VirusUn relato sobre el peligro de

los rumores en las organizaciones.

De: Ferran Ramon Cortés

(Antología)

Por: Crystal Suazo Laredo

La sospecha

Una epidemia se propaga por todo un hotel, los afectados presentan los mismos síntomas y están al lado de la muerte.

Mientras que en una empresa eficaz dos de los mejores subordinados y gente profesional deciden dejar la organización, la cual siempre se ha caracterizado por el orden, entendimiento y cooperación entre sus empleados.

Todo lo que sucede se correlaciona y entrelaza por un miso problema, el cual aún no se descubre.

La confirmación

La enfermedad que asechaba a varios turistas del hotel. Se trataba de un virus infeccioso, que se transmitía de persona a persona.

Como en el hotel, en la empresa se propagaba un virus, que eran los rumores, y la enfermedad que era la desconfianza entre los empleados.

De misma forma que en la epidemia, se tiene que buscar la cura para que ya no se siga esparciendo. Y así tener un mejor rendimiento y entendimiento entre las personas que la conforman.

El virus

Después de un largo tiempo sin saber cual era el virus que asechaba al hotel, y de donde provenía se necesitaba saber cual era el factor para transmitirlo de un individuo a otro. Algunas personas sólo pueden ser portadores, sin padecer la enfermedad, mientras que unos pueden ser más susceptibles que otros.

Al igual que en la enfermedad en una organización pasa lo miso. Algunas personas pueden estar rodeados del virus sin que esté los afecte, mientras que otros sólo son portadores del rumor, sin padecer la enfermedad y los demás pueden estar rodeados, pero son inmunes ante el virus.

La cadena de contagio

Al igual que una epidemia en la vida real y laboral se puede crear un virus. Como en la enfermedad existen personas que son más vulnerables que otras para contraer un virus, se podría decir que estos son los que afectan nuestras relaciones personales, y que en realidad como seres humanos no lo hacemos por nuestra mala fe, si no porque es lo que refleja nuestros miedos, inseguridades, y temores, contagiando a más personas.

Romper la cadena.

Se necesita saber qué es lo que afecta a los empleados de una organización, como en la enfermedad. Saber quién o quienes es el portador del virus para poderlo a tacar de una forma inteligente y así poder romper la cadena.

El control de la epidemia

Por fin la epidemia en el hotel pudo combatirse, aunque muchos enfermos perdieron la batalla y desafortunadamente murieron. Lo único bueno es que aquel mal había terminado, y que en un futuro no estaría mal una vacuna para que esto no volviera a pasar nunca más.

Al igual que en el hotel, en la empresa se había descubierto el mal lo que en un principio eran malas interpretaciones pasaron a ser rumores claramente mal intencionados, y también no estaría de más crear una vacuna para combatir esté mal.

La Vacuna

Las vacunas actúan de forma natural, haciendo que se sienta la enfermedad sin padecerla, forma anti cuerpos, pero esto no asegura una protección al 100%.

Lo más adecuado es que uno mismo cree defensas que cuiden nuestro sistema, al igual sucede en una organización: no debemos dejarnos llevar por los rumores, conociendo a cada uno de nuestros subordinados, y aplicando está vacuna cada 24 horas.

Epílogo

Después de 3 años la pareja vuelve al hotel donde adquirieron la enfermedad, y al ver al doctor le preguntaron si ya existía una vacuna para aquella epidemia; a lo que esté respondió que no: Alguna vez puede volverse a propagar en un pequeño rincón del planeta, sin que nadie lo noté siquiera o le tome tal importancia.

Tal vez nadie lo noté o le de tal importancia a los rumores en una organización, pero sin duda alguna es un terrible virus

«Todo lo que aquí se narra es sólo ficción, algún parecido con la realidad es mera coincidencia».