Debe ser un insecto que se estrell en la pared imagin en un primer momento

Debe ser un insecto que se estrell en la pared imagin en un primer momento. Haca unos das que haba terminado de pintar mi casa toda de blanco, algo que jams haba hecho. Cuando despert al octavo da un pequeo crculo, del cual no distingua su color desde mi cama, apareci en una pared de mi habitacin. Me acerqu para estudiarlo y ver lo que poda hacer. Ese punto atentaba contra todo mi trabajo. No lo dud y aun con mi pijama fui en busca de un poco de agua con lavandina y un trapo para intentar devolver el blanco a la pared. Fue en esos primeros minutos que me di cuenta que algo extrao suceda. El crculo era de un color violceo y el trapo hmedo de lavandina nada pudo hacer con l. Lo acaricie con las yemas de mis dedos y no senta ninguna aspereza, nada. Me quedaban pocos minutos antes de saltar a las veredas para ir corriendo a encontrarme con el colectivo que me llevara a mi trabajo. Me apresure en buscar restos de pintura blanca sobrante para tapar la mancha. Mi mano temblaba, y no saba bien por qu, cuando hunda cuidadosamente las cerdas del pincel en el tarro de pintura. Descargu un golpe suave en la pared y ahogu el crculo en tres pinceladas. Me senta realmente feliz, haba regresado al orden anterior de las cosas, sent que mis pensamientos haban sido pura especulacin, me duch cantando y fui al trabajo con una alegra que no poda ocultar en mis bolsillos. A la salida del trabajo me olvid del suceso vivido a la maana, me fui a un caf con unos compaeros y me anim a hablar suelto con Luciana. El lugar se llen de sus risas y todas las haba provocado yo, La acompa hasta la parada de colectivo y me anim a invitarla al cine. Cuando llegu a casa la pared permaneca blanca y con gozo me fum un cigarrillo echando el humo en el lugar que a la maana temprano haba aparecido el crculo. Esa noche dorm profundamente sin toparme con la memoria de mis sueos. Cuando el despertador rompi el silencio, salt de la cama, por entre los agujeros de la persiana se colaban unos rayos de sol que iban a chocar contra la pared. Un nuevo crculo violeta apareca en otro lugar de la pared y de mayor tamao, este era fcilmente distinguible.

Hace tres meses de esta lucha. Guardo un tarro de pintura debajo de la cama junto a un pincel dentro de un vaso con agua. Hay das que dejo el crculo sin tapar y me pongo a mirarlo para tratar de comprender. Ahora tienen un dimetro de casi 50 centmetros, parece una ventana que quiere comunicarse conmigo. Su color ya no es uniforme y se dibujan sombras apenas perceptibles. Un par de pies, a veces una mano. Hoy no fui a trabajar, es por la presencia de una mirada dentro del crculo. Pas horas mirando eso ojos difusos hasta que me coloqu un viejo guardapolvo , que ya es una especie de armadura y me decid a pintarlo. Desde la aparicin del primer crculo ya no sueo, es como si hubieran escapado de m y estuvieran presos en esos crculos que no paran de nacer.

Estoy cansado del olor a pintura fresca, me produce nauseas. Sus dedos invisibles llegan hasta m y me acompaan todo el da. Pens en mudarme pero esta casa soy yo, en otro lugar me sentira extrao, un visitante, y aparte de mis pasados me atacaran los pasados de otros, de personas que jams conocer. Me confundiran y a ellos no sabra como tratarlos. He dejado de afeitarme, en el trabajo apenas saludo a los dems y ya no hablo con Luciana.

Hoy despert decidido, acomod todos los muebles de mi pieza en un rincn, los tap y me puse a deshacer el revoque de la pared con un martillo y un punzn. En cada golpe comunicaba toda mi rabia, trataba de apagar las voces de ayeres, grit y grit mientras iba saltando la pintura y el cemento. No dej un solo punto blanco. Para el final el ltimo crculo en parecer, este se encontraba en el techo y haba aparecido sobre mi rostro como si estuviese provocndome. Ya no est, no queda nada que atacar, maana vendr un albail a revocar y tambin l pintar la habitacin, no ser yo el que pinte, quizs de esta forma me liber de esta persecucin, no me quedan otras ideas.

Hace veinte das que se march el albail, mi vida ha vuelto a una tranquila simetra, me corte el pelo y me quit la barba. He vuelto a salir con mis compaeros y esta noche ella dormir en mi habitacin. No volvieron a parecer los crculos ahora estoy convencido que puedo dejar todo atrs, que puedo volver a empezar. Los ayeres son de otro,

He despertado, despus de ms de dos aos, junto a una mujer. Ella me sonre y me da pequeos besos sobre el rostro y el pecho. En mis facciones aparece una sonrisa, estoy satisfecho hasta compr un auto despus del ascenso del trabajo. Volv a tener sueos, ya no paso las noches en blanco. Ella repite mi nombre y me siento libre. A detenido su mano sobre mi corazn y pasa su ua rascndome. Me pregunta por una mancha rara que observa all, es circular y de color violeta.