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UNlVERSIOAO DE MtXICO
LA CRÍTICA QUE PERDURAENRIQUE DíEZ-CANEDO, Estudios de, poesía espatiola contemponinea, Edi
torial Joaquín Mortiz, México, 1965, 235 pp.
problema de la creación artística(v. gr.,. al comentar -aislándolos
del resto del poema- los dos versosde Antonio Machado, que dicen:Un golpe de ataúd en tierra esalgo / perfectamente serio ... ), co·mo cuando traduce rápida y metafóricamente la impresión total queel acento de dos poetas, en ciextomodo paralelos, le producen, diciendo: "Alberti ( ... ) tan ta alson de un clavicimbalo, y GardaLorca al de una guitarra."
En pocas ocasiones como en ésta,quien escribe una reseña bibliográfica ha de sentir el agravio quela forzosa limitación del espaciole hace a la obra reseñada.
LUIS RlUS.
los temas que analiza brevementeel autor en la primera de cincopláticas que constituyen el libro.
Las conferencias siguientes estándedicadas a los grandes dramaturgos griegos: Esquilo, S6focles, Eurípides y Arist6janes. Sistemáticamente se nos presentan sus biografías,se enumeran sus dramas principalesy se analizan sus obras.
Apenas si han' sobrevivido algunos fragmentos de los 'dramas .satíricos que hicieron famoso a Esquilo entre sus contemporáneos; encambio, conservamos algunas de sustragedias y el único modelo existente de trilog.ía. Sin tomar encuenta la corriente crítica que pretende ver en Las Suplicantes unade las obras póstumas de Esquilo,el padre Garibay la cataloga comola primera; revisa luego las otrasobras arcaicas -Los persas, Sietecontm 'Tebas- para terminar conPrometeo y la Orestíada, trilogíadonde "juntaba el poeta lo nuevocon lo viejo. Tradiciones remotas,bajo Un manto de gloria moderno ... La dominadora pesadumbredel Cosmos comenzaba a iligerarsebajo las alas de lo humano. Nacíauna nueva era: en esta tragedia sepreludiaba ya la tragedia netamente humana, perenneme,nte valederade Eurípides".
Así, la concepción esquiliana presupondría la humanizaci6n de losdioses: Prometeo, antecedente de
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c1opedista. La poesía se le contagióde los románticos. Puso en ella subuen sentido del vivir, su conocimiento de las gentes, su eleganteescepticismo; por elegancia quisoquitarle toda afectación, y se pasóde la medida. Hay que examinar de nuevo a Campoamor y verlebuscar la expresión directa, dar elsalto por encima de la palabra, quees, no más, para él, un instrumentosin valor en sí, útil s6lo para elobjeto pretendido."
y tan expresiva resulta la críticade Díez-Canedo cuando se fija enun pormenor de la obra de un poe·ta, para, estudiando con lupa sucomposición, deducir de él todauna permanente actitud frente al
ÁNGEL MARÍA GARlBAY K., Teatro Helénico, Instituto Nacional de BellasArtes, México, 1965.
ESQUEMA DE LA TRAGEDIA GRIEGA
Hay pocas dramaturgias tan asediadas como la griega: especulaciones sobre su origen, análisis detextos, reconstrucción de escenarios, analogías filosóficas, clavesreligiosas se nos brindan en profusión para que exploremos su misterio; sin embargo, este volumenque inicia la colección de teatro delINBA, establece únicamente unasíntesis esquemática y, como todoesquema, es sólo una aproximación,un ensayo periférico.
Para el Padre Garibay, el siempre alabado misterio griego es másbien un enigma que aparenta descifrarse en las dos realidades másacabadas que nos brindó Grecia:la escultura y el drama. "En la estatua han cristalizado un drama enmármol. En el drama han hechoviviente una estatua que funde ensí misma lo humano y lo cósmico."
Hipótesis sobre los orígenes deeste teatro que se pierde en la noche indoeuropea y amanece en Homero; clasificación y número deobras que aún perduran; estructuraexterna (trilogía y drama satírico) ;estructura interna (contraposici6nde actores y coros, estructura métrica del coro: estrofa y antistrofa,épodo o sistrofa y la llamada catástrofe que suele aparecer en losmomentos convulsivos y violentosdel drama); sentido colectivo delteatro helénico y aspectos escenográficos del mismo, son algunos de
dremos a JUICIOS .tan inmediatoscomo éste: "Sobra intimidad en lapoesia de hoy", o como este otro:"Los mozos que hoy empiezan arimar -si es que el verbo l"Ímarno ha perdido ya toda significación- ven a esos poetas ... " Peroserá siempre una aceptación ? rechazo de una cuestión que sentimosdel todo vigente. Éste es mérito notable de Díez-Canedo: haber sabidodeslindar los aspectos esenciales queel entendimiento del fenómenopoético plantea, de los aspectos ocasionales y perecederos, para, desdeiiando éstos, no subrayar y discutir más que aquéllos; lo que, enconsecuencia -independientemen tede las discrepancias de opinión quese produzcan entre el crítico y sulector- dota a la obra crítica deDíez-Canedo de esa calidad de excepcional vigencia, de magistralautoridad que tiene.
Pero no olvidemos tampoco queestamos frente a un hombre deagudísima intuición, de sagacidadperceptiva extraordinaria; y esto dapor resultado que al lector le parezca la mayor parte de sus juiciossorprendentemente certera; y mástodavía, que muchos de éstos hayansido repetidos por otros criticas ysigan siéndolo aún en nuestros días,tal vez sin que se sepa que proceden de Díez-Canedo. Para no citarmás que un nombre -y lo hagopor ser éste también muy ilustrede crítico sobre el cual influyerondefinitivamente los juicios de DíezCanedo acerca de varios poetas, escogeré el de Federico de Onis, autorde la más prestigiada Antología queexiste de poetas espailoles e hispanoamericanos contemporáneos,quien no duda, en dicha publicación, de escribir que Díez-Canedo,en lo que respecta a su labor comocrítico, "es la figura capi tal de todala época".
Algunas ideas suyas sobre los precursores del Modernismo, sobre laimportancia de cierta poesía regional en la evolución de la poesíacontemporánea, etcétera, han pasa·do a constituir bases hasta ahorainamovibles sobre las que se sustentan la mayor parte de los estudios que sobre el tema aparecende continuo.
Como ejemplo de la capacidadde síntesis perfecta que como crítico tuvo Diez-Canedo, no me sustraigo a la tentación de copiar estosrenglones suyos acerca de Campoamor, en los cuales está contenidauna percepción integral, profunday diáfana de la personalidad y delestilo del poeta asturiano:
"En Campoamor, nacido a las letras en pleno romanticismo, se hade ver un brote del siglo XVIll, enreacción contra el ambiente: es unaficionado a la filosofía, un creyente en el progreso científico; muypoco más y hubiera sido un enci·
L , B R o ~
Si se redujera a dos especies -cosaque puede hacerse- a los críticosde poesía, éstas serían: la de losanalistas y la. de los comentadores.Aquél1os, los que detenida, pormenorizadamente, valiéndose de unatécnica rigurosa, persiguen. en untexto el andamiaje sutil de su construcción para acercarse, al cabo dela laboriosa tarea, a vislumbrar elfenómeno poético que en él se realiza (cre~ que hoy por hoy DámasoAlonso sería el maestro insuperadoen este terreno entre los crí~icos
de lengua espailola) . Los comentadores, quienes sin tiempo para organizar definitivamente ni per~e
guir hasta las últimas consecuenCIassus atisbos críticos, ofrecen éstoscon mayor espontaneidad y holgura. Maestro insuperable en esteterreno lo fue don Enrique Díez
Canedo.Fuera del breve espacio de una
reseila cabe el discutir la supremacíade una u otra forma de crítica.Ambas tienen, lógicamente, pros Ycontras dignos de debatirse. Pero,desde luego, hay algo que convieneafirmar ahora: Toda crítica literaria, sea de la índole que fuere,ha de partir de una intuición primera del crítico, que, como el olfato de &u canecillo al cazador, leservirá a aquél para seguir el rastrode la pieza, con más o menos paciencia, con más o menos fortuna.No hay crítico auténtico sin esafacultad in tuitiva muy agudizadacomo fundamento de su quehacer,el cual ha de apoyarse además enotras bases: cultura, inteligencia,claridad, etcétera.
Esas bases consolidaban desdeluego muy sobradamente la formidable intuición crítica de Diez·Canedo, el cuaI era además excelentepoeta. Quiere decir esto último quesu crítica tenía dos íngredientescapitales nacidos de su condiciónde poeta: una penetrante percepción de la materia de análisis, pues·to que él mísmo la manejaba comocreador, y una prosa viva, rica, paraexpresar su pensamiento (los poetas suelen, en efecto, ser grandesprosistas: baste recordar entre losclásicos a San Juan y a Fray Luis;entre los contemporáneos, a Antonio Machado y a Juan RamónJiménez) .
Tras de la lectura de este libro,al lector le queda la impresión deque los articulas contenidos en éltienen una lozanía como de reciénaparecidos en el periódico o en larevista. Y si tenemos en cuenta quealgunos son de los muy primerosalÍos del siglo, y tenemos en cuentatambién la caducidad que de suyoposee este género literario, hemosde convenir en que la lozanía significa en este caso excepcional calidad. Y como si el artículo hubieraaparecido en el periódico de estamañana, aceptaremos o nos opon·
UNIVERSIDAD pE MEXICO 29
EL ARTE COLONIAL COMO PASIÓNMANUEL TOUSSAtNT, Pintura colonial en México. Imprenta Universitaria,
Universidad Nacional Autónoma de México, México. 1965, 308 pp.+ 415 fotografías en blanco y negro y 23 láminas en color.
EL CINE EN DISCUSIÓN
ria.
JASMIN REUTER
JosÉ IlE LA COI.ll\A
hacer es ante todo trabajo de detalle, especialmente monografías sobre cada uno de los pintores devalía, como las realizada hastaahora por Francisco de la Mazasobre Villalpando y por CameloGurría-Reyes sobre Juan Gersón,por ejemplo. Lo que sin embargopodrá decirse por muchos alÍos esque el presente libro c~nstituye laobra fundamental sobre la mate-
El principal defecto del libro pro
cede de esta falta de atención aldesarrollo del cine, fuera ya de
aquellos principios teóricos asenta
dos en un mamen to de su evolu
ción. Revueltas parece ignorar uolvidar la existencia de nociones
conocidas y usadas por los actua
les cineastas, como, por ejemplo, lade plano-secuencia, muy distinta e
incluso contraria a la del famosoellcuen tro dialéctico de dos o va
1'ios planos preconizado por Eisens
tein )' Kulechov. Por eso el libro
enfoca el cine desde puntos de vista
Ull tanto académicos, ya superadosen el terreno factual, )' este enfoque, en consecuencia, invalida o
hace discutibles los análisis de pro
blemas generales o de films en par
ticular que Revueltas ofrece en el
lIlismo volumen. El libro, por lodem:ís, está escri to con claridad ycon frecuen tes disquisiciones polé
micas que justifican su lectura, si
quiera sea para entrar en desacuerdo con el autor.
guaje cine matográfico, el desarrollo,
desde los comienzos de! cine, dedos tendencias paralelas que vinieron a definirse netamente con la
aparición de la cinta sonora: elcine que "cree en las imágenes" yel cine que "cree en la- realidad".
Según esta esquemática pero inte
ligente distinción Bazin mostraba
la coexistencia de dos maneras dever el cine: una (la del montaje)
que lo concebía como composición
a partir de diferentes elementos; yotra (que no toma por unidad el
lJlano, sino la secuencia) que loentendia como una forma de mirar.
Es evidente, a estas alturas, quelos cineastas han abandonado, o lo
están haciendo, los moldes que se
forjaron dentro de las limitaciones
del cine silencioso, y que la apari
ción del sonido, del color y de la
pantalla ancha les permitió una
nueva manera de ver, menos fragmentaria, menos analítica si se quie
re, y di rígida hacia una captación
unitaria, fluida, del hecho real ovirtual al que se enfrenta el reali
zador.
JosÉ REVIJELTAS, El conocimiento cinematográfico y sus problemas, Colec
ción Textos de Cine, núm. 1, Departamento de Actividades Cinemato
gráficas, Universidad Nacional Autónoma de México, 1965, 184 pp.
Conocido como uno de los más im
portantes novelistas mexicanos, JoséRevueltas se ha destacado también
como uno de los más prestigiososargumentistas y adaptadores del cine nacional así como autor de en
sayos y artículos críticos y teóricos
sobre diversos problemas de la estética cinematográfica. El' presente
libro reúne algunos de estos últimos textos: Lugar del cine en ela'rte, Problemas del guión cine-ma
tognífico, Cómo pTOcede la película,La integración cinematográfica enel montaje a pal·tir del fotograma,
El guión cinematográfico y los actores, Las cat.egorías de la construc
ción dramática en el libreto decine, Problemas del análisis cine
IIwtognífico, más dos ensayos sobreEl autol!1uílisis literario y Libertad
del m·te y estética mediatizada, in
cluidos a modo de apéndice, como"una aportación teórica al conoci
miento de los problemas del artedesde el punto de vista del materialismo dialéctico".
Revueltas entiende el cine comouna "síntesis dialéctica", tanto en
el plano meramente meGÍnico ("in
movilidad-movilidad") como en el
estético (segllll la idea eisensteniana del choque)' la conjunción de
imágenes, que lleva a "nuevas ca
tegorías de síntesis. nuevas categorías ele condensación") . Buscando el
lugar del cine en el arte, lo rela
ciona con las otras artes (la poe
sía, la pintura, etcétera) y hallaun mismo principio: yuxtaposición,
encuentro, síntesis de los elemen
tos, cuyos valores por separado seresuelven en el sen tido total de laobra. La dirección de este ensayo
ilustra así la idea clásica del cinecomo un arte de montaje, según lo
establecieron hace tres décadas loscineastas soviéticos, Kulechov, Ei
senstein, Pudovkin; todo el libro
está presidido por esta concepción.
Sin embargo, la evolución estética
del cine ha sobrepasado estas pri
meras bases teóricas, a tal grado
que podría decirse que ha ido estableciendo, )' a la vez sustituyendo,
unas nuevas bases. Por ejemplo,Anclré Bazin exponía en un artículo
ya célebre, La evolución del len-
el complejo siglo XVItl, con algunasluminarias como Correa, Ibarra yCabrera, e infinidad de artistasmenores que forman propiamenteescuelas regionales. Se completa eltexto con un capítulo sobre la pintura popular -exvotos, cuadros costumbristas, santos)' retratos- y lahistoria del origen y la evoluciónde la Academia de San Carlos hasta 1821, fecha que marca el finde la época colonial y el auge delestilo neoclásico. La visión, pues.es exhaustiva; lo que queda por
tos, con lo cual el tomo que comentamos viene a ser tan útil ybásico como el Arte colonial mencionado. Insistimos en estos detalles porque, aunque detalles, resultan imprescindibles para todo lector serio, que rara vez se da cuentadel trabajo, tiempo y paciencia requeridos para ellos, pero que mucho lamen ta su a usencia en casoscomo, por ejemplo, la Historia delarte mexicano de la editorial Hermes, tan excelen te en otros aspectos. Veamos qué nos ofrece Toussaint post lIIorte·m con su Pinturacolonial: en primer término, unaapretada revisión de las principalesobras (opúsculos, más bien) quehan tra tado el tema, las cri tica enlo que tienen de censurables, y noshace saber que todos los datos comprobables y juicios bien aquilatados han encontrado cabida en supropio libro. En un breve capitulotrata la pintura indígena -códicesy murales- con que se encontraron los espaiíoles a su llegada, paradescribir en seguida la pintura europea -flamenca y espaíiola, principalmente- que trajeron y desarrollaron los conquistadores espirituales, o sea los frailes, en susconventos: frescos y lienzos paralos retablos. U na segunda parte sededica. a· la época de apogeo de lapintura, el siglo XVII, con los Echave Orio, Juárez. López de Arteaga,Villalpando; y la tercera presen ta
MARGO GLANTZ
nar el drama aristofánico, es necesario incluÍ!' un panorama de la
. comedia griega y esta exigencia vaen detrimento de la profundidaddel capítulo.
Con todo, la índole del libro-publicación de cinco conferencias- nos da la pauta: obra dedivulgación, a veces retórica. peroque explica con claridad los aspectos más destacados del teatro helénico y que puede ser más útilque otros manuales -incluyendoel de Bowra- para iniciar a losestudian tes en los postulados esenciales de esta dramaturgia.
Cristo, es ya una muestra clarade esta idea, pero su máxima expresión está dada en la Orestíada,porque la interrelación de los valores humanos y divinos se presentaen un marco activo, en el de unasociedad en vías de transformación.una sociedad que vivió las- guerrasmédicas y que, en fin, vio desaparecer la tiranía e implantar la de
mocracia.Con Sófocles, la tragedia polí tico
social alcanza su apogeo, porque enél "la comunidad tiehe la primacía.Es la ciudad la que centra y concentra los pensamientos, más quela persona". Premisas que aclaran lafunción del coro en su dramaturgia,coro-individuo que comenta, juzga,actúa y resume la posic.ión del ciudadano: el hombre vale sólo por losdemás.
Euripides es e! más criticado delos trágicos -y al parecer el preferido del autor~, el trágico quemarca el sentido del teatro pormilenios, el que perfila la individualidad como máxima dimensión dramática.
Visión que apunta en Esquilo yque adquiere su fuerza definitivaen Eurípides. Antes centrado enlo religioso, llevado luego a laPolis, el drama refleja ahora laspasiones humanas y los dioses mismos ya no se humanizan: son nadamás hombres.
La quinta plática rompe un pocoel esquema ya trazado. Para exami-
Manuel Toussaint fue un hombreprodigioso. No solamente se le puede considerar el creador de la historia sistemática del arte colonialmexicano, sino que además sus investigaciones en este campo no hansido aún superadas. Se descubrendatos nuevos aquí, se rectifican algunos allá, mas en lo fundamentalel mejor apoyo que tiene el investigador tanto como el aficionadoa las expresiones plásticas de la"ueva EspalÍa sigue siendo esa obraya clásica de Toussaint que es elArte colonial en México. Esta obra,junto con la de prosa fresca y encantadora, los Paseos coloniales,fue reeditada en 1962 por e! Instituto de Investigaciones Estéticas dela UNAM como homenaje al quehabía sido durante dos deceniossu director; y el mismo Institutohabía prometido publicar el manuscrito inédito que completaría lamagna trilogía de Toussaint, suPintura colonial-en México. Saleahora a la luz pública este volumen,impresionante por todos conceptos.La presentación gráfica es excelentey llama la atención la calidad delas reproducciones a color. El editor, Xavier Moyssén, tuvo ademáscuidado en poner al dia el texto, yno se esCatimaron esfuerzos en lapreparación de índices de nom bres)' de obras, de notas erudi tas y debibliografía, así como en la transcripción de importantes documen-