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UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR FACULTAD DE COMUNICACIÓN SOCIAL CARRERA DE COMUNICACIÓN SOCIAL FORTALECIMIENTO DE LA MEMORIA ANCESTRAL DE LA COMUNA INDÍGENA LLANO GRANDE A TRAVÉS DE LA CREACIÓN DE UNA REVISTA TRIMESTRAL Proyecto de Investigación previo a la obtención del Título de Comunicadora Social con énfasis en Periodismo Ana Belén Rosales Morales TUTOR: M. Sc. Willian Marcel Merizalde Guerra Quito, septiembre 2016

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UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR FACULTAD DE COMUNICACIÓN SOCIAL

CARRERA DE COMUNICACIÓN SOCIAL

FORTALECIMIENTO DE LA MEMORIA ANCESTRAL DE

LA COMUNA INDÍGENA LLANO GRANDE A TRAVÉS DE

LA CREACIÓN DE UNA REVISTA TRIMESTRAL

Proyecto de Investigación previo a la obtención del Título de

Comunicadora Social con énfasis en Periodismo

Ana Belén Rosales Morales

TUTOR: M. Sc. Willian Marcel Merizalde Guerra

Quito, septiembre 2016

ii

DEDICATORIA

Dedico este trabajo con amor a mis bisabuelos, a la fuente de mi inspiración y ejemplo de valentía y

lucha, mis abuelos paternos Luisa y Jorge y mis abuelos maternos, Enrique y Robertina.

A mis padres, José y Consuelo, a mis hermanos Viviana y Ricardo, a mis sobrinos Rafael, Martina y

Salma, sin su amor, cuidado, apoyo, consejos y fortaleza simplemente no estaría escribiendo estos

capítulos en el libro que es mi vida. Mi amor y corazón para ustedes.

A mi esposo, mi dj, caminante y compañero Wilmer Ramiro, y a mi hijo, cómplice, amigo y

consejero, Daniel Alejandro, quienes me brindaron su comprensión, su profundo amor, alegría y

compañía a lo largo de estos años de estudio y de mi vida. Los amo con el alma

También dedico este trabajo a los habitantes de la Comuna Indígena Llano Grande, a quienes

considero mi familia y por quienes guardo un profundo respeto y cariño. A mis compañeros y

compañeras de los cursos de Bordado y Kichwa, del Medio de Comunicación Comunitario

InfoLlanoGrande, Taller de Música Sayla Ñan y a los Miembros Pasivos y Activos de la Corporación

Samari Yachana Wasi. A mis compañeros y compañeras de los Talleres de Periodismo en el Centro

Educativo Bilingüe “Por la Paz” y en la Unidad Educativa Fe y Alegría “La Dolorosa”. Cuando los

conocí mi memoria, mi identidad e historia empezaron a re- construirse con solidez, solidaridad y

ternura.

A mis amigas- hermanas Gisela y Liliana, a mis amigas y amigos los de siempre y los de hoy quienes

compartieron sus espacios, amistad y conocimiento y aunque no los veo con frecuencia permanecen

en mi mente y alma.

A todas aquellas personas que a lo largo de mi trayectoria académica y personal compartieron sus

sentires, sus sabidurías de la memoria y el corazón. A aquellos que acompañan y acompañaron en

algún momento mi camino sin importar el tiempo y de dónde venían. A ustedes que me demostraron

que la vida está compuesta de sueños, de anhelos, decepciones, sonrisas, lágrimas y amor, que lo

imposible no existe cuando el ser humano se esfuerza, sueña y se arriesga con el corazón. A usted

caballero boliviano de sombrero negro y cabello trenzado.

iii

AGRADECIMIENTOS

Cuando finalizamos distintos procesos los seres humanos recordamos a aquellos seres que formaron

parte de ese camino y aunque sería mejor dar las gracias con un abrazo, una palabra, un pensamiento

o un gesto y todos los días, en estas líneas redacto a aquellas personas que compartieron este camino

académico y de vida.

Hoy, quiero agradecer a mis abuelos y abuelas, padres, hermanos, sobrinos, tíos, primos. Gracias por

su paciencia, respaldo, guía y amor.

A mi esposo y a mi hijo. Gracias por su compañía en las tardes de lectura, por los sets musicales para

alegrarme los días y por acompañar las noches de trabajos, por escucharme con atención cuando tenía

dudas, miedos o alegrías.

A mi familia política, a mis amigos, amigas, compañeros y compañeras. Gracias por su

incondicionalidad, solidaridad y cariño.

A todos los comuneros y comuneras de Llano Grande. Gracias por permitirme ser parte de su familia,

de su historia, de su memoria. Gracias por abrirme su sentir como seres originarios, como humanos

solidarios. Gracias por brindarme su corazón.

A todos los docentes que me formaron académicamente, a mi director de tesis Marcel Merizalde, al

personal administrativo y personal de servicios de la Facultad de Comunicación Social de la UCE.

Gracias a todos, los llevo en la memoria, el alma y el corazón.

iv

AUTORIZACIÓN DE LA AUTORÍA INTELECTUAL

Yo, Ana Belén Rosales Morales, en calidad de autora del proyecto de investigación realizado sobre

“Fortalecimiento de la memoria ancestral de la Comuna Indígena Llano Grande a través de la

creación de una revista trimestral”, por la presente autorizo a la UNIVERSIDAD CENTRAL DEL

ECUADOR, hacer uso de todos los contenidos que me pertenecen o de parte de los que contiene esta

obra, con fines estrictamente académicos o de investigación.

Los derechos que como autora me corresponden, con excepción de la presente autorización, seguirán

vigentes a mi favor, de conformidad con lo establecido en los artículos 5,6,8,19 y demás pertinentes

de la Ley de Propiedad Intelectual y su Reglamento.

Quito, 26 de septiembre de 2016

Ana Belén Rosales Morales

CI: 0603351826

Telef. 0979761128

E- mail: [email protected]

v

ÍNDICE DE CONTENIDO

Dedicatoria ii

Agradecimientos iii

Autorización de la autoría intelectual iv

Índice de contenido v

Índice de anexos vi

Índice de tablas vii

Índice de gráficos viii

Resumen ix

Abstract x

Introducción 1

Justificación 3

CAPÍTULO I

HACIA UN DISCURSO DE LA DIFERENCIA

1.1 El origen de la desigualdad en América Latina 4

1.2 Abya Yala: El despertar de los pueblos originarios 6

1.3 La Cultura en la construcción del ser originario 9

1.4 Para entender a los pueblos originarios: ¿Qué es la identidad? 14

1.5 Espacios diversos y participativos: La Interculturalidad en los pueblos originarios 18

1.6 La Comunicación: una práctica para el fortalecimiento de la comunidad 20

1.7 Comunicación y cultura: re-conociendo a la comunidad 22

1.8 El proceso comunicativo desde la interculturalidad 25

CAPÍTULO II

RAÍCES ANCESTRALES DEL PUEBLO KITU KARA

2.1 Cuando la memoria cruza la identidad, descubriendo los orígenes 27

2.2 Ser indígena urbano en el Distrito Metropolitano de Quito 31

2.3 Pueblo Kitu Kara: el renacer de los indígenas en la ciudad 33

2. 4 La comuna: un espacio vivo en el exterminio del mundo urbano 36

vi

HATUN PAMBA Y SU MEMORIA ANCESTRAL

2.5 Origen de la Comuna Indígena Llano Grande 40

2.6 Relatos desde la ruralidad 42

Hacia el fortalecimiento de la memoria ancestral 42

2.6.1 Crónica uno: Calixto Muzo lideró con tesón la Comuna Llano Grande 42

2.6.2 Crónica dos: ¡Despierta Comunero! 44

Llano Grande, un espacio para revitalizar la memoria ancestral 46

2.6.3 Crónica tres: “Tía Lolita y el poder de la sanación ancestral” 49

2.6.4 Crónica cuatro: “Ñucanchicpura: Colla Quilla Raymi” 51

Llano Grande en la actualidad 60

2.7 La comuna ancestral: somos nosotros y nosotras 60

CAPÍTULO III

UN TEJIDO DE COMUNICACIÓN EN LLANO GRANDE

3.1 El periodismo que interpreta la realidad 63

3.2 Comunicación y voces rurales 64

3.3 Elaboración del anteproyecto de revista 65

Propuesta Diseño de Revista 65

3.3.1 Localización del lugar donde se llevará a cabo la creación de la revista 66

3.3.1.1 Macro social 66

3.3.1.2 Micro social 66

3.3.2 Formato del medio 67

3.3.3 Contenidos de la revista 69

ESTUDIO DE NECESIDADES DE COMUNICACIÓN IMPRESA EN LA COMUNA

INDÍGENA LLANO GRANDE (PROPUESTA PARA LA ELABORACIÓN DE UNA

REVISTA SOBRE LA MEMORIA ANCESTRAL) 72

1. Tipo de estudio (cualitativo) 72

2. Población de estudio (muestra de investigación) 73

3. Muestra de investigación 73

4. Técnica de estudio: Entrevistas 73

5. Instrumento: análisis de contenido 74

vii

6. Procedimientos seguidos (pasos) 75

7. Discusión de resultados 89

7.1 Jerarquización de datos obtenidos 92

7.1.1 Historia de Llano Grande 92

7.1.2 Comunidad 92

7.1.3 Memoria ancestral 93

8. Interpretación de datos 93

CONCLUSIONES 95

BIBLIOGRAFÍA 97

ÍNDICE DE ANEXOS 102

Anexo 1: Valle de Tinallo- Vista General 102

Anexo 2: Algarrobo, planta originaria 102

Anexo 3: Comunera originaria trabajando la tierra en el Valle de Tinallo, un día sábado en la

mañana 103

Anexo 4: Iglesia “Nuestra Señora del Rosario”, es una de las tres capillas de la comuna 103

Anexo 5: Cementerio de la Comuna Llano Grande 104

Anexo 6: Estadio Atahualpa, una de las tres canchas que existen en la comuna 105

Anexo 7: Mujeres comuneras vendedoras de alimentos en las afueras del Estadio Atahualpa 105

Anexo 8: Manuel Muzo, Tío Salchicha cose los anacos de las comuneras 106

Anexo 9: Manuel Muzo “Tío Salchicha”, Don Miguel Muzo “Don Payaso”

y un comunero compartiendo música 106

Anexo 10: Taller de Música Sayla Ñan 107

Anexo 11: Celebración del Coya Raymi 2015 109

Anexo 12: “Pintemos Llano Grande”, una iniciativa para pintar murales de las

Señoritas Hatun Pampa Warmi 2015, Karina Muzo, Angelita Romero y Eliana Muzo 117

Anexo 13: Karina Muzo, Shuk Niki Hatun Pampa Warmi 2015 119

Anexo 14: Proyectos de la Srta. Karina Muzo, Hatun Pampa Warmi 119

Anexo 15: Corporación Samari Yachana Wasi 122

viii

Anexo 16: Vestimenta originaria de la mujer comunera 125

Anexo 17: Salomé Collaguazo, comunera y colaboradora en el fortalecimiento

de la vestimenta de la mujer originaria 126

Anexo 18: Miguel Ángel Muzo, el trovador de Llano Grande 126

Anexo 19: Encuentro de rememoración a Raúl Tasiguano, comunero y líder indígena 127

Anexo 20: Comunero y comunera: La mujer lleva la vestimenta originaria

y el hombre lleva la vestimenta de Capitán de la Fiesta Tradicional de la comuna 129

Anexo 21: Talleres de Periodismo a niños del Centro Educativo Bilingüe “Por la Paz” 130

Anexo 22: Talleres de Periodismo con los estudiantes de la Unidad Educativa “La Dolorosa” 131

ÍNDICE DE TABLAS

Tabla 1 Matriz de Análisis N°1 Historia de Llano Grande 92

Tabla 2 Matriz de Análisis N°2 Comunidad 92

Tabla 3 Matriz de Análisis N°3 Memoria ancestral 93

ÍNDICE DE GRÁFICOS

Gráfico N°1 Localización Micro social 66

Gráfico N°2 Localización Macro social 67

ix

TEMA: “Fortalecimiento de la memoria ancestral en la Comuna Indígena Llano Grande, a través de

la creación de una revista trimestral”

Autor: Ana Belén Rosales Morales

Tutor: Msc. Willian Marcel Merizalde Guerra

RESUMEN

En esta investigación se plantea la creación de una revista trimestral que contiene en parte el bagaje

cultural, memoria e identidad de esta comuna, al tiempo que desea instaurarse como un proyecto a

largo plazo y que su contenido se difunda dentro y fuera de este sector. Se realiza un breve análisis

sobre algunos conceptos que favorecieron discursos de eurocentrismo y de periferia impuesta a los

pueblos originarios que aún perviven. A través de cuatro crónicas periodísticas se presentan todos

los saberes, tradiciones, costumbres y recuerdos de los comuneros y sus acciones. Para llevar a cabo

este trabajo se utilizó el método cualitativo y como técnica se usaron entrevistas en el entorno

cotidiano de los comuneros, así como compartir conocimientos, actividades, relatos y encuentros en

reuniones, talleres o asambleas entre adultos, jóvenes y niños de la comunidad y de las

organizaciones que conforman este lugar. La tradición oral y la memoria ancestral de los abuelos y

abuelas de esta comuna indígena prevalece en el tiempo y se articula con nuevos actores sociales de

diferentes edades y formas de pensar.

PALABRAS CLAVE: PUEBLOS ORIGINARIOS / MEMORIA ANCESTRAL / IDENTIDAD /

INTERCULTURALIDAD / REVISTA / COMUNA INDÍGENA / PUEBLO KITU KARA

x

TITLE: Ancestral memory strengthening in Llano Grande Indigenous “Comuna”, through the

creation of a quarterly magazine

Author: Ana Belen Rosales Morales

Tutor: Willian Marcel Merizalde Guerra, Msc.

ABSTRACT

This research proposes the creation of a quarterly magazine containing partly cultural background,

memory and identity of this community, while it aims to be instituted as a long-term project and that

its content is distributed inside and outside this sector. It is performed a brief analysis of some

concepts that favored eurocentrism speeches and periphery imposed on indigenous peoples who still

survive. Through four newspaper reports all knowledge, traditions, customs and memories of

community members and their actions are presented. To carry out this work the qualitative method

was used and as technical interviews in everyday environment of the villagers were used as well as

share knowledge, activities, stories and meetings, workshops or meetings among adults, youth and

children in the community and organizations that make up this place. The oral tradition and ancestral

memory of this indigenous commune grandparents prevails over time and articulates with new social

actors of different ages and ways of thinking.

KEY WORDS: NATIVE TOWNS / ANCESTRAL MEMORY / IDENTITY / INTERCULTURALITY

/ MAGAZINE / INDIAN “COMUNA”/ KITU KARA TOWN

xi

1

INTRODUCCIÓN

Desde el advenimiento de la modernidad que empezó con la conquista de América, se construyó una

visión eurocéntrica de la vida misma, en la que se establecían los cánones para determinar la

diferencia, la hegemonía de Europa y la periferia impuesta a otras culturas y naciones.

En la actualidad la llamada colonialidad del poder se evidencia en los pueblos originarios no solo en

el Ecuador sino en gran parte del mundo donde existen pueblos o nacionalidades, los mismos que

luchan para mantener sus tradiciones, vestimenta, costumbres e idioma en sus propios territorios.

La cultura y los saberes que son herencia de los habitantes de la comuna Llano Grande, ubicada en

la provincia Pichincha, cantón Quito, perteneciente al pueblo Kitu –Kara reconocido como pueblo

en reconstrucción de la nacionalidad kichwa desde el año 2001 por el Consejo de Nacionalidades y

Pueblos del Ecuador (CODENPE), son fruto de la enseñanza de la vida familiar nuclear, comunitaria,

organizativa y cotidiana, por esta razón, permanecen en la tradición oral de las generaciones adultas

y se trasladan al conocimiento y práctica de las generaciones venideras.

El tema escogido para la investigación es: “Fortalecimiento de la Memoria Ancestral de la Comuna

Indígena a través de la creación de una revista trimestral”. Este estudio se enfocará en la riqueza de

las tradiciones, valores comunitarios, costumbres, gastronomía, fiestas, idioma,formas de vida,

testimonios, códigos, símbolos, saberes locales de esta comuna, en el contexto pasado y cómo se

articulan en la actualidad, visto como un proceso en el que recordar, narrar, olvidar, interpretar,

conocer, difundir y resignificar adquiere sentido en las relaciones humanas que se establecen en la

cotidianidad del día a día, donde las prácticas colectivas de la comunidad mediante sus actores

sociales re-construyen su presente y futuro y donde la comunicación lingüística y no lingüística

adquiere un valor fundamental porque es a través de ella que se expresa la memoria.

Con el fin de valorar esta memoria ancestral, cultura, saberes, historia, maneras de pensar, formas

organizativas e identidad particulares es necesario difundir una revista trimestral, que servirá como

herramienta para recopilar varias secciones y tipos de formas de comunicación, por ejemplo con la

publicación de reportajes, noticias, crónicas, reportes gráficos o testimoniales. La revista permite en

este sentido acumular varias informaciones o formas de decir de las actividades, conocimientos de

la comunidad, como también destacar los valores y todas las características que guarda este territorio.

No como mero folclore sino como una comunidad y un espacio vivo que se reafirma desde su

existencia, identidad, sabiduría, esfuerzo, trabajo, reflexión, solidaridad, desde sus orígenes hasta la

actualidad.

Este trabajo intenta demostrar que la tradición oral a través de varios relatos de ancianos y adultos

testigos de la memoria de esta comuna, prevalece a través del tiempo y cómo pueden articularse con

2

niños y adolescentes como un legado desde el sentir, hacer, actuar y pensar individual y comunitario

y como un aporte para la identificación indígena de Llano Grande.

Para tal efecto se determinó el estudio, registro y sistematización de algunos testimonios de los

adultos mayores, adultos, jóvenes de la comuna, así como la recopilación de fotografías de la fiesta,

danza, música, gastronomía e historia de la comuna no solo en el trabajo de investigación sino en el

contenido de la revista.

Si bien es cierto existen muchos otros elementos importantes acerca de los saberes de la comuna pero

los que se presentan obedecen a la extensión de este documento, no por ello se resta importancia a

saberes que constituyen la vida misma de la comuna, tan solo se delimitaron por cuestiones

cuantitativas más que cualitativas.

El presente documento desarrolla tres capítulos:

En el primer capítulo se realiza un breve análisis sobre el contexto en el mundo desde la conquista

de América, además diversas apreciaciones sobre conceptos pertinentes para el marco teórico de esta

investigación.

En el segundo capítulo se realiza una descripción general del contexto histórico acerca de los orígenes

ancestrales de la comuna, de su identidad como pueblo y cómo se vive en el momento actual. Este

espacio recoge la memoria de la comuna a través de cuatro crónicas y de varios relatos de los adultos

mayores, adultos y jóvenes de la comuna. Estas crónicas están sustentadas por varias fuentes teóricas,

así como testimonios de los habitantes.

Finamente, el tercer capítulo corresponde al fortalecimiento e interpretación de la memoria ancestral.

En primera instancia se mencionan conceptos de periodismo, qué géneros periodísticos contiene la

revista, el formato del medio impreso, el estudio de necesidades de un medio de comunicación, en

este punto, se transcriben las entrevistas y se realiza un análisis y se muestran los resultados del

estudio.

3

JUSTIFICACIÓN

La presente investigación se realiza con el fin de recopilar estos saberes y prácticas ancestrales de

los habitantes de este sector, es necesaria la elaboración de una revista como medio de difusión e

información, que será un mecanismo para que estos conocimientos, procesos propios en economía,

cultura, entre otros, y la vida misma de esta comunidad se fortalezcan, sean reconocidos por los

mismos habitantes y además sean conocidos y valorados por otros pueblos, servirá además para

revitalizar los valores, códigos y vivencias más sobresalientes. Aunque esta no es la primera iniciativa

de revista en este territorio es preciso señalar que es muy importante que existan medios de

comunicación que permitan conocer no solo la vida comunitaria, sino además las afectaciones en

territorio y sus necesidades.

También el desarrollo de la investigación es importante porque se enfocará en promover la

participación de los diferentes públicos y actores sociales de la comunidad, a quienes se invitará a

participar con sus trabajos escritos, en la publicación de sus proyectos o emprendimientos, de manera

que todos puedan leerla y se torne más interactiva. Además se implementará este proyecto de revista

como un medio alternativo.

Para este efecto se realizaron varias entrevistas no estructuradas y en sus espacios de vida a

comuneros y comuneras, se efectuó una selección de nueve voces que recogen el sentir de un trabajo

compartido, de experiencias y de saberes, se trata de personas con conocimiento de la historia de

Llano Grande articuladas con sus propias experiencias, de personas que guardan y fortalecen la

identidad de la comuna desde varios frentes como: comunicación, danza, cultura, música, tradiciones,

rituales. La edad de los entrevistados va desde los 11 años hasta los 72 años.

Hay que resaltar que previamente existió un acercamiento con las autoridades de la Junta Parroquial,

Instituciones Educativas, de un medio de comunicación comunitario, quienes demuestran interés y

apoyan esta iniciativa como la ejecución del proyecto en la comunidad, por lo que se emitió una

solicitud para comenzar con la investigación, la misma que fue aprobada por estas Instituciones y

contó con la colaboración de toda las autoridades y de la comunidad.

Esta revista será de publicación trimestral y estará enfocada en la producción de los contenidos junto

con los relatos de los actores sociales que conforman la comuna, es decir, niños, niñas, adultos y

ancianos comuneros.

Como antecedente, el 23 de febrero de 1956 Llano Grande se erige como comuna indígena jurídica

bajo Acuerdo Ministerial Nº 3474. Desde sus orígenes en el año 1950 la comuna de Llano Grande

ha luchado por conservar y defender su identidad y cultura en las prácticas, costumbres, organización,

vida individual y colectiva, códigos y símbolos de influencias ajenas.

4

CAPÍTULO I

HACIA UN DISCURSO DE LA DIFERENCIA

1.1 El origen de la desigualdad en América Latina

Con la llegada de los españoles al Nuevo Mundo - como fue llamado por los conquistadores- lo que

se vivió en América Latina fue impuesto, y las consecuencias para los hombres y mujeres del mundo

significaron no sólo la división en “razas”, “territorios” y “clases sociales” sino que este modelo

ordenó el mundo en grupos dominantes y en dominados, naciones del centro y de la periferia que

daban cuenta de una clasificación no solo física sino también de los imaginarios de los seres

humanos. El discurso colonialista que surge luego de la conquista de América configuró un

pensamiento que legitimaba y consideraba natural que otros seres humanos le pertenezcan; hacerlos

esclavos y disponer a voluntad de sus cuerpos. Un discurso que establecía el sometimiento como

forma de relacionarse unos con otros.

En América Latina se encontraron por primera vez hombres que se desconocían entre sí. En este

proceso – y no solo en el discurso-, se habla de “Otro”, quien no solo aparece como una categoría

discursiva sino que entraña un ejercicio de dominación. En este sentido Enrique Dussel (2011), en

su libro Filosofía de la Liberación menciona que ser “otro” es aquello que está fuera de uno mismo,

lo externo, un ente que es parte del entorno y además es cuerpo, parte de uno mismo, pero que puede

ser conquistado, aleccionado, civilizado. La exterioridad del “Otro” es negada y para Europa ese

“Otro” con el que se encontró, sirvió para explicar y justificar este proceso de dominación de otros

seres humanos y otorgarle jerarquía como conquistador.

Este llamado “Otro”,… “es como el horizonte hacia dónde y desde donde se manifiestan los

fenómenos del mundo. Es el fundamento y la identidad ontológicos; es la luz que ilumina la totalidad

del mundo. Y bien, más allá del ser, trascendiéndolo, hay todavía realidad” (Dussel, 2011, pág. 78).

En el año 2011, Enrique Dussel llamó descubrimiento al hecho que se originó en 1492, conocido

como la Primera Modernidad, este hallazgo, no tiene un sentido de encuentro, “descubrir” a los otros

será entonces un ejercicio donde se establecieron relaciones de posesión y de aislamiento como

protagonistas en la construcción de la historia. Se trataba de instituir límites de diferencia, aquí surge

la noción de “nosotros” desde una perspectiva europeizada, y la visión de “ellos” perspectiva

5

americana. Este espacio se erige dentro de la contradicción donde se visibiliza al otro y se lo reconoce

como mero signo de dominación, pero además se lo encubre y recluye dentro de la categoría de

“otro”, ese otro es entonces una extensión del mismo pero que el conquistador lo establece subsumido

en la inferioridad.

En el año 2007, Tzvetan Todorov en su libro La Conquista de América – El Problema del Otro,

afirma que el descubrimiento para Cristóbal Colón representó la posibilidad de expandir el

cristianismo, la conquista se constituyó como el medio y la implantación de la doctrina cristiana en

el fin. En este marco el descubrimiento y luego la conquista son procesos ligados a la historia de los

sujetos, este suceso además determinó ciertos cánones de interpretación y de entendimiento hacia el

“otro”. “La única comunicación verdaderamente eficaz que establece con los indígenas se efectúa

sobre la base de su ciencia de las estrellas” (Todorov, 2003, pág. 28) . Se ejerció una comunicación

en desigualdad, es decir, no existió comunicación, y en todo caso, si se estableció un proceso

comunicativo fue con el afán de apropiarse de los saberes, conocimientos y símbolos para

transformarlos y usarlos a su conveniencia.

““El “conquistador” es el primer hombre moderno activo, práctico, que impone “su

individualidad” violenta a otras personas, al Otro” (Dussel, 1994, pág. 50), quien figuró en el lugar

de dominado estuvo inmerso en la individualidad del conquistador, como tal, no se tomó en cuenta

a su ser-individual, es decir, el Otro no fue un sujeto, el conquistador lo adhirió a él, enajenándolo,

dejándolo por fuera de lo que realmente es. Este Otro fue negado de su verdadero ser y resultó una

amenaza que debió ser controlada imponiéndole sus imaginarios, el poder no se mostraba, se ejercía.

Interpretar al otro significaría excluirlo y legitimar un nuevo orden. La base de formulación del ego

europeo y además del eurocentrismo “yo conquisto”, como lo explica Enrique Dussel, transita al “yo

pienso” como lugar de enunciación, conquistado/conquistador, donde se establecían relaciones

asimétricas, legítimas y donde se efectuaban en la práctica criterios de la modernidad. La

construcción de este discurso se articuló y continúa hasta hoy, como un ejercicio que cosifica a los

seres humanos, violenta sus cuerpos y los humilla, los dominados no son sujetos, el cuerpo del

habitante de América se convierte en materialización de mercancías.

A decir de Aníbal Quijano (2014), quien introduce conceptos como eurocentrismo y colonialidad del

poder, - categorías que sirvieron para establecer la hegemonía de unos sobre otros y que naturalizaron

6

y establecieron un modelo llamado modernidad que se instauró al “descubrir” América-, advierte que

América reconfigura una nueva época y emerge otro orden social, establece que la explotación del

trabajo fundamentó el eurocentrismo, la invención de la raza, la jerarquía colonial, por lo tanto este

sistema reprodujo y organizó de manera desigual a los sujetos, al mundo, y se constituyeron

identidades y subjetividades con el paso del tiempo.

Se estableció la hegemonía del centro, por esta razón, naciones, pueblos y vale mencionar los pueblos

originarios sostienen su existencia desde un lugar periférico donde sus formas de vida en algunos

casos, permanecen en el olvido, en la incomprensión, desconocimiento e incertidumbre y en un

desequilibrio que muchas veces generan la pérdida y/o la negación de la identidad, orígenes o cultura,

lo que provoca un vacío en el núcleo de las sociedades originarias. La sociedad eurocéntrica

discrimina al otro por la idea de raza, etnia, género, origen, clase social, por los rasgos fenotípicos,

de tal forma que los excluye con sus conocimientos y tradiciones. El discurso de dominación y de

exclusión se instaura y ejerce influencia en la sociedad, donde con discursos y acciones se hacen eco:

la violencia de género, explotación laboral, racismo, homofobia, entre otros abusos de poder, y, en

el caso que ocupa esta tesis, toma fuerza en el mundo andino, que es el precedente o el origen de los

ancestros en América Latina. En este sentido se valida solo lo europeo, lo blanco, lo moderno, lo

evolucionado, lo civilizado, lo racional, lo científico y la idea de desarrollo como herencia de la

conquista permanece.

De tal forma que la conquista es un hecho histórico donde, hasta hoy, en interacciones habituales que

se normalizaron y en relaciones sociales se practica la violencia, aún se destruyen los mundos de

otros seres humanos, sus interpretaciones, sus sentidos. Se establece solamente un único código de

significación, se asignan roles y se despojan de sus conocimientos tradicionales y ancestrales, de su

mundo simbólico, sus lenguas, sus creencias y verdaderos significados a los pueblos originarios.

1.2 Abya Yala1: El despertar de los pueblos originarios

De acuerdo con Patricio Guerrero (1993), al hablar de los pueblos originarios introduce el término

“lo andino” como una forma de entender este proceso en dos dimensiones: en primer lugar desde una

1 Muyolema, Armando: “De la Cuestión Indígena” a lo “Indígena” como cuestionamiento. Hacia una crítica

del latinoamericanismo, el indigenismo y el mestiz(o)aje. En Convergencia de Tiempos. Estudios subalternos.

Contextos latinoamericanos, Estado, cultura, subalternidad. Amsterdam/Atlanta: Rodopi, 2001, (327-363).

El autor recupera este nombre asumido por las organizaciones indígenas de varios países desde la década de

los 80 y que en la lengua cuna quiere decir “tierra en plena madurez”.

7

perspectiva teórica cuando se estudia el pasado para instruirse en el presente, y en segundo lugar

desde una perspectiva política al mirar al mundo andino y a los pueblos indígenas como un lugar de

enunciación donde la lucha está presente a pesar de la dominación y de la imposición de roles

sociales. Explica que cuando esto ocurre los actores y sujetos originarios re-piensan su realidad,

construyen una matriz indígena que sigue en pie a pesar del tiempo, que se muestra, y se re-conoce

desde sus procesos internos donde resisten con sus propios discursos y la práctica de sus acciones.

El mundo andino, desde el que emerge el pensamiento andino, está muy lejos de ser una realidad

homogénea. Por el contrario, se encuentra habitado por una diversidad de formas de vida, de

modos de apropiación de la naturaleza, de maneras de resolver su propia comprensión (Rojas,

2014, pág. 1).

Es decir, hablar de lo andino permite que comprendamos que existe diversidad, ya que existen etnias,

pueblos y culturas cuya riqueza se configura en el idioma, vestimenta, cosmovisión, organización

social y política, administración territorial, recursos, justicia, valores, que identifican y recrean la

realidad y el universo de los pueblos originarios y las relaciones con otros pueblos. Es un entorno

múltiple y heterogéneo cuya unidad se construye por lazos de parentesco, de hermandad y

solidaridad, característica propia de los pueblos originarios. “Lo andino no se agota en lo indio”

(Guerrero, 1993, pág. 7). En efecto, lo andino significa reconocer que existen muchos seres humanos

que día a día viven y se relacionan, en ámbitos sociales, étnicos y en espacios geográficos diversos.

Por tanto, de acuerdo con Patricio Guerrero a partir de lo andino se puede entender lo mestizo, lo

criollo, lo negro, lo cholo y elucidar las complejidades que se reflejan en las interrelaciones entre

etnias y razas cuando se producen. Para este autor, lo andino rompe con el paradigma racista de hace

500 años atrás. Superar este concepto significa recuperar y reflexionar sobre la historia de un proceso

pasado, para renovar el presente y construir el tiempo que vendrá. En otras palabras se confiere un

papel primordial al sujeto que no es un simple espectador sino que se convierte en protagonista activo

de su realidad individual, colectiva, diversa, compleja y cambiante. “La utopía andina se hace cada

vez más posible, pues se evidencia un nuevo proceso de la historia, en el cual los pueblos indios

muestran su fuerza protagónica como constructores activos de ella” (Guerrero, 1993, pág. 9).

La historia, saberes, conocimientos, creencias, formas de vida, memoria individual y colectiva y las

relaciones con y del mundo andino son prácticas y entendimientos ancestrales que guardan códigos

que permiten que se conozca a una comunidad, a sus habitantes y a la naturaleza que son parte de su

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contexto de vida. Los pueblos originarios o llamados pueblos indígenas aún guardan las historias, la

visión, los sentidos, las formas de vida, vestigios y costumbres de sus comunidades.

La memoria personal y colectiva de un pueblo originario habla de principios y planes de vida

colectivos, recuerdos compartidos, relaciones armónicas con unas u otras comunidades y con la

naturaleza, y finalmente esto es lo que determina la identidad y su sentido de pertenencia. Los pueblos

y comunidades originarias que aún preservan estos conocimientos y saberes, además se enfrentan a

un modo de pensar eurocéntrico que homogeniza, rechaza y a toda costa pretende eliminar la

diferencia para asirlos a un proyecto común occidental y someter al hombre y a la naturaleza. En este

proceso aunque no se pierdan, pueden cambiar o adquirir otras dinámicas las propias tradiciones,

conocimientos ancestrales, el idioma y la memoria oral como esencia para la transmisión de las

formas de vida y pensar de las comunidades indígenas, especialmente.

Desde esta perspectiva los habitantes de la comuna indígena Llano Grande adquieren un papel

preponderante. Hasta hoy en día, en medio de la urbanidad existen comunas y comunidades indígenas

y campesinas que defienden, protegen y mantienen su existencia, que aún viven sus propias prácticas,

relaciones de reciprocidad, habitantes que tejen y siembran sus lazos sociales y de unión. Los

habitantes de Llano Grande a quienes va dirigida esta investigación perviven en medio de la ciudad

que aún no los reconoce como indígenas. Al mismo tiempo luchan por mantener sus tradiciones y

formas de vida en sus propios territorios y fuera de ellos, esto es un reflejo de una memoria colectiva

e histórica de la que son herederos legítimos. En ciertos casos algunos niños y jóvenes no conocen

las tradiciones, costumbres, historia, significados, usos e interpretaciones de su vida comunitaria y

de sus orígnenes; lo que contribuye al desconocimiento y en parte al olvido de sus raíces culturales.

Es momento de que la comuna plasme sus narraciones históricas, sus memorias, su cultura y los

saberes que son herencia de los primeros antiguos habitantes de la comuna y emergen en la vida

comunitaria.

Es necesario reconocer la pre-existencia de los pueblos originarios pero desde una visión nueva, no

como el fruto de 500 años de dominación, es necesario no verlos más como los “vencidos” sobre los

que intelectuales, sociólogos, antropólogos entre otros expertos cumplen el rol de “libertadores” o

ventrílocuos, otorgándoles una voz para que “recuperen” su cultura. Es necesario que comprendamos

su existencia milenaria organizada y autoconsciente, reconociéndolos en sus derechos, su fuerza y

lucha insurgentes y poseedores de sus propias formas de comprender el mundo e interactuar con la

sociedad moderna y occidental, capaces de emprender nuevos retos y nuevos caminos.

9

“El acumulado social de la existencia de los pueblos indios se fue construyendo desde su saber y

hacer cotidiano. Entendemos lo cotidiano, como el espacio donde el hombre articula su vida”

(Guerrero, 1993, pág. 14). El comunero y comunera de Llano Grande puede construir y construirse

desde sus acciones diarias, sus prácticas habituales se renuevan y reproducen en comunidad con las

relaciones sociales, las que se convierten en un espacio de creación y realización de ideas, proyectos,

sentidos, significados y simbolismos donde pueden constituir su identidad y su cultura. Los saberes

o “racionalidad andina”2 son preservados en la memoria, recreados a través del tiempo y

reproducidos en el presente. “Al saber, por lo tanto, lo entendemos como la producción simbólica

de significaciones, de sentidos y formulaciones, de interpretaciones, así como también de praxis”

(Guerrero, 1993, pág. 15). En efecto, para los habitantes de Llano Grande saber y conocer significa

que pueden explicar y vivir su mundo y además entender al mundo occidental, pues su existencia es

evidencia de su permanencia en el tiempo, con sus prácticas en economía, agricultura, medicina

ancestral o alternativa, organización política, costumbres e idioma, entre otros.

En definitiva, los pueblos indígenas hoy en día trascienden del lugar relegado de dominación hacia

la reconstrucción y fortalecimiento de su presente y futuro. Sus propios saberes no son solo

instrumentos que sirvieron y sirven para la supervivencia y las afirmaciones de sus identidades, sino

además son mecanismos que sirven para la transformación de todas sus dimensiones como ser

íntegros indígenas.

Pensar lo indígena en América Latina no es plantearse únicamente la cuestión de los veintiséis

millones agrupados en cerca de 400 etnias, es plantearse también la cuestión de los "pueblos

profundos" que atraviesa y complejiza, aún en los países que hoy no tienen poblaciones "indias",

el sentido político y cultural de lo popular. Durante largo tiempo la cuestión indígena se mantuvo

cercada por un pensamiento populista y romántico que identificó lo indígena con lo propio y esto

a su vez con lo primitivo. Y convertido en piedra de toque de la identidad lo indígena pasó a ser

lo único que nos queda de auténtico: ese lugar secreto en el que permanece y se conserva la

pureza de nuestras raíces culturales. Todo el resto no es más que contaminación y pérdida de

identidad (Barbero J. , 2003, pág. 205).

1.3 La Cultura en la construcción del ser originario

Cuando un individuo nace, no elige dónde lo hace, qué lengua hablar, qué vestimenta llevar. Su

llegada a este mundo es una dicha para quienes lo rodean. En el transcurso de los años este mismo

2Guerrero, Patricio: “Corazonar una antropología comprometida con la vida: miradas otras desde Abya Yala

para la decolonización del poder, del saber y del ser”, Quito: Editorial Abya Yala, 2010.

El autor afirma que “la racionalidad andina es el resultado, la producción socialmente necesaria de la cotidiana

praxis creadora de sus pueblos. Allí se encuentra una carga acumulada e contenidos simbólicos mantenidos en

la memoria colectiva”.

10

ser humano observa y coexiste con su realidad a lo largo de su crecimiento y con el entorno de otros

seres humanos y de sus interacciones cotidianas. “Cada ser humano incorpora la trama de prácticas,

rituales, creencias y significados, los modos de sentir, sufrir, imaginar a lo largo de su vida”

(Grimson, 2011, pág. 138). Es así que va constituyendo su sentir y ser propios con distintas formas

de sentir, hablar, ver y vivir la vida, con propias y distintas costumbres, pensamientos, luchas, miedos

y creencias.Todos los seres humanos comparten un sentido de pertenencia a una ciudad, país o región,

cultura, identidad, movimientos sociales y urbanos, grupos etarios y diferentes grupos sociales.

El concepto de cultura tiene varias definiciones desde varias corrientes ideológicas y de pensamiento.

De ahí que hoy en día surjan varias voces como la de Alejandro Grimson (2011), en su libro “Límites

de la Cultura: crítica de las teorías de la identidad” que plantea que la cultura es una parte que

constituye al sujeto y es una característica inherente a su historia. Patricio Guerrero (1993), al

respecto sostiene que “la cultura es también una respuesta dialéctica, una creación continua que

encuentra en la propia vida la posibilidad para su existencia y reproducción” (Guerrero, 1993, pág.

16). La cultura - y más adelante se explicará con el concepto de identidad- si bien es propia, con la

que nace y esencial de cada individuo no es algo estático sino que permite en el transcurso de la vida

con la participación y con el compartir con otros seres humanos, adherirse, adoptar, pertenecer,

hacerla la suya y asimilar una cultura y una identidad distinta con la que se nace, claro está, que esta

es una decisión de cada ser humano.

En el año 2011, Alejandro Grimson estudió que el tradicional concepto de cultura afirma que está

implícita la idea de homogeneidad y desde esa perspectiva todos los seres humanos son iguales y se

excluyen las diversidades. La cultura como categoría se utiliza además para agrupar a los seres

humanos en un solo universo, legitima ciertas desigualdades existentes y confiere espacios de

sujeción para los mal llamados pueblos periféricos. Grimson desploma el argumento en el que se

atribuye la existencia de una sola cultura – la etnocéntrica- que deja por fuera a aquellas culturas no

occidentales legitimando el poder eurocéntrico, moderno y colonial.

En el mundo existen numerosos y heterogéneos universos, una diversidad de pueblos, comunidades

y naciones que se conciben en sus propios imaginarios, creencias, conocimientos, procesos históricos

y sociales y en las interrelaciones con otros sujetos, establecen diferencias, igualdades y muchas

veces conflictos. “Ni el color de la piel, ni el lenguaje, ni el territorio, ni la religión sirven para

identificarse en conjunto” (Canclini, 2004, pág. 46), porque cada ser humano escoge a lo largo de su

11

vida con qué grupos desea identificarse, que cultura, identidad, su pertenencia, qué significados y

sentires le confiere.

En consecuencia nosotros pensamos que la cultura constituye un acto supremo de alteridad, que

hace posible el encuentro dialogal de los seres humanos para ir estructurando un sentido

colectivo de su ser y estar en el mundo y la vida (Guerrero, 1993, pág. 4).

Es decir, en Llano Grande, en este espacio donde lo cotidiano, la coexistencia diaria, sus procesos de

comunicación, encuentros culturales e identitarios, permiten que los comuneros compartan,

conozcan, reconozcan, proyecten, fomenten y fortalezcan sus códigos culturales. El habitante de

Llano Grande es partícipe y parte viva de la comunidad. En la existencia habitual colectiva se vive

un aprendizaje mutuo, en el que se admite la creación, producción y reproducción de sus experiencias

individuales y colectivas, culturales y de identidad, ya sea pasadas o presentes, pues hablar de la

cultura también permite que estos universos de creencias, valores, saberes, conocimientos y prácticas

y cómo se perciben en su territorio, con el mundo y con otros seres humanos se interpreten, difundan

y afiancen en su realidad, en el entorno donde otorgan sentido a su existencia y a su ser como

habitantes de Llano Grande.

“La cultura es una respuesta creadora frente a la vida, por ello mismo es un instrumento también

imprescindible para su transformación” (Guerrero, 1993, pág. 17). Los pueblos indígenas tuvieron

y tienen la capacidad de emplear, disponer, usar, aprovechar todos sus saberes y conocimientos de

forma que le permiten configurar su identidad y cultura propios, que los diferencia y que reconocen,

conservan y valoran su riqueza. Como se explicó anteriormente, en Llano Grande aunque las

prácticas y formas de vida están vigentes, algunos habitantes- en su mayoría la población infantil y

juvenil- no los conocen, esto no significa que su cultura extinguió, significa que es momento de que

esta investigación que contiene aspectos de conocimientos ancestrales y de vida en comunidad de

Llano Grande, tradiciones, costumbres propias donde están inscritos sus principios, planes de vida,

de existencia, expresiones festivas, gastronómicas o valores comunitarios de la comuna sean

difundidos hacia toda la comunidad y fuera de la misma mediante la creación y publicación de una

revista impresa.

“La cultura hace posible el equilibrio entre el cambio y la permanencia; por ello es necesario ver a

la cultura como una dialéctica continua de la creación y producción humana y no como una “cosa”

inamovible, sino en constante cambio y transformación” (Guerrero, 1993, pág. 16). Aunque los

pueblos guarden similitudes profundas también poseen múltiples diferencias y desigualdades, por

12

eso es importante mencionar que cada grupo humano tiene sus propias historias, que siempre

existirán rasgos característicos y particulares, por ejemplo, la organización social, relaciones

personales, costumbres, lenguajes, estilos de vida, tradiciones, entre otros aspectos que se viven

dentro de un determinado grupo y por tanto son únicos, pero que pueden ser recreados y reinventados,

que no son estáticos sino cambiantes y que además en la cultura existe una interconexión con otros

pueblos que de ser posible podrían admitir estos cambios.

Hablar de cultura además no debe limitarse a los rasgos físicos, aunque esta aseveración es

importante, Patricio Guerrero, plantea que “la cultura rebasa lo lingüístico, se expresa también en

lo social, lo económico, lo político, lo ideológico” (Guerrero, 1993, pág. 19), es decir, hay universos

que están arraigados en lo profundo del ser indígena, que lo hace diferentes, elementos que muchas

veces no son perceptibles o visibles pero que se los viven a diario, en cada una de las experiencias y

formas de pensar y actuar, con los valores que se viven y ejercen. Son parte del ser individual y del

ser en comunidad que son realizados en la práctica.

“La cultura nos conduce a “ser más”, re-inventarnos, agrandar nuestro mundo de comprensión y

referencia y, en tal virtud, modificarnos de manera constante. La cultura nos identifica, nos

construye como seres valiosos, nos proyecta, nos dignifica” (Reascos, 2015, pág. 1). Así, las

acciones humanas que surgen de los sujetos sociales, toman sentido desde el individuo y en actos

colectivos, que le permiten conformarse desde su mundo, su comunidad, sociedad, como seres

particulares y en agrupaciones, seres sociales y seres andinos. A través de la cultura los seres

humanos pueden adquirir e incorporar nuevos conocimientos y maneras de pensar, se pueden debatir

otras reflexiones, se puede comunicar, pensar, innovarse y accionar hacia el futuro. La cultura

permite que los seres humanos se forjen desde su ser interior y exterior- desde su deber ser y hacer-

desde y hacia el sentir- pensar-actuar-vivir-soñar-imaginar-decir-aprender-amar-manifestar-luchar,

ya que siempre deben guardar correlación para alcanzar el buen vivir y una relación armónica con el

mundo, la naturaleza y otros hombres y mujeres.

“Decir que la cultura es una construcción social implica que esta solo puede ser creada con y junto

con los “otros” y para los otros”, en comunión, en relación dialógica con los “otros”” (Guerrero,

2010, pág. 4). Los seres humanos mediante la cultura pueden entender el entorno que les rodea,

conocer su historia personal y colectiva. Dentro de este contexto la cultura construye históricamente

a los sujetos, cada uno de los significados y transformaciones dentro de una cultura surge desde y

hacia los seres humanos y adquieren sentido en las actividades humanas de ese grupo. El autor

13

plantea que al interactuar con otras culturas se adquieren otros códigos que permiten una mayor

riqueza cultural y ancestral siempre que exista comprensión y que se interpreten correctamente de

acuerdo a sus propios criterios culturales. “La cultura es un mundo de vida aprendido, creado y

modificado constantemente. Constituye el legado histórico de cualquier comunidad o sociedad”

(Reascos, 2015, pág. 2). Para este autor, la cultura se transmite y se aprende a través de los distintos

vínculos con otros seres, se heredan mediante la palabra oral o escrita y se transfieren de generación

a generación, es decir, aquí se subraya el carácter adquirido, aprendido y compartido de la cultura;

sin embargo, este es un universo que puede y es transformado continuamente por las distintas

relaciones con otros individuos en otros espacios y con otros significados. “Cada cultura se justifica,

tiene sentido, se produce y reproduce y también se transforma y se agota en sí misma” (Reascos,

2015, pág. 2).

De acuerdo con Alejandro Grimson (2011), al respecto menciona que la configuración cultural no

es fija, aunque los seres humanos la compartan. Los espacios, sean estos simbólicos o territoriales

cambian y esto produce que los sentidos cambien, las costumbres, las vivencias y el ser humano

cambie. La propia existencia de la cultura está arraigada en los procesos comunicacionales verbales

y no verbales de las culturas y de los pueblos. Los pobladores de Llano Grande quienes aún guardan

y transmiten estos valores comunitarios son los adultos mayores de la comunidad, de ahí el valor de

la memoria de los abuelos y abuelas de las comunidades, ya que transmiten a las futuras generaciones

sus saberes.

El aprendizaje individual o colectivo de la cultura se presenta ya sea en los primeros años de vida o

como actualmente, que es una preocupación de varios jóvenes y adultos mestizos en su mayoría

quienes encuentran en el estudio y en la vivencia de la cultura e identidad de los pueblos originarios

una forma de autoidentificarse y autoconstruirse si bien no como indígenas pero si, en lo que ellos

designan el retorno a sus orígenes. Es necesario que se comprenda y acoja el universo cultural y de

vida de un grupo determinado, es importante porque permitirá entender mejor a la comunidad,

adquirir un sentimiento de reconocimiento y pertenencia, esto permitirá que los seres humanos sean

gestores potenciales de su vida individual y colectiva- comunitaria, identitaria y cultural.

Los conocimientos de los pueblos originarios proceden de un pasado que proviene de la comunidad,

el mismo que forma parte de la memoria que comparten, permiten a través del tiempo que estos

grupos humanos puedan subsistir y puedan reproducir sus saberes gracias a la transmisión de los

mismos. Su modo de actuar y de pensar van desde la práctica cotidiana y el trabajo y hacen posible

14

la producción e innovación de estos conocimientos, que son eje central de las culturas de los pueblos.

“Los valores, las creencias, las suposiciones, las reglas y normas, y, sobre todo, las prácticas

sociales y comunes constituyen y conforman la identidad cultural que, a su vez, da seguridad

personal y colectiva al ser humano” (Reascos, 2015, pág. 2). Este autor plantea que la cultura

posibilita el dar sentido a la realidad y a la identidad de los seres humanos, y no deja por fuera el

carácter espiritual, comunicacional, epistémico, organizativo, social de la misma.

En el año 2002, Patricio Guerrero planteó que no se puede confundir cultura con folklore porque

empobrece, cosifica y convierte en objeto las prácticas, vivencias, símbolos, sentidos, sentires y

tradiciones de un grupo. Esta desheredada y limitada visión de la cultura disminuye a la misma en

aspectos materiales o bienes que solo encuentran su razón de ser en el mercado, con la oferta y

demanda; no se reconoce y observa la profundidad de sus representaciones, interpretaciones y del

significado y sentido de sus símbolos. Hoy, se puede comprender a la cultura como una condición que

permite que los pueblos y no sólo los originarios tengan la posibilidad de sobrevivencia, de construcción

de su autonomía y a la vez crecimiento como comunidad, de cohesión social como grupo y colectivo,

de resistencia, de noción de comunidad que, a su vez, y permite la liberación de aquellos elementos que

introducen la diferencia.

1.4 Para entender a los pueblos originarios: ¿Qué es la identidad?

Como un ejercicio en el tiempo, cuando un niño o una niña nacen se habla en primera instancia de

su identidad, es así que se le adjudica un nombre, apellido o una nacionalidad, de ahí que conozca su

procedencia, sus orígenes, sus ancestros. Al crecer, esa identidad se va impregnando de las vivencias,

de los saberes compartidos y aprendidos de y con otros seres humanos. De ahí, que ese mismo ser,

se reconozca, se diferencie, en su sentir subjetivo y objetivo que se instaura como un mecanismo de

reflexión, que se encuentra en la interioridad y el pensamiento de cada ser humano. “Todo proceso

de construcción de la identidad se inicia con la necesidad de autorreflexión sobre sí mismo, la

mismidad, que hace referencia a la imagen o representación de un “si mismo”, que nos permite

decir “yo soy” esto o “nosotros somos”” (Guerrero, 2010, pág. 101).

Aunque el término identidad suele confundirse con cultura, es necesario mencionar que el

reconocimiento de la identidad empieza por el mismo sujeto. La identidad se vincula al espacio donde

se desenvuelven los seres humanos y es a partir de las relaciones y de interacciones con otros seres

humanos que se hallan en la misma búsqueda, que, se integran formando un todo, es en este espacio

15

donde los seres humanos descubren quiénes son, en el espacio cotidiano se ordenan y componen sus

propios modos de vida, donde se afirman como parte de una comunidad o un grupo. En el año 2002,

Patricio Guerrero estudió que “la identidad no es única, monotópica, unívoca, monosémica, ni

unidimensional, por el contrario es diversa, pluritópica, multívoca, polisémica, su construcción,

como la de todo hecho social, está sujeta a razones multicausales y multifactoriales” (Guerrero,

2010, pág. 106). Por esa razón ninguna persona o grupo tienen una sola identidad con la que nacen

y no permuta, ninguno de los seres humanos tiene una sola esencia, ya que las personas y los grupos

se identifican, relacionan, acogen ciertos rasgos culturales, identititarios y formas de pensar o vivir

de otros individuos en contextos históricos específicos, diferentes y en el marco de relaciones sociales

específicas. Aquí intervienen las correlaciones con otros, que forman un nosotros, uno solo en su

conjunto. Algunos elementos que permiten discernir la pertenencia pueden ser conceptos como la

nación, el género, la clase, la etnia.

Es necesario entender la identidad en forma dialéctica, lo que significa rebasar el marco de la

mera “mismidad” de la imagen de sí mismo, para poder ver que es en la relación de alteridad,

en el encuentro dialogal con “el otro”, como se puede reflexionar sobre sí mismo y reconocer su

existencia (Guerrero, 1993, pág. 20).

Hoy en día surgen nuevos imaginarios para hablar de la identidad, no solo se habla de mismidades y

esencias de cada ser humano, como individuo y colectivo, sino que además se habla de tejidos

sociales en los que la identidad se va configurando, en ámbitos simultáneos como sociales, políticos,

económicos, diálogos, encuentros culturales, educativos y de resistencia, sentires, quehaceres,

vínculos, desarraigos, consumos, conflictos, migraciones, movilidades, inmediatez, ausencias,

alianzas, contradicciones.

Jesús Martín Barbero asegura que “el nuevo imaginario relaciona la identidad mucho menos con

mismidades y esencias y mucho más con trayectorias y relatos” (Barbero J. M., 2002, pág. 8). Los

habitantes de Llano Grande encuentran diferencias y similitudes al relacionarse con otros seres

humanos, se constituyen como una comuna indígena y permanecen así por más de 60 años. Aunque

no del todo intactas mantienen sus tradiciones, se afirman en sus procesos de lucha, de búsqueda de

identidad, de reconocimiento en la defensa de sus raíces y de su memoria ancestral. Esta

investigación es una maravillosa oportunidad para que a través de la creación una revista puedan

narrar su memoria para ser re-conocidos, con el objetivo de que esta diversidad de identidades que

se entretejen en el mundo pueda ser contada y difundida por medio de la comunicación. La evolución

constante de la tecnología así como los distintos procesos, usos y medios de comunicación cambiaron

a lo largo del tiempo, lo que viabilizó el encuentro rápido, cercano y de inclusión también significó

16

en muchos casos el desencuentro, la exclusión y el aislamiento de las sociedades contemporáneas

quienes son principales usuarios de estas nuevas técnicas y lenguajes. Muchas comunidades y sus

culturas tradicionales observan estos procesos y artilugios de comunicación global como una

amenaza a su existencia, sin embargo, también se conforman como herramientas que permiten

compartir, interactuar y difundir sus relatos dentro de sus territorios y fuera de ellos. Esta es la

posibilidad que se planteó desde que inició la investigación de la memoria ancestral de Llano Grande,

la oportunidad de terminar con la ausencia y desarraigo al poseer un medio de comunicación.

Llano Grande nutre día a día su historia y sus experiencias, la expresa a través de su cultura y

construye su identidad, la que se ve reflejada en cada lugar, en cada palabra, en cada gesto, en cada

proyecto, acción, rostro o práctica de los comuneros. Aunque el tiempo de alguna forma modifica

estas particularidades, la esencia como pueblos originarios, como habitantes de Hatun Pampa, como

seres humanos únicos sigue latente, sigue viva, más que siempre.

El ser humano tanto individualmente como colectivamente necesita ser reconocido, necesita de la

confrontación con el otro, para autoafirmarse, para descubrirse- si se quiere- y para encontrarse con

su semejante, que es diferente. “La alteridad no es una postura moralista sino una necesidad de

establecer relaciones entre iguales. Si no reconozco, acepto y estimo a los diferentes podría sufrir

el rechazo del otro que es mi tu” (Reascos, 2015, pág. 6).

La identidad es sentirse parte de un pueblo, grupo o nación, compartir un mismo universo imaginario,

la misma cultura, un mismo territorio, con propios y con otros recursos discursivos y actos

comunitarios. Los seres humanos se instituyen y se configuran, ellos se re-hacen, se re-crean en la

palabra de otros, en el recuerdo de sus memorias y en sus cosmovisiones de vida. En este punto el

aspecto social es clave para sentirse parte de una estructura social, así como la parte espiritual, ritual,

lingüística e idiomática y la simbología están unidas a ellas. Para asumir una identidad es

fundamental el conocimiento cultural que da sustento al ethos de ese grupo. Los niveles ontológicos

son sin duda muy fuertes para hacer que un grupo o una persona puedan tener argumentos

contundentes para asumir y entender su identidad. La identidad se concretiza no solo en el discurso

que establece un “yo soy” o un “nosotros somos”, sino que necesita de la cultura para expresarse en

los campos simbólico, social, cotidiano, imaginarios y en la vida misma, que se plasma en el campo

de la acción y en el diario compartir con los otros seres humanos en la sociedad.

17

La identidad de los pueblos indios, no puede pensarse fuera del hecho de la dominación a la que

históricamente han estado sujetos. Es dentro de ese marco de dominación y en la lucha de

resistencia e insurgencia por romperla, que han sabido construirse una identidad social

diferenciada, una identidad que se nutre de los referentes de la tradición que se conserva en la

memoria colectiva, pero que a su vez la rebasa, para impregnarse de futuro, mostrando una

dialéctica entre lo que han sido, lo que son, y lo que están buscando ser (Guerrero, 1993, pág.

21).

Los elementos que determinan la identidad de los pueblos originarios se hallan en lo subjetivo, como

la conciencia y la autodefinición como lo reconoce el Convenio 169 de la Conferencia General de

la Organización Internacional del Trabajo (OIT) 3, así como los principios y valores como elementos

consistentes de la forma de pensamiento de un pueblo. En tanto que en lo objetivo están: la

territorialidad, identificación con esa territorialidad, ancestros, idioma, memoria histórica, historia

común como pueblo, formas propias de organización social, política, cultural y económica.

Los pueblos originarios se forjan desde un pasado común, sin embargo, este mismo hecho, merece

un nivel de toma de conciencia que los impulsa a ejercer un cambio, ya que la sociedad occidental

de poder dominante aún hace mella. Los pueblos originarios fortalecen su identidad mediante el

reconocimiento y valoración de sus epistemologías, de sus formas de construir conocimientos, de

percibir el mundo y relacionarse afectivamente con la Naturaleza que para los Pueblos Indígenas es

Allpa Mama o Madre Tierra. Además los pueblos originarios reconocen sus espacios de

participación en lo político, lo social o lo económico y de alguna forma contribuyen a cerrar las

brechas de inequidad para acercarse a una sociedad intercultural, donde exista el diálogo

intercultural.

3 76 Conferencia General de la Organización Internacional del Trabajo (OIT): “Convenio 169 sobre Pueblos

Indígenas y Tribales”, Ginebra, 1989.

Recoge los principios de la Declaración Universal de Derechos Humanos, Pacto Internacional de DESC, Pacto

Internacional de Derechos Civiles y Políticos, la evolución del derecho internacional desde 1957 y los

instrumentos internacionales sobre prevención de la discriminación.

1. El presente Convenio se aplica: a) a los pueblos tribales en países independientes, cuyas condiciones sociales,

culturales y económicas les distingan de otros sectores de la colectividad nacional, y que estén regidos total o

parcialmente por sus propias costumbres o por una legislación especial; b) a los pueblos en países

independientes, considerados indígenas por el hecho de descender de poblaciones que habitan en el país o en

una región geográfica a la que pertenece el país en la época de la conquista o la colonización o del

establecimiento de las actuales fronteras estatales y que, cualquiera que sea su situación jurídica, conservan

todas sus propias instituciones sociales, económicas, culturales y políticas, o parte de ellas.

2. La conciencia de su identidad indígena o tribal deberá considerarse un criterio fundamental para determinar

los grupos a los que se aplican las disposiciones del presente Convenio.

18

1.5 Espacios diversos y participativos: La Interculturalidad en los pueblos originarios

La diversidad de culturas e identidades requiere una explicación sobre la interculturalidad. En el

pasado creíamos que el modelo único homogeneizante al que debían adscribirse aquellos seres

diversos, mal nombrados “dominados” fuese la cultura universal, erigida como superior y como única

forma de pensar y vivir. Hoy en día hablar sobre interculturalidad no solo debería quedar en los

discursos sino debería contribuir a construir una sociedad equitativa, en el que varios mundos

interactúen en condiciones de igualdad, donde todos los conocimientos, valores y saberes incluyan a

otros seres humanos en todas sus dimensiones subjetivas y materiales.

La interculturalidad no se puede reducir a folklor, costumbres, tradiciones, el desafío es recuperar

su dimensión política, es decir, trabajando en la eliminación de las desigualdades sociales y

construyendo una sociedad en que todos los grupos sociales tengan los mismos derechos y las

mismas oportunidades (López, 2014).

Los procesos culturales, las relaciones personales, los intercambios con otros pueblos no son

homogéneos, puesto que cada grupo posee una situación diferente y un contexto único.

“Interculturalidad no significa que haya culturas homogéneas en contacto; antes bien, permite

revelar las interacciones múltiples entre configuraciones culturales” (Grimson, 2011, pág. 191).

Por eso, este autor habla de procesos comunicativos que guardan códigos, de acercamientos entre

grupos y personas que permiten que se comprendan las diferencias culturales, lingüísticas y sociales

no solo exponiendo las diferencias lingüísticas o la vestimenta, o construcción de diversos sentidos,

sino formando relaciones de reciprocidad, participación, respeto y colaboración. De ahí que en el

Ecuador desde la institucionalidad del Estado, se deba reconocer la heterogeneidad social y cultural

para propender a establecer relaciones de respeto entre culturas, sobretodo el acceso a derechos

individuales y colectivos.

Hoy en día vivimos en un mundo globalizado, una realidad marcada por la homogenización de las

diversidades y las diferencias sociales. Es importante analizar que hoy más que nunca surge la

necesidad de la construcción de la interculturalidad sustentada en la diversidad y en el respeto a la

diferencia, pero además que este término llevado a la práctica no debería consistir únicamente en lo

étnico, si bien esta es la más importante, pero tenemos que fundar la interculturalidad en ámbitos

como la salud, educación, justicia, alimentación, organización, por ejemplo. Por esta razón es

necesario construir un proyecto social y político donde se tomen cuenta las condiciones de vida de

las sociedades diversas y múltiples, desde el Estado y organismos municipales, conocer qué

19

requieren los pueblos y nacionalidades indígenas y afrodescendientes, hombres, mujeres, niños, niñas

y adultos mayores que los conforman.

La interculturalidad, constituye una propuesta social, política y civilizatoria que ha surgido

como resultado del acumulado de las luchas sociales e históricas que han llevado adelante,

especialmente, las nacionalidades indias y los pueblos en el Ecuador, como respuesta al proceso

de la colonialidad del poder, ejercido por un Estado, por una sociedad, por una civilización

discriminadora y excluyente, que ha pretendido históricamente su homogenización, su

subalternación y su dominación (Guerrero, 2010, pág. 239).

Para hablar de una verdadera interculturalidad hay que valorar la diferencia, que los sujetos sean

visibilizados y sean gestores de su propia realidad social y cultural. Deberá existir la inclusión para

asumir y respetar a los demás en sus multiplicidades; participación para ejercer y tomar las propias

decisiones en todos los ámbitos del ser social y subjetivo; igualdad para garantizar acciones que

ayuden a disminuir las inequidades, además, el acceso a bienes o servicios, como la educación o la

salud desde su propia visión, y deberá reflexionarse en torno a la búsqueda e integración en un mismo

proyecto político y social que dé cuenta de un estado cohesionado y de sus habitantes buscando la

igualdad y el buen vivir, a fin de crear un diálogo común intercultural. “…no podrá haber

interculturalidad, sino se supera toda forma de colonialidad del poder, del saber y el ser” (Guerrero,

2010, pág. 251).

“La interculturalidad nos interpela a repensar la noción de comunicación como una intersección

de configuraciones culturales, entre el contacto y la comprensión” (Grimson, 2011, pág. 192). En

consecuencia la comunicación es fundamental, los intercambios entre grupos y otras comunidades

como la comuna Llano Grande, hacen posible una comunicación inter e intragrupal con los mismos

habitantes de la comunidad. Esto permite un verdadero conocimiento y de comprensión de los grupos

entre sí, se trata de ser, visibilizar, oír, valorar y aceptar a todos como iguales. Resulta ineludible la

apropiación de espacios comunicacionales surgidos desde la voz de los mismos actores, los mismos

que permitan al ser humano entender el universo propio y el universo de los individuos de otras

sociedades y comunidades. Tal es el caso del medio de comunicación INFOLLANOGRANDE de la

comuna, que desde su aparición en redes sociales persevera y anhela mantenerse como una

herramienta de fuerza cohesionadora para revitalizar la identidad y memoria ancestral ligada además

con nuevas lógicas, tecnologías y conocimientos comunicacionales. “La interculturalidad, entendida

necesariamente como un proceso comunicativo, es comprendida como la puesta en escena de

culturas en contacto” (Rizo & Romeu, 2006, pág. 1).

20

1.6 La Comunicación: una práctica para el fortalecimiento de la comunidad

La comunicación en su concepto tradicional, es un proceso mediante el cual se transmite información.

En alguna de sus acepciones se define como un intercambio de emociones, opiniones, es decir, toda

información mediante la palabra hablada, escrita o no verbal. Actualmente es necesario pensar la

comunicación desde las interacciones con otros seres humanos que comparten y que no comparten

los mismos significados entre unos y otros, “cualquier proceso comunicativo, presupone,

simultáneamente, la existencia o la producción de un código compartido y de una diferencia”

(Grimson, 2011, pág. 191).

De acuerdo con Alejandro Grimson (2000), se debería pensar a la comunicación desde un plano más

participativo y recíproco, abandonar la idea de que la comunicación es “poner en común” porque

existen fronteras internas comunicacionales diferentes, símbolos y signos divergentes, estos limitan

y delimitan el intercambio en igualdad que se pensaba antes con la comunicación, puesto que existen

heterogeneidades culturales y una multiplicidad de códigos y de significación que coexisten en las

sociedades, sino que es importante entender que “…la comunicación requiere ser pensada como

intersección entre configuraciones culturales superpuestas y diferentes” (Grimson, 2011, pág. 194),

es importante entender que la comunicación es mucho más que la mera transmisión de mensajes o

de información, no se trata un proceso mecánico y automático, requiere de, en primera instancia del

contacto y de la absoluta comprensión del otro, de los desacuerdos, de las divergencias en todos los

planos y aspectos que configuran al ser humano.

Definir a la comunicación como “…una interacción humana entre individuos y grupos, a través de

la cual se forman identidades y definiciones” (Prieto, 2007, pág. 16), se entiende como un proceso

igualitario, de cooperación que admite heterogeneidades, no discriminatorio y que esté impulsado

por necesidades humanas de conocer, de participación, de intercambio, más que de réditos

económicos comerciales o con fines políticos solamente. Las historias, los discursos y los mensajes

que surgen de una comunicación interactiva responden a la voz de todos los seres humanos que entran

en contacto, determina el valor del mensaje desde quien lo produce. Con la aparición de las teorías

críticas de la Escuela Latinoamericana el lenguaje, códigos y simbolismos permiten que las diferentes

culturas recobren su identidad, adquieran mayor conocimiento, compartan símbolos, sean

conocimiento e interactúen como elemento de identidad dentro y fuera de los pueblos indígenas.

21

En el proceso de comunicación de las comunidades, como en Llano Grande, no solo se transmiten

mensajes o códigos, sino también la cultura, las identidades, los imaginarios y las formas de vida, de

ser y pensar, compartidos y distintos. Pensar así a la comunicación implica el intercambio de

significados y entender que cuando los seres humanos interactúan con otros seres dentro de una

cultura determinada, se pueden hacer lecturas diferentes y hasta contrapuestas, no siempre los actos

humanos, costumbres, tradiciones tienen o representan lo mismo para las sociedades, ya que siempre

existirá un elemento que diferencia a una cultura de la otra.

Alejandro Grimson plantea que “…las personas construyen histórica y cotidianamente códigos

comunicativos, estructuras de significación” (Grimson, 2000, pág. 56). Es decir, en Llano Grande

estos espacios de interacción de comunicación formaron una identidad compartida como pueblo

originario, como comuneros indígenas y actualmente los más jóvenes se reconocen como

descendientes del pueblo indígena Kitu Kara. La población adulta y joven de la comuna intercambia

sus experiencias, memorias e historias para el fortalecimiento de la memoria ancestral de este

territorio. La creación de una revista impresa permite y es un medio donde se acumula o recopila la

información de la comuna, además puede ser coleccionable y poder ser usado como referencia

bibliográfica de algún tema o estudio. Este medio de comunicación complementaría los procesos

comunicacionales existentes en esta comuna, es decir, un medio de comunicación no puede ser más

o menos que otro, depende mucho de la estrategia comunicacional y de difusión que posea esta

revista para que el público lo tome en cuenta al momento de informarse, entretenerse o conocer.

Todos los medios de comunicación se complementan. El Medio de Comunicación

INFOLLANOGRANDE y su presencia en redes sociales, digitales y multimedia comprende el real

y verdadero sentido de su entorno y de comunicación, así es un referente de unión, de fortalecimiento

de las actividades y procesos. La comunicación en este sentido, ayuda a comprender y difundir las

prácticas, símbolos, rituales, la memoria ancestral, saberes, historia e identidad particulares de la

comuna.

Esta comunidad desde hace tiempo atrás contó con varias prácticas comunicacionales promovidas y

originadas desde los comuneros y comuneras, desde un medio de comunicación impreso,

publicaciones en libros, producciones audiovisuales o su presencia en redes sociales. Desde que nació

el medio de comunicación comunitario INFOLLANOGRANDE de manos de un grupo de comuneros

y comuneras residentes e inmigrantes, se convirtió en un referente de una comunicación democrática

y participativa, en la que se demuestran las necesidades y fortalezas de la comunidad en varios

ámbitos. Desde la ruralidad existe una voz propia de comunicación. Llano Grande si bien es conocido

a nivel local porque aún preserva y valora su cultura, por su organización social, por su lucha y

22

gestión cultural, también piensa en un espacio de comunicación que comparte y dialoga, una

comunicación vívida, donde se manifiestan los deseos, motivos, logros, proyectos, dudas, anhelos,

trabajos, alegrías, saberes, relatos, signos, símbolos y emociones que permiten la interacción,

compartir, acompañamiento y el diálogo entre seres humanos por medio la palabra oral o escrita con

quienes se convive diariamente. Es importante porque esta es una comunicación incluyente que

determina acciones individuales y colectivas que responden y actúan sobre la realidad y el contexto

cotidiano dando lugar a ese “nosotros” instituido desde la comunidad.

En consecuencia, la comunicación en Llano Grande son todas estas formas de expresión que se

establecen dentro de la cultura, identidad, tradiciones, costumbres, vestimenta, música, danza e

historia que permanecen gracias a la lucha y resistencia colectiva, mediante la tradición oral y los

recuerdos, las historias que se enriquecen a través de nuevas costumbres y valores actuales. La

comunicación hoy en día permite que se generen espacios de crítica y reflexión a través de la

memoria haciendo que el habitante de Llano Grande forme parte de las actividades culturales,

organizativas, sociales, comunicacionales de la comunidad y permite que se pueda plasmar en un

medio de comunicación impreso.

1.7 Comunicación y cultura: re-conociendo a la comunidad

“La cultura no sólo presupone la comunicación, sino también es comunicación” (Giménez, 2009,

pág. 9). Es así que mediante la cultura comunicamos la vida misma de una comunidad, nación o

pueblo. Si comunicación significa interactuar con otros en su sentido más amplio, por medio de la

cultura se establecen relaciones, acciones y desde esta perspectiva se pueden construir mensajes

cuyos contenidos contienen significados diversos, incluyentes y esenciales de una comunidad y de

sus universos culturales distintos.

Es vital que las comunas y comunidades posean sus específicas y reales formas de comunicación y

que esa comunicación sea un espacio importante en la vida y en la gestión de la vida de la comunidad.

Conocer la realidad del mundo y del saber cultural, histórico e identitario de Llano Grande es esencial

para entender mejor a la comunidad y sus habitantes, para construir productos comunicacionales que

manifiesten y expresen en su real dimensión, contexto y existencia a los comuneros y comuneras y

que los artículos abarquen la cultura, lo social, político, económico, deportivo, gastronómico, de

medicina ancestral, tradiciones, entre otros. Para reforzar la comunicación y la memoria y que

permitan el protagonismo de todos los habitantes de la comunidad como gestores culturales, sociales,

23

organizativos de su vida individual y colectiva, entendiendo que son actores sociales y productores

de mensajes e información que inciden en su vida.

…cultura y comunicación quedan entrelazadas, prácticamente de forma indisoluble, incluso

indefinida. Ambas disciplinas hallan su convergencia a partir del núcleo simbólico que las

caracteriza, de su estatuto significante, y de la operatividad de dicho estatuto en los espacios de

la acción social (Rizo & Romeu, 2006, pág. 3).

No se puede hablar de cultura sin hacer énfasis en la comunicación y de la misma forma no se puede

hablar de comunicación sin mencionar a la cultura, como procesos conjuntos están imbricados en el

ser y la vida social del sujeto, ya que solo así se pueden comprender los mensajes y símbolos, se

puede reflexionar sobre los aspectos culturales presentes en el núcleo de los seres humanos, al final

existirá una cohesión no sólo entre los habitantes de esta comunidad, sino que servirá para proyectar

su memoria colectiva en medios de comunicación propios y con el objetivo de que se transmitan a

los que vienen y a los que no son de la comuna.

Sin duda que así como lo asevera Jesús Martín Barbero, “el lugar de la cultura en la sociedad cambia

cuando la mediación tecnológica de la comunicación deja de ser meramente instrumental para

espesarse, densificarse y convertirse en estructural” (Barbero J. M., 2002, pág. 13). El autor afirma

que surgen nuevas dinámicas, nuevos lenguajes, nuevos aparatos y nuevas formas de pensar y ver a

la comunicación, si bien es cierto que la tecnología borró los lugares de enunciación, deslocalizó los

saberes y levantó fronteras no solo para los pueblos originarios sino para la población que hoy goza

de los beneficios tecnológicos.

Por un lado, esta comunidad se integra a un espacio expresivo de reconocimiento de sí mismos y de

reconocimiento externo, sobretodo, por sus múltiples actividades en el ámbito cultural, puesto que

existen grupos de danza, jóvenes emprendedores, un medio de comunicación, jóvenes artistas,

jóvenes vinculados al trabajo social, así como la Señorita Hatun Pampa Warmi cuyos proyectos están

enfocados en ofertar talleres de kichwa y bordado a los habitantes de la comuna. Es emergente

promover todos los procesos comunicacionales a través de las nuevas tecnologías y en este caso de

un medio impreso. Puesto que ayudarán en la difusión de la memoria ancestral, la historia, los relatos

fundamentados en las prácticas, valores, normas y costumbres que identifican a la comuna Llano

Grande. Esta comunicación debe partir desde la integración cultural e identitaria, desde donde surgen

los y nuevos protagonistas y formas de comunicación, donde surgen nuevas miradas y sentires de las

24

identidades culturales. Con el aparecimiento de medios de comunicación comunitarios emergen

sentidos y pertinencias culturales arraigadas en la memoria de los pueblos.

“Las culturas se reinventan sobre todo a partir de las modificaciones tecnológicas” (Reascos, 2015,

pág. 3). A saber, los medios de comunicación al obedecer a una lógica de mercado que solo tiene

fines rentables provocó en muchas ocasiones que las identidades locales se trastoquen, los discursos

que aparecen, las nuevas modas y estereotipos, los nuevos sentidos y significados forman en el

espectador en primer lugar, el desconocimiento y si no, un desconocimiento parcial sobre los

significados y significaciones de las manifestaciones y expresiones culturales del mundo. Mientras

los medios ofrecen modelos de identidad culturales, la comunicación fragmentó en parte las

relaciones sociales, no existe una relación interpersonal presencial, no hay cabida para las

conversaciones grupales, tomarse un café, charlar en persona, comunicarse actualmente consiste en

permanecer en el móvil, la recepción de mayor acopio de información y datos, a más personas, con

inmediatez y de manera integral; “la comunicación es, por tanto, una industria, un negocio, una

cultura, un ethos” (Reascos, 2015, pág. 3). La ciencia y los progresos tecnológicos penetraron todos

los ámbitos de la vida cotidiana del ser humano, el ritmo continuo de la sucesión de hechos, la

producción de saberes, técnicas y métodos nuevos modifican los procesos sociales y culturales de

una comunidad. Esta visión no es del todo negativa, ya que además la comunicación posibilitó que

las familias y seres humanos puedan mantener una relación más cercana cuando se encuentran en

otras latitudes.

Muchos pueblos originarios, sus culturas e identidades son olvidados o en la mayoría de casos, no se

los conoce y son desterrados a la periferia, sin embargo, resisten y hacen uso de estas nuevas técnicas

y tecnologías de comunicación que les permite dar a conocer su vida comunitaria. Con esta

investigación y más adelante con la puesta en escena de la revista se logrará el fortalecimiento de

todos estos saberes y conocimientos de los distintos componentes de la comunidad. El afán de este

proceso comunicacional es reconocer la identidad, devolver esta herencia de la historia, claro que

articulados todos ellos desde su visión y sentir como pueblos originarios. Además propiciará la

reciprocidad, el diálogo, el esfuerzo conjunto que permitirán difundir los bienes culturales, reforzar

y así consolidar el entramado social de las organizaciones, del Cabildo, de todos los habitantes de

esta comunidad por medio de la revista. La revista es un medio que tiene un rol importante dentro de

la complementariedad de los medios de comunicación que se dinamizan en los territorios, en este

caso en la comuna, es importante y es positivo que exista un medio impreso dado que son pocas las

formas de comunicación que se efectúan y es una comunidad con características únicas y que deben

difundirse a toda la población.

25

1.8 El proceso comunicativo desde la interculturalidad

“La comunicación intercultural se da en la interacción, en una situación comunicativa concreta

que obedece a las coordenadas de una configuración espacio-temporal determinada” (Rizo &

Romeu, 2006, pág. 4). La construcción de la interculturalidad se precisa para la convivencia de los

pueblos con equilibrio, en este sentido el diálogo, el intercambio, la interacción, la participación entre

las comunidades, entre los distintos actores sociales de Llano Grande con sus configuraciones

culturales similares y diferentes se encuentra y regeneran en la sociedad. Estas interacciones se

producen en un lugar y en un espacio determinado de tiempo. Así, desde hace mucho tiempo atrás

en esta comuna indígena se viven procesos comunicacionales desde una visión cultural, se constituyó

un medio de Comunicación llamado INFOLLANOGRANDE, donde se incorporaron comunicadores

de la misma comunidad (en el país y en el exterior) a redes sociales y a la web, sobretodo, para dar

a conocer a esta comuna dentro y fuera de la misma.

La comunicación intercultural, como rama de estudio de la comunicación, expresa más que una

relación de nombre con la cultura. Se trata de una comunicación donde se intercambian datos

que son significados, evaluados e interpretados desde dos o más “ámbitos” culturales diferentes

puesto que se da justamente en la interacción (Rizo & Romeu, 2006, pág. 3).

La comunicación intercultural en consecuencia es importante en la construcción social de los pueblos

originarios, porque preservan la memoria, la fortalecen y la dan a conocer a las futuras generaciones.

Una comunicación intercultural participativa involucra la cooperación, participación activa, alianzas,

el vínculo entre los individuos de una comunidad, de ahí que esta comunicación permite que los

sujetos compartan conocimientos, se apropien de las nuevas tecnologías y posibiliten la creación de

medios de comunicación comunitarios. En este sentido, los habitantes de la comunidad Llano Grande

son actores potenciales de la historia y de la cultura.

La comunicación, comprendida como interacción, es vínculo entre sujetos, es relación antes que

cualquier otra cosa. Y por ello, la interculturalidad no puede ser otra cosa que comunicación

intercultural, y apuesta tanto a la competencia como a la cooperación y la disposición que

permiten a los sujetos compartir saberes y acciones, poner en común o en contacto la urdimbre

de significados que dan sentido a la vida cotidiana, a sus prácticas y a sus representaciones

simbólicas (Rizo & Romeu, 2006, pág. 9).

Hablar de comunicación intercultural es comprender que las interacciones permiten mejorar la

comunicación entre las personas que comparten los mismos y diferentes referentes culturales,

saberes, juicios, comprensiones. La única forma de entender las culturas e identidades es la de

26

interpretar sus manifestaciones de acuerdo a los propios criterios culturales que poseen los pueblos

o nacionalidades. “…El ser intercultural se corresponde fundamentalmente no con la ejecución

concreta y particular de estrategias o acciones encaminadas a tal fin, sino con el acto mismo de

pensar y actuar conforme a un pensamiento intercultural” (Rizo & Romeu, 2006, pág. 8). Todas las

acciones dentro de la comunicación intercultural deben intervenir en la realidad, ejercerse en forma

recíproca y en los sujetos que la componen, no se trata solamente de establecer diálogos y

comunicación sino debe ser vista como una nueva forma de pensar, interpretar las manifestaciones

en su contexto real, con sus propios juicios para enriquecer la cultura de las comunidades.

La comunidad de Llano Grande con sus especificidades culturales, riqueza material y espiritual,

expresiones festivas, gastronómicas y los valores comunitarios de la comuna, se verán fortalecidos

desde la comunicación para la comprensión de la cosmovisión andina, un mayor entendimiento con

otros pueblos y la difusión y preservación mediante la creación de una revista impresa.

La comunicación intercultural refuerza el sentido de pertenencia e identidad colectiva e individual.

“En el proceso de comunicación intercultural, dos instancias culturales, dos universos simbólicos

e interpretativos diferentes entran en contacto e intercambian, no sin conflictos, informaciones.”

(Rizo & Romeu, 2006, pág. 9). Aunque existe una relación dispar porque existen sujetos con diversas

culturas, con códigos distintos a los propios, el proceso comunicativo donde interviene lo

intercultural manifiesta un espacio de autorreflexión que involucra el conocimiento amplio del ser y

hacer y la predisposición del encuentro intercultural con otras sociedades y con otros sujetos. En el

año 2006, Marta Rizo comprendió que la comunicación contribuye a la interculturalidad para que se

produzcan espacios de convenio o conflictos propios de las interacciones sociales. Así, la

comunicación intercultural considera la comprensión de estos dos o más mundos que entran en

contacto, esto no quiere decir que se asimilen o acepten definitivamente, sino que de alguna forma

facilita su comprensión para disminuir las brechas que separan, dividen y segmentan a los grupos,

sus identidades y sus significados.

27

CAPÍTULO II

RAÍCES ANCESTRALES DEL PUEBLO KITU KARA

2.1 Cuando la memoria cruza la identidad, descubriendo los orígenes

Esta investigación da cuenta y a la vez recoge investigaciones anteriores, testimonios, elementos y

evidencias que justifican el origen de descendencia de esta comuna indígena, ya que el origen de la

comuna aún no cuenta con referencias bibliográficas específicas. La investigación demuestra la

existencia de ciertos rasgos materiales e inmateriales, así como vestigios, apellidos ancestrales y

manifestaciones particulares de esta cultura que de algún modo concuerdan con otros pueblos y

existen referencias de ellos, por ello se exponen a continuación.

En el año 2003, en el trabajo de Pregrado de Ana Tasiguano y Aymé Quijia llamado “La Danza de

los danzantes en el fortalecimiento de la comunicación y la cultura de la Comuna Indígena Llano

Grande”, (Tasiguano & Quijia, 2003), las autoras mencionan que a finales del Siglo XVIII, el Padre

Juan de Velasco, historiador riobambeño, narra en sus estudios el origen de los primeros pobladores

de Quito. El relato empieza en el año 700 u 800 de esta era, cuando existían varias naciones que

dominaron el Reino de Quito, siendo la más antigua la de los Quitus, radicada en la hoya de

Guayllabamba. El historiador además relata que arribaron a América por esos mismos años unos

navegantes, comandados por el Jefe Karán, que luego de fundar Bahía de Caraquez arribaron por el

río Esmeraldas hacia Quitu, sometiendo a estos moradores y fundando el imperio Kara, cuya cabeza

principal fue Shiry “El Señor de todos”. Fue en el proceso de conquista de estas dos naciones que

llegaron los incas y su conquistador Tupak Yupanqui.

En el texto también se menciona que en cuanto a la religión los primeros pobladores adoraban al sol

y a la luna, el idioma que predominó en estos territorios fue el Shiry y en el caso de los Quitus y

Puruháes no fue usado con frecuencia. Este gobierno aunque fue monárquico fue aristócrata, cuya

ley de sucesión estaba destinada para los hijos varones, y en el caso de no existir, en los sobrinos

pero solo de los hijos de las hermanas. Los pobladores Quitu Caras dividían al año por el orden que

determinaba la sombra del sol, a esto lo conocían como reloj solar o año solar en el que se

determinaban los solsticios y equinoccios.

28

Esta narración sobre los orígenes del Pueblo Kitu Kara puede variar y puede ser cuestionada por

algunos autores, sin embargo, es importante establecer que aunque estas versiones puedan ser

consideradas como mitos se introdujeron en el pensamiento de los pueblos considerados originarios.

Es importante señalar que para definir con más precisión, cuál es el origen, quiénes habitaron el

territorio de Quito, entre otras interrogantes, siempre existirán diversas explicaciones y de varios

autores, hecho que demanda más investigación bibliográfica, etnográfica e histórica, sin embargo,

la versión que aquí se presenta es la más aceptada y la que la investigadora consideró que más se

relaciona sobre el origen de los pueblos originarios en la ciudad de Quito.

De acuerdo con Ximena Costales (1997), en su afán por explicar el origen de los Quitus afirma que

la ciudad de Quito fue la capital del Reino del mismo nombre y estuvo ligada a una cosmogonía y

mitología específicos. “Su mito de origen dice que los quitumbes (hombres quitus) se salvaron del

diluvio refugiándose en la cumbre del Pichincha. Los sobrevivientes fundaron la Quitu Solar o Quitu

Pajtá.” (Costales, pág. 22). Esta sociedad agrícola estuvo asentada a las faldas del Pichincha con

grandes extensiones de tierras productivas, donde la agricultura fue de vital importancia no solo para

su subsistencia sino como parte de la historia de fundación como Quitus. Además menciona que sus

habilidades fueron notorias en la construcción de bohíos circulares, templos y observatorios

dedicados a sus deidades como el Sol y la Luna.

Existen explicaciones de otros autores que mantienen el valor de los mitos en torno al origen de los

pobladores de Quito. De acuerdo con Ana Tasiguano y Aymé Quijia (2003), explican que existe

influencia directa de la etnia Chibcha, de quienes son descendientes los Caras de raíz caribeña, cuyos

asentamientos se extendían desde Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Venezuela, Colombia

y hasta Ecuador, por el Río Esmeraldas, específicamente. Estos relatos aseguran que en el proceso

de expansión de los Caras se asentaron en el sur de la sierra andina, viajando por la Hoya de

Guayllabamba, donde se encontraban los Ayllus Quitus y donde estaban los yumbos (comerciantes).

Como Quitu era un centro de intercambio más conocido como Tiánguéz en el que comercializaban

productos de las tres regiones, esto le permitió ser un eje comercial de lo que se conoce como

Ecuador. El idioma originario, una derivación del Chibcha, aún perdura con algunos términos como:

Kitu, Pichincha, Itchimbía, catzuquí, sangolquí, yumbo, casitagua, entre otras palabras y algunos

investigadores añaden que además se encontraron similitudes en la vestimenta, música y danza de

este sector.

29

Entonces las autoras concluyen que en primera instancia y según los pobladores más antiguos de la

comuna, Llano Grande desde siempre estuvo asentada en el sector denominado Karapungo (Kara por

el jefe Kara y que además que significa cayapa(dialecto Chibcha) y Punku en kichwa/puerta), y como

esta fue la entrada de la población Caras caribeños hacia el sur de la sierra andina, los habitantes de

Llano Grande tienen descendencia Kitu Kara.

Muchos autores coinciden que al ser conquistados los Quitus por los incas cuzqueños, estos

respetaron los sitios sagrados y algunas edificaciones quiteñas, “la división ritual del Quito

prehispánico en las mitades andinas de Hanan/Hurin (superior/inferior arriba/abajo), está

documentada como imposición incaica de la geografía sagrada propia de Cuzco, la capital Inca”

(Minchom, 2007, pág. 35). Este autor afirma que la ciudad estaba dividida en dos, tanto espacial e

imaginariamente y esto facilitaba la administración y el cobro de los tributos a la población indígena,

mantenía en las afueras de la ciudad a los indígenas quienes contaban con sus propias autoridades

(los alcaldes mayores indígenas- los alcaldes desempeñaban el papel de mediadores de disputas y

vigilaban el trabajo en las mitas). Estas prácticas fueron conservadas por los españoles hasta la época

colonial, claro, modificando algunas leyes y trastocando el orden social para favorecer este Nuevo

Mundo que se abría paso en América.

“Los españoles levantaron pueblos y reunieron a los indígenas, agrupándolos primero en

reducciones y luego en doctrinas, con el fin no solo de facilitar la catequesis sino de organizar

debidamente la mano de obra nativa” (Costales, 1997, pág. 27). Entonces las reducciones sirvieron

para asentar a la población indígena fuera del territorio que más tarde se erigiría como distrito

metropolitano, coaccionar y modificar sus espacios y prácticas económicas, políticas, religiosas y

sociales.

“La separación de indios y españoles determinada por las leyes de Indias para las reducciones,

no solo se da en el ámbito político sino en los centros urbanos donde existen "barrios de indios"

para los que rige una legislación similar a la de las reducciones. Estos barrios están situados en

la zona periférica de las ciudades, allí los indios se agrupan de acuerdo a las diferentes etnias”

(Kingman, 1992, pág. 24).

A la llegada de los españoles no solo destruyeron las comunidades, los sitios sagrados, las tierras,

símbolos y signos, sino que la implantación de un nuevo modelo de organización social, formas de

vida, de ser, estar y hacer y de producción arrasó con sus propias maneras de vida, relacionarse y de

pensar. La imposición de un mundo que no consideraban suyo no solo en un plano meramente

30

espiritual sino además territorial- material y la exclusión a sitios suburbanos, en este sentido

periféricos marcaron el imaginario de este ser humano.

De acuerdo con Eduardo Kingman (1992), en el siglo VXII estos pueblos pasaron a ser unidades

urbanas con rasgos de las sociedades indígenas, como el uso del suelo, la distribución de los espacios

sociales, modos de vida, modos de gobierno, entre otros. Estos impactos no solo fueron decisivos en

la construcción de sus identidades colectivas, sino que más adelante marcarían un impacto a nivel

comunitario y urbano. Los valores comunitarios y los modos de vivir, herencia de los ancestros, se

vieron enfrentados a nuevos valores de una sociedad que se levantaba ajena ante los ojos y el sentir

de los indígenas. El documento del Padre Velasco además enumera:

…veintiocho pueblos de indios, que corresponden a los antiguos “bulus” quiteños que

continuaron asentados sobre su lugar de origen y algunos de los cuales hasta la actualidad

mantienen rasgos inconfundibles…Constan también aldeas agrícolas dispersas como Llano

Chico, Llano Grande, Calderón, Carapungo, Uyumbicho. Barrios como los actuales de

Chimbacalle y San Blas permiten descubrir su ancestro indígena a través de numerosos apellidos

indígenas que perduran hasta hoy. (Costales, 1997, pág. 27).

En el año 1997, Ximena Costales investigó que los pueblos Quitu Caras tenían como base a la familia,

entendida esta como el núcleo familiar, donde primaban los lazos de sangre, identificado por la

sangre, lengua y las mismas costumbres. Añade que el conjunto de “bulus” se agruparon más tarde

en “asubulus” y “buluguaya” que en castellano significa gran familia, tribu o nación. La comuna

Llano Grande en los archivos históricos consta como una aldea agrícola, un asentamiento indígena

originario que mantiene tierras y apellidos ancestrales como Simbaña, Suquillo, Pulupa, Ushiña,

Loachamín, Guachamín, Oyana, Uyana, Tasiguano, Tituaña, estos no tienen interpretación kichwa

pero sus sonidos responden más a fonemas caras y además existen otros apellidos como Guamán que

significan águila.

Para los habitantes de la Comuna Indígena Llano Grande sin tener mayor conocimiento de las teorías

e historias que se entretejen alrededor de su memoria individual y colectiva, construyen su identidad

desde su experiencia, relatos pasados y presentes, conocimientos y tradición oral desde su memoria

y el recuerdo. Llano Grande forma un conglomerado fuerte y sólido que comparte raíces históricas,

idioma, vestimenta, tradiciones, costumbres y valores comunitarios que adquieren sentido en la

comuna.

31

2.2 Ser indígena urbano en el Distrito Metropolitano de Quito

En el año 1992, Eduardo Kingman estudió que la presencia de indígenas en la ciudad responde a una

situación colonial que se reproduce durante el siglo XIX. Una vez que el sistema de hacienda alcanzó

auge en las nacientes urbes como herencia de la colonia, se vivió el éxodo de los pobladores indígenas

del campo a la ciudad, los denominados “pongos” o huasicamas fue un trabajo desempeñado por los

varones y mujeres quienes realizaban las tareas domésticas, actividades en construcciones, así como

el cuidado de jardines. Además no se puede olvidar la explotación del trabajo de los indígenas por

los Huasipungos, que así fueron llamados por los hacendados a los indígenas y sus familias porque

se dedicaban a los cultivos de grandes extensiones de tierras. Los indígenas fueron descorporeizados

y desinvidualizados, no se toma en cuenta su ser, son vistos como objetos y como bestias de carga,

rezago que en la mayoría de casos aún se mantiene en el imaginario de los ciudadanos urbanos.

Lo que tenemos para finales del siglo XVII e inicios del siglo XVIII, es el aumento en la

extensión de tierras para las haciendas españolas, la disminución de tierra indígena y su

incorporación alrededor de Quito en comunas nuevas. Algunos de estos avances de población,

iniciaron procesos de mestizaje y consolidaron mano de obra para el crecimiento de la ciudad

(Gómez, 2009, pág. 27).

Si bien es cierto que algunos asentamientos indígenas conservaban sus formas de vida, vivían además

entre la exclusión y resistencia para no perder sus costumbres definitivamente. Es importante

mencionar lo que señala Kingman, las ciudades surgen como sociedades estratificadas, donde las

jerarquías se diferenciaban por “castas”, “como equivalente a raza y grupo étnico" (Kingman, 1992,

pág. 30), esta división permitía la identificación de los grupos sociales además la inevitable

disgregación por raíces culturales y de origen. Las castas superiores empezaron a vivir una dinámica

de relación y dominación en la que se ejercía el poder. En esta lógica fue mejor “diferenciarse” del

mundo del indígena, en este sentido, el mestizo como producto de la colonia, adquiere una identidad

relativa ligada a su parte cultural, pues se opone a lo blanco europeo occidental y a lo indígena, se

produce una afirmación del ser en el no ser, reconociendo por un lado lo que se es y por el otro lo

que no es, por eso su identidad estaría en una dimensión inauténtica casi como existiendo en un

simulacro, el mestizo transitaba en una ambigüedad cultural y de identidad pues vivía en un continuo

proceso de transculturación donde iba construyendo un nuevo tipo de cultura donde abandonaba algo

de sí y tomaba algo para diferenciarse del resto.

De acuerdo con Eduardo Kingman (1990), en Quito estaban ubicados una serie de anejos, barrios y

poblados y se trataban de asentamientos con raíces indígenas, localizados en espacios determinados

32

del Distrito Metropolitano.“Los llamados barrios de indios constituían todavía en el XIX

asentamientos dispersos, de carácter agrícola, que, sin embargo, por su cercanía a la ciudad,

asimilaban algunas de sus características” (Kingman, 1992, pág. 29).

Con el proceso de urbanización que sufre la ciudad de Quito, nacen las parroquias, comunas y barrios,

en este caso Llano Grande, un territorio que tiene ancestros, donde actualmente muchos habitantes

se identifican como indígenas, se relacionan, permanecen, habitan y hacen vida. Desde una visión

estatal aunque se reconociera la diversidad, aún no se comprenden las prácticas individuales y

comunitarias distintas a las urbanas, aún no existen las condiciones necesarias para que estos sectores

se desarrollen acorde a su sentir y actuar, pues desde el estado y más que nada desde una visión

occidental y capitalista, términos como el progreso o el desarrollo se traducen en vías de acceso,

alcantarillado e infraestructura que sin duda son importantes, pero aún no se toma en cuenta el

problema de las tierras ancestrales comunales, pago de impuestos en estos territorios, la preservación

de los recursos naturales, además de la preservación de la riqueza material y espiritual que posee esta

comunidad indígena en la ciudad.

La ciudad es decir, el mundo urbano se delinea en contraposición al mundo rural, la llegada de la

modernidad a comienzos del siglo XX impone una nueva forma de relacionarse, de mirar al otro, no

urbano y disímil. La presencia de los indígenas en la ciudad es invisibilizada y por eso fueron

expulsados de la ciudad, “los indígenas fueron posicionados en la escala más baja de los valores en

la ciudad entre 1850 a 1940, en Ecuador” (Gómez, 2009, pág. 42), por eso el trato inhumano, su

trabajo y mano de obra fue explotada y además fueron sometidos a crueles abusos. La situación si

bien es cierto aunque cambió parcialmente, aún continúan los rezagos coloniales en el espíritu y en

la conducta, la exclusión sigue siendo parte intrínseca de los ciudadanos urbanos, que aún no asimilan

la existencia de otras formas de ver y relacionarse, de compartir con las comunidades, de disfrutar

del silencio, del trabajo del campo, otras costumbres, otras realidades. Aunque los habitantes

indígenas de la ciudad se trasladan a la urbe para trabajar todavía se mantienen esos lazos de unión,

de comunidad, de solidaridad y ayuda mutua entre las familias de la comuna que se reconocen por

sus lazos de parentesco y de identidad, esto es evidente en Llano Grande.

“La ciudad impone límites que separan un mundo de otro: a veces es una avenida, un monumento,

otras veces los límites son invisibles y solo pueden ser percibidos pero no descritos” (Kingman,

1992, pág. 39). La ciudad desde esta perspectiva tiende a desvalorizar, segregar y a negar otra cultura

ajena a la suya, los límites territoriales son indiscutibles pero aún se mantienen los límites mentales,

33

de correlación, reciprocidad e igualdad de parte de la gran mayoría de los ciudadanos urbanos. Es

claro que muchas comunas están lejos de la ciudad lo que reduce la convivencia, sin embargo no

existe el afán por conocer, investigar y valorar a estos espacios que guardan conocimiento, seres

humanos, tierras, saberes, recursos naturales. Se desconoce al vecino indígena del campo y de la

ruralidad, se asimila al indígena que habita en la ciudad como atrasado, poco civilizado, como una

masa y como un objeto exótico, lo que provoca que se queden por fuera aspectos primordiales de su

vida y su existencia.

Al no encontrar un proyecto que beneficie a las comunas, que responda a las necesidades y fortalezas

verdaderas de las comunas, pensadas desde sus propias lógicas culturales, sociales y de vida, Quito,

cuna de multitudes de distintos lugares del país, es heterogénea y diversa pero no incluyente, aunque

es llamada multicultural o intercultural, es una ciudad que todavía no entiende al foráneo, al

conciudadano, al compatriota por tanto discrimina y muchas veces ignora u olvida. En esta ciudad

en la que se desenvuelven los indígenas urbanos4, viven en un continuo “proceso de reconstrucción

de la identidad indígena a partir de la exclusión” (Gómez, 2008, pág. 108). En estos territorios se

encuentran quienes nacieron en estas tierras ancestrales y se reconocen como indígenas originarios

y comparten con otros seres humanos especialmente su identidad y cultura, “como una construcción

permanente, que realizan a través de múltiples intercambios con otras culturas” (Gómez, 2009, pág.

40). En Llano Grande, especialmente los jóvenes construyen su identidad con los diálogos con los

abuelos, abuelas y sus familias, con su inserción en algunos casos a grupos culturales, con la

búsqueda de procesos históricos, con el ejercicio y práctica de saberes antiguos y el conocimiento

que proviene del recuerdo. Ellos actualmente no se observan estáticos y ajenos al cambio, su

identidad también está basada en el intercambio con otros jóvenes indígenas o no, con quienes

comparten otras formas de ver el mundo y asumirlo como tal.

2.3 Pueblo Kitu Kara: el renacer de los indígenas en la ciudad

Está ubicado en la Sierra ecuatoriana, son “quienes se consideran a sí mismos como pueblo indígena

originario del Distrito, diferente de la población migrante que se encuentra en el mismo” (Gómez,

2008, pág. 107). La Comunicadora Social, Gestora Cultural, comunera Indígena A.L.Tasiguano

(comunicación personal, 03 de noviembre de 2015) explica que Llano Grande legitima su origen

ancestral como descendiente de la población Kitu Kara a partir del año 90. Dentro del contexto

4 Gómez, Ricardo: “Pueblos Originarios, comunas, migrantes y procesos de etnogénesis del Distrito

Metropolitano de Quito: Nuevas Representaciones sobre los Indígenas urbanos de América Latina”, Pichincha:

FLACSO, 2009.

El Autor introduce este término para denominar así a los indígenas que se encuentran en la ciudad de Quito.

34

nacional, gracias a los levantamientos indígenas y con los habitantes de Llano Grande cuando forman

parte de organizaciones políticas empiezan a reflexionar sobre su identidad y derechos colectivos

como pueblos originarios. Esto contribuye a acrecentar más la identidad como comunidades

indígenas campesinas con una identidad cultural histórica.

Ellos se encuentran ubicados en la ciudad de Quito y áreas circunvecinas conocidas como

comunas de Quito; estos asentamientos de ocupación indígena históricamente formaron parte de

las haciendas de Quito y sus alrededores, desde la Colonia hasta la reforma agraria de mediados

del siglo XX. Con el auge de explotación petrolera y la migración indígena y campesina hacia la

ciudad, Quito crece y absorbe a los indígenas que viven a su alrededor en la dinámica urbana

(Gómez, 2009, pág. 14).

Actualmente en Quito existen alrededor de 90 comunas campesinas e indígenas, reconocidas así por

su ancestralidad, su vida comunitaria, su cultura, sus territorios. De acuerdo con Ricardo Gómez

(2009), el pueblo Kitu Kara como una organización constituida, autoridades electas, con bases

legales y con sus habitantes en distintos asentamientos, llamadas comunas, pretende frenar este

“proceso de blanqueamiento” a través de espacios de participación política comunitaria, organización

y desarrollo de iniciativas culturales, educativas y sociales que resultan necesarias para reivindicar

los conocimientos, los sentires, las costumbres y las sabidurías que permanecen en el entorno

familiar, esto con el único afán de revitalizar y reconocer el sentido de pertenencia como Indígenas

Kitu Kara o indígenas urbanos.

En la actualidad, la Secretaría General de Coordinación Territorial y Participación del Municipio de

Quito, efectúa varias estrategias políticas como la conformación de mesas de diálogo, encuentros

culturales de comunas y comunidades, capacitaciones y/o talleres con miembros del Pueblo Kitu

Kara con el objetivo de discutir y debatir temas como: aspectos territoriales (gobierno territorial),

económicos, equidad de género, organización comunitaria, formas de vida y cómo se relacionan estas

comunas con instituciones públicas ya sea estatales o municipales, entre otros. Los procesos de lucha

y resistencia de Llano Grande, así como de otras comunas dan cuenta de una presencia activa, por

ejemplo en el año 2012, cuando el Alcalde de turno evaluó la posibilidad de que se construya un

basurero en la quebrada de Jalonguilla, territorio que comparten la comuna Llano Grande, Calderón

y Oyacoto, los habitantes de estas zonas se opusieron rotundamente a este plan ya que afirmaban y

hasta hoy en día lo sostienes, que estas tierras son de propiedad ancestral y privada.

35

De acuerdo con Ricardo Gómez (2008),

“ser indígena Kitukara es reclamar espacios y reivindicaciones en el DMQ, sobre las cuales

articulan procesos de vida y resistencia en las que se plantea frecuentemente la necesidad de

revertir el proceso de blanqueamiento, retomando la raíz indígena, en relación con su legado

ancestral” (Gómez, 2008, pág. 109).

Entonces, ser indígena en la ciudad no se reduce solamente a vestirse con camisa bordada, anaco o

hablar kichwa o habitar estos territorios comunales, sino que va más allá del imaginario occidental y

de desarrollo, va más allá de lo urbano que se impone y no concibe otra forma de construirse, de vivir

y de actuar. Ser indígena Kitu Kara significa promover dentro y fuera del territorio, espacios de

diálogo y encuentro, espacios de diálogo intergeneracional y espacios de conocimiento,

reconocimiento y empoderamiento, tener coherencia entre lo que se vive, se piensa y se hace de

acuerdo al sentir y ser originario indígena, significa mantener vivos los recuerdos y valorar los

orígenes y lo que guarda el corazón, apoyar el fortalecimiento de la memoria ancestral que nace de

un pasado que pervive en el presente y se proyecta al futuro con resistencia, energía y lucha,

comunidades vivas que se levantan con dignidad como pueblos originarios.

El Pueblo Kitukara (PKK) está integrado aproximadamente por 80.000 habitantes, organizados

alrededor de 64 comunidades de la Sierra Norte, en las zonas sub-urbanas de la Provincia de

Pichincha, en el Cantón Quito. Se ubican en las parroquias de Nono, Cumbayá, Guangopolo, La

Merced, Alangasí, Amaguaña, Pifo, Píntag, Tumbaco, Pomasqui, Calderón y Zámbiza; en el

Cantón Mejía, en las parroquias Machachi, Aloag, Aloasí, Cutuglahua, El Chaupi, Tambillo,

Manuel Cornejo y Uyumbicho, entre otras7. Además, incluye a diferentes comunas como Nayón,

Llano Chico, Llano Grande, Tababela, Yaruqui, El Quinche, Checa, Conocoto, Ilaló y Puembo

(Gómez, 2009, pág. 68).

“El PKK considera que la base de su identidad se encuentra relacionada con fuertes procesos de

autoidentificación basados en la recuperación de prácticas culturales que han mantenido vigentes

durante varios siglos” (Gómez, 2009, pág. 110). Para este autor, todas las acciones culturales, de

autoidentificacion y fortalecimiento de la identidad provienen desde y hacia aquellas personas

quienes nacieron en comunas, es decir indígenas urbanos originarios y además a aquellos quienes

luego de determinar y reconocer su identidad, aporten con el PKK a la legitimación de este proyecto

de vida, como un modo de hacer, ser y vivir con sus prácticas en aspectos sociales, culturales o

económicos, de pueblos originarios quienes aún perviven luego de la llegada de los españoles. La

presencia de pueblos originarios en Quito, hoy llamados comunas como suelen conocerse, viven y

se relacionan con la ciudad de varias formas porque aún se mantienen relaciones de trabajo, ya que

los comuneros se trasladan a la ciudad para laborar y como se explicó anteriormente las comunas

comparten sus saberes a los urbanos.

36

2. 4 La comuna: un espacio vivo en el exterminio del mundo urbano

La elaboración de la Ley de Organización y Régimen de las Comunas, y el Estatuto de las

Comunidades Campesinas expedida en 1937, establece la protección de tierras comunitarias,

permitiendo su conformación con un mínimo de 50 individuos; éstos deben estar sujetos a la

Parroquia más cercana en manos del teniente político (Gómez, 2009, pág. 30).

De acuerdo con Ricardo Gómez (2009), la promulgación de esta ley significó que muchas comunas,

fuesen, en primer lugar, reconocidas oficialmente; en segundo lugar, que compartan y se reconozcan

en una forma de organización en la que están insertos la identidad, las tierras comunales e imaginarios

propios. A través de esta ley se menciona la posesión de tierras comunitarias de parte de los habitantes

de las comunas, sean estas trabajadas o no, “…la institución comunal garantiza la posesión y el

usufructo de tierras a sus miembros, no por una generación sino por varias” (Kingman, 1990, pág.

33).

Tal es el caso de Llano Grande que posee territorios comunales pero de propiedad individual- cada

habitante cuenta con sus propias escrituras de posesión-, basan su existencia en el territorio por

propiedad ancestral, que reconocen es mucho más arraigada y con derechos propios sobre las leyes

convencionales. Llano Grande se reconoce como comuna debido a varios aspectos, en primer lugar,

el valor de sus orígenes puesto que mantienen relaciones de parentesco, cuyos pobladores se conocen

y se unen entre sí para llevar a cabo numerosas actividades, coexistiendo en la vida cotidiana y sus

prácticas; en segundo lugar, el territorio siempre extenso, herencias de los primeros habitantes a los

actuales propietarios aunque esto significó una pugna de poderes; y en tercer lugar, se reconocen

desde su subjetividad a los abuelos y abuelas como descendientes del pueblo Kitu Kara.

El sentimiento de pertenencia a un tronco común y a una territorialidad reconocida a lo largo del

tiempo actúa poderosamente al interior de estos grupos humanos y se superpone, en muchos de

los casos, a las lógicas de funcionamiento que dominan la sociedad mayor (Kingman, 1990, pág.

33).

En el año 2006, Martín Bazurco Osorio estudió que la comuna se presenta “como un espacio

particular de enculturación que dota de contenidos específicos a la vida de la comunidad” (Bazurco,

2006, pág. 132), así podemos decir que las comunas aunque cuenten como aspecto formal de

existencia la legitimidad de parte de organismos municipales y estatales, existen otros elementos y

rasgos característicos que están contenidos en lo profundo de su existencia que legitiman su vida

histórica y son en realidad el testimonio de estos espacios vitales que luchan por no incurrir en la

lógica homogeneizadora, de progreso, dinámicas de enajenación, pérdida de identidad en cuanto al

37

vestido, al idioma, conocimientos y costumbres en su ser comunitario que ofrece la ciudad como

figura cercana. Con el proceso de expansión urbana y la paulatina asimilación o incorporación de

espacios comunales a la ciudad, nuevos conflictos van apareciendo y modificando la dinámica

interna de las comunas” (Kingman, 1990, pág. 35). La realidad no es estática, algunos habitantes de

las comunas, no se identifican, ya sea porque no les interesa o porque simplemente las relaciones con

la ciudad y sus valores se han impregnado, lo que provoca que las comunas vivan transformaciones

en sus actividades y en sus relaciones sociales con la ciudad. Unas veces favorables, otras no, sin

embargo, todos estas relaciones sociales permiten que se desarrollen procesos de intercambio y de

reciprocidad.

De acuerdo con Eduardo Kingman (1990), al interior de las parroquias se vive un proceso que

establece, separa, incorpora anejos o barrios respecto a las comunas. Tal es el caso de Llano Grande,

que a lo largo de su historia se rehúsa a pertenecer a la parroquia de Calderón, la oposición que

mantienen con esta parroquia aledaña y de la que forman parte, al menos formalmente, es un

problema viene desde muchos años atrás por acontecimientos que más adelante se detallarán. El autor

afirma que los asentamientos comunales se diferencian de las parroquias, por su lógica de

urbanización y las relaciones que mantienen con los centros parroquiales y de la ciudad de Quito.

Claro está que aunque existan factores que centralizan a la población como: escuelas, iglesias,

parques, vías, entre otras, eso no significa que las relaciones que mantienen con estas parroquias se

produzcan de la forma en la que las comuneros lo hacen.

Existen algunas características que comparten y existen otras que diferencian a las comunas, se

indican algunas que ayudarán a entender mejor de qué forma las comunas basan su existencia en

varios elementos cohesionadores. Por ejemplo: “La propiedad común de la tierra constituye, una de

las bases de cohesión interna de la población comunera” (Kingman, 1990, pág. 36), aunque Llano

Grande no tiene propiedades comunales pues cada comunero cuenta con sus registros y títulos de

propiedad, aún los comuneros trabajan la tierra, usan sus conocimientos en conjunción con la

tecnología. La comuna aún cuenta con espacios para sembrar, para recuperar energías debajo de la

sombra de un árbol, para producir sus propios alimentos, para el esparcimiento, y aunque la población

adulta aún mantiene estos saberes y el trabajo en la tierra, también algunos jóvenes comuneros no

cesan en su afán por continuar trabajando estas tierras productivas que el desarrollo aún no ha

arrasado.

38

El comunero, líder indígena, gestor cultural, antropólogo, trabajador incansable del Pueblo Kitu

Kara, G.E. Tasiguano (comunicación personal, 25 de febrero del 2015) afirma que la identidad está

marcada por el territorio, en Llano Grande los habitantes adquirieron sus tierras individuales

comprando a los hacendados. Se denomina comuna porque se realizó un proceso para su adquisición

que va más allá de la compra y venta, nosotros nos organizamos en sectores, compramos a los

hacendados y con la misma comunidad edificamos nuestros territorios.

La venta de tierras, así como la llegada de foráneos a las comunas, “para el comunero “de afuera”

la tierra es solamente una fuente más de subsistencia” (Bazurco, 2006, pág. 136). En el caso de

Llano Grande por el éxodo de personas foráneas a estas tierras de algún modo se debilitaron los

nexos comunitarios porque la gente ya no se conoce entre sí, la mayoría de personas que llegaron de

fuera no se preocupan por comprender, vivir y compartir con los comuneros, mucho menos entender

qué significa el territorio y los saberes que guarda esta comunidad. Para la mayor parte de los

extranjeros la comuna es solo una masa, no se identifican o se sienten representados.

En la comuna los valores y principios andinos de algún modo se han trastocado; pero no han dejado

de existir, pues existen comuneros y comuneras que aún mantienen y fortalecen las formas

particulares de vida de esta comuna y aún conservan sus recursos naturales como zonas de reserva y

esparcimiento, por ejemplo el Valle de Tinallo. “El comunero “de afuera” no ha participado de las

tareas sociales dentro de la comuna” (Bazurco, 2006, pág. 136), en la mayoría de los casos para

quienes llegaron a la comuna, ya sea porque contrajeron matrimonio con un comunero o comunera,

por escapar del ruido de la ciudad o por cualquier otro motivo, no existe un sentido de pertenencia

aunque habiten este territorio, no existe un acercamiento con las autoridades del Cabildo, y eso es

preocupante, porque implica mirar desde una nueva perspectiva las relaciones con las personas que

no son de la comuna, esto no debería significar la eliminación del sentir, de organización social, de

pautas de vidas, de costumbres, sino la posibilidad del diálogo intercultural y diverso, porque solo

así podrán sino identificarse, pero sí, compartir, colaborar y participar en la comuna para llevar a

cabo propuestas en beneficio de toda la comunidad.

En el año 2006, Martín Bazurco Osorio planteó los siguientes elementos de vida de las comunidades:

a) El modo de subsistencia basado en la diversificación de actividades( comerciales, agrícolas,

ganaderas, artesanales, de caza, de pesca y recolección)

b) La organización social en el espacio basada en el parentesco.

c) Un sistema socio-político de autoridades tradicionales que se manifiesta en el Cabildo.

39

d) Manifestaciones externas de etnicidad vinculadas a lo ritual (religioso, shamanístico, festivo,

lingüístico, reformulaciones propias, conducta personal) etc.

Otra forma que caracteriza a las comunas tiene que ver con la forma de organización política, en

este caso para los comuneros, “el gobierno ejecutivo de la comuna está en manos del Cabildo, con

un mandato de un año y conformado por un presidente, un vicepresidente, un secretario, un tesorero

y un síndico. Pero sin duda la Asamblea es la institución más importante de la comuna…” (Bazurco,

2006, pág. 133). En la comuna Llano Grande la participación colectiva y directa se realiza mediante

las Asambleas, es así que todos los comuneros y comuneras juegan un papel determinante en la toma

de decisiones, pues todas las acciones que repercutirán en la comuna están sujetas al diálogo y a la

aprobación conjuntas, lo que da cuenta del carácter comunitario, de pertenencia, de identificación

colectiva y el reconocimiento, además si se quiere, de legitimación de quien es parte o no de la

comuna.

El actual Cabildo de la Comuna tiene una prórroga hasta el mes de Diciembre, fecha en la que se

convocará a los comuneros a las elecciones de sus autoridades locales comunales. Para Llano Grande,

y es muy seguro que para las comunas, es importante que sea la propia comunidad, los mismos

comuneros quienes organicen su vida administrativa, de manera colectiva, así lo demuestra Llano

Grande que junto con todas las instituciones colaboran en todas las actividades que se llevan a cabo.

En el año 2003, Ana Tasiguano y Aymé Quijia estudiaron una particularidad de la comuna, y es que

en el pasado, el carácter organizativo de la comuna estuvo determinado por el Varayuc quien era

designado por el pueblo. Esta autoridad recaía en el tío mayor, respetado y de gran credibilidad quien

planificaba la vida política y social interna de la comuna. En la comuna a más del Varayuc existía

otra instancia de poder y organización como el Alcalde, que era nombrado desde Quito, este

personaje tenía como hombres de confianza al Varayuc y al Alguacil.

Llano Grande tiene una particularidad y es que cada barrio cuenta con su representante o autoridad

electa por los miembros de ese barrio, esta iniciativa unifica a todos los pobladores de esos barrios y

son la voz oficial ante el Presidente del Cabildo. Mediante mingas la gente se une, por ejemplo para

el mantenimiento del cementerio y aunque esta tradición ya no es muy practicada por algunos

jóvenes, para los adultos sigue siendo un pilar fundamental para realizar obras por la comunidad.

40

HATUN PAMBA Y SU MEMORIA ANCESTRAL

2.5 Origen de la Comuna Indígena Llano Grande

La comuna de Llano Grande o Hatun Pampa5 un antiguo lugar de asentamiento de los Kitu Kara,

perteneciente al Cacicazgo de los Zámbiza, en sus orígenes fue habitada en su mayoría por hombres

y mujeres quienes compartieron saberes que a lo largo del tiempo supieron mantenerlos en la oralidad

y conocimientos que se transmiten de generación a generación.

G.E.Tasiguano (comunicación personal, 25 de febrero de 2015) explica que se denomina y reconoce

a Hatun Pamba como Llano Grande porque los viajeros utilizaban el Qapac Ñan que pasa por esta

comunidad en tres posiciones, en Guayllabamba. además se divide por el barrio Huaco y por el barrio

Parada Siete, toma la vía Cocotog por la quebrada de Huala que es la continuación de la Quebrada

de Guevara, límite entre Llano Chico y Llano Grande y la quebrada Chakishca Wayko.

“…La memoria es una fuerza de resistencia y una herramienta para la construcción del actor como

sujeto, es preciso dar un paso más y decir que la memoria está dirigida más bien hacia el porvenir

que hacia el pasado” (Touraine, 1998, pág. 202). El sujeto, el habitante de Llano Grande se construye

desde su pasado, pero además funda su futuro desde su memoria porque es una fuerza que evade el

paso del tiempo y las influencias externas dominantes. En la memoria de este sujeto permanecen los

recuerdos, los mismos que se reinventan, se dialogan y se comparten. Los espacios determinados

desde dónde recuerdan los comuneros, los han establecido ellos mismos, dentro del núcleo familiar,

con los paisanos, con los foráneos, entre familias, mediante el diálogo con los más jóvenes, el diálogo

entre pares, en las Asambleas en el Cabildo, el compartir en las clases de bordado o kichwa, en los

ensayos en el grupo cultural, con publicaciones del medio de comunicación en redes sociales, en el

extranjero con los comuneros residentes en otros países o ciudades, cuando hombres, mujeres, niños

y niñas llevan la vestimenta o cuando se celebran las Fiestas de la Comuna, es ahí cuando se efectúa

el ejercicio de recordar.

“Las sociedades humanas están ancladas al diálogo y a la interacción con otros, dentro de un

espacio común de significados compartidos” (Jelin, 2002, pág. 94), en la comuna de Llano Grande

5 Denominación con la que se conocía y aún se conoce a la comuna que significa: Hatun/Inmenso- Amplio y

Pampa/Suelo, Planicie, Llanura, Valle.

41

sus habitantes comparten recuerdos, experiencias, su memoria trae al presente acontecimientos,

relatos y narraciones de hechos que los marcaron, sufrieron, alegraron o motivaron. A.L. Tasiguano

(comunicación personal, 23 de febrero de 2015), recuerdo las casas de teja y paja, construidas con

cabuya y adobe fraguadas con agua del río de la quebrada Chakishca Wayko, paredes construidas

con carrizos y chaguarqueros sujetados con chilpe. Alrededor tierras ancestrales extensas productivas

para la siembra. Los maizales, pasajes de tierra y chaquiñanes y alrededor el paisaje con árboles de

guaba y capulíes, cabuyas y carrizos.

“La memoria tiene entonces un papel altamente significativo, como mecanismo cultural para

fortalecer el sentido de pertenencia a grupos o comunidades” (Jelin, 2002, pág. 9), la memoria

entonces se articula con las tradiciones, cultura y saberes ancestrales propias de cada comunidad,

solo así se puede valorar y sentirse parte de un grupo o una comunidad. “Nadie puede vivir sin

recordar y nadie puede vivir tampoco sin los recuerdos de la historia” (Romilly, 1998, pág. 45).

Hablar de los recuerdos de la historia orienta un sentir y el actuar a cada instante en la vida del sujeto

que recuerda. Es que el recuerdo de la memoria colectiva está ahí para conducir, como un instrumento

que permite que el ser humano valore, conserve, mantenga y para inspirar el camino y la vida de

quien posee esta historia.

Lo que aquí se redacta corresponde a algunos testimonios de comuneros y comuneras de Llano

Grande, así como del diálogo compartido en encuentros, reuniones, asistencia y participación en las

asambleas, talleres de kichwa, danza, bordado y gracias a la colaboración del trabajo de Pregrado de

Ana Tasiguano y Aymé Quijia, a las conversaciones con vecinos, familiares, compañeros y amigos

y con el cotidiano vivir en la comuna. Estos recuerdos compartidos,- no así iguales-, porque cada

persona recuerda desde sus experiencias, desde su subjetividad, y así como lo plantea Jelin, “el

ejercicio de las capacidades de recordar y olvidar es singular. Cada persona tiene sus propios

recuerdos, que no pueden ser transferidos a otros” (Jelin, 2002, pág. 19). Los comuneros de Llano

Grande basan sus recuerdos desde sus vivencias personales, cómo lo cuenten dependerá de su sentir

y actuar en un momento determinado, presente o pasado. Evocan sus formas de vida, organización,

sus sentires y saberes y sus lazos de parentesco lejos de documentos escritos, ya que “…todo se

remite a un tradición oral que determinadas personas- memoria viviente de la comunidad- tiene a

su cargo conservar y transmitir” (Vernant, 1998, pág. 21). La mayor parte de lo que se recoge en

esta investigación corresponde a la tradición oral, característica de los pueblos originarios, todos los

sucesos y relatos que aquí se imprimen permanecen en el pensamiento y el corazón de los habitantes

de la comuna y son trasmitidos de padres a hijos, de vecinos a vecinos, de abuelos a nietos, de tíos a

sobrinos.

42

2.6 Relatos desde la ruralidad

Hacia el fortalecimiento de la memoria ancestral

La investigadora con el objetivo de que la tesis se torne más dinámica propone cuatro crónicas,

apoyadas con fuentes bibliográficas y fuentes periodísticas (testimonios de los comuneros en

entrevistas, encuentros, conversaciones no formales, colaboración de trabajos de investigación

escritos, entre otros). En la primera crónica se menciona un poco de la historia, la organización de la

comuna en sus inicios, y un personaje que por su significado en la memoria de los comuneros aún

sigue vigente. Esta crónica cuenta con la colaboración y está apoyada en la investigación de las

comunicadoras sociales y gestoras culturales, Ana Lucía Tasiguano y Aymé Quijia, en su trabajo de

Pregrado: “La Danza de los Danzantes en el Fortalecimiento de la comunicación y cultura de la

Comuna Indígena Llano Grande”, las autoras empiezan su narración de la comuna y de su líder

precursor de esta forma.

2.6.1 Crónica uno: Calixto Muzo lideró con tesón la Comuna Llano Grande

De acuerdo con (Tasiguano & Quijia, 2003). Corría aproximadamente el año 1858 y el denominado

anejo conocido como Hatun Pampa se asentó en el Valle de Tinallo, al noreste de Quito, cerca de las

riveras de Guayllabamba, administrado por la parroquia eclesial de Zámbiza. En este anejo, las

familias, eran conocidas como “señores llamados indígenas”, también y hasta hoy familias con

apellidos ancestrales como Simbaña, Anrango, Suquillo, Sanguña, Tashiguano, Guamán, Ushiña,

Muzo, Guachamín, Loachamín permanecían y permanecen unidas mediante lazos de parentesco y

compadrazgo.

La comuna en ese momento no tenía agua, no tenía luz. M. Tasiguano (comunicación personal, 18

de octubre de 2015) explica que con malta cargaban agua del río, encendían sigse con pepa de igrilla

pelada, esto servía como aceite. No teníamos transporte, luz y agua. En Llano Grande, el carácter

organizativo de la comuna estaba a cargo del Varayuc quien era designado por el pueblo. Además

cada barrio tenía sus propios “cabecillas”, como el Tío Mincia, Loco Domingo (Domingo Simbaña),

Francisco Muzo, Alcalde Mayor , el Taita Carlos, Tío Sargento, Tío Mirlo, entre varios dirigentes.

El último de los Varayuc fue Don Calixto Muzo Juña, nació en el Barrio La Tola de Llano Grande

en 1915. El Tío Calixto, un hombre alto, delgado, de tez clara fue una de las autoridades que condujo

con sacrificio y tesón esta comuna. Aunque no existen datos de donde aprendió a escribir, para su

tiempo fue un hombre muy instruido, esto aparentemente se debió a su formación como conscripto

y policía municipal.

43

Cuando los compañeros cabecillas de sectores y Calixto Muzo se organizaron y asistieron a la Junta

Parroquial de Calderón para solicitar el servicio de agua y luz, escucharon de la gente decir “los

indios de Llano Grande vienen a pedir caridad”6. A petición de los barrios La Tola, Candelaria,

Huaco, San Juan Loma y Chaupichupa, Don Calixto se erige como Presidente del Primer Cabildo de

la comuna. Como Calderón dominaba de forma prepotente todos los ámbitos, Don Calixto enfrentó

a los “chagras” (término que usaban para designar a la gente de Calderón), en esferas administrativas,

políticas y religiosas, lo que ocasionó que fuese censurado y amenazado por luchar por los derechos

de los comuneros, por tal razón fue expulsado de la policía municipal.

El 23 de febrero de 1956 Llano Grande se erige como comuna indígena bajo Acuerdo Ministerial N°

3474, suscrita en el Ministerio de Agricultura. A partir de esa fecha la comuna se erige por sus leyes

y se mantiene independiente de la Parroquia Calderón. A partir de este acontecimiento, Tío Calixto

organizó a los tíos mayores, a la comunidad entera y con pala, azadón y pico salían muy temprano

a trabajar en las mingas, donde se vivía una fiesta comunitaria. Las mujeres llevaban cucayo,

uchukuta, fréjol o arveja cocinadas y chicha para compartir en comunidad. En un ejercicio de trabajo

comunitario característica de los pueblos originarios se construyó la carretera principal en U, se

abrieron calles y pasajes, se construyó la Iglesia, consiguió el agua y fortaleció el respeto a la

dignidad indígena de esta comuna. Diez años pasaron en los que Calixto trabajó duramente y su

carisma le hizo merecedor al respeto de toda la comuna.

De acuerdo con Elizabeth Jelin (2002), el tiempo y la memoria están intrínsecamente ligados, sin

embargo, este tiempo no es lineal, no corresponde hablar de un tiempo cronológico o de un tiempo

que se ordena en un espacio determinado, los hechos pueden suceder o no de acuerdo a un orden, o

al menos así lo cuentan los comuneros, pero cuando los recuerdos y la memoria de las experiencias

de la vida comunal o personal de los habitantes de Llano Grande en este caso, se incorporan al

discurso o a las acciones. “…el presente contiene y construye la experiencia pasada y las

expectativas futuras. La experiencia es un pasado presente, cuyos acontecimientos han sido

incorporados y pueden ser recordados” (Jelin, 2002, pág. 12).

Los testimonios que aquí se recogen provienen de jóvenes, adultos y de los tíos y tías mayores7. De

acuerdo con Paul Ricoeur (1998), el testimonio se desprende del vestigio, de una huella, de algo que

6 Declaraciones de Manuel Loachamín “Tío Pollo”, comunero de Llano Grande. 7 En la comuna se denomina tíos y tías a la población adulta mayor a quienes se les guarda un profundo respeto

por ser aquellos guardianes de la memoria ancestral.

44

existió. El recordar entonces presupone aseverar que la persona vivió esos acontecimientos, “estar

ahí”. El comunero se traslada en el tiempo, vuelve a estar en el mismo sitio de sus vivencias, y además

entrega su palabra como prueba de que aquello existió y que fue real, el comunero confía en que la

persona con la que comparte, escucha o lee sus experiencias le cree, porque da fe y asegura que

ocurrió así.

La vida comunitaria y de organización es vital para Llano Grande, recordar para la comuna es tener

presente un hecho, un relato o alguien, significa evocar huellas, orígenes, símbolos, costumbres.

Gracias a la memoria no existen fechas de vencimiento, todo lo que sucede se guarda en la mente y

en el corazón y permanece. No hay límites para el recuerdo, claro está, existen olvidos voluntarios o

no, pero la mayoría de seres humanos, atesoran sus vivencias y experiencias porque hablan de sí

mismos, de sus familias, compañeros, de su historia y de sus orígenes. La memoria ancestral es una

fuerza de resistencia frente a la ausencia, es un espacio vivo donde se construyen los seres humanos.

Aquí se rememora la historia de uno de los tantos personajes cotidianos de la comuna que grabaron

en la memoria un precedente de unión, de solidaridad, de cariño y amor a sus orígenes y a su tierra,

de rebeldía y entrega a su gente. Raúl Tasiguano, un joven decidido y tenaz dejó un legado de vida

organizativa, de lucha y compromiso por el trabajo y la acción comunitaria. La comuna reconoce a

estos personajes y los trae al presente, transmite su recuerdo y las historias que guardan las vivencias

y el sentir de los comuneros. Esta crónica cuenta con los relatos del encuentro que se mantuvo con

los familiares, amigos y conocidos de la Familia Tasiguano, quienes se reunieron al conmemorar un

año más de la muerte en el mes de marzo de Raúl y además cuenta con el testimonio de Enrique

Tasiguano, hermano de Raúl, comunero, líder y antropólogo.

2.6.2 Crónica dos: ¡Despierta Comunero!

Raúl Tasiguano nació el 12 de agosto de 1946 y fue el tercer hijo de María Muzo Loachamín y Pedro

Tasiguano más conocidos como Tía María y Tío Arpero. Sus primeros años estudió en la Escuela

Brethren y en el colegio Simón Rodríguez en la ciudad de Latacunga donde se graduó como bachiller

agrónomo. Luego de pasar varios años fuera de su comuna, decidió regresar y emprender varios

proyectos agrícolas. Experto en el tema y con el impulso que le proporcionaba el trabajar por la

comuna y para sus habitantes incentivó dentro de la comuna la crianza de conejos, chivos, gallinas,

así como el cultivo de varias plantas frutales. Además fue un promotor del desarrollo de varias

comunas aledañas.

45

Aproximadamente en el año de 1964 la Iglesia de Calderón con sus emisarios exigían la entrega de

diezmos (animales y granos del sector). Raúl cansado de ver estos abusos incentivó la emancipación

de la comuna para que no se entreguen estos tributos a la parroquia eclesiástica. Desde este

acontecimiento se originó la primera ruptura entre Calderón y Llano Grande que desencadenaría

hechos lamentables más adelante. A.L. Tasiguano (comunicación personal, 03 de noviembre de

2015) menciona que Calderón no existía para la comuna aunque fuera considerada su parroquia.

Llano Grande nunca necesitó de intermediarios, no requeríamos representación.

En el año 1969, Andrés Guamán Carrera, se erige como presidente de la comuna, para esos años, aún

se vivía en un ambiente de discriminación y segregación. Raúl y su hermano Enrique, jóvenes de la

comuna tenían muchas ganas de trabajar por la comuna, es así, que fundaron la Sociedad Apolo

Unido, adquirieron una unidad de transporte, el primer bus de Llano Grande. La Cooperativa de

Calderón tenía 32 unidades que transitaban en la comuna, sin embargo, de parte de los oficiales y de

conductores habían insultos, ofensas, maltrato y abuso que sufrían los comuneros era humillante y

ultrajante, explica (A. Guamán Carrera, comunicación personal, 28 de marzo de 2016).

En los corazones de Raúl y de muchos jóvenes comuneros crecía el sentimiento de lucha. El 25 de

mayo de 1969 deciden tomarse la comunidad durante 19 días, para esto se abrieron zanjas y cerraron

las entradas en Llano Chico, en la Panamericana Norte, Landázuri y lo que hoy se conoce como la

calle Calixto Muzo. Nadie podía entrar ni salir de la comuna. Los comuneros querían ser libres de la

dominación de la parroquia de Calderón.

La lucha por el sentido del pasado se da en función de la lucha política presente y los proyectos

del futuro. Cuando se plantea de manera colectiva, como memoria histórica o como tradición,

como proceso de conformación de la cultura y de búsqueda de raíces de la identidad, el espacio

de la memoria se convierte en un espacio de lucha política (Jelin, 2002, pág. 99).

Permanece en los comuneros el recuerdo de fortaleza, debate, esfuerzo, unión y coraje de aquellos

hombres y mujeres que acudieron con sus capisayos y camisas bordadas en una manifestación hacia

el Palacio de Carondelet, es así que se tomaron la Catedral y la Plaza de la Independencia, para que

todos los presentes escuchen la voz de los comuneros y comuneras organizados. El Presidente de la

República José María Velasco Ibarra escuchó a Raúl quien expuso y solicitó que la comuna de Llano

Grande tenga su propia Cooperativa, cuente con sus propias unidades y no exista interferencia

foránea, la solicitud fue aceptada y el 08 de junio de 1969 Raúl firmó el convenio para que ninguna

otra unidad de transporte entre a la comuna. Raúl lideró la lucha por la liberación del pueblo indígena

46

de Llano Grande. Raúl motivaba a la gente, participaba activamente (A. Guamán, comunicación

personal, 28 de marzo de 2016).

En el año de 1971 un día 28 de marzo, Raúl fue asesinado con alevosía y malicia en el sector de

Cuatro Esquinas. Los culpables quedaron en la impunidad. Algunos testigos afirman que fueron

“mishos” –mestizos de Calderón, de apellido Flores.

En Llano Grande existe mucha fuerza cuando hay unión, los comuneros actualmente están

comprometidos en acciones desde varios frentes, desde la cultura, la vida organizativa, desde lo

social, comunicacional. La evocación de las luchas como muestra de resistencia y de trabajo en

minga, como antecedente para las futuras generaciones. Raúl fue un joven emprendedor, músico,

dispuesto a trabajar y colaborar con ideas innovadoras en la comuna que lo vio nacer, un joven que

contribuyó para que el comunero y comunera revitalicen su sentir, hacer y actuar como ser originario,

como indígena de Llano Grande.

Llano Grande, un espacio para revitalizar la memoria ancestral

Esta comuna se encuentra ubicada en el Km 13 y ½ de la Panamericana Norte, a 45 Km de Quito.

Su población es aproximadamente de 16.000 habitantes nativos. Esta cifra puede variar puesto que

actualmente existen conjuntos residenciales que permitió el desplazamiento de gente foránea a este

sector.

E. Tasiguano (comunicación personal, 25 de febrero de 2015) comenta que en los años 1940 hasta

el año 1967, llegó la Fundación Brethren a estas tierras. Su presencia tuvo trascendencia en la comuna

pues introdujo la doctrina cristiana, trabajó con los habitantes en aspectos culturales, agrícolas y

sociales; mediante la realización de campamentos donde se impartían clases de manualidades,

guitarra, bordado, así como en el sector agrícola con la llegada del primer tractor a la comuna que

sirvió para mejorar las labores del campo. En ese mismo año llegó la Iglesia Católica, con las Madres

Lauritas donde se establecieron en la hacienda vieja y donde fundaron la Escuela La Dolorosa, de Fe

y Alegría.

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Para los comuneros llevar la vestimenta o hablar el idioma como parte fundamental de su identidad,

se vieron afectadas porque la mayoría de gente salía de la comuna a la ciudad con el objetivo de

conseguir un empleo, ya no en el campo y obviamente no del labrado de la tierra. A.L.Tasiguano

(comunicación personal, 03 de noviembre de 2015) comenta que los abuelos prohibían a sus hijos

hablar el kichwa porque ellos sufrían una discriminación muy dura, los abuelos obligaban a que sus

hijos pronuncien muy bien el castellano porque recibían muchos insultos de parte de la población

mestiza. El kichwa se transformó en un idioma que se hablaba solo en el núcleo familiar. Además,

otra forma para que exista discriminación, hasta hoy, fue llevar apellidos ancestrales como Simbaña,

Lincango, Pillajo, entre otros. A esto A.L.Tasiguano (comunicación personal, 03 de noviembre de

2015) explica que todos los apellidos ancestrales remiten un linaje, confieren una responsabilidad

social o un rol determinado dentro de las comunidades originarias. Cada persona cumple un rol

definido y fundamental.

Las fechas y los aniversarios son coyunturas de activación de la memoria. La esfera pública es

ocupada por la conmemoración, el trabajo de la memoria se comparte. Se trata de un trabajo

arduo para todos, para los distintos bandos, para viejos y jóvenes, con experiencias vividas muy

diversas. Los hechos se reordenan, se desordenan esquemas existentes, aparecen las voces de

nuevas y viejas generaciones que preguntan, relatan, crean espacios intersubjetivos, comparten

claves de lo vivido, lo escuchado o lo omitido (Jelin, 2002, pág. 101).

En el marco de la celebración de los 59 años de Vida Jurídica de la Comuna Llano Grande y en el

afán por rememorar sus tradiciones se llevó a cabo la elección, el desfile y diversos actos sociales en

el mes de febrero del año pasado. Como las Fiestas Patronales no se habían realizado anualmente y

se tardaron para retornar, fue la oportunidad perfecta para que se una toda la comunidad. Es así que

se llevó a cabo la elección de la Hatun Pamba Warmi, un certamen distinto a los acostumbrados y

con rasgos característicos de la comuna. Donde prevaleció el valor cultural, originario y ancestral de

las cinco candidatas, representantes de distintas instituciones financieras y educativas de la comuna,

que asistieron a este llamado.

“Nunca estamos solos -uno no recuerda solo sino con la ayuda de los recuerdos de otros y con

códigos culturales compartidos, aun cuando las memorias personales son únicas y singulares”

(Jelin, 2002, pág. 20), para participar las jóvenes candidatas tuvieron que responder con anticipación

algunas preguntas con temas relacionados a la comuna, sus costumbres, ubicación geográfica, con la

valoración de la vestimenta y con el idioma. Es así que este ejercicio colectivo de preguntar y

responder, de investigar, escuchar, leer, preguntar y de establecer un contacto con los abuelos-

abuelas, a los tíos –tías mayores y adultos de la comuna sirvió para que el colectivo active su

48

memoria. El individuo aparece con su investigación personal del pasado y se vincula con el colectivo,

con el que comparte esos recuerdos que para ellos se traducen en verdad, preservando el sentimiento

de identidad. En el caso de la comuna Llano Grande estos saberes permanecen en la memoria y en

el trabajo diario de los comuneros, quienes con sus acciones no permiten que el extravío consiga

borrar las huellas de su existencia.

Hay un primer tipo de transmisión que se produce de manera espontánea: es lo que se conoce

como tradición oral, que está referida a una memoria esencialmente privada, constituida en su

mayoría por recuerdos personales o familiares de carácter fundamentalmente anecdóticos,

evocación de vivencias intensas, de encuentros decisivos, de episodios que dejan un recuerdo

perdurable (Rémond, 1998, pág. 69).

Karina Muzo, tiene 25 años y es originaria de la comuna Llano Grande, estudia en la Universidad

Central y asumió la dignidad de “Shuk Niki Hatun Pampa Warmi /Primera Dignidad Reina de Llano

Grande ” el 18 de febrero de 2015. Para realizar su proyecto en el tema de la revitalización de la

identidad en la comuna Llano Grande, Karina se preocupó por la vestimenta originaria de la comuna.

Para este fin actualmente se está impartiendo un curso de bordado de camisas y lishtas a mujeres, los

días lunes, miércoles y viernes en horas de la tarde, con la ayuda de dos instructoras comuneras.

K.Muzo (comunicación personal, 10 de enero de 2016) explica que su afán además fue promover el

aprendizaje y fortalecimiento del idioma kichwa, idioma originario de la comuna y con este

propósito, hace aproximadamente ocho meses atrás los días domingos con la duración de dos horas

y con la colaboración de dos profesores comuneros originarios de Llano Grande se imparten clases

a niños, adolescentes y adultos en la casa comunal.

A.L.Tasiguano (comunicación personal, 02 de noviembre de 2015) afirma que en la adolescencia y

en la juventud muchas veces, el individuo no busca identificarse, y si lo hace, lo hace asumiendo

otras identidades, la parte cultural no está tan ligada a la vida común y mucho menos individuales.

Por esta razón en la comuna los abuelos y abuelas cumplen un papel esencial en la construcción de

las memorias y de los recuerdos de los jóvenes y adultos. Ellos conservan las tradiciones, el amor a

la tierra y a la identidad, a la esencia, al significado del ser comunero, las comidas ancestrales, los

saberes y conocimientos que no necesitaron ser comprobados pues, en el fondo, guardan la fe y la

sabiduría de los pueblos originarios. “La memoria no es reconstitución del pasado, sino la

exploración de lo invisible” (Vernant, 1998, pág. 22), esto invisible que se recuerda no está ausente,

significa que existió, no como algo fantástico o irreal como lo enuncia Jean Pierre Vernant, sino

“…la ausencia del pasado, que es un ausencia muy especial, ya que es la ausencia de lo anterior,

de aquello que existió antes” (Vernant, 1998, pág. 25).

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Como tercera crónica se ofrece el testimonio de Dolores Tashiguano, una comunera que a través del

tiempo preserva la memoria ancestral de la comuna. Llano Grande guarda un profundo respeto hacia

los abuelos y abuelas de la comunidad, son considerados “…abuelos sabedores, los sabios de cada

grupo; ellos conocen y manejan las historias, los mitos, los cuentos” (Urbina, 2007, pág. 31), los

tíos y tías mayores son quienes resguardan y guían a la comunidad con sus relatos, su memoria está

ligada a un tiempo y espacio que trasciende, por eso sus conocimientos, sabidurías y sentimientos

son el alma de esta comunidad, puesto que pertenecen a la palabra, la transmiten a sus hijos y estos

a sus hijos, en el cotidiano vivir.

2.6.3 Crónica tres: “Tía Lolita y el poder de la sanación ancestral”

En el barrio La Tola de la Comuna Llano Grande, Dolores Tashiguano de 76 años, es una sanadora

o curandera y una de las guardianas de la memoria ancestral de estas tierras. A la Tía Lolita, como

le conocen en la comuna se le concede la virtud del tratamiento y curación basada en la herencia de

sus saberes ancestrales y en el poder curativo de las plantas originarias de la comuna. Los sanadores

ancestrales están y han estado presentes siempre en la vida social y religiosa de los pueblos

originarios ya que cumplen una labor de médicos del cuerpo y del espirítu. La tía Lolita participa con

la comunidad “en la tarea de recordar y tener siempre presente por medio de retornar al espíritu y

vivir en armonía con él” (León, 2010, pág. 29). Esta tradición la heredó de su madre hace 25 años

quien también fue partera de la comunidad. Mi madre curaba y yo le veía, ella me decía que aprenda

porque después, ayudaría a la gente (D. Tashiguano comunicación personal, 15 de abril de 2016).

En palabras de Samuel Guerra Bravo (2004), el saber popular es aquel que está conformado por

varios recursos míticos, mágicos que se han heredado de sus antecesores, no solo se trata de un saber

tradicional o ancestral que tiene un contenido popular8 sino que este saber debe tener una finalidad,

un sentido y debe usarse en la comunidad, es “un saber de vida y para la vida, un saber práctico,

que por ello mismo ancla en la profundidad de la memoria y de la conciencia histórica de quienes

lo portan” (Bravo, 2004, pág. 63).

8 Guerra, Samuel: “Problemas epistemológicos en el estudio del saber popular”, Quito, Abya Yala, 2004.

El autor afirma: “los saberes no nacen populares o de élite, se convierten en populares en el conjunto de

relaciones sociales y productivas” (Bravo, 2004, pág. 66).

El saber de los pueblos originarios “se vuelve popular por su uso, finalidad y sentido. Ese conjunto de

conocimientos, actitudes, comportamientos, resistencias, simulaciones, innovaciones, apropiaciones,

sincretismos, etc. Que constituyen nuestro “saber” se convertirá en “popular” en tanto y en cuanto los sectores

subalternos lo usen y esgriman como un “arma” en su lucha cotidiana por alcanzar el reconocimiento de su

existencia y de su lugar en la estructura social imperante” (Bravo, 2004, pág. 67).

50

Una pequeña habitación construida de madera, con una mesa con algunos recipientes y una cómoda

camilla sirve como consultorio para sanar al niño, joven, adulto o anciano enfermo. La gente acude

a donde Tía Lolita cuando la medicina convencional no encuentra las causas de los distintos

malestares de las personas afectadas por estas dolencias. En el año 2004, Samuel Guerra al respecto

señala que el conocimiento indígena es otra forma de relacionarse con el mundo y de reconocerlo

como tal, no se trataría de que los saberes y conocimientos sean examinados y comprobados como

científicos, tampoco se trata de “rescatar” estos saberes, pues a decir del autor esto reduce, escinde

del valor verdadero de estas capacidades. Se trata más bien de reconocer que a más del conocimiento

occidental que se ha impuesto - desde varios aspectos y en la vida de las personas,- también está,

…ese saber nuestro, heredado de nuestros antepasados y reproducido en cinco siglos de

sometimiento; saber sincrético que revela capacidades, modos de ser y de pensar específicos,

propios de los pueblos que luchan por el reconocimiento de su existencia. Estos saberes que no

pueden ser valorados por la ciencia occidental constituyen lo que podríamos llamar nuestro

conocimiento propio, nuestra sabiduría (Bravo, 2004, pág. 65).

Enfermedades como el mal de ojo o espanto, son causadas por un ambiente pesado. Por andar hasta

altas horas de la noche y muchas veces por fuertes caídas que hacen que el cuerpo y el espíritu se

desequilibren( D. Tashiguano comunicación personal, 15 de abril de 2016). Al consultorio asistió

Natividad con su hijo Davidson de 4 años, la mujer asegura que su hijo no quiere alimentarse. “Fui

al médico hace tres días y no mejora”, comenta la joven madre.

Los curanderos o sanadores tradicionales son personas que tienen mucho conocimiento, poseen una

tradición milenaria en el cuidado de la salud del alma, tienen la gratitud, la confianza y el respeto de

la comunidad, sin embargo, muchas veces son ignorados y su labor es desconocida y desvalorizada,

principalmente, en los establecimientos de salud comunes y frecuentes y en el mundo médico

profesional, y casi siempre por personas escépticas e indiferentes que no creen en estos seres

humanos dueños de una sabiduría ancestral.

La tía Lolita explica que puede curar el espanto solo los días martes y jueves, se debe a que así lo

aprendió de su madre. Para iniciar con el tratamiento de este malestar lo hace por medio de oraciones,

signos de la cruz en la cabeza y frota con el cuy y a veces con plantas medicinales el cuerpo desnudo

del paciente, lo hace porque en el animal se muestran los síntomas que aquejan al enfermo.

Para sanar del mal aire la gente puede asistir cualquier día, usa hierbas medicinales como la Santa

María, ruda y manteca de cacao que fricciona en el cuerpo de la persona. Es que las plantas son la

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base de la medicina ancestral, ya que estas ofrecen numerosos beneficios naturales para la salud.

Luego de la limpia se receta una infusión a base de llantén blanco, malva blanca, taraxaco, pelo de

choclo, linaza sin tostar y dos gotas de limón, la persona debe tomarla por dos días, esto le ayudará

a recuperar fuerzas.

A donde tía Lolita llegan pacientes desde Machachi, Sangolquí, Calderón, Zabala, Marianas entre

otros lugares de la ciudad de Quito. “Cuando se atienden las personas quiero que se mejoren y siento

alegría porque puedo ayudarles con mi fuerza y con lo que sé hacer”, afirma sonriente la Tía Lolita.

A decir de la mayoría de las personas sanadas, la tía Lolita tiene buena mano. Ellos creen y tienen fe

persistente, porque en esta práctica hay más sanación que en la medicina convencional.

La medicina tradicional, como parte del sistema no formal, no tiene reconocimiento oficial pero

es la dominante en las zonas rurales y áreas no atendidas por el sistema formal, existe y es

solicitada aún en las ciudades donde la población, cultural y socialmente heterogénea, tiene la

oportunidad de utilizar el sistema de salud a su elección (Ortega, 2004, pág. 188).

La Tía Lolita es quien guarda esta sabiduría ancestral, en las prácticas de terapias, procedimientos,

conocimientos curativos de las plantas experimentados por sus ancestros, en este caso, su madre, “el

vehículo de transmisión de todo ese bagaje médico- cultural ha sido la tradición oral, que de

generación a generación ha permitido una identificación profunda y real entre aquellos que la

solicitan y aquellos que la ejercen” (Ortega, 2004, pág. 188). Desde la visión como un ser humano

originario, los seres están ligados íntegramente a la naturaleza, todo tiene espíritu, por esta razón,

mujeres como la tía Lolita remedian el cuerpo, la mente y favorecen el equilibrio con el espíritu.

2.6.4 Crónica cuatro: “Ñucanchicpura: Colla Quilla Raymi”

“El calendario andino relaciona el año ceremonial con el calendario agrícola. Cada ceremonia

daba el nombre al mes y establecía la actividad agrícola que se debía realzar conjuntamente con las

celebraciones, ritos y fiestas” (Tasiguano & Quijia, 2003, pág. 70). De acuerdo con Ana Tasiguano

y Ayme Quijia, al respecto añaden que en el Ecuador, como el volcán Cayambe está ubicado en la

línea equinoccial, se forman dos tiempos según plantea la sabiduría del sol. En Cayambe con la

construcción de un cilindro de cinco metros recubierto con oro, un reloj solar, los antepasados

observaban la sombra de cuatro partes que se proyectaba en la tierra. Este calendario andino mostraba

la división de dos solsticios y dos equinoccios, el Sol y la Luna vinculados con la Tierra para

favorecer la producción, la fecundidad, cosecha, la fertilidad.

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F.LLumiquinga(comunicación personal, 23 de enero de 2016) explica que desde hace varios años

atrás la Corporación Samari Yachana Wasi inició la celebración de la Fiesta del Coya Raymi con

autogestión y a veces con la contribución económica del Municipio y de la Junta Parroquial. Hoy en

día, cada año, la Corporación celebra esta festividad, en conjunción con el Cabildo, comuneros y

comuneras y comunidades vecinas.

Cada año en el mes septiembre u octubre, la Comuna Llano Grande gracias a la Corporación Samari

Yachana Wasi celebra el Coya Raymi, el equinoccio de otoño, la fiesta de la Fecundidad. “Los rayos

solares caen verticalmente sobre el Ecuador, marcando el equinoccio de primavera. Esta es una

fiesta dedicada a la luna o COLLA (cónyuge) del sol, a la tierra, a la mujer y a todo lo femenino”

(Tasiguano & Quijia, 2003, pág. 71). Esta fiesta fortalece la pertenencia e identidad cultural de la

comuna con la danza, rituales, vestimenta, comida ancestral - que aún es preparada por las tías

mayores-, la música y los habitantes del sector. Este acto además es comunicacional porque

permanece desde hace tiempo atrás en la memoria colectiva de la comuna, donde los sujetos con sus

gestos, con sus expresiones, con la música, sus danzas y sus movimientos comunican estas prácticas

sociales donde se construye la memoria, participación, la reciprocidad, la cohesión y la organización

de la comuna.

“La fiesta es comunidad” (Gadamer, 1991, pág. 99). De ahí, que la fiesta no está apoyada en términos

negativos como la excusa de no trabajar y simplemente como un día de ocio. La fiesta reafirma el

carácter de alianzas y unión, los individuos no se alejan, separan o dividen sino que la fiesta los

unifica y congrega. La fiesta aparece en el momento considerado como festivo, invita a participar en

ella activamente a los sujetos, los introduce en un juego, este juego que sobrepasa sus actividades

particulares. La fiesta es un lugar de encuentro, el lugar donde los comuneros hombres y mujeres,

adultos, ancianos, jóvenes y niños se unen para rememorar, para hermanar, para festejar la existencia.

La fiesta únicamente se vive cuando se la celebra. Otra práctica en la que se observa la unión, la

relación de todas las organizaciones, colectivos y agrupaciones ocurre en la celebración de las Fiestas

Patronales de la comuna. En este sentido, los habitantes cumplen con un rol, se congregan para la

consecución y ejecución de estas festividades.

53

Son las seis am.

El frío negligente penetra en las ropas de Daniel. Él es miembro activo de la Corporación Samari

(Descansa) Yachana (Saber) Wasi (Casa/vivienda) que significa Casa del Saber, acude todos los días

sábados a las 18h00 a los ensayos en la Casa Comunal de Llano Grande. Esta institución se constituyó

el 25 de septiembre de 1993, por un grupo de jóvenes comuneros hombres y mujeres motivados en

promover y representar a través de la danza como manifestación artística en la que se entrelazan la

cultura, la identidad y el valor del ser originario de este sector. Hoy en día todos los miembros de la

Corporación son gestores culturales activos de la comunidad, su trabajo crea y recrea un espacio de

encuentro entre la comuna, entre y dentro de sus familias, entre los danzantes como familia, entre

otros pueblos o comunas y otras nacionalidades. Este día se reunirá toda la familia Samari para

preparar los últimos detalles de esta celebración indígena., como armar las carpas para los distintos

stands, adornar y decorar, ubicar los puestos en los que los comuneros y comuneras venderán la

comida ancestral y repasar el cronograma de actividades.“…Es un momento “fuerte” privilegiado,

de excepcional riqueza para conocer la cultura total del indígena, y que ésta se caracteriza

precisamente por una gran unidad en sí y con la comunidad” (Rueda, 1982, pág. 16).

Más allá de la sucesión ordenada de hechos que hoy se llevarán a cabo, en Llano Grande “la fiesta

es una celebración jubilosa” (Rueda, 1982, pág. 33). Muchos habitantes del sector acuden con la

vestimenta originaria. Las mujeres lucen sus camisas bordadas que se trata de una pieza de tela blanca

con diseños de flores y hojas que se obtienen de la naturaleza, adquieren colores cálidos por los hilos

perlita o perlé de todos los tonos que se quiera utilizar y están bordadas a mano. Cuando se abre la

camisa toma la forma de la cruz andina. El complemento para la camisa la componen dos anacos o

un anaco y un debajero. Actualmente, se escogen tonos más coloridos, pero antiguamente se llevaba

un tono azul oscuro, hoy en día todavía Don José Manuel Muzo o “Tío Salchicha”, como es conocido

en la comuna cose con varios colores algunas figuras geométricas o palmeras, flores o una puntada

de zigzag en la parte inferior de los anacos. Los anacos están sujetados en la cadera por la mama

chumpi y el wawa chumpi, o también llamadas fajas, las que eran elaboradas antiguamente por

comuneros en el sector y que llevaban historias de la comuna. A esto se añade “la lishta” una pieza

de tela blanca con rayas negras para cubrirse la cabeza o llevarla como una chalina, esta prenda lleva

bordadas las historias que cada persona teja en ella, sus diseños van desde cruces, campanas, pájaros

y flores. Las walcas son de color rojo o rosado y collares de coral de color rojo y pendientes largos

de plata adornan sus manos y cuellos. Los varones llevan un pantalón blanco, la camisa sin mangas

blanca y con bordados de color rojo en el cuello, llevan un sombrero de lana con cinta, además el

“capisayo”, un poncho pequeño de un solo color, actualmente es rojo tejido con rayas unidas de color

negro.

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Los espectadores no asisten al carnaval, sino que lo viven, ya que el carnaval está hecho para

todo el pueblo. Durante el carnaval no hay otra vida que la del carnaval. Es imposible escapar,

porque el carnaval no tiene ninguna frontera espacial. En el curso de la fiesta sólo puede vivirse

de acuerdo a sus leyes, es decir de acuerdo a las leyes de la libertad (Bajtin, 1987, pág. 13).

En esta celebración la gente vive, siente y se regocija porque en este espacio, pueden ser ellos

mismos, llevan la vestimenta con orgullo, se regocijan con las danzas, evocan su historia, comparten

sus comidas y sus tradiciones; aquí la memoria cobra otro sentido, se trata de vivir y recordar, de

proyectarse en sus raíces en conjunción con nuevas lógicas externas, por ejemplo, así encontramos

pequeñas tiendas improvisadas con exhibiciones de creaciones de adultos y jóvenes, hombres y

mujeres, entre ellos están artistas, artesanas y artesanos, fotógrafos, profesionales, emprendedores

que en sus pinturas y en sus obras materializan sus orígenes, sus formas de pensar como originarios

de este sector.

“Las fiestas tienen siempre una relación profunda con el tiempo. En la base de las fiestas hay

siempre una concepción determinada y concreta del tiempo natural (cósmico), biológico e histórico”

(Bajtin, 1987, pág. 14). Aunque esta fiesta dura apenas un día, todo lo que ella reúne forma parte de

lo que los habitantes del sector llaman fortalezas o valores andinos, aquellos que viven día a día con

sus compañeros, familiares, amigos y conocidos en diversas actividades y en diversos espacios y

diversos tiempos. Estos valores son: la minka (minga), el ranty-ranty (la reciprocidad), tantanakuy (

reunión o asamblea) y el ayni ( restablecimiento del ser físico revitaliza la comunidad).

Yuyaykuna o recuerdos, pensamientos, sabidurías y conocimientos, están arraigados en el ser humano

originario. Llano Grande, como una comuna indígena, va más allá de la vestimenta e incluso del

idioma. Las sapikuna o raíces del hombre andino subsisten porque todo proviene del corazón. En

esta festividad se vive una ritualidad que inicia con una ceremonia de agrado para la Pacha Mama la

que comparten con un Yachak (guía comunitario), hacedor de ceremonias andinas, rituales y

medicina ancestral, Pila Tuña Inca Ango o Jaime Pilatuña. J.Pilatuña(comunicación personal, 16 de

septiembre de 2015) explica que estos hombres o mujeres de sabiduría de la tradición, heredan estos

conocimientos de sus abuelos y abuelas, se transmiten de generación a generación, y no es algo que

se aprende en una escuela. Día a día estos seres humanos se empoderan de lo que realmente son para

vivir la identidad cultural y la cosmovisión de trascendencia. Estos saberes son naturales y no

impuestos, llegan con nosotros, desde que nacemos y los vivimos a medida que avanza el tiempo y

crecemos.

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Jaime Pilatuña, compañero Yachak de la comuna Llano Grande y del Pueblo Kitu Kara, comparte

sus saberes y sentires. Para esto utiliza ciertos elementos materiales naturales de la tierra (conchas,

semillas de varios productos agrícolas, velas de colores, sahumerio, frutas, plantas medicinales,

flores), símbolos sagrados andinos (como la cruz del sur o chakana), fuego, chicha, cantos,

movimientos y lenguajes. “…El ritual viene a ser la intención comunicativa de las fiestas y

ceremonias, como un momento donde se entabla la relación hombres-seres divinos y/o hombres-

naturaleza de acuerdo a un orden específico de entendimiento del mundo” (Beltrán, Herrera, &

Quenallata, 2008, pág. 221). J. Pilatuña (comunicación personal, 16 de septiembre de 2015) explica

que cada ser humano hombre o mujer es dueño de su propio proceso espiritual de encuentro y de

retorno con la fuente que lo creó, es así que los invitados a esta fiesta pueden o no participar de la

ceremonia, de sus signos y significaciones y de esta relación intrínseca con sus ancestros y abuelos

que en algún tiempo atrás ya lo vivieron.

En este ritual Jaime comparte con la comunidad su sabiduría de vida, de curación, de agradecimiento,

de petición al universo y a la Allpa Mama. La espiritualidad, el conocimiento, el poder y el hacer son

los saberes y conocimientos del ser humano originario. “Es el rito el que unifica y manifiesta, de

algún modo, las creencias subyacentes o conscientes del grupo” (Rueda, 1982, pág. 58). Es así que

en la fiesta y el compartir en comunidad se construye socialmente el ser, el comunero, que baila, hace

memoria, que se proyecta, que vive, que piensa, que retorna a ser quien es verdaderamente, sin

alienaciones “El hombre volvía a sí mismo y se sentía un ser humano entre sus semejantes” (Bajtin,

1987, pág. 15).

Entonces celebrar este ritual de agradecimiento sólo adquiere sentido y llega al entendimiento,

porque ocurre que;

si el signo corresponde al mundo físico, el símbolo corresponde al mundo de la cultura, pues es

una construcción cultural, social e históricamente situada, que una sociedad ha sido capaz de

producir para darse sentido para su existencia, y por tanto implica que quienes forman parte de

una determinada cultura, deben conocer los significantes, los significados y sus significaciones

para poder operar en la realidad y tener un sentido de su ser y estar en el mundo y la vida, pues

los símbolos al ser fuentes de sentido, hacen posible que podamos asignar significados y

significaciones, a los procesos, hechos, fenómenos que nos ofrece la realidad de la naturaleza y

de la sociedad (Guerrero, 2010, pág. 132).

Todos los miembros de la Corporación Samari cumplen un determinado rol en las actividades que

de esta celebración se desprenden. Un elemento que aún se mantiene dentro del grupo y en la

comunidad, es la división del trabajo y la minga. Por medio de esta práctica todos los miembros del

56

grupo cumplen determinadas tareas, habrá quienes ayudarán en la preparación de los alimentos, en

el ámbito organizativo, en la preparación del vestuario, recibir a los grupos visitantes, repasando el

cronograma y actividades que se lleven a cabo conforme lo planeado, en la coreografía, la logística

del escenario, entre otras. El cabecilla o Presidente de la Corporación viabiliza y participa

directamente de la fiesta. En los pueblos originarios superviven en medio del mundo occidental, este

componente que permanece en el ser de cada individuo originario,” la ayuda mutua. Efectivamente,

la solidaridad tiene la virtualidad de aliviar el desgaste de energía individual y colectivo e, incluso,

de sostener el número de individuos, aún en períodos de desgano vital y baja natalidad, como

durante las conquistas violentas” (Costales, 1997, pág. 28).

En esta institución y grupo cultural existen lazos de confraternidad, afecto, amistad y parentesco,

todos sus miembros participan activamente y colaboran en la realización de los festejos, así como de

actividades culturales identitarias y organizativas que sirven para revitalizar la memoria ancestral de

la comuna. Este grupo está conformado por seres humanos que pertenecen a la comuna y además por

personas que llegan de fuera para compartir. Para la Corporación Samari la Danza Indígena no resulta

una nueva praxis, pues hace mucho tiempo atrás que asumieron esta expresión artística corporal,

como un complemento del hacer, sentir y ser comunero y ser originario indígena de Kitu Kara. Su

accionar se fundamenta en la vida social, identitaria, comunicacional, organizativa, cultural artística

de toda la comunidad.

“La danza pertenece a las artes de la representación” (Salvador, 2006, pág. 14), muchos elementos,

movimientos, gestos, historias y relatos que se representan en la danza indígena tienen un origen

religioso occidental que se reprodujeron en la conquista. C. Guamán (comunicación personal, 10 de

enero de 2016) comenta que aunque estos signos y símbolos fueron arrebatados de su verdadero

significado y valor cultural, hoy en día, no solo en la Comuna Llano Grande sino en otras comunas

y con otros grupos, se trata de que a través de la danza, el público entienda que la danza es una

manera de expresar con el cuerpo, el sentir de nuestros ancestros, de la historia de la comuna, para

interpretar, mostrar y difundir el valor cultural e identitario de Llano Grande.

La danza es acción, movimiento y libertad en la que el ser humano se expresa, vive-revive,

reconstruye, se afirma y se muestra en su dualidad, como un ser originario y como un sujeto en su

cuerpo y espíritu. Los movimientos de los danzantes comunican historias, experiencias y memorias

basadas en el conocimiento pasado y en la vida de la Comuna de Llano Grande. “La danza en muchas

culturas es vinculada al mito, a la religión; en ésta todo es estructurado formalmente en base a unas

57

reglas de composición y patrones de ejecución específicos sujetos a una tradición. En muchas

culturas es un ritual y parte fundamental de una celebración” (Salvador, 2006, pág. 15). La danza

es entonces una celebración, una forma de expresar las emociones, los sentires y la vida misma. Lo

que se expresa a través de la danza permanece en el tiempo y ayuda a liberar en armonía el alma y el

cuerpo de las ataduras de la cotidianidad, ayuda a expresar lo que no se puede decir con palabras y

expresar la existencia bailando.

Como parte de esta celebración, el grupo se preparó con cuatro semanas de anticipación. Los ensayos

son extenuantes y a veces hasta altas horas de la noche, la presentación al público será la prueba

máxima de que no solo entendieron y memorizaron la coreografía, sino que cada movimiento o gesto

que realicen los bailarines posibilitan que los recuerdos y testimonios de los adultos mayores, de

aquellos que descubren sus historias y las transmiten, se plasmen para que los demás los acojan,

conozcan, asimilen y comprendan. Es importante no solo evocar por medio de la vestimenta sino de

la música y la danza, estas manifestaciones, conllevan mensajes cargados de un sentido cultural y

social y como práctica humana la danza enriquece y fortalece no solo la identidad de esta comuna,

sino su cultura, su comunicación, su memoria, su legado, mejora la convivencia y participación de

los individuos, de los comuneros y vecinos, en fin, protege todos los saberes de este lugar.

“La danza contiene un componente ritual que siempre afecta en el plano simbólico al

comportamiento social de los miembros presentes” (Salvador, 2006, pág. 17), el rito como concepto

está vinculado en el grupo, no se visibiliza como objetos materiales o sagrados, sino que el rito se

establece cuando se reúnen, cuando los miembros del grupo permanecen unidos, cuando en sus

ensayos y ejercicios reproducen, participan, comparten y valoran sus creaciones que contienen

conocimientos ancestrales de la vida de la comuna. El rito se produce cuando existe integración y

cohesión. B.Tasiguano (comunicación personal, 10 de enero de 2016) explica que cuando se reúnen

y realizan sus creaciones coreográficas conmemoran y conservan su esencia como jóvenes y adultos

indígenas. Las coreografías que se presentan al público están basadas en una investigación previa,

provienen de testimonios históricos, relatos de hechos que ya vivieron los abuelos/abuelas y

antepasados de los comuneros de Llano Grande. Nosotros interpretamos lo que somos, es algo que

está dentro de nosotros, porque está en nuestra memoria ancestral (C. Guamán, comunicación

personal, 10 de enero de 2016).

En la danza estos ritos se repiten, retornan en el tiempo para recordar que la comuna es una familia,

que la comuna es agrícola que está conformada por personas que tienen intereses comunes, que

58

comparten una historia colectiva, costumbres, tradiciones, saberes, prácticas sociales y que guardan

un alto sentido de pertenencia grupal.

La danza en sí misma, sugiere movimiento, libertad, creación, no obstante, trasciende esas

maneras aparenciales y sensibles; pues esta investida de sentido y significación porque se

alimenta iconográficamente de elementos culturales (significantes conceptuales) que, al

integrarse e implicarse entre sí generan significados más abiertos y dinámicos que se traducen

en la intencionalidad (Salvador, 2006, pág. 17).

La danza en este sentido es el reflejo de las raíces y de los orígenes, de la espiritualidad, de la relación

con la naturaleza, la reflexión de lo que cada persona conserva y anhela en armonía con su cuerpo y

con su alma, de la relación con otros seres humanos que acompañan la vida y los espacios, es el

reflejo de la cosmovisión de un pueblo o comunidad. Todos los movimientos son parte de la

comunicación no verbal, así, la mirada, los gestos con las manos, el zapateo, los desplazamientos, la

sonrisa, la alegría, la tristeza, las palabras, las lágrimas, los silencios, las acciones, la vestimenta, los

materiales logísticos, posibilita y convierten al danzante, en un danzante de la existencia, de la vida

y del grupo al que pertenece. Es un comunicador natural originario ancestral, que comunica la

resistencia, las formas de vida, los símbolos, los signos, las prácticas, los testimonios, el pasado, el

presente, las rupturas, los conflictos, la fuerza, relatos, sueños, el amor, las dudas, las reflexiones, la

energía y la vida misma.

El danzante es un luchador y trabajador activo, un guardián creativo, vigilante y protector porque

colabora con el fortalecimiento y preservación de la memoria y sabiduría indígena. Este ser humano

que danza vincula el pasado y presente. Es un trabajador tenaz porque resguarda el futuro, su

presencia firme consolida al ser humano con su ser indígena, en este punto es importante mencionar

que en la danza afloran sentimientos de comprensión, de amor a los orígenes, unión, coraje, gozo,

alegría, participación, comunicación, satisfacción, identidad y orgullo, pasión, entrega y comunidad,

al hacer partícipes a toda la comuna entera de estos significados, transmiten el sentir de ser originario.

“La danza constituye un fenómeno universal que se ha dado en todos los tiempos y en todos los

pueblos; su valor histórico es haber contribuido al conocimiento de los valores del ser humano por

su importancia psico y socio-somática” (Salvador, 2006, pág. 16).

Otro elemento que se conjuga con la danza y con la fiesta es la música, en la Comuna Llano Grande,

uno de los personajes que guardan la memoria a través de la música es Miguel Ángel Muzo, conocido

como Tío o Don Payaso.

59

Don Miguel, comunero de 59 años, cursó sus primeros años de estudio en la escuela Brethren y es

mecánico industrial de profesión. Miguel, es muy conocido en la comuna, ya sea por su sobrenombre

o porque en los – que Miguel llama, ritos matrimoniales siempre entona acompañado de su guitarra

el tradicional Masalla que significa “hiernito”, claro, cada estrofa la canta en Kichwa. Hace mucho

tiempo atrás que el Masalla, se entona en las uniones matrimoniales. Este acto consistía en que la

Banda del Pueblo transmitía 16 consejos o mensajes para que la pareja de recién casados lleven una

buena vida matrimonial, el objetivo fundamental era que la pareja tenga armonía y respeto toda la

vida. M.A. Muzo (comunicación personal, 27 de octubre de 2015) explica que el kichwa lo lleva en

el corazón. Su abuela no habló nunca en castellano y ella le enseñó todo lo que sabía. Para el Colla

Raymi, Don Payaso, interpreta canciones en kichwa que son de su autoría.

Además en la celebración participa El Taller de Música Sayla Ñan, compuesto por un grupo de

músicos originarios de la comuna, quienes retoman las canciones que el Tío Arpero dejó como legado

a la comuna. Ellos entonan canciones como “Llanero Soy” o “ Valle de Tinallo” y alegran a todos

los asistentes a esta festividad.

Una característica particular de Llano Grande es que los comuneros llevan apodos o sobrenombres,

y muchas veces la mayoría de personas no reconocen a la gente por su nombre sino por el seudónimo

designado, casi siempre se designaba viviendo la minga o por algún rasgo distintivo físico o

inmaterial de la persona. Además los sobrenombres se trasmiten de generación a generación y se

puede encontrar apodos como:

“Tío Huracán”

“Tío Pollo” Manuel Loachamín

“Tío Caspi” Enrique Loachamín

“Tía María” María Tasiguano

“Tío Salchicha” Manuel Muzo

“Tío Muco” Enrique Tasiguano

En la fiesta tampoco pueden faltar los alimentos o comida ancestral de la comuna. Antiguamente en

la comunidad se consumían alimentos como la Uchukuta, el caldo de Huagrasinga, las Tortillas de

Maíz con relleno de arveja, el maíz tostado con vísceras del pollo, la Pallashka, Api con tortillas, y

muchos otros platos que conservan algunos secretos en su preparación, así como los ingredientes con

los que se preparan. Actualmente, las personas adultas y abuelitas mayores son las únicas que

60

preparan estos alimentos. En la población joven de la comuna este conocimiento, su práctica y

consumo no son conocidas del todo, aunque siguen vigentes en la memoria pero por la incursión de

nuevos alimentos procesados o por la comida chatarra o rápida se está perdiendo.

Son las once pm. Y luego de levantar las carpas, la tarima y recoger la basura, Daniel se despide de

sus compañeros. Es momento del descanso. Fue un día muy productivo, agotador y sobre todo en el

que pudo conocer más, aprender, hacer y sentir. Aunque este joven no es oriundo de estas tierras, se

siente parte de ellas. Por eso su ahínco y entrega en estas actividades. La identidad para él, está en su

corazón, se siente parte de una familia, de la familia de la Comuna Llano Grande, donde todos se

conocen, se saludan, colaboran y asisten a diversos encuentros para reforzar sus memorias, sus

recuerdos, con el objetivo de fortalecerse y cohesionarse, no para discriminar al foráneo, sino para

mantenerse como una comuna luchadora, valiente, que sueña y que sigue y seguirá con su trabajo

comunitario, tejiendo y sembrando su identidad a través del tiempo.

Este recorrido por varios personajes ubicaron al lector en el contexto de la comuna Llano Grande,

desde su aparición hasta estos días, está por demás explicar que aún faltan muchos aspectos por

conocer de la comuna, pero que se irán detallando más adelante cuando se elabore la revista impresa,

proyecto que está destinado a su ejecución como parte del desarrollo personal y profesional de la

investigadora.

Llano Grande en la actualidad

2.7 La comuna ancestral: somos nosotros y nosotras

La Comuna de Llano Grande se encuentra ubicada en la parte noroccidental de la ciudad Quito, en

la parte este de la parroquia Calderón. El acceso es por la Panamericana Norte, siguiente a la entrada

a Carapungo.

Limita al norte con el Barrio Landázuri, El Cajón y La Capilla, dividida por la Quebrada de Tamauko

o Landázuri. Al sur con la comuna de Cocotog, dividida por el Río Wala o Tantaleo; en la parte Oeste

por la quebrada de Chakishkawaico (Quebrada Seca) o de Guevara. Al Este con tierras de los

comuneros de Oyacoto y el Río Guayllabamba y al Oeste limita con la actual Panamericana Norte.

61

Los comuneros en un principio se dedicaban a la agricultura, una actividad que hasta hoy en día

permanece en la comunidad, sobretodo en la población adulta. Actualmente aún se observa en las

tierras extensas, sembríos de maíz que lo consumen en grano o en harina y en diversas preparaciones,

fréjol, arveja, papas, zambos, zapallos, tomate riñón, algunas legumbres y árboles frutales como

aguacate, níspero, mora, guaba, tomate y limón. Y antiguamente chochos y quinua, cuentan los

comuneros. La Asociación de Mujeres Agrícolas de la Comuna Llano Grande aún mantiene y

refuerza este conocimiento y les ayuda a solventar los gastos personales y de sus familias a través de

la venta de sus productos agrarios naturales. Además el cultivo, siembra y cosecha también se

practica en el Valle de Tinallo, donde la tierra aunque seca y árida es propicia para producir árboles

frutales, vegetales y hortalizas.

Aunque esta práctica ha sido regulada por el Municipio de Quito, aún en la comuna se mantiene la

crianza de algunos animales, tales como cuyes, conejos, cerdos, gallinas, vacas y toros, las personas

mayores y algunos adultos de la comunidad se dedican a esta actividad, ya sea que sirva para

consumo propio y de sus familias o para la venta.

Algunos jóvenes y adultos dejaron la comuna para radicarse en otras ciudades, o dentro de la misma

ciudad quiteña, algunos comuneros y comuneras migraron a Europa o Estados Unidos, a países

como: España, Italia, Inglaterra. Y algunas personas llegaron de otros lugares del país y fuera de él

a radicarse en la comuna.

La comuna de Llano Grande se encuentra dirigida por un Cabildo, conformado por:

- Luis Alberto Suquillo, Presidente del Cabildo Llano Grande.

- Nicolás Loachamín, Vicepresidente del Cabildo.

- Juan Carlos Barahona, Secretario General.

- Efraín Tashiguano, Tesorero y

- Carlos Pulupa, Síndico de la comuna.

La comuna está conformada por barrios, centros educativos, Cooperativas de Ahorro y Crédito,

Asociaciones, emprendimientos, un grupo de danza y el grupo 60 y Piquito del Centro del Adulto

Mayor organizado por el Municipio. Para conocimiento mencionamos algunos.

62

- Asociación de Árbitros de Llano Grande.

- Mujeres Agrícolas de Llano Grande.

- Corporación Samari Yachana Wasi.

- Medio de Comunicación Comunitaria “InfoLlanoGrande”.

- Cooperativa de Transportes Llano Grande.

- Cooperativa de Camionetas “Calixto Muzo”.

- Avícola “El Llanero”.

- Tinku Plaza (Restaurante-Centro Deportivo y de entrenamiento).

- Liga Deportiva Barrial de Llano Grande.

- Paseo “La Herencia” (locales comerciales).

- Locales de Gimnasios.

- Agrupación Hatun Pampa Warmi (Señorita Llano Grande).

- Cooperativa de Ahorro y Crédito “El Molino”.

- Cooperativa de Ahorro y Crédito “El Nacional”.

- Cooperativa de Ahorro y Crédito “Jatum Pamba”.

- Cooperativa de Ahorro y Crédito “Nuevo Amanecer”.

- Cooperativa de Ahorro y Crédito “La Candelaria”.

- Centro Odontológico “HYM”.

- Aratesanías Mazapán Hand Craft.

- Clubes Deportivos masculinos y femeninos y Clubes Deportivos Infantiles.

- Grupo 60 y Piquito.

- Unidad Educativa Fiscomisional “La Dolorosa”.

- Escuela Fiscal del Milenio “Brethren”.

- Unidad Educativa “Florentinos”.

- Academia Naval “Jambelí”.

- Unidad Educativa Particular “Miguel de Cervantes”.

- Unidad Educativa “La Bake”, y dos Centros del Buen Vivir para el cuidado de niños de 6

meses hasta los cinco años de edad.

63

CAPÍTULO III

UN TEJIDO DE COMUNICACIÓN EN LLANO GRANDE

3.1 El periodismo que interpreta la realidad

Actualmente vivimos y nos encontramos en un mundo saturado de informaciones, una multiplicidad

de voces de todas partes del mundo aparecen. Es un hecho que recibimos por diversos formatos,

medios de comunicación digitales, impresos, audiovisuales, radiales y/o; públicos, privados o

comunitarios, todos los acontecimientos del mundo y de nuestra localidad. Hoy en día muchas

personas expresan sus pensamientos, ideas e ideologías de distintas formas, de forma creativa o

formal, con varios signos y varios significados, desde su formación política, ideológica, social,

académica o personal.

De acuerdo con Enrique de Aguinaga (2001), en el texto “Hacia una teoría del Periodismo” afirma

que el periodismo es la interpretación de una realidad periodificada, es decir, el periodismo como un

sistema de selección y de clasificación de la realidad, un sistema que clasifica el universo de los

hechos actuales, el autor expresa que el periodismo interpretativo ofrece una determinada visión de

la realidad y crea una nueva realidad, “la actualidad es una "invención" de los periodistas, que

recrean los hechos para facilitar su conocimiento general” (Aguinaga, 2001). El hombre

aparentemente informado de lo que acontece, conoce la realidad artificial, la que le periodista le

ofrece; así, el periodismo no trabaja la verdad pero sí lo verosímil.

Aguinaga en sus estudios muestra además el concepto del continente periodístico en el que se

acondicionan sistemáticamente los hechos de la realidad más importantes mediante la selección y la

valoración periodística, entre los factores que permiten que se produzcan estas operaciones son el

interés y la importancia que determinan qué se publica y lo que no en un medio determinado.

En el año 1991, Lorenzo Gomis estudió que el periodismo “es un método de interpretación sucesiva

de la realidad social” (Gomis, 1991, pág. 12) y que una teoría del periodismo debe explicar cómo

el medio decide lo que va a decir y por qué. Para este autor los medios de comunicación ofrecen una

visión de la realidad y lo que pasa en el mundo, entonces el papel y el trabajo del periodista consiste

en construir sentidos, cuando nombra y expresa las cosas existen, por eso su valor fundamental en la

64

sociedad, como un trabajador constante de las versiones de la realidad, que hace uso de un lenguaje

periodístico,

se trata de un lenguaje que busca comunicación distinta de la del lenguaje hablado, pero también

diferente de la del literario o poético que busca la belleza de la palabra sin retener su contenido.

Y la responsabilidad del profesional de la información está directamente relacionada con la

utilidad de lo que comunica y con la verificación completa de los datos (Edo, 2009, pág. 21).

El periodismo y por tanto la información a lo largo de estos años desde su aparición fue y continúa

siendo objeto de mercantilización a favor de grandes monopolios. El valor de una noticia

simplemente está condicionada a intereses estatales, publicitarios, mercado, farándula, al rating y al

amarillismo. El periodista actual no cuenta historias, no narra la realidad, tan solo se limita a exponer

hechos, desde una postura de indiferencia. Detrás de cada suceso existen personas que tienen algo

que decir, personas que generan esos hechos y de quien se debe hablar, personas que quieren mostrar

a profundidad lo que sienten, lo que viven y anhelan. Se trata de que el periodista publique desde

cualquier medio o formato, productos que provoquen en la audiencia, lectores o televidentes una

posición crítica de la realidad y de los hechos sin olvidar que siempre detrás de un acontecimiento

hay algo más que develar, hacerle frente e investigar.

La credibilidad de un periodista se fundamenta en el respeto y defensa de los valores de los

ciudadanos y de la comunidad, huye del sensacionalismo, afronta las informaciones delicadas

con el máximo respeto hacia las personas, sus derechos y sensibilidades, es competente,

cuidadoso, veraz y respetuoso con la ley y los derechos de las personas (Velásquez, 2005, pág.

19).

3.2 Comunicación y voces rurales

En la comuna Llano Grande, varios proyectos de comunicación se han llevado a cabo. Actualmente

se conformó aproximadamente hace dos añas atrás un equipo de comunicadores que registran en

fotografías, videos y relatos escritos diversas actividades deportivas, sociales, culturales, educativas

y políticas, las mismas que se comparten en redes sociales como el Facebook o la página web, y

próximamente lanzará al aire una propuesta radial. Este proyecto se denominó

INFOLLANOGRANDE, un medio de comunicación comunitario que además comparte talleres de

Periodismo a niños, niñas y jóvenes de las Instituciones Educativas del sector. Hasta hoy en día no

se ha ejecutado el proyecto de una revista impresa en la comuna.

Por esta razón la elaboración de la revista impresa como un medio alternativo y comunitario de algún

modo busca construir lazos de comunicación distintos en la sociedad y en la localidad. Así la revista

65

pretende que se vivan y se descubran una pluralidad de voces existentes en los sectores y barrios de

la comuna y fuera de ella. Mostrar los entornos y contextos que la mayoría de medios de

comunicación no dan cabida, ayudar a la construcción de una comunicación solidaria y colectiva,

participativa y plural y el fortalecimiento la de identidad en niños y jóvenes de la comuna.

Estos proyectos de medios comunitarios surgen como respuesta de resistencia y rebeldía hacia la

industria cultural occidental y de medios de comunicación masivos y comerciales, se trata de que la

comunicación lleve una acción, el compartir información conlleva la reflexión y el análisis de lo que

lo contendrá la revista. “Por medios radicales me refiero a medios, generalmente en pequeña escala,

que de maneras muy diferentes expresan visiones alternativas a las políticas, prioridades y

perspectivas económicas” (Pereira & Cadavid, 2011, pág. 399).

La investigadora a través de la propuesta de la elaboración y ejecución de este medio impreso quiere

recopilar, informar, difundir, interpretar, guiar, promover, entretener y divertir, siendo su principal

propósito, desarrollar y exponer las características e información de la comunidad hacia la

comunidad para generar procesos de participación y toma de conciencia desde la identidad como

descendientes del Pueblo Originario Kitu Kara así como de organización como comuneros de Llano

Grande.

3.3 Elaboración del anteproyecto de revista

Propuesta Diseño de Revista

Se trata de una revista educativa- informativa. Es un medio de comunicación que pretende transmitir,

publicar, significar e involucrar a los actores sociales en la difusión de sus conocimientos ancestrales

y su memoria, desde la comunidad para la comunidad, fomentar entre los niños y jóvenes el gusto

por la lectura, escritura y aspectos comunicacionales, además compartir pasados y nuevos

conocimientos, fortalecer la creatividad que existe en los comuneros y la difusión de los saberes de

la comuna.

La investigadora propone que este proyecto de revista lo lean las futuras generaciones y todo lo

escrito tendrá que ver con la identidad, la tradición oral, la vida misma de la comuna, sus historias,

sus personajes, sus vivencias, su cultura y riqueza ancestral como pueblo originario Kitu – Kara.

66

3.3.1 Localización del lugar donde se llevará a cabo la creación de la revista

3.3.1.1 Macro social

La comuna se encuentra en la parte noroccidental de la ciudad Quito, en la parte este de la parroquia

Calderón. El acceso es por la Panamericana Norte, unos metros más delante de la entrada a

Carapungo. Al Este con tierras de las comunas de Cocotog y Río Guayllabamba y al Oeste limita

con la actual Panamericana Norte.

Gráfico N° 1

Fuente: Google Maps

Tomado: 04/08/2016

Por: Ana Belén Rosales

3.3.1.2 Micro social

La Comuna Llano Grande limita al norte con el Barrio Landázuri, El Cajón y La Capilla, dividida

por la Quebrada de Tamauko. Al sur con la comuna de Cocotog, dividida por el Río Wala o Tantaleo

en la parte Oeste de la quebrada Chakishkahuayco (Quebrada Seca) o de Guevara.

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Gráfico N°2

Fuente: Google Maps

Tomado: 04/08/2016

Por: Ana Belén Rosales

3.3.2 Formato del medio

a) La publicación de la revista será en castellano y tendrá un segmento en el que se promueva

la enseñanza del idioma kichwa.

b) Es de corte trimestral y con el objetivo de que se convierta en un medio de comunicación

alternativo a largo plazo.

c) Consta de 20 páginas.

d) Full color.

e) Tamaño A3.

f) El tiraje es de 500 ejemplares.

g) El tono de lenguaje corresponde a un lenguaje periodístico, un estilo expositivo. Por tanto de

explicar de forma precisa, sencilla y fácil de comunicar, claro, hay que evitar que no

contenga gerundios, no personalizar, no valorar y tratar de evitar la jerga. Siempre hay que

68

buscar un tema que conmueva, describir de la mejor manera y siempre con el objetivo de

contar historias.

h) La cromática a escoger son los colores:

Verde: naturaleza propia de la comuna, ya que predominan la presencia de los maizales, de

y de otras plantas frutales y vegetales. Representa la armonía, crecimiento, exuberancia,

fertilidad y frescura.

Amarillo: Representa la alegría, la felicidad, la inteligencia y la energía, que proviene del

sol, del maíz en grano.

Naranja: Representa el entusiasmo, la felicidad, la atracción, la creatividad, la

determinación, el éxito, el ánimo y el estímulo.

Negro: Representa el poder, la elegancia, la formalidad, autoridad, fortaleza, intransigencia.

i) La tipografía que se usará será Sans Serif (Sin serifa). Es recomendable por ser limpias,

legibles y versátiles sin resultar aburridas y la decorativa que le dará un toque de modernidad.

j) El público objetivo es heterogéneo dado que los comuneros y comuneras viven con diversas

características socioeconómicas, deseos, aficiones, tradiciones, costumbres, intereses y

necesidades distintas.

Existe una segmentación de audiencias, no existe un público uniforme, ya que se distinguen

dentro de un mismo estado, regiones, localidades y públicos distintos.

Los públicos se identificarán con el contenido de la revista de acuerdo a su edad como los

niños, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad.

La audiencia se divide por sexo, puede ser que algunos de los contenidos llame la atención

más a mujeres que a hombres.

Rango edad: 14-65 años.

Lengua de lectores: Castellano y Kichwa en menor proporción.

k) Nivel de estudios: La mayoría de personas que recibirán la revista saben leer y escribir en

español, y en un porcentaje menor entenderán la sección que se presenta en el idioma kichwa.

Un porcentaje medio accedió a la educación primaria o secundaria y un porcentaje alto tiene

título universitario.

69

3.3.3 Contenidos de la revista

Para la propuesta de elaboración de la revista la investigadora además de redactar y editar los

artículos, tomar fotografías, diagramación, entre otras actividades propone la cooperación de la

comunidad desde las entrevistas, la convivencia, el compartir con los comuneros y comuneras y a

través de los Talleres de Periodismo en dos Instituciones Educativas: Unidad Educativa “La

Dolorosa” que impartió en el periodo lectivo 2015-2016 y en el Centro Educativo Intercultural

Bilingüe ”Por la Paz” que impartió durante tres meses , desde el mes de octubre hasta diciembre de

2015. Se compartió con los niños y jóvenes de conocimientos en fotografía, radio y redacción

periodística.

En la primera edición de la revista y por decisión de los niños del Taller se encuentra el aporte de

los niños de Séptimo año de Educación Básica del Centro “Por la Paz”, en esta ocasión colaboraron

con la realización de un foto cuento. Los niños fueron quienes tomaron las fotografías y la

investigadora realizó los arreglos con Photoshop. En las posteriores ediciones se publicarán los

trabajos escritos y fotográficos de la Unidad Educativa “La Dolorosa” y del Centro “Por la Paz”.

La investigadora propone usar los siguientes géneros periodísticos, antes, es necesario conocer la

definición de estas herramientas que todo comunicador social debe manejar pues serán instrumentos

de su trabajo. Existen varios géneros periodísticos que predominan en los medios impresos, tienen

técnicas elaboradas y es importante señalar que “constantemente se descubren híbridos valiosos que

demuestran que el dinamismo y talento creativos se niegan a ser fijados en fórmulas invariables”

(Gargurevich, 1982, pág. 20) , entonces depende de la creatividad, compromiso, talento y del

profesionalismo que los comunicadores tengan para variar, modificar, combinar, experimentar con

todos los géneros periodísticos en todos los formatos y medios posibles.

Son lupas con las que escrutamos el quehacer periodístico para entenderlo mejor, para aprender

a leer periódicos, y prácticamente nunca los hallamos en estado puro, sino que el mestizaje, tan

latinoamericano, será su forma natural de existencia. Son, a la vez, una topografía del trabajo

periodístico y una modesta deontología en la que se recoge sistematizado todo aquello a lo que

tenemos derecho o comparta obligación en nuestro trabajo (Bastenier, 2009, pág. 81).

En la elaboración de la revista se utilizarán los siguientes géneros periodísticos:

70

La Noticia

De acuerdo con Juan Gargurevich (1982), la noticia es el género común más usado en los diarios

impresos y digitales, narra e informa un hecho y siempre lleva fuentes de información, en este punto

es importante que los hechos sean novedosos, actuales, además deberá ser breve y precisa.

“El periodista no tendrá derecho a interpretar, y mucho menos a opinar moral o políticamente,

sino que sólo podrá enunciar unidades informativas- término que prefiero al de hechos- que

respondan a una realidad intangible; es decir, todo aquello que se oye, se ve y se toca” (Bastenier,

2009, pág. 82). Para este autor el buen manejo de este género de parte del comunicador favorecerá

al lector al acercamiento a la realidad, deberá buscar la objetividad, el buen uso del idioma y de

buenas fotografías, la honestidad y la ética deontológica.

Cuando se elige y selecciona los hechos que contendrán los medios de comunicación, se quedan atrás

otros acontecimientos, es por esto que la revista tomará los datos más relevantes de la comuna en

diversos ámbitos, como el deporte, la cultura y todos los hechos que ayuden a fortalecer la identidad

de este sector. Por esto es necesario e importante este género porque permitirá al habitante estar al

tanto de lo que sucede en su comuna, en su barrio y en conjunción con todos los moradores de la

comuna.

La Crónica Periodística

“La crónica es la prosa de los periódicos” (Bastenier, 2009, pág. 83). La crónica entonces es la

información que describe y cuenta historias, se trata de que el lector imagine y viva las imágenes con

el relato del comunicador. Para elaborar las crónicas no existe una limitación de temas, pero es

importante y de acuerdo con Juan Gargurevich (1982), las crónicas son de interés humano, pero no

quiere decir que sean temas de tipo social que apunten a los infortunios de los seres humanos. “Esta

técnica sin embargo, puede ser rescatada en beneficio de la necesidad de mostrar realidades

concretas de tipo social y que no podrían ser suficientemente explicitadas si se plantearan como

notas informativas comunes o entrevistas” (Gargurevich, 1982, pág. 119).

En la revista este género pretende que todas las historias personales de los comuneros, de la gente

que día a día hacen y construyen la comuna y su memoria permanezcan en el tiempo, la proximidad

71

con la gente y con el tema de estudio que permite este género logra que toda la información relevante

sobre el tema sea expuesto en la revista, que los lectores conozcan, aprendan y estén al tanto de la

historia de la comuna, esto permitirá que se identifiquen y escarben con sus raíces que permanecen

intactas para recordarles quiénes son.

El Reportaje

El reportaje es obra del reportero, el que no basa su trabajo en lo indirecto, aunque tampoco tenga

por ello que dejar de contextualizar; es decir, además de lo que toma directamente del lugar de

los “hechos”, puede valerse de todo aquello que de manera indirecta ha conocido sobre el asunto,

pero lo que siempre prima en la narración es la apropiación directa del material informativo

(Bastenier, 2009, pág. 86).

En este sentido el comunicador se encuentra con el objeto de estudio del que va a informar, comparte

con él. El comunicador será la fuente porque el vivirá la experiencia, en la revista lo que la

investigadora escribirá en la nota, el lector acompañará al comunicador en las vivencias del reportaje.

La Entrevista

De acuerdo con Juan Gargurevich (1982), la entrevista es el género periodístico más conocido, y es

una de las técnicas que todo comunicador social debe entender y debe usarlo para obtener la

información necesaria para la elaboración de las notas periodísticas. “Recabar datos no es

entrevistar” (Gargurevich, 1982, pág. 69), por esta razón esta técnica en la revista buscará recoger

datos de los comuneros, de quienes conocen de cerca o lejos a la comuna, de quienes han vivido o

viven en ella, de quienes desde su edad y género han compartido antiguas y nuevas experiencias.

El testimonio Periodístico

“La técnica de redactar hechos presenciados o vividos por el autor, exponiéndolos en primera

persona para lograr mayor énfasis y/o dramatización de su calidad de testigo” (Gargurevich, 1982,

pág. 151). Este género en la revista pretende relatar los hechos vividos por la investigadora, en el

transcurso de esta investigación han sido varios los procesos de autoidentificación, identificación y

de conocimiento que permiten que desde su perspectiva sean vividos de distinta forma, ya que la

investigadora no es comunera oriunda de este sector. Sus experiencias son distintas, la información

de los hechos desde su voz permitirá que los demás valoren su testimonio.

72

Entre los contenidos (el orden no representa el que partirá en el interior de la revista) están:

• Cultura (memoria ancestral, rituales, ceremonias tradiciones, costumbres, grupos culturales-

danza, vestimenta).

• Gastronomía (alimentación).

• Fotografía (reportajes, fotonovela).

• Medicina ancestral (salud).

• Historia y memoria (personajes importantes).

• Segmento bilingüe –tradición oral (en el que se impartirán pequeños fragmentos en kichwa).

• Desarrollo de pequeñas compañías y asociaciones (economía comunitaria).

• Existe la posibilidad de contar con publicidad para el financiamiento de la revista.

ESTUDIO DE NECESIDADES DE COMUNICACIÓN IMPRESA EN LA COMUNA

INDÍGENA LLANO GRANDE (PROPUESTA PARA LA ELABORACIÓN DE UNA

REVISTA SOBRE LA MEMORIA ANCESTRAL)

1. Tipo de estudio (cualitativo)

El método que la investigadora usará es el método cualitativo. De acuerdo con Roberto Hernández

Sampieri (1997), el enfoque cualitativo “utiliza la recolección de datos sin medición numérica para

descubrir o afinar preguntas de investigación y puede o no probar hipótesis en su proceso de

interpretación” (Sampieri, Fernández, & Baptista, 2014, pág. 11). Para este autor quien en su obra

cita a otros expertos en el tema, toda la información que se obtenga de esta investigación será muestra

de la exploración y búsqueda del contexto, manifestaciones, hechos y testimonios a profundidad.

Además la investigación se desarrollará en ambientes habituales y los datos e información

contemplarán distintos significados que adquieren su valor y trascendencia en los hechos y entorno

de Llano Grande, en las interacciones sociales cotidianas y espontáneas de modo natural, en medio

de conversaciones diarias entre conocidos, en entrevistas no formales. Sin llegar a la fundamentación

en la estadística pues se trata de un proceso más bien inductivo que va de lo particular a lo general,

se analiza múltiples realidades y el contenido material y espiritual de lo que rodea a la comuna,

además se necesitará de la recolección y el análisis de la información que la proporcionan los actores

sociales.

Así la investigadora evaluará todos los relatos, anécdotas, narraciones y experiencias, no existirá

manipulación en estos elementos que componen la realidad y que los comuneros compartieron, más

bien será una interpretación de lo que se observa. Toda la riqueza y el bagaje acumulado son una

73

muestra clara de la cotidianidad, del sentir y pensar de sus habitantes, de las relaciones con otros

grupos y entre ellos, cuáles son las prácticas, las rutinas, sus manifestaciones artísticas, culturales,

organizativas y sociales.

2. Población de estudio (muestra de investigación)

Según datos extraoficiales y proporcionados por una fuente del Cabildo en la Comuna Llano Grande

aproximadamente existen 16.000 HABITANTES, habitantes originarios, blanco-mestizos.

3. Muestra de investigación

Es una muestra intencionalmente seleccionada está compuesta por informantes calificados quienes

fueron seleccionados por su grado de conocimiento sobre la identidad y la memoria ancestral de la

comuna Llano Grande.

Se trata de nueve comuneros, entre hombres y mujeres de distintos grupos etarios y de distinta

formación académica y de liderazgo.

4. Técnica de estudio: Entrevistas

De acuerdo con Piergiorgio Corbetta (2007), la entrevista cualitativa es parecida a la observación

participante, sin embargo, “su objetivo último es conocer la perspectiva del sujeto estudiado,

comprender sus categorías mentales, sus interpretaciones, sus percepciones y sentimientos, los

motivos de sus actos” (Corbetta, 2007, pág. 344). Esta conversación aunque provocada por el

entrevistador no carece de importancia, ya que a través de ella se obtendrán los datos requeridos.

Estas entrevistas se realizarán a un grupo de personas seleccionadas previamente, los mismos que

fueron escogidos por sus características, experiencias y conocimientos de vida, de organización y de

trabajo en la comuna.

En el caso de Llano Grande, nueve voces entre hombres y mujeres, de distintas edades y grupos de

la comuna compartieron sus relatos, sus sentimientos, reflexiones, su vida, sus saberes. Estos

diálogos son conversaciones normales y familiares en un ambiente tranquilo, respetan la libertad del

entrevistado ya que sus respuestas varían de acuerdo a lo que siente y conoce.

74

Las entrevistas de investigación no contienen preguntas estructuradas, en este punto se trató de

entablar una conversación natural, sin poses, de participación, en la que prime el compañerismo y la

confianza entre la investigadora y los entrevistados. Se seleccionó a personas calificadas previamente

(en este caso por conocimientos o grupos representativos de la comuna), con y sin estudios

universitarios, con sus experiencias, formas de pensar, sentir y hacer y con conocimientos empíricos

que se basan en la cotidianidad.

Para tal efecto se hace uso de la “entrevista no estructurada: no se fija el contenido de las preguntas,

pudiendo variar en función del sujeto a entrevistar; solamente se plantearán temas a abordar”9, si

bien es cierto las entrevistas se realizaron en un nivel más familiar y con varios temas de la comuna,

no se pierde el valor de los testimonios de los comuneros.

5. Instrumento: análisis de contenido

El objetivo de esta investigación es fortalecer la memoria ancestral de la Comuna indígena Llano

Grande. La metodología del análisis de contenido como una técnica de interpretación de textos,

refuerza la recopilación de datos y contenidos escritos o visuales, así como las entrevistas, discursos,

observación, documentos, videos, participación, entre otros. Estos datos deberán leerse e

interpretarse adecuadamente, pues ayudará a obtener mayores conocimientos de todos los diversos

aspectos tangibles e intangibles, así como del acervo cultural, identitario, deportivo, social, ancestral

de la vida en comunidad y el fortalecimiento de la identidad y memoria ancestral.

Este estudio observará la frecuencia con la que los datos, temas o testimonios se repiten, los discursos

sobre qué se dice y cuál es la finalidad y los mensajes son importantes para determinar qué elementos

de la comuna de Llano Grande permanecen en la memoria, sean estos antiguos o actuales.

El análisis de contenido servirá para verificar los aspectos reiterativos que guiarán a la investigadora

a la consecución de una propuesta de elaboración de una revista impresa.

Las personas seleccionadas para recoger la información sobre la memoria de la comuna son:

9 Batthyány, Karina &Cabrera, Mariana; “Metodología de la investigación en Ciencias Sociales- Apuntes para un curso

inicial, Uruguay, Unidad de Comunicación dela Universidad de la República (UCUR), 2011, pág.90.

Recuperado el 08/07/16: http://www.cse.edu.uy/sites/www.cse.edu.uy/files/documentos/FCS_Batthianny_2011-07-27-

lowres.pdf

75

Selección de comuneros y comuneras

Ana Lucía Tasiguano Comunicadora Social, Investigadora, Magister

en Género e Identidad, comunera de Llano

Grande

Enrique Tasiguano Egresado de la Facultad de Antropología de la

Universidad Politécnica Salesiana, comunero y

líder de la comuna Llano Grande

Jaime Pilatuña Yachak de la parroquia Calderón

Karina Muzo Hatun Pamba Warmi 2015

Manuel Loachamín Comunero de Llano Grande

Miguel Ángel Muzo Cantautor y comunero de la comuna Llano

Grande

Corporación Samari Yachana Wasi Grupo Cultural de Danza

Taller de Música Sayla Ñan Grupo de Música de la comuna

María Tasiguano Comunera de la Llano Grande

Elaboración personal. 26/07/2016

6. Procedimientos seguidos (pasos)

Para realizar las entrevistas, la investigadora se reunió con los informantes en sus diversos espacios

de acción, en los ensayos, en los domicilios y en lugares donde pudiesen sentirse cómodos.

Las unidades de observación que se tomaron en cuenta son las siguientes:

La historia: Se tomará en cuenta los relatos de la comuna, los personajes, las

particularidades propias. Sus quehaceres dentro de la comuna, que habilidades poseen.

La comunidad: Cómo se observan a sí mismos, cuáles son sentires, sus anhelos y en

conjunción con los otros comuneros y comuneras.

La memoria: Cómo recuerdan los comuneros su infancia, su momento actual, qué eventos

tienen presentes, qué desean olvidar.

Para tal efecto se transcribieron las nueve entrevistas, además en el contenido anterior, se detallan

cuatro crónicas, que cuentan con fuentes personales, obviamente se usó la técnica de la entrevista

para obtener los datos e información que ahí se menciona.

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Primera entrevista

Ana Lucía Tasiguano

Comunicadora Social, Investigadora, Gestora Cultural, Magister en Género e Identidad, comunera

y compañera de Llano Grande.

Preguntas y respuestas:

1.- ¿Desde cuándo la comuna se reconoce como pueblo originario Kitu Kara?

Llano Grande como espacio geográfico aparece en las investigaciones cientos de años atrás, desde

las culturas precolombinas porque fue parte de esta cultura milenaria. Ya que Pichincha como tal

(Hoya de Guayllabamba) tiene cuatro entradas, la zona de Quito se transformó en un mercado, los

Tianguez de Quito. Nuestros primeros asentamientos humanos fueron en el centro histórico de Quito

y sus alrededores, así lo cuenta la historia. Los espacios rurales y periféricos fueron herencia de los

españoles, quienes no querían que estemos junto a ellos.

En este marco nacen los anejos, Llano Grande fue el anejo de Zámbiza, antes de pertenecer

formalmente a Calderón, y se llamaba Hatun Pamba. Esta zona era seca, árida y aun así se asentó la

gente. Luego se conoció como el anejo de Calderón, la gente no estuvo de acuerdo porque siempre

fue discriminada por los chagras de Calderón. Llano Grande creció en medio de un proceso fuerte de

inferioridad. Y es que en 1950 la comuna empieza a organizarse, con el primer Varayuc y luego

primer Presidente del Cabildo, Don Calixto Muzo, las relaciones con los mestizos hacen que en Don

Calixto crezca su afán por trabajar por la comuna y el 23 de febrero de 1956 Llano Grande se erige

jurídicamente como comuna indígena.

Desde este acontecimiento se reflexiona, la comuna se hace más fuerte y se organiza mejor. En los

60 y 70 los jóvenes emprenden la adquisición de un propio transporte para la comuna, y lo realizan,

lo que generó en una verdadera pugna de poderes entre la Cooperativa de Calderón y la comuna de

Llano Grande, particularmente con los cabecillas de esta iniciativa del transporte.

El hecho de reconocerse como comuna se logra por varios aspectos:

1.- Existen familias originarias, quienes mantienen sus relaciones de parentesco y liderazgo, que se

conocen y se unen entre sí, para las actividades diarias y son familias fuertes.

2.- Este territorio siempre fue extenso y las familias heredaron estas tierras.

3.- En cuanto en la parte histórica cultural, que aunque no se conozca la descendencia Kitu, se re-

conoce y conoce que en estos lugares están los ancestros de estos habitantes. Reconocerse como

runas o indios, la autoidentificación y el apellido guardan la historia y un acervo cultural muy fuerte.

77

4.- En Llano Grande la gente se relaciona con la gente mestiza, no con los chagras de Calderón, sino

que los comuneros empiezan a trabajar en la ciudad.

Luego de que la comuna se erige como jurídica, en el tema de reconocerse como Kitu Kara, la

población se identifica como comunero de Llano Grande más que Kitu Kara, y lo hacen porque se

dan cuenta de su valor ancestral, ya que se conoce que en ese territorio vivieron los antepasados

(abuelos). Entonces hay un proceso de visibilización y darse a conocer como comuna, y de evitar la

discriminación.

Se vive el orgullo de ser de Llano Grande, para la gente lo primordial es la pertenencia a la comuna,

más que ser Kitu Kara. Hasta los años 90 y gracias a los levantamientos indígenas en el contexto

nacional, se vive un proceso de identificación y de revitalizar el ser originario, los derechos

colectivos, los derechos humanos se discuten en la comuna y los habitantes de este sector empiezan

a formar parte de la política nacional.

En el ámbito político el pueblo Kitu Kara se institucionaliza como fuerza en la política, no solo existe

liderazgo político sino aparecen actores y gestores culturales como un elemento fundamental para

mantener la cultura, la importancia de la historia y cómo los gestores culturales investigan, asumen

y practican y son referente de los Kitu Kara. Estos jóvenes empiezan a recuperar el diálogo con los

abuelos y su historia. Los gestores culturales apostaron siempre por la investigación y por la

memoria.

Lo grave de esta situación es que no existe quien escriba, no existe la persona que levante la

información sobre la memoria, es importante destacar el valor del gestor cultural, ya que es una

persona que se identifica con la comunidad como su matriz, que se pertenece y convalida y fortalece

ese tejido ancestral, se entraman y se unen para que la persona se identifique.

2.- ¿Desde cuándo adoptó la vestimenta?

El idioma escuchamos siempre y eso facilitó que hablemos y entendamos el kichwa. En Llano

Grande, la estrategia para no sufrir discriminación fue no hablar, la relación con el mestizaje originó

que el idioma kiwcha mejor no sea hablado solo se hablaría en el núcleo familiar. Una característica

es que el idioma se mantiene en Llano Grande más que en otras comunidades de Quito.

Los apellidos y lo que somos (nuestra identidad) no los tenemos porque suenan feo o bonito, sino

porque provenimos de familias ancestrales, porque pertenecemos a una comuna y linaje y como tal,

tenemos una responsabilidad social, un rol fundamental, todos somos importantes desde que el que

siembra hasta que el gobierna.

Llevar la vestimenta en la infancia fue muy común. Cuando un individuo crecer no piensa en temas

de identidad y la parte cultural queda de lado, por lo que agradezco a mis abuelos paternos y maternos

78

porque prevalecía en las actividades cotidianas, por ejemplo en la siembra, la preparación de la

comida ancestral, y en las reuniones, el diálogo con los mayores sobre la identidad, verlos con su

vestimenta, con la música, la danza, el grupo cultural, hicieron que me forje como un ser indígena.

Mis padres cultivaron en mí ese sentir en nuestra identidad, vivíamos la minga, y eso nos ayudaba

mucho. El contacto con los adultos mayores y el llevar siempre mis camisas bordadas, debía

responder a un pensamiento coherente, con lo que se dice ,se hace, se siente y hay que hacerlo, así

que decidí llevar mi vestimenta todos los días. Tu identidad debe ser de convergencia con el mundo,

tu tranquilidad debe ser de armonía, si quieres llevar tu vestimenta y no afecta tus acciones pues lo

haces y está bien.

DATO:

Llano Grande, no necesitó nunca de intermediarios, nunca necesitamos de Calderón para hacer

nuestras peticiones, esta parroquia existió hasta hoy porque ahí se encuentran algunas estancias

administrativas.

Segunda entrevista

Gonzalo Enrique Tasiguano Muzo

Comunero, Líder Indígena, trabajador incansable, Docente del Idioma Kichwa, Antropólogo de la

Universidad Politécnica Salesiana y compañero de la comuna.

Preguntas y respuestas:

La historia de Llano Grande y como la recuerdo yo, inicia en el año de 1949, cuando tenía cinco años

aparecen misioneros en Llano Grande, llega la Iglesia Evangélica Brethren de Estados Unidos, la

comuna buscaba ser legalizada jurídicamente.

En los años 40 llegan las Madres Lauritas a Llano Grande, a la escuela La Dolorosa. Desde este

acontecimiento para los comuneros este litigio católico y evangélico significó que muchos de los

habitantes se adhieran a estos discursos religiosos y entonces el comunero empezó a reflexionar sobre

ser originario de Hatun Pamba.

Hatun Pampa se llama así porque los viajeros utilizaban el Capac Ñan, por tres ramas, a la salida de

Guayllabamba, por Huaco y la Quebrada de Chakiskahuayco. Procedemos de Centro América, esto

está comprobado por los vestigios que se mantienen en la vestimenta, la alimentación con granos y

79

productos del mar e incluso en nuestra lengua, ya que anterior al kichwa fue el shilipano

(complemento del safiki), prueba de esto son algunas palabras que aún se conservan en la comunidad.

Por los años 1950 en Llano Grande se descubren vestigios arqueológicos como vasijas, ocarinas, u

osamentas, en la tierra. Hasta 1975 más o menos en la comuna se vive un duro proceso identitario,

de dirigencia y de organización social. Como antes nuestra comuna no poseía servicios médicos, no

había ni agua y luz, la gente de la comuna empezó a organizarse.

Los comuneros salían a trabajar en la ciudad para adquirir los terrenos a los hacendados de ese

entonces como: Hacendado Redín, Becerra, Rivadeneira. Estos terrenos que tenemos actualmente

son de propiedad individual pero la comuna como tal conserva tierras comunales.

Llano Grande tiene su inicio administrativo con Zámbiza, una de las primeras parroquias

eclesiásticas. Llano Grande fue obligado a que adherirse a Calderón, y eso lo corroboran las

investigaciones, pero Llano Grande no estuvo de acuerdo.

Para entonces nace don Calixto Muzo, el precursor de las obras de la comuna, su anhelo fue

independizar a la comuna y lo consigue en el año de 1956 con el apoyo de los cabecillas de los barrios

de la comuna. Una particularidad es que en la comuna los habitantes preservan los sobrenombres de

sus padres, por ejemplo: Tio Mincia, Loco Domingo, Tío Sargento, Tío Mirlo, entre otros.

Con el apoyo de estos hombres y mujeres abrieron los caminos de Llano Grande, con las mingas

consiguieron traer el agua. En esa época se entregaban diezmos a la Iglesia de Calderón, se

entregaban productos de las tierras como maíz, entre otros. Para ese entonces Raúl Tasiguano, un

joven líder comunero, no permitió que se cometan estos abusos e impidió que los comuneros sigan

con los diezmos, desde este acontecimiento se produjo la primera ruptura con la parroquia de

Calderón.

Con el apoyo de varios jóvenes adquirimos el transporte, para eso tuvimos que armar un

levantamiento. Y el 24 de mayo de 1969 cerramos las vías de acceso a la comuna, ningún auto podía

salir ni entrar de la comuna durante ocho días. Nuestra victoria se produce el 07 de junio de 1969,

cuando asistimos a la Plaza Grande todos vestidos con nuestra vestimenta (la producción de la

vestimenta fue antes de la lana de oveja), para solicitar esta medida al Presidente de Turno. Mediante

la firma de Velasco Ibarra se decretó que solo los habitantes de Llano Grande tendrían sus propias

unidades, ninguna unidad de otra cooperativa podían sumarse al recorrido por Llano Grande, mucho

menos de Calderón.

80

Tercera entrevista

Jaime Pilatuña Lincango

Yachak, guía espiritual, hacedor de ceremonias de la parroquia Calderón y del Pueblo Kitu Kara y

compañero.

Preguntas y respuestas:

1.- ¿Cómo se designa a los yachak?

Ecuador es un estado intercultural, plurinacional y multilingüe. Nosotros somos naciones y pueblos

originarios, nuestra cosmovisión es propia y originaria nativa de estas tierras, la identidad cultural

que nos marca como nación Kitu Kara responde a una cosmovisión natural que está en nuestro

entorno. Ya que los pueblos y las nacionalidades originarias emergieron del ChayshuPacha, desde

este espacio existencial hace 500 años atrás.

Ecuador tiene 14 nacionalidades distintas y cada una se define a sí misma, tiene su propia manera de

definir sus divinidades, su lengua, sus propios seres que guardan sus tradiciones, así como recrear

sus actividades culturales y sus lugares sagrados. El pueblo Kitu Kara tiene sus propios hombres y

mujeres de sabiduría y de tradición del conocimiento que se heredan, nosotros poco a poco nos

empoderamos de esta sabiduría, ya que no existen escuelas para ser Yachak. Nuestro conocimiento

abarca el territorio cultural y la cosmovisión de trascendencia donde se recrea la vida aquí en el

KayPacha.

Los Yachakkuna son hombres y mujeres de sabiduría de la tradición que orientan, ordenan,

acompañan, apoyan, ven, reprenden para orientar al pueblo en el ámbito educativo, político,

organizativo, económico. En cada pueblo ancestral hay esa cosmovisión de trascendencia, siempre

emergerán hoy, mañana o dentro de muchos años Yachakkuna que guiarán al pueblo, a las

organizaciones, podrán curar, sanar espiritualmente y físicamente.

Mi herencia proviene de mis abuelos, de mis padres y de mi ayllu Los Pilatuña Lincango, investigué

y me empoderé de todos esos conocimientos, mi herencia proviene de aquellos quienes fueron

curanderos.

Cada ser humano es dueño de su propio encuentro espiritual, de encuentro y retorno con la

fuente que lo creó.

81

2.- ¿Se pueden clasificar los saberes ancestrales?

Esta pregunta es más que un pensamiento híbrido. Nuestros saberes y sabidurías sirven para tener

una convivencia en armonía, en equilibrio. Antiguamente nuestra gente no se enfermaba, porque

fueron culturas de prevención. La identidad cultural estaba marcada, por la vestimenta, la lengua, la

música, la danza, la espiritualidad, las formas de organización, todo esto hace 500 años.

Cuando existía un desfase, un rasgo característico en desfase, el hombre y mujer de sabiduría de cada

familia o pueblo entraba en su labor. Hoy en día el pueblo Kitu Kara puede manifestar lo que hacían

y eran nuestros abuelos y abuelas, hoy existe un rescate y revitalización a la madre tierra.

No existen varias sabidurías, es una sola, es una sabiduría de vida, está plasmada en la espiritualidad,

el conocimiento, el poder del conocimiento y el hacer, esto se denomina sabiduría, conocimiento,

tecnología. Estos saberes son naturales y no impuestos, llegan con nosotros, desde que nacemos y

los vivimos a medida que avanza el tiempo y crecemos.

3.- ¿Cree usted que debe existir la recuperación de la memoria ancestral?

Siempre hay que pensar y responder por uno mismo, uno debe buscar las respuestas en uno mismo.

Si en uno está perdido, pierde todo, entonces debe encontrarse, solo así podrá beneficiarse y

rescatarse, rescatar a la propia comunidad, al pueblo, a otros pueblos, a la nacionalidad y al país.

La herramienta para la recuperación de la memoria ancestral es el reto y desafío personal, hay que

hacer, solamente haciendo se encuentra entendimiento.

En la vida solo hay que conocer y saber, nadie debería aprender nada, porque nuestra memoria de

memorias guarda todos los conocimientos impregnados de lo que somos.

Es importante que se respete, valore la identidad, la memoria ancestral propia, vendrán procesos de

sensibilización donde existen crisis existenciales.

Cuarta entrevista

Karina Muzo

Estudiante universitaria, Danzante de la Corporación Samari Yachana Wasi, Shuk Niki Hatun

Pamba Warmi 2015 (Reina de Llano Grande), promotora de proyectos en el fortalecimiento de la

identidad de la comuna y compañera.

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Preguntas y respuestas:

1.- ¿Qué piensas sobre la gente foránea que ha llegado a la comuna?

Mucha gente llegó a la comuna sin conocer lo que somos y hacemos. En parte como comuneros

guardamos cierto recelo porque ya no nos conocemos entre nosotros, la gente piensa diferente, no

se comparte en comunidad como antes. Es que la diferencia de cultura y conocimientos no permite

que haya una relación más productiva.

La gente de afuera no piensa como nosotros, en las escuelas, en el fútbol, y eso molesta un poco a

los comuneros porque es gente que no se conoce entre sí. La gente que llega de afuera debería

aprender del lugar donde vive, interesarse de como era antes ya que siempre hay costumbres que es

bueno que los demás conozcan. No nos incomodan, pero no existe total confianza como en la gente

de Llano Grande, de la misma comunidad.

2.- Hablemos de la elección y coronación como Shuk Niki Hatun Pamba Warmi.

Querían retomar las antiguas fiestas de Llano Grande. Una amiga mía, me ofreció participar como

candidata en representación de la Cooperativa “El Molino”, reunía todos los requisitos y acepté. Me

preparé con mis abuelitos y abuelitas, y la mayoría de las preguntas yo las conocía porque todos mis

conocimientos los adquirí por el grupo Samari.

De la misma forma yo tenía mi vestimenta porque incluso he bordado mis propias camisas.

Mis proyectos estaban destinados hacia el fortalecimiento del idioma, de la vestimenta de la comuna.

Para eso organicé con los mismos comuneros que se den clases de kichwa y bordado a todos los

habitantes de la comuna.

3.- Háblenos sobre sus proyectos

Mis proyectos siempre estuvieron enfocados en la identidad, el kichwa, la vestimenta y lo que nos

identifica como Llano Grande, se están llevando a cabo a mediano plazo, hasta que concluya mi

período. Respecto a la vestimenta se están llevando cursos dirigidos a hombres y mujeres, mi

propósito siempre fue trabajar con la comunidad y su identidad.

Siempre estaría dispuesta a ayudar a la nueva chica que asuma el reinado, y apoyar su trabajo.

83

4.- Cómo es la vida de la comuna

Siempre han existido algunas confrontaciones porque cada organización quiere ser protagonista, sin

embargo, existen muchas actividades en las que todos podemos colaborar y así sacar adelante a

nuestra comuna.

Aunque a la comunidad le falte muchas cosas, hoy podemos comunicarnos más, solucionar los

problemas, y unirnos más. Aunque haya algo de egoísmo, o de envidia siempre tenemos que buscar

soluciones para ayudarnos más entre todos.

Quinta entrevista

Manuel Loachamín (TÍO POLLO)

Fue Presidente de su Barrio, ayudó en las mingas para abrir las carreteras de la comuna y comunero

de Llano Grande.

Preguntas y respuestas:

1.- Quisiera que me hable de Llano Grande, cómo fue su niñez en esta comuna.

Hace 50 años la comuna no tenía luz y tampoco agua, con malta traíamos agua del río Tantaleo y

Chakiskahuayco. Ningún dirigente de la ciudad, nos ayudó, Calixto Muzo y sus hermanos, algunos

jóvenes y adultos trabajábamos para tener estos servicios pero en Calderón nos negaron esa

posibilidad, no nos dieron agua y luz eléctrica. “Los indios de Llano Grande vienen a pedir caridad”,

no pedíamos caridad, exigíamos que las autoridades nos atiendan, porque aquí en el campo solo

teníamos velas para alumbrarnos, “tuvimos que ir al Municipio a pedir los servicios básicos”.

En las mingas y con Calixto Muzo se construyó la carretera en U de la avenida Principal, las

divisiones de las calles y la Iglesia también de adobe y teja, todo lo hicimos nosotros con nuestras

manos, sin maquinarias. Todos los domingos salíamos a las mingas, el cabecilla de cada sector pedía

gente para ir a trabajar, llevaba el cucayo, llevaban chicha, mote. “Pico y pala, pico y pala

trabajábamos”. Él que trabajaba comía y el que no hacía nada, no comía nada. Somos indígenas,

solo vivíamos nosotros aquí.

Los habitantes de la comuna llevábamos nuestros anacos, camisas bordadas, “guapas, eran las

señoras”, los hombres con sus ponchos y capisayos, y hablábamos solo en kichwa y no en

castellano.

84

Solo nos casábamos entre nosotros, no venía gente afuera. Era muy difícil trabajar en Quito, nosotros

sufrimos mucho.

Estas tierras eran fértiles, había muchas siembras de maíz, arveja, fréjol, quinua, las mujeres que no

trabajaban nos brindaban la comida.

El primer gran enfrentamiento que tuvimos fue por el transporte en la quebrada de Landázuri,

vinieron los dirigentes mishos de Calderón, a dejar aquí sus unidades, por lo que Calixto Muzo no lo

permitió, quería que tengamos nuestro propio transporte. Nosotros compramos dos unidades, pero el

uno se dañó y el otro se quemó.

Como la gente no estaba instruida y solo acababan la escuela, todos los comuneros ayudábamos para

que los jóvenes se vayan a la ciudad y terminar el Bachillerato. Mucha gente empezó a estudiar el

colegio, la Universidad.

Calixto Muzo ya cansado por la edad y por sus obras decide trasladarse a Quito y Llano Grande

empezó a dividirse, los barrios empezaron a dividirse.

Además construimos parte de la Escuela, pero una vez que llegaron las Madres Lauritas, se hicieron

cargo, nosotros exigíamos que se realicen las mingas pero eso no les gustó a las monjas.

Llano Grande es nuestra Llakta. Una particularidad es que aquí nosotros llevamos sobrenombres o

apodos, que nos otorgaban en la minga, estaba el Tío Batea, Tío Salchicha, Tío Diablo, Tío Arpero,

Tío Algodón, Tío Carchi, Kullki Tía, Tía Rosa Usu. Estos nombres respondían a ciertos rasgos físicos

o a ciertas actitudes o comportamientos de las personas, siempre se ponían en las mingas.

2.- Qué significa ser de Llano Grande

Es nuestra comunidad grande, Hatun Allpa, porque somos grandes. Somos comuneros porque somos

hombres trabajadores de la comuna, debíamos organizarnos por zonas, trabajar en conjunto.

85

Sexta entrevista

Miguel Ángel Muzo (DON PAYASO)

Compositor, trovador y comunero de la Comuna Llano Grande.

Preguntas y respuestas:

1.- Podría contarme la historia de Llano Grande

Tengo 59 años y me encanta cantar y bailar, siempre fui un niño que aprendió mucho y tiene gratos

recuerdos. Viví con mis abuelos, mi abuela nunca habló el castellano, por eso estoy muy agradecido,

porque así pude conservar y conversar con los tíos mayores. Yo aún hablo y canto en kichwa, eso ha

hecho que me tomen en cuenta sobre todo en las fiestas de la comuna y cuando la gente lo desea.

Nosotros somos pueblos originarios y hemos sido discriminados como pueblos ancestrales y hemos

vivido esa discriminación racial.

En la comuna participo activamente con la celebración de ritos matrimoniales llamados Mashalla,

hasta hoy han sido 43 veces que las he celebrado. Yo escuché a la Banda de Llano Grande en 1982

por primera vez. Aunque la Banda mantiene su nombre, el fatal accidente en la Mitad del Mundo en

el año de 1994, mermó las actividades de esta banda.

Para que esta tradición perdure comencé en enero de 2001, en el matrimonio de mi hija. Con la misma

melodía pero con distinta letra, pues es de mi autoría, entoné y canté a la pareja de recién casados.

Luego pedí a una de las viudas de los integrantes de la banda, me obsequie la letra original de la

Mashalla, pues tiene 16 estrofas.

El origen de estos mensajes al parecer provienen de la banda de Llano Grande, quien recogió de

Llano Chico y Zámbiza estos ritos, los mismos que se respetan por todos los comuneros porque es

muy significativo por su solemnidad y tradición, además se ata con una faja a los novios. En el

matrimonio la bebida principal era el Api o mazamorra, tenía que llevar la familia de la novia a donde

los suegros para congraciarse con ellos, además a los padrinos se les entregaba unas canasta con

diversos frutos y alimentos.

Mashalla quiere decir hiernito, es un término mal escogido, porque son consejos para llevar una

buena vida matrimonial, en armonía y respeto para toda la vida.

86

A mí me conocen como Don Payaso, esta particularidad, poner apodos, aun la conservan los

comuneros. A mí me nombraron como Payaso por la facha que tenía, me ubican más por mi

sobrenombre que por mi nombre real.

Llano Grande siempre fue una comunidad que vivió y vivía como mucho esfuerzo, antes la gente

sembraba y algunas personas sembraban al partir. Los ingresos a la comuna se debían a la agricultura.

Además servía para hacer las fiestas y antes había la crianza de animales, cerdos y borregos.

Como había ovejas, las mujeres sacaban la lana de ahí, bordaban, hilaban, y cosían a mano, de ahí

sacaban el material para confeccionar los capisayos (ponchos cortos), para hacer las alpargatas y se

mezclaba además con cabuya. La vestimenta aún la llevaban los tíos mayores.

Llano Grande celebraba fiestas con yumbos, danzantes en la Iglesia de la Capilla. Había priostes que

contrataban danzantes. Las mayoras, esposas de los priostes, tenían en la lishta alimentos, capillos.

Hoy en día aunque la tradición se mantiene con ciertos rasgos, en otros se diferencian. También se

compartía en la misamantana, consistía en colocar en una sábana grande habas, maíz, mote, papas

que se servía en un plato de barro. Además el invitado llegaba con una malta de chicha y con una

botella de trago como presente, quien tenía más dinero regalaba cinco o dos sucres que se llamaba

charichina (este gesto es como muestra para hacerse presente como invitados). Además se repartía

un recipiente con chicha y debían terminar y entregar vacío el recipiente. La fiesta duraba dos días,

con banda o el tambor o el pingullo.

Séptima entrevista

Corporación Samari Yachana Wasi

Gestores Culturales, Grupo de Danza, Ayllu y compañeros comuneros.

Preguntas y respuestas:

1.- A muchos jóvenes no les interesa conocer y autoidentificarse como comuneros de Llano

Grande

Los padres no inculcan y no se identifican como indígenas y tampoco dicen pertenecer a un pueblo

originario. Otro aspecto que incide es que a algunos jóvenes les da vergüenza reconocerse como

originarios, la juventud de la comuna al salir a la ciudad, olvidan su identidad, la dejan de lado y si

dejan alinear por cosas externas y hasta superfluas. De algún modo no nos interesamos por lo que

tenemos aquí en nuestra comunidad. Y porque existe discriminación de personas que están alrededor,

en el colegio y fuera de la comuna en la ciudad.

87

2.- ¿Qué es ser comunero de Llano Grande?

Es ser algo que eres y no forzarlo, reconocerse como tal, como originarios porque son evidentes en

nuestros apellidos, en nuestras danzas, en nuestras memorias, la memoria ancestral emerge de lo más

profundo del ser, tenemos fuerzas, dinámica y perseverancia para hacer lo que nos propongamos.

Como comuneros el contacto con la tierra, con la naturaleza, el campo, nos permite además

identificarnos.

Nuestras costumbres, nuestras ideas, nuestras historias, los relatos, y la riqueza material e inmaterial

que posee la comuna,

La familiaridad, la vecindad, es una característica de nosotros, todos nos conocemos entre todos, y

el respeto a los tíos y tías mayores.

Acá hay más unión, todo hacemos en minga, en unidad, el valor de la familia y de estar juntos.

Octava entrevista

Taller de Música Sayla Ñan

Grupo de Música compuesto por compañeros originarios de la comuna

1.- Podrían contarme la historia del Grupo y su incidencia en la comuna Llano Grande

Sayla Ñan tiene seis integrantes y nace en los años 90 por iniciativa de James Andrango, Pablo

Tasiguano y Germán Guamán, originarios de la comuna Llano Grande con el objetivo de recuperar

las canciones y las raíces de Pedro Tasiguano, el Tío Arpero. Nosotros acompañamos a la

Corporación Samari Yachana Wasi con música en vivo en sus presentaciones.

Hoy en día se han incorporado nuevos integrantes que pertenecen a otras comunidades pero que

comparten los mismos gustos, anhelos, convicciones, no solo en la música sino como seres humanos

que buscan trasmitir sus emociones y expresarse con música que más que un mensaje tengan

contenidos de lo que somos y podemos ser.

Nuestro nombre significa camino brillante o dorado, eso conlleva una misión.

Nosotros somos parte de Llano Grande, aunque algunos miembros no seamos comuneros, nos

sentimos parte de la comuna. Hemos compartido muchas experiencias en el plano cultural que nos

hacen más comprometidos.

88

La juventud está buscando nuevas cosas, si queremos revitalizar la memoria e identidad de la

comunidad es un trabajo duro, hemos querido aportar pero aún no nuestra música como no es

comercial no ha llegado del todo a la comuna.

La música que nosotros ofrecemos a la gente, es música de nuestros ancestros, de nuestra tierra, no

andina y tampoco folclórica, no copiamos de otras personas y de otros géneros sino que emergen de

la comunidad, de sus vivencias lo que ayuda a fortalecer la memoria ancestral.

Novena entrevista

María Tasiguano Suquillo

Madre, Trabajadora, Comunera de la Llano Grande.

Preguntas y respuestas:

1.- Cuénteme cómo recuerda a Llano Grande

Llano Grande estaba llena de cabuyos, no había empedrado y solo tierra negra. Nosotros lavábamos

la ropa en la quebrada porque los tanqueros cobraban mucho. Las casas eran de teja y de adobe.

Nuestros platos fueron de barro y en malta traíamos agua para comer o para los cerditos.

Nosotros hablábamos kichwa y la vestimenta se vestía de anaco y camisa bordada con baetas, así

recuerdo a mi abuelita, la lista la usaba en la cabeza. Mi abuelita hacia fiestas y hacía chicha para

compartir con la comunidad.

Nosotros no comíamos arroz, no sabíamos de esos alimentos solo de mote, maíz, habas, coladas,

agua con raspadura, o sango de sal y de dulce, choclo tandas, tortillas de harina de maíz, aún recuerdo

como dejaba mi abuelita la carne secarse al sol con ajo, achiote y comino, colgando en un clavo para

el consumo durante de quince días.

Antes algunas personas hacían chilpe, soguillas para vender en Quito.

Aquí no había gente de afuera, y nos reconocíamos como Indígenas gracias a nuestros abuelos,

escuché que Llano Grande fue una gran hacienda y que las tierras las adquirían de los hacendados de

Calderón. Y además los terrenos eran de huasipungueros y al partir.

Todo pertenecía a Calderón y los huasipungueros siempre recogían el maíz, esta tierra es productiva

pero hoy ya no llueve mucho.

89

Los sobrenombres o apodos que les ponen a los tíos es una tradición antigua y pasaba de generación

a generación.

A las mujeres no les dejaban estudiar, los padres escondían en los pondos a sus hijos para no

enviarles a estudiar.

Mi abuelita solo hablaba en kichwa, yo entendía todo, y ahora algo devuelvo a los tíos mayores.

En las fiestas para misamantar llevaban cucayos, todos se sentaban con un plato o mate, todos

comían, compartían mote, habas, arveja, fréjol.

La comuna acoge gente de afuera, a nosotros no nos afecta que haya llegado gente extraña a estos

lugares.

Para mi ser comunera significa nacer aquí, permanecer aquí y esto me da felicidad, porque tenemos

nuestras tierras, y nos llevamos con todos.

7. Discusión de resultados

Cuando la investigadora se acercó a los habitantes de la comuna, hace dos años atrás, observó que

en su diario vivir los comuneros se relacionan de distintas formas.

NÚCLEOS FAMILIARES

La investigadora gracias a las entrevistas y la convivencia con la gente de la Comuna Llano Grande

en diversas actividades, en reuniones, en la labranza de la tierra, con sus personajes, en los diversos

talleres, pudo observar que en sus núcleos familiares existen prácticas de reciprocidad, por ejemplo

un comunero comparte sus alimentos con sus hermanos, amigos y sus vecinos, brinda ayuda por

medio de mingas cuando se trata de levantar una loza en alguna construcción de casa, o en algunas

actividades que se organicen en el sector. Aún se mantiene dentro de la familia, fuertes lazos de unión

y compadrazgo, aquí se guarda profundo respeto a los “achi taitas y mamas” (padrinos y madrinas),

casi siempre se escoge a hermanos o tíos de la misma familia, y particularmente algo de lo que se

percató la investigadora es que los padrinos se mantienen para todos los sacramentos religiosos.

La religión católica aún es practicada por los habitantes de la comuna, aunque también celebran las

fiestas dedicadas a los solsticios y equinoccios.

90

Desde tiempos antiguos, incluso hasta hoy en día (aunque ya no con tanta frecuencia), muchos

comuneros jóvenes contraen matrimonio con mujeres jóvenes de la misma comuna, esto obedece a

dos razones: la primera, así las herencias (siempre tierras) pueden formar terrenos más extensos; la

segunda, es que se mantienen las tradiciones y la identidad.

Aún se mantiene el idioma kichwa entre los adultos mayores y aunque la mayoría de los adultos no

puede hablar con fluidez si entiende el kichwa, esto no se replica en los jóvenes y niños, quienes no

hablan y tampoco comprenden este idioma. Aunque hoy en día en la comuna se promueven talleres

de kichwa.

RASGOS SOCIALES

En las reuniones sociales o asambleas las personas definen el futuro político y social de la comuna,

este rasgo es esencial ya que el Presidente del Cabildo se reúne con las organizaciones sociales,

económicas, culturales, educativas, entre otras, para tratar asuntos referentes al bienestar de la

comuna y llegar a un consenso de forma participativa y democrática.

Otro rasgo es que la mayoría de tíos y tías mayores llevan sobrenombres que son designados por los

comuneros en mingas ya sea por características físicas o inmateriales de la persona, los mismos que

van de generación a generación.

Aún se celebran festividades por declararse a la comuna jurídica, además las distintas organizaciones

que conforman la comuna dividen el trabajo y cumplen un rol determinado en la ejecución de estos

eventos.

Aún se trabajan por sectores y en comunidad en mingas para cualquier fin, la gente asiste con su

cucayo para compartir con los asistentes.

Las actividades de labor social son organizadas por los representantes de las organizaciones, y la

gente se agrupa para promover emprendimientos dentro de la comuna, además para dar a conocer a

sus organizaciones.

En el único mercado que existe la Asociación de Mujeres Agrícolas y las vendedoras de alimentos

preparados asisten los días domingos a vender sus productos, lo que se convierte en un lugar de

encuentro.

Los habitantes guardan un profundo respeto a los denominados tíos y tías ancianos de la comuna,

aquí todos llaman tíos y tías a las personas aunque no existan lazos de sangre, la palabra de estas

personas es muy valorada y los más jóvenes la atienden y siguen.

91

Las calles principales de la comuna fueron denominadas con los nombres de hombres y mujeres de

la comuna que realizaron las principales obras o significaron un precedente en la misma.

Actualmente, el municipio apoyó esta idea y nombró a las calles Calixto Muzo y Clemente Pulupa.

Llano Grande es una comuna organizada, las narraciones de su historia y legado de colaboración y

participación le han merecido que otras comunas sigan su ejemplo, su gente es valiente, luchadora,

creativa, tenaz y aguerrida con objetivos y fines determinados.

Las relaciones que mantienen los comuneros con gente que llegó de otros lugares del país y de la

ciudad son de respeto y cordialidad, aunque guardan desconfianza ya que no los conocen.

Las personas que han llegado en ciertos casos sostienen el argumento de que no se identifican, no se

sienten representados lo que provoca un desinterés por comprender la identidad, cultura, sentidos,

ideas o percepciones distintas a las de los llamados extranjeros.

RASGOS CULTURALES

En la comuna aún se mantiene el idioma kichwa en la población adulta mayor, aunque esta realidad

ha variado ya que los jóvenes y niños se han interesado por aprender el idioma.

Las mujeres y hombres adultos y adultos mayores, sobre todo, llevan la vestimenta propia originaria

en ocasiones especiales. Actualmente, gracias a la iniciativa de la Hatun Pampa Warmi 2015 se

impartieron talleres de bordado y de kichwa a toda la comunidad.

Existen grupos culturales de danza y de música conformados en su mayoría por comuneros de

diversas edades, tienen reuniones periódicas y tienen presentaciones en distintos lugares de la ciudad

así como en la comuna. En sus presentaciones materializan la identidad de sus comuneros, sus

historias, sus memorias.

Existen diversos personajes que guardan sus saberes y en su memoria conocimientos que fortalecen

a la comuna en su identidad, por ejemplo: Manuel Loachamin (Tío Salchicha) que teje los anacos de

las comuneras; Miguel Ángel Muzo (Don Payaso), compositor, cantante y entona canciones en

kichwa; Dolores Tashiguano (Tía Lolita), sanadora ancestral, aún cura el espanto y el mal de ojo;

Salomé Collaguazo, enseña a bordar las camisas y lishtas de las mujeres. Entre otros personajes que

cuyos relatos, experiencias y recuerdos prevalecen y edifican el sentir de los más jóvenes.

En este estudio de las características, opiniones, valores, percepciones, creencias, preferencias,

historias, relatos de un gran número de habitantes de la comuna y gracias a una comunicación

centrada en la subjetividad y afectividad, así como los acontecimientos que describen permitió que

la investigación arroje los siguientes resultados.

92

7.1 Jerarquización de datos obtenidos:

7.1.1 Historia de Llano Grande

Matriz de Análisis N° 1

1 Cómo recuerdan antiguamente los comuneros a Llano Grande:

qué hacían, el entorno natural, cómo se alimentaban y la

relación con los mayores

2 Cuáles son sus características primordiales

3 Cuáles fueron sus personajes principales y de mayor

trascendencia en cuanto a las obras en la comuna

4 Procesos de reflexión de autoidentificación y procesos de

lucha

5 Desafíos personales y comunitarios para erigirse como

comuna jurídica y no adyacente formalmente a parroquias

aledañas

6 Uso de la vestimenta

7 Habitualidad con la que se hablaba el idioma

Elaboración personal. Julio, 2016

7.1.2 Comunidad

Matriz de Análisis N°2

1 Mingas para conseguir algún beneficio para la comuna

2 Particularidades que los identifican: como el uso de un

sobrenombre

3 Procesos organizativos para obtener beneficios para la comuna

4 Fiestas que celebra la comunidad en conjunto

5 Recelo hacia los foráneos de la comuna

6 Organización y ejecución de obras, proyectos en comunidad,

se reconocen como trabajadores natos

Elaboración personal. Julio, 2016

93

7.1.3 Memoria ancestral

Matriz de Análisis N°3

1 Recuerdos que posibilitan el entendimiento de sí mismos

2 Recuerdos que permiten la comprensión con los demás

3 Cuáles fueron sus personajes principales.

4 Procesos de reflexión de autoidentificación como originarios

de un pueblo ancestral

5 Saberes y sabidurías que comparten con los comuneros y fuera

de este espacio material

6 Danza como espacio festivo y de reconocimiento y

fortalecimiento del ser originario

7 Música para fortalecer la identidad

Elaboración personal. Julio, 2016

8. Interpretación de datos

Los comuneros recuerdan su historia desde sus experiencias personales y colectivas,

recuerdan cómo vivían, qué hacían, cómo se alimentaban, cómo fue su ambiente y cómo

establecían relaciones familiares y de convivencia. Aunque la historia guarda momentos

difíciles para las personas y para su entorno los habitantes de Llano Grande aún mantienen

recuerdos compartidos que los transmiten a los foráneos y a las generaciones venideras. En

las reuniones, en las mingas, en las asambleas, en las escuelas, todo es propicio para recordar,

para observarse, para seguir construyendo su historia, para organizarse y realizar más

actividades como comuneros y comunidad.

Los comuneros se relacionan y comparten con las diferentes organizaciones culturales,

económicas, políticas, sociales, una constante es que para organizarse en comunidad lo hacen

desde sus prácticas milenarias antiguas como la minga, como la reciprocidad, como el ranty-

ranty. Estos principios aún cohesionan a los comuneros, vivieron y viven procesos de lucha,

de defensa de su identidad y de fortalecimiento de su cultura, de sus tradiciones, costumbres

y saberes. En comunidad aún refuerzan sus grupos, en las fiestas, en las distintas expresiones

y manifestaciones, aún los comuneros preservan su sentido de unión, de familiaridad, de

compadrazgo, aquí todos se conocen y se respetan y saludan. La comunidad guarda un

profundo respeto a los tíos y tías mayores, ellos son un referente de guía y dirigencia, de

liderazgo, de acuerdos, de empatías, de solidaridad y ayuda mutuas.

94

Como comunidad aún viven momentos de resistencia y de insurgencia, defendiendo sus

territorios, situándose como actores sociales y colectivos reunidos y organizados.

Los comuneros mantienen el sentido de unidad y pertenencia a través de su memoria, evocan

con nostalgia lo que aprendieron de sus abuelos y abuelas, de sus padres y madres, traen al

presente sus saberes y sabidurías porque a través de estos pueden relacionarse con la

comunidad. Pueden comunicarse, participar y dejar como herencia todos sus conocimientos

que permanecen guardados en su corazón y en el ejercicio diario.

La memoria es un instrumento que ayuda a transitar el camino, es una guía, permite recordar

a cada paso quiénes somos, quienes queremos ser- porque nuestra identidad no es estática- ,

la memoria nos ayuda a valorarnos, a regresar al pasado común y observarnos, y ver qué

hicieron nuestros antepasados para permitirnos estar y compartir un mundo; nos permite

mirarnos en el presente y comparar qué tenemos, qué podemos brindar a los demás, qué

podemos y queremos olvidar y a dónde deseamos avanzar para construirnos desde los

recuerdos, desde la voz, ideas y las reflexiones de los demás.

95

CONCLUSIONES

El análisis de contenido de las entrevistas, es decir de las nueve voces de la Comuna Llano Grande

arrojan las siguientes conclusiones.

Objetivo General: Promover la difusión de los saberes locales ancestrales de la Comuna Llano

Grande a través de la elaboración de una revista trimestral que permita la publicación de contenidos

con la cooperación de la comunidad.

- La elaboración de la revista y su publicación con contenidos que provienen de la memoria,

conocimientos, saberes, tradiciones, costumbres, identidad de la Comuna Llano Grande, se

llevó a cabo en el lapso de la investigación planteada.

- El impulso y el desarrollo de la misma dependerá en gran parte de la investigadora, ya que

aún existe suficientes patrimonios tangibles e intangibles que los ancianos, adultos y jóvenes

desean compartir con los comuneros y los foráneos

Objetivo Específico 1: Diseñar y ejecutar la propuesta de elaboración de la revista local- comunitaria

en este sector.

- El diseño, impresión y publicación de la revista “Runakunapak Rikcharimuy (El Despertar

de los hombres)”, cuyo nombre fue escogido por la investigadora refleja sus anhelos, sus

propósitos, lo que pretende con esta revista es que perdure a través del tiempo todo lo que

guarda la Comuna Llano Grande.

- La publicación de la revista es trimestral pero la investigadora plantea que se establezca

como un proyecto a largo plazo, en el que se acojan todas las actividades políticas, sociales,

culturales, deportivas y todas las tradiciones e identidad de la comuna, además que los

profesionales y los que no son profesionales en la comunicación cooperen con los

contenidos.

Objetivo Específico 2: Investigar los saberes y conocimientos ancestrales relevantes de la Comuna

a través de su memoria ancestral.

- La observación directa y participante de la investigadora le permitió conocer, valorar,

resguardar las tradiciones, los conocimientos, la identidad y rasgos particulares físicos,

tangibles e intangibles ancestrales que aún se conservan por la población adulta y anciana.

96

Aunque todavía falta por fortalecerlos en cierta medida en la población infantil y juvenil de

la comunidad. Los distintos comuneros en sus actividades diarias como profesionales y con

sus conocimientos empíricos preservan y son denominados guardianes de la memoria porque

a través de sus memorias las generaciones venideras pueden conocer sus orígenes, el pasado

e irse construyendo en el futuro.

Objetivo Específico 3: Promover la cooperación de la comunidad en la producción de la revista.

- Luego de varios acercamientos con las autoridades del Cabildo de la Comuna y con diversas

organizaciones e instituciones educativas quienes mostraron interés en esta iniciativa la

publicación de la revista será a mediano plazo. En este sentido, la investigadora plantea la

posibilidad de realizar talleres en las instituciones educativas para que sean los niños y

jóvenes quienes elaboren los contenidos de la revista.

- Los comuneros que quieran participar y realizar trabajos periodísticos escritos o fotográficos

pueden hacerlo, ya que este espacio es abierto para los aportes de los comuneros de todas las

edades.

97

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19. Entrevista con Karina Muzo, Shuk Niki Hatun Pampa (Reina de Llano Grande). Quito, 10

de enero de 2016.

20. Entrevista con Jaime Pilatuña, Yachak de la Comuna Llano Grande. Quito, 16 de septiembre

de 2015.

21. Entrevista con Manuel Loachamín, comunero de Llano Grande. Quito, 23 de octubre de

2015.

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102

ÍNDICE DE ANEXOS

Anexo 1: Valle de Tinallo- Vista General

Anexo 2:Algarrobo, planta originaria

103

Anexo 3: Comunera originaria trabajando la tierra en el Valle de Tinallo, un día sábado en la

mañana

Anexo 4: Iglesia “Nuestra Señora del Rosario”, es una de las tres capillas de la comuna

104

Anexo 5: Cementerio de la Comuna Llano Grande

105

Anexo 6: Estadio Atahualpa, una de las tres canchas que existen en la comuna

Anexo 7: Mujeres comuneras vendedoras de alimentos en las afueras del Estadio Atahualpa

106

Anexo 8: Manuel Muzo, Tío Salchicha cose los anacos de las comuneras

Anexo 9: Manuel Muzo “Tío Salchicha”, Don Miguel Muzo “Don Payaso” y un comunero

compartiendo música

107

Anexo 10: Taller de Música Sayla Ñan

a) Taller de Música Sayla Ñan en una presentación en vivo durante las Fiestas de la

Comuna Llano Grande

b) Cuatro de los miembros de Sayla Ñan

108

c) Durante la entrevista con la investigadora

109

d) Cd de Promoción de Sayla Ñan

Anexo 11: Celebración del Coya Raymi 2015

a) Comuneras adultas y tías mayores de 60 y Piquito preparándose para participar con

su coro

110

b) Rostros de comuneras, tías mayores asistentes a la celebración

111

c) Comunera en la venta de comida ancestral

d) Grupos de danza invitados a la celebración

112

113

114

115

116

e) Fuego Sagrado en la Ceremonia de Agradecimiento por el Tiempo Nuevo, Tiempo de

Fecundidad

f) Comuneros participan de la Ceremonia por el Coya Raymi

117

Anexo 12: “Pintemos Llano Grande”, una iniciativa para pintar murales de las Señoritas

Hatun Pampa Warmi 2015, Karina Muzo, Angelita Romero y Eliana Muzo

118

119

Anexo 13: Karina Muzo, Shuk Niki Hatun Pampa Warmi 2015

Anexo 14: Proyectos de la Srta. Karina Muzo, Hatun Pampa Warmi

a) Fortalecimiento de la vestimenta de las mujeres originarias. Taller de Bordado

120

b) Taller de kichwa “DEMOS VIDA AL KICHWA”, proyecto promovido por Karina

Muzo

121

122

Anexo 15: Corporación Samari Yachana Wasi

123

124

125

Anexo 16: Vestimenta originaria de la mujer comunera

126

Anexo 17: Salomé Collaguazo, comunera y colaboradora en el fortalecimiento de la vestimenta

de la mujer originaria

Anexo 18: Miguel Ángel Muzo, el trovador de Llano Grande

127

Anexo 19: Encuentro de rememoración a Raúl Tasiguano, comunero y líder indígena

a) Raúl Tasiguano +

b) Encuentro con familiares, amigos, conocidos y compañeros de la comuna para recordar

un año más de la muerte de este joven comunero

128

c) Graduación de Bachiller de Raúl Tasiguano

d) Raúl Tasiguano

129

e) Encuentro con José María Velasco Ibarra, Presidente Constitucional del Ecuador

Anexo 20: Comunero y comunera: La mujer lleva la vestimenta originaria y el hombre lleva la

vestimenta de Capitán de la Fiesta Tradicional de la comuna

130

Anexo 21: Talleres de Periodismo a niños del Centro Educativo Bilingüe “Por la Paz”

131

Anexo 22: Talleres de Periodismo con los estudiantes de la Unidad Educativa “La Dolorosa”