COLUMNA

Yo también

“O nos unimos con el islam moderado contra la barbarie, o estamos abocados a una guerra mundial de inimaginables dimensiones”

Sí, yo también me indigno cuando escucho a los imanes y a los musulmanes conservadores decir esas barbaridades retrógradas que dicen. E igualmente me indigno cuando se las oigo a los obispos españoles y a los reaccionarios que les apoyan, como el obispo de Alcalá hablando de las feministas demoníacas y del loby gay que ha “infectado” al PP. Son opiniones con consecuencias a veces muy graves (la oposición católica al condón fomenta el sida, el machismo islámico esclaviza a las mujeres…), pero en ningún momento me creo que ni siquiera ese disparatado obispo de Alcalá esté a favor de coger un kalashnikov y ejecutar a una docena de personas. Pues bien, lo mismo sucede con los musulmanes conservadores: no son terroristas. Eso sí, los conservadores son mayoría en el islam; los progresistas son una amplia minoría, quizá el 30%, y son las primeras víctimas de los fundamentalistas.

Una argelina de izquierdas me dijo: “Quisimos modernizar la sociedad de golpe, implantando el laicismo occidental e ignorando nuestra propia cultura, y nos equivocamos”. Hace 60 años, también España era terriblemente machista y reaccionaria: los emigrantes que llegaban a Europa eran como las familias árabes tradicionales de hoy. Hay que apoyar no ya a los musulmanes progresistas, sino a la mayoría moderada, para que anden su camino hacia el respeto a unos derechos humanos que son el patrimonio de todos. Y hay que hacerlo sin soberbia, porque nuestra sociedad también está llena de miserias, y sin prejuicios: estoy harta de oír que los musulmanes no condenan estos atentados, cuando lo cierto es que ha habido montones de condenas y de manifestaciones, pero nosotros simplemente las ignoramos.

O nos unimos con el islam moderado contra la barbarie, o estamos abocados a una guerra mundial de inimaginables dimensiones.

SOLUCIÓN SEGÚN TEORÍA BÁSICA DE COMENTARIO :

La columna de Rosa Montero nos devuelve a una realidad que se viene planteando desde prácticamente el más prístino inicio de la civilización humana : la dificultad para la convivencia social a partir de distintos credos compartidos. [1.1. Contenidos general]

La periodista y pensadora nos lanza en su texto un demoledor ultimátum : o apostamos por un espíritu religioso de naturaleza moderada o finalizaremos nuestros días en lo que podría ser la tercera y última guerra mundial. [ 1.2. Intención]

El tema planteado se nos muestra en nuestros días, ahora más que nunca, como de una importancia y vigencia a considerar : la internacionalización de las comunicaciones y la fácil adquisición de enorme material destructivo por parte de grupos disconformes nos lleva a pensar seriamente acerca de la inmensidad del problema. [ 2.1.1.Vigencia del tema]

En este sentido, el tratamiento que la periodista le aporta al asunto resulta muy clásico : encaminar directamente al corazón del lector la preocupación de un tema que podría desencadenar una guerra religiosa total a nivel planetario : así como hay que resolver los problemas del vecindario porque tarde o temprano serán igualmente problemas nuestros, así también habríamos de abordar la intolerancia y violencia religiosa [ 2.1.2. Tratamiento del tema]

No cabe duda, por tanto, que Rosa Montero emplea la subjetividad emanada de una preocupación ante una futurible hecatombe mundial para alarmarnos y aguijonearnos hacia una solución definitiva de este asunto milenario. [ 2.1.3. Postura del autor ]

Esto nos lleva a la mente películas como “Hiroshima” (1983), “Pánico nuclear” y otras tantas películas y libros donde el fanatismo ideológico ( sea del cáliz que sea ) conducen a las más terribles e inimaginables atrocidades vistas en la faz de la Tierra. [ 2.1.4. Libros y películas que recuerdan al tema ]

Desde luego la problemática yihadista no se reduce a mera política; detrás de este fenómeno se ocultan claras insuficiencias en la interiorización de las disciplinas humanas básicas : humanísticas ( las personas cuentan ), científicas ( el progreso ) y de humanitaria interpretación religiosa ( la moderación ).[2.1.5. Relación con otras disciplinas ]

Por otra parte, el tono pesimista y categórico que se desprende del escrito, nos sugiere por parte de la columnista la conclusión personal de que el desenlace de toda esta historia no será precisamente prometedor [ 2.2.1. El tono ]

Como pretende llegar al mayor número de personas y adentrarse en las sensibilidades del pueblo, el escrito aparece desarrollado con registro estandarizado; es más, de sus palabras se puede dilucidar que la disolución del problema solo se puede completar desde el más íntimo corazón humano que se oculta más allá de las diseñadas ponzoñosas nubles opresoras procedentes de las ideologías radicales. [ 2.2.2. Registro ]

Conforme a lo expuesto arriba, el estilo del autor se muestra sencillo y natural para de esta manera lograr la máxima compenetración con sus lectores [ 2.2.3. Estilo]

La preocupación que desprende la autora acerca de este asunto se percibe en la excitante arritmia cadenciosa que emana a lo largo de sus periodos oracionales, destacando la disyunción final con la que remata su escrito y en donde deja al ser humano en la encrucijada de decidir su destino a dos caras : la vida ( adaptación o la muerte ( la suicida intransigencia ) [ 2.2.4. El ritmo ]

A nivel personal, consideramos que no tiene porque acabar todo en la bomba final ya que una de las características esenciales del esta especie ha sido la capacidad de superación que presentamos desde tiempos

inmemoriables : en efecto, posiblemente cuando el sufrimiento sea máximo habrá una bandera blanca que abrirá un periodo de comprensiva, sincrética y tolerante lucidez. [ 2.3.1. ¿De acuerdo o desacuerdo? ]

Opinamos también que dada la antigüedad del problema ( desde Sumeria, según las tablillas antes atesoradas en el museo de Bagdad ) este no se resolverá tan a la ligera, pues va a requerir de la íntegra evolución democrática de toda y cada una de las civilizaciones que salpican este mundo [ 2.3.1. ¿Cuándo? ]

Posiblemente hay que trabajar más y mejor a nivel educativo y científico-material ( la pobreza es una catalizador ) en las zonas donde el riesgo se descubre como mayor : países de Asia Central, África y Sudamérica. Prevenir antes que lamentar. [ 2.3.1. ¿Dónde?]

¿Cómo se manifiesta el fanatismo religioso? Los medios de comunicación e información deben orientarse a la propagación de ideales de convivencia de alta más democrática y no ponerse al servicio de los intereses intencionadamente maniqueístas de los grupos de poder anquilosadamente retrógrados. [ 2.3.1. ¿Cómo? ]

Independientemente de los medios de expresión que empleen los agentes de las fuerzas del mal de este mundo para lograr el control total a través del miedo generado por una violencia irracional, los que la sufren principalmente suelen ser los mismos inocentes de siempre : ciudadanos de países sin materias primas, es decir, sin riquezas codiciadas por otros pueblos más poderosos [ 2.3.1. ¿A quiénes afecta más el tema ]

A partir del párrafo anterior pretendemos sugerir la respuesta a la pregunta del millón : ¿por qué una sempiterna e endogámica belicosidad abanderada por principios ortodoxos espirituales desde el principio de los tiempos? Me viene a la memoria una cita del escritor francés Paul Valery : “La guerra es una masacre entre gentes que no se conocen, para provecho de gentes que si se conocen pero que no se masacran.” [ 2,3,1. ¿Por qué o para qué]

Desde esta perspectiva, nos parece encomiable la actitud previsora que persigue la columnista con su escrito : la única manera de detener una guerra es evitarla. Y es que como nos señala la historia, toda contienda se enciende con una chispa y acaba devorando con su fuego todo el bosque laborado por eones de buenas personas [ 2.3.1. ¿Consecuencias?]

El texto se presenta cuajado de símbolos que aluden subrepticiamente a los “dos torres” sobre los que se fundamenta la manipulación de los mandamases para continuar controlando el mundo y sacar tajada ( nunca mejor dicho ) : intolerancia a lo distinto ( “machismo”, “progresista”-“conservador”, “musulmán-cristiano”…) y ostentación de la más primitiva fuerza bruta de creación humana (“kalashnikov”, “terroristas”…) [2.3.1.Símbolos, y 3. Recapitulación de las ideas esenciales]

Como se dice que no hay mejor remate para un comentario que una reflexiva y oportuna cita, me he permitido coger prestada una del narrador y dramaturgo austríaco Arthur Schnitzler que bien podría resumir la conclusión final de mi aporte crítico : “La tolerancia frente a la intolerancia es el peor de todos los crímenes. Ni siquiera la intolerancia es tan grave” [ 3. Cierre con alguna valoración personal de carácter general]