ysushombres 51 vamos a terminar estas cortas...

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Vamos a terminar estas cortas líneas que esperamos nosean interpretadas por los colombianos de manera errada, conuna reflexión que estimamos de gran peso, porque se relacionacon el porvenir de las jóvenes nacionalidades americanas .

Si los Estados Unidos, por motivos de política continentalhan asumido el papel de árbitros, mediadores o jueces en las di-ferencias que ocurren entre ellas, deben ajustar sus decisionesa la más recta imparcialidad y a la más estricta justicia . Deotro modo, favoreciendo en ocasiones a algunos Estados con per-juicio de otros, sobre todo en asuntos de fronteras, sólo porsimpatías o conveniencias del momento, van a crear serios pro-blemas entre estos pueblos inter-americanos, de graves conse-cuencias para el futuro que no es posible pretere .

Y no hablamos a humo de paja, pues por lo que a Panamárespecta, podemos decir que ayer nos despojaron coercitivamen-te de una porción de territorio que en un laudo injusto adjudicóa Costa Rica; y hoy, por sí y ante sí, nos obligan a resolvernuestras diferencias de límites con Colombia en forma inusitada .que halaga a esta nación, pero que sacrifica nuestros derechos .

Y es posible suponer que los pueblos así perjudicados seconformen con semejante proceder?

El tiempo se encargará de despejar la incógnita . .

¿Panamá por y Para el Canal?En "La Estrella de Panamá", correspondiente al veinte de

.junio último, publica el doctor Belisario Porras, Presidente dela República, un artículo en que dice : "Tensar que Panamá pue-da atajar con gestos patrioteros las exigencias del Gobierno A-mericano en relación con la seguridad y conservación del Canal,es, por lo menos, una candidez. La República de Panamá existopor y para el Canal." ¿Cuáles son esos gestos patrioteros? Enel mismo artículo se sugieren : "El señor Fábrega insiste en quees preferible que no se celebre un tratado a que el pueblo lo co-nozca cuando ya carezca de objeto cualquiera obstrucción de suparte." "La aprobación del tratado que hiere nuestros senti-mientos patrios y que afectan nuestra economía" es necesario'porque hay que "evitar que la Zona del Canal quede abierta alcomercio del mundo con la caducidad del Convenio 1,:d't ."

Cuando nosotros cedimos la Zona del Canal nuestra inde-pendencia estaba solamente reconocida por los EE. UU. y otrospaíses . En el orden jurídico por tanto, la República es efecto

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PANAMA SUS PROBLEMAS

y no causa del Canal . El Tratado tantas veces mencionado prin-cipia así : "Los Estados Unidos de Norte-América y la Repúbli-ca de Panamá, deseosos de asegurar la construcción de un ca-nal a través del Istmo de Panamá para comunicar los OcéanosPacíficos y Atlántico, etc" Tampoco resulta cierto, desde nin-gún punto de vista, el concepto de que nuestro Estado existepara el Canal, porque de otro modo sería un absurdo que hu-biera República y que en ella se hiciera representar el Gobier-no de la Casa Blanca con un Ministro Plenipotenciario. No esposible admitir que, cuando uno de nuestros Presidentes, jura,por Dios y por la Patria, cumplir nuestras leyes y Constitución,se obligue esencialmente a procurar el bienestar "para el Canal"sino a defender nuestra soberanía, acatar nuestra legislación yencauzar su gobierno hacia la felicidad de los que viven fuerade la Zona del Canal y dentro del Istmo de Panamá . Nosotrostampoco podemos admitir, sin despreciar nuestros propios inte-reses y los dictados de la justicia, que el Tratado del Canal con-ceda libertad el Gobierno Norte-Américano para comerciar enla Zona porque esta faja de tierra fue dada en enfitensis "parala construcción ; conservación, servicio, sanidad y protección dedicho Canal" ; pero no para ejercer actividades que, como la delcomercio, se alejan mucho de las intenciones manifiestas de lar,partes contratantes . Esa y no otra debe ser la interpretación.justa y sincera del Tratado del Canal que en sus artículos se-gundo y trece prohibe expresamente a los Estados Unidos clcomercio en la Zona .

Empero no perseguimos nosotros rebatir, asunto innecesa-rio, la ,justicia de las afirmaciones del señor presidente, sinollamar la atención pública hacia la trascendencia moral y polí-tica de esos conceptos que manifiestan falta de fe en nuestra .nacionalidad y en nuestros destinos ; no, la República de Pana-má

es un hecho cierto y un alto ideal no sólo nuestro, sirio tam-bién Hispano-americano . Sostener, en obsequio a una polémicaperiodística, que la la República de Panamá es un apedicis de laZona del Canal, involucra una imprudencia grave expresada porun ciudadano cualquiera ; pero cuando lo pregona el propio jefa'del Estado, en' un momento tan histórico como el presente, estemeridad que desafía el patriotismo nacional porque con ellose nos expone a peligros incalculables .

El instinto de conservación, el orgullo de la raza y el pa-triotismo han sido seriamente lastimados y es hora de que, conserena altivez, la masa ciudadana manifieste sensibilidad cívica

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Nueva excitación

y proclame que aún no ha renunciado al sentimiento de la na-cionalidad, legado por las generaciones pasadas y justificadopor tener el istmo una unidad étnica dentro de una unidad geo-gráfica .

Cuando teníamos derecho a esperar del señor Presidente,palabras que aquietaran las dudas y zozobras del presente, no,dice, con frialdad desconcertante, que el Tratado del Canal per-mite a los Estados Unidos el comercio • libre en la Zona, queno hay otra razón de existencia para nuestra República que lasnecesidades del Canal y que significa candidez, cuando menos,cualquiera otra opinión. Si después de astas rotundas declara-ciones silenciara el país, perderíamos nuestros derechos y nues-tras aspiraciones a la vida independiente . Es indispensable quelos ciudadanos, representativos o humildes, dejen constancia (leque reprueban enérgicamente esta manera de pensar, porque deotra manera se daría una aprobación tácita y pecaminosa- a unrenunciamiento da gran trascendencia para el porvenir. Ya noes sólo la depuración política y administrativa, lo que está enpeligro, sino la misma vida nacional, la tradición de la razaibero-americana y nuestros más delicados intereses económicos .

''ACCION COMUNAL,", firme a su alto idearium de pa-triotismo, sin adherirse en forma alguna a los partidos mili-tantes, excita, también, de la manera más respetuosa, al Sr . Presi-dente de la República doctor Belisario Porras, de la manera másrespetuosa, al señor Presidente de la República para que recojasus expresiones IMPROPIAS y PELIGROSAS para que sea elprimer defensor de los intereses del país ante cualesquiera me-dida contra la soberanía a que tiene derecho la República dePanamá sobre los intereses del Canal .

'ACCION COMUNAL'', excita nuevamente al señor Presi -dente da la República doctor Relicario forras, de la n . .u vera másrespetuosa pero al propio tiempo firme, para que rectifique suspalabras lanzadas últimamente en momentos tan difíciles pillala existencia del país .

"La República de Panamá exista per y para el Canal" esuna expresión terrible y peligrosa por las consecuencias

funes-tasque traerán consigo a nuestra Patria. Nosotros sólo quere-mos evitar males futuros a las generaciones venideras, y es ba-

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jo esta impresión por lo que reiteramos nuestra súplica al Ex-celentísimo Señor Presidente, quien no debe concebir un ins

DOCTOR BELISARIO PORRASamigo y enemigo de las intervenciones, según convenga a su política .

tante la idea de que a nosotros nos mueve el deseo de causad,molestia

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Es la sinceridad y el patriotismo los que guían siemprenuestros actos .

Con una rectificación que nada cuesta, le hará un benefi-cio incalculable en lo político, económico e internacional a laRepública .

Paralelo PatrióticoCuando el fatídico Kaiser alemán solicitó del Gobierno Bel-

ga paso por su territorio para que las hordas germanas ávidasde exterminio invadieran el suelo de Francia, recibió el sober-bio monarca esta sublime respuesta :

"Bélgica no es un camino : es una Nación ."ALBERTO,

Rey de Bélgica .

Cuando don Julio J. Fábrega sostenía con el jefe del Esta-do Panameño una polémica periodística para que el Gobiernodiera a conocer al pueblo los términos del tratado próximo a ce-lebrarse entre Panamá y los Estados Unidos del Norte, uno delos dos contendores dejó escapar esta frase terrible y mortalcuyas dimensiones alarmantes se van agrandando a medida queel tiempo avanza :

"La República de Panamá existe por y para el Canal ."

BELISARIO PORRAS,Presidente de Panamá .

Cuánta diferencia existe entre el patriotismo del rey delos belgas y el patriotismo de nuestro Presidente .--Que lástima!

Orientaciones DiplomáticasA las once de la mañana del 8 del actual presentó sus cre-

denciales diplomáticas el Dr . José Ma. González Valencia, pri-mer Ministro que Colombia acredita ante nuestro país . Con es-te acto se ha escrito el último párrafo del Capítulo de nuestrahistoria relativo a la secesión, que en lo que se refiere a lospueblos, apenas si contiene otra cosa que difamaciones y hos-tilidades de parte de los colombianos de dentro y fuera contraPanamá, y de hospitalidad, generosidad y olvido las más de las

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veces por parte de los panameños, si bien debemos registrarque casos ha habido en que exacerbados los ánimos de éstos conlas injurias del periodismo colombiano, se ha ocurrido a mani-festaciones de palabra y de hecho correlativo a la indicada ac-titud .

Después de veinte años, Colombia ha pasado del rencor ala amistad, como consecuencia de un tratado en que ella reco-noce la independencia de nuestra patria y los Estados Unidosle pagan varios millones de dólares y le conceden otras prerro-gativas de no menor importancia, sin perjuicio de que puedareclamar de Panamá otros millones y otros beneficios en com-pensación de la deuda colombiana de la independencia, que secontrajo por dicho país antes de que Panamá llegara a formarparte do él .

Ningún momento nos parece, pues, tan apropiado como < , lpresente para que "ACCION COMUNAL" llame la atención alpaís y con la nación al Gobierno que la rige, de que es tiempoya de que en nuestras relaciones internacionales abandonemosel romanticismo que nos ha conducido a los grandes fracasos .que llevamos soportados y adoptemos por el contrario una di-plomacia fuertemente realista ; llena de ideales también, perode ideales que respondan al sentido mis. no de la vida, que no seopone a los dictados de justicia, pero de ;justicia que consultenuestros derechos ; de honor, pero de honor que no olvida nues-

tra dignidad, y de honradez, pero de honradez que sepa preve-nir igualmente en los demás la misma lealtad con el bien quea nosotros nos inspira.

A este defecto básico de nuestra psicología como Estadoy al error de que podemos abordar los problemas nacionales sinsu estudio concienzudo, se debe el que la República se haya vis-te esquilmada, primero, y burlada y despreciada, después, porlos países con quienes ha tenido que tratar . El caso de Costa.Rica es un ejemplo patente, en donde nuestra diplomacia se re-veló no sólo débil y desorientada sino con un tufo de romanti-cismo que hoy se encuentra en decadencia hasta en literatura .como puede notarse por lo que vamos a indicar .

El laudo francés trazó nuestros límites con aquel país con-cediendonos el valle de Talamanca, región fertilísima que se in-terna en forma de punta en dirección a Cartago . Ese fallo nos lera completamente ventajoso y cuando debimos mantener a to-do trance su ejecución y sólo la ejecución integral de él, se co-menzó a hablar entre nuestros estadistas de que la región indi-

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cada era una "cuña" que se metía en aquel país hermano, quese resentía (le ello . Por esto consentimos en tratar a base de lamodificación de este fallo cediendole a Costa Rica el valle indi-cado, para resultar a la postre que la cuna que a nosotros nos;dolía ver en el corazón de Costa Rica, se volvió contra nosotrosen la región de Coto, con provecho para aquel país, que hizoburla de nuestra diplomacia y procuró además humillarnos .

Doloroso es tener que agregar a todo esto, porque el casodemuestra que somos pertinaces en el error, que como epílogoamargo de aquella idea sobre Talamanca, respondió más tardela afirmación de que Coto, fertilizado por el trabajo de nuestrosconnacionales, hollado por el extranjero y ensangrentado pornuestras batallas, era una región desierta que no merecía nues-tra atención, y la frase menos patriótica todavía que "Panamáexiste por y para el Canal", que coloca en la voluntad del Go-bierno de Washington la base de nuestros destinos futuros .

Verdad es que tenemos pocas probabilidades de alcanzaruna reparación de este daño, pero lo que tenemos sufrido debeservirnos para aprender esta gran lección enseñada por Colom-bia, en lo que mira a la secesión de Panamá, de que mientras;dure el estado actual del mundo las naciones no se rigen exclu-sivamente por simpatías, ni tienen preferentemente afectos si-no intereses que defender .

Peligros que avanzanSon muchos pensadores de alto vuelo cual águilas caudales,

con el eminente médico y profundo pensador José Ingenieros ala cabeza del mundo hispano-americano, quienes divisan paraun porvenir no lejano el ajustamiento del imperialismo, desdelas plataformas políticas, económicas y sociales, de los pueblosanglosajones sobre los países ibero-americanos . Sus presagiosse fundan en acontecimientos históricos que a mediados del si-glo pasado y en el comienzo del presente pusieron bajo su domi-nio virtual a gran parte de países de nuestra América Hispana .Paulatinamente, día por día, nuestra raza se evapora, y pode-mos decir, el sajonismo avanza con pasos de gigante ya en lopolítico ora en lo económico y en fin en lo social . Siguen el ejem-plo elocuente del gato que para devorar su presa precisa masti-carla pedazo por pedazo .

Hoy nace y se impone a la vez, en estos momentos otro peli-

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tan fatal como aquel, tan oprobioso como el descrito y quetiene la sanción y el aplauso de las mayorías de los hispano-ame-ricanos y es el afán, es la idiotez budista de imitarlos, y de pro-ponerlos como modelos y de atribuirlos con el carácter único depatrón y dechado de cultura, arte, ciencia y según el cual debende desenvolverse las repúblicas de estas latitudes para poder fi-gurar en el concierto de los pueblos civilizados .

Nosotros los ibero-americanos tenemos un camino muy dis-tinto del que ha recorrido, por ejemplo, la formidable Repúblicaimperialista del norte de este Continente. Nuestros problemasson muy diferentes como son distintas también nuestra índole,nuestras perspectivas e idiosincrasia . El desarrollo atormenta-do a que estamos expuestos ya en tropiezos, ora en caídas, nospermite ir contemplando las catástrofes del mundo, escogiendonuestras sendas de acuerdo con los errores de aquellos y trazarasí nuestra marcha triunfal .

Es verdad, y lo afirmamos en cada voltereta que da la tie-rra en sus veinticuatro horas, que nuestra escasa cultura es a-penas el producto de un permanente mimetismo, las más de lasveces flagrante contradicción con el medio ambiente, derivadodel espíritu imitativo. Con la política, con lo social, con lo econó-mico, esa trinidad de fuerzas de que se valen los sajones paraconquistarnos, ejercen un dominio casi completo sobre todos lospueblos ; vivimos en un medio de propensiones variadas, de múl-tiples inclinaciones e insenciblemente nos vemos alejados denuestro tronco racial sin darnos cuenta . Consideramos a nuestrospueblos como simples lugares de recreo o meros campamentosprovisionales a que estamos sujetos por motivos de orden mate-rial. Todo lo nuestro lo vemos con desprecio o lo inferiorizamos ;la naturaleza que se desarrolla maravillosamente a nuestrosojos ; la tierra que se abre dadivosa a nuestras manos ; el cieloque se comba sobre nuestras cabezas inquietas, nos son dema-siado extraños. Precisa que estudiemos por abarcar todo el fe-nómeno histórico de nuestra raza comenzando por la originali-dad personal, el ambiente, las costumbres, el grado de culturasin pecar, eso sí, en exceso de generalización ni tampoco estan-carnos en excesos de limitación en cuanto a las causas y fenó-menos, al conjunto de hechos de nuestra etnología .

Poco importa con que el francés Gustave Le Bon afirme que

los países hispano-americanos son centros de rapiña y amorali-dad ; poco importa para nosotros que continuemos de rodillas

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adorando las falsedades y los errores codificados en idiomas ex-tranjeros ; poco importa que Pío Baroja nos llame estúpidos poratavismo ; nada hacemos por mejorar o aquilatar nuestro medio .Preferimos seguir siendo pueblos de juguetes, graciosos pue-blos donde se mueven seres de unas cuantas pulgadas con plu-mas y taparrabo., tal como nos juzgan los sajones . No nos he-mos estudiado ni comprendido, el mundo espiritual no tiene im-portancia y tal vez se debe a la miopía cerebral que ha atrofia-do la facultad de pensar libremente desligados de toda influen-cia. Nuestra pedantería llega hasta el extremo de olvidar la ca-denciosa y rítmica lengua de Castilla para titubear o balbucearen la ajena, en un palabrerismo chocante a la Etica, en todos lossaludos y todas las zalemas de la conversación .

Con el indeciso Sancho en medio de la opulencia de su Bara-taria, estamos nosotros de rodillas, con los ojos fijos en la bara-ta mágica de los magnates sajones .

Es tiempo ya de que salgamos de este éxtasis contemplati-vo, que reflexionemos y sacudamos ese yugo de lisonjas sibilinasy demasiado enervantes que nos quinta esencian en el orgullo devanidad del pavo. Es menester que aprendamos a aprovecharnuestras riquezas ; sin embargo, debemos brindarles una colabo-ración franca dentro de los límites razonables y compatibles conlos hombres de pensamiento y de acción, si es verdad que conta-mos con ellos, sean los primeros en reformar nuestros pésimoshábitos culturales y que coloquemos sobre el galicismo y angli-cismo empalagosos, el conocimiento real de las posibilidades his-pano-americanas . En vez de leer para escribir o jactamos de eru-ditos, urge que nos veamos que nos analicemos, que palpemoslos elementos activos y los valores cuantitativos del medio enque obramos. Obedece, pues, nuestro deber, en estos momentosde confusión político-mundial marchar por cualquier rumbo delas treinta y dos direcciones de la rosa de los vientos hacia elmundo nuevo, afiazando en sólidos pedestales nuestra naciona-lidad .

Basta de fecundación artificial!!Si los sajones dicen que somos bárbaros, pues amemos esa

barbarie desde un punto de vista particular, original e imperio-samente dentro de los moldes de la civilización contemporánea .Dejemos a un lado los edificios de cuarenta y tantos pisos ; estu-diémosnos detenidamente con las transformaciones étnicas . Pa-ra realizar ese programa, además de los métodos estadísticos

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de observación e investigación, serán de infinitivo valor las con-tribuciones del arte y de la literatura ; sólo ellas saben sorpren-der la vida informe del subconsciente racial, trayendo a la su-perficie las imágenes que las definen. Tenemos el perjuicio yhasta el prejuicio contraído ya de las fórmulas, de los postula-dos y de las reglas oriundas de otras razas inferiores a la nues-tra. Destruyamos y . fundemos dentro de nuestra comunión, enla generosidad y en el esplendor de la belleza y de la fuerza, elpensamiento y el alma hispano-americanos, generados con el ca-lor de nuestra carne y el ardor de nuestra sangre .

Ejército netamente panameñó o nadaUna división de ejército en el Istmo ; miles de soldados pa-

nameños bajo las órdenes de oficiales norteamericanos, todosdispuestos a la defensa del Canal. Tal parece ser una de las cláu-sulas del Nuevo Tratado que se negocia actualmente con el Go-bierno de la Casa Blanca y que se tiene en reserva por nuestrosgobernantes . No debe ser conocida del pueblo panameño ; no sele quiere consultar a ese pueblo, que debiera ser soberano, si'desea o no poner sus personas y su libertad al servicio de unanación extranjera ; no se le quiere preguntar a ese pueblo-úni-ca víctima positiva del resultado de las negociaciones-si deseaverse subyugado por oficiales de una raza distinta a la suya,que no sabrán comprenderlo ni, por consiguiente, tolerarlo .

Apenas cumple la República veintiún años ; apenas entraen la mayoría (le edad, (cuando a las personas se les reconocensus derechos ciudadanos) y siente que en lugar de esos dere-chos---encarnación de la libertad-se ciernen sobre su porve-nir los rigores de una disciplina militar involuntaria .

Esa cláusula, de ser cierta en el nuevo tratado con los Es-tados Unidos, encierra terrible atentado contra la soberanía dela República, y no debemos tolerarla sin manifestar nuestraprotesta más altiva . Cuando hemos laborado intensamente portener un ejercito propio, casi se nos ha convencido de que paralos panameños el sostenimiento de tal ejército traería grandesperjuicios y ninguna ventaja, desde luego que no nos hace fal-ta para garantizar nuestra soberanía . Y Panamá ha vivido,dando ejemplo del más amplio civismo, alejada de toda organi-zación militar, que en estos países de la América Central es só-lo demostración ingenua de fortaleza que no se posee. Más si

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hombres y armas que honraran y custodiaran nuestra banderanacional-¡bendita bandera que ondea predicando el sacrificioconstante por la humanidad!-si cuando anhelábamos un e-jército propio, se trató de convencernos de que no debíamos te-nerlo y de que hay otros medios eficaces de fomentar el patrio-tismo, podremos ahora ver indiferentes, sin lastimarnos ennuestra susceptibilidad de nación débil, que se-nos proponga ira honrar con las armas en alto otra bandera que simboliza paranosotros la amenaza constante de humillaciones y sacrificios?

Aceptar sin protesta cláusula semejante en el Tratado queactualmente se negocia entre nuestro Gobierno y el de los Es-tados Unidos de Norte América, sería ahogar el sentimiento denacionalidad que jamás volvería aparecer entre nosotros!

Visiones del FuturoHace algunos días que el Secretario de Estado de la Unión

Norteamericana aseguraba con toda la resonancia de una de-claración URBI ET ORBI que en la actualidad nada se hacía,nada se proyectaba, ni nada se deseaba por el gobierno de a-quel país, que pudiera hacer sonrojar a sus connacionales cuan-do con el andar del tiempo se publicara la historia documentadadel presente giro (le la diplomacia estadounidense .

Agradecemos a Mr. Hughes la galantería de esta declara-ción no pedida, que quisiéramos resultara lo más exactamenteposible por amor a la humanidad, en honor de Mr. Hughes ypor la tranquilidad de los países ibero-americanos ; pero no po-demos dejar de manifestar que una profunda inquietud nosconmueve ante las palabras tranquilizadoras del señor Secreta-rio de Estado, porque los Estados Unidos nos vienen acostum-brando a pensar que sus más rotundas afirmaciones de esteorden, son con mucha frecuencia meros corolarios de actuacio-nes suyas, diametralmente opuestas a esas sugerencias, comosi a este respecto se esforzaran en acreditar lo útil del aforismoaquel (le que en política las palabras sólo sirven para disfrazarlas intenciones .

Y efectivamente, tal como si una diplomacia a lo Metter-nich hubiera querido, sondear la opinión ibero-americana sobreuna posible usurpación de la República de Panamá por los Es-tados Unidos de Norteamérica, esta idea ha recorrido en ondascablegráficas el continente americano en la forma de una noti-

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cia salida de Panamá de que existe en este país una tendenciapopular y oficial a la anexión.

. La especie se presenta de tal manera propalada que muchonos equivocamos o no es posible dejar de sospechar que en ellatienen metida la mano poderosos elementos de los Estados Uni-dos, según vamos a explicar :

Un rotativo de Washington, capital de los Estados Uni-dos, publica un cable de Panamá, anunciando que existe aquíun partido encabezado por los norteamericanos Jushua Maduroy un tal Guberlet, el cual pedía la anexión del país a la UniónNorteamericana ; estos señores han negado la especie indicandorazones que tienen los visos de la sinceridad, y se ha logradoesclarecer que esa noticia no ha sido comunicada por cable deaquí para la Prensa Asociada por ninguno de sus corresponsa-les, mientras que el rotativo y la Agencia de noticias indicados,callan la procedencia de esa información a pesar (le que intere-sados los señores Maduro y Guberlet en descubrirla, les hansolicitado informes a ese respecto .

La deducción consecuencial que inducen estas premisas pa-rece ser la de que esa noticia ha sido forjada en Washington,o desde Washington por persona cuyo nombre no se deberevelar, para ser publicada allí como enviada de Panamáen un, periódico de mediana significación, precisamente

para que la idea circulara sin exitar grandemente la a-tención, ni comprometer ostensiblemente a los creadores deesa idea provocando una investigación de origen y 'alar-mando a Hispano-América, pero con objeto de hacerlavaler a su tiempo como un antecedente histórico . Esto pa-rece que no ha resultado a la total medida de aquellos deseos ;pero con todo, los hechos, como derivados de una mentalidaddirigida a un fin, han ocurrido y ellos nos autorizan para pre-guntar en busca de su autor, a ¿quiénes beneficiaría únicamen-te la anexión de Panamá y a quiénes si no a los beneficiadosinteresa una propaganda de que en la pequeña República puebloy gobierno suspiran por esa anexión?

Debe agregarse a lo anotado que a partir del cable presun-to publicado en Washington, informaciones cablegráficas sonenviadas desde dicha ciudad para México, Cuba y Puerto Rico,llegando a afirmarse en una de ellas que el gobierno de Panamáhabía hecho al de los Estados Unidos formal demanda de ane-xión, y que otra nueva información, aparentemente remitidadesde Panamá, se publicaba en el Perú por el periódico "West

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Coast Leader", órgano de los intereses de la compañía anglo-americana "Cerro Paseo Mining Co."

Es, pues, ciertamente muy raro y muy propio para cavila-ciones inquietantes que sea en Washington en donde se publi-que un cable sobre la inexacta existencia de tendencias anexio-nistas en Panamá encabezadas por dos norteamericanos, sinque esa información haya tenido origen, en estas personas ni enlos corresponsales reconocidos de la Prensa Asociada, bajo cu-yos auspicios se publicó la noticia ; que sea Washington quienmás tarde se encargue de trasmitirla a varias capitales ibero-americanas, y que en el único caso conocido de que la informa-ción la repitan como salida de Panamá, sea para aparecer publi-cada en un periódico_ de lengua inglesa, destinado a servir losintereses de una compañía que cuenta en su seno con poderososaccionistas conciudadanos de Washington .

rPor que toda esta concatenación de hechos y circunstancias su-

gieren a mentalidades adiestradas en el análisis de los actoshumanos y conocedores a la vez de la historia diplomática deNorte América, que fraguada por Washington la noticia de ten-dencias panameñas a la anexión, que se han encargado de des-mentir hasta los dos norteamericanos que, se decían jefes delpartido anexionista, se hubiera tenido el interés de comunicarlaa Hispano-América, pero siguiendo el mismo procedimiento decautela empleado al elegir el rotativo de Washington que la pu-blicó, y por esto escogieron una colonia americana y países co-mo Cuba, Perú y México, en donde en mayor o menor escalapriva hoy una gran influencia de intereses norteamericanos,que hacen aquellos países apropiados para que la idea de ane-xión del Istmo, como anhelada por los panameños, principie avigorizar en la conciencia pública internacional . Y doloroso estener que reconocer que en el tiempo que llevamos de vida inde-pendiente, parece como que inconscientes del peligro hubieranquerido nuestros políticos hacerles el juego a Norte Américacon toda clase (le actitudes cuyo compendio es la frase mil vecesdesdichada de que "Panamá existe por y para el Canal."

La historia nos demuestra que por lo común estos actosde imperialismo que anulan o extinguen las nacionalidades oconquistan territorios ajenos, no se ejecutan sin una prepara-ción previa en la opinión pública de las naciones mediante pu-blicaciones más o menos semejantes a la que analizamos, quesirven también para sondear esa opinión. Napoleón hizo uso deesa táctica cuando quiso hacer de Holanda y España dos reinos

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tributarios de su enorme imperio, y lo propio ha sucedido entodos los actos semejantes de anexión . En cuanto a Estados U-nidos, el caso de la anexión de Texas tiene mucha semejanzacon lo que puede ocurrir en nuestro país . Allá como aquí, Te-xas era una parte del territorio de otra República (México, enel caso de Texas ; Colombia en el de Panamá) . En ambos luga-res los Estados Unidos instigaron y produjeron la secesión,dando origen a las Repúblicas de Texas y Panamá ; y cuandollegó el momento se fomentó un partido anglo-americano ane-xionista en Texas, y esa anexión se consumó causando contraMéxico la más injusta de las, guerras y uno de los robos másdesmedidos de tierras que registra la historia de la humanidad .¿Quién tiene aquí la certeza de que no se esté fraguando a es-tas horas contra Panamá planes semejantes a los que dieronfin con la República de Texas?

Y es de notar, por lo significativo que resulta, que el mo-vimiento propagador de la solicitud de Panamá de anexión, seproduzca cuando Colombia y Estados Unidos acaban de cerrarel capítulo de la secesión de Panamá, mediante un tratado quesoluciona las diferencias surgidas entre ellos por esa causa, ¢en el momento en que agitada la República por una lucha clectoral discute al propio tiempo con Norte América un nuevo tra-tado sobre el canal interoceánico, que el gobierno panameñosiente escrúpulos en suscribir ; es decir, cuando en Panamá seha de operar la trasferencia de los poderes del Estado, que po-dría dar lugar a que usando los Estados Unidos de su últimaforma para constreñir, se negara a reconocer el nuevo gobier-no panameño surgido de las próximas elecciones, en tanto que,con respecto a Colombia, que era el único país que podría ale-gar algún derecho soberano sobre el Istmo, había ya renuncia-do esos derechos mediante el pago de veinticinco millones dedólares y el otorgamiento de otros favores .

Motivos hay en consecuencia de hondas preocupaciones pa-ra los intereses vitales de Hispano-América y para el patriotis-mo panameño, que en cuanto a la política interior no puedentranquilizar las promesas ni arrepentimientos de ciertos políti-cos de profesión, porque la biografía de ellos nos demuestra queante la posibilidad de alcanzar buen éxito para sus aspiracionespersonales, netamente personales, son capaces de solicitar in-tervenciones humillantes, que ninguna pureza eleccionaria hangarantizado en nuestro país y que sólo han conseguido ir pau-latinamente destruyendo nuestra conciencia de que constituímos ;

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una nación independiente y preparando el terreno para el ani-quilamiento de nuestra soberanía,,

Por ésto, en la presente hora de dolor y de conm oción, "AC-CION COMUNAL," a la vez que hace un llamado a los senti-mientos de unidad racial y comunidad de intereses de Ibero-América, tiene el deber de decir al país, que los hombres quehan solicitado intervenciones o usufructuado cómodamente desus beneficios ; los que no han sabido tener en circunstancias co-nocidas el gesto que el honor y el porvenir de la República exi-gían ; los que han pedido una ocupación militar de cualquierparte de la República, o han suscrito o hecho suscribir solicitu-

des de que se mantuvieran las ocupaciones por conquistarse sim-patías que se creyeron necesaria, y los que en una u otra for-ma no han tenido escrúpulo en comerciar políticamente con ladignidad y la soberanía nacional, son hombres podridos, y conla energía de quien sabe que sirve altruistamente los dictadosdel deber, tenga que gritarles cara a cara :

¡Atrás los traidores!

Caminos nacionales y puentesinternacionales

Conocida la costumbre, tan arraigada en nuestro país, dehacer política baja con los problemas nacionales "ACCION CO-MUNAL" quiere manifestar a . sus lectores, antes de exponer lasconsideraciones que motivan esta notícula que, consecuente consu programa, ningún interés bastardo y egoísta la guía al daral conocer su criterio en relación con el acuerdo celebrado entrenuestro Gobierno y el de los Estados Unidos de América para laconstrucción de puentes militares, utilizables por el ejército a-mericano, en los caminos nacionales actualmente en construc-ción .

Desde el nombramiento de la comisión mixta panameñaamericana, encargada de estudiar los planos, trazados, etc . in-tegrada por igual número de ciudadanos de los dos países, peroasesorada por dos técnicos americanos, notamos la posición des-ventajosa en que se ha colocado la República, pues ; es fácil pre-sumir que los técnicos esos, sin vínculo alguno con Panamá, tra-tarán siempre que se les presente la oportunidad, de favorecerlos intereses de los Estados Unidos, aún en detrimento de losintereses (le nuestra Patria .

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Pero, por desgracio, hoy algo más grave . La experienciademuestra que los Estados Unidos de América tienen un crite-rio extensivo y amplio cuando se troto de sus derechos, efecti-vos, o presuntivos, emanados de cualquier acuerdo, convencióno tratado celebrado con Panamá, y estrecho y restringidocuando se troto de los obligaciones, casi nunca correlativos, queesos mismos actos les imponen .

Por esto, considero "ACCION COMUNAL" que nuestrosautoridades jamás han debido asociar o los Estados Unidos enla construcción de puentes sobre los cominos nacionales .

Moñona, quizás antes de concluir los obras, el Gobierno A-mericano alegará lo potestad de usar, "como si fuese soberano,"

los caminos nacionales, donde están situados esos puentes, pa-ro el poso de los fuerzas militares, sin ninguna de los formali-dades exigidos por el derecho de gentes poro el tránsito de tro-pos extranjeras, yo que ha contribuido o lo construcción de lospuentes, y como los tropos en tránsito tienen que llevar algúndestino, determinado, alegará también el derecho accesorio deestablecer en nuestra ;jurisdicción campamentos militares, pues-tos de observación, de maniobras, estaciones navales, y zonas deaterrizaje poro sus aeronaves, todo lo cual será más tarde, nohoy dudo, "necesario y conveniente poro lo construcción, con-servación, servicio, sanidad y protección de dicho canal ."

Algunos personas dirán que "ACCION COMUNAL ." ade-lanta juicios tal vez infundados ; otros, convencidos de lo verdad(le nuestros, afirmaciones, dirán, despreocupadamente, que es-peremos los acontecimientos . Pero "ACCION COMUNAL," res-paldada por lo experiencia, madre de lo sabiduría, no vacila enadelantar juicios, cuando estos son fundados, y en ir más lige-ro que los acontecimientos poro prevenir un mol que después notendrá remedio

"ACCION COMUNAL" presento al Poder Ejecutivo, demanera franca y patriótica, las funestos consecuencias de cons-truir puentes internacionales en cominos nacionales .

Que se publique el proyecto deTratado

El doctor Eusebio A . Morales acaba de llegar al país tra-yendo un ejemplar del proyecto de tratado que actualmente dis-cute lo República con los Estados Unidos de Norteamérica, queha de sustituir el llamado convenio Taff .

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El Consejo de Gabinete ha discutido y se dice que ha apro-bado el susodicho proyecto de convenio, pero aunque esto último

no sea cierto, la verdad es que las negociaciones se encuentranterminadas y el pacto listo para su firma y aprobación por losrespectivos Poderes Legislativos .

El propio doctor Morales es uno de los negociadores porparte de Panamá y quien poseedor luego de dos carteras deEstado-la de hacienda y la de Relaciones Exteriores-ha com-

partido en la discusión en Consejo de Gabinete del proyecto quecontribuyó a preparar. Pero el doctor Morales se ha sumido enun silencio de Esfinge y el Poder Ejecutivo calla igualmente yasegura que esta reserva se debe a solicitud de los . Estados Uni-dos de Norteamérica .

La condición de reserva con que se están haciendo estas ne-gociaciones, a la única parte que perjudica es a Panamá y eseprejuicio será irreparable ; porque cuando un país pequeñocomo el nuestro entra con otro poderoso en conversaciones paracontratar, es la opinión pública la única quo puede mo-derar las ambiciones desmedidas del fuerte . Panamá en este ca-so tiene la opinión pública Ibero-americana y es contra esta opi-nión que va dirigida la condición de reserva exigida por la po-derosa nación del norte .

Sería una infidelidad contra el país mantener la prácticade una diplomacia secreta que tiene, además en su contra el epí-logo sangriento de la última guerra mundial por ella causada ;y sería así mismo una deserción de las filas Ibero-americanas,llevar a cabo un tratado que perjudicaría notablemente a Ibero-América entregando la vía más internacional del continente alpredominio exclusivo de intereses antagónicos a los suyos .

"ACCION. COMUNAL," demanda de la manera más res-petuosa e igualmente firme y encarecida la publicación del pro-yecto en cierne y de todos los papeles y documentos que se ro-cen con éste .

¿Que dice la carta del doctor Porrasa Don Tomas Arias?

La carta publicada en "La Estrella de Panamá" de hoy, deldel doctor Porras para don Tomás Arias es motivo de mayor in-quietud para los - espíritus que saben leer entre líneas .

"ACCION COMUNAL" cree cumplir un deber de patriotis-

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mo al llamar la atención acerca de que el señor Presidente nosasegura que el nuevo Tratado afecta nuestra vida económica ylastima nuestro sentimiento nacionalista, y que asegurándonosque el tratado estará firmado en la presente semana, nos diceque al publicarse luego la negociación podrá juzgar el público"si dada la diversidad de poderes entre las partes contratantes,no hemos hecho aun más de lo que nos era dable hacer ."

Es de lamentar que por parte de Panamá las negociacionesse hubieran iniciado con el criterio de que como los Estados U-nidos poseen una escuadra poderosa podía hasta haber supri-mido la pequeña nacionalidad panameña, "ACCION COMU-NAL" acata estos datos que se van desprendiendo del mutismooficial para hacer los comentarios correspondientes en la horaoportuna .

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LA VOZ DE "ACCION COMUNAL"EN EL CONGRESO BOLIVARIANO

DE 1926

CAPITULO II

Nuestro VotoDedicado a los Delegados Ibero-americanos .

A las cuatro de la tarde de hoy se iniciará la sesión másmemorable del Congreso de Bolívar, compuesto por delegadosde todas las naciones de América y que rememora el que un si-glo atrás, convocó aquí mismo el más grande visionario de loshombres. La trascendencia de esa sesión estriba en que si enverdad los pueblos iberoamericanos constituyen un haz de in-dividualidades comunes con aspiraciones idénticas, con anhelossemejantes y si éstos con sus hermanos de Norteamérica sesienten ligados por afectos de verdaderos deseos de engrande-cerse, respetarse y amarse ; en una palabra, si es verdad quenos sentimos hermanos y deseamos que desaparezca toda cau-sa de recelos y sospechas, en la sesión de hoy ha de quedarpresente la realidad básica de ese enunciado.

El programa con el cual se reunió el Congreso interameri-cano, fue obra pensada y acordada con cierta anticipación a laconcurrencia de los delegados de las naciones, y en ese progra-ma figuran capítulos que se refieren al desarrollo de la idea deBolívar de asegurar la confraternidad, el auxilio mutuo, la de-fensa común, el engrandecimiento total del mundo de Colón . Es-ta idea, presentada en forma absoluta o bien encausada a pun-tos específicos, como la creación de la Universidad Bolivariana,es indudablemente el alma, por decirlo así del programa delCongreso. Y no podía ser de otra manera tratándose de un Con-greso que lleva el nombre de Bolívar que rememora el convoca-do por el Libertador cien años atrás, y toma como numen titu-lar de sus inspiraciones el alma inmensa del más inmenso de losinmortales. De consiguiente, si los Delegados lejos de abordarcon penetración y decisión, con fe y con anhelo de bienestar yseguridad común, el tema realmente básico de este Congreso,

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lo rehuye y lo evita, traiciona el espíritu del Libertador, hacemofa de los intereses vitales de América y pueden tener la se-guridad de que las generaciones del mañana no los justificarán .

No, mil veces no! Que la América atónita no vea jamás asus delegados olvidarse de sus supremos ideales y de sus máscaras aspiraciones ; que la Europa excéptica en materia de in-dependencia política de la América Latina no ría burlona y sar-cástica, pensando que tenía razón al considerarnos como pue-blos degenerados y esclavos, y que Bolívar, el Gran Bolívar delos ensueños de grandeza ibero-americana ; que San Martín, suhermano en el ideal y en la lucha libertaria ; que O'Higgins, ellucero do Chile refulgente ; que Morelos, Hidalgo y Juárez ; queJosé Martí y todos los genios que sacrificaron su vida, su por-venir y su fortuna, desgarrando tradiciones, humillando colososy pulverizando arrogancias injustas e imperialismos esclavizan-tes, no pueden clamar desde la radiante luminosidad del cíelosin mancha en donde residen, que somos indignos de la libertadque nos conquistaron .

Todas estas consideraciones se deben a que en la sesión deesta tarde deberá discutirse, y esperamos que sea unánimemen-te acordada, proposición que recomienda varios estudios ten-denciosos y que la lírica Unión Panamericana se sustituya poruna Sociedad de Naciones Americanas que responda a un concep-to real de la vida internacional de estos pueblos y que tenga fa-cultades sin límites para conocer, estudiar y resolver los proble-mas todos que agitan las tendencias y aspiraciones de los paí- ses del Nuevo Mundo.

En verdad que la Unión Panamericana y el panamericanis-mo mismo es una institución en descrédito . Las Naciones deAmérica convienen en un anhelo real de justicia, de respeto re-cíproco y de amor. No queremos indicar quién sea la causa deque este anhelo no llegue a la realidad, pero los hechos de loshombres o de los pueblos que plasman las ideas a que respon-den, nos aseguran de un modo elocuente que al discurso repletode sentimiento de confraternidad que se enreda en espiralesazules entre columna y columna de la sala de sesiones de la U-nión Panamericana, un acto se ejecuta a la génesis de un actode fragua, que constituye una agresión por acción o por com-pulsión del fuerte contra el débil .

Y si esto es así y la Unión Panamericana sólo nos sirve co-mo recuerdo de los bonitos discursos y de los elegantes banque-tes que allí tienen lugar, la necesidad impone la creación de al-

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go que consulte el sentido de la realidad, porque es la realidadde lo que viven los pueblos, y, sobre todo, porque Ibero-Amé-rica lo quiere como una afirmación categórica de su voluntadde ser libre y llevar su civilización de amor a sus propios o-presores .

En consecuencia, "ACCION COMUNAL, que desde su ini-ciación se sumó como ibera y como bolivariana, en acción y enaspiraciones a la raza a que pertenece, hace un llamado a losdelegados de esa misma raza y señalándoles las augustas figu-ras de sus libertadores los invita a jurar con hechos, a demos-trar con la aprobación de los temas de que se ha hecho mérito,que saben y sabrán defender en cada momento y en toda cir-cunstancia la herencia de sus próceres y saben, y sabrán en-grandecer la patria común iberoamericana .

Panamá, Junio 23 de 1926 .

PROYECTO DE ACUERDOEl Invitado especial que suscribe, somete a la consideración del

Congreso de Bolívar, por intermedio del Comité Ejecutivo,el siguiente proyecto de acuerdo :El Congreso de Bolívar,

CONSIDERANDOQue la República de Panamá, al proclamar su independen-

cia, hizo ostensibles sus nobles propósitos de beneficiar al Mun-do y en especial al continente americano, el que debe a la menorde las hijas de Bolívar, los innumerables provechos derivadosde la obra del canal ; y

Que dadas las circunstancias que rodearon a las negocia-ciones del Tratado del Canal y los términos del mismo, éste hatenido proyecciones que la gran mayoría del pueblo panameño .cree pueden afectar a su condición de miembros de una Naciónlibre, soberana e independiente,

ACUERDA :Dejar constancia de que América espera ver en la nego-

ciación que Panamá va a celebrar con la nación hermana delos Estados Unidos de Norte América la más hermosa expre-sión de fraternidad americana ; y

Hacer votos porque el nuevo Tratado del Canal, que Pana-má gestiona, sea ante todo, una demostración del espíritu al-truista con que los pueblos fuertes de nuestra América, obtie-

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nen la cooperación de los débiles, en la obra de solidaridad hu-mana y . de armónica convivencia internacional que debe cons-tituir la máxima finalidad de las naciones .

Dado, etc .Panamá, Junio 22 de 1926.

Carlos Puig Y.,Delegado por el Ecuador .

CON MOTIVO DE UNA PROPOSICIONCuando veíamos con cierta decepción en nuestro espíritu,

que el Congreso Bolivariano actualmente reunido en esta capi-tal, se aproximaba a la clausura de sus sesiones sin que se dis-cutiera en su seno asunto alguno que tocara el delicado pro-blema de la independencia de los países débiles de Indo-Améri-ca, ante el amenazante empuje expansionista de la gran demo-cracia imperialista del Norte ; cuando pensábamos desanimadosque el grupo de hombres de notabilidad indiscutible que compo-nen ese Congreso, se dedicaría únicamente a comentar las gran-dezas del Libertador, sin dejar una huella que honre verdadera-mente la memoria gloriosa del más grande de los americanos,surge de pronto, del seno del Congreso, una proposición dignade nuestro agradecimiento y que se conforma más que ningunaotra labor con los ideales de libertad e independencia por quetanto luchó el invicto hijo de Caracas .

Esa proposición hace justicia al desprendimiento con quesurgimos los panameños a la vida independiente, estableciendocomo lema de nuestro escudo el noble propósito de beneficiar almundo con nuestra existencia, y deja constancia, como en unanhelo de armonía continental, la esperanza que tienen los paí-ses americanos de que el nuevo tratado que en la actualidad secelebra con los Estados Unidos, sea una demostración de al-truismo de los pueblos fuertes que esperan cooperación de lospueblos débiles en la obra de solidaridad y armonía y conviven-cia internacional, sin que la fuerza haga en él galas de superio-ridad en su propio beneficio .

Estamos seguros de que todos los delegados al actual Con-greso aprobarán esa resolución con la cual harán un acto de jus-ticia, pues lo contrario, demostraría el menoscabo con que miranla independencia de una República que en su desprendimientose constituyó para beneficio del mundo!!

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El Centenario de Bolívar pacifista yPanamá internacional

Dedicado a México en su DelegadoLicenciado Antonio Médiz Bolio

Si en alguna ocasión se ha manifestado de manera más pal-maria la necesidad que experimenta América de una mutua inte-ligencia a base de un acercamiento internacional del Continente,ha sido esta vez, cuando la evocación del nombre de Bolívar losha llevado a reunirse en Panamá al amparo de una idea bajo losauspicios de un espíritu de amor y confraternidad común .

Aquí, al conjuro de la evocación del espíritu cívico del granLibertador se juntan y se confunden hoy en el pensamiento yen la idea de los intereses comunes de América, como se abrazany se confunden en sus entrañas las jóvenes y empinadas cum-bres andinas con las corcamidas cimas de los montes Apalaches ;porque el Congreso del 26, en su anhelo de fraternal concordia,no desvinculó del concierto armónico de los pueblos latinos unainteligencia con el pueblo de Washington .

Fueron las rivalidades, fue la envidia los funestos consejos deAmérica el año 26 ; una errónea ilusión de omnipotencia nacidaal calor de cien victorias, hizo ver a los rebeldes recién emanci-pados el poder incontrastable de Colombia en la persona transi-toria de Bolívar . Cayó el Héroe y sucumbió el Grande, pero supensamiento profético y sublime, como garantía de paz y de po-der perdura y perdurará en la conciencia americana mientrashaya rocas en los Andes, ríos en sus llanuras y pueblos que ja,más renuncien al valor de Montezuma, al ímpetu de Caopolicán,al coraje de Atahualpa, a las glorias de Bolívar ni a la sangreredentora de sus mártires .

Pero lo que entonces exigía menos sacrificios, ha aumen-tado sus dificultades en alarmantes proporciones ; ya no ciernesus alas en el cielo del Continente Americano el Cóndor de Cara-cas ; ya son sólo remembranzas de la historia el abrazo de O'Higgins y San Martín ; ya no se confunden en los campos delPerú chilenos y colombianos ni a Angostura bañan las aguas delOrinoco, del Magdalena y del Guayas .

Hechos ya cumplidos mantienen separadas las naciones la-tinoamericanas que como fruto de su aislamiento ofrecen todasun espectro de las glorias de su pasado .

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En una inconsulta obstinación de estériles rivalidades quesólo abren surco a mayores distanciamientos, rico jugo de ma-yor debilidad, la América Latina, como el ñandú de sus pampassolitarias, cierra sus ojos ante el peligro y abandona la fuerzadonde abunda pujante y fecunda savia .En este mar de rencores regionales que insisten en sobrepo-nerse a los intereses colectivos de la sangre y de la raza, las na-ciones pequeñas de] continente, abandonadas a la fuerza de supropia debilidad, no han podido sustraerse al peso de influen-cias extrañas que al conjuro de sus conveniencias hacen de laJusticia un mito y de la Razón un escarnio.

Víctima de esas disensiones ha sido Panamá que en virtudde su destino hubo de contraer pesadas obligaciones internacio-nales con el poder más grande de la tierra, ha sido abandonadaa sus propios recursos en los conflictos de la Justicia y de la Ra-zón contra los intereses económicos respaldados por la fuerzay el poder .

En sus relaciones con Panamá la América Latina ha come-tido una gran injusticia y un grave error que aborda los límitesde la maliciosa y cobarde deserción ; error trascendental y decrueldad suma porque se ampara en violencias de que hemos si-do víctima, y no hechos consumados por el pueblo panameño quedesdigan de su atávico patrimonio de decoro y dignidad . Porqueconsiderando el estado político de Panamá ante el Derecho pú-blico, su existencia internacional es un hecho ; pero es lógico quecuando la interpretación del Tratado del Canal ofrece dificulta-des a las partes contratuales, Panamá, nación débil e indefensa,sufra las consecuencias del peso del poder aun cuando le asistala razón ; y por eso la apatía latino americana en los problemaspanameños, peca de negligente al mismo tiempo que de suiciday temeraria .

Los acerbos sacrificios que Panamá se ha visto en la nece-sidad dolorosa de afrontar, deben ser estimados en la AméricaLatina como valioso contingente aportado a la paz y seguridadde los pueblos del continente y no como exponente de una pre-matura decadencia espiritual que Panamá jamás ha sentido por-que jamás ha degenerado en ella ni el concepto del honor tan in-génito en su sangre y en su raza .

Para la América Latina, Panamá debería ser un laborato-rio de estudio y un campo de batalla inspirado en el pensamien-to de Bolívar de armonía y 'confraternidad continental .

Es que el genio visionario del Libertador no escapó la suer-

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te futura del Istmo cuando lo proclamaba como propio para serel asiento de la capital del mundo como punto de contacto de lasrelaciones económicas, políticas y raciales del universo .

Panamá no exijo de sus hermanas compartir con ella lasconsecuencias de obligaciones contraídas por sí sola ; ella noexijo que frente al poder arrollador del Norte, por su causa, laAmérica Latina exponga la fuerza vigorosa de su vitalidad : loque pide por espíritu de conservación racial ; a lo que AméricaLatina está obligada si bien interpreta el pensamiento de Bolí-var, y si es cierto que en su corazón arde inextinguible la llamade la libertad, es decir al mundo que tras la debilidad de las pe-queñas nacionalidades latinoamericanas, está un derecho ampa-rado por el espíritu solitario de la raza.

La estática y dinámica racial de América debe tener porcentro el Istmo de Panamá como tienen el Canal por eje las rela-ciones comerciales de los pueblos .

Panamá sólo necesita para que incólume pueda cumplir suglorioso destino, que se le estudie y que se le comprenda ; que sele analice y se te pondere en el abrazo fraternal que exige la pazdel continente .

Por eso es de esperarse que la presencia aquí de los Delega-dos de la América Latina, al estudiar mejor el origen de los pro-blemas internacionales de Panamá ; al compenetrarse mejor delas relaciones diplomáticas ; al pesar en la balanza de la justiciael valor de los sacrificios consumados ; al considerar el espíritudel pueblo panameño, explicarán a sus gobiernos las causas deactos que nacidos de la violencia, parecen mancillar nuestro de-coro, y dirán a sus pueblos que si Panamá cumple los designiosa que la Naturaleza pródigamente lo llamara, unida en su desti-no al poder más formidable de la tierra, sus hijos siguen siendodignos de su sangre y de su raza .

Entone América un cántico a Bolívar que sea himno deamor, de paz y de justicia .

Insinuaciones MalévolasHace pocos días que en el recinto del Senado de los Estados

Unirlos de Norteamérica se dejó oír la conocida voz gangosa delsenador Borah. Pedía éste que se hiciera una investigación tocantea concesiones que le ha hecho la República de Panamá a 'unaCompañía inglesa sobre un globo de tierra en las montañas dela región de Veraguas con fines netamente mineros ; porque,

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aseguraba el señor senador, le había informado O . R . Marsh queaquellas regiones estaban a uno y otro lado del canal y eran muyapropiadas para el cultivo de] caucho, con lo cual se quería decirla Nación Británica había puesto un pie firme en las laderas delcanal e iba a ejercer allí explotación competidora de la industrianorteamericana .

Es claro que el senador Borah es muy dueño de creerle alseñor Marsh y muy dueño también de tener las inquietudes quequiera, pero conviene indicarle a él, y al resto de sus conciudada-nos, que la República de Panamá es también muy dueña de cele-brar los contratos y ajustar las concesiones que le sean precisaspara su desarrollo industrial y económico y para su propia segu-ridad . La América, y nos referimos a Ibero-américa, está cansa-da de que por quítame de allá esas pajas alguien en los Estados U-nidos del Norte se cree con derecho a protestar como quien defien-de intereses propios . Ni el contrato para la construcción y conser-vación del canal, ni el afecto que la República de Panamá pueda te-ner a los Estados Unidos de Norteamérica como pueblo hermanode idénticas instituciones democráticas, ni la aspiración comúnde hacer de América un Continente verdaderamente libre, ypróspero glorioso por su epopeya libertaria y noble por el espíri-tu de justicia en que orienta su vida de pueblo civilizado, puedendar derecho alguno, y "ACCION COMUNAL" lo niega desde aho-ra de un modo enfático y para siempre, a actitudes impertinen-tes como la del Senador Borah .

Empero la voz del Senador Borah ha tenido una virtualidadmayor, y es la de actualizar el personaje fatídico que se llamaO. R . Marsh y de traer con el recuerdo de sus andanzas, el de laactitud no muy halagadora, por lo tendenciosa, del Gobierno delos Estados Unidos en relación con las fechorerías de Marsh.

Por el año de 1910 residía Mr. Marsh en la ciudad de Pana-má como Secretario de la Legación Americana, lo cual implicaque este personaje no era dentro de la nación a que pertenece unsujeto sin significación ideológica en la orientación . de la diplo-macia yanqui con el resto de los países de América y muy espe-cialmente con Panamá . En dicho año se ausentó con algún pre-texto el Ministro Plenipotenciario de los Estados Unidos antePanamá y quedó reemplazándolo Mr. Marsh en su carácter deEncargado de Negocios . Estaba entonces en lo más fuerte de lalucha el debate electoral para la renovación del encargado delPoder Ejecutivo que, por muerte del Presidente titular, señorObaldía, ejercía el designado doctor Carlos A. Mendoza, pero cu-

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yos poderes terminaban en octubre de aquel año . Y en estas cir-cunstancias Mr. Marsh, Encargados de Negocios yanqui, comen-zó a gritar por calles y plazas, por avenidas y jardines, en cen-tros sociales y en casas particulares, de viva voz por los periódi-cos, "anexión, anexión," para amedrantar el país y obligarlo aque escogiera para gobernante a caballero determinado .

Este estado de cosas en que cada ciudadano era en Panamáuna pila Volt a fuerza de la tirantez de la situación creada porMr. Marsh, duró algo más de dos semanas sin que Washingtondijera una palabra a pesar de que el cable había dado trascenciaa los sucesos, y todos sabemos que cuando ciudadanos de la Re-pública se dirigieron al Presidente Taft en demanda de una pala-bra suya, su respuesta lo fue en un lenguaje dubitativo, dentrodel cual se insinuaba la aprobación de la conducta de Marsh . Porfortuna la Asamblea Nacional de entonces, guiada por el diputa-do doctor Heliodoro Patiño, supo asumir actitud serena y ele-vada y con la conciencia de la responsabilidad histórica y de lasituación del momento, llevó la República a la cumbre de sus vir-tudes cívicas sacándola de aquel atolladero y colocando a la ca-beza de ella ciudadano eminente, por su virtud, por su saber ypor sus antecedentes : Pablo Arosemena .

O. M . Marsh fue promovido a Secretario de una Embajadade primera clase y cesaron sus actividades en Panamá, hastaque, hace poco más de dos años, reapareció en busca de una razade indios blancos fantástica y pretextiva en el corazón de nues-tras selvas vírgenes de las regiones del Darién y San Blas, encuya expedición perdió la vida nuestro compatriota don RaúlBrin. Después Marsh volvió a Washington, regresó de allá, seinternó nuevamente en San Blas y , cuando todos esperábamosque él nos probara la existencia de una raza de indios blancos,fuera de los ejemplares albinos de que la ciencia tiene noticiasdesde hace varios siglos, estalló entre los aborígenes de aquellasmontañas un levantamiento del cual fue instigador, alma y di-rector el consabido Marsh y conciudadano de él que había llega-do allí pretextando ejercitar el noble apostolado del maestro deescuela : los indios proclamaron un estado independiente bajo ladenominación de República de TULE, en acta que elaboró el in-dicado Marsh en el propio idioma de éste y que envió a la Lega-ción de los Estados Unidos aquí en ejemplar autógrafo desdetiempo antes de estallar el movimiento en la forma ostensible ycruel conocida . Los indios solicitaban la protección del Gobiernonorteamericano e iniciaron una carnicería en donde rindieron la

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vida, atacados de modo alevoso, policiales y ciudadanos pacífi-cos, agricultores estos últimos, y algunas autoridades de las queen aquella comarca afirmaban la soberanía de Panamá, mien-tras sus victimarios, los indios semisalvajes, guiados y encabe-zados por Marsh, flameaban banderitas norteamericanas sobrelos cadáveres de los panameños que acababan de ultimar, dolo-rosa ofrenda a la enseña que llevó Washington a los campos debatalla como emblema de amor y de libertad .

El hogar panameño se vistió de luto y como en las regiones(le Coto, cada hombre y cada mujer fue una lámpara votiva, co-locada en el altar de la República y dispuesta a extinguirse endefensa del honor, la felicidad y el porvenir de la patria . Tal fuela conmoción, que en pocas horas se levantó el espíritu nacionalagraviado ; el Ejecutivo se vio en la necesidad de despachar a laregión de la tragedia a dos miembros del Gabinete de Estado confuerzas armadas . Pero con el movimiento oficial y popular de laRepública de Panamá, otro muy significativo se realizaba : elGobierno de los Estados Unidos despachó un crucero en donde

jó a la misma región el Ministro Plenipotenciario de los Es-tados Unidos en Panamá quien, si bien no pareció apoyar de unmodo definitivo y firme los actos salvajes de la indiada, se hizocargo de Marsh, lo cuidó, lo protegió y lo sacó de la acción de lajusticia panameña, haciendo servir al mismo pabellón de las ba-rras y las estrellas como protector de quien con sus instigacioneshabía causado los alevosos asesinatos de la comarca indigna deSan Blas .

El observador se pregunta, pues, a presencia de todos es-tos hechos, si es que hay un acuerdo secreto en que Marsh ha deactuar como loco y como liberticida en contra de la República dePanamá, y los Estados Unidos de Norteamérica han de proteger-lo aun cuando la sangre humeante de los policeales panameños,de las autoridades del pueblo pacífico, asesinados a mansalva,clame justicia a la piedad del cielo y de los hombres, porque enello está la utilidad de ambos y la línea trazada como derroteropara el fin último que persiguen? Porque después del Marsh de1910 que comprometió la diplomacia de su país haciéndola apa-recer como instigadora de la anexión de esta República, del TU-L,' de indios semisalvajes, producto también de la instigaciónde Marsh, con su cotejo de violaciones y asesinatos, después decuanto como factor moral significa este caballero, venir ahoraun Senador, viejo y ducho en cuestiones de política americana,a invocar la autoridad del mismo celebérrimo Marsh, falaz, falso

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y delincuente, poro sentirse alarmado con uno concesión comúnhecho por lo República o uno compañía minero inglesa, es dar-nos lo pruebo más evidente de que o pesar de todo, Marsh siguesiendo un personaje cuyo opinión y actividades merecen lo aten-ción y el apoyo de los altos poderes norteamericanos, con lo cualse dice al propio tiempo que días de luto y de dolor se ciernenaun en el cielo de lo República de Panamá por obra de Marsh yporo honro y gloria de lo civilización de lo patria de Washington .

Estos luctuosas conclusiones decididos por "ACCION CO-MUNAL" como consecuencia rigurosamente lógico de hechosincontrovertibles, son muy propios poro que en días como lospresentes volvamos lo mirada hacia el bronce egregio que plas-mo la figura y el olmo de Bolívar y le pidamos lo protección detodos los pueblos de lo rozo poro esto patria que lucho con viri-lidad por afianzar de un modo categórico su derecho o lo vidacomo noción independiente y soberana de América .

Oh Bolívar!, numen de lo libertad, genio de Hispano Américo, visionario el más alto entre los hombres, tú que en cien ba-tallas diste libertad al mundo de Colón, y reclinado después al piede un tajo en lo alta cima de los Andes, soñaste con lo unidadpolítico de las nociones de lo América Española y el predominiode tu rozo en los deliberaciones de los pueblos del universo, tor-no o lo vida, vuelve al pensamiento y o lo acción reencarnandoun átomo de tu espíritu inconmensurable en codo pecho america-no y hoz de esto América nuestro lo Palas inviolada, sabia y te-mido, múltiple y varia en sus actividades y en sus aspiraciones,singular y única en lo defensa y en lo afirmación de su existen-cia, que quisiste y que los pasiones de los hombres no te dejo-ron realizar!

Oh padre de América! al pie de tu estatua "ACCION CO-MUNAL" se descubre, te invoca y te venero .

BolívarAnte lo contemplación del bronce que representa lo imagen

austero del Libertador de América, quedo perpleja lo mente,cuando por reacción espontáneo del recuerdo aparecen, como vi-siones inmarcesibles, todos los hechos grandiosos concebidos porel pensamiento y ejecutados por lo voluntad del más grande de losguerreros y el más sublime de los visionarios . Y el nombre deSimón Bolívar llego entonces o los conciencias americanas co-mo uno clarinoda de gloria que, partiendo desde los cumbres

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altísimas de los Andes, único pedestal propio para su grande-za-repercutiera por todos los ámbitos del Nuevo Mundo pre-gonando en un canto de libertad la noticia de sus triunfos!

Y el espíritu viajero por las sendas de la historia, ce trans-porta a los tiempos heroicos en que el Genio de la independenciaavanzó en marcha incontenible desde las riberas del Caribe, entierras de Venezuela, hasta el nevado Potosí, en las entrañasdel antiguo Imperio de' los Incas .

Las derrotas, los descalabros productos de la inexperienciay del servilismo atávico de los americanos de entonces, ni lo a- medrentan ni son obstáculos para la realización de susueño

de Libertad . "Más terrible vencido que vencedor" como decíade él su formidable adversario el jefe español Morillo, de losescombros de las más cruentas derrotas supo Bolívar sacar elmaterial que debía servirle para edificar las más grandes desus victorias .

Así, cuando la adversidad le persigue implacable, vence laadversidad y se muestra ante ella cubierto con el manto de lagloria. Sin haber saboreado todavía los honores del primer triun-fo, surge de pronto ante el infortunio, y anonadado por el des-prestigio, cuando todos lo piensan fracasado y proscrito, sor-prende el escenario de sus luchas con la gloriosa campaña de1813, que es para Nueva Granada, la base de la independencia,y vuela desde los Andes neogranadinos hasta las vastas llanu-ras de Venezuela, su patria, venciéndolo todo, la naturaleza in-domable . las facciones, los ejércitos realistas, y arrebatando altirano Monteverde, Mérida, Trujillo, Barinas y Caracas .

Casi enseguida las islas del Caribe lo recogen fugitivo, a-bandonado de los suyos, derrumbada, al parecer, toda la gloriaque formara su heroísmo, y después de escribir allí las celebresprofecías que le inspirara la estupenda visualidad de su pensa-miento, sobre la futura suerte política de los Estados america-nos, profecías que por sí solas bastarían para legar su nombrea la inmortalidad, reaparece nuevamente en las alturas neogra-nadinas, guerrero tan formidable como pensador, llevando lalibertad a Santa Fe (le Bogotá cuando parecía desfallecer la In-dependencia de tierras de Nueva Granada .

.Pero no ha hecho más que triunfar cuando la desdicha loacosa de nuevo, y entonces, revolucionario derrotado, surge sú-

bitamente en Haití, en donde organiza nueva expedición que di-rige contra el continente sufriendo por dos veces descalabros,con mengua de su poder y su prestigio.

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Nada importa a Bolívar los reveses . En su propia naturale-za vive la Independencia de América, y de su voluntad emanala autoridad como fuerza irresistible que todo lo acalla, que atodos se impone, que todos obedecen . Poco tiempo ha transcu-rrido cuando sus rivales, causantes de sus últimos fracasos, loreconocen y se le someten entregándole de nuevo las riendas dela Revolución de que sólo él puede ser símbolo. Y fue entoncesjusticiero e inflexible para afianzar la Libertad ; pero jamás po-drá tildársele de cruel ni de feroz . En la ejecución del invictoPiar, el valeroso general que adueñado de las Guayanas le dis-putaba la autoridad fomentando la facción con grave peligro pa-ra la Independencia, Bolívar sólo fue firme, inapelable, exactoen las medidas que las circunstancias imponían para no ver elfracaso de su obra.

Combate a los españoles, combate a los americanos rebel-des de su autoridad, triunfa, establece gobierno . Pero la adver-

sidad lo persigue otra vez implacable en La Puerta, en Ortiz,en Rincón de los Toros, y después de la última derrota, huyeperseguido por los bosques americanos, sin compañeros y sinarmas : ha perdido su ejército y su autoridad. Mas Bolívar nodesmaya ; su voluntad indomable, la fuerza irresistible de sugenio, le proporcionan nueva autoridad y nuevo ejército, y esentonces cuando llega a las cumbres más altas de su poderío yde su gloria .

Bolívar, como héroe, es superior a todos los grandes hom-bres cuyos nombres repite la historia con reverencia y escu-chamos con admiración . Los de la antigüedad no lo superan ;los modernos no lo alcanzan. Sus luchas son más épicas, sus finesson más nobles. En todos reinó siempre el interés de la gran-deza. Bolívar lleva en sí la grandeza misma . Sólo él podía lle-var a cabo, luchando casi sin elementos contra la naturalezabravía y rebelde de nuestra América y contra fuerzas muy su-periores a la suyas, la empresa más sublime que señora un ge-

nio. La escena de sus proezas es tan inmensa como su grandeza.El mismo escribió a Páez desde las lejanas cabeceras del Pla-ta : "Ya me tiene usted comprometido a defender a Bolivia hastala muerte como a una segunda Colombia : de la primera soypadre, de la segunda soy hijo . Así mi derecha estará en las Bo-cas del Orinoco y mi izquierda llegará hasta las márgenes delRío de la Plata . Mil leguas ocuparán mis brazos" Y el he-roico Martí, libertador y mártir, nos dice con la altivez de su

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pluma inimitable : "Bolívar recorrió más tierras con las bande-ras de la libertad, que ningún conquistador con las de la tira-nía !',

Doblemente grande fue el héroe de la América . La acciónde su espada libertadora de pueblos, fue siempre precedida, yluego seguida, por la acción de su estupendo pensamiento . De-

trás del general vencedor se destaca en él la figura del estadis-ta sabio que da constituciones a un Mundo nuevo, con orienta-ciones también nuevas, surgidas de los escombros de demoli-das autocracias . Todos los grandes hechos de la historia hantenido siempre un cerebro que concibe y un brazo que ejecuta ;Bolívar, superior a todos los patriotas, fue él solo el cerebro yel brazo de la Independencia americana!

***Ese fue Bolívar . Ese fue el genio creador que soñara con

una gran patria americana sin otras fronteras que las demar-cadas por la misma naturaleza, y para la cual el Istmo de Pana-má, esta tierra nuestra tan criticada por todos y tan abando-nada en su debilidad por esas mismas naciones hermanas quesin conocerla la Juzgan y critican,-debía ser lo que el Istmode Corinto para la antigua Grecia . Ese fue el político bien in-tencionado que por conseguir la armonía de todas las naciona-lidades de nuestro continente, hermanas en la raza y en los mis-mos ideales de libertad, reuniera aquí, en 1826 el Congreso In-ternacional cuyo centenario se celebra .

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Ante la sinopsis engañadora

CAPITULO III

Lá hora presente

Ha sido ya publicada por la prensa de esta ciudad, sin co-mentariosdeninguna clase, una sinopsis del Nuevo Tratado del

Canal, arreglada por la Secretaría (le Relaciones Exteriores, ypresentada de manera que se creyó dorada píldora para el pú-

blico del istmo. Pero, cuál eraIdnecesidad de una sinopsis? Porqué no se publica el tratado tal cual ha sido firmado por nues-tros delegados de Washington? Como será lo que no convienetodavía que llegue al conocimiento del pueblo, si por lo que yase conoce de esa sinopsis, el nuevo Tratado, de aprobarse ha deser fatal para la República?

Es hora de que nuestros hombres de entendimiento e ilus-tración alumbren con las luces de sus conceptos al pueblo pana-meño y lo conduzca por el mejor camino para alcanzar el res-peto y la consideración internacionales ; es hora de que por to-dos los ámbitos del país se dejen oír las frases ilustrativas delas bondades y defectos del nuevo pacto, para que los ciudada-nos todos de la República, una vez enterados de lo que éste sig-nifica, puedan exigir de sus representantes el valor cívico nece-sario para afrontar situaciones definitivas ; es hora de que loshonorables Diputados a la Asamblea Nacional mediten honda-mente sobre el problema que han de resolver y se den cuentade que sobre sus hombros y sobre sus conciencias pesará eter-namente la suerte de la patria, y de que la posteridad los juz-gará con la balanza de la más estricta justicia .

En otra parte de este periódico se presenta un estudio, (1)aunque somero bien meditado, del nuevo Tratado con los EE.UU. y allí pueden verse claramente muchas de las inconvenienciasde ese pacto. Ojalá todos los panameños que pueden hacerlo e-mitieran sus opiniones sobre el particular, a fin de robustecer

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PANAMA. SUS PROBLEMAS

con ellas el criterio de la Asamblea que ha de aprobar o negardefinitivamente el tratado del Canal .

Tenemos confianza en los honorables Diputados . Sabemosque a ellos debe animarlos el mismo espíritu de patriotismo quenos anima a nosotros, y a los panameños todos, y por consi-guiente su actitud ha de ser digna y patriótica . Pero más justi-ficarán ellos esa actitud de la cual depende nuestra futura so-beranía, si la República entera los secundara con su voz indi-cadora de] derrotero que conviene a los intereses de la patria .

Creemos que en todos los Municipios del Interior del Istmodebe ser leído y discutido el nuevo Tratado con los Estados Uni-dos, y que una vez hecho así, el voto de esos Municipios debe de-jarse oír para que sepan los representantes del país, qué es loque piensan y lo que esperan de ellos sus respectivos represen-tantes .

Diputados : acordaos del futuro de vuestros hijos que recla-man su herencia de patria!

Panamá ParalíticaYace en su lecho de dolor el enfermo que agoniza : a su lado el

médico le pulsa e interroga por los síntomas ; rodean el lecho losfamiliares y amigos y pendientes todos de los labios del galeno es-peran con ansiedad suprema el último dictamen . No faltan los so-llozos ; un alarmante rumor parte de la estancia y la fúnebre noti-cia va invadiendo en silencio misterioso los aposentos contiguospara trascender a la calle en lúgubre noticia . Ha muerto? In-quiere con insistencia la curiosidad pública . Alguien respondeindeciso, pero otros lo afirman rotundamente .

No, no ha muerto aun, anuncia el parte oficial, pero unajunta de médicos rodea en estos momentos el lecho del enfermo,

En secreto examinan al paciente y abandonan todos el re-cinto guardando el mayor sigilo . En su angustia interroga lafamilia ; hay llanto, hay inquietud, hay desesperación en el ho-gar ; pero los médicos persisten en un silencio imperturbable .Por fin se anuncia el desenlace de la crisis final : el enfermo noha muerto pero sufrirá de una parálisis que lo atará de por vidaa la esclavitud de la impotencia .

Imagen de ese enfermo es Panamá . Panamá que en el ar-dor de su insaciable sed de libertad, fue sorprendida en su ca .

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rrera por la parálisis liberticida a que la condena eternamenteun vergonzoso documento público . Paralítica porque en su an-gustiosa enfermedad sus estadistas, sus médicos de cabecera,sólo pueden ofrecerle desde la clínica de Washington el aire dela atmósfera y los rayos de sol ; la atmósfera que a todos nosenvuelve y el sol que a todos nos alumbra!

Y a la verdad, nada nuevo han logrado nuestros delegadosen Washington si no queremos llamar nuevo y bueno lo quesiempre hemos tenido y lo que siempre hemos repudiado por o-dioso y malo .

Porque si cierto es que la conciencia nacional ha rechazadosiempre el Tratado Bunau Varilla-Hay, no menos cierto es, quesiempre hemos sostenido que el espíritu de ese convenio es muydiferente a la letra que lo anuncia, y que ha sido interpretadopor la contraparte según sus exclusivos intereses . Por eso noshemos revelado siempre contra esas interpretaciones unilate-rales, y hemos dicho, a los cuatro vientos, que sólo nuestra de-bilidad nos ha obligado a aceptar . Hoy, por el contrario, legali-zamos un "modus operandi" iniciado por la parte más benefi-ciada y convenimos, por escritura pública, en asentir a la solu-ción, que en los diferentes incidentes, se ha dado a casos quehemos deplorado como injustos . Es decir, hemos acordado admi-tir como norma jurídica de procedimiento en nuestras relacio-nes con las necesidades del Canal, precedentes ya establecidosy (le los que ayer no más afirmábamos menoscabar nuestra li-bertad y perjudicar nuestros intereses nacionales . Hemos, pues,sancionado y hallado como justas, llegando a establecerlas co-mo normas legales en lo futuro, aquellas mismas interpretacio-nes a las que nuestra debilidad nos imponía dolorosa resigna-ción .

Qué hemos logrado, pues, en el nuevo pacto? Una cosa : elque ya no se nos atropelle por la violencia . que el derecho de lafuerza da al poderoso contra el débil, sino que se nos humille yse nos ultraje con nuestro consentimiento . Al catálogo indefi-nido del PANAMA CEDE de 1903 hemos agregado otro aparte,renunciando a lo último que nos restaba, es decir, al derecho dela protesta y esto aun en caso de una ocupación militar de todala República.

Qué se ha hecho nuestro espíritu racial? A dónde ha emi-grado nuestro anhelo de confraternidad universal si nos hemosatado para siempre al carro bélico de un pueblo definido?

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Ante la cláusula que esto acuerda, con profundo dolor en elalma, solicitamos impacientes por la libertad (le Panamá enesos renglones condenada a muerte ; y a nuestra impertinenteinquietud contesta el resto del tratado con fúnebre silencio :Panamá vive todavía ; humillaciones, vergüenzas ; el aire y elsol de los paralíticos de espíritu y civismo son el único antídotoque le receten sus médicos desde la clínica de Washington!!

Coronel OLMEDO ALFARO

El General Eloy Alfaro,Ex-Presidente de la Re-pública del Ecuador en sulargo destierro en Pana-má contrajo matrimonio:on la señorita Ana Pare-des de Arosemena . DonOlmedo tiene, pues, 50%,de sangre panameña y lalleva con orgullo . Comohispano-americano y comodescendiente de honorablefamilia de Panamá tomó acargo la defensa de este

suelo que guarda los res-tos de sus antepasados .

Cuando se debatía porla prensa la convenienciae inconveniencia del pro-yecto del Tratado de 1926,sostenida con ahínco y

mala fe por los periódicos oficiales lo primero, y por Acción Comunal y ElPueblo lo segundo. el Col . Alfaro escribió para nosotros el siguiente artículo :

Panamá en las guerras futurasEL TRATADO DEI. CANAL Y LA COOPERACIÓN MILITAR

(Colaboración de un distinguido militar extranjero)ARTICULO XI.

COOPERACION MILITAR"La República de Panamá cooperará por todos los medios posibles en

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la defensa del Canal de Panamá, y se considerará en estado de guerraen caso de cualquier conflicto Armado en que los Estados Unidos sean

beligerantes . En caso de guerra, si acaso fuere necesario para la de-

fensa del Canal, el control y el funcionamiento de 'las comunicacionesradiográficas y la navegación aérea estará por completo a cargo de losEstados Unidos. Durante el período de las hostilidades o mientras ha . .ya amenaza de ellas las Estados Unidos tendrán la dirección y controlde todas las operaciones militares dentro del territorio de Panamá, pe-ro las autoridades de la República dictarán y pondrán en vigor todaslas órdenes y decretos que sean necesarios para el mantenimiento delorden público y para la seguridad y defensa del territorio ."

"Las fuerzas armadas de los Estados Unidos tendrán libre tránsitoen todo el territorio de Panamá para ejecutar maniobras y otros finesmilitares, pero se dará oportuno aviso al Gobierno (le Panamá cada vez,que hayan de entrar tropas en su territorio."

I

El nuevo Tratado del Canal, firmado recientementeenWashington por los representantes de Panamá, entre otras es-

tablece una cláusula de cooperación militar, al parecer de sumagravedad para el pueblo istmeño ; constituye la obligación talvez, de mayor trascendencia en la vida del Istmo, si es que ma-ñana dentro del orden normal de los sucesos humanos, se lle-ga a desatar una nueva guerra en la cual los Estados Unidos'por su situación preponderante en la economía mundial, tienenecesariamente que ser el principal protagonista .

La guerra es sin duda una fatalidad, pero no por eso dejade ser guerra. Al entrar a ella Panamá por su propia voluntad,traería sobre sí las responsabilidades inherentes a tan gravemal . Sus habitantes, sus riquezas, sus campos, se llenarán dedesolación y de ruina . Esto ya en sí es duro, cuando se tratade combatir por ideales propios ; y lo es mucho más, en el caso!como el presente, cuando la lucha puedo llegar a comprometer-se, por causas, ajenas del todo, al pueblo panameño, a sus aspi-raciones en el concierto universal y a sus fraternales relacionescon los pueblos de origen hispano .

Actualmente la guerra no considera leyes, ni tratados, nisu propio origen, y sólo tiene una mira : la finalidad militar, eltriunfo sobre el adversario . Declarada la guerra y reclutadoslos ciudadanos panameños, los recursos de sus campos, ganadosy provisiones, y en una palabra : bajo censura su prensa y cons-crita su conciencia nacional, se hará creer que la nación X de-sea vuestra destrucción y vuestra ruina, que la lucha es por la

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existencia de la nación panameña . El comando militar estado-unidense que conforme al tratado, ocupará al Istmo, usará desus contingentes militares en la forma y en lugar más apropia-dos para la defensa del conjunto, de la nación Norte-Americana .

La guerra no se puede hacer por secciones ; las unidadesmilitares forman parte de un todo y es pueril creer que tales ocuales tropas permanezcan obligatoriamente en determinadosector, si su cooperación militar es más conveniente en otrofrente. Por ejemplo : si el comando estadounidense, consideraque la marina británica tiene su base de operaciones en Jamai-ca, Cartagena o David, en la Provincia de Chiriquí ; las fuerzaspanameñas que fueron reclutadas con el propósito manifiestode defender el Canal, deben de ser enviadas a atacar chiricanos,cartageneros o jamaicanos según sea indicado en el orden es-tratégico. Igualmente tenemos las consideraciones de orden mo-ral : Si un ejército formado por panameños, no es consideradocomo un elemento deseable en su propio ambiente, tiene el co-mando perfecta obligación de cambiarlo a otras zonas, en susvastas posiciones coloniales y guarnecer el Istmo con fuerzasextrañas al terruño patrio .

Las medidas militares obedecen a la necesidad, y una vezen la refriega, los Tratados son casi nugatorios. Hay quienesconsideran que con tratado o sin él, la República de Panamá,se verá necesariamente envuelta en una guerra en la cual to-men parte los Estados Unidos de Norte América. Esto es evi-dente, pero desde luego que la situación moral y dentro delderecho internacional, varía considerablemente .

Al entrar Panamá voluntariamente a sufrir las consecuen-cias de un conflicto armado ; acepta a sabiendas toda respon-sabilidad moral y material ; la víctima en hombres y dinero, elhuérfano y el mendigo no tendrán lugar a reclamo ; cada cuales dueño de sus acciones y nadie tendrá por qué darse por no-tificado .

En cambio, si su pueblo es víctima de las pasiones huma-nas, si el mundo financiero, el militarismo y demás organiza-ciones que originan la guerra, la encuentran en su camino yla aniquilan ; le queda una conciencia ; la conciencia de la vícti-ma inocente ; un derecho ; el derecho a la reivindicación, y unreclamo ; el de los daños que le han sido causados sin su con-sentimiento .

Panamá y Colón, (ciudades fortificadas) pueden ser des-

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truídas hoy ; sin embargo existe el derecho de reclamo, por per-juicios inocentemente sufridos . En cambio, Panamá, beligeran-te, no tendrá lugar a queja, y si la fortuna de la guerra, le fueseadversa en la defensa de sus colonias a Estados Unidos de A-mérica, entonces su condición de vencida pondría a su puebloen una calamitosa espectación de un futuro bien sombrío .

El hecho de ser hoy la Metrópoli Americana un poderosonúcleo militarista, por los preparativos hechos después de lagran guerra, determina pensar, que el choque de sus poderososadversarios los recibirán sus posesiones de ultramar y sobre-todo en el Canal de Panamá, mejor dicho ; la República de Pa-namá, en cuyas aguas se efectuará la conjunción de las flo-tas de batalla que garantizan con su majestad y poderío la exis-tencia de los Estados Unidos de Norte América .

Dentro de un espíritu de justicia, debería suceder que elpueblo panameño, que sacrificó tantas cosas por hacer posiblela duplicación de este poder naval, recibiera en cambio algunasprerrogativas ventajosas y no el privilegio de hacerse matar,en caso de guerra, contra pueblos y condiciones, que necesaria-mente tiene que ignorar dadas las condiciones de la lucha mo-derna y los estrecijos de la diplomacia .

11Hemos hablado (le antemano de la conspiración militar de

la opinión pública, de la conciencia militar, digámoslo así ; co-mo elemento creador de una situación de guerra. Ya actualmen-te fue publicado en la prensa local, un comunicado, en el cualse aclara para calmar la opinión de ciertos ánimos inquietosque la cláusula sobre cooperación militar, no significa el man-tenimiento de un ejército regular, ni el servicio militar obliga-torio. No habrá pues en seguida una guarnición militar en Pa-namá, ni se dictará hoy una ley, que obligue a los panameños alservicio militar forzoso . Sinembargo, la cláusula en cuestión di-ce literalmente que : La República de Panamá cooperarápor todos los medios posibles a la protección y defensa del Ca,nal de Panamá. Si no entendemos mal el castellano, cooperaciónes pueril procurar traducirlo de otra manera. Sinembargo, mu-es pueril procurar traducirlo de otra manera . Sinembargo , mu-chos de estos ánimos inquietos se juzgan ya satisfechos con laaclaración antedicha . El peligro lo dan por desaparecido .

Si hablamos por ejemplo de la organización (le un concier-to musical y alguien nos ofrece su cooperación artística, debe-

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mes comprender por ello, cooperación artística y no esperar supresencia en el concierto de simple espectador .

En esta forma se produce generalmente la malicia, en vistade un fin determinado, una vez hecho un convenio de alianza'entre las naciones . Los Estados Mayores, con personal debida-mente preparado en la comprensión psicológica humana ; pre-sentan las diferentes situaciones a la opinión pública, con loscolores y características necesarios al estado de opinión desea-do. Declarada la guerra a Alemania por Inglaterra en 1914, yestando en posesión ésta de las vías cablegráficas universales,su primer cuidado estuvo en alienar de Alemania la opinión pú-blica y pronto se vió el Imperio Germánico rodeado de enemi-gos .

La necesidad militar para Estados Unidos del continente detropas panameñas, es evidente . Uno de los más posibles aspec-tos de la situación, sería el de una declaratoria de guerra por ;sorpresa. Dado el hecho de constituír el Istmo el punto de reu-nión de las flotas de guerra de Estados Unidos, lo probable esque su bloqueo e interrupción se produzca inesperadamente, an-tes de que la interesante nación vecina haya efectuado ningu-na movilización de tropas sobre el Istmo . El reclutamiento y pre-sentación de las fuerzas panameñas, sería entonces de gran a-yuda, no solo como hábiles combatientes tropicales, sino comoelemento de trascendental oportunidad. No siendo numérica-mente efectiva la guarnición del Canal, sus cuadros pueden ser-vir de base para la formación de un ejército de tropas nativas,como nos llaman los extranjeros, ya que aun el buen amigode hispano-América, general Mangnin calificó de soldados indí-genas, al magnífico contingente de tropas portorriqueñas, ba-jo las banderas de la Unión . Es posible que al efectuarse el re-

clutamiento, dado los antecedentes en vigencia en la Zona delCanal, se haga clasificación de elementos de carácter biológico,dentro de especificaciones raciales .

Que Panamá será el futuro campo de batalla de la guerraen perspectiva repetimos, es cosa que dan por muy probablelas personas que entienden de estas cuestiones militares .

Constituye esta sección, el lugar más importante de la or-ganización defensiva (le los Estados Unidos, por encontrarsehasta cierto punto incomunicadas por tierra de la metrópoli, ysobre todo la imposibilidad en que se encuentra cualquier coa-lisión Europea, de hacer mayores adelantos en un ataque al

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propio territorio de la Unión Americana, cuyos adelantos ensu militarización, en relativo corto tiempo son casi tan plausi-bles como los de la antigua nación alemana, ya que se trata tam-bién de dar protección a su engradecimiento mundial .

La preparación militar de su juventud en universidades ycolegios para formar un cuerpo selecto de Oficiales de Reserva ;los numerosos campos, de Instrucción, en los cuales miles deciudadanos se preparan cada año al uso de las armas ; la or-ganización de sus manufacturas e industrias en vista de la gue-rra ; todo esto unido al ,gran desarrollo de su riqueza, hace pen-sar a los que conocen de estas cosas, que para dañarle en unconflicto sería labor más corta, el destruís- su rico comercio, can-celar sus valiosos empréstitos exteriores, y arrebatarle sus co-lonias. Sea pues cual fuese la solución que le depare el destino alos hijos de Uncle Sam, no por eso dejará de sufrir Panamá, elmás interesante eslabón de su cadena de áreas fortificadas ysu más bella estación en el dominio de los mares. hoy cuandoreina la paz es cuando se debe considerar el futuro que seavecina .

El artículo que acabaís de leer, estimado lector, era la vozde un campanero hábil que anunciaba el peligro . "Era la vozaltanera del vigía que anunciaba el huracán" . El alerta del a-migo que deseaba salvar la a la tierra que él quiere como la suyapropia pues lo ligan a ella lazos (le sangre, y además, por lafranca hospitalidad que le brinda .

Y esta generosa actitud que asumió el valiente ecuatoria-no, veréis enseguida, cómo fue apreciada por el Gobierno presi-dido por Don Rodolfo Chiari. Leed y reprimid vuestra ira .

"Secretaría de Gobierno y Justicia.-Número 991-A.- Pa-namá 18 de Agosto de 1926- Señor Gobernador de la Provin-

cia.- Presente.- Señor : En este Despacho se tiene cono

ello de que el Sr . Olmedo Alfaro es autor del artículo publicado enel número 26 de Acción Comunal intitulado `Panamá en las gue-rras futuras .'

Corno el Sr. Alfaro es extranjero y en el artículo en refe-rencia se critica claramente la actuación del Gobierno panameño,en lo concerniente al nuevo Tratado con los Estados Unidos, elEjecutivo considera que tal actitud constituye un abuso de lahospitalidad que esta nación le brinda, dando así lugar a que sele considere como extranjero pernicioso o no deseable . En tal vir-tud este Despacho ordena a usted se sirva notificar por escrito al

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señor Alfaro que será expulsado del país si continúa ejecutan-do los actos que se lo atribuyen . Le envío con la presente un .ejemplar de la Acción Comunal, en que corre publicado el ar-tículo de que se ha hecho mención .

Soy de usted muy atto. y S . S.,(fdo.)-Carlos L . López""República de Panamá .---Gobernación de la Provincia . Pa-namá, Agosto 18 de 1926.--Resolución Número 069.-E1 Suscri-

to Gobernador, en cumplimiento de la orden contenida en el ofi-cio número 941-A.-de esta fecha, dirigido por el señor Se-cretario de Gobierno y Justicia a este Despacho, Resuelve

: Ci- taral extranjero señor Olmedo Alfaro, autor dell artículo inti-tulado `Panamá en las guerras futuras,' publicado en' el número26 de Acción Comunal, con el cual ha cometido un abuso de lahospitalidad que esta nación le brinda dando así lugar a que sele considere como extranjero pernicioso o no deseable, y notifi-carle que será expulsado del país si continúa ejecutando los ac-tos que se le atribuyen .-Cúmplase-El Gobernador.-(fdo.)-Arch E. Boyd.--El Secretario .-(fdo) .-Dimas S. Rotrup D ."

En la ciudad de Panamá, a los diez y nueve días del mesde Agosto de mil novecientos veintiseis, compareció al Despa-cho de la Gobernación de la Provincia de Panamá, el señor Ol-medo Alfaro, con el objeto de ser notificado del contenido dela resolución número 069 de ayer, dictada por este Despacho,

Leída, que le fue la anterior resolución, se diopor notificado y dijo : 493e sido notificado del contenido de laResolución número 069, de ayer, dictada por la Gobernación dela Provincia de Panamá, y debo manifestar que no veo que lapublicación en cuestión está enderezada a atacar al GobiernoPanameño, sino más bien a la defensa de un pueblo hermano,que me brinda generosa hospitalidad ; pero ya que mis intencio-nes se ven interpretadas en forma distinta a mi deseo, y envista de la opinión adversa manifestada por las autoridades, lemanifiesto que me abstendré en lo absoluto a toda actitud con-

traria, como un tributo de respeto a la autoridad constituida .--Para constancia se firma la presente diligencia-El Goberna-dor.-(fdo) .-Arch E. Boyd. -El Notificado.-(fdo) .--Olmedo Al-faro.-El Secretario.- -(fdo.)-Dimas S. Rostrup D."

Como no desagravio al amigo sincero y en vista del ultra-je que le había irrogado el Gobierno Nacional de Panamá, "Ac-ción Comunal" escribió el siguiente artículo, y al mismo tiem-po le otorgó el Diploma de I grado de la Institución I . C. A. C .coro muestra de profundo agradecimiento por la indicacióntan atinada y oportuna que el joven militar hacía a nuestraPatria en los momentos más difíciles y peligrosos para ella :

ysushombres 51 vamos a terminar estas cortas...

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