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Como ser feliz Como ser feliz construyendo mí construyendo mí sueñosueñoCoaching con Psicología Positiva Coaching con Psicología Positiva para lograr mis metas y aumentar mi bienestar personal

Curso: Como ser feliz construyendo mis metas Joaquín OlivasCurso: Como ser feliz construyendo mi sueño Joaquín Olivas

Sesión 1. Diagnóstico Inicial Diagnóstico Inicial ¿Cuál es mi situación actual?¿Cuál es mi situación actual?

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Sesión 1 ¿Cuál es mi situación actual? Sesión 1 ¿Cuál es mi situación actual?

Imagínate que vas a un lugar desconocido de vacaciones, y quieres conocer lugares interesantes y aprovechar al máximo tu estancia en aquel lugar, ya que tienes poco tiempo. ¿Qué es lo más razonable y lógico que podrías hacer? Pues consultar un mapa y lo primero que tienes que hacer cuando tengas el mapa adecuado, es localizar es tu ubicación actual. ¿En dónde estás parado? Sólo de esta manera te será más fácil saber que tanto esfuerzo y tiempo tendrás que dedicar para llegar al lugar que quieres conocer.

De la misma manera ocurre en la vida. En alguna ocasión escuché decir que hay dos cosas importantes y esenciales que debes tener claras en tu vida. Una es saber a dónde vas y la otra saber en dónde estás. Teniendo claros el punto de partida A y el punto de llegada B podrás determinar que necesitas para llegar a tu meta.

Entonces, antes de pasar a revisar tus metas (el punto B), primero nos dedicaremos a revisar y detallar lo más posible cuál es tu ubicación actual en relación a todas las áreas de tu vida, desde lo material hasta lo más espiritual y humano como las emociones y tus relaciones interpersonales.

Mi experiencia personal

Una de las cosas más difíciles para muchas personas es hacer un autoanálisis y como decían los griegos: primero “Conócete a ti mismo”, la verdad es que en estos tiempos modernos, como diría un filósofo del siglo pasado sobre la paradoja actual, esto es cada vez más difícil:

“Ninguna época ha sabido tantas y tan diversas cosas como la nuestra. Pero en verdad, nunca se ha sabido menos qué es el hombre.” M. Heienberg

Efectivamente, en cierta punto de mi vida profesional me di cuenta que había estudiado cientos de cursos, terminado dos maestrías, tomado X número de diplomados, pero en realidad faltaba contestar la pregunta clave “¿Quién soy yo?”




¿Para qué he venido al mundo?” Durante mi vida he tenido varios momentos así, de crisis existencial, pero lo importante no es quedarse así, como dije al principio, para poder tener éxito debes saber dos cosas: una, a donde quieres ir, y dos: saber en donde estas parado.

En lo personal, los ejercicios de autoconocimiento y autoanálisis es algo que me ha costado mucho esfuerzo. Alguna vez escuché que el camino más largo es del que cada quien hace al centro de sí mismo. Pero esto no te lo digo para desanimarte, al contrario, pues todo esfuerzo que haga en ese sentido, tarde o temprano rinde frutos, llega el momento en que te “cae el veinte”, como se dice. El reconocer y evaluar tu situación actual requiere valentía y sinceridad, y perseverancia. Todo camino comienza con el primer paso y aunque pueda llevarte toda la vida, vale la pena buscar las respuestas a las principales interrogantes de la vida. ¿Quién soy? ¿Hacia dónde voy? En mi caso creo que mi crisis existencial se empezó a aclarar cuando me casé y tuve mi primer hijo. Como que en esos momentos todo lo demás pasó a segundo término y al darme cuenta que esa pequeña vida dependía de mi, empecé a tener mayor rumbo en uno de los aspectos a diagnosticar que es el “sentido de vida”. Finalmente si yo no existiera, tampoco existiría mi hija.

Todos tenemos puntos que les llamo de encrucijadas, creo que además de escoger la pareja ideal, está el de elegir carrera o reinventar tu carrera como en mi caso, cuando decidí cambiar mi carrera de Ingeniería por el Coaching y Desarrollo Humano no fue fácil, pues ya tenía un camino andado en otra dirección, pero había algo que no estaba funcionando y decidí reinventar mi profesión. De esto te platicaré con más detalle en sesiones adelante, pues el conocimiento de uno mismo incluye tus fortalezas, debilidades, creencias y paradigmas con los que funcionas día a día. (Sesiones 3 y 4)

Analizando el punto A

Como te dije al principio, el proceso de cambio inicia del punto A al punto B, es decir, del punto en el que te encuentras actualmente. Es importante conocer las “coordenadas” de esa ubicación actual que tienes.




Es por eso que ahora la pregunta importante es: ¿Qué tan satisfecho estás con tu vida actual? Pero debes pensar en cada una las áreas ¿Qué área que influye en tu bienestar no está como tú quisieras? Es por eso que te propongo analizar tu punto “A” revisando algunas áreas de tu vida, y que califiques que tanto se acerca a una situación ideal o que tan lejos están de dicha situación.

Analizar el punto A en tu vida significa reconocer sobre cual área deberías poner más atención, y con esto poder tener más claridad sobre cual aspecto de tu vida te ha impedido lograr tu sueño o tu meta. Esa barrera está escondida entre toda la información y preocupaciones que tienes día con día, pero una vez descubierta, tienes la oportunidad de empezar a poner “orden en tu vida”. Por ejemplo, si has descubierto que una de tus áreas con menos calificación es la financiera, y que no tienes buenos hábitos de ahorro, puede ser que tu principal obstáculo sean tus hábitos de consumo, y que esto te esté provocando que nunca tengas dinero y siempre estés endeudado, que manejes 3 tarjetas de crédito y las traigas a “tope”. El primer paso es darse cuenta de esto, ser consciente, y luego cambiar de estrategia.

Ahora tienes la oportunidad de hacerlo. Bríndate ese tiempo de auto-análisis, verás que todo queda más claro al finalizar el ejercicio. Para esto te sugiero que lo hagas con toda sinceridad, sin detenerte en determinar culpas o causas, en el caso de que algún área no esté del todo bien. En el formato anotarás tu calificación del 1 al 10, por ejemplo, si en el área de finanzas personales estás en una situación en que no tienes trabajo, tienes deudas, etc. anotarás 1. Si por el contrario, tienes suficiente dinero para vivir y además ahorrar y poder darte algunos gustos, calificarás con 10




DIAGNOSTICO DE TU SITUACION ACTUALDIAGNOSTICO DE TU SITUACION ACTUAL

INSTRUCCIONES. Evalúa del 1 al 10 como se encuentra cada área de tu vida, para que tengas una fotografía de tu realidad actual. Esto te servirá para decidir en qué área debes poner atención, o en que ves necesario definir tus metas.

AREA DE TU VIDA Rellena los cuadros hasta la calificación que le das a cada uno de los aspectos de tu vida

EMOCIONAL 1 2 3 4 5 6 7 8 9 101 Mi personalidad2 Mi manejo emocional 3 Mi sensación de bienestar4 Emociones Positivas5 Manejo del Estrés y emociones negativas

SALUD5 Estado de saludo actual6 Alimentación sana7 Ejercicio8 Hidratación

MATERIAL9 Dinero, ahorro, deuda, etc.

10 Manejo de finanzas personales11 Mi casa, automóvil, bienes, etc. 12 Juguetes, accesorios, etc.

ESPIRITUAL13 Mi relación con Dios14 Mi sentido de vida15 Paz interior

RELACIONES PERSONALES16 Pareja17 Amigos18 Padres19 Hijos o familia.

TRABAJO20 Cumplimiento de Metas21 Satisfacción en el trabajo22 Preparación profesional23 Aprovechamiento del tiempo




Sesión en video:

Video explicativo de la Sesión 1. Auto diagnostico ¿Cuál es mi situación actual?

¿Qué sigue?

Si terminaste este primer ejercicio felicidades, es el primer paso el poder tener una gráfica que te recuerde en qué áreas debes poner atención. Pero debo decirte que esto no es sino el principio para empezar a cambiar realmente.

¿Alguna vez tuviste un trabajo que no te gustaba y que no te hacía feliz? En la siguiente sesión te compartiré como fue la experiencia de uno de mis primeros trabajos cuando estaba recién casado, el cual tuvo muchas cosas buenas, pero también fue un baldazo de agua fría en torno a la falta de conocimiento propio y a la realización profesional en una de las áreas de conocimiento y habilidad para la cual no estaba preparado.

En la siguiente sesión te compartiré la clave que debes resolver para poder decir ahora sí que estás en el camino correcto. Hay una manera para dejar de echarle la culpa a los demás y a las circunstancias, ¿Te gustaría conocerla?

En la próxima sesión te diré como hacerlo.

1 Abrazo



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Sesión 2 Acepta tu responsabilidad al 100%Cero Excusas




SESION 2.

Acepta tu responsabilidad al 100%, cero excusas

Te comparto una experiencia personal

Recuerdo que la experiencia de mi primer trabajo ya estando casado. He de confesar que tuvo sus cosas buenas y sus cosas difíciles. Desde el punto de vista económico como gerente general de un organismo empresarial, fue una oportunidad para poder iniciar mi vida independiente y poder empezar a formar una familia. Pero aunque el puesto suponía algo de prestigio y un estatus importante dentro del sector empresarial en mi ciudad, en el tema de vocación y realización profesional, esta experiencia laboral fue algo traumática.

Te cuento porqué, cuando acepté el trabajo, solamente lo vi como una oportunidad de regresar de la capital del país a mi ciudad de origen, y como sucede en muchas ocasiones, tomas la primera oportunidad como si fuera la única que se te va a presentar en la vida. Resulta que una de las responsabilidades que tenía este puesto de trabajo era el área financiera, y por falta de conocimiento propio no me di cuenta hasta que punto me faltaba preparación en la administración, así que cuando acepté trabajar allí resultó más difícil de lo que pensé en un principio, así que fue algo que me costó mucho trabajo, y que en realidad, no lo disfrutaba mucho. ¿Cuál fue mi reacción? Pues que empecé a echarle la culpa a mi jefe, a los consejeros, a los vendedores que no daban resultados, a la contadora que no me tenía los datos a tiempo, etc. En resumen, todos tenían la culpa menos yo de que el trabajo no me hiciera feliz.

Aunque dentro de mis responsabilidades estaban el manejo del personal y el liderazgo, que era algo que si se alineaba con mis habilidades y fortalezas,




llegó un momento en que me sentí condenado de por vida a estar en un trabajo que me estaba marchitando la vida. Recuerdo que me sorprendí a mi mismo haciéndome pregunta que nunca me había hecho: ¿Y yo como estoy contribuyendo a que esto siga así? ¿Realmente mis problemas son culpa al 100 % de mis circunstancias? ¿Qué puedo hacer diferente para cambiar las cosas?

En resumen, no acepté la responsabilidad al 100 % de lo que me pasaba. Finalmente nadie me había obligado a aceptar ese trabajo, y el hacerse la víctima no fue una manera inteligente de solucionar los problemas. Tiempo después caí en cuenta que no me sirvió de nada ir almacenando rencores, adjudicando culpas y excusas de porqué las cosas no habían salido del todo bien.

¿Cuál es el mensaje de esta historia? El mensaje es que cuando las cosas no salen bien, es muy común que pongamos pretextos para no tomar la responsabilidad, que no sirve de nada echar culpas a los demás, que las quejas son realmente inútiles para avanzar, y finalmente que las excusas sólo son una venda que te tapa los ojos respecto a lo que si puedes hacer para cambiar las cosas.

Así que regresando al diagnóstico que hiciste en la primera sesión, lo primero que te pido es que te alejes de la autocompasión, si en algún aspecto te calificaste con 1, no caigas en lo mismo que yo hice en mis inicios de la vida laboral. No pongas excusas, culpas ni te quejes de eso. No sirve de nada.

Ahora bien, ¿Qué es lo que si sirve? Hacerte responsable al 100 %




¿Qué significa hacerte responsable de tu vida?

Es dejar de pensar que son los otros los que tienen que hacerme feliz, que mi esposa, mi jefe o las circunstancias son los responsables de que yo tenga, haga o deje de hacer, o que me vaya bien y no tenga problemas.

Dejar de quejarte de algo que puedes cambiar, pero que en tu interior piensas que otros son los responsables de hacer algo al respecto.

Ser responsable de tu vida al 100 % significa cero excusas, cero culpas y cero quejas.

Hemos crecido condicionados a echarle la culpa a los demás, a las circunstancias, etc. de lo que nos pasa. Hace calor, te quejas del calor, hace tráfico, te quejas del tráfico, etc. Le echas en muchos casos forma parte de la educación que hemos recibido en casa, tal vez la queja o la excusa formaba parte de los diálogos en la familia.

Las quejas, las culpas y las excusas son una limitante en nuestras vidas, porque significa que YO NO SOY RESPONSABLE. Significa que alguien más tiene la responsabilidad de hacer que yo tenga o no, que me vaya bien o no.

En muchas ocasiones cuando entramos en esta espiral de ver lo negativo, tendemos a culpar a otras personas, a las circunstancias, o hasta a la suerte por no tener lo que queremos, o por las adversidades comunes de la vida.

El paso siguiente es que tomes la responsabilidad de lo que si puedes controlar y aceptes que tu eres el principal protagonista de los cambios que necesites hacer en tu vida.

Una manera de tomar responsabilidad es establecer metas inteligentes que te ayuden a salir de tu zona de confort, pero antes debes reconocer cuales




son específicamente las barreras que te impiden lograr el cambio que quieres.

¿Cómo empezar a tomar la responsabilidad?

PASO 1. Dejar de señalar a los demás. Lo primero es entender que hay detrás de cada vez que le echas la culpa a alguien o a algo. Cuando tú señalas con un dedo a alguien, tienes tres dedos señalándote a ti.

Mi jefe no valora lo que yo hago, ¿Qué estás haciendo al respecto de eso?

Mi pareja no me trata como yo quisiera ¿Qué estás haciendo al respecto?

No tengo suficiente dinero ¿Qué estás haciendo al respecto?

PASO 2. Dejar de hacerse la víctima. Otra Cuando nos quejamos, lo hacemos con alguien que no puede hacer nada al respecto. Dejar de ser VICTIMA cuando te suceden las cosas o cuando no logras en un caso.

PASO 3. Intenta NO QUEJARTE por 1 semana. Debes creerme, no sirve de nada quejarse. Al principio te va a costar mucho trabajo, pero te pido que lo intentes por lo menos el día de hoy NO QUEJARTE. Cuando logres pasar un día sin quejarte, prueba 3 días, después 1 semana, y verás cómo cambia tu percepción de las cosas.

PASO 4. Hacerte preguntas poderosas. Cuando te pase una situación que te es adversa o un conflicto, por ejemplo: MI TRABAJO NO ME GUSTA. Has preguntas en las que si puedes hacer algo al respecto, te sugiero las siguientes:

¿Que estoy haciendo al respecto que no está funcionando? ¿Que estoy haciendo al respecto que si está funcionando?




¿Qué puedo hacer diferente para mejorar esta situación?

Es tu vida, si no haces nada diferente las cosas seguirán igual. Y de lo único que tienes control es de tus decisiones, no de lo que hagan o digan los demás.

Con esta sesión no te quiero decir que nunca vas a fallar en esto. Dejaríamos de ser humanos y yo te mentiría si te dijera que en ocasiones me descubro quejándome, culpando o formulando excusas cuando las cosas van mal. Pero es muy diferente cuando estás consciente que debes dejar de hacerlo, así es más fácil corregirte y regresar a tu responsabilidad en determinada situación que te esté tocando vivir.

Regresando a la historia que te conté en un principio, años después continué con esta introspección sobre qué cosas me estaban impidiendo lograr mis metas. Finalmente yo quería ser feliz y lograr una autorrealización personal, pero no me daba cuenta de las barreras que fui levantando en mi mente para justificar mi falta de cumplimiento de metas.

Al cambiarme de trabajo, me llevé conmigo no sólo la idea de que yo no estaba hecho para la administración del dinero, sino que no me di cuenta que después de esa mala experiencia, me llevé conmigo lo que después se convertirían en BARRERAS mentales que me impedían lanzarme a lograr mis metas.




Sesión en video:

Video explicativo de la Sesión 2. Acepta tu responsabilidad al 100%

¿Qué sigue?

Ahora que te has hecho responsable de tu vida, es importante pasar al siguiente nivel: reconocer tus barreras internas y externas. ¿Qué es lo que te impide llegar a tu meta?

En la siguiente sesión me gustaría compartirte una experiencia personal, cuando mi esposa y yo estábamos esperando a nuestra primera hija, quien a los 10 días de nacer adquirió una infección provocada en el hospital en que nació.

Así que antes de pasar a la siguiente sesión, te pido que hagas tu análisis del nivel de responsabilidad que tienes hasta hoy, y que contestes tus preguntas.

Hasta la siguiente sesión.

1 Abrazo.




Sesión 3 Identifica las barreras que te impiden lograr tus metas

SESION 3. Identifica las barreras que te impiden lograr tus metas




SESION 3. Identifica las barreras que te impiden lograr tus metas

Se dice que hay que ser muy optimista para formar una familia, pues la cantidad de cosas que pueden salir mal son muchas. Así que es muy probable que si eres una persona que tiende al pesimismo, como yo, acostumbras a pensar y repensar “¿Qué pasaría si….? ¿Y si esto no funciona….? ¿Y si no puedo tener familia…? Etc. Sin embargo, gracias a la confianza en un poder superior, uno toma decisiones pensando “Dios me ayude con esto”, porque de otra manera, nos quedaríamos en la indecisión, por temor a que las cosas no vayan perfectas.

Una experiencia que nos sucedió a mi esposa y a mí, fue con el nacimiento de nuestra primera hija. A los 10 días de que llegó al mundo, estando en la casa con mi suegra, empezamos a ver que una de sus piernitas se empezaba a poner morada, se empezó a poner pálida y la llevamos al hospital al pediatra de emergencias. En cuanto la revisó el médico, ordenó de inmediato que la internaran y minutos después se colapsó, empezó con una infección generalizada que la mandó a terapia intensiva, sus riñones dejaron de funcionar y tuvo una hemorragia cerebral. El mejor pronóstico era que sobreviviera pero que no podría hacer una vida normal y que tal vez podría caminar. Así fue como nos estrenamos como papás.

Recuerdo como esperábamos todos los días en la sala del hospital, a que el médico saliera a decirnos que estuviéramos preparados, porque el cuadro no mejoraba. Caminábamos del hospital al templo que estaba cerca, orábamos, pensábamos, y tratábamos de ser fuertes. Finalmente a los 26 días se empezó a recuperar, sus riñones volvieron a funcionar, la hemorragia del cerebro. A pesar de los pronósticos, ahora mi hija Cecilia de 11 años, está perfectamente normal, sin ninguna secuela de esa enfermedad.




En ocasiones, las adversidades o los eventos traumáticos nos dejan un sello y una creencia sembrada, sobre el futuro. En mi caso, durante sus primeros años, pensaba “Es riesgoso tener hijos, muchas cosas pueden salir mal” , “Los hospitales son fuentes de infección más que de curación”, “ Hay más riesgos que seguridades en la vida”, etc. Barreras mentales que me impedían disfrutar de mi familia como la tenía en ese entonces.

Cuando nos enteramos que estábamos esperando a nuestro segundo hijo, junto con la alegría de saber que seríamos papás nuevamente, llegó el miedo y la angustia de volver a pasar el mismo sufrimiento.

Afortunadamente, la vida en ocasiones se encarga de ayudarte a cambiar tus creencias, cuando vuelves a ser papá tres veces más y todo sale bien. Pero en ocasiones, albergamos en nuestro interior creencias y miedos de los que apenas somos conscientes, y eso es de lo que te quiero hablar hoy, ¿Cuáles son tus barreras o creencias que te impiden lograr tus metas?

A lo largo de la vida, hay muchas creencias que se van sembrando sin apenas notarlo, porque en alguna ocasión no te fue bien con la administración del dinero, piensas que nunca podrás administrar tus finanzas personales. O como en mi caso, si en alguna ocasión te topaste con gente pesada en cierta ciudad, ya piensas que en general la gente de ese lugar es insoportable, y comienzas a levantar barreras

¿Qué son las barreras internas?




Una vez que identifiques cuales áreas de tu vida necesitan atención, es conveniente reflexionar sobre las barreras que te impiden cambiar o te impiden alcanzar tus metas en alguna de ellas.

Es común pensar que las barreras son situaciones externas o circunstancias que nos toca vivir, que están fuera de nuestro alcance modificar, por ejemplo:

“No puedo cumplir mi meta de fundar una empresa porque no tengo dinero suficiente”,

“Mi trabajo me impide tener tiempo para otra cosa”. “No tengo amigos porque la gente no me valora por lo que soy”, “No he hecho ejercicio porque el clima no es el adecuado”, “No descanso porque no puedo desatender la oficina” “Tengo que estar disponible las 24 horas en el trabajo” “Tengo mil cosas que hacer”

¿Te identificas con alguna de estas afirmaciones?

Todo nace en nuestra mente.

Un error común es atribuirle todo el poder a una situación externa para controlar nuestra efectividad personal. Sin embargo, para que una barrera externa se convierta en un obstáculo, primero existe una barrera interna, que es la que creamos con nuestra mente, al concederle el poder a la circunstancia exterior de controlar nuestra vida. Así pues, si no tomas conciencia de esto, no tendrás control sobre tus metas nunca, porque te has fabricado barreras mentales, que son CREENCIAS acerca de lo que puedes o no puedes hacer.

Barreras internas.




Las barreras internas son aquellas que nos fabricamos en nuestra mente, y se les conocen como CREENCIAS. Es cuando en tu mente te preguntas ¿Por qué no he logrado tener éxito en este proyecto? Y hay una voz que te dice “Es que no tienes lo que se requiere” “Tienes mala suerte” “es que no tienes suficiente apoyo” etc.

DIALOGO INTERNO.

¿Qué es lo que te dices a ti mismo todos los días? El diálogo interno es esa vocecita en tu cabeza que te recuerda tus creencias actuales. Lo siguiente que te sugiero hacer, es que revises la lista de creencias que te muestro a continuación, y te identifiques con alguna de ellas. La analices y con toda SINCERIDAD tomes la decisión de RECONOCERLA en cuanto aparezca en tu mente, y sustituyas esa manera de pensar por alguna otra frase que te CAPACITE y te FACILITE en tus recursos internos, en lugar de LIMITARLOS.

¿Qué tipos de creencias limitadoras existen?

Limitaciones por falta de esperanza. Creer que el objeto deseado es inalcanzable, independientemente de las propias capacidades.

Limitaciones por falta de capacidad: Creer que el objetivo es posible, pero no se tienen las capacidades necesarias para obtenerlo.

Limitaciones por falta de motivación: Creer que no merecemos alcanzar el objetivo por algo que hicimos o dejamos de hacer.

Limitaciones por expectativas catastróficas: Creer que se auguran desenlaces desastrosos como consecuencia de nuestras acciones independientemente de la calidad de ellas.(1)

¿Cuáles son tus creencias limitadoras? A continuación te ofrezco una lista de 20 ejemplos de las más comunes, te pido que las revises y con toda




sinceridad analices cuál de éstas aparecen más comúnmente en tu diálogo interno diario.

1. No me fijo metas para no frustrarme si no las cumplo2. Lo importante es vivir el presente, tener metas me hace

preocuparme y estresarme.3. No puedo equivocarme4. Tengo que hacer todo bien5. No basta ser bueno, tengo que ser el mejor6. No me arriesgo, los cambios traen problemas7. Cuando disfrutas algo, después seguro sufrirás8. A mi todo me cuesta más que los demás9. Tengo que hacer sentir bien a todos10. Hay que correr todo el tiempo, si me atraso pierdo oportunidades11. No puedo cambiar, soy un desastre12. Tener muchas metas significa trabajar más. 13. Todo está planificado, programado y es muy rígido. 14. No cumplo mis metas por culpa de los demás. 15. Entre más ocupado estés, más productivo eres. 16. Necesito mucho dinero para cumplir mis sueños17. No tengo tiempo18. Una persona productiva no procrastina.

Una vez que identifiques estas creencias limitantes, ahora te invito a que las sustituyas por creencias poderosas, que te ayuden a llegar a tu meta. A continuación te ofrezco algunas ideas para que formules y repitas algunas que te sean de utilidad.

Creencias Facilitadoras

1. Soy capaz de cumplir mis metas




2. Puedo mostrar afecto por las personas que quiero3. Merezco querer y ser querido4. Amo la vida, siempre vale la pena vivirla5. Tengo lo suficiente para ser feliz ahora6. Expreso claramente mis conflictos7. Puedo adaptarme a diferentes ambientes y 8. Puedo cambiar 9. Termino lo que empiezo10. Disfruto de jugar y competir, no importa si gano o pierdo11. Se poner limites12. Puedo buscar alternativas13. Puedo resolver situaciones sin enojarme14. Puedo vivir de acuerdo a mis valores15. Ser productivo me hace ser mejor persona16. Estoy sano y puedo

Sesión en video:

Práctica de la semana




Te invito a que selecciones cual es la creencia poderosa que te ayudará a ir modificando tu estado mental y tu disposición para hacer frente a los retos que tienes por delante. Para esto te pido que hagas lo siguiente: repítelas en voz alta todos los días, comenzando desde ya. Recuerda que tu mente subconsciente no registra la realidad de la ficción, si tu dices “estoy sano y puedo” tu mente subconsciente así lo registrará y enviará las señales a tu cuerpo.

¿Qué sigue?

SESION 4. El impacto de las preguntas poderosas




“Si yo tuviera una hora para resolver un problema y mi vida dependiera de la solución, gastaría los primeros 55 minutos para determinar la pregunta

apropiada, porque una vez que supiera la pregunta correcta, yo podría resolver el problema en menos de cinco minutos”.

- ALBERT EINSTEIN

Uno de los favores que me ha hecho la vida es darme cuenta sobre el poder de hacer las preguntas correctas para cambiar mi percepción y consecuentemente mi realidad. Particularmente cuando he estado en situaciones difíciles, como un cambio de ciudad, una enfermedad o un problema en el trabajo, o las dificultadas y complicaciones propias de la vida, el hacer la pregunta correcta me ha ayudado a cambiar mi enfoque y lograr avanzar, en lugar de quedarme atascado en el problema.

La calidad de las preguntas determina la calidad de nuestra vida.

Esto sucede porque la pregunta tiene la capacidad increíble de dirigir nuestra atención a las cosas. La diferencia entre las personas de éxito y las que no lo tienen es la diferencia entre las preguntas que hacen de forma consistente. Algunas personas se sienten habitualmente deprimidas. Enfocan su atención sobre cosas que les hacen sentirse sobrecargadas. ¿Cuál es la forma más rápida de cambiar de enfoque? Haciéndose, simplemente una nueva pregunta. Probablemente esa persona que se siente deprimida porque constantemente se hace preguntas incapacitadoras tales como: “¿De qué sirve?, ¿Porqué Intentarlo, puesto que, de todos modos, las cosas nunca me salen bien?, ¿Porqué a mi Señor?”, etc. Si recordamos, el cerebro te dará las




respuestas que buscas, seguramente si te haces la pregunta “¿Por qué nunca he tenido éxito?” tu mente te lo dirá, aunque la respuesta sea dura, y pueda ofrecerte una respuesta como: “Porque eres estúpido”. o “Porque de todos modos, no te mereces que te vayan bien las cosas”.

En cambio, si cuando estés en una situación difícil, te haces preguntas capacitadoras como “¿Cómo puedo utilizar esto a mi favor?, ¿Qué plan necesito para alcanzar mi éxito financiero?, ¿Qué es lo que me ha funcionado para resolver mis problemas?, ¿Qué es lo peor que puede suceder y como puedo afrontarlo?”, etc. Seguramente ante estas preguntas, estaremos programando mejores respuestas, y estaremos abriendo posibilidades nuevas para nuestras dificultades.

Las 3 funciones de las preguntas poderosas:

De acuerdo a Anthony Robbins, en su obra “Despertando a tu gigante interior”, las preguntas logran tres cosas específicas:

1.- Cambian inmediatamente aquello sobre lo que enfocamos la atención. Si buscamos lo que anda mal y no funciona, seguramente lo encontraremos y no pondremos atención en lo que si funciona. Por ejemplo, si te sientes muy enojado por algo puedes estar dispuesto a preguntar “¿Qué puedo aprender de esta situación?”. Además, aunque no estés en una situación en específico, puedes empezar a hacerte todos los días, para cambiar tu estado de ánimo, preguntas como estas: “¿De qué me siento realmente feliz en mi vida ahora mismo?”

2.- Las preguntas ayudan a cambiar aquello que suprimimos. Si te sientes realmente triste, sólo hay una razón: es porque has suprimido todas las razones por las que podrías sentirte bien. Y por el contrario, si te sientes bien, es porque suprimes todas las cosas malas en que podrías fijar la atención.




Cuando te haces una pregunta, cambias todo lo que en ese momento estás pensando. Si alguien te pregunta “¿Qué hay de realmente grande en tu vida?”, y mantienes el enfoque sobre tu respuesta, puedes empezar a sentirte inmediatamente bien. Las preguntas son como el láser de la conciencia humana, concentran el enfoque y determinan lo que sentimos y hacemos.

3.- Las preguntas cambian los recursos con los que dispones. En el ámbito de los negocios, especialmente las preguntas nos abren nuevos mundos y nos permiten acceder a recursos que, de otro modo, nos habrían pasado inadvertidos, a pesar de que estaban disponibles. La cuestión no es si vas a tener o no problema, sino cómo vas a enfrentarte a ellos cuando aparezcan. Y es aquí cuando las preguntas tienen el poder de cambiar el estado de ánimo y permitir el acceso a recursos y soluciones. Sobre esto, Robbins nos propone 5 preguntas que ayudan a solucionar problemas:

¿Qué hay de grande en este problema? ¿Qué hay que no sea perfecto todavía? ¿Qué estoy dispuesto a hacer para lograr que sea como yo quiero? ¿Qué estoy dispuesto a no seguir haciendo para lograr que sea como yo

quiero? ¿Cómo puedo disfrutar del proceso, mientras hago lo necesario para lograr

que sea como yo quiero?

Consejos para hacer preguntas correctas y útiles:




A continuación te ofrezco tres consejos para comenzar a hacer preguntas poderosas que te lleven a sacar la mejor versión de ti mismo.

1.- Evita dar explicaciones del pasado o predicciones pesimistas del futuro. Si hablamos de cambio y mejora, éstos sólo se pueden dar en el futuro. ¿Qué hice mal para llegar a esto? ¿Qué hubiera pasado si yo…..” ¿ Y si me comprometo a tal cosa y luego sale mal?”, etc.

2. –Una pregunta poderosa conecta con emociones positivas. Debe colocarte a ti o a quien le hagas la pregunta en un estado de recursos. Debe indagar sobre los recursos que ya tienes para lograr tu propósito, que personas se verán beneficiadas con tus logros, que experiencias positivas has tenido en el pasado. “¿Cómo podría solucionar esta situación?” ¿Qué otras formas hay para solucionar tal asunto?”, etc.

3.- Evita preguntas “¿Porqué?”. Estas solo te llevarán a detalles o justificaciones de cosas que han quedado en el pasado: “¿Por qué me está pasando esto?” ¿Por qué tomé esa decisión?” etc. Utiliza más frecuentemente preguntas “¿Qué?, o ¿Cómo?”, que te llevarán a ti o a tu interlocutor a la acción, aclarando objetivos y valores “¿Qué hay de bueno en esto?”, etc.

A continuación te presento algunos ejemplos que nos ayudan a ver el contraste de preguntas débiles vs. Preguntas poderosas:

Pregunta débil Pregunta Poderosa




¿Qué te pasó? ¿Cuál fue el problema? ¿Por qué te pasó esto? ¿Por qué no has solucionado este

problema? ¿Por qué no hiciste lo que debías? ¿Crees que actuaste

correctamente?

¿Qué quieres lograr? ¿Qué desafío presenta? ¿Cuál es la solución? ¿Qué debes hacer para solucionar el

problema? ¿Qué puedes aprender de esto? ¿Qué respuesta elegiste ante este

desafío?

Sesión en video:

:

Práctica para la semana.




Es muy útil recordar a manera de autoevaluación, como has reaccionado cuando algo no sale como lo esperabas. El primer paso de este ejercicio es hacer una lista de dos o tres situaciones en las que algo te ha salido mal, por ejemplo, la presentación que hiciste tenía un error que todos notaron, se te hace tarde para llegar por el tráfico, etc. Luego trata de pensar que pregunta harías que te ayudaría a salir del problema.

En cierta ocasión no encontrábamos a uno de mis hijos en la casa de cumpleaños. Esto suele pasar cuando tienes varios y de pronto no los tienes a todos en el radar. Mi esposa había salido y yo me quedé cuidando a los niños. Pues empecé a gritar y a correr, y constantemente me preguntaba “¿Por qué a mí me pasa esto?” “¿Qué le voy a decir a mi mujer cuando regrese?” etc., etc. Grité y grité y hasta que me detuve de pronto y me hice la pregunta diferente:” ¿Qué lugar es el que más le llama la atención a mi hijo?” Y después de pensarlo un rato, me dirigía la lavadora de ropa y allí estaba escondido y asustado por mis gritos, y no salía porque pensaba que lo iba a castigar. Un ejemplo de cómo una pregunta adecuada puede ayudarte a pensar de forma capacitadora

La segunda parte del ejercicio es más complicada, pero no imposible. En la siguiente semana pon atención a tu diálogo interno y pon atención a las preguntas que te haces cuando algo no te salga mal, y trata de aplicar la formula de las preguntas poderosas.

Anota todas tus observaciones en un cuaderno y trata de hacer un hábito el preguntar correctamente. Verás que encontrarás mil veces más rápido la solución a tus problemas y sobre todo: APRENDERÁS de tu experiencia.




Sesión 5.

Enfócate en tus fortalezas no en tus Enfócate en tus fortalezas no en tus debilidades.debilidades.




Sesión 5. Enfócate en tus fortalezas no en tus debilidades

Hace más de una década, cuando era gerente general de un organismo empresarial, me encontré con la dificultad de la falta de habilidad para administrar de forma correcta las finanzas. No quiere decir que tuve problemas graves, pero sí en el fondo me atormentaba no ser tan hábil o no haber estudiado contaduría para tener los conocimientos que me ayudarían a ser el mejor.

En ese entonces yo pensaba que “siempre y cuando pongas toda tu voluntad puedes llegar a ser el mejor en lo que sea”. Pero no cabe duda que una de las cosas que más pueden generar infelicidad sea permanecer en un trabajo en donde no puedes poner en práctica tus fortalezas, y en cambio, te enfrentas todos los días con actividades que te hacen ver tus debilidades.

Es una creencia común que con voluntad puedes ser excelente en lo que sea, pero en la práctica, conocemos que hay gente que es extremadamente buena para algo, y que por más que nos esforcemos no lograremos ser tan buenos para una actividad en específico. Existe algo que se llama talento natural, el cual al combinarse con la preparación y la práctica, hacen que esa persona brille en un área en especial. En resumen, la voluntad para ser extremadamente bueno en algo no es suficiente.

Cuando estaba en plena crisis laboral, llegó a mis manos la obra de El trabajo Ideal de Richard Leider y David Shapiro, y su lectura me fue de gran ayuda, pues primero, te habla del trabajo ideal como una vocación, en la que pones en práctica tus fortalezas. Decía “si no puedes escapar de una situación, implícate” Y ¿Qué es esto de implicarse? Buscar dentro de tu trabajo alguna actividad que si te guste y para lo que seas bueno, allí descubrí mi talento y vocación para enseñar. Hay un ejercicio que viene propone Zhaphiro, que es el de seleccionar tus “tarjetas personales “. Estas tarjetas traían verbos




Cuando me dí cuenta que esto era lo que me gustaba, empecé a combinar mi trabajo de gerente involucrándome en los cursos que ofrecía el organismo a las pequeñas empresas, me inicié en la docencia universitaria, vocación con la que continúo todavía al día de hoy. Aunque en ocasiones es cansada la gestión de la enseñanza en cuanto a exámenes, revisión de trabajos, etc. Cada vez que termino de impartir un curso o una clase, siento que recargo energías y que recupero mi espíritu. Algo que no me ocurría cuando sólo me concentraba en administrar las finanzas y pelearme con los números. Dejé de poner atención en mis debilidades, y busqué a alguien que me ayudara con esto, pues el trabajo administrativo para mi es una actividad que me roba el alma. La fortaleza está muy vinculada a la pasión y a lo que quieres realmente hacer.

Hay un video que me gustaría que vieras, se trata de un pequeño fragmento de una escena de la película “In the Air”, en la que George Clooney en su trabajo que consistía en despedir gente representando a las compañías que lo contrataban. Cuando está con una persona despidiéndola, le pregunta. “A usted le encanta cocinar, es algo que quiere hacer desde siempre ¿Cuánto le pagaron por renunciar a sus sueños?”

Haz click para ver el video.




Durante muchos años, la psicología tradicional se ha enfocado en estudiar la patología del ser humano, existen miles de tratados y estudios sobre la depresión, la ansiedad, etc. La pregunta y el enfoque ha sido “¿Qué es lo que está mal? ¿Cuál es tu debilidad? En cambio, el enfoque de la Psicología Positiva al tratar un problema o un reto, es “¿Qué es lo que si funciona?” en otras palabras “¿Cuáles son tus fortalezas?”

¿En qué consiste la felicidad?

En esta sesión nos enfocaremos en lo que Martin Seligman ha definido como parte fundamental de la felicidad y el bienestar personal: Conocer y utilizar tus fortalezas individuales, para luego utilizarlas en aquello que te gusta o constituye tus pasiones en la vida.

Su definición de Felicidad es la siguiente:

“La verdadera felicidad deriva de la identificación y el cultivo de las fortalezas más importantes de la persona y de su uso cotidiano en el trabajo, el amor, el ocio y la educación de los hijos”

Martin Seligman

Si reflexionamos un poco en este concepto, nos daremos cuenta que usualmente las personas que no son felices en su vida porque no perciben que sean buenas para algo y que los demás los valoren, por el contrario, la cultura educativa y laboral tradicional en vez de reconocer nuestras fortalezas, nos pide que nos concentremos en nuestras debilidades.




El paradigma equivocado de las debilidades o “áreas de oportunidad”.

Durante muchos años la psicología ha estudiado lo que no funcionaba en la vida de las personas, sus dificultades y debilidades. Los psicólogos en su formación generalmente tienen que llevar varias materias de psicopatología, pero rara vez estudian lo que caracteriza a las personas que están muy bien y viven plenamente.

Y si somos consecuentes con esto, esta manera de pensar ha permeado en nuestra consciencia de forma muy contundente: Generalmente somos muy precisos en detectar nuestras “áreas de oportunidad” o nuestras “debilidades internas”, y nuestra atención se enfoca sólo en trabajar en ellas, y tratar de mejorar poco a poco, pero ¿Realmente eso nos hará destacar en lo que somos buenos? ¿Qué no nos dice el sentido común que es todo lo contrario? ¿No deberíamos identificar y prepararnos mucho más en lo que somos buenos de forma natural?

Desafortunadamente el paradigma de enfocarse en las debilidades ha permeado en todos los niveles y áreas de la sociedad, y basta con dar un vistazo a la forma en que se organiza este mundo, para caer en cuenta que la base de la filosofía de mejora de los sistemas escolares, las empresas, los recursos humanos, la capacitación, y hasta la educación de los hijos en la familia, por lo general es la atención en mejorar lo que llamamos “áreas de oportunidad”. Por ejemplo, en la escuela primaria cuando un niño no se le facilitan las matemáticas, los padres por lo general invierten en clases particulares y se enfocan en esa materia, y tal vez ese niño sea muy bueno en historia, artes, español, deportes, pero eso damos por sentado de que lo logrará por sí mismo, y no ponemos atención en invertir para que consiga la excelencia en esa área.

Ni que decir de la forma en que se organiza el sistema educativo en los países latinoamericanos o en occidente, en que las escuelas y los maestros rara vez se concentran en poner atención lo bueno de cada alumno, sino que hacen




su lista de quejas para los padres de familia, para que pongamos atención sólo en sus debilidades. Como ejemplo de esto hay muchos en la historia, yo recuerdo particularmente uno: el atleta olímpico Michael Phelps, campeón ganador de 8 medallas en natación, cuando era niño, en su escuela sus maestros le diagnosticaron déficit de atención y le aseguraron a su madre que no llegaría a más de la primaria, siendo incapaces de ver su gran capacidad para los deportes. ¿Qué hubiera pasado con Michael Phelps si su madre solo se hubiera visto las debilidades de su hijo?

Enfócate en tus fortalezas y talentos

Si reflexionamos un poco, podríamos concluir que gran parte de nuestros fracasos se deben a la falta de enfoque en los talentos que tenemos para lograr lo que realmente aporta valor a nuestras vidas. Para empezar, tal vez ni siquiera sepamos cuales son a ciencia cierta nuestras fortalezas, y continuemos por la vida con un desempeño mediocre, sin trabajar en la excelencia y sin lograr cumplir nuestros sueños.

A partir de esta reflexión, los doctores Martin Seligman y Christopher Peterson, dos importantes investigadores y pioneros de la psicología positiva, propusieron en el año 2004 que así como había un manual sobre los problemas psicológicos, sería deseable que existiera un “manual de las corduras”, un libro que compilara y clasificara las fortalezas de las personas

La gran aportación de estas investigaciones es que te sugiere que puedes lograr destacar y ser excelente en lo que haces poniendo más atención en lo que eres bueno, y menos en lo que no eres tan bueno. No quiere decir que te olvides por completo de tus debilidades, sino que utilices tus fortalezas para mejorar de forma completa. Este enfoque nos quita la venda sobre la creencia de que “tu puedes hacer todo lo que te propongas, siempre y cuando tengas voluntad y disciplina” pues si lo analizamos detenidamente, esta creencia es una verdad a medias, pues para ser realmente bueno en lo que haces, debes tener talento natural de nacimiento.




La meta no es ser sólo bueno, sino lograr la excelencia al juntar el talento y la preparación, para así poder lograr tener una fortaleza. Por ejemplo: si alguien es bueno para las relaciones humanas, y a este talento le suma la preparación para las ventas, se podrá convertir entonces en una verdadera fortaleza, ya que su talento está siendo aplicado para una acción específica.

Ahora bien ¿Qué recomiendo para empezar a descubrir tus talentos o fortalezas en potencia? Una autoevaluación

La clasificación VIA de las fortalezas de carácter

Tras tener muchas conversaciones con colegas y revisar diversas fuentes históricas, entre ellas libros profesionales y obras literarias, el equipo de Peterson y Seligman llegó a una lista de 24 fortalezas de carácter, que se agrupan en 6 grandes virtudes -las virtudes son generales o abstractas, mientras que las fortalezas son los “ingredientes psicológicos” (Peterson y Seligman, 2004) que constituyen una virtud, lo que una persona hace que demuestra esa virtud; por ejemplo, una virtud puede ser la sabiduría, y una fortaleza de carácter que contribuye a alcanzar la sabiduría es la curiosidad-.

Esta clasificación se conoce como la clasificación VIA. VIA es la abreviatura de Values in Action (valores en acción), aunque actualmente se le conoce simplemente como VIA. Las siguientes corresponden a las 6 virtudes y las 24 fortalezas de carácter que comprenden, de acuerdo esta clasificación.

1. Conocimiento y sabiduría

Abarca las siguientes fortalezas de carácter:

Curiosidad/interés por el mundo

Amor por el aprendizaje

Buen juicio/pensamiento crítico/mente abierta




Ingenio/originalidad/inteligencia práctica

Inteligencia social/personal/emocional

Perspectiva

2. Valor

Incluye:

Coraje y valentía

Perseverancia/diligencia

Integridad/honestidad

3. Amor y humanidad

Comprende:

Bondad y generosidad

Amar y dejarse amar

4. Justicia

Integrada por:

Ciudadanía/deber/lealtad/trabajo en equipo

Equidad y justicia

Liderazgo

5. Templanza

Incluye:




Autocontrol

Prudencia/discreción/cautela

Humildad y modestia

6. Trascendencia

Abarca estas fortalezas:

Aprecio de la belleza y la excelencia

Gratitud

Esperanza/optimismo/orientación hacia el futuro

Espiritualidad/sentido de propósito/fe/religiosidad

Perdón y caridad

Humor y juego

Chispa/pasión/entusiasmo




Sesión en video:

Ejercicio de esta semana para descubrir tus fortalezas

1.- Identifica cuáles son tus 5 principales fortalezas.- Además de todas las herramientas que puedan ofrecer las pruebas psicométricas, hay dos autores que a mi juicio han desarrollado una investigación muy amplia en el tema de las fortalezas, y ofrecen herramientas de diagnóstico: Una de estas herramientas es de Martin Seligman, fundador da la corriente llamada Psicología Positiva, quien ofrece un test de forma gratuita en su página www.authentichappiness.sas.upenn.edu y que es consecuente con la lista anterior que te he compartido, en la que después de aplicar el cuestionario



http://www.authentichappiness.sas.upenn.edu/


largo de 200 preguntas, te despliega un reporte con tus 24 fortalezas en orden, de acuerdo a tus respuestas.

2.- Aprende a distinguir entre un talento innato y una fortaleza.- Las fortalezas internas son la combinación de un talento con un conocimiento técnico aplicado, por ejemplo, una persona puede tener el talento de las relaciones humanas y el trato con la gente, y si quisiera ser un buen vendedor, debe aprender las técnicas de venta y las características del producto o servicio que pretende vender. Una vez que identifiques tus fortalezas, las mismas obras que mencionamos en el punto anterior te pueden servir para esta reflexión.

3. Las fortalezas no necesariamente te dirán cuál es tu vocación, ya que una misma fortaleza se puede aplicar en diferentes profesiones. Son habilidades que te permiten relacionarte mejor con los demás, con tu trabajo y tu realidad y te permite conseguir el éxito más fácilmente.

“El futuro pertenece a los capacitados. A los que son muy buenos en lo que hacen, no a los que tienen buenas intenciones" Brian Tracy




Sesión 6.

Construyendo tu sueñoConstruyendo tu sueño

Sesión 6. Construyendo tu sueño




Hasta aquí hemos abarcado los principales obstáculos que puedes encontrarte para llegar a la situación ideal que quieres en tu vida. Ahora llegamos al momento de soñar con lo que quieres lograr.

Tu sueño es tu meta principal en la que te ves feliz. Es la mejor versión de ti mismo que hace cosas que hoy en día no eres capaz de hacer, es esa versión que está aportando todo el talento que tenía dormido en su interior y que por alguna razón se quedó dormido en el camino de la vida.

El sueño tiene que ver con algo que te gustaría ser, hacer o tener en el futuro y que lo relacionas con tus fortalezas y tus pasiones. ¿En donde ves a la mejor versión de ti mismo? ¿Qué hace? ¿Qué tiene? ¿En quién se ha convertido?

El sueño no es una fantasía o imaginación en la que evades tu realidad, sino en la que todos tus recursos internos, tu capacidad, tu creatividad, tus talentos están siendo aprovechados al 100% y te están dando la realización personal que tanto deseas.

El sueño es ese estado de las cosas que percibes te harán feliz. Puede ser convertirte en un escritor, formar una familia, tener un hijo, crear un negocio, conseguir ese trabajo en el que pongas tus talentos al máximo, ser libre financieramente, etc.

Pero ¿Dónde se encuentra ese sueño? Y no me refiero a un espacio físico, sino mental.

Me explico mejor, para poder encontrar tu sueño, debemos hablar antes de dos temas:

La zona de confort y la zona de expansión.




¿Qué es la zona de confort? Es el estado en que todo lo que haces te es totalmente familiar, y los recursos internos y externos con los que resuelves cotidianamente tus asuntos, tus conocimientos habilidades, tus hábitos, tus rutinas, tus actitudes y tus comportamientos actuales son parte de tu zona de confort. Es la situación en la que te has acomodado para vivir tranquilamente y no sientes ninguna ansiedad sobre la meta que tienes enfrente, o no tienes ninguna meta clara y como dicen “la vas llevando”.

A primera vista, la zona de confort no suena mal ¿Quién no quiere estar tranquilo y sin estrés? ¿Qué no es eso lo más parecido a la felicidad? Sin embargo, el problema es que esa tranquilidad sin retos, te aleja de tu zona de aprendizaje, que es la que te lleva a lo desconocido y que presenta nuevas formas de hacer las cosas. El aferrarse a permanecer en la zona de confort es el camino más seguro que te alejará de tu sueños y tus metas, porque en esa zona dejarás de crecer.

En otras palabras, la importancia de salir de tu zona de confort radica en lo siguiente:

“TU SUEÑO está fuera de tu ZONA DE CONFORT”

Más allá de la zona de confort es donde está tu sueño, ese “yo” futuro que en realidad eres tú mismo, pero en tu mejor versión. Checa este video que resume la relación entre los sueños y la zona de confort. Video “¿Te atreves a soñar?”

¿Cómo salir de la zona de confort?

1.- Identifica hasta donde llega tu zona de confort. ¿Qué cosas evitas hacer? ¿Qué compromisos son los que continuamente rehúyes? Te invito a pensar y elaborar una lista que te ayuden a trazar el límite de tu zona de confort.




Identifica las cosas, compromisos o tares que evitas hacer por miedo, indecisión, desconocimiento o inseguridad

2.- Luego elige uno de los retos para empezar a trabajar en él. No importa si al hacer la lista muy larga. Eres una persona que tiene muchas oportunidades de mejorar. Es normal sentir miedo y dudas cuando elijas, ya que es un asunto que te está obligando a salir de tu zona de confort.

3.- Se consciente de que es normal que sientas miedo e inseguridad. Si no sintieras miedo o inseguridad, lo más probable es que no estés saliendo de tu zona de confort, conócete a ti mismo y la batalla no es contra esos miedos, son parte de tu motivación. Piensa en que tus habilidades, conocimientos, experiencia son tus principales recursos para poder lograr ese reto. Convéncete que tienes lo necesario para iniciar ese proyecto o meta.

4.- Traza un plan. Ese reto necesita un plan para saber cuándo y como hacer cada tarea. En otras palabras, convierte tu proyecto en sencillas fases para infundirte nuevo ánimo para poder decidirte a iniciar. Al segmentar el nuevo proyecto en fases sencillas que cuestan menos.

5.- Infórmate y prepárate. Es fundamental que tengas todo el conocimiento posible sobre tu reto, te ayudará a salir adelante. Debes tener en cuenta que todas las metas retadoras, por lo general implican vencer el obstáculo del conocimiento y la habilidad, es por eso fundamental que te tengas una estrategia para vencer la falta conocimiento, busca otros proyectos o situaciones similares para estudiarlas, si te es posible paga por el conocimiento que necesitas.

6.- Apóyate en tus fortalezas y tus recursos que ya tienes. Habilidades, talento, conocimiento, experiencia, todo eso ya lo tienes. Es ahora cuando tienes que sacar a flote toda esa riqueza interna que ya posees. Y empieza




con el primer paso, vence la procrastinación y decídete empezarlo. Esto significa mucho, toma en cuenta que es importante que termines.

Salir de la zona de confort exige determinación y prepararse para sentir incomodidad, es normal, convéncete. Tenemos que aprender de los niños, constantemente están experimentando cosas nuevas, su hambre de aprender está en su máximo potencial, no tienen miedo a experimentar cosas nuevas.

Tu sueño está en la zona de expansión

La meta o el estado ideal que has imaginado se encuentran fuera de tu zona de confort y dentro de tu zona de expansión o aprendizaje. En esta zona muchos te van a decir “no lo hagas”, “vas a fracasar”, “¿Quién te dijo que se puede?”, etc.

Cuando te encuentres dentro de tu zona de expansión, debes proteger tu sueño. No dejes que los demás te impongan sus creencias o explicaciones de por qué no debes perseguir tu sueño.

Te voy a compartir un video que hace tiempo vi en un curso de certificación, y que relata la historia de una muchacha sordomuda que no renunció a su sueño. Video “No renuncies a tu sueño”

Una vez que veas el video te pido que hagas pienses lo siguiente: “¿Qué es más difícil, tu sueño o lo que esta niña pudo lograr? El video no lo dice, pero está basado en una historia real.

Video de la sesión




Práctica para la semana

En una hoja de papel, escribe de forma concreta cuál es tu sueño, no pienses mucho, trata de conectarte con tu interior, no con lo que los demás esperan de ti, o con lo que se supone debes hacer. Escribe eso que siempre has soñado ser, hacer o tener.

Una vez que lo escribas, ahora has una lista de lo que debería pasar antes para que ese sueño se vuelva realidad. En otras palabras, ¿Cuáles son los pasos que debes seguir para llegar a tu sueño.

Finalmente firma la hoja y ponle una fecha en la que quieres ver realizado tu sueño.




Modulo II. Estrategias de Efectividad Personal para

construir mi sueño




Sesión 7.

Las claves para perseguir y alcanzar tus objetivos

Sesión 7 Claves para establecer y perseguir objetivos inteligentesSesión 7 Claves para establecer y perseguir objetivos inteligentes

El problema de no tener objetivos o metas.




A nadie le gusta que lo lleven a donde no quiere, o hacer algo a la fuerza, sin embargo, cuando no tienes metas, prácticamente estás dando permiso a los demás y a la vida a imponerte metas que no son tuyas, y por resultado, terminas haciendo cosas de las que no estás convencido, o peor aún, cosas que realmente detestas y no te gustan. Así fue como yo me sentía al tener que aceptar un trabajo fuera de mi ciudad, y haciendo no exactamente lo que me proporcionaba mayor satisfacción.

“Cuando no tienes metas, estás dando permiso a los demás y a la vida a imponerte metas que no son tuyas”

“¿Cómo llegué hasta esa situación?” Era la pregunta constante que me hacía cada vez que las cosas no iban bien. Y la respuesta resonaba a lo lejos, y cada vez más clara: “porque no tienes metas propias”, “porque abandonaste tu sueño” Como ya te compartí en sesiones anteriores, una de las cosas que me ayudó a avanzar fue el hacerme responsable, de dejar las quejas, las escusas y el dejar de hacer responsable a los demás de mi situación. Tratar de disfrutar la vida fue como un requisito para poder ver un poco mejor el horizonte, de otra manera, sólo me concentraba en lo negativo. Esto fue bueno, y un buen comienzo, sin embargo, me di cuenta que esto no era suficiente, que necesitaba más para poder avanzar.

Fue después de hacer una introspección profunda de mis valores y de mis sueños cuando me di cuenta que necesitaba algo donde volcar mi talento, experiencia y energía. Me dí cuenta que al tener una meta importante, inspirada en ese sueño que siempre quise, pero que por alguna razón lo dejé olvidado, podía experimentar la fuerza de tener una meta atractiva y




retadora, que pusiera en juego mis habilidades y me permitiera ayudar a los demás a través de mis conocimientos, experiencias y habilidades.

Una de mis metas fue estar aquí contigo, compartiendo a través de la tecnología todo el material de valor, con el cual pudiera ayudar al mayor número de personas, a través de cursos, artículos, podcast, etc. Y en un futuro poder vivir de esto, divulgando material valioso con el que las personas pueden sacar la mejor versión de sí mismas, aprovechando todo el potencial. Para mí esa es una meta inteligente.

Una meta inteligente y atractiva es aquella que no la haces por obligación, sino por convencimiento. Creo firmemente que tenemos que desterrar la costumbre de decir “tengo que hacer esto” o “tengo que hacer aquello”. Piensa, ¿realmente tienes que hacerlo? O en cambio “¿quieres hacerlo?”. Cuando nuestro lenguaje enfatizamos que “tenemos” que hacer algo, estamos anulando sin querer nuestra capacidad de elegir, nos convertimos a nosotros mismos en esclavos del destino. Creo que para cambiar este lenguaje, y esta realidad en la que nosotros mismos nos sumergimos, debemos pensar en los beneficios que esperamos lograr cuando OPTAMOS por elegir tal cosa.

Ventajas de perseguir con tenacidad tus objetivos

Sonya Lyubomisrcky, una de las principales investigadoras de Psicología Positiva y autora del libro “La Ciencia de la Felicidad”, en el que recopila todas las investigaciones empíricas que se han realizado en torno a lo que si funciona para aumentar el grado de felicidad y bienestar de las personas, dedica un capítulo completo a la actividad de “perseguir objetivos” como una estrategia que contribuye significativamente al grado de felicidad y bienestar personal. He aquí algunas ventajas:




1. Sentimiento de Control. ¿Qué pasa cuando una persona no tiene ningún sueño ni ninguna meta significativa en su vida? Una persona así está perdida, no sabe a dónde ir, no tiene incentivos para actuar. Por consiguiente, perseguir con tenacidad los objetivos nos brinda un propósito definido y el sentimiento de que tenemos control sobren nuestra vida. Como diría G.K. Chesterton: “Hay una sola cosa que hace que todo sea radiante: la idea de que hay algo a la vuelta de la esquina”.

2. Tener objetivos aumenta nuestra autoestima. Nos estimula a sentirnos confiados y eficaces. Piensa en las personas más desdichadas que conoces. Es probable que sean apáticas, que se aburran, que no tengan aspiraciones, ni para cambiar de carrera ni para cambiar de ropa, su autoestima está por los suelos, porque el sentimiento de logro es parte de nuestra naturaleza humana, a nadie le gusta sentirse inútil.

3. Perseguir objetivos aporta estructura y sentido a nuestra vida cotidiana. La estructura y el sentido son buenos, aportan responsabilidades, plazos de entrega, horarios, oportunidades para adquirir nuevas habilidades y de relacionarse socialmente con los demás, por ejemplo tomar una clase de cocina o para hablar en público.

4. Nos ayuda a controlar el uso de nuestro tiempo.- Perseguir con tenacidad nuestros objetivos nos ayuda a aprender a controlar el uso que damos a nuestro tiempo, a reconocer objetivos primordiales, a concentrarnos en lo importante (ejemplo, visitar todos los continentes) subdividirlos en pasos pequeños y elaborar un programa para conseguirlos, utilizando tu agenda, calendario o un programa de gestión personal.




Brian Tracy, autor de cientos de libros sobre este tema, nos dice las siguientes ventajas sobre tener metas.

1. Una meta bien planteada activa tus recursos internos para buscar oportunidades. ¿Te ha pasado que cuando compras una camisa o playera o lo que sea, empiezas a verla en todos lados? A mí me pasó con mi primer coche, cuando me decidí por un tipo de automóvil, empecé a ver ese mismo modelo en todos lados por la calle. Así pasa cuando estableces una clara, concreta y que está en sintonía con tus sueños, una meta capaz de contestar los grandes anhelos de tu persona, en ese momento tu pensamiento se enfoca a buscar los medios internos y externos que te ayuden a lograr esa meta.

2. Una meta es fuente de motivación diaria y aleja la depresión. Cuando tienes una meta que te motiva, que te atrae, que plantea un reto hacia tus limitaciones impuestas por tus creencias irracionales, no hay lugar para otra cosa. Poniendo un ejemplo de jardinería, si no quieres que crezcan arbustos y hierba mala en una maceta, debes sembrar la planta que quieres que crezca. Así pasa con nuestra mente, si no tiene ideas ni proyectos ni metas, le dejarás espacio a que crezcan las preocupaciones, las ansiedades, el estrés, la depresión, etc. Observa a las personas deprimidas, preocupadas y con una ansiedad que carcome sus vidas, generalmente esas personas no tienen metas. Es urgente que tengan algo que sustituya esos arbustos mentales que han crecido poco a poco en su mente.

3. Un objetivo te ayuda a ser líder de tu propia vida. Hay una frase que desde que la leí me ha motivado a no dejar este camino de esfuerzo, para no ser de ese alto porcentaje de la población que anda a la deriva, la frase es la siguiente:




“Las personas que no tienen metas, están condenadas a trabajar para quienes si las tienen”

Bryan Tracy

Esta idea se sembró en mi cabeza, y cada vez que empiezo a fallar, o a desviarme de mis objetivos o simplemente a olvidarme de ese sueño, me ayuda a regresar al camino. Conocemos a muchas personas así ¿verdad? Que pasan por la vida haciéndose las víctimas de las circunstancias, porque la vida los llevó a tal o cual trabajo o situación. Pero en el fondo, la mayoría de las veces fue una decisión que tomaron muy en el fondo de su corazón, que fue la de trabajar para las metas de otros. Pero eso puede cambiar si hay una decisión firme de tomar el timón de nuevo.

4. Aprendes a vivir el cambio sin temor. El mayor miedo que existe es el miedo al cambio……a menos que exista una meta. El cambio es atemorizante cuando no tenemos la sensación de control, y esta sensación se obtiene únicamente estableciendo una meta clara. Todos los seres humanos tenemos la inercia a quedarnos en nuestra zona de confort, pues lo más seguro es que si nos quedamos en donde no hay esfuerzo, no habrá rechazo ni fracaso, pero sin duda tampoco habrá éxito. Es por eso que una meta nos ayuda a enfrentar el temor del cambio, y además nos permitirá controlar la dirección del cambio.




Ámbitos para definir tus metas y objetivos

Es importante tener claro cuáles son los ámbitos en lo que es necesario tener metas. Por lo general uno se inclina a poner metas en lo material, por ejemplo, ganar más dinero, vender más, ahorrar cierta cantidad de dinero, comprar algo. Sin embargo, hay aspectos de nuestra vida que requieren más profundidad, y que dan respuesta a la gran interrogante de la misión personal, como tu familia y a aportación a la sociedad, tus necesidades de desarrollo personal en virtudes y conocimientos. Así pues, para tener metas balanceadas, te sugiero empezar con los siguientes ámbitos:

a) Personal y familiar. Son las metas que nos contestan la pregunta ¿Por qué?, es el fin último por lo que estamos trabajando y buscando el éxito financiero y profesional. Estas metas deben ir al fondo de nuestra razón de vivir. Para muchos la familia es el motivo principal por el que están luchando para salir adelante en los negocios, o es la razón por la que están aprendiendo nuevas habilidades.

b) Negocios y carrera. Son las metas que nos dan un lugar en la sociedad como personas productivas, estas metas son el “que”, es decir, son cuantificables en dinero y beneficios. A veces nos vemos atrapados en estas metas y nos olvidamos de las metas del “paraqué” o “porque”. Sin embargo, son importantes para poder lograr tus motivos principales de vida, pero son sólo medios no fines.

c) Automejoramiento. Estas metas son viéndote a ti como si fueras un proyecto de “hágase a sí mismo”, los auto mejoramientos son los medios para conseguir los “que”. Son los como lograremos esos medios, para las metas personales y familiares (nuestros paraqué). Por ejemplo, ¿Qué hábitos debes cambiar? ¿Qué debes conocer? ¿Qué




conocimientos, habilidades y actitudes necesitas para lograr las metas de negocios y carrera?

¿Qué tipo de objetivos te conviene conseguir para ser feliz?

Siguiendo con lo compartido por Sonya Lyubomirsky, la autora afirma que existen pruebas contundentes de que seguir tus sueños es un ingrediente fundamental de la felicidad, pero ¿tiene algo que ver en qué consiste el sueño y la manera de realizarlo? Definitivamente si, resulta que el tipo de objetivo al que aspires determina si el tratar de alcanzarlo te hará feliz o no.

Antes de pasar a la práctica de diseño de objetivos y metas, te voy a pedir que pienses si tus sueños vitales tienen las propiedades que se describen en esta sección:

Objetivos intrínsecos.- Es más probable que te haga feliz tratar de alcanzar objetivos que te apasionen y te resulten satisfactorios, que alcanzar metas que no eliges por ti mismo. Los objetivos intrínsecos son aquellos que te permiten crecer como persona, desarrollar tu madurez y contribuir a tu comunidad. En cambio los objetivos extrínsecos reflejan más lo que los demás aprueban o desean para ti, y consisten por ejemplo en perseguir objetivos superficiales como ganar dinero, estimular el ego, buscar poder o fama. Los objetivos extrínsecos a veces ayudan a los objetivos intrínsecos, por ejemplo, crear una empresa con ingreso pasivo que te permitirá tener más tiempo para dedicarse a tu familia, a escribir, etc.

Objetivos auténticos.- ¿Valoras de verdad tus objetivos y los consideras tuyos, o en realidad son los objetivos que promueven tus padres, tu conyuge o tus amigos? Para que tus objetivos sean tuyos, tienes que elegir los que sean adecuados para ti, cuanto más se adecue un objetivo a tu personalidad,




más probable será que perseguirlo te resulte gratificante, placentero. Por ejemplo si eres extravertido, te hará bien proponerte objetivos que supongan interactuar con los demás, si tienes una personalidad dominante, tal vez quieras emprender una actividad de liderazgo, etc.

Objetivos de aproximación.- A manera de ejercicio, piensa en el objetivo más importante y significativo que te hayas propuesto últimamente, sea grande o pequeño. ¿Supone ese objetivo que te acerques a un resultado deseable (por ejemplo, entablar amistad con 3 personas, mejorar tu salud, etc.) o que evites un resultado no deseable (por ejemplo, tratar de no sentirte culpable, no discutir con tu pareja, etc.) El mismo objetivo se puede concebir de ambas formas. Cada vez hay más estudios que demuestran que las personas que persiguen objetivos de evitación son menos felices y están más preocupadas y angustiadas y menos sanas. Además, tener muchos objetivos de evitación hace que las personas les vaya peor en su propósito. La razón es que un objetivo de aproximación tiene un solo camino para llegar alcanzarlo (por ejemplo, hacer tres comidas sanas al día) mientras que un objetivo de evitación requiere muchos caminos (por ejemplo, para evitar todos los obstáculos que te impulsan a comer comida chatarra)

Objetivos armoniosos.- Tus objetivos deben ser complementarios, perseguir objetivos contrapuestos (como “levantar mi propia empresa” y “pasar más tiempo al aire libre”) hará que te exasperes y te desanimes tanto, que acabarás renunciando a los dos sintiéndote estresado e infeliz. Es una tarea de análisis y de renuncia, si no puedes armonizar tus objetivos, tal vez tengas que renunciar a uno de ellos, lo que siempre es mejor a sacrificar los dos.

Objetivos flexibles y adecuados.- No todo lo tenemos bajo el control, a veces tenemos objetivos que ya no podemos cumplir, por nuestra edad o por alguna enfermedad, etc. Es por eso que nuestros objetivos deben ser




flexibles y adecuados, “la tarea adecuada en el momento justo” Evidentemente si no cumplimos lo que prescribe la cultura, no quiere decir que estemos condenados al fracaso o a la desgracia, sino que debemos adaptar nuestros objetivos a las oportunidades que tenemos. Las prioridades que damos a los objetivos cambian con el tiempo, pero, sea cual sea la esencia de nuestros objetivos, hay una cosa que se mantiene a todas las edades: perseguir los objetivos aporta más felicidad que dejarlos de lado.

Objetivos de actividad.- ¿Qué objetivo induce más a la felicidad: tratar de mejorar nuestras circunstancias o asumir una actividad nueva? Como ya hemos visto, la investigación apunta a que, cuando la gente se esfuerza en cambiar sus circunstancias (por ejemplo, comprar un televisor con mayor definición, trasladarse a otro lugar para vivir, conseguir un compañero de habitación más ordenado) definiendo y alcanzando su objetivo, sin duda se siente más feliz, pero enseguida corre el riesgo de la adaptación hedonista. Es probable que te adaptes rápidamente, te aburres y ahora quieres niveles de placer mayores (por ejemplo, un televisor más grande, un compañero de habitación ordenado y que no ponga la música alta, etc.) En cambio, el proceso de perseguir objetivos “de actividad” (como asociarse a un club para practicar un deporte al aire libre, trabajar como voluntario en una asociación sin fines de lucro, aprender arte o música, etc.) nos permite experimentar constantemente nuevos desafíos, encontrar experiencias variadas. Por consiguiente, la respuesta a la pregunta anterior, perseguir de forma sostenida las actividades que valores induce a más felicidad y puede traer una serie de acontecimientos positivos y un estímulo regular para tu estado de ánimo feliz.

Video del Introducción al Modulo II y la sesión




Video de bienvenida al modulo II. Estrategias de Efectividad Personal para construir mi sueño

Sesión 7. Las claves para perseguir y alcanzar tus objetivos

Práctica para definir tus objetivos y metas

Para establecer tus metas a corto, mediano y largo plazo, es preciso que tengas una alineación completa con tus valores, es decir, cuando escribas tu meta es bueno preguntarse ¿Qué valor hay detrás de esto? Por ejemplo, alguien puede tener la meta de comprarse un coche, si un coach le ayuda a explorar que hay detrás de esa meta, muy probablemente el coachee descubrirá que probablemente el coche no sea realmente la meta, sino el reconocimiento y aceptación de los demás, en este caso, el auto es un símbolo de que ha logrado llegar a ese valor.




Ahora bien, si aún no tienes muy claros estos valores, puedes tener alguna idea de que proyectos o que actividades te reportarían mayores beneficios, esto es un buen comienzo. Recuerda que el viaje más largo es el viaje hacia el centro de nosotros mismos. Así que no te desanimes, y poco a poco puedes ir alineando estas tareas y proyectos con la misión personal y vocación profesional que alcances a ver en tu momento actual.

Ejercicio para trabajar con tus metas

Para poder iniciar a establecer tus metas, te propongo hacer el siguiente ejercicio, en un momento en el que no tengas interrupciones y puedas. Es importante que lo hagas contando un minuto para cada pregunta, para que contestes de forma espontánea y no le des muchas vueltas.

¡Escribe lo primero que se te venga a la mente! (tienes 60 segundos para cada una)

¿Cuáles son los 5 valores básicos en tu vida? es decir ¿Cuáles son las 5 cosas que valoras más en tu vida? Luego que los escribas, organízalos de acuerdo a la prioridad.

Escribe tus 3 metas más importantes en la vida ahora. Escribe lo primero que te llegue a la mente.

¿Cómo pasarías el tiempo si hoy descubrieras que tienes 6 meses de vida? Escribe pensando en que todo lo que escribas lo puedes hacer con sólo escribirlo, sin importar los recursos materiales)

¿En qué cambiarías tu vida si hoy te sacaras 1 millón de dólares? ¿Continuarías trabajando en dónde estás? ¿Qué cambiarías en tus actividades diarias? Pensando en que si lo escribes lo puedes cambiar.




¿Qué es lo que siempre has querido hacer pero has tenido miedo de intentar? imagina que harías si no tuvieras miedo.

¿Qué tipo de actividades te proporcionan mayor satisfacción y felicidad, paz? ¿Qué hacías en esos momentos?

¿Qué gran cosa te atreverías a hacer si supieras que no puedes fallar? Imagina que tienes una píldora que hace que todo lo hagas bien y te garantiza éxito absoluto.

Una vez que concluyas este ejercicio, deberás actualizarlo por lo menos una vez al mes, para ir avanzando en el conocimiento personal que tengas sobre tus valores y principales propósitos de vida que no debes perder de vista al organizar tu día a día y tus metas semanales y diarias.

Sesión 8.




Construyendo tu Plan de AcciónConstruyendo tu Plan de Acción

Sesión 8 Construyendo tu Plan de AcciónSesión 8 Construyendo tu Plan de Acción

¿Información es poder?

Tal vez hayas escuchado mucho este lema “información es poder”, pero ¿realmente es así? ¿De qué te sirve la información, tus conocimientos, tus habilidades si no traduces esto en acción? Entonces debemos cambiar esta frase por: “Acción es poder”.

Solamente tomando acción realmente se dirá que “puedes” o “no puedes”, el poder sin la acción no existe, y tú tienes ese poder dentro, como diría Anthony Robbins: “sin límites”, porque tienes todo lo que se necesita, sólo necesitas despertarlo. Ese es el principio del coaching.




A partir de esta sesión, te compartiré herramientas para entrar en acción, y para esto necesitas un plan, estrategias y nuevos hábitos. Poco a poco te iré compartiendo lo que funciona y lo que te ayudará a avanzar realmente.

¿Empezamos?

La planeación

La primera herramienta es la fundamental para empezar a “ponerle pies” a tu sueño y a tu meta es la planeación inteligente. Tu planeación debe contemplar todo lo que te acerque a tu sueño.

La planeación te obliga a poner actividades concretas, que se volverán tus tareas clave para empezar a avanzar realmente.

Hay un principio que aprendí hace mucho tiempo, que dice lo siguiente:

Entre más esfuerzo le dediques a planear, menos esfuerzo le tendrás que dedicar a la ejecución.

En términos gráficos se vería de la siguiente manera:


Esfuerzo de

planeaciónEsfuerzo de Planeación

Esfuerzo de Ejecución

Esfuerzo de Ejecución

20 % 80 %

20 %80 %



Como se puede apreciar, el impacto que tiene la planeación en tu vida es muy importante, por lo tanto debes poner especial atención en el tiempo y el método que utilizas para llevar a cabo dicha planeación, y luego, poner atención sobre cuáles son los hábitos y estrategias para que lo planeado sea ejecutado.

Video de la sesión 8

Práctica de la Semana

PLAN DE ACCIÓN

Fecha de formulación del plan: ________________________________________________________

1.- ¿Cuál es la situación actual?




2.- Expresa lo que deseas (Se específico, di lo que quieres lograr, no lo que quieres evitar, en general, declara los aspectos positivos de tu deseo)

3.- ¿Qué no has hecho, que si lo hicieras marcaría la diferencia y te llevaría a donde quieres estar?

4.- Anota los pasos necesarios para llegar y las fechas de cumplimiento de cada uno.

Pasos Fecha

5.- En el eventual caso de que un paso de los anteriores no se lograra, ¿qué harías? (Plan de contingencia).




Pasos Fecha

6.- Una vez conseguido tu propósito ¿qué recibirás al lograr lo que deseas?, ¿quiénes se beneficiarán?

7.- ¿Cómo te sentirás al lograr tu objetivo? ¿Qué te diría alguien que amas de lograr lo que deseas?

8.- Identifica cuatro evidencias de tu avance y aquella que indicará que ya haz logrado tu objetivo.

1.

2.

3.

4.




9.- ¿Qué podría salir mal?

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10.- Define de qué manera te premiarás tus avances y el logro de tu objetivo

1er avance. Premio:

2º avance. Premio:

3er avance. Premio:

Logro de objetivo. Premio:

11.- ¿Cómo compensarás las áreas posiblemente afectadas una vez que logres tu objetivo?

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12.- ¿Qué podría resultar algo realmente inesperado, fantástico, increíble, extraordinario?

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