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Curso 2011/12 GEOGRAFÍA CURSO PAU25

Unidad 4: El agua Página 1

UNIDAD 4: EL AGUA



Unidad 2: EL AGUA

1. Introducción

2. Las cuencas hidrográficas

3. Características de la red fluvial 3.1 Los ríos peninsulares. Condicionantes 3.2 El régimen fluvial 3.3 Características de los ríos según su vertiente 3.4 Lagos y humedales 3.5 Los acuíferos

4. Utilización y gestión de los recursos hídricos

(APÉNDICES: Mapa conceptual de la unidad y Vocabulario)

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BIBLIOGRAFÍA Como en los temas anteriores, el material básico es:

• Cualquiera de los libros y manuales recomendados an teriormente

• Las siguientes páginas web :

http://www.kalipedia.com/geografia-espana/ (entrad en “Geografía física”, y en los últimos ítems sobre ríos, lagos, usos del agua y desastres naturales) http://www.rtve.es/alacarta/videos/espacios-naturales/espacios-naturales-tareas-del-agua-cuencas-cauces-caudales/673469/#aHR0cDovL3d3dy5ydHZlLmVzL2FsYWNhcnRhL2ludGVybm8vY29udGVudHRhYmxlLnNodG1sP3BicT0yJm1vZGw9VE9DJmxvY2FsZT1lcyZwYWdlU2l6ZT0xNSZjdHg9NDI5OTAmYWR2U2VhcmNoT3Blbj1mYWxzZQ== (documental sobre los ríos españoles; en la misma web está toda la serie “Espacios naturales”, aunque no son muchos los vídeos útiles para la asignatura) http://www.embalses.net/ (estadísticas sobre el estado de los embalses) http://www.rtve.es/alacarta/videos/agua/ (serie de 13 capítulos sobre el agua en general, aunque no referidos a España; puede resultar interesante el primero, sobre los grandes embalses del mundo) http://contenidos.educarex.es/sama/2010/csociales_geografia_historia/geografia.html (ver tema 6 del bloque II, Geografía física) http://ntic.educacion.es/w3//recursos/secundaria/sociales/geografia/regimen_fluvial.html (aquí podéis ver un flash con los diferentes regímenes fluviales en España) http://elauladehistoria.blogspot.com/search/label/AGUA-HIDROGRAF%C3%8DA (noticias, vídeos, imágenes, etc.)

� Es muy importante que trabajéis los mapas de ríos e n:

http://www.xtec.net/~ealonso/flash/mapasflash.htm



UNIDAD 4. EL AGUA 1. INTRODUCCIÓN

Sin agua líquida no es posible la vida. El agua es el componente mayoritario de la materia viva. Podemos encontrar agua, en sus tres estados físicos (hielo, agua líquida o vapor de agua) en la hidrosfera y en la atmósfera. A su vez, la hidrosfera consta de agua dulce y salada.

El agua se encuentra en la naturaleza en diversas formas, pero no todas son utilizables por el ser humano. El recurso hídrico consumible es el agua continental dulce, que sólo constituye el 3% del total de la Tierra, contabilizando tanto el agua superficial (de ríos, lagos y humedales) como la subterránea, y de ella sólo una pequeña parte es accesible.

De todos los planetas conocidos hasta el momento, la Tierra es el único en el que se encuentra agua líquida. En otros planetas, las temperaturas son demasiado altas (el agua solo puede estar en forma de vapor) o demasiado bajas (por lo que se encuentra solo como hielo). Existen, no obstante, sospechas de que pudiera encontrarse agua líquida en algunos satélites, como Europa, satélite de Júpiter.

Además, hay una circulación permanente del agua entre el océano, la atmósfera y la litosfera, el llamado ciclo hidrológico o ciclo del agua: el agua del océano se evapora, después precipita en forma de lluvia o nieve y cae por escorrentía superficial (ríos y pantanos) y por escorrentía subterránea hasta que llega de nuevo al océano.



La hidrografía continental estudia las aguas superficiales y las aguas subterráneas. En España, así como en el planeta en general, el agua se distribuye de forma desigual, debido a la situación de la Península y a sus características topográficas. En España la precipitación media se estima en 672 mm/año y la escorrentía en 232 mm/año. En el norte peninsular hay una zona húmeda, pero el resto es bastante más seco y suele tener un periodo de sequía más o menos largo en verano. Por eso es necesario almacenar el agua de los ríos en embalses. Así se puede regular el caudal del río y se evitan las inundaciones en las épocas de lluvia. El agua de los embalses permite también su aprovechamiento para obtener energía hidroeléctrica y para abastecer de agua en años en que la lluvia es insuficiente y no puede cubrir las necesidades de los ciudadanos, de la agricultura y de la industria.

2. LAS CUENCAS HIDROGRÁFICAS Se llama cuenca hidrográfica al territorio cuyas aguas vierten a un río principal y a sus afluentes. En la cuenca los ríos ciruculan por un cauce o lecho, y forman una red organizada hasta llegar al río principal. Las cuencas se separan entre sí por divisorias de aguas que constituyen los relieves montañosos. Las cuencas peninsulares son las del Norte, Miño, Duero, Tajo, Guadiana, Guadalquivir, Pirineo oriental, Ebro, Júcar, Segura y Sur.



Una vertiente hidrográfica es el conjunto de cuencas cuyas aguas vierten en el mismo mar. Debido a la inclinación de la Meseta hacia el oeste a partir del Sistema Ibérico, la mayoría de los ríos peninsulares (69%) desembocan en las cuencas atlántica y cantábrica, mientras que sólo el 31% desagua en la vertiente mediterránea. 3. CARACTERÍSTICAS DE LA RED FLUVIAL 3.1 LOS RÍOS PENINSULARES. CONDICIONANTES Los ríos (un río es una corriente continua de agua o caudal que circula por un cauce y desemboca en el mar, en otro río –se trataría de un afluente- o en un lago) peninsulares están condicionados por una serie de FACTORES:

� El clima es el factor más importante e influyente en la red hidrográfica. La mayor parte de España presenta un clima mediterráneo, por lo que una primera característica general es la de ríos con fuertes estiajes (momento de caudal más bajo de una corriente de agua, que suele coincidir con el período estival) y escaso caudal (volumen de agua del río). De esta característica están exentos los ríos de la llamada España húmeda: el norte y noroeste, y en parte, también los grandes colectores o grandes ríos, ya que sus afluentes procedentes de las montañas amortiguan estos efectos.

� El relieve y la topografía condicionan el trazado y la pendiente del río, y, por tanto, su velocidad y su fuerza erosiva, así como su potencialidad para la producción de electricidad.



� La litología o el suelo es otro factor importante, ya que dependiendo de su grado de permeabilidad del cauce por donde transcurren, los ríos pueden tener unas características u otras. Si el sustrato es impermeable, como las pizarras o las arcillas retienen mal el agua, la cual corre inmediatamente hacia el cauce principal, pero si es permeable, como los suelos calizos, absorbe y retiene una gran cantidad de agua, que luego aflorara a través de los manantiales o muchos kilómetros de distancia (los ojos del Guadiana, el río Piedra...). Es decir, que el suelo determina el predominio de la escorrentía (agua que circula por una cuenca hidrográfica) superficial o subterránea del agua.

� La vegetación influye también, ya que reduce la evaporación, la erosión y el riesgo de inundaciones. Cuanto más densa es, mejor retiene el agua y la devuelve más lentamente, contribuyendo a la regularización del caudal. Por eso las cuencas de los embalses se suelen replantar de bosque. En cambio, en las cuencas pobres en vegetación la rápida evacuación de las lluvias suele revestir frecuentemente efectos catastróficos.

� Y la acción humana, que crea infraestructuas para alterar los regímenes de los ríos para un mejor abastecimiento del agua y la prevención de desastres naturales.

3.2 EL RÉGIMEN FLUVIAL Llamamos régimen fluvial a la variación estacional del caudal de un tío. Depende de la distribución de las precipitaciones y la importancia de la precipitación nival. Según éstas, se distinguen:

� Ríos con régimen nival: Nacen en la alta montaña. Su caudal máximo se produce por el deshielo, a finales de la primavera y principios de verano.

� Ríos con régimen pluvial: Sólo dependen de las precipitaciones, y, por tanto, la variación del caudal dependerá de la zona climática en que se encuentra el río.

� Ríos con régimen mixto: Según predominen las aguas del deshielo o de las precipitaciones, serán nivo-pluviales o pluvio-nivales.

Régimen nival de montaña Régimen pluvial (oceánico)



Régimen mixto (nivo-pluvial)

3.3 CARACTERÍSTICAS DE LOS RÍOS SEGÚN SU VERTIENTE a) Los ríos de la vertiente cantábrica (cuenca nort e de la vertiente atlántica)

El elevado reborde cantábrico, abrupto y escarpado y con alturas cercanas a los 2.500 m, da lugar a cursos de corta longitud, que tienen que salvar en recorridos no superiores al centenar de kilómetros desniveles a veces de más de 2.000 m.

Además, estas montañas, bien alimentadas por las abundantes y regulares precipitaciones propias del clima atlántico, originan ríos caudalosos y de gran fuerza erosiva a causa de su pendiente, los cuales han cortado los enérgicos relieves de la cordillera en hoces profundas y estrechas que cuentan entre los más grandiosos paisajes fluviales de la Península, como las hoces del río Cares y las del río Deva, excavadas en el macizo de los Picos de Europa.



b) Los ríos de la vertiente atlántica (cuenca occid ental)

En la península es la Meseta Central la unidad de relieve más importante por la superficie que ocupa y porque en torno a ella se estructuran el resto de grandes unidades, como sus rebordes montañosos y las depresiones y cordilleras exteriores. El hecho de que esté basculada hacia el oeste es el causante de que tres de los grandes ríos (Duero, Tajo y Guadiana) viertan sus aguas al Atlántico. De los otros dos grandes ríos, el Guadalquivir también desagua en el Atlántico por la inclinación de la depresión Bética hacia ese océano.

c) Los ríos de la vertiente mediterránea

La vertiente mediterránea ocupa el 31% de la superficie peninsular. Excepto el Ebro, sus ríos tienen cuencas reducidas, mediana longitud y pronunciada pendiente en sus cabeceras, por la proximidad de los relieves a las costas.

El clima mediterráneo explica la pobreza del caudal y su gran irregularidad, con frecuentes crecidas y acusados estiajes. De hecho, muchos de ellos son cursos intermitentes, torrentes o ramblas, que solo en ocasiones llevan el agua de intensas precipitaciones, generalmente otoñales, con consecuencias, a veces, catastróficas.

Los ríos catalanes (Ter, Llobregat), son cortos y algo más caudalosos.

Los levantinos (Mijares, Turia, Júcar y Segura) se caracterizan por su gran irregularidad interanual e intranual. Sus crecidas otoñales son muy peligrosas, debido al fenómeno de la “gota fría”.

Los meridionales (Almanzora, Guadalfeo, Guadalhorce) son muy cortos, rápidos e irregulares y, como los levantinos, con frecuentes crecidas.

El Ebro es una excepción, atraviesa la depresión y, tras pasar el Sistema Costero Catalán, desemboca en el Mediterráneo formando un delta. Es el más caudaloso de España debido a las lluvias de su cabecera y al aporte de afluentes pirenaicos: Aragón, Gállego, Cinca y Segre. También contribuyen sus afluentes ibéricos (Jalón, Guadalope), aunque con caudales más pobres.



3.4 LAGOS Y HUMEDALES

Un lago es una masa natural de agua acumulada en zonas deprimidas, y que pueden ser:

A) LAGOS ENDÓGENOS: Formados por las fuerzas internas de la Tierra.

a. Tectónicos (se originan por la acción de fallas): Laguna de la Janda (Cádiz)

b. Volcánicos (ocupan cráteres de volcanes apagados): Campo de Calatrava (Ciudad Real).

B) LAGOS EXÓGENOS: Formados por las fuerzas externas a la Tierra.

a. Glaciares (se forman en los circos o en los valles glaciares): Enol, Sanabria, Pirineos.

b. Cársticos (son consecuencia de la formación de cubetas por la disolución de calizas o yesos): Lagunas de Ruidera

c. Endorreicos (las aguas se estancan en depresiones de las zonas áridas o semiáridas, y no desaguan en el mar; son las más habituales en la Península): Lagunas de la Mancha (< 1m profundidad), Tablas de Daimiel.

d. Eólicos (en depresiones formadas por el viento): las closes del Ampurdán e. Lagunas litorales o albuferas (lagunas separadas del mar por un cordón de

arena): zonas deltaicas (Ebro, Llobregat), Mar Menor, Valencia.

Ibón de Acherito, Huesca (lago glaciar) La Posadilla, Ciudad Real (laguna volcánica)

Los humedales son terrenos cubiertos de aguas poco profundas con gran

riqueza en biodiversidad animal y vegetal. - Tipos: lagunas, marismas, albuferas y deltas. - Ejemplos: Daimiel, delta del Ebro, Albuferas de Valencia y del Mar Menor,

lagunas de Toledo, Albacete y Ciudad Real - En Elche: Hondo, Clot de Galvany.

S’Albufera, Mallorca



3.5 LOS ACUÍFEROS

Son embolsamientos de agua subterránea, formados por la concentración de agua que ha ido filtrándose hasta llegar a una capa impermeable o freática. Son aguas con características estables de temperatura y calidad, aunque en la actualidad están amenazadas por la contaminación y su sobreexplotación para el regadío.

En la Península Ibérica suelen encontrarse en depresiones terciarias, en las riberas fluviales y en las cabeceras montañosas de los ríos principales.

En Baleares y Canarias constituyen los principales recursos hídricos.

4. UTILIZACIÓN Y GESTIÓN DE LOS RECURSOS HÍDRICOS

Las escasas precipitaciones propias del clima mediterráneo imponen a España una delicada política de aprovechamiento de sus recursos hídricos, tanto superficiales como subterráneos.

Desde tiempos antiguos, el agua fue cuidadosamente aprovechada y necesaria tanto para el riego como para el suministro a las poblaciones; piénsese en los costosos acueductos romanos de Segovia, Mérida, Tarragona y Barcelona, por



ejemplo; y en cuanto a los regadíos fueron ya extendidos por lo menos por los árabes en las huertas de Valencia, de Lérida y en buena parte de la campiña andaluza.

La legislación sobre el agua de regadío ha dado lugar a una rica y variada legislación tradicional como muy pocos países pueden ofrecer.

Luego la utilización del agua como fuerza motriz a medida que se produce la industrialización, ya sea directamente ya sea a través de la electricidad, ha determinado la construcción de grandes obras hidroeléctricas en las que España es país adelantado.

Finalmente el consumo de agua para la industria y para el abastecimiento de las grandes concentraciones urbanas es una preocupación obsesionante de los tiempos actuales, hasta el punto de tener que recurrir en los sitios menos favorecidos, como en algunas de las islas Canarias, a la destilación del agua del mar.

Recursos hídricos en España

El balance hídrico presenta una enorme desigualdad regional, aunque es positivo en general aunque con grandes desigualdades, ya que hay zonas con grandes excedentes y otras muy deficitarias.

En general puede decirse que todo el Mediterráneo español, en un aspecto u otro, es deficitario en recursos hídricos respecto a la zona de clima atlántico. Así, el déficit de la cuenca mediterránea española es de unos 5.000 hm³ anuales, mientras



en la vertiente atlántica hay un excedente cercano a 25.000 hm³ a causa de que, según se ha visto, los grandes ríos vierten al océano.

Por eso, ha sido necesario compensar este déficit con el costoso y largo trasvase del Tajo, para aliviar la situación penosa del Levante. Por esta causa también se han construido los grandes embalses, ya sea para regadío ya sea sobre todo para la obtención de hidroelectricidad.

Balance de recursos y consumos por cuencas Trasvase Tajo-Segura

Todos los principales ríos han sido aprovechados para la construcción de presas que han transformado el paisaje fluvial peninsular, tan rico en desfiladeros, en largos lagos encajados en el curso de valles tortuosos, tal como ocurre con el Ebro, en su embalse de Mequinenza, el Esla, en Ricobayo y sobre todo con los grandes pantanos del Guadiana en Cíjara y del Tajo, en Entrepeñas y Buendía, de varios kilómetros de longitud.

Todos estos pantanos tienen una capacidad de 1.000 a 1.500 millones de m³. Esos ríos, de zonas relativamente llanas o de escasa pendiente, han exigido la construcción de presas de considerable altura, con objeto de compensar la escasa pendiente con un gran caudal.

En cambio, los lagos pirenaicos, suspendidos a alturas de más de 2.000 m, compensan su reducida capacidad con un gran desnivel, y son aprovechados en cadena, mediante tuberías forzadas que conducen el agua a las centrales situadas aguas abajo, en el fondo del valle. Así vemos cómo las condiciones morfológicas de los ríos peninsulares condicionan el tipo de centrales hidroeléctricas.



Principales embalses, capacidad y utilización

Principales embalses, en las diferentes cuencas hidrográficas



A su vez, estos pantanos artificiales repercuten con una serie de hechos de orden físico. Por ejemplo, van siendo cada vez más raras las avenidas catastróficas tan características de los ríos españoles, al disponer de embalses en el curso superior/medio para regular el caudal, embalsándolo en los períodos de lluvias abundantes y cediéndolo en los de penuria acentuada.

En muchos ríos, gracias a dichos embalses, se ha logrado un tipo de régimen más regular y uniforme. En cambio la disminución de derrubios, que ahora quedan acumulados en gran parte en el vaso de los pantanos, al disminuir la carga transportada, ha aumentado la fuerza erosiva de los ríos, y en las desembocaduras deltaicas y llanuras aluviales la disminución de transportes se manifiesta por un retroceso de la línea de costa, a causa del ataque del oleaje y de las corrientes marinas. Así, por ejemplo, se observa en los deltas del Llobregat y del Ebro, cuyas puntas avanzaban hace años a razón de uno y diez metros respectivamente, mientras ahora retroceden a un ritmo bastante acentuado.



MAPA CONCEPTUAL DE LA UNIDAD



VOCABULARIO

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