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La izquierda otanista y colonialista, constituida por una coalición de varias sensibilidades políticas...

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Viajando a la prehistoria de la primavera rabe: la CIA y el golpe de Estado en Irn (1953)

La izquierda otanista y colonialista, constituida por una coalicin de varias sensibilidades polticas, sociales y personalidades independientes la socialdemocracia, los ecosocialistas, algunas ONG y asociaciones de solidaridad, muchas organizaciones de la extrema izquierda anticapitalista adems de intelectuales con cierta fama coincide plenamente con el imperialismo en la necesidad de derrocar los gobiernos calificados como dictaduras o tiranas por los grandes medios de prensa imperialistas. Esta izquierda, completamente receptiva a los mensajes intoxicadores de los grandes grupos de prensa, cree haber descubierto la sopa de ajo cuando apoya las llamadas revoluciones rabes o la primavera rabe de forma acrtica. En realidad, algunas de estas revoluciones son adaptaciones particulares de la tctica de las revoluciones de colores -naranja para Ucrania, verde para Irn, de las rosas para Georgia, y de jazmn para los pases rabes- que en pases como Irn y Siria y anteriormente en otros lugares como Yugoslavia, Ucrania, Georgia y la Libia de Gadafi ha congregado a los sectores sociales ms reaccionarios y extremistas junto con los liberales y pro-occidentales. Estos grupos presentan una nutrida representacin de extremistas islmicos, miembros de Al Qaeda y mercenarios extranjeros financiados y apoyados por las monarquas rabes, la CIA norteamericana, el Mossad israel y otras agencias de occidente contra los gobiernos de esos pases que resultaban molestos para la hegemona atlantista y sionista.

Debido a que la izquierda otanista muestra tanta pasin en apoyar los movimientos calificados de revoluciones populares contra tiranas, y teniendo en cuenta que suenan inquietantes tambores de guerra contra Irn una guerra, por otra parte, ya iniciada mediante los atentados terroristas y asesinatos selectivos contra los gobiernos amenazados as como las sanciones econmicas, es interesante conocer la prehistoria de las llamadas revoluciones de colores (actualmente la primavera rabe), que se remonta al ao 1953, cuando la CIA norteamericana y el MI6 britnico perpetraron un golpe de Estado contra el primer ministro iran de tendencia progresista y nacionalista, Mohammad Mossadegh. Esta operacin fue el preludio del siguiente golpe de Estado de la CIA, esta vez contra el presidente progresista de Guatemala, Jacobo Arbenz, en 1954. Ambos golpes se realizaron con el pretexto oficial y con el apoyo de los grandes medios de prensa de impedir una dictadura comunista en el pas. Este esquema nacido en 1953 se ha repetido en muchos otros pases, incluido en el propio Irn a partir del ao 2009, cuando tras la reeleccin del actual presidente Mahmud Ahmadineyad se desat la revolucin verde precedida de una campaa sistemtica de criminalizacin orquestada desde los medios de prensa occidentales y sionistas.

La crisis en Irn que provoc el golpe de 1953 contra el primer ministro Mossadegh tuvo dos motivaciones estratgicas: el control anglo-estadounidense del petrleo iran y el aislamiento de la URSS durante la guerra fra. El golpe cont con la complicidad del Sha (rey) de Persia y constituy la principal accin encubierta del imperialismo norteamericano durante la guerra fra. Con el golpe contra Mossadeq, cuya poltica de nacionalizaciones era apoyada por el partido comunista de Irn, la CIA pretenda cortar de raz toda posible influencia sovitica en este pas en realidad inexistente- y al mismo tiempo abrir el camino para que las compaas petroleras norteamericanas se apoderaran del petrleo que, hasta su nacionalizacin en 1950, haba estado en manos de las compaas britnicas.

AntecedentesEn agosto de 1941, en el marco de la Gran Alianza contra los nazis, los britnicos y los soviticos ocuparon militarmente Irn, con el fin de impedir la formacin de un gobierno pro-nazi en el pas y para mantener abiertas las rutas de suministros hacia la URSS. Los acuerdos establecan que el ejrcito britnico deba ocupar el sur del pas y los soviticos el norte, en las provincias iranes de Azerbaiyn y el Kurdistn. Los soviticos y los britnicos presionaron al viejo Sha de Persia, Reza Pahlavi, un dspota criminal que haba sido una marioneta de los britnicos -pero con un gobierno y un ejrcito bajo la influencia nazi- para que abdicara en su hijo, el joven Mohammad Reza Pahlavi, evitando as un posible giro hacia la Alemania nazi. En 1942 se firm un tratado de amistad entre Irn, la URSS y Gran Bretaa, y ese mismo ao los norteamericanos fueron invitados a la ocupacin conjunta del pas. Las fuerzas ocupantes aprovecharon su presencia para asentar su influencia dentro del pas: los soviticos ayudaron a organizar un fuerte partido comunista -cuyo nombre era Tudeh que significa Partido de Masas- en el norte del pas, los norteamericanos controlaron la polica y el ejrcito persa enviando asesores militares y material blico, y los britnicos -cuya imagen estaba muy deteriorada entre el pueblo como vieja potencia colonialista y patrono del desptico Sha- se limitaron a tratar de no perder su maltrecha influencia sobre el gobierno y las instituciones, y sobre todo en la industria petrolera.

Tras el fin de la guerra, en 1945, la URSS mantuvo a sus tropas en el norte de Irn ante el temor de que este pas fuera utilizado como base por britnicos y norteamericanos para desestabilizar las fronteras soviticas, ya que los gobiernos de gran Bretaa y EE.UU. haban conseguido una gran influencia sobre el ejrcito y las instituciones de Irn, y adems trataban de frenar el creciente movimiento nacionalista y comunista en el pas. Adems exista el problema del petrleo: ante la creciente hegemona anglo-norteamericana en el mercado mundial de este recurso vital, la URSS haba tratado en vano de conseguir concesiones del gobierno iran para la exploracin y explotacin petrolfera de los yacimientos del norte de Irn y el reparto conjunto de sus beneficios, que hasta el momento iba a parar casi en exclusiva a los bolsillos de los britnicos.

Al mismo tiempo, la ocupacin militar sovitica haba sido aprovechada por las poblaciones kurdas y azeres del norte de Irn para proclamar su autonoma respecto del gobierno de Tehern, autonoma que fue reconocida solamente por el gobierno de Stalin. Esta poltica ya haba sido ensayada por el gobierno bolchevique en 1920, sosteniendo a grupos secesionistas y revolucionarios en el norte de Irn, principalmente de la etnia azerbaiyana, que combatan al gobierno persa y a la presencia militar britnica. Estos grupos haban proclamado un gobierno provisional que tuvo varios meses de vida y que slo fue reconocido por el gobierno bolchevique. Pero el reconocimiento de la autonoma en 1945-46 obedeca a otros factores: uno de los ms importantes eran los anhelos histricos de las poblaciones de la repblica fronteriza de Azerbaiyn, con fuertes parentescos tnicos con sus vecinas iranes, y que al parecer haban tratado de unirse en un mismo territorio desde haca mucho tiempo. Est documentado que existi una corriente de opinin de parte de las poblaciones de Georgia y Azerbaiyn y de los gobiernos de ambas repblicas soviticas, que presion sobre las mximas instancias del poder y sobre el propio Stalin para que ste reconociera las autonomas del norte de Irn.

Pero en 1946 el ejrcito sovitico se retir del norte de Irn debido a las presiones del gobierno norteamericano del presidente Truman y por la oposicin del gobierno persa, y la autonoma de las poblaciones kurda-azeres fue liquidada instantneamente. Para el joven Sha, la retirada sovitica en el norte de Irn se debi a la conviccin de que Estados Unidos apoy la independencia de Irn, lo que le hizo aumentar sus simpatas hacia el imperialismo norteamericano. El futuro primer ministro, Mossadeq, tambin se haba opuesto a la presencia sovitica en el norte iran en 1945-46.

A partir de entonces se fue gestando la crisis cuyo desenlace fue el golpe de Estado de 1953. El artculo del profesor John Foran Discursos subversivos. La revista Time, el derrocamiento de Musadiq por la CIA, y la instalacin del Sha (1), que analiza el papel de los grandes medios de comunicacin y de prensa en la preparacin psicolgica del golpe de Estado en Irn como complemento a la poltica exterior del Departamento de Estado de EE.UU. y de la CIA, revela el mecanismo de funcionamiento de las revoluciones de colores que desembocan en golpes de Estados perpetrados por el imperialismo contra gobiernos nacionalistas o revolucionarios del Tercer Mundo, o simplemente otros gobiernos que no quieren someterse a sus dictados. Desde Irn en 1953 a la primavera rabe en 2011, el argumento ha variado muy poco, como se podr comprobar.

El texto que sigue es un resumen del citado artculo de John Foran.

La nacionalizacin del petrleoA diferencia de otros pases del Tercer Mundo como Venezuela o Arabia Saud, que durante los aos 40 obtenan el 50% de beneficios de las explotaciones petroleras realizadas por compaas norteamericanas, los beneficios entregados por la compaa britnica Anglo-Iranian Oil Company -que controlaba la explotacin de los yacimientos petrolferos del pas- al gobierno de Irn eran muy pequeos.

En abril de 1951 el parlamento iran (Majlis), donde tenan la mayora los partidarios del primer ministro Mossadeq agrupados en el partido Frente Nacional, aprob la nacionalizacin de la compaa Anglo-Iranian Oil Company, decisin ratificada por el Sha el 1 de mayo. Esta decisin abri un periodo de conflictos a cuatro bandas entre el Sha, el gobierno nacionalista de Mossadeq, el gobierno britnico y el norteamericano.

Los gobiernos europeos occidentales, presionados por el britnico, reaccionaron rpidamente y prohibieron la importacin del petrleo iran durante dos aos con el objetivo de daar gravemente la economa persa. Mientras tanto, los Estados Unidos, que se haban mantenido como observadores neutrales al inicio del conflicto, empezaron a inclinarse al lado de los britnicos, presionando al gobierno persa para que buscara una solucin negociada con ellos. Entre tanto, la popularidad de Mossadeq en el pas creca a expensas de la del Sha prximo a los imperialistas y por ello cada vez ms disconforme con la poltica del Frente Nacional-, consiguiendo sumar a diferentes grupos polticos a su causa. Entre estos se encontraba el partido comunista que apoy la poltica de nacionalizaciones pero no al gobierno de Mossadeq. Hacia 1953, la popularidad del primer ministro estaba en su punto ms alto: tena el apoyo mayoritario del Majlis y de la mayora de la poblacin, pero en el interior del pas se le oponan algunos clrigos musulmanes, polticos rivales y el Sha. Todos ellos hallaron pronto el apoyo exterior de los norteamericanos y britnicos.

Preparando el golpe: diplomacia y prensa en la guerra psicolgica Antes de la crisis, los grandes medios de prensa estadounidenses (The New York Times, Christian Science Monitor, Life, Newsweek, Time y otros) proporcionaban una opinin elogiosa y benevolente del primer ministro iran y en las informaciones sola ser descrito en trminos positivos, pero cuando empez la crisis decidieron que no era oportuno informar acerca de la situacin interna de Irn porque consideraban a su pueblo incapaz de autogobernarse polticamente y de tener un autntico deseo de libertad. Por este motivo se mantuvieron a la expectativa y se limitaron a crear una imagen de superioridad occidental sobre los pueblos atrasados de Oriente Medio. Durante la primera fase de las negociaciones entre los britnicos e iranes la prensa norteamericana se mostr neutral o ligeramente inclinada hacia el gobierno persa, en concordancia con la posicin del gobierno estadounidense, que con su actitud esperaba ganar posiciones en el petrleo iran a expensas de los britnicos. La prensa silenci sistemticamente las causas internas de la crisis -el petrleo en manos de los britnicos- y trat de presentado como un combate contra el expansionismo sovitico en el marco de la guerra fra. Estudiosos del golpe de Estado han puesto de relieve que las motivaciones principales del golpe de la CIA eran impedir la amenaza del comunismo, antes que solucionar el problema del petrleo.Mientras tanto, los polticos y diplomticos britnicos y norteamericanos tenan otra visin del problema, y caracterizaban a Mossadeq progresivamente con trminos ms despectivos y duros: infantil, inmaduro, femenino, loco, grandilocuente, histrico, grotesco, demente, neurtico y enfermo. Por si eso no era suficiente, el embajador norteamericano en Tehern calific a los seguidores del primer ministro como ratas locas y suicidas que necesitan ser salvadas de su propia locura por la benevolencia occidental.

Pero las impacientes corrientes ms reaccionarias de Estados Unidos eran partidarias de medidas ms agresivas que las del Departamento de Estado. As, coincidiendo con la agravacin de la crisis debido a la resistencia del primer ministro, la prensa cambi de tctica y comenz a tratar a Mossadeq como un luntico o marioneta comunista y a los iranes como frenticamente suspicaces, y explosivamente chovinistas. Destacaba el tono agresivo de Time y Life, que se dirigan a un amplio pblico derechista (republicano) o polticamente centrista que a su vez ejerca como influyente grupo de presin sobre la poltica exterior del gobierno. En 1946, cuando los soviticos se retiraron de Irn, la prensa mostr este hecho de forma estridente como una gran victoria estadounidense: el primer revs importante de la agresin comunista despus de la guerra. Pero tras la victoria de la Revolucin en China en 1949 y con la guerra de Corea en pleno auge, la nacionalizacin del petrleo iran colm la paciencia de la prensa, que public una serie de duros reportajes y artculos contra la poltica exterior estadounidense, acusando al gobierno de parlisis, de vacilaciones y debilidades frente al peligro comunista que ahora amenazaba a Irn.

Time, en una editorial, criticaba la calma del Departamento de Estado sobre la nacionalizacin de petrleo alertando que Occidente lo tena todo pero ha perdido una posicin estratgica clave en Irn. Adems criticaba toda la poltica exterior norteamericana en Oriente Medio: lo que sucedi en Irn puede suceder maana en Irak, Siria o Egipto; el Departamento de Estado no tiene ni un plan ni medios para prevenir esto.

Life, por su parte, publicaba que la deplorable actuacin de nuestro gobierno en Irn ha contribuido al Gran Desastre. Life afirmaba que puede ser demasiado tarde para Irn () pero no es demasiado tarde para evaluar al Departamento de Estado de los EE.UU. bajo la luz sombra de Irn y para que el secretario de Estado Dean Acheson registre un expediente de abandono y fracaso que es suficiente para justificar su dimisin. Las violentas protestas anti-iranes de los grandes medios de prensa norteamericanos slo tenan un ligero contrapeso en el peridico progresista The Nation, que sola dedicar artculos ms complejos y elaborados a la situacin interna de Irn, aunque era un peridico de mucha menor tirada. The Nation trataba de dar cabida de forma seria a las voces del Tercer Mundo, aunque no poda llegar al pblico norteamericano de forma tan amplia.

Paralelamente, la prensa norteamericana construa la imagen del Sha como un joven monarca con clase, educado y liberal, un hombre inteligente y devoto por el bienestar de su pas que adems era pro-occidental y con ideas progresistas y, lo ms importante, se opone al Frente Nacional de Mossadeq. La prensa norteamericana, que antes de la crisis haba descrito a Mossadeq como un hombre inteligente, honesto, educado y patritico, pas a describirlo en menos de un ao en trminos completamente despectivos: por ejemplo, Time lo calific como el hombre del ao que ha engrasado las ruedas del caos, explicando que ha incrementado el peligro de una guerra general entre las naciones, ha empobrecido a su pas y ha llevado a algunos territorios vecinos al borde del desastre. Aada adems sobre el primer ministro que era un hombre posedo por un estado mental fantico, un nacionalista fantico que vive con el temor de ser asesinado por otros nacionalistas fanticos adems de una atroz caricatura de hombre de Estado. Se destacaba tambin como rasgo negativo el hecho de que Mossadeq fuera musulmn, y su partido el Frente Nacional era calificado como una organizacin poltica fantica y extremista.

Como nos explica John Foran, en menos de un ao, el honesto, el inteligente y patriota primer ministro de Irn se haba convertido en el demaggico, emocional, y fantico infantil gracias a la manipulacin de la prensa. Cuando se iban a celebrar elecciones parlamentarias para el Majlis, en 1952, Time publicaba: cuanto ms violentamente fantico sea el candidato, ms votos recibe de los electores. La prensa adems trataba de asociar a Mossadeq con el Islam radical, a pesar de que las polticas del Primer Ministro eran seculares, contrastando en este aspecto con las propugnadas por el Sha. En 1953, cuando el primer ministro solicit al parlamento poderes extraordinarios, la prensa norteamericana arremeti con una gran campaa contra la dictadura de Mossadeq, relacionndolo directamente con la influencia sovitica en el pas.

Los esfuerzos de Mossadeq por contrarrestar la imagen negativa en occidente fueron en vano. A fines de 1951 realiz una vista a Estados Unidos con el objetivo de mejorar las relaciones, y en 1952 envi una carta a Time que fue publicada en una seccin normalmente poco leda por el pblico.

La retrica antisovitica como pantalla del golpeHacia fines de 1951 el Foreign Office britnico haba elaborado planes para un golpe de Estado, que incluan la invasin de Abidan a finales de 1952, pero se cancelaron cuando el presidente Truman manifest su oposicin. Los britnicos deseaban colocar en el poder a Fazhullah Zahidi, un general retirado que era pro-nazi. Cuando Mossadeq descubri el complot, en otoo de 1952, rompi relaciones diplomticas con Gran Bretaa, que desde entonces intensific sus esfuerzos para lograr apoyos en el gobierno estadounidense contra el gobierno iran.

Durante el ao 1952 el espionaje britnico inici los preparativos secretos y encubiertos para la desestabilizacin de Mossadeq, trabajos que fueron transferidos a la CIA cuando administracin del recin elegido presidente Eisenhower tom las riendas de Estados Unidos. Cuando maduraron las condiciones para una intervencin norteamericana en Irn, la prensa prepar la cobertura psicolgica e intoxicadora multiplicando los llamamientos intervencionistas: Newsweek por ejemplo, seal que occidente deba en este instante escoger entre la ocupacin del sur de Irn o bien observar cmo el pas al completo se decanta hacia el comunismo. Si Irn cae, entonces Pakistn -donde los rojos han hecho un trabajo remarcable de infiltracin- ser probablemente el siguiente. La revista Time reproduca las afirmaciones del diplomtico norteamericano en Persia, J. Rives: Persia ha entrado en un periodo de caos y anarqua Los EE.UU. deben de prepararse, si es necesario, para ocupar el sur de Persia y tomar posesin de la refinera de petrleo de Abadan. Preferiblemente a instancias de un gobierno persa simpatizante con el mundo occidental. A finales de marzo, Time publicaba: El Sha puede dejar de ser el gobernante dbil que ahora parece si es ayudado por EE.UU..

Mientras tanto, se iba desarrollando la influencia del Tudeh y crecan las simpatas por la Unin Sovitica: el Primero de Mayo hubo una manifestacin de 35.000 personas. Uno de los oradores habl de las heroicas naciones de la URSS que estn dirigiendo el frente democrtico. Pero al mismo tiempo aumentaba la inquietud entre los diplomticos norteamericanos y la prensa multiplicaba sus descalificaciones contra la poltica del Departamento de Estado en Oriente Medio exigiendo una poltica decisiva.En julio de 1953, Time hablaba de riesgo de golpe de Estado comunista y describa a Mossadeq como una marioneta de los comunistas: La infiltracin del Tudeh en el gobierno de Mossadeq el tan profunda que los agentes comunistas pueden, en algunos casos, implantar la poltica del gobierno. El 13 de julio de 1953, el peridico New York Post predeca que Mossadeq sera vctima de un golpe de Estado del Ejrcito (que estaba muy ligado a los Estados Unidos), y citaba al Secretario de Estado John Foster Dulles, que afirmaba que cualquier gobierno iran antes que uno comunista, ser mejor que el gobierno actual. Es imposible llegar a un acuerdo con Mossadeq.

El desenlace final: cada de Mossadeq y represin popular y anticomunistaLa CIA haba estado desplegando operaciones en Irn desde finales de los aos 40 contra la supuesta influencia sovitica y contra los comunistas del Tudeh. Estas operaciones incluan el reparto de propaganda, la utilizacin de matones callejeros contra militantes comunistas, y la compra de clrigos musulmanes para que atacaran al partido comunista en sus sermones religiosos. Posteriormente el Frente Nacional de Mossadeq se convirti en un objetivo de las redes de espionaje de EE.UU. Mientras tanto, la prensa norteamericana propag la imagen de una revuelta popular contra el primer ministro para encubrir las actividades desestabilizadoras de la CIA.

El nuevo presidente norteamericano Eisenhower accedi a prestar apoyo al servicio de inteligencia britnico, el MI6, poniendo a disposicin las redes clandestinas de la CIA en Irn. La operacin, que consista en derribar a Mossadeq e instaurar al pro-nazi Zahidi como dictador del pas, se denomin Ajax y comenz en febrero de1953. El Sha aparentemente no se sum a estos planes concretos hasta el verano de 1953, e incluso en agosto se mantuvo neutral sin comprometerse hasta recibir garantas oficiales de EE.UU. y de la participacin britnica.

Entre los das 15 y 19 de agosto los acontecimientos escaparon al control de la CIA. Un intento de derrocar a Mossadeq por un decreto del Sha fue neutralizado por militares leales al primer ministro la noche del 15 al 16. El fracaso del golpe provoc que el pro-nazi Zahidi buscara refugio rpidamente en una vivienda segura de la CIA, y al mismo tiempo el Sha huy en avin hacia Roma el 16 de agosto. Los das 17 y 18 hubo numerosas manifestaciones contra el Sha en Tehern, aunque algunas de ellas fueron organizadas por agentes locales de la CIA con el objetivo de provocar el caos en las calles. Los militantes del Tudeh y del Frente Nacional cayeron en la trampa y se unieron a las manifestaciones. El embajador de EE.UU., Henderson, pidi insistentemente a Mossadeq llamar a la polica para reprimir las protestas, a lo que el primer ministro increblemente accedi. En ese momento, el Tudeh retir a sus militantes de las manifestaciones. El 19 de agosto, la CIA organiz manifestaciones multitudinarias de leales al Sha a las que se unieron policas y unidades militares y se produjo una batalla de nueve horas con los partidarios del primer ministro en su residencia en la que murieron 300 personas. Al final del da el Mossadeq fue arrestado y el pro-nazi Zahidi fue proclamado primer ministro. El Sha, sorprendido por los acontecimientos, esper a que el pas se pacificara y no regres de Roma hasta el 22 de agosto. El exprimer ministro Mossadeq fue confinado en arresto domiciliario hasta su muerte en 1967. Tras el golpe se desmantelaron las redes comunistas en el ejrcito y se ejecutaron a miembros del Tudeh. Los EE.UU. slo haban necesitado desembolsar 60.000 dlares para derribar al gobierno legtimo del pas. La prensa norteamericana estall de alegra. El 20 de agosto The Washington Post escriba: es un motivo de felicidad; The Christian Science Monitor describa los acontecimientos como los ms esperanzadores que han podido suceder; el 21 de agosto The New York Times calificaba a Mossadeq como un egosta y rabioso nacionalista. Al mismo tiempo, el Sha era ensalzado como una joven promesa. El 28 de septiembre Time urga al Sha a hacer rpidas reformas para evitar que los complots subterrneos de los rojos del Tudeh y los partidarios del viejo Mossadeq provoquen una rebelin que permita a Rusia apoderarse de Irn. La prensa norteamericana justific crudamente el corrupto y fraudulento proceso electoral de 1954 -que no tena nada de democrtico segn los estndares occidentales- como necesidad de defensa frente a la profunda infiltracin comunista subterrnea y debido a que los iranes eran inexpertos en el combate de los enemigos de la democracia con mtodos democrticos.

ConclusinEl artculo de John Foran permite trasladarnos a la prehistoria de las revoluciones de colores, mostrndonos que la tctica de golpes de Estado ha variado poco desde entonces. La caracterstica principal del golpe de Estado de 1953 fue la relacin entre los grandes grupos mediticos y la poltica exterior norteamericana durante la guerra fra, y esta relacin se ha mantenido intacta hasta hoy.

El golpe contra Mossadeq fue realizado bajo el pretexto de la lucha contra la penetracin sovitica y comunista en Irn, aunque la URSS no tuvo una influencia remarcable sobre la dinmica interna del pas ni sobre la nacionalizacin del petrleo. Irn marc el inici una era de golpes mediticos orquestados por el imperialismo, que se justificaban de forma invariable siguiendo un mismo patrn: el pretexto de luchar contra el comunismo o contra el expansionismo de la Unin Sovitica. El golpe comenzaba con una estrategia histrica e intoxicadora de desinformacin y difamacin en los grandes medios de comunicacin de masas -estadounidenses y del propio pas afectado- y en el interior de los pases amenazados con la movilizacin callejera de sectores reaccionarios o pro-occidentales, el sabotaje econmico y la paralizacin de la distribucin de alimentos, as como la desestabilizacin del aparato del Estado y las fuerzas de seguridad mediante la accin de agentes infiltrados o funcionarios y militares de la oposicin o comprados por la CIA. La experiencia exitosa de Irn de 1953 se utiliz entre otros lugares, como en Guatemala en 1954, Chile en 1974, Venezuela en 2002, Irn en 2009 y Libia en 2011. La llamada primavera rabe o revoluciones rabes constituyen en una buena medida la secuela modernizada de la operacin Ajax. El apoyo entusiasta y la adhesin incondicional que recibe de parte de la izquierda otanista es una muestra palpable de los vnculos establecidos entre el imperialismo y la izquierda otanista en el objetivo comn de derribar las barreras polticas a la globalizacin neoliberal liderada por el matrimonio Estados Unidos-Israel.

Notas: John Foran: Discursive Subversions. Time Magazine, the CIA Overthrow of Musadiq, and the Installation of the Sha. Publicado en Cold Ward Constructions, Christian G. Appy (ed). University of Massachusetts Press, 2000.EscucharArticulo de Albert Escusa