ya estaba tendido en la gramilla

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Ya estaba tendido en la gramilla, acostado sobre el lado derecho, tal como él quería. La boca, que acababa de abrírsele en toda su extensión, acababa también de cerrarse. Estaba como hubiera deseado estar, las rodillas dobladas y la mano izquierda sobre el pecho. Sólo que tras el antebrazo, e inmediatamente por debajo del cinto, surgían de su camisa el puño y la mitad de la hoja del machete, pero el resto no se veía. ……………………………………………………………………………………………… Ya estaba tendido en la gramilla, acostado sobre el lado derecho, tal como él quería. La boca, que acababa de abrírsele en toda su extensión, acababa también de cerrarse. Estaba como hubiera deseado estar, las rodillas dobladas y la mano izquierda sobre el pecho. Sólo que tras el antebrazo, e inmediatamente por debajo del cinto, surgían de su camisa el puño y la mitad de la hoja del machete, pero el resto no se veía. ……………………………………………………………………………………………… Ya estaba tendido en la gramilla, acostado sobre el lado derecho, tal como él quería. La boca, que acababa de abrírsele en toda su extensión, acababa también de cerrarse. Estaba como hubiera deseado estar, las rodillas dobladas y la mano izquierda sobre el pecho. Sólo que tras el antebrazo, e inmediatamente por debajo del cinto, surgían de su camisa el puño y la mitad de la hoja del machete, pero el resto no se veía. ……………………………………………………………………………………………… Ya estaba tendido en la gramilla, acostado sobre el lado derecho, tal como él quería. La boca, que acababa de abrírsele en toda su extensión, acababa también de cerrarse. Estaba como hubiera deseado estar, las rodillas dobladas y la mano izquierda sobre el pecho. Sólo que tras el antebrazo, e inmediatamente por debajo del cinto, surgían de su camisa el

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Ya estaba tendido en la gramilla, acostado sobre el lado derecho, tal como l quera. La boca, que acababa de abrrsele en toda su extensin, acababa tambin de cerrarse. Estaba como hubiera deseado estar, las rodillas dobladas y la mano izquierda sobre el pecho. Slo que tras el antebrazo, e inmediatamente por debajo del cinto, surgan de su camisa el puo y la mitad de la hoja del machete, pero el resto no se vea.

Ya estaba tendido en la gramilla, acostado sobre el lado derecho, tal como l quera. La boca, que acababa de abrrsele en toda su extensin, acababa tambin de cerrarse. Estaba como hubiera deseado estar, las rodillas dobladas y la mano izquierda sobre el pecho. Slo que tras el antebrazo, e inmediatamente por debajo del cinto, surgan de su camisa el puo y la mitad de la hoja del machete, pero el resto no se vea.

Ya estaba tendido en la gramilla, acostado sobre el lado derecho, tal como l quera. La boca, que acababa de abrrsele en toda su extensin, acababa tambin de cerrarse. Estaba como hubiera deseado estar, las rodillas dobladas y la mano izquierda sobre el pecho. Slo que tras el antebrazo, e inmediatamente por debajo del cinto, surgan de su camisa el puo y la mitad de la hoja del machete, pero el resto no se vea.

Ya estaba tendido en la gramilla, acostado sobre el lado derecho, tal como l quera. La boca, que acababa de abrrsele en toda su extensin, acababa tambin de cerrarse. Estaba como hubiera deseado estar, las rodillas dobladas y la mano izquierda sobre el pecho. Slo que tras el antebrazo, e inmediatamente por debajo del cinto, surgan de su camisa el puo y la mitad de la hoja del machete, pero el resto no se vea.

Ya estaba tendido en la gramilla, acostado sobre el lado derecho, tal como l quera. La boca, que acababa de abrrsele en toda su extensin, acababa tambin de cerrarse. Estaba como hubiera deseado estar, las rodillas dobladas y la mano izquierda sobre el pecho. Slo que tras el antebrazo, e inmediatamente por debajo del cinto, surgan de su camisa el puo y la mitad de la hoja del machete, pero el resto no se vea.

Ya estaba tendido en la gramilla, acostado sobre el lado derecho, tal como l quera. La boca, que acababa de abrrsele en toda su extensin, acababa tambin de cerrarse. Estaba como hubiera deseado estar, las rodillas dobladas y la mano izquierda sobre el pecho. Slo que tras el antebrazo, e inmediatamente por debajo del cinto, surgan de su camisa el puo y la mitad de la hoja del machete, pero el resto no se vea.