x concurso de cuento infantil pedrito botero

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Page 1: X Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero
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Esta publicación se hizo gracias al talento de cada uno de los pequeños escritores, con el

apoyo de: La Alcaldía de Medellín, La Biblioteca Pública Piloto de Medellín y la Red de Bibliotecas

Área Metropolitana, que hicieron posible la producción de este libro ahora en sus manos.

Invitamos a los niños y niñas para que participen en el Undécimo Concurso de Cuento Infantil

Pedrito Botero, en 2015.

Concurso de Cuento InfantilPedrito Botero100-

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Biblioteca Pública Piloto de Medellínpara América Latina

Concurso de Cuento InfantilPedrito Botero100-

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de cuento infantil Décimo concurso

Dirección GeneralGloria Inés Palomino Londoño

División de Información y CulturaCruz Patricia Díaz Cardona

Comunicaciones, Extensión Cultural y Medios AudiovisualesJuan Carlos Sánchez RestrepoMaría Victoria Suárez GutiérrezMariluz Donado Montoya

Servicios al PúblicoAlba María Pérez Giraldo

Sala infantil “Pedrito Botero”Kelly Johana Marín SánchezTatiana Serna Gómez

Promotores de lecturaJohn William Jaramillo Tejada Ofelia Echavarría Macías

Diagramación e impresiónLitografía Artes Grá�cas Lito Empastar S.A.S

© Derechos Reservados 2014Carrera 64 Nº 50 – 32 / Medellín – Colombia460 05 86. Ext: 223 – Fax: 460 05 92 www.bibliotecapiloto.gov.co

C863.08 10° Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero / Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero (10 : 2014 : Medellín)Medellín : Fondo Editorial Biblioteca Pública Piloto de Medellín para América Latina, Vol 146, 2014. 84 p. : il. 1. Literatura infantil colombiana - Colecciones. 2. Cuentos infantiles colombianos - Colecciones

Equipo de trabajo Biblioteca Pública Piloto de Medellín

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Décimo Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

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Décimo Concurso de Cuento InfantilPedrito Botero

Biblioteca Pública Piloto de Medellín

Durante diez años ininterrumpidos, la Biblioteca Pública Piloto organiza el Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero, una estrategia emblemática que invita a los niños y las niñas de Medellín y de Antioquia a la aventura de escribir.

Esta publicación, después de leer cerca de dos mil textos participantes, compila las creaciones de los ganadores y �nalistas de cada categoría. En ella encontrarán el goce de la lectura, el poder de las historias de terror, del primer amor, de extraterrestres, duendes y ogros. También relatos en los que los niños plantean su manera de ver el mundo y proponen soluciones a los problemas que los agobian. Encontrarán cuentos que se mueven en los juegos de los planos: de la realidad a la �cción, de la �cción al sueño; del sueño a la realidad.

El prejuicio puede llevar a pensar que, como se trata de un concurso de cuentos escritos por niños, lo normal sería encontrar historias sin estructura, previsibles, y con problemas de lenguaje. Entre todos los cuentos participantes había todo esto, desde luego, pero también, una buena dosis de sorpresa.

Junto a los esperados cuentos de princesas y piedras mágicas que conceden deseos y niños perdidos en el bosque que aprenden a obedecer a sus padres a la fuerza y animales que enfrentan con�ictos netamente humanos, se pudieron encontrar historias auténticas y bien contadas. Historias crudas, como las de niñas violadas por sus padres. Historias sencillas, como la del niño que no quiere otra cosa que su gorra de la suerte. Historias extrañas,

como la del niño que descubre que su vida es tan monótona que algo tuvo que haber cambiado en algún momento de la historia.

Entre todos los cuentos leídos, se hallaron comienzos comunes (“Había una vez una niña llamada…”, “Érase una niño de nombre…”), pero también, inesperados. Había narradores que esceni�caban, que usaban el diálogo como recurso narrativo fundamental, que se arriesgaban a crear imágenes literarias, que cuidaban cada palabra. Había personajes complejos, que se alejaban de los dominios de lo políticamente correcto. Había historias reales y fantásticas, dolorosas y felices. Había textos íntegramente copiados de internet y otros, felizmente originales.

Hay retos, desde luego. Por ejemplo, es necesaria una formación que enseñe, desde los primeros niveles de la escuela, que la escritura es más que una tarea para entregar al profesor; es necesario que los niños comprendan los límites éticos cuando se acercan a la obra de alguien más, que tengan conciencia de los derechos de autor… Sin embargo, hay una excelente materia prima en esta generación de jóvenes —que no pequeños— escritores.

Esta Décima entrega del concurso es entonces la oportunidad para reivindicar también en la escuela la idea de la escritura como lugar de la imaginación, la recreación de lo real y la reinvención de uno mismo. Es además, una posibilidad de aventurarse por las imágenes, temas, estilos y construcciones de los niños y jóvenes de esta ciudad, y por ello de conocer la manera en que la piensan, la viven y la sueñan.

Presentación

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Durante diez años ininterrumpidos, la Biblioteca Pública Piloto organiza el Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero, una estrategia emblemática que invita a los niños y las niñas de Medellín y de Antioquia a la aventura de escribir.

Esta publicación, después de leer cerca de dos mil textos participantes, compila las creaciones de los ganadores y �nalistas de cada categoría. En ella encontrarán el goce de la lectura, el poder de las historias de terror, del primer amor, de extraterrestres, duendes y ogros. También relatos en los que los niños plantean su manera de ver el mundo y proponen soluciones a los problemas que los agobian. Encontrarán cuentos que se mueven en los juegos de los planos: de la realidad a la �cción, de la �cción al sueño; del sueño a la realidad.

El prejuicio puede llevar a pensar que, como se trata de un concurso de cuentos escritos por niños, lo normal sería encontrar historias sin estructura, previsibles, y con problemas de lenguaje. Entre todos los cuentos participantes había todo esto, desde luego, pero también, una buena dosis de sorpresa.

Junto a los esperados cuentos de princesas y piedras mágicas que conceden deseos y niños perdidos en el bosque que aprenden a obedecer a sus padres a la fuerza y animales que enfrentan con�ictos netamente humanos, se pudieron encontrar historias auténticas y bien contadas. Historias crudas, como las de niñas violadas por sus padres. Historias sencillas, como la del niño que no quiere otra cosa que su gorra de la suerte. Historias extrañas,

como la del niño que descubre que su vida es tan monótona que algo tuvo que haber cambiado en algún momento de la historia.

Entre todos los cuentos leídos, se hallaron comienzos comunes (“Había una vez una niña llamada…”, “Érase una niño de nombre…”), pero también, inesperados. Había narradores que esceni�caban, que usaban el diálogo como recurso narrativo fundamental, que se arriesgaban a crear imágenes literarias, que cuidaban cada palabra. Había personajes complejos, que se alejaban de los dominios de lo políticamente correcto. Había historias reales y fantásticas, dolorosas y felices. Había textos íntegramente copiados de internet y otros, felizmente originales.

Hay retos, desde luego. Por ejemplo, es necesaria una formación que enseñe, desde los primeros niveles de la escuela, que la escritura es más que una tarea para entregar al profesor; es necesario que los niños comprendan los límites éticos cuando se acercan a la obra de alguien más, que tengan conciencia de los derechos de autor… Sin embargo, hay una excelente materia prima en esta generación de jóvenes —que no pequeños— escritores.

Esta Décima entrega del concurso es entonces la oportunidad para reivindicar también en la escuela la idea de la escritura como lugar de la imaginación, la recreación de lo real y la reinvención de uno mismo. Es además, una posibilidad de aventurarse por las imágenes, temas, estilos y construcciones de los niños y jóvenes de esta ciudad, y por ello de conocer la manera en que la piensan, la viven y la sueñan.

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Décimo Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

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Acta de Premiación

Reunidos en la ciudad de Medellín, a las 5:00 p.m. el jueves 28 de agosto de 2014, el jurado del “Décimo Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero” organizado por la Biblioteca Pública Piloto de Medellín, después de deliberar, acuerda como Ganadores y Finalistas los siguientes cuentos:

CATEGORÍA 1

En esta categoría se presentaron textos que dan cuenta de una relación de primer acercamiento y reconocimiento del lenguaje literario y las estructuras narrativas. En el aspecto temático predominan las historias sobre la vida cotidiana, la familia, la amistad, el colegio, los cuentos con estructura clásica, las fábulas, anécdotas y re�exiones. Temas como el maltrato familiar, la violencia social, el abuso, aparecen en las historias con frecuencia, demostrando capacidad de elaborar asuntos tan difíciles desde lo artístico. Así mismo se encontraron muchas historias con la preocupación por el medio ambiente, el cuidado de los recursos naturales, que dan cuenta de una genuina preocupación de los niños por este tema. Frente al aspecto estilístico cabe resaltar que se encontraron muchos textos atravesados por el sentido del humor, ironía, juegos con el lenguaje y construcción de personajes, con fuerza en su rol dentro de las historias.

Algunos de los textos alcanzan también estructuras diferentes a la del cuento tradicional, proponiendo manejos de los elementos de la narración innovadores y creativos. Por estas razones el jurado propone como Finalistas a:

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Por su parte, en el cuento ganador se evidencia dominio de la estructura del cuento, capacidad de fabular y mantener una línea argumental, así como de proponer con�icto y solución del mismo de una manera imaginativa y poética. Esta historia se constituye en una bella metáfora del papel de los libros y la imaginación en la vida. Por esta razón se declara como ganador el cuento:

El Libro de la imaginaciónde la autora:

María Paulina Cardona Ospina.

CATEGORÍA 2

Para esta categoría se presentaron textos que desde lo temático desarrollan principalmente temas fantásticos, terror, ciencia �cción, historias de colegio, de amor, amistad, sobre el deporte y la guerra. Llama la atención que muchos de los cuentos tienen como protagonistas niños aislados, solitarios, rechazados en sus entornos familiares, escolares e incluso con el tema del bullying,

FinalistasTítulo Autor

Mis abuelos y yo en los viajes delpasado y del presenteEnfrentando mis miedosEl dragón y su problemaPedrito perdido en el bosqueEl día del oroEl valiente niño que encendió el solLa montaña rusaEl rey azulEl gato y el ratónLa pulga y el sapoSiempre lo mismoLa vampira Jose�na

José Daniel Arroyave Vanegas

Sofía Hernández ReyesMariana Bolívar LondoñoMateo Rave RamírezFabián Alberto Mayoga PachecoBryan Penagos de OssaAlejandro Pérez LoaizaIsabela Correa PérezSamuel Gallego ÚsugaJhonatan Andrés EchavarríaMariana Roldán AguilarAna María Bedoya Soto

lo que da cuenta de un escenario contemporáneo de la realidad de los adolescentes por el cual se sienten agobiados, y al cual estos ejercicios de escritura permiten enfrentar y elaborar. En el aspecto estilístico muchos de los textos presentados al concurso demuestran un nivel más signi�cativo y profundo de relación con la escritura, se presentan historias con estructuras mixtas, múltiples narradores y puntos de vista, juegos con el tiempo, giros de �cción, �nales no felices y abiertos, excelente manejo de los diálogos y los personajes. Todo lo anterior demuestra el proceso de comunidades escolares que vienen trabajando acompañadas de la promoción de la escritura y la lectura como formas no sólo de gestión del conocimiento, sino también de creación, reelaboración de la realidad y apropiación del mundo. Por las anteriores razones se declara como �nalistas los siguientes textos:

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Décimo Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

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El jurado declara que el cuento ganador presenta una estructura innovadora, un gran sentido del humor y gran capacidad de imaginación en la creación de sucesos y personajes, además de

Por su parte, en el cuento ganador se evidencia dominio de la estructura del cuento, capacidad de fabular y mantener una línea argumental, así como de proponer con�icto y solución del mismo de una manera imaginativa y poética. Esta historia se constituye en una bella metáfora del papel de los libros y la imaginación en la vida. Por esta razón se declara como ganador el cuento:

El Libro de la imaginaciónde la autora:

María Paulina Cardona Ospina.

CATEGORÍA 2

Para esta categoría se presentaron textos que desde lo temático desarrollan principalmente temas fantásticos, terror, ciencia �cción, historias de colegio, de amor, amistad, sobre el deporte y la guerra. Llama la atención que muchos de los cuentos tienen como protagonistas niños aislados, solitarios, rechazados en sus entornos familiares, escolares e incluso con el tema del bullying,

FinalistasTítulo Autor

Más allá de la realidadLa bruja del norteLas almas perdidas del lagoObsesión con el cielo¿Y qué gorra quieres tú? Horrible pesadilla en mi vidaLa gallina del espacioAtrapadaEl secretoLa granjaCuando menos te lo esperesEl castillo del cíclope

Estefanía Rivero JaramilloDidier Londoño OquendoJors Maicol Posada CardonaDiana Paola Hincapié Johan Castrillón MontoyaIsabela Gómez ZuluagaAlejandro Ríos MorenoManuela Ramírez ÁlvarezAlejandra González VanegasCristian Camilo Moná GrajalesValentina Bedoya TabordaJohan Eduardo Vélez Vásquez

lo que da cuenta de un escenario contemporáneo de la realidad de los adolescentes por el cual se sienten agobiados, y al cual estos ejercicios de escritura permiten enfrentar y elaborar. En el aspecto estilístico muchos de los textos presentados al concurso demuestran un nivel más signi�cativo y profundo de relación con la escritura, se presentan historias con estructuras mixtas, múltiples narradores y puntos de vista, juegos con el tiempo, giros de �cción, �nales no felices y abiertos, excelente manejo de los diálogos y los personajes. Todo lo anterior demuestra el proceso de comunidades escolares que vienen trabajando acompañadas de la promoción de la escritura y la lectura como formas no sólo de gestión del conocimiento, sino también de creación, reelaboración de la realidad y apropiación del mundo. Por las anteriores razones se declara como �nalistas los siguientes textos:

dar cuenta de un bagaje en relación con el universo del libro. El cuento ganador es:

El rey de los librosdel autor:

Jacobo García Salazar.

Después de hacer las diferentes consideraciones en el proceso de lectura y evaluación dentro del concurso literario, el jurado deja por sentado su fallo y expresa su reconocimiento a la Biblioteca Pública Piloto por la promoción de este tipo de eventos que motivan a los niños y niñas a la creación literaria. A su vez, felicitamos a todos los participantes en el concurso y les invitamos a continuar con su empeño de producir una obra que pueda entrar a dialogar en el panorama de las letras en nuestro contexto.

Para constancia, los integrantes del jurado �rman el cierre de esta acta de premiación del “Décimo Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero”

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El jurado declara que el cuento ganador presenta una estructura innovadora, un gran sentido del humor y gran capacidad de imaginación en la creación de sucesos y personajes, además de

Sandra RoldánC.C. 43.812.201 de Bello

Marcela Velásquez GuiralC.C. 43.186.167 de Itagüí

José Andrés Ardila AcevedoC.C. 8.439.881 de Chigorodó

dar cuenta de un bagaje en relación con el universo del libro. El cuento ganador es:

El rey de los librosdel autor:

Jacobo García Salazar.

Después de hacer las diferentes consideraciones en el proceso de lectura y evaluación dentro del concurso literario, el jurado deja por sentado su fallo y expresa su reconocimiento a la Biblioteca Pública Piloto por la promoción de este tipo de eventos que motivan a los niños y niñas a la creación literaria. A su vez, felicitamos a todos los participantes en el concurso y les invitamos a continuar con su empeño de producir una obra que pueda entrar a dialogar en el panorama de las letras en nuestro contexto.

Para constancia, los integrantes del jurado �rman el cierre de esta acta de premiación del “Décimo Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero”

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Décimo Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

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El Libro de la imaginaciónMaría Paulina Cardona Ospina

Mis abuelos y yo en los viajes del pasado y del presenteJosé Daniel Arroyave Vanegas

Enfrentando mis miedosSofía Hernández Reyes

El dragón y su problemaMariana Bolívar Londoño

Pedrito perdido en el bosqueMateo Rave Ramírez

El día del oroFabián Alberto Mayoga Pacheco

El valiente niño que encendió el solBryan Penagos de Ossa

La montaña rusaAlejandro Pérez Loaiza

El rey azulIsabela Correa Pérez

El gato y el ratónSamuel Gallego Úsuga

La pulga y el sapoJhonatan Andrés Echavarría

Siempre lo mismoMariana Roldán Aguilar

La vampira Jose�naAna María Bedoya Soto

ContenidoCategoría 1 11

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El rey de los librosJacobo García Salazar

Más allá de la realidadEstefanía Rivero Jaramillo

La bruja del norteDidier Londoño Oquendo

Las almas perdidas del lagoJors Maicol Posada Cardona

Obsesión con el cieloDiana Paola Hincapié

¿Y qué gorra quieres tú?Johan Castrillón Montoya

Horrible pesadilla en mi vidaIsabella Gómez Zuluaga

La gallina del espacioAlejandro Ríos Moreno

AtrapadaManuela Ramírez Álvarez

El secretoAlejandra González Vanegas

La granjaCristian Camilo Moná Grajales

Cuando menos te lo esperesValentina Bedoya Taborda

El castillo del cíclopeJohan Eduardo Vélez Vásquez

Instituciones participantes

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Mis abuelos y yo en los viajes del pasadoy del presente

Finalista

José Daniel Arroyave Vanegas10 añosCategoría: 1Institución Educativa Maestro Pedro Nel GómezMedellín – Antioquia

Capítulo 1

Los abuelos inspiran, alientan, instruyen, apoyan y con mi abuelo no ha sido la excepción. Con mi abuelo he pasado momentos fascinantes, cierto día hicimos una caminata ecológica al Picacho, mi abuelo, él que es tan curioso me invitó, para que juntos tuviéramos la experiencia de conocer, y yo me le pegué al paso. Como subimos tanto nos cansamos mucho, pero decididos a llegar a la meta, seguimos nuestro camino, éste era rocoso pero al �nal llegamos a pastos verdes, vimos una mata y mi papito se dirigió a ella y vio que estaba mala, yo lo seguí; cuando pasamos la malla encontramos un camino que llevaba a la cima de la montaña y vimos una mariposa enredada en una telaraña y mi papito tuvo pesar y la rescató con lo que siempre lleva en su mano, su sombrilla y yo quedé muy feliz, porque la mariposa volvió a alzar sus alas y voló al cielo azul y seguimos nuestro camino, vimos unas escalas y estas eran muuuuchas y mi papito empezó a subirlas y yo estaba tan cansado que casi me pierdo, porque mi papito iba muy rápido hasta que por �n lo alcancé y vimos muchas mariposas, �ores y rosas que tenían un aroma delicioso, quedamos enamorados de su olor.

Seguimos nuestro camino y vimos una cueva y había un cartel que decía que alguien habitó en ella, yo pensé eran los cavernícolas, me pareció muy raro, siguiendo nuestro camino por

�n llegamos a la cima y estaba feliz observando el paisaje, también vi allá arriba un cristo, mi papito me dijo que marcara mi nombre en la pared, prestándome su lapicero yo marqué mi nombre, dentro de mi pensaba que cuando yo fuera grande y trajera a este lugar mis hijos, ellos verían también el nombre que yo puse un día con mi querido papito, dentro de mi pensaba tantas cosas, que con los papitos se pasan tiempos espectaculares, nos sacan a pasear, también que cuando seamos grandes fuéramos fuertes, que cuando nos manden a repasar las tablas, las sumas, etc., es por un bien, ellos quieren que seamos inteligentes en nuestra vida y que seamos felices; mi papito es un hombre muy detallista siempre que ve algo con rayas o con bolas o tal vez con puntos, él quiere que yo lo mire una vez y luego le diga cómo era, en esa caminata vimos tantas cosas, entre ellas vimos muchos caballos, él con sus ganas de que yo sea observador, me dijo ¿cuántos caballos hay allá? pero yo no le supe responder, fue entonces cuando me hizo la observación ¡hijo: yo quiero que todo lo que pase a tu alrededor no lo pases por desapercibido, y en cuanto a la escuela que seas bueno en la matemáticas y en español y me gusta mucho que tengas buena comprensión de lectura!, llegué aprendiendo mucho a mi casa y compartiendo con el resto de mi familia todas las experiencias vividas con mi papito.

Pasado un tiempo, mi papito planeaba otra salida pedagógica conmigo, yo feliz, dije que ¡¡¡si¡¡¡ solo faltaba el permiso de mis papás.

Fuimos entonces al Cerro El Volador, papito me dijo que era una montaña muy alta, muy grande y que podíamos ver los aviones muy cerca, emprendimos entonces nuestra salida. Cuando íbamos a mitad de camino pasamos por la clínica llamada Pablo Tobón, aprovechó y me contó algunas cosas, que mi prima Sofía había estado hospitalizada y muy enfermita, mientras compartía conmigo todo aquello nos refrescamos un poco. Seguimos nuestro camino, ya casi empezando a subir la loma se acordó de otra de sus anécdotas, me contó que, cuando mi papá era un niño

se lo llevó a repartir correo, el primer día mi papá quedo súper cansado, mi papito pensó en seguirlo llevando, pero no se imaginaba que ya mi papá se había ideado un plan, hacerse el enfermo. Pues su plan funcionó y al otro día no fue a trabajar con él, yo me reí mucho y me acordaba de como soy tan parecido a mi papá. Seguimos entonces nuestro camino, y nos metimos por una hierba muy alta, como mi papito siempre lleva en su mano su amada sombrilla estaba delante de mi abriéndome el paso, en un momento me encontré solo y me asusté mucho, del susto casi me caigo en un hueco, pero el miedo me impulsó a abrir yo solo el paso y alcanzar a mi papito.

Esto también me enseñó que uno en la vida puede tener problemas que nos pueden dejar sin fuerzas, pero el temor nos puede impulsar hacia adelante y así encontrar a alguien en quien con�ar, al llegar a cierta parte vimos una reja muy grande, entonces subimos por ella, al otro lado vimos muchos árboles tantos que no sabíamos que nos encontraríamos, al ver un tronco de árbol en el piso caminamos por encima de él, cuando ya habíamos pasado llegamos a tierra �rme. Al seguir caminando vimos una �nca, en sus afueras habían cocas de perros, nos asustamos mucho porque también escuchamos sus ladridos. Mi papito y yo salimos corriendo, nos tuvimos que devolver por el árbol que antes habíamos montado caminando o mejor decir corriendo y en su mano como siempre llevaba su sombrilla.

Al poco tiempo fuimos a celebrar el cumpleaños de mi papá en un lugar hermoso, disfrutamos de mucha carne llanera, montamos en pony y vimos corrida de caballo, nos divertimos mucho, mientras yo tomaba fotos a la naturaleza, mi papá me mostró en el cielo azul los muchos colores de las cometas y sus diferentes formas, de pronto me di cuenta que ese lugar me era muy familiar, ¡claro! ya había estado allí con mi papito, entonces le pregunté qué cuando íbamos a volver a hacer una de nuestras caminatas ecológicas, y me puse muy triste porque me di cuenta que la salud de mi papito ya no era la misma. Pero en una de nuestras conversaciones me dijo que de los abuelos se aprende

mucho. Entonces decidí emprender un viaje con mi bisabuelo al pasado.

Capítulo 2

Mi bisabuelo El Colonizador

Estábamos sentados en el parque, a mí me encanta escuchar sus anécdotas, sus historias cómo con tanto esfuerzo y sacri�cio consiguió todas las cosas, mi bisabuelo tiene 94 años. Un día me dijo, ¡mijo! Voy a contarte parte de mi vida.

Vivíamos en una �nca pequeña al lado del Río Magdalena, me contó que se reunieron varios vecinos y planearon la partida, se internaron en la selva y empezaron a preparar su terreno. Cada uno arrancó con su grupo familiar, gallinas, sus perros, terneros y sus cerdos. Mi bisabuelo se llama Miguel, él partió solo y vivió solo.

Mientras me contaba, yo quedaba como en suspenso mientras él ilusionado me lo contaba todo. Empezó viviendo en un rancho pero se sentía muy solo, me dijo que al poco tiempo tenía compañía, sus perros lo habían seguido, campeón, guardián y la negra. Cada día trabajaba más fuerte alimentándose con agua y frutas, un día decidió bajar al pueblo más cercano, allí conoció a mi bisabuela, se enamoraron y al tiempo tuvieron muchos hijos.

Cuando ya se estableció con su familia en su �nca ya no le tocaba el trabajo a él solo, porque mi bisabuela trabajaba duro con él por el bienestar de toda su familia, era una mujer muy emprendedora y amaba mucho su familia, ella se preocupaba por todos sus hijos y nietos, me contó que a todos les dio un pedacito de tierra para que edi�caran sus casas, ¡yo la quise mucho y la alcance a conocer! ella murió cuando tenía 76 años y yo tenía como 3 años.

Las historias de mi bisabuelo dejaron para siempre marcado mi

corazón y sus lindas enseñanzas, cazando gurres, montando a caballo, comiendo culebras, es fascinante y a veces se me revuelve el estómago al escuchar que comían chuchas, tatabra, saíno, cuando se iba de caza se quedaba hasta tres días; me quedé impactado cuando me dijo que una culebra que se llamaba cabeza de candado se tragó su mascota y cuando abrieron el vientre de la culebra el perro ya estaba ahogado. Mis �eles compañeros, (los perros) me avisaban con sus aullidos cuando bajaban de la montaña los lobos, los tigres, leones y gavilanes. En cierta ocasión escuchó el chillido de un cerdo, siguió su rastro hasta el bordo de una quebrada y lo encontró muerto, lo había arrastrado un tigre o un león, esperaba que al anochecer la �era regresaba por él y así ocurrió, ¡cogí mi escopeta y le disparé!

Me enseñó que las especies animales no se deben matar, ni maltratar, que en muchas ocasiones lo hizo por vivir. También me contó de los mitos y leyendas de la selva tales como: el coco, la llorona, la pata sola y otras.

En mi viaje, con sus historias le pregunté que si él no le tenía miedo a nada y él me dijo que a lo único que le tenía miedo era a las serpientes. Me contó también que tenía una �nca muy grande, allí tenía ganado, gallinas las cuales mataba cada vez que llegaba una visita, había allí gansos, pájaros, perros, gatos y pizcos. Mi papá cuando estaba allí en la �nca el bisabuelo lo mandaba a que cogiera las yucas para dárselas a los marranos, mi bisabuelo también me contó que él tenía una yegua que le sacaba mucha rabia porque era algo perezosa y el cogió una rama para pegarle pero la yegua se movió y el bisabuelo le sacó un ojo.

Pasado el tiempo me abrazó y me dijo ¡mijo extraño la naturaleza! y me aconsejó: ¡trata de conservar la naturaleza, siembra muchos árboles y protege los animales!

Me abrazó suavemente y sonrió.

Conclusión

• Este cuento que es de la vida real me enseñó muchas tradiciones, valores y esperanzas de lograr un futuro mejor.

• Escribiendo este cuento me di cuenta de la importancia que tiene la familia y vivir en armonía

Glosario

• Ecológica: que de�ende y protege el medio ambiente.

• Galopar: cabalgar (una persona) sobre un caballo que va a galope.

• Pedagógica: que pretende educar, enseñar o instruir en un campo determinado.

• Saíno: animal que tiene una apariencia parecida a la de un cerdo doméstico. El pelaje es oscuro, delicadamente moteado de blanco. También se le llama tatabra.

1Categoría

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Mis abuelos y yo en los viajes del pasadoy del presente

Finalista

José Daniel Arroyave Vanegas10 añosCategoría: 1Institución Educativa Maestro Pedro Nel GómezMedellín – Antioquia

Capítulo 1

Los abuelos inspiran, alientan, instruyen, apoyan y con mi abuelo no ha sido la excepción. Con mi abuelo he pasado momentos fascinantes, cierto día hicimos una caminata ecológica al Picacho, mi abuelo, él que es tan curioso me invitó, para que juntos tuviéramos la experiencia de conocer, y yo me le pegué al paso. Como subimos tanto nos cansamos mucho, pero decididos a llegar a la meta, seguimos nuestro camino, éste era rocoso pero al �nal llegamos a pastos verdes, vimos una mata y mi papito se dirigió a ella y vio que estaba mala, yo lo seguí; cuando pasamos la malla encontramos un camino que llevaba a la cima de la montaña y vimos una mariposa enredada en una telaraña y mi papito tuvo pesar y la rescató con lo que siempre lleva en su mano, su sombrilla y yo quedé muy feliz, porque la mariposa volvió a alzar sus alas y voló al cielo azul y seguimos nuestro camino, vimos unas escalas y estas eran muuuuchas y mi papito empezó a subirlas y yo estaba tan cansado que casi me pierdo, porque mi papito iba muy rápido hasta que por �n lo alcancé y vimos muchas mariposas, �ores y rosas que tenían un aroma delicioso, quedamos enamorados de su olor.

Seguimos nuestro camino y vimos una cueva y había un cartel que decía que alguien habitó en ella, yo pensé eran los cavernícolas, me pareció muy raro, siguiendo nuestro camino por

�n llegamos a la cima y estaba feliz observando el paisaje, también vi allá arriba un cristo, mi papito me dijo que marcara mi nombre en la pared, prestándome su lapicero yo marqué mi nombre, dentro de mi pensaba que cuando yo fuera grande y trajera a este lugar mis hijos, ellos verían también el nombre que yo puse un día con mi querido papito, dentro de mi pensaba tantas cosas, que con los papitos se pasan tiempos espectaculares, nos sacan a pasear, también que cuando seamos grandes fuéramos fuertes, que cuando nos manden a repasar las tablas, las sumas, etc., es por un bien, ellos quieren que seamos inteligentes en nuestra vida y que seamos felices; mi papito es un hombre muy detallista siempre que ve algo con rayas o con bolas o tal vez con puntos, él quiere que yo lo mire una vez y luego le diga cómo era, en esa caminata vimos tantas cosas, entre ellas vimos muchos caballos, él con sus ganas de que yo sea observador, me dijo ¿cuántos caballos hay allá? pero yo no le supe responder, fue entonces cuando me hizo la observación ¡hijo: yo quiero que todo lo que pase a tu alrededor no lo pases por desapercibido, y en cuanto a la escuela que seas bueno en la matemáticas y en español y me gusta mucho que tengas buena comprensión de lectura!, llegué aprendiendo mucho a mi casa y compartiendo con el resto de mi familia todas las experiencias vividas con mi papito.

Pasado un tiempo, mi papito planeaba otra salida pedagógica conmigo, yo feliz, dije que ¡¡¡si¡¡¡ solo faltaba el permiso de mis papás.

Fuimos entonces al Cerro El Volador, papito me dijo que era una montaña muy alta, muy grande y que podíamos ver los aviones muy cerca, emprendimos entonces nuestra salida. Cuando íbamos a mitad de camino pasamos por la clínica llamada Pablo Tobón, aprovechó y me contó algunas cosas, que mi prima Sofía había estado hospitalizada y muy enfermita, mientras compartía conmigo todo aquello nos refrescamos un poco. Seguimos nuestro camino, ya casi empezando a subir la loma se acordó de otra de sus anécdotas, me contó que, cuando mi papá era un niño

se lo llevó a repartir correo, el primer día mi papá quedo súper cansado, mi papito pensó en seguirlo llevando, pero no se imaginaba que ya mi papá se había ideado un plan, hacerse el enfermo. Pues su plan funcionó y al otro día no fue a trabajar con él, yo me reí mucho y me acordaba de como soy tan parecido a mi papá. Seguimos entonces nuestro camino, y nos metimos por una hierba muy alta, como mi papito siempre lleva en su mano su amada sombrilla estaba delante de mi abriéndome el paso, en un momento me encontré solo y me asusté mucho, del susto casi me caigo en un hueco, pero el miedo me impulsó a abrir yo solo el paso y alcanzar a mi papito.

Esto también me enseñó que uno en la vida puede tener problemas que nos pueden dejar sin fuerzas, pero el temor nos puede impulsar hacia adelante y así encontrar a alguien en quien con�ar, al llegar a cierta parte vimos una reja muy grande, entonces subimos por ella, al otro lado vimos muchos árboles tantos que no sabíamos que nos encontraríamos, al ver un tronco de árbol en el piso caminamos por encima de él, cuando ya habíamos pasado llegamos a tierra �rme. Al seguir caminando vimos una �nca, en sus afueras habían cocas de perros, nos asustamos mucho porque también escuchamos sus ladridos. Mi papito y yo salimos corriendo, nos tuvimos que devolver por el árbol que antes habíamos montado caminando o mejor decir corriendo y en su mano como siempre llevaba su sombrilla.

Al poco tiempo fuimos a celebrar el cumpleaños de mi papá en un lugar hermoso, disfrutamos de mucha carne llanera, montamos en pony y vimos corrida de caballo, nos divertimos mucho, mientras yo tomaba fotos a la naturaleza, mi papá me mostró en el cielo azul los muchos colores de las cometas y sus diferentes formas, de pronto me di cuenta que ese lugar me era muy familiar, ¡claro! ya había estado allí con mi papito, entonces le pregunté qué cuando íbamos a volver a hacer una de nuestras caminatas ecológicas, y me puse muy triste porque me di cuenta que la salud de mi papito ya no era la misma. Pero en una de nuestras conversaciones me dijo que de los abuelos se aprende

mucho. Entonces decidí emprender un viaje con mi bisabuelo al pasado.

Capítulo 2

Mi bisabuelo El Colonizador

Estábamos sentados en el parque, a mí me encanta escuchar sus anécdotas, sus historias cómo con tanto esfuerzo y sacri�cio consiguió todas las cosas, mi bisabuelo tiene 94 años. Un día me dijo, ¡mijo! Voy a contarte parte de mi vida.

Vivíamos en una �nca pequeña al lado del Río Magdalena, me contó que se reunieron varios vecinos y planearon la partida, se internaron en la selva y empezaron a preparar su terreno. Cada uno arrancó con su grupo familiar, gallinas, sus perros, terneros y sus cerdos. Mi bisabuelo se llama Miguel, él partió solo y vivió solo.

Mientras me contaba, yo quedaba como en suspenso mientras él ilusionado me lo contaba todo. Empezó viviendo en un rancho pero se sentía muy solo, me dijo que al poco tiempo tenía compañía, sus perros lo habían seguido, campeón, guardián y la negra. Cada día trabajaba más fuerte alimentándose con agua y frutas, un día decidió bajar al pueblo más cercano, allí conoció a mi bisabuela, se enamoraron y al tiempo tuvieron muchos hijos.

Cuando ya se estableció con su familia en su �nca ya no le tocaba el trabajo a él solo, porque mi bisabuela trabajaba duro con él por el bienestar de toda su familia, era una mujer muy emprendedora y amaba mucho su familia, ella se preocupaba por todos sus hijos y nietos, me contó que a todos les dio un pedacito de tierra para que edi�caran sus casas, ¡yo la quise mucho y la alcance a conocer! ella murió cuando tenía 76 años y yo tenía como 3 años.

Las historias de mi bisabuelo dejaron para siempre marcado mi

corazón y sus lindas enseñanzas, cazando gurres, montando a caballo, comiendo culebras, es fascinante y a veces se me revuelve el estómago al escuchar que comían chuchas, tatabra, saíno, cuando se iba de caza se quedaba hasta tres días; me quedé impactado cuando me dijo que una culebra que se llamaba cabeza de candado se tragó su mascota y cuando abrieron el vientre de la culebra el perro ya estaba ahogado. Mis �eles compañeros, (los perros) me avisaban con sus aullidos cuando bajaban de la montaña los lobos, los tigres, leones y gavilanes. En cierta ocasión escuchó el chillido de un cerdo, siguió su rastro hasta el bordo de una quebrada y lo encontró muerto, lo había arrastrado un tigre o un león, esperaba que al anochecer la �era regresaba por él y así ocurrió, ¡cogí mi escopeta y le disparé!

Me enseñó que las especies animales no se deben matar, ni maltratar, que en muchas ocasiones lo hizo por vivir. También me contó de los mitos y leyendas de la selva tales como: el coco, la llorona, la pata sola y otras.

En mi viaje, con sus historias le pregunté que si él no le tenía miedo a nada y él me dijo que a lo único que le tenía miedo era a las serpientes. Me contó también que tenía una �nca muy grande, allí tenía ganado, gallinas las cuales mataba cada vez que llegaba una visita, había allí gansos, pájaros, perros, gatos y pizcos. Mi papá cuando estaba allí en la �nca el bisabuelo lo mandaba a que cogiera las yucas para dárselas a los marranos, mi bisabuelo también me contó que él tenía una yegua que le sacaba mucha rabia porque era algo perezosa y el cogió una rama para pegarle pero la yegua se movió y el bisabuelo le sacó un ojo.

Pasado el tiempo me abrazó y me dijo ¡mijo extraño la naturaleza! y me aconsejó: ¡trata de conservar la naturaleza, siembra muchos árboles y protege los animales!

Me abrazó suavemente y sonrió.

Conclusión

• Este cuento que es de la vida real me enseñó muchas tradiciones, valores y esperanzas de lograr un futuro mejor.

• Escribiendo este cuento me di cuenta de la importancia que tiene la familia y vivir en armonía

Glosario

• Ecológica: que de�ende y protege el medio ambiente.

• Galopar: cabalgar (una persona) sobre un caballo que va a galope.

• Pedagógica: que pretende educar, enseñar o instruir en un campo determinado.

• Saíno: animal que tiene una apariencia parecida a la de un cerdo doméstico. El pelaje es oscuro, delicadamente moteado de blanco. También se le llama tatabra.

Page 15: X Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

Décimo Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

13

El Libro de la imaginaciónGanador

María Paulina Cardona Ospina9 añosCategoría: 1Institución Educativa AlverniaMedellín – Antioquia

Había una vez un niño llamado Dilan al que le gustaba mucho la magia y sus padres le compraban juegos didácticos de magia. Un día su papá llegó con un libro de magia, Dilan lo recibió muy contento, subió a su cuarto para leer su libro, se sentó en su escritorio, cuando lo abrió sintió que este libro era diferente a todos sus juegos didácticos de magia porque éste le haría sus sueños de magia realidad. Lo cerró y esperó hasta la noche que sus padres estuvieran dormidos para volver a abrir el libro.

Llegó la noche y Dilan entusiasmado se despidió de sus padres y se subió a su cuarto, abrió su libro y comenzó a leer la primera página de su libro leyendo muy concentrado; vio que este libro le traía la magia, él leía y se imaginaba cada paso de su magia y a medida que iba imaginando, la magia aparecía.

Lentamente la magia fue convirtiendo su cuarto en un mar rodeado de peces, del�nes, estrellas de mar, Dilan en su espacio se sentía como otro pez del mar. En medio de su magia Dilan se quedó dormido con el libro cerrado y sintió que este libro le traía todas sus fantasías.

Dilan se fue para la escuela llevando con él el libro de la magia, le contó a sus compañeros lo que hacía el libro, pero sus compañeros no le creían, les dijo que en el recreo les leería la segunda página del libro pero todos se reían de él, cuando llegó el tiempo del recreo todos se quedaron en el salón esperando que hacía, Dilan se sentó en la mitad y abrió en la segunda página

del libro, antes de comenzar a leer les dijo Dilan a sus compañeros que en el momento que él lea todos abran su imaginación y comenzó a leer y esta decía de una noche iluminada con la luna y rodeada de estrellas, cada uno de sus compañeros vio que el salón se puso oscuro y poco a poco fue iluminándose con la luna y las estrellas, se fueron parando y bailaban alrededor del salón, al terminar de leer la segunda parte, la magia fue cayendo y el salón volvió a su estado normal, todos abrazaron a Dilan y le pidieron disculpas por no creer en él.

Llegó la noche y Dilan encerrado en su cuarto otra vez, leyendo la tercera página del libro. Esta vez su imaginación llegó a un desierto lleno de felicidad, cantaba mientras caminaba, terminó su lectura porque era hora de dormir.

Al día siguiente se levanta Dilan para la escuela y en medio de la ruta vio que no llevaba el libro con él, sus compañeros preguntaban por el libro, pero Dilan respondía que se le había quedado en su casa.

Su mamá comenzó a arreglar el cuarto de Dilan y vio el libro, comenzó a leer pero este libro no mostró su magia, dejándolo ahí encima se marchó de la habitación. Dilan terminó la jornada escolar muy ansioso por llegar a su casa tocando la puerta le abrió su madre, Dilan desesperado entró a su casa y su madre lo llamaba pero él no respondía, su madre subió a su cuarto llamándole la atención de por qué no le respondía a su llamado, observando que Dilan ya tenía el libro en sus manos le preguntó ¿por qué corría tanto por ese libro que ella ya lo había mirado y nada interesante había encontrado en él?, Dilan le dijo a su madre que se sentará y lo escuchara leer y abriera su imaginación y comenzó a leer la siguiente página y en ella decía de un jardín lleno de �ores de diferentes estilos y colores. Su madre entusiasmada se puso a oler las �ores y a tocarlas, terminando de leer fueron desapareciendo cada una de las �ores.

Terminó de leer y de imaginar y su madre le dio un fuerte abrazo

Mis abuelos y yo en los viajes del pasadoy del presente

Finalista

José Daniel Arroyave Vanegas10 añosCategoría: 1Institución Educativa Maestro Pedro Nel GómezMedellín – Antioquia

Capítulo 1

Los abuelos inspiran, alientan, instruyen, apoyan y con mi abuelo no ha sido la excepción. Con mi abuelo he pasado momentos fascinantes, cierto día hicimos una caminata ecológica al Picacho, mi abuelo, él que es tan curioso me invitó, para que juntos tuviéramos la experiencia de conocer, y yo me le pegué al paso. Como subimos tanto nos cansamos mucho, pero decididos a llegar a la meta, seguimos nuestro camino, éste era rocoso pero al �nal llegamos a pastos verdes, vimos una mata y mi papito se dirigió a ella y vio que estaba mala, yo lo seguí; cuando pasamos la malla encontramos un camino que llevaba a la cima de la montaña y vimos una mariposa enredada en una telaraña y mi papito tuvo pesar y la rescató con lo que siempre lleva en su mano, su sombrilla y yo quedé muy feliz, porque la mariposa volvió a alzar sus alas y voló al cielo azul y seguimos nuestro camino, vimos unas escalas y estas eran muuuuchas y mi papito empezó a subirlas y yo estaba tan cansado que casi me pierdo, porque mi papito iba muy rápido hasta que por �n lo alcancé y vimos muchas mariposas, �ores y rosas que tenían un aroma delicioso, quedamos enamorados de su olor.

Seguimos nuestro camino y vimos una cueva y había un cartel que decía que alguien habitó en ella, yo pensé eran los cavernícolas, me pareció muy raro, siguiendo nuestro camino por

�n llegamos a la cima y estaba feliz observando el paisaje, también vi allá arriba un cristo, mi papito me dijo que marcara mi nombre en la pared, prestándome su lapicero yo marqué mi nombre, dentro de mi pensaba que cuando yo fuera grande y trajera a este lugar mis hijos, ellos verían también el nombre que yo puse un día con mi querido papito, dentro de mi pensaba tantas cosas, que con los papitos se pasan tiempos espectaculares, nos sacan a pasear, también que cuando seamos grandes fuéramos fuertes, que cuando nos manden a repasar las tablas, las sumas, etc., es por un bien, ellos quieren que seamos inteligentes en nuestra vida y que seamos felices; mi papito es un hombre muy detallista siempre que ve algo con rayas o con bolas o tal vez con puntos, él quiere que yo lo mire una vez y luego le diga cómo era, en esa caminata vimos tantas cosas, entre ellas vimos muchos caballos, él con sus ganas de que yo sea observador, me dijo ¿cuántos caballos hay allá? pero yo no le supe responder, fue entonces cuando me hizo la observación ¡hijo: yo quiero que todo lo que pase a tu alrededor no lo pases por desapercibido, y en cuanto a la escuela que seas bueno en la matemáticas y en español y me gusta mucho que tengas buena comprensión de lectura!, llegué aprendiendo mucho a mi casa y compartiendo con el resto de mi familia todas las experiencias vividas con mi papito.

Pasado un tiempo, mi papito planeaba otra salida pedagógica conmigo, yo feliz, dije que ¡¡¡si¡¡¡ solo faltaba el permiso de mis papás.

Fuimos entonces al Cerro El Volador, papito me dijo que era una montaña muy alta, muy grande y que podíamos ver los aviones muy cerca, emprendimos entonces nuestra salida. Cuando íbamos a mitad de camino pasamos por la clínica llamada Pablo Tobón, aprovechó y me contó algunas cosas, que mi prima Sofía había estado hospitalizada y muy enfermita, mientras compartía conmigo todo aquello nos refrescamos un poco. Seguimos nuestro camino, ya casi empezando a subir la loma se acordó de otra de sus anécdotas, me contó que, cuando mi papá era un niño

se lo llevó a repartir correo, el primer día mi papá quedo súper cansado, mi papito pensó en seguirlo llevando, pero no se imaginaba que ya mi papá se había ideado un plan, hacerse el enfermo. Pues su plan funcionó y al otro día no fue a trabajar con él, yo me reí mucho y me acordaba de como soy tan parecido a mi papá. Seguimos entonces nuestro camino, y nos metimos por una hierba muy alta, como mi papito siempre lleva en su mano su amada sombrilla estaba delante de mi abriéndome el paso, en un momento me encontré solo y me asusté mucho, del susto casi me caigo en un hueco, pero el miedo me impulsó a abrir yo solo el paso y alcanzar a mi papito.

Esto también me enseñó que uno en la vida puede tener problemas que nos pueden dejar sin fuerzas, pero el temor nos puede impulsar hacia adelante y así encontrar a alguien en quien con�ar, al llegar a cierta parte vimos una reja muy grande, entonces subimos por ella, al otro lado vimos muchos árboles tantos que no sabíamos que nos encontraríamos, al ver un tronco de árbol en el piso caminamos por encima de él, cuando ya habíamos pasado llegamos a tierra �rme. Al seguir caminando vimos una �nca, en sus afueras habían cocas de perros, nos asustamos mucho porque también escuchamos sus ladridos. Mi papito y yo salimos corriendo, nos tuvimos que devolver por el árbol que antes habíamos montado caminando o mejor decir corriendo y en su mano como siempre llevaba su sombrilla.

Al poco tiempo fuimos a celebrar el cumpleaños de mi papá en un lugar hermoso, disfrutamos de mucha carne llanera, montamos en pony y vimos corrida de caballo, nos divertimos mucho, mientras yo tomaba fotos a la naturaleza, mi papá me mostró en el cielo azul los muchos colores de las cometas y sus diferentes formas, de pronto me di cuenta que ese lugar me era muy familiar, ¡claro! ya había estado allí con mi papito, entonces le pregunté qué cuando íbamos a volver a hacer una de nuestras caminatas ecológicas, y me puse muy triste porque me di cuenta que la salud de mi papito ya no era la misma. Pero en una de nuestras conversaciones me dijo que de los abuelos se aprende

mucho. Entonces decidí emprender un viaje con mi bisabuelo al pasado.

Capítulo 2

Mi bisabuelo El Colonizador

Estábamos sentados en el parque, a mí me encanta escuchar sus anécdotas, sus historias cómo con tanto esfuerzo y sacri�cio consiguió todas las cosas, mi bisabuelo tiene 94 años. Un día me dijo, ¡mijo! Voy a contarte parte de mi vida.

Vivíamos en una �nca pequeña al lado del Río Magdalena, me contó que se reunieron varios vecinos y planearon la partida, se internaron en la selva y empezaron a preparar su terreno. Cada uno arrancó con su grupo familiar, gallinas, sus perros, terneros y sus cerdos. Mi bisabuelo se llama Miguel, él partió solo y vivió solo.

Mientras me contaba, yo quedaba como en suspenso mientras él ilusionado me lo contaba todo. Empezó viviendo en un rancho pero se sentía muy solo, me dijo que al poco tiempo tenía compañía, sus perros lo habían seguido, campeón, guardián y la negra. Cada día trabajaba más fuerte alimentándose con agua y frutas, un día decidió bajar al pueblo más cercano, allí conoció a mi bisabuela, se enamoraron y al tiempo tuvieron muchos hijos.

Cuando ya se estableció con su familia en su �nca ya no le tocaba el trabajo a él solo, porque mi bisabuela trabajaba duro con él por el bienestar de toda su familia, era una mujer muy emprendedora y amaba mucho su familia, ella se preocupaba por todos sus hijos y nietos, me contó que a todos les dio un pedacito de tierra para que edi�caran sus casas, ¡yo la quise mucho y la alcance a conocer! ella murió cuando tenía 76 años y yo tenía como 3 años.

Las historias de mi bisabuelo dejaron para siempre marcado mi

corazón y sus lindas enseñanzas, cazando gurres, montando a caballo, comiendo culebras, es fascinante y a veces se me revuelve el estómago al escuchar que comían chuchas, tatabra, saíno, cuando se iba de caza se quedaba hasta tres días; me quedé impactado cuando me dijo que una culebra que se llamaba cabeza de candado se tragó su mascota y cuando abrieron el vientre de la culebra el perro ya estaba ahogado. Mis �eles compañeros, (los perros) me avisaban con sus aullidos cuando bajaban de la montaña los lobos, los tigres, leones y gavilanes. En cierta ocasión escuchó el chillido de un cerdo, siguió su rastro hasta el bordo de una quebrada y lo encontró muerto, lo había arrastrado un tigre o un león, esperaba que al anochecer la �era regresaba por él y así ocurrió, ¡cogí mi escopeta y le disparé!

Me enseñó que las especies animales no se deben matar, ni maltratar, que en muchas ocasiones lo hizo por vivir. También me contó de los mitos y leyendas de la selva tales como: el coco, la llorona, la pata sola y otras.

En mi viaje, con sus historias le pregunté que si él no le tenía miedo a nada y él me dijo que a lo único que le tenía miedo era a las serpientes. Me contó también que tenía una �nca muy grande, allí tenía ganado, gallinas las cuales mataba cada vez que llegaba una visita, había allí gansos, pájaros, perros, gatos y pizcos. Mi papá cuando estaba allí en la �nca el bisabuelo lo mandaba a que cogiera las yucas para dárselas a los marranos, mi bisabuelo también me contó que él tenía una yegua que le sacaba mucha rabia porque era algo perezosa y el cogió una rama para pegarle pero la yegua se movió y el bisabuelo le sacó un ojo.

Pasado el tiempo me abrazó y me dijo ¡mijo extraño la naturaleza! y me aconsejó: ¡trata de conservar la naturaleza, siembra muchos árboles y protege los animales!

Me abrazó suavemente y sonrió.

pidiéndole disculpas por no creer en él; salió su madre de su cuarto asombrada de toda la belleza que vio, ya Dilan cansado, decidió acostarse a dormir y no leer más por esa noche su libro.

Al día siguiente se va Dilan para su escuela, esta vez sin olvidar el libro. Llegó a su escuela y lo primero que le preguntaron era por el libro, todos querían volver a vivir otra experiencia de magia, en el momento del recreo se quedaron en el salón a leer la siguiente página, todos empezaron a imaginar un momento en la playa junto al mar disfrutando del sol, terminó su lectura y terminó su momento de magia. Y así todos los días Dilan llevaba el libro a su escuela y cada recreo era un momento de magia, leyendo todos los días su libro se le terminaron las páginas, preocupado comenzó a mirar de nuevo la primera página y se dio cuenta de que la página estaba en blanco, asombrado miró todas las páginas y se dio cuenta que todas estaban en blanco, volvió abrir su imaginación, vio que la primera página se llenaba con cada pensamiento de él. Así fue descubriendo que su libro hacía realidad su imaginación.

Conclusión

• Este cuento que es de la vida real me enseñó muchas tradiciones, valores y esperanzas de lograr un futuro mejor.

• Escribiendo este cuento me di cuenta de la importancia que tiene la familia y vivir en armonía

Glosario

• Ecológica: que de�ende y protege el medio ambiente.

• Galopar: cabalgar (una persona) sobre un caballo que va a galope.

• Pedagógica: que pretende educar, enseñar o instruir en un campo determinado.

• Saíno: animal que tiene una apariencia parecida a la de un cerdo doméstico. El pelaje es oscuro, delicadamente moteado de blanco. También se le llama tatabra.

Page 16: X Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

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El Libro de la imaginaciónGanador

María Paulina Cardona Ospina9 añosCategoría: 1Institución Educativa AlverniaMedellín – Antioquia

Había una vez un niño llamado Dilan al que le gustaba mucho la magia y sus padres le compraban juegos didácticos de magia. Un día su papá llegó con un libro de magia, Dilan lo recibió muy contento, subió a su cuarto para leer su libro, se sentó en su escritorio, cuando lo abrió sintió que este libro era diferente a todos sus juegos didácticos de magia porque éste le haría sus sueños de magia realidad. Lo cerró y esperó hasta la noche que sus padres estuvieran dormidos para volver a abrir el libro.

Llegó la noche y Dilan entusiasmado se despidió de sus padres y se subió a su cuarto, abrió su libro y comenzó a leer la primera página de su libro leyendo muy concentrado; vio que este libro le traía la magia, él leía y se imaginaba cada paso de su magia y a medida que iba imaginando, la magia aparecía.

Lentamente la magia fue convirtiendo su cuarto en un mar rodeado de peces, del�nes, estrellas de mar, Dilan en su espacio se sentía como otro pez del mar. En medio de su magia Dilan se quedó dormido con el libro cerrado y sintió que este libro le traía todas sus fantasías.

Dilan se fue para la escuela llevando con él el libro de la magia, le contó a sus compañeros lo que hacía el libro, pero sus compañeros no le creían, les dijo que en el recreo les leería la segunda página del libro pero todos se reían de él, cuando llegó el tiempo del recreo todos se quedaron en el salón esperando que hacía, Dilan se sentó en la mitad y abrió en la segunda página

del libro, antes de comenzar a leer les dijo Dilan a sus compañeros que en el momento que él lea todos abran su imaginación y comenzó a leer y esta decía de una noche iluminada con la luna y rodeada de estrellas, cada uno de sus compañeros vio que el salón se puso oscuro y poco a poco fue iluminándose con la luna y las estrellas, se fueron parando y bailaban alrededor del salón, al terminar de leer la segunda parte, la magia fue cayendo y el salón volvió a su estado normal, todos abrazaron a Dilan y le pidieron disculpas por no creer en él.

Llegó la noche y Dilan encerrado en su cuarto otra vez, leyendo la tercera página del libro. Esta vez su imaginación llegó a un desierto lleno de felicidad, cantaba mientras caminaba, terminó su lectura porque era hora de dormir.

Al día siguiente se levanta Dilan para la escuela y en medio de la ruta vio que no llevaba el libro con él, sus compañeros preguntaban por el libro, pero Dilan respondía que se le había quedado en su casa.

Su mamá comenzó a arreglar el cuarto de Dilan y vio el libro, comenzó a leer pero este libro no mostró su magia, dejándolo ahí encima se marchó de la habitación. Dilan terminó la jornada escolar muy ansioso por llegar a su casa tocando la puerta le abrió su madre, Dilan desesperado entró a su casa y su madre lo llamaba pero él no respondía, su madre subió a su cuarto llamándole la atención de por qué no le respondía a su llamado, observando que Dilan ya tenía el libro en sus manos le preguntó ¿por qué corría tanto por ese libro que ella ya lo había mirado y nada interesante había encontrado en él?, Dilan le dijo a su madre que se sentará y lo escuchara leer y abriera su imaginación y comenzó a leer la siguiente página y en ella decía de un jardín lleno de �ores de diferentes estilos y colores. Su madre entusiasmada se puso a oler las �ores y a tocarlas, terminando de leer fueron desapareciendo cada una de las �ores.

Terminó de leer y de imaginar y su madre le dio un fuerte abrazo

Mis abuelos y yo en los viajes del pasadoy del presente

Finalista

José Daniel Arroyave Vanegas10 añosCategoría: 1Institución Educativa Maestro Pedro Nel GómezMedellín – Antioquia

Capítulo 1

Los abuelos inspiran, alientan, instruyen, apoyan y con mi abuelo no ha sido la excepción. Con mi abuelo he pasado momentos fascinantes, cierto día hicimos una caminata ecológica al Picacho, mi abuelo, él que es tan curioso me invitó, para que juntos tuviéramos la experiencia de conocer, y yo me le pegué al paso. Como subimos tanto nos cansamos mucho, pero decididos a llegar a la meta, seguimos nuestro camino, éste era rocoso pero al �nal llegamos a pastos verdes, vimos una mata y mi papito se dirigió a ella y vio que estaba mala, yo lo seguí; cuando pasamos la malla encontramos un camino que llevaba a la cima de la montaña y vimos una mariposa enredada en una telaraña y mi papito tuvo pesar y la rescató con lo que siempre lleva en su mano, su sombrilla y yo quedé muy feliz, porque la mariposa volvió a alzar sus alas y voló al cielo azul y seguimos nuestro camino, vimos unas escalas y estas eran muuuuchas y mi papito empezó a subirlas y yo estaba tan cansado que casi me pierdo, porque mi papito iba muy rápido hasta que por �n lo alcancé y vimos muchas mariposas, �ores y rosas que tenían un aroma delicioso, quedamos enamorados de su olor.

Seguimos nuestro camino y vimos una cueva y había un cartel que decía que alguien habitó en ella, yo pensé eran los cavernícolas, me pareció muy raro, siguiendo nuestro camino por

�n llegamos a la cima y estaba feliz observando el paisaje, también vi allá arriba un cristo, mi papito me dijo que marcara mi nombre en la pared, prestándome su lapicero yo marqué mi nombre, dentro de mi pensaba que cuando yo fuera grande y trajera a este lugar mis hijos, ellos verían también el nombre que yo puse un día con mi querido papito, dentro de mi pensaba tantas cosas, que con los papitos se pasan tiempos espectaculares, nos sacan a pasear, también que cuando seamos grandes fuéramos fuertes, que cuando nos manden a repasar las tablas, las sumas, etc., es por un bien, ellos quieren que seamos inteligentes en nuestra vida y que seamos felices; mi papito es un hombre muy detallista siempre que ve algo con rayas o con bolas o tal vez con puntos, él quiere que yo lo mire una vez y luego le diga cómo era, en esa caminata vimos tantas cosas, entre ellas vimos muchos caballos, él con sus ganas de que yo sea observador, me dijo ¿cuántos caballos hay allá? pero yo no le supe responder, fue entonces cuando me hizo la observación ¡hijo: yo quiero que todo lo que pase a tu alrededor no lo pases por desapercibido, y en cuanto a la escuela que seas bueno en la matemáticas y en español y me gusta mucho que tengas buena comprensión de lectura!, llegué aprendiendo mucho a mi casa y compartiendo con el resto de mi familia todas las experiencias vividas con mi papito.

Pasado un tiempo, mi papito planeaba otra salida pedagógica conmigo, yo feliz, dije que ¡¡¡si¡¡¡ solo faltaba el permiso de mis papás.

Fuimos entonces al Cerro El Volador, papito me dijo que era una montaña muy alta, muy grande y que podíamos ver los aviones muy cerca, emprendimos entonces nuestra salida. Cuando íbamos a mitad de camino pasamos por la clínica llamada Pablo Tobón, aprovechó y me contó algunas cosas, que mi prima Sofía había estado hospitalizada y muy enfermita, mientras compartía conmigo todo aquello nos refrescamos un poco. Seguimos nuestro camino, ya casi empezando a subir la loma se acordó de otra de sus anécdotas, me contó que, cuando mi papá era un niño

se lo llevó a repartir correo, el primer día mi papá quedo súper cansado, mi papito pensó en seguirlo llevando, pero no se imaginaba que ya mi papá se había ideado un plan, hacerse el enfermo. Pues su plan funcionó y al otro día no fue a trabajar con él, yo me reí mucho y me acordaba de como soy tan parecido a mi papá. Seguimos entonces nuestro camino, y nos metimos por una hierba muy alta, como mi papito siempre lleva en su mano su amada sombrilla estaba delante de mi abriéndome el paso, en un momento me encontré solo y me asusté mucho, del susto casi me caigo en un hueco, pero el miedo me impulsó a abrir yo solo el paso y alcanzar a mi papito.

Esto también me enseñó que uno en la vida puede tener problemas que nos pueden dejar sin fuerzas, pero el temor nos puede impulsar hacia adelante y así encontrar a alguien en quien con�ar, al llegar a cierta parte vimos una reja muy grande, entonces subimos por ella, al otro lado vimos muchos árboles tantos que no sabíamos que nos encontraríamos, al ver un tronco de árbol en el piso caminamos por encima de él, cuando ya habíamos pasado llegamos a tierra �rme. Al seguir caminando vimos una �nca, en sus afueras habían cocas de perros, nos asustamos mucho porque también escuchamos sus ladridos. Mi papito y yo salimos corriendo, nos tuvimos que devolver por el árbol que antes habíamos montado caminando o mejor decir corriendo y en su mano como siempre llevaba su sombrilla.

Al poco tiempo fuimos a celebrar el cumpleaños de mi papá en un lugar hermoso, disfrutamos de mucha carne llanera, montamos en pony y vimos corrida de caballo, nos divertimos mucho, mientras yo tomaba fotos a la naturaleza, mi papá me mostró en el cielo azul los muchos colores de las cometas y sus diferentes formas, de pronto me di cuenta que ese lugar me era muy familiar, ¡claro! ya había estado allí con mi papito, entonces le pregunté qué cuando íbamos a volver a hacer una de nuestras caminatas ecológicas, y me puse muy triste porque me di cuenta que la salud de mi papito ya no era la misma. Pero en una de nuestras conversaciones me dijo que de los abuelos se aprende

mucho. Entonces decidí emprender un viaje con mi bisabuelo al pasado.

Capítulo 2

Mi bisabuelo El Colonizador

Estábamos sentados en el parque, a mí me encanta escuchar sus anécdotas, sus historias cómo con tanto esfuerzo y sacri�cio consiguió todas las cosas, mi bisabuelo tiene 94 años. Un día me dijo, ¡mijo! Voy a contarte parte de mi vida.

Vivíamos en una �nca pequeña al lado del Río Magdalena, me contó que se reunieron varios vecinos y planearon la partida, se internaron en la selva y empezaron a preparar su terreno. Cada uno arrancó con su grupo familiar, gallinas, sus perros, terneros y sus cerdos. Mi bisabuelo se llama Miguel, él partió solo y vivió solo.

Mientras me contaba, yo quedaba como en suspenso mientras él ilusionado me lo contaba todo. Empezó viviendo en un rancho pero se sentía muy solo, me dijo que al poco tiempo tenía compañía, sus perros lo habían seguido, campeón, guardián y la negra. Cada día trabajaba más fuerte alimentándose con agua y frutas, un día decidió bajar al pueblo más cercano, allí conoció a mi bisabuela, se enamoraron y al tiempo tuvieron muchos hijos.

Cuando ya se estableció con su familia en su �nca ya no le tocaba el trabajo a él solo, porque mi bisabuela trabajaba duro con él por el bienestar de toda su familia, era una mujer muy emprendedora y amaba mucho su familia, ella se preocupaba por todos sus hijos y nietos, me contó que a todos les dio un pedacito de tierra para que edi�caran sus casas, ¡yo la quise mucho y la alcance a conocer! ella murió cuando tenía 76 años y yo tenía como 3 años.

Las historias de mi bisabuelo dejaron para siempre marcado mi

corazón y sus lindas enseñanzas, cazando gurres, montando a caballo, comiendo culebras, es fascinante y a veces se me revuelve el estómago al escuchar que comían chuchas, tatabra, saíno, cuando se iba de caza se quedaba hasta tres días; me quedé impactado cuando me dijo que una culebra que se llamaba cabeza de candado se tragó su mascota y cuando abrieron el vientre de la culebra el perro ya estaba ahogado. Mis �eles compañeros, (los perros) me avisaban con sus aullidos cuando bajaban de la montaña los lobos, los tigres, leones y gavilanes. En cierta ocasión escuchó el chillido de un cerdo, siguió su rastro hasta el bordo de una quebrada y lo encontró muerto, lo había arrastrado un tigre o un león, esperaba que al anochecer la �era regresaba por él y así ocurrió, ¡cogí mi escopeta y le disparé!

Me enseñó que las especies animales no se deben matar, ni maltratar, que en muchas ocasiones lo hizo por vivir. También me contó de los mitos y leyendas de la selva tales como: el coco, la llorona, la pata sola y otras.

En mi viaje, con sus historias le pregunté que si él no le tenía miedo a nada y él me dijo que a lo único que le tenía miedo era a las serpientes. Me contó también que tenía una �nca muy grande, allí tenía ganado, gallinas las cuales mataba cada vez que llegaba una visita, había allí gansos, pájaros, perros, gatos y pizcos. Mi papá cuando estaba allí en la �nca el bisabuelo lo mandaba a que cogiera las yucas para dárselas a los marranos, mi bisabuelo también me contó que él tenía una yegua que le sacaba mucha rabia porque era algo perezosa y el cogió una rama para pegarle pero la yegua se movió y el bisabuelo le sacó un ojo.

Pasado el tiempo me abrazó y me dijo ¡mijo extraño la naturaleza! y me aconsejó: ¡trata de conservar la naturaleza, siembra muchos árboles y protege los animales!

Me abrazó suavemente y sonrió.

pidiéndole disculpas por no creer en él; salió su madre de su cuarto asombrada de toda la belleza que vio, ya Dilan cansado, decidió acostarse a dormir y no leer más por esa noche su libro.

Al día siguiente se va Dilan para su escuela, esta vez sin olvidar el libro. Llegó a su escuela y lo primero que le preguntaron era por el libro, todos querían volver a vivir otra experiencia de magia, en el momento del recreo se quedaron en el salón a leer la siguiente página, todos empezaron a imaginar un momento en la playa junto al mar disfrutando del sol, terminó su lectura y terminó su momento de magia. Y así todos los días Dilan llevaba el libro a su escuela y cada recreo era un momento de magia, leyendo todos los días su libro se le terminaron las páginas, preocupado comenzó a mirar de nuevo la primera página y se dio cuenta de que la página estaba en blanco, asombrado miró todas las páginas y se dio cuenta que todas estaban en blanco, volvió abrir su imaginación, vio que la primera página se llenaba con cada pensamiento de él. Así fue descubriendo que su libro hacía realidad su imaginación.

Conclusión

• Este cuento que es de la vida real me enseñó muchas tradiciones, valores y esperanzas de lograr un futuro mejor.

• Escribiendo este cuento me di cuenta de la importancia que tiene la familia y vivir en armonía

Glosario

• Ecológica: que de�ende y protege el medio ambiente.

• Galopar: cabalgar (una persona) sobre un caballo que va a galope.

• Pedagógica: que pretende educar, enseñar o instruir en un campo determinado.

• Saíno: animal que tiene una apariencia parecida a la de un cerdo doméstico. El pelaje es oscuro, delicadamente moteado de blanco. También se le llama tatabra.

Page 17: X Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

Décimo Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

15

El Libro de la imaginaciónGanador

María Paulina Cardona Ospina9 añosCategoría: 1Institución Educativa AlverniaMedellín – Antioquia

Había una vez un niño llamado Dilan al que le gustaba mucho la magia y sus padres le compraban juegos didácticos de magia. Un día su papá llegó con un libro de magia, Dilan lo recibió muy contento, subió a su cuarto para leer su libro, se sentó en su escritorio, cuando lo abrió sintió que este libro era diferente a todos sus juegos didácticos de magia porque éste le haría sus sueños de magia realidad. Lo cerró y esperó hasta la noche que sus padres estuvieran dormidos para volver a abrir el libro.

Llegó la noche y Dilan entusiasmado se despidió de sus padres y se subió a su cuarto, abrió su libro y comenzó a leer la primera página de su libro leyendo muy concentrado; vio que este libro le traía la magia, él leía y se imaginaba cada paso de su magia y a medida que iba imaginando, la magia aparecía.

Lentamente la magia fue convirtiendo su cuarto en un mar rodeado de peces, del�nes, estrellas de mar, Dilan en su espacio se sentía como otro pez del mar. En medio de su magia Dilan se quedó dormido con el libro cerrado y sintió que este libro le traía todas sus fantasías.

Dilan se fue para la escuela llevando con él el libro de la magia, le contó a sus compañeros lo que hacía el libro, pero sus compañeros no le creían, les dijo que en el recreo les leería la segunda página del libro pero todos se reían de él, cuando llegó el tiempo del recreo todos se quedaron en el salón esperando que hacía, Dilan se sentó en la mitad y abrió en la segunda página

del libro, antes de comenzar a leer les dijo Dilan a sus compañeros que en el momento que él lea todos abran su imaginación y comenzó a leer y esta decía de una noche iluminada con la luna y rodeada de estrellas, cada uno de sus compañeros vio que el salón se puso oscuro y poco a poco fue iluminándose con la luna y las estrellas, se fueron parando y bailaban alrededor del salón, al terminar de leer la segunda parte, la magia fue cayendo y el salón volvió a su estado normal, todos abrazaron a Dilan y le pidieron disculpas por no creer en él.

Llegó la noche y Dilan encerrado en su cuarto otra vez, leyendo la tercera página del libro. Esta vez su imaginación llegó a un desierto lleno de felicidad, cantaba mientras caminaba, terminó su lectura porque era hora de dormir.

Al día siguiente se levanta Dilan para la escuela y en medio de la ruta vio que no llevaba el libro con él, sus compañeros preguntaban por el libro, pero Dilan respondía que se le había quedado en su casa.

Su mamá comenzó a arreglar el cuarto de Dilan y vio el libro, comenzó a leer pero este libro no mostró su magia, dejándolo ahí encima se marchó de la habitación. Dilan terminó la jornada escolar muy ansioso por llegar a su casa tocando la puerta le abrió su madre, Dilan desesperado entró a su casa y su madre lo llamaba pero él no respondía, su madre subió a su cuarto llamándole la atención de por qué no le respondía a su llamado, observando que Dilan ya tenía el libro en sus manos le preguntó ¿por qué corría tanto por ese libro que ella ya lo había mirado y nada interesante había encontrado en él?, Dilan le dijo a su madre que se sentará y lo escuchara leer y abriera su imaginación y comenzó a leer la siguiente página y en ella decía de un jardín lleno de �ores de diferentes estilos y colores. Su madre entusiasmada se puso a oler las �ores y a tocarlas, terminando de leer fueron desapareciendo cada una de las �ores.

Terminó de leer y de imaginar y su madre le dio un fuerte abrazo

Mis abuelos y yo en los viajes del pasadoy del presente

Finalista

José Daniel Arroyave Vanegas10 añosCategoría: 1Institución Educativa Maestro Pedro Nel GómezMedellín – Antioquia

Capítulo 1

Los abuelos inspiran, alientan, instruyen, apoyan y con mi abuelo no ha sido la excepción. Con mi abuelo he pasado momentos fascinantes, cierto día hicimos una caminata ecológica al Picacho, mi abuelo, él que es tan curioso me invitó, para que juntos tuviéramos la experiencia de conocer, y yo me le pegué al paso. Como subimos tanto nos cansamos mucho, pero decididos a llegar a la meta, seguimos nuestro camino, éste era rocoso pero al �nal llegamos a pastos verdes, vimos una mata y mi papito se dirigió a ella y vio que estaba mala, yo lo seguí; cuando pasamos la malla encontramos un camino que llevaba a la cima de la montaña y vimos una mariposa enredada en una telaraña y mi papito tuvo pesar y la rescató con lo que siempre lleva en su mano, su sombrilla y yo quedé muy feliz, porque la mariposa volvió a alzar sus alas y voló al cielo azul y seguimos nuestro camino, vimos unas escalas y estas eran muuuuchas y mi papito empezó a subirlas y yo estaba tan cansado que casi me pierdo, porque mi papito iba muy rápido hasta que por �n lo alcancé y vimos muchas mariposas, �ores y rosas que tenían un aroma delicioso, quedamos enamorados de su olor.

Seguimos nuestro camino y vimos una cueva y había un cartel que decía que alguien habitó en ella, yo pensé eran los cavernícolas, me pareció muy raro, siguiendo nuestro camino por

�n llegamos a la cima y estaba feliz observando el paisaje, también vi allá arriba un cristo, mi papito me dijo que marcara mi nombre en la pared, prestándome su lapicero yo marqué mi nombre, dentro de mi pensaba que cuando yo fuera grande y trajera a este lugar mis hijos, ellos verían también el nombre que yo puse un día con mi querido papito, dentro de mi pensaba tantas cosas, que con los papitos se pasan tiempos espectaculares, nos sacan a pasear, también que cuando seamos grandes fuéramos fuertes, que cuando nos manden a repasar las tablas, las sumas, etc., es por un bien, ellos quieren que seamos inteligentes en nuestra vida y que seamos felices; mi papito es un hombre muy detallista siempre que ve algo con rayas o con bolas o tal vez con puntos, él quiere que yo lo mire una vez y luego le diga cómo era, en esa caminata vimos tantas cosas, entre ellas vimos muchos caballos, él con sus ganas de que yo sea observador, me dijo ¿cuántos caballos hay allá? pero yo no le supe responder, fue entonces cuando me hizo la observación ¡hijo: yo quiero que todo lo que pase a tu alrededor no lo pases por desapercibido, y en cuanto a la escuela que seas bueno en la matemáticas y en español y me gusta mucho que tengas buena comprensión de lectura!, llegué aprendiendo mucho a mi casa y compartiendo con el resto de mi familia todas las experiencias vividas con mi papito.

Pasado un tiempo, mi papito planeaba otra salida pedagógica conmigo, yo feliz, dije que ¡¡¡si¡¡¡ solo faltaba el permiso de mis papás.

Fuimos entonces al Cerro El Volador, papito me dijo que era una montaña muy alta, muy grande y que podíamos ver los aviones muy cerca, emprendimos entonces nuestra salida. Cuando íbamos a mitad de camino pasamos por la clínica llamada Pablo Tobón, aprovechó y me contó algunas cosas, que mi prima Sofía había estado hospitalizada y muy enfermita, mientras compartía conmigo todo aquello nos refrescamos un poco. Seguimos nuestro camino, ya casi empezando a subir la loma se acordó de otra de sus anécdotas, me contó que, cuando mi papá era un niño

se lo llevó a repartir correo, el primer día mi papá quedo súper cansado, mi papito pensó en seguirlo llevando, pero no se imaginaba que ya mi papá se había ideado un plan, hacerse el enfermo. Pues su plan funcionó y al otro día no fue a trabajar con él, yo me reí mucho y me acordaba de como soy tan parecido a mi papá. Seguimos entonces nuestro camino, y nos metimos por una hierba muy alta, como mi papito siempre lleva en su mano su amada sombrilla estaba delante de mi abriéndome el paso, en un momento me encontré solo y me asusté mucho, del susto casi me caigo en un hueco, pero el miedo me impulsó a abrir yo solo el paso y alcanzar a mi papito.

Esto también me enseñó que uno en la vida puede tener problemas que nos pueden dejar sin fuerzas, pero el temor nos puede impulsar hacia adelante y así encontrar a alguien en quien con�ar, al llegar a cierta parte vimos una reja muy grande, entonces subimos por ella, al otro lado vimos muchos árboles tantos que no sabíamos que nos encontraríamos, al ver un tronco de árbol en el piso caminamos por encima de él, cuando ya habíamos pasado llegamos a tierra �rme. Al seguir caminando vimos una �nca, en sus afueras habían cocas de perros, nos asustamos mucho porque también escuchamos sus ladridos. Mi papito y yo salimos corriendo, nos tuvimos que devolver por el árbol que antes habíamos montado caminando o mejor decir corriendo y en su mano como siempre llevaba su sombrilla.

Al poco tiempo fuimos a celebrar el cumpleaños de mi papá en un lugar hermoso, disfrutamos de mucha carne llanera, montamos en pony y vimos corrida de caballo, nos divertimos mucho, mientras yo tomaba fotos a la naturaleza, mi papá me mostró en el cielo azul los muchos colores de las cometas y sus diferentes formas, de pronto me di cuenta que ese lugar me era muy familiar, ¡claro! ya había estado allí con mi papito, entonces le pregunté qué cuando íbamos a volver a hacer una de nuestras caminatas ecológicas, y me puse muy triste porque me di cuenta que la salud de mi papito ya no era la misma. Pero en una de nuestras conversaciones me dijo que de los abuelos se aprende

mucho. Entonces decidí emprender un viaje con mi bisabuelo al pasado.

Capítulo 2

Mi bisabuelo El Colonizador

Estábamos sentados en el parque, a mí me encanta escuchar sus anécdotas, sus historias cómo con tanto esfuerzo y sacri�cio consiguió todas las cosas, mi bisabuelo tiene 94 años. Un día me dijo, ¡mijo! Voy a contarte parte de mi vida.

Vivíamos en una �nca pequeña al lado del Río Magdalena, me contó que se reunieron varios vecinos y planearon la partida, se internaron en la selva y empezaron a preparar su terreno. Cada uno arrancó con su grupo familiar, gallinas, sus perros, terneros y sus cerdos. Mi bisabuelo se llama Miguel, él partió solo y vivió solo.

Mientras me contaba, yo quedaba como en suspenso mientras él ilusionado me lo contaba todo. Empezó viviendo en un rancho pero se sentía muy solo, me dijo que al poco tiempo tenía compañía, sus perros lo habían seguido, campeón, guardián y la negra. Cada día trabajaba más fuerte alimentándose con agua y frutas, un día decidió bajar al pueblo más cercano, allí conoció a mi bisabuela, se enamoraron y al tiempo tuvieron muchos hijos.

Cuando ya se estableció con su familia en su �nca ya no le tocaba el trabajo a él solo, porque mi bisabuela trabajaba duro con él por el bienestar de toda su familia, era una mujer muy emprendedora y amaba mucho su familia, ella se preocupaba por todos sus hijos y nietos, me contó que a todos les dio un pedacito de tierra para que edi�caran sus casas, ¡yo la quise mucho y la alcance a conocer! ella murió cuando tenía 76 años y yo tenía como 3 años.

Las historias de mi bisabuelo dejaron para siempre marcado mi

corazón y sus lindas enseñanzas, cazando gurres, montando a caballo, comiendo culebras, es fascinante y a veces se me revuelve el estómago al escuchar que comían chuchas, tatabra, saíno, cuando se iba de caza se quedaba hasta tres días; me quedé impactado cuando me dijo que una culebra que se llamaba cabeza de candado se tragó su mascota y cuando abrieron el vientre de la culebra el perro ya estaba ahogado. Mis �eles compañeros, (los perros) me avisaban con sus aullidos cuando bajaban de la montaña los lobos, los tigres, leones y gavilanes. En cierta ocasión escuchó el chillido de un cerdo, siguió su rastro hasta el bordo de una quebrada y lo encontró muerto, lo había arrastrado un tigre o un león, esperaba que al anochecer la �era regresaba por él y así ocurrió, ¡cogí mi escopeta y le disparé!

Me enseñó que las especies animales no se deben matar, ni maltratar, que en muchas ocasiones lo hizo por vivir. También me contó de los mitos y leyendas de la selva tales como: el coco, la llorona, la pata sola y otras.

En mi viaje, con sus historias le pregunté que si él no le tenía miedo a nada y él me dijo que a lo único que le tenía miedo era a las serpientes. Me contó también que tenía una �nca muy grande, allí tenía ganado, gallinas las cuales mataba cada vez que llegaba una visita, había allí gansos, pájaros, perros, gatos y pizcos. Mi papá cuando estaba allí en la �nca el bisabuelo lo mandaba a que cogiera las yucas para dárselas a los marranos, mi bisabuelo también me contó que él tenía una yegua que le sacaba mucha rabia porque era algo perezosa y el cogió una rama para pegarle pero la yegua se movió y el bisabuelo le sacó un ojo.

Pasado el tiempo me abrazó y me dijo ¡mijo extraño la naturaleza! y me aconsejó: ¡trata de conservar la naturaleza, siembra muchos árboles y protege los animales!

Me abrazó suavemente y sonrió.

Fin

pidiéndole disculpas por no creer en él; salió su madre de su cuarto asombrada de toda la belleza que vio, ya Dilan cansado, decidió acostarse a dormir y no leer más por esa noche su libro.

Al día siguiente se va Dilan para su escuela, esta vez sin olvidar el libro. Llegó a su escuela y lo primero que le preguntaron era por el libro, todos querían volver a vivir otra experiencia de magia, en el momento del recreo se quedaron en el salón a leer la siguiente página, todos empezaron a imaginar un momento en la playa junto al mar disfrutando del sol, terminó su lectura y terminó su momento de magia. Y así todos los días Dilan llevaba el libro a su escuela y cada recreo era un momento de magia, leyendo todos los días su libro se le terminaron las páginas, preocupado comenzó a mirar de nuevo la primera página y se dio cuenta de que la página estaba en blanco, asombrado miró todas las páginas y se dio cuenta que todas estaban en blanco, volvió abrir su imaginación, vio que la primera página se llenaba con cada pensamiento de él. Así fue descubriendo que su libro hacía realidad su imaginación.

Conclusión

• Este cuento que es de la vida real me enseñó muchas tradiciones, valores y esperanzas de lograr un futuro mejor.

• Escribiendo este cuento me di cuenta de la importancia que tiene la familia y vivir en armonía

Glosario

• Ecológica: que de�ende y protege el medio ambiente.

• Galopar: cabalgar (una persona) sobre un caballo que va a galope.

• Pedagógica: que pretende educar, enseñar o instruir en un campo determinado.

• Saíno: animal que tiene una apariencia parecida a la de un cerdo doméstico. El pelaje es oscuro, delicadamente moteado de blanco. También se le llama tatabra.

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Mis abuelos y yo en los viajes del pasadoy del presente

Finalista

José Daniel Arroyave Vanegas10 añosCategoría: 1Institución Educativa Maestro Pedro Nel GómezMedellín – Antioquia

Capítulo 1

Los abuelos inspiran, alientan, instruyen, apoyan y con mi abuelo no ha sido la excepción. Con mi abuelo he pasado momentos fascinantes, cierto día hicimos una caminata ecológica al Picacho, mi abuelo, él que es tan curioso me invitó, para que juntos tuviéramos la experiencia de conocer, y yo me le pegué al paso. Como subimos tanto nos cansamos mucho, pero decididos a llegar a la meta, seguimos nuestro camino, éste era rocoso pero al �nal llegamos a pastos verdes, vimos una mata y mi papito se dirigió a ella y vio que estaba mala, yo lo seguí; cuando pasamos la malla encontramos un camino que llevaba a la cima de la montaña y vimos una mariposa enredada en una telaraña y mi papito tuvo pesar y la rescató con lo que siempre lleva en su mano, su sombrilla y yo quedé muy feliz, porque la mariposa volvió a alzar sus alas y voló al cielo azul y seguimos nuestro camino, vimos unas escalas y estas eran muuuuchas y mi papito empezó a subirlas y yo estaba tan cansado que casi me pierdo, porque mi papito iba muy rápido hasta que por �n lo alcancé y vimos muchas mariposas, �ores y rosas que tenían un aroma delicioso, quedamos enamorados de su olor.

Seguimos nuestro camino y vimos una cueva y había un cartel que decía que alguien habitó en ella, yo pensé eran los cavernícolas, me pareció muy raro, siguiendo nuestro camino por

�n llegamos a la cima y estaba feliz observando el paisaje, también vi allá arriba un cristo, mi papito me dijo que marcara mi nombre en la pared, prestándome su lapicero yo marqué mi nombre, dentro de mi pensaba que cuando yo fuera grande y trajera a este lugar mis hijos, ellos verían también el nombre que yo puse un día con mi querido papito, dentro de mi pensaba tantas cosas, que con los papitos se pasan tiempos espectaculares, nos sacan a pasear, también que cuando seamos grandes fuéramos fuertes, que cuando nos manden a repasar las tablas, las sumas, etc., es por un bien, ellos quieren que seamos inteligentes en nuestra vida y que seamos felices; mi papito es un hombre muy detallista siempre que ve algo con rayas o con bolas o tal vez con puntos, él quiere que yo lo mire una vez y luego le diga cómo era, en esa caminata vimos tantas cosas, entre ellas vimos muchos caballos, él con sus ganas de que yo sea observador, me dijo ¿cuántos caballos hay allá? pero yo no le supe responder, fue entonces cuando me hizo la observación ¡hijo: yo quiero que todo lo que pase a tu alrededor no lo pases por desapercibido, y en cuanto a la escuela que seas bueno en la matemáticas y en español y me gusta mucho que tengas buena comprensión de lectura!, llegué aprendiendo mucho a mi casa y compartiendo con el resto de mi familia todas las experiencias vividas con mi papito.

Pasado un tiempo, mi papito planeaba otra salida pedagógica conmigo, yo feliz, dije que ¡¡¡si¡¡¡ solo faltaba el permiso de mis papás.

Fuimos entonces al Cerro El Volador, papito me dijo que era una montaña muy alta, muy grande y que podíamos ver los aviones muy cerca, emprendimos entonces nuestra salida. Cuando íbamos a mitad de camino pasamos por la clínica llamada Pablo Tobón, aprovechó y me contó algunas cosas, que mi prima Sofía había estado hospitalizada y muy enfermita, mientras compartía conmigo todo aquello nos refrescamos un poco. Seguimos nuestro camino, ya casi empezando a subir la loma se acordó de otra de sus anécdotas, me contó que, cuando mi papá era un niño

se lo llevó a repartir correo, el primer día mi papá quedo súper cansado, mi papito pensó en seguirlo llevando, pero no se imaginaba que ya mi papá se había ideado un plan, hacerse el enfermo. Pues su plan funcionó y al otro día no fue a trabajar con él, yo me reí mucho y me acordaba de como soy tan parecido a mi papá. Seguimos entonces nuestro camino, y nos metimos por una hierba muy alta, como mi papito siempre lleva en su mano su amada sombrilla estaba delante de mi abriéndome el paso, en un momento me encontré solo y me asusté mucho, del susto casi me caigo en un hueco, pero el miedo me impulsó a abrir yo solo el paso y alcanzar a mi papito.

Esto también me enseñó que uno en la vida puede tener problemas que nos pueden dejar sin fuerzas, pero el temor nos puede impulsar hacia adelante y así encontrar a alguien en quien con�ar, al llegar a cierta parte vimos una reja muy grande, entonces subimos por ella, al otro lado vimos muchos árboles tantos que no sabíamos que nos encontraríamos, al ver un tronco de árbol en el piso caminamos por encima de él, cuando ya habíamos pasado llegamos a tierra �rme. Al seguir caminando vimos una �nca, en sus afueras habían cocas de perros, nos asustamos mucho porque también escuchamos sus ladridos. Mi papito y yo salimos corriendo, nos tuvimos que devolver por el árbol que antes habíamos montado caminando o mejor decir corriendo y en su mano como siempre llevaba su sombrilla.

Al poco tiempo fuimos a celebrar el cumpleaños de mi papá en un lugar hermoso, disfrutamos de mucha carne llanera, montamos en pony y vimos corrida de caballo, nos divertimos mucho, mientras yo tomaba fotos a la naturaleza, mi papá me mostró en el cielo azul los muchos colores de las cometas y sus diferentes formas, de pronto me di cuenta que ese lugar me era muy familiar, ¡claro! ya había estado allí con mi papito, entonces le pregunté qué cuando íbamos a volver a hacer una de nuestras caminatas ecológicas, y me puse muy triste porque me di cuenta que la salud de mi papito ya no era la misma. Pero en una de nuestras conversaciones me dijo que de los abuelos se aprende

mucho. Entonces decidí emprender un viaje con mi bisabuelo al pasado.

Capítulo 2

Mi bisabuelo El Colonizador

Estábamos sentados en el parque, a mí me encanta escuchar sus anécdotas, sus historias cómo con tanto esfuerzo y sacri�cio consiguió todas las cosas, mi bisabuelo tiene 94 años. Un día me dijo, ¡mijo! Voy a contarte parte de mi vida.

Vivíamos en una �nca pequeña al lado del Río Magdalena, me contó que se reunieron varios vecinos y planearon la partida, se internaron en la selva y empezaron a preparar su terreno. Cada uno arrancó con su grupo familiar, gallinas, sus perros, terneros y sus cerdos. Mi bisabuelo se llama Miguel, él partió solo y vivió solo.

Mientras me contaba, yo quedaba como en suspenso mientras él ilusionado me lo contaba todo. Empezó viviendo en un rancho pero se sentía muy solo, me dijo que al poco tiempo tenía compañía, sus perros lo habían seguido, campeón, guardián y la negra. Cada día trabajaba más fuerte alimentándose con agua y frutas, un día decidió bajar al pueblo más cercano, allí conoció a mi bisabuela, se enamoraron y al tiempo tuvieron muchos hijos.

Cuando ya se estableció con su familia en su �nca ya no le tocaba el trabajo a él solo, porque mi bisabuela trabajaba duro con él por el bienestar de toda su familia, era una mujer muy emprendedora y amaba mucho su familia, ella se preocupaba por todos sus hijos y nietos, me contó que a todos les dio un pedacito de tierra para que edi�caran sus casas, ¡yo la quise mucho y la alcance a conocer! ella murió cuando tenía 76 años y yo tenía como 3 años.

Las historias de mi bisabuelo dejaron para siempre marcado mi

corazón y sus lindas enseñanzas, cazando gurres, montando a caballo, comiendo culebras, es fascinante y a veces se me revuelve el estómago al escuchar que comían chuchas, tatabra, saíno, cuando se iba de caza se quedaba hasta tres días; me quedé impactado cuando me dijo que una culebra que se llamaba cabeza de candado se tragó su mascota y cuando abrieron el vientre de la culebra el perro ya estaba ahogado. Mis �eles compañeros, (los perros) me avisaban con sus aullidos cuando bajaban de la montaña los lobos, los tigres, leones y gavilanes. En cierta ocasión escuchó el chillido de un cerdo, siguió su rastro hasta el bordo de una quebrada y lo encontró muerto, lo había arrastrado un tigre o un león, esperaba que al anochecer la �era regresaba por él y así ocurrió, ¡cogí mi escopeta y le disparé!

Me enseñó que las especies animales no se deben matar, ni maltratar, que en muchas ocasiones lo hizo por vivir. También me contó de los mitos y leyendas de la selva tales como: el coco, la llorona, la pata sola y otras.

En mi viaje, con sus historias le pregunté que si él no le tenía miedo a nada y él me dijo que a lo único que le tenía miedo era a las serpientes. Me contó también que tenía una �nca muy grande, allí tenía ganado, gallinas las cuales mataba cada vez que llegaba una visita, había allí gansos, pájaros, perros, gatos y pizcos. Mi papá cuando estaba allí en la �nca el bisabuelo lo mandaba a que cogiera las yucas para dárselas a los marranos, mi bisabuelo también me contó que él tenía una yegua que le sacaba mucha rabia porque era algo perezosa y el cogió una rama para pegarle pero la yegua se movió y el bisabuelo le sacó un ojo.

Pasado el tiempo me abrazó y me dijo ¡mijo extraño la naturaleza! y me aconsejó: ¡trata de conservar la naturaleza, siembra muchos árboles y protege los animales!

Me abrazó suavemente y sonrió.

Conclusión

• Este cuento que es de la vida real me enseñó muchas tradiciones, valores y esperanzas de lograr un futuro mejor.

• Escribiendo este cuento me di cuenta de la importancia que tiene la familia y vivir en armonía

Glosario

• Ecológica: que de�ende y protege el medio ambiente.

• Galopar: cabalgar (una persona) sobre un caballo que va a galope.

• Pedagógica: que pretende educar, enseñar o instruir en un campo determinado.

• Saíno: animal que tiene una apariencia parecida a la de un cerdo doméstico. El pelaje es oscuro, delicadamente moteado de blanco. También se le llama tatabra.

Page 19: X Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

Décimo Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

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Mis abuelos y yo en los viajes del pasadoy del presente

Finalista

José Daniel Arroyave Vanegas10 añosCategoría: 1Institución Educativa Maestro Pedro Nel GómezMedellín – Antioquia

Capítulo 1

Los abuelos inspiran, alientan, instruyen, apoyan y con mi abuelo no ha sido la excepción. Con mi abuelo he pasado momentos fascinantes, cierto día hicimos una caminata ecológica al Picacho, mi abuelo, él que es tan curioso me invitó, para que juntos tuviéramos la experiencia de conocer, y yo me le pegué al paso. Como subimos tanto nos cansamos mucho, pero decididos a llegar a la meta, seguimos nuestro camino, éste era rocoso pero al �nal llegamos a pastos verdes, vimos una mata y mi papito se dirigió a ella y vio que estaba mala, yo lo seguí; cuando pasamos la malla encontramos un camino que llevaba a la cima de la montaña y vimos una mariposa enredada en una telaraña y mi papito tuvo pesar y la rescató con lo que siempre lleva en su mano, su sombrilla y yo quedé muy feliz, porque la mariposa volvió a alzar sus alas y voló al cielo azul y seguimos nuestro camino, vimos unas escalas y estas eran muuuuchas y mi papito empezó a subirlas y yo estaba tan cansado que casi me pierdo, porque mi papito iba muy rápido hasta que por �n lo alcancé y vimos muchas mariposas, �ores y rosas que tenían un aroma delicioso, quedamos enamorados de su olor.

Seguimos nuestro camino y vimos una cueva y había un cartel que decía que alguien habitó en ella, yo pensé eran los cavernícolas, me pareció muy raro, siguiendo nuestro camino por

�n llegamos a la cima y estaba feliz observando el paisaje, también vi allá arriba un cristo, mi papito me dijo que marcara mi nombre en la pared, prestándome su lapicero yo marqué mi nombre, dentro de mi pensaba que cuando yo fuera grande y trajera a este lugar mis hijos, ellos verían también el nombre que yo puse un día con mi querido papito, dentro de mi pensaba tantas cosas, que con los papitos se pasan tiempos espectaculares, nos sacan a pasear, también que cuando seamos grandes fuéramos fuertes, que cuando nos manden a repasar las tablas, las sumas, etc., es por un bien, ellos quieren que seamos inteligentes en nuestra vida y que seamos felices; mi papito es un hombre muy detallista siempre que ve algo con rayas o con bolas o tal vez con puntos, él quiere que yo lo mire una vez y luego le diga cómo era, en esa caminata vimos tantas cosas, entre ellas vimos muchos caballos, él con sus ganas de que yo sea observador, me dijo ¿cuántos caballos hay allá? pero yo no le supe responder, fue entonces cuando me hizo la observación ¡hijo: yo quiero que todo lo que pase a tu alrededor no lo pases por desapercibido, y en cuanto a la escuela que seas bueno en la matemáticas y en español y me gusta mucho que tengas buena comprensión de lectura!, llegué aprendiendo mucho a mi casa y compartiendo con el resto de mi familia todas las experiencias vividas con mi papito.

Pasado un tiempo, mi papito planeaba otra salida pedagógica conmigo, yo feliz, dije que ¡¡¡si¡¡¡ solo faltaba el permiso de mis papás.

Fuimos entonces al Cerro El Volador, papito me dijo que era una montaña muy alta, muy grande y que podíamos ver los aviones muy cerca, emprendimos entonces nuestra salida. Cuando íbamos a mitad de camino pasamos por la clínica llamada Pablo Tobón, aprovechó y me contó algunas cosas, que mi prima Sofía había estado hospitalizada y muy enfermita, mientras compartía conmigo todo aquello nos refrescamos un poco. Seguimos nuestro camino, ya casi empezando a subir la loma se acordó de otra de sus anécdotas, me contó que, cuando mi papá era un niño

se lo llevó a repartir correo, el primer día mi papá quedo súper cansado, mi papito pensó en seguirlo llevando, pero no se imaginaba que ya mi papá se había ideado un plan, hacerse el enfermo. Pues su plan funcionó y al otro día no fue a trabajar con él, yo me reí mucho y me acordaba de como soy tan parecido a mi papá. Seguimos entonces nuestro camino, y nos metimos por una hierba muy alta, como mi papito siempre lleva en su mano su amada sombrilla estaba delante de mi abriéndome el paso, en un momento me encontré solo y me asusté mucho, del susto casi me caigo en un hueco, pero el miedo me impulsó a abrir yo solo el paso y alcanzar a mi papito.

Esto también me enseñó que uno en la vida puede tener problemas que nos pueden dejar sin fuerzas, pero el temor nos puede impulsar hacia adelante y así encontrar a alguien en quien con�ar, al llegar a cierta parte vimos una reja muy grande, entonces subimos por ella, al otro lado vimos muchos árboles tantos que no sabíamos que nos encontraríamos, al ver un tronco de árbol en el piso caminamos por encima de él, cuando ya habíamos pasado llegamos a tierra �rme. Al seguir caminando vimos una �nca, en sus afueras habían cocas de perros, nos asustamos mucho porque también escuchamos sus ladridos. Mi papito y yo salimos corriendo, nos tuvimos que devolver por el árbol que antes habíamos montado caminando o mejor decir corriendo y en su mano como siempre llevaba su sombrilla.

Al poco tiempo fuimos a celebrar el cumpleaños de mi papá en un lugar hermoso, disfrutamos de mucha carne llanera, montamos en pony y vimos corrida de caballo, nos divertimos mucho, mientras yo tomaba fotos a la naturaleza, mi papá me mostró en el cielo azul los muchos colores de las cometas y sus diferentes formas, de pronto me di cuenta que ese lugar me era muy familiar, ¡claro! ya había estado allí con mi papito, entonces le pregunté qué cuando íbamos a volver a hacer una de nuestras caminatas ecológicas, y me puse muy triste porque me di cuenta que la salud de mi papito ya no era la misma. Pero en una de nuestras conversaciones me dijo que de los abuelos se aprende

mucho. Entonces decidí emprender un viaje con mi bisabuelo al pasado.

Capítulo 2

Mi bisabuelo El Colonizador

Estábamos sentados en el parque, a mí me encanta escuchar sus anécdotas, sus historias cómo con tanto esfuerzo y sacri�cio consiguió todas las cosas, mi bisabuelo tiene 94 años. Un día me dijo, ¡mijo! Voy a contarte parte de mi vida.

Vivíamos en una �nca pequeña al lado del Río Magdalena, me contó que se reunieron varios vecinos y planearon la partida, se internaron en la selva y empezaron a preparar su terreno. Cada uno arrancó con su grupo familiar, gallinas, sus perros, terneros y sus cerdos. Mi bisabuelo se llama Miguel, él partió solo y vivió solo.

Mientras me contaba, yo quedaba como en suspenso mientras él ilusionado me lo contaba todo. Empezó viviendo en un rancho pero se sentía muy solo, me dijo que al poco tiempo tenía compañía, sus perros lo habían seguido, campeón, guardián y la negra. Cada día trabajaba más fuerte alimentándose con agua y frutas, un día decidió bajar al pueblo más cercano, allí conoció a mi bisabuela, se enamoraron y al tiempo tuvieron muchos hijos.

Cuando ya se estableció con su familia en su �nca ya no le tocaba el trabajo a él solo, porque mi bisabuela trabajaba duro con él por el bienestar de toda su familia, era una mujer muy emprendedora y amaba mucho su familia, ella se preocupaba por todos sus hijos y nietos, me contó que a todos les dio un pedacito de tierra para que edi�caran sus casas, ¡yo la quise mucho y la alcance a conocer! ella murió cuando tenía 76 años y yo tenía como 3 años.

Las historias de mi bisabuelo dejaron para siempre marcado mi

corazón y sus lindas enseñanzas, cazando gurres, montando a caballo, comiendo culebras, es fascinante y a veces se me revuelve el estómago al escuchar que comían chuchas, tatabra, saíno, cuando se iba de caza se quedaba hasta tres días; me quedé impactado cuando me dijo que una culebra que se llamaba cabeza de candado se tragó su mascota y cuando abrieron el vientre de la culebra el perro ya estaba ahogado. Mis �eles compañeros, (los perros) me avisaban con sus aullidos cuando bajaban de la montaña los lobos, los tigres, leones y gavilanes. En cierta ocasión escuchó el chillido de un cerdo, siguió su rastro hasta el bordo de una quebrada y lo encontró muerto, lo había arrastrado un tigre o un león, esperaba que al anochecer la �era regresaba por él y así ocurrió, ¡cogí mi escopeta y le disparé!

Me enseñó que las especies animales no se deben matar, ni maltratar, que en muchas ocasiones lo hizo por vivir. También me contó de los mitos y leyendas de la selva tales como: el coco, la llorona, la pata sola y otras.

En mi viaje, con sus historias le pregunté que si él no le tenía miedo a nada y él me dijo que a lo único que le tenía miedo era a las serpientes. Me contó también que tenía una �nca muy grande, allí tenía ganado, gallinas las cuales mataba cada vez que llegaba una visita, había allí gansos, pájaros, perros, gatos y pizcos. Mi papá cuando estaba allí en la �nca el bisabuelo lo mandaba a que cogiera las yucas para dárselas a los marranos, mi bisabuelo también me contó que él tenía una yegua que le sacaba mucha rabia porque era algo perezosa y el cogió una rama para pegarle pero la yegua se movió y el bisabuelo le sacó un ojo.

Pasado el tiempo me abrazó y me dijo ¡mijo extraño la naturaleza! y me aconsejó: ¡trata de conservar la naturaleza, siembra muchos árboles y protege los animales!

Me abrazó suavemente y sonrió.

Conclusión

• Este cuento que es de la vida real me enseñó muchas tradiciones, valores y esperanzas de lograr un futuro mejor.

• Escribiendo este cuento me di cuenta de la importancia que tiene la familia y vivir en armonía

Glosario

• Ecológica: que de�ende y protege el medio ambiente.

• Galopar: cabalgar (una persona) sobre un caballo que va a galope.

• Pedagógica: que pretende educar, enseñar o instruir en un campo determinado.

• Saíno: animal que tiene una apariencia parecida a la de un cerdo doméstico. El pelaje es oscuro, delicadamente moteado de blanco. También se le llama tatabra.

Page 20: X Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

18

Mis abuelos y yo en los viajes del pasadoy del presente

Finalista

José Daniel Arroyave Vanegas10 añosCategoría: 1Institución Educativa Maestro Pedro Nel GómezMedellín – Antioquia

Capítulo 1

Los abuelos inspiran, alientan, instruyen, apoyan y con mi abuelo no ha sido la excepción. Con mi abuelo he pasado momentos fascinantes, cierto día hicimos una caminata ecológica al Picacho, mi abuelo, él que es tan curioso me invitó, para que juntos tuviéramos la experiencia de conocer, y yo me le pegué al paso. Como subimos tanto nos cansamos mucho, pero decididos a llegar a la meta, seguimos nuestro camino, éste era rocoso pero al �nal llegamos a pastos verdes, vimos una mata y mi papito se dirigió a ella y vio que estaba mala, yo lo seguí; cuando pasamos la malla encontramos un camino que llevaba a la cima de la montaña y vimos una mariposa enredada en una telaraña y mi papito tuvo pesar y la rescató con lo que siempre lleva en su mano, su sombrilla y yo quedé muy feliz, porque la mariposa volvió a alzar sus alas y voló al cielo azul y seguimos nuestro camino, vimos unas escalas y estas eran muuuuchas y mi papito empezó a subirlas y yo estaba tan cansado que casi me pierdo, porque mi papito iba muy rápido hasta que por �n lo alcancé y vimos muchas mariposas, �ores y rosas que tenían un aroma delicioso, quedamos enamorados de su olor.

Seguimos nuestro camino y vimos una cueva y había un cartel que decía que alguien habitó en ella, yo pensé eran los cavernícolas, me pareció muy raro, siguiendo nuestro camino por

�n llegamos a la cima y estaba feliz observando el paisaje, también vi allá arriba un cristo, mi papito me dijo que marcara mi nombre en la pared, prestándome su lapicero yo marqué mi nombre, dentro de mi pensaba que cuando yo fuera grande y trajera a este lugar mis hijos, ellos verían también el nombre que yo puse un día con mi querido papito, dentro de mi pensaba tantas cosas, que con los papitos se pasan tiempos espectaculares, nos sacan a pasear, también que cuando seamos grandes fuéramos fuertes, que cuando nos manden a repasar las tablas, las sumas, etc., es por un bien, ellos quieren que seamos inteligentes en nuestra vida y que seamos felices; mi papito es un hombre muy detallista siempre que ve algo con rayas o con bolas o tal vez con puntos, él quiere que yo lo mire una vez y luego le diga cómo era, en esa caminata vimos tantas cosas, entre ellas vimos muchos caballos, él con sus ganas de que yo sea observador, me dijo ¿cuántos caballos hay allá? pero yo no le supe responder, fue entonces cuando me hizo la observación ¡hijo: yo quiero que todo lo que pase a tu alrededor no lo pases por desapercibido, y en cuanto a la escuela que seas bueno en la matemáticas y en español y me gusta mucho que tengas buena comprensión de lectura!, llegué aprendiendo mucho a mi casa y compartiendo con el resto de mi familia todas las experiencias vividas con mi papito.

Pasado un tiempo, mi papito planeaba otra salida pedagógica conmigo, yo feliz, dije que ¡¡¡si¡¡¡ solo faltaba el permiso de mis papás.

Fuimos entonces al Cerro El Volador, papito me dijo que era una montaña muy alta, muy grande y que podíamos ver los aviones muy cerca, emprendimos entonces nuestra salida. Cuando íbamos a mitad de camino pasamos por la clínica llamada Pablo Tobón, aprovechó y me contó algunas cosas, que mi prima Sofía había estado hospitalizada y muy enfermita, mientras compartía conmigo todo aquello nos refrescamos un poco. Seguimos nuestro camino, ya casi empezando a subir la loma se acordó de otra de sus anécdotas, me contó que, cuando mi papá era un niño

se lo llevó a repartir correo, el primer día mi papá quedo súper cansado, mi papito pensó en seguirlo llevando, pero no se imaginaba que ya mi papá se había ideado un plan, hacerse el enfermo. Pues su plan funcionó y al otro día no fue a trabajar con él, yo me reí mucho y me acordaba de como soy tan parecido a mi papá. Seguimos entonces nuestro camino, y nos metimos por una hierba muy alta, como mi papito siempre lleva en su mano su amada sombrilla estaba delante de mi abriéndome el paso, en un momento me encontré solo y me asusté mucho, del susto casi me caigo en un hueco, pero el miedo me impulsó a abrir yo solo el paso y alcanzar a mi papito.

Esto también me enseñó que uno en la vida puede tener problemas que nos pueden dejar sin fuerzas, pero el temor nos puede impulsar hacia adelante y así encontrar a alguien en quien con�ar, al llegar a cierta parte vimos una reja muy grande, entonces subimos por ella, al otro lado vimos muchos árboles tantos que no sabíamos que nos encontraríamos, al ver un tronco de árbol en el piso caminamos por encima de él, cuando ya habíamos pasado llegamos a tierra �rme. Al seguir caminando vimos una �nca, en sus afueras habían cocas de perros, nos asustamos mucho porque también escuchamos sus ladridos. Mi papito y yo salimos corriendo, nos tuvimos que devolver por el árbol que antes habíamos montado caminando o mejor decir corriendo y en su mano como siempre llevaba su sombrilla.

Al poco tiempo fuimos a celebrar el cumpleaños de mi papá en un lugar hermoso, disfrutamos de mucha carne llanera, montamos en pony y vimos corrida de caballo, nos divertimos mucho, mientras yo tomaba fotos a la naturaleza, mi papá me mostró en el cielo azul los muchos colores de las cometas y sus diferentes formas, de pronto me di cuenta que ese lugar me era muy familiar, ¡claro! ya había estado allí con mi papito, entonces le pregunté qué cuando íbamos a volver a hacer una de nuestras caminatas ecológicas, y me puse muy triste porque me di cuenta que la salud de mi papito ya no era la misma. Pero en una de nuestras conversaciones me dijo que de los abuelos se aprende

mucho. Entonces decidí emprender un viaje con mi bisabuelo al pasado.

Capítulo 2

Mi bisabuelo El Colonizador

Estábamos sentados en el parque, a mí me encanta escuchar sus anécdotas, sus historias cómo con tanto esfuerzo y sacri�cio consiguió todas las cosas, mi bisabuelo tiene 94 años. Un día me dijo, ¡mijo! Voy a contarte parte de mi vida.

Vivíamos en una �nca pequeña al lado del Río Magdalena, me contó que se reunieron varios vecinos y planearon la partida, se internaron en la selva y empezaron a preparar su terreno. Cada uno arrancó con su grupo familiar, gallinas, sus perros, terneros y sus cerdos. Mi bisabuelo se llama Miguel, él partió solo y vivió solo.

Mientras me contaba, yo quedaba como en suspenso mientras él ilusionado me lo contaba todo. Empezó viviendo en un rancho pero se sentía muy solo, me dijo que al poco tiempo tenía compañía, sus perros lo habían seguido, campeón, guardián y la negra. Cada día trabajaba más fuerte alimentándose con agua y frutas, un día decidió bajar al pueblo más cercano, allí conoció a mi bisabuela, se enamoraron y al tiempo tuvieron muchos hijos.

Cuando ya se estableció con su familia en su �nca ya no le tocaba el trabajo a él solo, porque mi bisabuela trabajaba duro con él por el bienestar de toda su familia, era una mujer muy emprendedora y amaba mucho su familia, ella se preocupaba por todos sus hijos y nietos, me contó que a todos les dio un pedacito de tierra para que edi�caran sus casas, ¡yo la quise mucho y la alcance a conocer! ella murió cuando tenía 76 años y yo tenía como 3 años.

Las historias de mi bisabuelo dejaron para siempre marcado mi

corazón y sus lindas enseñanzas, cazando gurres, montando a caballo, comiendo culebras, es fascinante y a veces se me revuelve el estómago al escuchar que comían chuchas, tatabra, saíno, cuando se iba de caza se quedaba hasta tres días; me quedé impactado cuando me dijo que una culebra que se llamaba cabeza de candado se tragó su mascota y cuando abrieron el vientre de la culebra el perro ya estaba ahogado. Mis �eles compañeros, (los perros) me avisaban con sus aullidos cuando bajaban de la montaña los lobos, los tigres, leones y gavilanes. En cierta ocasión escuchó el chillido de un cerdo, siguió su rastro hasta el bordo de una quebrada y lo encontró muerto, lo había arrastrado un tigre o un león, esperaba que al anochecer la �era regresaba por él y así ocurrió, ¡cogí mi escopeta y le disparé!

Me enseñó que las especies animales no se deben matar, ni maltratar, que en muchas ocasiones lo hizo por vivir. También me contó de los mitos y leyendas de la selva tales como: el coco, la llorona, la pata sola y otras.

En mi viaje, con sus historias le pregunté que si él no le tenía miedo a nada y él me dijo que a lo único que le tenía miedo era a las serpientes. Me contó también que tenía una �nca muy grande, allí tenía ganado, gallinas las cuales mataba cada vez que llegaba una visita, había allí gansos, pájaros, perros, gatos y pizcos. Mi papá cuando estaba allí en la �nca el bisabuelo lo mandaba a que cogiera las yucas para dárselas a los marranos, mi bisabuelo también me contó que él tenía una yegua que le sacaba mucha rabia porque era algo perezosa y el cogió una rama para pegarle pero la yegua se movió y el bisabuelo le sacó un ojo.

Pasado el tiempo me abrazó y me dijo ¡mijo extraño la naturaleza! y me aconsejó: ¡trata de conservar la naturaleza, siembra muchos árboles y protege los animales!

Me abrazó suavemente y sonrió.

Conclusión

• Este cuento que es de la vida real me enseñó muchas tradiciones, valores y esperanzas de lograr un futuro mejor.

• Escribiendo este cuento me di cuenta de la importancia que tiene la familia y vivir en armonía

Glosario

• Ecológica: que de�ende y protege el medio ambiente.

• Galopar: cabalgar (una persona) sobre un caballo que va a galope.

• Pedagógica: que pretende educar, enseñar o instruir en un campo determinado.

• Saíno: animal que tiene una apariencia parecida a la de un cerdo doméstico. El pelaje es oscuro, delicadamente moteado de blanco. También se le llama tatabra.

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Décimo Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

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Mis abuelos y yo en los viajes del pasadoy del presente

Finalista

José Daniel Arroyave Vanegas10 añosCategoría: 1Institución Educativa Maestro Pedro Nel GómezMedellín – Antioquia

Capítulo 1

Los abuelos inspiran, alientan, instruyen, apoyan y con mi abuelo no ha sido la excepción. Con mi abuelo he pasado momentos fascinantes, cierto día hicimos una caminata ecológica al Picacho, mi abuelo, él que es tan curioso me invitó, para que juntos tuviéramos la experiencia de conocer, y yo me le pegué al paso. Como subimos tanto nos cansamos mucho, pero decididos a llegar a la meta, seguimos nuestro camino, éste era rocoso pero al �nal llegamos a pastos verdes, vimos una mata y mi papito se dirigió a ella y vio que estaba mala, yo lo seguí; cuando pasamos la malla encontramos un camino que llevaba a la cima de la montaña y vimos una mariposa enredada en una telaraña y mi papito tuvo pesar y la rescató con lo que siempre lleva en su mano, su sombrilla y yo quedé muy feliz, porque la mariposa volvió a alzar sus alas y voló al cielo azul y seguimos nuestro camino, vimos unas escalas y estas eran muuuuchas y mi papito empezó a subirlas y yo estaba tan cansado que casi me pierdo, porque mi papito iba muy rápido hasta que por �n lo alcancé y vimos muchas mariposas, �ores y rosas que tenían un aroma delicioso, quedamos enamorados de su olor.

Seguimos nuestro camino y vimos una cueva y había un cartel que decía que alguien habitó en ella, yo pensé eran los cavernícolas, me pareció muy raro, siguiendo nuestro camino por

�n llegamos a la cima y estaba feliz observando el paisaje, también vi allá arriba un cristo, mi papito me dijo que marcara mi nombre en la pared, prestándome su lapicero yo marqué mi nombre, dentro de mi pensaba que cuando yo fuera grande y trajera a este lugar mis hijos, ellos verían también el nombre que yo puse un día con mi querido papito, dentro de mi pensaba tantas cosas, que con los papitos se pasan tiempos espectaculares, nos sacan a pasear, también que cuando seamos grandes fuéramos fuertes, que cuando nos manden a repasar las tablas, las sumas, etc., es por un bien, ellos quieren que seamos inteligentes en nuestra vida y que seamos felices; mi papito es un hombre muy detallista siempre que ve algo con rayas o con bolas o tal vez con puntos, él quiere que yo lo mire una vez y luego le diga cómo era, en esa caminata vimos tantas cosas, entre ellas vimos muchos caballos, él con sus ganas de que yo sea observador, me dijo ¿cuántos caballos hay allá? pero yo no le supe responder, fue entonces cuando me hizo la observación ¡hijo: yo quiero que todo lo que pase a tu alrededor no lo pases por desapercibido, y en cuanto a la escuela que seas bueno en la matemáticas y en español y me gusta mucho que tengas buena comprensión de lectura!, llegué aprendiendo mucho a mi casa y compartiendo con el resto de mi familia todas las experiencias vividas con mi papito.

Pasado un tiempo, mi papito planeaba otra salida pedagógica conmigo, yo feliz, dije que ¡¡¡si¡¡¡ solo faltaba el permiso de mis papás.

Fuimos entonces al Cerro El Volador, papito me dijo que era una montaña muy alta, muy grande y que podíamos ver los aviones muy cerca, emprendimos entonces nuestra salida. Cuando íbamos a mitad de camino pasamos por la clínica llamada Pablo Tobón, aprovechó y me contó algunas cosas, que mi prima Sofía había estado hospitalizada y muy enfermita, mientras compartía conmigo todo aquello nos refrescamos un poco. Seguimos nuestro camino, ya casi empezando a subir la loma se acordó de otra de sus anécdotas, me contó que, cuando mi papá era un niño

se lo llevó a repartir correo, el primer día mi papá quedo súper cansado, mi papito pensó en seguirlo llevando, pero no se imaginaba que ya mi papá se había ideado un plan, hacerse el enfermo. Pues su plan funcionó y al otro día no fue a trabajar con él, yo me reí mucho y me acordaba de como soy tan parecido a mi papá. Seguimos entonces nuestro camino, y nos metimos por una hierba muy alta, como mi papito siempre lleva en su mano su amada sombrilla estaba delante de mi abriéndome el paso, en un momento me encontré solo y me asusté mucho, del susto casi me caigo en un hueco, pero el miedo me impulsó a abrir yo solo el paso y alcanzar a mi papito.

Esto también me enseñó que uno en la vida puede tener problemas que nos pueden dejar sin fuerzas, pero el temor nos puede impulsar hacia adelante y así encontrar a alguien en quien con�ar, al llegar a cierta parte vimos una reja muy grande, entonces subimos por ella, al otro lado vimos muchos árboles tantos que no sabíamos que nos encontraríamos, al ver un tronco de árbol en el piso caminamos por encima de él, cuando ya habíamos pasado llegamos a tierra �rme. Al seguir caminando vimos una �nca, en sus afueras habían cocas de perros, nos asustamos mucho porque también escuchamos sus ladridos. Mi papito y yo salimos corriendo, nos tuvimos que devolver por el árbol que antes habíamos montado caminando o mejor decir corriendo y en su mano como siempre llevaba su sombrilla.

Al poco tiempo fuimos a celebrar el cumpleaños de mi papá en un lugar hermoso, disfrutamos de mucha carne llanera, montamos en pony y vimos corrida de caballo, nos divertimos mucho, mientras yo tomaba fotos a la naturaleza, mi papá me mostró en el cielo azul los muchos colores de las cometas y sus diferentes formas, de pronto me di cuenta que ese lugar me era muy familiar, ¡claro! ya había estado allí con mi papito, entonces le pregunté qué cuando íbamos a volver a hacer una de nuestras caminatas ecológicas, y me puse muy triste porque me di cuenta que la salud de mi papito ya no era la misma. Pero en una de nuestras conversaciones me dijo que de los abuelos se aprende

mucho. Entonces decidí emprender un viaje con mi bisabuelo al pasado.

Capítulo 2

Mi bisabuelo El Colonizador

Estábamos sentados en el parque, a mí me encanta escuchar sus anécdotas, sus historias cómo con tanto esfuerzo y sacri�cio consiguió todas las cosas, mi bisabuelo tiene 94 años. Un día me dijo, ¡mijo! Voy a contarte parte de mi vida.

Vivíamos en una �nca pequeña al lado del Río Magdalena, me contó que se reunieron varios vecinos y planearon la partida, se internaron en la selva y empezaron a preparar su terreno. Cada uno arrancó con su grupo familiar, gallinas, sus perros, terneros y sus cerdos. Mi bisabuelo se llama Miguel, él partió solo y vivió solo.

Mientras me contaba, yo quedaba como en suspenso mientras él ilusionado me lo contaba todo. Empezó viviendo en un rancho pero se sentía muy solo, me dijo que al poco tiempo tenía compañía, sus perros lo habían seguido, campeón, guardián y la negra. Cada día trabajaba más fuerte alimentándose con agua y frutas, un día decidió bajar al pueblo más cercano, allí conoció a mi bisabuela, se enamoraron y al tiempo tuvieron muchos hijos.

Cuando ya se estableció con su familia en su �nca ya no le tocaba el trabajo a él solo, porque mi bisabuela trabajaba duro con él por el bienestar de toda su familia, era una mujer muy emprendedora y amaba mucho su familia, ella se preocupaba por todos sus hijos y nietos, me contó que a todos les dio un pedacito de tierra para que edi�caran sus casas, ¡yo la quise mucho y la alcance a conocer! ella murió cuando tenía 76 años y yo tenía como 3 años.

Las historias de mi bisabuelo dejaron para siempre marcado mi

corazón y sus lindas enseñanzas, cazando gurres, montando a caballo, comiendo culebras, es fascinante y a veces se me revuelve el estómago al escuchar que comían chuchas, tatabra, saíno, cuando se iba de caza se quedaba hasta tres días; me quedé impactado cuando me dijo que una culebra que se llamaba cabeza de candado se tragó su mascota y cuando abrieron el vientre de la culebra el perro ya estaba ahogado. Mis �eles compañeros, (los perros) me avisaban con sus aullidos cuando bajaban de la montaña los lobos, los tigres, leones y gavilanes. En cierta ocasión escuchó el chillido de un cerdo, siguió su rastro hasta el bordo de una quebrada y lo encontró muerto, lo había arrastrado un tigre o un león, esperaba que al anochecer la �era regresaba por él y así ocurrió, ¡cogí mi escopeta y le disparé!

Me enseñó que las especies animales no se deben matar, ni maltratar, que en muchas ocasiones lo hizo por vivir. También me contó de los mitos y leyendas de la selva tales como: el coco, la llorona, la pata sola y otras.

En mi viaje, con sus historias le pregunté que si él no le tenía miedo a nada y él me dijo que a lo único que le tenía miedo era a las serpientes. Me contó también que tenía una �nca muy grande, allí tenía ganado, gallinas las cuales mataba cada vez que llegaba una visita, había allí gansos, pájaros, perros, gatos y pizcos. Mi papá cuando estaba allí en la �nca el bisabuelo lo mandaba a que cogiera las yucas para dárselas a los marranos, mi bisabuelo también me contó que él tenía una yegua que le sacaba mucha rabia porque era algo perezosa y el cogió una rama para pegarle pero la yegua se movió y el bisabuelo le sacó un ojo.

Pasado el tiempo me abrazó y me dijo ¡mijo extraño la naturaleza! y me aconsejó: ¡trata de conservar la naturaleza, siembra muchos árboles y protege los animales!

Me abrazó suavemente y sonrió.

Conclusión

• Este cuento que es de la vida real me enseñó muchas tradiciones, valores y esperanzas de lograr un futuro mejor.

• Escribiendo este cuento me di cuenta de la importancia que tiene la familia y vivir en armonía

Glosario

• Ecológica: que de�ende y protege el medio ambiente.

• Galopar: cabalgar (una persona) sobre un caballo que va a galope.

• Pedagógica: que pretende educar, enseñar o instruir en un campo determinado.

• Saíno: animal que tiene una apariencia parecida a la de un cerdo doméstico. El pelaje es oscuro, delicadamente moteado de blanco. También se le llama tatabra.

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Mis abuelos y yo en los viajes del pasadoy del presente

Finalista

José Daniel Arroyave Vanegas10 añosCategoría: 1Institución Educativa Maestro Pedro Nel GómezMedellín – Antioquia

Capítulo 1

Los abuelos inspiran, alientan, instruyen, apoyan y con mi abuelo no ha sido la excepción. Con mi abuelo he pasado momentos fascinantes, cierto día hicimos una caminata ecológica al Picacho, mi abuelo, él que es tan curioso me invitó, para que juntos tuviéramos la experiencia de conocer, y yo me le pegué al paso. Como subimos tanto nos cansamos mucho, pero decididos a llegar a la meta, seguimos nuestro camino, éste era rocoso pero al �nal llegamos a pastos verdes, vimos una mata y mi papito se dirigió a ella y vio que estaba mala, yo lo seguí; cuando pasamos la malla encontramos un camino que llevaba a la cima de la montaña y vimos una mariposa enredada en una telaraña y mi papito tuvo pesar y la rescató con lo que siempre lleva en su mano, su sombrilla y yo quedé muy feliz, porque la mariposa volvió a alzar sus alas y voló al cielo azul y seguimos nuestro camino, vimos unas escalas y estas eran muuuuchas y mi papito empezó a subirlas y yo estaba tan cansado que casi me pierdo, porque mi papito iba muy rápido hasta que por �n lo alcancé y vimos muchas mariposas, �ores y rosas que tenían un aroma delicioso, quedamos enamorados de su olor.

Seguimos nuestro camino y vimos una cueva y había un cartel que decía que alguien habitó en ella, yo pensé eran los cavernícolas, me pareció muy raro, siguiendo nuestro camino por

�n llegamos a la cima y estaba feliz observando el paisaje, también vi allá arriba un cristo, mi papito me dijo que marcara mi nombre en la pared, prestándome su lapicero yo marqué mi nombre, dentro de mi pensaba que cuando yo fuera grande y trajera a este lugar mis hijos, ellos verían también el nombre que yo puse un día con mi querido papito, dentro de mi pensaba tantas cosas, que con los papitos se pasan tiempos espectaculares, nos sacan a pasear, también que cuando seamos grandes fuéramos fuertes, que cuando nos manden a repasar las tablas, las sumas, etc., es por un bien, ellos quieren que seamos inteligentes en nuestra vida y que seamos felices; mi papito es un hombre muy detallista siempre que ve algo con rayas o con bolas o tal vez con puntos, él quiere que yo lo mire una vez y luego le diga cómo era, en esa caminata vimos tantas cosas, entre ellas vimos muchos caballos, él con sus ganas de que yo sea observador, me dijo ¿cuántos caballos hay allá? pero yo no le supe responder, fue entonces cuando me hizo la observación ¡hijo: yo quiero que todo lo que pase a tu alrededor no lo pases por desapercibido, y en cuanto a la escuela que seas bueno en la matemáticas y en español y me gusta mucho que tengas buena comprensión de lectura!, llegué aprendiendo mucho a mi casa y compartiendo con el resto de mi familia todas las experiencias vividas con mi papito.

Pasado un tiempo, mi papito planeaba otra salida pedagógica conmigo, yo feliz, dije que ¡¡¡si¡¡¡ solo faltaba el permiso de mis papás.

Fuimos entonces al Cerro El Volador, papito me dijo que era una montaña muy alta, muy grande y que podíamos ver los aviones muy cerca, emprendimos entonces nuestra salida. Cuando íbamos a mitad de camino pasamos por la clínica llamada Pablo Tobón, aprovechó y me contó algunas cosas, que mi prima Sofía había estado hospitalizada y muy enfermita, mientras compartía conmigo todo aquello nos refrescamos un poco. Seguimos nuestro camino, ya casi empezando a subir la loma se acordó de otra de sus anécdotas, me contó que, cuando mi papá era un niño

se lo llevó a repartir correo, el primer día mi papá quedo súper cansado, mi papito pensó en seguirlo llevando, pero no se imaginaba que ya mi papá se había ideado un plan, hacerse el enfermo. Pues su plan funcionó y al otro día no fue a trabajar con él, yo me reí mucho y me acordaba de como soy tan parecido a mi papá. Seguimos entonces nuestro camino, y nos metimos por una hierba muy alta, como mi papito siempre lleva en su mano su amada sombrilla estaba delante de mi abriéndome el paso, en un momento me encontré solo y me asusté mucho, del susto casi me caigo en un hueco, pero el miedo me impulsó a abrir yo solo el paso y alcanzar a mi papito.

Esto también me enseñó que uno en la vida puede tener problemas que nos pueden dejar sin fuerzas, pero el temor nos puede impulsar hacia adelante y así encontrar a alguien en quien con�ar, al llegar a cierta parte vimos una reja muy grande, entonces subimos por ella, al otro lado vimos muchos árboles tantos que no sabíamos que nos encontraríamos, al ver un tronco de árbol en el piso caminamos por encima de él, cuando ya habíamos pasado llegamos a tierra �rme. Al seguir caminando vimos una �nca, en sus afueras habían cocas de perros, nos asustamos mucho porque también escuchamos sus ladridos. Mi papito y yo salimos corriendo, nos tuvimos que devolver por el árbol que antes habíamos montado caminando o mejor decir corriendo y en su mano como siempre llevaba su sombrilla.

Al poco tiempo fuimos a celebrar el cumpleaños de mi papá en un lugar hermoso, disfrutamos de mucha carne llanera, montamos en pony y vimos corrida de caballo, nos divertimos mucho, mientras yo tomaba fotos a la naturaleza, mi papá me mostró en el cielo azul los muchos colores de las cometas y sus diferentes formas, de pronto me di cuenta que ese lugar me era muy familiar, ¡claro! ya había estado allí con mi papito, entonces le pregunté qué cuando íbamos a volver a hacer una de nuestras caminatas ecológicas, y me puse muy triste porque me di cuenta que la salud de mi papito ya no era la misma. Pero en una de nuestras conversaciones me dijo que de los abuelos se aprende

mucho. Entonces decidí emprender un viaje con mi bisabuelo al pasado.

Capítulo 2

Mi bisabuelo El Colonizador

Estábamos sentados en el parque, a mí me encanta escuchar sus anécdotas, sus historias cómo con tanto esfuerzo y sacri�cio consiguió todas las cosas, mi bisabuelo tiene 94 años. Un día me dijo, ¡mijo! Voy a contarte parte de mi vida.

Vivíamos en una �nca pequeña al lado del Río Magdalena, me contó que se reunieron varios vecinos y planearon la partida, se internaron en la selva y empezaron a preparar su terreno. Cada uno arrancó con su grupo familiar, gallinas, sus perros, terneros y sus cerdos. Mi bisabuelo se llama Miguel, él partió solo y vivió solo.

Mientras me contaba, yo quedaba como en suspenso mientras él ilusionado me lo contaba todo. Empezó viviendo en un rancho pero se sentía muy solo, me dijo que al poco tiempo tenía compañía, sus perros lo habían seguido, campeón, guardián y la negra. Cada día trabajaba más fuerte alimentándose con agua y frutas, un día decidió bajar al pueblo más cercano, allí conoció a mi bisabuela, se enamoraron y al tiempo tuvieron muchos hijos.

Cuando ya se estableció con su familia en su �nca ya no le tocaba el trabajo a él solo, porque mi bisabuela trabajaba duro con él por el bienestar de toda su familia, era una mujer muy emprendedora y amaba mucho su familia, ella se preocupaba por todos sus hijos y nietos, me contó que a todos les dio un pedacito de tierra para que edi�caran sus casas, ¡yo la quise mucho y la alcance a conocer! ella murió cuando tenía 76 años y yo tenía como 3 años.

Las historias de mi bisabuelo dejaron para siempre marcado mi

corazón y sus lindas enseñanzas, cazando gurres, montando a caballo, comiendo culebras, es fascinante y a veces se me revuelve el estómago al escuchar que comían chuchas, tatabra, saíno, cuando se iba de caza se quedaba hasta tres días; me quedé impactado cuando me dijo que una culebra que se llamaba cabeza de candado se tragó su mascota y cuando abrieron el vientre de la culebra el perro ya estaba ahogado. Mis �eles compañeros, (los perros) me avisaban con sus aullidos cuando bajaban de la montaña los lobos, los tigres, leones y gavilanes. En cierta ocasión escuchó el chillido de un cerdo, siguió su rastro hasta el bordo de una quebrada y lo encontró muerto, lo había arrastrado un tigre o un león, esperaba que al anochecer la �era regresaba por él y así ocurrió, ¡cogí mi escopeta y le disparé!

Me enseñó que las especies animales no se deben matar, ni maltratar, que en muchas ocasiones lo hizo por vivir. También me contó de los mitos y leyendas de la selva tales como: el coco, la llorona, la pata sola y otras.

En mi viaje, con sus historias le pregunté que si él no le tenía miedo a nada y él me dijo que a lo único que le tenía miedo era a las serpientes. Me contó también que tenía una �nca muy grande, allí tenía ganado, gallinas las cuales mataba cada vez que llegaba una visita, había allí gansos, pájaros, perros, gatos y pizcos. Mi papá cuando estaba allí en la �nca el bisabuelo lo mandaba a que cogiera las yucas para dárselas a los marranos, mi bisabuelo también me contó que él tenía una yegua que le sacaba mucha rabia porque era algo perezosa y el cogió una rama para pegarle pero la yegua se movió y el bisabuelo le sacó un ojo.

Pasado el tiempo me abrazó y me dijo ¡mijo extraño la naturaleza! y me aconsejó: ¡trata de conservar la naturaleza, siembra muchos árboles y protege los animales!

Me abrazó suavemente y sonrió.

Conclusión

• Este cuento que es de la vida real me enseñó muchas tradiciones, valores y esperanzas de lograr un futuro mejor.

• Escribiendo este cuento me di cuenta de la importancia que tiene la familia y vivir en armonía

Glosario

• Ecológica: que de�ende y protege el medio ambiente.

• Galopar: cabalgar (una persona) sobre un caballo que va a galope.

• Pedagógica: que pretende educar, enseñar o instruir en un campo determinado.

• Saíno: animal que tiene una apariencia parecida a la de un cerdo doméstico. El pelaje es oscuro, delicadamente moteado de blanco. También se le llama tatabra.

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Décimo Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

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Mis abuelos y yo en los viajes del pasadoy del presente

Finalista

José Daniel Arroyave Vanegas10 añosCategoría: 1Institución Educativa Maestro Pedro Nel GómezMedellín – Antioquia

Capítulo 1

Los abuelos inspiran, alientan, instruyen, apoyan y con mi abuelo no ha sido la excepción. Con mi abuelo he pasado momentos fascinantes, cierto día hicimos una caminata ecológica al Picacho, mi abuelo, él que es tan curioso me invitó, para que juntos tuviéramos la experiencia de conocer, y yo me le pegué al paso. Como subimos tanto nos cansamos mucho, pero decididos a llegar a la meta, seguimos nuestro camino, éste era rocoso pero al �nal llegamos a pastos verdes, vimos una mata y mi papito se dirigió a ella y vio que estaba mala, yo lo seguí; cuando pasamos la malla encontramos un camino que llevaba a la cima de la montaña y vimos una mariposa enredada en una telaraña y mi papito tuvo pesar y la rescató con lo que siempre lleva en su mano, su sombrilla y yo quedé muy feliz, porque la mariposa volvió a alzar sus alas y voló al cielo azul y seguimos nuestro camino, vimos unas escalas y estas eran muuuuchas y mi papito empezó a subirlas y yo estaba tan cansado que casi me pierdo, porque mi papito iba muy rápido hasta que por �n lo alcancé y vimos muchas mariposas, �ores y rosas que tenían un aroma delicioso, quedamos enamorados de su olor.

Seguimos nuestro camino y vimos una cueva y había un cartel que decía que alguien habitó en ella, yo pensé eran los cavernícolas, me pareció muy raro, siguiendo nuestro camino por

�n llegamos a la cima y estaba feliz observando el paisaje, también vi allá arriba un cristo, mi papito me dijo que marcara mi nombre en la pared, prestándome su lapicero yo marqué mi nombre, dentro de mi pensaba que cuando yo fuera grande y trajera a este lugar mis hijos, ellos verían también el nombre que yo puse un día con mi querido papito, dentro de mi pensaba tantas cosas, que con los papitos se pasan tiempos espectaculares, nos sacan a pasear, también que cuando seamos grandes fuéramos fuertes, que cuando nos manden a repasar las tablas, las sumas, etc., es por un bien, ellos quieren que seamos inteligentes en nuestra vida y que seamos felices; mi papito es un hombre muy detallista siempre que ve algo con rayas o con bolas o tal vez con puntos, él quiere que yo lo mire una vez y luego le diga cómo era, en esa caminata vimos tantas cosas, entre ellas vimos muchos caballos, él con sus ganas de que yo sea observador, me dijo ¿cuántos caballos hay allá? pero yo no le supe responder, fue entonces cuando me hizo la observación ¡hijo: yo quiero que todo lo que pase a tu alrededor no lo pases por desapercibido, y en cuanto a la escuela que seas bueno en la matemáticas y en español y me gusta mucho que tengas buena comprensión de lectura!, llegué aprendiendo mucho a mi casa y compartiendo con el resto de mi familia todas las experiencias vividas con mi papito.

Pasado un tiempo, mi papito planeaba otra salida pedagógica conmigo, yo feliz, dije que ¡¡¡si¡¡¡ solo faltaba el permiso de mis papás.

Fuimos entonces al Cerro El Volador, papito me dijo que era una montaña muy alta, muy grande y que podíamos ver los aviones muy cerca, emprendimos entonces nuestra salida. Cuando íbamos a mitad de camino pasamos por la clínica llamada Pablo Tobón, aprovechó y me contó algunas cosas, que mi prima Sofía había estado hospitalizada y muy enfermita, mientras compartía conmigo todo aquello nos refrescamos un poco. Seguimos nuestro camino, ya casi empezando a subir la loma se acordó de otra de sus anécdotas, me contó que, cuando mi papá era un niño

se lo llevó a repartir correo, el primer día mi papá quedo súper cansado, mi papito pensó en seguirlo llevando, pero no se imaginaba que ya mi papá se había ideado un plan, hacerse el enfermo. Pues su plan funcionó y al otro día no fue a trabajar con él, yo me reí mucho y me acordaba de como soy tan parecido a mi papá. Seguimos entonces nuestro camino, y nos metimos por una hierba muy alta, como mi papito siempre lleva en su mano su amada sombrilla estaba delante de mi abriéndome el paso, en un momento me encontré solo y me asusté mucho, del susto casi me caigo en un hueco, pero el miedo me impulsó a abrir yo solo el paso y alcanzar a mi papito.

Esto también me enseñó que uno en la vida puede tener problemas que nos pueden dejar sin fuerzas, pero el temor nos puede impulsar hacia adelante y así encontrar a alguien en quien con�ar, al llegar a cierta parte vimos una reja muy grande, entonces subimos por ella, al otro lado vimos muchos árboles tantos que no sabíamos que nos encontraríamos, al ver un tronco de árbol en el piso caminamos por encima de él, cuando ya habíamos pasado llegamos a tierra �rme. Al seguir caminando vimos una �nca, en sus afueras habían cocas de perros, nos asustamos mucho porque también escuchamos sus ladridos. Mi papito y yo salimos corriendo, nos tuvimos que devolver por el árbol que antes habíamos montado caminando o mejor decir corriendo y en su mano como siempre llevaba su sombrilla.

Al poco tiempo fuimos a celebrar el cumpleaños de mi papá en un lugar hermoso, disfrutamos de mucha carne llanera, montamos en pony y vimos corrida de caballo, nos divertimos mucho, mientras yo tomaba fotos a la naturaleza, mi papá me mostró en el cielo azul los muchos colores de las cometas y sus diferentes formas, de pronto me di cuenta que ese lugar me era muy familiar, ¡claro! ya había estado allí con mi papito, entonces le pregunté qué cuando íbamos a volver a hacer una de nuestras caminatas ecológicas, y me puse muy triste porque me di cuenta que la salud de mi papito ya no era la misma. Pero en una de nuestras conversaciones me dijo que de los abuelos se aprende

mucho. Entonces decidí emprender un viaje con mi bisabuelo al pasado.

Capítulo 2

Mi bisabuelo El Colonizador

Estábamos sentados en el parque, a mí me encanta escuchar sus anécdotas, sus historias cómo con tanto esfuerzo y sacri�cio consiguió todas las cosas, mi bisabuelo tiene 94 años. Un día me dijo, ¡mijo! Voy a contarte parte de mi vida.

Vivíamos en una �nca pequeña al lado del Río Magdalena, me contó que se reunieron varios vecinos y planearon la partida, se internaron en la selva y empezaron a preparar su terreno. Cada uno arrancó con su grupo familiar, gallinas, sus perros, terneros y sus cerdos. Mi bisabuelo se llama Miguel, él partió solo y vivió solo.

Mientras me contaba, yo quedaba como en suspenso mientras él ilusionado me lo contaba todo. Empezó viviendo en un rancho pero se sentía muy solo, me dijo que al poco tiempo tenía compañía, sus perros lo habían seguido, campeón, guardián y la negra. Cada día trabajaba más fuerte alimentándose con agua y frutas, un día decidió bajar al pueblo más cercano, allí conoció a mi bisabuela, se enamoraron y al tiempo tuvieron muchos hijos.

Cuando ya se estableció con su familia en su �nca ya no le tocaba el trabajo a él solo, porque mi bisabuela trabajaba duro con él por el bienestar de toda su familia, era una mujer muy emprendedora y amaba mucho su familia, ella se preocupaba por todos sus hijos y nietos, me contó que a todos les dio un pedacito de tierra para que edi�caran sus casas, ¡yo la quise mucho y la alcance a conocer! ella murió cuando tenía 76 años y yo tenía como 3 años.

Las historias de mi bisabuelo dejaron para siempre marcado mi

corazón y sus lindas enseñanzas, cazando gurres, montando a caballo, comiendo culebras, es fascinante y a veces se me revuelve el estómago al escuchar que comían chuchas, tatabra, saíno, cuando se iba de caza se quedaba hasta tres días; me quedé impactado cuando me dijo que una culebra que se llamaba cabeza de candado se tragó su mascota y cuando abrieron el vientre de la culebra el perro ya estaba ahogado. Mis �eles compañeros, (los perros) me avisaban con sus aullidos cuando bajaban de la montaña los lobos, los tigres, leones y gavilanes. En cierta ocasión escuchó el chillido de un cerdo, siguió su rastro hasta el bordo de una quebrada y lo encontró muerto, lo había arrastrado un tigre o un león, esperaba que al anochecer la �era regresaba por él y así ocurrió, ¡cogí mi escopeta y le disparé!

Me enseñó que las especies animales no se deben matar, ni maltratar, que en muchas ocasiones lo hizo por vivir. También me contó de los mitos y leyendas de la selva tales como: el coco, la llorona, la pata sola y otras.

En mi viaje, con sus historias le pregunté que si él no le tenía miedo a nada y él me dijo que a lo único que le tenía miedo era a las serpientes. Me contó también que tenía una �nca muy grande, allí tenía ganado, gallinas las cuales mataba cada vez que llegaba una visita, había allí gansos, pájaros, perros, gatos y pizcos. Mi papá cuando estaba allí en la �nca el bisabuelo lo mandaba a que cogiera las yucas para dárselas a los marranos, mi bisabuelo también me contó que él tenía una yegua que le sacaba mucha rabia porque era algo perezosa y el cogió una rama para pegarle pero la yegua se movió y el bisabuelo le sacó un ojo.

Pasado el tiempo me abrazó y me dijo ¡mijo extraño la naturaleza! y me aconsejó: ¡trata de conservar la naturaleza, siembra muchos árboles y protege los animales!

Me abrazó suavemente y sonrió.

Fin

Conclusión

• Este cuento que es de la vida real me enseñó muchas tradiciones, valores y esperanzas de lograr un futuro mejor.

• Escribiendo este cuento me di cuenta de la importancia que tiene la familia y vivir en armonía

Glosario

• Ecológica: que de�ende y protege el medio ambiente.

• Galopar: cabalgar (una persona) sobre un caballo que va a galope.

• Pedagógica: que pretende educar, enseñar o instruir en un campo determinado.

• Saíno: animal que tiene una apariencia parecida a la de un cerdo doméstico. El pelaje es oscuro, delicadamente moteado de blanco. También se le llama tatabra.

Page 24: X Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

22

Mis abuelos y yo en los viajes del pasadoy del presente

Finalista

José Daniel Arroyave Vanegas10 añosCategoría: 1Institución Educativa Maestro Pedro Nel GómezMedellín – Antioquia

Capítulo 1

Los abuelos inspiran, alientan, instruyen, apoyan y con mi abuelo no ha sido la excepción. Con mi abuelo he pasado momentos fascinantes, cierto día hicimos una caminata ecológica al Picacho, mi abuelo, él que es tan curioso me invitó, para que juntos tuviéramos la experiencia de conocer, y yo me le pegué al paso. Como subimos tanto nos cansamos mucho, pero decididos a llegar a la meta, seguimos nuestro camino, éste era rocoso pero al �nal llegamos a pastos verdes, vimos una mata y mi papito se dirigió a ella y vio que estaba mala, yo lo seguí; cuando pasamos la malla encontramos un camino que llevaba a la cima de la montaña y vimos una mariposa enredada en una telaraña y mi papito tuvo pesar y la rescató con lo que siempre lleva en su mano, su sombrilla y yo quedé muy feliz, porque la mariposa volvió a alzar sus alas y voló al cielo azul y seguimos nuestro camino, vimos unas escalas y estas eran muuuuchas y mi papito empezó a subirlas y yo estaba tan cansado que casi me pierdo, porque mi papito iba muy rápido hasta que por �n lo alcancé y vimos muchas mariposas, �ores y rosas que tenían un aroma delicioso, quedamos enamorados de su olor.

Seguimos nuestro camino y vimos una cueva y había un cartel que decía que alguien habitó en ella, yo pensé eran los cavernícolas, me pareció muy raro, siguiendo nuestro camino por

�n llegamos a la cima y estaba feliz observando el paisaje, también vi allá arriba un cristo, mi papito me dijo que marcara mi nombre en la pared, prestándome su lapicero yo marqué mi nombre, dentro de mi pensaba que cuando yo fuera grande y trajera a este lugar mis hijos, ellos verían también el nombre que yo puse un día con mi querido papito, dentro de mi pensaba tantas cosas, que con los papitos se pasan tiempos espectaculares, nos sacan a pasear, también que cuando seamos grandes fuéramos fuertes, que cuando nos manden a repasar las tablas, las sumas, etc., es por un bien, ellos quieren que seamos inteligentes en nuestra vida y que seamos felices; mi papito es un hombre muy detallista siempre que ve algo con rayas o con bolas o tal vez con puntos, él quiere que yo lo mire una vez y luego le diga cómo era, en esa caminata vimos tantas cosas, entre ellas vimos muchos caballos, él con sus ganas de que yo sea observador, me dijo ¿cuántos caballos hay allá? pero yo no le supe responder, fue entonces cuando me hizo la observación ¡hijo: yo quiero que todo lo que pase a tu alrededor no lo pases por desapercibido, y en cuanto a la escuela que seas bueno en la matemáticas y en español y me gusta mucho que tengas buena comprensión de lectura!, llegué aprendiendo mucho a mi casa y compartiendo con el resto de mi familia todas las experiencias vividas con mi papito.

Pasado un tiempo, mi papito planeaba otra salida pedagógica conmigo, yo feliz, dije que ¡¡¡si¡¡¡ solo faltaba el permiso de mis papás.

Fuimos entonces al Cerro El Volador, papito me dijo que era una montaña muy alta, muy grande y que podíamos ver los aviones muy cerca, emprendimos entonces nuestra salida. Cuando íbamos a mitad de camino pasamos por la clínica llamada Pablo Tobón, aprovechó y me contó algunas cosas, que mi prima Sofía había estado hospitalizada y muy enfermita, mientras compartía conmigo todo aquello nos refrescamos un poco. Seguimos nuestro camino, ya casi empezando a subir la loma se acordó de otra de sus anécdotas, me contó que, cuando mi papá era un niño

se lo llevó a repartir correo, el primer día mi papá quedo súper cansado, mi papito pensó en seguirlo llevando, pero no se imaginaba que ya mi papá se había ideado un plan, hacerse el enfermo. Pues su plan funcionó y al otro día no fue a trabajar con él, yo me reí mucho y me acordaba de como soy tan parecido a mi papá. Seguimos entonces nuestro camino, y nos metimos por una hierba muy alta, como mi papito siempre lleva en su mano su amada sombrilla estaba delante de mi abriéndome el paso, en un momento me encontré solo y me asusté mucho, del susto casi me caigo en un hueco, pero el miedo me impulsó a abrir yo solo el paso y alcanzar a mi papito.

Esto también me enseñó que uno en la vida puede tener problemas que nos pueden dejar sin fuerzas, pero el temor nos puede impulsar hacia adelante y así encontrar a alguien en quien con�ar, al llegar a cierta parte vimos una reja muy grande, entonces subimos por ella, al otro lado vimos muchos árboles tantos que no sabíamos que nos encontraríamos, al ver un tronco de árbol en el piso caminamos por encima de él, cuando ya habíamos pasado llegamos a tierra �rme. Al seguir caminando vimos una �nca, en sus afueras habían cocas de perros, nos asustamos mucho porque también escuchamos sus ladridos. Mi papito y yo salimos corriendo, nos tuvimos que devolver por el árbol que antes habíamos montado caminando o mejor decir corriendo y en su mano como siempre llevaba su sombrilla.

Al poco tiempo fuimos a celebrar el cumpleaños de mi papá en un lugar hermoso, disfrutamos de mucha carne llanera, montamos en pony y vimos corrida de caballo, nos divertimos mucho, mientras yo tomaba fotos a la naturaleza, mi papá me mostró en el cielo azul los muchos colores de las cometas y sus diferentes formas, de pronto me di cuenta que ese lugar me era muy familiar, ¡claro! ya había estado allí con mi papito, entonces le pregunté qué cuando íbamos a volver a hacer una de nuestras caminatas ecológicas, y me puse muy triste porque me di cuenta que la salud de mi papito ya no era la misma. Pero en una de nuestras conversaciones me dijo que de los abuelos se aprende

mucho. Entonces decidí emprender un viaje con mi bisabuelo al pasado.

Capítulo 2

Mi bisabuelo El Colonizador

Estábamos sentados en el parque, a mí me encanta escuchar sus anécdotas, sus historias cómo con tanto esfuerzo y sacri�cio consiguió todas las cosas, mi bisabuelo tiene 94 años. Un día me dijo, ¡mijo! Voy a contarte parte de mi vida.

Vivíamos en una �nca pequeña al lado del Río Magdalena, me contó que se reunieron varios vecinos y planearon la partida, se internaron en la selva y empezaron a preparar su terreno. Cada uno arrancó con su grupo familiar, gallinas, sus perros, terneros y sus cerdos. Mi bisabuelo se llama Miguel, él partió solo y vivió solo.

Mientras me contaba, yo quedaba como en suspenso mientras él ilusionado me lo contaba todo. Empezó viviendo en un rancho pero se sentía muy solo, me dijo que al poco tiempo tenía compañía, sus perros lo habían seguido, campeón, guardián y la negra. Cada día trabajaba más fuerte alimentándose con agua y frutas, un día decidió bajar al pueblo más cercano, allí conoció a mi bisabuela, se enamoraron y al tiempo tuvieron muchos hijos.

Cuando ya se estableció con su familia en su �nca ya no le tocaba el trabajo a él solo, porque mi bisabuela trabajaba duro con él por el bienestar de toda su familia, era una mujer muy emprendedora y amaba mucho su familia, ella se preocupaba por todos sus hijos y nietos, me contó que a todos les dio un pedacito de tierra para que edi�caran sus casas, ¡yo la quise mucho y la alcance a conocer! ella murió cuando tenía 76 años y yo tenía como 3 años.

Las historias de mi bisabuelo dejaron para siempre marcado mi

corazón y sus lindas enseñanzas, cazando gurres, montando a caballo, comiendo culebras, es fascinante y a veces se me revuelve el estómago al escuchar que comían chuchas, tatabra, saíno, cuando se iba de caza se quedaba hasta tres días; me quedé impactado cuando me dijo que una culebra que se llamaba cabeza de candado se tragó su mascota y cuando abrieron el vientre de la culebra el perro ya estaba ahogado. Mis �eles compañeros, (los perros) me avisaban con sus aullidos cuando bajaban de la montaña los lobos, los tigres, leones y gavilanes. En cierta ocasión escuchó el chillido de un cerdo, siguió su rastro hasta el bordo de una quebrada y lo encontró muerto, lo había arrastrado un tigre o un león, esperaba que al anochecer la �era regresaba por él y así ocurrió, ¡cogí mi escopeta y le disparé!

Me enseñó que las especies animales no se deben matar, ni maltratar, que en muchas ocasiones lo hizo por vivir. También me contó de los mitos y leyendas de la selva tales como: el coco, la llorona, la pata sola y otras.

En mi viaje, con sus historias le pregunté que si él no le tenía miedo a nada y él me dijo que a lo único que le tenía miedo era a las serpientes. Me contó también que tenía una �nca muy grande, allí tenía ganado, gallinas las cuales mataba cada vez que llegaba una visita, había allí gansos, pájaros, perros, gatos y pizcos. Mi papá cuando estaba allí en la �nca el bisabuelo lo mandaba a que cogiera las yucas para dárselas a los marranos, mi bisabuelo también me contó que él tenía una yegua que le sacaba mucha rabia porque era algo perezosa y el cogió una rama para pegarle pero la yegua se movió y el bisabuelo le sacó un ojo.

Pasado el tiempo me abrazó y me dijo ¡mijo extraño la naturaleza! y me aconsejó: ¡trata de conservar la naturaleza, siembra muchos árboles y protege los animales!

Me abrazó suavemente y sonrió.

Enfrentando mis miedosFinalista

Sofía Hernández Reyes10 añosCategoría: 1Instituto Musical Diego EchavarríaMedellín – Antioquia

¡Hola! mi nombre es Mía, como podrán notar, ustedes habitantes 2000, estoy en 1.940 en una �esta con la mejor música de charlestón de 1900. Me iré de la �esta para contarles algunas de mis historias.

Ya llegué a mi casa, ahora les contaré algunas de las historias que me contaron y otras que viví.

Yo tenía 10 años e iba subiendo en teleférico al Parque de las Nubes en Jericó. Llegamos y lo primero que vimos fue una pequeña y hermosa tienda donde nos atendieron amablemente. Pedimos pescado para comer y té helado para tomar; mi tía por su lado, pidió agua y el menú del día. Más tarde un señor que atendía en la tienda nos contó que había un sendero donde tenías que caminar, porque si te daba por salirte al bosque, unas almas de niños indígenas, llamados duendes, te embolataban en el bosque.

¡Oh! esperen, llegaron unas amigas de la Uni. Se las voy a presentar, ella es mi mejor amiga Sara, Ana Sofía, fue mí primera amiga de la Uni, ella es Salomé, me divierto mucho con ella, pero me entiendo muy pero muy bien con Sara.

—¿Qué haces Mía?

—contando historias Saris.

—¡prosigue Mía!

—Está bien.

—¡Oh espera!

—¿Qué pasa?

—¿Qué historia estás contando?

—La de los indígenas.

—Perfecto, ahora sí, prosigue.

—Listo. Como decía, esas almas se llamaban duendes, cuando escuché eso se me fueron las ganas de conocer el parque. Casi que obligada por mi mamá tuve que avanzar, pero claro, con mucho pero mucho miedo.

Unas cuantas horas después, con mi mamá obligándome a avanzar, sin darme cuenta ya estábamos en el sendero, fui donde mi papá para no seguir siendo empujada, pero lo que no sabía era que me esperaba un miedo peor con mi papá. Él es medio aventurero y me parece que ya saben lo que va a pasar.

¡Le dio por meterse al bosque! yo tenía un miedo imposible de imaginar, porque siempre que le decía que volviéramos, él se adentraba más y más en el bosque. Por suerte mi mamá notó que no estábamos en el sendero y empezó a gritar ”¿dónde están?!”, mi papá escuchó los gritos de mi mamá y salió muy despacio del bosque.

Al ver esto mi mamá regañó a mi papá, claro, yo le dije a mi papá que saliéramos del bosque para lograr el efecto contrario.

—¡Mía! llegaron Tomi, So� T. y Samu T.

—Oh perfecto Ana, diles que estamos contando historias de miedo.

—Listo.

Hola, ¿cómo están?

—Bien, ¿y ustedes?

—Muy bien, estamos contando historias de miedo.

—Súper, ¿nosotros podemos contar también?

—¡Claro!—¿Puedo empezar yo?

—¡Por supuesto Tomi, empieza tú!

—Gracias.

Verán yo era... ¿escucharon eso?

—¿Qué cosa?

—Comida

—¡Eso!

—¡Ah sí!

—¿Qué será?

—No sé Sofí, pero sea lo que sea me da escalofríos.

—¡Tranquilos!

—¡Cómo pretendes que estemos tranquilos con ese terrible sonido aterrorizándonos Samuel!

—La verdad no sé Salo, pero ayuda ¿no?

—Comida -¡oigan! ¿y Ana?

—El sonido viene de allá.

—Tienes razón Saris, ¡viene del clóset!

—Tomi y yo abriremos y ustedes niñas atraparán al fantasma ¿está bien?

—¡Sí! perfecto.

—Una, dos, ¡tres!

—¡Auch!—¿Ana?

—Je, je, je

—Bueno, como se me está acabando el papel y el lápiz, creo que es hora de que diga que llegó el...

—¡Oh, oh! ¿puedo decirlo yo?

—¡Claro So� dilo!

—¡El �n!

Conclusión

• Este cuento que es de la vida real me enseñó muchas tradiciones, valores y esperanzas de lograr un futuro mejor.

• Escribiendo este cuento me di cuenta de la importancia que tiene la familia y vivir en armonía

Glosario

• Ecológica: que de�ende y protege el medio ambiente.

• Galopar: cabalgar (una persona) sobre un caballo que va a galope.

• Pedagógica: que pretende educar, enseñar o instruir en un campo determinado.

• Saíno: animal que tiene una apariencia parecida a la de un cerdo doméstico. El pelaje es oscuro, delicadamente moteado de blanco. También se le llama tatabra.

Page 25: X Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

Décimo Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

23

Mis abuelos y yo en los viajes del pasadoy del presente

Finalista

José Daniel Arroyave Vanegas10 añosCategoría: 1Institución Educativa Maestro Pedro Nel GómezMedellín – Antioquia

Capítulo 1

Los abuelos inspiran, alientan, instruyen, apoyan y con mi abuelo no ha sido la excepción. Con mi abuelo he pasado momentos fascinantes, cierto día hicimos una caminata ecológica al Picacho, mi abuelo, él que es tan curioso me invitó, para que juntos tuviéramos la experiencia de conocer, y yo me le pegué al paso. Como subimos tanto nos cansamos mucho, pero decididos a llegar a la meta, seguimos nuestro camino, éste era rocoso pero al �nal llegamos a pastos verdes, vimos una mata y mi papito se dirigió a ella y vio que estaba mala, yo lo seguí; cuando pasamos la malla encontramos un camino que llevaba a la cima de la montaña y vimos una mariposa enredada en una telaraña y mi papito tuvo pesar y la rescató con lo que siempre lleva en su mano, su sombrilla y yo quedé muy feliz, porque la mariposa volvió a alzar sus alas y voló al cielo azul y seguimos nuestro camino, vimos unas escalas y estas eran muuuuchas y mi papito empezó a subirlas y yo estaba tan cansado que casi me pierdo, porque mi papito iba muy rápido hasta que por �n lo alcancé y vimos muchas mariposas, �ores y rosas que tenían un aroma delicioso, quedamos enamorados de su olor.

Seguimos nuestro camino y vimos una cueva y había un cartel que decía que alguien habitó en ella, yo pensé eran los cavernícolas, me pareció muy raro, siguiendo nuestro camino por

�n llegamos a la cima y estaba feliz observando el paisaje, también vi allá arriba un cristo, mi papito me dijo que marcara mi nombre en la pared, prestándome su lapicero yo marqué mi nombre, dentro de mi pensaba que cuando yo fuera grande y trajera a este lugar mis hijos, ellos verían también el nombre que yo puse un día con mi querido papito, dentro de mi pensaba tantas cosas, que con los papitos se pasan tiempos espectaculares, nos sacan a pasear, también que cuando seamos grandes fuéramos fuertes, que cuando nos manden a repasar las tablas, las sumas, etc., es por un bien, ellos quieren que seamos inteligentes en nuestra vida y que seamos felices; mi papito es un hombre muy detallista siempre que ve algo con rayas o con bolas o tal vez con puntos, él quiere que yo lo mire una vez y luego le diga cómo era, en esa caminata vimos tantas cosas, entre ellas vimos muchos caballos, él con sus ganas de que yo sea observador, me dijo ¿cuántos caballos hay allá? pero yo no le supe responder, fue entonces cuando me hizo la observación ¡hijo: yo quiero que todo lo que pase a tu alrededor no lo pases por desapercibido, y en cuanto a la escuela que seas bueno en la matemáticas y en español y me gusta mucho que tengas buena comprensión de lectura!, llegué aprendiendo mucho a mi casa y compartiendo con el resto de mi familia todas las experiencias vividas con mi papito.

Pasado un tiempo, mi papito planeaba otra salida pedagógica conmigo, yo feliz, dije que ¡¡¡si¡¡¡ solo faltaba el permiso de mis papás.

Fuimos entonces al Cerro El Volador, papito me dijo que era una montaña muy alta, muy grande y que podíamos ver los aviones muy cerca, emprendimos entonces nuestra salida. Cuando íbamos a mitad de camino pasamos por la clínica llamada Pablo Tobón, aprovechó y me contó algunas cosas, que mi prima Sofía había estado hospitalizada y muy enfermita, mientras compartía conmigo todo aquello nos refrescamos un poco. Seguimos nuestro camino, ya casi empezando a subir la loma se acordó de otra de sus anécdotas, me contó que, cuando mi papá era un niño

se lo llevó a repartir correo, el primer día mi papá quedo súper cansado, mi papito pensó en seguirlo llevando, pero no se imaginaba que ya mi papá se había ideado un plan, hacerse el enfermo. Pues su plan funcionó y al otro día no fue a trabajar con él, yo me reí mucho y me acordaba de como soy tan parecido a mi papá. Seguimos entonces nuestro camino, y nos metimos por una hierba muy alta, como mi papito siempre lleva en su mano su amada sombrilla estaba delante de mi abriéndome el paso, en un momento me encontré solo y me asusté mucho, del susto casi me caigo en un hueco, pero el miedo me impulsó a abrir yo solo el paso y alcanzar a mi papito.

Esto también me enseñó que uno en la vida puede tener problemas que nos pueden dejar sin fuerzas, pero el temor nos puede impulsar hacia adelante y así encontrar a alguien en quien con�ar, al llegar a cierta parte vimos una reja muy grande, entonces subimos por ella, al otro lado vimos muchos árboles tantos que no sabíamos que nos encontraríamos, al ver un tronco de árbol en el piso caminamos por encima de él, cuando ya habíamos pasado llegamos a tierra �rme. Al seguir caminando vimos una �nca, en sus afueras habían cocas de perros, nos asustamos mucho porque también escuchamos sus ladridos. Mi papito y yo salimos corriendo, nos tuvimos que devolver por el árbol que antes habíamos montado caminando o mejor decir corriendo y en su mano como siempre llevaba su sombrilla.

Al poco tiempo fuimos a celebrar el cumpleaños de mi papá en un lugar hermoso, disfrutamos de mucha carne llanera, montamos en pony y vimos corrida de caballo, nos divertimos mucho, mientras yo tomaba fotos a la naturaleza, mi papá me mostró en el cielo azul los muchos colores de las cometas y sus diferentes formas, de pronto me di cuenta que ese lugar me era muy familiar, ¡claro! ya había estado allí con mi papito, entonces le pregunté qué cuando íbamos a volver a hacer una de nuestras caminatas ecológicas, y me puse muy triste porque me di cuenta que la salud de mi papito ya no era la misma. Pero en una de nuestras conversaciones me dijo que de los abuelos se aprende

mucho. Entonces decidí emprender un viaje con mi bisabuelo al pasado.

Capítulo 2

Mi bisabuelo El Colonizador

Estábamos sentados en el parque, a mí me encanta escuchar sus anécdotas, sus historias cómo con tanto esfuerzo y sacri�cio consiguió todas las cosas, mi bisabuelo tiene 94 años. Un día me dijo, ¡mijo! Voy a contarte parte de mi vida.

Vivíamos en una �nca pequeña al lado del Río Magdalena, me contó que se reunieron varios vecinos y planearon la partida, se internaron en la selva y empezaron a preparar su terreno. Cada uno arrancó con su grupo familiar, gallinas, sus perros, terneros y sus cerdos. Mi bisabuelo se llama Miguel, él partió solo y vivió solo.

Mientras me contaba, yo quedaba como en suspenso mientras él ilusionado me lo contaba todo. Empezó viviendo en un rancho pero se sentía muy solo, me dijo que al poco tiempo tenía compañía, sus perros lo habían seguido, campeón, guardián y la negra. Cada día trabajaba más fuerte alimentándose con agua y frutas, un día decidió bajar al pueblo más cercano, allí conoció a mi bisabuela, se enamoraron y al tiempo tuvieron muchos hijos.

Cuando ya se estableció con su familia en su �nca ya no le tocaba el trabajo a él solo, porque mi bisabuela trabajaba duro con él por el bienestar de toda su familia, era una mujer muy emprendedora y amaba mucho su familia, ella se preocupaba por todos sus hijos y nietos, me contó que a todos les dio un pedacito de tierra para que edi�caran sus casas, ¡yo la quise mucho y la alcance a conocer! ella murió cuando tenía 76 años y yo tenía como 3 años.

Las historias de mi bisabuelo dejaron para siempre marcado mi

corazón y sus lindas enseñanzas, cazando gurres, montando a caballo, comiendo culebras, es fascinante y a veces se me revuelve el estómago al escuchar que comían chuchas, tatabra, saíno, cuando se iba de caza se quedaba hasta tres días; me quedé impactado cuando me dijo que una culebra que se llamaba cabeza de candado se tragó su mascota y cuando abrieron el vientre de la culebra el perro ya estaba ahogado. Mis �eles compañeros, (los perros) me avisaban con sus aullidos cuando bajaban de la montaña los lobos, los tigres, leones y gavilanes. En cierta ocasión escuchó el chillido de un cerdo, siguió su rastro hasta el bordo de una quebrada y lo encontró muerto, lo había arrastrado un tigre o un león, esperaba que al anochecer la �era regresaba por él y así ocurrió, ¡cogí mi escopeta y le disparé!

Me enseñó que las especies animales no se deben matar, ni maltratar, que en muchas ocasiones lo hizo por vivir. También me contó de los mitos y leyendas de la selva tales como: el coco, la llorona, la pata sola y otras.

En mi viaje, con sus historias le pregunté que si él no le tenía miedo a nada y él me dijo que a lo único que le tenía miedo era a las serpientes. Me contó también que tenía una �nca muy grande, allí tenía ganado, gallinas las cuales mataba cada vez que llegaba una visita, había allí gansos, pájaros, perros, gatos y pizcos. Mi papá cuando estaba allí en la �nca el bisabuelo lo mandaba a que cogiera las yucas para dárselas a los marranos, mi bisabuelo también me contó que él tenía una yegua que le sacaba mucha rabia porque era algo perezosa y el cogió una rama para pegarle pero la yegua se movió y el bisabuelo le sacó un ojo.

Pasado el tiempo me abrazó y me dijo ¡mijo extraño la naturaleza! y me aconsejó: ¡trata de conservar la naturaleza, siembra muchos árboles y protege los animales!

Me abrazó suavemente y sonrió.

Enfrentando mis miedosFinalista

Sofía Hernández Reyes10 añosCategoría: 1Instituto Musical Diego EchavarríaMedellín – Antioquia

¡Hola! mi nombre es Mía, como podrán notar, ustedes habitantes 2000, estoy en 1.940 en una �esta con la mejor música de charlestón de 1900. Me iré de la �esta para contarles algunas de mis historias.

Ya llegué a mi casa, ahora les contaré algunas de las historias que me contaron y otras que viví.

Yo tenía 10 años e iba subiendo en teleférico al Parque de las Nubes en Jericó. Llegamos y lo primero que vimos fue una pequeña y hermosa tienda donde nos atendieron amablemente. Pedimos pescado para comer y té helado para tomar; mi tía por su lado, pidió agua y el menú del día. Más tarde un señor que atendía en la tienda nos contó que había un sendero donde tenías que caminar, porque si te daba por salirte al bosque, unas almas de niños indígenas, llamados duendes, te embolataban en el bosque.

¡Oh! esperen, llegaron unas amigas de la Uni. Se las voy a presentar, ella es mi mejor amiga Sara, Ana Sofía, fue mí primera amiga de la Uni, ella es Salomé, me divierto mucho con ella, pero me entiendo muy pero muy bien con Sara.

—¿Qué haces Mía?

—contando historias Saris.

—¡prosigue Mía!

—Está bien.

—¡Oh espera!

—¿Qué pasa?

—¿Qué historia estás contando?

—La de los indígenas.

—Perfecto, ahora sí, prosigue.

—Listo. Como decía, esas almas se llamaban duendes, cuando escuché eso se me fueron las ganas de conocer el parque. Casi que obligada por mi mamá tuve que avanzar, pero claro, con mucho pero mucho miedo.

Unas cuantas horas después, con mi mamá obligándome a avanzar, sin darme cuenta ya estábamos en el sendero, fui donde mi papá para no seguir siendo empujada, pero lo que no sabía era que me esperaba un miedo peor con mi papá. Él es medio aventurero y me parece que ya saben lo que va a pasar.

¡Le dio por meterse al bosque! yo tenía un miedo imposible de imaginar, porque siempre que le decía que volviéramos, él se adentraba más y más en el bosque. Por suerte mi mamá notó que no estábamos en el sendero y empezó a gritar ”¿dónde están?!”, mi papá escuchó los gritos de mi mamá y salió muy despacio del bosque.

Al ver esto mi mamá regañó a mi papá, claro, yo le dije a mi papá que saliéramos del bosque para lograr el efecto contrario.

—¡Mía! llegaron Tomi, So� T. y Samu T.

—Oh perfecto Ana, diles que estamos contando historias de miedo.

—Listo.

Hola, ¿cómo están?

—Bien, ¿y ustedes?

—Muy bien, estamos contando historias de miedo.

—Súper, ¿nosotros podemos contar también?

—¡Claro!—¿Puedo empezar yo?

—¡Por supuesto Tomi, empieza tú!

—Gracias.

Verán yo era... ¿escucharon eso?

—¿Qué cosa?

—Comida

—¡Eso!

—¡Ah sí!

—¿Qué será?

—No sé Sofí, pero sea lo que sea me da escalofríos.

—¡Tranquilos!

—¡Cómo pretendes que estemos tranquilos con ese terrible sonido aterrorizándonos Samuel!

—La verdad no sé Salo, pero ayuda ¿no?

—Comida -¡oigan! ¿y Ana?

—El sonido viene de allá.

—Tienes razón Saris, ¡viene del clóset!

—Tomi y yo abriremos y ustedes niñas atraparán al fantasma ¿está bien?

—¡Sí! perfecto.

—Una, dos, ¡tres!

—¡Auch!—¿Ana?

—Je, je, je

—Bueno, como se me está acabando el papel y el lápiz, creo que es hora de que diga que llegó el...

—¡Oh, oh! ¿puedo decirlo yo?

—¡Claro So� dilo!

—¡El �n!

Conclusión

• Este cuento que es de la vida real me enseñó muchas tradiciones, valores y esperanzas de lograr un futuro mejor.

• Escribiendo este cuento me di cuenta de la importancia que tiene la familia y vivir en armonía

Glosario

• Ecológica: que de�ende y protege el medio ambiente.

• Galopar: cabalgar (una persona) sobre un caballo que va a galope.

• Pedagógica: que pretende educar, enseñar o instruir en un campo determinado.

• Saíno: animal que tiene una apariencia parecida a la de un cerdo doméstico. El pelaje es oscuro, delicadamente moteado de blanco. También se le llama tatabra.

Page 26: X Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

24

Mis abuelos y yo en los viajes del pasadoy del presente

Finalista

José Daniel Arroyave Vanegas10 añosCategoría: 1Institución Educativa Maestro Pedro Nel GómezMedellín – Antioquia

Capítulo 1

Los abuelos inspiran, alientan, instruyen, apoyan y con mi abuelo no ha sido la excepción. Con mi abuelo he pasado momentos fascinantes, cierto día hicimos una caminata ecológica al Picacho, mi abuelo, él que es tan curioso me invitó, para que juntos tuviéramos la experiencia de conocer, y yo me le pegué al paso. Como subimos tanto nos cansamos mucho, pero decididos a llegar a la meta, seguimos nuestro camino, éste era rocoso pero al �nal llegamos a pastos verdes, vimos una mata y mi papito se dirigió a ella y vio que estaba mala, yo lo seguí; cuando pasamos la malla encontramos un camino que llevaba a la cima de la montaña y vimos una mariposa enredada en una telaraña y mi papito tuvo pesar y la rescató con lo que siempre lleva en su mano, su sombrilla y yo quedé muy feliz, porque la mariposa volvió a alzar sus alas y voló al cielo azul y seguimos nuestro camino, vimos unas escalas y estas eran muuuuchas y mi papito empezó a subirlas y yo estaba tan cansado que casi me pierdo, porque mi papito iba muy rápido hasta que por �n lo alcancé y vimos muchas mariposas, �ores y rosas que tenían un aroma delicioso, quedamos enamorados de su olor.

Seguimos nuestro camino y vimos una cueva y había un cartel que decía que alguien habitó en ella, yo pensé eran los cavernícolas, me pareció muy raro, siguiendo nuestro camino por

�n llegamos a la cima y estaba feliz observando el paisaje, también vi allá arriba un cristo, mi papito me dijo que marcara mi nombre en la pared, prestándome su lapicero yo marqué mi nombre, dentro de mi pensaba que cuando yo fuera grande y trajera a este lugar mis hijos, ellos verían también el nombre que yo puse un día con mi querido papito, dentro de mi pensaba tantas cosas, que con los papitos se pasan tiempos espectaculares, nos sacan a pasear, también que cuando seamos grandes fuéramos fuertes, que cuando nos manden a repasar las tablas, las sumas, etc., es por un bien, ellos quieren que seamos inteligentes en nuestra vida y que seamos felices; mi papito es un hombre muy detallista siempre que ve algo con rayas o con bolas o tal vez con puntos, él quiere que yo lo mire una vez y luego le diga cómo era, en esa caminata vimos tantas cosas, entre ellas vimos muchos caballos, él con sus ganas de que yo sea observador, me dijo ¿cuántos caballos hay allá? pero yo no le supe responder, fue entonces cuando me hizo la observación ¡hijo: yo quiero que todo lo que pase a tu alrededor no lo pases por desapercibido, y en cuanto a la escuela que seas bueno en la matemáticas y en español y me gusta mucho que tengas buena comprensión de lectura!, llegué aprendiendo mucho a mi casa y compartiendo con el resto de mi familia todas las experiencias vividas con mi papito.

Pasado un tiempo, mi papito planeaba otra salida pedagógica conmigo, yo feliz, dije que ¡¡¡si¡¡¡ solo faltaba el permiso de mis papás.

Fuimos entonces al Cerro El Volador, papito me dijo que era una montaña muy alta, muy grande y que podíamos ver los aviones muy cerca, emprendimos entonces nuestra salida. Cuando íbamos a mitad de camino pasamos por la clínica llamada Pablo Tobón, aprovechó y me contó algunas cosas, que mi prima Sofía había estado hospitalizada y muy enfermita, mientras compartía conmigo todo aquello nos refrescamos un poco. Seguimos nuestro camino, ya casi empezando a subir la loma se acordó de otra de sus anécdotas, me contó que, cuando mi papá era un niño

se lo llevó a repartir correo, el primer día mi papá quedo súper cansado, mi papito pensó en seguirlo llevando, pero no se imaginaba que ya mi papá se había ideado un plan, hacerse el enfermo. Pues su plan funcionó y al otro día no fue a trabajar con él, yo me reí mucho y me acordaba de como soy tan parecido a mi papá. Seguimos entonces nuestro camino, y nos metimos por una hierba muy alta, como mi papito siempre lleva en su mano su amada sombrilla estaba delante de mi abriéndome el paso, en un momento me encontré solo y me asusté mucho, del susto casi me caigo en un hueco, pero el miedo me impulsó a abrir yo solo el paso y alcanzar a mi papito.

Esto también me enseñó que uno en la vida puede tener problemas que nos pueden dejar sin fuerzas, pero el temor nos puede impulsar hacia adelante y así encontrar a alguien en quien con�ar, al llegar a cierta parte vimos una reja muy grande, entonces subimos por ella, al otro lado vimos muchos árboles tantos que no sabíamos que nos encontraríamos, al ver un tronco de árbol en el piso caminamos por encima de él, cuando ya habíamos pasado llegamos a tierra �rme. Al seguir caminando vimos una �nca, en sus afueras habían cocas de perros, nos asustamos mucho porque también escuchamos sus ladridos. Mi papito y yo salimos corriendo, nos tuvimos que devolver por el árbol que antes habíamos montado caminando o mejor decir corriendo y en su mano como siempre llevaba su sombrilla.

Al poco tiempo fuimos a celebrar el cumpleaños de mi papá en un lugar hermoso, disfrutamos de mucha carne llanera, montamos en pony y vimos corrida de caballo, nos divertimos mucho, mientras yo tomaba fotos a la naturaleza, mi papá me mostró en el cielo azul los muchos colores de las cometas y sus diferentes formas, de pronto me di cuenta que ese lugar me era muy familiar, ¡claro! ya había estado allí con mi papito, entonces le pregunté qué cuando íbamos a volver a hacer una de nuestras caminatas ecológicas, y me puse muy triste porque me di cuenta que la salud de mi papito ya no era la misma. Pero en una de nuestras conversaciones me dijo que de los abuelos se aprende

mucho. Entonces decidí emprender un viaje con mi bisabuelo al pasado.

Capítulo 2

Mi bisabuelo El Colonizador

Estábamos sentados en el parque, a mí me encanta escuchar sus anécdotas, sus historias cómo con tanto esfuerzo y sacri�cio consiguió todas las cosas, mi bisabuelo tiene 94 años. Un día me dijo, ¡mijo! Voy a contarte parte de mi vida.

Vivíamos en una �nca pequeña al lado del Río Magdalena, me contó que se reunieron varios vecinos y planearon la partida, se internaron en la selva y empezaron a preparar su terreno. Cada uno arrancó con su grupo familiar, gallinas, sus perros, terneros y sus cerdos. Mi bisabuelo se llama Miguel, él partió solo y vivió solo.

Mientras me contaba, yo quedaba como en suspenso mientras él ilusionado me lo contaba todo. Empezó viviendo en un rancho pero se sentía muy solo, me dijo que al poco tiempo tenía compañía, sus perros lo habían seguido, campeón, guardián y la negra. Cada día trabajaba más fuerte alimentándose con agua y frutas, un día decidió bajar al pueblo más cercano, allí conoció a mi bisabuela, se enamoraron y al tiempo tuvieron muchos hijos.

Cuando ya se estableció con su familia en su �nca ya no le tocaba el trabajo a él solo, porque mi bisabuela trabajaba duro con él por el bienestar de toda su familia, era una mujer muy emprendedora y amaba mucho su familia, ella se preocupaba por todos sus hijos y nietos, me contó que a todos les dio un pedacito de tierra para que edi�caran sus casas, ¡yo la quise mucho y la alcance a conocer! ella murió cuando tenía 76 años y yo tenía como 3 años.

Las historias de mi bisabuelo dejaron para siempre marcado mi

corazón y sus lindas enseñanzas, cazando gurres, montando a caballo, comiendo culebras, es fascinante y a veces se me revuelve el estómago al escuchar que comían chuchas, tatabra, saíno, cuando se iba de caza se quedaba hasta tres días; me quedé impactado cuando me dijo que una culebra que se llamaba cabeza de candado se tragó su mascota y cuando abrieron el vientre de la culebra el perro ya estaba ahogado. Mis �eles compañeros, (los perros) me avisaban con sus aullidos cuando bajaban de la montaña los lobos, los tigres, leones y gavilanes. En cierta ocasión escuchó el chillido de un cerdo, siguió su rastro hasta el bordo de una quebrada y lo encontró muerto, lo había arrastrado un tigre o un león, esperaba que al anochecer la �era regresaba por él y así ocurrió, ¡cogí mi escopeta y le disparé!

Me enseñó que las especies animales no se deben matar, ni maltratar, que en muchas ocasiones lo hizo por vivir. También me contó de los mitos y leyendas de la selva tales como: el coco, la llorona, la pata sola y otras.

En mi viaje, con sus historias le pregunté que si él no le tenía miedo a nada y él me dijo que a lo único que le tenía miedo era a las serpientes. Me contó también que tenía una �nca muy grande, allí tenía ganado, gallinas las cuales mataba cada vez que llegaba una visita, había allí gansos, pájaros, perros, gatos y pizcos. Mi papá cuando estaba allí en la �nca el bisabuelo lo mandaba a que cogiera las yucas para dárselas a los marranos, mi bisabuelo también me contó que él tenía una yegua que le sacaba mucha rabia porque era algo perezosa y el cogió una rama para pegarle pero la yegua se movió y el bisabuelo le sacó un ojo.

Pasado el tiempo me abrazó y me dijo ¡mijo extraño la naturaleza! y me aconsejó: ¡trata de conservar la naturaleza, siembra muchos árboles y protege los animales!

Me abrazó suavemente y sonrió.

Enfrentando mis miedosFinalista

Sofía Hernández Reyes10 añosCategoría: 1Instituto Musical Diego EchavarríaMedellín – Antioquia

¡Hola! mi nombre es Mía, como podrán notar, ustedes habitantes 2000, estoy en 1.940 en una �esta con la mejor música de charlestón de 1900. Me iré de la �esta para contarles algunas de mis historias.

Ya llegué a mi casa, ahora les contaré algunas de las historias que me contaron y otras que viví.

Yo tenía 10 años e iba subiendo en teleférico al Parque de las Nubes en Jericó. Llegamos y lo primero que vimos fue una pequeña y hermosa tienda donde nos atendieron amablemente. Pedimos pescado para comer y té helado para tomar; mi tía por su lado, pidió agua y el menú del día. Más tarde un señor que atendía en la tienda nos contó que había un sendero donde tenías que caminar, porque si te daba por salirte al bosque, unas almas de niños indígenas, llamados duendes, te embolataban en el bosque.

¡Oh! esperen, llegaron unas amigas de la Uni. Se las voy a presentar, ella es mi mejor amiga Sara, Ana Sofía, fue mí primera amiga de la Uni, ella es Salomé, me divierto mucho con ella, pero me entiendo muy pero muy bien con Sara.

—¿Qué haces Mía?

—contando historias Saris.

—¡prosigue Mía!

—Está bien.

—¡Oh espera!

—¿Qué pasa?

—¿Qué historia estás contando?

—La de los indígenas.

—Perfecto, ahora sí, prosigue.

—Listo. Como decía, esas almas se llamaban duendes, cuando escuché eso se me fueron las ganas de conocer el parque. Casi que obligada por mi mamá tuve que avanzar, pero claro, con mucho pero mucho miedo.

Unas cuantas horas después, con mi mamá obligándome a avanzar, sin darme cuenta ya estábamos en el sendero, fui donde mi papá para no seguir siendo empujada, pero lo que no sabía era que me esperaba un miedo peor con mi papá. Él es medio aventurero y me parece que ya saben lo que va a pasar.

¡Le dio por meterse al bosque! yo tenía un miedo imposible de imaginar, porque siempre que le decía que volviéramos, él se adentraba más y más en el bosque. Por suerte mi mamá notó que no estábamos en el sendero y empezó a gritar ”¿dónde están?!”, mi papá escuchó los gritos de mi mamá y salió muy despacio del bosque.

Al ver esto mi mamá regañó a mi papá, claro, yo le dije a mi papá que saliéramos del bosque para lograr el efecto contrario.

—¡Mía! llegaron Tomi, So� T. y Samu T.

—Oh perfecto Ana, diles que estamos contando historias de miedo.

—Listo.

Hola, ¿cómo están?

—Bien, ¿y ustedes?

—Muy bien, estamos contando historias de miedo.

—Súper, ¿nosotros podemos contar también?

—¡Claro!—¿Puedo empezar yo?

—¡Por supuesto Tomi, empieza tú!

—Gracias.

Verán yo era... ¿escucharon eso?

—¿Qué cosa?

—Comida

—¡Eso!

—¡Ah sí!

—¿Qué será?

—No sé Sofí, pero sea lo que sea me da escalofríos.

—¡Tranquilos!

—¡Cómo pretendes que estemos tranquilos con ese terrible sonido aterrorizándonos Samuel!

—La verdad no sé Salo, pero ayuda ¿no?

—Comida -¡oigan! ¿y Ana?

—El sonido viene de allá.

—Tienes razón Saris, ¡viene del clóset!

—Tomi y yo abriremos y ustedes niñas atraparán al fantasma ¿está bien?

—¡Sí! perfecto.

—Una, dos, ¡tres!

—¡Auch!—¿Ana?

—Je, je, je

—Bueno, como se me está acabando el papel y el lápiz, creo que es hora de que diga que llegó el...

—¡Oh, oh! ¿puedo decirlo yo?

—¡Claro So� dilo!

—¡El �n!

Conclusión

• Este cuento que es de la vida real me enseñó muchas tradiciones, valores y esperanzas de lograr un futuro mejor.

• Escribiendo este cuento me di cuenta de la importancia que tiene la familia y vivir en armonía

Glosario

• Ecológica: que de�ende y protege el medio ambiente.

• Galopar: cabalgar (una persona) sobre un caballo que va a galope.

• Pedagógica: que pretende educar, enseñar o instruir en un campo determinado.

• Saíno: animal que tiene una apariencia parecida a la de un cerdo doméstico. El pelaje es oscuro, delicadamente moteado de blanco. También se le llama tatabra.

Page 27: X Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

Décimo Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

25

Mis abuelos y yo en los viajes del pasadoy del presente

Finalista

José Daniel Arroyave Vanegas10 añosCategoría: 1Institución Educativa Maestro Pedro Nel GómezMedellín – Antioquia

Capítulo 1

Los abuelos inspiran, alientan, instruyen, apoyan y con mi abuelo no ha sido la excepción. Con mi abuelo he pasado momentos fascinantes, cierto día hicimos una caminata ecológica al Picacho, mi abuelo, él que es tan curioso me invitó, para que juntos tuviéramos la experiencia de conocer, y yo me le pegué al paso. Como subimos tanto nos cansamos mucho, pero decididos a llegar a la meta, seguimos nuestro camino, éste era rocoso pero al �nal llegamos a pastos verdes, vimos una mata y mi papito se dirigió a ella y vio que estaba mala, yo lo seguí; cuando pasamos la malla encontramos un camino que llevaba a la cima de la montaña y vimos una mariposa enredada en una telaraña y mi papito tuvo pesar y la rescató con lo que siempre lleva en su mano, su sombrilla y yo quedé muy feliz, porque la mariposa volvió a alzar sus alas y voló al cielo azul y seguimos nuestro camino, vimos unas escalas y estas eran muuuuchas y mi papito empezó a subirlas y yo estaba tan cansado que casi me pierdo, porque mi papito iba muy rápido hasta que por �n lo alcancé y vimos muchas mariposas, �ores y rosas que tenían un aroma delicioso, quedamos enamorados de su olor.

Seguimos nuestro camino y vimos una cueva y había un cartel que decía que alguien habitó en ella, yo pensé eran los cavernícolas, me pareció muy raro, siguiendo nuestro camino por

�n llegamos a la cima y estaba feliz observando el paisaje, también vi allá arriba un cristo, mi papito me dijo que marcara mi nombre en la pared, prestándome su lapicero yo marqué mi nombre, dentro de mi pensaba que cuando yo fuera grande y trajera a este lugar mis hijos, ellos verían también el nombre que yo puse un día con mi querido papito, dentro de mi pensaba tantas cosas, que con los papitos se pasan tiempos espectaculares, nos sacan a pasear, también que cuando seamos grandes fuéramos fuertes, que cuando nos manden a repasar las tablas, las sumas, etc., es por un bien, ellos quieren que seamos inteligentes en nuestra vida y que seamos felices; mi papito es un hombre muy detallista siempre que ve algo con rayas o con bolas o tal vez con puntos, él quiere que yo lo mire una vez y luego le diga cómo era, en esa caminata vimos tantas cosas, entre ellas vimos muchos caballos, él con sus ganas de que yo sea observador, me dijo ¿cuántos caballos hay allá? pero yo no le supe responder, fue entonces cuando me hizo la observación ¡hijo: yo quiero que todo lo que pase a tu alrededor no lo pases por desapercibido, y en cuanto a la escuela que seas bueno en la matemáticas y en español y me gusta mucho que tengas buena comprensión de lectura!, llegué aprendiendo mucho a mi casa y compartiendo con el resto de mi familia todas las experiencias vividas con mi papito.

Pasado un tiempo, mi papito planeaba otra salida pedagógica conmigo, yo feliz, dije que ¡¡¡si¡¡¡ solo faltaba el permiso de mis papás.

Fuimos entonces al Cerro El Volador, papito me dijo que era una montaña muy alta, muy grande y que podíamos ver los aviones muy cerca, emprendimos entonces nuestra salida. Cuando íbamos a mitad de camino pasamos por la clínica llamada Pablo Tobón, aprovechó y me contó algunas cosas, que mi prima Sofía había estado hospitalizada y muy enfermita, mientras compartía conmigo todo aquello nos refrescamos un poco. Seguimos nuestro camino, ya casi empezando a subir la loma se acordó de otra de sus anécdotas, me contó que, cuando mi papá era un niño

se lo llevó a repartir correo, el primer día mi papá quedo súper cansado, mi papito pensó en seguirlo llevando, pero no se imaginaba que ya mi papá se había ideado un plan, hacerse el enfermo. Pues su plan funcionó y al otro día no fue a trabajar con él, yo me reí mucho y me acordaba de como soy tan parecido a mi papá. Seguimos entonces nuestro camino, y nos metimos por una hierba muy alta, como mi papito siempre lleva en su mano su amada sombrilla estaba delante de mi abriéndome el paso, en un momento me encontré solo y me asusté mucho, del susto casi me caigo en un hueco, pero el miedo me impulsó a abrir yo solo el paso y alcanzar a mi papito.

Esto también me enseñó que uno en la vida puede tener problemas que nos pueden dejar sin fuerzas, pero el temor nos puede impulsar hacia adelante y así encontrar a alguien en quien con�ar, al llegar a cierta parte vimos una reja muy grande, entonces subimos por ella, al otro lado vimos muchos árboles tantos que no sabíamos que nos encontraríamos, al ver un tronco de árbol en el piso caminamos por encima de él, cuando ya habíamos pasado llegamos a tierra �rme. Al seguir caminando vimos una �nca, en sus afueras habían cocas de perros, nos asustamos mucho porque también escuchamos sus ladridos. Mi papito y yo salimos corriendo, nos tuvimos que devolver por el árbol que antes habíamos montado caminando o mejor decir corriendo y en su mano como siempre llevaba su sombrilla.

Al poco tiempo fuimos a celebrar el cumpleaños de mi papá en un lugar hermoso, disfrutamos de mucha carne llanera, montamos en pony y vimos corrida de caballo, nos divertimos mucho, mientras yo tomaba fotos a la naturaleza, mi papá me mostró en el cielo azul los muchos colores de las cometas y sus diferentes formas, de pronto me di cuenta que ese lugar me era muy familiar, ¡claro! ya había estado allí con mi papito, entonces le pregunté qué cuando íbamos a volver a hacer una de nuestras caminatas ecológicas, y me puse muy triste porque me di cuenta que la salud de mi papito ya no era la misma. Pero en una de nuestras conversaciones me dijo que de los abuelos se aprende

mucho. Entonces decidí emprender un viaje con mi bisabuelo al pasado.

Capítulo 2

Mi bisabuelo El Colonizador

Estábamos sentados en el parque, a mí me encanta escuchar sus anécdotas, sus historias cómo con tanto esfuerzo y sacri�cio consiguió todas las cosas, mi bisabuelo tiene 94 años. Un día me dijo, ¡mijo! Voy a contarte parte de mi vida.

Vivíamos en una �nca pequeña al lado del Río Magdalena, me contó que se reunieron varios vecinos y planearon la partida, se internaron en la selva y empezaron a preparar su terreno. Cada uno arrancó con su grupo familiar, gallinas, sus perros, terneros y sus cerdos. Mi bisabuelo se llama Miguel, él partió solo y vivió solo.

Mientras me contaba, yo quedaba como en suspenso mientras él ilusionado me lo contaba todo. Empezó viviendo en un rancho pero se sentía muy solo, me dijo que al poco tiempo tenía compañía, sus perros lo habían seguido, campeón, guardián y la negra. Cada día trabajaba más fuerte alimentándose con agua y frutas, un día decidió bajar al pueblo más cercano, allí conoció a mi bisabuela, se enamoraron y al tiempo tuvieron muchos hijos.

Cuando ya se estableció con su familia en su �nca ya no le tocaba el trabajo a él solo, porque mi bisabuela trabajaba duro con él por el bienestar de toda su familia, era una mujer muy emprendedora y amaba mucho su familia, ella se preocupaba por todos sus hijos y nietos, me contó que a todos les dio un pedacito de tierra para que edi�caran sus casas, ¡yo la quise mucho y la alcance a conocer! ella murió cuando tenía 76 años y yo tenía como 3 años.

Las historias de mi bisabuelo dejaron para siempre marcado mi

corazón y sus lindas enseñanzas, cazando gurres, montando a caballo, comiendo culebras, es fascinante y a veces se me revuelve el estómago al escuchar que comían chuchas, tatabra, saíno, cuando se iba de caza se quedaba hasta tres días; me quedé impactado cuando me dijo que una culebra que se llamaba cabeza de candado se tragó su mascota y cuando abrieron el vientre de la culebra el perro ya estaba ahogado. Mis �eles compañeros, (los perros) me avisaban con sus aullidos cuando bajaban de la montaña los lobos, los tigres, leones y gavilanes. En cierta ocasión escuchó el chillido de un cerdo, siguió su rastro hasta el bordo de una quebrada y lo encontró muerto, lo había arrastrado un tigre o un león, esperaba que al anochecer la �era regresaba por él y así ocurrió, ¡cogí mi escopeta y le disparé!

Me enseñó que las especies animales no se deben matar, ni maltratar, que en muchas ocasiones lo hizo por vivir. También me contó de los mitos y leyendas de la selva tales como: el coco, la llorona, la pata sola y otras.

En mi viaje, con sus historias le pregunté que si él no le tenía miedo a nada y él me dijo que a lo único que le tenía miedo era a las serpientes. Me contó también que tenía una �nca muy grande, allí tenía ganado, gallinas las cuales mataba cada vez que llegaba una visita, había allí gansos, pájaros, perros, gatos y pizcos. Mi papá cuando estaba allí en la �nca el bisabuelo lo mandaba a que cogiera las yucas para dárselas a los marranos, mi bisabuelo también me contó que él tenía una yegua que le sacaba mucha rabia porque era algo perezosa y el cogió una rama para pegarle pero la yegua se movió y el bisabuelo le sacó un ojo.

Pasado el tiempo me abrazó y me dijo ¡mijo extraño la naturaleza! y me aconsejó: ¡trata de conservar la naturaleza, siembra muchos árboles y protege los animales!

Me abrazó suavemente y sonrió.

Enfrentando mis miedosFinalista

Sofía Hernández Reyes10 añosCategoría: 1Instituto Musical Diego EchavarríaMedellín – Antioquia

¡Hola! mi nombre es Mía, como podrán notar, ustedes habitantes 2000, estoy en 1.940 en una �esta con la mejor música de charlestón de 1900. Me iré de la �esta para contarles algunas de mis historias.

Ya llegué a mi casa, ahora les contaré algunas de las historias que me contaron y otras que viví.

Yo tenía 10 años e iba subiendo en teleférico al Parque de las Nubes en Jericó. Llegamos y lo primero que vimos fue una pequeña y hermosa tienda donde nos atendieron amablemente. Pedimos pescado para comer y té helado para tomar; mi tía por su lado, pidió agua y el menú del día. Más tarde un señor que atendía en la tienda nos contó que había un sendero donde tenías que caminar, porque si te daba por salirte al bosque, unas almas de niños indígenas, llamados duendes, te embolataban en el bosque.

¡Oh! esperen, llegaron unas amigas de la Uni. Se las voy a presentar, ella es mi mejor amiga Sara, Ana Sofía, fue mí primera amiga de la Uni, ella es Salomé, me divierto mucho con ella, pero me entiendo muy pero muy bien con Sara.

—¿Qué haces Mía?

—contando historias Saris.

—¡prosigue Mía!

—Está bien.

—¡Oh espera!

—¿Qué pasa?

—¿Qué historia estás contando?

—La de los indígenas.

—Perfecto, ahora sí, prosigue.

—Listo. Como decía, esas almas se llamaban duendes, cuando escuché eso se me fueron las ganas de conocer el parque. Casi que obligada por mi mamá tuve que avanzar, pero claro, con mucho pero mucho miedo.

Unas cuantas horas después, con mi mamá obligándome a avanzar, sin darme cuenta ya estábamos en el sendero, fui donde mi papá para no seguir siendo empujada, pero lo que no sabía era que me esperaba un miedo peor con mi papá. Él es medio aventurero y me parece que ya saben lo que va a pasar.

¡Le dio por meterse al bosque! yo tenía un miedo imposible de imaginar, porque siempre que le decía que volviéramos, él se adentraba más y más en el bosque. Por suerte mi mamá notó que no estábamos en el sendero y empezó a gritar ”¿dónde están?!”, mi papá escuchó los gritos de mi mamá y salió muy despacio del bosque.

Al ver esto mi mamá regañó a mi papá, claro, yo le dije a mi papá que saliéramos del bosque para lograr el efecto contrario.

—¡Mía! llegaron Tomi, So� T. y Samu T.

—Oh perfecto Ana, diles que estamos contando historias de miedo.

—Listo.

Hola, ¿cómo están?

—Bien, ¿y ustedes?

—Muy bien, estamos contando historias de miedo.

—Súper, ¿nosotros podemos contar también?

—¡Claro!—¿Puedo empezar yo?

—¡Por supuesto Tomi, empieza tú!

—Gracias.

Verán yo era... ¿escucharon eso?

—¿Qué cosa?

—Comida

—¡Eso!

—¡Ah sí!

—¿Qué será?

—No sé Sofí, pero sea lo que sea me da escalofríos.

—¡Tranquilos!

—¡Cómo pretendes que estemos tranquilos con ese terrible sonido aterrorizándonos Samuel!

—La verdad no sé Salo, pero ayuda ¿no?

—Comida -¡oigan! ¿y Ana?

—El sonido viene de allá.

—Tienes razón Saris, ¡viene del clóset!

—Tomi y yo abriremos y ustedes niñas atraparán al fantasma ¿está bien?

—¡Sí! perfecto.

—Una, dos, ¡tres!

—¡Auch!—¿Ana?

—Je, je, je

—Bueno, como se me está acabando el papel y el lápiz, creo que es hora de que diga que llegó el...

—¡Oh, oh! ¿puedo decirlo yo?

—¡Claro So� dilo!

—¡El �n!

Fin

Conclusión

• Este cuento que es de la vida real me enseñó muchas tradiciones, valores y esperanzas de lograr un futuro mejor.

• Escribiendo este cuento me di cuenta de la importancia que tiene la familia y vivir en armonía

Glosario

• Ecológica: que de�ende y protege el medio ambiente.

• Galopar: cabalgar (una persona) sobre un caballo que va a galope.

• Pedagógica: que pretende educar, enseñar o instruir en un campo determinado.

• Saíno: animal que tiene una apariencia parecida a la de un cerdo doméstico. El pelaje es oscuro, delicadamente moteado de blanco. También se le llama tatabra.

Page 28: X Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

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Mis abuelos y yo en los viajes del pasadoy del presente

Finalista

José Daniel Arroyave Vanegas10 añosCategoría: 1Institución Educativa Maestro Pedro Nel GómezMedellín – Antioquia

Capítulo 1

Los abuelos inspiran, alientan, instruyen, apoyan y con mi abuelo no ha sido la excepción. Con mi abuelo he pasado momentos fascinantes, cierto día hicimos una caminata ecológica al Picacho, mi abuelo, él que es tan curioso me invitó, para que juntos tuviéramos la experiencia de conocer, y yo me le pegué al paso. Como subimos tanto nos cansamos mucho, pero decididos a llegar a la meta, seguimos nuestro camino, éste era rocoso pero al �nal llegamos a pastos verdes, vimos una mata y mi papito se dirigió a ella y vio que estaba mala, yo lo seguí; cuando pasamos la malla encontramos un camino que llevaba a la cima de la montaña y vimos una mariposa enredada en una telaraña y mi papito tuvo pesar y la rescató con lo que siempre lleva en su mano, su sombrilla y yo quedé muy feliz, porque la mariposa volvió a alzar sus alas y voló al cielo azul y seguimos nuestro camino, vimos unas escalas y estas eran muuuuchas y mi papito empezó a subirlas y yo estaba tan cansado que casi me pierdo, porque mi papito iba muy rápido hasta que por �n lo alcancé y vimos muchas mariposas, �ores y rosas que tenían un aroma delicioso, quedamos enamorados de su olor.

Seguimos nuestro camino y vimos una cueva y había un cartel que decía que alguien habitó en ella, yo pensé eran los cavernícolas, me pareció muy raro, siguiendo nuestro camino por

�n llegamos a la cima y estaba feliz observando el paisaje, también vi allá arriba un cristo, mi papito me dijo que marcara mi nombre en la pared, prestándome su lapicero yo marqué mi nombre, dentro de mi pensaba que cuando yo fuera grande y trajera a este lugar mis hijos, ellos verían también el nombre que yo puse un día con mi querido papito, dentro de mi pensaba tantas cosas, que con los papitos se pasan tiempos espectaculares, nos sacan a pasear, también que cuando seamos grandes fuéramos fuertes, que cuando nos manden a repasar las tablas, las sumas, etc., es por un bien, ellos quieren que seamos inteligentes en nuestra vida y que seamos felices; mi papito es un hombre muy detallista siempre que ve algo con rayas o con bolas o tal vez con puntos, él quiere que yo lo mire una vez y luego le diga cómo era, en esa caminata vimos tantas cosas, entre ellas vimos muchos caballos, él con sus ganas de que yo sea observador, me dijo ¿cuántos caballos hay allá? pero yo no le supe responder, fue entonces cuando me hizo la observación ¡hijo: yo quiero que todo lo que pase a tu alrededor no lo pases por desapercibido, y en cuanto a la escuela que seas bueno en la matemáticas y en español y me gusta mucho que tengas buena comprensión de lectura!, llegué aprendiendo mucho a mi casa y compartiendo con el resto de mi familia todas las experiencias vividas con mi papito.

Pasado un tiempo, mi papito planeaba otra salida pedagógica conmigo, yo feliz, dije que ¡¡¡si¡¡¡ solo faltaba el permiso de mis papás.

Fuimos entonces al Cerro El Volador, papito me dijo que era una montaña muy alta, muy grande y que podíamos ver los aviones muy cerca, emprendimos entonces nuestra salida. Cuando íbamos a mitad de camino pasamos por la clínica llamada Pablo Tobón, aprovechó y me contó algunas cosas, que mi prima Sofía había estado hospitalizada y muy enfermita, mientras compartía conmigo todo aquello nos refrescamos un poco. Seguimos nuestro camino, ya casi empezando a subir la loma se acordó de otra de sus anécdotas, me contó que, cuando mi papá era un niño

se lo llevó a repartir correo, el primer día mi papá quedo súper cansado, mi papito pensó en seguirlo llevando, pero no se imaginaba que ya mi papá se había ideado un plan, hacerse el enfermo. Pues su plan funcionó y al otro día no fue a trabajar con él, yo me reí mucho y me acordaba de como soy tan parecido a mi papá. Seguimos entonces nuestro camino, y nos metimos por una hierba muy alta, como mi papito siempre lleva en su mano su amada sombrilla estaba delante de mi abriéndome el paso, en un momento me encontré solo y me asusté mucho, del susto casi me caigo en un hueco, pero el miedo me impulsó a abrir yo solo el paso y alcanzar a mi papito.

Esto también me enseñó que uno en la vida puede tener problemas que nos pueden dejar sin fuerzas, pero el temor nos puede impulsar hacia adelante y así encontrar a alguien en quien con�ar, al llegar a cierta parte vimos una reja muy grande, entonces subimos por ella, al otro lado vimos muchos árboles tantos que no sabíamos que nos encontraríamos, al ver un tronco de árbol en el piso caminamos por encima de él, cuando ya habíamos pasado llegamos a tierra �rme. Al seguir caminando vimos una �nca, en sus afueras habían cocas de perros, nos asustamos mucho porque también escuchamos sus ladridos. Mi papito y yo salimos corriendo, nos tuvimos que devolver por el árbol que antes habíamos montado caminando o mejor decir corriendo y en su mano como siempre llevaba su sombrilla.

Al poco tiempo fuimos a celebrar el cumpleaños de mi papá en un lugar hermoso, disfrutamos de mucha carne llanera, montamos en pony y vimos corrida de caballo, nos divertimos mucho, mientras yo tomaba fotos a la naturaleza, mi papá me mostró en el cielo azul los muchos colores de las cometas y sus diferentes formas, de pronto me di cuenta que ese lugar me era muy familiar, ¡claro! ya había estado allí con mi papito, entonces le pregunté qué cuando íbamos a volver a hacer una de nuestras caminatas ecológicas, y me puse muy triste porque me di cuenta que la salud de mi papito ya no era la misma. Pero en una de nuestras conversaciones me dijo que de los abuelos se aprende

mucho. Entonces decidí emprender un viaje con mi bisabuelo al pasado.

Capítulo 2

Mi bisabuelo El Colonizador

Estábamos sentados en el parque, a mí me encanta escuchar sus anécdotas, sus historias cómo con tanto esfuerzo y sacri�cio consiguió todas las cosas, mi bisabuelo tiene 94 años. Un día me dijo, ¡mijo! Voy a contarte parte de mi vida.

Vivíamos en una �nca pequeña al lado del Río Magdalena, me contó que se reunieron varios vecinos y planearon la partida, se internaron en la selva y empezaron a preparar su terreno. Cada uno arrancó con su grupo familiar, gallinas, sus perros, terneros y sus cerdos. Mi bisabuelo se llama Miguel, él partió solo y vivió solo.

Mientras me contaba, yo quedaba como en suspenso mientras él ilusionado me lo contaba todo. Empezó viviendo en un rancho pero se sentía muy solo, me dijo que al poco tiempo tenía compañía, sus perros lo habían seguido, campeón, guardián y la negra. Cada día trabajaba más fuerte alimentándose con agua y frutas, un día decidió bajar al pueblo más cercano, allí conoció a mi bisabuela, se enamoraron y al tiempo tuvieron muchos hijos.

Cuando ya se estableció con su familia en su �nca ya no le tocaba el trabajo a él solo, porque mi bisabuela trabajaba duro con él por el bienestar de toda su familia, era una mujer muy emprendedora y amaba mucho su familia, ella se preocupaba por todos sus hijos y nietos, me contó que a todos les dio un pedacito de tierra para que edi�caran sus casas, ¡yo la quise mucho y la alcance a conocer! ella murió cuando tenía 76 años y yo tenía como 3 años.

Las historias de mi bisabuelo dejaron para siempre marcado mi

corazón y sus lindas enseñanzas, cazando gurres, montando a caballo, comiendo culebras, es fascinante y a veces se me revuelve el estómago al escuchar que comían chuchas, tatabra, saíno, cuando se iba de caza se quedaba hasta tres días; me quedé impactado cuando me dijo que una culebra que se llamaba cabeza de candado se tragó su mascota y cuando abrieron el vientre de la culebra el perro ya estaba ahogado. Mis �eles compañeros, (los perros) me avisaban con sus aullidos cuando bajaban de la montaña los lobos, los tigres, leones y gavilanes. En cierta ocasión escuchó el chillido de un cerdo, siguió su rastro hasta el bordo de una quebrada y lo encontró muerto, lo había arrastrado un tigre o un león, esperaba que al anochecer la �era regresaba por él y así ocurrió, ¡cogí mi escopeta y le disparé!

Me enseñó que las especies animales no se deben matar, ni maltratar, que en muchas ocasiones lo hizo por vivir. También me contó de los mitos y leyendas de la selva tales como: el coco, la llorona, la pata sola y otras.

En mi viaje, con sus historias le pregunté que si él no le tenía miedo a nada y él me dijo que a lo único que le tenía miedo era a las serpientes. Me contó también que tenía una �nca muy grande, allí tenía ganado, gallinas las cuales mataba cada vez que llegaba una visita, había allí gansos, pájaros, perros, gatos y pizcos. Mi papá cuando estaba allí en la �nca el bisabuelo lo mandaba a que cogiera las yucas para dárselas a los marranos, mi bisabuelo también me contó que él tenía una yegua que le sacaba mucha rabia porque era algo perezosa y el cogió una rama para pegarle pero la yegua se movió y el bisabuelo le sacó un ojo.

Pasado el tiempo me abrazó y me dijo ¡mijo extraño la naturaleza! y me aconsejó: ¡trata de conservar la naturaleza, siembra muchos árboles y protege los animales!

Me abrazó suavemente y sonrió.

El dragón y su problemaFinalista

Mariana Bolívar Londoño 8 añosCategoría: 1Institución Educativa Maestro Pedro Nel GómezMedellín – Antioquia

Había una vez un día un dragón que tenía alergia y le daban puntos rojos y se ponía de color amarillo y se ponía de color verde y su amiga ratona lo ayudaba y le hacía sopa de mondongo y le fritaba yuca con papitas bien ricas. Cuando llegó su amigo león y le llevó unas galletas recién horneadas por su mamá y el dragón dijo: um… qué rico, dile a tu madre que mi dios le pague por esas ricas galletas sabrosas. El león llegó a su casa y le dijo a su madre lo que el dragón dijo. Bueno, cuando llegó la noche su amiga ratona lo cobijó y le dijo: duerme bien que mañana será un día muy largo. Y llegó su amigo el conejo y le llevó una rica sopa de pastas recién salida del fogón y el dragón dijo: qué rica sopa.

Fin

Conclusión

• Este cuento que es de la vida real me enseñó muchas tradiciones, valores y esperanzas de lograr un futuro mejor.

• Escribiendo este cuento me di cuenta de la importancia que tiene la familia y vivir en armonía

Glosario

• Ecológica: que de�ende y protege el medio ambiente.

• Galopar: cabalgar (una persona) sobre un caballo que va a galope.

• Pedagógica: que pretende educar, enseñar o instruir en un campo determinado.

• Saíno: animal que tiene una apariencia parecida a la de un cerdo doméstico. El pelaje es oscuro, delicadamente moteado de blanco. También se le llama tatabra.

Page 29: X Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

Décimo Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

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Mis abuelos y yo en los viajes del pasadoy del presente

Finalista

José Daniel Arroyave Vanegas10 añosCategoría: 1Institución Educativa Maestro Pedro Nel GómezMedellín – Antioquia

Capítulo 1

Los abuelos inspiran, alientan, instruyen, apoyan y con mi abuelo no ha sido la excepción. Con mi abuelo he pasado momentos fascinantes, cierto día hicimos una caminata ecológica al Picacho, mi abuelo, él que es tan curioso me invitó, para que juntos tuviéramos la experiencia de conocer, y yo me le pegué al paso. Como subimos tanto nos cansamos mucho, pero decididos a llegar a la meta, seguimos nuestro camino, éste era rocoso pero al �nal llegamos a pastos verdes, vimos una mata y mi papito se dirigió a ella y vio que estaba mala, yo lo seguí; cuando pasamos la malla encontramos un camino que llevaba a la cima de la montaña y vimos una mariposa enredada en una telaraña y mi papito tuvo pesar y la rescató con lo que siempre lleva en su mano, su sombrilla y yo quedé muy feliz, porque la mariposa volvió a alzar sus alas y voló al cielo azul y seguimos nuestro camino, vimos unas escalas y estas eran muuuuchas y mi papito empezó a subirlas y yo estaba tan cansado que casi me pierdo, porque mi papito iba muy rápido hasta que por �n lo alcancé y vimos muchas mariposas, �ores y rosas que tenían un aroma delicioso, quedamos enamorados de su olor.

Seguimos nuestro camino y vimos una cueva y había un cartel que decía que alguien habitó en ella, yo pensé eran los cavernícolas, me pareció muy raro, siguiendo nuestro camino por

�n llegamos a la cima y estaba feliz observando el paisaje, también vi allá arriba un cristo, mi papito me dijo que marcara mi nombre en la pared, prestándome su lapicero yo marqué mi nombre, dentro de mi pensaba que cuando yo fuera grande y trajera a este lugar mis hijos, ellos verían también el nombre que yo puse un día con mi querido papito, dentro de mi pensaba tantas cosas, que con los papitos se pasan tiempos espectaculares, nos sacan a pasear, también que cuando seamos grandes fuéramos fuertes, que cuando nos manden a repasar las tablas, las sumas, etc., es por un bien, ellos quieren que seamos inteligentes en nuestra vida y que seamos felices; mi papito es un hombre muy detallista siempre que ve algo con rayas o con bolas o tal vez con puntos, él quiere que yo lo mire una vez y luego le diga cómo era, en esa caminata vimos tantas cosas, entre ellas vimos muchos caballos, él con sus ganas de que yo sea observador, me dijo ¿cuántos caballos hay allá? pero yo no le supe responder, fue entonces cuando me hizo la observación ¡hijo: yo quiero que todo lo que pase a tu alrededor no lo pases por desapercibido, y en cuanto a la escuela que seas bueno en la matemáticas y en español y me gusta mucho que tengas buena comprensión de lectura!, llegué aprendiendo mucho a mi casa y compartiendo con el resto de mi familia todas las experiencias vividas con mi papito.

Pasado un tiempo, mi papito planeaba otra salida pedagógica conmigo, yo feliz, dije que ¡¡¡si¡¡¡ solo faltaba el permiso de mis papás.

Fuimos entonces al Cerro El Volador, papito me dijo que era una montaña muy alta, muy grande y que podíamos ver los aviones muy cerca, emprendimos entonces nuestra salida. Cuando íbamos a mitad de camino pasamos por la clínica llamada Pablo Tobón, aprovechó y me contó algunas cosas, que mi prima Sofía había estado hospitalizada y muy enfermita, mientras compartía conmigo todo aquello nos refrescamos un poco. Seguimos nuestro camino, ya casi empezando a subir la loma se acordó de otra de sus anécdotas, me contó que, cuando mi papá era un niño

se lo llevó a repartir correo, el primer día mi papá quedo súper cansado, mi papito pensó en seguirlo llevando, pero no se imaginaba que ya mi papá se había ideado un plan, hacerse el enfermo. Pues su plan funcionó y al otro día no fue a trabajar con él, yo me reí mucho y me acordaba de como soy tan parecido a mi papá. Seguimos entonces nuestro camino, y nos metimos por una hierba muy alta, como mi papito siempre lleva en su mano su amada sombrilla estaba delante de mi abriéndome el paso, en un momento me encontré solo y me asusté mucho, del susto casi me caigo en un hueco, pero el miedo me impulsó a abrir yo solo el paso y alcanzar a mi papito.

Esto también me enseñó que uno en la vida puede tener problemas que nos pueden dejar sin fuerzas, pero el temor nos puede impulsar hacia adelante y así encontrar a alguien en quien con�ar, al llegar a cierta parte vimos una reja muy grande, entonces subimos por ella, al otro lado vimos muchos árboles tantos que no sabíamos que nos encontraríamos, al ver un tronco de árbol en el piso caminamos por encima de él, cuando ya habíamos pasado llegamos a tierra �rme. Al seguir caminando vimos una �nca, en sus afueras habían cocas de perros, nos asustamos mucho porque también escuchamos sus ladridos. Mi papito y yo salimos corriendo, nos tuvimos que devolver por el árbol que antes habíamos montado caminando o mejor decir corriendo y en su mano como siempre llevaba su sombrilla.

Al poco tiempo fuimos a celebrar el cumpleaños de mi papá en un lugar hermoso, disfrutamos de mucha carne llanera, montamos en pony y vimos corrida de caballo, nos divertimos mucho, mientras yo tomaba fotos a la naturaleza, mi papá me mostró en el cielo azul los muchos colores de las cometas y sus diferentes formas, de pronto me di cuenta que ese lugar me era muy familiar, ¡claro! ya había estado allí con mi papito, entonces le pregunté qué cuando íbamos a volver a hacer una de nuestras caminatas ecológicas, y me puse muy triste porque me di cuenta que la salud de mi papito ya no era la misma. Pero en una de nuestras conversaciones me dijo que de los abuelos se aprende

mucho. Entonces decidí emprender un viaje con mi bisabuelo al pasado.

Capítulo 2

Mi bisabuelo El Colonizador

Estábamos sentados en el parque, a mí me encanta escuchar sus anécdotas, sus historias cómo con tanto esfuerzo y sacri�cio consiguió todas las cosas, mi bisabuelo tiene 94 años. Un día me dijo, ¡mijo! Voy a contarte parte de mi vida.

Vivíamos en una �nca pequeña al lado del Río Magdalena, me contó que se reunieron varios vecinos y planearon la partida, se internaron en la selva y empezaron a preparar su terreno. Cada uno arrancó con su grupo familiar, gallinas, sus perros, terneros y sus cerdos. Mi bisabuelo se llama Miguel, él partió solo y vivió solo.

Mientras me contaba, yo quedaba como en suspenso mientras él ilusionado me lo contaba todo. Empezó viviendo en un rancho pero se sentía muy solo, me dijo que al poco tiempo tenía compañía, sus perros lo habían seguido, campeón, guardián y la negra. Cada día trabajaba más fuerte alimentándose con agua y frutas, un día decidió bajar al pueblo más cercano, allí conoció a mi bisabuela, se enamoraron y al tiempo tuvieron muchos hijos.

Cuando ya se estableció con su familia en su �nca ya no le tocaba el trabajo a él solo, porque mi bisabuela trabajaba duro con él por el bienestar de toda su familia, era una mujer muy emprendedora y amaba mucho su familia, ella se preocupaba por todos sus hijos y nietos, me contó que a todos les dio un pedacito de tierra para que edi�caran sus casas, ¡yo la quise mucho y la alcance a conocer! ella murió cuando tenía 76 años y yo tenía como 3 años.

Las historias de mi bisabuelo dejaron para siempre marcado mi

corazón y sus lindas enseñanzas, cazando gurres, montando a caballo, comiendo culebras, es fascinante y a veces se me revuelve el estómago al escuchar que comían chuchas, tatabra, saíno, cuando se iba de caza se quedaba hasta tres días; me quedé impactado cuando me dijo que una culebra que se llamaba cabeza de candado se tragó su mascota y cuando abrieron el vientre de la culebra el perro ya estaba ahogado. Mis �eles compañeros, (los perros) me avisaban con sus aullidos cuando bajaban de la montaña los lobos, los tigres, leones y gavilanes. En cierta ocasión escuchó el chillido de un cerdo, siguió su rastro hasta el bordo de una quebrada y lo encontró muerto, lo había arrastrado un tigre o un león, esperaba que al anochecer la �era regresaba por él y así ocurrió, ¡cogí mi escopeta y le disparé!

Me enseñó que las especies animales no se deben matar, ni maltratar, que en muchas ocasiones lo hizo por vivir. También me contó de los mitos y leyendas de la selva tales como: el coco, la llorona, la pata sola y otras.

En mi viaje, con sus historias le pregunté que si él no le tenía miedo a nada y él me dijo que a lo único que le tenía miedo era a las serpientes. Me contó también que tenía una �nca muy grande, allí tenía ganado, gallinas las cuales mataba cada vez que llegaba una visita, había allí gansos, pájaros, perros, gatos y pizcos. Mi papá cuando estaba allí en la �nca el bisabuelo lo mandaba a que cogiera las yucas para dárselas a los marranos, mi bisabuelo también me contó que él tenía una yegua que le sacaba mucha rabia porque era algo perezosa y el cogió una rama para pegarle pero la yegua se movió y el bisabuelo le sacó un ojo.

Pasado el tiempo me abrazó y me dijo ¡mijo extraño la naturaleza! y me aconsejó: ¡trata de conservar la naturaleza, siembra muchos árboles y protege los animales!

Me abrazó suavemente y sonrió.

Pedrito perdido en el bosqueFinalista

Mateo Rave Ramírez 8 años Categoría: 1Institución EducativaPresbítero Camilo TorresMedellín – Antioquia

Pedrito era un niño muy curioso, vivía con su mamá, con su tía y con su mascota, un mico que se llamaba Monic.

Un día doña María la mamá del niño lo mandó a donde don Joaquín el señor de la tienda, para que le �ara dos bolsas de leche y un paquete de panes. Pedrito se fue con su mascota porque siempre que el niño salía se iba con su mascota. El niño se fue para la tienda y le pidió �ado lo que su mamá le habían encargado, en vez de irse para la casa se fue con su mascota para el bosque.

Pasaron cinco horas desde que su mamá lo había mandado a la tienda, ella estaba muy preocupada porque sabía cómo era el niño de curioso.

En el bosque el niño estaba muy contento jugando con su mascota y con una tortuga, con una iguana y cogiendo mariposas.

El niño se comió lo que don Joaquín le había �ado a su mamá y no se daba cuenta que ya estaba muy tarde. Cuando empezó a oscurecer Pedrito cogió a su mascota y se despidió de la tortuga y de la iguana y la tortuga, pero cuando cogió el camino a casa, se dio cuenta de que estaba perdido.

Y dio vueltas y más vueltas, pero no encontró el camino, Pedrito se quedó dormido debajo de un árbol con su mascota, cuando a la media noche Pedrito se despertó todo asustado diciendo: ¿yo que hago aquí, dónde estoy, dónde está mi mamá y mi tía?

Solo estamos Monic y yo, cuando de repente salió un erizo y Pedrito se dio cuenta de que estaba en el bosque perdido, se puso a llorar y a gritar y le decía a Monic, mi mamá me va pegar, y no paraba de gritar y de llorar.

De repente fueron saliendo varios animales del bosque que lo consolaron y le hicieron compañía a Pedrito y a la mascota.

Don Tito el cuidador del bosque lo encontró y le preguntó que él que estaba haciendo tan temprano en el bosque y Pedrito le contó todo lo que le había pasado, don Tito le preguntó que dónde estaba la mascota que estaba con él, y Pedrito le contestó: se asustó y me dejó, demás que en esto viene. Don Tito le dijo: venga lo llevo a su casa, que su mamá y su tía deben estar muy preocupadas.

Pedrito le respondió, yo no me voy sin mi mascota, cuando de repente apareció Monic con unas bananas y lo abrazó.

Don Tito los llevó a la casa, la mamá y la tía, se pusieron muy contentas y le dieron las gracias, Pedrito le contó a su mamá y a su tía Luz la experiencia que vivió en el bosque con los animales y que había aprendido mucho, pero que él no volvía a hacer eso, porque se asustó mucho cuando se vio rodeado de tantos animales tan bravos.

Conclusión

• Este cuento que es de la vida real me enseñó muchas tradiciones, valores y esperanzas de lograr un futuro mejor.

• Escribiendo este cuento me di cuenta de la importancia que tiene la familia y vivir en armonía

Glosario

• Ecológica: que de�ende y protege el medio ambiente.

• Galopar: cabalgar (una persona) sobre un caballo que va a galope.

• Pedagógica: que pretende educar, enseñar o instruir en un campo determinado.

• Saíno: animal que tiene una apariencia parecida a la de un cerdo doméstico. El pelaje es oscuro, delicadamente moteado de blanco. También se le llama tatabra.

Page 30: X Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

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Mis abuelos y yo en los viajes del pasadoy del presente

Finalista

José Daniel Arroyave Vanegas10 añosCategoría: 1Institución Educativa Maestro Pedro Nel GómezMedellín – Antioquia

Capítulo 1

Los abuelos inspiran, alientan, instruyen, apoyan y con mi abuelo no ha sido la excepción. Con mi abuelo he pasado momentos fascinantes, cierto día hicimos una caminata ecológica al Picacho, mi abuelo, él que es tan curioso me invitó, para que juntos tuviéramos la experiencia de conocer, y yo me le pegué al paso. Como subimos tanto nos cansamos mucho, pero decididos a llegar a la meta, seguimos nuestro camino, éste era rocoso pero al �nal llegamos a pastos verdes, vimos una mata y mi papito se dirigió a ella y vio que estaba mala, yo lo seguí; cuando pasamos la malla encontramos un camino que llevaba a la cima de la montaña y vimos una mariposa enredada en una telaraña y mi papito tuvo pesar y la rescató con lo que siempre lleva en su mano, su sombrilla y yo quedé muy feliz, porque la mariposa volvió a alzar sus alas y voló al cielo azul y seguimos nuestro camino, vimos unas escalas y estas eran muuuuchas y mi papito empezó a subirlas y yo estaba tan cansado que casi me pierdo, porque mi papito iba muy rápido hasta que por �n lo alcancé y vimos muchas mariposas, �ores y rosas que tenían un aroma delicioso, quedamos enamorados de su olor.

Seguimos nuestro camino y vimos una cueva y había un cartel que decía que alguien habitó en ella, yo pensé eran los cavernícolas, me pareció muy raro, siguiendo nuestro camino por

�n llegamos a la cima y estaba feliz observando el paisaje, también vi allá arriba un cristo, mi papito me dijo que marcara mi nombre en la pared, prestándome su lapicero yo marqué mi nombre, dentro de mi pensaba que cuando yo fuera grande y trajera a este lugar mis hijos, ellos verían también el nombre que yo puse un día con mi querido papito, dentro de mi pensaba tantas cosas, que con los papitos se pasan tiempos espectaculares, nos sacan a pasear, también que cuando seamos grandes fuéramos fuertes, que cuando nos manden a repasar las tablas, las sumas, etc., es por un bien, ellos quieren que seamos inteligentes en nuestra vida y que seamos felices; mi papito es un hombre muy detallista siempre que ve algo con rayas o con bolas o tal vez con puntos, él quiere que yo lo mire una vez y luego le diga cómo era, en esa caminata vimos tantas cosas, entre ellas vimos muchos caballos, él con sus ganas de que yo sea observador, me dijo ¿cuántos caballos hay allá? pero yo no le supe responder, fue entonces cuando me hizo la observación ¡hijo: yo quiero que todo lo que pase a tu alrededor no lo pases por desapercibido, y en cuanto a la escuela que seas bueno en la matemáticas y en español y me gusta mucho que tengas buena comprensión de lectura!, llegué aprendiendo mucho a mi casa y compartiendo con el resto de mi familia todas las experiencias vividas con mi papito.

Pasado un tiempo, mi papito planeaba otra salida pedagógica conmigo, yo feliz, dije que ¡¡¡si¡¡¡ solo faltaba el permiso de mis papás.

Fuimos entonces al Cerro El Volador, papito me dijo que era una montaña muy alta, muy grande y que podíamos ver los aviones muy cerca, emprendimos entonces nuestra salida. Cuando íbamos a mitad de camino pasamos por la clínica llamada Pablo Tobón, aprovechó y me contó algunas cosas, que mi prima Sofía había estado hospitalizada y muy enfermita, mientras compartía conmigo todo aquello nos refrescamos un poco. Seguimos nuestro camino, ya casi empezando a subir la loma se acordó de otra de sus anécdotas, me contó que, cuando mi papá era un niño

se lo llevó a repartir correo, el primer día mi papá quedo súper cansado, mi papito pensó en seguirlo llevando, pero no se imaginaba que ya mi papá se había ideado un plan, hacerse el enfermo. Pues su plan funcionó y al otro día no fue a trabajar con él, yo me reí mucho y me acordaba de como soy tan parecido a mi papá. Seguimos entonces nuestro camino, y nos metimos por una hierba muy alta, como mi papito siempre lleva en su mano su amada sombrilla estaba delante de mi abriéndome el paso, en un momento me encontré solo y me asusté mucho, del susto casi me caigo en un hueco, pero el miedo me impulsó a abrir yo solo el paso y alcanzar a mi papito.

Esto también me enseñó que uno en la vida puede tener problemas que nos pueden dejar sin fuerzas, pero el temor nos puede impulsar hacia adelante y así encontrar a alguien en quien con�ar, al llegar a cierta parte vimos una reja muy grande, entonces subimos por ella, al otro lado vimos muchos árboles tantos que no sabíamos que nos encontraríamos, al ver un tronco de árbol en el piso caminamos por encima de él, cuando ya habíamos pasado llegamos a tierra �rme. Al seguir caminando vimos una �nca, en sus afueras habían cocas de perros, nos asustamos mucho porque también escuchamos sus ladridos. Mi papito y yo salimos corriendo, nos tuvimos que devolver por el árbol que antes habíamos montado caminando o mejor decir corriendo y en su mano como siempre llevaba su sombrilla.

Al poco tiempo fuimos a celebrar el cumpleaños de mi papá en un lugar hermoso, disfrutamos de mucha carne llanera, montamos en pony y vimos corrida de caballo, nos divertimos mucho, mientras yo tomaba fotos a la naturaleza, mi papá me mostró en el cielo azul los muchos colores de las cometas y sus diferentes formas, de pronto me di cuenta que ese lugar me era muy familiar, ¡claro! ya había estado allí con mi papito, entonces le pregunté qué cuando íbamos a volver a hacer una de nuestras caminatas ecológicas, y me puse muy triste porque me di cuenta que la salud de mi papito ya no era la misma. Pero en una de nuestras conversaciones me dijo que de los abuelos se aprende

mucho. Entonces decidí emprender un viaje con mi bisabuelo al pasado.

Capítulo 2

Mi bisabuelo El Colonizador

Estábamos sentados en el parque, a mí me encanta escuchar sus anécdotas, sus historias cómo con tanto esfuerzo y sacri�cio consiguió todas las cosas, mi bisabuelo tiene 94 años. Un día me dijo, ¡mijo! Voy a contarte parte de mi vida.

Vivíamos en una �nca pequeña al lado del Río Magdalena, me contó que se reunieron varios vecinos y planearon la partida, se internaron en la selva y empezaron a preparar su terreno. Cada uno arrancó con su grupo familiar, gallinas, sus perros, terneros y sus cerdos. Mi bisabuelo se llama Miguel, él partió solo y vivió solo.

Mientras me contaba, yo quedaba como en suspenso mientras él ilusionado me lo contaba todo. Empezó viviendo en un rancho pero se sentía muy solo, me dijo que al poco tiempo tenía compañía, sus perros lo habían seguido, campeón, guardián y la negra. Cada día trabajaba más fuerte alimentándose con agua y frutas, un día decidió bajar al pueblo más cercano, allí conoció a mi bisabuela, se enamoraron y al tiempo tuvieron muchos hijos.

Cuando ya se estableció con su familia en su �nca ya no le tocaba el trabajo a él solo, porque mi bisabuela trabajaba duro con él por el bienestar de toda su familia, era una mujer muy emprendedora y amaba mucho su familia, ella se preocupaba por todos sus hijos y nietos, me contó que a todos les dio un pedacito de tierra para que edi�caran sus casas, ¡yo la quise mucho y la alcance a conocer! ella murió cuando tenía 76 años y yo tenía como 3 años.

Las historias de mi bisabuelo dejaron para siempre marcado mi

corazón y sus lindas enseñanzas, cazando gurres, montando a caballo, comiendo culebras, es fascinante y a veces se me revuelve el estómago al escuchar que comían chuchas, tatabra, saíno, cuando se iba de caza se quedaba hasta tres días; me quedé impactado cuando me dijo que una culebra que se llamaba cabeza de candado se tragó su mascota y cuando abrieron el vientre de la culebra el perro ya estaba ahogado. Mis �eles compañeros, (los perros) me avisaban con sus aullidos cuando bajaban de la montaña los lobos, los tigres, leones y gavilanes. En cierta ocasión escuchó el chillido de un cerdo, siguió su rastro hasta el bordo de una quebrada y lo encontró muerto, lo había arrastrado un tigre o un león, esperaba que al anochecer la �era regresaba por él y así ocurrió, ¡cogí mi escopeta y le disparé!

Me enseñó que las especies animales no se deben matar, ni maltratar, que en muchas ocasiones lo hizo por vivir. También me contó de los mitos y leyendas de la selva tales como: el coco, la llorona, la pata sola y otras.

En mi viaje, con sus historias le pregunté que si él no le tenía miedo a nada y él me dijo que a lo único que le tenía miedo era a las serpientes. Me contó también que tenía una �nca muy grande, allí tenía ganado, gallinas las cuales mataba cada vez que llegaba una visita, había allí gansos, pájaros, perros, gatos y pizcos. Mi papá cuando estaba allí en la �nca el bisabuelo lo mandaba a que cogiera las yucas para dárselas a los marranos, mi bisabuelo también me contó que él tenía una yegua que le sacaba mucha rabia porque era algo perezosa y el cogió una rama para pegarle pero la yegua se movió y el bisabuelo le sacó un ojo.

Pasado el tiempo me abrazó y me dijo ¡mijo extraño la naturaleza! y me aconsejó: ¡trata de conservar la naturaleza, siembra muchos árboles y protege los animales!

Me abrazó suavemente y sonrió.

Pedrito perdido en el bosqueFinalista

Mateo Rave Ramírez 8 años Categoría: 1Institución EducativaPresbítero Camilo TorresMedellín – Antioquia

Pedrito era un niño muy curioso, vivía con su mamá, con su tía y con su mascota, un mico que se llamaba Monic.

Un día doña María la mamá del niño lo mandó a donde don Joaquín el señor de la tienda, para que le �ara dos bolsas de leche y un paquete de panes. Pedrito se fue con su mascota porque siempre que el niño salía se iba con su mascota. El niño se fue para la tienda y le pidió �ado lo que su mamá le habían encargado, en vez de irse para la casa se fue con su mascota para el bosque.

Pasaron cinco horas desde que su mamá lo había mandado a la tienda, ella estaba muy preocupada porque sabía cómo era el niño de curioso.

En el bosque el niño estaba muy contento jugando con su mascota y con una tortuga, con una iguana y cogiendo mariposas.

El niño se comió lo que don Joaquín le había �ado a su mamá y no se daba cuenta que ya estaba muy tarde. Cuando empezó a oscurecer Pedrito cogió a su mascota y se despidió de la tortuga y de la iguana y la tortuga, pero cuando cogió el camino a casa, se dio cuenta de que estaba perdido.

Y dio vueltas y más vueltas, pero no encontró el camino, Pedrito se quedó dormido debajo de un árbol con su mascota, cuando a la media noche Pedrito se despertó todo asustado diciendo: ¿yo que hago aquí, dónde estoy, dónde está mi mamá y mi tía?

Solo estamos Monic y yo, cuando de repente salió un erizo y Pedrito se dio cuenta de que estaba en el bosque perdido, se puso a llorar y a gritar y le decía a Monic, mi mamá me va pegar, y no paraba de gritar y de llorar.

De repente fueron saliendo varios animales del bosque que lo consolaron y le hicieron compañía a Pedrito y a la mascota.

Don Tito el cuidador del bosque lo encontró y le preguntó que él que estaba haciendo tan temprano en el bosque y Pedrito le contó todo lo que le había pasado, don Tito le preguntó que dónde estaba la mascota que estaba con él, y Pedrito le contestó: se asustó y me dejó, demás que en esto viene. Don Tito le dijo: venga lo llevo a su casa, que su mamá y su tía deben estar muy preocupadas.

Pedrito le respondió, yo no me voy sin mi mascota, cuando de repente apareció Monic con unas bananas y lo abrazó.

Don Tito los llevó a la casa, la mamá y la tía, se pusieron muy contentas y le dieron las gracias, Pedrito le contó a su mamá y a su tía Luz la experiencia que vivió en el bosque con los animales y que había aprendido mucho, pero que él no volvía a hacer eso, porque se asustó mucho cuando se vio rodeado de tantos animales tan bravos.

Conclusión

• Este cuento que es de la vida real me enseñó muchas tradiciones, valores y esperanzas de lograr un futuro mejor.

• Escribiendo este cuento me di cuenta de la importancia que tiene la familia y vivir en armonía

Glosario

• Ecológica: que de�ende y protege el medio ambiente.

• Galopar: cabalgar (una persona) sobre un caballo que va a galope.

• Pedagógica: que pretende educar, enseñar o instruir en un campo determinado.

• Saíno: animal que tiene una apariencia parecida a la de un cerdo doméstico. El pelaje es oscuro, delicadamente moteado de blanco. También se le llama tatabra.

Page 31: X Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

Décimo Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

29

Mis abuelos y yo en los viajes del pasadoy del presente

Finalista

José Daniel Arroyave Vanegas10 añosCategoría: 1Institución Educativa Maestro Pedro Nel GómezMedellín – Antioquia

Capítulo 1

Los abuelos inspiran, alientan, instruyen, apoyan y con mi abuelo no ha sido la excepción. Con mi abuelo he pasado momentos fascinantes, cierto día hicimos una caminata ecológica al Picacho, mi abuelo, él que es tan curioso me invitó, para que juntos tuviéramos la experiencia de conocer, y yo me le pegué al paso. Como subimos tanto nos cansamos mucho, pero decididos a llegar a la meta, seguimos nuestro camino, éste era rocoso pero al �nal llegamos a pastos verdes, vimos una mata y mi papito se dirigió a ella y vio que estaba mala, yo lo seguí; cuando pasamos la malla encontramos un camino que llevaba a la cima de la montaña y vimos una mariposa enredada en una telaraña y mi papito tuvo pesar y la rescató con lo que siempre lleva en su mano, su sombrilla y yo quedé muy feliz, porque la mariposa volvió a alzar sus alas y voló al cielo azul y seguimos nuestro camino, vimos unas escalas y estas eran muuuuchas y mi papito empezó a subirlas y yo estaba tan cansado que casi me pierdo, porque mi papito iba muy rápido hasta que por �n lo alcancé y vimos muchas mariposas, �ores y rosas que tenían un aroma delicioso, quedamos enamorados de su olor.

Seguimos nuestro camino y vimos una cueva y había un cartel que decía que alguien habitó en ella, yo pensé eran los cavernícolas, me pareció muy raro, siguiendo nuestro camino por

�n llegamos a la cima y estaba feliz observando el paisaje, también vi allá arriba un cristo, mi papito me dijo que marcara mi nombre en la pared, prestándome su lapicero yo marqué mi nombre, dentro de mi pensaba que cuando yo fuera grande y trajera a este lugar mis hijos, ellos verían también el nombre que yo puse un día con mi querido papito, dentro de mi pensaba tantas cosas, que con los papitos se pasan tiempos espectaculares, nos sacan a pasear, también que cuando seamos grandes fuéramos fuertes, que cuando nos manden a repasar las tablas, las sumas, etc., es por un bien, ellos quieren que seamos inteligentes en nuestra vida y que seamos felices; mi papito es un hombre muy detallista siempre que ve algo con rayas o con bolas o tal vez con puntos, él quiere que yo lo mire una vez y luego le diga cómo era, en esa caminata vimos tantas cosas, entre ellas vimos muchos caballos, él con sus ganas de que yo sea observador, me dijo ¿cuántos caballos hay allá? pero yo no le supe responder, fue entonces cuando me hizo la observación ¡hijo: yo quiero que todo lo que pase a tu alrededor no lo pases por desapercibido, y en cuanto a la escuela que seas bueno en la matemáticas y en español y me gusta mucho que tengas buena comprensión de lectura!, llegué aprendiendo mucho a mi casa y compartiendo con el resto de mi familia todas las experiencias vividas con mi papito.

Pasado un tiempo, mi papito planeaba otra salida pedagógica conmigo, yo feliz, dije que ¡¡¡si¡¡¡ solo faltaba el permiso de mis papás.

Fuimos entonces al Cerro El Volador, papito me dijo que era una montaña muy alta, muy grande y que podíamos ver los aviones muy cerca, emprendimos entonces nuestra salida. Cuando íbamos a mitad de camino pasamos por la clínica llamada Pablo Tobón, aprovechó y me contó algunas cosas, que mi prima Sofía había estado hospitalizada y muy enfermita, mientras compartía conmigo todo aquello nos refrescamos un poco. Seguimos nuestro camino, ya casi empezando a subir la loma se acordó de otra de sus anécdotas, me contó que, cuando mi papá era un niño

se lo llevó a repartir correo, el primer día mi papá quedo súper cansado, mi papito pensó en seguirlo llevando, pero no se imaginaba que ya mi papá se había ideado un plan, hacerse el enfermo. Pues su plan funcionó y al otro día no fue a trabajar con él, yo me reí mucho y me acordaba de como soy tan parecido a mi papá. Seguimos entonces nuestro camino, y nos metimos por una hierba muy alta, como mi papito siempre lleva en su mano su amada sombrilla estaba delante de mi abriéndome el paso, en un momento me encontré solo y me asusté mucho, del susto casi me caigo en un hueco, pero el miedo me impulsó a abrir yo solo el paso y alcanzar a mi papito.

Esto también me enseñó que uno en la vida puede tener problemas que nos pueden dejar sin fuerzas, pero el temor nos puede impulsar hacia adelante y así encontrar a alguien en quien con�ar, al llegar a cierta parte vimos una reja muy grande, entonces subimos por ella, al otro lado vimos muchos árboles tantos que no sabíamos que nos encontraríamos, al ver un tronco de árbol en el piso caminamos por encima de él, cuando ya habíamos pasado llegamos a tierra �rme. Al seguir caminando vimos una �nca, en sus afueras habían cocas de perros, nos asustamos mucho porque también escuchamos sus ladridos. Mi papito y yo salimos corriendo, nos tuvimos que devolver por el árbol que antes habíamos montado caminando o mejor decir corriendo y en su mano como siempre llevaba su sombrilla.

Al poco tiempo fuimos a celebrar el cumpleaños de mi papá en un lugar hermoso, disfrutamos de mucha carne llanera, montamos en pony y vimos corrida de caballo, nos divertimos mucho, mientras yo tomaba fotos a la naturaleza, mi papá me mostró en el cielo azul los muchos colores de las cometas y sus diferentes formas, de pronto me di cuenta que ese lugar me era muy familiar, ¡claro! ya había estado allí con mi papito, entonces le pregunté qué cuando íbamos a volver a hacer una de nuestras caminatas ecológicas, y me puse muy triste porque me di cuenta que la salud de mi papito ya no era la misma. Pero en una de nuestras conversaciones me dijo que de los abuelos se aprende

mucho. Entonces decidí emprender un viaje con mi bisabuelo al pasado.

Capítulo 2

Mi bisabuelo El Colonizador

Estábamos sentados en el parque, a mí me encanta escuchar sus anécdotas, sus historias cómo con tanto esfuerzo y sacri�cio consiguió todas las cosas, mi bisabuelo tiene 94 años. Un día me dijo, ¡mijo! Voy a contarte parte de mi vida.

Vivíamos en una �nca pequeña al lado del Río Magdalena, me contó que se reunieron varios vecinos y planearon la partida, se internaron en la selva y empezaron a preparar su terreno. Cada uno arrancó con su grupo familiar, gallinas, sus perros, terneros y sus cerdos. Mi bisabuelo se llama Miguel, él partió solo y vivió solo.

Mientras me contaba, yo quedaba como en suspenso mientras él ilusionado me lo contaba todo. Empezó viviendo en un rancho pero se sentía muy solo, me dijo que al poco tiempo tenía compañía, sus perros lo habían seguido, campeón, guardián y la negra. Cada día trabajaba más fuerte alimentándose con agua y frutas, un día decidió bajar al pueblo más cercano, allí conoció a mi bisabuela, se enamoraron y al tiempo tuvieron muchos hijos.

Cuando ya se estableció con su familia en su �nca ya no le tocaba el trabajo a él solo, porque mi bisabuela trabajaba duro con él por el bienestar de toda su familia, era una mujer muy emprendedora y amaba mucho su familia, ella se preocupaba por todos sus hijos y nietos, me contó que a todos les dio un pedacito de tierra para que edi�caran sus casas, ¡yo la quise mucho y la alcance a conocer! ella murió cuando tenía 76 años y yo tenía como 3 años.

Las historias de mi bisabuelo dejaron para siempre marcado mi

corazón y sus lindas enseñanzas, cazando gurres, montando a caballo, comiendo culebras, es fascinante y a veces se me revuelve el estómago al escuchar que comían chuchas, tatabra, saíno, cuando se iba de caza se quedaba hasta tres días; me quedé impactado cuando me dijo que una culebra que se llamaba cabeza de candado se tragó su mascota y cuando abrieron el vientre de la culebra el perro ya estaba ahogado. Mis �eles compañeros, (los perros) me avisaban con sus aullidos cuando bajaban de la montaña los lobos, los tigres, leones y gavilanes. En cierta ocasión escuchó el chillido de un cerdo, siguió su rastro hasta el bordo de una quebrada y lo encontró muerto, lo había arrastrado un tigre o un león, esperaba que al anochecer la �era regresaba por él y así ocurrió, ¡cogí mi escopeta y le disparé!

Me enseñó que las especies animales no se deben matar, ni maltratar, que en muchas ocasiones lo hizo por vivir. También me contó de los mitos y leyendas de la selva tales como: el coco, la llorona, la pata sola y otras.

En mi viaje, con sus historias le pregunté que si él no le tenía miedo a nada y él me dijo que a lo único que le tenía miedo era a las serpientes. Me contó también que tenía una �nca muy grande, allí tenía ganado, gallinas las cuales mataba cada vez que llegaba una visita, había allí gansos, pájaros, perros, gatos y pizcos. Mi papá cuando estaba allí en la �nca el bisabuelo lo mandaba a que cogiera las yucas para dárselas a los marranos, mi bisabuelo también me contó que él tenía una yegua que le sacaba mucha rabia porque era algo perezosa y el cogió una rama para pegarle pero la yegua se movió y el bisabuelo le sacó un ojo.

Pasado el tiempo me abrazó y me dijo ¡mijo extraño la naturaleza! y me aconsejó: ¡trata de conservar la naturaleza, siembra muchos árboles y protege los animales!

Me abrazó suavemente y sonrió.

Pedrito perdido en el bosqueFinalista

Mateo Rave Ramírez 8 años Categoría: 1Institución EducativaPresbítero Camilo TorresMedellín – Antioquia

Pedrito era un niño muy curioso, vivía con su mamá, con su tía y con su mascota, un mico que se llamaba Monic.

Un día doña María la mamá del niño lo mandó a donde don Joaquín el señor de la tienda, para que le �ara dos bolsas de leche y un paquete de panes. Pedrito se fue con su mascota porque siempre que el niño salía se iba con su mascota. El niño se fue para la tienda y le pidió �ado lo que su mamá le habían encargado, en vez de irse para la casa se fue con su mascota para el bosque.

Pasaron cinco horas desde que su mamá lo había mandado a la tienda, ella estaba muy preocupada porque sabía cómo era el niño de curioso.

En el bosque el niño estaba muy contento jugando con su mascota y con una tortuga, con una iguana y cogiendo mariposas.

El niño se comió lo que don Joaquín le había �ado a su mamá y no se daba cuenta que ya estaba muy tarde. Cuando empezó a oscurecer Pedrito cogió a su mascota y se despidió de la tortuga y de la iguana y la tortuga, pero cuando cogió el camino a casa, se dio cuenta de que estaba perdido.

Y dio vueltas y más vueltas, pero no encontró el camino, Pedrito se quedó dormido debajo de un árbol con su mascota, cuando a la media noche Pedrito se despertó todo asustado diciendo: ¿yo que hago aquí, dónde estoy, dónde está mi mamá y mi tía?

Solo estamos Monic y yo, cuando de repente salió un erizo y Pedrito se dio cuenta de que estaba en el bosque perdido, se puso a llorar y a gritar y le decía a Monic, mi mamá me va pegar, y no paraba de gritar y de llorar.

De repente fueron saliendo varios animales del bosque que lo consolaron y le hicieron compañía a Pedrito y a la mascota.

Don Tito el cuidador del bosque lo encontró y le preguntó que él que estaba haciendo tan temprano en el bosque y Pedrito le contó todo lo que le había pasado, don Tito le preguntó que dónde estaba la mascota que estaba con él, y Pedrito le contestó: se asustó y me dejó, demás que en esto viene. Don Tito le dijo: venga lo llevo a su casa, que su mamá y su tía deben estar muy preocupadas.

Pedrito le respondió, yo no me voy sin mi mascota, cuando de repente apareció Monic con unas bananas y lo abrazó.

Don Tito los llevó a la casa, la mamá y la tía, se pusieron muy contentas y le dieron las gracias, Pedrito le contó a su mamá y a su tía Luz la experiencia que vivió en el bosque con los animales y que había aprendido mucho, pero que él no volvía a hacer eso, porque se asustó mucho cuando se vio rodeado de tantos animales tan bravos.

Conclusión

• Este cuento que es de la vida real me enseñó muchas tradiciones, valores y esperanzas de lograr un futuro mejor.

• Escribiendo este cuento me di cuenta de la importancia que tiene la familia y vivir en armonía

Glosario

• Ecológica: que de�ende y protege el medio ambiente.

• Galopar: cabalgar (una persona) sobre un caballo que va a galope.

• Pedagógica: que pretende educar, enseñar o instruir en un campo determinado.

• Saíno: animal que tiene una apariencia parecida a la de un cerdo doméstico. El pelaje es oscuro, delicadamente moteado de blanco. También se le llama tatabra.

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Mis abuelos y yo en los viajes del pasadoy del presente

Finalista

José Daniel Arroyave Vanegas10 añosCategoría: 1Institución Educativa Maestro Pedro Nel GómezMedellín – Antioquia

Capítulo 1

Los abuelos inspiran, alientan, instruyen, apoyan y con mi abuelo no ha sido la excepción. Con mi abuelo he pasado momentos fascinantes, cierto día hicimos una caminata ecológica al Picacho, mi abuelo, él que es tan curioso me invitó, para que juntos tuviéramos la experiencia de conocer, y yo me le pegué al paso. Como subimos tanto nos cansamos mucho, pero decididos a llegar a la meta, seguimos nuestro camino, éste era rocoso pero al �nal llegamos a pastos verdes, vimos una mata y mi papito se dirigió a ella y vio que estaba mala, yo lo seguí; cuando pasamos la malla encontramos un camino que llevaba a la cima de la montaña y vimos una mariposa enredada en una telaraña y mi papito tuvo pesar y la rescató con lo que siempre lleva en su mano, su sombrilla y yo quedé muy feliz, porque la mariposa volvió a alzar sus alas y voló al cielo azul y seguimos nuestro camino, vimos unas escalas y estas eran muuuuchas y mi papito empezó a subirlas y yo estaba tan cansado que casi me pierdo, porque mi papito iba muy rápido hasta que por �n lo alcancé y vimos muchas mariposas, �ores y rosas que tenían un aroma delicioso, quedamos enamorados de su olor.

Seguimos nuestro camino y vimos una cueva y había un cartel que decía que alguien habitó en ella, yo pensé eran los cavernícolas, me pareció muy raro, siguiendo nuestro camino por

�n llegamos a la cima y estaba feliz observando el paisaje, también vi allá arriba un cristo, mi papito me dijo que marcara mi nombre en la pared, prestándome su lapicero yo marqué mi nombre, dentro de mi pensaba que cuando yo fuera grande y trajera a este lugar mis hijos, ellos verían también el nombre que yo puse un día con mi querido papito, dentro de mi pensaba tantas cosas, que con los papitos se pasan tiempos espectaculares, nos sacan a pasear, también que cuando seamos grandes fuéramos fuertes, que cuando nos manden a repasar las tablas, las sumas, etc., es por un bien, ellos quieren que seamos inteligentes en nuestra vida y que seamos felices; mi papito es un hombre muy detallista siempre que ve algo con rayas o con bolas o tal vez con puntos, él quiere que yo lo mire una vez y luego le diga cómo era, en esa caminata vimos tantas cosas, entre ellas vimos muchos caballos, él con sus ganas de que yo sea observador, me dijo ¿cuántos caballos hay allá? pero yo no le supe responder, fue entonces cuando me hizo la observación ¡hijo: yo quiero que todo lo que pase a tu alrededor no lo pases por desapercibido, y en cuanto a la escuela que seas bueno en la matemáticas y en español y me gusta mucho que tengas buena comprensión de lectura!, llegué aprendiendo mucho a mi casa y compartiendo con el resto de mi familia todas las experiencias vividas con mi papito.

Pasado un tiempo, mi papito planeaba otra salida pedagógica conmigo, yo feliz, dije que ¡¡¡si¡¡¡ solo faltaba el permiso de mis papás.

Fuimos entonces al Cerro El Volador, papito me dijo que era una montaña muy alta, muy grande y que podíamos ver los aviones muy cerca, emprendimos entonces nuestra salida. Cuando íbamos a mitad de camino pasamos por la clínica llamada Pablo Tobón, aprovechó y me contó algunas cosas, que mi prima Sofía había estado hospitalizada y muy enfermita, mientras compartía conmigo todo aquello nos refrescamos un poco. Seguimos nuestro camino, ya casi empezando a subir la loma se acordó de otra de sus anécdotas, me contó que, cuando mi papá era un niño

se lo llevó a repartir correo, el primer día mi papá quedo súper cansado, mi papito pensó en seguirlo llevando, pero no se imaginaba que ya mi papá se había ideado un plan, hacerse el enfermo. Pues su plan funcionó y al otro día no fue a trabajar con él, yo me reí mucho y me acordaba de como soy tan parecido a mi papá. Seguimos entonces nuestro camino, y nos metimos por una hierba muy alta, como mi papito siempre lleva en su mano su amada sombrilla estaba delante de mi abriéndome el paso, en un momento me encontré solo y me asusté mucho, del susto casi me caigo en un hueco, pero el miedo me impulsó a abrir yo solo el paso y alcanzar a mi papito.

Esto también me enseñó que uno en la vida puede tener problemas que nos pueden dejar sin fuerzas, pero el temor nos puede impulsar hacia adelante y así encontrar a alguien en quien con�ar, al llegar a cierta parte vimos una reja muy grande, entonces subimos por ella, al otro lado vimos muchos árboles tantos que no sabíamos que nos encontraríamos, al ver un tronco de árbol en el piso caminamos por encima de él, cuando ya habíamos pasado llegamos a tierra �rme. Al seguir caminando vimos una �nca, en sus afueras habían cocas de perros, nos asustamos mucho porque también escuchamos sus ladridos. Mi papito y yo salimos corriendo, nos tuvimos que devolver por el árbol que antes habíamos montado caminando o mejor decir corriendo y en su mano como siempre llevaba su sombrilla.

Al poco tiempo fuimos a celebrar el cumpleaños de mi papá en un lugar hermoso, disfrutamos de mucha carne llanera, montamos en pony y vimos corrida de caballo, nos divertimos mucho, mientras yo tomaba fotos a la naturaleza, mi papá me mostró en el cielo azul los muchos colores de las cometas y sus diferentes formas, de pronto me di cuenta que ese lugar me era muy familiar, ¡claro! ya había estado allí con mi papito, entonces le pregunté qué cuando íbamos a volver a hacer una de nuestras caminatas ecológicas, y me puse muy triste porque me di cuenta que la salud de mi papito ya no era la misma. Pero en una de nuestras conversaciones me dijo que de los abuelos se aprende

mucho. Entonces decidí emprender un viaje con mi bisabuelo al pasado.

Capítulo 2

Mi bisabuelo El Colonizador

Estábamos sentados en el parque, a mí me encanta escuchar sus anécdotas, sus historias cómo con tanto esfuerzo y sacri�cio consiguió todas las cosas, mi bisabuelo tiene 94 años. Un día me dijo, ¡mijo! Voy a contarte parte de mi vida.

Vivíamos en una �nca pequeña al lado del Río Magdalena, me contó que se reunieron varios vecinos y planearon la partida, se internaron en la selva y empezaron a preparar su terreno. Cada uno arrancó con su grupo familiar, gallinas, sus perros, terneros y sus cerdos. Mi bisabuelo se llama Miguel, él partió solo y vivió solo.

Mientras me contaba, yo quedaba como en suspenso mientras él ilusionado me lo contaba todo. Empezó viviendo en un rancho pero se sentía muy solo, me dijo que al poco tiempo tenía compañía, sus perros lo habían seguido, campeón, guardián y la negra. Cada día trabajaba más fuerte alimentándose con agua y frutas, un día decidió bajar al pueblo más cercano, allí conoció a mi bisabuela, se enamoraron y al tiempo tuvieron muchos hijos.

Cuando ya se estableció con su familia en su �nca ya no le tocaba el trabajo a él solo, porque mi bisabuela trabajaba duro con él por el bienestar de toda su familia, era una mujer muy emprendedora y amaba mucho su familia, ella se preocupaba por todos sus hijos y nietos, me contó que a todos les dio un pedacito de tierra para que edi�caran sus casas, ¡yo la quise mucho y la alcance a conocer! ella murió cuando tenía 76 años y yo tenía como 3 años.

Las historias de mi bisabuelo dejaron para siempre marcado mi

corazón y sus lindas enseñanzas, cazando gurres, montando a caballo, comiendo culebras, es fascinante y a veces se me revuelve el estómago al escuchar que comían chuchas, tatabra, saíno, cuando se iba de caza se quedaba hasta tres días; me quedé impactado cuando me dijo que una culebra que se llamaba cabeza de candado se tragó su mascota y cuando abrieron el vientre de la culebra el perro ya estaba ahogado. Mis �eles compañeros, (los perros) me avisaban con sus aullidos cuando bajaban de la montaña los lobos, los tigres, leones y gavilanes. En cierta ocasión escuchó el chillido de un cerdo, siguió su rastro hasta el bordo de una quebrada y lo encontró muerto, lo había arrastrado un tigre o un león, esperaba que al anochecer la �era regresaba por él y así ocurrió, ¡cogí mi escopeta y le disparé!

Me enseñó que las especies animales no se deben matar, ni maltratar, que en muchas ocasiones lo hizo por vivir. También me contó de los mitos y leyendas de la selva tales como: el coco, la llorona, la pata sola y otras.

En mi viaje, con sus historias le pregunté que si él no le tenía miedo a nada y él me dijo que a lo único que le tenía miedo era a las serpientes. Me contó también que tenía una �nca muy grande, allí tenía ganado, gallinas las cuales mataba cada vez que llegaba una visita, había allí gansos, pájaros, perros, gatos y pizcos. Mi papá cuando estaba allí en la �nca el bisabuelo lo mandaba a que cogiera las yucas para dárselas a los marranos, mi bisabuelo también me contó que él tenía una yegua que le sacaba mucha rabia porque era algo perezosa y el cogió una rama para pegarle pero la yegua se movió y el bisabuelo le sacó un ojo.

Pasado el tiempo me abrazó y me dijo ¡mijo extraño la naturaleza! y me aconsejó: ¡trata de conservar la naturaleza, siembra muchos árboles y protege los animales!

Me abrazó suavemente y sonrió.

Pedrito perdido en el bosqueFinalista

Mateo Rave Ramírez 8 años Categoría: 1Institución EducativaPresbítero Camilo TorresMedellín – Antioquia

Pedrito era un niño muy curioso, vivía con su mamá, con su tía y con su mascota, un mico que se llamaba Monic.

Un día doña María la mamá del niño lo mandó a donde don Joaquín el señor de la tienda, para que le �ara dos bolsas de leche y un paquete de panes. Pedrito se fue con su mascota porque siempre que el niño salía se iba con su mascota. El niño se fue para la tienda y le pidió �ado lo que su mamá le habían encargado, en vez de irse para la casa se fue con su mascota para el bosque.

Pasaron cinco horas desde que su mamá lo había mandado a la tienda, ella estaba muy preocupada porque sabía cómo era el niño de curioso.

En el bosque el niño estaba muy contento jugando con su mascota y con una tortuga, con una iguana y cogiendo mariposas.

El niño se comió lo que don Joaquín le había �ado a su mamá y no se daba cuenta que ya estaba muy tarde. Cuando empezó a oscurecer Pedrito cogió a su mascota y se despidió de la tortuga y de la iguana y la tortuga, pero cuando cogió el camino a casa, se dio cuenta de que estaba perdido.

Y dio vueltas y más vueltas, pero no encontró el camino, Pedrito se quedó dormido debajo de un árbol con su mascota, cuando a la media noche Pedrito se despertó todo asustado diciendo: ¿yo que hago aquí, dónde estoy, dónde está mi mamá y mi tía?

Solo estamos Monic y yo, cuando de repente salió un erizo y Pedrito se dio cuenta de que estaba en el bosque perdido, se puso a llorar y a gritar y le decía a Monic, mi mamá me va pegar, y no paraba de gritar y de llorar.

De repente fueron saliendo varios animales del bosque que lo consolaron y le hicieron compañía a Pedrito y a la mascota.

Don Tito el cuidador del bosque lo encontró y le preguntó que él que estaba haciendo tan temprano en el bosque y Pedrito le contó todo lo que le había pasado, don Tito le preguntó que dónde estaba la mascota que estaba con él, y Pedrito le contestó: se asustó y me dejó, demás que en esto viene. Don Tito le dijo: venga lo llevo a su casa, que su mamá y su tía deben estar muy preocupadas.

Pedrito le respondió, yo no me voy sin mi mascota, cuando de repente apareció Monic con unas bananas y lo abrazó.

Don Tito los llevó a la casa, la mamá y la tía, se pusieron muy contentas y le dieron las gracias, Pedrito le contó a su mamá y a su tía Luz la experiencia que vivió en el bosque con los animales y que había aprendido mucho, pero que él no volvía a hacer eso, porque se asustó mucho cuando se vio rodeado de tantos animales tan bravos.

Fin

Conclusión

• Este cuento que es de la vida real me enseñó muchas tradiciones, valores y esperanzas de lograr un futuro mejor.

• Escribiendo este cuento me di cuenta de la importancia que tiene la familia y vivir en armonía

Glosario

• Ecológica: que de�ende y protege el medio ambiente.

• Galopar: cabalgar (una persona) sobre un caballo que va a galope.

• Pedagógica: que pretende educar, enseñar o instruir en un campo determinado.

• Saíno: animal que tiene una apariencia parecida a la de un cerdo doméstico. El pelaje es oscuro, delicadamente moteado de blanco. También se le llama tatabra.

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Décimo Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

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El día del oroFinalista

Fabián Alberto Mayoga Pacheco 9 años Categoría: 1Institución Educativa Pedro Nel GómezMedellín – Antioquia

Un día un niño se encontró un arcoíris y lo persiguió, se demoró 1 año y se encontraba con tigres, leones y tiburones, porque le tocaba nadar, y un día llegó y había un duende que tenía una fortuna y el hombre le dijo: duende me regalas algo de tu oro, y el duende dijo: no, entonces él se escondió en el agua como si se hubiera ido, pero estaba esperando que el duende se distrajera, entonces el duende se fue y el cogió todo el oro y se fue a la casa y el duende llegó y dijo: aaaaa… me robaron todo el oro y el hombre llegó a casa y vivió feliz para siempre, pero el duende lloraba y lloraba.

Fin

Page 34: X Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

32

en el pueblo, durante varias horas de reunión todos acordaron que debían de llegar al lugar en donde se encendía el sol, pero que allí sólo podría entrar un niño de corazón grande y puro.

A pesar de que el tiempo pasaba, nadie tomaba la decisión de emprender aquella aventura, las cosas se hacían más difíciles ya que la comida cada vez era más poca, y el frio y la oscuridad inundaban el pueblo.

Un día un pequeño llamado Tomás con gran coraje dijo a su madre que él sería quien encendería de nuevo el sol, su madre con gran orgullo le dijo que era un niño muy valiente y que dentro de su corazón sabía que sería un héroe que todo el mundo reconocería. Una mañana oscura y fría este pequeño valiente con la compañía de su �el y leal mascota emprendió este hermoso viaje.

Los días transcurrían y el valiente niño seguía su camino, solo con la luz de la luna y una gran oscuridad a través de su camino, guiándose por su mapa donde estaba la ubicación de aquel cuarto donde debía llegar a realizar su tarea.

Durante su camino tuvo que enfrentar a grandes enemigos que le aparecían pero que entre él y su mascota derrotaban con gran inteligencia; por �n después de tantos días de viaje el niño llegó a su lugar de destino y allí puedo entrar con gran cautela y realizar su cometido: encender el sol y darle vida de nuevo a su hermoso pueblo. Durante su regreso a su pueblo y bajo la cálida y tenue luz del sol aquel niño podía observar los hermosos lugares por los cuales había caminado bajo las sombras, estos lugares maravillaban sus ojos, y la gente agradecía el valor que había tenido de haber emprendido este duro viaje.

Una vez el valiente niño llegó a su pueblo, allí todos los habitantes le tenían una gran sorpresa, entre todos habían preparado una gran �esta para agradecerle lo valiente que había sido para realizar este largo y duro viaje.

El valiente niño que encendió el solFinalista

Bryan Penagos Deossa8 añosCategoría: 1Institución Educativa San Antonio de Prado Corregimiento San Antonio de PradoSede Carlos Betancur

Érase una vez en un pueblo muy lejano, para los años 1.897, en el pueblo había paz, amor y respeto por el otro, donde cada uno de sus habitantes respiraba el aire de tranquilidad que por aquella época era la característica principal de este hermoso pueblo, y que para el mundo era conocido con el nombre de Villa Festival.

Villa Festival poseía grandes extensiones de tierra, con verdes prados y grandes árboles que le daban un toque muy característico y muy natural a este pueblo, sus senderos eran construidos de forma colonial, con rocas en colores que a la simple vista de sus habitantes formaba un hermoso arcoíris con el resplandor del sol; sus casas eran grandes, muy bonitas y agradables para todos aquellos que vivían en ellas.

Para estos años sus habitantes aprovechaban a disfrutar grandemente del hermoso verano por el cual pasaba aquel pueblo, realizaban actividades recreativas para todos sus habitantes, allí disfrutaban desde los chicos hasta los grandes viendo el maravilloso y caluroso sol que hacia sobre el pueblo; así pasaron durante varios años de su vida.

Una mañana sus habitantes despertaron con una gran sorpresa, el sol no había salido y la mañana se tornaba oscura, dentro de todos ellos surgió un gran temor, aquella noticia se difundió rápidamente por todo el pueblo de Villa Festival, rápidamente su alcalde invitó a todos a una reunión para discutir lo que pasaba

Su madre apenas lo vio corrió a darle un gran abrazo y un gran beso y a decirle lo orgullosa que se sentía porque él había sido muy valiente. Debido a este gran viaje durante los años que venían se celebraba una �esta: Villa Festival del Sol, en su honor y que cada vez era más grande que la anterior, y de allí se celebra el día que conmemora la nueva aparición del sol.

Page 35: X Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

Décimo Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

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en el pueblo, durante varias horas de reunión todos acordaron que debían de llegar al lugar en donde se encendía el sol, pero que allí sólo podría entrar un niño de corazón grande y puro.

A pesar de que el tiempo pasaba, nadie tomaba la decisión de emprender aquella aventura, las cosas se hacían más difíciles ya que la comida cada vez era más poca, y el frio y la oscuridad inundaban el pueblo.

Un día un pequeño llamado Tomás con gran coraje dijo a su madre que él sería quien encendería de nuevo el sol, su madre con gran orgullo le dijo que era un niño muy valiente y que dentro de su corazón sabía que sería un héroe que todo el mundo reconocería. Una mañana oscura y fría este pequeño valiente con la compañía de su �el y leal mascota emprendió este hermoso viaje.

Los días transcurrían y el valiente niño seguía su camino, solo con la luz de la luna y una gran oscuridad a través de su camino, guiándose por su mapa donde estaba la ubicación de aquel cuarto donde debía llegar a realizar su tarea.

Durante su camino tuvo que enfrentar a grandes enemigos que le aparecían pero que entre él y su mascota derrotaban con gran inteligencia; por �n después de tantos días de viaje el niño llegó a su lugar de destino y allí puedo entrar con gran cautela y realizar su cometido: encender el sol y darle vida de nuevo a su hermoso pueblo. Durante su regreso a su pueblo y bajo la cálida y tenue luz del sol aquel niño podía observar los hermosos lugares por los cuales había caminado bajo las sombras, estos lugares maravillaban sus ojos, y la gente agradecía el valor que había tenido de haber emprendido este duro viaje.

Una vez el valiente niño llegó a su pueblo, allí todos los habitantes le tenían una gran sorpresa, entre todos habían preparado una gran �esta para agradecerle lo valiente que había sido para realizar este largo y duro viaje.

El valiente niño que encendió el solFinalista

Bryan Penagos Deossa8 añosCategoría: 1Institución Educativa San Antonio de Prado Corregimiento San Antonio de PradoSede Carlos Betancur

Érase una vez en un pueblo muy lejano, para los años 1.897, en el pueblo había paz, amor y respeto por el otro, donde cada uno de sus habitantes respiraba el aire de tranquilidad que por aquella época era la característica principal de este hermoso pueblo, y que para el mundo era conocido con el nombre de Villa Festival.

Villa Festival poseía grandes extensiones de tierra, con verdes prados y grandes árboles que le daban un toque muy característico y muy natural a este pueblo, sus senderos eran construidos de forma colonial, con rocas en colores que a la simple vista de sus habitantes formaba un hermoso arcoíris con el resplandor del sol; sus casas eran grandes, muy bonitas y agradables para todos aquellos que vivían en ellas.

Para estos años sus habitantes aprovechaban a disfrutar grandemente del hermoso verano por el cual pasaba aquel pueblo, realizaban actividades recreativas para todos sus habitantes, allí disfrutaban desde los chicos hasta los grandes viendo el maravilloso y caluroso sol que hacia sobre el pueblo; así pasaron durante varios años de su vida.

Una mañana sus habitantes despertaron con una gran sorpresa, el sol no había salido y la mañana se tornaba oscura, dentro de todos ellos surgió un gran temor, aquella noticia se difundió rápidamente por todo el pueblo de Villa Festival, rápidamente su alcalde invitó a todos a una reunión para discutir lo que pasaba

Su madre apenas lo vio corrió a darle un gran abrazo y un gran beso y a decirle lo orgullosa que se sentía porque él había sido muy valiente. Debido a este gran viaje durante los años que venían se celebraba una �esta: Villa Festival del Sol, en su honor y que cada vez era más grande que la anterior, y de allí se celebra el día que conmemora la nueva aparición del sol.

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en el pueblo, durante varias horas de reunión todos acordaron que debían de llegar al lugar en donde se encendía el sol, pero que allí sólo podría entrar un niño de corazón grande y puro.

A pesar de que el tiempo pasaba, nadie tomaba la decisión de emprender aquella aventura, las cosas se hacían más difíciles ya que la comida cada vez era más poca, y el frio y la oscuridad inundaban el pueblo.

Un día un pequeño llamado Tomás con gran coraje dijo a su madre que él sería quien encendería de nuevo el sol, su madre con gran orgullo le dijo que era un niño muy valiente y que dentro de su corazón sabía que sería un héroe que todo el mundo reconocería. Una mañana oscura y fría este pequeño valiente con la compañía de su �el y leal mascota emprendió este hermoso viaje.

Los días transcurrían y el valiente niño seguía su camino, solo con la luz de la luna y una gran oscuridad a través de su camino, guiándose por su mapa donde estaba la ubicación de aquel cuarto donde debía llegar a realizar su tarea.

Durante su camino tuvo que enfrentar a grandes enemigos que le aparecían pero que entre él y su mascota derrotaban con gran inteligencia; por �n después de tantos días de viaje el niño llegó a su lugar de destino y allí puedo entrar con gran cautela y realizar su cometido: encender el sol y darle vida de nuevo a su hermoso pueblo. Durante su regreso a su pueblo y bajo la cálida y tenue luz del sol aquel niño podía observar los hermosos lugares por los cuales había caminado bajo las sombras, estos lugares maravillaban sus ojos, y la gente agradecía el valor que había tenido de haber emprendido este duro viaje.

Una vez el valiente niño llegó a su pueblo, allí todos los habitantes le tenían una gran sorpresa, entre todos habían preparado una gran �esta para agradecerle lo valiente que había sido para realizar este largo y duro viaje.

El valiente niño que encendió el solFinalista

Bryan Penagos Deossa8 añosCategoría: 1Institución Educativa San Antonio de Prado Corregimiento San Antonio de PradoSede Carlos Betancur

Érase una vez en un pueblo muy lejano, para los años 1.897, en el pueblo había paz, amor y respeto por el otro, donde cada uno de sus habitantes respiraba el aire de tranquilidad que por aquella época era la característica principal de este hermoso pueblo, y que para el mundo era conocido con el nombre de Villa Festival.

Villa Festival poseía grandes extensiones de tierra, con verdes prados y grandes árboles que le daban un toque muy característico y muy natural a este pueblo, sus senderos eran construidos de forma colonial, con rocas en colores que a la simple vista de sus habitantes formaba un hermoso arcoíris con el resplandor del sol; sus casas eran grandes, muy bonitas y agradables para todos aquellos que vivían en ellas.

Para estos años sus habitantes aprovechaban a disfrutar grandemente del hermoso verano por el cual pasaba aquel pueblo, realizaban actividades recreativas para todos sus habitantes, allí disfrutaban desde los chicos hasta los grandes viendo el maravilloso y caluroso sol que hacia sobre el pueblo; así pasaron durante varios años de su vida.

Una mañana sus habitantes despertaron con una gran sorpresa, el sol no había salido y la mañana se tornaba oscura, dentro de todos ellos surgió un gran temor, aquella noticia se difundió rápidamente por todo el pueblo de Villa Festival, rápidamente su alcalde invitó a todos a una reunión para discutir lo que pasaba

Fin

Su madre apenas lo vio corrió a darle un gran abrazo y un gran beso y a decirle lo orgullosa que se sentía porque él había sido muy valiente. Debido a este gran viaje durante los años que venían se celebraba una �esta: Villa Festival del Sol, en su honor y que cada vez era más grande que la anterior, y de allí se celebra el día que conmemora la nueva aparición del sol.

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Décimo Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

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La montaña rusaFinalista

Alejandro Pérez Loaiza 9 años Categoría 1Institución Educativa Maestro Pedro Nel GómezMedellín – Antioquia

Había una vez una montaña rusa y había mucha gente, entonces andaba muy despacio y cuando se acabó el turno se montaron apenas 4 personas, entonces andaba muy rápido, entonces como andaba muy rápido se cayó una y quedaron 3 y cuando se acabó el turno los 3 salieron a vomitar.

Fin

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El Rey AzulFinalista

Isabela Correa Pérez10 añosCategoría 1Institución Educativa AlverniaMedellín – Antioquia

En una región había un palacio y vivía un rey que era tan blanco, que de lejos se veía azul. Por eso lo llamaban El Rey Azul; pero el sufría una enfermedad que ningún médico lo había podido curar. Por eso él vivía muy triste en su palacio, en aquella región habitaba un sabio que sabía cómo curar al rey; pero él era muy pobre y no se atrevía a ir al palacio del rey porque le daba miedo que el rey no lo atendiera. El sabio tenía unos palomitos, ellos eran virtuosos. Un día los palomitos le dijeron al sabio que ellos podían curar al Rey, entonces el sabio les dijo a los palomos ¿cómo puedo curar al rey?... los palomos le respondieron al sabio que sacándole la sangre a ellos y dándosela a beber al rey se curaba, pero él les tenía que sacar la sangre y tenían que quedar vivos; por eso esa era la sabiduría del sabio. El sabio les dijo a los palomos que todo eso estaba muy fácil. ¿Pero que cómo se presentaba al rey para darle el remedio y poder curarlo?

Los palomos le dijeron… que sacara unos volantes diciendo que había llegado un médico americano entonces el sabio hizo los volantes, y en ellos decía: doctor americano cura enfermedades desconocidas y raras, un volante llegó al palacio, y el Rey lo cogió y lo leyó, y mandó a buscar al doctor americano por toda la región, el sabio se vistió de un delantal blanco, y se presentó al palacio y el rey lo mandó a pasar y el sabio de inmediato, le empezó el tratamiento y a los días el Rey se fue curando; y mandó una comisión a buscar al doctor americano; y a los días lo encontraron y se lo llevaron al Rey; el Rey le dio los agradecimientos al doctor, y lo premió con una fortuna, entonces

el sabio hizo su casa, y en ella creó un consultorio donde podía curar y ayudar a todas las personas de la región. Se acercaban a él y después de haber curado al Rey, se volvió famoso y todas las personas querían recurrir a él, pues muchas de estas personas tenían enfermedades que hasta el momento no tenían cura, y él con sus palomas y la sangre de éstas, habían curado a más de una persona, pero resulta que ocurrió algo que no se esperaba y las palomas comenzaron a morirse y ya no había sangre ni para atender al Rey, y él empezó a debilitarse y lo que todo era felicidad, nuevamente se convirtió en tristeza, entonces el sabio cogió una pareja de palomas, las más alentadas, las cuidó por una semana para que estas palomas macho y hembra se pudieran aparear y así tener más palomas con sangre nueva; la idea del sabio era tener una nueva raza de palomas; pero estas palomas no lograban tener huevos y el tiempo pasaba y la angustia de todos era muy grande, una noche el Rey soñó el instante que se estaba muriendo y se despertó muy agobiado, llamó al sabio y le contó, entonces el sabio regresó donde las palomas y les habló, les dijo que si no tenían más familia, la familia del Rey moría. Un día las viejas palomas: macho y hembra, tomaron aliento y fuerza, y lograron tener sus huevos y calentaron sus huevos y tener sus pichones que más adelante le devolvieron al Rey su vida. Pasaron ocho días, por �n los pichones nacieron y más adelante cuando crecieron se reprodujeron en un año, el doctor americano volvía a curar la gente y estudió y creó la forma de no debilitar las palomas, cuando se les sacara la sangre de ellas, también inventó una vitamina y les reponía la sangre que les sacaba para las curaciones de la gente y el Rey agradecido con la gran estrategia del doctor americano, le regaló un terreno para que hiciera un hospital con gente que le ayudara a extraer la sangre de las palomas y a cuidarlas en su reposición.

El doctor aceptó gustoso y se puso en marcha a construir todo lo que el Rey le había dicho, con la ayuda de la gente del pueblo, que estaban muy agradecidos con el doctor por ser tan generoso.

También con el Rey, todos ayudaron: mujeres, hombres, niños y ancianos, todos querían colaborar con el rey para que tuviera larga vida, pues este Rey era bueno y generoso con todos, y además se preocupaba realmente por la gente pobre. Así que este proyecto salió bene�ciando a todos y por largo plazo, mientras tanto el doctor seguía inventando más formas de cuidar las palomas y ellas seguían y seguían reproduciéndose cada día más y crecían grandes y fuertes por toda la alimentación de vitaminas que les daban a las palomas, sin pensar, estas palomas resultaron ser las consentidas del Rey, el doctor y la gente del pueblo.

El hospital que construyeron era muy grande y bonito y el Rey con el tiempo trajo herramientas y aparatos más so�sticados y avanzados para facilitarle al doctor sabio una forma mejor para curar a las personas y a él.

El mismo Rey se convirtió en el mejor amigo del doctor sabio y en su hombre de con�anza.

Días después el Rey se casó, porque él no lo había hecho por miedo de su enfermedad, tuvo muchos hijos.

Pasaron varios años y los hijos del Rey y de la Reina, vivían agradecidos con el doctor sabio por haberle dado la oportunidad al Rey de vivir como una persona normal y saludable, cuando el doctor americano empezó a curarlo.

El doctor americano curaba y curaba a toda la gente que habitaba esa región, más que todo la gente con enfermedades raras, el sabio doctor americano con su profesión tuvo muchos más poderes para curar la gente de esa región y fue muy famoso por muchas décadas.

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El Rey AzulFinalista

Isabela Correa Pérez10 añosCategoría 1Institución Educativa AlverniaMedellín – Antioquia

En una región había un palacio y vivía un rey que era tan blanco, que de lejos se veía azul. Por eso lo llamaban El Rey Azul; pero el sufría una enfermedad que ningún médico lo había podido curar. Por eso él vivía muy triste en su palacio, en aquella región habitaba un sabio que sabía cómo curar al rey; pero él era muy pobre y no se atrevía a ir al palacio del rey porque le daba miedo que el rey no lo atendiera. El sabio tenía unos palomitos, ellos eran virtuosos. Un día los palomitos le dijeron al sabio que ellos podían curar al Rey, entonces el sabio les dijo a los palomos ¿cómo puedo curar al rey?... los palomos le respondieron al sabio que sacándole la sangre a ellos y dándosela a beber al rey se curaba, pero él les tenía que sacar la sangre y tenían que quedar vivos; por eso esa era la sabiduría del sabio. El sabio les dijo a los palomos que todo eso estaba muy fácil. ¿Pero que cómo se presentaba al rey para darle el remedio y poder curarlo?

Los palomos le dijeron… que sacara unos volantes diciendo que había llegado un médico americano entonces el sabio hizo los volantes, y en ellos decía: doctor americano cura enfermedades desconocidas y raras, un volante llegó al palacio, y el Rey lo cogió y lo leyó, y mandó a buscar al doctor americano por toda la región, el sabio se vistió de un delantal blanco, y se presentó al palacio y el rey lo mandó a pasar y el sabio de inmediato, le empezó el tratamiento y a los días el Rey se fue curando; y mandó una comisión a buscar al doctor americano; y a los días lo encontraron y se lo llevaron al Rey; el Rey le dio los agradecimientos al doctor, y lo premió con una fortuna, entonces

el sabio hizo su casa, y en ella creó un consultorio donde podía curar y ayudar a todas las personas de la región. Se acercaban a él y después de haber curado al Rey, se volvió famoso y todas las personas querían recurrir a él, pues muchas de estas personas tenían enfermedades que hasta el momento no tenían cura, y él con sus palomas y la sangre de éstas, habían curado a más de una persona, pero resulta que ocurrió algo que no se esperaba y las palomas comenzaron a morirse y ya no había sangre ni para atender al Rey, y él empezó a debilitarse y lo que todo era felicidad, nuevamente se convirtió en tristeza, entonces el sabio cogió una pareja de palomas, las más alentadas, las cuidó por una semana para que estas palomas macho y hembra se pudieran aparear y así tener más palomas con sangre nueva; la idea del sabio era tener una nueva raza de palomas; pero estas palomas no lograban tener huevos y el tiempo pasaba y la angustia de todos era muy grande, una noche el Rey soñó el instante que se estaba muriendo y se despertó muy agobiado, llamó al sabio y le contó, entonces el sabio regresó donde las palomas y les habló, les dijo que si no tenían más familia, la familia del Rey moría. Un día las viejas palomas: macho y hembra, tomaron aliento y fuerza, y lograron tener sus huevos y calentaron sus huevos y tener sus pichones que más adelante le devolvieron al Rey su vida. Pasaron ocho días, por �n los pichones nacieron y más adelante cuando crecieron se reprodujeron en un año, el doctor americano volvía a curar la gente y estudió y creó la forma de no debilitar las palomas, cuando se les sacara la sangre de ellas, también inventó una vitamina y les reponía la sangre que les sacaba para las curaciones de la gente y el Rey agradecido con la gran estrategia del doctor americano, le regaló un terreno para que hiciera un hospital con gente que le ayudara a extraer la sangre de las palomas y a cuidarlas en su reposición.

El doctor aceptó gustoso y se puso en marcha a construir todo lo que el Rey le había dicho, con la ayuda de la gente del pueblo, que estaban muy agradecidos con el doctor por ser tan generoso.

También con el Rey, todos ayudaron: mujeres, hombres, niños y ancianos, todos querían colaborar con el rey para que tuviera larga vida, pues este Rey era bueno y generoso con todos, y además se preocupaba realmente por la gente pobre. Así que este proyecto salió bene�ciando a todos y por largo plazo, mientras tanto el doctor seguía inventando más formas de cuidar las palomas y ellas seguían y seguían reproduciéndose cada día más y crecían grandes y fuertes por toda la alimentación de vitaminas que les daban a las palomas, sin pensar, estas palomas resultaron ser las consentidas del Rey, el doctor y la gente del pueblo.

El hospital que construyeron era muy grande y bonito y el Rey con el tiempo trajo herramientas y aparatos más so�sticados y avanzados para facilitarle al doctor sabio una forma mejor para curar a las personas y a él.

El mismo Rey se convirtió en el mejor amigo del doctor sabio y en su hombre de con�anza.

Días después el Rey se casó, porque él no lo había hecho por miedo de su enfermedad, tuvo muchos hijos.

Pasaron varios años y los hijos del Rey y de la Reina, vivían agradecidos con el doctor sabio por haberle dado la oportunidad al Rey de vivir como una persona normal y saludable, cuando el doctor americano empezó a curarlo.

El doctor americano curaba y curaba a toda la gente que habitaba esa región, más que todo la gente con enfermedades raras, el sabio doctor americano con su profesión tuvo muchos más poderes para curar la gente de esa región y fue muy famoso por muchas décadas.

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El Rey AzulFinalista

Isabela Correa Pérez10 añosCategoría 1Institución Educativa AlverniaMedellín – Antioquia

En una región había un palacio y vivía un rey que era tan blanco, que de lejos se veía azul. Por eso lo llamaban El Rey Azul; pero el sufría una enfermedad que ningún médico lo había podido curar. Por eso él vivía muy triste en su palacio, en aquella región habitaba un sabio que sabía cómo curar al rey; pero él era muy pobre y no se atrevía a ir al palacio del rey porque le daba miedo que el rey no lo atendiera. El sabio tenía unos palomitos, ellos eran virtuosos. Un día los palomitos le dijeron al sabio que ellos podían curar al Rey, entonces el sabio les dijo a los palomos ¿cómo puedo curar al rey?... los palomos le respondieron al sabio que sacándole la sangre a ellos y dándosela a beber al rey se curaba, pero él les tenía que sacar la sangre y tenían que quedar vivos; por eso esa era la sabiduría del sabio. El sabio les dijo a los palomos que todo eso estaba muy fácil. ¿Pero que cómo se presentaba al rey para darle el remedio y poder curarlo?

Los palomos le dijeron… que sacara unos volantes diciendo que había llegado un médico americano entonces el sabio hizo los volantes, y en ellos decía: doctor americano cura enfermedades desconocidas y raras, un volante llegó al palacio, y el Rey lo cogió y lo leyó, y mandó a buscar al doctor americano por toda la región, el sabio se vistió de un delantal blanco, y se presentó al palacio y el rey lo mandó a pasar y el sabio de inmediato, le empezó el tratamiento y a los días el Rey se fue curando; y mandó una comisión a buscar al doctor americano; y a los días lo encontraron y se lo llevaron al Rey; el Rey le dio los agradecimientos al doctor, y lo premió con una fortuna, entonces

el sabio hizo su casa, y en ella creó un consultorio donde podía curar y ayudar a todas las personas de la región. Se acercaban a él y después de haber curado al Rey, se volvió famoso y todas las personas querían recurrir a él, pues muchas de estas personas tenían enfermedades que hasta el momento no tenían cura, y él con sus palomas y la sangre de éstas, habían curado a más de una persona, pero resulta que ocurrió algo que no se esperaba y las palomas comenzaron a morirse y ya no había sangre ni para atender al Rey, y él empezó a debilitarse y lo que todo era felicidad, nuevamente se convirtió en tristeza, entonces el sabio cogió una pareja de palomas, las más alentadas, las cuidó por una semana para que estas palomas macho y hembra se pudieran aparear y así tener más palomas con sangre nueva; la idea del sabio era tener una nueva raza de palomas; pero estas palomas no lograban tener huevos y el tiempo pasaba y la angustia de todos era muy grande, una noche el Rey soñó el instante que se estaba muriendo y se despertó muy agobiado, llamó al sabio y le contó, entonces el sabio regresó donde las palomas y les habló, les dijo que si no tenían más familia, la familia del Rey moría. Un día las viejas palomas: macho y hembra, tomaron aliento y fuerza, y lograron tener sus huevos y calentaron sus huevos y tener sus pichones que más adelante le devolvieron al Rey su vida. Pasaron ocho días, por �n los pichones nacieron y más adelante cuando crecieron se reprodujeron en un año, el doctor americano volvía a curar la gente y estudió y creó la forma de no debilitar las palomas, cuando se les sacara la sangre de ellas, también inventó una vitamina y les reponía la sangre que les sacaba para las curaciones de la gente y el Rey agradecido con la gran estrategia del doctor americano, le regaló un terreno para que hiciera un hospital con gente que le ayudara a extraer la sangre de las palomas y a cuidarlas en su reposición.

El doctor aceptó gustoso y se puso en marcha a construir todo lo que el Rey le había dicho, con la ayuda de la gente del pueblo, que estaban muy agradecidos con el doctor por ser tan generoso.

También con el Rey, todos ayudaron: mujeres, hombres, niños y ancianos, todos querían colaborar con el rey para que tuviera larga vida, pues este Rey era bueno y generoso con todos, y además se preocupaba realmente por la gente pobre. Así que este proyecto salió bene�ciando a todos y por largo plazo, mientras tanto el doctor seguía inventando más formas de cuidar las palomas y ellas seguían y seguían reproduciéndose cada día más y crecían grandes y fuertes por toda la alimentación de vitaminas que les daban a las palomas, sin pensar, estas palomas resultaron ser las consentidas del Rey, el doctor y la gente del pueblo.

El hospital que construyeron era muy grande y bonito y el Rey con el tiempo trajo herramientas y aparatos más so�sticados y avanzados para facilitarle al doctor sabio una forma mejor para curar a las personas y a él.

El mismo Rey se convirtió en el mejor amigo del doctor sabio y en su hombre de con�anza.

Días después el Rey se casó, porque él no lo había hecho por miedo de su enfermedad, tuvo muchos hijos.

Pasaron varios años y los hijos del Rey y de la Reina, vivían agradecidos con el doctor sabio por haberle dado la oportunidad al Rey de vivir como una persona normal y saludable, cuando el doctor americano empezó a curarlo.

El doctor americano curaba y curaba a toda la gente que habitaba esa región, más que todo la gente con enfermedades raras, el sabio doctor americano con su profesión tuvo muchos más poderes para curar la gente de esa región y fue muy famoso por muchas décadas.

Fin

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Décimo Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

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El gato y el ratónFinalista

Samuel Gallego Úsuga 8 años Categoría 1Institución Educativa Loma HermosaMedellín – Antioquia

Había una vez un gato que se encontró con un ratón y entonces el gato le dijo: vamos a mi casa, pero el ratón dijo: no… los gatos comen ratones, pero el gato dijo: no, yo no te comeré, entonces el ratón fue con él, entonces cuando llegaron el gato se lo iba a comer y entonces el ratón dijo: mentiroso, tú me vas a comer. Perdóname es que yo tengo hambre y yo no tengo nada para comer, entonces se lo comió de un bocado.

Fin

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La pulga y el sapoFinalista

Jonathan Andrés Echavarría Puerta9 añosCategoría 1Institución Educativa Monseñor Víctor WiedemannCorregimiento San Antonio de Prado

Había una vez un sapo muy grande, muy gordo y apuesto, entonces estaba caminando y se encontraron un lago y tenía mucha sed y tomó agua y sintió que alguien le hablaba y se asustó, miró por detrás, por delante y hasta a los lados, no vio nada, hasta por arriba y por abajo y vio por debajo y había una pulga, y el sapo tenía tanta hambre que se la comió y le hizo tanto daño, y el sapo estaba durmiendo y estaba gritando porque se sentía mal y vomitó la pulga y la pulga salió del estómago y la rana salió corriendo de miedo de la pulga, fue donde la mamá y el papá, ellos estaban preocupados por ella y la pulga corría a todo lo que podía a la casa, antes de que la rana la cogiera y corrió todo lo que podía, entonces se la volvió comer la rana y vieron las otras pulgas e hicieron un ejército y le dijeron a la rana que liberara la pulga y no la escupió y lucharon con la rana y la rana se comió miles de ellas y siguió comiendo y trajeron las pulgas más refuerzos y trajeron unas máquinas y estaban acabando con la rana y la rana dijo: traeré más ranas y trajo 10 y estaban comiendo muchas pulgas y las pulgas mataron a 3 de ellas, y dijo la líder: ¿cuántas más nos quedan?, le dijeron 7. Mataron 4. Dijo el jefe: ¿cuántas nos quedan?: 3 y la ranas dijeron: no podemos acabarlas y se rindieron.

Fin

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Siempre lo mismoFinalista

Mariana Roldán Aguilar10 añosCategoría: 1Comunidad Colegio Jesús MaríaMedellín – Antioquia

—Manuel al colegio

Dice mamá todas las mañanas, siempre me lo dice con su misma batola rosa de plumas que le trajo el abuelo Tomás de China, siempre con sus mismas pantu�as de conejos blancos de ojos saltones y siempre esos horribles rulos que supuestamente le ayudan a su cabello en las mañanas, pero para mí, se lo deja como un remolino gigante en la cabeza.

Aquí en el barrio en el que yo vivo lo llamo Nocamnun que signi�ca no cambia nunca en mi idioma, todo el mundo dice que estoy loco, ya que digo que este barrio debe tener un tipo de hechizo de que las cosas no cambian nunca, bueno en el bus también es lo mismo siempre José el transportador del aburrido bus, saluda con un hola y una cara de dolor de estómago, siempre es igual, los Pérez siempre en las sillas de atrás, los Gómez siempre adelante y Juan el más hablador del salón al lado mío, qué horror, bueno así es mi vida, siempre igual. Cuando llego al colegio Juan sigue hablando y hablando hasta que llegamos al salón y la profesora de Ciencia lo calla diciéndole:

—Juan silencio ya vamos a empezar clase y vamos a ver un tema nuevo y espero que pongas atención.

Juan como siempre hace una cara de no me importa y sigue hablando. Yo soy en los puestos de adelante ya que soy el tercero más pequeño del salón, siempre lo he sido desde que entré en el

Jardín, siempre el que es bajo, de pelo café medio mono, que pone cara de aburrido en la foto de grupo.

—Niños empezamos clase ya, cierren sus puestos y pongan atención. Dice la profe de Ciencias.

De un momento a otro la profe de Ciencias se puso como un tomate rojo, furiosa le dice a Juan que estaba hablando: -ya Juan pareces una lora mojada te quedas hoy después de clases.

Juan ahora si se calla porque sabe que si se queda después de clases no tiene con quien hablar, porque los que siempre se quedan después de clases en el salón de castigos son el grupo rockeer los malgeniados y brabucones del colegio, Juan ya no se veía tan alegre.

Pasaron clases y clases y todo como siempre era igual y aburrido, ya eran las 2:00 p.m. hora de salir y al �n puede gritar libertad, salí de prisa como todos los días y claro no me amarré los zapatos y pumm me tropecé y caí en un charco y lo peor de todo, tuvieron que ir pasando los rockeer y burlarsen de mí. Llegué a casa muy enojado con los rockeer, con Juan, con la palabra siempre lo mismo, con todos, porque mi barrio tenía que ser todo siempre lo mismo.

Lo único que me alegraba los días era ir donde mi abuelo Tomás, íbamos todos los días a las 4:00 p. m. Eran las 3:30 y ya no quería esperar más, empaqué lo que iba a llevar donde mi abuelo y al �n las 4:00 p. m. bajé rápido la escaleras para llegar a la puerta, pero lo que faltaba, mi mamá se estaba haciendo esos remolinos en la cabeza, fui al baño donde estaba ella y le dije: —mamá ya son las 4:00 hora de ir donde el abuelo Tomás, vamos.

Pero ella respondió: -Si ya voy es el último rulo.

Yo ya no tenía paciencia y me fui solo, quedaba a una cuadra; caminé y caminé hasta que vi esa pequeñita casa de color azul,

con un carro al frente de los viejos que se ven casi oxidados, fui hacía esa casita y toqué la puerta, alguien me respondió con voz muy baja ¡pase!, empujé la puerta muy pasito temiendo que esa no fuera la casa de mi abuelo, al abrir la puerta llegaba hacia una sala y seguí, luego de la sala seguía una mini – biblioteca entré allí y claro, ahí estaba mi abuelo en su mecedora café, me le acerqué y le dije: -hola abuelo.

Él me respondió: -Hola Manuel, ¿cómo está mi nieto único y favorito?

—Bien abuelo y ¿qué haces?

—Estoy recordando todo como era antes, en estas fotos.Me mostró algunas fotografías, como una en la que él estaba en China, New York, París y muchísimas partes más, yo al ver que él estaba en estas fotos en muchas partes distintas le pregunté: ¿abuelo una pregunta y tú por qué estás en todas estas partes si este barrio siempre es lo mismo?

—Tú y yo lo sabemos, no podrías viajar a todas esas partes, ni vivir aventuras como me dices, pensé que no me diría nada como siempre, pero ese día por �n era distinto, él me dijo con cara de suspenso.

—Manuel es que lo que pasa es que antes de que tu nacieras todo este mundo era distinto, todo era especial: mágico, maravilloso, habían aventuras, viajes, e incluso tu mamá no se hacia esos rulos.

Al escuchar eso me puse feliz de que en verdad mi mamá no se hiciera sus rulos, pero lo que más feliz me puso, es que antes este barrio no era igual y luego de pensar un momento como todo era antes de maravilloso le dije al abuelo emocionado: -abuelo y si devolvemos el tiempo o hagamos algo, es que ya estoy cansado de siempre lo mismo.

Mi abuelo se rió y me dijo: no se puede devolver el tiempo Manuel, esto no es un mundo mágico

Pensé un momento y dije: —Si abuelo es verdad, que loco soy no se puede devolver el tiempo.

Hubo un momento de silencio entre el abuelo y yo, estaba pensando qué podía hacer pero se me vino otra pregunta a la cabeza y le dije al abuelo:—¿Abuelo y por qué antes nada era igual y ahora sí?

Él me miró y me dijo:—Porque antes todas las personas daban ideas brillantes y eran animados en todo, ahora todos copian a los demás lo único que quieren es concentrarse en cosas siempre iguales y ya no les gusta hacer nada más que eso, no dan más ideas, como hace tantos años todas las personas hacían siempre lo mismo, es como si a partir de ese día las personas hicieran alguna actividad o movimiento o cualquier cosa y para toda la vida a la misma hora, el mismo tiempo y hacen siempre lo de ese día.

Estaba triste porque veía al abuelo mirando sus fotos muy lentamente y parecía casi llorando, estaba muy acongojado por estos recuerdos.

El abuelo me miró y me dijo:—Ojalá las personas supieran que hay cosas distintas a lo que hacen siempre.

Yo pensé lo que dijo el abuelo un segundo y se me prendió el bombillito en la cabeza, emocionado le dije: —Abuelo tengo una idea, por qué tú y yo no les mostramos las cosas maravillosas que pueden hacer diferente a lo que hacen siempre, solo tú y yo no somos aburridos y sabemos que hay cosas maravillosas aquí.

El abuelo parece aún más emocionado que yo y me dijo:—Eres un genio Manuel

Yo estaba feliz de que me dijera eso, le dije abuelo: —Mañana a las 12:00 m., aquí.

Él feliz me dijo: —Bueno Manuel, aquí te esperaré.

Yo me fui a casa feliz, caminé y caminé hasta que vi mi casa, toqué y mi mama me abrió y me dijo:

—Vamos donde el abuelo ¿no querías ir?

—Por hacerte esos rulos yo ya fui solo, ya que.

Ya era sábado, a las 12:00 m. bajé las escaleras, me dirigí a la puerta y le dije a mi mamá: —Mami ya vengo, iré donde mi abuelo.

Salí corriendo y como en un minuto llegué a la casita azul del abuelo.

Entré y me dirigí a la mini-biblioteca, allí estaba mi abuelo, al verlo le dije: —Abuelo ¿sí vamos a cambiar el barrio?, ¿si recuerdas lo de ayer?.

—Claro que sí, pensé toda la noche en ésto.

Salimos de la casa casi saltando de la alegría, estábamos muy emocionados de que el abuelo y yo íbamos a cambiar el barrio.

Al llegar al parque el abuelo y yo acordamos que él se iba a la izquierda y yo a la derecha, cada uno se fue por su lado. Estaba en el parque de los arbustos y vi a los hermanos del bus los Pérez y los Gómez, les dije al instante: no solo está este parque, hay uno como a 2 minutos de aquí ¡es muy divertido!, ellos me hicieron

caso y fueron a ese parque, yo estaba muy feliz, 4 personas cambiadas; seguí con José el transportador, luego mi mamá, los vecinos de la vuelta de la casa y en �n. El abuelo y yo al volvernos a reunir, a todas las personas del barrio las cambiamos por completo.

Al otro día todos éramos distintos y nos daban las gracias al abuelo y a mí por lo que hicimos, todo era maravilloso como decía el abuelo, él y yo y todos éramos felices de vivir así, todos los días algo diferente y aventuras hay en todos lados en este barrio ahora ya no lo llamo Nocamnun sino Sialdi que signi�ca siempre algo diferente.

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Siempre lo mismoFinalista

Mariana Roldán Aguilar10 añosCategoría: 1Comunidad Colegio Jesús MaríaMedellín – Antioquia

—Manuel al colegio

Dice mamá todas las mañanas, siempre me lo dice con su misma batola rosa de plumas que le trajo el abuelo Tomás de China, siempre con sus mismas pantu�as de conejos blancos de ojos saltones y siempre esos horribles rulos que supuestamente le ayudan a su cabello en las mañanas, pero para mí, se lo deja como un remolino gigante en la cabeza.

Aquí en el barrio en el que yo vivo lo llamo Nocamnun que signi�ca no cambia nunca en mi idioma, todo el mundo dice que estoy loco, ya que digo que este barrio debe tener un tipo de hechizo de que las cosas no cambian nunca, bueno en el bus también es lo mismo siempre José el transportador del aburrido bus, saluda con un hola y una cara de dolor de estómago, siempre es igual, los Pérez siempre en las sillas de atrás, los Gómez siempre adelante y Juan el más hablador del salón al lado mío, qué horror, bueno así es mi vida, siempre igual. Cuando llego al colegio Juan sigue hablando y hablando hasta que llegamos al salón y la profesora de Ciencia lo calla diciéndole:

—Juan silencio ya vamos a empezar clase y vamos a ver un tema nuevo y espero que pongas atención.

Juan como siempre hace una cara de no me importa y sigue hablando. Yo soy en los puestos de adelante ya que soy el tercero más pequeño del salón, siempre lo he sido desde que entré en el

Jardín, siempre el que es bajo, de pelo café medio mono, que pone cara de aburrido en la foto de grupo.

—Niños empezamos clase ya, cierren sus puestos y pongan atención. Dice la profe de Ciencias.

De un momento a otro la profe de Ciencias se puso como un tomate rojo, furiosa le dice a Juan que estaba hablando: -ya Juan pareces una lora mojada te quedas hoy después de clases.

Juan ahora si se calla porque sabe que si se queda después de clases no tiene con quien hablar, porque los que siempre se quedan después de clases en el salón de castigos son el grupo rockeer los malgeniados y brabucones del colegio, Juan ya no se veía tan alegre.

Pasaron clases y clases y todo como siempre era igual y aburrido, ya eran las 2:00 p.m. hora de salir y al �n puede gritar libertad, salí de prisa como todos los días y claro no me amarré los zapatos y pumm me tropecé y caí en un charco y lo peor de todo, tuvieron que ir pasando los rockeer y burlarsen de mí. Llegué a casa muy enojado con los rockeer, con Juan, con la palabra siempre lo mismo, con todos, porque mi barrio tenía que ser todo siempre lo mismo.

Lo único que me alegraba los días era ir donde mi abuelo Tomás, íbamos todos los días a las 4:00 p. m. Eran las 3:30 y ya no quería esperar más, empaqué lo que iba a llevar donde mi abuelo y al �n las 4:00 p. m. bajé rápido la escaleras para llegar a la puerta, pero lo que faltaba, mi mamá se estaba haciendo esos remolinos en la cabeza, fui al baño donde estaba ella y le dije: —mamá ya son las 4:00 hora de ir donde el abuelo Tomás, vamos.

Pero ella respondió: -Si ya voy es el último rulo.

Yo ya no tenía paciencia y me fui solo, quedaba a una cuadra; caminé y caminé hasta que vi esa pequeñita casa de color azul,

con un carro al frente de los viejos que se ven casi oxidados, fui hacía esa casita y toqué la puerta, alguien me respondió con voz muy baja ¡pase!, empujé la puerta muy pasito temiendo que esa no fuera la casa de mi abuelo, al abrir la puerta llegaba hacia una sala y seguí, luego de la sala seguía una mini – biblioteca entré allí y claro, ahí estaba mi abuelo en su mecedora café, me le acerqué y le dije: -hola abuelo.

Él me respondió: -Hola Manuel, ¿cómo está mi nieto único y favorito?

—Bien abuelo y ¿qué haces?

—Estoy recordando todo como era antes, en estas fotos.Me mostró algunas fotografías, como una en la que él estaba en China, New York, París y muchísimas partes más, yo al ver que él estaba en estas fotos en muchas partes distintas le pregunté: ¿abuelo una pregunta y tú por qué estás en todas estas partes si este barrio siempre es lo mismo?

—Tú y yo lo sabemos, no podrías viajar a todas esas partes, ni vivir aventuras como me dices, pensé que no me diría nada como siempre, pero ese día por �n era distinto, él me dijo con cara de suspenso.

—Manuel es que lo que pasa es que antes de que tu nacieras todo este mundo era distinto, todo era especial: mágico, maravilloso, habían aventuras, viajes, e incluso tu mamá no se hacia esos rulos.

Al escuchar eso me puse feliz de que en verdad mi mamá no se hiciera sus rulos, pero lo que más feliz me puso, es que antes este barrio no era igual y luego de pensar un momento como todo era antes de maravilloso le dije al abuelo emocionado: -abuelo y si devolvemos el tiempo o hagamos algo, es que ya estoy cansado de siempre lo mismo.

Mi abuelo se rió y me dijo: no se puede devolver el tiempo Manuel, esto no es un mundo mágico

Pensé un momento y dije: —Si abuelo es verdad, que loco soy no se puede devolver el tiempo.

Hubo un momento de silencio entre el abuelo y yo, estaba pensando qué podía hacer pero se me vino otra pregunta a la cabeza y le dije al abuelo:—¿Abuelo y por qué antes nada era igual y ahora sí?

Él me miró y me dijo:—Porque antes todas las personas daban ideas brillantes y eran animados en todo, ahora todos copian a los demás lo único que quieren es concentrarse en cosas siempre iguales y ya no les gusta hacer nada más que eso, no dan más ideas, como hace tantos años todas las personas hacían siempre lo mismo, es como si a partir de ese día las personas hicieran alguna actividad o movimiento o cualquier cosa y para toda la vida a la misma hora, el mismo tiempo y hacen siempre lo de ese día.

Estaba triste porque veía al abuelo mirando sus fotos muy lentamente y parecía casi llorando, estaba muy acongojado por estos recuerdos.

El abuelo me miró y me dijo:—Ojalá las personas supieran que hay cosas distintas a lo que hacen siempre.

Yo pensé lo que dijo el abuelo un segundo y se me prendió el bombillito en la cabeza, emocionado le dije: —Abuelo tengo una idea, por qué tú y yo no les mostramos las cosas maravillosas que pueden hacer diferente a lo que hacen siempre, solo tú y yo no somos aburridos y sabemos que hay cosas maravillosas aquí.

El abuelo parece aún más emocionado que yo y me dijo:—Eres un genio Manuel

Yo estaba feliz de que me dijera eso, le dije abuelo: —Mañana a las 12:00 m., aquí.

Él feliz me dijo: —Bueno Manuel, aquí te esperaré.

Yo me fui a casa feliz, caminé y caminé hasta que vi mi casa, toqué y mi mama me abrió y me dijo:

—Vamos donde el abuelo ¿no querías ir?

—Por hacerte esos rulos yo ya fui solo, ya que.

Ya era sábado, a las 12:00 m. bajé las escaleras, me dirigí a la puerta y le dije a mi mamá: —Mami ya vengo, iré donde mi abuelo.

Salí corriendo y como en un minuto llegué a la casita azul del abuelo.

Entré y me dirigí a la mini-biblioteca, allí estaba mi abuelo, al verlo le dije: —Abuelo ¿sí vamos a cambiar el barrio?, ¿si recuerdas lo de ayer?.

—Claro que sí, pensé toda la noche en ésto.

Salimos de la casa casi saltando de la alegría, estábamos muy emocionados de que el abuelo y yo íbamos a cambiar el barrio.

Al llegar al parque el abuelo y yo acordamos que él se iba a la izquierda y yo a la derecha, cada uno se fue por su lado. Estaba en el parque de los arbustos y vi a los hermanos del bus los Pérez y los Gómez, les dije al instante: no solo está este parque, hay uno como a 2 minutos de aquí ¡es muy divertido!, ellos me hicieron

caso y fueron a ese parque, yo estaba muy feliz, 4 personas cambiadas; seguí con José el transportador, luego mi mamá, los vecinos de la vuelta de la casa y en �n. El abuelo y yo al volvernos a reunir, a todas las personas del barrio las cambiamos por completo.

Al otro día todos éramos distintos y nos daban las gracias al abuelo y a mí por lo que hicimos, todo era maravilloso como decía el abuelo, él y yo y todos éramos felices de vivir así, todos los días algo diferente y aventuras hay en todos lados en este barrio ahora ya no lo llamo Nocamnun sino Sialdi que signi�ca siempre algo diferente.

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Décimo Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

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Siempre lo mismoFinalista

Mariana Roldán Aguilar10 añosCategoría: 1Comunidad Colegio Jesús MaríaMedellín – Antioquia

—Manuel al colegio

Dice mamá todas las mañanas, siempre me lo dice con su misma batola rosa de plumas que le trajo el abuelo Tomás de China, siempre con sus mismas pantu�as de conejos blancos de ojos saltones y siempre esos horribles rulos que supuestamente le ayudan a su cabello en las mañanas, pero para mí, se lo deja como un remolino gigante en la cabeza.

Aquí en el barrio en el que yo vivo lo llamo Nocamnun que signi�ca no cambia nunca en mi idioma, todo el mundo dice que estoy loco, ya que digo que este barrio debe tener un tipo de hechizo de que las cosas no cambian nunca, bueno en el bus también es lo mismo siempre José el transportador del aburrido bus, saluda con un hola y una cara de dolor de estómago, siempre es igual, los Pérez siempre en las sillas de atrás, los Gómez siempre adelante y Juan el más hablador del salón al lado mío, qué horror, bueno así es mi vida, siempre igual. Cuando llego al colegio Juan sigue hablando y hablando hasta que llegamos al salón y la profesora de Ciencia lo calla diciéndole:

—Juan silencio ya vamos a empezar clase y vamos a ver un tema nuevo y espero que pongas atención.

Juan como siempre hace una cara de no me importa y sigue hablando. Yo soy en los puestos de adelante ya que soy el tercero más pequeño del salón, siempre lo he sido desde que entré en el

Jardín, siempre el que es bajo, de pelo café medio mono, que pone cara de aburrido en la foto de grupo.

—Niños empezamos clase ya, cierren sus puestos y pongan atención. Dice la profe de Ciencias.

De un momento a otro la profe de Ciencias se puso como un tomate rojo, furiosa le dice a Juan que estaba hablando: -ya Juan pareces una lora mojada te quedas hoy después de clases.

Juan ahora si se calla porque sabe que si se queda después de clases no tiene con quien hablar, porque los que siempre se quedan después de clases en el salón de castigos son el grupo rockeer los malgeniados y brabucones del colegio, Juan ya no se veía tan alegre.

Pasaron clases y clases y todo como siempre era igual y aburrido, ya eran las 2:00 p.m. hora de salir y al �n puede gritar libertad, salí de prisa como todos los días y claro no me amarré los zapatos y pumm me tropecé y caí en un charco y lo peor de todo, tuvieron que ir pasando los rockeer y burlarsen de mí. Llegué a casa muy enojado con los rockeer, con Juan, con la palabra siempre lo mismo, con todos, porque mi barrio tenía que ser todo siempre lo mismo.

Lo único que me alegraba los días era ir donde mi abuelo Tomás, íbamos todos los días a las 4:00 p. m. Eran las 3:30 y ya no quería esperar más, empaqué lo que iba a llevar donde mi abuelo y al �n las 4:00 p. m. bajé rápido la escaleras para llegar a la puerta, pero lo que faltaba, mi mamá se estaba haciendo esos remolinos en la cabeza, fui al baño donde estaba ella y le dije: —mamá ya son las 4:00 hora de ir donde el abuelo Tomás, vamos.

Pero ella respondió: -Si ya voy es el último rulo.

Yo ya no tenía paciencia y me fui solo, quedaba a una cuadra; caminé y caminé hasta que vi esa pequeñita casa de color azul,

con un carro al frente de los viejos que se ven casi oxidados, fui hacía esa casita y toqué la puerta, alguien me respondió con voz muy baja ¡pase!, empujé la puerta muy pasito temiendo que esa no fuera la casa de mi abuelo, al abrir la puerta llegaba hacia una sala y seguí, luego de la sala seguía una mini – biblioteca entré allí y claro, ahí estaba mi abuelo en su mecedora café, me le acerqué y le dije: -hola abuelo.

Él me respondió: -Hola Manuel, ¿cómo está mi nieto único y favorito?

—Bien abuelo y ¿qué haces?

—Estoy recordando todo como era antes, en estas fotos.Me mostró algunas fotografías, como una en la que él estaba en China, New York, París y muchísimas partes más, yo al ver que él estaba en estas fotos en muchas partes distintas le pregunté: ¿abuelo una pregunta y tú por qué estás en todas estas partes si este barrio siempre es lo mismo?

—Tú y yo lo sabemos, no podrías viajar a todas esas partes, ni vivir aventuras como me dices, pensé que no me diría nada como siempre, pero ese día por �n era distinto, él me dijo con cara de suspenso.

—Manuel es que lo que pasa es que antes de que tu nacieras todo este mundo era distinto, todo era especial: mágico, maravilloso, habían aventuras, viajes, e incluso tu mamá no se hacia esos rulos.

Al escuchar eso me puse feliz de que en verdad mi mamá no se hiciera sus rulos, pero lo que más feliz me puso, es que antes este barrio no era igual y luego de pensar un momento como todo era antes de maravilloso le dije al abuelo emocionado: -abuelo y si devolvemos el tiempo o hagamos algo, es que ya estoy cansado de siempre lo mismo.

Mi abuelo se rió y me dijo: no se puede devolver el tiempo Manuel, esto no es un mundo mágico

Pensé un momento y dije: —Si abuelo es verdad, que loco soy no se puede devolver el tiempo.

Hubo un momento de silencio entre el abuelo y yo, estaba pensando qué podía hacer pero se me vino otra pregunta a la cabeza y le dije al abuelo:—¿Abuelo y por qué antes nada era igual y ahora sí?

Él me miró y me dijo:—Porque antes todas las personas daban ideas brillantes y eran animados en todo, ahora todos copian a los demás lo único que quieren es concentrarse en cosas siempre iguales y ya no les gusta hacer nada más que eso, no dan más ideas, como hace tantos años todas las personas hacían siempre lo mismo, es como si a partir de ese día las personas hicieran alguna actividad o movimiento o cualquier cosa y para toda la vida a la misma hora, el mismo tiempo y hacen siempre lo de ese día.

Estaba triste porque veía al abuelo mirando sus fotos muy lentamente y parecía casi llorando, estaba muy acongojado por estos recuerdos.

El abuelo me miró y me dijo:—Ojalá las personas supieran que hay cosas distintas a lo que hacen siempre.

Yo pensé lo que dijo el abuelo un segundo y se me prendió el bombillito en la cabeza, emocionado le dije: —Abuelo tengo una idea, por qué tú y yo no les mostramos las cosas maravillosas que pueden hacer diferente a lo que hacen siempre, solo tú y yo no somos aburridos y sabemos que hay cosas maravillosas aquí.

El abuelo parece aún más emocionado que yo y me dijo:—Eres un genio Manuel

Yo estaba feliz de que me dijera eso, le dije abuelo: —Mañana a las 12:00 m., aquí.

Él feliz me dijo: —Bueno Manuel, aquí te esperaré.

Yo me fui a casa feliz, caminé y caminé hasta que vi mi casa, toqué y mi mama me abrió y me dijo:

—Vamos donde el abuelo ¿no querías ir?

—Por hacerte esos rulos yo ya fui solo, ya que.

Ya era sábado, a las 12:00 m. bajé las escaleras, me dirigí a la puerta y le dije a mi mamá: —Mami ya vengo, iré donde mi abuelo.

Salí corriendo y como en un minuto llegué a la casita azul del abuelo.

Entré y me dirigí a la mini-biblioteca, allí estaba mi abuelo, al verlo le dije: —Abuelo ¿sí vamos a cambiar el barrio?, ¿si recuerdas lo de ayer?.

—Claro que sí, pensé toda la noche en ésto.

Salimos de la casa casi saltando de la alegría, estábamos muy emocionados de que el abuelo y yo íbamos a cambiar el barrio.

Al llegar al parque el abuelo y yo acordamos que él se iba a la izquierda y yo a la derecha, cada uno se fue por su lado. Estaba en el parque de los arbustos y vi a los hermanos del bus los Pérez y los Gómez, les dije al instante: no solo está este parque, hay uno como a 2 minutos de aquí ¡es muy divertido!, ellos me hicieron

caso y fueron a ese parque, yo estaba muy feliz, 4 personas cambiadas; seguí con José el transportador, luego mi mamá, los vecinos de la vuelta de la casa y en �n. El abuelo y yo al volvernos a reunir, a todas las personas del barrio las cambiamos por completo.

Al otro día todos éramos distintos y nos daban las gracias al abuelo y a mí por lo que hicimos, todo era maravilloso como decía el abuelo, él y yo y todos éramos felices de vivir así, todos los días algo diferente y aventuras hay en todos lados en este barrio ahora ya no lo llamo Nocamnun sino Sialdi que signi�ca siempre algo diferente.

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Siempre lo mismoFinalista

Mariana Roldán Aguilar10 añosCategoría: 1Comunidad Colegio Jesús MaríaMedellín – Antioquia

—Manuel al colegio

Dice mamá todas las mañanas, siempre me lo dice con su misma batola rosa de plumas que le trajo el abuelo Tomás de China, siempre con sus mismas pantu�as de conejos blancos de ojos saltones y siempre esos horribles rulos que supuestamente le ayudan a su cabello en las mañanas, pero para mí, se lo deja como un remolino gigante en la cabeza.

Aquí en el barrio en el que yo vivo lo llamo Nocamnun que signi�ca no cambia nunca en mi idioma, todo el mundo dice que estoy loco, ya que digo que este barrio debe tener un tipo de hechizo de que las cosas no cambian nunca, bueno en el bus también es lo mismo siempre José el transportador del aburrido bus, saluda con un hola y una cara de dolor de estómago, siempre es igual, los Pérez siempre en las sillas de atrás, los Gómez siempre adelante y Juan el más hablador del salón al lado mío, qué horror, bueno así es mi vida, siempre igual. Cuando llego al colegio Juan sigue hablando y hablando hasta que llegamos al salón y la profesora de Ciencia lo calla diciéndole:

—Juan silencio ya vamos a empezar clase y vamos a ver un tema nuevo y espero que pongas atención.

Juan como siempre hace una cara de no me importa y sigue hablando. Yo soy en los puestos de adelante ya que soy el tercero más pequeño del salón, siempre lo he sido desde que entré en el

Jardín, siempre el que es bajo, de pelo café medio mono, que pone cara de aburrido en la foto de grupo.

—Niños empezamos clase ya, cierren sus puestos y pongan atención. Dice la profe de Ciencias.

De un momento a otro la profe de Ciencias se puso como un tomate rojo, furiosa le dice a Juan que estaba hablando: -ya Juan pareces una lora mojada te quedas hoy después de clases.

Juan ahora si se calla porque sabe que si se queda después de clases no tiene con quien hablar, porque los que siempre se quedan después de clases en el salón de castigos son el grupo rockeer los malgeniados y brabucones del colegio, Juan ya no se veía tan alegre.

Pasaron clases y clases y todo como siempre era igual y aburrido, ya eran las 2:00 p.m. hora de salir y al �n puede gritar libertad, salí de prisa como todos los días y claro no me amarré los zapatos y pumm me tropecé y caí en un charco y lo peor de todo, tuvieron que ir pasando los rockeer y burlarsen de mí. Llegué a casa muy enojado con los rockeer, con Juan, con la palabra siempre lo mismo, con todos, porque mi barrio tenía que ser todo siempre lo mismo.

Lo único que me alegraba los días era ir donde mi abuelo Tomás, íbamos todos los días a las 4:00 p. m. Eran las 3:30 y ya no quería esperar más, empaqué lo que iba a llevar donde mi abuelo y al �n las 4:00 p. m. bajé rápido la escaleras para llegar a la puerta, pero lo que faltaba, mi mamá se estaba haciendo esos remolinos en la cabeza, fui al baño donde estaba ella y le dije: —mamá ya son las 4:00 hora de ir donde el abuelo Tomás, vamos.

Pero ella respondió: -Si ya voy es el último rulo.

Yo ya no tenía paciencia y me fui solo, quedaba a una cuadra; caminé y caminé hasta que vi esa pequeñita casa de color azul,

con un carro al frente de los viejos que se ven casi oxidados, fui hacía esa casita y toqué la puerta, alguien me respondió con voz muy baja ¡pase!, empujé la puerta muy pasito temiendo que esa no fuera la casa de mi abuelo, al abrir la puerta llegaba hacia una sala y seguí, luego de la sala seguía una mini – biblioteca entré allí y claro, ahí estaba mi abuelo en su mecedora café, me le acerqué y le dije: -hola abuelo.

Él me respondió: -Hola Manuel, ¿cómo está mi nieto único y favorito?

—Bien abuelo y ¿qué haces?

—Estoy recordando todo como era antes, en estas fotos.Me mostró algunas fotografías, como una en la que él estaba en China, New York, París y muchísimas partes más, yo al ver que él estaba en estas fotos en muchas partes distintas le pregunté: ¿abuelo una pregunta y tú por qué estás en todas estas partes si este barrio siempre es lo mismo?

—Tú y yo lo sabemos, no podrías viajar a todas esas partes, ni vivir aventuras como me dices, pensé que no me diría nada como siempre, pero ese día por �n era distinto, él me dijo con cara de suspenso.

—Manuel es que lo que pasa es que antes de que tu nacieras todo este mundo era distinto, todo era especial: mágico, maravilloso, habían aventuras, viajes, e incluso tu mamá no se hacia esos rulos.

Al escuchar eso me puse feliz de que en verdad mi mamá no se hiciera sus rulos, pero lo que más feliz me puso, es que antes este barrio no era igual y luego de pensar un momento como todo era antes de maravilloso le dije al abuelo emocionado: -abuelo y si devolvemos el tiempo o hagamos algo, es que ya estoy cansado de siempre lo mismo.

Mi abuelo se rió y me dijo: no se puede devolver el tiempo Manuel, esto no es un mundo mágico

Pensé un momento y dije: —Si abuelo es verdad, que loco soy no se puede devolver el tiempo.

Hubo un momento de silencio entre el abuelo y yo, estaba pensando qué podía hacer pero se me vino otra pregunta a la cabeza y le dije al abuelo:—¿Abuelo y por qué antes nada era igual y ahora sí?

Él me miró y me dijo:—Porque antes todas las personas daban ideas brillantes y eran animados en todo, ahora todos copian a los demás lo único que quieren es concentrarse en cosas siempre iguales y ya no les gusta hacer nada más que eso, no dan más ideas, como hace tantos años todas las personas hacían siempre lo mismo, es como si a partir de ese día las personas hicieran alguna actividad o movimiento o cualquier cosa y para toda la vida a la misma hora, el mismo tiempo y hacen siempre lo de ese día.

Estaba triste porque veía al abuelo mirando sus fotos muy lentamente y parecía casi llorando, estaba muy acongojado por estos recuerdos.

El abuelo me miró y me dijo:—Ojalá las personas supieran que hay cosas distintas a lo que hacen siempre.

Yo pensé lo que dijo el abuelo un segundo y se me prendió el bombillito en la cabeza, emocionado le dije: —Abuelo tengo una idea, por qué tú y yo no les mostramos las cosas maravillosas que pueden hacer diferente a lo que hacen siempre, solo tú y yo no somos aburridos y sabemos que hay cosas maravillosas aquí.

El abuelo parece aún más emocionado que yo y me dijo:—Eres un genio Manuel

Yo estaba feliz de que me dijera eso, le dije abuelo: —Mañana a las 12:00 m., aquí.

Él feliz me dijo: —Bueno Manuel, aquí te esperaré.

Yo me fui a casa feliz, caminé y caminé hasta que vi mi casa, toqué y mi mama me abrió y me dijo:

—Vamos donde el abuelo ¿no querías ir?

—Por hacerte esos rulos yo ya fui solo, ya que.

Ya era sábado, a las 12:00 m. bajé las escaleras, me dirigí a la puerta y le dije a mi mamá: —Mami ya vengo, iré donde mi abuelo.

Salí corriendo y como en un minuto llegué a la casita azul del abuelo.

Entré y me dirigí a la mini-biblioteca, allí estaba mi abuelo, al verlo le dije: —Abuelo ¿sí vamos a cambiar el barrio?, ¿si recuerdas lo de ayer?.

—Claro que sí, pensé toda la noche en ésto.

Salimos de la casa casi saltando de la alegría, estábamos muy emocionados de que el abuelo y yo íbamos a cambiar el barrio.

Al llegar al parque el abuelo y yo acordamos que él se iba a la izquierda y yo a la derecha, cada uno se fue por su lado. Estaba en el parque de los arbustos y vi a los hermanos del bus los Pérez y los Gómez, les dije al instante: no solo está este parque, hay uno como a 2 minutos de aquí ¡es muy divertido!, ellos me hicieron

caso y fueron a ese parque, yo estaba muy feliz, 4 personas cambiadas; seguí con José el transportador, luego mi mamá, los vecinos de la vuelta de la casa y en �n. El abuelo y yo al volvernos a reunir, a todas las personas del barrio las cambiamos por completo.

Al otro día todos éramos distintos y nos daban las gracias al abuelo y a mí por lo que hicimos, todo era maravilloso como decía el abuelo, él y yo y todos éramos felices de vivir así, todos los días algo diferente y aventuras hay en todos lados en este barrio ahora ya no lo llamo Nocamnun sino Sialdi que signi�ca siempre algo diferente.

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Décimo Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

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Siempre lo mismoFinalista

Mariana Roldán Aguilar10 añosCategoría: 1Comunidad Colegio Jesús MaríaMedellín – Antioquia

—Manuel al colegio

Dice mamá todas las mañanas, siempre me lo dice con su misma batola rosa de plumas que le trajo el abuelo Tomás de China, siempre con sus mismas pantu�as de conejos blancos de ojos saltones y siempre esos horribles rulos que supuestamente le ayudan a su cabello en las mañanas, pero para mí, se lo deja como un remolino gigante en la cabeza.

Aquí en el barrio en el que yo vivo lo llamo Nocamnun que signi�ca no cambia nunca en mi idioma, todo el mundo dice que estoy loco, ya que digo que este barrio debe tener un tipo de hechizo de que las cosas no cambian nunca, bueno en el bus también es lo mismo siempre José el transportador del aburrido bus, saluda con un hola y una cara de dolor de estómago, siempre es igual, los Pérez siempre en las sillas de atrás, los Gómez siempre adelante y Juan el más hablador del salón al lado mío, qué horror, bueno así es mi vida, siempre igual. Cuando llego al colegio Juan sigue hablando y hablando hasta que llegamos al salón y la profesora de Ciencia lo calla diciéndole:

—Juan silencio ya vamos a empezar clase y vamos a ver un tema nuevo y espero que pongas atención.

Juan como siempre hace una cara de no me importa y sigue hablando. Yo soy en los puestos de adelante ya que soy el tercero más pequeño del salón, siempre lo he sido desde que entré en el

Jardín, siempre el que es bajo, de pelo café medio mono, que pone cara de aburrido en la foto de grupo.

—Niños empezamos clase ya, cierren sus puestos y pongan atención. Dice la profe de Ciencias.

De un momento a otro la profe de Ciencias se puso como un tomate rojo, furiosa le dice a Juan que estaba hablando: -ya Juan pareces una lora mojada te quedas hoy después de clases.

Juan ahora si se calla porque sabe que si se queda después de clases no tiene con quien hablar, porque los que siempre se quedan después de clases en el salón de castigos son el grupo rockeer los malgeniados y brabucones del colegio, Juan ya no se veía tan alegre.

Pasaron clases y clases y todo como siempre era igual y aburrido, ya eran las 2:00 p.m. hora de salir y al �n puede gritar libertad, salí de prisa como todos los días y claro no me amarré los zapatos y pumm me tropecé y caí en un charco y lo peor de todo, tuvieron que ir pasando los rockeer y burlarsen de mí. Llegué a casa muy enojado con los rockeer, con Juan, con la palabra siempre lo mismo, con todos, porque mi barrio tenía que ser todo siempre lo mismo.

Lo único que me alegraba los días era ir donde mi abuelo Tomás, íbamos todos los días a las 4:00 p. m. Eran las 3:30 y ya no quería esperar más, empaqué lo que iba a llevar donde mi abuelo y al �n las 4:00 p. m. bajé rápido la escaleras para llegar a la puerta, pero lo que faltaba, mi mamá se estaba haciendo esos remolinos en la cabeza, fui al baño donde estaba ella y le dije: —mamá ya son las 4:00 hora de ir donde el abuelo Tomás, vamos.

Pero ella respondió: -Si ya voy es el último rulo.

Yo ya no tenía paciencia y me fui solo, quedaba a una cuadra; caminé y caminé hasta que vi esa pequeñita casa de color azul,

con un carro al frente de los viejos que se ven casi oxidados, fui hacía esa casita y toqué la puerta, alguien me respondió con voz muy baja ¡pase!, empujé la puerta muy pasito temiendo que esa no fuera la casa de mi abuelo, al abrir la puerta llegaba hacia una sala y seguí, luego de la sala seguía una mini – biblioteca entré allí y claro, ahí estaba mi abuelo en su mecedora café, me le acerqué y le dije: -hola abuelo.

Él me respondió: -Hola Manuel, ¿cómo está mi nieto único y favorito?

—Bien abuelo y ¿qué haces?

—Estoy recordando todo como era antes, en estas fotos.Me mostró algunas fotografías, como una en la que él estaba en China, New York, París y muchísimas partes más, yo al ver que él estaba en estas fotos en muchas partes distintas le pregunté: ¿abuelo una pregunta y tú por qué estás en todas estas partes si este barrio siempre es lo mismo?

—Tú y yo lo sabemos, no podrías viajar a todas esas partes, ni vivir aventuras como me dices, pensé que no me diría nada como siempre, pero ese día por �n era distinto, él me dijo con cara de suspenso.

—Manuel es que lo que pasa es que antes de que tu nacieras todo este mundo era distinto, todo era especial: mágico, maravilloso, habían aventuras, viajes, e incluso tu mamá no se hacia esos rulos.

Al escuchar eso me puse feliz de que en verdad mi mamá no se hiciera sus rulos, pero lo que más feliz me puso, es que antes este barrio no era igual y luego de pensar un momento como todo era antes de maravilloso le dije al abuelo emocionado: -abuelo y si devolvemos el tiempo o hagamos algo, es que ya estoy cansado de siempre lo mismo.

Mi abuelo se rió y me dijo: no se puede devolver el tiempo Manuel, esto no es un mundo mágico

Pensé un momento y dije: —Si abuelo es verdad, que loco soy no se puede devolver el tiempo.

Hubo un momento de silencio entre el abuelo y yo, estaba pensando qué podía hacer pero se me vino otra pregunta a la cabeza y le dije al abuelo:—¿Abuelo y por qué antes nada era igual y ahora sí?

Él me miró y me dijo:—Porque antes todas las personas daban ideas brillantes y eran animados en todo, ahora todos copian a los demás lo único que quieren es concentrarse en cosas siempre iguales y ya no les gusta hacer nada más que eso, no dan más ideas, como hace tantos años todas las personas hacían siempre lo mismo, es como si a partir de ese día las personas hicieran alguna actividad o movimiento o cualquier cosa y para toda la vida a la misma hora, el mismo tiempo y hacen siempre lo de ese día.

Estaba triste porque veía al abuelo mirando sus fotos muy lentamente y parecía casi llorando, estaba muy acongojado por estos recuerdos.

El abuelo me miró y me dijo:—Ojalá las personas supieran que hay cosas distintas a lo que hacen siempre.

Yo pensé lo que dijo el abuelo un segundo y se me prendió el bombillito en la cabeza, emocionado le dije: —Abuelo tengo una idea, por qué tú y yo no les mostramos las cosas maravillosas que pueden hacer diferente a lo que hacen siempre, solo tú y yo no somos aburridos y sabemos que hay cosas maravillosas aquí.

El abuelo parece aún más emocionado que yo y me dijo:—Eres un genio Manuel

Yo estaba feliz de que me dijera eso, le dije abuelo: —Mañana a las 12:00 m., aquí.

Él feliz me dijo: —Bueno Manuel, aquí te esperaré.

Yo me fui a casa feliz, caminé y caminé hasta que vi mi casa, toqué y mi mama me abrió y me dijo:

—Vamos donde el abuelo ¿no querías ir?

—Por hacerte esos rulos yo ya fui solo, ya que.

Ya era sábado, a las 12:00 m. bajé las escaleras, me dirigí a la puerta y le dije a mi mamá: —Mami ya vengo, iré donde mi abuelo.

Salí corriendo y como en un minuto llegué a la casita azul del abuelo.

Entré y me dirigí a la mini-biblioteca, allí estaba mi abuelo, al verlo le dije: —Abuelo ¿sí vamos a cambiar el barrio?, ¿si recuerdas lo de ayer?.

—Claro que sí, pensé toda la noche en ésto.

Salimos de la casa casi saltando de la alegría, estábamos muy emocionados de que el abuelo y yo íbamos a cambiar el barrio.

Al llegar al parque el abuelo y yo acordamos que él se iba a la izquierda y yo a la derecha, cada uno se fue por su lado. Estaba en el parque de los arbustos y vi a los hermanos del bus los Pérez y los Gómez, les dije al instante: no solo está este parque, hay uno como a 2 minutos de aquí ¡es muy divertido!, ellos me hicieron

caso y fueron a ese parque, yo estaba muy feliz, 4 personas cambiadas; seguí con José el transportador, luego mi mamá, los vecinos de la vuelta de la casa y en �n. El abuelo y yo al volvernos a reunir, a todas las personas del barrio las cambiamos por completo.

Al otro día todos éramos distintos y nos daban las gracias al abuelo y a mí por lo que hicimos, todo era maravilloso como decía el abuelo, él y yo y todos éramos felices de vivir así, todos los días algo diferente y aventuras hay en todos lados en este barrio ahora ya no lo llamo Nocamnun sino Sialdi que signi�ca siempre algo diferente.

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46

Siempre lo mismoFinalista

Mariana Roldán Aguilar10 añosCategoría: 1Comunidad Colegio Jesús MaríaMedellín – Antioquia

—Manuel al colegio

Dice mamá todas las mañanas, siempre me lo dice con su misma batola rosa de plumas que le trajo el abuelo Tomás de China, siempre con sus mismas pantu�as de conejos blancos de ojos saltones y siempre esos horribles rulos que supuestamente le ayudan a su cabello en las mañanas, pero para mí, se lo deja como un remolino gigante en la cabeza.

Aquí en el barrio en el que yo vivo lo llamo Nocamnun que signi�ca no cambia nunca en mi idioma, todo el mundo dice que estoy loco, ya que digo que este barrio debe tener un tipo de hechizo de que las cosas no cambian nunca, bueno en el bus también es lo mismo siempre José el transportador del aburrido bus, saluda con un hola y una cara de dolor de estómago, siempre es igual, los Pérez siempre en las sillas de atrás, los Gómez siempre adelante y Juan el más hablador del salón al lado mío, qué horror, bueno así es mi vida, siempre igual. Cuando llego al colegio Juan sigue hablando y hablando hasta que llegamos al salón y la profesora de Ciencia lo calla diciéndole:

—Juan silencio ya vamos a empezar clase y vamos a ver un tema nuevo y espero que pongas atención.

Juan como siempre hace una cara de no me importa y sigue hablando. Yo soy en los puestos de adelante ya que soy el tercero más pequeño del salón, siempre lo he sido desde que entré en el

Jardín, siempre el que es bajo, de pelo café medio mono, que pone cara de aburrido en la foto de grupo.

—Niños empezamos clase ya, cierren sus puestos y pongan atención. Dice la profe de Ciencias.

De un momento a otro la profe de Ciencias se puso como un tomate rojo, furiosa le dice a Juan que estaba hablando: -ya Juan pareces una lora mojada te quedas hoy después de clases.

Juan ahora si se calla porque sabe que si se queda después de clases no tiene con quien hablar, porque los que siempre se quedan después de clases en el salón de castigos son el grupo rockeer los malgeniados y brabucones del colegio, Juan ya no se veía tan alegre.

Pasaron clases y clases y todo como siempre era igual y aburrido, ya eran las 2:00 p.m. hora de salir y al �n puede gritar libertad, salí de prisa como todos los días y claro no me amarré los zapatos y pumm me tropecé y caí en un charco y lo peor de todo, tuvieron que ir pasando los rockeer y burlarsen de mí. Llegué a casa muy enojado con los rockeer, con Juan, con la palabra siempre lo mismo, con todos, porque mi barrio tenía que ser todo siempre lo mismo.

Lo único que me alegraba los días era ir donde mi abuelo Tomás, íbamos todos los días a las 4:00 p. m. Eran las 3:30 y ya no quería esperar más, empaqué lo que iba a llevar donde mi abuelo y al �n las 4:00 p. m. bajé rápido la escaleras para llegar a la puerta, pero lo que faltaba, mi mamá se estaba haciendo esos remolinos en la cabeza, fui al baño donde estaba ella y le dije: —mamá ya son las 4:00 hora de ir donde el abuelo Tomás, vamos.

Pero ella respondió: -Si ya voy es el último rulo.

Yo ya no tenía paciencia y me fui solo, quedaba a una cuadra; caminé y caminé hasta que vi esa pequeñita casa de color azul,

con un carro al frente de los viejos que se ven casi oxidados, fui hacía esa casita y toqué la puerta, alguien me respondió con voz muy baja ¡pase!, empujé la puerta muy pasito temiendo que esa no fuera la casa de mi abuelo, al abrir la puerta llegaba hacia una sala y seguí, luego de la sala seguía una mini – biblioteca entré allí y claro, ahí estaba mi abuelo en su mecedora café, me le acerqué y le dije: -hola abuelo.

Él me respondió: -Hola Manuel, ¿cómo está mi nieto único y favorito?

—Bien abuelo y ¿qué haces?

—Estoy recordando todo como era antes, en estas fotos.Me mostró algunas fotografías, como una en la que él estaba en China, New York, París y muchísimas partes más, yo al ver que él estaba en estas fotos en muchas partes distintas le pregunté: ¿abuelo una pregunta y tú por qué estás en todas estas partes si este barrio siempre es lo mismo?

—Tú y yo lo sabemos, no podrías viajar a todas esas partes, ni vivir aventuras como me dices, pensé que no me diría nada como siempre, pero ese día por �n era distinto, él me dijo con cara de suspenso.

—Manuel es que lo que pasa es que antes de que tu nacieras todo este mundo era distinto, todo era especial: mágico, maravilloso, habían aventuras, viajes, e incluso tu mamá no se hacia esos rulos.

Al escuchar eso me puse feliz de que en verdad mi mamá no se hiciera sus rulos, pero lo que más feliz me puso, es que antes este barrio no era igual y luego de pensar un momento como todo era antes de maravilloso le dije al abuelo emocionado: -abuelo y si devolvemos el tiempo o hagamos algo, es que ya estoy cansado de siempre lo mismo.

Mi abuelo se rió y me dijo: no se puede devolver el tiempo Manuel, esto no es un mundo mágico

Pensé un momento y dije: —Si abuelo es verdad, que loco soy no se puede devolver el tiempo.

Hubo un momento de silencio entre el abuelo y yo, estaba pensando qué podía hacer pero se me vino otra pregunta a la cabeza y le dije al abuelo:—¿Abuelo y por qué antes nada era igual y ahora sí?

Él me miró y me dijo:—Porque antes todas las personas daban ideas brillantes y eran animados en todo, ahora todos copian a los demás lo único que quieren es concentrarse en cosas siempre iguales y ya no les gusta hacer nada más que eso, no dan más ideas, como hace tantos años todas las personas hacían siempre lo mismo, es como si a partir de ese día las personas hicieran alguna actividad o movimiento o cualquier cosa y para toda la vida a la misma hora, el mismo tiempo y hacen siempre lo de ese día.

Estaba triste porque veía al abuelo mirando sus fotos muy lentamente y parecía casi llorando, estaba muy acongojado por estos recuerdos.

El abuelo me miró y me dijo:—Ojalá las personas supieran que hay cosas distintas a lo que hacen siempre.

Yo pensé lo que dijo el abuelo un segundo y se me prendió el bombillito en la cabeza, emocionado le dije: —Abuelo tengo una idea, por qué tú y yo no les mostramos las cosas maravillosas que pueden hacer diferente a lo que hacen siempre, solo tú y yo no somos aburridos y sabemos que hay cosas maravillosas aquí.

El abuelo parece aún más emocionado que yo y me dijo:—Eres un genio Manuel

Yo estaba feliz de que me dijera eso, le dije abuelo: —Mañana a las 12:00 m., aquí.

Él feliz me dijo: —Bueno Manuel, aquí te esperaré.

Yo me fui a casa feliz, caminé y caminé hasta que vi mi casa, toqué y mi mama me abrió y me dijo:

—Vamos donde el abuelo ¿no querías ir?

—Por hacerte esos rulos yo ya fui solo, ya que.

Ya era sábado, a las 12:00 m. bajé las escaleras, me dirigí a la puerta y le dije a mi mamá: —Mami ya vengo, iré donde mi abuelo.

Salí corriendo y como en un minuto llegué a la casita azul del abuelo.

Entré y me dirigí a la mini-biblioteca, allí estaba mi abuelo, al verlo le dije: —Abuelo ¿sí vamos a cambiar el barrio?, ¿si recuerdas lo de ayer?.

—Claro que sí, pensé toda la noche en ésto.

Salimos de la casa casi saltando de la alegría, estábamos muy emocionados de que el abuelo y yo íbamos a cambiar el barrio.

Al llegar al parque el abuelo y yo acordamos que él se iba a la izquierda y yo a la derecha, cada uno se fue por su lado. Estaba en el parque de los arbustos y vi a los hermanos del bus los Pérez y los Gómez, les dije al instante: no solo está este parque, hay uno como a 2 minutos de aquí ¡es muy divertido!, ellos me hicieron

Fin

caso y fueron a ese parque, yo estaba muy feliz, 4 personas cambiadas; seguí con José el transportador, luego mi mamá, los vecinos de la vuelta de la casa y en �n. El abuelo y yo al volvernos a reunir, a todas las personas del barrio las cambiamos por completo.

Al otro día todos éramos distintos y nos daban las gracias al abuelo y a mí por lo que hicimos, todo era maravilloso como decía el abuelo, él y yo y todos éramos felices de vivir así, todos los días algo diferente y aventuras hay en todos lados en este barrio ahora ya no lo llamo Nocamnun sino Sialdi que signi�ca siempre algo diferente.

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Décimo Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

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La vampira JosefinaFinalista

Ana María Bedoya Soto9 añosCategoría: 1Institución Educativa Andrés BelloBello – Antioquia

La vampira Jose�na no es nada amigable, tiene unos grandes colmillos que se mantienen de color rojo, viste de color negro y su pelo es de color morado pálido, también es mala y asusta a los niños.

Un día la malvada vampira salió a caminar y se encontró con Susi una pequeña e indefensa niña y le dijo:

—Hola pequeña, ¿cómo te llamas?

—Susana pero me dicen Susi.

—Yo me llamo Jose�na, la vampira la más amigable (supuestamente).

—y yo soy Susana la más... no importa ¿qué quieres?

—Qué te parece si vas a mi casa a jugar con mi hija y conmigo un momentito.

La verdad es que Jose�na estaba engañando a la pobre Susi, Jose�na no tenía ninguna hija; y prosiguió la siguiente conversación:

—No, no creo, mi mamá no me va a dejar.

—Claro que tu mamá te va a dejar ir.

—Obvio que no, no me dejará ir a la casa de una extraña y menos vampira.

—Te dejará, ¿soy una amiga o no?, la confrontó Jose�na –

—Bueno, si lo dices así entonces iré.—Te veo a las 2 de la tarde (le entrega un papelito) esta es mí dirección síguela y no te perderás:

—No entiendo le dice Susi a su nueva amiga.

—Mira, sólo tienes que seguir los caminos amarillo, anaranjado o rosado:-aclara Jose�na-

—Bueno a las 2 te veo Jose�na, adiós.Susi cayó en la trampa y la mamá por supuesto no la dejó ir, pero ella se fue sin permiso.

Jose�na como les dije antes no es nada amigable, a la pobre Susana ¡se la va a comer!

Tan.. tan... Sonó la puerta. Jose�na abrió la puerta y entró la niña y preguntó:

—¿Dónde está tu hija? estoy ansiosa por jugar con ella.

La vampira la cogió de los brazos y ahí mismo le dijo que no

existía ninguna hija y que se la iba a comer.

El alivio fue que cuando Jose�na le cogió las manos, el celular de la niña cayó al suelo y automáticamente marcó el número 123 y la policía escuchó todo lo que Jose�na dijo.

Tan… tan…., sonó la puerta. Jose�na le preguntó a Susana: ¿qué a quién había llamado?, Susana le dijo: que antes de que saliera de la casa había llamado a otras amigas para que vinieran a jugar. Jose�na amarró a Susana a una silla para evitar que se escapara.Jose�na abrió la puerta y mientras que lo hacía dijo: -¡más cena para mí!

La abrió y ahí mismo un policía le dijo: -está detenida señorita Jose�na

—¿Pero y por qué?

—Porque nos dimos cuenta de que se intentaba comer a Susi —Pero yo no hice nada

¿Entonces cómo explica que Susana esté amarrada a esa silla?

Porque…Jose�na no, no sabía que decir.

¡Eso explíqueselo al juez!

Después de un largo juicio, a Jose�na la condenaron a estar encerrada por largo tiempo, aunque como era vampira sus escapaditas se daba en las noches: para buscar alimento.

Susi le pidió perdón a su mamá por ser tan desobediente y le prometió que no iba a volver a ser tan ingenua.

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La vampira JosefinaFinalista

Ana María Bedoya Soto9 añosCategoría: 1Institución Educativa Andrés BelloBello – Antioquia

La vampira Jose�na no es nada amigable, tiene unos grandes colmillos que se mantienen de color rojo, viste de color negro y su pelo es de color morado pálido, también es mala y asusta a los niños.

Un día la malvada vampira salió a caminar y se encontró con Susi una pequeña e indefensa niña y le dijo:

—Hola pequeña, ¿cómo te llamas?

—Susana pero me dicen Susi.

—Yo me llamo Jose�na, la vampira la más amigable (supuestamente).

—y yo soy Susana la más... no importa ¿qué quieres?

—Qué te parece si vas a mi casa a jugar con mi hija y conmigo un momentito.

La verdad es que Jose�na estaba engañando a la pobre Susi, Jose�na no tenía ninguna hija; y prosiguió la siguiente conversación:

—No, no creo, mi mamá no me va a dejar.

—Claro que tu mamá te va a dejar ir.

—Obvio que no, no me dejará ir a la casa de una extraña y menos vampira.

—Te dejará, ¿soy una amiga o no?, la confrontó Jose�na –

—Bueno, si lo dices así entonces iré.—Te veo a las 2 de la tarde (le entrega un papelito) esta es mí dirección síguela y no te perderás:

—No entiendo le dice Susi a su nueva amiga.

—Mira, sólo tienes que seguir los caminos amarillo, anaranjado o rosado:-aclara Jose�na-

—Bueno a las 2 te veo Jose�na, adiós.Susi cayó en la trampa y la mamá por supuesto no la dejó ir, pero ella se fue sin permiso.

Jose�na como les dije antes no es nada amigable, a la pobre Susana ¡se la va a comer!

Tan.. tan... Sonó la puerta. Jose�na abrió la puerta y entró la niña y preguntó:

—¿Dónde está tu hija? estoy ansiosa por jugar con ella.

La vampira la cogió de los brazos y ahí mismo le dijo que no

existía ninguna hija y que se la iba a comer.

El alivio fue que cuando Jose�na le cogió las manos, el celular de la niña cayó al suelo y automáticamente marcó el número 123 y la policía escuchó todo lo que Jose�na dijo.

Tan… tan…., sonó la puerta. Jose�na le preguntó a Susana: ¿qué a quién había llamado?, Susana le dijo: que antes de que saliera de la casa había llamado a otras amigas para que vinieran a jugar. Jose�na amarró a Susana a una silla para evitar que se escapara.Jose�na abrió la puerta y mientras que lo hacía dijo: -¡más cena para mí!

La abrió y ahí mismo un policía le dijo: -está detenida señorita Jose�na

—¿Pero y por qué?

—Porque nos dimos cuenta de que se intentaba comer a Susi —Pero yo no hice nada

¿Entonces cómo explica que Susana esté amarrada a esa silla?

Porque…Jose�na no, no sabía que decir.

¡Eso explíqueselo al juez!

Después de un largo juicio, a Jose�na la condenaron a estar encerrada por largo tiempo, aunque como era vampira sus escapaditas se daba en las noches: para buscar alimento.

Susi le pidió perdón a su mamá por ser tan desobediente y le prometió que no iba a volver a ser tan ingenua.

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La vampira JosefinaFinalista

Ana María Bedoya Soto9 añosCategoría: 1Institución Educativa Andrés BelloBello – Antioquia

La vampira Jose�na no es nada amigable, tiene unos grandes colmillos que se mantienen de color rojo, viste de color negro y su pelo es de color morado pálido, también es mala y asusta a los niños.

Un día la malvada vampira salió a caminar y se encontró con Susi una pequeña e indefensa niña y le dijo:

—Hola pequeña, ¿cómo te llamas?

—Susana pero me dicen Susi.

—Yo me llamo Jose�na, la vampira la más amigable (supuestamente).

—y yo soy Susana la más... no importa ¿qué quieres?

—Qué te parece si vas a mi casa a jugar con mi hija y conmigo un momentito.

La verdad es que Jose�na estaba engañando a la pobre Susi, Jose�na no tenía ninguna hija; y prosiguió la siguiente conversación:

—No, no creo, mi mamá no me va a dejar.

—Claro que tu mamá te va a dejar ir.

—Obvio que no, no me dejará ir a la casa de una extraña y menos vampira.

—Te dejará, ¿soy una amiga o no?, la confrontó Jose�na –

—Bueno, si lo dices así entonces iré.—Te veo a las 2 de la tarde (le entrega un papelito) esta es mí dirección síguela y no te perderás:

—No entiendo le dice Susi a su nueva amiga.

—Mira, sólo tienes que seguir los caminos amarillo, anaranjado o rosado:-aclara Jose�na-

—Bueno a las 2 te veo Jose�na, adiós.Susi cayó en la trampa y la mamá por supuesto no la dejó ir, pero ella se fue sin permiso.

Jose�na como les dije antes no es nada amigable, a la pobre Susana ¡se la va a comer!

Tan.. tan... Sonó la puerta. Jose�na abrió la puerta y entró la niña y preguntó:

—¿Dónde está tu hija? estoy ansiosa por jugar con ella.

La vampira la cogió de los brazos y ahí mismo le dijo que no

existía ninguna hija y que se la iba a comer.

El alivio fue que cuando Jose�na le cogió las manos, el celular de la niña cayó al suelo y automáticamente marcó el número 123 y la policía escuchó todo lo que Jose�na dijo.

Tan… tan…., sonó la puerta. Jose�na le preguntó a Susana: ¿qué a quién había llamado?, Susana le dijo: que antes de que saliera de la casa había llamado a otras amigas para que vinieran a jugar. Jose�na amarró a Susana a una silla para evitar que se escapara.Jose�na abrió la puerta y mientras que lo hacía dijo: -¡más cena para mí!

La abrió y ahí mismo un policía le dijo: -está detenida señorita Jose�na

—¿Pero y por qué?

—Porque nos dimos cuenta de que se intentaba comer a Susi —Pero yo no hice nada

¿Entonces cómo explica que Susana esté amarrada a esa silla?

Porque…Jose�na no, no sabía que decir.

¡Eso explíqueselo al juez!

Después de un largo juicio, a Jose�na la condenaron a estar encerrada por largo tiempo, aunque como era vampira sus escapaditas se daba en las noches: para buscar alimento.

Susi le pidió perdón a su mamá por ser tan desobediente y le prometió que no iba a volver a ser tan ingenua.

Fin

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2Categoría

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Décimo Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

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El rey de los librosGanador

Jacobo García Salazar11 añosCategoría 2Instituto Musical Diego Echavarría Medellín—Antioquia

Había una vez en Madrid un niño que amaba los libros, leía casi todos los libros, leía cualquier tipo de libros: misterio, romance, alegría…él se llamaba Santiago.

Un día Santiago estaba leyendo un libro, entonces llegaron sus amigos y lo llamaron diciendo:

—¿Santi quieres venir a jugar?

El respondió:

—Claro que sí

Cuando llegaron al parque empezaron a jugar, Santiago vio unos árboles que estaban señalando un camino, él decidió ir a investigar, cuando llegó al �nal del camino, vio una cueva y decidió seguir. Cuando llegó a la luz vio un castillo, pero de un momento a otro, sintió un golpe tan duro que cayó desmayado.

Cuando Santiago se despertó vio a un monstruo de roca, Santiago quedó sin palabras pero de repente se oyó una voz muy débil.

—Hola muchacho ¿cómo estás?

—Santiago no respondió. El viejo dijo:

—Sí, yo también me quedé sin palabras, y ¿cómo te va Santiago?

Santiago respondió:

—¿Cómo sabes mi nombre?

—Oh Santiago llevo observándote desde que naciste

—¿Por qué?

—Pregunta Santiago

—Porque eres mi reencarnación

—¿Reencarnación?

—¡Sí!

—Dice el anciano

—¿Te encanta leer o no Santiago?

—Sí

—Por eso eres mi reencarnación, eres el nuevo rey de los libros.

¿Rey de los libros?

—¡Sí!, tu extenderás la literatura a todo el mundo.

—Yo te enseñaré todo lo que sé ¿vendrás a entrenar conmigo? por favor.

—De acuerdo

Fueron cinco años que Santiago entrenó con Ball. ¡Ah! por cierto el anciano se llamaba Ball, bueno sigamos. Al �n llegó el día, Santiago fue a repartir la literatura al mundo, viajó por Italia, Rusia, Alemania, Colombia, Brasil, Argentina, la India y muchos más. Cuando Santiago regresó a España se encontró con una terrible noticia: Ball había sido asesinado por la Real Academia de la Lengua.

Vorm el gigante de roca, intento detenerlos, pero eran demasiados, así que Santiago juró vengarse.

—¿Pero por qué lo asesinaron?

Yo les digo, es que la Real Academia de la Lengua, no quería que existiera un rey de los libros, así que por eso pasó lo que pasó.

Santiago entró en secreto a la Real Academia de la Lengua; se ocultó en la biblioteca y esperó a que fuera de noche para vengarse. Cuando los miembros del Consejo iban a irse, Santiago atacó. Santiago les pregunto:

—¿Por qué lo hicieron?

—Ellos respondieron

—No fue nuestra idea

—Entonces de quién?

—El miembro mayor, pero no te metas con él

—¿Por qué?

—Por eso, dijeron

Santiago volteó y de un momento a otro.

—Puf

—¡How!, me volví a meter en mi imaginación

—Bueno Santi, si vas a salir a jugar

—¡Sí!

Bueno el que lo entendió, lo entendió.

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El rey de los librosGanador

Jacobo García Salazar11 añosCategoría 2Instituto Musical Diego Echavarría Medellín—Antioquia

Había una vez en Madrid un niño que amaba los libros, leía casi todos los libros, leía cualquier tipo de libros: misterio, romance, alegría…él se llamaba Santiago.

Un día Santiago estaba leyendo un libro, entonces llegaron sus amigos y lo llamaron diciendo:

—¿Santi quieres venir a jugar?

El respondió:

—Claro que sí

Cuando llegaron al parque empezaron a jugar, Santiago vio unos árboles que estaban señalando un camino, él decidió ir a investigar, cuando llegó al �nal del camino, vio una cueva y decidió seguir. Cuando llegó a la luz vio un castillo, pero de un momento a otro, sintió un golpe tan duro que cayó desmayado.

Cuando Santiago se despertó vio a un monstruo de roca, Santiago quedó sin palabras pero de repente se oyó una voz muy débil.

—Hola muchacho ¿cómo estás?

—Santiago no respondió. El viejo dijo:

—Sí, yo también me quedé sin palabras, y ¿cómo te va Santiago?

Santiago respondió:

—¿Cómo sabes mi nombre?

—Oh Santiago llevo observándote desde que naciste

—¿Por qué?

—Pregunta Santiago

—Porque eres mi reencarnación

—¿Reencarnación?

—¡Sí!

—Dice el anciano

—¿Te encanta leer o no Santiago?

—Sí

—Por eso eres mi reencarnación, eres el nuevo rey de los libros.

¿Rey de los libros?

—¡Sí!, tu extenderás la literatura a todo el mundo.

—Yo te enseñaré todo lo que sé ¿vendrás a entrenar conmigo? por favor.

—De acuerdo

Fueron cinco años que Santiago entrenó con Ball. ¡Ah! por cierto el anciano se llamaba Ball, bueno sigamos. Al �n llegó el día, Santiago fue a repartir la literatura al mundo, viajó por Italia, Rusia, Alemania, Colombia, Brasil, Argentina, la India y muchos más. Cuando Santiago regresó a España se encontró con una terrible noticia: Ball había sido asesinado por la Real Academia de la Lengua.

Vorm el gigante de roca, intento detenerlos, pero eran demasiados, así que Santiago juró vengarse.

—¿Pero por qué lo asesinaron?

Yo les digo, es que la Real Academia de la Lengua, no quería que existiera un rey de los libros, así que por eso pasó lo que pasó.

Santiago entró en secreto a la Real Academia de la Lengua; se ocultó en la biblioteca y esperó a que fuera de noche para vengarse. Cuando los miembros del Consejo iban a irse, Santiago atacó. Santiago les pregunto:

—¿Por qué lo hicieron?

—Ellos respondieron

—No fue nuestra idea

—Entonces de quién?

—El miembro mayor, pero no te metas con él

—¿Por qué?

—Por eso, dijeron

Santiago volteó y de un momento a otro.

—Puf

—¡How!, me volví a meter en mi imaginación

—Bueno Santi, si vas a salir a jugar

—¡Sí!

Bueno el que lo entendió, lo entendió.

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El rey de los librosGanador

Jacobo García Salazar11 añosCategoría 2Instituto Musical Diego Echavarría Medellín—Antioquia

Había una vez en Madrid un niño que amaba los libros, leía casi todos los libros, leía cualquier tipo de libros: misterio, romance, alegría…él se llamaba Santiago.

Un día Santiago estaba leyendo un libro, entonces llegaron sus amigos y lo llamaron diciendo:

—¿Santi quieres venir a jugar?

El respondió:

—Claro que sí

Cuando llegaron al parque empezaron a jugar, Santiago vio unos árboles que estaban señalando un camino, él decidió ir a investigar, cuando llegó al �nal del camino, vio una cueva y decidió seguir. Cuando llegó a la luz vio un castillo, pero de un momento a otro, sintió un golpe tan duro que cayó desmayado.

Cuando Santiago se despertó vio a un monstruo de roca, Santiago quedó sin palabras pero de repente se oyó una voz muy débil.

—Hola muchacho ¿cómo estás?

—Santiago no respondió. El viejo dijo:

—Sí, yo también me quedé sin palabras, y ¿cómo te va Santiago?

Santiago respondió:

—¿Cómo sabes mi nombre?

—Oh Santiago llevo observándote desde que naciste

—¿Por qué?

—Pregunta Santiago

—Porque eres mi reencarnación

—¿Reencarnación?

—¡Sí!

—Dice el anciano

—¿Te encanta leer o no Santiago?

—Sí

—Por eso eres mi reencarnación, eres el nuevo rey de los libros.

¿Rey de los libros?

—¡Sí!, tu extenderás la literatura a todo el mundo.

—Yo te enseñaré todo lo que sé ¿vendrás a entrenar conmigo? por favor.

—De acuerdo

Fueron cinco años que Santiago entrenó con Ball. ¡Ah! por cierto el anciano se llamaba Ball, bueno sigamos. Al �n llegó el día, Santiago fue a repartir la literatura al mundo, viajó por Italia, Rusia, Alemania, Colombia, Brasil, Argentina, la India y muchos más. Cuando Santiago regresó a España se encontró con una terrible noticia: Ball había sido asesinado por la Real Academia de la Lengua.

Vorm el gigante de roca, intento detenerlos, pero eran demasiados, así que Santiago juró vengarse.

—¿Pero por qué lo asesinaron?

Yo les digo, es que la Real Academia de la Lengua, no quería que existiera un rey de los libros, así que por eso pasó lo que pasó.

Santiago entró en secreto a la Real Academia de la Lengua; se ocultó en la biblioteca y esperó a que fuera de noche para vengarse. Cuando los miembros del Consejo iban a irse, Santiago atacó. Santiago les pregunto:

—¿Por qué lo hicieron?

—Ellos respondieron

—No fue nuestra idea

—Entonces de quién?

—El miembro mayor, pero no te metas con él

—¿Por qué?

—Por eso, dijeron

Santiago volteó y de un momento a otro.

—Puf

—¡How!, me volví a meter en mi imaginación

—Bueno Santi, si vas a salir a jugar

—¡Sí!

Bueno el que lo entendió, lo entendió.

Fin

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Más allá de la realidadFinalista

Estefanía Ribero Jaramillo11 añosCategoría: 2Instituto Musical Diego EchavarríaMedellín – Antioquia

Estábamos mis primos y yo en el colegio, muy interesados en la historia que nuestra profe Carolay nos estaba contando.

¡¡Ring.. ring!!

El timbre vamos Samy ya sabes que hacer, bueno pero tenemos que hacerlo dijo como entrecortado, Carlos empujó a Samuel y le dijo: “claro quieres perder el examen más importante de la vida”, “no”, respondió �rme Samuel.

Los niños entraron a la o�cina del director y antes de copiar en sus cuadernos las respuestas, el director los descubrió e inmediatamente llamó a sus madres, ellas hablaron con Samuel y Juan pero estos estaban tan groseros que obligaron a sus madres a ir al colegio.

Los niños tratando de esconderse para evitar el regaño fuerte de sus madres encontraron un gran espejo que brillaba distinto a como todos lo hacen, los niños pensaron esconderse detrás del espejo hasta que se teletransportaron a través de él y Samuel le dijo a Carlos -“oye ahora que hiciste”.

—No lo sé, creo que nos tragó el espejo, ¡pero eso es imposible!

—¿Dónde estamos? los niños no sabían dónde estaban.

Oigan, ustedes los de dos patas vengan acá, saben en ¿dónde están todos?,

—Es un perro y ¿está hablando?, se preguntaron los niños. Y el perro dijo: “claro que hablo” ¿y ustedes qué hacen aquí?, -pues verá señor perro parlante nosotros tratábamos de escondernos detrás del brillante espejo pero creemos que éste nos ha succionado- y el perro dijo: “en primer lugar señor perro parlante no es mi nombre, mi nombre es Paul y ese espejo es un portal que aparece cada 150 siglos y luego desaparece”. Ustedes están en.... la era De los perros que hablan, sólo que no sé dónde están el resto de mis amigos perros, ¿ustedes me ayudarían a buscarlos?

—¿Y que tendremos a cambio? dijo Carlos a Paul

—Cuando quieres hacer algo por alguien no tienes que pedir nada a cambio sólo lo haces, porque los amigos aprecian la intención, que es lo que cuenta.

—Tienes razón, Paul no puedo pedirte algo a cambio,

—Samuel, es culpa mía que estemos aquí porque si no te hubiera dicho que hiciéramos trampa en el examen no tendríamos que escondernos y no estaríamos aquí en otra dimensión, lo menos que puedo hacer es ayudar a Paul a encontrar a sus amigos y Samuel perdón, haré lo que sea por volver a nuestro hogar.

Todos se fueron a buscar a los amigos de Paul.

Samuel perdonó a Carlos y juntos fueron a buscar a los amigos de Paul, en el camino Paul le dijo a los niños: -no me ayuden voy a ir solo- corran y vuelvan a su hogar, el portal se cerrará en 23 horas y estamos muy lejos de allí, bien yo los acompañaré a volver a su hogar, al futuro que es igual de donde vienen ya que ustedes son creo, que humanos y los humanos existen después de la época de los dinosaurios que es después de la época de los perros que hablan, ¡bueno que estamos esperando vamos a donde está el portal, queda por las montañas de Suduhense y está a cuatro horas de aquí. Camino a las montañas los niños y Paul se preguntaban varias cosas sobre sus vidas cuando más

caminaban, más se oscurecía hasta que al �n llegaron: A unos pocos pasos del portal apareció un muy extraño hombre y les dijo oigan amiguitos por qué no se quedan otro rato es muy divertido aquí, además el portal se cerrará en mucho tiempo.

Carlos le dijo a Samuel: -este hombre me parece sospechoso porque quiso que no regresáramos a nuestro mundo y ¿cómo llegó aquí?, porque yo no lo vi en el espejo con nosotros

—Bueno pero qué perdemos primo.

A pesar de sus dudas los niños y Paul siguieron al extraño desconocido, ellos caminaron mucho y poco a poco se alejaban más del portal, el desconocido les dijo: ¡admiren al fantástico hechicero Máximon. !Los destruiré a todos!.

¿Pero por qué? dijo Paul a Máximon.

—Porque cuando iba a presentar mi gran acto de magia un estúpido perro me orinó encima y mi jefe me despidió.

“Lo que en realidad pasó era que el mago había tratado muy mal a ese perro y por eso el perro lo orinó”

¡Ustedes niños! dijo Máximon son el ingrediente perfecto para completar mi poción mágica contra los perros.

—Señor Máximon ¿cómo hizo para entrar a esta era?

—Después de que me echaron, invoqué un hechizo para venir acá y heme aquí.

Los niños escaparon antes de que Máximon terminara de decirles como entró a la era de los perros, juntos fueron a la casa de Paul, la cual quedaba al quitar la piedra, al entrar unos toboganes los condujeron a la casa.

Paul les presentó a su familia: —ella es Ana y él es Pablo, mis hijos

y mi esposa se llama Vanessa. Todos pensaron en que tenían que acabar con Máximon porque de lo contrario acabaría con la generación futura de perros.

Una vez comieron, Paul les enseñó todos los atajos del lugar para que cuando se enfrentaran con Máximon supieran a dónde ir, los niños apenas tenían 11 años pero, sin embargo, eran muy inteligentes y capaces de hacer todo.

Máximon estaba buscándolos como loco por todas partes hasta que aparecieron dos perros y Máximon dijo: creí que ya los había atrapado a todos pero me faltan estos. Estos perros eran los dos hijos de Paul, Ana y Pablo, el hechicero fue a atraparlos, pero ellos corrieron tan rápido que ni su magia los alcanzó. En ese momento aparecieron los niños, y el hechicero los empezó a perseguir, ellos corrieron hacia un lago que Paul les había dicho que el agua era como fuego para los magos, empujaron a Máximon hacia el lago, quien inmediatamente desapareció.

Paul y su esposa en ese mismo instante liberaron a sus amigos y derramaron la poción de Máximon, todavía les quedaban 10 horas para regresar, ya que el portal se cerraría en este tiempo, los niños fueron a su mundo con Paul, los niños se encontraron con sus madres, se disculparon por su comportamiento y contaron de su gran aventura.

Cuando terminaron Paul exigió hablar con el líder quien en este caso era el presidente. Las mamás de los niños llevaron a Paul, habiendo escuchado su historia, Paul dijo: —yo propongo que nosotros los perros nos vengamos a su mundo en el futuro y disfrutemos de este maravilloso planeta, ¿qué dice usted señor presidente? —¡hagámoslo!

Y los perros compartieron una vida extraordinaria con los humanos, demostrando en todo momento ser sus más leales amigos. Una vez cerrado el portal los perros no pudieron volver a hablar pero conservaron su astucia e inteligencia hasta hoy.

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Décimo Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

57

Más allá de la realidadFinalista

Estefanía Ribero Jaramillo11 añosCategoría: 2Instituto Musical Diego EchavarríaMedellín – Antioquia

Estábamos mis primos y yo en el colegio, muy interesados en la historia que nuestra profe Carolay nos estaba contando.

¡¡Ring.. ring!!

El timbre vamos Samy ya sabes que hacer, bueno pero tenemos que hacerlo dijo como entrecortado, Carlos empujó a Samuel y le dijo: “claro quieres perder el examen más importante de la vida”, “no”, respondió �rme Samuel.

Los niños entraron a la o�cina del director y antes de copiar en sus cuadernos las respuestas, el director los descubrió e inmediatamente llamó a sus madres, ellas hablaron con Samuel y Juan pero estos estaban tan groseros que obligaron a sus madres a ir al colegio.

Los niños tratando de esconderse para evitar el regaño fuerte de sus madres encontraron un gran espejo que brillaba distinto a como todos lo hacen, los niños pensaron esconderse detrás del espejo hasta que se teletransportaron a través de él y Samuel le dijo a Carlos -“oye ahora que hiciste”.

—No lo sé, creo que nos tragó el espejo, ¡pero eso es imposible!

—¿Dónde estamos? los niños no sabían dónde estaban.

Oigan, ustedes los de dos patas vengan acá, saben en ¿dónde están todos?,

—Es un perro y ¿está hablando?, se preguntaron los niños. Y el perro dijo: “claro que hablo” ¿y ustedes qué hacen aquí?, -pues verá señor perro parlante nosotros tratábamos de escondernos detrás del brillante espejo pero creemos que éste nos ha succionado- y el perro dijo: “en primer lugar señor perro parlante no es mi nombre, mi nombre es Paul y ese espejo es un portal que aparece cada 150 siglos y luego desaparece”. Ustedes están en.... la era De los perros que hablan, sólo que no sé dónde están el resto de mis amigos perros, ¿ustedes me ayudarían a buscarlos?

—¿Y que tendremos a cambio? dijo Carlos a Paul

—Cuando quieres hacer algo por alguien no tienes que pedir nada a cambio sólo lo haces, porque los amigos aprecian la intención, que es lo que cuenta.

—Tienes razón, Paul no puedo pedirte algo a cambio,

—Samuel, es culpa mía que estemos aquí porque si no te hubiera dicho que hiciéramos trampa en el examen no tendríamos que escondernos y no estaríamos aquí en otra dimensión, lo menos que puedo hacer es ayudar a Paul a encontrar a sus amigos y Samuel perdón, haré lo que sea por volver a nuestro hogar.

Todos se fueron a buscar a los amigos de Paul.

Samuel perdonó a Carlos y juntos fueron a buscar a los amigos de Paul, en el camino Paul le dijo a los niños: -no me ayuden voy a ir solo- corran y vuelvan a su hogar, el portal se cerrará en 23 horas y estamos muy lejos de allí, bien yo los acompañaré a volver a su hogar, al futuro que es igual de donde vienen ya que ustedes son creo, que humanos y los humanos existen después de la época de los dinosaurios que es después de la época de los perros que hablan, ¡bueno que estamos esperando vamos a donde está el portal, queda por las montañas de Suduhense y está a cuatro horas de aquí. Camino a las montañas los niños y Paul se preguntaban varias cosas sobre sus vidas cuando más

caminaban, más se oscurecía hasta que al �n llegaron: A unos pocos pasos del portal apareció un muy extraño hombre y les dijo oigan amiguitos por qué no se quedan otro rato es muy divertido aquí, además el portal se cerrará en mucho tiempo.

Carlos le dijo a Samuel: -este hombre me parece sospechoso porque quiso que no regresáramos a nuestro mundo y ¿cómo llegó aquí?, porque yo no lo vi en el espejo con nosotros

—Bueno pero qué perdemos primo.

A pesar de sus dudas los niños y Paul siguieron al extraño desconocido, ellos caminaron mucho y poco a poco se alejaban más del portal, el desconocido les dijo: ¡admiren al fantástico hechicero Máximon. !Los destruiré a todos!.

¿Pero por qué? dijo Paul a Máximon.

—Porque cuando iba a presentar mi gran acto de magia un estúpido perro me orinó encima y mi jefe me despidió.

“Lo que en realidad pasó era que el mago había tratado muy mal a ese perro y por eso el perro lo orinó”

¡Ustedes niños! dijo Máximon son el ingrediente perfecto para completar mi poción mágica contra los perros.

—Señor Máximon ¿cómo hizo para entrar a esta era?

—Después de que me echaron, invoqué un hechizo para venir acá y heme aquí.

Los niños escaparon antes de que Máximon terminara de decirles como entró a la era de los perros, juntos fueron a la casa de Paul, la cual quedaba al quitar la piedra, al entrar unos toboganes los condujeron a la casa.

Paul les presentó a su familia: —ella es Ana y él es Pablo, mis hijos

y mi esposa se llama Vanessa. Todos pensaron en que tenían que acabar con Máximon porque de lo contrario acabaría con la generación futura de perros.

Una vez comieron, Paul les enseñó todos los atajos del lugar para que cuando se enfrentaran con Máximon supieran a dónde ir, los niños apenas tenían 11 años pero, sin embargo, eran muy inteligentes y capaces de hacer todo.

Máximon estaba buscándolos como loco por todas partes hasta que aparecieron dos perros y Máximon dijo: creí que ya los había atrapado a todos pero me faltan estos. Estos perros eran los dos hijos de Paul, Ana y Pablo, el hechicero fue a atraparlos, pero ellos corrieron tan rápido que ni su magia los alcanzó. En ese momento aparecieron los niños, y el hechicero los empezó a perseguir, ellos corrieron hacia un lago que Paul les había dicho que el agua era como fuego para los magos, empujaron a Máximon hacia el lago, quien inmediatamente desapareció.

Paul y su esposa en ese mismo instante liberaron a sus amigos y derramaron la poción de Máximon, todavía les quedaban 10 horas para regresar, ya que el portal se cerraría en este tiempo, los niños fueron a su mundo con Paul, los niños se encontraron con sus madres, se disculparon por su comportamiento y contaron de su gran aventura.

Cuando terminaron Paul exigió hablar con el líder quien en este caso era el presidente. Las mamás de los niños llevaron a Paul, habiendo escuchado su historia, Paul dijo: —yo propongo que nosotros los perros nos vengamos a su mundo en el futuro y disfrutemos de este maravilloso planeta, ¿qué dice usted señor presidente? —¡hagámoslo!

Y los perros compartieron una vida extraordinaria con los humanos, demostrando en todo momento ser sus más leales amigos. Una vez cerrado el portal los perros no pudieron volver a hablar pero conservaron su astucia e inteligencia hasta hoy.

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Más allá de la realidadFinalista

Estefanía Ribero Jaramillo11 añosCategoría: 2Instituto Musical Diego EchavarríaMedellín – Antioquia

Estábamos mis primos y yo en el colegio, muy interesados en la historia que nuestra profe Carolay nos estaba contando.

¡¡Ring.. ring!!

El timbre vamos Samy ya sabes que hacer, bueno pero tenemos que hacerlo dijo como entrecortado, Carlos empujó a Samuel y le dijo: “claro quieres perder el examen más importante de la vida”, “no”, respondió �rme Samuel.

Los niños entraron a la o�cina del director y antes de copiar en sus cuadernos las respuestas, el director los descubrió e inmediatamente llamó a sus madres, ellas hablaron con Samuel y Juan pero estos estaban tan groseros que obligaron a sus madres a ir al colegio.

Los niños tratando de esconderse para evitar el regaño fuerte de sus madres encontraron un gran espejo que brillaba distinto a como todos lo hacen, los niños pensaron esconderse detrás del espejo hasta que se teletransportaron a través de él y Samuel le dijo a Carlos -“oye ahora que hiciste”.

—No lo sé, creo que nos tragó el espejo, ¡pero eso es imposible!

—¿Dónde estamos? los niños no sabían dónde estaban.

Oigan, ustedes los de dos patas vengan acá, saben en ¿dónde están todos?,

—Es un perro y ¿está hablando?, se preguntaron los niños. Y el perro dijo: “claro que hablo” ¿y ustedes qué hacen aquí?, -pues verá señor perro parlante nosotros tratábamos de escondernos detrás del brillante espejo pero creemos que éste nos ha succionado- y el perro dijo: “en primer lugar señor perro parlante no es mi nombre, mi nombre es Paul y ese espejo es un portal que aparece cada 150 siglos y luego desaparece”. Ustedes están en.... la era De los perros que hablan, sólo que no sé dónde están el resto de mis amigos perros, ¿ustedes me ayudarían a buscarlos?

—¿Y que tendremos a cambio? dijo Carlos a Paul

—Cuando quieres hacer algo por alguien no tienes que pedir nada a cambio sólo lo haces, porque los amigos aprecian la intención, que es lo que cuenta.

—Tienes razón, Paul no puedo pedirte algo a cambio,

—Samuel, es culpa mía que estemos aquí porque si no te hubiera dicho que hiciéramos trampa en el examen no tendríamos que escondernos y no estaríamos aquí en otra dimensión, lo menos que puedo hacer es ayudar a Paul a encontrar a sus amigos y Samuel perdón, haré lo que sea por volver a nuestro hogar.

Todos se fueron a buscar a los amigos de Paul.

Samuel perdonó a Carlos y juntos fueron a buscar a los amigos de Paul, en el camino Paul le dijo a los niños: -no me ayuden voy a ir solo- corran y vuelvan a su hogar, el portal se cerrará en 23 horas y estamos muy lejos de allí, bien yo los acompañaré a volver a su hogar, al futuro que es igual de donde vienen ya que ustedes son creo, que humanos y los humanos existen después de la época de los dinosaurios que es después de la época de los perros que hablan, ¡bueno que estamos esperando vamos a donde está el portal, queda por las montañas de Suduhense y está a cuatro horas de aquí. Camino a las montañas los niños y Paul se preguntaban varias cosas sobre sus vidas cuando más

caminaban, más se oscurecía hasta que al �n llegaron: A unos pocos pasos del portal apareció un muy extraño hombre y les dijo oigan amiguitos por qué no se quedan otro rato es muy divertido aquí, además el portal se cerrará en mucho tiempo.

Carlos le dijo a Samuel: -este hombre me parece sospechoso porque quiso que no regresáramos a nuestro mundo y ¿cómo llegó aquí?, porque yo no lo vi en el espejo con nosotros

—Bueno pero qué perdemos primo.

A pesar de sus dudas los niños y Paul siguieron al extraño desconocido, ellos caminaron mucho y poco a poco se alejaban más del portal, el desconocido les dijo: ¡admiren al fantástico hechicero Máximon. !Los destruiré a todos!.

¿Pero por qué? dijo Paul a Máximon.

—Porque cuando iba a presentar mi gran acto de magia un estúpido perro me orinó encima y mi jefe me despidió.

“Lo que en realidad pasó era que el mago había tratado muy mal a ese perro y por eso el perro lo orinó”

¡Ustedes niños! dijo Máximon son el ingrediente perfecto para completar mi poción mágica contra los perros.

—Señor Máximon ¿cómo hizo para entrar a esta era?

—Después de que me echaron, invoqué un hechizo para venir acá y heme aquí.

Los niños escaparon antes de que Máximon terminara de decirles como entró a la era de los perros, juntos fueron a la casa de Paul, la cual quedaba al quitar la piedra, al entrar unos toboganes los condujeron a la casa.

Paul les presentó a su familia: —ella es Ana y él es Pablo, mis hijos

y mi esposa se llama Vanessa. Todos pensaron en que tenían que acabar con Máximon porque de lo contrario acabaría con la generación futura de perros.

Una vez comieron, Paul les enseñó todos los atajos del lugar para que cuando se enfrentaran con Máximon supieran a dónde ir, los niños apenas tenían 11 años pero, sin embargo, eran muy inteligentes y capaces de hacer todo.

Máximon estaba buscándolos como loco por todas partes hasta que aparecieron dos perros y Máximon dijo: creí que ya los había atrapado a todos pero me faltan estos. Estos perros eran los dos hijos de Paul, Ana y Pablo, el hechicero fue a atraparlos, pero ellos corrieron tan rápido que ni su magia los alcanzó. En ese momento aparecieron los niños, y el hechicero los empezó a perseguir, ellos corrieron hacia un lago que Paul les había dicho que el agua era como fuego para los magos, empujaron a Máximon hacia el lago, quien inmediatamente desapareció.

Paul y su esposa en ese mismo instante liberaron a sus amigos y derramaron la poción de Máximon, todavía les quedaban 10 horas para regresar, ya que el portal se cerraría en este tiempo, los niños fueron a su mundo con Paul, los niños se encontraron con sus madres, se disculparon por su comportamiento y contaron de su gran aventura.

Cuando terminaron Paul exigió hablar con el líder quien en este caso era el presidente. Las mamás de los niños llevaron a Paul, habiendo escuchado su historia, Paul dijo: —yo propongo que nosotros los perros nos vengamos a su mundo en el futuro y disfrutemos de este maravilloso planeta, ¿qué dice usted señor presidente? —¡hagámoslo!

Y los perros compartieron una vida extraordinaria con los humanos, demostrando en todo momento ser sus más leales amigos. Una vez cerrado el portal los perros no pudieron volver a hablar pero conservaron su astucia e inteligencia hasta hoy.

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Décimo Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

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Más allá de la realidadFinalista

Estefanía Ribero Jaramillo11 añosCategoría: 2Instituto Musical Diego EchavarríaMedellín – Antioquia

Estábamos mis primos y yo en el colegio, muy interesados en la historia que nuestra profe Carolay nos estaba contando.

¡¡Ring.. ring!!

El timbre vamos Samy ya sabes que hacer, bueno pero tenemos que hacerlo dijo como entrecortado, Carlos empujó a Samuel y le dijo: “claro quieres perder el examen más importante de la vida”, “no”, respondió �rme Samuel.

Los niños entraron a la o�cina del director y antes de copiar en sus cuadernos las respuestas, el director los descubrió e inmediatamente llamó a sus madres, ellas hablaron con Samuel y Juan pero estos estaban tan groseros que obligaron a sus madres a ir al colegio.

Los niños tratando de esconderse para evitar el regaño fuerte de sus madres encontraron un gran espejo que brillaba distinto a como todos lo hacen, los niños pensaron esconderse detrás del espejo hasta que se teletransportaron a través de él y Samuel le dijo a Carlos -“oye ahora que hiciste”.

—No lo sé, creo que nos tragó el espejo, ¡pero eso es imposible!

—¿Dónde estamos? los niños no sabían dónde estaban.

Oigan, ustedes los de dos patas vengan acá, saben en ¿dónde están todos?,

—Es un perro y ¿está hablando?, se preguntaron los niños. Y el perro dijo: “claro que hablo” ¿y ustedes qué hacen aquí?, -pues verá señor perro parlante nosotros tratábamos de escondernos detrás del brillante espejo pero creemos que éste nos ha succionado- y el perro dijo: “en primer lugar señor perro parlante no es mi nombre, mi nombre es Paul y ese espejo es un portal que aparece cada 150 siglos y luego desaparece”. Ustedes están en.... la era De los perros que hablan, sólo que no sé dónde están el resto de mis amigos perros, ¿ustedes me ayudarían a buscarlos?

—¿Y que tendremos a cambio? dijo Carlos a Paul

—Cuando quieres hacer algo por alguien no tienes que pedir nada a cambio sólo lo haces, porque los amigos aprecian la intención, que es lo que cuenta.

—Tienes razón, Paul no puedo pedirte algo a cambio,

—Samuel, es culpa mía que estemos aquí porque si no te hubiera dicho que hiciéramos trampa en el examen no tendríamos que escondernos y no estaríamos aquí en otra dimensión, lo menos que puedo hacer es ayudar a Paul a encontrar a sus amigos y Samuel perdón, haré lo que sea por volver a nuestro hogar.

Todos se fueron a buscar a los amigos de Paul.

Samuel perdonó a Carlos y juntos fueron a buscar a los amigos de Paul, en el camino Paul le dijo a los niños: -no me ayuden voy a ir solo- corran y vuelvan a su hogar, el portal se cerrará en 23 horas y estamos muy lejos de allí, bien yo los acompañaré a volver a su hogar, al futuro que es igual de donde vienen ya que ustedes son creo, que humanos y los humanos existen después de la época de los dinosaurios que es después de la época de los perros que hablan, ¡bueno que estamos esperando vamos a donde está el portal, queda por las montañas de Suduhense y está a cuatro horas de aquí. Camino a las montañas los niños y Paul se preguntaban varias cosas sobre sus vidas cuando más

caminaban, más se oscurecía hasta que al �n llegaron: A unos pocos pasos del portal apareció un muy extraño hombre y les dijo oigan amiguitos por qué no se quedan otro rato es muy divertido aquí, además el portal se cerrará en mucho tiempo.

Carlos le dijo a Samuel: -este hombre me parece sospechoso porque quiso que no regresáramos a nuestro mundo y ¿cómo llegó aquí?, porque yo no lo vi en el espejo con nosotros

—Bueno pero qué perdemos primo.

A pesar de sus dudas los niños y Paul siguieron al extraño desconocido, ellos caminaron mucho y poco a poco se alejaban más del portal, el desconocido les dijo: ¡admiren al fantástico hechicero Máximon. !Los destruiré a todos!.

¿Pero por qué? dijo Paul a Máximon.

—Porque cuando iba a presentar mi gran acto de magia un estúpido perro me orinó encima y mi jefe me despidió.

“Lo que en realidad pasó era que el mago había tratado muy mal a ese perro y por eso el perro lo orinó”

¡Ustedes niños! dijo Máximon son el ingrediente perfecto para completar mi poción mágica contra los perros.

—Señor Máximon ¿cómo hizo para entrar a esta era?

—Después de que me echaron, invoqué un hechizo para venir acá y heme aquí.

Los niños escaparon antes de que Máximon terminara de decirles como entró a la era de los perros, juntos fueron a la casa de Paul, la cual quedaba al quitar la piedra, al entrar unos toboganes los condujeron a la casa.

Paul les presentó a su familia: —ella es Ana y él es Pablo, mis hijos

y mi esposa se llama Vanessa. Todos pensaron en que tenían que acabar con Máximon porque de lo contrario acabaría con la generación futura de perros.

Una vez comieron, Paul les enseñó todos los atajos del lugar para que cuando se enfrentaran con Máximon supieran a dónde ir, los niños apenas tenían 11 años pero, sin embargo, eran muy inteligentes y capaces de hacer todo.

Máximon estaba buscándolos como loco por todas partes hasta que aparecieron dos perros y Máximon dijo: creí que ya los había atrapado a todos pero me faltan estos. Estos perros eran los dos hijos de Paul, Ana y Pablo, el hechicero fue a atraparlos, pero ellos corrieron tan rápido que ni su magia los alcanzó. En ese momento aparecieron los niños, y el hechicero los empezó a perseguir, ellos corrieron hacia un lago que Paul les había dicho que el agua era como fuego para los magos, empujaron a Máximon hacia el lago, quien inmediatamente desapareció.

Paul y su esposa en ese mismo instante liberaron a sus amigos y derramaron la poción de Máximon, todavía les quedaban 10 horas para regresar, ya que el portal se cerraría en este tiempo, los niños fueron a su mundo con Paul, los niños se encontraron con sus madres, se disculparon por su comportamiento y contaron de su gran aventura.

Cuando terminaron Paul exigió hablar con el líder quien en este caso era el presidente. Las mamás de los niños llevaron a Paul, habiendo escuchado su historia, Paul dijo: —yo propongo que nosotros los perros nos vengamos a su mundo en el futuro y disfrutemos de este maravilloso planeta, ¿qué dice usted señor presidente? —¡hagámoslo!

Y los perros compartieron una vida extraordinaria con los humanos, demostrando en todo momento ser sus más leales amigos. Una vez cerrado el portal los perros no pudieron volver a hablar pero conservaron su astucia e inteligencia hasta hoy.

Fin

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La bruja del norteFinalista

Didier Londoño Oquendo11 añosCategoría: 2Centro Educativo AutónomoMedellín – Antioquia

En un día muy soleado el señor Didier miró hacia donde se encontraba el sol y se hizo una pregunta ¿dónde se esconderá el sol?

Entonces decidió averiguar y descubrir dónde se escondía, ya que era muy curioso.

Una noche el señor cogió su carro y arrancó, recorriendo varias ciudades, pueblos y países, pero no supo del escondite. Un poco angustiado continúo su camino hasta que tuvo que pasar por un bosque muy tenebroso; era frio, oscuro y se escuchaban varias voces. Se dijo: no tengo otra opción, tengo que pasar.

El señor asustado cogió su carro y arrancó suavemente, en el camino se encontró una señora, le preguntó: ¿dónde está la salida de este bosque?. La señora, con una voz muy extraña le respondió; este bosque no tiene salida. El señor muy asustado le dijo: mírame, la señora muy descarada lo miró, el señor muy nervioso le dijo: eres una bruja, el señor de los nervios salió corriendo, y la bruja salió detrás de él, hasta que lo cogió y lo amarró y luego la bruja se lo empezó a comer lentamente y a saboreárselo hasta el último hueso.

Fin

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Las almas perdidas del lagoFinalista

Jors Maicol Posada Cardona 13 años Categoría 2Institución Educativa Maestro Pedro Nel GómezMedellín – Antioquia

No quiero empezar mi historia con el “había una vez” como en todos los cuentos, quiero que al menos al principio sea diferente a la de todos… por eso la voy a contar de la siguiente manera:

Esta es la historia de dos pequeños niños muy traviesos a los que les gustaba distraerse en el lago del bosque, llamado Paraíso de las Tinieblas.

Ahí muchos adultos fueron decapitados e incinerados por rebeldes mercenarios. Juanito y Pedrito eran dos chicos, tan traviesos que ni a esas habladurías le tenían miedo, ellos decían que solo eran comentarios de la gente del pueblo.

Juanito era un niño moreno y de ojos grandes y Pedrito era rubio y de ojos verdes.

Cierto día los dos quisieron ir al lago a jugar, cuando llegaron, los dos se dispersaron y cada uno escogió una orilla del lago; cuando Juanito estaba bien posicionado en su orilla le gritó a Pedrito: “mira qué raro se puso el lago, está haciendo remolinos”, y Pedrito le dijo: “corre, vámonos, por primera vez tengo miedo, ahora sí creo en lo que dicen los adultos del pueblo; corre, corre, corre Juanito que siento que siento que me agarran”. Al decir estas palabras, inmediatamente cayeron a un hueco que había entre la maleza y los dos niños quedaron privados por un tiempo.

Al despertar estaban amarrados, y a su alrededor habían personas con sus rostros des�gurados, quemados, torturados.

Los niños lloraban y se preguntaban uno al otro si eso era verdad… una y otra vez se decían. “Quiero que me suelten”, dijo Juanito. De pronto una persona con las dos cavidades de los ojos huecos totalmente le dice… “necesito tus ojos grandes para ver mejor”, Juanito le contestó: “lo que tomarás de mí, no te será útil… puesto… que somos únicos”, y al decir estas palabras, esa persona desapareció. Juanito le dijo a Pedrito: “te diste cuenta que si hablas sin miedo y con palabras buenas, ellos se van”, ¡Ah eres genial Juanito! dijo Pedrito, pero al terminar de hablar los dos, todo volvió a la normalidad. Se despertaron, y dijo Pedrito a Juanito: “tuve un sueño con los muertos del lago”, y Juanito dijo lo mismo; “cuéntame tú lo que soñaste Pedrito” y se sorprende Juanito al escuchar lo mismo. Cómo así, no te creo, mejor irnos, dice Juanito, “démonos un chapuzón y nos relajamos para dejar de pensar esas cosas”. Listo, dale, vamos a nadar”. Se divertían y jugaban en el lago como nunca, sintieron como si la naturaleza estuviera protegiéndolos de todo lo soñado; sin darse cuenta se estaba oscureciendo rápidamente y tenían hambre y frío; caminaron por la orilla del lago con rumbo hacia el pueblo, cuando escucharon llantos y palabras desesperadas como: “no me mate, ayúdenme, me quieren torturar, sálvenme”. Los niños atemorizados, respondían… ¿qué debemos hacer por ustedes? y ellos contestaron: “orar, orar y traernos agua bendita y al Cura del pueblo para que nos dé un entierro justo, para dejar de penar y andar por este lago”. Los niños le contestaron: “listo, mañana venimos muy de mañanita”, ellos respondieron: “gracias Juanito y Pedrito”; “de nada, todo será en bene�cio de todos, tanto de ustedes como de las personas del pueblo que no volvieron al lago por ustedes”, dijo Pedrito. Las personas del lago les dijeron a los niños: “vayan con cuidado”.

Camino a casa, Juanito le dijo a Pedrito: “cuánto han sufrido esas personas”, “sí, mucho, pero todo está en nuestras manos para que puedan descansar y recibir la bendición de Dios.” Juanito dijo: “juro que desde hoy en adelante seré un niño juicioso, con temores, pero sin miedos a responder con palabras serias y concretas”, “de igual manera yo también lo haré”, contestó Pedrito.

Llegaron al pueblo y entraron a la iglesia, tomaron el agua bendita y

le contaron al cura Próspero sobre el pedido de las personas del lago; el Cura les dijo: “de acuerdo, todo está listo para mañana a primera hora.” “Listo cura Próspero, hasta mañana, avísele a todo el pueblo para que mañana estemos juntos todos”.

Al día siguiente llegaron todos al lago, nos ubicamos alrededor de él, cada una de las personas que allí estaban llevaron una vela encendida en honor a cada una de aquellas personas muertas. El Cura improvisó un altar para comenzar la misa; cuando todas las personas empezaron a orar de rodillas por aquellas almas, notaron algo extraño en el lago: el agua comenzó a hacer remolinos y de allí empezaron a salir cada una de las almas, aunque todos temblaban del miedo no dejaban de orar por ellos y de pedirles que se fueran para un lugar más tranquilo. Cuando salió la última alma, les dio gracias a todos los que estaban allí; aquella alma se acercó a Juanito y a Pedrito y quiso hacerles una broma antes de irse: a Juanito le dijo que le quitaría sus grandes ojos para ver mejor y a Pedrito que le arrancaría su rubio cabello y se echó a reír… pero era solo una broma y ellos se asustaron mucho, pero aquella alma se acercó a ellos para decirles que estaba inmensamente agradecida por lo que los dos habían hecho y por lo valientes que fueron; aquella alma les obsequió un dije para cada uno de ellos en forma de unos ojos, en señal de que se acordaran de aquellas almas que fueron torturadas, decapitadas y sin ojos.

Todas las personas que estaban allí en la orilla del lago vieron como cada una de las almas desaparecían y se despedían de ellos con una enorme sonrisa en sus labios; aunque estaban muy asustados de presenciar lo ocurrido, se sintieron muy satisfechos por la buena obra que hicieron.

Todos ya van al lago sin ningún miedo, el agua del lago cogió un color azul hermoso, y nacieron unas �ores hermosas, nunca antes vistas con unos colores preciosos.

Juanito y Pedrito se volvieron muy obedientes, aún hacen bromas y les encanta contar la historia de las almas perdidas del lago.

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Las almas perdidas del lagoFinalista

Jors Maicol Posada Cardona 13 años Categoría 2Institución Educativa Maestro Pedro Nel GómezMedellín – Antioquia

No quiero empezar mi historia con el “había una vez” como en todos los cuentos, quiero que al menos al principio sea diferente a la de todos… por eso la voy a contar de la siguiente manera:

Esta es la historia de dos pequeños niños muy traviesos a los que les gustaba distraerse en el lago del bosque, llamado Paraíso de las Tinieblas.

Ahí muchos adultos fueron decapitados e incinerados por rebeldes mercenarios. Juanito y Pedrito eran dos chicos, tan traviesos que ni a esas habladurías le tenían miedo, ellos decían que solo eran comentarios de la gente del pueblo.

Juanito era un niño moreno y de ojos grandes y Pedrito era rubio y de ojos verdes.

Cierto día los dos quisieron ir al lago a jugar, cuando llegaron, los dos se dispersaron y cada uno escogió una orilla del lago; cuando Juanito estaba bien posicionado en su orilla le gritó a Pedrito: “mira qué raro se puso el lago, está haciendo remolinos”, y Pedrito le dijo: “corre, vámonos, por primera vez tengo miedo, ahora sí creo en lo que dicen los adultos del pueblo; corre, corre, corre Juanito que siento que siento que me agarran”. Al decir estas palabras, inmediatamente cayeron a un hueco que había entre la maleza y los dos niños quedaron privados por un tiempo.

Al despertar estaban amarrados, y a su alrededor habían personas con sus rostros des�gurados, quemados, torturados.

Los niños lloraban y se preguntaban uno al otro si eso era verdad… una y otra vez se decían. “Quiero que me suelten”, dijo Juanito. De pronto una persona con las dos cavidades de los ojos huecos totalmente le dice… “necesito tus ojos grandes para ver mejor”, Juanito le contestó: “lo que tomarás de mí, no te será útil… puesto… que somos únicos”, y al decir estas palabras, esa persona desapareció. Juanito le dijo a Pedrito: “te diste cuenta que si hablas sin miedo y con palabras buenas, ellos se van”, ¡Ah eres genial Juanito! dijo Pedrito, pero al terminar de hablar los dos, todo volvió a la normalidad. Se despertaron, y dijo Pedrito a Juanito: “tuve un sueño con los muertos del lago”, y Juanito dijo lo mismo; “cuéntame tú lo que soñaste Pedrito” y se sorprende Juanito al escuchar lo mismo. Cómo así, no te creo, mejor irnos, dice Juanito, “démonos un chapuzón y nos relajamos para dejar de pensar esas cosas”. Listo, dale, vamos a nadar”. Se divertían y jugaban en el lago como nunca, sintieron como si la naturaleza estuviera protegiéndolos de todo lo soñado; sin darse cuenta se estaba oscureciendo rápidamente y tenían hambre y frío; caminaron por la orilla del lago con rumbo hacia el pueblo, cuando escucharon llantos y palabras desesperadas como: “no me mate, ayúdenme, me quieren torturar, sálvenme”. Los niños atemorizados, respondían… ¿qué debemos hacer por ustedes? y ellos contestaron: “orar, orar y traernos agua bendita y al Cura del pueblo para que nos dé un entierro justo, para dejar de penar y andar por este lago”. Los niños le contestaron: “listo, mañana venimos muy de mañanita”, ellos respondieron: “gracias Juanito y Pedrito”; “de nada, todo será en bene�cio de todos, tanto de ustedes como de las personas del pueblo que no volvieron al lago por ustedes”, dijo Pedrito. Las personas del lago les dijeron a los niños: “vayan con cuidado”.

Camino a casa, Juanito le dijo a Pedrito: “cuánto han sufrido esas personas”, “sí, mucho, pero todo está en nuestras manos para que puedan descansar y recibir la bendición de Dios.” Juanito dijo: “juro que desde hoy en adelante seré un niño juicioso, con temores, pero sin miedos a responder con palabras serias y concretas”, “de igual manera yo también lo haré”, contestó Pedrito.

Llegaron al pueblo y entraron a la iglesia, tomaron el agua bendita y

le contaron al cura Próspero sobre el pedido de las personas del lago; el Cura les dijo: “de acuerdo, todo está listo para mañana a primera hora.” “Listo cura Próspero, hasta mañana, avísele a todo el pueblo para que mañana estemos juntos todos”.

Al día siguiente llegaron todos al lago, nos ubicamos alrededor de él, cada una de las personas que allí estaban llevaron una vela encendida en honor a cada una de aquellas personas muertas. El Cura improvisó un altar para comenzar la misa; cuando todas las personas empezaron a orar de rodillas por aquellas almas, notaron algo extraño en el lago: el agua comenzó a hacer remolinos y de allí empezaron a salir cada una de las almas, aunque todos temblaban del miedo no dejaban de orar por ellos y de pedirles que se fueran para un lugar más tranquilo. Cuando salió la última alma, les dio gracias a todos los que estaban allí; aquella alma se acercó a Juanito y a Pedrito y quiso hacerles una broma antes de irse: a Juanito le dijo que le quitaría sus grandes ojos para ver mejor y a Pedrito que le arrancaría su rubio cabello y se echó a reír… pero era solo una broma y ellos se asustaron mucho, pero aquella alma se acercó a ellos para decirles que estaba inmensamente agradecida por lo que los dos habían hecho y por lo valientes que fueron; aquella alma les obsequió un dije para cada uno de ellos en forma de unos ojos, en señal de que se acordaran de aquellas almas que fueron torturadas, decapitadas y sin ojos.

Todas las personas que estaban allí en la orilla del lago vieron como cada una de las almas desaparecían y se despedían de ellos con una enorme sonrisa en sus labios; aunque estaban muy asustados de presenciar lo ocurrido, se sintieron muy satisfechos por la buena obra que hicieron.

Todos ya van al lago sin ningún miedo, el agua del lago cogió un color azul hermoso, y nacieron unas �ores hermosas, nunca antes vistas con unos colores preciosos.

Juanito y Pedrito se volvieron muy obedientes, aún hacen bromas y les encanta contar la historia de las almas perdidas del lago.

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Décimo Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

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Las almas perdidas del lagoFinalista

Jors Maicol Posada Cardona 13 años Categoría 2Institución Educativa Maestro Pedro Nel GómezMedellín – Antioquia

No quiero empezar mi historia con el “había una vez” como en todos los cuentos, quiero que al menos al principio sea diferente a la de todos… por eso la voy a contar de la siguiente manera:

Esta es la historia de dos pequeños niños muy traviesos a los que les gustaba distraerse en el lago del bosque, llamado Paraíso de las Tinieblas.

Ahí muchos adultos fueron decapitados e incinerados por rebeldes mercenarios. Juanito y Pedrito eran dos chicos, tan traviesos que ni a esas habladurías le tenían miedo, ellos decían que solo eran comentarios de la gente del pueblo.

Juanito era un niño moreno y de ojos grandes y Pedrito era rubio y de ojos verdes.

Cierto día los dos quisieron ir al lago a jugar, cuando llegaron, los dos se dispersaron y cada uno escogió una orilla del lago; cuando Juanito estaba bien posicionado en su orilla le gritó a Pedrito: “mira qué raro se puso el lago, está haciendo remolinos”, y Pedrito le dijo: “corre, vámonos, por primera vez tengo miedo, ahora sí creo en lo que dicen los adultos del pueblo; corre, corre, corre Juanito que siento que siento que me agarran”. Al decir estas palabras, inmediatamente cayeron a un hueco que había entre la maleza y los dos niños quedaron privados por un tiempo.

Al despertar estaban amarrados, y a su alrededor habían personas con sus rostros des�gurados, quemados, torturados.

Los niños lloraban y se preguntaban uno al otro si eso era verdad… una y otra vez se decían. “Quiero que me suelten”, dijo Juanito. De pronto una persona con las dos cavidades de los ojos huecos totalmente le dice… “necesito tus ojos grandes para ver mejor”, Juanito le contestó: “lo que tomarás de mí, no te será útil… puesto… que somos únicos”, y al decir estas palabras, esa persona desapareció. Juanito le dijo a Pedrito: “te diste cuenta que si hablas sin miedo y con palabras buenas, ellos se van”, ¡Ah eres genial Juanito! dijo Pedrito, pero al terminar de hablar los dos, todo volvió a la normalidad. Se despertaron, y dijo Pedrito a Juanito: “tuve un sueño con los muertos del lago”, y Juanito dijo lo mismo; “cuéntame tú lo que soñaste Pedrito” y se sorprende Juanito al escuchar lo mismo. Cómo así, no te creo, mejor irnos, dice Juanito, “démonos un chapuzón y nos relajamos para dejar de pensar esas cosas”. Listo, dale, vamos a nadar”. Se divertían y jugaban en el lago como nunca, sintieron como si la naturaleza estuviera protegiéndolos de todo lo soñado; sin darse cuenta se estaba oscureciendo rápidamente y tenían hambre y frío; caminaron por la orilla del lago con rumbo hacia el pueblo, cuando escucharon llantos y palabras desesperadas como: “no me mate, ayúdenme, me quieren torturar, sálvenme”. Los niños atemorizados, respondían… ¿qué debemos hacer por ustedes? y ellos contestaron: “orar, orar y traernos agua bendita y al Cura del pueblo para que nos dé un entierro justo, para dejar de penar y andar por este lago”. Los niños le contestaron: “listo, mañana venimos muy de mañanita”, ellos respondieron: “gracias Juanito y Pedrito”; “de nada, todo será en bene�cio de todos, tanto de ustedes como de las personas del pueblo que no volvieron al lago por ustedes”, dijo Pedrito. Las personas del lago les dijeron a los niños: “vayan con cuidado”.

Camino a casa, Juanito le dijo a Pedrito: “cuánto han sufrido esas personas”, “sí, mucho, pero todo está en nuestras manos para que puedan descansar y recibir la bendición de Dios.” Juanito dijo: “juro que desde hoy en adelante seré un niño juicioso, con temores, pero sin miedos a responder con palabras serias y concretas”, “de igual manera yo también lo haré”, contestó Pedrito.

Llegaron al pueblo y entraron a la iglesia, tomaron el agua bendita y

le contaron al cura Próspero sobre el pedido de las personas del lago; el Cura les dijo: “de acuerdo, todo está listo para mañana a primera hora.” “Listo cura Próspero, hasta mañana, avísele a todo el pueblo para que mañana estemos juntos todos”.

Al día siguiente llegaron todos al lago, nos ubicamos alrededor de él, cada una de las personas que allí estaban llevaron una vela encendida en honor a cada una de aquellas personas muertas. El Cura improvisó un altar para comenzar la misa; cuando todas las personas empezaron a orar de rodillas por aquellas almas, notaron algo extraño en el lago: el agua comenzó a hacer remolinos y de allí empezaron a salir cada una de las almas, aunque todos temblaban del miedo no dejaban de orar por ellos y de pedirles que se fueran para un lugar más tranquilo. Cuando salió la última alma, les dio gracias a todos los que estaban allí; aquella alma se acercó a Juanito y a Pedrito y quiso hacerles una broma antes de irse: a Juanito le dijo que le quitaría sus grandes ojos para ver mejor y a Pedrito que le arrancaría su rubio cabello y se echó a reír… pero era solo una broma y ellos se asustaron mucho, pero aquella alma se acercó a ellos para decirles que estaba inmensamente agradecida por lo que los dos habían hecho y por lo valientes que fueron; aquella alma les obsequió un dije para cada uno de ellos en forma de unos ojos, en señal de que se acordaran de aquellas almas que fueron torturadas, decapitadas y sin ojos.

Todas las personas que estaban allí en la orilla del lago vieron como cada una de las almas desaparecían y se despedían de ellos con una enorme sonrisa en sus labios; aunque estaban muy asustados de presenciar lo ocurrido, se sintieron muy satisfechos por la buena obra que hicieron.

Todos ya van al lago sin ningún miedo, el agua del lago cogió un color azul hermoso, y nacieron unas �ores hermosas, nunca antes vistas con unos colores preciosos.

Juanito y Pedrito se volvieron muy obedientes, aún hacen bromas y les encanta contar la historia de las almas perdidas del lago.

Fin

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Obsesión con el cieloFinalista

Diana Paola Hincapié Marín13 añosCategoría: 210 añosInstitución Educativa Félix de Bedout MorenoMedellín- Antioquia

Había una vez una niña a la que no comprendían, ella era una niña extraordinaria, siempre se quedaba despierta en la noche para quedarse viendo el cielo. Tenía una extraña obsesión con la luna, las estrellas, el cielo, el cosmos… le atraía demasiado tomarle fotos al cielo, ella las guardaba y todos los días las comparaba para ver qué había de diferente. Siempre esperaba a que algo extraordinario le pasara, pero nunca sucedía. Siempre era lo mismo, un cielo estrellado. Nunca hubo algo diferente.

La niña creció y fue a la universidad, pero nunca dejó su obsesión por el cielo, las estrellas y demás. Una noche se quedó viendo el cielo horas y horas esperando a que pasara algo, pero sólo veía un cielo oscuro con unas cuantas estrellas. Al paso de algunas horas vio algo diferente en el cielo, había una lucecita parpadeante que parecía como una nave, esa lucecita parpadeante se acercaba cada vez más y más, ella no podía creer lo que estaba viendo. Cada vez que se acercaba, empezaba a tener forma de nave; cuando aterrizó, ella fue corriendo para ver qué era lo que salía de ello.

Ella cuando estaba al frente de la nave vio salir unos seres extraordinariamente feos, no eran seres de este mundo y esos seres al verla a ella la mataron.

Tal vez lo que ella tanto buscaba era su muerte.

Fin

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¿Y qué gorra quieres tú?Finalista

Johan Castrillón Montoya13 añosCategoría: 2Institución Educativa Félix de Bedout Moreno Medellín – Antioquia

Tomás era un niño alegre hasta esta mañana que lo vi, andaba enojado y triste a la vez, pero noté algo muy extraño, Tomás no tenía su gorra de la suerte, eso se me hacía muy extraño. Rápidamente fui hacía su casa y le pregunté a su madre: ¿Qué le pasa a Tomás?, y su madre respondió: perdió su gorra de la suerte y por eso está triste y enojado. Ah, ya veo, respondí, y también le pregunté a su madre: ¿Él no la ha buscado en la habitación?, y su madre respondió: yo le dije que la buscara, pero él no me hizo caso, yo respondí a su madre: ya tengo la solución, lo llevaré a un almacén de gorras.

Cuando Tomás y yo fuimos al almacén vio cientos de gorras y dijo: yo quiero mi gorra de la suerte, el vendedor le dijo: ¿Qué gorra quieres tú?, Tomás respondió: yo quiero mi gorra de la suerte; entonces ¿para qué vienes a mi tienda?, respondió el vendedor y Tomás se marchó triste a su casa, aun extrañando su gorra de la suerte.

De un momento a otro entró su madre al cuarto y con sus manos atrás dijo: Tomás tengo algo para ti, Tomás entusiasmado pensó que era su gorra, pero cuando su madre le dio algo envuelto, sus ilusiones crecían. Tomás destapó su regalo y era una gorra.

Era igual a su gorra de la suerte, pero él sabía que esa no era su gorra de la suerte, porque su gorra tenía tres manchas rojas cerca al broche y Tomás miró triste a su madre diciendo: yo quiero mi gorra de la suerte y su madre le dijo: y ¿qué gorra quieres tú?

Bueno Tomás conservó la gorra que le había dado su madre.

Ya era hora de dormir y Tomás estaba recostado, de un momento a otro se cayó de la cama y al mirar debajo de ella vio su gorra.

Pero se dijo: ya no la necesito, ya me acostumbre a estar sin gorra.

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¿Y qué gorra quieres tú?Finalista

Johan Castrillón Montoya13 añosCategoría: 2Institución Educativa Félix de Bedout Moreno Medellín – Antioquia

Tomás era un niño alegre hasta esta mañana que lo vi, andaba enojado y triste a la vez, pero noté algo muy extraño, Tomás no tenía su gorra de la suerte, eso se me hacía muy extraño. Rápidamente fui hacía su casa y le pregunté a su madre: ¿Qué le pasa a Tomás?, y su madre respondió: perdió su gorra de la suerte y por eso está triste y enojado. Ah, ya veo, respondí, y también le pregunté a su madre: ¿Él no la ha buscado en la habitación?, y su madre respondió: yo le dije que la buscara, pero él no me hizo caso, yo respondí a su madre: ya tengo la solución, lo llevaré a un almacén de gorras.

Cuando Tomás y yo fuimos al almacén vio cientos de gorras y dijo: yo quiero mi gorra de la suerte, el vendedor le dijo: ¿Qué gorra quieres tú?, Tomás respondió: yo quiero mi gorra de la suerte; entonces ¿para qué vienes a mi tienda?, respondió el vendedor y Tomás se marchó triste a su casa, aun extrañando su gorra de la suerte.

De un momento a otro entró su madre al cuarto y con sus manos atrás dijo: Tomás tengo algo para ti, Tomás entusiasmado pensó que era su gorra, pero cuando su madre le dio algo envuelto, sus ilusiones crecían. Tomás destapó su regalo y era una gorra.

Era igual a su gorra de la suerte, pero él sabía que esa no era su gorra de la suerte, porque su gorra tenía tres manchas rojas cerca al broche y Tomás miró triste a su madre diciendo: yo quiero mi gorra de la suerte y su madre le dijo: y ¿qué gorra quieres tú?

Fin

Bueno Tomás conservó la gorra que le había dado su madre.

Ya era hora de dormir y Tomás estaba recostado, de un momento a otro se cayó de la cama y al mirar debajo de ella vio su gorra.

Pero se dijo: ya no la necesito, ya me acostumbre a estar sin gorra.

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Horrible pesadilla en mi vidaFinalista

Isabella Gómez Zuluaga12 añosCategoría: 2Comunidad Colegio Jesús MaríaMedellín – Antioquia

En un par de segundos, ya estaba montada en el avión rumbo a ser millonaria, a poder conocer todos los países, me senté, me acomodé y esperé a que llegáramos, fue un largo viaje, el avión estaba aterrizando, me bajé y fui rumbo a coger mis maletas.

Cuando…

Bueno comencemos desde el principio, fue un día por la mañana, cuando decidí que quería conocer todo el mundo y comencé a buscar en internet. De repente encontré una página donde hablaba de un trabajo fácil y muy bien remunerado, lo siguiente que hice fue llamar a averiguar en qué consistía y fue cuando me explicaron lo que debía hacer y los riesgos que esto traía, el empleo consistía en llevar ese polvo blanco en mi estómago y otra parte en la maleta. Como yo quería solamente el dinero, los riesgos no me afectaron mucho, así que me dieron una cita, fui y me dijeron que debía ir a Francia y llevar el encargo pero que el pago era cuando lo entregara en el aeropuerto de Francia y que inmediatamente me entregaban el pago, pregunté de cuánto estábamos hablando y me dijeron que por eso me daban $50.000.000. Como esto era lo que yo quería, acepté.

Todo estaba listo y debía salir ese viernes 20 de junio, como era temporada alta, era fácil por la cantidad de gente y los policías y perros iban a estar ocupados, ya llegué a Francia pero pasó lo que yo no esperaba, un perro empezó a ladrar, yo traté de disimular el miedo que sentí, pero los policías me abordaron y me dijeron que

por favor dejara revisar la maleta, acepté y me sentí intimidada por otro policía que no me quitaba los ojos de encima y me asusté. Un policía encontró el polvo y me preguntó qué era eso y yo le dije que no sabía y por esto me dijo que pasara a un cuarto blanco, solo y helado, revisaron toda mi maleta y sacaron todas mis cosas personales, unos segundos después sentí algo en el estómago, no le presté atención porque era un dolor leve y creí que era del susto, pero minutos después fue aumentando la molestia y empecé a sudar frío y a estar mareada hasta que me desmayé, sólo escuchaba a los policías decir que llamarán una ambulancia y ya no recuerdo más.

Cuando desperté me encontré en una clínica, en un cuarto muy frío, me dolía el estómago como sí me hubieran cortado, así que me toqué y sentí micro-poro y gasa, lo reconocí porque cuando estaba pequeña me caía mucho y siempre me hacían las curaciones con esos implementos, entonces le pregunté a una enfermera que se encontraba a mi lado escribiendo en mi historia clínica, le pregunté qué por qué estaba allá y me contó que tenía droga en mi cuerpo y que me tuvieron que abrir para sacarla.

Después entró a la habitación un policía, él me dijo que estaba en serios problemas, que estaba arrestada por haber ingresado a ese país droga ilegal y que sólo podía hacer una llamada, entonces llamé a la persona que me contrató y le dije que necesito mi pago porque estaba en problemas allá a lo cual me contestó que no podía pagar porque no se había hecho efectiva la entrega, porque la policía me había cogido. No llamé a mi mamá, papá o algún familiar porque cuando yo tenía 13 años me escapé de la casa y nunca más volvieron a saber nada de mí y yo de ellos.

Ahora entiendo lo importante que es la familia para todos y sé que si hubiera estado con ellos no hubiera pasado por esta situación.

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Horrible pesadilla en mi vidaFinalista

Isabella Gómez Zuluaga12 añosCategoría: 2Comunidad Colegio Jesús MaríaMedellín – Antioquia

En un par de segundos, ya estaba montada en el avión rumbo a ser millonaria, a poder conocer todos los países, me senté, me acomodé y esperé a que llegáramos, fue un largo viaje, el avión estaba aterrizando, me bajé y fui rumbo a coger mis maletas.

Cuando…

Bueno comencemos desde el principio, fue un día por la mañana, cuando decidí que quería conocer todo el mundo y comencé a buscar en internet. De repente encontré una página donde hablaba de un trabajo fácil y muy bien remunerado, lo siguiente que hice fue llamar a averiguar en qué consistía y fue cuando me explicaron lo que debía hacer y los riesgos que esto traía, el empleo consistía en llevar ese polvo blanco en mi estómago y otra parte en la maleta. Como yo quería solamente el dinero, los riesgos no me afectaron mucho, así que me dieron una cita, fui y me dijeron que debía ir a Francia y llevar el encargo pero que el pago era cuando lo entregara en el aeropuerto de Francia y que inmediatamente me entregaban el pago, pregunté de cuánto estábamos hablando y me dijeron que por eso me daban $50.000.000. Como esto era lo que yo quería, acepté.

Todo estaba listo y debía salir ese viernes 20 de junio, como era temporada alta, era fácil por la cantidad de gente y los policías y perros iban a estar ocupados, ya llegué a Francia pero pasó lo que yo no esperaba, un perro empezó a ladrar, yo traté de disimular el miedo que sentí, pero los policías me abordaron y me dijeron que

por favor dejara revisar la maleta, acepté y me sentí intimidada por otro policía que no me quitaba los ojos de encima y me asusté. Un policía encontró el polvo y me preguntó qué era eso y yo le dije que no sabía y por esto me dijo que pasara a un cuarto blanco, solo y helado, revisaron toda mi maleta y sacaron todas mis cosas personales, unos segundos después sentí algo en el estómago, no le presté atención porque era un dolor leve y creí que era del susto, pero minutos después fue aumentando la molestia y empecé a sudar frío y a estar mareada hasta que me desmayé, sólo escuchaba a los policías decir que llamarán una ambulancia y ya no recuerdo más.

Cuando desperté me encontré en una clínica, en un cuarto muy frío, me dolía el estómago como sí me hubieran cortado, así que me toqué y sentí micro-poro y gasa, lo reconocí porque cuando estaba pequeña me caía mucho y siempre me hacían las curaciones con esos implementos, entonces le pregunté a una enfermera que se encontraba a mi lado escribiendo en mi historia clínica, le pregunté qué por qué estaba allá y me contó que tenía droga en mi cuerpo y que me tuvieron que abrir para sacarla.

Después entró a la habitación un policía, él me dijo que estaba en serios problemas, que estaba arrestada por haber ingresado a ese país droga ilegal y que sólo podía hacer una llamada, entonces llamé a la persona que me contrató y le dije que necesito mi pago porque estaba en problemas allá a lo cual me contestó que no podía pagar porque no se había hecho efectiva la entrega, porque la policía me había cogido. No llamé a mi mamá, papá o algún familiar porque cuando yo tenía 13 años me escapé de la casa y nunca más volvieron a saber nada de mí y yo de ellos.

Ahora entiendo lo importante que es la familia para todos y sé que si hubiera estado con ellos no hubiera pasado por esta situación.

Fin

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La gallina del espacioFinalista

Alejandro Ríos Moreno12 añosCategoría: 2Institución Educativa Félix de Bedout MorenoMedellín – Antioquia

Esta historia sucede en un pueblo muy lejano de aquí, donde vivía un granjerito que en su �nca vivía con su mamá y sus dos hermanas, él hacia todas las labores necesarias para que su �nquita se viera cada vez mejor.

Un día el granjerito estuvo mirando las nubes y vio pasar un objeto muy extraño y se intrigó en ir a mirar, cuando llegó sólo pudo ver el gran hueco que había causado la cosa extraña, pero no se podía ver lo que había hecho eso y al lado del hueco una gallina, y pensó: “bueno esta gallina me puede ser útil”, pero no sabía lo que podría pasar.

Con el tiempo todo se normalizó después de aquel incidente y el granjerito siguió haciendo sus trabajos normalmente y cuando llegó la hora de sacar los huevos del gallinero, se dio cuenta de algo inesperado, la gallina nueva había puesto un huevo gigantesco y el granjerito saltó de la felicidad, emocionado fue donde su mamá para que le hiciera el gigantesco huevo, su mamá sacó la mantequilla y la puso a calentar, pero cuando abre el huevo se da cuenta de que estaba vacío y ¡sopletun! el granjerito se va de espaldas y su mamá y los hermanas nos les da sino para reírse.

Pero eso no era todo, la gallina no paraba de dar sorpresas, en pocos días ya era más grande, pero en realidad a él no le importó mucho.

Lo que le interesó pasó al día siguiente. Por la mañana se dio cuenta de que le faltaba dos gallinas y no entendió la razón, siguieron pasando los días y se seguían desapareciendo las gallinas y ya se preocupó, al ir hacia el gallinero se dio cuenta de que solo le quedaban dos gallinas: una vieja y la que se había encontrado y pensó, ya no dejaré que se me pierdan las gallinas.

Por la noche, el granjerito y sus dos hermanas ya estaban listos para que llegara el zorro que creían que era el causante de ésto, pero de un momento a otro escucharon un ruido y fueron a investigar, cuando entraron se dieron cuenta de algo: la gallina nueva tenía las patas largas, un pico como de una lanza, y observaban cómo un platillo absorbía a la gallina vieja, y eso no fue lo peor, lo peor fue que los descubrió y en ese momento…

Mamá: —Buenas noches hijo, mañana terminamos la historia.

Hijo: —Ahh, está bien, buenas noches.

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La gallina del espacioFinalista

Alejandro Ríos Moreno12 añosCategoría: 2Institución Educativa Félix de Bedout MorenoMedellín – Antioquia

Esta historia sucede en un pueblo muy lejano de aquí, donde vivía un granjerito que en su �nca vivía con su mamá y sus dos hermanas, él hacia todas las labores necesarias para que su �nquita se viera cada vez mejor.

Un día el granjerito estuvo mirando las nubes y vio pasar un objeto muy extraño y se intrigó en ir a mirar, cuando llegó sólo pudo ver el gran hueco que había causado la cosa extraña, pero no se podía ver lo que había hecho eso y al lado del hueco una gallina, y pensó: “bueno esta gallina me puede ser útil”, pero no sabía lo que podría pasar.

Con el tiempo todo se normalizó después de aquel incidente y el granjerito siguió haciendo sus trabajos normalmente y cuando llegó la hora de sacar los huevos del gallinero, se dio cuenta de algo inesperado, la gallina nueva había puesto un huevo gigantesco y el granjerito saltó de la felicidad, emocionado fue donde su mamá para que le hiciera el gigantesco huevo, su mamá sacó la mantequilla y la puso a calentar, pero cuando abre el huevo se da cuenta de que estaba vacío y ¡sopletun! el granjerito se va de espaldas y su mamá y los hermanas nos les da sino para reírse.

Pero eso no era todo, la gallina no paraba de dar sorpresas, en pocos días ya era más grande, pero en realidad a él no le importó mucho.

Lo que le interesó pasó al día siguiente. Por la mañana se dio cuenta de que le faltaba dos gallinas y no entendió la razón, siguieron pasando los días y se seguían desapareciendo las gallinas y ya se preocupó, al ir hacia el gallinero se dio cuenta de que solo le quedaban dos gallinas: una vieja y la que se había encontrado y pensó, ya no dejaré que se me pierdan las gallinas.

Por la noche, el granjerito y sus dos hermanas ya estaban listos para que llegara el zorro que creían que era el causante de ésto, pero de un momento a otro escucharon un ruido y fueron a investigar, cuando entraron se dieron cuenta de algo: la gallina nueva tenía las patas largas, un pico como de una lanza, y observaban cómo un platillo absorbía a la gallina vieja, y eso no fue lo peor, lo peor fue que los descubrió y en ese momento…

Mamá: —Buenas noches hijo, mañana terminamos la historia.

Hijo: —Ahh, está bien, buenas noches.

Fin

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AtrapadaFinalista

Manuela Ramírez Álvarez12 añosCategoría: 2Comunidad Colegio Jesús MaríaMedellín – Antioquia

Era 8 de abril, el día del cumpleaños de mi hermana, sólo que ella ya se había ido, iría a llevarle unas rosas al cementerio, eran sus favoritas, luego pasaría por el Manicomio donde mi hermana estuvo internada, agradecida por su ayuda, dándoles unas clases para los internos.

La mañana pasó tal como la había planeado. A las 12:30 p. m. estaba en el cementerio, en su lápida habían varios tipos de �ores, pero ni una sola rosa, moví las �ores reemplazándolas por un gran ramo de rosas de todos los colores posibles, me recordaban que cada vez que recibía una rosa, su permanentesonrisa se ampliaba un poco más, estuve media hora hablándole, luego partí hacia el Manicomio, la clase duró dos horas, todo como siempre, todos aportábamos un poco y yo los hacía re�exionar con algunas de mis palabras.

El resto del día lo pasé tranquila con algunas de mis amigas, reíamos, nos abrazábamos, hablábamos de nuestro día y hasta lloramos un poco, luego regresé a mi casa, me cambié y me quedé dormida.

Los meses iban pasando, ya era rutina: despertaba, me arreglaba, pasaba el día con los internos y en la noche regresaba a casa para dormir, los �nes de semana generalmente pasaba el día con los internos y la tarde con mis amigas. Era noviembre, los meses iban pasando muy rápido: desperté, me arreglé y salí hacia el Manicomio. Al llegar pagué el taxi y entré al edi�cio, me dirigí a la

habitación donde daba mi clase, al llegar todos estaban sentados esperando. Para mi sorpresa había un chico nuevo: era alto, delgado, cabello color castaño y tenía unos hermosos ojos color avellana, nuestras miradas se encontraron y sentí como una ráfaga de viento frío me pasaba por el rostro, el clima se encontraba bastante frío a diferencia de los demás días que habían sido más cálidos, éste estaba nublado.

La clase pasó rápido, todos aportábamos menos el chico nuevo, cuando faltaba exactamente media hora para �nalizar la sesión, el chico nuevo se levantó de su asiento y comenzó a caminar con destino al corredor.

—¿A dónde crees que vas? —dije, pero él solo me ignoró y siguió su camino -ya regreso, ¡no se muevan!- dije a los demás internos, para ir tras él.

Al llegar a una habitación vacía, miró un poco al exterior, y de un momento a otro saltó por la ventana, rompiéndola en pedazos, yo al observar la escena grité llamando a varios instructores.

—Se escapó— grité mientras se acercaban algunas personas —rompió la ventana y se escapó—

—¿Señorita se encuentra bien?, —no tiene ni un rasguño—, dijo uno de los uniformados.

Al mirar la ventana, estaba intacta.

—¡Pero yo lo vi!— dije en mi defensa y los instructores e internos empezaron a alejarse ignorándome.

Cuando la habitación estaba completamente vacía sentí unos pasos a mi espala y al darme la vuelta él estaba allí, �rme, mirándome.

—Tranquila Elena, yo también lo vi escapar- tenía una sonrisa en

el rostro y su voz sonaba tranquila.

—¿Cómo sabes mi nombre?, ¡yo no te conozco!- le grité asustada y retrocediendo.Justo en ese momento fue que desperté, estaba realmente confundida observando la habitación en la que me encontraba, cuando él entró con un uniforme de instructor, "David” era el nombre que indicaba su uniforme.

—¡Buenos días Elena!, ¿pasaste buena noche?, ¡tienes visita!- dijo esta vez con una sincera sonrisa.

Yo no pude responderle porque estaba realmente confundida y muy asustada, me guió hasta el patio y allí estaba mi hermana, esperándome con los brazos abiertos.—Pero.... ¿tú?, ¿estas viva?

—Claro... ¡feliz cumpleaños!- dijo abrazándome.

—¡Pero es noviembre!

—No, es julio, ¡tu cumpleaños!

Yo ya no podía distinguir si era realidad o era un sueño, pero fue en ese momento cuando pude comprender y recordar que la única atrapada realmente ahí era yo, llevaba tres meses interna y sólo en ese momento pude llegar a la conclusión de que no había sido nada más y nada menos que un sueño....

El castillo del cíclopeFinalista

Johan Eduardo Vélez Vásquez13 añosCategoría: 2Institución Educativa Félix de Bedout MorenoMedellín – Antioquia

Había una vez, hace mucho, mucho tiempo, en un lugar lejano, en una colina vivía un cientí�co loco que vivía en un gran castillo.

El cientí�co realizaba sus experimentos en sí mismo; hasta que una noche de otoño regó accidentalmente una sustancia en su rostro, causándole una reacción que cambiaría su vida por siempre; el cientí�co quedó con un solo ojo, habían desaparecido sus dos cavidades oculares y se habría hecho un ori�co en medio de su frente.

El cientí�co decidió cambiar su nombre Ruther Thomson por cíclope; él huyó al lugar más oscuro del castillo y permaneció allí en un largo sueño.

Al pasar de los años, un jardinero llamado Ford Dalton compró la propiedad. El escuchó las historias sobre el suceso del cíclope pero casi no les prestaba atención, sin embargo él, por temor, no iba nunca a aquel lugar oscuro.

Cinco años después, el jardinero fallece.

Sus dos nietos jugaban en el jardín, cuando recibieron una llamada inesperada diciendo que su viejo abuelo, el jardinero, había muerto y que su fortuna se la dejaba a ellos, pero que, necesariamente, tenían que pasar una noche en el castillo, con una advertencia: “que no fueran hacia el lugar más oscuro del

castillo por qué despertarían al gran cíclope”, pero los niños no prestaron atención y se fueron.

Cuando llegaron al castillo empezó a llover y a tronar, los niños entraron inmediatamente y notaron que su interior era escalofriante: había murciélagos y telarañas, los niños se asustaron.

De pronto escucharon un ruido que venía del sótano, los niños curiosos bajaron y vieron al cíclope; un gigante que tenía un solo ojo en medio de su frente. Los niños asustados no pudieron correr y salir, el cíclope los capturó.

Les sacó los ojos, cosió sus cavidades oculares y les abrió en medio de sus frentes un ori�cio en el que les puso un único ojo. Y se dijo para sí mismo que esos serían sus hijos.

Su mamá, muy preocupada, los buscó día y noche por semanas, hasta que los encontró en el castillo, con sus únicos ojos y ya no la reconocían. Por eso ya nadie va al castillo del cíclope.

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AtrapadaFinalista

Manuela Ramírez Álvarez12 añosCategoría: 2Comunidad Colegio Jesús MaríaMedellín – Antioquia

Era 8 de abril, el día del cumpleaños de mi hermana, sólo que ella ya se había ido, iría a llevarle unas rosas al cementerio, eran sus favoritas, luego pasaría por el Manicomio donde mi hermana estuvo internada, agradecida por su ayuda, dándoles unas clases para los internos.

La mañana pasó tal como la había planeado. A las 12:30 p. m. estaba en el cementerio, en su lápida habían varios tipos de �ores, pero ni una sola rosa, moví las �ores reemplazándolas por un gran ramo de rosas de todos los colores posibles, me recordaban que cada vez que recibía una rosa, su permanentesonrisa se ampliaba un poco más, estuve media hora hablándole, luego partí hacia el Manicomio, la clase duró dos horas, todo como siempre, todos aportábamos un poco y yo los hacía re�exionar con algunas de mis palabras.

El resto del día lo pasé tranquila con algunas de mis amigas, reíamos, nos abrazábamos, hablábamos de nuestro día y hasta lloramos un poco, luego regresé a mi casa, me cambié y me quedé dormida.

Los meses iban pasando, ya era rutina: despertaba, me arreglaba, pasaba el día con los internos y en la noche regresaba a casa para dormir, los �nes de semana generalmente pasaba el día con los internos y la tarde con mis amigas. Era noviembre, los meses iban pasando muy rápido: desperté, me arreglé y salí hacia el Manicomio. Al llegar pagué el taxi y entré al edi�cio, me dirigí a la

habitación donde daba mi clase, al llegar todos estaban sentados esperando. Para mi sorpresa había un chico nuevo: era alto, delgado, cabello color castaño y tenía unos hermosos ojos color avellana, nuestras miradas se encontraron y sentí como una ráfaga de viento frío me pasaba por el rostro, el clima se encontraba bastante frío a diferencia de los demás días que habían sido más cálidos, éste estaba nublado.

La clase pasó rápido, todos aportábamos menos el chico nuevo, cuando faltaba exactamente media hora para �nalizar la sesión, el chico nuevo se levantó de su asiento y comenzó a caminar con destino al corredor.

—¿A dónde crees que vas? —dije, pero él solo me ignoró y siguió su camino -ya regreso, ¡no se muevan!- dije a los demás internos, para ir tras él.

Al llegar a una habitación vacía, miró un poco al exterior, y de un momento a otro saltó por la ventana, rompiéndola en pedazos, yo al observar la escena grité llamando a varios instructores.

—Se escapó— grité mientras se acercaban algunas personas —rompió la ventana y se escapó—

—¿Señorita se encuentra bien?, —no tiene ni un rasguño—, dijo uno de los uniformados.

Al mirar la ventana, estaba intacta.

—¡Pero yo lo vi!— dije en mi defensa y los instructores e internos empezaron a alejarse ignorándome.

Cuando la habitación estaba completamente vacía sentí unos pasos a mi espala y al darme la vuelta él estaba allí, �rme, mirándome.

—Tranquila Elena, yo también lo vi escapar- tenía una sonrisa en

el rostro y su voz sonaba tranquila.

—¿Cómo sabes mi nombre?, ¡yo no te conozco!- le grité asustada y retrocediendo.Justo en ese momento fue que desperté, estaba realmente confundida observando la habitación en la que me encontraba, cuando él entró con un uniforme de instructor, "David” era el nombre que indicaba su uniforme.

—¡Buenos días Elena!, ¿pasaste buena noche?, ¡tienes visita!- dijo esta vez con una sincera sonrisa.

Yo no pude responderle porque estaba realmente confundida y muy asustada, me guió hasta el patio y allí estaba mi hermana, esperándome con los brazos abiertos.—Pero.... ¿tú?, ¿estas viva?

—Claro... ¡feliz cumpleaños!- dijo abrazándome.

—¡Pero es noviembre!

—No, es julio, ¡tu cumpleaños!

Yo ya no podía distinguir si era realidad o era un sueño, pero fue en ese momento cuando pude comprender y recordar que la única atrapada realmente ahí era yo, llevaba tres meses interna y sólo en ese momento pude llegar a la conclusión de que no había sido nada más y nada menos que un sueño....

El castillo del cíclopeFinalista

Johan Eduardo Vélez Vásquez13 añosCategoría: 2Institución Educativa Félix de Bedout MorenoMedellín – Antioquia

Había una vez, hace mucho, mucho tiempo, en un lugar lejano, en una colina vivía un cientí�co loco que vivía en un gran castillo.

El cientí�co realizaba sus experimentos en sí mismo; hasta que una noche de otoño regó accidentalmente una sustancia en su rostro, causándole una reacción que cambiaría su vida por siempre; el cientí�co quedó con un solo ojo, habían desaparecido sus dos cavidades oculares y se habría hecho un ori�co en medio de su frente.

El cientí�co decidió cambiar su nombre Ruther Thomson por cíclope; él huyó al lugar más oscuro del castillo y permaneció allí en un largo sueño.

Al pasar de los años, un jardinero llamado Ford Dalton compró la propiedad. El escuchó las historias sobre el suceso del cíclope pero casi no les prestaba atención, sin embargo él, por temor, no iba nunca a aquel lugar oscuro.

Cinco años después, el jardinero fallece.

Sus dos nietos jugaban en el jardín, cuando recibieron una llamada inesperada diciendo que su viejo abuelo, el jardinero, había muerto y que su fortuna se la dejaba a ellos, pero que, necesariamente, tenían que pasar una noche en el castillo, con una advertencia: “que no fueran hacia el lugar más oscuro del

castillo por qué despertarían al gran cíclope”, pero los niños no prestaron atención y se fueron.

Cuando llegaron al castillo empezó a llover y a tronar, los niños entraron inmediatamente y notaron que su interior era escalofriante: había murciélagos y telarañas, los niños se asustaron.

De pronto escucharon un ruido que venía del sótano, los niños curiosos bajaron y vieron al cíclope; un gigante que tenía un solo ojo en medio de su frente. Los niños asustados no pudieron correr y salir, el cíclope los capturó.

Les sacó los ojos, cosió sus cavidades oculares y les abrió en medio de sus frentes un ori�cio en el que les puso un único ojo. Y se dijo para sí mismo que esos serían sus hijos.

Su mamá, muy preocupada, los buscó día y noche por semanas, hasta que los encontró en el castillo, con sus únicos ojos y ya no la reconocían. Por eso ya nadie va al castillo del cíclope.

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Décimo Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

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AtrapadaFinalista

Manuela Ramírez Álvarez12 añosCategoría: 2Comunidad Colegio Jesús MaríaMedellín – Antioquia

Era 8 de abril, el día del cumpleaños de mi hermana, sólo que ella ya se había ido, iría a llevarle unas rosas al cementerio, eran sus favoritas, luego pasaría por el Manicomio donde mi hermana estuvo internada, agradecida por su ayuda, dándoles unas clases para los internos.

La mañana pasó tal como la había planeado. A las 12:30 p. m. estaba en el cementerio, en su lápida habían varios tipos de �ores, pero ni una sola rosa, moví las �ores reemplazándolas por un gran ramo de rosas de todos los colores posibles, me recordaban que cada vez que recibía una rosa, su permanentesonrisa se ampliaba un poco más, estuve media hora hablándole, luego partí hacia el Manicomio, la clase duró dos horas, todo como siempre, todos aportábamos un poco y yo los hacía re�exionar con algunas de mis palabras.

El resto del día lo pasé tranquila con algunas de mis amigas, reíamos, nos abrazábamos, hablábamos de nuestro día y hasta lloramos un poco, luego regresé a mi casa, me cambié y me quedé dormida.

Los meses iban pasando, ya era rutina: despertaba, me arreglaba, pasaba el día con los internos y en la noche regresaba a casa para dormir, los �nes de semana generalmente pasaba el día con los internos y la tarde con mis amigas. Era noviembre, los meses iban pasando muy rápido: desperté, me arreglé y salí hacia el Manicomio. Al llegar pagué el taxi y entré al edi�cio, me dirigí a la

habitación donde daba mi clase, al llegar todos estaban sentados esperando. Para mi sorpresa había un chico nuevo: era alto, delgado, cabello color castaño y tenía unos hermosos ojos color avellana, nuestras miradas se encontraron y sentí como una ráfaga de viento frío me pasaba por el rostro, el clima se encontraba bastante frío a diferencia de los demás días que habían sido más cálidos, éste estaba nublado.

La clase pasó rápido, todos aportábamos menos el chico nuevo, cuando faltaba exactamente media hora para �nalizar la sesión, el chico nuevo se levantó de su asiento y comenzó a caminar con destino al corredor.

—¿A dónde crees que vas? —dije, pero él solo me ignoró y siguió su camino -ya regreso, ¡no se muevan!- dije a los demás internos, para ir tras él.

Al llegar a una habitación vacía, miró un poco al exterior, y de un momento a otro saltó por la ventana, rompiéndola en pedazos, yo al observar la escena grité llamando a varios instructores.

—Se escapó— grité mientras se acercaban algunas personas —rompió la ventana y se escapó—

—¿Señorita se encuentra bien?, —no tiene ni un rasguño—, dijo uno de los uniformados.

Al mirar la ventana, estaba intacta.

—¡Pero yo lo vi!— dije en mi defensa y los instructores e internos empezaron a alejarse ignorándome.

Cuando la habitación estaba completamente vacía sentí unos pasos a mi espala y al darme la vuelta él estaba allí, �rme, mirándome.

—Tranquila Elena, yo también lo vi escapar- tenía una sonrisa en

el rostro y su voz sonaba tranquila.

—¿Cómo sabes mi nombre?, ¡yo no te conozco!- le grité asustada y retrocediendo.Justo en ese momento fue que desperté, estaba realmente confundida observando la habitación en la que me encontraba, cuando él entró con un uniforme de instructor, "David” era el nombre que indicaba su uniforme.

—¡Buenos días Elena!, ¿pasaste buena noche?, ¡tienes visita!- dijo esta vez con una sincera sonrisa.

Yo no pude responderle porque estaba realmente confundida y muy asustada, me guió hasta el patio y allí estaba mi hermana, esperándome con los brazos abiertos.—Pero.... ¿tú?, ¿estas viva?

—Claro... ¡feliz cumpleaños!- dijo abrazándome.

—¡Pero es noviembre!

—No, es julio, ¡tu cumpleaños!

Yo ya no podía distinguir si era realidad o era un sueño, pero fue en ese momento cuando pude comprender y recordar que la única atrapada realmente ahí era yo, llevaba tres meses interna y sólo en ese momento pude llegar a la conclusión de que no había sido nada más y nada menos que un sueño....

El castillo del cíclopeFinalista

Johan Eduardo Vélez Vásquez13 añosCategoría: 2Institución Educativa Félix de Bedout MorenoMedellín – Antioquia

Había una vez, hace mucho, mucho tiempo, en un lugar lejano, en una colina vivía un cientí�co loco que vivía en un gran castillo.

El cientí�co realizaba sus experimentos en sí mismo; hasta que una noche de otoño regó accidentalmente una sustancia en su rostro, causándole una reacción que cambiaría su vida por siempre; el cientí�co quedó con un solo ojo, habían desaparecido sus dos cavidades oculares y se habría hecho un ori�co en medio de su frente.

El cientí�co decidió cambiar su nombre Ruther Thomson por cíclope; él huyó al lugar más oscuro del castillo y permaneció allí en un largo sueño.

Al pasar de los años, un jardinero llamado Ford Dalton compró la propiedad. El escuchó las historias sobre el suceso del cíclope pero casi no les prestaba atención, sin embargo él, por temor, no iba nunca a aquel lugar oscuro.

Cinco años después, el jardinero fallece.

Sus dos nietos jugaban en el jardín, cuando recibieron una llamada inesperada diciendo que su viejo abuelo, el jardinero, había muerto y que su fortuna se la dejaba a ellos, pero que, necesariamente, tenían que pasar una noche en el castillo, con una advertencia: “que no fueran hacia el lugar más oscuro del

castillo por qué despertarían al gran cíclope”, pero los niños no prestaron atención y se fueron.

Cuando llegaron al castillo empezó a llover y a tronar, los niños entraron inmediatamente y notaron que su interior era escalofriante: había murciélagos y telarañas, los niños se asustaron.

De pronto escucharon un ruido que venía del sótano, los niños curiosos bajaron y vieron al cíclope; un gigante que tenía un solo ojo en medio de su frente. Los niños asustados no pudieron correr y salir, el cíclope los capturó.

Les sacó los ojos, cosió sus cavidades oculares y les abrió en medio de sus frentes un ori�cio en el que les puso un único ojo. Y se dijo para sí mismo que esos serían sus hijos.

Su mamá, muy preocupada, los buscó día y noche por semanas, hasta que los encontró en el castillo, con sus únicos ojos y ya no la reconocían. Por eso ya nadie va al castillo del cíclope.

Fin

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El secretoFinalista

Alejandra González Vanegas11 añosCategoría: 2Institución Educativa Monseñor Víctor WiedemannCorregimiento San Antonio de Prado

Era Samanta de 3 años cuando por cosas del destino su madre falleció, su padre muy joven y con poca experiencia quedó a cargo de la pequeña huérfana y se sumergió en un mundo lleno de alcohol y colillas de cigarrillo, las cuales inundaban toda la casa.

Samanta creció sin el cariño de una familia, pues su padre nunca le demostró nada por la ausencia de su esposa muerta, aun así ella creció siendo una buena niña que amaba a su padre y se preocupaba por él. Samanta cumplió sus 10 años y ese mismo día, escribiendo en su diario, escribió unas pequeñas frases que mostraban la situación con su padre: “hoy es mi cumpleaños, mi padre al parecer no se acuerda, desde ayer no suelta ni una gota de licor, cada día está peor, los rastros de cigarrillo verde son la prueba de ello, tal vez está enfermo, pero sé que aún me quiere”.

Samanta siente que su padre se acerca a la puerta por lo que cierra el diario bruscamente, mientras su padre aparece frente a ella con un cuchillo en la mano, Samanta con mucho susto grita en medio del llanto: “papi por favor no lo hagas”, después de este incidente el padre se suicida.

La casa permaneció abandonada por mucho tiempo.

10 años después, padre e hijo compran la casa abandonada sin saber el oscuro secreto que encerraba.

Luego de llegar a la casa Tomás espera a que su padre Felipe abra la puerta, al ejercer la acción, Tomás quien ayudaba a su padre con algunas cajas, las tira al suelo y comienza a recorrer toda la casa, Felipe sin embargo al ver la felicidad de su hijo le enseña la que será su habitación, en ella se encuentra un gran armario, Felipe deja solo a su hijo en la habitación y se dirige nuevamente a la entrada donde termina de acomodar algunas cajas. Tomás quien muy curiosamente al abrir el armario se percata de un pequeño tumulto que se encuentra en uno de los cajones más altos, inmediatamente se sube a una silla y lo agarra, al mirarlo �jamente se da cuenta de que no es más que un diario antiguo que por el estado re�eja el tiempo de abandono de la casa. Se sienta en un lado de la cama, que su padre días antes había organizado, abre el diario y comienza a leer las primeras líneas, mientras tanto su padre quien comienza a desempacar se encuentra con una foto de su esposa a quien se queda mirando durante unos minutos, enciende un cigarrillo y no puede contener sus lágrimas que poco a poco recorrían cada parte de su rostro. En la habitación de Tomás un ruido extraño a través de ventana logra captar la atención del niño quien al �jarse nota cómo la ventana comienza a golpearse sola como si una tormenta estuviera próxima y a su vez escucha como alguien le ríe al oído, inmediatamente suelta el diario y sale de la habitación en busca de su padre, al llegar su padre nota mucho temor en sus ojos por lo cual le pregunta: ¿qué pasa?, Tomás en medio de un mar de lágrimas y sus palabras algo quebradizas le cuenta lo ocurrido en la habitación, sin embargo Felipe no le cree y lo acompaña a la habitación para que note que no hay nada de qué preocuparse, que posiblemente fue solo el viento y el ruido de un animal.

Al entrar encuentra el diario al lado de la cama, por lo cual pregunta a su hijo de dónde lo sacó, el niño algo atemorizado le dice al padre que lo encontró en el armario, más él no le cree y simplemente se lo lleva de la habitación; en la noche Felipe le canta una canción a Tomás para que duerma tranquilo, al éste quedar dormido, inmediatamente apaga la lámpara y sale de la

habitación cerciorándose de que todas las ventanas queden bien cerradas, sin embargo al paso que avanza a través del corredor una de las ventanas antes seguras se abre, Felipe se devuelve sin tanta prisa, al cerrarla, en un espejo que se encuentra tras él, la silueta de una niña se re�eja, sin embargo él no se percata de ello, ignorando el hecho continua hasta asegurar la puerta y luego llega al estudio donde en medio de la noche su curiosidad lo invade, al ver el diario lo abre y comienza a leer las mismas frases que Tomás leía “después de aquella noche papi no es igual”.

Tomás es despertado por el leve ruido de la puerta que se va abriendo, en medio del miedo no se le ocurre nada más que cubrirse completamente. Felipe termina de leer una frase cuando su lámpara es apagada, un poco extrañado vuelve a encenderla, una sombra estaba tras él exclamando suavemente tres palabras a su oído: papi, papi, papi. Felipe asustado mientras intenta girar levemente para ver que había tras él, escucha el grito desesperante de su hijo proveniente de la habitación, por lo que sale inmediatamente corriendo a auxiliar a su hijo, al llegar a la habitación encuentra al niño en su cama, acercándose cuidadosamente a la cama éste le señala que hay alguien en su armario. Felipe abre el armario mirando muy despacio lo que atemoriza a su hijo, sin embargo es a Tomás a quien encuentra en el armario, petri�cado inmediatamente comienza a voltear, cuando inmediatamente el ente en la cama comienza a levantarse, en los ojos de Felipe se re�eja terror mientras que aquella niña se acerca a él para acabar con su vida.

El castillo del cíclopeFinalista

Johan Eduardo Vélez Vásquez13 añosCategoría: 2Institución Educativa Félix de Bedout MorenoMedellín – Antioquia

Había una vez, hace mucho, mucho tiempo, en un lugar lejano, en una colina vivía un cientí�co loco que vivía en un gran castillo.

El cientí�co realizaba sus experimentos en sí mismo; hasta que una noche de otoño regó accidentalmente una sustancia en su rostro, causándole una reacción que cambiaría su vida por siempre; el cientí�co quedó con un solo ojo, habían desaparecido sus dos cavidades oculares y se habría hecho un ori�co en medio de su frente.

El cientí�co decidió cambiar su nombre Ruther Thomson por cíclope; él huyó al lugar más oscuro del castillo y permaneció allí en un largo sueño.

Al pasar de los años, un jardinero llamado Ford Dalton compró la propiedad. El escuchó las historias sobre el suceso del cíclope pero casi no les prestaba atención, sin embargo él, por temor, no iba nunca a aquel lugar oscuro.

Cinco años después, el jardinero fallece.

Sus dos nietos jugaban en el jardín, cuando recibieron una llamada inesperada diciendo que su viejo abuelo, el jardinero, había muerto y que su fortuna se la dejaba a ellos, pero que, necesariamente, tenían que pasar una noche en el castillo, con una advertencia: “que no fueran hacia el lugar más oscuro del

castillo por qué despertarían al gran cíclope”, pero los niños no prestaron atención y se fueron.

Cuando llegaron al castillo empezó a llover y a tronar, los niños entraron inmediatamente y notaron que su interior era escalofriante: había murciélagos y telarañas, los niños se asustaron.

De pronto escucharon un ruido que venía del sótano, los niños curiosos bajaron y vieron al cíclope; un gigante que tenía un solo ojo en medio de su frente. Los niños asustados no pudieron correr y salir, el cíclope los capturó.

Les sacó los ojos, cosió sus cavidades oculares y les abrió en medio de sus frentes un ori�cio en el que les puso un único ojo. Y se dijo para sí mismo que esos serían sus hijos.

Su mamá, muy preocupada, los buscó día y noche por semanas, hasta que los encontró en el castillo, con sus únicos ojos y ya no la reconocían. Por eso ya nadie va al castillo del cíclope.

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El secretoFinalista

Alejandra González Vanegas11 añosCategoría: 2Institución Educativa Monseñor Víctor WiedemannCorregimiento San Antonio de Prado

Era Samanta de 3 años cuando por cosas del destino su madre falleció, su padre muy joven y con poca experiencia quedó a cargo de la pequeña huérfana y se sumergió en un mundo lleno de alcohol y colillas de cigarrillo, las cuales inundaban toda la casa.

Samanta creció sin el cariño de una familia, pues su padre nunca le demostró nada por la ausencia de su esposa muerta, aun así ella creció siendo una buena niña que amaba a su padre y se preocupaba por él. Samanta cumplió sus 10 años y ese mismo día, escribiendo en su diario, escribió unas pequeñas frases que mostraban la situación con su padre: “hoy es mi cumpleaños, mi padre al parecer no se acuerda, desde ayer no suelta ni una gota de licor, cada día está peor, los rastros de cigarrillo verde son la prueba de ello, tal vez está enfermo, pero sé que aún me quiere”.

Samanta siente que su padre se acerca a la puerta por lo que cierra el diario bruscamente, mientras su padre aparece frente a ella con un cuchillo en la mano, Samanta con mucho susto grita en medio del llanto: “papi por favor no lo hagas”, después de este incidente el padre se suicida.

La casa permaneció abandonada por mucho tiempo.

10 años después, padre e hijo compran la casa abandonada sin saber el oscuro secreto que encerraba.

Luego de llegar a la casa Tomás espera a que su padre Felipe abra la puerta, al ejercer la acción, Tomás quien ayudaba a su padre con algunas cajas, las tira al suelo y comienza a recorrer toda la casa, Felipe sin embargo al ver la felicidad de su hijo le enseña la que será su habitación, en ella se encuentra un gran armario, Felipe deja solo a su hijo en la habitación y se dirige nuevamente a la entrada donde termina de acomodar algunas cajas. Tomás quien muy curiosamente al abrir el armario se percata de un pequeño tumulto que se encuentra en uno de los cajones más altos, inmediatamente se sube a una silla y lo agarra, al mirarlo �jamente se da cuenta de que no es más que un diario antiguo que por el estado re�eja el tiempo de abandono de la casa. Se sienta en un lado de la cama, que su padre días antes había organizado, abre el diario y comienza a leer las primeras líneas, mientras tanto su padre quien comienza a desempacar se encuentra con una foto de su esposa a quien se queda mirando durante unos minutos, enciende un cigarrillo y no puede contener sus lágrimas que poco a poco recorrían cada parte de su rostro. En la habitación de Tomás un ruido extraño a través de ventana logra captar la atención del niño quien al �jarse nota cómo la ventana comienza a golpearse sola como si una tormenta estuviera próxima y a su vez escucha como alguien le ríe al oído, inmediatamente suelta el diario y sale de la habitación en busca de su padre, al llegar su padre nota mucho temor en sus ojos por lo cual le pregunta: ¿qué pasa?, Tomás en medio de un mar de lágrimas y sus palabras algo quebradizas le cuenta lo ocurrido en la habitación, sin embargo Felipe no le cree y lo acompaña a la habitación para que note que no hay nada de qué preocuparse, que posiblemente fue solo el viento y el ruido de un animal.

Al entrar encuentra el diario al lado de la cama, por lo cual pregunta a su hijo de dónde lo sacó, el niño algo atemorizado le dice al padre que lo encontró en el armario, más él no le cree y simplemente se lo lleva de la habitación; en la noche Felipe le canta una canción a Tomás para que duerma tranquilo, al éste quedar dormido, inmediatamente apaga la lámpara y sale de la

habitación cerciorándose de que todas las ventanas queden bien cerradas, sin embargo al paso que avanza a través del corredor una de las ventanas antes seguras se abre, Felipe se devuelve sin tanta prisa, al cerrarla, en un espejo que se encuentra tras él, la silueta de una niña se re�eja, sin embargo él no se percata de ello, ignorando el hecho continua hasta asegurar la puerta y luego llega al estudio donde en medio de la noche su curiosidad lo invade, al ver el diario lo abre y comienza a leer las mismas frases que Tomás leía “después de aquella noche papi no es igual”.

Tomás es despertado por el leve ruido de la puerta que se va abriendo, en medio del miedo no se le ocurre nada más que cubrirse completamente. Felipe termina de leer una frase cuando su lámpara es apagada, un poco extrañado vuelve a encenderla, una sombra estaba tras él exclamando suavemente tres palabras a su oído: papi, papi, papi. Felipe asustado mientras intenta girar levemente para ver que había tras él, escucha el grito desesperante de su hijo proveniente de la habitación, por lo que sale inmediatamente corriendo a auxiliar a su hijo, al llegar a la habitación encuentra al niño en su cama, acercándose cuidadosamente a la cama éste le señala que hay alguien en su armario. Felipe abre el armario mirando muy despacio lo que atemoriza a su hijo, sin embargo es a Tomás a quien encuentra en el armario, petri�cado inmediatamente comienza a voltear, cuando inmediatamente el ente en la cama comienza a levantarse, en los ojos de Felipe se re�eja terror mientras que aquella niña se acerca a él para acabar con su vida.

El castillo del cíclopeFinalista

Johan Eduardo Vélez Vásquez13 añosCategoría: 2Institución Educativa Félix de Bedout MorenoMedellín – Antioquia

Había una vez, hace mucho, mucho tiempo, en un lugar lejano, en una colina vivía un cientí�co loco que vivía en un gran castillo.

El cientí�co realizaba sus experimentos en sí mismo; hasta que una noche de otoño regó accidentalmente una sustancia en su rostro, causándole una reacción que cambiaría su vida por siempre; el cientí�co quedó con un solo ojo, habían desaparecido sus dos cavidades oculares y se habría hecho un ori�co en medio de su frente.

El cientí�co decidió cambiar su nombre Ruther Thomson por cíclope; él huyó al lugar más oscuro del castillo y permaneció allí en un largo sueño.

Al pasar de los años, un jardinero llamado Ford Dalton compró la propiedad. El escuchó las historias sobre el suceso del cíclope pero casi no les prestaba atención, sin embargo él, por temor, no iba nunca a aquel lugar oscuro.

Cinco años después, el jardinero fallece.

Sus dos nietos jugaban en el jardín, cuando recibieron una llamada inesperada diciendo que su viejo abuelo, el jardinero, había muerto y que su fortuna se la dejaba a ellos, pero que, necesariamente, tenían que pasar una noche en el castillo, con una advertencia: “que no fueran hacia el lugar más oscuro del

castillo por qué despertarían al gran cíclope”, pero los niños no prestaron atención y se fueron.

Cuando llegaron al castillo empezó a llover y a tronar, los niños entraron inmediatamente y notaron que su interior era escalofriante: había murciélagos y telarañas, los niños se asustaron.

De pronto escucharon un ruido que venía del sótano, los niños curiosos bajaron y vieron al cíclope; un gigante que tenía un solo ojo en medio de su frente. Los niños asustados no pudieron correr y salir, el cíclope los capturó.

Les sacó los ojos, cosió sus cavidades oculares y les abrió en medio de sus frentes un ori�cio en el que les puso un único ojo. Y se dijo para sí mismo que esos serían sus hijos.

Su mamá, muy preocupada, los buscó día y noche por semanas, hasta que los encontró en el castillo, con sus únicos ojos y ya no la reconocían. Por eso ya nadie va al castillo del cíclope.

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El secretoFinalista

Alejandra González Vanegas11 añosCategoría: 2Institución Educativa Monseñor Víctor WiedemannCorregimiento San Antonio de Prado

Era Samanta de 3 años cuando por cosas del destino su madre falleció, su padre muy joven y con poca experiencia quedó a cargo de la pequeña huérfana y se sumergió en un mundo lleno de alcohol y colillas de cigarrillo, las cuales inundaban toda la casa.

Samanta creció sin el cariño de una familia, pues su padre nunca le demostró nada por la ausencia de su esposa muerta, aun así ella creció siendo una buena niña que amaba a su padre y se preocupaba por él. Samanta cumplió sus 10 años y ese mismo día, escribiendo en su diario, escribió unas pequeñas frases que mostraban la situación con su padre: “hoy es mi cumpleaños, mi padre al parecer no se acuerda, desde ayer no suelta ni una gota de licor, cada día está peor, los rastros de cigarrillo verde son la prueba de ello, tal vez está enfermo, pero sé que aún me quiere”.

Samanta siente que su padre se acerca a la puerta por lo que cierra el diario bruscamente, mientras su padre aparece frente a ella con un cuchillo en la mano, Samanta con mucho susto grita en medio del llanto: “papi por favor no lo hagas”, después de este incidente el padre se suicida.

La casa permaneció abandonada por mucho tiempo.

10 años después, padre e hijo compran la casa abandonada sin saber el oscuro secreto que encerraba.

Luego de llegar a la casa Tomás espera a que su padre Felipe abra la puerta, al ejercer la acción, Tomás quien ayudaba a su padre con algunas cajas, las tira al suelo y comienza a recorrer toda la casa, Felipe sin embargo al ver la felicidad de su hijo le enseña la que será su habitación, en ella se encuentra un gran armario, Felipe deja solo a su hijo en la habitación y se dirige nuevamente a la entrada donde termina de acomodar algunas cajas. Tomás quien muy curiosamente al abrir el armario se percata de un pequeño tumulto que se encuentra en uno de los cajones más altos, inmediatamente se sube a una silla y lo agarra, al mirarlo �jamente se da cuenta de que no es más que un diario antiguo que por el estado re�eja el tiempo de abandono de la casa. Se sienta en un lado de la cama, que su padre días antes había organizado, abre el diario y comienza a leer las primeras líneas, mientras tanto su padre quien comienza a desempacar se encuentra con una foto de su esposa a quien se queda mirando durante unos minutos, enciende un cigarrillo y no puede contener sus lágrimas que poco a poco recorrían cada parte de su rostro. En la habitación de Tomás un ruido extraño a través de ventana logra captar la atención del niño quien al �jarse nota cómo la ventana comienza a golpearse sola como si una tormenta estuviera próxima y a su vez escucha como alguien le ríe al oído, inmediatamente suelta el diario y sale de la habitación en busca de su padre, al llegar su padre nota mucho temor en sus ojos por lo cual le pregunta: ¿qué pasa?, Tomás en medio de un mar de lágrimas y sus palabras algo quebradizas le cuenta lo ocurrido en la habitación, sin embargo Felipe no le cree y lo acompaña a la habitación para que note que no hay nada de qué preocuparse, que posiblemente fue solo el viento y el ruido de un animal.

Al entrar encuentra el diario al lado de la cama, por lo cual pregunta a su hijo de dónde lo sacó, el niño algo atemorizado le dice al padre que lo encontró en el armario, más él no le cree y simplemente se lo lleva de la habitación; en la noche Felipe le canta una canción a Tomás para que duerma tranquilo, al éste quedar dormido, inmediatamente apaga la lámpara y sale de la

habitación cerciorándose de que todas las ventanas queden bien cerradas, sin embargo al paso que avanza a través del corredor una de las ventanas antes seguras se abre, Felipe se devuelve sin tanta prisa, al cerrarla, en un espejo que se encuentra tras él, la silueta de una niña se re�eja, sin embargo él no se percata de ello, ignorando el hecho continua hasta asegurar la puerta y luego llega al estudio donde en medio de la noche su curiosidad lo invade, al ver el diario lo abre y comienza a leer las mismas frases que Tomás leía “después de aquella noche papi no es igual”.

Tomás es despertado por el leve ruido de la puerta que se va abriendo, en medio del miedo no se le ocurre nada más que cubrirse completamente. Felipe termina de leer una frase cuando su lámpara es apagada, un poco extrañado vuelve a encenderla, una sombra estaba tras él exclamando suavemente tres palabras a su oído: papi, papi, papi. Felipe asustado mientras intenta girar levemente para ver que había tras él, escucha el grito desesperante de su hijo proveniente de la habitación, por lo que sale inmediatamente corriendo a auxiliar a su hijo, al llegar a la habitación encuentra al niño en su cama, acercándose cuidadosamente a la cama éste le señala que hay alguien en su armario. Felipe abre el armario mirando muy despacio lo que atemoriza a su hijo, sin embargo es a Tomás a quien encuentra en el armario, petri�cado inmediatamente comienza a voltear, cuando inmediatamente el ente en la cama comienza a levantarse, en los ojos de Felipe se re�eja terror mientras que aquella niña se acerca a él para acabar con su vida.

El castillo del cíclopeFinalista

Johan Eduardo Vélez Vásquez13 añosCategoría: 2Institución Educativa Félix de Bedout MorenoMedellín – Antioquia

Había una vez, hace mucho, mucho tiempo, en un lugar lejano, en una colina vivía un cientí�co loco que vivía en un gran castillo.

El cientí�co realizaba sus experimentos en sí mismo; hasta que una noche de otoño regó accidentalmente una sustancia en su rostro, causándole una reacción que cambiaría su vida por siempre; el cientí�co quedó con un solo ojo, habían desaparecido sus dos cavidades oculares y se habría hecho un ori�co en medio de su frente.

El cientí�co decidió cambiar su nombre Ruther Thomson por cíclope; él huyó al lugar más oscuro del castillo y permaneció allí en un largo sueño.

Al pasar de los años, un jardinero llamado Ford Dalton compró la propiedad. El escuchó las historias sobre el suceso del cíclope pero casi no les prestaba atención, sin embargo él, por temor, no iba nunca a aquel lugar oscuro.

Cinco años después, el jardinero fallece.

Sus dos nietos jugaban en el jardín, cuando recibieron una llamada inesperada diciendo que su viejo abuelo, el jardinero, había muerto y que su fortuna se la dejaba a ellos, pero que, necesariamente, tenían que pasar una noche en el castillo, con una advertencia: “que no fueran hacia el lugar más oscuro del

castillo por qué despertarían al gran cíclope”, pero los niños no prestaron atención y se fueron.

Cuando llegaron al castillo empezó a llover y a tronar, los niños entraron inmediatamente y notaron que su interior era escalofriante: había murciélagos y telarañas, los niños se asustaron.

De pronto escucharon un ruido que venía del sótano, los niños curiosos bajaron y vieron al cíclope; un gigante que tenía un solo ojo en medio de su frente. Los niños asustados no pudieron correr y salir, el cíclope los capturó.

Les sacó los ojos, cosió sus cavidades oculares y les abrió en medio de sus frentes un ori�cio en el que les puso un único ojo. Y se dijo para sí mismo que esos serían sus hijos.

Su mamá, muy preocupada, los buscó día y noche por semanas, hasta que los encontró en el castillo, con sus únicos ojos y ya no la reconocían. Por eso ya nadie va al castillo del cíclope.

Fin

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Décimo Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

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La granjaFinalista

Cristian Camilo Moná Grajales12 añosCategoría: 2Centro Educativo AutónomoMedellín – Antioquia

Me acuerdo de ese día como si fuera ayer, en que yo le decía a mi padre: ¿algún día podré cacarear como tú?. Días después se llevaron a mi padre para otra granja, yo quedaría con el cargo de mi padre, tendría que despertar al granjero, enseñarles a los pollitos clases de cacarear, para así, cuando me llevaran para otra granja tener a alguien que me reemplazara. Esa era nuestra misión, de generación en generación.

Años después, tuve un hijo, era grande y gordo como yo, le enseñé todo lo que mi padre me había enseñado.

Recogía maíz para ahorrarlos y en esas épocas donde el granjero no tenía los recursos para darnos comida a todas las gallinas, sacaba mis reservas y les daba a todas. En la casa del granjero había tres perros cachorros, los cuales siempre molestaban a mi hijo; lo correteaban, siempre lo seguían a todos lados. Le pregunté a mi hijo: ¿te están mordiendo esos perros?, me respondió que sí, a lo cual repliqué que cuando lo volvieran a morder los picoteara y así lo dejarían en paz.

Pasaron varios días y mi hijo ya sabía defenderse de los cachorros traviesos, después de todo tenían muy buena convivencia. Ahora el que los correteaba era mi hijo.

Estaría muy orgulloso si dejara la granja en manos de él.

El castillo del cíclopeFinalista

Johan Eduardo Vélez Vásquez13 añosCategoría: 2Institución Educativa Félix de Bedout MorenoMedellín – Antioquia

Había una vez, hace mucho, mucho tiempo, en un lugar lejano, en una colina vivía un cientí�co loco que vivía en un gran castillo.

El cientí�co realizaba sus experimentos en sí mismo; hasta que una noche de otoño regó accidentalmente una sustancia en su rostro, causándole una reacción que cambiaría su vida por siempre; el cientí�co quedó con un solo ojo, habían desaparecido sus dos cavidades oculares y se habría hecho un ori�co en medio de su frente.

El cientí�co decidió cambiar su nombre Ruther Thomson por cíclope; él huyó al lugar más oscuro del castillo y permaneció allí en un largo sueño.

Al pasar de los años, un jardinero llamado Ford Dalton compró la propiedad. El escuchó las historias sobre el suceso del cíclope pero casi no les prestaba atención, sin embargo él, por temor, no iba nunca a aquel lugar oscuro.

Cinco años después, el jardinero fallece.

Sus dos nietos jugaban en el jardín, cuando recibieron una llamada inesperada diciendo que su viejo abuelo, el jardinero, había muerto y que su fortuna se la dejaba a ellos, pero que, necesariamente, tenían que pasar una noche en el castillo, con una advertencia: “que no fueran hacia el lugar más oscuro del

castillo por qué despertarían al gran cíclope”, pero los niños no prestaron atención y se fueron.

Cuando llegaron al castillo empezó a llover y a tronar, los niños entraron inmediatamente y notaron que su interior era escalofriante: había murciélagos y telarañas, los niños se asustaron.

De pronto escucharon un ruido que venía del sótano, los niños curiosos bajaron y vieron al cíclope; un gigante que tenía un solo ojo en medio de su frente. Los niños asustados no pudieron correr y salir, el cíclope los capturó.

Les sacó los ojos, cosió sus cavidades oculares y les abrió en medio de sus frentes un ori�cio en el que les puso un único ojo. Y se dijo para sí mismo que esos serían sus hijos.

Su mamá, muy preocupada, los buscó día y noche por semanas, hasta que los encontró en el castillo, con sus únicos ojos y ya no la reconocían. Por eso ya nadie va al castillo del cíclope.

Fin

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Cuando menos te lo esperesFinalista

Valentina Bedoya Taborda11 añosCategoría 2Institución Educativa Monseñor Víctor WiedemannCorregimiento San Antonio de Prado

Me llamo Juan, vivo en las afueras de la ciudad, en un campo apartado del exterior y la gente. Mi mejor amigo se llama Maik, es mi perro y mi único amigo, él y yo paseamos todas las noches, recorremos todo el campo y al �nal disfrutamos de un delicioso maíz, luego nos sentamos a observar las estrellas.

Una noche mientras Maik y yo mirábamos las estrellas, un hombre nos miró, estaba ebrio, se acercó a nosotros y Maik comenzó a ladrar, el hombre alterado rompe la botella que tenía con su mano y ataca a Maik, yo al tratar de impedirlo recibí un golpe en mi pecho. Luego de esto, el hombre salió corriendo dejándome tirado a la mitad de la nada, mi perro se recostó a mi lado y poco a poco, sentí que me iba de este mundo, cuando a lo lejos pude escuchar a alguien que gritaba y me decía: resiste, ya viene la ayuda, pero me fui quedando dormido, cuando me subieron a la ambulancia, veía que los doctores alejaban a Maik de mí, lo dejaron allí y no pude hacer nada. Cuando desperté estaba en un cuarto blanco, luego descubrí que me encontraba en un hospital, me sentía atrapado y solo, pero eso no era lo que me importaba ahora, mi herida me dolía fuertemente, un doctor entra al cuarto, se acerca y me dice: tengo malas noticias, hemos hecho todo lo que estaba a nuestro alcance pero nada ha sido su�ciente, tu herida empeora y no tienes los fondos para asistirte y ayudarte más, temo decir que sólo te queda máximo veinticuatro horas de vida, creo que esta vez era ya mi �nal, no sabía qué hacer, no sabía que era de mi amigo Maik y cómo se encontraba; me preocupaba el saber que lo dejaría solo. Al otro

El castillo del cíclopeFinalista

Johan Eduardo Vélez Vásquez13 añosCategoría: 2Institución Educativa Félix de Bedout MorenoMedellín – Antioquia

Había una vez, hace mucho, mucho tiempo, en un lugar lejano, en una colina vivía un cientí�co loco que vivía en un gran castillo.

El cientí�co realizaba sus experimentos en sí mismo; hasta que una noche de otoño regó accidentalmente una sustancia en su rostro, causándole una reacción que cambiaría su vida por siempre; el cientí�co quedó con un solo ojo, habían desaparecido sus dos cavidades oculares y se habría hecho un ori�co en medio de su frente.

El cientí�co decidió cambiar su nombre Ruther Thomson por cíclope; él huyó al lugar más oscuro del castillo y permaneció allí en un largo sueño.

Al pasar de los años, un jardinero llamado Ford Dalton compró la propiedad. El escuchó las historias sobre el suceso del cíclope pero casi no les prestaba atención, sin embargo él, por temor, no iba nunca a aquel lugar oscuro.

Cinco años después, el jardinero fallece.

Sus dos nietos jugaban en el jardín, cuando recibieron una llamada inesperada diciendo que su viejo abuelo, el jardinero, había muerto y que su fortuna se la dejaba a ellos, pero que, necesariamente, tenían que pasar una noche en el castillo, con una advertencia: “que no fueran hacia el lugar más oscuro del

castillo por qué despertarían al gran cíclope”, pero los niños no prestaron atención y se fueron.

Cuando llegaron al castillo empezó a llover y a tronar, los niños entraron inmediatamente y notaron que su interior era escalofriante: había murciélagos y telarañas, los niños se asustaron.

De pronto escucharon un ruido que venía del sótano, los niños curiosos bajaron y vieron al cíclope; un gigante que tenía un solo ojo en medio de su frente. Los niños asustados no pudieron correr y salir, el cíclope los capturó.

Les sacó los ojos, cosió sus cavidades oculares y les abrió en medio de sus frentes un ori�cio en el que les puso un único ojo. Y se dijo para sí mismo que esos serían sus hijos.

Su mamá, muy preocupada, los buscó día y noche por semanas, hasta que los encontró en el castillo, con sus únicos ojos y ya no la reconocían. Por eso ya nadie va al castillo del cíclope.

día, a unas horas antes de mi muerte pasó por mi mente: ahora estoy solo, no hay un motivo para vivir supongo. El doctor entra a un minuto de cerrar mis ojos, pude ver como Maik y mi madre entraban por esa puerta y se despedían de mí, en ese momento cerré mis ojos y caí en un sueño profundo del cual no creo poder despertar jamás.

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Décimo Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

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Cuando menos te lo esperesFinalista

Valentina Bedoya Taborda11 añosCategoría 2Institución Educativa Monseñor Víctor WiedemannCorregimiento San Antonio de Prado

Me llamo Juan, vivo en las afueras de la ciudad, en un campo apartado del exterior y la gente. Mi mejor amigo se llama Maik, es mi perro y mi único amigo, él y yo paseamos todas las noches, recorremos todo el campo y al �nal disfrutamos de un delicioso maíz, luego nos sentamos a observar las estrellas.

Una noche mientras Maik y yo mirábamos las estrellas, un hombre nos miró, estaba ebrio, se acercó a nosotros y Maik comenzó a ladrar, el hombre alterado rompe la botella que tenía con su mano y ataca a Maik, yo al tratar de impedirlo recibí un golpe en mi pecho. Luego de esto, el hombre salió corriendo dejándome tirado a la mitad de la nada, mi perro se recostó a mi lado y poco a poco, sentí que me iba de este mundo, cuando a lo lejos pude escuchar a alguien que gritaba y me decía: resiste, ya viene la ayuda, pero me fui quedando dormido, cuando me subieron a la ambulancia, veía que los doctores alejaban a Maik de mí, lo dejaron allí y no pude hacer nada. Cuando desperté estaba en un cuarto blanco, luego descubrí que me encontraba en un hospital, me sentía atrapado y solo, pero eso no era lo que me importaba ahora, mi herida me dolía fuertemente, un doctor entra al cuarto, se acerca y me dice: tengo malas noticias, hemos hecho todo lo que estaba a nuestro alcance pero nada ha sido su�ciente, tu herida empeora y no tienes los fondos para asistirte y ayudarte más, temo decir que sólo te queda máximo veinticuatro horas de vida, creo que esta vez era ya mi �nal, no sabía qué hacer, no sabía que era de mi amigo Maik y cómo se encontraba; me preocupaba el saber que lo dejaría solo. Al otro

El castillo del cíclopeFinalista

Johan Eduardo Vélez Vásquez13 añosCategoría: 2Institución Educativa Félix de Bedout MorenoMedellín – Antioquia

Había una vez, hace mucho, mucho tiempo, en un lugar lejano, en una colina vivía un cientí�co loco que vivía en un gran castillo.

El cientí�co realizaba sus experimentos en sí mismo; hasta que una noche de otoño regó accidentalmente una sustancia en su rostro, causándole una reacción que cambiaría su vida por siempre; el cientí�co quedó con un solo ojo, habían desaparecido sus dos cavidades oculares y se habría hecho un ori�co en medio de su frente.

El cientí�co decidió cambiar su nombre Ruther Thomson por cíclope; él huyó al lugar más oscuro del castillo y permaneció allí en un largo sueño.

Al pasar de los años, un jardinero llamado Ford Dalton compró la propiedad. El escuchó las historias sobre el suceso del cíclope pero casi no les prestaba atención, sin embargo él, por temor, no iba nunca a aquel lugar oscuro.

Cinco años después, el jardinero fallece.

Sus dos nietos jugaban en el jardín, cuando recibieron una llamada inesperada diciendo que su viejo abuelo, el jardinero, había muerto y que su fortuna se la dejaba a ellos, pero que, necesariamente, tenían que pasar una noche en el castillo, con una advertencia: “que no fueran hacia el lugar más oscuro del

castillo por qué despertarían al gran cíclope”, pero los niños no prestaron atención y se fueron.

Cuando llegaron al castillo empezó a llover y a tronar, los niños entraron inmediatamente y notaron que su interior era escalofriante: había murciélagos y telarañas, los niños se asustaron.

De pronto escucharon un ruido que venía del sótano, los niños curiosos bajaron y vieron al cíclope; un gigante que tenía un solo ojo en medio de su frente. Los niños asustados no pudieron correr y salir, el cíclope los capturó.

Les sacó los ojos, cosió sus cavidades oculares y les abrió en medio de sus frentes un ori�cio en el que les puso un único ojo. Y se dijo para sí mismo que esos serían sus hijos.

Su mamá, muy preocupada, los buscó día y noche por semanas, hasta que los encontró en el castillo, con sus únicos ojos y ya no la reconocían. Por eso ya nadie va al castillo del cíclope.

Fin

día, a unas horas antes de mi muerte pasó por mi mente: ahora estoy solo, no hay un motivo para vivir supongo. El doctor entra a un minuto de cerrar mis ojos, pude ver como Maik y mi madre entraban por esa puerta y se despedían de mí, en ese momento cerré mis ojos y caí en un sueño profundo del cual no creo poder despertar jamás.

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El castillo del cíclopeFinalista

Johan Eduardo Vélez Vásquez13 añosCategoría: 2Institución Educativa Félix de Bedout MorenoMedellín – Antioquia

Había una vez, hace mucho, mucho tiempo, en un lugar lejano, en una colina vivía un cientí�co loco que vivía en un gran castillo.

El cientí�co realizaba sus experimentos en sí mismo; hasta que una noche de otoño regó accidentalmente una sustancia en su rostro, causándole una reacción que cambiaría su vida por siempre; el cientí�co quedó con un solo ojo, habían desaparecido sus dos cavidades oculares y se habría hecho un ori�co en medio de su frente.

El cientí�co decidió cambiar su nombre Ruther Thomson por cíclope; él huyó al lugar más oscuro del castillo y permaneció allí en un largo sueño.

Al pasar de los años, un jardinero llamado Ford Dalton compró la propiedad. El escuchó las historias sobre el suceso del cíclope pero casi no les prestaba atención, sin embargo él, por temor, no iba nunca a aquel lugar oscuro.

Cinco años después, el jardinero fallece.

Sus dos nietos jugaban en el jardín, cuando recibieron una llamada inesperada diciendo que su viejo abuelo, el jardinero, había muerto y que su fortuna se la dejaba a ellos, pero que, necesariamente, tenían que pasar una noche en el castillo, con una advertencia: “que no fueran hacia el lugar más oscuro del

castillo por qué despertarían al gran cíclope”, pero los niños no prestaron atención y se fueron.

Cuando llegaron al castillo empezó a llover y a tronar, los niños entraron inmediatamente y notaron que su interior era escalofriante: había murciélagos y telarañas, los niños se asustaron.

De pronto escucharon un ruido que venía del sótano, los niños curiosos bajaron y vieron al cíclope; un gigante que tenía un solo ojo en medio de su frente. Los niños asustados no pudieron correr y salir, el cíclope los capturó.

Les sacó los ojos, cosió sus cavidades oculares y les abrió en medio de sus frentes un ori�cio en el que les puso un único ojo. Y se dijo para sí mismo que esos serían sus hijos.

Su mamá, muy preocupada, los buscó día y noche por semanas, hasta que los encontró en el castillo, con sus únicos ojos y ya no la reconocían. Por eso ya nadie va al castillo del cíclope.

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El castillo del cíclopeFinalista

Johan Eduardo Vélez Vásquez13 añosCategoría: 2Institución Educativa Félix de Bedout MorenoMedellín – Antioquia

Había una vez, hace mucho, mucho tiempo, en un lugar lejano, en una colina vivía un cientí�co loco que vivía en un gran castillo.

El cientí�co realizaba sus experimentos en sí mismo; hasta que una noche de otoño regó accidentalmente una sustancia en su rostro, causándole una reacción que cambiaría su vida por siempre; el cientí�co quedó con un solo ojo, habían desaparecido sus dos cavidades oculares y se habría hecho un ori�co en medio de su frente.

El cientí�co decidió cambiar su nombre Ruther Thomson por cíclope; él huyó al lugar más oscuro del castillo y permaneció allí en un largo sueño.

Al pasar de los años, un jardinero llamado Ford Dalton compró la propiedad. El escuchó las historias sobre el suceso del cíclope pero casi no les prestaba atención, sin embargo él, por temor, no iba nunca a aquel lugar oscuro.

Cinco años después, el jardinero fallece.

Sus dos nietos jugaban en el jardín, cuando recibieron una llamada inesperada diciendo que su viejo abuelo, el jardinero, había muerto y que su fortuna se la dejaba a ellos, pero que, necesariamente, tenían que pasar una noche en el castillo, con una advertencia: “que no fueran hacia el lugar más oscuro del

castillo por qué despertarían al gran cíclope”, pero los niños no prestaron atención y se fueron.

Cuando llegaron al castillo empezó a llover y a tronar, los niños entraron inmediatamente y notaron que su interior era escalofriante: había murciélagos y telarañas, los niños se asustaron.

De pronto escucharon un ruido que venía del sótano, los niños curiosos bajaron y vieron al cíclope; un gigante que tenía un solo ojo en medio de su frente. Los niños asustados no pudieron correr y salir, el cíclope los capturó.

Les sacó los ojos, cosió sus cavidades oculares y les abrió en medio de sus frentes un ori�cio en el que les puso un único ojo. Y se dijo para sí mismo que esos serían sus hijos.

Su mamá, muy preocupada, los buscó día y noche por semanas, hasta que los encontró en el castillo, con sus únicos ojos y ya no la reconocían. Por eso ya nadie va al castillo del cíclope.

Fin

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El castillo del cíclopeFinalista

Johan Eduardo Vélez Vásquez13 añosCategoría: 2Institución Educativa Félix de Bedout MorenoMedellín – Antioquia

Había una vez, hace mucho, mucho tiempo, en un lugar lejano, en una colina vivía un cientí�co loco que vivía en un gran castillo.

El cientí�co realizaba sus experimentos en sí mismo; hasta que una noche de otoño regó accidentalmente una sustancia en su rostro, causándole una reacción que cambiaría su vida por siempre; el cientí�co quedó con un solo ojo, habían desaparecido sus dos cavidades oculares y se habría hecho un ori�co en medio de su frente.

El cientí�co decidió cambiar su nombre Ruther Thomson por cíclope; él huyó al lugar más oscuro del castillo y permaneció allí en un largo sueño.

Al pasar de los años, un jardinero llamado Ford Dalton compró la propiedad. El escuchó las historias sobre el suceso del cíclope pero casi no les prestaba atención, sin embargo él, por temor, no iba nunca a aquel lugar oscuro.

Cinco años después, el jardinero fallece.

Sus dos nietos jugaban en el jardín, cuando recibieron una llamada inesperada diciendo que su viejo abuelo, el jardinero, había muerto y que su fortuna se la dejaba a ellos, pero que, necesariamente, tenían que pasar una noche en el castillo, con una advertencia: “que no fueran hacia el lugar más oscuro del

castillo por qué despertarían al gran cíclope”, pero los niños no prestaron atención y se fueron.

Cuando llegaron al castillo empezó a llover y a tronar, los niños entraron inmediatamente y notaron que su interior era escalofriante: había murciélagos y telarañas, los niños se asustaron.

De pronto escucharon un ruido que venía del sótano, los niños curiosos bajaron y vieron al cíclope; un gigante que tenía un solo ojo en medio de su frente. Los niños asustados no pudieron correr y salir, el cíclope los capturó.

Les sacó los ojos, cosió sus cavidades oculares y les abrió en medio de sus frentes un ori�cio en el que les puso un único ojo. Y se dijo para sí mismo que esos serían sus hijos.

Su mamá, muy preocupada, los buscó día y noche por semanas, hasta que los encontró en el castillo, con sus únicos ojos y ya no la reconocían. Por eso ya nadie va al castillo del cíclope.

Instituciones Educativas Participantes en el 10º Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

Medellín Centro Educativo AutónomoColegio Cooperativo San Antonio de Prado Colegio Gimnasio Los PinaresColegio Padre ManyanetComunidad Colegio Jesús MaríaEscuela En CasaInstitución Educativa Alvernia Institución Educativa Barrio Olaya HerreraInstitución Educativa Campo ValdésInstitución Educativa Diego Echavarría MisasInstitución Educativa Félix de Bedout MorenoInstitución Educativa Fe y Alegría – Villa de La CandelariaInstitución Educativa Francisco Luis Hernández BetancurInstitución Educativa José Horacio Betancur Institución Educativa José María BernalInstitución Educativa Lola GonzálezInstitución Educativa Loma HermosaInstitución Educativa Maestro Pedro Nel GómezInstitución Educativa Manuel J. BetancurInstitución Educativa Mariscal RobledoInstitución Educativa Monseñor Gerardo Valencia CanoInstitución Educativa Monseñor Gerardo Valencia Cano – Sección La PortadaInstitución Educativa Monseñor Víctor Institución Educativa Nuestra Señora de LourdesInstitución Educativa Nuestra Señora del Perpetúo SocorroInstitución Educativa Presbítero Camilo Torres RestrepoInstitución Educativa Por�rioInstitución Educativa San Antonio de Prado – Sede Carlos BetancurInstitución Educativa San Antonio de Prado – Sede Manuel María MallarinoInstitución Educativa San CristóbalInstitución Educativa San José ObreroInstitución Educativa San Juan BoscoInstitución Educativa Tomás CarrasquillaInstituto Jorge RobledoInstituto Musical Diego Echavarría

BarbosaCentro Educativo Rural La IsazaInstitución Educativa Presbítero Luis Eduardo Pérez Molina

BelloInstitución Educativa Andrés BelloInstitución Educativa Carlos Pérez Mejía – Escuela Juan XIIInstitución Educativa Carlos Pérez Mejía – Escuela Rosalía Suárez

ConcordiaCentro Educativo Rural Camilo GonzálezCentro Educativo Rural Hato ViejoCentro Educativo Rural MoreliaCentro Educativo Rural YarumalInstitución Educativa de JesúsInstitución Educativa Lázaro RestrepoInstitución Educativa Socya

El Retiro Institución Educativa Ignacio Botero VallejoColegio Fronteras

ItagüíInstitución Educativa Enrique Vélez Escobar – Sección La Providencia

La EstrellaFundación Educativa Soleira

La UniónCentro Educativo Juguetones

SabanetaColegio Canadiense

Santa Fe de AntioquiaInstitución Educativa San Luis Gonzaga – Sede Jorge Robledo

Page 85: X Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

Décimo Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

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El castillo del cíclopeFinalista

Johan Eduardo Vélez Vásquez13 añosCategoría: 2Institución Educativa Félix de Bedout MorenoMedellín – Antioquia

Había una vez, hace mucho, mucho tiempo, en un lugar lejano, en una colina vivía un cientí�co loco que vivía en un gran castillo.

El cientí�co realizaba sus experimentos en sí mismo; hasta que una noche de otoño regó accidentalmente una sustancia en su rostro, causándole una reacción que cambiaría su vida por siempre; el cientí�co quedó con un solo ojo, habían desaparecido sus dos cavidades oculares y se habría hecho un ori�co en medio de su frente.

El cientí�co decidió cambiar su nombre Ruther Thomson por cíclope; él huyó al lugar más oscuro del castillo y permaneció allí en un largo sueño.

Al pasar de los años, un jardinero llamado Ford Dalton compró la propiedad. El escuchó las historias sobre el suceso del cíclope pero casi no les prestaba atención, sin embargo él, por temor, no iba nunca a aquel lugar oscuro.

Cinco años después, el jardinero fallece.

Sus dos nietos jugaban en el jardín, cuando recibieron una llamada inesperada diciendo que su viejo abuelo, el jardinero, había muerto y que su fortuna se la dejaba a ellos, pero que, necesariamente, tenían que pasar una noche en el castillo, con una advertencia: “que no fueran hacia el lugar más oscuro del

castillo por qué despertarían al gran cíclope”, pero los niños no prestaron atención y se fueron.

Cuando llegaron al castillo empezó a llover y a tronar, los niños entraron inmediatamente y notaron que su interior era escalofriante: había murciélagos y telarañas, los niños se asustaron.

De pronto escucharon un ruido que venía del sótano, los niños curiosos bajaron y vieron al cíclope; un gigante que tenía un solo ojo en medio de su frente. Los niños asustados no pudieron correr y salir, el cíclope los capturó.

Les sacó los ojos, cosió sus cavidades oculares y les abrió en medio de sus frentes un ori�cio en el que les puso un único ojo. Y se dijo para sí mismo que esos serían sus hijos.

Su mamá, muy preocupada, los buscó día y noche por semanas, hasta que los encontró en el castillo, con sus únicos ojos y ya no la reconocían. Por eso ya nadie va al castillo del cíclope.

Instituciones Educativas Participantes en el 10º Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

Medellín Centro Educativo AutónomoColegio Cooperativo San Antonio de Prado Colegio Gimnasio Los PinaresColegio Padre ManyanetComunidad Colegio Jesús MaríaEscuela En CasaInstitución Educativa Alvernia Institución Educativa Barrio Olaya HerreraInstitución Educativa Campo ValdésInstitución Educativa Diego Echavarría MisasInstitución Educativa Félix de Bedout MorenoInstitución Educativa Fe y Alegría – Villa de La CandelariaInstitución Educativa Francisco Luis Hernández BetancurInstitución Educativa José Horacio Betancur Institución Educativa José María BernalInstitución Educativa Lola GonzálezInstitución Educativa Loma HermosaInstitución Educativa Maestro Pedro Nel GómezInstitución Educativa Manuel J. BetancurInstitución Educativa Mariscal RobledoInstitución Educativa Monseñor Gerardo Valencia CanoInstitución Educativa Monseñor Gerardo Valencia Cano – Sección La PortadaInstitución Educativa Monseñor Víctor Institución Educativa Nuestra Señora de LourdesInstitución Educativa Nuestra Señora del Perpetúo SocorroInstitución Educativa Presbítero Camilo Torres RestrepoInstitución Educativa Por�rioInstitución Educativa San Antonio de Prado – Sede Carlos BetancurInstitución Educativa San Antonio de Prado – Sede Manuel María MallarinoInstitución Educativa San CristóbalInstitución Educativa San José ObreroInstitución Educativa San Juan BoscoInstitución Educativa Tomás CarrasquillaInstituto Jorge RobledoInstituto Musical Diego Echavarría

BarbosaCentro Educativo Rural La IsazaInstitución Educativa Presbítero Luis Eduardo Pérez Molina

BelloInstitución Educativa Andrés BelloInstitución Educativa Carlos Pérez Mejía – Escuela Juan XIIInstitución Educativa Carlos Pérez Mejía – Escuela Rosalía Suárez

ConcordiaCentro Educativo Rural Camilo GonzálezCentro Educativo Rural Hato ViejoCentro Educativo Rural MoreliaCentro Educativo Rural YarumalInstitución Educativa de JesúsInstitución Educativa Lázaro RestrepoInstitución Educativa Socya

El Retiro Institución Educativa Ignacio Botero VallejoColegio Fronteras

ItagüíInstitución Educativa Enrique Vélez Escobar – Sección La Providencia

La EstrellaFundación Educativa Soleira

La UniónCentro Educativo Juguetones

SabanetaColegio Canadiense

Santa Fe de AntioquiaInstitución Educativa San Luis Gonzaga – Sede Jorge Robledo

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Este libro reúne los cuentos de los niños y niñas ganadores y �nalistas del Décimo Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero 2014, convocado por la Biblioteca Pública Piloto de Medellín para América Latina.

Sueños y realidades de los niñosy niñas hechos cuentos.

Todas las actividades literarias y de promoción de lectura de la Biblioteca Pública Piloto hacen parte de su Programa Institucional de Lectura y Escritura y están enmarcados dentro del Plan de Lectura y Escritura: “Medellín, lectura viva”, de la Alcaldía de Medellín.

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Biblioteca Pública Piloto de Medellínpara América Latina