vigorexia trastorno dismórfi co...

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DISEÑO Y REALIZACIÓN: © Tavera Comunicación Gráfica Avda. Ensanche de Vallecas, 112A - 6ºF. 28051 Madrid Tel.: 91 494 89 79 Móvil: 627 05 16 61 [email protected] www.taveracom.es www.cuadernoderecursos.es Síguenos en nuestro blog 05 NOV- 20 11 ORIENTACIÓN EN RED PARA EDUCADORES Y FAMILIAS Tomás Pascual Sanz INSTITUTO A principio de los años noventa del siglo pasado (1993), el equipo de investi- gación de Harrison Pope describió un trastorno relacionado con la imagen corporal mientras estudiaban los efectos secundarios del uso de anabolizantes en un grupo de fisiocultu- ristas. A pesar de poseer cuerpos con una mus- culatura muy desarrollada, la conducta de estos individuos parecía estar fuertemente motivada por un intenso miedo a tener un cuerpo pe- queño y débil. La percepción del propio cuerpo aparecía distorsionada, constatando una fuerte tendencia a estimar su silueta como mucho me- nos voluminosa de lo que realmente era. Este miedo intenso a parecer pequeño y enclen- que junto con la distorsión de la imagen corpo- ral provocaba que estas personas pasaran lar- gos periodos en el gimnasio, siguieran estrictas dietas hiperproteicas y, en un porcentaje muy alto, usaran hormonas anabolizantes. El miedo en estos individuos, al revés de lo que ocurre en la Anorexia Nerviosa (AN), consiste en parecer débil y poco voluminoso. Otros nombres como “complejo de Adonis” o vigorexia antecedieron a la denominación final de Trastorno Dismórfico Muscular, término con el que los autores inscri- bieron el cuadro bajo el grupo diagnóstico de los Trastornos Somatomorfos. Una imagen corporal distorsionada En las últimas décadas la insatisfacción corporal masculina ha experimentado un crecimiento sin precedentes ÓMO SE DIAGNÓSTICA EL TRASTORNO DISMÓRFICO MUSCULAR? ¿ ¿C C ¿C C ¿ Ó Criterio A. C Preocupación por la idea de que el propio cuerpo no está suficientemente libre de grasa musculado. Conductas características asociadas son el levantamiento de pesas durante largas ho- y as y una excesiva atención a la dieta. ra Criterio B. C Esta preocupación se maniesta por al menos dos de los siguientes cuatro criterios: La persona afectada, a menudo, evita actividades sociales importantes a causa de una necesidad compulsiva de mantener el ejercicio físico o la dieta. La persona evita situaciones en las que el cuerpo se ve expuesto ante otros, o se enfrenta a estas situaciones con marcado distrés o ansiedad. La preocupación por la inadecuación del tamaño corporal o la musculatura causa malestar clínica- mente signicativo y deterioro social, ocupacional y en otras áreas importantes de funcionamiento. La persona afectada continúa su rutina de ejercicios, la dieta o el uso de sustancias anabolizantes incluso cuando conoce los efectos nocivos para su salud física y psicológica. Criterio C. C El foco primario de la preocupación es parecer débil o poco desarrollado muscularmente se distingue del miedo a engordar de la anorexia o de una preocupación solo por otros aspectos y e la apariencia como en ocurre en otros casos de Trastorno Dismórfico. d Fuente: Equipo de investigación de Harrison Pope VIGOREXIA Trastorno Dismórfico Muscular Por Antoni Grau Touriño

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DISEÑO Y REALIZACIÓN:© Tavera Comunicación Gráfi ca

Avda. Ensanche de Vallecas, 112A - 6ºF. 28051 MadridTel.: 91 494 89 79 • Móvil: 627 05 16 [email protected] • www.taveracom.eswww.cuadernoderecursos.esSíguenos en

nuestro blog

05NOV-2011 O R I E N T A C I Ó N E N R E D PA R A E D U C A D O R E S Y F A M I L I A S

Tomás Pascual SanzINSTITUTO

A principio de los años noventa del siglo pasado (1993), el equipo de investi-gación de Harrison Pope describió un

trastorno relacionado con la imagen corporal mientras estudiaban los efectos secundarios del uso de anabolizantes en un grupo de fi siocultu-ristas. A pesar de poseer cuerpos con una mus-culatura muy desarrollada, la conducta de estos individuos parecía estar fuertemente motivada por un intenso miedo a tener un cuerpo pe-queño y débil. La percepción del propio cuerpo aparecía distorsionada, constatando una fuerte tendencia a estimar su silueta como mucho me-nos voluminosa de lo que realmente era.

Este miedo intenso a parecer pequeño y enclen-que junto con la distorsión de la imagen corpo-ral provocaba que estas personas pasaran lar-gos periodos en el gimnasio, siguieran estrictas dietas hiperproteicas y, en un porcentaje muy alto, usaran hormonas anabolizantes. El miedo en estos individuos, al revés de lo que ocurre en la Anorexia Nerviosa (AN), consiste en parecer débil y poco voluminoso. Otros nombres como “complejo de Adonis” o vigorexia antecedieron a la denominación fi nal de Trastorno Dismórfi co Muscular, término con el que los autores inscri-bieron el cuadro bajo el grupo diagnóstico de los Trastornos Somatomorfos.

Una imagen corporal distorsionada

En las últimas décadas

la insatisfacción

corporal masculina

ha experimentado

un crecimiento sin

precedentes

ÓMO SE DIAGNÓSTICA EL TRASTORNO DISMÓRFICO MUSCULAR?¿¿CC¿CC¿ Ó

Criterio A. C Preocupación por la idea de que el propio cuerpo no está sufi cientemente libre de grasa musculado. Conductas características asociadas son el levantamiento de pesas durante largas ho-y

as y una excesiva atención a la dieta.ra

Criterio B. C Esta preocupación se manifi esta por al menos dos de los siguientes cuatro criterios:

• La persona afectada, a menudo, evita actividades sociales importantes a causa de una necesidad compulsiva de mantener el ejercicio físico o la dieta.

• La persona evita situaciones en las que el cuerpo se ve expuesto ante otros, o se enfrenta a estassituaciones con marcado distrés o ansiedad.

• La preocupación por la inadecuación del tamaño corporal o la musculatura causa malestar clínica-mente signifi cativo y deterioro social, ocupacional y en otras áreas importantes de funcionamiento.

• La persona afectada continúa su rutina de ejercicios, la dieta o el uso de sustancias anabolizantesincluso cuando conoce los efectos nocivos para su salud física y psicológica.

Criterio C. C El foco primario de la preocupación es parecer débil o poco desarrollado muscularmente se distingue del miedo a engordar de la anorexia o de una preocupación solo por otros aspectos y e la apariencia como en ocurre en otros casos de Trastorno Dismórfi co.d

Fuente: Equipo de investigación de Harrison Pope

VIGOREXIATrastorno Dismórfi co Muscular

Por Antoni Grau Touriño

NOV 201102

VIGOREXIA, Trastorno Dismórfi co MuscularNº 05

Director Editorial: Alfonso Perote Alejandre

Consejo Editorial: Jorge Martínez Fernández Belén Castro Rodríguez

Colaboración y Asesoramiento:Dña. Belén Castro

Asesora nutricional del Instituto Tomás Pascual Sanz

Cuaderno de Recursos:[email protected]

Tel: 91 703 04 97

Producción: WOLTERS KLUWER ESPAÑA, S.A.

Diseño: Víctor Tavera

Depósito Legal: M-16853-2011

Avalado por:

[email protected].: 91 703 04 97

www.institutotomaspascual.es

Los afectados experimentan

una preocupación excesiva

por mantener su cuerpo

libre de grasa y musculado

Un trastorno que afecta a hombres jóvenes

L a vigorexia es un trastorno emocional que se caracteriza por una obsesión por ganar

masa muscular que afecta princi-palmente a varones jóvenes, aun-que también a mujeres. Esta obse-sión se ve motivada por el miedo a aparecer enclenque y poco desa-rrollado, a pesar de disponer de un volumen muscular por encima de la media poblacional.

Preocupación excesiva por la idea de que el propio cuerpo no está sufi cientemente libre de grasa y musculado

Es el síntoma característico del trastorno. Esta preocupación adquiere rasgos claramen-te obsesivos llegando las personas afectadas a ocupar más de cinco horas al día en pensa-mientos relacionados con esta idea.

Como ocurre en los casos de Anorexia Ner-viosa, las personas afectadas de vigorexia pasan largos periodos de tiempo compro-bando la silueta y el desarrollo de la mus-culatura. A esta comprobación se suma la conducta conocida como bodychecking que consiste en palpar compulsivamente dife-rentes partes del cuerpo para comprobar el desarrollo muscular deseado.

Distorsión de la imagen corporal

La distorsión de la imagen corporal forma parte de un gran número de patologías. En el caso de la vigorexia, esta distorsión consiste en estimar el tamaño corporal como menos voluminoso de lo que objetivamente es.

El componente de la distorsión de la imagen corporal es, sin duda, el que mayor solapa-miento presenta entre la vigorexia y los Tras-tornos de la Conducta Alimentaria (TCA). Sin embargo, los pacientes con TCA perciben su cuerpo como más grande de lo que objetiva-

¿Cuáles son los síntomas principales?

INSTITUTO TOMÁS PASCUAL SANZ 03

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SUPLEMENTOS ALIMENTARIOS UTILIZADOS POR LOS PACIENTES CON VIGOREXIA

Suplementos alimentarios de alto contenido proteico extraídos del suero de la leche o del huevo (en algunos casos al 90% de concentración).

Complejos vitamínicos, a menudo acompañados de minerales y electrolitos.

Sustancias endógenas sintetizadas artifi cialmente como la carnitina o la creatina que optimiza el uso de la energía muscular.

mente es, los individuos con vigorexia esti-man el tamaño corporal como menor del que realmente tienen.

Insatisfacción corporal

Tradicionalmente, el género masculino se había considerado como menos vulnerable a la presión social por el aspecto físico. En las últimas décadas las cosas están cambian-do. En una macroencuesta que abarcaba tres generaciones de varones estadounidenses se comprobó que las tasas de insatisfacción cor-poral han aumentado desde el 15% en 1972 hasta el 43% en 1997. La exposición masiva a contenidos de tipo publicitario ha propi-ciado que, en hombres con vulnerabilidades específi cas, haya aumentado la insatisfacción con la imagen corporal.

De forma muy reveladora, existen estudios que demuestran una historia de acoso y burlas en la infancia de las personas con vigorexia. En un gran número de los casos descritos, el motivo de este acoso estaba relacionado con burlas sobre un aspecto físico débil y canijo, en los que el cuadro vigoréxico sería un inten-to de solución a una autoestima dañada por los comentarios sobre el aspecto físico.

Alteración de la conducta alimentaria

La dieta de las personas con vigorexia suele ser exagerada en cantidad y reducida en di-

versidad. Se caracteriza por la ingesta de ali-mentos que propicien un aumento de la masa muscular, junto a la evitación de aquellos que aumentan la grasa. Los individuos con vigo-rexia se adhieren a dietas estrictas, que requie-ren de un riguroso cálculo macronutricional de todos los alimentos consumidos. A ello se suma el consumo de suplementos nutriciona-les hiperproteicos, a veces ilegales. Los pacientes con

vigorexia evitan las

comidas en restaurantes

o en lugares en los que

no tengan un control

sobre los alimentos

el papel de los medios comunicación en los TCA?

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L os pacientes con vigorexia organizan su vida alrededor del gimnasio. Es muy fre-cuente que busquen trabajo en estos cen-

tros porque otra actividad laboral sería incom-patible con la práctica deportiva necesaria para mantener un cuerpo “perfecto”. Estas personas ven muy deterioradas sus relaciones sociales a causa del enorme tiempo que pasan en la sala de musculación.

El levantamiento de pesas y otros ejercicios anaeróbicos representan las rutinas de elección en estas personas. La obsesión por el aumen-to de la masa muscular convierte al colectivo de deportistas que se dedican al culturismo en la principal población de riesgo. Este hecho no comporta que todos los culturistas tengan un diagnóstico de vigorexia, pero se estima que un 10% sí cumplirían dichos criterios.

Estos pacientes superan ampliamente el ejercicio físico recomendado y la duración de una hora y media diaria más de seis días a la semana. Los individuos con vigorexia siguen largas sesiones, a menudo mañana y tarde, aumentando así el riesgo de lesión. Esta actividad continúa incluso después de producida la lesión.

Una de las más frecuentes es la conocida como «síndrome de sobreentrenamiento». Se caracte-riza por un descenso acusado del rendimiento, un incremento del cansancio, dolores muscula-res persistentes y cambios en el humor.

Largas sesiones en el gimnasio

SÍNTOMAS QUE INDICAN SOBREENTRENAMIENTO

Ansiedad

Fatiga crónica

Apatía

Depresión

Disminución del apetito

Falta de concentración

Descenso del rendimiento

Cambios de humor

Trastornos del sueño

Dolores musculares

NOV 2011

VIGOREXIA, Trastorno Dismórfi co MuscularNº 05

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INSTITUTO TOMÁS PASCUAL SANZ 05

Uso de esteroides anabolizantes

Al menos un 50% de pacientes con vigorexia em-plean esteroides anabolizantes para aumentar el volumen muscular. Se estima que en realidad el uso de este tipo de sustancias es bastante supe-rior. El carácter ilegal de alguna de ellas explica que muchos de estos pacientes nieguen su consumo.

Entre los efectos secundarios más frecuentes son el encogimiento de los testículos, la reduc-ción del recuento de espermatozoides que cursa con infertilidad, calvicie o un mayor riesgo de sufrir cáncer de próstata.

Evitación de situaciones en las que el cuerpo se ve expuesto

El miedo a parecer débil y poco musculado propicia que los pacientes con vigorexia vistan ropas holgadas que disimulen la imaginada falta de desarrollo muscular. Asimismo evitan situaciones en las que el cuerpo se ve expues-to a la mirada del otro (playas, piscinas, ves-tuarios, etc.). Cuando la exposición del cuerpo es inevitable, experimentan fuertes sensacio-nes de ansiedad que convierten la situación en altamente estresante y, por tanto, motivo de evitaciones futuras.

EFECTOS EN HOMBRES EFECTOS EN MUJERESEFECTOS EN

AMBOS SEXOS

GinecomastiaReducción del tamañode las mamas

Hipertensión arterial

Infertilidad. Reducción en elrecuento de espermatozoides

Aumento del tamaño delclítoris

Aumento del riesgo deinfarto

Atrofi a testicularRedistribución de lagrasa corporal haciaformas masculinizadas

Aumento del tamañoventricular izquierdodel corazón

Mayor riesgo de cáncer depróstata

Pérdida de cabello Acné

Calvicie Crecimiento del vello facialEn adolescentes, cese precozdel crecimiento por madurezesquelética prematura

Cambios en la voz

Aunque la mayoría

de los pacientes son

hombres, el trastorno

también afecta a

parte de la población

femenina

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C omo ocurre en otros trastornos como la anorexia o la bulimia los factores im-plicados en la vigorexia se clasifican en

predisponentes, precipitantes y mantenedo-res. Los factores predisponentes son aquellas características personales y sociales que hacen de los individuos que los reúnen personas más vulnerables al desarrollo del trastorno. Los fac-

tores precipitantes son aquellas situaciones en las que, al producirse en individuos con una serie de factores precipitantes, pueden dar lugar a la manifestación del trastorno. Final-mente los factores mantenedores son aquellos que facilitan la perpetuación del trastorno una vez este se ha instaurado, haciendo más difícil su remisión.

¿Quiénes son los principales afectados?

FACTORES PREDISPONENTES

FACTORES PRECIPITANTES

FACTORES MANTENEDORES

Ser hombre

Tener entre 18 y 35 años

Vivir en una sociedad de culto al cuerpo

Tendencias obsesivo-compulsivas

Tendencias adictivas

Experiencias negativas con el cuerpo, relacionadas con el escaso tamaño o la debilidad

Pobre autoestima

Perfeccionismo

Experiencia traumática estresante relacionada con el cuerpo

Consumo de sustancias

Ambiente social favorecedor

Subcultura del fi sioculturismo

Refuerzo social

Evitación de las sensaciones negativas relacionadas con la corporalidad

Escape de las cogniciones obsesivas

Reducción de la ansiedad mediante la necesidadcompulsiva de ejercicio físico

Modelo explicativo según Bayle (2005)

Epidemiología

S e estima que en España la prevalencia al-canza una cifra del 0,048% en la población general. Si consideramos que afecta princi-

palmente a hombres la vigorexia afectaría a 1 de cada 2.000 varones.

Por sexos, se estima que afecta mayoritariamente a hombres en una relación del 80% de hombres y el 20% de mujeres. Algunos estudios equiparan la prevalencia de la vigorexia en hombres a la de la anorexia en mujeres, alertando además sobre el posible infradiagnóstico de la patología.

En cuanto a la edad existen grandes discre-pancias según autores. El rango de edad se ex-tiende desde los 15 a los 45 años, siendo este rango muy poco descriptivo, ya que coincide con el periodo de tiempo en el que una per-sona realiza ejercicio físico intensivo. La edad de inicio se sitúa hacia la adolescencia tardía, aunque podrían existir conductas patológicas que se iniciaran con anterioridad.

En cuanto al nivel socioeconómico no existen da-tos empíricos. Algunos autores especulan que el elevado precio de los productos y medicamentos empleados son incompatibles con un nivel so-cioeconómico bajo. Desde nuestro punto de vista este argumento podría ser aplicable al consumo de drogas del que, como sabemos, no están exentas las clases populares.

Como resulta evidente, el principal colectivo de riesgo es el comprendido por fisioculturis-tas y practicantes de deportes en los que el desarrollo de un cuerpo fuerte y voluminoso es un requisito indispensable para la práctica de dicha actividad.

¿Cuáles son los efectos secundarios?

Los pacientes con vigorexia presentan otros trastornos asociados: trastornos del estado de ánimo (depresión y distimia fundamental-mente) y trastornos de ansiedad (en especial

La psicoterapia es en la

actualidad el tratamiento

más adecuado para estos

pacientes ya que el resto

se encuentra en una fase

temprana de desarrollo

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VIGOREXIA, Trastorno Dismórfi co MuscularNº 05

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Trastorno Obsesivo-Compulsivo y Trastorno de ansiedad generalizada). Considerando el abu-so de esteroides como un trastorno indepen-diente, la tasa de comorbilidad por abuso de sustancias alcanzaría el 46%. A pesar de ello, el uso y abuso de este tipo de sustancias debe considerarse como íntimamente vinculado a la necesidad compulsiva de desarrollar la muscu-latura, como ocurre con el uso anorexígeno de sustancias como la cocaína en los TCA.

En cuanto a la presencia de antecedentes psi-copatológicos, merece especial atención la pre-sencia de Trastornos de la Conducta Alimenta-ria en la historia de estos pacientes. Se estima que el 29% de pacientes tienen una historia previa de anorexia o de bulimia. Este aspecto ha hecho considerar a algunos autores que la vigorexia correspondería a un cambio en la manifestación de un Trastorno de la Conducta Alimentaria previo.

Otros aspectos psicológicos

Existe un perfi l psicológico común entre la vigo-rexia y los Trastornos de la Conducta Alimentaria consistente en elevados niveles de perfeccionis-mo, obsesividad y rasgos anhedónicos, además de los aspectos ya tratados del ideal social inter-nalizado, la distorsión de la imagen corporal y la insatisfacción con la misma.

El perfeccionismo se define como la perse-cución de metas poco realistas. Para los pa-cientes con vigorexia, su musculatura nunca está lo suficientemente desarrollada. Algunas investigaciones encuentran una relación direc-ta entre ciertos aspectos del perfeccionismo como el miedo a cometer errores con el nivel de sintomatología presentada por pacientes con vigorexia.

Las personas anhedónicas son personas con enormes dificultades para sentir placer. En este sentido, la práctica del deporte no es una actividad placentera, sino más bien una obligación. De hecho, la realización de acti-vidades placenteras queda subyugada por la obligación de seguir las rutinas de ejercicio establecidas.

Conjuntamente con los anteriores, existen facto-res comunes a diferentes trastornos como son el afecto negativo y la baja autoestima. Estos facto-res resultan inespecífi cos, por lo que no se puede hablar de una baja autoestima propia de la vigo-rexia. Aún así, como se ha comentado anterior-mente, la autoestima se encuentra enormemente determinada por la imagen corporal.

Evaluación

T odavía son escasos los instrumentos de evaluación específi cos para la vigorexia, y más escasos todavía los estudios de valida-

ción en muestra española. Los test psicométricos más empleados son los siguientes:

• Cuestionario del «complejo de Adonis». Consta de 13 aspectos, con respuestas que va-rían de 0 a 3. Exploran el grado de insatisfac-ción del hombre con su aspecto físico. La suma de las respuestas varía de 0 a 39 puntos obte-niéndose como punto de corte los 20 puntos.

• Cuestionario Muscle Appearance Satisfac-tion Scale (MAAS)*. Se compone de 19 aspec-

tos puntuables de 1 a 5 puntos. Las puntuacio-nes obtenidas se clasifi can en cinco categorías:

Dependencia al fi sioculturismo.

Conductas de verifi cación de la musculatura.

Uso de sustancias.

Lesión.

Satisfacción muscular.

* Este instrumento ha sido traducido al español y validado con el nombre Escala de Satisfacción Muscular

Los afectados continúan

consumiendo sustancias

dañinas tras conocer sus

efectos perjudiciales,

poniendo en grave

riesgo su salud

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De actualidad en www.cuadernoderecursos.es

Tratamiento

A unque todavía no se dispone de ensayos clínicos controlados que valoren la efi cacia del tratamiento

en vigorexia, la mayoría de autores coinci-den en la conveniencia de realizar aborda-jes que combinen la terapia farmacológica con la psicoterapia.

Tratamiento farmacológico

No existe todavía una pauta farmacológica contrastada para la vigorexia. El tratamien-to farmacológico comparte objetivos con el Trastorno Obsesivo-Compulsivo y el resto de los trastornos dismórfi cos.

A tal efecto, los fármacos más empleados son los inhibidores de la recaptación de la serotonina, principalmente la fl uvoxami-na y la clomipramina. Estos fármacos han obtenido buenos resultados en cuanto a la disminución de los pensamientos obse-sivos, reducción de las compulsiones y con-ductas ritualizadas como el bodychecking y mejora de las relaciones sociales.

Psicoterapia

El primer objetivo consiste en el desarrollo de la conciencia de problema, objetivo para el que la denominada terapia motivacional ha demostrado buenos resultados. De for-ma sintética la terapia motivacional preten-de ayudar al paciente a tomar conciencia de que las pérdidas que conllevaría conti-nuar con determinadas conductas supe-ran a los benefi cios que se consiguen con la continuación de las mismas. Llegados a este punto se hace necesario que la perso-na afectada disponga de un plan de acción coherentemente articulado en objetivos.

Terapia específi ca

Una vez que la persona percibe su situa-ción como problemática es el momento de iniciar un proceso de búsqueda de alterna-tivas funcionales viables. Como se ha des-crito con anterioridad, la vigorexia forma parte del espectro de trastornos con difi cul-tades con la imagen corporal y, por tanto, este aspecto, representa la piedra angular del tratamiento psicológico.

La terapia para la imagen corporal seguiría las siguientes fases:

Psicoeducación y autorregistros. En esta fase inicial se provee al paciente de información sobre los componen-tes de la autoestima, el concepto de imagen corporal y sus distorsiones. La persona afectada llega a sus propias conclusiones a través de autorregistrar pensamientos y emociones relaciona-dos con el cuerpo.

Reducción del perfeccionismo. Se per-sigue que la persona afectada sea cons-ciente del carácter perfeccionista de las comparaciones sociales que realiza. Este puede ser el primer momento para ex-trapolar el perfeccionismo con el propio cuerpo con la utilización del mismo crite-rio en otros ámbitos de la vida.

Cogniciones sobre el cuerpo. El objeti-vo de esta fase es detectar creencias dis-funcionales sobre el cuerpo y comprobar hasta qué punto estas creencias son irra-cionales. Ejemplo de estas creencias pue-den ser “solo las personas con un cuerpo perfecto son respetadas”.

Emociones sobre el cuerpo. Esta fase pretende, en primer lugar tomar con-ciencia de las emociones ante la per-cepción del propio cuerpo. A continua-ción comienza la exposición progresiva a la percepción del propio cuerpo en situaciones de relajación y seguridad comporta una disminución de la an-siedad, a través de la cual la persona se encuentra preparada para vivir su corporeidad de forma menos aversiva. Esta técnica se conoce con el nombre de desensibilización sistemática.

Conductas referentes al cuerpo. El objetivo es identifi car cómo ciertas conductas ritualizadas, como la conti-nua palpación del cuerpo o la evitación de situaciones sociales en las que el cuerpo se ve expuesto, perpetúan los sentimientos de inseguridad y el aisla-miento social. Una vez identifi cadas es-tas conductas se proponen alternativas conductuales más funcionales.

Prevención de recaídas. Se ayuda al paciente a identifi car las situaciones, pensamientos o emociones precursoras de las conductas de riesgo.

El tratamiento psicológico de la vigorexia no debe limitarse a un mero trabajo de reestructuración cognitiva de la imagen corporal. Como en la mayoría de trastor-nos, el sufrimiento de la persona afectada no se limita a los síntomas experimenta-dos. En este sentido será importante in-tervenir en aspectos como la autoestima dañada, las estrategias de afrontamiento y la elaboración de eventos vitales estre-santes entre otros.

VIGOREXIA, Trastorno Dismórfi co MuscularNº 05

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