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Voces Disidentes Autoras: Laura Irene Golpe y Mónica Alicia Zunino Cátedra de Psicología Institucional y Comunitaria Facultad de Psicología. Universidad Nacional de Mar del Plata Introducción Este trabajo denominado Voces Disidentes, es el resultado de un estudio de comunidad en la ciudad de Tres Arroyos, que realizamos durante abril a junio de 2009, conjuntamente con la colaboración de dos estudiantes, en la Cátedra de Psicología Institucional y Comunitaria de la Universidad Nacional de Mar del Plata, en base a métodos cualitativos con grupos de adolescentes i , con el objetivo de indagar los imaginarios juveniles sobre el cuidado de sí en la sociedad contemporánea, en base a los modos de decir/representar y hacer/sentir que manifiestan según su identidad de género, su pertenencia a grupos de edad y su inscripción en el espacio social. Hallazgos del estudio de comunidad 1) Las significaciones del cuidado de sí. a) L os grupos femeninos de adolescentes aluden a cuidar lo que uno hace, en el sentido de aprender a cuidarse solos de manera responsable y autónoma. Enfatizan el sentido del aprendizaje que connota el cuidado de sí mismo y lo vinculan con valorarse; agregan que eso implica cuidar el cuerpo y la psique a fin de respetarse, quererse y protegerse, ser conscientes de lo que cada uno hace, para no causarse algún tipo de daño. Señalan que cuidar de sí mismo está relacionado ‘con dejarse tocar’ , no enredarse en peleas, ni en agresiones. Uno de los grupos, recalca la cuestión de aprender a defenderse de la violencia de los demás y de las diferentes desvalorizaciones que ejerce la sociedad. En segunda línea de pensamiento surge la idea de ser consciente de los actos, y de lo que se espera de los vínculos con los afectos más cercanos, como pareja o amistades. Enfatizan la valoración y el respeto; señalan que cuidar de sí mismo remite a valorarse de manera integral, y sobretodo protegerse de los peligros sobre las drogas, el alcohol y la sexualidad. Especifican que cuidar de sí mismo implica confiar en uno mismo, valorarse, quererse, respetarse, no denigrarse ante los demás y poder ser uno sin que nadie se los impida. Otra línea que emerge - 1 -

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Voces Disidentes

Autoras: Laura Irene Golpe y Mónica Alicia Zunino

Cátedra de Psicología Institucional y Comunitaria

Facultad de Psicología. Universidad Nacional de Mar del Plata

Introducción

Este trabajo denominado Voces Disidentes, es el resultado de un estudio de comunidad en la

ciudad de Tres Arroyos, que realizamos durante abril a junio de 2009, conjuntamente con la

colaboración de dos estudiantes, en la Cátedra de Psicología Institucional y Comunitaria de la

Universidad Nacional de Mar del Plata, en base a métodos cualitativos con grupos de

adolescentesi, con el objetivo de indagar los imaginarios juveniles sobre el cuidado de sí en la

sociedad contemporánea, en base a los modos de decir/representar y hacer/sentir que

manifiestan según su identidad de género, su pertenencia a grupos de edad y su inscripción en

el espacio social.

Hallazgos del estudio de comunidad

1) Las significaciones del cuidado de sí. a) Los grupos femeninos de adolescentes aluden a

cuidar lo que uno hace, en el sentido de aprender a cuidarse solos de manera responsable y

autónoma. Enfatizan el sentido del aprendizaje que connota el cuidado de sí mismo y lo

vinculan con valorarse; agregan que eso implica cuidar el cuerpo y la psique a fin de respetarse,

quererse y protegerse, ser conscientes de lo que cada uno hace, para no causarse algún tipo

de daño. Señalan que cuidar de sí mismo está relacionado ‘con dejarse tocar’, no enredarse en

peleas, ni en agresiones. Uno de los grupos, recalca la cuestión de aprender a defenderse de la

violencia de los demás y de las diferentes desvalorizaciones que ejerce la sociedad. En

segunda línea de pensamiento surge la idea de ser consciente de los actos, y de lo que se

espera de los vínculos con los afectos más cercanos, como pareja o amistades. Enfatizan la

valoración y el respeto; señalan que cuidar de sí mismo remite a valorarse de manera integral, y

sobretodo protegerse de los peligros sobre las drogas, el alcohol y la sexualidad. Especifican

que cuidar de sí mismo implica confiar en uno mismo, valorarse, quererse, respetarse, no

denigrarse ante los demás y poder ser uno sin que nadie se los impida. Otra línea que emerge

- 1 -

en el discurso de este grupo de adolescentes se vincula con las formas de prevención que

deben adoptarse para lograr una sexualidad responsable, tanto, en forma política, social y

personal. Algunas integrantes enlazan los cuerpos sexuados, ya sea como cuestión de dignidad

o de denigración femenina que generan los diferentes micros escenarios sociales. En base a

una idea diferente, algunas adolescentes argumentan, que cuidar de sí mismo en esta etapa de

la vida es una faceta del proceso de cambio y aprendizaje de vivir en el mundo, de conocer los

códigos del lenguaje adulto, identificar las formas del pensamiento autónomo de la trama de

influencias del entorno generacional e intergeneracional. Por otra parte, es importante aprender

a delinear el nuevo rol ético y la imagen estética que se les asigna a las mujeres en el mundo

contemporáneo en función de sus valores e intereses, sin traicionar sus anhelos, e imponiendo

sus propios límites entre lo bueno y lo perjudicial tanto para el cuerpo como para la mente.

Postulan que el autocuidado se relaciona con ponerse límites, protegerse de situaciones de

riesgo y no dejarse llevar por los demás. Consideran que es necesario tener criterio para hacer

buenas elecciones en la vida y saber cual es el umbral que pueden cruzar y hasta donde se

tensa el limite de las acciones. b) Los grupos masculinos argumentan que cuidar de sí se

vincula con todas las maneras de vivir la vida, no ponerse en estado de ebriedad y 'quedar

tirado en la calle', o no enredarse en peleas violentas, asimismo postulan que el consumo de

drogas implica sus riesgos, implica desbordes propios y descontrol con lo que te hagan hacer

los demás al no tener consciencia de los actos y quedar atrapado en problemas sociales o

legales. Consideran que todo esto va a depender de la manera de pensar de cada uno, y de la

capacidad de preveer las implicancias por querer experimentar todo, sin saber los umbrales

hasta donde se puede llegar con cada uno de esas transgresiones intensas. Postulan que el

autocuidado se anuda con el peligro, con las personas con que uno se relaciona -las juntas- con

la violencia de las peleas entre grupos antagónicos, y con las enfermedades de transmisión

sexual (como el sida). Algunos integrantes de los grupos manifiestan que cuidar de sí, se

vincula con el autocontrol, los límites, la integridad y el bienestar corporal y mental, es decir con

el cuidado de la propia vida. Argumentan que es una edad en la que por un lado, los sujetos

aprenden a valorar la vida y tomar decisiones sobre lo bueno y lo malo, por lo tanto, con

aprender a tener precaución. Pero por otro lado, desean experimentar intensamente todo:

consumo de alcohol, drogas, relaciones sexuales, deportes, diversión nocturna, poseer mayor

libertad y autonomía de la tutela paterna y sentir que su identidad se afianza en un cuerpo que

se transforma. Pero esto implica saber como manejar los límites corporales y de lo permitido y

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lo prohibido para no dañarse ni a ellos mismos, ni a otros, como tampoco ser manipulados por

aquellos que buscan dañarlos.

2) Las significaciones del autocuidado con las cuestiones vinculadas a la sexualidad. a) Los

grupos de mujeres sostienen que el cuidado de la sexualidad se vincula con ser responsables

de lo que hacen, ser conscientes de lo que están haciendo, y sobretodo no dejar vulnerar su

autonomía y su deseo. Postulan la importancia de manejar toda la información sobre la

prevención y las consecuencias del placer sin límites la exprimentación con el cuerpo en lo

relativo al embarazo y a las enfermedades de transmión sexual. Algunas participantes enfatizan

la importancia del uso combinado de profilácticos y pastillas, no tomarse las acciones sólo como

un juego de placeres, sino que en cada uno de estos actos hay cuestiones de prevención que

evitan la dislocación de las trayectorias vitales de las mujeres jóvenes, relacionadas con lo que

sueñan, y con lo que les ocurre en caso de no practicar una sexualidad segura. Debaten la

importancia del tiempo de maduración de la infancia, a la adolescencia y la adultez, y los modos

de disfrutar la vida sin quemar etapas. Reflexionan que debería haber politicas focalizadas para

que los jóvenes tomen consciencia de las herramientas a su alcance para alcanzar la

realización de la identidad sexual, así como de los riesgos del desenfreno. Comentan que la

autoconfianza y la curiosidad sobre el tema de la sexualidad debe ser una cuestión importante

para tomarla de manera seria en la adolescencia, así como el apoyo familiar y del Estado, dado

que las formas de cuidado se vinculan con la posibilidad de preguntar, consultar y averiguar

sobre la información específica para ser responsables del propio cuerpo y no lamentar

consecuencias nocivas de embarazos no deseados, forzados o enfermedades por desconocer

los métodos de prevención, o los riesgos de no alcanzar la maduración psicológica y cultural

adecuada para cada momento del desarrollo cronobiológico. Señalan que en la adolescencia

los amigos son muy influyentes para el imaginario del cuidado sobre cuestiones sexuales y su

preparación responsable y placentera. Vinculan las maneras de uniones sexuales con los

sentimientos intensos o con el deseo fugaz femenino y masculino; y consideran que existe una

banalización del amor, donde la aventura reemplaza al compromiso de la pareja como estrutura

de cuidado del otro. Otro de los grupos debate sobre la aceleración sexual de las púberes y de

sus múltiples excesos con multiples sujetos para satisfacción masculina, se lamentan de

observar como son manipuladas como objeto del deseo del otro, sin haber alcanzado aun la

consciencia de estas implicancias de pasar de la infancia a crecer de golpe, con un embarazo

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no deseado por todo tipo de descuidos. b) Los grupos de varones aducen que el cuidado de la

sexualidad se relaciona con el uso de preservativo masculino y las pastillas femeninas, señalan

la relevancia portar los profilácticos en las salidas para eventuales encuentros íntimos con un

otro por más fugaces que sean, y reflexionan que el alcohol es un desinhibidor muy riesgoso

para que los varones olviden las maneras de prevención. Otro de los grupos, también coincide

que tanto el uso del preservativo, como la buena información es necesaria para prevenir

enfermedades y embarazos no deseados que anularía las trayectorias planificadas para esta

etapa de crecimiento madurativo, dado que ingresarían al mundo adulto de modo abrupto sin

estar preparados para asumir paternidades, que van a obturar sus sueños de juventud.

3) Significaciones imaginarias sobre el autocuidado en el consumo de alcohol y de drogas.

a) Los grupos de mujeres adolescentes ponen el acento en tomar consciencia 'de lo que puede

llegar a pasar” cuando se toma en exceso y la importancia de no dejarse influenciar por los

otros. El mismo criterio emplean para reflexionar sobre las drogas, consideran que empieza a

consumirse para sentir pertenencia a un grupo que consume. Aducen que no hay consciencia

de lo dañino que puede ser para la salud el consumo de drogas, que posteriormente no logran

dejar. Sostienen que cuando se consume drogas a veces se cae en un estado de inconsciencia

y no se recuerda lo que vivió. Otro de los grupos, postula que hay menos control en el consumo

de alcohol en los varones que en las mujeres. Reflexionan que el consumo de drogas está

motivado en unos para olvidar los problemas y otros para divertirse, en tanto no hay conciencia

de peligrosidad. Por ende tratan el tema de la necesidad de manejar los límites, y tomar

consciencia de la necesidad de cuidarse a si mismas, porque el exceso de alcohol puede

conducir a un estado de olvido donde al otro día no recuerden qué hicieron, quedar

embarazadas, 'quedar tiradas en algún lugar sin recordar cómo llegaron allí''. Al volver a la

consciencia de sí, aparece el fantasma del sexo sin cuidarse y el panico del embarazo no

deseado, la pastilla del día después y el aborto como algo aceptable o no. Aparece el planteo de

que el alcohol conduce a las drogas y al sexo irresponsable. En relación con el tema de las

drogas, los grupos consideran que quienes las consumen se engañan y dicen que pueden

dejarlas cuando quieran y no es así. Surge la discusión sobre la inocuidad del consumo de

marihuana y existen posiciones antinómicas sobre esta cuestión. Plantean la importancia de

hacer reuniones de reflexión para trabajar cada una de las dudas pues muchas veces la familia

desbuja su rol de apoyo y formación. Finalmente uno de los grupos manifiesta que ésta cuestión

se vincula con el tipo de personalidad, y como saber evitar lo que es dañino para cada sujeto, y

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no dejarse obturar por el deseo de otro, que los tienta para satisfacer su antojo. Por eso, hablan

de la importancia de las relaciones sociales -'las juntas'- y de los limites de ingesta, sobre todo

en la denominada 'previa', escena anterior a entrar al boliche, allí se gestan los excesos al

umbral de tolerancia etílica, que se verán reflejados en los desmadres posteriores al ingresar

dentro del espacio nocturno, con singulares maneras femeninas desinhibidas de mostrarse,

contrapuestas a sus maneras habituales de ser en la diurnidad, donde reinaba otra cociencia de

sí. b) Los grupos de varones adolescentes con respecto al cuidado de sí con el alcohol vincula

con el exceso con el mareo, el vómito rojo y el quedar en estado inconsciente 'tirados en la

calle''. Reflexionan que la ingesta en demasía les impide disfrutar del sexo y de divertirse.

Hacen referencia a que la función del vómito lejos de ser un alivio de lo tóxico sólo sirve para

seguir ingiriendo alcohol hasta volver a desfallecer, cayendo en un circulo vicioso, que culmina

con el fondo blanco de la botella y muchas veces en un coma alcóholico. En otros casos en un

goce del proceso de alcoholización totalmente adictivo y nocivo, que acaba en peleas con

grupos antagónicos o con la consabida escena de 'quedar tirado en la calle'', con todas las

implicancias que esto condice. Los grupos refieren que la ingesta es de cerveza, tequila, vodka,

gin, ron y bebidas energizantes. Aluden que el ritual, en el caso de poder llegar a la casa- es

'gritar que llegaron, acostarse....y al rato levantarse a vomitar'. Asumen que los modos de

controlarse, dependen en gran medida del grupo de amigos que tenga el sujeto adolescente.

Argumentan que el alcohol no es como la droga, pues dicen que de la droga no se sale, en

cambio del alcohol sí. En la antípodas de este pensamiento otros participantes aducen tanto

alcohol como droga son adicciones. Remarcan que para no caer en estas problemáticas es

preciso tener autocontrol y evitar las escenas de olvido de lo acontecido al perder totalmente la

consciencia de sí. Reflexionan sobre la necesidad de tomar con moderación y sin mezclas de

diversas bebidas alcohólicas y no agregar el consumo pastillas. Opinan que tambien es un

modo de cuidado tomar con amigos y no extraños en lugares desconocidos. Piensan que hay

que saber cuando parar, saber 'el momento límite en que ya no darán más, y cuando es posible

seguir tomando'. Otros dejan de tomar cuando se les acaba el dinero para comprar, y algunos

cuando están mareados. Sin embargo, algunos manifiestan que su relación con el alcohol es

adecuada y que no lo consumen en grandes cantidades. Muchos responden que consumen

alcohol y tabaco porque son legales, en cambio la droga no lo es. En relación a la droga opinan

que es un tema en el que no es bueno incursionar por su dependencia. Están conscientes de

que la marihuana es el inicio de otras sustancias adictivas mas fuertes. A muchos de ellos

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muchos les han ofrecido probar pero desean estar lejos, por miedo a no tener la fortaleza de

salir de eso. Consideran que la marihuana lleva a otras cosas, como descontrolarse con nuevas

drogas o salir a robar. Sin embargo, a pesar de conocer los riesgos, no dejan de señalar que

como todo lo prohibido, les resulta muy tentador. Diferencian las drogas de ricos y pobres, y

sostienen que la gente se fija más en el pobre y en sus malas acciones. Comentan que los

adolescentes por sus problemas economicos, o sus cuestiones familiares deciden evadirse y

consumir paco. Uno de los grupos rebate que estas acciones no solucionan los problemas, sino

que los empeoran de forma irreversible, y que lo adecuado es afrontar la situación, sin evadirse

y caer en un circulo vicioso cada vez más grave y peligroso.

Consideraciones finales

A través de este recorrido nuestros hallazgos incluyeron una compleja trama de configuraciones

ontológicas del cuidar; un conjunto de significaciones convencionales y disidentes sobre el

cuidado de sí en relación con la sexualidad, las adicciones, los vínculos afectivos, y la violencia

social; y una serie de enunciaciones propositivas para abordar el cuidado comunitario de

adolescentes según la visión innovadora de los jóvenes ii. Coincidimos con Mario Margulis

cuando señala que “existe la necesidad, la urgencia en los jóvenes por encontrar a sus pares,

constituir agrupamientos, encontrar el espacio propicio para integrarse y diferenciarse, construir

– aunque sea en el marco frívolo, fluctuante y transitorio de la noche – señales de identidad”.

(Margulis, 1997). Con este aporte, deseamos abrir una agenda de debate sobre las

resonancias juveniles con voces disidentes sobre el cuidar/descuidar, a fin de elucidar los

matices vivenciales que acontecen para comprender los mitos generacionales de la

transgresión y los rituales iniciáticos condicionados por la libido social de un contexto acelerado

e intenso, en el cual se vuelve esfímera la estructura de demora y banal la experiencia del

mundo adulto.

Referencias bibliográficas

MARGULIS, M.: 1997. La cultura de la noche.Buenos Aires: Espasa Calpe.

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iEl total de la muestra determinística seleccionada fue de N=150 sujetos. Se implementaron ocho grupos, segmentados por criterios de género, edad, nivel de educación formal y turno de concurrencia: a) grupo de 15 mujeres, entre 12 y 15 años, del turno mañana; b) grupo de 15 mujeres, entre 12 y 15 años, del turno tarde; c) grupo de 15 varones, entre 12 y 15 años, del turno mañana; d) grupo de 15 varones, entre 12 y 15 años, del turno tarde; e) grupo de 30 mujeres entre 15 y 18 años, del turno mañana; f) grupo de 30 varones entre 15 y 18 años, del turno mañana; g) grupo de 15 mujeres entre 15 y 18 años, del turno tarde; h) grupo de 15 varones entre 15 y 18 años, del turno mañana. El protocolo de consulta estuvo compuesto por diferentes ejes temáticos acerca del punto de vista sobre: a) ser joven; b) cuidar de sí mismo; c) autocuidado en relación a la sexualidad; d) auto cuidado con respecto al alcohol, e) auto cuidado con respecto a las drogas; f) autocuidado con respecto a la violencia urbana, g) maneras comunitarias de autocuidado adolescente.

iiEl 5 de Noviembre de 2009 en la Provincia de Buenos Aires se promulgó la Ley de Nocturnidad (Nro. 3178), a través de la cual los

boliches bailables deben cerrar a las 5.30 y vender bebidas alcohólicas hasta las 4.30, y fija que el ingreso al lugar está permitido hasta las 2 de la mañana. En tanto que los bares, cantinas, restaurantes y salas de juego pueden permanecer abiertos después de las 5.30, pero no pueden vender bebidas alcohólicas después de las 4.30.