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SEMANARIO DE INFORMACIÓN RELIGIOSA Nº 159/1-IV-1999 «Y al tercer día resucitaré»

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Page 1: «ÇYY aall tteerrcceerr ddí aa rreessuucciittaarré »È...Cantoral 9. Libro de Horas del Prior. Monasterio de Guadalupe (siglo XVI) ΑΩEn portada Nº 159/1-lV-1999 5 transcurren

SEMANARIO DE INFORMACIÓN RELIGIOSANº 159/1-IV-1999

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...y además

La foto 6

Criterios 7

Iglesia en MadridEl día a día.La voz del cardenal arzobispo, en el Día del Amor Fraterno.Usted tiene la palabra.Una nueva propuesta de la Delegación de Liturgia ante el Jubileo del año 2000: Elsacramento de la Penitencia 8-11

EspañaHerrera Oria, un santo de nuestro tiempo.«Vergüenza y tristeza» 12-13

Testimonio 14

El Día del Señor 15

RaícesLas mujeres en la Resurrección 16-17

La vida 22-23

El pequealfa 24-25

Desde la feTv-Vídeo: ¡Lástima de alforjas para este viaje!Música: XXXVIII Semana de Música Religiosa, de Cuenca.Libros, televisión 28-31

Contraportada 32

3-7EN PORTADA

Así vivían la Pascua en los primeros siglos

26-27DESDE LA FE

La Santa Sede busca la pazmediante contactos diplomáticos:Guerra en Yugoslavia: «Una derrota de la Humanidad»

18-21ESPAÑA

Un encuesta de «Alfa y Omega»,

sesenta años después:¿Han cicatrizado las heridas

de la guerra civil?

En este número

ΑΩEtapa II - Número 159

Edita: Fundación San Agustín. Arzobispado de MadridDelegado episcopal: Alfonso Simón Muñoz- Asesores religiosos: Manuel Mª Bru, Javier Alonso

Redacción: Pza. del Conde Barajas,1. 28005 Madrid. Horario de secretaría: 8.30 a 15h. Téls: 91 365 18 13 - 91 366 78 64 Fax: 91 365 11 88 E-Mail: [email protected]

Director: Miguel Ángel Velasco PuenteRedactor Jefe: José Antonio Ullate Fabo - Redactores: Coro Marín Palacios, Inmaculada Álvarez, Jesús Colina (Roma)

Jefe de Producción: Francisco Flores Domínguez - Secretaría de dirección: Sonsoles de la Vega Documentación: Dora Rivas

Imprime y Distribuye: Prensa Española, S.A. - Depósito legal: M-41.048-1995. Dirección de internet: http://www.archimadrid.es/alfayomega.htm

Deseamos a nuestros lectoresfeliz Pascua del Señor

«CRISTO RESUCITADO». PABLO POMBO

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En portada Nº 159/1-lV-1999 3ΑΩ

CON UNA PIEDRACERRANDO EL SEPULCRO

El 14 [del mes de Nisán] es laverdadera Pascua del Señor,

la gran inmolación: en lugar delcordero, el Hijo de Dios; Aquelque fue atado y, sin embargo, atóal fuerte; que fue juzgado, y esJuez de vivos y muertos; que fueentregado en manos de los pe-cadores para ser crucificado; quefue traspasado en su santo cos-tado, e hizo brotar del mismo eldoble baño de la purificación: elagua y la sangre, la Palabra y elEspíritu; que fue sepultado en eldía de la Pascua, con una piedracerrando el sepulcro.

Apolinar de Hierápolis (siglo II)

EL MISTERIO DEL BAUTISMO

En los años anteriores, el Se-ñor, celebrando la Pascua, comióel cordero pascual inmolado porlos judíos. Pero una vez que hu-bo predicado el Evangelio, sien-do Él mismo la Pascua, el corderode Dios, que era llevado como ove-ja al matadero, enseguida explicóa los discípulos el misterio de es-

tas imágenes, y esto el día 13 [deNisán], cuando le preguntan:¿Dónde quieres que te hagamos lospreparativos para comer la Pascua?Era el mismo día en que tenía lu-gar la santificación de los ázimosy la preparación de la fiesta. Poreso san Juan describe en ese díael lavatorio de los pies de los dis-cípulos, que el Señor realiza jus-tamente como preparación. Fue,

pues, al día siguiente en el quenuestro Señor murió, siendo Élmismo la Pascua inmolada porlos judíos.

Por eso el 14 [de Nisán], el díade su muerte, a primera hora dela mañana, habiéndolo conduci-do a Pilatos, los sumos sacerdo-tes y los esccribas no entraron enel pretorio para no contaminarse ypoder así comer la Pascua, por latarde, sin impedimentos. Con es-te preciso cálculo de días con-cuerdan todas las Escrituras ylos evangelios en plena armonía.Lo confirma también la resu-rrección; resucita el tercer día,que corresponde al primer día[de la fiesta judía] de Las Semanasde la cosecha, cuando estabaprescrito que el sacerdote ofre-ciese un haz.

Así vivían la Pascua en los primeros siglos

Hemos seleccionado una serie de textos, que ofrecemos a nuestros lectores, en los que se muestran algunos rasgossignificativos de cómo entendían y vivían el misterio santo de la Pascua las primeras generaciones cristianas. Son textos

muy significativos para nosotros hoy, y una ayuda espléndida para respirar más plenamente, en los umbrales ya del tercermilenio cristiano, el aire fresco de la fe en la Resurrección de Cristo, primicia de la nuestra, fuente de esperanza cierta

y manantial inagotable de ese Amor que el mundo entero necesita más que ninguna otra cosa

«En los años anteriores, el Señor, celebrandola Pascua, comió el cordero pascual inmolado

por los judíos. Pero una vez que hubo predicadoel Evangelio, Él mismo se convirtió

en el Cordero de Dios»

«Banquete eucarístico». Catacumbas de San Calixto. Roma

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En portadaNº 159/1-lV-19994 ΑΩ

Escucha lo que dice el pro-feta: El Señor nos resucitará des-pués de dos días y al tercer día, re-sucitados, viviremos en su presen-cia. El primer día es paranosotros la Pasión del Salvador;el segundo, el de su descensoal lugar de los muertos; el ter-cero es el día de la resurrección.Si el apóstol san Pablo nos en-seña que en estas palabras seesconde el misterio del bautis-

mo, es necesario que aquellosque son bautizados en Cristo

sean bautizados en su muertey sean también sepultados con

Él, y con Él resuciten de lamuerte al tercer día. Cuando,por tanto, tú hayas recibido elmisterio del tercer día, enton-ces Dios comenzará a guiarte ya mostrarte el camino de la sal-vación.

Orígenes (siglo III)

VICTORIA SOBRE LA MUERTE

La Pascua verdadera es laabstinencia del mal, el ejerciciode la virtud y el paso de la muer-te a la vida. Es esto lo que seaprende de la imagen antigua.Entonces se esforzaban en pasardesde Egipto a Jerusalén; ahoranosotros nos esforzamos en pa-sar de la muerte a la vida. En-tonces, del Faraón a Moisés; aho-ra, del diablo al Salvador.

Ayunamos pensando en lamuerte, para poder después vi-vir. Vigilamos sin tristeza, peromás bien como gente que esperaal Señor que vuelve del banque-te, para volverse a encontrar en-tre nosotros y anunciar cuantoantes el signo de la victoria so-bre la muerte.

San Atanasio (siglo IV)A PAN Y AGUA

Los seis días de la Pascua

«Jesús se aparece a la Magdalena». Duccio di Buoninsegna. Siena

«¿Quién es el que celebra la Pascua sino quien cree en Aquel que ha padecidoen la tierra, para reinar con Él en el cielo?»

«Resurrección de Cristo». Cantoral 9. Libro de Horas del Prior. Monasterio de Guadalupe (siglo XVI)

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En portada Nº 159/1-lV-1999 5ΑΩ

transcurren para todos a base decomer sólo pan, sal y agua, alatardecer. Los más piadosos pro-longan el ayuno hasta dos, tres ycuatro días, y algunos toda la se-mana, hasta el canto del gallo, aldespuntar el domingo, vigilan-do todos los seis días y celebran-do las asambleas en los seis días yen toda la Cuaresma, de la horanona a la de vísperas. En algunoslugares se hace la vigilia en la no-che que sigue a la feria quinta,hasta el despuntar de la Pascua, yen la noche del domingo.

San Epifanio (siglo IV)

«COMO ENTRE NOSOTROS»

El sábado se prepara la vigiliapascual en la iglesia mayor, esdecir, en el Martyrium. La vigiliapascual se desarrolla como en-tre nosotros; además, aquí sólose da el hecho de que los neófi-tos, una vez bautizados y pues-ta la vestidura blanca, son con-ducidos enseguida, apenas sali-dos de la fuente, a la Anástasis(lugar de la celebración eucarís-tica), junto con el obispo. El obis-

po traspasa las puertas de laAnástasis; se recita un himno yel obispo pronuncia una oraciónpara ellos; luego retorna conellos a la iglesia mayor, donde elpueblo está en vigilia. Aquí sehace lo mismo que entre noso-tros y, después de la oblación,tiene lugar la despedida. Des-pués de la despedida, que siguea la vigilia en la iglesia mayor,inmediatamente, al canto dehimnos, se nos conduce a laAnástasis. Aquí se lee de nuevoel pasaje evangélico de la resu-rrección, se hace una plegaria yel obispo repite la oblación. Lavigilia concluye aquel día a lamisma hora que entre nosotros.

Del Itinerario de Egeria(siglo IV)

«MIS HERMANOS Y SEÑORES»

Estos días, como todos saben,nosostros celebramos la Pascua,y en ellos se canta el Aleluya. De-bemos, sin embargo, hermanos,poner mucha atención para com-prender con el alma aquello quecelebramos visiblemente. Pascua

es una palabra hebrea que signi-fica paso; en griego [suena] pás-jein, padecer, y en latín pascere, enel sentido con que se dice: Apa-centaré a los amigos. ¿Quién es elque celebra la Pascua sino quienpasa de la muerte de los propiospecados a la vida de los justos,como dice el Apóstol: Hemos pa-sado de la muerte a la vida porqueamamos a los hermanos? ¿Quién esel que celebra la Pascua sinoquien cree en Aquel que ha pa-decido en la tierra, para reinar conÉl en el cielo? ¿Quién es el quecelebra la Pascua sino quien apa-cienta en los hermanos a Cristo?Él, en efecto, ha dicho de los po-bres: Quienquiera que lo haya he-cho a uno de los míos más pequeños,me lo ha hecho a mí. Cristo está as-cendido en el cielo y es indigen-te en la tierra; interpela al Padrepor nosotros y aquí abajo pide elpan desde nosotros. Por eso, mishermanos y señores, si queremoscelebrar una Pascua saludable,pasemos de los pecados a la jus-ticia, padezcamos por Cristo, apa-centemos en los pobres a Cristo.

San Agustín (siglo IV) Buoninsegna. Siena

«La Resurrección del Señor». Retablo de San Gregorio. Catedral de Palencia

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La fotoNº 159/1-lV-19996 ΑΩ

«Nada se pierde con lapaz. Todo se puede per-der con la guerra». Eleco de estas nobles ysensatas palabras dePío XII en vísperas de lasegunda guerra mun-dial, se escuchó el pa-sado miércoles en el Va-ticano, cuando el PapaJuan Pablo II definió elbombardeo de la OTANa la ex-Yugoslavia co-mo «una derrota de laHumanidad». El hechode que Milosevic sea undictador que no atiendea razones no impideque se sigan buscando,

cuanto antes, por todoslos medios posibles, so-luciones que respeten lahistoria y los derechosjustos de los pueblos,único modo de evitarsangre, violencia, vícti-mas inocentes y el llan-to del padre de la fotoy de sus hijos militari-zados. No es tarea fácilen una Europa en ple-na crisis institucional (enla foto de abajo, Santerse despide del Parla-mento Europeo) y enuno de sus momentosmás difíciles desde hacemuchos años

«Una derrota de la Humanidad»

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Criterios Nº 159/1-lV-1999 7ΑΩ

Déjese usted mirar, por fa-vor, por la mirada de este

Cristo que también iluminanuestra portada de este núme-ro. Se percibe en ella toda lamajestad de Dios y el asombro,recién resucitado, de un Diosque también es Hombre. Díasantes de su Pasión y muertehabía dicho a Lázaro, que lle-vaba cuatro días ya enterrado,¡Sal fuera! Y su amigo Lázarosalió; y muchos creyeron en Je-sús, afirma el evangelista. Pocoantes Jesús había llorado porel amigo muerto, mostrandosu profunda humanidad. Dé-jese usted también mirar poreste Cristo que le ama, comonadie jamás fuera de Él podríaquererle, pero que al mismotiempo, precisamente con eseAmor, le rescata del poder dela muerte, y le da la vida ver-dadera.

Los medios informativos es-tán comprensiblemente cen-

trados estos días en la tragediade Belgrado y de Kosovo, y, sino cerramos demasiado lo ojos,hemos de reconocer que la tra-gedia de los Balcanes no es laúnica en el mundo: todo élpuede considerarse una trage-dia, necesitada de una urgenteintervención, también los paí-ses que no están en guerra, pe-ro cuya paz tiene el veneno delpecado, origen de las guerrasmil que invaden cada día nues-tras casas y ciudades.

Un día las autoridades judí-as sorprendieron a una mujeren adulterio. Según la Ley, de-bía ser castigada con la lapida-ción. Y la llevaron a Jesús. To-dos recordamos sus palabras:El que esté libre de pecado, que ti-re la primera piedra. Y Jesús, ¿noestaba libre de pecado? ¿Porqué entonces no tiró piedra al-guna, sino que incluso perdo-nó a la mujer? He aquí el se-creto de la intervención –la úni-

ca realmente salvadora– delDios hecho hombre, que no re-suelve los problemas desde ladistancia, parcial y temporal-mente, sino radical y definiti-vamente: su intervención nosha rescatado de la muerte ynos da la única vida que mere-ce tal nombre, la Suya, cuya en-trega, de una vez para siem-pre, es precisamente lo que es-tamos celebrando estos días loscristianos en todo el mundo.También en Kosovo.

Los medios de comunica-ción hablan estos días, sobre to-do, de esa terrible derrota de laHumanidad, en palabras de JuanPablo II, que es la situación enlos Balcanes, y hablan también–pero, generalmente, como sino tuviera nada que ver una co-sa con la otra– de las procesio-nes y los actos de la SemanaSanta (para una inmensa ma-yoría, únicamente unas vaca-ciones interesantes). Guerra...pero vacaciones –Kosovo estátan cerca, pero tan lejos...– Siem-pre hay buenas y malas noticiasen la vida, piensan muchos, sincaer en la cuenta de que la bue-na noticia que necesita el mun-do no pueden ser unas vaca-ciones, sino esa intervenciónnecesaria que no está en manosde los hombres, sino del Diosque se ha hecho hombre: la in-tervención del Amor que da lavida por los amigos. ¡Qué dis-tinta es entonces la SemanaSanta, y de qué manera tan dis-tinta se vive!

Sin ese Amor, ya puedenproclamarse victorias –necesa-riamente con minúscula–, quehabrá que seguir hablando dederrotas de la Humanidad. Conese Amor, en cambio, hasta lasmás dolorosas derrotas –comola del Calvario en Jerusalén,que revive en Kosovo o en Cu-ba, en Irak o a lo largo y anchode África..., en nuestras casasy ciudades– no son sino lapuerta de la Resurrección, a laque todos somos llamados. Yno ya en la otra vida, sino aquíy ahora.

«Cosa de mujeres...»

Cuando volvieron las muje-res de su furtiva salida, ra-

yando las primeras luces deldía, hablarían atolondradas; sequitarían unas a otras las pa-labras. ¡Cosa de mujeres! De-cían que habían visto el sepul-cro vacío, que la sábana esta-ba en un rincón doblada. Queles había hablado un ángel. Laatmósfera de incertidumbreque todos estos noticiones ha-bían producido en los apostó-les, no se parecía todavía a lafe. Es la que resumirán desde-ñosamente, con masculina su-perioridad, los que caminabanhacia Emaús, hablando al pro-pio Jesús: Algunas mujeres an-duvieron por la madrugada es-candalizando y diciendo que ha-bía resucitado el Maestro...

Aquellas primeras horasconfusas fueron aprovechablespara Renán y los demás racio-nalistas modernos. La muertede un grande hombre –expli-can– cuesta siempre trabajo pa-ra ser asimilada y creída. Loque, al fin, se resuelve en lasimbólica inmortalidad de la fa-ma, se confunde muchas ve-ces, al principio, con una tenazleyenda de supervivencia. LaResurrección de Jesús fue, pa-ra esos intérpretes críticos y ra-cionalistas de última hora, esefenómeno mental que se pro-duce fácilmente en los am-bientes del amor fanático.

Pero Dios tenía su progra-ma trazado con ese ritmo rete-nido y lento, con ese poco a po-co que va así dando plaza a lacooperación y al mérito del cre-yente. Magdalena vuelve al se-pulcro. Tropieza con un hom-bre que cree que es el jardinero.Unos discípulos que marchanhacía Emaús, en el camino seunen a un viandante extraño yerudito que les va explicandolas Escrituras. Lo reconocen,en la venta donde paran a al-morzar, por su manera de par-tir el pan. A Magdalena le con-vencerá, de que el pretendidohortelano es Jesús, la manerade llamarla: María. Como cuando el Señor, en el alba dela creación, dijo rosa, tórtola, río,árbol y cada cosa empezó a sersegún su nombre.

JJoosséé MMaarrííaa PPeemmáánn(Obras/3 ed. Edibesa)

La intervenciónnecesaria

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Iglesia en MadridNº 159/1-lV-19998 ΑΩ

El día a día

Fe de erratas:• El autor del artículo del númeroanterior sobre la Sábana Santa y elSudario de Oviedo, titulado Impre-sionantes coincidencias, es don Ama-ble Docasal Marcos, cuyo nombre,por error involuntario, no aparecióconsignado. Pedimos disculpas.• Nuestra foto de portada del nú-mero anterior es del retablo de laiglesia parroquial de Santo Antoiño(San Antolín) de Toques (La Coruña).

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Colectapor Tierra SantaLa Iglesia dedica el Viernes San-

to al recuerdo, a la oración y ala colecta en favor de la comu-nidad católica en Tierra Santa.En todas las iglesias del mundo,mañana tiene lugar la colecta es-pecial, que ha de ser signo efi-caz de la comunión con los cris-tianos de Palestina.

Triduo PascualHorarios de los actos principales en las catedrales

de la Provincia Eclesiástica de Madrid:

• Catedral de la Almudena:Jueves Santo: 12 h., Celebración comunitaria de la

Penitencia; 18 h., Misa de la Cena del Señor.Viernes Santo: 12 h., Oficio de Lecturas; 18 h., Pasión

y Muerte del Señor; 20 h., Vía Crucis.Sábado Santo: 23 h., Vigilia Pascual.Domingo de Resurrección: 12 h., Misa de Pascua.

• Catedral de Getafe:Jueves Santo: 19 h., Misa de la Cena del Señor.Viernes Santo: 17 h., Pasión y Muerte del Señor.Sábado Santo: 23 h., Vigilia Pascual.Domingo de Resurrección: 12 h., Misa de Pascua.

• Catedral de Alcalá:Jueves Santo: 17,30 h., Misa de la Cena del Señor.Viernes Santo: 17,30 h., Pasión y Muerte del Señor.Sábado Santo: 23 h. Vigilia Pascual. Domingo deResurrección: 12 h. Misa de Pascua de Resurrección.

Via Crucis• En Carabanchel, la Hermandad de San-

tiago Apóstol (parroquia San Sebastián Mártir)celebrará hoy, Jueves Santo, a las 23 h. un VíaCrucis por las calles del barrio, con la imagen delCristo de la Misericordia y el Perdón.

• Mañana, Viernes Santo, tendrá lugar, alas 11 h., un Vía Crucis de Penitencia, en laiglesia parroquial de San José (calle Alcalá, 43);y a las 12 h,. el Sermón de las Siete Palabras.

Fiesta de la Misericordia

Con ocasión de la Fiesta de la Divina Miseri-cordia, el segundo domingo de Pascua,

tendrá lugar un triduo de preparación dirigi-do por don Jesús Navarrete Ruiz. Será del 9 al11 de abril a las 18,15 h., en el monasterio delas Salesas (San Francisco de Sales, 48).

Culto eucarísticoLa Real e Ilustre Archicofradía de la Guardia y

Oración en el Jubileo Circular de las Cua-renta Horas organiza, del 5 al 10 de abril, so-lemnes cultos en la parroquia de Nuestra Se-ñora del Carmen y San Luis (Carmen, 10). Co-menzarán a las 18,30 h. con la Exposición delSantísimo, y predicará don Pedro Pablo Gutié-rrez; a las 20 h. se celebrará la Santa Misa.

Acerca del trabajo

El próximo día 10 de abril a las 11 h., tendrálugar una mesa redonda sobre Trabajo, ne-

cesidad y construcción social, organizada por laAsociación cultural Charles Péguy, en colabo-ración con la Compañía de las Obras. Será enel salón de actos del colegio Cardenal MarceloSpínola (calle Cardenal Marcelo Spínola, s/n).

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Iglesia en Madrid Nº 159/1-lV-1999 9ΑΩ

El Señor Jesús, en la noche en que fue entre-gado, tomó el Pan y, después de dar gracias,

lo partió y dijo: «Esto es mi cuerpo que se da porvosotros; haced esto en memoria mía». Y asi-mismo, después de cenar, tomó el Cáliz dicien-do: «Este Cáliz es la Nueva Alianza en mi sangre;cuantas veces lo bebáis, hacedlo en memoria mía».Así nos transmite san Pablo la instituciónde la Eucaristía, tal y como a él, a su vez, lehabía sido transmitida. La Iglesia entera loconmemora solemnemente en este día deJueves Santo, con la celebración de la Cenadel Señor, en el marco del Triduo Pascual.

Es en este marco eucarístico donde Jesúsdesvela a los discípulos el significado pro-fundo de su vida, que ellos habían compar-tido tan de cerca, y de su muerte inminente:en su entrega culminaba su amor infinito alPadre y a los hermanos. Habiendo amado alos suyos que estaban en el mundo –dice sanJuan–, los amó hasta el extremo. Este gesto su-premo del amor de Cristo desvela su cora-zón y, al mismo tiempo, capacita al nuestro–creado a su imagen y semejanza pero heridode muerte por el pecado– para amar como Élnos ha amado. Con su gesto de amor –he re-cordado recientemente en mi Carta pasto-ral Jesucristo: La vida del mundo– Jesús enseñaal hombre que la vida no está llamada a cerrarsesobre sí misma, sino que es radicalmente un don,y sólo llega a plenitud en la entrega amorosa alÚnico que puede llevarla a cumplimiento. Y deesta entrega al Padre brota, con fuerza in-contenible, el amor fraterno.

De todos los frutos de la Eucaristía –osdecía igualmente en la citada Carta– el másexcelente, y en el que se manifiesta más nítida-mente la nueva Vida, es la caridad, que se di-funde en nuestros corazones por el Espíritu San-to que se nos ha dado, como vínculo de amor y deunidad con Dios y con todos los hombres. Paralos que han sido tocados por el amor de Dios,su vida ya no está completa si no abren su co-razón, en el abrazo del amor, a todos sus her-manos. No es posible celebrar con verdadla Cena del Señor, todos los días, pero demodo especialísimo el Jueves Santo, sin ex-perimentar con toda su fuerza redentora elcompromiso del amor, y amor de predilec-ción por los más pobres y necesitados, ¡co-mo Él nos amó!

Quienes participamos en la Eucaristía –nosdice Juan Pablo II en su encíclica Sollicitudorei socialis– estamos llamados a descubrir, me-diante este sacramento, el sentido profundo denuestra acción en el mundo en favor del desa-rrollo y de la paz; y a recibir de él las energíaspara empeñarnos en ello cada vez más generosa-mente, a ejemplo de Cristo, que en este sacra-mento da la vida por sus amigos. Las situaciones

extremadamente dramáticas de tantos hijosdel Padre y hermanos nuestros, que sufren lasconsecuencias de un mundo injusto e inso-lidario –hambre y paro, ausencia de hogary marginación de todo tipo, ancianos solos,mujeres maltratadas, familias rotas...–, de-ben preocuparnos hasta hacerlas nuestras,propias de cada uno de nosotros.

En el Día del Amor Fraterno, que recuer-da y actualiza la entrega del Señor por no-sotros, la conciencia cristiana se siente urgi-da a superar la mentalidad individualista,tan difundida hoy y que a ella misma le afec-ta, y para ello se requiere un compromiso con-creto de solidaridad y caridad. El lema de la ce-lebración de este año, Tu solidaridad es su voz,quiere invitarnos a todos a este compromisoque ha de traducirse en frutos concretos deconversión. Frente a la cultura de la compe-titividad que produce soledad y margina-ción, ofrezcamos la alternativa del amor cris-

tiano, fruto de la Eucaristía, que acoge a to-dos sin rechazar a nadie, porque ve en todohombre a su hermano.

El sacramento de la Eucaristía –nos dijo elPapa en Sevilla, con ocasión del CongresoEucarístico de 1993– no se puede separar delsacramento de la caridad. No se puede recibir elCuerpo de Cristo y sentirse alejado de los que tie-nen hambre y sed (...) De la comunión eucarísti-ca ha de surgir en nosotros tal fuerza de fe y amor,que vivamos abiertos a los demás con entrañasde misericordia hacia todas sus necesidades.

Que el amor de Cristo fructifique este Jue-ves Santo de 1999, con frutos de una verda-dera conversión, que cambia al mundo por-que ha cambiado a cada uno de nuestros co-razones, en los que ha sido derramado elEspíritu de caridad.

Con todo afecto y mi bendición.

+ Antonio Mª Rouco Varela

La voz del cardenal arzobispo, en el Día del Amor Fraterno

Capacitados para amarCon el lema «Tu solidaridad es su voz» la Iglesia celebra hoy, Jueves Santo, el «Día del amor fraterno».

Éste es el mensaje para este día de nuestro cardenal arzobispo

«El lavatorio de los pies». Fresco de San Pellegrino. Bonimaco (siglo XIII)

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Usted tiene la palabraNº 159/1-lV-199910 ΑΩ

Iglesia y sida

Debo felicitarles por el artículo deldoctor Rodríguez Delgado acer-

ca del sida y de las declaraciones dela Conferencia Episcopal. Por fin al-guien habla claro. Y es que se nosha bombardeado desde todos losmedios haciéndonos creer que lasdeclaraciones de la Conferencia ibanencaminadas a la no utilización delpreservativo. Y el doctor Delgado hadado en la diana. No se trata de eso.¿De qué está hablando realmente laIglesia? Pues de la pérdida de la fa-milia como núcleo de la sociedad.

Los políticos y casi todo los perió-dicos y medios de comunicación hansimplificado la nota de la ConferenciaEpiscopal resumiéndola en un es-cueto La Iglesia no desea que se useel preservativo, aunque eso conlleveel contagio del sida. Hemos podidooir en la radio intervenciones asom-brosas de políticos solidarios, que in-cluso se han permitido decir que nosencontrábamos ante un presunto de-lito contra la salud pública.

Me gustaría hacer un comentarioa todos estos solidarios de nuevo cu-ño. ¿Dónde estaba esta gente hacediez años? No hay que mirar muyatrás para recordar los colegios queno aceptaban a niños afectados, lasempresas que despedían a los enfer-mos, etc... ¿Quiénes crearon las pri-meras casas de acogida?: La Iglesia.Ahora es fácil ser solidario, pero lamemoria es flaca, y la gente olvidacon facilidad quién estaba ahí hacediez años.

José Antonio López Fernández

No confundir los términos

En su número 157, doña Concep-ción Hidalgo Moreno escribía una

carta al director bajo el tema Satány satanismos, sobre la cual comenta-ba: El diablo está detrás de todo lomágico, esotérico, ocultista (vudú,ouija, horóscopos, espiritismo, as-trología, magia blanca y negra ...)camuflado de cultural, exótico, fol-klórico...

La firmante comete un grave error,que puede transcender en perjuiciopara la religión, además de consti-tuir un injusto e inadmisible insultopara todos los magos o ilusionistasque hoy, no sólo ejercen honrada-mente su profesión, sino que contri-buyen desinteresadamente en fun-ciones benéficas y en galas en hos-pitales, asilos, etc..., sin otracompensación que la de llevar unpoco de ilusión y de cariño a aquellosque más lo necesitan.

¿Cómo se le ocurre a esta seño-ra considerar ocultista la magiablanca? ¿Qué diría de mí que ten-go mi carnet profesional de ilusio-nista desde hace más de cincuentaaños? ¿Y de los miles de magos,profesionales y no profesionales,entre los cuales hay sacerdotes yreligiosas que utilizan la magia ensus labores de apostolado? ¿Quéle diría a san Juan Bosco, sacerdo-te fundador de la Orden Salesiana,mago que supo aprovechar sus co-nocimientos y habilidades para atra-er los niños a la religión en las Es-cuelas Salesianas?

Federico Barceló Sierra

Valores y esfuerzo

He leído con tristeza y preocupa-ción, un informe del Grupo Eu-

ropeo de Estudios del Sistema de Va-lores que afirma que las familias es-pañolas son las que menos valorestransmiten a sus hijos, en Europa,tras una encuesta realizada. Segúneste estudio, virtudes que expresanfortaleza, determinación, perseve-rancia y abnegación, son las que tie-nen un índice de transmisión más ba-jo. Sólo un cinco por ciento de las fa-milias españolas consideran laabnegación como una calidad im-portante para que la desarrollen loshijos en casa.

¿Cómo dar un aldabonazo en lasconciencias de los padres y hacerlescomprender que las virtudes soncomo las cerezas, se enredan unas aotras?; si son abnegados, serán to-lerantes, comprensivos y solidarios.La fortaleza les ayudará a ser se-rios, exigentes de sí mismos, perse-verantes, responsables, ¡estudio-sos!, ¡ordenados! ¿Qué estamossembrando en nuestra juventud?La conclusión es que la familia es-pañola es una de las más permisi-vas por no discutir con los hijos, yque este comportamiento tiene quever con la conservación de la ar-monía en el ámbito familiar.

Craso error; yo lo llamaría cobar-día, dejadez, comodidad, falta de vi-sión de futuro por una paz inmedia-ta. Educar, corregir supone esfuerzo,entrega, en una palabra, amor. Perosuele dar buenos resultados.

Mª Carmen Güemes

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Iglesia en Madrid Nº 159/1-lV-1999 11ΑΩ

Celebrar la penitencia acogién-donos a la misericordia de

Dios Padre es experimentar lafuerza del perdón divino y la re-conciliación que Cristo ha reali-zado por medio del Espíritu San-to que ha sido comunicado a laIglesia. Y esto se hace más urgen-te en la perspectiva del tercer mi-lenio y el gran Jubileo del año2000. El cristiano siempre tienela confianza de alcanzar el perdón

de Dios. Asi escribe el Delegadode Liturgia de la archidiócesisde Madrid, don Andrés Pardo,en la presentación del materialpreparado por su Delegacióncon el fin de enriquecer y pro-mover la práctica del sacra-mento de la Penitencia.

Se trata de una carpeta com-puesta por varios cuadernillos,bajo el epígrafe de Subsidia Li-túrgica, aplicando así uno de

los mandatos del Plan Diocesa-no de Pastoral, en este últimoaño preparatorio del gran Ju-bileo del 2000, dedicado al Pa-dre rico en misericordia, así co-mo al sacramento de la Recon-ciliación.

En el primer fascículo sepresenta la Carta pastoral delcardenal arzobispo de MadridHacia la casa del Padre: Cuares-ma y sacramento de la reconcilia-

ción, a la que se añade un guiónde ayuda para la reflexión per-sonal y por grupos sobre laCarta.

Los siguientes fascículos sonuna espléndida ayuda para lapráctica del sacramento de laConfesión:

La reconciliación de unsolo penitente. Posibilidades ydificultades de la confesión in-dividual. Un ejemplo de cele-bración.

La reconciliación de mu-chos penitentes con confesióny absolución individual. Exi-gencias de las celebraciones co-munitarias. Un modelo de ce-lebración para la mañana delJueves Santo.

Para mejorar las celebra-ciones. Preces-examen de con-ciencia. Pistas para la satisfac-ción.

Oraciones para pedirarrepentimiento, para alcanzarconfianza, y de acción de gra-cias. Y, por último,

Diferentes modelos dehojas para los fieles.

Completa estos materialesla publicación de la Exhorta-ción apostólica de Juan PabloII Reconciliación y Penitencia, enuna carpeta de cuatro peque-ños libros espléndidamenteeditados, la cual también estádisponible para cuantos la de-seen.

Alfa y Omega

Una nueva propuesta de la Delegación de Liturgia ante el Jubileo del año 2000

El sacramento de la Penitencia

Pasó hace bien poco tiempo.Era de noche y un joven pa-

seaba por Madrid.Acabada la cena con un ami-

go, y tras despedirse, el jovenfue arrollado en un paso de ce-bra de la calle Alfonso XI porun coche blanco que iba sin lu-ces. Cayó al pavimento tras sa-lir despedido contra una paredpróxima. Permaneció en el sue-lo cerca de hora y media hastaque fue socorrido por un mu-chacho, que llamó a la policíadesde un móvil para que losmiembros del SAMUR se acer-caran cuanto antes. El joven,

que presentaba fractura de fé-mur, cadera desviada, despla-zamiento de la mandíbula y ma-gulladuras de distinto calibrepor todo el cuerpo, fue condu-cido hasta el Hospital Clínico,donde se le practicó una curasuperficial. Pero, al descubrirque el seguro médico no estabadomiciliado en el área pertene-ciente al hospital, se le envió ala clínica de la Concepción, enla que ocurrió el mismo pro-blema burocrático. A todo es-to, el joven había perdido mu-cha sangre y era imprescindi-ble una operación de la cabeza

del fémur. Al final, pudieronatenderle en La Paz, donde lerealizaron la citada operacióny lo ingresaron.

Es inaudito hasta qué puntopodemos llegar los seres huma-nos a desconsiderar a la personaen beneficio de las estructurasque, aun siendo necesarias, tie-nen un carácter subordinado. ElInsalud cuenta con una com-prensible regulación de limita-ción de zona sólo para aquellospacientes cuyo seguro médicopertenece al área donde se en-clava el edificio hospitalario, pe-ro esto no es óbice para que se

llegue a la negligencia de de-negar asistencia a un enfermoen situación grave, acto que ro-za la inmoralidad y la contra-vención de todo princio de hu-manidad.

Desde estas páginas, quere-mos hacer llegar nuestra indig-nación por la doble inmoralidadcometida el día del relato: la delcazador furtivo nocturno queabandonó al herido en plena ca-lle, y la de algunos hospitalesdel Insalud que aplican de for-ma estricta el principio de deli-mitación de zona en detrimentode los pacientes.

Sucedió en Madrid

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EspañaNº 159/1-lV-199912 ΑΩ

Ha sido presentado el libroDe periodista a cardenal, de

José María García Escudero.Una esperada biografía del car-denal Ángel Herrera Oria, tan-tas veces olvidado, o minusva-lorada su influencia, entre loscatólicos y la sociedad españo-la. El acto, organizado por laAsociación Católica de Propa-gandistas, el CEU y la Funda-ción Pablo VI, fue presididopor el Presidente de la ACdP,don Alfonso Coronel de Pal-ma, y don Ángel Berna porparte de la Fundación Pablo VI.

Con esta biografía, García Es-cudero paga la deuda que tenía-mos con Herrera Oria: el laico cla-rividente, el forjador de mentes yconciencias, el sacerdote y el obis-po de vida fecunda y fecundado-ra, dijo don Joaquín Luis Orte-ga, director de la Biblioteca deAutores Cristianos. El cardenal–añadió– no tenía, hasta ahora,la biografía neta, documentada,completa y autorizada a la que suexcepcional vida le hacía acreedor.García Escudero ya había escritootros dos libros dedicados a He-rrera Oria, pero con esta biogra-fía nos devuelve al cardenal en to-da su talla histórica, humana y re-ligiosa.

En la presentación en el Sa-lón de Grados de la Universi-dad San Pablo CEU, García Es-cudero comentó que el hechode que la presentación del li-

bro se produjese en una Uni-versidad coincide con la cons-tante preocupación de Herre-ra que fue la Universidad. Elcardenal afirmaba que, quiendomine las cumbres, será dueñode la sociedad entera; el día en quetengamos hecho el apostolado dela Universidad, habremos hechoel de la escuela, y el del instituto,y el de la prensa, y el de la calle...No olvidemos que Herrera tra-bajó constantemente por laUniversidad católica, y, cono-ciéndole, se puede asegurarque la hubiésemos tenido si nohubiese sobrevenido la guerracivil. Inspirado directamenteen él, los Propagandistas crea-ron el CEU, que después seconvertiría en Universidad.Medio siglo después, el CEUcuenta con 28.000 alumnos,frente a los 75 con los que em-pezó. Con 2.000 profesores,frente a los 12 iniciales. Y suoferta actual de 16 carreras uni-versitarias, se reducía al inicioa la carrera de Derecho.

Antes de él –escribió Lain En-tralgo– nuestro catolicismo esta-

ba empapado de una situación his-tórica en la cual los católicos nohabían sabido entender y aceptarla realidad, de ordinario, llamadamundo moderno.

PRINCIPIOS BÁSICOS

En el libro se exponen losprincipios a los que funda-mentalmente obedece cada unade las muchas empresas de es-te padre de la España católicarenovada: aceptación del mun-do moderno; repudio del inte-grismo y aceptación del juegopropio de las sociedades de-mocráticas (camino hacia el queprocuró evolucionar dentro delas situaciones dictatoriales quele tocó vivir); formación de mi-norías, una atención preferenteal problema de los problemas,el social; y, por último, unaatención a los medios más ade-cuados para influir en las so-ciedades contemporáneas, ensu época: la prensa. Si las dosprimeras partes se centran enla vida del Herrera seglar y delque fue luego sacerdote, obis-

po y cardenal, el título de la ter-cera parte es Su santidad.

Don José Tomás Raga Gil,Rector de la Universidad SanPablo CEU, advirtió que perso-nas como Herrera Oria, sobre to-do las que florecen en el mundo porsu dimensión espiritual y por susobras de mensaje de conversión, co-rren el peligro de que la Humani-dad les abstraiga de la realidad desu propio quehacer y se acabe pro-vocando una cierta mistificación,sacándoles de tiempo y de lugar.Insistió en que don Ángel, vivióen un lugar y en un tiempo, y de-dicó los esfuerzos como ser huma-no, como hijo que se sentía llamadoal Padre. Un don Ángel que no re-gateó esfuerzos, que no buscó pri-vilegios ni situaciones, dádivas osoluciones placenteras, sino que fuecapaz de vivir en un mundo mo-derno. Éste es el que nos ha mos-trado García Escudero.

El autor de De periodista acardenal nos revela aspectosdesconocidos u olvidados deHerrera Oria, de quien la Igle-sia no se había olvidado. Y deesto da fe el proceso iniciadopara su canonización. Confi-guró el pensar, el sentir y el ha-cer de varias generaciones decatólicos españoles. Como afir-mó el señor Coronel de Palma,Herrera Oria fue capaz de vivir ytomar los retos del mundo moder-no, asumiéndolos y testimoniandola fuerza del Evangelio, a travésde su acción. Para el futuro eranecesario conocer al Ángel Herre-ra de carne y hueso, vivo por siem-pre entre nosotros.

Antes de finalizar el acto fuedescubierto un busto de ÁngelHerrera Oria seglar, bronce re-alizado por el escultor Santiagode Santiago, quien pronuncióunas palabras, al igual que donJuan Herrera, sobrino del car-denal.

Benjamín R. Manzanares

Herrera Oria, un santode nuestro tiempo

Presidencia del acto de presentación del libro en el Salón de Grados de la Universidad San Pablo CEU

Busto de Herrera Oria, seglar

«Herrera Oria fue capaz de vivir y tomarlos retos del mundo moderno, asumiéndolos

y testimoniando la fuerza del Evangelio, a través de su acción»

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España Nº 159/1-lV-1999 13ΑΩ

No hay secretos. El sueño de un mundoen paz está perfectamente al alcance

de nuestra mano, pero antes hay que que-rerlo, hay que poner los medios necesariospara ello. Los Estados deben trascender suinterés egoísta, nacido de la lucha de pode-res, y dirigir sus actuaciones a satisfacer elinterés común mundial. Éste es, en síntesis,el mensaje que lanzan los obispos de laUnión Europea. Ala luz de la experiencia yde los valores del humanismo cristiano, ana-lizan los problemas a los que se enfrentahoy la Humanidad y proponen una seriede medidas concretas de actuación.

Muchos ejemplos hay para la esperan-za: la Unión Europea, que ha unido a quie-nes antes eran enemigos irreconciliables; lacaída de las dictaduras comunistas en lospaíses de Europa central y oriental; la ex-periencia sudafricana encarnada en la Co-misión de la Verdad y la Reconciliación, quemuestra cómo una sociedad puede, pocoa poco, sobreponerse a los fantasmas delpasado... Pero, al mismo tiempo, sobrantambién ejemplos ante los cuales no pode-mos sentir más que vergüenza y tristeza.

La Justicia, ya sea dentro de los Esta-dos o aplicada a las relaciones internacio-

nales, es el primer requisito: Es raro podercontar, a largo plazo, con la solidaridad en lasrelaciones políticas impuestas esencialmentepor la presión externa o la represión interna.

Occidente tiene aquí una responsabili-dad ineludible. Los países ricos están obli-gados a promover la paz dentro de los paísesmás desfavorecidos, y entre ellos mediante unapolítica de cooperación para el desarrollo. És-ta es una cuestión de humanidad y de justi-cia, pero además ellos han de ser los primerosinteresados. En un contexto de interdepen-dencia creciente entre las diferentes regiones delmundo, los Estados ya no podrán defender susintereses propios, a largo plazo, sin tener encuenta los principios fundamentales de justi-cia internacional y el interés público mundial.

Nosotros mismos, la Unión Europea, nosomos siempre un modelo a seguir. La CO-MECE apunta, con especial preocupación,fenómenos dentro de nuestras sociedadescomo el rechazo a los inmigrantes y a quie-nes llaman a las puertas del Viejo Continenteen búsqueda de asilo, a lo que los respon-sables políticos contestan con no menos ego-ísmo: buscando todo tipo de pretextos parajustificar su rechazo, utilizando el argumento desu propia seguridad y protección.

La ampliación de la Unión a países denantiguo bloque comunista será nuestropróximo reto. Si queremos una Europa deverdad, tendremos que ser generosos yestar dispuetos a consentir sacrificios sus-tanciales, léase trasvase de fondos estruc-turales o una política agraria común queno discrimine a los nuevos socios.

Los Años Santos que celebrala Iglesia tienen su origen

en la Sagrada Escritura, en elAño Jubilar judío, y su deno-minación procede del términohebreo iobel. Santificaréis el añocincuenta –se lee en el Levítico– yproclamaréis la emancipaciónde todos los habitantes del país.Será para vosotros un año jubi-lar; cada uno de vosotros reco-brará su propiedad, y cada cualvolverá a su familia.

La celebración de los Años Santos cristianos nace con las indul-gencias plenarias que la Iglesia concede en circunstancias ex-cepcionales. En el ámbito jacobeo vemos, en un primer momento,que la indulgencia es concedida a todos los peregrinos que mue-ren en el Camino, como recompensa por haber dado su vida en elviaje hacia la tumba del testigo de Cristo. La indudable presenciadel Apóstol en la vida e historia de la Cristiandad llevó a la Iglesiaa conceder también la indulgencia a todos aquellos que peregri-nasen a Compostela en la festividad de Santiago, el 25 de julio. Es-te período de gracia se amplió en unos cuantos días, aumentán-dose a la totalidad del año a principios del siglo XII, cuando el ar-

zobispo Xelmírez le pidió a Calixto II la gracia del Privilegio Jubi-lar, que fue concedido por el Pontífice en 1122, y ratificado por Ale-jandro III en 1179 mediante la bula Regis Aeterni. En este sentido,el Jubileo compostelano es más antiguo que el romano, ya que es-te último fue instaurado por Bonifacio VIII en 1300.

Los Años Santos compostelanos se celebrarán cada vez que la fes-tividad del Apóstol, 25 de julio, coincide en domingo; hecho que serepite con un ritmo calendárico cíclico de 6-5-6-11 años. El primer AñoSanto Compostelano se celebró en 1122, y con el de 1999 lleva-mos ciento diecisiete celebraciones; siendo dos de ellas extraordi-narias, la de 1885, con motivo de la proclamación de la bula DeusOmnipotens, y el de 1938, que alargó el de 1937, para que pudie-ran acogerse a él los beligerantes de la guerra civil.

Esta indulgencia plenaria, por la cual se aplica el Tesoro inago-table de los méritos de Cristo, a fin de superar todas las secuelas de lospecados en esta vida y en la otra, se puede ganar una vez al día du-rante todo el Año Santo si se cumplen las siguientes condiciones:Visitar la catedral y rezar por las intenciones del Papa, al menosel Credo y el Padrenuestro; y confesión y comunión en el plazo dequince días, antes o después, realizadas con esta intención. Unaconfesión sirve para ganar varios jubileos, pero la comunión tieneque ser una por cada vez.

Carlos García Costoya

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Años Santos e Indulgencias

Todos los seres humanos tienen derecho a vivir en paz y en un orden justo. LaComisión de Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE), cuyoVicepresidente es monseñor Elías Yanes, recuerda, una vez más, este deberineludible a los responsables políticos mundiales, en su mensaje «Verdad,

memoria y solidaridad: claves de la paz y de la reconciliación»

Mensaje de los obispos europeos

«Vergüenza y tristeza»

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TestimonioNº 159/1-lV-199914 ΑΩ

Somos testigos del hecho: envarias partes del mundo fal-

ta la justicia y está ausente elperdón. Todo esto causa enor-mes sufrimientos a poblacio-nes enteras. ¡Cuántas injusti-cias se han cometido con lasguerras de todo tipo, o con elperpetuarse de sistemas quesojuzgan a individuos y a pue-blos enteros! ¡Cuánta explota-ción de los recursos de pobla-ciones a las que se deja des-pués en la pobreza y en lamiseria! ¡Cuánta desigualdaden el orden económico, que po-ne en primer plano la ganan-cia antes que al hombre!¡Cuánto egoísmo en la prefe-rencia de los intereses perso-nales o de grupo en vez de losdel bien común!

Es necesario, pues, em-plearse a fondo para restable-cer la justicia y promover elperdón a todo los niveles, para

poder crear las bases de un fu-turo en el cual el otro, en sí mis-mo, será siempre el hermanoo la hermana a amar y respe-tar; de un futuro que no cono-cerá términos tan macabros co-mo esclavo y libre, naciones opueblos grandes y naciones o pue-blos pequeños, naciones o puebloscolonizadores y naciones o pue-blos colonizados, naciones civili-zadas y naciones que no son con-sideradas tales, sino, por el con-trario, de un futuro queconozca solamente a personascon derechos y deberes igua-les, como también naciones ypueblos con igual dignidad,derechos y oportunidades. ¿Noes quizás verdadero que aque-lla multitud inmensa, que ningu-no podía contar, vista por elapóstol Juan en el Apocalipsis,está compuesta por hombres ymujeres de toda nación, raza,pueblo y lengua?

Es necesario perdonar pararomper la espiral del mal y paracrear las condiciones de un fu-turo digno del hombre. Lo digocomo ciudadano de un país que,desde el otoño de 1991 hasta elotoño de 1996, ha sido agredi-do y ha sufrido una violenciainaudita; de un país en el cual, afinales de este siglo XX, han re-aparecido trágicamente los cam-pos de concentración, en los quepoblaciones enteras se han vis-to privadas con violencia de sustierras, de sus casas, de su futu-ro. Todavía hoy no pueden re-gresar a sus propios paises yciudades de origen, e incluso seintenta borrar su identidad re-ligiosa y cultural. Lo digo comoobispo que trabaja al servicio dela causa del Evangelio. Lo digocomo pastor de la Iglesia en unpaís en el cual los católicos, du-rante el último decenio, han si-do más que diezmados. Mi ciu-

dad, Sarajevo, en los años cua-renta de este siglo contaba con el36 por ciento de la población ca-tólica. Hoy tal porcentaje estápor debajo del umbral del diezpor ciento: en todo el país delque provengo, antes de la re-ciente guerra, había más de 850mil católicos. ¡Hoy tal númeroha disminuido, en nombre deuna justicia falsa, a menos de400 mil!

Quisiera renovar el llama-miento al perdón y a la justi-cia, el mismo llamamiento quecon la Iglesia de la cual soypastor, y en comunión con lospastores de otras Iglesias par-ticulares de Bosnia y Herzego-vina y de la cercana Croacia,no he cesado de repetir duran-te la reciente trágica guerra deagresión que ha golpeado du-ramente nuestra región.

Cardenal Vinko Puljic

Desde Sarajevo, la ola de perdón

«Yo, pastor de un pueblodiezmado»

He aquí el meollo del llamamiento que el cardenal Vinko Puljic, arzobispo de Sarajevo, lanzó en San Giovanni in Laterano,en Roma, durante el encuentro sobre «Fe y búsqueda de Dios»

Casas humeando después de un grave enfrentamiento en Bosnia

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El Día del Señor Nº 159/1-lV-1999 15ΑΩ

Acostumbrados, tal vez, a la constante y tra-dicional lectura de estas páginas evangéli-

cas, habituados quizá a la noticia sorprendentedel Evangelio dehoy, corremos elriesgo de no dejar-nos penetrar por lanovedad sencilla yadmirable, a la vezque profundamen-te radical: Cristo haresucitado.

Dos mujeres ca-minan en la ma-drugada para visi-tar el sepulcro deJesús. En su rostrose dibuja la tristeza,la desesperanza ysu compañera lanostalgia; sobre to-do, el temor, el mie-do a un futuro car-gado de amenazasy, lo que es peor,vacío; en su rostroy en su corazón, sehabía instalado elfracaso. Minutosdespués, las encon-tramos impresiona-das, inundadas dealegría, sin motivospara el miedo, conuna razón para vi-vir: la de anunciar lo que habían visto y oído.

Esta repentina transformación experimenta-da es sólo una manifestación de la novedad dela Pascua. Porque la noticia que el Evangelio dehoy nos transmite cambia realmente el mundoy la Historia.

La Pascua es la victoria definitiva de Jesu-cristo. Con Él, con su victoria, el mundo es re-novado, lo viejo ha pasado, todo es nuevo. Desde en-

tonces, el mundo yla Historia estánbajo el signo delResucitado.

El pecado –raízde los males queoprimen al hom-bre– y la muerte,su compañera in-separable, están yadefinitivamenteaplastados y ya notienen el privilegiodel dominio. La re-surrección de Cris-to marca para elque cree en Él laverdadera libertad.El hombre ya no esesclavo de la muer-te, ya no es esclavodel pecado. Sonposibles la alegríay la esperanza.

Vivamos la ale-gría de la Pascua,la certeza de que elSeñor está verda-deramente en me-dio de nosotrosdevolviendo almundo y al hom-

bre su verdadera dignidad. Descubramos en elrostro del Resucitado, el rostro profundo de loque cada hombre es y está llamado a ser. Y anun-ciemos, sin temor, la alegría y la esperanza.

Ángel Castaño

EvangelioMateo 28, 1-10

En la madrugada del sábado,al alborear el primer día de

la semana, fueron María laMagdalena y la otra María aver el sepulcro. Y de pronto tem-bló fuertemente la tierra, puesun ángel del Señor, bajando delcielo y acercándose, corrió lapiedra y se sentó encima. Su as-pecto era de relámpago y suvestido blanco como la nieve;los centinelas temblaron de mie-do y quedaron como muertos.

El ángel habló a las mujeres:–Vosotras no temáis, ya sé

que buscáis a Jesús el crucifica-do. No está aquí: ¡Ha resuci-tado!, como había dicho. Ve-nid a ver el sitio donde yacía, eid aprisa a decir a sus discípu-los: Ha resucitado de entre losmuertos y va por delante de vo-sotros a Galilea. Allí lo vereís.Mirad, os lo he anunciado.

Ellas se marcharon a todaprisa del sepulcro. Impresiona-das y llenas de alegría, corrie-ron a anunciarlo a los discípu-los. De pronto, Jesús les salió alencuentro y les dijo:

–Alegraos.Ellas se acercaron, se pos-

traron ante Él y le abrazaronlos pies. Jesús les dijo:

–No tengáis miedo: id a co-municar a mis hermanos que va-yan a Galilea; allí me verán.

VViiggiilliiaa ppaassccuuaall

Amémonos los unos a los otros –dice san Juan–porque el amor viene de Dios: Dios es amor.

En esto demuestra que Dios mismo es amor, ytambién que el que viene de Dios es amor. ¿Quiénviene de Dios si no es aquel que dice: Salí de jun-to al Padre y vine a estar en el mundo? Porque, siDios Padre es amor y el Hijo es también amor y,por otra parte, amor y amor son una sola cosa yen nada difieren, se sigue que el Padre y el Hijoson justamente una sola cosa. Por eso es perti-nente que Cristo, igual que se llama sabiduría,fuerza, justicia, palabra y verdad, se llame tam-bién amor. Y así la Escritura dice que, si el amorpermanece en nosotros, Dios permanece en no-sotros: Dios –el Padre y el Hijo–, que viene al quees perfecto en el amor. El Padre y yo –dice Jesús–vendremos a él, haremos morada en él.

Orígenes (185-254)

Padre rico en misericordia

GG ooyyoo DDoommíínngguueezz

La razón de la alegríaEpístola

Romanos 6, 3-11

¡Como niño con zapatos nuevos!

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RaícesNº 159/1-lV-199916 ΑΩ

ayores que todas las tinie-blas físicas que cayeron so-bre el planeta al morir Je-sús fueron, en aquella ho-ra, las tinieblasintelectuales. Todo fue ce-

rrazón y oscuridad absoluta. Duranteunos días no hubo fe ninguna en el mun-do, salvo la de María... Y María vivía sólode fe: sin consolación de ninguna espe-cie. Vivía la más desolada noche oscura quehaya vivido ningún místico; la más secaaridez que pueda uno imaginarse. Vivía,según la graciosa metáfora de san Ber-nardo, como un pajarilla en el alero de un te-jado: no todavía en el cielo, ni ya en la tie-rra.

Pero he aquí que mientras María semantiene, solitaria, en el Cenáculo, comouna lamparilla de fe, va a ser el Amor elprimero que va a romper aquella oscuracerrazón espiritual en que ha caído elmundo... Pasada la fieta del sábado, diceel Evangelista, María Magdalena y María,madre de Santiago, y Salomé, compraron aro-

mas para ir a embalsamar a Jesús. Y salieronde madrugada, antes que el sol, hacia elsepulcro. No hay nada que se parezca mása esas típicas obras femeninas arrebata-das y poco meditadas de fervor y devo-ción –a esas que los varones solemos cali-ficar rápidamente de cosas de mujeres– queeste salir mañanero de las Marías hacia elsepulcro. Saben que el sepulcro tiene guar-dia; que está prohibida la entrada. Por elcamino se van preguntando unas a otras:¿Quién nos quitará la piedra de la entrada?No han previsto nada, no han organizadonada. Son un puro, intrépido e inmedita-do revuelo de Amor. Porque obsérveseque las Marías van en busca del cadáverde Jesús para embalsamarlo. No creen quehaya resucitado. No tienen fe, no tienenesperanza. Sólo tienen amor. No llevanun programa, ni un fin, ni una organiza-ción. Llevan tarros de aromas y de un-güentos nada más... ¿Os parece poco?

No era poco: la prueba es que aquelarrebato desorganizado del amor y losperfumes merece, como supremo pago,

la primera revelación de la Resurrección.Los ángeles, primero, a la orilla del Se-pulcro; Jesús, en seguida, a la misma Mag-dalena, va a encargarla de ir a comunicara los Apóstoles el gran Milagro funda-mental del Cristianismo. Van a ser ellas,en aquella hora, las evangelistas de losEvangelistas. Va a ser el Amor el que va ailustrar la Fe y va a sostener la Esperanza.

¡Qué lección de humildad, para las ufa-nías intelectuales y apologéticas del hom-bre, esta primacía del arrebato y desordende las enamoradas! Aun así tardará el in-telecto en rendirse: se necesitarán todavíareiteradas apariciones de Jesús. Se necesi-tará todavía que la llaga del costado seofrezca a las comineras comprobacionescríticas de Tomás. Se necesitará todavíaque en Emaús la sencillez de un gesto des-cubra lo que no descubrieron las horas delcamino. Se necesitará, sobre todo, que, co-mo remedio decisivo y heroico, baje la mis-ma lengua de fuego del Espíritu a quemare iluminar la cerrazón de las inteligencias.

Realmente es esta cerrazón orgullosa ymaterialista la que había encontrado todoel tiempo, como fría resistencia, la predi-cación de Jesús. Los grandes vicios, los pe-cados sonoros y estridentes, tan flageladosya por la antigua Ley, no fueron los obstá-culos mayores. Fueron, por un lado, las co-minerías ritualistas de los fariseos, cober-tura de privilegios y de congruas. Fueron,por otro lado, las interpretaciones utilita-rias y materiales, políticas y nacionalistas desus discípulos. Cada una de las palabrasdel Salvador eran en seguida traducidas auna versión pequeña e interesada por susmismos fieles. La una quiere que sus hijostengan dos sillas reservadas en la Gloria,como dos localidades de teatro, al lado delSeñor. El otro, Pedro, cuando le oye predi-car el perdón, le pregunta si ha de perdonarhasta siete veces. No más. Quiere un per-dón moderado, tasado, con un presupues-to razonable y económico. Llega esto a im-pacientar, a desesperar –si cupiera el verbo–al Hombre-Dios. Es una de esas interpre-taciones materialistas la que motiva el após-trofe más violento, dirigido a Pedro, queen el Evangelio hay: Quítateme de delante,Satanás, que me escandalizas, porque no tienesconocimiento ni gusto de las cosas que son deDios, sino de los hombres.

Es esta ira evangélica de Cristo la mis-ma, seguramente, que ahora zamarrea elmundo de muerte y de dolor. Porque lagran resistencia ante el Evangelio ha se-guido siendo, en la Historia, más que de laconcupiscencia de cada corazón, esta granresistencia social de la cerrazón de enten-dederas, de la interpretación utilitaria, so-berbia, política. Ésta es la que no quiererendirse. Ésta es el Gran Pecado.

Las mujeres en la ResurrecciónLas mujeres en la Resurrección

LLaass mmuu jjeerreess ccaammiinnoo ddeell sseeppuullccrroo ««MMaaññaannaa ddee PPaassccuuaa»».. CCaassppaarr DDaavviidd FFrriieeddrriicchh .. ©© MMuusseeoo TThhyyss sseenn--BBoorrnneemmiisszzaa,, MMaaddrriidd

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Y pensemos, para nuestra humildad,que frente a ese Gran Pecado social nobastó ni la maravilla de la predicación deCristo ni el milagro de su Resurrección.Tuvo que ser la Gracia, el Espíritu, el fue-go de lo sobrenatural, la medicina últi-ma... Y si acaso, antes de este Pentecostésdel Espíritu, como esbozo y anuncio, eseotro primer Pentecostés del Amor de lasmujeres arrebatadas y desorganizadas,portadoras de perfumes y de ungüentos.

A estas horas en que escribo esto, enmedio de la cerrada negrura del mundo,habrá unas mujeres también que, al sonde las campanas de Resurrección, correrána sus iglesias, a sus juntas, a sus congre-gaciones, a sus obras, a sus cosas de muje-res. Moderemos un poco los hombresnuestra sonrisa de intelectuales... Porqueen esta nueva oscuridad terrible del pla-neta, el primer rayo de luz ha de estartambién a cargo del ímpetu desorganiza-do y perfumado del Amor.

José María Pemánde La Pasión según Pemán

(Obras/2 Ed. Edibesa)

Raíces Nº 159/1-lV-1999 17ΑΩ

la Resurrecciónla Resurrección

MMaarrííaa MMaaggddaa lleennaa aannuunncciiaa llaa RReessuurrrreecccciióónn aa llooss AAppóóssttoolleess.. VViiddrriieerraa ddee llaa ccaatteeddrraall ddee CChhaarrttrreess

««LLaa rreessuurrrreecccciióónn ddee CCrriissttoo»».. GGiioo ttttoo.. CCaappiillllaa ddeeggllii SSccrroovveeggnn ii.. PPaadduuaa

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EspañaNº 159/1-lV-199918 ΑΩ

JULIÁN MARÍAS

Yo escribí un largo ensayotitulado ¿Cómo pudo ocurrir?,porque me preguntaba cómohabía podido ocurrir aquellacosa atroz que fue la guerra ci-vil española. Hice un gran es-fuerzo para entenderlo, por-que pensaba que si en el año33 alguien me hubiera dichoque en España podía haberuna guerra yo habría contesta-do: está usted loco. En el año 34no lo hubiera creído, pero yano habría dicho esto.

Desde el punto de vista re-ligioso, evidentemente, la gue-rra fue una persecución reli-giosa atroz. En la zona repu-blicana millares de católicos yde sacerdotes, religiosos y obis-pos fueron asesinados; se que-maron cientos de iglesias y nohubo culto ninguno; pero, porotra parte, la Iglesia, que no po-día, evidentemente, aceptar na-da de esto, dio una especie decheque en blanco al otro ban-do. Una vez, durante el régi-men de Franco, cuando era ar-zobispo Casimiro Morcillo, diuna conferencia en la catedralantigua de Madrid, en la queafirmé que lo más grave quehabía ocurrido durante la gue-rra había sido que en ningunaiglesia española se había reza-do por todos los muertos. Hu-bo una aceptación por parte dela Iglesia de todo lo que se ha-cía en el bando nacional, y esono se puede hacer.

Creo que la guerra está to-talmente superada; la transi-ción consistió precisamente ensuperarla; nadie trató de tenerla herencia de ningún belige-rante. La Monarquía significó,precisamente, un rey para to-dos los españoles, que no teníanada que ver con la guerra nihablaba en nombre de ningunode los beligerantes. Verdade-ramente se superó; pero lo quepasa es que hay gente que loquiere resucitar y recordar, yquieren falsear las cosas. Hayuna frase que yo repito mucho,y es que no hay que intentarcontentar a los que no se vana contentar; creo que son po-cos, pero hay gente que, pase

Hoy, 1 de abril, se cumplen sesenta años del final de la trágica guerra civil española. Nadamás lejos de nuestra intención que recordar los tristes fantasmas patricidas de tan incivil

período de nuestra Historia. Bien al contrario, hemos buscado, en la respuesta a esta única y triple pregunta, que pensadores e historiadores de reconocido prestigio digan

la palabra justa y necesaria de serena reconciliación, sesenta años después:

¿¿CCrreeee uusstteedd qquuee sseesseennttaa aaññooss ddeessppuuééss hhaann cciiccaattrriizzaaddoo llaass hheerriiddaass ddee llaa gguueerrrraa cciivviill?? ¿¿EEss ttáá oollvviiddaaddaa?? ¿¿SSee ppuueeddee hhaabbllaarr yyaa ddee rreeccoonncciilliiaaddooss yy ppeerrddoonnaaddooss??

Una encuesta de «Alfa y Omega», sesenta años después

¿Han cicatrizado las heridas de la guerra civil?

Vista panorámica del Valle de los Caidos

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España Nº 159/1-lV-1999 19ΑΩ

lo que pase, no quiere olvidarla guerra, y miente sobre ella, ycuenta cosas que no pasaronrealmente.

LEOPOLDO CALVO-SOTELO

La inmensa mayoría de losespañoles ya no se duele deaquel desastre, como las gentesde mi generación ya no se dolíanhace 50 años del Desastre de1898. Durante cuarenta años pre-valecieron dentro de España losargumentos de los vencedores;luego, en compensación inevi-table, se han subrayado los ar-gumentos de los vencidos. Sal-vo excepciones de escasa cali-dad, unos y otros se exponen yacon acritud decreciente.

¿Está ya la contienda olvida-da y cabe hablar de reconcilia-ción y de perdón?

Me parece que no es ésa laevolución normal de heridas tanprofundas como las de 1936.Frente a la tópica actitud dequienes perdonan, pero no olvidan,pienso que sucede más bien locontrario: que se olvida sin per-donar. En suma, la guerra civilestá cada vez menos presente enla memoria de todos, está exten-samente olvidada, pero todavía

algunos, a un lado y a otro de latrinchera antigua, siguen sin-tiendo, cuando la evocan, queno pueden perdonar.

JOSÉ MARÍA GARCÍAESCUDERO

Mi respuesta es sí, en cuan-to a la gran mayoría de los es-pañoles que no vivieron la gue-rra civil, aunque, más que deperdón, habría que hablar dedesconocimiento; pero un des-conocimiento que se puede en-cajar en el ánimo de toleranciaventurosamente generalizadoen la sociedad española actual.

Desgraciadamente, mi res-puesta tiene que ser no encuanto a quienes (no tan pocos,ni en la política ni en los me-dios de comunicación social)siguen refiriéndose a la guerracivil en términos de buenos ymalos, sin el menor ánimo deolvido ni de perdón: unos, por-que vivieron la guerra y no hansido capaces de superarla;otros, por asentimiento a unossimplificados y simplificado-res planteamientos manique-os, fundados en la ignoranciao en la tergiversación tenden-ciosa de lo que pasó.

Los que vivimos y sufrimosaquella tragedia y hemos con-sagrado obra y vida a evitarque se repita, y nos hemos es-forzado por asimilar las razo-nes que unos y otros tuvieron,y por rechazar las sinrazonesque unos y otros se repartierontambién, tenemos que registrarcon dolor profundo la subsis-tencia del maniqueismo comouno de los mayores obstáculospara una convivencia verda-dera.

JOSÉ ANTONIO VACA DE OSMA

Por principio soy contrario allamar guerra civil a la que di-vidió a los españoles, con im-portante intervención extran-jera, entre 1936 y 1939. Guerrasciviles ha habido muchas ennuestra Historia. Prefiero aquíahorrarme adjetivos. Cadabando tenía al suyo. Para losque la vivimos, fue nuestra gue-rra. Así, sin más, aunque sin ol-vidar las importantes motiva-ciones religiosas. ¿Han cicatri-zado sus heridas? Así deberíaser. ¿Quién se acordaba de laguerra de Cuba en 1936, y sólohabían pasado treinta y ochoaños? Por desgracia, hay ele-

mentos que se empeñan cadadía en mantener abiertas esasheridas con un resentimientoenfermizo, y no son precisa-mente los vencedores en aque-lla contienda, ni sus herederos.Son más bien los que quierenapuntarse a la moda falsa-mente progresista, aunque a al-gunos se les vea al pelo de ladehesa. Así todos pertenecena ese mundillo oportunista deciertos pseudo-intelectualesvinculados a intereses econó-micos y políticos de hoy.

¿Está olvidada?Creo que, por fortuna, las

nuevas generaciones ven aque-llo muy lejos, la guerra de papá,y se preocupan mucho más delos problemas del día y de la-brarse el futuro. Lo que es muyde lamentar es la informacióntergiversada, falsedad tras fal-sedad, que ciertos personaji-llos y algunos medios preten-den dar a la juventud de nues-tros días acerca de los motivosy del desarrollo de la guerradel 36 al 39. Y no digamos delos años que vinieron después.Esperemos que el paso deltiempo y la perspectiva histó-rica pongan las cosas en supunto. Lo más importante esque no se repitan las causasque dieron lugar a aquel en-frentamiento.

¿Se puede hablar ya de re-conciliados y perdonados?

Pocos, muy pocos van que-dando de los protagonistas ytestigos adultos que vivieronaquellos años. Los veteranosde entonces confío en que es-tán dispuestos al perdón y alabrazo. Los que no tienen per-dón son los que por motivospolíticos de hoy avivan las bra-sas y se aprovechan del cine,de la televisión, de la novela,de la prensa y hasta de la cáte-dra para seguir ciertas consig-nas y compensar, a su modo,su desilusión por la caída delmuro de Berlín.

LUIS SUÁREZ FERNÁNDEZ

La respuesta no puede serbreve: si o no, pues el hechohistórico en España, desde unaperspectiva de 60 años, es muypeculiar. En 1939 uno de los

s de la guerra civil?

Requetés de toda Navarra, concentrados en Pamplona

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EspañaNº 159/1-lV-199920 ΑΩ

dos bandos en guerra obtuvoaparentemente una victoriacompleta, cautivando y desar-mando al ejército contrario. Pe-ro antes de que se cumplieranlos cuarenta años de aquellaefeméride, el bando vencidovolvió al poder. Es cierto queel compromiso, a nivel inter-nacional, era evitar represalias,pero éstas se referían a los as-pectos materiales y no a losmorales. El único modo deconvertir la derrota en victoriaconsiste en negar toda legiti-midad al adversario. Ésta es lasituación que se está dando. Demodo que los acontecimientosde 1936 a 1975 se presentan,con toda lógica, sólo en su as-pecto negativo. En consecuen-cia, desde el punto de vistamental, no hay reconciliación.Se ha hecho el homenaje a lasBrigadas internacionales quelucharon en un bando, pero seentenebrece cualquier recuer-do sobre los voluntarios quecombatieron en el otro. La me-moria de quienes protagoni-zaron los cuarenta años pasa-dos, es maldita y se insiste enlos matices oscuros silencián-dose los favorables, que exis-tieron, sin duda, como en cual-quier tiempo.

Desde medios más o menosoficiales, se procura que la gue-rra, contemplada ahora desdeeste otro signo, no se olvide. Esnatural que así sea, pues hayuna cuestión clara de legitimi-dad que el actual sistema po-lítico procura desvincular cui-dadosamente de los entoncesvencedores para rescatar a losvencidos. Sólo de este modo sepuede fundamentar. ¿Quiénpuede perdonar y a quién? Elperdón requiere que alguienreconozca sus culpas y el otropueda erigirse en juez. Fue unerror que se cometió ya en elpasado y que sigue en pie. Pa-rece, incluso, que los mártirespor su fe deberían pedir per-dón, lo que no deja de ser ab-surdo. Falta mucho, aún, paraque se pueda dar el paso deci-sivo que consiste en reconocerque todo el mundo tenía algode razón y ninguno la poseíapor completo. Al contrario, pa-rece que, aunque hayan cam-biado los poseedores de esa ra-zón, las posturas siguen sien-do igualmente rígidas.

JUAN MARÍA LABOA

Sesenta años parecen sufi-

cientes para cicatrizar heridasy olvidar agravios, tal comohan demostrado franceses yalemanes tras la segunda gue-rra mundial. En el caso queplantea la pregunta, tenemosque tener en cuenta la profun-da reconversión de la comuni-dad eclesial española que haconseguido efectos espectacu-lares.

Si consideramos la guerracivil fundamentalmente como

una revolución social, tenemosque asegurar que el descono-cimiento mutuo y el enfrenta-miento violento entre Iglesia ymundo obrero ha desapareci-do del todo. Uno y otro hanevolucionado al compás delConcilio, la primera, y de lascondiciones sociopolíticas, elsegundo, y ambos son más to-lerantes y respetuosos, másacogedores y más integrado-res. En este caso, creo que sepuede hablar más que de coe-xistencia de auténtica reconci-liación.

Más difícil es hablar de re-

conciliación con la izquierdacultural, otro de los elementosactivamente presentes en lacontienda civil. Sinceramente,creo que la Iglesia ha efectua-do, también en este caso, unprofundo examen de concien-cia y una conversión especta-cular que no ha encontrado sucontrapartida en el ámbito cul-tural progresista. Éstos, que nosiempre suceden a la izquier-da histórica sino que, a menu-

do, son hijos de la derechafranquista, mantienen un en-frentamiento, al menos, verbalcon la Iglesia, que me resultaanacrónico, injusto y descon-certante. Han abandonado ge-neralmente su componente so-cial y se contentan con centrarsus ataques en una Iglesia queya no existe, y que segura-mente nunca existió tal comola describen.

Por otra parte, creo que, aestas alturas, el tema de la gue-rra civil debería quedar en loslibros de Historia y, tal vez, co-mo punto de referencia obli-

gado en nuestros exámenes deconciencia respectivos, pero nocomo arma arrojadiza ni comoargumento dialéctico.

JOSÉ ANDRÉS-GALLEGO

No es fácil dictaminar sobresi la guerra civil de 1936 ha si-do o no superada. Se trata deun terreno resbaladizo, en elque fácilmente uno puede ten-der a decir lo políticamente co-

rrecto, confundiendo así la rea-lidad con el deseo. A mí me pa-rece que la generación que hizola guerra no la ha superado, niquizá pueda superarla. Mi pa-dre, a quien le tocó luchar enella, solía decir que su genera-ción envejeció diez años poresa experiencia. Y un envejeci-miento así no es posible olvi-darlo. Otra cosa es que, ade-más del recuerdo, haya revan-cha u odio. De esto, queda,felizmente, muy poco. Losaños, para nadie pasan en bal-de, y el cambio sustantivo quehubo en la economía y en la vi-

Un grupo de milicianas en Madrid

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España Nº 159/1-lV-1999 21ΑΩ

da cotidiana española desde1960, un cambio que beneficióa todos, fue ya un elementoprimordial de superación.

Las diferencias con la pau-pérrima España de 1936 se hi-cieron demasiado tangibles. Enaquellos años sesenta, cuandola amnistía, presencié el regre-so de un exiliado comunista; elmismo día de llegar, me pidióun número de teléfono y lealargué la guía telefónica deMadrid. Al verla tan gruesa,me dijo: Son los de toda España,claro. Cuando le dije que no,comentó, sorprendido, queMadrid tenía más teléfonosque Méjico. Llevaba años cre-yendo que la España a la quequería volver era la misma de1939, que él había dejado, de-pauperada y corroída por elmercado negro y también porel odio. Y, como él, la mayoríade los exiliados.

Simultáneamente, en aque-llos años sesenta, se desarrollóel Concilio y, con él, despertóen el clero español una sensi-bilidad especial que le indujoa esforzarse en comprender lasposturas de izquierda. Segura-mente, los responsables dePPC (Propaganda Popular Ca-tólica) se enterarán ahora, poresta líneas, de que, en los añossetenta, uno de los guardasnocturnos de la empresa eraun antiguo ugetista y soldadorojo. Pues bien, volvía a casaentusiasmado, después de ha-ber consumido la noche leyen-do Vida Nueva y otras publica-

ciones católicas. Sin duda, esotuvo también consecuenciasmalas. No resolvió el proble-ma del odio. Pero contribuyóa superar la guerra o, al menos,a desdibujar los bandos en quecada uno se situaba. Por decir-lo gráficamente, muchos de lossocialistas que llegaron al Go-bierno en 1982 no eran hijos desocialistas, sino de nacionales.

Los años sesenta fuerontambién –acabo de apuntarlo–los del comienzo del cambiopolítico, con la Ley de Prensa,de 1966, y con la amnistía paralos exiliados que no habían co-metido delitos de sangre. Es re-velador que, en las siguientesdécadas (años setenta, ochenta,parte de los noventa), el re-cuerdo de la guerra se hayamantenido más vivo, muchomás, en las regiones afectadaspor el nacionalismo (Cataluñay Euskadi). Señal inequívocade que el recuerdo se perpetuóallí donde Franco lo hizo peor,o donde la oposición a Francoacertó a arraigar en el fondo te-lúrico de los pueblos; un fon-do en el que el desarrollo eco-nómico y la apertura políticade los años sesenta actuó ensentido contrario al del restode España: fue un acicate paraprotestar por la falta de liber-tades y, allí, la libertad enlaza-ba con el recuerdo del papel delos nacionalismos en la guerra.

No digo con esto que todoterminara en aquellos años. Di-go tan sólo que fue entoncescuando empezó a cambiar. El

resto fue obra del paso deltiempo y del nacimiento deuna nueva generación. La ma-yoría de nuestros hijos tieneuna idea muy vaga de lo quesucedió en España en 1936. Silo ignorasen porque se les hu-biera ocultado, mala cosa se-ría. La Historia hay que asu-mirla. Y ellos, en efecto, lo es-tudian en Sociales y en laasignatura de Historia del ba-chillerato y de COU. Más aún:muchos profesores se lo expli-can vinculándolo estrecha-mente al régimen de Franco(que, en realidad, no se deberíaconfundir con la guerra), y leshacen todo tipo de comenta-rios negativos. Hace meses, porla calle, oí que un niño pre-guntaba a su padre si había ha-bido un hombre malo que sellamaba Stalin; el padre –porla edad, un hombre de pos-guerra– le dijo que sí, pero quetambién en España había ha-bido otro parecido, que se lla-maba Franco. Se han borradoincluso los límites y la propor-ción de las cosas. Pero nuestroshijos no parecen escuchar na-da de esto. (Porque una cosaes oír, y otra, escuchar). Paraellos, la guerra constituye unmundo tan lejano como la Ar-mada Invencible o el descubri-miento de América, y menosimportante.

Y es que fue menos impor-tante, por duro que sea reco-nocerlo a quienes más la su-frieron y a quienes más la re-cuerdan.

Martinmorales, en ABC

«Nunca es tardepara encontrarse

y negociar»

En este día, pidamos con fer-vor al Príncipe de la Paz, que

se nos presenta de manera tanindefensa, que inspire la pazen todos los que empuñan lasarmas. La fraternidad y la com-prensión tienen que prevalecer,incluso en esa parte de Euro-pa, sobre las fuerzas del odio.

Deseo de todo corazón quecallen las armas cuanto antes yse reanuden el diálogo y las ne-gociaciones para que se lleguefinalmente, con la contribuciónde todos, a una paz justa y du-radera en toda la región.

El Papa está con el puebloque sufre y les grita a todos:¡ toda hora es buena para lapaz!¡Nunca es demasiado tar-de para encontrarse y negociar!

El recurso a la fuerza es siem-pre una derrota de la Humani-dad. No se puede dejar de pen-sar en las posibles víctimas yen los sentimientos de odio queindefectiblemente surgirán. Meviene a la memoria lo que dijoPío XII el 24 de agosto de1939: No se pierde nada con lapaz. Todo puede perderse con laguerra.

El mal, todo mal, tiene su ba-se en el pecado. El camino de laconversión no es fácil, pero, apesar de todo, el amor del Pa-dre no nos falta nunca, porqueDios mismo ha querido com-partir con nosotros el sufri-miento y la muerte.

(28-III-1999)

HABLA EL PAPA

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La vidaNº 159 /1-lV-199922 ΑΩ

La dirección de la semana

Esta semana les ofrecemos una página web que versa so-bre los Sumos Pontífices de la Iglesia católica. En esta di-

rección encontrarán una información muy completa de cadauno de los Papas de la Historia.

Dirección: http://www.aciprensa.com/papas.htm

INTERNETDirección: http://www.aciprensa.com/papas.htm

El cardenal John FrancisStadfford, Presidente del

Pontificio Consejo para los Lai-cos, visita Sevilla entre el 28 demarzo y 1 de abril, para cono-cer de primera mano la reali-dad de la religiosidad Popular,concretada en estas fechas enlas Hermandades y Cofradíasde Semana Santa, que acabande celebrar su primer Congre-so Internacional.

Monseñor Fernando Se-bastián, arzobispo de Pam-plona, presidió la Jornada porla Paz, celebrada el 26 y 27 demarzo, en la iglesia de San Ni-colás, de Pamplona, con el finde orar ininterrumpidamente,durante veinticuatro horas, porla paz, y presidió en la catedralla Eucaristía de clausura de di-cha jornada; es una iniciativacompartida también por lasdiócesis vascas, aunque en ca-da una de ellas se realice endistintas fechas y formas.

La comunidad parroquial deSanta María de la Esperanzacelebra sus Bodas de Plata pa-rroquiales, que se cumplieronayer. La parroquia está confia-da a los agustinos. El primerpárroco fue el padre Luis Her-nández, al que en estos 25años le han sucedido el padreÁngel Baños, el padre Vi-cente Martín, el padre JoséGarcía, y el actual párroco,que es el padre José MaríaMartín.

El director de la Sala dePrensa de la Santa Sede, Joa-quín Navarro-Valls, ante no-ticias que se daban por confir-

madas y definitivas sobre la vi-sita del Papa a Tierra Santa enmarzo del próximo año 2000,ha precisado que tal visita to-davía no está definida ni defi-nitivamente decidida.

El español monseñor Fran-cisco Lozano Sebastián,hasta ahora Nuncio en Tanza-nia, ha sido nombrado por elPapa nuevo Nuncio Apostóli-co en la República Democráti-ca del Congo, país que tienecuatro veces y media la exten-sión de España, y 47 millonesde habitantes, de los cuales,24 católicos. Tiene cuarenta ysiete obispos.

Don José Fernando ReyBallesteros es un joven sa-cerdote de Madrid que ha es-crito un magnífico libro en elque va desgranando las sietepalabras que Cristo pronunciódesde la cruz. Hay en sus pá-ginas una certera convicciónde profundidad teológica y delenguaje sencillo. CuadernosPalabra lo ha editado.

El obispo de Jerez de laFrontera, monseñor RafaelBellido, ha cumplido los 75años, edad canónica para pre-sentar su renuncia al Papa, queno se hará efectiva hasta que laacepte Juan Pablo II. En estemomento, los obispos de Bar-bastro-Monzón y de Lérida,monseñores Echebarría yMalla, se encuentran en lamisma situación. También ladiócesis de Alcalá espera nom-bramiento de obispo, al sernombrado monseñor Ureñapara la sede de Cartagena.

El chiste de la semana

Ventura & El Burladero, en «La Vanguardia»

Nombres propios Nueva sección en Alfa y Omega

Presentar a Joaquín Luis Ortegaes casi superfluo. De todos es

conocida su trayectoria sacerdo-tal y periodística a un tiempo, ysu buen hacer y mejor escribir. Apartir de este número tenemosel gusto de ofrecer a nuestros lec-tores la nueva sección que po-drán encontrar cada semana enla página 30 de nuestro Sema-nario, firmada por el actual di-rector de la Biblioteca de Auto-res Cristianos, bajo el título Mues-trario de cristianos.

Primer CD musical con la voz del Papa

Aunque no la de ahora, por-que veinte años de pontifi-

cado también se notan en la voz,es la voz inconfundible, cálida,de barítono, de Juan Pablo II.Canta el Padrenuestro; pero Ra-dio Vaticano, y Audiovisuales SanPablo, han tenido la brillanteidea de subrayar, con música clá-sica, gregoriana, hebrea y mo-derna –batería incluida–, el can-to litúrgico del Papa. El resultadoes realmente sorprendente. Teayuda a rezar el Padrenuestro ala vez que disfrutas con la música de fondo. Un CD completo, dis-tribuido en todo el mundo por Sony Clasical, contiene, además,un conjunto de oraciones rezadas por el Papa en cinco idiomas.El primer ejemplar del disco, titulado Abba Pater, le fue entregadoal Papa explicándole que se trataba de una iniciativa religiosa de ca-ra al próximo Jubileo, no con la voz de una estrella, sino de un Pas-tor, una voz que resuena como un eco auténtico de la paternidadde Dios. Juan Pablo II, al escucharla, comentó: ¡Qué bien ha que-dado! Acaba de salir y ya se ha encaramado al primer puesto de laclasificación de los discos de mayor aceptación.

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La vida Nº 159/1-lV-1999 23ΑΩ

Vigilia, de Miguel de Santia-go, Territorio del sueño, de

Luis López Anglada, editadospor la Fundación Fernando Rie-lo, y Peregrino, del croata IvánGolub, editado por Oikos-tau, lamayor parte de cuyas poesíasfueron presentadas también alconcurso internacional Fernan-do Rielo, acaban de ser presen-tados públicamente, en la Fun-dación Fernando Rielo de Ma-drid. Territorio del sueño ganó elPremio Mundial de Poesía Místi-ca en 1995. Luis López de An-glada ha conseguido, en estospoemas de su madurez más lú-cida, un profundo lirismo y unahonda vivencia religiosa. IvánGolub, sacerdote, teólogo, cien-tífico y catedrático, es ademásun poeta de lo cotidiano, quesabe encontrar cada día, en me-dio de la gente corriente, la mi-rada justa y la imagen adecuadapara reflejarla como don de Diosen sus versos, simultáneamenteprofundos y sencillos. Miguel deSantiago, sacerdote, periodistay teólogo, es bien conocido co-

mo poeta de altísima calidad.Ha publicado una veintena depoemarios, entre los que desta-can, Catálogo de insomnios(1976), Parábolas del sueño(1996), y éste, Vigilia, que ga-nó también el Premio FernandoRielo y que transforma, evoca-doramente, la búsqueda y el do-lor humanos en la esperanzaque nace de la fe que profesa.

El Padrenuestro en familia, delcardenal Carlo María Marti-

ni, arzobispo de Milán, y Albumde familia, de Mercedes Lozano,son dos de las más recientes pro-ducciones editoriales de Edicio-nes Paulinas. En la primera, elcardenal Martini sintetiza una desus cartas pastorales a los cris-tianos de Milán, como regalo alos fieles de su Iglesia en el tiem-po navideño; pero obviamentevale para todo tiempo y para to-dos los fieles cristianos de cual-quier diócesis. No sólo son unasreflexiones sobre la oración porexcelencia, sino también mira-das sencillas a la vida de cadadía, desde la oración, que nosenseñó Jesús al Padre, que, co-mo escribe el cardenal, es un Pa-dre capaz de hacernos felices yque sabe lo que necesitamos.Son cincuenta páginas que ayu-dan a mantener viva la llama deldiálogo con nuestro Padre Dios,oportunísimas siempre, y con lascuales se puede aprender a sa-borear a fondo las palabras queJesús nos enseñó.

En Album de familia, Merce-des Lozano nos invita a con-templar dieciséis fotos del albumfamiliar que ella lleva en su co-razón; son otros tantos retazosde vida, de los momentos mássignificativos de su vida (el no-viazgo, el matrimonio, los hijos...), vividos y escritos desde la feen Dios aplicada a la vida realde cada día.

¡Hasta siempre!

En nuestra sección El retablillo del último número de Alfa yOmega, nuestro Redactor Jefe José Antonio Ullate se despe-

día de los lectores. Ha decidido pedir una larga excedencia vo-luntaria. Éste es, pues, el momento del agradecimiento. Desde laprimera hora de Alfa y Omega –y va ya para cinco años– José An-tonio puso al servicio de nuestro Semanario y de sus lectores to-da su dedicación, su talento, y su trabajo. En nombre de los lec-tores, por supuesto, pero en especial de cuantos hemos com-partido durante estos años tantas horas juntos, ¡muchas gracias,José Antonio! ¡Que Dios recompense tu esfuerzo y te siga ben-diciendo y llenando tu vida! ¡Qué allá donde estés, Su paz sea con-tigo! ¡Hasta siempre!

Se jubila don Julián GarcíaHernando

Don Julián García Hernan-do, director del Secreta-

riado de Relaciones Intercon-fesionales de la ConferenciaEpiscopal Española, y uno delos hombres más emblemáti-cos y significativos del ecu-menismo y de las relacionesde la Iglesia católica y de otrasIglesias en España, se jubiladespués de 33 años de in-tensa entrega y servicio ecle-sial. Nació en Campaspero(Valladolid) en marzo de

1920. Es miembro de la Hermandad de Sacerdotes Operarios Dio-cesanos, licenciado en Teología y en Historia Civil, y está incardi-nado en Segovia, de cuyo Seminario Mayor fue Rector durante tre-ce años. Es el fundador del Instituto de Misioneras de la Unidad y hadirigido la revista Pastoral Ecuménica. Asimismo es autor de másde una decena de libros y de infindidad de artículos sobre la unidadde los cristianos y las relaciones interconfesionales

Revista cristiana en IrakAl-Fikr Al-Masihi (Pensamiento cristiano) es el título de la única

revista cristiana en Irak. Portavoz de los cristianos irakíes, in-tenta responder a las necesidades reales y a los no pocos problemasque la comunidad católica encuentra. A través de ellas, el pensa-miento cristiano ha ido dejando su huella en los cristianos de Irak du-rante uno de los períodos más difíciles en la vida de la Iglesia, en es-te lugar tan evocador de los primeros siglos cristianos.

Dos libros de interés

José Antonio Ullate, con dos compañeras de «Alfa y Omega»

Page 24: «ÇYY aall tteerrcceerr ddí aa rreessuucciittaarré »È...Cantoral 9. Libro de Horas del Prior. Monasterio de Guadalupe (siglo XVI) ΑΩEn portada Nº 159/1-lV-1999 5 transcurren

Desde la feNº 159/1-lV-199924 ΑΩ

Semana SantaEl pasado domingo fue el Domingo de Ramos, el

día en que se conmemora la entrada de Jesúsen Jerusalén seis días antes de su Pasión. Es el co-mienzo de la Semana Santa, en la que celebramoslos momentos más importantes de la vida de Jesús:su Pasión –los sufrimientos que pasó por nos no-sotros–, su Muerte y su Resurrección –Dios nosdio, en Jesús, una vida que dura para siempre–.

En Semana Santa es muy importante que nosimplemente repitamos unos gestos, sino quehagamos el esfuerzo de identificarnos con todo loque Jesús hizo por nosotros. Es muy útil quemientras acudimos a los Oficios no nos distrai-gamos, sino que usemos la imaginación para irpensando todo lo que Jesús sufrió.

El Jueves Santo se recuerda la Última Cena deJesús, en la que instituyó la Eucaristía. En ella la-vó los pies a sus discípulos, con lo que nos enseñó que tenemos que lavar nuestro co-razón de toda mancha y ser serviciales. El Jueves Santo por la noche y el ViernesSanto van los fieles a visitar el Santísimo Sacramento, que se expone en los monumentosde todas las iglesias. Los católicos visitan muchas iglesias y en ellas rezan delante deJesús, pensando en lo que sufrió por nosotros, y pidiéndole amar como Él nos amó.El Viernes Santo por la tarde se adora solemne mente la Cruz y se ruega de un modoparticular por todas las personas del mundo. Y el Sabado Santo se celebra, en lagran Vigilia Pascual, la Resurrección de Jesús.

Jesucristo dio la vida por nosotros y quisoque cada uno de nosotros pudiéramos co-laborar con Él en su amor hacia los hom-bres. Por eso instituyó los sacramentos,que son como venas a través de las cualesnos llega el amor y la paz de Dios. Con-cretamente, en la Eucaristía, no sólo nos lle-ga ese amor sino que podemos comer aDios mismo, haciéndole huésped de nues-tro corazón (¿qué alegría más grande po-demos desear que tener al mismo Jesúsdentro de nuestro corazón?) En la Misa seactualiza la Pasión y Resurrección de Je-

sús, y tenemos a Cristo entre nosotros.

Tus cartasEstas páginas son para los más pequeños.

Mándanos tus cartas, tus dibujos, tus escritos…Envíalos a:

Y pronto lo verás publicado.

El rey y

el mendigoHabía una vez un mendigo muy pobre

que sólo tenía un poco de pan duro yun crucifijo de madera. Había también unrey muy rico que vivía en un lujoso pala-cio rodeado de sirvientes.

Un buen día el rey hizo una fiesta e in-vitó a todos los habitantes del pueblo a subanquete para celebrar el nacimiento desu primer hijo. Acudieron todos, también elpobre mendigo, no sobró ninguna silla. Lamesa estaba llena de deliciosa comida muybien servida. Pero cuando el rey vio al men-digo mal vestido y sucio le echó enseguidadel palacio real.

El mendigo se marchó triste pensandocómo le iba a pedir perdón al rey despuésde haberse presentado de esa manera de-lante de él. Cogió un pequeño crucifijo y sepuso a rezar. Cuando volvió al palacio, elbanquete ya había acabado, pero a él no leimportaba eso. Lo que quería era pedir per-dón al rey por haberle estropeado la fiesta.Así que se presentó ante el rey y se echó allorar a sus pies invocando a Dios. El rey alverlo lo levantó, le dio unas vestiduras nue-vas y un poco de dinero para que consi-guiera trabajo. Desde entonces el mendigovive como los demás habitantes. Pero sumayor riqueza, su mayor consuelo y su ma-yor alegría seguía siendo Dios, que le habíahablado al corazón al rey para que le per-donara.

Jacob (12 años)

Textos: Coro MarínIlustraciones: Pablo Bravo

El PequealfaAlfa y Omega.

Plaza del Conde de Barajas nº 1. 28005 Madrid

El pequealfaEl pequealfa

Raquel, 6 años

Diego, 8 años

Felipe, 8 años

Page 25: «ÇYY aall tteerrcceerr ddí aa rreessuucciittaarré »È...Cantoral 9. Libro de Horas del Prior. Monasterio de Guadalupe (siglo XVI) ΑΩEn portada Nº 159/1-lV-1999 5 transcurren

Desde la fe Nº 159/1-lV-1999 25ΑΩ

Marcelino no había visto jamás un cru-cifijo tan grande, con un Jesucris-

to del tamaño de un hombre clavado a lacruz, tan alta como un árbol. Se acercó alpie de la cruz y, mirando con fijeza la ca-ra del Señor, la sangre que le goteaba de lafrente por las heridas de la corona deespinas, las manos y los pies clavados almadero y la gran llaga del costado, sin-tió llenársele los ojos de lágrimas. Jesús te-nía los suyos abiertos, aunque con la ca-beza algo inclinada sobre su brazo derechono podía ver a Marcelino. El niño fue dan-do la vuelta hasta ponerse debajo de sumirada. Jesús estaba muy flaco y la barbale caía a borbotones sobre el pecho; teníalas mejillas hundidas y su mirada produ-cía a Marcelino una grandísima compa-sión. Marcelino había visto muchas vecesa Jesús, aunque siempre pintado en el cua-dro que había en el altar de la capilla, oen los crucifijos pequeños, como de ju-guete, que llevaban los frailes. Pero nuncale había visto de verdad como ahora, contodo el cuerpo desnudo y de bulto, queél podía rodear con sus manos. Entonces,tocándole las piernas delgadas y duras,Marcelino levantó los ojos hacia el Señor yle dijo sin reparos:

Tienes cara de hambre.El Señor no se movió ni le dijo nada.

Marcelino tuvo una idea repentina y, em-pinándose mucho hacia Jesús para que leoyera, le dijo denuevo: Espe-ra, que aho-ra vengo.

Rápidocomo el ra-yo, Marcelinoentró en lacocina, cogiólo primeroque vió decomer y su-bió corriendoescaleras arriba. Al llegar al desván se co-ló como una exhalación y, acercándose algran Cristo, extendió su brazo hacie Élofreciéndole lo que traía.

- Es pan solo, ¿sabes?, le decía, esti-rando su mano cuanto podía. No he po-dido encontrar más por la prisa.

Pasados unos días, Marcelino volvió aver a Jesús a la cruz.

He subido porque había carne, le dijo.Conque ya podías bajarte hoy de ahí y co-merte esto aquí sentado.

Entonces, el Señor movió un poco lacabeza y le miró con gran dulzura. Y, apoco, se bajó de la Cruz y se acercó a lamesa, sin dejar de mirar a Marcelino.

¿No te da miedo?, preguntó el Señor. Pero Marcelino estaba pensando en otra

cosa y, a su vez, dijo al Señor:¡Tendrías frío la otra noche, la de la tor-

menta! El Señor sonrió y preguntó de nuevo:

¿Sabes quién soy? Sí –repuso Marcelino–, ¡eres Dios!El Señor sentóse entonces en la mesa y

comenzó a comer la carne y el pan, des-pués de partirlo de aquella manera quesólo Él sabe hacer. Marcelino, familiar-mente, le puso entonces su mano sobreel hombro desnudo.

¿Tienes hambre?, preguntó. ¡Mucha!, repuso el Señor. Cuando Jesús terminó la carne y el pan,

miró a Marcelino y le dijo: Eres un buenniño y Yo te doy las gracias.

Marcelino preguntó de nuevo:Oye, tienes mucha sangre por la cara y

en las manos y en los pies. ¿No te duelentus heridas?

El Señor volvió a sonreír. Y preguntósuavemente, poniendole Él, a su vez, lamano sobre la cabeza: ¿Tú sabes quiénesme hicieron estas heridas?

Marcelino parpadeó y repuso:Sí, te las hicieron los judíos. El Señor inclinó su cabeza y entonces

Marcelino aprovechó la ocasión y, muysuavemente, le quitó la corona de espi-nas. El Señor le dejaba hacer, mirándolecon un amor que Marcelino jamás habíavisto reflejado en mirada alguna. Y, re-pentinamente, Marcelino habló, señalán-dole las heridas:

¿No te las podría curar yo? Hay un aguaque pica que se da por encima y a mí seme curan todas.

Jesús movió la cabeza: Sí, puedes; perosólo siendo muy bueno.

José María Sánchez Silva

Sopa de letrasBusca en esterecuadro las

palabras se-ñaladas en

negrita en eltexto anterior;(pueden estar

en sentido horizontal,vertical o diagonal, y en cual-quier dirección):

Q S A N I P S E E D A N O R O CU I O P Ñ N E W Q A Z X Z E T SL L A G A D E L C O S T A D O OP Ñ L M V C X C M B V Z E R T IV X Z S A D I R E H V C A B N DB M P Ñ Q W E U D A X Z R I P UM Y H G S W Q C F M T E U V X JA X Z C P Ñ I I K B X N Z Y E JR Y R O M A C F Y R P R L S T VC Q W M P Ñ L I V E S A U N X CE C Z P Ñ U R J P Ñ T C D R W AL B C A P Ñ O O B C R Y I K L PI M V S R W Q P I I M B E R D AN V T I M P Ñ W S J U R C Z W NO N W O B T R T V E W Q P Ñ M NI O G N T S O I D V X Z C R U Z

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Pan y VinoMarcelino,

Page 26: «ÇYY aall tteerrcceerr ddí aa rreessuucciittaarré »È...Cantoral 9. Libro de Horas del Prior. Monasterio de Guadalupe (siglo XVI) ΑΩEn portada Nº 159/1-lV-1999 5 transcurren

Desde la feNº 159/1-lV-199926 ΑΩ

La Santa Sede busca la paz mediante contactos diplomáticos

Guerra en Yugoslavia: «Una derrota de la Humanidad»

Desde que, en la noche del24 de marzo, comenzaran

a llover sobre los cielos de Yu-goslavia las bombas de laOTAN, el Santo Padre y la San-ta Sede han manifestado suprofunda desaprobación a laintervención militar. En aque-llos momentos, Joaquín Nava-rro-Valls, Director de la Sala dePrensa de la Santa Sede, recal-caba la voz del Papa: El recursoa la fuerza constituye siempre unaderrota de la Humanidad.

El mismo Navarro-Valls re-velaba que, ante las noticias deintervención armada, la Santa

Sede no puede dejar de pensar enlas eventuales víctimas y en lossentimientos de odio que surgiránnecesariamente.

Para explicar el carácter dra-mático de estos acontecimien-tos, citó las palabras de Pío XIIdel 24 de agosto de 1939, po-cos días antes de que la Ale-mania de Hitler atacara Polo-nia: Nada se pierde con la paz. To-do se puede perder con la guerra.

Según ha revelado el Nun-cio Apostólico en Belgrado,monseñor Santos Abril y Cas-telló, la Santa Sede está man-teniendo estos días contactos

diplomáticos para lograr unasolución pacífica a la crisis.

En los últimos días, el Vati-cano ha presionado a Rusia ya la Unión Europea para queasuman, de manera más direc-ta, sus responsablidades yabran de nuevo las negocia-ciones. El Santo Padre siguecon profunda preocupación lossufrimientos de las poblacio-nes golpeadas por la dolorosasituación que se ha creado enSerbia y Kosovo. Se trata deuna solidaridad que se extien-de a todos: albaneses y serbios,musulmanes y cristianos, or-

todoxos y católicos; porque sonhijos del Padre que está en elCielo.

La Santa Sede sigue en con-tacto con las partes en causa,invitándoles a reanudar el diá-logo cuanto antes y a encon-trar situaciones honorables pa-ra todos. La Santa Sede ha lan-zado esta invitación a lasautoridades de Belgrado, paraque busquen la colaboración de losdemás países europeos. La perte-nencia común a la cultura de Eu-ropa podrá ofrecer una base de diá-logo entre todas las partes.

El Domingo de Ramos, eldiario vaticano L´OsservatoreRomano pedía, en primera pá-gina: Se hace más insistente laoración por la paz en toda la re-gión balcánica. Si bien no se pue-den verificar totalmente las noti-cias de guerra, se parecen dema-siado a lo que ha sucedido en otrasocasiones para que puedan susci-tar ilusiones. La guerra avanza,arrastra consigo a sus escuderos: elodio y el furor; anuncian su he-rencia cruel: la venganza y el ren-cor. Es necesario detener todo esto.La tolerancia, el respeto y la coo-peración entre los hombres y lospueblos son algo posible.

La OTAN lleva varios díasdenunciando el aumento de larepresión de la población civilalbano–kosovar a manos detropas y de bandas paramilita-res serbias. Mujeres y niñoshan sido literalmente empuja-dos más allá de la frontera deKosovo con Albania.

Cuando una intervenciónarmada se hace inminente,siempre surge la pregunta: ¿seha hecho todo lo posible des-de un punto de vista diplomá-tico y político? Radio Vaticanoha planteado este interrogan-te al profesor Antonio Papisca,catedrático de Relaciones In-ternacionales en la Universi-dad de Padua y director delMaster europeo en DerechosHumanos y Democratización,quien responde: Considero queno se ha hecho todo lo que se podíay se debía hacer en términos polí-ticos. Además, según mi parecer,se ha querido perseguir una víapoco fructuosa desde el punto devista político, es decir, la que pone

Disparo de un misil desde alta mar

La Santa Sede está manteniendo en estos días contactos diplomáticos, a diferentes niveles,para alcanzar una solución a la crisis que angustia a los Balcanes. Según el embajador

de Juan Pablo II en Belgrado, la diplomacia vaticana «está haciendo todo lo posible parareanudar el diálogo, pues las acciones de fuerza tienen que terminar». El mismo Nuncio

constata que «esta cercanía de la Santa Sede a los yugoslavos es considerada como un actoamigableno sólo por parte de las autoridades, sino también por el pueblo que sufre»

Page 27: «ÇYY aall tteerrcceerr ddí aa rreessuucciittaarré »È...Cantoral 9. Libro de Horas del Prior. Monasterio de Guadalupe (siglo XVI) ΑΩEn portada Nº 159/1-lV-1999 5 transcurren

Desde la fe Nº 159/1-lV-1999 27ΑΩ

a las Naciones Unidas al margende esta intervención.

Ahora bien, el experto con-sultado por Radio Vaticanocuestiona, de manera particu-lar, el lenguaje de guerra utilizado.Al anunciar a la prensa los ata-ques, Javier Solana, Secretariogeneral de la OTAN, aclaróque esta organización no estáen guerra con Yugoslavia, peroreconoció que se trataba de unaacción militar. Sin embargo, Pa-pisca recuerda que las accionesde guerra están prohibidas por elDerecho Internacional vigente,que tiene por fundamento la Car-ta de las Naciones Unidas; portanto, no es posible dejarse de pre-guntar: ¿cuánta irresponsabili-

dad, cuánto cinismo existe en elactual grupo gobernante del mun-do?

Entonces, los ataques de laOTAN, ¿cómo han de ser cali-ficados? Según este experto,desde un punto de vista es-trictamente jurídico, esta inter-vención hace referencia al capítu-lo VIII de la Carta de la NacionesUnidas, y más en concreto al ar-tículo 53, donde se dice que, paraque pueda intervenir una organi-zación, en este caso de carácter mi-litar, como la OTAN, se requiere laautorización del Consejo de Se-guridad.

En este sentido, el catedrá-tico constata que esta autoriza-ción no se ha dado. Existen solu-ciones –aclara– más o menos in-timidantes con relación a laFederación de Serbia y de Monte-negro, pero no existe la autoriza-ción exigida explícitamente por elartículo 53 de la Carta de Nacio-nes Unidas.

¿Son ataques ilegales? Nosencontramos en la ilegalidad–responde el catedrático a lapregunta planteada por el in-formativo internacional de Ra-dio Vaticano–, desde el punto devista del Derecho Internacionalgeneral, que tiene por funda-mento la Carta de la NacionesUnidas.

Pero, ¿no nos encontramosante el típico caso de injerenciahumanitaria? No –aclara Papis-ca–. Al hablar de acciones de gue-rra, como se ha hecho, nos encon-tramos fuera de la legalidad in-ternacional.

Marginar a Rusia en todas es-tas negociaciones puede provocaruna desestabilización internacio-nal, considera el experto.

Es una situación sumamentedelicada. ¿Cómo es posible que lasNaciones Unidas no sean capacesde intervenir?, concluye.

Jesús Colina. Roma

a derrota de la Humanidad»Encuentro

del Papa conlos jóvenes

El pasado 25 de marzo, JuanPablo II se reunió con los jó-

venes de Roma que hospedaránla Jornada Mundial de la Juven-tud en el marco del gran Jubi-leo del año 2000. En este emo-tivo encuentro, el Papa invitó atodos los chicos y chicas de Ro-ma a esta cita que se celebraráentre los días 15 al 20 de agos-to, y que acogerá a más de unmillón y medio de jóvenes delos cinco continentes y dijo:«¿Cómo puedo creer en Dioscuando permite la muerte de unniño inocente? Vemos y casi to-camos con la mano el problemadel mal en la vida de cada día.Las grandes explicaciones a esteproblema parece que no con-vencen de manera inmediata,sobre todo cuando se experi-menta en primera persona la en-fermedad, el sufrimiento, ocuando se vive la muerte de al-guna persona querida (…)

Yo respondo: ¿por qué pre-guntamos dónde está el amordel Padre y no ponemos de ma-nifiesto más bien las responsa-bilidades que se derivan del pe-cado de los hombres? En defi-nitiva, ¿por qué tenemos quehacer culpable a Dios, cuandolos responsables son los hom-bres libres de tomar decisiones?

El pecado no es una teoríaabstracta; es más, sus conse-cuencias se pueden verificar. Elmal tiene su fundamento en elpecado y en el rechazo de vivirsegún las enseñanzas de Dios.Lacera la existencia y la lleva a re-chazar el bien. Nos encerramosen la envidia, en los celos, en elegoísmo, sin darnos cuenta deque estos comportamientos lle-van a la soledad y quitan el sen-tido auténtico de la vida. A pe-sar de todo, el amor del Padreno desfallece, pues Dios mismoha querido compartir con noso-tros el sufrimiento y la muerte».

Cardenal Rouco:

«El pueblo,víctima

inmediata»Glosando el mensaje del

Papa por la JornadaMundial de la Juventud

1999, celebrada en Roma elpasado Domingo de Ramos,el cardenal Rouco Varela,

arzobispo de Madrid,reflexiona así sobre la

guerra en la ex-Yugoslavia:

La Iglesia necesita a sus jóve-nes, de forma muy especial,

hoy dramáticamente actual, pa-ra preservar y promover el bieninestimable de la paz. De nue-vo, en el corazón de Europa, semasacra y expulsa a poblacio-nes enteras de su tierra y hogarcon la fuerza militar. De nuevo sehace uso de la acción bélica pa-ra poner fin a esa situación, pe-ro con riesgos y sufrimientos sincuento para los más débiles eindefensos: el pueblo, víctimainmediata y mediata de los efec-tos de la guerra.

¡Cómo necesitamos en estaSemana Santa, mirar al Jesús delDomingo de Ramos, el Rey Pa-cífico, que entra en Jerusalénabriendo camino al Reino deDios: Reino de perdón, de sal-vación y de paz! Mirémosle y pi-dámosle, como nos insiste elSanto Padre, para que el len-guaje de las armas sea sustituidolo más pronto posible por el len-guaje del diálogo diplomático,honrado, generoso, reconcilia-dor, en el espíritu justamente deJesús que no se arredra ante laCruz, para instaurar definitiva-mente el Tiempo nuevo de laHumanidad: el de la reconcilia-ción de los hombres con Dios yde los hombres entre sí.

Un grupo de prófugos kosovares

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Desde la feNº 159/1-lV-199928 ΑΩ

Durante cuatro jueves a par-tir de hoy, el espacio tele-

visivo Documanía (TV Digital)presenta el programa Iglesia ySociedad, medio siglo de cambios,producido por la BBC, en aso-ciación con ORF. Son cuatroprogramas de una hora de du-ración cada uno, y ofrecen alespectador un material tan ex-traordinariamente sugestivo einteresante, desde el punto devista histórico-documental yfotográfico, como parcial y en-deble desde el punto de vista–ciertamente mucho más im-portante– de su contenido. Esuna verdadera lástima que laindudable, aunque en este casodeficiente, profesionalidad dela BBC haya sido puesta al ser-vicio de un tratamiento tanparcial y sectario de lo que fueel Concilio Vaticano II, y de loque es hoy la Iglesia católica.No falta ninguno de los con-testatarios oficiales de dentroy de fuera de la Iglesia, desdeel ya pintoresco profesor Küng,

hasta el resentido LeonardoBoff. Es cierto que, en cada unode los cuatro programas, se leconceden algunos segundos alcardenal Ratzinger, pero la pre-

sencia de las voces fieles a Ro-ma es abrumadora y sospe-chosamente minoritaria frentea la de las voces críticas y re-sentidas, con lo que el espec-

tador desinformado, o senci-llamente desconocedor de larealidad, recibe una imagen dela Iglesia católica parcializada,tergiversada y manipulada.

Oir al cardenal Koenig de-cir, al menos en la traducciónque se escucha: No somos unaIglesia romana, o al cardenalHume: Así empezamos a cues-tionar a la Iglesia, o al cardenalCassidy: La Santa Sede no con-fiaba en el arzobispo Romero estan insólito e increíble que obli-ga a pensar que son frases sa-cadas de su contexto, porque,evidentemente, de haberlas di-cho tal cual, ellos estarían hoyen desacuerdo consigo mis-mos.

Que el capítulo primero setitule Conspiraciones, y que seafirme que la confusión en laque se ve sumida hoy la Igleisa–¿pero qué confusión?– co-menzó hace cuatro décadascon las conspiraciones de la po-lítica vaticana, o que haya queescuchar que se califique a lascomunidades cristianas africa-nas de hoy de células locales deactivistas católicos aún no revo-lucionarios, no es verdad, y essuficientemente ilustrativo dela intención con que está hechoeste programa. Es justo, por siacaso, este aviso a los nave-gantes. ¡Lástima de alforjas pa-ra este viaje!

M.A.V.

Televisión

¡Lástima de alforjaspara este viaje!

Desde el pasado sábado hasta el próximoDomingo de Pascua, 4 de abril, está te-

niendo lugar en Cuenca la ya veterana Se-mana de Música Religiosa. Fundada por An-tonio Iglesias, a quien se tributó un merecidohomenaje el lunes, 29 de marzo, esta Sema-na se propuso, desde sus inicios, resaltar elpapel de la música inspirada por la fe y lossentimientos religiosos en el desarrollo de laespiritualidad. La Semana, en un primer mo-mento volcada exclusivamente en la músicade inspiración cristiana, se ha abierto última-mente a otras músicas, inspiradas igualmen-te en la espiritualidad. El lema de este año, porejemplo, propone el texto religioso como ex-presión de los sentimientos religiosos desdelas distintas culturas y procedencias. Esta es-pléndida expresión musical está siendo re-transmitida por RNE-2, a las 19´55 h.

El prólogo lo abrió, el sábado 27 de mar-zo, la interpretación de la Misa Cántabra, deNobel Sámano, con textos de José Luis Hi-

dalgo. El Domingo de Ramos, el grupo Il Fon-damento, interpretó La Pasión según san Ma-teo, de J. S. Bach. El lunes 29, tuvo lugar, enla iglesia de San Miguel, el concierto home-naje a Antonio Iglesias, en el que se inter-pretó la Música callada, de F. Mompou, conHumberto Quagliata en el piano. El martes tu-vo lugar un concierto que rescató una obra ol-vidada, el Oratorio sacro a la Pasión de Cris-to nuestro Señor, del valenciano Antonio Te-odoro Ortells, y considerada como el primeroratorio barroco español conocido; ayer, miér-coles, interpretada por Música Reservata, deBarcelona, la obra del alemán Stockhausen,Stimmung; hoy, jueves, tendrá lugar en elAuditorio un espectáculo que recoge ejem-plos de la música ortodoxa en torno a la Pas-cua entre los siglos XVIII al XX; mañana, vier-nes, junto a la interpretación de la Sinfonía delos salmos, de Stravinsky, se estrenará la obraRequiem pro nobis, encargada por la Sema-na al compositor jienense Valentín Ruiz.

El sábado, el Camino de Santiago se ve-rá representado en un espectáculo músico-teatral, que recoge tradiciones litúrgicas ymusicales de los siglos XI al XV. También esedía el Coro Nacional rendirá homenaje algran polifonista andaluz del siglo de oroFrancisco Guerrero, de cuya muerte se cum-ple este año el IV centenario. Por fin, la clau-sura tendrá lugar en la catedral, el domingo:se podrá escuchar una Misa de los jesuitasen Pekín, del siglo XVII, reconstruida a par-tir de los manuscritos que se han encontra-do.

Un mosaico, pues, de distintos autores,países, épocas, culturas, que nos muestracómo la palabra y la música han sido vehí-culo, a través de los tiempos, de la búsque-da espiritual por parte del hombre, y tam-bién de la manifestación de Dios a travésde humildes mediaciones humanas.

Félix Castedo

Música: XXXVIII Semana de Música Religiosa de Cuenca

«Habitados por la palabra»

Uno de los fotogramas de la serie: Procesión del Corpus en Polonia

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Desde la fe Nº 159/1-lV-1999 29ΑΩ

El amor y los ancianos: he aquí los dosgrandes protagonistas de la última no-

vela –¿novela?– de Antonio Gala, Las afue-ras de Dios -–¡hermoso título, si Dios tuvieraafueras y adentros!–, editada por Planeta.Si hubiera que reducir a una frase esta obra,sin duda una de las más profundas, cuidadasy articuladas de Gala, me quedaría con surespuesta a la eterna pregunta: ¿Se trata deamar a los hombres en Dios, o de amar aDios en los hombres? Gala es partidario de-cidido de lo segundo, aunque él, a travésde uno de sus personajes, dice: No hay porqué elegir entre Dios y lo otro: lo otro tam-bién son sus afueras. Pero, un hombre sinDios, sepa él o no que Dios lo creó y quetiene a Dios consigo, ¿puede amar?

¿Novela?, entre interrogantes, porque dala impresión de que Gala tenía un montónde folios escritos –artículos periodísticos, en-sayos a medias– sobre muchas cuestionesimportantes, y se ha dicho: Bueno, vamos aver, y todo esto ¿cómo lo convierto yo enuna novela? Se ha buscado a un par de pro-tagonistas, en realidad una, la Hermana Na-zaret-Clara Ribalta, con dos ojos como ni-dos, y a unos cuantos comparsas, más o me-nos perfilados, y les ha ido endosando suspropios pensamientos, dudas, interrogan-tes, filosofías, convicciones, esperanzas... Yasí le ha salido una novela-ensayo religioso-filosófico-sociológico, cuajado de hallazgosluminosos y de no pocas contradicciones,algunas teológicas y graves.

Impresionante, el primer capítulo de la se-gunda parte. Destella el esplendoroso oficioliterario a que nos tiene acostumbrados; senota que estas páginas han sido revisadas conmimo, y se me antoja que con más emoción in-terior que la que, por culpa de algunas refle-xiones excesivas, logra contagiar al lector. ¿Quétal si Gala escribiera su próxima novela al revésque ésta,es decir, pensando no en las afueras,sino en el gozo de los adentros de Dios, si esque Dios, ya digo, tiene adentros y afueras?

El sentido de la vida

Dos frases de un artículo aparecido re-cientemente, y con este mismo título,

me han hecho reflexionar. El autor señala que: La vida está siempre

llena de misterio y de zonas oscuras, de inco-herencias y de contradicciones. La vida noobedece a un plan fijado de antemano. Y des-pués, como para remachar su pensamien-to, añade: La vida ni siquiera tiene un por-qué ni un para qué. La vida simplemente es.¿Se reduce la vida a esto?

Ningún ser inteligente actúa, sin más,porque sí. Hasta detrás del porque me da lagana hay una razón, un porqué, un paraqué que mueve la gana.

Considerar que la vida es un simpleazar, un simple acontecimiento trágico, có-mico, aburrido o todo lo contrario, a lavez y en el mismo instante, me da la im-presión de que no es una posición acordecon el afán de intentar resolver los enig-mas que se nos presentan de continuo; an-helo latente en lo hondo del espíritu hu-mano, y en cualquier momento de su re-corrido histórico.

Me parece que sería abandonar la car-ga –que sólo Dios ha podido poner sobrenuestros hombros– de preguntarnos losporqué de lo que nos va sucediendo. Si elhombre deja de preguntar, de algún mo-do deja también de existir.

La vida es un acaecer espontáneo, y no ne-cesita un sentido que la transcienda, y, de paso,la desvirtúe o la anule, afirma nuestro autor, yyo me pregunto si no hay un modo de ha-blar equívoco al utilizar una palabra, un ad-jetivo en este caso, de doble significado, co-mo es el espontáneo. En efecto. El diccionariorecoge estas dos acepciones: 1. Voluntario ode propio impulso. 2. Que se produce sin culti-vo y sin cuidados del hombre.

La vida es espontánea, y plenamente, enel primer significado; todos cultivamos de al-guna manera nuestro vivir. Y en ese cultivola vida se transciende hacia quien la haoriginado: Dios. Y así, es espontánea. Elúltimo Borges, en su ceguera consiguió vis-lumbrar a ese Dios escondido, y lo expresóen estos versos: El cuerpo sirve al alma. Qui-zá el alma / que padece, que odia, que inte-rroga, / que surca espacios y recuerda siglos,/ que divisa utopías y nirvanas / sirve a suvez a Otro, cuyo nombre / y cuyos rostros sonindescifrables.

Consciente quizá de los límites de sus afir-maciones, nuestro autor concluye así: La vi-da, por fortuna, sigue siendo un misterio impe-netrable para la psiquiatría. Y yo añado: cier-tamente. Un misterio que Dios comparte conlos hombres, y que los hombres podemos des-cifrar en el amoroso misterio de Dios.

Ernesto Juliá Díaz

PUNTO DE VISTA

Un Gala más hondoLIBROS

Los seis hombres son: ValleInclán, Unamuno, Baro-

ja, Marañón, Maeztu y Bel-monte; las dos mujeres, Pas-tora Imperio... y Josefina Ca-rabias, la autora de estassugestivas 225 páginas queacaba de editar El País-Agui-lar. Josefina, que murió de-masiado pronto, en 1980,cuando estaba a punto determinar este libro, se da enél un paseo por la memoriay rescata para los lectores aseis personajes claves de lahistoria de España. Descri-be a un Baroja soñando enParís con Vera de Bidasoa,al que no le interesaban niGaldós, ni el cine, ni el tea-tro, versificador de roman-ces de ciego; describe a unValle que llamaba a BlascoIbáñez analfabeto desver-

gonzado y al que le tenta-ba el cargo de Embajadoren el Vaticano; a un Mara-ñón, españolazo, coleccio-nista de estilográficas y con-vencido de que no hay me-jor somnífero que el trabajo;a una Pastora Imperio artis-ta hasta cuando se arrima alfregadero a la que le hubie-ra gustado ser médico gra-tis; a un Belmonte que leía aOrtega y a quien le gustabamás el fútbol que los toros, yque se arrimaba al toro por-que cuanto más cerca, me-nos se le ve...; a un Una-muno, con el crucifijo siem-pre al cuello, derecho algrano, a quien le dolía Es-paña en el cogollo del cora-zón y que preguntaba: ¿Có-mo que si también soy po-eta? También soy lo otro, y

que aprendió danés para le-er a Kierkegaard y que cuan-do le preguntaban por quéno usaba corbata respondíaque lo normal sería pregun-tarles a los demás porquéusan una cosa que no sirvepara nada.

En fin, como ven, unadelicia

M. A. V.

Seis hombres y dos mujeres

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Las trampas del lenguaje

Nos ha tocado vivir la época delas comunicaciones, pero mien-

tras la tecnología progresa de for-ma fascinante, asistimos a un espec-táculo de manipulación de conteni-dos: el lenguaje, el medio paratransmitir mensajes, debería estar alservicio del hombre, pero en muchoscasos se ha convertido en mero ins-trumento de manejo de masas y deocultación de la verdad, o de propa-gación de la mentira. Hay ejemplosmuy conocidos, utilizados incluso enleyes o prensa: el caso paradigmáticoes el del erróneo eufemismo interrup-ción voluntaria del embarazo, como sidenominar así al aborto restase gra-vedad al asesinato del feto, olvidan-do, además, que sólo se interrumpeaquello que luego se continuará, co-mo recuerda en su diccionario la Re-al Academia.

Hay otros muchos casos de mani-pulación flagrante de términos y ex-presiones: ¿quién (y para qué) inven-tó eso de terrorismo de baja intensidad?Que explique su contenido al concejalvasco que se ha quedado sin comercio.Mientras tanto, podríamos distinguirentre malos tratos a secas o de baja in-tensidad.

La última trampa del lenguaje mela ha proporcionado la prensa en es-tos días: se ha informado de la de-tención del secuestrador bueno (sic)de la farmacéutica de Olot. ¿Peroes que nos hemos vuelto locos? Contodos los respetos para mis colegasredactores, la utilización de un tér-mino tan explícito como secuestra-dor, seguido de un adjetivo incom-patible con la acción tan grave que sedescribe, revela bastante pobrezade recursos literarios. Supongo quepara los más pequeños se hubierahablado de la detención del secues-trador guay. Seguramente esos niñosno entenderán a su padre si un díales dice: Chavales, estoy en el plan dereposicionamiento de activos de mi em-presa (literal). Quizá sea más directoy apropiado un Monstruos, me handespedido, así que este año no vamos aGandía.

Son las trampas del lenguaje. Nose dejen engañar.

AAnnddrrééss MMeerriinnoo

Ya se sabe que la vida da muchascornadas a creyentes e incrédulos;

que a medida que se crece en años au-menta también el censo de cicatrices ycosturones que llevamos en la piel delalma. A veces una persona mayor separece a un colador por el número deagujeros que lleva encima.

Es un poco el caso del cristiano agu-jereado. Él nota que insensiblementeva perdiendo sustancia espiritual, comolos coches desvencijados pierden com-bustible. Se va quedando vacío, comodesinflado. Las cosas de la fe cada vezle dicen menos. Cada vez le resultanmás lejanas, más sin razón. Y lo la-menta el agujereado. La fe contó mu-cho en su vida. Le proporcionó no sólo

consuelo sino, sobre todo, sentido. ¿Porqué ahora se ha quedado vacío? ¿Porqué se le ha ido el agua de entre las ma-nos? Eso es lo que quisiera saber. Daríauna fortuna por que se lo explicaran.Aunque fuera con dureza.

Son muchos los factores y los agen-tes que pueden agujerear el alma delcristiano. El egoísmo, la frialdad, la al-ta temperatura de los vicios, el aban-dono de la práctica regular. Y así suce-sivamente. El agujereado, que ve cómoha ido quedándose sin nada dentro, esuna versión más de la sal; que si no setiene cuidado puede volverse insípida.Ya lo advirtió el Maestro (Lc 14, 34).

Joaquín L. Ortega

PUNTO DE VISTA

«La nueva campaña de tráfico trata de recordar al automovilista la contra-posición entre el vivir y el no vivir, a través de una campaña esencialmentepositiva: difundir el mensaje de que la educación vial es necesaria para todos,como fórmula más eficaz de mejorar la convivencia».

GENTES

CARLOS MUÑOZ-REPISO, DIRECTOR GENERAL DE TRÁFICO

«Los misioneros y misioneras vienen a traer al mundo el Reino de la Verdady la Vida proclamado en el Evangelio. Los misioneros hacen presente la mi-sericordia del Padre en la cercanía y en el cuidado de tantos niños y jóvenes».

JOSÉ LUIS IRÍZAR, DIRECTOR NACIONAL DE LAS O.M.P.

«Se nos va atrofiando la capacidad de pensar por nosotros mismos. Y yocreo que es preferible equivocarse a callar. No podemos seguir actuando agolpe de silbato, de silbato mental».

CARMEN MARTÍN GAITE, ESCRITORA

El agujereado

CRISTIANOS

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Desde la fe Nº 159/1-lV-1999 31ΑΩ

Una guerra en directo no es un plato de gusto paranadie. Aunque las imágenes de las misiones mili-

tares de los cazas aliados no sean más que puntos indes-crifrables de luz, o cristales rotos y mechones de humodiseminados aquí y allá en terreno yugoslavo, el especta-dor contempla los efectos devastadores de una medidaque intuye precipitada y, a todas luces, inicua.

La CNN es la cadena de televisión que se precia de serel líder en información global, por encima de la muy seriaSkynews, de arrojar las imágenes en directo con más sol-vencia, y de ser el abrevadero en el que bebe la prensa deldía después. En estos días estamos viendo un despliegueabrumador de periodistas repartidos por todos los esce-narios de la contienda (Bruselas, las fronteras con Mace-donia y Albania, el Pentágono, el areopuerto de Aviano,Londres) que recogen las declaraciones de todos los actoresimplicados en la trama (Clinton, Solana, los diferentes em-bajadores estadounidenses, los portavoces civiles y militaresde la OTAN, los analistas). Todo ello aparece en la panta-lla como una gran superproducción de Cecil B. de Mille,con su columna interminable de extras y su llamativa pues-ta en escena. Sin embargo, bien saben los especialistasque la obsesión por el directo puede llegar a tener efectosperturbadores para los contenidos, porque cuanto más

directo se haga, menos periodismo se practica y más es-pectáculo se ofrece. El directo suprime el tiempo entre elacontecimiento ocurrido y el acontecimiento divulgado, dis-minuyendo, por tanto, la posibilidad del análisis, el repo-so, la comprobación y el imprescindible contraste.

Tras la primera noticia, el pasado domingo, sobre eléxodo de medio millón de albano-kosovares sobre terri-torio albanés y macedonio, al espectador sólo le podíaquedar una palabra: ¡Qué barbaridad! Y si además con-templa recurrentemente a Clinton y al equipo de cabeza dela OTAN, en sucesivas ruedas de prensa, cargando las cul-pas contra el enemigo, al espectador no le quedan du-das de dónde están los malos. Sin embargo, le serían deprovecho nuevas claves que le invitaran a una reflexiónmás profunda, como el clamoroso razonamiento que hizoel Santo Padre en la homilía del Domingo de Ramos sobrela necesidad de que ambas partes regresaran a la mesa denegociaciones, al tiempo que pronunciaba su recurrentegrito siempre es la hora de la paz. Siguiendo el directo delas ruedas de prensa, la CNN se puede convertir clara-mente en el despacho contiguo y departamento de Pren-sa del Presidente Clinton.

Javier Alonso SandoicaTELEV

ISIÓ

N

Una de las más curiosas características de los mediosde comunicación actuales –y, naturalmente, por exten-sión, del resto de la sociedad– es la sorprendente facili-dad con que la inmensa mayoría de los periodistas caen enlas trampas del lenguaje. En todos los ámbitos de la vida:unas veces llamando buena muerte (eutanasia) a lo que nolo es, o interrupción del embarazo al más cobarde crimen co-metido a través de un aborto provocado; otras veces apli-cando terminología militar a cuadrillas criminales terro-ristas; otras, en fin, la ocasión para caer en la trampa dellenguaje la proporciona esa ignominiosa vergüenza deEuropa que está siendo la guerra en Yugoslavia. Y así se en-cuentra uno con que el señor Solana –el mismo que decíacatorceavo en vez de decimocuarto cuando era ministro deEducación en España– nos sale hablando de catástrofe hu-manitaria, palabras que con notable papanatismo repiten to-dos los locutores, presentadores, y enviados especiales.¿Puede una catástrofe ser alguna vez humanitaria? Pro-bablemente lo que quiere decir es antihumana; pero, a es-te paso, de seguir así, va a resultar que hay misiles hu-manitarios, bombas humanitarias, éxodos humanitarios yhasta crímenes y guerras humanitarios.

Tampoco deja de ser llamativo que a lo que está hacien-do la OTAN en Yugoslavia se le llame la solución civilizada.¿Civilizada una guerra? Podrá ser inevitable, lo que ustedesquieran, menos civilizada. Por cierto, ¡qué sospechosa ca-sualidad que Clinton desate el vendaval bélico de la OTANjusto cuando los quince Jefes de Gobierno de la Unión Eu-ropea están reunidos en Berlín –¡qué papelón!– y justo cuan-do Rusia no tiene más remedio que aguantar, y justo cuan-do el euro está bajando lógicamente, y justo cuando los fa-bricantes de armas se frotan las manos, y justo cuandoninguno de los quince europeos osa ni siquiera rechistar!¿No les parecen a ustedes demasiadas casualidades jun-tas? ¿De verdad que no hay otro modo de hacer entrar en ra-zón al impresentable dictador Milosevic? ¿Qué culpa tienende toda esta barbarie el medio millón de prófugos albane-ses kosovares, con los hijos y el hambre a cuestas por la nie-ve, y con los padres y hermanos asesinados? ¿Y los que de-fienden al tirano Milosevic, incluidos futbolistas millonarios

que huyen de la quema, ya no se acuerdan de las fosas co-munes y de los destierros masivos, y de las terroríficas ban-das paramilitares y ultranacionalistas? Y una cosa más: omucho arsenal tenía Milosevic, o los aviones de la OTAN nodan una. ¿Cuánto tiempo más necesitan para acertar, con sualucinante precisión tecnológica, en los objetivos con los queiban a acabar rápidamente? Una vez más, la única voz sen-sata, realista, y la única acción verdaderamente eficaz decara a la paz, está siendo la del Papa.

Cuando Alfa y Omega cerró su número anterior a éste, ElPaís y otros diarios no habían publicado íntegra la carta do-minical de monseñor García Gasco, arzobispo de Valencia,que habían criticado sin conocer el texto completo, citan-do frases entrecomilladas, que, como luego han podidocomprobar, no existían en el texto. Ahora la han publica-do íntegra y, nobleza obliga, justo es dejar también cons-tancia de ello. ¿Volverán a las andadas?

¿Por qué Antena 3 emitió recientemente la estupenda pe-lícula Pena de muerte tendenciosamente mutilada? ¿Porqué se suprimió de la versión original, que todos pudi-mos ver en las pantallas de cine, la escena en que, la nochede un ajusticiamiento, un grupo de católicos permanecenen las puertas del presidio para protestar por la ejecuciónrezando? ¡Qué cosas!, ¿verdad?

¿Alguien me puede explicar por qué los intereses eco-nómicos de algunos vendedores de prensa en los quioscostienen que ser más respetados por la Administración quelos inalienables e irrenunciables derechos de los menoresde edad y de sus padres a que en esos quioscos no se lesvenda pornografía? ¿Y alguien me puede explicar tam-bién por qué regla de tres el dinero de los madrileños tie-ne que ser malgastado en programas de la televisión pú-blica madrileña que son auténticas mamarrachadas, tipoTómbola y otros mucho más intolerables que, encima, tra-tan de disfrazarse de debates culturales?

Gonzalo de Berceo NO

ES

VER

DA

DLas sombras del directo

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Yo soy tu Padre, dice Dios, el del «Padre nuestro que estás en los cielos».

Mi Hijo se lo ha dicho a los hombres: que Yo soy su Padre.El que es padre es padre ante todo,y el que una vez ha sido padreya no puede ser nunca más que padre.De modo que los hombres son los hermanos de mi Hijo,mis hijos y yo soy su Padre.Bien sabía mi Hijo Jesús lo que hacía al enseñarlesa rezar así,bien sabía lo que hacía Él, que les amó tantoque vivió con ellos, como uno de ellos,que andaba con ellos y hablaba como ellosy sufría como ellos y murió como ellos,y se trajo al cielo un cierto sabor a hombre,un cierto sabor a tierra.Dichoso el que se duerme en su cama bajo la protecciónde esas palabrasque van por delante de toda oracióncomo las manos del que reza van por delante de su rostro, y que me vencen a mí, el Invencible.¿Cómo querrán que les juzgue Yo ahora después de eso?¡Bien sabía mi Hijo Jesús lo que había de hacerpara atar los brazos de mi justiciay desatar los de mi misericordia!Así que ya no tengo más remedio quejuzgar a los hombres como juzga un padre a sus hijos;y... ya se sabe cómo juzgan los padres:hay un ejemplo bien conocido de cómo juzgó un padreal hijo pródigo que se marchó de casa y luego volvió:el padre era el que más lloraba.Lo que ha ido a contarles mi Hijo a los hombres,lo que en realidad les ha revelado esel secreto mismo de Dios,el secreto mismo del juicio.

Charles Péguy

ΑΩΑΩ Contraportada

Lo que el Hijo nos ha enseñado del Padre

«El Padreera

el que máslloraba»

FFoo ttooggrraammaa ddee ««EEll cchhiiccoo»»,, ddee CChhaarrlleess CChhaapplliinn

«La Trinidad». El Greco. Museo del Prado, Madrid