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    147M. L. LUCHO y F. R. JERIRevista de Neuro-Psiquiatra 2001; 64 :147-155

    CONSIDERACIONES SOBRE EL APORTEDE VIKTOR E. FRANKL A LA PSICOLOGA Y LA PSICOTERAPIA

    Por DAVID SIRLOP *

    RESUMEN

    Se revisan algunos aspectos de la biografa y obra de Viktor E. Frankl (1905-1997),creador de la logoterapia, corriente psicolgica que se apoya en una concepcinantropolgica que considera al ser humano como un ser bio-psico-socio-espiritual, alque lo motiva una frrea voluntad de encontrar sentido a su existencia.

    SUMMARY

    Some aspects of the biography and work of Viktor E. Frankl (1905-1997) werereviewed. This psychiatrist was the author of the logotherapy, a psychological currentbased in an anthropological conception that considers the man as a bio-psycho-socio-

    spiritual being motivated by a strong will to find the sense of his existence.

    PALABRAS-CLAVE : Viktor E. Frankl, logoterapia, voluntad de sentido.KEY WORDS : Viktor E. Frankl, logotherapy, will of meaning.

    Los decenios iniciales del siglo XXfueron escenario de la ciclnica renova-cin de los cnones dominantes en lasciencias y las artes, renovacin que fueguiada por estupendos creadores de latalla de Freud, Einstein, T.S. Eliot o

    Picasso, por citar algunos nombres1

    . Esapoca marc tambin el establecimiento dela psicoterapia moderna, fruto del esfuerzoindependiente de numerosos pensadores,entre los que sobresali Viktor E. Frankl,padre de la logoterapia.

    1. La persona

    Viktor Emil Frankl naci en Viena el 26de marzo de 1905 en el seno de unaacomodada familia juda. Pas una niez yadolescencia tranquilas, pese a haber

    transcurrido durante el convulso periodode la Primera Guerra Mundial. Siendotodava un joven estudiante de medicina,Frankl envi a Sigmund Freud un artculoconcerniente a la mmica de la afirmacin ynegacin que -para sorpresa de aqul- fue

    * Pontificia Universidad Catlica de Chile.

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    publicado en la prestigiosa InternationaleZeitschrift fr Psychoanalyse. Este hechopropici su ingreso al movimiento psicoa-naltico, del cual se alejara poco tiempodespus, insatisfecho por el nfasis queFreud y sus seguidores otorgaban alinconsciente en el gobierno de la conductahumana.

    Su ansia por conocer propuestasdistintas lo llev a trabar amistad conAlfred Adler, quien acoge con beneplcito

    su concurso, invitndolo como expositoren el Tercer Congreso Internacional dePsicologa Individual en Dsseldorf (1926).En dicho evento, Frankl ley una ponenciaen la que ya mostraba cierto distanciamien-to de los presupuestos adlerianos, aunqueno de modo palmario, deslizando aspectosrelativos a la responsabilidad personal,temas que desarrollara extensamentedentro del marco de la logoterapia.

    Por aquel entonces, los diariosnoticiaron el aumento de actos vandlicos,

    depresiones e intentos de suicidio entre lajuventud vienesa. Sensibilizado con talcuestin, Frankl propuso abrir centros deescucha en lugares donde se concentraragran cantidad de jvenes. El propio Adler,Oswald Schwarz y Rudolf Allers, entreotros integrantes de la escuela adlerianaapoyaron a Frankl y se abocaron a estatarea, consiguiendo que al cabo de unosmeses la prensa informara que la tasa desuicidios haba disminuido considerablemen-te, siendo esta iniciativa copiada en otrasciudades europeas. En 1930, Frankl se gradu

    como mdico en la Escuela de Medicina de laUniversidad de Viena, ingresando a trabajar ala clnica psiquitrica de dicha casa deestudios. Posteriormente, en 1936, se espe-cializ en Neurologa y Psiquiatra 2.

    La invasin de Austria por parte delas tropas nazis y el consiguiente estallidode la Segunda Guerra Mundial, sembr el

    terror entre los judos, quienes se vieronobligados a abandonar su pas. En virtudde sus contactos, Frankl logr conseguir lavisa para emigrar a los Estados Unidos deNorteamrica pero dicha fortuna noalcanz a sus padres, por lo que dej sinefecto su viaje. Pese a la vecindad de unfuturo lgubre e incierto, en los albores de1942, contrajo matrimonio con su prometi-da de muchos aos, Tilly. La dicha,empero, fue efmera; a fines de ese ao,Frankl y su familia fueron detenidos y

    trasladados a diferentes campos deconcentracin junto con cientos de milesde judos. All Frankl sufri el despojo desus pertenencias, la anulacin de susseas de identidad consistente en laasignacin de un nmero (el suyo fue119104), y el confinamiento en srdidasbarracas.

    Mucha tinta ha corrido denunciandolas atrocidades perpetradas en Auschwitz,Dachau, Buchenwald, etc. En su momento,valindose de finas observaciones psico-

    lgicas, Frankl esboz la particular dinmi-ca establecida entre seres humanosconscientes de su existencia precaria,descubriendo que incluso en ese infierno,podan darse actos desprendidos,enaltecedores, en suma, humanitarios,como cuando relat las visitas que leshacan algunos hombres a los barracones,contagiando de esperanza a los que lahaban perdido o regalando el ltimo trozode pan con el que contaban. Puede quefueran pocos en nmero, -escribi Frankl-pero ofrecan pruebas suficientes de que al

    hombre se le puede arrebatar todo salvouna cosa: la ltima de las libertadeshumanas -la eleccin de la actitudpersonal ante un conjunto de circunstan-cias- para decidir su propio camino 3.

    Luego de tres penosos aos, Franklfue liberado en 1945, pero su felicidad sevio ensombrecida al enterarse de que su

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    esposa, padres y hermano no pudieronresistir la dura prueba. Decidi retornar aViena y fue nombrado jefe del departamen-to de Neurologa de la policlnica de esaciudad. En 1946, sali a la luz su obra mscelebrada y considerada por muchos unverdadero clsico: Ein Psycholog erlebtdas Konzentrationslager (versin alema-na de El hombre en busca de sentido).Posterior a este volumen, Frankl escribiuna treintena de libros, traducidos a msde 20 idiomas como La presencia ignora-

    da de Dios, Psicoanlisis yexistencialismo, entre otros.

    En Estados Unidos, Gordon Allportsalud la aparicin de la logoterapia comouna de las contribuciones fundamentales ala psicoterapia. Las universidades deHarvard, Stanford, Pittsburgh y Dallas loinvitaron como profesor y conferenciante,siendo, asimismo, investido de mltiplesdistinciones por sociedades acadmicasdel orbe. Sin embargo, esto no conllevuna modificacin sustancial en su estilo de

    vida, dedicndose a la docencia y consultaprivada en su Viena natal. Frankl falleci el2 de setiembre de 1997 como consecuenciade una falla cardaca, a los 92 aos de edad.

    2. El vaco existencial

    Un aspecto que en su momentodespert la curiosidad de Frankl fue elsignificativo nmero de pacientes queacudan a su consulta, llevando problemasconcernientes a un sentimiento de caren-

    cia de sentido en sus vidas. Meditandosobre tal problemtica, Frankl concluyque el terapeuta no deba interpretar esaslamentaciones como un sntoma morboso,enmascarador de una neurosis de ncleosexual o atribuible a sentimientos deinferioridad. El problema del sentido de lavida, seala Frankl4, ya se plantee de unmodo expreso o de una manera simplemen-

    te tcita, debe ser considerado como unproblema verdaderamente humano. Portanto, el hecho de poner sobre el tapete elproblema del sentido de la vida no debeinterpretarse nunca, en modo alguno,como sntoma o expresin de algoenfermizo, patolgico o anormal en elhombre; lejos de ello, es la verdaderaexpresin del ser humano de por s, de loque hay de verdaderamente humano, dems humano, en el hombre.

    La tendencia al aumento del vacoexistencial no est circunscrita al mbitoviens, puesto que el fenmeno se repiteen Oriente y Occidente; en sociedadesopulentas y menos desarrolladas; enjvenes y adultos; en sistemas democrti-cos y totalitarios. Frankl5 explica as lagnesis de este problema: (...) contraria-mente al animal, el hombre carece deinstintos que le digan lo que tiene quehacer y, a diferencia de los hombres delpasado, el hombre actual ya no tienetradiciones que le digan lo que debe ser,

    parece que muchas veces ya no sabetampoco lo que quiere en el fondo. Yentonces slo quiere lo que los demshacen (conformismo), o bien, slo hacer loque los otros quieren, lo que quieren de l(totalitarismo).

    No son el conformismo ni el totalita-rismo, sin embargo, las nicas manifesta-ciones que acentan el vaco existencial.Frankl considera que con el advenimientode la automatizacin en la vida laboral, laspersonas disponen de mayor tiempo libre,

    lo que debera ser considerado como muypositivo, pero cuando no se consiguesacar el mximo provecho personal deesas horas, entonces la sensacin devaco se incrementa, producindose loque atinadamente Chiappo llama un ocioinfecundo6. Hay, de otro lado, losindividuos que con su dedicacin exclusi-va al trabajo (los modernos workaholics),

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    copan todas sus horas del da con citasy proyectos, entregados a una febril ydesmesurada actividad, tratando de esemodo cubrir su sensacin de vaco interno.

    Ahora bien, al condensarse la frus-tracin existencial en sntomas neurticos,estamos frente a una neurosis nogena(noos proviene del griego y puedetraducirse por espritu). El cuadrodescrito por Frankl no es una neurosispsicgena en sentido estricto, puesto

    que los sntomas vivenciados por elindividuo surgen de una combinacinde sentimientos de falta de significadoy conflictos de valores. La relevancia deeste descubrimiento ha sido refrendadopor varias investigaciones de cortepsicomtrico que han empleado testspara medir el vaco existencial, compro-bando que cerca de20% de las neurosisson nogenas7. Estos resultados sontomados con mesura por Frankl, quienpreviene de caer en generalizacionesfciles, ya que as como no todafrustracin existencial debe tornarse

    necesariamente una neurosis nogena,tampoco toda neurosis nogena nacedel abatimiento y la desesperanza.

    Frankl distingue dos formas deneurosis nogenas: la neurosis de des-ocupacin y la neurosis dominical. Laprimera est vinculada con el flagelocreciente del paro laboral forzoso, quemella la estima y el nimo del desocupado,volcndolo hacia la apata. Este estadoaparece como sntoma neurtico cuandola persona convierte al desempleo en una

    excusa para justificar sus fracasos, exi-mindose de emprender nuevos retos. Porel contrario, el tipo no neurtico percibedicha situacin como una contingenciapasajera, entiende que el no ejercicio de suprofesin no determina que su vidacarezca de sentido, y en consecuencia,evita desesperarse, buscando alternativassanas en qu ocupar su tiempo.

    La desocupacin de los jubilados es,asimismo, otro caldo de cultivo para laneurosis. La tendencia a reducir cada vezms el tiempo de servicios, genera que laspersonas que han trabajado gran parte desus vidas, dejan de tener -a veces de un dapara otro- una ocupacin permanente,abrindose ante ellos un sistema socialambiguo, donde el rol que deben cumplirse torna impreciso, causando en algunos,efectos deletreos en su salud fsica ypsicolgica. Aunque lastimosamente cunde

    en nuestra poca una exaltacin desmesu-rada de la juventud y todo lo que ellorodea, el jubilado no debe experimentar eseperiodo como traumtico; ms bien,partiendo de la idea de que el trabajo no essolamente una actividad remunerada,puede retomar pasatiempos y aficionesque no pudo disfrutar en su debido tiempo,adems de seguir cultivando el contactosocial con su familia y coetneos.

    En tanto, la neurosis dominical o de losfines de semana se expresa en los individuos

    que acostumbran dedicar todo su tiempo a laactividad laboral. Cabe mencionar, sinembargo, que Frankl le concede al trabajo unpapel fundamental en tanto es el campodonde el hombre encuentra la posibilidad decrecer y realizarse dentro del marco de losvalores creativos, permitindole fortalecerlos vnculos con su comunidad. Sufustigamiento apunta, en todo caso, a laclase de trabajo que subroga realizacionestrascendentes, concentrndose en un afndesmedido por el lucro y la acumulacin depoder. No es extrao que quienes obran de

    esta manera, evadan el quedarse a solasconsigo mismos, siendo lo normal queconcurran los fines de semana a centros dediversin con el propsito de que el bullicioy el movimiento ahoguen sus pensamien-tos.

    Finalmente, Frankl ha precisado otroscuadros aparte de la neurosis nogena,

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    que han sido recogidos por Kriz8, y queson: (...) 2) neurosis somatgenas, queresponden a causas fsicas con efectos enel dominio psquico; 3) enfermedadespsicosomticas, que son de desencade-namiento psquico pero se acompaan denoxas fsicas; 4) neurosis reactivas, quede igual modo son soportadas en comnpor la psique y el cuerpo, y cuyos sntomasprincipales, a diferencia de lo que ocurre enel caso de las enfermedadespsicosomticas, son de naturaleza psqui-

    ca, y 5) neurosis psicgenas, que son decausacin psquica (pero que tambinpueden tener efectos fsicos).

    3. La voluntad de sentido

    De acuerdo a la parfrasis deCrumbaugh (citado por Frankl7): Lavoluntad de sentido postulada por Franklpuede ser entendida en trminos de la leyde organizacin perceptual de la psicolo-ga de la Gestalt. De hecho Frankl la

    relaciona con la percepcin: la voluntad depercibir, de adjudicar sentido al ambiente,de interpretar, de organizar los estmulospara construir totalidades llenas de senti-do. Los psiclogos de la Gestalt conside-ran que esta tendencia organizadora esuna propiedad innata de la mente. Tienevalor de supervivencia, pues, cuanto msamplio es el espectro de los estmulos quepueden ser comprendidos e interrelacionados,tanto mayor es la oportunidad de manipula-cin adaptativa.

    Si bien la voluntad de sentido puedeser homologable con una clase especial depercepcin, Frankl hace hincapi en que elser humano no se propone encontrar unsentido vital con el objetivo de estabilizarsu gestalt, interpretacin que cae dentrodel psicologismo, y en algunos casos delpsicopatologismo como cuando, por po-ner un caso, el registro potico de un

    Byron, quien recre en sus obras emocio-nes contrapuestas, se quiere explicar comola caracterstica oscilacin del humor dealguien aquejado de una enfermedadmaniaco-depresiva. Por eso, en rigor,Frankl3 contrasta la voluntad de sentidocon la voluntad de placer del psicoanli-sis y la voluntad de poder de la escuelaadleriana, sealando que la primera fuerzamotivadora del ser humano es la pugna porhallar sentido a su existencia.

    La tarea de hallar sentido a la vida esun proceso complejo que se demuestra ensu doble dimensin, subjetiva y relativa.Es subjetiva porque no existe un sentidogeneral aplicable a todos los sereshumanos, al contrario, para cada persona,la vida tiene un sentido diferente. Esrelativa puesto que est ntimamenterelacionada con la individualidad delhombre y su situacin determinada, nicae irrepetible. En ese contexto, la concienciahumana juega un papel central, ya quecuenta con la facultad de revelar el sentido

    subyacente en cada caso y armonizar losprincipios ticos universales con cadasituacin concreta.

    Concomitante con este problema, sedebe tener presente el carcter finito de lavida, que exige del individuo no dilapidar eltiempo lamentndose por las condicionesen que le toc nacer, pues recusarelementos incmodos de su destino,presupondra anular su propia personali-dad, convirtindolo en alguien totalmentediferente. Lo ms sensato sera desplegar,

    por un lado, su responsabilidad para sacarmayor provecho de la finitud de la vida, enla medida que las decisiones que tomesern irrevocables y definitivas, y porotro, su libertad para encaminar susdecisiones en un sentido personal. Ntesela coincidencia con lo que Martin Heideggerescribi sobre la existencia inautntica,donde prima la falsa curiosidad, la

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    Frankl insiste en que la logoterapia nodebe ser tomada como un sustituto deotras terapias, sino como un complementode ellas, de modo que su misin seaprocurar en el paciente la bsquedapersonal de lo que es su existencia. Estehalo de apertura adems se ve reforzadopor la actitud de cooperacin con otrasescuelas, hacindose patentes en loscasos en que se ha combinado exitosamentela logoterapia con terapias farmacolgicas,hipnticas, de grupo y de relajamiento,

    entre otras. Subraya que es menester nosucumbir a posturas extremistas, ten-dientes a convertir a la logoterapia enuna panacea, actitud que disiente porcompleto del pensamiento de Frankl,quien ms bien propugna unalogoterapia que se reformule continua-mente y reconozca sus limitaciones.

    La logoterapia sirve tambin paratratar perturbaciones psicosomticas ascomo disfunciones sexuales con basepsicgena, para las cuales Frankl ha

    ideado dos tcnicas especficas: laderreflexin y la intencin paradjica. Elobjetivo de la primera es activar lacapacidad de autotrascendencia del serhumano, conducindolo a la bsqueda deun sentido hacia algo o alguien, distinto des mismo. La tarea de la segunda esvehicular la capacidad de autodistancia-miento por la cual el hombre puededistanciarse no slo del mundo, sino de smismo11.

    La derreflexin resulta ser muy til en

    problemas relacionados con el deglutir,hablar, escribir, pensar y dormir. Suefectividad se asienta en hacerle ver alpaciente que su problema puede sercontrarrestado si vuelca su atencin haciaun tema u objetivo distinto del que loaqueja. Ilustrativa de esta tcnica es elabordaje de los pacientes con insomnio,quienes despus de la primera noche que

    pasan en vela, quedan excesivamentesensibles y pendientes de la tarea dedormir, con lo cual bloquean su sueo.Esta intencin forzada va a propiciar elefecto contrario que se quiere solucionar,por lo que el terapeuta debe recomendarleque focalice su mente en otras cosas.

    La intencin paradjica, por otraparte, sirve en cuadros de fobias, compul-siones y obsesiones en los que prevaleceuna ansiedad anticipatoria. Apoyado en

    su vasta experiencia clnica, Frankl reparen que muchos de sus clientes vivenciabanesta ansiedad al momento de pensar en lasreacciones que les iban a sobrevenir (porejemplo, tartamudeo en pblico). Contrarioa lo esperado, Frankl los animaba a desearfirmemente sufrir aquello que tanto temen,remplazando de este modo el miedo deexpectacin y propiciando el rompimientodel crculo vicioso. Si bien parece sencillo,Frankl llam la atencin sobre un compo-nente esencial que no deba pasarse poralto para conseguir la anhelada recupera-

    cin: el sentido del humor. Este talantefestivo, aparentemente ftil o extrao alencuadre teraputico, es invocado porFrankl en la medida que slo un pacientecon nimo dispuesto a rerse de s mismo,va a poder lograr el distanciamientonecesario entre l y su sntoma. Hay quemencionar, finalmente, que el empleo yxito de ambas tcnicas cuenta concopiosa casustica, documentada en va-rios libros y artculos cientficos7-11.

    5. Comentarios finales

    El opus frankeleano puede ser inscri-to dentro de la corriente tipificada comopsiquiatra existencial, vertientepsicoteraputica que tiene como principa-les exponentes a Ludwig Binswanger,Medard Boss, Igor Carusso y Rollo May.Esta escuela, como dicen Davison y

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    Neale12, pone de relieve la imagen de unhombre dinmico, en constante evolucinhacia alguna meta. En tal sentido, supasado no es un lastre para su realizacinpersonal, puesto que no lo determina, sinoque es en el presente, hic et nunc, dondedebe desarrollar su capacidad inherente detomar conciencia de s y de lo que ocurrealrededor suyo, ejerciendo su capacidadpara tomar decisiones y responsabilizarsede ellas.

    Frankl puede ser tambin considera-do como un conspicuo representante de loque Len15 denomina psiquiatra filsofo:Qu debemos entender por el trminopsiquiatra filsofo? Con l describimos aalguien que ha trascendido los lmites de laespecialidad psiquitrica para reflexionaracerca de la condicin humana, susgrandezas y sus debilidades. A alguienque, por el estudio pero sobre todo por elcontacto repetido con el sufrimientohumano, con el dolor del paciente y de los

    que lo acompaan en esta vida, haterminado por reconocer que no basta lamedicina para curar, ni el recurso tcnico-por refinado que ste sea- para aliviar,sino que son urgencias primera y ltima lacompaa y la compasin, en el sentidoliteral de ambos trminos.

    A pesar de los muchos libros yartculos publicados por Frankl, Kriz8

    encuentra que su propuesta no hadespertado tanto entusiasmo como otras,aun en pases de lengua alemana. Este

    sugiere como explicacin el desinters deFrankl por fundar institutos de formacindonde didactas se dedican a formar aotros, estilo bastante empleado por auto-res de dudosas teoras que, en desmedrode su frgil basamento terico, adornansus ideas de plido oropel. Asimismo

    existen crticos que confunden loslineamientos de Frankl con una Etica opsicologa pastoral, lo cual, visto desdeuna perspectiva cientfica, aparece comodisonante. Sobre esto, Frankl13 ha respon-dido: Tocante a la delimitacin defronteras entre la Psicoterapia (toda clasede Psicoterapia y no slo la Logoterapia),de un lado, y la Religin, de otro, se puedellevar a cabo, segn mi opinin, de lasiguiente manera: el fin de la Psicoterapiaes la curacin psquica o mental (SeelischeHeilung), el fin de la Religin es, por elcontrario, la salvacin del alma(Seelenheil). La logoterapia es, al fin y alcabo, lo que Delgado14 llam elegantemen-te una psicagoga, esto es, la orientacinespiritual que el paciente debe recibir de suterapeuta en momentos de confusinsobre sus metas futuras.

    El magistral estilo con el cual Franklha desbrozado cuestiones que ataenntimamente al ser humano como los

    valores y las actitudes frente al sufrimien-to, nos brinda la oportunidad de apreciar lanaturaleza dialctica de la psicoterapia, yes que sta ya no responde a malestaresgenerados por un contexto victorianocomo ocurri a comienzos del siglo XX,sino que ahora le toca enfrentar una pocasignada por la descomposicin social yconfusin generalizada que se constata enel crecimiento desbordante de suicidios,depresin, drogadiccin y alcoholismo.Las enseanzas de Frankl no son nipesimistas ni optimistas al respecto, no

    podran serlas, puesto que su experienciaen los campos de concentracin apuntalsu inteligencia y espritu para creer en lasuperacin de cualquier hecho desventa-joso por parte del hombre que vive enconsecuencia con el sentido que haencontrado a su vida.

    D. SIRLOP

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    ZUSAMMENFASSUNG

    In der vorliegenden Arbeit behandelt der Verfasser einige Aspekte von FranklsBiographie und Werk, der Logotherapie. Die Logotherapie begrndet sich in eineranthropologischen Perspektive, die eine Betrachtung des Menschen als ein komplexesWesen beinhaltet, in die biologische, psychologische, gesellschaftliche und geistigeKrften eine wesentliche Rolle spielen.

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    APORTES DE VIKTOR E. FRANKL