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4 k 5>EL BAUTISMO BIBLICO^ € \ % $ £ U «Lector, no repruebes i

f f i O I ardes de haber leído todo, Cf | porque quizás entonces I

M reprobarás menos.» C?

| VITAL E. SANHUEZA. jj

£ VALDIVIA, Chile. ^

§ 1932 J «ft Imp. Particular Valdivia. ^

F e d e E r r a t a s .

Dice Debe decir

Al final de la introducción. comprensado compensado

Pág ina 8 (Corintios 10:2) (1 Corintios 10:2;

A l f inal de la Pág . 20. bautizo baptùo.

E n la P á g . 31 X X I X I X .

Por

VITAL E. SANHUEZA.

VALDIVIA, Chile. 1932

Ursa palabra a§ lector. Por amor y defensa cíe la pureza ele las doctrinas

de la Biblia, las que amaino^ mas qne nuestra propia vida, y para la tranquilidad de nuestras iglesia*, damos a la publicidad este opúsculo doctrinal que encierra la sustancia de mis estudios sobre el Bautismo Bíblico por Inmersión. Por su fraseología se conocerá que no he-mos escrito para los doctos, sino para la ilustración doctrinal de hermanos que no tienen mas libros qu t 1a Biblia e Himnario.

No atacamos a nadie, pues no somos contenciosos, ni buscamos honores ni aplausos, porque sabemos vi-vir sin ambas cosas, sólo trabajamos silenciosamente eo la "defensa y confirmación del Evangelio," pa ra la gloria de Jesús, y el bien de nuestros hermanos y com-patriotas.

Si nuestro librito, liega a ser una avuda a los hijos de Dios, quedamos mas que comprensado de nuestro trabajo.

EL AUTOR.

1¡a -participación laica en la editacion de este folleto.

La Iglesia Evangélica de Collico, aunque ubicada .en uno de los lados extremos de la ciudad, permane-ce, atenta a todu movimiento que tienda, o a la conser-vación d@ li s doctrinas de la Biblia, o a la difusión del E v a n g e l i o de Jesús, por e u j n razón, al tener conoci-miento que algunos cristianos, despreciando e) sabio •consejo de San Agustin;«Ea losscundario, tolerancia,» atacan en forma liviana el bautismo por inmersión, y su propaganda ha llegado hasta el punto de hacer cre-er ai público que la Iglesia Bautista para sostener la fórmula del bautismo por inmersión, ha hecho una ver-sión de la Biblia a su antojo, dando con este argumen-to sofístic \ una arma mas a nuestro en amigó común ia Iglesia Rumana, para que nos combata con mas co-lorido de verdad, con su vieja afirmación, de que el protestantismo ha falsificado la Biblia. Y como ella, la 3>bsia de Gallíco, sabe que el bautismo por inmersión no es enseñanza, propio de la Iglesia Bautista, sino un Sacramento cristiano fundamentado en la Palabra de Dios, acordó nombrar una Comision ¡-ara que tome a su cargo la explicación y difusión del bautismo por inmersión. Esta comision cuyos nombres se dan al final, y ampliada con representantes de las iglesias ali-ancistas de, Aguirre y Garcia Reyes, acordó:

Io. Pedir al pastor Yital E. 3an!raeza, confeccione en un folleto, parte de sus estadios sobre el Bautismo por inmersión. 2,J. Vender el folleto, «El Bautismo Biblico,» a! insig-nificante precio de 40 centavos, y 3o. Pedir al pastor T i t a lE . Sanhueza. explique su folle-to en una conferencia pública, antes de lanzarlo a la circulación.

Por la Iglesia de Colhco; Alberto Soto, Luis Castillo, Olegario Cárcamo, LuisColin.y Dolores Alarcon.

Por la Iglesia de Aguirre; Humberto Carril, Hermi-nio Guzman y Juan San Martin.

Por la Iglesia do Garcia Reyes, Ernesto Gallardo.

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I El Bautismo Bíblico.

El baut ismo bíblico es por inmersión. Así está visto en los hechos y ceremonias simbóli-cas del Ant iguo Testamento, y confirmado en el Nuevo Testamento, por ser la inmersión, la fórmula usada por J u a n el Bautista, por Je-sús y por los Apóstoles.

El bautism® por inmersión está apoyado a-demás por la Etimología; por la Historia, tan-to eclesiástica como profana, y por la Arque-ología.

II La doctrina del baut ismo e s y sis enseñanza dada en forma gradual.

Mucha1? de nuestras doctrinas bíblicas, han sido revel fa/dcis por nuestro Dios Soberano en forma gradual . El bautismo por inmersión ha sido dado en esa manera, porqxie el desa-rrollo de la intelectualidad humana asi lo e-xije.

Todos los estudiantes de la Biblia que no se han fijado en la revelación gradual de la doctr ina del bautismo, no solamente han ca-ído en el laberinto de las argumentaciones humanas, sino que ponen en desacuerdo el Ant iguo con el Nuevo Testamento. La ense-

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ñanssadel bautismo, principia rudimentaria-mente en ei Genesis, en el símbolo del Arca de JSToé, para hacerse mas expresiva en el pa-go de los israelitas en el Mar Rojo, en donde se ve el bautismo del Espíritu Santo en laNu-be, y termina, en el Antiguo Testamento, e-videnciando la fórmula de inmersión en la consagración del sacerdote hebreo.

En el Nuevo Testamento sigue este mismo órden gradual. Juan bautizarequiriendoí© so-lamente en el Padre; porque Jesús todavia no liabia sido revelado, Jesús exigía arrepenti-miento y fe en Dios, como Juan; pero exigía una fe adicional, fe en El, como el enviado del Padre, y todos los que le aceptaron como si Mesías fueron bautizados, Al fin, los A-póstoles recibieron de los mismos labios del Cristo resucitado, el imperativo mandamiento en su forma completa: «Id, doctrinad a to-dos los gentiles, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.»

Pero, antes de ejercer su ministerioy bau-tizar, tenían que esperar la manifestación del Espíritu Santo. Lucas. 24: 49.

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il! El bautismo por inmersión vis-to en hechos y ceremonias del An-

tiguo Testamento,

1) El Arca de Noé.

«Lo cual (el Arca era tipo del bautismo que ahora NOS SALTA a nosotros ta ubi en (no el quitársenos la in-mundicia, de la carne, sino la respuesta de una buei a conciencia para con Dios,) por aiedio de la resurrecc-i ó n de Jesvi-Cristo,» 1 Pedro 3:21- Y. M.

E) A r c a d e Noé, es un tipe del bautismo por inmersión. Noè y demás miembros de su fil-mi lia, creyeron a las palabras de Dios, tanto a las que se refieren al castigo de los incrédu-los como a las que les prometen una milagro-sa liberación; (Genesis (5:17,18) entraron en el Arca, como Cristo fué puesto en ei sepul-cro cuando fué muerto y como el creyentejes sumergido en las aguas del bautismo; Noè con los suyo al entrar en el Arca, ia que fué ce-r rada por el mismo Dios, se apar ta para siem-pre de sus semejantes, y muere pa ra las co-sas del munch viejo-, al salir del Arca, tipifica hermosamente la resurrección de Jesucristo, y a los creyentes que salen del agua, para vivir como Noè en una vida nueva bajo el pacte glorioso de Jesucristo.

Los que ignoran el verdadero significado

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del bautismo, enseñan por esto hecho, el ba-utismo per rociamiento, sin fijarse que n iNoó n i los suyos fueron rociado" con la lluvia. T a m poco, se puede enseñar por este tipo bíblico, el bautismo infantil, pues no habían guaguas en el Arca,

Al decir Pedro que el bautismo de ahora, es decir, el bautismo cristiano, no quita las inmundicias de la carne, o lo que es lo mismo, las inmundicias del cuerpo, deja establecido que los judíos bautizaban o SUMERGÍ-

AN sus cuerpos en el agua muy amenudo para purifi-car ce.

Con un poco de agua en la cabeza no se podian qui-tar las inmundicias de todo el cuerpo.

El bautismo de hoy o el bautismo cristiano por in-mersión, se usa para testificar que hemos muerto . con Cristo y con él resucitado a una vida nueva,

2) El poso del Mar Rojo del pueblo de Israel.

«Y los hijos de Israel entraron por el medio del mar en seco: y les eran las aguas como un muro a su dies-tra y a su siniestra.» Exodo 14:22. Y. M.

Por el paso del Mar Rojo, Israel se separa de los e j ip j ios=mundanos , y muere para E-j ip to=mundo . y resueita a una vida nueva, en la que junto a su Dios y guiadu por el Es-píritu Santo, visto en la Nube, se dirije pa ra morar para siempre en la t ierra de Canaan.

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Pablo dice qu« Israel fue baut izado ea la Nube y en el mar, nopor lamar, (Corintios 10: 2) como si ambos se hubiésen efectuado a la *?ez; pero estudiando el capitulo 14 de Exodo vemos claramente que Israel no fué bautiza-do por l aNube , sino despues de su baxitisnao en el Mar (Exodo 14:19) y esto lo decimos^ porque muchos easeñadores están af irmando hoy, que el bautismo del Espír i tu Santo es el único necesario, «uando la general idad de los hechos, muestran qué el bautismo del Espíri-tu Santo fué seguido al bautismo de agua.

3) La consagración del sacerdote.

«Rocía SOBRE ELLOS el agua de la ofrenda por el pe-cado; y hagas ellos pasar na Faja por toda su carne, y laven sus vestidos, y purifiqúense.» Números 8:7.

"En seguida harás ^ue se presenten Aarón y sus iii • jos a la entrada del Tabernáculo de Reunión, y los la-varas con agua." Exodo 40; 12,

En la consagración del sacerdote, es reve-lado por pr imera vez con mayor claridad, la fórmula del bautismo de agua.

El levita se iniciaba en s.u carrera a los 25 años (Números 8:24) Tenia un& preparación ds 5 años, porque fué ordenado sacerdote cu-and© completaba 30 años de edad. Números 4:3. Fué lavado todo su cuerpo con el agua

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de la expiación, (Números 19: 9,17) y se le pa-só navaja a todo su cuerpo, Números 8:6,7, y una vez vestido con la ropa sacerdotal, fue ungido, Exodo 40:12,13, con la unción santa, Exodo 30: 23—25, y qtie era un símbolo del Espíritu Santo.

Por mas que se tergiversen ios versos que detallan la consagración del sacerdote, no se podrá establecer el baut ismopor rociamiento, tnérios el bautismo infantil.

En Números 8: 7, se halla la palabra «roci-ar;» pero se rociaba a todo el cuerpo y no a la cabeza, como lo hacen los pedobautistas.

En vez de la palabra «i ociar,» debe em-plearse «derramar,» porque esta úl t ima pa-labra está Rías de acuerdo con el mandato de Exodo 40: 12, que ordena lavar con agua todo el cuerpo del sacerdote.

Ni los vestidos sacerdotales, ni la unción santa, hacian del levita un sacerdote, sino el lavamiento con agua, por cuyo lavarme ato se separaba de la congregación para servir a Dios en un ministerio santo.

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IV El bautismo de Juan.

J u a n era hijo de un sacerdote, Lucas 1:8 —13, de la t r ibu sacerdotal de Leví y estaba bajo la Lev, por cuyo motivo, debió haber sido consagrado sacerdote conforme la3 or-denanzas que dejamos ampliamente explica-das en el capítulo anterior, y en el caso de hp-ber sido excepto de esas ceremonias, se de-bería al hecho de qu<? él t e a í a u n llamamien-to directo de Dios, para baut izar con agua, .Juan I: 33, y fué ungido con el Espí i i tu San-to desde el seno de la madre. Lucas 1:15.

J u a n exigía como c-omlicion especialaaque-líos que deseaban bautizarse, un arrepenti-miento genuino (Marcos 1: 4) y ío en Dios.La Lev exigía todo esto.

J u a n baut izaba en Be tábara . un vado del ,iordan, (Juan 1: 28) punto de fácil acceso de «toda Judea» y de .rerusalen. Mas tardo se trasladó a Enon, par te o c c i d e n t a l d e l jordan. Juan 3: 23.

¿Por que J u a n buscó las aguas, y las mu-chas aguas para bautizar? Porque el bautismo es por inmersión,y para sumergir, se necesi-ta buscar un lugar adecuado a este objeto y con bas tan te agua. Si J u a n hubiera bautiza-do por rociamiento, con haberse situado a la

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orilla de un pozo le habr ía sido suficiente, pero J u a n bautizaba en e l río Jordán, Marcos 1: 5, y no a la orilla del Jordán.

Los orientales no ponian mas que un nom-bre a su» hijos, y asi s® hizo con el precursor de Cristo, se le puso el nombre de Juan, Lu-cas 1: 59—93, según lo habia mandado el án-gel; Lucas 1:13, pero por su modo nuevo y raro de bautizar, )a gente le puso el sobre-nombre de Sumergidor, y de aqui su nombro juan el Sumergidor, o sea, Juan el Baut is ta . Tenemos, pues, impresa en el nombre del pre-

cursorde Jesús, la verdaderafórmula delf iau-tismo Bíblico, la de inmersión.

V El bautismo d© Jesús.

«YJbtús , déspues que fué bamtizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vió al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él.» Mateo 3:16.

Jesús como descendiente de la Casa de Da-vid, era legitimo heredero del Trono de Israel, y podia también desempeñar el oficio de proc feta, porque profeta podia serlo una persona de cualquier tribu, siempreque Diosla llama-se a t an alto y sagrado cargo, pero no podia ejercer el oficio de sacerdote.

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Nadie podia ministrar como sacerdote c'e Dios si no era de la tribu de Levi y debida-mente consagrado según la Ley, por esta ra-zón, Jesús cuando cumplió 30 años, Lucas 3; 23, vino a Juan para que lo consagrase sacer-dote por el bautismo. El no se bautizó para darnos un ejemplo, pues el lo hizo cuando to-do el pueblo Labia sidc ya bautizado, Lucas 3:21, sino que lo hizo para cumplir un acto le-gal—cumplir con toda justicia—y poder ejer-ce r legítimamente la autoridad de sacerdote, Mateo 3: 15. Esta autoridad fué manifiesta cuando purificó e l l emp lo , J u a n 2:14—17, y cuaodolos ancianos y fariseos pusieron en du-da sus derechos sacerdotales, él apela a su bautismo recibido de Juan. Mateo 21: 25.

Jesús consagrado sacerdote por el bautis-mo. sin ascendencia ni descendencias sacer-dotales, vino a ser Sumo Sacerdote según la 6» den de Melquizedek. Hebreos 7: 11.

El señor, C. I. Scofield, Dr. de Teología di-ce que «cada uno de los Evangelios comple-ta a ios otros tres,» y de acuerdo con la opi-nión de este gran cristiano, predicador, tra-ductor y comentador dé la Biblia, varaos a estudiar la historia del bautismo de Jesús, fi-jándonos con atención y reverencia en cada detalle que el Espíritu Santo nos suministra en el mismo órden en que se dieron a luz los

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Evangelios, a fin, de que, cada uno de mis hermanos lectores, por escasos que sean sus conocimientos bíblicos, seden cuenta quede-talles que omite Mateo, los da Marcos, quién escribió su Evangelio 20 años mas tarde, y Luc^s que escribió su Evangelio 14 años des-pues de Marcos, nos informa del modo corno Jesús recibió al Espíri tu Santo, y f inalmente Ju¿\n que escribió su Evangelio 42 años des-pues de Lucas, r emata la historia del bautis-mo de Nuestro Señor, con la declaración do que él no conocía a Jesús; pero tenia la promesa de Dios, de que Aquél que una ve*; bautizado en agua, viera descender sobre él el Espíri tu Santo, ese era el Cristo y debía presentarlo al pueblo como el Cordero de Di-os que quita los pecados del mundo.

El significado ele la pala! ra griega «la-ptüo.»

Antes de entrar a estudiar las narraciones del baut ismo de Nuestro Señor, creo necesa-rio hacer presente al lector indocto que la pa-labra bautismo no es dsl idioma español, sino del griego y ha sido transferida en muchas ver-siones de la Biblia, en vez de t raducir la como es lo normal y recto.

L a palabra bautismo, pues, viene del grie-go bautizo, 'bautizein, y del latino, ba-psare, y sig-nifica SUMERGIR."

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L a raíz de esta pa labra la hallamos en el francés, bautiset; en el aleman, taufen de tieí, hondo; en el ingles, batiam, extc.

Mas adelante ; daremos mas pruebas sobre la etimología de esta palabra, por ahora, esto es suficiente, para explicary comprender rec-tamente los versos que t ra tan del bautismo de Jesús.

VI Jesús fué sumergido en las agu-as del Jordán, asi lo declaran (os

cuatros Evangelistas. 1) «Despues de bautizado, subió luego Jesús del a-

gua: v lie aquí, se abrieron los cielos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma y venía sobre él; j he aquí una voz de los cielos que decia: E^te es mi Hijo, el Amado, en quien tengo complacencia.» Ivlateo 8: 16,17.

Si Jesús subió del agua, es evidente que tam-bién habia bajado al agua, para ser simwrgidó.

Para rociarle la cabeza, no era necesario ba jar al rio, con haber ido a buscar un jarro de agua al Jordán habia sido suficiente. La idea de algunos; que Jesús bajó al agua pa ra ser rociado, es en primer lugar, un absurdo se-mejante a las estampas, de los pintores roma-nistas, que muestran a Jesús dentro del jor-

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dan y a Juan echándole agua en la cabeza con una concha: y en segundo lugar, una a-dulteracion, tan to de la forma, como del ver-dadero significado del bautismo, que es un símbolo de la muerte y de la resurrección espi-ritual del creyente.

El bautismo por rociamiento no significa ni muerte ni resurrección, ni tampoco simbo-liza el bautismo del Espíri tu Santo, como lo demostramos en al capítulo que t r a t a esta materia.

La inmersión de Jesús se ve mas clara aún si en vez de la palabra bautizado, usamos la, verdadera palabra del texto griego, sumergi-do. y en tal caso leeríamos:

«Despu?s de sumergido, subió luego Je sús del agua.»

Todos los pedobautista, le dan mucha impor-tancia a la frase: «subió luego del agua,» y con ella quieren probar que Jesús no salió de dentro del agua, sino que subió la hoyada del rio; ^ero si al leer esta frase tenemos en vista que Jesús fué bautizado en el vado de Betába-ra, estensa l lanura que siglos antes permitió el desarrollo de una gran batalla. ( jueces 7: 24) la frase, «subió luego del agua,» pierde toda la fuerza que la común interpretación le da, la de que Jesús subió una pendiente u ho-yada, come lo hemos expuesto.

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Creemos que en vez de «subió lufgo d d agua,» debe leerse, «levantado luego del a-gua,» porque la frase en esta forma no sola-mente se ajusta mucho mas al sentido di-recto e indirecto del hecho que comentamos, sino que se halla fuer temente apoyada p o r la narración de Marcos como pasamos a demos-trarlo.

2) «Jesús vino de Nazaret de Gralilea, j fué bauti-zado por Juan en el Jordán, y luego, al subir del agua vio razgarse los cielos y al Espíritu, como paloma, que descendía hasta él. Y vino una voz de los cielos: Tú eres mi Hijo, el Amado; en ti tengo complacencia.» Marcos 1: 9—11.

«Jesús vino de Nazaret de Galilea y fué baut izado por uan en el Jordán.»

No fué bautizado a orillas del Jo rdán , si-no en el Jordán, o lo que es lo mismo, sumer-gido en él Jordán , porque esto es la verdad del hecho y el significado de ta palabra, pues, si tomamos este verso del texto griego leere-mos:

« Jesús vino de Nazaret de Galilea y fue su-mergido por J u a n en el Jordán.»

El verso 10 dice: «Y luego, al subir del agua—esto es, al ser levantado del agua—víó razgarse los cielos y el Espíritu, como palo-ma que descendía hasta él,»

¿Quién vió razgarse los cielos? J e s ú s

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¿Cuando vió razgarse los cielos? Al subir del agua, o sea, al salir de debajo del agua.

La frase de Mateo 3: 16, «subió luego del agua,» es idéntica a la de Marcos 1: 10, «y luego, al subir del agua,» y ambas se refieren al instante cuando Jesús se levantó de debajo del agua o salió de debajo del agua al ser sumer-gido, y no pueden referirse al hecho de salir del rio Jordan, (aunque si las tornamos en es-te sentido, no afectan en lo mas mínimo, la inmersión de Jesús) porqoe por Lucas 3: 21, que nos suministra un detalle que omiten Mateo y Marcos, vemos que Jesús al ser levan-tado del agua, no salió inmediatamente del rio, sino que empleó uuos instantes para orar y, «mientras oraba,» descendió el Espíri tu Santo sobre él.

Finalmente, J u a n J: 31—33, completa la historia del bautismo de Jesús y confirma en absoluto nuestro modo de argumentar .

J u a n el Baut is ta declara que él no conocía a Jesús; pero como era necesario que él, su precursor, lo presentase al pueblo como el Me-sías prometido, Dios que le había mandado a baut izar en agua—no con agua—-le había dicho qu3, sobre aquél que una vea sumergido en el agua, viera descender el Espíri tu Santo, ese era el Cristo. Y el Bautista af irma que él vió esa señal en el bautismo de Jesús.

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Por lo que nos dicen los cuatro Evangelios, explicándose y comple fándose el uno a los o-tros en lo referente al bautismo de Jesús; por la interpretación, serena y recta que fué uná-nime eu la época aposto lica y por mas de 200 años despues, y por el significado d é l a pala-b ra baptizo del texto griego, hallada no so-lamente en los manuscritos antiguos, sino en el de uso actual de la Iglesia Griega, pode-mos afirmar:

Que Jesús cuando cumplió 30 años de edad vino de Nazaret de Galilea a Be tábara donde J u a n el Bautis ta ejercia, su ministerio, pa ra ser bautizado. J u a n le resistió primero; pero cuando Jesús le dice que es necesario cum-piir toda justicia, esto es, ser ordenado sacer-dote, entonces J u a n le sumergió en las aguas del rio Jo rdan , y t an pronto fué levantado de debajo del agua, levantó su cabeza al cielo pa-ra orar, y mientras oraba, vió razgarse los cie-los y al Espíritu, como paloma, que descen-día hasta él, y al mismo tiempo que esto acon-teció, se ovó la voz del Padre desde los cielos que decía: «Tu eres mi Hijo, el Amado; en t í tongo complacencia.»

Despues de esto, Jesús salió del agua, Ju-an que sumergió a Jesús y vió al Espír i tu descender sobre él y oyóla voz del Padre que hablaba desde el cielo, testificó al pueblo de

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tudas estas cosas—testimonio que ha llegado hasta nosotros por la Revelación divina pa-ra que obedezcamos a Dios haciendo su vo-luntad como su Hiju nos dió el ejemplo.

VIS ES bautismo de luán el Bao« tis&a e s idéntico en su forma, al bau->

tismo que usó Jesús.

«Pasado «ato, vino Jesús con sus discípulos a la tie-rra de Judea; y estaba allí con ellos, y BAUTIZABA.»

«Y BAUTIZABA también Juan en Enón junto a Salim, porque HABIA ALLI MUCHAS AGUAS; y venian y eran bautizados.» Juan 3: 22,23.

*

El bautismo de J u a n era por inmersión y no por rociamiento. Si algún lector dudase nuestra afirmación, aunque no es nuestra, si-no de la Biblia, le rogamos leer el verso 23 co-piado según su creencia, y meditar honrada-mente @n las partes subrayadas:

«Y rociaba t ambién J u a n en Enón, junto a Salim, porque había allí muchas aguas; j vení-an y eran rociados.»

Si J u a n rociaba ¿por qué buscó un lugar donde habia muchas aguas para bautizar? ¿No es cuestión inexplicable el que las gentes, fuó-sea de lejanas partes a Enón, para ser rocia-

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das? Cualquier cristiano, por escaso que sean sus conocimientos en la materia, que discuti-mos, podrá ver, que atribuir rociamiento a este verso, sería pasar por encima del sentido común.

J u a n buscó las muchas aguas para bauti-zar, porque su bautismo era por inmersión; y las gentes iban a Enón, desde partes lejanas, para ser sumergidas en las aguas, y no para ser rociadas.

Entonces, si el bautismo de Juan es por in-mersión; también, el bautismo que Jesús usó y hacía administrar, a los que creían en El, por medio de sus discípulos, {Juan 4: 1,2) fué por inmersión, porque ambas palabras/ son iguales, y por lo tanto, significan bautismo por inmersión.

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VÍII El mandato del bautismo. POR EL ORDEN DADO, Y E N L A P R Á C T I C A A P O S T Ó L I C A ,

No aparare ©S bautismo por rociffi-ntjerilo* "i bautismo Infantil, por tanto, I o s que lo practican están siguiendo enseñanzas de Siembres.

«Por tanto, id, y DOCTRINAD a todos los o*ntiles bautizándoles en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Mateo 28: 19.

El orden para bautizar , dado por el mismo Señor es:

1) Enseñar, o doctrinar.

A los incoaversos hay que enseñarles Ja sal-vación y las doctrinas de la Biblia, inclusa la del bautismo.

No es el candidato el que elijn una deter-minada forma de bautismo, sinc que es deber del Guia de la Iglesia enseñarle el bautismo bíblico, el de inmersión.

2) Una vez que una persona está doctrinada> se le sumerje en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Corno lo8 infantes no pueden ser doctrinados• no se lea bautiza.

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«Y les dijo: Id por todo el mundo, P R E D I C A D el Evangel io a toda creatura.

El que C R E Y E R E y fuere bantixadoj será salvo; mas el que no creyere, será condenado. •> Marcos !(i: 15,16.

El drden dado en estos dos versos, es el mis-mo de Mateo, pero mas ampliado.

1) P red ica r ei Evangelio.

2) Los que creen, son sumergidos.

Las guaguas, como son incapaces para cre-er en el Señor Jesús como su Salvador, no se les bautiza.

IX Este orden de bautizar está sostenido con el ejemplo de Jesús»

«Los- fariseo» habían oído que Jesús hacía y BAU-TIZABA MAS DISCIPULOS que Juan.» Juan 4: 1.

Jesús hautizaba a los discípulos, a ías personas que habían creído a su pa labra j se habían resuelto seguirle como Señor y Dios.

No ss debe bautizar antes que las personas crean, con la esperanza de hacerlas discípu-IQS despues. Esto, no es otra cosa, sino ii 'iro-ducir el mundo en la Iglesia de Dios,

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X t\ órcSen divino de®,bautismo ma-nifestado en la práctica apostólica.

«Aquellos pues qtie RECIBIERON su palabra fue-ron bautizados; y se agregaron discípulos en aquel mismo día como tres mil almas.» Hechos 2: 41.

1) Recibieron la palabra.

2) Se bautizaron.

No fueron bautizados las guaguas, porque ellas no podían recibir la pa labra en sus corazo-nes.

XI Los Samaritanos.

«Mas cuando CREYERON a Felipe, que anuncia* ba el Evangelio del reino de Dios y en el nombre de Jesucristo, se bautizaban HOMBRES y M U J E R E S Hechos 8: 12,

1; Creyeron,

2) Se baut izaban hombres y mujeres Felipe no bautizó a los aiños porque no po~

diau creer ni ser doctrinados. Recuerden, los que bautizan niños, que de-

bemos obedecer a Dios antes que a los hom-bres. Hechos 4: 19.

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XII El bautismo de oauío Hechos 9: 1—18.

Sanio era convertido antes de su bautismo.

1) El oraba. Verso 11.

2) Ananias le da el nombre de herma-no. Verso 17.

3) Dios mandó a Ananías donde Sanio pa-ra darle la sanidad y bautizarlo, diciéndole que lo habia escogido corao instrumento, y Dios no iba a e sco je raun inconverso y man-darlo a bautizar.

La frase de Hechos 22: 16: «Levánta te , y lava tus pecados,» no indica que Pablo se ba-utizó por aspersión, porque la pa labra grie-ga, Anastas, t raducida al español por la pala-bra «levántate,» significa, según los lingüísti-cos griegos, además de levantarse, salir de La casa, como también, levantarse y dirigirse a un lugar determinado, Pablo sabia como fué bautizado, y en Rom.

6: 4 y Col. 2: 12, testifica que fué sepultado con Cristo per el bautismo.

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Xill Cornelia» y sus amigos Hechos 10:47,48.

1) Oyeron y creyeron al sermón de Pedro.

2) El Espíri tu Santo cayó sobre todos los que otan.

3) Fueron todos los baut izados con el Es-píritu, bautizados en el ;igua.

Por el verso 24 vemcs que esta, reunión fué íntima y particular, por t a s to , no habían ni-ños los hubieron, no fueron bautizados, por-que 'ios que fueron baut izadosen el agua, fue-ron solamente los que oyeron el sermón, sobro quiénes vino el Espíri tu Santo y los ÚDie-ost que recibieron el bautismo de agua.

Guaguas, ni niños menores de cuat io años no podían entender el sermón ni ser bautiza-dos con el Espíri tu Santo, ni hablar lenguas.

XIV Lidia y su casa Hechos 16:14,15,40

1) Lidia oyó el Evangelio. Verso 14. 2) Dios abrió su corazon para que creyere.

Verso 14.

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3) E n la familia de Lidia no habinn niños, toda era de personas grandes y creyentes, pú-as S3 les da el nombre de hermanos. Veiso 40.

NOTA—Los apóstoles? daban el nombre de hermanos sólo a los bautizados, y baut izaban solamente a los que creían.

XV El carcelero de Filipo Hechos 16: 32—34

1) Tvdos oyeron predicar la palabra. Verso 32. 2) Todos creyeron a Dios. Verso 34. 3) Todos se bautizaron. Verso 33,

En el caso de haber habido niños en la ca-sa del Carcelero, estarían durmiendo, pues fué una reunión pasada la media noche; y a-unque hubieran estado presente, no había por que nombrarlos, y este silencio no auto-riza quebrar el mandato del Señor de bauti-zar solamente a los que creen.

XVI Crispo y su casa

«Y Crispo, el presidente de la sinagoga, CREYO al Señor CON TODA su casa; y muchos de los corintios, O Y E N D O . O S E I A N y s b B A Ü T I Z A B A N . H e c h . 18: 8.

1. Oyeron.

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2. Creyeron. 3. E ran bautizados. L a casa de Crispo era compuesta por per-

sonas de edad, pues todas creyeron. Casos seme-jantes, tenemos por cientos en nuestro propio pais.

XVli La familia de Estéfanas

«Y también bauticé a ] a familia de Estéfanas; mas no sé si he bautizado al^un otro. 1 Cor. 1:16.

Este verso es el mas usado por los defen-sores del bautismo infantil; sin embargo, la familia Estéfanas era toda convertida y en-t regada al servicio de los 3antos=h.ermanos.

«Y os ru»go hermanos, (ya sabéis que la casa de Es-téfanas es las primicias de Acaya, y que se han DEDI-CADO AL MINISTERIO D E L O S SANTOS.») 1 Co-rintios 16: 15.

Guaguas ni niños podían estar dedicados al ministerio.

XVIII El bautismo del Eunuco. Hechos 8 : 3 5 - 3 9 .

L a inmersión del Eunuco, no deja luga? a duda, y sólo se necesita ser contencioso pa ra negarla.

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t. El Eunuco ereyó que Jesucristo es <d Hijo de Dios. Verso 37.

2. Llegaron a cierta agua. Verso 30. 3. Descendieron ambos al agua. Verso 38." 4. Después de sumergido el Eunuco, subieron ambos del agua. Verso 39.

E l bautismo por inmersión es tan evidente en este caso, que hasta el padre Scio, en su versión española de la Biblia, da la siguiente nota del verso 38: «El bautismo se daba en-tonces, y continuó raudio t iempo en daise por inmersión.» Pero, un defensor del bautis-mo por rociamiento que llama a la, Historia, los Diccionarios y a las declaraciones de los Padres de U» Iglesia, pápele J sucios, dijo días atrás: « Viajeros han recorrido el camino de J e m s a l e n a Gaza y no hallaron agua en nin-g u n a parte, por consiguiente, el bautismo del Eunuco, no pudo ser por inmersión.»

Nosotros replicamos: 1. E l camino que indica Hechos 8: 20, es mas que seguro que no ha sido identificado, por-que los siglos CCTI su poder destructor unido a l a s asoladoras guerras de las cruzadas, des-t ruyeron siglos ha, ciudades y caminos en cumplimiento de Isaías 38: 8.

«Las calzadas, caminos, están deshechas, cesaron los caminantes,» y de Levlticos 20: 22, « y vuestros caminos sean desiertos.»

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Por otra parte, no era el «camino desier-to,» sino la. ciudad de Gaza que estaba desier-ta; asf lo dicen las versiones de Id Vulgata, la de Reina, Hispano-Americana y varias ver-siones del inglés que tenemos a la mane.

Felipe recibió el mandato de ir al camino qu? desciende de Jerusalen a la Gaza desier-ta, y no al camino que iba a la, nueva Gaza, la G iza de hoy. sino a la Gaza de los filis-teos, que había principiado a, quedar desier-ta desde las conquistas de Alejandro y en a-quella época ya estaba desamparada como lo bahía dicho Dios, Sofonías 2: 4, por causa de su «.ruesadura.» Jeremías 47: o. 3. No se p\iede creer que en los días de Feli-pe, el camin'o de Jeruaalen a Gaza,, faése de-sierto, poique cruzaba una zona muy pobla-da, como también porque era la arteria co-mercial, que unía a la capital judía, asiento de reyes romanos, con los ricos mercados del populoso reino Etiope.

En aquel tiempo, como hoy, de trecho en trocho habían a lo largo de los caminos, fu-entes naturales o estanques hechos con arci-lla, y hoy con cemento —estanques que se llenan o con las lluvias (Salmo 84: 6) o cor: aguas de vertientes. Sus escalones son an-chos, los cuales permiten el acceso al agua esté el estanque lleno o más o ménos vacío.

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Estos estanques o vertientes arreglados en esta frorma, están de acuerdo con la declara-ción: «Llegaron a cierta agua,» y sus escalo-nes con la doble declaración: «Descendieron ambos al agua.» «Subieron ambos del agua.» 3) L a opinion de machos Padres de la Iglesia es que la inmersión del Eunuco se efectuó cer-ca del pueblo de Bet-Oron, hoy Bert-úr, lu-gar qu? se halla unas l a millas al sureste de Jerusalen, Í Véase el mapa del viaje misione-ro de Pelipe en Biblical Geography, página 112) y cercano a un monte a cuyo pie, había una vertiente d e a g u a y que por siglos mas tarde, se le l lamaba la «fuente del Etíope.» 4) Si los viajeros de aquí unos 1000 años a-trá« no han hallado agua en aquellas partes ee debe a que toda la Pales t ina está bajo el juicio de Dios.

P o r la desobediencia y maldad de Israel, Dios ha puesto el cielo de la t ierra de Israel como de ftronce-ardiente-y'la t ierra que pisaban sus pies como de hierro, y en vez de lluvia, polvo y ceniza. Deut. 28: 23,24. Es ta espanto-sa sequía h a continuado hasta unos 20 años atrás,fecha en que otra vez está caendo entre largos intervalos otra vez lluvia.

Con esto, creemos que es suficiente pa ra probar que contra el yunque acerado de la Bi-blia se deshacen los martillos de la a l ta «orí-

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tica» y los usados por los defensores de «doc-tr inas de hombres.»

XXI El bautismo no ha temado ©I lugar de la circuncisión.

La enseñanza de que el bautismo tomó el lugar ue la '•ircuncisión, no tiene ni base ni apoyo en ia Biblia. 1) La circuncisión no es un símbolo de la muerte de Cristo, como io af i ima el Dr.A.G. Fa-irchild en su libro, «Bautismo Bíblico,» pag. 112, sino un símbolo de purificación y consa-gración a Dios. 2) La circuncisión era solamente para I03 hom-bres; pero el bautismo es para ambos sexo. Ü) La circuncisión seguía al nacimiento car-nal, el bautismo sigue al nuevo nacimiento. 4) L a circuncisión es la señal del pacto nacio-nal que Dios hizo con Abraham. Gen. 17:9— 14; el bautismo es pa.ra los que aceptan a. Je-sús como Salvador. Gal. 3: 26—29; Col, 2: 11. 12.

5) Debía ser circuncidado, tan to el hijo del is-raelita, como el siervo y el extrangero, pero deben ser bautizados solamente los que creen y son nacidos de nuevo.

Los pedobautista ignoran que Dios hizoeem.

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Abraham dos cactos: uno degracia. Gen. 15: 1—5, y otro de obras. Gen. 17: 1 —14. Ahora bien, si eL bautismo toma el lugar de la cir-cuncisión, la señal del pacto nacional de Israel, no podrán ser bautizados los convertidos de entre los gentiles y nos pondremos encos t ra de Mateo 28: 19, que manda doctrinar y bauti-zar a los gentiles y de Hechos 10 y de mu-chas otras escrituras; pero, si por el contra-rio, li .uitamos el bautismo a la simiente es-piritual de Abraham, a la del pacto de la gra-cia, excluiremos del bautismo a los infantes, pero establecemos el bautismo bíblico pur in-mersión, pues bautizaremos solamente a los que creen y pueden ser doctrinados.

XX E3 significado de! bautismo.

«Porque somos SEPULTADOS juntamente con él a muerte por el BAUTISMO; para que como Cristo re-sucitó de los muertos porla gloria del Padre, así tam-bién nosotros andemos ennovedad de vida.» Rom. 6:4.

«Estando SEPULTADOS juntamente con él en el BAUTláMO,en el que también resucitasteis mediante la fe en el poder de Dios, que le resucitó de los muer-tos.» Col. 2: 12.

P o r el bautismo testificamos la muer te y resurrección de Cristo, y la muerte y resurrec-

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eion espiritual del creyente; porque al ser su-mergido éste en el agua, demuestra la muer-te del hombre ca rna l=hombre viejo, y als«?r levantado del agua, figura la resurrección del nuevo hombre=hombre espiritual.

El bautismo, significa la muerte y resurrec-ción de Cristo, y la muerte y la resurrccion del cristiano.

Un poco o mucha agua derramada en la ca-beza, no simboliza ni muerte, ni resurrección, 0 sea. «renacer de agua.» Juan 3: 5.

iDe otro modo, ¿qué harán los que se bautizan por los muertos, «i en ninguna manera los muertos resu-citan'? ¿Por qué, pues, se bautizan por ios muertos?» 1 Cor. 15: 29.

La interpretación mas común de este ver-so difícil es: qoe cuando algún creyente mu-rió sin ser bautizado, un amigo o pariente, se bautizó por él; pero si esta interpretación es acertfda, Pablo justificó la superstición, lo que no podemos aceptar, sin destruir la ins-piración divina de la Biblia.

Pablo muestra a los corintios, que en »1 mismo bautismo por inmersión, tenían un símbolo d é l a muerte y de la resurrección.

^ O H O l i

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XXI t i cielo y "a tierra dan testi-monio del significado profun lo del

bautismo por inmergen.

«Porque tres son los que dan testimonio en el cie-lo, el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo.» 1 Juan5:7.

El Padre dio a su Hijo para nuestra salva-ción.

El Verbo, Jesucristo, nos redimió con su sangre.

i d Espíri tu Santo, da testimonio a nues-t ro espíritu, que por la adopcion, somos hi-jos de Dios.

»Y tras son los que dan testimonio en la tierra, el Espíritu, y el agua, (el bautismo) y la sangre.» 1 Ju -an 4:8.

El Espíri tu nos convence de pacado. El agua, bautismo, testifica de nuestro a-

r repent imiento y renunciación pública del mundo y del pecado, y de que somos discí-pulos de Jesús, renacidos de agua, bautiza-dos, y del Espíri tu y que hemos entrado ai reino de los cielos. J u a n 3: 5.

Si quitamos el bautismo o Lo desfiguramos en su forma, quitamos este testigo de la OJJKU de la teden-yion.

QrQ

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XXÍ! Un solo bautismo.

«Un Señor, una fe, un BAUTISMO.» Efs. 4: 5.

Hay sólo un bautismo de agua, el de in-mersión, los que ofrecen, a escojer, dos bau-tismo, han quebrado los vínculos de unidad v de paz del cuerpo místico de Cristo. Efs. 4:3.

XXI» Los sufrimientos de Crsst© no fueron por aspersión, sin© por

inmersión. Mateo 20: 22, 23.

1. La frase: «Ser bautizados del bautismo de que yo soy bautizado,» no sehaliaen las ver-siones de la Vulgata; Hispano—Americana, y otras; por tanto, no se puede sen t i r doctri-na, ni argumento decisivo sobre pasajes du-dosos. 2. Los sufrimientos de Cristo no fueron por aspersión, sino por inmersión, según ri vr-so siguientey el sentir de todos los cris* • ¡s:

" Todas tus ONDAS y tus 0 L A 3 han pa^ ÚL -'JO-B E E MI." Sal. 42: 7. Veáse también, Sa). 8a: ,

i

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XXIV ¿Pudieron ios apóstoles bau-tizar a tres mil personas en ei día

de Pentecostés?

Se dice que los apóstoles bautizaron por rociamien-to-a los 3000 en el día de Pentecostés, porque por in-mersión les habría sido imposible. Los que levántíui esta dificultad, piensan que para sumergir uua per-sona sé necesita mas t iempo que el que se emplea en efectuar un bautismo por rociamiento, lo que es una cr.tsa equivocación.

D e s p u t s de haber presenciado un bautismo por r»-ci imiento, según el ritual Metodista Episcopal, cree-mos »er caj az de sumergir diez personas adultas, au-tos que un pastor metodista bautice una guagua.

Si bautizaron los 12 apóstoles solamente correspon-dió a cada uno de ellos 250 personas, las qne debieron Hunaergir en cuatro horas como tiempo máximo. Ellos no se cansaror , como lo enseñan algunos pedobautis-tvw, porque eran hombres acostumbrados a t rabajar Coa los brazos en el rudo trabajo de la boga y no eran corno los impugnadores del bautismo por inmersión, hombres de oficina y de pluma.

Si a los apóstoles sumamos los 70 discípulos, tendre-mos 82 ministros debidamente autorizados por Jesús p ira bautizar y en este caso, le correspondieron 36,') porsonas, las que pudieron ser bautizadas en U N A H O R A , y esto con t o l a calma.

El bautismo de los 3000, qus parece una dificultad a la simple rista, es nn hecho insignificante comparad ) con vaiios casos do multi tudes bautizadas en un día que detal ladamente nos cuentaD la Historia de las Mi-siones a Historia profana.

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K'n las Termw da Constantinópla, Crisòstomo, bauti-zó a tres mil el día 16 de Abril del aúo 404 D. de C. Vida d^San Crisòstomo, por Perthes. Pág. 185. Vida da los Padres, por Cave. Pág. 661. Patrología Latina.T. 59. pág. 151.

fil obispo Remigio de Reirás, Francia, bautizó en el año 496 a Clodoveo, a su hermana y a tres mil solda-dos francos, del ejército de ese rey, en el bautisterio que se conserva hasta hoy. Patrología Latina T. 125. Págs. 129, 1162. Jesucristo, su V. su P. y su T. por Berfche. Pág. 444.

Agustín, misionero católico, bautizó con 40 monjes mas de 10 mil personas en la Navidad del aña 597 «u el vio Swale, Inglaterra, cerca de York. Englih His-tory.

Patricio bautizó en Irlanda, en la fuante Torbur-en-adare, 12 mil almas, incluso el rey Amalgaidah eou sus siete hijos. Vida de San Patricio, por el Dr. T j d d . Págs. 442, 449.

Otón, obispo de Ramberg, Alemania, bautizó en un día y en tres tinas a siete mil prusianos. Historia Uni-versal C. Cantal. T. III.

Los fariseos y sacerdotes, no podinn impedir bauti-zar e n los estanques públicos, porque el gobierno de Jerusalen estaba en las manos délos romanos, V1 >s representantes imperiales, como e 1 Imperio mismo, fueron tolerantes con el cristianimo en los primeros a~ ños de su existencia.

Los sacerdotes no pudieron impedir siquera, que los apóstoles predicaran a Cristo en el mismo Tenplo Ju-daico de Jerusalen; adi más el bautismo no era para ello* ni p ira la u icio a u n i a i ved id. Ellos sabian. que el bautismo por inmersión practicado por Juan y Je-sú-> «era del cielo,» es decir, era de Dios.

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XXIV í n Jerusaien, ni en Samaría habla e s c a s e s de sigua en ios días

apostólicos.

En Je ra s ilen habia, en la época que se e-fectuóel bautismode los 3000, agua en abun-dancia. 1. Estanque Ue Betsafca.

«Y hay en Jerusalen, cerca de Ja Puerta de las ove-jas, un estanque, llamado en hebreo Betsata, que tie-ne cinco portales.» Juan o: 2.

Este eátanque tenía 40 metros de largo por 4 metros de profundidad.

E>> este estanque se bañaban enfermos de distintas enfermedades. No podian prohibir bautizar en él. 2. El estanque de Siloé.

«Vé, lávate en el estanque de Siloé.» Juan 9: 7.

«Por cuanto este pueblo desprecia las aguas de Si-loé, que corren mansamente.» Isaías 8: 6.

«Edificó también el muro junto al estanque de Si-loé, junto al huerto del Rey.» Nehemías 8: 15.

En este estanque, que tenía 153 pies de largo, por 40 de ancho y 8 de profundidad, tampo-co se podia impedir bautizar, ya que un cie-go se habia bañado allí, sin protesta de na-die. J u a n 9: 11.

' i r ' i " Rev. it *

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«Luego pasé adelante a la puerta de la Fuente y al estanque del Rey.» Nehemías 2: 14.

«Y las demás cosas de Exequias, y todo su poder, y como hizo el estanque y el acueducto con que intro-dujo agua en la ciudad, no está escrito en el libro de las cróuicas délos reyes de Judá.» 2 Rey. 20: 20. «Y éste Ezequtas cegó la salida superior de las aguas

del Qihóa; y las encaminó., por debajo de tierra, de h oarte occidental del valle, a la ciudad de David.» 2 Crón. 32:30.

Este estanque, que hoy se llama "Birker el Hammam," tenía 15 pies de largo y 6 de an-cho y está situado a c o r t a distancia de la- ci-udad de Jaffa . Este estanque era también de servicio público. 4. El estanque de arriba.

« Subieron pues y sa llegaron, e hicieron alto junto al acueducto del ESTANQUE SUPERIOR, que está junto a la calzada del Campo del Batanero.» 2 Rey. 18: 17,

«Entonces dijo Jehová a Isaías; Sal pues a encon-trarte con Aeaz, tú y Saar-jasub tu hijo, al término del conducto del ESTANQUE SUPERIOR, en la calzada del Campo del Batanero.» Isaías 7: 3.

El estanque superior, hoy «Birket Marni-11a,» tiene 316 pies de largo y 218 de ancVio; está en la cabeza del valle Gihón y a na ter-cio de milla de la puerta de Jerusalen.

Había.n en Jerusalen y sus alrededores, mu-chos otros estanques; pero con los que hemos

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mencionado, probarán a! lector que no había escasez de agua ni dentro ni e " las cercaní-as de Jerusalen para efectuar el bautismo de los 3000 añadidos a la Iglesia en el día. de Pentecostés.

Ni durante el sitio de Je rusaVn, por Ren-naquerib, por Pompeyo y por Tito, faltó a-gna en la ciudad. S a m a r í a , la capit 1 d 1 )e ;node Israel, te-

nía agua en abuuuancia, lo mierao como .1 e rusa.lt.MI. Fué sitiada por dos veces por los si-rios y no fué vencida por escasez de agua. 1 Reyes 20: 1—21. Durante el t iempo que es-tuvo sitiada por Ben-hadad, sufrió terrible-mente por el hambre, pero no de sed. 2 Rey. 6: 24—26. Tampoco le faltó agua durante los tres años que estuvo sitiada por Salmanasar , rey de Asiria. 2 Rey. 17: 5; 18: 9,10.

XXVI Las túnicas

Est uchamos una dicusion entre un pas-tor metodistas y un bautis ta sobre el bautis-mo de inmersión, y cuando el pastor meto-distas se hal laba en apuros, t r a t aba de ridicu-lizar a su contendor, preguntándole si los a-póstoles tenían 3000 túnicas blancas y 3000 gorros rojos en el día de Pentecostés.

Hay un refrán que dice: «Cuando no se tie-

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no la razón se parte pelos.» Los 3000 no se bautizaron en el día de Pen-

tecostés con túnicas hechas a ese fin; pero tampoco se bautizaron desnudos.

Los judíos, corno la generalidad de los o-rientales, su vestuario consistía en una túni-ca interior de lino, la qne solía ser de una pieza como la de Jesús; (Juan 19: 23) de un vestido exterior, de tela mas gruesa con la que se envolvían el cuerpo, como se hauehoy con nuestras actuales capas, (Hechos 9: 39) y entre estas dos piezas de ropa, se usaba o-t ra túnica ancha y sin mangas de algodon o de lino.

Con cualquiera de estas tres piezas de ro-pa, pudieron haberse bautizado los 3000 sin faltar al decoro ni volver desnudos a su casa.

En todo tiempo se ha bautizado, tanto en el oriente, como en el occidente en forma de no ofender la moral de los pueblos y de su siglo. Véase, Historia Universal, por César Cantil. T. II P á g 754.

Este mismo escritor, en el mismo tomo a-rriba citado y página 749 dice: «Las mujeres eran desnudadas y vestidas por diaconisas.»

Tal como se hace hoy, las mujeres son a tendidas, antes y despues del acto dei bau tismo por mujeres.

E n el Japón se bautizan desnudos, porque

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es costumbre bañarse desnudo en público. Levantar cuestión porque unos se bautizan

son túnicas y otros no, es lo mismo que for-mar polémica porque algunos encierran los muertos en el ataúd con mortaja, otros colo-can sólo un paño en su rostro y otros no ha-cen ni lo uno ni lo otro. Lo esencial es, que los muertos sean sepultados, y así también, lo importante es, que el que cree en Cristo sea sumergido en el agua, con o sin túnica.

Délos «gorros rojos» no hablamos, pues e-llos existen sólo en la cabeza de los come-diantes que desean hacerse aplaudir; pero no on los cristianos respetuosos de los mandatos de Dios.

XX. Vil El bautismo por inmersión confirmado por la Etimología.

Bautizar. Zambullir en el agua. El bautismo se administraba al principio por inmer-

sión. Diccionario Enciclopédico, por una sociedad de sa-

bios—1875. Bapto. mergu, sumergir.

Diccionario Griego—Latin Español, po r los P. P. Es-colapios. Madrid 1859.

Bautismo, la inmersión en el agua. Diccionario Etimológico, por D. Roque Barcia. El bautismo por inmersión estuvo en práctica en ca-

si todos los pueblos cristianos hasta el siglq XII . Eaciclonedia Moderna: ñor D, F de Mellado.

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lomergioado en el agua al catecùmeno; De uhi saca el bautismo su nombre.

Ciertamente, la inmersión era el viso de la Iglesia pri-mitiva.

Enciclopedia Católica, bajo la dirección dsl abad Glaire. T. i l i .

Bautismo ts lo mismo que baño. Hasta el siglo XII se usó la inmersión, así en la Iglesia Latina CQBQO en la Uriega, y aún la conservan los griegos, pero en la Latina eomenzó a usarse desde entonces la infusión.

Diccionario Teológico Canónico, por el Ilm. li . D, Justo Donoso, obispo de la Serena, Chile.

Bautismo, inmersión de baptien, inmergir, Dicionario Universal de la Lengua Castellana, per

D. Nicolás Maria Serrano.. Madrid 187(3,. Ceofnamento, inmersión-Vocabulario de la Lengua Italiana, por Trincherà,

Ballezzamento. Baptizbt, plonger, enfoneer. .Nuevo Dicionario Griego—Francés, por A. Chas-

pon«. El presbítero tomará de la mano derecha a eada per-

sona ^ue uebe ser bautizada, y poniéndola en lugar, a proposito, junto a la pila, lo zambullirá en el agua.

Liturgia Anglicana. Oxford. Baptizo. Zambullir en, o meter dentro del agua. Léxico Clásico Griego, Séptima Edición, por Lid -

deli y Scott. (Sabios episcopales.) Baptizo: zambullir, inmergir. Léxico del N. T. por J . ±1. I l i ayer. Pág. 94. Baptizo; zambullir, inmergir, hundir. Lucas, Pablo y

deiuas escritores del .Nuevo Testamento, no interpre-taron este verbo diferente dn los griegos.

Léxico Griego, por el profesor griego de la Uairer-

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sidad de Harward, E. A. Sophocles. La palabra baptizo, significa zambullir. Obispo A. Cleveland Cox. Baptizo, como se encuentra en los escritos clásicos

significa literalmente zambullir, inmergir. Enrique D. Potter, Obispo episcopal de Nueva York.

Se administrará la inmersión al que lo desee, Ritual Metodista Episcopal. 1864.

XXVIII El bautismo por inmersión confirmado por la Historia.

«Los antiguos creian que la inmersión, o sepultura debajo del agua, representaba mas vivamente lamuerte, .sepultura y resurrección de Cristo, y también nuestra resurrección a la justicia.» Crist. Antig, por Bingham. Lb. X I cap. XI.

«El bautismo, en conformidad con la ins-t i tución original, se ejecuta por inmersión.» Hst. Igl. Ciist. por Neander. T. 1. pág. 310.

«No puede haber duda que la forma origi-nal del bautismo fué por inmersión. Hist. Igl. Crist. por Schaff. P á g 488.

«Por mil trescientos años despues de Cris-to, el bautismo fué por inmersión, «Bossuet, obispo católico. S t enne tad Russen. Pág . 176.

«Los antiguos al bautizar, sumergían todo el cuerpo en el agua:» J u a n Cal vino, Nota sobre el bautismo del Eunuco.

«María Welch, de 11 años fuébau t i zada se-

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gun la costumbre primitiva de la Iglesia, y según la regla de la Iglesia de Inglaterra, por inmersión.» Juan Wesley, En su Libro de Di-ario, 21 de Febrero de 1730.

«Juan los sumergía en el agua como en un baño espiritual y el bautizado salía del Jor-dán verdaderamente ] i rili» ;u!o i or su arre-pentimiento y su fe en el Libertador.»

«Vióse entonces al profeta sumergir en las aguas del rio a Aquel que venia a bor lar los pecados del mundo.»

Jesucristo, su V. su P. y su T. por el sacer-dote católico Berthe. Págs. 03, 74.

«El bautismo es símbolo de la muerte y de la resurrección quisiera que- los bau-tizados fueran sumergidos p or completo en el agua, como suena el vocablo.»

La Cautividad Babilónica de la Iglesia, por Martin Lutero, Pág. 67,

"Si creéis a la Biblia, (refiriéndose a los protestantes) ¿por qué bautizáis por rocia-miento cuando la Biblia manda sumergir?" Ventura áe Rauliea, sacerdote católico.

"Los primeros fieles eran bautizados en los rios como lo hacía el Precursor ( Juan el Bau-tista) despu.es se erigieron bautisterios cerca del agua, al lado de las iglesias parroquiales algunas veces unidos a aquellos por medio

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pórticos, como se ve en Aquilea. Historia U-niversal, por César Cantú. T. III. Pág . 734.

XXIX El bautismo por inmersión confirmado por la arqueología.

No hay ciudad dei Oriente y del Occiden-te que hubiese tenido importancia en la a;,-tigüidad, en que no se conserve un bautiste-rio, monumentos de piedra y de bronce, que pasando al través de'los siglos y de las gue-rras religiosas, llegan hasta nuestros días, de-clarándonos la forma primaria del bautismo bíblico por inmersión.

Siendo, Jos estudios arqueológicos, mate-ria que interesa particularmente a los doctos, nos limitamos a mencionarlos bautisterios de las ciudades mas conocidas:

En Roma se halla el bautisterio del empe-rador Constantino de forma otogonal y con sus siete escalones de plata; esta misma for-ma tiene el bautisterio de San Andrés y los de Cremona, Volterra, Pisto ja y Florencia; el bautisterio de Canosa de figura dodecágo-na; el bautisterio de San Juan de Pa rma que es de 8 lados por fuera y de 16 j or dentro; el bautisterio de Santa Sofía, en Constaa-tinópla, que es uno de los mas grandes del mundo; el bautisterio de forma cilindrica que se halla en la catedral Chartes en Francia y

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finalmente, se hallan pilas bautismales en To-ledo, León, Mórida, Santander , Vil lanuevay en muchas otras ciudades de España .

Todas estas fuentes bautismales son de los siglos III y JV, anterior a estas fechas, ei bautismo se administraba, como lo dice el historiador romano César Cantú, en los nos , fuentes naturales, lagos y mares.

Si el bautismo no es por inmersión, ¿qué uso tenían los bautisterios?

Que contesten los que defienden y prac-t ican el bautismo por rociamiento.

XXX El beotismo del Espíritu Santo.

Hay muchas expresiones diferentes con Lis cuales las Escrituras denominan el bautismo, del Espiri ta Santo; pero una sola polabra para indicar el bautismo de agua; siendo la mas usada baptizo del idioma griego y que como hemos visto significa inmergir o sumergir*

Las palabras y frases mas usadas para indi-car el bautismo del Espír i tu Santo son: 1) Bautizados. Hech. 1: 5. 2) Investidos. Luc. 24: 49. S) Poder. Hech. 1 :8 . 4) Ríos de agua. J u a n 7:38,39. 5) La promesa del Padre. Hech 1; 4 S) El don. Hech. 2: 38. 7) Sellados. Efs. 1: 13.

48 Todas estas palabras se refieren, al bau-

tismo del Espíri tu Santo, cuyo cumplimiento lo encontramos en Hechos 2: 4 y que Lucas al escribirlo usó la palabra llenados en vez de bautizados. - L a promesa; «Derramaré mí Espíritu sobre toda carne,» de Joel 2; 28, indican las copio-sas bendiciones de Dios en el Reino Miienial de Cristo. E n aquél tiempo, toda persona vi-viente tendrá al Espíri tu Santo, hoy lo reci-ben solamente los que aceptan a Jesús como su Salvador personal, en una palabra, recibi-mos las gotas, de esa gran «lluvia tardía,» que principiaron a caer el dia de Pentecos-tés. Hech. 2:18,33.

Así, pues, el bautismo por rociamiento no simboliza al Espíri tu Santo aménos que no se bautice con una gota de agua, pues él, es uno.

E n el bautismo de Jesús el Espír i tu vino en forma de una paloma y no en forma de muchas palomas y en el día de Pentecostés descendió sobre cada persona en forma de lengua de fuego y no en lluvias de lenguas sobre la cabeza de cada uno de ellos.

En el Nuevo Testamento, el baut ismo del Espír i tu Santo sigue al bautismo de agua, (Mat.3: 16; Hech. 2: 4; 8:15—17; 19: 1—6) con lasóla ecepcion del caso de Cornelio,(He-chos 10: 44—48) pero ésto lo hizo Dios, para que Ped ro pudiera incorporar a ios gentiles

a la Iglesia. Hech, 10: 15.

XXXI Origen del bautismode párvu-los y del bautismo por rociamiento.

La apos+asía de la Iglesia principió en los mismos días apostólicos. 2 Tim. 1: 15. Los judaizantes, mez-clando los ritos judaicos con las doctrinas de la Igle-sia, cambiaron el Evangelio de la GRACIA por la sal-vación por OBRAS legales, dando con esto, el primer paso al error, el segundo paso fué la tentativa de la a-nialgamadel paganismo con el cristianismo, obrade los filosófos paganos y herejes. De este híbrido movi-miento, resultó la creencia que el BAUTISMO REGE-NERABA, naciendo por esta creencia semipagana, el bautismo de los párvulos por inmersión; pero es his-tóricamente probado que la Iglesia no conoció el bau-tismo infantil durante 150 año», y en los siglos H y III no fué una práctica común.

Habiéndose establecido la teoría de la REGENERA-CION BAUTISMAL, se pasó a enseñar, que si algu-no moría sin bautismo no era salvo, y como muchos se convertían próximos a la muerte y no pudiendo ser sumergidos, se llegó a la conclusión, que en tales ca-sos, se podía bautizar derramando agua sobre la cabe-za de tales personas. Y por esta causa ss principió a ge-neralizarse el bautismo por rociamiento.

El tercer paso al error fué, la unión de la Iglesia con el Estado. Ahora la Iglesia perseguida llega a ser señora y Reina del mundo, como lo dijo Eusebio, el historiador de la Iglesia Antigua; la novia de Cristo, llega a ser la «gran ramera,-» y recibe de sus amantes, los reyes y emperadores, poder para castigar con cár-cel, confiscasion de bienes, con destisrro y con la mu-erte a los que no obedezcan sus ordenanzas.

El bautismo infantil y d© rociamiento está fundado en enseñanza de obispos y acuerdos de concilios, pe-ro no en la Biblia, la única regla de fe.

El sacrificio de Cristo cubre a los niño« en su ino-cencia, y si muere u sin bautismo van al cielo, (Marc. 10: 14) y cuando llegan a la edad del discernimiento, necesitan como todos, creer en Orist® y bautizarse.