variedad litológica
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VARIEDAD LITOLÓGICA: DOMINIO SILÍCEO, CALIZO, ARCILLOSO Y VOLCÁNICO
La evolución geológica determina la existencia en la Península de tres áreas con
diferente tipo de roquedo: silícea, caliza y arcillosa. En cada una de ellas la erosión crea
distintos tipos de relieve o de modelado: granítico, cárstico o relieves por erosión diferencial.
1. ÁREA SILÍCEA
Se localiza mayoritariamente en el oeste peninsular y presenta ramificaciones hacia la
parte occidental de la Cordillera Cantábrica, el Sistema Central, los Montes de Toledo y Sierra
Morena. También se localiza en otras áreas donde quedan restos de macizos antiguos: el eje
de los Pirineos; algunos sectores del Sistema Ibérico y de la cordillera Costero-Catalana y de la
Cordillera Penibética.
El área está integrada por rocas antiguas de la era precámbrica (4000-600 millones de
años) y era primaria (600-225 millones de años). La roca predominante es el granito, una roca
cristalina y rígida que se altera de diversas formas creando distintos tipos de relieve granítico:
En unos casos, el granito se altera químicamente y en profundidad por el agua: sus
cristales se descomponen y se transforma en arenas pardoamarillentas. Estas pueden
alcanzar espesores en los valles y zonas de escasas pendiente.
En otros casos el granito se altera a partir de las diaclasas o fracturas de la roca. Las
formas son distintas según la altitud:
o En las áreas de alta montaña el agua se filtra por las fracturas de las rocas y, al
helarse, aumenta de volumen y las rompe. El resultado es la formación de
crestas agudas, escarpadas y dentadas (galayos) y de canchales o
acumulaciones de fragmentos de rocas rotas al pie de de las montañas.
o En las zonas menos elevadas las formas dependen de la disposición de las
fracturas. Si las diaclasas son paralelas a la superficie, el granito se descama o
disgrega lentamente y origina un paisaje de formas suavemente onduladas y
redondeadas, llamadas domos. Si las diaclasas son perpendiculares, se forman
bolas. Estas pueden quedar amontonadas unas sobre otras formando
berrocales. En ellos son típicos los tores y las rocas caballeras. Otras veces las
bolas se disponen caprichosamente en las laderas o al pie de las montañas
constituyendo un caos granítico.
2. ÁREA CALIZA.
Su localización forma una Z invertida que se extiende por los Prepirineos, los Montes
Vascos, el sector oriental de la Cordillera Cantábrica, el Sistema Ibérico parte de la Cordillera
Costero-Catalana y la cordillera Subbética.
El área caliza está integrada por rocas de la era secundaria plegadas en la era terciaria.
La roca predominante de esta área es la caliza, una roca dura que se fractura formando grietas
o diaclasas y que se disuelve fácilmente con el agua. Da lugar a un relieve complejo, el relieve
cárstico, cuyas formas características son las siguientes:
Los lapiaces o lenares son surcos o cavidades separados por tabiques más o menos
agudos. Los surcos se forman por las aguas de escorrentía sobre las vertientes (lapiaz
de vertiente) o superficies llanas con fisuras (lapiaz en mesa).
Las gargantas, foces u hoces son valles estrechos y profundos, enmarcados por
vertientes abruptas, causados por los ríos.
Los poljés son depresiones alargadas de fondo horizontal enmarcadas por vertientes
abruptas. Están recorridos total o parcialmente por corrientes de agua, que
desaparecen súbitamente por sumideros o pozos (pónors) y continúan circulando
subterráneamente.
Las dolinas o torcas son grandes cavidades formadas en los lugares donde el agua se
estanca. Pueden tener formas diversas (circulares o de embudo) y unirse con otras
vecinas, formando cavidades de trazado complicado denominadas uvalas.
Las cuevas se forman al infiltrarse el agua y circular subterráneamente por las fisuras
del terreno calizo excavando galerías. En ellas suelen formarse estalactitas y
estalagmitas.
Las simas son aberturas estrechas que comunican la superficie con las galerías
subterráneas.
3. ÁREA ARCILLOSA.
Se localiza en las cuencas de las submesetas norte y sur, en las depresiones del Ebro y
del Guadalquivir, en áreas hundidas y en las llanuras costeras mediterráneas.
El área arcillosa está integrada por rocas sedimentarias de las eras terciaria y
cuaternaria. La roca predominante en esta área es la arcilla, caracterizada por su escasa
resistencia. Da lugar a un relieve básicamente horizontal, ya que los terrenos donde se
depositó no han sufrido plegamientos posteriores. Su rápida erosión, debida a la blandura de
los materiales, genera dos tipos de relieve:
En unos casos, los ríos abren valles que separan estructuras horizontales. Estas son
pronto desgastadas, originando llanuras suavemente onduladas: las campiñas.
En las zonas donde alternan largos períodos secos y calurosos con otros de lluvias
cortas y torrenciales, y no existe la protección vegetal (SE peninsular y zona central
Valle del Ebro) el agua de arroyada desgasta intensamente las vertientes. En ellas se
forman cárcavas o surcos estrechos y profundos separados por aristas. Su amplio
desarrollo sobre una zona origina un paisaje peculiar llamado “badlands”.
4. ÁREA VOLCÁNICA.
Las islas Canarias, formadas en la era terciaria, cuando la orogénesis alpina rompió el
fondo del Atlántico y, a través de su fractura, ascendieron grandes masas de rocas volcánicas
que dieron lugar a las islas, son la principal zona volcánica de nuestro país, pero también
encontramos formas volcánicas en otros lugares: Campo de Calatrava (Ciudad Real), Olot, Cabo
de Gata. Los relieves más característicos son los siguientes:
Los conos volcánicos son elevaciones cónicas abiertas en la cima. Se originaron por el
amontonamiento de materiales volcánicos alrededor de la boca de emisión, como
cenizas o piedras pequeñas. Algunos son activos en Tenerife, La Palma y Lanzarote.
Las calderas son grandes cráteres circulares originados por la explosión o hundimiento
de un volcán. Son famosas las calderas de Bandama (Gran Canaria) y las Cañadas
(Tenerife).
Los malpaíses son terrenos abruptos formados al solidificarse rápidamente las coladas
de lava en forma de ondas o de bloques.
Los diques o muretes volcánicos y los roques o agujas volcánicas son conductos de
emisión de magma que se han rellenado de lava solidificada y han quedado al
descubierto por la erosión diferencial (roque Nublo en Gran Canaria).