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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSÍ F A C U L T A D D E P S I C O L O G Í A Instituto de Investigación y Posgrado Programa Nacional de Posgrados De Calidad LA INFLUENCIA DE LA NARCOCULTURA EN ALUMNOS DE BACHILLERATO Por DAVID MORENO CANDIL Tesis presentada como requisito parcial para obtener el grado de MAESTRÍA EN PSICOLOGÍA Director de Tesis Agustín Zárate Loyola Co-Director de Tesis Ambrocio Mojardín Heráldez San Luis Potosí, S. L. P. Junio 2009

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSÍ

F A C U L T A D D E P S I C O L O G Í A

Instituto de Investigación y Posgrado

Programa Nacional de Posgrados

De Calidad

LA INFLUENCIA DE LA NARCOCULTURA

EN ALUMNOS DE BACHILLERATO

Por

DAVID MORENO CANDIL

Tesis presentada como requisito parcial

para obtener el grado de

MAESTRÍA EN PSICOLOGÍA

Director de Tesis

Agustín Zárate Loyola

Co-Director de Tesis

Ambrocio Mojardín Heráldez

San Luis Potosí, S. L. P.

Junio 2009

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSÍ

F A C U L T A D D E P S I C O L O G Í A

Instituto de Investigación y Posgrado

Programa Nacional de Posgrados

De Calidad

LA INFLUENCIA DE LA NARCOCULTURA

EN ALUMNOS DE BACHILLERATO

Por

DAVID MORENO CANDIL

Tesis presentada como requisito parcial

para obtener el grado de

MAESTRÍA EN PSICOLOGÍA

Director de Tesis

Agustín Zárate Loyola

Co-director de tesis

Ambrocio Mojardín Heráldez

Sinodales

Dr. Agustín Zárate Loyola

Dr. José Francisco Martínez Licona

M.A. Francisco Javier García Espinosa

M.E.P. María del Carmen Rojas Hernández

Jefa del Instituto de Investigación y Posgrado

Dr. Omar Sánchez-Armáss Cappello

Coordinador de la Maestría en Psicología

Dr. Agustín Zárate Loyola

Director

San Luis Potosí, S.L.P. Junio 2009

iii

AGRADECIMIENTOS

Quisiera antes que nada dar las gracias al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología

(CONACYT) por haberme otorgado la beca con la que me fue posible realizar mis estudios de

Maestría. En este mismo rubro, agradecer al Espacio Común de Organismos de Educación

Superior (ECOES) quienes brindaron el apoyo financiero para realizar la estancia de

investigación en la ciudad de Culiacán, a través del cual se realizó la recolección de datos en

dicha ciudad sin los cuales la presente investigación jamás se hubiese completado. Del mismo

modo agradecer a la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí por

haber abierto sus puertas, y haberse convertido en un espacio de discusión y conocimiento.

Mi familia merece una especial mención en este documento, sin su apoyo y cariño jamás

me hubiese sido posible concluir este proceso. A mi papá, le quiero dar las gracias por los

consejos brindados no sólo durante la Maestría, sino a lo largo de mi vida. Le quiero agradecer

por haberme incitado a solicitar la admisión al programa incluso cuando me sentía desanimado,

por haberse desvelado conmigo aquellos días, que hoy parecen tan lejanos, de octubre de 2006

con la intención de dar forma a un protocolo de investigación que sentaría las bases para el

presente documento. A mi mamá, por las horas invertidas en revisar periódicos en busca de

artículos que me fuesen útiles en la redacción del documento, por todas aquellas veces que

requerí algún documento de Culiacán y me lo hizo llegar a la brevedad posible, y claro, por todas

aquellas ocasiones que necesite un consejo o apoyo en la cocina, por atender mi llamada y

orientarme en ese proceso. A ambos por haberme cuidado en la distancia, el documento que aquí

presentó no es solo el reflejo de mi esfuerzo y tiempo, es también producto del suyo, por eso

muchas gracias. A mis hermanos Elva y Luis, a mi tía Yoya y a mi Abuela Aurora, quienes con

sus llamadas, correos o mensajes jamás permitieron que me sintiera lejos de casa.

iv

Quisiera también hacer un agradecimiento exhaustivo a mi tutor, maestro, director de tesis

y amigo, el Dr. Agustín Zárate Loyola, quien sin conocerme confió en un proyecto de

investigación ajeno a sus áreas de interés que hoy se ve plasmado en este documento. Le quiero

dar las gracias por haber hecho de este documento e investigación un verdadero proceso de

construcción del conocimiento, por haber escuchado y respetado mis ideas, y haber aportado las

suyas. Más allá del apoyo académico, hacer este mismo agradecimiento extensivo a Esther y

Daniela, quienes junto con Agustín, tuvieron la amabilidad de abrirme las puertas de su casa y

tratarme como un miembro mas de su familia.

En este mismo tenor quisiera agradecer al Dr. José Francisco Martínez Licona, quien fue

pieza angular de mi proceso formativo a lo largo de la Maestría. Gracias por los textos

compartidos, por haberme dado la oportunidad de participar en sus proyectos, por las

recomendaciones y sugerencias hechas a lo largo del proceso de investigación, pero más que todo

lo anterior por haber contribuido a que mi paso por este proceso no representase únicamente la

adquisición de conocimientos, sino que fuera un verdadero proceso de transformación. Hoy

puedo decir que no soy la misma persona que llegó a San Luis Potosí hace poco más de dos años,

ese cambio en gran parte se lo debo a usted.

Al Mtro. Francisco Javier García Espinosa, ―Pacorro‖, por haber confiado en mis

competencias como alumno desde el proceso de selección para la tercera generación de la

Maestría en Psicología. Quisiera darle las gracias por sus certeras observaciones y críticas al

presente documento, que contribuyeron a que este se hiciera un poco más legible. Y claro, por

todas esas pláticas, chistes y recomendaciones a lo largo del programa, en particular, todas

aquellas sesiones de charla cafetera durante los últimos seis meses, que permitieron dar un respiro

al proceso de redacción de este documento, así como hacer mas ameno el día.

v

No puedo olvidar al Dr. Ambrocio Mojardín Heráldez, co-director de este proyecto de

tesis, quien durante la estancia de investigación en la ciudad de Culiacán fungió como asesor y

responsable del cumplimiento del proyecto propuesto a ECOES. Fue gracias a las discusiones y

charlas sostenidas con Ambrocio que se construyó la Escala sobre Concepciones de Narcotráfico

que representa una de las piezas claves del presente estudio. Aunado a lo anterior, quiero

reconocer el papel que el Dr. Mojardín ha jugado como asesor y amigo por ya más de 15 años,

gracias por los consejos, sugerencias, e incluso regaños a lo largo de este tiempo. Me da

muchísimo gusto que haya podido participar activamente en este proceso.

Quiero agradecer también a la planta docente de la Maestría en Psicología, en particular a

la Dra. Silvia Romero, al Dr. Omar Sánchez-Armáss, la Mtra. Angélica González y al Mtro.

Alfredo López, sin olvidar claro a los profesores antes mencionados, ya que las materias

impartidas por estos profesores enriquecieron mi formación como psicólogo. De este grupo

quisiera hacer una mención especial para el Mtro. Alfredo López, pues fue indudablemente

gracias a su ayuda que se pudieron incorporar elementos cuantitativos al presente estudio, sin la

colaboración del Mtro. Alfredo el análisis de muchos de los datos y su respectiva interpretación

no hubiese sido posible. Del mismo modo, quiero dar las gracias a Alfredo, no solo por la

asesoría brindada, también por los materiales, ideas y charlas compartidas en relación al

fenómeno de las Representaciones Sociales, espero y aún falten muchas por realizar. Quisiera

reconocer el apoyo de un profesor que no fue propiamente parte de la planta docente de la

Maestría, sin embargo, contribuyo a que yo formase parte de ella, al Mtro. Jesús Ma. De Luna

Ortíz ―Chema‖. Quiero agradecer a Chema por haber defendido mi caso durante el proceso de

admisión, de no haber sido por su intervención posiblemente hoy no estaría redactando estas

líneas, por tal motivo le estaré siempre agradecido. Aprovechando la mención de la planta

docente de la Facultad de Psicología, le quiero dar las gracias también al personal administrativo,

vi

en particular a Nora e Isa, quienes durante los meses de redacción de este documento, siempre

tuvieron la amabilidad de recibirme con una sonrisa en la dirección, además, agradecerle también

el haber extendido en algunas ocasiones su hora de salida algunos minutos para darme

oportunidad de concluir las ideas plasmadas en el presente documento.

En este tenor considero necesario agradecer a dos de mis profesores de licenciatura en la

Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Sinaloa: al Mtro. Tomás Guevara y la

Dra. Beatriz Arita Watanabe. Al Mtro. Tomás por haberme presentado la teoría de las

Representaciones Sociales y haber construido junto conmigo y otros compañeros la investigación

que aporto las dudas que le dieron forma al presente proyecto. A la Dra. Arita por haberme

señalado el camino de la investigación desde los primeros semestres de mi formación académica

como psicólogo, por haber creído en mi y haber brindado palabras de aliento y motivación

cuando estas fueron necesarias.

Quiero agradecer también a las autoridades de los centros educativos que abrieron sus

puertas a la presente investigación, en particular al Lic. Alfonso Badillo director del plantel 25

del Colegio de Bachilleres en San Luis Potosí; al Ing. Arce y la Lic. Gaby del Centro de Estudios

Universitarios Superiores de Culiacán; al Ing. Lamberto Armenta y la QFB. Ma. Magdalena

Vídal, Director Académico y Jefe del Dpto. de Planeación y Vinculación del Colegio de

Bachilleres del Estado de Sinaloa. Así como a todos los alumnos que contribuyeron con sus

opiniones e ideas al contestar un cuestionario, participar en una entrevista o grupo discusión, sin

los cuales este trabajo no existiría.

En este sentido agradecer a quienes colaboraron de manera desinteresada con la presente

investigación mediante la aplicación de cuestionarios o transcripción de entrevistas: Natalia

Muñoz, Dana Silva, Paola Martínez, Nancy Bouchan Velázquez, Lucero Salaza,

Ixchel Joaxin Alvarado, Adriana Loredo, Rosa Ma. Romero, Brenda Natally Becerra, Fernanda

vii

Almanza, Rocio del Carmen Valencia, Christian Alfredo González, Cintya Mares, Marisol

Elizalde, Norma Isabel Rodelo, Yuridiana Martínez, Renata Zavala, Tania Ayala, Daniela

Medina, y Luis González.

Quisiera dar las gracias también a mis compañeros de generación de la maestría: David,

Karina, Jeannette, Claudia, Melody, Magda, Regina, Lorena, Cesar, Temo, Kenya, Mónica, y

Ana Paula por las experiencias compartidas. Gracias a ustedes estos dos años fueron no solo

tolerables, sino gloriosos, y recordarles que, como una vez me escribió David, ―compañeros hay

muchos, amigos son pocos‖, les quiero agradecer por su amistad y reiterarles la mía.

Por último, y no con ello menos importante, quiero dar las gracias a una persona que ha

contribuido a que esta y otras muchas experiencias de mi vida en los últimos nueve años hayan

sido memorables. Quiero dar las gracias y reconocer el apoyo y ayuda que me ha brindado, no

solo en la redacción de este documento, sino a lo largo de la maestría y licenciatura, a mi amigo,

compa y colega Ricardo Barrios. Ha sido un placer compartir este viaje contigo, y espero que en

el futuro continuemos compartiendo, independientemente de la distancia y el tiempo que se

atraviesen entre nosotros, más ideas y proyectos, y que nuestra amistad siga creciendo como

hasta ahora.

A todos y a todas aquellas personas que de manera directa o indirecta contribuyeron a la

realización del presente documento, muchas gracias.

viii

LA INFLUENCIA DE LA NARCOCULTURA

EN ALUMNOS DE BACHILLERATO

Resumen

por Mtro. David Moreno Candil

Universidad Autónoma de San Luis Potosí

Junio de 2009

Director de Tesis: Agustín Zárate Loyola

Co-Director de Tesis: Ambrocio Mojardín Heráldez

Hoy en día resulta imposible negar que el narcotráfico es uno de los problemas mas serios

que tiene México, si bien afecta a todo el país, hay estados donde esta actividad ha ―echado raíz‖,

ha evolucionado de la mano de la historia regional. En estos lugares se ha desarrollado un nuevo

fenómeno social: la narcocultura. Más allá de las manifestaciones directas del ―narco‖, la

narcocultura, afecta la forma en la que los sujetos perciben e interactúan con su realidad social.

La presente investigación tuvo como finalidad explorar cómo la presencia de la narcocultura en el

entorno social de los alumnos de nivel medio superior repercute en lo que piensan de la escuela y

la forma en que interactúan con ella. Se llevó a cabo una investigación de tipo comparativo en la

que se trabajó principalmente con estudiantes de bachillerato de las ciudades de Culiacán y San

Luis Potosí. El presente estudio constó de cinco fases: 1.-Correlación entre los niveles de

ejecución de ingreso vs. rendimiento durante el programa ordinario; 2.- Identificación de los

patrones de éxito de los estudiantes; 3.- Exploración de la representación social de escuela; 4.-

Identificar las valoraciones sobre el entorno social; y 5.- Indagación sobre la concepción sobre

narcotráfico. Mediante los aportes de la teoría de las Representaciones Sociales, Influencia

Social, y Modelos Ecológico sobre la enseñanza se interpretaron los datos recabados. Los

resultados que se obtuvieron en este estudio ponen en evidencia que existen diferencias en lo que

los alumnos piensan de y la forma de interactuar con la escuela, estas ideas y comportamientos

ix

reflejan la presencia de la narcocultura en el entorno social de los estudiantes. Las ideas

expresadas sobre el narcotráfico y su relación con conductas específicas en la escuela ponen en

evidencia que los jóvenes sinaloenses y los alumnos de nivel de ejecución bajo se encuentran

inmersos en ideas que refieren a la narcocultura, entendida esta como la aceptación y admiración

del narcotráfico y sus agentes.

x

ÍNDICE

Página

AGRADECIMIENTOS iii

RESÚMEN viii

ÍNDICE DE TABLAS xiii

INDICE DE FIGURAS xv

DEDICATORIA xvi

INTRODUCCIÓN 1

Planteamiento del problema y propósito de la investigación 1

Preguntas y objetivos de investigación 3

Diseño metodológico de la investigación 4

Justificación 7

Descripción del documento 9

CAPITULO 1. ANTECEDENTES 11

1.1 El narcotráfico en México 13

1.2 La narcocultura o cultura del narco:

Definición y manifestaciones 21

1.3 El joven-alumno y la educación media superior en México 28

CAPITULO 2. MARCO TEÓRICO 35

2.1 El pensamiento (conocimiento cotidiano) y la

construcción social de la realidad 36

2.2 La teoría de las representaciones sociales como

una aproximación al conocimiento social 40

xi

2.3 Del narcotráfico a la narcocultura. La teoría del Núcleo Central y la propuesta de

las Minorías Activas como fuente de Influencia Social. 55

2.4 Factores sociocognitivos que influyen en la escuela. 74

CAPITULO 3. MÉTODO 83

3.1 Características del contexto. 83

3.2 Diseño de investigación 85

3.3 Procedimiento 90

CAPITULO 4. MARCO METODOLÓGICO 130

4.1 Fase 1 130

4.2 Fase 2 132

4.3 Fase 3 136

4.4 Fase 4 137

4.5 Fase 5 138

CAPITULO 5. RESULTADOS Y DISCUSIÓN 139

5.1 Fase 1 139

5.2 Fase 2 142

5.3 Fase 3 149

5.4 Fase 4 169

5.5 Fase 5 174

CAPITULO 6. CONCLUSIONES 180

REFERENCIAS 190

ANEXOS 199

A. Oficio a directivos de bachilleratos 202

B. Escala de Generación Libre de Ideas por Jerarquía de Respuestas 206

xii

C. Guión de entrevistas 207

D. Cuestionario de libre asociación sobre el entrono 210

E. Escalas sobre concepciones de narcotráfico 211

F. Resultados de Patrones de éxito 214

G. Frecuencia de elementos positivos en entorno 216

H. Frecuencia de elementos negativos en entorno 217

I. Frecuencia de categorías positivas en entorno 220

J. Matriz de correlaciones de concepciones de narcotráfico. 221

K. Varianza explicada por factores en concepciones de narcotráfico 222

xiii

ÍNDICE DE TABLAS

Pagina

1. Comparación entre el modelo funcionalista y el modelo genético 67

2. Diseño metodológico de la investigación 88

3. Distribución de alumnos en Fase 1 90

4. Distribución de alumnos en fase 2 93

5. Sujetos que se les aplicó EGLIxJR en Fase 3 104

6. Distribución de sujetos entrevistados 104

7. Distribución de los sujetos participantes en los grupos de discusión 105

8. Desarrollo de entrevistas a alumnos 110

9. Guía para grupo de discusión 1 113

10. Sujetos que respondieron a cuestionario de libre asociación 115

11. Guía para grupo de discusión 2 117

12. Distribución de alumnos de acuerdo a nivel de ejecución 139

13. Media de calificaciones a lo largo de parciales de acuerdo

a nivel de ejecución 141

14. Correlación entre nivel de ejecución de ingreso y evaluaciones parciales 142

15. Categorías que integran el patrón de éxito de los alumnos de bachillerato 144

16. Distribución de categorías en PE de alumnos de bachillerato 145

17 Media de respuestas positivas y negativas evocadas

en relación al entorno social 171

18. Categorías de elementos significativos en el entorno 172

19 Frecuencia de categorías de elementos negativos en el entorno 173

xiv

20. Medias teóricas vs. observadas en concepciones sobre el narcotráfico 175

21. Concepciones de narcotráfico de acuerdo a lugar de procedencia 176

22. Concepciones de narcotráfico de acuerdo a nivel de rendimiento 177

23. Concepción positiva vs. negativa de narcotráfico

de acuerdo a lugar de residencia 178

24. Concepción positiva vs. negativa de narcotráfico de acuerdo

a nivel de rendimiento 179

xv

ÍNDICE DE FIGURAS

Pagina

1. Relación entre elementos del estudio. 12

2. Modelo de transformación de RS 61

3. Diseño de investigación en relación a objeto de estudio 87

4. Peso de metas académicas en PE de acuerdo a nivel de ejecución 146

5. Peso de metas académicas en PE de acuerdo a lugar de residencia 148

xvi

Dedicatoria

A mis padres,

Por haberme dado la oportunidad de equivocarme, por haberme apoyado en los tiempos difíciles,

y por compartir conmigo los tiempos de felicidad.

Esto, lo que soy, hago, seré, y haré es gracias al amor y apoyo que siempre me han regalado.

Muchas gracias.

1

INTRODUCCIÓN

―La cultura es una clave indispensable para descifrar la dinámica

social‖ (Giménez Montiel, 2005, p. 87)

Planteamiento del problema y propósito de la investigación

De 2003 a 2005 se realizó en el estado de Sinaloa una investigación con la finalidad de

identificar el lugar que ocupaba la violencia en la identidad social de los sinaloenses (Guevara

Martínez et al., 2006; Guevara Martínez, Loera, Moreno Candil, & Barrios Campos, 2007).

Dicha investigación partía del hecho que, por aquellos años, Sinaloa ocupaba los primeros

lugares nacionales en violencia (situación que no ha cambiado mucho desde entonces), violencia

que gozaba de arraigo e historia en la entidad. La idea subyacente de esta investigación yacía en

determinar si para los sinaloenses el señalamiento nacional e internacional en relación a la

violencia característica del Estado, tenía repercusión en la concepción que estos tenían sobre si

mismos, es decir, su identidad social. Los resultados de este estudio mostraron que en la

Representación Social de Sinaloa de los sinaloenses, se hacían muy presentes elementos

relacionados con la violencia. De los hallazgos más interesantes del estudio se rescata que, para

las personas menores de 30 años, el narcotráfico es el elemento central de la representación

social de Sinaloa (Guevara Martínez et al., 2006; Guevara Martínez et al., 2007). Para las

personas jóvenes de Sinaloa encuestadas en dicho estudio, el narcotráfico es un elemento

característico del ser sinaloense, es un elemento que distingue a los sinaloenses de otros grupos

sociales y, de acuerdo a propuestas sobre la identidad social (Lorenzi-Cioldi & Doise, 1990,

1996), este elemento es entonces valorado de forma positiva por los sujetos que lo refieren.

La presente investigación gira en torno a la juventud sinaloense, más especifico, a los

jóvenes estudiantes de bachillerato de la ciudad de Culiacán, Sinaloa. Estos jóvenes se ven

2

confrontados por una realidad marcada por, al menos, tres elementos: primero, las

características propias de la edad de estos sujetos (adolescencia), por ejemplo la búsqueda de

una identidad personal, el distanciamiento de los padres y el mundo adulto, definición de un

proyecto de vida en cual se articulen las metas personales, sociales y profesionales, y en relación

a esto último, esta etapa de la vida es también cuando se define un camino profesional: segundo,

estos jóvenes se encuentran inmersos en un sistema educativo que promueve su propio sistema

de valores, creencias, prácticas, etc. derivados de las normativas oficiales promotoras del status

quo, orientadas a reproducir el tipo de ciudadano que coincida con la sociedad tal cual es, estas

pautas, tienen poca o nula relación con las realidades que enfrenta el joven en su vida cotidiana;

y por último, un contexto sociocultural adverso marcado por la presencia del narcotráfico, pero

sobre todo por una producción y difusión cultural del mismo, es decir, una narcocultura, que a

su vez promueve una serie de valores, creencias y prácticas sociales.

En suma, en este escenario, el joven culiacanense se encuentra inmerso en una realidad

desventajosa para la construcción de su identidad y la definición de sus expectativas, metas y

anhelos. El joven de Culiacán se ve obligado a construir su visión de la realidad a partir de

referentes en apariencia contradictorios –la escuela y la narcocultura-: el primero, que se

promueve oficialmente, pero carece de relevancia para los jóvenes, mientras que el segundo,

gozando de legitimación social en este entorno en particular, sigue representando a un delito (el

narcotráfico). En este sentido, la presente investigación tuvo la finalidad de explorar de qué

forma la presencia de la narcocultura en el entorno social influye en lo que los alumnos de

bachillerato piensan de e interactúan con la escuela y la educación formal.

Cultura del narcotráfico o narcocultura pueden resultar términos extraños para aquellas

personas que no han tenido la oportunidad de vivir, conocer o visitar lugares que presenten este

3

fenómeno, como por ejemplo Sinaloa. La narcocultura se encuentra estrechamente relacionada

al narcotráfico, de hecho, para que exista narcocultura, es necesario que exista narcotráfico

(Díaz Sánchez, 2006), lo cual no es necesariamente cierto de forma inversa, la presencia del

narcotráfico no garantiza la existencia de la narcocultura. La narcocultura es un tipo de cultura -

la cultura propia de los narcotraficantes como grupo social, así como la ampliación de estas

prácticas, costumbres, creencias y valores a personas que no se dedican a la actividad (Lugo

Palencia, 2000)-, y como tal, representa una forma de entender el mundo, de relacionarse con él

(Giménez Montiel, 2005). A partir de lo anterior, la narcocultura representa una forma de

entender e interactuar con el mundo social mediada por las creencias, valores, costumbres y

prácticas de los narcotraficantes, es decir, por la actividad del narcotráfico. A lo largo del

presente documento, frecuentemente se hará alusión al narcotráfico, dado que, lo que se piensa,

dice y la forma en que se interactúa con este fenómeno permitirá identificar la presencia o

ausencia de la narcocultura. Dicho de otro modo, la narcocultura representa la interiorización de

la visión del mundo promovida por el narcotráfico, por tal motivo, serán los referentes

interiorizados sobre el narcotráfico los que permitan estudiar la narcocultura.

Preguntas y objetivos de investigación

En relación con la problemática descrita y vinculada al propósito general del presente

estudio surgen las siguientes preguntas:

¿La presencia de la narcocultura en el entorno social influye en lo que los

alumnos de bachillerato piensan de la escuela?

¿La presencia de la narcocultura en el entorno social influye en la forma en la que

los alumnos de bachillerato interactúan con la escuela?

¿Qué tipo de ideas sobre el narcotráfico son características de la narcocultura?

4

¿El estudiante del bachillerato asume la postura oficial ante el narcotráfico o

asume una distinta a ella?

¿Cómo se articulan ambas realidades –cultura escolar y narcocultura- por los

jóvenes?

En base a estas preguntas los objetivos que se plantearon en el trabajo de investigación

fueron:

Conocer de qué forma el joven interactúa con la escuela, cómo es el estudiante en

relación con los estatutos que tiene la institución educativa.

Explorar qué es lo que alumno aspira para su vida, cuales son los referentes en torno a

los cuales construye la imagen de su futuro, e identificar en estos cual es la relevancia

que tiene la formación académica para alcanzarlo.

Conocer el sentido de escuela para el alumno; cómo la explica más allá de lo que hace en

ella; lo que dice y piensa con relación a esta institución.

Explorar los elementos significativos que alumnos y la sociedad en general destacan en

el espacio social en el que existe la escuela.

Analizar el fenómeno del narcotráfico con la intención de establecer las definiciones,

conceptualizaciones, prácticas y valoraciones que se relacionan con la narcocultura.

Diseño metodológico de la investigación

A partir de los objetivos antes descritos, las preguntas planteadas, y principalmente, la

complejidad que estriba de estudiar las formas interiorizadas de la cultura, se llevó a cabo una

investigación evaluativa de tipo comparativo a partir de un diseño metodológico mixto

(cualitativo-cuantitativo) estructurado en cinco fases:

Fase I. Estudio de niveles de ejecución y rendimiento de los alumnos de bachillerato.

5

Fase II. Exploración de patrones de éxito.

Fase III. La escuela para los estudiantes, aproximación a la representación social de

escuela

Fase IV. Percepciones del entorno.

Fase V. Concepciones de narcotráfico.

Es pertinente realizar una aclaración en este momento, establecer una limitante de la

presente investigación: los fenómenos culturales son complejos, la cultura, cualquiera que esta

sea, presenta una infinidad de aristas y matices, que hacen virtualmente imposible abarcarlos

todos por medio de un solo estudio o investigación (Giménez Montiel, 2005). La propuesta

metodológica que sustenta la presente investigación representa una aproximación al fenómeno

de la narcocultura (fenómeno en sí poco estudiado) y cómo este repercute en el contexto

educativo, en particular en la interacción del alumno con la escuela y las construcciones

sociocognitivas (representaciones sociales y patrones de éxito) que el alumno construye sobre

este mismo objeto (la escuela). Por tal motivo, es pertinente reconocer, desde este momento, que

los hallazgos y conclusiones de la presente investigación representan un primer acercamiento a

este fenómeno –la influencia de la narcocultura en alumnos de bachillerato-, un intento de

definir las manifestaciones particulares de la narcocultura que hacen mella en la experiencia

educativa de los alumnos de bachillerato. Lo anterior con la intención de que en momentos

posteriores, habiendo identificado los matices y aristas de la narcocultura que se inmiscuyen en

los centros educativos, diseñar estrategias que permitan reducir su influencia.

El diseño aquí expuesto corresponde a una investigación comparativa, lo cual implicó

que a lo largo de los diversos estudios realizados se estuvieron comparando los resultados de

dos poblaciones. En el caso de la presente investigación, las dos poblaciones comparadas

6

correspondieron a sujetos de las ciudades de Culiacán, Sinaloa y de San Luis Potosí, S. L. P. Al

diseñar la investigación se trato de que las poblaciones estudiadas presentaran grados distintos

de narcotráfico, en este sentido: Culiacán representa, como se dijo con anterioridad, un entorno

social impregnado por el narcotráfico; mientras que San Luis Potosí, representa un entorno

social con una manifestación significativamente menor de narcotráfico. Si bien, la elección de la

ciudad de San Luis Potosí fue circunstancial –es donde se realizaron los estudios de maestría-,

como se mostrará en apartados posteriores, el narcotráfico es significativamente menos

relevante en San Luis Potosí que en Culiacán, por tanto, se puede asumir que la relevancia del

narcotráfico en Culiacán con respecto a la que se manifiesta en San Luis Potosí, puede ser uno

de los elementos que influyan en las diferencias encontradas entre los sujetos del estudio.

Participaron en las diferentes fases del estudio alrededor de 700 sujetos de las ciudades

antes mencionadas. Los sujetos fueron principalmente estudiantes de nivel medio superior de

instituciones públicas (y privadas en algunos casos), y también se contó con la participación de

población lega, es decir, la población en general. Los instrumentos y técnicas empleadas para la

recolección de la información variaron dependiendo de las características de cada una de las

fases. Estos fueron:

Registros de calificaciones.

Escalas tipo Likert

Cuestionarios de libre asociación.

Escala de Libre Generación de Ideas por Jerarquía de Respuestas.

Entrevistas semiestructuradas

Grupos de discusión.

7

El análisis de los datos se derivó acorde a las características del instrumento o técnica

empleadas, utilizando paquetes de programas de análisis estadísticos (SPSS 15.0) y análisis de

histogramas de polígonos de frecuencia en el caso de la aproximación cuantitativa y

composición de categorías y análisis de discurso para la aproximación cualitativa.

Justificación

El narcotráfico es una de las principales problemáticas que aquejan actualmente al país

(Presidencia de la Republica, 2007), pese a la relevancia social de este tema, la psicología

parece mantenerse al margen, en silencio, ante los impactos y repercusiones que la presencia de

esta actividad ha tenido en determinados sujetos, grupos y dinámicas sociales. Los trabajos y

estudios propuestos desde la psicología sobre el narcotráfico y sus derivados son aún escasos y

pobremente difundidos, basta revisar los programas científicos de los diversos foros o espacios

de discusión y divulgación de la psicología en México para corroborar que, en la mayoría de los

casos, el narcotráfico esta totalmente ausente de las temáticas tratadas, o bien aparece de forma

aislada en uno o dos estudios1. Los estudios sobre el narcotráfico provienen de otras áreas del

conocimiento, por ejemplo la historia (por Ej. Astorga, 2005), sociología (por Ej. Córdova,

2007), el periodismo (por Ej. Blancornelas, 2006), la literatura (por Ej. Pérez-Reverte, 2006) e

incluso la música (por Ej. Simonett, 2006). Como fenómeno social que repercute en la forma en

que los sujetos y los grupos interpretan y se relacionan con su realidad, la psicología esta

obligada a atender y estudiar el narcotráfico y sus diversas manifestaciones. En este sentido, la

presente investigación pretende sumarse a los esfuerzos de construir una aproximación desde la

psicología que permita la compresión de un fenómeno tan complejo, difundido, y diversificado

1En la siguiente dirección electrónica aparece el programa científico del XXXVI Congreso del Consejo Nacional

para la Enseñanza e Investigación en Psicología (CNEIP) realizado en mayo de 2009

http://www.cneip.org/congresos/cuernavaca/Programa_Final_21_mayo.pdf

8

como lo es el narcotráfico. Como se mencionará en capítulos posteriores, el Estado Mexicano

se concentrado en una de las muchas concepciones o interpretaciones que tiene el narcotráfico,

aquella que parte del rubro de Seguridad Nacional. Bajo esta óptica, el narcotráfico se entiende

como un delito, en este caso, en el enemigo público numero 1. En relación con esto se ha

emprendido una acción militar masiva en contra de los cárteles de la droga en México, estrategia

que ha sido cuestionada tanto en sus métodos como en sus resultados (Gutiérrez, 2007; Ravelo,

2007a; Rodríguez García, 2008). Pese a las estrategias empleadas el narcotráfico sigue

creciendo, y como señala la Secretaría de Seguridad Pública (Lizarraga & Ravelo, 2008), sigue

ganando adeptos. La presente investigación pretende profundizar en este elemento, en esta

divulgación y aceptación del narcotráfico, la narcocultura, en particular en los jóvenes, en esa

generación que heredará la problemática y definirá los rumbos futuros del país. Resulta de vital

importancia, si se pretende erradicar esta actividad, determinar las formas en que los jóvenes la

valoran, interpretan y entienden, de este modo establecer lineamientos concretos que permitan

comprender cómo es que el narcotráfico gana adeptos, y a partir de esto definir un combate a

este influencia desde un ámbito más benévolo que las balas: la educación.

Finalmente, hay un elemento más que incita a la realización de la presente investigación,

más allá de contribuir a la investigación en psicología, más allá de sentar un referente para el

desarrollo de estrategias en la lucha contra el narcotráfico, este elemento obedece al intento de

rescatar un valor, el valor de la vida humana. El narcotráfico mata: mata a quienes consumen sus

productos, mata a quienes los trafican, mata a quienes entorpecen el negocio, y mata a quienes

por azares del destino quedan atrapados entre los fuegos cruzados de bandos contrarios. La

muerte, muerte inducida por otro, es decir, el homicidio y el asesinato, son parte de la

cotidianeidad del narcotráfico, es parte de la vida de los narcotraficantes. Al gestarse la

9

narcocultura y propagarse por diversos grupos sociales, el filtro por medio del cual estos grupos

interpretan su realidad es el propuesto por los narcotraficantes, sus costumbres, creencias,

valores e incluso justificaciones de sus acciones son interiorizadas por los sujetos. De este

modo, la muerte provocada, se ha vuelto parte también de la cotidianeidad de los sinaloenses,

―(…) el homicidio doloso, la eterna piedra de Sísifo en Sinaloa, en últimas fechas ha cobrado un

auge alarmante, aunque a decir verdad, aquí ya nada nos alarma‖ (Cervantes, 2002, p. 228).

Morir es parte de vivir, sin embargo, la muerte provocada por la violencia de otros no es natural,

no tiene porque ser vista de manera normal. En el momento en que una sociedad deja de

asombrarse por la pérdida de una vida humana, algo esta mal.

Descripción del documento

El documento que aquí se presenta consta de seis capítulos. En el Capítulo 1 se presentan

los antecedentes para la presente investigación, se busca establecer la forma en que se

manifiestan los diversos fenómenos estudiados. En este capítulo se tocan los temas del

narcotráfico en México, las manifestaciones particulares de la narcocultura, las características de

los jóvenes, y la situación actual del nivel medio superior en México.

En el capítulo 2 se presenta el marco teórico en el que se fundamenta la presente

investigación. Se busca ante todo sentar las bases que permitan inferir relaciones entre las

variables principales de la investigación (estudiante, escuela y narcotráfico-narcocultura). Se

revisan elementos como el conocimiento cotidiano, la teoría de las representaciones sociales

(Jodelet, 1986; Moscovici, 1984), la teoría de la influencia social minoritaria (Moscovici, 1981),

se realiza una revisión sobre los elementos sociocognitivos que influyen en el entorno escolar y

elementos característicos de la cultura escolar.

10

La propuesta metodológica de la presente investigación corresponde a dos capítulos del

presente documento. En el capítulo 3 se presenta el Método que se utilizó en la investigación, se

presentan los diversos contextos, el diseño, las características de la población, técnicas e

instrumentos empleados, así como los procedimientos de cada fase. En el Capítulo 4, se presenta

el marco metodológico, capítulo que pretende establecer la justificación para la aproximación

realizada durante el estudio.

El capítulo 5 presenta los resultados más significativos de la investigación así como la

discusión de los mismos. Finalmente, en el capítulo 6 se presentan las conclusiones generales

del estudio y las propuestas o consideraciones derivadas del trabajo, así como las reflexiones

finales en torno al proceso de investigación.

Al final del documento se incluye un listado de las referencias utilizadas para la

elaboración del mismo, así como los anexos referidos a los largo del documento.

11

CAPÍTULO I

ANTECEDENTES

El presente capítulo pretende establecer la siguiente idea: los jóvenes se encuentran

inmersos en un contexto social determinado, en el cual se harán presentes diversos elementos

que tendrán distinto impacto en el joven y su forma de entender e interactuar con su entorno

social (por ejemplo la familia, religión, grupo de iguales, ideologías, etc.); en la presente

investigación, uno de los elementos de interés corresponde a la escuela, la cual transmite cierto

tipo de valores, prácticas, creencias, ideales y comportamientos; por otra parte, un contexto

particular que se encuentra marcado por otro elemento, la narcocultura, que a su vez transmite

cierto tipo de valores, prácticas, creencias, ideales y comportamientos; la idea subyacente es que

la presencia de la narcocultura en el entorno social impacta o repercute en lo que los alumnos

piensan de la escuela y la forma en que interactúan con ella. La Figura 1 expresa de manera

gráfica lo aquí descrito.

La figura 1 muestra un entorno social, que para el caso de la presente investigación,

considera dos elementos: la escuela y el narcotráfico-narcocultura. Cabe aclarar que, se

reconoce que existen diversos elementos en el entorno que influyen sobre el joven, como se

mencionaba más arriba, sin embargo, para los fines de la investigación se consideran

únicamente los dos antes mencionados. Cada uno de estos elementos ejerce presión o influye

sobre el joven-alumno, e impactan en la forma en la que este le da sentido a su mundo social. A

su vez, el joven-alumno no es un ente pasivo, participa activamente en su entorno social, y con

los elementos destacados del mismo, por tanto, a la vez que los elementos significativos del

entorno social influyen en la forma en que el alumno entiende e interactúa con ese mismo

entorno, también se construye la forma en la que el alumno a su vez entenderá y actuara en

12

relación a los elementos destacados. En el presente capítulo se establecen las características de

los componentes destacados en la Figura 1: el joven-alumno, la escuela, y el narcotráfico

narcocultura. Dejando para el Capítulo 2 la discusión teórica que permite comprender como

funcionan e interactúan entre sí estos elementos.

.

Figura 1. Relación entre elementos del estudio

El presente capítulo se divide en tres partes, que se describen brevemente a continuación:

1. El narcotráfico en México: Si bien, el objeto principal de la investigación es la

narcocultura, como se mencionó en la introducción del presente documento, esta no

existe sin el narcotráfico. Por este motivo es importante rescatar las características y

manifestaciones de este fenómeno social en México.

2. La narcocultura o cultura del narcotráfico: En este apartado se define el concepto de

narcocultura y se expresan algunas de sus manifestaciones.

Contexto

Social

Narcotráfico

Narcocultura Escuela

Joven-

Alumno

Forma de entender

e interactuar con el

entorno social

13

3. El alumno y la educación media superior en México: En este apartado se describen las

características del alumno de bachillerato, los cambios psicológicos y sociales por los

que transita este sujeto. Así como también se rescatan las características del sistema

educativo en México y lo problemas que este nivel presenta en relación a los alumnos.

1.1 El narcotráfico en México

El narcotráfico genera inseguridad y violencia, degrada el tejido

social, lastima la integridad de las personas y pone en riesgo la

salud física y mental del activo más valioso que tiene México: los

niños y los jóvenes. Como manifestación de la delincuencia

organizada, el narcotráfico desafía al Estado y se convierte en una

fuerte amenaza para la seguridad nacional (Presidencia de la

Republica, 2007, p. 58)

Actualmente el narcotráfico-crimen organizado es una de las principales preocupaciones

del Estado Mexicano, impactando a la nación en los rubros de salud, educación, seguridad,

economía, entre otros. Pese a esto, el narcotráfico no es un fenómeno exclusivo a México, es un

problema que se manifiesta en todo el mundo. Sí bien, los matices que adquiere este fenómeno

en el país son muy peculiares, es imposible comprender dichos matices sin considerar al

narcotráfico como una realidad multidimensional, multicausal y de escala global. Previo a la

discusión de las ramificaciones específicas del narcotráfico que interesan a la presente

investigación (la narcocultura) es pertinente analizar de manera general, por lo menos, las

diversas ramificaciones del narcotráfico, así como su impacto a nivel global y nacional.

En un contexto globalizado dominado por una ideología capitalista, la primera

aproximación necesaria para la adecuada comprensión del narcotráfico, es que este, antes que

cualquier otra cosa, es una actividad económica. A nivel mundial, se estima que el narcotráfico

genera alrededor de 400 mil millones de dólares al año (Moreno, 2009; Sierra, 2009a). Visto

como una actividad económica, el narcotráfico existe en tanto genera ganancias y por ende esta

14

sujeto a las leyes más elementales de oferta y demanda; la oferta se mantiene a raíz de la

demanda que la suscita. De acuerdo a estadísticas de la ONU, millones de personas a nivel

mundial atienden la demanda de más de 200 millones de usuarios habituales de sustancias

ilícitas (ONU, 2007).

El aspecto económico del narcotráfico tiene entonces al menos dos vertientes: por un

lado, la que tiene que ver con su demanda, es decir, el consumo de sustancias ilícitas y por el

otro, la que tiene que ver con la oferta, es decir, la producción, transporte, distribución y venta

de las sustancias. El grueso de los consumidores de drogas se encuentra en los países

desarrollados de Europa y los Estados Unidos, mientras que los productores tienden a ser países

en vías de desarrollo de Asia y América Latina. Sin embargo en fechas recientes, la posición de

estos últimos países de productores-exportadores ha cambiado, en la actualidad los países que se

caracterizaban por ser puntos de tránsito de sustancias ilícitas, han comenzado a ser también

consumidores. (Vélez Quero, 2000). En relación a las categorías recién mencionadas, México

cabría en la segunda: es un país productor-exportador2 de sustancias ilícitas y en este sentido, un

país donde en años recientes el consumo de dichas sustancias ha ido en aumento (este punto será

abordado posteriormente). Por otro lado, Estados Unidos es el mayor mercado para las drogas a

nivel mundial; el 90% de la droga que pasa por México tiene como destino las calles

estadounidenses (Sierra, 2009a), más aún, se estima que el 75% de las drogas que se consumen

en dicho país, provienen de México (Holguín López, 2006).

Abastecer la demanda de sustancias ilícitas de 35 millones de estadounidenses (Sierra,

2009a), requiere un gran número de personas dedicadas a las diversas actividades relacionadas

2 México produce y exporta principalmente mariguana, heroína, metanfetaminas, y éxtasis, a la vez que funge como

mediador en el paso de la cocaína proveniente de Sudamérica con dirección a Estados Unidos (Alvarado Álvarez &

Páez Varela, 2007)

15

con el tráfico de sustancias. Del lado mexicano, de acuerdo con reportes del Departamento de

Estado de los Estados Unidos, el narcotráfico emplea alrededor de 500,000 personas (La

Jornada, 2009; Sierra, 2009b). La cifra anterior implica que sí se considerase el total de la

población económicamente activa en México (INEGI, 2008), el resultado arrojaría que uno de

cada 100 mexicanos esta relacionado laboralmente con el tráfico de drogas. El narcotráfico es

entonces una fuente de empleo en México. Las actividades de este medio millón de mexicanos

generan ganancias que sobrepasan los $25,000 millones de dólares anuales (La Jornada, 2009;

Leal, 2009). Divididos equitativamente entre los 500,000 empleados de esta industria, las

ganancias generadas por el narcotráfico equivaldrían a $50,000 dólares por persona al año, sin

embargo, como toda empresa, la distribución no es equitativa. Un ejemplo que refleja esta

situación, es referido en la edición más reciente de la lista de las personas más ricas del mundo

de la prestigiada revista Forbes. El nombre de Joaquín Guzmán Loera (el ―Chapo‖ Guzmán),

jefe del cártel de Sinaloa, aparece en lugar 701 con una fortuna estimada de mil millones de

dólares (Forbes, 2009). Pese a lo exuberante de esta suma, diversos especialistas afirman que el

valor neto de este connotado delincuente sobrepasa los $10,000 millones de dólares (Moreno,

2009; Sierra, 2009b). Sin embargo, lo relevante de este asunto no es el dinero con que cuenta

dicha persona, sino que su aparición en esta revista legitima y avala mundialmente su poderío

económico, cuando es bien conocido que esta fortuna procede de una actividad totalmente

ilícita, como lo es el narcotráfico. Este hecho pone en evidencia la ambivalencia que pernea en

torno al narcotráfico: por un lado es un delito, pero se reconoce a sus agentes como sujetos

admirables, dignos de ser incluidos en la lista de los sujetos más poderosos (económicamente)

del mundo.

16

Considerando el narcotráfico desde el sector salud, reportes de la Oficina contra la

Droga y el Delito de la Organización de las Naciones Unidas, alrededor del 5% de la población

mundial en 2007 consumía sustancias ilícitas, principalmente: mariguana, cocaína, heroína y

éxtasis (ONU, 2007). De acuerdo a este reporte, en 2007 el consumo habitual de 200 millones

de personas a nivel mundial representó un aumento en 41 millones de consumidores en relación

al año anterior (Notimex, 2007). Se carece de cifras más recientes, sin embargo, el reporte

citado establece que existe una tendencia a la estabilización en el consumo y la producción de la

mayoría de las sustancias (ONU, 2007), en función de lo anterior, habría de suponerse que no ha

habido un aumento significativo en estos rubros en los últimos años.

Las cifras en México no corresponden a dicha realidad, en años recientes el consumo de

drogas en México ha aumentado (CONADIC, 2008), duplicado incluso reportan algunas fuentes

(Notimex, 2009). De acuerdo con la Encuesta Nacional de Adicciones 2002, más de tres

millones y medio de mexicanos entre los 12 y 65 años de edad han consumido drogas ilegales

―alguna vez‖ en su vida (INEGI, 2002). En contraste a la tendencia mundial que reporta la

ONU, en México se observa un aumento sostenido en el consumo de sustancias ilícitas.

Solamente de 2003 a 2006 el consumo de marihuana, inhalables y cocaína fue de 2.6% a 17.8%,

un aumento superior al 15%, (CONADIC, 2008). Más allá del incremento en el consumo de

sustancias ilícitas, los datos muestran también que la edad de inicio de consumo ha bajado,

señalando que entre los 11 y 12 años se ubica la edad media en la que los mexicanos comienzan

a experimentar con drogas (CONADIC, 2008). Es decir, en años recientes más mexicanos

consumen sustancias ilícitas y comienzan a hacerlo a menor edad.

La intensificación en la problemática relacionada al consumo interno de drogas en

México tiene que ver con el incremento en la seguridad fronteriza de los Estados Unidos, lo cual

17

fue una de las repercusiones de los ataques terroristas sufridos en 2001 (Holguín López, 2006).

El supuesto anterior introduce otro de los matices del narcotráfico, aquel que tiene que ver con

su combate. El narcotráfico bajo esta lógica es una actividad delictiva, una actividad ilícita a la

que se hace frente con un aumento de seguridad. Para el caso de México, al menos desde el

Estado, quizás sea esta la conceptualización más vigente que se tiene del narcotráfico. Como lo

rescata el epígrafe, el narcotráfico en México es una amenaza a la Seguridad Nacional que

genera violencia e inseguridad. En este sentido, la política gubernamental ante esta ―amenaza‖

se resume en las palabras emitidas por el Presidente de México a unos días de haber asumido

dicho cargo:

(…) mientras más violenta sea la conducta de quienes criminalizan, será más enérgica la

respuesta del Gobierno. La lucha contra el crimen organizado, (…) es una batalla difícil,

que nos va a costar recursos económicos, que va a tomar tiempo y por desgracia va a

costar, incluso, vidas humanas como ha venido costando ("Sueños guajiros del presidente

Calderón," 2007).

En otras palabras, ante la violencia e inseguridad que genera el narcotráfico, el Estado responde

con violencia militar, la frase popular ―fuego contra fuego‖ se evoca con facilidad ante dicha

estrategia. Previo a abordar los resultados e impactos de la estrategia oficial del Estado

Mexicano ante el narcotráfico, es pertinente realizar una pausa, para considerar detenidamente el

concepto de ―ilícito‖, presente en esta conceptualización de narcotráfico. ―Ilícito‖ refiere a una

normatividad, una ley o más bien, aquello que está fuera de la ley, aquello, que dicha ley

prohíbe (Real Academia Española, 2001). El narcotráfico como actividad ilícita, es prohibido

por la ley, en este sentido, es perseguido y castigado. Sin embargo, las leyes, lo lícito e ilícito no

existen fuera de determinados contextos socioculturales, en los que las normas, ―lo permitido y

18

lo no-permitido‖ quedan sujetos a interpretación. Lo que hoy es ilícito, puede mañana no serlo o

ayer no haberlo sido (Córdova, 2002).

Si bien, en la actualidad el narcotráfico se encuentra al margen de la ley, esto no siempre

ha sido así. A principios del siglo XX, el consumo de mariguana era habitual, tanto esta

sustancia como la cocaína (ambas actualmente ilegales), se podían conseguir con facilidad en

droguerías establecidas. Celebres figuras intelectuales del México de principios del siglo

pasado, tales como David Alfaro Siqueiros y Diego Rivera, llegaron a promover el consumo de

mariguana (Astorga, 2005). En los años 20’s del siglo pasado se suscitan las primeras

prohibiciones en el cultivo de este tipo de sustancias; en 1920 se prohíbe el cultivo de la

mariguana y en 1926 el de la amapola (flor de la cual se extrae el opio, ingrediente activo en la

morfina y heroína). Sin embargo, estas prohibiciones obedecieron a una preocupación por el uso

adecuado y la calidad de las sustancias. El énfasis radicaba entonces en el usuario, no en

perseguir al distribuidor, se buscaba regular a las boticas y farmacias. Prueba de ello es que en

1931 se emite el Reglamento Federal de Toxicomanía, donde entre otras cosas, se concibe al

toxicómano como un enfermo que requiere tratamiento. Se responsabiliza al Estado de

brindárselo y encargarse de la distribución de drogas en el país, en donde el Departamento

Federal de Salubridad, se constituye como el organismo encargado de todo lo alusivo a las

drogas (Astorga, 2005).

En la década de 1940, a raíz de la Segunda Guerra Mundial y la creciente demanda de

morfina de soldados estadounidenses, se levanta extraoficialmente las prohibiciones impuestas

en los 20’s. A raíz de esto, en lugares como Sinaloa, Durango y Chihuahua se aumenta la

producción de opio para abastecer las necesidades de Estados Unidos (Astorga, 2005; Holguín

López, 2006; Hopenhayn, 2002; Sierra, 2009a, 2009b; Vélez Quero, 2000). Curiosamente esta

19

misma década, son nuevamente las presiones de Estados Unidos las que obligan a modificar la

concepción mexicana sobre las drogas. Los soldados estadounidenses que lograron regresar con

vida del conflicto armado mundial, regresaron adictos a la morfina, lo cual represento el primer

impulso económico para la naciente empresa del narcotráfico. Estados Unidos presionó al

gobierno mexicano para que este persiguiera y de este modo detuviera el flujo de sustancias

ilegales hacia el norte, sin embargo, para entonces el narcotráfico se había convertido en la

fuente de ingresos de un gran numero de familias, que incrustadas en la sierra de los estados de

Chihuahua, Durango y Sinaloa, mantuvieron su actividad libres de las molestias del Estado. En

1947 México abandonó la perspectiva centrada en el consumidor, para enfocarse en la

persecución y detención de traficantes, así como la destrucción de plantíos al referirse al asunto

de las drogas. En este año el tráfico de sustancias, ya ilícitas, deja de ser responsabilidad del

Departamento Federal de Salubridad, para pasar a la jurisdicción de lo que eventualmente se

convertiría en la Procuraduría General de la República (Astorga, 2005). En 1947 inicia la

guerra del Estado Mexicano contra el narcotráfico.

A más de 60 años de lucha contra el narcotráfico ¿Cuál ha sido el resultado? En palabras

de quien fuera Procurador de Justicia del Estado de Sinaloa en cuatro ocasiones distintas: ―(…)

el combate ha sido curioso: es un combate que parece abono. La industria crece y crece sin freno

alguno.‖ (Lazcano y Ochoa, 1992, p. 208). La validez de la frase anterior es incuestionable, las

cifras de la publicitada guerra al narcotráfico de la actual administración federal más que refutar

avalan la anterior afirmación. Pese a que el gobierno promocione su triunfo sobre el crimen

organizado, la realidad muestra que la violencia e inseguridad en México van en aumento

("Aumentan homicidios 24.5%," 2007; Gutiérrez, 2007; Leal, 2009; Lizarraga & Ravelo, 2008;

"Matan a 63 personas durante el mes de abril en el estado," 2007; Pérez 2007; "Pinta 2007 muy

20

violento," 2007; Ravelo, 2007a; Rodríguez García, 2008; Scherer García, 2008; "Sueños

guajiros del presidente Calderón," 2007). En 2008 se cometieron más de 5500 ejecuciones

relacionadas con el narcotráfico en México (Martínez, 2009; Terra, 2009). La cifra anterior

implica que durante 2008: murieron aproximadamente 460 personas al mes, lo que se traduce a

más de 15 personas al día, es decir, cada hora y 36 minutos fue ejecutada una persona en algún

de México debido a la violencia e inseguridad generadas por el narcotráfico. Si bien, la

distribución de esta cifra no es equitativa a todos los estados de la república, exceptuando

Tlaxcala, cada una de las 32 entidades federativas reportaron ejecuciones a lo largo del año

(Terra, 2009). Otra aclaración pertinente en relación a la anterior, debido a la poca eficacia del

sistema de procuración e impartición de justicia en México, no es posible afirmar que las 5500

ejecuciones puedan atribuirse al crimen organizado, sin embargo, como señala Cervantes

(2002), a partir del modus operandi de los grupos criminales es posible señalar que un gran

porcentaje de las ejecuciones cometidas pueden atribuirse a los cárteles de la droga.

Independientemente, sean resultantes del narcotráfico o producto de rencillas entre individuos

ajenos a la actividad, la cantidad de ejecuciones en México durante 2008 supera con creces la

cantidad de soldados norteamericanos que perdieron su vida en el conflicto armado de Irak

(Leal, 2009).

De lo presentado anteriormente, se puede concluir que pese a los esfuerzos del gobierno,

el narcotráfico existe y crece en México ¿por qué? ¿Qué hay en México que permite el

desarrollo del narcotráfico? En agosto de 2008 la Secretaría de Seguridad Pública (SSP)

presentó un reporte sobre el impacto de las medidas asumidas por el gobierno federal ante el

crimen organizado (Lizarraga & Ravelo, 2008). De acuerdo a la SSP el crecimiento de los

grupos delictivos en México puede atribuirse a que ―(…) las bandas de delincuentes tejieron a

21

su alrededor una importante base social. (…) se ha creado un contracultura donde la

delincuencia es sinónimo de éxito." (Lizarraga & Ravelo, 2008, p. 23). En palabras de la SSP, la

propagación de la narcocultura - interpretación de la realidad mediada por los valores del

narcotráfico - ha propiciada el crecimiento y fortalecimiento del narcotráfico en México.

1.2 La narcocultura o cultura del narco: Definición y manifestaciones.

En el presente apartado se pretende brindar una definición del concepto de narcocultura,

así como algunas de sus manifestaciones más representativas. Vale la pena aclarar que solo se

plasman algunas de las manifestaciones de la narcocultura pues como cultura que es, resulta

complicado plasmar en un solo documento la totalidad de sus componentes. En este sentido, se

exponen únicamente aquellos que son significativos y que existen en el contexto de Culiacán,

Sinaloa.

Previo a abordar propiamente la definición de narcocultura, es necesario detenerse en el

concepto de cultura. En el presente documento la cultura se abordó desde una postura simbólica,

para la cual,

La cultura podría definirse, como el proceso de continúa producción, actualización y

transformación de modelos simbólicos (con su doble acepción de representación y guía

para la acción) a través de la práctica individual y colectiva, en contextos históricamente

específicos y socialmente estructurados. (Giménez Montiel, 2005, p. 75)

La cultura es un proceso, no algo dado o acabado, un proceso en el cual el sujeto y los grupos

participan activamente en su producción, actualización y transformación. La cultura no viene de

fuera del sujeto o los grupos, sino que resulta de la interacción con el entorno. El carácter

simbólico de esta noción de cultura, implica que lo relevante no son los objetos o prácticas de

una cultura, sino el significado atribuido a estos símbolos sociales. Dicho significado permite no

22

solo comprender el mundo social (representación) sino también actuar en él (guía para la

acción), ambas acciones situadas y validas para un momento específico. En palabras de Duhram

―(…) la dimensión simbólica está en todas partes: verbalizada en el discurso; cristalizada en el

mito, rito, y en el dogma; incorporada a los artefactos, gestos y a la postura corporal‖ (citado por

Giménez Montiel, 2005, p. 71).

Continuando con esta concepción de cultura, se pueden distinguir dos tipos: la cultura

objetivada, que corresponde a los productos visibles característicos de un grupo social

determinado, por ejemplo los rituales, artefactos, vestimentas, etc.; y la cultura interiorizada, que

refiere a las interiorización selectiva y jerarquizada de los elementos objetivados de la cultura,

es decir, las ideas y representaciones que se suscitan a partir de la interacción del sujeto con las

diversas manifestaciones de la cultura (Giménez Montiel, 2005).

La narcocultura en este sentido se podría entender como aquellas representaciones y

prácticas suscitadas en el mundo del narcotráfico con la intención de dar sentido y lugar a dicha

actividad en un contexto social más amplio, o como indica Córdova (2007)

(...) los mecanismos impuestos o aprendidos por las necesidades de la supervivencia y la

reproducción como células y moléculas de poder, enfrentadas entre sí y contra la legalidad

del sistema, obligó a los grupos del crimen organizado a construir un soterrado e insólito

esquema de valores, normas y pautas de comportamiento (…) una representación

ideológica, formalizada y sistematizada, de la desviación. En otros términos, se sintieron

exigidos por la dinámica sorda, clandestina, ilegal, corrosiva y perturbadora de sus

actividades —y en el entorno de sus creencias, fabulaciones, mitos, justificaciones,

costumbres y hábitos—, a delinear sobre la marcha un transgresivo sistema ideológico

23

particular, sui generis, que ha conformado su propia escala de valores, normas y reglas no

escritas. (Córdova, 2007, pp. 114-115)

Las características propias de la actividad realizada por los narcotraficantes llevo a que estos

crearan su propio sistema cultural, sistema que permitiese dar sentido a su actividad, a la vez de

establecer ciertas normas al interior del grupo que asegurasen la supervivencia del mismo (del

grupo social, más no de los individuos particulares como lo muestran las cifras de ejecuciones y

homicidios cometidos al interior de este grupo social).

Pero ¿Cuáles son las características específicas de la narcocultura? ¿Su sistema de

creencias, sus prácticas, formas de comportamiento, etc.? La narcocultura nace de los

narcotraficantes, por tanto, una parte importante de esta manifestación cultural corresponde a los

rasgos de estos personajes: ―Malosos, pero también de noble corazón. Rudos y broncos, pero

leales y derechos, Asesinos, pero bondadosos.‖ (Córdova, 1995, p. 30 citado por Simonett,

2004b, p. 226). En esta definición se hacen presentes los rasgos ambivalentes de la figura del

narcotraficante, valores como la nobleza, rectitud, lealtad y bondad, aparecen fuertemente

ligados a estos personajes. En un mundo rudo y cruel, donde la vida se tiene y se pierde en un

instante, los valores y principios morales son indispensables, aunque estos sean condicionados

por las circunstancias. La narcocultura enaltece estos valores, y justifica sus omisiones.

Las figuras y personajes enaltecidos por la narcocultura son aquellos que vivieron bajo la

ley de los valores antes descritos, figura icónica en este rubro es Jesús Malverde (Córdova,

2002, 2007; Simonett, 2004b). Si bien, la biografía de este personaje se confunde entre el mito y

la historia, se sabe que nació en 1870 en Mocorito, Sinaloa (municipio próximo a Culiacán),

debido a las carencias en las que vivía decide dedicarse a saltear en los caminos, así como a

robar las casas de los ricos sinaloenses. Sin embargo, el fruto de su labor se compartía con el

24

pueblo, a manera de Robin Hood, Malverde robaba a los ricos para dar a los pobres. Entre sus

victimas destaca el entonces gobernador de Sinaloa, Fco. Cañedo, quien por muchos años trató

de capturarlo, lográndolo en 1909 cuando. A raíz de una herida no tratada recibida en un

enfrentamiento con los rurales, Malverde muere. Sin embargo, su historia no concluye ahí, a

manera de ejemplo, el cuerpo de Malverde es colgado de un mezquite en uno de los caminos

que llegaba a Culiacán. Las instrucciones del gobernador especificaban que quedaba totalmente

prohibido dar sepultura o descolgar el cuerpo del bandido. Cuenta la leyenda que un día un

viajero que pasaba por el camino arreando mulas se topa con el cuerpo de Malverde, y

dirigiéndose a los restos del bandido, promete encargarse de dar sepultura al cuerpo si le ayuda a

encontrar una mula pérdida, al poco tiempo la mula aparece. Este personaje al llegar a Culiacán,

comparte el relato de su milagro con el resto de los ciudadanos, quienes comienzan a llevar

piedras para cubrir el lugar donde yacía el cuerpo de Malverde a cambio de la resolución

favorable de los favores solicitados (Cantarell Gamboa, 2002). En la actualidad, Culiacán tiene

una capilla dedicada exclusivamente al culto de Malverde, que si bien no es reconocido como

santo por la Iglesia Católica, el pueblo le rinde culto (Cantarell Gamboa, 2002; Córdova, 2002,

2007; Simonett, 2004b).

El culto a Malverde, encomendarse a él, brindarle alguna ofrenda como pago de los

favores recibidos, es una las prácticas más relacionadas con la narcocultura. Si bien, Malverde

no fue un narcotraficante, su origen humilde, su habilidad para sortear la adversidad, su interés

por ayudar al pueblo, su valor, son elementos que han enaltecido los narcotraficantes, quienes

ven en el santo un modelo a seguir. La ayuda al pueblo, el no olvidar los orígenes es uno de los

principios o códigos de los narcotraficantes.

25

(…) conocidas como narco-limosnas, trabajos sociales para beneficio del pueblo. Los

narcos (…) a veces fían dinero, permitiendo el acceso a diversos servicios y mercancías en

zonas rurales. Algunas viviendas distantes en la sierra muestran evidencia de la narco-

caridad: caminos pavimentados, escuelas y hasta hospitales que no han sido financiados

por el gobierno. Debido a su generosidad, muchos narcos son muy respetados y gozan de

un alto prestigio social y de una buena reputación en sus regiones natales (…) pueden

llegar a adquirir, inclusive, la posición de héroe del pueblo. (Simonett, 2004b, p. 225)

Si bien, la bondad e interés por el bienestar del pueblo son valores que promueve la

narcocultura, como expresa la cita anterior estos no son gratuitos, el narcotraficante recibe el

agradecimiento, apoyo, e incluso protección de la gente.

La vestimenta e indumentaria es otro de los rasgos que distinguen a un grupo social, en

el caso de los narcotraficantes existen estereotipos muy marcados sobre su vestimenta, como lo

muestra la siguiente descripción:

Entre botas puntiagudas de tacón metido con oropeles y detalles amenazantes; sombreros

de anchas alas y encendidas camisas cuadradas para no desentonar ni olvidar o traicionar a

la tradición; cintos de piel ―piteados‖ con enormes hebillas de campeonato mundial;

camisas verdes de seda original, y también de imitación; estampadas con imágenes del

santón sinaloense; además de los kilos de joyas –cadenas, anillos, pulseras, relojes- para

aderezar con oro la pobreza persona, son, entre otros, pertrechos simbólicos en la

vestimenta entre los círculos del narco.(Córdova, 2002, p. 177)

Es muy probable que sean pocos los narcotraficantes que concuerden con la indumentaria aquí

descrita, sin embargo, la característica que se rescata en este rubro, y que es un referente de la

narcocultura, corresponde a la ostentación. La vestimenta característica de este grupo social es

26

extravagante, exagerada, como señala Córdova, la intención es cubrir con lujo la pobreza de la

persona. La ostentosidad expresada en la vestimenta expresa otro de los rasgos de la

narcocultura: el inmenso valor que se le atribuye a los bienes materiales, llámese joyas, carros,

casas, etc.

La cultura del narco también se manifiesta en las artes. En la música, la presencia y

propagación del narcotráfico ha llevado al desarrollo de un género musical específico a esta

actividad: los narcocorridos (Giménez & Héau, 2007; Lara, 2004; Pérez González, 2004;

Simonett, 2004b, 2006; Vértiz de la Fuente, 2009c). Este género musical, que se desprende de

los corridos que se popularizaron a finales del siglo XIX y principios del siglo XX (Giménez &

Héau, 2007; Simonett, 2004b), se dedica a cantar sobre el mundo del narcotráfico. La temática,

el tono, y contenido de estas producciones culturales oscilan entre la glorificación o critica a los

narcotraficantes y sus actividades, siendo más frecuentes aquellos que glorifican o justifican las

acciones del narcotráfico. Los narcocorridos cumplen una función vital en la difusión de la

cultura del narco, a través de exponentes como Los Tigres del Norte y Los Tucanes de Tijuana

(Simonett, 2004b; Vértiz de la Fuente, 2009c) las creencias, actividades y valores del narco se

propagan por todo el país y el extranjero.

El cine, es otro campo artístico que ha visto bañado por la cultura del narco y hecho lo

propio por difundirla (Galindo Vásquez, 2002; Vértiz de la Fuente, 2009a). A partir de los 70’s,

como resultado de la crisis de la industria cinematográfica en México, comenzaron a surgir

películas que proyectaban y explotaban lo que por aquellos años resultaba un fenómeno

novedoso (Galindo Vásquez, 2002). Impulsado por los hermanos Almada (Vértiz de la Fuente,

2009a), el narcocine brindo a infinidad de mexicanos una ventana al mundo del narcotráfico.

27

Existen muchas otras manifestaciones de la narcocultura, sin embargo, para los fines de

la presente investigación, las manifestaciones aquí expuestas son suficientes para ilustrar un

aspecto de la narcocultura, aquel que tiene que ver con los elementos objetivados de la misma,

los productos culturales que se desprenden de este grupo social. Sin embargo, existe otro

elemento de la narcocultura que aún no se ha destacado, aquel que tiene que ver con la

interiorización de esta cultura, es decir, las representaciones del mundo que son alteradas por

esta cultura.

Considérese lo siguiente: ―(…) el narcotráfico se ha convertido en uno de los

componentes socioculturales de este fin de siglo, al participar crecientemente en la definición de

los proyectos de vida de millones de personas.‖ (Ramos Lira, Romero Mendoza, González-

Forteza, & Pérez Campuzamo, 2001, p. 58). Más allá de las producciones culturales

relacionadas con el narcotráfico o practicadas por los narcotraficantes, la narcocultura posee una

segunda acepción, una que la relaciona con un grupo social más amplio al de los

narcotraficantes. La narcocultura se puede entender también como la propagación de la cultura

del narcotráfico a sectores de la sociedad que no realizan dicha actividad, es decir, la aceptación

y admiración del narcotráfico por parte de una parte de la sociedad ajena al mismo. Como lo

expresa Díaz Sánchez (2006, pp. 445-446)

Los jóvenes del medio rural, cuya cultura local está más influida por lo que se ha dado a

llamar 'la narco-cultura', gustan de música ranchera, 'los corridos y los narco-corridos'.

(...). Éste es un aspecto de la cultura regional que da cuenta del fenómeno del narcotráfico

en la zona, a partir del cual se ha construido el concepto de la ´narco-cultura', que también

sirve de motivo y fondo significativo a los adolescente para construir sus imaginarios

28

La narcocultura por tanto, se manifiesta en lugares donde el narcotráfico está presente, y

retomando la concepción simbólica de la cultura, la presencia evidente del fenómeno en

determinada zona, lleva a que los sujetos lo utilicen como referente obligado en la consolidación

y conformación de la visión de su mundo. Es pertinente hacer notar que, como lo expresa la cita

anterior y Simonett (2004), los jóvenes se encuentran entre los principales receptores de esta

manifestación cultural.

1.3 El joven-alumno y la educación media superior en México.

En el presente apartado se aborda el sistema educativo mexicano, en particular el nivel

medio superior o bachillerato: se destacan sus finalidades y objetivos así como los problemas

que este nivel enfrenta. Sin embargo, el eje de la presente investigación es el alumno de

bachillerato, por tanto, el abordaje de este nivel educativo se realiza desde las problemáticas

relacionadas con los alumnos. Con esto en mente, cabe señalar que la denominación alumno

refiere a uno de los roles que asumen los jóvenes en su proceder cotidiano, el alumno de

bachillerato es un sujeto que vive una etapa del desarrollo particular que se denomina

adolescencia (Papalia, Wendkos Olds, & Duskin Feldman, 2001), la cual implica ciertos

cambios o características que es pertinente considerar antes de analizar el desenvolvimiento de

este joven en el contexto educativo.

La adolescencia es:

(…) una etapa dirigida a la construcción del ―Yo‖. Las transformaciones físicas que se

operan en estos momentos, junto con el desarrollo de habilidades intelectuales más

sofisticadas y de la conciencia de sí, desorientan al adolescente, que se embarca de nuevo

en un proceso de búsqueda personal. En este proceso, el adolescente revive la crisis de

oposición (…) enfrentándose otra vez con el mundo adulto y reproduciendo las actitudes

29

narcisistas (…) el sujeto se cuestiona todos aquellos aspectos (conductas, actitudes,

opiniones, etc.) que había adoptado miméticamente del adulto (…) y, a través de su

oposición a la sociedad busca un ―Yo‖ propio con el que sentirse bien. (…) el adolescente

no acaba de sentirse a gusto con el ―traje‖ que tomó prestado del adulto (…) y ahora,

quiere otro ―hecho a la medida‖. (Hernández Blasi, 1996b, p. 82)

La característica esencial de la adolescencia es la búsqueda de la identidad propia, distinta a

aquella representada por el mundo adulto. En la adolescencia el sujeto comienza a cuestionar los

cánones establecidos, los parámetros de comportamiento que le han sido impuestos y busca

diseñar o consolidar los propios. Este distanciamiento de lo establecido, comúnmente se

relaciona con un distanciamiento de los padres (no necesariamente conflictivo), quienes son el

representante más próximo de eso que no es el joven, y un acercamiento al grupo de iguales

(Papalia et al., 2001). La escuela, como institución, es también uno de los representantes del

mundo adulto ante el cual algunos jóvenes se rebelan. Las definiciones y modelos del mundo

que la escuela promueve carecen de sentido y significado en el mundo del joven. Esta última

afirmación se verá reflejada en los hallazgos de investigaciones sobre el valor de la escuela para

los jóvenes que serán referidos en los párrafos siguientes del presente apartado.

El alumno de bachillerato, es un joven, con las características antes mencionadas, que se

encuentra adscrito a un sistema educativo bajo el que está siendo educado. La educación es una

de las labores fundamentales del Estado, pues es ―(…) la base del progreso de las naciones y el

bienestar de los pueblos.‖ (SEP, 2007, p. 7). La educación entonces es la herramienta mediante

la cual un Estado promueve el progreso, desarrollo y bienestar de su pueblo, para lograr esto

cada Estado define sus planes y objetivos acorde a los ideales de progreso y bienestar que

30

considerar pertinentes para sus ciudadanos, sin embargo, en la actualidad dicho esquema no es

aceptable,

El reto que actualmente enfrenta la educación formal es la configuración social de nuevos

saberes. Lo que hoy tiene valor, desde el punto de vista del conocimiento, ya no es lo que

hasta el momento se había enseñado en la escuela. Lo que hoy importa para desempeñarse

exitosamente en la sociedad tiene que ver con la pregunta ¿Qué hay que saber hoy? (…)

(Álvarez Gallego, 1998, citado en Vilera G., 2005, p. 155)

En épocas anteriores la educación se sustentó en un cúmulo de conocimientos que se asumían

fijos, estables, validos, que requirieron únicamente ser actualizados de tiempo en tiempo para

incluir algún hallazgo novedoso y, pocas veces, alguna corrección. Tradicionalmente, se

concibió a la escuela como el espacio idóneo para la obtención de los conocimientos

socialmente validos. Hoy en día, la escuela ya no es el espacio primordial del cual los alumnos

obtienen la información socialmente significativa, en muchos casos, ésta información se obtiene

de otras fuentes que son aún más atractivas o gozan de una mayor legitimación social. (Pérez

Gómez, 1997; Pozo, 2006).

En la actualidad, ante la denominada posmodernidad, la rigidez del conocimiento escolar

se pone en entredicho a la luz de la necesidad de propiedades más flexibles, cambiantes, que

permitan responder y adaptarse a la rapidez con la que se suscitan los cambios científicos y

tecnológicos. En palabras de Pozo (2006) ―los sistemas educativos en general y la escuela en

particular, están sometidos a una continua exigencia de cambio.‖ (p. 29). Ante la perdida de

relevancia de los conocimientos que ofrece la escuela, antiguos garantes de la movilidad social,

esta pierde terreno ante los jóvenes, ya que su estancia en ella no les garantiza en ninguna

medida el éxito social (Gimeno Sacristán, 2003; Pope, 2000). Ante esta situación se vuelve

31

imperativo dar respuesta al interrogante propuesta por Álvarez Gallego (citado por Vilera, 2005)

―¿Qué hay que saber hoy?‖. Frente a los embates de la posmodernidad, la escuela se ve obligada

a transformar sus estructuras para mantenerse como un lugar fundamental para la formación de

los ciudadanos del futuro. Lamentablemente ante esta demanda, ante esta exigencia, a diferencia

de otras instituciones sociales, la escuela (espacio donde se imparte la educación formal)

pareciera resistirse al cambio (Gimeno Sacristán, 2003).

La escuela en México, y en particular el nivel medio superior, están sujetos a las mismas

demandas antes expuestas, las estructuras que por mucho tiempo sostuvieron el sistema

educativo mexicano necesitan ser replanteadas ante las exigencias actuales. De acuerdo con la

Secretaría de Educación Pública (SEP), a través de la Subsecretaria de Educación Media

Superior y la Dirección General de Bachillerato, la misión y objetivos del bachillerato en

México son:

Proporcionar una educación de buena calidad (…) que permita a los estudiantes su

desarrollo y participación en la sociedad de su tiempo (…) Ofrecer una cultura general

básica, que comprenda aspectos de la ciencia, de las humanidades y de la técnica, a partir

de la cual se adquieran los elementos fundamentales para la construcción de nuevos

conocimientos. Proporcionar los conocimientos, los métodos, las técnicas y los lenguajes

necesarios para ingresar a estudios superiores y desempeñarse en éstos de manera

eficiente. Desarrollar las habilidades y actitudes esenciales para la realización de una

actividad productiva socialmente útil.(Dirección General de Bachillerato, 2008).

De lo anterior se rescata que los objetivos del bachillerato en México se orientan en dos

direcciones: por un lado la preparación de los alumnos para ingresar a instituciones educativas

de nivel superior y por otro, preparar para la adecuada inserción al mundo laboral. Con

32

objetivos tan claros, es de suponer que el nivel medio superior en México, este logrando que los

jóvenes ingresen al nivel superior o bien formando mano de obra capacitada. Sin embargo,

considerando los fenómenos antes mencionados, la realidad del bachillerato en México se aleja

extremadamente de este supuesto.

El Programa Sectorial de Educación 2007-2012 afirma que; "el momento demográfico

que vive México obliga a realizar un esfuerzo mayor en la educación media superior, en donde

se plantea llevar a cabo una profunda reforma." (Secretaría de Educación Pública, 2007, p. 11).

Actualmente, poco menos de la tercera parte (29.4%) de la población mexicana es menor a 15

años, el 95.5% de la población entre 5 y 14 años asiste a la escuela (INEGI, 2008). Es decir, casi

un tercio de la población mexicana estará en edad de y posiblemente (considerando el porcentaje

de niños escolarizados) ingresará al bachillerato en los próximos años (considerando que la edad

de inicio del bachillerato oscila entre los 14 y 16 años).

(…) como resultado del descuido que ha sufrido el nivel, se prevé la agudización de los

problemas, ya que en el corto plazo la educación media superior se verá afectada por una

mayor demanda (…), por la ausencia de oportunidades educativas y laborales para los más

de 11 millones de jóvenes en edad de aprender en este nivel (…) (Guerra Ramírez, 2007,

p. 71).

El nivel medio superior no ha logrado adaptarse a las exigencias actuales: no ha logrado atender

la demanda de aquellos en edad ni con la posibilidad de acceder a este nivel. Asimismo, no

garantiza que quienes acceden, lograrán insertarse en el mercado laboral o continuar a niveles

educativos superiores (Gimeno Sacristán, 2003; Guerra Ramírez, 2007). Entre las problemáticas

que aquejan al nivel medio superior, y pueden relacionarse estrechamente con los fenómenos

característicos de la adolescencia, sobresalen la deserción escolar y la eficiencia terminal, que

33

en cierta medida se ven impactadas por la ineficacia demostrada en que la educación a este nivel

sea garante de un mejor nivel de vida.

En México alrededor del 40% de los jóvenes, han tenido que abandonar sus estudios por

más de seis meses. La edad en la que el 45.7% de estos jóvenes abandonan sus estudios oscila

ente los 15 y 19 años, siendo los 15.5 la edad media de suspensión (momentánea o definitiva) de

estudios (Velázquez Reyes, 2007). Las edades antes mencionadas, corresponden al período en el

que los jóvenes se encuentran cursando sus estudios de nivel medio superior.

¿Qué hace que un alumno abandone sus estudios? No existe aún consenso en torno a las

causas que determinan que un estudiante opte por abandonar los estudios. Desde una perspectiva

del desarrollo, algunos autores señalan que la transición del nivel medio al medio superior

representa un reto, para el cual, muchos de los alumnos carecen de las herramientas adecuadas

para superarlo (Archer & Waterman, 1990 citados en Lan & Lanthier, 2003; Velázquez Reyes,

2007). Otros estudios se enfocan en el impacto de factores ambientales en los alumnos, por

ejemplo, la marginación social o pertenencia a un nivel socioeconómico bajo, en que los jóvenes

se ven obligados a abandonar sus estudios para contribuir al sustento familiar (Butti, 2000,

2004; Castro, 2009; Valenzuela, 2008). Enfocándose en el alumno de bachillerato al interior del

centro educativo, uno de los elementos con mayor peso predictivo de deserción escolar se

refiere al bajo desempeño académico. Un extenso estudio realizado en los Estados Unidos.

reporta que los alumnos que eventualmente abandonan sus estudios, presentaron un desempeño

significativamente inferior al resto de sus compañeros desde la secundaria (Lan & Lanthier,

2003). Ciertas conductas al interior del bachillerato, contribuyen a que el alumno decida

abandonar sus estudios, destacando entre ellas: el ausentismo, mal comportamiento, contagio

negativo (asociarse con personas que no se interesan por el trabajo académico), así como,

34

aislarse gradualmente de la vida académica de la escuela, por ejemplo, poca interacción con

profesores, nula participación en actividades extracurriculares, no identificarse con los valores e

ideales educativos (Lan & Lanthier, 2003; Velázquez Reyes, 2007).

Si bien, la escuela, la educación, el ser estudiante y demás categorías relacionadas con la

formación académica representan una de las muchas facetas, atributos, rasgos o categorías que

denominan a los jóvenes (Díaz Sánchez, 2006), es importante resaltar, de acuerdo como lo

señala Velázquez Reyes (2007), los jóvenes que abandonan sus estudios expresan que ―(…) la

vida, y más aún ¡la pura vida!, está en otra parte, pero no en la escuela.‖ (p. 50). Para los jóvenes

que desertan la escuela, lo que ocurre en el entorno es más llamativo, más interesante que la

formación académica, la vida ocurre afuera ¿qué hay afuera de la escuela? De acuerdo a la

Encuesta Nacional de Juventud del año 2000, el 25% de la población joven no estudia ni trabaja

(Velázquez Reyes, 2007), es decir, la cuarta parte de la población joven de México se encuentra

fuera de la escuela, en ese otro espacio donde se vive coloquialmente ―la pura vida‖. Sobre esta

base ¿Cuáles son las características de esta ―pura vida‖ que señalan los jóvenes mexicanos?

¿Cómo es el entorno donde se desenvuelven al no estar inmersos en el sistema educativo o

mercado laboral? ¿Qué ocurre con estos jóvenes? ¿Qué hacen? Resulta pertinente rescatar los

hallazgos de Alexander (citado en Lan & Lanthier, 2003), los que señalan, que aquellos

estudiantes que abandonan sus estudios, tienen mayores probabilidades de involucrarse en

actividades delictivas y por ende acabar en prisión. Obviamente las probabilidades aumentan o

disminuyen dependiendo de las características del entorno en el que se desenvuelven los

jóvenes.

35

CAPÍTULO II

MARCO TEÓRICO

En el capítulo anterior se presentó la condición en la que actualmente se manifiestan los

elementos que integran el objeto de la presente investigación (narcotráfico-narcocultura,

alumno, y bachillerato). En el presente capítulo se pretende establecer los referentes teóricos

mediante los cuales se articulen las relaciones entre estos elementos, es decir, la teoría que

permite suponer que la presencia de la narcocultura en el entorno social tiene un impacto en lo

que los alumnos piensan de la escuela y la forma en que interactúan con ella.

En el abordaje teórico del presente capítulo se hace mayor énfasis en el aspecto social

más que en el educativo. Considerando que el interés de la investigación radicó, no en los

procesos educativos a los que están expuestos los alumnos, sino en cómo al estar los estudiantes

inmersos en un contexto social que va más allá de la escuela, los elementos significativos de

este contexto (para el caso la narcocultura) impactan en la forma de pensar e interactuar

(representación social) con la escuela. Sobre esta base se revisan los siguientes temas:

El pensamiento cotidiano: En este apartado se busca establecer aquello que se

mencionaba en el capítulo anterior sobre la concepción simbólica de la cultura, esto es,

que los sujetos y los grupos, participan activamente en la construcción de su realidad

social, de este modo, el entorno no es fijo sino representado, y son estas representaciones

las que permiten al sujeto moverse y entender su entorno físico y material.

La teoría de las representaciones sociales: De acuerdo a Giménez (2005), la teoría de las

Representaciones Sociales corresponde a una de las propuestas teórico-metodológicas

más adecuadas para el estudio de las formas interiorizadas de la cultura, por tal motivo,

36

resulta indispensable hacer alusión a este concepto que funge como base para entender y

estudiar el fenómeno descrito en la presente investigación.

La teoría del núcleo central (Abric, 2004a) y la propuesta de las minorías activas como

fuente de influencia social (Moscovici, 1981): En el capítulo anterior se describieron

algunas de las manifestaciones de la narcocultura, pero, no se explica como es que el

narcotráfico evoluciona hasta convertirse en una manifestación cultural, por tal motivo,

se recurre a los dos referentes mencionados con la intención de construir una tentativa de

explicación para este fenómeno.

Factores sociocognitivos que influyen en el contexto escolar: Siguiendo la propuesta de

los modelos ecológicos para la comprensión de los fenómenos educativos (Hernández

Blasi, 1996a; Pérez Gómez, 1997), en este apartado se abordan distintas posturas

teóricas (como la teoría de metas y de la expectativa-valor (Pintrich & Schunk, 2006)) y

estudios que resaltan el impacto del entorno social sobre la escuela.

2.1 El pensamiento social (conocimiento cotidiano) y la construcción social de la realidad.

El ser humano es un ser social por naturaleza (…) La sociedad es

por naturaleza y anterior al individuo (…) el que no puede vivir en

sociedad, o no necesita nada por su propia suficiencia, no es (…)

sino una bestia o un dios. Aristóteles. Política

Desde los tiempos de Aristóteles se reconocía la naturaleza social de los seres humanos,

en el presente aparatado se pretende establecer las implicaciones de que la realidad sea una

construcción social. Reconocer el carácter social de la realidad implica aceptar que ésta no es un

elemento dado, estático, fijo, sino algo que es elaborado y reelaborado por los grupos e

individuos que coexisten en su seno. Por ende, no es posible hablar de una realidad social, ya

que esta no existe, sino que cada grupo construye su propia versión de la realidad que modela y

37

guía su proceder en el mundo y con los otros. Si bien, el argumento anterior parece lógico la

idea propuesta no ha sido globalmente aceptada, en particular cuando el relativismo introducido

por las distintas ―realidades‖ se amplia a rubros como la ciencia y el conocimiento. La ciencia,

dominada principalmente por el enfoque positivista, apunta a la existencia de una realidad que

puede ser conceptualizada, explicada y comprendida mediante el uso del método científico.

Aceptar que la explicación que elabora la ciencia esta sujeta a la pertenencia social de quienes la

formulan implica falsear uno de sus fundamentos más elementales: la objetividad.

Thomas Kuhn (1962/2004) en su tratado sobre las revoluciones científicas hace alusión

al carácter social del desarrollo científico. En el texto referido, este autor demuestra que el

desarrollo científico está sujeto a procesos sociales, al grado que para que el avance sea posible

es necesario que un grupo de científicos convenza (este convencimiento no es necesariamente

objetivo) al resto que su postura es la más valida, y la validez de la postura depende de

características contextuales, tales como herramientas disponibles, filosofías dominantes, etc.

Más aún, una vez establecido el paradigma dominante en determinado campo de la ciencia, el

grupo de científicos ejercerá presión sobre los miembros para que se acepten y demuestren

continuamente los preceptos básicos del paradigma, tratando de incorporar nuevos elementos a

las reglas ya establecidas y rechazando aquellos que no concuerden con las mismas (Kuhn,

1962/2004).

A pesar de los planteamientos de Kuhn y otros autores, la ciencia ha buscado sostener su

objetividad y mantener una distancia entre los procedimiento empleados para conocer y los

fenómenos sociales que repercuten en el comportamiento y razonamiento de los sujetos. A partir

de lo anterior se plantea una distinción entre lo que se denomina conocimiento científico y el

llamado conocimiento cotidiano o social. El primero de estos se refiere a aquel conocimiento

38

que es producto del razonamiento científico, es decir, aquel que surge de la experimentación

controlada y rigurosa, tiene un fin y una utilidad específica. Mientras que el segundo, se refiere

al conocimiento de sentido común, aquel que utilizan los sujetos de la calle o legos, que no tiene

rigurosidad (Guimelli, 2004; Rodrigo, Rodríguez, & Marrero, 1993b).

La anterior distinción llevó a que se menospreciara la importancia y utilidad del

conocimiento cotidiano, relegando este a un segundo término en relación al conocimiento

científico (Rodrigo, Rodríguez, & Marrero, 1993a). Este razonamiento convierte al sujeto de la

calle en un científico ingenuo (Guimelli, 2004; Rodrigo et al., 1993b), es decir, se asume que al

proceder en su vida diaria el sujeto lego recurre a los mismos principios y procedimientos que el

científico en el laboratorio. Resulta evidente que al contestar los resultados de ambos, el lego y

el científico, es el segundo quien goza de resultados más acertados, recurriendo a conceptos

tales como el sesgo cognitivo para explicar los ―errores‖ del sujeto de la calle (Guimelli, 2004).

Sin embargo, el establecer un paralelismo entre el pensamiento cotidiano y el científico es en si

mismo un sesgo, ya que cada tipo de pensamiento pretende atender a necesidades y finalidades

distintas.

Desde principios del siglo XX, autores como Levi-Strauss se preocuparon por estudiar

las características sociales del conocimiento. Para Levi-Strauss (1999), contrastando el

pensamiento mágico o primitivo con el pensamiento científico o moderno, no existía una

relación de inferioridad-superioridad entre estas modalidades del pensamiento. Levi-Strauss

sostuvo que es incorrecto suponer que las distintas modalidades del pensamiento forman parte

de un continuo evolutivo, situando abajo al primitivo y en la cúspide al científico. Estas

modalidades no son polos opuestos de un mismo desarrollo, sino que son el resultado de los

factores y características dominantes en el entorno de los grupos que los producen. Más allá de

39

la superioridad de unos, lo que pone en evidencia el tipo de pensamiento es la forma en la que

los grupos han dado sentido al mundo que los rodea, lo cual obedece a diversos factores sociales

no cognitivos (Levi-Strauss, 1999). En sentido similar, el pensamiento cotidiano no es inferior al

científico, sino que posee y responde a distintas necesidades.

El pensamiento social puede ser definido como un pensamiento autónomo y especifico,

independiente del pensamiento racional, pero ambos cohabitando en los mismos

individuos, cada uno de ellos interviniendo en contextos sociales particulares. (...) Es así

que el pensamiento racional busca la coherencia mediante la racionalidad, cuando la lógica

del pensamiento social racionaliza para establecer su coherencia. Todo aquello que se

revele a su lógica de racionalización será eliminado y rechazado. La lógica no está por lo

tanto ausente del pensamiento social." (Guimelli, 2004, p. 120)

Hacia finales del siglo pasado el pensamiento cotidiano (social o de sentido común dependiendo

del referente teórico al que se recurra) comenzó a ser reconocido como un objeto de estudio

pertinente, en particular desde el campo de la psicología social (Abric, 2004a; Farr, 1986;

Juárez Romero & Rouquette, 2007; Paicheler, 1986). A raíz de estos estudios se ha llegado a la

conclusión que existe un conocimiento o pensamiento que es estrictamente de carácter social,

distinto al científico, cuyas características son las siguientes: 1) es una construcción social,

resulta de la interacción del individuo, los grupos y su entorno; 2) en relación con lo anterior,

será particular a cada grupo social, es decir, se refiere a una realidad en particular; 3) tiene la

finalidad de dar sentido al mundo que rodea a los sujetos y los grupos; 4) adquiere valor

dependiendo de su utilidad para comprender y explicar la realidad; 5) establece las pautas de

interacción, explicación y valoración con y sobre el contexto circundante a los sujetos y los

grupos; 6) no esta sujeto al cuestionamiento, esta dado por la pertenencia a un grupo, se asume

40

como realidad; 7) tiende a existir un predominio de lo emocional sobre lo racional (Abric,

2004a; Araya Umaña, 2002; Guimelli, 2004; Juárez Romero & Rouquette, 2007; Ovalle, 2005;

Rodrigo et al., 1993b).

En resumen, refiriendo a Guimelli (2004, p. 119) el pensamiento cotidiano permite "(…)

a cada uno de nosotros apropiarnos del mundo que nos rodea, volviéndolo más familiar, más

consistente y menos misterioso‖. Al enfrentarse a situaciones extrañas, será este tipo de

conocimiento o pensamiento, el social, al que recurra el sujeto para dar respuestas a las

demandas que le generen las situaciones sociales. Por tal motivo, conocer el conocimiento

cotidiano circundante a los diversos fenómenos sociales permite entender y conocer los modos

de interacción de los individuos en relación al mismo.

2.2 La teoría de las representaciones sociales una aproximación al pensamiento social

(cotidiano)

Ha quedado establecido en el apartado anterior que existe un tipo de conocimiento o

pensamiento que se construye socialmente y permite a los sujetos interactuar y comprender el

mundo que les rodea. Se afirmo también que en fechas recientes este tipo de conocimiento se ha

convertido en uno de los objetos de estudio centrales en la psicología social. En relación con

esto, en este apartado se presentan los lineamientos generales de una de las teorías más

proliferas en el estudio del pensamiento cotidiano o de sentido común: la teoría de las

Representaciones Sociales (Garrido & Álvaro, 2007).

2.2.1 ¿Qué es una Representación social? La teoría de las Representaciones Sociales

(RS) nace formalmente en 1961 con la publicación de La psychanalyse, son image et son public

por Serge Moscovici. Es en la obra citada donde Moscovici introduce el concepto de RS al

explicar la forma en que el psicoanálisis se ha hecho parte del bagaje lingüístico de los

41

franceses, y como cada grupo utiliza los diversos elementos de la teoría de acuerdo al sistema de

creencias preestablecido en el grupo. A partir de entonces, la teoría de las representaciones

sociales se ha convertido en uno de los campos de mayor producción científica de la psicología

social (Garrido & Álvaro, 2007). Si bien, la propuesta nace con la publicación de Moscovici, los

supuestos de las RS encuentran sus orígenes en los planteamientos de tres autores: Wilhelm

Wundt, George Herber Mead y Émile. Durkheim (Araya Umaña, 2002; Mora, 2002; Moscovici,

1984).

Con la intención de acotar la extensión del presente documento, se revisa únicamente la

aportación de Durkheim a la teoría de las RS. Durkheim es el responsable de acuñar el concepto

de ―representaciones colectivas‖, el cual Moscovici modificará al desarrollar su propuesta de

representaciones sociales (Farr, 1986; Ramírez Plascencia, 2007). Pese a la aparente similitud

entre ambos conceptos, la realidad es que son muy distintos, y cada uno explica fenómenos

particulares al momento, o bien los fines para los que fueron creados. En el caso de Durkheim,

el término de representación colectiva surge en oposición o relación al de representación

individual, en palabras de Guimelli (2004)

La oposición entre representaciones colectivas y representaciones individuales constituye

así un aspecto capital de la obra de Durkheim. Las primeras resultan de una fuerza

impersonal, anónima y difusa que emana de la misma sociedad. (...) son colectivamente

producidas. (...) Las segundas tienen por fundamento la conciencia de cada quien

(Guimelli, 2004, p. 30)

Para Durkheim lo colectivo no es sinónimo de la yuxtaposición de lo individual. Mientras que

las representaciones individuales nacen de la experiencia del sujeto, las colectivas nacen de la

sociedad, que no es igual a la suma de individualidades. Las representaciones colectivas tienen

42

que ver con las creencias, valores o ideologías establecidas, institucionalizadas de los grupos

humanos, por ejemplo, la religión, los rituales, las normas, e incluso la ciencia (Guimelli, 2004;

Mora, 2002; Ramírez Plascencia, 2007). Las representaciones colectivas pueden ser llamadas

grandes consensos sobre diversos elementos de la vida social, estos se transmiten y mantienen

de una generación a la siguiente. Para Durkheim las representaciones colectivas de ―(…) cada

sociedad orienta los pensamientos y las conductas de los individuos en un estilo específico

propio‖ (Guimelli, 2004, p. 31). En relación a este ultimo punto, persiste aún una estrecha

similitud entre el concepto acuñado por Moscovici y el de Durkheim, sin embargo, la diferencia

fundamental entre ambos conceptos radica en estabilidad y durabilidad de cada uno: mientras

que la representación colectiva de Durkheim se refiere a elementos presentes en el entorno

social que se mantienen fijos y estables con el tiempo (por ejemplo la religión); la RS de

Moscovici, surge para atender fenómenos con menor durabilidad y estabilidad, característicos

de la época actual (movimientos sociales, propuestas científicas, cambios tecnológicos, etc.). El

concepto durkheimniano refería elementos sociales presentes y constantes en el entorno, la RS

surge como un modelo explicativo que plantea cómo los sujetos se enfrentan a una realidad

novedosa y cambiante (Farr, 1986; Juárez Romero & Rouquette, 2007).

Moscovici (1961/79; p. 18) define una representación social como un

Sistema de valores, nociones y prácticas que proporcionan a los individuos los medios

para orientarse en el contexto social y material, para dominarlo (…) un corpus organizado

de conocimientos y una de las actividades psíquicas gracias a las cuales los hombres se

integran en un grupo o en relación cotidiana de intercambios, liberan los poderes de la

imaginación. (citado por Garrido & Álvaro, 2007, p. 403)

43

La definición anterior se extrae del primer texto en el que Moscovici propone el concepto de

RS, por tal motivo la definición es relativamente ambigua, con el paso de los años, conforme la

propuesta teórico-metodológica de las RS fue ganando adeptos, autores como D. Jodelet se

preocuparon por esquematizar y esclarecer el concepto de RS, de este modo esta autora lo define

de la siguiente manera:

El concepto de representación social designa una forma de conocimiento específico, el

saber de sentido común, cuyos contenidos manifiestan la operación de procesos

generativos y funcionales socialmente caracterizados. En sentido más amplio, designa una

forma de pensamiento social. Las representaciones sociales constituyen modalidades de

pensamiento práctico orientado hacia la comunicación, la comprensión y el dominio del

entorno social, material e ideal. En tanto que tales, presentan características específicas a

nivel de organización de los contenidos, las operaciones mentales y la lógica. La

caracterización social de los contenidos o de los procesos de representación ha de referirse

a las condiciones y a los contextos en los que surgen las representaciones, a las

comunicaciones mediante las que circulan y a las funciones a las que sirven dentro de la

interacción con el mundo y los demás." (Jodelet, 1986, pp. 474-475)

Una representación social es un tipo de conocimiento, un conocimiento de sentido común que

sirve para orientar a los sujetos en la sociedad, a su vez es un conocimiento de origen social. La

teoría de las representaciones sociales resalta la importancia de ese conocimiento que surge en

los intercambios sociales y organiza la vida social. Es importante destacar en la definición

propuesta por Jodelet las RS tienen un fin práctico, a diferencia del pensamiento científico que

busca comprender, las RS permiten que el sujeto funcione adecuadamente en su entorno social,

44

en este sentido, establecen los lineamientos de la comunicación e interacción social. Continúa

D. Jodelet

(...) la representación social se define por un contenido: informaciones, imágenes,

opiniones, actitudes, etc. Este contenido se relaciona con un objeto (...) la representación

es tributaria de la posición que ocupan los sujetos en la sociedad, la economía, la cultura.

Por ello siempre debemos recordar esta pequeña idea: toda representación social es

representación de algo para alguien. Así, no es el duplicado de lo real, ni el duplicado de lo

ideal, ni parte subjetiva del objeto, ni la parte objetiva de sujeto. Sino que constituye el

proceso por el cual se establece la relación. (Jodelet, 1986, p. 475)

La RS integra la información, actitud, imágenes, ideas, comportamientos en relación a un objeto

determinado, dicha representación no es homogénea, existe siempre en relación a un contexto

social específico, o más bien, a las características particulares de un grupo social. En este

sentido, como lo señala Jodelet, la RS de un objeto será ―tributaria‖ del lugar que ocupen los

sujetos y grupos en su entorno social, por tal motivo, pese a que se refieran a un mismo objeto la

RS no podrá ser la misma de un grupo a otro, o al cambiar las características sociales del grupo

que la construye. La representación social refleja la interacción específica de un grupo con un

objeto social, de este modo, el concepto ―lujo‖ no es lo mismo para personas de distintos niveles

socioeconómicos; ―sexo‖ no es lo mismo para personas de distintos géneros u orientaciones

sexuales. Cada grupo interactúa y elabora sus representaciones de los objetos socialmente

significativos en su entorno (Wagner, 1994).

El acto de representación es un acto de pensamiento por medio del cual un sujeto se

relaciona con un objeto. (...) Representar es sustituir a, estar en lugar de. En este sentido, la

representación es el representante mental de algo, objeto, persona, acontecimiento, idea,

45

etc. (....) esta emparentada con el símbolo, con el signo. Al igual que ellos, la

representación, remite a una cosa. (...) representar es re-presentar, hacer presente en la

mente en la conciencia. (Jodelet, 1986, p. 475)

La representación es el medio mediante el cual los sujetos se apropian de su mundo social y

material, de este modo, no hay una interacción directa entre el objeto y sujeto, sino que, el sujeto

comprende e interactúa con el objeto a través de la representación (Calonge, 2002) Una

representación social siempre es algo para alguien (Abric, 2004a), es decir, aunado a ser

particular a un grupo social determinado, la RS siempre se refiere a una cosa, nuevamente, la

representación es el vinculo entre el objeto y el sujeto, por tanto, no hay representación en lo

abstracto.

La transformación de lo abstracto a cotidiano, es decir, la forma en la que los grupos se

apropian de su realidad social y dan sentido a los elementos emergentes en la misma, es decir, la

elaboración y funcionamiento de una RS, consta de dos procesos: la objetivación y el anclaje

(Abric, 2004a; Doise, Clémence, & Lorenzi-Cioldi, 2005; Guimelli, 2004; Jodelet, 1986;

Moscovici, 1984).

La objetivación se refiere al proceso mediante el cual se selecciona la información

relevante del medio social en relación al objeto (Jodelet, 1986; Moscovici, 1984). Esta

información pasa por el filtro de la pertenencia social del sujeto, solo se selecciona aquello que

coincide con las creencias del grupo en cuestión, al hacer esto se descontextualiza la

información, se retira de su contexto y significado original (Guimelli, 2004). En el caso del

psicoanálisis, Moscovici encontró que los diversos grupos estudiados recurrían a conceptos

como complejo haciendo alusión al conflicto subyacente entre el inconsciente y el conciente, sin

embargo, en sus explicaciones tendían a omitir el concepto de libido, es decir, el componente

46

sexual de la teoría freudiana. De acuerdo con Moscovici, este fenómeno era resultado de que los

sujetos solo incorporan aquella información que coincide con las creencias dominantes en el

grupo. En una cultura represora (los cincuentas del siglo pasado), tal predominio de lo sexual en

el comportamiento resultaba incompatible con los estatutos morales de la sociedad, por tanto era

descartado en el uso cotidiano del psicoanálisis (Garrido & Álvaro, 2007; Guimelli, 2004).

La información que se recoge y selecciona del entorno, pasa formar parte del ―núcleo

figurativo‖. De acuerdo a Moscovici, en núcleo figurativo organiza la representación. En torno a

este, se irán agregando los nuevos elementos y brindarán las explicaciones para la adecuada

apropiación del objeto social. (Jodelet, 1986; Moscovici, 1984). "Una vez constituido, el núcleo

figurativo adquiere un estatuto de evidencia que lo convierte en no discutible." (Guimelli, 2004,

p. 66)

El segundo proceso de la elaboración y funcionamiento de una RS corresponde al

anclaje. Mientras que la objetivación refiere a la interiorización selectiva de la información del

entorno, el anclaje se refiere al proceso mediante el cual dicha información adquiere un nuevo

significado y utilidad en el entorno social de los sujetos, es decir, como la información ―se

ancla‖ a una realidad social especifica. El anclaje

(…) se refiere al enraizamiento social de la representación y de su objeto (...) la

intervención de lo social se traduce en el significado y la utilidad que les son conferidos.

(...) la integración cognitiva del objeto representado dentro del sistema de pensamiento

preexistente y a las transformaciones derivadas de este sistema tanto de una parte como de

otra. (...) su inserción orgánica dentro de su pensamiento constituido. (...) el proceso de

anclaje se descompone en varias modalidades que permiten comprender: 1) cómo se

confiere el significado al objeto representado; 2) cómo se utiliza la representación en tanto

47

que sistema de interpretación del mundo social, marco e instrumento de conducta; 3) cómo

se opera su integración dentro de un sistema de recepción y la conversión de los elementos

de este ultimo relacionados con la representación. (Jodelet, 1986, p. 486)

En otras palabras, el anclaje refiere al ordenamiento de los elementos objetivados de acuerdo a

los lineamientos sociales preestablecidos. "(…) el anclaje (…) permite comprender como los

elementos de la representación no solo expresan relaciones sociales, sino también contribuyen a

constituirlas. (....) se transforma la ciencia en un saber útil. (...)‖ (Jodelet, 1986, p. 487). Es

precisamente esta utilidad una de las grandes virtudes del pensamiento social que son las RS,

permiten que aquello que es abstracto (que puede ser desde conceptos científicos a fenómenos

sociales o naturales) adquiera un sentido que concuerde con lo que el sujeto y los grupos están

habituados a interactuar.

2.2.2 Funciones de una RS. Una vez establecida la definición y el funcionamiento de las

representaciones sociales es pertinente resaltar, brevemente, para qué sirven, es decir, sus

funciones. En términos generales, como se ha mencionado ya, las representaciones sociales

sirven para ―(…) transformar algo que no nos es familiar o que nos es desconocido en algo que

nos sea familiar.‖ (Moscovici, 1984, p. 24). Sin embargo, de manera más específica las

representaciones sociales tienen cuatro funciones fundamentales:

1. Funciones de saber: Permiten explicar, entender y dar sentido a la realidad social.

2. Funciones identitarias: Como construcción particular a un grupo, dotan de elementos

al mismo para constituir su identidad social, al mismo tiempo permite que la

salvaguarda de la especificidad de los grupos.

48

3. Funciones de orientación: Sirven como guías para la acción en relación con los

objetos sociales. Al definir las características y propiedades de los objetos establecen

también pautas de conducta en torno a los mismos.

4. Funciones justificadoras: Brindan un marco mediante el cual los sujetos pueden

explicar sus acciones a posteriori. (Abric, 2004a; Giménez Montiel, 2005)

De este modo, las representaciones sociales no solo refieren a componentes cognitivos,

aquellos que establecen marcos de referencia para el mundo material y social, sino que también,

son guías para la acción, parámetros de comportamiento. En relación a esto ultimo, Abric

(2004a) señala que se ha demostrado que el comportamiento de los individuos se determina por

cuatro componentes de la representación de la situación: la representación se sí mismo, de la

tarea, de los otros, y del contexto en que actúan.

2.2.3 Objeto de representación. Definido el concepto, el funcionamiento y las funciones

de una representación social, es posible abordar cuales son los requisitos para que un objeto

pueda ser objeto de representación, es decir, que se construyan representaciones sociales en

torno al mismo. De acuerdo con Moscovici son necesarias tres condiciones sociales para la

producción de una representación social: la dispersión de la información, la focalización y la

presión a la inferencia (Guimelli, 2004). La dispersión de la información se refiere a que

información sobre el objeto en cuestión debe estar disponible para todos los miembros del

grupo. La focalización implica que la información que exista permita que se desarrollen

opiniones encontradas, o al menos distintas, en relación al objeto. Y finalmente, quizás la

condición más importante, acorde a los planteamientos de Moscovici, la presión a la inferencia

sostiene que tiene que existir presión social forzando al sujeto a emitir un juicio, opinión o

acción en relación con el objeto en cuestión.

49

Wagner (1994) plantea que la teoría de las representaciones sociales ha dejado una serie

de lagunas en sus formulaciones conceptuales, debido a las cuales el trabajo científico bajo esta

teoría se ha venido degenerando, permitiendo que infinidad de estudios se cobijen en los

supuestos de las RS sin cuidar que estos estudios se refieran en realidad a representaciones

sociales. Con esta intención, Wagner (1994) propone cinco criterios para poder afirmar que al

estar ante determinado objeto y su representación, esta última sea en realidad una representación

social:

1. Consenso funcional (Wagner, 1994): El consenso es uno de los elementos que más se

utilizan al hablar de representaciones sociales, sin embargo para Wagner, el hecho que

muchas personas estén de acuerdo en torno a ciertos elementos alusivos a un objeto

social, no implica que compartan o tengan una representación social. Para lograr esta

distinción, Wagner propone los ―grupos reflexivos‖ (Wagner, 1994, p. 207), es decir,

grupos que se reconocen a sí mismos como miembros de un grupo y pueden distinguir a

los otros miembros. El consenso funcional se refiere a que los miembros del grupo son

capaces de reconocer los elementos en los que están de acuerdo en relación a los otros.

2. Criterio de relevancia: Este criterio en particular es de vital importancia, Wagner (1994,

p. 215) afirma que en cada sociedad ―(…) existe una gran cantidad de conocimiento

consensuado acerca de las cosas, eventos y fenómenos de la vida diaria (…) sin

embargo, no todos estos objetos poseen la suficiente significancia social para ser

llamados (…) de representación social‖. Dicho de otro modo, para que un objeto sea

objeto de representación social es necesario que este objeto sea relevante o significativo

para el grupo, el grado de relevancia viene dado por el siguiente criterio que enlista

Wagner.

50

3. Criterio de práctica: Un objeto es socialmente relevante si altera las prácticas sociales de

los grupos. Un objeto de representación creará nuevas prácticas en torno al mismo, si un

objeto no altera las prácticas de un grupo social no es relevante y por tanto no es objeto

de representación social.

4. Criterio de ―holomorfia‖ (holomorphy) (Wagner, 1994, p. 209): Similar a la propuesta

de la dispersión de la información, este criterio sugiere que la información sobre un

objeto de representación se distribuye por todos los miembros del grupo, proceso en el

que el objeto adquiere los matices específicos al grupo, el grupo es capaz de reconocer

los límites de la validez de su interpretación de la realidad, es decir, quien ya no la

comparte.

5. Criterio de afiliación: Finalmente, un objeto de representación social contribuye a la

identidad social de un grupo, por tanto, un objeto relevante creara grupos a su alrededor.

Este criterio se asemeja a la focalización que señalaba Moscovici, un objeto de

representación se desarrollara de forma distinta en cada grupo creando posturas

encontradas, conflicto social, lo cual acrecienta a su vez la afiliación al grupo social.

―Uno puede llamar a un sistema de conocimientos una representación social si uno

puede señalar al grupo o subcultura del cual este conocimiento forma parte de su sentido

común.‖ (Wagner, 1994, p. 216)

Si bien, no todos los autores coinciden en estos criterios propuestos por Wagner, estos

brindan un buen referente para pasar al abordaje del tema siguiente: la escuela y el narcotráfico

¿pueden ser considerados como objetos de representación?

2.2.4 Escuela y narcotráfico ¿objetos de representación? El presente documento gira en

torno a estos dos fenómenos, o bien, objetos sociales –la escuela y el narcotráfico

51

(narcocultura3)-, el objetivo del presente capítulo es brindar los referentes teóricos que permitan

suponer que puede existir una relación entre estos dos elementos. Considerando que la teoría de

las representaciones sociales funge como base en la discusión teórica del presente estudio,

resulta pertinente justificar que los elementos estudiados pueden ser considerados como objetos

de representación, y por tanto estudiados desde este referente teórico.

En términos generales, el narcotráfico y la escuela son elementos que se encuentran

presentes en la realidad mexicana, la presente investigación se centra en los alumnos de

bachillerato, por tanto se formuló la siguiente interrogante ¿el narcotráfico y la escuela son

objetos de representación para los alumnos de bachillerato?

No es arriesgado asegurar que la escuela es un elemento presente en la vida de los

alumnos de bachillerato, simplemente, si se anula este componente dejan de ser alumnos de

bachillerato para ser únicamente jóvenes. La anterior reflexión permite suponer que la escuela,

la interacción con la misma genera nuevas prácticas en los que se denominan ―alumnos‖.

Comparar la conducta de un joven en periodo vacacional con la que manifiesta durante el

periodo escolar basta como ejemplo para ilustrar el impacto en las practicas sociales y conductas

que tiene la escuela en los jóvenes. A partir de lo anterior se puede aceptar que la escuela

cumple con los criterios de relevancia y de práctica propuestos por Wagner (1994). Agregando

el elemento de la denominación social que los jóvenes que asisten a la escuela reciben –alumnos

o estudiantes-, distinta de los que no, es posible asumir que también se cumple con el criterio de

afiliación (Wagner, 1994), los estudiantes son un grupo demográfico identificable, cuyo rasgo

característico es que asisten a la escuela.

3 En apartados previos se explicó que la forma en la que se propone aislar la presencia o ausencia de narcocultura

tiene que ver con lo que se piense, diga y haga en relación al narcotráfico, es decir, su representación social, por tal

motivo, resulta importante establecer dicho fenómeno como un objeto de representación.

52

Pero quizás antes de aceptar lo anterior, recurriendo a los planteamientos de Wagner

(1994), es necesario establecer si los alumnos de bachillerato integran lo que este autor llama un

―grupo reflexivo‖, ya que solo un grupo reflexivo puede compartir representaciones sociales.

Para asumir esta denominación es necesario que los ―alumnos de bachillerato‖ sepan reconocer

los elementos que los distinguen como grupo, es decir, puedan identificarse a sí mismos en

relación con los no-estudiantes de bachillerato, y también que compartan ideas en relación al

objeto social en cuestión, la escuela (consenso funcional (Wagner, 1994)). Resulta innegable

que los alumnos de bachillerato son distintos entre sí, especialmente al considerar referentes

culturales, sociodemográficos, etc., sin embargo, las ideas que expresan sobre la escuela (lo cual

será abordado también en la presente investigación) tienden a compartir ciertos rasgos que

reflejan una forma distinta de interactuar con el objeto en relación a lo que expresan docentes,

padres de familia, u otros no-estudiantes (por ejemplo Butti, 2000; Guerra Ramírez, 2007;

Guerrero Salinas, 2007; Montico, 2004; Pope, 2000; Sander, Field, & Diego, 2001; Torres

Velázquez & Rodríguez Soriano, 2006; Velázquez Reyes, 2007).

Finalmente, los alumnos de bachillerato están expuestos a información referente a la

escuela de manera continua, esta información se distribuye entre todos aquellos que son

estudiantes. Un alumno de bachillerato conoce las materias que estudia, los criterios de

evaluación a los que esta sujeto, la normatividad en relación a su comportamiento al interior del

centro, las alternativas que tiene tras concluir o bien abandonar sus estudios. La presencia del

alumno en el centro educativo garantiza el contacto, o bien la disponibilidad de acceso a la

anterior información. De este modo se cumple el criterio de ―holomorfía‖ (Wagner, 1994), lo

cual permite, al menos a nivel teórico, la escuela es un objeto de representación para lo alumnos

de bachillerato.

53

En lo que se refiere al narcotráfico, este es un fenómeno social que en fechas recientes se

ha convertido en uno de los favoritos de la prensa (Ávila, 2007; Camacho, 2007; Chaidez, 2007;

Elizalde, 2008; Lovera, 2009; Martínez, 2009; Pérez 2007; Redacción, 2008; Sierra, 2009a), así

como uno de los favoritos del Estado (Presidencia de la Republica, 2007), ¿es el narcotráfico un

objeto de representación considerando los criterios señalados por Wagner (1994)? Comenzando

por la información disponible sobre el fenómeno, ésta es abrumadora, el narcotráfico no solo

goza de la difusión que le da la prensa, hay que agregar otros medios de difusión masiva, tales

como la música y el cine (Lara, 2004; Pérez González, 2004; Vértiz de la Fuente, 2009a, 2009b,

2009c). Para Wagner (1994) la disponibilidad de la información sobre el objeto social a todos

los miembros del grupo es indispensable para hablar de una RS, es sencillo afirmar que el

narcotráfico cumple con este criterio. Es posible argumentar que la información sobre el

narcotráfico no se distribuye equitativamente entre todos los mexicanos, o todo el grupo, o bien

que la calidad de dicha información puede ser cuestionable. Para Moscovici (citado por

Guimelli, 2004) tanto la inexactitud como la inequidad en la transmisión de la información son

elementos necesarios para que se genere una representación social. El hecho que los sujetos no

gocen de todos los datos necesarios para emitir una opinión informada, obliga a que estos

sujetos recurran al conocimiento cotidiano, validado y aceptado socialmente, para cubrir dichas

lagunas. Lo anterior fue lo que Moscovici denominó presión a la inferencia (Guimelli, 2004), lo

que importa en el conocimiento social no es la veracidad de la información, su calidad, sino que

ésta de sentido al objeto en un contexto social específico, la presión de emitir el juicio lleva a

que el sujeto no cuestione la veracidad del dato, simplemente su utilidad.

¿Altera las prácticas sociales el narcotráfico? Para responder a esta interrogante basta

revisar las notas periodísticas publicadas en la prensa de Culiacán durante el mes de mayo de

54

2008, la violencia que se desató a partir de ese mes en la entidad provocó que el festejo a las

madres se ―enmudeciera‖ (Espinoza, 2008), la festividad, una de las características más

señaladas de los sinaloenses (Simonett, 2004a) fue silenciada por la violencia del narcotráfico.

El concepto de narcocultura que será abordado a mayor detalle en el apartado siguiente es otro

ejemplo de cómo el narcotráfico altera las prácticas sociales, en particular al hablar de las

preferencias culturales de los jóvenes inmersos en entornos dominados por el narcotráfico (Díaz

Sánchez, 2006). La presencia del narcotráfico en el entorno, los medios masivos de

comunicación, y el impacto que tiene en las prácticas sociales de los sujetos atienden a los

criterios de relevancia y práctica que señala Wagner (1994).

El criterio de afiliación (Wagner, 1994) se hace evidente al analizar el narcotráfico desde

esta perspectiva. En torno al narcotráfico es sencillo identificar al menos dos grupos para los

cuales el objeto forma parte de su cotidianeidad, del conocimiento con el que interpretan al

mundo: los que se dedican a la actividad y quienes persiguen a quienes se dedican a dicha

actividad. En el caso de los jóvenes, estos también se ven atraídos a afiliarse en torno a este

objeto social. De las alrededor de 8,000 muertes que se le atribuyen a esta actividad desde

diciembre de 2006, 600 de estos muertos fueron menores de edad. La cifra se distribuye entre

los 163 que quedaron atrapados en el fuego cruzado de las organizaciones criminales, y, los 437

que participando activamente como sicarios, perdieron la vida en algún enfrentamiento. A estos

600 muertos hay que agregarle 3,700 menores que quedaron huérfanos debido a la violencia

generada por la misma actividad (Lovera, 2009). El narcotráfico influye en las prácticas de los

grupos sociales que están próximos y empuja a asumir una postura ante el mismo.

De la discusión anterior se puede concluir que, a partir de los supuestos de la teoría de

las representaciones sociales tanto el narcotráfico como la escuela pueden ser considerados

55

objetos de representación. La relevancia de que la escuela y el narcotráfico sean objetos de

representación radica en que los comportamientos relacionados con ambos objetos se verán

afectados por la representación que de estos se tenga. Por tanto, el conocer las representaciones

sociales que del narcotráfico y de la escuela tienen los alumnos, permitirá identificar la posible

influencia que el primero ejerce sobre el segundo.

2.3 Del narcotráfico a la narcocultura. La teoría del Núcleo Central y la propuesta de las

Minorías Activas como fuente de Influencia Social.

En el capítulo anterior se introdujo el concepto de narcocultura, señalando que tiene al

menos dos connotaciones: por un lado, se refiere a la producción cultural propia de los

narcotraficantes como grupo social, es decir, sus creencias, costumbres, prácticas, valores,

vestimenta, etc.; y por el otro, se refiere a la adopción y aceptación de dichos valores por parte

de un grupo social más amplio que no se dedica a dicha actividad, pero si convive

cotidianamente con ella (Córdova, 2007; Díaz Sánchez, 2006; Lugo Palencia, 2000; Ovalle,

2005; Simonett, 2004a; Velarde, 2007).

Para que exista narcocultura es necesario que exista el narcotráfico, más no es el único

requisito. Las cifras presentadas en el capítulo anterior (capítulo 1) muestran que el narcotráfico

esta presente en todo el país, sin embargo, no se puede decir lo mismo de la narcocultura, esta

solo se puede encontrar en unos cuantos lugares. Sinaloa es uno de ellos (Córdova, 2002, 2007;

Guevara Martínez et al., 2007; Simonett, 2004b) ¿Por qué existe la narcocultura en Sinaloa?

¿Cómo es que el narcotráfico ha evolucionado hasta convertirse en una parte tan significativa de

la realidad sinaloense? El objetivo del presente apartado es tratar de dar respuesta a estas

interrogantes, partiendo de los supuestos de la Teoría del Núcleo Central (Abric, 2004a) y la

56

propuesta de las Minorías Activas como fuente de influencia social (Moscovici, 1981) ilustrar la

evolución del narcotráfico a la narcocultura.

2.3.1 La narcocultura desde la teoría del Núcleo Central. Representaciones y prácticas

sociales. .Hacia el interior del paradigma teórico-metodológico de las representaciones sociales

se han desarrollado diversas posturas o enfoques, cada uno de estos resalta distintos elementos

como significativos en la compresión de las RS. Para los fines del presente estudio, y con la

intención de intentar dar una explicación al surgimiento de la narcocultura, se destacan a

continuación las propuestas elaboradas por el equipo de Aix-en-Provence, cuyos aportaciones

han sido denominadas como el enfoque estructural de las representaciones sociales (Araya

Umaña, 2002).

La propuesta de este enfoque se puede resumir de la siguiente manera:

(…) el análisis de una representación social y la comprensión de su funcionamiento

necesitan obligatoriamente una doble identificación: la de su contenido y la de su

estructura Es decir, los elementos constitutivos de una representación son jerarquizados,

asignados de una ponderación y mantienen entre ellos relaciones que determinan la

significación y el lugar que ocupan en el sistema representacional (Abric, 1994 citado en

Araya Umaña, 2002, p. 51)

Como lo señala el nombre de este enfoque, los trabajos en esta línea han de prestar mayor

atención a la estructura de la representación social, es decir, como se organizan sus

componentes. Se sostiene que los contenidos de una representación (lo que se dice sobre un

objeto social) resultan insuficientes para poder establecer vínculos entre las RS y las prácticas

sociales. Para lograr esto, es necesario conocer como se relacionan entre sí aquellos elementos

57

que son evocados en relación a los objetos sociales, es decir, cómo están organizados (Abric,

2004b).

Una de las mayores aportaciones del enfoque estructural de las representaciones sociales

corresponde a la teoría del Núcleo Central (NC) (Abric, 2004a). Si bien Moscovici propuso la

hipótesis del núcleo figurativo (Jodelet, 1986; Moscovici, 1984), señalando que este

representaba el eje en torno al cual se organizaban las representaciones sociales, serán los

trabajos de Abric y sus colaboradores quienes desarrollen esta idea, y denominen como ―núcleo

central‖ a este eje que organiza las representaciones sociales.

(…) la organización de una representación presenta una modalidad particular, especifica:

no únicamente los elementos de la representación son jerarquizados sino además toda

representación esta organizada alrededor de un núcleo central, constituido por uno o varios

elementos que dan su significación a la representación. (Abric, 2004a, p. 18)

La teoría del núcleo central indica que además de estar organizados, los elementos que integran

una representación tienen distinto valor, están jerarquizados. De este modo, se sostiene que una

representación social tiene dos tipos de elementos: centrales y periféricos (Abric, 2004a;

Flament, 2004; Guimelli, 2004; Moliner, 2007). Estos supuestos tienen un impacto en la

conceptualización sobre el funcionamiento y transformación de una representación social, así

como el vínculo existente entre las RS y las prácticas sociales.

Una gran cantidad de los trabajos desarrollados bajo este enfoque prestan especial

atención a los elementos que constituyen el NC de la representación, esto debido a que como

señala Abric (2004a), el NC

(…) garantiza dos funciones esenciales: Función generadora; es el elemento mediante el

cual se crea, se transforma la significación de los otros elementos constitutivos de la

58

representación. Es por su conducto que esos elementos toman sentido, un valor; Función

organizadora; (…) determina la naturaleza de los lazos que unen, entre ellos elementos de

la representación. Es en este sentido el elemento unificador y estabilizador (Abric, 2004a,

p. 20)

Es entonces el núcleo central de una representación el que le da significado, el elemento

fundador de la representación. Los elementos centrales son los que permiten que los objetos

sociales se vuelvan entendibles, aprehensibles para el grupo, asimismo, determinan que tipo de

elementos se incluyen en la representación y de que modo. Al contrastar el concepto de RS con

el de representaciones colectivas, se hizo alusión a la flexibilidad de las primeras contra la

rigidez de las segundas. Las representaciones sociales son flexibles, pero su utilidad se basa en

que brindan un marco de referencia para comprender el mundo social y material de los sujetos.

Por tal motivo, hay componentes que tienen que perdurar, de no ser así, los sujetos se

enfrentarían constantemente a un mundo abstracto, sin sentido. Los elementos centrales de la

representación corresponden a esa parte sólida, resistente de la RS, en la medida de lo posible,

se buscará que los elementos centrales en una representación social no cambien (Abric, 2004a;

Flament, 2004; Moliner, 2007). En otras palabras, si los elementos centrales son aquellos que

dotan de significado a un objeto social, se tratará que esta visión del objeto, este significado,

resista, de tal forma que los referentes para comprenderlo (representación social) sigan siendo

válidos.

La flexibilidad de la RS viene dada por los elementos periféricos. Mientras que los

elementos centrales dotan de significado a la representación social, dicen qué es, los elementos

periféricos le dan sentido, anclan a la representación social a un contexto específico (Abric,

2004a; Flament, 2004; Guimelli, 2004; Moliner, 2007). Los elementos periféricos integran la

59

experiencia y realidad actual del grupo a la representación social, son el vínculo entre los

elementos centrales históricos y la realidad social específica. Estos elementos permiten que la

RS sea funcional y útil para los sujetos. Al igual que los elementos centrales tienen funciones

especificas: 1) función de concreción, anclan la RS a un contexto específico; 2) función de

regulación, al ser más flexibles que el núcleo permiten el cambio gradual de la RS; y 3) función

de defensa, en la periferia de la RS pueden coexistir elementos contradictorios, que se integran

provisionalmente a la RS para evitar sacudidas en la estructura (Abric, 2004a).

En resumen: los elementos centrales de la RS corresponden a aquellos elementos

sociales, consensuados, en los que coinciden los sujetos miembros del grupo, aquellos

elementos que ―son‖ o ―representan‖ el objeto social; los elementos periféricos son aquellos

elementos que refieren a la experiencia individual de cada miembro del grupo, no son

compartidos por todos, pero permiten que el sujeto se apropie de la representación, la haga suya

acorde a su forma de vivir en el contexto. Los elementos centrales son lo homogéneo de la

representación, mientras que los elementos periféricos son lo heterogéneo de la misma.

Flament (2004) realza la importancia que tienen los elementos periféricos en la dinámica

de transformación de una RS. Flament (2004) se preocupa por estudiar la naturaleza en

apariencia contradictoria de las representaciones sociales –estables y flexibles-, se interesa por

indagar ¿Cómo cambia una RS? Para responder esto establece un estrecho vínculo entre RS y

prácticas sociales, planteando que el cambio en una afecta y modifica a la otra. Las RS son guías

para la acción y a la vez tienen una función justificadora de las acciones (Abric, 2004a), por

tanto, la relación RS-prácticas sociales es circular, las primeras establecen como actuar ante un

objeto social, pero a la vez explican la acción una vez realizada, y se ven afectadas por la

realización de dichas prácticas..

60

La teoría del NC sostiene que los elementos centrales resistirán al cambio, mientras que

en la periferia de la RS se integraran elementos contradictorios con la intención de asegurar la

estabilidad del núcleo. Flament (2004) afirma que los elementos centrales y las prácticas

relacionadas a estos son absolutos, es decir, ante el objeto el sujeto actúa de esta forma siempre;

los elementos periféricos, por otro lado, permiten que aparezcan condicionantes a esa respuesta

absoluta, situaciones donde es permisible actuar de forma distinta ante el mismo objeto. Por

ejemplo: si se le pregunta a una persona qué haría si ve a alguien caer en la calle, es probable

que los sujetos respondan que lo ayudarían a levantarse (condición absoluta = ayudar a quien lo

necesite, buen samaritano); por otro lado, si se le dice a los sujetos que la persona en cuestión

esta borracha, la respuesta cambiaría, posiblemente los sujetos no estén tan inclinados a ayudar a

la persona (Flament, 2004). Estas condiciones permiten al sujeto operar en su mundo social sin

contradecirse: ―yo hago esto, pero en ciertas condiciones puedo obrar de otra forma‖.

Los elementos periféricos dan cabida a situaciones extrañas relacionadas al objeto de

representación. Flament (2004) propone que estas situaciones extrañas pueden llevar a la

modificación de una RS si perduran el suficiente tiempo sin modificarse. Es decir, las

situaciones extrañas se explican como condiciones excepcionales en las que el objeto no es lo

que normalmente es (el significado dado por el núcleo no coincide en la realidad), estas

situaciones extrañas son vistas como momentáneas, pasajeras, los sujetos asumen que las cosas

van a volver al estado en el que estaban. Sin embargo, si las cosas no cambian, la situación

extraña deja de serlo para volverse constante, y lo que originalmente era constante ya es algo

extraño debido a su ausencia, un elemento periférico ha desplazado a lo que era central, el

significado del objeto es ahora dado por lo que originalmente fue una condición. Flament (2004)

propone el siguiente modelo para explicar este proceso:

61

Modificaciones de las circunstancias exteriores

Modificaciones de las prácticas sociales

Modificaciones de los prescriptores condicionales

Modificaciones de los prescriptores absolutos

Figura 2. Esquema propuesto por Flament (2004, p. 44) sobre la transformación de una RS

Los prescriptores condicionales se refieren a los elementos periféricos, mientras que los

prescriptores absolutos se refieren a los elementos centrales de la representación. Flament

(2004) aplica este modelo para explicar la transformación de la RS de la caza en un grupo

determinado. En el estudio de Flament, una situación ecológica, elemento no considerado en la

RS de los cazadores sobre la caza, altera el ciclo reproductor de los conejos, reduciendo la

cantidad de conejos disponibles (modificación de circunstancia exterior). Los cazadores se ven

obligados a reducir la frecuencia con la que cazan (modificación de prácticas sociales),

explicando que este cambio se debe a la situación particular, que una vez resuelta todo volverá a

la normalidad, en otras palabras; ―cazar esta bien, solo que en este momento no se

puede‖(modificación de prescriptores condicionales). Al tiempo que esta situación no se corrige,

los cazadores no pueden sostener que cazar como lo hacían antes sea correcto, pues hay que

respetar los ciclos reproductivos de los animales, en este momento se ha transformado la

representación social (modificación de prescriptores absolutos).

El estudio desarrollado por Giménez y Gendreau (2001, citados en Giménez, 2007)

sobre la mentalidad de las mujeres campesinas en Puebla propone otro ejemplo del modelo

62

propuesto por Flament (2004). Los autores de este estudio se preocuparon por indagar el cambio

en las representaciones sociales de las mujeres campesinas a raíz de la migración de los hombres

hacia los Estados Unidos. El rol tradicional de la mujer en Atlixco, Puebla (lugar donde se

realizó el estudio) era el de la ama de casa, que se encargaba de las labores domésticas, mientras

los hombres trabajaban en el campo. A raíz de los movimientos migratorios que se han suscitado

en las últimas décadas en esta comunidad, las prácticas sociales se han venido transformando.

Conforme los hombres comenzaron a irse (modificación de circunstancias externas), las mujeres

tuvieron que salir al campo para conseguir el sustento de la familia (modificación de prácticas

sociales). El ver una mujer trabajando en el campo contrastaba con la imagen habitual, sin

embargo, se racionalizaba diciendo ―es solo en lo que regresa el marido‖ (modificación de

prescriptotes condicionales). Al paso de los años, conforme más mujeres se han venido

integrando al trabajo de campo, y el retorno de los hombres se ha convertido en una realidad

poco probable, el trabajo de campo se ha convertido en una práctica aceptable, y hasta

promovida, al grado que el rol de la mujer en dicha comunidad ha cambiado al de campesina

(modificación de prescriptores absolutos) (Giménez, 2007).

La propuesta del presente documento es que el surgimiento de la narcocultura en

Sinaloa, se puede explicar recurriendo al modelo propuesto por Flament (2004), esto es que la

narcocultura surge en Sinaloa para justificar o comprender la existencia del narcotráfico y sus

derivados en la entidad. La principal función de las RS es hacer familiar lo abstracto

(Moscovici, 1984), es decir, son un referente que los grupos tienen para comprender su entorno.

La esencia de la propuesta de Flament (2004) radica en que el esquema mediante el cual se

entiende el mundo (RS) puede tolerar las incongruencias por un tiempo determinado, de no

63

restaurarse las condiciones a su estado original, en el cual el modelo (núcleo central) era

funcional, lleva a que las condicionantes aplicadas al modelo se normalicen.

Para poder aplicar este modelo a la narcocultura resulta indispensable ubicar ciertos

elementos que son compartidos por el narcotráfico y Sinaloa. Los estudios de Guevara Martínez

y sus colaboradores (Guevara Martínez et al., 2006; Guevara Martínez et al., 2007) referidos

previamente indican que el narcotráfico se ha normalizado en Sinaloa, al menos para lo

población más joven (menores de 30 años), este objeto es parte indisoluble de su realidad. Esto

no es el caso de las personas mayores encuestadas en el mismo estudio, para estos, la presencia

del narcotráfico se relaciona con otra actividad, la agricultura (Guevara Martínez et al., 2006;

Guevara Martínez et al., 2007). Este dato, permite suponer que la agricultura es el puente entre

el narcotráfico y Sinaloa. Sinaloa es un estado que se caracteriza por la actividad agrícola

(INEGI, 2009). El narcotráfico esta estrechamente ligado a la agricultura, al menos en México

los primeros productos del narcotráfico nacional fueron la amapola y la mariguana (Astorga,

2005), ambos productos agrícolas.

Sinaloa se ha dedicado a la agricultura por casi toda su historia, no es sorprendente que

entre los productos agrícolas de este Estado se encuentren la amapola (de la cual se obtiene el

opio) y la mariguana desde hace ya más de un siglo (Astorga, 2005). Durante los años 50’s, 60’s

y 70’s del siglo pasado comenzó un movimiento migratorio hacia los centros urbanos de

Sinaloa, estas fechas coinciden con el inicio de la persecución de productores y traficantes de

sustancias ilícitas (Astorga, 2005; Cervantes, 2002). En aquellos años, el narcotráfico, era

considerado como una actividad económica más, mientras que unos siembran maíz y tomate,

otros sembraban mariguana y goma (opio-amapola) (Lazcano y Ochoa, 1992), sin embargo, esto

era una actividad marginal realizada en la serranía, lejos de la ―civilización‖. Conforme estos

64

grupos sociales comienzan a llegar los centros urbanos, traen consigo sus costumbres y prácticas

sociales, entre ellas las relacionadas a la industria del narcotráfico (Cervantes, 2002). La

diferencia que expresan los sujetos de distintas generaciones (mayores de 50 años de edad y

menores de 30) en los estudios de Guevara et. al. (2006; 2007) ponen en evidencia el

movimiento de una situación extraña a la modificación de los prescriptores absolutos, o

elementos centrales de la RS (Flament, 2004). Las personas mayores de 50 años vivieron la

transición poblacional en Sinaloa, fueron testigos de la llegada de los narcotraficantes a sus

ciudades (circunstancia extraña), lo cual altero la dinámica en las ciudades (Cervantes, 2002).

La llegada de esta gente poco culta pero acaudalada en contraste con la gente de alcurnia de las

ciudades (Lazcano y Ochoa, 1992) (modificación de practicas sociales). En un primer momento

se tiene que explicar esta nueva situación, los narcotraficantes son como campesinos, bajados de

la sierra, un grupo distinto al urbano (modificación de prescriptores condicionales), por eso el

vinculo entre Sinaloa y el narcotráfico no es directo para estos sujetos, el narcotráfico es una

actividad más, pero no la única. El paso que da el narcotráfico a ocupar un lugar central en la RS

de los jóvenes en Sinaloa, tiene que ver con que estos no vivieron la llegadas de los

narcotraficantes, ellos crecieron conviviendo con esta realidad, por tanto no es una situación

extraña, la presencia de los narcotraficantes en Sinaloa desde los 70’s y 80’s ha sido constante

(Galindo Vásquez, 2002; Simonett, 2004b). A partir de lo anterior, la convivencia constante con

estos sujetos –narcotraficantes-, estas practicas sociales no pueden ser explicadas como una

condición en la representación, el narcotráfico y los narcos están, y son parte de la realidad

como lo expresa la RS de las personas menores de 30 años en Sinaloa (modificación de

prescriptores absolutos). Los narcotraficantes y el narcotráfico no podían seguir siendo

reducidos a la agricultura ante la realidad actual en Sinaloa, donde los narcotraficantes, como lo

65

refería el exgobernador del estado Juan Millán (citado por Blancornelas, 2006), se han

inmiscuido en todos los niveles de la sociedad sinaloense, ya no son actores externos, participan

en un amplia gama de la actividad sinaloense.

2.3.2 Las minorías activas o la influencia social minoritaria. Otra de las aportaciones al

campo de la psicología social realizadas por el fundador de la teoría de las RS, Serge Moscovici,

corresponde a la teoría sobre la influencia social minoritaria (Garrido & Álvaro, 2007). A

diferencia de la teoría de las RS, la teoría sobre la influencia social minoritaria se preocupa por

analizar los fenómenos relacionados con el cambio y la innovación social. Previo a explicar la

propuesta de Moscovici sobre la influencia minoritaria (Moscovici, 1981), es conveniente

detenerse en el concepto de influencia social.

Con el término influencia social se designa un amplio campo de investigación que incluye

el estudio de la forma en que se construyen las normas sociales, la conformidad social, la

persuasión y el cambio de actitudes, los efectos del poder y la sumisión, la obediencia a la

autoridad y la influencia social de las minorías. (Garrido & Álvaro, 2007, p. 229)

De la serie de fenómenos que se estudian en el campo de investigación de la influencia social se

aprecia que el fenómeno introducido por Moscovici figura al final de dicha lista. Lo anterior se

debe a que por mucho tiempo la influencia social consideró a las minorías como receptoras de

influencia, no como fuentes.

El interés por la influencia social nace en los años 40’s del siglo pasado con los trabajos

de Sheriff (Garrido & Álvaro, 2007). A través de sus experimentos, Sheriff sentó las bases que

permitieron conocer la fuerza que ejercen los grupos sobre los individuos. Sheriff, encontró que

ante ciertos estímulos los sujetos emiten opiniones individuales que basan en su propia

experiencia con el estímulo, pero al momento de externar estas opiniones en una condición

66

social, los sujetos modificaran sus apreciaciones de tal forma que estas se aproximen a las del

grupo. Asch irá aún más lejos que Sheriff al proponer que el grupo es capaz de incitar al

individuo a actuar de forma contraria a sus creencias y actitudes, lo cual no se debe a la

tendencia a la imitación, sino a la tendencia a reducir la contradicción entre dos posturas fiables:

la percepción del sujeto y las valoración de los otros (Garrido & Álvaro, 2007). Los trabajos

desarrollados en la línea de los de Asch y Sheriff se encuadran en lo que se ha denominado

influencia mayoritaria, que básicamente se sostiene en el supuesto que la superioridad de la

mayoría legitima sus opiniones como verdaderas ante las minorías, quienes se ven obligadas a

acatar la norma mayoritaria o quedar excluida del grupo.

Similar a la propuesta de influencia mayoritaria se sitúan los trabajos de Milgram sobre

la obediencia (Garrido & Álvaro, 2007). Los trabajos de Milgram se centraron en la influencia

que ejerce una figura de autoridad o de poder en relación a un individuo que no goza de dichos

atributos. El ya famoso experimento de las descargas eléctricas de Milgram4 ilustra que ante las

instrucciones de una figura legitimada como conocedora o con autoridad, el sujeto obedece las

indicaciones incluso cuando estas vayan en contra de sus valores y creencias (Garrido & Álvaro,

2007).

El común denominador de ambas posturas hasta aquí expuestas radica en una

concepción pasiva y sumisa por parte de la minoría, quien carente de autoridad, fuerza o

legitimidad se ve obligada a reducirse a acatar las normas del líder o la mayoría. La propuesta de

Moscovici sobre las minorías activas surge en un momento en el que la influencia social se veía

4 El investigador indica al sujeto que ha de presionar un botón que activa una descarga eléctrica a otro sujeto

(cómplice del investigador) cada que este emita una respuesta incorrecta. Se encontró que pese al aparente

sufrimiento del cómplice ante las descargas eléctricas los sujetos activaron la descarga cada vez que se los indico el

experimentador. (Garrido & Álvaro, 2007; Guimelli, 2004; Moscovici, 1981)

67

dominada por la postura anterior, a la cual Moscovici denomina funcionalista y contrapondrá su

propio modelo, el cual denomino genético. (Acosta Ávila, 2006; Moscovici, 1981)

La propuesta de Moscovici no pretende negar las aportaciones realzadas desde el

enfoque funcionalista, sino introducir elementos que han sido omitidos del estudio de la

influencia social y han derivado en una aproximación limitada a ciertos fenómenos sociales

(Laurens, 2007; Moscovici, 1981). La tabla que aparece a continuación ilustra las características

de ambos modelos.

Tabla 1. Comparación entre el modelo funcionalista y el modelo genético (Moscovici, 1981, p.

261)

Modelo Funcionalista Modelo genético

Naturaleza de las relaciones

entre la fuente y el blanco

Asimétricas Simétrica

Objetivos de la interacción Control social Cambio social

Factor de interacción Incertidumbre y reducción de la

incertidumbre

Conflicto y negociación del

conflicto

Tipo de variables

independientes

Dependencia Estilos de comportamiento

normas determinantes de la

interacción

Objetividad Objetividad, preferencia,

originalidad

Modalidades de influencia Conformidad Conformidad, normalización,

innovación.

Moscovici comienza a trabajar los fenómenos de innovación y cambio social durante los

años 60’s (Acosta Ávila, 2006; Moscovici, 1981), las ideas que eventualmente culminaran en la

propuesta de las minorías activas se anteceden a los movimientos sociales minoritarios que

marcaron las década de los 60’s y 70’s, serán precisamente estos movimientos los que le brinden

las herramientas a Moscovici para corroborar sus supuestos. La idea base de la propuesta de

Moscovici (1981) y quizás lo que más le distingue de la propuesta funcionalista, radica en la

relación que se establece entre la minoría y la mayoría en relación a las posibilidades de ejercer

68

influencia. Mientras que para el modelo funcionalista la minoría solo puede ser receptora de

influencia, Moscovici propone que tanto la mayoría como la minoría pueden ocupar el rol de

fuente o receptor de influencia social, es una relación simétrica (Moscovici, 1981)

Para Moscovici (1981), minoría no se refiere al número de personas que integran dicho

grupo, sino a la distribución del poder entre los diversos grupos que integran un conjunto social.

La minoría es un grupo que ha quedado marginado o imposibilitado para alcanzar el poder. Por

ejemplo, las mujeres, los niños y los ancianos son considerados minorías, sin embargo, esto no

significa que el 50% más 1 de la población mundial sean hombres jóvenes. Esta denominación –

mayoría vs. minoría- establece es una relación de poder. En el enfoque funcionalista esta

condición implicaba nula capacidad para ejercer influencia, Moscovici propondrá que ni el

poder, ni el prestigio social (otro elemento relacionado con la mayoría o el líder) son necesarios

para ejercer influencia, especialmente en los casos de innovación o cambio social.

El interés de Moscovici al proponer su teoría sobre la influencia minoritaria radica en

atender el fenómeno del cambio social o la innovación, es decir, la transformación de los valores

y convicciones sociales establecidas. Tradicionalmente, bajo el enfoque funcionalista, se asumía

que el cambio social se originaba desde la posición del poder, desde el líder, quien a través de

prestigio y legitimidad social tenía el poder de cambiar la dirección del grupo. Se suponía

también, que desde la cúspide social donde se encontraba tendría mayor visión de las

necesidades de cambio (Moscovici, 1981). Moscovici (1981) establece que tal supuesto es

erróneo, la posición del líder o grupo mayoritario al interior de conjunto social más allá de

permitir una mayor visión de la realidad social más amplia, la limita. Tanto el líder como

aquellos que ostentan el poder en un conjunto social determinado, gozan de dicho poder debido

a la estructura y normas establecidas en el grupo, atentar contra dichas normas, implicaría un

69

atentado contra el status que gozan. De tal suerte, solo aquellos grupos marginados, excluidos,

es decir las minorías, tienen la posibilidad de percatarse e introducir alternativas al modelo

social vigente (Moscovici, 1981).

El rasgo distintivo de las minorías estudiadas por Moscovici (1981) es el calificativo de

―activas‖: las minorías del modelo funcionalista eran pasivas, las de la propuesta de Moscovici

son activas. Una minoría activa es una minoría visible. En este sentido, Moscovici (1981)

distingue dos tipos de minorías: las nómicas y las anómicas. Las minorías nómicas tienen un

conjunto de normas o códigos que las unen, que las representan, presentan una alternativa al

modelo social de la mayoría; mientras que las minorías anómicas, son un grupo que carece de

estos elementos, no tienen una alternativa al modelo social existente, simplemente no lo

comparten.

Solo la ausencia o la presencia de una posición precisa, de un punto de vista coherente, de

una norma propia, determina lo que transforma a la minoría en una fuente o blanco de

influencia. Dicho de otro modo, es el carácter nómico o anómico de un grupo social lo que

importa, y no el hecho de ocupar o no una posición de poder o de constituir o no una

mayoría.(Moscovici, 1981, p. 120)

A su vez Moscovici (1981) distingue las minorías nómicas en ortodoxas y heterodoxas de

acuerdo a las características de las normas que proponen. Lo ortodoxo se refiere a que la

propuesta de la minoría encaja con los lineamientos y parámetros de la mayoría, no hay una

distancia entre ambas posturas, es pro-normativa. Lo heterodoxo por otro lado, corresponde con

una postura que se aleja u opone a la norma mayoritaria, es ajena a los parámetros de la

mayoría, es contra-normativa. Ambos tipos de minorías pueden ejercer influencia bajo distintas

características. Por lo general, es más sencillo que la minoría ortodoxa ejerza influencia en el

70

grupo, dado que su alternativa se mantiene en los linderos de lo conocido. La minoría

heterodoxa, por otro lado, puede ejercer influencia en virtud de que pone de manifiesto aspectos

de la realidad social que el grupo quisiera negar pero a la vez le son atractivos.

En este momento resulta pertinente introducir el fenómeno del narcotráfico y la

narcocultura a la actual discusión. En el subapartado anterior, se presento una alternativa de

explicación para dicho fenómeno, esta fue: que el narcotráfico a lo largo del tiempo fue

convirtiéndose en parte de la cotidianeidad sinaloense, de tal modo, que fue necesario adaptar la

RS para que las nuevas prácticas y realidades sociales resultase comprensible para los sujetos.

La narcocultura desde dicho enfoque, puede ser entendida como una transformación en la

representación social, se acepta y admira el narcotráfico y a los narcotraficantes por su

constancia en el entorno. La propuesta de las minorías activas puede ser otra alternativa de

explicación de este fenómeno.

Los narcotraficantes pueden ser considerados como un grupo social específico, dado que

demográficamente no representan un alto porcentaje de la población y que su actividad los sitúa

por fuera del marco de la legalidad, enfoque mayoritario, es permisible considerarlos una

minoría. ¿Son una minoría activa o pasiva, o más bien, nómica o anómica? Las cifras ya

referidas en distintas ocasiones a lo largo del documento (por ejemplo Terra, 2009) son un

indicativo de que son un grupo visible. Sin embargo, el carácter nómico o anómico se refiere a

la presencia o ausencia de una norma, código o sistema de creencias. En relación a esto, basta

señalar que la primera connotación del término narcocultura se refiere precisamente a la

producción cultural de los narcotraficantes, a: su música, creencias religiosas, costumbre,

vestimenta, arte, etc. (Alarcón, 2007; Córdova, 2007; Dávila, 2009; Díaz Sánchez, 2006; Flores,

2008; Lara, 2004; Le Bot, 2006; Lugo Palencia, 2000; Ovalle, 2005; Simonett, 2006; Velarde,

71

2007; Vértiz de la Fuente, 2009a, 2009b, 2009c), todos estos elementos característicos de los

narcotraficantes brindan el carácter nómico al grupo.

Durante mucho tiempo se ha catalogado a un gran numero de individuos en categorías

desvientes, se les ha tratado como objetos, peor aún, como residuos de la sociedad normal.

Desde hace poco tiempo, estas categorías se transmutan en minoráis activas, crean

movimientos colectivos o participan en su creación. En otras palabras: ciertos grupos que

eran definidos y se definían a si mismos, generalmente, en términos negativo y patológicos

frente al código social dominante, se han convertido en grupos que poseen su propio

código y, además, lo proponen a los demás a titulo de modelo o de solución de recambio.

(...) Frente a estos grupos vemos de modo concreto cómo la psicología de los desvientes se

metamorfosea en psicología de las minorías activas, cómo individuos marcados por la

anomia engendran su propia nomía. (Moscovici, 1981, pp. 23-24)

Los narcotraficantes son entonces una minoría nómica, han generado su propia nomía ¿Cuál es

la característica de su sistema de normas, ortodoxo o heterodoxo? Quizás para responder a esta

interrogante sea pertinente centrar la pregunta en un contexto específico. A nivel nacional,

quizás sea posible afirmar que los narcotraficantes presentan una alternativa heterodoxa, ya que

su ley, su vida, su modus operandi contradice abiertamente al del Estado, norma mayoritaria.

Sin embargo, si se considera esta interrogante en el contexto sinaloense, la respuesta no es tan

sencilla.

Al igual que el resto de los estados de la República Mexicana, Sinaloa esta sujeta a las

leyes que emanan de la Constitución, por tal motivo, el narcotráfico es tan penado y delito en

Sinaloa como lo es en el resto del país, al menos en papel. Pero, en palabras de Nery Córdova ,

Sinaloa tiene una ―historia negra‖ que la une al narcotráfico (Córdova): el narcotráfico ha

72

existido desde los inicios del siglo pasado, la mayoría de los grandes capos de la droga son de

origen sinaloense, etc. (Astorga, 2005). Esta evolución conjunta del ―negocio‖ y de Sinaloa ha

llevado a que la línea divisora entre los narcotraficantes y lo sinaloenses se vuelva un poco

difusa. El estereotipo del narco corresponde a un tipo bronco, aguerrido, altivo, festivo, valiente,

amiguero, que gusta de la banda, franco, el problema es que estos rasgos estereotipan también a

los sinaloenses (Córdova, 2007; Simonett, 2004b). Estos rasgos compartidos con el grupo de

referencia, en este caso los sinaloenses, permiten suponer que la cultura propuesta por los

narcotraficantes, es en muchos aspectos similar a la que ya comparten otros sinaloenses que no

son narcotraficantes. Por tal motivo, se puede nombrar a los narcotraficantes como una minoría

nómica ortodoxa, que, de acuerdo con Moscovici (1981), es el tipo de minoría activa que

ejercerá mayor influencia social.

Pero ¿en qué radica que una minoría pueda ejercer influencia sobre un grupo? El factor

que determinara el impacto de la influencia social, su eficacia se denomina estilos de

comportamiento (Moscovici, 1981; Mugny & Papastamou, 1986). Se distinguen cinco estilos de

comportamiento que puede asumir la minoría: esfuerzo, autonomía, consistencia, rigidez y

equidad. Cada uno de estos estilos de comportamiento tendrá menor o mayor eficacia en ejercer

influencia social en distintas circunstancias. Para el caso de la narcocultura, en este caso su

connotación más amplia, la que refiere a la aceptación del narcotráfico por parte de una

comunidad que no es parte de la minoría que practica dicha actividad –en este sentido se ve

como resultado de la influencia social de los narcotraficantes en el grupo de los sinaloenses- los

estilos de comportamiento más evidentes son el de la autonomía y la consistencia. La autonomía

se refiere a la capacidad del grupo minoritario de mantener sus posturas independientemente de

las presiones ejercidas por la mayoría o de la amenaza de marginación social, se refleja una

73

convicción en la forma que la minoría ha desarrollado para comprender e interactuar con el

mundo social y material La consistencia, se refiere como lo indica el nombre, a la estabilidad

que muestra la minoría, su forma constante de responder a las demandas sociales (Moscovici,

1981).

Finalmente, la propuesta de Moscovici (1981) señala tres modalidades de influencia: la

conformidad, la normalización y la innovación. De estas tres, la más adecuada para desarrollar

una explicación del fenómeno de la narcocultura es la normalización. De acuerdo a la

descripción de Moscovici (1981), la normalización ocurre cuando existe una pluralidad en

relación a la visión del objeto, es decir, tanto la postura minoritaria como mayoritaria puede ser

valida. En estos casos la alternativa es el consenso. Nuevamente, si se observa al narcotráfico en

un plano nacional, resulta difícil argumentar que la alternativa sea igualmente valida que la del

Estado, pero al situarse en la realidad sinaloense, la situación es distinta. La ilegalidad del

narcotráfico se sostiene en el supuesto que esta actividad representa un daño para la ciudadanía

(Presidencia de la Republica, 2007), sin embargo, en Sinaloa, se tiene conocimiento que en

diversas comunidades, son los narcotraficantes los que han llevado los servicios que le

competen al gobierno, tales como la luz, agua, pavimentación e incluso iglesias (Andrade

Bojorges, 1999; Cantarell Gamboa, 2002; Dávila, 2009; Simonett, 2004b). Por tal motivo, con

ese tipo de acciones filantrópicas, resulta difícil que la comunidad asuma como cierta la postura

de un gobierno que pocas veces muestra interés por las necesidades más apremiantes del pueblo.

Por otro lado, las acciones violentas del narcotráfico atentan contra su supuesto interés en el

bienestar de los otros. Ante esa situación, posturas encontradas entre la minoría y la mayoría, la

única alternativa viable es el consenso (Moscovici, 1981), sin embargo, el fenómeno al que se

hace alusión aquí presenta pocas posibilidades de que ambas partes involucradas lleguen a un

74

punto en común. Mientras tanto la población se ve inmersa entre dos posturas, en una

ambivalencia que lleva a que el narcotráfico se vaya filtrando a otros espacios sociales, tales

como la educación, como se pretende demostrar en el presente documento.

2.4 Factores sociocognitivos que influyen en la escuela. .

La intención del presente apartado es ilustrar los distintos componentes socioculturales y

sociocognitivos que impactan al fenómeno educativo. La finalidad de esto radica en establecer

un vínculo entre la narcocultura y la interacción e ideas que los alumnos de bachillerato

expresan sobre la escuela. Dicho de oto modo, brindar los referentes que indican que las

condiciones socioculturales circundantes al centro educativo, influyen en este, por tal motivo, si

la narcocultura es uno de estos elementos, es posible suponer que también impactará de algún

modo a los fenómenos educativos antes mencionados. Para tal motivo, se realiza una breve

descripción del enfoque ecológico en relación a los fenómenos educativos, para posteriormente

abordar elementos sociocognitivos y socioculturales que repercuten en la forma en que el

alumno valora e interactúa con la escuela.

2.4.1 La postura ecológica en educación.

La educación es la vía general mediante la cual la sociedad

procura que sus miembros adquieran la experiencia social

históricamente acumulada y culturalmente organizada, y es

también el mecanismo a través del que plantea, construye y

modifica el proyecto de sociedad a que aspira (SEP, 2001)

La educación tiene dos funciones primordiales: transmitir y transformar. Ambas

funciones refieren a un contexto social específico en el cual cada sistema educativo se encuentra

inmerso. Los conocimientos, valores, costumbres, prácticas y demás elementos que transmite

formalmente la escuela, son aquellos que la sociedad en conjunto, a través de sus dirigentes, ha

denominada relevantes o útiles para el funcionamiento y continuación de la misma. Tienen un

75

origen que va más allá del centro educativo en cuestión. Por otro lado, la transformación de la

sociedad, el cuestionamiento de los referentes establecidos, obligadamente requiere el

conocimiento de los mismos para poder argumentar la necesidad de su cambio. Por tal motivo,

como afirma Gilly (1986) ―(…) las interacciones que producen el cambio por educación no

tienen lugar en un vacío social.‖. Es esta básicamente la postura que sostienen los modelos

ecológicos en la educación (Hernández Blasi, 1996a; Pérez Gómez, 1997).

Los modelos ecológicos sostienen que el desarrollo de los sujetos debe ser entendido

como un proceso en el cual el sujeto participa activamente en diversos entornos, cada uno de los

cuales influye de manera distinta en el sujeto (Hernández Blasi, 1996a; Papalia et al., 2001). Lo

importante no es conocer propiamente las características específicas a cada contexto o entorno

en el que se desenvuelve un sujeto sino comprender como se relacionan unos con otros, y como

el sujeto percibe cada uno de estos. Retomando una postura fenomenológica, los modelos

ecológicos defienden la interpretación que el sujeto hace de su realidad, de este modo, las

características objetivas del entorno salen sobrando y lo que interesa es la forma en la que el

sujeto las entiende (Hernández Blasi, 1996a).

En el contexto educativo, la postura ecológica asume que para comprender los

fenómenos al interior de una escuela, resulta imprescindible conocer las características del

entorno social en el cual esta se encuentra (Pérez Gómez, 1997). Se sostiene, que los elementos

que existan en el entorno ejercerán influencia en los procesos educativos que se susciten al

interior de cada institución educativa, pues una escuela no es un ente aislado de la sociedad que

la auspicia. En este sentido, es posible suponer que en un contexto dominado por la narcocultura

y el narcotráfico, estos elementos imprimirán su huella en los contextos educativos.

76

2.4.2 Elementos socioculturales y su peso en la interacción de alumno con la escuela.

El entorno social propiciara o limitara las posibilidades de ―educar‖ de cualquier sistema

educativo. Pese a que comúnmente se olvida por quienes se encargan de realizar las reformas a

los sistemas educativos, la relación escuela-entorno social se reconoce desde hace muchos años

(Gilly, 1986), por tal motivo existe una lista muy extensa de variable sociales que se han

relacionado a la actividad educativa.. Dado que la finalidad del presente apartado es ilustrar que

el entorno social influye en el contexto educativo, a continuación se mencionan someramente

algunas de las variables más estudiadas que realzan dicha influencia.

Quizás uno de los fenómenos socioculturales más relacionados a la educación es el nivel

socioeconómico. Un ejemplo de esto es la investigación realizada por Butti (2004) en la que

analizó la relación entre un medio social desfavorable y el fracaso escolar. Para este autor,

resulta imposible entender el fracaso escolar considerando únicamente variables intrínsecas al

alumno, resalta que la estructura de la institución, la formación de los docentes, la propuesta

pedagógica, entre otras cosas, influyen en el éxito o fracaso de un alumno; y que precisamente

estas variables son resultantes del contexto sociocultural en el cual el alumno, y también el

centro educativo se encuentran inmersos (Butti, 2004). Estos elementos propios de la institución

favorecen el éxito de cierto tipo de alumnos, aquellos que debido a su extracción

socioeconómica se encuentran más familiarizados con los lineamientos y estándares de las

instituciones educativas.

En una línea similar, Bernstein (citado por Gilly, 1986) señala que cada grupo social

promueve ciertos códigos lingüísticos que son utilizados de manera desigual por las clases

sociales: un código restringido y un código elaborado. El primero se refiere a aquel que es

particular a cada grupo social, donde se hacen presentes los modismos de dicho grupo, es más

77

ambiguo, y por lo general solo accesible y comprensible para los miembro de dicho grupo; el

segundo, el código elaborado, se refiere a elementos simbólicos clasificadores, que reflejan un

mayor bagaje cultural. De acuerdo a Bernstein, la escuela retoma el segundo código, del cual lo

alumnos que vienen de medios sociales desfavorecidos no tienen referentes, pues en su estrato

social de pertenencia no se utiliza dicho código. De este modo, desde el inicio, lo alumnos de

medio sociales desfavorecidos, tienen que superar la barrera del lenguaje, lo cual disminuye sus

posibilidades de éxito académico.

Sobre este ultimo punto Phalet, Andriessen y Willy (2004), indican que el fracaso

escolar puede atribuirse a la falta de congruencia entre la cultura del hogar y la cultura escolar.

Nuevamente quienes se ven más afectados por esta incongruencia son los alumnos que no

poseen en su entorno los elementos culturales que requiere la escuela. No tienen las mismas

herramientas un alumno que viene de un hogar donde ni siquiera se lee el periódico, que uno

que viene de un hogar donde se tienen alternativas de lectura.

El punto anterior lleva a uno de las temáticas más estudiadas en la lógica entorno social-

escuela: la influencia de los padres sobre las actitudes, acciones, representaciones, valoraciones,

desempeño, etc. de los alumnos en la escuela. Se ha encontrado que las concepciones que los

padres tengan sobre la escuela, como actividad y su relevancia para el futuro pesa sobre el grado

de motivación y compromiso que los alumnos tienen en las actividades escolares (Jutras &

Lepage, 2006). Del mismo modo para las familias que se encuentran socialmente desfavorecidos

(minorías), la escuela representa una oportunidad de movilidad social a través de sus hijos, y en

este sentido promueven que el alumno estudie (Gilly, 1993; Phalet et al., 2004; Pintrich &

Schunk, 2006; Sander et al., 2001; Torres Velázquez & Rodríguez Soriano, 2006)

78

Pese a que las familias de medios sociales desfavorecidos ven en la educación la

oportunidad de progresar y traten de promoverla como señalan los estudios antes citados, es

muy frecuente que las exigencias inmediatas de supervivencia los alejen de estas convicciones.

Volviendo al trabajo de Butti (2004), este señala que, una de las principales razones por las que

un alumno de medio social desfavorecido fracasa en la escuela es porque tiene la necesidad de

atender otras labores que son más urgentes que el trabajo escolar. Butti (2004) encontró que

muchos alumnos abandonan sus estudios porque se ven en la necesidad de aportar al sustento

económico del hogar, o bien atender a los hermanos menores ya que los padres tienen que

trabajar, tal y como lo indica Díaz Sánchez (2006, p. 451)

En estos casos [muchachos que deciden emigrar a E.U.] la escuela funciona sólo como un

contenedor temporal que les provee de una certificación mínima que les acredita un nivel

básico de estudios. El bagaje de contenidos que la escuela ofrece e impone, tiene poco

sentido para estos jóvenes. Esto, en parte, explica las actitudes de apatía y el poco interés

que muchos de ellos muestran por los estudios.

Ante las exigencias del entorno la escuela queda relegada a segundo plano, cuando no

desaparece por completo. El entorno demanda de los jóvenes algo que la escuela no puede

asegurar. Sobre esto Gimeno Sacristán (2003) hace una reflexión interesante, señala que la

escuela ha perdido una de sus principales funciones, la de garantizar un éxito en el mundo

adulto. La escuela justificaba su existencia a través de la promesa de que, por medio de la

educación se garantizaba un buen trabajo y por ende un mejor nivel de vida. Actualmente la

realidad es otra. El mundo adulto ha perdido su atractivo, ya que solo representa

responsabilidades, y el esfuerzo en la escuela no garantiza el éxito en el mundo fuera de esta,

este éxito depende de otros factores. Sin embargo, existe también la postura que en la

79

actualidad, un número importante de los jóvenes que deciden abandonar sus estudios no lo

hacen por necesidad, sino porque los ―distractores‖ presentes en el entorno llaman más su

atención que la formación académica (Guerrero Salinas, 2007; Velázquez Reyes, 2007).

Diversos autores coinciden en que esta falta de relación entre la escuela y la realidad social

como causa del desinterés de los alumnos por el trabajo académico (DeBacker & Nelson, 2000;

Lane, Manquardt, Meyer, & Murray, 1997; Rivas Flores & Calderón Almendros, 2002). Es

como si la escuela pretendiera existir por si sola ajena a lo que ocurre en el exterior.

Los procesos de interacción que ocurren al interior de la escuela influyen también en el

proceso educativo. En esta lógica la relación más estudiada es la que tiene que ver con la

relación maestro-alumnos. Las representaciones del maestro sobre el alumno, la practica

docente, la inteligencia, el niño, son temas que se han estudiado y se ha encontrado que influyen

en el proceso educativo (Butti, 1999, 2000; Domínguez Gutiérrez, 2003; Gilly, 1993; Martínez

Licona, 1995, 2009; Pérez Gómez, 1997). Se ha encontrado, entre otras cosas, que al dar clase el

profesor, no esta exento del bagaje cultural que trae acuestas, y de las ideas que sobre distintos

elementos tiene, las cuales influyen en la manera en la que se presenta ante el grupo. Lo anterior

es relevante, ya que uno de los elementos que más influyen en el éxito escolar de un alumnos es,

precisamente, la relación y el apoyo que perciba de los maestros (Lan & Lanthier, 2003; Lane et

al., 1997). Por tanto, si los profesores tienen ideas que no favorecen al alumno, este no sentirá el

apoyo y posiblemente pierda motivación para el trabajo académico.

Continuando con las interacciones sociales hacia el interior de la escuela, cabe resaltar la

interacción entre pares. Algunos estudios revelan que incluso cuando un alumno no va bien en la

escuela y carece de una buena relación con los maestros, mientras se mantenga de algún modo

ligado a la vida social de la escuela, es decir, al grupo de iguales, este hará un esfuerzo por

80

mantenerse estudiando (Lan & Lanthier, 2003). El grupo de iguales funge como una fuerza que

jala hacia dentro o hacia fuera de la actividad educativa. Butti (2004) señala que es más fácil que

un alumno que reprobó un grado escolar se recupere, y mejore su desempeño, si tiene un grupo

de iguales que lo apoyen en dicha actividad, incluso si son un grupo de amigos que reprobaron

grado juntos. Lo alumnos que se enfrentan solos a dicho reto tienden a perder interés por la

escuela al sentirse señalados y marginados del grupo (Butti, 2004).

Se han presentado una serie de elementos o variables socioculturales que influyen en el

desempeño, interés, motivación, permanencia del alumno en la escuela. Al momento de elaborar

el presente documento no se tiene conocimiento de estudios que se interesen por considerar al

narcotráfico o la narcocultura como una de las variables que intercedan en el proceso educativo.

Sin embargo, es posible extraer elementos de los estudios referidos para suponer, al menos

como hipótesis que el narcotráfico y la narcocultura ejercerán influencia, especialmente al ser,

como se ha demostrado en apartados anteriores un elemento dominante en el entorno social, En

el capítulo siguiente se presenta la propuesta mediante la cual se pretende establecer esta vía.

2.4.3 La teoría de la orientación de meta y la expectativa valor como referentes del

desempeño del alumno en el aula. Una vez discutido el peso que tiene el entorno social en los

fenómenos educativos es necesario considerar aquellos elementos que son particulares a los

alumnos, pues, el abordaje en el apartado anterior puede crear la falsa idea que el alumno es un

ente pasivo que responde a las diversas variables socioculturales al interactuar con la escuela. Si

bien, retomando los planteamientos de los modelos ecológicos recién expuestos, no es posible

separar al sujeto de los diversos entornos en los que interactúa, es interesante considerar

elementos más intrínsecos (y no por ello menos sociales) al alumno. De este modo, el presente

81

apartado aborda dos propuestas teóricas sobre la motivación que tienen que ver con las

finalidades que el alumno busca de su proceder académico.

Ambas propuestas teóricas que se discuten en este apartado se refieren de algún modo a

las metas, las metas se refieren ―(…) a la fijación de estándares de ejecución cualitativos o

cuantitativos (Locke y Latham, 1990).‖ (Pintrich & Schunk, 2006, p. 160). Las metas son

entonces una serie de elementos, objetivos o subjetivos que establece un sujeto, y de acuerdo al

mismo texto ―El establecimiento de metas es un proceso motivacional importante (Bandura,

1988, 1997; Schunk 1989a)‖ (Pintrich & Schunk, 2006, p. 160). El principio detrás de ambas

teorías es que cuando un alumno define lo que quiere es más probable que se motive a lograrlo,

en lo que refiere a la escuela y lo académico, si sus metas corresponden a estos elementos, el

alumno estará más motivado en la escuela.

La teoría de orientación de meta se enfoca particularmente sobre las metas académicas

(Pintrich & Schunk, 2006). Para esta teoría, el tipo de meta que un alumno tenga en relación a lo

académico influirá en su desempeño escolar, de este modo se distinguen dos orientaciones: las

metas de dominio y las metas de ejecución. Las primeras se refieren a aquellos estudiantes que

buscan en el aprendizaje por el aprendizaje en sí, su motivación radica en el adquirir un dominio

o conocimiento de un área del saber. Las metas de ejecución están más relacionadas con la

deseabilidad social, los alumnos ven en lo académico la oportunidad de sentirse superiores a

otros, de demostrar su intelecto o capacidad, la satisfacción nace del reconocimiento del otro

(Pintrich & Schunk, 2006). Se puede apreciar en esta distinción que el valor que lo académico

tiene para los alumnos es también distinto a partir de la orientación de meta que establezcan.

La teoría de la expectativa-valor resulta aún más interesante para los fines de la presente

investigación. Esta teoría establece que la motivación de un sujeto en la realización de una

82

actividad específica depende del peso o valor que esta acción tenga en relación a la consecución

de una meta futura (Pintrich & Schunk, 2006). Dicho de otro modo, si el sujeto considera que lo

que esta haciendo hoy le beneficiará en algo que espera conseguir en el futuro, estará más

motivado a seguir realizando la acción presente. Llevando esto al terreno educativo, aquel

alumno que considere que la formación académica es relevante para obtener lo que quiere en la

vida, imprimirá mayor esfuerzo y dedicación al trabajo académico presente.

Ambas teorías establecen que lo que el alumno quiere a futuro, impacta en la forma en la

que este interactúa con la escuela. Esta idea se retoma en la fase 2 del diseño metodológico, que

explora los patrones de éxito de los alumnos, los cuales se refieren a aquellos elementos que los

alumnos señalan como significativos en relación a la visión de su futuro.

83

CAPÍTULO III

MÉTODO

El presente capítulo tiene la finalidad de plasmar el diseño de la investigación del

presente estudio. En las páginas siguientes se detalla la estructura metodológica del estudio,

haciendo énfasis de los objetivos específicos en cada fase de la investigación, el procedimiento

de recolección de datos, los parámetros de validez y confiabilidad de cada uno de los

instrumentos o técnicas utilizadas, etc. En resumen, se plasman los recursos y estrategias

mediante los que se abordó el objeto de estudio del presente trabajo. El capítulo se compone de

tres partes: en la primera se detallan las características de los contextos donde se llevó a cabo la

investigación. A continuación se presentan los objetivos, preguntas de investigación, hipótesis y

se mencionan las técnicas empleadas para la recolección de información de cada fase,

condensadas en la Tabla 2. Por último en la tercera parte, se detallan los procedimientos

llevados a cabo en cada fase.

3.1 Características del contexto.

La presente investigación es evaluativa de tipo comparativo, por tal motivo ésta se

realizó en dos contextos distintos, a saber, Culiacán, Sinaloa y San Luis Potosí, S.L.P. Pese a las

múltiples diferencias entre ambos contextos, la presente investigación se centra únicamente en

las características de estos entornos que refieren a los elementos destacados en el estudio: la

narcocultura y la escuela.

En relación al primero de estos elementos, la narcocultura, se mencionó ya con

anterioridad que este fenómeno esta estrechamente relacionado al narcotráfico, por tal motivo,

para establecer las características de cada una de las ciudades en relación a la narcocultura es

necesario establecer las diferencias que existen en relación al narcotráfico.

84

Sinaloa y el narcotráfico están estrechamente relacionados, por cuestiones geográficas,

políticas, sociales, económicas, climática e históricas el narcotráfico ha existido en Sinaloa por

alrededor de un siglo, incluso antes de que se le denominase de esa forma, el cultivo de drogas

ya era práctica común en este Estado (Astorga, 2005; Simonett, 2004b). Más allá de la presencia

de la actividad en el estado, desde los años 40’s del siglo pasado, ciertas familias sinaloenses

comienzan a apoderarse del naciente negocio. Los apellidos Quintero, Félix, Zambada,

Arellano, Carrillo, Guzmán, Fonseca entre otros, que desde aquellos años han dominado el

negocio de enervantes son de origen sinaloense (Andrade Bojorges, 1999; Astorga, 2005;

Blancornelas, 2006; Cervantes, 2002; Sierra, 2009a). Por el lado de San Luis Potosí, en lo que

se refiere al estado, la región Huasteca se ha caracterizado por la producción de mariguana, la

cantidad de plantíos y decomisos que han ocurrido en esta entidad a lo largo de la historia son

significativamente menores que los reportados en Sinaloa (Astorga, 2005). Aunado a lo anterior,

San Luis Potosí tampoco es señalado como fuente o lugar de origen de los líderes del crimen

organizado del país, en relación a esto basta señalar que hay un Cártel de Sinaloa, lo cual no se

aplica para San Luis Potosí.

En relación a la violencia e inseguridad relacionadas al narcotráfico, durante el 2008

alrededor de una de cada seis ejecuciones cometidas en el país ocurrieron en Sinaloa. La cifra

para el estado osciló en las 1000 ejecuciones (Martínez, 2009; Millán, 2009; Terra, 2009;

Universal, 2008). ¿Qué significa esta cifra? Significa que en Sinaloa se cometieron arriba de 83

ejecuciones por mes, lo que se reduce a cerca de 3 personas al día. Por cada 8 horas

transcurridas durante 2008, fue ejecutada una persona en territorio sinaloense. San Luis Potosí

reportó 19 ejecuciones relacionadas con el crimen organizado a lo largo de 2008, ocupando con

esto el lugar 23 en saldo rojo del país (Terra, 2009). La diferencia en las cifras es abismal, los

85

datos son claros en demostrar que el narcotráfico, y por tal motivo se puede suponer que la

narcocultura, esta mucho más presente en Culiacán que en San Luis Potosí.

En lo que se refiere a la escuela, las problemáticas resaltadas sobre el nivel medio

superior en el Capítulo 1 también se hacen presentes de forma distinta en cada uno de los

contextos estudiados en la presente investigación. Para el caso de Sinaloa, estadísticas de la

Secretaría de Educación Publica del Estado revelan que el 60% de los alumnos inscritos en

secundaria ―se quedan en el camino‖, es decir, no concluyen sus estudios hasta el nivel superior

(Valenzuela, 2008). Datos más recientes revelan que la eficiencia terminal en el bachillerato

para el Estado de Sinaloa es de 73% (Castro, 2009). En San Luis Potosí de acuerdo con las

estadísticas reportadas por el Gobierno del Estado, el panorama resulta más alentador. La

deserción escolar a nivel medio superior es de 13.8%, inferior a la media nacional que oscila

alrededor del 14.7% (Secretaría de Educación del Gobierno del Estado de San Luis Potosí,

2008).

A partir de estos datos se puede concluir que los alumnos sinaloenses y potosinos

interactúan de forma distinta con la escuela, del mismo modo, el narcotráfico es mucho más

evidente en Sinaloa que en San Luis Potosí. La propuesta metodológica que será descrita en los

próximos apartados se diseñó con la intención de identificar relaciones entre la presencia del

narcotráfico y la interacción con la escuela.

3.2 Diseño de investigación.

La presente investigación consto de un diseño de cinco fases, que se enlistan a

continuación:

Fase I. Estudio de niveles de ejecución y rendimiento de los alumnos de bachillerato.

Fase II. Exploración de patrones de éxito.

86

Fase III. La escuela para los estudiantes, aproximación a la representación social de

escuela

Fase IV. Percepciones del entorno.

Fase V. Concepciones de narcotráfico.

En la Figura 3 se esquematizan las fases que constituyeron el estudio en el contexto del

esquema que se propuso en el Capítulo 1. En este esquema se muestra la relación de las

diferentes fases con los elementos que constituyeron el objeto de estudio. De esta manera se

observa que la Fase 1 se ubica en la relación que se establece de la ―Escuela‖ al ―Joven-

Alumno‖, es decir, se estudia como los valores promovidos por la escuela han sido

interiorizados por los alumnos. La Fase 2 se sitúa en el enlace del ―Joven-alumnos‖ a la ―Forma

de entender e interactuar con el entorno social‖, los patrones de éxito de los jóvenes (como se

verá a continuación) representan la interiorización de la influencias del entorno proyectadas

hacia el futuro por los jóvenes. En este elemento se integran las apreciaciones del resto de los

elementos significativos del entorno. La Fase 3 correspondió al estudio de la representación

social de Escuela, por tanto esta fase se ubica en el enlace que va de la ―Forma de entender en

interactuar con el entorno social‖ a ―Escuela‖. La Fase 4, que se refirió a la identificación de los

elementos significativos del entorno social se encuentra en el enlace de la ―Narcocultura‖ al

―Contexto social‖, ya que el objetivo de esta fase fue determinar la presencia de este elemento

en el entorno social. Finalmente, la Fase 5 se sitúa entre, la ―Forma de entender e interactuar con

el entorno social‖ del joven y la ―Narcocultura‖, ya que en esta parte se indagaron las

concepciones de narcotráfico, que permitieron distinguir entre la presencia/ausencia de la

narcocultura.

87

Figura 3. Diseño de investigación en relación a objeto de estudio

Con la intención de sintetizar la descripción del diseño de la investigación, en la Tabla 2

se muestran los objetivos, hipótesis, técnicas e instrumentos utilizados y el tipo y cantidad de

sujetos que participaron en cada de las fases antes mencionadas. En apartados posteriores se

describen las características de las técnicas e instrumentos que se mencionan, el procedimiento

mediante el cual se recopiló la información buscada, y las cantidades de sujetos que fueron

requeridos en cada fase que se describe en la Tabla 2.

Contexto

Social

Narcotráfico

Narcocultura Escuela

Joven-

Alumno

Forma de entender e

interactuar con el

entorno social

Fase 5

Fase 1

Fase 2 Fase 3

Fase 4

88

Tabla 2. Diseño metodológico de la investigación

Fase Objetivos Preguntas de

investigación

Hipótesis Técnicas e

instrumentos

Sujetos

1 Determinar los niveles de ejecución al inicio

del bachillerato, y determinar su permanencia

durante el ciclo escolar. Establecer niveles

arbitrarios –alto, medio, y bajo- de acuerdo a

las características de cada centro.

Comparar la distribución de los alumnos en

cada nivel de ejecución para cada contexto

estudiado.

¿El nivel de ejecución

puede considerarse un

referente de la interacción

del alumno con la

escuela?

¿Existen correlaciones

entre el nivel de ejecución

y el desempeño a lo largo

del ciclo escolar?

El nivel de ejecución de un alumno al

ingresar al bachillerato no tendrá

variaciones significativas a lo largo del

periodo ordinario, dado que este nivel

refleja una interacción determinada,

resultado de una historia del alumno

con la escuela y la educación formal.

Análisis de

registros de

calificaciones

Alumnos de

bachillerato

2 Identificar qué elementos constituyen los

patrones de éxito (PE) de los alumnos de

bachillerato.

Determinar el peso que tienen elementos

relacionados con la formación académica en

dichos patrones de éxito.

Contrasta los PE de los alumnos de acuerdo a

su nivel de ejecución y lugar de residencia.

¿Cuáles son los elementos

que constituyen los PE de

los alumnos de

bachillerato?

¿Qué peso tiene la

formación académica en

el PE que tienen los

estudiantes de

bachillerato?

Los PE de los alumnos variaran de

acuerdo al nivel de ejecución.

A mayor nivel de ejecución mayor

relevancia de lo académico en PE.

Los PE se verán influidos por el

contexto social, por tanto al variar el

lugar de residencia, cambiaran las

características del PE.

Escala de

Generación

Libre de Ideas

por Jerarquía de

respuestas

Alumnos de

bachillerato

3 Identificar los elementos que constituyen la

representación social de escuela que tienen

los alumnos de bachillerato.

.

¿Cuáles son los elementos

que resaltan los alumnos

sobre la escuela?

Existirá una relación entre las

características de la representación y el

nivel de ejecución de los alumnos.

La representación social ―de escuela‖

variará de acuerdo al contexto social de

los alumnos

Entrevistas

semiestructurada

s

Grupos de

discusión

Alumnos de

bachillerato

89

Fase Objetivos Preguntas de

investigación

Hipótesis Técnicas e

instrumentos

Sujetos

4 Determinar cuales son los elementos más

relevantes en un entorno social de los

estudiantes y la población lega.

Conocer cuales son las características de los

elementos referidos por los sujetos, son

considerados negativos o positivos

Establecer la relevancia de los elementos

relacionados con el narcotráfico en la

totalidad de los elementos evocados por los

sujetos.

¿Cuáles son los elementos

relevantes en el entorno

social en el que se sitúan

los estudiantes?

¿Qué tipo de elementos

evocan los sujetos con

mayor facilidad en

relación a su entorno?

¿Qué tan significativos o

presentes se encuentran

los elementos

relacionados con el

narcotráfico en el entorno

de acuerdo a la

percepción de los sujetos?

Las características de los elementos

evocados por los sujetos -cantidad de

elementos positivos vs. cantidad de

elementos negativos- variarán al

considerar el lugar de residencia de los

sujetos

La referencia por parte de los sujetos a

elementos alusivos al narcotráfico será

más evidente en los sujetos de Culiacán

que en los de San Luis Potosí.

Entrevistas

semiestructurada

s

Grupos de

discusión

Cuestionario de

libre asociación

Alumnos de

bachillerato

Población

lega

5 Identificar las concepciones que los

estudiantes tienen acerca del fenómeno del

narcotráfico.

Categorizar estas concepciones de acuerdo al

grado de aceptación, rechazo o imparcialidad

que expresen en relación al narcotráfico.

Contrastar las características de las

concepciones de narcotráfico evocadas por

los estudiantes considerando el nivel de

ejecución de los alumnos, así como su lugar

de residencia.

¿Cómo conceptualizan y

explican el fenómeno del

narcotráfico los

estudiantes?

¿Qué relación existe entre

la forma en que los

estudiantes conciben el

narcotráfico y su

interacción con la

escuela?

Las concepciones de narcotráfico

evocadas por los estudiantes serán

distintas al considerar el nivel de

ejecución de los estudiantes -alto,

medio y bajo-, así como su lugar de

residencia (Culiacán / San Luis Potosí).

A menor nivel de ejecución de los

estudiantes más permisivas -positivas,

contra-normativas- serán las

concepciones sobre el narcotráfico,

inversamente, a mayor nivel de

ejecución, los estudiantes referirán

concepciones más punitivas-negativas,

pro-normativas- sobre el narcotráfico.

Los estudiantes de Culiacán evocaran

concepciones en mayor grado

positivas-permisivas que los

estudiantes de San Luis Potosí.

Entrevistas

semiestructurada

s

Grupos de

discusión

Escala sobre

concepciones de

narcotráfico

Alumnos de

bachillerato

90

3.3 Procedimiento

3.3.1. Fase 1. Análisis de los niveles de ejecución y rendimiento académico al inicio y durante

el bachillerato.

a. Población. En el desarrollo de esta fase se solicitó la participación del total de los

alumnos regulares inscritos al segundo y/o tercer semestre de bachillerato, (dependiendo esta

condición del momento en el que se realizó el trabajo pertinente a esta fase) de cuatro

instituciones educativas de nivel medio superior de las ciudades de Culiacán y San Luis Potosí.

En total participaron 582 alumnos de bachillerato en esta fase, los que se distribuyeron

como lo muestra la Tabla 3

Tabla 3. Distribución de alumnos en Fase 1

Lugar Pública Privada Total

Culiacán 267 44 311

San Luis Potosí 111 160 271

Total 378 204 582

La participación de los alumnos en esta fase fue de manera indirecta, dado que sólo se

analizaron los registros de las calificaciones de la evaluación de ingreso; promedio general de

secundaria; evaluaciones parciales y finales del primer semestre. Dicha información fue

solicitada a la administración de cada institución educativa mediante oficio (ver Anexo 1)

b. Escenario. El trabajo de esta fase se desarrolló en cuatro instituciones educativas

distribuidas de la siguiente manera:

Culiacán:

o 1 bachillerato público.

o 1 bachillerato privado.

San Luis Potosí.

o 1 bachillerato público.

91

o 1 bachillerato privado.

Con la intención de controlar, en la medida de lo posible una dispersión de los datos de

la variable de mayor peso analizada - entorno social del lugar de residencia- de los estudiantes,

se trabajó con instituciones educativas de características similares. Por este motivo, las

instituciones públicas de ambas ciudades son parte del mismo sistema del Colegio de

Bachilleres, por consiguiente, los planes de estudio, costos, tipo de población estudiantil a la que

atienden, fueron variables sujetas a la misma política educativa.

Para el caso de las instituciones privadas, resultó complicado encontrar instituciones

extremadamente similares entre sí. Ambas instituciones gozan de un buen grado de prestigio

social. La institución educativa privada de San Luis Potosí, goza de varias décadas de

trayectoria y presencia en la entidad, así como su afiliación a un organismo educativo

internacional, que es la Congregación Salesiana. La institución privada de la ciudad de

Culiacán, al menos a nivel bachillerato, tiene poca historia en la entidad, sin embargo, la

institución ofrece educación a nivel básica desde hace muchos años, fue la demanda de los

egresados de dicho nivel lo que promueve la creación del bachillerato. Actualmente, dicha

institución educativa es la única en la entidad que ofrece educación a nivel básico, medio, medio

superior, y superior. Los costos que implica la asistencia a ambas instituciones privadas, obliga

a que los alumnos enrolados en ellas pertenezcan a un nivel socioeconómico medio-alto, alto.

c. Materiales. Los materiales que se utilizaron para el desarrollo de esta fase fueron:

Computadora.

Impresiones de los registros de calificaciones de cada centro.

Programa estadístico SPSS, versión 15.0.

92

d. Técnicas de recopilación de información. La información de esta fase se obtuvo

mediante la revisión de datos estadísticos de cada Institución. Para obtener dicha información,

en primera instancia se remitió el proyecto de investigación a las autoridades de cada centro

para hacer de su conocimiento y solicitar autorización en donde les fue presentado:

Objeto de estudio, justificación y referentes teóricos.

Procedimientos de recolección de información que habrían de realizarse en distintos

momentos.

Solicitud de apoyo requerido por parte de la institución, tales como: registros con las

evaluaciones de ingreso (examen de admisión), de no contar con dicho dato se solicitaba

el promedio general de secundaria de cada alumno inscrito al segundo o tercer semestre

de bachillerato, así como los registros con las evaluaciones parciales del primer

semestre de bachillerato de los mismos alumnos.

Una vez obtenida esta información se procedió a vaciarla en bases de datos del programa

estadístico SPSS 15.0, construyendo una base de datos para cada institución educativa.

Concluido el vaciado de datos, se estableció un rango en la calificación base -evaluación de

ingreso o promedio general de secundaria-, derivado la calificación más baja y la más alta para

cada institución.

Posterior a esto se establecieron los niveles de ejecución. En un primer momento se trató

que los niveles de ejecución fuesen homólogos para las cuatro instituciones educativas, lo que

resulto complejo, dado que cada institución recurrió a distintos parámetros de evaluación de

ingreso, lo que derivó en que los resultados de los alumnos resultaban fuesen muy dispersos (2.8

a 10), dejando grandes bloques de calificaciones, los cuales se traducían en niveles de ejecución

extremadamente polarizados -densos en algunas instituciones y vacíos en otras-. Por tal motivo,

93

se optó por considerar cada institución educativa por separado. En función del rango particular

de cada institución, se establecieron ―arbitrariamente‖ 3 niveles de ejecución – bajo, medio y

alto -, dividiendo el rango de calificación base entre tres y, obteniendo tres rangos particulares.

Inferior correspondió al nivel bajo, el intermedio al nivel medio y el superior al nivel alto.

Mediante esta estrategia, la distribución de los alumnos de cada centro educativo en cada nivel

de ejecución resultó más equitativa. Sí bien, las calificaciones que expresan cada nivel de

ejecución en cada institución educativa son distintas, mediante esta estrategia se consideran las

particularidades de la población estudiantil que atiende a cada centro.

Una vez determinados los niveles de ejecución, se procedió a agrupar a los alumnos de

cada centro en cada nivel de ejecución. Posterior a esto se correlacionaron los niveles de

ejecución con las evaluaciones parciales a lo largo del periodo ordinario para determinar si

existían fluctuaciones a lo largo del semestre.

3.3.2. Fase 2. Identificación de los patrones de éxito de los estudiantes de bachillerato.

a. Población. En esta fase participaron un total de 206 alumnos de segundo o tercer

semestre de bachillerato inscritos a cuatro instituciones educativas de nivel medio superior en

las ciudades de San Luis Potosí y Culiacán. Los alumnos se distribuyeron como lo muestra la

siguiente tabla:

Tabla 4. Distribución de alumnos en fase 2

Pública Privada Total

Culiacán 63 35 98

San Luis Potosí 63 45 108

Total 126 80 206

Los alumnos que participaron en esta fase fueron seleccionados de manera aleatoria de

acuerdo con su nivel de ejecución. Se consideraron a todos los alumnos de cada nivel de

ejecución de cada centro, por medio de un sorteo se obtuvieron los nombres de quienes

94

participarían esta fase. El total de alumnos encuestados en cada centro se estableció tratando de

que la muestra representase al menos el 20% de la población estudiantil inscrita a segundo o

tercer semestre de cada institución educativa. En este mismo sentido, se trató que cada nivel de

ejecución estuviese equitativamente representado.

b. Escenario. El escenario en que se desarrollo esta fase fue distinto para cada una de las

cuatros instituciones de nivel medio superior seleccionadas. Para esta fase se solicitó que cada

institución facilitara un espacio y momento en el horario de clases para recopilar de manera

grupal la información. Cada institución facilito los siguientes espacios de acuerdo a sus propias

capacidades:

Culiacán:

o Bachillerato público:

Aula de clase desocupada en el momento de aplicación.

Dimensiones de aproximadamente 8m x 5m.

Ventanas en ambas paredes.

Ventiladores de techo.

Pupitres individuales, en condiciones parcialmente deterioradas.

Buena iluminación.

o Bachillerato privado.

Aula de clase desocupada en el momento de aplicación.

Dimensiones de aproximadamente 6m x 5m.

Ventanas en ambas paredes.

Aire acondicionado.

Escritorios, que sientan a dos alumnos cada uno.

95

Buena iluminación

San Luis Potosí

o Bachillerato público.

Aula de cómputo.

Dimensiones de aproximadamente 8m x 6m

Ventanas en una sola pared.

Ventiladores de techo.

Escritorios que sientan a 5 alumnos a la vez.

Buena iluminación.

o Bachillerato privado.

Aula de usos múltiples.

Dimensiones de aproximadamente 4m x 8m

Sin ventanas.

Pupitres individuales en buenas condiciones.

Buena iluminación.

c. Materiales. Los materiales que se utilizaron en la presente fase fueron los siguientes:

Escala de Generación Libre de Ideas por Jerarquía de Respuestas impresas en

hojas tamaño carta.

Lápices o bolígrafos.

Computadora.

Programa Microsoft Office Excel 2003.

Programa estadístico SPSS 15.0

96

d. Técnicas de recopilación de información. Los datos de esta fase se obtuvieron por

medio de la aplicación de una Escala de Generación Libre de Ideas por Jerarquía de Respuestas

(EGLIxJR) (Serrano & Zárate, 2004; Zárate & Serrano, 2004). Dicho instrumento se

fundamenta sobre el principio de la libre asociación, en el que se le pide al sujeto que evoque

cierta cantidad de ideas a partir de un término, concepto o idea inductora, definida esta última

por el investigador, lo cual representa la única manipulación que se realizará durante el proceso

de recolección de datos mediante este instrumento (Abric, 2004b). Lo anterior representa una

ventaja significativa con respecto a otras aproximaciones metodológicas (cuestionarios y

entrevistas), principalmente en la restricción y/o limitación dichas aproximaciones imponen al

sujeto a en el tipo o cantidad de respuestas que solicitan. La libertad que ofrece la EGLIxJR

permite suponer una aproximación más fiel a las ideas del sujeto en relación al objeto en

cuestión. El parámetro de medida bajo el que se cuantifica la información, es en función del

número de respuestas = Frecuencia, en primera instancia de manera individual y posteriormente

de forma grupal.

Pese a las bondades de este EGLIxJR, es necesario considerar también sus posibles

limitaciones. Las respuestas evocadas por un sujeto por medio de la libre asociación, expresan

únicamente una relación entre el término, concepto o idea inductora y el juicio evocado por el

sujeto. La libre asociación por si sola brinda una serie de ideas que tienen que ver, de acuerdo a

los sujetos, con el término inductor, sin embargo, no se sabe en que sentido están relacionados,

ni la importancia de dicha relación. El parámetro de frecuencia de respuestas permite identificar

los elementos significativos en relación al objeto, pero, no es posible asegurar que la frecuencia

de una respuesta sea equivalente a la importancia o peso que esta tiene en relación con la

representación del objeto en cuestión, es decir su centralidad (Abric, 2004b).

97

En este sentido, adquiere importancia lo alusivo a la jerarquización de ideas, o evocación

jerarquizada como lo nombra Abric (2003, citado por Uribe Patiño, Acosta Ávila, & Sánchez

Mayorga, 2007), que integra esta escala. Aunado a evocar ideas en relación al objeto en

cuestión, se le pide al sujeto que una vez evocadas todas sus respuestas, asigne un valor de

acuerdo a la importancia que cada una ellas tenga en relación a su percepción del objeto. En

otras palabras, secuenciarlas ordinalmente de manera ascendente o descendente a partir de otro

referente explicitado por la instrucción y generalmente vinculado a algún “adjetivo calificativo

y/o adverbio” de acuerdo con el contexto y el objeto que se explora (Serrano & Zárate, 2004;

Zárate & Serrano, 2004). De esta manera la jerarquización permite tener una idea más clara de

cuales son los elementos realmente significativos en la concepción del objeto en cuestión

(Abric, 2004b).

La jerarquización permite conocer la relevancia que los elementos evocados tienen para

los sujetos en relación al objeto o idea inductora, sin embargo, estos elementos son ideas aun

carentes de sentido, ―de razón de ser‖. La importancia de la idea evocada no permite conocer

cual es el significado o sentido que esta tiene en relación al objeto. Por este motivo se realizó

una modificación a la Escala de Generación Libre de Ideas por Jerarquía de Respuestas

originalmente propuesta por Zarate y Serrano (2004). Esta modificación radica en agregar una

instrucción más al sujeto, en la que se pide explique brevemente el significado de su respuesta.

Este referente adicional permite conocer el significado que la idea evocada tiene en relación al

término o idea inductora y a partir de esto construir categorías de respuestas.

La Escala de Generación Libre de Ideas por Jerarquía de Respuestas empleada, se

presentó en una hoja tamaño carta con las siguientes características (ver Anexo 2)

1. Datos de identificación institucional.

98

a. Facultad y programa que auspiciaron el trabajo de investigación.

b. Universidad de respaldó a la Facultad.

c. Logotipos correspondientes

2. Agradecimiento por participación.

3. Datos de identificación personal.

a. Fecha.

b. Sexo.

c. Edad

d. Grupo.

e. Escuela.

f. Grado.

g. Promedio. En este caso se le presentaron a los sujetos opciones correspondientes

a tres rangos de lo que se consideraría promedio bajo, medio y alto en el

bachillerato, a como lo expresaron docentes de este nivel.

h. Clave. Con el propósito de identificar a los alumnos en relación al nivel de

ejecución inicial.

i. Ingreso mensual. En este caso se presentaron opciones que tenían que señalar los

sujetos, los rangos comprendían de ingresos mensuales inferiores a un salario

mínimo, a ingresos superiores a 30 salarios mínimos.

4. Reactivo inductor.

5. Espacios predeterminados para las respuestas.

6. Espacio para comentarios adicionales y

99

7. Agradecimiento por la participación en el llenado de la encuesta.

La instrucción brindada a los sujetos estuvo constituida por un solo reactivo que incluyó

varios mandos tal y como se muestra a continuación:

“En la tabla que aparece a continuación, responde por columna a la vez. En

la columna A, escribe las expectativas, metas o aspiraciones que tengas para

tu vida, lo que esperas en un futuro. Solo escribe una expectativa por línea.

Posteriormente en la columna B, escribe una breve explicación de tu

expectativa o meta, ¿Por qué es importante para ti? Finalmente, en la

columna C, asigna un valor a cada una de tus respuestas de acuerdo al grado

de importancia que tienen para ti, asigna el número 1 a la expectativa o

aspiración que tu consideres más importante, el 2 a la siguiente en

importancia y así sucesivamente hasta que agotes tus respuestas, por favor

utiliza un valor por respuesta. En caso de que requieras más espacio utiliza el

reverso de la hoja.”

―(…) responde por columna a la vez.‖ Es la primera instrucción que recibieron los

sujetos. Esta tuvo la intención de reducir el posible sesgo de interpretación por parte del

investigador. El responder a cada una de las instrucciones de manera separada, condiciona a que

el sujeto que responde al instrumento, se especialice en su propia producción discursiva. Cada

instrucción, va demandando del sujeto una mayor profundización en las ideas que evocó

originalmente.

―(…) escribe las expectativas, metas o aspiraciones que tengas para tu vida, lo que

esperas en un futuro.‖ Este enunciado expresa la idea inductora del presente instrumento. El

objeto en torno al cual ha de centrarse el discurso del sujeto se refiere a la imagen del futuro. Se

100

le pide que evoque aquello que aspira alcanzar en su vida. Al momento de realizar la aplicación

del instrumento, se acompañó la lectura de este enunciado con dos aclaraciones: primero, que

evocaran la cantidad de ideas que cada uno de ellos considerará suficientes y que no

necesariamente tenía que llenar todos los espacios de la hoja, ni limitarse a ellos; y segundo, que

―futuro‖ se refería al ―tiempo que comenzaba mañana y acababa en su muerte‖. La intención de

estas dos instrucciones fue esclarecer los términos empleados en el instrumento y enfatizar en la

libre producción de ideas.

―En la columna B, escribe una breve explicación de tu expectativa o meta,‖ Esta

indicación pretendió que el sujeto reflexionara en torno a las ideas que evocó espontáneamente.

Se le pidió que diese una breve explicación de la respuesta en el sentido de justificar el por qué

tal acción o logro resultaba significativa para él/ella. Esta instrucción correspondió a la

modificación propuesta para la Escala originalmente elaborada por Zárate y Serrano (2004).

―en la columna C, asigna un valor a cada una de tus respuestas de acuerdo al grado de

importancia que tienen para ti, (…) por favor utiliza un valor por respuesta.‖ Finalmente, la

última indicación se refirió a la jerarquización de las respuestas. En este caso se hizo énfasis en

que el sujeto recurriese a sus propios parámetros para asignar la importancia a su respuesta, por

medio de esto se pretendió disminuir la influencia de la deseabilidad social, y mantener la

veracidad en las respuestas.

En esta indicación se realizó otra modificación a la propuesta original de Zárate y

Serrano (2004), en que se le permitía repetir valores, es decir, asignar un valor las veces que

quisiera si consideraba que las respuestas tenía el mismo grado de importancia. Considerando

que entre los objetivos de esta fase fue aislar la importancia de los elementos alusivos a la

formación académica, se forzó al sujeto a discriminar entre sus respuestas, aquellas que

101

verdaderamente considerase importantes. Por tal motivo se le exigió que asignara cada valor una

sola vez.

El tratamiento de los datos que se obtienen mediante este instrumento se describe a

continuación:

1. Vaciado de las respuestas emitidas por los sujetos a una hoja de calculo del programa

Microsoft Office Excel 2003. Se elaboró una hoja de calculo por cada nivel de

ejecución (alto, medio, bajo), y un documento por cada institución educativa (pública

Culiacán, privada Culiacán, pública San Luis Potosí, privada San Luis Potosí).

2. Análisis de sinonimia. Conversión de palabras evocadas a clave, de acuerdo a

similitud de las palabras. Se agruparon aquellas palabras que podías ser consideradas

sinónimos sin necesidad de un análisis de contenido. Por ejemplo: terminar la

preparatoria-terminar el bachillerato; hacer una carrera-estudiar una licenciatura;

tener mi propia familia-tener hijos, etc.

3. Frecuencia de respuestas. Cuantificación de la cantidad de veces que apareció una

respuesta por cada grupo considerado en el análisis.

4. Establecimiento de media de respuestas. Una vez vaciados los resultados, se

identificó la media de respuestas por sujeto para tomar este dato como referente para

el análisis del valor de las respuestas.

5. Asignación de valor de las respuestas. A partir de la media de respuestas evocadas

por los sujetos se estableció el número de respuestas que fueron consideradas para la

jerarquización. La media se retoma como valor base y a la vez este valor, se asignó de

102

manera inversa a la posición jerárquica del listado. Este valor correspondió en este

caso a la respuesta enunciada en el primer lugar.

6. Suma del valor total de cada respuesta.

7. Identificación de respuestas significativas. A partir del valor total (VT) para toda la

producción discursiva, se identifico cuales respuestas fueron las más reiteradas y/o de

mayor jerarquía, en base al porcentaje derivado del VT que aportaban.

8. Creación de categorías. A partir de la explicación brindada por los sujetos

encuestados se realizó un análisis de contenido, por medio del cual se agruparon en

categorías aquellos conceptos o ideas que refirieron temáticas afines.

9. Identificación del Factor de Densidad (FD) de las categorías. Se sumó el valor de las

respuestas que contenía cada categoría, luego se dividió entre el VT para obtener de

este modo el porcentaje que aportó la categoría al VT y de este modo se obtuvo el FD

de cada categoría.

10. Finalmente, se realizaron las comparaciones entre grupos pertinentes a las hipótesis

planteadas en esta fase.

La aplicación de la Escala de Generación Libre de Ideas por Jerarquía de Respuestas

para esta fase se llevó a cabo de manera grupal en el espacio y tiempo determinado por cada

institución educativa. Una vez reunidos los alumnos, se realizó una breve presentación del

investigador y la razón por la cual estaban reunidos en ese momento: Se les comentó a los

alumnos que habían sido seleccionados por sorteo, así que no existía ningún rasgo (positivo o

negativo) en ellos que los distinguiese del resto de sus compañeros. Se tuvo cuidado en

presentar explicaciones ambiguas durante el proceso para no inducir ideas a los alumnos.

103

Finalmente se les explicó que el interés del trabajo era conocer la opinión de los jóvenes en

torno a ciertos temas.

Se entrego la escala en formato de cuestionario, pidiéndoles que se abstuvieran de

responderla, leerla, o hacer algún comentario al respecto hasta que recibieran instrucciones de

parte del investigador. Antes de leer el instrumento, se explicó a los alumnos que era de extrema

importancia que no hicieran comentarios sobre sus respuestas a sus compañeros, pues esto

podría contaminar las ideas o alterar las respuestas de otros. Se hizo también énfasis en que

trataran de expresarse libremente, que el instrumento era anónimo, por consiguiente no se sabría

que respondió cada uno de ellos, además, el hecho de que mintieran en sus respuestas sería un

detrimento al trabajo pues no estaría captando la verdadera opinión de los jóvenes.

Concluidas las instrucciones previas, se pidió a los alumnos que llenaran los datos de

identificación. En lo que se refiere al promedio y el nivel de ingresos se les solicitó que

estimaran ambos en caso de no conocerlos de forma segura. Posterior a esto, se pasó a dar

lectura a la consigna del instrumento. Se dieron las explicaciones adicionales antes descritas

sobre la cantidad de respuestas a evocar y el concepto de futuro. Se enfatizó en que respondieran

por columna a la vez, y que respondieran de acuerdo a lo que ellos considerarán adecuado a su

visión del futuro. Se preguntó si existía alguna duda con las indicaciones, una vez aclaradas

estas se pidió a los alumnos que respondieran al instrumento.

Al finalizar el llenado del instrumento se les pidió que levantaran sus manos, para que el

investigador recogiese el instrumento. Se insistió en que se guardará silencio por respeto a los

compañeros que seguían respondiendo el instrumento. Concluida la recolección de los

instrumentos, se explicó de manera sintética el objetivo del trabajo y se pidió que expresaran

104

cualquier duda sobre el instrumento y/o los resultados. Posterior a esto se dieron las gracias por

la ayuda brindada y se les pidió que regresaran a sus aulas cuando fuese necesario.

El procedimiento fue muy similar en las cuatro instituciones educativas, en general, la

aplicación del instrumento se demoró entre 25 y 40 minutos, dependiendo de la cantidad de

alumnos.

3.3.3. Fase 3. La escuela para los alumnos. Aproximación a la representación social de

escuela;

a. Población. Originalmente, en esta fase se solicitó la participación de alumnos y

profesores de los centros educativos seleccionados. La recolección de información de esta fase

se llevó a cabo nuevamente mediante la aplicación de una Escala de Generación Libre de Ideas

por Jerarquía de Respuestas; la incorporación de dos estrategias cualitativas: entrevistas

semiestructuradas y grupos de discusión. Las tablas que aparecen a continuación muestran la

distribución de los sujetos en cada una de las modalidades.

Tabla 5. Sujetos que se les aplicó EGLIxJR en Fase 3

Lugar Publica Privada Total

Culiacán 0 0 0

San Luis Potosí 45 45 90

Total 45 45 90

Tabla 6. Distribución de sujetos entrevistados

Lugar Publica Privada Total

Culiacán 12 12 24

San Luis Potosí 6 0 6

Total 18 12 30

105

Tabla 7. Distribución de los sujetos participantes en los grupos de discusión.

Publica Privada Total

Grupo focal 1

Culiacán 9 6 15

San Luis Potosí 9 0 9

Total 18 6 24

Grupo focal 2

Culiacán 9 8 17

San Luis Potosí 7 0 7

Total 16 8 24

Total de sujetos 34 14 46

El total de los alumnos participante fueron sometidos a las tres técnicas de recolección

de datos, mientras que los profesores sólo participaron en las entrevistas. Sin embargo, debido a

dificultades que se presentaron durante el proceso de recolección de información se optó por no

solicitar la participación de los profesores. Los alumnos que participaron en esta fase fueron

seleccionados de la misma forma en la que se seleccionaron aquellos que participaron en la fase

precedente, por medio de un sorteo de acuerdo a su nivel de ejecución. Una vez seleccionados

los alumnos, se facilitó una copia con los nombres de los sujetos y bajo que modalidad

participarían. Para el caso de las técnicas cualitativas la lista mostró cuatro tablas: las primeras

dos refirieron a los alumnos que participaron en las entrevistas. La primera indicó los sujetos

seleccionados; la segunda los reemplazos en caso de inasistencia de alguno de los sujetos; la

tercera y la cuarta refirieron los nombres de los alumnos seleccionados para cada uno de los

grupos de discusión.

El número de sujetos que participaron en las distintas modalidades de recolección de

información en cada institución educativa varió por diversas cuestiones, las que serán abordadas

en el apartado sobre ―Técnicas de recopilación de información‖ de esta fase.

106

b. Escenario .Se solicitó a cada una de las instituciones que facilitaran un espacio donde

se pudieran realizar las entrevistas y los grupos de discusión, se pidió que estos espacios

permitieran cierto grado de privacidad y pocas distracciones para los alumnos. En este sentido

cada uno de los bachilleratos facilitaron espacios en la medida de sus posibilidades: Los

escenarios fueron los siguientes:

Bachillerato público Culiacán:

o Sala de estudio en biblioteca.

o Dimensiones: aproximadamente 3m x 3m.

o Localizada en el interior de la biblioteca del bachillerato, al fondo de la

misma.

o La división del aula y el resto de la biblioteca se logra por medio de un

cristal con su puerta.

o Al interior de la sala de estudio se encontraba una mesa y sillas.

o El aula tenía buena iluminación.

Bachillerato privado Culiacán:

o Aula desocupada al momento de la realización de la entrevista.

o Dimensiones: aproximadamente 3m x 6m.

o Localizada en la planta alta de la institución.

o Ventanas al fondo del aula.

o Doce escritorios que sientan a dos alumnos, sillas correspondientes a

dicho numero de escritorios.

o Buena iluminación.

Bachillerato público San Luis Potosí.

107

o Biblioteca.

o Ubicada en planta baja de la escuela.

o Dimensiones: aproximadamente 4m x 8m.

o Tres mesas de trabajo que sientan entre 8 y 10 alumnos.

o Escritorio para maestro o encargado de biblioteca.

o Libreros en dos de las paredes.

o Ventanas en paredes contrarias.

o Buena iluminación.

Bachillerato privado San Luis Potosí:

o Aula de usos múltiples descrita en fase anterior.

c. Materiales. En el desarrollo de esta fase se utilizaron los siguientes materiales:

Grabadora.

Sillas.

Mesa.

Guión para entrevista o gripo de discusión, impreso en hojas tamaño carta para el

uso del investigador.

Escala de Generación Libre de Ideas por Jerarquía de Respuestas impresa en

hojas tamaño carta.

Computadora.

Programa Reproductor de Windows Media.

Programa Microsoft Office Excel 2003.

Programa estadístico SPSS 15.0

Programa Microsoft Office Word 2003.

108

d. Técnicas de recopilación de información. La información de esta fase se recopiló

mediante: Escala de Generación Libre de Ideas por Jerarquía de Respuestas; entrevistas

semiestructuradas a profesores y alumnos; grupos de discusión con alumnos.

La Escala de Generación Libre de Ideas por Jerarquía de Respuestas, descrita en el

apartado ―Técnicas de recopilación de información‖ de la Fase 2, incluyó la siguiente inducción:

―En el espacio que aparece a continuación anota todas las frases o ideas que vengan a tu

mente al leer la palabra ESCUELA‖

Mediante esta estrategia se buscó obtener los elementos significativos en la

representación social de escuela de los estudiantes. Dicha Escala se aplicó únicamente en la

ciudad de San Luis Potosí, ya que los resultados que esta arrojó demostraron ser poco

sustanciales. Los alumnos refirieron principalmente elementos superfluos a la escuela, que no

permitieron rescatar juicios valorativos o creencias en torno a este objeto. A excepción del dato

sobre la “relación de la escuela o formación académica con un mejor nivel de vida”, que

permitió se plantease la Fase 2, el resto de la información fue poco significativa. A partir de

esto, se desarrollaron las entrevistas y grupos de discusión para profundizar en el concepto de

escuela y poder extraer elementos alusivos a la representación social de este objeto.

La entrevista considerada como la técnica de recolección de información de mayor

empleo en el campo de las ciencias sociales, parte del cuestionamiento de un sujeto o grupo de

sujetos en relación a un objeto determinado, y dependiendo de los objetivos para los cuales se

utiliza, varia el grado de estructuración en su configuración (Goetz & LeCompte, 1988). Pese a

su gran impacto en las ciencias sociales, de acuerdo a Abric (2004b), las entrevistas no son la

herramienta idónea para conocer la estructura de una representación social, ya que solo permiten

conocer los contenidos de la representación y no la relación entre los mismos. Sin embargo,

109

diversos autores han logrado demostrar lo contrario ya que esta técnica puede ser utilizada para

aproximarse a la estructura de una representación social (como ejemplo ver algunos trabajos que

aparecen en Rodríguez Salazar & García Curiel, 2007).

Por cuestiones de tiempo y espacio disponible de trabajo en los centros educativos, se

elaboró un solo guión de entrevista semiestructurada en la que se tocaron temas alusivos a las

tres fases metodológicas que concurren en esta técnica para recolectar sus datos (fases 3, 4 y 5).

En el proceso de construcción del guión se partió de temáticas generales que permitiesen

abordar los objetivos de las tres fases de manera sucesiva, es decir, tratando de que se

mantuviera una estructura fluida en la secuencia de los temas, de tal modo que el sujeto pudiese

desarrollar su discurso. Cabe señalar que la mayor parte de la entrevista se concentró en

temáticas destinadas a construir la representación social de escuela debido a que la entrevista

fue la estrategia primordial de recolección de información en esta fase, mientras que en las otras,

se utilizó como estrategia secundaria.

El guión completo de las entrevistas aparece en el Anexo 3 A continuación se enlistan

las temáticas generales, relacionadas con los objetivos de esta fase, abordadas en las entrevistas

con alumnos. Estos puntos fueron los referentes en torno a los cuales se buscó que los sujetos

construyeran su discurso. En ningún sentido expresan un orden o secuencia específica y

dependiendo del sujeto se adecuó el manejo de las temáticas, tratando siempre que el sujeto

lograra transitar de una temática a la siguiente de manera natural. Los temas abordados fueron:

Concepciones sobre la escuela.

Trayectoria escolar.

Situación actual del alumno en la escuela.

Influencia familiar en el desarrollo-formación académica de los alumnos.

110

Influencia del grupo de iguales en el desarrollo-formación académica de los

alumnos.

El valor de la escuela para la sociedad.

formas de interacción en la escuela.

Funciones de la escuela.

El desarrollo de las entrevistas con alumnos se plasma en la tabla que aparece a

continuación. Cabe recordar que las entrevistas empleadas fueron semiestructuradas, por tal

motivo, el esquema que se muestra a continuación varió ligeramente de sujeto a sujeto.

Tabla 8. Desarrollo de entrevistas a alumnos

Entrevista a alumnos

1. Saludo, presentación de investigador.

2. Explicación general de objetivo de su presencia en ese espacio.

a. Se informaba que desde unos meses atrás se venía realizando en

la institución un trabajo de investigación.

b. Se pedía su colaboración con dicho proyecto. (si aceptaba se

continúa, si no, se le daba las gracias por su tiempo y se le

pedía que regresase a su salón)

c. Se informaba que había sido seleccionado de manera aleatoria.

d. La información que brindase sería anónima.

3. Instrucciones

a. Se realizaría una entrevista sobre temas relacionados con los

jóvenes.

b. Se enfatizaba en la importancia de que se expresará libre y

honestamente, de otro modo los datos serían inútiles.

c. No hay respuestas correctas o incorrectas

4. Solicitud de permiso para grabar entrevista.

a. Se mencionaba que la grabación sería únicamente escuchada

por el investigador y su finalidad era conservar la totalidad de

las ideas expresadas.

5. Inicio de la entrevista.

6. Cierre.

7. Agradecimiento.

111

Con excepción de dos casos, la totalidad de los alumnos seleccionados para las

entrevistas accedieron a participar en ellas y además que la conversación fuese grabada. En

promedio las entrevistas a los alumnos oscilaron entre los 25 y 80 minutos.

La tercera estrategia de recopilación de información empleada en esta fase fue los grupos

de discusión. La técnica de los grupos de discusión surge en los años 20’s del siglo pasado en el

campo de la mercadotecnia, como un procedimiento para probar la apertura del mercado a

nuevos productos y/o bien, para identificar necesidades de los consumidores (Suárez Ortega,

2005). Gradualmente, se incorpora como una estrategia metodológica en el campo de las

ciencias sociales.

Al igual que la entrevista, el grupo de discusión es una técnica de recolección de datos

que se basa en la producción discursiva de los sujetos, solo que a diferencia de la primera, el

discurso producido se construye grupalmente.

El discurso emitido es una totalidad, donde cada interlocutor más que ser visto como una

entidad, se constituye en un proceso. Proceso, porque en el transcurso de una conversación,

cambian sus partes en la misma medida en que se va organizando y cambiando el todo. (Suárez

Ortega, 2005).

En este sentido el grupo de discusión permite reproducir las condiciones sociales en las

que se genera el discurso de los sujetos, lo cual representa una de sus principales virtudes. De

acuerdo con Alonso (1996) el grupo de discusión es fundamentalmente un dispositivo que se

establece sobre la base de la identidad social y sus representaciones, siendo estas

representaciones sociales las formas de conocimiento colectivamente elaboradas y compartidas,

con una orientación práctica y permanentemente actualizable, y que determinan la forma común

112

en la que los diferentes grupos humanos constituyen e interpretan su realidad y la de otros

colectivos. (citado por Suárez Ortega, 2005, p. 23)

Dicho de otro modo, a partir de la discusión colectiva en torno a un objeto determinado,

se harán evidentes rasgos particulares a la identidad social de los grupos a los cuales los sujetos

pertenecen, así como elementos que constituyen la representación social de dicho objeto. Por tal

motivo, la técnica de los grupos de discusión es otra herramienta cualitativa que permite

acercarse a los contenidos de una representación social, tal como se pretende en esta fase. Pese a

esta ventaja de los grupos de discusión, esta estrategia presenta algunas complicaciones.

Primeramente, es una creación artificial (Suárez Ortega, 2005), es un grupo construido por un

investigador para unos propósitos de investigación, lo cual vuelve cuestionables la naturalidad

de las producciones discursivas. Segundo, la dinámica de construcción grupal requiere de

diversas habilidades por parte del moderador, que de no manejarse adecuadamente se limitará

mucho la producción discursiva del grupo. La función del moderador es incitar al grupo a

hablar, crear el espacio de confianza para que se expresen libremente y al mismo tiempo,

asegurar de que la discusión se focalice en unos cuantos participantes. Tercero, la selección de

los participantes tiene que obedecer a criterios de homogeneidad y heterogeneidad (Suárez

Ortega, 2005): el grupo ha de ser lo suficiente homogéneo para que represente adecuadamente al

grupo de interés para la investigación; y al mismo tiempo, ser suficientemente heterogéneo para

que existan diferentes opiniones.

En términos generales un grupo de discusión tiene las siguientes características:

Un conjunto de personas.

Que se reúnen con un fin determinado (atienden a propósitos y objetivos de

investigación).

113

Cuyo número puede variar de un mínimo a un máximo, según las características de los

procesos grupales, así como la habilidad, formación y experiencia previa del

moderador/a para con la práctica.

Que poseen ciertas características comunes (atendiendo a criterios de homogeneidad y

heterogeneidad)

Ofrecen datos (internos desde su propia perspectiva)

En un tiempo y en un espacio propios (determinados por el investigador/a).

Es de naturaleza cualitativa (producen un material tras la situación discursiva)

Es una conversación guiada (caracterizada por la no directividad)

Por una persona cuyo rol es el de moderador. (Suárez Ortega, 2005, p. 24)

Al igual que en las entrevistas, por cuestiones de espacio y tiempo la técnica de los

grupos de discusión fue utilizada en tres fases de la presente investigación (3, 4 y 5). Se

desarrollaron dos grupos de discusión en cada institución educativa participante. El primero de

estos corresponde a los objetivos de la presente fase y la siguiente (fase 4). Al igual que la

entrevista, se elaboró un guión con los temas a tratar en la discusión de grupo, se trató que estos

fuesen evocados de forma natural por los sujetos. La tabla que a continuación aparece, detalla la

estructura del grupo de discusión correspondiente a esta fase.

Tabla 9. Guía para grupo de discusión 1: Escuela y entorno social Pregunta inicial Temáticas generales a tratar

¿Qué es lo primero que viene a su

mente cuando escuchan la palabra

escuela?

Función de la escuela, para qué sirve.

De que sirve estudiar en la sociedad actual.

Cuales son los problemas que identifican en relación al sistema

educativo.

Relevancia social de los contenidos.

Relación maestro-alumno

Relación alumno-familia

Interacción alumno-alumno

Patrones conductuales en la escuela.

Grupos sociales en la escuela.

Valoraciones de la sociedad sobre los alumnos.

114

La duración del grupo de discusión en cada uno de los centros participantes osciló entre

los 25 y 50 minutos. Al igual que las entrevistas, las sesiones de los grupos de discusión fueron

grabadas con la intención de mantener la producción discursiva de los sujetos en su totalidad. A

partir de estas grabaciones el tratamiento de la información obtenida de ambos procedimientos

se realizó mediante el siguiente proceso:

1. Transcripción de las grabaciones.

2. Reducción de la información. Se analizó el texto en busca de las ideas centrales en

torno a las temáticas propuestas. Se identificaron y marcaron sobre el texto dichas

ideas.

3. Se crearon categorías a partir de estas ideas centrales.

4. Se identificaron enunciados tipo a cada categoría

5. Se realizaron las comparaciones entre los grupos.

3.3.4. Fase 4.Identificación de los elementos significativos en el entorno social para estudiantes

y la sociedad en general.

a. Población. En esta fase participaron alumnos y la población en general de Culiacán y

San Luis Potosí. Los alumnos participaron por medio de entrevistas semiestructuradas y grupos

de discusión. La población en general, por su lado, participó a través de un cuestionario de libre

asociación. Los sujetos que participaron en las entrevistas y grupos de discusión fueron

descritos en el apartado de ―Población‖ de la fase precedente, por tanto no serán descritos

nuevamente en este apartado. Para el caso del instrumento de libre asociación, participaron 136

sujetos de las ciudades de Culiacán y San Luis Potosí. La distribución de estos sujetos aparece

en la tabla siguiente:

115

Tabla 10. Sujetos que respondieron a cuestionario de libre asociación

Menores de 25 Mayores de 35 Total

Culiacán 37 35 72

San Luis Potosí 32 32 64

Total 69 67 136

Los sujetos fueron seleccionados por medio de un muestreo por oportunidad, con el

requisito que de que cumpliesen con los siguientes criterios:

Residir en Culiacán o San Luis Potosí.

Ser menor de 25 años de edad, o mayor de 35 años.

La edad fue considerada como variable en esta fases por dos razones: 1) se buscó tener

un grupo de la sociedad que estuviese más próximo generacionalmente a los alumnos, y otro

más lejano; y 2) en una investigación previa (Guevara Martínez et al., 2006), se encontró que,

en relación a la relevancia social del narcotráfico, la edad es una variable que reporta diferencias

significativas.

b. Escenario. El escenario en el que se realizaron las entrevistas y grupos de discusión

fue descrito en el apartado ―Escenario‖ de la fase previa.

El cuestionario de libre asociación fue aplicado en diversos puntos de conglomeración

social de ambas ciudades, por ejemplo: plazas, centros comerciales, paradas de autobús, etc. El

objetivo fue tratar de obtener información de personas de diversos estratos sociales aplicando el

instrumento en diversos escenarios.

c. Materiales. Los materiales que se utilizaron en esta fase para la aplicación del

cuestionario de libre asociación fueron los siguientes:

Fotocopias de cuestionario de libre asociación.

Lápices y bolígrafos.

Tabla para apoyarse al escribir.

116

Computadora.

Programa Microsoft Office Excel 2003.

Programa estadístico SPSS 15.0.

Encuestadores (Alumnos de licenciatura de las facultades de Psicología de la

Universidad Autónoma de Sinaloa y la Universidad Autónoma de San Luis

Potosí).

d. Técnicas de recopilación de información. La información de esta fase se recopiló

mediante el uso de tres estrategias: entrevistas semiestructuradas, grupos de discusión y la

aplicación de un cuestionario de libre asociación. Tanto las entrevistas como los grupos de

discusión fueron descritos previamente en el apartado ―Técnicas de recopilación de

información‖ de la Fase 3, por lo que solo se detalla a continuación, los elementos distintivos de

estas técnicas que refieren a los objetivos de la presente fase.

Por cuestiones de tiempo y espacio disponibles en los centros educativos seleccionados

refirieron las entrevistas y grupos de discusión se elaboraron a partir de elementos alusivos a

tres fases de la presente investigación. En el caso de las entrevistas, las temáticas alusivas a la

Fase 4 fueron las siguientes:

Significado de ser joven en la actualidad.

Elementos significativos en el entorno social.

Problemáticas de la juventud.

Intereses de la juventud.

El grupo focal 1 refirió elementos relacionados con la fase 3 y 4 y fue descrito en la fase

previa. El grupo focal 2 se elaboró a partir de temáticas relacionadas con los objetivos de las

fases 4 y 5. A continuación se presenta la estructura de dicho grupo de discusión:

117

Tabla 11. Guía para grupo de discusión 2: Narcotráfico y entorno social

Pregunta inicial Temáticas generales a tratar

¿Qué problemas identifican

ustedes en su entorno?

Problemas que enfrenta la juventud.

Oportunidades/barreras de desarrollo.

Concepciones sobre el narcotráfico.

Qué es el narcotráfico.

De qué forma se manifiesta en su entorno.

Es algo negativo o positivo.

Cual es la valoración de los jóvenes sobre el

tema.

Opinión sobre los índices de violencia e inseguridad

en los que se viven actualmente.

Repercusiones de esta realidad en su vida cotidiana.

Al igual que la Escala de Libre Generación de Ideas por Jerarquía de Respuestas, el

cuestionario empleado en esta fase, parte del principio de la libre asociación. Este tipo de

cuestionarios solicita a los sujetos que expresen las ideas que les surjan a partir de una frase o

idea inductora, observando la espontaneidad en la evocación de estas ideas. La idea subyacente

es que el discurso (o texto) producido por el sujeto mediante esta indicación lo obligará a

recurrir o referir los elementos socialmente elaborados y validados en relación al objeto de

estudio (Abric, 2004b; Goetz & LeCompte, 1988). La inducción en el presente cuestionario fue

la siguiente:

“En las columnas que aparecen a continuación, escriba en el espacio correspondiente,

cuales son las cosas buenas que usted ve en su ciudad y cuales son las malas. Si le falta

espacio, utilice el reverso de la hoja.”

A esta indicación la siguió una tabla de 2 x 2, en la que la columna izquierda se

denominó ―Cosas buenas‖ y la de la izquierda ―Cosas malas‖ (ver Anexo 4).

El referente en torno al que el sujeto tuvo que hacer referencia fue ―su ciudad‖. La

intención de este documento fue identificar los elementos relevantes que impactan la

cotidianeidad de los sujetos de acuerdo a las particularidades del entorno social de cada ciudad,

118

con la finalidad de conocer los elementos que están presentes en los espacios de socialización de

los jóvenes ajenos a la escuela. Durante el proceso de construcción del presente cuestionario, se

consideraron diversos objetos inductores tales como, entorno social o comunidad. En ambos

casos, los referentes resultaban demasiado ambiguos para los sujetos, lo cual resultó

problemático ya que los sujetos no evocaban ideas en relación al mismo objeto, ―entorno social‖

y ―comunidad‖ podían entenderse como sinónimos de familia, barrios, grupo religioso, tribu

social, etc., ―ciudad‖, por otro lado, se entendía como Culiacán o San Luis Potosí

respectivamente. Por tanto, ―ciudad‖ resulto ser el concepto más adecuado para explorar y

alcanzar los objetivos de esta fase.

La instrucción antes referida pidió al sujeto que evocara los rasgos característicos de su

ciudad (entorno social), considerando rasgos positivos (cosas buenas) y rasgos negativos (cosas

malas). A través de esta indicación, se pidió al sujeto que fuese coparticipe en el análisis de su

discurso. Originalmente, se había pensado que el instrumento tomará como concepto inductor el

nombre de cada una de las dos ciudades donde se realizaron los estudios correspondientes a la

presente investigación, sin especificarle al sujeto las características de los elementos a evocar. A

partir de las respuestas evocadas, el investigador se encargaría de atribuirles un valor (positivo o

negativo). Esta alternativa fue descartada, pues atentaba contra la veracidad de la producción del

sujeto y a que el juicio positivo o negativo se basaría en los referentes del investigador, los que

no necesariamente corresponderían con los referentes de los sujetos encuestados. El que sean los

sujetos mismos quienes adjudiquen el calificativo positivo o negativo a los elementos evocados,

reduce la ocurrencia de sesgos de interpretación por parte del investigador.

Por tanto los resultados recabados por medio de este instrumento, correspondieron a dos

referentes: lo positivo en los entornos de los sujetos, lo que ellos consideran como bueno de su

119

ciudad; y los elementos negativos, es decir aquello que consideran como malo. A parir de estos

elementos, se buscó identificar aquellas posibles influencias sobre los jóvenes y su proceder y

pensar ante la escuela y la educación formal. Los datos recabados se analizaron de la siguiente

forma:

1. Vaciado de datos. Se crearon bases de datos en el programa Excel, en las cuales se

vaciaron los datos de identificación de los sujetos así como sus respuestas. Se

crearon dos hojas de cálculo para cada población: una correspondiente a los

elementos positivos, y la otra a los elementos negativos.

2. Análisis de la densidad de los elementos de acuerdo a juicios valorativos de los

sujetos. Una vez vaciados los datos, se contabilizaron las respuestas positivas y las

respuestas negativas por sujeto. Se compararon las cantidades para determinar si

existían diferencias significativas entre el tipo de elementos. Es decir, dar respuesta a

la pregunta: ¿Qué evocan los sujetos con mayor frecuencia: lo positivo o lo negativo?

3. Reducción de información. Se buscaron similitudes en las respuestas de los sujetos

con la intención de convertir respuestas aisladas en categorías que reflejasen cierto

grupo de elementos significativos en el entorno social de los sujetos.

4. Densidad de categorías. Una vez agrupados los elementos evocados por los sujetos,

se determinaron las categorías más significativas en relación al total de respuestas

evocadas.

5. Comparaciones entre grupos. Se compararon las categorías evocadas por los sujetos

en cada una de las ciudades, así como el peso de esta en relación al total de

respuestas evocadas en cada lugar.

120

El instrumento de libre asociación sobre percepciones del entorno se aplicó con el apoyo

de alumnos de la Licenciatura en Psicología de las Facultades de Psicología de la Universidad

Autónoma de San Luis Potosí y la Universidad Autónoma de Sinaloa. Se solicitó el apoyo de

estos estudiantes con la intención de economizar tiempos y esfuerzos del investigador. Los

estudiantes que colaboraron con la aplicación del instrumento fueron convocados con el apoyo

de profesores de cada una de las universidades, quienes abrieron un espacio en sus clases o

sesiones de trabajo para realizar la invitación. Se realizó una sesión informativa y de

capacitación con los voluntarios, donde se abordaron las características del instrumento, su

fundamentación, y el procedimiento de aplicación.

La aplicación se realizó de la siguiente forma:

1. Identificación de personas que a simple vista entraban en los rangos de edad

especificados.

2. Acercamiento con los sujetos, de preferencia que se encontraran solos y no

realizando ninguna otra actividad, para solicitarles unos minutos de su tiempo.

3. Se informó de forma general la intención de acercarse a ellos(as), explicándoles

acerca del trabajo que se estaba realizando, bajo el auspicio de la Facultad de

Psicología de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí o Universidad Autónoma

de Sinaloa dependiendo del caso, y que se solicitaba que respondiera a un breve

cuestionario.

4. Se le entregó al sujeto el instrumento, indicándole que cualquier duda la expresará al

encuestador.

5. Al finalizar el sujeto entregaba el cuestionario. Se dio la indicación a los

encuestadores que si notaban que alguna persona se esforzaba por evocar más ideas,

121

se le dijera, que solo expresará aquellas ideas que vinieran rápidamente a su mente.

Cuando tuviese complicaciones podía entregar el instrumento.

6. Agradecimiento por participación a los sujetos.

En términos generales la aplicación del instrumento oscilaba en duración entre los 5 y 12

minutos. En la mayoría de los casos las personas accedieron a participar en la investigación.

3.3.5. Fase 5.- Concepciones de narcotráfico.

a. Población. En esta fase se solicitó la participación de estudiantes que participaron bajo

tres modalidades de recopilación de información: entrevistas semiestructuradas, grupos de

discusión y una escala tipo Likert sobre las concepciones de narcotráfico. Las características de

los sujetos que participaron en las entrevistas y grupos de discusión fueron descritas en la fase 3,

por tal motivo solo se abordará en este apartado las características de los sujetos que

respondieron a la escala sobre concepciones de narcotráfico.

La escala se aplicó a 238 estudiantes de bachillerato de las ciudades de Culiacán y San

Luis Potosí, los estudiantes fueron seleccionados de acuerdo a un muestreo por oportunidad,

éste se logro, solicitando el apoyo de las instituciones educativas al facilitar un grupo de

alumnos que tuviese tiempo libre para responder a dicho instrumento, el criterio de nivel de

rendimiento de los alumnos se considero como un de los reactivos de identificación del

instrumento. Las edades de los estudiantes oscilaron entre los 15 y 19 años (media=16.24 años),

reportando un tiempo de residencia medio en la ciudad donde se aplicó la escala (Culiacán o

San Luis Potosí) de 14.38 años. Fueron 118 alumnos de sexo masculino y 120 alumnos de sexo

femenino. Culiacán aportó un total de 124 estudiantes y San Luis Potosí 114. Se buscó que los

tres niveles de ejecución establecidos se representaran equitativamente en los datos, de tal modo

que, en la aplicación participaron 70 estudiantes de nivel de ejecución bajo; 95 estudiantes de

122

nivel de ejecución medio; y 63 estudiantes de nivel de ejecución alto. Durante la aplicación del

instrumento se trató que cada nivel de rendimiento fuese equitativamente representado en la

muestra.

b. Escenario. Los escenarios donde se realizaron las entrevistas y grupos de discusión

fueron descritos con anterioridad en el presente documento, por lo que sólo se describen los

escenarios donde se aplicaron las escalas sobre concepciones de narcotráfico. Por lo general, la

escala se aplicó en las aulas ordinarias de cada uno de los centros educativos seleccionados, las

características de estas aulas variaron de institución a institución, pero tenían los siguientes

rasgos en común:

Buena iluminación.

Ventilación, ya fuera mediante aire acondicionado o ventiladores de techo.

Pupitres individuales o escritorios para dos alumnos.

Pizarrón.

c. Materiales. Los materiales necesarios para la realización de las entrevistas fueron

descritos en la Fase 3, para la aplicación de la escala sobre concepciones de narcotráfico se

requirieron los siguientes materiales:

Escala tipo Likert sobre Concepciones de Narcotráfico (fotocopias en hojas

tamaño carta).

Lápices o bolígrafos.

Programa estadístico SPSS 15.0

Encuestadores (para esta fase se solicitó el apoyo de alumnos de licenciatura de

las facultades de Psicología de la Universidad Autónoma de Sinaloa y la

Universidad Autónoma de San Luis Potosí).

123

d. Técnicas de recopilación de información. En esta fase se recurrió a tres técnicas de

recopilación de información: entrevistas semiestructuradas, grupos de discusión y una escala

tipo Likert sobre las concepciones de narcotráfico. Por cuestiones de tiempo y espacio

disponibles en los centros educativos participantes, las entrevistas y grupos de discusión

realizados cubrieron temáticas alusivas a tres fases de la presente investigación (3, 4 y 5). A

continuación se describen las temáticas abordadas mediante estas estrategias que refieren a los

objetivos de la presente fase.

Para el caso de las entrevistas semiestructuradas, los temas abordados correspondientes a

la fase 5 fueron:

Definición de narcotráfico.

Causas del narcotráfico.

Presencia del narcotráfico en entorno social.

Actitudes y valoraciones sobre el narcotráfico.

Impacto/presencia del narcotráfico en el entorno escolar.

Rol de la escuela ante el fenómeno del narcotráfico.

En lo que se refiere al grupo de discusión, las temáticas alusivas a la fase 5 fueron

abordadas en el grupo de discusión 2 y previamente descrito en la fase 4.

A partir de los resultados de las entrevistas y grupos de discusión alusivos al

narcotráfico, las lecturas realizadas para la construcción del Marco Contextual del presente

documento y los resultados de estudios previamente realizados (Guevara Martínez et al., 2006;

Guevara Martínez et al., 2007) se desarrollo la Escala sobre las Concepciones de Narcotráfico

empleada en esta fase. La finalidad de esta escala fue determinar la forma en la que los sujetos

(en este caso estudiantes) dan sentido al fenómeno del narcotráfico, es decir, cómo entienden o

124

se explican al narcotráfico. Durante el proceso de construcción del instrumento se extrajeron

las principales ideas o expresiones que sobre el narcotráfico se manifiestan en el discurso social:

las ideas expresadas por sujetos que participaron en las entrevistas y grupos de discusión, notas

periodísticas recabadas a lo largo de un año y medio de trabajo de campo, novelas,

investigaciones periodísticas, investigaciones históricas, entre otros. A través de la revisión de

esta información se llegó a la conclusión que existen seis grandes formas de pensar, concebir, o

referirse del narcotráfico:

1. Como problema social: Esto es, se piensa en que el narcotráfico acarrea consigo

muchas complicaciones para la sociedad como la inseguridad, la violencia, la

corrupción, drogadicción, etc.

2. Como actividad ilícita: Esta concepción tiene que ver con la idea de que el

narcotráfico es un delito, por ende tiene que ser perseguido y castigado, las medidas

y grados de complicidad varían, pero la idea subyacente se refiere a un marco de

legalidad.

3. Como actividad económica: Esta concepción considera al narcotráfico como una

actividad que antes que cualquier otra cosa genera dinero y empleos, es decir,

crecimiento económico, por tanto, es en cierta medida una ayuda para la sociedad.

4. Como parte de la realidad social: En esta concepción aparecen aquellos argumentos

que se refieren, por un lado, a las manifestaciones culturales del narcotráfico como la

vestimenta, la música, etc., y por el otro, al arraigo de esta actividad en determinada

entidad, por ejemplo la presencia histórica de la misma.

125

5. Sobre los rasgos positivos de los narcotraficantes: Aquí aparecen ideas que refieren a

los narcotraficantes, que hablan de sus atributos: su valentía, su coraje, su

generosidad para sus comunidades, etc.

6. Sobre los rasgos negativos de los narcotraficantes: En esta última concepción, se

concentran aquellas expresiones que hablan sobre la prepotencia de los

narcotraficantes, su poca virtud al escoger un camino fácil, su ignorancia, etc.

Cabe aclarar que las concepciones antes mencionadas se refieren a las ideas que se hacen

presentes en el discurso social sobre el narcotráfico, y no que el narcotráfico sea o deje de ser

alguna de las ideas antes mencionadas. Cada una de estas concepciones refiere distintas formas

de entender, y por ende de interactuar con el narcotráfico.

Una vez identificadas las ideas subyacentes en el discurso social sobre el narcotráfico, se

pasó a elaborar enunciados que expresaran las ideas características de cada una de las

concepciones (Correa & Camacho, 1993; Marrero, 1993). Los enunciados se elaboraron a

manera de afirmaciones que expresaron distintas ideas sobre el narcotráfico. Estos enunciados

se convirtieron en los reactivos de una escala tipo Likert a seis puntos que van de muy en

desacuerdo a muy de acuerdo. Comúnmente, las escalas de este tipo (Likert) brindan al sujeto

un punto neutral, un valor medio que indica que el sujeto no está ni de acuerdo ni en desacuerdo

con la afirmación. Para el caso del presente, se consideró que, dada la complejidad del objeto, o

más bien, lo polémico del mismo, el brindar un punto de posicionamiento neutral ante el objeto,

representaría la alternativa más cómoda para el sujeto y por tanto se ocultarían más fácilmente

las posturas que no gozaran de un amplio grado de aceptación social. Para el caso del presente

instrumento, se les brindó a los sujetos dos puntos parcialmente neutrales, pero que la vez que

126

expresaban una dirección en su opinión en relación al enunciado, estos fueron: ―poco

desacuerdo‖ o ―poco acuerdo‖.

El instrumento fue sometido a lo valoración de expertos, tanto en la temática abordada,

como en el diseño de instrumentos. Los expertos analizaron la estructura del instrumento, sus

ideas medulares, la congruencia entre las categorías (concepciones) propuestas y los enunciados

planteados. Una vez que estos consideraron adecuado el instrumento, se procedió a la aplicación

del mismo, para posteriormente someterlo a validaciones estadísticas. Se realizaron

aplicaciones del instrumento en las ciudades de Culiacán y San Luis Potosí. Participaron

alrededor de 120 sujetos, divididos en función de su lugar de residencia (Culiacán v. San Luis

Potosí) y su edad (personas menores de 25 años y mayores de 35). Una vez concluido el piloteo

del instrumento los resultados fueron analizados mediante el programa SPSS 15.0. Se encontró

que la confiabilidad del instrumento, utilizando el alpha de Chronbach, es de 0,789, la cual

resulta aceptable de acuerdo a los parámetros de las ciencias sociales.

La versión final del instrumento (ver Anexo 5) constó de 58 reactivos, que se presentan

en dos hojas tamaño carta, y tiene los siguientes componentes:

1. Datos de identificación institucional.

a. Facultad y programa que auspiciaron el trabajo de investigación.

b. Universidad de respaldó a la Facultad.

c. Logotipos correspondientes

2. Datos de identificación personal.

a. Fecha.

b. Sexo.

c. Edad

127

d. Colonia en la que vive.

e. Escuela.

f. Tiempo de residencia en la ciudad.

g. Promedio general: Se brindan tres rangos, determinados arbitrariamente,

que corresponden a niveles de rendimiento bajo (menos de 7.4), medio

(7.5 a 8.9) y alto (9 a 10).

3. Frase inductora. Se propone una frase que le indica al sujeto la temática a abordar.

4. Instrucciones para el llenado de la escala.

5. Tabla con reactivos. Aparece una tabla de 7 columnas por 60 filas para el llenado del

sujeto.

La instrucción o frase inductora que se le presentó al sujeto fue:

“El narcotráfico es un fenómeno que existe actualmente en nuestro país. A continuación

aparecen una serie de enunciados que expresan distintas ideas sobre el narcotráfico. Por

favor, indique con una “X” el grado de acuerdo que usted, en lo personal, tenga con cada

uno de los enunciados.”

La primera parte del párrafo anterior correspondió a la inducción. Durante el diseño del

instrumento se consideró pertinente presentar una frase que permitiera al sujeto la transición al

objeto de estudio, en este caso el narcotráfico. Ante esto, se buscó una frase que evocará la

temática a tratar, pero que no diera pauta al sujeto en una dirección u otra en relación al

fenómeno. Por tal motivo la frase inductora simplemente estableció la presencia del

narcotráfico en México. Posterior a esta frase, se presentó el instrumento que constó de una serie

de ―ideas sobre el narcotráfico‖. Finalmente, se explicó al sujeto lo que tenía que hacer, así

como expresar su acuerdo con cada uno de los enunciados.

128

La información recabada por medio de este instrumento se manejo de la siguiente forma:

1. Construcción de base de datos en el programa estadístico SPSS 15.0

2. Vaciado de resultados a la base de datos.

3. Análisis descriptivos. Frecuencias, medias, varianzas y desviaciones.

4. Análisis de confiabilidad.

5. Comparación de medias en relación a las distintas concepciones entre los grupos de

sujetos.

6. Reducción de datos.

7. Análisis factorial.

La aplicación de la escala se realizó con el apoyo de alumnos de la Licenciatura en

Psicología de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Sinaloa, estos

colaboraron con la aplicación del instrumento en la ciudad de Culiacán. La aplicación del

instrumento en la ciudad de San Luis Potosí fue realizada por el investigador. Los alumnos que

colaboraron en la aplicación asistieron a una sesión informativa y de capacitación donde se

presentó el instrumento, se explicaron sus características, proceso de construcción, justificación,

validez, y procedimiento para la aplicación del mismo.

La escala sobre concepciones de narcotráfico se aplicó a alumnos de bachillerato de

Culiacán y San Luis Potosí. Se realizaron aplicaciones grupales de la escala con la intención de

economizar tiempos. Para tal efecto fue necesario tanto en Culiacán como en San Luis Potosí,

solicitar el espacio a distintas instituciones educativas de la ciudad.

El procedimiento de aplicación de la escala sobre concepciones de narcotráfico fue el

siguiente:

1. Solicitar el permiso a los directivos de las instituciones educativas.

129

2. En caso de no tener la facilidad de aplicar a un grupo completo, identificar pequeños

grupos de alumnos a quienes aplicar el instrumento.

3. Solicitar la participación de los alumnos en la investigación.

4. Explicar en términos generales los objetivos del instrumento.

5. Solicitar a los jóvenes que mientras dure la aplicación del instrumento se abstengan

de hacer comentarios sobre el mismo, ya que estos pueden orientar o alterar las

opiniones de sus compañeros.

6. Repartición del instrumento a alumnos.

7. Pedir que lean con atención las instrucciones y cada uno de los enunciados, ante

cualquier duda solicitar la ayuda del encuestador.

8. Recolección de los instrumentos.

9. Agradecimiento a alumnos por su participación.

La aplicación del instrumento oscilo entre los 15 y 35 minutos de duración.

130

CAPÍTULO IV

MARCO METODOLÓGICO

En lo que me concierne, el punto de partida de una investigación

no es ni un método, ni un hecho particular, sino es un problema, y

a medida que yo comprendo este problema, su interés, los

elementos de la teoría toman su lugar. Serge Moscovici (Acosta

Ávila, 2006, p. 149)

El presente capítulo vincula las teorías expuestas en el Capítulo 2 (Marco Teórico) con

las técnicas y procedimientos de investigación descritos en el Capítulo 3 (Método), con el fin de

fundamentar y justificar la propuesta metodológica que sustenta la presente investigación.

4.1 Fase 1. Estudio de niveles de ejecución y rendimiento al inicio y durante el bachillerato

Desde el inicio de la investigación resultó claro que sería necesario obtener información

específica en relación a las variables a estudiar. Si bien, el objetivo general de la investigación

se centró en la postura del estudiante, y se pretendió rescatar la voz del mismo, fue necesario

establecer referentes objetivos sobre los estudiantes, es decir, no mediados por la opinión de los

mismos. Se asume al estudiante como un sujeto inmerso en al menos dos contextos: por un lado,

propiamente como estudiante, adscrito a una institución educativa en la cual está sujeto a los

parámetros establecidos por dicha institución; y por el otro, como un joven que vive e interactúa

en un contexto social ajeno a la escuela, donde se hacen presentes diversas influencias que

moldean y modulan su proceder social, entre ellas el narcotráfico y la narcocultura. Esta fase

representa el primer acercamiento a estos contextos, y se concentra en el primero, la escuela, la

intención de esta fase fue la de establecer un referente objetivo que permitiese conocer la

interacción (que refiere un tipo de posicionamiento) del alumno con la escuela.

Existen diversas formas para acercarse a conocer la interacción de los alumnos con la

escuela, sin embargo por cuestiones de tiempo y espacios disponibles en la presente

131

investigación se pretendió identificar dicha interacción por medio de un referente sencillo y

objetivo. La interacción del alumno con la escuela se entiende para los fines del presente

documento, como la forma en que el alumno se ha situado o posicionado ante las demandas,

exigencias, parámetros y normativas que establece el sistema educativo. En este sentido, se

consideró que el rendimiento académico, expresado en el promedio general de un alumno

durante determinado periodo, funcionaría como referente idóneo.

Si bien, el promedio general de un alumno no es sinónimo del aprovechamiento,

conocimientos o habilidades del mismo, para los fines de esta investigación este dato si refleja,

en una primera instancia, la medida en que el alumno ha logrado interiorizar y hacer propios los

parámetros de evaluación de su centro educativo, y en este sentido que tan exitosa o eficaz es su

estrategia de interacción con la escuela. La evaluación es una parte indispensable del sistema

educativo tal y como se concibe hoy en día, un alumno es evaluado desde que inicia su recorrido

por los niveles básicos de educación hasta que concluye o abandona su proceso formativo. El

alumno es evaluado (en términos generales) en su capacidad de demostrar dominio o

conocimiento en diversas áreas del saber. Aunado a los dominios o conocimientos,

considerando las particularidades de cada institución educativa, la evaluación también refleja la

manera en que el alumno ha logrado acatar los lineamientos establecidos por el sistema

educativo en sus prácticas y actitudes al menos al interior de la institución. Es decir, la

evaluación refleja también la forma en la que alumno ha logrado responder como se espera o

desea que responda.

Por tal motivo, el rendimiento académico al que se refiere la presente investigación, es

solo un referente del grado de éxito que el alumno ha tenido en acatar, aceptar, reflejar o

interiorizar los valores y prácticas que la escuela promueve. Dicho de otro modo, la postura que

132

ha asumido ante dichos valores y prácticas. La relevancia de obtener este referente radica en que

la escuela promueve los valores socialmente aceptables y deseables, en este sentido, la

interacción positiva, reflejada en un nivel de rendimiento alto, implicaría que el alumno asume

como correcto o aceptable aquello que la sociedad por medio de la escuela valora del mismo

modo. Mientras que el alumno en la situación contraria (bajo rendimiento), no ha logrado, no ha

aceptado, o no ha sido exitoso en responder acorde a los cánones establecidos, por consiguiente

estará más proclive a aceptar o tolerar aquello que diste de lo socialmente aceptado, por

ejemplo, el narcotráfico.

4.2 Fase 2. Identificación de los patrones de éxito de los estudiantes de bachillerato

Entre las primeras interrogantes que surgieron en el desarrollo de la presente

investigación se rescatan las siguientes: ¿Dónde se sitúa el cruce entre la escuela y el

narcotráfico para los alumnos? O bien ¿en qué aspecto entran en conflicto o aparece la

influencia de ambos fenómenos? Si se pretendía que la investigación abordase la relación entre

estos elementos, era indispensable establecer, al menos hipotéticamente, un punto de encuentro

entre los mismos. Conforme se construía la propuesta metodológica surgieron dos estudios que

eventualmente permitieron dar respuesta a las interrogantes planteadas y posibilitaron el

desarrollo de la presente fase.

El primero de estos estudios correspondió propiamente a la fase 3, en el que se trató de

identificar los elementos en torno a los que se organiza la representación social de escuela. Los

datos resultaron poco significativos porque no se encontró una correspondencia directa entre los

niveles de ejecución y tipo de institución educativa (pública v. privada). Sobre esta base se

decidió no aplicar este instrumento en la ciudad de Culiacán. Sin embargo, de la información

recabada se rescataron los datos que señalaron la relevancia de ―escuela‖ con ―movilidad

133

social‖, como por ejemplo: ―preparación para el futuro‖, ―medio para alcanzar un mejor nivel de

vida‖, etc.5. A partir de este resultado se desarrollaron dos inferencias: 1) los alumnos de

bachillerato expresan una preocupación por su futuro; y 2) la escuela adquiere valor o relevancia

en la medida en que permite o supone una forma de acceder a dicha estabilidad. Considerando

lo que hasta ese momento se había revisado en relación al narcotráfico, a partir de este

resultado, se llegó a la conclusión que el posible cruce entre el narcotráfico y la escuela se

encontraría en la visión o imagen de futuro que construyeran los alumnos. Dicho de otro modo,

los jóvenes expresan un anhelo de alcanzar un buen nivel de vida, la escuela representa una vía

para alcanzar dicho objetivo, y debido a las posibilidades adquisitivas que se relacionan con el

narcotráfico, esta actividad puede representar otra alternativa para los jóvenes.

En función de lo anterior, se tomó la decisión de explorar las ideas que los estudiantes de

bachillerato tienen sobre su futuro, por lo que en un segundo estudio se exploró el concepto de

―proyecto de vida‖, bajo el supuesto de que la adecuada configuración de este concepto,

entendido como una conducta anticipatoria que supone la capacidad de representar aquello que

aún no existe, permitirá tener un desenvolvimiento más certero en la vida personal y el trabajo

académico (Casullo, 1994, 1997; Crozier, 1999). Se presupone que el alumno que tenga un

proyecto de vida definido, redundará en mayor grado en el trabajo académico. Por otro lado, la

ausencia de proyecto de vida ocasionará que el estudiante se vea afectado con mayor

probabilidad, por las influencias de elementos presentes en el entorno social distantes a las

tareas académicas, por ejemplo la narcocultura.

5 Este dato por si solo resulta interesante, sin embargo, su densidad en relación al Valor Total de los elementos

evocados por los alumnos resultó ser muy bajo, por tal motivo, se rescata el dato como indicador de una tendencia,

y se opta por desarrollar estrategias alternas para alcanzar los objetivos que se pretendieron lograr con dicho

instrumento.

134

Se pidió a los alumnos que definieran el concepto de proyecto de vida, esperando

encontrar diferencias sustantivas en el grado de definición de acuerdo al nivel de ejecución

(rendimiento) y lugar de residencia de los alumnos. Los resultados de este estudio carecieron de

precisión al no encontrar diferencias significativas en las definiciones del concepto. Sin

embargo, gran parte de los alumnos brindaron respuestas que referían al contenido de sus

proyectos de vida, en las que sí se evidenciaron diferencias en relación al nivel de ejecución6.

Esto dio paso a replantear el supuesto que se tenía sobre proyecto de vida por el de considerar

ahora, ―que el tener una noción de proyecto de vida‖ no es suficiente para establecer relación

positiva o negativa de logro académico de los alumnos. El referente importante en el esfuerzo

académico del alumno, no se basa solamente en la nitidez o claridad del concepto de proyecto

de vida (definición), más bien un elemento relevante, es la medida en que lo académico sea

parte de dicho proyecto (contenido).

Pese a que dichos trabajos fueron excluidos, estos resultados dieron paso para plantear el

análisis del concepto de ―patrón de éxito‖, constituyéndose este punto en el objetivo de la

presente fase. Para los fines del presente trabajo, se denominó como ―patrones de éxito‖ a las

metas, expectativas, anhelos, deseos, etc. (contenidos del proyecto de vida) de los estudiantes.

Es posible afirmar que cada individuo aspira a tener éxito en la vida, a alcanzar sus

metas, a lograr algo (ver por ejemplo Maslow, 1943). Habrá que agregar que el ser humano es

un ente social, los individuos no pueden existir en completo aislamiento, para existir es

necesario otro que lo reconozca como sujeto (Giménez, 2007), y por ende, al ser otro quien

afirma la existencia del sujeto, es otro también quien le reconoce y define sus atributos, entre los

cuales se puede destacar el ser o no exitoso. El éxito al ser denominado por otros, definido

6 Este estudio solo se realizó en SLP, por tanto no hubo oportunidad de realizar comparaciones a partir del lugar de

residencia

135

socialmente, es una construcción social: cada sociedad (conjunto de otros y sí mismos)

establecerá ciertos lineamientos o características para atribuir el calificativo de exitoso a sus

miembros. Por tanto, cada conjunto social contará con un referente socialmente elaborado sobre

qué acciones o características serán valuadas en un sentido positivo hacia el éxito social, y

cuales no. Las instituciones y prácticas sociales figurarán en diversos puntos del continuo del

éxito social, aquellas próximas al éxito serán valoradas de manera más positiva, o bien,

practicadas con mayor frecuencia por los miembros de un grupo. Estas ideas, sobre lo que

significa ser exitoso, serán interiorizadas por los sujetos pertenecientes a dicha sociedad a través

de la interacción social y se asumirán como propios. Es precisamente la interiorización de estos

elementos socialmente construidos sobre lo que es el éxito a lo que se refiere el concepto de

patrones de éxito. Los patrones de éxito son entonces, aquellos elementos, atributos,

características o acciones que cada sociedad establece como necesarios para asignar a un sujeto

el calificativo ―exitoso‖.

En el contexto de la investigación el concepto de patrón de éxito permitió dar un matiz

sociocultural a las expectativas, metas o anhelos de los alumnos, estas no fueron concebidas

como construcciones individuales sobre lo que cada alumno en su particularidad individual

quiere para su vida, sino como elementos construidos y transmitidos socialmente que se

interiorizan por los sujetos y dan muestra de la pertenencia a un grupo social. La relación entre

las características o componentes de los patrones de éxito con la pertenencia a un grupo social,

hace suponer que al alterar el contexto sociocultural de los sujetos se esperaría que los patrones

de éxito fuesen también distintos. La dependencia en el contexto sociocultural, el origen social

de los patrones de éxito, y la forma en la que regulan en el valor de los comportamientos o

136

acciones de los sujetos al interior de un grupo, permite afirmar que los patrones de éxito son un

tipo de representación social (Abric, 2004a; Jodelet, 1993; Moscovici, 1984).

Los patrones de éxito representan la imagen que de futuro tienen los jóvenes, esta

imagen se desarrolla y ve influida por un contexto social específico. En dicho contexto social

diversos elementos figurarán en el patrón de éxito y lo harán con distinta relevancia. Tanto la

escuela como el narcotráfico y la narcocultura son elementos que existen en México, por tanto,

pueden ser vías mediante las cuales se mejore la calidad de vida, dependiendo de su relevancia

social en diversos entornos, estos fenómenos figuraran o no en los patrones de éxito de los

jóvenes. Considerando que la escuela es el medio que brinda la sociedad para preparar el

ingreso de los jóvenes al mundo adulto, la ausencia o menor relevancia de este elemento en los

patrones de éxito de los alumnos, indicará que existen otros elementos o referentes en el entorno

social que permiten a los jóvenes ingresar y desenvolverse exitosamente en el mundo adulto, en

este caso, podría considerarse al narcotráfico, considerando este como práctica que no se

promueve oficialmente, como factor que influye en la disminución de la importancia de lo

académico en los patrones de éxito de los alumnos de bachillerato.

4.3 Fase 3. La escuela para los alumnos. Aproximación a la representación social de escuela.

El sustento por el que se incorporó a la representación social como medio de análisis en

la percepción de los estudiantes con respecto a la concepción de escuela, es que ésta se

constituye en un objeto social con una larga historia de influencia en el estudiante. Por tal

motivo hay elementos sobre el mismo que se arraigan en el discurso social derivando en la

implantación de significados fijos. El identificar los elementos que integran la representación

social de escuela, permite conocer los motivos subyacentes a la interacción que sostienen los

137

alumnos con la misma, en un momento histórico donde los significados fijos pierden validez y

las prácticas en torno a este objeto se diversifican.

4.4 Fase 4.Identificación de los elementos significativos en el entorno social para estudiantes y

sociedad en general.

Una dificultad que enfrentó el presente estudio fue cómo aislar variable ―influencia de la

narcocultura‖, en otras palabras, cómo identificar en las opiniones e ideas expresadas por los

alumnos de bachillerato, los elementos alusivos a la narcocultura e inferir el grado de influencia

sobre su quehacer académico. Con la intención de atender este punto, se decidió configurar un

estudio comparativo entre dos ciudades con distintos niveles de influencia de narcocultura,

como una consecuencia en los antecedentes históricos de la presencia del narcotráfico en cada

localidad. Por este motivo, se recolectó información de las ciudades de San Luis Potosí y

Culiacán, presuponiendo que el narcotráfico tendría mayor influencia en los sujetos de Culiacán

que en los de San Luis Potosí, considerando la historia de estos dos estados en esta actividad.

Con el propósito de aislar la variable ―influencia de la narcocultura‖, se buscó que las

muestras tomadas de cada una de las ciudades fuesen homogéneas, de tal modo que la diferencia

crítica entre los sujetos radicase principalmente en el contexto y determinados por la presencia

de los niveles de narcocultura.

La información obtenida de los diversos medios de comunicación resalta la presencia del

narcotráfico en Sinaloa. Ante determinados sucesos, ocurre lo mismo en San Luis Potosí aunque

en mucho menor grado. Sin embargo, los datos emitidos no son un elemento suficiente para

asumir que el narcotráfico como fenómeno social, tenga algún impacto en los sujetos, y en este

sentido que la presencia de esta actividad pueda ser considerada como una influencia en la

cotidianeidad de los mismos. En otras palabras, el hecho que sucesos o eventos alusivos al

138

narcotráfico aparezcan recurrentemente en la prensa, no implica que para los sujetos que habitan

el lugar en cuestión dichos eventos o sucesos sean relevantes o alteren de algún modo su diario

proceder, lo mismo se puede decir a la inversa, la ausencia o poca frecuencia con la que

aparezcan sucesos o eventos relacionados con el narcotráfico en la prensa de determinada

localidad no implica que para los sujetos que habitan dicha localidad estos eventos o sucesos

resulten irrelevantes. En función de lo anterior, se volvió inminente determinar de manera clara

qué tan relevante consideran los sujetos al narcotráfico en su contexto específico, con esta

intención surgió la propuesta de la presente fase.

4.5. Fase 5.- Concepciones de narcotráfico.

A partir de los diferentes niveles en la actividad del narcotráfico, en esta fase se analizó

la generación de los diversos grados de narcocultura en base a la concepción de los estudiantes y

de esta manera determinar la magnitud de su influencia en el desarrollo formativo de los

alumnos.

El narcotráfico esta estrechamente ligado a la narcocultura, el primero es condición

necesaria para que exista la segunda, esta afirmación no es veraz de forma inversa. El

narcotráfico es un elemento presente en el contexto nacional, tanto en Culiacán como San Luis

Potosí existe el narcotráfico. La narcocultura, ampliada al grueso de un conjunto social, se

refiere a la apropiación de los valores y productos culturales del narcotráfico y los actores de

esta actividad. La narcocultura, como expresión cultural, es difícil de aislar y por ende medir o

cuantificar, sin embargo, lo que se dice y piensa de narcotráfico da indicios de la presencia de la

narcocultura. Las concepciones que los estudiantes expresen sobre el narcotráfico fungieron

como el referente de la influencia de la narcocultura en su proceder académico.

139

CAPÍTULO V

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

El presente capítulo tiene la finalidad de presentar los resultados de los estudios

realizados a lo largo de la investigación. El capítulo se divide en cinco partes, cada una de las

cuales se avoca a los resultados y breve discusión de cada una de las fases del estudio.

5.1 Fase 1. Análisis de los niveles de ejecución y rendimiento al inicio y durante el bachillerato.

En esta fase de la investigación se buscó establecer un referente objetivo de la forma en

la que los alumnos de bachillerato interactúan con la escuela, para este fin se obtuvieron las

calificaciones del total de los alumnos adscritos al 2do o 3er semestre de los cuatro bachilleratos

visitados durante la investigación. Primeramente se establecieron niveles de ejecución, es decir,

un punto de referencia que indicase, la ―interacción‖ del alumno al inicio o antes del

bachillerato, para posteriormente correlacionar este nivel con el desempeño o rendimiento de los

alumnos a lo largo de un ciclo escolar ordinario.

Se establecieron tres niveles de ejecución –alto, medio y bajo- considerando cada centro

educativo de manera separada tal como se explicó en el capítulo anterior. La Tabla 12 que

aparece a continuación muestra la distribución de los alumnos de cada centro educativo en cada

uno de los niveles de rendimiento designados.

Tabla 12. Distribución de alumnos de acuerdo a nivel de ejecución

Ciudad Tipo de

institución

educativa

Distribución de población estudiantil de

acuerdo a nivel de ejecución de ingreso

Bajo Medio Alto

Culiacán,

Sinaloa

Pública 27.4% 37.6% 35%

Privada 47.8% 30.4% 21.7%

San Luis

Potosí, SLP

Pública 35.3% 48.7% 16.0%

Privada 20.0% 53.8% 26.3%

140

En este punto de la investigación se buscó establecer un punto de referencia que indicará

la interacción de los alumnos con la escuela. Al considerar el tipo de institución educativa de los

alumnos no se encontraron diferencias significativas en la distribución de alumnos por nivel de

ejecución, es decir, el hecho que un bachillerato sea publico o privado no influye en el nivel de

ejecución de los alumnos al ingresar a la institución. El dato anterior se refiere a la comparación

general entre bachilleratos públicos y privados, sin considerar el lugar en que se encuentran los

mismos. Sin necesidad de realizar análisis estadísticos exhaustivos se puede observar que en el

caso de los bachilleratos de Culiacán, es el privado quien tiene una concentración mayor de

alumnos en el nivel de ejecución bajo, lo contario ocurre en San Luis Potosí. Sin embargo, se

consideró que este dato, más allá de características de los alumnos refleja los criterios de

admisión y selección de los bachilleratos.

Al contrastar los datos por ciudad, se encontraron diferencias estadísticamente

significativa en los tres niveles de ejecución (bajo: x2=4.48, p<0.05; medio x

2=12.2, p< 0.005;

alto x2= 21.6, p < 0.005). Sin embargo, resulta difícil extraer conclusiones de estos datos, pues,

en el Caso de Culiacán, encontramos que la diferencias indican que los alumnos se concentran

con mayor frecuencia en los extremos (bajo y alto), mientras que en San Luis Potosí los

alumnos se concentran con mayor frecuencia en el nivel medio. Lo que estos datos muestran, es

que al cambiar el contexto (ciudad), los estudiantes interactúan de forma distinta con la escuela.

Dado que se buscó, en la medida de lo posible, que los estudiantes de ambos lugares fuesen de

características similares - nivel socioeconómico, grado académico, edad-, es posible, incluso en

este momento adelantar el supuesto que las diferencias en el entorno social de los jóvenes, es

decir, las características de las ciudades en que estudian, influyen en su interactuar con la

141

escuela. El trabajo de las próximas fases buscará demostrar que el narcotráfico puede ser una

variable en esta diferencia.

Una vez identificado el nivel de ejecución de los alumnos, se pasó a determinar si este

nivel podría ser tomado como referente de la interacción del alumno con la escuela, para

determinar esto fue necesario identificar si existe una correlación entre el nivel de ejecución y el

desempeño a lo largo del ciclo escolar. Para esto se consideraron los promedios obtenidos por

los alumnos en sus evaluaciones parciales y se cruzaron estos datos de acuerdo al nivel de

ejecución. La Tabla 13 muestra las medias de las calificaciones obtenidas por los alumnos de

cada nivel de ejecución en cada evaluación parcial realizada en los centros educativos. Las

celdas que aparecen en blanco indican que el centro educativo en cuestión no brindo los datos

para dicha evaluación o no la realiza.

Tabla 13. Media de calificaciones a lo largo de parciales de acuerdo a nivel de ejecución

Lugar Tipo de

institución

Nivel de

ejecución

Evaluación

1

Evaluación

2

Evaluación

3

Evaluación

4

Culiacán

Pública

Bajo 6.3 6.3 6.3 6.9

Medio 6.8 6.8 6.8 7.3

Alto 7.8 7.8 7.9 8.2

Privada

Bajo 6.4 7.0 7.0

Medio 8.5 8.8 8.5

Alto 9.5 9.4 9.2

San Luis

Potosí

Pública

Bajo 6.5 6.8 6.3

Medio 7.3 4.6 7.4

Alto 7.9 8.3 8.2

Privada

Bajo 6.4 5.8

Medio 7.4 7.0

Alto 7.6 7.4

En cada una de las instituciones educativas se aprecia como los alumnos que tenían un

nivel de ejecución bajo al iniciar el bachillerato, se mantienen con un desempeño inferior al de

los alumnos que tenían niveles de ejecución más altos. Con la intención de profundizar en este

dato, la Tabla 14, que aparece a continuación muestra los coeficientes de correlación entre los

142

niveles de ejecución y las calificaciones obtenidas en las evaluaciones parciales. Los valores que

aparecen en la tabla son significativos a 0.001, por tanto la relación entre nivel de ejecución al

ingreso y el desempeño en el transcurso del ciclo ordinario es importante.

Tabla 14. Correlación entre nivel de ejecución de ingreso y evaluaciones parciales.

Ciudad Tipo de

institución

educativa

Coeficiente de correlación de Pearson

Parcial 1 Parcial 2 Parcial 3 Parcial 4

Culiacán, Pública 0.553 0.523 0.551 0.600

Privada 0.585 0.657 0.613

San Luis

Potosí,

Pública 0.618 0.612 0.571

Privada 0.350 0.448

Estos resultados indican que conforme aumente el nivel de ejecución de ingreso,

aumenta también el rendimiento en las evaluaciones parciales. Dicho de otro modo, los alumnos

que, previo a ingresar al bachillerato tuvieron un buen desempeño lo mantienen a lo largo del

bachillerato, y viceversa, los alumnos que tuvieron un mal desempeño previo al bachillerato

también lo mantienen en este nuevo nivel educativo. La continuidad del nivel de ejecución a lo

largo del bachillerato, como lo expresan los datos hasta aquí expuestos, permiten asumir que el

nivel de ejecución establecido es un buen indicador del tipo de interacción que el alumno

mantiene con la escuela. Esta continuidad demuestra también la hipótesis propuesta para esta

fase, existe una correlación positiva entre el nivel de ejecución al inicio del ciclo escolar y el

rendimiento demostrado a lo largo del año. .

5.2 Fase 2. Identificación de los patrones de éxito de los estudiantes de bachillerato.

La presente fase tuvo la finalidad de explorar el patrón de éxito de los alumnos de

bachillerato. El concepto de patrón de éxito (PE) fue definido en el capítulo 3, y se refiere a la

serie de elementos que los sujetos consideran necesarios para considerarse exitosos en la vida.

Debido al origen social de estos elementos se denominó al patrón de éxito como un tipo de

143

representación social (Abric, 2004a; Jodelet, 1986; Moscovici, 1984). Como representación

social, se plantearon hipótesis que postulaban que al modificar las características sociales de los

estudiantes encuestados, en este caso nivel de ejecución y lugar de residencia, se modificarían

los patrones de éxito.

En términos generales los alumnos encuestados evocaron 215 respuestas distintas. Esto

es, al evocar su futuro los estudiantes refirieron 215 ideas distintas sobre lo que anhelan

conseguir. Sin embargo, una vez analizada la evocación jerarquizada (Abric, 2003 citado en

Uribe Patiño et al., 2007), se encontró que 30 de las ideas evocadas por los alumnos

representaban más del 75% del valor total asignado a las respuestas. Considerando las

propuestas de la teoría del núcleo central (Abric, 2004a; Flament, 2004; Guimelli, 2004;

Moliner, 2007), se puede concluir que estos 30 elementos corresponden al núcleo central de la

representación social de futuro de los alumnos de bachillerato. Como se señalo en el capítulo 2,

los elementos centrales de la RS corresponden a aquellos elementos en torno a los cuales se

establece el consenso social sobre un objeto de representación(Abric, 2004a; Flament, 2004;

Guimelli, 2004; Moliner, 2007). Estos 30 elementos, entonces, indican lo que los alumnos de

bachillerato, por medio de la interacción social, han interiorizado como deseable, por tal motivo

estos 30 elementos integran el PE de los alumnos de bachillerato.

Identificados los elementos constitutivos del PE de los alumnos de bachillerato, se

realizó un análisis de contenido de las justificaciones brindadas por los alumnos a cada uno de

estos conceptos. A partir de lo anterior se encontró, que los elementos evocados se referían a

ideas más generales, de esta forma se construyeron 9 categorías, las cuales se presentan en la

tabla que aparece a continuación:

144

Tabla 15. Categorías que integran el patrón de éxito de los alumnos de bachillerato

Categoría Ejemplo de respuesta

Metas académicas a corto plazo ―Terminar la preparatoria‖

―no reprobar exámenes‖

Metas académicas a largo plazo ―Terminar una carrera‖

―Estudiar una maestría‖

Socio-afectivas ―Casarme‖

―Tener una familia‖

Desarrollo personal ―Ser mejor persona‖

―Cumplir mis metas‖

Desarrollo profesional ―Tener un buen trabajo‖

―Tener mi empresa propia‖

Esparcimiento ―Viajar‖

―Conocer muchos lugares‖

―Posesiones materiales‖ ―Tener mucho dinero‖

―Tener un carro‖

Cuidar de progenitores ―Ayudar a mis papás‖

―Cuidar a mis papás y hermanos‖

Reconocimiento social ―Ser alguien reconocido‖

La tabla anterior muestra que lo académico corresponde a dos categorías del PE de los

alumnos de bachillerato. Originalmente, estas dos categorías integraban una sola, sin embargo,

considerando que el interés de el estudio realizado en esta fase de la investigación fue

determinar el peso de lo académico en relación al futuro de los alumnos de bachillerato, para

posteriormente relacionar este peso con el nivel de ejecución del alumno, su lugar de residencia,

y eventualmente sus concepciones sobre el entorno y el narcotráfico, fue necesario precisar el

análisis de las ―metas académicas‖. De este modo, se encontró que mientras algunos alumnos

sitúan lo académico como una parte significativa de su vida posterior al bachillerato (metas

académicas a largo plazo), otros refieren lo académico como algo pasajero, como parte de una

situación que viven actualmente, es decir el bachillerato, más allá de este lo académico no tiene

relevancia en sus vidas (metas académicas a corto plazo). Ante estos resultados surgieron

nuevas hipótesis para la presente fase: no solo el peso que tenga lo académico será distinto al

145

considerar el lugar de residencia y nivel de ejecución de los alumnos, también las características

de estas metas serán distintas al cruzarlas con el nivel de ejecución y el lugar de residencia.

La distribución de cada una de las categorías en el PE de los alumnos de bachillerato

aparece en la Tabla 16 a continuación

Tabla 16. Distribución de categorías en PE de alumnos de bachillerato

Categoría Porcentaje

Metas académicas a largo plazo 20.4%

Metas académicas a corto plazo 18.2%

Desarrollo profesional 16.4%

Socio-afectivas 16.1%

Desarrollo personal 11.2%

Posesiones materiales 7.6%

Cuidar de mis padres 4.5%

Reconocimiento social 3.0%

Esparcimiento 2.6%

Se puede apreciar que en términos generales que lo académico, ya sea a corto o largo

plazo, es el elemento más significativo en el PE de los alumnos de bachillerato, este elemento

corresponde a casi el 40% del total de los elementos evocados en el PE. Considerando que los

objetivos de esta fase giran en torno al peso de lo académico en el PE, los resultados que se

muestran a continuación solo toman en cuenta esta categoría, los datos sobre el resto de las

categorías aparecen en los anexos (Anexo 6) al final del documento.

En la fase anterior se establecieron los niveles de ejecución de los alumnos de los

bachilleratos visitados durante la recolección de datos. La intención de identificar estos niveles

fue establecer un referente objetivo de la interacción del alumno con la escuela. La Gráfica 1

muestra el peso que tiene lo académico en los patrones de éxito de los alumnos de bajo nivel de

ejecución y los de alto. En esta gráfica se omiten los datos de los alumnos de nivel de ejecución

medio. La omisión de estos valores se justifica del siguiente modo, en la Fase 1 se estableció

que el nivel de ejecución al inicio del bachillerato de mantiene a lo largo del mismo, en el

146

Capítulo 3 del presente texto, se explicó que cada nivel de ejecución representa distintas formas

de interactuar con la escuela, o más bien, que el desempeño académico era un reflejo de la

adecuación de los alumnos de bachillerato a los lineamientos que esta institución sostiene. Por

tanto, conforme mayor sea el nivel de ejecución, mayor será la aceptación del alumno de los

valores, pautas de comportamiento y creencias que la institución educativa promueve. La

intención de la investigación es demostrar que los alumnos que tienen distintas ideas sobre el

narcotráfico, piensan e interactúan de forma distinta en la escuela. Por tal motivo, se consideró

más adecuado comparar únicamente los datos de los alumnos que manifiestan una mayor

distancia, o bien una interacción con la escuela más opuesta, es decir, los extremos.

0

10

20

30

40

50

Bajo Alto

Metas Académicas Largo plaza Corto plazo

Figura 4. Peso de metas académicas en PE de acuerdo a nivel de ejecución

Las diferencias que se expresan en la Figura 4 en el porcentaje del PE que las metas académicas

representan para los alumnos de bajo y alto nivel de ejecución no son estadísticamente

significativas. Pese a lo anterior, vale la pena observar las tendencias que muestran estos datos.

Lo académico tiene mayor peso en el PE de los alumnos de alto nivel de ejecución. Al

considerar las características de las metas académicas evocadas por los alumnos, los datos

muestran que para los alumnos de alto nivel de ejecución lo académico tiene mayor peso en el

147

largo plazo, al contrario de los alumnos de bajo nivel de ejecución, para quienes lo académico a

corto plazo es más significativo. Dicho de otro modo, mientras que los alumnos con un mayor

nivel de ejecución aspiran a continuar sus estudios, y en este sentido evocan elementos que

definen un PE orientado a la educación superior, los alumnos de bajo nivel de ejecución, definen

lo académico en su PE como algo más transitorio, algo que les preocupa en el momento que se

encuentran, más no es algo en torno a lo que pretendan construir su futuro. Estas valoraciones

coinciden con el tipo de interacción que estos alumnos han desarrollado con la escuela. El éxito

que los alumnos de nivel de ejecución alto han tenido en la escuela, los hace pensar que

seguirán siendo exitosos y por tanto aspiran a continuar estudiando, los alumnos de bajo nivel

de ejecución no han tenido tal éxito, por tanto, el continuar por un sendero que se le ha

demostrado poco satisfactorio lleva a que no aspiren a tener este elemento por más tiempo en

sus vidas (Pintrich & Schunk, 2006).

En la Gráfica 2 aparece el porcentaje que representan las metas académicas en el PE de

los alumnos de bachillerato de las ciudades de Culiacán y San Luis Potosí. Al igual que con los

niveles de ejecución, las diferencias encontradas en los PE de cada ciudad no muestran

diferencias significativas.

Si bien las diferencias encontradas en el valor que tiene lo académico en relación al

futuro para los alumnos de estas ciudades no son estadísticamente significativas, la tendencia

que muestran estos resultados es interesante. Al variar el entorno, la importancia atribuida a lo

académico en el PE no cambia drásticamente (SLP= 38.6%; Culiacán= 37.7%), pero, al

considerar las características de lo académico –sea a corto o a largo plazo- los valores se

invierten. En San Luis Potosí, las metas académicas a largo plazo tienen mayor valor para los

alumnos de bachillerato que en Culiacán (20.4% v. 16.8%), mientras que lo inverso ocurre con

148

las metas académicas a corto plazo, estas tienen mayor relevancia en Culiacán que en San Luis

Potosí (20.9% v. 18.2%).

0

5

10

15

20

25

30

35

40

SLP Culiacán

Metas Académicas Largo plazo Corto plazo

Figura 5. Peso de metas académicas en PE de acuerdo a lugar de residencia.

Estas tendencias indican que las características de la realidad culiacanense llevan a que

los alumnos de bachillerato consideren lo académico de forma más pasajera (metas académicas

a corto plazo) que los alumnos potosinos, para quienes lo académico tiene mayor relevancia en

un momento posterior al bachillerato (metas académicas a largo plazo). Si bien existen muchas

diferencias entre las ciudades de Culiacán y San Luis Potosí, uno de los elementos que

distinguen a estas comunidades es la presencia del narcotráfico. Como se mencionó en el

Capítulo 1 del presente documento, el narcotráfico y sus diversas manifestaciones son mucho

más evidentes en Sinaloa, estado donde se encuentra Culiacán, que en el estado de San Luis

Potosí y su capital.

Hasta el momento resulta imposible determinar si el narcotráfico puede ser considerado

como un factor en las diferencias encontradas, se puede afirmar que al modificar el lugar de

residencia de los sujetos se presentan tendencias que indican que lo académico se vuelve menos

importante a largo plazo en un lugar donde el narcotráfico esta más presente. En las fases

149

posteriores del estudio se buscó identificar con mayor claridad la presencia e influencia de este

elemento, primero al identificar su relevancia en el entorno social, y posteriormente indagando

en las concepciones que de este tienen alumnos que interactúan de manera distinta con la

escuela, pero antes de eso se trato de identificar qué es lo que dicen los alumnos de la escuela.

5.3 Fase 3. La escuela para los alumnos. Aproximación de la representación social (RS) de

escuela de los estudiantes de bachillerato.

Tal como se mencionó en el capítulo 2 del presente documento, el concepto de RS

refiere a un tipo particular de conocimiento elaborado socialmente, que refiere a la pertenencia

social a un grupo (Abric, 2004a; Jodelet, 1986; Moscovici, 1984). Los objetivos de esta fase

giraron en torno a la identificación de los componentes o contenidos de la RS de escuela. Para

lograr esto, tal y como se menciona en el Capítulo 4 del presente documento, se recurrió a tres

estrategias: una Escala de Generación Libre de Respuestas por Jerarquía de Respuestas

(EGLIxJR); entrevistas semiestructuradas, y grupos de discusión. Los resultados

correspondientes a la primera de estas tres técnicas no son presentados en el presente apartado,

pues debido a las características de los datos rescatados, se consideró poco provechoso recurrir a

dicha estrategia (ver Capítulo 4). En relación a las otras dos estrategias, ambas son

aproximaciones cualitativas que han despertado polémica en el terreno de las representaciones

sociales (Abric, 2004b; Rodríguez Salazar, 2007). A raíz de dicha polémica resulta complicado

asegurar que los resultados que se exponen a continuación sean elementos centrales (Abric,

2004a; Flament, 2004; Moliner, 2007) de la RS de escuela, y por ende determinantes en las

prácticas de los sujetos en relación al objeto. Sin embargo, partiendo del consenso suscitado en

torno a los mismos, las características de las prácticas sociales particulares a alumnos de

150

distintas características, al menos se puede afirmar que los datos que se presentan en efecto dan

indicios de las características de la RS de escuela de distintos alumnos.

En el Capítulo 4 del presente documento, en el apartado correspondiente a la descripción

de las técnicas y procedimiento de la presente fase, se presentan las temáticas que fueron

abordadas durante las entrevistas y los grupos de discusión. Dada la naturaleza de estas técnicas,

y el interés de propiciar la espontaneidad del discurso, las ideas expresadas por los alumnos no

necesariamente coinciden con las propuestas en el capítulo anterior. Del mismo modo, dado que

ambas técnicas se basan en la producción discursiva de los sujetos, solo que una lo hace de

manera individual y la otra grupal, los resultados se presentan de manera indistinta.

A continuación se enlistan las principales ideas que los alumnos de bachillerato expresan

sobre la escuela, y como estas varían de un contexto a otro, o a partir de las características de los

alumnos.

5.3.1 Sobre el concepto de escuela. En términos generales, se puede afirmar que no

existen diferencias sustanciales en lo que escuela significa para los alumnos de bachillerato, ni

al considerar su nivel de ejecución, o su lugar de residencia. Pareciese que las ideas sobre los

que es escuela están altamente difundidas, de tal suerte que la gran mayoría de los estudiantes,

al pensar en la escuela evocan conceptos como: ―estudiar‖, ―trabajo‖, ―formación‖, ―maestros‖,

―exámenes‖, etc. Ahora bien, pese a que los conceptos evocados a partir de la palabra inductora

escuela no presentan diferencias, las connotaciones de los mismos, así como las prácticas

sociales y experiencias relacionadas con la escuela si varían al considerar las variables

propuestas en el estudio (nivel de ejecución y lugar de residencia).

5.3.2 Lo significativo de la escuela Una de las ideas sobre las que hablaron los

estudiantes se refiere a los elementos que ellos consideran importantes, o bien hacen valiosa a la

151

escuela. La escuela, es la institución a la que socialmente se le ha dado la responsabilidad de

asegurara que los miembros jóvenes de la sociedad ―(…) adquieran la experiencia social

históricamente acumulada y culturalmente organizada (…) "(SEP, 2001, p. 16). Por tal motivo,

se supondría que entre los elementos significativos destacados por los alumnos se encontrase la

transmisión de conocimientos, sin embargo, al indagar en torno a esta idea –lo que ellos

consideran ha hecho su experiencia en la escuela significativa- los elementos referidos son de

carácter social principalmente. Tal como expresan las siguientes afirmaciones:

“[Lo importante] la confianza entre amigos y maestros, porque el estudio, puedo estudiar

ahorita algo, me lo puede preguntar en tres años y a lo mejor no me acuerdo, pero ¿Qué

queda? Yo me acuerdo de ese amigo que tenia o mira ese maestro era bien buena onda,

esos es lo que para mi queda (…)” (Culiacán, nivel de ejecución alto)

En algunos casos, como el que se muestra a continuación, los aprendizajes formales que

busca transmitir la escuela son tan poco relevantes, que quedan totalmente subrogados a los

elementos de socialización. Para la alumna en cuestión, lo que le gusta de la escuela es el

―relajo‖ y lo que no le gusta es el ―estudio‖, lo interesante es que la extracción siguiente no es

un caso aislado, sino más bien un caso representativo del sentir de un bueno numero de

estudiantes, por lo general de nivel de ejecución bajo.

“Entrevistador: ¿Qué es lo que más te ha gustado de venir a la escuela?

Alumno: mis amigos (…) y echar relajo

Entrevistador: ¿y lo que menos te ha gustado?

Alumno: pues estudiar (…) sí (…) hay algunas materias que si son padres porque igual

los maestros ayudan a que la clase no se haga (…) no sea lo mismo de siempre y así todo

152

eso pero, ¿Qué es lo que no me gusta? Pues no sé, los exámenes y tener que prepararte

para el examen y sacarlo bien” (SLP, nivel de ejecución bajo)

Son pocos los alumnos que evocan únicamente lo académico sin evocar en ninguna

medida el elemento alusivo a la socialización, en la gran mayoría de los casos donde se evocan

elementos alusivos al aprendizaje estos vienen acompañados de elementos relacionados con la

socialización. Como lo muestran los siguientes ejemplos:

“¿De la escuela? Me gusta que pues aprendo y hago amistades, tengo amistades, de

hecho, tengo buenas amistades (…)” (Culiacán, nivel de ejecución bajo)

“Entrevistador: ¿Qué es lo que te viene a la mente cuando piensas sobre tu vida en la

escuela? Alumno: los amigos, a veces los maestros, los festivales.” (SLP; nivel de

ejecución bajo)

Los casos que evocan exclusivamente lo académico por lo general provienen de alumnos

de San Luis Potosí de alto nivel de ejecución, como el siguiente caso, sin embargo, estos casos

son aislados.

“Entrevistador: ¿Qué es lo que más te ha gustado? Alumno: pues venir a y aprender

cosas nada más” (SLP, nivel de ejecución alto)

5.3.3 El rol de la familia en las ideas, actitudes y comportamientos en la escuela. La

familia es uno de los elementos evocados por los alumnos al hablar de su desempeño y el de

otros en la escuela que puede influir en sentido positivo o negativo en relación al desempeño,

comportamiento, acritud hacia la escuela. Uno de los elementos que son señalados que

dificultan la buena inserción al sistema educativo, es decir, poder adaptarse y responder a las

exigencias en la escuela es la inestabilidad en casa, ya sea por cambios de residencia o

problemas con los padres.

153

“Entrevistador: ¿a que le adjudicas este cambio de actitud?

Alumno: Pues la verdad no sé, yo creo que a problemas que he tenido en la familia, cosas

personales, así (…)” (Culiacán, NE nivel de ejecución bajo)

Pese a lo anterior la familia es un elemento importante en alumnos que reportan un

cambio positivo en la escuela, son compañeros de estudio o fuentes de motivación. Como lo

expresa el siguiente alumno, quien afirma que este año se ha esforzado por mejorar en la

escuela.

“[Para estudiar] yo me hago cuestionarios y me los memorizo y pues mi ama y mi

hermano me preguntan y yo les voy contestando (….)” (Culiacán, nivel de ejecución bajo)

O bien,

“(…) mi mamá esta ahí, cómo te puedo decir, pues me apoya mucho, con eso, ella me dice

que nunca deje la escuela, que la saque, ella me dice tu saca la escuela y haz tu carrera,

tu universidad y te lo que quieras (…)” (Culiacán, nivel de ejecución bajo)

Otra forma en la que la familia motiva a los alumnos a tener un buen desempeño en la

escuela es mediante el esfuerzo que esta realiza para que el alumno curse sus estudios. Los

padres de los alumnos los incitan a aprovechar una oportunidad que quizás ellos no tuvieron.

“Entrevistador: ¿qué tan importante es para ti pasar el año?

Mucho, por que…mi familia muchas veces tiene dificultades económicas, eso a mi me

motiva, como decir, tengo que pasar el año, tengo que echarle ganas y voy hacer alguien

en la vida, eso es para mi.” (Culiacán, nivel de ejecución alto)

“[Mis papás me dicen] Que le eche ganas, para darme lo que ellos no pudieron tener”

(Culiacán, nivel de ejecución alto)

154

Esta situación, el esfuerzo que muestran los padres en proveer de una educación a sus

hijos puede incluso convertirse en una fuente de angustia para los jóvenes.

“Entrevistador: ¿te preocupa haber reprobado materias?

Alumno: si (…) porque mis papás están haciendo un esfuerzo para que venga a estudiar y

sacar buenas calificaciones y no reprobar ninguna.” (SLP, nivel de ejecución alto)

El rol de la familia y el impacto reportado por los alumnos en su quehacer en la escuela

no mostró tendencias al considerar los distintos niveles de ejecución o el lugar de residencia de

los alumnos. El grado académico alcanzado por los padres, fuese bajo o alto, no era

característico a ninguna de las variables consideradas en el estudio, es decir, tanto alumnos de

bajo nivel de ejecución como alto, reportan indistintamente que sus padres habían alcanzado o

no un alto grado académico. Lo que si señalaban con frecuencia los alumnos, nuevamente sin

haber distinción en las variables consideradas, fue que los alumnos que no muestran actitudes o

comportamientos adecuados en la escuela es debido a que no cuentan con el apoyo de sus

padres.

“Entrevistador: ¿a que crees tu que se deba que tus compañeros no les interese el trabajo

académico? Alumnos: a que no tienen el apoyo de sus papás” (Culiacán, nivel de

ejecución alto)

“[sobre los alumnos “relajientos”] (…) no sé como que no les interesa la escuela (…)

igual en su casa no les dicen nada (…) sus familias no los apoyan (…)” (SLP, nivel de

ejecución bajo)

5.3.4 La transición de un nivel a otro. Los alumnos con los que se trabajó durante el

desarrollo de la presente investigación, cursaban el 2do o 3er semestre de bachillerato al

momento de participar en las técnicas referidas en esta fase. Por tanto, eran jóvenes que en

155

cierta medida comenzaban a transitar por el bachillerato. En este sentido, muchos de estos

alumnos al hablar de su experiencia en el bachillerato tomaron la secundaria como punto de

referencia. Para la gran mayoría de los estudiantes, la secundaria representa su mejor periodo

como estudiantes. Señalan que es en este nivel donde comienzan a hacer amistades

significativas –que como se mostró líneas atrás es el elemento más significativo de la

experiencia positiva en la escuela-, dejan de ser niños, pero al mismo tiempo el nivel de

exigencia y las responsabilidades de este nivel no son tan elevadas como en el bachillerato, lo

cual permite una estancia más relajada en la escuela.

“Mi mejor momento en la escuela (…) la secundaria (…) porque (…) he crecido, me doy

más cuenta de las cosas (…) conocí gente nueva (…) ya no vemos las cosas tan (…) no es

tan rosa, ni tampoco fea, ya vez pues estamos viendo las cosas como son” (Culiacán, nivel

de ejecución alto)

“[Mi mejor momento] (…) secundaria (…) me involucre más con mis amigos, porque es

lo que más recuerdo de ellos de amigos y todo eso.” (SLP, nivel de ejecución bajo)

Al contrastar la secundaria con la preparatoria los alumnos, en particular los de Culiacán,

señalaron que la transición de un nivel al otro fue difícil. El cambio en las exigencias, las

responsabilidades, los criterios de evaluación, la carga académica, llevaron a que los primeros

meses en el bachillerato resultasen complicados, e incluso llegaran a vivir experiencias

relacionadas al fracaso escolar hasta el momento desconocidas.

“Siempre el cambio como que te afecta. (…) ) No se. Las materias te hacen así como que,

te brincan, pues. Así que: no, yo no llevaba esto y ahora no entiendo nada. O así, los

primeros dos meses, bien baja en una materia, ya después, pues ya me fui recuperando,

así.” (Culiacán, nivel de ejecución bajo)

156

“Pero si, reprobé dos materias. Yo nunca había reprobado en primaria ni en secundaria,

hasta ahora en prepa. Pues si es aguitador porque nunca has reprobado y ya que estas

que ahora que estas grande debes de saber más y reprobé dos.” (Culiacán, nivel de

ejecución bajo)

“Era más fácil pasar las materias. (…) por que nunca te podían poner menos de cinco,

entonces era como que un punto como quiera lo sacabas.” (Culiacán, nivel de ejecución

bajo)

El extracto anterior, expresa una diferencia encontrada entre los alumnos de nivel de

ejecución bajo y alto en Culiacán, si bien ambos expresan la dificultad de adaptarse a las

exigencias del bachillerato, como lo muestra la cita anterior, los alumnos de nivel de ejecución

bajo señalan los criterios de evaluación. La alumna referida comenta que las dificultades

experimentadas en el bachillerato, tienen que ver con que el criterio de evaluación considera

toda la escala numérica disponible, del 0 al 10, donde la calificación aprobatoria se ubica a

partir del 6. En secundaria, la calificación aprobatoria se ubicaba igual en el 6, pero la

calificación mínima otorgada a los alumnos era 5, por tanto, solo era necesario un esfuerzo

pequeño para pasar de grado.

“(…) en la secundaria, con hacer una tareita ya conseguías un punto y pasabas y aquí no

(…) aquí te ponen desde cero, no puedes hacer lo mismo” (Culiacán, nivel de ejecución

bajo)

Pero más allá de responsabilizarse por las consecuencias de este comportamiento,

reconocer que el hacer lo mínimo indispensable para pasar no es la mejor opción, los alumnos

de nivel de ejecución bajo responsabilizan a los maestros de estos resultados, como lo muestran

los siguientes extractos:

157

“O por ejemplo, crees que, la secundaria: ay, eso hice en la secundaria, pues aquí va a

ser lo mismo. O algo así, (…). Muchas veces los maestros también, no te ayudan, pues así,

que no te suben puntos por,- Tu crees que todo va a contar igual que en la secundaria.

Puntos por esto, por lo otro y aquí ya no es así, y te confías y es cuando (…).” (Culiacán,

nivel de ejecución bajo)

“Pues yo creo que han de pensar, pues si les importa pero, (…) no están haciendo lo que

le corresponde de que por ejemplo un trabajo que les dejen no lo hacen, siempre están de

que mañana lo hago(…) y el mañana nunca llega pues y ya la hora del examen, ha¡ usted

me reprobó, usted me reprobó, nunca es de que yo reprobé, porque yo no hice el trabajo

yo nunca hice las tareas, no que siempre ha¡ que la maestra me reprobó (…)” (Culiacán,

nivel de ejecución bajo).

El extracto anterior corresponde a un alumno que en el último año ha reportado un

cambio de actitud hacia la escuela, y se ha esforzado por mejorar su desempeño. Su opinión

expresa la idea expresada por la mayoría de los estudiantes de nivel de ejecución bajo en

Culiacán, las causas del fracaso se encuentran ajenas a ellos.

En el caso de los alumnos de nivel de ejecución alto en Culiacán, si bien comparten la

idea sobre la dificultad de la transición de un nivel a otro, asumen que es responsabilidad de

ellos adaptarse, como lo expresa el siguiente alumno:

“Tienes más libertades en la secundaria. (…) Pues con los maestros y todo eso. (…) Pero,

pues te adaptas pues. A donde estés te tienes que adaptar, ya no te queda de otra. (…)”

(Culiacán, alto, publico)

Los alumnos de San Luis Potosí, coinciden en nombrar a la secundaría como el mejor

momento de su carrera como estudiantes, pero a diferencia de los estudiantes culiacanenses,

158

quienes enfatizan en la dificultad intrínseca al cambio de nivel educativo, los potosinos asumen

dicho cambio como un empuje a la maduración, en cierta medida obligado.

“Entrevistador: ¿Cuál es la diferencia entre la secundaría y el bachillerato? Alumno: es

más avanzado (…) la secundaria es como más aniñada (…) como que te valía (…) aquí ya

son más responsabilidades y agarras las cosas con más (…) o las agarras o las agarras

(…).” (SLP, nivel de ejecución alto)

Mientras que la secundaria es un momento en el que aún se puede ser niño, la

preparatoria representa para los estudiantes potosinos el momento de transición o preparación

para la etapa adulta.

“(…) ya estas en otra etapa de educación, ya es más responsabilidad (…) porque ha de

cuenta es como si ya te estuvieran preparando para ser ya un adulto” (SLP, nivel de

ejecución alto)

Incluso en los casos de fracaso escolar, los alumnos potosinos tienden a asumir como

propias las deficiencias que han llevado a su bajo desenvolvimiento en las actividades escolares.

Contrario a los estudiantes culiacanenses quienes esperan el apoyo de los maestros, y culpan a la

carencia del mismo por su ineficacia para adaptarse al bachillerato, el extracto siguiente de una

alumna potosina muestra una postura contraria.

“(…) no sé, será a lo mejor porque soy yo la que no le he puesto atención a todas las

cosas (…) , no sé como, así como persona a veces toma mal los consejos u opiniones que

dan los maestros a veces (…) no pues igual yo pienso que, que igual la forma de que

tienen la escuela así de plantear los estudios y todo eso pues igual si esta bien pero creo

que la del problema no es la escuela sino uno” (SLP, nivel de ejecución bajo)

159

5.3.5 La relevancia social de la escuela. En la categoría anterior se evocaron temas

relacionados a la responsabilidad subyacente a la preparatoria, y comenzaron a emerger

diferencias entre los alumnos de Culiacán y los de San Luis Potosí. Esta idea de la

responsabilidad que implica el bachillerato tiene relación con asumir la formación académica

como un compromiso propio, es decir, reconocer que los resultados que uno obtenga en la

escuela son el reflejo del trabajo y esfuerzo que uno le imprima a dicha actividad. En relación a

esto, los alumnos expresas ideas y opiniones que comienzan a dar indicios de la relevancia que

los alumnos perciben se le atribuye a la escuela en el entorno social.

Diversos alumnos expresan un hartazgo hacía la escuela, principalmente los alumnos de

nivel de ejecución bajo, que tiene expresiones como la siguiente:

“(…) ya llega un momento en que digo: ya me tiene harta la escuela. Pero pues me pongo

a pensar, igual y sin la escuela no voy a hacer nada, ni ver a nadie y así (…) pero es que

no sé, me enfada la escuela un chorro.” (Culiacán, nivel de ejecución bajo)

La expresión de esta alumna muestra que la institución la tiene cansada, y lo que la

motiva o incita a ir es que la alternativa, no hacerlo, implica en cierta medida la marginación

social ―no hacer nada, ni ver a nadie ―. Ante expresiones como esta, surge la pregunta ¿Por qué

asisten a la escuela? Donde son nuevamente los alumnos de bajo rendimiento quienes tienen

este tipo de expresiones:

“(…) porque, pues porque tengo que venir y no sé la flojera de venir y hacer cosas y es

que a veces me aburre (…) la obligación. Entrevistador: ¿la obligación?, ¿si no tuvieras

la obligación vendrías? Alumno: no sé, creo que a veces” (SLP, nivel de ejecución bajo)

160

La ―obligación‖, el asistir a la escuela es una exigencia impuesta, así como el estudiar, lo

que hace tolerable la escuela, y lo que incitaría a los alumnos a asistir en caso de que la

obligación no se presentase tiene que ver con el componente de socialización.

“Entrevistador: ¿Por qué vienes a la escuela? Alumno: porque me mandan

Entrevistador: Si no te mandaran ¿vendrías? Alumno: si, a platicar” (Culiacán, nivel de

ejecución bajo)

Pese a lo anterior, el asistir a la escuela tiene una utilidad, los alumnos no les agrada la

idea de asistir, pero ir a la escuela tiene un objetivo, una finalidad.

“(…) primeramente aprender y más adelante tener un buen trabajo (…) tener educación”

(Culiacán, nivel de ejecución bajo)

“(…) superarme, para saber, para conocer” (Culiacán, nivel de ejecución alto)

“(…) pues para prepararnos para dar el siguiente paso (…)” (SLP, nivel de ejecución

alto) ―

“Para conseguir un mejor trabajo” (Culiacán, nivel de ejecución alto)

“(…) para repasar cosas, forjarnos como personas (…) responsabilidad, para formarnos

un estudio” (SLP, nivel de ejecución bajo)

Resulta evidente que la escuela sirva para el mañana, la utilidad de la escuela, de acuerdo

a los jóvenes esta en que mediante las herramientas que se obtienen en ella se supera la

condición actual, y se puede conseguir un empleo, lo cual es sinónimo de estabilidad futura.

En apariencia la relación formación académica-estabilidad futura es aceptada por los

estudiantes de bachillerato, sin embargo, al indagar a mayor detalle sobre este elemento, es

decir, al cuestionar a los alumnos sobre la importancia de los contenidos que revisan en relación

a su preparación futura, el peso que lo académico tiene para la sociedad, y si las calificaciones o

161

el buen desempeño son legitimadores o garantes del éxito social, se encontraron posturas

distintas al contrastar las opiniones de alumnos potosinos y culiacanenses.

En San Luis Potosí, por ejemplo, se considera que los contenidos revisados en el

bachillerato son significativos y relevantes. El hecho que estos contenidos estén en los planes de

estudio valida su significancia y relevancia en la formación del alumno

“(…) lo que estamos viendo, o sea si obvio pues tiene importancia como todo verdad (…)”

(SLP; nivel de ejecución bajo)

“(…) no nos podemos brincar un rango y después por ejemplo querer aprender algo si no

repasamos lo principal.” (SLP, nivel de ejecución alto)

En general, las opiniones expresadas demuestran un grado de sumisión, o bien, pasividad

ante la autoridad escolar, como dice otro alumno:

“(…) me refiero a que queramos o no tenemos que saber (…) lo tenemos que ver después

también.” (SLP; nivel de ejecución alto)

Esta aparente pasividad puede estar relacionada con el hecho de que en San Luis Potosí,

los alumnos de bachillerato expresan la idea que la educación es la mejor vía que tienen para

lograr la movilidad social, es decir, para mejorar su condición social actual, por tanto más allá

de pasividad las ideas expuestas demuestran confianza en la escuela.

“(…) se le paga más a una persona que estudio‖ (SLP, nivel de ejecución alto)

“Ahorita ya no es tan fácil el estar viviendo (…) para todo eso tiene que tener tan siquiera

hasta la prepa para conseguir un trabajo, no así un trabajo bien hecho pero (…) un

trabajo que no sea así tan desgastante (…) si estudias a lo mejor tienes un trabajo así de

oficina, ya nomás llegas y mandar (…)” (SLP, nivel de ejecución bajo)

162

Los alumnos potosinos reconocen también que en la actualidad, las condiciones sociales

son tales que el hecho de haber estudiado, incluso una carrera universitaria, no es garantía de

que se va a conseguir un buen empleo.

“Entrevistador: ¿tú crees entonces que socialmente, mientras más estudies mejor te va?

Alumno: sí (…) bueno a veces porque he visto en las noticias que hay personas

preparadas que salen con una carrera así y están, se están desempeñando en otra que

nada que ver con lo que ellos estudiaron o se prepararon Entrevistador: ¿a qué crees tú

que se deba eso? Alumno: a la falta de trabajo” (SLP, nivel de ejecución bajo)

Pese a esto, no se menosprecia la formación educativa, quizás no sea una garantía, pero

si es la mejor herramienta con la que estos alumnos cuentan.

“(…) pues algunos que estudian o que estas estudiando y cuando (…) ya estas buscando

trabajo este, algunas veces está muy saturado lo que tu quieres y tienes que trabajar en

otro lugar (…) o sea un ejemplo, también los que quieren psicología, a lo mejor, la

psicología es un examen muy feo, un examen muy pesado, bueno por ejemplo el de mi

prima, que ella quiere psicología pero que se tuvo que meter a otra carrera par poderse

avanzar más a lo que ella quiere, o sea ella tiene ahorita su carrera de niños especiales y

ella sigue estudiando las dos cosas porque ella quiere seguir adelante con una” (SLP,

nivel de ejecución bajo)

Así como se tiene a la escuela como una esperanza para la movilidad social, en el

discurso de algunos alumnos potosinos deposita en la educación la oportunidad de mejorar las

condiciones sociales, por ejemplo reducir el abuso a las personas, como lo expresa el siguiente

extracto:

163

“[La escuela sirve para] (…) pues no sé, en que se aprovechen de la gente (…) pues otras

personas, personas que tengan no sé, poder o que los puedan manipular” (SLP, nivel de

ejecución bajo)

El caso de Culiacán es distinto, la idea de lograr la movilidad social por medio del

estudio, si bien expuesta en algunos, es fuertemente cuestionada y criticada por los alumnos. Por

ejemplo:

“(…) cuando tu quieres entrar a trabajar, ah, si no tiene tus estudios, no te aceptan (…)

una recompensa que te están aceptando por haber terminado tu prepa o tu carrera.”

(Culiacán, nivel de ejecución bajo)

Sin embargo, el grueso de los estudiantes culiacanenses consideran que la educación no

es garantía de nada, al contrario, las situaciones sociales que se viven en la actualidad en el país

se filtran a la escuela, y surgen expresiones como la siguiente:

“Entrevistador: ¿Tú crees que la sociedad recompense el estudio? Alumno: Muchas veces

no, por los ejemplos que nos dan la sociedad a nosotros, por eso dicen que nosotros

somos los del mañana, si pero ellos que ejemplos nos dan a nosotros, el gobierno.”

(Culiacán, nivel de ejecución alto)

Los ―ejemplos‖ a los que se refiere la alumna citada se relacionan con la corrupción y el

tráfico de influencias. Para los estudiantes de Culiacán, la presencia de estos fenómenos en la

escuela son muy evidentes, como lo ilustran los siguientes relatos:

“(…) mi certificado [de secundaria] no llegaba. Entonces yo lo iba a comprar por cinco

mil pesos (…). O sea, tres años por cinco mil pesos, pues obviamente que a quien no le

guste la escuela y tenga dinero pues obviamente que se lo compra y ya no hace nada

(…).” (Culiacán, nivel de ejecución bajo)

164

O igual haciendo alusión a las influencias:

“(….) cuando en la [universidad] no aceptaban que nomás de prepas de la [universidad]

(…) mi papá es amigo del director [universidad] Entonces, ahí lo aceptaron, y mi

hermano no tenia certificado ni nada, lo aceptaron (…) y otras personas que traían el

certificado, todo, no los aceptaron. (…)” (Culiacán, nivel de ejecución bajo)

“Por ejemplo, yo también entre aquí, (…) yo tenía cinco materias reprobadas y con

cuatro ya no puedes entrar, estas expulsada en todos los […..] de aquí de Sinaloa.

Entonces yo entre por mi mamá, porque mi mamá es amiga del director de [……….] y

pues le hicieron un favor de borrarme calificación, poner, ponerme un seis, para pasar, y

ya me aceptaron. (…) los que reprobaron cinco y no tienen amigos así, pos como lo dice

mi mamá, “Pues, sí se tuvieron que ir a otra escuela” (Culiacán, nivel de ejecución bajo)

Los relatos anteriores ponen en evidencia que los estudiantes de Culiacán están

concientes que lo que pesa para avanzar no es la capacidad demostrada, sino tener los recursos,

económicos y sociales, para lograr lo que se quiere. En palabras de los mismos estudiantes:

“Todo se mueve a base del dinero” (Culiacán, nivel de ejecución bajo)

“Batallas mucho. Porque, fíjese. Si usted no tiene los recursos económicos batallas

mucho. Y ahorita, el que tiene dinero vale, y el que no tiene dinero no vale.” (Culiacán,

nivel de ejecución alto)

El peso del dinero, de las influencias tan evidente para los jóvenes culiacanenses lleva a

un desprestigio generalizado sobre la utilidad de la educación. Lo anterior provoca que se

desarrollen comportamientos y prácticas particulares en la escuela, principalmente orientadas en

torno a los elementos antes mencionados. Lo anterior lleva a que el narcotráfico, como se

mostrará en la siguiente categoría de análisis, se vuelva un elemento que regule y ordene las

165

relaciones entre los alumnos de Culiacán, pues es un elemento que permite acceder al dinero y

las influencias necesarias para salir adelante, este fenómeno esta ausente entre los estudiantes

potosinos.

5.3.6 El narcotráfico en la escuela. Las concepciones sobre el narcotráfico serán abordadas en

la fase 5 del presente estudio, sin embargo, es conveniente, al estar rescatando las ideas y

prácticas que los alumnos expresan sobre la escuela, rescatar las formas en las que ellos mismos

señalan que el narcotráfico se hace presente en el contexto educativo.

Primeramente, como se mostrara en la fase 4, el narcotráfico es un elemento muy

presente para los culiacanenses a diferencia de los potosinos. En este sentido, no es de

sorprenderse que al evocar el tema en las entrevistas o los grupos de discusión con los jóvenes

potosinos, éste despertara poca discusión. El narcotráfico es para los potosinos el tráfico de

drogas, cuya manifestación relacionada a la escuela, evocada con muy poca frecuencia por

cierto, se refiere a la venta y consumo de drogas por los alumnos, pero siempre señalando que

esto se da fuera de los centros educativos.

El caso de Culiacán es diametralmente opuesto, al evocar el tema del narcotráfico se

intensificaba la producción discursiva. El narcotráfico para los estudiantes culiacanenses es un

estilo de vida, un estatus social, una forma de ser, rara vez se relaciono el fenómeno con el

tráfico o uso de drogas. En la escuela dicen los alumnos:

“(…) muchos admiran o los siguen [a aquellos alumnos que tienen que ver con el

narcotráfico], para ver que les dan (…)” (Culiacán, nivel de ejecución alto)

Como grupo social, los alumnos que simpatizan con el narcotráfico reciben la

denominación de ―buchones‖, que se caracterizan por ciertas actitudes, ornamentas, y

comportamientos en la escuela.

166

“(….) son fachosos, exagerados (…) traen como cinco radios y celulares (…)” (Culiacán,

nivel de ejecución bajo)

“(…) se la tiran (…) creen que pueden con todas (…) se las dan de galanes” (Culiacán,

nivel de ejecución alto)

“(…) son bien presumidos, que mis pistolas son así, y que tengo esto, que mis carros (…)”

(Culiacán, nivel de ejecución bajo)

“No ponen atención en clase, siempre están queriendo llamar la atención (…) cada rato

los tienen que sacar los maestros (…)” (Culiacán, nivel de ejecución alto)

“Algunos profesores hasta les tienen miedo, les creen que si les van a hacer algo (…)”

(Culiacán, nivel de ejecución alto)

El siguiente extracto resume las posturas anteriores:

“Pues hay algunos que sí, porque de hecho hay una personas que (…)bueno tengo

amigos, estamos en el mismo salón y había unos que por el solo hecho de que sus padres

anduviera en eso que tuviera mucho dinero, ellos se defendían con eso, por ejemplo si yo

me enojaba con él, que nos amarrábamos a chingazos me podía decir hey de que va llegar

un pitón, que te van a pegar, ha pues esta bien, nunca me ha pasado y ojala que nunca me

pase, pero se sienten más que otras personas pero dioquis, pues porque se, se…pues no es

de hombres eso pues , a esa persona que son así, les falta mucho para ser hombres porque

ellos piensan que son muy hombres porque tienen dinero, porque tienen armas porque

traen gente y que los cuidan pues, pero ellos no sabes a que un día les van a pegar una

chinga y aunque a ellos pero a ello las chinga nadie se las va a quitar pues ellos ya les

pegaron y ya les tocaba pues pero no piensan no piensan en nada pero no piensan en que

ira le voy a pegar una chinga a fulanito y ya piensan que ahí va a morir la bronca pues

167

pero ahí sigue otro rollo a lo mejor y chocan de que hay veces mira este también es hijo

de fulano, este es hijo de mengano y ahí están o a veces de que hay no porque los papás se

arreglan es rollo pues pero siempre en la escuela obviamente siempre hay uno que es hijo

de fulano y otro de mengano y uno le hace más que el otro y ahí están los piques pues

como aquí hay mucha gente así y pero yo no se yo he tenido familia así y eso nunca he

sido de que hay sabes que…yo soy hijo de fulano mejor ni digo nada mejor me quedo

calladito pues para que voy a estar, como te puedo decir…que voy a estar…quemándome

pues, porque luego de que se hace una mala …como se dice…cuando uno se hace una

mala popularidad, por ejemplo obviamente cuando estas en el ambiente del joven conoces

mucha gente que sales a la calle y ahí va fulano y se conocen pues en la misma calle…ha

mira aquel fulanito es sobrino de fulano, es hijo de aquel más chingón, me entiendes,

dioquis luego te quemas y a lo mejor dicen que uno esta abriendo la boca y no es cierto y

a causa de eso te causas un chingo de problemas y para que quieres eso, yo nunca he sido

así y nunca quisiera ser así pues dioquis.” (Culiacán, nivel de ejecución bajo)

Las frases anteriores se expresan con cierto desprecio sobre los ―buchones‖, de hecho la

mayoría de los alumnos entrevistados expresaron opiniones negativas sobre estos sujetos, sin

embargo, al evocar la actitud del resto de sus compañeros referían que entre el grueso de la

población estudiantil, estos personajes gozaban de una gran aceptación social. Este dato, puede

indicar que tal vez, los alumnos entrevistados, no rechacen tanto a los ―buchones‖, solo que para

proteger su autoimagen en la entrevista tienen que expresar la opinión políticamente correcta

(Deschamps & Guimelli, 2000).

168

“Entrevistador: De tus compañeros de la escuela ¿Qué porcentaje estimas tu que se

sienta identificado con los buchones? Alumno: Como el 80%” (Culiacán, nivel de

ejecución bajo)

Retomando la idea expresada sobre la importancia del dinero en el contexto

culiacanense, los jóvenes expresan que el aparentar la opulencia de los narcotraficantes se ha

convertido en un tipo de competencia, incluso entre las mujeres.

“(…) es a ver quién trae más piedras (…) quien brilla más (…)” (Culiacán, nivel de

ejecución bajo)

La admiración de los jóvenes por este estilo de vida radica en el poder social y

adquisitivo demostrado por los narcotraficantes, ante este poder la escuela pierde relevancia: al

menos para algunos alumnos como lo expresa la cita siguiente:

“Cuando los alumnos, refiriéndome al sexo masculino y femenino vienen con sus

enfermedades [fijación con el narcotráfico, narcocultura], dicen ¿que vas hacer, vas a

terminar la prepa? si pero no voy a ser nada porque yo voy a ser narco, y yo voy a ser

estoy, y voy a tener el dinero y no se que, es influencia, es influencia para la sociedad, o

sea que vamos a estar rodeados de narcos (…)” (Culiacán, nivel de ejecución alto)

Los buchones son temidos y respetados en las escuelas visitadas en Culiacán, no

respetan las reglas de las instituciones educativas, y ante esta conducta ro no se les aplican

medidas correctivas.

“(…) les vale lo que les digan (…) hay maestros que les dicen que se salgan y no le hacen

caso (…) todos nos reímos (…)” (Culiacán, nivel de ejecución bajo)

“(…) una vez me pelie con [,,,] que es hijo de […], y me dijo te voy a mandar levantar

[secuestrar], a los días, a la hora de salida llegaron como tres camionetas y unos fulanos

169

se querían meter a la escuela, eran los guaruras de […] tuvo que ir el director para

calmarlos, pero lo subieron a la camioneta y se lo llevaron (…) al rato regreso, quien

sabe que le hicieron o dijeron, yo deje de ir a la escuela unos días pa’que se calmara

todo” (Culiacán, nivel de ejecución alto).

Como lo muestran los extractos anteriores las figuras de autoridad quedan doblegadas

ante los ―buchones‖, ante la imposibilidad de enfrentar a los jóvenes, es comprensible, que ni

profesores o directivos, o demás figuras de autoridad en la escuela no representen figuras

importantes, o con quienes identificarse. El modelo que propone la escuela a los jóvenes

culiacanense se ve humillado y pisoteado por el narcotráfico, cómo esperar entonces que un

alumno se exprese positivamente de la escuela, cuando la evidencia le demuestra que hay

figuras con mayor autoridad y poder, para quienes los diplomas y calificaciones vienen

sobrando.

5.4 Fase 4. Percepción del entorno

En el Capítulo 4 se mencionó que esta fase fue de vital importancia para la investigación,

ya que tuvo la finalidad de demostrar mediante datos empíricos que el narcotráfico es un

elemento significativo en el entorno social de los culiacanenses, y de este modo, suponer que las

diferencias encontradas a lo largo de las distintas fases de la presente investigación pueden estar

relacionadas al narcotráfico.

En el Capítulo 3, se describieron las tres estrategias de recolección de datos utilizadas

para esta fase, las cuales fueron: entrevistas semiestructuradas, grupos de discusión, y un

instrumento de libre asociación. En dicho capítulo, se explico que las dos primeras técnicas se

utilizaban con fines indagatorios, es decir, que serían sublevadas a los resultados del

instrumento. Con la intención de reducir la extensión del presente documento, solo se hará una

170

breve mención sobre las diferencias encontradas entre los alumnos de Culiacán y San Luis

Potosí sobre los elementos significativos en el entorno.

5.4.1 Problemáticas evocadas por alumnos de San Luis Potosí y Culiacán. Los jóvenes

de cada una de estas ciudades evocaron elementos distintos al ser interrogados sobre lo que ellos

consideran relevante en su entorno, o más bien, sobre las problemáticas que aquejan a la

juventud en la actualidad.

Los estudiantes potosinos evocaron ideas como la falta de empleo, la delincuencia, el

vandalismo, la contaminación, las adicciones, la paternidad no planeada, y la violencia

intrafamiliar. Los jóvenes de Culiacán coincidieron en resaltar elementos como las adicciones, y

la delincuencia, el resto de sus ideas oscilaron en torno a la violencia, la inseguridad y el

narcotráfico. De esta breve mención de los elementos evocados por los jóvenes de cada una de

las ciudades se puede rescatar que los problemas destacados por los estudiantes potosinos

abarcan mayores aspectos del entorno social, mientras que los evocados por los estudiantes

culiacanenses básicamente se estructuran en torno a los problemas derivados de la presencia del

crimen organizado en la entidad. Estos datos se adelantan a los del cuestionario de libre

asociación, y permiten notar algunas diferencias existentes entre ambos entornos.

5.4.2 Resultados de cuestionario de libre asociación. El instrumento utilizado para esta

fase (Anexo 4), le pide a los sujetos que enlisten los elementos significativos de su ciudad a

partir de dos referentes valorativos: lo positivo y lo negativo. La tabla 17 muestra la media de

respuestas evocadas en cada referente por cada uno de los grupos considerados en esta fase

171

Tabla 17. Media de respuestas positivas y negativas evocadas en relación al entorno social

Tipo de respuesta Media

General Lugar Edad

Culiacán SLP -25 +35

Elementos Positivos 4.2 4.1 4.3 4 4.4

Elementos Negativos 5.3 5.1 5.6 4.9 5.8

Las diferencias existentes entre las medias de los distintos tipos de respuestas al interior

de cada uno de los grupos y subgrupos considerados no son estadísticamente significativas, es

decir, el hecho que el sujeto sea de Culiacán o San Luis Potosí no influye en la cantidad o tipo

de respuestas que emita con mayor frecuencia. Independientemente de lo anterior, se percibe

que los sujetos tienen ligeramente más presentes los elementos negativos de su entorno social,

pues la media de respuestas negativas supera por alrededor de una evocación en cada subgrupo.

Aunado a la anterior, al analizar las respuestas emitidas por los sujetos, se encontró que se

evocan una mayor cantidad de ideas negativas. En total, los sujetos evocaron 69 elementos

positivos, contra 92 elementos negativos. De lo anterior se puede rescatar que existe mayor

variedad en los elementos negativos en las distintas ciudades estudiadas.

Pese a la dispersión en los conceptos evocados por los sujetos, se encontró que tanto en

el caso de los elementos positivos como el de los elementos negativos, las 10 respuestas con

mayor frecuencia agrupan más del 50% de la frecuencia total de todas las respuestas evocadas.

Si se consideran las primeras 20 respuestas, el porcentaje de la frecuencia representada supera el

75% en todos los grupos. En el Anexo 7, aparecen los 20 elementos positivos más significativos

para cada grupo y sus respectivas frecuencias, mientras que en el Anexo 8 se hace lo mismo

para los elementos negativos.

Por si solos, los conceptos evocados por los sujetos no adquieren mucho significado, sin

embargo, al realizar un análisis más detallado de los datos, se encontró que los elementos

172

evocados se podían agrupar en categorías. Los 69 elementos positivos se agruparon en 12

categorías, y los elementos negativos se agruparon en 14. Las Tabla 18 que aparece a

continuación muestra las categorías de las respuestas evocadas por los sujetos.

Tabla 18. Categorías de elementos significativos en el entorno.

Elementos positivos Elementos negativos

Servicios públicos Crimen-Inseguridad

Centros de esparcimiento Calidad en servicios públicos

Arquitectura Corrupción

Fomento a Contaminación

Desarrollo de Rasgos negativos de las personas

Características de las personas Economía

Características físicas Inequidad social

Oferta educativa Vicios

Costumbres y tradiciones Carencia de actividades de

esparcimiento

Establecimientos Trabajo informal

HAPAX Características físicas

Disposiciones gubernamentales HAPAX

Medios de difusión

Se aprecia en la Tabla 18 que algunos elementos aparecen referidos en ambas columnas,

por ejemplo los servicios, o las características de las personas, estos datos fueron interesantes ya

que ponían en evidencia las diferencias en cada uno de los espacios donde se llevo a cabo la

investigación. Pero, considerando que la intención de la presente fase fue determinar si el

narcotráfico es un elemento que los sujetos legos perciben en su entorno social, solo se

consideran en el análisis de los resultados los elementos negativos evocados por los sujetos del

estudio (el Anexo 9, presenta los resultados para las categorías positivas).

En la Tabla 19 se presentan las cinco categorías que concentran la mayor parte de la

frecuencia de los elementos negativos evocados por los sujetos de cada grupo considerado en

esta fase. Se aprecia que para lo mayoría de los grupos considerados, la categoría que incluye el

173

narcotráfico –crimen-inseguridad- ocupa el primer lugar, concentrando arriba del 30% de la

frecuencia total de las respuestas.

Tabla 19. Frecuencia de categorías de elementos negativos en el entorno General +35

- 25 Culiacán

San Luis Potosí

Categorí

a %

Categorí

a

% Categorí

a

% Categorí

a

% Categorí

a

%

Crimen-

Inseguri

dad

33.1

Crimen-

Inseguri

dad

30.8

Crimen-

Inseguri

dad

35.7

Crimen-

Inseguri

dad

40.4

Calidad

en

servicios

públicos 31.7

Calidad

en

servicios

públicos

24.3

Calidad

en

servicios

públicos 25.9

Calidad

en

servicios

públicos 22.5

Calidad

en

servicios

públicos 17.2

Crimen-

Inseguri

dad

25.5

Corrupci

ón

13.9

Corrupci

ón 14.0

Corrupci

ón 13.8

Corrupci

ón 15.6

Corrupci

ón 12.2

Contami

nación

7.4

Rasgos

negativa

s de las

personas 7.0

Contami

nación

10.2

Contami

nación

6.0

Contami

nación

8.8

Rasgos

negativo

s de las

personas

5.3

Contami

nación

4.9

Rasgos

negativo

s de las

personas 5.4

Rasgos

negativo

s de las

personas 4.9

Rasgos

negativo

s de las

personas 5.7

Al tomar en cuenta los grupos considerados para el estudio de esta fase, se encontró que

la diferencia más amplia en el peso que tiene la categoría crimen-inseguridad ocurra al

modificar el lugar de residencia de los sujetos. Mientras que para los sujetos de Culiacán, dicha

categoría representa el 40.4% del total de la frecuencia de los elementos negativos presentes en

el entorno. Para el caso de San Luis Potosí, esta misma categoría representa solamente el 25.5%

de dicha frecuencia. Tras aplicar el test de Chi-cuadrada se encontró que la diferencia entre

estos dos datos es significativa (x2=5.02; p<0.025). Por tal, motivo se puede suponer que el

narcotráfico es significativamente más importante para los sujetos que viven en la ciudad de

Culiacán, que para los que viven en San Luis Potosí.

El narcotráfico es un elemento importante para los culiacanenses, que si bien en este

caso referido como elemento negativo, no se puede negar que es un elemento presente y

174

reconocido por ellos mismos en su cotidianeidad, especialmente si se retoma el primer dato que

se obtuvo del cuestionario de libre asociación, lo negativo es percibido con más frecuencia que

lo positivo por lo sujetos. Determinada la importancia del narcotráfico en el entorno social

culiacanense, se puede suponer que este elemento tendrá un impacto en las prácticas sociales

que en este entorno se susciten, destacando entre estas la escuela.

5.1.5 Fase 5. Concepciones de narcotráfico.

Esta última fase de la investigación desarrollada buscó establecer un vínculo entre el

nivel de ejecución de los alumnos y las concepciones o ideas que estos tienen del narcotráfico.

Se partió del supuesto de que aquellos alumnos con un menor grado de aceptación o

interiorización de los valores educativos (expresado esto por medio del nivel de ejecución, ver

Capítulo 3), estarían más propensos a tener posturas más positivas hacia el narcotráfico. Al igual

que en las fases anteriores, se recurrieron a diversas estrategias para recopilar la información

concerniente a esta fase. En el Capítulo 4, se describieron las tres técnicas utilizadas en esta

fase: entrevistas semiestructuradas, grupos de discusión y una escala tipo Likert.

Los resultados de las entrevistas y grupos de discusión se utilizaron para extraer las ideas

que los jóvenes expresaban sobre el narcotráfico, las cuales consideradas junto a las expresiones

rescatadas de notas periodísticas, novelas, libros, artículos, etc., así como los datos tomados del

estudio sobre le identidad social de los sinaloenses (Guevara Martínez et al., 2006), permitieron

la elaboración de la Escala sobre Concepciones de Narcotráfico (Anexo 5) que se convirtió en la

técnica principal de recolección de información de esta fase.

La escala pedía a los sujetos que expresasen su grado de acuerdo en relación a 58 ítems

que expresaban ideas alusivas a seis concepciones o categorías del narcotráfico, las cuales se

mencionan a continuación:

175

Como problema social

Como actividad ilícita

Como actividad económica

Como manifestación cultural

Rasgos positivos de los narcotraficantes

Rasgos negativos de los narcotraficantes.

Tras un análisis de fiabilidad se eliminaron dos ítems que disminuían la confiabilidad del

instrumento (ítems 7 y 28), posterior a esto se encontró que el instrumento arrojaba un índice de

confiabilidad, utilizando el alpha de Crombach, de 0.796. Por tanto, los resultados que a

continuación se describen tienen un buen grado de confiabilidad.

Se consideró necesario indagar primero cuales son las concepciones de narcotráfico que

comparten los estudiantes en términos generales. De este modo la Tabla 20 compara las medias

teóricas, es decir, los valores que representan el valor medio de cada una de las categorías, y las

medias arrojadas por los alumnos de bachillerato.

Tabla 20. Medias teóricas vs. observadas en concepciones sobre el narcotráfico Categoría Media teórica Media observada

Problema social 42.0 52.45

Actividad ilícita 17.5 24.31

Actividad económica 31.5 37.77

Rasgos positivos de los narcotraficantes 45.5 26.77

Manifestación cultural 42.0 38.73

Rasgos negativos de los

narcotraficantes

24.5 32.58

De la tabla anterior, se pueden identificar categorías en las que las medias observadas se

encuentran por encima de la media teórica, y otras en las que la media observada queda por

debajo de la teórica. En términos generales, los alumnos de bachillerato consideran que el

narcotráfico es: un problema social, una actividad ilícita, una actividad económica, y que los

176

narcotraficantes son personas con características negativas. Por otro lado, los estudiantes de

bachillerato no consideran al narcotráfico como una manifestación cultural, ni tampoco que los

narcotraficantes tengas rasgos positivos. De estos datos, se puede rescatar que en términos

generales, las opiniones expresadas por los estudiantes coinciden con las posturas oficiales

(Presidencia de la Republica, 2007).

Las hipótesis propuestas para la presente fase consideran que se encontraran diferencias

al comprar las concepciones de narcotráfico que elaboren alumnos de distintas ciudades

(Culiacán y San Luis Potosí), así como las que elaboren alumnos de distintos niveles de

ejecución. La Tabla 21 compara los resultados obtenidos en las ciudades de Culiacán y San Luis

Potosí.

Tabla 21. Concepciones de narcotráfico de acuerdo a lugar de procedencia

Categoría Culiacán SLP

Problema social 53.28 51.66

Actividad ilícita 24.03 24.62

Actividad económica 41.08 34.28

Rasgos positivos de los narcotraficantes 28.87 24.56

Manifestación cultural 41.41 35.97

Rasgos negativos de los narcotraficantes 33.21 31.87

Por medio de la prueba de T de Student se compararon las medias de estas poblaciones,

y se encontraron diferencias significativas en tres categorías: como actividad económica, los

narcotraficantes como personas con características positivas, y el narcotráfico como una

manifestación cultural. Todas estas diferencias se inclinan positivamente en dirección a

Culiacán, es decir en Culiacán el narcotráfico se distingue significativamente de la forma en que

se percibe en San Luis Potosí, en que esta actividad genera recursos económicos, es parte de la

historia y cultura del lugar, y en que los narcotraficantes con considerados como personas

admirables.

177

Tabla 22. Concepciones de narcotráfico de acuerdo a nivel de rendimiento.

Categoría Bajo Alto

Problema social 58.1 55.5

Actividad ilícita 24.3 25.5

Actividad económica 33.3 29.6

Rasgos positivos de los narcotraficantes 35.4 28.8

Manifestación cultural 40.4 34.5

Rasgos negativos de los narcotraficantes 31.8 33.4

En lo que se refiere al nivel de ejecución no se encontraron diferencias significativas al

considerar estas seis categorías, sin embargo, como lo muestra la Tabla 22, si se pueden

distinguir algunas tendencias en los datos.

Los datos de la Tabla 22 muestran que en algunas categorías los estudiantes de nivel de

ejecución alto muestran mayor acuerdo que los de nivel de ejecución bajo y viceversa. Los datos

de los alumnos de nivel de ejecución medio se excluyen, ya que los intereses del presente

estudio giran en torno a comparar las concepciones de narcotráfico con modos de interactuar

con la escuela diferenciados, los alumnos de nivel medio, comparten rasgos con los alumnos de

los extremos, por tal motivo sus datos pueden resultar confusos. Los alumnos de nivel de

ejecución alto tienden a expresar mayor acuerdo con las ideas que refieren al narcotráfico como

una actividad ilícita y resaltan las características negativas de los narcotraficantes. Mientras que

los alumnos de nivel de ejecución bajo tienden a expresar mayor acuerdo con las concepciones

que señalan que el narcotráfico es un problema social, una actividad económica, una

manifestación cultural y resaltar los elementos positivos de los narcotraficantes.

Se realizó un análisis de correlaciones entre las seis categorías mencionadas y se

encontró, que existen correlaciones significativas entre algunos factores (Anexo 10). Lo anterior

incitó a que se realizara un análisis factorial con la intención de identificar categorías más

178

amplias presentes en los resultados. Se identificaron dos factores que explican el 72.566% de la

varianza en los resultados (ver Anexo 11). Los factores fueron los siguientes:

Factor 1. Concepción positivo-permisiva del narcotráfico: en este factor se incluyen las

categorías del narcotráfico como actividad económica, manifestación cultural y los

rasgos positivos de los narcotraficantes

Factor 2. Concepción negativa-punitiva del narcotráfico: en este factor se incluyen las

categorías que refieren al narcotráfico como un problema social, una actividad ilícita y

resaltan las características negativas de los narcotraficantes.

Considerando estos nuevos factores se compararon nuevamente las medias de cada

grupo considerado en esta fase recurriendo a la prueba T de Student. Comenzando por el lugar

de residencia, la Tabla 23 muestra las medias de estos dos factores en cada una de las ciudades

consideradas.

Tabla 23. Concepción positiva vs. negativa de narcotráfico de acuerdo a lugar de

residencia.

Componente Media Teórica Culiacán SLP

Concepción positiva-permisiva 119 112.90 94.03

Concepción negativa-punitiva 87.5 110.83 108.63

Los resultados de la prueba T de Student, señalan que la diferencia existente en la

concepción positiva-permisiva encontrada entre ambas ciudades es significativa. Esto significa

que los estudiantes de Culiacán tienen una visión más positiva y permisiva del narcotráfico que

los estudiantes de San Luis Potosí. De este modo se comprueba una de las hipótesis propuestas

en esta fase, la proximidad al narcotráfico de los alumnos de bachillerato de Culiacán, lleva a

que estos lo toleren y acepten más al narcotráfico que los de San Luis Potosí.

179

La Tabla 24 muestra las medias observadas en estos factores al considerar el nivel de

ejecución de los alumnos de bachillerato.

Tabla 24. Concepción positiva vs. negativa de narcotráfico de acuerdo a nivel de

rendimiento.

Componente Media Teórica Bajo Alto

Visión positiva-permisiva 119 105.73 93.59

Visón negativa-punitiva 87.5 110.39 112.53

La prueba T de Student muestra que la diferencia encontrada en la concepción positiva-

permisiva del narcotráfico es significativa. Por tato, los alumnos con un nivel de ejecución bajo,

tienen ideas y concepciones más positivas del narcotráfico que los alumnos de nivel de

ejecución alto. De este modo se comprueba otra de las hipótesis propuestas para la presente

fase: a menor nivel de ejecución, se da una mayor aceptación del narcotráfico.

180

CAPITULO VI

CONCLUSIONES

De acuerdo con el propósito general del trabajo de investigación y las hipótesis

planteadas para cada una de las fases se concluye que a partir de los resultados obtenidos se han

cubierto las expectativas planteadas considerando los siguientes aspectos de cada fase:

Fase 1: Se confirma que el nivel de ejecución es un indicador valido de la interacción

que el alumno sostiene con el bachillerato. Es decir, la interacción que el alumno manifiesta con

la escuela antes del bachillerato es la que tendrá a lo largo del mismo. En contraparte se observa,

aunque no fue la excepción, que estudiantes con niveles bajos de ejecución difícilmente

remontan a mejores niveles de rendimiento. Esta población es la que representa una mayor

vulnerabilidad con respecto a concluir exitosamente los ciclos posteriores educativos y por ende

el terminar una carrera profesional.

Fase 2: De acuerdo con los resultados de esta fase, se concluye que hay una

concordancia en los Patrones de Éxito (PE) referido por los alumnos de bachillerato, es decir,

los PE se componen básicamente de los mismos elementos distribuidos de forma muy similar.

De acuerdo con criterios estadísticos, no existen diferencias significativas en los PE referidos

por los alumnos. Sin embargo, se pueden observar tendencias en los resultados reportados en

esta fase. Los alumnos de nivel de ejecución bajo le dan mayor peso a lo académico a corto

plazo en relación a los alumnos de nivel de ejecución alto, estos últimos le dan mayor peso a las

metas académicas a largo plazo. Lo académico para los alumnos de bajo rendimiento es

transitorio, momentáneo, temporal. Lo académico para los alumnos de nivel de ejecución alto se

relaciona con un proyecto de vida, con la consecución de otras metas. Al cruzar estos datos de

acuerdo a la ciudad de residencia de los sujetos, se encuentran resultados similares. Lo

181

académico es prácticamente igual de importante en los PE de estudiantes culiacanenses y

potosinos, sin embargo, para los primeros, la mayor parte de lo académico que corresponde al

patrón de éxito tiene que ver con lo académico a corto plazo, mientras que para los segundos lo

académico pesa más a largo plazo. De esto se puede concluir que la experiencia con la escuela

posiblemente influya en las diferencias entre alumnos de distintos niveles de ejecución. En el

caso de las diferencias encontradas entre San Luis Potosí y Culiacán, estas tienen que

atribuírseles a factores presentes en cada uno de estos entornos. Se denotan variables en

Culiacán que no están presentes en San Luis Potosí, las que demeritan el valor de la escuela para

ser considerado exitoso por la sociedad.

Fase 3: De acuerdo con la información recabada sobre lo que dicen los alumnos de

―escuela‖, se encontraron similitudes en algunos aspectos y diferencias en otros. En términos

generales, las ideas expresadas sobre ―escuela‖ por estudiantes potosinos, expresan confianza

con el sistema educativo, específicamente en la calidad del maestro, de los contenidos y de los

planes de estudio. Se observó que en el caso de dificultades, los estudiantes potosinos las

explicaron por medio de deficiencias en su misma persona (falta de atención, indisciplina, etc.).

Esta confianza en la escuela y lo que en ella se imparte se encuentra relacionada con la

movilidad social. Para los estudiantes potosinos la educación representó un puente que de cierta

manera, les permitirá acceder a un mejor nivel de vida. Pese a esta atribución de la educación,

los alumnos potosinos expresan también que en ocasiones les ―aburre‖ o ―da flojera‖ asistir, o

bien que estudiar no es una de sus actividades favoritas. Sin embargo, se deduce que ellos se

mantienen ahí al no tener otra alternativa que les permita mejorar su nivel de vida.

En el caso de Culiacán la confianza en la escuela se diluye. Los alumnos se expresan de

manera negativa y dudan que la institución les garantice un mejor nivel de vida. Lo anterior se

182

puede atribuir a los valores existentes en la cultura juvenil sinaloense. Las posesiones

materiales, el salir a divertirse, etc. son elementos muy presentes en el discurso de los jóvenes

entrevistados. Aunado a esto, el dinero y las influencias han ocupado el lugar del trabajo y el

esfuerzo para los estudiantes culiacanenses. Esforzarse en obtener una buena calificación parece

ser una tarea estéril cuando se tienen los recursos para comprar dicha calificación, o los

contactos para que los maestros hagan favores. En un entorno dominado por este tipo de valores,

la narcocultura impacta de manera contundente. Las personas relacionadas al narcotráfico

(coloquialmente denominadas buchones) se convierten en estrellas sociométricas de la

institución educativa, al ser considerados como intocables, los que tienen el dinero, el poder de

hacer lo que se les antoje, los que rompen reglas, etc. y por ende constituyéndose como figuras

de admiración de gran parte de los estudiantes culiacanenses.

Lo anterior se explica al recurrir a la teoría de las representaciones sociales, las que

constituyen en el alumno una guía para la acción, elaborándose a partir de las ideas y conductas

que promueve el grupo de pertenencia (Jodelet, 1986; Moscovici, 1984). Esta representación se

ve reforzada por la experiencia propia del sujeto (Abric, 2004a; Flament, 2004; Moliner, 2007).

El alumno que al llegar al bachillerato no ha logrado responder a las exigencias del sistema

educativo, posiblemente no lo haga tampoco en el bachillerato, como lo demuestra la

correlación entre el nivel de ejecución y el desempeño académico.

Fase 4: De acuerdo con lo que expresan los estudiantes, resulta evidente que el tema del

narcotráfico está más presente en el discurso de los jóvenes culiacanenses que en el de los

potosinos. Las opiniones de los legos no distan mucho de las de los estudiantes. Se encontró,

que hay un ligera tendencia a percibir con mayor facilidad los elementos negativos en el entorno

que los positivos (tienen mayor frecuencia los primeros que los segundos en las evocaciones de

183

los sujetos). Al analizar las características de los elementos negativos en el entorno de los

sujetos, la categoría crimen-inseguridad ocupa el primer lugar en general y casi en todos los

subgrupos, a excepción de San Luis Potosí. Las diferencias en la frecuencia con que la categoría

crimen-inseguridad fue evocada en Culiacán y San Luis Potosí son significativas. El crimen-

inseguridad, elementos que van de la mano del narcotráfico, son elementos importantes y

presentes en el contexto culiacanense, y no tanto en el potosino, los potosinos tienen otras

preocupaciones más apremiantes. Empíricamente queda demostrado que el narcotráfico no se

manifiesta de la misma manera en ambos contextos, por tanto es posible considerarlo como una

variable importante en el entorno, esto a partir de la frecuencia con la que es evocado por los

sujetos de la calle en Culiacán.

Fase 5: Finalmente en esta fase se demostró que existe una relación entre la forma en que

los estudiantes ven el narcotráfico, el lugar donde viven (por ende la presencia del mismo) y la

forma en que interactúan con la escuela. Los estudiantes de Culiacán tienen una concepción del

narcotráfico significativamente más positiva-permisiva que los estudiantes de San Luis Potosí,

lo mismo ocurre con los alumnos de nivel de ejecución bajo y los de nivel de ejecución alto, los

primeros tienen esta visión positiva-permisiva. La visión positivo-permisiva del narcotráfico

corresponde a aquello que se ha denominado narcocultura, por tal motivo, estos resultados

muestran que los estudiantes que expresan ideas afines a la narcocultura tienen un menor

desempeño e interés por la escuela. Del mismo modo, las concepciones de narcotráfico afines a

la narcocultura son más evidentes en la ciudad de Culiacán, contexto social impregnado por el

narcotráfico.

De los resultados anteriores se puede extraer lo siguiente: Los estudiantes de Culiacán

reconocen la presencia del narcotráfico en su entorno, este elemento es importante para la

184

población en general. Lo curioso es que para los sujetos legos de Culiacán, este elemento es

negativo, visión no compartida por los jóvenes alumnos sinaloenses. Los alumnos no reportan

una interacción con el narcotráfico como un delito, con el narcotráfico que mata, que vende

drogas, el narcotráfico que señala el Estado. El narcotráfico con el que conviven los alumnos, es

el narcotráfico que asusta a los maestros, el narcotráfico que hace bromas que hacen tolerables

las clases, el narcotráfico que regala cosas, que atrae a las chicas, que ostenta poder y dinero.

Ese narcotráfico no es un delito, ese narcotráfico es una forma de salir adelante, de hacer

manejable la vida, de no tener que pasar horas y horas tras los libros, si se puede pagar por el

certificado y no prestar atención a las clases y así enfocarse en lo verdaderamente importante de

la escuela, los amigos, pues adelante. La escuela presenta una alternativa larga, que incluso para

aquellos que confían en su utilidad, como lo hacen los alumnos de San Luis Potosí, no pueden

negar que las garantías que brinda en un mundo injusto son pocas. Los alumnos de San Luis

Potosí no hablan del narcotráfico, los sujetos de la calle de San Luis Potosí no lo consideran tan

relevante, de este modo, esta actividad no representa una alternativa tangible para los potosinos

como para los culiacanenses. En el futuro de los potosinos la escuela juega un papel importante

en el éxito social, no es lo mismo para los culiacanenses.

Los alumnos de bajo nivel de ejecución son otro foco de atención que encienden los

datos aquí recabados. Del mismo modo que los de Culiacán, el valor de lo académico en

relación a sus vidas se encuentran más concentrado en el presente y no en el futuro. Pero más

allá de esto, estos jóvenes comparten una visión positiva-permisiva del narcotráfico. Ante la

incapacidad de lograr el éxito social mediante los canales socialmente promovidos y avalados,

como lo es la escuela. Estos jóvenes, reconocen la existencia de otras alternativas. Si bien, no es

posible asegurar que estos jóvenes estén pensando incursionar en el narcotráfico, en particular

185

los alumnos de San Luis Potosí, si es pertinente señalar que estos jóvenes aspiran a alcanzar los

otros componentes de sus patrones de éxito, si la escuela no es la vía, ¿cual es?

Por último y lamentablemente para nuestro país, el narcotráfico es una realidad que se

vive actualmente en México. Es un fenómeno del que se habla, se escribe, se canta, se baila, se

hace cine, se pinta; por el que se muere, por el que se mata, por el que se vive, por el que se ríe,

se llora; e incluso, considerando los resultados antes expuestos, se pudiera agregar a esta lista de

actividades en torno al narcotráfico se estudia o deja de estudiar, se valora o no a la escuela y la

educación, se cree o no en ella. En suma, se hace cultura. El narcotráfico es una actividad que

genera distintas prácticas sociales en torno al mismo, las modula, regula, orienta. Estas prácticas

habrían de referirse únicamente al grupo que realiza esta actividad, sin embargo, dada la

dinámica de interacción de los diversos grupos que integran la sociedad, el narcotráfico no se

limita a la cultura de los narcotraficantes, se expande a ser la cultura de una sociedad que

convive con la actividad. Esto es la narcocultura. Es la forma en que las prácticas, creencias,

costumbres y valores de un grupo se ven impregnadas por el narcotráfico y sus prácticas,

creencias y costumbres, exceptuando aquellas que le son especificas a la actividad, el tráfico y

producción de drogas.

El Estado Mexicano se ha esforzado por marginar a los narcotraficantes, por

criminalizar, perseguir y anular la actividad, desaparecerla, como publicitan los spots en radio y

televisión. Lamentablemente para el Estado, la opinión no es compartida, al menos no por los

alumnos culiacanenses quienes viven en esa sociedad impregnada por el narcotráfico. Estos

jóvenes no consideran al narcotráfico ni como delito, ni como problema social, ni tampoco

rechazan a los narcotraficantes. Al contrario, expresan opiniones donde reconocen que el

narcotráfico es una actividad que genera dinero, dinero que se vuelve sobre la sociedad y hace

186

que esta se desarrolle y crezca. Expresan que el narcotráfico es un elemento cultural, es parte de

la historia de la entidad, siempre ha existido y existirá, y en este sentido, algo que siempre ha

estado no es malo, es parte de su ser social, parte de la identidad del lugar. Aunado a lo anterior,

expresan también que los narcotraficantes no son criminales, sino personas que empujadas por

la desesperación y la injusticia social se levantaron contra el sistema, crearon su propio capital y

poderío, demostrando con ello gran valor, y en el camino no se olvidaron de sus orígenes

humildes, pues ayudan a sus pueblos y a la gente que lo necesita7.

De acuerdo con los resultados en general, el narcotráfico para estos jóvenes no es el

mismo que ve el gobierno. Lo anterior no significa que la postura del gobierno sea incorrecta,

sino que, como lo señala la teoría de las representaciones sociales (Garrido & Álvaro, 2007;

Jodelet, 1986; Moscovici, 1984; Moscovici & Hewstone, 1986), el sujeto selecciona la

información disponible del entorno para construir una visión del mundo (RS) acorde a las

exigencias del entorno. El proceso de objetivación (Doise et al., 2005; Jodelet, 1986; Moscovici,

1984; Moscovici & Hewstone, 1986) del narcotráfico en los jóvenes permite entender que el

aspecto negativo-punitivo del narcotráfico, promovido por el Estado no se aplica a la realidad

que viven.

De acuerdo con la pregunta de investigación ¿cómo influye la narcocultura en lo que el

alumno piensa de la escuela y la forma en que interactúa con ella?, se concluye que pese al

recorrido realizado para llegar a este punto, resulta aún difícil dar respuesta a dicha interrogante.

Dadas las características del estudio, no es posible establecer parámetros de causalidad, es decir,

no se puede afirmar que la narcocultura repercuta directamente en los alumnos de bachillerato.

7 Los elementos recién mencionados se refieren a los componentes de la concepción positiva-permisiva del

narcotráfico, encontrada tras la aplicación de la Escala sobre Concepciones del Narcotráfico en la fase 5, como

señalan los resultados de dicha fase, las diferencias entre Clcn. y SLP son significativas orientándose positivamente

hacia el primero de estos lugares.

187

Sin embargo, los datos recabados expresan que existe una relación entre la forma que un alumno

valora al narcotráfico (narcocultura) y la forma en que interactúa con la escuela. En el capítulo

anterior se mostró que los alumnos de bajo nivel de ejecución tienen una postura

significativamente más permisiva y tolerante hacia el narcotráfico en comparación con los

alumnos de alto nivel de ejecución. Al contrario, si bien las diferencias no son estadísticamente

significativas, se aprecia una tendencia en la cual los alumnos de alto nivel de ejecución tienen

una postura más negativa y menos tolerante, incluso reprobatoria del narcotráfico en relación a

los alumnos de nivel de ejecución bajo.

El dato anterior ilustra que los alumnos con un alto nivel de ejecución, refieren una

mayor aceptación de los valores e ideas que promueve la escuela (este elemento es compartido

por los estudiantes potosinos), de estos valores e ideas quizás el de mayor relevancia para los

jóvenes sea aquel alusivo a la movilidad social, a la mejora de la condición social actual que

viven por medio del estudio. En este sentido, los alumnos de alto nivel de ejecución, mantienen

a la escuela como una parte significativa en sus vidas a futuro (al igual que los alumnos

potosinos). Los alumnos de nivel de ejecución bajo, no han logrado adaptarse a las exigencias

de la escuela, no han tenido éxito en responder a las demandas de esta institución. En virtud de

lo anterior, es comprensible en vista del fracaso obtenido, que estos alumnos no aspiren a que el

éxito en sus vidas sea resultante de su formación académica, por ende, lo académico no figura

con tanto peso en el futuro de estos jóvenes (elemento compartido con los sujetos de Culiacán).

El rechazo a los valores e ideas que promueve la escuela, lleva a que estos alumnos expresen

mayor aceptación por valores e ideas contrarias a lo oficial. Si la escuela, oficialmente el único

camino de lograr el éxito social, no funciona, es pertinente considerar otras alternativas.

188

Las alternativas que puede considerar el alumno son muchas, tantas como provea el

contexto, en algunos casos podrá ser ingresar a la fuerza de trabajo, comenzar de abajo en algún

trabajo, y a base del esfuerzo ir subiendo por el escalafón social, tal como lo expresan algunos

estudiantes potosinos. Pero, en el caso de los alumnos de Culiacán, la aceptación y admiración

expresada hacia el narcotráfico (narcocultura), el hecho que este elemento sea significativo en el

entorno, así como el peso atribuido al dinero y al poder como vías para asegurar el éxito social,

plasman un panorama poco alentador. No se puede afirmar que aquellos alumnos que tienen un

bajo nivel de ejecución o los alumnos culiacanenses quienes en sus ideas manifiestan los

estragos de la narcocultura (aceptación y admiración del narcotráfico), vayan a dedicarse a dicha

actividad. Lo que si es evidente es que las visiones positivas del narcotráfico se relacionan

directamente con una mala interacción con la escuela y poca estimación hacia el valor de esta

actividad para el futuro. Estos resultados invitan a continuar explorando este fenómeno.

Finalmente es importante considerar en términos generales y como interés en el objeto

de estudio de la presente investigación, que los resultados de la lucha del Estado contra el

narcotráfico son poco alentadores, el verdadero impacto de esta estrategia no se dimensionará

sino hasta el paso de varios años. Los resultados de la presente investigación muestran que

existe otro espacio, un espacio omitido en la ―Guerra contra el narco‖, que esta perdiendo

terreno ante la interiorización y normalización del narcotráfico (la narcocultura): la escuela. Es

necesario prestar atención a este espacio y como la narcocultura se cuela por las paredes de la

escuelas, la investigación sistemática y conciente es la mejor apuesta, al menos en este terreno

los muertos son menos, y como señala Moscovici (1984, p. 33) ―los resultados hasta el día de

hoy [en la lucha contra el narcotráfico] quizás sean indicativos de que vale la pena intentar por

otras vías‖. En el andar por estas vías alternas tratar de dotar a la escuela con las herramientas

189

para hacer frente a este fenómeno, ya que ―(…), dentro de todos los medios desde los cuales se

puede y debe atajarse esa angustiosa plaga social constituida por [las] drogas, la educación es

uno de los más aconsejables y posiblemente eficaces(…) (Vega Fuente, 1993, p. 11).‖

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8 Con la intención de facilitar y hacer más eficaz el proceso de citar y mantener el orden en las referencias que

aparecen en este apartado del documento, se utilizó el programa EndNote X. Este programa tiene como idioma base

el ingles, por tal motivo, algunas palabras en las referencias aquí enlistadas aparecen en dicho idioma, son parte del

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en Psicología Educacional.

202

ANEXO A

OFICIO DIRIGIDO A DIRECTIVOS DE INSTITUCIONES EDUCATIVAS

Director

PRESENTE—

Antes que nada reciba un cordial saludo.

Me presento ante usted con la intención de solicitar su apoyo en la realización de un

proyecto de investigación ―La influencia de la narcocultura en alumnos de bachillerato‖

Por medio del presente quisiera explicarle de manera muy general los objetivos de mi

proyecto de tesis. Lo anterior, con la intención de ilustrar las razones por las cuales solicito de la

manera mas atenta que, se me de la oportunidad y el espacio de para realizar dicho trabajo en la

institución que Ud. dirige. Del mismo modo pretendo desglosar el trabajo que ha de realizarse

(en dado caso que Ud. acceda a brindarme el espacio) en su centro educativo.

Propuesta de Trabajo

No hay un espacio en el país libre de tensión por la violencia del narcotráfico. Todo el

territorio ha perdido la tranquilidad (…) desde Baja California Norte hasta Quintana

Roo, la gente expresa el miedo y la preocupación que lleva por dentro. (Ravelo, 2007b, p.

11)

Hace muchos años el narcotráfico se podía encasillar en algunos estados del país.

Incluso, es posible decir que en algunos lugares era algo que se desconocía, un fenómeno

distante, extraño, algo que solo ocurría en las películas. La realidad actual es distinta, y la cita

anterior lo pone en manifiesto. El narcotráfico, como un virus fulminante, se expande por todo

el territorio nacional, y atenta contra la ya frágil estabilidad de nuestro pueblo.

Sinaloa es un estado en donde, pese al reciente auge del narcotráfico en los medios

masivos de comunicación, esta actividad no es novedosa, sino todo lo contrario. No, los

sinaloenses no somos todos narcotraficantes, sin embargo, por razones geográficas, económicas,

políticas, sociales, y climáticas, el narcotráfico es una actividad que ha existido tanto lícita como

ilícitamente por muchos años en el estado (Astorga, 2005). Diríamos que, el narcotráfico en

Sinaloa tiene historia. Historia que le ha permitido evolucionar de la mano de la sociedad y la

cultura regional. Más allá de los derivados habituales del narcotráfico (violencia, inseguridad,

corrupción, drogadicción, etc.), la presencia histórica de esta actividad delictiva, precisamente la

evolución conjunta que se mencionaba hace un momento, ha derivado en el desarrollo de una

problemática, cuya naturaleza, sublime y tácita, ha impedido su adecuada exploración: la

narcocultura.

¿Qué es la narcocultura? La podemos entender como―(…) una forma de identidad de estos

sujetos [narcotraficantes] que tienen una manera muy especial de vestirse, de llevar alhajas, de

hablar (…)‖ (Lugo Palencia, 2000). Dicho de otro modo, la narcocultura es la producción

203

cultural de los narcotraficantes, su forma de entender la vida, sus valores, creencias, intereses,

gustos, etc. Lo curioso de este fenómeno es que en lugares donde el narcotráfico tiene una

historia, que se ha entretejido con la del lugar (como es el caso de Sinaloa), la narcocultura no es

exclusiva de los narcotraficantes. En las palabras de Díaz Sánchez (2006, pp. 444-445)

Los jóvenes (…), gustan de música ranchera, ―los corridos y los narco-corridos‖. (…).

Éste es un aspecto de la cultura regional que da cuenta del fenómeno del narcotráfico en la

zona, a partir del cual se ha construido el concepto de la ―narco-cultura‖, que también

sirve de motivo y fondo significativo a los adolescentes para construir sus imaginarios.

En una investigación reciente (Guevara Martínez et al., 2007), en la cual se recabaron

datos de las principales ciudades del estado, fue posible constatar que el narcotráfico funge

como eje central de la representación que los jóvenes tienen de Sinaloa. Dicho de otro modo,

para los jóvenes el narcotráfico es un elemento que aparece anclado al ser sinaloense. Es

precisamente en este sector demográfico donde se inserta la problemática que se pretende

abordar en esta investigación.

En nuestra sociedad el rol que identifica a los jóvenes, aquellas personas que aún no están

en edad de ser miembros productivos de la sociedad, es el de alumno (Gimeno Sacristán, 2003).

La principal labor del joven, en este sentido, es asistir a la escuela y prepararse para poder

desenvolverse de manera adecuada en su entorno social. La escuela no es un ente aislado, es

parte de un sistema social y de un contexto, y como tal tiene funciones muy particulares que ha

de cumplir (Butti, 2004; Gilly, 1993; Gimeno Sacristán, 2003). Al estar la escuela inmersa en

determinado contexto social, este le transmite sus parámetros y lineamientos en el tipo de

ciudadanos que habrá de producir, el tipo de educación que habrá de promover. Lo interesante

de estos parámetros y lineamientos es que, no siempre aquellos que se transmiten oficialmente

coinciden con aquellos que se transmiten implícitamente, a través de las prácticas sociales. Es

curioso que sean precisamente los segundos los que tienen en muchas ocasiones mayor peso en

la producción de ciudadanos.

El proceso educativo es posiblemente uno de los temas mas estudiados en la historia de la

humanidad, después de todo, una de las grandes inquietudes filosóficas ha sido la adquisición de

conocimientos. Conforme el conocimiento en torno al proceso educativo ha ido evolucionando,

se ha prestado cada vez más atención al sujeto de la enseñanza: el alumno. En torno a este sujeto

uno de los puntos mas estudiados ha sido el de la motivación (como ejemplo ver DeBacker &

Nelson, 2000; Gimeno Sacristán, 2003; Gladney & Greene, 1997; Lan & Lanthier, 2003; Lane

et al., 1997; Loesch-Griffin & Rye, 2001; Montico, 2004; Phalet et al., 2004; Pintrich &

Schunk, 2006; Pope, 2000; Sander et al., 2001; Torres Velázquez & Rodríguez Soriano, 2006;

Urdan & Giancarlo, 2000). Entendiendo esta como aquella fuerza que empuja y mantiene una

conducta determinada, en este caso el trabajo académico (Pintrich & Schunk, 2006).

Se ha encontrado un dato curioso en torno a la evolución de la motivación para el trabajo

académico: una relación inversamente proporcional entre el grado académico y el grado de

motivación académica que presentan los alumnos (Andermahn y Maehr, 1994, citado en Lane et

al., 1997). Es decir, conforme el alumno avanza de grado escolar (hasta el bachillerato, para

educación superior no he encontrado estudios que señalen la continuidad de esta tendencia) se

204

encuentra menos interesado en realizar el trabajo escolar. Las posibles explicaciones para este

fenómeno varían, pero sus implicaciones son muy serias. De acuerdo a dichos resultados el

joven de bachillerato tendrá menor interés en el trabajo académico, en un momento en el cual lo

académico adquiere vital importancia para su futuro.

De este modo se tienen diversas problemáticas entrecruzadas: primero, se encuentra el

narcotráfico y su evolución a la narcocultura; segundo, la escuela, como institución, al estar

inmersa en determinado contexto social, este influye de manera explicita e implícita en la labor

educativa; y por ultimo, que por diversas razones, los alumnos, en especial los jóvenes de nivel

medio superior (al ser el nivel mas alto de enseñanza obligatoria), se encuentran desmotivados

en relación con el trabajo académico. Y bien, ¿Cómo se relaciona todo esto? En Culiacán,

Sinaloa, el narcotráfico es un elemento que se encuentra arraigado en la realidad social (Guevara

Martínez et al., 2007), si los fenómenos sociales influyen en el sector educativo, surge la

siguiente pregunta ¿la presencia de la narcocultura (derivada del narcotráfico) influye en que el

alumno no se interese por la escuela? Al ser un elemento dominante en la realidad social, el

narcotráfico regula ciertas prácticas sociales, dentro de las cuales la escuela no es importante,

¿se le puede atribuir a esta situación el desinterés de los jóvenes? ¿Qué tipo de joven se

mantiene ajeno a las seducciones del narco? ¿Cuál no? ¿Por qué?

Es precisamente en torno a estas interrogantes que surge el proyecto de investigación

titulado La narcocultura y su influencia en el contexto educativo del nivel medio superior en

Sinaloa., cuyo objetivo principal es explorar si la presencia del narcotráfico de manera

avasalladora en el entorno social repercute de algún modo en el nivel medio superior de

enseñanza.

Tanto el proceso educativo como el narcotráfico han sido abordados desde diversas

aproximaciones metodológicas, en el caso del primero de manera más sistemática. Sin embargo,

hasta el momento (por lo menos en la bibliografía que ha sido consultada) no existen referentes

de trabajos donde se exploren ambos fenómenos. Esto representa un problema, ya que no

existen referentes claros en cómo estudiar la relación entre ambas variables. Por tal motivo, se

opto por elaborar una aproximación metodológica mixta por medio de la cual, de manera

indirecta, sea posible estudiar ambos fenómenos.

En términos generales, el diseño metodológico consta de tres fases, las cuales se

desglosan a continuación:

Fase 1: Establecer grupos para estudio. Considerando que uno de los referentes más

claros del grado de compromiso escolar que manifiesta un alumno es su rendimiento

académico, es necesario conocer cómo ha evolucionado este a lo largo de su presencia

en el bachillerato. Para obtener este dato, se toma una evaluación inicial (examen de

admisión idóneamente) para establecer un punto de partida y determinar a partir de este

como se han ido desarrollando los jóvenes. Para obtener este dato es necesario contar

con las calificaciones de admisión, así como las evaluaciones parciales del ciclo escolar

en curso y las evaluaciones semestrales que ya se tengan (para alumnos de 2do y 3er

grado)

205

Fase 2: Aplicación de instrumentos. A partir de la evaluación inicial se establecen tres

grupos de acuerdo al nivel de rendimiento (alto, medio y bajo). De los cuales se escoge

de manera aleatoria una muestra para aplicárseles una serie de instrumentos:

o Concepto de Proyecto de Vida

o Expectativas

o Representación Social de Escuela

o Escala motivacional y de metas de dominio y rendimiento

o Entre otros.

Estos instrumentos se aplican tanto a alumnos como padres y maestros.

Fase 3: Análisis cualitativo. Trabajo de grupo focal o de discusión y entrevistas a

profundidad con agentes clave. Esta fase se trabajar con alumnos, de ser posible con

maestros e idóneamente con padres de familia. Esta fase tiene la intención de

profundizar en los resultados que arroje la fase 2.

Los tiempos en los cuales se realizará este trabajo están enteramente sujetos, primeramente

a su autorización y a los tiempos de la institución. En el caso de la Fase 1, el trabajo es

totalmente de escritorio por consiguiente no habría ninguna alteración de los tiempos y

actividades del centro educativo. Las fases 2 y 3 se tendrían que acordar.

Cualquier duda que exista en torno al planteamiento o trabajo a realizarse estoy a su

disposición. Sin más por el momento me despido agradeciendo de antemano la atención y

tiempo brindados al presente.

Atte.

Lic. David Moreno Candil

[email protected]

713-9891 (casa) (444)204-1496 (cel)

Alumno de la Maestría en Psicología

Facultad de Psicología

Universidad Autónoma de San Luis Potosí 9

9 Referencias disponibles a solicitud del interesado.

206

ANEXO B

ESCALA DE GENERACIÓN LIBRE DE IDEAS POR JERARQUÍA DE RESPUESTAS

Agradecemos tu colaboración en el llenado del formato. Fecha: Sexo

Edad Grupo:

Escuela Grado:

Promedio Menos de 7.2 7.3 a 8.6 8.7 a 10 Clave:

Ing. Men Menos de $2,700 $2,701-$6,799 $6,800-$11,599 $11,600-$34,499 $35,000-$84,999 $85,000 o más

En la tabla que aparece a continuación, responde por columna a la vez. En la columna A, escribe las expectativas, metas o aspiraciones que tengas para tu vida, lo que esperas en un futuro. Solo escribe una expectativa por línea. Posteriormente en la columna B, escribe una breve explicación de tu expectativa o meta, ¿Por qué es importante para ti? Finalmente, en la columna C, asigna un valor a cada una de tus respuestas de acuerdo al grado de importancia que tienen para ti, asigna el número 1 a la expectativa o aspiración que tu consideres mas importante, el 2 a la siguiente en importancia y así sucesivamente hasta que agotes tus respuestas, por favor utiliza un valor por respuesta. En caso de que requieras más espacio utiliza el reverso de la hoja.

Columna A

Expectativa o aspiración

Columna B

Explicación de respuesta

Columna C

Valor

( )

( )

( )

( )

( )

( )

( )

( )

( )

( )

Comentarios:

Gracias.

207

ANEXO C

GUIÓN DE ENTREVISTAS CON ALUMNOS

1. Presentación, ¿quién soy? ¿Qué estoy haciendo? ¿Por qué esta ahí? Acuerdo de

participación. Confidencialidad. Honestidad. Libertad de expresión. Grabación.

Objetivo general de entrevista:

2. Obtener información sobre lo que piensa el alumno de la escuela.

3. Obtener información de cómo interactúa el alumno con la institución educativa.

4. Obtener la percepción del alumno sobre lo que ocurre en el entorno social.

5. Ligar el fenómeno del narcotráfico y narcocultura con la escuela.

Categoría: Objetivo Preguntas guía

Creencias, ideas , concepciones

de la escuela:

Conocer lo que el alumno piensa

de la escuela como institución. Su

función, así como su utilidad,

tanto para la sociedad, como para

si mismo.

Cuando digo la palabra escuela, menciona lo primero que te

venga a la mente. ¿Por qué?

Cuando digo la palabra estudiar, menciona la primera

palabra que te venga a la mente ¿Por qué?

En términos generales ¿Cuál crees tú que sea la función de

la escuela?

Para ti, en tu propia persona ¿para qué te sirve la escuela en

este momento?

¿para qué te sirve el estudio en este momento?

Trayectoria escolar:

Conocer la manera en la que

alumno se ha comportado y

relacionado con la escuela.

¿Cuántos años llevas siendo estudiante?

Si tuvieras que calificar ese tiempo, ¿Qué calificación le

pondrías a la escuela? ¿Por qué?

¿Cuál fue tu mejor momento en la escuela? ¿el peor?

¿Qué es lo que mas te ha gustado en todo este tiempo de

venir a la escuela? ¿lo que menos te ha gustado?

Percepción actual de la escuela:

Explorar como se siente y actúa el

alumno en relación a la escuela y

ponderar alternativas a ella.

En este momento ¿te gusta la escuela?

¿Cómo te sientes en la escuela?

¿Qué es lo que te gusta en la escuela? ¿qué hace que puedas

venir todos los días? ¿Qué te empuja a venir?

¿Qué es lo que no te gusta de la escuela? ¿Qué quisieras

cambiar de ella?

Percepción del alumno sobre el

valor que tiene la escuela para su

familia:

La familia es uno de los

elementos que influyen en el

grado de compromiso escolar de

los alumnos

¿Con quien vives? ¿Cuántos hermanos(as) tienes? ¿Qué

lugar ocupas entre ellos?

¿Qué piensan en tu casa de la escuela? ¿Para que te sirve?

¿Crees que tus papás te consideran un buen alumno? ¿Por

qué?

¿Saben en tu casa cuando vienes o no a la escuela?

¿Se preocupan en tu casa por saber qué haces en la escuela?

Ayudan con tareas, etc.

Percepción del alumno sobre el

valor de la escuela para la

Consideras que la escuela es importante para la sociedad.

Se ve de manera distinta a una persona que estudia y a una

208

sociedad: que no. ¿Por qué?

Para ti la sociedad recompensa el estudio ¿Por qué?

¿Cómo?

Percepción del alumno sobre el

valor de la escuela para su grupo

de iguales

En relación a tus amigos, las personas con las que te llevas

aquí en la escuela ¿Cómo son? ¿Por qué los consideras tus

amigos? O bien ¿Por qué decides asociarte con ellos?

Académicamente ¿Cómo describirías a tu grupo de amigos?

¿Qué piensan de la escuela tu grupo de amigos? Estudian

juntos, hacen trabajos escolares juntos.

¿Tienes amigos fuera de la escuela? ¿estudian? ¿Qué

piensan ellos de la escuela?

Formas de interacción en la

escuela:

Determinar los grupos sociales

que existen en la escuela, cuál es

su influencia y cómo interactúan.

¿Cómo es la convivencia en tu escuela? Todos se llevan

con todos o hay grupitos

Si tuvieras que nombrar a cada uno de eso grupos ¿Cómo

los denominarías? ¿Cuáles son sus características?

¿Cuál grupo crees tu que sea el mas importante? ¿Cuál es el

que todos respetan? ¿A cual se le tiene miedo? ¿Cuál es el

que se admira?

¿En qué grupo te ubicarías tu? ¿Por qué?

Concepciones sobre el

aprendizaje escolar:

Indagar si el alumno cree que la

escuela cumple con la función de

transmisión de conocimientos,

cómo percibe el alumno el

aprendizaje, y cómo valúa el

aprendizaje que adquiere en la

escuela (contenidos y valores)

Una de las funciones oficiales de la escuela es transmitir

conocimientos ¿estas de acuerdo?

Tu ¿aprendes en la escuela? ¿Por qué? ¿Qué has aprendido?

¿Cómo te das cuenta que aprendiste algo?

¿Qué tan importante es para ti eso que has aprendido?

Nuevamente, una de las funciones de la escuela es

transmitir valores ¿estas de acuerdo?

Tu ¿aprendes valores en la escuela? ¿Cómo? ¿de quienes?

¿Cómo sabes que has aprendido valores? ¿los pones en

practica?

Escuela y futuro ¿Qué esperas de tu vida en un futuro? ¿Por qué? Solo una

cosa

¿Qué entiendes por éxito? Define a una persona exitosa

¿Qué tan importante crees que sea la escuela, el

bachillerato, para la consecución de tus metas?

Si el certificado de la prepa no fuera necesario, o bien el

titulo profesional, ¿vendrías a la escuela? ¿Por qué? ¿Qué

harías si no?

¿Qué representa para ti el certificado o el titulo profesional?

Entorno social:

Conocer cuales son los

componentes del entorno social

interesan al alumno.

Vamos a salir de la escuela un momento, ya que hay un

mundo afuera de estas paredes, y más allá de esto. ¿Qué

haces en tu tiempo libre?

¿Qué pasa afuera de la escuela? ¿Cómo es el mundo

exterior?

¿Hay algún problema que veas tu en la sociedad? ¿Cuál es?

¿Qué significa o implica ser joven en estos tiempos? ¿A

que te enfrentas tu hoy en día, que vives tu, que pienses que

209

otras generaciones no han vivido?

¿Qué quieren los jóvenes? ¿Qué buscan? ¿Qué les gusta?

Narcotráfico:

Indagar qué piensa el alumno

sobre este fenómeno, aspectos

positivos negativos, etc.

Narcocultura, Sociedad y

Escuela:

Indagar sobre las concepciones

que el alumno tiene de este

fenómeno, así como sus posibles

causas, y la magnitud del mismo

en su contexto social y educativo.

210

ANEXO D

INSTRUMENTO DE LIBRE ASOCIACIÓN SOBRE LOS ELEMENTOS SIGNIFICATIVOS

EN EL ENTORNO

Agradecemos de antemano su ayuda en responder la siguiente hoja

Fecha: Sexo: Masculino Femenino

Edad: Colonia en que vive:

Profesión Tiempo de residencia en la ciudad:

Estudios Primaria Secundaria Preparatoria Licenciatura Posgrado

En las columnas que aparecen a continuación, escriba en el espacio correspondiente, cuales son

las cosas buenas que usted ve en su ciudad y cuales son las malas. Si le falta espacio, utilice el

reverso de la hoja.

Cosas buenas Cosas malas

Por su ayuda, muchas gracias.

211

ANEXO E

ESCALA SOBRE CONCEPCIONES DE NARCOTRÁFICO

Fecha: Sexo: Masculino Femenino

Edad: Colonia en que vive:

Escuela Tiempo de residencia en la ciudad:

Promedio general: Menos de 7.4 7.5 a 8.9 9 a 10

El narcotráfico es un fenómeno que existe actualmente en nuestro país. A continuación aparecen una serie de enunciados que expresan distintas ideas sobre el narcotráfico. Por favor, indique con una “X” el grado de acuerdo que usted, en lo personal, tenga con cada uno de los enunciados.

POR FAVOR RESPONDA A TODOS LOS ENUNCIADOS

Mu

y e

n d

esa

cu

erd

o

En

des

acu

erd

o

Po

co

de

sacu

erd

o

Po

co

Acu

erd

o

De a

cu

erd

o

Mu

y d

e a

cu

erd

o

Enunciados

1. Las personas que escuchan narcocorridos y admiran a los narcotraficantes tienen problemas, es como una enfermedad.

2. Morir victima del narcotráfico es lo mismo a morir por cualquier otro accidente, al que le toca le toca.

3. Las drogas están acabando con nuestra sociedad.

4 El narcotráfico es una actividad que genera mucho dinero.

5 Las notas que aparecen en el periódico son exageraciones, las cosas no están tan mal.

6 Aceptaría entrar al narcotráfico si tengo problemas económicos graves.

7 Es necesario crear leyes más severas para poder combatir verdaderamente al narcotráfico.

8 Los narcotraficantes son personas muy valientes.

9 En últimos años la violencia ha aumentado a raíz del narcotráfico.

10 Los narcotraficantes solo se matan entre ellos, si no te metes con ellos no te pasa nada.

11 Las medidas asumidas por el gobierno (retenes, cateos, etc.) son adecuadas para poder combatir al narcotráfico.

12 Evito los lugares públicos que frecuentan narcotraficantes, me podría pasar algo.

13 Me irrita que en mi ciudad exista el narcotráfico.

14 A mi, me gustaría ser narcotraficante.

15 Los narcotraficantes utilizan su dinero para realizar obras públicas (pavimentado, agua, luz).

16 Eliminar los ingresos del narcotráfico generaría una crisis económica en mi ciudad.

17 Prefiero que exista narcotráfico a tener problemas por robos y asaltos

18 El narcotráfico debe ser severamente castigado.

19 La policía y el ejército se han visto superados por el narcotráfico.

20 El narcotráfico es un delito grave.

21 Me gustaría irme a vivir a otro lugar para no estar rodeado de los

212

problemas del narcotráfico.

22 El descontrol de la violencia del narcotráfico es culpa del gobierno.

POR FAVOR RESPONDA A TODOS LOS ENUNCIADOS

Mu

y e

n d

esa

cu

erd

o

En

des

acu

erd

o

Po

co

de

sacu

erd

o

Po

co

Acu

erd

o

De a

cu

erd

o

Mu

y d

e a

cu

erd

o

23 El narcotráfico siempre ha existido en mi ciudad (Estado).

24 A mi ciudad se le conoce por el narcotráfico.

25 Los narcotraficantes son personas ignorantes.

26 Siendo honestos, la mayoría de los negocios que hay aquí existen gracias al dinero del narcotráfico.

27 Los narcotraficantes son personas prepotentes que se creen intocables porque tienen dinero y armas.

28 Me da miedo toparme con un narcotraficante en la calle.

29 Quien se mete en el narcotráfico lo hace porque no tiene otra alternativa para mejorar su condición económica.

30 El gobierno se ha dejado comprar por el narcotráfico.

31 El narcotráfico es uno de los problemas más serios que tiene mi comunidad (ciudad).

32 Toda persona involucrada con el narcotráfico es un delincuente.

33 Con el narcotráfico se sale de pobre.

34 El narcotráfico es una opción de empleo en mi ciudad.

35 Me molestaría que uno de mis amigos fuera narcotraficante.

36 El narcotráfico mata indiscriminadamente.

37 Hay lugares donde las cosas están peor que aquí.

38 Utilizar alhajas y vestirse de manera ostentosa se ve bien.

39 Dedicándose al narcotráfico las personas viven mejor.

40 La persona que decide entrarle al narcotráfico lo hace por flojo(a), quiere tener dinero fácil

41 Los narcotraficantes son como héroes ya que ayudan a mucha gente.

42 Me da miedo estar en la calle y quedar en medio de una balacera.

43 El narcotráfico es inevitable en nuestra sociedad.

44 El dinero que genera el narcotráfico ha permitido el desarrollo y crecimiento de mi ciudad.

45 Los narcotraficantes son personas admirables.

46 Los narcocorridos cuentan historias emocionantes.

47 A mí, en lo personal, me gustan los narcocorridos.

48 Me molestaría que uno de mis familiares fuera narcotraficante.

49 Los narcotraficantes son los responsables de los problemas de drogadicción que tenemos.

50 Los narcotraficantes no respetan ni edad ni sexos, agreden a su antojo.

51 Me siento seguro en mi ciudad, no me alarman los niveles de violencia, es poco probable que me pase algo

52 En mi ciudad se mueve mucho dinero del narcotráfico.

53 El narcotráfico permite tener un mejor nivel de vida.

54 Eliminar el narcotráfico afectaría mi economía

213

55 El narcotráfico existe porque hay personas que consumen drogas, sin adictos no hay negocio.

56 Aceptaría ingresar al narcotráfico si me invitan.

57 Los narcotraficantes no tienen la culpa de que haya drogadictos, cada quien decide si consume o no.

58 Yo nunca sería narcotraficante.

214

ANEXO F

PATRONES DE ÉXITO DE LOS ALUMNOS DE BACHILLERATO

Lugar de residencia

Categoría Peso (en núcleo)

Culiacán San Luis Potosí

Metas académicas a largo plazo 16.8% 20.4%

Metas académicas a corto plazo 20.9% 18.2%

Desarrollo profesional 16.5% 16.3%

Desarrollo personal 9.1% 13.0%

Socio-afectivas 20.3% 12.3%

Posesiones materiales 8.9% 6.4%

Cuidar de mis padres 3.4% 5.5%

Reconocimiento social 1.7% 4.1%

Esparcimiento 2.3% 2.9%

Nivel de rendimiento (bajo v. alto)

Categoría Peso (en núcleo)

Bajo Alto

Metas académicas a largo plazo 16.7% 26.0%

Metas académicas a corto plazo 21.9% 15.2%

Desarrollo profesional 20.5% 17.4%

Desarrollo personal 7.7% 11.0%

Socio-afectivas 17.0% 17.4%

Posesiones materiales 7.2% 5.5%

Cuidar de mis padres 5.0% 1.9%

Reconocimiento social 2.4% 2.3$

Esparcimiento 2.3% 3.4%

215

Peso de metas académicas en PE

0

10

20

30

40

50

SLP Culiacán Privada Pública Bajo Alto

Metas Académicas Largo plaza Corto plazo

216

ANEXO G

ELEMENTOS POSITIVOS CON MAYOR FRECUENCIA

General Culiacán SLP 25 35

N

o.

R F % N

o.

R F % N

o.

R F % N

o.

R F % N

o.

R F %

8

Lugare

s de

esparci

miento

6

7

1

1.

9

8

Lugare

s de

esparci

miento

3

3

1

1.

3 8

Lugare

s de

esparci

miento

3

4

1

2.

5 8

Lugare

s de

esparci

miento

3

2

1

1.

6 8

Lugare

s de

esparci

miento

3

5

1

2.

1

6

Vialida

des

3

1

5.

5

3

2

Oferta

educati

va 2

1

7.

2 2

Centro

históric

o 2

4

8.

8

3

2

Oferta

educati

va 2

0

7.

3

1

4

Difusió

n

cultura

l

1

5

5.

2

3

2

Oferta

educati

va

2

8

5.

0 5

1

Mujere

s

bonitas

1

7

5.

8 6

Vialida

des 1

8

6.

6 6

Vialida

des 1

7

9.

7 6

Vialida

des 1

4

4.

8

1

Servici

os

público

s

2

5

4.

4

2

2

Turism

o

1

6

5.

5

1

2

Infraes

tructur

a

urbana

1

3

4.

8

2

2

Turism

o

1

5

5.

5 1

Servici

os

público

s

1

3

4.

5

2

Centro

históric

o 2

5

4.

4

4

8

Gente

amable

1

5

5.

1 1

Servici

os

público

s

1

1

4.

0 2

Centro

históric

o 1

4

5.

1

4

8

Gente

amable

1

3

4.

5

1

2

Infraes

tructur

a

urbana

2

4

4.

2

1

Servici

os

público

s

1

4

4.

5 3

Clima

1

1

4.

0

1

2

Infraes

tructur

a

urbana

1

3

4.

7 2

Centro

históric

o 1

1

3.

8

2

2

Turism

o

2

2

3.

9

6

Vialida

des

1

3

4.

5

1

4

Difusió

n

cultura

l

1

1

4.

0 1

Servici

os

público

s

1

2

4.

4

1

2

Infraes

tructur

a

urbana

1

1

3.

8

1

4

Difusió

n

cultura

l

2

1

3.

7

1

2

Infraes

tructur

a

urbana

1

1

3.

8

2

1

Desarr

ollo

industr

ial

1

1

4.

0

2

5

Centro

s

comerc

iales 8

2.

9

1

3

Univer

sidad

1

0

3.

4

4

8

Gente

amable 1

8

3.

2 2

7

Su

gente 1

1

3.

8 7

Seguri

dad

pública 9

3.

3

3

3

Desarr

ollo

urbano 8

2.

9

2

7

Su

gente

9

3.

1

5

1

Mujere

s

bonitas 1

7

3.

0

3

3

Desarr

ollo

urbano 1

1

3.

8

1

8

Ubicac

ión

geográ

fica 8

2.

9

5

1

Mujere

s

bonitas

8

2.

9

4

2

Ciudad

bonita

9

3.

1

2

5

Centro

s

comerc

iales

1

5

2.

7

1

4

Difusió

n

cultura

l

1

0

3.

4

1

3

Univer

sidad

7

2.

6 7

Seguri

dad

pública

7

2.

5

5

1

Mujere

s

bonitas

9

3.

1

3

3

Desarr

ollo

urbano 1

5

2.

7

2

5

Centro

s

comerc

iales

1

0

3.

4

3

2

Oferta

educati

va

7

2.

6

2

1

Desarr

ollo

industr

ial 7

2.

5

1

8

Ubicac

ión

geográ

fica 8

2.

8

7 Seguri 1 2. 3 Iglesia 1 3. 4 Cultura 6 2. 3 Iglesia 7 2. 3 Oferta 8 2.

217

dad

pública

4 5 6 s 0 4 2 6 s 5 2 educati

va

8

2

7

Su

gente

1

4

2.

5

3

8

Fomen

to al

deporte 1

0

3.

4

2

2

Turism

o

6

2.

2

1

4

Difusió

n

cultura

l 6

2.

2

5

0

Paisaje

natural

8

2.

8

1

3

Univer

sidad

1

3

2.

3

6

0

Activid

ades

econó

micos 9

3.

1

3

0

Arquit

ectura

6

2.

2

2

9

Antros

6

2.

2 7

Seguri

dad

pública

7

2.

4

3

6

Iglesia

s

1

3

2.

3

4

2

Ciudad

bonita

8 0

4

3

Apoyo

a la

inversi

ón

privada 6

2.

2

3

0

Arquit

ectura

6

2.

2

2

2

Turism

o

7

2.

4

3

8

Fomen

to al

deporte 1

3

2.

3

5

0

Paisaje

natural

8

2.

7

1

1

Ciudad

colonia

l

5

1.

8

3

8

Fomen

to al

deporte

6

2.

2

2

5

Centro

s

comerc

iales 7

2.

4

3

Clima

1

1

1.

9 1

3

Univer

sidad

6

2.

1

1

7

Transp

orte

público 5

1.

8 3

Clima

5

1.

8

3

3

Desarr

ollo

urbano 7

2.

4

2

1

Desarr

ollo

industr

ial

1

1

1.

9

7

Seguri

dad

pública

5

1.

7

2

0

Desarr

ollo

econó

mico 5

1.

8

1

7

Transp

orte

público

5

1.

8

3

8

Fomen

to al

deporte

7

2.

4

3

0

Arquit

ectura

1

1

1.

9

3

0

Arquit

ectura

5

1.

7

2

5

Centro

s

comerc

iales 5

1.

8

2

0

Desarr

ollo

econó

mico 5

1.

8

6

0

Activid

ades

econó

micos 7

2.

4

2

7

Su

gente 5

1.

8

4

8

Gente

amable 5

1.

8

218

ANEXO H

ELEMENTOS NEGATIVOS CON MAYOR FRECUENCIA

General Culiacán SLP 25 35

N

o.

R F % N

o.

R F % N

o.

R F % N

o.

R F % N

o.

R F %

1

Insegur

idad

6

0

8

.

3 1

4

Narcotr

áfico

3

3

9

.

0 1

Insegur

idad

3

7

1

0.

5 1

Insegur

idad

3

3

9

.

9

1

5

Vialida

des

inadec

uadas

4

4

1

1.

4

1

5

Vialida

des

inadecu

adas

6

0

8

.

3

3

Delincu

encia

3

1

8

.

5

1

6

Proble

mas de

urbaniz

ación

3

5

9.

6 7

Corrup

ción

3

0

9

.

0 1

Insegur

idad

2

7

7.

0

1

6

Proble

mas de

urbaniz

ación

4

9

6

.

8

7

Corrup

ción

3

0

8

.

2

1

5

Vialida

des

inadecu

adas

3

1

8.

8 3

Delincu

encia

2

9

8

.

7

1

6

Proble

mas de

urbaniz

ación

2

7

7.

0

3

Delinc

uencia

4

8

6

.

7

1

5

Vialida

des

inadecu

adas 2

9

7

.

9 4

Vandali

smo

2

2

6.

2

1

6

Proble

mas de

urbaniz

ación 2

2

6

.

6

1

8

Incomp

etencia

de

gobiern

o

2

5

6.

5

7

Corrup

ción

4

5

6

.

3

1

1

Violenc

ia

2

7

7

.

4 2

Sucieda

d

1

7

4.

8

1

7

Calidad

de

transpo

rte

publico

2

1

6

.

3

1

4

Narcotr

áfico

2

4

6.

2

1

4

Narcotr

áfico

3

9

5

.

4

1

Insegur

idad

2

3

6

.

3 3

Delincu

encia

1

7

4.

8

1

5

Vialida

des

inadecu

adas

1

6

4

.

8 3

Delinc

uencia

1

9

4.

9

1

7

Calidad

de

transpo

rte

publico

2

9

4

.

0

1

6

Proble

mas de

urbaniz

ación 1

4

3

.

8

1

8

Incomp

etencia

de

gobiern

o

1

7

4.

8 2

Sucieda

d

1

5

4

.

5

1

1

Violen

cia

1

8

4.

7

1

1

Violen

cia

2

8

3

.

9

5

Contam

inación

1

3

3

.

6

1

7

Calidad

de

transpo

rte

publico

1

6

4.

5

1

4

Narcotr

áfico

1

5

4

.

5 7

Corrup

ción

1

5

3.

9

4

Vandal

ismo 2

7

3

.

8

1

0

Muchas

muertes 1

3

3

.

6 7

Corrup

ción 1

5

4.

2 5

Contam

inación 1

4

4

.

2 4

Vandal

ismo 1

4

3.

6

1

8

Incomp

etencia

de

gobiern

o

2

7

3

.

8

1

7

Calidad

de

transpo

rte

publico

1

3

3

.

6

3

3

Servici

o

público

s 1

4

4.

0 4

Vandali

smo

1

3

3

.

9

3

3

Servici

o

público

s 1

3

3.

4

2

Sucied

ad 2

4

3

.

3

3

4

Policías

1

1

3

.

0

3

4

Policías

9

2.

5

3

4

Policías

1

3

3

.

9

4

8

Falta

de

lugares

1

0

2.

6

219

de

esparci

miento

3

4

Policía

s

2

0

2

.

8

1

8

Incomp

etencia

de

gobiern

o

1

0

2

.

7

3

5

Falta

de

empleo

9

2.

5

1

1

Violenc

ia

1

0

3

.

0 2

Sucied

ad

9

2.

3

5

Conta

minaci

ón

1

8

2

.

5

2

Sucieda

d

7

1

.

9

4

9

Sistema

educati

vo

9

2.

5

3

5

Falta

de

empleo

7

2

.

1

1

7

Calida

d de

transpo

rte

publico 8

2.

1

3

3

Servici

o

público

s

1

8

2

.

5

2

4

Malas

costum

bres

7

1

.

9

4

8

Falta

de

lugares

de

esparci

miento 8

2.

3

1

0

Muchas

muertes

6

1

.

8

1

0

Mucha

s

muerte

s

7

1.

8

3

5

Falta

de

empleo

1

4

1

.

9

2

0

Aumen

to de

precios

6

1

.

6

3

2

Poca

concien

cia

ecológi

ca 7

2.

0

4

9

Sistema

educati

vo

6

1

.

8

2

4

Malas

costum

bres

7

7.

8

1

0

Mucha

s

muerte

s

1

3

1

.

8

4

Vandali

smo

5

1

.

4 6

Gente

cerrada

6

1.

7 6

Gente

cerrada

5

1

.

5

3

4

Policía

s

7

1.

8

2

4

Malas

costum

bres

1

1

1

.

5

1

2

Injustic

ia

5

1

.

4

1

4

Narcotr

áfico

6

1.

7

1

2

Injustic

ia

5

1

.

5

3

5

Falta

de

empleo 7

1.

8

4

8

Falta

de

lugares

de

esparci

miento

1

1

1

.

5

3

5

Falta

de

empleo

5

1

.

4 5

Contam

inación

5

1.

4

2

0

Aumen

to de

precios

5

1

.

5

3

2

Poca

concie

ncia

ecológi

ca

6

1.

6

3

2

Poca

concien

cia

ecológi

ca 9

1

.

3

6

2

Presenc

ia

militar

5

1

.

4

2

7

Injustic

ia

laboral

5

1.

4

2

3

Secuest

ros

5

1

.

5

6

2

Presen

cia

militar

5

1.

3

4

9

Sistem

a

educati

vo 9

1

.

3 3

3

Servici

o

público

s 4

1

.

1

3

3

Servici

o

público

s 5

1

.

5

220

ANEXO I

FRECUENCIA DE CATEGORÍAS DE ELEMENTOS POSITIVOS

Lu

gar

General Mayores de 35

Menores de 25 Culiacán

San Luis Potosí

Categoría % Categoría % Categoría % Categoría % Categoría %

1 Servicios

públicos

20

.4

Servicios

públicos

19

.7 Servicios

públicos

21

.0 Servicios

públicos 16

.8

Servicios

públicos 24

.4

2 Centros de

esparcimie

nto

15

.6

Centros de

esparcimie

nto

14

.5 Centros de

esparcimie

nto

16

.7 Centros de

esparcimie

nto 16

.1

Centros de

esparcimie

nto 15

.2

3 Arquitectu

ra

11

.4

Fomento a 11

.4 Arquitectu

ra

11

.6 Característ

icas de las

personas 16

.1

Arquitectu

ra 14

.8

4 Fomento a 11

.2

Característ

icas de las

personas

11

.4 Fomento a 10

.5 Fomento a

13

.3

Característ

icas físicas 11

.9

5 Desarrollo

de

10

.3

Arquitectu

ra

11

.1 Desarrollo

de

10

.5 Oferta

educativa 9.

6

Desarrollo

de 11

.1

6 Característ

icas de las

personas

9.

6

Desarrollo

de

10

.0 Oferta

educativa

9.

8 Desarrollo

de 9.

6

Fomento a

8.

9

7 Característ

icas físicas

8.

5

Característ

icas físicas

9.

7 Característ

icas de las

personas

7.

6 Arquitectu

ra 8.

2

Costumbre

s y

tradiciones 5.

9

8 Oferta

educativa

7.

4

Oferta

educativa

6.

2 Característ

icas físicas

6.

9 Característ

icas físicas 5.

1

Oferta

educativa 5.

2

9 Costumbre

s y

tradiciones

3.

9

Costumbre

s y

tradiciones

4.

8 Costumbre

s y

tradiciones

2.

9 Costumbre

s y

tradiciones 2.

1

Característ

icas de las

personas 2.

6

10 Establecim

ientos

0.

7

HAPAX 0.

7 Establecim

ientos

1.

4 Establecim

ientos 1.

4

Establecim

ientos 0

11 HAPAX 5.

3

Disposicio

nes

gubername

ntales

0.

3 Disposicio

nes

gubername

ntales

0.

4 HAPAX

1.

0

Disposicio

nes

gubername

ntales 0

12 Disposicio

nes

gubername

ntales

0.

4

Establecim

ientos

0 HAPAX 0.

4 Disposicio

nes

gubername

ntales 0.

7

HAPAX

0

Total

221

ANEXO J

MATRIZ DE CORRELACIÓN DE CONCEPCIONES DE NARCOTRÁFICO

IndiceProblema IndiceAcIlicita IndiceAcEcon IndiceNarcPos IndiceManCult IndiceNarcNeg

Correlación IndiceProblema 1.000 .484 .107 -.205 -.082 .478

IndiceAcIlicita .484 1.000 -.015 -.211 -.203 .391

IndiceAcEcon .107 -.015 1.000 .646 .666 -.048

IndiceNarcPos -.205 -.211 .646 1.000 .713 -.363

IndiceManCult -.082 -.203 .666 .713 1.000 -.249

IndiceNarcNeg .478 .391 -.048 -.363 -.249 1.000

Sig. (Unilateral) IndiceProblema .000 .072 .002 .132 .000

IndiceAcIlicita .000 .421 .002 .003 .000

IndiceAcEcon .072 .421 .000 .000 .256

IndiceNarcPos .002 .002 .000 .000 .000

IndiceManCult .132 .003 .000 .000 .000

IndiceNarcNeg .000 .000 .256 .000 .000

222

ANEXO K

VARIANZA TOTAL EXPLICADA POR FACTORES

Componente

Autovalores iniciales

Sumas de las saturaciones al cuadrado de la

extracción

Suma de las saturaciones al cuadrado de la

rotación

Total

% de la

varianza % acumulado Total

% de la

varianza % acumulado Total

% de la

varianza % acumulado

1 2.633 43.883 43.883 2.633 43.883 43.883 2.353 39.220 39.220

2 1.721 28.682 72.566 1.721 28.682 72.566 1.404 23.401 62.621

3 .618 10.306 82.872 .618 10.306 82.872 1.215 20.251 82.872

4 .471 7.854 90.726

5 .298 4.963 95.689

6 .259 4.311 100.000

Método de extracción: Análisis de Componentes principales.

Matriz de componentes(a)

Componente

1 2

IndiceProblema -.419 .735

IndiceAcIlicita -.483 .599

IndiceAcEcon .674 .601

IndiceNarcPos .870 .237

IndiceManCult .824 .354

IndiceNarcNeg -.577 .530

Método de extracción: Análisis de componentes principales. a 2 componentes extraídos