vive la baja - agosto
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agosto, vive la bajaTRANSCRIPT
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Dulce María Esguerra
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Ensenada, BCAGOSTO de 2011
La sabiduría popular reza que “los viajes ilustran” y quien ha teni-do la oportunidad de hacerlo lo ha comprobado.La intención de Vive la Baja es que a través de estas páginas,
usted querido lector nos acompañe por cada espacio de este estado del noroeste de México y se sorprenda con lo que ofrece, como maravillas naturales, flora y fauna endémica, la cultura y gastronomía regional.Para este número le presentamos un muy agradable menú: la comi-
da china, que es toda una tradición en la gastronomía de Mexicali; la propuesta de Ensenada para hacer crecer el flujo de turistas por mar y tierra; un detallado recorrido por Bahía de los Ángeles, sus playas, su museo comunitario y su camino que abrieron hace 300 años misione-ros jesuitas y una descripción de San Ignacio, en Baja California Sur, ideal para pasar desapercibido y desconectarse del ajetreo diario.Mención aparte merece el artículo sobre la Ruta del Vino que no pre-
tende ahondar sobre qué vino es el mejor; sólo una experiencia acerca de las casas vinícolas, sus caldos de uva, los restaurantes y sobre todo el trato humano.Lo invitamos a saborear cada detalle y hacer de este suplemento su
mejor compañero de viaje.
Dulce María Esguerra
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INGRID MORENO V.Mexicali, B. C.
Fue aproximadamente en 1909 cuando los inmigrantes chinos arri-baron a Mexicali, desde entonces, su tradición culinaria ha hecho las delicias de quienes disfrutan la comida china en alguno de los
especializados restaurantes que hay en la ciudad.En Mexicali la comida china es muy popular, principalmente la de ori-
gen cantonés ya que la mayoría de los inmigrantes llegó procedente de Cantón. Gracias a sus aportaciones culinarias, se puede decir que la co-mida oriental ha impulsado la gastronomía de la ciudad y se ha convertido en una tradición “cachanilla”.
La comida china de cada lugar es diferente, su forma de preparación depende en mucho de los ingredientes que existan en la región. En Mexi-cali, la comida china ha evolucionado, el sazón original se ha fusionado con algunos sabores e ingredientes de la comida mexi- cana como el picante y los mariscos, estos elementos han permiti-do preparar ricos platillos que van muy acorde con la cultura mexicana.
Un pedacito de China en MéxicoSabores dulces, agrios y salados con-
forman el amplio abanico de po-sibilidades que se pueden degustar. Arroz blanco y frito, brócoli con car-ne y diversas maneras de preparar el pollo (con piña, a la plancha, mongol, etcétera) son sólo algunas de las delicias que los visitantes pueden disfrutar, siempre acompañados de un re-frescante y tradicional té negro.
Los restaurantes que ofrecen estos deliciosos platillos son atendidos en su mayoría por personas de origen oriental, lo cual permitirá disfrutar de la comida en un agradable ambiente, engalanado por una elegante deco-ración china que dará a los comensales la sensación de estar en la mística ciudad de medio oriente.
Sin duda, Mexicali es conocida por su intenso clima, pero principal-mente, es reconocida por su interesante gastronomía, donde la principal estrella es la comida china, una delicia que los visitantes pueden disfrutar prácticamente en cualquier esquina en algunos de los más de 100 restau-rantes que ofrecen “la comida típica de la ciudad”.
Hablar de la historia de Mexicali es hablar de su gente, su cultura y su gastronomía protagonizada por la comida china, una delicia que disfrutan los lugareños y también los visitantes
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COLABORACIÓN*Ensenada, B. C.
Dado que este 2011 ha sido declara-do el año nacional del turismo, el presidente de la república ha tra-
zado un intenso programa de trabajo cuyo objetivo es alcanzar en siete años el quinto lugar como destino turístico mundial.
En la actualidad, México es la nación número 10 con 21.5 millones de turistas al año.
Somos un país que ofrece atractivos tu-rísticos impresionantes con alrededor de 30 mil sitios arqueológicos, 110 mil monu-mentos, 37 sitios declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco; innumerables destinos de sol y playa, 174 áreas nacionales protegidas y 3 mil años de historia.
Visitar México es garantía de vivencias y experiencias únicas por su rica biodi-versidad, climas agradables, comida única dentro de un ambiente fraternal que al son de un mariachi tapatío, una tambora mazatleca, la marimba veracruzana o el acordeón norteño, hacen recuerdos inol-vidables de un México de hoy, del México de siempre.
Nuestra república es tan vasta y tan hermosa que puedes visitarla varias veces, ya que cada región ofrece al visitante ri-
quezas y características con experiencias totalmente diferentes a pesar de estar en el mismo país.
Grandeza de BCBaja California, por su ubicación geográ-
fi ca, está muy ligada al circuito turístico in-ternacional del sur de California y Nevada, así como de los estados vecinos de Sonora y Arizona.
Tijuana ocupa el quinto lugar nacional en arribo de pasajeros vía aérea y Ensena-da tiene el sexto lugar nacional en arribo de pasajeros vía crucero; si a esto le agregamos 21 millones de cruces internacionales al año que se realizan en el estado de Baja Califor-nia, representa un mercado potencial que debe ser atendido.
Por esta razón, los bajacalifornianos de-bemos hacer todos los esfuerzos para apro-vechar mejor esta riqueza, ya que Ensenada por sí solo comprende el 70 por ciento de todo el territorio del estado y cuenta con mil 500 kilómetros de litorales bañados de agua tibia y templada con una fauna marina generosa y abundante, ideal para la pesca deportiva.
Aquí está uno de los géiseres más impor-tante del mundo, atractivo natural impre-sionante conocido como La Bufadora, a tan sólo 20 minutos al sur de la ciudad.
De igual manera, las rutas del vino en los valles de Guadalupe y Santo Tomás produ-cen más del 90 por ciento de las botellas del vino que se envasan en el país.
Recientemente estuvo en el puerto unos de los chefs más importantes de México, Aquiles Chávez, quien después de haber visitado distintos lugares en Valle de Gua-dalupe, valle de Santo Tomás y la zona que-sera en Ojos Negros, declaró que somos una región gastronómica de excelencia a la altura de los lugares más exigentes del mundo y esa combinación de queso, vino, langosta y mar no tiene parangón en nin-gún lugar de la república.
Estas expresiones de satisfacción de nuestros visitantes nos enorgullecen y a la vez nos comprometen a seguir impul-sando Ensenada como destino turístico de primer nivel y en este esfuerzo trabajamos juntos iniciativa privada y gobierno.
Infraestructura carretera y portuariaLas obras de infraestructura carretera en
el corredor San Felipe- Bahía de los Ánge-les tendrán un impacto turístico considera-ble en el corto y mediano plazo, ya que esta porción de territorio de la península está llena de lugares atractivos para el descanso y la pesca deportiva.
En el municipio más grande del estado se están
impulsando proyectos
de gran infraestructura
carretera y portuaria que buscan atraer
un mayor número de
turistas
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En junio fue anunciada una importante obra en el puerto de Ensenada, me refiero a la Marina Victoria que tendrá 193 peines para yates tradicionales y megayates de entre 90 y 125 pies de eslora. Esta marina contará con un salón para eventos y convenciones, hotel business class de 50 habitaciones, ser-vicios turísticos, farmacias, guardería, restaurantes, concha acústica para espectáculos y será construida a partir de febre-ro del 2012.
Dentro de este contexto de mejorar la infraestructura para ofrecer un mejor servicio a nuestros visitantes, la Secretaría de turismo municipal de Ensenada, en coordinación con el gobierno del estado está trabajando para construir una rampa municipal pública en la desembocadura del arroyo El Gallo a un lado de la explanada de la playa municipal.
En este lugar visitantes y/o residentes podrán botar lanchas para el disfrute de nuestro mar, la práctica de la pesca deporti-va o de algún deporte náutico. Actualmente un despacho pri-vado de arquitectos está realizando el proyecto ejecutivo de la obra y esperamos que muy pronto comience la construcción de la misma.
Con la intención de mejorar la conectividad se está impulsando la operación de un servicio de transportación marítima ferry o jet boat que cubra la ruta San Diego- Ensenada y del cual se tie-ne un avance significativo. Se nos han ofrecido tres embarcaciones que ya están en aguas mexicanas y con una capacidad de 150 pasaje-ros cada una; en este momento se están revisando las condiciones de ruta y muelles para determinar la viabilidad técnica de ser operadas en esta región.
Por lo que respecta al transpor-te internacional de pasajeros vía terrestre, después de 18 años de restricciones y reglamentos que desalentaron el arribo de este importante medio, gracias a la gestión de la Secretaría de turismo municipal de Ensenada, del apoyo de la Comisión Binacional de Asuntos Fronterizos, de la solidaridad de todos los hoteleros y tour operadores, así como la voluntad política de los cinco presi-dentes municipales del estado, fueron aprobadas las nuevas dispo-siciones reglamentarias que permitirán el ingreso de los autobuses internacionales sin restricción de ninguna índole.
Todavía tenemos muchos problemas por resolver como el Sia-ve, los lentos cruces fronterizos, el control de dólares, los retenes militares, el aeropuerto civil, el comercio informal en áreas tu-rísticas, el alto costo de los atraques a navieras, la percepción de inseguridad en el extranjero, el pasaporte obligatorio a ciudadanos americanos y en general el reto de mejorar la oferta turística en todos los sentidos incluyendo la capacitación de todos los actores involucrados en el sector; sin embargo, si mantenemos una actitud propositiva, un sector fuerte y unido y el apoyo decidido de nues-tro presidente municipal Enrique Pelayo Torres, estoy seguro que el futuro del turismo en Ensenada será promisorio.
*Marco Antonio Novelo OsunaSecretario de turismo municipal
Nos comprometen a seguir impulsando Ensenada como destino turístico de primer nivel y en este esfuerzo trabajamos juntos iniciativa privada y gobierno
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CÉSAR CÓRDOVA/EL VIGÍABahía de los Ángeles, B. C.
S i busca un lugar para vacacionar que tenga playa, donde se practique la pesca depor-tiva así como el ecoturismo, con museos y
sitios históricos, Bahía de los Ángeles es el sitio indicado.
Bahía de los Ángeles está protegida por la Isla Ángel de la Guarda, y por más de quince islas de origen volcánico, que hacen que el mar sea calma-do y pacífico.
Los islotes son protegidos por personal de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Prote-gidas (Conanp), quien ofrece caminatas ecotu-rísticas guiadas.
El poblado ofrece la oportunidad de practicar deportes como el kayak, la pesca, el campismo, buceo, paseos en bicicleta de montaña, así como observación de flora y fauna endémica.
El verano es la temporada de avistamiento del tiburón ballena (Rhincodon typus), el pez más grande que existe en el planeta, que puede llegar a medir hasta 18 metros de longitud.
Este animal marino prefiere el agua superficial cálida, o aquellas áreas donde hay brotes de agua más fría rica en nutrientes, ya que esas condi-ciones favorecen el crecimiento del plancton del cual se alimenta.
El lugar cuenta con docenas de campamentos y estacionamientos para casas rodantes que encontrará a lo largo de la bahía y que ofrecen precios accesibles, además existen algunos ho-teles y moteles rústicos, tiendas, cafés internet, gasolinera, un museo comunitario, comercios, restaurantes, servicio de pesca deportiva, guías ecoturísticas, entre otros.
La bahía cuenta con magníficas y hermosas pla-
yas; las más populares se encuentran hacia el norte o sur, son arenosas y rocosas; para llegar a ellas es necesario contar con un vehículo todo terreno por lo accidentado del camino.
Existen playas que se encuentran aisladas hacia el sur de Bahía de Los Ángeles, a las cuales sólo se puede llegar en bote.
La pesca y los yates son populares entre los tu-ristas del vecino país del norte que arriban para practicar la pesca deportiva de especies de escama. Existen dos muelles para zarpar en embarcaciones justo en el corazón de la bahía.
La práctica del buceo se realiza en las afueras de las islas locales, algunas de ellas brindan paisajes con rocas y pequeños peces, mientras que en otras se pueden observar corales suaves, ventosas mari-nas, esponjas, y una gran variedad de fauna marina. Es recomendable usar “wetsuits” desde noviembre hasta mayo.
Éste es un buen lugar para realizar la práctica del kayac, debido a sus aguas tranquilas y claras, las cuales están protegidas de los vientos lo que per-mite remar placenteramente hasta las islas que se encuentran cercanas a la orilla de la playa.
Los amantes del motocross podrán practicar este deporte en las inmediaciones del poblado donde encontrarán motocicletas y “buggies” en renta, asimismo podrá divertirse en su vehículo todo te-rreno por los caminos de terracería del lugar.
El MuseoHerramientas de la mina de San Juan, artículos
de caza que utilizaban los grupos étnicos que habi-taron Bahía de los Ángeles, esqueletos de distintos animales marinos, forman la colección del museo de cultura y naturaleza del poblado.
A la entrada del museo se pueden observar rieles, carros para transportar materiales, una caldera de
metal, y diferentes herramientas que se utilizaron en la mina más grande en Baja California, y que dejó de operar hace 120 años.
En el interior se encuentran lanzan, arcos y flechas, utensilios, vestimentas, y “muebles” uti-lizados por las tribus cochimíes que ocuparon la región hace varios cientos de años, así como pieles de animales cazados por este grupo étnico.
También se puede observar el esqueleto de una ballena juvenil de un año de edad que hace varios años atrás quedó varada en la playa del lugar, se pueden ver osamentas de dos distintos tipos de delfines, uno de caguama y caracoles del Mar de Cortés.
El museo abrió al público general en mayo de 1988 y es operado por 30 personas que brindan sus servicios de manera voluntaria, y ayudan en el mantenimiento del lugar.
La mayoría de las piezas que forman la colección fue donada por los lugareños y es apta para toda la familia.
La sala tiene horario de 10:00 a 17:00 horas de lunes a domingo, cuya entrada no tiene costo.
Misión de San BorjaOtro atractivo del lugar es la misión de San Fran-
cisco de Borja Ádac, ubicada en las inmediaciones de Bahía de Los Ángeles, cuya fundación data de 1762 por el misionero jesuita Wenceslao Linck, y construida por religiosos de la misma orden.
Para llegar se debe partir del parador Punta Prie-ta hacia el Golfo de California, recorrer cerca de 30 kilómetros y doblar en el señalamiento que indica el camino que conduce a la misión.
La misión fue edificada por los jesuitas en el siglo XVIII en una región que los cochimíes llamaban Ádac, y el sitio lo encontró el religioso George Retz en 1758.
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metal, y diferentes herramientas que se utilizaron en la mina más grande en Baja California, y que dejó de operar hace 120 años.
En el interior se encuentran lanzan, arcos y flechas, utensilios, vestimentas, y “muebles” uti-lizados por las tribus cochimíes que ocuparon la región hace varios cientos de años, así como pieles de animales cazados por este grupo étnico.
También se puede observar el esqueleto de una ballena juvenil de un año de edad que hace varios años atrás quedó varada en la playa del lugar, se pueden ver osamentas de dos distintos tipos de delfines, uno de caguama y caracoles del Mar de Cortés.
El museo abrió al público general en mayo de 1988 y es operado por 30 personas que brindan sus servicios de manera voluntaria, y ayudan en el mantenimiento del lugar.
La mayoría de las piezas que forman la colección fue donada por los lugareños y es apta para toda la familia.
La sala tiene horario de 10:00 a 17:00 horas de lunes a domingo, cuya entrada no tiene costo.
Misión de San BorjaOtro atractivo del lugar es la misión de San Fran-
cisco de Borja Ádac, ubicada en las inmediaciones de Bahía de Los Ángeles, cuya fundación data de 1762 por el misionero jesuita Wenceslao Linck, y construida por religiosos de la misma orden.
Para llegar se debe partir del parador Punta Prie-ta hacia el Golfo de California, recorrer cerca de 30 kilómetros y doblar en el señalamiento que indica el camino que conduce a la misión.
La misión fue edificada por los jesuitas en el siglo XVIII en una región que los cochimíes llamaban Ádac, y el sitio lo encontró el religioso George Retz en 1758.
Los padres de la orden levantaron dos misiones y dos visitas en el estado (una visita era una pequeña y frágil capilla subordinada a una misión cercana) aunque sólo sobreviven las dos misiones, San Borja y Santa Gertrudis.
Los misioneros jesuitas construyeron sus mo-radas en adobe; sin embargo, fueron los domi-nicos quienes las reconstruyeron en cantera y aún existen.
El jesuita George Retz partió de la misión de San-ta Gertrudis la Magna de Kadakaamán, y después de una travesía de tres días dio con el sitio donde actualmente se ubica la misión de San Borja.
La dotación, o dote, para construir esa misión la proporcionó la piadosa señora María de Borja, duquesa de Béjar y Gandía España, quien recibió información de un sirviente que había sido soldado en California de la labor que estaban desarrollando los misioneros jesuitas.
La construcción de la misión le fue conferida al sacerdote jesuita Wenceslao Link -él era nativo de la región de Bohemia, hoy en día parte de la
República Checa- después de un corto tiempo en la misión aprendió a hablar la lengua nativa, cochimí.
A su llegada el padre Link encontró alrededor de 300 nativos conversos que le heredó el padre Retz. Gracias a la buena labor que desarrolló el padre Link en la misión ésta creció al grado que en su plenitud llegó a albergar a cientos de nue-vos conversos.
El PedregosoVarios kilómetros antes de llegar al parador
turístico Punta Prieta, sitio donde se localiza la desviación a Bahía de los Ángeles, al costa-do derecho de la carretera Transpeninsular, se ubica un “capricho” de la naturaleza, se trata de El Pedregoso, un cerro de piedras único en los alrededores.
Esta colina granítica tiene una cubierta de par-tículas volcánicas y de otro tipo, de manera que sólo su punta resalta como un “iceberg” sobre la planicie desértica.
Las rocas de granito de este cerro han sufrido la erosión por factores naturales como es el agua, el viento, el sol, inclusive por la mano del hombre, al grado que parece que fueron apiladas en el suelo.
Un dique de andesita oscura (piedras expulsadas de un volcán), “corta” a la mitad del cerro, generan-do un contraste de colores con las rocas de color claro que dan forma a El Pedregoso.
Por esta franja de color oscuro, se puede subir caminando a la cima del cerro y observar el paisaje desértico de la región.
El Pedregoso es un cerro que se distingue de los demás por las grandes rocas que lo forman, esta característica servía de guía para los primeros via-jeros de la península, ya que puede verse a varios kilómetros a la redonda.
PlayasPunta La GriegaOcho millas al norte de Bahía De Los Ángeles
Punta ArenaAl noreste
Playa Los ÁngelesJusto en la parte céntrica de la bahía
Playa MoanaAl sureste
Estos lugares regalan al visitante panorámicas inolvidables y días de quietud
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REDACCIÓN/EL VIGÍASan Ignacio, B.C. S.
Para los viajeros que buscan un espacio alejado de las masas, grandes metrópolis y la cono-
cida agitación urbana, la localidad de San Ignacio es el sitio ideal para des-cansar y pasar desapercibido.
Ubicado a 143 kilómetros de Guerrero Negro, el pueblo es un oasis en medio del desierto y sirve de puerta de entrada a las pinturas rupestres de la Sierra de San Fran-cisco; el río subterráneo que emer-ge de la tierra forma una laguna bordeada de carrizales.
El lugar fue descubierto el 19 de no-viembre de 1716 por el padre jesuita Francisco Ma. Piccolo y fue habita-do por los indígenas cochimíes que
lo llamaron Kadacaamán, que signi-fica “arroyo de carriza”.
Los que deseen acceder a las cuevas decoradas con pinturas rupestres, tienen que obtener los permisos correspondientes para subir a la Sierra de San Francisco
mediante el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Los pobladores del lugar son los en-cargados de acompañar al visitante, ya que no se permite adentrarse en la sierra si no es con un guía.
Para los que deseen quedarse en la plaza pueden visitar la misión de San Ignacio de Loyola, cuya fundación correspondió al jesuita mexicano Juan Bautista Luyando en 1728; está frente al parque local.
En la construcción del edificio se utilizaron bloques de piedra volcáni-ca de 120 centímetros de espesor y se terminó de construir en 1786 por el dominico Juan Crisóstomo Gómez.
Pero lo mejor del día son los cha-puzones con los que los visitantes pueden deleitarse en la laguna ro-deada de palmeras.
De los mejores lugares para refugiarse de la agitación urbana y la vida rápida de las grandes metrópolis
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CARLOS LAZCANO
Ensenada, B. C.
Mis viajes por Guadalupe y San Antonio de las Minas me han permitido ir descubriendo cómo,
poco a poco, un grupo de personas em-prendedoras y visionarias fue dando a luz a un proyecto vinícola, que ha tenido un importante impacto en la economía y la cultura local.
A mediados de los 80, estos visionarios del vino empezaron cotizar muy bien la produc-ción de uva, dando como resultado un mapa
más estable para las grandes compañías y las industrias florecientes, lo que inmediatamen-te convocó el auge a lo que hoy conocemos como La Ruta del Vino.
Cabe reconocer que la propuesta de Hugo D’Acosta de promover el conocimiento de la elaboración de vino, fue una excelente idea que motivó a muchos de los productores de uva a ponerse a elaborar sus mismos vinos. Y no sólo eso, mucha gente que no tenía tie-rras, igualmente se interesaron en producir vino, comprando la uva a precios más justos para los productores.
Fue así que dio inicio la llamada “La
Lo que empezó como un pequeño
proyecto es ahora un sector
reconocido a nivel mundial
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Escuelita”, en donde Hugo D’Acosta enseña el arte de producir buen vino.
Otra de las preocupaciones que surgieron fue la del con-sumo del vino, ya que anteriormente había poco consumo en la región. Así, los nuevos productores decidieron crear una cultura del vino que propiciara su consumo. De este modo surgieron las fiestas de la Vendimia, las que han te-nido un éxito inusitado, promoviendo la cultura del vino no sólo localmente, sino a nivel nacional.
Con la cultura del vino, estuvo también su aspecto gas-tronómico, y esto ha incidido fuertemente en el aumen-to de la calidad de la cocina local, desarrollándose en su aspecto mediterráneo, creándose el concepto de cocina “Baja-Med”.
Entre los pioneros de este auge vitivinícola bajacalifor-niano, destacan el ya citado Hugo D’Acosta, Hans Backo-ff, Tomás Fernández, Fernando Martain, Álvaro Ptanick, y los extintos Antonio Badán y Eduardo Liceaga.
Actualmente existen más de 30 casas vinícolas, ade-más de que el auge se ha extendido a los valles de Santo Tomás, La Grulla, San Vicente y Ojos Negros. Igual-mente otras regiones del estado donde se ha producido vino desde los tiempos misionales, están recuperando o revitalizando esta tradición como en las antiguas mi-siones de Santa Gertrudis, Santo Domingo y San Borja. El auge sigue aún con un impulso fuerte.
Como ya lo he mencionado antes, el éxito de esta pro-puesta vinícola tiene varias vertientes que es importante señalar. Una de ellas es que surge de personas visionarias y emprendedoras, que no buscaron ni dependen de apoyos del gobierno. Otra es que se pensó en el beneficio de la gente local, empezando por los productores de uva.
Tradición culinariaEsta actitud de beneficio local ha permitido un beneficio
muy general, que se expandió hacia los sectores turístico, comercial, cultural y social.
No hay ensenadense que no haya disfrutado de un vino de la región , así como de las fiestas de la vendimia, ya que éstas tienen eventos para todo público. Y en ese aspecto han sido importantes promotoras del arte y la cultura en todos los niveles.
En mis frecuentes visitas al Valle de Guadalupe he disfru-tado no sólo de buenos vinos y comida, sino también del trato amable y generoso de los vinicultores y la gente local. Conocer a personajes como Bibayoff, Camilo Magoni, Nata-lia Badán, Hugo D’Acosta, Doña Lupe, entre otros, ha sido una agradable experiencia. Con ellos encontré que toda una
tradición que se inició entre nosotros desde los tiempos mi-sionales, sigue muy viva y llenándonos de orgullo.
Saber de las distintas variedades de uva, sus formas de cultivo, de cosecha, de preparación y reposo. Desde luego saborear los vinos, distinguir sus diferencias y cualidades. Conocer las distintas casas vinícolas y conocer a muchos de los productores artesanales, siempre ha sido grato.
Uno de los vinos artesanales que más me gustó son los que producen las “Tres Mujeres”, cercano al rancho El Mogor. Su producción es reducida, pero su calidad es mucha. Otros vinos que me sorprendieron por su calidad son los de Pa-ralelo y Casa de Piedra, normalmente entre los más caros del valle, pero su calidad de excelencia lo justifica y distin-gue. Cuando uno prueba estos vinos inmediatamente se da cuenta de que, a pesar de ser los más caros, su producción se vende por adelantado.
La comida del Valle de Guadalupe también es de lar-ga tradición, sobre todo en San Antonio de las Minas. Actualmente su desarrollo ha estado muy aparejado a la cultura del vino. Excelente comida local se tiene en el viejo restaurante Leonardo’s, con sus famosos pasteles de manzana, con Doña Lupe, quien produce algunas de la pizzas y panes más ricos de la región, al igual que conser-vas, mermeladas, aceite de oliva, aceite de semilla de uva y muchos otros productos orgánicos.
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