II 145Anales de la Sierra de Segura

Cuando llegamos a Segura por prime-ra vez pudiera parecernos que laempinada carretera de acceso no se

va a acabar nunca. Eso sería lo normal encualquier otro sitio si no fuera porqueSegura de la Sierra tiene un cómplice : elinsuperable paisaje del Yelmo y del ríoTrujala que nos absorbe los sentidos , aperi-tivo grandioso de lo que es la Sierra deSegura. Supongo que los conductores noestarán tan de acuerdo conmigo porque paraellos Segura comenza-rá cuando lleguen a laprimera casa de la villay la serpenteantecarretera será un malasunto para ellos en elque deberán poner loscinco sentidos. Al lle-gar a la curva de laPuerta Catena , el con-ductor seguro queemite una breve sonri-sa , pensando que yapuede tocar con layema de los dedos lasfachadas de las casasde la villa y que eso essigno inequívoco de un cercano aparcamien-to .Grave error pues aún le quedan unospocos metros que recorrer y un par de cur-vas de castigo. Y es que en Segura las dis-tancias engañan.

Entrando a Segura por la calle CorregidorJuan de Isla y antes de traspasar la PuertaNueva , nos vamos a encontrar con la silue-ta del castillo que lo preside todo. Hoy laadmiramos como una imponente fortalezaconstruida por los musulmanes hispanos,pero mientras estuvo en uso y por supuestocon una guarnición militar fue el símbolofehaciente del poder del señor de la ciudad odel maestre de la Orden de Santiago; lossegureños solo tenían que alzar la vista,aunque se encontraran a kilómetros de dis-tancia, para tener bien claro y al instanteeste poderoso elemento de coacción .

Hoy en día podemos afirmar que la actualpoblación de Segura de la Sierra se remon-ta,en base a las dataciones mediante cerá-mica , a finales del siglo IX o comienzos delsiglo X de nuestra era. (SALVATIERRACUENCA , V. Y OTROS , 2001). Muy proba-blemente , como opinan algunos autores, laprimera ocupación del cerro del castillo sepudo producir durante el mandato de Abdal-Rahman III (ACIÉN ,M. ,1994 ).Complementando a toda esta información

se ha atestiguado laexistencia de unnúcleo de poblaciónno muy lejos delactual pueblo y aguasarriba del río Trujala,denominado Segura“La Vieja” y que pre-senta una ocupacióndesde la época quizástardorromana y cuyoúltimo período perte-neció seguramente aépoca emiral a tenorde los restos encon-trados en superficie.

Por lo que llevamos visto está suficiente-mente claro el origen de la villa de Segura dela Sierra , que en época islámica se denomi-nó Saqûra. Sin embargo Saqûra no aparece-rá en las fuentes árabes (geógrafos e histo-riadores) hasta bien avanzado el periodomusulmán, aunque estos primeros autoresmusulmanes hablan no solo de una ciudad(madina) sino también de una alineaciónmontañosa que toma el nombre de dicha ciu-dad la Sierra de Segura. De la siguientemanera se expresa al-Zuhri (siglo XII).

"La Sierra de Segura es una zona montaño-sa densamente poblada y fértil , donde lascosechas , ganados y frutales producen enabundancia. Hay aldeas (qura), ma`qil (refu-gios de altura) , husun (lugares fortificados),son unas 300 aldeas y 33 husun. En la partemás elevada de esta Sierra se alza la ciudad

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Segura de la Sierra vista desde el Mirador

Visita a la Villa de Segura

146 Anales de la Sierra de Segura

de Saqura , una de las fortalezas más inacce-sibles de Al-Andalus. Al sur de esta Sierranace el río Segura, el que baja hacia Murcia ysu región."

Otro importante autor musulmán, Al Idrisi(siglo XII), escribe lo siguiente de Segura y suregión :

“Saqûra es un hisn comparable a una medi-na por la importancia de su población , seencuentra situado en la zona más elevada deuna montaña alta y escarpada. Sus construc-ciones son hermosas . En las laderas dedichas cordilleras nacen dos ríos , el primerode los cuales es el de Córdoba, o Nahar al-Kabir (Guadalquivir) , el otro el de Murcia oNahar al-Abyad (Segura).”

Tras la desaparicióndel Califato de Córdobadurante el siglo XI ,Segura entró en laórbita de la taifa deMurcia, aunque duran-te un corto espacio detiempo (1043-1044 )permaneció indepen-diente para pasar adepender de la taifa deDenia. Al final delperiodo almorávide(hacia 1140 aproxima-damente ) Ibrahim ibnHamusk se sublevó en la localidad deSûquvus (Socovos , Albacete) apoderándoseal mismo tiempo de Segura. Ibn Hamusk sealió con el reyezuelo que ocupaba buenaparte del Levante peninsular, cuya capitalera Murcia, logrando controlar toda la pro-vincia de Jaén. A partir de 1169 los almoha-des controlan Segura y todos los territorios asu alrededor.

Las fuentes no proporcionan noticia algunasobre Segura hasta la conquista castellanadel territorio producida entre 1226 y 1239 acargo de las tropas del rey Fernando III, elcual fue cediendo de forma progresiva todaslas posesiones reales ubicadas en la Sierrade Segura a la Orden de los Caballeros deSantiago.

A partir de 1242 Segura se convierte en lasede de una encomienda perteneciente a la

orden de Santiago , con una serie de terri-torios asignados a la misma y que durantela segunda mitad del siglo XV ,segúnVicente Salvatierra Cuenca (1999), eran lossiguientes :

Orcera, Hornos, Siles, Albaladejo, LaPuerta, Las Vayonas, Torres de Albanchez,Génave, Albaladejuelo, Catena, Venta deSecilla, Amusco y Benatae.

De forma progresiva y a partir de la con-quista castellana, Segura de la Sierra vaadquiriendo importancia política y económi-ca. Ello se debió fundamentalmente a quedurante un largo período de tiempo Segura ysu territorio constituyeron una frontera polí-tica con el reino nazarí de Granada.

Por ello en 1243tenía concejo y se leotorga el fuero deCuenca ; pero es queentre 1243 y 1245(SALVATIERRA CUEN-CA , V., 1999 ; página38) la EncomiendaMayor de Castilla seva a trasladar desde elconvento de Ucléshasta la misma villa deSegura. Aunque es evi-dente que las tierrassegureñas nunca han

mantenido una actividad agraria prósperapor la pobreza del suelo, sí es cierto que afinales de la Edad Media y comienzos de laÉpoca Moderna se percibe claramente unclima de prosperidad en la villa atestiguadopor el aumento de la población que no cesahasta el siglo XVII, y por otros indicadoreseconómicos y sociales (ganados, bosquesexplotados por el concejo ,etc.).

Hasta mediados del siglo XVIII la villa pasapor numerosas vicisitudes, pero la consoli-dación de la monarquía borbónica trae comoconsecuencia para Segura de la Sierra elprincipio del ocaso con la promulgación porparte de Fernando VI en 1748 de laOrdenanza de Montes de Marina, mediantela cual se creaba la pomposamente llamadaProvincia Marítima de Segura de la Sierracon capitalidad en Segura y con delegacio-nes en las ciudades de Alcaraz, Santisteban

II

Fachada del Ayuntamiento de Segura

Ramón Gallego

147Anales de la Sierra de Segura

del Puerto, Cazorla y Villanueva delArzobispo y cuyo objetivo era “la gestión yexplotación de los recursos forestales, aprovi-sionándose así de las maderas necesariaspara la construcción de la Fábrica de Tabacosde Sevilla, entre otros edificios importantes yparte de la flota, suponiendo a la vez unimportante recurso económico para las arcasestatales.” (GILA REAL ,J. ,1998 , página :193). Todo ello en detrimento de aquellosque hasta ese momento habían tenido en losbosques una de sus principales fuentes deriqueza : las villas y por ende Segura de laSierra. Esta situación finaliza a la muerte deFernando VII en 1836 .

A partir de 1837 el territorio del municipiode Segura se va viendo reducido espacial-mente poco a poco debido a la independen-cia de numerosos núcleos de población comoPontones, Santiago de la Espada o La Puertade Segura, aunque anteriormente otros mu-chos ya se habían convertido en villas comoes el caso de Génave, Benatae, Torres deAlbanchez, etc.

Tras estas breves pin-celadas históricas reto-maremos nuestra anda-dura por la villa quedejamos al traspasar laPuerta Nueva y queretomamos admirandola portada renacentistadel Ayuntamiento y queen su día perteneció a laCompañía de Jesús,según podemos advertirde las iniciales J.H.S..Proseguimos nuestropaseo calle adelante sinolvidarnos de la tienda de Matilde y Valerianoen donde dejaremos encargadas unas paleti-llas y unas chuletas de cordero segureño paracuando regresemos. Al llegar a la plaza y fijar-nos en la iglesia de Nuestra Señora del Colladonos llama la atención el acceso lateral queposee el templo, cuando lo normal en cual-quier iglesia es tener su entrada a los pies, enel lado opuesto del altar mayor. Parece ser queen el lado sur del espacio en el que se cons-truyó la iglesia la muralla almohade impedíaque en esa zona se ubicara la portada. Elactual edificio data de 1815 y fue construidopor el infante Francisco de Paula Antonio, el

mismo personaje que mandó erigir la parro-quial de La Puerta de Segura por estas mismasfechas aproximadamente, puesto que el tem-plo original segureño, al parecer de origenrománico, fue destruido durante la ocupaciónfrancesa. Si el viajero se fija en la portada de laiglesia observará como uno de los números dela fecha ha sido manipulado conscientementey por tanto no se debe de hacer caso al mismopuesto que la fecha de 1885 no es la originalque se grabó en la piedra (1815 ). La iglesiaparroquial guarda una pequeña joya en formade escultura, se trata de una talla de la Virgende la Peña realizada aproximadamente duran-te el siglo XIV y que al parecer procedía delsantuario del mismo nombre ubicado enOrcera y abandonado durante la primeramitad del siglo XIX a consecuencia de la des-amortización de Mendizábal.

Antes de descender hacia la parte baja dela villa no podemos eludir la fuente situadaal lado de la iglesia con sus dos caños y elenorme pilar que antaño fue morada deenormes ejemplares de peces , no recuerdo

ahora si barbos u otraespecie. El estilo artís-tico de este monumen-to se encuadra en elúltimo momento delgótico hispano , deno-minado indistintamen-te “isabelino” o “flamí-gero” puesto que algu-nos elementos arqui-tectónicos del mismosemejaban llamas.

Al proseguir nuestramarcha, llegan hastanuestros oídos los ale-

gres y picantes (como diría nuestro entraña-ble Santiago González Santoro) compases deuna canción que alguien está ensayando;nos quedamos con esta estrofa :

...del trigo sale la harinade la harina los rosquetes

y de la molinera….los molineretes

Es Antonio, que toca la bandurria en elgrupo folclórico de la localidad, con el quenos quedamos durante unos momentosescuchándolo. Al cabo de un rato acierta a

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Casa Mudéjar frente a la Iglesia de los Jesuítas

Visita a la Villa de Segura

148 Anales de la Sierra de Segura

pasar por nuestro lado el amigo Luis, que yase jubiló de su empleo en el ayuntamiento,y que viene de su huerto. Nos da la hora yafirma que para “guitarras” las que él y sufamilia cuelgan cada finales de otoño en sudespensa y que además gozan de un extraor-dinario acompañamiento: salchichones, cho-rizos ... Le pedimos que no continúe y que seapiade de nuestro estómago puesto que eldesayuno de esta mañana ha sido bastantefrugal y aún queda un buen rato para elalmuerzo. Luis dice que él ya ha almorzado yque hasta la hora de comer ya queda menos.Inicialmente nos quedamos sorprendidos,pero enseguida comprendemos que en estatierra se le llama almuerzo a un pequeñorefrigerio tomado generalmente mucho an-tes de mediar la mañana (sobre las diez odiez y media).

Accedemos a acompañar a Luis hasta sucasa que se encuentra ubicada en lo queantaño fue colegio de novicios de la Compañíade Jesús, posteriormente Ayuntamiento ypor último cuartel de la Guardia Civil. En lamisma recoleta y hermosa Plaza de losJesuitas podemos admirar la recientementerestaurada iglesia de la Compañía de Jesús (ode los Jesuitas como se la conoce en la villa),de origen claramente renacentista, de unasola nave y planta de cruz latina, edificada afinales del siglo XVI y abandonada por laCompañía en 1767, cuando los jesuitas fue-ron expulsados de España y de todos losdominios de la corona española.

Justo enfrente de la iglesia vamos a admi-rar uno de los escasísimos ejemplos dearquitectura mudéjar de la Sierra de Segura.

Se trata de la portada de una casa construi-da poco tiempo después de la conquista cas-tellana de Segura, que consta de un arcoapuntado enmarcado por un alfiz de ladrillo.Existe otra portada muy similar en la calleCaballeros Santiaguistas y que el profesorSalvatierra fecha entre la segunda mitad delsiglo XIII y principios del XIV (SALVATIERRACUENCA ,V. ,1999 ; página 12 ).

Dejamos a Luis sentado a la sombra delalbaricoquero que hay en la plaza y pone-mos rumbo hacia el baño árabe, ubicadooriginariamente a extramuros de la murallaalmohade que discurre justo por encima yal lado de una fuente de la que se abastecíay que a su vez riega unos minúsculos ytrabajosos huertos. El baño, la fuente consu alberca, los árboles, los huertos y elmagnífico paisaje que divisamos, hacen deeste lugar uno de los sitios más hermososde Segura de la Sierra. El baño “moro” comose le conoce popularmente fue restauradopor el arquitecto Luis Berges Roldán en1971, siendo utilizado originariamentecomo una vivienda más de las muchas quehabía en la villa. Consta de tres salas(caliente, templada y fría) con conductospara la circulación del aire caliente empo-trados en las paredes de las dos primeras,aire que procedía del horno ubicado debajode la sala caliente; en esta misma sala exis-te una pequeña piscina que se nutría delagua caliente de la caldera que lógicamenteera calentada por el horno.

No es el único baño que se construyó en laSaqûra musulmana , puesto que las excava-ciones llevadas a cabo en el castillo, hanpuesto al descubierto la existencia de otrohammam de pequeñas dimensiones (menosde 80 m2), decorado con lujo y que probable-mente era de uso privado (SALVATIERRACUENCA, V. Y OTROS, 2001, 296 ).

Desde el baño musulmán podemos obser-var la cerca de origen santiaguista que rodeala villa y dentro de ésta podemos ver de tre-cho en trecho la muralla almohade, fabrica-da en cajones de hormigón durísimo, quearrancaría desde el castillo para llegar a laPuerta Nueva, de ahí, y por encima de laescuela-hogar llegaría hasta la cara oeste dela parroquial, desde donde se extendería aleste de los baños corriendo paralela a la

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Calle Caballeros Santiaguistas

Ramón Gallego

149Anales de la Sierra de Segura

cerca cristiana para subir hasta la Plaza dela Encomienda y trepar hasta el castillo porel muro este de la casa de los Figueroa.

Al llegar a la Plaza de la Encomienda podre-mos admirar la magnífica portada de la casade los Figueroa (linaje materno del inmortalJorge Manrique) y casi enfrente el palacio delos comendadores de la Orden de Santiago,hoy convertido en restaurante.

Hemos dejado para el final la “visita” al cas-tillo, emblema por antonomasia de esta villa.Los orígenes del mismo se remontan a fina-les del siglo IX o principios del X, pero noserá hasta la época de las taifas (primeramuralla) y posteriormente en el periodoalmohade (segunda muralla) cuando real-mente se construya una estructura defensi-va en la cima del cerro. Tras la conquistacastellana la Orden de Santiago transformóprofundamente la fortificación que situó enél la Encomienda Mayor de Castilla .El edifi-cio se abandonó de forma definitiva duranteel siglo XVI.

Fue restaurado profundamente entre 1964y 1968 por los arquitectos Rafael ManzanoMartos y Francisco Pons Sorolla.

El castillo en la actualidad consta de unrecinto exterior y de un alcázar, ambos pro-fundamente modificados. En el recinto exte-rior destacamos dos grandes aljibes excava-dos en la roca, la barbacana (con su ante-muro y la puerta de acceso al alcázar) y latorre del Agua. Accedemos al alcázar a travésde una puerta acodada y en rampa. Dentrode él observamos en primer lugar la impo-

nente mole de la torre del Homenaje con tresplantas y terraza, la iglesia estilo mudéjar(ábside semicircular con arcos lobulados deladrillo y cubierta de madera ) del siglo XIII,el refectorio situado en frente de la iglesia, lacocina, el claustro y el aljibe.

Los accesos al castillo son excelentes ypodemos hacerlo en coche por ser muycómodo, pero lo recomendable es perdersepor las callejuelas situadas por encima de laPlaza de la Encomienda para disfrutar deuna maravillosa arquitectura popular, de lamagnífica rejería que veremos en algunascasas, de numerosos rincones y placitas y,en fin, de unas vistas y de una tranquilidadenvidiables. Al llegar a la Plaza no se olvideel viajero de tomar un refrigerio en el bar deEndrino y de encargar con tiempo el panque artesanalmente elaboran estos herma-nos y que sin duda realzará cualquier comi-da que tomemos en alguno de los lugaresdel buen yantar que hay en la villa. Parafinalizar, Segura de la Sierra nos ofrece unaoferta en cuanto a alojamientos y restaura-ción de suficiente calidad como para quedisfrutemos lentamente de este lugar privi-legiado.

Ramón Gallego

Profesor

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Bibliografía:

AGUIRRE SÁDABA , Fº. J.; JIMÉNEZ MATA , Mª.C. (1979): “Introducción al Jaén Islámico”. I.E.G.

GILA REAL , J. A. (1998): “La Sierra de Seguraen el Catastro del Marqués de la Ensenada”.B.I.E.G. Separata del nº CLXVIII.

SALVATIERRA CUENCA , V. (1999): “Historia ymonumentos de una villa medieval“. Exmo.Ayuntamiento de Segura de la Sierra.

SALVATIERRA CUENCA, V. (2001):“Excavaciones en el castillo de Segura de laSierra (Jaén ). Las fases islámicas”. EnArqueología y Territorio Medieval ,nº 8 , páginas289-304. Universidad de Jaén.

Castillo de Segura de la Sierra

La Sierra de Segura en imágenes

150 Anales de la Sierra de Segura II

Segura de la Sierra vista a contraluz

El Yelmo se alza en medio de la orografía segureña