universidad complutense de madrid - …eprints.sim.ucm.es/16986/1/t33830.pdf · la universidad de...
TRANSCRIPT
-
UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA INFORMACIN
EL FRACASO DEL EUROCOMUNISMO: RAZONES Y REFLEXIONES SOBRE EL GIRO DEL MOVIMIENTO
COMUNISTA EN OCCIDENTE (1975-1982)
MEMORIA PARA OPTAR AL GRADO DE DOCTOR PRESENTADA POR
Andrea Donofro
Bajo la direccin de los doctores
Juan Tras Vejarano Margarita Mrquez Padorno
Madrid, 2012
Andrea Donofro, 2012
-
UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID INSTITUTO UNIVERSITARIO DE INVESTIGACIN
JOS ORTEGA Y GASSET DOCTORADO EN PROBLEMAS CONTEMPORNEOS EN LA
SOCIEDAD DE LA INFORMACIN Trabajo de Investigacin
El fracaso del Eurocomunismo Razones y reflexiones sobre el giro del movimiento
comunista en occidente (1975-1982)
Andrea Donofrio Director: Prof. Juan Trias Vejarano
Co-Directora: Prof. Margarita Mrquez Padorno Madrid, diciembre 2011
-
2
Ai miei nonni, ai miei genitori, a Paola, a Mattia y a Kowalski,
che nonostante la distanza, sono sempre stati presenti,
mostrandomi il loro affetto e amore
He reflexionado sobre el hecho de que yo siga siendo comunista. Por supuesto que lo
soy y no me imagino a m mismo siendo algo distinto. Pero me he dado cuenta de que
tena que aadir algo a ese 'yo soy comunista', y lo que estoy aadiendo es que soy un
comunista libertario
Jos Saramago
-
3
Podra escribir pginas de agradecimientos ya que son muchas las personas que me han
ayudado, animado y soportado para realizar esta labor. Mi tesis doctoral ha sido, por un
lado, el producto de un capricho, el fruto de una obstinacin personal hacia un tema; por
otro, el resultado de un camino iniciado hace ya cinco aos, que ha contado con la
magistral direccin del Prof. Juan Tras, mi director de tesis, a quien va dirigido mi ms
sentido agradecimiento por haber puesto a mi servicio su profunda sabidura y su
enorme conocimiento. Asimismo, para su redaccin, ha sido fundamental la presencia
de la Profesora Margarita Mrquez, cuyos consejos y respaldo han resultado
imprescindibles. Su afectuosa presencia y su pertinente contribucin acadmica han
sido determinantes para la conclusin de este proyecto, guindome en este largo
camino. De la misma manera, siento el deber de agradecer sentidamente al Prof.
Antonio Morales, un verdadero maestro. Sus recomendaciones y enseanzas estn
revelndose fundamentales para mi formacin personal y crecimiento acadmico.
Mi agradecimiento es tambin para el Prof. Jos Varela Ortega y para toda la Fundacin
Ortega-Maran, entre cuyas paredes pude escribir parte de la tesis; al Istituto di
Scienze Umane (SUM) de Npoles y Florencia, que me brindaron la posibilidad de
profundizar mi investigacin en las diferentes bibliotecas y archivos de estas ciudades; a
la Universidad de los Mayores y a Marcos Roca, que me dieron la posibilidad de
estrenarme como profesor y descubrir as mi verdadera pasin; a los muchos profesores
y acadmicos que decidieron compartir conmigo sus conocimientos e ideas sobre el
tema objeto de mi investigacin.
En este camino, sera injusto no reconocer la importancia de mis amigos, que con sus
palabras de nimo y sus consejos han hecho ms llevadero mi esfuerzo. A Carlos que ha
asistido a la gestacin de este proyecto y vivido mis vacilaciones. A Pablo, Marta y
Germn, que a la vez que me recordaban los beneficios econmicos de abrir una
pizzera, me animaron siempre a terminar m proyecto. A Nico por su presencia en la
distancia. A Hebe, Chema y Nayeli, compaeros de doctorado y de penas. Y, dulcis en
fundo, muy especialmente a Laura: sin su apoyo y comprensin habra sido imposible
terminar esta labor.
-
4
Captulo I: Origen y definicin de Eurocomunismo
1.1 Origen y definicin de Eurocomunismo;
1.2 Aclaracin etimolgico-semntica
1.3 El inicio del Eurocomunismo
1.4 El porqu del Eurocomunismo
1.5 El Eurocomunismo, producto de las crisis?
1.6 La crisis poltica
1.7 Las primeras posturas de los partidos eurocomunistas frente a la crisis internacional
Captulo II: Descripcin del Eurocomunismo y de sus elementos
2.1 Descripcin del Eurocomunismo
2.2 Elementos del Eurocomunismo
2.3 Partidos integrantes del movimiento eurocomunista
2.4 La relacin entre democracia y socialismo
2.5 El abandono de la Dictadura del proletariado
2.6 Pluralismo y va parlamentaria
Captulo III: Los antecedentes del proyecto eurocomunista: la relacin histrica
entre democracia y comunismo.
3.1 Marx y Engels
3.2 La revolucin de Octubre
3.3 Rosa Luxemburgo
3.4 El VII Congreso de la Internacional Comunista: la aparicin de Dimitrov
3.5 Las democracias populares. La muerte de Stalin
3.6 La primavera de Praga: el inicio del Eurocomunismo?
3.7 La Conferencia Mundial de los Partidos Comunistas en Mosc
3.8 La primera mitad de la dcada de los aos setenta
Captulo IV: La herencia del Comunismo italiano. Las contribuciones de Gramsci
y Togliatti al futuro del Eurocomunismo
4.1 El pensamiento de Antonio Gramsci
4.2 De la leccin gramsciana al pensamiento de Togliatti
4.3. El VIII Congreso del Partido Comunista italiano
4.4 El memorial de Yalta: el PCI despus de la muerte de Togliatti
-
5
4.5 Desde 1968 al XIII Congreso del PCI
Captulo V: Anlisis de la situacin interna espaola. El PCE en los aos sesenta y
setenta
5.1 El Partido Comunista Espaol tras la derrota de la guerra civil
5.2 El PCE a final de los cincuenta y en los aos sesenta
5.3 Cambios y crisis a finales de la dcada de los sesenta
5.4 1968: el ao del cambio
5.5 El PCE en los aos setenta
5.6 La Junta Democrtica
Captulo VI: Las cumbres eurocomunistas y los encuentros
6.1 Las reuniones
6.2 La cumbre de Madrid
6.3 Las declaraciones de los partidos participantes
6.4 Los resultados de los encuentros
6.5 La Conferencia de Berln, 29 y 30 de junio de 1976
6.6 La Cumbre eurocomunista de Madrid
6.7 Los medios de comunicacin y la cumbre de Madrid
6.8 La Cumbre de Sofa;
6.9 Balance y reflexin de la cumbre eurocomunista
Captulo VII: El PCI y el PCF en la segunda mitad de los setenta
7.1 El PCI y los aos de Berlinguer
7.1.1 El PCI y la crisis. El compromiso histrico
7.1.2 El PCI y el caso chileno
7.1.3 El PCI y el XIV Congreso
7.1.4 El PCI y el asesinato de Aldo Moro
7.2 El ltimo Berlinguer. El fin del PCI eurocomunista
7.3 El PCF y el Eurocomunismo
7.3.1 El PCF en los setenta
7.3.2 1974-1976: el PCF empieza el cambio
7.3.3 El XXII Congreso del PCF
7.4 El PCF y el eurocomunismo
-
6
Captulo VIII: El PCE en la segunda mitad de los setenta
8.1 El Manifiesto-Programa
8.2 La legalizacin del PCE
8.3 Las primeras elecciones democrticas
8.4 Los Pactos de la Moncloa, la Constitucin de 1978 y el IX Congreso
8.5 El V Congreso del PSUC
8.6 El X Congreso y el fin del PCE eurocomunista
Captulo IX: Eurocomunismo y Estado
9.1 Eurocomunismo y Estado
9.2 El ataque de Tiempos nuevos
9.3 La respuesta de Carrillo y del PCE. Segundo y tercer artculo de Tiempos Nuevos
9.4 Crticas y polmicas sobre el libro
9.5 Anlisis y reflexiones sobre el texto
Captulo X: El eurocomunismo econmico
10.1 El PCI y la economa
10.2 El PCF y la economa
10.3 El PCE y la economa
10.4 El Eurocomunismo y el Mercado Europeo
10.5 Reflexiones
Captulo XI: Las crticas al proyecto Eurocomunista y sus problemas
11.1 La relacin con la URSS
11.2 El dficit terico del eurocomunismo. La falta de un programa poltico
11.3 El centralismo democrtico
11.4 Las crticas de los medios
11.5 Las crticas desde la izquierda
11.6 El eurocomunismo es igual a la socialdemocracia? Las diferencias con la
socialdemocracia
-
7
Captulo XII: Resultado y balance. Reflexiones personales sobre un fracaso
anunciado
12.1 Mritos del Eurocomunismo
12.2 Las causas de un fracaso: Crnica de un fracaso anunciado?
12.2.1 El estancamiento del espritu revolucionario
12.2.2 El problema del cmo. La falta de una teora
12.2.3 Qu tipo de Estado?
12.2.4 Tipo de partido
12.2.5 La incomprensin del cambio y la prdida de la base
12.2.6 La moderacin general
12.3 La nueva retrica. Los partidos eurocomunistas siguen siendo
revolucionarios?12.4 Las ambigedades dialcticas y tericas
12.5 Las relaciones con la Unin Sovitica
12.6 El predominio de las estrategias nacionales
Captulo XIII: Reflexiones personales. La ltima posibilidad de salvar la
izquierda?
13.1 El fracaso del PCE, del PCF y del PCI
13.1.1 El PCE
13.1.2 El PCI
13.1.3 El PCF
13.2 El final del eurocomunismo y el avance de la derecha
13.3 El eurocomunismo: alguna definicin y reflexin. Fue estrategia o tctica? Mito
o realidad?
13.4 Eurocomunismo, ltimo intento de salvar la izquierda?
Conclusin
Bibliografa
-
8
Introduccin
El eurocomunismo represent una tendencia de renovacin interior al campo comunista,
que fue configurndose trabajosamente a travs de contradicciones muy fuertes, largos
periodos de detencin y escasos resultados. A pesar de su gran objetivo, se convirti en
una simple propuesta ideolgica de corto plazo, que no logr consolidar repercusiones
profundas sobre la transformacin de los movimientos comunistas.
Sin embargo, el eurocomunismo no fue una tctica tras la cual esconder una sustancia
inmutable y una inalterada relacin con la Unin Sovitica; tampoco fue simplemente
un proceso de social-democratizacin de los partidos comunistas de Francia, Espaa e
Italia. El eurocomunismo surgi en el medio de una crisis general tanto en el mundo
capitalista como en el socialista; se propuso de abordar el tema de la transicin y llegada
a un rgimen socialista como revolucin democrtica, intentando planear una
trasformacin de la sociedad basada en la modificacin cualitativa de las relaciones
entre el consentimiento y la coaccin1. Respecto al asalto al Palacio de Invierno2, el
eurocomunismo buscaba una nueva estrategia, de conquista gradual y pacfica del poder
poltico, mucho ms acorde con la complejidad de las formaciones sociales que se
haban verificado a finales de los aos sesenta.
El eurocomunismo supona la va democrtica al socialismo, pero tambin una
concepcin del socialismo en libertad y un proyecto de independencia de los partidos y
de los Estados, planteando la superacin del sistema bipolar que divida el mundo de
entonces.
El anlisis de los antecedentes del eurocomunismo no responde simplemente a un
placer erudito, sino que he determinado por la conviccin de la imposibilidad de
realizar una reflexin ideolgica acerca de este tema sin haber satisfecho esta labor. El
inters entorno a los antecedentes del proyecto, su anlisis sirve, al mismo tiempo, para
comprender la dimensin, la importancia y el alcance de los cambios propuestos por
estos partidos. A travs de este recorrido histrico, se intentar demostrar que el
eurocomunismo puede ser considerado como un intento de recuperar la necesaria
vinculacin entre socialismo y democracia como se dio en los orgenes del comunismo
y prdidas tras la experiencia estalinista y los acontecimientos de Praga.
1 Gramsci y el P.C.I.: entrevista con Norberto Bobbio, en el libro AA. VV: Gramsci y el Eurocomunismo, Editorial Materiales, Barcelona, 1978, pg. 81. 2 Smbolo de la conquista del poder por parte de los Soviets en octubre de 1917 y ejemplo de la concepcin de choque frontal.
-
9
Finalmente, el avance de los partidos comunistas en algunos pases del bloque
capitalista avisaba que la izquierda haba alcanzado la dimensin de una verdadera
alternativa poltica. El progreso se haba traducido en un avance electoral, en trminos
de votos o en un refuerzo del movimiento de masas. La izquierda pareca preparada a
una ruptura con el sistema dominante: transicin progresiva al socialismo para Francia e
Italia, ruptura democrtica para la Espaa franquista. El anlisis de la trayectoria
poltica del PCE, del PCI y del PCF no puede ser extrapolada del contexto en el que
operaron, ya que la evolucin terica y las estrategia que adoptaron fueron
consecuencias de la situacin nacional e internacional en la que desenvolvieron su
actividad poltica. A lo largo del trabajo se subraya como cambios importantes en la
lnea poltica de estos partidos son consecuencias (o reaccin) de sucesos acaecidos en
el seno del movimiento comunista (como el XX Congreso del PCUS, la primavera de
Praga, el mayo francs o el fracaso del gobierno de la Unidad Popular de Chile, etc.).
Decid investigar sobre el Eurocomunismo ya que considero que, hasta la fecha, hayan
faltados trabajos realmente objetivos en torno a este fenmeno, considerando adems
que ha transcurrido un periodo de tiempo suficiente para intentar ofrecer una valoracin
equitativa y entender las causas de su fracaso.
En su nacimiento, el eurocomunismo represent un tema de gran inters general.
Despertaba nuevas esperanzas, animaba nuevas pasiones, creaba grandes expectativas.
Quien le presentaba como "un reto del comunismo, diverso ms bien dirigido a la URSS
que a los EEUU"; quien espera el "cisma de occidente" en nombre del "comunismo del
rostro humano" y quien, fantaseando, imagina que podr desenvolver una funcin
mediadora respecto al mundo bipolar. Al mismo tiempo temores.
En lo que concierne al tema de la objetividad, el eurocomunismo interes y mucho
como demuestra la abundante literatura publicada sobre el tema entre 1976 y 1978, para
pasar pronto en el olvido. Provoc un vasto debate especulativo: fue tan importante que
se lleg a definirle como el mayor hecho poltico desde la II Guerra Mundial o desde la
revolucin china, o desde el final de la Guerra Fra3, representado la gran cuestin
actual de la reflexin en el movimiento comunista porque encarna la mayor realidad
social de ste fuera de las reas sovitica y china. Sin embargo a la hora de abordar el
tema predominaron dos tipo de actitudes: por un lado, en su origen, esperanzadora y
excesivamente optimista; por otra, una vez acabado su impulso y su perspectivas,
3 A propsito del Eurocomunismo, Manuel Sacristn, Materiales, nmero 6, noviembre-diciembre de 1977.
-
10
abandonado por sus mismos promotores, prevaleci una postura extremadamente crtica
e intransigente.
No obstante, se debe subrayar que la industria editorial se hizo sugestionar por esta
palabra y, en pocos aos, se publicaron decenas de libros con este ttulo4. Sin embargo,
ms que tratar el eurocomunismo por s mismo, a veces, pareca ms bien una speranza
priva di oggetto reale, publicndose verdaderas obras de wishful thinking, basada en la
falta de un real conocimiento de un fenmeno complejo y ambiguo. Se publicaron
muchos libros en torno a una novedad ms periodstica que sustancialmente poltica.
El eurocomunismo vivi una breve temporada, tanto rica de eco publicista como priva
de reales desemboques; con una buena dosis de pragmatismo, podra considerarse que
se trat de una tendencia ideolgica priva de perspectivas polticas concretas. Se puso
de moda, contando con un impacto considerable en la opinin pblica, en la prensa, en
la radio y en la televisin: en el libro Eurocomunismo y Estado, el mismo autor,
Santiago Carrillo, adverta que al lector quiz le extrae la frecuencia con que en las
lneas siguientes utilizo el trmino Eurocomunismo. Est muy de moda, y aunque no
ha sido acuado por los comunistas y su valor cientfico sea dudoso, ante la opinin
pblica reviste ya un significado5.
Aunque pueda resultar curioso pero cuando este fenmeno poltico mova sus primeros
pasos, parte de la prensa y la opinin pblica lo viva con fascinacin, optimismo,
entusiasmo, con la creencia de que se desplegar como una epidemia benvola que les
librar del Imperio Sovitico (). Hbil, ingeniosos, persuasivo, es un programa a
escala continental6. Se crea que el eurocomunismo representaba la opcin posible
para poder aspirar legtimamente en el poder. En la televisin de Alemania occidental7,
Milovan Djilas defina el eurocomunismo como el acontecimiento ms significativo
ocurrido en Europa desde la guerra fra, aadiendo: el eurocomunismo ha creado una
situacin en la que no es posible dar marcha atrs. Se consideraba que el
eurocomunismo remozaba esperanza, representando la posible encarnacin histrica de
una gran esperanza: el socialismo en libertad, la esperanza de aquellos que crean que
socialismo y democracia eran indisolubles. Para el Professor Timmermann8, il
4 Resulta interesante un artculo de Romano Ledda, Da leggere e da non leggere sulleurocomunismo, publicado en Rinascita, 7-17 de febrero de 1978, pg. 15-16. 5 Carrillo, Santiago: Eurocomunismo y Estado, Editorial Crtica, Barcelona, 1977, pg. 10. 6 The daily Telegraph, de octubre de 1976. 7 Entrevista del 2 de marzo de 1977. Milovan Djilas, amigo del mariscal Tito, critic la burocracia comunista yugoslava. 8 Uno de las mayores expertos alemanes en asuntos soviticos tanto que se le defina Kremlinologo.
-
11
fenomeno costituisce uno dei pi affascinanti capitoli della storia del movimento
operaio del dopo-guerra e, in generale, della storia europea post-bellica9. Por su parte,
en una entrevista al semanal Opinin, Tamames afirm que la palabra eurocomunismo
estaba destinada a tener el mismo xito, valor histrico y simblico que tuvieron las
expresiones acuadas por Churchill y Lippmann en 1945, cuales teln de acero y
guerra fra. Muchos afirmaban que se trataba de la mayor novedad histrica y
geopoltica tras la Conferencia de Yalta.
Todos tenan la percepcin de que se estaba gestando algo histrico dentro del
comunismo, pero, probablemente, se le daba ms importancia fuera del movimiento que
dentro: en realidad, la crnica del eurocomunismo se reduce a una serie de encuentros
en la cumbre que se concentraron entre los aos 1975 y 1977. No fue un espejismo pero
si una estrella fugaz en el firmamento poltico europeo10.
Para tener una idea de la breve vida del eurocomunismo puede resultar emblemtico un
estudio de la evolucin del uso de esa palabra en algunos peridicos espaoles. Tras
unos aos de abundancia debido al hecho que se consideraba que estaba de moda, el
trmino desapareci de las crnicas, terminando por ser utilizado sobre todo de forma
crtica para remarcar su incapacidad de representar una alternativa real. Los grficos
presentados a continuacin sirven para obtener una imagen de la evolucin del trmino
eurocomunismo, de amplio uso en su origen y desaparecido casi hoy en los ltimos
aos.
Los primeros tres grficos son de La Vanguardia y muestran como si en 1977, la
palabra eurocomunismo apareca ms de 300 veces en el peridico, en los primeros
nueves meses de 2011, apenas 2 veces, en ocasin de la muerte de Jorge Semprn. La
comparativa a 10 aos (1975-1984 y 2002-2011) permite tener una idea de cmo se ha
reducido drsticamente el uso de este vocablo.
9 Antonio Spadafora (a cura di): Eurocomunismo: sfida all'Europa. Atti del Convegno di Lugano promosso dall'Unione Europea in Svizzera 26-27 novembre 1977, Casagrande, Bellinzona 1978, pg. 25. 10El Eurocomunismo de Antonio Elorza, en la Revista Cuadernos del Mundo Actual, volumen 84, Madrid, 1995, pg. 27.
-
12
Los grficos del ABC sobre la evolucin de la palabra eurocomunismo confirman esta misma tendencia, demostrando la inutilizacin progresiva del trmino en este peridico, pasando desde los 436 usos de 1977 a los 4 de 2009. En la ltima dcada, el uso de la palabra eurocomunismo ha aparecido sobre todo en necrolgicas y artculos fnebres de
-
13
algunos de los protagonistas de este proyecto, siendo escassimo artculos dedicados al tema o que hicieran una referencia directa al tema.
-
14
Debido a su novedad, el eurocomunismo no poda ver su estrategia reflejada en algn
modelo exitoso, ni poda contar con ningn anlisis emprico de la realidad. Non si
tratta di modelli da contrapporre allesperienza o ai modelli degli altri, ma di una via al
socialismo che emerger come esito di uno sforzo comune, di analisi, di azione e di lotta
politica, di forze comuniste, socialiste, socialdemocratiche, di ispirazione cristiana,
intorno ai problemi di fondo della societ contemporanea, uno sforzo comune il quale
non deve intaccare lautonomia di ognuna di queste forze, ma deve permettere ad esse
di confrontare e precisare la loro concezione del socialismo, di intervenire pi a fondo
nel grande dibattito ora aperto in questa parte del mondo sul presente e sul futuro delle
societ industrialmente avanzate, sui modi per salvaguardare e far avanzare la
democrazia, realizzare la partecipazione e il consenso11; nunca se ha impuesto un
modelo que no haya sido capaz de ofrecer una prueba prctica de sus posibilidades,
independientemente de su capacidad futura para mantener las promesas con las que
nace12. Por eso los comentarios de la poca se movieron entre el pesimismo y el jbilo,
aunque, probablemente, predominaba el escepticismo.
Tras justificar la realizacin de esta investigacin, procedemos a continuacin a detallar
los objetivos que la misma tesis persigue. Partiendo de la hiptesis de que la falta de una
visin objetiva del fenmeno eurocomunista haya perjudicado la reflexin en torno al
tema, tras un perodo de elaboracin y decantacin, este trabajo, de forma coherente y
consecuente se prefija una serie de objetivos: en primer lugar, investigar el fenmeno
11 Il dibattito ideologico sulleurocomunismo, de Giovanni Francesco Lucarelli, en Ricerche Storiche, Anno XXVIII, nmero 3, septiembre- diciembre 1998, pg. 587. 12 Teora y prctica democrtica en el PCE, 1956-1982 de Jess Snchez Rodrguez en Actas del I Congreso sobre la Historia del PCE. 1920-1977, FIM, Madrid, 2004, pg. 43.
-
15
eurocomunista, explicando sus antecedentes y las razones de su aparicin en el
escenario poltico mundial, describiendo y definiendo el proyecto poltico y los
elementos que lo componan; en segundo lugar, se analiza el desarrollo de los partidos
comunistas de Italia, Francia y Espaa en su etapa eurocomunista, analizando las
repercusiones en la poltica interna de cada pas; en tercer lugar, se reflexiona entorno a
las cumbres y encuentros eurocomunistas, as como las repercusiones de la publicacin
del libro Eurocomunismo y Estado de Santiago Carrillo; en cuarto lugar, se analiza un
aspecto bastante infravalorado, el eurocomunismo econmico, las propuestas de los
partidos comunistas para salir de la crisis; en quinto lugar se pretende presentar de
forma linear las razones del fracaso del eurocomunismo, especulando sobre ella,
mostrando los lmites del proyecto eurocomunista y evitando la explicacin simplista
del miedo a la Unin Sovitica y resaltando al mismo tiempo el valor de la excesiva
diferente ideolgica entre los partidos que componan el eurocomunismo; en sexto lugar
se reflexiona sobre el proyecto en el intento de reconocerle algn mrito aunque
finalmente signific un boomerang, el fin de los partidos comunistas o su
transformacin; finalmente se intenta demostrar que tras su fracaso la extrema izquierda
perdi su identidad. Las razones del fracaso fueron mltiples y si algunas se postularon
como dificultades iniciales, capaces de condicionar vida-desarrollo del proyecto, otras
se presentaron posteriormente como obstculos ingentes.
A la hora de analizar el fenmeno eurocomunista, la dificultad mayor consiste en
comprender, ms all del discurso poltico y de las buenas palabras, qu poltica
pretendan seguir. Era evidente que el discurso difera de la prctica poltica y necesita
ser encuadrado en el marco general de la crisis de la izquierda. Sin embargo, no
representa tarea fcil comprender una poltica que se limita a los discursos y carece de
una estrategia poltica clara y de un plan econmico detallado. Los eurocomunistas
buscaban la construccin de alianzas llamada concentracin, compromiso histrico o
reconciliacin nacional con el objetivo de contar con una mayora suficiente para
adoptar las medidas necesarias para el camino hacia el socialismo. Pero, ms all de
la aceptacin democrtica, resultaba bastante difcil comprender, en concreto, que era el
eurocomunismo.
Partiendo de esa base, este trabajo se propone como objetivo realizar un estudio
completo, historiogrfico y crtico del fenmeno eurocomunista, considerando ausente
hasta la fecha un anlisis de este tipo. Tras el atento anlisis de las fuentes archivsticas
de los diferentes partidos, este trabajo intenta colmar este vaco, realizando una
-
16
reconstruccin sistemtica del perodo objeto de estudio, presentando un trabajo que se
desarrolla al mismo tiempo, segn un orden cronolgico y temtico, partiendo de los
antecedentes del proyecto hasta llegar a su final. No obstante, debido a la complejidad
de la temtica escogida y a la imposibilidad a abarcar de forma exhaustiva el problema,
se ha intentado presentar un desarrollo equilibrado y linear de los eventos, articulando el
texto segn los cambios que se producan y las nuevas coyunturas histricas.
La metodologa utilizada para la realizacin de este trabajo consisti en la investigacin
de unas diferentes tipologas de fuentes. En primer lugar, se ha considerado oportuno
acceder a la bibliografa publicada sobre el tema tanto en castellano, como italiano,
ingls, cataln y francs. Se ha tratado de la bsqueda bibliogrfica de las diferentes
publicaciones sobre el tema, seleccionando material en el intento de obtener una idea
del panorama general sobre el estado en el que se encontraba la temtica de
investigacin. Se han consultado libros, revistas especializadas, publicaciones de
partidos, intervenciones de diferentes lderes polticos, manuales.
En el intento de alcanzar el objetivo prepuesto, se ha prestado particular atencin a las
fuentes primarias y documentos directos, es decir a los documentos de archivo y los
programticos de los partidos integrantes el proyecto eurocomunista y especialmente a
los discursos, a los Informes, a las intervenciones y a los escritos de los principales
lderes polticos (Berlinguer, Carrillo, Claudn, Longo, Marchais), publicados en las
dcadas de los setenta. Se ha prestado particular atencin a las actas de Congresos, a las
declaraciones oficiales, a los artculos publicados en los peridicos y revistas oficiales
del partido, considerando este material fundamental para comprender la orientacin
tctica y los cambios de estrategia de cada partido. Y se ha recurrido las fuentes
secundarias, es decir a los ensayos y libros publicados sobre el tema, con particular
inters a las publicaciones crticas, a los artculos adversos. En la misma directriz y
debido a la importancia del contexto internacional para el desarrollo del
eurocomunismo, se ha considerado oportuno consultar una serie de libros acerca de
acontecimientos de gran calado mundial y cuya importancia tuvo repercusiones en la
vida de estos partidos.
Asimismo en el anlisis espacial propuesto en este trabajo, se ha considerado oportuno
tratar el tema con especialistas de la materia, politlogos, profesores universitarios,
testigos y personas que vivieron directamente la experiencia eurocomunista. Se han
consultados libros y memorias pstumas, publicadas por los mismo protagonistas o
-
17
actores polticos de la poca, a sabiendas de que, si es cierto que a veces faltaban de
objetividad, ofrecan una visin diferente del fenmeno.
La bsqueda del material se ha llevado a cabo en diferentes centros y bibliotecas como
el Instituto Italiano di Scienze Umane (SUM) de Florencia, la biblioteca de Ciencias
Polticas e Historia de Florencia, y el Instituto Europeo durante una estancia de tres
meses (junio-agosto 2010) o la Universidad de Ciencias Polticas de la Federico II de
Npoles; en Espaa, en las bibliotecas de la Universidad Complutense de Madrid, en la
Fundacin de Investigacin Marxista, en el Archivo Histrico del Partido Comunista de
Espaa, en la Biblioteca Nacional de Madrid, en la biblioteca de Derecho de la
Universidad de A Corua, en la biblioteca de la Fundacin Jos Ortega y Gasset en
Madrid. Se han consultado varias hemerotecas y la hemeroteca on-line de ABC, de La
Vanguardia, de El Pas. Asimismo se han consultado peridicos y revistas extranjeras
cercanas a los partidos (como por ejemplo LUnit, LHumanit, Mundo Obrero) o de
carcter nacional (como Le Monde, La Repubblica o Il Corriere della Sera).
El presente trabajo se propone investigar el fenmeno eurocomunista, centrando su
atencin en las razones que determinaron el fracaso del proyecto, analizando la
actividad de los Partidos Comunistas de Espaa, Italia y Francia en la dcada de los
setenta, en la etapa en que estos partidos empezaron a considerar la democracia como
valor y medio fundamental en el camino hacia el socialismo. Por eso, analizando la
evolucin del discurso poltico de estos partidos, se ha considerado oportuno reflexionar
no slo en las consecuencias internacionales de este cambio de estrategia en la
transicin al socialismo, sino tambin en las repercusiones internas de estas decisiones,
prestando atencin a la evolucin de cada uno de los partidos, considerando que, aunque
de forma separada e independiente, su desarrollo condiciona los cambios que se
realizaron en cada pas.
Para realizar este estudio, se ha considerado necesario definir una serie de categoras
conceptuales que permitieran comprender el desarrollo del eurocomunismo, como la
relacin entre democracia y socialismo, el concepto de dictadura del proletariado y su
consecuente abandono, el pluralismo
Una aclaracin: a lo largo de mi trabajo, el estudio del Partido Comunista francs en su
vertiente eurocomunista encontrar menos relevancia y espacio comparado con sus
homlogos, de Italia y Espaa. Esto depende de dos consideraciones: por un lado, por
razones tericas ya que la integracin del PCF al proyecto eurocomunista fue voluble y
poco convencida, ni aport ningn avance a la reflexin en torno a este proyecto ya que
-
18
sus aportaciones tericas fueron escasas, casi nulas; por otro lado, por razones prcticas,
ya que el eurocomunismo del PCF dur muy poco tiempo, menos que en Espaa o Italia
y asumi sobre todo una vertiente nacional, el socialismo con colores de Francia, ms
que una dimensin internacional.
Por eso, el estudio y el anlisis de la evolucin del Partido Comunista italiano y del
Partido Comunista espaol sern predominantes, analizndola de forma ms detallada y
amplia, dedicando mayor atencin al desarrollo histrico de estos partidos, al contexto
nacional en que operaron y las aportaciones tericas al avance del eurocomunismo que
ofrecieron sus lderes y los grupos dirigentes.
Por lo tanto, divisin en el anlisis del tema y el predominio de estos dos partidos es
debida al mayor inters provocado por el eurocomunismo en estos pases: Italia
represent la base terica del movimiento, al mismo tiempo de constituir el pas donde
el partido comunista cont con mayores posibilidades de llegar en el poder por la va
legal. Por otro lado, Espaa se presentaba como una realidad nueva, post-muerte de
Franco y su Partido Comunista fue lo que ms aposto por el 3urocomunismo por
razones de diferentes intereses. En estos pases, el debate alrededor del tema fue ms
abierto e dinmico: se cre la ilusin que fuera posible crear una va nacional y
democrtica para llegar al socialismo. Tras la definicin del objeto de la tesis, resultaba
necesario encuadrarlo en unas coordenadas temporales concretas, es decir, en un marco
histrico determinado: se decidi por la dcada de los setenta hasta los primeros aos de
los ochenta, periodo necesario para que la investigacin fuera homognea y se
permitiera la comprensin del objeto de la tesis misma. Por eso, se ha intentado analizar
el desarrollo de los tres partidos comunistas desde su primer distanciamiento del centro
sovitico hasta el final de la experiencia eurocomunista, que, aunque con alguna
pequea diferencia temporal segn el pas, sella el cierra de un proyecto y abre una
profunda crisis dentro de los partidos comunistas de Europa occidental. En el trabajo, se
sigue la lnea evolutiva de estos partidos que, moviendo desde unas posiciones
ortodoxas, cuestionan, en un determinado momento y de forma conjunta, su aceptacin
al modelo sovitico, defendiendo la consustancialidad de democracia y socialismo,
renunciando a algunas de las seas de identidad del comunismo de la poca.
A finales de los ochentas, los partidos comunistas de Europa vivieron procesos de
cambios y transformacin: mientras algunos incluso concluyeron fundando una nueva
formacin poltica (caso de Italia, un giro hacia la socialdemocracia), otros intentaron
reafirmar sus seas de identidad u otros (caso espaol) entraron en otra organizacin
-
19
mediante una frmula que sin suponer la disolucin del partido difuminaba su
protagonismo ante la opinin pblica13. Tras el fracaso del eurocomunismo y un
pronunciado y continuado periodo de crisis, estos partidos se vieron obligados a
experimentacin y evolucin. En muchos casos, era la propia identidad comunista la
que se debata, tras el declive del comunismo y el agotamiento de la va eurocomunista.
Adems del dominio cultural de la llamada nueva derecha, se asisti a la ascensin de
los partidos socialdemcratas del Sur de Europa, ex penas de los partidos comunistas.
Finalmente el eurocomunismo fue de corta duracin mientras la esperanza de un posible
incremento sustancial de la importancia de los PC en los respectivos sistemas poltico se
vio defraudada pronto. Las buenas intenciones eurocomunistas quedaron deslucidas por
las paradojas y las limitaciones que veremos a continuacin.
13 Ramiro Fernndez, Luis: Cambio y adaptacin en la izquierda. La evolucin del Partido Comunista de Espaa y de Izquierda Unida (1986-2000), CIS, Siglo Veintiuno de Espaa, Madrid, 2004, pg. XIII.
-
20
Captulo I: Origen y definicin de Eurocomunismo
1.1 Origen y definicin de Eurocomunismo; 1.2 Aclaracin etimolgico-semntica;
1.3 El inicio del Eurocomunismo; 1.4 El porqu del Eurocomunismo; 1.5 El
Eurocomunismo, producto de las crisis?; 1.6 La crisis poltica; 1.7 Las primeras
posturas de los partidos eurocomunistas frente a la crisis internacional
El Eurocomunismo se presentaba como una propuesta de coordinacin de las
iniciativas, una colaboracin no episdica entre los partidos comunistas del Occidente
capitalista y una relacin unitaria con las dems fuerzas de la izquierda obrera y
democrtica interesadas en la lucha por la transformacin socialista de la sociedad14.
Los partidos comunistas de Espaa, Francia e Italia estaban convencidos que existan
las condiciones para realizar este propsito, buscando una convergencia de posiciones
entre los partidos comunistas que operaban en la Europa Occidental. Segn los
promotores del movimiento, se trataba de una propuesta que no comportaba la creacin
de un nuevo centro dirigente y que tampoco pretenda la organizacin de un
reagrupamiento intermedio cualquiera: se trataba de dar una organizacin y una
continuidad a las relaciones de colaboracin entre los tres partidos, que se haban venido
desarrollando en los ltimos tiempos. Se trataba de proponer un proyecto de amplia
convergencia, con la esperanza de que un comunismo netamente democrtico podra
() ser un protagonista fundamental en la poltica de Europa occidental, en un proceso
pluralista, democrtico, basado en la mayora de los votos, encaminado a mejorar la
suerte de los trabajadores, a limitar la omnipotencia de los monopolios, a realizar
reformas estructurales progresistas, susceptibles de abrir una va evolutiva hacia el
socialismo15.
Reflexionando sobre el problema fundamental de la relacin entre democracia y
socialismo, el Eurocomunismo anhelaba moverse en una perspectiva diferente, donde la
iniciativa y la aportacin original de cada uno de los componentes del movimiento
internacionalista en toda su plenitud y variedad pudiesen contribuir a la realizacin del
socialismo en su pas.
14 Berlinguer, Enrico: Nuestra lucha por la afirmacin de una alternativa democrtica en el libro: La cuestin comunista, Fontamara, Barcelona, 1977, pg. 359. Berlinguer afirmaba la necesidad de operar conjuntamente: Da soli ci si batte male. 15 Azcrate, Manuel: La izquierda europea, El Pas, Madrid, 1986, pg. 265.
-
21
La crisis del socialismo y el retroceso socio-econmico del capitalismo pusieron de
manifiesto la demanda de una nueva elaboracin terica para llegar al socialismo por
la va democrtica: nace el Eurocomunismo.
1.1 Origen y definicin de Eurocomunismo
La palabra Eurocomunismo represent un neologismo cautivador pero desafortunado,
que empez a difundirse con cautela en el lenguaje poltico en la primera mitad de los
aos setenta. Cautivador en cuanto el termino contena la profunda aspiracin de que
en los Pases del Europa occidental se consoliden y avancen soluciones nuevas en la
trasformacin de la sociedad en el sentido socialista16. Desafortunado desde el punto
de vista lingstico, en cuanto el nuevo vocablo no pareca tener en cuenta dos factores
importantes: en primer lugar, los pases del Este, donde los comunistas estaban en el
poder, eran tanto europeos cuanto distantes de los planteamiento del nuevo fenmeno;
en segundo lugar, las concepciones del partido comunista japons y, en cierta medida
del australiano tambin, eran muy similares a las de los partidos comunistas europeos.
Finalmente, la cautela dependa de que el neologismo no se presentaba como ortodoxo,
ola a hereja: de hecho, los lderes comunistas deletreaban con circunspeccin la
palabra cada vez que la utilizaban o la aprisionaban entre comillas cada vez que la
escriban, negndole el carisma de la legalidad, deseosos de no envenenar sobremanera
las relaciones con la iglesia moscovita. Pese a negar su paternidad y a su uso con
cuentagotas, el termino alcanz un gran eco en todo el mundo, llenando peridicos y
animando las Conferencias internacionales.
Sin embargo, segn algunos crticos, las comillas con las que se adornaba el trmino
eurocomunismo17, le privaban de sustantividad, confirindole un valor transitorio y
ambiguo, privndole del significado de cambio que los lderes eurocomunistas
pretendan darle. La actitud crtica de los lderes europeos hacia la palabra podra
encontrar su justificacin en el hecho que el trmino naci fuera del campo marxista.
Por esta razn, el uso del trmino result limitado y, en varias ocasiones, los lderes de
los tres partidos comunistas prefirieron utilizar otras expresiones o formulas
pertenecientes al vocabulario del comunismo internacional.
16 Discurso pronunciado por Enrico Berlinguer, Secretario del Partido Comunista Italiano, en la Conferencia de los Partidos Comunistas europeos celebrada en Berln, el 29 y 30 de junio de 1976. 17 El 6 de enero de 1976, Jean Terfve, vicepresidente del P.C. belga, lo utiliz en un editorial del Soir, una vez ms, entre comillas.
-
22
A coste de la exactitud y rigor semntico, la nueva palabra compuesta consigui teir de
modernidad y atractivo un concepto como el comunista en decadencia, generando un
gran inters alrededor del fenmeno. El neologismo contribuy a propagar una
sensacin de modernidad, proyectando un sentido renovador a las viejas tcticas e
ideologa para adaptarlas a la realidad de las sociedades ms desarrolladas del mundo
occidental. De hecho, despus de 1968, ao muy controvertido y discutido, la creacin
del Eurocomunismo resultaba responder a la necesidad de modernizacin del
movimiento comunista, intentando alejarlo de los reductos dogmticos del pasado
para dotarle de un pragmatismo realista ms ajustado a la estructura poltico-social del
momento.
De todos modos, a pesar de sus lmites, la palabra Eurocomunismo tena el mrito de
definir de forma sinttica la complejidad de la expresin va europea al socialismo,
aunque esta ltima lograba evidenciar el nexo con la teora de las vas nacionales
elaborada por Palmiro Togliatti en la mitad de los cincuenta. La va europea represent
un nuevo y ms avanzado nivel de madurez, de continuidad y de desarrollo de la
bsqueda togliattiana (y en parte gramsciana) en torno a la particularidad de las
relaciones entre Estado y sociedad civil en Occidente.
De la misma manera, la va europea al socialismo representaba un objetivo poltico de
transicin al socialismo. Su desarrollo se insert, tanto en elaboracin como en tctica,
dentro de la ms amplia temtica sobre las posibles vas para llegar a la realizacin de
un Estado socialista. Para alcanzar su objetivo, el Eurocomunismo necesitaba contar con
la intensificacin de la dimensin democrtica de la temtica de transicin.
Finalmente, el Eurocomunismo no fue un invento, un artificio, sino ms bien el
resultado de la reflexin colectiva sobre la historia del comunismo europeo y,
especialmente, sobre la manera para trasformar la sociedad capitalista en un sentido
socialista. Por esta razn, el fenmeno eurocomunista se constituy en un proceso largo
tortuoso y poco homogneo, en medio de la desconfianza general y de las crticas
soviticas. Debido a estas dificultades y a la incapacidad de los promotores de ir ms
all, el Eurocomunismo result un intento a mitad, donde las diferencias y las
desigualdades de intensidad perjudicaron a los resultados: las premisas esperanzadoras
de una efectiva renovacin del movimiento fueron frustradas, desembocando en escasos
resultados prcticos. Los efectos tangibles fueron muy reducidos y el viento de cambio
sopl poco y con poca intensidad.
-
23
1.2 Aclaracin etimolgico-semntica
A pesar de su artificiosidad y del problema semntico sobre descrito, la palabra
Eurocomunismo sonaba bien, se presentaba moderna y exportable; adems, su
indeterminacin y dualidad de partida resultaba funcional al diseo de los lderes
comunistas y, al mismo tiempo, a un desarrollo progresivo de su lnea poltica.
El trmino no fue acuado por un lder comunista, sino por un periodista yugoslavo,
Frane Barbieri, que lo utilizo por primera vez en un peridico italiano de posiciones
ideolgicas adversas al comunismo, el Giornale Nuovo de Indro Montanelli. En un
artculo publicado el 26 junio de 1975, titulado Le scadenze di Brzhnev, el periodista
Barbieri utilizaba esta palabra para indicar la voluntad de Carrillo de alejarse
gradualmente de la visin estratgica de Mosc. Desde entonces, el trmino design la
orientacin que tendi a prevalecer en los partidos comunistas del capitalismo
desarrollado, considerando que, con sus propias experiencias nacionales, haban llegado
a soluciones anlogas frente a problemas especficos. El inventor confesaba de haber
ideado este trmino para librar el campo de posibles equivocaciones y ofrecer un
vocablo indeterminado e impreciso: mi sono orientato verso il termine eurocomunismo
anche per contrastare altre formule equivoche in uso: per esempio quella di
neocomunismo. Mi sono deciso per il primo termine perch lo ritenevo definito dal
punto di vista geografico e indefinito da quello ideologico. Neocomunismo mi
sembrava un concetto ideologicamente pi preciso e quindi troppo impegnativo.
Nelleurocomunismo volevo insomma diluire concettualmente un fatto di per s fluido,
scorrevole, inafferrabile, al quale non intendevo certo negare in assoluto una
componente ideologica, ma neppure esagerarla18.
Sin embargo, la primera aparicin de este nuevo vocablo es discutida y no todos
reconocen a Barbieri como el inventor. Segn Vadim Zagladin, secretario adjunto de la
seccin de poltica exterior del Comit central del partido comunista de la Unin
Sovitica, y los soviticos en general, la paternidad del trmino correspondera a
Zbigniew Brzezinski, analista en poltica exterior norteamericana y asesor de seguridad
nacional del Presidente de Estados Unidos Jimmy Carter: Brzezinski, uno de los
mayores expertos norteamericano del movimiento comunista Europeo, hablaba de
Eurocomunismo en 1975, el mismo ao de Barbieri. Por su parte, en el articulo
LEurocomunismo, publicado en el segundo nmero de Nueva Revista Internazionale
18 Entrevista de Manfrend Steinkhler, titulada Ursprung und konzept des Eurokommunismus, de abril de 1977, reproducida en el Deutschland Archiv 4/1977, pg. 347-350.
-
24
de febrero de 1977, Ferenc Varnai atribuye la paternidad del vocablo a Arrigo Levi,
director de La Stampa. Para Manuel Azcrate, la palabra fue inventada por el periodista
Franco Ferri tambin de La Stampa de Miln para subrayar el hecho de que los
comunistas italianos y espaoles ponamos cada vez ms el acento en la definicin
democrtica de nuestra poltica y en resaltar el apoyo estratgico a la Comunidad
Europea19.
En la misma lnea, algunos recordaban que el uso del trmino ya era frecuente en los
crculos polticos romanos, donde la paternidad se le imputaba a Lelio Basso, socialista
y periodista reconocido, que adems que parece advirti a Berlinguer del riesgo de
hacer del eurocomunismo una versin actualizada del eurocentrismo socialista20.
De la misma manera, otros peridicos internacionales combaten por la originalidad de la
palabra: desde el britnico Times al francs Le Monde, pasando por el italiano Corriere
della Sera. Siempre en Italia, muchos investigadores sostienen que el primero en utilizar
el trmino fue Alberto Ronchey en un editorial del Corriere della Sera, adelantndose
por pocos das a Il Mondo donde la expresin fue utilizada por el filsofo catlico
Augusto del Noce21.
Desde su nacimiento, la palabra Eurocomunismo pareca designar con precisin una
realidad de contornos bien definidos. Sin embargo, su uso gener las reticencias por
parte de sus mismos usuarios, ya que lamentaban el carcter limitativo del trmino, la
tonalidad regionalista y su dimensin "particular" para un ideal universalista. An as, el
trmino eurocomunismo se fue extendiendo por Italia, acaparando las portadas de los
peridicos norteamericanos (el Time del 14 de junio de 1976, le dedica un especial en el
que aparece el serio rostro de Berlinguer y, junto a este, el titular Italy: the Red
Threat), mientras segua siendo acogida con recelo cartesiano en Francia y apenas
susurrada en Espaa. Para Sergio Segre, eurocomunismo una definizione recente,
nuova giornalisticamente felice e che il fatto che abbia avuto tanta eco nello spazio di
poco tempo dalla propria invenzione certamente testimonianza delle attese che
circondano il significato e il contenuto che questo termine racchiude22.
19 Azcrate, Manuel: Luchas y transiciones: memorias de un viaje por el ocaso del comunismo, El Pas Aguilar, Madrid, 1998, pg. 119. 20 Nassi, Enrico y Cesarini Sforza, Marco: El Eurocomunismo, Caralt Editor, Barcelona, 1978, pg. 23. 21 Confesso che () avevo limpressione di aver coniato [questo] neologismo (). Limpressione era sbagliata, perch il termine era gi stato introdotto dal politologo e giornalista jugoslavo Frane Barbieri (...). Tuttabia il suo discorso e il mio differivano, dato che il termine eurocomunismo pu servire per designare una situazione di fatto o a definire un concetto e (...) Barbieri lo usava nel primo senso e io nel secondo. Del Noce, Augusto: Futuro prossimo?, Cappelli Editore, Bologna, 1978, pg. 7. 22 Segre, Segre, Sergio: A chi fa paura lEurocomunismo?, Guaraldi editore, Firenze, 1977, pg. 13.
-
25
La palabra Eurocomunismo se impuso a pesar de una gran competencia: como ya
hemos dicho anteriormente, la aplicacin del prefijo Euro a la palabra comunismo
dotaba la expresin de un carcter atractivo y moderno al mismo tiempo. Por ese
motivo, desde el punto de vista etimolgico, el trmino Eurocomunismo fue preferido a
otras palabras o locuciones ms complejas, que escondan dificultades aadidas: as, se
prefer a la expresin neo-comunismo, concepto considerado ideolgicamente
demasiado vinculante, mientras, al contrario, la nueva palabra Eurocomunismo tena la
ventaja de aparecer definido desde el punto de vista geogrfico e indefinido por el
ideolgico. De hecho, segn el periodista Barbieri, la caracterstica fundamental de
este nuevo tipo de comunismo deba ser buscada en su fluidez, mientras la componente
ideolgica no tena que ser exagerada23.
Tampoco pareci muy afortunada la expresin posmarxismo, indicando el surgimiento
de una izquierda renovada en el contexto general de la crisis del marxismo, crisis
provocada sobre todo por los acontecimientos del 1968 y que llegaron a cuestionar la
existencia de la ortodoxia marxista.
De la misma manera, la palabra Eurocomunismo describa mejor el proyecto de
transformacin deseado por los lderes de los pases occidentales respeto a las perfrasis
comunismo democrtico y comunismo occidental, consiguiendo alcanzar un grado de
ruptura en la historia del movimiento comunista. Otros crticos quisieron definir este
movimiento como comunismo intereuropeo, paneuropeo o Europa intercomunista:
ambas expresiones no tuvieron eco y quedaron entre las tantas posibles. Desde
posiciones crticas, se le apostrof estalinismo iluminado y astuto o, siguiendo la
moda, eurostalinismo, para recriminar la actitud de los secretarios de los partidos
comunistas de Europa occidental, dispuestos y preocupados no tanto por librarse de la
pesada sombra del lder sovitico, cuanto por ennoblecer su figura y encubrir sus
crmenes.
La palabra Eurocomunismo result ms atractiva que comunismo blanco, expresin del
politlogo Theo Sommer, consejero del canciller alemn Helmut Schmidt: Sommer
hablaba de un comunismo blanco para diferenciarlo del rojo de Mosc y del amarillo
de Pekn. Se le llam tambin, con poco xito, socialismo del desarrollo, para indicar
el modelo de socialismo valido para pases de capitalismo avanzado. Algunos le
llamaron comunismo reformado, considerndolo ms que revisionista en la acepcin
23 Bettiza, Enzo: Il comunismo europeo, Rizzoli, Miln, 1978, pg. 83.
-
26
histrica, como una negacin de la dictadura del proletariado y del marxismo para
reformar la doctrina sovitica en el respeto de la democracia y el pluralismo24.
Finalmente fue preferido al trmino comunismo latino o latincomunismo propuesto por
varios sectores25 que subrayaban un grado de homogeneidad no presente en el
comunismo escandinavo o anglfono: segn este sector, el Eurocomunismo presentaba
caractersticas comunes que derivaban por su posicin geogrfica, mediterrnea
mientras de hecho iba formndose y desarrollndose el llamado socialismo
mediterrneo, cuyo proyecto tom forma y consistencia en estos mismos aos, dentro
de la Internacional socialista-, y su comn cultura latina, junto con la abundante
tradicin catlica y otros elementos como la experiencia de la ilustracin, la dbil
tendencia a la democracia poltica y social, la antigedad de un movimiento obrero
autctono y libertario.
Sin embargo, se le llam tambin tercera va, pese a las ambigedades implcitas
contenidas en dicha frmula: en un primer momento, esta expresin fue bien aceptada,
en cuanto indicaba una imagen, una metfora que indica con fuerza una exigencia
poltica26. La expresin tercera va tena una ventaja en tema de ambigedad y
amplitud: poda representar un nuevo intento entre capitalismo y socialismo o bien entre
experiencias socialdemcratas y experiencias de los pases del Este. El trmino indicaba
un nuevo proceso que comportaba rupturas, saltos cualitativos y cambios estructurales
profundos, pero que tambin ver momentos ambiguos y regmenes contradictorios.
Independientemente de quien acuo el trmino eurocomunismo y de su validez
expresiva, su xito fue notable y su uso (sobre todo en la prensa) se difundi
rpidamente. La difusin del nuevo vocablo responda al deseo de cambio: los Partidos
comunistas, forjados a la asombra de Stalin en los aos treinta, entendieron que la
aplicacin del comunismo en la URSS era falaz y engaosa, resultando necesaria una
revisin del concepto leninista del partido-vanguardia; adems, al mismo tiempo se
daban cuenta de que el statu quo democrtico en los pases capitalistas no admita
marcha atrs. La aceptacin de estos puntos y una convergencia temporal de avance,
hizo surgir la perspectiva de una estrategia comn que se preocupase por que la idea de 24 Los promotores de esta expresin consideraban al comunismo yugoslavo como un precursor del proceso de formacin de este comunismo reformado. Y en la misma lnea de forma peyorativa algunos llamaban al nuevo movimiento eurorrevisionismo. 25 Esta definicin fue propugnada por el profesor Universitario, periodista y poltico napolitano Giuseppe Galasso. 26 Ingrao Pietro: Crisis y tercera va, Editorial Laia, Barcelona, 1980, pg. 127. El poltico italiano avisaba sobre la posibilidad que adems de una tercera va, probablemente se hablar de una cuarta y de una quinta va.
-
27
democracia asumiese gran relevancia dentro de la poltica comunista, reconociendo su
superioridad (a pesar de todo como deca Winston Churchill) sobre el resto de
regmenes.
No obstante, resultara reductivo y simplista considerar el Eurocomunismo como uno
de los numerosos modelos diferentes del comunismo sovitico, un posible nuevo cisma
dentro del movimiento comunista. Como veremos ms detalladamente en los siguientes
captulos, hasta el afloramiento del cisma maosta, dentro del bloque comunista los
ismos (trotskismo, titismo) haban sido limitados y de efectos reducidos; los
diferentes desviacionismos ideolgicos no constituyeron una amenaza para la primaca
sovitica. La Unin Sovitica era el baluarte del socialismo y desorientaciones o desvos
eran controlados gilmente por el PCUS. Pero, la gnesis, la base terica sobre que
verta el proyecto eurocomunista y la importancia de los partidos que formaron parte de
este nuevo movimiento, conferan al Eurocomunismo un carcter diferente y de mayor
importancia.
Segn algunos exegetas del Eurocomunismo, la evolucin de los partidos comunistas
haba dejado al descubierto el flanco dbil de pro-rusos, maostas, trotskistas y otros
grupos tomando varios de los caballos de batalla de esas corrientes e integrndolos en
una concepcin global propia27. Sin embargo, esta definicin representa una manera
asaz mecanicista y simplista de presentar las alternativas de la izquierda revolucionaria
versus a la adecuada terapia del Eurocomunismo a los males de la sociedad
contempornea28.
En relacin con el cisma chino-sovitico, hay que reconocer que algunos investigadores,
multiplicando los neologismos, han hablado tambin de un posible Asiacomunismo,
con su mxima expresin en la Repblica popular de China y su manifestacin en
Vietnam y en Corea del Norte. Las principales caractersticas del comunismo asitico
estaban representadas por la identificacin con los movimientos nacionalistas y con la
elaboracin de la teora de la guerra revolucionaria basada en el campesinado. Segn
este filn lgico, el Eurocomunismo perfilaba la posibilidad de realizar un cisma de
Occidente, siguiendo al cisma de Oriente consumado en los aos sesenta.
El comunismo oriental se diferenciaba del europeo no slo en la ubicacin geogrfica,
sino tambin por el contexto en que madur, por su desarrollo histrico y, finalmente,
27 Consejos de Redaccin de Materiales de Barcelona: A propsito del libro de Santiago Carrillo Eurocomunismo y Estado, en Materiales, nmero 4, julio-agosto de 1977, pgina 8. 28 Albiac, Gabriel: Debates sobre Eurocomunismo, Cuadernos/3, Madrid, 1977, pg. 7.
-
28
por la trayectoria que sigui: su objetivo era llegar en el poder no a travs de la ruptura
violenta, o de una revolucin armada, sino por un largo proceso de evolucin y
respectando las reglas democrticas. Durante este largo proceso, en los pases del
Eurocomunismo, se iba construyendo el embrin de un estado diferente, debido tambin
al hecho de que en estas sociedades, el capitalismo ya haba llegado a un alto nivel de
desarrollo: por eso, se pensaba plantear la posibilidad de que la destruccin del estado
capitalista pasase por una transformacin democrtica, ya que el aparato estatal poda
resultar funcional para el diseo socialista. Los trabajadores podan ejercitar su dominio
sobre la burguesa utilizando los instrumentos democrticos, en el respeto de la libertad
y del sistema pluralista.
Geogrficamente, el Eurocomunismo se desarroll en Francia, Espaa e Italia, pases de
capitalismo avanzado, con una matriz histrica comn: en estos pases, los partidos
comunistas haban madurado en una realidad poltica, econmica y social mucho ms
articulada y sofisticada respeto a los pases del Este Europa. Estos pases compartan
muchos aspectos -como subrayaremos en las siguientes pginas- empezando por su
ubicacin en una zona tan importante como el mediterrneo, una zona donde se
superponen la latinidad y el arabismo, la cultura griega y eslava, el judasmo y la
tradicin indoeuropea. Esta circunstancia ha jugado histrica, psicolgica y
sociolgicamente un gran papel, por lo que se refiere a la formacin del pensamiento
mediterrneo29.
Sin embargo, en la misma Asia exista tambin un partido comunista, el japons, que,
como ya hemos dicho anteriormente, comparta caractersticas con los eurocomunistas.
El partido comunista japons (PCJ) desplegaba su actividad en una sociedad altamente
industrializada, regulada por un sistema parlamentario calcado en los modelos
occidentales, tanto que se consideraba el archipilago nipn como un apndice
oriental del mundo capitalista occidental. De la misma manera, se poda considerar al
PCJ como un apndice asitico del Eurocomunismo, compartiendo, con ese,
principios y modalidades: al igual que el PCE, el PCF y el PCI, el partido comunista
japons buscaba una va autnoma para llegar al socialismo.
En trminos geogrficos, el Eurocomunismo y su localizacin preocupaban y no poco:
pese a desarrollarse en una porcin reducida del Continente, los tres pases de la Europa
meridional y latina, se hallaban en una zona de gran trascendencia y significacin
29 Articulo de Alfonso Guerra, Los partidos socialistas del sur de Europa y las relaciones socialistas-comunistas, publicado en la revista Sistema, n 15, de 1976, pg. 53.
-
29
estratgico-militar. El fin de la segunda guerra mundial y el estallido de la guerra fra
colocaron el Mediterrneo en una situacin, a la vez, de centro de enfrentamiento
entre dos sistemas (capitalista Vs. comunista) y de zona de equilibrio mundial,
condenada a un contexto esttico, una salvaguardia del status quo.
Su trascendencia internacional determinaba el inters sobre la posibilidad de que la
alternativa democrtico-socialista se pudiese concretar plenamente en la Europa Latina
y sobre todo, en un posible efecto de contagio en lo dems pueblos europeos (y no
slo). La emulacin o la agregacin al proyecto parecan probables en pases como
Grecia y Portugal, donde los equilibrios resultaban sumamente inestables y las fuerzas
de izquierda conservaban un potencial importante. Sin embargo, el Eurocomunismo era
exportable tambin a los pases pertenecientes por antonomasia a la socialdemocracia,
como Alemania o a los Escandinavos, llegando a impulsar las tendencias de izquierda
en ascenso dentro del laborismo ingls30. Todo ello sin tener en cuenta la atraccin que
ejercan las corrientes democratizadoras en el Este europeo, reprimidas en varias
ocasiones por la intransigencia sovitica. Finalmente, los ms optimistas consideraban
que el ejemplo del avance hacia un socialismo democrtico europeo hubiera podido
contribuir a despertar a la izquierda crtica sovitica e inclusive a la clase obrera
estadounidense. Por eso, en una intervencin de diciembre de 1975 ante los
embajadores americanos en Europa, convocados en Londres, el secretario de Estado
norteamericano, Henry Kissinger subrayaba como: La progresin de la poltica de
izquierda en el sur de Europa amenaza con socavar las relaciones que conciernen a la
seguridad y a las polticas de defensa sobre las que ha sido edificada la Alianza
Atlntica. Y esa progresin no dejar de afectar a las relaciones entre Europa Occidental
y los Estados Unidos. En Italia, Espaa y Portugal, y tal vez en Francia, asistimos al
crecimiento de la influencia de los partidos comunistas y nos planteamos la cuestin de
saber qu hacer31. Aadiendo: Una cosa debe estar clara, el dominio de los partidos
comunistas en Occidente es inaceptable, y eso no tiene nada que ver con la moderacin
de estos partidos o con el grado de independencia en relacin con Mosc. El secretario
de Estado ofreci un anlisis lcido y partidista del fenmeno eurocomunista,
amonestando que no se puede atrasar el reloj. Es ms verosmil que [un partido
comunista] cuando hubiese llegado en el poder intentara cambiar las condiciones
30 Con razn, Mitterrand haba subrayado el formidable estmulo ideolgico que ejercera sobre los trabajadores alemanes e ingleses un gobierno verdaderamente de izquierda en Pars. 31 Le Monde 14 de abril de 1976, citado en Claudn, Fernando: Eurocomunismo y socialismo, Siglo Veintiuno de Espaa, Madrid, 1977, pg. 28.
-
30
objetivas de la sociedad de modo que el proceso democrtico dejase de funcionar.
Nosotros tenemos que hacer todo lo posible para asegurar la supervivencia del proceso
democrtico y defender las orientaciones pro-occidentales de los pases de Europa
Occidental32.
Por su parte, el consejero estadounidense para Europa oriental, Helmut Sonnenfeldt,
expuso la necesidad de favorecer la institucionalizacin de la hegemona sovitica en la
Europa oriental (Doctrina Sonnenfeldt), ya que un posible desequilibrio en el rea
hubiera podido poner en peligro la paz mundial: Nuestra poltica () debe favorecer
una evolucin hacia la institucionalizacin de las relaciones entre Europa Oriental y la
URSS. Todo exceso de celo por nuestra parte provocara unos resultados capaces de
destrozar el proceso deseado que no podra volverse a poner en funcin durante los
prximos cien aos33. En extrema sntesis, pareca que los Estados Unidos preferan
conservar el statu quo, deseo compartido por la Unin Sovitica.
El secretario de Estado, Kissinger volvi a criticar el Eurocomunismo (10 de junio de
1977) advirtiendo al presidente Carter de que se trataba de un proyecto peligroso para
la seguridad de los Estados Unidos, las estructuras del mundo de la posguerra y las
principales alianzas de los Estados Unidos. Y en otra entrevista aadi: Una
participacin significativa de estos partidos en los Gobiernos de ciertos pases europeos
de importancia minara la moral y la base poltica de nuestro despliegue militar en
Europa34, advirtiendo que, en este caso, podra postularse como inevitable una alianza
germano-norteamericana para hacer frente al peligro del eurocomunismo y sus ideas
de liberalizacin y democratizacin.
Finalmente, dar una definicin del Eurocomunismo no representa una tarea fcil: sus
potencialidades y el inters alrededor del fenmeno fueron mayores que la realidad
misma. A partir de las pocas cumbres protagonizadas por los Secretarios de los Partidos
Comunistas italiano, espaol y francs fueron elaboradas muchas definiciones para
describir este nuevo movimiento. Segn mi opinin, la mejor definicin de este
ambicioso proyecto se puede encontrar en la Declaracin Conjunta del Partido
Comunista Francs y del Partido Comunista Italiano, firmada en Roma el 15 de
32 Valli, Bernardo: Los eurocomunistas, Dopesa, Barcelona, 1977, pg. 240. En las mismas pginas, se puede leer la afirmacin cuestionable sobre todo a la luz de la Operacin Gladio de la que hablaremos ms adelante: Ciertamente, no es nuestro deber manipular las polticas interiores 33 Valli, Bernardo: Los eurocomunistas, Dopesa, Barcelona, 1977, pg. 242. 34 La Vanguardia Espaola, el 11 de junio de 1977.
-
31
noviembre de 197535. En el texto, se indica cmo segn los comunistas franceses e
italianos el camino hacia el socialismo y la construccin de la sociedad socialista que
ellos proponen en sus pases, deben realizarse dentro del marco de una democratizacin
de la vida econmica, social y poltica. El socialismo representar una forma superior de
democracia y de libertad: la democracia realizada del modo ms completo. Dentro de
este espritu, todas las libertades, tanto si son frutos de las grandes revoluciones
democrtico-burguesas, como de las grandes luchas populares de este siglo, que han
tenido a la cabeza la clase obrera, debern garantizarse y desarrollarse. El
Eurocomunismo pareca animado por el sueo de conjugar democracia y socialismo.
Entre las tantas definiciones de Eurocomunismo publicadas o que aparecieron en
peridicos, revistas y libros sobre el tema, destacamos una por cada pas: en Italia, en
1978, el periodista Antonio Rubbi as defina al Eurocomunismo como semplicemente,
ma significativamente, un complesso di idee e di obiettivi sui quali si constatata una
convergenza politica, la quale non annulla i tratti specifici delle vie nazionali al
socialismo e la loro autonoma elaborazione da parte di ciascun partito, ma che muove
dal riconoscimento che, per quanto grandi possano essere le differenze tra vari paesi
dellEuropa occidentale, non ce n uno solo nel quale la politica del movimiento
operaio possa discostarsi da certi tratti comuni, caratteristici di una strategia di effettiva
avanzata al socialismo di tutto loccidente europeo36. En Francia, el 20 de junio de
1976, Jean-Franois Revel, periodista del Express, describa los tres componentes
principales de la nueva doctrina: la independencia de las vas nacionales de los
distintos partidos comunistas con respecto a la URSS; la aceptacin de la democracia
pluralista como sistema de poltica interior; la elaboracin de una doctrina autnoma de
los partidos comunistas de Europa occidental, de la que depende una coordinacin de
sus lneas polticas37. Y en Espaa, Fernando Claudn, uno de los pensadores ms
considerados de la izquierda espaola, afirmaba que el eurocomunismo es la expresin
de una evolucin creciente de los Partidos Comunistas en los pases de capitalismo
maduro.
En la prensa extranjera aparecieron muchas definiciones de eurocomunismo y no
siempre halagadoras, entre ellas: El eurocomunismo es un vehculo modernizado
35 Valli, Bernardo: Los eurocomunistas, Dopesa, Barcelona, 1977, pg. 236-238. 36 Rubbi, Antonio: I partiti comunisti dellEuropa occidentale, Teti, Milano, 1978, p. 25. 37 Express del 20 de junio de 1976: en el mismo artculo el autor subrayaba como estos tres elementos no son inseparables ya que tres pas que se han distanciado radicalmente de Mosc Albania, China y Rumania- son estados totalitarios y policiaco: la idea de una va nacional independiente de Mosc no representa una novedad sino se asocia a la del pluralismo democrtico.
-
32
para exportar comunismo adonde sea. Sirve como medio para implantar el
expansionismo sovitico38.
1.3 El inicio del Eurocomunismo
No se puede establecer una fecha concreta de nacimiento del Eurocomunismo, de un
momento puntual de ruptura, sino ms bien se trata de un proceso que empez en
diferentes momentos y se prolong por varios aos. La dificultad de establecer una
fecha precisa y la consecuente necesidad de fijar diferentes momentos o
acontecimientos a la base del Eurocomunismo son consecuencias de la presencia de
mltiples explicaciones sobre la causa y razn del nacimiento-formacin del
eurocomunismo, como veremos en las prximas pginas. La falta de unanimidad sobre
este dato supone la formulacin de diferentes hiptesis y al desarrollo de muchas
teoras, a veces contradictorias entre ellas.
Naci el Eurocomunismo en el Hotel Meli Castilla en los das 2 y 3 de marzo de
1977, cuando se celebr la primera y quizs nica- cumbre Eurocomunista? Difcil
considerar la Cumbre de Madrid como su nacimiento: fue ms bien su bautismo39.
Evidentemente el nacimiento del Eurocomunismo resulta anterior y muchos analistas y
estudiosos han ubicado este acontecimiento en una fecha u otra, a veces muy distantes
en el tiempo. Para algunos autores, la fecha de nacimiento del eurocomunismo coincide
con la revolucin rusa de 1917: segn Antonio Elorza, la gnesis del eurocomunismo
debe arrancar de los problemas, y de los planteamientos tericos que acompaan a partir
de 1917 al primer proceso de construccin socialista. Y concretamente de la obra del
Lenin postrevolucionario. El tema no es fcil de abordar, ya que por una parte estamos
ante un discurso abierto, que Lenin aplica a multitud de cuestiones concretas y que, por
consiguiente, desde la toma de poder en 1917, se presta a una pluralidad de
interpretaciones (). Pero, en otro sentido, las contradicciones de este proceso, cada
vez ms claras en la reciente historiografa sobre la URSS, y la riqueza de
observaciones crticas presentes en los textos de Lenin sobre las limitaciones de la
propia revolucin, la burocratizacin del Estado, las relaciones entre dictadura,
democracia y socialismo, ofrecen suficiente base de reflexin como para fijar en ese
momento el origen de una problemtica cuyo punto de desembocadura es, en nuestro
38 En un artculo titulado de Soviet Expansionist D'esigns, de A. V. Pier de 8 de diciembre de 1976. 39 Fonvielle-Alquier, Franois: El eurocomunismo, Plaza y Jans, Barcelona, 1979 pg. 14.
-
33
das, el comunismo democrtico40. Por lo tanto, segn este autor, el eurocomunismo
representaba una tendencia de renovacin al campo comunista, que empez a
manifestarse con las crticas de Lenin a la construccin de la sociedad socialista en
Rusia.
Por su parte, Joaquim Sempere considera que la derrota del movimiento revolucionario
en Occidente en los aos 1917-21 estuvo en la origen del fenmeno eurocomunista y
que gener un largo proceso de rectificacin de la poltica comunista, que partiendo de
las caractersticas reales de la sociedad y el Estado en Occidente fue elaborando una
estrategia y un modelo de socialismo adecuado a esta regin del mundo. Para la
historiadora francesa, Lilly Marcou, el Eurocomunismo nace en 1969 en la Conferencia
de Mosc, aunque habr que esperar hasta la de Berln, de 1976, para una aparicin
verdadera del movimiento41.
Otros afirman que el eurocomunismo nace de las cartas de Gramsci en la crcel. Segn
Pilar Brabo, el movimiento encontraba su raz y su punto de partida en las reflexiones
de Rosa Luxemburgo y en Gramsci, por sus profundas reflexiones sobre el carcter del
Estado.
Segn otros, el origen y las races histricas del movimiento eurocomunista no
surgieron de la noche a la maana, sino fruto de un proceso ms largo y antiguo: por
eso, hay autores que consideran el Testamento poltico de Togliatti (el memorial de
Yalta) como punto de arranque del nuevo movimiento, como principio de una nueva
lnea autnoma y de una marcha hacia un nuevo modelo de socialismo, abogando por
una va democrtica. En esta misma lnea, particular relevancia tiene la opinin de uno
de los protagonistas, Santiago Carrillo, que en su clebre y polmico libro
Eurocomunismo y Estado, afirmaba: para unos, las diferencias comenzaron a hacerse
visibles tras el XX Congreso del PCUS; se acentuaron bruscamente en el 68, con la
invasin de Checoslovaquia. Para otros, los japoneses por ejemplo, el punto crtico se
produjo quiz en el momento en que empezaron a manifestarse las diferencias chino-
soviticas. Los comunistas ingleses elaboraron ya en los aos 50 un programa en el que
se prevea el paso al socialismo en la democracia. Coincida esta iniciativa con el
periodo de apertura que rode al XX Congreso del PCUS, en el que se estableci la
40 Elorza Antonio, Eurocomunismo y tradicin comunista, en el Congreso Organizado por Fundacin de Investigacin Marxista, en Madrid, en octubre de 1980 y publicado en AA. VV.: Vas democrticas al socialismo, Ed. Ayuso, Madrid, 1981, pg. 69. 41 Marcou, Lilly: El movimiento comunista internacional desde 1945, Siglo XIX, Madrid, 1981, pg. 145-146.
-
34
posibilidad del paso pacfico y parlamentario al socialismo (). Por su parte, en el 56
fueron los italianos, y particularmente Palmiro Togliatti, quienes ms hondo calaron las
causas de los fenmenos denunciados por Kruschev en el XX Congreso, y en
acontecimientos como los de Hungra. Togliatti supo tocar el punto crtico: el problema
estaba en el sistema poltico. Aunque, por lo menos pblicamente, no se desarroll la
crtica de este sistema, a partir de este momento comenz a destacarse la va italiana al
socialismo con mayor fuerza42.
Sin embargo, como demostracin de que se trata slo de hiptesis y que es difcil
concretar una acta de nacimiento del movimiento eurocomunista, el mismo Carrillo
indicaba que poda considerarse el 11 de julio de 1975 como fecha de inicio, es decir en
ocasin del encuentro entre el Partido Comunista espaol y el italiano en Livorno. Para
el ex secretario del PCE, en aquel entonces: Berlinguer quera desbloquear el sistema
italiano, y an permaneciendo fuera del Gobierno, haba conseguido ejercer una
influencia real sobre ste. De esa necesidad histrica surgi la corriente que se llam
eurocomunismo. Y tambin surgi de la necesidad para el PCE de poner fin a la
dictadura en Espaa, (pues) slo con una lnea impecablemente democrtica podamos
romper los comunistas espaoles la resistencia social contra nuestro partido43. Como
veremos a la hora de analizar las cumbres y declaraciones conjuntas entre los partidos
integrantes del Eurocomunismo, Berlinguer y Carrillo firman un documento en el que
declaran: La perspectiva de una sociedad socialista nace hoy de la realidad misma y se
basa en la conviccin de que el socialismo puede afirmarse solamente, en nuestros
pases, a travs del desarrollo y de la plena actividad democrtica. Esto tiene como base
la afirmacin del valor de las libertades personales y colectivas y de su garanta, la no
oficializacin de una ideologa de Estado, de su articulacin democrtica, de la
pluralidad de partidos en una dialctica libre, de la autonoma del Sindicato, de las
libertades religiosas, de la libertad de expresin, de la cultura, del arte y de las ciencias.
En el terreno econmico, una solucin socialista est llamada a asegurar un gran
desarrollo productivo, a travs de una poltica de planificacin democrtica que potencie
la coexistencia de distintas formas de iniciativa y de gestin pblica y privada44.
42 Carrillo, Santiago: Eurocomunismo y Estado, Editorial Crtica, Barcelona, 1977, pg. 142-143. 43 Carrillo, Santiago: Memorias, Barcelona, Planeta, 1983, pg. 548. 44 Valli, Bernando: Los eurocomunistas, Dopesa, Barcelona, 1977, pg. 234-235. La declaracin conjunta de los secretario apareci en Mundo obrero, tercera semana de julio de 1975.
-
35
Para otros estudiosos, nace del fracaso de la experiencia de la Unidad Popular en Chile,
caso que inspir a Enrico Berlinguer para revisar la idea de transicin al socialismo
como enfrentamiento antagnico con un adversario irreconciliable.
Debido a la dificultad de determinar cules son los desarrollo ideolgicos y las
experiencias histricas que estn en la base y dan origen a este fenmeno, podemos
sostener que el Eurocomunismo fue el producto de una dramtica serie de estados de
necesidad: el proceso a Stalin en 1956; el levantamiento hngaro e insurreccin de
Poznan en Polonia; el cisma chino-sovitico, la ruptura entre Mosc y Pekn, despus de
numerosos incidentes en la frontera siberiana; la primavera de Praga que provoc la
intervencin sovitica para sofocarla; la represin de las disidencias internas en las
democracias populares. Por eso, los partidos comunistas empezaron la
occidentalizacin del comunismo europeo, considerando la necesidad de diferenciarse
frente a los modelos y guas del Este, reivindicando autonoma y originalidad,
volvindose hacia los filones de la tradicin e ideologas nacionales45.
Finalmente, lo que resulta claro es que, en diferentes momentos, los partidos
eurocomunistas vivieron un momento de gracia o capitulacin, reflexin o
replanteamiento que los llev a esta nueva formulacin: para el PCE este momento fue
el 1968 y la Primavera de Praga, para los italianos el 1973 y la frustracin por los
acontecimientos de Chile, y para los franceses el 1975 y el verano portugus.
Independientemente de eso, el eurocomunismo non infatti caduto dal cielo sulla
realt europea degli ultimi tre anni. Lipotesi, cattivante, di un socialismo comunista
finalmente adattabile a una progredita civilt occidentale emersa anzitutto e poco per
volta de la evolucin poltica de los partidos comunistas de Italia, Francia y Espaa46.
1.4 El porqu del Eurocomunismo
La dificultad de fijar una fecha de nacimiento corresponde a la complejidad y variedad
de explicaciones sobre las causas de su formacin. El Eurocomunismo no fue una
variante o un modelo regional47 de socialismo que sobrevaluaba las especificidades de
las situaciones nacionales; tampoco fue la creacin de un nuevo centro organizativo del
movimiento comunista internacional, un nuevo cisma, parecido a lo que hicieron Tito
45 Nassi, Enrico y Cesarini Sforza, Marco: El Eurocomunismo, Caralt Editor, Barcelona, 1978, pg. 24. 46 Bettiza, Enzo: Il comunismo europeo. Una verifica critica dell'ipotesi eurocomunista, Milano, Rizzoli, 1978, pg. 58. 47 Como declaraba Georges Marchais en una entrevista a LHumanit: No hay, no puede haber, est totalmente excluido el hecho de que el movimiento comunista se remita a un centro de cualquier tipo, ya un centro mundial, ya un centro regional (14 de febrero de 1977).
-
36
o Mao. Al contrario, el Eurocomunismo fue el reconocimiento de una valoracin
convergente de los problemas de la democracia y del socialismo. En sus principales
rasgos, el Eurocomunismo fue el intento de crear un modelo de socialismo
correspondiente a las caractersticas del occidente y, por tanto, un tipo de estrategia
revolucionaria nueva. Los tres partidos que dieron vida al fenmeno reconocan que no
disponan de un modelo de referencia a partir del cual construir su propia va al
socialismo, anunciando la creacin de vas autnomas.
Como ya declaraba el secretario del Partido Comunista Italiano, Enrico Berlinguer en
1969: las fronteras de la lucha por el socialismo no coinciden con las fronteras de los
pases socialistas48. El Partido Comunista italiano, vanguardia del proyecto, propona
como objetivo lograr una comunidad de principios llamados a desempear un papel de
unificacin del comunismo europeo. Pero eso no supona la determinacin de una nica
estrategia dirigida por un centro nico, sino una va original al socialismo en Europa
adaptada a las exigencias y a las particularidades de cada nacin europea, a los rasgos
comunes existentes en esta parte del continente.
Los partidos comunistas occidentales sintieron la necesidad de reivindicar su autonoma
y originalidad, creando un nuevo proyecto cuya gestacin fue larga, controvertida e
incompleta49. Como afirmaba Lars Werner, presidente de los comunistas suecos: El
eurocomunismo en Occidente tiene races antiguas, profundas. Cada partido tiene en su
patrimonio culturales hombres que, como Gramsci o Togliatti en Italia, han debatido los
problemas de autonoma, de las vas nacionales, de la relacin entre democracia y
socialismo: estos hombres, de manera diferente y en relacin a su contribucin, son los
pioneros de este giro que an no sabemos a dnde nos llevar50.
Al nacer, el Eurocomunismo se presentaba valientemente (aunque no suficientemente)
crtico con la actuacin prctica sovitica, con algunos aspectos del pasado comunista,
con la intangibilidad de la doctrina, las tcticas impuestas, la polarizacin del mundo
EE.UU.- URSS, el centralismo y la dependencia a la Unin Sovitica y la revolucin
armada.
En la sociedad estaba presente el deseo de un nuevo comunismo ms realista y
democrtico, dispuesto a una autocrtica sin llegar a ser herejes o iconoclasta: una nueva
48 Berlinguer, Enrico: La Questione Comunista, Editori Riuniti, Roma, 1975, pg. 17. 49 La gestacin ha sido larga, pasando once meses, casi un ao entre la primera vez que el neologismo aparece en la prensa hasta su primer uso pblico por parte de unos de los lderes eurocomunistas. 50 Declaracin de Lars Werner, de mayo de 1977, contenida en el libro de Nassi, Enrico y Cesarini Sforza, Marco: El Eurocomunismo, Caralt Editor, Barcelona, 1978, pg. 21.
-
37
formulacin que tuviera en cuenta las peculiaridades del momento y las exigencias
ciudadanas.
Lenin haba declarado que todo puede ser criticado desde dos puntos de vista opuestos:
desde la derecha y desde la izquierda. Mientras el revisionismo de Bernstein, que dio
origen al reformismo y a los partidos socialdemcratas, se considera una crtica a
Marx desde el punto de vista de la derecha, el eurocomunismo se podra interpretar
como una anlisis crtica dentro de la izquierda misma. Segn el profesor Manfred
Spieker51, se le puede considerar a la crtica desde la izquierda como intento de
considerar la realidad histrica momento a momento (), es el esfuerzo de confrontar
la realidad con las teoras de los clsicos; es la tendencia a extraer consecuencias de esa
confrontacin. De esta manera, la crtica desde la izquierda representara una crtica
revolucionaria viviente, precisamente de la verificacin de las enseanzas de Marx,
Engels y Lenin sobre la realidad, y a las correcciones que se efecten sobre la base de
esa verificacin. Sin embargo, si se creyese en la existencia de un marxismo nico
siempre-valido, cualquier intento de desarrollo ulterior y adecuacin sera considerado
una desviacin o un sacrilegio-hereja.
En esta misma lnea, el eurocomunismo represent ms bien una tentacin: tentacin
de escapar de las ruinas del estalinismo52, con un propuesta que despertaba el recelo de
la parte ms intransigente de la izquierda mundial. Tanto fue as que, para secretario del
Partido Comunista de Alemania occidental (Deutsche Kommunistische Partei DKP),
Herbert Mies, el eurocomunismo representaba un complot, una maniobra de la
burguesa internacional para crear la divisin en el seno del movimiento comunista
internacional.
En un monogrfico sobre la Dictadura del Proletariado, Jos Manuel Bermudo vila
argumenta que el fenmeno eurocomunista entra plenamente en la historia del
marxismo, representando, asimismo, la expresin de sus contradicciones internas: en
cada momento histrico hay una de dichas posiciones que aparece como dominante,
como hegemnica. Pocas dudas caben respecto a que en los momentos de 1917-1923
dominaba la posicin leninista, avalada no solamente por el argumento de la revolucin
triunfante (...) Y no cabe duda de que, en nuestros das, en la Europa Occidental, es
dominante esa posicin eurocomunista (...) Como tendencia general ha estado siempre
51 Manfred Spieker: Neo-marxismus und Christentum. Zur Problematik des dialogs, Paderborn, Mnaco-Viena, 1974,