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UUNNIIVVEERRSSIIDDAADD PPEERRUUAANNAA CCAAYYEETTAANNOO HHEERREEDDIIAA
Facultad de Estomatología
Roberto Beltrán Neira
“PROTOCOLO DE ATENCIÓN ESTOMATOLÓGICA EN
PACIENTES AUTISTAS”
INVESTIGACION BIBLIOGRÁFICA DEL PROCESO DE SUFICIENCIA
PROFESIONAL PARA OBTENER EL TÍTULO DE CIRUJANO DENTISTA
GISSELLA LONGA MONSALVE
LIMA-PERÚ
2006
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JURADO EXAMINADOR
PRESIDENTE : Dra. Lola Sueng
SECRETARIO : Dra. Carlos Matta
ASESOR : Dr. Guido Perona
FECHA DE SUSTENTACIÓN : 17 DE FEBRERO DEL 2006
CALIFICATIVO : APROBADO
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DEDICATORIA
A mis queridos padres: Nora y Lucho, por se el ejemplo y estímulo más grande que he
tenido durante toda mi vida y carrera. Por su apoyo incondicional, dedicación y
sabios consejos. Les agradezco mucho por todo esto, y sobre todo por haberme dado
la más valiosa herencia de todas: Mi educación.
A mis familiares, maestros y amigos, en especial a Fernando Tapia y mis hermanos,
por todo su apoyo y aliento hacia la culminación de mi carrera profesional
A todos ellos Muchas Gracias, y por mi parte les prometo ser y servirlos mejor cada
día de mi vida.
Gissella
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AGRADECIMIENTOS
Mediante este presente trabajo, deseo expresar mi gratitud a mi asesor, el Dr. Guido
Perona por todo su apoyo y tiempo que me dedicó, y también al Dr. Elmer Flores,
por toda su orientación y colaboración que me supo brindar para la culminación del
presente trabajo.
Al Dr. Oscar Cava y al personal del Centro Especializado Ann Sullivan, por
compartir y confiarnos sus experiencias vividas, que son el sentir y la esencia de los
que se dedican a este tipo de pacientes.
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RESUMEN
La presencia de pacientes autistas, y su falta de cooperación para el tratamiento
odontológico son frecuentes en el consultorio dental. La dificultad y el
desconocimiento en el manejo de estos pacientes continúa siendo uno de los mayores
obstáculos a la hora de brindar un servicio de salud oral.
Por lo general, los pacientes autistas, son derivados a centros especiales, por la escasa
colaboración que demuestran frente al tratamiento odontológico La gran mayoría no
recibe cuidados de salud oral a temprana edad, y al examen clínico podemos encontrar
un estado de salud bucal deteriorado, con alto número de caries dental y presencia de
enfermedad periodontal
El presente trabajo aborda las estrategias de comportamiento que debemos manejar a
la hora de tratar con pacientes autistas, buscando de esta manera usar la anestesia
general como el último recurso para la solución de sus problemas odontológicos.
Un enfoque de cuidadosa introducción al tratamiento dental puede ser exitoso para
muchos pacientes autistas. Las estrategias ayudan a suprimir la anestesia general con
su potencial riesgo. Siendo la edad temprana, el momento más indicado para el éxito
en el manejo estomatológico del paciente.
Palabras claves: autismo, paciente discapacitado, tratamiento dental, protocolo,
trastornos del espectro autista.
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ÍNDICE DE ABREVIATURAS
Pág.
EEG: Electro Encefalograma…………………………………………………05
MMR: Vacuna triple vírica……… …………………………………………....06
TEA: Trastornos del Espectro Autista…………………………………….….06
DSM: Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales………..08
CID: Clasificación de Enfermedades Infecciosas……………………………08
APA: Asociación Americana de Psiquiatría………………………………….08
TGD: Trastorno Degenerativo del Desarrollo………………………………...10
TGD-NO: Trastorno Degenerativo del Desarrollo No especificado……………….10
TDI: Trastorno Degenerativo de la Infancia………………………………….12
CDD: Childhood Degenerative Disorder………………………………………12
CI: Coeficiente Intelectual………………………………………………....16
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ÍNDICE DE TABLAS
Pág.
Tabla 1. Criterios Diagnósticos para el Trastorno Autista……………………..........09
Tabla 2. Los Trastornos Generalizados del Desarrollo (Espectro Autista)………….10
Tabla 3. Medicación usada en pacientes Autistas…………………………………...22
Tabla 4 Prevalencia de Patologías Buco-Dentales en Niños Excepcionales……..….23
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ÍNDICE DE GRÁFICOS
Pág.
Gráfico 1. Protocolo de Atención Estomatológica para Pacientes Autistas……..….28
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ÍNDICE DE CONTENIDOS
Pág.
I. INTRODUCCIÓN……..……………………………….……………..…1
II. MARCO TEÓRICO……..…………………………….……………..….2
II.1 HISTORIA DEL AUTISMO……………………………….….3
II.2 CONCEPTO…………………………………………………...4
II.3 ETIOLOGÍA……………………………………………….….4
II.4 PREVALENCIA……………………………………..………..6
II.5 CRITERIOS PARA EL DIAGNÓSTICO………………...…..7
II.6 DIAGNÓSTICOS DIFERENCIALES……….…………........10
II.7 CARACTERÌSTICAS………..……………………...……….14
II.8 DESARROLLO EN LA SOCIEDAD…………………...……15
II.9 TRATAMIENTO DE AUTISMO…………………...……..... 20
II.10 MANIFESTACIONES ORALES……………….………....... 23
II.11 MANEJO ESTOMATOLÓGICO DEL PACIENTE
AUTISTA…………………..…………………………………24
II.12 PROTOCOLO DE ATENCIÓN ESTOMATOLÓGICA
EN PACIENTES AUTISTAS………………….…...………..28
III. CONCLUSIONES…………..………………………….………...……..29
IV. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS………………...…………...….31
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I. INTRODUCCIÓN
El autismo es considerado actualmente como uno de los trastornos del desarrollo más
frecuentes y complejos que dura toda la vida. Este trastorno, va comprometer el
lenguaje, la socialización, problemas perceptuales y motores de la persona. Los
autistas se aíslan del medio que los rodea y pasan horas jugando o manipulando un
objeto, además presentan conductas rituales, y rutinas compulsivas, que cuando son
interrumpidas, pueden ocasionar ataques de rabia, también poseen un contacto visual
mínimo o inexistente con otras personas, y se muestran indiferentes a ellas. Aún
cuando adquieren mayor edad, pueden seguir manteniendo muchas conductas
repetitivas no funcionales. Hasta ahora su etiología es incierta, y se especula que
puede deberse a daño cerebral, retardo del desarrollo o diferentes déficits neuro-
fisiológicos, pero ya está descarta la posibilidad de ser inducido por los padres. Su
similitud con otros trastornos de la niñez, pueden hacer el difícil su diagnóstico. En
cuanto a su tratamiento se sabe que no existe droga o tratamiento para la cura del
autismo, por lo que el objetivo principal actualmente para tratarlo se centra en mejorar
el lenguaje y las habilidades de relación social, disminuyendo los problemas de
comportamiento, ofrecer soporte a los padres y familias. Se sabe que el mejor
tratamiento es aquel que comienza con una intervención temprana. El pronóstico de
este trastorno, es reservado; algunos autistas, logran una vida autosuficiente, aunque
aislada, pero la mayoría requiere apoyo durante toda su vida.
La condición de este tipo de pacientes, no los puede excluir de recibir un adecuado
tratamiento odontológico, por el contrario, nos ponen en la obligación de conocer un
poco más acerca de su trastorno, de tal manera que conociendo mejor su
comportamiento y características, podamos, de acuerdo a un plan de trabajo ya
establecido, obtener un mejor resultado en su manejo y tratamiento.
Al no existir actualmente en nuestros medios, un protocolo que nos ayude y sirva de
referencia, para poder obtener estos resultados con este tipo de pacientes, el objetivo
del presente trabajo se centró en elaborar un Protocolo de Atención en Salud Bucal,
específico para el paciente Autista, ya que en la literatura, sólo se habla de un
protocolo general para el manejo estomatológico de pacientes especiales.
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Por este motivo hemos tratado de recopilar toda la información referente al autismo. Y
de acuerdo a ella se ha elaborado un protocolo para el manejo estomatológico, que
resume en un cuadro sinóptico, la secuencia de pasos a seguir al presentarse a la
consulta dental, un paciente con este tipo de condición.
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II. MARCO TEÓRICO
II.1 HISTORÍA DEL AUTISMO
La delimitación del término autismo como síndrome, lo realizó Leo Kanner en 1943
con un artículo titulado “Alteraciones autistas del contacto afectivo”, que fue decisivo
para definir el autismo como una patología independiente. El término autismo fue
introducido antes por Bleuler (1911) como una característica más de la esquizofrenia,
para referirse a la tendencia de muchos pacientes esquizofrénicos a encerrarse en
imágenes autoreferidas, centrando en sí mismo todo su mundo imaginativo. (1)
Cuando Kanner aísla este síndrome dentro de la población infantil considerada
esquizofrénica, aún se tendía a asociar ambos términos, pero las diferencias se hacían
evidentes. Hay elevados riesgos de transmisión lineal hereditarios de la esquizofrenia
infantil que no se encuentran en el niño autista, ni en el autismo encontramos factores
psicológicos causales, como la privación afectiva o social, la depresión analítica, ni
coincidencias próximas de esquizofrenia infantil o adulta. (2)
El autismo –que deriva de la palabra griega autos, que significa ser- enfatiza lo que
Kanner considera un síntoma patogmónico para el diagnóstico; “la incapacidad de
relacionarse en la forma corriente con las personas y situaciones desde el comienzo de
la vida”. El otro rasgo principal, es el deseo ansiosamente obsesivo por el
mantenimiento de la identidad. (1)
Para Leo Kanner el niño autista debía presentar un cuadro con las siguientes
características: (1, 2, 3)
- Una profunda falta de contacto afectivo con otras personas.
- Un deseo angustioso de que todo permanezca igual, un ambiente sin cambios
- Fascinación por ciertos objetos, capaces de ser manipulados.
- Alteración profunda de las facultades comprensivas y expresivas del lenguaje.
- Ausencia de retraso mental (buen potencial cognitivo) que explique las alteraciones,
presentándose ciertas habilidades especiales (memoria mecánica).
- Desarrollo del síndrome en la primera infancia, con incidencia clave de dos a cinco
años.
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II.2 CONCEPTO DE AUTISMO
Se define “Autismo” como un desorden del desarrollo de los niños que los afecta
desde el momento de su nacimiento o desde los primeros meses de vida. Es el
resultado de un retraso y una desviación de sus patrones normales de desarrollo;
afectando su comunicación, compresión del lenguaje y su relación con los demás. (4)
Hoy en día se piensa que el Autismo es un desorden del desarrollo producido por
múltiples causas. Debido a que no existen todavía valoraciones específicas del
autismo, el diagnóstico de este desorden se basa normalmente en las características
que muestran los individuos. (5)
El autismo presenta una gran variación en su severidad. Los casos más severos son
caracterizados por un comportamiento extremadamente repetitivo, no usual,
autodañino y agresivo. Este comportamiento puede persistir por mucho tiempo y
puede ser muy difícil de cambiar, siendo un reto enorme para aquellos que deben
convivir, tratar y educar a estos individuos. (1)
Aunque no hay cura, el cuidado apropiado puede promover un desarrollo
relativamente normal y reducir los comportamientos no deseables en este tipo de
pacientes. (5)
II.3 ETIOLOGÍA
Hay diversos puntos de vista, cada uno referente a una teoría, en la actualidad se
considera el autismo como un trastorno multicausal, pero de indudable
fundamentación orgánica. (6)
Existen diversas teorías que han, y siguen tratando de explicar su posible causalidad,
por ejemplo:
II.3.1 Teorías biológicas. Buscan las causas en lo orgánico y establecen tres bloques:
II.3.1 Genéticos: Señala que el autismo es un mecanismo de transmisión autosómica
recesiva (por análisis de segregación familiar y por hallazgos en gemelos
monocigóticos), actualmente se piensa que existen menos de 10 genes que
actúan de manera multiplicativa, por tal razón se habla de herencia
multiplicativa. También se ha llamado síndrome del Cromosoma X frágil, es
decir, falta de sustancia en el extremo distal del brazo largo del cromosoma
como causa del síndrome autista. (6)
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Se cree que los padres con hijos autistas, tienen el 5% de posibilidad de tener
otro hijo autista; también se sabe que el 2% de los hermanos de autistas sufren
el mismo trastorno. El 15% de los hermanos de autistas sufren trastornos de
lenguaje, problemas de aprendizaje o retraso mental. La concordancia entre
gemelos monocigóticos es del 36% por 0% de los dicigóticos. Todo sugiere
que un importante componente genético predispone, cuando menos, a los
trastornos del lenguaje y cognitivos de los que forma parte el autismo. (2)
II.3.2 Postnatales: Frecuentemente se citan estas condiciones no tratadas y las
asocian al autismo: espasmo infantil, herpes simples, rubéola, fenilcetonuria,
alimentación, drogas, traumatismos, etc. (7)
II.3.3 Perinatales: Se ha señalado dificultades como la prematurez, que ocurren más
frecuentemente en niños autistas, pero no se ha establecido una relación
causal. (6)
II.3.4 Afectación cerebral: En el autismo se pone de manifiesto la aparición de crisis
epilépticas en un 25% de pacientes al alcanzar la adolescencia, especialmente
en los casos que van acompañados de retraso mental grave. Asimismo las
pruebas de disfunción vegetativa y algunos estudios vestibulares apuntan a una
disfunción del tronco cerebral en muchos autistas. (3)
Otros estudios neurofisiológicos de la corteza, apoyarían también un estado de
sobre despertar. Aproximadamente dos tercios de los niños autistas tienen
EEG (electro encefalograma) anormales y recientemente, estudios de
neumoencefalogramas han mostrado agrandamiento del cuerno temporal y del
ventrículo izquierdo en este trastorno. (8)
No hay hallazgos médicos específicos que parezcan ser especialmente
comunes en niños autistas, excepto un número significativo de ellos, que
eventualmente desarrollan un trastorno convulsivo. (5)
Parece improbable que el autismo sea causado por una lesión específica del
sistema nervioso, pero, como el retardo mental, el autismo puede surgir de una
cantidad de estados anormales. (9)
II.3.5 Teorías Ambientalistas o Psicosociales: Defienden la normalidad en el
nacimiento y la perturbación por trastornos socioafectivos como: estrés o
hiperansiedad de madres jóvenes, personalidad anómala de los padres,
indiferencia de los padres, divorcio, alteraciones en los primeros estadios del
desarrollo, etc. (8)
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Kanner señaló que los padres de sus pacientes parecían ser mecánicos en la
crianza de sus hijos, esto llevó a la conclusión que el niño autista era
consecuencia de la patología de los padres, especialmente de la madre. Luego se
realizaron estudios controlados más recientes donde no encontraron diferencias
significativas en la sociabilidad, calidez, o incidencia de diversos trastornos
psiquiátricos en los padres de niños autistas. (5)
De manera similar; si bien niños criados en ambientes carenciados y fríos, como
instituciones, pueden tener dificultades emocionales, no se convierten
desmedidamente en autistas. Por lo tanto no hay relación causal entre esas
variables y la incidencia de autismo en la niñez, pero la calidad del medio
ambiente del niño, ciertamente, modifica la evolución del trastorno. (5)
II.3.6 Vacuna Triple Vírica (MMR): Algunos padres y familiares de niños con
autismo piensan que es la vacuna triple vírica (papera, sarampión y rubéola) la
causa del autismo de sus hijos. Estos padres han declarado que sus hijos eran
“normales” hasta que recibieron la vacuna triple vírica. Después de recibir la
vacuna, comenzaron a mostrar síntomas del autismo. Ya que los síntomas del
autismo empiezan a manifestarse alrededor del mismo tiempo en que
recibieron la vacuna triple vírica, los padres y familiares ven a la vacuna como
la causa del autismo. No obstante, solamente porque ambos eventos ocurren
alrededor del mismo tiempo no significa que uno provoca al otro. Aunque los
niños reciben muchas vacunas además de la triple vírica, éstas no han sido
identificadas como posibles causas del autismo. (10)
II.4 PREVALENCIA
Los trastornos del espectro autista (TEA), no son trastornos raros, por el contrario son
más prevalentes en la población pediátrica que el Cáncer, la Diabetes, la Espina
Bífida, e incluso el Síndrome de Down. Los primeros estudios epidemiológicos
comunicaron un prevalencia del Autismo Infantil de 4-5 por 10.000, lo que equivale
aproximadamente a 1 de cada 2.000 personas (1966). Con el fenotipo clínico más
amplio y la mejora de su conocimiento clínico, la prevalencia estimada se ha
incrementado hasta 10-20 por 10.000, o una de cada 500 a 1.000 personas. Análisis
estadísticos recientes del Departamento de Salud Pública del Estado de Massachusetts
indican una prevalencia en el “Programa de Intervención Temprana de Cero a Tres
Años” de 1 por 500 niños (1999). Estos altos índices de prevalencia implicarían que
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habría entre 60.000 y 115.000 niños de menos de 15 años de edad en los Estados
Unidos que cumplirían los criterios diagnósticos para el autismo (1997). Más
recientemente, Baird et al. (1999) encontraron un índice de prevalencia de 30,8 casos
por cada 10 mil del Trastorno Autista (1 de cada 333 niños), con 27,1 casos
adicionales para los trastornos del espectro autista. Estos índices de prevalencia son
significativamente más altos que las que se comunicaron en informes previos y
requieren reconfirmación en un futuro estudio. Sin embargo, la existencia de estas
prevalencias marcadamente creciente, reafirma la necesidad de incrementar la
detección precoz y diagnóstico. (11)
La proporción entre niños y niñas con autismo se ha fijado tradicionalmente en
aproximadamente 3:1 a 4:1 Sin embargo, la proporción parece variar con el CI
(coeficiente intelectual), yendo desde 2:1 a 4:1. Y en general, la tasa de prevalencia
del autismo ha sido reportada para variar entre 4 y 13 personas por cada 10 000, y hoy
en día la prevalencia general de autismo aceptada es de 1 en 1000 personas. (10)
II.5 CRITERIOS PARA EL DIAGNÓSTICO
Todos los profesionales implicados en la atención temprana del niño autista (pediatras,
neurólogos, psiquiatras, psicólogos, audiólogos, foniatras, terapeutas ocupacionales y
fisioterapeutas) deberían estar suficientemente familiarizados con los signos y
síntomas de autismo como para reconocer los posibles indicadores (sociales, de la
comunicación y de la conducta) que hacen necesaria una evaluación diagnóstica más
amplia. Es importante ser conscientes que los niños con autismo son derivados a
menudo por múltiples sospechas, tales como retrasos en el lenguaje, problemas de
regulación de la conducta en la infancia, problemas motrices o sensoriales, problemas
sociales y de conducta, trastornos emocionales, y problemas en el aprendizaje.(1)
El diagnóstico del autismo se diferencia del de otras alteraciones del desarrollo en que
requiere una colaboración y consulta multidisciplinaria. La evaluación debe incluir los
datos del informe de los padres, de la observación del niño, de la interacción con él, y
del juicio clínico, como también los datos diagnósticos, cognitivos, y de la conducta
adaptativa. Por lo tanto, podrá establecerse después de una detallada examinación
médica, psicológica y neurológica. (11)
Según O´Gorman, existen componentes esenciales para establecer un acertado criterio
diagnostico: (2)
- Grave retraso intelectual.
- Respuesta anormal ante estímulos externos.
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- Presencia de conductas estereotipadas.
- Dificultad en la adquisición y desarrollo de la comunicación.
- Dificultad de establecer vinculación con las personas.
- Resistencia al cambio (terror a lo nuevo, preocupación excesiva por detalles,
necesidad patológica a lo conocido).
Por otro lado, Ángel Riviére (1982) expone una alternativa muy atrayente,
considerando al autismo como una dimensión de la personalidad humana. Desde esta
perspectiva, se considera un continuo, cuyas características se pueden presentar más o
menos aisladas y más o menos incidentes en otras muchas personas que no padecen el
síndrome de Kanner. Según el trabajo basado en Wing y Gould (1979) y Wing (1988),
se puede definir el continuo basándose en cuatro dimensiones básicas: (3)
Las deficiencias de las competencias de reconocimiento social. Irían desde las
conductas de aislamiento hasta las de poco interés vital hacia los demás.
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Las deficiencias de las competencias de comunicación social: desde la
ausencia de motivación comunicativa hasta el empleo de un lenguaje sin
pautas de comunicación recíproca.
Las deficiencias de las competencias de imaginación y comprensión social:
desde la ausencia de conductas imitativas hasta la inhabilidad para empatizar.
Formas repetitivas de actividad: desde el predominio de conductas
estereotipadas hasta la preocupación obsesiva por ciertos contenidos
intelectuales.
Se debe considerar para el diagnóstico del autismo, los diversos factores, como la
severidad, el nivel cognoscitivo, particularidades clínicas y condiciones médicas
asociadas. A mayor compromiso, mayor severidad del cuadro. (2)
Hasta el momento no existe ningún cuestionario, o Test sencillo de laboratorio para la
diagnosis del autismo y enfermedades relacionadas. De acuerdo con esto, los clínicos
se deben fijar de su juicio clínico, ayudados de manuales diagnósticos como el DSM-
IV (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales) y la CID-10,
(Clasificación de enfermedades infecciosas) así como por los resultados de varios
instrumentos de evaluación, escalas, o cuestionarios. Los instrumentos más novedosos
no sustituyen al diagnóstico de un clínico experimentado. Los criterios del DSM-IV
para el trastorno autista se presentan en la Tabla 1, y se describe cada aspecto
conductual más abajo. Los síntomas y signos representan un conjunto de rasgos
clínicos que se discuten con gran detalle en el DSM-IV (APA, 1994. (11) (ver tabla 1)
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Tabla 1. Criterios Diagnósticos para el Trastorno Autista (Manual Diagnóstico y
Estadístico de los Trastornos Mentales; 4ª Edición, pp. 70-71 Washington, DC:
Asociación Americana de Psiquiatría, 1994 )
A. Un total de seis (o más) ítems de los apartados (1), (2) y (3), con al menos dos ítems de (1) y al menos uno de (2) y
de (3)
(1) Deterioro cualitativo en la interacción social, manifestado por al menos dos de los siguientes:
a) Marcado deterioro en el uso de múltiples conductas no–verbales que regulan la interacción social, tales
como el contacto ocular, la expresión facial, las posturas corporales, y los gestos, que regulan las
interacciones sociales.
b) Fallo en el desarrollo de relaciones entre pares, adecuadas a su nivel evolutivo.
c) Ausencia de intentos espontáneos de compartir diversiones, intereses, o aproximaciones a otras personas
( Ej.: no mostrar, acercar o señalar objetos de interés.)
d) Ausencia de reciprocidad social o emocional.
(2) Deterioro cualitativo en la comunicación, puesto de manifiesto por, al menos, una de las siguientes:
a) Retraso evolutivo, o ausencia total de lenguaje hablado (no acompañado de intentos compensatorios a
través de modalidades alternativas de comunicación, como gestos o mímica).
b) En individuos con lenguaje apropiado, marcado deterioro en la capacidad de iniciar o mantener una
conversación con otros.
c) Uso repetitivo y estereotipado del lenguaje, o lenguaje idiosincrásico.
d) Ausencia de juego variado, espontáneo, creativo o social, apropiado a su nivel de desarrollo.
(3) Patrones de conducta, intereses y actividades restrictivos, repetitivos y estereotipados, puesto de manifiesto
por, al menos, una de las siguientes:
a) Preocupación que abarca a uno o más patrones de interés estereotipado y restringido, que es anormal o
en intensidad o en el foco de interés en sí.
b) Adherencia aparentemente inflexible a rutinas o rituales específicos y no funcionales.
c) Manierismos motores estereotipados y repetitivos (Ej.: aleteos de manos o dedos, o movimientos
complejos que implican a todo el cuerpo).
d) Preocupación persistente por partes de objetos.
B. Retraso o funcionamiento anormal en al menos una de las siguientes áreas, con inicio antes de los 3 años:
(1) Interacción social.
(2) Uso social y comunicativo del lenguaje.
(3) Juego simbólico o imaginativo.
C. El trastorno no se puede encuadrar mejor como Síndrome de Rett o Trastorno Desintegrativo de la Infancia.
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II.6 DIAGNÓSTICOS DIFERENCIALES
Dentro de los posibles diagnósticos diferénciale, vamos a tener a todos aquellos que se
encuentran dentro de Los Trastornos Generalizados del Desarrollo (Espectro Autista),
como los que podemos apreciar en la siguiente tabla:
Tabla 2. Los Trastornos Generalizados del Desarrollo (Espectro Autista)
(Tomada del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, 4ª
Edición, pp 70-71 Washington, DC: Asociación Americana de Psiquiatría, 1994)
Diagnóstico en el DSM-IV (APA, 1994) Diagnóstico en la ICD-10 (WHO, 1992, 1993)
Trastorno Autista Autismo Infantil
Trastorno de Asperger Síndrome de Asperger
Trastorno Desintegrativo de la Infancia Otros Trastornos Desintegrativos de la Infancia
Trastorno de Rett Síndrome de Rett
TGD-NO* Autismo Atípico
Autismo Atípico Otros TGD; TGD No Especificado
(No se corresponde con ningún diagnóstico
de la DSM-IV)
Trastorno Hiperactivo con Retraso Mental con
Movimientos Estereotipados
• TGD-NO = Trastorno generalizado del Desarrollo- No especificado.
II.6.1 Trastorno Autista:
Es un término que se reservó exclusivamente para aquellos que presentaran los
signos clásicos antes de los 30 meses de edad. Durante los últimos diez años, sin
embargo, ha ido creciendo lentamente un consenso clínico sobre que el paraguas
de "trastorno generalizado del desarrollo", representa en realidad un "espectro
autista" (Wing, 1997). Al mismo tiempo, en los criterios del DSM-IV se incluyó
el término "cualitativo" para describir los deterioros dentro de los criterios
mayores, definiendo un continuo de deterioros más que la presencia o ausencia,
en términos absolutos, de una determinada conducta, como suficiente para
cumplir con los criterios diagnósticos. (11,7)
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II.6.2 Síndrome de Asperger:
Sin que ninguno de los dos lo supiese, un año después de la primera descripción
del autismo de Kanner (1943), un pediatra llamado Asperger (1991/1944)
también describió a cuatro niños con "psicopatía autista", que presumiblemente
tenían conductas autistas poco severas y un CI normal. Este informe escrito en
alemán no fue ampliamente conocido hasta la década de los 80 (Wing, 1981). El
término diagnóstico fue incluido por primera vez en el DSM-IV (APA, 1994), y
los criterios para los deterioros cualitativos en la interacción social, los patrones
de conducta y actividades restrictivos y repetitivos, son idénticos que los del
Trastorno Autista. Esta categoría diagnóstica está claramente en evolución, y no
está claro si permanecerá como un síndrome separado del autismo. (11)
En contraste con los criterios del Trastorno Autista, que incluyen déficit en
comunicación verbal, no verbal, y en el juego, los actuales criterios del
Síndrome de Asperger establece que no haya "evidencia significativa" de retraso
en el desarrollo, de forma que el niño usa palabras simples a los 2 años, y frases
comunicativas a los 3. Los individuos con Síndrome de Asperger normalmente
tienen un habla pedante y pobremente modulada, una pragmática no verbal o
habilidades de conversación pobres, e intensa preocupación sobre temas muy
concretos tales como el tiempo atmosférico o los horarios de ferrocarriles. Su
habla es a menudo concreta y literal, y sus respuestas normalmente son
inadecuadas. Algunos clínicos han encontrado individuos con este patrón
verbal que han sido etiquetados equivocadamente de Trastorno del Lenguaje
Semántico–Pragmático, en lugar de Asperger o autismo. Sin embargo, este
diagnóstico de trastorno en el lenguaje no es una sustitución adecuada del
diagnóstico de autismo, ya que no cubre el déficit social y los intereses
restrictivos y repetitivos. Socialmente, los individuos con Síndrome de Asperger
son normalmente incapaces de hacer amigos. A causa de sus interacciones
sociales ingenuas, inapropiadas y unívocas, son también ridiculizados a menudos
por sus compañeros de edad. A menudo dejan de intentarlo por el ridículo cruel
al que son sometidos por los otros niños, y permanecen en un aislamiento social
extremo. Sin embargo, desean honestamente el éxito en las relaciones
interpersonales, y a menudo se quedan aturrullados cuando no lo alcanzan.
Suelen presentan déficit en la motricidad gruesa y fina, incluyendo movimientos
torpes y descoordinados, y posturas raras. (5)
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En este sentido, la DMS-IV claramente distingue entre el diagnóstico de
Síndrome de Asperger y el de Autismo (que está caracterizado por más marcado
retraso en éstas áreas antes de los tres años de edad). Dado que los parámetros
para el diagnóstico están recientemente formulados, se puede esbozar una
definición consensuada para la investigación, ahora bien poco es conocido en la
actualidad sobre el Síndrome de Asperger. (7,5)
II.6.3 Trastorno Desintegrativo de la Infancia
El Trastorno Desintegrativo de la Infancia (TDI; CDD en inglés) se refiere a la
rara aparición de un desarrollo temprano normal hasta la edad de 24 meses,
seguido de una rápida regresión neurológica, que acaba la mayoría de las veces,
en una sintomatología autista. El TDI, antes llamado Síndrome de Heller,
demencia infantil o psicosis desintegrativa, normalmente aparece entre los 36 y
los 48 meses de edad, pero puede ocurrir hasta los 10 años de edad. Ha habido
sólo alrededor de un centenar de informes de casos de TDI en la literatura. (5)
Los sellos distintivos de este trastorno incluyen la pérdida de lenguaje,
habilidades sociales, de juego, o motrices, previamente normales, y
frecuentemente incluye la aparición de conductas repetitivas restrictivas, todas
típicas del autismo. El TDI se asocia frecuentemente con los síntomas autistas
más severos que los del autismo de aparición temprana, incluyendo pérdida
profunda de habilidades cognitivas, dando como resultado retraso mental. Una
revisión reciente del TDI observó una predominancia masculina de 4 a 1, una
edad de aparición media de 29 ± 16 meses, con alrededor de un 95% que
muestra síntomas de pérdida del lenguaje, resistencia a los cambios, ansiedad y
deterioro de las habilidades de autoayuda. (11)
En niños con autismo está bien establecido que una regresión clínica puede
ocurrir y a menudo ocurre, como muy pronto a los 15 meses de edad, con una
media de en los 21 meses. La relación entre autismo con un curso involutivo
temprano (antes de los 36 meses), TDI (después de los 36 meses), Síndrome de
Landau-Kleffner, y crisis epilépticas durante la ondas lentas en el sueño (ESES)
se comprende mal en la actualidad, así como la etiología y psicopatología
subyacentes. La estimación de las índices de regresión en autismo va desde el 10
hasta el 50%, con una pérdida total del lenguaje expresivo en entre un 20 y un
40% de ellos. Entre el 36 y el 55% de los padres de niños con autismo observan
problemas en el primer año de vida, pero a menudo sólo retrospectivamente.
12
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Algunos niños tienen síntomas autistas bastante pronto, pero no reciben un
diagnóstico o informe médico hasta los 2 o 3 años de edad. O los padres fallan a
la hora de reconocer esos síntomas insidiosos o el médico u otro profesional
descartan las preocupaciones parentales. Una pérdida aguda o sub-aguda del
lenguaje es lo que probablemente más motiva a los padres a buscar ayuda
médica, más que la aparición de anormalidades sociales. Uno de los más
difíciles problemas que entorpecen la mejor comprensión de la regresión autista
y el TDI implica diferenciar la "edad de aparición" de la "edad de
reconocimiento". La evaluación retrospectiva de grabaciones domésticas en
vídeo está ahora bien aceptada como una estrategia de investigación para
identificar síntomas autistas tan pronto como a los 12 meses de edad. (7,11)
II.6.4 Autismo Atípico/ TGD No Especificado (TGD-NO)
Este diagnóstico se usa cuando está presente una sintomatología autista
significativa desde el punto de vista clínico, incluyendo déficit en la interacción
social recíproca, en comunicación verbal, no verbal, conducta, intereses y
actividades estereotipadas, pero no se cumplen todos los criterios para el
diagnóstico de espectro autista o TGD; por ejemplo, un niño que no cumple al
menos 6 de los 12 posibles criterios para el diagnóstico de Trastorno Autista, o
cuya aparición de la sintomatología es posterior a los 36 meses. De la misma
forma, se incluiría a niños cuyos síntomas son atípicos o no son tan severos
como para codificarlos bajo este diagnóstico. (5)
El Autismo Atípico/TGD-NO no es una entidad clínica diferente con una
definición específica, aunque tradicionalmente se ha pensado que los individuos
a los que se les ha dado este diagnóstico tienen síntomas menos severos. TGD-
NO es un diagnóstico por exclusión de los otros trastornos del espectro autista.
A menudo es usado como un diagnóstico "por defecto” cuando o hay
información insuficiente o poco fiable o cuando el médico vacila a la hora de
aplicar el término "autista". Los procedimientos de detección y diagnóstico, así
como el tratamiento para el autismo atípico/TGD-NO son los mismos que para
los otros trastornos del espectro autista. (5)
II.6.5 Síndrome de Rett
Es un trastorno neurodegenerativo esencialmente limitado a niñas, se hace
manifiesto después de un periodo de funcionamiento normal después del
nacimiento. Aunque fue descrito por primera vez por Rett en 1966, el
13
14
conocimiento clínico del síndrome no ocurrió hasta que Hagberg et al. (1983)
informaron de 35 casos adicionales. Las niñas con síndrome de Rett presentan
síntomas tan pronto como a la edad de 6 a 8 meses, (después de un nacimiento
normal, un perímetro cefálico normal al nacer, y avances evolutivos tempranos
normales) con una ratio de perímetro cefálico decreciente. Esto, a veces se sigue
de microcefalia y la pérdida de habilidades manuales intencionales.
Posteriormente aparecen estereotipias y movimientos con las manos tales como
retorcer las manos, movimientos de lavado de manos, chupárselas, palmotear, y
pobre desarrollo en la coordinación del tronco o al andar, con pérdida de
implicación social y desarrollo del lenguaje receptivo y expresivo severamente
deficitario Casi todas las niñas tienen EEG con actividad lenta de fondo y
espigas, pero las crisis clínicas ocurren solamente en alrededor de un tercio de
los casos. (7)
Hay acuerdo general sobre que el Síndrome de Rett es un trastorno del
desarrollo, aunque su clasificación en el DSM-IV y la CID-10 como un TGD
siguen siendo controvertidos. Sin embargo, aunque fue incluido dentro del
paraguas de los TGD, no se puede dar un diagnóstico incorrecto de autismo en
lugar del correcto de Síndrome de Rett. (12)0
II.7 CARACTERÍSTICAS
Dentro de las características más resaltantes del autismo, dependiendo de la severidad
del trastorno, podemos encontrar: (1)
Problemas de la comunicación, sobre todo en el uso y compresión del
lenguaje.
•
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•
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•
•
•
•
•
Dificultad para relacionarse con las personas, objetos y eventos.
Evitan las caricias y mantener el contacto visual.
Puede pasar horas jugando con objetos o juguetes, muchas veces de manera
inusual.
Movimientos corporales o comportamientos repetitivos.
Dificultad con los cambios de rutina o alrededores familiares.
Se suelen autodañar, o tornar agresivos, o no tienen miedo al peligro.
Son introvertidos y en su mayoría presentan ecolalias
No suelen responder a voces ni a otros sonidos.
14
15
Suelen reaccionar de manera insólita frente a la información sensorial (ruidos,
luces, y ciertas contexturas de las comidas o tejidos)
•
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•
•
•
La edad de comienzo es antes de los 30 meses de edad.
El trastorno es crónico y extraordinariamente discapacitante.
Algunos casos severos pueden presentar crisis convulsivas en la adolescencia.
También se sabe que el pronóstico de este trastorno es negativo, y está vinculado a su
nivel de lenguaje y C.I. Sólo uno de cada seis llega a una adaptación social adecuada,
con vida casi independiente y trabajo productivo, otros se adaptan moderadamente y
dos tercios no podrán vivir independientemente. (1)
II.8 DESARROLLO EN LA SOCIEDAD DEL AUTISTA
Para poder hablar de los comportamientos más definitorios de los pacientes autistas a
determinadas edades, es importante tener en cuenta que un individuo autista, es un
caso totalmente independiente del resto que padecen el mismo trastorno, por lo que no
se le debe incluir en un mismo patrón de comportamientos a todos ellos. A
continuación se mencionarán las principales características de su desarrollo en las
distintas etapas de la vida (10):
II.8.1 De los 0 a los 30 meses:
Llanto constante o ausencia total del mismo.
Problemas en la alimentación (dificultad para succionar).
Dificultad para establecer contacto afectivo: no desea mimos, no alza los
brazos en petición de cobijo.
Dificultad para controlar esfínteres.
Hábitos extraños en la alimentación (rechazo o fijación en algunas comidas).
Demora o mutismo en el desarrollo del habla.
Comienzan a aparecer las conductas proto-imperativas (pedir algo) y proto-
declarativas (compartir una experiencia)
A los seis meses se observa gran pasividad, falta de afectividad y de pautas de
anticipación.
Falta de respuesta y orientación frente a un estímulo social y no social.(12)
15
16
II.8.2 De los 30 meses a los 5 años:
En relación a la conducta emocional: (3)
Retraimiento social. •
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•
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Resistencia al cambio más elemental.
Carencia para imaginar: ni imagina ni le gustan las historietas, etc.
Temores específicos: miedo ante algo inofensivo y normalidad ante un
peligro real.
Conducta social anormal: ni comprende las reglas sociales, ni los
sentimientos de los demás.
Incapaz de jugar con otros.
Habilidades específicas:
Puede armar o desarmar aparatos mecánicos.
Le gusta la música, manejar objetos y pueden tener excelente memoria
fotográfica.
En relación a sus Sentidos: (3)
Audición: se muestran sordos para unos sonidos y sensibles a otros.
Visión: tienen dificultades para reconocer visualmente.
Tacto: son insensibles al dolor o todo lo contrario, hipersensible.
Gusto-olfato: se dan los extremos, desde la indiferencia a la aversión.
Motricidad: normalmente les cuesta imitar ejercicios motores.
II.8.3 A partir de los 5 años:
Desde estos momentos se inicia una recuperación, sobretodo en lo emocional-
social, se vuelven más sociables y afectivos, con menos resistencia al cambio y
poseen un conocimiento más real de los peligros. Es menor la evolución en las
áreas motrices y del lenguaje. (2)
Todas estas mejoras pueden producir confusiones y dificultades en el
diagnóstico. Muchas veces la detección de la sintomatología autista no se
realiza normalmente antes del año, quizás porque los padres asocian tales
conductas patológicas a un déficit auditivo (por ello existen pocos
diagnósticos) y porque son poco conocidas las pautas de desarrollo en los dos
primeros años de vida del niño autista. (3)
16
17
II.8.4 Trastornos de la Socialización
Los autistas están disminuidos en su capacidad para relacionarse con la gente.
Hay un pobre contacto visual y el niño puede resistir ser sostenido o puede
permanecer pasivamente. Si los niños autistas buscan contacto, es para
gratificar una necesidad. No suelen jugar con otros niños, pero pueden buscar a
otros para que los balanceen o hamaquen. A medida que crecen, se puede
esperar una mejoría, pero es muy inusual que un niño autista establezca
relaciones con otros, física o emocionalmente. Aunque pueden formar fuertes
lazos, lealtades y alcanzar cierta independencia social y financiera, les sigue
faltando conocimiento social. Sin embargo conservan cierta honestidad e
ingenuidad que pueden ser atractivas. Es raro que una persona autista se case o
forme relaciones físicas estrechas. (6)
Varios problemas conductuales complican las interacciones de los niños
autistas con otros y son frustrantes para manejar. Por ejemplo, pueden tener
berrinches con gritos, a menudo sin razón aparente, durante los cuales son
destructivos y pueden lastimarse, pero no es común que la agresión sea
dirigida hacia otros. (13,6)
Puede haber temores excesivos e inusuales que hacen difícil el manejo o, en el
otro extremo, un niño puede no tener sensación del peligro y ser una
preocupación constante para los padres. Como los niños autistas tienen tan
poco concepto de las convenciones sociales, pueden ser una fuente continua de
embarazo para otros. Puede pensarse que tengan problemas emocionales o que
sean sicóticos, pero en la actualidad, pocas personas considerarían a los niños
autistas como esquizofrénicos, como una vez se pensó. Este cambio se produjo
en parte por la búsqueda de los factores causales de la enfermedad. Los padres
habían sido culpados por no satisfacer las necesidades de estos niños,
haciéndoles actuar en una manera perturbada. (6)
II.8.5 Trastornos Cognitivos
En el autismo precoz infantil, como forma más grave de alteración de la
personalidad, es difícil saber si la falta de desarrollo comunicativo es causa o
efecto de un retraso cognitivo. (2)
17
18
Todos los grados de deterioro intelectual se encuentran en el autismo (la
mayoría de los autistas funcionan en la escala de los mentalmente retardados).
Kanner comentando sobre su grupo original, manifestó que a pesar de sus
problemas tenían “buen potencial cognitivo”. Los niños autistas, pueden, en
verdad, poseer a veces gran destreza o habilidades inusuales, como memorizar
largas listas o trozos musicales. Pero esos “islotes de habilidad” que se ven,
por ejemplo, en sabios idiotas, en ningún momento sugieren que esos
individuos se encontrarían excluidos de este tipo de trastorno. (6)
En la mayor parte de los niños autistas se encuentra retraso mental: uno de
cada seis presenta una inteligencia normal, aunque con sus problemas
específicos. Pero en general encontramos estrecha relación entre C.I. la
capacidad lingüística y la vida emocional del niño. (2)
Cuando el autista presenta un retraso mental severo o profundo se observan
graves problemas para la formación de conceptos y se producen: alteraciones
en el procesamiento de la información visual y auditiva o su interrelación; una
atención súper selectiva y fugaz; falta de interacción; ausencia o pobreza de
lenguaje interiorizado, etc. Otras veces el lenguaje y el desarrollo cognitivo,
serán causas de una enfermedad más global, en las que el autismo y el retraso
mental son sólo manifestaciones parciales. Su principal problemas encuentra
en los conceptos que dependen del uso de la capacidad para manejar símbolos
lingüísticos. (3)
En muchas ocasiones nos encontramos con niños autistas de niveles superiores
con una gran capacidad de memoria literal, visual y auditiva, en ocasiones
superdetallistas y obsesivos, que generalmente puntúan alto en las pruebas
viso-espaciales y que también presentan un alto nivel de memoria verbal y
musical. En general, sabemos que los niños autistas con la escolarización
adecuada y las ayudas óptimas durante su desarrollo, desde los cinco años
hasta la adolescencia, mejoran su desarrollo cognitivo. El grado de desarrollo
estará delimitado por dos factores principalmente: Su C.I. (mientras mayor sea,
mejor su recuperación) y su capacidad simbólica y lingüística. (2)
18
19
II.8.6 Trastornos Emocionales.
El autismo, predispone a una serie de síntomas que se darán en mayor o menor
medida según la gravedad del cuadro. Leo Kanner, tituló su artículo,
“Alteraciones autistas del contacto afectivo”, resaltando así una de sus
características generales. (2)
En el niño autista las conductas de apego tardan más en desarrollarse,
presentan indiferencia o aversión al contacto físico, una resistencia increíble a
los pequeños cambios y una vinculación extraordinaria a determinados objetos.
Su comportamiento está formado por rituales, suelen manifestar formas más o
menos graves de conductas obsesivas. (3)
Todas estas características de su desarrollo emocional, más las anteriores
vistas en los apartados precedentes, nos muestran una fuerte desestructuración
de la personalidad que no se acompañan por lo común con alucinaciones como
en otras formas de psicosis más tardías. (2)
II.8.7 Desarrollo de la comunicación
Se ha mencionado la existencia de pobreza del lenguaje interior, lo que se
puede ver en el seguimiento a través del juego, usando los objetos como si
tuvieran una propiedad única y permanente. Les es difícil secuenciar imágenes,
por lo cual se dificulta su habilidad para seguir un código. (3)
Según Sibón (1997) una tercera parte de los niños con autismo no aprenden a
hablar o su habla carece de funcionalidad. En cuanto a los que hablan, tienen
ciertas ecolalias durante algún tiempo de su vida y si no se trata será para
siempre. Quienes presentan lenguaje espontáneo, tienen confusiones en la
gramática, usando frases estereotipadas y rígidas. Además presentan un control
débil de sus órganos de la fonación, presentando ciertas vocalizaciones
iniciales idiosincrásicas. Manifiestan incapacidad en la etapa pre-verbal,
incapacidad de expresarse y comprender gestos, donde es recomendable
acompañar el lenguaje oral de abundante información paralela a lo verbal.
Con respecto a las ecolalias, se ha visto que presentan dificultad en adecuarlos
a nuevas situaciones. Presentan además inversión de los pronombres "yo" y
"tú" sin manejar comprensión de ellos, sólo en los niños que logran cierta
capacidad comprensiva, son utilizados adecuadamente. Cuando los niños
19
20
logran comprender ciertos aspectos del lenguaje, suelen poseer una mejor
expresión en temas concretos, pero no en abstractos. (2)
II.9. TRATAMIENTO DEL AUTISMO
No existe droga o tratamiento que cure el autismo, y son muchos los pacientes que no
requieren medicación. Por lo que nuestro objetivo del tratamiento para un paciente
autista, es el de mejorar el lenguaje y las habilidades de relación social, disminuir los
problemas de comportamiento, ofrecer soporte a los padres y familias en lo que a la
educación del niño autista y fomentar su independencia. Porque un niño autista, que
empieza un tratamiento a una edad temprana, tiene resultados significativamente
mejores, debido a esto se le considera a la intervención temprana muy
importante.(14)
Los padres o familiares necesitan instrucciones específicas, como por ejemplo saber
cómo tratar con una rabieta, comportamientos destructivos y técnicas útiles para
mantenerlos organizados y ocupados, de tal modo que se minimicen los efectos
perjudiciales en su familia. Los padres requieren apoyo psicológico y soporte, ya que
deben entender que no son responsables de la condición de sus hijos. Algunos padres
desesperados pueden necesitar explícito apoyo psicológico acerca de la atención
médica, dietética y otro tipo de terapia que a pesar de no tener una eficacia
comprobada, pueda ser de utilidad. También se les debe informar de colegios
apropiados, facilidades respectivas, grupos de padres y otras comunidades basadas en
estos soportes de sistemas. Los casos de adolescentes y adultos a menudo requieren
asistencia significativa y vivir en casas con alguien o en grupos, cuando sus familias
no están dispuestas a proveerles refugio. Sin embargo las drogas psicotrópicas que
apuntan a síntomas específicos pueden ayudar sustancialmente. (13)
II.9.1 Tratamiento Neurofarmacológico:
Los cuidados físicos primarios, son comunmente utilizados para guiar los
comportamientos estereotípicos o disruptivos del paciente autista. Mientras
numerosos medicamentos han sido usados para el tratamiento de los síntomas
del autismo, no existe un medicamento que haya demostrado ser universalmente
efectivo. Históricamente, los medicamentos psicotrópicos, han sido reservados,
20
21
para su uso en situaciones donde las tentativas de manejo del comportamiento
han fallado, pero se consideraban útiles para los pacientes. (14)
Mientras el uso de Programas de modificación de conductas es a menudo el
principal método para el manejo desafiante de conductas en el niño autista, se ha
encontrado que la medicación de soporte usada, ha ayudado a reducir los
problemas de conducta. (13)
Antes de empezar una intervención farmacológica, es importante obtener un
correcto diagnóstico y el uso de medicación sedativa puede ser necesario por
periodos cortos, mientras todavía se tienten intervenciones menos invasivas. Los
hipnóticos sedativos y neurolépticos, tales como Buspirona (Buscar), en una
dosis de 5 a 20 mg. dos o tres veces al día, o Risperidona (Risperdal), en dosis
de 0.5 a 2 mg. dos veces al día, son comúnmente usadas para este propósito. Las
Benzodiazepinas deberían ser usadas con mucha precaución porque ellas pueden
desinhibición, ocasionando un comportamiento más excitable. (15)
Los antidepresivos “serotonérgicos”, son a menudo prescritos para controlar
estereotipos, perseveración y cambios bruscos de humor. Pero se necesita tener
un control juicioso en el uso de esa drogas en el autismo y usarlas sólo cuando
es necesario. (14). ( ver tabla 3)
En vista al potencial que tienen estas drogas para controlar la agresión, los
medicamentos no deberían tener efectos sedativos o producir efectos
irreversibles como la Dísquinesia Tardía. (14)
21
22
Tabla 3. Medicación usada en pacientes Autistas (New England Journal of
Medicine, July 1997)
TIPO DE DROGA EJEMPLOS INDICACIONES PRINCIPALES EFECTOS
INDESEABLES
Estimulantes Metilfenidina,
Pemolina Déficit de atención, hiperactividad
Irritabilidad, agresividad,
estereotipos, tics, insomnio, en
casos raros, hepatotoxicidad de
la Pemolina.
Agentes
Noradrenalérgicos
(beta bloqueadores
y alfa
antagonistas)
Propanolol,
Clonidina
Comportamientos explosivos,
agresividad
Depresión, pesadillas, insomnio,
hipotensión, boca seca.
Serotonina,
antidepresivos
Fluoxetina,
Clomipramina,
Sertralina,
Fluvoxamina
Perseveración, obsesión, rigidez,
agresión, depresión Boca seca, disturbios del sueño,
Bloqueadores de
receptor
Dopaminérgico
Haloperidol,
Tioridazina,
Pimozida.
Agresividad, destructividad,
autoinjurias
Sedación, distonia,
parkinsonismo, disquinesia
tardía
Ansiolíticos Buspirona Ansiedad Sedación, síntomas
gastrointestinales
Antagonistas de
Opioides Naltrexona Autoinjuria, estereotipos
Efectos desconocidos a largo
plazo
Estabilizadores del
humor
Litio, Valproate,
Carbamazepina Inestabilidad humoral, agresividad
Temores, debilidad, necesidad
de monitorizar los niveles de
sangre
Anticonvulsivantes
Valproate,
Carbamazepina,
Lamotrigina,
Vigabatrin
Epilepsia, posible regresión autista
con EEG epileptiforme, sin
convulsiones.
Somnolencia, ataxia, picazón,
temblores con el Valproate
Hormonas Melatonina Trastornos del sueño Efectos a largo plazo
desconocidos,
Glucocorticoides
para el sueño
Corticotropina,
Prednisona
Posible regresión autista con EEG
epileptiforme, sin convulsiones
Obesidad, hipertensión,
infecciones, psicosis
22
23
II.10 MANIFESTACIONES ORALES
Las manifestaciones orales en los pacientes autistas, no son específicas de su
trastorno, Dentro de las manifestaciones orales más comunes encontradas en pacientes
autistas, en un estudio realizado por el Departamento de Post-Grado en Periodoncia,
de la Universidad Central de Venezuela, tenemos a : la caries dental, enfermedad
periodontal, bruxismo, fracturas coronarias, lesiones Periodontales, lesiones
ulcerativas, auto-extracciones de dientes residuos y gérmenes de dientes permanentes,
úlceras orales no específicas con reacción inflamatoria.(11) (ver tabla 4)
En otro estudio realizado en un total de 23 pacientes Autistas, junto con otros
pacientes con otro tipo de discapacidad, que oscilaban entre los 3 y 14 años,
integrando el grupo etario 7 a 10 años, el 42.10% de la muestra, se observó la
presencia de distintos tipos de patologías, encontrando los siguientes resultados. (14)
Tabla 4: Prevalencia de Patologías Buco-Dentales en Niños Excepcionales (Acta
Odontológica Venezolana; volumen 37, nº 3; Caracas dic 1999)
ALTERACIÓN
PATOLOGÍA
Síndrome
Down Sordomudo Ciego Autista
Parálisis
Cerebral
Caries 64.62 76.92 85.71 78.26 75
Alt. Color Encía 41.54 26.92 42.88 30.44 25
Alt. Tamaño Encía 60 56.15 42.86 39.13 41.87
Consistencia Blanda Encía 36.92 19.23 42.82 34.78 25
Exudado Sanguinolento 12.78 11.54 14.29 8.7 18.67
Laceraciones 7.69 11.54 … 4.35 …
Úlceras Traumáticas 7.69 ... … 4.35 16.66
Queilitis 66.15 11.54 42.86 21.74 41.66
Hipodoncia 18.46 3.85 … 4.35 …
Morfología Dental
Alterada 96.77 3.23 … … …
Hipoplasia Esmalte 21.54 30.46 28.58 30.44 41.67
Maloclusión 100 88.46 71.43 78.26 75
Traumatismo 24.62 11.54 14.29 39.13 58.33
23
24
Las alteraciones en las características de la oclusión en esta tabla, fundamentalmente
fueron: las Clases III división 1 y Clase III división 2, las alteraciones de la oclusión,
éstas, parecen coadyuvar a la aparición de patologías como la queilitis, porque del
total de individuos examinados que presentaban maloclusión, el 40% presentó esta
condición. También se encontró dentro de los casos con traumatismos dental, que la
generalidad de estas lesiones traumáticas, afectaron el esmalte y la dentina. Y hábitos
perjudiciales en un 25% del total de pacientes autistas, como es el caso de la succión
digital y bruxismo, teniendo mayor prevalencia en el grupo etario de 7 a 10 años. (14).
II.11 MANEJO ESTOMATOLÓGICO DEL PACIENTE AUTISTA
Desde el simple hecho de que los autistas se encuentran incluidos dentro del rango de
pacientes especiales, se les considera “pacientes de alto riesgo estomatológico”. Esto
nos lleva a tener que planificar e innovar muchas veces distintas maniobras, técnicas,
y procedimientos que permitan, realizar un tratamiento que cubra con todas sus
necesidades. (16)
Estos pacientes a menudo tienen poco contacto afectivo y experimentan profundas
dificultades para relacionarse con otras personas, objetos y sucesos. Por lo tanto
debemos buscar establecer receptividad con ellos, de tal manera que, con el pasar de
las citas vayan ganándose la confianza del odontólogo, tratando siempre de mantener
una conducta adecuada del paciente, que facilite nuestro trabajo y nos ayude a evitar
el uso alternativas de tratamiento más invasivas ( sedación y anestesia general).(17)
Lo que vamos a buscar conseguir en este tipo de pacientes, no es sólo mantener en
buen estado todo el sistema buco-dental, sino también crear el hábito de concurrencia
a la consulta odontológica, para realizar las debidas indicaciones y correcciones
necesarias a los defectos de higiene u otros. Por lo tanto, en un niño autista, las visitas
al dentista, deben ser más frecuentes. Esto debido al alto riesgo estomatológico que
representan; se entiende que los pacientes que presenten alguna enfermedad en boca,
estos tienen que ser tratados en el inmediato plazo posible y se recomienda una
consulta cada 2 meses en pacientes saneados. También es fundamental que los padres
o encargados lo lleven al consultorio cuando éste atraviese por un nuevo periodo
terapéutico o cuando le realicen un cambio de sus medicamentos, porque este factor
puede ser el inicio de una serie de disturbios en la boca del niño. De la misma manera,
tenemos la tarea de motivar a la familia del paciente, de la cual va a depender
fundamentalmente, convirtiéndolos en colaboradores activos. (11, 12,15)
24
25
Es muy importante contar con una historia médica y odontológica completa y los
padres o tutores deben ser entrevistados antes de iniciar cualquier tratamiento. Sólo
mediante esa comunicación personal pueden obtenerse datos muy valiosos acerca de
las características físicas y de conducta particulares del paciente. (5)
También resulta muy ventajoso el consultar con su médico para así poder conocer si
es que el paciente se encuentra controlado o no, y si es que se encuentra recibiendo
algún tipo de medicación, ya que muchas veces el paciente se encuentra en
tratamiento con medicamentos anticonvulsivantes o antidepresivos, los cuales pueden
influenciar en varias ocasiones en su estado general y su salud oral, pudiendo producir
por ejemplo xerostomía (antidepresivos), o también hemorragias y/o agrandamientos
gingivales (anticonvulsivantes). Es de este modo, que gracias a la interconsulta con su
médico, podremos determinar los factores de riesgo que puedan modificar nuestro
plan de tratamiento. (14)
El odontólogo nunca debe suponer el grado de afección mental o física de un paciente
sin asegurarse primero en los hechos, porque su manejo y tratamiento, van a depender
mucho de éste, como también del grado de desarrollo del lenguaje que posea el
paciente. (18)
Dentro de las consideraciones estomatológicas que debemos tener para con estos
pacientes, se debe partir desde una adecuada y completa elaboración de la Historia
Clínica, ya que está se convertirá en la clave del éxito de nuestro manejo y
tratamiento. (16)
Cuando llega un paciente autista al consultorio, es de esperarse que llegue
acompañado de algún familiar o persona encargada de su cuidado, la cuál será de
nuestra ayuda para el completo llenado de la Historia Clínica y para conocer datos de
su personalidad y comportamiento que nos pueden ser beneficiosos a la hora de
atenderlos.(19)
II.11.1 Anamnesis: (20)
II.11.1.a: Motivo de Consulta: debemos conocer cuál es la razón por la cual
el paciente demanda atención estomatológica. Luego habrá que clasificar el
motivo de la consulta en alguno de los siguientes grupos:
Emergencia: cuando el paciente presenta sintomatología o
patología aguda que debe ser resuelta con un tratamiento
inmediato. Por ejemplo: odontalgias, traumatismos,
infecciones, hemorragias, etc. Éste tratamiento, dependerá del
grado de colaboración del paciente, de ser colaborador, se
•
25
26
realizará el tratamiento convencional, y de no serlo, se
procederá a tomar una de las 3 opciones posibles: Restricción
física, sedación o anestesia general.
No Emergencia: cuando el paciente acude a la consulta para
una evaluación y tratamiento estomatológico específico o
integral, ejemplo: una aplicación tópica de flúor, una
restauración, etc.
•
II.11.1.b: Funciones Biológicas: Sólo será necesario registrar estos datos, si
contribuye para el diagnóstico o alguna sospecha de algún riesgo sistémico.
II.11.1.c: Antecedentes Personales y Familiares:
- Fisiológicos: determinar el retardo del desarrollo.
- Conductuales: establecer asimilación de nuevos conocimientos.
- Patológicos: enfermedades anteriores (fecha de diagnóstico de
autismo, etc.)
- Estomatológicos: importante, determinar si recibió tratamiento dental
* Si: Se procederá a emplear cualquiera de estas 3 técnicas:
Tratamiento Convencional, Manejo de Conducta y Conductas
Aprendidas
* No: Se continuará con el plan de tratamiento (elaborado por el
profesional de carácter individual para cada paciente).
- Familiares: establecer si algún familiar presenta un caso similar.
II.11.2 Examen Clínico General: en este examen físico, exploraremos algunos
aspectos sobre la salud general del paciente. Consta de 4 puntos:
ectoscopía, peso, talla, piel y anexos, y las funciones vitales.
II.11.3 Examen clínico Regional:
II.11.3.a. Examen Extraoral: Se registraran las características de las
estructuras o funciones principales del paciente, como: forma de
cráneo, forma de cara, musculatura, Perfil A-P, Perfil vertical,
Fonación, Deglución, Respiración, otros hábitos, ATM, Ganglios
submaxilares.
II.11.3.b. Examen Intraoral:
Tejidos Blandos: Se describirán brevemente las anomalías de los
tejidos blandos, si es que las hubiese, describiremos: labios,
vestíbulo, frenillos, paladar duro, paladar blando, orofaringe,
lengua, piso de boca, periodonto, pulpa.
•
26
27
Tejidos Duros: se evaluará: la dentición, la oclusión (Relaciones
intermaxilares), IHO, Odontograma.
•
II.11.4 Diagnóstico Presuntivo: Los datos obtenidos hasta el momento, nos
llevarán a pensar que el paciente presenta uno o más problemas
específicos, debiendo elaborar una hipótesis de su posible diagnóstico.
II.11.5 Plan de Trabajo para el Diagnóstico: Nos ayudará en algunos casos a
descartar o confirmar los diagnósticos presuntivos con la ayuda de cierta
información adicional, como: exámenes radiográficos, análisis de modelos
de estudio, interconsultas, exámenes de laboratorio, etc. En este tipo de
pacientes, la interconsulta será de carácter obligatorio, y los exámenes
auxiliares deberán ser requeridos en caso sean contributorios para el plan
de tratamiento, o si el paciente se encuentra recibiendo alguna medicación.
II.11.6 Diagnóstico Definitivo: Lo podremos elaborar después de haber obtenido
los resultados de los exámenes complementarios, ya que contaremos con
un conjunto de datos clínicos pertinentes a la salud general y
estomatológica del paciente. El análisis crítico y la valoración de estos
datos, nos elaborarlo.
II.11.7 Plan de Tratamiento: Constará de 2 fases, la Primera Fase empezará por
entrevistar a los padres del paciente, para conocer su comportamiento y
características antes de tratarlo, luego los debemos concientizar acerca de
la gran responsabilidad que tienen para ayudar a mantener la salud bucal de
su hijo, y finalmente procederemos a elaborar nuestro plan de manejo para
el paciente, el cual debe incluir :la interconsulta con su médico de
cabecera, interconsulta con su médico terapéutico o profesor. Con estos
dos puntos realizados, vamos a realizar un manejo del entorno, para así
determinar la programación de las citas, así como la frecuencia del mismo.
II.11.8 Tratamiento Estomatológico: Va a corresponder a la 2da fase del Plan de
tratamiento. Aquí debemos evaluar la efectividad que se tuvo o no. Si el
Plan funcionó, se podrá realizar el tratamiento de manera convencional; y
si no funcionó, nos vamos a ver obligados a utilizar la sedación o anestesia
general como última opción.
II.11.9 Control y Seguimiento: Se realizará cada 2 meses como mínimo en todos
los pacientes, debido a su alto riesgo estomatológico que poseen por su
condición de autismo. (20)
27
II.12 PROTOCOLO DE ATENCIÓN ESTOM
MOTIVO DE CONSULTA
SEDACIÓNRESTRICCIÓN FÍSICA
TRATAMIENTO CONVENCIONAL
NO COLABORA
COLABORA
TRATAMIENTO INMEDIATO
SINO *
EMERGENCIA FISIOLÓGICOS
ANTECEDENTES PERSONALES Y FAMILIA
CONDUCTALES
ENFERMANTER
MOTOR LENGUA JE
EXAMEN CLÍNICO
FUNCIONES VITALES
EXAMEESTOM
EXAMEN INTRAORAL
FB
ANAMNESIS
ANESTESIA GENERAL
* Se continuará con la Historia Clínica
ATO
RES
PATO
EDAD IOR
N CLÍNATOLO
LÓGICA PARA PA
LÓGICOS ESTOMATO
SIDX. DE AUTISMO
ICO GIC
EXAMEN EXTRAORAL
DX. PRESUNTIVO
INTERCOTA CON
MEDI
INTERCOPSIQUI
N
C
A
28
CIENTES AUTISTAS
HISTORIA CLÍNICA
LÓGICOS FAMILIARES
NO *
SUL- SU O
PLAN DE TRABAJO PARA
EL DX.
ELABORAR PLAN DE MANEJO
CONCIENTIZAR PADRES
EXAMENESAUXILIARES
ENTREVISTA CON PADRES
NSULTA TRICA
INTERCONSULTA CON TERAPEUTA /
PROFESOR
MANEJO DE CONDUCTA
PLAN DE TRATAMIENT
2da FASE *
1ra. FASE
DX. DEFINITIVO
SEDACIÓN
NOSI
ANESTESIA GENERAL
COLABORACIÓN
TRATAMIENTO
CADA 2
MESES
CONTROL Y SEGUIMIENTO
FRECUENCIA DE CITAS
28
29
III. CONCLUSIONES
1. El Autismo es un desorden del desarrollo que da como resultado un conjunto
de comportamientos anormales. Las evidencias muestran que una intervención
temprana va a producir una mejora a largo plazo en el niño, la cuál será de
gran ayuda y apoyo para los padres en el cuidado de su hijo.
2. Según varios expertos en el tema, cada vez es más tardía la detección del
Autismo. Médicos neonatólogos, pediatras y enfermeras que están
especializados en salud infantil están en una posición clave para observar en
niños aquellas características que podrían sugerir Autismo.
3. El autismo no es algo que una persona padece o tiene, o una "jaula" en la cual
se está preso, ya que no existe ningún niño normal escondido detrás del
autismo. El autismo es una forma de ser, es invasivo y generalizado; colorea
cualquier experiencia, cualquier sensación, percepción, pensamiento, emoción
y encuentro, es decir todos los aspectos de la existencia
4. El tratamiento odontológico de pacientes autistas requiere de algunas
modificaciones en el ambiente clínico convencional, pero sobre todo de
conocimiento del dentista para comprometerse en la atención de este tipo de
pacientes.
5. Para estos pacientes los ambientes diferentes suelen ser atemorizantes y resulta
ventajoso disponer de una consulta donde exista el mínimo de distractores, con
accesos adecuados y áreas expeditas de circulación.
6. Muchos estudios comparan individuos autistas con individuos de desarrollo
normal, y nos muestran que existe una pobre higiene oral, alta prevalencia de
caries dental e incremento de la enfermedad periodontal en el grupo de los
autistas. Mantener una buena higiene oral en un paciente con autismo es una
tarea significativa para los padres o encargados del niño como para el personal
dental.
7. La pedagogía visual se proyecta como la técnica más efectiva para enseñar a
niños con autismo, la manera en la que serán tratados en su consulta y entender
las distintas partes del tratamiento.
29
30
8. Las lesiones de las estructuras orales, pueden ser diagnosticadas
frecuentemente por el dentista. La severidad de las lesiones, van a depender
del origen y asociación con las ya conocidas patologías, tales como el retardo
mental y autismo. El tratamiento exitoso es interdisciplinario y requiere de la
colaboración del paciente, de los padres, y del equipo médico.
9. Es necesario que el odontólogo se parte del equipo y esté en la mejor posición
para dirigir la salud bucal del paciente autista. Lleva tiempo y esfuerzo tratar
con éxito a este tipo de pacientes, pero es una tarea que se justifica, a fin de
evitar la infortunada necesidad de realizar tratamiento integral bajo
procedimientos más invasivos (sedación, anestesia general).
10. Es recomendable para el éxito del tratamiento, que el profesional se integre al
mundo del paciente, para así ser parte de su entorno más cercano y establecer
lazos fuertes con él y con sus familiares.
30
31
IV. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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