usos que revelan sentidos y signif del cuaderno de clase.doc
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Evento: 2° Coloquio Regional del Valle Medio en el IFDC – Luis Beltrán Experiencias Pedagógicas e Investigación en Ciencias Sociales – Año 2007
Tipo de trabajo: Investigación en cursoAutora: Libertad Emilse Van Der LingerExpositora: Libertad Emilse Van Der LingerInstitución a la que pertenece: Instituto de Formación Docente Continua – Luis BeltránDirección: Sargento Cabral entre Av. Roca y Colón -Luis Beltrán. Río NegroTeléfono: 02946 - 480041E mail: [email protected]
Titulo de la Ponencia:
Usos que revelan: Sentidos y significados sobre el cuaderno de clases como dispositivo, en el Nivel Primario.
1- A modo de Introducción para situarlos y situarme
A partir de la realización de este Evento Regional, que organiza el IFDC de Luis Beltrán,
para la presentación de Experiencias Pedagógicas e Investigaciones en Ciencias Sociales, me
propongo compartir y poner en discusión con los participantes, este trabajo que se desprende de una
investigación en curso presentada y supervisada por la Cátedra de Investigación Educativa, -de la
que soy alumna- en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional del
Comahue.
Las preguntas que orientan la búsqueda se refieren a: ¿Qué usos del cuaderno de clases
reconocen como indispensables los distintos sujetos de la escuela; ¿Cuáles son los sentidos y
significados que alumnos, maestros, directivos, familias y otros participantes adjudican a la
utilización del cuaderno de clases, en el nivel primario; ¿Qué relaciones pueden establecerse entre
esos usos, sentidos y significados adjudicados?
Me interesa plantear ahora: Para qué y para quiénes decido investigar esta temática.
Inicialmente aclaro que se plantea como requisito para aprobar el cursado de la cátedra mencionada.
Pero, fundamentalmente este trabajo constituye un desafío personal por “pasar en limpio” una serie de
preocupaciones respecto de algunas problemáticas que tratamos de abordar en nuestras prácticas diarias y
aportar al análisis desde mi lugar de trabajo, a la vez de considerarla una importante oportunidad de
formación.
Ahora bien, por qué surge la pregunta sobre sentidos y significados acerca del cuaderno de
clases? Movilizó está búsqueda algunos planteos relacionados con mi historia de vida personal y
sobre todo laboral. En lo personal, madre de tres hijos varones poseedores de una gran inteligencia
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práctica que les ha permitido y les permite desenvolverse en la vida cotidiana sin dificultades, fue
recurrente las veces que debí asistir a la escuela a “conversar” con las maestras por sus problemas
con las tareas del cuaderno: prolijidad, orden, cumplimiento de lo pedido en clase y para la casa.
En el ámbito laboral, como maestra, viví en reiteradas oportunidades la “persecución” de
las familias porque “no había nada en el cuaderno”. Recuerdo que respondía: “hoy trabajaron con el
Tangram”, por ejemplo. Estas u otras respuestas generalmente no conformaban. Opté por hacerles
copiar a los alumnos diariamente, aunque fueran de primer grado, qué habíamos hecho. Así,
resultaron escritos que hasta podrían parecer graciosos: “hoy jugamos a las cartas para la suma y la
resta”; “hoy recorrimos la escuela y visitamos la dirección”; etc.
Actualmente, como acompañante de alumnos residentes, quince años después de aquellas
consignas que yo misma escribía para mis alumnos de primaria, sigo sugiriendo a estos estudiantes
registrar “algo” en el cuaderno. En consecuencia he visto abortarse propuestas didácticas
interesantísimas por la obligación de “dejar algo en el cuaderno”. Cuando el aprendizaje casi podía
“verse” en crecimiento tal cual lo grafican los teóricos del espiral, los alumnos residentes plantean a
los niños: “bueno… copiamos la fecha y escribimos lo que vimos hasta acá”. En el mismo ámbito,
también he presenciado clases donde son los propios niños quienes solicitan: “¿Copiamos lo que
hicimos?” o “¿hoy no vamos a escribir lo que hicimos?”.
Pero este mandato, no sólo está inscripto en mis representaciones, en cierto sentido es un
mandato generalizado. Entonces, a partir de vincular estas vivencias personales y teniendo como
punto de partida algunas teorías post estructuralistas, que definen a la investigación como práctica
social articulada con la ética y la política; y que proponen ir al límite de lo pensable, limite
epistemológico –de acuerdo a Zemelman-, aquello sobre lo que no quiero saber. Nos propusieron
desde la cátedra, situarnos frente a los propios límites que tenemos con el saber y recortar como
problema aquello que ocupa un lugar de silenciamiento social, aquello que la sociedad no tolera. Es
decir, preguntarnos por aquello que no se quiere saber. Preguntarnos además, ¿cuál es el régimen de
conocimiento que estuvo operando hasta ahora? ¿Qué conocimiento se deja afuera y cuál adentro de
ese régimen?
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Por eso el diseño de esta investigación es y será en sí mismo la estructura subyacente de la
investigación e irá planteando la interconexión de los componentes (propósitos, contexto conceptual,
preguntas de investigación, los métodos y la validez) y las implicancias de cada componente sobre
los otros. Esta concepción adhiere al planteo de Maxwel, es decir un “modelo interactivo
interconectado y flexible”.1 Desde una perspectiva cualitativa que implica para el autor un proceso
reflexivo permanente de cada y en cada etapa del proyecto.
2- Búsqueda de antecedentes y surgimiento de la problemática
Fue así que me pregunté inicialmente: ¿ES POSIBLE UNA ESCUELA SIN
CUADERNO?, considerando que ésta era una pregunta por lo “intolerable”. En este sentido, el
primer trabajo que realicé fue de características exploratorias, para el amasado del contexto de
descubrimiento. Desde este contexto surgiría la situación problemática. Para la perspectiva
cualitativa de la investigación, el contexto descubrimiento y la problematización son el punto de
partida y el punto de llegada de cualquier investigación.
Antes de comenzar a desarrollar las voces que aparecieron en este contexto de
descubrimiento, considero necesario precisar que por cuaderno o carpeta de clase, hago referencia
al soporte papel que utilizan los alumnos diariamente en las aulas para ir dejando asentadas las
tareas que el maestro le propone y las que ellos realizan. En tal sentido, ambos cumplen la misma
función, por ello no hago diferenciación. Además, definir a este dispositivo como una construcción
propia de la Escuela. Como también hacer una breve referencia a su historia.
Al respecto, dice Silvina, GVIRTZ:2 "[...] el cuaderno con el que trabajaron, y en algunos
casos aún trabajan las escuelas hoy, no es un objeto natural (tiene una historia social) y no es
neutral…”. Y agrega: “Los orígenes del cuaderno único escolar se remontan al año 1920 como uno
de los intentos de reforma propiciados por algunos representantes del movimiento llamado Escuela
Nueva. La iniciativa se debió a un Profesor llamado José Rezzano.
1 Maxwell, Joseph A. "Qualitative research design. An Interactive Approach". Sage Publications, 1996. Traducción de María Luisas Graffigna. Capítulo 5.2 GVIRTZ, Silvina. Genealogía del cuaderno escolar. El CUADERNO DE CLASE. Museo de las Escuelas. 2004 [email protected]
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Antes de eso, hasta fines del Siglo XIX el papel era un bien de lujo importado y por lo
tanto un recurso costoso para la labor escolar. Es así que se empleaban diversos tipos de recursos
que eran más accesibles que el papel: la pizarrita manual y los cajones o mesas de arena. En 1884 se
fundó la primera fábrica de papel "La Argentina" y hacia 1880 surgieron diversas disputas en torno
al papel y la pizarra, aunque en esa querella no importaba si se utilizaba suelto o encuadernado. Esa
discusión se mantuvo durante varios años girando en torno de la higiene y los beneficios didácticos
para aprender a escribir. Estas polémicas no alcanzaron a todos los escolares, los que tenían
posibilidades económicas escribían en cuadernos de clase "San Martín", uno por cada materia. En el
año 1925 se prohibió el uso de la pizarra en las escuelas de Capital Federal, no obstante la pizarra se
siguió utilizando hasta la década de 1950 según testimonios.
Para entonces las escuelas utilizaban una gran variedad de cuadernos: de aritmética, de
caligrafía, de escritura, de apuntes, etc. Luego, no sin discusiones, surgió el cuaderno único, que
cumplió un rol central en el marco de una nueva propuesta de organización institucional. Mediante
él se intentaría sistematizar y simplificar internamente la labor escolar. Se convertiría en un
"cuaderno del hacer", el hacer "ejercicios" para sustituir la escuela verbalista: "Que no digan, que no
hablen, que lo hagan"; eran expresiones del trabajo del niño. Este cuaderno único terminó
adaptándose a las necesidades de los maestros "normalistas" y generando un nuevo producto: el
cuaderno de clase. Serviría para controlar más fácilmente la tarea. Con sólo un cuaderno, el director
podría supervisar el trabajo de todo un grado y el del maestro y con siete cuadernos el inspector
podría controlar el trabajo de toda una escuela.”
Durante la búsqueda de antecedentes de investigaciones en relación a este dispositivo
escolar y a pesar de que la misma fuera pormenorizada, indagando acerca de Diseños de investigación;
en Actas de Congresos; en revistas especializadas sobre educación, pude identificar que son escasos
los estudios sobre él mismo, pero esto no es casual.
Tanto los proyectos de investigación, como los artículos, las ponencias o escritos, parten
de hacer referencia sobre el vacio que existe respecto del análisis del cuaderno de clases. Coinciden en
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que no existe referencia alguna sobre el mismo ni en los manuales pedagógicos o didácticos, como
tampoco en normativas oficiales, sin embargo su uso es incuestionable y perdura a través del tiempo.
Todos los autores acuerdan que el cuaderno (o carpeta) es un dispositivo que organiza y
regula las tareas de alumnos y maestros. Algunos de ellos mencionan la cuestión del control que se
ejerce a través del mismo, en tanto dispositivo. Aparecen análisis respecto de su organización, su forma
o estructura, los usos y utilidades que pueden propiciársele. Nadie cuestiona su utilización. Todos
concluyen en formulaciones acerca del replanteo de la forma en qué se utiliza el cuaderno; los tipos de
escrituras que se proponen; la organización de las tareas; la autonomía del alumno en relación a su
utilización; etc. Pero, en el mejor de los casos se cambia el soporte actual, para lo escrito; por otro
denominado: cuaderno de bitácora.3
En cuanto al marco teórico desde dónde se mira, los autores citan a Foucault como
referente, básicamente a partir de los conceptos de poder; dispositivo y disciplina. Luego de esta línea
teórica coincidente, se abren otras dado que el enfoque no es el mismo. En algunos casos los estudios
se encuadran en Historia o Sociología de la educación; otros en Psicología y las teorías del aprendizaje;
otros miran desde las didácticas especiales como Lengua y Matemática; mientras que otros lo hacen
desde la Pedagogía. Los proyectos de investigación analizados y los escritos recopilados sobre el tema
se definen como de carácter exploratorio – descriptivo. Dando cuenta del vacio que existe se plantean
como objetivo la construcción de este objeto de estudio.
Sin poder afirmar que los materiales analizados hasta aquí sean todos los que existan
(seguramente debe haber más), todo lo referido es de gran utilidad para lo que deseo investigar. Pero
me sitúa con cierta cuota de “desconfianza” respecto de, ¿por dónde ir con el conocimiento sobre este
tema? ¿Por qué motivo no se ha indagado acerca de esto? ¿Es arriesgado? ¿Es abstracto? ¿Es
problemático? O es, ¿tan simple y tan obvio que no es importante su análisis?
Los referentes teóricos seleccionados para este trabajo Michel Foucault y Philippe
Perrenoud, quienes aportan categorías muy interesantes para el enfoque que se pretende. Esto es,
principalmente: alienación de los sujetos de su propio acto y su propio hacer a través del poder y
3 Gvirtz, Silvina y Palamidessi, Mariano Art. “Sobre las complejas funciones de un texto pedagógico. Ideas para repensar el cuaderno de clase.” 2da Parte. En Revista Novedades Educativas/ nro. 97 / pág. 20 y 21. Enero 1999
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control; relación dispositivo y disciplina; hegemonía y su relación con las prácticas ritualizadas
contribuyendo al orden y dominación; resistencia y construcción de prácticas –contra hegemónicas;
éxitos y fracasos escolares; fabricación de la excelencia; trabajo escolar. Aunque también otros autores
como: Néstor, García Canclini y Peter, McLaren, desde los campos teóricos de la sociología y la
pedagogía crítica brindarán herramientas para profundizar el problema. Estos autores, aportan
categorías que son nodales para contribuir a la construcción y puesta en acto de una política de
conocimiento que contribuya a develar y desnaturalizar el pensamiento de la normalidad.
3- Ámbitos de análisis: “miradas” y “lecturas provisorias”
Ahora, sí considero pertinente referirme a los avances realizados en el marco de esta
investigación en su instancia exploratoria, mencionar las concepciones desde las que estoy
“mirando” el problema como también las lecturas -siempre provisorias- que se desprenden de las
voces de los entrevistados y las observaciones realizadas.
Desde lo social: El cuaderno pareciera ser uno de los pocos elementos, dentro del ámbito
educativo, que trasciende las paredes del aula y a través de él trasciende el poder que la escuela
ejerce sobre los sujetos mediante su hacer legitimo. El maestro, aparece como la figura socialmente
reconocida para decidir qué, cómo y para qué se hacen esas tareas en el cuaderno. Por tanto, su
organización no se discute y sus “correcciones” son mensajes que aparecen como delineando
espacios y límites de cada uno de los sujetos que participan, los propios; lo de los alumnos y los de
las familias.
Por ejemplo: los maestros escriben notas que van dirigidas a las familias en el cuaderno de
clase; pero las familias envían a las escuelas notas en papelitos sueltos. Muy pocos se atreverían a
“rayar” el cuaderno de su hijo con algún comentario, queja o pregunta. El cuaderno va dejando en
claro cuál es el ámbito de cada uno y quién tiene el control en cada caso. En este sentido se
establece cierto orden social: ámbitos diferenciados, “esto le compete a la escuela”.
Por otro lado, muchas veces las familias, comparan los cuadernos de sus hijos que van a
escuelas distintas y definen cuál es la mejor o dónde van más “adelantados”, formando a través de
lo que trasciende, una opinión que muchas veces se transforma en sentido común generalizado.
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Desde lo político: El uso que se hace del cuaderno, contribuye a la formación de un sujeto
heterónomo, dependiente de un “otro” legitimado para indicarle qué hacer, dónde hacerlo, cómo
hacerlo, si está bien o si está mal y corregirlo certificando ese hacer. Esta situación no se realiza
entre pares, sólo hay un sujeto reconocido capaz de hacerlo: el maestro.
En cuanto al uso y apropiación de los “lugares”, en este caso los que deja el cuaderno,
tampoco se aporta a la construcción de un sujeto autónomo, que decida libremente que uso quiere
dar a ese soporte papel en el que puede registrar su tarea. Por el contrario, se dice qué escribir, cómo
escribir y dónde escribir.
Una mamá expresaba: “Si le dan diez oraciones para hacer, tienen que ser diez!! No
pueden ser tres o quince…. No,… tienen que ser diez! Si les dan cuentas para realizar… en el
cuaderno solo tienen que aparecer los resultados, nada más… El cómo las hacen, aparece en
papeles sueltos que les dan y que después los tiran… Esto en el mejor de los casos, sino las hacen
en el banco.”
Desde lo educativo: Desde las ciencias que abarcan el campo de lo educativo,
básicamente: la didáctica, la pedagogía, la psicología y las teorías del aprendizaje podrían hacerse
distintas lecturas. Se podría mirar desde cualquiera de ellas para describir cuáles podrían ser las
“bondades”, los “beneficios” o aportes para recomendar el necesario uso del cuaderno. Pero, en
realidad, no pude encontrar teorías al respecto que hablen acerca de la importancia del cuaderno
para el logro del aprendizaje. Las que más se acercan al tema, afirman que, este dispositivo, podría
ser un elemento que facilite la organización del alumno en su tarea y le posibilite volver sobre ella
para estudiar.4
Desde lo institucional: El tema del cuaderno, suele ser materia de discusión cotidiana
dentro de las escuelas. Pero como expresaron los maestros consultados, no se discute acerca del uso
o no del recurso en sí, sino acerca de cómo ir dejando asentado algunas cuestiones que permitan
4 Proyecto de Investigación. Carácter exploratorio – descriptivo: La carpeta de jardín de infantes: un espacio para la reflexión.
Tema: Análisis de la carpeta de jardín como texto pedagógico. Autora: Beatriz Elena Britos. Profesora de nivel inicial, técnica en
conducción educativa y licenciada en ciencias de la educación. Tesis final de grado. Publicado en Rutinas y rituales en la
educación infantil. Cómo se organiza la vida cotidiana. Ediciones Novedades Educativas. Colección la educación en los primeros
años. Tomo 52. 1era Edición. Julio 2003.
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“documentar”. Decía una directora: “… yo les pido a los maestros que anoten en los cuadernos
cuando los chicos no hacen las tareas o cuando las hacen con ayuda del maestro o el compañero…,
porque después los padres se creen que sus hijos andan bien en la escuela y no es así… pero cómo
lo demostrás?”
Y una mamá refería: “… había visto en la carpeta de mi hijo… tres notas. Una de cada
día diferente que decían: tenés que escribir más claro… No trabajó en clase… No hizo la tarea….
Así que me vine a la escuela… Sabes qué me dijo la maestra???. -Por fin apareciste… te estaba
esperando?; a lo que contesté: Pero… cómo no me llamaste??? Yo vine por las notas del cuaderno!
La maestra me dijo: Justo para eso te las puse….” La Es verdad que la escuela está en el medio de
una tormenta, como dicen los teóricos. En su interior, las manifestaciones de lo social se dejan ver.
Estas manifestaciones van desde problemas graves de violencia, desinterés e indiferencia y en ese
contexto el cuaderno pretende sobrevivir como dispositivo de control.
Es verdad que la escuela está en el medio de una tormenta, como dicen los teóricos. En
su interior, las manifestaciones de lo social se dejan ver. Estas manifestaciones van desde problemas
graves de violencia, desinterés e indiferencia y en ese contexto el cuaderno pretende sobrevivir
como dispositivo de control.
La madre reflexiona… “no habría sido mas fácil hacerme una nota mandándome a llamar
directamente?”
Los usos que se le dan al cuaderno desde lo institucional son diversos, pero sobresale en la
mayoría de los casos la cuestión del cuaderno como resguardo del maestro y de la institución. Esto
se observa en las notas que aparecen: “hecho en casa.”; “No hizo la tarea”; “completo con ayuda”;
“no demuestra interés por superarse”; etc.
Desde lo cultural: Los significados que los maestros y aún los estudiantes para maestros,
le adjudican al cuaderno o carpeta, son similares en su mayoría, independientemente de la escuela
en la que se encuentren. Sus concepciones no varían mucho de los supuestos que dieron origen al
cuaderno allá a fines del 1800, esto es: registro que documenta lo hecho con prolijidad y orden.
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No ocurre lo mismo entre los niños quienes manifiestan distintos sentimientos respecto de
“su” cuaderno. Los más chiquitos, generalmente, dicen “mirá mi cuaderno!”. Evidencian deseos
que su trabajo sea público, están orgullosos de las notas.
En una oportunidad, hace casi 20 años, tenía un vecinito que había empezado la escuela
primaria. Al tiempo de asistir le tomaron una prueba escrita. Cuando lo despedía, la madre le
advertía… “sacate buena nota Raulito!”… A la tarde, cuando regresa de la escuela, cansado de la
carrera y la emoción –contento- dice casi gritando: (yo estaba ahí!): “mamáaaa… cero punto me
saque!”.
Más allá de lo graciosa que me sigue pareciendo la anécdota hasta el día de hoy (yo
todavía no estudiaba para maestra), esto daría lugar al tratamiento de otro aspecto álgido dentro de
la estructura escolar: la evaluación, pero me interesa mostrarlo en relación a cómo cada uno
significa desde lugares diferentes. El nene en cuestión, de primer grado, estaba feliz por tener una
nota, solo eso. Después le enseñarían, aprendería, que había algunas notas mejores de las que estaba
bien sentirse orgulloso y otras no tanto.
En cambio, en los alumnos más grandes, da la impresión de que ya se terminó el idilio con
los fibrones, las hojas de colores, etc., al interior de la carpeta. Más allá de las diferencias que cada
uno muestre en relación de lo que haya podido aprender en la forma de escribir y organizarse, los
carteles del maestro no hacen mella. “Está loca, la vieja esa!” dicho por un chico de once años…
Al preguntarle por qué?. Contesta: “Quiere que ordene la carpeta, si a mí me sirve así!!”… Y para
qué te sirve la carpeta? Luego de pensar… dice: “para decir que voy a la escuela!! (Convencido).
Con los más grandes se reemplazan muchas cosas que los más chicos tienen: colores,
dibujitos, reglas, etc., por sticker en cada hoja o en la tapa, cuanto más raros, mejor. O también por
raspar las tapas de cartón o acolchadas y dejar a la luz el cartón base sobre el que se arma la carpeta.
Sobre sus tapas se escriben grafitis y firman en ella –a modo de autógrafos- desde el portero, los
amigos, los no tan amigos y hasta alguna “personalidad” que haya pasado por la escuela
esporádicamente. Cuando comienza el próximo año… es en vano el intento por cambiar esa
“Carpeta”… Es adorada, casi un fetiche, trae suerte en las pruebas y esta “re buena”.
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Respecto de los sentidos, significados y valor que los grupos le otorgan al cuaderno, se
podría decir que no sólo existen diferencias entre los más chicos y los más grandes, sino también
entre los nenes y las nenas.
Pareciera que las nenas tienden a ser más prolijas y ordenadas, es decir alcanzan con mayor
facilidad los requerimientos de la escuela. Los varones, en cambio, por regla general, dicen los
maestros “son más desprolijos, desordenados e inquietos, por eso no terminan las tareas del
cuaderno.” Las nenas compiten entre sí por las notas y eso incluye los cuadernos y/o carpetas que
se muestran con variados elementos decorativos.
Es decir, desde lo cultural, los grupos no sienten lo mismo frente al cuaderno: obligación,
cariño, ligazón emocional, indiferencia, documento escrito, orgullo. El abanico pareciera ser
amplio.
4- Anticipando “informes de avances” que no son tales.
Teniendo en cuenta estos campos y concepciones desde los que estoy buscando, me
resulta necesario mencionar algunas “verdades” y sus argumentos, que circulan como notas
características del conocimiento hegemónico, entre los sujetos de la educación entrevistados. El uso
del cuaderno en la escuela es vivido como algo natural. Es un “deber” referido al rol del alumno:
tener, usar y llevar el cuaderno, de manera completa, prolija, ordenada, adornada con dibujos y
colores.
En los primeros años, generalmente se escribe poniendo la primera letra con color al
iniciar una oración; se escribe o se copia la fecha cada día al llegar a clase y esto es “obligatorio”.
Se escribe además: “HOY ES JUEVES 22” y agregan: “DIA DE SOL o LLUVIA o NUBLADO o
VIENTO”, etc., según como esté el clima. Esto acompañado del dibujo en cuestión, un esquema
que presenta el sol radiante, una nube con gotas, una nube cubriendo parte del sol o una nube
soplando, respectivamente. También agregan: “YO ME LLAMO…” y escribe cada uno su nombre.
Y por último, “MATEMATICA”, “LENGUA”, o el nombre del área que se vaya a trabajar.
Este hacer estereotipado es indiscutible, se repite aula tras aula, día tras día. El ritual es
tan fuerte que los propios niños reclaman si por alguna razón no llegara a cumplirse y para su
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realización se dedica un tiempo importante. A veces, se destina a este trabajo hasta una hora de
clase.
En los grados superiores la fecha tiene otra estructura: 22/06/07 en el mejor de los
casos, o simplemente 22/06; el nombre el área a trabajar y la consigna para realizar. En ningún otro
ámbito que no fuera el escolar podría observarse esta situación, pero en éste no se discute, se
considera legítimo hacerlo y de hecho su falta preocupa aún hasta los maestros más innovadores…
“no alcanza a copiar ni la fecha!?” o “hoy no copiamos la fecha!! Saquen el cuaderno rapidito”.
Saliendo del aspecto: “colocar la fecha”, el uso del cuaderno tampoco se cuestiona en
ninguna otra forma. Algunos argumentos referidos a su uso son: -“es el principal instrumento en la
escolarización”; “sirve para dejar constancia de todas las tareas, definiciones… todo lo aprendido
o lo por aprender”; “sirve a los maestros para demostrar el trabajo realizado y a los directores y
padres para controlar lo que se ha aprendido”; - “es un documento muy importante para los
chicos… cuando lo pierden –a veces- se sienten con miedo a la crítica o la desaprobación”; “hay
que tener cuidado que todos tengan la posibilidad de usarlo, a veces no pueden”; “en el cuaderno
se puede demostrar el progreso del niño”.
Lo normal de ser pensado es que sin cuaderno no hay enseñanza, por lo tanto tampoco
habría aprendizaje. El cuaderno es indispensable y no se cuestiona o problematiza acerca de cuáles
serían las operaciones del pensamiento u estrategias de aprendizaje que se pondrían en juego al
momento de su utilización. Tampoco cuáles serían las estrategias de enseñanza que se están
utilizando para potenciar los aprendizajes en el encuadre teórico de su utilización.
Su empleo es “natural” y todo alumno que se “resista” a su aprendizaje (el del uso
correcto), está teniendo dificultades. En algunas entrevistas realizadas se han comentado “casos” de
alumnos que han debido ser derivados a algún profesional del ETAP (psicopedagogo; psicólogo u
otro) por no escribir respetando márgenes, usar las hojas al revés; tener letra poco legible; entre
otras “dificultades” y no problematizarse.
La gran mayoría de los alumnos –niños y adolescentes-, miran los “carteles” que
escriben los maestros con indiferencia y hasta en algunos casos los sienten como trofeos. Comentan
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entre ellos y se ríen de las notas que acumulan. Preguntándole a un grupo reducido de alumnos de
una escuela primaria qué pensaban de la carpeta (o cuaderno), contestaron: “mmmm… no sé!; nada,
por que???”; “yo no la leo nunca”; “abro la carpeta cuando vengo a la escuela….”; “me gusta
escribir un poco cuando empiezo un cuaderno nuevo… después me aburro…..”; “se usa para……
mmmm (se queda a pensando)… se usa para que el maestro te corrija así aprendes.”
5- Para ir concluyendo: puesta en tensión del contexto y vuelta al punto de inicio
Esta investigación se está realizando siguiendo el planteo de Elena Achilli, enmarcando
el proyecto dentro de las lógicas complejas – dialécticas que implica concebir la realidad como
compleja y contradictoria. Por ello es necesario someter el conjunto al “análisis interpretativo” a
través de estrategias extensivas e intensivas para controlar coherencia y recursividad permanente.
Por tal motivo considero a esta instancia que brinda este Coloquio Regional importante para la
puesta en cuestión de la problemática que investigo, la discusión y el debate de las perspectivas
seleccionadas.
Hecha esta aclaración, vale ahora presentar a modo general el contexto general en el que
se está llevando a cabo. Como enuncié anteriormente, dado mi carácter de alumna, me asumo como
“aprendiz de artesano” en este oficio de investigar. Pero vinculando mi práctica cotidiana como
docente y algunos aportes teóricos, considero que el contexto general en el que nos encontramos
nos muestra una escuela cuya función está desdibujada; que compite sin alternativas y en
desventajas con un afuera que evoluciona en progresión geométrica.
En este contexto de turbulencia que atraviesa la escuela5, las prácticas se aferran a lo
conocido, a aquello que de algún modo en otras épocas dio resultados. Y la paradoja es que tras los
fines de apostar a la construcción de una sociedad cada vez más democrática se utilizan medios
cada vez más autoritarios y dogmáticos. El uso y utilización que se hace del cuaderno, podría ser
uno de ellos?
Los dispositivos pensados, para la escuela argentina de los inicios, tuvieron sentido y
fueron coherentes con los fines propuestos: el guardapolvo blanco; los símbolos patrios; las filas de
5 Fernández, Lidia. Instituciones educativas. Dinámicas institucionales en situaciones críticas. Ed. Paidos. Bs.As. 1998
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entradas y salidas; etc. Entre estos recursos y dispositivos, también el cuaderno cobro relevancia y
fue coherente con lo que se pretendía lograr.
Ahora, para la sociedad actual, para estos alumnos reales, concretos – los que habitan
nuestras aulas, éstos niños de la cultura mediática y cibernética, del almuerzo en comedores
comunitarios, de la violencia corriente, del bombardeo publicitario, del auge de los Derechos del
Niño, etc. ¿Es posible simbolizar la escuela, y sus dispositivos, de la misma forma que hace cientos
de años atrás? Y en este caso particular, es posible significar el cuaderno de clases?
Preguntando sobre esto a algunos alumnos del segundo año del magisterio,
respondieron: “En lo que hemos observado, rescatamos que algunos chicos ven al cuaderno como
una carga, ya que les atrae trabajar más oralmente o simplemente trabajar con materiales
concretos, otros chicos se han apropiado o adaptado al uso del cuaderno en forma mecánica y
automática, (trabajan en el cuaderno y exigen la corrección todos los días. Creemos que el
cuaderno aún sigue siendo un mecanismo de control.”
Los directores, miran los cuadernos de los niños y controlan lo que enseña el maestro; el
maestro mira el cuaderno de los niños y controla lo que éstos hacen; los padres miran el cuaderno
de los niños y controlan lo que la escuela, maestros y niños hacen; los maestros miran el cuaderno
de los niños y controlan si los padres controlan o no lo que hacen sus hijos; los maestros miran los
cuadernos de otros alumnos y controlan por “dónde van en otro grado”, es decir lo que otros
maestros están haciendo; los niños miran sus propios cuadernos y deciden quién es el mejor y el
peor alumno del grado.
En este sentido, los objetivos que me planteo para la investigación son: conocer
describiendo, los usos del cuaderno de clases que los sujetos de la educación reconocen como
indispensables; y analizar las relaciones entre: usos, sentidos y significados, reconstruyendo la
complejidad de las significaciones asignadas y sus relaciones con el funcionamiento de lo social.
Bibliografía utilizada - Para fundamentar el Diseño y Enfoque de la Investigación
-Achilli Elena. "Las complejidades del mundo socioeducativa como objeto de conocimiento". (2001).
Postítulo en Investigación Educativa a distancia. Maestría en Investigación Educativa. Universidad
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Nacional de Córdoba.
-Maxwell, Joseph A. "Qualitative research design. An Interactive Approach". Sage Publications,
1996. Traducción de María Luisas Graffigna. Capítulo 5.
- Sirvent María Teresa (2003) "El proceso de investigación". Ficha de la cátedra Investigación y
Estadística Educacional I. y (2005) "La investigación social un viaje hacia el descubrimiento del
conocimiento, entramado con el arte y la ciencia" Facultad de Filosofía y Letras. UBA.
-Zemelman, Hugo. Pensar teórico y pensar epistémico. Los relatos de las ciencias sociales
latinoamericanas. Mimeo. Trascripción de la conferencia dictada por el Dr. Zemelman 10 de
noviembre 2001. México.
Sobre los referentes teóricos seleccionados
-García Canclini Néstor.”Ideología, cultura y poder”. Secretaría de Extensión Universitaria.
Facultad de filosofía y letras. Oficina de Publicaciones. Ciclo básico común. Universidad de Buenos
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-Foucault, Michel. “Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión” Edit. Siglo veintiuno editores
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-Foucault, Michel. “Microfísica del Poder” RJ. Graal 1985
-McLaren, Peter. “La vida en las escuelas, una introducción a la pedagogía critica en los
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6 – Pedagogía crítica: una revisión de los principales conceptos.
-Perrenoud, Philippe. La construcción del éxito y del fracaso escolar. La Coruña, Fundación
Paideia & Madrid, Ediciones Morata, 1996, Tercera Edición 2001.
Sobre los antecedentes referidos a este objeto de estudio
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20 y 21. Enero 1999
Evento: 2° Coloquio Regional del Valle Medio en el IFDC – Luis Beltrán Experiencias Pedagógicas e Investigación en Ciencias Sociales – Año 2007
- Gvirtz, Silvina: “El cuaderno de clase y la transformación educativa en Argentina. Seis preguntas
acerca del cuaderno de clase.” Revista Novedades Educativas/ nro. 56 / pág. 32 y 33.
- GVIRTZ, Silvina (1997), Del curriculum prescripto al curriculum enseñado. Una mirada a los
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- GVIRTZ, Silvina (2000), “La escuela, los cuadernos y el zapping: revisando viejos mitos,
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Santillana, pp. 179-191.
- Devalle de Rendo, Alicia y Perelman de Solarz, Flora. Proyecto de investigación: ¿Qué es el
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Educación Año VI. Nro 10. Asociación de Graduados en Ciencias de la Educación. Bs. As.
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- Britos, Beatriz Elena. Proyecto de investigación: La carpeta de jardín de infantes: un espacio
para la reflexión.Tesis final de grado. Publicado en Rutinas y rituales en la educación infantil.
Cómo se organiza la vida cotidiana. Ediciones Novedades Educativas. Colección la educación en
los primeros años. Tomo 52. 1era Edición. Julio 2003.