vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

56
Dinero: la hiperinflación alemana de 1923

Upload: dani-nivollet

Post on 03-Jul-2015

170 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

Dinero: la

hiperinflación

alemana de 1923

Page 2: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

1

Índice

Abstract ......................................................................................................................................... 2

Introducción .................................................................................................................................. 3

Dinero ............................................................................................................................................ 4

El cartalismo ...................................................................................................................... 5

Demanda Monetaria ..................................................................................................................... 7

Funciones del dinero ......................................................................................................... 7

Requisitos para cumplir un rol monetario ........................................................................ 7

Oferta Monetaria .......................................................................................................................... 8

Agregados monetarios ...................................................................................................... 9

Base monetaria y el Banco Central ................................................................................... 9

La Inflación .................................................................................................................................. 11

La Hiperinflación.............................................................................................................. 12

La Hiperinflación alemana de 1923 ............................................................................................. 13

Contexto mundial ............................................................................................................ 13

Alemania.......................................................................................................................... 14

La pesadilla del debacle financiero de Weimar............................................................... 16

¿Cómo iniciar la destrucción de un país en el término de 10 años? ............................... 18

La paz no es tan feliz ....................................................................................................... 19

El papel de la industria .................................................................................................... 26

Austria ............................................................................................................................. 29

Hungría ............................................................................................................................ 31

¿Dinero? .......................................................................................................................... 32

Ruhrkampf ....................................................................................................................... 35

Katastrophe ..................................................................................................................... 41

Poniendo parches ............................................................................................................ 46

Conclusión ................................................................................................................................... 54

Bibliografía .................................................................................................................................. 55

Page 3: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

2

Abstract

El siguiente trabajo tiene como finalidad explicar la funcionalidad del dinero y su

importancia dentro de la sociedad. Tomando el caso del debacle financiero de la Alemania de

1923, se pretende hacer tangible el peso de la moneda para todo un país que padeció las

consecuencias de un proceso hiperinflacionario que se extendió desde la Gran Guerra y que,

de algún modo, acabó siendo la consecuencia de la Segunda Guerra Mundial.

Palabras clave: Dinero – Demanda Monetaria – Oferta monetaria – Inflación- Alemania –

Hiperinflación – Tratado de Versalles- Primera Guerra Mundial

Page 4: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

3

Introducción

Vil metal… El dinero representa una las ambiciones más grandes del hombre de nuestros

días. Pero, ¿realmente tiene el peso que le damos? ¿Resulta realmente indispensable? ¿Es

posible vivir sin él? ¿Cómo es que un simple trozo de papel tan insignificante en sí mismo

cumple tantas funciones?

En las páginas que siguen se verán las funciones

del dinero, cómo este se genera y cómo circula. Luego

se analizará, desde el ejemplo que nos presenta la

hiperinflación en Alemania de 1923 cómo este circuito

puede deteriorarse y cuáles son sus consecuencias

para la sociedad. Se explicarán entonces, junto con el

contexto histórico, los procesos que dieron origen al

fenómeno inflacionario en la República de Weimar

desde la Primera Guerra Mundial hasta la década del

’30.

Alemania creyó poder emitir ilimitadamente

pero esto no hizo más que deteriorar cada una de las

funciones del dinero, volviendo al trueque para subsistir. La hiperinflación demostró que con

tan sólo deteriorar la moneda era posible tirar abajo los cimientos de toda Alemania,

llevándose con ello los valores más arraigados de la sociedad, echando culpa de todo esto a los

pagos que imponía el Tratado de Versalles.

Desde esta perspectiva se explica la importancia que el dinero tuvo, tanto en aquel

momento como hoy, y cuanto inciden las políticas

financieras, ya sean expansivas o contractivas, en todas

las características de la sociedad, desde su estructura

hasta sus principios.

En este sentido el siguiente trabajo pretende

demostrar como el dinero en exceso dejó de cumplir su

función de reserva de valor, como primera medida, hasta

llegar a perder su función de medio de cambio. Se verán

más adelante, junto con la explicación de Alemania de

principios del siglo XX, gráficos sobre la relación entre los

ingresos y gastos de la Hacienda, la evolución del marco

en 1922, analizando los costos de vida y la evolución de

los precios, así como la circulación monetaria.

Si la inflación es un fenómeno más humano que

económico, queda claro con lo más adelante se expondrá

que cuando el dinero deja de funcionar como tal, es

muestra de que la sociedad misma ha quedado

devastada e infinitamente reformada…

Page 5: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

4

Dinero

“Plata, pasta, guita, efectivo, cuartos, vil metal, parné, pelas, peculio, recursos…

da igual como se le llame: el dinero es importante” 1

Si hablamos de dinero y nos dedicamos a pensar en él de forma aislada, indudablemente

surgirá la pregunta que Dornbusch, Fischer y Startz se hacen en su libro “¿Qué es el «dinero» y

por qué todo el mundo quiere tenerlo?”2 y mucho más si pensamos en que el dinero nos es útil

cuando nos deshacemos de él. ¿Cómo una pieza de papel cuyo valor intrínseco es

prácticamente nulo ha adquirido un rol tan importante para la sociedad? La respuesta a todo

ello se encuentra en su función principal: la de ser Medio de Cambio. Las cosas se transforman

en dinero cuando pueden ser utilizados como medio de cambio a consecuencia de tener la

certeza de que este, a la vez, será aceptado por otro como medio de cambio.

Si analizamos la obtención de mercancías por los hombres a lo largo de la historia

notaremos que en un primer momento se conseguía lo necesario para la subsistencia, sea a

través de la caza, la pesca y la recolección. A partir del momento en el que el hombre se

convierte en un ser sedentario comienza también a extenderse la práctica del cultivo, pero

siempre tratándose de un tipo de producción que no sobrepasaba los límites de la familia.

Pero fue, a medida que estas familias fueron creciendo en número que las producciones se

hicieron cada vez más extensivas, hasta llegar al punto en el que comenzó a existir un

excedente de lo producido. Fueron estos excedentes los que dieron lugar al intercambio entre

las familias. Aquello que no les era necesario para su propia familia podía ser vendido. La

colocación de los excedentes dio a luz al trueque: intercambio de bienes y servicios por otros

bienes y servicios… Intercambio que era directo, sin intermediación del medio de cambio. La

práctica del trueque se fue expandiendo y era necesaria una doble coincidencia de

necesidades. Los propietarios de cada una de las mercancías necesitarán recíprocamente del

otro. De no ocurrir, no hay intercambio posible.

Esta situación llevó a que los hombres comenzaran a pensar en un medio que evitara este

complejo problema que se les presentaba, y comenzó a utilizarse el dinero mercancía. El

dinero mercancía es un bien que tiene el mismo valor como unidad monetaria que como

mercancía, es un bien patrón. En un principio se utilizaron bienes tales como la sal o ganado,

que lograban evitar la doble coincidencia y da lugar a la especialización de los agentes

económicos a partir de la división del trabajo, lo que lleva consigo el progreso económico de

una sociedad. Aquí es donde se empieza a vislumbrar la función del dinero como medio de

cambio. Sin embargo, este dinero mercancía trajo nuevos inconvenientes a la esfera del

intercambio. Si el medio de cambio eran las cabezas de ganado, y se deseaba conseguir algo de

un valor inferior a una cabeza de ganado, su división conllevaba costos que le resultaban

inherentes a la operación como el transporte o la conservación. En este sentido las personas

fueron buscando nuevas mercancías cuya naturaleza se adaptaran mejor a los intercambios,

para lo que eligieron a los metales preciosos como el oro y la plata.

1 Ferguson, Nial; El Triunfo del dinero, cómo las finanzas mueven al mundo; Editorial Sudamericana; pág.17 2 Dornbusch, R., Fischer, S. y Startz, R; Macroeconomía; Editorial Mc Graw Hill; 9ª edición; pág. 422

Page 6: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

5

Si nos remontamos al siglo III o II a.C. todavía no lo encontramos en forma de

monedas, sino como pepitas cuyo valor se medía en peso, creando la necesidad de generar

una medida, la que se creó en la Mesopotamia con los pueblos semitas. Frente a esto, aparece

el fraude. Si el medio de cambio era pesado y medido, entonces podía ser fácilmente falseable

y el oro y plata podían ser mezclado con otros metales creando aleaciones de menor valor.

Fue así como se dio paso a la acuñación de monedas. Si bien el monarca Creso de Lidia en Asia

Menor había hecho la primera acuñación hacia el siglo VII a.C. con el fin de evitar el fraude, su

práctica no fue extensiva hasta varios siglos después. Estas monedas fueron expandiéndose

por el mundo, e inclusive en los lugares donde no había oro y plata o aleaciones de las mismas,

se utilizaron otros metales preciosos como el bronce o el estaño. A medida que transcurrieron

los años se utilizaron monedas de metales cada vez menos nobles pero avalados por la

autoridad que le confiere legitimidad o autoridad.

El cartalismo

Nació el dinero fiduciario, de fiducia, confianza, y la moneda dejó de tener un valor

intrínseco para tener otro extrínseco. También se lo llama dinero signo, que mantiene su valor

como medio de cambio por la aceptación que tiene por parte de la gente. Es entonces en la

Baja Edad Media que se empieza a notar el rol del orfebre, que recibía en depósito monedas

pertenecientes a las clases más adineradas y entregaban por ello un recibo a cuenta los que

mediante el endoso se convirtieron en objeto del comercio. Resultaba así más sencillo el

intercambio, evitando buscar los metales y traerlos. Se trataba de certificados que se

encontraban avalados por las monedas en poder de los orfebres en cajas de seguridad. A esto

se lo llamó papel de pleno contenido, cuando una economía usa oro como dinero o dinero

papel que es convertible en oro a la vista se dice que se rige por un patrón oro3. Por la

comodidad que este medio ofrecía la gente dejaba de retirar el oro depositado, dejando que

circulen los papeles que representaban el derecho que se tenía sobre él. Los orfebres,

valiéndose de ello comenzaron a emitir dinero papel para reconocer las deudas, papel

convertible en oro por un valor superior al que poseían convirtiéndose en verdaderos

banqueros. Si todos hubiesen querido convertir en oro todas las deudas, no hubiese sido

posible, dado que lo que permanecía en poder del orfebre era sólo una porción en oro.

Fue entonces que comenzó a configurarse un sistema similar al actual. En este sentido

el respaldo existe en la confianza que existe de que será aceptado como medio de pago por

otros, ya sea por deudas públicas o privadas. Resultó así un intermediario sin valor intrínseco

que sirve para cambiarlo por cosas que sí tienen valor intrínseco. Dicen Mochón y Becker que

el dinero es todo lo que se acepta normalmente como medio de cambio. Y continúan diciendo

que el dinero se acepta porque las autoridades económicas han determinado específicamente

que es de curso legal o bien porque el público cree que lo puede utilizar para realizar pagos4.

Este tipo de dinero hizo que fuera necesario el desempeño de una autoridad que

específicamente se dedicara al control de la moneda. Y en el siglo XVII aparece el primer Banco

Central en Inglaterra. Ya no puede dejarse en manos privadas la emisión de la moneda, debe

3 Dornbusch, R., Fischer, S. y Startz, R; Macroeconomía; Editorial Mc Graw Hill; 9ª edición; pág. 422 4 Mochón, Francisco y Beker, Víctor Alberto; Economía, principios y aplicaciones; editorial Mc Graw Hill; 4ª edición.

Page 7: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

6

ser una potestad pública. Es en Inglaterra que da origen al primer monopolio de emisión de

moneda o se podía dejar en manos privadas siempre que la autoridad lo autorizara.

El sistema bancario creado por los orfebres fue avanzando y progresivamente se

convirtió en lo que hoy conocemos. Un depósito es una deuda del banco quién debe tener la

disponibilidad de la suma que la persona depositó, sirviendo a la vez como medio de cambio

como resultado de la posibilidad de librar cheques. El banco valiéndose del diferimiento que

pueda existir entre el depósito y el retiro, utiliza el dinero ajeno para realizar préstamos a

cambio de un interés, generando así dinero bancario, distinto del dinero legal que se acepta

por el respaldo que tiene de la autoridad monetaria.

Page 8: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

7

Demanda Monetaria

El dinero es un medio de cambio generalmente aceptado, independientemente de la

forma que adopte. Es un activo que tiene la particularidad de ser totalmente líquido: puede

utilizarse de una manera inmediata, cómoda y barata para efectuar un pago. Es un medio de

cambio que se utiliza para facilitar las transacciones entre los agentes económicos. Se

demanda dinero por sus funciones:

Funciones del dinero

Económicas

Esencial: Es la de ser medio de cambio, facilitador de transacciones económicas y

cancelación de deudas. Elimina el trueque, apareciendo como mediador. La operación

se desdobla, permite que los agentes de especialicen, reduciendo de esta forma los

costos

Derivadas: compartidas con otros activos reales o imaginarios.

Unidad de cuenta: permite homogeneizar los valores de bienes, todos los

precios se expresan dinero (permite fijar precios y llevar las cuentas). Se utiliza

para asignar un valor a los diferentes bienes y servicios.

Reserva o almacén de valores: el dinero conserva su valor a lo largo del tiempo.

Es una manera de mantener la riqueza, y dado su bajo riesgo, las personas

tienen lo que Keynes llama “preferencia por la liquidez”. Permite mantener la

riqueza siendo esta la primera función que se pierde en períodos inflacionarios

Patrón de pagos diferidos: es utilizado en operaciones a largo plazo, los montos

que haya que devolver al cabo de un período determinado se fijan en dinero a

consecuencia de ser reserva de valor, transportando su valor a lo largo del

tiempo. Los pagos que han de efectuarse en el futuro se especifican en dinero

tal que permite el diferimiento de los pagos

Jurídica

Medio de pago: tiene poder cancelatorio de deudas, amparado por el Código Civil.

Estas funciones tienen un costo de oportunidad que son los interese que deben

sacrificarse para tener dinero líquido en lugar de otros activos menos líquidos y más

arriesgados pero que generarían una tasa de interés más elevada. Cuanto menos líquido,

mayor es la tasa de interés que devenga.

Requisitos para cumplir un rol monetario

Para que un bien satisfaga eficientemente el rol monetario debe ser:

Divisible: permite que se realicen distintas magnitudes de transacciones grandes o

pequeñas. Podrá subdividirse en pequeñas partes fácilmente sin que pierda su valor.

Homogéneo: de tal naturaleza que no haya preferencia por un componente, todos

tienen el mismo valor. Cualquier unidad debe ser igual a la otra.

Duradero: no deteriorarse con el transcurso del tiempo. No debe ser perecedero. Esta

función con el dinero como lo conocemos hoy no es posible, por lo que necesita de un

Page 9: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

8

proceso que supla esta deficiencia del papel moneda. En este caso el Banco Central

realiza un proceso de esterilización, retirando billetes en mal estado de la circulación y

reemplazándolos. Es un proceso muy complejo y con costos importantes porque no se

trata de emisión de moneda nueva, sino que es un artificio para que cumpla con todas

las condiciones.

Transportable: económicamente transportable en relación a su peso.

De oferta limitada o escaso: para asegurar un valor que pueda ser mantenido en el

tiempo, la escasez le da valor.

La demanda de dinero es una demanda de saldos reales, es decir, vinculada directamente

con el poder adquisitivo del mismo, con la cantidad de bienes que puede comprar con él.

Siguiendo a Dornbusch, esto tiene dos consecuencias:

La demanda real de dinero no varía cuando sube el nivel de precios y ninguna de las

variables reales, como el tipo de interés, la renta real y la riqueza real, cambia.

La demanda nominal de dinero aumenta en proporción al aumento del nivel de precios,

dadas las variables reales ya mencionadas.

Una persona está libre de ilusión monetaria si una variación del nivel de precios,

manteniéndose todas las demás variables reales constantes, no altera su conducta real,

incluida la demanda real de dinero. En este sentido se hace necesario explicar, a los fines de

este trabajo de que hablamos cuando nos referimos a la inflación.

Oferta Monetaria

La oferta monetaria o dinero en circulación es el valor del medio de pago

generalmente aceptado en una economía. Se refiere a la cantidad de dinero y existen

dos tipos:

Dinero fiduciario: papel moneda o moneda, que es un monopolio gubernamental,

dado que es directamente emitido por la autoridad monetaria.

Dinero bancario: es creado por el sistema financiero, no lo emite sino que crea un

conjunto de obligaciones entre agentes económicos, expandiendo la cantidad de

dinero. Las obligaciones se crean por el sistema de depósitos y préstamos. Resulta de

la intermediación financiera que importan los bancos comerciales: recibe depósitos y

hace préstamos con el dinero de 3º. Por los depósitos que recibe debe pagar una

tasa de interés (tasa pasiva) que para el Banco es un costo y por los préstamos que

otorga se devenga un interés (tasa activa). De la diferencia de ambas tasas surge el

spread bancario, del que una vez deducidos los gastos, resultará la ganancia del

banco. Sin embargo el Banco no puede prestar todo, debe guardar una reserva fijada

por la Autoridad Monetaria, el Encaje.

Page 10: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

9

Agregados monetarios

Los agregados monetarios son distintas formas de medir la cantidad de dinero. Son

convenciones que pueden cambiar con el tiempo, e inclusive de autor en autor. Se ordenan

por el grado de liquidez en M0, M1 M2 y M3, los que incluyen circulante en poder del público

al que luego se agregan los depósitos a la vista, los depósitos en cuentas de ahorro y los

depósitos a plazo, respectivamente a los que pueden sumarse otros conceptos como cupones

de tarjeta de crédito, acciones y títulos públicos por ejemplo.

Base monetaria y el Banco Central

Ya definimos anteriormente el concepto de dinero fiduciario, de fiducia, confianza.

Entonces ahora es posible hablar de la base monetaria o dinero de alto poder o pasivo

monetario del banco central que es lo que realmente el Banco central puede llegar a controlar

y en su forma más tradicional, se forma por el circulante en poder del público más la Reserva

Legal. Existe en el sistema bancario un sistema de encaje fraccionario que el Banco central

impone a los bancos como una obligación: la de mantener una porción de sus depósitos en

forma de reservas, concepto cuya diferencia con los depósitos conformarán la capacidad

prestable, la que con el concepto del multiplicador mostrará la relación entre la creación

primaria y la secundaria: coeficiente numérico que indica que va a indicar teniendo en cuenta

la propensión marginal al consumo y la propensión marginal a realizar depósitos, como así

también el encaje bancario, cuantas veces se multiplicará el valor de la base monetaria.

Las reservas funcionan para hacer frente a los retiros netos del público, e inclusive si el

Banco Central no fijase su porcentaje, los bancos se verían forzados a hacerlo en forma de

tesoro. Esta resulta ser una forma de regular la creación de dinero bancario, y de, por lo tanto,

sostener los efectos que su circulación genera. La creación secundaria de dinero está regulada

por el encaje pero también por la propensión al consumo que limitará los depósitos,

prefiriendo la liquidez.

El Banco Central desde sus políticas resulta ser una herramienta muy útil para dirigir las

finanzas de un país. Si analizáramos su patrimonio, encontraríamos como activos reservas

internas (Ri -oro, divisas, otros activos externos-), préstamos a entidades financieras (PEF –

redescuento-), Préstamos al gobierno (PG - adelantos transitorios al Tesoro Nacional-) y otros

activos (OA- inmuebles, cargos diferidos, intangibles-). Y como pasivos encontraríamos la

circulación monetaria (CM, equivalente al circulante en poder del público y en poder de las

entidades financieras) y los depósitos de las entidades financieras (DEF) que conforman la base

monetaria y pasivos no monetarios. Derivado de ello surgen las funciones del banco central:

Custodio de las reservas internacionales

Prestamista de última instancia o Banco de bancos. Da un régimen de garantía de los

depósitos, sistema que hoy es voluntario y los que se adhieran deben pagar por

depósito. Puede suceder (y de hecho sucedió en la época militar en Argentina) que el

Banco Central de garantía irrestricta, haciendo que la emisión en caso de quiebra de los

bancos crezca a niveles insostenibles.

Page 11: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

10

Agente financiero del gobierno (en Argentina sólo del gobierno nacional, no los

provinciales o municipales que se encuentran restringidos)

Regulador de la circulación monetaria

Superintendencia del sistema financiero, es contralor del mismo:

Permite que se creen entidades financieras

Regula el funcionamiento de las entidades financieras

Si entra en insolvencia una entidad (no puede hacerse cargo de sus deudas) puede

pedir a la justica que liquide

Hacedor de la política cambiaria porque es custodio de las reservas internacionales

A partir de lo dicho se puede deducir que si el Banco central desea emitir dinero, es

necesario que aumente uno de los activos, sino se vería la ecuación patrimonial

desequilibrada. Entonces, ¿De qué depende que la base monetaria (B) crezca? Para que

aumente la base debe aumentar algún componente del activo o disminuir alguno del pasivo o

Patrimonio neto. Ahora si es posible analizar los instrumentos de la política monetaria que son

del control de la autoridad monetaria. Existen 3 instrumentos básicos:

Tasa de encaje fraccionario (e) o tasa de efectivo mínimo dado que para que haya mayor

creación de dinero, esta variable debe disminuir

Tasa de redescuento (tn) que es la tasa de interés que cobra el Banco Central a las

entidades financieras por los préstamos que otorga. Fijando el piso de tasas la autoridad

monetaria hace que a mayor tasa, disminuya la creación secundaria de dinero

Operaciones de mercado abierto mediante la compra y venta de títulos públicos con

fines monetarios dado que cuando paga, lo hace con dinero

A estos instrumentos puede agregársele uno más: la propia circulación monetaria

porque se puede emitir dinero sin respaldo. El objetivo de la política monetaria es influir sobre

el ingreso de la economía con instrumentos monetarios y esta política puede ser expansiva,

buscando aumentar la renta, lo que está asociado a un incremento en la cantidad de dinero,

reactivando la economía (para lo cual debe disminuir la tasa de encaje, la tasa de redescuento

o deben comprarse títulos) o su inversa, una política contractiva.

Page 12: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

11

La Inflación

Otra de las cuestiones a analizar antes de abordar la cuestión que nos preocupa es la

Inflación. En una economía todos los bienes y servicios están expuestos a variaciones en los

precios. Cuando se produce un crecimiento continuo y generalizado de los precios de los

bienes y servicios y factores productivos de una economía a lo largo del tiempo, nos

encontramos frente a este fenómeno. Se trata del alza del nivel general de precios o

disminución del poder adquisitivo del dinero.

Al tratarse de un fenómeno económico podemos identificar las causas de la inflación,

tarea compleja porque suele general un círculo vicioso en el cual resulta complicado detectar

los factores que la impulsan. Entre las explicaciones que se han dado a lo largo de la historia

encontramos tres categorías:

Generada por un exceso de demanda agregada o inflación de demanda.

Generada por la oferta agregada, lo que se denomina inflación de costos.

Generada por rigideces sociales, esto es lo que se denomina inflación estructural.

Los Keynesianos señalan que el déficit fiscal es un posible disparador de un proceso

inflacionario. Si se parte de una situación de equilibrio entre oferta agregada y demanda

agregada, si se incrementa el gasto gubernamental sin un incremento en los ingresos

tributarios, generará exceso de demanda agregada y déficit fiscal. Los monetaristas sostienen

lo mismo pero difieren en la causa del exceso de demanda, dado que consideran que es un

incremento en la oferta monetaria lo que provoca el incremento de la demanda agregada. Por

lo tanto, si el Estado, luego de haber agotado todas las fuentes de crédito privado, recurre a

financiarse a través de incrementos en la emisión de moneda, generará un exceso de liquidez

que se traducirá en exceso de demanda e incremento generalizado en los precios. Cuando un

gobierno tiene una gran deuda cada vez tendrá menores posibilidades de conseguir

financiamiento, teniendo que recurrir a la emisión monetaria para financiarse. Este

incremento en la oferta de dinero no acompañado de un aumento en la demanda de moneda,

genera un incremento en los precios.

Si existe un tipo de cambio fijo, cada vez que se emita dinero, incrementará la base

monetaria, generando un exceso de oferta de dinero. En este proceso las familias convertirán

los saldos monetarios excedentes en activos externos, presionando hacia la devaluación del

tipo de cambio. Como el banco central debe mantener el valor de la moneda a un nivel dado,

deberá cambiar el exceso de moneda nacional por divisas hasta que vuelva a su nivel inicial.

Mientras el banco central disponga de divisas para sostener el tipo de cambio, la inflación se

mantendrá bajo control, solución que no puede sostenerse por mucho tiempo, ya que si el

gobierno insiste con financiar sus déficits mediante la creación de dinero, sólo conseguirá

agotar las reservas del banco central. Cuando las reservas del banco central han llegado a su

límite, la moneda se devaluará finalizando con el tipo de cambio fijo. Si existe un tipo de

cambio flotante, si la emisión se concreta, el valor de la moneda foránea aumentará. Dado que

existe una relación entre los precios domésticos y externos, formalizada en la ley de un solo

precio o paridad del poder de compra, la tasa de inflación será igual a la tasa de devaluación.

Page 13: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

12

La inflación como fenómeno económico tiene sus efectos, los que dependerán de su

previsibilidad, pero siempre traerá consigo costos relacionados directamente con la tasa de

variación de los precios. El aumento continuo del nivel general de precios tiene efectos

redistributivos a favor de los deudores. Los asalariados y todos aquellos que dependan de

ingresos nominales fijos verán disminuir sus ingresos reales. Así también ocasiona costos para

el fisco debido al retardo que existe entre el momento en que se realizan los gastos y el cobro

de los impuestos.

Si la inflación es anticipada los agentes tratarán de minimizar la pérdida reduciendo sus

saldos medios de dinero, asignando la mayor parte de la riqueza al consumo de bienes

durables. La previsión puede contribuir también en la recaudación fiscal, en cuyo caso habrá

distorsiones en la presión tributaria. Si la inflación es no anticipada sus principales efectos son

redistributivos. Los deudores se verán beneficiados a costa de los acreedores, ya que la

inflación quebranta las tasas reales de interés. En general, todos los poseedores de activos

financieros que tengan una tasa de rendimiento nominal fija, sufrirán una pérdida. También se

ven sujetos a una puja redistributiva los sectores, a medida que la inflación sigue su curso

ascendente, los salarios reales vuelven a caer.

La Hiperinflación

La Hiperinflación es una inflación muy elevada, según Philip Cagan es aquella que

sobrepasa el 50 por ciento mensual. No existe una definición universal de la hiperinflación

pero muchos economistas la sitúan cuando el nivel de precios crece por encima del 100%

anual. Se considera como una fenómeno extremo y que se da como consecuencia de grandes

tensiones vividas donde la confianza queda sumamente deteriorada y puede llegar a volverse a

la situación medieval del trueque.

Page 14: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

13

La Hiperinflación alemana de 1923

Contexto mundial

De 1871 s 1914 encontramos en Europa un período de relativa estabilidad pero ceñido

bajo las rivalidades existentes a nivel económico entre los países, una vertiginosa carrera

armamentística y múltiples fricciones coloniales. En todas las áreas del saber se alcanzaron

resultados excepcionales gracias a una serie de descubrimientos y la segunda revolución

industrial dejaba sus marcas desde mediados del siglo XIX con una serie de innovaciones

tecnológicas llevó a que las grandes industrias se convirtieran en la guía de las economías

nacionales en los países mas avanzados, donde la división del trabajo y la producción en masa

comenzaban a convertirse en las premisas básicas. El mundo ahora se dividía en una suerte

bipolar de “centro y periferia” donde cada país, según su naturaleza –industrial o no- se

ajustaba al mercado internacional posicionándose en uno u otro sitio de la nueva

configuración.

Entre 1873 y 1895 Europa estuvo en crisis industrial y agrícola, la que sobre todo se hizo

visible en Inglaterra donde la competencia entre las empresas, la caída de los precios de los

productos, la acumulación de stock, el aumento de materias primas, la ausencia de demanda y

la presión de los sindicatos para no bajar los salarios habían dado una nueva perspectiva a la

segunda revolución industrial. Luego de aplicar fallidamente políticas proteccionistas y en

busca de demanda y materia prima a bajo costo se impuso con la Convención de Berlín de

1884 el imperialismo, sistema político y económico que pretende extender la dominación de

un Estado sobre otro. Ejerciendo dominio total o parcial (lo que implicaba sólo dominio

económico) los países del centro fundaron sus propias colonias donde colocar sus excedentes.

La Convención de Berlín había tenido por objeto el fraccionamiento de los países del mundo al

igual que se fracciona una torta. Todas estas condiciones conjugadas dieron lugar a un rápido

ascenso de los estados industrializados haciendo aumentar la renta nacional y el nivel general

de vida, haciendo crecer las ciudades modificando sustancialmente la sociedad.

El fortalecimiento militar y económico de Alemania acompañado por un creciente

nacionalismo la situó como potencia. Los nacionalismos, necesarios para fomentar el

imperialismo, se convirtieron en fuente de tensiones dado bases a lo que sería la Primera

Guerra Mundial. De hecho, al estar el poder político cada vez más condicionado al económico,

el prestigio de las naciones y la conservación o aumento de las riquezas imponían políticas

agresivas en busca del dominio de las comunicaciones y modernización de las fuerzas armadas.

Frente a las tensiones generadas y después de arduas negociaciones algunos países llegaban a

acuerdos y conformaban alianzas no muy duraderas. La policía exterior alemana se centró en

aislar a Francia, para lo cual estableció una serie de pactos y alianzas que culminaron en 1882

con la firma de un acuerdo defensivo, La Triple Alianza, integrada por Alemania, el Imperio

Austro-Húngaro e Italia. En 1902 Francia e Inglaterra firmaron La Entente Cordiale, a la que

luego se sumó Rusia, formando la Triple Entente. A pesar de que todas estas cuestiones

parecen ser suficientes, no fue hasta el asesinato del Archiduque Francisco Fernando en 1914

que se despegó la guerra. Francisco Fernando iba a ser el próximo rey de Serbia cuando

promete a los austrohúngaros que en su reinado se le unirán en busca de poder, a pesar de

que el pueblo serbio no parecía muy contento con la decisión. Con su asesinato Austria

Page 15: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

14

presentó un ultimátum y el 28 de julio se declaró la guerra, poniendo en funcionamiento el

sistema de alianzas, siendo este el comienzo de la Primera Guerra mundial.

Rusia, principal sospechosa de atentar contra la vida del archiduque, ordenó la

movilización de sus ejércitos contra Austria. Alemania concentró sus fuerzas para lograr una

victoria contra Francia y dirigirse a Rusia. Francia contra concentró el máximo de fuerzas

disponibles para lograr rápidamente una victoria sobre Francia y permitir con ello dirigirse

contra Rusia. El ejército ruso se dirigió al este de Prusia, donde derrotaron al ejército austríaco.

Los generales alemanes Paul von Hindenburg y Erich Ludendorff lograron sin embargo una

gran victoria sobre el ejército ruso en 1914. Rusia dirigió entonces una operación contra Italia

para acrencentar la hostilidad alemana. La guerra en el mar se dio entre Gran Bretaña y

Alemania de la cual este último país salió perjudicado, iniciando el Segundo Reich alemán una

campaña de bloqueo comercial submarino.

Los alemanes se mantuvieron en general a la defensiva en el frente occidental y

concentraron sus esfuerzos contra los rusos, a quienes derrotaron rompiendo su frente. En

1915, Italia, que hasta ese momento había sido imparcial, declaró la guerra a Austria y su

avance pronto fue detenido. Entre 1915 y 1916, Alemania destinó su acción contra Francia,

pero su atención fue distraída con otros ataques. En 1917 el hundimiento de tres barcos

mercantes estadounidenses (que proveían alimentos a los aliados) por los submarinos

alemanes provocó la declaración de guerra de los Estados Unidos.

Entre mayo de 1917 y septiembre de 1918 se iniciaron movimientos de paz por parte del

emperador austríaco Carlos I y del papa Benedicto XV. Durante 1918, el presidente Woodrow

Wilson formuló sus famosos "catorce puntos", donde definía las bases de la paz, indicando

soluciones para los problemas originados por la guerra. Los aliados recuperaron la iniciativa

con la llegada de fuerzas estadounidenses. Los alemanes se convencieron de la necesidad

urgente de la paz negociada. En Italia, las fuerzas austríacas se amotinaron a fines de octubre

de 1918, y el alto mando ordenó la retirada general. El camino a la paz se iniciaba. Guillermo II

renunció al poder al tiempo que se producía en Alemania una revolución proletaria que sería

finalmente sofocada por grupos contrarrevolucionarios y militares. La exacerbación del

patriotismo y la movilización de la sociedad civil fueron otras novedades. La Primera Guerra

Mundial había sido una guerra total donde habían participado incluso mujeres y niños,

dejando como saldo 8 millones de muertes, varios millones de heridos y grandes pérdidas

materiales así como también un Tratado de Versalles que será el partero de nuevas tensiones.

Alemania

El Estado alemán a partir de 1815 tuvo un importantísimo desarrollo a nivel industrial, lo

que se contrapuso a crisis ideológicas y movimientos revolucionarios. Por esos años nacía el

espíritu unificador que, tras las guerras napoleónicas, habían dotado de un tinte nacionalista a

toda Europa. A este espíritu se le sumaron las habilidades de Bismack, canciller de Prusia,

quien puso todo de sí para consolidarse frente al mundo, constituyendo la Confederación

Germánica. Se ponía en práctica en la década de 1830 la Zollverein, unión aduanera que reunió

a varios estados alemanes industrializados del norte, con Prusia a la cabeza interesados en fijar

nuevas tarifas aduaneras para la protección de su economía en la nueva configuración del

Page 16: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

15

mundo en “centro-periferia”. Después del triunfo de prusiano sobre Austria se organizó la

Confederación de Alemania del Norte, la cual agrupaba veintiún estados, con el rey de Prusia

como presidente de Alemania. El final de esta etapa de unificación se dio con la guerra franco-

prusiana, la que se ejecutó a sabiendas de que Francia no podía ganarla, generando un gran

resentimiento del pueblo franco para con los germanos.

Cuando el emperador Francés, Napoleón III se rindió, los prusianos entraron en Paris en

1871, y proclamaron el nuevo imperio alemán en Versalles, bajo la monarquía de Guillermo I

de Hohezollern. El desarrollo económico acelerado se convirtió en el marco en el que Alemania

se desenvolvió en los años siguientes convirtiéndola en una de las cuatro potencias. El Imperio

alemán, Segundo Reich, era una monarquía constitucional. Para el parlamento, Reichstag, se

aplicaba el derecho de sufragio igualitario, universal y secreto para los hombres, y su actividad

era la de aprobar el presupuesto. El gobierno del Reich no era responsable ante el Parlamento,

sino solamente ente el Emperador. Los socialdemócratas, comenzaron a adquirir mayor poder

y formaron su propio partido. Por este motivo, Otto von Bismarck los hizo perseguir desde

1878 hasta su destitución en 1890. A pesar de ello, su participación se hizo creciente en casi

todas las elecciones. A su retiro en 1890, el emperador Guillermo II puso en su lugar a

ministros que gobernaron apoyándose en las mayorías de derecha. A principios del siglo XX la

oposición se hacía escuchar, pidiendo un cambio de régimen, poniendo en peligro la unidad

del Reich. Con la guerra franco-prusiana, Bismarck había forzado a la Francia derrotada para

que le cediera los territorios de Alsacia y Lorena. Alemania estableció una alianza con Rusia y

Austria-Hungría: la Liga de los Tres Emperadores. Bismarck había buscado neutralizar la fuerza

de estas dos monarquías, comprometiéndolas a una mutua protección contra las amenazas de

los franceses. En 1905, ante la sorpresa mundial, Rusia es derrotada en la guerra que le

enfrentó contra Japón, haciendo que el derrotado país centrase su atención en los Balcanes,

razón por la que se confrontaba con el imperio Austro-húngaro lo que llevó inevitablemente al

choque.

Hacia 1914 con el estallido de la Gran Guerra, Friedrich Ebert con 96 diputados

aprobaron los créditos de guerra para el gobierno del Reich y se comprometieron

al Emperador renunciar a huelgas y a la remuneración de los sindicatos mientras durara

la guerra. El espíritu nacionalista comenzaba a dar sus frutos. Con el avance de la guerra la paz

interna se esfumaba. Las directrices de la política surgían del Mando del Ejército con Paul von

Hindenburg y Erich Ludendorff, haciendo a un lado al Reich, lo que significaba para los obreros

jornadas de doce horas y salarios por debajo de lo que les era necesario para subsistir. La

situación en la guerra no parecía la más favorable, fue por ello que Guillermo II prometió que

una vez acabada la guerra habría elecciones generales iguales. Los hechos de la Revolución

Rusa no pasaron desapercibidos por este partido, a lo que se les sumó la pérdida en la guerra

generando gran expectativa al momento en que Ludendorff anunciaba la derrota.

La revolución alemana comenzó como una sublevación militar contra los dirigentes del

ejército que llevaba detrás un tinte económico. Los soldados durante la guerra se habían visto

desprovistos de toda ayuda generando grandes frustraciones, poniendo en evidencia al Mando

General del Ejército. El Káiser partió hacia Holanda, Ludendorff escapaba a Suecia y las

autoridades civiles, ahora al mando, tuvieron que hacerse cargo del armisticio. La revolución

sucedió de forma relativamente tranquila, pues el foco de atención lo tenía el nuevo régimen,

Page 17: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

16

ahora era el momento. Los militares de carrera y las clases más altas se vieron perjudicadas

por esta situación. Los militares que habían creado su raza apartados del ordenamiento

general, no tardaron en reaccionar. Veían al país y las instituciones por las que habían luchado

caer lentamente. Luego de la firma del armisticio, la izquierda llenó las calles de Berlín. El

presidente civil Ebert no dudó entonces en acordar con los militares para evitar que este

partido acabara con la reciente democracia, restaurando el orden, lejos del espíritu

bolchevique. EL Ejército recuperaba su poder en la nueva República de Weimar frente a un

contexto muy poco provechoso, donde se buscaban responsables de la situación que

contextualizaba al territorio de posguerra. Se decidió dar toda la responsabilidad a un pequeño

error en los asuntos de la economía.

Ganar una nueva guerra era lo que Alemania necesitaba para recuperar la confianza de

sus habitantes que habían apostado con bonos de guerra. Buscando recuperar sus colonias,

ahora en poder de Francia, la política monetaria se mantuvo, emitiendo papel moneda para

sostener el Ejército, sin considerar que esta situación desembocaría en lo que hoy se conoce

como la hiperinflación alemana de 1923.

La pesadilla del debacle financiero de Weimar

“Sólo se hacen arreglos si se paga en especie”5

En el siglo XVI la Europa renacentista vislumbraba un nuevo fenómeno: “La revolución

de los precios”. La creciente extracción de metales para generar moneda no había enriquecido

a la población como los metalistas creían, sino que por el contrario, la mayor circulación de

dinero logró que se incrementaran los precios. “Los incas no entendían la insaciable ansia de

oro y plata que parecía poseer a los europeos. «Aunque toda la nieve de los Andes se

convirtiera en oro, seguirían sin estar satisfechos», se quejaba Manco Cápac. Los incas no

podían apreciar que, para Pizarro y sus hombres, la plata era algo más que un metal brillante y

decorativo. Podía convertirse en dinero: una unidad de cuenta, una reserva de valor; en otras

palabras, poder ser fácilmente transportable.”6 No se trataba de la primera vez que este

fenómeno ocurría, pero anteriormente se había encontrado ligada a situaciones políticas o a la

alteración de la ley del valor. Durante ese período el costo de los alimentos había mostrado un

alza notable y sostenida. El costo de vida se multiplicó por siete, llamando la atención por

sobre todo de los españoles. En España, aprovechando los recursos que sus colonias proveían,

se habían acopiado cuantos metales preciosos fueran posibles con la idea de enriquecerse en

virtud de aquella “hazaña”. Lo que ellos no habían saber entender es que el valor de un metal

precioso no es absoluto. El dinero sólo vale lo que el otro está dispuesto a darnos por él. Su

incremento no hará más rica a la sociedad, sino que lo hará menos apetecible. Manteniéndose

constante todo lo demás, la expansión monetaria no hará más que subir los precios. Pero todo

ello no significaría nada comparado con el debacle financiero que produjo en Alemania.

Si nos centramos en un período anterior a la Primera Guerra Mundial, encontraremos

valores similares entre las monedas de Alemania, Gran Bretaña, Italia y Francia, mientras que

5 Extraído de un cartel colgado en una zapatería alemana en 1923 6 Ferguson, Nial; El Triunfo del dinero, cómo las finanzas mueven al mundo; Editorial Sudamericana; pág. 17

Page 18: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

17

en 1923 eran necesarios mil millones de marcos para conseguir una de cualquiera de las otras

monedas. El marco se había tornado una moneda inservible. Quemar marcos alemanes era

equivalente a quemar papeles que sólo ocupan lugar. Nadie quería marcos, no tenían valor, y

perdiendo las funciones que le son inherentes el mayor deterioro de la moneda se vio cuando

perdió la posibilidad de ser utilizado como medio de cambio.

Fue en 1922 cuando desapareció la confianza en la recuperación del marco y los precios

interiores se ajustaron al alza rápidamente y en relación constante con el dólar. Fue así que los

precios se anticiparon y subieron antes de que efectivamente fuese necesario, generando una

nueva caída de la moneda. El cénit de la hiperinflación fue en 1923, cuando millones de

personas se vieron seriamente afectadas. Adam Fergusson se refiere a ella como la “inflación

de la carretilla”7, donde los trabajadores necesitarían una carretilla para trasladar su salario.

No es posible reconocer un acontecimiento, una causa inmediata de este hecho, pero sí es

posible identificar las secuelas en una Alemania convulsionada dejando a la luz lo peor de las

personas que se vieron forzadas a prácticas ilegales y de los extranjeros que supieron

aprovecharse de la desgracia ajena generando sentimientos xenófobos, una gran inseguridad,

desprecio por la autoridad sacudiendo las bases de toda una sociedad y sus valores más

arraigados.

La emisión monetaria descabellada y los excesos monetarios llevaron a un círculo

vicioso que infundió la inflación. El gobierno alemán se había tomado la atribución de emitir

billetes ilimitadamente para cubrir el déficit sin entender con ello las consecuencias que se

estaban acarreando. Alemania había apostado a una rápida victoria en la Primera Guerra

Mundial y no dudó en cubrir los gastos militares con empréstitos públicos. Podía caminarse

por las calles germanas viendo las publicidades de “invierta en la guerra” y a grandes

cantidades de alemanes apostando a ella. Mientras los gastos oficiales aumentaban, la

recaudación fiscal disminuía a pesar de que la presión tributaria aumentaba. Las personas se

veían cada vez más forzadas a evadir o morir de hambre. Los sueldos perdían su valor en

tiempos fugaces a la vez que el desabastecimiento se convertía en moneda corriente. Nadie

que tuviera mercancías era capaz de intercambiarlas por dinero, porque sabrían que al día

siguiente su precio sería mayor.

Quien en aquel momento poseía moneda extranjera era todo un potentado. Y muy a

pesar de lo que se vislumbraba en cada rincón de Alemania, la autoridad monetaria,

respondiendo a las órdenes de Rudolf Havenstein, continuaba emitiendo. Dejaron de utilizarse

las medidas de seguridad inherentes a la protección del dinero. Ya nadie se preocupaba por el

número de serie. Nadie lo suficientemente cuerdo era capaz de perder su tiempo en asaltar un

banco o falsificar dinero, su valor era insignificante. Los billetes de menor valor del día anterior

eran usados como combustible para calefacción o como una forma creativa de empapelar las

paredes.

Un contexto de revueltas y tensiones invadía el territorio. La mortalidad se había

incrementado como consecuencia de las enfermedades que se propagaban y de la mala

7 Fergusson, Adam (versión en español de J.C. Gómez Borrero); Cuando muere el dinero, el derrumbamiento de la república de Weimar; Editorial Alianza; Buenos Aires, 1989.

Page 19: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

18

alimentación y quienes prestaban servicios pedían a cambio una contraprestación en especie.

No tenía sentido cobrar en marcos, los que al pasar el umbral de la puerta no significarían más

que un montón de papeles que ocupaban espacio. Es que en este contexto, era mayor el

precio del papel en el que se imprimía la moneda que la moneda misma.

¿Cómo iniciar la destrucción de un país en el término de 10 años?

La receta perfecta se da con una guerra, a la que se apuesta, perdida, el rezago del

resentimiento de los países vecinos y poner en marcha cuánta impresora de dinero existiese. El

proceso hiperinflacionario que sacudió Alemania luego de la Primera Guerra Mundial comenzó

con el cambio de la ley 1875 que conducía a la actividad bancaria. Ésta imponía un respaldo de

al menos de un tercio de los billetes emitidos en oro y los dos tercios restantes, respaldados

por pagarés emitidos a tres meses. Con miras a la Gran Guerra y a su financiación sin perder las

reservas en oro, comenzó una política de emisión para lograr préstamos y suprimiendo el

patrón oro. “El patrón oro es importante en cuanto dota de estabilidad del tipo de cambio que

propicia precios predecibles y estables a lo largo del tiempo, lo que resulta ser un ancla para

expectativas inflacionaria.”8

Los bancos prestaban a cualquier agente, inclusive podían adelantar dinero con cargo a

emisiones de bonos de guerra en el futuro. La emisión dejó de tener límites: ahora los pagarés

del Tesoro servían de cobertura total a los billetes. La guerra iba a financiarse con deudas,

planeado mantener la presión tributaria e imprimiendo moneda para saldar los créditos.

Evidentemente, algo no funcionaba en este plan que para los alemanes de principios de siglo

XX parecía un negocio perfecto. Mientras que Alemania se financiaba con deuda, otros países,

como Gran Bretaña, optaban por aumentar los impuestos.

Durante la guerra, Alemania tuvo que autoabastecerse por el bloqueo que los aliados

habían ejercido sobre el comercio, lo que comenzó a tener efectos en el campo económico. El

poder del marco se declinaba. Los costos de guerra que antes habían sido de 110 mil millones

ahora eran de 164 mil millones. La emisión cubierta por deudas surtía sus efectos y forzaba a

una presión tributaria mayor. Helfferich, encargado de este plan, había prometido que la

guerra sería financiada con préstamos, sin embargo las cargas fiscales fueron parte de este

financiamiento, sobre todo en cuanto a los cereales, carbón y transporte. A pesar de ello, este

aumento de la presión fiscal no podía cubrir siquiera los efectos de la inflación. Los gastos se

expandían sobre los ingresos y el dinero en circulación era cada vez mayor, pasando entre

1913 y 1917 a ser cinco veces mayor.

Las provisiones comenzaban a reducirse, y como efecto directo de la escasez, los precios

aumentaban. El comercio ilegal se convertía en moneda corriente, y la creciente presión

tributaria contribuía a su prolongación en el tiempo. Las publicidades para invertir en bonos de

guerra empapelaban las ciudades a la vez que las personas cambiaban fortunas por ellos. Con

la guerra se cerraban todas las bolsas de Alemania dejando una incógnita en las cotizaciones y

dejaron de publicarse los cambios de moneda extranjera, manteniendo al pueblo mirando

8 Ferguson, Nial; El Triunfo del dinero, cómo las finanzas mueven al mundo; Editorial Sudamericana; pág. 75

Page 20: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

19

fijamente hacia la contienda. La censura hizo que recién al finalizar la guerra pudiera verse el

desastre al que estaban sometidos.

Aparentemente el volumen de la riqueza crecía a la par de la guerra, sin embargo en

términos reales iba disminuyendo en niveles enormes. La derrota de la guerra, el armisticio y

el Tratado de Versalles conjugados situarían a Alemania en una posición peor. Con el fin de la

guerra volvían a perderse los territorios de Alsacia y Lorena, debía evacuarse Francia y Bélgica

y continuaba el bloqueo comercial hasta que finalizaron los acuerdos por la paz. Las

condiciones de vida eran la mitad de lo que habían sido antes de la guerra. Ludendorff anuncia

la derrota y se proclama la República. El poder político estaba atomizado: socialistas,

socialdemócratas y espartaquistas. Mientras tanto, Matías Erzberger, líder del Partido

Centrista, tuvo que firmar el armisticio.

La paz no es tan feliz

“La inflación tiene tanto que ver con el dinero como con la gente (…)”9

En 1919 hubo elecciones parlamentarias (que desde 1912 no sucedían), donde la

coalición, dentro de la cual el Partido Democrático era el grupo más importante, obtuvo más

del 80% de los votos teniendo que hacer frente a las condiciones de la paz. En agosto se

terminaba de redactar la constitución de Weimar. El Tratado de Versalles fue impuesto a los

alemanes, quienes no tuvieron chances de negociar sus cláusulas, las consecuencias de no

firmar eran aún mayores. El gabinete cayó y el Parlamento se mantuvo por un año más.

Grandes deudas azotaban Alemania, se habían perdido territorios, sobre todo los más ricos en

recursos, como así también se habían perdido millones de hombres en la guerra. Esto, sumado

a las consecuencias del plan de Helfferich y a la desconfianza creciente que ahora sentaba sus

bases en el marco. Antes de la guerra se necesitaban 20 marcos para conseguir una libra, en

1918, 43. Antes de la firma de Versalles se necesitaban 60 marcos y luego de ella 185. El

crecimiento era exponencial y las depreciaciones se hacían sentir en todas las clases sociales.

Por estos tiempos se creaba el Ordenamiento fiscal alemán que codificaba toda la parte

general que englobaba todos los principios tributarios, lo que sería sólo un esbozo del marco

impositivo que vendría cargado de presión fiscal.

Por los tratados de Versalles, Alemania perdía el 75 por ciento de sus reservas de

mineral de hierro, el 25 por ciento de las de carbón y el 20 por ciento de su capacidad

productiva de hierro y acero. Los tratados paralelos separaron al Imperio en Austria y Hungría.

Viena, la capital del Imperio de los Ausburgo quedaba desprovista, y ninguna de sus naciones

podía reagruparse. Se destronó a Carlos V en Viena sustituido por un gobierno republicano.

Los precios oficiales aumentaban y en la práctica los efectos eran mayores dado que la

economía subterránea atravesaba su auge. Aquellos que pretendían que sus familias

continuaran con vida debían dedicarse a prácticas ilegales, como el acaparamiento, el

estraperlismo, el contrabando, sólo así sería posible subsistir. La ética fue hecha a un lado por

unos gramos de pan y un litro de leche. La moneda austríaca se deterioraba con fuerza,

camino al que luego se uniría Alemania, aunque ya seguía a este país unos pasos más atrás. Lo

9 Fergusson, Adam (versión en español de J.C. Gómez Borrero); Cuando muere el dinero, el derrumbamiento de la república de Weimar; Editorial Alianza; Buenos Aires, 1989; pág. 14

Page 21: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

20

que diferenciaba a Alemania de Austria era el desempleo que todavía no había llegado al

primero. Muchos habían comprado bonos de guerra, pero era irracional pensar en que podían

ganar con ellos cuando el Estado que los había respaldado ya no existía.

En Viena los suministros eran cada vez más caros y los socialistas entraron en juego

haciendo tomar conciencia a los obreros, lo que agrupados bajo la figura del sindicato lograban

mejoras salariales que no podía lograr los intelectuales, cuyos sueldos quedaron por debajo.

Los austríacos perdían la confianza en sus autoridades y la emisión de dinero no cesaba.

Comprar y vender acciones se había convertido en la única forma de no perder. En Alemania la

clase media agonizaba lentamente. El Tratado de Versalles fue la humillación del pueblo

alemán, y la derecha lo tomaba como excusa frente a quienes habían tomado el poder. ¿Iban a

cumplirse los términos del tratado? ¿Iba a reducirse el ejército? ¿Iban a pagarse las

indemnizaciones? El Ejército se redujo notablemente, pero el General Von Seeckt logró una

fuerza que fuera lo suficientemente flexible para ser ampliada en cuanto se la necesitara.

Hindenburg, que había tenido a su cargo el ejército, renunció. Se vivían tiempos difíciles y en el

aire podían percibirse las ansias de un golpe militar. Cuando el Tratado entró en vigencia en

1920, se atentó contra Erzberger. Los aliados enviaron una lista con los que debían ser

juzgados, entre los que se encontraban Ludendorff, Hindenburg y los del Káiser, siendo una

ofensa para los alemanes. A la tensión existente, se le sumó la intentona de Kapp.

Wolfgang Kapp era un periodista de derecha, opuesto a Friedrich Ebert, frente al cual

organizó un golpe de estado. Contando con la colaboración del general Lüttwitz y logró dirigir

un grupo de hombres, ocupó Berlín y proclamó que el nuevo gobierno nacionalista se estaba

estableciendo con Kapp como canciller. El Gabinete huyó a Dresde y Ebert llamó a una huelga

general, debilitando el poder de Kapp, quien tuvo que huir y Lüttwitz fue remplazado por von

Seeckt. La huelga demostraba tanto el apoyo al gobierno de Ebert como la creciente

importancia que cobraban los sindicatos, mientras que los que organizaron el levantamiento

serían partidarios del Partido Nazi, pero hasta entonces el gobierno y el Ejército debieron

trabajar simbióticamente: el período revolucionario se daba por terminado.

El foco ahora dejaba de estar en las consecuencias de la guerra, la economía y las

finanzas pasaban a ser el eje de todos los conflictos. La clase obrera demostraba su poder que

influyó en la composición del gabinete, mientras que los sindicatos exigían nuevos

incrementos salariales por los aumentos del costo de vida que se veían incrementados doce

veces desde 1914. Los gastos en alimentación absorbían una proporción cada vez mayor del

salario total tal como se ve en el Gráfico 110

Hacia mediados de 1920 el espíritu nacionalista resurgía cargado de ansias de trabajar lo

que se contraponía a la situación. La industria progresaba, manteniendo el interés por la

inflación a un costado. La devaluación de la moneda abarataba sus costos a la vez que el

Estado iniciaba un programa de subsidios para propiciar su fortalecimiento. La jornada laboral

se extendió a diez horas, y si no se tenía un sindicato la explotación era mucho mayor.

10 Fuente: Fergusson, Adam; Cuando muere el dinero, el derrumbamiento de la república de Weimar; Editorial Alianza; Buenos Aires, 1989

Page 22: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

21

Las elecciones de 1920 llevaron al mando como Primer Ministro a Herr Fehrenbach de

la coalición centrista y como Ministro de Finanzas a Wirth, sin embargo, la diferencia dejaba de

ser tan estrepitosa como en las elecciones anteriores y los grupos de derecha y socialistas

aumentaron la cantidad de votos. En julio los países europeos se juntaron en Bélgica para

tratar el pago de las reparaciones y el contenido del Tratado de Versalles, la que fue

postergada hasta la próxima convención en Ginebra generando incertidumbre,

inevitablemente atada a las fluctuaciones del marco. La circulación de billetes había

evolucionado según puede verse en el Gráfico 211

Cada vez que los pagos de reparaciones de guerra se ponían en debate el marco caía. Y

para mal de males, cuando el marco se recuperaba aparecía el desempleo, poniendo en el

centro de toda deliberación la mantención del pleno empleo al costo de una moneda que

perdía su valor exponencialmente.

El Dr. D’Abernon, Embajador británico en Berlín, explicaba que eran necesarios el

doble de los ingresos recaudados para hacer frente al pago de las indemnizaciones y

evidentemente no podía duplicarse la presión fiscal. Financiar déficit con emisión fue la

respuesta. Los banqueros sacaban el dinero de Alemania mientras que la evasión se convertía

en una actividad tan cotidiana como juntarse a tomar el té de las cinco en Inglaterra. Los

salarios aumentaban nominalmente y no resultaban suficientes.

11 Fuente: Fergusson, Adam; Cuando muere el dinero, el derrumbamiento de la república de Weimar; Buenos Aires, 1989.

0

50

100

150

200

250

Ap

r-1

9

Jun

-19

Au

g-1

9

Oct

-19

De

c-1

9

Feb

-20

Ap

r-2

0

Jun

-20

Au

g-2

0

Oct

-20

Gráfico 1: Costo de la alimentación para una familia tipo

Marcos

Expon. (Marcos)

Page 23: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

22

A fines de 1920 la conferencia de Bruselas, que estudió la capacidad de pago de

Alemania, extendió hacia adelante en conflicto para volver a reunirse en 1921 en Paris.

Francia, casi insolvente, ejerció una mayor presión para que los pagos se hicieran efectivos, sin

embargo la reacción hizo que se volvieran a extender los tiempos hasta una nueva negociación

en Londres en febrero, pero Francia dotada de mínima paciencia, comenzó a poner en

vigencia las sanciones que el Tratado de Versalles contemplaba, ocupando los puertos de

Duisburgo, Ruhrort y Düsseldorf a orillas de Rhin.

En 1921 el Comité de Reparaciones fijaba en 132 mil millones marcos-oro que

Alemania debería pagar. El cuándo y cómo no eran temas menores: 2200 millones al año y el

26% de sus exportaciones, condiciones enviadas bajo apercibimiento de que si no eran

aceptadas ocuparían la cuenta del Ruhr. El marco volvió a caer y se llevó consigo al gobierno

de Fehrenbach, al que sucedió Wirth. Antes que a Wirth, el puesto fue ofrecido a Konrad

Adenauer, quien puso como condiciones volver a la jornada laboral de nueve horas, terminar

con el proceso de socialización y libertad para elegir a sus ministros, siendo rechazado por su

primera condición, demostrando el poder de los sindicatos. Como consecuencia de haber

desaparecido la incertidumbre, sumado a que las industrias habían celebrado el Alta de Silesia

comprometiéndose a quedarse en Alemania y al fracaso del levantamiento de mineros

impulsado por los comunistas, el marco mejoró levemente. Sin embargo, los puertos

continuaban bloqueados y la emisión era una constante.

La presión fiscal crecía, pero era más sencillo evadir que intentar vivir cumpliendo con

el deber. Acaparadores, especuladores y contrabandistas eran las profesiones más difundidas

del territorio. Rathenau como ministro de Reconstrucción hizo el primer pago de 50 millones

de libras en oro y pagarés del Tesoro. Mientras tanto John Maynard Keynes ya pronosticaba

una nueva caída del marco durante los años siguientes: Julio sería el último mes de estabilidad.

El marco continuaba una estrepitosa caída, mientras la circulación crecía en siete mil millones

0

10000

20000

30000

40000

50000

60000

70000

80000

90000

19

14

19

18

19

20

Gráfico 2: Circulación de Billetes

Circulación de Marcos enmillones

Expon. (Circulación deMarcos en millones)

Page 24: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

23

de mes a mes. Desde el gobierno se atribuía esta devaluación a los pagos de las reparaciones.

Los 1000 millones marcos oro que habían de ser entregados podrían haberse hecho efectivos,

pero se recurrió a préstamos del exterior o procedimientos similares. Con o sin Tratado de

Versalles, con o sin pagos a la comisión reparadora, no había escollera que pusiera freno a la

marea que la inflación dejaba.

Podía advertirse que otro de los problemas a los que se enfrentaba Alemania era la

falta de divisas. Sobraban marcos y no había divisas, y para devolver el préstamo que se había

negociado en Inglaterra era necesario conseguirlas a cualquier precio en 1921. Un colaborador

del industrial Stinnes (reconocido por su peso en esta actividad) identificaba cuatro razones

para esta política:

Fomentar la competitividad de las industrias frente al mercado exterior

Satisfacer los incrementos de salarios de los trabajadores

Evitar disturbios

Demostrar que no se cumpliría el Tratado

A ello habría que sumar la caída de Austria y con ella una pérdida importante de

confianza. En Munich (Baviera) había peores expectativas porque las prácticas ilegales y los

impuestos causaban estragos. Los campesinos acaparaban leche y cereales por los aumentos

de impuestos sobre el azúcar y la cerveza. En la Baja Baviera las acciones se orientaban a

sobrecargar los precios y no enviar toda la producción al mercado, identificando una conducta

protectora del gobierno por lo que se culpó al Estado del aumento del precio del pan. La

derecha continuaba haciendo manifiesta su adversidad al nuevo gobierno, lo que se

materializó en la celebración del Día de las Fuerzas Armadas, donde un grupo de veteranos de

guerra presididos por el segundo hijo del káiser, Eitel Friederich, en sus discursos planteaban

que la debilidad de Alemania continuaría mientras durara este gobierno, seguidos por

Ludendorff y von der Goltz. Este último dio a conocer su postura antisemita, lo que desató

incidentes en la multitud, los que fueron avalados por el almirante Scheer y el almirante von

Tirpitz, Hindenburg y el ex Káiser, despertando un nuevo espíritu en la sociedad. La Facultad de

Medicina de la Universidad de Colonia premió a Ludendorff con el grado de doctor honoris

causa, dando a conocer el apoyo social que esta postura empezaba a cobrar. Matías Erzberger

era asesinado por un grupo de nacionalistas. Erzberger era judío: la posición para lo que luego

sería el holocausto estaba tomando forma. Se iniciaron de todos modos en Alemania grandes

injurias contra los derechistas, sobre todo en Berlín con mayoría socialista. Los socialistas

comenzaban a entender que la fuerza estaba dada por la masa, la que representaban los

trabajadores. El Primer Ministro pretendía mantener el orden público y para lograrlo

necesitaba cerrar algunos periódicos de Baviera.

A pesar de todos los disturbios y tensiones en el campo político, el ojo del huracán era

en el campo económico. El 25 de agosto de 1921 se firmaba una paz con EEUU a la que todos

permanecieron ajenos, provocando, incluso, una nueva caída del marco no atribuible a la

política monetaria, sino a la pérdida de confianza en una potencial recuperación. La

comunidad financiera internacional cerró las puertas al Reichsbank, condiciones demasiado

onerosas emergían para cualquier ayuda. El marco había pasado de 310 en relación a la libra a

400. En Berna, un grupo de banqueros suizos, italianos y alemanes llegaron a la conclusión de

Page 25: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

24

que Alemania no podía hacer frente a las reparaciones de guerra y que tarde o temprano se

declararía en quiebra.

Los impuestos progresivos no mejoraban la situación. Lejos de hacerlo, incrementaban

los costos de vida y disminuía al poder de compra del marco. Los cinco impuestos más

importantes eran: Korperschaftssteuer, el impuesto a las sociedades que era de más del 20%;

Vermogenszewachteuer, por el incremento del valor, se pagaba una sola vez por todas las

propiedades adquiridas entre 1913 y 1919 y su plusvalía; Notopper, o impuesto a la propiedad;

Kapitallertragsteuer, que conformaban el 10% de las rentas que no procedían del trabajo; y

Einkommensteur, impuesto sobre la renta ordinario.

Los salarios estaban en constante aumento, y aun así al mismo ritmo dejaban de ser

suficientes para cubrir las necesidades más básicas. Para cada alemán, mantener el status

inmóvil resultaba una misión imposible. El Estado aumentaba los gastos para su

restructuración cuyos efectos sólo serían vistos a largo plazo. La relación ingresos- gastos

puede ser observada en el Gráfico 312:

Lo cierto era que con los ingresos sólo era posible hacer frente a los pagos a los aliados,

a la vez que 15 nuevos tributos esperaban ser aprobados. Y aún así los aumentos no eran

suficientes: el momento entre la tasación y la recaudación era el suficiente como para que

nuevos tributos no hicieran ninguna diferencia. Los billetes no dejaban de emitirse y por lo

tanto, el conflicto principal no podía solucionarse.

La Liga de las Naciones dividió Alta Silesia, zona de gran industrialización, entre

Alemania y Polonia. Ahora el marco pasaba a 600 por una libra. La parálisis económica estaba

cerca. Asustados por la competitividad de Alemania, muchos países lo bloqueaban

comercialmente. El tipo de cambio hacía del país un oasis para los extranjeros. La fuga de

capital era un hecho respecto de aquellos que buscaban evitar los impuestos, la inflación y el 12 Fergusson, Adam; Cuando muere el dinero, el derrumbamiento de la república de Weimar; Buenos Aires, 1989; cap. 5.

Ingresos (en millones de marcos), 90000

Gastos (en millones de marcos), 113000

Gráfico 3: Gastos e Ingresos de la hacienda alemana en 1921

Ingresos (en millones de marcos)

Gastos (en millones de marcos)

Page 26: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

25

socialismo. Una libra pasaba a equipararse ahora a 1040 marcos y habría que pagar 500

millones de marcos oro a finales de febrero por las reparaciones de guerra, sino sería ocupada

la zona del Ruhr. Para el pago, la ayuda de los ingleses era indispensable, pero los banqueros

de ese país no tardaron en darles la espalda. Apaciguar el problema era una receta a base de

ajustar el presupuesto, adoptar nuevas medidas aduaneras para recaudar y terminar con las

subvenciones a la industria.

Los aumentos no eran bien recibidos en la zona del Ruhr, los que se atribuían a la

presión ejercida por los aliados. Los decretos de congelación continuaban afectando a las

mismas clases y los subsidios al pan y las tarifas ferroviarias resultaron una política que

favorecería a los extranjeros que compraban propiedades y acciones en las industrias

alemanas, cuyos salarios les parecían por demás bajos. Los medios extranjeros hablaban del

poder alemán, sin ver que por debajo del lujo que podían darse los extranjeros beneficiados

por el tipo de cambio o aquellos que recibían sus salarios y los derrochaban en un consumo

lujoso y desmedido porque sabían que luego su dinero ya no valdría, existía una Alemania

empobrecida y hambrienta. Países como Francia veían esta situación como una escena

dramática que buscaba generar lástima en toda Europa. La clase media dejaba de ser la única

afectada, la crisis llegaba a los trabajadores: el orden público se vería afectado seriamente si

no se tomaban medidas al respecto. Los austríacos se veían afectados por esta situación

también. Ellos seguían aún pasos más adelante en la catástrofe a la que se aproximaban. La

corona se devaluaba y los vieneses se amotinaron reclamando el embargo de todas las divisas,

el control estatal del mercado de valores y la eliminación de los subsidios al agro. Sólo esta

última fue llevada a cabo y el coste de vida aumento aún más.

La inflación era la base del malestar social que se expandía a todas las clases sociales.

Para solucionar la tensión, debía contarse con la ayuda del exterior y la buena voluntad de un

interior convulsionado y con gran desgano porque el gobierno no se ocupaba de los

acaparadores y contrabandistas. En diciembre de 1921 tuvo lugar una tercera conferencia en

Londres donde entendieron la falta de posibilidad de hacer frente a los pago, extendiendo los

pagos hasta enero y febrero del año siguiente. Esto llevó a aumentar la confianza que trajo de

la mano un aumento del marco recuperando una cuarta parte de su valor llegando a 751 por

libra, mientras el precio de los bonos descendía a la mitad, situación aprovechada por el

Reichsbank para comprar divisas. Los bonos habían tenido un rendimiento muy bajo, y la

esperanza de recuperación del marco hizo que la opción más racional fuera venderlos.

Se tenían percepciones diferentes acerca de la misma cuestión ¿el dinero no valdría

nada? Y si todos compraban bonos, ¿no era esta una forma de seguir hundiendo el marco?

Claramente quienes habían apoyado a Alemania durante la guerra ahora se veían fuertemente

afectados, con un Estado que les garantizaba al menos una subsistencia digna. Corría

Diciembre y con él la impresión de nuevos marcos, en busca del equilibrio presupuestario. Sin

embargo, el problema al que Wirth debía enfrentarse realmente eran los pagos a Francia o, en

su defecto, a las consecuencias de no llevarlos a cabo. El Dr. Wirth ponía su fe en Londres,

circunscribiendo nuevamente como fuente de todos los males alemanes a los pago de

reparaciones de guerra. Cada vez se hacía menos y cada vez se perdía más apoyo de todos los

sectores. “En los ocho años transcurridos desde 1913 el precio del pan de centeno se había

multiplicado por 13 y el de la carne de vacuno por 17. Estas fueron las mercancías que habían

Page 27: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

26

salido mejor paradas. El azúcar, la leche (a 4,40 marcos el litro), el cerdo y hasta las patatas (a

1,50 marcos la libra) habían subido entre 23 y 28 veces. La mantequilla por su parte se había

multiplicado por 33.”13Se generó un desempleo del 9% dejando en vistas de todos que

sucedería si el marco se recuperaba, pareciendo ahora su depreciación un mal necesario. El

marco se derrumbaba, la confianza era una palabra extraña al pueblo alemán, el comercio

internacional no progresaba por la recesión y la crisis económica. Por la hiperinflación se

licuaban los ingresos reales, tal como lo explica el efecto Olivera Tanzi. Así aparecía en la mira

un nuevo ajuste respecto de la presión fiscal sobre los más ricos, quienes reaccionaron cuando

el gobierno se propuso quedarse con un porcentaje de sus dividendos distribuidos. Antes de

que esto sucediera, los industriales acordaron utilizar sus activos en el exterior para ayudar a

los pagos que había que enfrentar, en contrapartida pedían que se les retribuyera con parte de

la recaudación fiscal. El Estado vio atentada su soberanía y rechazó la propuesta. El marco

volvió a aumentar a 850 por libra en enero de 1922.

El papel de la industria

“La realidad era que el barco del estado se iba derecho y a toda máquina hacia el borde de la

bancarrota, lo cual era bueno para algunos y malo para otros.”14

D’Abernon reconocía

que la emisión de billetes

debía finalizar y que un

período de recesión esperaba

entrar a Alemania por la

puerta del frente. En Berlín las

huelgas eran acontecimientos

cotidianos, y generalmente

Moscú estaba detrás de ellas.

Todos buscaban responsables

desligándose de toda

responsabilidad y fue aquí

donde se originó el

antisemitismo. Ante la

devaluación del marco el

cambio descendió de 45-70

marcos de papel por cada

marco-oro y la Comisión Aliada para las Reparaciones decidió aumentar impuestos en otros 60

mil millones de marcos. El círculo vicioso alemán, que explicaba el Dr. Rathenau, podía

entenderse con el Esquema 115

13 Fuente: Fergusson, Adam; Cuando muere el dinero, el derrumbamiento de la república de Weimar; Buenos Aires, 1989. 14 Fergusson, Adam; Cuando muere el dinero, el derrumbamiento de la república de Weimar; Editorial Alianza; Buenos Aires, 1989; cap. 3. 15 Fuente: Fergusson, Adam; Cuando muere el dinero, el derrumbamiento de la república de Weimar; Buenos Aires, 1989.

Saldo negativo en la balanza de pagos

necesidad de vender marcos para compensar

Depreciación de la moneda

Subida de los precios

Elevación de los costos de producción

y laborales

Déficit presupuestario

Page 28: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

27

Rathenau, sin embargo, no pensaba que la emisión de dinero tuviese algo que ver e

insistía en los desequilibrios antes graficados. El país, en realidad, estaba subvencionando a

una industria que no lo necesitaba, manteniendo el nivel de empleo a base de puras deudas y

emisión de billetes. Nadie había comprendido la conexión entre emisión y devaluación. Con

los vencimientos de los pagos a la Comisión Reparadora, el marco volvió a descender pero en

Abril se produjo un aumento cuando la comunidad financiera europea decidió reunirse en

Génova, sobre la que se tenía fe para una resolución definitiva. Sin embargo, el Tratado de

Rapallo, celebrado secretamente entre Alemania y Rusia para evitar ser desplazados sobre las

discusiones de Europa había generado un ambiente tenso, que sólo acabaron reafirmando los

pagos. El precio de carne se había duplicado en menos de un mes y obviamente el tener que

aumentar sueldos no era medida satisfactoria para los empresarios que comenzaron a

restructurarse con nuevos equipos. A su vez el congelamiento de alquileres complicó la

situación, la construcción que podía proveer puestos de empleo estaba paralizada. Alemania

se había dado cuenta que era necesaria que la presión fiscal que se efectuaba se hiciese

efectiva, pero requería de una restructuración lo suficientemente importante como para

acarrear grandes costos y tiempos. La recuperación del marco paralizaría los negocios: todas

las inversiones se habían realizado en activos cuya realización se diera a largo plazo, bienes

durables. La Alta Comisión del Rhin también resaltaba los efectos negativos de la recuperación

de la moneda donde un simple trámite como lo era pagar un impuesto, ahora sería una

verdadera carga real, lo que no sucedía con la situación que les era contemporánea donde, si

se deprecia, lo que efectivamente se pagaba era mucho menor que lo que se pretendía que se

pagase en el momento de la tasación.

La depreciación había trasladado la riqueza y los deudores se veían favorecidos, porque

si hoy adeudaban 1500 marcos, al poco tiempo esos mismos 1500 marcos no le

proporcionarían el mismo poder de compra, sino uno menor, por lo tanto el costo real de la

operación se vería reducido a través del tiempo. El Reichsbank tenía una política de préstamos

a una tasa de interés muy baja que empantanaba más la situación del marco. Para Stinnes, el

industrial más importante, la inflación era necesaria para sostener al pueblo. Esta postura no

resultaba sospechosa para alguien que había forjado su fortuna a base del fenómeno

económico. “Si el marco bajaba, los precios, salarios e impuestos aumentaban, aunque estos

últimos lo hacían con una fuerza superior.”16 A pesar de esto, la industria alemana progresaba,

sumándose a las subvenciones que el gobierno les proveía. Carbón, trigo y ferrocarril tenían

precios muy inferiores a los que se tenían en el resto de Europa. Mientras tanto, los

productores no perdían pisada frente a la depreciación del marco y en cuanto podían usaban a

sus proveedores o clientes para que les abrieran cuentas en el exterior, sobrecargando los

precios en los comprobantes de sus proveedores o disminuyéndolos de los propios, acciones

que volvían a generar inflación. Esto generaba que entraran bastantes divisas pero no salían

todas las que hubiesen correspondido porque utilizaban las cuentas en el exterior para

16 Fergusson, Adam; Cuando muere el dinero, el derrumbamiento de la república de Weimar; Buenos Aires, 1989; cap. 5.

Page 29: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

28

efectuar los pagos, con lo que aminoraban los problemas. Con el descenso del marco, la

industria se afianzaba y disminuían la cantidad de quiebras tal como lo muestra el Gráfico 417

El presidente del Reichsbank atacó la postura de D’Abernon frente a la inflación, y ese

mismo mes la institución se volvió autónoma, dejando al banquero que se había propuesto

emitir billetes, Havenstein, quedó al mando. Los intentos por combatir las prácticas ilegales no

tuvieron gran éxito. La confianza en el país se desvanecía, degradando sus instituciones, la

sensación de inseguridad primaba en todas las clases que buscaban a un líder. El principal

enemigo del pueblo se centraba en la imagen de Stinnes. Éste se confrontaba con Rathenau,

pero llegaron a un acuerdo en Berlín sobre las entregas de carbón a los aliados. Rathenau

realizó un ataque contra el líder derechista, al igual que Erzberger, y así como el, horas mas

tarde fue hallado sin vida y mutilado. Las tensiones se cobraban al segundo judío.

La muerte de Rathenau llevó a un nuevo descenso del marco y a una huelga general en

Berlín para oponerse a la derecha. El déficit presupuestario se preveía que fuese el doble del

año anterior. Los inspectores fiscales estaban cobrando en 1922 deudas tributarias pendientes

desde 1920. El gasto público era un enorme derroche en cuestiones que resultaban superfluas

para la situación que se vivía. En Paris se habían negociado préstamos internacionales, los que

finalizaron con una respuesta negativa. Las industrias comenzaron a comprar materias primas

en el exterior para proveerse de existencias para sostenerse en caso de futuros disturbios.

Hasta mediados de 1922 había un lapso entre la depreciación en el mercado interno y el

internacional. Ahora ambos cambios se reflejaban con rapidez. Los costos de la industria

alemana se empezaban a equiparar con los de las industrias extranjeras y siendo así no había

posibilidades de competir y la escasez de mano de obra se hacía notar en el poder de ajuste

salarial. Los trabajadores inclusive emigraban en busca de salarios más altos. La falta de

financiación por parte de los bancos para que la industria se reimpulsara se solucionó

emitiendo descontroladamente, haciendo oídos sordos a D’Abernon: el marco se desplomaba

en un 250%.

En mayo de 1922 el Reichsbank se liberó del control del gobierno. La única esperanza de

frenar la emisión de dinero era una huelga de los trabajadores de imprenta, los que

comenzaban a ser conscientes de que sus acciones directas resultaban ser un arma de doble

17 Fuente: Fergusson, Adam; Cuando muere el dinero, el derrumbamiento de la república de Weimar; Buenos Aires, 1989.

9218 9725

7739

4594

22791240 807 1015 1324

2975

0

2000

4000

6000

8000

10000

12000

1912191319141915191619171918191919201921

Gráfico 4: Quiebras anuales desde 1912

Quiebras anuales desde1912

Page 30: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

29

filo. El peso de estos trabajadores hasta este momento había sido dejado al margen, pero si

ellos no emitían, con los pagos que se debían afrontar, el Banco se quedaba sin reservas tal

como sucedió en junio. Para mantener el orden público, estos trabajadores debían estar en

plena armonía y obviamente se necesitaba que sus huelgas no se conviertan en sabotajes,

porque en este caso los costos serían aún mayores. El alza mensual de una canasta básica era

del 50% y los más perjudicados eran los profesionales. Los medios informaban que desde la

guerra los precios habían aumentado 139 veces, con excepción de los cueros y tejidos que

aumentaron en 219 veces. El mínimo de subsistencia había aumentado 86 veces y los salarios

sólo 34. La Comisión de Reparaciones pasó sus actividades a agosto. Poincaré, representante

de Francia, se encargó de amenazar a Alemania con las sanciones de las que sería pasible de

no pagar. La demanda de dinero era tal que los bancos no podían responder, racionando el

cobro. A modo de emergencia se dictó una ley que permitía a las autoridades locales y a las

empresas privadas a emitir dinero si el Reichsbank no llega a tiempo, los Notgeld. En un

principio, era necesario el respaldo del Banco, pero con el tiempo se fue perdiendo este límite

en la práctica tentando a más de un empleador a emitir de más, agravando la depreciación del

marco.

Para evitar los abusos de los extranjeros se había cerrado la posibilidad de pasar la

aduana con cosas, sin embargo podían pasar a comer. Los “piratas del cambio”, como se los

había llamado en ese entonces, seguían aprovechándose de los beneficios que el marco les

había dejado. Enceguecidos por la tensión en la que se vivía, veían la emisión de billetes como

una consecuencia y no una causa de la depreciación. El Dr. Hummel relacionaba la caída del

marco con cuestiones morales, de confianza, a las indemnizaciones y la postura de Poincaré,

pero añadía la emisión de billetes. En agosto Wirth temía que Alemania no poseyera

suficientes provisiones para abastecerse durante el invierno.

Austria

En Austria la situación era el potencial futuro de Alemania. Se estaban redistribuyendo

la renta y la riqueza a la vez que el principal problema se focalizaba en la elusión tributaria. El

derrumbamiento de su moneda, la corona, con bases en la creciente desconfianza

internacional y perspectivas pesimistas, era evidente y caminaba a pasos agigantados: entre

mayo de 1921 y mayo de 1922 la corona, en relación a la libra, había pasado de 2000 a 35000.

La solución que el pueblo había encontrado era gastar lo más rápido posible y atesorar bienes,

muy a pesar de las sanciones que se imponían por ello. Los comerciantes habían sido obligados

a aceptar coronas, sin embargo, nunca se prohibió aceptar moneda extranjera dando lugar a

excusas para no aceptar la moneda local. Como respuesta, en Viena, los campesinos asaltaron

las tiendas buscando deshacerse de su dinero.

Las compras de cosas innecesarias se volvieron cotidianas. El Dr. Schoeber, primer

ministro, que buscaba poner orden y racionalidad, fue derrocado por una elección

parlamentaria un mes después de que había convencido a los aliados de renunciar a sus

derechos hipotecarios sobre las propiedades del Estado, pago al que estaban obligados en

concepto de reparaciones: la promesa de Lloyd George se desvanecía. Entre el 5 y el 9 de junio

la corona pasó de 5.200 a 70.000 por libra, mientras que con la muerte de Rathenau, con la

debilidad del marco, volvió a caer, pasando de 100000 a 125000 coronas por libra. La idea de

Page 31: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

30

una nueva alianza con los alemanes, a pesar de las prohibiciones del tratado ganaba

seguidores, así que el Consejo de la Liga de las Naciones prohibió que continuaran las

conversaciones. La subversión comunista se extendía apoyada por Moscú y el movimiento

comunista alemán. Su acción se centraba en protestas contra las subidas de precio y reclamos

para la confiscación de bienes de los más ricos. El Dr. Seipel sucedió a Schoeber y volvió a pedir

ayuda a los aliados la que fue denegada, aconsejando a Austria que dirigiera sus peticiones a la

Liga de las Naciones. A finales de agosto la corona cotizaba a 350.000 por libra, mientras que la

policía se organizaba para desarmar a la izquierda. El costo de vida aumentó sólo en julio un

124%, tuvieron que pagarse deudas con los funcionarios y los salarios aumentaron a 700.000

millones, excediendo el circulante. El gasto público era enorme y había funcionarios

innecesarios cuyos salarios estaban indexados automáticamente con el costo de vida. Mientras

los sindicatos tomaban medidas de acción directa dado que los salarios se ajustaban sólo

mensualmente. La única solución por la que se podía optar se convertía nuevamente en

emisión de billetes.

Se puso en funcionamiento el Devisenzantrale, mercado paralelo que controlaría los

movimientos de la moneda extranjera con Alemania y Hungría, pero su objetivo nunca fue

logrado: no consiguió que regresaran al país 18 millones de libras-oro en depósitos en bancos

suizos ni logró mejorar las condiciones de vida. Las prácticas ilegales se volvieron corrientes y

los billetes extranjeros en el principal medio de cambio a pesar de que a gente prefería

atesorarlos. Seipel vio que el costo de mantener a su país unido era renunciar a una parte de

su independencia. Negociando su país por el resto de Europa, se creaba una estrategia en la

que se pretendía que se viera la inviabilidad del Tratado de Saint Germain que imponía los

costos de reparaciones y que ante la posibilidad de que Austria se convirtiera en un

protectorado de algún país no aliados, colaboraran con el país para que recobrara el orden

interno, abriendo las negociaciones con la Liga. Las conversaciones en Ginebra lograron un

leve ascenso de la corona, de 350.000 a 335.000 por libra: el gobierno recobrara su poder. El

protocolo de Ginebra garantizaba a Austria su integridad política y territorial, un préstamo de

650 millones de coronas-oro dadas entre Gran Bretaña, Italia, Francia y Checoslovaquia,

mientras que Austria crearía un nuevo banco (al que ya se había comprometido, pero no pudo

concretar por la creciente devaluación), mientras que la Liga designaba un comisarios para que

se cumplieran sus clausulas.

Los precios alcanzaron su máximo en septiembre de 1922 y desde allí comenzaron a

bajar, pero no así la emisión que triplicó la circulación. A mediados de noviembre se creó el

Banco Nacional Austríaco y se empezó a consolidar la deuda interna a base de préstamos a

corto plazo suscriptos por los bancos privados, mientras que el déficit se seguía financiando

con emisión. La inflación después de la estabilización surgió como consecuencia de la

sustitución del circulante en moneda extranjera por coronas. La circulación fiduciaria se

redujo, y ahora la imprenta no podía solucionar el conflicto, aunque la situación ya no

resultaba comparable entre uno y otro momento. El gobierno necesitaba coronas y no podía

emitirlas sin respaldo, así que la idea era poder reunir suficiente moneda extranjera para

conseguirlas. Los bancos privados empezaron a generar reservas en moneda extranjera y el

Banco Central se vio forzado a comprar más moneda extranjera de la que necesitaba.

Page 32: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

31

Viena se recuperaba. Seipel había sido duramente criticado por su estrategia, pero con

el golpe de Mussolini y ante una potencial Austria fascista, los socialistas aceptaron las

negociaciones con la Liga. Al crédito a corto plazo colocado por el nuevo Banco Central

colocado en el mercado interior le siguió otro en el mercado internacional a corto plazo al que

suscribían cada vez más naciones. Sin embargo, el sistema de recaudación era ineficaz, el gasto

público demasiado elevado y las empresas sufrían pérdidas, a la vez que los subsidios eran

enormes y se mantenían desde el período de crisis. A pesar de ello las finanzas austríacas

mejoraban y la confianza se restablecía, mientras que el desempleo aumentaba y las divisas

atesoradas volvían a circular en el mercado.

Hungría

Hungría es un país agrícola, que tiene la posibilidad de subsistir por su capacidad de

autoabastecimiento, así que las bases del problema en este territorio se formaron de distinta

manera. Antes de la guerra, los ingresos eran mayores a los gastos pero luego de ella la

situación se invirtió. La guerra unida a las revoluciones y contrarrevoluciones habían llevada al

país a una tensión creciente, unida a la desconfianza. Entre 1913 y 1921 la cantidad de moneda

en circulación había aumentado 64 veces. Todo el mundo decidía convertir el dinero en activos

más seguros y manejables, sobre todo divisas extranjeras, acciones industriales, joyas y

antigüedades: la especulación se convertía en el eje que haría crecer las cotizaciones de

monedas extranjeras.

El Ministro de Finanzas Dr. Hegedüs buscaba estabilizar la moneda. El objetivo era

llegar a una relación de 400 por libra y ya se había bajado de 2100 a 800 pero sus propuestas

fueron tan severas que tuvo que dimitir. Había implantado 29 decretos con una leva del 20%

sobre el capital y atacó las fortunas generadas en la guerra con impuestos, como así también el

embargo del 20% de los depósitos bancarios como consecuencia del atesoramiento de dinero

que generaba escasez. A pesar de todo, el ministro atribuyó su caída a la caída del marco,

malas cosechas y la incertidumbre sobre los pagos de las reparaciones. Su último acto consistió

en un incremento de 960 millones de coronas para sueldos de los funcionarios lo que supuso

una vuelta al fenómeno inflacionario. En 1921 la corona se había apreciado pero el desempleo

aumentó notablemente por el perjuicio que la apreciación importaba para las exportaciones

que ahora resultaban más caras. Los campesinos podían mantener su situación porque tenían

la posibilidad de vender sus productos, como mínimo al precio internacional. Escaseaban

alimentos y los empleados del gobierno enfrentaban una situación muy dura, fue entonces

cuando el Estado intervino suministrando alimentos y otras necesidades por debajo de su

costo. En junio de 1922 el orden de Hegedüs era historia y la circulación de billetes había

aumentado en un 28% con el consiguiente aumento de precios y del costo de vida.

La depreciación externa de la corona era de entre un 52% y un 75%. El nuevo ministro de

finanzas Dr. Kallay atribuía esto a un reflejo de las finanzas alemanas y austríacas. Se creía que

la emisión de billetes no tenía nada que ver con los males que azotaban la región. Las subidas

de sueldo se hicieron realidad y se ubicaron en un rango de entre el 12% y el 75%, el ministro

declaraba que se veía forzado a emitir. Los mayores ingresos los tenían los campesinos, sin

embargo el sistema tributario ejercía sobre ellos la misma presión fiscal de antes de la guerra

Page 33: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

32

en términos monetarios, generando una desigualdad. Así, los agricultores retrasaban los

envíos a las ciudades para conseguir mejores precios.

La devaluación de la corona continuaba y caía en agosto a 11.000 por libra, mientras

que el ministro respaldaba la emisión con el pretexto del aumento en la riqueza por la

producción primaria y que la nueva moneda emitida sería retirada cuando fuese utilizada para

adquirir las cosechas. El gobierno, evitando un colapso financiero, creó una oficina para el

control de la moneda extranjera, la que fijó el cambio de la corona a un nivel inferior a su valor

de mercado, generando atesoramiento de divisas. La oficina no tenía fondos para facilitar a los

importadores. Los exportadores vendían por anticipado sobre la base del cambio vigente el día

del perfeccionamiento del contrato y se protegían haciendo el pago a la entrega de la

mercancía y en la moneda de sus acreedores, ellos recibían más coronas y la oficina ingresaba

las mismas divisas. Cada petición de moneda extranjera debía autorizarse en un sistema tan

burocrático y lento y con una escasez de divisas que hicieron que pudiese atenderse a sólo una

parte de los pedidos.

El comercio internacional descendía y con él se generaba desempleo. La corona se

sostenía artificialmente en un nivel de 12.000 por libra, haciendo que la gente protegiera sus

ganancias especulando en la bolsa de valores, estableciendo un aumento en las cotizaciones.

Las empresas lograron así aumentar su capital y diluyeron el valor de sus títulos al tiempo que

la gente continuaba comprando. Los dividendos eran pequeños, pero el negocio consistía en

poder venderlas a un precio mayor al día siguiente. La moneda se mantuvo estable por dos

meses lo que, junto con las leyes contra la especulación en los mercados de cambio las

cotizaciones comenzaron a caer.

Los precios siguieron subiendo y para noviembre habían aumentado en un 60%. Los

profesionales no podían ajustar sus salarios. Los agricultores y terratenientes no se veían

afectados: producían, consumían y podían vender sus excedentes al exterior. Para la navidad

de 1922 los precios continuaban aumentando y la crisis no podía hacerse esperar.

¿Dinero?

“El valor de un marco entre 1922 y 1923 estaba en mente de todos, pero era difícil comprender la

auténtica magnitud de una cantidad que necesitaba una docena de ceros para ser escrita”18

En Alemania, sólo en los pueblos se podía vivir con tranquilidad, los que se encontraban

en zonas aledañas al campo podían aprovisionarse de alimentos con auténtico valor. Los

campesinos retenían sus producciones, sabían que al día siguiente su valor se acrecentaría.

Con el dinero que obtenían, amortizaban sus hipotecas, imponiendo una oposición entre el

campo y la ciudad. La inflación había procedido colaborando con los deudores que veían sus

deudas cada día más reducidas. “(…) una hipoteca que se hubiese concedido siete u ocho años

antes podía devolverse cuatrocientas veces con el valor del bien hipotecado.”19 Todo se

reducía a la cuestión ¿qué hacer con los marcos obtenidos? Y la respuesta era simple:

18 Fergusson, Adam; Cuando muere el dinero, el derrumbamiento de la república de Weimar; Buenos Aires, 1989; pág. 14 19 Fergusson, Adam; Cuando muere el dinero, el derrumbamiento de la república de Weimar; Buenos Aires, 1989; cap. 9.

Page 34: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

33

gastarlos, pues sabían que retenerlos era igual a perderlos. Gastar lo más rápido posible,

solamente quien no estuviera en su sano juicio podría pensar en ahorrar. Comprar activos que

pudiesen mantener su valor real era el objetivo de todo alemán. La gente de los pueblos no

entendía por qué ahora tenía que contribuir con un sector de la población que nunca les había

ofrecido nada a cambio. Los profesionales vivían una situación muy diferente de la que habían

planificado. La inteligencia pasaba a ser menos demandada en el mercado. Sus hijos

probablemente no fueran profesionales, sino trabajadores manuales.

Ebert pedía a Curzon (inglés) una nueva moratoria para los pagos de las reparaciones de

guerra. Las condiciones de vida de la población se tornaban insostenibles. Se continuaba con la

política de emisión pero la escasez de dinero en efectivo continuaba. Para septiembre se

emitió una cantidad equivalente al 10% del total de la circulación, los que fueron distribuidos

por todo el país. Sin embargo, el nuevo dinero no era suficiente y las empresas comenzaron a

hacer sus pagos parte en efectivo y parte en vales canjeables en los comercios, los que tenían

fe en poder intercambiarlos luego por efectivo. Los municipios también emitieron su propia

moneda para pagar los salarios a sus funcionarios. El problema era que si se esperaba a que se

imprimieran nuevos billetes y llegaran para hacer los pagos, probablemente ya hubiesen

perdido el suficiente valor como para resultar insignificante.

El desempleo crecía y el temor a que el comunismo pusiera sus acciones en marcha

podía percibirse en el ambiente. Las grandes ciudades se propusieron generar nuevos puestos

de empleo dentro de la propia organización estatal, aunque estos trabajos fueran innecesarios.

Para octubre el marco pasó de los 9.000 a los 13.000 marcos por libra en un mes y medio. La

predicción de Keynes, que había proyectado una caída de un punto diario, se había quedado

atrás. El pago de las reparaciones podía ser cubierto hasta 2.000 millones de marcos-oro y ni

siquiera era seguro que se pudiese afrontar esa cantidad, mientras que Francia pedía más de

3.000 millones. Keynes fue llamado a Alemania, donde aconsejó que se diera una pausa antes

de que instauraran los pagos de las indemnizaciones. Einstein por su parte también atribuía la

caída del marco a las reparaciones y sugería a Inglaterra y Francia que participasen en el capital

de las industrias alemanas en un porcentaje de hasta el 30%, pero su proyecto no había

llegado a ser escuchado cuando una comisión de expertos dio un informe. El informe sugería

un programa de estabilización monetaria en 14.000 marcos por libra, un presupuesto

equilibrado, préstamos exteriores y una prórroga para realizar los pagos de las reparaciones.

De todas formas, fue ignorado, había otros problemas que atender: Mussolini entraba en Italia

y en Gran Bretaña se había remplazado a Lloyd George por una administración conservadora

liderada por Bonar Law.

La gente volvía al trueque, el marco empezaba a perder su función principal como medio

de cambio. El pago en divisas era la única forma de comerciar, pero no tardaron el llegar

nuevos decretos que prohibieran esta opción y la compra de objetos en el extranjero con

multas y cárcel. Si una empresa deseaba trasladarse al exterior debía estar autorizada,

evitando así la fuga de capitales y las importaciones fueron estrictamente reguladas, pero todo

esto no fue suficiente, aún podía especularse en la bolsa. En Oldenbugo se ofrecían los

Roggernmarks, pagarés de centeno, al portador, cotizados en bolsa y garantizados con todos

los fondos del banco del Estado, para competir con la moneda extranjera, emitidos por el

Page 35: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

34

banco del Estado con vencimiento en 1927 cuyo valor de emisión era el de 125 kilos de

centeno y su reembolso sería por 150.

El costo de vida aumentaba. Las subvenciones se hacían cada vez más necesarias, pero

no hacían otra cosa que cubrir parte de los salarios que los empresarios no pagaban. Los

industriales esperaban que el gobierno francés adoptara una postura para negociar. El

desempleo les parecía ajeno a las fluctuaciones del marco y lo atribuían a un gobierno débil,

serios problemas económicos y a las reparaciones, y estaban dispuestos a poner en marcha

prácticas que lograran mantener el nivel de empleo, sobre todo en el Ruhr. El marco estaba en

noviembre a 27.000 por libra. Cuando los trabajadores recibían sus salarios, ya no les era

suficiente dada la escasez de dinero en efectivo y en Notgeld, ya habían perdido el 50% de su

valor. Los mejores pagados sólo podían subsistir, el resto de los trabajadores dependía de sus

ahorros. La calidad de la alimentación bajaba y con ella la salud de los alemanes, cuyos niños

quedaba por debajo del peso y la estatura normal y su desarrollo cerebral era menor a la

media esperada. A su vez, el empobrecimiento de los trabajadores repercutió sobre los

sindicatos que dejaban de poder sustentarse con las contribuciones de este grupo: su fuerza se

diluía. El sindicato perdía el control, pero no por ello terminarían los paros y disturbios sobre

todo cuando se hablaba de alterar la jornada de ocho horas diarias. En noviembre se produjo

un enfrentamiento entre un grupo de trabajadores que buscaban una duplicación de sus

sueldos y la concreción de una huelga general en Berlín (con apoyo de los comunistas) y la

policía. Hechos similares se dieron en Colonia y Dresde, donde se saquearon tiendas y a la vez

se manifestaron hechos xenofóbicos en los principales hoteles que albergaban extranjeros, a

los que se atribuía la subida de precios.

El valor oro del dinero en circulación había caído: antes de la guerra equivalía a 300

millones de libras y en julio de 1922 había pasado a 83 millones y en noviembre del mismo año

sólo 20 millones. El comercio sólo era posible porque la circulación del dinero era cada vez más

rápida. Los marcos eran como hierro hirviendo en las manos de quienes los poseían y la

velocidad de circulación era cada vez mayor. Los talones y cheques bancarios solo se

aceptaban excepcionalmente, el dinero no se paraba y circulaba 10 veces más rápido de lo

normal. El gobierno de Wirth cayó a la mitad de noviembre y el marco llegó a los 34.000 por

libra, 8000 por dólar. El plan del Reichsbank era ahora la impresión de billetes la que sólo

estaría limitada por la cantidad de imprentas. La evolución del marco durante 1922 puede

verse en el gráfico 520

20 Fuente: Fergusson, Adam; Cuando muere el dinero, el derrumbamiento de la república de Weimar; Editorial Alianza; Buenos Aires, 1989

Page 36: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

35

La escasez de dinero llevó a la caída de las acciones industriales. Los inversores en bonos

de guerra y los acreedores de rentas fijas lo habían perdido todo. Sin embargo, las sociedades

que no habían inflado su capital a costa de la inflación habían logrado incrementar su valor

más de 13 veces, lo que de todos modos no significaba mucho en relación a las 143 veces que

había aumentado el marco-oro en relación al marco de papel. La demanda de acciones de

todos modos era muy baja porque el dividendo que pagaban en relación al precio de mercado

era del orden del 0,25% y había otras maneras de recuperar el capital cuando se quisiera con

mayores ganancias. Los Notgeld se habían vuelto tan importantes en la circulación como los

billetes del Reichsbank, pero estaba limitado hasta 500 marcos y en casos excepcionales hasta

1000, canjeables por dinero del Reichsbank al cabo de dos o tres meses.

Ruhrkampf

“Esos marcos alemanes: grandes, verdes, inútiles (…)”21

1923 se iniciaba con una conferencia en Londres, la que pretendía concluir en una nueva

reunión en Paris en Diciembre para discutir la moratoria de pago de las reparaciones. Lloyd

George expresaba tiempo después que en Londres se había podido vislumbrar la actitud de

Bonar Law que buscaba que Alemania incumpliera para apoyarse en las sanciones previstas

por el Tratado, para invadir la cuenca minera de Westafalia. Bonar Law entendía que la

estabilización del marco vendría acompañada de caos para Alemania y que era inútil conseguir

grandes cantidades de marcos, pero de todas formas, no logró convencer al primer ministro.

La Comisión de Reparaciones no se atrevía a cobrar 1,5 billones de marcos de las aduanas

porque, aún esa suma, resultaba insignificante. Poincaré creía que podía explotar el territorio

alemán y presionar al Reichsbank para que revaluase su moneda. En diciembre la conferencia

de Londres recibió una nota del nuevo canciller alemán Dr. Cuno con sugerencias para

estabilizar el marco incluyendo una moratoria de dos años por el pago de las reparaciones la

que fue rechazada. Poincaré se obstinaba en recibir de Berlín objetos que generaran

21 http://www.magicasruinas.com.ar/revistero/internacional/alemania-hiper-inflacion.htm

0

5000

10000

15000

20000

25000

30000

35000

40000

Gráfico 5: Relación marco/libra 1922

Relación marco/libra 1922

Expon. (Relación marco/libra1922)

Page 37: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

36

rendimiento, y generó una mayor tensión cuando los alemanes propusieron un pacto de no

agresión por 30 años.

En la Conferencia de Paris, Inglaterra y Francia no pudieron acordar, y para el 9 de

enero de 1923 decidieron que Alemania había incumplido y que debía hacer entrega de

madera y carbón. El 10 de enero Poincaré envió a la zona del Ruhr una comisión de control con

el pretexto de garantizar las entregas con tropas encargadas de protegerlos. La invasión del

Ruhr pretendía que Alemania se viera obligada a pagar, cuestión que resultaba imposible

porque la zona de mayores ingresos, ahora estaba cercada. Lloyd George vio el hecho como

abusivo y Alemania tuvo que ejercer el único recurso viable: la resistencia pasiva.

La Ruhrkampf, guerra del Ruhr, demostró que Poincaré no alcanzaría sus objetivos. La

revaluación del marco no era una cuestión sencilla y evidentemente no iba a producirse con la

presión ejercida en la región. En el Ruhr, el trabajo a desgano se propagaba, los propietarios de

las minas que habían sido embargadas por los franceses explicaban que no podían agotarse las

reservas. El resto de Alemania tuvo que hacerse cargo de la alimentación de la zona,

subvencionando una huelga indefinida que la privaba de obtener materias primas suficientes

para abastecerse, abriéndose forzadamente la importación. Los ingresos fiscales decaían y

dada la importancia de la zona del Rhin y el Ruhr los precios del carbón y el acero a nivel

internacional se vieron aumentados, sumando un nuevo problema.

La política de resistencia pasiva ejerció presión contra Francia y desde entonces el

franco comenzó a descender. Francia ahora no podía perder el enfrentamiento, sabía que era

imposible recibir los pagos de las reparaciones, y si ellos no podían perder, mucho menos

Alemania cuya única arma consistió en la imprenta. La Ruhrkampf se había convertido en una

nueva explicación que añadir a la inflación. Los ingresos que no se recaudaban se solucionaban

con nuevas impresiones. El uso de cheques había descendido y por lo tanto la cantidad de

efectivo en circulación debía ser mayor y cuanto más rápido se emitiera menos reclamos

habría. La capacidad de endeudamiento exterior de Alemania estaba exterminada. Pagos era

una palabra que se había convertido en utopía. Las exportaciones se hacían a precios bajos, las

ganancias se hacían con las posteriores reventas, evitando de esta forma, la repatriación de los

beneficios. El giro comercial se veía trabado. No podían cotizarse los precios por anticipado, así

que se había optado por las clausulas de indexación para ir ajustando en virtud de la pérdida

del poder de compra del dinero y se desconocía por completo cual sería el valor exacto al que

se pagaría.

Los conflictos entre el que compraba y el que vendía sobre estas cuestiones también

imponían un freno al comercio. El presupuesto estaba completamente desequilibrado y la

Hacienda tenía que enfrentar este contexto. La recaudación por aranceles aduaneros

aumentaba, pero al mismo tiempo aumentaban los gastos y el déficit que era financiado con

nueva emisión. La deuda interna era prácticamente nula con la depreciación del marco y el

pleno empleo se mantenía. Hubo que distribuir pan y azúcar a la población, mientras que la

falta de carbón dificultaba la producción de energía generando un mayor resentimiento contra

el Tratado de Versalles. Baviera se convertía en el refugio de los reaccionarios donde el Partido

Nacional Socialista crecía bajo el mando de Hitler. Sus hombres se entrenaban para hacer

maniobras junto con el ejército y cada vez eran más los reclutas: el antisemitismo se expandía

Page 38: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

37

a costa de sus discursos y Hitler comenzaba a aparecer como el líder que todos los alemanes

buscaban para enfrentar los problemas de la mala calidad de vida. La figura de Ludendorff

quedaba al margen y la clase media se volvía nazista bajo el poder de persuasión de Hitler.

Mientras tanto Francia y Bélgica se aliaban bajo el general Degoutte. La pérdida de la

producción del Ruhr dejó al marco por el suelo que en el final de enero llegó a 227.500 por

libra (50.000 por dólar) mientras que el Reichsbank emitía el primer billete de 100 mil marcos.

La invasión del Ruhr había tenido económicamente efectos negativos, sin embargo, logró unir

a toda Alemania, que hasta ese entonces se había reducido a un individualismo profundo,

generando un sentimiento nacionalista más afianzado que nunca. Como desaparecieron las

luchas de clase, los empresarios se dispusieron a colaborar, y a los que no demostraban buena

voluntad se los apresó, igual que a sus empleados. Los alemanes se volvieron felices de sufrir

por la patria.

En el Ruhr, la invasión se había transformado en ocupación militar dura. El consorcio

carbonífero, la administración maderera fueron tomadas por franceses y belgas que ocuparon

los puestos de trabajo. Esto ayudó a que se pusieran barreras del comercio entre la zona del

Rhin y el Ruhr con el resto de Alemania, a lo que se sumó el corte de las vías del ferrocarril que

unía al país con Suiza. Se expulsó a la población que tuvo que refugiarse en el resto de

Alemania y como reacción las tiendas de Essen cerraron sus puertas hasta que los franceses

reaccionaron. La ocupación había dejado de ser pacífica y ahora saboteaban todas las vías de

comunicación de Alemania: puentes, ferrocarriles, cruces. Los trenes franceses eran

descarrilados y las barcazas hundidas para que el carbón no lograra llegar a destino. Los

movimientos reaccionarios no tardaron en tomar el naciente espíritu nacionalista y adoptaron

una postura totalmente colaboracionista con el conflicto en el Ruhr, reclutando hombres y

recursos, obteniendo apoyo tácito del ejército. Los franceses entonces actuaban en

colaboración con los comunistas locales para debilitar al gobierno.

En Munich el espíritu se vio con las manifestaciones de duelo e indignación con la

prohibición de bailes públicos. Con la emisión ilimitada de billetes el marco caía

precipitadamente, pero si se mantenía la situación, no sería posible continuar ejerciendo

resistencia en el Ruhr, para lo que el Reichsbank vendió en el mercado una gran cantidad de

pagarés en divisas para sostener el cambio lo que solo era posible si se suspendían los pagos

por las reparaciones. El marco entonces subió pasando a 20.000 por dólar a mediados de

febrero. Los precios bajaron, como así también los valores de la bolsa. En contrapartida, el

Reichsbank seguía emitiendo y la circulación monetaria llegaba a 450.000 millones. Estabilidad

en el mercado de cambios e inflación rodeaban las decisiones alemanas. El creciente

individualismo respecto de los impuestos comenzaba a urgir en detrimento del bien general. El

marco dejaba de ser una reserva de la riqueza. No podía con ellos medirse el valor de las cosas.

El dinero dejaba de ser dinero.

A pesar de todos los conflictos el marco logró mantenerse por debajo de los 100.000,

soportando una nueva invasión francesa, la pérdida de los clientes japoneses de los astilleros,

los disturbios de la política separatista que nacía en Munich, la preocupación del parlamento

por las maniobras de Hitler y el déficit público de 7 billones de marcos. La feria de la primavera

en Leipzig demostró que ahora los precios de los exportadores estaban tan altos como los del

exterior y que la producción era de baja calidad. La disparidad de precios entre los distintos

Page 39: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

38

comercios era evidente, pues cada uno fijaba un precio en función al momento en el que los

había terminado. El Banco Central se iba quedando con una capacidad cada vez menor de

apoyar a su divisa e intentó colocar bonos del Tesoro nominados en dólares amortizable a 3

años y al 120% para que entraran divisas, pero quienes las poseían preferían conservarlas. La

desconfianza se expandía y se profundizaba. Y fue a mediados de abril, cuando Stinnes pidió

93.000 libras para pagar deudas cuando la política se derrumbó, dejándose de apoyar el marco

que ahora llegaba a 140.000 por libra. Las reservas de oro caían también, pero con ellas

hubiese sido posible estabilizar la moneda, pero se optó por utilizarlas para la importación de

carbón y alimentos. El mercado de cambios era incontrolable y los especuladores se

aprovechaban de las caídas esporádicas que se daban con la intervención del gobierno. Los

bancos debían llevar un estricto control sobre el manejo de sus clientes con moneda

extranjera y rendir cuenta de ello entorpeciendo el desarrollo del comercio.

Los precios seguían subiendo y la moral de los alemanes decaía. El movimiento

separatista abrió la puerta a los comunistas desde Essen a Frankfurt. Los refugiados

aumentaban en número y los líderes obreros buscaban trabajo. En mayo, el marco caía a

200.000 por libra cuando en Munich Hitler intentaba boicotear la manifestación sindical y

provocar una guerra civil, lo que fue abortado por el comandante de guarnición local, von

Lossow. Curzon se esforzaba por hacer que Alemania pagase las reparaciones, pero a pesar de

su trabajo, no logró conseguirlo.

En los meses siguientes los ingresos representaban el 30% de los gastos y la presión

fiscal sobre los trabajadores volvía a ajustar los bolsillos. El marco caía a 320.000 por libra, y se

ponía en circulación el billete de 5 millones de marcos. Las divisas se convirtieron en un

refugio. En el mercado de cambios los Winkelbankiers, operadores de trastienda, florecían a la

par de la inflación, enriqueciéndose con las fluctuaciones de la moneda, jugando un rol

importante en su cotización. En mayo se aprobó una ley para amortizar la deuda pública con

valor nominal menor a 5.000 marcos porque el costo de administrarlos resultaba demasiado

alto. El miedo al desempleo quedaba atrás y se convertía en una triste realidad. En el Ruhr los

desempleados fueron subvencionados con el 100% a la vez que se aplacaban las

manifestaciones para alzas salariales. Era necesaria una reforma fiscal pero necesitaban el

apoyo de los industriales, sobre todo de Stinnes, el que continuaba con una postura que

perjudicaba a Alemania. El único impuesto que generó buenos resultados fue el que se impuso

sobre las operaciones bursátiles.

El trueque se convertía por aquellos días en la forma corriente de comerciar y los

metales y combustibles en el medio de cambio por preferencia. Se volvía en el tiempo, a la

edad media. Con moneda extranjera se abrían las posibilidades, y los extranjeros tenían

dificultades con los vueltos. Los salarios habían aumentado enormemente en términos

nominales pero habían descendido en términos reales, los niveles de vida no pudieron ser

mantenidos. La mayoría de las personas no podía acceder a los medicamentos, y mucho

menos al servicio médico: sobrevivir era sólo una cuestión de suerte. Durante junio hubo una

suerte de tregua con el marco, la que se reanudo rápidamente por el descontento popular. En

el Ruhr cuando un salario aumentaba dos veces, los alimentos lo hacían por tres. Entre agosto

de 1922 y junio de 1923 un litro de leche había pasado de valer 16 marcos a 3800 y un huevo

entre septiembre de 1922 y junio de 1923 había pasado de 9 a 2400 marcos.

Page 40: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

39

Fijar precios resultaba una tarea incierta y las tiendas cerraban. Vendiendo divisas en el

mercado para hacer recobrar vida al marco se perdieron 6 millones de marcos-oro. A

mediados de junio la circulación monetaria llegaba a 8.564.000 millones de marcos, 170.000

por dólar. La recaudación fiscal descendía y la deuda pública aumentaba en el valor

equivalente a todos los ingresos de la Hacienda en mayo. El Ministro de finanzas proyectaba

elevar los impuestos para ajustarlos a la situación. El Reichsbank continuaba con sus políticas

de descuento e impresión de billetes y los gastos superaban en más de 10 millones de libras a

los ingresos. El ministro de finanzas Dr. Hermes buscaba que la presión fiscal aumentara

proporcionalmente al índice de depreciación, vulnerando el principio de certeza que proponía

Adam Smith frente a la cuantía del tributo. Sin embargo, dada la velocidad con que la

depreciación procedía la medida no podía ser llevada a cabo tal como había sido pensada y

muchos tributos terminaban teniendo costos de administración más altos que los que

efectivamente se recaudaban. El problema era que se gravaban valores corrientes y no valores

reales.

A mediados de junio hubo que aumentar los salarios de los funcionarios nuevamente,

como así también las transferencias en todo el país. Los agricultores también se vieron

afectados por la presión fiscal y el Umlage los obligaba a entregar dos millones de toneladas de

trigo cada año para que el Estado pudiese ofrecer pan a un precio menor generando un

descontento a este grupo que tenía que vender a un precio más bajo que el internacional pero

conseguía sus insumos en el exterior a sus respectivos precios. El mercado de cambios estaba

todavía en la mira, se buscaba fijar una paridad oficial para realizar transacciones, la que si no

se cumplía exponía al infractor a multas ilimitadas y encarcelación, medida propuesta por los

bancos para controlar las manifestaciones. Inmediatamente la situación incrementó la

actividad de los Winkelbankiers aunque debían atender al tipo de cambio oficial, mientras que

las industrias tenían suficientes divisas como para afrontar la medida y seguir importando.

Pero la Alta Comisión Renana se resistió a ejecutar la medida y concentró las operaciones en

Colonia, haciendo caer nuevamente al marco. Degoutte decretaba la inaplicabilidad en la zona

del Ruhr. La medida, lejos de solucionar algo, hizo que los Winkelbankiers pasaran a la

clandestinidad y el marco pasó a 160.000 por dólar.

Para Julio se buscaba restringir aún más las importaciones con el pretexto de que las

existencias eran suficientes. Pero esto resultó contraproducente porque los importadores

demandaron divisas más que nunca para conseguir la totalidad de sus pedidos y el marco

volvió a deteriorarse. Los más seguros en esta economía inflacionaria eran quienes conseguían

dólares, los que se destinaban a conseguir pagarés del Tesoro nominados en dólares con alta

cotización, alertando sobre la artificialidad del cambio. Havenstein continuaba con la emisión

de billetes y llevaba el timón de la política monetaria y, pese a las presiones que se ejercían

sobre su persona, no estaba dispuesto a dejar su cargo. Creía que era en Berlín donde tenía

que sostenerse el marco pero la depreciación ya alcanzaba las 800.000 libras y se había

vendido a los especuladores 80 millones de marcos-oro: todo lo que el banco hacía concluía en

los efectos que se querían evitar. Las reservas habían alcanzado un mínimo y la bancarrota se

veía en un horizonte no muy lejano. Los comerciantes pedían créditos, los que garantizaban

con sus propios activos, y en seguida los cambiaban por dólares para hacer frente a los pagos

por sus importaciones.

Page 41: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

40

Para mediados de julio se suspendió el descuento de papel comercial, no querían

sacrificarse más las reservas en oro. Las importaciones quedaron paralizadas y con ellas los

alimentos y carbón (necesario para el funcionamiento del ferrocarril) que llegaban del exterior.

La demanda aumentaba al punto que alcanzaba el total de la circulación, por lo que los

pedidos fueron atendidos sólo en un 0,25%, los que fueron elevados al 5%. Esto, sumado a que

no se desatendieron los descuentos redujeron las reservas a 25 millones de libras. Las finanzas

resultaban un desorden, razón por la cual, un préstamo del exterior nunca llegaría. Los

funcionarios subalternos comenzaron a desarrollar un espíritu nacionalista pero no era

económica ni políticamente posible mantener la resistencia en el Ruhr. Los billetes de 1.000

marcos que se habían emitido en 1876 como una meta inalcanzable, eran sacados de

circulación por su insignificancia, llegando ahora los billetes a ser hasta de 50 millones de

marcos. Los trabajadores exigían que sus salarios fueran elevados pero también que se les

hicieran pagos diarios para mantener su poder de compra. Motines, saqueos, manifestaciones

contra estraperlistas, capitalistas y fascistas, prohibiciones de reuniones al aire libre en Berlín,

enfrentamientos entre los manifestantes y la policía, inspiración comunista, muertos en las

protestas…

Los líderes sindicales entendían que la situación no podía mantenerse y pidieron que los

salarios fuesen fijados en base al precio del oro lo que sólo era posible si el comercio y las

finanzas también lo hacían. Lo cierto es que se acordó que las revisiones se harían

semanalmente y los pagos diariamente y que las revisiones serían aplicables a conceptos

remunerativos o Leistungslohn y no remunerativos o Soziallohn. Con la excusa de que no se

tenían los índices de precios el gobierno se dio cuenta que podía retrasar 15 días las

actualizaciones. A fin de mes, el marco cotizaba a 5 millones por libra.

Un préstamo del exterior era lo que Alemania necesitaba, pero Lord Curzon no podía

dar su conformidad, la alianza entre Francia e Inglaterra continuaba vigente. La escasez de

comestibles se hacía sentir con un Reichsbank incapaz de hacer frente a los pagos en el

exterior. Las cosechas eran buenas en el país pero los campesinos se negaban a intercambiar

sus mercancías por papel, pretendían algo que tuviese valor a cambio. La única salida del

gobierno era endeudarse en el mercado interior con altísimas tasas de interés para poder

pagar la nómina del Ruhr. Havenstein estaba desconcertado por las graves dificultades del

gobierno, mientras que los comerciantes se negaban a aceptar marcos y la circulación

continuaba aumentando. Para el 20 de junio la deuda flotante llegaba a 40 billones de marcos.

Era lógico pensar que se cumplían los postulados de Irving Fisher, que en 1911 explicaba

la ecuación del cambio del dinero:

𝑴 × 𝑽 = 𝑷 × 𝑻

Donde M es la cantidad de dinero; V, la velocidad de circulación; P, el promedio de precios; T,

el volumen físico de transacciones. Descompone el PBI por la demanda y la oferta, siendo su

primer miembro la demanda y el segundo, la oferta. Fisher, años después formuló su propia

hipótesis, donde siendo T y V son constantes (“constantes institucionales”), que sólo

evolucionan en el largo plazo, porque dependen de factores que a su vez cambian lentamente

Page 42: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

41

(cambios demográficos, cambios en la composición de la población urbana), reformula la

ecuación:

𝑀 × 𝑉 = 𝑃 × 𝑇 → 𝑃 = 𝑀 ×�̅�

�̅�

Entonces, P depende de M porque V y T son constantes, y para que aumenten los

precios tiene que aumentar M. Como V y F son constantes, el cociente entre ellos es

constante. Según esta teoría para que no suban los precios hay que dejar de emitir dinero, y

para que aumenten los precios tiene que aumentar la circulación monetaria, siendo la

Autoridad Monetaria el responsable de las fluctuaciones en los precios. Las hipótesis implícitas

en el razonamiento de Fisher son: pleno empleo de la economía; previa estabilidad de precios

porque V cambia en los procesos inflacionarios; no se atesora dinero, se lo destina todo a la

compra de bienes y servicios, no existe el ahorro; y el dinero solo se demanda como medio de

cambio. Entonces, ¿Todo aumento de la masa monetaria se traduce en un aumento de

precios? Siempre que se den los supuestos planteados antes se cumple necesariamente su

hipótesis. Esta era la Alemania que se vivía

Katastrophe

“Los hombres y las mujeres se apresuraban a gastar sus sueldos, a ser posible, a los pocos

minutos de cobrarlos. Los billetes eran llevados a las tiendas en carretilla o en cochecitos de niño. La

referencia a las prensas de imprimir siempre habían ocupado un lugar especialmente importante en el

clisé monetario. Aquel otoño, en Alemania, se utilizaron virtualmente todas las prensas capaces de

imprimir dinero. En realidad los billetes manaban a raudales. Y a veces el comercio se interrumpía al

retrasarse las prensas en producir nuevos billetes de cifras lo bastante altas para que fuese transportable

la cantidad de papel necesaria para la compra del día”.22

Carpe Diem: todos vivían al día. La recaudación impositiva no era suficiente siquiera

para cubrir los intereses de la deuda. Los ferrocarriles del Ruhr en su momento habían

generado la tercera parte de la renta de la región y hoy no podían cubrir más que la quinta

parte de sus gastos.

En Austria la situación cambiaba. Con el Dr. Zimmermann con el control financiero y la

aprobación parlamentaria del protocolo de Ginebra, el país realizaba grandes sacrificios para

terminar con la inflación. El desempleo crecía, sobre todo en cuanto a administrativos llegando

en febrero de 1923 a 161.000 personas. Un quinto de la población recibía transferencias del

gobierno, el saneamiento hizo volver a la realidad a todos los agentes creando una depresión

industrial que se manifestó sobre todo en la siderurgia, la industria papelera, del cuero,

maquinaria, zapatos y muebles. Las primeras quiebras eran una realidad y los excesos de

personal eran dejados atrás. Zimmermann imponía recortes presupuestarios y reducía el

personal, pero siempre se trataba de personas sin vinculaciones políticas por lo que la eficacia

de la administración iba decayendo. En marzo el desempleo empezaba a decrecer y para

agosto llegaba a 85.000 parados. La corona se había estabilizado y en junio de 1923 le fue

22 K. Galbraith, El dinero, 1975

Page 43: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

42

concedido un crédito a largo plazo para equilibrar el presupuesto. La Ruhrkampf había

propiciado las exportaciones austriacas a la zona.

A partir de enero de 1923 la guerra del Ruhr afectó a las economías europeas en un

porcentaje bajo pero que junto con la alta presión fiscal podían ser devastadoras, generando

interrogantes entre los austríacos. Los trabajadores se resistían a eliminar el sistema de

indexación donde se necesitaban dos meses de descenso de precios para que pusiesen

reducirse sus sueldos, en términos generales la situación de este grupo había mejorado

notablemente. En Viena los programas de vivienda del Estado se llevaban a cabo y más de

42.000 familias esperaban beneficiarse con ellos. Las distintas esferas del gobierno esperaban

gravar con impuestos a la industria.

En Alemania la situación era distinta. El panorama financiero se aclaraba pero sus

resultados no habían sido felices. La miseria se veía en las calles y se expandía por funcionarios

públicos, jubilados y trabajadores. Para fines de 1923 las acciones era el único depósito de

confianza de los alemanes a pesar de su inestabilidad y de los dividendos bajos. El valor de

mercado de los títulos había descendido pero mucho más lo habían hecho los dividendos. Las

acciones en general en la primera mitad de 1923 habían sufrido pérdidas, lo que no pasó con

las acciones sin diluir, de cuyas empresas no habían ampliado su capital, las que duplicaron

respecto de octubre de 1922. La caída o alza de los valores se hallaba unido a la posibilidad de

disponer de moneda extranjera para mantener el valor. Con la Ruhrkampf, las órdenes de

compra de la zona crecieron a costa de los subsidios por la resistencia pasiva. La inflación

generaba una nueva distribución de la riqueza en favor de los deudores. En Prusia Oriental

todavía poseía pleno empleo. Los más ricos contribuían con el fondo para ayudar al Ruhr, el

Ruhrspende. Como resultado del Tratado de Versalles esta zona había quedado separada

físicamente del resto de Alemania y había emprendido una restructuración que le permitiera

autoabastecerse sobre todo en cuanto a energía. Sin embargo, sólo los que producían algo

para vender eran los que podían asegurarse un futuro. En Sajonia el comunismo se

implantaba y el primer ministro socialista Dr. Zeigner buscaba tomar el control en el

Parlamento regional, donde aparecieron las primeras Centurias Rojas (conjunto de

trabajadores socialistas con agentes soviéticos) que buscaban complementar a la policía. Su

expansión suponía cierto peligro por la cantidad de personas que nucleaba. Los precios de los

productos sajones comenzaron a quedar fuera del mercado y como consecuencia crecía el

desempleo.

El comercio internacional se paralizaba. La Cámara de Comercio de Londres como así

también los países aledaños a Alemania reconocían los obstáculos que existían para comerciar

con el país y temían que esta situación les afectase negativamente. La situación más delicada

se desarrollaba en el Ruhr y Renania, donde Francia ejercía presión para acabar con la

resistencia pasiva poniendo a los trabajadores entre la espada y la pared cuando les proponían

unirse al movimiento separatista o perder sus trabajos. La producción de carbón era menor a

la normal y todo lo que había lo trasladaban los franceses, así que los altos hornos del Ruhr no

funcionaban y la industria siderúrgica quedaba parada. El marco había pasado en los primeros

7 días de agosto de 5 millones por libra a 17 millones y la frontera con el Ruhr fue cerrada.

Degoutte alegaba que era como consecuencia de la explosión de una bomba en Düsseldorf,

Page 44: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

43

limitando la llegada de mercancías y dinero, aumentando el costo de vida de la región para

aprovecharse del malestar en busca de que cooperasen con los franceses.

Los robos en la zona belga se habían vuelto cotidianos y amenazaban la integridad de

las fincas y granjas. Los desórdenes locales intentaban ser contenidos y estas contenciones

terminaban con la vida de algunos. Los desempleados invadían las calles de las ciudades con el

propósito de hacer que los comerciantes tuviesen que bajar sus precios a la fuerza y los

comunistas entraban en acción, sobre todo en el Ruhr. El 10 de agosto hubo una huelga de

impresores y la escasez de dinero se hizo sentir. No había más existencias de alimentos y los

empresarios se vieron imposibilitados de pagar sus nóminas. En la zona de Coblenza, zona

británica, Lord Kilmarnock buscaba convencer a Degoutte para que permitiera que ingresaran

marcos, pero este no cedió porque creía que las huelgas celebradas en ese territorio eran

financiadas por los británicos. Entonces en Colonia y Coblenza la escasez trató de remediarse

emitiendo su moneda propia, pero los grandes empresarios no confiaban en ellas, y al no

cumplir con el principio de aceptación no pudo transformarse en el medio de cambio. Por eso

los políticos locales animaron a huelgas para pedir aumentos de salarios en función del valor

futuro del marco o en relación al valor oro. El 13 de agosto se concedieron subas, pero

deberían ser abonadas en cheques, los que tardaban en ser convertidos en efectivo, por lo que

un día más tarde se reclamó por ello y las agresiones entre manifestantes y policías

aumentaron.

En Berlín los ánimos estaban más bajos pero la crisis política podía sentirse. Cuando la

huelga de los impresores cesó la gente buscaba ansiosa su dinero en el Reichsbank y se

esperaban disturbios si no se les podía pagar. “Todo lo que podía decirse del dinero era que

todavía circulaba porque no había más nada que lo reemplazase, pero ya no constituía ni una

medida fiable del valor de las cosas, ni tampoco un medio de cambio.”23 Cada producto tenía

un multiplicador que se utilizaba por cada compra para ajustar los valores. La Hacienda

buscaba la forma de organizar un sistema tributario que se acomodara a la circunstancia, pero

la única medida tomada fue la de imponer un recargo para la Ruhrkampf. Los impuestos sobre

la renta y los beneficios cuyas cuotas estuviesen pendientes se multiplicaron por 100 y 140 y

tres días mas tarde por 600, sin conseguir aún reducir en buena medida el déficit

presupuestario. Los problemas de la indexación y de la recaudación insuficiente se veían en los

servicios postales que encubrían el desempleo con cantidades innecesarias de empleados y

servicios que se encarecían cada vez más. En el caso de los ferrocarriles, las tarifas hacía 4

meses que no se revisaban y su aumento resultó repentino y profundo. Nadie en el gobierno

disminuía sus gastos, continuaban confiando en la emisión. La deuda nacional volvía a

duplicarse y se proyectaba un préstamos en valor oro, sin intereses y amortizable a 12 años a

un 150% para retirar el papel de la circulación configurando la primer medida que ayudaría la

estabilidad. Sin embargo, el Reichsbank era imparable. El precio en transporte crecía y con el,

la circulación de dinero. Los primeros días de Agosto el tipo de interés sobrepasaba la barrera

del 1% diario, el presidente aumentó el tipo de descuento del 18 al 30% anual y el de los

préstamos del 19 al 31%. Havenstein decía que debía dejarse que el tipo de interés se fijara

por el mercado, pero en realidad si esto se cumplía el tipo de redescuento tendría que haber

23 Fergusson, Adam; Cuando muere el dinero, el derrumbamiento de la república de Weimar; Buenos Aires, 1989; cap. 10

Page 45: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

44

sido del 360% anual. Lo cierto era que el objetivo de Havenstein se centraba en la impresión de

más y más billetes y medía su eficiencia en términos de la cantidad emitida e identificaba

como un problema que la banca privada estaba limitada a emitir solo 15 billones como

máximo. Ahora era necesaria la emisión para financiar el déficit del Ruhr, donde si se

abandonaba la resistencia significaría un colapso político.

El temor de que los disturbios en el Ruhr y del Rhin podían hacer que los franceses

ocuparan Berlín estaba en mente de los alemanes. En Baviera el movimiento de Hitler cobraba

vida y los comunistas alentaban a la violencia. Cuno advertía que las importaciones debían

restringirse, que la presión fiscal debía ser ejecutada y que era necesaria la unión nacional. Los

socialistas y comunistas permanecían hostiles al gobierno y buscaban debilitarlo. El marco

seguía cayendo, una huelga general parecía organizarse y Curzon emitía una nota a Francia

notificando que no tenía derecho de permanecer en el Ruhr. El gabinete de Cuno cayó y fue

designado en su lugar el Dr. Stresemann líder del Volkspartei, partido antisocialista,

constitucional y pro-empresarial. Stresemann se encargó de difundir la carta de Curzon, la

huelga general fue cancelada y el espíritu nacionalista resurgió. A pesar de su procedencia,

muchos empresarios con grandes cargas fiscales sospechaban de que su lineamiento tendiera

al socialismo, al mismo tiempo que los grupos que causaban disturbios eran mucho más

difíciles de gobernar. El pueblo apoyaba la Ruhrkampf pero se había vuelto insostenible, así

que Stresemann se comprometió a ponerle fin a la resistencia pasiva y por fin, capitular. Esta

decisión colaboró con Hitler para unificar a todas las fuerzas reaccionarias. En Munich, la

población estaba dividía entre los que proponían la separación de Baviera de Berlín y los que

estaban decididos a marchar sobre la capital. Hubo disturbios comunistas y manifestaciones

violentas de trabajadores en toda Alemania.

Havenstein empeoraba el panorama, convencido de que la emisión sólo ayudaba a

sostener la situación. Suministrar todos los marcos demandados era su objetivo principal pero

ahora los costos de su distribución e impresión se comenzaban a sentir. La circulación ascendía

a 63 billones de marcos. Contento de los niveles de emisión diarios que se alcanzaban,

Havenstein no tenía idea que el monstruo que azotaba Alemania era su propia creación. El

marco alcanzaba los 22 millones por libra y el déficit presupuestario aumentaba a paso

agigantado. Hilferding, el nuevo ministro de finanzas acusaba a Havenstein de dificultar los

intentos del gobierno por reducir la circulación de dinero porque continuaba emitiendo y

porque permitía que la gente accediera a divisas. Que el Reichsbank se convirtiera en una

institución independiente había sido un error. Tanto Havenstein como Stinnes eran partidarios

de la inflación. Por la influencia de Stinnes sobre el Reichsbank fue que los socialistas

comenzaron a movilizarse para pedir que Havenstein renunciara. Con la excusa de que su

presencia era necesaria para un potencial préstamo de Londres, permaneció en el poder. La

vida económica se paralizaba y los tranvías dejaban de funcionar por falta de dinero. Para fines

de agosto ya se emitían billetes de 100 millones de marcos y muchas empresas empezaron a

emitir dinero ilegal, sin respaldo del Reichsbank. La incertidumbre respecto de los impuestos,

su cuantía y su recaudación se expandía y a pesar de sus aumentos nominales, los ingresos

fiscales reales se habían reducido y representaban solo el 0,7% de los gastos. El presupuesto

no servía para nada. Muchos se preguntaban cuáles eran las verdaderas intenciones de

Havenstein.

Page 46: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

45

Hilferding necesitaba que el marco fuera estabilizado pero no encontraba otro camino

que el que el ministro anterior, Hermes había encontrado, el préstamo en marcos-oro que

llevaba pocos suscriptores. El ministro del interior buscaba redactar un presupuesto en oro. Se

promulgó un nuevo impuesto Rhin und Ruhr Opfer para ayudar a esa zona que consistía en

obligar a los comerciantes a entregar divisas haciendo que el marco tuviese una recuperación y

los salarios reales crecieron y los precios superaron a los internacionales. Havenstein atribuía

ahora la caída del marco al crecimiento de la deuda flotante y cuando se le preguntaba por

qué seguía financiando el déficit decía que era indiferente puesto que si no lo hacía, si se

hubiese elevado el tipo de redescuento para situarse en niveles cercanos a niveles de

depreciación monetaria perjudicaría a toda la industria y hubiese perjudicado nuevamente a

los precios. El primer billete de 500 millones de marcos se emitía los primeros días de

septiembre y se proyectaba el de 1000 millones. El espíritu fascista se gestaba en el sur con el

ascenso de Mussolini y el establecimiento de la dictadura de Primo de Rivera en España.

El 2 de septiembre una convocación nazista agrupó a 100.000 personas en Nuremberg,

donde Hitler, junto a Ludendorff realizó un ataque contra el gobierno al que acusó de

entregarse frente a Francia, constituyendo la Deutsche Kampfbund, unión alemana de

combate a cargo de Ludendorff. Hitler propugnó una dictadura militar y el último paso para

que se consolidase era que se produjese una catástrofe nacional en el Ruhr. Los trabajadores

no simpatizaban con los comunistas, pero en los turbulentos tiempos que se vivían todo podía

llegar a cambiar. En Hamburgo, las familias burguesas tomaban recaudos para evitar las

pérdidas por los saqueos y la delincuencia. El subsidio de desempleo no alcanzaba para

subsistir. El espíritu separatista reinaba más allá de la provocada por Francia en Renania. Una

dictadura se planeaba en las zonas de Pomerania, Prusia Oriental y Baviera. Existía un ejército

para que Noske, anterior ministro de defensa y actual presidente de Hannover, ocupase la

jefatura del movimiento con Hitler como su representante en Baviera. Ludendorff parecía

tener aires monárquicos, con lo que fue dejado al margen nuevamente.

Los pagarés de oro tenían cierta aceptación entre el público como medios negociables

y por la conservación de su valor, sin embargo, no tuvo un impacto significativo, y el control de

las divisas se ampliaba. Se creó un Comisariado para el Control de Moneda Extranjera con

amplios poderes para expropiar divisas a cambio vales canjeables por bonos-oro suspendiendo

varios principios constitucionales. En los días siguientes se dio la orden de aprehender oro,

plata, platino o sus aleaciones en monedas o en bruto. Se habían destinado 200 millones de

marcos-oro para garantizar emisiones de deuda pública nominada en dólares, y las reservas

eran muy pequeñas para ser el respaldo de una moneda nueva. El rendimiento de las

operaciones del comisariado no fue significativo. Los precios se expresaban en monedas

extranjeras y las pérdidas se medían en minutos. Los responsables se seguían buscando y se

había llegado a pensar que no había vuelta atrás. El desabastecimiento era evidente y las

largas colas se veían fuera de las tiendas. Pronto los campesinos se negaron a enviar

productos a las ciudades y había grandes éxodos hacia el campo para conseguir alimentos y a

pesar de que la cosecha había sido exitosa la población estaba hambrienta.

Page 47: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

46

Poniendo parches

“El dinero pierde su valor cuando abunda demasiado”24

El 18 de septiembre se publicó el proyecto del nuevo Boden Credit Bank, más tarde

conocido como Rentenbank. Se trataba de un banco de emisión respaldado, no por oro, sino

por hipotecas sobre los terrenos agrícolas y establecimientos industriales para hacer que los

campesinos cooperaran. El Bodenmark se convirtió en una moneda de solidez y el Reichsbank

comenzó a utilizarlo como unidad de medida. Sin embargo esta moneda fue pensada como un

nuevo parche para la situación. La primera mitad de septiembre la ocupación en el Ruhr era

responsable de más de la mitad del incremento de la deuda flotante a lo que se sumaba el

déficit de los ferrocarriles y del servicio postal. Inclusive, como en esa zona se introducían

francos, no era necesario abastecer con marcos, colaborando con la reducción de la

circulación. Lo más razonable era terminar con la guerra del Ruhr, pero el ferviente

nacionalismo que había generado ponía frenos, al igual que la pérdida que suponía de las

principales minas de carbón. Lo cierto era que Poincaré había vencido.

Se impusieron multas y cárcel a quienes acapararan alimentos, evada impuestos o

impidiese la distribución de combustibles, pero nadie podía hacer frente a la gran presión

tributaria y el impedimento para distribuir los alimentos era la ausencia de dinero con que

pagarlos. Había que buscar la forma de preservar la dignidad de Alemania para terminar con la

resistencia pasiva. Stresemann emprendió un camino hacia la estabilidad suspendiendo

artículos de la Constitución de Weimar, declarando el Estado de emergencia y dando poderes

ejecutivos a Gessler, ministro de defensa que había sustituido a Noske después del golpe de

Kapp. Esto fue un acto simbólico porque quien realidad quedaba al mando era von Seeckt,

comandante en jefe del ejército. Alemania se había convertido en dictadura y el país se dividió

en 7 regiones cuando el presidente Ebert anunciaba el fin de la resistencia en el Ruhr.

Sumado a la derrota en el Ruhr había que tolerar ahora las restricciones de la libertad

para controlar las turbulencias, y cualquier incitación se sancionaba con la cárcel o multas

superiores a 15.000 marcos-oro y si había muertes, se imponía la pena de muerte. En Baviera

se declaraba el estado de emergencia porque Hitler con su organización paramilitar había

asumido el liderazgo de la Kampfbund. ¿Acaso pretendía realizar un golpe de Estado o prefería

esperar? El gabinete bávaro violando el Tratado de Versalles nombraba al político

antirrepublicano Gustav von Kahr comisario general del Estado con poderes dictatoriales que

calmaron a Hitler y controló la situación. Gessler nombró a von Lossow comandante militar de

la zona, comisario oficial del gobierno y a von Kahr su adjunto civil. Las tensiones entre Munich

y Berlín aumentaban, y Alemania tenía dos dictadores, uno en cada ciudad. Von Seeckt sofocó

un levantamiento de derecha en Prusia y suprimió el ejército negro (francos) y al movimiento

de izquierda de Sajonia. Algunas industrias se forzaban por seguir produciendo con

normalidad, sin embargo una pérdida en la calidad era evidente.

La centralización logró calmar un poco los ánimos pero no el problema más grave: la

inflación. El 11 de septiembre el marco estaba a 315 millones por libra y el 9 de octubre

24 Fergusson, Adam; Cuando muere el dinero, el derrumbamiento de la república de Weimar; Buenos Aires, 1989; cap. 10

Page 48: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

47

pasaba a 5.700 millones por libra. Los sueldos representaban sólo el 20% de lo normal

generando impulsos revolucionarios a lo que se sumaba la desilusión del pueblo que había

invertido en la resistencia pasiva del Ruhr. La gente comenzó a creer que sólo con mano dura

era posible salvar la situación. Se aprobó la ley de ordenación bancaria y monetaria y

Stresemann expandió sus poderes. El Volkspartei quería acabar con la jornada de 8 horas,

medida que dividió al gobierno y hasta Hilferding, ministro de finanzas tuvo que dimitir. El

nuevo gabinete formado por Stresemann del 6 de octubre, tenía una tendencia derechista y

buscaba el máximo rendimiento de las industrias. La mayor productividad en cualquier caso

necesitaba el acuerdo de los trabajadores cuestión difícil porque cada uno buscaba su

bienestar individual. La ley de Prerrogativas que proyectaba ampliar los poderes de

Stresemann entraba en vigencia a mediados de octubre. El Volkspartei afianzaba el

nacionalismo y condenaba al marxismo y los socialistas salieron del poder. Los trabajadores

acabaron por aceptar la derrota del Ruhr y los empleados de las empresas de la zona

acordaban con los belgas y franceses volver a sus puestos de trabajo. Se terminaba con los

subsidios para la zona y los impuestos que se destinaban para ella pero el gobierno se

comprometía a implantar un subsidio de paro equivalente a medio sueldo para los que no

encontrasen trabajo. El 7 de octubre un grupo de industriales donde se encontraba Stinnes

comenzaron negociaciones con el Comandante en jefe francés para que días mas tarde las

actividades volvieran a la normalidad.

Por otro lado, había que comenzar con los pagos a Francia los que ya no eran posibles en

carbón así que la única solución consistía en emitir más billetes. El 10 de octubre el marco

cotizaba a 7.000 millones por libra, pero para el 18 de octubre era de 18.500 por libra. ¿Se

podía aceptar un control extranjero de las finanzas alemanas? Un préstamo, un nuevo banco

emisor y supervisión externa, tal como se había hecho en Austria parecía una solución viable.

Fue el 15 de octubre que se decretó la creación del Rentenbank y junto con el Rentenmark,

nueva versión del Bodenmark sobre el que no se tenía esperanzas. El invento de Schacht

buscaba liberar al Reichsbank de la financiación del déficit. El nuevo ministro de finanzas

Schacht sería luego nombrado responsable monetario y el Rentenmark. El futuro era incierto y

tras numerosos decretos se encontraban dos autoridades absolutamente acordadas, von Kahr

y von Lossow. Ambos se esforzaban por rechazar las ordenes de Berlín, incluso la de cerrar el

periódico de Hitler, la que días más tarde tuvo que ser llevada a cabo por publicar un artículo

desleal. Desde la llegada que tenía a la población Hitler fomentaba rencores y encontraba

responsables, von Kahr eliminaba el permiso de venta de su libro. El antisemitismo se estaba

avivando. El 20 de octubre Berlín pidió la destitución de Lossow, y von Kahr la anuló. Las tropas

circulaban por las calles para intimidar a los manifestantes (sobre todo a los de los astilleros).

El desempleo crecía a un 10% semanal y los precios escalaban nuevamente, Alemania ya no

era un país barato.

El 24 de octubre el Senado de Bremen emitió billetes oro por un valor de 1 millón de

dólares y su denominación ya no era en marcos, para evitar especulaciones y cálculos con la

depreciación. Los antiguos certificados en oro eran amortizables luego de 5 meses por bonos

del Estado de Bremen al 5%, nominados en dólares o en dinero del Reichsbank a la media del

cambio en New York. Todos los ingresos y recursos pasaron a estar respaldados por los

ingresos de Bremen, entonces la idea de una nueva moneda parecía una idea viable. Lo único

Page 49: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

48

que se temía es que se cumpliera la ley de Gresham de que el dinero malo expulsase al bueno

de la circulación. A pesar de ello, la ausencia total de la capacidad de ahorro se puso en juego.

Las existencias de los comerciantes necesitaban rotar rápidamente pero nadie tenía dinero.

Nadie querría retener una moneda absolutamente obsoleta. A partir de un cierto grado, la ley

de Gresham operaba en sentido inverso.

El movimiento separatista avanzaba y amenazaba en Prusia, Sajonia, Baviera y Renania.

Estos dos últimos eran los más importantes y el 30 de septiembre se reunieron de Düsseldorf

que arremetieron contra la policía, de los que fallecieron 11. El traslado y organización había

sido ayudado por Francia y los disturbios continuaron con o sin Francia. El 21 de octubre se

proclamó en Aachen una república Renana que ocupaba la zona de influencia de Bélgica y con

el apoyo francés se consolidaron las administraciones separatistas de Bonn, Trier, Wiesbaden y

Maguncia. El gobierno de estas regiones fallaba y lograba encontrar el orden adecuado,

Francia entonces puso la mira en Palatinado en Baviera para que se constituyese como estado

autónomo. Los comunistas promovían disturbios de los renanos en Hamburgo, las pagas

semanales no había solucionado el conflicto derivado de la depreciación. Para el 15 de octubre

se suprimieron las cartillas de racionamiento de pan y los estibadores y trabajadores de los

astilleros comenzaban sus manifestaciones y la violencia volvió a la calle.

Para el 21 de octubre el marco cotizaba a 80.000 millones por libra. La escasez de dinero

aumentaba y el Reichsbank no encontraba otra salida que imprimir. A los disturbios en

Hamburgo se le sumaba la población local y los salarios no eran ajustables mediante

multiplicadores: la depreciación corría. Los precios subían al ritmo en que lo hacían las divisas

extranjeras y se actualizaban constantemente. El 22 de octubre por decreto se obligó a las

tiendas a aceptar marcos y permanecer abiertas mientras que los trabajadores querían salarios

a valor constante pero se ofrecieron a aceptar los nuevos billetes hamburgueses marcos oro.

En cualquiera de los casos eran propuestas que los empresarios no podían aceptar y en

cualquier caso para las compras se necesitaban marcos de papel. El 1 de noviembre se

aprobaban 500 billones de marcos que fueron pagados en billetes oro municipales. Estos

últimos había que cambiarlos por marcos de papel y los cambistas comenzaban a aprovecharse

de la situación. Los despidos se agravaban y muchas fábricas de los industriales más

importantes cerraban. La falta de actividad estancaba a Alemania. Stinnes con sus colegas

negociaba con los franceses, pero en realidad quedaba claro que él, junto con los nacionalistas,

buscaban derrocar al gobierno. El impuesto sobre el carbón que Francia reclamaba para que

todo volviera a la normalidad era impagable. Renania no tenía gobierno, había caído en la

anarquía y no había policía que pudiese contenerlos. En Sajonia los seguidores de Dr. Zeigner

proclamaron la dictadura roja desobedeciendo a Berlín sobre restaurar el orden. Podía verse

que la única posibilidad de mantener una nación unida era tener una moneda y las esperanzas

sobre en Rentenmark aumentaban. El 30 de octubre el marco llegaba a 310.000 millones por

libra y del éxito que pudiese lograrse en el Ruhr dependían las cotizaciones en Nueva York para

conseguir nuevos créditos para las importaciones.

El 1 de noviembre las tropas de Hitler fueron convocadas a concentrarse en los límites

de Turingia para combatir a los comunistas. El comandante militar en Sajonia procedió contra

las Centurias Rojas incluyendo la detención de Zeigner instaurando conflictos entre los

comunistas del parlamento. El 2 de noviembre el pánico se visualizaba en la Bolsa, sobre todo

Page 50: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

49

porque existían 8 clases de billetes en circulación y las empresas no podían hacer frente a los

pagos. Una vez finalizado el proceso en Sajonia, el ejército se dirigió a Turingia lo que dio lugar

a nuevas protestas y saqueos.

Todos estaban convulsionados y sólo los municipios cuyos Notgeld con base en oro

hubiesen conseguido la confianza de la gente en base a una emisión limitada salían mejor

parados. Las largas colas se mantenían e incluso a quienes tuvieran dinero no les era sencillo

alimentarse y mientras las cosechas eran provechosas pero los campesinos no estaban

dispuestos a llevarlas a la ciudad. Las únicas dos soluciones viables resultaban ser la creación

de una moneda estable o aumentar las importaciones de alimentos. Von Kahr y von Lossow,

en Munich, esperaban aprovecharse de la convulsionada situación para proclamar la secesión

de Baviera como monarquía independiente. Pero con vientos a favor, el 8 de noviembre Hitler

se lanzó hacia un golpe de estado entrando en la cervecería Bürgerbraükeller, declarando el

inicio de la revolución nacional. Se ocupan cuarteles y von Kahr y von Lossow son tomados

como rehenes, mientras que se ocupa el Ministerio de Defensa bávaro. Durante el

enfrentamiento con el gobierno Lossow y Kahr son liberados por Ludendorff, los que dan

orden a la policía de poner fin al levantamiento. Ludendorff mientras tanto se dirigía al centro

de la ciudad y en el camino cada vez más personas se les unían, hasta que tuvieron que

enfrentarse a la policía, desatando un tiroteo que terminaría con Hitler herido y escapando. La

situación era y seguiría siendo aprovechada por los nazis, la inflación resultaba ser su mayor

aliada para revolucionar a la población. La simpatía con este grupo se despertó en numerosas

ciudades alemanas.

En Baviera se declaraba la ley marcial, von Seeckt eliminaba todos los partidos

extremistas y todo acto de violencia sería fuertemente reprimido. En Colonia los subsidios

habían cesado y la industria no podía recuperarse poniendo en dificultosas condiciones a la

población. La mejor solución era liberar las finanzas, pero esto atentaría contra la unidad del

país, dejando todo en manos de los separatistas. Un banco de emisión para el Ruhr y Renania

hubiese sido un grave error salvo que los hubiese absorbido el Rentenbank. El Rentenmark por

su parte parecía seguir la misma suerte del marco, a excepción de que se acabaran los pagos

improductivos que se realizaban con ellos, lo que se proyectaba

El 13 de noviembre Dr. Schacht era nombrado Comisario para la Moneda Nacional para

resolver las cuestiones sobre la estabilización de la moneda con una nueva y la relación de

cambio entre el marco de papel y ésta. Los nuevos decretos sumaban a la confusión y el

desconcierto aumentó en la semana del 10 de noviembre cuando por una huelga de

impresores no hubo diarios. Los gastos eran 1000 veces mayores a los ingresos y la deuda

flotante 15 veces mayor. Los sueldos de los funcionarios eran pagados en parte con papas. Los

gastos gubernamentales se estimaban en 15 trillones de marcos y el Consejo de

Administración del Rentenbank lo componían personas a las cuales la inflación había

agigantado su fortuna. El marco cotizaba a 6 billones por libra para el 15 de noviembre cuando

el Rentenmark se inauguraba, un nuevo medio de pago venía a sustituir a la antigua moneda.

Mientras se lanzaba la nueva moneda el marco llegó el día 20 a cotizar a 18 billones por libra o

4,2 billones por libra. Un billón de marcos equivalía a tan solo un marco-oro y el marco-oro

equivalía a un Rentenmark: la moneda por fin comenzaría su camino hacia la estabilización. La

confianza en este proceso era indispensable. El nuevo ministro de finanzas Dr. Luther tuvo que

Page 51: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

50

enfrentarse al problema que había dejado la Ruhrkampf, la que había reducido a niveles muy

bajos las reservas en oro, que ya no podían respaldar a la moneda. Por ello se optó porque el

respaldo fuese hipotecas sobre terrenos y con bonos de la industria alemana por 3.200

millones de marcos-oro, pero sólo se emitieron por un valor se 2.400 millones. El Rentenbank

era autónomo, el gobierno no podía interferir en sus decisiones y por el crédito de 1.200

millones dado al Estado, este se comprometía a no descontar ningún pagaré del Tesoro más

por el Reichsbank.

Las obligaciones de los deudores alemanes públicos y privados se habían reducido de

una forma impresionante. Era fundamentalmente extraño que las clases medias aceptaran la

nueva moneda cuando continuaba extinguiendo las deudas y exterminando sus ahorros. Sin

dudas la población estaba cansada y podían tolerar los costos de la estabilización y aunque el

respaldo y la situación en general resultaba por demás dudosa, luego del 20 de noviembre el

Rentenmark logró estabilizar al marco a pesar de que su emisión continuaba. Había una

escasez de dinero, lo que se mezclaba con la emisión ilegal de Notgeld y una cantidad

incontrolable de moneda extranjera. Se emitieron entre noviembre y julio de 1924, 3.300

Rentenmarks que se sumaban a la circulación de marcos de papel cuya equivalencia en

marcos-oro pasaba desde el 15 de noviembre a julio de 93 millones marcos-oro a 1.211. Los

marcos antiguos recuperaban su valor y ahora representaban un 70% de los Rentenmark en

circulación. La nueva moneda era una rareza, la estabilización del marco que había conseguido

no redujo no frenó el dinero legal en circulación, y en realidad no se trataba de una moneda de

curso legal, sino un medio legal de pago, no era convertible en oro, ni en los activos que lo

respaldaban pero podían canjearse por bonos de valor nominal en marcos-oro. El marco se

estabilizaba con la receta de disminuir los gastos del Estado, la negativa a suministrar más

créditos y el abandono de la flotación del marco para fijarlo en relación al oro y al dólar, o lo

que era igual, establecer confianza entre la población. Si definimos al dinero como medio de

cambio de aceptación general, la aceptación del Rentenmark era una cuestión interesante, no

había hecho más que llamarse de otra forma, pero la gente lo retenía en su poder y no lo

gastaba tan rápidamente. La velocidad de circulación disminuía y la nueva moneda era

aceptada por los campesinos, terminando así con el largo camino de desabastecimiento de

alimentos para las ciudades.

Schacht tuvo que solucionar varios problemas: el mercado negro donde el dólar

triplicaba al cambio oficial y los Notgeld que no permitirían firmeza mientras circulasen. El

Reichsbank ya no iba a aceptar los Notgeld y esto desató protestas. En Colonia, funcionarios e

industriales pedían que se mantuviese el dinero de emergencia pero Schacht se reafirmó. En el

mercado negro los especuladores eran historia y los préstamos fáciles del Reichsbank se

habían terminado. Los especuladores habían perdido con la solidez que recobraba el marco y

regresaban al Banco Central 10 millones de libras en moneda extranjera, entonces volvieron

sus vistas sobre el franco y comenzaron a operar contra el.

A pesar de la estabilización, los alimentos aún no llegaban. El consumo de leche se había

disminuido de 1.8 millones de litros diarios a 130.000 y la manteca no era un bien accesible a

la mayoría de la situación. Disturbios y asaltos continuaban y Stresemann haciendo uso de los

poderes que se le habían conferido dio mayor libertad de acción a von Seeckt que instruyó a

las autoridades militares para que controlaran los precios. Los socialistas veían como se

Page 52: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

51

deterioraba la democracia y desde el episodio en Turingia atacaban las acciones del primer

ministro. El 23 de noviembre el socialismo demostraba su disconformidad en el Parlamento

que hizo caer al gobierno. Stresemann se había propuesto acabar con la inflación y por

consiguiente con la “monarquía” de Havenstein en el Reichsbank, quien casualmente murió el

20 de noviembre. Stresemann perdía poder, sobre todo porque su política se había tornado

opuesta a la orientación que parecía tener en un comienzo y hasta sus seguidores se tornaron

en disconformidad. En el Ruhr se llegó a un acuerdo donde los propietarios de las minas se

comprometían a entregar todo el carbón y coque adeudado junto con 15 millones de dólares

por los atrasos, abriendo el camino para que Francia evacuara, camino para la futura caída de

Poincaré. Se decidió indexar las tarifas postales con base en oro y reducir el personal y demás

gastos públicos. Se volvió a las 9 horas de jornada y los salarios se redujeron. El gobierno de la

República Renana era disuelto y la tendencia al desempleo se desarrollaba. Las imprentas -que

ya no imprimían marcos- se encontraban en proceso de derrumbamiento. Los impuestos

comenzaban a ser una carga real a medida que la moneda se apreciaba, los tipos de interés

continuaban siendo altos y la inversión estaba estancada. Los precios subían y las quiebras

aumentaban. Dado el desempleo, los obreros se vieron forzados a tomar cualquier modalidad

de trabajo. Se buscó implantar un nuevo ordenamiento fiscal y a la vez se instituyó a Schacht

como presidente del Reichsbank. Se redujo la nómina y la cantidad e funcionarios públicos,

pero la medida fue aceptada porque sus consecuencias resultarían positivas. En enero los

ingresos ya habían alcanzado el 95% de los gastos y para febrero logró equilibrarse el

presupuesto. La sensatez había vuelto, la confianza se consolidaba y se forjaba la recuperación

financiera

Dr. Schacht sabía que el Rentenmark no era más que una remienda temporal para la

situación y que era necesario que se concretara el otorgamiento de un préstamo internacional.

Alemania tenía una balanza comercial positiva, pero solo porque no podía pagar las

importaciones y las industrias subsistían por sus existencias. La confianza se había recuperado

pero no así en las zonas ocupadas donde la falta de fondos los ponía en peligro y las industrias

apenas podían sostenerse. Potencialmente existía la posibilidad de que este sector se adhiriera

a los franceses. La falta de estabilidad un tiempo atrás en todo el país había hecho que los

comerciantes se diversificaran en la especulación para mantener su subsistencia y por lo tanto

ahora era bastante dificultoso volver a las prácticas normales de negociación. Los precios

habían bajado, pero el desempleo tomó el camino opuesto, entonces la gente no tenía con

qué comprar las mercancías que se ponían a su disposición, sobre todo en el Rhin y en el Ruhr.

En el resto de Alemania los precios eran sumamente bajos y los desempleados que vendían en

las calles vendían por un precio aún menor que los tenderos.

Los subsidios de desempleo no resultaban suficientes y había demasiados obreros a

tiempo parcial. En los días que siguieron al 2 de febrero se enjuicio a Hitler, el que resultó

absuelto causando disconformidad en algunos grupos. Para mediados de febrero von Kahr y

von Lossow dimitieron y las relaciones entre Berlín y Baviera se restablecieron. Los que habían

tenido acciones anteriores a la guerra habían perdido un cuarto de su fortuna, aunque en la

mayoría de los casos ya habían tenido que deshacerse de esas acciones y los verdaderos

enriquecidos de la hiperinflación habían sido los contrabandistas y especuladores. La clase

media, los trabajadores profesionales, los obreros manuales y los que recibían pensiones o

Page 53: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

52

subsidios del Estado frente a quienes habían realizado prácticas comerciales encubiertas o se

habían dedicado a la especulación conformaban un escenario muy distinto al de 1914. Las

clases medias que dependían de rentas fijas y los desempleados no veían esta estabilización

con gran alivio. Lo mismo sucedía en Austria y en Hungría. En este ultimo caso 1923 había sido

un año difícil con gran antisemitismo, el gobierno inclinado a los nacionalismos y las

agrupaciones impulsadas desde el ministerio de Guerra con jóvenes y estudiantes. Los

agricultores no atesoraban coronas, sino bienes, cosechas. El primer ministro optó entonces

por tomar el mismo camino que Austria y solicitar ayuda en el exterior obteniendo los mismos

resultados. La reforma monetaria de 195 estableció 12.500 coronas por un pengo.

En Alemania se necesitaban frenar las protestas por los perjudicados de la inflación. Fue

entonces cuando se emitió un decreto llamado la tercera imposición fiscal donde todas las

deudas se revalorizarían en un 15% o más pero no fue suficiente, sumándose en 1925 un

nuevo decreto por el que quienes fuesen poseedores de buena fe de créditos ya amortizados y

los hubiesen mantenido por 5 años tenían derecho a percibir un 25% más. Los grandes

beneficios obtenidos en consecuencia del fenómeno económico serían gravadas (impuesto

sobre los beneficios inflacionarios) y las medidas de reponer a quienes habían invertido en

empréstitos del Estado se extendían para 1925. Las especulaciones jugaban ahora en contra

del franco. El tipo de interés volvió al 30% y la tasa de desempleo cayó pero el gran número de

importaciones jugaba con la vida del Rentenmark y Schacht intervino nuevamente con las

tasas de crédito.

El Comité Dawes presentaba su plan a los aliados y era aceptado dando cierta

flexibilidad para hacer frente a los pagos de las reparaciones y los franceses y belgas

desocuparon el Ruhr. Se consolidaba con él la nueva moneda, el Reichsmark en sustitución a

todos los demás, otorgándose un crédito a Alemania, al que le siguieron otros que reanimaron

el comercio. Las empresas se habían desarrollado en un contexto donde la emisión financiaba

sus deudas y ahora se encontraban con que la estabilidad demostró su falta de competitividad,

y su productividad caía. Las riquezas de Stinnes se venían abajo. La confianza volvía a caer y el

flujo de capitales extranjeros cesó. El desempleo y el subempleo crecían de nuevo con una

nueva oleada de quiebras que los juzgados se negaban a resolver por falta de activos. Muchos

durante la inflación habían optado por comprar activos para reformarse o ampliarse, pero

ahora todo eso quedaba inmovilizado. Las empresas que quedaban no vendían porque la

población no tenía con que comprar. Muchos bancos se encontraban sin liquidez porque los

préstamos que habían otorgado no podían ser devueltos y muchos empresarios se vieron

imposibilitados de pagar sumas muy bajas. El marco permanecía estable pero no así el franco

que cotizaba ya a 150 por libra y ahora las industrias francesas ofrecían sus productos a más

bajos costos, como ya lo había hecho Alemania años atrás y algunas empresas se disponían a

cerrar temporalmente para vislumbrar el panorama. Para febrero de 1926 el desempleo

registrado superaba los 2 millones de personas, pero se mejoró la situación de los

profesionales pudiendo vivir de acuerdo a su status y sus servicios eran requeridos. Para 1927

los niveles de vida en términos generales del país habían aumentado considerablemente y sólo

en las zonas donde el desempleo era demasiado grande parecía haber consecuencias

desfavorables.

Page 54: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

53

La inseguridad social y económica junto con la descomposición de los principios éticos

dejaba su huella y la búsqueda de responsabilizar a algo o alguien por la crisis financiera se

prolongaba. Durante los meses de la inflación todos habían salido a buscar activos reales en los

que materializar sus ahorros y quienes más se habían enriquecido de la especulación que el

fenómeno propiciaba habían sido los judíos. Éstos eran quienes compraban los bienes de los

que el resto de la población debía despojarse para sobrevivir, generando un gran sentimiento

antisemitista. La corrupción se había convertido en moneda corriente y las clases más bajas se

dedicaban al robo y a la prostitución. Las sociedades anónimas se aprovechaban de sus

accionistas y el nivel de vida de la mayoría de la población había descendido. En 1924 se

condenó a Dr. Zeigner por corrupción, mientras que en Alemania la culpabilidad de quienes

violaban la ley era rápidamente desmentida y se declaraba la inocencia de los delincuentes.

Luther y Schacht imponían con más fuerzas que nunca sus restricciones sobre los industriales y

los comerciantes, pero era una cuestión inútil dado que con instituciones como el Seehandlung

eran capaces de recibir préstamos, como así también por las influencias de la Caja Postal.

Hacia 1925 Hindenburg accedía a la presidencia del Estado en abril y en diciembre se firmaba

el Tratado de Locarno (en el que se establecían las bases para reintegrar al país al mundo)

mientras que la entrada de capitales en el país se convertían en una fuente importantísima. Sin

embargo, no iba a poder ser posible devolver esos préstamos exteriores porque sólo

alcanzaban para el pago de las reparaciones.

Superado 1925 el mundo se enmarcaba con las mejoras de finanzas nacionales y una

confianza creciente. Para 1926 se dio una racionalización de las empresas y se formaron

grandes consorcios nacionales e internacionales para mantener los precios altos a pesar de los

altos tipos de interés. Stresemann a pesar de todo, permanecía atemorizado por el posible

recelo de los extranjeros. La agresividad de los grupos reaccionarios podían, en este contexto

de estabilidad, apaciguarse, sin embargo esto no calmó los ánimos y la influencia de los

nacionalistas crecía, lo que con el ascenso de Hindenburg reavivaban aún más las pequeñas

llamas de lo que luego culminaría con el ascenso de Hitler y la segunda guerra mundial.

Page 55: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

54

Conclusión

La política expansiva del Reichsbank había sembrado gran incertidumbre y desconfianza

entre la población de toda Alemania. No resulta extraño hoy encontrar testimonios que

cuentan sobre haber vendido sus propiedades frente a lo que el banco solamente fue capaz de

otorgar un papel como constancia de la suma porque no

se tenían billetes suficientes.

141 tipos de billetes inundaron la República de

Weimar entre 1874 y 1923 y se confeccionaron los

diseños más llamativos para que fuesen aceptados. A

pesar de la estética, nadie aceptaba cosas sin valor a

cambio de bienes. La pérdida del marco fue un alivio y

su recuperación un arduo trabajo con altos costos, aún

mayores a los que hubo que pagar por la guerra. Si bien

el Tratado de Versalles incidió, con o sin él, la política

monetaria hubiera resultado de la misma forma. Con

una circulación monetaria que crecía exponencialmente

y una autoridad, representada por la figura de

Havenstein que velaba por que continuara creciendo.

El trueque medieval era una seria realidad para

aquellos que buscaban sobrevivir a las condiciones tan

nefastas en las que estaban quedando. La distribución

de la riqueza se había tornado a favor de los deudores,

devastando los valores más arraigados de una sociedad

que un siglo antes había conseguido un avance importante hasta consolidarse como una de las

cuatro potencias, lo que se perdió a base de una guerra financiada con empréstitos públicos,

apostando a una rápida victoria. Pronto, financiar el déficit con emisión se volvió una rutina.

Los billetes pasaron a ser los empapelados de paredes y combustible más comunes. Era

paradójico que la cuna de la imprenta (de la mano de J. Gutenberg) con la que siglos atrás

revolucionaba el mundo y las posibilidades de crecimiento de toda la sociedad, ahora con el

mismo invento desgajaba progresivamente cada rincón de Alemania.

Si bien luego el Rentenmark vino a amortiguar los conflictos que existían, logrando

sostener con Schacht la emisión, devolviendo la confianza que invadía el ambiente, no pudo

con ello calmar los ánimos de una sociedad tensionada y convulsionada. El espíritu vengativo

que circulaba por las calles no tardó en ser adoptado por los grupos extremistas logrando el

ascenso, años después de Hitler, quien se encargaría de “buscar a los responsables” y “cobrar

justicia”, dos pautas que terminaron en el holocausto y en la Segunda Guerra Mundial.

Page 56: Vil metal, de cómo el dinero se conviertió en pesadilla

55

Bibliografía

LIBROS

Dornbusch, R., Fischer, S. y Startz, R; Macroeconomía; Editorial Mc Graw Hill; Madrid;

9ª edición.

Ferguson, Nial; El Triunfo del dinero, cómo las finanzas mueven al mundo; Editorial

Sudamericana S.A.; Buenos Aires, Argentina; Febrero 2010; 1ª edición.

Fergusson, Adam (versión en español de J.C. Gómez Borrero); Cuando muere el dinero,

el derrumbamiento de la república de Weimar; Editorial Alianza; Buenos Aires,

Argentina 1989.

Garrote López, Marcelo; Curso de perfeccionamiento para auxiliares docentes de la

cátedra de estructura de la economía, clase sector monetario; Argentina 1997.

Mochón, Francisco y Beker, Víctor Alberto; Economía, principios y aplicaciones;

editorial Mc Graw Hill; México 2008; 4ª edición.

PÁGINAS WEB

http://economy.blogs.ie.edu/archives/2008/04/la_hiperinflaci_1.php; Fecha de Consulta

13/01/2012

http://newsgrupos.niuz.biz/es-charla-politica-misc/952563-la-hiperinflacion-en-la-alemania-

del-principio-de-los-anos-20-a.html; Fecha de Consulta 14/01/2012

http://redalyc.uaemex.mx/pdf/877/87781507.pdf

http://www.1y2.com/t3197-la-hiperinfacion-alemana-de-1923; Fecha de Consulta 14/01/2012

http://www.ecb.eu/ecb/educational/hicp/html/index.es.html; Fecha de Consulta 15/01/2012

http://www.econlink.com.ar/definicion/inflacion.shtml; Fecha de Consulta 14/01/2012

http://www.enriquearenz.com.ar/Libertad9.html; Fecha de Consulta 13/01/2012

http://www.exordio.com/1939-1945/paises/economia1GER.html; Fecha de Consulta

13/01/2012

http://www.magicasruinas.com.ar/revistero/internacional/alemania-hiper-inflacion.htm; Fecha

de Consulta 13/01/2012

http://www.profesorenlinea.cl/universalhistoria/1aGM(VS).htm; Fecha de Consulta

15/01/2012

http://www.sjsu.edu/faculty/watkins.htm; Fecha de Consulta 13/01/2012