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    71Militar la gestin: una aproximacin a las relaciones entre activismo y trabajo en el Estado

    Vol. XLI, N 74, primer semestre 2014: pginas 71-102 / ISSN 0252-1865

    Copyright 2014: Centro de Investigacin de la Universidad del Pacfico

    Melina Vzquez*

    Consejo Nacional de Investigaciones Cientficas y Tcnicas, Conicet; Instituto de Investiga-

    ciones Gino Germani; Universidad de Buenos Aires, Argentina

    Resumen

    Este artculo explora las relaciones entre trabajo en la gestin pblica ycompromiso militante, es decir, lo que los actores definen como gestinmilitante. Para ello se analizan tres agrupaciones kirchneristas creadasal interior de tres ministerios nacionales de Argentina: La graN maKro,la Juventud de Obras Pblicas y la Corriente de Liberacin Nacional. Seinterroga por las condiciones de posibilidad y los principales rasgos de esteactivismo; los principios de ingreso, permanencia y ascenso dentro de losgrupos y dependencias estatales; y la manera en que este tipo de militancia

    se articula con capitales expertos, profesionales, acadmicos y militantespropiamente dichos.

    Palabras clave: activismo, carrera militante, Estado, saber experto.

    * Artculo recibido el 22 de noviembre de 2013 y aprobado para su publicacin el 26 de marzo de 2014.Este artculo forma parte de la lnea de trabajo que la autora desarrolla como investigadora del Conicety se articula con el proyecto Activismo y compromiso poltico juvenil: un estudio sociohistrico desus experiencias polticas y militantes (1969-2011) de la Agencia Nacional de Promocin Cientficay Tecnolgica, Ministerio de Ciencia, Tecnologa e Innovacin Productiva (2012-2015), del que ella es

    directora. Melina Vzquez es magster en Investigacin en Ciencias Sociales y doctora en Ciencias Sociales porla Universidad de Buenos Aires (UBA) y es posdoctoranda en Ciencias Sociales, Niez y Juventud enel marco del programa regional ofrecido por Cinde-Colombia, CEJU-Chile, PUCSP-Brasil y el ConsejoLatinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso). Es docente de la carrera de Sociologa e investigadoradel Conicet y del Instituto de Investigaciones Gino Germani (Facultad de Ciencias Sociales) de la UBAy coordina el Equipo de Estudios sobre Polticas y Juventudes (EpoJu). Adems es cocoordinadora delGrupo de Trabajo Juventudes, Infancias: Polticas, Culturas e Instituciones Sociales en Amrica Latinade Clacso.Correo electrnico: [email protected]

    Militar la gestin: una aproximacin a lasrelaciones entre activismo y trabajo en el Estadoa partir de las gestiones de gobierno de Cristina

    Fernndez de Kirchner en Argentina

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    Bringing Militancy to Management: An Approach to the Relationship

    between Activism and Government Employment since the CristinaFernndez de Kirchner Administration in Argentina

    Abstract

    This article explores the relationship between employment in publicadministration and militant commitment, which is understood as that whichthe actors themselves define as militant management. To this end, ananalysis is presented of three groups created within three Argentine ministriesthat adopted Kirchnerista ideology: La graN maKro, the Juventud de Obras

    Pblicas, and the Corriente de Libertacin Nacional. The article explores theconditions of possibility and principal characteristics of this activism as wellas the guidelines for admission, continuing membership, and promotion bothwithin the groups and government entities; and the way that this type ofmilitancy is articulated with expert, professional and academic capital as wellas the capital constituted by the militants themselves.

    Keywords: Activism, expert knowledge, militant careers, State.

    Siglas usadas

    Anses Administracin Nacional de la Seguridad SocialCDR Centros de Referencia Territorial

    CIC Centros Integradores Comunitarios Clacso Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales Conicet Consejo Nacional de Investigaciones Cientficas y Tcnicas Dinaju Direccin Nacional de Juventud FPV Frente para la Victoria Frepaso Frente Pas Solidario FUBA Federacin Universitaria Argentina Indec Instituto Nacional de Estadsticas y Censos JOP Juventud de Obras Pblicas JP Juventud Peronista Kolina Corriente de Liberacin Nacional PRO Propuesta Republicana

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    73Militar la gestin: una aproximacin a las relaciones entre activismo y trabajo en el Estado

    INTRODUCCIN

    El presente trabajo explora algunas de las propiedades del activismo durante el kirchnerismo

    en Argentina, ms precisamente, las relaciones que se construyen entre el compromiso

    militante y el trabajo en el Estado1. Para eso, analiza el significado de militancia, defi-

    nida en trminos de gestin militante2, en particular la forma como esta se configura a

    partir de la primera gestin de gobierno de Cristina Fernndez de Kirchner (2007-2011) al

    interior de colectivos que definen su quehacer militante por, para y desde el Estado.

    Para abordar estos objetivos, resulta central referirse brevemente a la gestin de gobierno

    de Nstor Kirchner (2003-2007), quien logr una legitimidad de ejercicio3basada en laconstruccin de un liderazgo que articula el funcionamiento de la vida poltica institucional

    con una dinmica movilizadora. En efecto, Kirchner recupera y consagra un conjunto de

    demandas y consignas propias del lgido proceso de movilizacin anterior a su asuncin

    como primer mandatario, es decir, durante el ciclo de protestas conocido como crisis de

    2001, en relacin al ao en que tuvo lugar. Por otro lado, promueve alianzas con diferen-

    tes agrupaciones definidas a partir del concepto de transversalidad que redundan, en

    algunos casos, en la integracin de sus dirigentes en las listas electorales del Frente para

    la Victoria (FPV)4y, en otros casos, en su incorporacin a diferentes reas de la gestin

    pblica relacionadas con los respectivos saberes militantes. Se puede mencionar, a modo deejemplo, la incorporacin de dirigentes de movimientos de desocupados con fuerte trabajo

    militante en barrios carenciados de la Provincia de Buenos Aires, quienes fueron convocados

    a desempearse en reas tales como la Direccin Nacional de Asistencia Comunitaria en el

    Ministerio de Desarrollo Social de la Nacin, la Secretara de Organizaciones Sociales del

    mismo ministerio y la Subsecretara de Tierras para el Hbitat Social de la Secretara de

    Obras Pblicas del Ministerio de Planificacin. Estas y otras incorporaciones a la gestin

    pblica ilustran, por un lado, la legitimacin de los capitales militantes de los activistas y,

    por otro, el proceso de reconversin de dichos saberes en la realizacin de trabajos en el

    Estado, aspecto que ampla el repertorio de acciones y permite postular al Estado como un

    1. En el presente trabajo se opta por utilizar ambos trminos de modo intercambiable para hacer alusina las formas de adhesin y participacin en los grupos. Ahora bien, en tanto el trmino militanciaes parte del repertorio de nociones utilizadas por los propios actores a la vez que objeto de debateentre estos.

    2. Se har uso de comillas para indicar trminos o expresiones utilizadas por los actores.3. l lleg a la presidencia de la Nacin con 22% de los votos, concretamente cuando el ex Presidente

    Carlos Menem, quien haba obtenido 24% de los votos, renunci a su candidatura antes de la realizacinde un ballotageo segunda vuelta entre ambos candidatos.

    4. Espacio partidario surgido en el ao 2003 para acompaar la candidatura de Nstor Kirchner. En l con-fluyen el Partido Justicialista, el Frente Grande, el Partido Intransigente, el Partido Comunista CongresoExtraordinario y el Partido de la Victoria, entre otros.

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    espacio ms de militancia. As, los activistas redefinen sus tareas en trminos de militar

    el Estado (Perelmiter 2010).

    Segn algunos analistas, este perodo de mayor apertura hacia la integracin de dirigentes

    de movimientos sociales y de algunas de sus demandas se cierra relativamente con la lenta

    recomposicin de la base de sustentacin poltica de Kirchner (Boyanovsky Bazn 2010).

    Sin embargo, de acuerdo con la hiptesis que propone este artculo, el referido aspecto

    movilizador se ha mantenido a lo largo del tiempo y es tambin uno de los rasgos distin-

    tivos de las dos gestiones de gobierno de Cristina Fernndez (2007-2011 y 2011-2015). De

    todas maneras, se reconocen importantes cambios e inflexiones, algunos de los cuales se

    mencionan a continuacin.

    En primer lugar, desde el kirchnerismo se apuesta ms all de las alianzas a la construccin

    de espacios organizativos y de militancia propios, es decir, espacios cuya marca de origen

    y principales rasgos tienen que ver con la adhesin al mismo.

    En segundo lugar, y de modo concomitante con lo anterior, se realiza una tematizacin

    de la juventud, la cual es leda e interpelada por la dirigencia como espacio de vacancia

    poltica y condicin para el recambio generacional al interior del kirchnerismo en tanto

    espacio poltico. Se observa, adems, un conjunto de procesos en los que se reconoce que lacategora joven se convierte en fuente de prestigio y es destacada dentro del universo de

    relaciones militantes. Entre estas, se puede destacar: la creacin o revitalizacin de grupos

    en los cuales la categora joven aparece como principal criterio de autodefinicin pblica,

    al punto de ser incorporada en nombre de los colectivos u objetivada entre los principales

    rasgos de sus miembros; la promocin de candidatos jvenes en lugares expectantes de las

    listas electorales y en posiciones de poder; y, finalmente, la reelaboracin de la historia de

    algunos grupos en clave juvenil (Vzquez 2014). Los procesos descriptos cobran especial

    vigor en el espectro de organizaciones kirchneristas, al punto que la agrupacin juvenil

    ms grande y conocida pblicamente La Cmpora es reconocida como la principal

    agrupacin oficialista. Sin embargo, tambin se puede destacar la importancia de otras,

    como por ejemplo las que se definen en relacin con la emblemtica Juventud Peronista

    (JP)5, como la JP Evita, la JP Descamisados y la JP Peronismo Militante.

    En tercer lugar, los diversos grupos juveniles dentro del kirchnerismo participan de una

    redefinicin del trmino militancia, por medio del cual articulan una serie acciones,

    5. Creada a fines de la dcada de 1950, cuando se produce el derrocamiento del segundo gobierno de JuanDomingo Pern (1952-1955) y la posterior proscripcin del movimiento peronista. La misma tuvo un papel

    central durante la dcada de 1970, al interior de lo que se conoce como peronismo revolucionario.

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    posiciones y formas de compromiso que vistas por fuera de ese universo de relacio-

    nes pueden resultar diferentes entre s y heterogneas. El compromiso es descripto enrelacin con el impulso de acciones vinculadas con una militancia de tipo territorial6,

    estudiantil (tanto a nivel secundario como universitario), cultural7y con la militan-

    cia de la gestin, esto es, con una manera de tramitar los compromisos militantes en

    relacin con el trabajo en la administracin pblica estatal 8. En relacin con esta ltima,

    se trata de experiencias en las cuales las causas por las que se participa, y la manera de

    hacerlo, poseen estrecha vinculacin con la dependencia estatal e incluso con el rea

    temtica en la que sus miembros se desempean laboralmente. Se consagra as, no solo

    una forma de entender el activismo que se relaciona con el trabajo en el Estado y con

    el desarrollo de una forma de gestin de lo pblico a partir de valores que se reconocencomo militantes, sino adems una forma de tramitar los compromisos que involucran

    al Estado como objeto de sus acciones. En sntesis, los activistas se definen como mi-

    litantes de la gestin y el repertorio de acciones militantes involucra tareas realizadas

    en, desde y para el Estado.

    El artculo propone explorar las propiedades y caractersticas de este ltimo tipo de

    compromiso militante por medio del anlisis de tres agrupaciones surgidas entre los aos

    2010 y 2011 al interior de diferentes dependencias estatales: La graN maKro9, creada en

    el Ministerio de Economa y Finanzas Pblicas de la Nacin; la Juventud de Obras Pblicas(JOP), formada al interior de la Secretara de Obras Pblicas del Ministerio de Planificacin

    Federal, Inversin Pblica y Servicios; y la Corriente de Liberacin Nacional (Kolina)10im-

    6. Forma de activismo cuyo principal escenario es el mbito barrial: se milita en el barrio y para el barrio.Las tareas tienen que ver con el impulso de actividades solidarias; apoyo escolar; formacin poltica;talleres recreativos; reparto de volantes; inscripcin de beneficiarios en polticas pblicas; actividadesde apoyo a candidatos de las listas del FPV a nivel local, municipal, provincial y/o nacional; realizacinde pintadas; y asistencia a movilizaciones de protesta o de expresin de apoyo; entre otras.

    7. Ligada con la produccin de ideas y argumentos por medio de los cuales se busca hacer visible y legitimarciertas acciones de gobierno. La militancia cultural se plasma en diarios oficialistas o en suple-

    mentos especficos al interior de los mismos y, fundamentalmente, en blogspolticos, redes sociales yotros recursos de la denominada rama virtual, por medio de los cuales se impulsa la construccin deuna contracultura meditica. Esta forma de militancia aparece como complemento de otras accionesmilitantes (como las estudiantiles o barriales) o como centro de las acciones militantes dentro de ladenominada batalla cultural.

    8. Tales formas de compromiso no son excluyentes entre s, se trata ms bien de grandes lineamientos enbase a los cuales se organizan las prcticas militantes tanto al interior de un mismo grupo por ejemplo,las que se observa en los colectivos ms grandes y extensos a lo largo del pas, como La Cmpora,como tambin entre diferentes grupos de activistas juveniles que se orientan especficamente a unau otra forma de participacin militante.

    9. Los activistas utilizan las maysculas para destacar en el nombre de la agrupacin las iniciales delnombre y del apellido de Nstor Kirchner.

    10. En la sigla de la agrupacin, la letra C de Corriente ha sido cambiada por la letra K, que simboliza lafigura de Nstor Kirchner, como tambin su adhesin al kirchnerismo.

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    pulsada al interior del Ministerio de Desarrollo Social de la Nacin. Para ello, se analizan

    las carreras militantes de los integrantes de las agrupaciones quienes, a su vez, son tra-bajadores de las referidas dependencias; las propiedades del activismo; los principios de

    ingreso, permanencia y ascenso en su interior; y la manera en que este activismo pone en

    juego capitales y saberes de diverso tipo (sociales, burocrticos, profesionales y acadmicos,

    entre otros) que son reconvertidos en su desempeo como militantes de la gestin11.

    Este trabajo retoma los resultados de una investigacin ms amplia realizada entre los

    aos 2011 y 2013 y se basa, principalmente, en entrevistas en profundidad a militantes y

    funcionarios pblicos, en observaciones participantes en actividades impulsadas por los

    mencionados colectivos y en las dependencias estatales en las que se insertan y en elanlisis de fuentes y documentos.

    1. EXPERTISEECONMICA, UNIVERSIDAD Y ESTADO: UNA APROXIMACINAL ACTIVISMO EN LA GRAN MAKRO

    La graN maKro se crea en el ao 2011 bajo el impulso de un grupo de jvenes profesionales

    de Ciencias Econmicas que eran, a su vez, trabajadores en diferentes reas del Ministerio de

    Economa de la Nacin. Adems de haber estudiado en carreras econmicas en universidades

    nacionales, estos activistas se desempean como docentes de grado y posgrado en las mismas.Las reas y los temas de especializacin en sus trabajos al interior del ministerio y en las

    universidades y sus tareas militantes resultan convergentes. Es decir, su conocimiento en

    materia econmica constituye un capital susceptible de ser reconvertido desde el campo

    laboral y acadmico hacia el campo poltico y viceversa. Sin ir ms lejos, caracterizan a la

    militancia en relacin con prcticas como estudiar, conceptualizar y difundir los linea-

    mientos estratgicos del modelo econmico que se desarrolla en nuestro pas desde el 25

    de mayo de 200312 (La graN maKro 2011). En suma, trabajar en el Ministerio de Economa,

    estudiar y formarse acadmicamente en el rea econmica y militar difundiendo aquellas

    ideas en defensa del modelo econmico kirchnerista constituyen para ellos prcticas

    entrelazadas entre s.

    11. El impulso de este tipo de activismo ha dado lugar a lecturas acusatorias acerca del kirchnerismo y susprincipales agrupaciones. Pese a que este artculo se centra especficamente en el anlisis de estas, esrelevante destacar que la confluencia entre prcticas militantes y laborales en la gestin pblica esun aspecto presente en agrupaciones polticas de un espectro poltico ms amplio. Concretamente, enaquellos casos en los que tambin se participa de gestiones de gobierno tanto a nivel municipal comoprovincial. La principal diferencia consiste en que la gestin militante representa en los espacioskirchneristas una consigna y una reivindicacin pblica, a diferencia de otros espacios polticos, comola gestin del socialismo a nivel provincial (en la Provincia de Santa Fe) y de Propuesta Republicana(PRO), partido de centroderecha que gobierna la Ciudad Autnoma de Buenos Aires desde el ao 2007.

    12. Fecha en la que se produce la asuncin de Nstor Kirchner como primer mandatario.

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    1.1. Acadmicos, profesionales y militantes

    Los activistas afirman que el terreno de su militancia es el de la batalla cultural13, por loque una de las principales acciones de la agrupacin tiene que ver con participar de charlas

    y organizar congresos y debates en mbitos universitarios e, incluso, debates pblicos en

    medios masivos de comunicacin en los que se abordan cuestiones tales como qu es la

    economa, en general, y lo que caracterizan como economa heterodoxa, en particular.

    Segn el punto de vista de los activistas, ser reconocidos desde un perfil tcnico y, princi-

    palmente, como economistas independientes, docentes o investigadores universitarios, les

    permite encarar actividades que raramente realizan los integrantes de otras agrupaciones

    kirchneristas. Con este fin, no solo se valen de recursos acadmicos y profesionales, sinode un estilo comunicacional que, segn los activistas, es lo que los diferencia de otras

    agrupaciones kirchneristas y los convierte en interlocutores legtimos. Se puede destacar

    la participacin de los integrantes de la agrupacin en programas televisivos de perfil

    poltico en los que difunden su punto de vista y debaten con autoridades o ex autorida-

    des en reas econmicas de relevancia, como tambin con los referentes de partidos o

    agrupaciones opositoras al kirchnerismo.

    La marca distintiva de La graN maKro tiene que ver, como se mencion, con un reperto-

    rio de acciones militantes vinculadas con comunicar, difundir y debatir posicionesfundadas en un saber especfico en materia econmica, por medio del cual se explicita

    su adhesin a la actual gestin de gobierno, a la vez que se comparten motivos y razones

    por medio de los cuales se apunta a movilizar otras adhesiones. Citando el testimonio del

    responsable del rea de Comunicacin:

    Siempre se instala el mensaje de que hay un grupo que son economistas quesabe, que estudiaron, que tienen los modelos [econmicos], y hay otro grupo quesera, en este caso, el gobierno, que son unos improvisados que ponen parchesen el corto plazo, porque no tienen la menor idea de cmo funciona [la econo-ma]. Cuando en realidad no es as, en realidad vos tens una visin particular,

    diferente, que es ms keynesiana si quers, ms heterodoxa. Entonces me pareceque dar el debate con estos tipos, mostrarle a la gente que del otro lado hayotra visin, eso es importante. (Entrevista a Lucio Marques; nfasis de la autora)

    El carcter tcnico y profesional de la agrupacin permite a sus integrantes no solamente

    definir las especificidades de su forma de compromiso sino, adems, trazar distinciones al

    interior de un universo militante ms amplio. En esta direccin, siguiendo el testimonio

    13. Trmino utilizado por diferentes agrupaciones que, como se mencion, se orientan a un tipo de activismomenos articulado con la concepcin ms barrial de este trmino, que apunta a desarrollar la produccinde ideas y argumentos que expliciten y legitimen las acciones de gobierno.

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    de uno de sus principales referentes, La graN maKro no disputa de espacios territoriales,

    es una agrupacin transversal, profesional (entrevista a Lucio Marques). Vemos as cmolos activistas fundan la legitimidad de sus posiciones y sus debates con otros tcnicos,

    especialistas o referentes, incluso si estos son opositores al gobierno, sobre principios que

    reenvan a su carcter de expertos en materia econmica.

    Ahora bien, los activistas no solamente aspiran a ser reconocidos al interior del mundo

    militante, sino que tambin buscan insertarse y legitimarse en tanto profesionales y

    expertos en el mbito acadmico. En este sentido, se puede reconocer su participacin en

    congresos y eventos acadmicos, su trabajo docente en carreras de grado y especializaciones

    de posgrado y su bsqueda por impulsar una corriente de anlisis econmico al interior dediferentes universidades nacionales.

    Es interesante advertir que la bsqueda por construir un espacio propio en base al recono-

    cimiento de valores militantes ligados con la defensa de una perspectiva econmica en

    ocasiones es leda por sus pares profesionales y acadmicos como ilegtima, puesto que su

    quehacer en materia econmica es interpretado como poltico. En este sentido, puede leerse,

    a modo de ejemplo, el rechazo y la oposicin que suscit por parte de las autoridades del

    rectorado de la Universidad Nacional de La Plata la propuesta de realizar el encuentro Jvenes

    Economistas Heterodoxos impulsado por La graN maKro, quienes descalificaron la actividadpor leerla como un encuentro poltico, antes que como una actividad acadmica propiamente

    dicha14. Pese a esta resistencia por parte de las autoridades, la actividad tuvo lugar y fue el

    marco para el lanzamiento de la agrupacin, habiendo participado el entonces ministro de

    Economa y actual vicepresidente de la Nacin, Amado Boudou; el viceministro de Economa y

    actual diputado del FPV, Roberto Feletti; el ministro de Economa bonaerense Alejandro Arla;

    el entonces secretario de Finanzas de la Nacin y posterior ministro de Economa, Hernn

    Lorenzino; y el subsecretario de Coordinacin Econmica, Alejandro Robba; entre otros. La

    reunin tuvo diferentes temas centrales, como la presentacin de una propuesta acadmica

    para reformar el plan de estudios de las carreras de Ciencias Econmicas, un debate acerca

    de los cambios que en materia econmica introdujo el kirchnerismo y tambin la manera en

    que este modific la subordinacin de la poltica a la economa de mercado.

    1.2. Tcnicos, jvenes y militantesLos principios de autodefinicin del grupo se reconocen tambin en la consagracin del

    perfil de jvenes y tcnicos de sus activistas en relacin con las tareas desarrolladas

    14. Como se ilustra en el ejemplo, la descalificacin no se basa tanto en la adhesin a una interpretacinheterodoxa de la economa, sino ms bien al hecho de que la misma est asociada con una defensa

    militante del modelo econmico del gobierno.

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    como trabajadores del Ministerio de Economa. Segn el testimonio de una activista, la

    creacin de La graN maKro tiene que ver con la identificacin de:

    [] mucha gente joven en el Ministerio [de Economa de la Nacin], muchosjvenes que no tenan experiencia militante pero que estaban de algunamanera entusiasmados, se sentan identificados desde lo tcnicocon laspolticas econmicas que llevaba adelante este gobierno, que manifestabanalguna necesidad como trascender el aporte tcnicoque uno puede hacer ahy de dar un poquito ms. Y entonces, bueno, buscbamos la forma de abrir unapuerta o de tender un puente para que toda esa gente tuviera un mbito adondedesarrollar una incipiente vocacin militantey que no tena espacio en ese

    momento. Porque no estamos hablando de gente que vena de la militancia,que por ah su leitmotivno estaba en ir a una marcha o ir a bancar a la plazao ir a militar en un local. Por eso a veces nos preguntan por qu no entramosen La Cmpora o en qu nos diferenciamos Esencialmente en esto, no?, queno somos una agrupacin de base ni tenemos pretensin digamos de serlo, sinode poner en valor militante el aporte tcnico que estamos en condicionesde hacer. (Entrevista a Martina Enrquez; nfasis de la autora)

    Resulta interesante, en primer lugar, la manera en que es tematizada la gestacin del com-

    promiso poltico en este universo militante. Como se indica en la cita, se trata de jvenes,

    pero no jvenes a secas, sino de jvenes que son, adems, tcnicos15, mayoritariamente

    sin experiencia militante previa y que adhieren al kirchnerismo por una vocacin militante

    que surge de su identificacin con lo tcnico.

    Esta marca de origen permite trazar nuevas diferencias entre lo que significa militar dentro

    del kirchnerismo en esta y en otras agrupaciones kirchneristas y juveniles. Concretamente,

    la autodefinicin como agrupacin profesional y el desarrollo de un tipo de activismo basado

    en un repertorio de conocimientos especficos vinculados con la propia formacin acadmica

    y con el desempeo en reas econmicas de la gestin pblica16son reivindicados como su

    15. Buena parte de las agrupaciones juveniles no profesionalizadas definen la juventud hasta los treinta aos, demodo similar a la manera en que el propio Estado considera a esta categora por medio de las polticas pblicas(segn las cuales la juventud es una franja etaria que va de los quince a los veintinueve aos). Es interesanteque este grupo elabore la juventud tambin como una categora etaria pero que llega hasta los cuarentaaos, aspecto que se puede concluir del perfil profesionalizado de sus miembros y de un activismo que ponderael valor de la formacin acadmica y la experiencia laboral en la gestin. As, este criterio de recorte simbolizala importancia de reinterpretar la categora joven a la luz de la experiencia como experto o tcnico.

    16. Podra sostenerse que esta relacin entre saber acadmico, prctica profesional y militancia inclusotrasciende al trabajo en el Estado. Si bien casi todos los activistas trabajan actualmente en el Ministeriode Economa, muchos destacan la importancia que ha tenido su trabajo en el mbito privado para contarcon una serie de saberes y conocimientos que resultan vitales en su rol militante. As, uno de los referentescon mayor visibilidad pblica de la agrupacin destaca su trayectoria laboral en el sector financiero

    como parte de los aprendizajes a los que apela para su desempeo como activista en la agrupacin.

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    principal capital poltico y rasgo definitorio. Al mismo tiempo, tales rasgos permiten a sus

    activistas distinguirse de las organizaciones polticas como La Cmpora o Kolina, cuyasactividades no solamente son asociadas con un activismo territorial sino que, adems, son

    caracterizadas en relacin con otro repertorio de acciones militantes, como por ejemplo ir

    a una marcha, bancar en la plaza de Mayo17o militar en un local.

    Asimismo, el perfil de los activistas y el repertorio de acciones militantes son reivindicados

    para trazar otras diferencias, por ejemplo, al interior del universo de los trabajadores del

    ministerio, concretamente con respecto a aquellos que trabajan sin compromiso poltico,

    a los cuales se descalifica como meros tcnicos.

    Como se desprende de las ideas sealadas, esta experiencia ilustra una configuracin particular

    entre la figura del tcnico y la del militante. En trminos esquemticos, podramos decir

    que, durante la dcada de 1990, la figura del experto era utilizada para invocar una suerte

    de neutralidad basada en el saber especfico en una materia en este caso, la Economa, lo

    que se legitima en la toma de decisiones en base a un saber cientfico, que se postula ms

    all de todo posicionamiento poltico ideolgico (Camou 1997; Heredia 2011). La relacin

    entre estas figuras sufre algunas modificaciones a la luz de procesos como los que tuvieron

    lugar a partir del gobierno de Nstor Kirchner, que como se ha mencionado convoc a los

    dirigentes de algunas agrupaciones a desempearse como funcionarios de la gestin pblica.Este proceso tambin permite resignificar la figura del militante en relacin con el trabajo

    como funcionario y trabajador; tal figura se contrapone con la del experto, pero se legitima,

    siguiendo a Perelmiter (2010), en una suerte de ethoscontraburocrtico. As el militante,

    cuya legitimidad era construida en base a su activismo en un barrio, se convierte por medio

    de su trabajo en la gestin pblica en un puente entre el territorio y el Estado. En el caso

    de La graN maKro observamos que los activistas se legitiman en cuanto tales de manera

    concomitante a su desempeo como trabajadores de la gestin pblica18. Sus credenciales

    acadmicas, profesionales y burocrticas son el principal recurso de una forma de compro-

    miso que reivindican como tcnica. Es as como esta forma de activismo, asociada a un

    saber experto en materia econmica, se propone como principal tarea militante: difundir

    razones tcnicas y acadmicamente fundadas por las cuales acompaar las gestiones del

    gobierno kirchnerista.

    17. Expresin por la que se alude a una prctica habitual de otras agrupaciones ligada con movilizarse aeste espacio, la Plaza de Mayo, donde se encuentra la casa de gobierno, a acompaar bancar, enel lenguaje nativo una determinada medida o decisin de gobierno, como tambin a manifestar suapoyo a la Presidenta de la Nacin.

    18. Aunque, como se mencion, hay otros saberes y recursos en juego, concretamente: la experienciamilitante en espacios poltico-partidarios, la pertenencia al mundo acadmico, la experiencia laboral

    en el mbito privado, etc.

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    81Militar la gestin: una aproximacin a las relaciones entre activismo y trabajo en el Estado

    1.3. En torno a las relaciones entre capital social, poltico y burocrtico

    Anteriormente se hizo alusin a la actividad de lanzamiento de La graN maKro en laUniversidad Nacional de La Plata y a la participacin de principales figuras en materia

    econmica a nivel estatal, aspecto que es ilustrativo del capital social movilizado para

    el impulso de esta agrupacin. La activacin de esta trama de conexiones reenva,

    por un lado, a relaciones laborales y polticas construidas a partir del trabajo en el

    Ministerio de Economa. Esto se hace inteligible si observamos que las figuras convo-

    cadas son jefes de los activistas en sus respectivos mbitos de trabajo, como tambin

    en el hecho de que sus dos principales dirigentes eran, al momento de la creacin

    de la agrupacin, el subsecretario de Coordinacin Econmica19y el viceministro de

    Economa de la Nacin20.

    Por otro lado, esas vinculaciones remiten a una historia de relaciones comunes que tras-

    cienden al trabajo en el Ministerio de Economa y se ponen en juego en la articulacin entre

    los tres universos mencionados hasta el momento: el acadmico, el laboral y el militante.

    Como ya se mencion, diferentes universidades nacionales como las de Buenos Aires, La

    Plata, Moreno y San Martn, entre otras son un escenario por el que estos activistas tran-

    sitan y en el que desarrollan actividades comunes vinculadas con la formacin acadmica,

    la investigacin y la docencia. A modo de ejemplo, se puede citar la confluencia de sus

    dos principales referentes en materias de la carrera de contador pblico de la Facultad deCiencias Econmicas de la Universidad de Buenos Aires, como tambin el desempeo de

    uno de estos referentes como director de la licenciatura en Economa de la Universidad

    de Morn, en la que son docentes otros activistas.

    Con respecto a las trayectorias militantes, varios de los activistas integraron el Partido

    Frente Grande, creado en 1993 e integrante del FPV desde el ao 2003 21. La pertenencia

    al mismo partido no solo hace inteligible la existencia de un espacio de socializacin

    poltica comn entre los militantes, sino que adems permite reconstruir experiencias

    laborales conjuntas en la gestin pblica, concretamente durante la gestin de Anbal

    19. Rol en el que se desempe entre los aos 2009 y 2011. Anteriormente haba tenido otras funcionesjerrquicas dentro del ministerio, como tambin en el Banco de la Nacin Argentina, en el InstitutoNacional de Estadsticas y Censos (Indec), en el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Interna-cional y Culto y en el Banco Central de la Repblica Argentina.

    20. Cargo en el fue nombrado tambin en el ao 2009, con la designacin de Amado Boudou como Ministrode Economa, que abandon en 2011 para asumir su banca como diputado nacional por la Provinciade Buenos Aires en las listas del FPV. Previo a esto, se desempe en cargos jerrquicos, tales como:presidente del Banco Ciudad, ministro de Infraestructura y Planeamiento de la Ciudad, vicepresidentedel Banco Nacin y secretario de Poltica Econmica del Ministerio, entre otros.

    21. El Frente Grande fue creado por un grupo de dirigentes peronistas que se oponan a la gestin de

    gobierno del entonces presidente Carlos Menem (1989-1995, 1995-1999).

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    Ibarra22como jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires (2000-2003 y 2003-2006).

    La pertenencia al Frente Grande lleva, adems, a que varios de los activistas participenen agrupaciones universitarias como el Colectivo para la Transformacin Universitaria,

    en la Facultad de Ciencias Econmicas de la Universidad de Buenos Aires durante su

    paso por la universidad como estudiantes de grado y de posgrado y como docentes. Esto

    no solo redunda en que algunos activistas tengan experiencias militantes en el mbito

    universitario, sino que adems estas se vinculan con la gestin dentro del mismo, como

    sucede a modo de ejemplo en el ao 2001, cuando participan de la presidencia de la

    Federacin Universitaria Argentina (FUBA).

    De acuerdo con lo anterior, se puede observar que la relacin entre activismo y gestinaparece de forma previa al trabajo en el Ministerio de Economa, e incluso a la adhesin

    al kirchnerismo. Este aspecto muestra la artificialidad que pueden presentar algunas

    posiciones con fuerte difusin reciente que sostienen que el kirchnerismo simboliza el

    regreso a la poltica por parte de los jvenes. Dicha perspectiva esquemticamente

    asume que antes del kirchnerismo el activismo estaba asociado fundamentalmente a la

    resistencia (callejera o barrial) o era propio de espacios autnomos, es decir, aquellos

    que proclamaban su independencia respecto a la institucionalidad poltica. Estas formas

    de participacin contrastaran con las actuales, en las que se reconoce principalmente una

    vuelta a la poltica, entendiendo por ello una suerte de reencantamiento con la polticaformal, institucional y partidaria.

    Asimismo, el anlisis de las formas de activismo en esta agrupacin ofrece una interesante

    perspectiva para matizar las lecturas que estigmatizan pblicamente a las agrupaciones

    juveniles kirchneristas, concretamente en relacin con la idea de que se trata de una

    militancia rentada, en la cual el principal objetivo de sus miembros es obtener cargos en

    la gestin pblica. El anlisis del activismo a partir de esta experiencia concreta ofrece un

    panorama ms complejo y denso de las relaciones y formas de construccin de la gestin

    militante, que desafa interpretaciones dicotmicas y reduccionistas. Tal anlisis muestra,

    por un lado, que algunos de sus miembros y referentes poseen experiencias militantes pre-

    vias en las que ya se pone en juego la relacin entre gestin pblica y activismo. Por otro

    lado, se encuentra que hay integrantes que carecen de experiencias militantes y llegan a la

    agrupacin como resultado de una adhesin desde su formacin profesional y acadmica

    con la manera de trabajar en materia econmica.

    22. Perteneciente al Frente Pas Solidario (Frepaso), articulacin de partidos creada en 1994, de la queforman parte el Frente Grande, el Partido Poltica Abierta para la Integridad Social y el Partido Socialista

    Popular, entre otros.

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    2. LOS JVENES DE (LA SECRETARA DE) OBRAS PBLICAS: LA JOP

    Hacia fines del ao 2010 se crea la JOP al interior de la Secretara de Obras Pblicas del

    Ministerio de Planificacin Federal, Inversin Pblica y Servicios, una agrupacin que se

    reconoce a s misma pblicamente como juvenil. Sus referentes son, mayoritariamente,

    trabajadores de la mencionada secretara, bajo la autoridad de Jos Lpez, uno de los

    principales colaboradores del ministro Julio de Vido.

    Esta agrupacin tuvo una importante visibilidad pblica y reconocimiento entre las agru-

    paciones kirchneristas en el ao 2011, luego de lo cual fue perdiendo protagonismo23.

    2.1. Entre la formacin universitaria y la formacin polticaComo referentes de la JOP se observan trayectorias de militancia previa, en especial en

    mbitos estudiantiles universitarios. Esta vinculacin con la militancia universitaria no tiene

    que ver solamente con las experiencias anteriores de sus activistas, sino con relaciones

    contemporneas con La Vallese, una agrupacin de la Facultad de Ciencias Sociales de la

    Universidad de Buenos Aires con la que la JOP posee estrechas vinculaciones. Aun cuando

    se reconocen como agrupaciones independientes entre s, resulta interesante advertir la

    presencia de una importante cantidad de activistas de la agrupacin universitaria en la

    Secretara de Obras Pblicas y en la JOP, en particular dentro de lo que los activistas definencomo presencia orgnica. En efecto, los lderes de esta ltima reconocen su ingreso al

    ministerio en calidad de militantes. As, segn la caracterizacin de uno de sus princi-

    pales referentes: Asumimos como militantes, venimos como militantes para trabajar en

    la funcin pblica dentro de un proyecto poltico. Pero nuestra militancia fue enfocada

    estrictamente en la gestin (entrevista a Ricardo Gmez).

    Las relaciones entre activismo, trabajo en el Estado y universidad se expresan de diferentes ma-

    neras. En primer lugar, los activistas de la agrupacin universitaria reconocen el quehacer en el

    Estado como parte de un saber necesario para los militantes. En este sentido, el hecho de que

    algunos de los integrantes de la agrupacin universitaria se desempeen como funcionarios y

    trabajadores del mismo representa no solo un capital militante, sino adems una experiencia de

    formacin poltica ligada con los propsitos de la agrupacin, esto es, con ganar el Estado.

    En segundo lugar, hay una serie de saberes acadmicos que son valorados como capitales

    militantes para el trabajo en el Estado. En efecto, la insercin de los activistas en la Secretara

    23. A diferencia de los otros dos grupos, el tipo de actividades desarrolladas por la JOP llev a que la mismatomara protagonismo como se ver ms adelante en el perodo previo a las elecciones presidenciales

    y legislativas del ao 2011.

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    de Obras Pblicas se da por medio del rea de Prensa y Relaciones Institucionales, cuya

    actividad principal reside en la realizacin de actividades de formacin de contenidos paradifundir y dar a conocer las acciones desarrolladas desde la Secretara de Obras Pblicas.

    De acuerdo con el testimonio de los activistas, se espera que all trabajen estudiantes o

    graduados de las carreras de Comunicacin Social, Sociologa y Ciencia Poltica, porque

    se asume que poseen las habilidades y competencias necesarias para el desarrollo del

    mencionado trabajo de comunicacin. Ahora bien, los activistas destacan la importancia

    que posee la incorporacin de graduados en las ltimas dos carreras porque, adems de las

    tareas de comunicacin, debe garantizarse un trabajo conforme con una lnea poltica.

    La competencia en relacin con dicha lnea poltica no parece ser, sin embargo, algo que

    se desprende de la mera formacin acadmica, sino adems, y fundamentalmente, de unsaber hacer militante. Aparte de proceder de aquellas carreras, quienes se desempean en

    las tareas de prensa son activistas de la mencionada agrupacin estudiantil.

    Se observa as, al igual que en caso de La graN maKro, una relacin entre la formacin

    acadmica de los trabajadores, el rea de insercin laboral y las prcticas militantes de-

    sarrolladas en torno a la gestin pblica. Las cuestiones mencionadas permiten advertir

    que el activismo en ambos espacios universitario y estatal y las relaciones entre ambas

    agrupaciones, expresadas en los movimientos y desplazamientos entre sus integrantes,

    ponen en juego interesantes articulaciones entre los capitales sociales, burocrticos,acadmicos y militantes propiamente dichos.

    2.2. Entre el trabajo y la militancia: anudando sentidosLas tareas militantes dentro de la JOP son, bsicamente, de tres tipos: trabajar en el Estado

    de forma militante, formar como militantes a los trabajadores estatales y militar

    comunicando las acciones impulsadas por el rea en la que se trabaja.

    Con respecto a lo primero, se hace referencia a asumir el trabajo de forma comprometida:

    hacerlo con vocacin, responsabilidad y pasin, trabajar muchas horas y sin ate-

    nerse a horarios preestablecidos, comprometerse con lo pblico, ser eficaz, acercar elEstado a los barrios, etc. Se puede observar as que la descripcin de los activistas acerca

    de esta forma de trabajo pone en juego una retrica altruista y desinteresada a la que

    habitualmente se apela desde el universo militante propiamente dicho para describir el

    compromiso poltico24. Una metfora utilizada por estos y otros militantes de la gestin

    24. Tambin podra pensarse que parte de ese lenguaje altruista trasciende al universo militante y se dirigea valores como la dedicacin desinteresada al bien pblico que sostienen los funcionarios estatales.Siguiendo a Bourdieu (2007), el Estado posee un rol central en la construccin de representaciones

    oficiales en torno de s mismo como sede y monopolio de la universalidad y del servicio a favor delinters general, en especial en el campo burocrtico.

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    como veremos ms adelante en el caso de Kolina tiene que ver con la idea de tomar

    conciencia de que detrs de un expediente hay una familia, expresin a la que apelande forma reiterada para expresar el valor que posee una gestin administrativa cuando

    esta involucra una necesidad.

    La autodefinicin de su quehacer laboral como parte de un compromiso militante se con-

    vierte, adems, en un criterio de diferenciacin con respecto a otros trabajadores estatales,

    como los de la planta pblica tradicional o los oquis25. Esto permite advertir intere-

    santes paradojas en relacin con los sistemas de clasificaciones que se ponen en juego en

    la relacin entre trabajo y activismo. A ttulo ilustrativo, el trmino oqui es utilizado

    por los activistas para designar, de modo acusatorio, a todas aquellas personas que, siendotrabajadores del Estado, no trabajan. Es decir, que hacen uso de ciertas prerrogativas que

    les confiere el puesto en el Estado para trabajar lo menos posible. El contrapunto de esta

    figura sera, justamente, el de los militantes de la gestin, que se definen a s mismos a

    partir de la realizacin de una actividad con un compromiso militante que trasciende las

    obligaciones laborales. Ahora bien, es posible advertir cmo muchos trabajadores estatales

    refieren en estos mismos trminos y en un sentido igualmente acusatorio a los trabajadores

    de la gestin que se definen como militantes y los caracterizan tambin como oquis,

    por ejemplo al reconocer que poseen regmenes de excepcin en las ausencias al trabajo

    cuando asisten a actos, eventos u otro tipo de actividades militantes.

    Los activistas de este grupo tematizan su condicin de militantes de la gestin en relacin

    con ciertos etiquetamientos o estigmatizaciones de las que suelen ser objeto ellos mismos

    u otros grupos. De acuerdo con el testimonio de un militante:

    La idea no es abrir una sucursal26y meter todos los compaeros. La idea esque, si va alguien al Estado, que sea formado. No quiero hablar mal de otrasorganizaciones polticas, pero tampoco queremos meter oquis.La idea estener esta pata ms institucional, pero eso es a largo plazo. La idea es quesea con alguna consistencia, ni algo efmero, ni chanta, ni oqui. La idea esformar y sacar gente de las universidades para formar la organizacin que enun futuro pueda y tenga chances de manejar el Estado. Y los compaeros que

    25. El trmino oqui como descalificativo cobr especial importancia en Argentina durante la dcada de1990, cuando tuvo lugar un profundo proceso de crisis y deslegitimacin pblica de la administracinestatal. Es un trmino utilizado habitualmente fuera del universo militante para designar diferentessituaciones asociadas con el trabajo en el Estado, como no asistir o hacerlo solamente algunos daspor semana, trabajar menos horas de las reglamentarias, asistir el horario completo pero sin trabajaro hacerlo a desgano.

    26. El trmino sucursal remite al tipo de discurso pblico elaborado de forma crtica hacia algunas agru-paciones, en particular hacia el grupo juvenil ms consagrado desde el kirchnerismo La Cmpora, alque se acusa de promover el ingreso al Estado para ocupar cargos.

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    ya tienen la posibilidad de trabajar en el Estado, que ya estn ms formados,

    en un futuro son los que ms nos orientan en lo que es el trabajo estatal.(Entrevista a Luciano Wainer; nfasis de la autora)

    Dicha lectura acusatoria parece ser recuperada y reproducida entre los activistas de la

    JOP para trazar diferencias con respecto a otras agrupaciones que tambin militan en

    el Estado. As es como se pone nfasis en la relacin entre trabajo y formacin, en su

    condicin experta, en los saberes acadmicos y en la exigencia y la responsabilidad

    como condicin de la buena militancia en la gestin. Esta formacin, por otro lado, no

    solo aparece como garanta de su buena gestin sino, adems, como tarea a realizar,

    que es parte de un trabajo militante con cuadros tcnicos del ministerio, para que seconviertan en cuadros polticos.

    En este sentido, las estrategias de autodefinicin consagran, por un lado, su trabajo y, por

    otro, sus saberes y conocimientos expertos como condicin de un ejercicio laboral y mili-

    tante en el Estado sobre la base de principios profesional, moral y polticamente fundados.

    Dentro de este universo de relaciones, tambin constituye una tarea militante la comuni-

    cacin y difusin de las polticas pblicas estatales y las principales obras realizadas durante

    las gestiones kirchneristas. Para los activistas de la JOP, el Estado o, ms precisamente,

    un ministerio o secretara es, adems de un escenario en el que se produce el encuentro

    y la socializacin de los militantes, el principal mvil y objeto de sus acciones militantes,

    asociando esto ltimo con la promocin y difusin del trabajo que realiza el Ministerio de

    Planificacin. Por ello, en sintona con las actividades de La graN maKro, el centro de las

    actividades militantes consiste en difundir, por medio de folletos y publicaciones27y de la

    participacin en charlas realizadas en barrios, municipios y en organizaciones polticas,

    datos relativos a la inversin del Estado nacional en materia de obras pblicas. A grandes

    rasgos, estas presentaciones sistematizan informacin sobre el crecimiento del presupuesto

    en materia de infraestructura, inversin y cantidad de viviendas, escuelas, universidades,

    rutas y caminos construidos (en general y en el barrio o municipio donde se realiza la charlaen particular), obras hdricas realizadas, etc.

    A continuacin se exploran algunos de los sentidos consagrados en torno a esta militancia,

    vistos desde la actividad en el marco de la cual se realiza el lanzamiento formal de la JOP.

    27. Se puede mencionar, a modo de ejemplo, las colaboraciones de los activistas en el libro Tres banderas,una gran Argentina. El modelo social, poltico y econmico que transforma el pas, realizado por elInstituto de Estudios y Formacin Poltica Gestar, del Partido Justicialista, en el ao 2011. En l se con-sagran los principales logros del kirchnerismo organizados sobre la base de tres banderas: la justicia

    social, la independencia econmica y la soberana poltica.

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    2.3. El Primer Encuentro Nacional de Jvenes de la Gestin Pblica

    Los das 1 al 3 de abril de 2011 se realiz en la ciudad de Buenos Aires el Primer EncuentroNacional de Jvenes de la Gestin Pblica, en el cual se convoc a participar a jvenes

    trabajadores de la gestin pblica, es decir, a trabajadores en la administracin pblica

    nacional, provincial o municipal que tuvieran hasta 40 aos de edad, en actividades

    tales como paneles con funcionarios y activistas, visitas a grandes obras de infraestruc-

    tura28y audiencias colectivas, en las que funcionarios de diferentes organismos pblicos

    y ministerios (como los de Economa, Industria, Trabajo, Desarrollo Social y Justicia, entre

    otros) conversaron con los asistentes sobre los programas y acciones realizadas desde sus

    diferentes reas de trabajo. El encuentro se realiz en tres edificios pblicos (el Colegio

    Nacional de Buenos Aires, la Direccin Nacional de Vialidad y la Jefatura de Gabinete deMinistros) y asistieron alrededor de mil participantes.

    Son varios los aspectos involucrados con la realizacin de este encuentro que resultan

    interesantes para comprender el tipo de agrupacin que es la JOP y las formas de adhesin

    que involucra. En primer lugar, la participacin en el mismo form parte de las tareas

    de formacin impulsadas desde la JOP, concretamente porque se propone socializar y

    difundir una concepcin especfica acerca del trabajo en el Estado asociada con valo-

    res tales como la entrega, las convicciones y la vocacin de servicio, entre otros,

    sobre los que se hizo referencia anteriormente. Adquiere relevancia, en este sentido,la presencia de personas que participaron del evento en calidad de oradores y que son

    reconocidos en su doble condicin de referentes de agrupaciones juveniles kirchneristas

    y de funcionarios. El ejemplo ms ilustrativo de ello fue la participacin en el acto de

    apertura del secretario general de La Cmpora, quien entonces se desempeaba como

    subsecretario para la Reforma Institucional y Fortalecimiento de la Democracia de la

    Jefatura de Gabinete de Ministros. En su presentacin, hizo referencia explcita a la

    doble condicin de activista y funcionario, a la vez que destac y ponder el valor de

    una militancia en la gestin.

    No hay tcnicos o compaeros que estn en la gestin, por un lado, y militantesterritoriales, por el otro, sino que somos una misma cosa: el compaero queest predicando y defendiendo el proyecto en el territorio de alguna maneraest construyendo la correlacin de fuerzas para que el que est en la gestindespus pueda, a travs de la voluntad poltica de nuestra Presidenta y dequienes conducen el proyecto, tener la posibilidad de avanzar y realizar aquellas

    28. Las obras visitadas fueron: el complejo habitacional de Villa Palito, la Central Nuclear Atucha II, elHospital Interregional El Cruce y un espacio con una importante carga simblica: la ex Escuela Mecnicade la Armada, centro clandestino de detencin durante la ltima dictadura militar, que fue recuperado

    como Espacio de la Memoria en el ao 2004, durante el gobierno de Nstor Kirchner.

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    cosas que se pretenden para, repito, acrecentar la justicia social y por lo tanto

    acercarnos ms a la felicidad del pueblo. Entonces creo compaeros contoda humildad, nunca me consider, no soy, un tcnico, siempre me consi-der un militantey entiendo que ah est, me parece, la raz de todo. NstorKirchner era un militante, un gran conductor, un cuadro poltico excepcional,pero fundamentalmente un militante. La Presidenta es una militante y tieneuna capacidad de gestin tremenda. Pero fundamentalmente la Presidentaes una militante.(Larroque 2011; nfasis de la autora)

    En segundo lugar, al igual que en el lanzamiento de La graN maKro, participaron de este

    encuentro funcionarios jerrquicos de diferentes ministerios. Y fue el mismsimo Ministro de

    Planificacin Federal quien se encarg de la apertura de la actividad, de la que participaron,adems, funcionarios de los Ministerios de Economa, Industria, Trabajo, Desarrollo Social,

    Salud y Justicia, lo mismo que de la Administracin Nacional de la Seguridad Social (Anses)

    y de la Secretara de Cultura de la Nacin. Una de las actividades centrales del encuentro

    tuvo que ver con la realizacin de audiencias colectivas, esto es, presentaciones por parte

    de los funcionarios con el fin de comunicar y compartir con los asistentes las principales

    acciones y programas en los que est involucrada el rea o dependencia estatal en la que

    trabajan, y en representacin de la cual participaron del evento.

    Ahora bien, no se trata simplemente de ponderar el valor de la comunicacin entre trabaja-dores estatales y funcionarios jerrquicos, sino que, adems, este encuentro propuso trazar

    puentes entre diferentes reas y niveles de la gestin pblica por medio de la construccin

    de redes personales que redunden o faciliten el trabajo en la gestin propiamente dicha.

    Tambin fue propuesto como un espacio de formacin en el cual los participantes pudieran

    acceder a un conocimiento ms claro respecto de la organizacin institucional de las dife-

    rentes dependencias estatales, las responsabilidades o reas de trabajo, sus vinculaciones,

    etc. En efecto, uno de los materiales que se ofreca a los participantes era un folleto en el

    que se plasma un organigrama de la administracin pblica nacional.

    En sintona con los resultados del trabajo de Marifil (2011), esto permite reconocer

    que la capacidad de movilizar la estructura estatal es vista como un valor y como una

    actividad militante a desarrollar, a la vez que deja entrever el valor de las relaciones

    personales frente a los mecanismos institucionales para resolver un asunto o problema

    al interior del Estado.

    En tercer lugar, el encuentro permiti ver el modo en que se define la cuestin juvenil

    por parte de la JOP, la cual configura un criterio para la participacin al explicitar que

    se pueden inscribir jvenes de hasta 40 aos que se desempeen en la gestin pblica

    nacional, provincial o municipal. Tambin jvenes legisladores y lderes de espacios de

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    juventud (JOP 2011a). En este sentido, se observa un parecido con La graN maKro, cuyo

    nacimiento, como se mencion, tena que ver con la idea de nuclear economistas jvenessubcuarenta.

    Sin embargo, la juventud aparece tambin como un principio de adhesin a una causa.

    Segn la principal referente de la JOP: Estamos trabajando mucho con la lnea de jvenes

    de la gestin porque nos hemos dado cuenta que podemos aglutinar ms compaeros en

    ese esquema. Y pega mucho esto de la gestin y la juventud, pega muchsimo (entrevista

    a Lucrecia Soni)29. En esta direccin es que se entiende cmo y por qu desde la JOP no

    solamente se acepta, sino que tambin destaca la presencia de activistas que son mayo-

    res de cuarenta aos, pero que participan porque se identifican con los jvenes y con elproyecto. Vemos a travs de ambos ejemplos que la juventud aparece y es consagrada

    como una categora, como un principio de identificacin y de movilizacin de adhesiones,

    antes que como un lmite de edad o como la descripcin de un estado o momento de la

    vida. Esta lectura se condice con el anlisis desarrollado en otros trabajos (Vzquez 2012,

    2013a, 2013b) acerca de la consideracin de la juventud como una causa militante de

    la que participa fuertemente el kirchnerismo a partir del ao 2010.

    La juventud aparece, adems, entre estos militantes como un espacio de vacancia, como

    lugar a ocupar. Como se mencion anteriormente, el contexto preelectoral es una variablea considerar para comprender el encuentro y el lanzamiento oficial de la JOP. A modo de

    ejemplo, en la convocatoria se remarca la realizacin del encuentro en un ao tan im-

    portante para la profundizacin del proyecto nacional y popular, por lo que se enfatiza la

    importancia de generar un espacio de encuentro, fomentar la cooperacin, crear una red

    de jvenes trabajadores de la gestin pblica, entre otros objetivos propuestos (JOP 2011b).

    3. LA AGRUPACIN DE ALICIA: RELACIONES ENTRE ESTADO Y ACTIVISMO EN KOLINA

    Kolina fue creada a mediados del ao 2010 por impulso de la ministra de Desarrollo Socialde la Nacin, Alicia Kirchner, hermana de Nstor Kirchner. Se trata de una agrupacin na-

    cional que integra electoralmente el FPV. En relacin con las agrupaciones anteriormente

    analizadas, esta presenta una escala marcadamente diferente: se organiza en el plano

    29. Los activistas valoran contar con el auspicio y la participacin de los responsables de la DireccinNacional de Juventud (Dinaju), cuya autoridad mxima tambin integr el panel de lanzamiento delencuentro, concretamente porque es el mximo rgano sectorial de juventud, el cual avala una acti-vidad que se autodefine y reconoce como de jvenes de la gestin. Se puede ver as una dimensinde la consagracin de la juventud: la causa militante que se pone en juego por medio de dispositivos einstituciones estatales y de autoridades vinculadas a estas.

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    nacional, provincial y municipal y posee diferentes frentes, como el estudiantil y el gremial.

    Pero Kolina no solo se diferencia por su modo de organizacin interna, sino que posee unacantidad de activistas y adherentes marcadamente superior. Pese a esto, guarda una inte-

    resante relacin con los dos grupos analizados, en la medida en que surge dentro y como

    parte de un espacio de la gestin pblica. En efecto, se define como una organizacin

    poltica que tiene como uno de sus principales centros al Ministerio de Desarrollo Social

    y su impulsora y principal referente es, a la vez, la mxima autoridad de aquel ministerio.

    Asimismo, los militantes comparten una manera de entender el compromiso que los vincula

    de forma directa con el trabajo en el Estado. De todas maneras, el quehacer militante no

    se define de forma exclusiva en relacin con las tareas de gestin pblica, sino que estas

    se integran a un abanico ms amplio de actividades militantes.

    Como se observa en este y en los otros casos analizados, los vnculos personales y laborales

    son centrales para comprender la manera en que se tramitan los compromisos polticos

    en las agrupaciones. Ya hemos mostrado cmo se ponen en juego las relaciones con los

    jefes, que son a su vez lderes polticos de las agrupaciones. El punto a destacar es que las

    lealtades laborales, personales y polticas tienden a superponerse y es en este marco que

    se accede a la comprensin de interesantes lgicas de funcionamiento de dicho activismo.

    Esto resulta especialmente importante para abordar las formas de militancia en Kolina,

    la agrupacin de Alicia siguiendo el lenguaje de los actores.

    Las relaciones entre gestin y activismo adquieren en esta organizacin caractersticas

    especficas, puesto que es el nico de los tres casos en el cual se puede identificar una

    correlacin entre el desempeo laboral y la identificacin pblica de sus funcionarios como

    miembros de la agrupacin porque, a partir de ciertas posiciones en la estructura organi-

    zativa del ministerio, se asume que los funcionarios deben ser de Kolina. Esto supone,

    adems, una correlacin entre la posicin jerrquica en la administracin pblica y el rol

    de la persona en la orgnica de la agrupacin. A modo de ejemplo, la directora nacional

    de Juventud, mxima autoridad del rea sectorial de juventud, posee en la estructura or-

    gnica de Kolina un rol que tiene como principal objetivo la articulacin de y con las

    organizaciones polticas juveniles.

    La identificacin con Kolina no depende solamente del tipo de cargo del que se trate, sino

    adems de un conjunto de rasgos del rea institucional en la que la persona se desempea30.

    30. Como se menciona ms adelante, cambios acontecidos recientemente, que involucran el ingreso demilitantes de otras agrupaciones en ciertas reas del Ministerio de Desarrollo Social, parecen poner encrisis este principio de construccin de relaciones y posiciones jerrquicas al interior de la agrupacin.Se trata, sin embargo, de procesos muy recientes cuyo impacto a futuro es difcil evaluar.

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    91Militar la gestin: una aproximacin a las relaciones entre activismo y trabajo en el Estado

    Segn los testimonios, no es equivalente trabajar en una dependencia estatal que posee

    una larga historia, incluso anterior a su incorporacin al Ministerio de Desarrollo Social,que en un rea creada recientemente. Lo mismo se puede decir en relacin con el tipo

    de programa en relacin con el cual se trabaja, asumiendo que ciertos dispositivos

    estatales son reconocidos como logros del kirchnerismo. Es en esto donde resulta

    marcada la presencia de activistas, adherentes o simpatizantes de la agrupacin que

    lidera la ministra de Desarrollo Social. Otra de las variables que permite entender la

    lgica de las adhesiones es el momento en el que la persona fue nombrada o ascendida

    a su respectivo cargo, en particular si este es jerrquico. Durante la realizacin de

    un trabajo etnogrfico en una dependencia del Ministerio de Desarrollo Social, pude

    observar los cambios de filiacin por los que atravesaron algunos de sus funcionarios,quienes siendo integrantes de otras agrupaciones pasaron a raz de su rol como

    trabajadores a identificarse como activistas de Kolina. As, la posicin en el puesto

    de trabajo condiciona y es condicionada por las lealtades personales y polticas a

    las que las personas responden.

    La centralidad de la gestin en la construccin de las adhesiones en este espacio poltico

    hace que, muchas veces, la participacin en la organizacin no necesariamente sea inter-

    pretada como una instancia separada o diferenciada del propio trabajo. En la entrevista

    realizada a un funcionario, que es adems responsable federal en Kolina, al momento dedefinir o caracterizar el tipo de militancia desarrollada, este sostuvo:

    Yo milito en la gestin.Trabajamos doce horas por da ac, en la gestin y enel territorio con los talleres que estamos dando [en alusin a tareas desarrolladasdesde el ministerio]. No, lamentablemente en trminos de militancia barrialno, no tengo tiempo para ejercer. Somos militantes de la gestin. (Entrevistaa Danilo Carroz; nfasis de la autora)

    Anteriormente se hizo referencia a la forma de integrarse al Estado por parte de aquellas

    agrupaciones como las de trabajadores desocupados cuyos militantes acceden a ciertoscargos o posiciones en determinadas reas estatales, generalmente vinculadas con el tipo

    de saber que como activistas han desarrollado a partir de sus anteriores experiencias mi-

    litantes en los barrios. En estos casos, como se mencion, los militantes eran convocados

    a subir al Estado su compromiso poltico y los saberes adquiridos en su experiencia en el

    barrio para convertirse en una suerte de puente entre ambos escenarios. El Ministerio de

    Desarrollo Social es uno de los espacios estatales en los que ms visible se hizo la presencia

    de activistas de este tipo de agrupaciones, algunos de los cuales al da de hoy conservan

    su insercin en reas especficas de la gestin pblica.

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    El tipo de activismo que se consagra en esta nueva agrupacin propone otra lgica de

    funcionamiento. Por un lado, la legitimidad militante se construye hacia dentro de laagrupacin y en relacin con las tareas desempeadas, fundamentalmente, al interior del

    ministerio31. Por otro lado, la relacin de los militantes con lo barrial se tramita princi-

    palmente por vas institucionales. Esto es, la forma de acceso a los barrios est mediada

    por dispositivos estatales formados en los ltimos aos con el objetivo de crear una insti-

    tucionalidad a nivel local que garantice una mayor presencia e incidencia territorial, lo

    que responde, siguiendo a Perelmiter (2011), a una estrategia de territorializacin de las

    polticas asistenciales32. De acuerdo con el testimonio de un funcionario del ministerio, con

    la creacin de Kolina se observa un cambio de estrategia basado en la decisin poltica de

    construir territorio a partir del entramado de la gestin (entrevista a Diego Garca). As, lamilitancia se define centralmente a partir del trabajo en el Estado y se hace referencia

    al barrio o al territorio como un espacio al que se accede o es objeto de acciones

    desde el ministerio. Por eso, segn los activistas de Kolina, se puede militar en el barrio

    haciendo cosas tales como relevamientos, talleres y capacitaciones, entre otras, encaradas

    desde el rea estatal a la que se pertenece y en la que se trabaja33. Esta dimensin permite

    entender que la militancia de la gestin no necesariamente supone una ruptura con

    lo barrial, aunque s implica una modificacin en cuanto a las vas y modos de acceso,

    mediados por la filiacin al Estado, para y desde el cual se trabaja.

    Como propone Perelmiter (2010, 2011), en los movimientos constituidos barrialmente y de

    forma previa al ingreso a la gestin pblica, el centro de las acciones militantes est asociado

    al barrio. En torno a este se anuda un capital de relaciones y un capital poltico y moral

    que lo habilita a trabajar en el Estado en nombre del grupo que representa en el barrio.

    31. Cabe aclarar que, de todas maneras, en estas formas de militancia no alcanza con el trabajo en lagestin propiamente dicha para el reconocimiento como militante. En otras palabras, a las tareas degestin en s mismas se suman otras, tales como: escribir en peridicos o revistas, dar entrevistas enlas que se habla en nombre del colectivo, participar de actos pblicos y polticos incluso cuando no

    se sea orador, participar en charlas de otras agrupaciones a las que uno es invitado, etc.32. El armado territorial al que hacemos referencia se basa en el desarrollo de Centros de Referencia Terri-

    torial (CDR), Centros Integradores Comunitarios (CIC) y promotores territoriales. Los CDR fueron creadosentre los aos 2006 y 2007 con el propsito de desarrollar la articulacin de la oferta de programas delMinisterio de Desarrollo Social en los respectivos territorios. Para ello se crean oficinas que dependen decada una de las capitales provinciales. Los CIC son salones de usos mltiples construidos en barrios conpoblacin vulnerable en los que se realizan varios de los programas del Ministerio de Desarrollo Social.El Programa Promotores para el Cambio Social, creado en el ao 2004, tiene como objetivo fortalecerla participacin y la organizacin comunitarias a partir de o en relacin con la implementacin depolticas sociales.

    33. Algo similar se observa entre los militantes de La graN maKro y de la JOP cuando se desplazan en calidadde activistas y funcionarios a dar una charla a un barrio o municipio, donde ponen en juego parte desu repertorio de acciones militantes vinculadas con la difusin de ideas econmicas o en materia deobras pblicas.

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    93Militar la gestin: una aproximacin a las relaciones entre activismo y trabajo en el Estado

    La militancia en Kolina propone otro principio de construccin de relaciones y de legitimi-

    dad militante entre quienes estn desprovistos de experiencias militantes, en general, y detipo barrial, en particular34. Es decir, quienes carecen de legitimidad de origen pueden, por

    un lado, construirla por medio de la experiencia militante de padres y familiares. As, ser

    portador de un apellido que invoque la militancia setentista es uno de los capitales ms

    preciados para este universo de relaciones y una fuente inagotable de legitimidad militante.

    A ttulo ilustrativo, se puede mencionar al secretario general de Kolina, principal figura de

    representacin pblica del espacio de juventud en la agrupacin, quien es hijo de madre y

    padre detenidos-desaparecidos. Por otro lado, la legitimidad militante se puede construir

    en relacin con el desempeo laboral. Como lo han mostrado investigaciones en relacin

    a otros campos empricos (Vecchioli 2005), las credenciales acadmicas, profesionales ytcnicas en la gestin permiten equiparar esa suerte de ilegitimidad de origen sobre la

    base de un conjunto de saberes que vuelven competente y reconocido a quien aspira a ser

    militante en un espacio dentro de la gestin pblica.

    As es como el trabajo en el Ministerio de Desarrollo Social puede dar lugar a una primera

    experiencia militante, en la cual el compromiso surge como extensin de una forma

    de encarar o entender el trabajo, de un modo similar al ya tratado en La graN maKro. En

    este sentido, es interesante que los hechos que algunos activistas postulan como hitos

    fundacionales del compromiso poltico, y en relacin con los cuales sitan el inicio de unacarrera militante, remitan a acciones o actividades realizadas en tanto trabajadores del

    ministerio. A ttulo ilustrativo, se puede citar el testimonio de Marianela Cceres, responsable

    de una direccin del Ministerio de Desarrollo Social, quien hizo alusin al impacto que

    tuvo para ella la participacin como trabajadora en un programa que se implement en

    una provincia del norte del pas y por el que tuvo que trasladarse a esa localidad durante

    varios meses. En este hecho ella reconoce un hito fundacional de su compromiso como

    militante de la gestin.

    34. Cabe destacar la existencia de disputas entre las agrupaciones que surgen en una militancia barrial eingresan al Estado y aquellas que surgen ms articuladas propiamente con la gestin. Al interior de lasagrupaciones juveniles esto se hace visible en las tensiones existentes entre los militantes de La Cmporay los del Movimiento Evita o, ms precisamente, de su rama juvenil, la JP Evita, quienes acusan a losprimeros de carecer de una militancia barrial. Pese a que dicha rama juvenil es tambin reciente, el hechode inscribirse dentro del Evita colectivo que se form como Movimiento de Trabajadores Desocupadosa mediados de la dcada de 1990 es reivindicado como principio de legitimidad de la propia militancia.Ahora bien, si se analizan las trayectorias militantes, se puede observar que muchos de los activistas deLa Cmpora presentan experiencias de militancia previa; a la vez, entre los integrantes de la JP Evita,no todos han dado sus primeros pasos en la militancia en experiencias barriales. Lo interesante en ladisputa no tiene que ver con el hecho de si son agrupaciones recientes o surgidas de luchas anteriores,sino ms bien con el descubrimiento de los valores a los que apelan en dichas confrontaciones y cmo,a travs de estos, se busca consagrar y disputar una posicin legtima en el campo poltico.

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    Finalmente, el desarrollo de una militancia vinculada con el trabajo aparece para los acti-

    vistas como una interesante posibilidad para hacer confluir diferentes filiaciones e interesesen el desarrollo de una misma actividad. En otras palabras, el activismo en la gestin

    permite anudar los diferentes roles y actividades en los que los militantes se encuentran

    involucrados. Una entrevistada seala, en esta direccin:

    Cuando empec a trabajar ac [en alusin al Ministerio de Desarrollo Social], meencontr con que estaba haciendo mi profesin y juntando lo que a m ms memovilizaba, que era laburar en el barrio, laburar con la gente. Laburar, pero vin-culando herramientas concretas de poltica pblica. Ponerme a disear Y eso,adems a nivel nacional, era como un sueo. (Entrevista a Marianela Cceres)

    As, como se desprende del testimonio, la formacin acadmica en Ciencias Sociales, ms

    precisamente en Ciencia Poltica, se vuelve compatible con el desarrollo de un trabajo

    profesional y con el impulso de una prctica comprometida en el Estado, por medio de

    la cual se puede resignificar compromisos anteriores el barrio, la gente, pero a partir

    del diseo y ejecucin de polticas pblicas. Es importante considerar, adems, cmo esta

    vinculacin entre militancia y gestin hace que tareas burocrtico-administrativas tam-

    bin puedan ser resignificadas en trminos heroicos y altruistas, a la vez que siguiendo a

    Morresi y Vommaro (2011: 21) los militantes que defienden buenas causas son legitimados

    en la posicin dominante de expertos.

    3.1. La militancia en la gestin y la gestin de la militanciaAdems de la gestin militante o de la militancia en la gestin, es posible observar a

    travs del activismo y la participacin en Kolina y en el mencionado ministerio, una manera

    de consagrarlos por medio de la implementacin de polticas pblicas.

    Siguiendo los resultados de un mapeo de polticas pblicas, es posible advertir que en el

    Ministerio de Desarrollo Social se implementa la mayor cantidad de polticas de juventud,

    concretamente, que este ministerio tiene bajo su rbita 25% de las mismas (Vzquezy Nez 2013a, 2013b)35. Adems, es el espacio institucional en el que se encuentran

    las hasta ahorados reas estatales de mayor jerarqua que trabajan en este tema a

    nivel nacional: la Dinaju y el Consejo Federal de Juventud. En las mismas, no solamente

    se registra una marcada presencia de funcionarios que son a la vez activistas de Kolina,

    sino que adems estos participan del diseo de polticas de juventud, que tienen entre

    sus principales objetivos promover la participacin y el compromiso poltico. A modo de

    35. Le siguen los ministerios de Industria y de Educacin y la Jefatura de Gabinete de Ministros, que impulsan

    14%, 11% y 8% de las polticas de juventud, respectivamente.

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    95Militar la gestin: una aproximacin a las relaciones entre activismo y trabajo en el Estado

    ejemplo se puede referir al impulso de Organizarnos para transformar, lnea de accin

    diseada en el ao 2010 por dos activistas36, que fue formalizada en octubre de 2011 enun encuentro con ms de tres mil jvenes reunidos en la ya mencionada ex Escuela de

    Mecnica de la Armada. Esta lnea de accin consiste en la realizacin de encuentros y

    talleres con estudiantes de escuelas secundarias con el propsito de asesorarlos y acom-

    paarlos en la creacin o consolidacin de centros de estudiantes en sus respectivas

    instituciones educativas.

    Lo anterior permite reconocer que, adems de la presencia de activistas en la gestin pblica,

    se incorpora al discurso pblico estatal un vocabulario y un repertorio de acciones que se

    articulan con lo que es parte de un proyecto militante. Esto se observa, por ejemplo, en ladefinicin de la participacin juvenil como un objetivo a alcanzar con la implementacin de

    polticas pblicas de juventud, mencionada recientemente; tambin en la objetivacin de

    una manera de entender el Estado que no solo alberga activistas, agrupaciones o proyectos

    militantes, sino que participa del impulso de un proyecto militante, como se ilustra a

    continuacin en un fragmento de un documento oficial:

    El perodo que se nos presenta actualmente requiere de la implementacin deun modelo de gestin integral que vincule la gestin militante con la poltica,sin la posibilidad de pensar una sin la otra. De esta manera, las polticas de

    juventud avanzarn en la profundizacin y en la construccin de un modelode pas ms inclusivo y solidario []. Para ello se debe tener en cuenta que lasy los jvenes son diferentes a los de una dcada atrs y necesitan que desdeel Estadose diseen herramientas acordes a los cambios de poca que estntransitando. El compromiso militante a la hora de asumir la transformacin delEstado impacta de forma directa en la lgica de la gestin y, por lo tanto, enlos resultados de las polticas implementadas y en los procesos de organizacinpopular. (Ministerio de Desarrollo Social de la Nacin y Unesco 2011)

    En este sentido, siguiendo el documento, se enuncia la importancia que posee la consoli-

    dacin de organizaciones polticas juveniles que acompaen y alimenten la definicin e

    implementacin de polticas para la construccin de lo pblico [entendido como que es

    de todos y nos es comn] junto al gobierno y al Estado y contribuyan a que otros grupos

    de jvenes que no conforman organizaciones polticas, puedan conocer, difundir y hacer

    valer sus derechos como ciudadanos en cada espacio, lugar, organizacin (Ministerio de

    Desarrollo Social de la Nacin y Unesco 2011).

    36. Quienes eran activistas de la agrupacin La Cmpora. Cabe destacar que en aquel momento la existenciade la agrupacin Kolina era ms bien marginal.

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    As, la dimensin participativa no solamente se pone en evidencia en el diseo de las

    polticas pblicas, sino adems en una concepcin acerca de las instituciones, cuyo rolaparece interrelacionado para los activistas con la promocin y el impulso de la parti-

    cipacin juvenil. A modo de ejemplo se puede citar la creacin del Consejo Federal de

    Juventud en el ao 2007 bajo la rbita de la Dinaju, que reconoce como principal misin

    coordinar el trabajo interjurisdiccional de las polticas de juventud y fortalecer y ampliar

    la participacin de jvenes y de organizaciones juveniles (Honorable Congreso de la

    Nacin 2007). En este mismo sentido, quien fuera su secretario en el ao 2010 sostiene:

    Nosotros tenemos el convencimiento de que los jvenes quieren hacer poltica y quieren

    por distintos modos ser protagonistas. Lo que hacemos es brindar los canales y ponerlos a

    disposicin el Estado (Piedra Libre 2010).

    En relacin con esto ltimo, es relevante reconocer el peso que posee el paso por las

    dos reas institucionales ms importantes a nivel nacional de juventud en las carreras

    militantes ascendentes de los activistas, concretamente porque sus mximas autoridades

    han sido algunos de los activistas ms consagrados en las agrupaciones juveniles del

    kirchnerismo. A ttulo ilustrativo, se puede hacer referencia al caso de Juan Cabandi,

    actual integrante de la Mesa Nacional de Conduccin de La Cmpora y diputado nacional.

    En el ao 2004, Cabandi recupera su identidad; esto es, por medio de un anlisis

    de ADN, descubre que es hijo de detenidos-desaparecidos durante la ltima dictaduramilitar. Meses despus participa, junto con Nstor Kirchner entonces presidente de

    la Nacin, del acto de recuperacin de la Escuela de Mecnica de la Armada, la

    cual, como se seal, se convirti en un Espacio de Memoria. En dicho acto, en el que

    Cabandi ofreci un emotivo discurso acerca de su historia personal y del proceso de

    recuperacin de su identidad, conoci a la ministra de Desarrollo Social, quien das

    despus lo convoc a trabajar en la Dinaju en dicho ministerio. Ms adelante, entre los

    aos 2006 y 2007, Cabandi fue secretario ejecutivo del Consejo Federal de Juventud.

    El recorrido militante de Cabandi se orient hacia la actividad legislativa y concreta-

    mente se desempe como legislador de la ciudad de Buenos Aires entre los aos 2007

    y 2013. Actualmente es diputado nacional por la ciudad de Buenos Aires, por la lista

    del FPV, como lo fue antes.

    Otro ejemplo a mencionar es el de Andrs Lablunda, actual secretario general de Kolina,

    quien se ha desempeado en cargos de gestin desde el ao 2003, primero en el Consejo

    de Coordinacin de Polticas Sociales (dependiente de la Presidencia de la Nacin, a cargo

    de la Ministra de Desarrollo Social Alicia Kirchner) y luego en el Ministerio de Desarrollo

    Social de la Nacin, en donde se desempe como mxima autoridad del Consejo Federal

    de Juventud una vez que este se formaliz como consejo, es decir, a partir del ao 2008 y

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    97Militar la gestin: una aproximacin a las relaciones entre activismo y trabajo en el Estado

    hasta 2010. Actualmente es coordinador del Instituto Nacional de Asociativismo y Economa

    Social del Ministerio de Desarrollo Social.

    En ambos casos se observa que el paso por el Estado, la experiencia y los saberes vinculados

    a la gestin pblica constituyen un capital poltico para el desarrollo de sus respectivas

    carreras militantes. En otros trminos, los recorridos laborales y las trayectorias militantes

    se articulan y se retroalimentan, adems de favorecer el curso ascendente de estas ltimas.

    Tal aspecto se observa con claridad en estos y otros activistas con carreras de militancia

    consagradas37.

    Vemos as que el Estado modifica la concepcin acerca de los proyectos militantes, porejemplo, la resignificacin del barrio, ya no como escenario de militancia sino como

    objeto de la misma a travs de polticas pblicas. Al mismo tiempo, es modificado por la

    gestin militante, lo cual se pone en evidencia tanto en el diseo de polticas pblicas

    participativas como en la impronta que poseen las propias instituciones para el impulso

    de las carreras militantes.

    Las ideas tratadas en este apartado permiten mostrar la importancia del Ministerio de

    Desarrollo Social como mbito de la militancia en la gestin, la manera en que desde

    la gestin militante en agrupaciones como Kolina se participa en la consagracin dela participacin y la consideracin de la juventud como un valor y una causa por la que

    vale la pena trabajar y militar en y desde la gestin pblica.

    En relacin con esto ltimo, es relevante destacar la reciente disolucin de la Dinaju a

    fines del mes de febrero de 2014 y la creacin, en su lugar, de la Subsecretara de Ju-

    ventud38. Dicho cambio no obedece simplemente a una reestructuracin del organigrama

    estatal, sino ms bien al modo en que se ha resuelto institucionalmente una disputa a lo

    37. Los casos de Mariano Cascallares y Mariana Gras directores nacionales de Juventud entre los aos2002 y 2006, el primero, y 2006 y 2010, la segunda tambin son ilustrativos de carreras laborales ymilitantes exitosas. Cascallares, luego de su paso por la Dinaju, se desempe como director nacionalde Promocin de la Comercializacin, subsecretario de Coordinacin Operativa del Ministerio de Desa-rrollo Social de la Provincia de Buenos Aires, gerente de Prestaciones Descentralizadas, subdirector deAdministracin y subdirector de Prestaciones en la Anses. En 2013 fue candidato a concejal por la listadel FPV en el Municipio de Almirante Brown y actualmente es presidente del Instituto de Previsin Socialde la Provincia de Buenos Aires. En el caso de Mariana Gras, tras su salida de la Dinaju en el ao 2010,pas a desempearse como presidenta del Consejo Nacional de las Mujeres, organismo dependiente dela Jefatura de Gabinete de Ministros de la Nacin. Adems, a diferencia del primero, Mariana Gras esintegrante de la agrupacin Kolina.

    38. Al interior de esta se ha creado una nueva Direccin de Juventud y la Direccin Nacional de Coordinacin

    Territorial de Juventud.

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    largo de varios meses entre la agrupacin Kolina y La Cmpora. La disolucin de la Dinaju

    y el cambio de autoridades dan cuenta de la prdida de poder relativo de la primera de lasagrupaciones frente al ingreso de militantes de La Cmpora como mximas autoridades

    del nuevo entramado institucional39.

    Este proceso muestra cmo el Estado y determinadas reas de gestin en particular es

    visto por los activistas como lugar a ocupar y a disputar, aspecto que hace inteligible

    cmo y por qu la principal agrupacin juvenil del kirchnerismo La Cmpora apunta

    a que sean sus propios activistas quienes se desenvuelvan como funcionarios dentro del

    espacio institucional de mayor jerarqua vinculado con el tratamiento y la oficializacin

    de la juventud por medio de dispositivos a nivel estatal.

    Cabe destacar que la mencionada disputa al interior del Ministerio de Desarrollo Social

    puede introducir algunas modificaciones y cambios en las formas de construccin de las

    adhesiones y de la participacin al interior de Kolina. Sin embargo, dado el carcter reciente

    y puntual de estos hechos, resulta prematuro extraer alguna conclusin40.

    4. PALABRAS FINALES

    El presente artculo busca mostrar algunas de las propiedades del activismo en agrupaciones

    cuyos rasgos distintivos tienen que ver con la manera en que se articulan con la gestin

    pblica. En las organizaciones abordadas, el Estado representa un espacio de socializacin

    laboral y militante, en el marco del cual se forman grupos y colectivos cuyos atributos se

    entrelazan tan fuertemente con el trabajo y con lo que se considera como una manera

    de trabajar que, como se ilustra en la JOP, se conserva en su nombre la referencia al rea

    de trabajo. Es esto lo que permite entender el mod