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REALIZADO POR: Sergio Jiménez Carrillo Inmaculada Muñoz Cabrera José Manuel García Pastor Ana Tur Pozo Macarena Van den Akker Robledo Samuel Cristóbal Salgueiro ASIGNATURA: PLÁSTICA PROFESORA: BEATRIZ MANGAS HERNÁNDEZ

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REALIZADO POR:

Sergio Jiménez Carrillo

Inmaculada Muñoz Cabrera

José Manuel García Pastor

Ana Tur Pozo

Macarena Van den Akker Robledo

Samuel Cristóbal Salgueiro

ASIGNATURA: PLÁSTICA

PROFESORA: BEATRIZ MANGAS HERNÁNDEZ

10 de Enero 2011

1º GRADO EN EDUCACIÓN PRIMARIA (T1)

ÍNDICE:

INTRODUCCIÓN.........................................................................

Pág. 3

“LA VISIÓN DE LA MUJER Y DE LA MATERNIDAD A LO LARGO DE LA HISTORIA”....................................

Pág. 3

ARTÍCULOS.................................................................................

Pág. 11

· INMACULADA MUÑOZ..................................................

Pág. 11

· MACARENA VAN DEN AKKER.....................................

Pág. 12

· ANA TUR...........................................................................

Pág. 13

· SERGIO JIMÉNEZ.............................................................

· JOSÉ MANUEL GARCÍA PASTOR……………………

· SAMUEL CRISTÓBAL SALGUEIRO………………...

Pág. 15

Pág. 17

Pág. 19

WEBGRAFÍA...............................................................................

Pág. 21

INTRODUCCIÓN:

Presentamos un artículo a lo largo del cual expondremos diversos puntos de vista sobre un tema en concreto:

“La visión de la mujer y de la maternidad a lo largo de la historia”.

A través de dicho artículo veremos las distintas opiniones sobre la mujer y la maternidad en diversos ámbitos, tales como la antigüedad, la pobreza, el tercer mundo, las polémicas con la Iglesia, la muerte...

Para ello es necesario que nos hagamos una serie de preguntas, que mantengamos la mente abierta a cualquier tipo de información u opinión, y que, ante todo, respetemos las conclusiones finales, así como si se quiere añadir nuestra propia opinión.

Comenzaremos reflexionando...

Nos situamos en el siglo XXI, época en la que no existen restricciones en cuanto a libertad de pensamiento; en la que todos, o la mayoría poseemos una educación desde pequeños; en la que se nos intenta inculcar ciertos valores para que aprendamos a actuar con juicio propio, y con prudencia; en la que se nos da oportunidades para levantarnos si hemos caído;... al fin y al cabo, una época en la que no se intenta destruir a la persona, sino formar a cada uno de nosotros como personas individuales y responsables en cuanto a acciones. Se puede decir que vivimos en un siglo avanzado, no sólo en sociedad, sino también en el resto de los ámbitos.

¿O quizás no? Puede que por el camino tropecemos con algunas organizaciones que nos lleven al principio de los tiempos debido a sus costumbres, pero como seres realizados y autosuficientes, debemos darnos cuenta de que pertenecemos a otra época y costumbres, y abrirle los ojos al resto de la humanidad.

¿Es normal ser madre adolescente? ¿Sigue la mujer infravalorada? ¿Es en todos los sitios la mujer y la madre tratada igual? ¿Todas las mujeres son madres por gusto? ¿Siguen algunas costumbres de antaño vigentes hoy en día?

Todas estas preguntas serán tratadas a continuación.

LA VISIÓN DE LA MUJER Y DE LA MATERNIDAD

A lo largo de la historia se ha dado una sociedad patriarcal donde la figura del hombre era aquella que aportaba el sustento a la casa. Por otro lado la mujer, la cual no podía formarse intelectualmente para el mundo laboral, era la que traía los hijos al mundo y la que cuidaba de ellos y los educaba.

A causa de esta sociedad, la mujer ha sido concebida durante generaciones como una eterna “menor de edad”, pues se desconfiaba de ella y se la vinculaba a elementos negativos, además de mostrarse como un ser débil y no desarrollado en cuanto a nivel intelectual. Esto producía una actitud proteccionista hacia ella por parte de los hombres, o más bien machista, pues era necesario mantenerla inferior al varón.

Hay que decir que, aunque esta sociedad ha sido la más dada durante toda la historia, también hubo un período en el que la mujer se consideraba igual al hombre, e incluso superior. Para ello es necesario remontarse a los siglos anteriores a Cristo, pues en la antigua Grecia muchas mujeres se alzaron en grandes podios de sabiduría. No obstante, pronto empezó la envidia por parte de los hombres, pues se sentían inferiores e inútiles. La religión cristiana apoyó este hecho, pues, como todos sabemos, la cultura griega era politeísta, y entre la multitud de dioses que poseían se encontraban muchas mujeres. Sin embargo, alrededor de la religión monoteísta se monopolizó a hombres. En la cristiana sin ir más lejos se puede observar como la única mujer que se nombra en la madre de Jesús, precisamente porque no había otra forma de darle vida a un hombre si no es a través de su madre. A raíz de acontecimientos como estos, surgió la necesidad de machacar a la mujer, someterla a una casa y al cuidado de unos hijos, impidiéndole una educación que anteriormente había suscitado el progreso en ellas. Un buen ejemplo de ello se puede observar en los Juicios de Salem, así como la Santa Inquisición, que mataron a muchos inocentes por estar relacionados con la brujería. Sin embargo, si nos paramos a pensar en lo que eran las brujas, sólo podremos observar a mujeres sabias que habían conseguido grandes progresos en la “medicina” de su época, que podían ayudar a otras a traer hijos al mundo, y que tenían ese don para ayudar. Esto provocó recelos en aquellos que se sentían inútiles.

A causa de esto, los hombres necesitaban eliminar a la mujer de la sociedad, lo que suponía quitarles su voz y voto, así como su inteligencia. Pocos personajes tuvieron el valor de hacerse públicos, generalmente ligados a un estatus de vida alto como pudieron ser la nobleza o el clero, en los que quizás tuvieron oportunidad de recibir una educación digna. Estas excepciones se encuadrarían en los marcos de reinas, nobles o santas.

Sin embargo, excepto las mujeres pertenecientes al clero, que estarían dominadas por un sacerdote o cura superior, cada mujer suponía como su estado “natural” el matrimonio. Éste ha ido evolucionando, ya que al principio era una institución laica, y más tarde se impuso como sacramento, hasta el siglo XII.

En cuanto al matrimonio, las desigualdades eran sobresalientes pues, por un lado, la mujer era modelo de castidad y fidelidad exclusiva a su marido; mientras que éste último poseía la libertad para mantener relaciones sexuales con prostitutas o esclavas. El adulterio por parte de la mujer abarcaba un gran castigo y humillación.

La mujer, desde pequeña, era iniciada para ser una buena ama de casa, esposa y madre, pues ésta era la única meta a la que podía acceder para sentirse realizada. Esto le supondría la felicidad alcanzada a través del bienestar, la seguridad y el respeto individual y social, que muchas veces se quedaba a medio camino. Estas promesas parecían más excitantes que un trabajo ingrato y mal remunerado, por ello, era la elección más común, incluso obligación, ya que, una mujer soltera no podía tener hijos, e incluso si los tenía, era una vergüenza social para su familia y para su futuro hijo. A causa de esto, una mujer soltera era un ser nulo, enclaustrada y dependiente del hogar paterno. No podía tener vida propia, por lo que cuidaba hijos ajenos o se encargaban de la casa con su madre. Es por esto por lo que su futuro dependía de la elección del cónyuge, o más bien de su padre, a casarse con alguien que, por supuesto, diera una buena dote por ella.

En la actualidad, la mujer recobra sus valores, e incluso los aumenta. Ser soltera ya no es un obstáculo, sino que le permite ser una persona dinámica, independiente y libre, con oportunidad de estudiar, trabajar, viajar, etc.

Por otro lado, el hombre soltero también es capaz de auto realizarse, sin necesidad de ser padre o casarse.

Además de las desigualdades entre hombres y mujeres, también era bastante señalado el escalón entre madres de un status social alto y bajo. Partiendo del concepto pobreza como falta de recursos, es sin duda bastante llamativo que, cuando una mujer ejercía la maternidad en un status social carente de riquezas, era símbolo de falta de salud, empleo, ingresos, nutrición, educación etc.

Así como las mujeres aran consideradas mano de obra inferior, también eran mal vistas aquellas que no deseaban traer hijos al mundo, pero detengámonos en este punto. Sí estaba, y muy bien visto, que una mujer a temprana edad pudiera casarse y tener hijos. Privándola del juego infantil y la escuela.

Por otro lado, la pobreza condiciona a no poder desarrollar derechos, que en la mayoría de los casos están centrados en las desigualdades entre hombres y mujeres. A lo largo del siglo XX ha habido fuertes transformaciones en la política, economía y en todos los sectores de una sociedad abierta al cambio. A pesar de todas las luchas realizadas a favor de los derechos de las mujeres y de los avances alcanzados, aún predomina una cierta influencia negativa sobre ellas.

Las mujeres que viven en un ambiente de necesidad desde muy temprana edad ven en la maternidad el “ser alguien en la vida’’, es decir, existir. La pobreza les impide un trabajo dentro de una sociedad, sin embargo, su papel de madre les lleva a tener su propia jornada. Por otra parte, también se sienten frustradas por no poder mejorar las condiciones de vida para su familia, pues, ya de por sí, son las encargadas de introducir la educación en ella.

La mujer y la escasez eran símbolo de analfabetización, de aquí que desarrollaran políticas sociales con actividades formativas.

También hay que considerar que en situaciones de pobreza, la maternidad no tiene un final feliz pues, mucho de estos seres que llegan al mundo por sus escasos recursos higiénicos-alimenticios ven empeorada su salud llegando muchas veces a morir.

En contraposición estarían las mujeres de la clase alta o media, que aún siendo educadas para traer niños al mundo, la educación de sus hijos la llevaban los maestros e institutrices.

Queda reflejado cómo, sin elegir dónde nacer, las mujeres ya les labraban a sus hijos aún no nacidos el futuro que les quedaría por andar.

Por otro lado, también es necesario hablar del dolor sufrido por estas, es por ello que dicen que el dolor más grande que un ser humano puede sentir es el de una madre al perder a su hijo. Esto concierne a dos causas, por una parte, el absurdo de que un progenitor sobreviva a su descendencia, y por otra que, si de verdad hay un amor completo en este mundo, ese es el de una madre, que nos lleva en su seno durante nueve meses y nos cuida, nos mima y se desvive por nosotros.

Cuando uno tiene un hijo, lo cuida, lo educa y desea lo mejor para él. Lo ama enormemente pero siempre con la intención de hacer lo mejor para él. A medida que va creciendo se le desea la mejor educación, que movilice el pensamiento, que pueda razonar, pero que  tenga la capacidad de ir conectándolo con la realidad, sin embargo, no sólo la que le da su medio más cercano, sino que pueda descubrir un mundo real en el cual está inmerso, rodeado de diferentes historias. Esto no es ningún trabajo fácil, pues criar un hijo es algo muy subjetivo y de lo que nunca se estará seguro si se hace correctamente o no. Es estar atento a poner palabras cuando es necesario, compartir su crecimiento y aprender de él, dar opiniones, gusten o no, desde lo más sincero de nuestro ser y con el mayor respeto que se tiene al hijo.

No existe manera alguna de describir la magnitud del dolor que se siente tras la muerte de un ser querido y más aún cuando éste es tu hijo. Se inicia así un período de mucha tristeza y que vive varias etapas que terminan por sanar el alma, pero no borrar la pena. La muerte de un hijo debe ser una de las experiencias más devastadoras que una madre puede vivir y existen muy pocas posibilidades de que logre salir adelante con mucha facilidad. Parece como si entre madre e hijo jamás se cortara el cordón umbilical y la conexión fuera permanente, entonces al irse uno, se siente como si se desmembrara una parte de sí.

Cuando nace un niño, los padres sienten unas emociones que no existen en ninguna otra relación humana. El solo hecho de tener al bebé en brazos, mirarlo dormir o ver su graciosa sonrisa les produce una inmensa felicidad y satisfacción. Los buenos padres cuidan con ternura a sus hijos y se esfuerzan por enseñarles a comportarse debidamente y a tener buenos modales. Y cuando ven que responden a sus desvelos, se sienten orgullosos y empiezan a poner grandes esperanzas en ellos.

Los buenos padres también trabajan mucho para mantener a sus hijos. Posiblemente vayan guardando dinero o bienes con el fin de ayudarlos a formar su propia familia el día de mañana. Cuando uno piensa en todos los sentimientos, los desvelos, el tiempo y el dinero que los padres invierten en la crianza de sus hijos, es obvio que lo hacen para que vivan, no para que mueran. Cuando pierden a un hijo, la labor de criarlo queda incompleta, y las esperanzas que los padres habían puesto en él se vienen abajo. Ya no le pueden demostrar su profundo cariño, pues la muerte, como un inmenso muro de piedra, se ha interpuesto entre ellos. La pérdida de un hijo crea un terrible vacío en el corazón de los padres, un sufrimiento muy difícil de sobrellevar.

Muchas veces, los padres experimentan culpa por haber sobrevivido a su hijo, se preguntan a menudo qué habrían podido hacer para prevenir las situaciones que pudieron haber causado su muerte. Las afirmaciones de otras personas, que tratan de consolar a los padres diciendo que el hijo falleció como resultado de sus propias acciones, no puede aliviar el dolor que experimentan los padres, ni sus intensos sentimiento de aislamiento y derrota.

En muchos casos el hijo adulto habrá vivido en una localidad lejana de la casa de sus padres, y muchos habrán logrado establecerse en sus propios hogares y carreras. Pero es también un error creer que esto puede llegar a aminorar el dolor que siente un madre, ya que un hijo siempre permanece cerca en el corazón, por más distancia física que haya entre ambos.

También es cierto, sin embargo, que cuando fallece un hijo que convive en el hogar de sus padres, toda su rutina se ve alterada. Algunos padres que sostenían a su hijo adulto, si es que éste era física o mentalmente discapacitado, o bien tenía dificultades con las drogas o el alcohol, pueden haber concebido a este hijo como el centro de sus vidas, con lo que su muerte les deja un enorme vacío en su diario, agregando más pena y sensación de pérdida.

Según el cristianismo, la Virgen María no solo mostró su extraordinaria fe al dar ese sí incondicional a engendrar el hijo de Dios, sino mostró también su valentía y su disponibilidad a aceptar el sufrimiento y hasta la muerte, bien reflejado en la obra escultórica de Santa Marta, que veremos al final del artículo, esculpida por Luis Ortega Brú.

Una vez analizado el tema de la maternidad en distintos ámbitos como son en la antigüedad, en la pobreza e incluso en culturas de nivel menos desarrollado, es la hora de tocarlo desde un punto de vista quizás algo más problemático como es el de la Iglesia.

Todos sabemos que desde la antigüedad, la Iglesia ha visto como favorecedor el hecho de ser familia numerosa, y no porque quiera más “hermanos” en su comunidad, sino porque restringe medios que podrían evitar casos como la maternidad en adolescentes.

No es nada nuevo la disputa que existe hoy en día sobre este tema, es más, continuamente nos informan a través de los medios de comunicación sobre las decisiones en cuanto a medidas anticonceptivas o abortos.

Seamos claros, que en tiempos remotos estuviera bien visto casarse joven y tener cuantos más hijos mejor, no significa que esta manera de vivir se siga implantando en una sociedad que se toma como moderna y avanzada. Hablamos de una época atrasada, que se podría dar en países del tercer mundo, o en los casos de familias pobres; sin embargo, en una sociedad con grandes progresos médicos, con una economía generalmente estable, y con una educación que se implanta desde pequeños hasta una cierta edad suficientemente avanzada, no es posible que se tenga la misma visión que antaño.

Ya desde el colegio, a los niños se les habla sobre la sexualidad, para que no lo tomen como un tema tabú, sino como algo totalmente natural. Una vez situados en el instituto, a la edad que comprende desde los 14 a los 16, especialistas en el tema, vuelven a intentar acercarles la sexualidad, pero ya no como un tema nuevo, sino como información en cuanto a sus impulsos y atracciones. Aunque a muchos les pueda parecer una edad excesiva, debemos aceptar que la pubertad hace que los adolescentes se intriguen por el tema, y más de uno lo intente vivir como experiencia propia.

Debido a esto, es necesario estar preparado, darles una información a los adolescentes que les será de utilidad el resto de su vida. Hablamos de los métodos anticonceptivos, que no solo previenen una maternidad prematura, sino también el contagio de enfermedades de transmisión sexual como la gonorrea o el sida. En el caso de que una adolescente crea que se ha podido quedar embarazada, puede acceder a pastillas anticonceptivas como la píldora del día después, o si, por el contrario, el estado es más avanzado, puede optar por el aborto.

Estas ideas no son aceptadas por la Iglesia, y no sólo hablamos de la religión cristiana, sino también de otras muchas que prohíben tomar medidas en cuanto a embarazos no deseados. No está demás decir, que hace poco vio la luz un tema relacionado con esto, en Cataluña, donde la Iglesia no permite que se den charlas de información sexual en los colegios de los que se encarga.

No obstante, ¿no nos damos cuenta de que ha avanzado el mundo en todos los ámbitos excepto a lo que refiere a la religión?

Por último, trataremos nuestro tema desde un punto de vista más actual. Para ello, debemos decir que la maternidad se está viendo muy afectada, y esto es debido al progreso de la sociedad, que conlleva nuevos hábitos en la vida cotidiana.

Desde siempre, el tema de la maternidad ha sido uno de los principales ejes de la sociedad, y aún más en los siglos XX y XXI.

Durante el siglo XX la tendencia de la maternidad ha sido modificada, ha pasado de ser un tema en el que la mujer se ha dedicado sólo y exclusivamente a las tareas de la casa y al cuidado de los niños, a ser otra totalmente diferente en la que decide o no ser madre y, si lo es, conlleva también si es soltera, por lo que se puede decir que el papel del padre tiene una mayor relevancia en estos tiempos.

Actualmente, al hablar de la maternidad, no sólo se debate este tema en concreto, ya que, junto a ella se puede abordar diferentes temas como son el aborto, la búsqueda de empleo, la paternidad y la situación de cada persona, que como ya sabemos, no es lo mismo tener un hijo en un país desarrollado frente a otro que no lo es, y aún así en un mismo país desarrollado se ven diferencias sociales…

Como ya se ha mencionado anteriormente, el tema del aborto hoy en día es muy debatido entre la sociedad, ya que en la actualidad la mujer puede decidir si quiere o no tener al hijo que espera. Esto suscita enfrentamientos tanto éticos como morales, además de religiosos. Al hablar del aborto se abre una enorme brecha que divide la sociedad en dos ya que, unos están a favor de ella y otros no. A partir de esto nos podemos plantear otro tipo de cuestiones como son ¿cuándo se considera que una célula tiene vida? ¿Desde el momento en que se engendra o partir de varias semanas? Como vemos el tema está servido y sus respuestas no tardan mucho en salir a la luz….

Como vemos, en pleno siglo XXI ser madre es una tarea difícil y complicada, ya no sólo por decidir si tener un hijo o no, sino también porque acarrea otra serie de cuestiones como es el empleo y su búsqueda. Observamos en un estudio realizado en el informe Fecundidad y valores de la España del siglo XXI, en el que fueron encuestadas alrededor de 100.000 españolas, entre 15 y 75 años, que dos de cada tres consideraban que tener descendencia dificulta su progresión en la empresa, y un 8% de las trabajadoras sostienen que han sufrido discriminación en la empresa después de ser madres, y no sólo eso, ya que muchas de las mujeres que son madres tienen problemas con la flexibilidad de horarios, los permisos y excedencias o los beneficios sociales para madres con niños pequeños, y esto conlleva que las mujeres se planteen si tener hijos, pues el bienestar que se pretende dar al niño no es el más deseado.

Este hecho provoca que la gran mayoría de las mujeres retrase su maternidad hacia los 30 años, por no hablar del descenso de natalidad que se sitúa entre 1 o 2 niños por madre.

Aún así, y a pesar de las muchas dificultades que hay para traer a un niño al mundo, dichos problemas van disminuyendo poco a poco y todo gracias a la lucha de muchas mujeres porque haya igualdad de género y que ésta sea reconocida por las labores que hace, tanto fuera del trabajo como dentro.

Todos estos cambios llevan a otra visión de la maternidad y es que los padres están teniendo, aunque lentamente, más responsabilidades con referencia al cuidado de los niños. Como ya sabemos, hoy en día, en una pareja, criar a un niño no es sólo tarea de una sola persona sino de los dos, con lo cual la tarea que antes realizaban las madres como llevar al niño al colegio, bañarlo, vestirlo etc.… también lo es del padre y, ello se va notando cada vez más en la sociedad.

Estos hechos se agravan más en los países del tercer mundo, puesto que los recursos son escasos, y el porcentaje de natalidad por cada mujer es muy superior al de un país desarrollado. No obstante, no sólo la natalidad está elevada, sino también la mortalidad, generalmente debido a la falta de recursos sanitarios y de medios anticonceptivos, lo que obliga a la mujer a quedarse embarazada, además de estar totalmente expuesta a contagios de sida o de otras enfermedades venéreas.

En dichos países en vías de desarrollo se vive lo que los países desarrollado superaron hace relativamente poco. Es necesario que intentemos hacer llegar un mínimo de educación y de vías para evitar problemas tan graves como los mencionados anteriormente.

Por otro lado, también es intachable la falta de abertura en la mente de la sociedad actual. Todos debemos actuar para que este problema no siga afectando en las siguientes generaciones, y como futuros maestros, debemos tener claro cuáles son los valores que les queremos inculcar a nuestros alumnos, hacerles comprender el avance de la historia, y que estamos aquí para que lo siga haciendo.

ARTÍCULOS INDIVIDUALES SOBRE LA MATERNIDAD

· Inmaculada Muñoz:

COMENTARIO FOTO MATERNIDAD EN LA POBREZA

En la foto se observa, por una parte, la clase social a la cual pertenece el personaje central, y al mismo tiempo una tierna maternidad. Ambas se combinan y crean una atmósfera de nostalgia, tristeza y pobreza.

Centrándonos en el personaje principal de la obra se respira en ella una cierta pobreza económica y cultural acompañada del lugar donde se desarrolla la acción. El ambiente puede formar parte de un clima rural o bien un campo de acogida donde el sector social más deprimido se encontraba inmerso.

Por otra parte la maternidad latente se mezcla en la imagen formando un retrato de una época determinada donde la mujer era considerada ama de casa y encargada de la crianza de los niños.

Esta mezcla de ternura, bienestar y placer por la lactancia de un hijo se unen a la tristeza, pobreza y desconsuelo de una mujer nacida en una época determinada y en unas condiciones socio-económicas- políticas y culturales concretas.

En la foto también se puede apreciar la utilización de colores oscuros como son los grisáceos, negros… esto provoca un efecto de tristeza, soledad, oscuridad…

Con respecto a la autora de esta fotografía, Dorothea Lange, es importante comentar que conmovida por el impresionante número de desarraigados y desocupados durante la época de la depresión económica, decidió fotografiar la gente de las calles, con el objetivo de sensibilizar a la opinión pública respecto a su miseria.

También realizó documentos directos y sin miramientos de la extrema pobreza de los obreros itinerantes y sus familias, además captó en sus fotos el orgullo y la dignidad con que la gente soportaba sus condiciones de vida.

Ésta también realizo otros importantes trabajos como fue la fotografía de "Madre Migrante", que quedó como su mayor clásico. La mujer en la foto es Florence Owens Thompson, la misma persona que fotografió varias veces, como por ejemplo en la foto que se está comentando. El impacto de las fotografía de Lange es mostrar la fuerza y necesidad de los obreros inmigrantes.

· Macarena van den Akker Robledo:

LA SAGRADA FAMILIA DEL PAJARITO

La Sagrada Familia del Pajarito es una de las obras más populares de Murillo, pintada hacia mediados del S. XVII.

La composición está formada por tres figuras importante la Virgen María, el Niño Jesús y San José. El centro de la escena lo ocupa el Niño Jesús con un pajarito en la mano, más exactamente un jilguero.

Murillo representa en esta composición una escena familiar, nada de divina ni religiosa. Podría ser cualquier familia que disfruta de su hijo. Los padres dejan de hacer sus tareas diarias para mirar tranquilos a su hijo, escena poco común en aquella época, pues los niños no tenían tanta atención por parte de los padres, ya que la mortalidad infantil era alta y las parejas solían tener muchos hijos y algunos de ellos se morían (por enfermedades, hambrunas, etc.); esto parece ahora cruel, pero era la mentalidad de la época.

Es curioso el papel que desempeña San José, que normalmente es apartado de estas representaciones, ya que en las obras siempre aparece la figura materna (la Virgen María) con el niño. En el S. XVII, las madre de familias pobres también trabajaban y se ocupaban de la familia, mientras que el padre sólo trabajaba para “sacar la familia adelante”, y esto ha estado ocurriendo hasta hace un siglo.

El hecho de que se ponga a San José como protagonista junto con Jesús sirvió para aclarar la idea que se tenía de San José en la reforma protestante, que decía que San José no había tenido importancia en la vida de Jesús y que no había influido para nada en su historia.

María contempla a su hijo tranquilamente mientras come una manzana. Indirectamente, la muestra como una madre más como la primera madre, Eva, comiendo la manzana (símbolo del pecado original). Una escena muy cotidiana, donde una madre observa las hazañas de su hijo.

En la actualidad la figura del padre se ve distinta, ya que puede llevar a cabo los papeles de la figura materna, es decir, puede llevar hacia adelante las labores de la casa, puede llevar al niño al colegio… mientras que la madre está trabajando.

Este último aspecto es importante resaltar porque antes las madre sólo tenía la posibilidad de trabajar dentro de casa, y ahora no.

Ahora podemos desempeñar trabajos fuera de casa y el hombre puede dedicarse a las labores del hogar también.

¿Adelantó Murillo un modelo de familia que actualmente se da?

Hay que hacer notar que Murillo le da mucha importancia, o mejor, más importancia de lo que normalmente se le daba a la mujer y a su papel en la sociedad y en la familia; y la mejor prueba es que es uno de los pocos pintores que firman con el apellido de su madre (María Pérez Murillo). Esto también lo hicieron otros pintores como Velázquez o Bécquer.

· Ana Tur:

JENS GALSCHIOT

Este escultor danés, nacido en 1954, esculpió una escultura en bronce llamada la “niña embarazada”. Dicha escultura, hace referencia a una de las mayores polémicas existentes hoy en día, como es el rechazo de la Iglesia frente a las medidas anticonceptivas. Esta obra representa a una niña embarazada, clavada en una cruz.

Situada frente a la Catedral de Copenhague, su principal función es la de mostrar el desacuerdo del autor con los fundamentos extremistas que mantienen tanto el presidente Bush como el Papa, pues predican la abstención sexual hasta el matrimonio, como único camino para evitar el contagio de VIH o los embarazos no deseados.

A continuación el testimonio del propio autor de la escultura, Jens Galschiot:

"Intentan regresar la educación sexual a la época victoriana y prohibir información sobre anticoncepción - que según ellos conduce a voluptuosidad. La iglesia católica romana sostiene que contracepción es contraria a las doctrinas bíblicas, por ende alega la tesis absurda que sólo 'sexo sin protección' es  permisible. Las consecuencias de esta línea pueden ser nefastas para la propagación de SIDA y  enfermedades venéreas y de este modo producir aun más sufrimiento. La escultura no es un comentario al debate sobre aborto o métodos biotecnológicos, sino una expresión artística en defensa del derecho a la contracepción y educación sexual sin prejuicios."

Como hemos podido comprobar, la polémica sobre la maternidad hoy en día en jóvenes adolescentes da mucho de qué hablar, pues, ya de por sí es un problema debido a la falta de información en las jóvenes. No obstante, no es lo único que corrobora en este dilema, sino que muchas familias obligan a sus propios hijos a mantenerse castos hasta el matrimonio o a no utilizar métodos anticonceptivos, debido a ciertas religiones que pretenden implantar una sociedad que más propia es de pueblos subdesarrollados o sociedades de antaño, a una sociedad como debe ser la del siglo XXI, caracterizada por su libertad de expresión y de acciones, siempre que no se dañe la libertad de otros.

· Sergio Jesús Jiménez:

MISTERIO DE LA HERMANDAD DE SANTA MARTA, SEVILLA

Desde la antigüedad, uno de los temas más representados en el mundo del arte es la maternidad. Precisamente es la maternidad en lo que nos hemos fijado y decantado mis compañeros de grupo y yo. En mi trabajo de los 40 principales, al igual que mis otros compañeros, incluimos varias pinturas y esculturas de artistas de una forma u otra representaban la maternidad. Y la casualidad venía a que casi todas las fotos relacionadas con la maternidad, tenían carácter religioso.

Tenemos por ejemplo la Piedad de Miguel Ángel, escenas de la Anunciación y en mi caso, una de las obras más destacadas del escultor-imaginero gaditano, Luís Ortega Brú. La imagen es la obra escultórica del Misterio de la hermandad de Santa Marta, Sevilla (1953).

Como hemos mencionado antes, el Cristo, San Juan, los Santos Varones y las Marías, los talló Ortega Brú en 1953. Posteriormente restauraría al Cristo en 1977. La Virgen (bajo la advocación de Virgen de las Penas) y Santa Marta, fueron realizadas por Sebastián Santos en 1958 y 1950. Algunos datos biográficos de la vida de Ortega Brú son:

Luis Ortega Brú nace en San Roque, provincia de Cádiz, en 1916. Fue un imaginero y escultor gaditano. En el año 1931, estudia escultura en la escuela de Artes y Oficios de la Línea de la Concepción, y en 1934 recibe clases de dibujo con el maestro y poeta de San Roque, José Domingo de Mena. Su carrera estuvo truncada por el estallido de la Guerra Civil Española, ya que el militaba en el bando republicano. Cuentan sus hermanas en un documental que al estallar la Guerra, Luis talló en la puerta de su casa, con una gubia hecha artesanalmente por él, las siglas de la CNT (Confederación Nacional del Trabajo). Está considerado uno de los mejores escultores de arte sacro de todos los tiempos. Y el último de los grandes imagineros Españoles. Sus obras más importantes son: Para Sevilla, Jesús del Soberano Poder (1975) y Caifás (1976) de la Hermandad de San Gonzalo, Misterio de la hermandad de Santa Marta (1953), El Apostolado de la Hermandad de la Cena (1975-1982), Cristo de la Salud de Montesión, de la hermandad de Montesión, Para Huelva esculpió las Imágenes del Misterio de la Oración en el Huerto y para San Roque, su obra más importante, el Cristo de la Buena Muerte, entre otras muchas. Fallece en 1982.

El grupo escultórico de Santa Marta representa el pasaje bíblico (San Mateo, 27, 59-61) en el cual Jesús es llevado al sepulcro por los Santos Varones, José de Arimatea y Nicodemo, acompañados por las Tres Marías, Santa Marta, San Juan y la Virgen.

Nos llama la atención el sufrimiento de la madre al ver a su hijo muerto como cualquier madre sufriría. En contradicción de otras imágenes de otros compañeros de mi grupo, yo he preferido hacer una crítica constructiva a la maternidad desde otro sentido, no desde el nacimiento o desde la infancia, si no tras la muerte, como vemos en la imagen y he comentado antes, el dolor de la Virgen.

Como nos cuenta la Biblia María, que era Virgen, se quedó embarazada pero no de su marido, del Espíritu Santo. María da a Luz en un complicado parto y seguía siendo Virgen. Recordamos que en esa época hubo una campaña para controlar la población, matando a los niños que nacieran en ese año. María salvó a su hijo. A partir de aquí comienzan los problemas. Pasan los años y su hijo se hace mayor y como sabemos, Jesús no era más que un rebelde de su época, siempre cuidado por María, su madre. Su hijo muere y como cualquier otra madre María sufre al ver a su hijo morir.

Ya desde pequeños en los colegios nos han inculcado la doctrina cristiana en la que nos señalan que lo correcto es formar una familia. Ya desde ese momento nos están obligando, a grosso modo tener hijos. Ese es el sueño de cualquier niña. Por ejemplo le podemos preguntar a cualquier niña de siete u ocho años y lo primero que nos dice es que quiere tener dos niñas (siempre acompañado de para llamarle Lucía y Ana) o ya en ejemplos de adolescentes, debido a los cambios corporales, a la maduración tanto por parte de los niños que de las niñas, uno de nuestro objetivos dentro de esa edad es el sexo. Incluso a veces nos da igual cómo o qué tenemos que hacer para tener sexo. Y es en eso en lo que algunas y algunos niños y niñas inocentes se arriesgan su vida, su futuro en unos solos minutos de placer (digo solo unos minutos porque es el precio que pagamos o estamos puesto a pagar por tener relaciones sexuales)

Ya nos vamos al caso de la Virgen María. Cómo hemos dicho antes, era Virgen y tenía poco años (según documentos encontrados en páginas de Internet sobre unos dieciséis años) y ya estaba casada. El estar casada en esa época era símbolo de dominio por parte de su marido. Si lo que le pasó a maría hubiese ocurrido en la actualidad, estaríamos ante un claro caso de polémica y de escándalo y no obstante llamaríamos “loco” a quien se creyera esa noticia (repito, si hubiese ocurrido en la actualidad)

Pero fuera de polémica, nos vamos a centrar en lo que nos concierne la imagen, el dolor. La virgen representada en este grupo escultórico (como todas las dolorosas) presentan actitud de dolor (representado por lágrimas, el puñal en el pecho, el pañuelo, etc.…) y sin ir más lejos nos recuerdan por desgracia a hechos que han ocurrido en la actualidad.

Un ejemplo que va pintiparado a este tema es la muerte y violación de alguna niña que por desgracia lo tenemos cercano; no es otro que el de la niña Mari luz. Puede ser un tema que tiene mucho o a su misma vez poco que ver con el caso de la muerte de Jesús. Pero si nos viene perfecto el ejemplo de la madre o del padre de la niña con la Virgen María. Llora desconsoladamente por la muerte de si hijo. Sólo tenemos que ver las imágenes del entierro en televisión. El desconsuelo y a su misma vez impotencia.

La imagen nos puede transmitir dolor pero nunca llegar a conmovernos tanto como una imagen real de una madre llorando por su hijo. No hay palabras que describan esa amarga escena.

Este tema nos plantea serias preguntas ¿podremos sentir (los hombres) ese amargo sentimiento de dolor cuando una madre pierde un hijo? ¿Es ético y moral el adoctrinamiento en el tema de la sexualidad en los niños de temprana edad? ¿El apoyo sentimental de una madre, es realmente su hijo? ¿Es libre ser madre?

Como conclusión añado una cita de Alphonse Daudet: "La maternidad es la razón de ser de la mujer, su función, su alegría, su salvaguardia"

· José Manuel García Pastor:

SEBASTIÁN SALGADO

Como vemos reflejado en el encabezado de esta página, la foto pertenece a Sebastián Salgado, un fotógrafo brasileño que está muy volcado en los temas sociales que se dan en la actualidad, dicho fotógrafo recibió en 1998 el Premio Príncipe de Asturias de las Artes.

Como observamos, esta imagen se nos ofrece con total naturalidad, en la cual una mujer con su hijo acuestas y con escasez de ropa trabaja en el campo, esta situación es muy típica de los países subdesarrollados o también conocido como del tercer mundo. Pero esta imagen va más allá de aquello que observamos, es una crítica a la situación que allí se está dando actualmente y es que a pesar de la belleza de esta foto, el dramatismo y las pésimas condiciones en las que se encuentran estas personas son muy duras, y mucho más para las mujeres y esta se agrava aún más en la maternidad. Tengamos en cuenta que en estos países las mujeres no son valoradas como deberían de ser y es que las desigualdades entre el hombre y la mujer son enormes. Además de esto la tasa de natalidad es altísima en estos países y la edad media de estas es muy baja, inferior a los 20 años. Esto conlleva no solo un riesgo por su edad sino además de tipo sanitario y es que un tercio de las enfermedades de las mujeres en los países subdesarrollados están directamente relacionadas con el embarazo, el parto y las enfermedades del aparato reproductor, es muy triste que en la sociedad en la que vivimos se siga permitiendo este tipo de casos y que los países desarrollados no hagamos nada para evitarlo y sabemos de más que con un poquito que cada uno haga, este tipo de problemas se solventaría con facilidad y es que toda persona tiene derecho a una sanidad digna, y sobre todo el derecho a poder vivir en unas condiciones óptimas y como he dicho anteriormente es fácil de hacer siempre y cuando pongamos de nuestra parte.

Aparte de esto no solo se trata de tema sanitario, sino también de educación y es que es básico tener una formación mínima y más estas mujeres en el que el nivel de analfabetismo es muy elevado en algunos países y es algo preocupante que se debería de solventar.

Ya no solo eso, también hay que reconocer a la mujer, defender sus derechos y sobre todo que haya igualdad entre éstas y los hombres, sobre todo a la hora del trabajo y es que muchas mujeres trabajan el doble que cualquier hombre y sus salarios son muy inferiores a la de un varón, y da pena que aún no esté reconocida a nivel laboral, y por estos motivos he cogido esta foto y es que si la observamos con detenimiento, deberíamos preguntarnos ¿cuántas horas al día dedica esta mujer en el campo?, ¿qué jornal se lleva cada día a casa?, ¿tiene algún descanso esta mujer? ¿Cuáles son sus condiciones sanitarias?.... son tantas las preguntas que se nos presenta que deberíamos planteárnosla una por una porque como ya vemos la mujer en estos países no está valorada y menos aún si es madre, y como vemos en esta foto, esta mujer es madre, que si lo vemos desde nuestra perspectiva diríamos que ser madre es una gran alegría para cualquier mujer, pero preguntémosle a ella si de verdad es una alegría tener un hijo, quizás la respuesta sea positiva pero siempre y cuando estuviera en unas buenas condiciones, y es que mujeres como ella no paran en todo el día, ya que si no es por trabajo, es por llevar adelante una casa y sus hijos, que no son pocos.

Por ello, y para finalizar, diría que veamos más allá de lo que vemos reflejado, que no es solo una simple foto es mucho más que eso, es una crítica a la situación que se está viviendo que debemos de frenarla y poner solución a estos tipos de temas, y es que este tipo de situaciones no se deben de permitir en pleno siglo XXI.

· Samuel Cristóbal Salgueiro:

LA PIEDAD

El tema de la maternidad es cercano al ser humano y obviamente lo ha sido a la sensibilidad de los artistas a través de los tiempos. En dibujos, pinturas, esculturas, grabados, fotografías y últimamente en video, el arte ha producido las imágenes más hermosas y sobrecogedoras sobre el nacimiento, la maternidad, el amor de madre y otros sentimientos afines.

hemos queridos tratar la maternidad en la época renacentista ayudándonos con una obra que no podría representar mejor este tema, se trata de La Piedad del artista italiano del Renacimiento Miguel Ángel, que nos muestra a La Virgen con su hijo muerto entre sus brazos. La cara de la madre si nos fijamos bien, es la de una joven, una muchacha de rostro dulce e inocente, aunque también de infinita tristeza, el autor querría de cierta manera simbolizar la juventud de las madres en el Renacimiento y también representar en su obra la idealización del canon de belleza y juventud, Pero el volumen del cuerpo, que se vislumbra detrás de los amplios pliegues de la ropa, remite a la madre que ha cargado a su hijo aún no nacido dentro de su vientre; los pechos remiten a la mujer que ha dado de mamar a su criatura recién nacida. Si quisiéramos buscar en su rostro algún indicio de puro sufrimiento, no lo encontraríamos, a pesar de que este presenciando la muerte de su hijo, para nuestra sorpresa el rostro de la Virgen muestra más serenidad que cualquier otra cosa, no es que no exista el sufrimiento pero la serenidad, el cariño, la suavidad y la ternura con la que solo una madre sabría encajar esta situación, es la sensación que más nos transmite su rostro. El delicado cuello de María y sus ojos cerrados son expresión de duelo y de luto.

Otro de los temas que se toca en esta escultura es la muerte que marca cada miembro del cuerpo sin vida, de cabeza echada para atrás, sin que movimiento alguno pueda gestarse desde ahí. La madre lo sostiene, por última vez, con un brazo mantiene la cabeza que se ladea, y con una rodilla, debajo del amplio traje, ofrece apoyo al cuerpo de su hijo yaciente.

Para finalizar esta escena nos transmite que la condición de madre no sólo conlleva dolor en el momento del parto, sino a través de toda la vida del hijo. El dolor más grande por el que una madre puede pasar es el de la muerte de su propio hijo, por eso me conmueve esta figura, al mismo tiempo que me sorprende la serenidad que refleja su rostro ante tanto dolor quizás Miguel Ángel, además de querer resaltar la belleza de la Virgen nos quiere comunicar que solo se puede aceptar un acontecimiento tan doloroso con esta paz desde el punto de vista de la fe.

WEBGRAFÍA

http://www.convencion.org.uy/menu4-844.htm

http://www.arrakis.es/~nautylus/stamarta.htm

http://es.wikipedia.org/wiki/Luis_Ortega_Bru

http://img164.imageshack.us/i/santamarta2.jpg/

http://www.parasaber.com/salud/embarazo/deseas-tener-un-hijo/articulo/embarazo-maternidad-chicco-ser-madre-informe-infancia-siglo-xxi-retos/41794/

http://www.regnumchristi.org/espanol/articulos/articulo.phtml?id=26127&se=364&ca=201&te=782

http://archivo.elnuevodiario.com.ni/2003/mayo/20-mayo-2003/ellas/ellas10.html

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