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La unicidad de Dios en el pensamiento náhuatl según Nezahualcóyotl
Armando Ibarra Carrillo
INTRODUCCION
Desde siempre y hasta siempre, en cada cultura de cada tiempo de nuestro planeta azul; el
hombre ha buscado y seguirá buscando un poder superior a sí mismo que le indique el camino
por donde vino y el camino por donde va; un principio que le haga comprender las razones de
su ser y de su existir en este sitio; el hombre busca a Dios.
En la cultura prehispánica, y más exactamente en la antigua cultura tolteca, encontramos un
pueblo que avala estas afirmaciones con sus grandes construcciones arquitectónicas tolteca-
nahuas con los vestigios de sus obras artesanales, con sus pinturas, pero sobre todo con el
testimonio escrito en sus códices y libros pintados que lo presentan como un pueblo
extremadamente religioso y con una espiritualidad profunda que apunta a tratar de contestarse
las preguntas esenciales de todo ser humano. Este pueblo es el pueblo de habla náhuatl,
heredero de la cultura tolteca.
En un período de decadencia de esta cultura aparece un personaje que produce un nuevo
esplendor de ésta en su natal Tezcoco; su nombre: Nezahualcóyotl.
Además de la belleza de sus obras poéticas, se puede descubrir en ellas la sabiduría de un
tlamatinime (sabio), que muestra, la búsqueda sincera de un dios único.
Con una profundidad espiritual exquisita aborda Nezahualcóyotl la temática divina, que parece
contemplar las características propias de nuestro Dios Trino y Uno, presentándolo como una
verdadera revelación.
No pudiendo demostrar este hecho, pues la presente investigación lleva como meta primera,
acrecentar el poco conocimiento acerca de esta cultura que constituye nuestras raíces. Como
siguiente punto se pretende investigar hasta que punto Nezahualcóyotl, según sus poemas y
biografías, verdaderamente era un sabio-poeta que buscaba un dios único, al que describe
como invisible, omnipresente, todo poderoso, hacedor de todas las cosas y Dador de la vida.
1. PERSONALIDAD DE NEZAHUALCOYOTL
El 28 de abril del año (Ce mázatl) o uno venado de 1402 en el valle de México, en la entonces
ciudad de Tezcoco, capital de Acolhuacán, nace el príncipe Acolmiztli Nezahualcóyotl cuyo
significado es brazo o fuerza de león y coyote hambriento o ayunado; su padre Ixtlilxochitl Ome
Tochtli, hijo de Techotlala sucesores en el reino de Tezcoco.
Se alardeaba que los habitantes del reino de Tezcoco eran sucesores de los legendarios
toltecas.
Ixtlilxochitl era el sexto monarca chichimeca del reinado de Tezcoco. Con el nacimiento del
príncipe Nezahualcóyotl se aseguraba la sucesión en el trono de Tezcoco, Tezozomoc, señor
de Atzcapotzalco se creía con derechos sobre el reino de Tezcoco por ser nieto de Xólotl, líder
que los dirigió en su llegada de las tierras del norte.
La guerra entre los dos pueblos, se recrudeció y enardeció obteniendo triunfos y fracasos
ambas partes; finalmente, después de cincuenta días de defensa de la ciudad tezcocana, el rey
la abandona y se refugia en el bosque de Cuauhyácac y después en el de Tzicanóztoc con sus
dos capitanes generales y su hijo Nezahualcóyotl.
Sospechando su cercana muerte, se despide de su hijo, ordenándole al príncipe heredero, de
apenas 16 años, que trepe en un copudo árbol para salvarse de sus enemigos y para que
rescate y herede el usurpado trono de Tezcoco. Desde ahí el joven príncipe observa la última
batalla y la muerte de su padre de manos de los tepanecas.
Desde entonces y por un espacio de 10 años, el joven príncipe deambula por casi todo el valle
de México en busca de recuperar su reino
Tezozomoc cede su trono a su hijo Tayatzin, pero su hermano Maxtla le da muerte obteniendo
así el poder del reino tepaneca. Al paso del tiempo Maxtla se convierte en un tirano que
amenaza con su poder a cuantos quiere.
Como Maxtla y su padre habíanse creado muchas enemistades por su forma de gobernar, a
Nezahualcóyotl no le fue difícil configurar una alianza contra los tepanecas.
Posterior a esta primera lucha y triunfo, el recién monarca azteca Itzcóatl se une al peculiar
ejército de Nezahualcóyotl. De esta forma se inició la alianza entre Tezcoco y México-
Tenochtitlan misma que perduraría por muchos años. Pronto se convierte en una triple alianza
al agregarse el señorío de Tlacopan.
Nezahualcóyotl al frente de aquella primera batalla agradece a sus aliados la ayuda y reparte el
botín de los vencidos; reconvienen en continuar la lucha unidos.
La guerra se prolonga por 115 días, pero finalmente los aliados "rompieron y desbarataron al
ejército de Maxtla, haciendo huir sus gentes y en el alcance quedaron muchos de ellos; y
entrando por las calles (de Atzcapotzalco), la destruyeron y asolaron... Maxtla que se
encontraba en un baño de sus jardines, fue sacado de su escondite con gran vituperio;
Nezahualcóyotl lo llevó a la plaza principal y allí le sacó el corazón como víctima y sacrificó a
sus dioses, diciendo que lo hacía en recompensa por la muerte de su padre el emperador
Ixtlilxochitl; y que aquella ciudad por ignominia fuese desde aquel tiempo un lugar donde se
hiciese feria de esclavos".
En el año 3 calli 1433, se establece Nezahualcóyotl como rey definitivo de Tezcoco. Antes de
salir de México, precisó con Itzcóatl los límites entre los señoríos aliados
1.1 El gobernante - constructor, su familia y sus amores
Cuando Nezahualcóyotl reconquista y pacifica su reino, inicia un período de organización
política y administrativa; precisa sus fronteras con los aliados e implanta un sistema de
gobierno por feudos menores con una administración principal.
Bajo el gobierno de Nezahualcóyotl la ciudad de Tezcoco llegó a convertirse en un modelo de
gobierno, virtudes y cultura para el mundo de habla náhuatl; comenta Pomar lo siguiente: "las
leyes y ordenanzas y buenas costumbres y modo de vivir que generalmente se guardaban en
toda la tierra, procedían de esta ciudad. Porque los reyes en ella procuraban que fuesen tales
cuales se ha dicho, y por ellas se gobernaban todas las demás tierras y provincias sujetas a
México y Tacuba".
El esplendor de Tezcoco fue sin igual para los habitantes de esta época; muestra de ello son
las colecciones de "libros pintados" que formó Nezahualcóyotl y que continuó su hijo
Nezahualpilli, así como otros anales históricos, cronologías, analogías, leyes, ritos y
ceremonias religiosas, oraciones, fórmulas mágicas, calendarios adivinatorios y descripciones
de dominios y tributos. Tal era el esplendor tezcocano que los nobles de otras tierras enviaban
a la tal ciudad a sus hijos para estudiar e instruirse.
1.2 Constructor - Arquitecto
En cuanto a las obras materiales de Nezahualcóyotl, existe un mapa que da una idea de los
palacios del monarca así como su disposición el cual es llamado "mapa Quinantzin".
Uno de los lugares del rey y poeta fue sin duda su preferido, el bosque de Tetzcotzinco, situado
en una colina de forma cónica, Dentro de él había un sinnúmero de estanques y estatuas de los
aspectos más sobresalientes de la vida del monarca, así como figuras de gran belleza y
significado para el rey y su pueblo.
En cuanto a las escuelas había en Tezcoco una que era el equivalente al Calmecac de los
aztecas, su nombre era el Tlacateo. Allí asistían numerosos infantes hijos de los nobles a
recibir educación; les indicaban la buena manera de vivir, todo ejercicio de virtud y honestidad.
No se olvidaban nunca del arte militar, con una severidad que en ocasiones se tornaba cruel.
Se consideraba una escuela de ascetismo, endurecimiento y autodominio por el trato duro del
cuerpo.
También existía el tepochcalli para los hijos de los ciudadanos comunes (no reales ni nobles).
En un principio, aunque con cierto recelo Nezahualcóyotl ayuda a los mexicanos a construir un
templo al dios-sol Huitzilopochtli en la ciudad de México Tenochtitlan, y también construyó en
Tezcoco otro templo a este mismo dios. Al parecer el monarca no gustaba mucho de los
sacrificios humanos que exigía Huitzilopochtli; sin embargo no se puede negar que el mismo
Nezahualcóyotl poseía una personalidad que juntaba en uno mismo al soldado y al hombre de
espíritu, al rudo y al apacible poeta, al estadista y al guerrero; sabía emplear la fuerza de las
armas al estilo azteca, sólo con ello pudo reconquistar su reino; pero también se conoce su
exquisita sensibilidad poética. Por otro lado, tampoco es de negarse su piedad, su meditación y
su reflexión filosófica así como su afán civilizador. Es posible y hasta creíble que no haya
sentido de todo su agrado la costumbre azteca de adorar a Huitzilopochtli con los sacrificios
humanos y demás; al parecer trató de apartarse de ésta cuanto pudo.
Muchos años después el mismo Nezahualcóyotl construye un templo al dios del "Tloque
Nahuaque", al dios incógnito, al dios desconocido, al señor del cielo y de la tierra.
Por la parte política los señores de la triple alianza necesitaban seguridad, por lo cual hubo
necesidad de consolidar y parlamentar la dicha alianza, para que diera seguridad y estabilidad
a los tres reinos (México-Tenochtitlan, Tezcoco y Tlacopan).
1.3 Familia
En cuanto a la familia, Nezahualcóyotl, como ya se ha aclarado procede de noble cuna; por
parte de su padre Ixtlilxochitl el viejo, tuvo por abuelos al quinto rey de Tezcoco llamado
Techotlalatzin y a la reina Tozquentzin . Por parte de su madre los abuelos eran: Huitzilihuitl
segundo señor de México-Tenochtitlan y la reina Ayauhcíhuatl hija de Tezozomoc, señor de
Atzcapotzalco. Los tres siguientes reyes de México-Tenochtitlan fueron también sus tíos
abuelos, y Moctezuma Ilhicamina su tío o primo, ya que existen diversas versiones al respecto.
Tenía el rey todo género de mujeres que quería, eran de todos los linajes, altos y bajos, y entre
todas tenía una por legítima.
Refiriéndonos ahora a sus amores, se cuenta que el monarca tezcocano debió tener entre
veinte y treinta concubinas antes de tomar mujer legítima y casarse con ella.
El rey Nezahualcóyotl encarga a un hermano una niña para que la críe y casarse con ella
cuando cumpla la edad conveniente; no obstante al morir el hermano del rey, un sobrino sin
saberlo se desposa con ella y Nezahualcóyotl se entristece con el hecho. El rey triste y
melancólico, se encamina a vagar por los bosques y lugares de recreo; pronto llega a
Tepechpan, pueblo bajo su dominio; ahí es servido por Cuaucuautzin quien lo invita a su casa y
permite que le sirva su prometida Azcalxochitzin, de quien se enamora por ser de buen
parecer. El regresa a su palacio y arma un plan contra Cuaucuautzin enviándolo a lo más
peligroso de la batalla florida por haberle deshonrado. Cuaucuautzin es prevenido por alguien y
compone entonces unos tristes cantares; luego muere cumpliéndose los planes del monarca;
de esta manera logra casarse con Azcalxochitzin, la cual es jurada y recibida como reina de
Tezcoco.
Según Fernando Alva Ixtlilxochitl tenía el rey cerca de sesenta hijos varones y cincuenta y siete
hijas. Los hijos ayudaron en las conquistas y batallas, mientras que las hijas casaban con
nobles de los aliados haciendo la consabida alianza más sólida y duradera.
Posteriormente nace Nezahualpilli; cuando su padre cuenta sus sesenta años y su madre los
cuarenta. Este gobierna Tezcoco hasta casi la llegada de los conquistadores españoles.
Mantuvo la buena administración enseñada por su padre, siendo también astrónomo, arquitecto
y poeta.
Luego se narra que Tezcoco alcanzó el máximo de civilización y esplendor; había trabajo tanto
para artífices como para cobradores, labradores o sacerdotes. Los vasallos continuaban
enviando sus tributos y la triple alianza parecía ofrecer estabilidad duradera, por lo menos en
ese momento. Sin embargo se presentan algunos problemas cuando de pronto, un período de
hambruna extrema se cierne sobre los acolhuas y dura varios años. A tal grado llegaron las
calamidades sufridas por aquellas gentes que se recurrió a una reunión del consejo de
sacerdotes, quienes indicaron la necesidad de reiniciar los sacrificios humanos instituyendo las
famosas guerras floridas.
2. PENSAMIENTO DE NEZAHUALCOYOTL
2.1 El poeta entre los nahuas
Existían distintos tipos de poetas en el mundo de habla náhuatl; se pueden distinguir por lo
menos tres a quienes se nombraba cuicapique.
Los cuicapique de los templos eran un tipo de poetas y componedores de cantos que se
dedicaban a este oficio pero solamente en relación a los dioses. Un segundo grupo lo
constituían los cuicapique que tenían como modelo de inspiración las hazañas guerreras de los
nobles, o sus bondades y sacrificios. Por otra parte tenemos a los de tradición principesca; es
decir nobles gobernantes o príncipes que se dedicaban a componer cantos, himnos y poesías
líricas y épicas, éstas solían llevar un sello personal para que se conociera el autor y el grado
de refinamiento con el cual eran elaboradas.
2.2 Nezahualcóyotl, el poeta y su obra
Entre las muestras poéticas más antiguas que se conservan se encuentran las de Tlaltecatzin
de Cuauchinanco, considerados de fines de siglo XIV. Estos y otros conocidos por su
antigüedad, se caracterizan por presentar un tinte místico-religioso-mágico; en cambio en la
poesía prehispánica inmediata, mayormente divulgada, se nota ya una poesía más personal,
más dedicada al hombre y su relación con los diversos dioses.
Entre los poetas prehispánicos más conocidos se encuentra en primer lugar Nezahualcóyotl,
con treinta y seis poemas, le sigue Tecayehuatzin con nueve, luego Ayocuan con tres, después
Tochihuitzin con dos, y finalmente Cuaucuautzin con uno largo y varios fragmentos.
En Nezahualcóyotl es el único en quien se encuentran citados casi todos los temas; en ellos
aborda tanto la naturaleza como la poesía misma, los lamentos sobre la fugacidad de la vida al
igual que las relaciones entre los dioses y el hombre; reflexiones sobre el más allá y elogios de
príncipes y guerreros.
2.3 Su visión del mundo.
En el pensamiento de Nezahualcóyotl se puede observar un dominio del pensador y del filósofo
sobre el poeta compositor. Se puede vislumbrar en su obra una gran facilidad para dirigir sus
temas hacia tres grandes tópicos: la divinidad, el destino del hombre, y la poesía misma.
La poesía de Nezahualcóyotl dirigida a la divinidad es considerada como una muestra del gran
avance en la cultura indígena por su rigor de la especulación intelectual. Sus poemas religiosos
son considerados casi en su totalidad, teología propiamente dicha y razonamiento estricto.
Se puede clasificar de una forma ascendente la creencia religiosa de acuerdo a cierta distinción
social. De esta manera se colocaría a la gente común, el grueso de la población, que buscaba
un dios personal o propio al cual le asignaba cualidades de acuerdo a su conveniencia
personal; de esta religiosidad nace un politeísmo bastante amplio. La casta sacerdotal luchaba
por hacer converger en un solo dios muchas de las cualidades apreciadas por el pueblo, y con
ello hacer entender a la plebe que existían solo un reducido número de dioses y no la cantidad
que éstos proponían. Había además un colegio de filósofos que abogaban por el culto a un dios
único hacedor de todas las cosas, pero con una dualidad en sí, como una parte masculina y
otra femenina (Ometecutli-Omecíhuatl).
Finalmente algunos individuos solitarios y afortunados como Nezahualcóyotl que poseían, la
noción de un dios único (Tloque-Nahuaque).
Nezahualcóyotl escribe en un estilo demasiado libre, por lo cual resulta bastante difícil separar
los temas de Dios, hombre, mundo; ya que en sus obras éstos se encuentran extremadamente
entremezclados.
Nuestro poeta en estudio se nos presenta crítico profundo y de reflexión áspera por su estilo de
vivir y su largo conocimiento de lo humano, en su relación con el dios desconocido
Nezahualcóyotl posee una visión del hombre como la de una criatura contingente, hecho por
dios y sujeto a él; situado en un nivel inferior. Tal es lo que se muestra cuando dice "como
pintura nos iremos borrando", una temporalidad pendiente de la divinidad.
Nezahualcóyotl tuvo en su infancia gran influencia de la cultura tolteca, misma que apoyada en
la adoración al dios Quetzalcóatl, aspiraba al engrandecimiento del espíritu. Por ello en la edad
adulta posee una fina agudeza por lo espiritual, además de presentar un razonamiento
profundo, que hace aparecer las cosas cotidianas cargadas de un trascendente significado.
En un primer momento, Nezahualcóyotl debió haber tenido un pensamiento del mundo muy a lo
tolteca, es decir, con la adoración a un dios protector de los toltecas (Quetzalcóatl), el cual era
el hacedor de todas las cosas, que sólo pedía el sacrificio de animales como serpientes y
mariposas; a quien le agradaba ser conocido por la flor y el canto. El no aceptaba sacrificios
humanos por que amaba a sus criaturas. Todo parece haber girado en torno a Quetzalcóatl.
Posteriormente, cuando se traslada a México-Tenochtitlan, ésta visión debió cambiar; ahora era
el dios-sol Hutzilopochtli que exigía corazones humanos y sangre para continuar
alumbrándolos; la guerra era imprescindible, (la famosa visión mítico-guerrera azteca), aunque
los aztecas en este período eran dominados por los de Azcapotzalco.
Posterior a éste período, en sus andanzas debió conocer mucha gente que pudo influenciarlo
para su visión posterior; este continuo huir parece haber madurado su sensibilidad poética así
como su don arquitectónico. De todo esto surge un Nezahualcóyotl capaz de fungir como el
guerrero reconquistador, el sabio gobernante con un sutil y profundo sentido por lo poético.
Su muerte acontece en 1472, en sus aposentos reales y después de haber dictado algunas
necesidades para sus exequias. Su muerte parece haber sido muy lamentada por los que le
reconocieron todas sus cualidades, a tal grado que comenzaron a convertirlo en una leyenda
diciendo "ha sido trasladado entre los dioses".
3. OBRAS
Existe alguna información en relación a las circunstancias de la composición de algunas de sus
obras. según Alva Ixtlilxochitl , cuando Nezahualcóyotl va a su bosque de Tetzcotzinco
compuso en alabanza de Tloque Nahuaque setenta y tantos cantos de mucha moralidad y
sentencias; con muchos nombres y renombres del dios; se piensa que fue escrito en l465. Se
conservan de él poemas de carácter religioso en los que se deja entrever en su madurez la
reflexión del filósofo que va venciendo al poeta.
Aparecen muchas obras del monarca entre ellas "cantos de primavera", "sentimiento trágico de
la vida". Entre sus cantos de primavera se encuentran obras como "Ponte en pie", "Percute tu
atabal", "Canto de primavera", "Comienza ya", "El árbol florido", "Alegraos, nos ataviamos, nos
enrriquecemos".
4. FILOSOFIA EN EL PENSAMIENTO NAHUATL.
4.1 El concepto nahuátl del hombre
Según los nahuatlacas, como los mayas, compartían el concepto de que el hombre tenía una
relación con el mundo a través de los dioses. Ya que las grandes divinidades eran fenómenos
naturales como el sol, la luna, la madre tierra, el viento y algunos animales y productos
agrícolas. El hombre por tanto, está sujeto a un espacio-tiempo divinos.
El hombre está pues obligado a la religión; lo que él da a los dioses es su vida. Esto se
encuentra más que manifiesto en la esencia de los rituales que era el sacrificio de animales, el
propio y el de otros seres humanos. Existe una interdependencia entre los hombres y los
dioses; el hombre sustenta al dios y éste le sostiene la existencia.
En el transcurso de la evolución cultural nahua, sin saberse de que forma ni el nombre del
tlamatini que lo hizo, se verifica un gran descubrimiento sugerido por la siguiente
pregunta: "¿son acaso verdad los hombres?".
Al parecer la pregunta muestra el momento en el que la humanidad nahua abre un amplio
horizonte que le encaminará por una verdadera antropología filosófica.
Al buscar el origen del hombre en la cultura náhuatl nos encontramos con explicaciones vistas
desde un aspecto mítico-religioso y filosófico.
Continuando con la narración de la creación de los hombres, aparece otro documento que está
contenido en el manuscrito de 1558; aquí parece querer explicar el origen de los hombres
actuales, es decir, los hombres del quinto sol. En éste escrito Quetzalcóatl viaja a la región de
Mictlan buscando unos huesos preciosos para de ellos finalmente crear al nuevo hombre; esto
lo logra vertiendo la sangre de su miembro sobre los huesos preciosos y haciendo una
penitencia por parte de algunos dioses que se mencionan. El nombre del nuevo hombre era
macehual cuyo significado es "los merecidos por la penitencia" .
De estos documentos se derivan dos corrientes acerca del origen y finalidad del hombre; una
que avala la visión mítico-guerrera de los aztecas y la otra más profunda y abstracta que
resalta la importancia por la cual los dioses crean seres distintos a ellos.
4.2 El determinismo individual.
No obstante el determinismo general, había uno individual. Cada hombre según las fechas de
su nacimiento poseía la influencia de los dioses para su bien o para su mal. Esto le marcaba
algunas inclinaciones, trabajos o labores que podía y debía hacer. Los nahuas llamaron a este
destino tonalli.
Como consecuencia se deriva que todo individuo tendría una vida de acuerdo a su actitud
frente a su signo; por ello tenía que venerar a los dioses.
4.3 Adquirir rostro y corazón
El hombre en la cultura náhuatl constituía un ser indeterminado. inacabado, perfeccionable,
potencialmente formable. En su "filosofía náhuatl", León Portilla afirma que los tlamatimine
presentan una idea de un disfrasismo que llaman, "in ixtli in yóllotl", o rostro corazón. Estas
palabras equivalen al concepto de persona que tenemos.
Adquirir este rostro y corazón fue una de las tareas más importantes del hombre de aquella
época. Este también era el trabajo de los tlamatimine; ellos buscaban hacer "rostros sabios y
corazones firmes", humanizar a la gente por medio de la educación.
Se tiene como consecuencia que un buen comportamiento moral para él no iba encaminado a
recibir un premio o un castigo después de morir, sino que se dirigía a realizar "un rostro y un
corazón". Quiere decir pues que, el fundamento moral de la vida se encuentra en ella misma.
4.4 La cosmovisión del mundo náhuatl
Para el hombre común la tierra estaba establecida en el centro del universo; estaba rodeada de
agua totalmente. El universo se distribuye en cuatro grandes cuadrantes o rumbos que tienen
su origen en el ombligo de la tierra y se prolongan hasta donde las aguas que rodean el mundo
se juntan en el cielo.
En este universo así constituido se va desarrollando una lucha entre cada una de estas
regiones y se va sucediendo cada una de las edades o soles con oposición entre los
elementos; se van dando los ciclos y sucesivamente la historia del hombre y del cosmos entre
los nahuas.
Cinco son pues las principales categorías cosmológicas que se implican en la narración de los soles:
1. Necesidad lógica de fundamentación universal;
2. Temporalización del mundo en edades o ciclos;
3. Idea de elementos primordiales;
4. Espacialización del universo por rumbos o cuadrantes, y;
5. Concepto de lucha como molde para pensar el acaecer cósmico".
Creían los nahuas que en el centro de universo (ombligo), es donde mora Ometéotl y desde allí
ejerce una acción sustentadora sobre toda la tierra. Por debajo de él se encuentran otras cuatro
fuerzas que son sus hijos (tierra, aire, fuego y agua). Estos cuatro elementos sostienen una
lucha entre sí cada ciclo o sol.
4.5 La teología del pensamiento náhuatl
Desde los primeros escritos conocidos, se deja ver que los temas relacionados con el
conocimiento teológico más elevado proviene de los antiguos toltecas. Alfonso Caso nos dice al
respecto:
"Una escuela filosófica muy antigua (al menos desde la época tolteca, añadimos), sostenía que
el origen de todas las cosas es un solo principio dual, masculino y femenino, que había
engendrado a los dioses, al mundo y a los hombres...".
4.6 Dios y dioses
Cuando los conquistadores españoles llegaron al recién descubierto continente americano se
horrorizaron de los sacrificios hechos por los aztecas, consistentes en arrancar el corazón a
sus enemigos y ofrendarlos a su dios Huitzilopochtli. Lo que no lograron comprender entonces,
fue el hecho de que quien muere sacrificado de esta forma lo hace de una manera valiente y
esperada.
Había, por otro lado otra corriente, ya nombrada también en este mismo trabajo, la cual
consistía en el seguimiento, de mucha gente de habla náhuatl de Quetzalcóatl; el dios que no
pedía el sacrificio del corazón humano, pero que si aceptaba el sacrificio del que pretendía ser
su seguidor; éste se sangraba variadas partes del cuerpo, se pinchaba con espinas de maguey,
hacía ayunos y ofrecía algunos animales pequeños como mariposas y serpientes al dios
Quetzalcóatl, etc. n este culto se sitúa a Nezahualcóyotl y muchos de sus seguidores.
A la llegada pues de los conquistadores, no sólo encuentran la "novedad" de los sacrificios
humanos, sino también un pueblo que cree en una gran multitud de dioses.
Escucha nombrar a Huitzilopochtli, a Quetzalcóatl, a Tláloc, a Huehuetéotl, Ometéotl,
Ometecutli, Omecíhuatl, Coatlicue, Coyolxauhqui, Citlalpopoca, y muchos otros nombres de
deidades que desconoce. Lo que nunca supo es que muchas de estas acepciones eran
asignadas a una misma deidad y que otras se relacionaban con la idea de un dios único, el cual
había hecho todas las cosas.
Por otra parte se sabe que los sacerdotes y sabios (tlamatimine) buscaban la manera de juntar
las distintas acciones propias de cada dios en una cantidad menor de ellos tratando de reducir
el politeísmo existente. En el códice matritence se revela algo en razón de la relación entre dios
y el sacerdote:
"Eran cuidadosos de las cosas de dios; sólo un dios tenían; lo tenían por único dios; lo
invocaban le hacían súplicas: su nombre era Quetzalcóatl. Y eran tan respetuosos de las cosas
de dios, que todo lo que les decía el sacerdote Quetzalcóatl lo cumplían, no lo deformaban. El
les decía, les inculcaba: ese dios único, Quetzalcóatl es su nombre. Nada exige, sino
serpientes, sino mariposas, que vosotros debéis ofrecerle, que vosotros debéis sacrificarle".
Un conocimiento de suma importancia para el tlamatini era saber el hábitat de Ometéotl;
buscaban un sitio físico, pero se concebía también un sitio metafísico que llamaban
Omeyocan.Los informantes de Sahagún afirman lo siguiente:
1. "Y sabían los toltecas
2. que muchos son los cielos,
3. decían que son doce divisiones superpuestas
4. allá vive el verdadero dios y su comparte.
5. El dios celestial se llama Señor de la dualidad;
6. y su comparte se llama Señora de la dualidad, Señora celeste;
7. quiere decir:
8. sobre los doce cielos es rey, es señor".
Entrando entonces ya en la materia del dios único, aún no en Nezahualcóyotl, pero si en su
ambiente precolombino; podemos alcanzar a vislumbrar que ciertamente en los antiguos
documentos ya se habla de un dios único; aunque muchas veces se identifica con distintos
nombres como Ehecatl, Tláloc, o con el dios dual. En el códice matritense citado en el número
19, afirma que su nombre es Quetzalcóatl; por otra parte en esta última cita numerada con el
20, afirma que es Ometéotl y su comparte, es decir el dios dual es el único dios.
Nos quedaremos entonces con esta dudosa acepción, misma que trataremos, en lo posible, de
superar más delante, cuando tratemos este mismo punto en nuestro personaje el rey y poeta
Nezahualcóyotl.
5. NEZAHUALCOYOTL
Pero la necesidad de avance filosófico en el hombre de espíritu no tiene límites y, en esta
civilización de habla náhuatl es capaz de captar que aún esos dos principios que luchan
( Antagónicamente) son uno sólo en realidad; que este principio es la explicación y causas de
todo cuanto existe; es decir llegó a concebir el monoteísmo. Por supuesto que este fenómeno
no sucedió ni en cada pueblo, ni en todos los habitantes; sino en algunos hombres dotados de
cierta inteligencia y vivacidad que los llevó a ello como sucedió con el famoso tlatoani de
Tezcoco Nezahualcóyotl.
En el antiguo mundo náhuatl se reconoció como verdaderos maestros de la palabra a varios
poetas; el clásico nombre que se atribuía era el de "tlamatini"; cuyo significado es, el que sabe
algo.
Ellos, en sus poesías transmitían su conocimiento, historia, reflexiones, mensajes por medio de
signos. A esta forma de expresarse le llamaron "Flor y Canto", "In xochitl in cuicatl".
El más destacado de los poetas y además tlamatini es el tlatoani de Tezcoco Nezahualcóyotl.
Se nombran otros poetas y sabios tlamatini como Tecayehuatzin de Huexotzinco, Acoyuan de
Tecamachalco, Nezahualpilli de Tezcoco, Cuaucuautzin de Tepechpan y Tochihuitzin de
Tenochtitlan, a quienes se atribuyen distintos poemas.
Se reconoce a Nezahualcóyotl como el creador de un sistema institucional cultural que dio
auge a historiadores, filósofos, cantores, constructores, artesanos, artistas y poetas de su
tiempo, y renombre a la ciudad que él mismo gobernaba; la Atenas de América, Tezcoco.
Por todo esto y mucho más, el sabio rey se ganó a pulso el prestigio de "maestro en las cosas
divinas y humanas". Tal es la admiración que despierta que es llamado así.
Para Nezahualcóyotl es evidente el origen divino de la poesía; nos lo hace saber al descubrir
en su obra "CON FLORES NEGRAS VETEADAS DE ORO" donde dice:
"¿Acaso así se vive ahora y así se vive allá en el sitio del misterio? ¿Aun allá hay placer? ¡Ah
solamente aquí en la tierra: con flores se da uno a conocer, con flores se mantiene uno, oh
amigo mío!"
Y en otros versos dice:
"Sólo un breve instante sea así:
por muy breve tiempo se tienen en préstamo sus flores.
Ya son llevadas su casa
y al lugar de los sin cuerpo, también su casa,
y no con eso así han de perecer
nuestra amargura, nuestra tristeza"
En el poema "CUAL JOYELES ABREN SU CAPULLO", afirma Nezahualcóyotl, (si pudieran
llevarse a su casa) refiriéndose a las flores.
Recordemos que flor y canto eran la forma de hacer poesía, de hablar sabiamente, de conocer
los secretos de los dioses, lo que está más allá de lo físico.
6. TEOLOGIA REFERIDA EN LOS DOCUMENTOS
El mismo Alva Ixtlilxochitl escribe en las "Relaciones Históricas" acerca del rey-poeta lo
siguiente:
"Fue este rey uno de los mayores sabios que tuvo esta tierra, porque fue grandísimo filósofo y
astrólogo, y así juntó a todos los filósofos y hombres doctos que halló en toda esta tierra , y
anduvo mucho tiempo especulando divinos secretos y alcanzó el saber y declaró, que después
de nueve cielos estaba el creador de todas las cosas y un sólo dios verdadero, a quien puso
por nombre Tloque Nahuaque, y que había gloria a donde iban los justos, e infierno para los
malos y otras muchísimas cosas, según parece en los cantos que compuso este rey sobre
estas cosas, que hasta hoy día tienen algunos pedazos de ellos los naturales" .
Con respecto al templo que levantó Nezahualcóyotl a Tloque Nahuaque agrega:
"En recompensa de tan grandes mercedes (el triunfo sobre los chalcas y el nacimiento de su
hijo Nezahualpilli) que había recibido del dios incógnito y criador de todas las cosas, le edificó
un templo muy suntuoso frontero y opuesto al templo mayor de Huitzilopochtli el cual, además
de tener cuatro descansos el cu y el fundamento de la torre altísima, que estaba edificado
sobre él con nueve sobrados que significaban nueve cielos; el décimo que servía de remate de
los otros nueve sobrados era por la parte de afuera matizado de negro y estrellado, y por la
parte inferior estaba todo engastado en oro, pedrería y plumas preciosas, colocándolo al dios
referido y no conocido ni visto hasta entonces, sin ninguna estatua ni formar su figura. El
chapitel referido casi remataba en tres puntas, y en el noveno sobrado estaba un instrumento
que llamaba chililitli, de donde tomó el nombre este templo y torre; y en el asimismo otros
instrumentos musicales como eran las cornetas, flautas y caracoles y un artesón de metal que
llamaban tetzilácatlque servía de campana, que con un martillo asimismo de metal le tañían, y
tenía casi el mismo teñido de una campana; y uno a manera de atambor que es el instrumento
con que se hacen las danzas, muy grande éste; los demás y en especial el llamado Chililitli se
tocaba cuatro veces cada día natural, que era a las horas que atrás queda referido que el rey
oraba".
Por una parte podemos hablar de las especulaciones de Pomar quien presenta un escrito que
no meramente avala a Nezahualcóyotl como el buscador del dios único; sin embargo Alva
Ixtlilxochitl nos refiere la construcción de un templo al dios Tloque Nahuaque. Por lo que no es
posible creer que se construya un templo a un dios del que no se está seguro de su existencia ;
o al que no se le rendirá culto. Este templo asegura, a mi juicio, que por lo menos en un tiempo
que no puede definirse ahora, Nezahualcóyotl rindió culto al dios único, en aquel templo para
ello construido. También se puede considerar que aquél monarca no adoró de forma solitaria al
dios Tloque Nahuaque, sino querer por lo menos algunos de sus súbditos y familiares le
siguieron en su culto como su hijo Nezahualpilli.
Por otra parte se corre la versión de que Nezahualcóyotl había solamente revivido una antigua
doctrina nacida de los toltecas acerca del dios único, al respecto Martínez afirma:
Los antiguos chichimecas a partir del monarca Quinantzin, se esforzaron persistentemente en
adoptar formas civilizadas de vida, (siguiendo el orden y estilo de los tultecas), cada vez más
lejanas de sus orígenes nómadas y rudos cuando vivían en cuevas y comían carne cruda.
Techotlalatzin aprendió la lengua tolteca o náhuatl y acogió en Tezcoco restos del aniquilado,
legendario y civilizado pueblo tolteca. E Ixtlilxóchitl, padre de Nezahualcóyotl, adoptó
plenamente usos y costumbres toltecas. Esta singular voluntad de educación de los tezcocanos
o acolhuas culminó con Nezahualcóyotl que aparece como el (representante más típico y más
refinado de la cultura mexicana clásica)
Según la teología tolteca existe un doble principio creador, masculino y femenino; a este dios
llamaron Ometéotl (dios dual); que va tomando distintos aspectos al efectuar sus acciones
sobre el universo; Miguel de León Portilla los resume de forma admirable como sigue:
1. Es Señor y Señóra de la dualidad (Ometecutli-Omecíhuatl).
2. Es Señor y Señora de nuestro sustento (Tonacatecutli - Tonacacíhuatl).
3. Es madre y padre de los dioses, el dios viejo (in teteu inan, in teteu ita Huehuetéotl).
4. Es al mismo tiempo el dios del fuego (in Xiuhtecutli), ya que mora en su ombligo (tle-xi-co: en
el lugar del ombligo de fuego).
5. Es el espejo del día y de la noche(Tezcatlanextia, Tezcatlipoca).
6. Es astro que hace lucir las cosas y faldellín luminoso de estrellas (Citlallatónac, Citlalinicue).
7. Es señor de las aguas, el de brillo solar de jade y la de la falda de jade (Chalchiutlatónac,
Chalchiutlicue).
8. Es nuestra madre, nuestro padre (in Tonan, in Tota).
9. Es en una palabra Ometéotl que vive en el lugar de la dualidad (Omeyocan).
Ometéotl tiene, además los siguientes atributos existenciales:
1. Es yohualli-Ehecatl, que Sahagún traduce como "invisible e impalpable".
2. Es Tloque Nahuaque, "El dueño del cerca y del junto" como propone León Portilla, o "Cabe
quien está en el ser de todas las cosas conservándolas y sustentándolas".Según Fray Alonso
de Molina (vocabulario en lenguas castellana y mexicana , F 148 r), o "Aquel que tiene todo en
sí", según Francisco Javier Clavijero (Historia antigua de México, lib. VI, Cap. 1), o "El que está
junto a todo y junto al cual está todo", según Garibay (Historia de la literatura náhuatl, t. III p.
408).
3. Ipalnemohuani, o "El Dador de la Vida", como lo traduce Garibay en sus versiones de los
cantares nahuas.
4. Es Totecuio in ilhuicahua in tlalticpacque in mictlane, "Nuestro Señor, dueño del cielo, de la
tierra y de la región de los muertos" según León Portilla.
5. Es Moyocoyani, "El que a sí mismo se inventa", según León Portilla.
Según el mismo León Portilla existe en el códice matritense un poema relacionado con dios y
sus sacerdotes donde se afirma que ese dios único era Quetzalcóatl; por lo que esta fuente
avalaría la teoría de que los toltecas ya adoraban a un dios único. El poema explica así:
"Eran cuidadosos de las cosas de dios;
sólo un dios tenían;
lo invocaban
le hacían súplicas:
su nombre era Quetzalcóatl.
Y eran tan respetuosos de las cosas de dios,
que todo lo que les decía el sacerdote Quetzalcóatl
lo cumplían, no lo deformaban.
El les decía, les inculcaba:
ese dios único
Quetzalcóatl es su nombre.
Nada exige,
sino serpientes, sino mariposas.
que vosotros debéis ofrecerle,
que vosotros debéis sacrificarle".
Se puede comprender, además la similitud de este dios desconocido y el Dios cristiano que
conocemos, en parte; y del cual se nombran muchos atributos.
De todo esto se puede obtener que es posible que Nezahualcóyotl estuviera siguiendo sólo la
religión que adoptaron sus antecesores toltecas y sus padres chichimecas; pero no nos es
posible negar que él mostró un espíritu siempre inquieto por descubrir una deidad única. Que
pudo tener mucho de herencia tolteca, pero el monarca le agrega un tinte muy peculiar (propio)
a su obra, mostrando con ello un interés personal, una angustia muy suya por conocer lo que
entendía que estaba más allá de lo que podía percibir con sus sentidos.
CONCLUSIONES
En primer lugar, trataremos de resolver los objetivos enunciados en el principio de este trabajo
de investigación.
Se ha logrado enriquecer el conocimiento de estas antiguas culturas, y sobre todo de la tolteca
que parece ser una de las más interesantes por los avances que presenta en todos los
sentidos. Esto se logró gracias a la herencia dejada en la cultura mexica y acolhua de las
cuales se conocen numerosos vestigios; pero principalmente por la investigación de la vida del
tlatoani de Tezcoco Nezahualcóyotl y de su obra.
En la investigación del mencionado trabajo no se propuso ser muy profundo por carecer de
medios suficientes para llegar a consultar fuentes originales y por falta de tiempo para su
estudio. No obstante pudieron conocerse detalles en la biografía del personaje y sacar
conclusiones de su sabiduría profunda y gran sensibilidad como poeta, asimismo la sorpresa
de encontrar claramente descrito en sus poemas, por reflexiones sobre la historia de su vida, la
búsqueda de un dios único al cual descubrió, adoró y ofreció sacrificios.
Esto también se constata por los datos referidos de la construcción de un templo dedicado al
dios Tloque-Nahuaque del cual se describen algunas características como los nueve sobrados,
que representaban los nueve cielos, y el chililistli, especie de campana. Es seguro que este
templo fue utilizado para adorar al dios único y no solamente por el Tlatoani Cuicani
(NEZAHUALCÓYOTL), sino también por sus seguidores que debieron ser todo el pueblo de
Tezcoco. Nezahualcóyotl describe en su dios las características propias de nuestro Dios
verdadero, con una visión totalmente libre de influencia del viejo mundo y como proporcionadas
mediante una auténtica revelación divina. Se concluye que llegaron a él por intuición y reflexión
concienzuda de las vicisitudes de sus vivencias.
Se descubren dos corrientes de pensamiento filosófico-teológico bien delimitados y contrarios:
Uno de Huitzilopochtli y su doctrina místico guerrera dada a conocer principalmente por los
mexicas; y otra no menos importante y al parecer más antigua que eleva a Quetzalcóatl y una
doctrina que se asemeja mucho a la de nuestro Señor Jesucristo.
Se puede concluir también que Nezahualcóyotl personifica al pensador más representativo de
la mesoamérica prehispánica, por lo menos en su período histórico, ideal del sabio tolteca,
cuicani,tlatoani, arquitecto.
No es posible entender la obra de Nezahualcóyotl con los métodos habituales de los estudios
literarios; más bien se sugiere dejarse guiar por la naturaleza misma de la obra.
En Nezahualcóyotl se logra vislumbrar un temor al vacío, a ser olvidado, y a tratar de no ser el
mismo cuando mude al mundo de los descarnados.
Se descubre aquí también el significado profundo que posee para el nahua el hablar en flor y
canto; el poder decir palabras verdaderas y poder penetrar en el mundo exclusivo de los dioses
Su cosmología, antropología y teología autóctonas reflejan una concepción profunda del
hombre en armonía con la naturaleza y con los dioses.
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