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E L U C I D A R I O 357 EL MERCURIS TRIMEGISTUS DE BARTOLOMÉ XIMÉNEZ PATÓN ELUCIDARIO. Nº 6 (Septiembre 2008). págs. 357 a 362 Seminario Bio-bibliográfico Manuel Caballero Venzalá E El Mercurius Trimegistus de Bartolomé Ximénez Patón MANUEL MORALES BORRERO XIMéNEZ PATóN. BARTOLOMé PORTADA: Mercurius Trimegis tus, sive de tri plici Eloquentia Sacra, Española, Romana. (Ador- no) Opus concinatoribus verbi sacri poetis vtriusque linguæ, diuinarum, & humanarum literarum studiosis vtilissimum. Ad D. Ihon- nem de Tarsis Comitem de Villamediana, Ar- chigrammathophorum Regis. Avthore Magister Batholomæo Ximenio Patone Almedinensi, eius publico Doctore, & Prothogrammatophoro in oppido Villanueua de los Infantes, Curiæ Ro- manæ, & sancti Officij Scriba. Cvm Previlegio. Petro de la Cuesta Gallo Typographo Biatiæ. Anno 1621. Portada v: ( ERRATA NOTABLE. Donde dize en el principio de colorado, Magister Batho- lomæo: Leerás Magistro Bartholomæo). Portada a dos tintas 10 p., 286 h., 21 p. : il. ; en 8° (19 cm) Ex libris de Manuel María Mosquera Dedicatoria a don Juan de Tassis conde de Villamediana Texto en latín y castellano con índice alfabé- tico La h. 209 está repetida Letras capitulares historiadas Texto enmarcado Algunas anotaciones manuscritas Encuadernación a la holandesa con puntas. Cortes coloreados Lomo con nervios y tejuelo Signatura: 4.727 Ejemplar en la Biblioteca del Instituto de Estudios Giennenses

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Ximénez Patón

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Page 1: Ximénez Patón

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El MErcuris TriMEgisTus de bartolomé ximénez patón

ELUCIDARIO. Nº 6 (Septiembre 2008). págs. 357 a 362

Seminario Bio-bibliográfico Manuel Caballero Venzalá

E

El Mercurius Trimegistus de Bartolomé Ximénez Patón

Manuel Morales Borrero

XIMéNEz PAtóN. BARtOLOMé

Portada:

Mercurius trimegistus, sive de triplici Eloquentia Sacra, Española, Romana. (Ador-no) Opus concinatoribus verbi sacri poetis vtriusque linguæ, diuinarum, & humanarum literarum studiosis vtilissimum. Ad D. Ihon-nem de tarsis Comitem de Villamediana, Ar-chigrammathophorum Regis. Avthore Magister Batholomæo Ximenio Patone Almedinensi, eius publico Doctore, & Prothogrammatophoro in oppido Villanueua de los Infantes, Curiæ Ro-manæ, & sancti Officij Scriba. Cvm Previlegio. Petro de la Cuesta Gallo typographo Biatiæ. Anno 1621.

Portada v: (errata notable. Donde dize en el principio de colorado, Magister Batho-lomæo: Leerás Magistro Bartholomæo).

Portada a dos tintas10 p., 286 h., 21 p. : il. ; en 8° (19 cm)Ex libris de Manuel María Mosquera Dedicatoria a don Juan de tassis conde de Villamedianatexto en latín y castellano con índice alfabé-ticoLa h. 209 está repetida Letras capitulares historiadas texto enmarcadoAlgunas anotaciones manuscritas Encuadernación a la holandesa con puntas. Cortes coloreadosLomo con nervios y tejuelo

Signatura: 4.727

Ejemplar en la Biblioteca del Instituto de Estudios Giennenses

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El MErcuris TriMEgisTus de bartolomé ximénez patón

El Mercurius Trimegistus es un libro de Retó-rica y Gramática que contiene cuatro tratados: Eloqventia Sacra (en latín), Eloqvencia Española en Arte (en castellano), Institvciones de la Gramática Española (en castellano) y Eloqventia Romana (en latín).

El libro está dedicado al conde de Villame-diana, don Juan de tassis y Peralta, a quien en el momento de aparecer impresa la obra le faltaba un año para morir, (aunque Patón tenía ya ter-minada dicha dedicatoria en Villanueva de los Infantes el 10 de junio de 1618). Advertimos aquí un fuerte contraste, porque si conocemos la bio-grafía del conde de Villamediana, nos vendrá a la memoria inmediatamente la disparidad de carac-teres: la austeridad de vida, la ejemplaridad moral y el rigor de las doctrinas del maestro comparadas con las veleidades, la inmoralidad y el desorden del conde, al que Ximénez Patón no duda en lla-mar «Archigrammatophoro Regio» y en dedicarle una auténtica letanía de conceptos laudatorios. Quizá el autor se sintió empujado por el cariño que profesaba a don Juan de tassis, ya que Pa-tón fue maestro de dicho conde, quien padeció muerte violenta en la calle Mayor de Madrid el 21 de agosto de 1622.

En los cuatro tratados que forman el Mercu-rius Bartolomé Ximénez Patón se refiere a todas las teorías propuestas por los preceptistas que le antecedieron en el tiempo; acepta unas, repudia otras y añade nuevas conjeturas que le habían sugerido los profundos estudios y las observa-ciones que se le fueron ocurriendo a lo largo de su vida docente e investigadora.

Después de haber desarrollado con cuidado, claridad y técnica en su Mercurius todas las ma-terias pertenecientes a las artes de la gramática, de la retórica y dialéctica, aparecen las respuestas dirigidas por el autor a tres notas o cuestiones que el dominico fray Esteban del Arroyo había planteado a Ximénez Patón a propósito del con-tenido de su obra. Y casi al final del libro podemos leer los testimonios favorables del claustro de la universidad de Baeza y de los catedráticos de Úbeda, de Alcaraz, de Ciudad Real, de Membrilla, de Albacete y de Villapalacios. todos encomian el valor y utilidad de estos cuatro tratados y se

comprometen a usarlos y explicar sus contenidos a los estudiantes que asistan a sus lecciones. Las dos hojas finales del Mercurius contienen una canción poética escrita en hexámetros latinos por Ildefonso de Ureña y Loaysa en elogio del «Candidissimo ac sapientissimo Magistro Bar-tholomaeo Ximenio Patoni totius Eloquentiae professori».

Para escribir esta obra Patón parte de la con-vicción de que la suya es la mejor; no le arredra el considerar que ya otros tratadistas hayan escrito libros parecidos:

«Antes de ahora hizo un arte de Retórica en Ro-mance un padre de la orden de San Gerónimo, porque claro nos consta está algo a lo viejo y traducida del todo del Latín […], ni me detiene otra más moderna hecha por Luis de Guzmán,

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porque es más larga que debiera y con menos dotrina que conviene. Ni la de Rodrigo de Espi-nosa, que della constará su defeto. Ni la Lógica de mi antepasado Simón Abril […]»1.

Ximénez Patón sabe que su Mercurius es el tratado más completo dentro de su género y lo declara sin rodeos, sin circunloquios y sin falsas modestias. Pero tras esta declaración de autosuficiencia hace una humilde reflexión considerando el error en el que estuvo sumido en otras épocas:

«Confieso que dexándome llevar por el parecer de muchos había errado en tener nuestra lengua por Latín corrompido, mas he visto estos días con mucha atención el agudo y doctíssimo discurso que sobre esto haçe el Dotor Gregorio López Madera2 […] universal ingenio en toda suerte de Letras, en los del Monte Santo de Granada capit. 18 y 19»3.

El propósito de este libro, desde su primera página, va encaminado a poner de manifiesto todas las características del lenguaje y a dictar normas para la corrección de las locuciones y la perfección de las artes dialéctica y retórica. Por este motivo no duda en hacer la siguiente afirmación:

«La cosa que más acredita al hombre y le haze ganar nombre de prudente y sabio es saber bien el lenguaje en que cada uno nace. Así, quando ya naturaleça le ha enseñado lo que basta para formar bien las voces y pronuncia[r] con buen accento y ortografía, es bien que deprendamos la propiedad de nuestra lengua materna»4.

1 Bartolomé Ximénez Patón, Mercurius Trimegistus, fol. 49r.

2 Escritor del siglo XVI nacido en Madrid de ascen-dencia asturiana y caballero del hábito de Santiago. Estu-dió leyes en la universidad de Alcalá en donde después fue catedrático. Autor de diversos libros entre los que se encuentra el Discurso de la certidumbre [...], Lope de Vega lo alabó por la pureza de la lengua que se advierte en sus escritos.

3 Mercurius Trimegistus, fol. 49v. Se está refiriendo a la obra escrita por López Madera Discurso de la certidumbre de las reliquias descubiertas en Granada desde el año de 1588 hasta el año de 1598, impresa en Granada por Sebastián de Mena, año 1601.

4 Mercurius Trimegistus, fol. 47v.

Pero para aprender hay que estudiar, y para asimilar y retener la sustancia de esos estudios hay que tener memoria. El valor de ésta es im-portantísimo, hasta el punto de que Ximénez Patón se ocupa también en dar consejos prác-ticos para agudizarla y conservar su viveza, de suerte que en algunas páginas de su libro hay brevísimos tratados de farmacopea. La memoria, ayudada por la voluntad es un arma potentísima para el intelecto. «Auméntase la memoria, como las demás cosas, con el exercicio», pero también con la ayuda de ciertos compuestos.

«Quanto a lo medicinal, después de comer to-mar confites de culantrillo; comidos, impiden los humos que de la comida suben al cerebro y assí aprovechan a la memoria. Pasas, sacados los granillos y echadas en remojo de parte de noche en agua ardiente y por la mañana comidas con la misma agua, aprovecha[n] a la memoria. El unto del oso y cera blanca, y derretida la cera con el unto, el qual ha de ser doblado que la cera y con la yerba que llaman Valeri[a]na y con la Eufrasia frescas [...], y puesto al fuego donde se cueça has-ta que se vuelva espeso meneándolo con un palo: con lo qual se ha de untar el colodrillo y frente algunas veces, y se aumenta la memoria»5.

* * *

Ocupando todo el siglo XVI los humanistas se sintieron inclinados a escribir tratados de gra-mática, de lingüística, de crítica y de preceptiva que abarcaban no sólo el campo de la prosa sino también el de la poesía (tal es el caso de Luis Al-fonso de Carvallo con su Cisne de Apolo y de Luis Carrillo y Sotomayor con su Libro de la erudición poética). Los estudios filológicos brillaron con Bernardo José de Aldrete, quien los rubricó en su obra Del origen y principio de la lengua castellana o romance que hoy se usa en España. Hubo otros como Sebastián de Covarrubias con su Tesoro, y Gonzalo Correas con diversas obras de contenido doctrinal que va publicando ya dentro del XVII. Pero pienso que por encima de todos ellos he de mencionar el nombre del humanista Benito Arias Montano quien se ocupó de todas las ma-

5 Mercurius Trimegistus, fol. 147r.

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nifestaciones de nuestra lengua castellana y de otras clásicas, especialmente el hebreo; además de esto fue entendido en medicina, teología y filosofía. Como humanista y teólogo intervino con su erudición en el Concilio de trento, llevado allí por el obispo de Segovia don Martín de Ayala. En 1566 Felipe II lo nombró su capellán y aten-diendo a sus profundos conocimientos bíblicos le encomendó que interviniera en el estudio y edición de la Biblia Políglota de Amberes, también conocida como Biblia Regia que fue editada en dicha ciudad, año de 1572.

Durante todo el siglo XVII un grupo selec-to de escritores eruditos continuó en la línea investigadora de nuestra lengua teniendo en cuenta los estudios precedentes, y entre ellos se encontraba el maestro Bartolomé Ximénez Patón (nacido en Almedina, 1569 y muerto en Villanueva de los Infantes, 1640), cuya fama estuvo y está vinculada muy estrechamente a la provincia de Jaén, particularmente a Baeza, en cuya universidad estudió, y en donde él quiso que le editaran éste y otros libros.

Después de pasado más de medio siglo de apatía hacia los estudios gramaticales y lingüís-ticos, en la segunda mitad del siglo XVIII el rey Carlos III se convirtió en mecenas de preceptistas, gramáticos y oradores. Se publicaron entonces diversos tratados, como el Aparato de elocuencia para los oradores, de Soler de Cornellá, o la Rhetó-rica castellana, en la qual se enseña el modo de hablar bien, escrita por Alonso Pabón6 para enseñar a «hablar acertada, elegante y copiosamente».

Pero volviendo al siglo XVII he de decir que en medio de tantos reformadores y divulgadores de las excelencias que se derivaban del estudio de nuestra lengua, del análisis de sus diferentes partes y del conocimiento de la retórica y la preceptiva literaria, se alzaron algunas voces discordantes; y una de las más fuertes fue la de López de Vega, quien con su Heráclito y Demócrito de nuestro siglo […]. Diálogos Morales, pretendió

6 Alonso Pabón Guerrero, Rhetórica castellana, en la qual se enseña el modo de hablar bien y formar una oración o discurso coordinado sobre qualquiera assumpto [...]. Madrid, J. Ibarra, 1764.

echar por tierra el valor del Mercurius y de todos los otros libros dedicados a similares estudios humanísticos7, para que prevaleciera el mérito de los literatos puros, de los creadores de prosa y poesía que no se dejaban vencer por las in-flexibles reglas de una sintaxis gramatical o por los tratados de preceptiva o de crítica literaria, ni se preocupaban de estudiarlas. éstos eran para él los verdaderos creadores que expresaban con la máxima libertad aquello que les dictaba el corazón.

En el Diálogo Primero dedicado a las Letras, en el que se habla de los gramáticos y críticos, López de Vega dice de estos preceptistas lindezas como las que siguen y constituyen una música

7 Antonio lóPez de VeGa, Heráclito i Demócrito de nves-tro siglo. [...]. Diálogos Morales. Con privilegio. [Madrid en el colofón]. Por Diego Díaz de la Carrera. Año m.d c. X l i. A costa de Alonso Pérez Librero de su Magestad.

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discorde en medio de toda la armonía de la ex-presión literaria considerada como ciencia. A lo largo de dicho Diálogo cuyos interlocutores son Heráclito y Demócrito vierte el autor las ideas que transcribo aquí como simples ejemplos, siempre haciendo burla de los gramáticos, pre-ceptistas y críticos. Habla Heráclito y dice:

«¿Qué ocupación se puede imaginar más fas-tidiosa que el estar noche y día atendiendo a escudriñar las derivaciones de los Nombres, las varias significaciones suyas y de los Verbos, las licencias y variación de algunos Géneros, la razón de los casos tácitos, los acentos de las dicciones [...]? La mísera plebe es ésta de los estudiosos [...], los viles y cansados gastadores del campo de las Letras. Padecen más, deléitanse menos, y nada se aprovechan [...]. Por miserables y por locos les debemos lástima: y mucho más si pre-sumiendo passar a Humanistas se embeben en la parte crítica como de ordinario sucede a los Ingenios desta raça»8.

A esto responde Demócrito:

«Muy justo es el vituperio con que tratáis la arrogante turba de Gramáticos y Críticos. Con-fórmome en quanto a la desestimación. Ignorante canalla y las hezes son, sin duda, de los Literatos [...]. No es, a mi ver, menos gracioso en todos sus cuydados un Gramático. Digno motivo de

8 Heráclito y Demócrito de nuestro siglo, págs. 129–130.

risa nos da, sin duda, la parte de la inutilidad de la profesión y continuada inadvertencia de los profesores [...]. Ver y notar el sobrecejo con que miran al Docto más fundado, los ademanes de su-perioridad con que hablan en las conversaciones, y el poco caso que en ellas hazen de qualquiera punto serio que se toque [...]»9.

«Ni con las puntas de los labios (digámoslo con el adagio Latino) gustaron de alguna de las Ciencias o Artes de importancia. No sale su en-tendimiento y ocupación del distrito de lo pueril e impertinente»10.

En muchas partes de este Diálogo se equivo-có Antonio López de Vega e ignoramos el motivo que le impulsó a escribirlo con tanta aspereza y desabrimiento. A pesar de sus argumentos, o precisamente por ellos, muy pocos le dieron la razón. Los pies alados de Mercurio, mensajero de los dioses, fueron mucho más ágiles, más veloces que los pedestres argumentos expuestos por el plañidero Heráclito y el sonriente Demócrito. Así el Mercurius quedó a salvo en la historia y sus doctrinas no se han olvidado.

9 Heráclito y Demócrito de nuestro siglo, págs. 131, 134 (por errata pone 234).

10 Heráclito y Demócrito de nuestro siglo, pág. 142.