Firma] Fernández. [Firma] Francisco AcostaSecretario.”

— * * * —

FICHA TÉCNICA

• Allanamiento realizado en la sombrerería de Francisco Soto Márquez buscando a Juan Crisóstomo Hurtado acusado de conspiración por el Gobernador de la Provincia. Hurtado no estaba en el sitio pero se encontraron unos sombreros con el retrato de Ezequiel Zamora. Serie Criminales, Número 417, Año 1859, Letra S, Expediente 13.

Transcripción textual“[Portada] Sobre la averiguación de unos sombreros con el retrato del General Ezequiel Zamora y forrados de amarillo que se encontraron en la sombrerÍa de Francisco Soto Márquez en el acto en que el Jefe de Parro-quia de San Pablo allanó la casa para llevar a efecto la prisión acordada

contra Juan Crisóstomo Hurtado por conspiración.Juzgado de 1° Instancia a cargo del Doctor Juan. R. Fernández. 1859.

República de Venezuela.Gobierno Superior de la Provincia.Caracas, septiembre 22 de 1859.Habiéndose librado auto de prisión por el señor Juez de 1° Instancia

Don José de Jesus Paúl contra Juan Crisóstomo Hurtado por conspira-ción, se comisionó al Señor Jefe de Parroquia de San Pablo para que lleve a efecto dicha prisión, allanando la casa en caso necesario con las forma-lidades legales.

El Gobernador Lorenzo A. Mendoza

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Zamora y su época

Jefatura de Parroquia de San Pablo.Caracas, septiembre veinte y dos de 1859.Según la orden del Señor Gobernador que se contrae a solicitud la per-

sona de Juan Crisóstomo Hurtado para conducirlo a la cárcel, se procedió a allanar la casa del Señor Francisco Soto Márquez donde según denun-cio se hallaba aquel, el Tribunal procedió al examen de dicha casa y no encontrándose la persona solicitada, sólo resultó del examen de las piezas de la casa encontrarse varias cajas de sombreros forro amarillo y con el retrato del General Ezequiel Zamora, lo que sorprendió al Tribunal y en esta virtud fue comisionado Francisco Pellicer para que participase lo ocu-rrido al Señor Gobernador, habiendo contestado éste que inmediatamente se procediese al embargo de los sombreros y al examen de quien fuese su dueño o persona que los había encargado y sabido esto, reducir a prisión al que resultase dueño de ellos. Procediose al examen según las instrucciones del Gobernador y resultó según confesión del Señor Doctor José Félix Soto ser éste su dueño, pues lo había en cargado o mandado fabricar porque le convenía. En este estado nombró el Tribunal a los Señores Eduardo Basalo, Juan Daniel Gómez, Fermín Álvarez, Toribio Quintana y Encarnación Ramos, para que sirviesen de testigo tanto en el embargo de los sombreros cuanto para la confesión hecha por el Doctor Soto, quedando embargados los sombreros y depositados en el dueño del establecimiento hasta nueva disposición de este Tribunal. Con lo que terminó el acto que firman.

[Firma] Palacios. [Firma] Fermín Alvarez. [Firma] Agudelo, Secretario. [Firma] Juan Daniel Gómez. [Firma]E. Ramos.[Firma] Eduardo Basalo.

Jefatura de Parroquia de San Pablo.Caracas septiembre veintidós de 1859.Vistos y examinados los sombreros a que se refiere el acto anterior de

la cual resulta que el dueño de los sombreros es el Doctor José Félix Soto, se acuerda el arresto de éste y líbrense las papeletas de ley. Enmendado: arresto. Vale.

[Firma] Jesús María Palacios.El Secretario. [Firma] Marcos Agudelo.En la misma fecha fue conducido a la cárcel el Doctor Soto.

[41]

Anexo Documental

Jefatura de Parroquia de San Pablo.Caracas, septiembre 23 de 1859.Remítase uno de los sombreros al Gobernador de la Provincia y procé-

dase a contar dichos sombreros para depositarlos nombrándose de depo-sitario al Señor Roberto Basalo, el que estando presente juró desempeñar bien y fielmente su encargo, con la que concluyó el acto que firma.

[Firma] Palacios. [Firma] Agudelo Secretario. [Firma] Roberto Basalo.En la misma fecha se constituyo el Tribunal acompañado del depositario

y a presencia del señor Francisco Soto Márquez, dueño del establecimiento, fueron contados uno a uno los sombreros y resultaron los siguientes.

Ciento cuarenta y ocho sombreros sin cintas; cuatrocientos sesenta y nueve con cintas y retratos del General Ezequiel Zamora, cuarenta y ocho sin retratos; ciento cuarenta y nueve, sin ribete, fondo, tafiletes y cintas, pues sólo tienen forro amarillo; cuatro forro encarnado y retrato del mismo General Zamora; cinco, forro amarillo y con fondos de distintas láminas.

Con lo que terminó el acto habiendo recibido el depositario los som-breros que constan del inventario: examinada otra caja de sombreros de la misma clase resultó que esta tenía forros rosados y azules con láminas de diferentes clases y ninguno con el del General Zamora. Leyóse y siendo conforme firma.

[Firma] Palacios. [Firma] Roberto Basalo El Secretario. [Firma] Agudelo.

Jefatura de Parroquia de San Pablo.Caracas, diciembre veinte y tres de 1859.Póngase a disposición del Señor Juan Rafael Fernández, Juez de 1° Ins-

tancia de esta ciudad, la persona del Doctor José Félix Soto, remitiéndose original este expediente.

[Firma] Palacio. Agudelo.Secretario.En la misma fecha se recibió.

República de VenezuelaJefatura de Parroquia de San Pablo.Caracas, septiembre 23 de 1859.Señor Juez de 1° Instancia.Habiendo procedido este Juzgado en virtud de un mandato del

Señor Gobernador a la inquisición sumaria respecto de unos sombreros

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Zamora y su época

encontrados en el establecimiento del Señor Francisco Soto Márquez, remito a Vuestra Señoría el sumario instruido, ponen a disposición de ese Juzgado de su cargo la persona del Doctor José Félix Soto que se encuentra en la cárcel pública de esta ciudad.

Lo que pongo en conocimiento de Vuestra Señoría a los fines consiguientes.Soy de Vuestra Señoría atento servidor.[Firma] José María Palacios.

Juzgado de 1° Instancia.Caracas, septiembre veinte y cuatro de 1859.Por recibido en esta audiencia las precedentes actuaciones. Remítase

originales al Señor Juez de Parroquia de Altagracia para que dicte las provi-dencias que correspondan y continúe hasta dejar enteramente formado el sumario, y hacer los cargos a aquellos individuos que aparezcan culpables por cualquier respecto.

[Firma] Fernandez. [Firma] Francisco Acosta.Secretario.

Juzgado de Parroquia de Altagracia.Caracas, septiembre 26 de 1859.Por recibido en esta fecha después de cerrada la audiencia: cúmplase la

comisión; y en consecuencia, cítense a los señores que suscribieron el acta de remitidos de este mes, ante el señor Jefe de Parroquia de San Pablo, y practíquese una vista ocular de los sombreros para saberse si estos contie-nen alguna inscripción; y caso de que no exista, se practicará una experticia por personas, que oportunamente se nombraran, y que conozcan al Gene-ral Ezequiel Zamora, lo que se inquirirá a fin de que expresen si realmente es el retrato de este General, y examínense también los operarios de la sombrería donde fueron encontrados dichos sombreros.

[Firma] Estoquera. [Firma] Hernandez Díaz.Secretario.En la misma fecha veinte y seis de septiembre de mil ochocientos cin-

cuenta y nueve, se constituyó el tribunal en el establecimiento mercantil del Señor Roberto Ba[Folio 6vto.]salo, y estando presente se impuso del auto anterior y llevó a la pieza donde se encuentran los sombreros al Tri-bunal, el que observó que todos los sombreros depositados son de paja

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Anexo Documental

teñida de negro con el ala por debajo forrada en un genero amarillo, y muchos con citas, otros sin ellas, y bastantes con un retrato por dentro de la copa figurando un General, los cuales tienen abajo esta inscripción: “El Ilustre Precursor de la Federación Venezolana Ciudadano General en Jefe Ezequiel Zamora,” y otro letrero en letra bastardilla que dice “litografía de Lesman y Lane Caracas.” Existen además otros sombreros de igual clase con otras figuras diferentes y sin letreros por abajo; y el Tribunal tomó uno de los sombreros que tienen inscripción para practicar otras diligencias.

[Firma] Estoquera. [Firma] Hernandez Díaz.Secretario.[Firma] Roberto Basalo.

Juzgado de Parroquia de Altagracia.Caracas, septiembre veinte y seis de 1859.En vista de lo que expresa el letrero que se encuentra debajo del retrato,

tómese declaración a cualquiera de los socios de la litografía.[Firma] Estoquera. Hernández Diaz.Secretario.En veinte y seis de septiembre de 1859, se constituyó el Tribunal en el

establecimiento de los Señores Lesman y Lave y estando presente el Señor Jorge Lave, de veinte y siete años de edad, de profesión litógrafo y no comprendido en las generales de la Ley con ninguna de las personas que figuran en este sumaria: juró decir Verdad, habiendo visto el sombrero que se tomó del depositario, dijo que el retrato que tiene dicho sombrero es el del General Ezequiel Zamora, que se lo mando litografiar el señor Fran-cisco Soto Márquez que tiene sombrerería entre las esquinas de Pajaritos y Mesedores, por otro que le trajo colocado en un cuadro marco negro y que está acompañado de otro retrato que el encargo se lo hizo en veinte y dos de julio último y que le mandó hacer seis mil retratos por cuarenta y cinco pesos cincuenta centavos, que aun no están satisfechos, y que el letrero que está debajo del retrato lo litografió el declarante, pues Soto lo trajo escrito en un papel se le leyó y conforme firma. Enmendado: satisfechos. vale.

[Firma] Estoquera. [Firma] Jorge Lane. [Firma] Hernandez Díaz Escribano.En la propia fecha y en la misma casa presente el señor Francisco Lesman

socio del Señor Jorge Lane, dijo tener treinta y tres años de edad, de oficio

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Zamora y su época

litógrafo y no comprendido en las generales de la ley con las que figuran en este sumario. Juró decir verdad y examinado expuso: que el Señor Soto Francisco, sombrerero a quien le habló para grabar el retrato que tiene el sombrero fue el socio Lane como director de la litografía: que el exponente grabó parte de la cabeza, y que el referido Soto trajo en un papel el letrero que está debajo del retrato para que también se litografiara, y además trajo un retrato en un cuadro para que sirviera de original, estando otro retrato, y que por los libros sabe que el trabajo de seis mil retratos se hizo por cua-renta y cinco pesos cincuenta centavos. Se leyó y conforme firma.

[Firma] Estoquera. [Firma] Federico Lesman. [Firma] Hernández Díaz.Secretario.Veinte y siete de septiembre de mil ochocientos cincuenta y nueve com-

pareció el señor Eduardo Basalo, de cincuenta y cinco años, comerciante y no comprendido en las generales de la ley con los que figuran en este suma-rio. Juró decir verdad y examinado respectivamente dijo, un día cuya fecha no recuerdo pero que me parece fue en uno de los de la semana pasada, fue llamado por el señor Jefe de Parroquia de San Pablo a la sombrerería de un individuo entre Pajaritos y Mercaderes que se apellida Soto, y cuyo nombre no se; y en presencia mía, y de las demás personas que se indican, manifestó el Doctor Soto al Jefe de Parroquia que los sombreros habrían sido mandados a hacer por su orden porque le convenía.

Preguntado por el Juez: el sombrero de paja teñido de negro que tiene el retrato del General Ezequiel Zamora, es uno de los que se encontraron en la sombrerería de Soto y a que se refirió el Doctor Soto cuando hizo la manifestación a que usted se ha referido, contestó: si señor, es uno de los sombreros .

Se le leyó, dijo estar conforme y firmó.Enmendado: señor, vale. Testado: parroquia, no vale.[Firma] Estoquera. [Firma] Hernández Díaz.Secretario.[Firma] Eduardo Basalo.Seguidamente compareció el Señor Fermín Álvarez, de veinte y cinco

años, comerciante y no comprendido en las generales de la ley con los que figuran en este sumario. Juró decir verdad y examinado expresó: el jueves de la semana pasada entre cinco y seis de la tarde fue llamado por el señor Jefe de Parroquia de San Pablo a la sombrerería de un Señor Soto, cuyo

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Anexo Documental

nombre no se, y que esta situada entre las esquinas de Pajarito y Mercade-res, y en presencia del Juez y Secretario, del que declara y de los demás que suscribieron el acta del 22 del corriente, que se me ha leído, manifestó el doctor Soto, cuyo nombre no se, y que es hermano del sombrerero Soto que era dueño de los sombreros y que los había encargado porque le conve-nía. Preguntado por el Juez; el sombrero de paja teñido de negro que tiene el retrato del General Ezequiel Zamora, es uno de los que se encontraron en la sombrerería de Soto y a que se refirió el Doctor Soto cuando hizo la manifestación a que usted se ha contraído; contestó: si señor, es uno de los sombreros.

Se le leyó y conforme firma.[Firma] Estoquera. [Firma] Fermín Álvarez. [Firma] Hernández Díaz.Secretario.El mismo día compareció el señor Encarnación Ramos, de treinta y

seis años de edad, Contralor del hospital militar y no comprendido en las generales de la ley con los que figuran en este sumario. Juró decir verdad y examinado respetuosamente dijo: en uno de los días de la semana pasada sin recordar el día pasaba yo por la calle de mercaderes hacia Pajaritos, y estando registrando una sombrerería de esa calle de Narciso Soto Márquez, según la inscripción que está allí, el Jefe de Parroquia de San Pablo, me acerque a la novedad, y estando allí en unión de las personas que firmaron el acta de 22 de los corrientes y que fueron llamados por el Señor Palacios para presenciar el acto del embargo de los sombreros, oí que un Señor que se encontraba allí en traje casero y que oí llamar el Doctor José Félix Soto, dijo que él había mandado a hacer los sombreros porque le convenía, y que ninguna otra persona era responsable de ello sino sólo él: el Doctor Soto me preguntó que con qué carácter hacía yo indicaciones al Juez, y yo le contesté que con el sólo carácter de ciudadano estaba en el deber de prestar auxilio a la autoridad. Preguntado por el Juez : el sombrero que se le pone de manifiesto es uno de los que constan del acta a que usted se ha referido contestó: si señor. Se leyó y conforme firma.

[Firma] Estoquera. [Firma] Encarnación Ramos. [Firma] Hernández Díaz.Secretario.

Juzgado de Parroquia de Altagracia.Caracas, septiembre veinte y ocho de 1859.

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Zamora y su época

Pudiendo evacuarse después las declaraciones que faltan de los testigos Juan Daniel Gonel y Toribio Quintana, con el fin de que no sufra retardo esta causa. Remítase al señor Juez de 1° Instancia para que si lo creyere justo libre el auto de prisión, y dicte en consecuencia las demás providen-cias que juzgue convenientes.

[Firma] Estoquera. [Firma] Hernández Díaz.Secretario.El mismo día se remite bajo conocimiento junto con un sombrero.Juzgado de Parroquia de Altagracia.Los Señores:Fermín Alvarez, Juan Daniel Gonel, Encarnación Ramos, Eduardo

Basalo y Toribio Quintana. Comparecieron en este Juzgado a las nueve de la mañana del siguiente día después de citados a rendir declaraciones en causa criminal. Firmaron al pié. Caracas, septiembre 26 de 1859. El juez.

[Firma] Estoquera.[Firma] Eduardo Basalo.”

— * * * —

FICHA TÉCNICA

• Cartas personales de un oficial Constitucional durante el sitio de Cumaná. Serie Guerra y Marina, Legajo Año 1859, número de inven-tario 03-03-9-28-0127.

Transcripción textual1

Pao, Noviembre 15 de 1859. Mi querida Dolores: inquieta estarás por nuestro silencio y con razón, pues no ha sido posible allanar en regla los inconvenientes que embarazan nuestra comunicación. Hemos resuelto sin embargo aventurar las balizas con la esperanza de que si los conductores toman la ruta que se les ha indicado, podrán pasar sin novedad el Caris que es el tropiezo mas serio que se presenta. Las fechas tuyas que tengo alcanzan al 26 del mes próximo pasado. Por los papeles públicos veras los nombramientos hechos por el Gobierno en la nueva organización del Ejército de Occidente y del de Oriente, he aceptado el nombramiento de Jefe de Estado Mayor en obedecimiento a la voluntad del Gobierno,

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Anexo Documental

no obstante mi repugnancia por servir tal empleo y así se lo digo al Vice presidente Tovar en mis contestaciones oficial y particular, advirtiéndole que si veo que no puedo servir útilmente por causas independientes de mi voluntad me separaré, dispuesto siempre a prestar mis servicios de cual-quiera otra manera hasta tanto se logre restablecer el orden. Aún no he podido ponerme en comunicación con Baca: este tiene 800 hombres de infantería en Aragua y esperaba alguna caballería, por momentos espero recibir comunicación suya sobre la combinación que debamos hacer para obrar sobre el enemigo si es que antes no se mueve este sobre nosotros; pues según los informes recogidos está reuniendo en Santa Ana los disper-sos de otras facciones. en el concepto de que Baca se hallaba en “Aragua” flaco de fuerzas y asediado por el enemigo, pues así lo escribió él a Caracas y también el Gobernador de la Provincia, vino orden de allá de marchar en su auxilio Castillo, M. Zamora y yo, pero las circunstancias han variado, y no obstante esto le propuse a Zamora marchar por Santa Ana a Aragua cayendo antes sobre el enemigo en lugar de rodear por Santa María, Zarasa y Chaparro, lo cual equivaldría a una retirada parecida a derota, dejando estos pueblos y sus recursos a merced del enemigo y completamente des-atendida la orden del Gobierno. Zamora y yo nos hemos entendido de oficio: pero fin se fue ayer camino de la sierra a Santa María; pero en esto puede haber una red que facilite la caída en ella de Sotillo y una parte de las tropas que le acompañan. No me explico más sobre esto porque no estoy seguro que la presente carta llegue á tus manos. No temas por nosotros: me acompañan los Jefes, Oficiales y soldados del 31 de Agosto y además la columna “Orinoco” limpia de los cobardes que la manchaban. Anoche le hice un expreso a Baca a pesar del inminente peligro del tránsito, el indi-viduo es valiente y muy baquiano y me prometió amanecer mañana allá. Baca pues caerá sobre la retaguardia del enemigo si es que se mueve, sobre este punto y convendrá desde luego que lo deje Baca empeñar el combate conmigo para el cual me estoy preparando convenientemente. Ya recibirás las cartas que le he escrito y hablaras detenidamente con un amigo nuestro, que está bien impuesto de cuanto ha pasado y pasa por acá.

Ninguna responsabilidad tengo oficial ni moral siquiera por que no se hayan abierto operaciones: sobre este punto estoy plenamente justificado, de todo lo cual te impondrás y se impondrán nuestros amigos. Antes bien, mi conducta y mis medidas han prestado servicios importantes en

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Zamora y su época

la conservación de esta parte de la Provincia, de mucha de la del Guárico por el respeto que le he impuesto al enemigo, cuya facción principal no ha estado en mis facultades atacar en sus campamentos sin caballería, pues Zamora se me excusó siempre de acompañarme hasta tanto que vinieran Gabriel Almirez y Castillo. Amas de esto desde los primeros días de su lle-gada cayó en cama y aun va enfermo, bien que al haber tenido voluntad, este no hubiera sido inconveniente “Otra cosa será volver sobre este punto cuando convenga tejiendo como estamos la red.” Me he extendido más de lo que pensaba y debiera hacerlo en esta ocasión. A nuestros amigos que tengan la presente por suya, muy particularmente a Celis, a quien abrazo con María Antonia y lo mismo a ti y a nuestros otros hijos, uniéndose a mí Baldomero y Fermín. tu afectísimo esposo Ruiz. enmendado. Aragua. vale. Es copia. Célís.

2Pao, Noviembre 24 de 1859. a las 6 de la noche. Mi Querida Dolores.

No puedo escribirte yo mismo por las atenciones del momento. Hemos combatido cinco días con el mejor suceso contra infanterías de Cumaná, Barcelona y otros puntos. Baldomero y Fermín te escriben. La herida de este es leve, y va muy bien, lo mismo que los demás heridos. Espero refuer-zos por momentos, pues los he solicitado con la anticipación necesaria. Bastan estas cuatro líneas que nuestro amigo Barrios escribe, para que no extrañes la falta de mis cartas. A un cuando el enemigo nos amenace, creo no intentaran atacarme, pues ha sido escarmentado. Esta es también para Celis. Señala esta á los amigos. Si el conductor llegare allá es carta viva. Tu afectísimo. J.M.Ruis. e. En mandado. vale. Es copia. Célis.

3Pao, Noviembre 24 de 1859. Mi querida mamá: desde el 19 á la una del

día hemos estado combatiendo con las fuerzas de Sotillo, las de Cumaná al mando de Luzon, las de los Monagas Julio y José Gregorio la fuerza toda pasa de mil quinientos hombres de infantería y caballería, desde que se presentaron ha sido combatidos primero se le fue a encontrar en distintas direcciones á las entradas de la población donde hubo combates tremendos dejando el enemigo cubierto el campo de cadáveres entre estos muchos oficiales, nosotros tuvimos pérdidas en esos combates; pero no pasaron de

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Anexo Documental

dos muertos y varios heridos no de gravedad; han habido combates en toda la población, en el río, y en todas partes hemos salido triunfantes destro-zando al enemigo: el 21 pudieron apoderarse de varias casas de teja como las de Don Antonio Samarra, Juana Navarro y la de Don Calasan Rodrí-guez, donde hemos tenido que combatir todo ese día sin cesar el fuego un solo instante para desalojarlas, también se apoderaron de otras casas de paja que se les hicieron desocupar a la bayonetas, y uno de estos ataques fue dirigido por Fermín que después de haberse hecho varios muertos tuvieron que dejarlas persiguiéndoles en la fuga, de estos combates han habido muchísimos, para esto el pueblo incendiado, por que el enemigo desde el momento que atacó fue dando candela a la entrada de la población, pero entre el fuego les destrozábamos. Se apoderaron como he dicho de varias casas que las agujeraron para hacernos fuego. El combate duró cuatro días de fuego vivo. Nosotros tuvimos varias pérdidas; pero oficial sólo José Gabriel Alcalá, otros hay heridos, uno de ellos Fermín levemente en una pierna. La pérdida del enemigo, por los que nos ha dejado en las calles, en los solares, en las casas y en los montes mas cercanos, la mortandad ha sido honorosa se cuentan mas de cincuenta muertos (50) que supongo no habrán podido llevarse, por que son como unos zorros para una gallina cuando cae uno de ellos. Nuestros muertos de tropa llegan a ocho, hay otros heridos pero ninguno de gravedad. Mi papá ha perdido dos caballos en los combates que se los han matado entre las piernas. Hemos jugado con las balas como puños de arena, pero gracias a la Providencia esta-mos todavía sanos y dispuestos a combatir y morir antes que consentir en que los bandidos adquieran un pequeño triunfo, que no adquirirán aún cuando se despecuesen; nuestras fuerzas aún cuando en número muy infe-rior al del enemigo es muy buena y no baja de 500 hombres poco mas o menos y cada uno de nosotros que con la boca mandamos y con un chopo damos fuego a la par de la tropa, tenemos mucho pertrecho, provisiones etcétera. Aún cuando para defendernos no necesitamos auxilio de nadie para perseguir sí, y esperamos por momentos fuerzas de Aragua y Zaraza que no dudamos llegaran por horas. Aún quedan partidas enemigas a la vista, puede ser que los aprovechemos si se entretienen. Muchas cosas mas le diré en dicha ocasión concerniente a los detalles. Muchas cosas a toda la familia, al Coronel Celis, a María Antonia, los demás muchachos y usted

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Zamora y su época

reciba un abrazo de su hijo que recibe su bendición. Baldomero. Es copia. Célis.

4Pao, Noviembre 24 de 1859

Mi querida mamá este momento he sido informado por mi Papá, que hay una ocasión para esa Ciudad, y como yo salí levemente herido en el fuerte choque que tuvimos con las tropas de Sotillo el 21, deseo reciba carta mía no vaya usted a creer que es una gran cosa, la herida la recibí en la rodilla, me impide caminar, pero dentro de ocho o diez días estoy primeramente Dios bueno.

Mi papá la informará de todo. La abrazo en unión de mis hermanos. Fermín. Es copia. Célís.

5Pao, Noviembre 24 de 1859.

Querido Papá. Muy de prisa pongo á usted estas cortas líneas para informarlo de que desde el 19 del presente mes nos estamos batiendo al enemigo, al faccioso Sotillo y al General Luzon; hacen 5 días que nos ha atacado pero los valientes del Pao han rechazado, destrozado y derrotado a esa facción, sin embargo de tener 1500 hombres entre infantería y caba-llería, hemos matado muchos boleros, pero nosotros lamentamos algunas pérdidas entre estas el Comandante José Gabriel Alcalá que murió antes de ayer. El enemigo se ha retirado cobardemente dejando en el campo muchos muertos y heridos, hoy no tenemos ningún cuidado por el ene-migo. Ruis se ha portado muy bien, siempre valiente. Aunque tenemos algunos heridos, parece que no hay cuidado por ellos. El Comandante Alcalá después que se batió brillantemente en los puntos más peligrosos y cuando estaba en el lugar más seguro una bala pérdida le dio en las sienes y lo mató. Yo estoy bien siempre dispuesto a seguir compartiendo con el viejo compañeros les quedan muy pocos días de vida. Su hijo E. León. Es copia. Célis.

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Anexo Documental

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Pao, Noviembre 24 de 1859.Señor Matías Parra: Estimado Compadre y hermano. Aprovecho la

oportunidad para informarle del actual estado de nuestro pueblo en los días de 19,20, 21,22 y 23 que fuimos atacados por los facciosos Sotillos, Monagas, etcétera.

En el primero de estos fuimos atacados como a las 7 u 8 de la mañana por la vanguardia del Ejército los rechazamos vergonzosamente y no hubo más nada ese día. El 20 como a las 8 me mandaron a mí y el Capitán Mayorga a quitarle el río que estaban adueñados de él como 200 hombres, donde tuvimos un ataque como de tres horas, y salimos heridos el Capitán Mayorga y yo; él perdiendo una mano, y yo baleado por el pecho, en el choque de a la bayoneta, pero fue poca cosa pues no me entraron mas del cuero sin dañarme ni hueso ni nada afortunadamente me salvó el trabuco que fue que recibió las balas que me hubieran causado mas daño. El 21 nos atacaron en regla como para quitarnos el pueblo a fuego y sangre, y por el Naciente se hicieron dueños de la casa de las Morillos, pero inmediata-mente se la quitaron a la bayoneta pues son demasiado cobardes. Inme-diatamente atacaron por el Poniente fuertemente y se hicieron dueños de la casa del Señor Calasan Rodríguez, la cual nos costó tomarla algunos heridos; pero en fin la tomamos, y huyeron. El 22 fue un tiroteo continuo continuo de todo el día y toda la noche pero todo era en balde de parte de ellos por que nada hacían.

Desde el primer día nos quemaron el pueblo dejando una que otra casa, pero en último de los cuatro no dejaron sino las de tejas.

Hasta hoy se han retirado por la mucha pérdida de hombres que han tenido, pues han perdido desde general para abajo.

Después por el parte detallado verán las noticias mas detalladas.No sé de su familia nada; mí mamá y Encarnación están buenas, per-

diendo la casa y algunos muebles etcétera Su compadre y hermano. Nicolás Parra. Es copia. Célís.

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Zamora y su época

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Pao, Noviembre 25 de 1859

Mi querida mamá: Mi Papá tendido de fatiga está descansando y me encarga que le ponga esta adición a la carta que le ha hecho hoy.

Por la contestación que verá usted a la comunicación que pasó Sotillo, sacará usted el sentido de esta, quiere hablar con mi papá, quiere tratar, arreglar de manera que se dé término a la presente lucha fratricida que ha costado tanta sangre: Mi Papá le ha contestado en los términos que verá usted y puede ser que nos ataque mañana; sino resolviere evacuar las posi-ciones que ocupa. No tema usted, tenemos fuerzas. Son las que la noche no tenemos novedad. La abrazamos y recibimos su bendición, yo como su afectísimo hijo. Baldomero. Es copia. Célís.

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Pao, Noviembre 24 de 1859.

Mi querido Luis. Bajo las impresiones del dolor te escribo estas líneas. Murió José Gabriel. Después de combatir brillantemente el 19 y el 20, día y noche dentro y fuera del pueblo, el 21 las 10 de la mañana, en un punto comparativamente seguro, una bala pérdida le pegó en las sienes. Diez minutos después perdió el sentido. La familia Simón, Pelón y el Señor Ruiz le asistieron con el mayor interés; pero el golpe fue mortal. Le ente-ramos en la Iglesia la madrugada del 22. el Señor Ruiz le ha llorado, como toda la tropa. Nuestros combates han sido tremendos. Ruiz ha perdido dos caballos baleados. Es un héroe. Yo después de la muerte de mi cuñado me he resguardado más, pues aunque atendiendo a muchas cosas mí espíritu sucumbe bajo el preso del más acerbo dolor, y la idea del de la familia, al saberlo. Dile a Teresa que en primera ocasión iré a verla: Que Dios me ha querido conservar la vida en mas de cinco ocasiones, en que las balas han venido hacia a mí, habiéndome tocado alguna, tibia ya, sin ofenderme. A todos, ustedes lo saben, los acompaño en el sentimiento. Veré lo que puedo disponer acerca de Belén. El Pao es todo cenizas, y sepulcros del enemigo.

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Anexo Documental

A Dios, amigo y cuñado, consuelo á sus padres y a mí idolatrada Teresa. Tu afectísimo. Barrios. Es copia. Célís.

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FICHA TÉCNICA

• Boletín del Ejército Nº1. Desde el 9 de enero hasta el 15 de febrero de 1860. Se destaca entre otras situaciones, los cambios ocurridos en el ejército centralista luego de la destrucción de sus fuerzas de occidente en la Batalla de Santa Inés; un balance acerca de la destrucción de esta parte del ejército y la muerte de Ezequiel Zamora durante el sitio de San Carlos. Serie Guerra y Marina, Legajo Año 1860, número de inventa-rio 03-03-S2-26-0155, 32 folios.

Transcripción textual

República de VenezuelaEstado Mayor General

Boletín del EjércitoNúmero 1°

Desde el 9 de enero hasta el 15 de febrero1860

Boletín del EjércitoNúmero 1°Extracto del Diario de OperacionesEnero 9 de 1860[Tachado: Hallándose en Valencia] Su Señoría el General de División León de Febres Cordero, recibe en Valencia a las siete de la noche un telegrama de la Secretaría de Guerra, en el cual se extracta el siguiente decreto:“Manuel Felipe de Tovar, Vicepresidente de la República, “en ejércicio del Poder EjecutivoDecreto“Artículo 1°.- Nombro General en Jefe del Ejército de la “República al señor General de División León de Febres “Cordero.

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Zamora y su época

“Artículo 2°.- Para ejercer la función de Jefe del Estado “Mayor General al señor General de Brigada Domingo “Hernández.“Artículo 3°.- El General en Jefe está autorizado para “organizar el Estado Mayor General.“Artículo 4°.- Comuníquese e imprímase.“Dado en Caracas a 9 de enero de 1860.(Leal Servidor) Manuel Felipe de Tovar“Por Su Excelencia el Secretario de Estado en los “Despachos de Guerra y Marina.(Leal Servidor) José Escolástico Andrade”

Las circunstancias en realidad son apremiantes. Las noticias de la des-trucción del Ejército de Occidente, los sensibles desastres sufridos desde Santa Inés hasta Curbatí, conmueven toda la república. Por momentos se espera que las facciones de Falcón y Zamora, que según toda probabilidad deben haber ganado inmensamente su prestigio, invadirán las provincias del centro. Las fuerzas constitucionales que había en Guanare han abando-nado aquella plaza. San Carlos, la capital de Cojedes, se siente próxima a ser amenazada de cerca; y sólo se la ha podido auxiliar, y eso dos días antes, con una fuerza de algo más de 200 reclutas, tomando para completarlo la guarnición de Tinaquillo. Del alto Apure no se tienen noticias, y se sos-pechan las más desfavorables por consecuencia de las desgracias ocurridas. Las facciones de la Sierra se conservan. Las de oriente, aunque muy perse-guidas, tratarán de burlar las fuerzas que obran sobre ellas, para aprovechar las [Tachado] ventajas alcanzadas por las de occidente, y cargar de lleno por un rápido movimiento sobre el centro de la República. El Guárico tiene sus facciones. Sólo las de la costa han sufrido un descalabro considerable en la acción de armas de Morón.

Es indispensable desplegar la mayor actividad, para [Tachado: que se] contener los progresos del vandalismo que amenaza adueñarse de la Nación y echar por tierra las instituciones patrias.

El que suscribe acepta también inmediatamente el nombramiento para Jefe del Estado Mayor [Tachado] General con que se le honra, [Al margen: manifestando que no obstante los males físicos de que padece, tiene la mayor decisión en consagrase siempre y sin reserva alguna al servicio de la patria.]

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Anexo Documental

Enero 10 de 1860Se piden por telégrafo al señor Gobernador de Aragua todas las fuerzas

que pueda poner en marcha, y aun las que puedan ser separadas de las operaciones de la Sierra. Se piden municiones y fuerzas a Puerto Cabello, y se encargó a su Jefe de operaciones que cele los costos.

Por telegrama dice Su Excelencia el General al Ministerio de la Guerra, como complemento de sus indicaciones de anoche, que considera de la mayor importancia auxiliar poderosamente al señor General Brito, no solo para que domine a todo trance la provincia de Apure, sino para que amenace las de Barinas y Portuguesa, y obre sobre ellas si los enemigos, reuniendo sus fuerzas vienen sobre provincias centrales. [Tachado: Encarga] Aconseja en consecuencia que se ordene al señor General José María Zamora y al Comandante de Armas del Guárico que mandan al señor General Brito, en auxilio, todos los elementos de que puedan desprenderse.

1860Se reciben noticias oficiales de San Carlos, de fecha 9 del presente, por

las cuales se asegura la reconcentración de fuerzas considerables enemigas, en el pueblo de San José, una legua al oeste de aquella plaza: estas fuer-zas estaban esperando por momentos la incorporación de la facción de Zamora que marchaba de occidente con el propósito de invadir el centro de la República.

Al mismo tiempo se reciben noticias de que todas las facciones de la Sierra marchan a reunirse en los Naranjos.

En consecuencia Su Excelencia el General ordena [Entre líneas: la pronta elaboración de cartuchos en] [Tachado: Al Jefe de operaciones de] Puerto Cabello, y su revisión inmediata el Cuartel General: [Tachado] [Al margen: la marcha del Comandante Sandoval, Jefe de Operaciones de la Sierra, a esta ciudad, por vía de los Naranjos, Noguera, batiendo las facciones que encuentra en el tránsito; y la organización de caballerías en la provincia del Guárico, previniendo a su Comandante de Armas la pronta marcha de un cuerpo de estas a Valencia:] excita al Gobernador de Carabobo a que dicte las medidas necesarias para el reclutamiento de hombres, y la recolección de caballos y monturas; al de Aragua a que orga-nice toda la fuerza de caballería que sea posible, y la haga marchar en el acto a esta ciudad: participa al Pao las noticias recibidas de San Carlos; y

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Zamora y su época

dice al Jefe de sus fuerzas que si acaso es atacado por otros superiores, o tiene noticias de haber sucumbido [Entre líneas: aquella plaza] [Tachado: San Carlos], se retire a esta ciudad donde se organiza un ejército, y deje previamente inutilizados a los elementos de guerra que no pueda conducir: igual participación hace al [Tachado] Jefe de las fuerzas de Girardot, orde-nándole que al ser atacado por otros superiores haga su retirada sobre el Pao hasta esta ciudad; comprendiendo esta orden también al Comandante Militar del Baúl, a quien no se comunica directamente por falta de tiempo.

A las 10 de la noche se recibe comunicación del Comandante Militar de Tinaquillo, participándole que el Comandante Menéndez fue atacado ayer a las 10 de la mañana al llegar a San Carlos con el refuerzo que se enviaba de Valencia, por una columna como de quinientos hombres: el Comandante Militar de Tinaquillo se refiere a informes del Capitán Igna-cio Romero que llegó allí horas después de haber perdido su compañía; este oficial marchaba a retaguardia de Menéndez, y dice que este, apoyado en los cerritos que demoran al [Tachado] [Entre lineas: norte] de la pobla-ción, sostenía un fuego vivo con el enemigo cuando él tuvo que ponerse en retirada.

Enero 12 de 1860Nada más se sabe de San Carlos.A las 8 de la mañana comunica Su Excelencia al Gobierno la noticia de

anoche, le manifiesta la necesidad de hacer un esfuerzo supremo; reitera el pedido de jefes y oficiales; pide una fuerza de mil hombres que marchen a Caracas, porque no tiene fuerzas con que resistir al enemigo si San Carlos se pierde; y aconseja como de alta conveniencia que se [Tachado] [Entre líneas: prevenga] al señor General Zamora por la posta que auxilie al Señor General Brito; y que se diga a los señores gobernadores de las provincias de oriente que remitan por mar a este cuartel general toda la fuerza de que puedan desprenderse.

[Folio 6]Enero 13 de 1860En la mañana [Tachado] llega a este Cuartel General el Capitán Espi-

noza, al cual se refiere la nota recibida anoche del Comandante militar de Tinaquillo: da a voz los informes siguientes: que los enemigos están

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Anexo Documental

sitiando a San Carlos desde el 10: que traen como 3000 hombres: que están escasos de municiones de guerra: que traen como 40 jefes y oficia-les nuestros prisioneros: que la defensa que hace el Comandante [...] de la plaza de San Carlos es perfecta: que un amigo suyo per[Folio 6 vto.]teneciente al ejército enemigo le aseguró que Aguado había sido rechazado en Cabudare con pérdida, por lo cual tuvo que marchar a incorporarse al grueso del ejército faccioso; y finalmente, que sabe que el Comandante Menéndez entró en San Carlos.

[Folio 13]Enero 21 de 1860Se presenta en el Cuartel General el Comandante Félix Moreno, de

los prisioneros de Curbatí, y puso en manos de Su Excelencia una nota dirigida por el Señor General Juan Crisóstomo Falcón, caudillo de las fac-ciones, en los términos siguientes: (Aquí la nota)

Leída que fue por Su Excelencia, tomó declaración al mencionado Comandante Moreno, quien expuso sustancialmente que la plaza de San Carlos había capitulado el 17, que Zamora (Ezequiel) había muerto en el sitio, y que el enemigo, fuerte de 400 hombres, estaba ayer por la mañana en Tinaquillo.

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FICHA TÉCNICA

• Honores Fúnebres al General Ezequiel Zamora. Serie IGLESIAS. Año 1869. Folios 1 al 4.

Transcripción textualSeñor Presbítero Doctor Bernardo P. S. Larrain. Los Teques Abril 21 de

1869. Remito a Usted las copias certificadas del oficio que me ha dirigido el Ilustrísimo Señor Arzobispo y de la comunicación de Usted. Arzobispado de Caracas y Venezuela. Gobierno Superior eclesiástico. Caracas Abril 12 de 1869. Venerable Señor Cura y Vicario foráneo de los Teques. El Presbí-tero Doctor Bernardo P.S. Larrain, portador de este oficio, nos ha signifi-cado que vino conduciendo desde Macaray los restos del General Ezequiel Zamora, los cuales dejó depositados en esa Iglesia de su cargo hasta otra

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disposición del Gobierno; y en esta virtud autorizamos a Usted para que puedan quedar dichos restos depositados en su propia urna, sin inhumar-los, hasta otra determinación que se comunicará a Usted oportunamente, recomendando a Usted procure, en cuanto esté de su parte, que sean custo-diados, mientras tanto, en un lugar decente y adecuado, con el respeto que corresponde. Usted estenderá una diligencia, en que se exprese la entrega que hizo a Usted de los restos, el Presbítero Doctor Larrain, la cual fir-marán ambos para la debida constancia, y dará al mismo Presbítero el competente recibo. Dios guarde a Usted muchos años. Silvestre Arzobispo de Caracas. Estados Unidos de Venezuela. Capellanía Mayor del Ejército Reconquistador Nacional. Los Teques Abril 19 de 1869. Venerable Señor Cura Vicario foráneo de Los Teques. Por la adjunta comunicación oficial del Excelentísimo y Reverendísimo Señor Arzobispo de la Arquideócesis, se impondrá Usted del objeto de mi consigna relativa a la entrega que debo hacer a Usted de los restos venerados del finado General en Jefe Ezequiel Zamora confiados a mi cuidado y a los hombres de mi ministerio hasta hoy día por el Gobierno general; y en su virtud espero que su hidalga y religiosa hospitalidad evangélica, de a ese caso depósito de mis afecciones y simpatías, todo el honor y homenaje que exige su memoria y merecimien-tos ante la patria!!!Como sacerdote hacia él, he creído cumplir mi deber y como ciudadano, le he tributado los respetos y consideraciones a que le he juzgado digno y acreedor!!! Réstame tan solo suplicar a mis amigos no olvi-den sus deberes para ante quien son acreedores, y a mis hermanos como Usted un ruego duplicado de gracias ante Dios, en sufragio de su alma y bienaventuranza eterna. Dios Unión y Libertad. Bernardo P.S. Larrain. Nota. De la anterior y de la del Ilustrísimo Señor Arzobispo, espero que sirva darme copia certificada para los efectos consiguientes. Larrain. Es copia exacta. José Ramón Rodríguez, Presbítero. [Al margen superior: El que suscribe certifica que al hacerse la entrega de los restos del Ciudadano General Ezequiel Zamora, se extendió el acta siguiente que copió. Acta de la entrega que hizo el Señor Presbítero Doctor Bernardo P.S. Larrain Cape-llán Mayor del Ejército Reconquistador Nacional, de los restos del ilus-tre finado General Ezequiel Zamora, confiados a su cuidado y mandados depositar en la Villa de Los Teques en un lugar decente, bajo la custodia del Señor Cura, por disposición del Ilustrísimo Señor Arzobispo. A diez y nueve de Abril de mil ochocientos sesenta y nueve, como a las seis de la

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tarde reunido en la Iglesia parroquial de Los Teques un lucido número de vecinos notables de la población invitados por las autoridades eclesiástica y civil, con el fin de presenciar el religioso ceremonial que debía hacer [Entre líneas: al entregar] [Tachado: de] los ilustres y vererandos restos del finado General Ezequial Zamora, el honorable Capellán Mayor del Ejército Reconquistador Nacional Presbítero Doctor Bernardo P. S. Larrain por disposición del Ilustrísimo y Reverendísimo Señor Arzobispo de Caracas y Venezuela, al Venerable Cura y Vicario de Los Teques, tuvo lugar el acto siguiente. El espresado Presbítero Doctor Larrain, discurriendo al efecto indicado, previa la lectura de las notas que habían precedido a dicho acto, dijo así: “Señores, impuestos como estais ya del respetuoso, objeto con que se os ha este augusto recinto después de daros las mas expresivas gracias por la puntual y generosa condescendencia que habéis desplegado en obsequio del llamamiento que se os ha dirigido por el honroso conducto de vuestro venerable párroco y del digno Jefe Civil que os preside a fin de que vuestra proverbial sinceridad y sano criterio justifique en el presente acto cuanto juzgáis verídico y apreciable al exhibiros la textual identidad de los morta-les restos que en este instante debo entregar al cuidado y prolijo esmero de mi pastor y guardián tan digno de vosotros, como lo es para mi honrosa sustitución en la consigna que se me ha ordenado delegarle. Levantaos pues, Señores, acercaos a esa urna funeraria...! fijad una mirada imparcial e inteligente sobre el montón de cenizas descuadernadas que contiene ese pequeño asilo, que labrará provisionalmente sobre su prolongado y culpa-ble olvido, la gratitud de sus amigos y compatriotas, las que dentro de muy breves días, trasladadas en otro de mejor condición, podréis juzgarlas a la altura del honor y recompensa que ellas merecen. Mientras tanto, ellas son las reliquias de un valiente venezolano, de un soldado, fiel intérprete de sus deberes, y de un General cuya independiente memoria, aún respeta el temor de los que venció!... Por fin Señores, registrad ese árido y descarnado cráneo, y lo veréis traspasado de un balazo, y al través de la fisonomía de la materia y de la nada, nos revela la imagen del esclarecido General en Jefe Ezequiel Zamora? ¡Si, ella y, no lo dudéis!!”. Acto continuo y no habiendo ocurrido ninguna objeción que desvirtuase las observaciones hechas por el Señor Presbítero Doctor Larrain encargado oficialmente en su carácter de Capellán Mayor del Ejército por el P.E.N de la custodia de los expresados restos, relativamente a la identidad de estos, fueron recibidos y depositados

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según lo acordado por el Ilustrísimo Señor Arzobispo en la comunicación oficial dirigida al Cura de [Entre líneas: ésta] Villa, habiéndose escogido el bautisterio como el lugar mas adecuado para el depósito, y se le dieron al Señor Capellán Doctor Larrain las gracias, por el puntual desempeño de su comisión. De lo cual damos fe y firmamos. El Cura y Vicario. Presbítero José Ramón Rodríguez. El Jefe Civil. Juan Bautista Alvarez. El Capellán Mayor del Ejército Reconquistador Nacional. Presbítero Bernardo P.S. Larrain. El Cura de San Pedro. Presbítero Francisco Pérez. El Secretario de lo actuado. Juan Vicente Torres”. Entre líneas. al entregar. vale. Certifico la exactitud. [Firma] Juan Vicente Torres, Secretario de lo actuado.

Señor Presbítero Doctor Bernardo P. S. Larrain, Capellán Mayor del Ejército Nacional. Los Teques, Abril 19 1869. Quedó impuesto del con-tenido de la comunicación oficial del Ilustrísimo Señor Arzobispo y de la nota que Vuestra ha tenido a bien dirigirme en esta fecha. Me presto con todo gusto a recibir y depositar en esta iglesia de mi cargo los restos del Señor Ezequiel Zamora, General en Jefe. La recepción tendrá lugar a las seis de la tarde en presencia de algunos vecinos notables, y elegiremos el bautisterio, lugar decente y seguro, para depositarlo hasta que el Ilustrí-simo Prelado disponga otra cosa. Soy de Vuestra muy alto servidor. [Firma] José Ramón Rodríguez, Presbítero.

Este libro se terminó de imprimir en noviembre de 2015,

en los talleres de Editorial Latina C.A.,Caracas, Venezuela

Son 500 ejemplares.