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ISSN 2216-1589 EDICIÓN No.4 DICIEMBRE DE 2012 - COLOMBIA UNA MIRADA ACADÉMICA

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ISSN 2216-1589 EDICIÓN No.4 DICIEMBRE DE 2012 - COLOMBIAUNA MIRADA ACADÉMICA

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RectorDiego Fernando Otero Prada

Vicerrector Administrativo y FinancieroHernán Rodríguez Hernández

Vicerrector AcadémicoGermán Torres Prieto

VISIÓN EMPRESARIAL - “Una Mirada Académica”EDICIÓN No. 4ISSN 2216 - 1589Diciembre de 2012

PRODUCCIÓN EDITORIALDepartamento de Comunicación y PublicacionesBeatriz Acuña AcevedoCorrección de estilo: Fabio Torres Barrera

Diseño y Diagramación: Litografía La Bastilla

Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida en su todo ni en sus partes, ni registrada en o transmitida por sistemas de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, sea mecánico, foto químico, electrónico, magnético, electro óptico, por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo por escrito de los editores.

Los argumentos y opiniones expuestos en este documento son de exclusiva responsabilidad del autor, y reflejan su pensamiento y no necesariamente el de la Corporación Universitaria de Ciencia y Desarrollo UNICIENCIA - Extensión Bucaramanga.

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ÍNDICEPRÓLOGOCARLOS ARTURO TAMAYO SÁNCHEZ

POR QUÉ COLOMBIA NEGOCIA TRATADOS DE LIBRE COMERCIOMARTÍN NARANJO TOLOZA

INDICADORES DEL MERCADO DEL TRABAJO EN COLOMBIAENRIQUE ALBERTO GUERRERO GUZMÁN

LA IMPORTANCIA DE LA TRIBUTACIÓN PARA EL FUNCIONAMIENTO DEL ESTADOBLANCA INÉS RAMÍREZ

EL ENFOQUE DEL MODELO DEL MARCO LÓGICO EN PROYECTOS DE DESARROLLO Y DE COOPERACIÓN INTERNACIONAL CARLOS ARTURO TAMAYO SÁNCHEZ

¿SOMOS EMPRENDEDORES POR OPORTUNIDAD O POR NECESIDAD? YISSET DURAN NOVOA

ESTUDIO DE LA RELACIÓN DE LA VARIABLES, COSTO Y CURVA DE APRENDIZAJE, EN EL SECTOR EDUCACIÓN SUPERIOR EN EL A.M.B., COMO OPCIÓN ESTRATÉGICA DE PRODUCTIVIDAD Y COMPETITIVIDADMARTHA LILIANA NÚÑEZ PÉREZ

APRENDIZAJES PRODUCTIVOSNÉSTOR ANAYA CHÁVEZ

APROXIMACIONES TEÓRICAS AL PROBLEMA DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES. CONFRONTACIÓN DE PARADIGMASADRIANA BÁEZ PIMIENTO

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Las relaciones entre el sistema académico y la sociedad, han sido objeto de numerosos análisis por su estrecha interrelación con el progreso social. La reflexión sobre estas relaciones es ineludible y su adecuada interpretación depende en buena manera de las políticas que se adopten para promover el desarrollo científico y tecnológico como factor clave para lograr el progreso económico y social de una comunidad. Convencidos en el papel estratégico de la academia y en su lucha por superar el subdesarrollo y por fomentar la búsqueda de los caminos que conduzcan a un auténtico progreso, la CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DE CIENCIA Y DESARROLLO UNICIENCIA, Extensión Bucaramanga, se ha comprometido con la creación de ese conocimiento continuo. Por esta razón, contando también con invitados académicos presentamos esta publicación conocida como VISIÓN EMPRESARIAL, espacio en donde se exponen temas interdisciplinarios que proponen su aporte para el desarrollo empresarial, social y económico desde diferentes perspectivas.

Los artículos en esta revista son presentados por sus autores de una manera escueta y didáctica, exponiendo y analizando sus temas basados en su propia experiencia académica. Cada intensión de su escrito es enseñada de forma clara y directa evitando el uso de prejuicios y abierta a toda posición diferente a la propia. Igualmente, cada contenido es exteriorizado diáfanamente para balancear opiniones, concebir reflexiones y generar posturas críticas frente a los mismos.

Uno de los temas más recurrentes es el empresarial en el que se hacen reflexiones basadas en experiencias personales combinados con estudios previos propios de cada disciplina. Los argumentos son expuestos de forma clara, pertinente e interesante para fomentar el cultivo de una disciplina educativa con enfoques de pensamiento administrativo crítico. Los conceptos e iniciativas se encaminan a abordar directamente las cuestiones derivadas del ámbito docente. Esta concepción supone la dedicación del profesorado en el mejoramiento continuo y su rol dentro del entorno social de la academia, considerada como uno de los principales instrumentos de cambio en la educación superior dentro del contexto regional.

PRÓLOGOCARLOS ARTURO TAMAYO SÁNCHEZ

Decano Facultad de Administración de EmpresasUNICIENCIA Extensión Bucaramanga

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Frente a los cambios rápidos y acelerados del entorno global en donde los más afectados son principalmente el colectivo de estudiantes, el profesorado queda totalmente inmerso en el compromiso de socializar dichos cambios en escenarios como VISIÓN EMPRESARIAL; toda esta intensión enmarcada dentro de un proceso de armonización en materia de enseñanza superior que se desprende de su actividad profesional, de actividades propias de investigación y de aquellas ligadas a la gestión universitaria.

En síntesis, esta publicación es el resultado de un compromiso compartido del personal docente y directivos de la universidad para fomentar el sentido de pertenencia, servir a la comunidad universitaria y científica de la región. Así mismo, facilitar la comunicación entre las distintas comunidades universitarias articuladas alrededor del estudio de áreas concretas, mediante aportaciones teóricas, como un aporte al fortalecimiento de la EDUCACIÓN FORMATIVA, considerada como un proceso fundamental para todo ser humano en el que la universidad se ha comprometido.

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POR QUÉ COLOMBIA NEGOCIA TRATADOS DE LIBRE COMERCIO

MARTÍN NARANJO TOLOZAProfesional en comercio exterior.Administrador de empresas.Especialista en docencia universitaria. Docente medio tiempo Facultad de Administración de Empresas

Para hablar de los Tratados de Libre Comercio que en la actualidad Colombia ha negociado con diferentes países o regiones, primero debemos recordar el momento en el cual Colombia pasa de una economía cerrada a un modelo económico de libre comercio, iniciado en nuestro país a principios de la década de los noventa en el gobierno del Dr. César Gaviria Trujillo y se fortalece en el mandato del Dr. Andrés Pastrana, para lo cual se debieron hacer profundos cambios como la eliminación de algunas entidades encargadas de manejar el comercio exterior, para crear otras que debían diseñar y manejar las políticas que en materia de comercio internacional debería tener nuestro país para afrontar el Bum de la globalización.

Con este panorama, Colombia debe modificar o reestructurar su política comercial, que le permita tener las mismas condiciones en materia competitiva con el resto del mundo.

Dentro de algunas herramientas que los países deben implementar para lograr sus objetivos, encontramos los Tratados de Libre Comercio y los procesos de integración regional,

pero para que esto se pueda dar, los gobiernos debieron hacer más ajustes y es así como vemos que el Estado adopta un régimen cambiario flexible, donde deja de tener el monopolio en cuanto al manejo de las divisas (recordemos que con la Constitución de 1991, desaparece la junta monetaria y se crea la junta directiva del Banco de la Republica) y se permite que cualquier persona ( natural o jurídica), pueda tener y manejar divisas, pero además se crean los intermediarios del mercado cambiario, autorizados para canalizar dichas divisas.

Esta política comercial liderada por el gobierno ( Consejo Superior de Comercio Exterior) en cabeza del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, diseñan y crean políticas y estrategias para impulsar las exportaciones, con el concurso también de Proexport y Bancoldex quienes son los que ponen en marcha todo lo que se planea y diseña en materia de exportaciones.

Se puede decir que todo lo que se ha hecho en materia de flexibilización de las normas, la creación de entidades, la desaparición de otras, han creado, mejorado y simplificado herramientas

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y procesos, permitiendo a algunas empresas incursionar en los mercados internacionales.

Se puede afirmar entonces que la orien-tación de la política comercial de Colom-bia está encaminada al fortalecimiento de los procesos de integración regional y a la celebración de acuerdos comer-ciales con el resto del mundo, brindando de esta manera mayores posibilidades a las empresa nacionales de conseguir nuevos mercados, materias primas y re-novar la tecnología para sus procesos de producción con el objetivo de enfren-tar en mejores condiciones la competen-cia global.

Pero debo decir que si son buenos los tratados comerciales, también hay que decir que el Estado se ha rajado en al-gunas materias, tales como la infraes-tructura vial en donde vemos que el país no tiene las grandes carreteras que sí tienen países como los de la Unión Eu-ropea, las cuales están interconectadas con un sistema férreo, disminuyendo los costos del transporte de las mercan-cías con destino al mercado mundial. En nuestro caso, nuestras principales ca-rreteras son trochas. La infraestructura portuaria es otra asignatura pendiente en esta moda de los TLC, pues estos no son competitivos comparados con los grandes puertos de los países con quienes hacemos los Tratados. Pero también en materia de aeropuertos, te-nemos un rezago de grandes propor-ciones. Comparemos el aeropuerto más importante de Colombia, como lo es el Aeropuerto Internacional El Dorado, con el Aeropuerto Internacional Barajas de Madrid, España, o con el Aeropuerto In-

ternacional de Frankfurt en Alemania o con los aeropuertos de Estados Unidos, con quien acabamos de firmar el último TLC. Estamos a años luz. Los trámites tanto de importación como de exporta-ción no son ágiles y presentan demoras, lo que genera retrasos en los despa-chos y mayores costos de almacenaje en los puertos, haciendo que nuestros productos sean más caros y por ende menos competitivos con respecto a la competencia.

En mi opinión son de gran importancia todos los acuerdos comerciales que Co-lombia logre firmar y poner en marcha con diferentes Estados, ya que esto le permite diversificar los mercados y no depender de uno solo, evitando de esta manera entrar en crisis cuando nuestro principal socio comercial y del cual de-pendemos, nos da la espalda. Si tene-mos bien repartida la torta en materia de comercio, las crisis de nuestros socios comerciales no tendrían un efecto nega-tivo significativo, tal como ocurrió con la crisis que tuvimos con Venezuela.

Pero el Estado debe proporcionarles a los productores nacionales las mejores condiciones para que puedan ser com-petitivos tanto en el mercado Nacional como el internacional. Igualmente los empresarios deben aportar un granito de arena en este proceso, para lo cual tienen que mejorar sus procesos pro-ductivos.

A continuación relaciono algunos Tra-tados que Colombia ha obtenido de la página Web del Ministerio de Comercio Industria y Turismo.

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ACUERDOS VIGENTES

NEGOCIACIONES EN CURSO

ACUERDOS SUSCRITOS

TLC - Colombia - México

CARICOM MERCOSURCHILE

CANADÁ

CANEstados Unidos

PANAMÁ KOREA TURQUÍA ISRAEL

ACUERDO COLOMBIA - CUBA

EFTA(SUIZA, NORUEGA,

LIECHTESTEIN, ISLANDIA)

El Salvador - Guatemala - Honduras

ALIANZA DEL PACÍFICO(COLOMBIA, MÉXICO,

CHILE Y PERÚ)

COLOMBIA - UNIÓN EUROPEA - PERÚ)

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Negocios internacionales; competencias en el mercado global: MC GRAW HILL 8º edicion

2. Marketing Internacional Juan B. García Sordo Mc Graw Hill Segunda edición

3. www.proexport.co.co

4. www.banrep.gov.co

5. www.mincomercio.gov.co

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Para comprender el significado de los indicadores del mercado del trabajo es fundamental conocer la definición que el DANE expresa de los siguientes conceptos:

Población en Edad de Trabajar En Colombia – PETEs aquella que tiene una edad igual o superior a los doce (12) años. Esta población es la que se considera en condiciones para desempeñar algún tipo de actividad laboral.

La Población Económicamente Activa –PEASon las personas que están disponibles para trabajar y que como consecuencia de ello ya están trabajando o se encuentran buscando empleo. Éste es el concepto más aproximado a lo que puede considerarse la fuerza de trabajo. Específicamente, la PEA está compuesta por los ocupados y los desempleados.

La Tasa de Desempleo -TDExpresa la relación entre el número de personas que buscan empleo y la población económicamente activa.

La Tasa de Subempleo SubjetivoEs la relación entre el número de personas que consideran estar subempleadas subjetivamente y la población económicamente activa. Es decir, es la proporción de población que desea cambiar de trabajo, bien sea por el bajo número de horas trabajadas o por la mejora de la calidad del trabajo, respecto de la fuerza laboral total.

La tasa de Subempleo ObjetivoEs la proporción de personas que estando efectivamente ocupadas, están realizando esfuerzos claros por cambiar de empleo, debido al escaso número de horas trabajadas o para mejorar sus condiciones de ingresos, como porcentaje de la fuerza de trabajo (población económicamente activa).

Uno de los indicadores más utilizados para conocer el desempeño del merca-do laboral en un país, es la tasa de des-empleo; su variación respecto al perío-do inmediatamente anterior, expresa la buena o mala gestión de los gobernan-tes de turno. El último informe del DANE afirma que la tasa de desempleo anual hasta abril del 2012 es de 10.4%, frente al 11.2% de abril del 2011.

ENRIQUE ALBERTO GUERRERO GUZMÁNEconomistaEspecialista en MercadosDocente Medio Tiempo Facultad de Administración de Empresas

INDICADORES DEL MERCADO DEL TRABAJO EN COLOMBIA

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El último informe del DANE expresa que en el mes de diciembre de 2012 hay en Colombia 20.504.000 personas ocupadas y 2.499.0000 desempleados, cifras que sumadas muestran que la población económicamente activa de Colombia es 23.003.000 habitantes.

Surge aquí una nueva pregunta. Las personas que se encuentran ocupadas se encuentran satisfechos con su trabajo? Esta inquietud la resuelve el DANE con sus dos indicadores, la tasa de subempleo subjetivo y la tasa de subempleo objetivo.

La tasa de subempleo subjetivo afirma que en Colombia el 32.5% de la población económicamente activa que corresponde a 7.465.000 personas, no se encuentran satisfechos con su

trabajo y por lo tanto desean cambiar de trabajo.

Mientras que la tasa de subempleo objetivo afirma que el 12.8% de la población económicamente activa que corresponden a 2.943.000 ciudadanos, no se encuentran satisfechos con su trabajo, pero además se encuentran en proceso de búsqueda de un nuevo trabajo.

Las cifras anteriores permiten concluir que del total de la población económicamente activa, el 45% trabajan porque lo necesitan, pero no se sienten a gusto, ni se sienten bien remunerados.

Veamos cuál ha sido el comportamiento de estos indicadores los últimos 12 años.

TASA DE DESEMPLEO SUBJETIVO Y OBJETIVOTOTAL NACIONAL

2001 - 2012 (Enero - Diciembre)

Fuente DANE 2012

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. DANE. (2012).Boletín de Prensa. Principales Indicadores del mercado laboral. Recuperado de http://www.dane.gov.co/files/investigaciones/boletines/ech/ech/bol_ech_dic12.pdf

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En todos los países del mundo, los impuestos nacen como un mecanismo de búsqueda de nuevos ingresos que son implementados por los Estados para realizar inversión social, el pago de los gastos del Estado y la deuda externa.

Ahora bien, el origen de los tributos es tan antiguo como el hombre mismo, cuando éstos entregaban ofrendas para mitigar la ira de los dioses o para demostrar su beneplácito por los favores recibidos, e igualmente para colaborar con el sostenimiento del jefe de la tribu o los clanes.

El pago de impuestos en la historia se remonta a tiempos inmemoriales como los de la civilización Griega, en donde se manejaba el término de la progresividad en el pago de los impuestos, sistema por medio del cual se ajustaban los tributos de acuerdo a las capacidades de pago de sus ciudadanos. Aquella es la primera noción que conoce la humanidad acerca de tributación, donde los impuestos se fijaban de acuerdo con la posesión de la riqueza de los individuos. Allí es cuando

surge la primera forma estructurada de lo que hoy conocemos como organización, en el pago de los tributos de los contribuyentes.

Ya mucho tiempo hacia adelante, en Europa, durante la Edad Media, los tributos eran cancelados en especie a los señores feudales, quienes eran los dueños de las tierras, las cuales se entregaban a los pobladores para que fuesen trabajadas, a cambio del pago de tributos que posteriormente cancelaban con vegetales que cultivaban o animales que criaban en las pequeñas parcelas asignadas. Por otra parte, la Iglesia Católica también cobraba tributos en la forma conocida como “diezmos, primicias y las famosas bulas”, los cuales eran tasados sobre el valor de los ingresos que recibían los individuos; fueron de carácter obligatorio y se relacionaban con la eliminación de posibles penas que la mujer o el hombre sufrirían después de la muerte. Al otro lado del mundo, por la misma edad media en América, se desarrollaba un sin número de culturas indígenas, que

BLANCA INÉS RAMÍREZ Contador PúblicoEspecialización en TributariaDocente Uniciencia

LA IMPORTANCIA DE LA TRIBUTACIÓN PARA EL FUNCIONAMIENTO DEL ESTADO

Los impuestos son el precio que pagamos por una sociedad civilizada.OLIVER WENDELL HOLMES

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si bien no tenían nada que ver con el viejo mundo, igualmente desarrollaron sistemas de tributación mediante modos de aportes, demostrándose de esta manera que los impuestos, por decirlo de una manera jocosa, son inherentes al hombre y fueron desarrollados en todas las épocas y latitudes del planeta. Casi podríamos decir, sin faltar el respeto a los juristas, que el pago de impuestos es un atributo de la personalidad de los hombres.

Las reglas para la tributación moderna fueron establecidas por el ilustre Adam Smith, en su obra “La Riqueza de las Naciones” publicada en 1776, en donde establecía como base para cualquier sistema impositivo, el criterio en el que se afirmaba que la recaudación de tributaciones no debe ser cuantiosa y que no debe llegar a desincentivar la economía, lo cual no es tan sencillo como se plantea en esta obra clásica, pues a lo largo de la historia del hombre se ha demostrado que las sociedades, a través de sus gobernantes, se han visto en la necesidad de imponer tributos que van en contra de este principio básico .

Para el caso colombiano, por regla ge-neral las personas naturales o jurídicas que sean contribuyentes, se encuentran en la obligación de pagar impuestos y por consiguiente de declarar; así lo es-tablece la Constitución Política en su ar-tículo 95 numeral 9, cuando afirma que toda persona está obligada a: “contribuir

al financiamiento de los gastos e inver-siones del Estado dentro de conceptos de justicia y equidad” . Sin embargo, esta norma debe entenderse que ha sido reglamentada en Leyes y Decretos posteriores.

Ahora bien, en Colombia, tal como lo he-mos visto, la iniciativa para la expedición de normas en materia fiscal no es abso-luta e ilimitada por parte del Congreso de la República, porque las leyes refe-ridas a exenciones en materia impositi-va de impuestos, tasas y contribuciones nacionales, sólo se pueden decretar por iniciativa del ejecutivo. Es decir, para la creación de nuevos impuestos, tasas y contribuciones, la iniciativa puede pro-venir del Congreso o del Gobierno, pero para decretar exenciones sobre las mis-mas, la iniciativa legislativa es exclusiva del Gobierno.

Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto, encontramos nuevos concep-tos que si bien, son comunes para los expertos tributaristas, no lo son para la mayoría de contribuyentes, por lo que entraremos a analizar rápidamente más adelante, la diferencia entre algunos de ellos, para que se tenga idea del com-plejo mundo por el que está compuesta la tributación en Colombia.

El Estado colombiano en materia de tributación presenta conceptos como impuestos, tasas y contribuciones que tienden a confundir a los contribuyentes.

RICCIARDI. MARCO A. El rol del Estado y el dilema entre justicia y equidad. Comisión de Estudios sobre Finanzas Publicas. Buenos Aires. Argentina.Constitución Política de Colombia. Artículo 95, numeral 9

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Generalmente se denominan tasas a los tributos que gravan la realización o la prestación de un servicio, es decir que son ingresos tributarios que se establecen unilateralmente por el Estado, pero sólo se hacen exigibles en el caso de que el particular decida utilizar el servicio público correspondiente. Se trata de una recuperación total o parcial de los costos que genera la prestación de un servicio público; se autofinancia este servicio mediante una remuneración que se paga a la entidad administradora que lo presta. Un claro ejemplo de esto, sería la tasa aeroportuaria, el envió de correspondencia, la prestación del servicio de energía, la sobre tasa a la gasolina, etc.

Para diferenciar las tasas de los impuestos, debemos tener en cuenta, cuál es el medio de financiación, el grado de beneficio y cómo causa el uso efectivo de los servicios públicos.

Es muy importante la distinción entre tasa y precio público, por la diferencia entre los requisitos para modificar unos y otros. Un precio público es aquel que se paga por un servicio que presta el Estado, en igualdad de condiciones que el sector privado y en régimen de derecho privado. Se entiende que los servicios públicos que se prestan en las actividades que se realizan en régimen de derecho privado, son cuando se

llevan a cabo mediante cualquiera de las formas previstas en la legislación administrativa para la gestión del servicio público y su titularidad corresponde a un ente público. El ejemplo: el transporte público prestado por el Estado.

Para los tratadistas como GARCÍA BENSULCE: “tasa es la contraprestación en dinero que pagan los particulares, el Estado u otros entes de derecho público, en retribución de un servicio público determinado y divisible”; para DE FONROUGE: “tasa es la prestación pecuniaria exigida compulsivamente por el Estado, en virtud de una ley, por la realización de una actividad, que afecta especialmente al obligado, siendo de notar al respecto, que la última parte del concepto no significa que la actividad estatal debe traducirse necesariamente en una ventaja o beneficio individual, sino tan solo que debe guardar cierta relación con el sujeto de la obligación por cualquier circunstancia que lo vincule jurídicamente con el servicio público instituído”.

En los impuestos, por definición, no se está pagando un servicio específico o retribuyendo una prestación determina-da. En segundo lugar, la diferencia con-siste en el carácter voluntario del pago de la tasa y en el carácter obligatorio del pago del impuesto. Para entender un poco mejor la diferencia entre tasas e impuestos, veamos el siguiente análisis:

http://www.mailxmail.com/curso-gestion-tributaria-municipal/tasas-impuestos Martín Queralt, J. y otros (2007). Curso de derecho financiero y tributario. Madrid: Tecnos. ISBN 978-84-309-4605-1, p. 79.

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La Tasa es la contraprestación de un servicio que el individuo usa para su provecho. Mientras que los impuestos son una contribución de los individuos para el mantenimiento del Estado, considerado como necesario para cumplir con su objeto social.

Las tasas no son obligatorias, mientras que los impuestos tiene una coerción jurídica. Todo individuo está obligado a pagarlos y debe cumplir con estas obligaciones, toda vez que si no cumple con este mandato, el Estado lo obliga a través de una acción judicial.

Por otra parte, debemos mencionar que también existe algo conocido como las contribuciones parafiscales, introducidas en el ordenamiento jurídico en el artículo 338 de la Carta Política de 1991, las cuales deben ser claramente definidas en todos sus hechos constitucionales por los cuerpos de representación popular, los únicos autorizados para imponerlas.

Sin embargo, la definición real de lo que son las contribuciones parafiscales, se encuentra en el artículo 2° de la Ley 225 de 1995, que dice de la siguiente manera: “Son contribuciones parafiscales los gravámenes establecidos con carácter obligatorio por la ley, que afectan a un determinado y único grupo social o económico y se utilizan para beneficio del propio sector”.

El manejo, administración y ejecución de estos recursos, se hará exclusivamente en la forma dispuesta en la ley que los crea y se destinan sólo al objeto previsto en ella, lo mismo que los rendimientos y excedentes financieros que resulten al cierre del ejercicio contable, ejemplo: los

aportes parafiscales que deben cancelar las empresas que tienen nómina de personal a su cargo.

Las contribuciones “parafiscales” son una figura de raigambre francesa y se identifican con los impuestos en su obligatoriedad y en que a diferencia de las tasas, no constituyen una retribución por un servicio recibido del Estado.

Difieren de los impuestos, en que no in-gresan a las arcas comunes del Estado. Las contribuciones parafiscales se crean para alimentar y nutrir una entidad es-pecífica, por ejemplo, el Seguro Social. Las contribuciones obligatorias para la seguridad social, se consideran casos de parafiscalidad.

A diferencia de los impuestos y de las contribuciones, cuyas tarifas deben ser definidas expresamente por la autoridad de elección popular que las impone, las tarifas de las contribuciones o tasas que se cobren por la prestación de servicios públicos, pueden ser fijadas por las autoridades administrativas, pero la ley señalará la forma para el establecimiento de dichas tarifas.

Con la elevación a rango constitucional del concepto de “parafiscalidad”, a partir de la reforma constitucional de 1991, se ha abierto un nuevo e interesante capítulo en la hacienda pública colombiana.

Por otra parte cabe anotar que para el Estado colombiano es muy importante en materia tributaria el tema del impuesto de renta, razón por la cual entraremos a realizar un análisis rápido sobre este tema.

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Para algunos equivale a retribución y significa el beneficio obtenido en la industria, el trabajo, o por el capital en cualquiera de sus formas; otros la emplean para designar la retribución de todos los capitales fijos, por lo que se aplica especialmente á los beneficios obtenidos del capital.

Para Adam Smith, la renta de la tierra no consiste ya en todo el producto de la agricultura, sino en el exceso de beneficio que obtienen los propietarios sobre los gastos de la producción y el interés corriente del capital empleado en ella. La renta no aparece, según Smith, hasta que se eleva bastante el precio de los productos agrícolas, y no es, por consiguiente, causa, sino efecto de la carestía.

Pues bien, para todos es conocido que cuando se trata de presentar la declaración de renta, este es un tema muy álgido para los contribuyentes, porque siempre tenemos como figura enmarcada, que presentar declaración de renta es sinónimo de pagar, pero no siempre esta premisa se cumple.

Ahora bien, habiendo analizado rápidamente algunos aspectos que conforman la tributación en nuestro país, debemos señalar el porqué es tan importante. No es otra razón distinta que el Estado pueda cumplir con su obligación constitucional de velar por el bien común y proporcionarle a la población los servicios básicos que ésta requiere. El Estado necesita de recursos que provienen principalmente de los tributos pagados por los contribuyentes. Es sencillo entenderlo cuando tomamos

la Constitución y encontramos allí un sinnúmero de derechos, como son el acceso a la salud, a la vivienda, a la educación entre otros, siendo estos los más conocidos. Pero igual, recibirlos no es tan fácil como plasmarlos en el papel, pues para que el Estado satisfaga estas necesidades básicas, se requiere de recursos económicos.

No puede obviarse que un estímulo o desestímulo importante para la tributación, lo constituye el manejo y destino de los fondos públicos, aparte de que para muchos ciudadanos, tributar es un acto discrecional, relacionado con su percepción positiva o negativa sobre el uso de tales fondos.

Uno de los objetivos de la educación fiscal, debe ser precisamente romper ese círculo vicioso y crear conciencia de que la tributación no sólo es una obligación legal, sino un deber de cada persona ante la sociedad. Además, se le debe convencer que cumplir con tal responsabilidad le confiere la autoridad moral necesaria para exigirle al Estado que haga un uso correcto y transparente de los recursos públicos.

A efecto de fortalecer la Cultura Tributaria, entendida ésta como el conjunto de valores, creencias y actitudes compartidas por una sociedad respecto a la tributación y las leyes que la rigen, lo que conduce al cumplimiento permanente de los deberes fiscales, se requiere que la población obtenga conocimientos sobre el tema y comprenda la importancia de sus responsabilidades tributarias.

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Esta comprensión se alimenta de información oportuna y de formación adecuada, lo cual debe conducir hacia la aceptación, derivada de la concientización. Esta es indispensable para lograr una recaudación firme y sostenible en el mediano y largo plazo, de manera que también sea posible cumplir con las diferentes políticas formuladas por el Gobierno Nacional y los compromisos del Pacto Fiscal.

En síntesis, los ejes centrales para la promoción de la Cultura Tributaria son la Información, la Formación y la Concientización, los que se articulan en torno a la razón como móvil deseable fundamental de la acción de tributar, y se incorporan en una estrategia de comunicación cuyo mensaje central es: para que el Estado pueda cumplir con sus obligaciones, debo asumir como ciudadano mi responsabilidad de pagar impuestos, porque al hacerlo, le cumplo a mi País.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Constitución Política de Colombia. Artículo 95, numeral 9.

2. Martín Queralt, J. y otros (2007). Curso de derecho financiero y tributario. Madrid: Tecnos. ISBN 978-84-309-4605-1, p. 79.

3. RICCIARDI. MARCO A. El rol del Estado y el dilema entre justicia y equidad. Comisión de Estudios sobre Finanzas Publicas. Buenos Aires. Argentina.

4. http://www.mailxmail.com/curso-gestion-tributaria-municipal/tasas-impuestos

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CARLOS ARTURO TAMAYO SÁNCHEZ. Máster en Project Management MPM Universidad de Quebec – Canadá[M] Business Administration and Business Economics[M1] Business Administración

EL ENFOQUE DEL MODELO DEL MARCO LÓGICO EN PROYECTOS DE DESARROLLO

Y DE COOPERACIÓN INTERNACIONAL

Cada vez más, a la hora de trabajar en cooperación internacional se piden ma-yores conocimientos. Por esto es impor-tante conocer herramientas que permitan alcanzar una eficiencia en la interven-ción en proyectos de cooperación y de desarrollo. Por lo anterior es oportuno citar que los proyectos de desarrollo so-cial “son aquellos planes diseñados para satisfacer necesidades de la población y solucionar problemas apremiantes que enfrenta la comunidad, de manera que suplidas esas necesidades y soluciona-dos esos problemas, la comunidad sea capaz de enfrentar autónomamente los desafíos de su desarrollo” (Borja y So-ria, 2008, p.7). Igualmente, cooperación internacional es una concepción global que comprende diferentes modalidades de ayuda destinada a los países en vía de desarrollo. Estos recursos son con-cedidos con el fin de apoyar el desarrollo económico y social de los mismos por parte de los países desarrollados; esto se denomina “cooperación bilateral que se hace por medio de organismos multi-laterales, acuerdo también llamado coo-peración multilateral o cooperación des-centralizada” (acción social, 2006, p.7).

El enfoque del Marco Lógico (The Logi-cal Framework Approach LFA) es una

herramienta útil para el análisis y de ges-tión utilizada para orientar y planificar los objetivos de los proyectos. Esta metodo-logía de análisis estructurado, aunque es utilizada en los proyectos de desarrollo y cooperación internacional para hacer el análisis, evaluación, y seguimiento de los mismos; también puede ser aplicada en la elaboración de programas, e inclu-so en la planeación de las estrategias de los programas en el sector público. Se podría determinar que la utilización del método depende del rol de sus usuarios y sus necesidades. Se podría sintetizar afirmando que el enfoque del marco ló-gico es una ayuda para pensar y no un sustituto del análisis creativo.

Experiencias previasLa Agencia Canadiense para el Desa-rrollo Internacional, CIDA, al igual que muchos otros organismos donantes, utiliza la metodología del Marco Lógico (ML) como un instrumento para mejorar la planificación, ejecución, seguimiento y evaluación, durante las intervenciones de desarrollo. Es importante señalar que la aplicación sistemática del método, con un buen juicio y sentido común, ayu-da a mejorar la calidad de la planeación,

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y por lo tanto, la relevancia, la viabilidad y sostenibilidad de la cooperación para el desarrollo.

El ML fue adoptado formalmente por primera vez como una herramienta de planificación para las actividades de de-sarrollo en el extranjero por parte de la Agencia para el Desarrollo Internacional de los Estados Unidos (USAID) y sus orígenes se remontan a la teoría de la administración del sector privado, como la “gestión por objetivos”, un enfoque que desde sus inicios se hizo popular.

El ML ha sido adoptado y adaptado como un instrumento de planificación y gestión por un gran número de agencias involucradas en la prestación de asis-tencia para el desarrollo. Estas inclu-yen el Departamento gubernamental del Reino Unido responsable de promover el desarrollo y la reducción de la pobre-za (DFID); el Grupo de Expertos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), orga-nización de cooperación internacional compuesta por 34 Estados; también el Servicio Internacional para la Investiga-ción Agrícola Nacional (ISNAR), la Au-sAID de Australia y la GTZ de Alemania, el gobierno Australiano con el programa de asistencia externa (AusAID) que ha estado utilizando ML como parte de los procedimientos en los ciclos de gestión de las actividades desde mediados de los años 80.

¿Qué es el enfoque del marco lógico (ML)?ML es un instrumento de análisis, de presentación y gestión que pueden ayu-dar a los planificadores de proyectos y a los administradores porque:

• Permite analizar la situación existente durante la preparación del proyecto;

• Establece una jerarquía lógica de los medios por los cuales los objetivos se-rán alcanzados;

• Permite identificar los riesgos potencia-les para la consecución de los objetivos, y los resultados sostenibles;

• Facilita establecer cómo los productos y resultados de los proyectos podrían ser mejor monitoreados y evaluados;

• Permite presentar un resumen del pro-yecto en un formato estándar, y

• Facilita evaluar y revisar los proyectos durante su ejecución.

Bajo esta temática, tenemos dos con-ceptos entre lo que se conoce como el enfoque del marco lógico (EML) y la matriz del marco lógico (ML). El enfo-que incluye tanto el análisis de proble-mas como de las partes interesadas. Así mismo, el desarrollo de la jerarquía de objetivos y la selección de la estrategia de aplicación preferente. El producto de este enfoque analítico es la matriz (el marco lógico), que resume lo que el pro-yecto pretende hacer y cómo. Además, ayuda a determinar cuáles son los su-puestos del proyecto y cómo los produc-tos y resultados serán monitoreados y evaluados.

Si bien está exento de críticas, el ML ha demostrado ser popular y su uso conti-núa expandiéndose en nuevas agencias porque ayuda a proporcionar un resu-men estandarizado del proyecto y su lógi-ca de gestión.

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La estructura de la matriz se muestra en la figura 1, junto con una breve descripción de la información que contiene la matriz.

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¿Cuándo se debe utilizar el ML?La metodología ML se puede utilizar du-rante todo el ciclo de gestión del proyec-to para facilitar las labores de monitoreo, control y evaluación, pero es un punto álgido en la etapa de iniciación y planea-ción del proyecto. Además permite ac-ciones como:

• Identificar y evaluar las actividades;

• Preparar el diseño del proyecto de una manera sistemática y lógica;

• Evaluar el diseño del proyecto;

• Implementar los proyectos aprobados;

• Monitorear, revisar y evaluar el pro-greso y desarrollo en el cumplimiento de los indicadores durante el ciclo de vida del proyecto.

Se podría afirmar que la metodología ML es una herramienta que “ayuda a pen-sar” y tiene una amplia aplicación duran-te la planeación.

¿Quién debe participar?

La planificación y gestión de un proyec-to siempre debe ser abordada como una tarea de equipo. Para ello es necesario la atención y la debida participación de los miembros y los principales interesa-dos en hacer su contribución al proceso y producto del ML. Esto además porque permite:

• Tomarse el tiempo para explicar los principios del ML y aclarar la termino-logía utilizada;

• Integrar el trabajo en un equipo eficaz, facilitando la comprensión de los asis-tentes en el proceso durante las reu-niones con los grupos de interés

• Asegurarse que los grupos de interés (donantes, socios, ejecutores, comu-nidad, etc.) estén involucrados en la escenario inicial y / o análisis del pro-blema.

Sin embargo, el ML no es una herramien-ta que todos los miembros de la comu-nidad necesariamente deben entender o comprender como usarlo. Mientras que la “lógica” en su concepto, su aplicación debe ser del total dominio de los aseso-res o técnicos del proyecto.

Analizando la situación

Antes de comenzar a trabajar en el dise-ño del proyecto y la construcción de una matriz de marco lógico, es importante llevar a cabo un análisis estructurado de la situación existente. ML incorpora cua-tro elementos analíticos principales para ayudar a guiar este proceso:

• Análisis del problema;

• Análisis de las partes interesadas;

• Análisis de objetivos;

• Identificación de los riesgos, y la se-lección de una estrategia de aplica-ción preferente.

Es importante destacar que la planifi-cación del desarrollo efectivo debe ser abordada como un proceso iterativo, no como un conjunto lineal de pasos prescritos. Por ejemplo, mientras que el análisis de las partes interesadas se presenta en estas directrices después del análisis de problemas, en la práctica, el análisis de los interesados es perma-nente durante todo el proceso de diseño, y no encajan perfectamente en cualquier paso. De hecho, algún análisis prelimi-nar de los interesados se requiere antes

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del análisis de problemas con el fin de aclarar quiénes deben participar en el análisis de problemas. Por lo tanto, es-tas directrices no deben ser vistas como una fórmula prescrita para el diseño del proyecto.

Los proyectos de desarrollo usualmente suelen ser una respuesta para abordar o superar los problemas de progreso identificados. El análisis del problema consiste en identificar cuáles son las dificultades principales y establecer la relación de causa y efecto entre estos problemas. El propósito fundamental de este análisis es tratar de asegurarse de que “las causas o raíces” sean identifi-cadas en el diseño del proyecto y no sólo los síntomas del problema (s). Una clara comprensión del problema proporciona una base sólida sobre la cual desarrollar el conjunto de actividades y objetivos del proyecto.

Una útil analogía médica puede ser utilizada para enfatizar este punto: si usted va al médico con un fuerte dolor de cabeza, y el médico le receta un analgésico sin ningún tipo de diagnóstico más detallado, el médico está tratando el efecto y no la causa de su problema. Él estaría formulando, sin saber lo que está causando el dolor de cabeza; así que es probable que el dolor persista en cuanto el efecto del medicamento desaparezca. Los proyectos que sólo abordan los efectos de los problemas sin abordar las causas subyacentes, son por lo tanto poco probable de lograr beneficios sostenibles.

Una herramienta principal utilizada en el análisis de problemas es el “árbol de problemas”, y el árbol de objetivos. Vea-mos un ejemplo en la figura 1 y 2.

Fuente: UNAD

ÁRBOL DE PROBLEMAS

Figura 1, Árbol de problemas

Pérdida de confianza en la empresa de transporte

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Figura 2, Árbol de objetivos

Puntos importantes a tener en cuenta en el uso de la herramienta del árbol de problemas

Hay dos métodos principales que se pueden utilizar para ayudar a poner en perspectiva el análisis de problemas, (I) el “problema central”, método en el que los problemas de desarrollo (o restricciones) son expuestos por el grupo en una lluvia de ideas. Así, el problema central o focal es identificado, y luego el análisis de causa y efecto que gira en torno al problema focal, (II) los “objetivos orientados”, método, por el cual se establecen los objetivos; se selecciona un objetivo principal y su viabilidad es analizada al igual que las restricciones

para el logro de este objetivo. Esto parte de analizar ordenadamente los objetivos dentro de una causa y efecto lógica.

El análisis del problema debe llevarse a cabo como una actividad de aprendizaje en grupo, involucrando los donantes, beneficiarios y quienes pueden aportar conocimientos técnicos y conocimiento local. Un ambiente de taller (involucra grupos de hasta 25 personas cuidadosamente seleccionadas); es un foro adecuado para el desarrollo del árbol de problemas, el análisis de los resultados y la propuesta de soluciones. Es importante además considerar los siguientes tres aspectos:

ÁRBOL DE OBJETIVOS

Fuente: UNAD

La empresa de transporte goza de buena reputación

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• Podría ser apropiado llevar a cabo una serie de ejercicios de análisis de problemas con diferentes grupos de interés, para ayudar a determinar las distintas perspectivas y prioridades

• El proceso es tan importante como el producto. El ejercicio debe ser presentado como una experiencia de aprendizaje para todos los involucrados y como una oportunidad para que puntos de vista e intereses diferentes puedan ser presentados y discutidos. Sin embargo, no necesariamente se debe esperar un consenso pleno y fácil entre las partes interesadas sobre cuáles son los problemas prioritarios

• Es importante reconocer que el producto (el diagrama de árbol de problemas) debe proporcionar una versión simplificada pero robusta de la realidad.

Otros factores a considerar para la aplicación del ML

El ML se basa en la idea de que el usuario, el propietario del proyecto, asume la principal responsabilidad por el proceso de planificación. Como el ML tiene el objetivo de mejorar la calidad de las operaciones del proyecto, sólo se puede lograr esto si el usuario tiene una buena comprensión del método y lo utiliza durante el ciclo del proyecto.

Se puede decir que el objetivo del ML es servir de guía para la cooperación entre los “actores” durante los procedimientos de planificación de los proyectos. Finalmente, es significativo

mencionar la importancia de tres elementos fundamentales que ayudan a garantizar la sostenibilidad de los proyectos en el tiempo y alcanzar el estado de bienestar deseado. El primero es incluir a los futuros “beneficiarios o afectados” en las fases iniciales del ciclo de vida del proyecto, especialmente en los procesos de identificación, diseño y planificación, para establecer un vínculo de pertenencia entre los beneficiarios y la intervención. Segundo, La transferencia de conocimiento que se define como el aporte de los expertos en el área específica del proyecto que los convierte en facilitadores; así una vez finalice el proyecto, los beneficios permanecerán en el tiempo. Por último aplicar correctamente la metodología del ML para facilitar la información entre las partes interesadas, clarificar el propósito y justificación del proyecto, y establecer los indicadores para identificar cómo medir el éxito o fracaso del proyecto.

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Wikipedia. (2012). logical framework approach. In Wikimedia Foundation, Inc (Eds.), Retrieved from http://en.wikipedia.org/wiki/Logical_framework_approach

2. Conrado Pimienta, A. (2012, Enero 115). Diseño de proyecto social en metodología de marco ló-gico. Retrieved from http://www.slideshare.net/alconpitutor/diseo-de-proyecto-en-metodologia-del-marco-logico

3. Borja Saavedra, M. (2008, Agosto 15). Proyectos de desarrollo social. Retrieved from http://www.slideshare.net/acsoriam/proyectos-de-desarrollo-social-presentation

4. ÖRTENGREN, KARI. (2004, January 01). The logical framework approach. A summary of the theory behind the LFA method, Retrieved from http://www.eejp.org/resources/lfa_approach.pdf

5. MARTIN, R. (2010, May). In QUAN JIAN SHAO (Chair). Management of humanitarian assistance projects. Quebec University Project assessment report.

6. Acción Social, P. D. L. R. (2006, Septiembre). Manual de formulación de proyectos de cooperación internacional. Retrieved from http://www.minambiente.gov.co/documentos/4794_100210_manual_formulacion_proyt_coop_marco_logico.pdf

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YISSET DURÁN NOVOAAdministradora de Empresas AgropecuariasMsc. Economía AgrícolaDocente tiempo completo Facultad de Administración de Empresas

¿SOMOS EMPRENDEDORES POR OPORTUNIDAD O POR NECESIDAD?

Muchos de nosotros podemos pensar que los colombianos somos recursivos, creativos, ingeniosos; entre otras características que nos diferencian de personas provenientes de diferentes países de la región.

¿Pero, estas ganas de salir adelante, son suficientes para convertirnos en emprendedores?

Para la Real Academia de la Lengua Española, el adjetivo emprendedor hace referencia a una persona: “Que emprende con resolución acciones dificultosas o azarosas”, y emprender es “Acometer y comenzar una obra, un negocio, un empeño, especialmente si encierran dificultad o peligro”. ¿Se puede colegir que reunimos las características que nos diferencian del conglomerado poblacional referido?, ¿Somos innovadores y decididos?, ¿No tememos al riesgo y tenemos claro que deseamos crear empresa?

Si es así, vamos por la ruta del empren-dimiento; de lo contrario debemos cues-tionarnos si como futuros profesionales o aun como profesionales, se anida una

alta probabilidad de seguir dependiendo de un empleo y no de nuestra propia au-togestión empresarial.

Tengamos en cuenta que el grado de motivación que induce o lleva a una persona a emprender y hacer realidad su idea de negocio, tiene un origen variado.Existen dos grupos de emprendedores: Los emprendedores por oportunidad y los emprendedores por necesidad. Bajo estas premisas, ¿Qué tipo de emprendedores somos?

El primer grupo de emprendedores, son personas intuitivas y observadoras que estudian su entorno y ven una oportunidad en las necesidades insatisfechas del mismo, visualizan su empresa en el largo plazo y sus ideas tienen un potencial de crecimiento alto. En contraste, el segundo grupo lo conforman aquellas personas que ven el emprendimiento como última opción de sobrevivir, al encontrarse insatisfechas con la oferta laboral del mercado y no encuentran otra salida para suplir sus necesidades básicas, creando negocios pequeños, poco ambiciosos y sin pretensiones de crecimiento a futuro.

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Si estas son las razones para ser em-prendedor y bajo las condiciones econó-micas actuales del país y concretamente de nuestra región, ¿Qué tipo de empren-dedores crean sus empresas en Bucara-manga?

Para responder a este cuestionamiento, debemos remitirnos al reporte anual presentado por el Monitor Global de Emprendimiento GEM (Por sus siglas en ingles), que para el año 2010 incluyó por primera vez a Bucaramanga en sus estudios. Teniendo en cuenta el indicador Tasa de Actividad emprendedora –TEA, (Por sus siglas en ingles), GEM encontró que nuestra ciudad con un

12.7%, muestra buen crecimiento de emprendimiento por oportunidad en el país, solo superada por ciudades como: Barranquilla y Bogotá. Cabe resaltar que esta cifra es mayor al promedio de los países latinoamericanos y del Caribe, y a los países impulsados por la eficiencia. Así mismo, la TEA muestra que los emprendedores por necesidad de Bucaramanga corresponden a un 4.6%, cifra menor que el resto de Colombia y los países latinoamericanos.

En el siguiente cuadro podemos ver algunos de los principales indicadores de actividad empresarial en Colombia por ciudades.

PRINCIPALES INDICADORES DE ACTIVIDAD EMPRESARIAL EN COLOMBIA POR CIUDADES, 2010

Fuente: APS - GEM Colombia 2010.

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Las cifras entregadas por el reporte nos brindan cierta tranquilidad, ya que la motivación principal de nuestros emprendedores es la oportunidad. Esta la ven en el mercado o ellos mismos la crean, usando la creatividad e innovación a su favor. Pero no podemos quedarnos cruzados de brazos y conformarnos con un porcentaje aceptable dentro del país. Debemos trabajar, para que los emprendimientos por necesidad cada vez sean menores y no tengamos que crear empresa como último recurso de subsistencia; la decisión de emprender es una opción de vida encaminada en usar las habilidades y destrezas de cada individuo para su propio beneficio y el de la sociedad.

La invitación en esta oportunidad es para que nos detengamos un poco y pensemos en nuestro futuro como profesionales. Los invito a que se cuestionen y reflexionen frente a estos interrogantes. ¿Qué queremos aportar a nuestra economía y a la del país? ¿Tenemos una idea que quisiéramos desarrollar y por temor al fracaso no lo intentamos?

¡No esperemos a que la necesidad sea nuestra única motivación para ser emprendedores!.... Adelante.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. El Emprendimiento en Colombia, Alfonso Rodriguez Ramirez Msc, Volumen 4, Número 2, 2008 Julio-Diciembre. http://www.unilibrecali.edu.co/entramado/images/stories/pdf_articulos/volumen4/El_emprendimiento_en_Colombia_vol_4_num2.pdf

2. Informe del Global Entrepreneurship Monitos (GEM), red de investigación sin ánimo de lucro a partir de la cual se monitorea la actividad empresarial.

3. http://www.gemcolombia.org/

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RESUMENPara que el progreso y el desarrollo en un país, sean sostenibles en el tiempo, se debe encontrar el agente generador de ventaja competitiva; para un país como Colombia, la ruta efectiva hacia la Competitividad, de-bería ser el fortalecimiento de las activida-des o industrias que tienen mayor represen-tatividad económica en una región o en un sector productivo, al igual que aquellas que congregan una fuerza productiva numero-sa, a través del incremento de los niveles de productividad de los mismos.

Un sector económico con gran represen-tatividad y participación económica en Bu-caramanga y su área metropolitana, es el conformado por las entidades prestadoras del servicio de educación superior, sector que está representado por 11 instituciones que desarrollan sus actividades para un mercado promedio de 55.000 estudiantes y que por su fuerza productiva están todas catalogadas como empresas medianas, te-niendo además una gran atención por parte del gobierno departamental, al dársele por parte de la Agenda Interna de Productividad y Competitividad para el sector de servicios especializados, el nivel de prioridad 1.

MARTHA LILIANA NÚÑEZ PÉREZContador PúblicoMagister en Administración – Items – Unab

ESTUDIO DE LA RELACIÓN DE LA VARIABLES, COSTO Y CURVA DE APRENDIZAJE, EN

EL SECTOR EDUCACIÓN SUPERIOR EN EL A.M.B., COMO OPCIÓN ESTRATÉGICA DE

PRODUCTIVIDAD Y COMPETITIVIDAD

Las instituciones de educación superior (I.E.S.), necesitan utilizar eficientemente to-dos sus recursos (humano, financiero, tec-nológico), sí desean mejorar los niveles de productividad, de manera tal que alcancen el factor diferenciador para ser competitivos en un mercado tan diverso como rivaliza-do; niveles que se pueden llegar a obtener mediante la ampliación de cobertura, el in-cremento en los programas que requieren los sectores productivos, el crecimiento del porcentaje de alumnos matriculados por vía precio y el cumplimiento de indicadores en calidad y acreditación de sus programas.

Para que las I.E.S. alcancen un manejo o uso eficiente de sus recursos, deben prio-rizar y evaluar el costo, pero no visto este como la unidad de sacrificio que debe cubrir una entidad para producir un bien o prestar un servicio, sino el que se da por la relación cantidad de recurso utilizado, por el valor que posee ese recurso.

Este análisis de las variables del costo (en especial la de cantidad), se debe hacer a la luz de la curva de aprendizaje, concepto que describe la relación directa que tienen los costos con el tiempo en la ejecución de una actividad, en donde los costos unitarios

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disminuyen en función de la experiencia acumulada, o los costos descienden más lentamente que la experiencia acumulada. Esto se debe a que, en la medida que un tipo de producto o servicio madura, se hace cada vez más difícil lograr reducciones im-portantes en los costos; es así como todo lo anterior apunta a la búsqueda de la pro-ductividad, en función de la relación costo, curva de aprendizaje.

Al ser en el Área Metropolitana de Bucara-manga (A.M.B.), la educación superior, un sector importante e influyente para el desa-rrollo de nuestra región y al no conocerse la existencia de un estudio similar al propues-to, se quiere ofrecer, tanto al sector producti-vo (instituciones prestadoras del servicio de educación superior), como a la comunidad educativa, el presente estudio para su análi-sis y aplicabilidad.

Palabras Claves:COSTOS, CURVA DE APRENDIZAJE, PRO-DUCTIVIDAD, COMPETITIVIDAD.

1. INTRODUCCIÓN

En este último tiempo, la distancia que existía entre las universidades y las em-presas económicas ha empezado a dis-minuirse cada vez más. La aproximación y los paralelos entre las dos, se han tor-nado cada vez más frecuentes. Algunos piensan que las universidades deberían ser administradas como empresas eco-nómicas, tanto desde el punto de vista de evaluar resultados, como en su for-ma de financiación, orientándose hacia la venta de productos al mercado y no depender tanto de los subsidios o dona-ciones públicas.

El punto más claro de esta transforma-ción es el limitado presupuesto de los gobiernos, sobretodo en los países en desarrollo, ante la creciente demanda de los costos de los sistemas de edu-cación superior. Antes, cuando el por-centaje cubierto por las instituciones de educación superior era inferior al cinco por ciento de la población, se podía pen-sar que siempre habría recursos para la educación superior y que no existían mayores preocupaciones para las uni-versidades, sin que nada presionara la eficiencia de su trabajo.

El desarrollo de las naciones pasó a estar directamente ligado al concepto de mercado. La cultura tradicional de la producción estatal de servicios públicos, se debilitó dando paso a la diversidad de ofertas, la eficiencia competitiva y el control de costos. Entonces, la edu-cación superior se ha visto impulsada a flexibilizar sus estructuras, haciéndolas más sensibles a las demandas externas, a un mayor nivel de competencia y la ampliación de los agentes participantes.

La lógica económica está siendo intro-ducida en los sistemas universitarios, en todo el mundo, por los mecanismos de evaluación establecidos por los gobier-nos y ministerios de educación, en su esfuerzo de hacer más racional y trans-parente la asignación de recursos para las instituciones de educación superior. Estas evaluaciones combinan típica-mente dos elementos. Por una parte, se han desarrollado sistemas de indicado-res cuantitativos y por otra, se han crea-do mecanismos de evaluación de tipo cualitativo que tratan de añadir una di-mensión cualitativa a los resultados bru-tos de los indicadores numéricos.

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“Estos mecanismos de evaluación, po-nen a las universidades en un mercado competitivo por resultados, eficiencia y reconocimiento, a los cuales están aso-ciados recursos que vienen de los fon-dos públicos, y llevan a la introducción de mecanismos de gestión de tipo em-presarial en la dirección de las universi-dades”[1].

La educación superior en Bucaramanga y su área metropolitana, está inmersa dentro de esta misma problemática. La cobertura para la población sigue siendo mínima, a pesar de los esfuerzos del go-bierno como también de las instituciones públicas y privadas; por ello se hace im-prescindible preocuparse por mantener y mejorar la posición competitiva y estar a la vanguardia de los cambios en ma-teria de educación en Colombia y en el mundo.

2. METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN.

El presente estudio se sustenta en la metodología de Sampieri [2], es de tipo descriptiva – exploratoria, enfocada en el sector Educación Superior, limitada al Área Metropolitana de Bucaramanga. Este sector está conformado por una población de once (11) entidades reco-nocidas ante el Ministerio de Educación Nacional (M.E.N.) que desarrollan sus actividades en el A.M.B.; el instrumento fue aplicado a seis (6) instituciones de educación superior, lo que corresponde al 54.54% de la población a entrevistar: las instituciones que permitieron realizar este estudio fueron: Universidad Autóno-ma de Bucaramanga - UNAB, Universi-

dad Industrial de Santander – UIS, Uni-versidad Manuela Beltrán, Universidad Pontificia Bolivariana – UPB, Universi-dad de Santander – UDES y Unidades Tecnológicas de Santander – UTS.

Se diseñó y elaboró un instrumento de recolección de información, en forma de encuesta, conformado por cuarenta y dos (42) preguntas, las cuales se de-finieron fundamentadas en los efectos que la curva de aprendizaje puede tener sobre la aplicación y evaluación de los costos en una entidad, cómo ello puede repercutir en la productividad de la mis-ma y cuáles serían los factores que son claves para la determinación de estrate-gias de competitividad en el sector.

Para realizar la tabulación y posterior análisis, estas preguntas se agruparon en 4 partes así:

Sección 1. GeneralidadesSección 2. Costos y FinanzasSección 3. Curva de aprendizajeSección 4. Productividad

3. RESULTADOS DEL ESTUDIO

El punto de partida del estudio es la de-terminación y análisis de los componen-tes del costo en la actividad económica de servicios de educación superior en el A.M.B..

Para poder realizar un análisis del costo, sus elementos, su composición y demás características, es necesario iniciar

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expresando que la conformación del capital para las entidades prestadoras del servicio de educación superior en el A.M.B., está conformado en un 33% por instituciones con capital público y un 67% por instituciones con capital privado, siendo estas últimas en un 100% instituciones educativas de régimen tributario especial por estar constituidas como fundaciones o corporaciones y que de acuerdo con la Ley 590/00, todas son consideradas grandes empresas por el número de trabajadores con que cuentan sus plantas de personal.

Es importante anotar que cuando se mencione “las entidades del sector”, se asumirá que son las entidades del sector encuestado y que los valores corresponden a los calculados sobre la muestra encuestada.

3.1 Costos

Esta primera variable del estudio, permitió conocer qué tipos de información poseen las instituciones para clasificar los elementos del costo y costear el servicio, cuáles son los sistemas ó métodos más utilizados para costear y cómo es la distribución o composición de los costos en el sector, y detallar el más importante dentro del costo directo de la prestación del servicio.

3.1.1. Sistemas de Costeo

El 83% de las entidades dice conocer los componentes y la distribución de los costos sobre cada uno de los rubros del costo total y de este grupo solo el 66% asegura que utiliza algún método para el

registro o recopilación de la información a nivel de costos.

Los métodos como asientan esta información en cada uno de sus sistemas de información contable, es variado. Mientras que el 75% sí llevan contabilidad de costos, el otro 25% utiliza los centros de costo dentro del sistema de información tradicional, para hacer la clasificación contable de las erogaciones.

De las instituciones que sí aplican la contabilidad de costos, el 66% de ellas utiliza el sistema de costeo ABC, mientras que el 34% restante utiliza el método de costeo directo.

Cabe resaltar que las instituciones públicas no están obligadas a emplear un sistema de costo específico y esto se ratifica en el estudio, que mientras una no utiliza contabilidad de costos (se acoge únicamente al plan contable para el sector público y utilizando los centros de costos), la otra sí posee contabilidad de costos y su sistema de costeo es por el método ABC.

3.1.2 Componentes del costo

Si bien, el 83% de las entidades expresaron que sabían cual es el porcentaje de participación de cada uno de los rubros de costos, dentro de los costos totales de su institución, el 27% restante dijo no saber o no querer responder a esta pregunta.

Por lo cual, para realizar el análisis de la distribución de los componentes del costo en el sector, se tomó que el 100% de la población lo conforman las entidades que expresaron conocer la participación de los costos.

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En la figura No.1, se observa la forma en que se componen y distribuyen los costos en el sector, así: el 57% son los costos directos de instrucción (este rubro lo conforma el pago de los salarios y/o servicios profesionales de docentes en cada una de las instituciones). Le siguen en orden de importancia los costos administrativos generales con un 19% de participación (que corresponde a las erogaciones que se requieren para llevar a cabo el funcionamiento de la organización) y el 18% restante, está distribuido casi de manera equitativa entre los costos de servicios estudiantiles (bienestar universitario, servicios médicos, transporte estudiantil, entre otros), los costos administrativos docente (decanos, coordinadores, directores de escuela), y los costos de la calidad o apoyo a la formación

profesional (procesos de acreditación, capacitación docentes, pasantías o comisiones de docentes).

3.1.3 Distribución de los costos directos de instrucción.

Una vez determinado que el rubro de costos más importante para las instituciones, son los directos de instrucción, se indagó, qué composición tenía este rubro, resultando que del total de docentes en cada institución, según la forma de contratación, este costo se distribuye en promedio así (Ver Figura No. 2): el 46% por el pago de docentes hora cátedra; el 35% por el pago de docentes de tiempo completo; el 13% por el pago de docentes medio tiempo; el 1% y 5%, por el pago de docentes en comisión e investigadores respectivamente.

Figura No. 1 Componentes del Costo

Fuente: Autoras

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Igualmente, el estudio indica que la distribución de los costos directos de instrucción no poseen el mismo porcentaje de participación en todas las instituciones. Es así que mientras en las entidades oficiales los costos por docentes hora cátedra tiene un promedio de participación del 75% sobre los directos de instrucción, en las entidades privadas los docentes hora cátedra asumen el 33 % y los docentes tiempo completo el 41.8% de participación, respectivamente.

Dentro de las políticas de costos de las instituciones, está la carga horaria que los docentes en sus diversas modalidades de contratación deben asumir; en la tabla No. 1 se puede observar el promedio ponderado de la carga horaria por docente.

Figura No. 2 Distribución porcentual de los costos de instrucción

Fuente: Autoras

Fuente: Auroras

Tabla No. 1. Carga horaria promedio docente

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Cabe señalar que a pesar de que los docentes de tiempo completo y medio tiempo, tienen una carga horaria sema-nal promedio de 43 y 22 horas respec-tivamente, la dedicación promedio para atender directamente asignaturas es de 24 y 18 en cada caso.

3.2 Curva de Aprendizaje

La segunda variable a analizar en el es-tudio, es la curva de aprendizaje, defini-da como la continuidad o repetición que sobre una actividad se realiza en el tiem-po para generar eficiencia. Desde esta perspectiva se estudiaron los resultados y más adelante en las conclusiones se señala la incidencia que la relación cos-to – curva de aprendizaje, tiene sobre la productividad en el sector.

3.2.1 Manejo de políticas de control y análisis de costos operacionales.

Aunque el 50% de las instituciones no emplea contabilidad de costos, sí es cla-ro el interés por realizar control y análisis de sus costos, dado que el 66% poseen y operan políticas de control y análisis de costos y el 34% restante, no.

3.2.2 Frecuencia de realización

Tal como se observa en la Figura No. 3, la frecuencia con la que las institucio-nes realizan el control y análisis de sus costos son diversas. El 50% del sector efectúa el control mensual, en tanto que el otro 50% lo hace de forma equitativa, 25% cada semestre y el 25% una vez al año.

Figura No. 3 Frecuencia de revisión y análisis de costos

Fuente: Autoras

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3.2.3 Objetivo de la revisión y análisis de los costos.

El estudio revela que el objetivo más importante para las instituciones al rea-lizar control y análisis de sus costos, es la planeación institucional, seguido por considerar que este análisis corres-ponde a un ejercicio de la gestión ad-ministrativa; continuando en orden de importancia, las entidades indican que al analizar los costos con cierta periodi-cidad, les permite obtener información sobre la eficiencia de la institución y sus dependencias; y el último objetivo pero no por ello de menor importancia, es la revisión para el estudio de nuevas y po-sibles alternativas de mejoramiento de la institución y toma de decisiones admi-nistrativas, lo cual es un orden lógico en el proceso administrativo, pues primero organizan y analizan toda la información y luego con base en ese análisis, se to-man decisiones administrativas de me-joramiento a las instituciones.

También se pudo establecer que el 66% de las entidades que revisan y analizan sus costos, generan información clave para el establecimiento de metas y pro-yecciones administrativas; que para el 16% de las instituciones produce una reducción progresiva en los costos y el avance en la detección de errores, y que para el otro 16% les ha permitido el des-monte de sobrecostos en la institución.

Es importante resaltar que todos los re-sultados obtenidos por la optimización de costos, han sido favorables para las instituciones, pues todas indicaron que han tenido resultados favorables y que además se encuentran en un óptimo ni-vel en sus gastos de funcionamiento.

3.2.4 Mejor opción en costos de la contratación de docentes.

Los resultados señalaron que la mejor opción en costos para las instituciones, es trabajar con una mayor cantidad de docentes de cátedra con un 50%; en se-gundo lugar están los docentes de tiem-po completo con un 33%, y en tercer lu-gar los docentes medio tiempo con un 17%.

3.2.5 Opciones para optimizar los costos de la docencia.

En la búsqueda de opciones para opti-mizar los costos directos de instrucción, se presentaron cuatro iniciativas, sobre las cuales las instituciones deberían identificar si estas se aplican o no. Si la respuesta es positiva, se debe valo-rar el nivel de importancia que puede representar para su institución. De las 6 instituciones encuestadas, 2 indican que ninguna de las opciones se aplica en sus instituciones.

De las instituciones que aplican las op-ciones propuestas, el 75% eligió como primera opción tener docentes con una amplia antigüedad dentro de la institu-ción, con una valoración del 25% de 5, el 25% de 4 y el 25% de 2; la segunda opción escogió que cada profesor repita el mismo curso ante grupos diferentes de estudiantes, con una valoración del 25% de 5, el 25% de 3 y el 25% de 2; el 100% de las instituciones seleccionó como tercera elección, manejar cursos con gran tamaño de estudiantes, con una valoración del 75% de 4 y el 25% de 1; sumado a lo anterior I.E.S. indica que ampliando la cobertura, se puede mejo-rar en costos de enseñanza aprendiza-je; el 75% de las universidades decidió

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por última opción, el implementar clases teórico-prácticas con la ayuda de moni-tores y asistentes, con una valoración del 50% de 3 y el 25% de 2.

3.3 Productividad y Competiti-vidad.

Analizadas las variables, costos y cur-va de aprendizaje, y sus relaciones en el sector, es importante conocer su in-terpolación y así estudiar las posibles estrategias a formular, para aportar a la productividad y competitividad del sec-tor. 3.3.1. Participación en el merca-do.

Tal como lo demuestra la Figura No. 4, de las 6 instituciones encuestadas, el 17% afirma que del total del mercado de la educación superior en el A.M.B. que poseen del 1 al 10% de participación en ese mercado, un 33% expresa que el mercado les corresponde del 10 al 15% (sin incluir el 10%), un 17% que le tiene del 15 a 20% (sin incluir el 15%), y al 33% restante les corresponde un por-centaje superior al 30%.

3.3.2. Opciones propuestas para incrementar participación en el mercado.

Teniendo en cuenta el porcentaje de participación en el mercado que cada una de ellas declara tener, y como es de conocimiento de estas instituciones que la cobertura de la educación supe-rior en el área metropolitana sólo es del 9%, se indicaron unas opciones estraté-gicas para la ampliación de mercado y se pidió que indicaran la más importan-te de las presentadas, ante lo cual, del grupo de 6 instituciones encuestadas, 2 de ellas sugieren otra opción para ampliar su porcentaje de participación en el mercado; una de ellas dice que manteniendo una buena calidad en los programas ofrecidos y la otra dice que ampliando su infraestructura.

En consecuencia, las 4 instituciones que respondieron como opciones para el crecimiento de la participación de mercado, son el 100% de la muestra de la información – ver tabla No.1; de ellas, un 50% considera que la ampliación se puede realizar a través de la elaboración de planes estratégicos de expansión y posicionamiento; un 25% señala que a

Figura No. 4 Porcentaje de participación de las I.E.S. en el A.M.B

Fuente: Autoras

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Al preguntárseles con que ventajas competitivas en el área de costos cuenta la insti-tución, el 100 % de las instituciones indica que trabajan con manejo eficiente en los costos operacionales. Sin embargo y con ventaja adicional sin ser excluyente, el 33 % de las instituciones utiliza la última tecnología en todos sus sistemas de información (Ver Tabla No. 3).A pesar que todas las entidades reconocen que tienen un manejo eficiente en los costos operativos – Ver Tabla No. 3.- y que adicional a ello, sin ser excluyente, el 33% confirma que utiliza la última tecnología en los sistemas de información, no se obser-van los mismos resultados de la productividad de cada una de ellas.

Tabla No. 2. Opciones estratégicas para el incremento de la participación en el mercado de la educación superior en el A.M.B..

Tabla No. 3 Ventajas competitivas en el área de costos

través de la implementación de sistemas de optimización de costos que generen un impacto en el aumento de la demanda, y el 25% restante indica que realizando mayo-res inversiones en investigación y desarrollo. Cabe anotar que un 25% de la muestra que respondió en forma no excluyente (pero no es opción principal), que se puede dar también la ampliación del mercado con una mejor reglamentación gubernamental que impulse el crecimiento y la generación de recursos para las instituciones de educación superior.

Fuente: Autoras

Fuente: Autoras

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4 CONCLUSIONES

Con base en los resultados obtenidos en el desarrollo de la investigación y en cumplimiento de los objetivo, se tienen las siguiente conclusiones.

4.1. Determinar y analizar los componentes del costo.

Se pudo determinar que el sector tiene la siguiente composición y participación:

• Costos directos de instrucción: 57%

• Costos administrativos generales: 19%

• Costos de servicios estudiantiles: 9%

• Costos administrativos docentes: 8%

• Costos de calidad y apoyo a la forma-ción profesional: 7%

A su vez, el 100% de los costos directos de instrucción están distribuidos en pro-medio en las instituciones, de la siguien-te manera:

• Docentes de tiempo completo: 35% trabajando en promedio 43 horas se-manales,

• Docentes de medio tiempo: 13% tra-bajando en promedio 22 horas sema-nales,

• Docentes de cátedra: 46% trabajando en promedio 17 horas semanales,

• Docentes en comisión: 1% trabajan-do en promedio 37 horas semanales, y

• Docentes investigadores: 5% traba-jando en promedio 40 horas semana-les

Se logró determinar que la mejor opción para la optimización de los costos direc-tos de instrucción, es trabajar con un mayor número de docentes de cátedra.

4.2. Analizar los efectos que ha tenido sobre los costos la curva de aprendizaje y su incidencia en la productividad del sector de servicios de educación superior del A.M.B.

A pesar que el 50% de las instituciones no manejan sistemas de contabilidad de costos, sí es claro el interés por tener control y análisis de sus costos, dado que el 66% de ellas sí manejan políticas de control y análisis de costos, mientras que el 34% restante, no.

De las instituciones que realizan control y análisis de sus costos, la mitad los realizan mensualmente.

Si se tiene en cuenta que en este estudio se consideraron tanto las entidades del sector público y las del privado, fue significativo observar que entre las entidades del sector público no se presenta coincidencia alguna en su forma de costear y/o las políticas de control y análisis de los costos; es así que mientras la mitad de ellas controlan y analizan sus costos anualmente, la otra mitad lo realiza mensualmente, y mientras que una institución sí utiliza la contabilidad de costos, la otra solo hace la distribución por medio de los centros de costos. De esta manera se puede concluir que en las decisiones de tipo, estas dependen exclusivamente de las formas de administración de cada una de las entidades.

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Se establecieron cuáles son los cua-tro objetivos principales que persiguen la administración de las instituciones, para la realización del control y análisis de costos operacionales y su clasifica-ción, de acuerdo a la mayor ponderación dado a cada uno de ellos, en el orden de importancia de mayor a menor. Están:

• La planeación institucional.

• El ejercicio de las funciones de control y evaluación de la gestión administra-tiva.

• Obtener información sobre la eficien-cia de la institución y sus dependen-cias.

• El estudio de posibles alternativas de mejoramiento de la institución y toma de decisiones administrativas.

Igualmente, el 66% de las instituciones utiliza el análisis de sus costos, con el fin de efectuar una retroalimentación de los mismos y lograr optimizarlos, buscando siempre el mejoramiento de la organiza-ción.

El resultado de esta retroalimentación demuestra que los análisis de los costos generan información clave para el es-tablecimiento de metas y proyecciones administrativas con un 66%, seguido por una reducción progresiva en los costos y el avance en la detección de errores y desmonte de sobrecostos, con un 33% cada uno.

4.3. Analizar el grado de éxito obtenido de la experiencia acu-mulada en el manejo de costos de cada institución de educa-ción superior de Bucaramanga y su área Metropolitana.

Para el cumplimiento de este objetivo se analizó la información con base en 2 cri-terios de evaluación:

El primer criterio es la situación actual en gastos de funcionamiento:

Se logró determinar que actualmente to-das las instituciones se encuentran en un nivel óptimo en sus gastos de funcio-namiento.

El segundo criterio corresponde al aná-lisis de las variables de productividad, en relación con la evolución del total de estudiantes matriculados en pregrado y el total de docentes contratados en el úl-timo año:

El resultado que demuestra el mayor índice de productividad, al obtener la menor relación número de docentes ver-sus número de estudiantes, son la Uni-dades Tecnológicas de Santander con un 3.66%; le sigue en índice, pero au-mentando su relación dos punto cuatro (2.4) veces por encima, es la Universi-dad Pontificia Bolivariana con el 8.86%; luego la Universidad Industrial de San-tander con el 9.16%, y en su respectivo orden Universidad Autónoma de Buca-ramanga con el 9.96% , Universidad de Santander con el 10.88% y quien pre-senta el menor nivel de productividad es la Universidad Manuela Beltrán con el 15.86%, con un intervalo de diferencia con respecto a la menor de cuatro punto treinta y tres veces.

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4.4. Formular opciones estra-tégicas que puedan contribuir al mejoramiento de la posición competitiva en la actividad eco-nómica de servicios de educa-ción superior en el A.M.B.

En el campo de productividad y competi-tividad, se pudo concluir que los factores que actúan sobre el costo, generando un impacto en el aumento o disminución de la productividad y competitividad, son siete y se describen a continuación, los cuales se encuentran en orden de im-portancia, así

• Calidad

• Precio

• Experiencia – aprendizaje

• Tecnología

• Utilidad

• Logística

• Volumen de ventas

Se identificó un listado de la relación en-tre los elementos necesarios y los crite-rios y políticas con que se desarrolla el proceso educativo, en orden de impor-tancia para las instituciones, con califi-cación promedio ponderado de 1 a 5, así:

• Equipo de computación y comunica-ción: 5

• Instalaciones y Equipos e instrumen-tos de laboratorio: 4.8

• Personal docente y Sistemas de infor-mación: 4.6

• Investigación y desarrollo: 4.4

• Personal administrativo: 4.0

5 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

[1] J. Brunner, “Educación superior, integración económica y globalización”. Primer simposio regional; consejo de educación superior, San Juan de Puerto Rico, 26 de septiembre de 2005.

[2] R. Sampieri; Metodología de la investigación, 3ª edición, McGraw Hill. México, 2003

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NÉSTOR ANAYA CHÁVEZCandidato a Magister en Educación

APRENDIZAJES PRODUCTIVOS

RESUMEN

Este artículo aborda los diferentes referentes teóricos de los aprendizajes productivos en cuanto al mejoramiento de la educación que se efectúa en los sectores tanto urbanos como rurales. Se procura representar los procesos y las estrategias que puedan orientar, pertinentemente, una labor escolar más decidida y que tumbe los paradigmas por los que ha pasado la educación y esté acorde con las tendencias actuales.

De igual manera contribuir en la solución de los desafíos de aprendizaje modernos y formular a las instituciones educativas procesos de aprendizaje en la formación de los jóvenes, de manera que se vayan posicionando racional y conscientemente en el presente de su vida y frente a esos nuevos escenarios que encuentren en el futuro.

PALABRAS CLAVES: Enfoque pedagógico, aprendizaje productivo, labor pedagógica, estudiantes, docentes.

ABSTRACT

This article discusses the different theo-retical framework of productive learning

in improving the education that takes place in both urban and rural sectors. It seeks to represent the processes and strategies that can guide, appropriately, a more determined and school work to topple the paradigms by which educa-tion has passed and is in line with cu-rrent trends.

Similarly contribute in solving the challen-ges of modern learning and educational institutions make learning processes in the formation of young people, so as to be positioned rationally and consciously in the present of his life and address the-se new scenarios that are in the future.

KEY WORDS: Pedagogical approach, productive learning, pe-dagogic work, students, teachers.

INTRODUCCIÓN

Los aprendizajes productivos ofrecen un contexto amplio de valoración de las facultades, aptitudes y representaciones de pensamiento, apreciación y proceder alcanzadas por los estudiantes que los faculta para trazar líneas con juicio en la aplicación de lo comprendido. De esta

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manera, el sentido como punto de parti-da de la planificación del trabajo escolar y, consecuentemente con éste, se con-vierte en el desafío de orientar la praxis pedagógica institucional.

El presente documento busca orientar la labor pedagógica desde la visualización de las demandas de saberes, determi-nadas por las dinámicas económicas, sociales y culturales que se configuran en los contextos de actuación de los y las estudiantes, reconocidas por ellos y ellas desde las líneas de análisis y comprensión derivadas de los saberes universales y regionales, orientadas por sus docentes, en el marco de los están-dares curriculares determinados por el Estado. Lo anterior pretende consolidar las percepciones desde diferentes aris-tas, con el fin de conocer y comprender la importancia e implicaciones de los aprendizajes productivos al interior de una institución educativa.

1. ACCIÓN PEDAGÓGICA

Asume una perspectiva crítica y comple-ja en donde hacen presencia elementos de comprensión desarrollados por la Fi-losofía y ciencias como la Antropología, Economía, Política, Psicología, entre otras.

Para Ahumada (2002), la turbulencia del entorno, los cambios impredecibles y la consecuente incertidumbre organiza-cional, han provocado el cuestionamien-to del análisis estratégico convencional para entender las diferencias en el des-empeño de las empresas. Los beneficios de una planificación en la organización no se derivan sólo de los objetivos y las estrategias, sino también del aprendiza-je derivado del mismo proceso de plani-

ficación, que emerge de procesos enca-minados a una gestión del conocimiento y de aquellos aspectos que faciliten el aprendizaje organizacional como factor de competitividad.

Teniendo en cuenta los retos que traen los tiempos modernos, se urge aplicar propuestas educativas oportunas y efi-caces que guíen a las personas hacia el aprovechamiento del potencial de oportunidades que se generan en las di-námicas económicas, sociales, políticas y culturales. El enfoque pedagógico de Aprendizajes Productivos - AP, se con-cibe en el quehacer de este escenario liderando el propósito de orientar a las instituciones educativas para que logren atender del modo más acertado, la for-mación de las nuevas generaciones.

El doctor Ángel Ramírez, autor del libro Pedagogía para Aprendizajes Producti-vos, expresa, que esta propuesta peda-gógica está concebida para que los ni-ños y los jóvenes aprendan con relación al mundo de la vida habitual; por lo tanto presenta las siguientes estrategias para la implementación del enfoque:

Trabajo escolar dirigido a formar niños, niñas y jóvenes en todas las dimensio-nes humanas, bajo referentes de la cul-tura universal y en relación con el mun-do de su vida cotidiana.

Trabajo pedagógico organizado en un currículo globalizador que articula las necesidades del mundo de la vida en ge-neral y del mundo productivo en particu-lar, con los desarrollos del conocimiento.

Trabajo con una pedagogía integral, in-tegradora y compleja, generadora en los niños, niñas y jóvenes de una lógica

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racional orientada hacia el aprendizaje productivo de la vida.

Trabajo escolar desde una institución educativa que aprende y se desarrolle de manera pertinente y sostenible; por la tanto, que construye todos los esce-narios que hacen viable la pedagogía para el desarrollo de aprendizajes pro-ductivos. (Ramírez, 2009, p. 81)

2. PEDAGOGÍA CON ENFOQUE DE APRENDIZAJES PRODUCTI-VOS - PAP

Es un movimiento pedagógico desarro-llado desde nociones de la Teoría Críti-ca y el Pensamiento Complejo que pre-tende orientar el trabajo escolar hacia la formación de un pensamiento crítico, planificador y productivo, en el marco del desarrollo de todas las dimensiones humanas y la convivencia democrática.

Para Zack M. (2003) en general, puede afirmarse que para establecer un víncu-lo positivo entre el aprendizaje y el ren-dimiento, es necesario que el primero esté alineado a la estrategia de negocio de la empresa, para que permita que la generación y renovación de recursos y sus capacidades, esté de acuerdo con los objetivos organizacionales. De lo contrario, el aprendizaje puede no tener ningún impacto o quizás impacto negati-vo en los resultados (Suñe, 2004).

3. APRENDIZAJES PRODUCTI-VOS – AP

El mismo Ángel Ramírez, lo expresa bajo este enfoque como:

“Las capacidades, competencias y for-mas de pensar y de sentir logradas por el niño, niña o joven a través de un proce-so pedagógico sistemático, en ambien-tes institucionales apropiados, que les permite visualizar racional y consciente-mente a lo largo de todos los grados es-colares, nuevas vías de sentido, de ex-plicación, de aplicación de conocimiento y de construcción de proyectos de vida digna. Capacidades, competencias y formas de pensar y de sentir fundamen-tadas en un diálogo proactivo entre el saber disciplinar y el saber popular y legitimadas en la praxis que transforma conscientemente realidades tanto de su ser como de su mundo externo.” (Ramí-rez, 2009, p. 80).

3.1 Escenarios de la VidaMundo Antrópico, Mundo Físico y Mundo Biótico.

3.2 Responsabilidad SocialPolíticas, Sociales, de Opinión, de Credo, Culturales y Económicas.

3.3 Características de quien Desarrolla AP

Quien desarrolla aprendizajes produc-tivos podrá responder preguntas como: ¿Qué sé? ¿Para qué me sirve lo que sé en la construcción de nuevos problemas de conocimiento? ¿Para qué me sirve lo que aprendí cuando indago por óptimas condiciones ya sea a nivel individual o colectivo? ¿Hacia dónde debo ir?

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3.4 Postulados del Enfoque Pe-dagógico para AP

Con estas proposiciones, pretende Ra-mírez (2009), encontrar sentido de su trabajo mental en razón con la vida co-tidiana, buscar estructuras de pensa-miento económico, político, planificador, lógico, investigativo, entre otros, tener capacidades para el emprendimiento y la organización productiva, reforzar las competencias laborales generales y es-pecíficas, hallar elementos para el desa-rrollo de autonomía, responsabilidad y compromiso y finalmente tener criterios de valoración ética y convivencia ciuda-dana; los postulados son:

1. La formación y los aprendizajes que desarrolla la escuela, deben orientarse a la reproducción y producción crítica de la existencia humana.

2. Mediante la educación escolar se de-ben desarrollar inteligencias -individua-les y colectivas- potenciadas para con-figurar una realidad tanto general como rural, humanamente productiva.

3. El dispositivo curricular debe configu-rarse desde el desafío de formar todas las dimensiones humanas, en el marco de la reforma del pensamiento deman-dada por los nuevos tiempos y por el entorno económico, social y cultural que contextualiza la escuela.

4. La institución educativa debe organi-zarse consecuentemente con el modelo educativo y, por ende, debe ser tan flexi-ble que en ella pueda operar solvente-mente la movilidad del pensamiento y la nueva praxis pedagógica. (Ramírez, 2009, p. 80-81)

Operativamente deben incorporarse al trabajo escolar las nociones de escena-rios de aprendizaje y ciclos de aprendiza-je como generadores de más y mejores experiencias pedagógicas. Las nuevas generaciones deben formarse también, desde el acontecimiento del futuro.

3.5 Estrategias que Orientan el Enfoque - PAP

• Formación de desde la noción de De-sarrollo de las Dimensiones Humanas

• Formación del niño, niña o joven des-de el mundo de la vida cotidiana y para su desenvolvimiento en el mismo escenario de vida.

• Trabajo con currículo globalizador desde el protagonismo del estudiante

• Trabajo pedagógico por Proyectos

• Trabajo cognitivo por ciclos de apren-dizaje.

• Trabajo con planes de estudio emer-gentes

• Conversión de la IE en factor del de-sarrollo local

• Estructuración de la organización es-colar bajo planificación estratégica-prospectiva.

El enfoque de AP se concibe y se pro-yecta inicialmente en ámbitos rurales o urbano-marginales; sin embargo tiene concepciones en el conjunto de la Edu-cación buscando implantar formas de trabajo escolar que articulen proactiva y creativamente el aprendizaje, bajo un diálogo Productivo entre el saber univer-sal y el saber local. A partir de un análisis crítico de la realidad educativa rural co-lombiana, se configuran unas líneas de orientación para que la formación esco-

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lar se desarrolle generando tensiones entre el mundo.

Como propone (López, 2003), uno de los objetivos que debe lograr una organi-zación para facilitar el proceso de apren-dizaje es “mostrarse flexible y abierta y generar un clima de confianza mutua”, para ello se debe desarrollar una cultura de apertura en la que los líderes, los se-guidores y los iguales se muestren más vulnerables los unos a los otros.

Después de transitar por el aula, al cabo de algún tiempo (meses o años), vuel-ven los estudiantes en un estado de competencias o cualidades diferentes, debido en parte a su nueva interpreta-ción, comprensión o explicación de su-cesos habituales, con juicios de mayor razón y con mayor libertad para tomar decisiones. Esta postprimaria, desde el enfoque de aprendizajes productivos, no es más que un esquema didáctico de formación en donde autónomamente se aprende a aprender; se piensa, siente y actúa diferente; el conocimiento se con-vierte en una fuente para solucionar los problemas.

Siguiendo con (López, 2003), una de las formas de lograr equipos más eficaces y propensos al aprendizaje es, mediante la consolidación de equipos que alienten a los miembros a examinar su trabajo en común, identificar sus deficiencias y desarrollar medios de cooperación más eficaces.

En la vida cotidiana en general y en el mundo productivo en particular, los ni-ños, niñas y jóvenes a lo largo de sus procesos de aprendizaje, logran es-tructurar una mentalidad crítica, crea-tiva, planificadora y productiva, que los

proyecta en el momento y hacia la vida adulta, como actores de su propio desa-rrollo y el de sus comunidades.

Así mismo, el enfoque de Aprendizajes Productivos se constituye en una meto-dología eficaz, buscando que los entes educativos diseñen una serie de estra-tegias de trabajo escolar que le permi-tan a cada estudiante ubicarse, racional y actitudinalmente, en situaciones de aprendizaje que se deriven de tensionar lo teórico con lo práctico, el saber esco-lar con la vida cotidiana, la escuela con la comunidad, el saber regional con el saber universal, entre otras relaciones. Este proceder busca que los niños, niñas y jóvenes, configuren formas de pensar concretas frente a realidades concretas, en una perspectiva crítica, y que en este proceder desarrollen todas sus dimen-siones humanas: social, productiva, voli-tiva, política, espiritual, lúdica, etc.

Finamente, se pretende que las Institu-ciones Educativas, desde este enfoque, conformen su forma particular de trabajo o su modelo educativo, con el cual podrá constituirse, además de organización inteligente, en un factor importante del desarrollo territorial debido a sus linea-mientos hacia la transformación positiva de su realidad. Aquí se centran los inte-reses de la sociedad con los propósitos de la institución educativa, determinados tanto por la conciencia social, como por las normas del Estado.

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4. CONCLUSIONES

Considerables son las investigaciones que resaltan la validez del aprendizaje productivo para conservar y crear venta-jas competitivas en el sector educativo, distinguido por lo efímero y enclaustra-do en un contexto perturbado. El éxito depende de propender transformar la in-formación en conocimiento, siendo éste más apreciable cuanto más preparada sea la gestión del conocimiento y el pro-pio proceso del aprendizaje.

Con este enfoque se está logrando, tal como lo puede mostrar una buena canti-dad de instituciones educativas rurales y urbanas, una formación pertinente y de calidad ya sea por la proyección creati-va y productiva de sus educandos en el mundo escolar y en el mundo de la vida, o por los buenos resultados que logran en las pruebas censales de evaluación que aplica el Estado.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Ahumada, A. (2002). La Evaluación en una Concepción de Aprendizaje Significativo. Valparaiso: Edicio-nes Universiatrias de Valparaiso.

López, C. (2003). Aprendizaje organizacional. www.gestiopolis.com.

Material del Seminario Educación Rural. Maestría en Educación - Unipamplona. Pamplona 13 de Agos-to de 2011.

Ramírez, Castellanos, Ángel Ignacio. (2009). Pedagogía para Aprendizajes Productivos. Editorial: ECOE Ediciones. Colección: Textos Universitarios. Tercera Edición. (Abril de 2007, Segunda Edición; 2005, Primera Edición). Número de páginas: 146. ISBN: 978-958-648-593-7.

Suñe, A. (2004). El impacto de las barreras en el rendimiento de las organizaciones. Cataluña: Univer-sidad de Cataluña.

Zack, M. (2003). Rethinking the Knowledge - based organization. MIT Sloan Management Review.

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ADRIANA BÁEZ PIMIENTODoctora en Estudios LatinoamericanosMagister en Historia U.I.S Directora Centro de Estudios Latinoamericanos UNICIENCIA - Extensión Bucaramanga

APROXIMACIONES TEÓRICAS AL PROBLEMADE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES.

CONFRONTACIÓN DE PARADIGMAS

RESUMEN:Este artículo presenta algunas líneas de análisis que configuran el corpus teórico que nos ayuda a comprender los procesos de conformación y desarrollo de las movili-zaciones contemporáneas. La respuesta es-tructural al problema de la acción colectiva fue expuesta inicialmente por el marxismo y el funcionalismo, posteriormente los en-foques del actor racional y los análisis con-temporáneos caracterizados por ubicarse en un nivel intermedio de la teoría, así como sus intentos por integrar y sintetizar la teoría de la acción colectiva, determinan el sende-ro en el análisis de los movimientos sociales dentro de un contexto de complejidad social.

ABSTRACT:This article presents some lines analysis that form the theorical corpus that helps us understand the processes of conformation of currents social mobilizations. The struc-tural response to the problem of collective action was initially exposed by marxism and functionalism, then the rational actor’s approaches and the contemporaries analy-sis characterized by an intermediate level of theory, as their attempts to integrate and synthesize the theory of action collective de-termine the path to analysis of social move-ments within a context of social complexity.

El objetivo del presente esbozo concep-tual sobre los Movimientos Sociales (en adelante MS), busca configurar un cuer-po teórico que pueda sustentar la diná-mica de las acciones colectivas contem-poráneas. Advertimos el predominio del marxismo y el funcionalismo como res-puestas estructurales al problema que plantean dichas acciones, así como los intentos del análisis actual por sintetizar las formulaciones teóricas de la acción colectiva.

Para empezar es importante resaltar que los autores clásicos de la sociología norteamericana y los conservadores del viejo mundo en el siglo XIX, como Tarde y Le Bon, fueron pioneros en el estudio de las acciones colectivas. Ambos coincidieron en su percepción de la irracionalidad y el caos como génesis de las acciones de las muchedumbres, tesis que fue confirmada posteriormente por las teorías freudianas. Todavía en la segunda década del siglo XX, la Escuela de Chicago seguía apuntalando en el carácter patológico de las acciones colectivas. Sin embargo, hacia finales de la década del sesenta se intensifican las investigaciones sobre el tema,

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como consecuencia del surgimiento de numerosas luchas en las sociedades del capitalismo avanzado.

Entre las teorías expuestas durante este período, se destacan: la teoría norteamericana de Movilización de Recursos (MR), iniciada por Olson, Zald y McCarthy; la teoría de la Movilización Política (MP), liderada por el debate sobre las “oportunidades políticas” del norteamericano Sidney Tarrow, y la teoría europea de los Nuevos Movimientos Sociales (NMS), encabezada por Alain Touraine y Alberto Melucci.

Todas estas teorías se desarrollan a partir de una pregunta básica “¿por qué protesta la gente?”, cuestión que implica el cómo y el cuándo de dicha acción. Las respuestas a tal cuestión pueden ser variadas: la MR afirma que la presencia de medios, afortunados en recursos materiales y humanos, propicia un contexto donde los grupos beligerantes pueden surgir. Claro que se necesita más que una experiencia colectiva de privaciones –como afirmara la teoría del agravio-, ya que es imprescindible la existencia de una organización de la movilización social, pues donde existe una sociedad civil fuerte y ciudadanos libres para unirse a asociaciones, habrá una marcada tendencia a establecer relaciones en organizaciones de movilización social que coordinen actos de protesta, así como otras acciones colectivas. (Dalton y Van Sickle, 2005).

Los MS han prevalecido a través de la historia a partir del largo proceso de conformación de las sociedades modernas, es decir que constituyen expresiones intrínsecas al surgimiento y consolidación de los Estados nacionales y a fenómenos sociales y cambios

estructurales ligados al advenimiento del capitalismo (Tavera, 2000). Esto permite intuir la complejidad de la relación entre las estructuras del Estado y la acción colectiva que llega a nuestro presente, tanto como los procesos sociales que derivan del capitalismo y la movilización social. Es decir que el análisis circunstancial de la acción colectiva está atado a la configuración de grandes estructuras y procesos.

El movimiento obrero fue referente práctico por excelencia al establecerse el capitalismo en las sociedades occidentales. Es por ello que Marx y Engels se destacan como autores pioneros en las reflexiones teóricas sobre los movimientos sociales, al considerar que la cuestión de la acción colectiva tenía sus raíces en la estructura social (Tarrow, 1997).

Según Carl Marx, las contradicciones de clase, claramente establecidas, determinarían la pauta para que el obrero se vinculara a la acción colectiva de carácter beligerante. Sin embargo, estas observaciones pasaron por alto dos cuestiones substanciales: en primera medida no explica el por qué un trabajador toma parte en la acción colectiva, y en segunda medida tampoco se aclara cómo se establece la articulación interna de los movimientos y la consecuente evolución de la protesta en un movimiento de clase. En este sentido se plantea “la transición de la condición de clase a la conciencia de clase” como un problema teórico del marxismo clásico (Melucci, 2002, p. 38).

La solución que reservaba el marxismo a la cuestión de la acción colectiva, privilegiaba las condiciones objetivas de las cuales derivaba el incentivo

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para la acción, pero esto en vez de convertirse en un principio ineludible, generó interrogantes dentro de la misma tradición en cuanto aceleraba las tareas de organización y sostenimiento del movimiento obrero. Para Lenin, la tarea clave consistía en la organización del actor colectivo a partir del liderazgo que desarrollaría la vanguardia. Tanto el compromiso como la participación en la movilización, serían fruto del trabajo de los líderes que se darían a la tarea de cimentar en el obrero la conciencia de clase, dado que los obreros por sí mismos no tenían la capacidad para ser conscientes de su posición, ni del espacio que debían ocupar en la sociedad. El partido representaba esa vanguardia que orientaría a la masa indiferente hacia la movilización política, es decir, fungiría como una instancia mediadora que convertiría las precondiciones objetivas en actitudes subjetivas (Melucci, 1994).

Sin embargo, las preocupaciones relacionadas con la organización y la dirección del movimiento obrero, no se acabaron con plantear la necesidad de una vanguardia influyente, sino que también se configuró la idea de que la concepción de la acción revolucionaria, también abordaba tanto condiciones sociales como procesos históricos más extensos. En este sentido, Gramsci, influenciado por las experiencias del socialismo ruso y de la lucha obrera en Europa, aportó al precisar sobre la idea de que la tarea primordial del partido no se reducía sólo a depurar la conciencia de clase, sino que estaba llamado a conformar un bloque histórico de fuerzas en torno a la clase obrera a partir de un grupo de intelectuales orgánicos que actuaran e influenciaran a varios sectores del partido. Las aportaciones de

Gramsci se orientaron a expresar que la conciencia de clase de los trabajadores no era el resultado de la imposición de las élites, sino que debería madurar en amplios sectores del movimiento e influenciar a otras franjas de la sociedad. Dicha estrategia demandaba ampliar el espectro del conjunto de relaciones del movimiento, tanto con otras clases como con el Estado, de igual manera como se deberían orientar los procesos con los trabajadores a la plenitud del consenso dentro de la movilización (Tarrow, 1997).

En este orden de ideas, el conflicto que surge de las condiciones sociales (Marx), la organización del movimiento (Lenin) y los esquemas culturales que promueven el consenso sobre los objetivos (Gramsci), son temas que desbordan el análisis marxista de las movilizaciones obreras y han abierto una brecha para el análisis de la acción colectiva en las sociedades contemporáneas (Ibid.). Ello significa que dificultades de orden sociológico, como la conformación, la organización y la articulación de la acción colectiva, son aspectos subestimados en la explicación del marxismo clásico. En conclusión, el referente teórico se advierte limitado cuando sostiene que las causas de la movilización se asientan sólo en la forma en que está estructurada la sociedad capitalista, lo que quiere decir que la configuración del actor colectivo debe ser la respuesta a las condiciones de clase.

Desde otras latitudes, en Norteamérica, la extensa y difundida tradición funcionalista dio origen a una nueva lectura sobre los procesos de tipo colectivo, dado que la naturaleza de la acción colectiva no fue sustentada en el conflicto que resultaba de las contradicciones sociales, sino

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que esta era una consecuencia de orden psicosocial por los desequilibrios del sistema social.

De hecho, las teorías que recibieron más atención y crítica, hasta mediados de los años sesenta del siglo pasado, fueron la teoría del comportamiento colectivo y la teoría de la sociedad de masas 1.

El enfoque del comportamiento colectivo (que está formulado desde la tradición del funcionalismo estructural y tiene como referente fundamental los estudios de Neil Smelser), es uno de los primeros intentos por sistematizar el análisis de la acción colectiva. En dichos términos, el comportamiento colectivo es resultado de situaciones no estructuradas de crisis o de tensión, que reflejan la disfunción de los procesos de institucionalización de la dinámica social (Smelser, 1996; Tavera, 2000). El carácter sistémico de todo comportamiento colectivo, evidencia, en primer plano, las tensiones que suceden en la estructura social; esto significa que la génesis del comportamiento colectivo se encuentra allí donde algo no está funcionando de manera clara a través de las instituciones, y exhorta a la asociación y cooperación de los individuos en torno a las injusticias sociales. Las llamadas “creencias generalizadas” fluyen entonces como estrategia de definición del “nosotros”, al mismo tiempo que dejan esbozar el programa alternativo que guíe la movilización.

En la opinión de Jean Cohen, los enfoques tradicionales de la acción colectiva de corriente norteamericana, aunque presentan diferencias entre ellos, pueden articularse bajo los siguientes principios: institucional – convencional y no institucional – colectiva, siendo la segunda el tipo de acción que no está orientada por las normas sociales vigentes, sino establecida para enfrentar situaciones indefinidas o no estructuradas; la tensión y el inconformismo que generan estos estados de anomia social, conducen el comportamiento colectivo.

Fundamentalmente ambos enfoques (la teoría de masas y la del comportamiento colectivo) ven en la muchedumbre el átomo más simple de la anatomía de la conducta colectiva. Los teóricos de la misma hacen énfasis en las reacciones psicológicas frente a la desarticulación; con ello queda en evidencia el sesgo hacia una concepción de la conducta colectiva como respuesta irracional al cambio.

Ahora bien, para Melucci (1994), las respuestas estructurales al problema de la acción colectiva, son poco contundentes a la hora de definir al actor que supone todo movimiento social: para el marxismo la acción colectiva aparece en una forma de actor sin acción, dado que el actor está previamente elaborado

1 Impactadas por el espíritu de las sociedades occidentales a consecuencia de los acontecimientos bélicos de la primera mitad del siglo XX, por la fuerza mostrada por el nazismo y el fascismo, pero sobre todo por la tenacidad del proceso de modernización en las sociedades industriales. Tendencias socialmente disgregadoras como la industrialización, la burocratización y la urbanización establecieron un tipo de sociedad de masas caracterizado por la falta de legitimidad de las instituciones políticas y la erosión de la “comunidad”, trayendo como consecuencia relaciones sociales amorfas y enajenadas que facilitaron el arrobamiento de las masas por parte de líderes carismáticos y la expresión de comportamientos extremos como la violencia. (Tavera, 2000).

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a partir de las condiciones sociales que los hombres parecen tener en común; y para las teorías del comportamiento colectivo, la acción colectiva aparece en la forma de acción sin actor, es decir, son acciones que se conforman a partir de una suma accidental de acontecimientos individuales, irracionales, como reactivos a la crisis del sistema.

Del análisis marxista se revelan problemas relacionados con la conformación y articulación del actor al que se refieren; de las teorías del comportamiento colectivo, surge la necesidad de plantear un principio de racionalidad que guíe al actor. Ambos enunciados determinarán la situación contemporánea de los análisis sobre los MS.

Las grandes movilizaciones de las postrimerías de los años sesenta impulsaron una nueva teorización sobre el análisis de la acción colectiva. El deslizamiento teórico se produjo en dos amplios horizontes: el de la vertiente angloamericana con el paradigma de la movilización de recursos y el del análisis europeo o paradigma orientado hacia la identidad. (Cohen, 1998).

El enfoque de la movilización de recursos emerge como resultado del agotamiento que demostraban las teorías del comportamiento colectivo para informar sobre las novedosas y diversas formas de expresión social que acontecían en las décadas de los años sesenta y setenta, pero básicamente por el auge y la influencia de la elección racional que motivó la obra la Lógica de la acción colectiva del economista Mancur Olson. Esta dio la respuesta al frágil presupuesto de que los actores colectivos se orientaban por actitudes

irracionales y sin normas, es decir por la fuerza de creencias y emociones; observándose que, por el contrario, características particulares de los MS, como la organización y las estrategias, respondían a un prototipo de actor racional.

En el dilema olsoniano del free rider, la cuestión de la acción colectiva se fundamentaba en la lógica de relación entre intereses y participación individual. Tomando como referente un cálculo racional, los individuos pertenecientes a un grupo, con intereses comunes, no advierten en ellos un motivo práctico para la participación. Se hacen necesarios, entonces, mecanismos que incentiven la participación y subsanen los costos que conlleva la acción colectiva. (Olson, 1991).

La teoría de la movilización determina que las acciones colectivas con mayor significado e importancia para el análisis, son aquellas orientadas a lograr el cambio institucional. (Jenkins, 1994). Lo cual evidencia que la acción colectiva, a diferencia de las teorías del comportamiento y de masas, es tomada como una continuación de las acciones institucionalizadas.

A la cuestión de por qué surgen los MS, se aventuran respuestas que tradicionalmente tienen que ver con agravios percibidos y subsecuentes episodios conflictivos. La teoría de movilización de recursos plantea, en cambio, que los agravios son relativamente constantes, que derivan de conflictos de intereses de orden estructural articulados en las instituciones sociales, y que “los movimientos surgen a partir de cambios a largo plazo en los

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recursos del grupo, en su organización y en las oportunidades de desarrollar formas de acción colectiva” (Ibid: 10).

Bajo la luz de este paradigma se observa que la formación y el éxito de una acción colectiva, depende en una primera fase, de la disposición y el control de recursos para la movilización. Los recursos, en cuanto son de diversa naturaleza, involucran bienes materiales o tangibles como el dinero, las sedes a disposición, etc.; como bienes intangibles o no materiales, los que se expresan en las habilidades comunicativas y organizativas a través de las cuales se logra “capitalizar” voluntades en favor de las causas del movimiento. Los liderazgos externos son importantes para centralizar y organizar la demanda sin necesidad de apelar a la compleja movilización del sector inconforme. (Mc Adam, et. al., Tarrow, 1997).

No obstante la importancia de los recursos disponibles y de las formas de organización, los autores que siguen este paradigma han dado mayor énfasis a los procesos de interacción entre la acción colectiva y el ambiente político. La tesis principal en la que se apoya este enfoque es que las personas participan en un MS, en la medida en que se abren campos de acción y posibilidades políticas. La importancia que se le otorga a las posibilidades políticas como principal incentivo para la formación y evolución de la acción colectiva, pone en evidencia una relación de tipo causal

entre la movilización y el ambiente político, pues son las oportunidades políticas las que explican con mayor precisión los tiempos (el cuándo) y los motivos (el por qué) que subyacen detrás de las manifestaciones sociales.2

Existe además un intento no soslayable de acercamiento a la dimensión política de la acción colectiva. No es casual que la estructura de oportunidades políticas se encuentra entre uno de los aspectos más estudiados de la acción colectiva. Autores como McCarthy y Zald, postulan que existen tres grupos de factores que explican el fenómeno de la acción colectiva, a saber: a) la estructura de oportunidades políticas y las retracciones que enfrentan los movimientos sociales; b) las formas de organización; y c) los marcos de interpretación y atribución de significado que median entre la oportunidad y la acción. (McAdam, 1999: 22-23).

Las corrientes que se inscriben dentro del paradigma de la Movilización de Recursos, insisten en enaltecer el carácter racional-estratégico de los actores y subestimar los procesos que se desarrollan en el nivel menos visible de la acción colectiva, acciones que tienen que ver con la subjetividad, la construcción de identidades colectivas y al necesario despliegue de relaciones para que la acción colectiva se realice.

Con base en estas observaciones, en Europa se fue gestando otro tipo de

2 Esta relación se basa en las observaciones realizadas por Tocqueville sobre los Estados centralizados y fuertes que generaban sociedades débiles identificadas por la poca participación y la mayor tendencia a acciones beligerantes, en tanto que los Estados débiles articulaban de manera más eficaz la participación y la acción colectiva. (Tarrow, 2005).

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aproximación a los fenómenos colecti-vos. Al constatarse la expresividad y sin-gularidad expresadas por los movimien-tos sociales contemporáneos, el estudio de la acción colectiva orientada hacia la identidad indicaba el vínculo entre este tipo de fenómenos colectivos y el cam-bio social que producía la implantación de un tipo de sociedad posindustrial. Esto condujo a revalorar la pertinencia de los modelos convencionales para estudiar los fenómenos colectivos, pero especialmente derivó en un debate pro-fundo entre los dos paradigmas prevale-cientes.

Precisamente el paradigma puro de la identidad propuesto por Cohen, se ubica en el análisis de la acción colectiva como un certero cuestionamiento al modelo de la acción estratégico – instrumental, conformado en América del Norte. En este horizonte, la identidad colectiva antecede entonces al cálculo racional, y es precisamente su formación la que involucra a los individuos en los procesos de movilización social. (Cohen, 1999).

El tipo de movilizaciones sociales en el último cuarto del siglo XX, si bien apuntaban a una identidad que distinguía entre “movimientos sociales – Estado – participación política institucional y lo que se denominaba como nueva izquierda” (Cohen, 1988), sobre todo se destacaban por su heterogeneidad, o sea, el dinstintivo que diferenciaba a este tipo de fenómenos era precisamente su carácter diverso. De tal modo que, en los llamados nuevos movimientos sociales, se observa ante todo una trascendencia de las estructuras de clase: los actores, los conflictos y sobre todo la sociedad son

de carácter distinto a los característicos de la sociedad industrial.

La evolución cualitativa de la acción colectiva se observa en diferentes aspectos: las bases de la participación que abarcan un complejo y extenso espectro de grupos y sectores sociales (jóvenes, mujeres, minorías étnicas y sexuales, etc.). De igual modo a los movimientos sociales no les caracteriza una ideología única, ni se les puede encasillar en los esquemas tradicionales izquierda – derecha o liberal – conservador, dado que presentan un pluralismo de ideas, valores y creencias. En los factores de movilización se observa un desplazamiento hacia temas de orden cultural y simbólico, convertidos a demandas de tipo identitario que más allá de demandar reivindicaciones de tipo económico, reclaman un reconocimiento de significados construidos en la vida cotidiana, con cargas individuales de identidad afectiva, biológica y sexual.

En conclusión, los nuevos movimientos sociales se definen por su orientación racional, como lo han señalado los difusores de la movilización de recursos; pero también responden a una significativa construcción de identidad. Esta se construye con base en los esfuerzos de los individuos que participan en la acción colectiva, de tal modo que si la acción colectiva se inserta en la dinámica social en torno a significados de identidad, es importante observar que los esquemas que intervienen en dichas definiciones, aportan significantes valiosos para la comprensión de dichos fenómenos sociales.

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Identidad Colectiva en los Movimientos Sociales.

La identidad colectiva representa el componente que define el “nosotros” de un movimiento determinado. Según Melucci, la acción colectiva es ante todo una “construcción social”, un resultado de las relaciones del colectivo entre orientaciones, recursos y oportunidades. Lo que comúnmente se percibe como “movimiento”, está formado por una serie de procesos sociales, actores y acciones. En la acción colectiva se conjugan objetivos y relaciones con el entorno, de tal modo que lo visible de la acción colectiva se entrecruza en una simultaneidad de procesos que apuntalan en la capacidad de caracterización de sí mismos y del campo de acción. En consecuencia, la acción colectiva se configura en un complejo entramado de relaciones bajo tres esquemas fundamentales: los medios, los fines y las relaciones con el ambiente. Es lo que Melucci denomina como “sistema de acción multipolar”.

Los individuos crean un “nosotros” colectivo (…), ajustando por lo menos tres clases de orientaciones: aquellas relacionadas con los fines de la acción (el sentido que tiene la acción para el actor); aquellas vinculadas con los medios (las posibilidades y límites de la acción) y, finalmente aquellas referidas a las relaciones con el ambiente (el campo en el que tiene lugar la acción). Así, el sistema de acción multipolar se organiza a lo largo de tres ejes (fines, medios y ambiente). La forma organizada de la acción es la manera mediante la cual el actor colectivo busca darle una aceptable y duradera unidad a

ese sistema que está continuamente sujeto a tensiones (2002:43).

En este sentido, la acción colectiva se presenta como un constructo social que implica antes que cualquier otra cosa, definiciones mínimas del actor y del entorno. Factores de tipo coyuntural como el surgimiento de “empresarios” de la movilización, la propuesta de oportunidades políticas y las crisis sociales, pueden actuar como detonantes de la acción colectiva, siempre que exista un proceso que soporte las percepciones de apertura política, las definiciones de los recursos y el ambiente por parte de los actores colectivos. Esto significa la construcción de un “nosotros” que articule las diversas orientaciones de la acción.

En este orden de ideas, siguiendo a Melucci, la acción colectiva además de ser una construcción social, demanda una afinación de las diferentes orientaciones que le otorga rasgos distintivos para que conforme un “movimiento social”. Esta categoría implica en primer término la capacidad de los actores para compartir la identidad colectiva; tiene como resistencia una crisis, es decir, una situación en la cual los adversarios entran en conflicto precisamente por la diferencia de orientaciones que deben ser equilibradas por liderazgos eficaces. (Melucci, 1994: 2002).

De ello se deduce que la solidaridad y la identidad colectiva son aspectos fundamentales en la formación de un actor colectivo, ya que son estas la plataforma que soporta la acción. Las solidaridades desplegadas en un movimiento social, están referidas básicamente al sentido de pertinencia

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y de identificación que actúa al nivel de la identidad de los individuos. La identificación es la característica que privilegia el “nos” de la identidad del individuo y es en ella donde subyacen los objetivos de la formación de la identidad colectiva. En consecuencia, la identidad del individuo opera al nivel de la diferencia entre él y el grupo unicidad y la colectiva uniformidad que se refiere a la diferencia que el grupo actor colectivo establece con otros grupos. Así, la identidad colectiva sugiere dos niveles en el análisis: uno en lo pertinente a los rasgos que diferencian, estabilizan, mantienen y hacen perdurar a un actor colectivo (dimensión estática), y el proceso continuo, interactivo y autorreflexivo de la construcción de la identidad colectiva (dimensión dinámica).

La identidad colectiva es una definición interactiva y compartida del actor, producida por varios individuos (o grupos en un nivel más complejo) y que se ocupa tanto de las orientaciones como del campo de las oportunidades y restricciones en donde la acción toma lugar. Es preciso señalar que por “interactiva y compartida” se entiende la identidad colectiva más que como una entidad homogénea y sustancial al actor, como un proceso, “porque es construida y negociada a través de una repetida activación de las relaciones que unen a los individuos”. De tal modo que la identidad colectiva orienta dado que supone definiciones cognitivas referentes a los fines, significados y campos de acción; la identidad colectiva es posible en tanto está activa al nivel de las relaciones entre los individuos, los cuales interactúan, negocian y toman decisiones; finalmente la identidad colectiva está construida también por el

capital afectivo de devela un aspecto más emocional que racional y puede llegar a ser incluso más fuerte que éste y se manifiesta a través de las empatías y los sentimientos que no pueden reducirse al cálculo racional de costo-beneficio. Esto significa que “no hay cognición sin sentimientos ni significados sin emoción”. (1995b: 44-45).

El nivel cognitivo de definición del campo de acción, el mantenimiento interactivo de las definiciones del actor y las inversiones emocionales, son los tres niveles en los que se mueve la identidad colectiva.

De otra parte, el conflicto que surge de la demanda de reconocimiento, puede ser interpretado como una oposición al control y al dominio que ejercen los sistemas sociales abstractos sobre los individuos. La libertar para construir la propia identidad, bajo esta luz, está determinada por los influjos de control y de dominio que la lógica ejerce sobre la producción de la acción y sobre la apropiación de sentido, con miras a asegurarse la gestión y el control social. “Por una parte, los individuos vienen acentuando su participación en la afirmación de su propia identidad, y a la constitución de su misma capacidad de acción. Por otra, esta identidad aparece negada y la capacidad de acción sustraída por la intervención siempre más articulada y difusa de aparatos de control y regulación, los cuales definen las condiciones, la modalidad y los fines de la acción individual y colectiva”. (Ibid: 74).

De lo expuesto hasta aquí podemos concluir dos ideas claves: 1. La reapropiación del sentido de la acción,

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enajenado y controlado por aparatos abstractos y distantes; implica en primer término la polarización del conflicto, cuyos contendientes disputan un bien que está de por medio: el reconocimiento de la identidad que dé sentido a la acción; y 2. La demanda de identidad, que se convierte en un bien no negociable, lo cual aleja las posibilidades de resolución por los canales convencionales de la lucha política, en los cuales opera la lógica instrumental.

En cuanto a la primera, advertimos que los niveles problemáticos y conflictivos que han ido adquiriendo rasgos distintivos de los movimientos sociales

contemporáneos como la identidad, a la luz de los procesos de diferenciación social y de individualización, se refieren ante todo al carácter deficitario de las identificaciones sociales y a la consecuente promoción de las identidades realizadas para preservarlas, y no tanto como producto de la imposición de una lógica, de un control abstracto desde “arriba”. Y en lo que respecta a la segunda, observamos que la traducción “política” de la demanda de reconocimiento de la identidad, es posible en tanto se descubra que “identidad e interés” están más cerca de lo que parece, al punto que se vinculan necesariamente en la arena política.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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