violencia, memoria y literatura testimonial en colombia

8/19/2019 Violencia, Memoria y Literatura Testimonial en Colombia

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Violencia, memoria yliteratura testimonial en Colombia.

Entre las memorias literales

y las memorias ejemplares

Juan Carlos Vélez Rendón∗

El tema de la memoria ha adquirido tal notoriedad que ya se reconoce laexistencia de una “cultura” y de un “marketing” de la memoria. Entre las razonesque explican este “giro hacia el pasado” est!n asuntos tan di"ersos como pore#emplo el desencanto con las utop$as que apela%an al &uturo para o&recer la

satis&acción de determinadas expectati"as' el cam%io en los paradigmas de lasciencias sociales' la experiencia de la descolonización y el surgimiento demo"imientos sociales que han rei"indicado el estudio y reconocimiento depo%laciones y grupos marginales as$ como la aceleración del tiempo en la épocacontempor!nea y el consecuente riesgo del ol"ido que o%liga a “erigir recordatoriosp(%licos y pri"ados”.)

*a “cultura de la memoria” tiene tam%ién como lo anota +ndreas ,uyssen una“in&lexión m!s expl$citamente pol$tica”. Esta in&lexión est! asociada por e#emplo ala utilización del ,olocausto como “un tropos uni"ersal” que permite que sumemoria sir"a como instrumento para iluminar otro tipo de genocidioscontempor!neos aunque ocurridos en circunstancias di&erentes' a la experiencia del

apartheid en -ud!&rica y la posterior con&ormación de la Comisión de la Verdad y laReconciliación que marcó un hito en los procesos de transición pol$tica a lademocracia' as$ como a las preocupaciones por el ol"ido en los pa$ses poscomunistasdel centro de Europa y a los reclamos de #usticia en los pa$ses del cono sur en+mérica *atina.

En este ensayo se re&lexiona so%re el tema de la memoria y el ol"ido pero en elcampo de esa denominada “in&lexión pol$tica”. Concretamente se a%orda la relación

Este art$culo hace parte del proyecto de in"estigación Las visiones actuales del delito y deldelincuente &inaciado por el C/01 y desarrollado por el 1nstituto de Estudios 2ol$ticos de la3ni"ersidad de +ntioquia en la l$nea de in"estigación Criminalidad, Violencia y PolíticaCriminal. 3na "ersión inicial de este art$culo &ue pu%licada en la re"ista Mesa Redonda 4o.)5. Erlangen 3ni"ersit6t Erlangen748rn%erg mayo de 99:. ∗ +gradezco a Claudia +rroya"e Villa su apoyo en la actualización de la %i%liogra&$a re&erida ala literatura testimonial so%re la "iolencia en Colom%ia.1 Véase; Eliza%eth Jelin. “,istoria memoria social y testimonio o la legitimidad de lapala%ra”. Iberoamericana. m!rica Latina " #s$a%a & Portugal 4o. ). "olumen ). 99). Véasetam%ién; +ndreas ,uyssen. “2retéritos presentes; medios pol$tica amnesia”. En' #n buscadel (uturo $erdido. Cultura y memoria en tiem$os de globali)aci*n. oethe 1nstitut 99.2 +ndreas ,uyssen. +$. cit., pp. )?7).

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entre las experiencias del recuerdo el ol"ido y la "iolencia en el caso de Colom%iaen la época contempor!nea. El o%#eti"o general es esta%lecer si se puede ha%laracertadamente de una “amnesia de la sociedad colom%iana” y si se puede a&irmarque en el pa$s “las pol$ticas de ol"ido” han cumplido a ca%alidad con su cometido.

2ara ello se considera el sentido y los propósitos de la pu%licación de li%ros conentre"istas a personas in"olucradas en la "ida pol$tica nacional y con testimoniosso%re el con&licto armado y la "iolencia entendiendo que ellos son “ela%oracionespersonales de un pasado de su&rimiento y dolor” y en cierta medida podr$anconstituirse en ant$dotos contra el ol"ido y en medios para el aprendiza#e pol$tico.

2ara lograr el o%#eti"o indicado se introducen de manera preliminar unasre&erencias conceptuales y metodológicas que orientar!n la re&lexión. En primerlugar se retoma de @z"etan @odoro" la di&erenciación entre “memoria e#emplar” y“memoria literal” que permite distinguir los usos de la memoria. 2ara este autormientras el uso eem$lar “permite utilizar el pasado con "istas al presenteapro"echar las lecciones de las in#usticias su&ridas para luchar contra las que se

producen hoy d$a y separarse del yo para ir hacia el otro” el uso literal “con"ierteen insupera%le el "ie#o acontecimiento AyB desem%oca a &in de cuentas en elsometimiento del presente al pasado”.:

0e otro lado las indicaciones metodológicas de 2aloma +guilar =ern!ndezpermiten di&erenciar términos como “memoria auto%iogr!&ica” “memoria social ocolecti"a” “memoria hegemónica” y “memoria dominante”. *as memoriasauto%iogr!&icas o "i"idas son indi"iduales aunque se nutren de la memoria social. *amemoria social o colecti"a es “el recuerdo que una comunidad tiene de s$ misma”as$ como de “las lecciones y aprendiza#es que m!s o menos conscientemente extraede la misma”. +unque estos dos tipos de memorias pueden ser contradictorioscoexisten y es posi%le que la auto%iogr!&ica haga parte de la colecti"a' sin em%argo

para que exista la memoria colecti"a o social no se requiere del consenso de lasmemorias auto%iogr!&icas. *a memoria dominante es la “memoria p(%licarepresentada en los medios de comunicación” y se di&erencia de la memoriahegemónica que es la que “pre"alece en la mayor parte de la sociedadindependientemente de las posi%ilidades de di"ulgación de que disponga”.

2ara inscri%ir el tema concreto de la literatura testimonial se sigue a Eliza%ethJelin quien considera que el testimonio es un género mediante el cual se sistematizauna memoria auto%iogr!&ica y se contri%uye a la con&ormación de una memoriasocial. En su opinión este es “un e#ercicio de memoria personal y social en tanto

3 2or lo dem!s el primero es transiti"o pues se puede ser"ir de él “como de un modelo paracomprender situaciones nue"as con agentes di&erentes”' el segundo es intransiti"o ya que no“conduce m!s all! de s$ mismo” lo que genera consecuencias negati"as en términos de lacon"i"encia social; “su%rayo las causas y las consecuencias de ese acto descu%ro a todas laspersonas que pueden estar "inculadas al autor inicial de mi su&rimiento y las acoso a su "ezesta%leciendo adem!s una continuidad entre el ser que &ui y el que soy ahora o el pasado yel presente de mi pue%lo y extiendo las consecuencias del trauma inicial a todos los instantesde la existencia”. @z"etan @odoro". Los abusos de la memoria. Darcelona 2aidós 999 pp.:97:.4 2aloma +guilar =ern!ndez. Memoria y olvido de la -uerra Civil es$a%ola.


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implica una narrati"a que intenta dar alg(n sentido al pasado y un medio deexpresión personal creati"o de parte de quien lo relata”. En la medida en que setransmite, implica un “proceso mediante el cual se construye un conocimientocultural compartido ligado a una "isión del pasado”. En este sentido se puede decir

que la literatura testimonial aunque experiencia indi"idual “construye comunidaden el acto narrati"o compartido”.F

2or (ltimo para darle un signi&icado y un "alor pol$tico a la literaturatestimonial se utiliza la noción de “aprendiza#e pol$tico” entendido como “elproceso mediante el cual la gente modi&ica sus creencias pol$ticas y estrategias comoresultado de crisis se"eras &rustraciones y cam%ios radicales en el entorno”. 2ara4ancy Dermeo “todo el mundo es capaz de aprender de la experiencia Aya queB lascrisis &uerzan a menudo a las personas a replantearse las ideas que han usado comomodelos de acción en el pasado”. +s$ se puede intuir entonces que en lasmemorias auto%iogr!&icas hay un aprendiza#e pol$tico que se pretende resaltar.

@eniendo como punto de partida las anteriores precisiones conceptuales elargumento que se tratar! de sostener es que en Colom%ia s$ hay una memoria so%rela "iolencia pero no se han dado las circunstancias sociales pol$ticas o culturalespara re&lexionar y polemizar p(%licamente so%re este asunto ni mucho menos parala %(squeda de #usticia para las sistem!ticas "iolaciones de derechos humanos. Esdecir que en el pa$s no se han creado las condiciones y los canales institucionalespara en&rentar de manera con#unta la experiencia de la "iolencia y construir unamemoria colecti"a que tenga un car!cter “e#emplar”. *os es&uerzos indi"idualeslocalizados y aislados que han dado origen a las entre"istas y a la literaturatestimonial que aqu$ quiero a%ordar est!n comprendidos %a#o el !m%ito de lasmemorias auto%iogr!&icas y permiten a algunas personas plantearse el pro%lema de la"iolencia y de cierta manera conducen a la superación de experiencias traum!ticas

particulares. En esta medida se constituyen en memorias e#emplares y gracias aque permiten el esta%lecimiento de "$nculos entre lo indi"idual y lo colecti"opueden aportar a la superación del &enómeno general de la "iolencia.

2ara desarrollar este argumento el tra%a#o se di"ide en tres partes. En laprimera se hace una caracterización de la situación colom%iana en&atizando laexcepcionalidad de la "iolencia que en ésta se desarrolla. En la segunda parte sede%ate la existencia de una “amnesia colecti"a” en el pa$s como se ha asegurado&recuentemente y se interroga entonces por el papel que se le puede asignar pore#emplo a las memorias auto%iogr!&icas “literales” y “e#emplares” que existen en lasociedad. En la tercera parte se realiza una caracterización general de la literatura

testimonial so%re la "iolencia asumida como una expresión concreta de memoriase#emplares a partir de las cuales se construye una memoria social so%re el &enómenode la "iolencia en el pa$s.

5 Eliza%eth Jelin. +$. cit., pp. 5 5).6 4ancy Dermeo. Citada En; 2aloma +guilar =ern!ndez. +$. cit., pp. 5 F9.

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1. La singularidad de la violencia en el caso colombiano

Estudiar el tema de la memoria el ol"ido y la "iolencia en Colom%ia in"olucranecesariamente una re&lexión preliminar so%re las caracter$sticas generales de la

situación del pa$s. G para hacerlo no se puede e"itar una m$nima re&lexión so%re laexcepcionalidad del régimen pol$tico so%re la pro%lem!tica competencia de poderesso%eranos que implica el con&licto armado y so%re el no menos gra"e uso de la"iolencia por parte de algunos sectores de la sociedad.H *a situación de Colom%ia eneste sentido es excepcional para decirlo de manera simple aunque poco explicati"a;no hay una dictadura pero s$ un e#ercicio crecientemente autoritario del poder. +di&erencia de otros casos de con&licto armado en +mérica *atina en la din!mica dela guerra el Estado compite con otros poderes armados por el e#ercicio de laso%eran$a y la exclusi"idad de unos monopolios %!sicos. @ampoco hay una guerraci"il pero sectores de la sociedad apelan a menudo al uso de la "iolencia. El régimenpol$tico no es a%iertamente excluyente pero amplios sectores de la sociedad noencuentran las condiciones para el e#ercicio de sus derechos.

En primer lugar se de%e ad"ertir que en Colom%ia no hay una dictadura del tipode las que existió en EspaIa +rgentina o Chile ni ha ha%ido un régimen de“transición a la democracia” donde es posi%le por lo menos plantear el de%ateso%re el pasado de "iolencia y la necesidad de #usticia como pasos pre"ios para unae"entual reconciliación social.? En e&ecto de un lado se puede ha%lar de cierta“esta%ilidad institucional” deri"ada del hecho de que desde )5F? se ha dado unasucesión presidencial ininterrumpida por medio de elecciones periódicas mediantelas cuales se renue"an tam%ién todos los cargos de representación pol$tica en los!m%itos local regional y nacional. 4o se han presentado golpes de estado como lossucedidos en el cono sur o en Centroamérica y se estima que ha ha%ido unasu%ordinación del poder militar al ci"il aunque a costa de una exclusión de este

(ltimo del mane#o de los temas del “orden p(%lico”. 0el mismo modo a di&erenciade algunos reg$menes dictatoriales donde el poder e#ecuti"o su%sumió al #udicialde%e a&irmarse que en Colom%ia &unciona toda"$a algo de la limitación reciproca delpoder de tal modo que dentro del aparato de #usticia se puede actuar y tomardecisiones con un relati"o grado de autonom$a por e#emplo del poder e#ecuti"o.5

2or lo dem!s hasta las elecciones presidenciales de 99 se ad"ert$a que lasopciones pol$ticas de derecha no ten$an ca%ida en una sociedad que se ha%$acaracterizado por su pre&erencia por las tendencias electorales de centro7izquierda ode centro7derecha.

7 3na caracterización puede "erse en; illiam =redy 2érez @oro. “>uerra y delito enColom%ia”. #studios Políticos 4o. ).


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-in em%argo desde el decenio del sesenta se "iene desarrollando una guerrairregular que in"olucra al Estado a guerrillas de di&erente orientación ideológica y alos paramilitares.)9 En el desarrollo de esa guerra irregular desde el decenio del

ochenta se puede ad"ertir un creciente e#ercicio autoritario del poder por parte delos di"ersos grupos que e#ercen di&erentes &ormas de so%eran$a en el territorionacional lo que usualmente lle"a a todos los “actores armados” no sólo a cometerexcesos de di&erente $ndole contra la po%lación ci"il sino tam%ién a incidir en losprocesos electorales administrati"os y #udiciales.)) + esta situación ha%r$a queagregar la reciente expansión del con&licto armado a las ciudades deri"ado de unacooptación progresi"a por parte de las guerrillas y de los paramilitares de lasdi&erentes %andas #u"eniles que operan en las ciudades.

Como puede "erse parte de la excepcionalidad colom%iana consiste en quepersisten los procedimientos de un régimen democr!tico pero hay un e#ercicioautoritario del poder de parte de los grupos que e#ercen la so%eran$a en di&erentes

zonas del pa$s. Es notorio que cada uno de los %andos en con&licto pri"ilegia el uso yla lógica de las armas y la &uerza so%re los mecanismos pol$ticos que permiten laexpresión de la oposición. Este entorno &acilita y limita al mismo tiempo lasexpresiones indi"iduales y p(%licas dirigidas a la rememoración de los hechos de"iolencia pero restringe sustancialmente las demandas de #usticia y reparación paralas "$ctimas de tales hechos. Regularmente las "$ctimas &amiliares u organizacionesno gu%ernamentales son silenciados a "eces literalmente por la acción de lasarmas de los perpetradores de tales "iolaciones.

El segundo aspecto que se de%e ad"ertir es que el con&licto armado no ha llegadoa su &in ya sea por el triun&o de una de las partes o por la presión internacional quelle"e a los grupos en com%ate a una negociación tal como ocurrió en >uatemala o El

-al"ador.) 2or el contrario el con&licto armado se ha prolongado pese a los intentospor ponerle &in que han lle"ado al Estado y a las guerrillas desde )5? anegociaciones de paz con el o%#eti"o inmediato de la desmo"ilización guerrillera y desu reinserción en la "ida ci"il. +unque algunos procesos han tenido un relati"o éxitoen la medida en que han logrado la desmo"ilización de algunos grupos la mayor$a deellos ha &racasado y ha dado lugar a la escalada del con&licto armado.):

10 Véase; +l&redo Rangel -u!rez. Colombia' guerra en el (in de siglo. Dogot! @ercer ómez. “*a insurgencia armada; ra$ces y perspecti"as”. En; >onzalo-!nchez y Ricardo 2eIaranda. Pasado y $resente de la violencia en Colombia. -egundaedición. Dogot! Cerec71epri )55F.11 Véase; uatemala =P- Editores 999.13 2ara explicar estos reiterados &racasos se ha a&irmado que las negociaciones han sidoutilizadas con &ines electorales por candidatos de los partidos li%eral y conser"ador paraconquistar el apoyo de las mayor$as de la sociedad ansiosas por el tema de la paz as$ como

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0e acuerdo con el interés de este tra%a#o lo que se de%e notar es que en elmarco de estos procesos de negociación no se ha tratado seriamente el tema de lacon&ormación de tri%unales para el esclarecimiento y #uzgamiento de los cr$menes

contra la po%lación no com%atiente aunque s$ se ha mencionado entre algunossectores de la opinión p(%lica Nacadémicos periodistas gremios económicos entreotrosO. @ampoco se han discutido mecanismos institucionales que permitan unareparación material y moral a las "$ctimas y a sus &amiliares aunque es una demandaque permanece suspendida entre los millares de &amilias a&ectadas por el &enómeno.4o ha ha%ido expresiones a%iertas de autocr$tica en los grupos armados ni deaceptación de responsa%ilidades en la cat!stro&e social que han ayudado a crearpero s$ se conocen opiniones indi"iduales de algunos miem%ros desmo"ilizados. 4o sehan adelantado procesos o&iciales de depuración en las =uerzas +rmadas ni se hanpu%licado listas de perpetradores de "iolaciones a los derechos humanos aunque lasongQs cuentan con %ases de datos e in&ormación que podr$a contri%uir en ese sentido.Esto ha sucedido precisamente porque en un proceso de paz entre el Estado y las

guerrillas o los paramilitares un de%ate so%re tales asuntos m!s que propiciar eléxito de proceso podr$a conducir a su &racaso como se "iene ad"irtiendorecientemente.

2or el contrario en tales procesos se han pri"ilegiado temas como el de laamnist$a y la reinserción social los cuales aunque importantes para el éxito delproceso de desmo"ilización de los guerrilleros o los paramilitares no lo son tantopara una e"entual reconciliación social. El asesinato de l$deres guerrillerosdesmo"ilizados as$ como de miem%ros de la %ase de tales grupos es indicati"o deque en este contexto no hay condiciones para una reconciliación sincera de lasociedad. *os reclamos de #usticia de parte de la sociedad no parecen "ia%les en unentorno en el que los principales perpetradores de "iolaciones sistem!ticas de

derechos humanos permanecen armados y en el e#ercicio de sus poderes. EnColom%ia entonces no hay una situación de poscon&licto que o%ligue a la sociedad aplantearse como prioritario el tema de la autocr$tica de los grupos armados elesclarecimiento de los cr$menes el cumplimiento de la de%ida #usticia y la necesidadde la reconciliación nacional para lograr la paz.

El tercer aspecto en el que se de%e insistir es que en Colom%ia no se puedeha%lar apropiadamente de una guerra ci"il o de exterminio étnico como la deRKanda o Cam%oya) aunque algunos autores ha%lan de una “guerra ci"ilsuspendida” o de una “guerra contra la sociedad”.)F ,ay grados altos de polarizacióny de escisión social pero la sociedad no est! en&rentada entre s$ por razones étnicas

ideológicas o económicas aunque algunas personas y sectores sociales para resol"erpor la guerrilla como una t!ctica pol$tica para &ortalecerse militarmente. -o%re los procesosde paz "éase; onzalo -!nchez.“Colom%ia; "iolencias sin &uturo”. 0oro Internacional 4o. )F).


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sus con&lictos pri"ilegian la acción directa o la de grupos organizados que recurren alinstrumento de la "iolencia. En la medida en que el Estado es poco e&ecti"o paragestionar los con&lictos que se presentan en la sociedad se da lugar a un &enómenode pri"atización de la #usticia que contri%uye a incrementar los $ndices de "iolencia'

es decir que no toda la "iolencia procede de las guerrillas de los paramilitares y delEstado aunque sea la ine&icacia de éste (ltimo la que la reproduzca tandram!ticamente en la sociedad. En ese sentido aunque se puede ha%lar de unosaltos $ndices de impunidad en el !m%ito institucional no se puede ha%lar de lamisma manera de ni"eles de “impunidad” en el !m%ito social. En estas condicionescon"iene preguntarse entonces si en un intento por lograr el derecho a la #usticia ya &ormas de reparación es posi%le llegar a un punto siquiera satis&actorio de claridadso%re el &enómeno cuando parte de la "iolencia pro"ocada no procede deorganizaciones armadas o del Estado sino de la misma sociedad.

El cuarto aspecto que se de%e tener en cuenta es que en Colom%ia tampoco hayun régimen de exclusión y marginación sistem!tica como el del apartheid que operó

en -ud!&rica cuyo &inal lle"ó a la comunidad internacional a crear una comisión de la"erdad y la reconciliación.) -in em%argo existen ni"eles altos de po%reza y demarginación que limitan el acceso de la po%lación ci"il a sus derechos lo que la hacesumamente "ulnera%le a la acción de los grupos en con&licto incluida la delincuenciacom(n y las &uerzas armadas del Estado. En estas circunstancias la satis&acción denecesidades %!sicas para la po%lación desatendida los reclamos de #usticia y dereparación moral y material son ignorados o desatendidos por el Estado. 0e hechopueden llegar a constituirse en la &uente de nue"as "iolaciones de derechos humanoscomo se puede constatar con la muerte de numerosos de&ensores de derechoshumanos.

2or lo dem!s lo que se ha denominado como “sociedad ci"il” tiene di&erentes

&ormas de expresarse y de %uscar #usticia para pro%lemas concretos como losasesinatos las desapariciones &orzadas las masacres los secuestros losdesplazamientos entre otros delitos que se comenten &recuentemente contra lapo%lación no com%atiente pero son actores que m!s que con"erger en un mismoes&uerzo que haga &uertes las demandas de #usticia de la sociedad di&ierensustancialmente en parte porque los perpetradores de tales delitos proceden dedi&erentes grupos armados.

2or (ltimo ha%r$a que decir que en Colom%ia a di&erencia de otros pa$ses dondeno &uncionan mecanismos o instituciones encargadas de la protección de los derechoshumanos s$ existen estos mecanismos e instituciones aunque perseguidos por los

grupos en com%ate y en ocasiones por el mismo Estado. -e da de hecho unasituación paradó#ica pues parece que el incremento de las organizaciones oinstituciones encargadas de protegerlos o que "eri&ican su cumplimiento esdirectamente proporcional a la "iolación de tales derechos.

@odo esto incide directa o indirectamente para que en Colom%ia haya un&enómeno de "iolencia multi&orme yuxtapuesta y di&usa. 2ara 0aniel 2écaut setrata de una situación en la que la "iolencia “se ha con"ertido en un modo de

16 Véase por e#emplo; 2riscila D. ,ayner. +$. cit., pp. 97F.

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&ortalecimiento de lo social dando nacimiento a redes di"ersas de in&luencias so%rela po%lación y a regulaciones o&iciosas”. 2or esto dice el autor que “no con"ieneanalizarla como una realidad pro"isoria” porque las e"idencias sugieren “que hacreado una situación dura%le”.)H

Esto implica que hay m(ltiples generadores de "iolencia di"ersas &ormas deaplicarla as$ como di&erentes e&ectos so%re la sociedad. 4o hay un patrón (nico de"iolencia que permita plantear colecti"amente el tema de la #usticia y lasreparaciones morales y materiales. 4o se han conce%ido “historias culturales delrecuerdo” con el o%#eto de llegar a acuerdos so%re los episodios de "iolencia queallanen el camino para una di&$cil reconciliación nacional. 2or el contrario sepodr$an esta%lecer clases de "$ctimas &ormas de dolor y sentimientos de impotenciacontra los grupos armados incluido el Estado as$ como mecanismos para tratar deatenuarlos; desde los que utilizan los medios institucionales hasta los que se "alen de&ormas pri"atizadas para hacer “#usticia”. En consecuencia as$ no es posi%le lasanación indi"idual y colecti"a ni el perdón y la reconciliación.

En este entorno las &ormas de recuperación del pasado aunque puedentrascender al espacio p(%lico no adquieren una institucionalización m$nima quepermita el de%ate so%re la %(squeda de la "erdad la #usticia y las reparacionesmorales y materiales. +s$ entonces la dura%ilidad la intensidad y la multiplicidad dela "iolencia inciden para que la memoria existente del &enómeno no propicie unaprendiza#e e#emplar de tal experiencia para la sociedad.

2. ¿Existe una amnesia colectiva en Colombia?

*as caracter$sticas de la "iolencia en Colom%ia han lle"ado a "arias personas aplantear la idea de que en el pa$s existe una “amnesia colecti"a” as$ como “pol$ticas

de ol"ido” sistem!ticamente desarrolladas. Estas a&irmaciones se han "enidohaciendo por lo menos desde hace "einte aIos. *as re&erencias se han hecho endi&erentes circunstancias y desde perspecti"as que han adoptado paulatinamente lapro&undidad que implica su estudio la mayor$a de las "eces orientadas por &inespol$ticos concretos. +unque esta orientación pol$tica no les resta "alidez niimportancia s$ conduce a re&lexiones instrumentales que de#an de lado &actores quese de%en incluir para un an!lisis comprensi"o del tema.

En el prólogo del li%ro Las guerras de la $a), pu%licado a comienzos de la décadadel ochenta el periodista +ntonio Ca%allero dec$a que en el pa$s no exist$a unamemoria de la "iolencia "i"ida a lo largo de la segunda mitad del siglo . +&irma%a

entonces que;“4o hay memorias NSO. 4o hay nada. -e ha querido que toda esa larga

guerra Ala ViolenciaB se %orre del recuerdo de los colom%ianos. NSO El=rente 4acional ese pacto de ol"ido se hizo precisamente para extirparde la memoria colecti"a esa década atroz. G en su lugar hay un gran pozonegro NSO. G después de la "iolencia %a#o ese pacto de amnesia colecti"aentre los dos partidos tradicionales NSO Tqué ha sucedidoU Eso lo sa%emos

17 0aniel 2écaut. “2resente pasado y &uturo de la "iolencia”. n1lisis Político 4o. :9. Dogot!1nstituto de Estudios 2ol$ticos 3ni"ersidad 4acional de Colom%ia enero7a%ril de )55H p. .

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menos toda"$a. N...O Vi"imos en el silencio en el engaIo y en elocultamiento”.)?

Esta idea del silencio del ol"ido y del ocultamiento existente en el pa$s &uere&orzada por cuestionamientos a la historiogra&$a o&icial nacional la cual alparecer ha%$a de&ormado y tergi"ersado hechos pasados de gran signi&icación social.En un li%ro cl!sico en Colom%ia que reconstruye el 5 de a%ril de )5? el historiador+rturo +lape dec$a que “lo cierto y e"idente” era que en el pa$s se ha%$a“decretado” el “ol"ido histórico”. En su opinión era necesario recuperar la memoriacolecti"a para construir otra "ersión de una historia “tantas "eces contada yde&ormada”. 0e esta manera propon$a que ha%$a que “"oltear patas arri%a esahistoria NSO para ponerla a andar con los pies del pue%lo que tam%ién la ha escrito”.)5

*a crisis humanitaria de &inales del decenio del no"enta deri"ada de laconstante "iolación de los derechos &undamentales de una parte signi&icati"a de lapo%lación colom%iana por parte de los grupos en con&licto armado creó el contexto

adecuado para plantear la necesidad de recuperar la “memoria histórica” comoant$doto contra la impunidad y el ol"ido. 2or e#emplo 1"!n =orero in"estigador"inculado a una organización no gu%ernamental encargada de la "eri&icación de lade&ensa de los derechos humanos reitera%a que en Colom%ia no exist$a una memoriacolecti"a so%re la "iolencia y que en su lugar se ha%$a impuesto una historia o&icialencu%ridora de la realidad que da%a lugar a una “memoria histórica de&ormadaamnésica de toda re&erencia a los cr$menes de lesa humanidad”. +d"ert$a que al sersecuestrada “la "erdad” y al reinar “la mentira” y la impunidad se instala%a en lasociedad “un mensa#e permanente de inde&ensión y ar%itrariedad”.9

Escritos m!s recientes han tratado de entender el tema dentro de la comple#idada la que pertenece pero sin desligarlo de las circunstancias espec$&icas colom%ianas

y de la urgencia de la de&ensa de los derechos humanos. 1"!n Cepeda y Claudia >irónde la =undación 1"!n Cepeda Vargas dicen por e#emplo que en el pa$s existe “unaprecaria comprensión y una experiencia dé%il del pasado” explicada por “lamutación radical del mundo &$sico Ay porB la inmuta%ilidad de los nexos sociales”.Consideran estos autores que en el pa$s se ha dado un acelerado desarrollo materialque ha “trans&ormado y pr!cticamente destruido de ra$z el entorno &$sico” yaseguran que al mismo tiempo “las relaciones sociales las costum%res pol$ticas ylas modalidades de e#ercicio del poder han permanecido siendo en esencia lasmismas del siglo pasado”. Esta explicación tam%ién da por un hecho la existencia deuna “amnesia de la sociedad colom%iana” en la que se reproducir$an &!cilmente “lastécnicas del ol"ido” y se &acilitar$an “las estrategias espec$&icas encaminadas ades"irtuar el sentido de los derechos humanos y a %orrar de la memoria cualquier"estigio de los delitos de lesa humanidad”.)

18 +ntonio Ca%allero. “2rólogo”. En; /lga Dehar. Las guerras de la $a). @ercera edición.Dogot! 2laneta )5?F pp. H75.19 +rturo +lape. Las memorias del olvido. -egunda edición. *a ,a%ana Casa de las +méricas)5?: p. ).20 1"!n =orero. “Recuperación de la memoria histórica. *ucha contra la impunidad y el ol"ido”.En; 1on +guirre NcompiladorO y Ja"ier >iraldo Nintroducción y textosO. Colombia' un $ueblosentenciado a muerte. 0onostia ,irugarren72rentsa )55? pp. 59 5).

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4o se puede asegurar que estas o%ser"aciones agotan los planteamientos hechosso%re el tema de la memoria el ol"ido y la "iolencia en Colom%ia pero s$ se puedead"ertir que de#an por sentado la existencia de una “amnesia colecti"a” y de unahistoria tergi"ersada y sugieren la existencia de “pol$ticas del ol"ido” que ha%r$an

contri%uido al incremento de la "iolación de los derechos humanos. +unque seaceptan algunos de los argumentos mencionados atr!s como la &alta de re&lexiónp(%lica Nm!s no académicaO so%re la "iolencia el miedo la impunidad y el dolorcreciente de la sociedad colom%iana deri"ados de este &enómeno as$ como el de unaespecie de trauma que con&unde e inhi%e la acción indi"idual y colecti"a: parapromo"er la %(squeda de la #usticia no se comparte la idea de la existencia de unapatolog$a amnésica en el pa$s ni creo que se del desarrollo de pol$ticas sistem!ticaspara propiciar el ol"ido social de los hechos de "iolencia.

2or el contrario se a&irma que en Colom%ia existen di"ersas &ormas derecuperación de esa memoria no siempre “e#emplares” ni colecti"as pero queinciden positi"a o negati"amente so%re el &enómeno ya sea neutraliz!ndolo

mediante la concepción de auto%iogra&$as que &acilitan un distanciamiento y an!lisisde una experiencia de "iolencia ya sea agra"!ndolo por medio de di&erentespr!cticas que conducen in"aria%lemente a la %(squeda de la "enganza.

+unque no hay conmemoraciones colecti"as ni lucha por éstas como ocurre en+rgentina con el caso del de marzo s$ hay &echas signi&icati"as que sonconmemoradas por algunos sectores sociales. @al es el caso del de no"iem%re paraponer un e#emplo reciente. Esta &echa registra la toma "iolenta que en )5? elmo"imiento guerrillero irón. #l derec/o a la memoria. Dogot! =undación


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presentan de%ates acerca de las di&erentes interpretaciones que se hacen de loshechos.

+unque no parecen muy e"identes tam%ién hay “lugares de la memoria” so%re

la "iolencia expl$citamente conce%idos. Este es el caso por e#emplo de la escultura“El 2!#aro” del artista =ernando Dotero que luego de ser dinamitada &ue de#ada ensu lugar en el parque -an +ntonio de


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Colom%ia algunas memorias auto%iogr!&icas si %ien se contradicen radicalmente hanpermitido una recuperación parcial del pasado aunque no hayan propiciado unaprendiza#e social y pol$tico para la superación positi"a del pro%lema.

*o que no hay en Colom%ia es una acción pol$tica colecti"a que operacionalice oinstrumentalice estas &ormas de recuperación de la memoria con el propósito dedemandar la %(squeda de la "erdad la #usticia y la reparación moral para losmillares de asesinatos secuestros desapariciones y dem!s "iolaciones de derechoshumanos. Cuando estas expresiones de recuperación de la memoria adquieren talconnotación y cuando logran la atención de la opinión p(%lica y del sistema #udicialson neutralizadas o eliminadas por quienes pueden resultar a&ectados con elesclarecimiento de los hechos o con la inter"ención de los #ueces.

+doptando las pala%ras de Eliza%eth Jelin se puede concluir que “no hay canalesinstitucionalizados o&iciales que reconozcan a%iertamente la experiencia reciente de"iolencia y represión”H que ha experimentado la sociedad colom%iana lo que

conduce a que los de%ates se den en el campo de la sociedad. En este sentido haymuchas expresiones sociales por medio de las cuales se recupera la memoria entérminos e#emplares y literales que de alguna manera han contri%uido en eseproceso de construir una memoria so%re la "iolencia en Colom%ia.

. Los testimonios! memorias autobiogr"#icas ejemplares

+unque el panorama colom%iano en materia de derechos humanos es desoladorno se puede a&irmar que hay una amnesia colecti"a o una acción deli%erada ysistem!tica por llegar a ella. *a literatura testimonial existente so%re el tema de la"iolencia es por e#emplo una e"idencia que "a en contra"$a de tal a&irmación. *ostestimonios en sus di"ersas presentaciones hacen parte de esas expresiones sociales

que permiten recoger in&ormación so%re los hechos de "iolencia y al mismo tiempopropician la construcción de un conocimiento cultural compartido ligado a una "isióndel pasado y particularmente en el caso de Colom%ia al pasado de "iolencia.

*os textos aqu$ estudiados no son todos los que se han producido en Colom%ia enel campo de la literatura testimonial so%re la "iolencia pero s$ constituyen unamuestra m!s o menos representati"a a partir de la cual se puede caracterizar estetipo de tra%a#os con el o%#eti"o de esta%lecer el sentido y propósitos que tienen enrelación con la concepción de una memoria so%re la "iolencia en el pa$s. 0e maneradeli%erada se han situado en el campo de las memorias e#emplares puesto que suso%#eti"os declarados est!n dirigidos por lo general a un aprendiza#e social que

permita la superación del &enómeno.

27 Eliza%eth Jelin. +$. cit., p. 5F.

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Dateman ela%oraron tres mu#eres cercanas al desaparecido l$der de la organizaciónguerrillera uillermoprieto que &ue escrito originalmente para el 2e9 :ork Revie9 o( 8ookscon el propósito de in&ormar a la sociedad estadounidense acerca de lasimplicaciones de la apro%ación de una erogación de emergencia de )F millones de

31 2atricia +riza et al. 8ateman. 5estimonio m3lti$le sobre ;aime 8ateman Cay*n. Político, guerrillero, caminante. Dogot! 2laneta )55.32 /lga Dehar. +$. cit.


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dólares por parte del Congreso norteamericano destinados a la ayuda militar paraColom%ia. 0ice la autora que “Consciente de que en ashington se ignorapr!cticamente todo so%re Colom%ia me pareció importante contri%uir al de%ate conun texto que explicara de la manera m!s elemental posi%le la enorme comple#idad

de la larga serie de guerras colom%ianas”.

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/tro caso es el del li%ro de *aura Restrepo cuya presentación se &irma en


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ello no excluye un propósito colecti"o y p(%lico igualmente importante que des%ordael car!cter su%#eti"o de su e#ercicio; “con#urar el ol"ido de una colecti"idad pol$ticaNel grupo guerrillero N1nés y uillermo -olarte *indo. 2o /a $asado nada. na mirada a la guerra. Dogot! @ercer


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En este sentido podr$an ser"ir de re&erencia “para de&inir el marco de la presenciade la mu#er en Colom%ia a tra"és de este siglo”.

En esta misma l$nea se puede u%icar el li%ro de +lonso -alazar aunque su

pretensión sea la de ordenar “un con#unto de hechos sensaciones creencias yopiniones sin #uzgarlas” de mu#eres de di&erente procedencia social pro&esión yrelación con el &enómeno de la "iolencia; una #o"en miliciana una #uez de laRep(%lica la madre de un desaparecido una integrante de una %anda dedicada aacti"idades delincuenciales una guerrillera. En &in se trata como dice el mismoautor de “historias de mu#eres unas conocidas y otras anónimas que re&le#an partede la comple#a trama de las "iolencias que nos han azotado en nuestra historiareciente”.H

2or otra parte en algunos casos se quiere poner en e"idencia un dramaindi"idual aunque en otros se muestra un drama colecti"o. 3n li%ro que retomatestimonios indi"iduales de secuestrados se propone la recopilación de las “historias

anónimas que hay detr!s de cada XprotagonistaQ; su intimidad "iolada su dolor sure&lexión y cuestionamientos” so%re el secuestro pero no in"alida la posi%ilidad denarrar a partir de este &lagelo parte de la historia reciente del pa$s.? 2ara /lgaDehar su li%ro es e"idencia de un drama colecti"o y no de sectores en particular;

,om%res y mu#eres comprometidos en la guerra y en la paz; unosluchando por conser"ar el poder otros por conquistarlo. @odoscolom%ianos todos han matado colom%ianos. G en el medio un pue%loinocente. 2ero Thasta dónde es inocenteU Tqué indica el grado deinocencia o de compromisoU 2orque en el con#unto de historias quecon&orman este li%ro se palpa We"identeW la participación campesina laparticipación del tra%a#ador colom%iano la de las clases medias losartistas y periodistas los sectores acaudalados. + uno y al otro lado delescenario nunca en la mitad. 2ertenecen al proceso son sus actores.5

+lgunos de los autores por el contrario pretenden recuperar la perspecti"a delsu#eto humano en el drama colecti"o como Constanza +rdila >al"is quien consideraque ese ha sido precisamente el punto de partida de su o%ra. -u e#ercicio implica elreconocimiento y el autoreconocimiento de los su#etos a los que entre"ista a partirde lo que ha%$a sido su experiencia en y con la "iolencia. En su li%ro aparecenentonces sin mayor identi&icación que la de ser campesinos >a%riela 0aniel


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"$ctimas de actos de "iolencia pro%a%lemente relacionados con su quehaceracadémico.F)

.' Los objetivos declarados

*a importancia de las memorias auto%iogr!&icas so%re la "iolencia tiene otradimensión percepti%le en los o%#eti"os declarados por los autores. 3na lectura de losprólogos e introducciones de algunos textos permite concluir que el o%#eti"o inicialm!s que descu%rir una “"erdad” que esclarezca algunos hechosF consiste en darle“la "oz” a los protagonistas de las situaciones de "iolencia y a persona#es directa eindirectamente in"olucrados en el con&licto.

*o que parecen proponerse quienes entre"istan es recuperar esas "oces“cali&icadas” para re&erirse de primera mano a un asunto que al parecer requiereun tratamiento di&erencial al dado por los académicos. En el li%ro de entre"istas de-olarte *into por e#emplo se pone en tela de #uicio las “soluciones intelectuales

cient$&icas o &ilosó&icas” para los pro%lemas planetarios puesto que han adoptadoNcitando a +urelio 2eccei y 0aisaLu 1LadoO un “en&oque reduccionista que consiste enremitirse a una serie de &actores para regular la totalidad de los pro%lemasplanetarios”.F: /lga Dehar aunque no desdice de los estudios de los académicosso%re la "iolencia anota que en las p!ginas de su li%ro “los protagonistas recuerdannarran re"i"en su experiencia su "isión”.F +ntonio Ca%allero reitera estaapreciación; “Este li%ro que no quiere ser m!s que una recopilación imparcial detestimonios personales es un instrumento &undamental para entender qué es lo quenos est! pasando”.FF -u li%ro de hecho retoma en %uena parte las "oces de todos lossectores in"olucrados en la guerra y la paz durante los aIos precedentes a supu%licación a comienzos del decenio del ochenta. +ll$ aparecen las narraciones y"ersiones de persona#es en&rentados como el general José Joaqu$n erm!n Zea y =erchorespecti"amente.

Puienes presentan literariamente las narraciones orales de otros protagonistasparecen tener razones similares a las anteriores aunque est!n moti"ados por otrascircunstancias. -e trata igualmente de “darle "oz” a sus persona#es pero en ungénero di&erente al de la entre"ista es decir mediante el relato literario. En estecaso se podr$a ha%lar de la presentación de persona#es con una "ersión de los hechosque por alguna razón han sido ocultados o des&igurados por la manera como se han

presentado p(%licamente. 3n e#emplo es el li%ro de +l&redo $eriencias como víctimas de la violencia. Dogot! @ercer


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temas como el de la muerte el erotismo y la magia los cuales en opinión del autor&ueron “"edados a los cient$&icos o usurpados por los literatos” que se re&irieron a laViolencia pre"iamente.F

@anto la &orma como el contenido parecen %uscar dirigirse a la presentación deuna "erdad aunque por tratarse de relatos de personas particulares se de#a claroese car!cter personal$simo que puede tener la "erdad expuesta. +qu$ se intuye queaunque hay un propósito de construir una memoria colecti"a el es&uerzo esindi"idual y %usca seguramente un e&ecto indi"idual un impacto indi"idual que altrasladarse al p(%lico podr$a lograr un e&ecto “multiplicador”. 3na excepción es elli%ro de Castille#o el cual recupera las "oces de desplazados por la "iolenciaquienes "i"en la guerra y en medio de silencios que se han con"ertido en ley. +unqueinscri%e tales "oces en un cuerpo teórico diseIado por al autor aclara que los textoscitados no &ueron “trans&ormados” ni “construidos” para &ortalecer una hipótesis.Con esta metodolog$a el autor retoma literalmente los discursos que a menudo serepiten entre otras cosas para romper con el “muro” que denomina “ontolog$a de la

"$ctima so%re el cual se %asan muchos de los discursos so%re el desplazamiento”algo que lo di&erencia de otros testimonios que no cuestionan el discurso y amenudo caen en la tendencia de un a%surdo "ictimismo en una guerra que noconoce de %uenos y malos.FH

En otros casos se trata de con#urar el ol"ido de algunos sectores o hechos quehan contri%uido a darle &orma al proceso del pa$s en los (ltimos "einte aIos. -eg(n


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Julio César @ur%ay +yala y toda la &ase del per$odo de Delisario Detancur el primerocaracterizado por la &uerte represión y el segundo por ha%er iniciado lasnegociaciones de paz con la guerrilla.

En esta l$nea tam%ién est! el texto de +rdila >al"is cuyo o%#eti"o declarado es;que se comprenda la "ida de hom%res y mu#eres que con "alor y

sensi%ilidad nos entregaron sus "i"encias que quisieron desnudar suspasiones y mostrarnos que dentro de cada uno ha%ita una criatura queama la patria y lucha por ella como hacen los héroes y otra quereacciona y act(a como un "erdugo que trata con crueldad a quienesconsidera sus enemigos y a quienes dependa de ella. -on héroes ycriminales de carne y hueso que atra"iesan nuestra historia y sólo alconocerlos podremos penetrar la "erdadera naturaleza del con&lictoarmado. 0espués de "i"ir su recuperación emocional sa%$an que sólo la"erdad pod$a conducirlos a la paz. Esta%an dispuestos a construir a partirde su historia una historia colecti"a so%re la >uerra y %uscar a tra"és de

ella los caminos de la conciliación”.)

-in sus recuerdos no es posi%le mostrar cómo cu!ndo dónde y por quéacontece la >uerra y cómo se participa en ella. “4ada de lo que hasta ahora se hahecho ha sido e&icaz ya sea por su car!cter por su naturaleza o por la ignorancia dequienes lo han intentado”.

*as memorias auto%iogr!&icas tam%ién rescatan el papel de comisiones de paz amenudo ignorados o tergi"ersados por los medios de prensa. En una notaintroductoria a su li%ro *aura Restrepo integrante de la Comisión de 2az que elgo%ierno de Delisario Detancur designó para adelantar di!logos con el mo"imientoguerrillero al"is. +$. cit., pp. x xi.62 Ibíd., p. x"i.63 *aura Restrepo. +$. cit., p. )).64 ,er%ert Draun. +$. cit., p. ::F.

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puede deducir tal in&ormación. 2or e#emplo una %uena parte de ellos han sidopu%licados en editoriales comerciales y han contado con la aceptación del p(%licopues se registran "arias ediciones. Este es el caso del li%ro de /lga Dehar y del de*aura Restrepo. -in em%argo otros li%ros se pu%lican por parte de editoriales

académicas o uni"ersitarias cuyo p(%lico lector es denominado como especializadoes decir pro&esores uni"ersitarios estudiantes de&ensores de derechos humanosentre otros. @al es el caso del li%ro de Castille#o de +rdila >al"is y aun el de El"ira-!nchez DlaLe.

0e estos li%ros y art$culos llama la atención el relato auto%iogr!&ico de al"is escri%e para con"encer a los intolerantes eintransigentes “parapetados en sus "erdades en sus con"icciones sus sentimientos ysus con"eniencias” y a los indi&erentes quienes quieren conser"arse “purosirreducti%les e irredentos”. + ellos con su li%ro les quiere decir “que la guerra no esentre %uenos y malos culpa%les y héroes po%res y ricos sino que sus protagonistasson seres humanos que en cualquiera de los dos %andos ocultan los moti"os de susexcesos y luchan al mismo tiempo por su dignidad”.

-in em%argo de%e reconocerse que el e&ecto aunque positi"o es marginal puessu impacto en el con#unto de la sociedad es m$nimo y los aprendiza#es pol$ticos que

de ellas se deri"an no alcanzan a ser asumidos colecti"amente. En parte porquecoexisten con memorias auto%iogr!&icas tal "ez m!s poderosas como son las queper"i"en en el lugar de la memoria literal.

Consideraciones #inales

4o se puede decir que la sociedad colom%iana su&re de una “amnesia colecti"a”ni que “las pol$ticas de ol"ido” desarrolladas en el pa$s han cumplido con su o%#eti"ode silenciar a todos aquellos que pretenden re&lexionar so%re el tema de la "iolenciay recuperar la memoria para la %(squeda de la reconciliación social. @ampoco sepuede reconocer que se ha intentado eliminar todo "estigio del pasado ignominioso.

*a pu%licación de cierto tipo de li%ros entendidos aqu$ como memoriasauto%iogr!&icas la conmemoración de algunas &echas la concepción de >aler$as dela


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En Colom%ia hay una memoria social so%re la "iolencia pero no existe un !m%itoinstitucionalizado que propicie discusiones so%re la "erdad la #usticia lasreparaciones morales y materiales la reconciliación social y la paz como hasucedido en otros pa$ses del continente de +sia y de &rica. *a "iolencia multi&orme

yuxtapuesta y di&usa como lo dice 0aniel 2écaut no corresponde a una situaciónpro"isoria sino a una realidad perdura%le. En un entorno de estas caracter$sticas nose puede desarrollar una acción pol$tica colecti"a que &uncionalice esas &ormas derecuperación de la memoria con el propósito de plantear un de%ate so%re el pasadoque tenga implicaciones pol$ticas #udiciales económicas y culturales en el presentey en el &uturo.

*as memorias auto%iogr!&icas literales y e#emplares propician una recuperaciónparcial del pasado y la construcción de una memoria social pero a(n no se haconce%ido una memoria dominante que permita un acuerdo m$nimo so%re los hechosde "iolencia y un consenso para no repetirlos. 0e hecho estas memorias indi"idualesson en su mayor$a contradictorias y limitan aprendiza#es sociales y pol$ticos que

conduzcan no sólo a la superación positi"a del pro%lema sino a la &undación de unrégimen democr!tico participati"o e incluyente.

El e&ecto de la literatura testimonial es positi"o en la medida en que permiteque la memoria de ciertas personas y grupos sociales espec$&icos pase de un estadode literalidad a uno de e#emplaridad. +s$ mismo en la medida en que genera"$nculos entre lo indi"idual y lo colecti"o y aporta positi"a aunque marginalmenteen la superación del &enómeno general de la "iolencia.

-e podr$a concluir que el caso colom%iano se a#usta a aquella situación descritapor 2aloma +guilar en la que no parece posi%le el de%ate a%ierto colecti"o einstitucionalizado so%re el pasado la %(squeda de la #usticia y la reconciliación

social;

,ay ocasiones donde la reconciliación parece ser imposi%le puestoque ni siquiera existe la "oluntad de recurrir al ol"ido para amnistiar las"ie#as querellas. -uele tratarse de casos en los que las &altas sondemasiado gra"es o demasiado recientes y no permiten una salida &!cila "eces ni siquiera un parche moment!neo NSO. -on pa$ses en los que lahistoria se repite porque las lecciones no &ueron las resultantes de lam!xima nunca m1s. *a memoria colecti"a #uega aqu$ un papelclaramente alentador del con&licto que se "a a legitimar precisamentepor la existencia de una pluralidad de memorias con&rontadas y por lainexistencia de una memoria consensuada acerca de lo que ocurrió en el

pasado.

H

67 2aloma +guilar =ern!ndez. +$. cit., pp. H ?.

violencia, memoria y literatura testimonial en colombia

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