viii ca r los fuentealba para américa...

Conferencia Regional

CaRlos FuentealbaVIII Internacional de la Educación

para América Latina

8 al 10 de junio 2011,Buenos Aires, Argentina

D E c L A r A c I ó n D E B u E n o s A I r E s– E s P A Ñ o L - P o r t u g u ê s - E n g L I s h –

Internacional de la EducaciónOficina Regional para América Latina

www.ei-ie-al.org

www.ei-ie-al.org

Organizaciones Afiliadas en América Latina

Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA), Argentina

Confederación de Educadores Argentinos (CEA), ArgentinaFederación Nacional de Docentes Universitarios (CONADU), ArgentinaConfederación Nacional de Maestros de Educación Rural de Bolivia

(CONMERB), BoliviaConfederação Nacional dos Trabalhadores em Educação (CNTE), BrasilFórum de Professores das Instituições Federais de Ensino Superior

(PROIFES), BrasilConfederação Nacional dos Trabalhadores de Estabelecimento de Ensino

(CONTEE), BrasilColegio de Profesores de Chile (CPC), ChileConfederación de Trabajadores y Trabajadoras de la Educación Chilena

(CONATECH), ChileFederación Colombiana de Educadores (FECODE), ColombiaAsociación Nacional de Educadores (ANDE), Costa RicaSindicato de Trabajadoras y Trabajadores de la Educación Costarricense

(SEC), Costa RicaAsociación Sindical de Profesores y Funcionarios Universitarios

(ASPROFU), Costa RicaSindikato di Trahadó den Edukashon na Kòrsou (SITEK), CuraçaoUnión Nacional de Educadores (UNE), EcuadorAsociación Nacional de Educadores Salvadoreños (ANDES 21 de Junio),

El SalvadorSindicato de Trabajadores de la Educación de Guatemala (STEG),

GuatemalaColegio Profesional “Superación Magisterial” Hondureño

(COLPROSUMAH), HondurasColegio de Profesores de Educación Media de Honduras (COPEMH),

HondurasColegio Profesional Unión Magisterial de Honduras (COPRUMH), HondurasPrimer Colegio Magisterial de Honduras (PRICMAH), Honduras Confederación General Nacional de Trabajadores de la Educación de

Nicaragua (CGTEN/ANDEN), NicaraguaFederación de Profesionales Docentes de la Educación Superior (FEPDES),

NicaraguaMagisterio Panameño Unido (MPU), PanamáOrganización de Trabajadores de la Educación del Paraguay (OTEP),

ParaguaySindicato Unitario de Trabajadores de la Educación del Perú (SUTEP), PerúFederación Nacional de Docentes Universitarios del Perú (FENDUP), PerúAsociación Dominicana de Profesores (ADP), República DominicanaAsociación Nacional de Profesores y Técnicos de la Educación (ANPROTED),

República DominicanaFederación de Asociaciones de Profesores de la Universidad Autónoma de

Santo Domingo (FAPROUASD), República DominicanaFederación Democrática de Maestros y Funcionarios de Educación

Primaria (FEDMYFEP), UruguayFederación de Trabajadores de la Enseñanza y Afines (FETRAENSEÑANZA),

VenezuelaFederación de Educadores de Venezuela (FEV), VenezuelaFederación Uruguaya del Magisterio – Trabajadores de Educación

Primaria (FUM-TEP), Uruguay

Internacional de la EducaciónPrEsIdEntASusan Hopgood

VIcEPrEsIdEntA por América LatinaJuçara Dutra

sEcrEtArIO GEnErAL Fred van Leeuwen

comité regional de la Internacional de la Educación para América LatinaPrEsIdEntEHugo YaskyCTERA, [email protected]

VIcEPrEsIdEntAs Fátima Da SilvaCNTE, [email protected]

Brígida Rivera CGTEN/ANDEN, [email protected]

cArGOs rEGIOnALEsHamer VillenaSUTEP, Perú[email protected]

Jaime Gajardo Colegio de Profesores, [email protected]

Rosalba GómezFECODE, [email protected]

Denise MoraANDE, Costa [email protected]

Israel MontanoANDES 21 DE JUNIO, El [email protected]

Joviel AcevedoSTEG, [email protected]

Oficina regional América LatinaTel: +506 22 23 78 10, Tel/fax: 22 22 08 [email protected] Postal: 1867-2050, San José, Costa Rica

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cOMITÉ rEGIONAL DE LA INTErNAcIONAL DE LA EDucAcIóN pArA AMÉrIcA LATINA

Conferencia Regional

CaRlos FuentealbaVIII Internacional de la Educación

para América Latina

8 al 10 de junio 2011,Buenos Aires, Argentina

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ConferenCia regional Carlos fuentealba internaCional de la eduCaCión para amériCa latina

dECLARACIÓN dE LA

VIII La VIII Conferencia Regional “Carlos Fuen-tealba” de la Internacional de la Educación para América Latina, reunida los días 8 al 10 de junio del 2011, en Buenos Aires, Argenti-na, bajo el lema ”Por una pedagogía emanci-padora para una América Latina en transfor-mación”, declara:

Sobre el escenario sociopolítico:

Al mismo tiempo que se ha venido resistiendo a la aplicación del proyecto neoliberal, los pueblos lati-noamericanos han luchado por la construcción de

democracias y Estados que sean garantes de derechos a través de políticas públicas amplias y coherentes con las necesidades sociales de participación e inclusión.

Que diversos países de la región -producto de esas luchas- cuentan hoy con gobiernos de corte progre-sista y popular, que están definiendo acciones para

revertir las políticas neoliberales que privatizaron y redu-jeron la esfera pública y que negaron derechos fundamen-tales como la educación, la salud y el trabajo. En el caso de muchos de esos países, los sindicatos de la educación jun-to con movimientos sociales en defensa de los principios democráticos, han asumido un importante protagonismo para consolidar dicha transformación.

No obstante, en algunos países de la región de Amé-rica Latina, persisten gobiernos conservadores que, aliados con los factores de poder, mantienen la línea

del pensamiento neoliberal y continúan desmantelan-do al Estado y avanzando con las privatizaciones que sig-nifican cada vez mayor exclusión y negación de derechos. En estos casos el movimiento sindical y social, con un in-tenso protagonismo de las organizaciones que nuclean a

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las trabajadoras y trabajadores de la educación, dedica sus esfuerzos a confrontar dicho modelo, sin abandonar la ini-ciativa política en la construcción de articulaciones socia-les para abrir paso a propuestas que signifiquen soluciones para las demandas de los sectores populares.

Aun en el caso de gobiernos de tinte progresista, pese a los avances que han permitido salir de lo más hondo de la crisis social, en el contexto de economí-

as que muestran índice de crecimiento, persisten preo-cupantes niveles de pobreza. Esto impacta desde distintos ángulos sobre la educación pública y su estudiantado, ra-zón por la cual una acción sindical propositiva, reivindica-tiva, movilizadora y efectiva continúa siendo necesaria. La lucha sindical resulta esencial para consolidar en las prác-ticas el discurso progresista y el diseño de nuevas políticas educativas.

No se puede pretender el pleno ejercicio del derecho a la educación, si de la mano no se disfruta también del derecho a la salud, a la vivienda, a la alimenta-

ción. La única forma de garantizar que cada vez más per-sonas puedan vivir con plenos derechos es por medio de políticas públicas inclusivas, que cuenten con la voluntad política requerida por parte de las instancias institucionales y gubernamentales correspondientes y garanticen el finan-ciamiento público para sostenerlas.

Sobre el escenario mundial:

Vimos irrumpir la crisis global, con epicentro en los países centrales, cuyos gobiernos dedicaron grandes cantidades de recursos financieros del erario público

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Persiste una creciente desigualdad entre grupos sociales en relación al tipo de educación al que acceden. Con ello la educación pública deja de ser un espacio para el pensamiento crítico, la inte-gración, y la solidaridad y se transforma en un me-dio más de reproducción de desigualdad social.

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VIII para devolverle capacidad operativa a los mismos bancos y entes privados, que de manera irresponsable habían sido causantes de la crisis, producto de la especulación y codicia sin límite. Para sostener esta descomunal transferencia de recursos a los grupos económicos que concentran el poder se continúa imponiendo un recorte a la inversión pública y la eliminación de derechos que habían sido conquistados por la clase trabajadora.

Para neutralizar las previsibles reacciones de las tra-bajadoras y trabajadores de esta arremetida contra sus derechos, desde los grandes medios de comu-

nicación se ha estigmatizado la protesta social. Es común escuchar en dichos medios, un discurso que vincula a los movimientos sociales con terrorismo, narcotráfico, desor-den y violencia.

Como no podía ser de otra manera, los sistemas pro-ductivos continúan avanzando en su lógica depre-dadora, lo que amenaza el equilibrio ambiental y

violenta el derecho de las mayorías de acceder y disfrutar de recursos naturales como agua limpia, tierra, alimentaci-ón, etc.

En este contexto, los legítimos reclamos de libertad de los pueblos árabes, son aprovechados como ex-cusa para justificar nuevas agresiones militaristas por

parte de las grandes potencias que una vez más huelen a petróleo.

Otro tanto ocurre con las personas migrantes, quie-nes son víctimas de políticas xenófobas en Europa y EEUU, que afectan a personas latinoamericanas en

esos lugares y a sus familias en esta región.

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Luego de veinte años de aplicación de reformas educativas continúan sin resolverse los ver-daderos problemas de exclusión, cobertura, fi-nanciamiento, equidad y calidad. Esta es la prueba evidente del fracaso de la receta educativa del ne-oliberalismo.

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Sobre el escenario educativo en América Latina:

Persiste una creciente desigualdad entre grupos socia-les en relación al tipo de educación al que acceden. Con ello la educación pública deja de ser un espacio

para el pensamiento crítico, la integración, y la solidari-dad y se transforma en un medio más de reproducción de desigualdad social. Tampoco se ha logrado equidad y calidad de la educación en relación a los ámbitos urbano y rural, ni para la población indígena. En muchos países perdura una brecha entre lo que se enseña y en la manera como se en-seña y las necesidades de aprendizaje de la sociedad.

En la década de los noventa se inició una ola de re-formas educativas con el argumento de alcanzar una educación bajo un concepto de calidad con perspec-

tiva empresarial. Esto sustituyó la idea de la educación sustentada en la construcción de valores, capacidades y ha-bilidades para la vida por la búsqueda de competitividad y productividad en el marco de la globalización.

Luego de veinte años de aplicación de reformas educativas continúan sin resolverse los verdaderos problemas de exclusión, cobertura, financiamiento,

equidad y calidad. Esta es la prueba evidente del fracaso de la receta educativa del neoliberalismo que además hun-dieron en la pobreza a la mayoría de los docentes del conti-nente, precarizando sus condiciones laborales, degradando su formación profesional y desvalorizando la tarea docente.

No podemos separar las condiciones de aprendizaje de las condiciones de enseñanza. La sobrecarga laboral y la precariedad material en la que se trabaja impactan

directamente el trabajo en el aula. Así las reivindicaciones laborales son también reivindicaciones pedagógicas.

Los grandes grupos mediáticos se encargaron por su parte de ser los difusores de campañas de despres-tigio lanzadas inicialmente por los promotores del

pensamiento conservador con el inocultable objetivo de culpabilizar a los docentes del fracaso al que condujeron sus propias políticas educativas. A ello se suma la imposición de procesos de evaluación estandarizada y punitiva que no toman en cuenta el contexto sociocultural y no resuelven las carencias pedagógicas, sino que generan inestabilidad, rece-lo e individualismo entre docentes.

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VIII Como ya lo hemos denunciado con relación a las pruebas estandarizadas nacionales e internacionales, estas son formas de medición que ignoran tanto la

diversidad como la desigualdad en sus distintas dimen-siones: económica, social, étnica, lingüística, local, regional, nacional. La evaluación estandarizada descontextualiza ra-dicalmente lo que sólo existe y tiene sentido en su realidad contextual y los ranking castigan, humillan y degradan al estudiantado más pobre, a sus escuelas que normalmen-te son públicas y a sus docentes; porque eliminan en la práctica la diversidad y flexibilidad curricular; porque em-pobrecen el currículo a través de la eliminación directa de los contenidos que consideran “irrelevantes” y que no son incluidos en las mediciones como filosofía, educación cí-vica, artística, física y deportiva, comprimen y recortan los estudios sociales, etc. y porque terminan empobreciendo las culturas y atentan contra una formación integral.

Estas pruebas estandarizadas imponen de facto un currículo recortado, funcional al empresariado, ho-mogeneizador y empobrecedor y eliminan en la co-

tidianeidad del aula la posibilidad de una educación integral que desarrolle personas y ciudadanía.

Esto es así, toda vez que el concepto de calidad de la educación se mide desde estándares empresariales que ignoran la formación en valores y enseñanza de

habilidades para la vida, la perspectiva de derechos huma-nos, la educación con perspectiva de género y los concep-tos de calidad educativa, con sentido social.

El deterioro y la mercantilización de la educación pública ha generado una cultura de formación pro-fesional docente (inicial o en servicio) sin sentido

colectivo, que no logra aprehender el carácter transfor-mador y social de la profesión docente, sino que, más bien, lo individualiza y lo convierte en un ejecutor mecanicista de currícula que luego se busca evaluar en términos mera-mente cuantitativos.

Mientras tanto, la formación docente inicial y en ser-vicio no recibe el lugar prioritario en las políticas de Estado y por el contrario se ve desbordada por un

amplio número de instituciones de formación privadas que actúan sin fiscalización ni regulación. Esto aunado a

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una renovada embestida neoliberal y procesos de forma-ción docente muy marcados por las concepciones tecno-cráticas y economicistas de gobiernos y empresarios aline-ados con las opiniones, propuestas e imposiciones de las Instituciones Financieras Internacionales (IFI).

Se viene cambiando la función del Estado de ser ga-rante del derecho fundamental a la educación a ser contratante de un servicio público educativo, para lo

cual se autoriza la figura de la intermediación y entrega de los recursos públicos educativos a entes particulares ju-rídicos o naturales.

En este contexto, el sector de la educación superior continua siendo amenazado por una profunda mer-cantilización y/o comercialización, así como por una

precaria situación laboral de los docentes. A las universi-dades públicas se les debe asegurar presupuesto público y para asegurar su rol como motor del desarrollo de cada uno de los países. Muchos docentes se están formando en ins-tituciones privadas sin que el Estado pueda tener injerencia en ese proceso estratégico para el desarrollo de la sociedad.

La resistencia de las organizaciones de trabajadoras y trabajadores de la educación sigue siendo fuerte y por ello en muchos de nuestros países el movimien-

to sindical aún es perseguido y la negociación colectiva es una deuda pendiente de muchos gobiernos. En países como Colombia, Guatemala y tras el golpe de Estado en Honduras, aumentan las amenazas, persecuciones y asesi-natos contra dirigentes sindicales y se amplía y oculta, esa cadena de impunidad.

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La resistencia de las organizaciones de trabaja-doras y trabajadores de la educación sigue siendo fuerte y por ello en muchos de nuestros países el movimiento sindical aún es perseguido y la nego-ciación colectiva es una deuda pendiente de mu-chos gobiernos.

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VIII Ante esta realidad, la VIII Conferencia Regional y el Comité Regional de la Internacional de la Educación para América Latina se propone los siguientes desafíos:

Consolidar transformaciones sociales y construir de-mocracias que recuperen la esfera de políticas públi-cas articuladas, considerando a la educación como

política de Estado y este como garante de derechos hu-manos.

Ampliar y mantener la resistencia a la aplicación de políticas neoliberales en países con gobiernos que las mantienen y continuar defendiendo la educación

pública de calidad como un derecho social.

Fortalecer la capacidad reivindicativa, de propuesta y de movilización de las organizaciones sindicales de la educación en todos los países de la región

de América Latina.

Apoyar la integración económica, social y cultural en América Latina, no sólo en políticas económicas, fi-nancieras y comerciales, sino también demandando

derechos sociales para defender la educación pública de calidad, la salud, la cultura, el ambiente, la diversidad, etc.

Continuar denunciando las intenciones político ideo-lógicas de los medios de comunicación masivas que desinforman y fortalecen la estrategia conservadora

de persecución contra el movimiento sindical y social.

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Consolidar transformaciones sociales y construir democracias que recuperen la esfera de políticas públicas articuladas, considerando a la educaci-ón como política de Estado y este como garante de derechos humanos.

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A nivel educativo:

Fortalecer la defensa de una educación pública, laica, gratuita, obligatoria, multicultural y plurilingüe, ga-rantizada y financiada por el Estado, entendida como

un derecho social. En tal sentido, se continuará enfrentando la comercialización de la educación y la firma del Acuerdo General de Comercio y Servicios.

Promover una pedagogía que logre coherencia entre lo que se enseña, cómo se enseña y las necesidades sociales de los diversos contextos. Una pedagogía

que recupere la educación pública como un espacio li-berador, integrador, donde se eduque para generar no sólo conocimiento de contenidos sino también pensamiento crítico, identificación con la justicia social, solidaridad, res-peto y comprensión a la diversidad. Reconocer a la educa-ción pública como una herramienta privilegiada de trans-formación de la realidad.

Impulsar el movimiento pedagógico latinoamericano para avanzar en la construcción de una pedagogía emancipadora que responda a los diversos contex-

tos sociales como bandera de resistencia ahí donde el au-toritarismo y el conservadurismo siguen siendo gobierno; como instrumento de disputa política y construcción de consensos, ahí donde los gobiernos se muestran dispues-tos a discutir agendas sociales que apuntalen el papel del sector público en el combate a la desigualdad social.

Promover la revalorización del trabajo docente como una profesión colectiva y central para lograr la transformación social.

Fortalecer la defensa de una educación públi-ca, laica, gratuita, obligatoria, multicultural y plu-rilingüe, garantizada y financiada por el Estado, entendida como un derecho social.

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VIII Promover una evaluación dirigida a subsanar las áre-as que muestran debilidades y carencias en conte-nidos y desaprobar las pruebas estandarizadas des-

contextualizadas y punitivas.

Trabajar por la calidad de la educación de carácter social, construyendo un concepto de calidad deriva-do de factores como gratuidad, contenidos educa-

tivos con perspectiva de derechos, nutrición, transpor-te, útiles, salud, ambientes escolares seguros e incluyentes, disponibilidad de materiales didácticos, formación profesio-nal docente, valorización del trabajo docente y libertad de organización, entre otros.

Realizar una campaña latinoamericana y mundial para que los gobiernos garanticen el presupuesto para la educación pública en base a lo recomen-

dado por la UNESCO del 6%, como piso, del producto interno bruto en cada país.

Generar sistemas nacionales de educación que in-cluyan también las formas del saber y de enseñanza indígena.

A nivel sindical:

Apoyar las organizaciones afiliadas y fraternales a la Internacional de la Educación en América Latina para fortalecer su representatividad, la democracia,

su capacidad de movilización y nivel de propuesta y pro-testa.

Mantener la demanda por políticas públicas que eli-minen la desigualdad y la pobreza, como una prio-ridad en la agenda de lucha de nuestros sindicatos.

Continuar el trabajo a nivel regional para defen-der la educación pública y el trabajo docente en toda América Latina con énfasis en la búsque-da de una pedagogía emancipadora que nos comprometa con los cambios que la educación necesita.

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Trabajar por promover la participación activa de mu-jeres, jóvenes, indígenas en todos los niveles de las estructuras de las organizaciones sindicales.

Generar políticas sindicales que desarrollen pro-puesta pedagógica desde una perspectiva de de-rechos.

Articular y organizar al sector de funcionarios de la educación, para luchar conjuntamente por la de-fensa de la educación pública.

Continuar el trabajo a nivel regional para defender la educación pública y el trabajo docente en toda América Latina con énfasis en la búsqueda de una

pedagogía emancipadora que nos comprometa con los cambios que la educación necesita.

Articular a las organizaciones de la educación supe-rior en particular y el movimiento sindical en gene-ral en contra del proceso de comercialización de la

educación y evitar la firma por parte de los gobiernos de Acuerdo General de Comercio y Servicios.

Los sindicatos de la educación hemos sido coheren-tes en defender la educación pública como espacio liberador, emancipador, donde se educa y se apren-de para la autonomía, la propuesta crítica, la solidari-

dad, la integración en medio de la diversidad, es un espacio antagónico al ideario neoliberal que promueve la dismi-nución de la esfera pública, la eliminación de derechos, la homogenización del pensamiento. Por eso defender la educación pública, es combatir el proyecto neoliberal y es proponer un desarrollo social inclusivo, de oportuni-dades y con enfoque de derechos.

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A educação é um direito

NãO uma mercadoria

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Conferência Regional

CaRlos FuentealbaVIII Internacional da Educação,

América Latina

8 a 10 de junho de 2011,Buenos Aires, Argentina

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VIII A VIII Conferência Regional “Carlos Fuente-alba” da Internacional da Educação, Améri-ca Latina, reunida nos dias 8 a 10 de junho de 2011, em Buenos Aires, Argentina, com o lema “Por uma pedagogia emancipadora para uma América Latina em transforma-ção”, declara:

Sobre o cenário sociopolítico:

Ao mesmo tempo em que vêm resistindo à aplica-ção do projeto neoliberal, os povos latino-america-nos têm lutado pela construção de democracias e

Estados que garantam direitos através de políticas públicas amplas e coerentes com as necessidades sociais de partici-pação e inclusão.

Que diversos países da região – em razão dessas lutas – contam hoje com governos de perfil pro-gressista e popular que estão definindo ações para

reverter as políticas neoliberais, que privatizaram, reduzi-ram a esfera pública e que negaram direitos fundamentais, como a educação, a saúde e o trabalho. No caso de muitos desses países, os sindicatos da educação, junto com movi-mentos sociais em defesa dos princípios democráticos, têm assumido um importante protagonismo para consolidar tal transformação.

Ainda assim, em alguns países da região da América Latina, continua havendo governos conservadores que, aliados a fatores de poder, sustentam a linha de

pensamento neoliberal e continuam desmantelando o Es-tado e seguindo em frente com as privatizações que impli-cam cada vez maior exclusão e negação de direitos. Nes-ses casos o movimento sindical e social, com um intenso

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protagonismo das organizações que agrupam as trabalha-doras e trabalhadores da educação, dedica seus esforços a confrontar este modelo, sem abandonar a iniciativa política na construção de articulações sociais para abrir espaço a propostas que signifiquem soluções para as demandas dos setores populares.

Mesmo no caso de governos com matiz progressis-ta, apesar dos avanços que permitiram sair da mais profunda crise social, no contexto de economias

que apresentam índice de crescimento, persistem preocu-pantes níveis de pobreza. Isso incide de diferentes ângulos na educação pública e na classe estudantil, razão pela qual continua sendo necessária uma ação sindical propositiva, reivindicativa, mobilizadora e efetiva. A luta sindical é es-sencial para consolidar, nas práticas, o discurso progressista e o planejamento de novas políticas educativas.

Não se pode pretender o pleno exercício do direi-to à educação se junto disso não se goza também do direito à saúde, habitação e alimentação. A única

forma de garantir que cada vez mais pessoas possam viver com plenos direitos é por meio de políticas públicas inclusi-vas, que contem com a necessária vontade política das ins-tâncias institucionais e governamentais correspondentes e garantam o financiamento público para mantê-las.

Sobre o cenário mundial:

Assistimos à irrupção da crise global, com epicentro nos países centrais, cujos governos dedicaram gran-des quantidades de recursos financeiros do tesou-

ro público para devolver capacidade operacional aos

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Persiste uma crescente desigualdade entre gru-pos sociais em relação ao tipo de educação a que têm acesso. Com isso a educação pública deixa de ser um espaço para o pensamento crítico, a inte-gração e a solidariedade e se transforma em mais um meio de reprodução de desigualdade social.

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VIII mesmos bancos e entidades privadas que por sua conduta irresponsável foram os causadores da crise, produto da es-peculação e cobiça sem limites. Para sustentar esta desco-munal transferência de recursos aos grupos econômicos que concentram o poder, continuam sendo impostos um corte no investimento público e a eliminação de direitos que tinham sido conquistados pela classe trabalhadora.

Para neutralizar as previsíveis reações das trabalhado-ras e trabalhadores a esta investida contra seus direi-tos, o protesto social tem sido estigmatizado a partir

dos grandes meios de comunicação. Nesses meios, é comum ouvir um discurso que vincula os movimentos sociais ao terrorismo, narcotráfico, perturbação da ordem e violência.

Como não podia ser de outro modo, os sistemas pro-dutivos continuam avançando em sua lógica preda-dora, o que ameaça o equilíbrio ambiental e viola o

direito das maiorias a acessar e gozar de recursos natu-rais como água limpa, terra, alimentação etc.

Neste contexto, as legítimas reivindicações de liber-dade dos povos árabes são usadas como desculpa para justificar novas agressões militaristas das gran-

des potências que mais uma vez cheiram a petróleo.

Outro tanto ocorre com as pessoas que migram, ví-timas de políticas xenófobas na Europa e EUA, que afetam pessoas de origem latino-americana nesses

lugares e suas famílias nessa região.

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Após vinte anos de aplicação de reformas educa-cionais, continuam sem solução os verdadei-ros problemas de exclusão, oferta, financiamen-to, equidade e qualidade. Esta é a prova clara do fracasso da receita educacional do neoliberalismo

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Sobre o cenário educacional na América Latina:

Persiste uma crescente desigualdade entre grupos sociais em relação ao tipo de educação a que têm acesso. Com isso a educação pública deixa de ser

um espaço para o pensamento crítico, a integração e a solidariedade e se transforma em mais um meio de repro-dução de desigualdade social. Também não foi atingida a equidade e qualidade da educação em relação aos âmbitos urbano e rural, nem para a população indígena. Em muitos países existe uma lacuna entre o que é ensinado - e como é ensinado - e as necessidades de aprendizagem da socie-dade.

Na década de noventa teve inicio uma onda de refor-mas educacionais com o argumento de obter uma educação sob um conceito de qualidade com pers-

pectiva empresarial. Isso substituiu a ideia de educação sus-tentada na construção de valores, capacidades e habilidades para a vida pela busca de competitividade e produtividade no contexto da globalização.

Após vinte anos de aplicação de reformas educacio-nais, continuam sem solução os verdadeiros proble-mas de exclusão, oferta, financiamento, equidade e

qualidade. Esta é a prova clara do fracasso da receita educa-cional do neoliberalismo que, além disso, afundou na pobre-za a maioria dos docentes do continente, tornando precárias suas condições de trabalho, degradando sua formação pro-fissional e desvalorizando a função docente.

Não podemos separar as condições de aprendiza-gem das condições de ensino. A sobrecarga de tra-balho e a precariedade material em que se trabalha

têm impacto diretamente no trabalho em sala de aula. Assim, as reivindicações de condições de trabalho são tam-bém reivindicações pedagógicas.

Os grandes grupos midiáticos encarregaram-se, por sua vez, de serem os difusores de campanhas de desprestígio, lançadas inicialmente pelos promoto-

res do pensamento conservador, com o inocultável objetivo de culpar os docentes pelo fracasso a que suas próprias políticas educacionais conduziram. Soma-se a isto a imposição de processos de avaliação padronizada e pu-nitiva, que não consideram o contexto sociocultural e não

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VIII resolvem as carências pedagógicas, mas geram instabilida-de, desconfiança e individualismo entre docentes.

Como já denunciamos em relação às provas padroni-zadas nacionais e internacionais, estas são formas de medida que ignoram tanto a diversidade como a de-

sigualdade em suas diferentes dimensões: econômica, social, étnica, linguística, local, regional, nacional. A avaliação padronizada descontextualiza radicalmente o que só existe e tem sentido na sua realidade contextual, e os rankings cas-tigam, humilham e degradam os alunos mais pobres, suas escolas, que normalmente são públicas, e seus professores, porque, na prática, eliminam a diversidade e a flexibilidade curricular, porque empobrecem o currículo através da elimi-nação direta dos conteúdos que consideram “irrelevantes” e que não estão incluídos nas medidas, como filosofia, educa-ção cívica, artística, física e desportiva, comprimem e recor-tam os estudos sociais etc. e porque acabam empobrecendo as culturas e atentam contra uma formação integral.

As provas padronizadas impõem de fato um currículo recortado, funcional para o empresariado, homoge-neizador e empobrecedor, e eliminam do cotidiano

de sala de aula a possibilidade de uma educação inte-gral que desenvolva pessoas e sociedades.

É assim que acontece, já que o conceito de qualidade da educação é medido com padrões empresariais que ig-noram a formação de valores e o ensino de habilidades

para a vida, a perspectiva de direitos humanos, a educa-ção com perspectiva de gênero e os conceitos de qualidade educativa, com sentido social.

A deterioração e a mercantilização da educação pú-blica gerou uma cultura de formação profissional docente (inicial ou em serviço) sem sentido coleti-

vo, que não consegue apreender o caráter transforma-dor e social da profissão docente, mas que, antes disso, o individualiza e o converte em um executor mecanicista de currículos que depois se procura avaliar em termos mera-mente quantitativos.

Enquanto isso, a formação docente inicial e em ser-viço não recebe o lugar prioritário nas políticas de Estado; pelo contrário, é sobrepujada por um enor-

me número de instituições de formação privadas que

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atuam sem fiscalização nem regulamentação. Isto somado a uma renovada investida neoliberal e a processos de forma-ção docente muito marcados por concepções tecnocráticas e economicistas de governos e empresários alinhados com as opiniões, propostas e imposições das Instituições Finan-ceiras Internacionais (IFI).

A função do Estado está mudando – de ser garanti-dor do direito fundamental à educação para ser con-tratante de um serviço público educacional –, para

o qual se autoriza a figura da intermediação e entrega dos recursos públicos educacionais para entidades particu-lares jurídicas ou físicas.

Neste contexto, o setor da educação superior conti-nua sendo ameaçado por uma profunda mercanti-lização e/ou comercialização, assim como por uma

precária situação de trabalho dos docentes. Às uni-versidades públicas deve ser garantido orçamento público para garantir seu papel como motor de desenvolvimento de cada país. Muitos docentes estão sendo formados em instituições privadas sem que o Estado possa ter ingerên-cia nesse processo estratégico para o desenvolvimento da sociedade.

A resistência das organizações de trabalhadoras e tra-balhadores da educação continua sendo forte e por isso em muitos dos nossos países o movimento sin-

dical ainda sofre perseguição e a negociação coletiva é uma dívida pendente de muitos governos. Em países como a Colômbia, a Guatemala e, após o golpe de Estado, em Honduras, aumentam as ameaças, perseguições e assassi-natos de dirigentes sindicais e essa cadeia de impunidade se amplia e se oculta.

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A resistência das organizações de trabalhadoras e trabalhadores da educação continua sendo forte e por isso em muitos dos nossos países o movi-mento sindical ainda sofre perseguição e a nego-ciação coletiva é uma dívida pendente de muitos governos.

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VIII Diante dessa realidade, a VIII Conferência Regional e o Comitê Regional da Internacional da Educação, América Latina, propõe os seguintes desafios:

Consolidar transformações sociais e construir demo-cracias que recuperem a esfera de políticas públicas articuladas, considerando a educação como política

de Estado e este como garantidor de direitos humanos.

Ampliar e manter resistência à aplicação de políticas neoliberais em países com governos que as mante-nham e continuem defendendo a educação pública

de qualidade como um direito social.

Fortalecer a capacidade reivindicativa, de propos-ta e de mobilização das organizações sindicais da educação em todos os países da região da Amé-

rica Latina.

Apoiar a integração econômica, social e cultural na América Latina, não apenas em políticas econômi-cas, financeiras e comerciais, mas também deman-

dando direitos sociais para defender a educação pública de qualidade, a saúde, a cultura, o meio ambiente, a diver-sidade etc.

Continuar denunciando as intenções político-ideo-lógicas dos meios de comunicação de massas que desinformam e fortalecem a estratégia conservado-

ra de perseguição ao movimento sindical e social.

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Consolidar transformações sociais e construir de-mocracias que recuperem a esfera de políticas públicas articuladas, considerando a educação como política de Estado e este como garantidor de direitos humanos.

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Em termos de educação:

Fortalecer a defesa de uma educação pública, laica, gratuita, obrigatória, multicultural e multilíngue, ga-rantida e financiada pelo Estado, entendida como

um direito social. Nesse sentido, continuará a oposição à comercialização da educação e à assinatura do Acordo Geral de Comércio e Serviços.

Promover uma pedagogia que tenha coerência entre o que se ensina, como se ensina e as necessidades sociais dos diversos contextos. Uma pedagogia que

recupere a educação pública como um espaço liber-tador, integrador, onde se eduque para gerar não apenas conhecimento de conteúdos mas também pensamento crítico, identificação com a justiça social, solidariedade, res-peito e compreensão da diversidade. Reconhecer a educa-ção pública como uma ferramenta privilegiada de transfor-mação da realidade.

Impulsionar o movimento pedagógico latino-ameri-cano para avançar na construção de uma pedagogia emancipadora que responda aos diversos contextos

sociais como bandeira de resistência nos locais onde o autoritarismo e o conservadorismo continuam sendo go-verno; como instrumento de disputa política e construção de consensos nos locais onde os governos se mostram dis-postos a discutir agendas sociais que sustentem o papel do setor público no combate à desigualdade social.

Promover a revalorização do trabalho docente como uma profissão coletiva e central para conquistar a transformação social.

Fortalecer a defesa de uma educação pública, laica, gratuita, obrigatória, multicultural e multilín-gue, garantida e financiada pelo Estado, entendida como um direito social.

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VIII Promover uma avaliação direcionada a compensar as áreas que mostram debilidades e carências em con-teúdos e desaprovar as provas padronizadas des-

contextualizadas e punitivas.

Trabalhar pela qualidade da educação de caráter so-cial, construindo um conceito de qualidade derivado de fatores como gratuidade, conteúdos educacionais

com perspectiva de direitos, nutrição, transporte, utilidades, saúde, ambientes escolares seguros e inclusivos, disponibi-lidade de materiais didáticos, formação profissional docen-te, valorização do trabalho docente e liberdade de organi-zação, entre outros.

Realizar uma campanha latino-americana e mundial para os governos garantirem o orçamento para a educação pública com base no recomendado pela

UNESCO: mínimo de 6% do produto interno bruto de cada país.

Gerar sistemas nacionais de educação que incluam também as formas do saber e do ensino indígena.

Em termos sindicais:

Apoiar as organizações afiliadas e irmãs da Interna-cional da Educação na América Latina para fortale-cer sua representatividade, a democracia, capacida-

de de mobilização e nível de proposta e protesto.

Manter a exigência de políticas públicas que elimi-nem a desigualdade e a pobreza como uma priori-dade na agenda de luta de nossos sindicatos.

Continuar o trabalho a nível regional para defen-der a educação pública e o trabalho docente em toda a América Latina com ênfase na busca de uma pedagogia emancipadora que nos comprometa com as mudanças que a educação necessita.

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Trabalhar para promover a participação ativa de mu-lheres, jovens, indígenas em todos os níveis das es-truturas das organizações sindicais.

Gerar políticas sindicais que desenvolvam proposta pedagógica a partir de uma perspectiva de direitos.

Articular e organizar o setor de funcionários da edu-cação, para lutar conjuntamente pela defesa da educação pública.

Continuar o trabalho a nível regional para defender a educação pública e o trabalho docente em toda a América Latina com ênfase na busca de uma peda-

gogia emancipadora que nos comprometa com as mudan-ças que a educação necessita.

Articular as organizações de educação superior em particular e o movimento sindical em geral contra o processo de comercialização da educação e evitar

a assinatura, pelos governos, do Acordo Geral de Co-mércio e Serviços.

Nós, os sindicatos da educação, temos sido coe-rentes em defender a educação pública como espaço libertador, emancipador, onde se educa e se aprende para a autonomia, a proposta crítica,

a solidariedade, a integração em meio à diversidade, um espaço antagônico ao ideário neoliberal que promove a di-minuição da esfera pública, a eliminação de direitos, a ho-mogeneização do pensamento. Por isso, defender a edu-cação pública é combater o projeto neoliberal e propor um desenvolvimento social inclusivo, de oportunidades e voltado aos direitos.

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Education is a right

NOT a merchandise

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Regional Conference CaRlos FuentealbaVIII

Education International

for Latin America

8th to June 10th, 2011 ,Buenos Aires, Argentina

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VIII The Eighth Regional Conference “Carlos Fuentealba” of Education International for Latin America, meeting on June 8th to June 10th, 2011 in Buenos Aires, Argentina, under the theme “Towards an emancipating ped-agogy for Latin America in transformation”, declares:

About the social political scenario:

At the same time that resistance has been exerted against the application of the neo liberal project, the Latin American people have struggled toward the con-

struction of democracies and States that are guarantors of rights through broad public policies that are coherent with the social needs of participation and inclusion.

Various countries of the region –as the outcome of such struggles- today have progressive and popular leaning governments, that are defining actions in order to re-

vert the neo liberal policies that privatized and reduced the public sphere and that denied fundamental rights such as education, health and work. In the case of many of those countries, the education trade unions together with social movements advocating democratic principles, have assumed a leading role to consolidate said transformation.

However, conservative governments persist in some countries of the Latin American region, allied with the factors of power, that maintain the neo liberal line of

thought and continue dismantling the State while ad-vancing with privatizations that increasingly signify greater ex-clusion and denial of rights. In these cases the trade union and social movement, with an intense leading role of the organi-zations that coalesce men and women workers of education, devotes efforts to confront such model, while not abandoning the political initiative of building social articulations to open the way to proposals that signify solutions to the demands of the popular sectors.

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Even in the case of progressive leaning governments, despite advances that have allowed to come out of the deepest social crisis, in the context of economies that

show growth indexes, still worrisome levels of poverty persist. This impacts from different angles on public education and its student body, reason for which a trade union action with proposals, claims, mobilizations, and effectiveness con-tinues being necessary. The trade union struggle is essential to consolidate in practice the progressive discourse and the design of new educational policies.

The full exercise of the right to education cannot be held if it goes not hand in hand also with enjoying the right to health, housing, feeding. The only way to guar-

antee that ever more persons can live with full rights is through inclusive public policies that reckon with the required political will from the corresponding institutional and govern-ment bodies and that guarantee the public funding for their sustenance.

About the global scenario:

We saw the onset of the global crisis, with epicenter in the core countries, whose governments devoted great amounts of financial resources from the public treasury

to give back operating capability to the same banks and private entities that irresponsibly had caused the crisis, resulting from boundless speculation and greed. In order to sustain this uncommonly enormous transfer of resources to the economic groups that concentrate the power, cuts to public investment and elimination of rights that had been gained by the working class continue being imposed.

In order to neutralize foreseeable reactions from the men and women workers of this assault against their rights, the social protest has been stigmatized through

the major communications media. It is common to listen such media carrying a discourse that links social movements with terrorism, drug trafficking, disorder, and violence.

As could not be otherwise, productive systems contin-ue advancing in their predatory logic, which threatens the environmental equilibrium and disrupts the right of

the majorities to access and enjoy natural resources such as clean water, land, and feeding, etc.

In this context, the legitimate claims of the Arab peoples for freedom, are taken up as an excuse to justify new mili-taristic aggressions by the great powers that once again

smell oil.

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VIII Also just as much occurs with migrants, who are victims of xenophobic policies in Europe and USA, affecting Latin American persons in those places and their families in

this region.

About the scenario of education in Latin America:

Increasing inequality persists among social groups re-garding the type of education they access. Accord-ingly, public education stops being a space for critical

thought, integration, and solidarity while transforming this into one more means for reproduction of social inequality. Neither has equity and quality of education been achieved rel-ative to urban and rural scopes, nor for the indigenous popula-tion. In many countries a gap between what is taught and the manner how it is taught vis-à-vis the needs for society to learn is persisting for a long time.

In the decade of the nineties a wave of educational re-forms was initiated with the argument of reaching an education under the concept of quality with an entre-

preneurial perspective. This substituted the idea of educa-tion for life based on the construction of values, capacities, and abilities now favoring rather the pursuit of competitive-ness and productivity within the framework of globalization.

After twenty years of applying educational reforms, the real problems of exclusion, coverage, financing, equity, and quality remain unresolved. This is evident proof of

the failure of the neo liberalism educational recipe which additionally sunk into poverty most of the teachers of the con-tinent, making shaky and precarious their work conditions, de-grading their professional education, and devaluing the task of teaching.

We cannot separate learning conditions from teaching conditions. Work overload and the material precarious-ness in which work is done impact directly the perfor-

mance in the classroom. Thus, worker claims are also pedagogical claims.

The big media groups took upon themselves to be spreaders of disrepute campaigns launched initially by the promoters of conservative thought with the un-

avoidably conspicuous objective of blaming the teach-ers for the failure their own educational policies led to. Added to this is the imposition of standardized and punitive evalua-tion processes that take no account of the social cultural con-text and do not resolve the pedagogical lacks; rather they gen-erate instability, jealousies and individualism among teachers.

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As we have already denounced regarding national and international standardized tests, these are forms of measurement that ignore both diversity and inequal-

ity in their distinct dimensions: economic, social, ethnic, linguistic, local, regional, national. Standardized evaluation takes out of context radically that which only exists and makes sense in its contextual reality, and rankings punish, humiliate, and degrade the poorest of the student body, their schools which normally are public and their teachers; because in prac-tice curricular diversity and flexibility is eliminated; because the curriculum is impoverished through the direct elimina-tion of contents considered “irrelevant” and that are not in-cluded in the measurements, such as philosophy, civics, arts, physical and sports education; because social studies, etc. are condensed and trimmed; because cultures end being impov-erished and are pitted against comprehensive well rounded education.

These standardized tests de-facto impose a trimmed curriculum, functional to entrepreneurs, that homog-enizes and impoverishes and eliminates in the day to

day of the classroom the possibility of a comprehensive education that may develop individuals and citizenry.

Thus it is, so long as the concept of quality of education is measured by entrepreneurial standards that ignore education of values and teaching of skills for life, the

perspective of human rights, education with a gender perspective, and concepts of educational quality, with social sense.

Deterioration of public education and making it a mer-cantile commodity has generated a culture of teacher professional education (initial or in-service) without col-

lective sense, that does not achieve grasping the transform-ing and social character of the teaching profession, but rather individualizes it and converts it into a mechanical executor of curricula, afterwards sought to be evaluated in merely quantita-tive terms.

In the meantime, initial and in-service teacher education does not receive the priority position in the policies of State and to the contrary is overflowed by a broad num-

ber of private educational institutions that act without sur-veillance nor regulation. In addition to this, there is a renewed neo liberal assault and processes of teacher education strongly marked by technocratic and economic leaning conceptions of governments and entrepreneurs aligned with the opinions, proposals, and impositions of International Financial Institutions (IFI).

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VIII The function of the State is being changed from guar-antor of the fundamental right to education to that of becoming a contractor of a public educational service.

For this, the figure of intermediation and delivery of edu-cational public resources to legally chartered or natural private entities is authorized.

In this context, the higher education sector continues being threatened by it becoming profoundly mercan-tile and/or a commercial good or commodity, and

therewith by a worsening labor situation of the teach-ers. Public universities must be given assured public budgets while assuring their role as development engines of each one of the countries. Many teachers are being educated in private institutions without the State being able to meddle in that strategic process for the development of society.

Resistance of men and women workers organizations of education continues strong and therefore in many of our countries the trade union movement still is perse-

cuted and collective bargaining is a pending debt of many governments. In countries such as Colombia, Guatemala, and after the coup-de-Etat in Honduras, threats, persecutions, and assassinations against trade union leaders are on the rise, while that chain of impunity spreads and hides.

Unto this reality, the Eighth Regional Conference and the Regional Committee of Education International for Latin America proposes the following challenges:

Consolidate social transformations and build democra-cies that recover the sphere of articulated public poli-cies, considering education as a policy of State and the

latter as guarantor of human rights.

Expand and maintain resistance to the application of neo liberal policies in countries with governments that hold on to them, and continue defending quality public

education as a social right.

Strengthen the capacity of reclamation and advocacy, of proposal and mobilization of the trade union orga-nizations of education in all the countries of the Latin

American region.

Give support to economic, social, and cultural integra-tion in Latin America, not only insofar as economic, fi-nancial, and commercial policies, but also demanding

social rights to defend public education of quality, health, culture, the environment, diversity, etc.

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Continue reporting and denouncing the ideological po-litical intentions of the mass communications media that misinform and bolster the conservative strategy of

persecution against the trade union and social move-ment.

At the educational level:

Bolster the defense of laic, gratuitous, mandatory, mul-ticultural, and multi-lingual public education, guar-anteed and financed by the State, understood as a social right. In such sense, commercialization of edu-

cation and signing of the General Agreement of Commerce and Services will continue to be confronted.

Promote a pedagogy that achieves coherence between that which is taught, how it is taught, and the social needs of the various contexts. A pedagogy that re-covers public education as a liberating space, integra-

tor, where one educates to generate not only knowledge of contents but also critical thinking, identification with social justice, solidarity, respect and understand diversity. Acknowl-edge public education as a privileged tool for transformation of reality.

Thrust forward the Latin American pedagogical move-ment to advance in building an emancipating peda-gogy that responds to the various social contexts as

the banner of resistance there where authoritarianism and conservatism continue to be government; as instrument of political dispute and building of consensus, there where governments show willingness to discuss social agendas that support the role of the public sector in the fight against social inequality.

Promote reassessment of the teaching work as a col-lective and core profession in achieving social trans-formation.

Promote an evaluation aimed at mending the areas that show weaknesses and lacks in contents and disapprove non-contextualized and punitive standardized tests.

Strive for quality education of social character, build-ing a concept of quality derived from factors such as gratuitousness, educational contents with per-

spective of rights, nutrition, transport, utensils and tools, health, safe and inclusive school environment, availability of teaching materials, professional teacher education, ap-preciation of the teaching job, and freedom of organization, among others.

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VIII Carry out a Latin American and global campaign for the governments to guarantee the budget for public education on the basis of the UNESCO recommen-

dation of 6%, as a floor, of the gross domestic product in each country.

Generate national systems of education that also in-clude indigenous forms of knowledge and teaching.

At the trade union level:

Support the organizations affiliated and fraternal to Edu-cation International in Latin America to strengthen their representation status, democracy, their capacity to mo-

bilize, and level of proposition and protest.

Keep demanding public policies that eliminate inequal-ity and poverty, as a priority in our trade union fight agenda.

Work in promoting the active participation of women, youth, indigenous people at all levels of the trade union organization structures.

Generate trade union policies that develop pedagogical proposition from a rights perspective.

Articulate and organize the sector of education officials, to fight jointly in defending public education.

Continue work at the regional level in defending public education and teacher toil throughout Latin America with emphasis on the pursuit of an emancipating pedagogy

that commits us to the changes that education needs.

Articulate the organizations of higher education specifi-cally and the trade union movement in general against the process of commercializing education and prevent

the governments from signing the General Agreement of Commerce and Services.

We, the trade unions of education have remained coherent in defending public education as a lib-erating, emancipating space, where one educates and learns autonomy, critical proposition, solidar-

ity, integration in the midst of diversity; a space that is antago-nistic to the neo liberal set of ideas that promotes shrinking the public sphere, elimination of rights, homogenization of thought. Therefore, to defend public education is to combat the neo liberal project and is to propose an inclusive social development, of opportunities, and with a focus on rights.

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Tel: +506 22 23 78 10Tel/fax: 22 22 08 18Apartado Postal: [email protected]

Derechos reservados:Internacional de la Educación para América LatinaEl contenido de esta publicación está destinado a la formación sindical.Puede ser reproducido total o parcialmente sin fines de lucro y citando lafuente. Se agradece notificación y envío de ejemplares.

Impresión: Naso, Costa Rica.

La Internacional de la Educación es una federación mundial de sindicatos de la educación con más de 30 millones de personas afiliadas en todo el mundo. La Oficina Regional de la Internacional de la Educación para América Latina desarrolla diferentes proyectos y líneas de trabajo con la participación de las organizaciones afiliadas de más de 18 países, con el objetivo de fortalecer la capacidad de acción, propuesta, movilización y articulación de los sindicatos en defensa de la educación pública de calidad.

La VIII Conferencia Regional evidenció un momento de cohesión y de madurez en el análisis de las organizaciones en la región, enmarcadas en la prioridad de la educación pública como un derecho social.

La declaración final de la VIII Conferencia Regional refleja ese momento histórico y al mismo tiempo que mantiene con firmeza la consigna de la defensa de la escuela pública de calidad, promueve la creación de un movimiento pedagógico latinoamericano desde el sector de las y los trabajadores de la educación.

Esta declaración que se presenta aquí en tres idiomas refleja la visión que, desde el mundo sindical, se hace de la realidad socio-política y de la educación en América Latina.

Los sindicatos de la educación hemos sido coherentes en defender la educación pública como espacio liberador, emancipador, donde se educa y se aprende para la autonomía, la propuesta crítica, la solidaridad, la integración en medio de la diversidad, es un espacio antagónico al ideario neoliberal que promueve la disminución de la esfera pública, la eliminación de derechos, la homogenización del pensamiento. Por eso defender la educación pública, es combatir el proyecto neoliberal y es proponer un desarrollo social inclusivo, de oportunidades y con enfoque de derechos.

D E c L A r A c I ó n D E B u E n o s A I r E s– E s P A Ñ o L - P o r t u g u ê s - E n g L I s h –

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