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VIII ENCUENTROCAF–SEGIB DE ECONOMISTAS:

IBEROAMÉRICA ANTE EL REDISEÑO DEL MUNDOY LOS CAMBIOS TECNOLÓGICOS: LA ECONOMÍA, EL EMPLEO Y LA PRODUCCIÓN

MARÍA SALVADORA ORTIZ (Compiladora)

COLECCIÓN ENSAYOS SEGIB, 1

VIII ENCUENTRO CAF-SEGIB DE ECONOMISTAS

María Salvadora Ortiz (compiladora)

© de esta edición, SEGIBSecretaría General Iberoamericana. Paseo de Recoletos, 8. Madrid 28001

Transcripción del Seminario: Rodrigo Soto

Coordiación del Seminario: Federico Poli (economista)

Diseño de colección: Dionisio S. Durán

Producción gráfica: Infinito Estudio. Depósito Legal: BA–268/2016

PRÓLOGO 7Rebeca Grynspan

INTRODUCCIÓN 13Guillermo Fernández de Soto

I EL ESCENARIO INTERNACIONAL Y LA NUEVA REALIDAD ECONÓMICA DE AMÉRICA LATINA 19

América Latina, entre logros y pendientes 21Rebeca Grynspan

Paisaje después de la tormenta 25Federico Steinberg

Una oportunidad perdida 31José Luís Machinea

Comentarios 36Rebeca Grynspan / Liliana Rojas-Suárez / Roberto Frenkel / Germán RíosLuis Serven / Guillermo Perry / Osvaldo Rosales / Miguel Hakim Pilar L´Hotellerie / Ángel Melguizo / Walter Molano / Federico PoliSaúl Weisleder / Juan Triana / Federico Steinberg / José Luis Machinea

II LA EMERGENCIA DE NUEVOS ACTORES GLOBALES Y LOS NUEVOS ACUERDOS COMERCIALES Y DE INVERSIÓN: DESAFÍOS Y OPORTUNIDADES PARA LAS EMPRESAS DE IBEROAMÉRICA 63

El multilateralismo en crisis 65Marta Lucía Ramírez

Descifrando la esfinge china 71Sergio Amaral

América latina y los “mega acuerdos” comerciales 77Osvaldo Rosales

Comentarios 85Walter Molano / Luis Felipe López-Calva / José Luis Machinea / Miguel HakimMario Cimoli / Pedro Antonio Merino / Guillermo Perry / Saúl Weisleder / Adriana ArreazaJosé Manuel Salazar-Xirinachs / Marta Lucía Ramírez / Sergio Amaral / Osvaldo RosalesRebeca Grynspan

ÍNDICE

III LAS RELACIONES DE EUROPA CON AMÉRICA LATINA 107

Introducción 109Pilar L’Hotellerie-Fallois

Comercio e inversiones en la relación bi regional 111Guillermo Perry

Diez elementos clave en las relaciones euro-latinoamericanas 117Ramón Jáuregui

Comentarios 124Marta Lucía Ramírez / Miguel Hakim / Sergio Amaral / Osvaldo RosalesFederico Poli / Juan Triana / Rebeca Grynspan / Guillermo Perry / Mario CimoliGonzalo de Castro / Liliana Rojas / Guillermo Perry / Ramón Jáuregui

IV PRESENTE Y FUTURO DEL EMPLEO EN EL MUNDO DE LA NUEVA NORMALIDAD Y EL CAMBIO TECNOLÓGICO ACELERADO 143

Desafíos en el mundo del trabajo 145José Manuel Salazar-Xirinachs

La OISS y la encrucijada de los sistemas de protección social 157Gina Magnolia Riaño

Productividad y gasto social: una encrucijada 163Mario Cimoli

Comentarios 167Roberto Frenkel / Saúl Weisleder / Liliana Rojas Suárez / Guillermo PerryÁngel Melguizo / José Luis Machinea / Luis Serven / Osvaldo Rosales / Federico PoliWalter Molano / Juan Triana / Rebeca Grynspan / José Manuel Salazar-XirinachsGina Magnolia Riaño / Mario Cimoli

V PERFIL BIOGRÁFICO DE LOS AUTORES 189

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La América Latina de hoy no es lamisma que la de principios de 1980,cuando enfrentó la crisis económica

más seria de su historia moderna. En el es-pacio económico, se fortalecieron las insti-tuciones macroeconómicas y maduraronlas medidas de estabilización que siguierona dicha crisis: control de la inflación, re-ducción del déficit fiscal, flexibilidad cam-biaria, mayor apertura comercial, mayorregulación bancaria, y prudencia de las po-líticas monetarias en manos de BancosCentrales independientes. En la primeradécada de este siglo, el entorno global fa-voreció las exportaciones de materias pri-mas de la región, e impulsó un fuerte cre-cimiento económico en buena parte deestos años. En el espacio social, desde me-diados de los años noventa los países de laregión impulsaron políticas que aumenta-ron el volumen de gasto social en coberturaeducativa y de salud y en asistencia social,con una mayor orientación hacia la pobla-ción con menores ingresos.

Como resultado de estos esfuerzos de-cididos, y a más de tres décadas de trans-currida la crisis de la deuda, América La-tina tiene hoy el nivel de desigualdad en

ingresos más bajo desde finales del siglodiecinueve; la proporción de población ensituación de pobreza más baja desde que secuenta con información; y una economíamás resistente a los efectos de las crisis in-ternacionales —como quedó evidenciadocon los moderados efectos sociales de la cri-sis financiera de 2009 y la notable recupe-ración del crecimiento en 2010—. La de-mocracia es también una realidadpredominante en la región, y en ella demanera creciente las organizaciones de lasociedad civil y los movimientos socialesbuscan influir en la manera en que se de-ciden y aplican las políticas públicas. Conla reducción de la desigualdad y la pobreza,y el aumento de los sectores medios, se hacatalizado una demanda por más y mejoresservicios públicos, así como por una mayortransparencia y más rendición de cuentasen lo político y en el espacio público, asícomo una mayor calidad en los servicios.No hay duda que la ciudadanía latinoame-ricana se ha hecho menos tolerante a la in-eficiencia, a la corrupción y a la desigual-dad, todo lo cual podría contribuir alfortalecimiento institucional de los países,aunque al mismo tiempo impone nuevos

UN DIÁLOGO ENTRE COLEGAS Y AMIGOSRebeca Grynspan. Secretaria General Iberoamericana

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retos sobre el sistema político y la capaci-dad de los Estados de responder a mayoresdemandas y aspiraciones de la población,especialmente en momentos de mayoresrestricciones fiscales y económicas.

América Latina enfrenta hoy un en-torno económico distinto del que se bene-fició hace pocos años, y que acentúa des-afíos pendientes que se deben priorizar enlas agendas de política pública de corto ymediano plazo. En los próximos años, la re-gión deberá transformarse para navegarun mundo que experimenta una redistri-bución significativa del poder económico ypolítico; un mundo que exige importantesresponsabilidades en el plano internacio-nal, al tiempo que se abordan demandas in-ternas de bienestar igualmente significati-vas. En consecuencia, las políticas que handado buenos resultados para la región en elpasado no son necesariamente las mismasque se requieren en los años venideros.

En este nuevo mundo en el que los pre-cios y la demanda de materias primas —laprincipal especialización productiva deAmérica Latina— se han reducido, la regiónrequiere afrontar responsabilidades inelu-dibles para la sostenibilidad de su creci-miento y su bienestar. Como se discute a lolargo de esta compilación, una de ellas esla poca diversificación productiva y co-mercial, tarea postergada durante los añosde auge. Se hace indispensable un impul-so a las políticas para elevar la productivi-dad y la competitividad, y que permitan alas economías regionales insertarse en ca-

denas globales de valor. Esto implica dar pa-sos decididos hacia la innovación, el em-prendimiento y la economía digital, a tra-vés de inversiones en calidad educativa, es-pecialización y formalización laboral, in-vestigación y desarrollo, infraestructura ylogística, y expansión del crédito productivo.Sin duda, avanzar en esta agenda deman-dará reformas profundas, incluyendo unareforma fiscal, junto con compromisos yalianzas entre el sector público y el sectorprivado, y los distintos actores políticos ysociales. También se requerirá de una ma-yor cooperación, integración y diálogo in-ternacional, que posibiliten la transferenciade conocimiento y tecnología y la apertu-ra de nuevos mercados.

En este sentido, la comunidad iberoa-mericana ofrece grandes oportunidadespara impulsar un espacio donde las tecno-logías, la innovación y el talento de mujeresy hombres fluyan en beneficio de sus so-ciedades. La cooperación multilateral y laintegración —hasta ahora relativamentebaja entre los países de América Latina—son esenciales para afrontar el nuevo en-torno global y aprovechar las áreas deoportunidad entre ellas, la colaboración eneducación y energías renovables, en inno-vación, infraestructura y logística, así comoesquemas para el desarrollo compartido dela economía digital.

Un ejemplo de lo anterior es el impulsoque la Secretaría General Iberoamericana(SEGIB) ha dado a la educación de cali-dad, a través de la cooperación entre los

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países iberoamericanos en el lanzamientode la Alianza por la Movilidad Académica,la más ambiciosa iniciativa de movilidadacadémica jamás emprendida en la región.Con esta iniciativa, cientos de miles de es-tudiantes, educadores e investigadores po-drán beneficiarse de la especialización ycalidad de los centros de estudio e investi-gación en toda Iberoamérica, al tiempoque aprenden a navegar ambientes diver-sos y multiculturales. Estos factores con-tribuyen a la competitividad laboral denuestros trabajadores y a la competitivi-dad global de nuestras economías. Amé-rica Latina tiene hoy a la generación másnumerosa que ha alcanzado el nivel uni-versitario, y ello representa una oportuni-dad para que la educación contribuya a so-lidificar los recientes logros sociales yeconómicos.

Una segunda responsabilidad, tambiénrecogida en esta compilación, es afrontarlos rezagos y vulnerabilidades que aún pre-valecen en buena parte de las sociedades dela región, y que no dependen directamentedel crecimiento económico. Por un lado,mujeres, jóvenes, adultos mayores, indíge-nas, afrodescendientes, migrantes y pobla-ciones rurales siguen enfrentando patro-nes de discriminación y de exclusión delos procesos económicos, de sus derechossociales, de acceso a servicios básicos, y derepresentación política.

Es indispensable mirar más allá de lospromedios y atender no solo las desigual-dades verticales (relativas al ingreso), sino

también las desigualdades horizontales,aquellas que experimentan grandes gru-pos de la población por motivo de género,etnicidad, ubicación geográfica, edad, entreotros. Es en la superposición de esas in-equidades en donde se ubica el núcleo dela exclusión y de la transmisión intergene-racional de la pobreza y la desigualdad.Por eso las próximas décadas deben seruna apuesta por la equidad en todos lossentidos.

Por otro lado, buena parte de la fuerzalaboral continúa con beneficios socialesfragmentados, incluso inexistentes, paraprocurar un nivel mínimo de proteccióncontra los riesgos de empobrecimiento.La persistencia de estos rezagos ha evi-denciado un claro distanciamiento entrela ciudadanía que los padece y las institu-ciones encargadas de representarla. Es ne-cesario, por lo tanto, sumar a las estrate-gias de reducción de pobreza ydesigualdad —muchas de ellas exitosas—,esfuerzos claros por avanzar hacia la uni-versalización de la seguridad social entodo el tejido social —como argumentamás adelante Gina Magnolia Riaño—, ypor reformar las instituciones del Estadopara hacerlas más inclusivas y transpa-rentes, con mayor capacidad para enten-der las diversas necesidades y generar con-fianza en la ciudadanía.

La tarea es crítica, pues requiere degrandes inversiones, de reformas profundasque no se hicieron durante el reciente auge—una oportunidad perdida, como le deno-

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mina más adelante José Luis Machinea—,de un fortalecimiento continuo a las insti-tuciones, del impulso a la inclusión social yproductiva de la población rezagada, y dereducir el distanciamiento entre la ciuda-danía y la política.

La coyuntura actual exige coordinacióny acuerdos. De la misma forma que en elpasado se fortalecieron las instituciones ylas políticas para lograr el rostro que hoytiene América Latina, con voluntad polí-tica, cooperación multilateral, y colabora-ción estrecha entre sociedad civil, gobiernoy empresa, es posible afrontar muchos denuestros desafíos.

En la primera parte de esta compila-ción, Federico Steinberg discute un esce-nario mundial de desempeño económicocon dos polos potenciales de creación de in-estabilidad económica internacional —ladesaceleración económica de China, y lasdificultades financieras y políticas experi-mentadas por Grecia—, lo que da paso a loslogros alcanzados, desafíos pendientes ypotenciales implicaciones de tal escenariopara América Latina. Esta discusión es re-cogida en detalle por José Luis Machinea,quien destaca el impactante progreso socialque alcanzó la región latinoamericana du-rante la década pasada, pero también se-ñala aquellos espacios de transformaciónque no se aprovecharon durante el augeeconómico, y que hoy requieren de esfuer-zos mayores para lograr un crecimientosostenido y un mayor bienestar de largoplazo en América Latina.

El contexto económico actual parece re-flejar a una América Latina dividida entrelos países que están afrontando una im-portante desaceleración económica —deri-vada del fin del auge económico que deja-ron las materias primas, con la consecuentecaída de ingresos tributarios—, y los paísesque están impulsando reformas a sus es-tructuras productivas, junto con una mayordiversificación comercial, con miradas ha-cia el Pacífico y hacia América del Norte.

En esta discusión, Marta Lucía Ramírezmenciona en la segunda parte del libro elmoderado nivel de integración comercialintrarregional que ha tenido lugar en los úl-timos años, destacando la citada divisiónen torno a los resultados moderados que hatenido el MERCOSUR y contrastándolocon el dinamismo potencial que se percibede un acuerdo como el de la Alianza del Pa-cífico. En torno al tema, Sergio Amaral re-coge la influencia que ha tenido China enAmérica del Sur y destaca que la aparentedivisión intrarregional no es tal en térmi-nos comerciales, puesto que varios de lospaíses de la Alianza del Pacífico compartenintereses y mantienen como mercados re-levantes a los países del sur del continente.Finalmente, Osvaldo Rosales discute demanera profunda las posibles implicacio-nes en distintas dimensiones —desde lo co-mercial y financiero, hasta la salud y los as-pectos legales y de propiedad intelectual—que para los países de América Latina ten-drán los nuevos mega acuerdos comercialesque se negocian en la actualidad.

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La tercera parte de esta compilaciónestá enfocada en las relaciones comercialesy de inversiones entre América Latina y Eu-ropa, tema en el que Guillermo Perry yRamón Jáuregui hacen un recuento de laevolución comercial y la dinámica de in-versión que han experimentado ambas re-giones durante los últimos años, describenel estado actual de tales intercambios, yplantean una perspectiva potencial de estasrelaciones en un entorno económico menosfavorable y en el contexto de nuevos megaacuerdos comerciales.

Finalmente, la compilación cierra conun diagnóstico exhaustivo de la situacióndel empleo. José Manuel Salazar-Xiri-nachs plantea diversos desafíos laboralesenmarcados en la informalidad, la vulne-rabilidad y deficiente calidad de los pues-tos de trabajo, el tamaño de las empresas,y las implicaciones de formas no tradicio-nales de creación de empleo y cambio tec-nológico. Este es un tema trascendentalpara América Latina, pues después delauge económico de la década pasada la re-gión logró la inclusión social a través demarcadas reducciones en la incidencia de

la pobreza y la expansión del empleo perocon persistentes déficits para una verda-dera inclusión productiva. En la actuali-dad, cerca de la mitad del empleo latino-americano es informal, carente debeneficios básicos de protección social, yalrededor de dos terceras partes de lasempresas que existen en la región son tam-bién informales. A este tema, Gina Mag-nolia Riaño suma los factores de enveje-cimiento y las discriminaciones laborales,con especial perjuicio hacia las mujeres.Mario Cimoli cierra sosteniendo que laproductividad y el empleo son la principaltarea que la región debe abordar para lasostenibilidad y aceleración de los logrosde los últimos años.

Con la publicación de este volumen, laSecretaría General Iberoamericana y elBanco de Desarrollo de América Latinaesperan contribuir a un debate actualizado,basado en la evidencia empírica, que per-mita dilucidar prioridades y sugerir cur-sos de acción de cara a los desafíos de laspróximas décadas. Gracias a todos los quehan contribuido a este esfuerzo que espe-ramos continuar en los próximos años.

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Este es ya el octavo encuentro que re-alizamos; cada uno ha sido enor-memente productivo y enriquece-

dor. Varios de ustedes han participado enotras jornadas y es muy grato tener aquí ca-ras amigas.

Quiero agradecerle a Rebeca Grynspan,por la iniciativa de volver a celebrar este re-tiro. Hemos encontrado un espacio en unmomento de gran importancia para la re-gión y para Europa. Como ustedes van a te-ner la oportunidad de comprobar, creo queeste evento tiene la particularidad de con-vertirse en un foro de estrategia que nos vaa permitir a todos enriquecer nuestra visiónen una circunstancia tan especial de la vidaeconómica internacional.

Voy a empezar por algunas reflexionesde carácter geopolítico que creo puedenser valiosas para el debate.

Partiré de una premisa, una premisaque es casi unánime y bastante elemental:

América Latina no es la misma de losaños 90. América Latina no es la misma delos años 80, América Latina no va a ser lamisma de la primera década del 2000. Porlo tanto, eso impone hacer unas reflexionesde lo que la región debe hacer. El caso de

América Latina, hay que mirarlo tambiénen contraste con Estados Unidos: que tam-poco es el mismo de hace 20 o 30 años.(Anoche veía en la televisión un documen-tal sobre el fracking y su impacto en la eco-nomía mundial y el tema ambiental.)

Europa –ya lo hemos visto estas sema-nas de información sobre Grecia–, igual-mente tiene sus complejidades y susdivergencias en lo ideológico y en lo eco-nómico.

Pero los tres –América Latina, EstadosUnidos y Europa–, tienen una enorme res-ponsabilidad en el periodo de transición enque nos encontramos y la consecuente de-licada fragilidad global. De hecho, vivimosen un mundo frágil, en un mundo que yome he atrevido a calificar en algún escritocomo “de paz fría”, y América Latina, Eu-ropa y los Estados Unidos tienen un roldeterminante en la gobernanza interna-cional de esa fragilidad.

Estamos, ciertamente, en un periodo detransición global y, por supuesto, el mundoestá muy fragmentado. Pese a que en la ac-tualidad los mecanismos para atenuar losconflictos internacionales son amplios, losriesgos geopolíticos en la mayoría de los

UN MUNDO EN TRANSICIÓNGuillermo Fernández de Soto. Abogado y economista. Director para Europa de la CAF, Corporación Andina de Fomento

INTRODUCCIÓN

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análisis se presentan como la mayor ame-naza para la estabilidad mundial durantelos próximos diez años. Amenaza que se ob-serva en la diversidad de los conflictos decarácter regional o de otra naturaleza pre-sentes en el mundo.

De ahí quiero partir para hacer una se-gunda reflexión que todos compartimos yes que vivimos en un mundo globalizado,estrechamente interconectado donde esprácticamente imposible que nuestros pa-íses puedan afrontar estos nuevos desafíossi no somos capaces de tratarlos de ma-nera conjunta.

Esto me lleva a una conclusión, y esque el sistema internacional que se creóhace más de 70 años, que veló por el buenfuncionamiento de la economía, de la se-guridad y de la paz mundial está, al decirde muchos expertos, en una encrucijada,y se considera que por el surgimiento denuevos actores que demandan una mayorpresencia no solamente en los escenariosinternacionales, sino también en la tomade las decisiones requiere de una revisióny actualización muy seria.

El otro elemento que debemos tener pre-sente es la importancia que tiene hoy elsector privado en cualquiera de sus mani-festaciones. El sector privado en la medidaen que moviliza recursos, tiene que ser to-mado en cuenta para cualquier nueva vi-sión que se establezca del sistema interna-cional. Las asociaciones públicas y privadasson un buen ejemplo del rol que el sectorprivado puede jugar en el financiamiento

de muchos proyectos de interés global. Estono puede desconocerse.

En síntesis la realidad internacional esdistinta.

Todos los factores señalados indican laurgencia de repensar las necesidades de unmundo tan complejo como el que se anun-cia. Tenemos que ser conscientes de ello.

Mientras esta transición se concreta, va-mos tener que aprender a vivir en los pró-ximos años con la fragmentación existente.Una fragmentación que es evidente en locomercial lo que se aprecia en las grandesnegociaciones comerciales y también estápresente en lo geopolítico. Enfrentamospues cambios y desafíos ineludibles. Los pa-íses con políticas 3 confiables, los paísesque “han hecho la tarea”, estarán mejorpreparados para afrontar las reformas y losretos por cumplir. Esta es una realidad in-discutible.

Son estas entre otras, las razones quenos llevaron a convocar a este destacadí-simo grupo de economistas y analistas de larealidad internacional, para evaluar lo queestá pasando en América Latina, lo quepasa en el mundo y, sobre todo, para miraren un espacio cerrado de reflexión cómopodemos enfrentar estas realidades.

Por otra parte, es claro que el ciclo de bo-nanza de América Latina terminó. Hemosganado mucho; en consolidación de la de-mocracia; hemos aprendido de las leccio-nes del pasado; hay una mayor disciplina yrigor en el manejo macroeconómico. Se re-dujeron los niveles de pobreza, crecieron

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las clases medias, pero también crecieronsus expectativas, y eso impone tareas nue-vas y desafiantes.

Igualmente, la región ha crecido en eldesarrollo del tejido empresarial. Para ellobasta considerar lo que hacen las multila-tinas, un buen ejemplo de cómo el tejidoempresarial ha crecido y cómo ha empe-zado a hacer un desembarco importante enEuropa y en los Estados Unidos.

Por lo tanto, es útil definir las necesida-des de la región y analizar los factores quevan a afectar su desempeño en los próxi-mos años. Esta es una de las finalidades deeste foro.

No puedo dejar pasar esta oportuni-dad sin mencionar el esfuerzo que se hahecho en América Latina por disminuir lapobreza. Ustedes conocen las cifras: desdeel 2002 hasta el presente se ha reducido encerca de 52 millones de personas. Este esun avance muy significativo que no sepuede perder. Lo peor que le podría pasara la región es que las nuevas clases mediasvolvieran a la pobreza. Ello tendría un im-pacto desastroso para nuestra estabilidadpolítica y social. De manera que esa esuna tarea que, unida a la lucha por dis-minuir los índices de inequidad resultafundamental. Asimismo, es preciso avan-zar en los temas de transformación pro-ductiva para ganar competitividad y ge-nerar mayor crecimiento. Es prioritarioasumir esta tarea, porque no podemos se-guir dependiendo de los vientos de cola fa-vorables. Los factores externos son un ele-

mento presente en la economía, pero la re-gión tiene que ser consciente de que esmás importante la transformación pro-ductiva que esperar a que nos llegue otroviento de cola.

El tema de la integración, que aquí seva a debatir es crucial. La integración yano es la misma de hace 30 ó 40 años; ya noes sobre la base de ver qué aranceles qui-tamos o disminuimos, o si en un espaciocomercial somos capaces de llegar a unarancel externo común que fue un granobjetivo. Hoy, la agenda de la integraciónes multidimensional. Estamos abocadosa ver cómo la región puede participar deuna manera activa, tanto en las negocia-ciones de la Unión Europea con los Esta-dos Unidos, como en las negociacionesdel Pacífico. En esta fragmentación entreel Atlántico y el Pacífico hay países deAmérica Latina que participan en las ne-gociaciones del TTP, no todos y, de otraparte tenemos que evaluar seriamente elimpacto que tendrá sobre el comercio in-ternacional la negociación de Estados Uni-dos y la Unión Europea.

Hay otros desafíos; Para CAF el tema dela infraestructura es una tarea fundamentalen comparación con los avances que se handado en otras regiones del mundo. El sec-tor requiere de importantes inversiones.Hemos venido señalándolo: se estima quepara cerrar el déficit de infraestructura –elemento esencial en los temas de integra-ción y de mejora de nuestra competitivi-dad–, se requiere duplicar la inversión que

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se hace actualmente, para llegar siquiera al6 o 7% del PIB, lo cual equivale aproxima-damente a una suma entre 200 y 250 milmillones de dólares al año.

El tema de la educación unido al am-bicioso programa que se ha impuesto laSecretaria General Iberoamericana de laMovilidad Académica, es otro de los gran-des desafíos inaplazables. Debo recono-cer que Rebeca ha puesto el dedo en lallaga sobre esta materia, y creo que todoslos países tienen que hacer una contribu-ción significativa.

El informe de la OCDE y de la CAF so-bre educación muestra, por ejemplo, que labrecha del rendimiento educativo de unestudiante de educación secundaria entreAmérica Latina y los países de OCDE,equivale aproximadamente a 2 años de es-colaridad adicional. Las desigualdades anivel regional también son amplias en tér-minos de acceso. Es cierto que hemos pro-gresado, pero cuando uno mira la cifra delinforme, de que solo el 56% de estudiantesde bajos recursos alcanza la educación se-cundaria mientras la cifra asciende al 87%en los estratos de mayores ingresos se re-vela la inequidad que persiste en el accesoa la educación.

Las empresas latinoamericanas tienenuna probabilidad tres veces mayor de noencontrar trabajadores con las competen-cias necesarias que las del sudeste asiá-tico, y trece veces 5 mayor que las de la re-gión Asia Pacífico. Por esta razón, reducirlas desigualdades e implementar políticas

públicas que mejoren la calidad y el pro-fesorado, y realizar actualizaciones del pen-sum académico será fundamental. Por es-tas razones quiero destacar este informecomo un documento orientador de granvalor.

En el tema de la innovación, los rezagosen inversión, en investigación y en des-arrollo, son muy grandes. También en estesector CAF ha hecho un esfuerzo valiosopara mostrar la necesidad de profundizaren las aptitudes relacionadas con el em-prendimiento. El emprendimiento es lanueva palabra del juego en los temas de in-tegración y de productividad como antesfue la competitividad. Emprender es hoyun elemento determinante para insertarnosmejor en la economía internacional.

CAF presento recientemente un informesobre seguridad ciudadana que muestra quepara el 24% de los latinoamericanos, la in-seguridad es la principal preocupación porencima de la pobreza y de los servicios de sa-lud deficientes o del desempleo. Este in-forme cuya lectura recomiendo, muestra es-trategias claras para avanzar en los distintosaspectos que tienen que ver con solucionesa esta valida preocupación latinoamericana.

Igualmente, este año se toman decisio-nes fundamentales en el campo ambien-tal. Lo que ocurra en la reunión de París endiciembre sobre cambio climático seráclave para el futuro de la humanidad. Amé-rica Latina en la reunión preparatoria dePerú jugó un liderazgo destacado. Creoque a pesar de las dificultades que hay para

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llegar a un acuerdo la región debe conti-nuar trabajando unida en esta materia paraalcanzar un gran consenso global.

Para concluir diría que América Latina,incluidos los organismos internacionales,tenemos que definir las tareas y actividadesque nos impone la nueva realidad. Creoigualmente que Europa tiene que seguirconvencida de que es uno de los grandesdrivers de la economía mundial.

Las relaciones de Europa y América La-tina que están en un buen momento pasanpor reconocer que las dos regiones tienenun rol trascendental en la encrucijada pre-sente. Una alianza estratégica con los Esta-dos Unidos con quien compartimos valoresy principios como la democracia y la liber-tad, no puede tampoco estar ausente ennuestra acción coordinada en el escenarioglobal en los próximos años.

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IEL ESCENARIO INTERNACIONAL Y LA NUEVA REALIDAD ECONÓMICA

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Una de las cosas que a menudo dis-cuto con los amigos europeoscuando abordamos la situación de

América Latina, es tratar de entender biencuál es el momento que vivimos en la re-gión, porque de alguna manera, cuando sehabla de la desaceleración en América La-tina –aunque la OCDE nos decía que en re-alidad no podemos hablar de desacelera-ción para todos los países de AméricaLatina, habrá que hacer las diferencias yver cuáles son los distintos grupos de paísesen esa dinámica–, muchos de fuera deAmérica Latina conectan inmediatamentecon la crisis económica y nos conectan denuevo con la América Latina que éramosen los 80 y no con la América Latina quesomos en 2015.

Parte de la reflexión tiene que ser, pre-cisamente, qué es lo que ha cambiado enAmérica Latina. Seguimos teniendo loque en algún momento se llamó ese “con-senso mínimo”, a pesar de la fragmenta-ción, diversidad o pluralidad, como lo que-ramos llamar. Mantengo esa discusiónporque en Europa se habla de la “Europaplural” y de la “América Latina fragmen-tada.” Entonces yo digo que o somos frag-

mentados los dos o los dos somos pluralesy diversos; pero aun dentro de esa frag-mentación de América Latina, creo quehabía un consenso mínimo (del que con-versábamos hace algunos meses), de queera necesaria la estabilidad macroeconó-mica, de que las elecciones eran un ele-mento fundamental, por lo menos en la le-gitimidad de origen, y que nos importabala equidad y la pobreza, y que en AméricaLatina había bajado la tolerancia hacialas enormes desigualdades en la región, yque esas tres cosas, independientementedel signo del gobierno, eran elementosque seguían presentes en la mayoría de laspropuestas y de las agendas políticas de laregión.

Este, sin duda alguna, es un momentodistinto, y lo que hicimos bien nos fortalecey lo que no hicimos, pues nos debilita. Gui-llermo Perry decía que hicimos la tarea ma-cro pero no hicimos la tarea micro, y la ta-rea micro nos va a perseguir: esa brecha, esadebilidad, nos va a perseguir en el nuevo ci-clo que inicia.

Otra cosa que uno oye muy a menudo,es que lo único bueno que sucedió en Amé-rica Latina sucedió porque teníamos bue-

AMÉRICA LATINA, ENTRE LOGROS Y PENDIENTESRebeca Grynspan. Secretaria General Iberoamericana

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nos precios de las materias primas y de losalimentos, que eso nos ayudó porque íba-mos solo a viento de cola. De alguna ma-nera se margina lo que pasó en la políticapública para aprovechar esas condiciones.Cuando vemos los trabajos que ha hecho elBanco Mundial, el BID, la CAF, la CE-PAL, para mencionar solo algunos, vemosque la política pública tuvo un papel muyrelevante en la disminución de las des-igualdades en la región; hubiéramos po-dido crecer sin reducir ni la pobreza ni ladesigualdad.

La desigualdad bajó de manera impor-tante y lo hizo no solo por la distribución,por el tema de las transferencias condicio-nadas de ingresos, la mejor política social,sino también por lo que sucedió en el mer-cado de trabajo, en un momento en el quese ampliaban las oportunidades de empleo,pero además entraba al mercado de tra-bajo gente que había tenido más acceso a laeducación.

Hoy comenzamos a ver que hasta po-dría haber retornos negativos a la educa-ción en el mercado de trabajo, y tenemosque poner atención a qué es lo que está pa-sando ahora, que le pondrá un obstáculo aesa posibilidad de seguir creciendo conequidad. Con eso de un lado, con menosespacio fiscal y con algunos elementos im-portantes para algunos países (como laapreciación del dólar que está golpeando aEcuador, a Panamá, a El Salvador, por suseconomías dolarizadas), además de estabrecha en productividad, y con esa tarea

micro o de la diversificación de nuestramatriz productiva que no ocurrió, ligada altema de integración regional que vamos adiscutir más adelante, todo ello nos co-loca, como bien decía Guillermo, en unaencrucijada.

Tiendo a llamar a esta encrucijada “unaencrucijada del éxito”, porque también enlo político, al haber cambiado dramática-mente la estructura social de América La-tina –creo que ese es un elemento funda-mental que está en el centro de nuestradiscusión–, también las aspiraciones y lasdemandas de la población son mayores:exigen, no solo tienen mayores aspiracionesde empleo y de oportunidades hacia ade-lante, sino que también tienen más exi-gencias sobre los gobiernos, sobre las ins-tituciones, sobre la corrupción, sobre latransparencia, etc.

Por tanto, hay una mezcla de elementos.Están por un lado las fortalezas de lo quehicimos bien, que pueden ser un elementode gran presión política sobre los gobiernosen un momento de debilidad económica y,por el otro lado, lo que no hicimos tan bieno lo que dejamos de hacer, representa unobstáculo importante para seguir por el ca-mino del crecimiento y la equidad.

¿De dónde van a venir las nuevas fuen-tes de crecimiento, las nuevas oportunida-des de empleo decente, digno, mejor pa-gado, para las aspiraciones de la población?No van a venir de la agenda que tuvimos enel pasado, va a tener que venir de unaagenda distinta, que es parte de lo que dis-

VIII ENCUENTRO CAF-SEGIB DE ECONOMISTAS

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cutiremos hoy. Ojalá lo hagamos sin dejarla intolerancia por la desigualdad que des-arrollamos un poco más durante estos años.

Cuando trabajaba en PNUD hicimosese informe de desarrollo humano titulado“El Ascenso del Sur”. Una pregunta quesurge hoy es: ¿realmente estábamos viendo

solo un periodo, un ciclo de la historia, o es-tábamos viendo una cosa estructural haciaadelante? Esa sigue siendo una preguntaabierta que vamos a discutir acá, junto conlas perspectivas en este nuevo mundo de laEuropa que conocíamos y que vemos en di-ficultades hoy en día.

El escenario internacional y la nueva realidad económica de América Latina

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Pensaba hablar más de la perspec-tiva global y José Luis de AméricaLatina, pero como Grecia está muy

caliente y llevo dos semanas muy sumer-gido en Grecia, voy hacer un poco de pers-pectiva global y a apuntar el tema griego,pues creo que tiene implicaciones para lasituación general.

Empezando por la perspectiva global,mi sensación es que en el mundo estamostodavía en una resaca importante de la granrecesión, pero aun así, tenemos un mundoque va bastante bien, aunque ahora mismoestemos en la zona del mundo, que es la Eu-ropa del sur, que posiblemente va peor; esdecir, estamos en una situación en la cualhay elevados niveles de endeudamiento postcrisis que van a tener que ser digeridos conlentitud y dolor en las economías avanza-das. En algunas se digieren mejor que enotras si la política monetaria ayuda, comoen Estados Unidos, y en otras, como Europa–si encima tenemos un problema impor-tante por la construcción del euro y cómohacer frente a esto–, es más complicado.Pero, aun así, tenemos a unas economíasemergentes –más adelante matizaré sobreAmérica Latina– que en términos generales

están creciendo bastante bien. Tenemosunas economías emergentes asiáticas que si-guen aguantando bastante bien –ahoramencionaré algo de China–, pero tenemosuna India en aceleración; tenemos a un con-tinente africano que, por primera vez, estáarrojando de manera continuada tasas decrecimiento bastante importantes, a pesarde que el fin del súper ciclo de commoditiestambién les va a afectar. En definitiva, te-nemos una economía mundial que siguesiendo –como nos repiten los organismosinternacionales– vulnerable a algunos ele-mentos de riesgo, pero que está avanzandoa buen ritmo.

Dentro de esa visión general, podría-mos decir que los dos focos, desde el puntode vista económico, más sensibles, son pre-cisamente los que se están manifestandoen las últimas dos semanas, que son: unriesgo de colapso en el sistemabursátil/bancario en China y problemasen Grecia, que pueden llevar a un empeo-ramiento significativo de la economía eu-ropea como resultado de un “Grexit”, queparece que no está sobre la mesa desdelas 6:00 a.m. de ayer solamente, así quetampoco está mal.

PAISAJE DESPUÉS DE LA TORMENTAFederico Steinberg. Economista principal. Real Instituto Elcano

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Como telón de fondo tenemos, creo yo,dos elementos importantes: uno es el re-galo para la economía mundial que su-pone el abaratamiento del precio del pe-tróleo desde finales del año pasado, que aAmérica Latina le afecta de manera des-igual y que, por otra parte, desde el puntode vista de la series históricas largas, puestambién es un poco peligroso porque po-dría anticipar algún tipo de desaceleracióna nivel mundial, ya que las desinfladas delos precios de las commodities –y del petró-leo en particular–, han venido acompaña-das históricamente de momentos de rece-sión, con lo cual hay que tener cuidado decuál de los dos efectos pesa más.

Por último –y creo que es algo especial-mente preocupante, pero no es un pro-blema acuciante para mañana–, es estaidea de que en el mundo cada uno va a losuyo, por decirlo mal y pronto, es decir, quelas estructuras de gobernanza económicaglobal, que parecía que nos la íbamos a to-mar un poquito en serio en 2009 y 2010después de la caída del Lehman, de lascumbres del G-20 de Washington y de Lon-dres, de la nueva discusión sobre la re-forma de la agenda, las reformas del extrafinanciamiento internacional, el espalda-razo a la Organización Mundial del Co-mercio. En fin, parecía que íbamos a teneralgún tipo de mejor gobernanza en otrosamplios temas de asuntos que no estabanbien gobernados desde el punto de vista in-ternacional, todo ello está básicamente des-inflado… Digamos, si queremos ser bon-

dadosos con el G-20, que está desinflado,ya no importa mucho, y si queremos me-terle el dedo en el ojo al G-20 –perdónpor la informalidad–, digamos que ha de-rivado en choques desde el punto de vistade las guerras de divisas o de la fragmen-tación del sistema comercial internacionalcon los acuerdos mega regionales que sehan mencionado anteriormente.

Por lo tanto, esa sigue siendo una de lasasignaturas pendientes que se vuelve to-davía más difícil si tenemos en cuenta queeste proceso de largo recorrido del cambiodel equilibrio de poder o de pérdida rela-tiva de las economías avanzadas, auge re-lativo de las economías emergentes y cho-que de modelos económicos –lo quellaman algunos esta “disonancia cognitiva”entre qué entienden por buena gobernanzaeconómica desde China hasta Brasil ohasta Nueva York, que no es lo mismo–,pues lo hace más complicado, poniendo so-bre la mesa rivalidades geoeconómicascada vez más importantes, que posible-mente no van a desencadenar conflictos,más allá de conflictos comerciales gestio-nables dentro de las reglas del juego, peroque no dejan de meter ruido y de alentarque en algún momento nos tendremos queocupar de esta mejora de la gobernanzaeconómica internacional.

Pasando a China y a Grecia –muy bre-vemente China y un poquito Grecia–: comosabéis, hay una serie de pasivos no recono-cidos en el sistema financiero chino que,desde el año 2008, se han podido meter

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bajo de la alfombra –continúo con estasexpresiones algo directas– y bueno, el úl-timo elemento de riesgo ha venido con estacaída significativa de la bolsa china que hasido frenada por una decisión guberna-mental drástica, de esas que claramentesolo se pueden tomar en algunos lugaresdel mundo. En principio parece ser unacuestión más bien aislada al sistema bur-sátil, seguida por el aumento de los preciosmuy significativo. Esta bajada ha supuestouna reducción de beneficios, pero todavíano han entrado en pérdidas y podría sergestionable sin mayores problemas o nocontagiarse al sistema bancario.

Esto lo pongo sobre la mesa, tampoco lohe podido seguir con mayor detalle, pero esalgo que podemos comentar por su im-pacto en el mundo en general. Estimacio-nes algo pesimistas dicen que esto le podríacostar hasta un punto y medio del PIB aChina este año. Eso podría tener impactosobre América Latina y sobre la economíamundial menos (pero algo), otros apuntana que esto sería más suave.

El caso griego sí que es el otro foco que,en las últimas dos semanas, ha estado apunto de descarrilar. Ayer a las 6:00 a.m.Merkel y Tsipras llegaron a un acuerdo yTusk, el Presidente del Consejo, les dijo“de esta sala no sale nadie hasta que ospongáis de acuerdo”, y dos horas y mediadespués se pusieron de acuerdo. Creo queno habíamos estado nunca tan cerca.

Esto plantea que, más allá de que ahorahay un programa sobre la mesa que será de-

batido en el Parlamento Griego el miérco-les, seguramente aprobadas las medidasque los países europeos piden que se aprue-ben de antemano antes de poder negociarel rescate, lo que se llama prior actions; es de-cir, la idea de que el resto de socios euro-peos ya no se fían de Grecia, del gobiernode Tsipras particularmente, porque el re-feréndum, que en sí mismo podía habersido una buena idea de haberse producidode una manera ordenada, bien estructu-rada, como Cameron hará el referéndumbritánico sobre “Brexit”, en el caso griegoes percibido como una herramienta de pre-sión en medio de la negociación y, por lotanto, es algo que si acaso –y esto es lo quetodo el mundo se está preguntando– puedehaber servido para fortalecer la posición in-terna de Tsipras, lo que le permita estemiércoles aprobar estas prior actions en elParlamento sin que una parte importantede su partido se le vuelva en contra, algoque posiblemente se produzca.

Esto llevará a un nuevo paquete. Hoy elEurogrupo tiene que hablar de block fundingde urgencia para poder pagarle al BancoCentral Europeo los 3 mil quinientos mi-llones de euros el día 20 de julio y también,si es posible, para devolverle al Fondo Mo-netario los 1,500 que no le pagó la semanapasada, que es lo que le permitiría al Fondoseguir siendo parte de la troika.

Por lo visto, Grecia no quería al Fondocomo parte de la troika, lo cual es paradó-jico porque el Fondo es el gran defensor dehacer la reestructuración de la deuda. Por

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otro lado, me imagino que en Grecia tene-mos el fenómeno este, conocido en algunospaíses de América Latina, de que el FMI seha convertido en el enemigo a batir y me-jor que no esté, pero es curiosa esta cons-telación. En términos europeos, todo tieneuna segunda y una tercera derivada que locomplica todo.

Mi impresión es que aquí la cuestión si-gue sin resolver. ¿Será capaz Grecia de ha-cer las reformas estructurales que con-viertan su economía, que es básicamenteuna economía rentista y que no se ha mo-dernizado en ningún momento como paraenfrentarse, ya no a una economía europeacompetitiva, sino a una economía globalmucho más dinámica que cuando la propiaGrecia entró en la Unión Europea a prin-cipios de los 80? Sabemos también que losgobiernos anteriores no hicieron esas re-formas, ni PASOK, ni Nueva Democracia,ni los socialdemócratas ni los conservado-res. Está por verse si Tsipras las puede ha-cer, ahí hay un debate, o no las quiere ha-cer, o no es capaz de hacerlas –podemosentrar en ello–; en todo caso, mi sensa-ción es que tendremos acuerdo y que den-tro de un año estaremos otra vez igual.Esta es un poco la dinámica.

En todo caso, el hecho de haber alejadootra vez el riesgo del “Grexit” es funda-mental. Me parece que Schäuble, Ministrode Finanzas alemán, infra estimó el riesgode una salida de Grecia, aunque sea algo queaunque todavía se puede dar. Posiblementesi Grecia saliera hoy se podría gestionar el

contagio hacia otros países de la periferia eu-ropea, el Banco Central Europeo podría sa-car toda la artillería y se podrían activar me-canismos o crear nuevos, el problema seríay tiene que ver con el proyecto europeo, conla irreversibilidad de la unión monetaria y,sobre todo desde un punto de vista más deevolución histórica a largo plazo, con el he-cho de que la Unión Europea ha sido un pro-yecto en el cual todos los que se han unidopoco a poco han ido aumentando su nivel derenta per cápita, de prosperidad, de estabili-dad, de respeto a los derechos humanos, deconsolidación democrática, y si hay un casoen el cual no solo te vas atrás un 25% del PIB,sino que vaya usted a saber qué pasaría enuna Grecia sin los anclajes institucionales dela Unión Europea, esto podría ser un poco elfin del sueño europeo, que creo es lo que es-taba detrás de la cabeza de la mayoría de losjefes de Estado y de gobierno ayer, y notanto el elemento geopolítico que se ha es-tado poniendo sobre la mesa estos días porparte de Obama y de otros, el “no lo haganporque esto tiene un impacto sistémico, siGrecia cae en manos de Rusia…” (Bueno, alprecio que tiene ahora el petróleo, muy po-siblemente Rusia no iba a tener fondos pararescatar a Grecia ni iba a estar interesada enhacerlo, aunque le pareciera magnífico a laRusia de Putin tener la frontera sureste de laUnión Europea en problemas, que se ven-dría a sumar a la frontera por la parte deUcrania, que también está en problemas,pero no como algo donde ellos puedan avan-zar…)

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Para ir terminando, dos elementos im-portantes que se extraen como lecciones dela crisis griega y que pueden ser cosas a te-ner en cuenta cuando hablamos de gober-nanza económica global.

Todos conocemos el trilema de Rodrik ycómo, en la crisis del euro, se está poniendode manifiesto esto de la incompatibilidad, lainconsistencia entre integración completa –en este caso euro–, democracia, nivel es-tado–nación; o sea, soberanía nacional ydemocracia. Aquí lo que hemos visto es quela pertenencia al euro hace que uno hayaperdido la soberanía nacional desde elpunto de vista de la capacidad de ejercer susoberanía económica plenamente. Esto te-níamos que haberlo aprendido.

Se suponía que con la construcción de launión monetaria lo que íbamos a hacer eraolvidarnos de que la democracia se ejercíamediante la soberanía nacional y había queir caminado a ejercerla mediante la sobe-ranía europea, la creación de esa idea de launión política, de un demos europeo que noexiste pero que, se supone, estamos cons-truyendo.

El referéndum griego nos retrotrae a lopeor, es decir, a que se ejerza la democraciavolviendo a la soberanía nacional, pero elproblema es que aquí tenemos la soberaníanacional griega, pero tenemos la soberaníanacional alemana y la finlandesa y la es-tona, y algunas de estas son importantesporque el programa de rescate del MEDElo tendrá que aprobar el Parlamento Ale-mán y eso, a mi entender, es lo único que

explica que la posición alemana en el Con-sejo haya sido tan dura. Es intentar mostraren su Parlamento nacional: “los hemos ma-chacado”, con perdón, y así que como ya noles podíamos sacar más, apruébenme esteúltimo rescate en el que vamos a tener quevolver a darles dinero. Si no, me pareceque ha sido un poco exagerado… Entoncesestá sería la primera lección, más política.

La segunda es un tema de diseño deleuro, que es dramática: todo depende delo que haga el Banco Central Europeopara evitar el “Grexit” o no; hace rato elBanco Central Europeo ha mantenido laELA, no la ha aumentado, es decir, la fi-nanciación a los bancos tal y como la te-nía la semana pasada, lo cual hace quehaya que mantener el corralito pero nohaya un colapso inmediato de los bancos.Está en las manos del Banco Central Eu-ropeo forzar la salida de Grecia, porque sicorta la financiación hay que empezar aemitir una moneda paralela rápidamente,aunque por lo visto no hay un plan parahacerla, lo cual se ha comentado casi dechiste. Es una cuestión complicada desdeel punto de vista del diseño del euro: nole puedes dejar al Banco Central Euro-peo, como institución sin la legitimidaddemocrática o sin la capacidad de tomaruna decisión política como la que implicadejar salir a un miembro del euro, a unainstitución como el Banco Central Euro-peo que, por otra parte, tiene un man-dato que es el que es y que está atado depies y manos… Y mientras no haya una co-

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bertura política, que ahora mismo pareceque la hay porque el acuerdo está sobre lamesa y tendrá que ser ratificado paramantener la liquidez a los bancos; si no,tendría que cortársela porque estaría ha-ciendo financiación monetaria, que estáprohibida por el Tratado… O sea que estohabrá que pensarlo de nuevo. ¿Cómo esque un prestamista de última instanciapara los bancos, ya no para los soberanos,no puede ser prestamista de última ins-tancia? Esto es un problema.

Para cerrar y que José Luis aborde los te-mas más latinoamericanos: una vez queesto queda, digamos, “encapsulado” du-rante algunos meses (hasta que vuelva), elposible impacto sistémico de Grexit des-aparece, lo cual es muy positivo desde elpunto de vista del crecimiento mundial.Esto permite que algunas de las cosas queestaban sobre la mesa, como la posible su-bida de tipos en Estados Unidos en el cortoo medio plazo, que puede traer turbulen-cias en algunas economías en América La-tina, como seguramente vamos a comentar,vuelva a estar claramente en la agenda.

Si ha habido un impacto sistémico de“Grexit”, evidentemente la FED reconsi-deraría todo esto. Más allá de que el PIBgriego sí que va a caer este año (lamenta-blemente, porque estaban saliendo, peroahora no van a poder), esto va a volver aquedar de momento un poco más comoun tema europeo.

Volviendo a abrir el mapa en lo glo-bal, podemos considerar que, en principio,estos dos focos de alta inestabilidad posi-ble, China y “Grexit”, están contenidos ypodemos seguir con el escenario en el cualel crecimiento sigue siendo fuerte, no tanfuerte como en la pre crisis, a distintas ve-locidades y con una América Latina –yahí le paso el guante a José Luis– dondetenemos cada vez más divergencia entrelos que la están pasando especialmentemal por el fin del súper ciclo de commodi-ties y porque no tienen mucho margen depolítica fiscal y monetaria en casa y, losque tienen algo más o están ya en una se-gunda o tercera oleada de reformas es-tructurales para preparar todo lo que Re-beca mencionó.

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Quisiera comenzar con unos brevescomentarios sobre el escenario in-ternacional.

En primer lugar, la cuestión de la Re-serva Federal y el previsible aumento de lastasas de interés. Creo que, por suerte, te-nemos una Reserva Federal muy cuida-dosa con el manejo del aumento de las ta-sas de interés, por lo cual creo que el efectova a ser menor al que se podía presumir.Entre otras cosas ello es consecuencia quelos mercados ya habrían descontado granparte de ese impacto, en especial conside-rando que la Reserva Federal antes de mo-verse evaluará no solo la situación de la eco-nomía de Estados Unidos sino también laevolución de la economía mundial.

En segundo lugar, un comentario sobreChina. En el trabajo impreso que se en-tregó, trato de argumentar que en Chinahay problemas de distinto tipo. Entre ellosel extraordinario aumento del tamaño delsistema financiero en los últimos años,hasta llegar a representar alrededor del220% del PIB en la actualidad. Un tercio esshadow banking, con todos los problemasque ello implica. A eso se le agrega la so-breoferta en el mercado inmobiliario, con

la consecuente baja en el precio de las vi-viendas en varias regiones. y los problemasde solvencia de algunos operadores en estemercado. Todos estos problemas son cier-tos, a lo que habría que agregarle el temade los últimos días: la burbuja bursátil y laconsecuente volatilidad de las acciones.

Pero, para ser provocativo, mi impre-sión es, salvo que se cometan muchos erro-res, lo que no es descartable, que vamos atener un bail out en China, así que yo no veoproblema de grandes crisis, no va a pasarcomo con Lehman Brothers y luego losbomberos para apagar el incendio, sinoque el bail out va a llegar antes y posible-mente le cueste 3 o 4 puntos del Productoa China, pero tienen con qué enfrentarlo.No quiero minimizar el tema, simplementequiero subrayar que no creo que este sea unproblema grave.

Como todos sabemos, China dependiódurante mucho tiempo de las exportacio-nes; sabemos también que después de lacrisis fue inversión el elemento dinámicode la demanda y, una parte importante deeso fue construcción, y un 70% de la cons-trucción fue el mercado inmobiliario. Esoes lo que está en crisis. Esos fueron los dis-

UNA OPORTUNIDAD PERDIDAJosé Luis Machinea. Expresidente del Banco Central y Exministro de Economía de la República de Argentina

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tintos motores del crecimiento chino a tra-vés del tiempo. Y si uno va a China –comoen un momento tuve la oportunidad de ha-cerlo– los chinos están todos convencidosde que ahora llegó el momento del con-sumo, pero quienes no parecen haberse en-terado son los chinos, porque el consumoprivado en el año 2000 representaba, alre-dedor de 47 puntos del Producto, y esobajó a 35% del producto en 2011 y desde en-tonces solo ha subido a a 36% en 2004. Sila inversión en China es, a diferencia delresto del mundo, un 40% más alta que elconsumo; ello implica que para compensarun punto del producto que baje la inversiónpor la crisis del mercado inmobiliario, elconsumo debiera crecer 1,4 puntos del Pro-ducto. Esa es una característica muy dis-tinta de la que puede observarse en otrospaíses

Entonces, –sin querer minimizar el pro-blema del sistema financiero de China, hayun problema estructural que tiene que vercon el crecimiento con el motro del creci-miento de largo plazo de China: ¿cómo au-mentar el consumo? Considerando la ex-periencia que hay en América Latina, creoque podríamos asesorarlos en esa materia.

El gran problema parece ser la dismi-nución del aumento del comercio, una no-vedad después de más de seis décadas. Enparte era esperable porque la deslocaliza-ción está llegando a su fin. Además, lo queha disminuido más es el valor del comercio,el volumen ha disminuido bastante menos.Entonces si bien hay desaceleración del co-

mercio y ese es un problema grave, quizássea algo menos grave por la disminución delos precios de las commodities.

En el período 2003–2011 el ingreso porhabitante en América Latina creció más(3,2%) que en la época dorada de la susti-tución de importaciones, solamente supe-rada por la década de los 70. Digo esto por-que se suele comparar el crecimiento delProducto en América Latina en esas tresdécadas doradas, del 50 al 80, con el Pro-ducto actual, pero la población crecía aotro ritmo, por lo que es relevante hablarde Producto por habitante. Entonces fueuna época en que nos fue muy bien, aun-que menos sustentable que en el período1950–80 La segunda cuestión es que, comoconsecuencia de ello, ha habido conver-gencia. Como vemos en la lámina huboconvergencia de los países en desarrollo en-tre el 2000 y 2015. Como sabemos no hahabido convergencia cuando se toma encuenta períodos más prolongados, pero lamenos en los ú últimos 15 años, hemos re-cuperado algo. No es para hacer una fiesta,sobre todo teniendo en cuenta cuál es la si-tuación actual de América Latina.

El crecimiento del producto mundial,el crecimiento del comercio, los términosde intercambios favorables, el gran creci-miento de las remesas y la abundante li-quidez, fueron factores que contribuyen aexplicar el crecimiento de América Latina,como bien decían Rebeca y Guillermo haceun rato. Todas esas cosas ya no están. Yosolo trato de argumentar que los términos

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de intercambio siguen siendo en AméricaLatina mejores que lo que fueron en las dé-cadas del 60 al 2000. No es para hacer unafiesta, están mucho peor que en la décadapasada, pero tampoco son tan malos mira-dos desde una perspectiva histórica.

El segundo punto se refiere a que se haargumentado que las remesas ya no cre-cen al ritmo de los últimos años. Sin em-bargo, ello es válido cuando se hace el cál-culo de las remesas totales. Ahora, si unosaca a Ecuador y Colombia –que dependenmucho de España–, y saca a México –quetiene un problema más estructural con losEstados Unidos–, en el resto de países deAmérica Central que reciben remesas, estashan crecido en los últimos años al mismoritmo (y un poco más) que el crecimientodel Producto. Por lo tanto no es cierto queel ritmo de crecimiento de las remesas nosiga siendo elevado para los países de Amé-rica Central.

El otro punto es respecto de la liquidez,sobre la que se duda si va a seguir siendoabundante. Yo pienso que no será tan abun-dante como antes, pero de cualquier ma-nera creo que, visto desde una perspectivahistórica, vamos a tener una situación de li-quidez razonable –o sea bajas tasas de in-terés– en los próximos años.

En resumen: lo positivo, la tasa de cre-cimiento per cápita, la gran reducción deldesempleo (bajó de 11,2% o cerca de 6,7%dado que el crecimiento ha sido más in-tensivo en el uso de mano de obra en Amé-rica Latina que en el resto del mundo); me-

jora en la distribución del ingreso –no doydatos porque si no, no terminamos nunca–. Todos conocen la fuerte reducción de lapobreza; aumento del gasto social en 6,5puntos del Producto desde el 90 a la fecha;una situación macro más controlada, conexcepciones que todos conocemos; au-mento de la recaudación impositiva de casi6 puntos del Producto; disminución de ladeuda pública, la deuda externa ha dismi-nuido por más que esté empeorando leve-mente los últimos años; hay menor fragili-dad del sistema financiero, tipos de cambioflotantes y, uno podría agregarle, aunquecon una gran heterogeneidad, el aumentode la inversión. La tasa de inversión llegó aser del 22% en América Latina, pero au-mentó a partir de niveles muy bajos.

Déjenme ir a las deficiencias, que aquítambién han sido mencionadas: menor cre-cimiento que en otras regiones; bajo au-mento de la productividad; el gasto en in-vestigación no aumentó; la región siguegastando poco –los cinco países que gastanmás, gastan en promedio menos de 0,6puntos del Producto, escasos avances en lacalidad de educación y, como se ha dicho,un rezago extraordinario en patentes.

En la última década, la cantidad de pa-tentes aumentó en China 1.300%, en la In-dia 626%, en América Latina –y mejoraronmuchísimo en los últimos años–, 84%. Todal América Latina tiene solamente el doblede las patentes de Nueva Zelanda y menosque las de Australia. Las patentes puedenno ser el mejor indicador, pero son un in-

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dicador en términos de la capacidad decompetencia comercial en el mundo.

También están las deficiencias en in-fraestructura, como ha sido dicho aquí; elsuperávit en la cuenta corriente dejó pasoa elevados déficits agudizados por menoresprecios de exportación. La política fiscalfue entre neutra y contra cíclica hasta el2008, pero pro cíclica de ahí en más. Por lotanto hay escaso margen para hacer políti-cas contra cíclicas en los próximos años. Noes un problema serio en esta coyuntura,porque la principal restricción al creci-miento está, una vez más, en el sector ex-terno. O sea, en aquellos países donde haymargen para hacer políticas contracíclicasdesde el punto de vista fiscal no tenemosdemasiado margen por las limitaciones delbalance de pagos.

Voy terminando: tenemos además unbajo crecimiento del volumen de exporta-ciones, una primarización de esas exporta-ciones y una dominancia de China. Res-pecto del volumen, del año 2000 a la fechael volumen de exportaciones creció al 3,64%por año; la restricción externa está ahí, ace-chando, y cuando desaparece el aumentode los precios, aparece en toda su magni-tud. El mundo aumentó sus exportacionesal 5,0% y las economías emergentes al 7%.

La segunda cuestión es la primarizaciónde las exportaciones, que todos conocen.Del 2000 al 2013 aumenta la exportaciónde productos primarios y productos ma-nufacturados basados en recursos natura-les, con una fuerte dominancia china. De

las exportaciones de América del Sur aChina, 96% son recursos naturales manu-facturas basadas en productos primarioscon escaso valor agregado Excluyendo aMéxico, a los mercados del mundo des-arrollado les exportamos mucho más entérminos de valor agregado que a China, ysabemos las dificultades para aumentar elvalor agregado de las exportaciones al mer-cado chino.

Cuál es el efecto de esta primarizaciónde las exportaciones sobre la estructuraproductiva. Los datos muestran que, al me-nos por ahora, no hay primarización de laestructura productiva. La industria cae,pero cuando se calcula la relación entre in-dustria y sector primario, esa relación dis-minuye en la década del 90, no en la últimadécada; en todo caso se revierte parcial-mente en la última década. Ello implicaque hay un aumento de los servicios pero,al menos en promedio y en la mayoría delos países, la primarización de las exporta-ciones no dio lugar a una primarización dela estructura productiva en América La-tina.

De cualquier manera la acelerada dis-minución del peso del sector industrial esen principio preocupante. En principio, losmodelos de desarrollo que conocemos en-fatizan, de una u otra manera., la relevan-cia de la industria, aunque es necesarioconsiderar tres factores que reducen esaimportancia. En primer lugar, como con-secuencia de la globalización, la importan-cia del sector industrial en el mundo, el

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peso máximo del sector industrial en elmundo, es hoy bastante menor de lo queera hace quince o veinte años; en segundolugar, América Latina en su conjunto tieneescasa capacidad de competir en la pro-ducción de bienes industriales, no estoyhablando de países en particular dado lagran heterogeneidad en este aspecto, perola competitividad regional en este aspectoha disminuido considerablemente en losúltimos treinta años; y, en tercer lugar,como sabemos la innovación avanza, y ennuestros días es importante en todos lossectores.

Por otro lado, también sabemos que elsector primario genera poco empleo; y sepodría agregar que los servicios de calidadgeneran poco empleo de mano de obra nocalificada. Ese es, por ejemplo, el problemade la India hoy día. También el problemade la escasa demanda de la mano de obrano calificada aparece crecientemente en elsector manufacturero como consecuenciadel cambio tecnológico.

Es por ello que me parece que para pen-sar el futuro y ver cómo tratamos de solu-cionar las deficiencias que tenemos en tér-minos de estructura productiva y entérminos de repensar el crecimiento a me-diano y largo plazo, es necesario que las po-líticas productivas no estén solo centradasen el sector manufacturero. Me parece quehay oportunidades en todos lados, sa-biendo que ningún sector o actividad va aarreglar por si solo los problemas de creci-miento. No lo van a solucionar los servicios

de calidad solos, porque no van a generarsuficiente empleo, en especial de mano deobra no calificada; no lo va a arreglar soloel sector primario porque tampoco generasuficiente empleo, y tampoco lo va a arre-glar el sector manufacturero por lo queacabo de decir. Cada país deberá combinarla estructura productiva y los incentivos deacuerdo a su realidad.

En síntesis, el legado de esta década esuna mejora en el aspecto social, pero conpocos avances en la protección social uni-versal, deficiencias en la estructura pro-ductiva, deficiencias en la competitividad;un contexto externo –como decía al co-mienzo– relativamente favorable, una pri-marización de las exportaciones y defi-ciencias en la estructura y en las políticasproductivas.

Para terminar cabe preguntarse si estaha sido ésta una década perdida. Por todolo que he dicho estoy convencido que no,Pero posiblemente se pudiera afirmar quesi ha sido una oportunidad perdida. Hemospasado esta década sin crear las capacida-des de un crecimiento sostenido a medianoplazo, y eso es una oportunidad perdidaporque no vamos a tener una década tan fa-vorable como la que pasó en el futuro cer-cano y posiblemente en el lejano tampoco.

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Rebeca Grynspan: Una cosa para ladiscusión sobre China. Hay un problemaestructural en términos de las burbujas enChina, porque como no le pagan nada a lagente, que es la que tiene que ahorrar, por-que no tiene protección social. Por sus aho-rros, la gente tiene que buscar maneras demantener el valor y, por lo tanto, tiene queinvertir en bienes inmuebles para tratar depreservar el valor de su ahorro. Entonces segeneró la burbuja inmobiliaria. O, si no,optó por invertir en las acciones como pe-queños inversionistas en la bolsa, y ahoralos golpean en la bolsa con importantesefectos sobre el tema de la distribución y lainequidad. Creo que también hay que verlodesde esa perspectiva. Tiene razón JoséLuis de que China, o sea el Estado, no tieneningún problema en el bail out, pero ¿cómovan a cerrar ese círculo en el que no quie-ren pagar ninguna tasa de interés? La tasade interés para los ahorrantes en China escerca del cero: da lo mismo tener el dinerobajo el colchón que tenerlo en el banco. En-tonces hay un problema redistributivo quese han resistido a abordar, donde la gentebusca fórmulas de valor en las que creanburbujas, ya sea en la bolsa, ya sea en el sec-tor inmobiliario. Ahí hay un problema queno está resuelto.

Liliana Rojas–Suárez: Quisiera ha-cer unos cuantos puntos relacionados conel tema que discutimos. La primera es tra-tar de entender un poco que no se puedenanalizar los sucesos que vienen pasandoen forma individual y una por una. Paramí, la historia que venimos viviendo –yque ahora está paradita en Grecia, peroparadita por rato–, es una historia queviene evolucionado desde el 2008, en lacual lo que tenemos, básicamente, es que lacrisis financiera de Estados Unidos se hamovido a la de Europa.

Seguimos con problemas financieros enChina, que Rebeca acaba de mencionar, yque está migrando hacia otros países emer-gentes, tocando a América Latina de paso.¿Qué caracteriza toda esta evolución? Bá-sicamente es un tema de endeudamiento ydesendeudamiento, todo está alrededor deeso, sea que comenzó con el problema deendeudamiento en Estados Unidos, en Eu-ropa; ahora tenemos problemas de endeu-damiento en China, que en seguida men-cionaré, y eso está trasladándose a otrospaíses.

¿Qué viene sucediendo? Que esto no seanticipó.

Cuando el Fondo Monetario Interna-cional comienza a hacer proyecciones dequé viene pasando con la economía mun-dial, había unas expectativas tremenda-mente optimistas sobre lo que iba a pasar

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COMENTARIOS

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en el mundo, tanto para la economía mun-dial como para las economías emergentes.Curiosamente, conforme pasó el tiempo,las expectativas o las proyecciones de cre-cimiento comenzaron a disminuir, y segúnlas últimas proyecciones de junio, cada vezestán más hacia la baja.

Pero lo que más duele, es que dondemás bajan las proyecciones es en AméricaLatina, es la más afectada. No solamente haparado, sino ha revertido el proceso de con-vergencia de producto per cápita entre lospaíses de América Latina y Estados Uni-dos, que supuestamente había comenzadoa converger de una forma u otra. Aun así,a pesar de pasar de un optimismo a un pe-simismo, todas estas proyecciones se ba-san en una sensación todavía optimista,porque el escenario base, tanto del FondoMonetario como de los organismos inter-nacionales, asume que la tasa de interésde los Estados Unidos es gradual y antici-pada, que la recuperación de Europa no serevierte, que China evita una crisis finan-ciera y que los conflictos geopolíticos deRusia no se agravan…

Quiero mencionar muy rápidamente losque en mi opinión son tres factores deriesgo global que están subestimados y quepueden afectar a América Latina.

El primero, muy importante –y todostienen relación con este concepto dedeuda–, creación temporal de liquidez en

bonos en mercados emergentes. Todos sa-bemos que, por la disminución de la tasa deinterés en Estados Unidos, hubo está co-rrida hacia papeles de mercados emergen-tes en general, ¿pero por qué bonos, porqué no todo tipo de papeles? Porque esa ba-jada de la tasa de interés de Estados Unidosse une con otro factor, y es el mayor au-mento en las regulaciones que afectan alsector bancario de las economías avanza-das, mucho menor capacidad de los bancosde países avanzados de prestar. Entonces lacomposición del endeudamiento hacia pa-íses emergentes cambió de forma brutal, yano es a través de bancos, sino a través de bo-nos.

En América Latina ha habido un cam-bio brutal, en cuanto a que antes se pres-taba básicamente con préstamos de bancosy ahora es básicamente a través de bonos.Esto es mucho más fuerte en América La-tina que en Asia. Esto es muy importante,porque los inversores internacionales mirantodo el portafolio junto, no ven a AméricaLatina por aquí, Asia por acá, Europa poracá, sino que lo ven junto. Un problema adi-cional es que no solamente los han emitidolas corporaciones, sino los bancos de la re-gión han emitido muy fuertemente, espe-cialmente los bancos brasileiros. ¿Por quées preocupante esto? Porque resulta que sihay una fuerte tendencia hacia la depre-ciación de los tipos de cambio, que ya lo es-

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tamos observando, entonces se van a poneren evidencia descalces que no hemos te-nido en cuenta antes, por ejemplo, los ban-cos están muy bien regulados, así que nohay un descalce bancario, pero si sus clien-tes tienen descalce, o si los clientes no estánperfectamente bien hedged, no tienen co-berturas por variaciones del tipo de cambioanticipadas o no anticipadas, entonces loque va a suceder es que esas depreciacionesfuertes de tipo de cambio van a afectar lasolvencia de los sistemas financieros deAmérica Latina. Esto no se discute con mu-cha frecuencia.

Segundo riesgo subestimado: exceso deconfianza –y lo escucho a menudo– delos inversionistas de que sí, tenemos unabuena Reserva Federal, que va a ajustarbien, el altruismo. No estoy tan segura,porque los gráficos sobre la expectativa detasa de interés futuros del Fed Funds, y losdot plots, revelan una brecha enorme, osea, el mercado actúa de acuerdo a lo queespera y lo que espera son tasas de interésbajísimas por mucho tiempo, y ademásparece ser que lo que domina es el mer-cado, pues quien viene cambiando sus ex-pectativas es la Reserva Federal, el mer-cado sigue más o menos contentopensando que eso es lo que va a pasar, y laReserva Federal se viene ajustando al mer-cado. Mientras tanto el BICS, que es uníndice de volatilidad financiera, muy tran-

quilo. ¿Por qué? Desde mi punto de vista,porque mientras el mercado piense que latasa de interés de la Reserva Federal no vaa aumentar, toma una garantía implícita ygratis que la Reserva Federal le estádando, que le está diciendo: “tú, toma losriesgos del mundo que quieras, yo te voya avisar cuando suba la tasa de interés, ycuando suba la tasa de interés yo puedo sa-lirme rápidamente de los riesgos que hetomado.” ¿Realmente se puede hacer esotan rápido? Desde mi punto de vista es unriesgo.

El último riesgo, ya lo han mencionadotodos, es China, el gran crecimiento en elcrédito otorgado por el sistema bancarioformal y no formal chino, lo que se llamael shadow banking. Ese crédito no ha pa-rado, es más, subieron los precios del mer-cado de valores y luego han caído. Antesque nada, la razón por la que subió tantoel mercado accionario, ha sido por présta-mos on line del shadow banking. El crédito haseguido creciendo, el endeudamiento, el le-verage que existe en el sistema financierochino.

Creo que si China tiene que elegir entrecrecimiento y estabilidad financiera, las au-toridades chinas van a escoger crecimiento,van a escoger la promesa de crecimiento.¿Entonces por qué dejaron que el mercadoaccionario subiera tanto? Porque, desde supunto de vista, implicaba una señal de que

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las reformas estaban funcionando, y queChina podía seguir con los indicadores decrecimiento anunciados. Ahora que serompe la burbuja, dicen: “Ah no, no, tengoque parar esto de todas maneras, porqueentonces va a cambiar la percepción, van acreer que soy un fracaso, no pueden caertanto los mercados.” Entonces, para mí, laestabilidad en China es el riesgo más im-portante que tiene América Latina, y sonlos canales de transmisión comercial que yasabemos, a través del precio de los commo-dities.

Pero un riesgo muy importante –lo he-mos discutido mucho en el Comité Lati-noamericano de Asuntos Financieros, delcual soy chair–, es la señal que puede enviarChina sobre el resto de países emergentes,como asset class. Si China fue la señal paraque los BRICS y todos los mercados emer-gentes triunfaran y crecieran tanto, si hayproblemas con el mercado chino, si la eco-nomía china no se ve como una economíafuerte, eso puede implicar un elemento decontagio muy fuerte para el resto de paísesemergentes.

Para terminar, una pregunta, ¿cómo sa-ber si América Latina está mejor prepa-rada para afrontar riesgos? Básicamentedepende de dos factores: de qué tan fuerteestán parados los países de América Latinapara enfrentar un golpe y, la segunda, la ca-pacidad de reaccionar a través de políticas

monetarias y fiscales. Para ello elaboré, condatos de 2007, un indicador de resiliencia.Este indicador lo hice para una serie de pa-íses de América Latina, Asia emergente ypaíses de Europa. Y lo que básicamenteme dice el indicador es que, si yo estuvieraparada en el 2007, hubiera podido predecircon bastante certeza qué tan fuerte hubie-ran sido los diferentes países (relativa-mente, entre ellos) a la crisis financiera in-ternacional global. El país más fuerte,interesantemente salió Chile, siguiéndoleCorea del Sur y China. Entonces, si el ejer-cicio me dio resultados interesantes, qué talsi los repetimos con datos de ahora, paraver qué nos dice respecto a qué tan fuertes,relativamente, están los países.

Ahí hay noticias mezcladas. La verdades que, en su posición relativa, AméricaLatina ha perdido bastante: muchos de lospaíses de la muestra han perdido su posi-ción y básicamente se divide en dos subre-giones, con Chile, Colombia, Perú y Mé-xico en menor medida, con posiciones altaspero más débiles, y Brasil, Venezuela y Ar-gentina como frágiles. El resultado más im-portante, como les digo, no es de AméricaLatina, es que no tengo a Rusia en la mues-tra, que todos sabemos que está más frágil,pero los otros tres BRICS sí están en mimuestra, China, Brasil e India, y los tresBRICS pierden su posición relativa, fuer-temente.

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Roberto Frenkel: Hay una cita bienconocida de Ana Karenina que dice que lasfamilias felices son todas felices más o me-nos de la misma manera, pero las familiasinfelices lo son cada una a su propia ma-nera. Entonces, cuando en la región éramosfelices ¿de qué discutíamos en las reunionesde SEGIB? De las amenazas de la próximadécada, porque lo que estaba pasando eramás o menos bueno para cada uno de lospaíses de la región. En la década pasada, yopensaba que la principal amenaza paraAmérica Latina no era la fragilidad finan-ciera, ni externa, ni doméstica, como insis-tía mucho el Fondo en ese tiempo, sino laenfermedad holandesa de atraso cambiarioque se estaba generando y las dificultadesque iba a tener la región para ajustar sicambiaban los términos de intercambio,que parecía razonable pensar que no ibana ser permanentes: ni los términos de in-tercambio, ni las condiciones financieras re-gionales que tuvimos a partir de la crisis.

Bueno, ahora somos infelices, la mayorparte de la región es infeliz, y lo somoscada uno a su manera. Fíjense, los siete pa-íses más grandes de la región, Argentina,Brasil, México, Colombia, Chile, Perú yVenezuela, infelices cada uno a su manera.México, en este conjunto, es el que tienemejores perspectivas porque es el que es-tuvo menos atado a las mejoras en los tér-minos de intercambio y a las condiciones fi-

nancieras del resto de la región, y es el queestá más atado a las perspectivas positivasde crecimiento que ofrece Estados Unidoshacia adelante. Ustedes saben que hay unaclara segmentación entre América Central,el Caribe y México, por un lado, vinculadoscomercialmente con Estados Unidos y elresto de América Latina, que hemos es-tado acercándonos cada vez más a China yexportando materias primas en crecienteproporción.

Entonces el siguiente de la lista, sacandoa México, es Brasil: 9% de inflación en me-dio de un proceso de ajuste muy complejo,con una situación política muy difícil; Ar-gentina –les voy a hablar de eso después–; Colombia, con serios problemas de déficitde cuenta corriente y problemas de ajuste,habiendo liquidado buena parte de la in-dustria con la apreciación cambiaria, yahora devalúa y no tiene qué crezca con ladevaluación, decae el precio del petróleo ylos minerales; Chile y Perú lo han hechobastante mejor. El problema de Chile no esprincipalmente la apreciación sino la vola-tilidad, en mi opinión. El que mejor lo hahecho en materia macro en la región, en miopinión, es Perú, que nunca nadie men-ciona porque es pequeño, pero cuando digoesto a los brasileños, se ponen nerviosos.Parece que fuera un insulto que uno diga aun brasileño que tiene que mirar cómo semanejó el Banco Central peruano y la po-

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lítica fiscal, pero realmente Perú es el quelo hizo mejor. Y, por último, Venezuela,tampoco necesito entrar en detalles.

Pensaba hablar de Argentina porque, sicada infelicidad es singular, uno tiene quehablar de los países, porque hoy no pode-mos decir qué tienen en común Argentinay México, o qué tienen en común Vene-zuela y Chile… Están los términos de in-tercambio, pero el petróleo no es lo mismoque el cobre, son dos mercados distintos,dos dinámicas diferentes.

Ustedes saben que en Argentina tene-mos una inflación del orden del 25%, peroes una inflación reprimida, una inflacióndel 25% con una extraordinaria aprecia-ción cambiaria y tarifas públicas cuyo sos-tenimiento representa 3 o 4 puntos del Pro-ducto en subsidios, lo que es insostenibleporque ese subsidio está financiado conemisión del Banco Central, con créditosdel Banco Central. Eso no se puede soste-ner y todo el mundo sabe que no se va asostener después de las elecciones.

Argentina enfrenta dos herencias positi-vas, no atribuibles al gobierno en particular:una es la reducción de la deuda externa. Te-nemos una relación deuda–producto delorden del 25%, por lo cual todo el mundodice: “Qué suerte, tenemos una gran capa-cidad de volver a endeudarnos!” ¡Qué típicareflexión de nuestro país! Están todos lospartidos políticos apostando a generar con-

fianza para seguirse endeudando, volver ainiciar otro ciclo de endeudamiento, quesería el tercero. Nosotros hicimos uno en el70 –fuimos de los primeros en entrar al fi-nanciamiento internacional–, luego en los90 fuimos récord y el primer default, el ma-yor default histórico es el que produjo Ar-gentina en el 2001. Luego bajamos el en-deudamiento, básicamente porquequedamos aislados del mercado financierointernacional a raíz de la intervención delINDEC, y se hizo completamente increíblela política argentina, se perdió credibili-dad… Y ahora, creo, vamos a entrar a un ter-cer ciclo de endeudamiento, que esperemossea mejor aprovechado.

Pero quería hablar de la inflación Ar-gentina. Ustedes saben que, desde que seempezaron a manipular los datos a princi-pios del 2007, no contamos con informa-ción detallada sobre la inflación. Estuvehace un tiempo recabando datos con unaconsultora privada, tenemos una réplicabien estructurada de los datos del Índice dePrecios al Consumidor que me permitióhacer un análisis más detallado de la in-flación. Armé un modelo que espero seaútil para proyectar los efectos inflacionariosque va a tener la devaluación, los ajustes detarifas, qué va a pasar con el mercado detrabajo. No lo he publicado porque esperoque sea útil para el gobierno, más que nada,no tiene mucho interés académico salvo

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para un argentino interesado en la Argen-tina, entonces lo tengo guardado parausarlo en el momento que haga falta.

Les distribuí el artículo sobre el por quése mantiene alta la pobreza, siendo que Ar-gentina fue uno de los países donde másbajó el desempleo en la región, viniendo deun desempleo altísimo que tuvimos al finalde la convertibilidad y luego con el im-pacto de la recesión que siguió en el se-mestre siguiente a la salida de la converti-bilidad. Las mediciones privadas, porejemplo las de la Universidad Católica Ar-gentina, dan un 27%, otras dan un 24%. To-dos usamos las bases de datos de ingresosde la Encuesta de Hogares del INDEC, esoes accesible y tiene credibilidad.

De diciembre del 2001 –el último mesde la convertibilidad– hasta diciembre del2014, los precios al consumidor se multi-plicaron por once. Fue una inflación lide-rada por alimentos, los precios de los ali-mentos se multiplicaron por dieciséis. Lossalarios reales crecieron, los salarios realesde los trabajadores calificados y los no ca-lificados crecieron un 40% entre 2001 y2014, bajó un poquito en 2014, pero entrepuntas crecieron entre 35% y 40%, pero lossalarios reales medidos en Alimentos y Be-bidas nunca recuperaron el nivel de di-ciembre del 2001.

El rubro Alimentos y Bebidas repre-senta aproximadamente un tercio del IPC.

Si en lugar del rubro Alimentos y Bebidasdel IPC se considera la Canasta Básica Ali-mentaria, definitoria de las líneas de indi-gencia y pobreza, ésta subió 18 veces. Si semira los primeros deciles de la distribu-ción del ingreso se observa que los ingresosde los dos primeros deciles crecieron másque el promedio, esto es, la desigualdadpor ingresos se redujo. Pero los ingresos delos dos primeros deciles crecieron menosque los precios de la Canasta; de tal maneraque en el país granero del mundo, la po-breza no baja de 25% porque los precios delos alimentos crecen más que los ingresosde los más pobres, o crecen lo mismo quelos ingresos de los más pobres, entonces nopermiten que baje la pobreza.

Pero fíjense de qué resulta esto. Tomocomo ejemplo el precio de la carne vacuna,que en la Argentina representa 7% de la ca-nasta de consumo del IPC.

Cuando vino la devaluación de 2002 lacarne vacuna era comerciable, entonces elprecio de la carne se puso en 1.80, tomando1.00 en diciembre del 2001, o sea subió80%. Al cabo de un par de años el gobiernovio eso, en el año 2005 empezó a restringirlas exportaciones de carne y prácticamenteprohibió las exportaciones de carne al prin-cipio del 2006. ¿Resultado? Lo que se es-peraba: el precio de la carne vacuna bajó,fue bajando en un proceso al que nosotros,en la Argentina, llamamos “la fase de li-

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quidación del ciclo ganadero”, que es unproceso de liquidación de stocks de madres.

La oferta aumenta porque la gente dejade producir carne para usar las tierras depastura para producir soja, que sigue siendoel bien comerciable por excelencia de Ar-gentina. Entonces baja el precio de la carnehasta mayo del 2009, el momento de mayorimpacto de caída de los precios internacio-nales de exportación. Entonces, en mayodel 2009, los productores dicen: “¿Cuál es laexpectativa de la soja? ¡Qué mal que vieneel precio!” (Cayeron 35% los precios de lasoja y otros commodities agrícolas con la cri-sis del 2009). Entonces ahí empezaron denuevo a retener stocks de madres. Entoncesse reduce la oferta, con la demanda siempreinflándose por la política salarial, las polí-ticas sociales y la política fiscal. ¿Resultado?En los últimos cuatro años el precio relativode la carne es el doble del tenía en diciem-bre del 2001, más alto que si fuera comer-ciable. La política económica convirtió unbien comerciable en un no comerciable es-caso, cuyo precio, determinado en el mer-cado doméstico, es más alto de lo que seríasi fuera comerciable. En el proceso se liqui-daron ocho millones de cabezas de ganado.O sea, la prohibición de exportación es untiro por la culata. Bueno, lo que pasó enCuba y en tantos otros países, en Venezuelaobviamente. Estas políticas terminan siendoun tiro por la culata, como se ve en Vene-

zuela, como se ve en la Argentina. Argentina produce alimentos, es un

gran exportador de alimentos. La únicaforma de impedir que los precios internosreflejen de alguna manera los precios in-ternacionales sería prohibir toda la expor-tación agrícola, de tal manera que la rentade la tierra se haga no comerciable. En-tonces ahí sí: ¡qué montón de alimento vaa haber! Claro, no tenemos con qué com-prar televisores, autos, teléfonos ni nada,pero es la única manera. Mientras hayasustitución de bienes agropecuarios en laproducción, la renta de la tierra es comer-ciable. ¿Entonces, qué querés hacer? ¿Quie-res prohibir la producción de gallinas?Bueno, el otro va a hacer chanchos. ¿Quiereprohibir la exportación de chanchos? Hagovacas y, si no, choclo. Es así: a la larga elmercado toma su venganza. Uno no puedepisar todos los resortes y mantenerlos pi-sados todo el tiempo, al final los resortessaltan.

Germán Ríos: Solo un punto muy rá-pido sobre este tema de que todos somos in-felices a nuestra manera. Cierto. Pero, tam-bién, todos somos infelices en grados muydiferentes. Creo que, de estas reuniones,esta es la ocasión en que hablar de AméricaLatina, como un todo, tiene menos sen-tido, porque si uno toma la baja en las pro-

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yecciones de las que Liliana habló, que hansido progresivas, yo apuesto a que eso estámuy explicado por la baja de las proyec-ciones de Brasil. Brasil, que se está proyec-tando que caiga tanto, que es más de 40%del PIB de América Latina, explica mu-chísimo de esta gran infelicidad y de estepesimismo que tenemos todos. Si exclui-mos a Brasil, Argentina y Venezuela, queson el 56% del PIB –no es trivial, es más dela mitad de América Latina– y considera-mos a todos los otros países de maneraconjunta, estamos creciendo el 3,3% Noquiero decir que estamos complacidos cre-ciendo al 3,3% cuando estábamos creciendopor encima del cuatro, pero creo que enesta coyuntura en particular, se está ha-ciendo muy importante mirar estas infeli-cidades de manera particular, especial-mente la infelicidad por la que pasa Brasil,que explica mucho.

Otro punto que quería hacer tiene quever con un factor que nosotros destacamosmucho entre las fortalezas de América La-tina, y son los crecientes flujos de inversiónextranjera directa. Digo esto porque, si unomira los flujos y el crecimiento en el déficitde la cuenta corriente y también ve los flu-jos de inversión extranjera directa, ve quebásicamente la inversión extranjera ha es-tado financiando la cuenta corriente. Escierto que el año pasado empezaron a re-ducirse y a lo mejor podrían volver a caer,

pero creo que es un punto interesante, por-que en medio de todo esto, los países queno están siendo tan infelices, están embar-cados en grandes programas de infraes-tructura, de inversión, los flujos están ahí,la gente está creyendo en estos programas,y entonces me parece que puede ser un mi-tigante adicional, que normalmente nomencionamos.

El último punto: José Luis, dijiste en tupresentación que había aumentado la in-versión en general en América Latina. Nosé si te entendí mal, pero me parece a míque fue una cosa más que todo cíclica, queaumentó durante la época dorada, ha sidobastante volátil, bastante heterogénea entrepaíses, y no estoy seguro de que ahoramismo podamos decir que la inversión ex-plica parte del crecimiento.

Luis Serven: Quería comentar acercadel ajuste a la nueva situación, a las nuevascondiciones internacionales, que son peo-res de lo que venían siendo y, probable-mente, lo serán por un periodo prolongado.Una cosa que ha mencionado ya José Luis,y me parece que es materia de acuerdo, esque el espacio fiscal se ha reducido de ma-nera notable con respecto al de hace unosaños, o sea que hay un margen de manio-bra limitado en el ámbito fiscal en la mayorparte de los países. Además, una cosa que

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habría que mencionar también, es que laexpansión fiscal en casi todos los paísestuvo sobre todo forma de un aumento degasto corriente, no hubo grandes aumentosde la inversión pública, de los que unopueda beneficiarse en adelante desde elpunto de vista de crecimiento.

Pero si es limitado el margen de manio-bra de la política fiscal, también hay limi-taciones en la política monetaria. El ajustea las nuevas condiciones requiere de unadepreciación del tipo de cambio real. Dehecho, podemos ver que en muchos paísesse ha producido ya una depreciación no-minal, si bien ha venido acompañada de unpass through significativo, un reflejo en losprecios domésticos doméstico de bastantemagnitud, de manera que las tasas de in-flación están creciendo en muchos países.

Sabemos, por los principios básicos, queel ajuste a un tipo de cambio real más de-preciado, en principio debería ser más di-fícil en los países con tipos de cambio me-nos flexibles, que van a tener que incurrircostos reales mayores para alcanzar la de-preciación necesaria para ajustarse a lasnuevas condiciones. Pero un punto impor-tante es también que las cosas tampocoson halagüeñas para los países con regí-menes cambiarios flexibles, países con po-lítica monetaria independiente. De hecho,lo que estamos viendo en los países quemantienen regímenes de objetivo de infla-

ción –Brasil, Perú, Colombia–, es que latasa de inflación se ha salido, o se está sa-liendo, de las bandas de política previstas,con lo cual, por primera vez en bastantesaños, se rompe la llamada “coincidencia di-vina”, es decir, que la política monetaria ne-cesaria para contener la inflación es lamisma política monetaria necesaria paraque el Producto se mantenga en los nivelesdeseados.

Ahora uno se encuentra una situaciónen que la tasa de inflación está subiendo, seestá saliendo de los márgenes de policy y,por lo tanto, requeriría de un endureci-miento de la política monetaria, pero elProducto está cayendo o se está desacele-rando también, lo cual, por su parte, habríarequerido una política monetaria más ex-pansiva, y sin embargo, eso no va a ser po-sible en el corto plazo y de hecho ademásse produce una elevación, como todo pa-rece indicar, de los tipos de interés mun-diales. O sea que ni siquiera aquellos paísescon tipos de cambio flexibles, con políticasmonetarias independientes, pueden espe-rar un ajuste sencillo, un ajuste indoloro auna nueva situación. Hay limitaciones en lapolítica fiscal, pero también hay limitacio-nes en la política monetaria para aquellosque la tienen.

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Guillermo Perry: Tres puntos muybreves. A lo que se ha mencionado sobreChina, creo que hay que añadir el temademográfico. Después del 2009, China lo-gra que su desaceleración sea solo hasta el7% porque aumenta la inversión del 30% delPIB al 50% del PIB, un nivel insostenible:comienza a hacer carreteras a ningunaparte, a hacer viviendas que ya nadie ne-cesita y por eso cae después el precio de lavivienda. La incapacidad de aumentar elconsumo, me temo que no obedece sola-mente el tema de la seguridad social, hayun problema temprano de lo que pasó enJapón con una población que no crece: lagente no ve que vaya a haber un mercadomuy grande y ahorra excesivamente. Creoque hay que empezar a mirar ese problemade más largo plazo. Yo me temo que Chinava para una caída de crecimiento no alar-mante, pero a 5, 4%; 5,3% por muchotiempo. Es un riesgo que nosotros, en Amé-rica Latina, tenemos que mirar, porque esmuy importante para la demanda de pro-ductos básicos.

Sobre Grecia tengo una pregunta. Todosestábamos muy contentos porque pareceque va a haber tercer paquete. ¿Estaremosmuy contentos cuando haya cuarto pa-quete, cuando haya quinto paquete? La pre-gunta es la sostenibilidad de estos paquetes.Creo que el pecado original, como diríaRicardo Haussman, fue no haber hecho la

quita –como dicen los argentinos– en laprimera renegociación. ¿Cómo se haceahora la quita con dineros oficiales? Eso esalgo que no hemos visto todavía. Me temoque la saga de Grecia y el tema de la décadaperdida de Europa va a continuar por untiempo.

Y lo tercero: coincido con lo que se ha di-cho acá sobre América Latina. Yo lo sinte-tizaría de la siguiente manera: con excep-ción de Venezuela y Argentina –y unpoquito de Brasil–, los demás países apro-vecharon el periodo para reducir vulnera-bilidades, y entonces vino esta “destorcida”y no tienen crisis, tienen problemas de des-aceleración, pero no crisis. Es importante,aprendimos a manejar las vulnerabilida-des macro financieras, pero hicimos muypoquito en el tema de productividad, en eltema micro y –coincido con Roberto–, al-gunos países permitimos un problema deenfermedad grave, lo dijimos en su mo-mento, pues lo de Venezuela es un casoextremo, pero incluso dentro de los cuatropaíses que la gente piensa como bien ma-nejados –Colombia, México, Chile, Perú (yun poco Brasil)–, Colombia y Brasil per-mitieron realmente una apreciación total-mente absurda y un debilitamiento de susector industrial y parte de su sector agrí-cola, de su sector transable que no tenía elboom. Entonces, naturalmente, viene la de-valuación, pero el efecto de la devaluación

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sobre esos sectores se va a demorar muchotiempo. Entonces vamos a tener un periodobastante difícil de ajuste, mucho más de loque todos estaban previendo.

Osvaldo Rosales: Quisiera aportaralgunos datos de proyecciones recientesque refuerzan la idea de la heterogeneidaden la región, no sin antes decir solo unafrase sobre un tema de la coyuntura inter-nacional, y es que normalmente apareceque la recuperación norteamericana es laparte sólida de la ecuación, pero la verdades que cuando uno examina la recupera-ción norteamericana actual, vis a vis los pro-medios de postguerra, esta es la más débilen términos de crecimiento, en términos decreación de empleo y en términos de la re-cuperación de la productividad. Y si biendestaca porque el desempleo se ha reducidocuatro puntos, no es menos cierto que laparticipación se ha reducido cuatro puntos;es decir, la baja en desempleo se explica bá-sicamente porque hay menos gente bus-cando trabajo.

Voy al punto que quería destacar: creci-miento y fuerte heterogeneidad en la re-gión. La caída en América del Sur es lo queexplica el promedio regional. La estima-ción de CEPAL más reciente (de hacequince, veinte días) es que la región crecerámedio punto este año, explicado por una

caída de medio punto en América del Sur,pero un crecimiento de 3.9% en Centroa-mérica y 2.5% en México. Es evidente esamarcada heterogeneidad. Encabeza el ran-king de crecimiento Panamá, 6%; Nicara-gua, Dominicana, 4.8%; Bolivia, 4.5%; Gua-temala, Paraguay, 4.0%, y, al fondo,Argentina, creciendo medio punto, Brasildecreciendo 1.5% y Venezuela cayendo 6%.Por tanto, el tema es básicamente Américadel Sur, y dentro de América del Sur, Perú,Chile, Colombia están creciendo entre 2.5%y 3%. Por lo tanto es bastante obvio lo quemencionaba Germán, yo hice el mismo cál-culo: si excluía a Brasil, Argentina y Vene-zuela, el resultado para el resto de la regiónera 3.4% estimado para este año.

Segundo punto, la marcada volatilidadde las exportaciones, con una proyecciónpara este año poco auspiciosa. Las expor-taciones de la región crecieron en valor27% en el 2011, caen a 10% en 2012, a –5%en el 2013, cero en el 2014 y –5%, proyec-ción nuestra, para este año. La caída esmucho más fuerte en MERCOSUR, queeste año caería 15% después de haber cre-cido 29% en el 2011, pero es aún peor en laComunidad Andina, donde caerían 26%después de haber crecido 32% el 2011.

Cuando uno examina, con los datosexistentes al primer trimestre, la evoluciónde las exportaciones por mercado de des-tino, están cayendo –ciertamente la caída

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se explica de nuevo desde América delSur– básicamente hacia China y hacia lapropia región, y eso tiene que ver con el vín-culo entre Argentina y Brasil, fundamen-talmente. Para el primer trimestre las ex-portaciones de la región, en valor, estaríancayendo 5%, el agregado, pero estarían ca-yendo 25% a China y 18% a la región, 16%la orientada a la Unión Europea y aumen-tando 5% las que van a Estados Unidos. Dehecho, las exportaciones de México hacialos Estados Unidos están creciendo un 16%,muestra de esta heterogeneidad no sólo entérminos de estructura productiva expor-tadora, sino también mercados de destino.

Concluyendo, paso a otro punto. Si mi-ramos la evolución del comercio mundialdesde antes de la crisis, la recuperaciónpost–crisis y desde el 2012 en adelante, yahay datos suficientes como para pregun-tarnos: ¿cuán permanente es esta desacele-ración marcada en las exportaciones mun-diales? Ahí hay un punto que yo he vistopoco en la literatura. Hicimos nosotros unmodesto ejercicio que era calcular lo si-guiente, el peso de la Unión Europea en elPIB mundial, y el peso de la Unión Euro-pea en las importaciones mundiales com-parado con los respectivos de Estados Uni-dos y China. La conclusión es que Europaes el principal actor del comercio mundialy, por lo tanto, un punto de crecimiento enla Unión Europea, genera mucha más im-

portación global que un punto de creci-miento en China o en los Estados Unidos.Ergo, mientras la Unión Europea siga pe-gada entre el 0 y el 1%, va a ser muy difícilque el comercio internacional se recupere.

Hace cinco o seis años Europa era elprincipal mercado destino de China.Cuando China le puede vender menos a laUnión Europea, demanda menos produc-tos básicos y materias primas a la región y,por lo tanto, indirectamente, la desacele-ración europea nos pega fuerte. De hecho,los datos de China del primer trimestremuestran que, por primera vez desde haceocho o diez años, Estados Unidos de nuevopasa a ser el primer mercado destino de lasexportaciones chinas, porque las exporta-ciones chinas a Europa están cayendofuerte.

Y aquí la noticia complicada es que lasexportaciones chinas, en el lapso enero–mayo de este año, están cayendo 8% en va-lor y, claro, la meta de este año de creci-miento era del 6% y se hace difícil deregular esta ecuación. Y una nota al pie de pá-gina sobre el tema crecimiento versus esta-bilidad financiera en China. Creo que ahíhay que considerar lo que los propios chi-nos llaman “la nueva normalidad”, y estotiene que ver, entre otras cosas, producto dela reforma, con un mayor peso de servi-cios en el PIB que las manufacturas; unamanufactura sobrecapitalizada, con inten-

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sidad en energía y con baja generación deempleo por unidad de producto.

Eso significa, en números concretos, quesi hace cinco años para generar diez millo-nes de empleos –el mínimo requerido, máso menos, para que la tasa de desempleo per-manezca constante–, se requería crecer al10%, hoy día China eso lo consigue con 7%.Ahora, los datos indican que ni siquiera ese7% se podrá cumplir este año. Yo digo queeste año vamos a estar más pegados al 6.5%,6.7%, pero eso dá cuenta de que hoy día laobsesión del 8% o la obsesión del 7% es me-nor en China para los grandes líderes, en lamedida que puedan generar los empleos su-ficientes para mantener el desempleo cons-tante.

Miguel Hakim: Vale la pena reiterarlo que ya se dijo: no sé cuántas AméricasLatinas existen, existen muchas, los meso-americanos, los del Mercosur ampliado,los de la Alianza del Pacífico… o por países,tantos como los quieran ver. Como decimosen México, cada quien habla como le va enla feria. Creo, hoy por hoy, que Méxicoestá en una situación en la que vimos queAmérica del Sur le fue muy bien durantecerca de siete, ocho años, por el precio delas materias primas, algunos países sin ha-cer reformas y durante ese entonces vimosque teníamos un México que tratábamos

de hacer reformas y no nos iba tan bien.Hoy México ha hecho reformas, si algotiene este presidente actual es que ha hechodoce reformas que son muy buenas, creoque son necesarias, pero también creo quelos resultados no se van a ver en el cortoplazo sino en el mediano plazo. Con esto loúnico que quiero decir es que vale la penala desagregación de América Latina, y yoagrego siempre el Caribe, no nos olvidemosdel Caribe.

En América Latina históricamente siem-pre hemos buscado la integración, perotambién –es cierto–, no estamos dispuestosa sacrificar la soberanía, como se mencionóaquí. Entonces los procesos de integraciónque tenemos son válidos. Hoy tenemos laCELAC, por fin políticamente podemosdecir que estamos todos, pero hasta el mo-mento sirve para poco.

Y, finalmente, el tema de las expectati-vas. El crecimiento de este 2015 va a ser unpoco menor que el del año anterior, pero yoal menos critico Gobierno Federal de Mé-xico en cuanto a sus estimaciones de creci-miento económico: el año anterior dijeronque el 5%, que el 4%, que el 3%, que el 2%;acabamos en el 2%. Hace dos años lomismo, acabamos en el 1%. No me estoyquejando, el crecimiento económico no esmalo en México, en estos dos años de ad-ministración de Peña Nieto, ha sido en pro-medio del 1.5%. Sin embargo, dado que las

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expectativas creadas fueron mucho más al-tas, la evaluación es que estas no se cum-plieron. En América Latina nos está pa-sando lo mismo, es decir, vamos a crecermenos que el año anterior, sí, sin lugar adudas, pero venimos de expectativas quenos dijeron que este ciclo iba a durar pormucho tiempo más –muchos organismosdijeron que este ciclo de las materias pri-mas se iba a alargar por muchos años más–, cosa que no sucedió. Simple y sencilla-mente digo que no estamos tan mal; enestos dos últimos años a los del norte nosha ido mejor que a los del sur, y cada quienhabla de su perspectiva.

Pilar L´Hotellerie: Estoy totalmentede acuerdo con los tres elementos de posibleinestabilidad financiera global que ha men-cionado Liliana, pero yo quería mirar desdeotro punto de vista y decir cuánto más fuer-tes son ahora la economía global, en general,y las economías latinoamericanas, en parti-cular, frente a una crisis en los mercados fi-nancieros internacionales. Es importante se-ñalar que la capacidad de reacción frente aesas crisis es ahora mucho mayor.

Aunque estoy de acuerdo con Luis enque la capacidad de maniobra de las polí-ticas macroeconómicas no es tan ampliacomo hubiéramos deseado, me alinearíatambién con Guillermo y diría que el re-

fuerzo de los marcos macroeconómicos quehemos vivido a lo largo de los últimos añoses algo que está ahí, que permanece: la uti-lización de tipos de cambio, de políticasmonetarias y fiscales, no sé si “ortodoxas”o simplemente bien enmarcadas es una for-taleza. Añadiría, además, la mejora que seha producido en términos generales en laregulación financiera de todas las econo-mías, las economías globales pero tambiénlas economías latinoamericanas. De nuevo,aquí probablemente hay bastante hetero-geneidad, pero las grandes economías lati-noamericanas han venido introduciendocambios en la regulación financiera a me-dida que va sucediendo a nivel general.

Un segundo frente de defensa ante estasinestabilidades son los buffers que se tienenlas economías frente a ellas, y ahí la mayorparte de las economías están en niveles dereservas internacionales muy elevados. Lasgrandes economías latinoamericanas tie-nen acceso a Swaps, Conafer y con grandesbancos centrales. Y, en fin, el Fondo Mo-netario Internacional y las redes de seguri-dad globales, aunque mejorables desde elpunto de vista de la cantidad y composiciónde sus recursos, disponen ahora de nivelesde recursos que permiten acometer conmayor tranquilidad inestabilidades en losmercados internacionales.

Una tercera barrera de defensa frente ainestabilidades es la fortaleza de las eco-

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nomías, su capacidad de crecimiento, y esahí donde yo creo, en línea con lo que se hamencionado antes, que las economías lati-noamericanas podían haber hecho muchomás. No solamente ellas, en otras partes delmundo se podría haber hecho mucho másen términos de reformas estructurales yfortalecimiento de la productividad, em-pezando por Europa, donde claramentehay un problema de crecimiento y de au-mento de la productividad.

Lo último que quería señalar es que anivel de gobernanza global (que mencio-naba Federico), se puede ver el vaso mediolleno o medio vacío; es decir, hay grandesimperfecciones a nivel de coordinación yde cooperación global en políticas, perotambién que se han hecho cosas. En elcampo de la regulación financiera, el im-pulso que se ha dado a nivel global a travésdel FSB y del G-20, por ejemplo, ha sidomuy importante. Hay también iniciativasen términos de mejorar las perspectivasde crecimiento mediante políticas de re-forma estructural; ahí hay más resistenciapor parte de los países es mayor, aunquetambién se está avanzando. En el campodel Fondo Monetario Internacional, Esta-dos Unidos se resiste a dar el paso necesa-rio que necesita para mejorar sus recursos,pero seguramente este aspecto tambiénmejorará en el futuro.

Ángel Melguizo: Tengo una pre-gunta. ¿Por qué hablamos de la desacele-ración de China y cómo eso implica unpeor escenario? Si vemos el tamaño deChina, la contribución de China creciendoal 7% es mayor a la de China creciendo al10% hace 5 años. No sé por qué no lo mi-ramos en niveles absolutos, frente al nivelabsoluto de América Latina, que crece mu-cho menos. De modo que una China cre-ciendo incluso al 5% hacia 2030, que es porcierto su escenario oficial, sería un paísque sigue creciendo muy por encima de loque cualquier pronóstico que yo conozcotiene de la región. Entonces creo que siguesiendo un escenario relativamente favora-ble, menos favorable que el último añopero más favorable que hace 10. Es una pre-gunta metodológica.

Sergio Amaral: Comparto la opiniónde quienes manifestaron las dificultadescon la generalización del análisis a AméricaLatina, pues son regiones, subregiones, “in-felicidad” –como dijo Frenkel–, muy dis-tintas. Sería interesante ver si hay una co-rrelación entre el tipo de problema, tipo depolíticas y las subregiones en que se frag-menta hoy América Latina.

Creo que muchas veces es necesario con-siderar el componente político. Les voy aponer un ejemplo de Brasil. La crisis eco-

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nómica brasileña es sobre todo fiscal, y elsustrato de la crisis fiscal es un conflicto dis-tributivo, que es saber quién va a pagar lacuenta del ajuste.

Quisiera hacer una consideración muyrápida sobre China. El problema de los sha-dow banking de que se habla hace muchosaños, está sobre todo en la libertad, la au-tonomía de las municipalidades en China,que tienen la libertad y el incentivo de pro-mover el crecimiento. Uno de los cambiosimportantes de las nuevas reformas delXIII Plan Quinquenal chino, es poner bajocontrol las municipalidades en cuantofuente financiera para el crecimiento.

En cuanto a Grecia, es fácil decir a pos-teriori el entendimiento que hubo ayer ohoy, pero la salida de Grecia es impensable,es parte de su referendum de apoyo y es im-pensable para Alemania, porque esto es unataque, una fragilidad a dos puntos muyimportantes del proyecto político alemán,uno es el proyecto europeo –que tiene uncomponente muy fuerte de Helmut Kohl,de quien Merkel es la representante, es laheredera–. Pero, más aun, la salida de Gre-cia pone en entredicho el proyecto hege-mónico alemán, que tiene dos pilares: LaOstpolitik, y ahí tenemos el problema quele ha creado a Alemania, Rusia, y el otro, lacapacidad de unificar las dos partes de Eu-ropa, el norte y el sur.

Walter Molano: Es verdad que la re-gión tiene diferentes números, eso sin duda,tenemos extremos. Yo tengo –9% para Ve-nezuela, y no sé, quizá algún país está cre-ciendo más que 3%, lo dudo, pero la cosa esque la tendencia sigue siendo la misma: to-dos están en una desaceleración, algunospeor que los otros, pero no hay país de Amé-rica Latina que en estos últimos tres mesesno esté llorando. Se siente fuerte esa des-aceleración. Entonces quizá unos solo estáncreciendo el 2 ó 3%, pero de todas formashace seis meses pensaban que crecerían al 4y al 5%.

Esto me lleva al segundo punto, que síhay temas comunes, entre ellos el fiscal.Pero a mí me parece –lo mencionó Lilianay me pareció muy interesante–, que otro esel endeudamiento.

Uno de los síndromes más consistentesen todas estas crisis ha sido el tema de lasdeudas, como ya se señaló. Esto empezó enlos países desarrollados –en Estados Uni-dos–, pasó a Europa y ahora esa mismadroga –que de verdad es una cocaína que leestamos metiendo a la gente–, es lo queestá infectando los países en desarrollo.Hace 10, 15 años, uno casi no encontrabatarjetas de crédito en América Latina o enColombia. Ahora no hay familia que notenga tres o cuatro tarjetas de crédito, tie-nen hipoteca, tiene préstamo decarro.¿Cómo nosotros, economistas bien

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preparados, podemos dejar que pueblosque no tienen historia de crédito, pueblosque de verdad no tienen mucho empleoformal, tengan ese acceso a tarjetas de cré-dito? Aquí hay un problema muy profundo;dejamos que los sistemas financieros, lasempresas financieras den ese tipo de cré-dito y, al mismo tiempo, cuando se metenen problemas (porque sin duda si uno en-deuda a alguien con una tarjeta de créditoque tiene una tasa de 30, 40, 50%, se va ameter en problemas) y cuando revientan losrescatamos. Eso es lo que estamos ha-blando que los chinos van hacer, que van arescatar al sector financiero. Hay unos in-centivos muy perversos y la cosa es que loseguimos repitiendo. A mí me sorprendemucho que los entes multilaterales como elFondo Monetario no se enfrenten a esteproblema, quizás los intereses económicosson demasiado grandes…

La tercera cosa que quería plantear es simás bien hay mucho pesimismo: la Chinaque se está desacelerando, los problemasdemográficos que tiene China, es verdad,todo eso es verdad. Pero hay una cosa, uncomponente muy interesante de lo que estápasando, y es que los cambios demográfi-cos en China están despertando a un nuevogigante, y se llama la India. Como la Indianunca tuvo ese control sobre la familia,van a superar a China y a ser el país másgran del mundo. Hacia 2040, me parece, se

espera que la India tenga como 1,450 mi-llones de habitantes y la China como 1,100.

El mundo siempre necesita la fábricabarata y la India se va a convertir en esa esafábrica barata. No importa si te gustan lasreformas de moda, si no te gustan, es un he-cho. La India se va a convertir en la fá-brica del mundo porque China se va a po-ner demasiado cara. Ustedes saben que lamano de obra en China me parece queahora está más alta que en México. Cuandoeso pase, con la India tan subdesarrollada,con tantas necesidades, se va a convertir enotra China y vamos a seguir con este ciclode commodities.

Para poner unos números en perspec-tiva: en Estados Unidos, por cada 1000 ha-bitante hay 809 autos, en China hay 100, enIndia hay 38. Para ponerlo en un contextolatinoamericano: en Venezuela hay 154 yen Brasil hay 250. Es decir que si la Chinallega al nivel de prosperidad (o por lo me-nos de penetración de autos por mil perso-nas) como Brasil, va a estar consumiendo150% más de petróleo del que consumenahora, y ellos consumen casi a la par de Es-tados Unidos. Si la China tiene la mismapenetración de autos que Estados Unidos,se van a llevar 87 millones de barriles quese producen al día.

Estamos pasando parte de este ciclo; elciclo de commodities sigue, entonces no de-mos marcha atrás con la globalización. Con

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la China siguiendo en esa tendencia y la In-dia que se va a convertir en la fábrica delmundo, no habrá suficiente petróleo, me-tales, alimentos y eso. Creo que viene otraépoca, la época dorada de América Latinano se ha acabado, pasamos ahora un mo-mento de transición, pero creo que se va aponer súper interesante.

Federico Poli: Brevemente quería ex-poner algunos números que me parece quedan la dimensión de las realidades.

Primer punto: se habla mucho de shif-ting wealth en estas décadas. En realidad,cuando uno mira la participación en el PIBmundial en términos de PTP, lo que se vaa ver a fines de 2020, o ya ahora, es una ca-ída de 24 puntos en la participación de lospaíses desarrollados. De esos 24 puntos,23 los incrementan los países en desarrollo;China explica casi 17, e India explica casi6 puntos. América latina, el resto de losemergentes, África y demás no incremen-tan, incrementan en cero. Esta es la pri-mera cuestión. Por eso tiene que preocu-parnos tanto la desaceleración China.China incrementó su participación de 2,3puntos del PIB mundial en el 80, a 19 pun-tos en el 2020, e India de 3 a 8,5, pero elresto de los emergentes no registran cam-bios. La tasa de crecimiento tiene que vercon la demografía, obviamente.

La otra cosa vinculada con eso, es quecuando uno mira el crecimiento de losemergentes desde el 2003 hasta ahora, di-vidiendo la tasa de crecimiento en lustros,América Latina es la que menos tasa de cre-cimiento tiene durante el lustro de oro,solo por encima de los países emergentesdel Middle East y Noráfrica. Es la tasa decrecimiento que más cae en el 2008–2012,y ahora también es la que más cae… De losemergentes, es la que menos crece en esteperiodo, la que menor tasa de crecimientotiene; ya digo, solo por debajo del MiddleEast y Noráfrica del 2008 al 2012. El resto,con una mira hacia Europa emergente yhasta África subsahariana, crece más.

La otra cuestión. En este “lustro de oro”,según datos de la CEPAL, América Latinatuvo la peor productividad de los últimos 40años, 2% de crecimiento anual. Esto, obvia-mente, incrementó la brecha respecto a Es-tados Unidos, y eso tiene que ver con in-versión. Mientras en América Latina la tasade inversión se movió entre el 2000 y el2011 entre 20 y 24 puntos, el Producto, porejemplo en el sureste asiático, se movió en-tre 30 y 40 puntos, y la tasa de crecimientoentre el 2000 y el 2011 es menor que la delos años 70 en América Latina. Este es eldesafío de productividad y esta es la reali-dad de América Latina en estos años.

La última cuestión que quería comentares respecto a Grecia es: ¿cuál es la posibili-

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dad de que la salida de Grecia significaríaque, en la próxima tensión en la zona euro,el fly to quality sea infinito hacia Alemania?Y, segundo punto, la salida de Grecia de lazona euro con una caída brutal en el pri-mer año y después el crecimiento esperablede una devaluación y de una restructura-ción de deuda, significaría el peor malejemplo también para los periféricos a quie-nes les está costando tanto crecer.

Saúl Weisleder: Creo que aquí la dis-cusión ha sido más que todo, para decirlode alguna manera, de economía positiva,con datos duros, estadísticas, por ciertomuy diversas, sobre producción, comercio,el sector financiero, fiscal, etc. Dicen que nosolo uno habla de la feria según le fue enella, sino que también según las verdurasque compre. Yo espero que las verdurasque yo compré se parezcan un poco a las deJosé Luis, para que no esté demasiado lejosmi pegunta de esto, porque sé que estoycambiando un poco la discusión. Mi pre-gunta va más a lo normativo, es más de po-lítica económica.

Ante los fenómenos y desafíos globales,como el cambio climático y el objetivo y eldesafío de eliminación de la pobreza y dela inequidad que Naciones Unidas se haplanteado para la agenda pos 2015, enton-ces, mi pregunta para José Luis es: ¿crees

que hay esperanza de que a más largo plazolos patrones de consumo e inversión enAmérica Latina puedan ir cambiando demanera tal que puedan ser compartiblescon estos objetivos de la agenda post 2015?¿Qué pensás sobre eso? Sé que se sale unpoco de lo que estamos discutiendo, perome parece que son desafíos fundamentales.

Juan Triana: Quería, más que todo,referirme a un tema que me llama la aten-ción y es que si bien es cierto que cadacual disfruta de su infelicidad a su manera,los cubanos la hemos disfrutado a nuestramanera, que es bien interesante. Me resistoa que no podamos tener algunos elementoscomunes, incluso aceptando la subregio-nalización de la que habló Sergio. Pero hayun grupo de elementos comunes que yocreo que sería interesante para nosotrosidentificar 5, 6 de ellos que pudieran ayu-darnos a entender a Latinoamérica comoun todo.

Uno de los que me llama la atención eslo que ha pasado con la dependencia de loscentros cíclicos de la economía mundial, ycómo en el caso de México hace unos añosera de una gran debilidad y sin embargolos países del sur tenían una fortaleza. Peroahí hay un tema de calidades, esa depen-dencia de los centros cíclicos que me pareceque es interesante examinar, y que es un

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viejo tema desde la perspectiva, por ejem-plo, de la CEPAL. Ese era un punto, unapropuesta en realidad: identifiquemos al-gunos de esos puntos comunes a la región.

Lo otro que quería agregar a las fortale-zas de las que habló Walter, es algo que nopodemos dejar de plantear, y es que en losúltimos 10, 12 años, América Latina tam-bién ha cambiado mucho en lo social. Creoque una fortaleza de estos 10 años han sidolos avances que hemos tenido en lo social.Es otra América Latina porque tambiéntenemos otra gente, quienes en definitivason los que hacen la economía. Creo queesta es una fortaleza importante, haber cre-cido en la clase media, si bien es un tre-mendo reto incluso para el ajuste, porqueentonces la infelicidad se disfruta peor, de-finitivamente, pero también es una granfortaleza que América Latina haya mejo-rado tanto en lo social, como nunca antes,en muchísimas décadas. Eso también hayque tenerlo presente a la hora de pensar enel ajuste y en las maneras de salir de él.Creo que hay un nuevo recurso a utilizar,que tiene, yo diría, mayores espacios queotros recursos.

Federico Steinberg: Intentaré res-ponder a algunas preguntas muy concretasque me atañen, no pretendo dar una res-puesta a todo, ni mucho menos.

Sobre la gobernanza global. Si usamosla terminología clásica de economía polí-tica internacional, aquí lo que ha habido noes cooperación, es armonía de actuacionesunilaterales, es decir, ha habido reformas fi-nancieras en los Estados Unidos y en laUnión Europea, punto, no así en la gober-nanza del Fondo Monetario, un tema com-plicado, y además, irrumpe el banco asiá-tico, el banco chino de infraestructura.Tiendo a pensar que estamos perdiendoesa oportunidad, pero no dejo de decir quetampoco se va acabar el mundo mañanapor eso. El nivel de interdependencia haceque ya nos preocuparemos por no meter lapata hasta el fondo, ni a nivel global ni a ni-vel europeo.

Sobre Grecia. Si uno sigue el tema de lacrisis griega durante estas últimas dos se-manas, es interesante observar que laprensa anglosajona daba el “Grexit” por he-cho y, además, que no iba a tener ningunaimportancia porque estaba descontado delos mercados. La prensa europea conti-nental era mucho más cauta, había debates.

En un mundo en que la prensa anglosa-jona domina tanto, se ha visto que para elcaso europeo no es así, es decir, el análisiseconómico que hace Krugman de Greciapuede ser correcto desde el punto de vistaeconómico, pero desde el punto de vista dela economía política creo que le falta mu-cho, y eso sin negar que tanto Krugman

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como Rogoff, como Stiglitz o como HansBerner, sí, todos dicen que hay que rees-tructurar la deuda, o sea que ese no es untema de izquierda o derecha. Ahora, estoycompletamente de acuerdo: me parece queel problema de la salida de Grecia no es untema de hoy, es un tema de la próxima cri-sis, coincido plenamente.

Ahora bien, el tema del “mal ejemplo”para los periféricos depende de cómo se ges-tione, esto es pura política, solo se puedenhacer especulaciones. Creo que si Grecia sequeda, como parece que va a quedarse, ha-ciendo casi todo lo que se le pida que haga,entonces los partidos europeos críticos de laausteridad van a sufrir un daño. Ahora, siGrecia es expulsada o se percibe que Greciaes expulsada por una hegemonía alemanaintransigente (como también se ha plante-ado, y Paul De Grauwe lo decía ayer en untweet; con mucha mala idea, decía: “se estánreescribiendo las reformas de la gobernanzaeconómica del euro, esto consiste en quehaces lo que dice Alemania o te vas”), en-tonces yo sí creo que estos partidos críticospueden tener un espaldarazo, porque van adecir: “En esta Europa no quiero vivir.” Va-mos a ver cómo se desarrolla.

José Luis Machinea: Estoy total-mente de acuerdo con Federico en el temade Grecia.

Además quiero decir que lo que dijoJuan me alegró la vida, porque hastaahora la heterogeneidad de América La-tina había ganado casi 10 – 0 como temadominante, y yo me pasé un tiempo en laCEPAL tratando de explicar los rasgoscomunes que tiene América Latina sin ne-gar, obviamente, la heterogeneidad. Si ha-blamos de heterogeneidad y empezamos aver cómo nos da el Producto, nos encon-tramos, por ejemplo, con que Brasil y Mé-xico están entre los tres países que menoshan crecido en los últimos 25 años. Poreso en la CEPAL nosotros llegamos a sa-car no solamente el promedio ponderado,sino el promedio simple de América La-tina, para mostrar que a América Latina leestaba yendo mejor, como ahora tambiénle está yendo mejor en términos relativos.Así que, desde ya, hay heterogeneidadpero también hay algunos elementos co-munes y por eso creo que tiene sentido se-guir hablando de América Latina, aun-que se señalen, al mismo tiempo, distintasrealidades.

Por ejemplo, sobre un punto que marcóGermán acerca de la inversión, yo destaquéla parte positiva, pero al mismo tiempo de-cía “positivo pero no tanto”, porque seña-laba la heterogeneidad entre los países quemás habían invertido respecto de los quemenos habían invertido, y la diferencia detodos ellos con el sureste asiático.

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Rebeca habló de China, de los proble-mas de por qué no aumenta el consumo. Laprotección social es uno de ellos, cómo aho-rra la gente teniendo en cuenta diferentesincentivos. No puedo si no estar de acuerdo,simplemente digo que cambiar eso pareceque demorará mucho tiempo. De hecho lacobertura de la protección social parece queestar avanzando, pero muy lentamente ypor ende va a demorar un tiempo su im-pacto en el crecimiento de China. En otraspalabras, pareciera que aumentar el con-sumo es la necesidad de la hora, ya que escasi imposible pensar en la inversión y lasexportaciones como factores dinámicos. En-tonces aquí hay un problema estructuralque nos va a acompañar por mucho tiempo,aunque se hagan ciertas reformas.

Otro aspecto es el que marcaba Gui-llermo Perry: definitivamente, hay un temademográfico en China. China es lo quemás se parece al mundo desarrollado encuanto al impacto demográfico. ¿Saben us-tedes que en China la población económi-camente activa deja de crecer este año y enel 2023 deja de crecer la población en ge-neral? Eso sí, con una ventaja que tienenlos chinos, y es que se jubilan a los 60 y alos 55 años, así que siempre cabe aumentarla edad de jubilación cinco años lo que im-plica aumentar la fuerza de trabajo.

Pero el problema de crecimiento poten-cial de China no solo tiene que ver con la

demografía. También se explica porqueestá cerca de la frontera de producción y,por lo tanto, la copia ya no sirve dema-siado, lo que implica que innovar definidaen un sentido amplio. Los servicios ya pe-san más que la industria y no es posible se-guir compitiendo simplemente con bajossalarios. O sea, la parte fácil del creci-miento, por llamarlo de alguna manera, seagotó y ahora viene una segunda fase.China se ha preparado para ello, por ejem-plo con la calificación de la mano de obra,con un extraordinario aumento de los gas-tos en I&D y en patentes y por cierto conuna mejora extraordinaria en su infraes-tructura. Como le irá en esta nueva fase desus procesos de desarrollo está por verse.

Respecto al interesante comentario deWalter Molano en relación con India, que-ría mencionar que hoy la India y Áfricasubsahariana tienen más pobres de los quetenía China hace 20 años y, por ende, siellos crecieran a tasas elevadas tendríamosun shock parecido al de los chinos. No creoque sea en el caso de África subsahariana,pero en India hay más posibilidades de quesuceda y ahí debe de haber 900 millones depobres. Así que coincido que India puedeser, no digo un sustituto de China, peroeventualmente alguien que ayude a que lademanda, entre otras cosas, de commoditiesaumente al ritmo que venía aumentado. Osea que con China al creciendo al 5% o 60%,

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está todo bien, pero necesitamos alguienpara que la economía mundial no desace-lere el crecimiento de forma abrupta y conello el precio de las materia primas, Nohay que descartar que, efectivamente, Indiasea parte de la solución y no del problema.

Otro tema, la depreciación cambiaria yGuillermo Perry lo marcaba muy bien.Desde enero o mayo del 2013 a la fecha elcambio se ajustó más 54% Brasil y 42% enColombia. Estos son los países donde másse depreció el tipo de cambio; Chile 33%,Perú 22% y México 23%. Lo que me pareceextraordinario es que se puedan dar estetipo de devaluaciones sin una importanteaceleración inflacionaria. Eso solo se ex-plica por la estabilidad financiera y real deAmérica Latina.

Hay otras fortalezas además de la esta-bilidad financiera; también tenemos me-nos endeudamiento externo. Quizás algu-nos países hayan exagerado en términosde desendeudamiento, pero lo cierto es queen términos de deuda en moneda extran-jera, estamos mucho mejor, en promedio laregión es menos vulnerables. ¿Quién hu-biese imaginado que Brasil podía devaluar55% sin que el país se cayera a pedazos alotro día? No digo que no haya impacto enel aparato productivo, pero algunos paíseshan sido capaces de absorber sin crisis de-valuaciones muy grandes, desde el 25 al55% con relativa estabilidad financiera. En-

tonces me parece que hay que reconocerque hay menor endeudamiento en monedaextranjera en la región, lo que reduce la vul-nerabilidad, aunque no la hace inmune acualquier shock.

Osvaldo Rosales habló de la desacele-ración de las exportaciones. En parte eso seexplica porque la gran descolocación seacabó y, por lo tanto, lo que estábamos ob-servando era aumento de exportacionesque no es lo mismo que el valor agregadode las exportaciones. Lo que habría quehacer es calcular una serie más larga de va-lor agregado; hay algunos países que lo hanhecho y lo que se observa es que aunque esimportante la desaceleración no es tan pro-nunciada como muestran los flujos de co-mercio.

Lo que dijo Saúl acerca del tema nor-mativo. Creo que algo –lo decía hoy Rebecaen la inauguración– cambió en AméricaLatina desde el punto de vista normativo.La visión acerca de los temas de pobreza ylos temas de equidad en América Latina noes la misma que hace 10 años. Pero no so-lamente la visión, para decirlo en térmi-nos muy generales, sino la presión políticao la economía política o como queramosponerlo, ha cambiado definitivamente enAmérica Latina. El 70% de la disminuciónde la pobreza en América Latina está ex-plicada por el crecimiento y el 30% por me-jora en la distribución y el bono demográ-

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fico, y eso es un récord en el mundo, por-que en el resto del mundo el 90% de la dis-minución de la pobreza de la última décadaestá explicado por el crecimiento. Pero tam-bién es cierto que si no volvemos a crecer,o si no crecemos al mismo ritmo, el temanormativo no va a alcanzar, ya que no ha-brá recursos suficientes. Pero me pareceque ese cambio es un activo de la región. Loque intenté hacer notar es que la región noavanzó demasiado en algunas reformas es-tructurales, por ejemplo en relación con asistemas de protección social universales, yese es un tema pendiente.

Rebeca Grynspan: Ha sido una dis-cusión riquísima, no voy a tratar de sinte-tizarla, solo quiero hacer mis propias ob-servaciones.

En primer lugar, el tema de la hetero-geneidad. Yo voy con Juan y con José Luis.Recuerdo que igual hacíamos con respectoa la pobreza en los años 90: cuando Brasilaumentaba la pobreza, la sacábamos delas estadísticas; cuando disminuía la po-breza, la poníamos para decir que había-mos logrado más. Uno siempre puede su-mar y restar de manera en que parezcaque todo está mejor para un grupo conrespecto al otro. Cuando el sur estaba cre-ciendo mucho, todos decíamos que eraAmérica Latina, ahora que el sur no crece

tanto, lo sacamos de las estadísticas parahacer mejores promedios. Eso tiene algode verdad.

La heterogeneidad siempre ha estadoahí, pero yo creo que es cierto lo que diceWalter, que lo cierto es que hay una des-aceleración aun entre los que no les va mal,y hay que pensar en las nuevas fuentes decrecimiento y cuál es la nueva agenda, por-que es una agenda distinta a la del pasado.

Creo que hay muchas cosas que hici-mos bien y nos fue muy bien en lo que hi-cimos hasta ahora, pero lo que hicimos an-tes no es lo que nos va ayudar en la parteque viene. Entonces la discusión más rele-vante es sobre lo que tenemos que hacer. Locierto es que como esta es una región pocointegrada –porque negociamos poco entrenosotros–, pues si baja el crecimiento enBrasil o en México, no le pasa nada a nadiemás que a Brasil y a México, porque el co-mercio está poco integrado. Es distinto enAsia, porque Asia crece a través de Chinay exporta a través de China. A nosotros nonos pasa eso. Entonces la integración te-nemos que planteárnosla también desdeesa perspectiva.

Segundo, que el 70% de la disminuciónde la pobreza está explicada por el creci-miento en la mejora de desigualdad, escierto, pero también es cierto que eso su-cedió porque hubo inversión social en ca-pital humano que entró al mercado de tra-

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bajo, aumentó los empleos, pero ahí estánlo social y lo económico realmente comodos caras de la misma moneda. Se lo atri-buyen al crecimiento, pero no hubiera ge-nerado una baja en la desigualdad del mer-cado laboral, si no hubiéramos invertido encapital humano antes, entonces hubiéra-mos podido crecer sin disminuir la des-igualdad en el mercado laboral aunque sehubiera expandido el empleo. Creo que esimportante eso.

Y tercero, con respecto a China y a In-dia. Me parece muy importante este temade que China hoy puede tener paz socialcon menos crecimiento, precisamente porhaber cambiado, en parte, la matriz pro-ductiva. Ellos mismos han generado ungran obstáculo porque el consumo nocrece, entonces eso también tiene su límite.Creo que ahí hay un serio problema haciael futuro, a pesar de que su plan quinque-nal era ese, todo el plan quinquenal eracrecer más armónicamente, dedicarse almercado interno, cosa que la inversión ex-trajera directa ya comenzó a hacer hacemucho tiempo.

Hace mucho tiempo la inversión ex-tranjera directa en China no va para las ex-portaciones sino va para el mercado in-terno, y el mercado interno no crece. Ahítienen un desajuste que no sabemos cómovan a mejorar. Yo tengo cierta reacción altema demográfico en India, porque cuando

estuve en Uganda eso era lo que decía elpresidente de Uganda: “No vamos a con-trolar la natalidad, ni a dar ninguna facili-dad a las familias para que controlen la na-talidad, porque nosotros vamos hacer laChina del futuro.” Me parece que el temademográfico tiene sus aristas negativas enel crecimiento que no podemos obviar, osea no es simplemente producir gente paraser “la fábrica del mundo.”

Eso se relaciona con algo que decía Saúl,el tema de la sustentabilidad, el tema delmedio ambiente y de lo que pueden repre-sentar los desastres naturales para el creci-miento del mundo. Me parece que no es unasunto menor y tiene que ver también conun tema demográfico a nivel global. Esedesajuste, que no lo hemos considerado enlo que hemos dicho hoy, es un desajustemuy importante y puede llevar al mundo,en lugar de crecer y mejorar la vida de lospobres de África subsahariana y de India,a un desastre en términos de desastres na-turales, del cambio climático y de su inca-pacidad de adaptación. Podríamos gastartodo en adaptación sin crecer nada, sim-plemente para evitar 3 mil millones más depersonas por debajo de la línea de pobreza,que es el peor escenario que se ha calculadosi no hacemos nada en la próxima reuniónde París. Entonces creo que ese equilibriodemográfico, de crecimiento y de medioambiente nos faltó hoy en la discusión,

El escenario internacional y la nueva realidad económica de América Latina

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pero hay que considerarlo como algo fun-damental.

Lo último. El tema de todos aquí es:¿hacia delante qué? ¿Qué es esa segundageneración de políticas hacia adelante?¿Cómo vamos a poder invertir en lo que te-nemos que invertir con mucho menos es-pacio fiscal, con mucho menos espacio ex-terno? ¿Y cómo en lo político vamos apoder llevar una agenda que requiere másdel sector privado, que requiere más deasociaciones público–privadas, con una to-tal desconfianza de la ciudadanía en las in-tenciones del sector público, en sus insti-tuciones y en la política? Esa es una

discusión que deberíamos tener, porquenecesitamos más el sector privado, tieneque haber un mejor diálogo, necesitamosmás asociación pública–privada para la in-fraestructura y la logística, para la revolu-ción de productividad, pero hay una grandesconfianza en el sistema político, en lasinstituciones políticas, en todo lo que tieneque ver con asociación público–privada, seve nada más como una fórmula de co-rrupción y de regalía. ¿Cómo vamos a re-cuperar la confianza en la ciudadanía parapoder llevar esta agenda adelante, que re-quiere de política y de mucha imaginaciónpara el futuro?

VIII ENCUENTRO CAF-SEGIB DE ECONOMISTAS

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IILA EMERGENCIA DE NUEVOS ACTOS GLOBALES Y LOS NUEVOSACUERDOS COMERCIALES Y DE INVERSIÓN: DESAFÍOS Y OPORTUNIDADES PARA LASEMPRESAS DE IBEROAMÉRICA

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Quisiera comenzar poniendo de re-lieve la perplejidad que vive el sec-tor empresarial de todos nuestros

países, puesto que estos acuerdos de librecomercio sobre los que se me ha pedidoque hable no son, a mi juicio, otra cosaque la consecuencia del fracaso del multi-lateralismo. Si hubiera funcionado bien laronda Doha, si hubiera avanzado esa rondadel desarrollo, de seguro no tendríamosesta proliferación de acuerdos bilaterales decomercio que hay en América Latina. Paralos empresarios se hace casi imposible ope-rar en este escenario tan complejo.

Tenemos que recordar que el estanca-miento de las negociaciones de la rondaDoha de la Organización Mundial de Co-mercio, ocurre casi simultáneamente con elestancamiento de las economías del G–7.En el periodo de 1970 hasta en el 2014, es-tas economías han bajado su participaciónen el comercio mundial en 24 puntos,mientas que solo China ha aumentado 18puntos, y países como Corea, Indonesia,Tailandia, Turquía y Polonia, tienen tam-bién una participación creciente del co-mercio mundial. Entretanto, América La-tina tiene una situación de estancamiento.

Entonces nos preguntamos cuál debeser el comportamiento de América Latina.Y acá, en el panel previo, se ha dicho queAmérica Latina no es una sola, que hay unagran heterogeneidad, que las economías ylas oportunidades, por supuesto son dis-tintas, y que al no haber una sola recetapara aplicar a todos los países de la región,el riesgo que tenemos hoy –y no es unriesgo menor–, es que haya un retroceso enesa disminución de la pobreza y en ese au-mento de la clase media del que se ha ha-blado. O sea que estos progresos no estánasegurados y necesitamos entonces, un me-jor crecimiento, sobre todo un crecimientoque alcance a los niveles más bajos de la po-blación.

Sabemos que América Latina ha sidoun laboratorio de muchas políticas de des-arrollo económico y crecimiento econó-mico. Pasamos de la sustitución de las im-portaciones de los 70; después, en los 80,la liberalización, el Consenso de Was-hington y, posteriormente, toda esta can-tidad de acuerdos de libre comercio. Loque veíamos es que realmente hay un co-mún denominador en los países de Amé-rica Latina y en Iberoamérica –porque

EL MULTILATERALISMO EN CRISISMarta Lucía Ramírez. Exministra de Comercio Exterior y de Defensa, Colombia

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también España comparte algunos de losrasgos–, y es esa debilidad institucionalde buena parte de nuestros países.

Voy a referirme un poco a los indicado-res de competitividad. La debilidad debuena parte de los países está en la debili-dad institucional, en la muy baja prepara-ción del capital humano y el desarrollo delmercado laboral, en muy pobres políticasde innovación y de productividad que ge-neren mejores condiciones para que el apa-rato productivo latinoamericano sea com-petitivo y, por lo tanto, hay también muypoca sofisticación en los negocios en buenaparte de la región. Según los indicadoresdel Foro Económico Mundial, América La-tina, debido precisamente a su heteroge-neidad, tiene posiciones muy diversas en es-tos indicadores de competitividad mundial.Teniendo en cuenta que el ranking se hacesobre 144 países, en Iberoamérica hay ape-nas dos países que están por encima de lamedia, que son Chile y España; hay ungrupo de seis economías que están muchomás arriba del resto, que son Panamá,Costa Rica, Brasil, México, Perú y Colom-bia, y las demás economías latinoamerica-nas están muy por debajo de esa media, esdecir, Guatemala, Uruguay, Honduras, Re-pública Dominicana, Argentina, Bolivia,Paraguay y Venezuela.

Cuando hacemos un análisis de los in-dicadores de competitividad, vemos que elForo Económico Mundial trae unos indi-cadores sobre requerimientos básicos. Estosindicadores de requerimientos básicos eva-

lúan la calidad de las instituciones, la in-fraestructura, el entorno macro económico,la salud y la educación primaria. En estosindicadores de requerimientos básicos ve-mos también diferencias bastante notables.El único país que está por encima de la me-dia es Chile, en una posición 30; despuésaparece un grupo de países, tal vez ocho,que están dentro de la media, apenas porencima de la media, que son España, Uru-guay, Panamá, Costa Rica, México, Perú yColombia, y un grupo de países que estánbien por debajo de la media, que son Bra-sil, Guatemala, Bolivia, Argentina, Repú-blica Dominicana, Honduras, Paraguay yVenezuela.

Cuando uno desagrega cómo mide elForo Económico Mundial estos indicadoresde requerimientos básicos, aparece enton-ces la importancia de las instituciones, laimportancia de la infraestructura, el en-torno macroeconómico y la importanciade la salud y la educación primaria. Aquíhay cosas que son bastantes sorpresivas.España está apenas en el pelotón, digá-moslo así, de las economías latinoamerica-nas, que están apenas por encima de la me-dia. España aparece ahí en la posición 73entre 144 en la calidad de las instituciones;en infraestructura obviamente está muybien en España, pero en el entorno macro-económico aparece muy mal calificada,aparece con 121.

Vemos el otro grupo de economías: Pa-namá, Costa Rica, Brasil México, Perú, Co-lombia, Guatemala, Uruguay, Honduras,

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República Dominicana, Argentina, Boli-via, Paraguay y Venezuela –ahí sí están casitodas las economías latinoamericanas–,con muy mal desempeño en materia deinstituciones, y en el tema macroeconó-mico hay una gran variación: algunas estánrelativamente bien, como por ejemplo Co-lombia que aparece en el lugar 29. Estetema de las instituciones está relacionadocon la ineficacia en la lucha contra la co-rrupción. Aquí hay un tema que tambiénexplica de alguna manera el porqué de estebajo desempeño en muchas de las institu-ciones, y es la falta de controles, la ausen-cia de una verdadera voluntad política paracorregir la corrupción, para prevenirla ypara castigarla. Entonces es un tema quetambién tiene que ver con los indicadoresde transparencia, con todo lo relacionadocon el buen manejo del Estado.

Hay otro grupo de indicadores que con-templa el Foro Económico Mundial dentrode su índice de competencia, que son lospotenciadores de eficiencia. ¿Cuáles sonlos potenciadores de eficiencia? La educa-ción –ya no la primaria, sino la secundaria–, la eficiencia del mercado de bienes, la efi-ciencia del mercado laboral, el desarrollodel mercado financiero, la preparación entecnología y el tamaño del mercado.

Aquí también encontramos grandes asi-metrías. Mientras España, por ejemplo,aparece muy bien en la educación secun-daria, su eficiencia en el mercado de bieneses regular, posición 75, pero sorprendente-mente la eficiencia del mercado laboral

aparece muy mal calificada, está en la po-sición 100. Los países de América Latinatambién tienen posiciones diferentes, peroninguno tiene una posición sobresalienteen materia de educación; el que mejor apa-rece allí es Chile, nuevamente, y CostaRica, los demás muestran un desempeñobastante mediocre. Lo mismo sucede en laeficiencia en el mercado de bienes y en laeficiencia del mercado laboral.

Pero en donde peor aparecen buenaparte de los países de América Latina, es enel indicador de preparación tecnológica.Todo ello explica también por qué tan bajainnovación, y aquí vemos que buena partede América Latina está más debajo de laposición 78: Perú, Colombia, Guatemala,Uruguay, Honduras, República Domini-cana, Argentina, Bolivia, Paraguay y Ve-nezuela.

Quiero señalar con esto es la necesidadde tener una visión mucho más integral delo que hay que hacer, tanto en materia depolíticas públicas como en el esfuerzo quetambién tiene que hacer el sector privado,porque cuando nos preguntan dónde es-tán los desafíos del sector privado, parece-ría que son decisiones del sector privado…Algunas, en efecto, lo son, por ejemplo loque tiene que ver con modernización tec-nológica y con modernización del aparatoproductivo, pero buena parte de esas nece-sidades del sector empresarial de AméricaLatina, dependen de mejorar la calidad delas políticas públicas en esta serie de ele-mentos que son integrales, indispensables.

La emergencia de nuevos actores globales y los nuevos acuerdos comerciales y de inversión: desafíos para las empresas de iberoamérica

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En el pasado se decía a menudo: “Bastaque haya una buena macroeconomía y estonos va a colocar muy bien dentro del mer-cado internacional”, pero lo cierto es que,a pesar de que buena parte de los paísesaparecen allí con un manejo macroeconó-mico bastante acertado, no han logradosobrepasar sus niveles de participación enel mercado internacional, y ahora, con lacaída de la demanda de commodities, vemosel riesgo tan alto que tienen muchas de es-tas economías de perder buena parte de losavances logrados en años recientes.

El índice del Foro también incluye un in-dicador de industria, y esto lleva a losacuerdos de libre comercio.

Sabemos que, en América Latina, huboinicialmente dos modelos de integración,uno que era de libre comercio, que fue elNAFTA –Estados Unidos Canadá y Mé-xico–, y el otro, que era una integraciónprofunda, tratando de copiar de alguna ma-nera la integración europea, la ComunidadAndina. Y esto, como también se mencionópreviamente, tuvo las dificultades derivadasde que casi ninguno de los países quería ce-der autonomía a las entidades supra nacio-nales ni aceptar muchas de sus decisiones,por ejemplo en materia de incumplimiento,que pudiera tomar el Tribunal Andino deJusticia.

A finales de los 90 y mediados del 2000tuvimos una oportunidad –personalmentecreo que fue una oportunidad perdida–,pues hubiera sido positiva para AméricaLatina la Zona de Libre Comercio de las

Américas. Allí Brasil apoyó la posición ve-nezolana en contra de esta integración delas Américas y América Latina terminóatomizándose en la búsqueda de un mon-tón de acuerdos de comercio absoluta-mente desordenados que no le han dadoninguna ventaja competitiva a los empre-sarios de la región.

Hoy vemos los resultados. El MERCO-SUR dejó de generar una gran expecta-tiva; todo el mundo pensaba que el MER-COSUR iba a cambiar buena parte delcomercio mundial, de la economía mun-dial, y eso no sucedió. De hecho, el MER-COSUR ha perdido participación durantelos últimos años en el comercio intrarre-gional, y las disputas entre Argentina yBrasil siguen a la orden del día. Vemos unproteccionismo creciente, sobre todo en elcaso de Brasil, de tal manera que ese es unacuerdo de integración que hoy por hoy noda mayores oportunidades a las empresaslatinoamericanas.

Por otro lado, tenemos a la ComunidadAndina con una historia muy parecida. Elcomercio intrarregional ha disminuido, so-bre todo en la medida en que Venezuela seretiró y, además, empezó una serie de in-cumplimientos. Ese comercio andino tam-bién está en absoluto estancamiento, es unmodelo de integración también fallido, dealguna forma.

¿Entonces, qué estamos viendo hoy?Una semiintegración, curiosamente mu-cho menos formal al principio, pero infi-nitamente más dinámica, como la de la

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Alianza del Pacífico, en donde están Co-lombia, Chile, Perú y México. Esta es unaalianza que busca no solamente integrarmucho más estas cuatro economías, sinopermitir una complementariedad, quehaya cadenas regionales de valor que per-mitan insertarnos en cadenas globales devalor y hacer una presencia conjunta mu-cho más eficiente, sobre todo en los mer-cados asiáticos.

Esta Alianza del Pacífico tiene hoy unagran cantidad de observadores, muy pró-ximos posiblemente a entrar están Panamáy Costa Rica, pero hay más de 30 países ob-servadores. Personalmente, hablandodesde la óptica de Colombia, me preocupaque el verdadero acuerdo, más profundo ymucho más importante, que va a tener unimpacto infinitamente mayor en la econo-mía mundial, el TPP, incluye a tres de losmiembros la alianza, México, Perú y Chile,mientras que Colombia está por fuera. Esde las cosas que uno no logra entender.

El TPP se dinamizó a partir del 2010,sobre todo con la llegada del gobierno deObama. Siempre decimos que Colombia esel mejor amigo de Estados Unidos en Amé-rica Latina, con el que más compartimosvalores democráticos, lucha contra el nar-cotráfico, etc. Pero el gran impulsador deeste TPP, Estados Unidos, curiosamentedejó a su gran amigo, Colombia, por fuera.

En ese TPP y en la negociación trans-atlántica estará la sustitución de lo que hadebido ser la Organización Mundial deComercio. Personalmente, tengo dudas de

qué sentido tiene en este momento la Or-ganización, si los dos acuerdos globalesvan a terminar absorbiendo prácticamentetodo lo que hubieran sido esas negociacio-nes del comercio mundial, y seguramentese valorará en esas dos negociaciones, latransatlántica y la transpacífica, eliminarbuena parte de las barreras y solucionarbuena parte de los problemas en materiaagrícola y otras que nunca dejaron avanzarla Organización Mundial de Comercio.

De tal manera que creo, en conclusión,que hay que impulsar políticas públicasque mantengan una macroeconomía só-lida y a la vez prioricen el desarrollo pro-ductivo, el desarrollo industrial, manufac-turero, la agroindustria. Se volvió una malapalabra hablar de política industrial; evi-dentemente nadie quiere la política indus-trial proteccionista, cepalina, porque ya elmundo no está para eso, pero sí hay quepensar en una política industrial moderna,de innovación, de competitividad, y paraeso se necesita el trabajo que debe hacerseen materia de innovación, en materia deeducación, en materia de infraestructura yen fortalecimiento de las instituciones. Laagenda de América Latina tiene que orien-tarse en ese sentido, mucho más allá de silos acuerdos al interior de la región sonunos más atractivos que otros para las em-presas.

Hablando de Colombia, por muchotiempo se dijo el problema de Colombia esque está con una tasa de cambio revaluaday que eso le está quitando competitividad a

La emergencia de nuevos actores globales y los nuevos acuerdos comerciales y de inversión: desafíos para las empresas de iberoamérica

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sus exportaciones industriales. El ministrode Hacienda decía: “Tan pronto se mejorela tasa de cambio, se van a disparar las ex-portaciones industriales de Colombia.” Noes cierto. El ajuste de la tasa de cambio esnecesario pero no suficiente, y hoy que te-nemos una devaluación altísima, con unatasa de cambio que algunos calculan quepuede llegar a tres mil pesos, pues resultaque no tenemos qué salir a vender, no hayproductos industriales, no hay agroindus-tria, pues un país como Colombia, con unpotencial enorme de producción de ali-

mentos, de hacer alimentos procesados –nosimplemente la producción agrícola sinoprocesar esos alimentos–, dejó de lado esaspolíticas públicas que en este momento po-drían estar generando más empleos de me-jor calidad. En nuestro caso es un tema defondo, absolutamente de fondo, para la pazde Colombia, porque si bien es cierto hayque hacer negociaciones, etc., también escierto que si no corregimos los problemasde pobreza en el campo, seguiremos te-niendo narcotráfico y una violencia total-mente inaceptable.

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Me referiré específicamente al temade la presencia de China en Amé-rica Latina y sus posibles impac-

tos. Para ello, traigo una experiencia decinco años en la presidencia del ConsejoEmpresarial Brasil–China, que no es unacámara de comercio, pero es el Consejoque vela por crear un ambiente favorable alos negocios, su objetivo es ser una línea au-xiliar de los gobiernos en materia de inter-cambio económico. Hablaré de la presenciade China a partir de tres premisas, o másbien tres supuestos.

Uno, es que la caída de la bolsa enShanghái es un episodio de corrección delos mercados que no implicará un cambiode ruta para la economía china. Por su-puesto es un tema controversial, pero estomás bien me parece un episodio que unatendencia de la economía china, que sedesbalancee en su bolsa de valores.

El segundo presupuesto o la segundapremisa, es que la emergencia de Chinaes, a mi juicio, el hecho más importante enel escenario mundial de principios del sigloXXI. China suscita un interrogante muyimportante, que va a ser un factor para laestructuración del nuevo orden interna-

cional. Una pregunta básica es: ¿las rela-ciones entre Estados Unidos y China van aser relaciones de cooperación o más biende conflicto?

La tercera premisa es que yo mismo notendría condiciones para hablar sobre pre-sencia de China en América Latina a par-tir de la experiencia de diferentes países,pero voy a hablar de la perspectiva brasi-leña de la presencia de China en Brasil. In-tentaré extenderla un poco a otros países deAmérica Latina, porque mutatis mutandis lapresencia de China en Brasil se refleja ensu presencia en otros países.

China tiene un propósito muy claro.Cuando era el Secretario de Comunica-ción del Presidente Cardoso, tuve la posi-bilidad de participar, de presenciar las en-trevistas que él sostuvo con mandatariosextranjeros, con Jefes de Estado, con mi-nistros, y la que más me impresionó fue laque sostuvo con el Presidente Jiang Zemin,por una cuestión muy simple, que JiangZemin le dijo que China se está preparandoy sería la gran potencia del siglo XXI. Yonunca he visto a un Jefe de Estado deciralgo así con la candidez que lo dijo él, demanera muy clara y muy convencida.

DESCIFRANDO LA ESFINGE CHINASergio Amaral. Exministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior de Brasil. Presidente Emérito del Conselho Empresarial Brasil-China

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China tiene una visión clara de su emer-gencia. Esta visión fue formulada por unapersona muy interesante, Jang Vixion, uncontemporáneo de Deng Xiaoping. Tuveoportunidad de asistir a un seminario conél en Beijing y su idea es muy sencilla:China va a tener su emergencia a partir dela construcción de convergencias, de co-munidades de intereses con distintos paí-ses, distintas regiones en el mundo. Es tam-bién una formulación muy inteligenteporque, de esta manera, si va a haber unconflicto entre Estados Unidos y China,este no es, desde el punto de vista China, elmomento, hay que postergarlo. La idea dela emergencia pacífica es una idea centralde la acción de China en el mundo de hoyy tiene un propósito, China tiene una visióny una estrategia muy claras. Esta estrategiaes: emergencia económica primero, emer-gencia política después.

La emergencia económica es lo queChina hace hoy, una expansión sin prece-dentes del comercio. En poco tiempoChina se tornó en la primera potencia co-mercial; en poco tiempo, a partir de 2007,empezó una gran expansión de inversio-nes. Si miramos el ejemplo de Brasil, delaño 2002 al 2013 el comercio de Brasilcon China aumentó diez veces, y las in-versiones anunciadas de China de 2007 al2012 fueron de 60 mil millones dólares, delos que la mitad, 30 mil millones, está enejecución. Esta evolución sigue olas pre-determinadas similares a las olas que hanpasado en otros países de América del Sur.

Para garantizar el fortalecimiento de com-modities que China necesita, por ejemplo, seestán construyendo tres industrias, tresmontadoras de carros, una ya está ope-rando.

Al mismo tiempo de la estrategia eco-nómica, de la expansión económica, hayun progresivo avance político, lo que lospaíses del BRICS quieren, una participa-ción más amplia de los países emergentesen el proceso decisorio de la mesa de losgrandes de la gobernanza internacional,donde este acceso no se les ha permitido,como pasó con las instituciones de BrettonWoods en la ponderación de votos. China,sencillamente, ha creado instituciones pa-ralelas. Es el banco del BRICS, el Banco deInversiones e Infraestructura de Asia y losacuerdos de SWAP de monedas. Empeza-ron discretamente, pero hoy China tienemás de 40 acuerdos de SWAP de monedas.

Con Xi Jinping, nuevo presidente deChina, se abre un nuevo capítulo, que yollamaría “la geopolítica de la infraestruc-tura.” Son inversiones gigantescas en in-fraestructura, sobre todo en transportes,que empezaron en Asia. Ahora hay unanueva “ruta de la seda”, el norte que pasapor Eurasia para llegar a Europa, para traerel petróleo de Eurasia hasta Europa; la rutamarítima del sur, de la seda también, haciael Océano Índico; la ferrovía de alta velo-cidad norte–sur que llega a Tailandia.¿Cuál es el propósito de estos grandes pro-yectos? Abrir mercados para China, mer-cados para exportaciones, mercados para

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inversiones y, por supuesto, áreas de in-fluencia política para China. Y lo que pasaen Asia pasa en África.

¿Qué está pasando en América Latina?Xi Jinpig anunció que el propósito deChina es llegar en diez años a un comerciode 500 mil millones de dólares con Amé-rica Latina, y que las inversiones asciendana 250 mil millones de dólares para AméricaLatina, de un total de 1.5 trillones de dóla-res, que son sus planes para los países endesarrollo. El ejemplo claro de esta geopo-lítica de infraestructura en América La-tina, es la vía transoceánica que conecta elAtlántico y el Pacífico por Brasil y Perú.Muchos pueden decir –y yo creo que tienenrazón–, que todo son figuras astronómicasque esto no se van a realizar. Puede ser,pero el antecedente que conozco, el anun-cio en Brasil de 60 mil millones, la mitadestá, como ya dije, en ejecución. Esta obragigantesca, una obra para diez años, ya em-pezó. Cuando estuvo en Brasil el primerministro Li Keqiang, anunció un acuerdocon el gobierno brasileño que va a poner elMinisterio de Planeamiento con la Corpo-ración de Ingeniería Ferroviaria de China(CREC, por sus siglas en inglés), y dentrode un año tienen que presentar el plan deviabilidad de esta vía interoceánica.

Brasil ha sido socio de China en buenaparte del itinerario de su emergencia. Nos-otros hemos estado con China en la am-pliación de comercio, China es el primersocio comercial brasileño; hemos estadojuntos en los planes políticos de los BRICS,

estamos juntos en los planes de infraes-tructura, sobre todo en Brasil, quizás con al-gunos países vecinos. El intercambio conChina es sin duda positivo para Brasil, es elgran mercado de agricultura. Nosotros nopodemos quejarnos de China porque com-pra nuestros productos agrícolas, y cuandobuscamos, nos quejamos de Europa porqueno nos abre el mercado. Pero es verdadque el acceso a los productos industriales almercado chino es mucho más reducido.Primero, porque tenemos nuestros proble-mas de competitividad, y segundo, porquehay un proceso de integración económicaen el espacio asiático.

En Asia, 63% del comercio es hoy en díaintra–asiático. Hay un proteccionismochino del que no se habla mucho. Existenescaladas arancelarias y existe un procesode licencias que es muy poco transparente.Nosotros, el Consejo Empresarial, hicimosestudios sobre las inversiones chinas y te-nemos estudios sobre las barreras chinas.Esto revela que no es verdad que China seaun mercado abierto, pero en materia de in-fraestructura, China dispone de experien-cia, dispone de tecnología y dispone de fi-nanciamiento para obras que tienen uncarácter estratégico para ellos, pero tam-bién para nosotros.

En el centro este, donde se producenlos granos en Brasil, hay un proyecto decinco grandes ferrovías para la salida de lasoya. China ya tiene decidida su participa-ción en la primera de estas ferrovías, son fe-rrovías de más de mil kilómetros cada una

La emergencia de nuevos actores globales y los nuevos acuerdos comerciales y de inversión: desafíos para las empresas de iberoamérica

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y le van a dar a China una posición estra-tégica en el mercado brasileño de granos,porque China va a ser el origen del trans-porte ferroviario, los terminales, los puer-tos, el transporte para China y la distribu-ción en China.

En poco menos de un año Brasil ha re-cibido la visita del Presidente de China y desu Primer Ministro, con delegaciones de250 empresarios cada una. Cada vez se hanfirmado cerca de 30 acuerdos, algunos im-portantes y otros sin ninguna importancia.Se anunció la última vez 100 mil millonesde dólares de financiación entre bancos bra-sileños y China para financiar productos.

Pero, al mismo tiempo que es positivo,hay problemas y desafíos. El primero deellos es el desplazamiento de otros sociosimportantes de Brasil, lo mismo de empre-sas brasileñas en nuestros países vecinos,sobre todo en proyectos de ingeniería, cons-trucción y minería. Por supuesto, el ingresode la China reduce las preferencias delMERCOSUR. Cuando Argentina firmó suacuerdo con China el año pasado, le dio aChina una exención de licitación en susinversiones y en la provisión de equipos. Laamenaza también alcanza a la industriabrasileña, porque las exportaciones chinasen Brasil han hecho que muchas industriasbrasileñas se hayan transformado en ven-dedoras y comercializadoras de productoschinos.

China ahora ha desarrollado un nuevoconcepto, la “complementación de las ca-pacidades productivas” que, por supuesto,

para ellos quiere decir que nosotros pro-ducimos granos y ellos producen los vago-nes. Desde luego, eso tendrá que ser objetode un proceso de negociación. Y también loque se puede llamar una “financiación se-lectiva.”

He estado con el presidente ICBC enBrasil –el banco más grande del mundo–,para saber cuáles eran sus políticas de fi-nanciación, qué proyectos iban a financiar.Su respuesta fue muy sencilla: “Nosotros es-tamos aquí para financiar los proyectosdonde participan empresas chinas.” Escomprensible, pero revela mucho de losgrandes anuncios que se han hecho.

La presencia de China provoca reaccio-nes en todos, no solamente en nuestra re-gión. En Estados Unidos, Obama quiere re-forzar las alianzas militares en Asia y, almismo tiempo, avanzar en acuerdos de co-mercio como el TPP. Un estudio recientedel Council of Foreign Relations de Esta-dos Unidos afirma: “Obama ha sido muybenevolente con la expansión de China enAsia, tenemos que contener a China paraproteger nuestros intereses vitales en la re-gión.”

Lo mismo está pasando en América delSur. China también está ocupando un es-pacio donde Estados Unidos podría supo-ner que tendría una preferencia natural.Todo eso quiere decir que estamos en-trando en un periodo nuevo, de compe-tencia más agresiva entre Estados Unidosy China, por mercados y por zonas de in-fluencia.

VIII ENCUENTRO CAF-SEGIB DE ECONOMISTAS

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¿Qué hacer? Yo creo que primero hayque entender la naturaleza de la expansiónChina. China no es un país más, como fue-ron Japón o Corea. China es una potenciaemergente con una visión estratégica delmundo y con los medios para implementarsu estrategia.

América Latina se encuentra así entredos potencias, Estados Unidos y China,pero tiene en Europa un socio tradicionalcon el cual comparte afinidades ideológicas,comparte una gran cooperación económica,pero con la diferencia de que Europa notiene un proyecto estratégico como lo tieneChina. Por eso Europa representa para nos-otros el camino de una salida, la posibilidadde no ser el contenido en disputa entre lasdos grandes potencias. De ahí la importan-cia del acuerdo MERCORSUR–Unión Eu-ropea que, contrario a lo que pasó con otrasregiones de América de Sur, no fue todavíafirmado.

¿Cómo se podría hacer esto? Creo queen primer lugar nos toca a nosotros, eso yalo hablamos aquí, desarrollar una políticade competitividad, porque no es posiblequerer hacer frente China si no podemoscompetir. China ha seleccionado su canalpara América Latina, que es la CELAC,porque ahí no está Estados Unidos; creoque habría interés de tener en la CELACun canal de diálogo y de discusión del pro-teccionismo chino, y ampliar la integra-ción en nuestra región. Creo que esta divi-sión, esta nueva “línea de Tordesillas” entreMERCOSUR y la Alianza del Pacífico, es

un falso problema, porque mientras estospaíses han hecho acuerdos importantes quetiene un grado más profundo de integra-ción, el mercado está en el Atlántico, elmercado de los países andinos está en Bra-sil y en Argentina. Entonces creo que ahíhay un potencial de acercamiento que no seha hecho por razones políticas, sobre todode parte de Brasil, que no quiere ver a Mé-xico instalado en América del Sur, esa es larealidad.

Finalmente, creo que hay que crear, me-diante estos acuerdos, un ambiente más fa-vorable para los negocios, una apertura decomercio para la integración de los paísesde América del Sur en las cadenas de valor.

Pero hay un tema un poco más ambi-cioso: creo que así como los chinos tienenuna visión integral de su presencia en Amé-rica del Sur, los proyectos con los chinos nolos desarrollan las empresas, son decididospor la Comisión de Reforma y Planifica-ción de China, que define los proyectos,hace los acuerdos, selecciona las empresasy financia los proyectos. Creo que sería in-teresante pensar en consorcios de empresaspara poder actuar en un mercado que setorna cada vez más competitivo.

Termino una vez más con la relaciónEuropa–América Latina. Creo que estasrelaciones no pueden ser conducidas porlos objetivos económicos de corto plazo opor criterios técnicos de porcentaje del mer-cado o del universo de productos a ser be-neficiados; falta en esta relación una visiónestratégica de mediano y largo plazo y la

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conciencia de que el fracaso de un acerca-miento más profundo entre Europa y Amé-rica Latina, puede significar una integra-ción de los países de América Latina con elespacio económico asiático bajo la hege-monía china.

Las relaciones con China –yo parto siem-pre de este presupuesto–, hay que entender-las bien, me acuerdan de la esfinge de Tebas:descíframe o te voy a devorar. Así es conChina.

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Mi análisis se centrará en la gesta-ción de los llamados “mega acuer-dos” y sus eventuales impactos

sobre la región. En mi opinión, hay cuatro grandes

mega tendencias en el escenario mundial.La primera de las cuales es una onda decambio tecnológico que no tiene parangónen la historia de la humanidad. El drama esque me da la impresión de que nuestras éli-tes, nuestros gobiernos y nuestra acade-mia, están dando la espalda a ese fenó-meno. Dentro de esto, identifico cuatroejes: las tecnologías de información y de co-municación, la nube, internet de las cosas;un segundo, la robótica, la impresión en3D, los vehículos a control remoto. Unatercera dimensión, la interfase entre losavances de la biología, las nanociencias ylas tecnologías de información y comuni-cación, que interactúan y que generan unasinergia que las impulsa a todas hacia avan-ces adicionales. Y una cuarta línea, que de-bería preocupar mucho a la región y lle-varla a tomar decisiones de fondo en estetema, es que los futurólogos, los prospec-tólogos, señalan que buena parte de losavances tecnológicos de los próximos 20, 30

años, se centrarán en la interfase entre ener-gía, agua y recursos naturales, y siendo laregión un gran proveedor de agua y de re-cursos naturales para el mundo, deberíaser un tema que nos implicase mucho más.

Estas cuatro dimensiones interactúan yvan generando un espacio inédito donde lainnovación se transforma rápidamente enproducción y en comercio y, por lo tanto,hay un dramático cambio en la lógica deperdedores y ganadores en la economía in-ternacional.

El segundo gran eje tiene que ver con loque hemos conversado durante el día, la lla-mada “gran convergencia”, el salto deChina y de Asia cerrando la brecha con laseconomías industrializadas. Cualquier va-riable económica que uno considere, nosolo crecimiento, no solo comercio, tam-bién propiedad intelectual, patentes, nue-vas tecnologías, fondos soberanos, etc.,muestra una presencia creciente de las eco-nomías asiáticas en ellas. Si uno suma elaporte de China más Corea, más Singa-pur, más Hong Kong, más Taiwán, obtieneun porcentaje elevadísimo del flujo o delstock mundial pertinente de cada una de es-tas variables globales. Por cierto, este pro-

AMÉRICA LATINA Y LOS «MEGA ACUERDOS» COMERCIALESOsvaldo Rosales. Director de la División de Comercio e Integración, CEPAL

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ceso está altamente concentrado en Chinay en Asia.

Un tercer eje, muy ligado con los dos an-teriores (pero no tengo tiempo de explicarlas interrelaciones), es cómo la producciónmundial se organiza en torno a cadenasde valor, básicamente regionales, pero al-gunas también con dimensión global. Te-nemos entonces las tres grandes fábricasmundiales: la fábrica de Norteamérica,cuyo hub es Estados Unidos, con vínculocon Canadá, con México y en alguna me-dida con Centroamérica; la fábrica de Eu-ropa, obviamente con Alemania como hub,y la fábrica de Asia, cuyo hub hace diezaños era Japón, hoy día es China.

En mi opinión, como respuesta a estastendencias es que surgen los “mega acuer-dos”. Para ponerlo de una manera muysimple, los ganadores del siglo XX –Esta-dos Unidos y Europa– tratan de definir lasreglas del siglo XXI, buscando imponérse-las a los “vencedores” del siglo XXI, estoChina y las economías asiáticas.. Por lotanto surgen estos “mega acuerdos”; losmás relevantes son el Trans Pacific Part-nership y el TTIP, el acuerdo entre Eu-ropa y los Estados Unidos.

Con el TPP lo que tenemos es que Es-tados Unidos va a renegociar acuerdos queya tiene –¡y valga que es duro renegociarcon Estados Unidos!–, y va a negociar nue-vos acuerdos con Japón, Malasia, NuevaZelanda, Vietnam, eventualmente con Co-rea (Corea puede ingresar, pero Corea yatiene un acuerdo con Estados Unidos.)

Otro que vale la pena retener es el RCP,que incluye a las diez economías deASEAN, más China, Japón, Corea, NuevaZelanda, Australia e India. Hay otras ne-gociaciones en curso: la negociación entreChina, Japón y Corea, el acuerdo entre Eu-ropa y Japón, pero los más relevantes sonlos dos primeros que mencioné y me voy aconcentrar en ellos.

¿Qué temas incluyen estos “mega acuer-dos”? En primer lugar, los tópicos tradi-cionales cubiertos por la OMC y por losacuerdos estándar que uno conoce; luego,lo que llamaremos acá “tópicos de segundageneración”, tratados parcialmente en laOMC con acuerdos específicos que no cu-bren a todos los países. Y, por último, lomás interesante, temas que no están en ab-soluto regulados por la OMC. Tenemosahí convergencia regulatoria, comercio di-gital, empresas estatales y su vínculo concomercio, flujo de datos transfronterizos,copy right en Internet, temas laborales y te-mas ambientales vinculados con comercio.

Supongamos que el TPP se aprueba;eso, en mi opinión, va a generar creación ydesviación de comercio y de inversiones,dependiendo de los países. En materia decreación, habrá creación de comercio y deinversiones para países sin acuerdo previoo que, teniéndolo, obtengan ganancias adi-cionales en acceso al mercado, facilitaciónde comercio, temas sanitarios, barreras téc-nicas y otros. Habrá, obviamente, desvia-ción para países que no están en el TPP yque compitan con países del TPP en el

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mercado norteamericano, en el mercado deJapón, en el mercado de Corea, etc. Esto noes mecánico, es necesario que se cumplanciertos requisitos para aprovechar esa cre-ación de comercio. Ahí es fundamental quela oferta productiva y la diversificación ex-portadora permitan, efectivamente, apro-vechar esa oportunidad.

De poco sirve un acuerdo de libre co-mercio si carezco de una base productiva,de una base exportadora que permita aten-der esas demandas que van surgiendo; quepermita que exista comercio intraindus-trial, comercio de partes o componentes yque, por lo tanto, sea parte de las cadenasde valor, lo cual requiere calidad en la in-fraestructura, la logística y el transporte. Sitengo todo eso y tengo la política de apoyoproductivo, podría aprovechar la eventualacumulación de origen que pueda surgirdel TPP, es decir, poder importar bienes,insumos de cualquier país miembro delTPP, para poder exportar a Estados Uni-dos, a Japón, a Corea, etc., con las prefe-rencias arancelarias respectivas.

También puede haber costo para los pa-íses en desarrollo que son parte del TPP enla región, México, Chile, Perú, sin duda, ytiene que ver básicamente con lo que yollamo “temas no comerciales”, que son pro-pios de la agenda de Estados Unidos, peroque no son temas comerciales estricta-mente. Uno de ellos son las regulacionesmacroprudenciales, es decir, la posibilidadde establecer requisitos al ingreso de capi-tales de corto plazo en un momento en que

se quiere desalentar ese ingreso, o bien ser-vicios financieros, la modalidad en que seregule la instalación de sucursales de bancaextranjera en el país, que pueden afectartambién la macro regulación prudencial.No hay tiempo para entrar en detalles, peroesto puede ser extraordinariamente com-plicado.

Mediante una durísima negociación,Chile logró mantener una ventanilla de es-cape en materia del control de capitales decorto plazo y yo no estoy seguro de que esaventanilla pueda subsistir en esta renego-ciación. Algo parecido acontece con el vín-culo del comercio con trabajo y medioam-biente, temas que no tienen un marconormativo multiateral, y parece poco sen-sato intentar establecer un bench mark uni-lateral, definido por el Congreso nortea-mericano para, a partir de ahí, difundirlo almundo multilateralmente. Son temas de-masiado complejos como para que se pue-dan abordar unilateralmente y sólo desdela perspectiva del comercio.

En salud y propiedad intelectual, tene-mos los temas típicos del costo de los me-dicamentos, derivados de una excesiva ex-tensión en el periodo de la patente,exclusividad de datos, barrera en la en-trada, todo lo cual termina limitando lacompetencia y elevando los costos. Ello sig-nifica encarecer la factura pública de saludy también el acceso privado a estos medi-camentos.

Una dimensión novedosa que se tratapoco alude a los derechos digitales en la

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propiedad intelectual, área donde veo elpeligro en que la postura norteamericanalogre imponer un sesgo privatizador en In-ternet. Hasta ahora, la innovación opera enlínea, con programas de acceso abierto,usando Internet como espacio de colabo-ración creativa. Si se impone ese sesgo, seimpondrá copyright digitaly, por lo tanto,habrá un freno a la innovación en línea,que ha caracterizado la difusión de Internetpor lo menos en los últimos diez años.Puede haber ahí un límite a la innovación,un límite a la creatividad.

En el caso de la negociación de Europacon Estados Unidos hay complejidades ma-yores, pues se trata de socios de parecidamagnitud que tienen la posibilidad de bus-car trade–off relativamente igualizadores,digámoslo así. Aquí hay un tema delicadí-simo que hasta ahora Europa no acepta, yno creo que vaya a aceptarlo, que es el ca-pítulo de la disputa inversionista–Estado,porque la fórmula que plantea Estados Uni-dos significaría pasar por encima de la ju-risdicción de las cortes europeas. Dadoslos últimos cambios en la legislación euro-pea, el TTIP debería ser aprobado en elParlamento Europeo. Lo que por ahora seve bien difícil. Por lo tanto, mi apuesta esque el capítulo de inversión–Estado va a es-tar en el TPP pero no estará en el TTIP.

En materia de servicios financieros, Eu-ropa dice: “Estoy dispuesta a negociar eltema, pero quiero que incorporemos aquíregulación financiera, considerando la cri-sis del 2008.” Y esa sería una muy buena

movida. Estados Unidos y Europa con-cuerdan en una modalidad más global de laregulación financiera, que luego se puedamultilateralizar, pero Estados Unidos noestá dispuesto a incorporar aquello porquedice que el G-20 es un espacio más ade-cuado, lo cual me parece un recurso bas-tante retórico. De hecho, si así fuese, los te-mas laborales y ambientales tambiéndebieran abordarse en el G20.

Por supuesto el TPP tiene muchos mé-ritos, no solo por el peso económico de susparticipantes. Se vincula muy bien con lostópicos más recurrentes en las cadenas glo-bales de valor, la regionalización de inter-cambios, la importancia de la conectivi-dad, de la logística, la complejidad de losflujos transfronterizos en materia de servi-cios, el pack para abordar la trilogíabienes–servicios–inversiones propia de lascadenas de valor y la convergencia regula-toria, que probablemente sea el tema másimportante de este acuerdo, mucho másimportante que los aranceles. Equivale a es-tablecer patrones similares de regulaciónen ámbitos técnicos en la industria auto-motriz, en la industria química y en otras,que luego puedan constituirse en patronesinternacionales.

Desde luego, aquí hay temas que se cru-zan con objetivos de la geopolítica, siemprepresentes, en particular el argumento nor-teamericano, planteado sin mucha suti-leza, de que aquí se trata de apoyar a Japónen Asia y de contener a China. Tuve lasuerte de escuchar el debate completo en la

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Cámara de Representantes sobre la apro-bación del TPA, y era impresionante comotodos, literalmente todos los representan-tes del Partido Republicano, dijeron:“China, China, China; el objetivo esChina…” Entonces la pregunta es ¿parecerealista que, a través de un acuerdo de estetipo, Estados Unidos pueda forzar la reali-dad productiva, comercial, tecnológica queexiste en China? ¿Será posible que a travésde este acuerdo se pueda desmontar la “fá-brica Asia”, desalojando de ella a China yallí Estados Unidos recuperar su competi-tividad? Me parece difícil, pero es un temade debate.

Creo que luego de la aprobación delTPA, el TPP va a salir; del TPIP tengomás dudas. Pero acá la pregunta básica es:i) si ambos resultan, ¿cuál va a ser el gradode convergencia entre ambos? Creo que vaa haber bastantes diferencias, no solo re-gulatorias sino en el trato a la inversión, enel trato a los servicios, a las empresas pú-blicas… Y, por lo tanto, dadas esas diferen-cias, ii) ¿marcharemos hacia una conver-gencia multilateral o esto va a acentuar laregionalización del comercio, ya no sólo anivel de flujos sino a nivel de disciplinas (locual hace que los costos de transacciónpara las empresas sean mucho más com-plejos)?

Tercera pregunta: iii) si esta multicon-vergencia lateral no existe, ¿cuál va a ser elrol de la OMC en ese momento? La verdades que queda muy poco espacio. Si la OMCno tiene la posibilidad de reflotar la ronda

Doha que pactó en 2001, menos va a tenerla posibilidad de tratar estos temas y, por lotanto, el multilateralismo se va a ir dilu-yendo día a día.

También hay preguntas de orden regio-nal: ¿Qué va a pasar con los acuerdos exis-tentes, acuerdos de países de la región conEstados Unidos y acuerdos de países de laregión con Europa? Se van a quedar desfa-sados respecto a estos nuevos acuerdos.¿Cuál puede ser el impacto del Trans Paci-fic en la integración regional, tanto en Asiacomo en América Latina? En esta vueltanos preocupa el que América Latina, eneste caso países como Chile, Perú, México,tendrán unas normativas en este acuerdo yotras distintas con los países de la región.Este será un tema a abordar también, laeventualidad de que algún día la integra-ción regional avance más allá de la retórica.

Y un tema no menor es: ¿Cuál es la re-lación que puede darse entre las partes deestos “mega acuerdos” con los BRICS, queno hacen parte de ninguno de ellos? Aquíhay que recordar que Estados Unidos es, delejos, el principal mercado de exportaciónpara México, Centroamérica, Colombia,Ecuador y Venezuela y varios de estos paí-ses tienen TLC con Estados Unidos y conla Unión Europea. Ecuador acaba de ter-minar la negociación con la Unión Europeay está esperando su ratificación. Cierta-mente, en términos de desviación de co-mercio y de pérdida de competitividad, losefectos serán mayores en países donde Es-tados Unidos y Europa sean destinos im-

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portantes de la exportación y que cuentencon nulo o limitado acceso preferencial,porque la competencia con aquellos que sítienen acceso preferencial va a ser muchomás acentuada, en el caso en que sus ex-portaciones a esos dos grandes mega mer-cados compitan con miembros del TPP odel TTIP.

En cuanto al impacto sobre el procesode integración regional, dependerá de siciertos procesos de integración efectiva-mente avanzan o no. Si avanzan, cierta-mente habrá colisión y habrá que buscar al-guna fórmula de acuerdo de convergencia.Esto dependerá mucho del rol global y re-gional que decida asumir Brasil y depen-derá también del vínculo Brasil–México,así como del vínculo Alianza Pacífico–MERCOSUR en lo que hace a Américadel Sur. Todos estos son procesos de finalabierto y, por lo tanto, hay espacio para laespeculación.

¿Qué escenario futuro veo? México, ob-viamente, va a solicitar ser parte del TTIPporque va a competir con los países de la exEuropa Oriental, por ejemplo, en la indus-tria automotriz, en el acceso al mercado eu-ropeo y, eventualmente, en el acceso al pro-pio mercado norteamericano. Por lo tanto,México “se la tiene que jugar” por ser partedel TTIP y no sólo del Trans Pacific Part-nership. Chile, Colombia y Perú, proba-blemente lo seguirán, y a lo mejor la propiaAlianza del Pacífico hace ese planteo en unpar de años más adelante. Lo interesante esque una vez concluidos estos acuerdos, más

el acuerdo Canadá–Unión Europea que yaconcluyó, hay un efecto adverso muy im-portante sobre los productores agrícolasdel MERCOSUR, quienes perderán com-petitividad en esos tres mercados.

Probablemente eso, además de la crisisactual, explique lo que en mi opinión esuno de los hechos más destacados del úl-timo año en la región, que es el nuevo e in-édito activismo comercial de Brasil. Brasilestá moviendo la pelota para empujar elacuerdo con la Unión Europea. Recorde-mos que estas negociaciones partieron en el2001 y han estado estancadas durante largotiempo pero ahora Brasil está promoviendoese acuerdo porque no quiere quedar almargen de estas meganegociaciones yquiere tener algo que decir, tanto en el mer-cado europeo como en el mercado nortea-mericano, como es obvio.

Hace quince días salió el nuevo “Plande exportaciones 2015–2020”, donde sedicen cosas obvias, pero también se dicencosas inéditas en la política brasileña. Porejemplo, dice: “Tenemos que elevar sus-tantivamente las exportaciones, el peso delas exportaciones de Brasil en el mundo;no tiene que ver con el peso ni del PIB, nide la población brasileña, y tenemos queestar dispuestos a negociar multilateral-mente, regionalmente y bilateralmente,con países de la región y fuera de la re-gión.” Es decir, establece una puerta queno existió durante al menos quince años,plantea un acercamiento con la Alianzadel Pacífico, y aquí hay un punto que me

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parece muy importante, que no ha sidosuficientemente levantado en el diálogoEuropa–América Latina.

La Unión Europea tiene bastantes pro-blemas para dedicarse a otros temas, perodebería mirar un poco más allá de la crisisgriega y acelerar el acuerdo con MERCO-SUR, siendo ojalá flexible, porque de ce-rrarse el acuerdo MERCOSUR–Unión Eu-ropea todos los países de la región (salvoBolivia y Venezuela), todos tendríamos unacuerdo con la Unión Europea que incluyeservicios, inversiones, compras públicas, yestos capítulos no los tenemos entre nos-otros. El paso obvio es que luego tengamosestos capítulos entre nosotros, ampliandonotablemente la densidad de nuestrosacuerdos comerciales– Más aún, en ese mo-mento, los países de la región debiéramosdemandar la acumulación de origen entrenuestros acuerdos con la UE, de modo queproductos de cualquier país latinoameri-cano con acuerdo con la UE pueda em-plear insumos, piezas, partes, componentesy servicios provenientes de cualquier otropaís latinoamericano con similar acuerdo.A partir de ahí, la integración productivaregional podría dar un gran salto, favore-ciendo la gestación de cadenas de valor su-bregionales e incluso estimulando la posi-bilidad de alianzas productivas y deinversión euro–latinoamericanas. Se trata-ría de un salto de calidad en nuestra inte-gración regional. Este tema no está en laagenda y no está recibiendo suficiente aten-ción. Creo que es de los temas más impor-

tantes que podría abordar la región y creoque vale la pena empujarlo, porque me pa-rece que sería una buena noticia para Eu-ropa, sería una buena noticia para AméricaLatina y habría que trabajar con muchomás ímpetu en esta dimensión. Si los líde-res de la Unión Europea han dedicado másde veinticinco cumbres al tema Grecia,ojalá puedan dedicar por lo menos una,pero en serio, a avanzar en este tema de lanegociación con el MERCOSUR.

Sobre la reacción de China a este tema,y la reacción de los BRICS. Creo que si hayindiferencia, es decir, si no reacciona Chinay no reacciona India a lo que acontezcacon Europa–Estados Unidos y el Trans Pa-cific, se puede consolidar un sistema mul-tilateral de comercio a tres bandas, un co-mercio 2.0 gobernado por “mega acuerdos”que se preocupan de las cadenas de valor,de los segmentos intensivos en tecnología yconocimiento, junto a un comercio 1.0, quees la OMC tradicional y los BRICS, con es-pacios subregionales, donde cada uno tienesu mercado o su espacio regional, sea por ellado de China, por el lado de India, por ellado de Sudáfrica o por el lado de Brasil.

Una opción de China sería avanzar ensu reforma económica de manera unilate-ral, con solidez, y jugar un mayor rol mul-tilateral, comprometiéndose más con laronda Doha, para lo cual debería presionarmás a India. Esto podría complementarseen el área regional asiática con la promo-ción de un amplio acuerdo en el conjuntode APEC, lo cual significaría que China de-

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bería estar dispuesta a ser mucho más au-daz en los temas de servicios e inversio-nes, que lo que lo ha sido hasta ahora. Almismo tiempo, es probable que China sejuegue por un Regional ComprehensivePartnership mucho más sólido, así comopor un vigoroso Banco Asiático de Inver-sión, lo cual ha venido sucediendo.

No tengo tiempo para abordar la rela-ción económica y comercial entre China yAmérica Latina. Creo que la tendencia ac-tual no variará mucho en los próximosaños. Es decir, el vínculo comercial seguirácreciendo, a menores tasas y sin modifica-ciones sustantivas en el carácter de esta re-lación. Por lo tanto, sigo creyendo que la re-lación de cada uno de nuestros países conChina seguirá siendo unilateral en no me-nos del 60% de los casos, podrá sumar a unpar de países en iniciativas conjuntas en nomás del 20% de los casos y quedará el restopara eventos o cumbres multilaterales queno conseguirán modificar el contenido dela relación económica y comercial conChina. Creo, lamentablemente, que hasta

el día de hoy CELAC no está en condicio-nes de abordar este singular desafío y re-queriríamos hacer un esfuerzo mayor paraque CELAC tuviera un apoyo secretarialsustantivo.

Es decir, la única posibilidad que tene-mos de impedir una nueva relación centro–periferia, esta vez del siglo XXI, es actuarmás en conjunto. Es muy difícil hacerlo deconsenso con toda la región, pero por lomenos se puede intentar a nivel subregio-nal, o por lo menos a nivel de dos, tres pa-íses en proyectos específicos que seamoscapaces de decirle a los chinos: “No son us-tedes los que van a definir qué proyectos,cómo y cuándo, sino que nosotros vamos aconversar y negociar…” Y eso tiene que vertambién con cómo usar las empresas trans-latinas, que es uno de los principales activosque ha conseguido la región en los últimosaños. Todo esto, por supuesto, requiere vo-luntad política pero también contar conlas capacidades técnicas mínimas que per-mitan que ese diálogo pueda irse concre-tando.

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Walter Molano: Estoy totalmente deacuerdo con lo que Marta Lucía dijo delTratado de Libre Comercio y el efecto queha tenido sobre el sector agrícola y agroin-dustrial en Colombia, uno pasa por unatienda y todas las marcas que encuentro enEstados Unidos están exactamente ahí, lasmarcas colombianas desaparecieron, hastalimones americanos encontré en un mer-cado de Bogotá. ¿Cómo Colombia puedeimportar limones de los Estados Unidos?Pero lo que no escuché a menudo era: “Co-lombia está sufriendo una enfermedad ho-landesa”. Creo que llegó en el peor mo-mento para Colombia en su proceso dedesarrollo.

Y tengo una pregunta para Sergio. Estuveen Venezuela la semana pasada y están ha-blando mucho de que los chinos han cam-biado los acuerdos que tienen con los vene-zolanos, y están dejando que el gobiernouse parte de los yuanes que han recibidopara comprar productos de terceros países,entre ellos Brasil. ¿Puedes referirte a eso?

Luis Felipe López–Calva: En elmarco del WDR que estamos preparando,examinamos el tema de la persistencia delos equilibrios políticos cuando uno hablade reforma institucional, y lo difícil que esromper esas sinergias. Uno de los poten-ciales drivers of change que vemos es precisa-

mente cuando los incentivos para tener ac-ceso a la integración comercial llevan acambiar los incentivos de la política in-terna y a hacer ciertas reformas. Un casoclaramente importante es el de México enel contexto de NAFTA: ahí hubo muchasreformas importantes que hubieran sidoimposibles sino fuera en el contexto de te-ner acceso a este acuerdo comercial.

Estamos viendo distintos tipos de acuer-dos. Obviamente, el gold standard es EU ac-cession, es decir, los países que tienen el in-centivo de entrar a la Unión Europea, queobviamente es más que un acuerdo co-mercial, y todas las reformas que puedentraer como parte de ese proceso.

Dicho esto, diría que a veces subestima-mos la oposición a estos acuerdos comer-ciales, no solamente por un tema de com-petencia, sino porque los países no estánlistos o dispuestos a llevar a cabo reformasmás amplias. Ciertamente el ALCA erauna gran oportunidad porque iba a reque-rir temas de coordinación de política y le-var a cambios institucionales que proba-blemente muchos países no estabandispuestos a llevar a cabo. No debemos su-bestimar eso como un obstáculo a la inte-gración, hay temas institucionales que lospaíses no están listos o no están dispuestosa reformar y por eso se bloquean acuer-dos, argumentando temas puramente decompetencia. Este no es un tema menor.

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COMENTARIOS

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Por ejemplo, en el caso de NAFTA, hubocosas que, en aquél momento político, eranimposibles para México, como abrir el pe-tróleo, entonces no entró dentro delNAFTA, o en Estados Unidos el Congresoexigió un acuerdo sobre temas ambientales.Digo esto porque me parece que se men-ciona muy poco el hecho de que al negociarcon China, se está negociando con un paísque no tiene estructura de pesos y contra-pesos democráticos; digamos que no se estánegociando con China, se está negociandocon el Partido Chino. Y no es un tema me-nor, en términos de hasta dónde se puedendar las condicionalidades que pone Chinaen las negociaciones de apoyos financierosinternos, no son menores. Estamos ha-blando de un país que tiene un ejército depersonas censurando Internet, un país condéficits muy serios de pesos y contrapesos.De modo que no es un tema menor pensarqué se está negociando. Me llama la aten-ción, por ejemplo, que en el caso deNAFTA se decía que era una negociaciónmuy asimétrica para México, pero es mu-cho más asimétrica en un caso donde lapoblación no está representada.

José Luis Machinea: Un breve co-mentario sobre el acuerdo Argentina–China, que trae preguntas respecto al temade China en la región. El acuerdo de Ar-

gentina con China es parcialmente secreto,un 50% del acuerdo no solamente no fueaprobado por el Congreso, sino que es se-creto. El acuerdo permite la instalación deun observatorio chino en la Patagonia ar-gentina, sobre el cual no se tiene muchaidea de lo que va a ser. Asimismo, Chinauna central atómica y unas dos o tres cen-trales hidroeléctricas sin licitación, con tec-nología china en el caso de la central nu-clear Que China compita con EstadosUnidos o con Europa o con quien sea, perosi China accede a esos privilegios, estamosante un tema complejo. Daría la impresiónque cuando se está dispuesto a financiar alos países con dificultades de acceso a losmercados lo que se demanda a cambiopuede ser contraproducente.

Segundo: Australia y Nueva Zelanda tie-nen una penetración en el mercado chinocon algo más de valor agregado. ¿Es eso elfruto de acuerdos comerciales, o es fruto deuna política de largo plazo de Australia yNueva Zelanda? ¿En qué medida esto es ono es posible para América Latina?

Tercero, CELAC. Si no nos ponemosde acuerdo ni siquiera en la integración la-tinoamericana, si no nos ponemos deacuerdo entre la Alianza del Pacífico y Mer-cosur, ¿cómo vamos a ponernos de acuerdoen una posición común de América La-tina? No nos ponemos de acuerdo ni encómo conversar entre nosotros. Ustedes di-

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jeron, con distintos énfasis, que EstadosUnidos viene tratando de imponer sus re-glas hace por lo menos diez años en losacuerdos de libre comercio y que Chinaquiere imponer las suyas, que son distintasa las de Estados Unidos… ¿Hay alguna al-ternativa, hay que anotarse con alguno delos dos, o al menos podemos anotarnoscon los dos?

La pregunta tiene que ver con algo queapunté antes sobre la estructura del co-mercio latinoamericano con Europa, Es-tados Unidos y China. Es cierto que Chinaes un extraordinario mercado para nues-tros productos agropecuarios, pero tam-bién es cierto que tenemos una estructuraexportadora, de más valor agregado y másdiversificada, con Europa y con EstadosUnidos. Es algo para tomar en cuentacuando veamos qué hacemos en términosde apertura comercial.

Por otro lado, me alegro de la nueva pos-tura de Brasil. Hace siete años, Brasil teníauna postura en la que no quería firmar elacuerdo con la Unión Europea, mientrasque Argentina, en la década de 1990 queríafirmarlo. Antes era a Brasil al que echába-mos la culpa de todo, ahora Argentina hatomado la bandera del proteccionismo. Meparece fundamental que Brasil haya cam-biado, que tenga una nueva postura, porquedistinto es sentarse a negociar teniendo desocio a Brasil, que yendo solo.

Mi último comentario. Hemos habladode políticas productivas, pero yo pregunto:¿Cuáles políticas productivas? Después deesa enunciación de los tratados comercia-les, ¿de qué políticas productivas estamoshablando? Podemos discutir al respecto,pero en términos de lo que se ha planteadoaquí, que necesitamos más y mejores polí-ticas productivas, la sensación que unotiene es que eso no se inserta demasiadobien en esta realidad que ustedes acaban dedescribir de los acuerdos comerciales.

Miguel Hakim: Tengo tres pregun-tas. La primera tiene que ver con el temaChina–Taiwán. En México tenemos la po-lítica de una sola China; sin embargo al-gunos países pequeños mantienen relacio-nes con Taiwan y reciben de ellos unacooperación muy importante –a veces lagastan bien, a veces la gastan mal–. Qui-siera escuchar su opinión de si eso, el hechode que en América Latina haya algunospaíses con Taiwán, otros con China, ¿afectao no la relación de la que hablamos entrelas dos regiones?

Segunda pregunta. Pareciera que los trespanelistas dan por muerta a la Organiza-ción Mundial de Comercio. Marta Lucíadecía que los “mega acuerdos” regionalesson producto de que desde 2001 no estáfuncionado la Ronda de Doha. No sigo

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muy de cerca lo que pasa con la Organiza-ción Mundial de Comercio, pero me gus-taría escuchar la opinión de si de veras estámuerta y, si no estuviera muerta, cómopuede afectar estas dos negociaciones, latranspacífica y la transatlántica.

Finalmente, una última pregunta diri-gida a don Sergio. Alguna vez fui subse-cretario de Relaciones Exteriores de Mé-xico para América Latina y el Caribe ynoté que, al menos desde el punto de vistadiplomático había una diferencia entre losdiplomáticos mexicanos y los brasileños.Creo que todavía sigue. Traté de averiguarqué pasaba y muchos me decían: “Es queen 1994 México traicionó a América La-tina; se fue con los norteamericanos, fir-maron el NAFTA y se olvidaron de nos-otros.” Exagero un poco. Es claro que en losúltimos cinco años, con la Alianza del Pa-cífico, regresó un poco “al barrio”, al te-rruño, a nuestra región. Sergio, tú mencio-naste que en algunos sectores la presenciade México en América del Sur es debatible.Me gustaría escuchar las opiniones en Bra-sil actualmente.

Mario Cimoli: Tomemos lo que sedijo en el debate de la mañana, que uno delos problemas más importantes a nivel re-gional es sostener la inclusión; mantener,de algún modo, lo que se ha hecho en ma-

teria de pobreza e igualdad. Supongamosque nosotros no nos vamos a mover comose mueve Europa, ni vamos a seguir la líneade Guido Tabellini, no vamos a hacer elajuste expansivo, no vamos a hacer nada deeso, y acordamos acá que uno de los facto-res fundamentales para mantener la inclu-sión, tomando lo discutido en la primera se-sión, es aumentar la productividad.

Si uno observa la dinámica de producti-vidad y la dinámica del gasto social a nivelregional, se dice que en la región lo estamoshaciendo de manera regular. Luego unoconcluye: “tengo que intervenir sobre laproductividad.” Y supongamos que, de al-gún modo, empezamos a leer el comerciocomo un instrumento para hacer esto.¿Cuál es la preocupación? Hay países quecrecieron con comercio y fue fundamental,pero también hay un proceso en la estruc-tura productiva, que es complicado y quehay que tener claro. Hubo un proceso fuertede lock in en la estructura productiva; la es-tructura productiva se concentró en pocossectores, con pocos encadenamientos pro-ductivos y con poca difusión de tecnología.Uno lo ve en Chile, lo ve en Colombia, lo veen casi todos los países, uno ve el comerciocomo un instrumento para tener este saltode productividad. Ahí viene el tema de po-líticas productivas, o política industrial.

¿Por qué me interesa el tema de las polí-ticas industrial y productiva? Si uno observa

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lo que se está haciendo a través de estosacuerdos, hay una competencia brutal enpolíticas tecnológicas e industriales. Unejemplo: todo lo que mencionó Osvaldo so-bre tecnología de información, cloud computer,internet de las cosas, tiene que ver con los es-tándares. Cuando uno maneja un auto, losestándares están ahí: apretó un botón y todofunciona. Esos estándares no se construyende la nada, se construyen con tecnología,con políticas, con ciencia y tecnología. Haytres bloques muy fuertes; detrás de esos blo-ques hay una batalla sobre los estándares. Laregión no lo está viendo. ¿Por qué? Porque,como se dijo recientemente, la política cien-tífica y tecnológica no apunta hacia eso.Cuando uno pregunta qué política industrialhacer, tiene que trabajar sobre los estánda-res, tiene que trabajar sobre el cloud computer,tiene que trabajar sobre educación en esosnuevos sectores. Atrás de eso hay una bata-lla brutal en tecnología e industria.

Lo voy a decir muy sinceramente: se ha-bla mucho de cadenas globales de valor. Losinvito a leer la política industrial de la CasaBlanca. Ahí dice que su problema es que cre-aron cadenas de valor muy largas, cadenasde valor globales, muy largas, y que debenhacerlas en su territorio, porque como hanseparado producción e innovación, no tie-nen las capabilities; como no tienen las capa-bilities no generan clase media; como no ge-neran clase media, no tienen inclusión.

¿Cómo uno construye esa política de laproductividad y se alcanza el libre comer-cio y los acuerdos? Es un tema complicado,hay un tema de time consistency. ¿Cómo ha-cemos para construir eso? Es uno de los te-mas clave. Europa tiene el mismo tema queAmérica Latina con la productividad; Eu-ropa no puede mantener el welfare porqueno crece, porque los americanos les gana-ron la política industrial. ¿Quién tiene Fa-cebook, quién tiene Google, quién tieneAmazon, quién tiene todo eso?

Lo que más me preocupa es el time con-sistency de esto, porque la política tecnológicaindustrial no se hace en un día, y las políti-cas de ajuste se hacen inmediatas. Entonces,¿cómo hago para no perder lo que tengo?

Europa tiene el mayor capital, la mayorinversión directa extranjera, el mayor stocky de mejor calidad en América Latina, lamejor inversión que respeta el ambiente,que respeta las leyes laborales, las tiene Eu-ropa. Creo, Walter, que el acuerdo conMERCOSUR va, lo quieren hacer, perotambién tenemos que razonar que si Fran-cia no se abre a los productos agrícolas,¿por qué le tenemos que pedir a Brasil queabra metalmecánica? En la negociaciónhay un tema que tiene que ver con empleo,con sostenibilidad de la producción y esetipo de cosas.

Cierro con el tema de la institucionali-dad. Todos vemos a Chile como el mejor

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país del mundo, sin corrupción, las institu-ciones funcionan bien, lo ponemos siem-pre de primero. Ahora nos dimos cuenta deque Chile también tiene un problema deinstitucionalidad, en el sentido de que el po-der económico controlaba la institucionali-dad del país, de un lado y del otro. Las ins-tituciones no tenemos que leerlas solo comoreflejo de una graduatoria, tenemos queleer las instituciones como reflejo del politi-cal economy, que tiene que ver con el comer-cio, con la política tecnológica, con la polí-tica industrial. ¿Saben cuál es la tasa deganancia en la minería en Perú? Nosotroshicimos los cáculos sobre el stock 25. Nollega al 2 o 3% ¿Quién va a invertir en unpaís con esa tasa de ganancia? ¿Se dancuenta de la magnitud de la política que hayque tener para compensar un 25% en el sec-tor de la minería en el Perú o en Chile? Sonpolíticas muy duras, muy fuertes, que hayque repensarlas a la luz de un nuevo con-texto, porque si solo abrimos, va a ser unproceso de lock in. ¿Por qué no abre Europacompletamente, por qué conserva su tec-nología, por qué hace más competitiva lastecnológicas respecto a la industria de con-tenido? ¿Por qué están todos preocupadoscon la robotización? ¿Por qué Europa rein-troduce una política industrial? Repensé-moslo. No estoy diciendo que volvamos a loviejo, pero razonemos en la nueva ópticacómo repensar una política de este tipo.

Pedro Antonio Merino: Voy a haceruna reflexión menos académica de la rela-ción entre comercio, tecnología e innova-ción. Alemania tiene más patentes triásicasque Estados Unidos; el problema no es unproblema de “mega acuerdos”: Facebook oGoogle son un problema de hechos. Paramí, los “mega acuerdos” son la intención deEstados Unidos de llevar su manera de vera los acuerdos. No sé si van a salir ade-lante, creo que en el caso del acuerdo Atlán-tico muy difícilmente saldrá, no es el mo-mento de decir por qué, pero muydifícilmente saldrá.

Quería introducir un debate sobre loque está pasando con China. Por la vía delos hechos, China fijó un precio, el de las ex-portaciones, y desde entonces su comerciocreció exponencialmente. Ahora no estácreciendo tanto y, de hecho, tampoco leaporta crecimiento. Si uno mira la cadenade valor, China no deja de ser un agregadory su contribución al PIB es nula, cuando nonegativa. Pero está buscando otro preciohacia el exterior, que es el precio del capital.

Ahí entra lo que ha pasado con la bolsade Shanghái. Ellos quieren una bolsa paraintroducir en el mercado un nuevo precio,el precio del capital. Se han dado cuenta deque son una sociedad cada vez más endeu-dada y más apalancada, y han pensado queese indicador no les vale, y es posible queno vuelvan a avanzar de nuevo de manera

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precipitada en la búsqueda de ese preciodel capital. Pero hay algo que sí saben, y esque para ellos el comercio es comercio e in-versión. Si uno mira los flujos de comerciode China, hay inversión detrás.

Entonces mi pregunta es, ¿hasta quépunto lo que ha ocurrido ahora con Shang-hái no es una continuación de lo que haocurrido en las políticas de inversión? De-cía Sergio en su brillante exposición que desesenta mil millones, han materializadotreinta mil. El Banco de Desarrollo Chinoles ha parado las inversiones a todas lasmultinacionales controladas por el Estado,porque ha decidido que no saben cuál es elcoste de capital y que lo que están haciendoes sobreinversión.

¿Hasta qué punto esta relación de China–que clarísimamente tiene en Latinoamé-rica un proceso inversor grande–, ha cam-biado o está cambiando? ¿También se veráreflejado esto en un cambio potencial conlo que ha ocurrido en la regulación delmercado de acciones de Shanghái?

Guillermo Perry: Se esperaría quela estructura de las exportaciones de Amé-rica Latina con Europa, y sobre todo conChina, fuera mucho más diversificada, conmás bienes industriales y servicios, y pasatodo lo contrario que con Estados Unidos,en donde hay una mayor proporción de

exportaciones de servicios y manufacturas.Entonces, obviamente, hay un tema de po-líticas proteccionistas chinas. La preguntaes: ¿cuánta posibilidad hay de que esto cam-bie, o lo que tenemos aquí es un “nuevo im-perialismo”? En ese caso, mejor seguir conel viejo, con el que ya conocemos y pode-mos diversificar, y no con el nuevo dondesolo podemos exportar recursos naturales.Lo mismo sucede con la inversión. La in-versión se ha concentrado no solo en los re-cursos naturales, sino en los países dondeno se piden licitaciones públicas. Quizásahí hay un campo importante para entida-des como la CAF, porque no creo que elproblema sea solamente que a los chinos noles gustan las licitaciones, sino que no tie-nen la menor idea de cómo hacerlas. Qui-zás ahí hay un proceso de aprendizajedonde los bancos multilaterales podríanayudar mucho brindando a los chinos ase-soría técnica para que puedan participar enlas licitaciones.

Con respecto a Brasil, también celebroel cambio mencionado, porque cuandoBrasil pensaba que era uno de los grandesjugadores multilaterales, no quería sino elmultilateralismo: a sus socios de MER-COSUR los trató bastante mal, se opusofrontalmente a la Alianza del Pacífico, des-cuidó las relaciones con la Unión Europeay con los Estados Unidos. Me parece queeste cambio en Brasil puede ser muy im-

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portante. Pero la pregunta es: ¿lo que es-tamos viendo en Brasil es simplementeque los sueños de grandeza se han redu-cido, o realmente hay una nueva orienta-ción que nos va a facilitar la vida a todos?

Saúl Weisleder: Brasil da señas dequerer ser un actor global importante, comopor ejemplo, ser el representante latinoa-mericano en el Consejo de Seguridad comomiembro permanente, pero al mismotiempo no parece hacer la tarea en la región,para tener el apoyo correspondiente, comoaquí han mencionado. Me gustaría escu-char comentarios de los ponentes a esto.

Por otro lado, Osvaldo ha dicho que laCELAC no da el ancho como mecanismode negociación con China. Yo lo voy a rea-firmar: es que CELAC nació para otracosa, CELAC es un mecanismo de concer-tación–negociación política, lo quieren con-vertir en otra cosa, pero no nació para eso,no tiene los elementos para eso, no tiene lasbases para eso y no creo que se pueda con-vertir en eso. Es un acuerdo de mínimos po-líticos, nada más. Me parece que el pro-blema es que hay una desnaturalizaciónde lo que se pretende de CELAC.

Adriana Arreaza: Me pregunto hastaqué punto se pueden usar los acuerdos re-

gionales para incrementar el comercio in-traindustrial en la región, o en la inserciónen cadenas de valor. Digo esto porquecuando uno mira la experiencia, por ejem-plo de México, con el NAFTA, uno apreciaque aparte del tratado comercial, apartede las estrategias y todas las reformas quemencionaba Luis Felipe, también hubo unaestrategia de inversión extranjera directa enel norte de México que trajo toda la tecno-logía, y eso facilitó la inserción en las ca-denas globales.

Pero en los acuerdos regionales, porejemplo en la Alianza del Pacífico, no veoque eso sea muy claro, no se ve muy clara-mente que un país (como México, pero po-dría ser perfectamente Brasil), sean comoestos hubs regionales, como se tiene en elcaso de China, y eso tiene que estar acom-pañado de alguna manera con inversióndirecta. ¿Ven alguna intencionalidad, al-guna posibilidad de que esto ocurra con es-tos acuerdos, o estos se utilizarían más bienpara facilitar la inserción del bloque enotras cadenas como el TPP?

Rebeca Grynspan: Pensando en loque dijo Mario, a mí me preocupa quecuando uno ve el efecto de China sobre elMercado Común Centroamericano, es ne-fasto, y eso nos está pasando con muchosotros. Tenemos la asimetría que estamos

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viendo con China, a la que se refirió Sergio,y lo cierto es que está desindustrializandoo desintegrando lo poco que había de co-mercio de más valor agregado dentro de laregión. Entonces no es el tema del TPP, niel tema del TTIP, porque está pasando conChina sin que haya un acuerdo general detoda la región con nadie. Eso nos dice queno hay tiempo, eso ya está ahí para que-darse porque nadie le está poniendo coto.

Mientras discutimos cosas complicadí-simas en el TPP y en el TTIP, el efectochino se hace sentir para bien y para mal.Por un lado, efectivamente hay una apuestade China por materias primas, por ali-mentos y por infraestructura, todo deacuerdo a sus intereses estratégicos, deacuerdo a su plan, a su visión, como biennos decía Sergio. Nosotros no tenemos nin-gún plan; como trae financiamiento, comono le pide permiso a nadie, como es muyrápido, como no tiene que pasar por nin-guna junta directiva propiamente dicha,entonces decidimos facilitarles todo lo quequieran, porque nos ayudan en un mo-mento (más ahora, de desaceleración), aalgo que pareciera ser crecimiento. Pero locierto, lo que a mí me preocupa, es que lacreación de empleo de calidad para lanueva estructura social de América Latina,no va a venir de ahí, viene del Atlántico.

Estoy de acuerdo con lo que decían JoséLuis y Guillermo: al final, esos empleos de

calidad van a venir de nuestra relaciónAtlántica y no tanto de nuestra relación Pa-cífica. Esto no es un comercial, no es porqueesté pensando en Iberoamérica, pero la pre-gunta sería: ¿cuántos de esos empleos de ca-lidad de verdad, van a venir del Pacífico?De China yo tengo grandes dudas por loque decíamos hoy en la mañana, el con-sumo en China no está creciendo. ¿Enton-ces a quién le vamos a vender nuestros pro-ductos más industrializados, o nuestrosservicios más sofisticados? ¿Adónde? No loveo claro. Esta es una pregunta tambiénpara Osvaldo: ¿cuáles son esos mercadosque se nos van a abrir, pensando en el des-arrollo colectivo, pensando en el empleo decalidad que necesitamos crear en las nuevascondiciones para una estabilidad social ypara una mayor estabilidad política en la re-gión? Tengo grandes dudas ahí, no tengo larespuesta.

Con respecto a la política industrial,claro que no estamos hablando de políticaindustrial, estamos hablando de políticaproductiva, porque los servicios tienen tam-bién un gran efecto tecnológico de innova-ción, de difusión, etc. Creo que probable-mente hay una dinámica mucho más fuertede servicios en la región, que de política in-dustrial. Creo que esa política proactiva esinminente, lo que pasa es que su diseño re-quiere de mucha más discusión y creo queesa es una tarea que debemos asumir.

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Y un último comentario al margen,puesto que se ha usado la palabra popu-lismo varias veces. A mí me gustaría que tu-viéramos mucho cuidado con eso, porqueme molesta mucho si vamos a llamar po-pulismo a toda la política social de AméricaLatina. Eso no es populismo. Tenemos queser muy cuidadosos con aquello a lo que lla-mamos populismo en la región, pues mu-chas veces he oído usar el término para re-ferirse a todas intervenciones de políticasocial que ha habido en la región, que mu-cho han representado para disminuir ladesigualdad y la pobreza. Hay casos muyespecíficos de populismo en la región, perono ha habido una generalización.

José Manuel Salazar Xirinachs:Sergio nos ha dicho que los chinos tienenuna visión integrada, que incluso no son lasempresas privadas las que hacen eso, sinouna comisión estatal. Sabemos que hay unaestrategia en materia de infraestructura,en materia de posicionamiento. Eso está enun extremo y nosotros, América Latina,estamos en el otro; una América Latinadonde pareciera que los países, por intere-ses nacionales o por otras razones, definensus acuerdos comerciales de manera bila-teral; a veces se suma en un subgrupo re-gional, a veces no. Mucho de esto se su-perpuso con los antiguos esquemas de

integración –Grupo Andino, Centroamé-rica– que en medio de todo esto quedaronmuy desintegrados.

Entonces surge la pregunta de si es o noimportante para América como región teneralguna agenda medianamente común, y si esasí, cuál es el foro. No se ve uno: CELAC noes para eso, no pareciera que haya un foro.Tal vez la conclusión sea que no hay ningunaviabilidad política, pero que deberíamos pre-ocuparnos por eso. Como organismos inter-nacionales, me parece que deberíamos te-ner una visión de esto. Políticamente va adepender de la geopolítica, del liderazgo depaíses como Brasil, México, etc., pero creoque sería importante vincular esto. Con unaChina tan clara en este tipo de estrategias,¿no es un costo muy alto enfrentarnos desdela total fragmentación?

Esto tiene que ver con esa lista de re-querimientos básicos que Marta Lucía nosrecordó, de reporte y competitividad, y conel tema de las políticas de desarrollo pro-ductivo. Debemos tomar muy muy en seriolas políticas de desarrollo productivo, no espolítica industrial nada más. Alrededor deeso, de lo tecnológico, de lo de recursoshumanos y de la infraestructura, ahí ob-viamente estamos diciendo que las políticasdel pasado no nos sirven para el futuro, haymucho que repensar y mucho que hacer.No podemos seguir siendo tan tímidoscomo en el pasado o seguir pensando que

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no es papel del Estado tener una direccio-nalidad. Hay que tener una direccionali-dad, hay que tenerla de acuerdo con el sec-tor privado y con otros sectores y tener unconsenso y trabajar en eso.

Y el último punto, no sé si es una pre-gunta o una reflexión para el futuro. Laspolíticas de desarrollo productivo me pa-recen muy bien, pero sabemos que muchosde los instrumentos para hacer estas polí-ticas se han perdido –y yo no soy uno de losque lamentan la pérdida del espacio de po-líticas–, y se siguen perdiendo. De hecho,muchos de estos instrumentos no se pue-den usar. Aun así soy optimista, creo quehay muchas políticas de desarrollo pro-ductivo que se pueden desarrollar, aun bajoel campo de maniobra más reducido de es-tos acuerdos mega regionales.

Este me parece un tema importantísimo.Podría ser un tema de colaboración en elfuturo, en este tipo de foros, hincarle eldiente a cuáles son esas políticas y no estarentonces lamentándose, “¡Ah, es que ya nose pueden usar las performance requirements”Bueno, se pueden usar mil otras cosas. Ve-amos qué es lo que se puede hacer. Me pa-rece que hay que trabajar bastante en esaagenda.

Marta Lucía Ramírez: Manifesté enmi exposición que los gobiernos debían ha-

cer un mayor esfuerzo para impulsar el sec-tor productivo. En efecto, creo debe ha-cerse con el sector productivo como untodo –agricultura, manufactura, servicios–, pero creo que el tema de la manufacturaes demasiado importante como para ob-viarlo y decir que eso viene por añadidura.No, definitivamente eso requiere de unaconvicción. Hay medidas que se tomaroncasi que deliberadamente, más bien paraacabar con la posibilidad de producir ma-nufacturas.

Por esa razón, creo que evidentementehubo revaluación, evidentemente enfer-medad holandesa, pero esa no es la únicarazón, eso se convirtió en el pretexto paraabandonar el sector productivo a su suerte.

En nuestro caso, por ejemplo, en el sec-tor agrícola, Colombia lleva años estan-cada en una producción de apenas cincomillones de hectáreas sembradas; teniendopotencial para sembrar 20 millones de hec-táreas. ¿Por qué no hemos sembrado elresto? Por indolencia, por descuido, por-que podríamos estar sembrando cultivostropicales, varios productos agrícolas quese podrían procesar y tener alimentos pro-cesados para vender en el mercado internoy en el mercado internacional. Esto lleva aotra pregunta que ya se planteó aquí:Bueno ¿y entonces qué hacemos, desarro-llar la industria? ¿A quién le vamos a ven-der?

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Acá hay algo que no hemos mencionado:la importancia del mercado interno. Amé-rica Latina todavía va a tener un tiempo deexpansión de ese mercado interno, y lo quevemos hoy es que todos los días llegan mi-siones comerciales. Obviamente los gobier-nos aplauden y dicen: “¡Qué maravilla! So-mos un país tan atractivo que llegan todoslos días misiones comerciales.” Pero no lle-gan a instalar industrias, no llegan a traer oa hacer transferencia tecnológica, vienen ainstalar distribuidores y a vender en el mer-cado interno, y todo eso está bien. Pero lapregunta es ¿y por qué cedemos todo elmercado interno teniendo la posibilidad dehacer buena parte de la productividad nos-otros y generar empleos de calidad, que esde lo que se trata al final del día?

Por otro lado, se preguntó aquí si laOMC está muerta o no. Pues no estámuerta, está moribunda y ahora que estátan de moda la eutanasia, la pregunta es sino habría que hacerle la eutanasia. No locreo. Creo que tendría un papel que cum-plir si verdaderamente se lograran moverotras iniciativas en materia de comercio,porque lo cierto es que si el TPP y elacuerdo transatlántico son tan fuertes, ahíestá por fuera África, ahí está por fueraparte de América Latina y ahí está porfuera todo este bloque de economías asiá-ticas que gravitan alrededor de China (por-que el TPP incluye a Japón, Australia,

Nueva Zelanda, Brunei, etc., es el contra-balance diseñado por Estados Unidos paraneutralizar a China.) APEC sirve para elcomercio intrarregional, pero para el restodel mundo evidentemente tiene utilidad laOrganización Mundial de Comercio, perolo cierto es que hoy, como está, no está sir-viendo para el propósito que fue creada yasistimos a esa gran proliferación de acuer-dos de libre comercio.

Otro punto. Sabemos muy bien la difi-cultad de exportar a China porque es unaeconomía poco transparente, donde inclu-sive hay barreras culturales muy difíciles desaltar, desde la barrera del idioma. Diga-mos que buena parte de América Latina,entre ellos Colombia o Brasil, no son mu-cho más transparentes que China porquetienen también una serie de barreras queno son tan claras, y de tanto en tanto vemosmedidas para subir aranceles. Entonces eltema es cómo lograr instituciones –ahívuelvo al tema de las instituciones– tanto anivel nacional como a nivel multilateral,que puedan generar un enforcement, que pue-dan dar lugar a sanciones, medidas de re-taliación o lo que sea, que sean suficiente-mente efectivas cuando alguien interponebarreras poco transparentes a su mercado,pues estamos haciendo acuerdos de librecomercio que no tienen institucionalidad,como por ejemplo un tribunal de justicia olo que sea, y la capacidad de un país de im-

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ponerle sanciones a otro es muy reducida,y sería ideal que eso se hiciera a nivel re-gional o a nivel multilateral.

En cuanto al populismo, a mí no me pa-rece que la política social sea algo que vengaexclusivamente de los gobiernos que hanquerido de alguna manera acercarse a la iz-quierda ni mucho menos. Creo que es ne-cesario hacer política social. Pero la pre-gunta es, ¿qué tipo de política social es másefectiva? Estamos de acuerdo en que mu-chas veces hay que dar subsidios a la gentemás pobre, a los ancianos, etc., pero perso-nalmente creo que detrás de ese modelo loque subyace es la utilización de un montónde recursos del Estado en forma poco trans-parente.

Creo que lo mejor, en materia social, esdarle a la gente educación y la posibilidadde trabajar, abrir muchas plazas de trabajo,estimular al sector productivo, impulsar alas empresas y apoyar, por ejemplo, el em-prendimiento, que es un tema importantetambién y que no hemos mencionado den-tro de lo que se podría conocer como polí-tica industrial.

¿Cómo es posible que instrumentos de lapolítica industrial, como las compras esta-tales, como el apoyo a las pequeñas y me-dianas empresas para ser parte de cadenasde valor, todo eso, se haya venido abando-nando en buena parte de la región? Vemosen cambio como Europa, hoy por hoy, le da

una grandísima importancia a brindar estetipo de apoyo a sus pequeñas y medianasempresas, porque es la manera de graduar-las, de sacarlas al mercado internacional,muchas veces a partir del propio mercadointerno. América Latina tiene que utilizarsu mercado interno en este momento, perodespués es la manera de sacar esas peque-ñas y medianas empresas al mercado inter-nacional.

Sobre el tema de China decía que, evi-dentemente, el comercio viene de la manocon la inversión, y lo que vemos en el casode China (no sucede tanto en América La-tina como en África), es la compra de te-rrenos, la compra de una porción impor-tante de los países. Obviamente, a los queles encanta aplaudir toda inversión, sin im-portar de dónde ni para qué venga, eso esuna cosa maravillosa. A mí me preocupacómo va a ser América Latina dentro decien años, qué pasaría en el caso de Co-lombia dentro de cien años si nosotros, porejemplo, le vendiéramos a los chinos buenaparte de la Orinoquia, buena parte de la re-gión productiva donde se pueden dar todoslos alimentos que en el futuro pueden so-lucionar la seguridad alimentaria de Co-lombia. Maravilloso que haya este comerciode la mano de la inversión, pero tambiéndebemos preguntarnos si podemos ver taningenuamente la llegada de inversión, sinpreguntarnos lo que eso puede suponer en

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el futuro, en cuanto a restricciones de nues-tra propia capacidad productiva para lasnecesidades de nuestros países.

Sergio Amaral: No tengo una res-puesta sobre si soy optimista ante la nego-ciación MERCOSUR–Unión Europea, por-que escucho las opiniones más diversas.Hace dos años, los negociadores brasile-ños decían que Argentina no quería hacersu oferta, que no llegaba más que al 50% deluniverso de los productos. Hace algunosmeses me decían que Argentina ahora haavanzado mucho. Nosotros tenemos 83%en el universo de productos, Argentinatiene 63% pero de otro lado, pone una con-dición de plazo de vigencia de 25 años, loque creo que nunca ha pasado en unacuerdo de libre comercio. La última ver-sión que tengo es que Argentina y Brasil tie-nen un acuerdo sobre una oferta que llegamuy cerca del 90%, como 85% –87%, peroquien no está lista es la Unión Europea.Para mí eso solo muestra que no hay unadeterminación política de llegar al acuerdo,porque de 63%, 80%, 85%, es la misma cosa:lo que cuenta en el acuerdo es crear unambiente favorable, una más grande inter-penetración entre las empresas; no es elhecho de que tengo 85%, porque la UniónEuropea puede, con 7%, poner proteccionesmuy altas porque nosotros tenemos muy

pocos productos para negociar. Hay quie-nes creen que la Unión Europea no tienemás interés en un acuerdo con MERCO-SUR, porque la Unión Europea, así comoEstados Unidos, están mucho más direc-cionados a los acuerdos de nueva genera-ción y este acuerdo entre Unión Europea esantiguo, es un acuerdo de fronteras que nointeresa más. No sé qué va a pasar. Lo queme parece más razonable es que tanto dellado de Brasil como del lado de la UniónEuropea, están esperando por las eleccio-nes en Argentina para saber si Argentina vaa estar decidida a completar la negocia-ción con la Unión Europea.

Machinea ha colocado un tema sobre lanegociación entre Argentina y China.Tengo información de gente que parece es-tar cerca de lo que pasó y, al parecer, sí hayuna autorización para un observatorio quedicen de clima, pero que de verdad es unobservatorio militar chino en Argentina.

¿Qué pasa con los acuerdos de comercioe inversiones? Ahí sí me parece una cláu-sula de excepción de licitaciones para in-versiones chinas en Argentina, incluso unacláusula de excepciones para los equipos.Argentina hizo un acuerdo con China por1.1 mil millones de dólares en equipo fe-rroviarios y no hubo una licitación, no lahubo porque los chinos propusieron un en-tendimiento que iban a ser el precio másbajo del mercado y que esto evidentemente

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estaba condicionado a un fortalecimiento oa un préstamo de China a Argentina. Nopuedo decir si esta información es o noverdadera, pero esta es la interpretaciónque me han dado.

La cuestión de China con Taiwán: yonunca oí hablar de este tema. He tenidomuchas conversaciones, mucho entendi-miento con los chinos, y nunca levantan esetema. Pero Brasil reconoce a China y tieneun suscriptor en representación de Taiwány hace negocios con ellos.

Creo que Marta Lucía ha respondidobien a la cuestión de la OMC. Tengo la im-presión de que la OMC se nos sale de laronda Uruguay y creo que está perdiendomucho tiempo. Hay dos soluciones: o todasesas negociaciones en curso sirven como unbuilding block para que la OMC después loconsolide, o la OMC está muerta en el sen-tido de que su método de apertura de co-mercio por la rondas, por la cláusula de na-ción más favorecida, no tiene másposibilidad. Entonces la OMC puede sub-sistir como una organización de vigilancia,de monitoreo del comercio y que se va a re-forzar mucho. Es el órgano de solución decontroversias, esa es la impresión quetengo, pero no creo haya una idea másclara.

Más interesante es la cuestión entre Mé-xico y Brasil, porque existe una cierta des-confianza que es recíproca entre México y

Brasil, en la cual felizmente no me incluyo.Yo soy considerado en la Cancillería brasi-leña como un amigo de México; yo he fir-mado en el 2002 un acuerdo con Méxicopor una cuestión personal, porque soy muyamigo de Castañeda, y nosotros hemos de-cidido hacer este acuerdo. En Brasil quiennegocia es Itamaraty. Como yo era Minis-tro de Comercio y en Itamaraty nadie creíaque se pudiera hacer un acuerdo con Mé-xico, yo les dije: si ustedes no creen, yo lovoy hacer” “Hágalo.” Y lo hice, fue la únicaoportunidad. ¿De dónde viene esta des-confianza? Viene de bastante tiempo. EnBrasil siempre se consideró a México comoun país que representa una visión nortea-mericana, un vocero de los Estados Unidosen la región, y esto es un gran equívoco.

Esto no quedó ahí, llevó a una descon-fianza de Estados Unidos contra MERCO-SUR. Yo era vocero y Secretario de Comu-nicación de Cardoso, cuando él tuvo suencuentro con Clinton. Los dos iban hablara la prensa, y mientras esperaban los pre-sidentes Clinton, en una reacción muy pro-pia de él, le preguntó a Cardoso “Whatcan I do for you?” Y Cardoso dijo: di queapoyas a MERCOSUR, porque hay muchagente en Brasil que cree que Estados Uni-dos no quiere a MERCOSUR. Esto mues-tra la desconfianza que había –y de ciertamanera existe todavía– en Brasil, en cuantoa la posición de Estados Unidos y, por des-

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doblamiento, en relación a México. Estadesconfianza siguió y explica un poco lapostura de Brasil en cuanto a Argentina.¿Por qué Argentina es tan importante paraBrasil? Es importante porque es un paísimportante, pero hay más que esto: Argen-tina es parte de la estructura de la políticaexterna brasileña, en el sentido de que Bra-sil ve a Argentina como el parcero paraconstruir un contrapunto a la influenciaamericana en MERCOSUR. Por eso, enmuchas oportunidades Argentina hace co-sas que normalmente a Brasil no le gusta-rían, pero es el precio que paga por este ejepolítico diplomático; cuando Argentina lepresenta la factura, la paga, porque eso esmuy importante.

No sabría decir si este episodio de bolsade Shanghái va a tener influencia en las in-versiones de China, dependerá mucho de síes una corrección del mercado, porque enChina pasó una cosa muy rara, la bolsa su-bió 150% hubo una especulación gigan-tesca, mucha gente vendió su apartamentopara invertir en la bolsa y ahora hubo unacorrección. Nosotros no tenemos condicio-nes para decir si eso es un episodio o unatendencia.

¿Cómo diversificar las exportacionescon China? Eso es un tema muy compli-cado porque, primero, en Brasil hay unaparte de los exportadores que dice es ungran error decir que la exportación de pro-

ductos primarios no tiene valor agregado;la tecnología está involucrada en exportarminería de hierro, hoy día es altamente so-fisticada, como también la tecnología desoya y de celulosas, pero hay otra genteque dice que nosotros no queremos tenerese tipo de relación con China. Es compli-cado porque, además, está el hecho de queestamos perdiendo tiempo, el espacio en laintegración de la cadena productiva en elespacio asiático se está completando. El es-pacio que podríamos tener hoy día es ocu-pado por Vietnam y otros países de Asiaque tienen una integración con las cadenasproductivas Chinas, de manera que creoque ese es un tema muy complejo.

Cuando se reclama mucho a China ellosabren, después cierran, después ponen li-cencia, después abren otra vez. No hay unasolución fácil para este tema. Yo creo que loúnico que se puede hacer efectivamente esser socios con chinos para distribuir y co-mercializar productos en el mercado chino.

En cuanto a la pretensión brasileña en elConsejo de Seguridad, estoy enteramentede acuerdo.

Por otro lado, hablo de CELAC porqueChina ha escogido a CELAC para ser el ca-nal con América Latina. Yo no veía ningúninterés en CELAC, a decir la verdad, peroChina la ha escogido.

Creo que ya existe una encuesta sobre lasbarreras chinas. La Cámara de Comercio

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de Estados Unidos–China tiene un catá-logo gigante sobre las barreras chinas. Lasempresas europeas tienen otro catálogo gi-gante sobre las barreras de licenciamiento,de aranceles, etc. Creo que América Latinatiene que hacer su encuesta. Nosotros lo hi-cimos en Brasil con el gobierno, pero ese esun trabajo del Consejo Empresarial, no esun trabajo del gobierno. No sé quién podríahacer eso, quizás el CEAL, el Consejo de lasEmpresas Latinoamericanas, no lo sé, perocreo que el gobierno no puede hacer esoporque el gobierno no va a levantar un pro-blema de esta magnitud con China, pero losempresarios pueden y el gobierno puededecir: “Mira, los empresarios me dicen esto.¿Es verdad o no es verdad?” Creo que lasempresas mismas tienen mucho miedo delas relaciones con China –una empresacomo Vale, que exporta 40% de lo que pro-duce para China, o el sector de soya, que ex-porta el 50% de lo que produce– tienen mu-cho miedo.

El problema del acuerdo –creo que fuemuy bien subrayado por Rebeca–, es ¿porqué no hacemos un acuerdo si ya pagamosel precio? Porque, de verdad, los chinos nole dan importancia a los acuerdos. Nos-otros tenemos una noción de acuerdos quees del derecho romano, dar permanencia auna regla, ellos no la tienen. Para los chinosla regla cambia según las circunstancias.Entonces Brasil, para lograr vender un lote

de aviones a China, cada vez es una nego-ciación. Habría que ver cómo se puede te-ner alguna regla que tenga permanencia,una regla que cuente por sí con poder denegociación. Les encanta hacer comunica-dos, declaraciones, pero los acuerdos notienen el valor que tienen para nosotros.

La compra de tierras es otro tema. Ellosestaban comprando en Brasil, o queríancomprar tierras del tamaño de Bélgica. Ahíel gobierno dijo que no, hubo una inter-pretación jurídica de que no podía y a loschinos les gusta pelear. Ahora ellos se dancuenta de que eso no es un buen negocio.¿Para qué comprar tierra para plantar enBrasil? Es meterse con un problema de in-vasión de tierras de los indios y del medioambiente, mejor hacer lo que hacen lasmultinacionales de comercio, los traidings,hacen la fidelización de los productores,que es mucho mejor.

Osvaldo Rosales: Luis ha dicho quecuando uno negocia con China, negociacon el Partido chino y, aparentemente,cuando uno negocia con Estados Unidosnegociaría de gobierno a gobierno, pero laverdad negocia con el Congreso, aunquetampoco es cierto, uno negocia con los lo-bistas de Wall Street, de Hollywood, de lossoftware y de FARMA, de manera que fi-nalmente es muy similar.

La emergencia de nuevos actores globales y los nuevos acuerdos comerciales y de inversión: desafíos para las empresas de iberoamérica

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Obviamente, al tratar con China deberíaprevalecer el mecanismo de la licitación. Elpunto es que, en ausencia de políticas co-ordinadas en la región, va a terminar im-poniéndose el trato unilateral y se van a ter-minar imponiendo la licitación. Nosotrostuvimos con la CAF y el China Develop-ment Bank un taller de trabajo en enero, ylos chinos decían: “¿Pero cómo es eso departicipar en licitaciones?” Les explicamos.Además les decíamos: “Miren, además acáusted hace un acuerdo con el gobierno,pero en esta región hay parlamento, hay Po-der Judicial, hay partidos políticos, hayprensa, hay ONG y, por lo tanto, esa es laregla del juego. Si quieren venir acá, tienenque venir con esas condiciones.” “Es muydifícil”, decían. Allí Guillermo tenía razón:hay una tarea de aprendizaje a la cual ellosestán dispuestos, pero eso tiene sentido enla medida en que toda la región tenga unapostura de bloque, si no, se va a imponerunilateralmente con tratados secretos y co-sas por el estilo. Obviamente Australia yNueva Zelanda tienen una mejor calidadde comercio producto de políticas domés-ticas, no producto de acuerdos comerciales.

Si hay alguna alternativa a anotarse conChina o con Estados Unidos, de nuevo lomismo: si no nos coordinamos, si no avan-zamos en serio en la integración productivaen alguna cadena de valor, al final lo que vaa pasar es que vamos a surfear evitando las

olas que vengan de China, que vengan deEstados Unidos y aprovechando la ola fa-vorable, la más chiquita, pero no más queeso. De nuevo el tema clave es qué vamos ahacer nosotros con nosotros mismos, connuestra política industrial, con la integra-ción, y es cierto que los acuerdos limitan al-gunos espacios, pero queda suficiente es-pacio como para tener políticas deinnovación, políticas de capacitación, de in-fraestructura, de logística, de transporte,ingeniería social, los recursos naturales; esdecir, el campo es infinito.

Corea tiene acuerdo con Estados Unidosy tiene una tech freezone intensiva de tecno-logía; Singapur tiene una política ade-cuada, Malasia también. Por lo tanto, ¿esverdad que los acuerdos son limitantes enalgunos ámbitos? Sí, sin duda, pero el es-pacio que queda es más que suficiente, unono podría decir que los países de la regiónno tienen política industrial porque losacuerdos comerciales los maniatan. No eseso; es que no hemos desarrollado el buildpolítico para avanzar en esa dirección, y ahíla clave es cómo vincular la agenda chinacon los temas domésticos y regionales de in-novación, de competitividad, los cuales deuna vez por todas deberíamos centrar.

La reforma económica china se hace in-dependiente de lo que pasa en AméricaLatina, como es bastante obvio, y esa re-forma nos dice que más temprano que

VIII ENCUENTRO CAF-SEGIB DE ECONOMISTAS

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tarde habrá más inversión china en el ex-terior. Esa inversión va a ser menos estatal,más privada y va a ser más de empresas me-dianas y menos de las gigantescas actuales.Por lo tanto, si la región es capaz de arti-cular una base, unos proyectos de inver-sión y negociarlos de esa forma, creo que sepodría avanzar.

Y concluyendo. A mí me da la impre-sión de que para algunos temas Brasil creeque no necesita del resto de la región. Miexperiencia, asociado a lo que fue la Cum-bre de Ministros de Agricultura China–América Latina, fue esa. Fue distinto en laCELAC de enero pasado. Pero cuandouno escucha a Sergio y a los empresariosbrasileños, la verdad es que ni siquieraBrasil es capaz de negociar a la par, comoes obvio, y ciertamente la región, si se ar-ticula, tiene un poder de negociación, por-que China necesita materias primas, ne-cesita alimentos y no puede contrariar suprurito de ser un país en desarrollo, soli-dario y todo aquello… Si la región tuvierauna agenda y se planta a conversar, a dia-logar, creo que en esta vuelta de la histo-ria, solo en esta vuelta de la historia, hayun espacio. En cinco años más a lo mejorni siquiera nos van a responder el telé-fono, pero hoy día hay espacio porque esun poder emergente, flexible aun, y ellosestán aprendiendo que la experiencia de lainversión en África fue negativa y están

tratando de corregir y, por lo tanto, allíhay un espacio, pero, de nuevo, solo sinos articulamos, y ese no es solo un temade Brasil.

Por ejemplo, Brasil, Argentina y Méxicoson parte del G-20. ¿Alguna vez estos trespaíses han coordinado con el resto de lospaíses de la región para decir: “Miren, estosvan a ser los temas de la agenda, quiero sa-ber cuál es su opinión para llevar una pos-tura regional?” No ha sido posible, y ja-más se habla mucho de eso. Necesitamosuna cultura de coordinación porque elmundo que se está conformando no nos vaa esperar y el mundo que se está confor-mando va a ser bastante hostil a nuestrosobjetivos de crecimiento con equidad, por-que eso pasa por la capacidad de innova-ción, de productividad y de calidad denuestra inserción internacional.

Desde ese punto de vista, es cierto queCELAC no da el ancho y yo creo que lasagencias que están en esta mesa, de índoleregional, tienen un desafío para buscarcómo apoyar, cómo generar una base téc-nica de apoyo para que este diálogo seamucho más beneficioso.

Termino con el comercio intraindus-trial. El intrarregional sabemos que esbajo, el intraindustrial es más bajo aun y,en este caso la Alianza del Pacífico, tieneun tremendo marketing, pero tiene pocos lo-gros prácticos, más aun si uno excluye a

La emergencia de nuevos actores globales y los nuevos acuerdos comerciales y de inversión: desafíos para las empresas de iberoamérica

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México. La verdad es que el peso del restode la Alianza en productos, en comercio,en inversión, es marginal y más aún el co-mercio intrarregional, en la Alianza delPacífico es 5% del total, no solo para Mé-xico, también para Colombia, Perú, Chile.Y el comercio intraindustrial es menos del1%, es decir, la posibilidad de cadenas devalor es muy reducida.

La lectura positiva es que está todo porconstruir y, de una u otra forma, hay un re-nacer de política industrial. Yo creo hay es-pacios. Chile es un país con muchos acuer-dos de libre comercio, pero tiene espacio,falta más voluntad política, falta creersemás el cuento. En Chile tenemos el sín-drome de que los ministros de Hacienda:cuando salen del cargo, se convencen deque la política industrial es importante,pero cuando estaban nunca ponen la“guita” necesaria. Es un tema importantede debate que se puede profundizar.

Rebeca Grynspan: Para terminar,dos cosas. Una, soy optimista con respectoal cambio en Brasil; soy muy optimista so-bre el cambio en Brasil con respecto a la ne-gociación con la Unión Europea y a su re-lación con México. Creo que hay algunossignos positivos, yo soy optimista y me pa-rece que el optimismo viene de lo que dijoSergio, me parece que el sector empresarial

brasileño se ha convencido de que necesitaun cambio. Soy más optimista ahora de loque era hace un año y me parece tambiénque hay un cambio en el sector empresarialbrasileño, no solo en el gobierno, sino en elsector empresarial. Eso es lo que me hacetener optimismo.

Segundo –y tal vez sea un poco extremolo que voy a decir, pero lo siento muy fuer-temente–: mi generación, de la que algunosde ustedes son parte, fracasamos en la in-tegración latinoamericana tal y como lapensamos entonces, y creo que es equivo-cado seguir pensando en ese esquema, por-que no lo logramos hacer, no veo que hayacondiciones para hacerlo. Creo que tene-mos que hacerlo “de abajo para arriba” yeso es lo que me parece interesante de laAlianza del Pacífico: hacer todo lo posiblepara quitar los obstáculos para que losagentes económicos y sociales estén más in-tegrados. No es un acuerdo “arriba”, entregobiernos que van a decir cómo va a ser elmarco de la integración. Creo que eso yapasó, ese no es el mundo de integración delfuturo.

El mundo de integración del futuro escuáles son las plataformas que van a poderhacer que podamos densificar el tejido eco-nómico empresarial y social de la región, fa-cilitando que eso suceda; no es el arancel,no es esa negociación “allá arriba”, la quenos va a llevar a eso. Por muchos años creí

VIII ENCUENTRO CAF-SEGIB DE ECONOMISTAS

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que sería así, fue lo que quisimos hacer.Me parece que fracasamos entonces yahora estamos en otro momento, y que yaese no es el tipo de integración que nos vaa llevar a ello. Tenemos que pensar en loque debemos hacer en la región para efec-tivamente poder densificar ese tejido em-presarial, económico, social en la región.

Creo que hay que darle la vuelta y yo, porlo menos, estoy ahí.

Por último, la idea de Sergio sobre elCEAL. Hay un Consejo Iberoamericanode organizaciones empresariales que seacaba de formar, me parece que esa es unatarea que les podríamos encomendar, esuna muy buena idea.

La emergencia de nuevos actores globales y los nuevos acuerdos comerciales y de inversión: desafíos para las empresas de iberoamérica

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IIILAS RELACIONES DE EUROPA CON AMÉRICA LATINA

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Ayer discutimos de forma bastanteexhaustiva sobre la emergencia deChina y sus implicaciones para

América Latina –no solamente a nivel co-mercial sino también a nivel de estructuraproductiva– y sobre la propia integracióncomercial dentro de la región. En la sesiónque ahora empieza, nos vamos a centrar enlas relaciones entre Europa y América La-tina, que son importantes a nivel comercialpero, sobre todo, a nivel de inversiones. Y,más allá de los vínculos económicos, losfuertes lazos sociales y culturales de las dosregiones configuran un una relación in-tensa y dinámica, sometida en este mo-mento a fuertes perturbaciones.

La emergencia económica de AméricaLatina, la convergencia de rentas de Amé-rica Latina con países más adelantados

en su desarrollo económico, está cam-biando la dinámica de sus relaciones conEuropa, poniéndola en unos de niveles demayor igualdad. Además, la crisis finan-ciera global y la posterior crisis soberanaen Europa y el surgimiento del riesgo so-berano están cambiando las formas de ha-cer política y de hacer economía de estelado del Atlántico, lo que influye tambiénsobre las relaciones con América Latina.Por supuesto, el rápido aumento de la pre-sencia de China en el mundo y la res-puesta de Estados Unidos, dentro de lacual se puede enmarcar ese gran “megaacuerdo” comercial que se está discu-tiendo entre Estados Unidos y la UniónEuropea, también tienen trascendenciapara las relaciones económicas entre La-tinoamérica y Europa.

INTRODUCCIÓNPilar L’Hotellerie-Fallois. Directora General de Asuntos Internaciones.Banco de España

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Comenzaré mencionando algunastendencias recientes en las relacio-nes económicas de Europa y Amé-

rica Latina en comercio e inversión ex-tranjera. Luego hablaré de los retos haciaadelante.

Europa perdió participación en el co-mercio con América Latina en la década delos noventa a favor de los Estados Unidos.Las importaciones procedentes de Europapasaron de representar el 25% de las totalesde América Latina a principios de esa dé-cada, a apenas un 14% a su finalización.Desde entonces esa participación se hamantenido, con oscilaciones. En contraste,la participación de las importaciones pro-cedentes de los Estados Unidos en el mer-cado latinoamericano subió mucho en losnoventas y bajó dramáticamente a partirdel año 2000, perdiendo terreno a favor delas importaciones originadas en Asia, es-pecialmente en China. De hecho, Chinapesa más o menos lo mismo que la UniónEuropea hoy en el comercio de AméricaLatina, con una participación algo mayorpor parte de los Estados Unidos.

Hay, sin embargo, diferencias subregio-nales importantes. Estados Unidos, la

Unión Europea, y China pesan hoy díaprácticamente lo mismo en las importa-ciones de Mercosur. En cambio, EstadosUnidos pesa más y Europa menos (conChina en un segundo lugar) en las impor-taciones del Grupo Andino y de México yCentro América.

A lo largo de la década pasada, desde elaño 2000 al 2014, el comercio entre Amé-rica Latina y Europa creció muchísimo, decien mil millones de euros a 265 mil mi-llones –considerando la suma de exporta-ciones e importaciones–, aunque con mu-cha volatilidad entre 2009 y 2014. Elbalance fue ligeramente superavitario paraAmérica Latina hasta el 2011 y deficitariodesde entonces. Al considerarlo por regio-nes, ha sido siempre muy deficitario paraMéxico y Centroamérica, es decir, la UniónEuropea exporta mucho más a México yCentroamérica de lo que importa de ellos.En Suramérica, al contrario, fue superavi-tario hasta el 2011 y es ligeramente defici-tario desde entonces.

Cuando se examina la evolución del co-mercio del año 2000 en adelante, el prin-cipal determinante de lo que pasó en el co-mercio de América del Sur y Europa fue el

COMERCIO E INVERSIONES EN LA RELACIÓN BI-REGIONALGuillermo Perry. Exministro de Hacienda de Colombia y ex Economista Jefe para América Latina. Banco Mundial

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auge de los precios de los productos bási-cos, y el correspondiente “boom” de creci-miento de América del Sur, hasta el 2013(con una reducción transitoria en el 2009),así como su posterior caída.

Las tasas de cambio relativas entre Eu-ropa y los EEUU también han influido mu-cho. Así, por ejemplo, la depreciación deleuro en el último período le ha ayudadomucho a las exportaciones europeas, y porello su comercio con América Latina hasido superavitario en los últimos años.

El comercio de Europa con América La-tina se concentra mucho en el Cono Sur.Cualquier modelo de gravedad de comerciopermitiría predecirlo. El comercio con Eu-ropa es mucho más importante para MER-COSUR y Chile que para la ComunidadAndina, y más importante para el grupo an-dino que para México y Centroamérica. Elcomercio con MERCOSUR y Chile repre-senta más del 56% del comercio de Europacon América Latina, mientras que el co-mercio con México y Centroamérica re-presenta el 29% (por el tamaño de México)y solo el 15% con la Comunidad Andina.

Mirado desde el punto de vista de Eu-ropa, la participación de las importacionesde América Latina es marginal y ha ve-nido cayendo. Llegó apenas a representarun 5% de las importaciones europeas en sumomento más alto, y hoy representa tansolo el 2%.

Otro tema importante en el comerciomutuo se refiere a la composición de las ex-portaciones latinoamericanas a Europa. En

América Latina acostumbrábamos decirque el gran argumento para la integraciónregional era que nuestras exportaciones aotros países de América Latina eran muchomás diversificadas, había mucho más ma-nufactura y servicios, en comparación connuestras exportaciones a los países des-arrollados. Pues bien, hoy la estructura deexportaciones de América Latina a los Es-tados Unidos es muy parecida a la del co-mercio intra–regional de América Latina.En otras palabras, las exportaciones latino-americanas a Estados Unidos se han diver-sificado muchísimo, tienen un contenidomuy grande de manufacturas y de servi-cios. Obviamente eso se debe sobre todo ala participación de México y Centroaméricaen las cadenas de producción norteameri-canas. Ahí está el grueso de las exportacio-nes de manufacturas, pero incluso otros pa-íses de la región exportan una buena dosisde manufacturas a los Estados Unidos, aun-que algo menos MERCOSUR.

En contraste, la estructura de nuestrasexportaciones a Europa no ha cambiadomucho e incluso se ha “reprimarizado¨,aunque no tanto como en el caso chino.Este es un tema en el que vale la pena pro-fundizar. Nosotros siempre hablamos delproteccionismo europeo en la agricultura.Sin embargo hay exportaciones agrícolasnotables a Europa (como también minerasy petroleras). A lo que no le ha ido tan biencon el tiempo es a las exportaciones de ma-nufacturas y de servicios de América La-tina en Europa.

VIII ENCUENTRO CAF-SEGIB DE ECONOMISTAS

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¿Cuáles son las perspectivas del comer-cio mutuo? La Unión Europea tuvo la polí-tica que, en principio, a todos nos pareciómuy razonable, de negociar en conjuntocon los países de América Latina miem-bros de acuerdos comerciales subregionales.Nos parecía que esa política reforzaba losmecanismos de integración latinoameri-cana. Sin embargo, el debilitamiento de losmecanismos de integración latinoameri-cana ha afectado los resultados de esa polí-tica. Ella fue exitosa con Centroamérica ycon el Caribe, donde existe una integra-ción comercial sub–regional importante.Centroamérica es el único caso en Latino-américa de integración comercial realmenteexitoso. El Caribe lo es también, aunque enmenor medida. Con ellos, la Unión Europeatiene hoy acuerdos comerciales negociadosbloque a bloque. Lo intentó con la Comu-nidad Andina, pero salida de Venezuela,primero, y después la posición de Ecuadory de Bolivia lo impidieron. Entonces derivóe una política, razonable en las actuales cir-cunstancias, de “negocio primero con losunos, pero los demás pueden entrar luego”.Así, culminó los acuerdos con Perú y Co-lombia hace rato y acaba de firmar conEcuador (no estaba en vigencia al momentode ésta Conferencia), de manera que Boliviaes el único país en la Comunidad Andinacon el cual la unión Europea todavía notiene un acuerdo comercial.

Con MERCOSUR ha habido una ne-gociación muy larga y accidentada. Por loque puedo entender, lo que está haciendo

en este momento la Unión Europea esorientarse hacia una especie de “acuerdoparaguas”, con cierta flexibilidad de nego-ciación por países. Creo que a eso han lle-vado las posiciones muy difíciles de Ar-gentina, en particular, en el proceso denegociación, mientras que Brasil ha estadoúltimamente muy interesado, por razonesque hablaremos en seguida, de llegar a al-gún acuerdo. De modo que me da la im-presión de que lo que está pasando es queva a haber un acuerdo marco, un paraguas,pero Brasil va a negociar antes un acuerdobilateral con la Unión Europea y, poste-riormente, se unirán los otros. Esta es, sinembargo, una simple hipótesis.

El gran tema actual del comercio son lasdos grandes negociaciones comerciales encurso, la transatlántica y la transpacífica.¿Qué impacto pueden tener sobre el co-mercio de Europa con América Latina?Varios estudios han tratado de evaluarlos,en particular el impacto de la negociacióntrasatlántica. Los resultados varían de es-tudio a estudio pero, en general, sugierenque los efectos de desviación de comerciodominarán sobre los efectos de creación.Habría efectos de creación en la medida enque el acuerdo entre la Unión Europea yEstados Unidos logre aumentar el creci-miento en las dos regiones y ello aumenta-ría el comercio con América Latina. Pero elefecto de desviación, o de sustitución, pa-recería dominar en la mayoría de los casos.

Obviamente, los países más afectadosserían los que no tienen acuerdos de libre

Las relaciones de Europa con América Latina

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comercio con la Unión Europea, en parti-cular el MERCOSUR y Bolivia. Creo quepor eso es que a Brasil le ha entrado afán úl-timamente. Se ha visto forzado por los he-chos a dejar su política de multilateralismo,de tratar de ser uno de los grandes juga-dores en las grandes ligas, y ha comenzadoa adoptar una política mucho más prag-mática de acuerdos bilaterales.

Hay menos estudios cuantitativos sobreel impacto que la negociación transpacíficapueda tener sobre el comercio entre Eu-ropa y América Latina, pero me temo queno es menor. Ahí pasaría lo contrario: ha-bría unos efectos de desviación de comercioen contra de Europa en los países latinoa-mericanos que entraron ya en la negocia-ción transpacífica (México, Perú y Chile)

De modo que esas dos negociaciones su-gieren que, si no se hace otra cosa, la im-portancia de la relación comercial entreEuropa y América Latina seguirá decli-nando, y que en el área donde ha sido tra-dicionalmente más fuerte, que es MER-COSUR, es donde puede declinar demanera más importante.

De ahí la enorme necesidad de queAmérica Latina se haga partícipe de lasnegociaciones trasatlánticas y de que los pa-íses que no tienen acuerdos de libre co-mercio con la Unión Europea los negocienlo más pronto posible. Ojalá fuera posible,que América Latina –y probablementeÁfrica, que tiene el mismo problema–, pue-dan adherir a la negociación trasatlánticaen una segunda etapa.

No creo que la negociación trasatlán-tica vaya a ser tan rápida, pues los temasque están en discusión no son menores. Enel tema agrícola, no solamente hay distintasposiciones en lo arancelario y no arancela-rio: hay una disputa muy seria en cuanto alos transgénicos, que no ve uno claro cómose va a resolver, y en otros parecidos comolos de alimentación del ganado. Del otrolado, hay problemas con los temas finan-cieros, pues Estados Unidos piensa que Eu-ropa tiene una regulación financiera mu-cho más laxa. Eso resultó evidente en el2009, pero la norteamericana tampoco eranada del otro mundo. Y hay otras disputascomplejas en temas como el fracking, losaudiovisuales y la cultura y la solución decontroversias. Hay tantos temas gordos poraclarar en esa negociación que los plazosque se han mencionado para concluir la ne-gociación –“este año” o “el año entrante”—no parecen posibles.

En la medida en que eso se demore, ledará un poquito más de tiempo a AméricaLatina para prepararse. En particular, a lospaíses que no tienen acuerdos libre de co-mercio con Europa y EEUU para nego-ciarlos.

En materia de inversión extranjera di-recta, el panorama es muy distinto. En in-versión extranjera directa Europa aumentósu participación en los noventa y la man-tuvo a partir del año 2000 en cerca del 44%en América Latina. Es realmente unafuente importante de inversión extranjeradirecta en la región.

VIII ENCUENTRO CAF-SEGIB DE ECONOMISTAS

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El aumento grande que se registró fuedebido particularmente a España, puesAlemania más bien disminuyó su inver-sión extranjera en América Latina en losnoventa para orientarse hacia Europa delEste y Asia. Lo mismo sucedió con Francia.

España representa entre 53% y 41% de lainversión extranjera en América Latina:53% entre el 1995 y 2005 y cayó luego al41%. La de Alemania oscilaba entre el 14%y el 16% y la de Francia ha venido aumen-tando últimamente, del 9% al 17%. La delReino Unido se ha mantenido más o menosen 11% – 12%.

La inversión extranjera europea enAmérica Latina está mucho más concen-trada por países que el comercio. Brasiltiene más de la mitad, México tiene unaparte importante y luego siguen Chile, Co-lombia y Argentina. La composición de lainversión extranjera es más interesante quela del comercio para América Latina: aun-que alrededor de un 40% se orienta a re-cursos naturales, hay un 30% en servicios(aunque ha caído últimamente en el sectorfinanciero y energía, en particular la espa-ñola) y cerca del 30% en manufacturas.

Otro fenómeno interesante es la emer-gencia de la inversión extranjera de Amé-rica Latina hacia Europa. Su crecimiento,de una base baja, es impresionante: del2003 al 2014 pasó de prácticamente cero a14 mil millones de dólares. La de Europahacia América Latina es de un poco más de40 mil millones de dólares, o sea que no setrata de cifras menores. El destino principal

ha sido Portugal con 34% (básicamente bra-silera, pero también algo colombiana y deotros países) y luego España con 21%, Po-lonia con 14% y el Reino Unido con 10%.Considerado en términos de composición,construcción y propiedades raíces repre-senta cerca del 30%, derivados del petróleoy metales 17% y otras manufacturas cercadel 34%.

Este es un tema que vale la pena mirarcon más detalle Hay una emergencia nota-ble de las multilatinas: brasileras, desdehace un tiempo; argentinas, aunque hanbajado en intensidad; y una explosión re-ciente de Chilenas y Colombianas. Sin em-bargo, una parte importante de lo que seclasifica como inversión extranjera pare-cen ser activos latinoamericanos que saleny luego regresan para poder reducir im-puestos, amparados en paraísos fiscales omalos acuerdos de doble tributación (porejemplo, con España).

Si bien las remesas de Estados Unidosson muchísimo más importantes que lasde Europa para México y Centroamérica,España es el mayor origen de remesas paraEcuador y para Colombia. Obviamente lasremesas han caído mucho con la crisis eu-ropea; se espera que ahora haya una recu-peración.

Por otro lado, cuando uno mira las cifrasde ayuda externa, el aumento de las de Es-paña fue impresionante, pero la caída enlos últimos años también ha sido muy im-presionante. En cambio, las de Alemania yFrancia están creciendo otra vez.

Las relaciones de Europa con América Latina

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Tengo la sensación de que AméricaLatina y la Unión Europea se en-cuentran en un círculo histórico, cul-

tural, lingüístico y económico, que nuncahemos llegado a cerrar del todo. Mi im-presión es que, a pesar de todas las cosasque nos unen, nunca hemos construido unmarco de relaciones suficientemente in-tenso, y los europeos no jugamos el papelque, por coincidencias de valores o de vi-sión del mundo, nos correspondería enAmérica Latina.

Las razones, probablemente, son queEuropa sigue teniendo una mirada muypoco atenta hacia América Latina. Esto hasido muy evidente en los últimos cincoaños, pero realmente nuestras urgencias,las urgencias europeas son tan intensas quecuesta que Europa mire hacia América La-tina con el interés que esta región debierade suscitar, y por las potencialidades quedebiera de producir.

Alemania mira al Este, y eso no es unanovedad. Pero no es solo Alemania, es todoel Este europeo: los países bálticos y todoslos países que estuvieron detrás del murode Berlín miran –y mucho más última-mente–, sólo a Rusia. Francia e Italia miran

mucho al Mediterráneo y a África, por pro-blemas que vienen de ahí; el Reino Unidomira a sus viejas colonias, especialmentehacia el sur de Asia, y somos muy pocos losque en la Unión Europea levantamos lavoz haciendo la reivindicación de otorgar aLatinoamérica un papel más importanteen el tablero de la política internacional eu-ropea. Somos obviamente España y Portu-gal quienes levantamos esa bandera, perosin fuerza suficiente.

No les oculto que las urgencias de lasque hablaba –el caso de la gravísima situa-ción en Ucrania, especialmente desde quePutin pretende, probablemente, una espe-cie de restablecimiento del imperio rusoen sus relaciones con los países que en sudía pertenecieron a la Unión Soviética–,nos colocan en un contexto tan delicado anivel interno que toda Europa está mirandoa esa región, sin saber cómo resolver unproblema que, por cierto, no quedó re-suelto en los Acuerdos de Minsk, a pesar deque se ha suavizado la tensión en los últi-mos meses. Por otra parte encontramos lapreocupación por la conflictividad enOriente Medio después del fracaso de laPrimavera Árabe, tras el destrozo que pro-

DIEZ ELEMENTOS CLAVE EN LAS RELACIONES EURO-LATINOAMERICANASRamón Jaúregui. Presidente de la Delegación Europea en la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana

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dujimos con la guerra de Irak, toda la ex-plosión que está produciendo en este mo-mento el Estado Islámico y la amenaza te-rrorista yihadista en Europa. Todo ello esun volcán en plena erupción al que Europamira con preocupación. Por no hablar de lacrisis griega que nos ha ocupado en los úl-timos meses y dista también de estar re-suelta … Veo a Europa sometida a esas ur-gencias, y aquellos a quienes nos interesaAmérica Latina no tenemos el suficientepeso político por nuestra parte para que esaregión encuentre el espacio que debiera detener en nuestra política internacional.

Pero no solamente tenemos nuestras mi-radas vueltas hacia otros espacios, tambiénAmérica Latina tiene las suyas puestas enotros sitios: la Alianza del Pacífico mirahacia el Pacífico y es probablemente, desdeel punto de vista de integración regional entérminos económicos, la alianza que mejorfunciona. A la vuelta de Veracruz, de laCumbre de la SEGIB de diciembre de2014, estuve en México Distrito Federal,donde mantuve una serie de conversacio-nes políticas, una de ellas con el Presidentedel PRI. Me causó especial impacto su co-mentario, cuando hablábamos de las rela-ciones del PRI con las diferentes alianzaspolíticas europeas o internacionales (de-mócrata–cristianas, la Internacional So-cialista, los socialdemócratas europeos) queél realmente no tenía ningún interés en laconexión con Europa. Medía especial-mente su peso y su influencia en la alianzaque se ha gestado y que en gran parte lidera

el PRI con los grupos políticos del Pacífico,de Asia. Me sorprendió cómo esa miradaestá muy presente ya. Inclusive, cabe pen-sar que el movimiento estratégico de Esta-dos Unidos en Cuba no es sólo para poneren evidencia que la estrategia de aisla-miento seguida en los últimos 50 años hafracasado –cosa que probablemente escierta– sino también porque Estados Uni-dos busca reconfigurar su rol en AméricaLatina y sabe que Cuba es un ícono en lamayoría de los países latinoamericanos.Esto quiere decir que también Estados Uni-dos se está reubicando… Todos estos ele-mentos permiten señalar que tambiénAmérica Latina tiene sus miradas puestasen lugares distintos de la Unión Europea.

Esta descripción un poco provocativa,muy simplificada probablemente, de nues-tras miradas recíprocas, pone en eviden-cia que nuestro marco de relación políticaentre la Unión Europea y América Latinano es en absoluto suficiente, tampocoayuda a mejorarlo la diversidad política yeconómica de América Latina, algo quedesgraciadamente Europa desconoce conmucha frecuencia. También es evidenteque las dificultades de América Latina paraencontrar su propia integración constituyeun problema ya tradicional: los grandespaíses como México o Brasil, por ejemplo,tienen dificultades para desempeñar un pa-pel vertebrador, desde un liderazgo regio-nal adecuado, por razones también muy di-versas. EuroLat es un buen ejemplo deestas circunstancias.

VIII ENCUENTRO CAF-SEGIB DE ECONOMISTAS

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EuroLat es una asamblea parlamenta-ria muy humilde; no es más que un foroparlamentario en el que 75 diputados dela Unión Europea nos reunimos dos vecesal año con 75 diputados y 11 senadores deAmérica Latina. Pero la diferencia de or-ganización regional es tal, que resultaprácticamente imposible encontrar unainterlocución equiparable, porque del ladolatinoamericano me encuentro con unarco de interlocución absolutamente he-terogéneo, inclusive de orígenes y de legi-timaciones democráticas muy diversas, yresulta prácticamente imposible articularposiciones políticas, elevar una voz relati-vamente unitaria a nuestros jefes de Es-tado.

En este marco descriptivo de nuestrosproblemas, permítanme una referencia a loque es una evidencia en el ámbito de la po-lítica internacional. Es lo que yo llamaría“mesas pequeñas para problemas grandes.”

Cada vez es más notorio que nuestra or-ganización supranacional, la que tiene elmundo, es ínfima respecto a la intensidad ydimensión de los problemas supranaciona-les. Todos ellos, desde la organización fiscalinternacional, el combate a los paraísos fis-cales, la defensa de la democracia, el cam-bio climático, la solución de las crisis hu-manitarias, los problemas migratorios, laordenación financiera; cualesquiera quesean los problemas que analicemos, tienenuna dimensión tal que requerirían la exis-tencia de instituciones mucho más grandesy potentes que las que tenemos. En otras pa-

labras, nos encontramos con institucionesínfimas en su capacidad de articular res-puestas a estos problemas. Inclusive cabedecir que la velocidad de los acontecimien-tos es el signo del siglo XXI, la intercomu-nicación, el encadenamiento de los dife-rentes procesos geopolíticos, sonsimultáneos a una incapacidad de la políticapara preverlos primero y para ordenarlosdespués. Podríamos poner mil ejemplos: ladificultad de ordenar Internet es un buenejemplo. Pero no sólo eso: ¿Quién previó enla organización internacional la crisis fi-nanciera que hemos tenido? ¿Quién vio queestaba a punto de caer el muro de Berlín?¿Cómo no recordar que en Alemania, paísdonde la capacidad de ordenación del fu-turo es uno de los signos de identidad polí-tica, una decisión de la canciller Merkelpara imponer una fiscalidad a la prolonga-ción de la vida de las nucleares, coincidiócon el tsunami de Japón y la catástrofe deFukushima? Efectivamente, a raíz del tsu-nami Alemania se vio obligada a revertiruna decisión de sólo un año antes, por lacual se había establecido la prolongación dela vida de las nucleares. Todo está ocu-rriendo de esta manera y creo que esto estambién un signo de nuestro marco de re-laciones internacionales.

Mi impresión es que la II Cumbre entrela Unión Europea y CELAC de junio de2015 no fue probablemente un éxito, puesel conjunto de los acuerdos no está res-pondiendo realmente a un cambio deorientación en nuestras relaciones.

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¿Qué cabe hacer? Para ser muy con-creto, voy a mencionar diez, podríamos lla-marlos, “elementos de referencia”.

Primero, creo que es importante para laUnión Europea alcanzar un acuerdo conCuba, y creo que ese acuerdo puede alcan-zarse a lo largo de los próximos meses, entodo caso en 2016. A Cuba le importa mu-cho más el acuerdo con los Estados Unidos;los cubanos están pendientes del levanta-miento del embargo y de una serie de con-secuencias que se derivarán de ese cam-bio, pero, con todo, para la Unión Europeael acuerdo con Cuba es importante.

Segundo. Es importante suscribir elacuerdo con Ecuador. Ecuador tiene unasenormes necesidades de adherirse alacuerdo multipartes de Perú y de Colom-bia. No lo hicieron en su día por razonesideológicas –equivocadas en mi opinión– yhoy lo demandan angustiosamente. Pero,atención, pueden tener problemas con susvecinos. La adhesión va a requerir la apro-bación de los otros países, y no sé si lo quie-ren demasiado en este momento. Sin em-bargo, Ecuador es un socio importante,porque aunque el liderazgo de Correa es unliderazgo quizás cuestionado en los últi-mos meses, es probablemente el líder mássólido de los países del ALBA, y creo queun contacto con esa “nueva izquierda” –memolesta llamarle así, pero en todo caso, po-dríamos definirla de esa manera–, es im-portante desde la perspectiva europea.

Tercero. Es importante reiniciar el in-tercambio de propuestas con MERCO-

SUR. La Unión Europea no ha tomado ladecisión de iniciar contactos bilaterales conningún país y con Brasil tampoco. Esto, eneste momento, está rechazado, es una de-cisión tomada, se va a esperar al procesoelectoral argentino y se espera que al finaldel año –esta fue la conclusión no explícitaen la Cumbre de UE–CELAC– puede ha-ber intercambio de propuestas. Esta es lapretensión de la Unión Europea. Que seavance o no, es otro asunto, pero la decisiónpolítica de la Unión Europea es suscribir elacuerdo con MERCOSUR, si es que Ar-gentina, después del proceso electoral,acepta la propuesta brasileña de avanzar enesa negociación.

Cuarto. Modernizar los acuerdos conChile y México, dos acuerdos clave paranosotros y también para ellos. Los acuerdoscon Chile y México han funcionado bien,son los dos países con los que las relacioneseconómicas y comerciales europeas fun-cionan mejor, y tenemos una relación polí-tica excelente. Sin embargo, los dos acuer-dos necesitan una actualización debido a laenorme cantidad de cosas que han cam-biado en los últimos quince años, y esto laUnión Europea, México y Chile lo saben yestán en un proceso muy serio, muy sin-cero, de modernización. Los dos Ministrosde Comercio de ambos países están intere-sadísimos en incorporar al acuerdo con laUnión Europea nuevos campos, en ciertomodo, de preparación al posible acuerdodel TTIP de Estados Unidos con la UniónEuropea.

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¿Qué va a pasar con este últimoacuerdo, el TTIP? Déjenme, en primer lu-gar, que les recuerde que el Tratado de Lis-boa de la Unión Europea le dio al Parla-mento Europeo la facultad de ratificar o nolos acuerdos internacionales, igual que elSenado Americano. Esta es una facultadpolítica de la soberanía popular europea deenorme importancia porque, como ustedessaben, nuestro Parlamento no tiene inicia-tiva legislativa, dependemos de la iniciativalegislativa de la Comisión. Por tanto lanuestra es una "cámara rara", democráti-camente legitimada por el voto directo delos europeos, pero que sólo está capacitadpara negociar las leyes, los reglamentos ylas directivas en “trílogo” con la Comisióny con el Consejo. Pero los acuerdos inter-nacionales son ratificados, sí o no, igualque hace el Senado americano, en el Par-lamento Europeo.

En el Parlamento Europeo hay unaenorme oposición a TTIP, yo diría que es unanti–yanquismo clásico de Europa. No sé sies tan fuerte como el anti–yanquismo lati-noamericano, pero existe y es muy potente.Está obviamente en la izquierda, pero tam-bién en la extrema derecha, y tienen unaenorme visibilidad en el Parlamento Euro-peo. Esta misma semana y la semana pasadahemos tenido varias votaciones en Estras-burgo en las que los extremos del arco par-lamentario se han juntado en esta especie dereivindicación de la nación frente a Europa.Por ejemplo, el apoyo al referéndum griegolo reivindican los griegos, pero también Le

Pen, porque en el fondo no quiere la UniónEuropea. Esta, en mi opinión, equivocadamanera de entender la democracia –sometera referéndum en un solo país una decisiónque corresponde a diecinueve– está equivo-cada manera de entender la democracia,sin embargo, genera coincidencias de estanaturaleza entre la extrema izquierda y la ex-trema derecha. En el Parlamento Europeo laextrema derecha no quiere saber nada demultinacionales por considerarlo una inva-sión a "mi estado", a "mi nación": es así en elcaso de Le Pen, del líder de UKIP, Nigel Fa-rage, de los representantes del MovimientoCinco Estrellas italianos. Son numerosos lospartidos de extrema derecha o de extremaizquierda que se sitúan en esta lógica. Entreellos buena parte de la GUE (los partidos co-munistas clásicos), más los Verdes y unaparte de los socialistas –tenemos 190 dipu-tados, somos el segundo grupo de la cá-mara–, que acaban expresando tal cantidadde divergencias con el TTIP (en el ámbitoagrícola, pero sobre todo el llamado el ISDS,el sistema de arbitraje de las controversias),que realmente no sabemos muy bien qué vaa pasar. No tengo la seguridad de que elParlamento Europeo apruebe un acuerdocon los Estados Unidos ni de que los EstadosUnidos aprueben un acuerdo con la UniónEuropea en los términos que el ParlamentoEuropeo ha señalado ya, la semana pasadaen Estrasburgo, a los negociadores euro-peos. No sé si llegaremos antes de que acabeel período de Obama; en todo caso, estetema queda pendiente.

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Quinto. Me parece clave para la UniónEuropea jugar un papel más positivo en elproceso de paz de Colombia. Nos pareceemocionantísimo el proceso de paz de Co-lombia, tenemos una simpatía, una solida-ridad, inclusive un pronunciamiento polí-tico en esa dirección. Pensando incluso enlas relaciones con Cuba –sabemos de laimportancia de Cuba en la negociación deColombia–, nosotros queremos que el Par-lamento Europeo esté, por decirlo así, aban-derando un proceso de apoyo concreto alPresidente Santos en la búsqueda de la paz.Creemos que si el verano de 2016 el pro-ceso no se ha consumado, corre serio riesgode no terminar en el período de la presi-dencia del Presidente Santos, y este es otrotema en el que Europa debiera ser muyimportante.

Sexto. Es clave fortalecer la comunica-ción y el conocimiento. Hay un montón deiniciativas –la SEGIB especialmente, a raízde los acuerdos de Veracruz–, pero por su-puesto la conexión en banda ancha, el ca-ble entre la Unión Europea y América La-tina, que estemos comunicados online a altavelocidad las universidades, los investiga-dores, las empresas... Es importantísimoagilizar las relaciones entre universidades,investigadores y estudiantes, que actual-mente sólo van a Estados Unidos paraaprender inglés. Deberíamos poner los me-dios para que puedan venir a Europa, ydel mismo modo, que nuestros estudiantesque quieren aprender español puedan acu-dir a las universidades latinoamericanas.

Ese capítulo es clave desde el punto devista de las relaciones con América Latina.

Séptimo, es importante establecer undiálogo político birregional ante los gran-des temas internacionales, ya sean nues-tras respectivas voces en Naciones Unidas,el G-20, la OMC o las decisiones sobrecambio climático. Todas estas grandes ta-reas debieran de articular una mesa de po-lítica internacional entre América Latina yla Unión Europea que no tenemos. Sin em-bargo, hay muchísimas coincidencias ygrandísimas convergencias en posicionescomunes sobre la organización de estosgrandes temas que América Latina y laUnión Europea debieran de fortalecer enun rol relativamente acordado.

Ocho, nos parece importante destacar laposibilidad de que las empresas europeasen América Latina tengan una etiqueta decalidad, que Europa puede efectivamentedesarrollar a través de sus empresas. Setrata de desarrollar una manera de enten-der la presencia de las empresas en la so-ciedad, porque las empresas crean socie-dad, porque las empresas tienen unacapacidad de impacto en el hábitat me-dioambiental, sociolaboral, en la corres-pondencia con las tareas del desarrollo demuchos países. su papel es tan importanteque Europa –que tiene un expertise másavanzado en esas materias–, debe estable-cer unas obligaciones a sus empresas eneste sentido. No sé si este es un ideal im-posible, pero creo que tiene una enormeimportancia.

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Como creo también que el expertise eu-ropeo en un modelo de integración regio-nal, la manera en que hemos sido capacesde integrar la diversidad, la manera en laque hemos desarrollado una política de co-hesión regional: nadie en el mundo tieneuna experiencia similar en materia de vin-culación de las regiones y de cohesión so-cial, como la política regional europea, quees ya conocida en el mundo como toda unatecnología. Lo mismo diríamos de la orga-nización de la fiscalidad y de la redistribu-ción de gastos en materia de estado delbienestar, aunque este último esté en gravecrisis. Todo ello constituye un horizontede posibilidades que, en mi opinión, debe

de ser objeto de intercambio y de comuni-cación.

Y por último diez, la intensificación dela cooperación entre Europa y América La-tina. No por casualidad los europeos so-mos la gran región de la cooperación, sobretodo con algunos países latinoamericanos,y en particular centroamericanos. Creo queesa cooperación hay que modernizarla yadaptarla a las grandes necesidades; la se-guridad en Centroamérica me parece untema capital en este área.

En este capítulo de materias pendientesque responden a la pregunta que hacía Le-nin –¿qué hacer?–, yo diría que aquí están,por así decirlo, nuestras urgencias.

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Marta Lucía Ramírez: Escuchandohablar a Ramón sobre la cuestión política,me pregunto por qué la Unión Europea haperdido una estrategia frente a AméricaLatina. Porque, en realidad, el tema no essimplemente de comercio. El tema de co-mercio entre la Unión Europea y AméricaLatina es importante, pero hay algo muchomás importante que trasciende, y es untema de valores. Los valores de Occidente,la democracia, lo que significa el potencialde estas dos regiones. Precisamente ayer,cuando hablábamos de China, veíamos quehay una estrategia china de largo plazo,sostenida, paciente, eficiente… Entoncesnos preguntamos: ¿Europa dio por des-contado que tenía a América Latina?Cuando Ramón destacaba como primerpunto “tener un acuerdo con Cuba”, puesa los europeos les resulta antipático queuno diga que copian a Estados Unidos,¿pero no será que este interés por Cubaviene como consecuencia de la relaciónnueva entre Estados Unidos y Cuba? ¿Ypor qué entonces Europa, que hizo tantopor Occidente, ha ido asumiendo un papelmás pasivo y a la saga de lo que van ha-ciendo otros? Europa está llegando tarde auna región que fue suya, en donde el colo-nialismo dejó muchas cosas positivas, otrasnegativas pero, sobre todo, con un poten-cial enorme para haber aprovechado al má-ximo esa precedencia europea en América

Latina. Entonces, ¿por qué esa falta de es-trategia de Europa?

Miguel Hakim: También yo tengo unpar de preguntas para Ramón. Una, rela-cionada con mi país, con México: mencio-naste que, sin lugar a dudas, se requiere deuna revisión del acuerdo de la Unión Eu-ropea con México y con Chile, y la pre-gunta concreta es: todos sabemos que tienetres capítulos: el capítulo político, el capí-tulo económico y el capítulo de coopera-ción. En cooperación hay poco, porque us-tedes consideran, lo cual es cierto, queMéxico es un país de ingreso medio, y porahí no creo que vaya a haber muchos cam-bios, pero me gustaría, si es posible, que medieras luz con respecto a qué se refieren loscambios, y si hay cambios en lo políticotambién, y si esto obedece a una actualiza-ción de quince años o al hecho de que, si selleva a cabo el acuerdo entre los EstadosUnidos de América y la Unión Europea,México y Chile pueden quedar en una si-tuación probablemente de desventaja. Esasería la primera pregunta.

En el pasado trabajé en la SecretariaGeneral Iberoamericana. En aquel enton-ces las cumbres iberoamericanas se lleva-ban a cabo de manera anual, por lo cualsiempre era difícil la convocatoria, sobretodo en América. Cuando faltaban algunos

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Jefes de Estado o de Gobierno, armába-mos un drama… Esto ya no funciona. Túacabas de mencionar: “algo sucedió en Bru-selas…” Pero ahí, al menos en América La-tina, no hicimos ningún drama. Mi pre-gunta va a lo siguiente: desde Veracruz, lascumbres se llevan a cabo de manera bienaly, al menos en teoría, un año le toca a laUnión Europea y otro año le toca a la Se-cretaria General Iberoamericana ayudar aun país latinoamericano. Todo parece muybien en teoría, pero la pregunta específicaes: desde el punto de vista institucional,¿qué se puede hacer para encadenar esteproceso? Porque si no se encadena, segu-ramente el futuro de las relaciones entreAmérica Latina y la Unión Europea noserá lo que nosotros quisiéramos.

¿Sergio Amaral? Las dos presenta-ciones me han gustado mucho porque, másallá de tocar puntos específicos, revelanuna demanda por una relación más am-plia, más política, entre América Latina yEuropa. Yo no sé si he entendido bien, perocreo que hay una manifestación en rela-ción con lo que sería un descompás, unproblema de tiempos distintos entre las ac-ciones empresariales y las acciones polí-tico–diplomáticas, y que quizás las empre-sas hayan avanzado mucho más rápido entérminos de comercio y de inversiones y

que los agentes políticos y diplomáticos sequedaron para atrás. Creo que esto planteatambién algunas posibilidades o quizásoportunidades.

Europa tiene –y yo no me había dadocuenta de esto–, toda una agenda que rei-niciar, que retomar, que revisar, de nego-ciaciones y acuerdos con América Latina:Cuba, Ecuador, MERCOSUR, al mismotiempo en que se plantean negociacionesmuy distintas, que son casi dos generacio-nes de acuerdos de comercio: la genera-ción más antigua, quizás más del pasado,que son las negociaciones de tipo arance-lario como MERCOSUR – Unión Euro-pea. Hay también las negociaciones de unanueva generación de acuerdos de comercio,que es la TTIP, que no toca casi temasarancelarios o temas de fronteras, pero vamucho más adelante en temas de socie-dad.

Ahora me pregunto si quizás en estemomento, en que se constata de un retrasopolítico, por así decir, ¿no sería interesantepensar no solamente en que se terminen lasnegociaciones específicas con países lati-noamericanos de la generación más anti-gua de acuerdos, que son acuerdos de fron-tera, pero que también se coloquen losdistintos acuerdos específicos dentro de unmarco más grande? Creo que las transfor-maciones que están en curso en el escena-rio mundial, en el escenario de comercio,

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piden actitudes más ambiciosas, y yo mepregunto por qué nosotros no podemos po-ner en el marco de las relaciones Unión Eu-ropea– América latina, no solamente revi-sar, avanzar negociaciones específicasatrasadas, sino dar un paso más ambiciosopara hacer un marco general Europa–América Latina…?

Segundo: introducir en las negociacio-nes de frontera más antiguas algunos ele-mentos de negociaciones de nueva genera-ción que incluyen los temas de sociedad ylos temas de las normas generales, los pa-trones de comercio.

Yo soy muy favorable a una negociaciónentre MERCOSUR y la Unión Europea,pero hay dos preguntas: ¿la Unión Europeaestaría lista para hacer un acuerdo por se-parado con Brasil, o solamente lo hace conel MERCOSUR? La posición de la UniónEuropea nunca ha sido muy clara. La se-gunda cuestión está en saber si vamos o nosuperar el juego de responsabilidades enque hoy se encuentra la negociación MER-COSUR – Unión Europea. MERCOSURdice: “Nosotros tenemos la lista de ofertaslista, estamos esperando por la Unión Eu-ropea”; Unión Europea dice: “Nosotros nopodemos seguir, no podemos hacer la con-sulta a los miembros sin tener la oferta deMERCOSUR.” Es un juego de atribuir alotro la responsabilidad por el estanca-miento del proceso negociador. ¿Y por qué

alguno no puede tomar la delantera, sea elMERCOSUR, que pone sobre la mesa suoferta, o sea la Unión Europea diciendo:“Nosotros tenemos el acuerdo de los Esta-dos Miembro para hacer la negociacióncon la Unión Europea”?

Osvaldo Rosales: Quisiera tocar elpunto del acuerdo MERCOSUR – UniónEuropea partiendo de un punto de diag-nóstico: China desplazó a la Unión Euro-pea como segundo proveedor de importa-ciones para América Latina y, en pocosaños más, la va a desplazar como segundomercado destino de las exportaciones. Enprincipio, esa tendencia se seguirá agudi-zando en el tiempo, y a ello se le agregaránlos efectos de la desviación de comercioque mencionaba Guillermo, inducidos porel acuerdo transatlántico. La historia eco-nómica nos dice que estos cambios casi es-tructurales de la relación de comercio ter-minan dejando huellas, más temprano quetarde, en la economía, en la política y en lacultura. Por lo tanto, aquí hay un desafío demediano plazo bastante central, no solopara la región sino que para el vínculo conla Unión Europea, que va mucho más alláde lo económico.

Desde este punto de vista, es claro quelas urgencias que el parlamentario Jáureguinos planteó, las urgencias europeas, son

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suficientemente relevantes como para en-tender por qué América Latina está bajo laagenda. Tampoco la región ha hecho mu-cho para hacer resplandecer su atractivo: ala región le falta un mercado unificado, lefaltan perspectivas de alto crecimiento,tiene poco potencial de alianza tecnológicay tiene escasísimas, si es que las tiene, op-ciones de innovación asociadas a nuestrosrecursos con masa crítica de recursos hu-manos, recursos financieros que podríanser de atracción para empresas y universi-dades europeas… Pero en este maremág-num de desafíos hay una posibilidad, y yofrancamente espero que no se desperdicie,que es justamente el acuerdo MERCOSURUnión–Europea.

Creo que sería un tremendo error el quela Unión Europea buscara con MERCO-SUR un acuerdo de última generación. Esclaro que lo mencionó y hay conversacionesentre la Unión Europea–Chile y Unión Eu-ropea–México para modernizar el acuerdo,aproximándolo, probablemente, a lo quepueden ser los parámetros del TTIP. Yo fuiel jefe negociador comercial del acuerdoChile–Unión Europea, así que de esto máso menos entiendo, y en este tema una cosaes lo que se puede actualizar con México yChile, y otra muy distinta lo de MERCO-SUR que, en mi opinión, debería ser unacuerdo muy flexible, a distintas velocida-des, que consolide una primera base de

aproximación. Después se podrá ver cómose hace el upgrade respectivo.

Digo esto por algo que mencioné ayer: sila Unión Europea consigue cerrar elacuerdo con MERCOSUR, toda la región –Caribe, México, Centroamérica, Domini-cana, Panamá y todo América del Sur, ex-cepto Bolivia (y Venezuela no se sabe,porque es parte de MERCOSUR)–, prácti-camente toda la región va a tener acuerdocon la Unión Europea, y eso significa unpunto de privilegio para la Unión Europearespecto de Estados Unidos, respecto deChina; un adelanto de varias décadas, diría,respecto a estos dos socios. Es muy difícilpensar que Estados Unidos tenga el ALCAo que China tenga un acuerdo con toda laregión, eso imposible.

Por lo tanto, eso sería un doble estímuloa la integración porque, por una parte, laregión podría legítimamente solicitar la ho-mologación de origen que tienen los acuer-dos europeos con el Mediterráneo, o supe-rar la asimetría que hoy día existe en larelación entre Europa y los países que tie-nen acuerdo con Europa, porque un paíseuropeo –digamos, Alemania–, puede re-exportar a América, a los países conacuerdo de América Latina, con insumosde cualquier país del resto de Europa, loque no puede hacer México, lo que nopuede hacer Chile, lo que no puede hacerPerú, Colombia, etcétera, etcétera…

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Por lo tanto, si hubiera esa homologa-ción de origen habría un estímulo a la po-sibilidad de alianzas empresariales, alian-zas tecnológicas y a la gestación de cadenasde valor euro–latinas y, en segundo lugar,como todos los países de la región, salvo es-tos dos, tendrían acuerdos similares conEuropa, y muchos de estos países –entrenosotros– no tenemos varios de estos capí-tulos, el template europeo de una u otraforma podría ser un buen estímulo paraque la región avance en su propia integra-ción regional.

Creo que estamos frente a una oportu-nidad histórica de dimensiones incalcula-bles y ojalá que la podamos aprovechar.

Federico Poli: Tres breves comenta-rios. El primero es preguntarle a RamónJáuregui, ¿qué posición tienen frente aAmérica Latina dos países que deberían te-ner una posición más activa, que son Fran-cia e Italia? Está claro que España y Portu-gal tienen, como bien decías, interés y loexpresan, pero la verdad es que Francia eItalia son dos países que, por cuestiones his-tóricas, por lazos migratorios y culturales,deberían tener un papel más activo. ¿Hayahí algún cambio?

La segunda cuestión es algo que decíaMiguel Hakim recién y que a mí me llamamucho la atención. No hace mucho escu-

ché por Internet un debate en Casa Amé-rica donde se hacía una evaluación de la úl-tima cumbre UE–CELAC y, con la excep-ción de Guillermo Fernández de Soto, aquípresente, casi no se mencionó lo iberoa-mericano. Era una reflexión hecha desdeEspaña y era sobre uno de los grandes te-mas de la Cumbre de Veracruz, que es el dela movilidad académica, de investigadores,y salió el “Erasmus plus”, que fue el grantema de la Cumbre, donde se alcanzaronalgunos acuerdos en Veracruz y demás…¿Por qué esta imposibilidad de tener unavinculación entre estos dos espacios, y porqué España no pone más en valor la rela-ción con América Latina? España y Portu-gal podrían poner en valor lo iberoameri-cano y tratar de cruzar agendas. Es muyimportante para que sean más efectivas es-tas cumbres, estos espacios.

Por otro lado, me pregunto: ¿por qué estan bajo el comercio entre Europa y Amé-rica Latina cuando las inversiones crecie-ron tanto? Hay un entrelazamiento em-presarial muy fuerte y, sin embargo, nohay ningún impacto sobre el comercio. Al-guien puede decir: “Son los tratados de li-bre comercio, que falta MERCOSUR, elmercado más importante.” Pero MERCO-SUR tampoco tiene acuerdo con EstadosUnidos y, sin embargo, el comercio es mu-cho mayor; ahí tampoco uno puede decirque sean los costes de transporte. Me pa-

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rece que ahí tenemos que ver si hay algomás, si hay regulaciones… ¿Qué es lo queestá trabando el comercio?

Juan Triana: Solo quería subrayar quea veces, cuando miro la relación de Europacon América Latina, me deja más un saborde reactividad de Europa que de proactivi-dad. Lo otro, que quizá los de América La-tina tenemos que felicitarnos de no estar denúmero uno en la agenda europea. Si estaagenda está regida por urgencias y, funda-mentalmente, atendiendo conflictos, ¡québueno que no tenemos un conflicto tangrande como para que se nos atienda y senos dé prioridad! Es para festejarlo.

Quizá sea raro que un cubano que ha vi-vido muy intensamente estos últimos dosaños haga esta pregunta: ¿Por qué Cubaestá en el número uno de la agenda de Eu-ropa con América Latina? No acabo de asi-milarlo bien y, sí, pienso que, en el caso dela relación con Cuba, ha habido mucha re-actividad de Europa, y eso se demuestradespués del 17 de diciembre; es incontes-table. La cantidad de acciones y delegacio-nes desde Europa hacia Cuba después del17 de diciembre, es una cosa inconcebi-ble… La semana pasada coincidió en la Ha-bana una delegación de un ministro espa-ñol con 80 empresarios con una delegaciónde un ministro italiano con 50 empresa-

rios, y al final no había suficientes empre-sarios cubanos para atender a las dos dele-gaciones. Evidentemente, el 17 de diciem-bre es un detonante muy grande paraEuropa, que tampoco alcanzo a compren-derlo bien. O sea, ¿por qué ahora Cuba estan importante? La negociación con Esta-dos Unidos apenas está avanzando, en dosdías izaremos banderas en las dos embaja-das, pero de ahí en adelante será un caminolargo y tortuoso.

Rebeca Grynspan: También a mí meda la impresión de que hay, como fue se-ñalado por Juan Carlos y por Sergio, un re-traso político de Europa con respecto aAmérica Latina, y me pregunto si no hayun problema doble aquí. Uno, que yo creo,Ramón, que Europa comenzó a ver su re-lación con algunas partes del mundo fuerade las crisis como una relación de coope-ración económica, y como América Latinaes una región de países de ingreso medio,se retiró de América Latina por una malainterpretación de que lo que queríamos deEuropa era el dinero de la cooperación, dela ayuda, de la ODA (Official developmentassistance), y de repente, cuando uno iba aEuropa, la discusión sobre América Latinaera sobre si iba a dar o se iba a retirar laayuda de la cooperación, sin ninguna visiónestratégica sobre la relación de Europa con

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la región. Creo que esa discusión sesgó aEuropa en la dirección equivocada.

Cuando nosotros íbamos a Europa y lesdecíamos: “Mire, pero si este tema de coo-peración no se trata sobre ayuda financieracon América Latina; hay mucho más enjuego, es un tema de presencia, de valores,de modelos, de intercambio” (o sea, esemarco político mucho más elevado), no ha-bía con quien hablar de eso, todo giraba al-rededor de la cosa pecuniaria –perdón quelo llame de esa manera– en la cooperación,y creo que también muy dirigida por aque-llos que estuvieron más involucrados en Eu-ropa, fuera de España y Portugal, que eranlos países escandinavos que se retiraban deAmérica Latina… Y, por lo tanto, esa rela-ción anterior, que sí tenía un marco políticomayor, fue perdiéndose en términos de ladiscusión, de la reflexión, del análisis, decuál debía ser la relación de Europa conAmérica Latina, y se simplificó y restringióa este tema, que realmente era un tema sub-sidiario, un tema que podría haber sido, in-clusive, marginal en la discusión…

La pregunta es: ¿cómo superar eso?¿Cómo puede encontrar Europa una na-rrativa distinta con nuestra región; una na-rrativa que ya no está incluida en una re-lación de cooperación sino en una relaciónde socios, de asociatividad mucho más si-métrica, mucho más horizontal, que es tam-bién el tema iberoamericano?

Lo segundo: con respecto a Iberoamé-rica, Europa ve lo iberoamericano comola intención de España y de Portugal deusar a Europa para su propia agenda es-tratégica, y eso también daña la relacióncon América Latina, porque en lugar de verlo iberoamericano como un activo, lo vecomo una tensión con España y Portugal,que quieren usar a Europa –o los recursosde Europa o el marco europeo– para si-tuarse mejor ellos en lo iberoamericano, yme parece que también ahí hay un error.

Estas dos cosas han jugado en contra deese marco más amplio, más ambicioso, másestratégico, de la relación de Europa conAmérica Latina al que se referían MartaLucia y Sergio.

Mi tercer punto es que Europa ha estadomuy imbuida en la construcción de Eu-ropa misma, y tal vez no se ha planteadocuál debería ser esa relación estratégicafuera de los intereses que mueven a los pa-íses particulares, digamos, en términos desus intereses propios dentro de Europa, y lapregunta aquí es: ¿Cómo podemos ayudara superar esas tres barreras y qué podemoshacer nosotros?

Pues también –y esta es una reflexión–,siento que desde América Latina tenemosque ayudarle a Europa a entender mejor aAmérica Latina. La gente que conoce bienAmérica Latina no comete este error, peromuchas veces, cuando uno va a los entes eu-

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ropeos, hay una sobre simplificación deAmérica Latina, y ese deseo de tener undiálogo birregional en una mesa pequeñano es posible, porque América Latina notiene ninguna entidad supranacional quepueda hacer eso por todos los países de laregión. Eso crea una gran dificultad paraEuropa, porque Europa tiene esa aspira-ción de tener un gobierno latinoamericanode contraparte, y no lo hay ni lo va a haber.Entonces Europa se siente, como siempre,frustrada en su conversación con AméricaLatina, porque es una conversación difícily no tienen una estrategia alternativa.Como que su aspiración es, para decirlo eninglés, que América Latina put his act toge-ther; es un problema de América Latinaque no logra tener una sola voz de contra-parte para sentarse a negociar con Europa.Siempre hay una frustración europea en larelación birregional con América Latinaporque es una conversación difícil, son mu-chos actores, muchas posiciones y no hayuna estrategia alternativa de Europa para,digamos, enfrentarse al hecho de que no vaa tener una voz unificada al otro lado.

Tiene que haber una estrategia diferentey me parece que debemos ayudar a Europaa construir esto para que Europa no sesienta tan frustrada siempre que se rela-ciona con nosotros. ¿Cómo hacerlo?

Me parece que hay una oportunidad, lodijeron Ramón y Osvaldo. Mogherini tiene

comprensión e interés por América Latina,quisiera estar más involucrada, me pareceque esa es una oportunidad, me parece quelo que dice Osvaldo también es una opor-tunidad, en el sentido de poner en un con-texto más amplio los acuerdos de asocia-ción que se han negociado, la posibilidadcon MERCOSUR y el hecho de que la ma-yoría de la región, por lo tanto, estará en unmarco de acuerdos, y esta agenda que men-cionó Ramón, mucho más fuerte en térmi-nos de las empresas, de la responsabilidadsocial empresarial, de los agentes sociales,de la movilidad académica, que es tambiéna lo que estamos apostando nosotros enIberoamérica, a esta construcción más “deabajo hacia arriba.”

Me parece que estas cosas podrían sermuy positivas, que podríamos trabajar mássobre eso, pero requerimos que Europasupere una visión muy simplificada, muyrestringida, de su relación con América La-tina, para ponerla –como bien se dijo acá–, en un marco más amplio, mucho más es-tratégico, más viendo a los movimientosdel globo y hacia adelante, menos for gran-ted, como bien dijo Marta Lucia, con res-pecto a América Latina.

Guillermo Perry: Uno podría o que-dar desolado o ponerle mucha atención alas frases de Ramón Jáuregui. Él nos ha di-

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cho que no hay una estrategia clara de Eu-ropa hacia América Latina, que hay otrasprioridades en Europa en razón de sus pro-pios intereses estratégicos y que Europa notiene una mirada clara sobre lo que ocurreen la región; Alemania tiene sus propios in-tereses, y así ocurre con otros países de laUnión Europea. Eso es perfectamentecierto, yo lo viví en la Cumbre de Bruselas.Esa realidad no es culpa de Europa, exclu-sivamente, como dice Rebeca, también esculpa de América Latina, que no ha sidocapaz de establecer una interlocución quepermita llegar con una mirada estratégicaa lo que debe ser esa relación biregional.

Parecía que en Bruselas había dos cum-bres: la Cumbre de Jefes de Estado y lacumbre de la calle. La Cumbre de Jefes deEstado se reúne, dialoga, esta vez ya ni si-quiera permitieron que los organismos in-ternacionales estuvieran presentes en lareunión secreta, nos invitaron amable-mente a salir del salón, lo digo como unaanécdota pero fue así. O sea, hay un divor-cio claro entre lo que los Jefes de Estadovan a hablar y lo que en la calle la gentepiensa que debe ser esa relación. Lo vivi-mos en la cumbre empresarial: había mu-cha asociación de empresarios, la cumbresalió bien, la Unión Europea y la Comi-sión han expresado que es de interés espe-cial que sea el sector de la pequeña y me-diana empresa el gran punto de encuentro

de los programas estratégicos de financia-ción en los próximos años en los programasde cooperación de la Unión Europea, peroyo diría que eso no es suficiente, diría queeso confirma los comentarios que aquí sehan hecho, se queda uno con un sabor agri-dulce, porque los resultados son: “hay quehacer más cooperaciones de carácter polí-tico para los temas sensibles en las Nacio-nes Unidas, hay que darle apoyo al procesode paz en Colombia; hay que dar platapara que el proyecto del cable submarino selleve a cabo”… Todo parecía hecho comopara que no hubiera una discrepancia en laCumbre, lo cual refleja precisamente las di-ficultades para la definición de una rela-ción más estratégica.

América Latina es otra, Estados Unidoses otro, y hace 30 años Europa tambiénera otra, con sus dificultades y sus priori-dades. Pero si, como dice Ramón, las posi-bilidades de que pase o de que quede en elcongelador el acuerdo entre Europa y Amé-rica Latina y avance el del TTIP, AméricaLatina va a quedar en el peor de los mun-dos, vamos a quedar inmersos en el sánd-wich de la fragmentación y no vamos a te-ner posibilidades beneficio por un lado nipor el otro, más aun si tampoco hay posi-bilidades de que termine el acuerdo conMERCOSUR.

Por tanto, la única forma, diría aquí,pensando en voz alta, es que se recupere el

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concepto de que la asociación tiene que serde carácter estratégico, en lo cual tiene quetrabajar Europa pero también América La-tina, porque aquí hay culpas compartidas, ylo que no se puede es que llegue una cum-bre y otra cumbre y cada vez la relaciónpierda más legitimidad, de otra forma va-mos a terminar simplemente en una rela-ción de carácter bilateral, como ocurrió du-rante muchos años entre los Estados Unidosy América Latina, y creo que con Europa se-ría muy negativo que ocurriera así.

Mario Cimoli: Hay un tema que laCEPAL siguió muy de cerca como Secre-taria Técnica de la CELAC, y tengo que de-cir que el proceso fue extremamente com-plejo dentro de la CELAC. Con los paísesde la CELAC no se llegó a una posiciónunitaria hasta cinco horas antes de que te-nía que empezar la Cumbre; prácticamentela CELAC adoptó el documento presen-tado por la Unión Europea con algunoscambios… O sea, reconozcamos que, por lascaracterísticas propias de la región, noexiste hoy un mecanismo unitario capaz deproponer un mínimo común denomina-dor… Tenemos que reconocer esto y des-pués podemos ver la responsabilidad de laUnión Europea.

¿Qué se puede hacer? Acá se habló delcable submarino, es un tema importante:

¿Cómo nace el cable submarino? Nace delproyecto aLIS de la Cooperación Europea,que manejó CEPAL, y del diálogo políticoque manejó CEPAL sobre los temas de tec-nología de información, que empezócuando estaba José Luis en la CEPAL. Nos-otros hicimos este diálogo con la UniónEuropea y se construye el tema, hubo deEuropa una cooperación que funciona.¿Qué es lo que preocupa, que no funciona?Que hubo un gran debate, por ejemplo,cuando Tajani lanza el tema de interna-cionalización de las PYMES, y llega unapropuesta bruta de internacionalización delas PYMES. Es un tema que no pega. Nopega porque es una política de posiciona-miento con respecto a América Latina delas empresas europeas, sin tener en cuentalos temas de América Latina. Pero nosotrostenemos el 80% del trabajo en las pequeñasy medianas empresas con baja productivi-dad; nosotros también tenemos que subiresto. ¿Cómo negocio para que haya un mo-delo un poco más amplio entre comercio,competencia y cooperación?

Lo que se viene es un tema de estánda-res, el internet de las cosas, la manufac-tura, todos esos estándares. Hay una posi-ción europea sobre estándares, unaposición americana sobre estándares, unaposición china sobre estándares. ¿Es posi-ble que Europa no ponga hoy el tema de losestándares en su agenda con América La-

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tina? Porque el tema de estándares no lo vaa poder negociar con solo un país de Amé-rica Latina. ¿Qué quiere decir estándar?¿En que tengo que tener estándar? En“cloud computing”, en todo lo que es “soft-ware” tengo que tener estándar, en conte-nidos… Es un tema que se viene, el internet,la industria 4.0 alemana y europea va sobreese tema.

Y ahí va una observación, muy impor-tante. Nosotros tenemos la relación de losministros de las telecomunicaciones en Mé-xico, por ejemplo. Entonces llamamos aDigiconnect y le decimos: “Digiconnect ,vení a contar los estándares a América La-tina”, y Digiconnect no viene… ¿Qué hace-mos nosotros para traer Digiconnect? Lla-mamos al Departamento Estado y ledecimos a Sepúlveda que venga, y como Se-púlveda, que es el delegado de Obama,acepta de venir, entonces Digiconnect vieney viene el chino también…

Esa intensidad de lo político requiereuna sensibilidad más fina, una sintonía mu-chísimo más fina. Si esto no llega de ustedesal gobierno de la Unión Europea, ese va aser un tema muy difícil, muy complicado.Creo que hay que ponerlo en positivo. No sési el acuerdo con MERCOSUR tiene quever crucialmente con un acuerdo de viejotipo. Yo creo que también hay que ponerletodos los temas nuevos, de estándares, denuevas tecnologías, el tema verde…

Último tema: inversión directa… Lo voya decir sinceramente. ¿Cuánto es el inter–comercio en la Alianza del Pacífico? Es 4%.¿Cuánto es el MERCOSUR? 28% . Esopuede gustarnos o no ideológicamente,pero eso es un hecho. Segundo hecho:¿Cuánto hay de inversión directa europeaen el Asia–Pacífico? ¿Cuánto hay de inver-sión europea en el contexto de MERCO-SUR? No caigamos en lo ideológico, haga-mos más “real politíc”.

Cierro con esto: Ninguno piensa que lode Venezuela vaya por buen camino, peronadie de América Latina dijo que cuandoBerlusconi tenía seis televisiones y mane-jaba la prensa, era un tema europeo serio…Con esto quiero decir: Manejémoslo másfino, porque si no lo hacemos, no lograre-mos tener aquellos acuerdos estratégicosque son fundamentales.

Liliana Rojas: ¿Estamos en el mo-mento ideal o permisible para discutir quelos tratados de comercio se profundicen,para que se hagan más acuerdos que per-mitan mayor comercio? Lo pregunto por-que acabo de leer un artículo de SimoneBennett sobre las relaciones comercialesentre los países BRICS. Ustedes saben quelos países BRICS acaban de tener una úl-tima reunión… Desde la crisis financiera in-ternacional ha habido hacia los BRICS

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2730 políticas proteccionistas en contra delcomercio de los BRICS, pero lo más inte-resante es que de esa cantidad de políticasproteccionistas, 1450 se las han puesto en-tre ellos mismos, a pesar de que la semanapasada acaban de acordar poner dinero enel Nuevo Banco de Desarrollo.

Entonces, la pregunta es: En un perí-odo en el cual las exportaciones de muchí-simos países están cayendo, ¿realmente hayinterés de los diferentes miembros de Eu-ropa, China, América Latina, de haceruniones que reduzcan el proteccionismo, olo que estamos viendo es una tendencia decada país de aumentar las medidas protec-cionistas? Entonces me pregunto si el “ti-ming” de la discusión es realmente el apro-piado.

Guillermo Perry: Unos puntos bre-ves. Primero: Me llamó la atención cuandoRamón dijo que quizás el Parlamento Eu-ropeo no apruebe el tratado transatlántico.Creo que todos los problemas que hay sonreales, lo van a demorar, pero una vez quese firme el comercio transpacífico, no tengola menor duda de que van a cambiar esasposiciones en Europa, porque Europa no sepuede dar el lujo de que Estados Unidostenga un acuerdo de comercio con Japón ysiete países de la Cuenca delPacífico, y nolo tengan con Europa.

El segundo punto que quiero hacer, es:Ramón comentaba que América Latinamira para otros lados, no es solo Europa, ymencionó el tema de la Alianza del Pací-fico. A mí me parece que hay mucha con-fusión sobre la Alianza del Pacífico; porejemplo, Mario Cimoli decía que el co-mercio entre ellos es pequeño… Es que laAlianza del Pacífico nunca se hizo para elcomercio entre los cuatro países, se hizopara integrarse bien con el Pacífico y teneruna mayor capacidad de trabajo con el Pa-cífico, ese es el propósito. Alan García teníatambién la idea de contener al Chávez,pero eso duró poco tiempo.

A mi juicio, y este es el tema del que noalcancé a hablar antes, el factor más nega-tivo para una mayor integración comercialy una voz en América Latina, ha sido hastahace poco la posición de Brasil, porque laposición de Brasil fue una posición de mul-tilateralismo, “nosotros somos un gran ju-gador en las grandes ligas”, una miradamuy despectiva hacia América Latina, enparticular hacia los países medios e inter-medios, por ejemplo del área andina, peroinclusive no tratando muy bien a sus sociosde MERCOSUR en muchas ocasiones ytomando decisiones para aislar a México.Todo este tema de IIRSA, de UNASUR,del Banco Sur, no tenía otro propósito dis-tinto, a mi juicio, que separar la influenciade México.

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A mí me llamó mucho la atención lo quedijo Sergio ayer, porque pareciera que Bra-sil ha tenido ahora un baño de realidad, deque su papel en el mundo no es tan grandecomo pensaba Itamaraty, y que quizásvalga la pena trabajar un poquito más conlos vecinos. Me parece que eso podría cam-biar las cosas de una manera muy espe-cial, por ejemplo, en la relación con laAlianza del Pacífico, que desde un princi-pio Brasil vio como algo que lo molestaba,y que realmente se puede trabajar conjun-tamente.

Por todo esto no me sorprende que la in-tegración comercial latinoamericana la ha-gamos a través de terceros, no es sorpren-dente. Cuando uno no tiene las condicionesobjetivas ni subjetivas para hacerlo entre sí,lo hace a través de terceros. Vi ese procesoen Centroamérica con CAFTA. Cuandoestaba en el Banco Mundial, nosotrosacompañamos las negociaciones de Cen-troamérica, nos pidieron apoyo técnico, y elinterés era absoluto por negociar conjun-tamente con los Estados Unidos aunquefue paraguas, y luego cada uno hace elacuerdo separado. Al final, cuando ya es-taba CAFTA prácticamente hecho, tuvi-mos una reunión con los negociadores, enla cual nos dijeron: “Bueno. ¿Cómo nosvan a ayudar ustedes ahora en el proceso deimplementación?” Y lo que planteamosnosotros, el Banco Mundial, fue: “Bueno,

¿por qué no piensan un poquito en quepara aprovechar bien CAFTA van a tenerque integrarse mejor entre ustedes?” (Por-que es un espacio comercial demasiado pe-queño.) Y el liderazgo de CAFTA, que ha-bía sido de Costa Rica, ahí se echó paraatrás. Es curioso: Costa Rica ha sido el paísque menos ha ayudado en la integración; seha hecho un poquito a pesar de Costa Rica,pero finalmente Centroamérica se ha inte-grado de manera muy fuerte gracias a loque hicieron con los Estados Unidos.

No me extrañaría que si logra hacerse elacuerdo Unión Europea–MERCOSUR co-menzara un proceso, como dice Osvaldo,gracias a que todos tendríamos acuerdocon con Europa, eso nos facilitara la inte-gración entre nosotros, no me pareceríaextraño.

Y el último punto: la gran dificultad en-tre la Unión Europea y MERCOSUR sellama agricultura, y en eso yo tampoco veoque España y Portugal ayuden tanto, paraser sinceros, porque no está en sus intere-ses. Entonces ese tema yo no sé qué tan rá-pido andará, pero es el tema de fondo. Esefue el tema por el cual no funcionó el Áreade Libre Comercio Hemisférica, esa fue larazón, agrícola, porque el Congreso de Es-tados Unidos no le dio el “Fast track”, ex-cluyó la agricultura del “Fast track”, y esole permitió a Brasil, que de todas manerasse quería salir de esa negociación, salirse.

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Entonces, si no logran algún avance deltema agrícola Europa con MERCOSUR,pues no va a haber acuerdo. Creo que esees el punto crucial.

Ramón Jáuregui Empezaré por decirque para mí ha sido muy enriquecedor estediálogo; obviamente no podré referirme atodo lo que se ha dicho, muchas cosas quehan dicho me parecen del máximo interésy yo mismo me las llevo para mi trabajo po-lítico futuro. Empezaré por hacer algunasprecisiones. Primera: he hecho un discursointencionadamente autocrítico y un pocoprovocador, un poquitín extremista, y esoquizás ha permitido que Guillermo y algu-nos otros la hayan tomado con Europa;prefería que fuera así, aunque he apreciadoalgunas precisiones que algunos habéis he-cho respecto de lo que son, digamos, las“miradas internas” y los problemas inter-nos de América Latina; pero yo prefería dis-cutir en esos términos y no todo es exacta-mente así. Por ejemplo, no he precisadoque Mogherini le ha dado un vuelco a la re-lación con América Latina, como ha dichoRebeca; es que en cuatro meses ha estadotres veces ahí, en Costa Rica, en la Cumbrede las Américas y luego en Panamá y ha es-tado en Cuba, y en CEPAL, etcétera. Ellase lo ha tomado con mucho interés –yo hehablado con ella en alguna ocasión–; ahora

teníamos una reunión en Estrasburgo, perono pudo venir porque estuvo en estas últi-mas reuniones del acuerdo con Irán, me hadicho que en septiembre quiere volver atomar contacto y he hablado esta semanapasada con Lambrinidis, el RepresentanteEspecial para los Derechos Humanos de laUnión Europea, que está llevando el diá-logo con Cuba en esa materia, en fin, estánllevando con muchísimo interés todo loque tiene que ver con América Latina, y esoya es importante, al margen de otros te-mas que hemos comentado.

También quiero recordar que la UniónEuropea inició sus conversaciones conCuba en abril de 2014, con perdón a losque habéis comentado que todo viene de ladeclaración del 17 de diciembre del 2014;por cierto, la Unión Europea ha estadoatada de pies y manos por la posición co-mún que estableció el señor Aznar en elaño 1996. Realmente, la Unión Europeaha estado muy atada, al margen de queluego cada país si así lo decidía hacía suscontactos con Cuba al margen de la lla-mada posición común, pero la Unión Eu-ropea estaba atada de pies y manos du-rante 19 años. Para mí ha sido lamentable,aparte de equivocado, pero ese cambio em-pieza a producirse, como digo, en abril del2014. Los negociadores me dicen quedonde realmente se la juega Cuba es másbien en la relación con Estados Unidos;

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aunque, repito, los europeos no nos hemosmovido sólo por los Estados Unidos, tam-bién hay que reconocer que después de di-ciembre hemos acelerado.

Otras precisiones: creo que China tienela facultad de que su aportación, especial-mente en las grandes obras de infraestruc-tura, van acompañadas de financiación.Europa no tiene dinero para financiar,mientras que ellos sí lo tienen. Para mí,una diferencia muy importante es que loschinos aportan muchos fondos (o aporta-ban; habrá que ver cuál es su evolución),pero la diferencia es que Europa no tieneesas facultades financieras en los acuerdosque ha hecho con diferentes países para fi-nanciar grandes obras de infraestructura yestablecer mecanismos de reversión de suinversión, a través, probablemente, de lautilización de esos servicios, etc.

Cabe recordar también, a efectos de pre-cisiones, que efectivamente en la segundaparte de la década de los noventa, comoconsecuencia de las grandes privatizacio-nes de los servicios públicos que el FondoMonetario estableció (o impuso, mejor di-cho), a América Latina, muchísimas em-presas, muchas de ellas españolas, han he-cho grandes esfuerzos de inversión. Estánobteniendo buenos resultados, es evidente,pero también han modernizado infraes-tructuras y servicios, desde la bancariza-ción de las clases medias hasta las grandes

modernizaciones de las infraestructurastecnológicas, eléctricas o de obra pública.En algunas ocasiones esas inversiones se hi-cieron en contra de los criterios de los ac-cionistas españoles, que también sufrieronen su momento los problemas financierosde algunas de las regiones…

Respondo a continuación algunas de laspreguntas. Con México la actualizaciónpasa por cosas que han ocurrido en estetiempo; una muy importante es la privati-zación del sector energético en México.Eso abre un conjunto de expectativas queel Ministro de Comercio mexicano tiene in-terés en que se incorpore al Acuerdo, por-que de ahí se va a derivar la capacidad dehacer cosas que antes no podían hacerse.Lo mismo en el sector de las telecomuni-caciones, mercados que no existen en elAcuerdo y que reclaman esa actualización.Así podríamos seguir con muchos ejem-plos, no me extiendo, pero eso es lo que vaa ser el Acuerdo con México.

Creo que un acuerdo UE – América La-tina no es posible en su conjunto, creo quetenemos que ser más pragmáticos. Recojocon enorme interés la reflexión que hacíaOswaldo sobre la importancia de MER-COSUR. Me parece una reflexión del má-ximo interés, pero también quiero precisarque no se contempla políticamente en estemomento, por parte de la Unión Europea,la posibilidad de un acuerdo con Brasil: si-

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guen teniendo la idea de lograr un acuerdocon MERCOSUR.

Yo también creo que los problemas agrí-colas franceses con respecto al acuerdo conMERCOSUR, están ahí. Les cuento unaanécdota: volvía hace poco de Bruselas encoche hasta San Sebastián, la ciudad dedonde soy. Atravesé Francia en mi cochecon un día espléndido. Cuando uno des-cubre la belleza de los pueblos franceses, lamaravilla del cuidado de los campos, des-cubre el aporte económico que la UniónEuropea hace a la agricultura francesa y asus pueblos, y entonces dice: “Bueno, aquíhay una apuesta”. Vas en carretera y dices:“¡Qué maravilla! ¡Qué país, qué bien está!”Y es que los pueblos tienen jardines hastaen las rotondas, tienen flores. ¿Y eso quées? Eso es política agrícola, eso es protec-ción del mundo rural, eso es Francia y esaes la aportación de Europa. Y yo compartoplenamente la idea de que hay dificultades,pero el criterio de la Unión Europea es se-guir avanzando para lograr impulsar MER-COSUR. ¿Que Argentina no coopera?¿Que dentro de un año o cuatro meses des-pués de las elecciones argentinas eso nomarcha? Pues igual hay que dar el salto,igual hay que ir hacia un acuerdo con Bra-sil, si Dilma Rousseff también ofrece esaposibilidad. En todo caso, recojo la impor-tancia de lo que, desde el punto de vistacuantitativo y desde el punto de vista geo-

estratégico, es un acuerdo con MERCO-SUR o con Brasil; obviamente, no seríaBrasil solo, serían Uruguay, Paraguay, et-cétera, dejando de lado Venezuela que, di-gamos, da una dimensión a los acuerdos co-merciales extraordinaria.

¿Qué es el TTIP? Decía Guillermo quesi hay un acuerdo de los Estados Unidos contodos menos con China, la Unión Europeano puede quedarse atrás; yo estoy deacuerdo. Habrá ver qué estándares recla-man los Estados Unidos al acuerdo con elPacífico, con Asia, porque allí hay concien-cia sindical, estándares socio–laborales yde otras competencias que también afectanal mundo norteamericano, y está por versecómo se van a dilucidar, más allá incluso deque esto se pueda hacer o no en el últimoperíodo de la presidencia de Obama, conlas cámaras en manos de los republicanos.

Con todo, mi impresión es que, efecti-vamente, los acuerdos transpacífico y tra-satlántico van a acabar marcando el marcointernacional del comercio. A mí a vecesme cuesta explicárselo a mis compañeros,porque la gente en Europa se ha puesto enposiciones durísimas, por ejemplo, con elsistema de arbitraje, y no aceptan el re-curso a estos sistemas privados porque con-sideran que denuestan las cortes judicialespúblicas de los países europeos, y que esoes una ofensa. El razonamiento es el si-guiente: “¿Cómo vamos a permitir que un

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inversor en un pleito contra el Estadopueda recurrir a un arbitraje privado, des-preciando al sistema público?” Y la claveestá en la lentitud de la justicia. Nadie cues-tiona la imparcialidad, la independencia, laobjetividad del sistema judicial alemán o es-pañol; yo siempre digo que en España haycinco mil jueces que dictan sentencia todoslos días fuera de toda presión, es uno de losvalores nucleares de un Estado de Derecho.Pero si tardan siete o diez años en dilucidarun conflicto, tenemos que reconocer que elmercado, el comercio, no puede asumiruna dilación tan grande. Por eso el acuerdodel Parlamento Europeo es la búsqueda deun sistema nuevo que valga para todo elmundo. El acuerdo que hemos alcanzadoen la Unión Europea pasa por un sistemaarbitral semipúblico, donde quienes se pro-nuncien sean jueces, no despachos de abo-gados, sino jueces profesionales, elegidosen audiencia pública y sometidos a las ju-risdicciones europeas, pero fuera de los tri-bunales. Creemos que esa es una fórmulaque va a servir para todo el mundo.

El TTIP va a marcar unas reglas deljuego no solamente en lo socio–laboral, enel sistema arbitral–judicial, en los temasmedioambientales, de transgénicos, etc.,que van a acabar resolviendo las lagunasque hoy por hoy no están resueltas. Eu-ropa tendrá que dar ese salto y construirese acuerdo.

Una de las peculiaridades que incidentambién en este tema es que el ParlamentoEuropeo no es un parlamento al uso, nohay una mayoría política que sustente a ungobierno; el gobierno europeo es una sumade 28 países miembros y la corresponsabi-lidad partidaria es discutible. Funciona-mos por un acuerdo tácito de la cristiano–democracia y de la social–democracia –asíse ha hecho Europa y así se seguirá ha-ciendo– pero políticamente eso tiene mu-chos inconvenientes. De hecho, la socialdemocracia está sufriendo pérdidas elec-torales cada vez más graves, porque al finalquedas absorbido por la posición econó-mica–política que marcan este tipo de cir-cunstancias, digamos, macroeconómicas:la política económica de la austeridad.

El acuerdo con Grecia a los socialde-mócratas nos hace bastante daño y, sin em-bargo, probablemente no había másremedio que alcanzarlo. Pero los socialde-mócratas tenemos que acabar apoyandodecisiones como esta porque han estado enellas Holland, Renzi, Sigmar Gabriel yMartin Schulz, y si no se apoyan, las vocesantieuropeas, tanto de extrema izquierdacomo de extrema derecha, destrozan Eu-ropa, no permiten gobernar. Y por otrolado, qué terrible señal habríamos dado almundo si la crisis griega no hubiera aca-bado con un acuerdo, por mucho que éstesea criticable.

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Esta heterogénea situación de la polí-tica europea no asegura que vayamos aaprobar el TTIP. En fin, ha habido una ma-yoría en torno a cuatrocientos cincuenta di-putados (de los setecientos cincuenta) en lavotación de las directrices del acuerdo queseñalan un camino que, como he dicho an-tes, va a marcar los estándares internacio-nales de los acuerdos comerciales en lo queconcierne al sistema arbitral, los sistemassocio–laborales, etcétera.

No quiero terminar sin referirme aCuba. Creo que en Cuba nos jugamos mu-cho, que es muy importante. Es un iconoideológico en América Latina, en todo elmundo, y es una posición geoestratégica. Amí me parece que el interés que se está des-pertando con la apertura de Cuba viene,en gran parte, por una ley aprobada por LaHabana en 2014 que supone una nueva re-gulación de las inversiones extranjeras, ypor la apertura que se supone que RaúlCastro, en vida de Fidel, quiere dar al sis-tema. Stavros Lambrinidis me contaba ladiscusión que tuvo con ellos en la primerareunión sobre derechos humanos y, natu-ralmente, los cubanos siempre dicen queellos son quienes mejor protegen los dere-chos humanos, porque garantizan educa-ción y sanidad para todo el mundo, handemostrado sobradamente su solidaridaden la lucha contra el ébola… La evoluciónes por supuesto incierta y es, digamos, im-

probable desde la perspectiva de la ges-tión política; pero todo el mundo inter-preta que la apertura comercial, la aper-tura humana, la apertura tecnológica,etcétera, van a acabar trayendo un cambio,que tal vez sea un capitalismo de estadocon una democracia más o menos en tran-sición. Hay mucho interés económico, porsupuesto. España tiene enorme interés por-que tiene mucha presencia económica enla isla.

Por cierto, en el Parlamento Europeopuede ocurrir que el acuerdo con Cubatenga enormes dificultades, porque hayuna oposición de la derecha del Este, losantiguos anticomunistas, generalmente lagente del PP, que viene de Polonia, de losPaíses Bálticos, de Hungría y son absolu-tamente anticomunistas, y todo lo que vende Cuba lo miran con sospecha. Es un pro-blema de la falta de finura respecto de laposición política europea con América La-tina, y es que siempre estamos sometidos ados posiciones ideológicas extremas: losanticomunistas europeos, que no quierensaber nada del acuerdo con Cuba porque laevolución en materia democrática que pre-sentemos junto al acuerdo va a ser muy re-lativa, me temo, y van a decir que no, y laposición comunista, que tanto en Cubacomo en Venezuela parten de considerarque son regímenes maravillosos donde to-dos los derechos y todas las aspiraciones

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humanas se están conquistando. Esos po-sicionamientos nos plantean muchos pro-blemas en relación con lo que es la res-puesta del Parlamento Europeo a esospaíses.

Y, por último, una referencia a algo queRebeca Grynspan ha precisado muy bien:los problemas que tiene la Unión Europeacon América Latina. Yo añadiría la in-fluencia que en los últimos años de los pa-íses del ALBA en la concepción de nuestrasrelaciones, pero esa influencia –inclusive eldesprecio que esa izquierda hacia la social–

democracia europea, y que yo mismo he pa-decido–, a mí me parece de una importan-cia grande desde el punto de vista políticoen América Latina. Creo que una recon-ducción de esta izquierda también es im-portante para un entendimiento políticomejor. La ausencia de intervención internade América Latina en el conflicto de Ve-nezuela, desde una perspectiva no injeren-cista sino favorecedora de la salida demo-crática para el país, a mí, personalmente,me parece que es una muestra de todo estoque estamos diciendo.

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IVPRESENTE Y FUTURO DEL EMPLEO EN EL MUNDO DE LA NUEVA NORMALIDAD Y EL CAMBIO TECNOLÓGICO ACELERADO

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El diagnóstico y discusión de los des-afíos en el mundo del trabajopuede abordarse desde tres pre-

guntas básicas alrededor de las cuales estáorganizada esta intervención: Primero,cómo enmarcar el reto del empleo y los fac-tores de cambio en el mundo del trabajo;segundo, el análisis de algunas dimensio-nes específicas del presente y el futuro delempleo: la informalidad, la relación entretamaño de empresas y condiciones de tra-bajo, las formas no estándar de empleo y elcambio tecnológico y sus implicaciones. Ytercero, la relación entre el crecimiento in-clusivo y la creación de más y mejores em-pleos, que es el tema central del Objetivo8 de los Objetivos de Desarrollo Sosteniblebajo negociación.

1. Enmarcando el reto del empleoy los factores de cambio en elmundo del trabajo

Los retos de creación de empleo produc-tivo deben ser abordados desde dos pers-pectivas, una de corto plazo relacionadacon el ciclo económico, y una de largoplazo relacionada con factores de cambioen el mundo del trabajo de largo plazo,

pero de impactos reestructuradores pro-fundos, tales como la demografía y el cam-bio tecnológico.

En el corto plazo los ciclos económicosafectan el nivel de empleo por tres víasprincipales: choques de demanda según elcomportamiento del consumo, la inversióny los gastos de gobierno; la dinámica delcomercio y las condiciones financieras. An-tes de la crisis financiera del 2008–09 lapreocupación dominante sobre los impac-tos en el nivel de empleo era la globaliza-ción, la apertura comercial o el “outsour-cing” como fuentes de impactos en losmercados de trabajo. Unos argumentabanque la apertura comercial y la inserción ala economía mundial eran los principalesmotores para empleos de calidad, sobretodo en economías pequeñas, mientras queotros enfatizaban los riesgos del libre co-mercio y la destrucción de empleos. Lacrisis del 2008–09 demostró que una crisisfinanciera puede tener un profundísimoimpacto destructor de empleos, inclusomucho mayor y mucho más rápido quelos impactos del comercio.

Es así como la discusión de las políticasde empleo desde la crisis del 2008–09 se ha

DESAFÍOS EN EL MUNDO DEL TRABAJOJosé Manuel Salazar-Xirinachs. Director Regional para América Latina y el Caribe de la OIT

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desplazado, y ha estado dominada por tresdiscusiones fundamentales: (a) las políticasmacroeconómicas alrededor del estímulofiscal y monetario necesarios para promo-ver una recuperación, y el debate sobre silas políticas de austeridad contribuyen másbien a exacerbar o empeorar el problema,(b) las medidas para el saneamiento de losbancos y para el “desapalancamiento” (re-ducción del endeudamiento) del sector pri-vado para promover una recuperación delcrédito, el consumo y la inversión; y (c) laspolíticas salariales para elevar ingresos ycon esto ayudar también a romper los cír-culos viciosos de reducción de demanda. Esdecir, se volvieron a despertar los debatesKeynesianos sobre el manejo de la de-manda agregada vía las políticas fiscales ymonetarias, así como salariales y de ingre-sos. También ha habido mucho énfasis enlas políticas por el lado de la oferta de losmercados laborales para mitigar los costosdel ajuste en los mercados de trabajo y paralos grupos más vulnerables.

Estos elementos han sido los funda-mentales en los debates de política de re-cuperación económica y del empleo sobretodo en los países desarrollados. Pero hayuna diferencia muy importante entre lasdiscusiones de empleo en países desarro-llados y en desarrollo: en los países des-arrollados, por definición, existe el equipode capital para emplear a la mayoría de lafuerza de trabajo de manera productiva, demanera que si aumenta la demanda agre-gada se alcanza un nivel cercano al pleno

empleo. En contraste, en los países en des-arrollo, también por definición, solo unaparte de la economía, con frecuencia unaparte pequeña, es formal y capaz de gene-rar empleo productivo y decente. Relativa-mente grandes segmentos de la economíason informales y el problema de empleo noes solo un problema de demanda agregadasino de estructuras productivas subdesa-rrolladas y poco diversificadas, un pro-blema de mala calidad del empleo en mi-croempresas, ocupados por cuenta propia,y muy diversas formas de informalidad.

Ayer se habló mucho de las varias velo-cidades del crecimiento en América La-tina, con énfasis en los factores cíclicos, losimpactos externos, y las respuestas en tér-minos de las políticas fiscales, monetariasy cambiarias. Por lo tanto no voy a conver-sar más de eso hoy.

Más bien quisiera extenderme más so-bre temas que no hemos conversado sufi-ciente, y son los factores de cambio de largoplazo en el mundo del trabajo. Estos sepueden agrupar en tres grandes categorías:los tecnológicos, las demográficos y los eco-nómicos y de modelos de negocios.

TecnologíaHay una gran literatura y debates en

curso sobre la tecnología como fuente decambios e impactos en el empleo.1 Una pre-gunta central en esta discusión es si los im-pactos de esta revolución tecnológica van aser similares a los de revoluciones tecnoló-gicas del pasado, o si hay algo nuevo, en lavelocidad y profundidad de los cambios,

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que vaya a cambiar patrones de empleo ycrear alto desempleo tecnológico.

Personalmente, estoy persuadido por elargumento de que realmente hay algo muynuevo, de que no es sólo una revolución tec-nológica sino varias revoluciones tecnoló-gicas simultáneas, y además de que hayahora cambios exponenciales y vertiginososque cambian el juego. Por ejemplo respectoal internet y la revolución asociada en losaparatos portátiles que cambian nuestraforma de vivir, de trabajar, de vender, dehacer negocios, McKinsey estima que haymil millones de trabajadores relacionadoscon la interacción y las transacciones, quevan a ser o están siendo afectados, lo que esun cuarenta por ciento de la fuerza de tra-bajo total en el mundo. Hay una migra-ción online masiva de servicios y del co-mercio; una cantidad de plataformasnuevas que emergen para ventas, para ser-vicios –incluyendo para servicios labora-les y contratación–, y esto trae impactosmasivos en el empleo, en los modelos de ne-gocios, en la formas de organizar el tra-bajo y, por supuesto, en la demanda de ca-lificaciones de los trabajadores.

Si vemos la tecnología de la nube,esta hace posible que una empresa haga usointensivo de las TIC sin tener que invertiren las computadoras ni tener un gran de-

partamento de IT dentro de la empresa, loimportante más bien son las aplicaciones.Además, la nube permite y facilita la sub-contratación y tercerización. La nube hapermitido un crecimiento explosivo en lasplataformas online para servicios, comercioy pagos, y está generando un crecimientoexplosivo de demanda por programadorespara desarrollar aplicaciones, analistas dedatos, crecimiento de soluciones subcon-tratadas, etcétera.

El Internet de las cosas con sensoresy procesamiento en los más diversos ámbi-tos está provocando un gran torrente dedatos, casi cualquier objeto o transacciónpuede ser capturado como dato. Por ejem-plo, se estima que se van a producir más da-tos en la próxima década que todos los quese han producido en la historia de la hu-manidad. Ya el tema del llamado “grandes

datos” (big data) es una realidad compu-tacional y una nueva industria que generauna enorme demanda por expertos de aná-lisis de datos, en seguridad, autenticación,diseño de webs. Esto ocurre en todas lascompañías, en todas las organizaciones, nosolo en ciertos sectores específicos, y tiene,de nuevo, grandes implicaciones sobre mo-delos de negocios, sobre contratación y so-bre los talentos y capacidades para trabajarcon datos de muchas profesiones.

1 Ver por ejemplo: McKinsey Global Institute (2013) Disruptive Technologies: Advances that will transform life, bu-siness, and the global economy, McKinsey and Company, Mayo; Brynjolfsson, E. y A. McAfee (2014) The Se-cond Machine Age: Work, Progress, and Prosperity in a Time of Brilliant Technologies, W.W. Norton and Company,New York.

Presente y futuro del empleo en el mundo de la nueva normalidad y el cambio tecnológico acelerado

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Otra gran tendencia tecnológica es la

automatización del trabajo y el cono-

cimiento, es decir, el uso de computadoraspara hacer tareas que requieren análisiscomplejos, ejercer juicios sutiles y resolverproblemas de manera creativa. Los avancesen inteligencia artificial en máquinas queaprenden y en los interfaces naturales comoreconocimiento de voz, están haciendo po-sible automatizar muchas tareas de los tra-bajadores del conocimiento que hasta hacepoco se consideraban imposibles. McKinseyestima que esto afectará en el corto plazo amás de 230 millones de trabajadores delconocimiento, 9% de la fuerza de trabajoglobal, en ocupaciones en educación, sa-lud, profesiones técnicas y gerenciales, yservicios en finanzas y derecho.

Un último campo de cambio tecnoló-gico que quiero comentar, es la robótica

avanzada. Los robots avanzados no sonsolo los que hacen trabajos sucios o mecá-nicos, ahora un automóvil, un camión, unautobús, hasta un avión o un drone, pue-den ser vehículos autónomos. Reciente-mente se ha descrito el futuro de los auto-móviles como “computadoras con cuatroruedas”. Se viene una revolución en la au-tonomía de los vehículos, que hará que ocu-paciones como taxistas, chóferes de ca-mión, de autobús, etcétera, estarán enpeligro. McKinsey calcula que para el 2025al menos 30 por ciento de los camiones se-

rán autónomos, afectando 3.5 de millonesde chóferes solo en los Estados Unidos. Y larobótica sigue avanzando también en lasplantas industriales.

También hay otras revoluciones tecno-lógicas en campos como la energía, la ma-nufactura aditiva, la impresión 3D, la ge-nética y bioprocesos y otras.

Todas estas revoluciones vertiginosas ysimultáneas han levantado el espectro deldesempleo tecnológico. Algunos estudios,como el muy citado de Frey y Osbornepara los Estados Unidos,2 concluyen quehay una alta propocion de ocupaciones enriesgo de computarización, o de ser susti-tuídas por máquinas inteligentes. Este es-tudio fija este número en 47% de las ocu-paciones.

En resumen, no hay duda de que la in-teligencia articificial se está desarrollandovertiginosamente y va a afectar el mundodel trabajo. La pregunta es hasta qué puntova a ser un complemento de las habilidadeshumanas o hasta qué punto va a reempla-zar eventualmente a seres humanos.

Parte del problema en esta discusión esque los empleos que se pierden son visiblesporque existen en el presente, pero los nue-vos, los del futuro, son invisibles y no hay“bola de cristal” o metodología para pre-decir las ocupaciones de mañana. Se re-quiere de un acto de imaginación socioló-gica y económica para ver qué es lo que se

2 Frey, C.B and M.A. Osborne (2013) “The Future of Employment: How susceptible are jobs to compute-risation”, Oxford Martin School.

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viene. Lo cierto es que por razones de cam-bio tecnológico estamos viviendo ya unaenorme transformación y reestructuracióndel mundo del trabajo y lo que sí sabemoscon certeza es que esto va a requerir una re-volución en los sistemas educativos y de for-mación profesional así como un cambio deactitud personal hacia sistemas de apren-dizaje a lo largo de la vida. Esto es necesa-rio para que, por una parte, las sociedadesmantengan las habilidades de la fuerza detrabajo actualizadas al ritmo y con la masacrítica necesaria ante las demandas de lasactividades productivas modernas, y porotra, las personas mantengan su empleabi-lidad ante los nuevos paradimas tecnológi-cos que están penetrando todas las dimen-siones de nuestras vidas.

DemografíaOtros factores de cambio de largo plazo

en el mundo del trabajo son los demográ-ficos. Hay varios fenómenos. En algunospaíses domina la longevidad y el envejeci-miento de sus poblaciones. Tal es el caso deJapón, varios países Europeos y China.Esto está creando demanda por enormescantidades de trabajadores en todas lasocupaciones vinculadas con la llamada“Economía del cuido” (“Care Economy”),para asistir a los enfermos, los débiles y laspersonas muy mayores. Además, el enveje-cimiento de las poblaciones también tiendea causar vacíos de ciertas habilidades conel retiro de los baby boomers. Al igual quelas revoluciones tecnológicas, ambos fenó-menos tienen implicaciones para las insti-

tuciones de formación y las necesidades dere–entrenamiento.

En mercados emergentes con frecuenciael fenómeno es opuesto: una explosión jo-ven con enormes impactos en el pool de ta-lento global, sobre todo si son países que lo-gran invertir en educación. En el ámbitoglobal se está dando una elevación dramá-tica en el número de personas con estu-dios terciarios en las economías emergen-tes. Ya no podemos hablar solo de una“nueva geografía del crecimiento”, tam-bién hay una nueva y cambiante “geografíade las habilidades”, que hay que tomar encuenta para las aspiraciones de crecimientoinclusivo y las estrategias competitivas deAmérica Latina y el Caribe.

La mayor incorporación de las mujeresen los mercados de trabajo, las crecientesmigraciones laborales, con diferentes cul-turas y etnias están también aumentandorápidamente la diversidad de la fuerza detrabajo.

Tendencias económicas y en modelosde negocios

Algunas megatendencias económicasson tractores de cambios en el mundo deltrabajo, entre ellas: el rebalanceo de la eco-nomía global hacia mercados emergentes,el cambio climático y la transición a eco-nomías verdes, la mayor conciencia delconsumidor sobre temas como privacidady salud alimentaria, y las nuevas platafor-mas de negocios.

Por ejemplo se estima que en el 2013Asia va a tener el 70% de la clase media

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global y el 60% del consumo, comparadocon 30% y 23% en el 2009. Esto está lle-vando a una fuerte reconfiguración de laproducción, el comercio y las cadenas devalor y por lo tanto del empleo.

El cambio climático es un motor de la in-novación y el cambio tecnológico. El con-cepto de "trabajos verdes" es emblemáticode economías y sociedades más sostenibles.Varios sectores lideran la transición haciapatrones de crecimiento más sostenibles:energía, en particular energías renovables;construcción, transporte, industrias bási-cas, agricultura y el sector forestal. La tran-sición a economías verdes está deman-dando nuevas habilidades y calificacionesen una amplia variedad de ocupaciones, yuna necesidad urgente de entrenamiento.Varios países han reportado escasez de ha-bilidades en áreas de necesidad.

La mayor conciencia del consumidor entemas como privacidad, salud alimentaria,ambiente y ética también afectan sus pa-trones de compra y por lo tanto las estruc-turas de consumo. Los consumidores cadavez discriminan más en temas como la hue-lla de carbono, la huella de agua, el impactoen el ambiente, la salud alimentaria, los es-tándares laborales, el record de las compa-ñías en comercio ético, etc. Las companíasestán bajo presión para responder a estasexigencias. De nuevo, desde el punto devista de las calificaciones, las compañíasdeben tener los recursos humanos para tra-ducir estos valores y preferencias de losconsumidores en ofertas de productos.

Con las plataformas peer–to–peer losindividuos y las empresas pequeñas puedenhacer cosas que antes solo las grandes or-ganizaciones podían hacer. A través del"crowdsourcing" las compañías pueden co-nectarse a talento y recursos mucho más ex-tensos que las que existen dentro de la or-ganización. Esta capacidad de accesargrandes grupos de personas y talentos a tra-vés de redes de conocimiento se puede apli-car a la investigación y desarrollo, resolu-ción de problemas, generación de ideas ymobilización de fondos. Ejemplos sonAirbnb, Uber. Algunos hablan de la “ube-rización” de muchos modelos de negocios.

Las nuevas tecnologías están permi-tiendo innovaciones en los lugares de tra-bajo tales como trabajo remoto y formasflexibles de trabajo. Muchas organizacionestendrán un grupo más pequeño o núcleobásico de trabajadores a tiempo completo,complementados por trabajadores en filia-les en otros países o simplemente colabo-radores externos y para proyectos específi-cos. Por ejemplo, Apple empleadirectamente solo a 63.000 de los más de750.000 trabajadores que trabajan en dise-ñar, vender, manufacturar y ensamblar susproductos. Algunos trabajadores preferi-rán esta mayor libertad pero para otrosesto equivale a más inseguridad de empleoy de ingresos.

Todo esto plantea preguntas importantesno solo para las políticas públicas, tambiénpara las empresas y para los individuos envarias dimensiones: las calificaciones y la re-

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gulación del mercado de trabajo son dos delas más importantes. En cuanto a califica-ciones los retos no son solo técnicos, en unmundo con tal velocidad de cambios, es ne-cesario dotar a la mayor cantidad de traba-jadores con habilidades básicas para el tra-bajo (las llamadas habilidades del siglo 21,habilidades blandas, etc).

En cuanto a la regulación del mercadode trabajo, una pregunta fundamental es:¿cómo se debe regular ese nuevo mundodel trabajo que emerge? Para nosotros, enla OIT, esta es una pregunta crucial, por-que obviamente muchas de las convencio-nes y regulaciones de la OIT están predi-cadas en paradigmas productivosanteriores: un lugar de trabajo, una planta,una fábrica donde la gente se reúne a tra-bajar, es decir, una relación de empleo es-tándar. Pero: ¿Cómo se garantiza la pro-tección social y los derechos de lostrabajadores en el mundo que emerge detodas estas tendencias?

2. La evolución y retos del empleoen América Latina y el Caribe¿Cómo ha evolucionado el empleo en

América Latina? La tasa de ocupación me-joró hasta el 2012 y el desempleo llegó a ni-veles bastante bajos en el 2013 y 2014,pero sabemos que estos indicadores van adeteriorarse con la nueva normalidad deun crecimiento más bajo. El Fondo Mone-tario Internacional, en la actualización queacaba de publicar, estima el crecimientopromedio de América Latina y el Caribe

en el 2015 en 0.5%, reconociendo que coe-xisten varias a velocidades, con Venezuelay Brasil contrayéndose y Panamá cre-ciendo a 6%.

No hay duda de que la desaceleracióneconómica va a impactar negativamentelos mercados de trabajo y vuelve a ponerse“sobre el tapete” la discusión de respuestasde corto plazo para mitigar impactos ypromover la recuperación. Pero ahora qui-siera cubrir cuatro dimensiones más bienestructurales y de largo plazo de los mer-cados de trabajo en la región: la informa-lidad, las condiciones de trabajo por ta-maño de empresas, las formas no estándarde empleo y los temas de cambio tecnoló-gico y capacitación.

La informalidadLa tasa de empleo informal cayó en la úl-

tima década en la región. Lo interesante esque esto ocurrió en un contexto en que lacobertura de la legislación del trabajo seamplió, ya sea por cambios normativos oporque se incrementó la base aplicaciónde la normativa. Esto sugiere que las regu-laciones no son el único factor que deter-mina la incidencia de la informalidad, fac-tores estructurales y la tasa de crecimientoeconómico son importantes influencias.Esto es un tema alrededor del cual persistela controversia.

La discusión se puso en perspectiva conel Reporte “Jobs”, del Banco Mundial del2013, que concluyó que hay un “plateau” o“meseta” en la que diferentes niveles de re-gulaciones no tienen un impacto signifi-

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cativo en el desempeño del mercado detrabajo, lo que sí afecta el desempeño sonlos extremos: tanto la rigidez extremacomo la flexibilidad extremas son negati-vas y deben evitarse.3 Es decir, se debe re-conocer la importancia de un piso regula-torio que garantice derechos laboralesbásicos. En realidad, las convenciones de laOIT son bastante flexibles en permitir queen el ámbito nacional, con base en el diá-logo y el análisis económico, se determineen qué punto de esa franja, de ese “pla-teau”, es conveniente posicionar las insti-tuciones y las regulaciones en el mercadonacional.

Los resultados de nuestros estudiosmuestran que lo más importante para la re-ducción de la informalidad es el creci-miento económico sostenido e inclusivo,es decir, crecimiento guiado por políticasque afecten positivamente su tracción enlos mercados de trabajo. En la jerarquíade factores críticos el tema de los impactosde la regulación laboral con frecuencia seexagera.4

Hay una gran heterogeneidad en el em-pleo informal en la región. No todos los in-formales son informales por la misma ra-zón. Hay que distinguir al menos trescomponentes: (a) el empleo informal en lasempresas o unidades productivas informa-les que son las que no tienen registro ante

las autoridades, no llevan cuentas y tienenmenos de 5 trabajadores, (b) el empleo in-formal en el sector formal, tanto privadocomo público, y (c) el empleo informal enel sector hogares, es decir, el trabajo do-méstico informal. En promedio para Amé-rica Latina la primera categoría representaun 30% del empleo informal no agrícola,constituído sobre todo por trabajadores porcuenta propia y en micro empresas. La se-gunda categoría representa alrededor del11% del total de ocupados informales noagrículas, y el servicio doméstico informalrepresenta un 5% del empleo total.

Después de dos años de negociaciones,la OIT acaba de concluir una Recomen-dación acordada por los 186 países miem-bros, incluyendo las delegaciones de em-pleadores y trabajadores, que incluye guíasde política en seis áreas. Es una guía bas-tante general, bastante amplia, pero quereconoce una serie de aspectos a partir dela heterogeneidad de la informalidad y lanecesidad de múltiples intervenciones que,por supuesto, tienen que ser calibradas a lasituación de cada país, y reconoce que eltipo de intervención depende mucho delgrupo meta de informalidad.

Las condiciones de trabajo por tamañode empresa

Otro tema importante en relación con elempleo en América Latina y el Caribe es el

3 Banco Mundial (2013) Reporte de Desarrollo Mundial, 2013, Empleos, Washington, D.C.4 OIT (2014) Panorama Laboral Temático, Transición a la Formalidad en América Latina y el Caribe.

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tamaño de las empresas. Estamos por pu-blicar próximamente un reporte titulado“Pequeñas empresas, grandes brechas”, que pro-fundiza sobre este tema.5

El reporte documenta cómo la estruc-tura productiva de América Latina y elCaribe está dominada por trabajadorespor cuenta propia y por micro–empresas,y muestra dos cosas: primero, que las con-diciones de trabajo medidas por varios in-dicadores (productividad, ingresos, niveleducativo, formalización, participación dela mujer, grado de organización/sindicali-zación) empeoran conforme disminuye eltamaño de la empresa (mejoran conformeaumenta el tamaño de la empresa), y se-gundo, que en las estructuras por tamañohay un medio ausente, un “missing mid-dle” de empresas medianas. El reporte ar-gumenta que el predominio de micro y pe-queñas empresas y la ausencia de empresasmedianas, es una de las causas del serioproblema de productividad que sufre laregión. Este fue un argumento muy bienhecho y medido también en el reporte delBID en el 2010 sobre productividad enAmérica Latina. En nuestro reporte pro-fundizamos no solo en los temas de pro-ductividad sino también en las implica-ciones de esto para las condicioneslaborales.

Los números son muy elocuentes. El re-porte categoriza el total del empleo en tres

estratos de tamaño de empresa: un estratobajo que son empresas micro y pequeñas dehasta 5 trabajadores (incluye a los trabaja-dores domésticos); un estrato medio conempresas de 6 a 199 trabajadores, y un es-trato alto constituído por las empresas de200 trabajdores y más. En promedio en laregión un 50% del empleo está en el estratobajo pero con una productividad que essólo el 6% de la productividad promedio delas empresas del estrato alto. Un 30% delempleo está en las empresas del estrato me-dio pero aún en estas la productividad essolo 22% del nivel de productividad de lasempresas del estrato alto. El 80% de lafuerza laboral de la región trabaja en sec-tores de productividad por debajo del pro-medio de la productividad regional, solo20% de la fuerza laboral trabaja en sectoressobre ese promedio. Esta elevada concen-tración de empleo en el segmento de lasempresas más pequeñas y menos producti-vas, se traduce de manera directa en bre-chas y desigualdades en materia de ingre-sos y salarios, en condiciones laborales y demenor acceso a la protección social.

El reporte concluye que para mejorar lacalidad del empleo y cerrar las brechas nobasta con políticas de mercado de trabajoy de inspección laboral. Lo que se requiereson políticas públicas que combinen Polí-ticas de Desarrollo Productivo (PDPs) paratransformar, diversificar y articular mejor

5 OIT (2015) Pequeñas Empresas, Grandes Brechas, Panorama Laboral Temático 2015, Lima, Perú.

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la matriz productiva, llenar el medio vacíode empresas medianas, y reposicionar ha-cia actividades de mayor productividad,generando así más y mejores empleos; conpolíticas laborales, educativas y de forma-ción que mejoren la calidad del empleo y elrespeto a los derechos laborales. Las agen-das productiva y laboral deben estar coor-dinadas y no separadas como es frecuente.Estas políticas se refuerzan mutuamente ydeben ir de la mano.

Formas no estándar de empleoOtra dimensión importante en la carac-

terización de los desafíos del empleo de ca-lidad en la región son las formas no están-dar de empleo. No hay una definiciónoficial de formas no estándar de empleo, engeneral es el empleo fuera del ámbito de larelación estándar. La relación estándar deempleo es una a tiempo completo, portiempo indefinido, con relación subordi-nada a un empleador, usualmente en un lu-gar físico previsto por el empleador. Esta re-lación clásica no está desapareciendo, perose está reduciendo significativamente, tantoen países desarrollados como en desarrollo.Esto tiene que ver con los cambios tecno-lógicos, pero no solamente con eso.

Las formas no estándar de empleo in-cluyen cuatro categorías básicas: el empleotemporal, que comprende contratos de du-ración determinada, por proyecto, tarea,ocasional o estacional; el empleo temporala través de agencia; las relaciones de em-pleo ambiguas donde los derechos y obli-gaciones no son claros y el empleo a tiempo

parcial, que es cuando hay un número li-mitado de horas por día o semana.

El empleo temporal y el trabajo a tiempoparcial han existido siempre y sirven fina-lidades importantes. El empleo temporaloscila entre 5% en países como Irlanda, Lu-xemburgo e Inglaterra y 30% en paísescomo España y Polonia. Como tendenciageneral se advierte un incremento del em-pleo temporal, pero no en todos los casos,en algunos países se ha reducido. En Amé-rica Latina hay tres o cuatro países –El Sal-vador, Ecuador, Perú, por ejemplo–, conproporciones muy altas de empleo tempo-ral: 33%, 54% y 66% respectivamente. EnAmérica Latina hay gran variabilidad aso-ciada con los cambios normativos en la le-gislación laboral.

A fin de año publicaremos un estudioque incluye información para cinco paíseslatinoamericanos. Incluye datos sobre lasproporciones del empleo temporario. Porejemplo Perú registra una proporción muyalta, pero lo interesante es que hay gran va-riabilidad en materia de trabajo temporarioo eventual, y lo más interesante es que es-tos contratos no son neutrales en términosde distribución de ingresos. La evidenciaen los cinco países es que los trabajadorescon trabajo temporal ganan menos porhora que los que tienen contratos de dura-ción indefinida y, en el caso de trabajo atiempo parcial, los diferenciales son siste-máticamente positivos, o sea que hay unasobre–compensación, precisamente por sercontrato a tiempo parcial.

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Tecnología y calificaciones de la fuerzade trabajo

Para ir cerrando, vuelvo al tema de latecnología. Hay varios debates sobre tec-nología y calificaciones, esto es uno de lostemas centrales. En las encuestas a los em-presarios y a las empresas de recluta-miento, aparece con mucha fuerza el temade las habilidades del siglo XXI, y en par-ticular de la importancia de las habilidadesblandas. Hay varias clasificaciones. El ForoEconómico Mundial clasifica en tres gran-des categorías las habilidades del siglo XXI:la formación técnica básica –ciencias, mate-máticas; las competencias como el pensa-miento crítico, la creatividad, la comuni-cación, la colaboración; y las calidades decarácter como persistencia, puntualidad,adaptabilidad, iniciativa y liderazgo. Laformación básica es una que debería serdada por los sistemas de educación forma-les, pero hay aquí grandes brechas como lodemuestran las pruebas PISA de la OECD.Y hay brechas aún mayores, aunque muypoca medición de esto, en materia de ha-bilidades blandas.

Todo ello genera una gran una preguntapara el sistema educativo, para las institu-ciones de formación profesional y para elsector privado: ¿Cómo pueden los sistemaseducativos y de formación profesional, mo-dernizarse y colaborar con el sector pri-vado para generar el tipo de persona jovencon habilidades del siglo XXI?

Uno de los sistemas más exitosos al res-pecto es la formación dual, que da la opor-

tunidad a los estudiantes de recibir forma-ción técnica teórica en el aula y práctica enlas empresas. La formación dual es un ele-mento central de la competitividad de paí-ses como Alemania, Suiza, Austria, Dina-marca. En Estados Unidos muchas de lashabilidades blandas se ofrecen vía los“community colleges”, las prácticas en lasempresas y otra diversidad de esquemas.Este tipo de experiencias es absolutamentedecisiva para la empleabilidad de los jóve-nes.

Guy Rider, Director General de la OIT,ha lanzado una “Iniciativa del Centena-rio”, una de siete, que se llama “El futurodel trabajo”. Este tema va a servir depuente para que la OIT, que cumple cienaños en 2019, entre en su segundo cente-nario. En cierta forma el futuro del em-pleo ya está con nosotros. Desde luego ha-brá muchos más cambios, pero yaactualmente es un gran reto comprender es-tos cambios y prepararse para ellos, sobretodo para los sistemas educativos y el sec-tor privado.

Ya en 1999 el Departamento de Trabajode los Estados Unidos decía en un reporteque el 65% de los niños que estudiaban en-tonces tendrían trabajos que aún no se ha-bían inventado. El Millennium Project sos-tiene que más del 40% de los empleosactuales desaparecerán en los próximos 20años, reemplazados por robots y por inte-ligencia artificial. El estudio de Frey–Os-borne, citado, calcula que el 47%, práctica-mente la mitad de los empleos actuales en

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los Estados Unidos, están en riesgo de com-putarización en las siguientes dos décadas

3. Retos para un crecimiento in-clusivo creador de más y mejo-res empleosQuisiera terminar con un comentario

sobre el tema de los modelos de creci-miento, en particular los retos del creci-miento inclusivo con más y mejores em-pleos, que todo indica va a ser uno de losobjetivos centrales de los Objetivos de Des-arrollo Sostenible de las Naciones Unidas al2030. Cabe preguntarnos: ¿de dónde van avenir los empleos de calidad? ¿Qué clase decrecimiento genera más y mejores em-pleos? ¿Cómo promover un crecimientocon fuerte tracción en el mercado de tra-bajo? Estas son preguntas fundamentales.6

Es importante definir con precisión quéentendemos por crecimiento inclusivo. Elcrecimiento inclusivo puede definirse comouno que debe tener varias características:ser sostenido por décadas, no errático y vo-látil, como desafortunadamente siguesiendo en América Latina; ser de amplia y

diversificada base en términos de sectoreseconómicos y tener suficiente tracción enlos mercados de trabajo, lo cual requiereuna combinación apropiada de políticasde desarrollo productivo con políticas demercado de trabajo; debe mejorar el ac-ceso a la educación y a la formación voca-cional y a la salud, reducir la informalidady proveer protección social. Esta lista de ca-racterísticas deja claro que estamos ha-blando de una doble inclusividad, tantosocial como productiva, y que para lograrlono basta con el uso de las palancas e ins-trumentos de las políticas sociales, se re-quieren también políticas productivas.

En contraste con los países desarrolla-dos, en los cuales la política de empleo estáidentificada en gran medida con las políti-cas de mercado de trabajo, en los países endesarrollo la generación de empleo de ca-lidad depende ante ante todo de políticasde desarrollo y diversificación productiva ysectoriales que dinamicen la actividad eco-nómica, aceleren los procesos de aprendi-zaje y aumenten la tracción del crecimientosobre los mercados laborales.7

6 Veáse Salazar–Xirinachs, JM; I. Nubler, R. Kozul–Wright (2014) (eds) Transforming Economies: Making in-dustrial policy work for growth, jobs and development, ILO–UNCTAD, Ginebra.

7 Salazar–Xirinachs, JM (2015) “Políticas de Desarrollo Productivo (PDPs) para el Crecimiento Inclusivoy Más y Mejores Empleos”, 21ª Conferencia de Bradford sobre el Desarrollo,

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Quisiera hacer una breve presenta-ción de la OISS, un organismo ibe-roamericano perteneciente al sis-

tema iberoamericano de instituciones queconforman los 22 gobiernos de la comuni-dad iberoamericana de naciones. La OISSfue creada en 1954, ya cumplimos 61 años,llegamos a la mayoría de edad.

Tenemos una estrecha relación y cola-boración con todas las instituciones de se-guridad social de las naciones iberoameri-canas, para promover la extensión progre-siva de la seguridad social y a través de elloel desarrollo económico y social de los pa-íses iberoamericanos.

Ese es el objetivo más importante de laorganización y lo hacemos mejorando lascompetencias de los gestores de la seguri-dad social, por medio de la cooperación, in-tercambio de experiencias, impulso a la se-guridad social, muchos estudios y, también,promoviendo el intercambio de buenasprácticas entre las instituciones. Por todoello, la OISS es un referente en la protec-ción social en Iberoamérica.

Nuestros principales programas son elConvenio Multilateral Iberoamericano deSeguridad Social, del que hablaremos con

mayor detalle y que pretende garantizar laprotección social de los trabajadores mi-grantes que se movilizan en la región, la Es-trategia Iberoamericana de Seguridad ySalud en el Trabajo –en sintonía con laOIT, nos preocupan mucho la accidentali-dad laboral y las enfermedades profesio-nales que tienen un coste entorno al 10%del PIB en América Latina, mientras queen el mundo solo suponen el 4% –, de modoque trabajamos por promover políticas pú-blicas de seguridad y salud en el trabajo,que permitan introducir la cultura preven-tiva, disminuir los accidentes y las enfer-medades y mejorar el desempeño de los sis-temas de seguridad y salud en el trabajo.Gestionamos también un programa de co-operación iberoamericano sobre la situa-ción de los adultos mayores en la región, yotro sobre empleo de personas con disca-pacidad. Hay 86 millones de personas conalguna discapacidad en la región y quere-mos trabajar también para su inclusión la-boral.

En nuestro Plan Estratégico 2014–2018hemos introducido además algunos temasnuevos como son: los temas de género, porlas discriminaciones que a menudo encu-

LA OISS Y LA ENCRUCIJADA DE LOS SISTEMAS DE PROTECCIÓN SOCIALGina Magnolia Riaño. Secretaria General de la Organización Iberoamericana de Seguridad Social, OISS

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bren los sistemas de protección social; o laspolíticas para el logro de la igualdad y la lu-cha contra la pobreza, en razón a que no to-dos los sistemas de protección social han lo-grado la cobertura universal, hay aúnmuchas dificultades y creemos que las po-líticas de asistencia colaboran para el logrode esa igualdad y la lucha contra la po-breza.

Promovemos también el mejor desarro-llo en las estructuras de regulación, ins-pección, vigilancia y control de la protec-ción social, porque en América Latina lainiciativa privada participa muchísimo enla gestión de la protección social, y creemosque el marco regulatorio y la rectoría de lossistemas debe fortalecerse, mejorando lascapacidades técnicas de las superinten-dencias y los sistemas de inspección, vigi-lancia y control y, en definitiva, la mejorade la gobernanza de los sistemas de segu-ridad social, porque entendemos que lamodernización de los sistemas de seguri-dad social genera mayor legitimidad de ta-les sistemas entre la ciudadanía; al igualque promovemos también la educación enla seguridad social, y el mejor desempeñode los sistemas de salud. En resumen elamplio abanico de temas que abarca la pro-tección social.

En relación con el tema que nos ocupa,mucho de lo que iba a decir lo ha dicho yaJosé Manuel Salazar, de manera que sólovoy a hacer énfasis, en lo que tiene que vercon el envejecimiento, con el género y lasdiscriminaciones que hay en los mercados

de trabajo, con la informalidad y lo quetiene que ver con la participación laboral delas mujeres en ese mercado.

La tasa de desempleo en América La-tina ha alcanzado un mínimo relevante, enel 2013 era del 6,3%. Pero, como explicóJosé Manuel, 130 millones de trabajadoresestán ocupados en condiciones de infor-malidad en América Latina y el Caribe.Esto nos preocupa muchísimo, porque elempleo es la puerta de entrada a muchas delas políticas públicas de protección social,de manera que esos 130 millones de traba-jadores seguramente no pueden acceder alos sistemas de salud, deben gastar de subolsillo para la atención de salud, ni estáncubiertos por medidas de seguridad e hi-giene en el trabajo, de manera que cual-quier accidente o enfermedad afecta suúnico capital, el trabajo.

En porcentaje, la cobertura en salud yen pensiones en 2011 era el 66.5% y en el2012 del 67%, y además es mayor en hom-bres que en mujeres. Todavía la participa-ción de las mujeres es apenas del 50%.

Si consideramos las tasas globales deempleo de hombres y mujeres, encontra-mos que las mujeres se incorporan mástarde al mercado laboral y lo hacen con ma-yores dificultades y con muchas barreras,por lo que muchas veces elijen la informa-lidad porque les permite también atendera los hijos, a los mayores y a las personascon discapacidad.

La situación, además, dista mucho deser homogénea. En buen número de países

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de América Latina, el porcentaje de losocupados no llega al 44% de la población ymuchos se afilian, pero después no siguencotizando porque les afecta la alta rotaciónen el empleo; salen y entran de la formali-dad a la informalidad. Tenemos, en pro-medio, seis meses de estabilidad en los em-pleos.

En cuanto al trabajo a tiempo parcialcomo porcentaje del empleo total, las mu-jeres, nuevamente, están más afectadas:hay más mujeres empleadas en trabajos atiempo parcial, por las mismas razones quemencionamos. Pero los hombres tambiénestán afectados por este tipo de contrata-ción que no les permite tener una carrerade seguro para obtener una pensión, unaseguridad económica, al final de sus vidaslaborales. También se da el caso de muchostrabajadores familiares que no están re-munerados. Y, de nuevo, también las mu-jeres figuran con mayor carga de trabajo noremunerado como proporción del empleototal. Estamos haciendo recomendacionesen este sentido y ya se han hecho algunasreformas en la región que reconocen el tra-bajo no remunerado de las mujeres comocontribución. Es el caso, por ejemplo, de lareforma previsional del 2008 en Chile, quereconoce dos años de contribución por hijocriado. Creemos que esta es una manera, si-quiera sea indirecta, de reconocer este tra-bajo no remunerado de las mujeres.

Aunque, como hemos dicho, como pro-porción de la población económicamenteactiva, los hombres aportan más que las

mujeres al sistema de previsión social, tam-bién lo hacen con intermitencias y muchosno alcanzan tampoco a completar los re-quisitos que se exigen en cada uno de lossistemas para obtener la pensión de jubila-ción o para acceder siquiera a otras presta-ciones económicas que no son la jubila-ción, como la protección por accidente detrabajo, o por incapacidad y, como conse-cuencia, este problema de la falta de co-bertura conlleva una gran capa de pobla-ción mayor sin ningún ingreso en la vejez,sin ninguna protección en circunstanciasde vulnerabilidad.

Sin duda la informalidad es un fenó-meno muy amplio, objeto de diversos de-bates. Sin embargo, hay cierto consenso entorno a la idea de considerar que es un fe-nómeno bidimensional; por una parte, re-ferido a la estructura económica, la pro-ducción de bienes y servicios realizada apequeña escala con recursos del hogar y sinningún tipo de registros contables; y porotras, que se refiere al trabajo realizado sincontar con protección legal o institucionaly sin considerar la unidad económica, em-presa o negocio.

En América Latina y el Caribe muchasveces encontramos elevadas aportacionespor impuestos, vacaciones, otros benefi-cios, costos del despido, etc… que, en mu-chos países, pueden sumar más del 50% delcosto laboral, lo cual también presiona mu-cho la formalidad. Además, hay que men-cionar que hay incluso trabajadores infor-males contratados por empresas formales,

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y un elevado número de trabajadores in-dependientes o autónomos, incluso con al-tos ingresos. Todo lo cual, unido a un mer-cado laboral que se caracteriza por unaalta rotación y por la temporalidad generaesa baja tasa de cobertura a que antes merefería, con especial incidencia en las mu-jeres que ingresan más tarde al mercado la-boral y salen más del trabajo para atendera los hijos y a los mayores.

Por otra parte el descenso en la natalidadha sido drástico en América Latina. Esta-mos en 2.1% hijos por mujeres en promedio,y la esperanza de vida ha aumentado sus-tancialmente. Se presenta este fenómenodel envejecimiento en todos los países delmundo; aunque con diferentes característi-cas, es un fenómeno mundial. Según el úl-timo reporte de “Hell’s Page” dos personascumplen sesenta años cada segundo, y yahay más de 700 millones de personas ma-yores de sesenta años en el planeta. En el2050, por primera vez, habría más personasmayores de 65 años que menores de quince,por lo cual tenemos que preparar los siste-mas de protección social, lo que va a supo-ner un desafío a las economías, a los mer-cados de trabajo, a la estructura de lasfamilias y también supondrá mayores costosfiscales para la seguridad económica paralas personas mayores.

Cada vez crece más la proporción depersonas que llegan a adultos mayores; enIberoamérica son más mujeres que hom-bres. Y a su vez, la esperanza de vida de laspersonas al jubilarse es, en promedio en la

región, de veinticinco años. Todo ello pre-siona la situación económica de los siste-mas de protección social.

En España, el porcentaje de la poblaciónmayor de sesenta años es del 23%; en Por-tugal del 25%; en Argentina del 14%; en Bo-livia del 7%; en Brasil del 13%; en Chile del15%; en Colombia del 8.6%; en Costa Ricadel 9.48%; en Cuba del 17%... Es decir, te-nemos diversos estadios de envejecimientomedio; pero en muchos países no estamosaprovechando el bono demográfico paraformular políticas públicas que permitanenfrentar la protección económica de losmayores ante ese envejecimiento.

Tenemos diversos modelos de sistemasde pensiones en la región. Tenemos mode-los de reparto simple, modelos de capitali-zación individual y modelos mixtos. To-dos tienen diferentes requisitos paraacceder a una pensión, por ejemplo encuanto al mínimo de años de contribución,en Argentina, 30; en Barbados, 10; en Be-lice, 10; Bolivia ha universalizado la renta–dignidad, es el único país de la región quetiene universalizado una renta para todoslos mayores de sesenta y cinco años, sinatender a requisitos de pobreza o focaliza-ción por determinado factor; en Costa Ricase exigen 25 años, en Uruguay 25…

Los países con mayor cobertura de per-sonas adultas mayores por sistemas públi-cos de pensiones, lo hacen por pensionesno contributivas que, muchas veces, no tie-nen la cuantía suficiente para un ingresodigno en la vejez.

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Y el envejecimiento también presionalos costos de los sistemas de salud. Además,por una transición epidemiológica, ha cre-cido la incidencia de enfermedades cró-nico–degenerativas, mucho más costosasen su atención y tratamiento.

Desde la OISS llevamos también un pro-grama de empleo dirigido a personas condiscapacidad. Como decía, 86 millones depersonas están afectadas por alguna disca-pacidad en la región. Se ha creado el Foro“Iberoamérica Incluye”, con la intenciónde crear una red de empresas para promo-ver el empleo de personas con discapaci-dad; llevamos un Centro Iberoamericanode Ayudas Técnicas para la AutonomíaPersonal (CIAPAT), pues creemos que hayque promover la autonomía personal delas personas con discapacidad y potenciarciudades incluyentes, transporte incluyentey en general, diseño inclusivo para las per-sonas con discapacidad.

En otro ámbito de cosas, en Iberoamé-rica tenemos una gran movilidad; los mi-grantes internos son cinco millones en la re-gión. Por ello hemos promovido el únicoinstrumento que genera una garantía deprotección social a los trabajadores mi-grantes en la región el “Convenio MultilateralIberoamericano de Seguridad Social”. Como an-tecedentes de este instrumento, tenemosel Convenio de Seguridad Social de Quito,del año 78, – que requiere de acuerdos bi-laterales–; el Acuerdo Multilateral delMERCOSUR que está en vigor desde elaño 2005 y que la Organización ha acom-

pañado y está en plena vigencia con más de77 mil solicitudes de protección tramitadas;la Decisión 583, el Instrumento Andino deSeguridad Social que está pendiente de re-glamentación – cuando don Guillermo Fer-nández de Soto fue Secretario General dela Comunidad Andina, se interesó muchí-simo por la promoción de este instrumentoandino de seguridad social y el ConvenioSimón Rodríguez –; los nuevos reglamen-tos de seguridad social de la Unión Euro-pea, vigentes desde 1ro. de mayo del 2010y que han sido nuestro antecedente máspróximo.

El Convenio Multilateral Iberoameri-cano se suscribió en el año 2007 en el marcode la Cumbre Iberoamericana de Jefes deEstado y de Gobierno; 15 han suscrito: es-tán Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, CostaRica, Ecuador, España, Colombia, Perú,Portugal, Paraguay, Venezuela, Uruguay, ElSalvador y República Dominicana, y está yaen aplicación en nueve países. Aspiramos aque próximamente se incorporen a la plenaaplicación Costa Rica, Colombia, Perú yRepública Dominicana, que ya lo tienen entrámite en sus respectivos parlamentos. EsteConvenio va a garantizar la protección so-cial de los migrantes para que no vean afec-tados sus derechos a pensión como conse-cuencia de la migración.

Esto realmente está en el ADN de laOISS: la garantía de la protección social delos migrantes. Los trabajadores van allídonde hay oferta laboral, el mercado labo-ral se mueve como cualquier otro mercado,

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con lo cual cada vez más la gente se estámoviendo, ya sea para estudiar, ya sea paratrabajar o para mejorar su ingreso y, poreso, son necesarios otros convenios que per-mitan su acceso a la protección aunque sutrabajo se haya desarrollado en diferentespaíses.

Por último, algunas recomendacionesfinales: universalizar la cobertura de la pro-tección social a través del fortalecimientode los sistemas de seguridad social promo-viendo la formalización laboral, parece dePerogrullo, pero tenemos que promover eltrabajo decente para que más trabajadorespasen de la informalidad a la formalidad;diferenciar las fuentes de financiación, cre-emos que la salud debe financiarse con im-puestos generales para evitar esa mayorpresión que se hace al mercado de trabajocon la contribución a la salud; reconocervía previsional al trabajo no remunerado delas mujeres, como ya se está reconociendoen algunos países, España entre ellos; ade-cuar e integrar las políticas para el logro dela igualdad y la lucha contra la pobreza, seestán atomizando todas estas políticas ycreemos que deben formar parte de un sis-

tema de protección social fuerte en cadauno de los países; mejorar el desempeño delos sistemas de salud, la región inviertecada vez más en salud como porcentaje desu PIB, pero todavía hay grandes barrerasde acceso y deficiencias en la calidad y loscostos de la no calidad en la prestación delos servicios de salud presionan fuerte-mente los sistemas de protección social; fo-mentar la educación en materia de protec-ción social, ya que en la región no tenemosmucho planeamiento de largo plazo y losjóvenes no se interesan en ahorrar para lapensión futura porque no lo ven tan claro,somos cortoplacistas y los jóvenes están in-teresados más en el consumo actual, en sutrabajo actual y en resolver su problema deempleo; la formación de los trabajadores enel marco de las nuevas tecnologías de la in-formación y las telecomunicaciones; o me-jorar el desempeño de los sistemas de se-guridad social.

En definitiva, creo que es importante, engeneral, que los sistemas de protección so-cial estén más presentes en la agenda pú-blica de nuestros gobiernos.

Muchas gracias por su atención.

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Al hacer el ejercicio de correlacionarla productividad, el gasto social y elcoeficiente de Gini, se obtiene una

representación de distintos modelos deeconomía de mercado. De un lado estánlos países del norte de Europa, con unaproductividad muy elevada y un coefi-ciente de desigualdad realmente bajo,cerca de 25%–26%, lo que se puede definircomo el modelo nórdico. Luego, están lospaíses anglosajones, con una productivi-dad también elevada, un coeficiente deGini algo mayor y un gasto social menorque el de los países nórdicos. Los paísesasiáticos tienen un gasto social bajo, unaproductividad creciente y fuerte y un coe-ficiente de Gini relativamente más altoque los demás.

En este marco, ¿dónde se ubica Amé-rica Latina después de estos últimos años?La palabra correcta es que estamos en unaencrucijada, en una situación complicada,porque en términos de productividad nosmovemos en un nivel mucho más bajo;respecto de la desigualdad, hubo una re-ducción (aunque sigue extremadamenteelevada) y el gasto social fue el instru-mento central para conseguir ese resul-

tado. Hay otros países que tienen, de al-gún modo, una posibilidad de aumentar elgasto.

Pudimos mejorar el gasto social y redu-cir la desigualdad, pero el tema de la pro-ductividad no despega. La pregunta en-tonces es: ¿hasta qué punto el modelo quetenemos es sostenible? Y la respuesta, ob-viamente, es que no. Si consideramos latasa de crecimiento del gasto social quehay en muchas economías y el aumento dela productividad, que es relativamente es-table, concluimos que este modelo no essostenible en el mediano–largo plazo.

La preocupación es que el modelo de in-clusión que permitió las reducciones men-cionadas no está asegurado. No sólo va aser menor la tasa de crecimiento, sino queya se ve un efecto sobre el empleo y la pro-ductividad. Todas las señales están ahí, enfuerte tensión, y nosotros no sabemos quérecomendación de política hacer.

El tema sigue siendo estructural, por-que la región se mueve y da vueltas en unentorno con creación de empleo con bají-sima dinámica de la productividad, lo quese ve particularmente al compararla con laRepública de Corea o con Nueva Zelanda,

PRODUCTIVIDAD Y GASTO SOCIAL: UNA ENCRUCIJADAMario Cimoli. Director de la División de Desarrollo Productivo y Empresarial de la CEPAL

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en los que hay fuerte creación de empleo ycrecimiento de la productividad.

A esto se suma que a casi todos los paí-ses les está llegando el problema del déficitde comercio, y lo más preocupante es quetambién empieza a haber un twin déficit,un déficit de los dos lados. Es cierto que eneste contexto surgen opciones extremas:las posturas ortodoxas van a decir “ajustenpor el gasto” y el otro extremo dice “¡No!Sea keynesiano. Aumente el gasto…”.

Es evidente lo que se hace y no se dice:muchos países están interviniendo sobregastos. Brasil lo está haciendo y de algúnmodo lo hizo Argentina, y lo van a hacerotros países. Uno podría ponerse extre-mista y decir: “Haga como hace Europa:ajuste, y por la Equivalencia de Ricardo,antes o después los empresarios van a in-vertir, el producto va a aumentar y la pro-ductividad va a mejorar…”. Son los famo-sos ajustes expansivos. No parecefuncionar…. Por otro lado se dice: “Siga-mos con una política expansiva Keyne-siana porque tenemos espacio”. Piensoque no. Porque el modelo es insostenibledesde el punto de vista de la balanza co-mercial y la balanza fiscal.

En esta encrucijada, ¿qué tiene que ha-cer un país? Política e innovación puede seruna respuesta. Y cuando uno va a hacer lapolítica de innovación, se observa que haysectores que viajan sobre tasas de gananciadel 20%–25% y hay otros, como los más in-novadores, que viajan con tasas de ganan-cia en 3%–4%.

La pregunta es: ¿Puedo hacer–invertir?Porque, para modificar lo que estamos ha-ciendo, la variable fundamental, como ya sedijo aquí, es la inversión. ¿Puedo hacer–in-vertir con tasas de ganancias distorsionadascomo estas? Este es uno de los temas fun-damentales para entender cómo interveniry qué tipo de política hay que tener, y la ver-dad –voy a ser muy sincero–, exagerandoacá, uno puede decir: “¿Sabe qué? Como es-tas tasas de ganancia distorsionadas, el Es-tado tiene que crear su propia empresa”.“¿Pero qué me está diciendo usted?” ¿Peroqué se hace para revertir eso? ¿Cómo sehace para manejar un modelo micro paramodificar ese tipo de variables?”

Creo que ese es uno de los temas rele-vantes: si acá no hay aumento de inversiónen ciertos sectores que permitan crear ca-denas productivas, que permitan hacer unapareé tecnológico, que nos den empleos sos-tenibles con relativa y alta productividad ytecnología, el modelo no va a ser sostenible.

Por ejemplo, un tema que cambia com-pletamente y ayer se dijo mil veces: la ma-nufactura. ¿Quién piensa que la manufac-tura que tendremos en los próximos añosva a ser la manufactura del mameluco?Una impresora 3D tiene 80% de servicio ycasi nada de lo que nosotros nos imagina-mos en manufactura. Un automóvil que semaneja solo tiene casi 70% de servicio, notiene casi nada de lo que entendemos pormanufactura. “Servicios” se confunde conmanufactura; “estándares” se confundencon el producto y cambia la constelación…

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Diría que, regionalmente, no estamos le-yendo ese modelo. Hay países que lo estánleyendo más pragmáticamente; desdeluego, Estados Unidos es uno de ellos.

Voy a poner como ejemplo a los EstadosUnidos y el tema del new manufacturing, eltema de reducir la cadena, el del reshoring.Reshoring quiere decir que los países estánempezando a traerse de vuelta la actividadproductiva a casa, pero ¿por qué? No sóloporque genera empleo, sino porque cuandose trae la actividad productiva, la plantaque produce, hay que tener al lado la in-novación, y se sabe muy bien que la inno-vación no se genera por libros, se generapor estar junto al proceso productivo.

Europa y Estados Unidos se dieroncuenta de que, al llevarse las plantas pro-ductivas, la innovación no les quedaba encasa, sino que se copiaba, se imitaba, se re-producía. Entonces, es traer de vuelta laproducción al territorio y tener innova-ción… Todo esto tiene un tema social: sos-tener a la clase media. ¿Cómo? Con sala-rios y producción. ¿Y de dónde vienen esossalarios? De la innovación y de la alta pro-ductividad.

Este tema se está volviendo a proponer,debatiendo, discutiendo, y ya en la primerapresentación se planteó que nosotros esta-mos en una encrucijada realmente difícil yno la estamos viendo, que es algo que a míme preocupa.

Voy a cerrar con el tema de la encruci-jada y las políticas. El tema de inclusión yreducción de desigualdad a nivel regional

fue muy importante. Sigue siendo esta unaregión con altos niveles de desigualdad,aunque se redujo. No hay garantía de queeso se mantenga si no se vuelve a repensarla estructura, y creo que en eso hay que sermás pragmáticos después de lo que pasó enEuropa con las políticas de ajuste. Hay querepensar el modelo, hay que repensar lalógica. El tema de productividad y empleoes la encrucijada que la región tiene hoypor delante para sostener, o tratar de to-mar, un camino hacia mejorar la igualdady reducir la pobreza.

Cuando hace dos o tres años presenté enla Unión Europea un trabajo sobre la sos-tenibilidad del modelo de inclusión social,fue leído como una cosa muy de política or-todoxa, dijeron: “¿Cómo? Es obvio queante una figura de este tipo tengo que in-tervenir, cortar y reducir el gasto”. Piensoque la respuesta es que no, que hay que tra-tar de mantener la inclusión, pero hay quehacer un proceso virtuoso con el aumentode la productividad.

Esto no hay que leerlo hacia el pasado,sino preguntándose qué tipo de política in-dustrial hay que hacer. Porque hay unmiedo en la política industrial a cerrar elbulón, el tornillo… No. La política indus-trial, podemos definirla, que es lo que nosgusta a nosotros, como “líquida”.

¿Qué quiere decir políticas industrialesmás líquidas? Son políticas que tienen quever con tecnologías distintas, que no tienenla misma rigurosidad de los bienes tangi-bles de otras políticas. Por ejemplo, el cloud

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computing. Si los países no tienen ni mane-jan la regulación del cloud computing, no seva a poder hacer nada. Cualquier programade cualquier impresora 3D no se puede ha-cer si no hay cloud, y el cloud, si no está re-

gulado, no se puede manejar. Una políticade acceso a la nube no se puede hacer, esotro tipo de política industrial, es muchomás líquida, tiene que ver con otras tecno-logías, tiene que ver con otros elementos.

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Roberto Frenkel: Concuerdo con loque planteó Mario Cimoli sobre lo que nosabemos en materia desarrollo productivo,adónde conviene apuntar y qué políticashacer, pero quiero afirmar algunas cosasque sí sabemos y que, si bien probable-mente no completen el aspecto de políticas,tenemos que mirar el lado de la macroeco-nomía, pues muchos de los problemas quetenemos tienen que ver con la macroeco-nomía.

El año pasado, en Santander, traje un es-tudio que había hecho sobre las coeficien-tes de empleo en diecinueve países de Amé-rica Latina con datos desde comienzos delos años 90 hasta 2013. La ventaja de tra-bajar desde comienzos de los años 1990 esque tenemos una gran variedad de políticasmacroeconómicas en la región, lo que en-riquece el análisis.

Simplificando, lo que se ve es que latasa de empleo depende positivamente, ob-viamente, de la tasa de crecimiento de laeconomía, del tipo de cambio real desfa-sado dos años en promedio, y de los tér-minos intercambio. ¿Qué significa que lostérminos de intercambio tengan efecto po-sitivo sobre la tasa de empleo?

La tasa de crecimiento, obviamente, de-pende de los términos de intercambio, perocontrolando por la influencia directa detasa de crecimiento, es decir, independien-temente de ese efecto, hay un efecto adi-

cional de los términos de intercambio sobreel empleo. Cuando medimos la tasa de cre-cimiento del producto, sabemos que tieneun efecto positivo sobre el empleo, pero,además, la variable términos de intercam-bio tiene un efecto adicional sobre el em-pleo. Hablo de estos dos términos.

Los resultados de mi trabajo estabanbasados en datos hasta 2013. A esa fechalos términos de intercambio estaban toda-vía relativamente altos. Habían sido afec-tados negativamente por la crisis global yenseguida se recuperaron. Ahora estamosen presencia de términos de intercambiobajos. Hay que esperar efectos negativossobre el empleo de la caída de los términosde intercambio, adicionales a los explica-dos por la reducción de las tasas de creci-miento. Eso está ocurriendo, aún no lo te-nemos medido, porque todavía no tenemoslos datos de lo que está ocurriendo ahora(ni del año pasado). Entonces, eso va a te-ner un efecto negativo sobre el empleo, quees la contracara del efecto positivo que tu-vimos en el período 2003–13.

Del otro lado, quiero insistir con eltema al que me he dedicado los últimosveinticinco años: el tema del tipo de cam-bio real en América Latina. Ayer dije quela mejor política macroeconómica fue ladel Perú, que fue la que menos devaluó re-cientemente. Uno tiene que tener un tipode cambio real competitivo. A corto plazo,

COMENTARIOS

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la corrección de la apreciación es recesivay empeora la distribución del ingreso. Esoes así: a corto plazo, la devaluación real esrecesiva y negativa desde el punto de vistade la distribución. Claro está que si noquieres devaluar, entonces no atrases eltipo de cambio. ¿Que hizo Perú? Mantuvorelativamente estable el tipo de cambioreal de todo el periodo, desde mediadosde los noventas hasta aquí. Quizás no lohizo por una convicción de política in-dustrial, lo hizo porque tiene un sector fi-nanciero altamente dolarizado. Las varia-ciones del tipo de cambio real en Perútienen efectos riqueza entre deudores yacreedores muy significativos. El BancoCentral de Perú se especializó en cuidareso, pero lo consiguió haciendo interven-ciones que el Fondo desalentaba. Los bra-sileños y los colombianos también inter-vinieron en el mercado cambiario, pero noconsiguieron frenar la apreciación. No esun problema de magnitud de las inter-venciones sino de influir en la expecta-tiva del mercado. En Brasil y en Colombiael Banco Central no consiguió guiar elmercado cambiario.

Muchas cosas tenemos que hacer yahora tenemos que volver a remar, paraajustar. El caso de Argentina es preocu-pante; Brasil en recesión, con 350 mil mi-llones de dólares en reserva, desesperadopor ajustar las cuentas fiscales para reducir

el ritmo de crecimiento de su deuda pú-blica, para no perder el investment grade. Va-mos a pagar el costo de los ajustes, porquelos ajustes son inevitables. Por ejemplo, enel caso de Argentina el salario real fue lle-vado a un nivel tal que es insostenible osolo es sostenible con un fuerte endeuda-miento externo nuevo. Estamos en un ter-cer ciclo de endeudamiento. ¿Políticamentese puede hacer otra cosa? No estoy seguro,es muy difícil, pero recordemos algunascosas que sí sabemos.

Saúl Weisleder: La información quenos han ofrecido ha sido extraordinaria y elplanteamiento de los problemas realmenteva mucho al corazón de la discusión y al fu-turo de la región.

José Manuel Salazar y Mario Cimolinos informan de que estamos ante un cam-bio radical, no simplemente ante un cam-bio más, especialmente tecnológico, y meparece –no se dijo explícitamente, pero sedijo– que uno de los efectos de este cambiotecnológico es que produce ahorro de manode obra (alguna gente dice que algunos sec-tores, pero otros que en todos.) Yo digo queel neto va a confirmar esa tendencia y esinevitable, ese es el futuro que nos espera.Si este es uno de los efectos importantes deeste cambio radical, me parece que laforma de enfrentarlo tiene que ser radical,

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tiene que ser un cambio de paradigma ypensar un poco desde fuera.

Tal vez lo que voy a decir, lo que voyplantear como premisa y luego como pre-gunta, es un atrevimiento excesivo, perome parece que hay que pensar, como dicenen inglés, “Out of the box”.

Refiriéndome a lo que dijo Mario Ci-moli al final, ya ni modelos keynesianos nineoclásicos pueden ser respuesta a medianoy largo plazo. Entonces voy a empezar pormi pregunta: ¿Podría ser lo que Cuba hizoen un determinado momento, no la res-puesta, sino que nos dé algunas pistas, al-gunos elementos, hacia dónde caminar?

Me contaba hace un rato Juan Trianaque en el Periodo Especial una genialidad,decía él, del comandante Fidel Castro, fueinsistir mantener el pleno empleo, es decir,lo que se dijo algunas veces de la Unión So-viética. Las remuneraciones eran tales, quelo que ocurría era que la gente decía: “hayque hacer como si uno trabajara, y ellos ha-cer como si nos pagaran”, es decir, baja re-muneración pero pleno empleo, y muy bajaproductividad.

En este sentido voy rompiendo en con-tra de los economistas, cualquiera que seala escuela. En general tendemos –y perdo-nen que me incluya en el gremio, no me hededicado mucho en los últimos años–, atratar de hacer aumentos de productivi-dad, la eficiencia, aumentos de productivi-

dad, etc. Pero, a lo mejor, hay que cambiarun poco eso, porque decía Juan: “¿Cuál esla genialidad de eso? Es el hecho de que ala gente este empleo le da un valor hu-mano, es que la da un sentido de perte-nencia social, la da una solidaridad…” Ycreo que el punto hacia el que estamos ca-minando (y el problema que tenemos, si noson sostenibles los sistemas de previsiónsocial etc.) tiene mucho que ver con esto.Como digo, es un pensamiento muy lejanode la forma tradicional de pensar la eco-nomía y lo que los economistas hacen o ha-cemos, pero me parece que, a lo mejor, po-dría haber ahí, no en lo inmediato sinopara en el largo plazo, alguna pista de pordónde ir, y no solo para Latinoamérica.

Uno a esto algo que comenté ayer, queson, en mi opinión, los dos desafíos másgrandes que tiene la humanidad enfrentesuyo: el cambio climático, que ya nos afectaa todos, y el tema de enfrentar la pobreza.O sea, ya es éticamente insostenible quesiga habiendo pobres en el tanto en que he-mos alcanzado lo que hemos alcanzadocomo humanidad.

La pregunta es esa: ¿Habrá que replan-tearse todo el estilo (DE) desarrollo, comose decía hace unos años, con su modelo depolíticas económicas sociales correspon-dientes, de una manera radicalmente dis-tinta, de manera tal que se pueda dar la in-clusión social, que la gente se sienta

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persona, que la gente se sienta parte? Por-que lo queremos es cohesión social, porquequeremos otras serie de cosas, porque poreste otro camino podemos seguir aumen-tando la productividad, podemos seguiraumentando el per cápita, podemos seguiraumentando el GDP, etc, pero sin alcanzaresos otros objetivos. Si tomamos estos comoobjetivos centrales, quizás haya que re-plantearse muchísimo; cosas como lo quese está haciendo en Europa, como reducirla jornada laboral y dejar que la gente tra-baje medio tiempo y entonces más gentetrabaja por menos horas y no necesaria-mente se reduce la productividad (Total delos factores, aunque sí la del factor trabajo.Claro, esto requiere que las remuneracio-nes se aparten de la lógica estricta de la pro-ductividad de cada factor). Hay otras posi-bilidades…

Liliana Rojas Suárez: Una reacciónal comentario de Roberto Frenkel sobrePerú: no todo lo que brilla es oro. Efectiva-mente, esa es una de las políticas moneta-rias que ha hecho el Banco Central de Perú,pero tú mismo mencionaste que en partepor lo dolarizado que está, pero déjamedecirte que esta ha sido una de las trabasmás importantes que está enfrentando Perúen este momento, y el Banco Central estádesesperado por salirse de lo que tú quieres

que siga haciendo, quiere poder depreciarmás la moneda y quiere poder hacerlo por-que tiene presiones muy grandes y está per-diendo reservas como loco, entonces lo quequiere es “des dolarizar”, y lo que está ha-ciendo es poniendo encajes de más del100% a los depósitos en moneda en dólares,o sea, lo que le funcionó en una época noestá funcionando en otra, y ahora más bienquiere deshacerlo.

Pero, además, para completar la figura,una de las razones por las que Perú tieneuno de los déficit fiscales más bajos en la re-gión, es por la incapacidad de gasto: no esque no quiere gastar, es que no sabe gastary no puede. Pero, además, es uno de los pa-íses de la región que tiene el sector informalmás alto, si no el más alto. Entonces hayuna distorsión en el sistema de impuestosy en el mercado laboral gigantescos que leponen la barrera al crecimiento muy fuer-temente; una vez que han bajado los pre-cios de los comodities , no esperen tanto delPerú como han visto en el pasado.

Guillermo Perry: Dos puntos, el pri-mero a propósito de lo que dijo Mario Ci-moli. En este momento, no solamente no essostenible hacer estímulos keynesianos, estotalmente contraproducente, sumamentepeligroso, porque no es un problema de ci-clo sino un problema de cambio estructural.

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A propósito de lo que dijo RobertoFrenkel, yo no sé por qué en América La-tina nos equivocamos tantas veces con elproblema de dejar de hacer apreciacionesde tipo de cambio tan fuertes, pero hayalgo que sabemos, y es que sí hay formasmicroeconómicas de mejorar la producti-vidad de manera significativa. En el fondo,los aumentos de productividad vienen deaplicar nuevos conocimientos de manerainteligente a la producción, a la distribu-ción y demás. Y la aplicación de conoci-miento viene por dos caminos: uno, mejo-rando la capacidad de la gente –eso:calidad de la educación–, y el otro es lo quelos europeos llaman el sistema nacionalde innovación.

El problema real es que nosotros hemosfracasado en esos dos campos en casi todoslos países de América Latina; no hay nin-gún país que haya logrado mejoras impor-tantes en calidad de educación. El únicoque ha tenido mejoras permanentes ha sidoChile, y a mí me preocupa que la última re-forma educativa va en dirección contrariaa lo que antes estaban haciendo.

En términos del sistema nacional de in-novación, Brasil ha tenido un sistema de in-novación en la agricultura muy exitoso,pero solo en la agricultura; Chile trató demontar un sistema de innovación y vino elgobierno de Piñera y desbarató lo que ha-bían avanzado, y los demás países no he-

mos hecho nada. México dice que tiene unsistema de innovación, pero no se le ve porninguna parte, Colombia no tiene nada.Hay algunas cosas que sabemos, pero nohacemos nada al respecto desde hace mu-chísimo tiempo.

Ángel Melguizo: Voy a seguir conesta terminología de Rumsfeld: lo que sa-bemos que sabemos, lo que sabemos queno sabemos. Sabemos, efectivamente, quehay 130 millones de trabajadores infor-males, eso dicen las estadísticas, entre loscuales no solo hay trabajadores pobres,puesto que un tercio de esos 130 millonesde trabajadores informales, son de la clasemedia en la que tanto confiamos. Peroqué paradoja, qué ineficiencia, porqueademás, vemos un 40 % de empresas enAmérica Latina que no encuentran el tra-bajador que necesitan… Entonces pareceque hay ideas, que hay proyectos que no sellevan a cabo, porque la calidad de edu-cación o de la formación no es la que senecesita.

Nuestro análisis muestra que algunosfactores serían claves para dar el salto,como automoción, maquinaria avanzada…No hablamos de un problema de falta detrabajadores para los sectores de commodi-ties, sino para sectores de más valor aña-dido, y cuando vemos lo que están ha-

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ciendo otros países emergentes, comoChina o India, cada vez la competencia vaser mayor. Es una llamada de atención.

¿Qué sabemos, qué no sabemos? Des-pués de trabajar en temas de formaliza-ción, he de reconocer que se sabe poco decómo reducir la informalidad. Entonces,una pregunta a los panelistas: ¿Cuáles deesas experiencias que estamos viendo en lospaíses creemos que funcionan?

Un segundo elemento que sabemos quepodría funcionar, pero que no sabemoscuánto, es la movilidad. Creo que es una delas apuestas después de la Cumbre Iberoa-mericana de Veracruz, la del reconoci-miento, las acreditaciones y la movilidad delos títulos.

Un tercer elemento que creemos que sa-bemos, es que las empresas tienen que par-ticipar en la formación, pero solo una decada cuatro empresas en América Latina esformal; las empresas informales no van a es-tar en esos sistemas duales.

José Luis Machinea: Decir que nosabemos que hay que hacer como se dijo, esun inicio. Hace diez años parecía que sabí-amos lo teníamos que hacer, porque Brasily Petrobras eran el emblema de lo que ha-bía que hacer en política productiva, y la re-alidad demostró que eso no funcionó. Porlo menos sabemos que no sabemos.

El problema es muy complejo, como de-cía Mario Cimoli; no es necesariamente laignorancia por lo que no se sabe, el pro-blema es la complejidad, y cada vez pareceser más complejo y abarca más sectores, nosolo el factor manufacturero.

Creo que lo de las políticas keynesianasvolvió a la región porque tuvimos una dé-cada sin restricción externa, entonces todoel mundo creyó que lo único que se teníaque hacer era expandir la demanda. Tieneque ver con l ignorancia y tiene que ver conuna década donde las restricciones no apa-recían. Y, efectivamente, como decía en lapresentación, las exportaciones en Amé-rica Latina han crecido en volumen un3,4%. Este es un problema que viene desdehace rato, en los últimos quince años, unproblema escondido por los términos de in-tercambio…

En el tema de salud, hemos tenido en laregión un sistema muy fraccionado. Nos sal-van algunos países que han avanzado, tra-dicionalmente Costa Rica y, de alguna ma-nera, Uruguay, Brasil… Algo se ha hecho enColombia. En Argentina tenemos tres sis-temas de financiamiento a la salud, uno esprivado, el otro son los sindicatos y el otroes el público a través del hospital público.Ninguno de los tres sistemas tiene que vercon los otros. Entonces no solamente es in-eficiencia: es inequitativo y genera ciuda-danos de primera, segunda y tercera. De

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vuelta a la salud, lo que necesitamos es unareforma que tienda a un sistema de pro-tección social más universal.

Ayer Saúl Weisleder había hecho un co-mentario que yo me olvidé de contestar yque hoy vuelve a hacer acerca del cambioclimático. No pensemos que la soluciónpasa por no aumentar la productividad,porque eso no es sostenible, se cae todo, secaen las exportaciones, se cae la posibilidadde crecer, etc. ¿Cómo hacemos a través dela productividad o del cambio en la pro-ductividad para hacer frente a este desafío?No hay manera de hacer frente a estos des-afíos simplemente diciendo “¡hay que, hayque!” sin tener instrumentos, por ejemplogravando ciertos sectores que tienen exter-nalidades negativas porque emiten, o ledoy subsidios a otro, pero lo que se trata esde establecer un sistema de precios relati-vos distinto; si no se hago, me quedo con el“hay que”, y el “hay que” no genera uncambio de modelo. Lo que pasa es quenunca hay tiempo de hacer el cambio im-positivo y gravar a sectores que emiten máso ensucian más el ambiente respecto deotros; nunca hay tiempo para eso a nivelglobal y, menos en América Latina.

Luis Serven: El primer grafico quemostró Mario Cimoli es elocuente: los ni-veles de gasto social están relativamente

en línea con los que se ven en otros países,lo que no está en línea es el nivel de pro-ductividad, de manera que la prioridad,como decía José Luis Machinea ahora, esver cómo se eleva de manera duradera laproductividad del trabajo, y lo que sabemoses que las diferencias de productividad deltrabajo entre América Latina y países avan-zados se deben, fundamentalmente, a lasdiferencias en la productividad total de losfactores y no a diferencias en las dotacionesde capital físico o de capital humano, aun-que esté ajustado por medidas de calidad,ni tampoco del capital natural, del que haypor cierto bastante en la región.

Y los desfases de la productividad totalde los factores reflejan, fundamentalmente,dos cosas: una, son diferencias en la efi-ciencia en la asignación de los recursos, y laotra es diferencias en las tecnologías depunta.

De manera que un primer paso es tratarde ver cuál es la importancia relativa decada una de esas cosas.

Ayer hablaba de un trabajo que acaba-mos de completar en el Banco en el que seconcluye que el desfase en el uso de las tec-nologías modernas es importante en Amé-rica Latina, pero no explica ni la mitad deldiferencial de TGP con países avanzados.Habría que mirar en otro lado. Las dife-rencias de eficiencia, por cierto, se hanmostrado importantes en otras regiones.

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Hay literatura bien conocida referida aAsia, en particular, pero también en el casoconcreto de México, que muestra que las di-ferencias o, si se quiere, las deficiencias enla asignación de los recursos, son partemuy importante de la brecha de producti-vidad respecto de los países avanzados.

Un rasgo importante a tener en cuenta esel conjunto de las diferencias entre las di-námicas de empresas en las regiones en des-arrollo y los países avanzados. Un fenómenonotorio en los países en desarrollo –y enbuena medida también América Latina–es que las empresas no crecen, la mayoría delas empresas son pequeñas para siempre.Entonces, como no crecen, pues hay unmontón de empresas que están ahí desdetiempo inmemorial que son ineficientes,improductivas, pero nadie las echa del mer-cado, es decir, no hay nuevos entrantes quelas empujen a través de su mayor eficiencia,porque esos nuevos entrantes tampoco cre-cen. Dado que esto lo que hace es debilitarel proceso de selección empresarial, lo quehace también es hundir la productividadagregada, al ser tantas empresas impro-ductivas “para siempre jamás.”

La pregunta es ¿Por qué no crecen lasempresas entrantes? ¿Por qué esos que lle-gan con ideas innovadoras se quedan pe-queñitos para siempre? Ahí hay un montónde ingredientes que hay que tener encuenta, y yo tiraría por el lado que men-

cionaba Guillermo Perry: los factores microo los factores institucionales. Y hay un mon-tón de ingredientes que se han investigadoen la literatura reciente: desde las restric-ciones regulatorias hasta la fricciones en losmercados financieros. Y uno que quiero ci-tar en particular –porque lo que quiero ci-tar son las deficiencias institucionales–, unrasgo muy peculiar que quizás a lo mejorno conozcan ustedes, es que en India elmejor predictor del tamaño de una em-presa es el número de hijos –hijos varo-nes–, del dueño, y eso por una razón im-portante. Lo muestra una investigaciónreciente de Nick Bloom y otros, que resaltala falta de mecanismos para delegar de ma-nera eficiente el control – es decir, delegoa un gestor externo y en cuanto me doy lavuelta se lleva todos los bienes. Y vete a per-seguirle en los juzgados de Bombay. Puescuando no me fio de los juzgados de Bom-bay o de otros ¿qué hago? Tengo una tien-decita y me va muy bien, voy abrir otratiendecita y a esa voy por las tardes, abrootra más y a esa ya no me da tiempo de ir;entonces pongo a mi hijo y luego pongo alotro hijo en la siguiente tienda… Y cuandose me acaban los hijos, ya no puedo abrirmás tiendas y ahí se acabó. Empíricamentese puede ver una correlación entre el ta-maño de las empresas y el número de hijosvarones, en particular en la India. En otrospaíses la sociedad es más inclusiva y las hi-

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jas también cuentan. Esa correlación se de-bilita en países, o también en los estados dela India en los cuales la fortaleza institu-cional y los indicadores de respeto a loscontratos y demás son superiores, o seaque hay otros ingredientes que no tienenque ver con la política macro, que es dondeempezamos esta sesión, que son muy im-portante a la hora de incidir sobre la pro-ductividad. Creo que es esencial investigarcuál es su trascendencia en el caso de Amé-rica Latina.

Osvaldo Rosales: Yo agregaría altema de la productividad total de factores,el de la infraestructura, en el cual el re-zago de la región es más o menos de cuatropuntos del PIB comparativamente conNAS. Y quería abordar otro tema, y es queen la región nos cuesta, dados nuestros ide-ologismos, interactuar entre la gestión ma-cro, la estructura productiva y la institu-cionalidad, y claro, la ortodoxia ve solo lagestión macro y el ajuste…

Mi asunto es el siguiente: la región estáde espaldas al desafío tecnológico e inno-vación, a la transición tecnológica que he-mos mencionado y no se incorpora sufi-cientemente… Creo que lo que viene escrecimiento mediocre de la región, por lomenos 2014–2020. ¿Qué significa eso? Uncrecimiento no superior al 3%, lo cual

quiere decir que la pobreza va a aumentary las desigualdades y el desempleo van a au-mentar, por lo cual daría la impresión quelos beneficios alcanzados van a ser efíme-ros, y eso puede afectar bastante el ciclo po-lítico de la región.

¿Qué hacer en esta coyuntura? El temaes complejo, no creo tener la respuesta,pero creo tener algunas pistas para iniciarel debate al menos.

Creo que en el tema de la gestión macro,del re ordenamiento, del ajuste, es inevita-ble. De ahí no se infiere única y necesaria-mente reducir el gastos social, porquecuando uno mira los países de la región, enprimer lugar algo que al progresismo lati-noamericano (del cual me siento parte) lecuesta mucho aceptar, es que hay que acep-tar el “progresismo del Estado”. En nuestrosestados hay mucha grasa, mucha ineficien-cia. Segundo, hay que reducir gastos queson absolutamente regresivos, como porejemplo el subsidio al combustible en variosde nuestros países. El subsidio al combusti-ble es uno, dos o tres puntos del Producto,y eso es tremendamente regresivo, es con-taminante y no tiene lógica de ningún tipo.Y si uno examina los llamados “gastos tri-butarios” –una forma elegante de transfe-rencia a los más ricos–, en mi país, Chileson cinco puntos del Producto. Entonces,no me digan que hacer el ajuste significaúnicamente reducir el gasto social.

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Una vez que he hecho eso, una vez quelo he hecho –subrayo–, también es posiblemeter la lupa en el gasto social ¿Por qué?Porque hay una serie de programas socialesque son ineficientes, que no son pertinen-tes, que fueron creados hace 20 años, quetienen que ver muy poco con la realidad yque también son regresivos en una impor-tante medida.

Entonces ahí hay un desafío que es, ob-viamente, nacional. No pasa lo mismo entodos los países, pero es posible apostar a lomás relevante, de mayor impacto.

Y lo que he dicho que significa generaringreso, da pábulo para pensar que es po-sible aumentar el gasto en materia de es-tructura productiva, en materia de innova-ción, en materia de cambio tecnológico,con los puntos que ya se han mencionadoy que Guillermo Perry bien apuntaba, a loscuales yo incorporaría: certificación de ca-lidad, trazabilidad, huella carbono. Obvia-mente, esto tiene que ver con las PYMESformales, no tiene sentido partir con lasinformales.

Esto pareciera muy difícil, pero hay al-gunas experiencias que son interesantes,todavía relativamente marginales por los re-cursos, pero que dan buenas pistas. Quierodar un ejemplo. En el caso de Chile, hay unprograma que se ha reconstruido despuésde haber sido destruido por la administra-ción anterior, pero que ahora se ha revita-

lizado, y tiene que ver con un programa deproveedores de clase mundial para la in-dustria del cobre. Partió de una transna-cional, BHP Billiton, la empresa austra-liana, a la cual se han sumado ahoraCODELCO, la empresa del cobre, yCORFO, institución de fomento del Go-bierno Central. De lo que se trata es de ge-nerar proveedores, básicamente PYMES,para la industria del cobre, generando unacierta manufactura asociada al cobre. Perono solo eso, también ingeniería y serviciosasociados a aquello. Chile es líder mundialen las exportaciones de cobre, pero cuandouno mira las exportaciones de serviciosasociados al cobre, Canadá y Australia ex-portan diez veces más que Chile.

Entonces el gobierno actual lo está ha-ciendo, yo diría que no con suficiente con-vicción, pero se detecta rápidamente unproblema estructural. Esto tiene que sernecesariamente gradual; hay escasez deprofesionales para trabajar en esos rubros,es obvio que este es un tema de educacióny que hay que trabajar en esa dirección. Esoes lo que hace la estructura.

Y el tercer ámbito –y con esto concluyo–, es la pata de política institucional. Esto ob-viamente requiere de un marco político,requiere de un espacio institucional quepermita una visión concentrada de largoplazo, una alianza pública–privada que per-mita que se trabaje de manera coordinada,

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con un enfoque integrado entre distintasagencias públicas y también en el sector pri-vado. Sé que es fácil decir y no es fácil im-plementarlo, pero hay que tenerlo comonorte para poder trabajar. Cuando hablo decoordinación, estoy pensando en las agen-cias de promoción de exportaciones, deatracción de inversión extranjera directa,de fomento productivo, innovación y tec-nología, de educación y capacitación y deapoyo a PYMES.

En general, cuando uno entra con bis-turí en los países, no necesariamente estasagencias tienen objetivos compartidos, nonecesariamente tienen metas que puedanser modulares, de manera que la empresapueda ir ascendiendo por los distintos pro-gramas. Esto resulta relativamente obvio,parece más urgente cuando la escasez de re-cursos asume una dimensión crítica. Creoque hay espacio para trabajar, pero enten-diendo que el escenario externo y, porende, el crecimiento que va tener la región,no van ser los mejores en el resto de la dé-cada, a lo menos.

Federico Poli: Quiero engarzar lo quedijo Mario Cimoli con lo que decía Ro-berto Frenkel. Me parece que hay una pri-mera discusión que tiene que ver con lacuestión de la enfermedad holandesa.Como recordaba Roberto, hace algunos

años trajo acá, a este mismo grupo, un do-cumento en el que discutía la enfermedadholandesa y la contrastaba con las teoríasdel Fondo Monetario. Él decía: “no es soloun problema de fragilidad externa el niveldel tipo de cambio, es un problema de pro-ductividad del sector manufacturero”, esdecir, no solo interesa el nivel del tipo decambio si es permanente –porque no sécuánto es permanente– o si es transitorio osi me va generar un shock, una crisis de ba-lanza de pagos, sino que me interesa porver si sostiene la competitividad de nuestrosector manufacturero. Primera diferencia.Cuando hablamos de enfermedad holan-desa, no solo es fragilidad externa, sectorproductivo, y vinculado esto con lo que de-cía Mario, la cuestión de la rentabilidad re-lativa dentro del sector transable.

Volvamos al corazón de lo que estamoscriticando desde la tarde de ayer, la pri-marización de nuestras economías: cuandoen 2006 2007, antes de la crisis internacio-nal, las economías de América Latina es-taban creciendo a tope, en España había lavisión que cuando uno planteaba el temade la primarización y el tema de diversifi-car, te decían: “El mundo te está pidiendoeso, producí eso… Eficiencia asignativa. Eslo que está pidiendo el mercado… ¿Es quequieres volver a las viejas políticas indus-triales?” Y me parece que esa es una dis-cusión que esta rondado esta mesa. Si nos-

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otros queremos ir a una diversificación –ypodemos discutir hacia dónde, cómo ycuánto de esa diversificación, lo que creoque es un gran debate–, tenemos que me-ternos en los precios relativos, y meternosen los precios relativos significa una ope-ración muy complicada, porque sabemosque en el pasado se hicieron muchas tro-pelías en nombre de esta distorsión de losprecios relativos. Ahora, para romper y en-trar en la diversificación, como planteabaMario, la única manera es esa: decir cómose hace; cómo se hace con retenciones,cómo se hace con subsidios… Y ahí discu-timos políticas industriales y tecnológicas.

Sobre las políticas horizontales, quierodecir, las políticas de certificación de cali-dad, de huella de carbón, las políticas de fa-llas de mercado para las pequeñas y me-dianas empresas, sobre eso todos estamosde acuerdo. Tenemos que discutir políti-cas “hard”, que son políticas de subsidios.¿Cómo hizo España para tener un sector deenergías renovables competitivo a nivelmundial, que va a Estados Unidos y com-pite? Metiendo un montón de dinero. Si no,no podía competir con los combustibles fó-siles. Todo eso está claro. Pero ahí tienen unsector competitivo a nivel internacional,que lo generaron.

Nadie quiere hablar de estas cuestionesy todos murmuran: “este quiere volver ha-cer esas barbaridades.” Pero esto es lo que

tenemos que hablar si queremos cambiarlas estructuras productivas, de las políticas“hard”, que es donde se juega la transfor-mación productiva, desde Corea a Españaa cualquier país del mundo.

Walter Molano: Quiero hablar unpoco de lo que José Luis Machinea y SaúlWeisleder hablaban, que son más bien lasimplicaciones a futuro, las implicacionessociales, que para mí son bastante impor-tantes, y viviendo en los Estados Unidos,digo que esta revolución llegó, no que va lle-gar, es que ya llegó.

Lo que se habla mucho en los EstadosUnidos, es que se ha convertido un país dedos economías: las economías de las costasy la del interior. Uno va a Nueva York o aBoston o a San Francisco y se encuentracon muchos jóvenes entrepreneurs con susempresas, multimillonarios haciendo for-tunas, y con todo el multiplicador que hayahí… Entonces el costo de vivienda sube;hay mucho trabajo, muchos restaurantes ytodo está lleno. Pero, cuando uno va al in-terior de país, se encuentra de verdad conAmérica Latina. Mis suegros son de unpueblo en el sur de Illinois, un pueblo decampo, dedicado a lo agrícola, y mucha dela proteína con la que se alimenta la gentede ahí, proviene de la caza en el invierno;la forma que calienta sus casas, es con leña,

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y no la usan de una forma romántica, lausan para no congelarse… Ellos van y cor-tan la leña y calientan así las casas. Uno vaa un mercado y ve la gente sin dientes,gente pobre que no es nada diferente de laque uno ve en los países latinoamericanos.Hay más prosperidad en países latinoame-ricanos porque hay tanto crédito que no seencuentra en Estados Unidos. En el mismocampo muchas de las maquinarias son ope-radas por robots de alta tecnología. Este esun cambio que está llegando, brutal. Y loque dice Saúl es que tenemos que inventarun nuevo modelo.

Ves cosas como la matanza de Charles-ton, los disturbios en Filadelfia, Baltimore.Eso no es tanto el racismo, es una rabia queestá brotando, es gente que ha caído total-mente del sistema económico: no son em-pleables, ni siquiera hay camiones que pue-dan manejar… Son problemas muyimportantes que tenemos que empezar aatender. Eso de la tecnología es muy inte-resante; tengo un aparato en mi cocina,uno le hace preguntas y contesta lo queuno quiere saber, ¿qué hora es en Berlín?Es increíble. La cosa es que los robots sonuna realidad y van a tener un impacto muyimportante, social y político, en el mundo.

Juan Triana: Como economista, a me-nudo siento que estamos enfrentando pa-

radigmas sumamente nuevos desde elpunto de vista tecnológico con paradigmasteóricos absolutamente viejos, y volvemosa recordar a Keynes y no sé a quién más…Los economistas no hemos podido inter-pretar lo que está pasando con la economíay la tecnología. José Manuel Salazar y Ma-rio Cimoli lo ponía claro: estamos en un pa-radigma tecnológico que cuestiona todo loque hasta ahora conocíamos de la relaciónde tecnología y trabajo, y no sabemos cómoenfrentarlo. Eso es lo primero que queríadecir. Lo segundo, es que preocupa mucho–es importante tener otros actores en eltema de la educación, pero a mí me preo-cupa mucho– una cosa que se dijo aquí:dentro de 30 años, un grupo de empresasimportante no van a existir y otras empre-sas darán empleo. Cuando uno sesga de-masiado la educación hacia las necesidadesde corto plazo de las empresas, se compro-mete estratégicamente, porque los para-digmas tecnológicos actuales llevan a nue-vas carreras, a nuevos puestos, a nuevasmanera de entender el conocimiento y deasimilar el conocimiento, para lo cual no es-tamos preparados. Yo me sobrecojo cadavez que mis amigos bio–tecnólogos me di-cen que una célula es una fábrica que pro-ducen 20 millones de productos, pero lostrabajadores que trabajan dentro de las cé-lulas no son ni ingenieros físicos, ni quími-cos, ni matemáticos, ni biólogos, son todo

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eso junto a la vez. Y todavía formamos ennuestras carreras ingenieros en química, yeso lo que está demostrando es que tene-mos un desfase grande en nuestra visión decómo tenemos que educar hacia el futuro.

Rebeca Grynspan: Es difícil añadiralgo después de esta rica discusión, pero yoquiero referirme al tema de educación, apropósito de lo que se mencionó sobreChile. El gran reto de América Latina escómo universalizar el acceso con calidad,no cómo mejorar la calidad excluyendo, yChile tiene un sistema educativo que ex-cluye, muy segmentado, y hay que haceralgo sobre eso. Todos podemos aumentar lacalidad hacia un sector y dejar al otro sec-tor rezagado. Lo que digo es que hay quever esto con cuidado, tal vez no conozco losúltimos estudios de Chile, estoy dispuestaa revisarlos. Pero el tema de la segmenta-ción, el tema del “descreme”, es un temareal en Chile, no es menor, y cuando yo ibay preguntaba por las pruebas, a uno le en-señaban siempre cómo se comportabandentro del mismo sector social, le mostra-ban las pruebas por sector social. Eso no teda movilidad. Yo no estoy tan segura deque no había que hacer algo con el temaeducativo, a mí me parece que aquí sí hayuna que hacer una cosa, porque en Amé-rica Latina todavía seguimos con una retó-

rica muy perversa de que hay una contra-dicción entre acceso y calidad. Entonces, siuno habla de calidad, es de derecha, y si ha-bla de acceso, es izquierda, y no nos pone-mos de acuerdo. Hay que comenzar hablarde la calidad como un elemento funda-mental de la perpetuación de las desigual-dades dentro de la política social, no solodentro de la política productiva. Creo quetodavía nos falta un camino por recorrerahí, y creo que hay que ver modelos fuerade América Latina, porque en América La-tina no hemos hecho lo de la calidad muybien (probablemente, con la excepción deCuba, que tiene tal vez la mejor calidadeducativa), y deberíamos aprender más deotras latitudes que lo han hecho mejor. De-beríamos aprender más sobre eso. El temade la calidad en la educación es funda-mental, no sabemos muy bien cómo ha-cerlo y ahí, por lo menos nosotros, nos lohemos planteado siguiendo lo que ha he-cho la OCDE –el tema de los skills y las ca-pacidades; los softskills que se necesitanahora en el mercado laboral–, porque creoque uno puede actuar sobre eso más rápi-damente que sobre todo el sistema educa-tivo para que mejore la calidad, y creo quetenemos que tomar acciones para actuar enel corto plazo, para mejorar las insercionesy la productividad, pues hay cosas que en elcorto plazo se pueden hacer sobre eso y nohay que esperar veinte años.

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No estoy segura sobre la educación dual,creo que requiere un poco más de discu-sión, especialmente pensando en la reali-dad de América Latina. La OIT está muycasada con lo de la educación dual, lo hevisto mucho en la discusión aquí en Eu-ropa. Me parece que debiéramos discutirlomás profundamente, porque es un temamuy importante, y en educación dual la po-sibilidad de ir en una dirección y luego de-volverse es muy baja, es todavía muy infle-xible. Por lo menos yo, quisiera entenderlamejor, si eso es lo que estamos proponiendopara la región.

Y una cosa sobre protección social, res-pecto a algo que se dijo sobre la salud y losimpuestos. Creo que es un error pensarque podemos ir hacia sistemas universalesde protección social basados en los im-puestos. Creo que tenemos que ser muyfirmes en que queremos sistemas contri-butivos, porque no vamos a poder pagar nila educación ni las pensiones con sistemasque vienen solo del sistema impositivo. Te-nemos en la región ejemplos suficiente-mente fuertes de sistemas contributivosque han ampliado su universalidad, que sehan ampliado con contribuciones de lagente, no solo con impuestos. Y, por su-puesto, ahí entramos en la discusión sobrela fragmentación de los sistemas. Yo soyuna convencida de que, además, hay untema de la conducta individual en los sis-

temas no contributivos con respecto a lossistemas contributivos, creo que es una dis-cusión muy importante, porque la univer-salización del sistema de protección sociales fundamental.

Y aquí voy al tema de redistribución, aque nuestros sistemas son muy poco redis-tributivos en lo fiscal. Aquí solo quiero ha-cer dos observaciones. Me parece que me-rece más investigación, o por lo menossaber la metodología sobre la que se diceeso. Muchas veces, cuando fuimos a estadiscusión, en muchos indicadores que seusaban para valorar la redistribución semetía el tema de pensiones como transfe-rencias, cuando son sistemas contributi-vos, y esos es un error porque si uno estácontribuyendo, no puede referirse a los sis-tema de contribución social como transfe-rencias simples de impuestos, porque si nohay una relación entre tu pensión y tu con-tribución, se rompe el sistema contribu-tivo… He visto algunos estudios que co-menten ese error. Siempre se dice que enAmérica Latina uno de los temas que haceel sistema fiscal más regresivo, es el sis-tema de pensiones. El sistema de pensionescon cargo a los presupuestos públicos, loentiendo, pero sistemas contributivos, esotra historia. Hay dos opciones, ver la pen-sión como un sistema de transferencia o verla pensión como una parte del ingreso, por-que te lo has generado con contribuciones

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pasadas. El CQ de Julia S. O`Connor andNora Lustiq tiene las dos definiciones.Elige la que prefieras y esa desigualdad semantiene. No podemos brincar a conclu-siones muy rápidas sobre esto, hay que vermuy bien sobre qué estamos hablando.

Y aquí va mi última observación: creoque tenemos que pasar, igual que elmundo, de los Objetivos del Milenio a losObjetivos del Desarrollo Sostenible. LosODM eran voluntaristas; la economía no fi-guraba, era una agenda centrada en el sec-tor público. Una de las cosas importantesque no tienen los ODM, es que no pode-mos seguir adelante sin el sector produc-tivo, sin hablar con otros actores; el sectorprivado tiene que ser parte del diálogo.Hay actores distintos que vienen a laagenda de los Objetivos del Desarrollo Sos-tenible –esa es la diferencia con los ODM–y creo que nosotros, en América Latina, es-tamos todavía mucho en los ODM y no enlos ODS. El diálogo para hacer las políticastiene que incorporar a actores a quienes noconsideramos tan importantes en el pa-sado, y el sector privado es, sin duda, unode ellos.

Eso, hacia adelante. Pero, también, eltema de la sostenibilidad. Porque nosotrossiempre vamos rezagados con respecto a loscambios tecnológicos, modelos producti-vos, etc. Y América Latina tal vez tiene laposibilidad de dar un salto grande, en tér-

minos de cuáles van hacer los incentivos desustentabilidad. Estamos discutiéndolopara atrás y, de alguna manera, deberíamosdiscutirlo también hacia adelante.

Coincido también con los que han dichoque la macro debe estar bien con el temadel rezago, con el tipo de cambio. En el tér-mino de los incentivos a los agentes, creo sítiene que haber una mayor discusión, entérminos por supuesto la complementarie-dad –todo lo relativo a infraestructura y alogística, tan rezagado en la región, y porsupuesto los sistemas de innovación.

Pero la otra cosa –y por eso decía lo delos ODS, que tiene que pasar algo a nivel dela empresa–, no son solo las capacidades dela gente (algo que todos estamos deacuerdo), pues cuando esa misma gente seva a otro lado, es más productiva y la pro-ductividad aumenta. O sea, hay un pro-blema a nivel de la empresa de América La-tina. ¿Por qué los migrantes de México,con la misma educación, son más produc-tivos en Estados Unidos que en México?Hay un problema a nivel de la empresamisma. ¿Y qué cosas estamos haciendo aese nivel, a nivel de la empresa? Lo decíaJosé Manuel Salazar: el “missing middle”.

El estudio que hizo el Banco Mundialdecía que el problema no es tanto de lasnuevas empresas. Hay suficiente creaciónde empresas en América Latina, pero nocrecen, no llegan a ese “middle”. ¿Cuáles

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son los obstáculos? Deberíamos planteár-noslo de nuevo. ¿Qué está pasando? ¿Cuá-les son esos incentivos que no nos permitencrear esa franja media?

Una de las explicaciones que hay que vercon más detalle, además de los obstáculosy los incentivos, es que son más productivaslas empresas que exportan que las que vanal mercado interno. Seguimos teniendo esteproblema de que no hay una mejoría de laproducción. Cuando vas al mercado in-terno, tenés muy baja productividad, ycuando vas al mercado externo, encontra-mos las que logran dar el salto. Seguimosteniendo esa dualidad en la producción en-tre el mercado interno y el mercado ex-terno, y tenemos que crear los incentivospara que esto desaparezca, para que sinimportar qué es lo que hacemos, lo haga-mos con mucha mejor productividad. Deotra forma, no vamos a integrar la estruc-tura productiva, siempre vamos a tener elproblema de que podemos irnos atrás en lacadena, no podemos agregar más valor.Entonces hay un problema de innovaciónen la empresa y hay un problema de arti-culación, pues seguimos teniendo distin-tas productividades dependiendo a cualmercado van dirigidos nuestros productos.

Ya para terminar, tengo una preocupa-ción, no solo con el tema de la educación,si no con el tema del talento. Me parece quehay un tema de organización social para de-

tectar el talento en la sociedad, creo que te-nemos un problema cultural y de organi-zación social; un problema cultural –por-que en América Latina, si tratás de haceralgo y fracasás, sos un fracasado, en lugarde ser este un punto bueno en tu currí-culo–. Para la innovación hay que cambiarde alguna manera esa cultura, hay quearriesgarse, hay que fracasar, hay que vol-ver a hacerlo. No se te pueden cerrar todaslas puertas porque trataste de hacer unacosa y no te salió la primera vez. Me pareceque ese es un problema y una restricción ennuestra sociedad, muy distinta en eso a laanglosajona, en donde más bien el inten-tado hacer una empresa, por ejemplo, esbueno para tu currículo.

En cuanto a lo institucional, estoy deacuerdo: hay un problema cultural en lasinstituciones y en las reglamentaciones, yesperamos el World Development Reportpara pensar más en eso, pero también hayun tema de organización social. Fui hacepoco aquí en Madrid al “Media Lab” y esun mundo para nosotros desconocido. Ahíse reúnen los jóvenes, se plantean un pro-blema y colaboran mil personas en buscarla solución a un problema específico. Ahíhay una gran innovación, una gran posibi-lidad de innovación en formas distintas deasociación en la sociedad, algo en lo quenosotros no estamos pensando. Hay quecrear nuevos espacios en los que eso se dé,

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la innovación, pues una idea genial puedevenir de donde menos la esperamos. Comosociedades, no estamos preparados paracrear esos espacios más colaborativos. Solopara dar un ejemplo –y esto es algo nuevotambién para mí, porque nuestra genera-ción no se crio así–: clasificaron un pro-blema de unas fotos en la NASA y partici-paron treinta mil personas en esaclasificación. Es otro mundo, una cosa dis-tinta de lo que nosotros hemos vivido, unajuventud creando espacios distintos… Pre-gunté sobre el tema de la propiedad inte-lectual, cómo lo están solucionado, y lo es-tán planteando de maneras totalmentedistintas a las que nosotros pensamos sobreeso. Solo lo dejo planteado, porque si esta-mos hablando del nuevo mundo, ese nuevomundo no será porque surjan áreas dife-rentes, sino porque que va a haber nuevasformas, nuevos espacios de organizaciónsocial y de creación de riqueza y de ta-lento…

José Manuel Salazar–Xirinachs:Muchos de los comentarios no se refirieronal cambio tecnológico, en parte porque esahí donde está lo nuevo, eso es lo que nosreta, eso es lo que no entendemos por la dis-torsión profesional y porque, como econo-mistas, no estamos entrenados para hablarde eso. Además, las organizaciones estánluchando con estas cosas; son temas que se

nos vienen, que están con nosotros, estasplataformas colaborativas… Está cam-biando el mundo del trabajo. Por ejemplo,Apple tiene ochocientos mil trabajadores,pero solo sesenta y tres mil trabajan direc-tamente con Apple, los demás son outsour-cers y cadenas de valor para diseñar, vender,manufacturar, ensamblar los productos. Esun modelo de negocios totalmente dife-rente. Cada vez es más hacia afuera, enplataformas colaborativas, el crowdsourcing.

Se habló de Keynes, se habló de tipos decambio, se habló de términos de intercam-bio, temas importantes pero conocidos. Al-guien dijo: ¿Qué sabemos y qué no sabe-mos? Me parece que sabemos bastante bienque un tipo de cambio real, competitivo, esclave para una estrategia desarrollo.

¿Qué sabemos de Keynes? Kalecki lodijo muy claro: los países desarrollados tie-nen suficiente stock de capital, para poderemplear toda la fuerza de trabajo produc-tivamente si el nivel de demanda agregadaes suficiente. Pero en países en desarrolloesto no es así. En América Latina estamoshablando de países que tienen un 60%, 50%de informalidad, en donde por definiciónno está el stock de capital para emplearproductivamente toda la fuerza de trabajo.Por eso hablamos tanto de informalidad. Esun tema viejo y bien conocido, lo mismoque los términos de intercambio; temas im-portantes, siempre relevantes.

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¿Pero qué es lo nuevo? Lo nuevo es estetema –Saúl Weisleder lo puso muy bien– ydel estilo desarrollo, que hay que replantearradicalment, y mucho del replanteamientopasa por las políticas de desarrollo pro-ductivo, pero partiendo de esas nuevas re-alidades, de esos impactos ¿Cuál es el ritmode penetración de esas nuevas tecnologíasen los sectores? Sabemos muy poco de eso.¿Cómo están los jóvenes, las reformas desistemas educativos en formación vocacio-nal, la colaboración del sector privadomismo? Ahí, el tema institucional se vuelveabsolutamente central.

Por otro lado, el tema de la productivi-dad es clave. Creo que hay que renovar laconversación, hay que enfocarse y entenderbien el tema de la productividad. Me pa-rece que es importante la inversión en lagente –educación, entrenamiento y los sis-temas nacionales de innovación–, pero esosson solo dos elementos. Desde luego haygrandes brechas en cantidad y en calidad,y eso hay que atacarlo. Y ni hablar del sis-tema de innovación. Los porcentajes de in-novación y desarrollo son bajísimos, la ma-yoría son del sector público; las empresasno hacen investigación y desarrollo enAmérica Latina, y tenemos muy pocos fon-dos concursables. Las políticas de ciencia ytecnologías fueron capturadas por las bu-rocracias y las universidades y no llegaronen muchos casos las empresas.

Hay una nueva visión, me parece a mí,en esto del desarrollo productivo. AhoraStiglitz sacó ese libro. “Learning Society”,y lo que Ricardo Hausmann, en compañíade César Hidalgo, han estado haciendo so-bre la complejidad económica con sus ma-pas, el “Atlas de Complejidad Económica.”Me parece que ahí es donde está lo nuevo,en políticas de transformación productiva,y donde está la nueva conversación.

Es una nueva conversación de “capabi-lity”, de capacidades, y es un enfoque quenos dice que el crecimiento es aprendizaje,pero el aprendizaje no solo es en las escue-las, el aprendizaje no solo es en los centrosde formación, el aprendizaje que importapara el nuevo “know how”, para crecer, estáen las empresas. Ese es el centro: el sistemaeducativo y el sistema de formación voca-cional tienen que estar al servicio de dondeestán las destrezas que se aplican. No ennuestros sistemas educativos, donde el 85%– 90% de los graduados son en Ciencias So-ciales y no en matemáticas e ingenierías,como dice el Reporte de la OCDE. La pre-gunta es: ¿A dónde aprenden las socieda-des? Aprenden en las empresas, aprendenen las cadenas de valor, aprenden en los sec-tores productivos, aprenden en las organi-zaciones públicas y privadas y tambiénaprenden en la educación formal y en loscentros de formación profesional. Pero queno caigamos en la conversación vieja de

Presente y futuro del empleo en el mundo de la nueva normalidad y el cambio tecnológico acelerado

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que el aprendizaje que cuenta es única-mente la educación formal. El aprendizajeque importa para el crecimiento es el otro.

La institucionalidad para las políticasde desarrollo productivo es clave. Hay otrotema nuevo, y déjenme solo leer la lista,porque el reporte del BID del 2010 fuecompletísimo en materia de los retos deproductividad de América Latina, las cau-sas de la baja productividad de AméricaLatina, y no son necesariamente en el or-den de importancia:

1. El problema de productividad en sec-tores; el tamaño y la baja productivi-dad del sector servicios es el gran pro-blema; parte de servicios son de altaproductividad y otros de bajísima.

2. Somos una región de empresas dema-siado pequeñas. La pregunta es: ¿porqué? ¿Cómo hacemos o cuáles son losobstáculos para las empresas? ¿Climade negocios, de créditos?

3. La falta de crédito impacta negativa-mente la productividad

4. Los complejos sistemas impositivosque impactan negativamente.

5. La limitada cobertura y forma de fi-nanciamiento de los programas deprotección social.

6. Las deficiencias en los sistemas de in-novación.

7. La falta de inversión en educación y ladeficiencia en los sistemas de calidad

8. La deficiencia en infraestructura. Todo esto es relevante, la prioridadvaría de país en país. Y una últimacosa que podría agregar aquí, son lasdeficiencias institucionales, porquesimplemente no tenemos las institu-ciones para atacar estos problemas demanera integral.

Gina Magnolia Riaño: Responderéalgunas preguntas y comentarios. Paraahondar sobre las experiencias positivasde promoción de la informalidad a la for-malidad, en el tema del empleo juvenil, al-gunos países han resuelto subsidiar la con-tribución a la protección social a este grupode jóvenes o a los emprendedores, y de esamanera estimular la mayor formalizaciónde los jóvenes y de los emprendedores, evi-tando este costo adicional de la SeguridadSocial.

Por otro lado, las coberturas de protec-ción social de pensiones no contributivasson, en efecto, transitorias: no han obede-cido a una reforma del sistema de pensio-nes, están por fuera del sistema y, por esomismo, requieren de una institucionalidad.¿Qué se está promoviendo? Que haya unpiso de protección social por la OIT, pornosotros; que haya un primer pilar de pro-tección social que evite la pobreza en la ve-jez, porque es indigno que una persona

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esté en la pobreza en su etapa final, si loshemos tenido excluidos del mercado labo-ral, les hemos cerrado el acceso a la for-malización, son la generación menos edu-cada, menos incorporada, menos incluiday, al final de la vida, los estaríamos casti-gando… Pero, por supuesto, son sistemascomplementarios de protección social.

Y un comentario sobre la afirmaciónde por qué se debe financiar con impues-tos los sistemas de salud. Esto hace unpoco al contenido de “derecho” que tienela salud como derecho fundamental; lasalud ha transitado de ser solamente underecho prestacional a ser un derecho fun-damental. ¿Y cuáles son los derechos fun-damentales? Los que hacen a la dignidadde la persona. Parece poco probable queun sistema pueda negarle un servicio desalud a una persona solo porque no hacontribuido, y buena parte de las consti-tuciones de la región se han modificadopara establecer Estados Sociales de Dere-cho. ¿Qué implica un Estado Social deDerecho? Que hay que atender los dere-chos fundamentales que son esencialespara los sistemas políticos. La JusticiaConstitucional llegó para eso. Ningunacorte institucional permitiría que negára-mos los derechos porque una persona noha contribuido, buena parte de esos 130millones de personas que trabajan en la in-formalidad no tendrían acceso a un sis-

tema de salud de calidad. Entonces, loque hay que ver es que estamos adminis-trando, gestionando derechos de las per-sonas, y en ese sentido hay que financiarsecon el esfuerzo contributivo de todos,como el sistema que impera en Europa.

Por último, en cuanto a las pensiones, lafinanciación proviene de otras fuentes, nosolo de las contribuciones, pero estoy deacuerdo en que en lo referido a las pensio-nes debe haber un esfuerzo de ahorro porparte de los trabajadores y se debe reflejaren esa misma proporción en su retiro.

Mario Cimoli: También me referiré aalgunos comentarios y preguntas.

Primero: no porque se mantenga unatasa de cambio relativamente competitiva,en el mediano–largo plazo se van a generarcapabilities sectoriales. Se entiende que sugeneración es un tema de políticas micro yque tiene que ver con un sistema de inno-vación. La creación de capabilities dependemuchísimo de un proceso de formación yeducación, un tema de demanda del sectorproductivo, una formación profesional.

Sobre el tema de la política, no creo quesea un tema racional. La política, inclusivela macro, responde no solo a la construc-ción racional de la política en un esquema,depende del political economy, de las posi-ciones, de la fuerza… Lo que digo es que se

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la política macro, la política micro y lasinstituciones dependen muchísimo del po-litical economy del país: las posiciones defuerza, los grupos, los posicionamientos,la tecnología. De ahí también se eligen lasvariables.

Y quiero cerrar con un ejemplo sobre latecnología. Nosotros hicimos recientementeun estudio que nos causó bastantes pro-blemas, estimando cuánto empleo generanFacebook, Google y Amazon a nivel regio-nal en América Latina… Si nos va bien ge-neran 600, 700 empleos. ¿Y cuánto rastri-llan de términos de rentabilidad? Brutal.¿Cómo vamos a manejar esa tecnología?¿Cómo la vamos a dominar? ¿Cómo la va-mos a interpretar? Ese es un tema nuevo einteresante, candente.

Estamos preparando un documento quetiene que ver con telefónicas vs. contenido.Las telefónicas generan a nivel regional en-tre 25 mil a 45 mil empleos, dependiendode cómo se tome el sector ampliado; todaslas empresas de contenido generan 700,800 puestos. Las nuevas tecnologías estánmodificando la estructura y la capacidad degenerar empleos a nivel regional. Esto es di-

fícil prevenirlo; de ahí que también la tec-nología es polítical economy, porque la bata-lla que hay entre las telefónicas y el conte-nido –que se ven en Europa y a nivelregional, entre nosotros– así lo demuestra.

Creo que acá hemos visto muchas rece-tas de cosas que sabemos, pero atrás haytodo un tema de políticas, de political eco-nomy, que es muy importante entender.Creo que a este tema tenemos que entrarlemuchísimo más, tenemos que hacer unsalto de calidad.

Rebeca Grynspan: Solo me resta darlas gracias a todos, de parte de Guillermoy mía, primero por la pasión en esta discu-sión; segundo, porque todos se quedaron yporque de verdad hubo mucho interés. Estose hace porque queremos reunirnos a con-versar entre nosotros, esperamos poder ha-cerlo de nuevo el próximo año y que poda-mos, nuevamente, tener una agenda quegenere tanto interés como el que ha gene-rado esta vez. Les deseamos un muy buenregreso a casa. No se olviden de nosotros.Muchísimas gracias.

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VPERFIL BIOGRÁFICO DE LOS AUTORES

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AMARAL, SERGIOEx Ministro de Desarrollo, Industria y ComercioExterior de Brasil, Presidente Emérito del Con-selho Empresarial Brasil-China

Licenciado en Derecho por la Universidadde Sao Paulo, continuó sus estudios de pos-grado en Ciencias Políticas en la Universi-dad de Paris I (Panthéon-Sorbonne). Haocupado altos cargos en la administraciónpública brasileña entre los que destacan:Ministro de Estado de Desarrollo, Indus-tria y Comercio Exterior; Secretario Eje-cutivo del Ministerio de Medio Ambiente,Ministro-Jefe de la Secretaria de Comuni-cación de la Presidencia y Portavoz del Pre-sidente de la República. Cómo diplomá-tico, ha servido en Paris, Bonn, Ginebra yWashington. Ha sido embajador en Lon-dres y París. También ha ejercido comogobernador ante el Banco Mundial y elFMI y como representante de Brasil en elGATT (Ronda de Uruguay). Actualmentees director de la Fundación Armando Al-vares Penteado y de Felsberg y Asociados,así como de diversas empresas y PresidenteEmérito del Conselho Empresarial Brasil-China.

CIMOLI, MARIODirector de la división de Desarrollo productivo yEmpresarial de la CEPAL

Es Doctor en Economía por la Universi-dad de Sussex y desde 1992 ejerce comoProfesor de Economía en la Universidad deVenecia (Ca’Foscari). Ha participado ennumerosas publicaciones de artículos y li-bros, como autor así como editor, en elcampo del desarrollo y de políticas al de-sarrollo, tanto en el ámbito industrial comoen el de la ciencia, la innovación y la tec-nología. Es, desde 2004, co-director del Ini-tiative for Policy Dialogue de la Universi-dad de Columbia. En la actualidad esDirector de la división de Desarrollo pro-ductivo y Empresarial de la CEPAL.

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FERnÁnDEz DE SOTO, GUILLERMODirector para Europa del Banco de Desarrollo deAmérica Latina

Jurista y Economista por la Pontificia Uni-versidad Javierana, con una especializaciónen Ciencias Socio-Económicas de dichaUniversidad, y estudios de postgrado enRelaciones Internacionales de la Universi-dad de Georgetown y Manejo de Conflictosde la Universidad de Harvard; ha ocupadoimportantes posiciones en los ámbitos pú-blico y privado. Ha sido Ministro de Rela-ciones Exteriores de Colombia, SecretarioGeneral de la Comunidad Andina, Presi-dente del Comité Jurídico Interamericano(CJI) de la Organización de Estados Ame-ricanos, Embajador de Colombia ante elReino de los Países Bajos, y ante la Organi-zación para el Control de Armas Químicas(OPCW). También ha sido miembro de jun-tas directivas de instituciones financierasnacionales, Consultor, Árbitro, y Asesor enasuntos internacionales y comerciales, entreotros. Actualmente es el Actualmente, es elDirector para Europa del Banco de Des-arrollo de América Latina.

GRynSPAn, REbECASecretaria General Iberoamericana

Economista costarricense, tiene un Másteren Economía de la Universidad de Sussex.Entre 1994-1998 fue elegida Vicepresidentade Costa Rica; y ejerció como Ministra deVivienda, Ministra coordinadora de Asun-tos Económicos y de Asuntos Sociales enese mismo período y Viceministra de Fi-nanzas. También ha sido Directora de laSede Subregional en México de la CEPAL,Subsecretaria General de la ONU y Direc-tora Regional de la Dirección Regionalpara América Latina y el Caribe delPNUD. Ha formado parte de iniciativasfundamentales de las Naciones Unidascomo el Grupo de trabajo del Proyecto delMilenio sobre Pobreza y Desarrollo Eco-nómico, y el Panel de Alto Nivel sobre el Fi-nanciamiento del Desarrollo. Es miembrodel Grupo Asesor Internacional de la Ini-ciativa Think Tank del Centro Internacio-nal de Investigaciones para el Desarrollo yha trabajado con diversas instituciones gu-bernamentales, con organizaciones na-cionales e internacionales como consejera,asesora e investigadora.

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JÁUREGUI, RAMónPresidente de la delegación en la Asamblea Par-lamentaria Euro-Latinoamericana

Ingeniero técnico y Licenciado en Dere-cho, ha dedicado su vida a la política. FuePresidente de la Gestora municipal de SanSebastián, Delegado del Gobierno en elPaís Vasco, Vicelehendakari del GobiernoVasco, diputado de las Cortes y Ministro dela Presidencia con el Presidente José LuisRodríguez Zapatero. También ha sido Eu-rodiputado, formando parte de distintasComisiones (Asuntos Constitucionales, Co-misión Especial sobre Resoluciones Fisca-les y Otras Medidas de Naturaleza o Efec-tos Similares, de la Delegación para lasRelaciones con los Países de la ComunidadAndina). En la actualidad, preside la Dele-gación de la Asamblea Parlamentaria Euro-latinoamericana.

L’HOTELLERIE, PILARDirectora General de Asuntos Internacionales,Banco España

Licenciada en Economía y Empresarialespor la Universidad Complutense de Ma-drid, tiene un Master en AdministraciónPública de la Escuela de la Kennedy Schoolof Goverment de Harvard. Entró en elBanco de España en 1983 dónde ha ocu-pado distintas posiciones de alto nivel. Hasido miembro del Comité de Política Eco-nómica en la Unión Europea y del Comitéde Política monetaria del Eurosistema.También ha sido profesora de Economía enla Universidad Complutense y en la Uni-versidad CEU San Pablo. Desde 2006 es laDirectora General de Asuntos Internacio-nales del Banco de España.

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MACHInEA, JOSé LUISEx Presidente del Banco Central de la RepúblicaArgentina y Ex Ministro de Economía

Doctor en Economía por la Universidadde Minnesota, ha desarrollado una larga ydistinguida carrera tanto en el sector pú-blico como el privado. Ha sido consultordel BID y del Banco Mundial. Ha sido tam-bién Presidente de la Fundación Argen-tina para el Desarrollo con Equidad, FADEy Director de Investigación del Institutode Desarrollo Industrial de la Unión In-dustrial Argentina. Ha ocupado diversoscargos en el gobierno de su país, entre ellosel de Presidente del Banco Central de Ar-gentina, el de Subsecretario de EconomíaPolítica, Subsecretario de Planificación yMinistro de Economía. Anteriormente, fueGerente de los departamentos de Finan-ciamiento Público y de Investigación delBanco Central. Es autor de numerosas pu-blicaciones aparecidas en revistas especia-lizadas, y libros sobre macroeconomía yasuntos financieros y monetarios.

PERRy, GUILLERMOEx Ministro de Hacienda de Colombia y Ex Eco-nomista Jefe para América Latina, Banco Mundial

Docotrado en Economía y en InvestigaciónOperacional por el Massachusetts Instituteof Technology, ha ocupado numerosos car-gos en el sector público colombiano: el Mi-nisterio de Hacienda, el Ministerio de Mi-nas y Energía, ha sido miembro de laAsamblea Constitucional y del Senado dela República. También ha sido consultor enmateria de finanzas públicas a través delHarvard Institute for International Deve-lopment, del Banco Mundial, del BID yotras instituciones. Ha dirigido el Think-tank FEDESARROLLo y el Centro paraEstudios de Desarrollo Económico y haejercido como profesor en Universidad delos Andes and Universidad Nacional deColombia. Actualmente es miembro de laJunta de Gobierno de la Global Develop-ment Network, del Comité Ejecutivo deLACEA y de la Junta Directiva de Fedesar-rollo.

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RAMíREz, MARTA LUCíAEx Ministra de Comercio Exterior y de Defensa,Colombia

Abogada de la Pontificia Universidad Jave-riana con especializaciones en CienciasEconómicas, Derecho Comercial, Finan-ciero y Alta dirección Empresarial. Ha des-empeñado importantes cargos en las áreasde derecho comercial, económico, interna-cional y financiero, tanto en el sector pú-blico como el privado. Ha sido Viceminis-tra y Ministra de Comercio Exterior;Ministra de Defensa; Embajadora en Fran-cia y Senadora de la República. En el sec-tor privado ha sido presidenta ejecutiva deentidades como Invercolsa Y ANIF, asícomo de otros gremios como Fedeleasing.Igualmente, ha sido empresaria, consul-tora privada y ha participado en calidad demiembro de numerosas juntas directivas.

RIAñO, GInA MAGnOLIASecretaria General de la OISS

Licenciada en Derecho es especialista enSeguridad Social de la Universidad Exter-nado de Colombia y tiene un Máster en Di-rección y Gestión de los sistemas de Segu-ridad Social y De Bienestar y ServiciosSociales de la Universidad de Alcalá y laOISS. También es especialista en DerechoAdministrativo por la Universidad de Ro-sario. Es docente e investigadora y ha ejer-cido como profesora de posgrado en múl-tiples universidades. En Colombia, ha sidoMinistra de Trabajo y Seguridad Social yMinistra de Salud encargada. También hapresidido el consejo directivo del Institutode Seguro Social, la Caja Nacional de Pre-visión Social y ha sido Secretaria Generaldel Instituto Nacional de Transporte yTránsito. Ha sido Directora de la Delega-ción de la OISS en Colombia. Actual-mente, es la Secretaria General de la Or-ganización Iberoamericana de SeguridadSocial.

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ROSALES, OSvALDODirector de la división de Comercio e integración,CEPAL

Economista, Licenciado en Ciencias Eco-nómicas de la Universidad de Chile conuna maestría en Economía por la misma, seha especializado en temas de desarrolloeconómico y de economía internacional.Es Ex–Investigador y docente en la Facul-tad de Economía de la Universidad deChile. Ha asesorado a diversos gobiernos ya organizaciones empresariales de la re-gión en temas de política económica, ne-gociaciones comerciales y administraciónde acuerdos comerciales y ha sido DirectorGeneral de Relaciones Económicas Inter-nacionales de Chile. También ha sido JefeNegociador en el Tratado de Libre Co-mercio entre Chile y Estados Unidos; en elAcuerdo de Asociación Política y Econó-mica con la Unión Europea y en la nego-ciación del Tratado entre Chile y Corea. Enla actualidad es el Director de la división deComercio Internacional e Integración deCEPAL.

STEInbERG, FEDERICO Economista Principal, Instituto Elcano

Doctor en Economía por la UniversidadAutónoma de Madrid, realizó un Masteren Economía Política Internacional por laLondon School of Economics y otro en Rela-ciones Internacionales por la Universidadde Columbia. Ha realizado estancias de in-vestigación en Georgetown y Harvard y hasido profesor invitado en los programas depostgrado del Instituto de Empresa, de laUniversidad Pontificia de Comillas(ICADE), del Instituto Universitario Or-tega y Gasset y de la Fundación FIAAPP.Ha trabajado como consultor para el BancoMundial en Washington DC, Ghana y Bo-livia, así como en la Oficina Ejecutiva delSecretario General de Naciones Unidas.

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