web viewen ella destaca el pacto político entre el movimiento indígena y el partido...

4
Entrevista ‘Pablo Zárate tenía gran inteligencia política, era un hombre conciliador’ Pilar Mendieta La Razón En el archivo. La investigadora aporta nuevos datos e interpretaciones sobre la llamada guerra Federal. Acaba de publicar una extensa investigación sobre la rebelión indígena de 1899 liderada por Pablo Zárate Willka y la guerra Federal. En ella destaca el pacto político entre el movimiento indígena y el partido Liberal de José Manuel Pando y profundiza en los antecedentes de este proceso poco estudiado, como la historia de los apoderados generales indígenas que intervinieron en la política del siglo XIX. Un tema histórico, pero de actualidad. — ¿Cuáles son los aportes de su investigación sobre la rebelión indígena de 1899, liderada por Pablo Zárate Willka, la crisis de Estado y la guerra Federal? — Por una parte, enfatizo en la alianza del movimiento indígena con los liberales. Enfatizo en su habilidad y sus estrategias para aprovechar los quiebres que se dan en el seno de la élite para incorporar su proyecto político. Trato de superar la visión del indio pobre y oprimido que sólo explota en momentos de rebelión. Los indígenas de la rebelión de 1899 son actores

Upload: docong

Post on 06-Feb-2018

213 views

Category:

Documents


1 download

TRANSCRIPT

Page 1: Web viewEn ella destaca el pacto político entre el movimiento indígena y el partido Liberal de ... — Su principal demanda era la recuperación de sus tierras

Entrevista

‘Pablo Zárate tenía gran inteligencia política, era un hombre conciliador’ Pilar MendietaLa Razón

En el archivo. La investigadora aporta nuevos datos e interpretaciones sobre la llamada guerra Federal.

Acaba de publicar una extensa investigación sobre la rebelión indígena de 1899 liderada por Pablo Zárate Willka y la guerra Federal. En ella destaca el pacto político entre el movimiento indígena y el partido Liberal de José Manuel Pando y profundiza en los antecedentes de este proceso poco estudiado, como la historia de los apoderados generales indígenas que intervinieron en la política del siglo XIX. Un tema histórico, pero de actualidad.

— ¿Cuáles son los aportes de su investigación sobre la rebelión indígena de 1899, liderada por Pablo Zárate Willka, la crisis de Estado y la guerra Federal?— Por una parte, enfatizo en la alianza del movimiento indígena con los liberales. Enfatizo en su habilidad y sus estrategias para aprovechar los quiebres que se dan en el seno de la élite para incorporar su proyecto político. Trato de superar la visión del indio pobre y  oprimido que sólo explota en momentos de rebelión. Los indígenas de la rebelión de 1899 son actores políticos, y eso es lo que quiero resaltar.  Por otra parte, un aporte importante del libro es la historia de los apoderados generales. ¿Cómo surgieron? ¿Cómo se convirtieron en un movimiento político? — ¿Quiénes eran los apoderados generales?— La figura de los apoderados nace con la República, cuando se abolió el sistema de caciques de origen colonial que eran los intermediarios entre el Estado y las comunidades. Poco a poco se convirtieron en actores políticos. Por ejemplo, está el primer Willka, Luciano Willka, de Huaycho, quien en 1871, junto a Agustín Morales, derrocó a Mariano Melgarejo. Este hecho muestra que el movimiento indígena ya intervenía en la política. Ése es el antecedente más claro de la rebelión de 1899 porque es la primera alianza. Pablo Zárate Willka también era un apoderado general.

Page 2: Web viewEn ella destaca el pacto político entre el movimiento indígena y el partido Liberal de ... — Su principal demanda era la recuperación de sus tierras

— Usted sostiene que en 1899 había una crisis de Estado. ¿Qué pasaba en el país?— Pasaban muchas cosas. Por un lado, la crisis al interior de la élite, que se manifiesta en el enfrentamiento entre el Sur (Sucre) y el Norte (La Paz). Por otro lado, el problema político entre liberales y conservadores. Por más de 20 años, las alianzas entre conservadores del Sur no les permitieron a los liberales llegar al poder a través del voto. Hay también motivos económicos muy bien conocidos: el declive de la plata en el Sur y el crecimiento de la minería del  estaño en el Norte. Y, paralelamente, los conflictos en el agro que se inician con la puesta en marcha con la Ley de Exvinculación de 1874 que permitió la expansión desmesurada de las haciendas. Fue una primera reforma agraria fracasada, pero que logró desestabilizar las bases territoriales de las comunidades indígenas.— En ese contexto se da la alianza entre los liberales y los indígenas. ¿Cómo sucedió? La sociedad boliviana no estaba tan separada como comúnmente se cree. Había una serie de lazos espirituales, como el compadrazgo, lazos económicos y de todo tipo que unían a los indígenas con vecinos mestizos de los pueblos,  que también eran una especie de intermediarios con el Estado. ¿Cómo fue posible que las demandas indígenas sean tomadas en cuenta por el partido Liberal? ¿Cómo fue posible que el partido Liberal logre que los indígenas sean sus aliados? A través de toda esta dinámica de lazos y relaciones en el marco de los poderes locales del mundo rural. — ¿Cuáles eran las demandas indígenas?— Su principal demanda era la recuperación de sus tierras de comunidad. Lo que querían era el respeto a su autonomía territorial comunal. Un poco lo que sigue sucediendo ahora: tierra y territorio, pero sobre la base de un pacto. Muchos indigenistas me dicen que no puede haber pacto entre desiguales, pero yo creo que la posibilidad de ese pacto tiene mucho que ver con  lo que Tristan Platt ha señalado sobre el pacto de reciprocidad colonial entre  el Estado y las comunidades. Los indígenas se preguntaban por qué les quitaban sus tierras si ellos pagaban tributo. Ellos consideraban al tributo como una garantía del antiguo pacto de reciprocidad originado en el período colonial.  El proyecto de los indígenas, según mi investigación, es tierra y territorio y el respecto de ese pacto de reciprocidad. No se remontan al período prehispánico sino al orden colonial. La Ley de Exvinculación quebró, precisamente, ese orden colonial, al que los indígenas querían retornar. Esto puede sonar fuerte, pero los documentos dicen eso. — ¿Quién era Pablo Zárate?— Era un indio originario del ayllu Collana de Machacamarca, en la provincia de Sica Sica. Lo nombraron apoderado a principios de la década de los 90 del siglo XIX. Antes de él ya habían actuado varios apoderados, el más importante de La Paz se llamaba Feliciano Espinoza, pero por algún motivo Espinoza desaparece y Pablo Zárate aparece liderando el movimiento. Pero no es el único Willka, también hay otros. Sospecho que Zárate fue el más importante por el vínculo tan estrecho que tenía con Pando. Pablo Zárate tenía gran inteligencia política, era un hombre conciliador. No se puede entender la guerra Federal si no se entiende la alianza entre indígenas y liberales. Zárate Willka no proponía la guerra de razas ni mucho menos. Ésa es una idea a la que los liberales apelaron después de la rebelión para lavarse las manos de su compromiso. — Los liberales acabaron traicionado a Zárate Willka...— No sé si los liberales estaban dispuestos a devolverles a los indígenas sus tierras

Page 3: Web viewEn ella destaca el pacto político entre el movimiento indígena y el partido Liberal de ... — Su principal demanda era la recuperación de sus tierras

de comunidad. Pando habría traicionado a su socio, gracias a quien había ganado la guerra.

Perfil

Nombre: Pilar Mendieta ParadaNació: La PazProfesión: Doctorada en Historia, profesora universitaria e investigadora.

Treinta años estudiando la rebelión indígena de 1899

Entre la alianza y la confrontación. Pablo Zárate Willka y la rebelión indígena de 1899 en Bolivia no es la primera investigación que la historiadora dedica al tema, pero sí la más completa y ambiciosa. Su primer trabajo aborda, a partir del célebre y precursor estudio sobre Zárate Willca de Ramiro Condarco, la “masacre de Mohoza”, un episodio de la guerra Federal en el que fueron ajusticiados los 120 integrantes del Destacamento Pando por los indígenas de esa región, supuestamente aliados del general Pando. Más adelante, realizó otra investigación sobre el gobierno indígena de Peñas, en el sur de Oruro, otro episodio de la guerra Federal en la que tuvo un papel destacado Juan Lero, un aliado de Pablo Zárate Willka. Su más reciente trabajo, que acaba de ser publicado,   retoma y amplía notablemente estos temas y los inscribe en el marco de la compleja crisis política y económica que vivió Bolivia a fines del siglo XIX. Una vez más, la figura de Pablo Zárate Willka, a quien la autora considera un político conciliador, ocupa un lugar central.

Periodista: Rubén Vargas