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228 sobre los que se sustenta un ensayo: los órdenes discursivos expositivo y argumentativo. Revisa brevemente algunos de los asuntos más importantes de ambos. Vinculación entre los órdenes expositivo y argumentativo y la escritura de un ensayo Escribir un ensayo implica exponer con originalidad y profundidad un tema (conocimiento) al que se le da una interpretación personal para convencer al lector de la importancia y el valor de lo que se le presenta. En vinculación con el proceso de la escritura, la exposición y la argumentación son dos de los órdenes discursivos cuyo fin es transmitir una información de forma precisa y clara; es decir, en ellos no son posibles ni la ambigüedad ni la imprecisión. Es común a los textos de orden expositivos el uso de la descripción, la cual es denominada exposición técnica por algunos autores. Los órdenes discursivos se hallan íntimamente ligados, se complementan en los textos tipo ensayo, porque, en realidad, cuando se desarrolla un aspecto personal sobre un tema determinado es necesario adicionar argumentos que convenzan al lector, que hagan aceptables las ideas del escritor. El orden argumentativo también es la base del ensayo. Argumentar consiste en aportar razones para defender una opinión. En toda argumentación, vista desde su formulación lógica propiamente dicha, deben estar presente tres elementos, a saber: La tesis: idea fundamental en torno a la que se reflexiona; puede aparecer al principio o al final del texto. El cuerpo argumentativo: argumentos que se ofrecen para afirmar o rechazar la tesis y exige la exposición, material básico de la argumentación. La conclusión: cierre de la exposición del autor. 3. Desarrollo de la comunicación mediante la escritura eficaz Para desarrollar el proceso de comunicación mediante la escritura eficaz y para que puedas diseñar tus propias estrategias de escritura, debes atender a un proceso planificado y estructurado. Antes de proseguir en la temática, realiza la siguiente actividad sugerida.

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sobre los que se sustenta un ensayo: los órdenes discursivos expositivo y argumentativo. Revisa brevemente algunos de los asuntos más importantes de ambos. Vinculación entre los órdenes expositivo y argumentativo y la escritura de un ensayo

Escribir un ensayo implica exponer con originalidad y profundidad un tema (conocimiento) al que se le da una interpretación personal para convencer al lector de la importancia y el valor de lo que se le presenta.

En vinculación con el proceso de la escritura, la exposición y la argumentación son dos de los órdenes discursivos cuyo fin es transmitir una información de forma precisa y clara; es decir, en ellos no son posibles ni la ambigüedad ni la imprecisión. Es común a los textos de orden expositivos el uso de la descripción, la cual es denominada exposición técnica por algunos autores.

Los órdenes discursivos se hallan íntimamente ligados, se complementan en

los textos tipo ensayo, porque, en realidad, cuando se desarrolla un aspecto personal sobre un tema determinado es necesario adicionar argumentos que convenzan al lector, que hagan aceptables las ideas del escritor.

El orden argumentativo también es la base del ensayo. Argumentar consiste

en aportar razones para defender una opinión. En toda argumentación, vista desde su formulación lógica propiamente dicha, deben estar presente tres elementos, a saber:

• La tesis: idea fundamental en torno a la que se reflexiona; puede

aparecer al principio o al final del texto.

• El cuerpo argumentativo: argumentos que se ofrecen para afirmar o rechazar la tesis y exige la exposición, material básico de la argumentación.

• La conclusión: cierre de la exposición del autor.

3. Desarrollo de la comunicación mediante la escritura eficaz

Para desarrollar el proceso de comunicación mediante la escritura eficaz y para que puedas diseñar tus propias estrategias de escritura, debes atender a un proceso planificado y estructurado. Antes de proseguir en la temática, realiza la siguiente actividad sugerida.

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Actividad sugerida Reflexiona ante cada uno de los siguientes interrogantes y escribe tus respuestas.

- ¿Qué es escribir? - ¿Cómo hacerlo? - ¿Cómo encontrar las ideas? - ¿Cómo llevarlas a estructuras lingüísticas bien organizadas? - ¿Cómo expresarlas en los signos gráficos de nuestra lengua? - ¿Para qué hacerlo? - ¿Con cuál propósito o intención escribir algo en un momento dado? - ¿Cómo limpiar el texto de las asperezas, de los ruidos de comunicación

que hay en él, hasta lograr una versión definitiva que satisfaga tu necesidad comunicativa?

Para que la escritura resulte eficaz, es necesario pensar en ella en términos de procesos, estructuras de pensamiento y estrategias, para comprender y alcanzar nuevos conocimientos mediante la lectura; pues la escritura exige alta inversión de trabajo intelectual, conciencia de lo que se conoce y de lo que se desconoce; de aquello que se tiene como habilidades y recursos de comunicación, directamente vinculados con la estructura gramatical de la lengua. Como puede inferirse, la escritura también es un proceso.

Según los autores Cassany, D. (1989) y Serafíni, M. (1994), los pasos que se

cumplen en el proceso de la escritura pueden denominarse: planificación-textualizar-revisar, y Serafíni explica la necesidad de operacionalizar los asuntos teóricos que el escritor ha propuesto y los presenta como: preescritura, escritura, post-escritura.

Los Gráficos 17, 18 y 19, respectivamente, permiten visualizar la operación

cognitiva para alcanzar los resultados esperados en la escritura, en las fases que componen este proceso, como se muestra a continuación.

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Gráfico Nº 17. Preescritura

Gráfico Nº 18. Escritura

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Gráfico Nº 19. Post-escritura

Seguidamente se presentan las diferentes fases del proceso de la escritura y

algunas que se pueden derivar de cada una de ellas.

- Preescritura o planificación: al tener una idea básica del texto que deseamos elaborar, escribimos una “lluvia de ideas”; luego organizamos en un “mapa de ideas” aquellas relevantes y, finalmente, elaboramos un esquema del texto que deseamos escribir.

- Escritura o textualización: en este momento escribimos nuestro texto (ya sea informativo, expositivo o argumentativo) en párrafos bien escritos y concatenados entre sí. De allí que nuestro texto tenga un párrafo introductorio, con el cual comenzamos nuestro escrito y ponemos al lector en conocimiento del tema; unos de desarrollo, que forman el cuerpo y uno(s) de cierre con los cuales concluimos el escrito y las ideas que sostenemos en torno al tema y planteamiento que hemos propuesto. Completado ese segundo paso, y una vez que dejamos reposar el texto, lo volvemos a leer para ver si estamos conformes con lo que hemos escrito. En el Cuadro N° 5, que conseguirás más adelante, puedes cotejar los componentes del proceso de la escritura.

- Post-escritura o revisión: como último paso, chequeamos que aparezca el contenido deseado y también que la forma y el estilo de nuestro escrito no tengan errores de ningún tipo. Es particularmente en ese momento cuando pulimos nuestro texto y logramos así la redacción final.

En esta tarea de la escritura es muy útil aprender de los demás, leyendo sus

textos y reflexionando sobre cómo lo lograron. Es importante hacer lecturas cuidadosas, tantas veces como sea necesario, buscando una mayor comprensión del mismo para el posible lector. Resulta conveniente abordar el proceso de la escritura con cierto tiempo para hacer las revisiones a que haya lugar y supervisar el proceso seguido desde el comienzo hasta el final, con el fin de evitar fallas e inconvenientes, muchas veces irreparables, por el hecho de entregarlo para evaluaciones sumativas.

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Durante el proceso pueden desarrollar y consolidar estrategias de escritura. Iniciando con las preguntas pertinentes para desarrollar el proceso: ¿qué escribir? ¿A dónde espero llegar? ¿Cómo escribir la parte introductoria? ¿En dónde me encuentro para comenzar a escribir el texto? ¿De qué manera puedo estructurar el contenido que voy a desarrollar mediante la escritura? ¿Con cuáles recursos cuento? ¿Cómo sabré que lo escrito es correcto y está bien escrito? Observa en forma interrelacionada y con fines prácticos la manera en como puedes pensar estraté-gicamente este proceso de la escritura, a partir de los planteamientos de los autores Serafini, M. 1994:

Cuadro N° 5 Proceso de la escritura

Proceso de la escritura

• Planificar

• Textualizar (redacción y corrección)

• Revisar

(Cassany, D.)

• Preescritura

• Escritura

• Post-escritura

(Serafini, T.)

Vistos estos asuntos centrales y que son las claves del proceso de la

escritura, se te propone la siguiente actividad, como una estrategia pertinente con el rol de estudiante -escritor-activo. Recuerda que el proceso de la escritura implica: pensar, planificar y escribir, al tomar papel y lápiz o al sentarse ante el computador.

Actividades sugeridas 1. Piensa qué tema te gustaría desarrollar, a partir de las siguientes

opciones:

2. La utilidad del Curso Introductorio en la carrera seleccionada por mi. 3. Un proyecto de cambio como estudiante a distancia. 4. Los jóvenes y las posibilidades reales de estudio. 5. Contaminación de las aguas, un problema de salud pública. 6. La tecnología: privilegio de pocos, derecho de todos.

7. Planifica tu proceso de escritura teniendo en cuenta las fases del mismo y las actividades que implica cada una de ellas.

8. Ejecuta el proceso (escribe) en forma secuencial, ordenada y concientemente, para que tu pensamiento tenga presencia real en tu texto.

9. Preescritura: prepara un mapa de ideas para que puedas ver cuáles

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ideas surgen en torno a ese tema, de tal manera que cuentes con una guía para orientar tus pensamientos, actitudes y habilidades.

10. Elabora un esquema con las ideas que guardan relación entre sí y que según tu criterio dan la clave de los asuntos que te interesa desarrollar sobre este tema. Formula preguntas clave para cubrir el tema o contenido del escrito.

11. Traza un esquema que te permita delimitar tanto el objeto, (contenido) como la forma de desarrollarlo.

12. Escritura: redacta la primera versión de tu texto. Recuerda que debes respetar la estructura formal: inicio, desarrollo y cierre y considerar las estrategias en el manejo de las ideas principales y secundarias en cada uno de los párrafos.

13. Post-escritura: dejar en reposo el escrito, por un tiempo prudencial, y vuelve a él para una lectura minuciosa como si alguien te hubiera pedido que lo corrigieras. Sé muy cuidadoso y ve si está bien escrito, si las ideas se presentan con claridad y coherencia para ser comunicadas —en este caso a un profesor de la universidad. Así, revisa su redacción final y lo pules hasta quedar satisfecho de tu escrito o ensayo

Ya has tenido, en esta unidad, una primera experiencia de escritor de manera estratégica. Continúa con ella en todo momento en que requieras escribir algo, principalmente como estudiante universitario.

Es importante también, en el camino de mejorar tu capacidad de comunicación por vía de la escritura, trabajar consciente y deliberadamente todos los asuntos importantes de la escritura y uso del párrafo.

Es posible que te preguntes: ¿por qué pasar ahora al párrafo, si ya comprendí

y puse en práctica mi proceso de preescritura, escritura y postescritura, al escribir? ¡Muy bien por lo que has avanzado! Sin embargo, es necesario señalarte que los textos que trabajarás a diario en la vida universitaria, como son en su mayoría de orden informativo y expositivo-argumentativo, están escritos en prosa; no en versos, como sucede con la poesía.

Planificar el proceso completo: preescritura, textualizar (comunicación mediante la escritura) y revisar (postescritura, supervisión y evaluación), te ayuda a desarrollar tus habilidades en la escritura y con ello obtendrás cada vez más éxito como estudiante-escritor-activo.

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La prosa se escribe en párrafos separados por sangría y punto y aparte, y en ellos se desarrollan las ideas; de allí la importancia de trabajar la forma en como se distribuyen los mismos en un escrito, por lo que se te ofrecen nuevas orientaciones para avanzar en el proceso de la escritura, no sólo para tu beneficio personal, sino, también, para apoyar a otros que, como tú, estén interesados en avanzar en la posibilidad de comunicarse cada vez más a través de la escritura. Te proponemos que continúes leyendo los asuntos que van a continuación. a. Habilidades de escritura para iniciar a los estudios en la carrera seleccionada

Como parte de las estrategias, debes pensar, planificar, escribir y reescribir en tu rol de estudiante-escritor-activo. Para ello, conviene sistematizar las estructuras del texto y las formas de elaborarlos, atendiendo los siguientes aspectos:

• El párrafo introductorio tiene como propósito plantear el tema, establecer sus límites o dar sus antecedentes. Al elaborarlo, conviene motivar al lector para que el interés generado lo lleve a seguir leyendo y que te preguntes si lo producido es en realidad un párrafo que cumple con los requerimientos de introducir lo que se propone en el trabajo. Esta pregunta permite autoevaluarse y evaluar la producción de otros.

• El párrafo de transición tiene por función enlazar dos párrafos, cuando el autor se aleja en el segundo del punto de partida establecido en el anterior. Su método de desarrollo estará determinado, en buena medida, por el tipo de los párrafos a los cuales sirve de enlace. Es este el momento de preguntarse si se están utilizando los conectores adecuados para garantizar la secuencia del pensamiento, entre varias opciones.

• Los párrafos de desarrollo hacen el cuerpo del texto. Cada uno contribuye específicamente al desarrollo de la totalidad. Admiten todas las posibilidades en cuanto a método de desarrollo: definición, análisis, razones y argumentos, detalles, comparación y contraste, analogía, ejemplos, reiteraciones, entre otros. La pregunta clave aquí es determinar si se está expresando todo lo que ofrece el texto en sus párrafos de desarrollo con suficiente claridad.

• El párrafo final o de conclusión tiene la función de cerrar el ciclo de pensamiento que se abrió con la introducción. En un escrito informal puede haber una oración meramente de cierre. En casos más formales puede ser una recapitulación de los puntos básicos del contenido, una reafirmación más o menos emotiva de la tesis o de la idea central, una cita que sintetiza el sentido, una referencia a una idea o evento mencionado antes, entre otros. La pregunta para valorar lo producido es si el texto leído cierra con este párrafo todo su contenido y sentido.

Una vez concluido el texto, es necesario verificar que se ha respetado su

estructura formal: inicio, desarrollo y cierre. También es necesario estar consciente de haber cuidado que los párrafos estén sirviendo a cada uno de estos momentos y

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además es importante revisar el uso de los conectivos adecuados para cada ocasión; es decir, si se está agregando a una idea otras nuevas y se utilizan los nexos que indican unión (otra vez, también, entonces, además, etc). Por esto es importante tener a la mano, cuando se escribe, los marcadores discursivos y conectores que aparecen colocado en los Anexos de esta unidad.

b. Aspectos formales de la escritura: uso de los signos de puntuación El uso de los signos de puntuación es uno de los aspectos formales de la

lengua que genera más duda en quienes escriben; sin embargo, son la clave de la producción y comprensión de los textos, de allí la necesidad de desarrollar estrategias para el uso adecuado de los mismos.

Los signos de puntuación son esenciales en la comprensión del mensaje que

se desea transmitir y necesitan de un lector cuidadoso que dé la correcta entonación a lo que lee y de un escritor que los utilice, en función del mensaje que estructura al escribir su texto. Además, permiten señalar en la escritura las pausas, la entonación, el énfasis; por ello, un escrito que los suprima o los utilice en forma inadecuada resulta ininteligible, por lo que debemos conocerlos, emplearlos con propiedad y adecuación, con el fin de escribir un texto coherente y cohesionado. Los signos de puntuación sirven para:

• expresar una pausa larga (el.), • una pausa intermedia (el ;), • una breve pausa (la ,), • también destacan palabras en el texto (las “ ”), • encierran comentarios o aclaraciones que deseamos hacer (el ( ) ), • introducen diálogos e incisos (el -), entre otros. • separan oraciones subordinadas de la principal (,).

Observemos estos ejemplos:

a) Señor maestro, Pedro es un pícaro. Usted lo corregirá como se merece.

El señor comisario lo va a encerrar por pegar a los niños. Si no se enmienda, el chico me lo dirá y le daré una buena paliza.

b) Señor maestro Pedro, es un pícaro usted. Lo corregirá como se merece el señor comisario; lo va a encerrar por pegar a los niños. Si no se enmienda, el chico me lo dirá y le daré una buena paliza.

¿Qué ha sucedido en cada uno de ellos? ¿Puedes decir que un texto tiene

que ver con Pedro y otro con el maestro, sin que entre uno y otro se altere una sola palabra? ¿Por qué? Bien, veamos, ahora, otro ejemplo:

Carlos, mi hijo regresa pronto. ¡Carlos, mi hijo regresa pronto! ¿Carlos, mi hijo regresa pronto? Carlos, mi hijo, regresa pronto.

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A continuación se te propone una actividad para reforzar el uso de los signos

de puntuación.

Actividad sugerida Utiliza diferentes signos de puntuación, según el caso, tales como el

punto (.) seguido y aparte, la coma (,), el paréntesis ( ), los puntos suspensivos(...), guiones (-), uso de mayúsculas; marca los acentos ortográ-ficos donde correspondan y propón una cita a pie de página sobre el texto que aparece seguidamente.

principio cautivador

solo podemos conocer lo que hacemos constitutivo de nuestra identidad

Las cosas nos son afines solo cuando hemos logrado pensarlas de tal manera que forman parte constitutiva de nuestra identidad nosotros somos lo que pensamos del mundo y el mundo es lo que pensamos por nosotros por eso nos embelesamos con lo pensado sin afinidad y por lo tanto sin estar cautivados por la ciencia la poesía la música por el mundo y su conocimiento nos seria imposible acercarnos y encarnarnos en el Las querencias hacen que el mundo deje de sernos ajeno ahora es el universo sumado a nosotros no poseído por nosotros sino complemento de nuestro ser para conocer hay que amar y al inversa maestro será aquel que nos enseñe a amar un arte y no el que nos indique como se hace o se dice algo y menos cuando su enseñanza menos cuando su enseñanza ti ene como intención el que otros piensen el mundo exclusivamente como él y para él puesto que ese querer es posesivo, e intenta que el mundo de las ideas tenga menos una (n-1) interpretación. tiene como intención el que otros piensen el mundo exclusivamente como el y para el puesto que ese querer es posesivo e intenta que el mundo de las ideas tenga menos una n 1 interpretación la amalgama es la suma de dos metales o mas los indígenas la practicaban en lo que mas querían sus dioses y sus ofrendas eran el producto de la fundición del oro con el cobre y a esta la llamaron tumbaga a los profanadores de las tumbas indígenas les pareció esto un despropósito pues ellos no querían poseer el oro que no al dios ni a la amalgama.

Sobre la base de la actividad anterior, verifica los resultados de la actividad

realizada, contrastándolos con el texto del autor, que aparece transcrito a continuación. En la parte de la derecha del texto original encontrarás una serie de

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números que identifican los aspectos ortográficos que corresponden, y se comentan más adelante.

Principio Cautivador Sólo podemos conocer lo que hacemos constitutivo de nuestra identidad

Las cosas nos son afines sólo cuando hemos logrado pensarlas de tal manera que forman parte

constitutiva de nuestra identidad. Nosotros somos lo que pensamos del mundo y el mundo es lo que pensamos por nosotros, por eso nos embelesamos con lo pensado.

Sin afinidad y por lo tanto sin estar cautivados por la ciencia, la poesía, la música, por el mundo y su conocimiento, nos sería imposible acercarnos y encarnarnos en él. Las querencias hacen que el mundo deje de sernos ajeno; ahora es el universo sumado a nosotros, no poseído14 por nosotros sino complemento de nuestro ser. Para conocer hay que amar y a la inversa...

Maestro será aquel que nos enseñe a amar un arte y no el que nos indique cómo se hace o se dice algo y menos cuando su enseñanza tiene como intención el que otros piensen el mundo exclusivamente como él y para él, puesto que ese querer es posesivo, e intenta que el mundo de las ideas tenga menos una (n-1) interpretación. La amalgama es la suma de dos metales o más, los indígenas la practicaban en lo que más querían: sus y sus ofrendas eran el producto de la fundición del oro con el cobre y a ésta la llamaron tumbaga. A los profanadores de las tumbas indígenas les pareció esto un despropósito, pues ellos sólo querían poseer el oro, que no al Dios, ni a la amalgama.

(1)

(2)

(3)

(4)

(5)

(6,7,8) (9,10) (11) (12)

(13)

(14,15) (16)

(17) (18) (19)

(20,21)

(22,23,24) (25, 26)

(27) (28, 29) (30,31)

(32) (33,34)

Fragmento: MÚÑOZ M., José (1992). El oficio de investigar o el arte de auscultar

las estrellas. Corporación para la Producción y Divulgación de la Ciencia y la Cultura-*CORPRODIC. Bogotá, Colombia. (Págs. 50-51)

14Los celos son el producto de quererse posesivos, se refieran éstos a otras personas o al conocimiento (“celo profesional”). Es intento de no dejar abarcar, sumar y es deseo de restringir, restar. Además es un intento de posesionarse del otro, lo cual es de por sí ofensivo.

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Comentarios sobre el ejercicio anterior (1) Uso de mayúsculas en títulos (2) Acentuación de palabras sustitutivas. (3) Uso de coma (,) para hacer una pausa. (4) Uso del punto (.) seguido para comenzar una frase que conecta con la frase

anterior y se refiere a otro aspecto. (5) Aparece una idea nueva, por lo tanto la separa con punto y aparte. (6) Uso de comas para hacer separaciones de listas de palabras (7) Uso de acentos (tildes) (8) Regla para las palabras esdrújulas (9) El pronombre (él) se acentúa. (10) Punto seguido para conectar las ideas que tienen relación. (11) Uso de punto y como (;) cuando se presentan frases subordinadas (12) El autor incluye una cita a pie de página para ampliar el sentido del texto. En

este caso, la expresión celo. (13) Uso de los puntos supensivos ... para invitar a la continuación de la reflexión. (14) Nuevo párrafo, uso de sangría y mayúscula. (15) Uso de la regla para las palabras agudas. (16) Acento ortográfico diferencia al adverbio interrogativo (cómo) del adverbio

comparativo de modo. (17) Pronombres acentuados (18) Uso de coma (,) para separar las ideas. Se reemplaza la y por e para evitar la

cacofonía (19) Uso de paréntesis con la información que indica una expresión matemática para

dar mayor respaldo al mensaje (20) Utiliza un punto seguido (.) para presentar otra idea de manera coherente. (21) El número dos es preferible escribirlo en letras, sin usar representaciones

numéricas, ya que es una cifra inferior a diez. (22) Uso de la coma (,) para separar ideas subordinadas (23) Aplicación de la regla para acentuar palabras agudas (24) Regla general para las palabras esdrújulas. (25) Regla para palabras agudas (26) Acento ortográfico (tilde) (27) Regla de las palabras agudas (28) Acento ortográfico (esto=amalgamar) (29) Uso del punto ( . ) seguido y comienzo de palabra con mayúscula (30) Regla para las palabras agudas (31) Caso igual al Nº 28 (32) Caso igual al Nº 2 (33) Uso de la coma ( , ) para hacer pausa, o separación (34) Mayúscula para representar un nombre propio

Finalmente, es importante resaltar que los signos de puntuación tienen también un gran valor estilístico; su uso es —en cierta medida— bastante personal. Deben, sin embargo, respetarse algunas reglas básicas en la utilización de cada uno de ellos.

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c. Relaciones entre la composición escrita, la redacción y el estilo personal al escribir

De hecho, saber qué escribir y cómo elaborar un texto es parte de la

planificación que requieres para la construcción de cualquier texto escrito. En esa composición escrita que es una redacción aparecerá tu estilo personal, tu manera de abordar los asuntos tratados, tu estilo personal. En ello está empeñado también el para qué y para quién produces el texto; es decir, necesitas conocer el contexto que te exige precisar la finalidad de tu escrito y las características de tu audiencia. En el caso de la UNA, escribimos muchas veces para demostrar lo aprendido y ello será sometido a evaluación; por lo que será fundamental que esa composición escrita dé muestras clara de su contenido, pero a la vez lleve nuestro sello personal, nuestro estilo de escribir.

La comunicación escrita eficaz, como lo has visto en el desarrollo de esta

unidad, es producto de estrategias que permiten a principiantes y novatos construir un estilo. Como estratega tomarás decisiones en donde se activarán actitudes, conceptos, procedimientos, con una intencionalidad determinada, para dar respuesta a una necesidad específica de comunicación a través de la escritura y dar paso a tu estilo personal de escribir; por lo tanto, sólo te animamos a escribir constantemente, todos los días, por cualquier razón, con el fin de que cada vez más desarrolles tus competencias comunicativas en la escritura.

La metacognición es un conocimiento consciente, planificado para realimentar el proceso de solución de problemas. Es un grado de conciencia y una habilidad para tener el control de aquellos procesos cognitivos de la mente y los contenidos que almacenamos en la memoria, con el fin de organizarlos, revisarlos, modificarlos. Tales cambios se dan de acuerdo con tus progresos en el aprendizaje específico, como es, en este caso, la escritura; de allí que puedas considerar los procesos de pensamiento como estrategias de aprendizaje utilizables en forma consciente, deliberada e intencionada.

La escritura hace que los procesos cognitivos actúen como estrategias de producción y organización lógica de la informa-ción (describir, comparar, clasificar, analizar, sintetizar); de allí la insistencia en el manejo y uso del párrafo como estructura básica de los textos estructurados en los órdenes expositivos, informativos, argumentativo e instruccional, típicos de tu vida universitaria en la UNA.

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Antes de culminar esta unidad, ten en cuenta que:

• La escritura implica siempre reescribir.

• Las modalidades de la escritura responden a la finalidad con la que hacemos la escritura; la amplitud y profundidad dependen de la representación que uno tiene de sí mismo como estudiante-escritor-activo.

• El cómo se hace es producto de un trabajo metacognitivo permanente.

• Es necesario identificar las necesidades y diseñar estrate-gias, practicarlas sistemáticamente, y para ello las orien-taciones de los lectores más cercanos a nosotros son de gran ayuda antes de la revisión definitiva del texto y de su entrega a la universidad.

• Debe tenerse presente que no existe la lengua escrita, sino realizaciones: textos únicos en contextos únicos.

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CIERRE DE LA UNIDAD EL POR QUÉ

La evaluación es también parte del proceso de aprendizaje. En tal sentido, conviene hacer un balance de tus logros, en esta unidad, de las estrategias que utilizas para la escritura como estudiante universitario. Para ello se te presenta un cuadro donde se indican algunas de ellas; allí podrás evidenciar la frecuencia con la que las utilizas para comunicarte por escrito.

Para conocer sobre cuándo y cuáles, estrategias de comunicación escritas

usar, se presentan a continuación las actividades sugeridas.

Actividades sugeridas

Seguidamente se te presenta un instrumento de evaluación que te permitirá evaluar tus estrategias de comunicación escrita. Para responderlo, sigue las siguientes acciones:

- Lee toda la información de la primera columna, la cual corresponde a algu-nas estrategias (cuáles) que están vinculadas con los componentes del proceso de la escritura.

- Considera tres opciones de respuesta para estimar la frecuencia (cuándo) de la utilización de cada estrategia en tu proceso de escritura, según se indica en las tres columnas de la derecha, a saber:

Nunca Algunas veces Siempre

- Estima para cada estrategia una frecuencia de uso, marcando una X.

Con esta actividad de evaluación, se espera que hayas podido darte cuenta de

cómo las estrategias que has venido utilizando como siempre (alta frecuencia) ya forman parte de tu proceso formativo educativo considerado en el Curso Introductorio.

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Instrumento de estrategias de comunicación para la escritura

ESTRATEGIAS PARA LA ESCRITURA Nunca Algunas veces

Siempre

PLANIFICACIÓN O PREESCRITURA

Formulo interrogantes referentes al QUÉ escribir (lluvia de ideas)

Clarifico el PARA QUÉ escribir con fines de estudio.

Represento externamente las ideas principales o relevantes del contenido (mapa, gráfico…).

Estructuro en un esquema los componentes principales de lo que voy a escribir.

Preciso los recursos que requiero para escribir

TEXTUALIZACÍON O ESCRITURA

Preciso las características del tipo de texto que escribo.

Organizo el escrito en función de tres grandes párrafos: el de introducción, el de desarrollo y el de cierre.

Cuido que la idea principal en los párrafos esté claramente enunciada.

Conecto mediante mecanismos de enlace los enunciados que forman parte del párrafo.

Reafirmo con ideas secundarias la idea principal de lo escrito.

Utilizo los conectivos necesarios para dar coherencia al escrito.

Dejo reposar el texto que he escrito.

Reajusto lo escrito después de una lectura comprensiva.

Incorporo ajustes para precisar aún más lo escrito.

REVISIÓN O POST-ESCRITURA

Superviso de manera global la forma y el estilo del escrito .

Solicito realimentación por parte de un lector activo.

Incorporo los elementos pertinentes producto de la realimentación.

Preparo la versión final de lo escrito

¡Excelente por la autoevaluación de tu proceso comunicación escrita eficaz!

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Y muy bien por ti. Has podido validar algunas de las estrategias de escritura aplicables en tu vida estudiantil para que las sigas desarrollando.

En cuanto a la frecuencia algunas veces, puedes compartir algunas

consideraciones en términos de procesos para conocer, aún más, sobre tu escritura en situaciones de estudio.

Afortunadamente, el hecho de utilizarlas con cierta frecuencia te puede llevar

a alcanzar niveles mayores de concientización o sistematización de los procesos para tu aprendizaje académico. Detente a observar cuáles estrategias utilizas, en qué situaciones, para conocer el por qué y cómo alcanzar mayores aplicaciones. Precisamente al contar con una buena disposición de cambio es que se puede mejorar.

Escribir de manera estratégica supone hacerlo como un hábito, el cual forma parte de tu individualidad.

Y ¿qué se puede decir en cuanto a los procesos que hayas marcado con

frecuencia nunca? Significa, que de alguna manera te estás privando de algo valioso en tu trabajo de escritura.

Aún puedes incorporar otras estrategias a tu repertorio cognitivo y consolidar tu proceso formativo-educativo.

Es oportuno recomendarte la utilización de estas estrategias para comunicarte

eficazmente al revisar la estructura de los textos que has escrito durante el Curso Introductorio. Para ello, atiende las características principales que deben observarse en tu proceso de la escritura eficaz.

Las habilidades de pensamiento son perfectibles en la medida en que se apliquen en forma sistemática y deliberadamente, tu escritura es fruto de tu trabajo y dedicación intelectual y está sustentada en la emoción de llevarla a niveles óptimos en el estudio universitario.

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BIBLIOGRAFÍA Alfonso, Ilis (1997). El texto informativo. Su naturaleza, lectura y producción en la

educación universitaria. Caracas : Contexto Editores.

Álvarez, Miriam (1999). Tipos de escrito II: exposición y argumentación. (1999). Madrid: Arco/ Libros.

Barrera Linares, Luis (1990). “Cómo evaluar un texto escrito”. Argos 12 Caracas, USB

Cassany, D. (1989) Describir el escribir. Buenos Aires: Piados

Falcón de Ovalles, Josefina, Digna D’ Jesús Rivas y Aura Jaén de Castillo. (2000). Lengua española . Caracas: Fedeupel

Guánchez, M. “Propuesta didáctica para la producción de textos escritos basada en los procesos cognitivos: estudio descriptivo” (Trabajo presentado como requisito para optar a la categoría de Asistente). Caracas, UPEL-IPC, septiembre de 2003

Sánchez, Yraida (1994) “¿Por qué son tan incoherentes los ensayos que escriben los estudiantes?”. Tierra Nueva 1. Caracas: Ediciones Tierra Nueva

Sánchez, Yraida (1993) “Coherencia y órdenes discursivos”. Letras 50, Caracas: UPEL

Serafíni, María Teresa. (1989) Cómo redactar un tema. Barcelona- España: Paidós

Serafini, María Teresa. (1994) Cómo se escribe. Barcelona- España: Paidós

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ANEXOS

Anexo 3. La escritura es una tecnología, por Walter Ong15 Platón consideraba la escritura como una tecnología externa y ajena, lo mismo que muchas personas piensan hoy de la computadora. Puesto que en la actualidad ya hemos interiorizado la escritura de manera tan profunda y hecho de ella una parte tan importante de nosotros mismos, así como la época de Platón no lo había asimilado aún plenamente (Havelock,1963), nos parece difícil considerarla una tecnología, como por lo regular lo hacemos con la imprenta y la computadora. Sin embargo la escritura (y particularmente la escritura alfabética) constituye una tecnología que necesita herramientas y otro equipo: estilo, pinceles o plumas; superficies cuidadosamente preparadas, como el papel, pieles de animales, tablas de madera; así como tintas o pinturas, y mucho más. Clanchy (1979, pp 88-115) trata el asunto detalladamente, dentro del contexto medieval de Occidente, en el capítulo intitulado “La tecnología de la escritura”. En cierto modo, de las tres tecnologías, la escritura es la más radical. Inició lo que la imprenta y las computadoras sólo continúan: la reducción del sonido dinámico al espacio inmóvil; la separación de las palabras del presente vivo, el único lugar donde pueden existir las palabras heladas.

Por contraste con el habla natural, oral, la escritura es completamente artificial. No hay manera de escribir “naturalmente”. El habla oral es todo natural para los seres humanos en el sentido de que, en toda la cultura, el que no esté fisiológicamente o psicológicamente afectado aprende a hablar. El habla crea la vida consciente, pero asciende hasta la conciencia desde profundidades inconscientes, aunque desde luego con la cooperación voluntaria e involuntaria de la sociedad. Las reglas gramaticales se hallan en el inconsciente en el sentido de que es posible saber cómo aplicarlas e incluso cómo establecer otras nuevas aunque no se puede explicar qué son.

La escritura o grafía difiere como tal del habla en el sentido de que no surge inevitablemente del inconsciente. El proceso de poner por escrito una lengua hablada es regido por las reglas ideadas conscientemente, definibles: por ejemplo, cierto pictograma representará una palabra específica dada. O a representará un fonema, b otro, y así sucesivamente. (Esto no pretende negar que la situación del escritor-lector creada por la escritura afecta profundamente los procesos inconscientes que determinan la composición escrita una vez que se ha aprendido las reglas explícitas y conscientes. Trataremos este punto más adelante).

Afirmar que la escritura es artificial no significa condenarla sino elogiarla. Como otras creaciones artificiales y, en efecto, más que cualquiera otra, tiene un valor inestimable y de hecho esencial para la realización de aptitudes humanas más plenas, interiores. Las tecnologías no son sólo recursos externos, sino también transformaciones interiores de la conciencia, y mucho más cuando afectan la palabra. Tales transformaciones pueden resultar estimulantes. La escritura da vigor a la conciencia.

15 Walter Ong (1987). Oralidad y escritura. Tecnología de la palabra. México: F.C.E. Trad. Angélica Sherp

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La alineación de un medio natural puede beneficiarnos y, de hecho, en muchos sentidos resulta esencial para la vida humana plena.

Para vivir y comprender totalmente no necesitamos sólo la proximidad, sino también la distancia. Y esto es lo que la escritura aporta a la conciencia como nada más puede hacerlo.

Las tecnologías son artificiales, pero —otra paradoja— lo artificial es natural para los seres humanos. Interiorizada adecuadamente, la tecnología no degrada la vida humana sino por el contrario, la mejora. La orquesta moderna, por ejemplo, constituye el resultado de una compleja tecnología. Un violín es un instrumento, o sea, una herramienta. Un órgano es una enorme máquina, con fuentes de poder —bombas, fuelles, generadores eléctricos— ubicados totalmente fuera de su operador. La partitura de Bethoveen para su Quinta Sinfonía consiste en instrucciones muy cuidadosas para técnicos altamente calificados, que especifican exactamente cómo deben utilizar las herramientas. Legato: no quite el dedo de una tecla antes de hacer sonar la siguiente. Staccato: toque la nota y quite el dedo de inmediato. Y así sucesivamente. Como bien saben los musicólogos, no tiene sentido oponerse a las composiciones electrónicas como The Will Bull de Morton Subotnic porque los sonidos sean producidos por aparatos mecánicos. ¿Dónde cree usted que se originan los sonidos de un órgano? ¿O de un violín o incluso de un silbato?. El hecho es que, al emplear aparatos mecánicos, un violinista o un organista pueden expresar algo intensamente humano que no sería posible sin dicho aparato. Para lograr tal expresión, por supuesto, el organista o el violinista tiene que haber interiorizado la tecnología, haber hecho de la herramienta o de la máquina una segunda naturaleza, una parte psicológica de sí mismo. Esto requiere años de “práctica”, de aprender cómo lograr que la herramienta haga lo que puede hacer. Tal adaptación de una herramienta a uno mismo, o aprendizaje de una habilidad tecnológica, difícilmente puede ser deshumanizadora. El uso de una tecnología puede enriquecer la psique humana, desarrollar el espíritu humano, intensificar su vida interior. La escritura es una tecnología interiorizada aún más profundamente que la ejecución de música instrumental. No obstante, para comprender qué es la escritura —lo cual significa comprenderla en relación con su pasado, con la oralidad—, debe aceptarse sin reservas el hecho de que se trata de una tecnología.

Anexo 4. Marcadores discursivos y conectores (Calsamiglia y Tusón , 1999)

Los marcadores discursivos y los conectores son piezas lingüísticas que relacionan de forma explícita los segmentos de los textos y establecen entre ellos diversos tipos de relaciones. Éstos son muy variados en cuanto a su forma: pueden ser piezas simples o compuestas, conjunciones, adverbios y locuciones, sintagmas nominales, verbales o preposicionales. Por su función, se encargan de enlazar un segmento previo con el siguiente, con lo cual ellos se relacionan. Cumplen con la finalidad discursiva de proporcionar cohesión y estructura, así como en servir de guía o instrucción en la interpretación del sentido; es decir, gracias a ellos se produce la organización lógica de los párrafos. Entre estos marcadores discursivos y conectores o relacionantes, están:

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• Los que indican unión: otra vez, también, entonces, además, de igual importancia, finalmente, primero, al final, en segundo lugar, etc.

• Los que indican comparación: de la misma manera, en forma similar, de igual forma, como, etc.

• Los que indican contraste: después de todo, al mismo tiempo, pero, por todo eso, sin embargo, a pesar de todo, al contrario, por el contrario, por otra parte, etc.

• Los que indican ejemplo: por ejemplo, incidentalmente, en verdad, de hecho, particularmente, específicamente, esto es, para ilustrar, etc.

• Los que indican repetición: es decir, en otras palabras, lo que es lo mismo, o sea, etc.

• Los que indican síntesis: en conclusión, por todo eso, en resumen, en síntesis, para concluir, etc.

• Los que indican tiempo: después de, después de un tiempo, tan rápido, rápidamente, en fin, en ese tiempo, antes de, al principio, en el comienzo, inmediatamente, en el presente, desde que, pronto, temporalmente, hasta que, en un tiempo, cuando, etc.

Conectores argumentativos (Caballero y Larrauri, 1996)

Estos conectores argumentativos te permiten conocer el tipo de relación que encadenan las ideas que desarrollas al escribir un texto; de allí nuestra recomendación de tenerlos siempre presentes cuando escribes. Causa: Indican que los enunciados que los siguen explican o dan razón de los

enunciados antecedentes. Ej: porque, pues, puesto que, dado que, ya que, por el hecho de que, en virtud de...

Certeza:

Indican que los enunciados que los siguen son enunciados ya aprobados por el autor (tesis validadas) o aceptados por una comunidad Ej: es evidente que, es indudable que, nadie puede ignorar que, es incuestionable que, de hecho, en realidad, está claro que.

Condición: Siempre que en un texto aparece un condicional, este va seguido de una consecuencia Ej. sí, con tal que, cuando, en el caso de que, según, a menos que, siempre que, mientras, a no ser que...

Consecuencia: Indican que los enunciados que los siguen son efecto de los razonamientos antecedentes o de una condición Ej: luego, entonces, por eso, de manera que, de donde se sigue, así pues/ así que, por lo tanto, de suerte que, por consiguiente, de ello resulta que, en efecto...

Oposición:

Señalan que los enunciados que vienen a continuación contienen alguna diferencia respecto de los que le preceden. La diferencia puede no ser más que un matiz o, por el contrario, puede ser algo totalmente opuesto a lo afirmado anteriormente. Ej: pero, aunque, contrariamente, en cambio, no obstante, ahora bien, por el contrario, sin embargo, mientras que...