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UNA APROXIMACiÓN AL ESTUDIO DE LA TRANSFORMACiÓN ECOLÓGICA DEL PAISAJE RURAL COLOMBIANO: 1850 - 1990 Juan Manuel González' Introducción 77 Propuesta metodológica 80 El auge agroexportador y los primeros intentos por modernizar la agricultura: 1850 -1930 84 la modernización del campo después de 1930 94 El desarrollo rural y la visibilización de lo campesino 105 la agricultura en el marco del neoliberalismo 112 Consideraciones finales 115 Economista, Geógrafo, Investigador (IDER. Universidad de los Andes.

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UNA APROXIMACiÓN AL ESTUDIO DE

LA TRANSFORMACiÓN ECOLÓGICA

DEL PAISAJE RURAL COLOMBIANO:1850 - 1990

Juan Manuel González'

Introducción 77

Propuesta metodológica 80

El auge agroexportador y los primeros intentos por modernizar la agricultura: 1850 -1930 84

la modernización del campo después de 1930 94

Eldesarrollo rural y la visibilización de lo campesino 105

la agricultura en el marco del neoliberalismo 112

Consideraciones finales 115

Economista, Geógrafo, Investigador (IDER. Universidad de los Andes.

Introducción

El 31 de marzo de 1878, Salvador Camacho Roldán pronunció el discursode inauguración de la Sociedad de Agricultores de Colombia. En esa ocasiónofreció un diagnóstico de la agricultura en el país y sentó las bases de lo quedebería ser el futuro del campo en Colombia. Camacho Roldán, junto conotros personajes de la élite ilustrada de la segunda mitad del siglo XIX, liderabaun esfuerzo por modernizar el campo mediante la adopción de la agriculturacientífica recientemente desarrollada en Europa. El interés de CamachoRoldán, Juan de Dios Carrasquilla, José María Samper, José Manuel Restrepo,Miguel Samper y Carlos Michelsen Uribe, entre otros, era impulsar la produc-ción agrícola y pecuaria del país, ya que ellos veían en este sector el motor deprogreso y la fuente de acumulación de riqueza.

De acuerdo con Camacho Roldán, la población total del país en 1878 erade aproximadamente 3.5 millones de personas y de estas, 2.5 millones vivían dela producción en el campo. Mencionaba en aquel discurso que " ... el cultivo de latierra y la cría de ganados constituyen el interés dominante entre todos los intere-sesmateriales del país, saber obtener producciones de la tierra de un modo abun-dante y barato, es la primera de las necesidades físicas de esta nación"'.

La mitad del siglo XIX marcó un hito importante en la historia económica,agraria y ambiental del país. Coincidieron una serie de hechos, eventos y proce-sos que fueron determinantes en la dirección que tomó la transformaciónecológica, social y económica del paisaje rural colombiano hasta hoy. Aquí solomencionaré algunos de esos hechos con el fin de ofrecer un panorama generalde aquel hito al que hago referencia.

CAMACHO ROLDÁN, Salvador. Escritos sobre economía y política. Colcultura. Bogotá. 1878.

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JUAN MANUEL GONZÁLEZ

Varios estudiosos de la historia económica colombiana argumentan que losprimeros cuarenta años de vida republicana arrojaron un progreso económicoinsignificante. No hubo ningún cambio sustancial con respecto al modelo econó-mico colonial. Un gran debate se presentó durante ese período entre aquellosque intentaban romper con los esquemas españoles y reorganizar el Estado y laeconomía de acuerdo con los lineamientos liberales europeos, y aquellos quepreferían el continuismo con el modelo colonial2• Sin embargo, a mediados desiglo confluyeron una serie de circunstancias que comenzaron a modificar el de-sarrollo del campo colombiano. Entre éstas se pueden mencionar las reformasliberales adelantadas por Tomás Cipriano de Mosquera en 1845, lascuales inicia-ron una transformación importante en la institucionalidad que administraba lasactividades económicas; el paso de una economía basada en la extracción mine-ral a una enfocada hacia las exportaciones agrícolas; la acelerada expansión de lafrontera agrícola a través de la concesión de baldíos y de los procesos de coloniza-ción; la abolición de la esclavitud, la disolución de resguardos y los cambios en lasrelaciones sociales en el campo; la desamortización de bienes de manos muertas;la segunda revolución agrícola que se dio en Europa a partir de 1840, y su difusiónhecha por algunas personas como Camacho Roldán y los otros; reformas fiscalesque eliminaron tributos tradicionales que restringían la empresa privada; y lasposibilidades de transporte ofrecidas por el desarrollo de los ferrocarriles y de lanavegación a vapor por el río Magdalena para la conexión de la región costera delpaís con el interior. Todo esto significó que se diera un período de expansióneconómica significativa en la segunda mitad del siglo.

La mayor parte de los estudios sobre el siglo XIX en Colombia se concentranen la historia política, económica y, en algunos casos, social del país. Al hacerreferencia a la evolución del campo, generalmente se aborda de manera bastantereduccionista al centrar la atención sobre el lento desarrollo de las actividadesagropecuarias comerciales y las efímeras bonanzas que caracterizaron el modeloagroexportador de la segunda mitad del siglo. De hecho, aunque el país fue emi-nentemente rural hasta mediados del siglo XX, la historia del mundo rural es bas-tante desconocida3• Lo que aquí se pretende hacer es sugerir otro enfoque en elanálisis de la evolución del campo colombiano, intentando contar la historia de latransformación ecológica del paisaje rural desde 1850 hasta nuestros días. A pesar

2 OCAMPO, José Antonio. Comerciantes, artesanos y política económica en Colombia, 1830 - 1880. Bole-tín cultural y bibliográfico, Volumen XXVII, Número 22. Biblioteca Luis Angel Arango. Banco de la Repú-

blica. 1990. SAFFORD, Frank. El ideal de lo práctico: el desafío de formar una élite técnica y empresarialen Colombia. Empresa Editorial Universidad Nacional de Colombia. Bogotá. 1989

3 POSADÁ CARBÓ, Eduardo. El caribe colombiano: una historia regional (1870 - 1950). Banco de la Repú-blica - Ancora Editores. Bogotá. 1998.

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UNA PROXIMACIÓN AL ESTUDIO DE LA TRANSFORMACIÓN ECOLÓGICA DEL PAISAJE RURAL COLOMBIANO: 1850 - 1990

de que la transformación del agro colombiano propuesta por Salvador CamachoRoldán y los demás modernizadores fue muy lenta y de poco impacto geográficodurante el siglo XIX e incluso hasta 1930, mi argumento es que esa visión delcampo, esa imagen deseada, si se quiere, marca la tendencia y el camino a seguirdespués de la década de 1930 y definitivamente después de 1950, determinandoel rumbo que tomaría la transformación ecológica del mundo rural de Colombia.

Elobjetivo de este trabajo es sugerir una forma de leer y estudiar una partede la historia de las interacciones entre la sociedad colombiana y la naturalezadurante los últimos 150 años, utilizando un lente particular que presenta la trans-formación del paisaje rural a partir de la construcción de un tipo o modelo con-creto de actividad agropecuaria y de su despliegue. Estemodelo, que desde 1870ha seguido un patrón modernizador, se inició con la aplicación de la quírr¡ica a laagricultura en la segunda mitad del siglo XIX, y ha evolucionado a finales del sigloXX, hacia la aplicación de la biotecnología y la ingeniería genética4•

4 Este lente no agota las posibilidades de una investigación sobre la transformación ecológica del campo

colombiano; es una aproximación particular que necesita ser complementada con otros tipos de análisis.El proyecto La naturaleza en disputa busca precisamente ofrecer otras dimensiones que complementan el

aquí presentado.

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JUAN MANUEL GONZÁLEZ

Propuesta metodológica

Losestudios disponibles sobre la historia agraria del país recogen en su gran mayo-ría lo que se podría denominar una "historia oficial" de lasélites (ilustrada, militar,política y eclesiástica), que fue sentando las basesdel rumbo que se seguiría du-rante el siglo XX en materia económica y de desarrollo agropecuario. Allí se reco-ge el pensamiento y lasactividades de estos grupos sociales, al igual que los deba-tes entre los diferentes "bandos" de la élite colombiana. Sin embargo tal y comose mencionó antes, la historia del mundo rural, correspondiente a la mayor partede la población y de la actividad productiva, permanece desconocida. Estedesbalance se puede ilustrar con el hecho de que la mayor parte de la actividadagropecuaria durante la segunda mitad del siglo XIX estaba dirigida al consumointerno de las regiones y las ciudades, y una mínima fracción estaba dirigida alcomercio exterior. Camacho Roldán en 1884 hablaba de la siguiente proporción:120 millones de pesos de producción interna con base en pequeños productores,versus 10 millones para el extranjero con base en una agricultura comercial. Sinembargo, al mirar la literatura de la historia agraria del país del siglo anterior, semencionan únicamente las bonanzas efímeras de la agricultura comercial y susfracasos en términos tecnológicos y productivos. Incluso se llega a mencionar enalgunos casosque durante el período al cual hago referencia, el país estuvo espe-cializado en distintos momentos en la producción de tabaco, algodón y quina,entre otros productos, cuando en términos económicos y geográficos éstos repre-sentaron solamente una fracción muy pequeña de la frontera agrícola y de laactividad agropecuariaS. ¿Qué hay entonces del resto?

Se podría plantear que paralela a la historia "oficial" se da otra historia"no oficial" o del "resto", que no ha quedado consignada en los estudios que sehan hecho de la historia agraria y social entre 1850 y las décadas de 1950 060.Como hipótesis de trabajo y como eje metodológiCO organizador, se podríaplantear la siguiente relación entre las dos historias que menciono: por un lado,está la "oficial" que plantea la consolidación de una agricultura comercial ymoderna a partir de la segunda mitad del siglo XIX, aunque inicialmente depoco impacto en términos de transformación ecológica (y social y económica)

5 BEJARANO, Jesús Antonio. Economía y poder. Fondo Editorial CEREC. Bogotá.1985. 51DERI, 5andro.

JIMÉNEZ, Margarita. Historia del desarrollo regional en Colombia. CIDER, Universidad de los Andes.Bogotá. 1985.

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UNA PROXIMACIÓN AL ESTUOIO OE LA TRANSFORMACIÓN ECOLÓGICA OEL PAISAJE RURAL COLOMBIANO: 1850 - 1990

de las áreas rurales. Ésta se constituye en una visión del campo que se tornadominante en la segunda mitad del siglo XX ocasionando una transformaciónecológica muy significativa especialmente en las regiones de la costa Atlántica,Andina y en las sabanas de la Orinoquia. La historia "oficial" se puede concebircomo un factor transformador importante del paisaje rural durante los últimos150 años, que pasó de tener un impacto relativamente pequeño a ser un factordominante de transformación y cambio.

Al otro lado del espectro está el paisaje rural de lo que aquí denominaré "lootro". Éstese puede concebir como lo transformado, en el sentido que existen unacobertura vegetal natural, por un lado, y unas prácticas o actividades agrícolas yproductivas no comerciales por el otro, que van siendo alteradas y modificadas cadavez más durante los últimos 150 años por el paso modernizador de la agriculturacomercial. Habría dos llamados de precaución en este momento: primero, "lo otro"evidentemente no es homogéneo y estácaracterizado por ecosistemas no inteNeni-dos muy variados, y por otros ecosistemasinteNenidos por diversos grupos sociales-campesinos mestizos, indígenas,comunidades negras- con diferentes prácticas, tra-diciones y formas de acercamiento a la naturaleza; segundo, no se pretende estable-cer una relación sencilla de agente transformador (lo "oficial") versus agentetransformado ("lo otro"); el efecto transformador de la historia "oficial" (siendo esteun objetivo explícito de los modernizadores) no ha sido total por múltiples razones:resistenciapor parte de lascomunidades integrantesdel "lo otro", hibridización en elproceso de encuentro entre lo tradicional y lo moderno, entre otros factores6• Lo"otro" no esalgo pasivo, esperando a ser transformado; incluso lo "oficial" a lo largode la historia ha modificado su visión del campo a travésde su relación con el "otro".

Enestedocumento me concentraré en la historia "oficial". Lo que busco aquíes presentar la imagen del campo colombiano que se comenzó a configurar conpersonas como Salvador Camacho Roldán en el siglo XIX y que se consolidó final-mente a partir de 1950, con el argumento de que esavisión o imagen deseada de loque deberían ser el campo, el agro y el poblador rural, se convirtió finalmente en unfactor muy importante de transformación ecológica del paisaje rural colombiano,llegando incluso a dominar ese paisaje en gran parte del paísa finales del siglo XX, tal

6 Los procesos de resistencia y de hibridización han comenzado a aparecer en la literatura histórica sobrediferentes pueblos, como un intento precisamente por reconstruir las historias del "otro"; es así como hay

literatura sobre el papel de la resistencia en la supervivencia y reproducción de los grupos sociales margi-nados, por ejemplo Scott en los años1985 y 1991, Yel intento en India por construir una línea de estudiossubalternos. Por otro lado, García Canclini ha introducido la noción de culturas híbridas como una entra-da metodológica para estudiar la historia de nuestros pueblos, que se han construido a partir del encuen-

tro entre diferentes culturas, ninguna de las cuales realmente desaparece.

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JUAN MANUEL GONZÁLEZ

vez con la excepción del Chocó biogeográfico y la Amazonia. Uno de los propósitos

del texto entonces, será discutir cómo esa imagen se convirtió en un factor transfor-

mador del paisaje. Este trabajo constituye un primer paso en aquella lectura de las

interacciones entre la sociedad colombiana y la naturaleza que se propuso arriba.

Camacho Roldán y sus colaboradores tenían una imagen del campo muy

particular, que rompía con los esquemas coloniales: era un campo que soportaba

una agricultura moderna, que incorporaba los conocimientos científicos desarro-

llados en Europa y que se caracterizaba por aumentos significativos en la produc-

tividad. Esta organización de la agricultura y del paisaje rural tendría dos resultados

importantes: por un lado, produciría alimentos en abundancia, lo cual permitiría

bajar los precios de éstos e incrementar el nivel de vida de la población7; por otro

lado, permitiría incursionar de manera competitiva en los mercados internaciona-

les, donde había un potencial de riqueza y progreso importante para el país.

Un argumento central en este trabajo es que esta imagen que se fue constru-

yendo del campo, de lo rural y de la agricultura, pasó de ser más bien marginal en el

siglo XIX a dominante en la segunda mitad del siglo XX, teniendo impactos concretos

sobre el paisaje rural, tanto ecológico como social. Se fue construyendo un discurso

alrededor de una imagen deseada de lo que debería ser el campo colombiano (inclu-

yendo la base ecosistémica y la población humana), que se desplegó y se materializó

en acciones de intervención y transformación a través de leyes, instituciones, progra-

mas de fomento, introducción de especies vegetales y animales, educación agrícola,

investigación y desarrollo, y la conformación de gremios y asociaciones.

En este documento presentaré entonces la evolución de esa in·lagen deseada

del campo (lo cual se convierte en un elemento normativo importante, en la medida

en que la política agropecuaria del país en los últimos 150 años ha girado en torno

a esta idea de lo que el campo debe ser), los debates más significativos en los que

ha estado sumergida esta imagen (por ejemplo sobre el papel de la agricultura en

el progreso y el desarrollo del país), y como se ha ido materializando y desplegando

el discurso a lo largo de los años. Quedarán pendientes pues, el análisis del impacto

ecológico de estas acciones y la historia no oficial de "lo otro". A lo largo del

documento presentaré a manera de propuesta, algunas ideas de cómo se podrían

adelantar trabajos en estos frentes.

7 En un discurso pronunciado en la sesión solemne del Ateneo de Bogotá en 1884, Camacho Roldánpronosticaba que una agricultura intensiva en Colombia, a la imagen de la practicada en Bélgica, podríamantener hasta 250 millones de personas sin problema en nuestro suelo. Y antes, en la inauguración dela 5AC en 1878, había dicho" ... señores, no puedo comprender la riqueza sin abundancia, ni la abundan-cia sin baratura."

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Paisaje Sabanero. Archivo fotográfico Caminantes del Retorno

JUAN MANUEL GONZÁLEZ

El auge agroexportador y los primerosintentos por modernizar la agricultura:1850 - 1930

La economía de Colombia después de 1810 osciló entre dos modelos: uno quebuscaba reconstruir las basescoloniales de la economía nacional y otro que pre-tendía romper con los obstáculos que se oponían al progreso económico y lamodernización. Detrás de estos dos modelos había visiones distintas sobre la or-ganización económica del país: la primera privilegiaba el desarrollo de la industrianacional basada en la consolidación del artesanado, y apoyada por una interven-ción del Estado en el ordenamiento de la economía y en la protección de laempresa privada. La segunda veía en la agricultura para exportación el eje delprogreso y en el libre cambio la manera para impulsar y promocionar esta activi-dad. No fue sino hasta mediados de siglo, en el marco de las reformas liberales,que la economía se volcó hacia el modelo agroexportador, con la aparente deca-dencia de la clase artesanal del país y con el resultado de un auge económicoclaramente diferenciable del estancamiento de la primera mitad del sigl08•

La fragmentación regional de los mercados y el hecho de que los merca-dos locales fueran relativamente autosuficientes, parecían determinar que lasposibilidades de una especialización productiva regional con incrementos enproductividad y posibilidades de acumulación, se dieran solamente a travésde la apertura de mercados externos. Ésto tuvo un efecto significativo en losproyectos de vías de comunicación durante el siglo XIX, los cuales buscaronaquellas rutas que conectaran el interior del país con los puertos marítimos.Este mismo afán por conectar las regiones productivas directamente con elextranjero se hizo evidente en los años 80 y 90 del siglo XX, con el intento

8 5AFFORD, Frank. El ideal de lo práctico: el desafío de formar una élite técnica y empresarial en Colombia.Empresa Editorial Universidad Nacional de Colombia. Bogotá. 1989. VEGA CANTOR, Renán. liberalismoeconómico y artesanado en la Colombia decimonónica. En: Boletín cultural y bibliográfico. Volumen

XXVII. Número 22. Biblioteca Luis Angel Arango. Banco de la República. 1990. Hay dos discusiones con

respecto al impacto real de las reformas liberales de mediados del siglo XIX que no son del caso presentara profundidad aquí, pero que sí vale la pena mencionar: 1) si el auge agroexportador fue el resultado de

las políticas, o si siguió una dinámica propia más bien independiente de las reformas. aCAMPO, José

Antonio. Comerciantes, artesanos y política económica en Colombia, 1830 - 1880. En: Boletín cultural ybibliográfico. 1990; y 2) si las reformas liberales ocasionaron la virtual desaparición de la clase artesanal amediados de siglo, o si los artesanos continuaron desempeñando un papel importante en la vida nacional

durante el resto del siglo XIX.

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UNA PROXIMAC¡ÓN AL ESTUDIO DE LA TRANSFORMACIÓN ECOLÓGICA DEL PAISAJE RURAL COLOMBIANO: 1850 - 1990

por articular el país a la región del Pacífico y con la implementación del mo-delo de apertura económica9. Se tiene entonces que el sector externo repre-sentaba el único mecanismo que podía producir estímulos para incrementarla producción agrícola. Es interesante ver como ésta sigue siendo una visióncompartida por empresarios del campo y autoridades agropecuarias en elpaís y que gran parte de las políticas sectoriales de las últimas décadas, plas-madas en los planes de desarrollo de las diferentes administraciones y en losdocumentos CON PESde soporte, han buscado los mecanismos para articularlas regiones productoras con el extranjero 10.

La historia "oficial" del sector agrícola durante la segunda mitad del siglopasado se caracterizó por una sucesión de auges exportadores basados en pro-ductos agropecuarios como quina, cueros, sombreros, algodón, añil y finalmentecafé, los cuales reemplazaron de manera definitiva al oro como principal produc-to de exportación hasta 187511• El auge de los distintos productos significó laapertura de nuevas zonas del país a la producción agrícola y el desplazamiento depoblación hacia esas regiones, así como durante los últimos años del siglo XVIII yprimera mitad del siglo XIX,el cambio de la minería artesanal a la minería tecnificadahabía resultado en un desplazamiento geográfico de población y de actividadesde explotación. Sin embargo tal y como se mencionó en el numeral anterior, lacobertura geográfica de estas actividades agroexportadoras durante el siglo XIXfue muy pequeña y la actividad agrícola total todavía estaba dominada por pro-ducción para mercados locales y de subsistencia que muchas veces no entrabanen los circuitos mercantiles12•

Camacho Roldán, a finales del siglo pasado, ofrecía un diagnóstico muydesalentador con respecto a la agricultura comercial en el país, imagen queha sido reforzada por muchos estudiosos de la historia agraria en las últimas

9 Como resultado de ésto se tienen los proyectos para construir puertos sobre la costa Pacífica colombiana,

y las carreteras que conectan el interior del país con esos puertos, atravezando el Chocó biogeográfico.

Así mismo se han construido los oleoductos, gasoductos y poliductos en los últimos años, que conectan

las regiones productoras con el puerto petrolero de Coveñas.10 Incluso el Plan Nacional de Desarrollo Alternativo - PLANTE, busca dentro de su estrategia de sustitución

de cultivos ilícitos de pequeños productores, encontrar alternativas de producción que permitan la incor-

poración de estos pequeños agricultores a la economía mundial, bajo el supuesto de que su margina mientode mercados dinámicos y amplios explica en parte su involucramiento en el cultivo de los ilícitos.

11 LEGRAND, Catherine. Colonización y protesta campesina en Colombia: 1850 - 1950. Centro Editorial

Universidad Nacional de Colombia. Bogotá. 19B8. SIDERI, Sandro. JIMÉNEZ, Margarita. Op. cit. 1985.12 CAMACHO ROLDÁN, Salvador. Escritos sobre economia y política. Colcultura. Bogotá. 1878 [1976J.

CAMACHO ROLDÁN, Salvador. Discurso pronunciado en el Colegio Ateneo de Bogotá. En: Revista el

Agricultor. 1884.

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décadas13• Las bonanzas fueron pasajeras y demostraban la incapacidad de laagricultura colombiana para mantener los espacios obtenidos de manera co-yuntural en los mercados internacionales. Por lo general la causa de ésto seubica en el atraso tecnológico característico del agro colombiano durante elsiglo XIX. Antes de entrar a explorar las explicaciones que se dan sobre esteatraso tecnológico y sobre el fracaso de los esfuerzos por modernizar la agri-cultura en el país en el siglo XIX, examinaré cómo Salvador Camacho Roldány sus colegas intentaron constituir una agricultura moderna, y cómo la ima-gen deseada del campo se materializó en acciones concretas.

LA NUEVA VISiÓN DE LA AGRICULTURA

A pesar del papel preponderante de la agricultura en el siglo XIX, no fue sino hastalos años setenta que comenzaron a aparecer esfuerzos sistemáticos para trazarpolíticas dirigidas al progreso del campo colombiano. El paisaje rural estaba domi-nado en esos momentos por haciendas de tipo colonial bastante improductivas,las cuales reflejaban valores culturales heredados de los españoles que le asigna-ban mucho status a tener tierras, pero asociadas a su vez a una visión del trabajocomo algo poco noble14• Se imponía la emulación de las noblezas europeas ilus-tradas dedicadas a las humanidades y la jurisprudencia, y alejadas de los trabajosmanuales y prácticos. Personas como Salvador Camacho Roldán y sus colegasparecían estar tratando de trabajar bajo la imagen de la burguesía anglosajona, ensus esfuerzos por modernizar el agro colombiano.

En 1868 apareció la revista El Agricultor con el objetivo de instruir a losagricultores en diversos temas de agricultura moderna y promover la aplicaciónde agricultura científica. Se habían dado intentos previos por crear mecanismosimpresos de difusión sobre técnicas y prácticas culturales en agricultura, como ElCultivador Cundinamarqués en 1832, El Labrador y El Artesano en 1839, y ElSembrador en 1839. Sin embargo, todos estos esfuerzos fueron de muy corta

13 BEJARANO, Jesús Antonio. Economia y poder. Fondo Editorial CEREC. Bogotá. 1985. BEJARANO, Jesús

Antonio. Ensayos de historia agraria colombiana. CEREC. Bogotá. 1987. KALMANOVITZ, Salomón. Eldesarrollo de la agricultura en Colombia. Carlos Valencia Editores. Bogotá. 1982. PERRY.Santiago. La crisis

agraria en Colombia 1950 - 1980. Ancora Editores. Bogotá. 1983. SAFFORD, Frank. Op. cit.1989.14 SAFFORD. Op. cito 1989. El paisaje dominado por haciendas, ya sea distribuidas a través de mercedes o

posteriormente mediante la concesión de baldíos, es lo que se manifiesta en la "historia oficial". Semencionan pequeños productores en varios recuentos pero no es claro si estaban ubicados dentro de

estas haciendas o si eran independientes. FAJARDO, Darío. Haciendas, campesinos y políticas agrarias enColombia: 1920- 1980. Fundación Friedrich Naumann - Editorial Oveja Negra. Bogotá. 1983. LEGRAND,Catherine. Op. cito 1988.

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UNA PROXIMACIÓN AL ESTUDIO DE LA TRANSFORMACIÓN ECOLÓGICA DEL PAISAJE RURAL COLOMBIANO: 1850 - 1990

vida y anteriores a lo que se ha denominado la segunda revolución agrícolals. ElAgricultor, a pesar de tener algunas interrupciones, circuló hasta los primerosaños del siglo XX, fortaleciéndose de manera muy significativa entre 1879 y 1890cuando funcionó como el órgano oficial de difusión del Departamento Nacionalde Agricultura. La revista contenía escritos de los abanderados de la agriculturamoderna, conferencias y cursos completos dictados por ellos en la UniversidadNacional y en otros centros educativos; revistas y censos agropecuarios cuandoestosse intentaron llevar a cabo; reportes del clima; artículos traducidos de revistaspublicadas en Bélgica, Francia y otros países europeos; y normas que tuvieranimpacto sobre el sector. A través del análisis de contenido de los números de ElAgricultor, es posible configurar la imagen deseada del campo, del poblador yproductor rural que promovían Camacho Roldán, Samper, Carrasquilla y losdemás.

Camacho Roldán fue secretario de finanzas entre 1870 y 1872; desde esaoficina concibió y promovió la primera exposición agropecuaria nacional, la cual sellevó a cabo en 1871. Elobjetivo de lasexposiciones era divulgar conocimientos deagricultura moderna, exhibir el estado de la agricultura en el paísy tener un impactodemostrativo y educativo sobre los asistentes. En 1880 se llevó a cabo la segundaexposición nacional yen 1892 se realizó una en Mosquera para el departamento deCundinamarca. Así mismo Colombia comenzó a participar en exposiciones interna-cionales, eventos a través de los cuales se daba un intercambio de semillas y deespeciesanimales, con la correspondiente difusión de conocimiento y tecnología. En1871 se fundó por primera vez la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), (sedisolvió en 1902 y reapareció en 1906), gremio que aglutinó a la élite colombianainteresada en la modernización del campo. La SACtenía como objetivos iniciales elintercambio de semillas, el mejoramiento de razas animales, la promoción de laeducación agrícola y la difusión de conocimientos. Desde su fundación la SAC hasido muy influyente en el trazado de políticas relacionadas con el sector; como ejem-plo de ello, desde 1911 sevienen desarrollando los congresos nacionales de agricul-tura, en loscuales se hacen balancesdel sector y de laspolíticas implementadas, y sehacen recomendaciones a ministros y presidentes de la república. Lasmemorias deestoscongresosson otra fuente importante de información que permite ver cómo seha ido consolidando esa imagen deseada del campo que he mencionado antes ycómo esa imagen se ha ido convirtiendo en dominante. La lista de presidentes de laSAC permite ver que no han sido personajes marginales de la vida pública, sinomiembros muy importantes de la élite colombiana.lb

15 BEJARANO. Op. cit. 1987, 1989.

16 Por ejemplo Rafael Uribe Uribe, Alfonso López Pumarejo, Salvador (amacho Roldán.

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Camacho Roldán mientras se desempeñaba como secretario del tesoro en-tre 1878 y 1880, creó el Departamento Nacional de Agricultura bajo el modelodel Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, cuyo primer director fueJuan de Dios Carrasquilla. En 1880, Carrasquilla creó el Instituto Nacional deAgricultura (INA), con el propósito de promover la investigación agropecuaria y laenseñanza agrícola; el instituto iba a ser la pieza fundamental de un amplio pro-grama de capacitación agrícola a nivel nacional. Losegresadosdel instituto, becadospor el Estado, debían enseñar agricultura en las normales y en las escuelas delEstado de distintas regiones del país. Sin embargo, el INA solo funcionó entre1880 y 1885, año en el cual salió del presupuesto nacional y se cerró'7.

El Departamento Nacional de Agricultura realizó la distribución gratuita desemillas a agricultores que estuvieran interesados en experimentar. Así mismo,Carrasquilla y luego Carlos Michelsen Uribe su sucesor, mantenían relaciones es-trechas a nivel internacional que les permitían el cambio de semillas y de razasdeanimales con otros países.Carrasquilla también intentó llevar a cabo censos agrí-colas a través del correo; enviaba los cuestionarios con semillas como obsequiopara los agricultores y esperaba recibir la información que le permitiera construirla revista agrícola; sin embargo los costos del correo no permitieron que este es-fuerzo prosperara. Adicionalmente, las respuestas por parte de los agricultoreseran muy esporádicas y muchas veces contenían deficiencias de información entérminos de localización, extensiones cultivadas, rendimientos y prácticas asocia-das a los cultivos'8. Por consiguiente es muy difícil construir estadísticas para laactividad agropecuaria de finales del siglo XIX.

Safford y Bejarano mencionan que el despliegue de la segunda revolu-ción agrícola involucró una serie de factores que permitirían la verdaderapotenciación de la aplicación de la ciencia a la agricultura. No sólo eran laciencia y la técnica disponibles; también eran necesarias las instituciones, lasnormas, la generación de medios impresos especializados, la creación de gru-pos y gremios encargados de promover los cambios, la investigación, y laeducación agrícola. Esta compleja trama de elementos que permitiría crearun modelo de difusión capaz de transformar las costumbres y las prácticas delos agricultores, fue lo que trataron de reproducir en Colombia CamachoRoldán, Carrasquilla y Michelsen Uribe entre otros, durante las últimas déca-das del siglo XIX. El objetivo, tal y como lo menciona LeGrand, era construir

17 BEJARANO. op. cit. 1987.

18 Revista ElAgricultor. varios números.

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UNA PROXIMACIÓN AL ESTUDIO DE LA TRANSFORMACIÓN ECOLÓGICA DEL PAISAJE RURAL COLOMBIANO: 1850 - 1990

una sociedad de pequeños capitalistas rurales, capaces de producir los ali-mentos necesarios para la población colombiana, y los productos que ubica-rían al país en el mercado internacional.

En cuanto a la educación agrícola y la investigación se dieron muchos es-fuerzos después de 1870 en el país. En 1874 el estado de Cundinamarca estable-ció la primera escuela agraria; este esfuerzo fue seguido por varios Estados que,después de que apareció el Decreto 636 de 1878, intentaron abrir escuelas deenseñanza agrícola a lo largo y ancho del país. A comienzos del siglo XX hubodiscusiones sobre si la enseñanza agrícola debía depender del Ministerio de Ins-trucción Pública o del Ministerio de Agricultura, el cual fue creado en 1913 porRafael Uribe Uribe. Gabriel Ancízar intentaba ofrecer una salida a este debate en1916, cuando planteaba que lasescuelas de agricultura debían producir tres tiposde trabajadores del campo ... "buenos peones o capataces, buenos administrado-res o mayordomos, y buenos hombres de ciencia o de laboratorio que sirvieranpara formar el cuerpo de profesores agrícolas." Algunos de estos hombres se for-marían en escuelas primarias o de enseñanza media especializada y en escuelasde agronomía a nivel de educación superior, bajo la supervisión del Ministerio deInstrucción Pública; otros se podían formar en escuelasprácticas ubicadas en granjasexperimentales pertenecientes al Ministerio de Agricultura. Yaen 1892 Carrasquillaseñalaba la importancia de estos últimos diciendo que "la educación del campe-sino determinará sus posibilidades de mejorar las condiciones de su existencia,antaño tan miserable."

Por lo general, los distintos esfuerzos por impartir la educación agrícola en elpaís dependieron de instructores extranjeros, quienes usualmente eran contrata-dos para ponerse al frente de las instituciones que se querían establecer. Por otrolado, algunos nacionales estudiaron en Europa y Estados Unidos agronomía oveterinaria, con el objeto de regresar a Colombia y fortalecer la enseñanza agríco-la19• A pesar de todo, las escuelas colombianas de veterinaria, agronomía yestu-dios agrícolas tuvieron poco éxito antes de 1930. Alejandro López en los treintasescribía que además de los escasosrecursos y la falta de profesores adecuados, laprincipal limitación era la falta de demanda social por este tipo de especialistas.Lo que realmente faltaba eran empresarios agrícolas que demandaran los servi-cios de agrónomos y veterinarios20• Por otro lado Bejarano menciona cómo variosdirectores de este tipo de instituciones a comienzos de siglo, atribuían el fracaso ala actitud de los padres de familia, quienes veían el trabajo en el campo como algo

19 BEJARANO. op. cit. 1987, SAFFORD. Op. cit. 1989.

20 LÓPEZ , Alejandro. Problemas colombianos. Segunda edición. Editorial La Carreta. Medellín. 1976.

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JUAN MANUEL GONZÁLEZ

denigrante y no deseable para sushijos. Entérminos generales, entre 1870 y 1930,la educación agrícola en el país ya fuera a nivel elemental, medio, superior opráctico, nunca logró despegar y consolidarse. Varias de las escuelas creadas pordecreto nunca abrieron, otras se cerraron cuando los instructores extranjeros sefueron y otras dejaron de funcionar por falta de recursos.

Algo similar ocurrió con la investigación agrícola. Además de la enseñanzapráctica, las granjas experimentales tenían la responsabilidad de llevar a cabo lainvestigación que permitiera el desarrollo de variedades, mejoramiento de razas,la incorporación de técnicas y prácticas culturales, y la difusión y demostración delos logros. Enel siglo XIX se abrieron algunas granjas en distintas regiones del país,incluyendo la correspondiente al Instituto Nacional de Agricultura. Después de1900 hubo una proliferación de granjas y de centros experimentales, general-mente apoyados por misiones extranjeras que venían al país para montar los pro-gramas de investigación. Lasmás importantes granjas a comienzos de siglo fueron:Armero, Palmira, Rionegro, La Picota, Toluviejo-Bolivar, Iraca-Meta y Tulio Ospinaen Medellín21• Cada centro experimental se especializó en la investigación deunas pocas especies y de su difusión (e.g. café en Tolima y Antioquia, caña deazúcar y algodón en Valle del Cauca, trigo y cereales menores en la Sabana deBogotá, pastos y forrajes en el Meta). A pesar de los múltiples esfuerzos y al igualque lo que aconteció con la enseñanza, la mayoría de estos intentos por promo-ver y establecer la investigación agrícola en el país fueron de corta duración. Estasgranjas estaban en su mayoría adscritas al Ministerio de Agricultura y sufrieron unfuerte revés en 1924 cuando el ministerio desapareció y el tema de la agriculturaquedó a cargo de una dependencia al interior del Ministerio de Industrias.

Después de cerca de sesenta años de intentos por modernizar la agriculturadel país, comenzando por los trabajos de Salvador Camacho Roldán y suscolegas,la situación en 1930 no había cambiado mucho. Seguían dominando haciendassemifeudales que no utilizaban productivamente lastierras, con gran concentraciónde la tierra en pocas manos, y con una expansión de la ganadería extensiva en laregión Caribe y en el Meta22• El final de los años 20 y los años 30 del siglo XX,parecen marcar un hito en la evolución del campo y la agricultura en el país. Pero

21 BEJARANO. Op. cit. 1987. CASTILLO, Alvaro. Desarrollo de la industria de semillas y factores inductores

del cambio tecnológico en la agricultura de Colombia, 1945 - 1993. En: Guerrero, Javier (compliladorl.Cultura y mentalidades en la historia de Colombia: ciencias, profesiones y vida cotidiana. Colección me-morias de historia. Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia. 1995

22 FAJARDO. Op. cit. 1983. LEGRAND. Op. cit. 1988. MACHADO, Abasalón. TORRES, Jorge. El sistemaagroa/imentario: una visión integral de la cuestión agraria en América Latina. Siglo XXI Editores. Bogotá.1986. POSADA CARBÓ. Op. cit. 1998.

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UNA PROXIMACIÓN AL ESTUDIO DE LA TRANSFORMACIÓN ECOLÓGICA DEL PAISAJE RURAL COLOMBIANO: 1850 - 1990

antes de examinar los factores que constituyen este cambio, examinemos lasinterpretaciones que dan los analistas actuales al fracaso del desarrollo agrícola enel país entre 1850 y 1930.

INTERPRETACIONES DEL FRACASO

Ya mencioné que la mayor parte de los analistas de la historia agraria del paísencuentran en el atraso tecnológico la principal causa del incipiente desarrollo dela agricultura en el siglo XIX y el primer tercio del XX. A pesar de los esfuerzosbrevemente comentados en el aparte anterior, el hecho es que la difusión de lasegunda revolución agrícola en el país fue muy limitada y de poco impacto entérminos de extensión y de producción23• A continuación haré un breve resumende las interpretaciones del fracaso en la modernización de la agricultura duranteeste período, buscando identificar algunos de los factores y variables que distintosanalistas han asociado con el poco desarrollo tecnológico de la agricultura.

Varios son los factores que parecen haber contribuido a que no se diera unainnovación tecnológica significativa en la agricultura colombiana durante el perío-do en cuestión: en primera instancia, una concepción del trabajo heredada de losespañoles que veía en el trabajo agrícola algo poco digno, y privilegiaba las huma-nidades, el derecho, la medicina y el servicio público a través de la política. Nohabía entonces una preocupación por trabajar la tierra, aunque sí por poseerla.Paralelo a ésto, la existencia de unas relaciones sociales en el campo muy rígidas,heredadas de la colonia y sin mucho interés por parte de lasélites por transformar-las, que se caracterizaban por un monopolio de tierras y de mano de obra, la cualestaba atada a las haciendas a través de relaciones serviles. La mano de obra porconsiguiente era muy barata y no existía ningún incentivo para adoptar tecnolo-gíasque pudieran hacerla más eficiente o incluso reemplazarla. Dado el privilegioque se le daba a las humanidades, el país atravesó por un desarrollo muy lento delasciencias y de la educación técnica. Según varios analistas, estos conocimientostécnicos y científicos se encontraban rezagados con respecto a lo que estaba suce-diendo en Europa, situación que aparentemente se agravaba por el monopolioacadémico de las órdenes religiosas hasta cerca de finales del siglo XIX.

Desde la misma guerra de independencia el paíssufrió serios problemas fisca-les a lo largo del siglo XIX. Adicionalmente, el país fue escenario de varias guerrasciviles, tanto nacionales como regionales, que minaron lasarcasdel Estadode mane-

23 Aunque ya he planteado que otra forma de ver esto esa través de su impacto en la medida en que marcóla tendencia que seguiría el desarrollo del agro hasta nuestros días.

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JUAN MANUEL GONZÁLEZ

ra significativa. Ésto generaba por lo menos tres problemas para el desarrollo del agro:

la escasa disponibilidad de recursos para la investigación y la educación agrícola; la

inseguridad en el campo y por ende la poca motivación para invertir en su desarrollo;

y la necesidad de gravar la agricultura con el fin de conseguir recursos para el Estado.

Las mismas vicisitudes políticas asociadas a las varias confrontaciones armadas que

hubo, generaron cambios en las políticas que se dirigían al sector agrícola, creando

gran inestabilidad y poca continuidad en las acciones.

La difícil geografía física del país se constituía, según algunos historiadores,

en un obstáculo muy grande para el desarrollo de la agricultura (y de la economía

en general). Asociados con la difícil topografía había por lo menos dos problemas:

los altos costos del transporte que convertían en poco competitivos los productos

de exportación; y la fragmentación regional de los mercados, que tenía como

resultado la inexistencia de un mercado nacional, y la existencia de varios merca-

dos pequeños yautosuficientes, lo cual desestimulaba el intercambio y la búsque-

da de mayor productividad.

Ya mencioné que Alejandro López veía como uno de los obstáculos más serios

la inexistencia de empresarios agrícolas que buscaran nuevos mercados, incorporan-

do innovaciones y aumentando la producción de sus tierras. El conjunto de factores

que acabo de mencionar trajo como consecuencia que el estado de la economía y

de la agricultura colombiana no demandara los conocimientos y las tecnologías aso-

ciadas a la agricultura científica. Parece haber un consenso entre varios de los analistas

en que el crecimiento económico, en lugar de ser un resultado de la innovación

tecnológica y de los conocimientos (como se plantea hoy en día en teorías como la

del capital humano), era más bien un requisito para que ese desarrollo tecnológico se

diera. Todo lo anterior hizo que los esfuerzos de Camacho Roldán, Carrasquilla,

Michelsen Uribe y los demás, tuvieran aparentemente poco éxito y poco impacto en

términos de la modernización de la agricultura colombiana y por ende en la transfor-

mación ecológica del paisaje rural. Sin embargo, se sentaron las bases para el camino

que seguiría el desarrollo del campo (y de la historia "oficial"), a pesar de que no se

consolidara sino en la segunda mitad del siglo XX.

Una cuestión que vale la pena resaltar es que con respecto a "lo otro", es decir

a la historia "no oficial" del mundo rural, es muy poco lo que se dice por parte de los

historiadores del siglo XIX y comienzos del XX, como por parte de los historiadores

actuales. Aparece como un mundo que hay que transformar, tanto a su gente como

a su naturaleza, y que pareciera no tener mayor cosa que aportar. Incluso yo argu-

mentaría que la persistente búsqueda de explicaciones por parte de los historiadores

actuales del fracaso mencionado en este numeral, refuerzan el ocultamiento de ese

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UNA PROXIMACIÓN AL ESTUDIO DE LA TRANSFORMACIÓN ECOLÓGICA DEL PAISAJE RURAL COLOMBIANO: 1850 - 1990

"otro" y fortalecen la imagen deseada que se fue consolidando como la co-lumna vertebral de la historia "oficial".

La segunda mitad de la década de 1920 y los años 30, parecen marcar unnuevo hito en la historia agraria del país, ya través del lente que estoy utilizandoen este análisis, en la transformación ecológica de lasáreas rurales. La situación dela agricultura y del campo colombiano en estos años se caracterizaba aún por lagran concentración de la tierra, el monopolio de la mano de obra lograda a travésdel monopolio de la misma, la predominancia de haciendas poco productivasque estaban para generar rentas a sus propietarios y en general, el bajo impactode los intentos por modernizar la agricultura.

Sin embargo en este mismo período, confluyeron una serie de factores quepermitieron un rompimiento con esatendencia, marcando otro punto de quiebre enel relato que aquí se presenta. La situación de concentración de la propiedad ruralllegó a un punto explosivo en este período, generando el comienzo de unas luchasagrariasentre campesinos y terratenientes por el accesoa la tierra, que colocarían ladiscusión sobre distribución en el primer plano de la agenda política. Éstotuvo comoresultado el primer intento por hacer una reforma agraria a través de la Ley 200 en193624,comenzando asíel desmoronamiento de la hacienda tradicional.

También hubo otra serie de circunstancias que crearon un ambiente propiciopara el desarrollo técnico del campo: la expansión industrial y la urbanización gene-raron una mayor demanda de materias primas y alimentos25; una burguesía indus-trial aún incipiente pero con interés en el progreso económico del país ponía encuestionamiento la organización productiva del campo (incluso favoreciendo la re-forma agraria en losaños 30 con el fin de modernizar la agricultura)26;la crisiseconó-mica mundial de los años 30 cerró las puertas a lasagroexportaciones y dificultó laimportación de otros productos, forzando una industrialización que sustituyera im-portaciones y una reorientación de la producción agrícola nacional; la consolidacióndel café y su notable expansión permitían visualizar un modelo de desarrollo delcampo con pequeños empresarios agrícolas27;yen 1926, a pesar de ya no existir elMinisterio de Agricultura, apareció una ley de fomento para el sector que buscabaimpulsar la modernización a través de la educación y la investigación (se dio porejemplo el primer intento de mejoramiento de semillas en el centro experimental deLa Picota en la Sabanade Bogotá, en este caso del trigo).

24 FAJARDO. Op. cit. 1983. GHILODES, Pierre. "La cuestión agraria en Colombia (1900·- 1946)". En: Nuevahistoria de Colombia. Editorial Planeta. Bogotá. 1989. LEGRAND. Op. cit. 1988.

25 BEJARANO. Op. cit. 1987.

26 MACHADO. Op. cit. 1986.27 FAJARDO. Op. cit. 1983.

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JUAN MANUEL GONZÁLEZ

La modernización del campo despuésde 1930

UN PRIMER PERíODO: 1930 - 1950

, I, I

Después de 1930 hubo un desarrollo institucional bastante significativo alrededordel sector agropecuario. La Ley 132 de 1932 responsabilizó directamente al Esta-do colombiano el desarrollo y fomento de la investigación agropecuaria, siguien-do el modelo alemán yen contraste con el modelo de los Estados Unidos, que leatribuía esa función a las universidades. Con base en esta norma se crearon du-rante los años 30 y 40 muchas granjas y centros experimentales en Antioquia,Valle, Caldas, Tolima, Bolivar, Boyacá, Nariño, Casanare, Meta, Cesar,Magdalena,e incluso en San Andrés y Providencia. Cada centro se especializó en la investiga-ción y el mejoramiento de unas pocas especies. Varios de estos centros comenza-ron durante la década de los 40 campañas de multiplicación de variedadesmejoradas, con el fin de distribuirlas entre los agricultores de la región. Se lograronavances significativos en el mejoramiento de caña de azúcar, algodón, trigo, taba-co, banano y en la selección yel mejoramiento de ganado vacuno (romo-sinuanoy blanco oreji-negro)28. Igualmente, la Federación de Cafeteros organizó granjasespecializadas en Cundinamarca, Antioquia, Caldas y Norte de Santander. El Mi-nisterio de Agricultura en esasdos décadas se encargó directamente de la distribu-ción de las semillas. También importó directamente fertilizantes, abonos, insecti-cidas, maquinaria y semillas no producidas en el país, que distribuyó con subsi-dios e incluso a precio de costo entre agricultores29.

Algo que parece no haberse investigado es el impacto que tuvieron y quesiguen teniendo estasactividades de los centros experimentales. Estudios de casose podrían organizar alrededor de algunos productos salidos de estas investigacio-nes (por ejemplo trigo en la Sabanade Bogotá, papa en Nariño, caña de azúcar enel Valle, arroz en Tolima o algodón en el Cesar). Se podría estudiar qué difusióntuvieron, cómo fue su adopción, y qué productos reemplazaron estas nuevas es-pecies mejoradas. Como veremos más adelante, la utilización de estas semillasestaba amarrada a la obtención de créditos y de servicios de asistencia técnica y

28 Se menciona en la literatura que hubo estos avances significativos. pero no he visto cifras ni casos concre-tos que permitan evaluar de manera precisa estos avances.

29 BEJARANO. op. cito 1987.

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UNA PROXIMACIÓN AL ESTUOIO DE LA TRANSFORMACIÓN ECOLÓGICA DEL PAISAJE RURAL COLOMBIANO: 1850 - 1990

extensión, los cuales deben estar documentados en los respectivos centros y en laCaja Agraria. Estetrabajo documental se podría combinar con investigación direc-ta en algunas fincas, con el fin de reconstruir su historia productiva.

Paralelo a la investigación ya la distribución de insumos, también hubo unauge en la educación agrícola. Tal vez lo más importante fue la apertura en losaños 40 de la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional en Bogotá; laSAC tuvo mucha injerencia en la creación de esta facultad, ya que venía reco-mendando su creación desde 19433°. Al parecer los agricultores ya comenzaban agenerar una demanda por ese tipo de servicios, cambiando la situación con res-pecto a lo que había ocurrido en el siglo XIX.

Enadición a lo anterior en 1931 se creó el Consejo Nacional de Agricultura.Estecuerpo asesordel gobierno supervisaría el desarrollo de lasáreas de investiga-ción, educación, difusión tecnológica, adquisición de maquinaria, equipos einsumos, y la construcción de estadísticas agrícolas. En ese mismo año se estable-ció la Caja Agraria como entidad encargada de la financiación de las actividadesque se desarrollarían en el campo. En 1944 el gobierno creó el Instituto Nacionalde Abastecimientos, que representaba el origen de la intervención directa delEstadoen la regulación y el mercadeo de productos básicos, como una estrategiapara combatir los ciclos de desabastecimiento y excedentes. Este instituto poste-riormente sería reemplazado en 1968 por el IDEMA. En 1940 el presidente San-tos lanzó un ambicioso programa de fomento de la agricultura, cubriendo todaslas áreas que hasta el momento he reseñado en un paquete coherente y de apli-cación sistemática, pero por diversos problemas que no son del caso precisaraquí, el plan de Santos no logró implementarse. En 1945 se promulgó otro planquinquenal de fomento para el sector, articulando nuevamente las múltiples di-mensiones de la promoción ya mencionadas; este plan tampoco se ejecutó. Losignificativo es que comenzaron a desplegar intentos concretos y de gran enverga-dura, hacia la construcción de una agricultura de acuerdo con la imagen deseadaque habían planteado en el siglo XIX Camacho Roldán y sus colegas.

Otro tema que comenzó a recibir mucha atención durante este período fueel de la distribución de tierra, a raíz de las luchas agrarias que comenzaron duran-te los años 20. En 1936 bajo la administración de López Pumarejo, se trabajó porprimera vez una política de reforma agraria, la cual quedó incluida en la Ley 200de ese año. No viene al caso analizar en este momento los impactos distributivosque tuvo dicha política, pero hay dos elementos importantes de esta norma que

30 BEJARANO. Op. cit. 1987.

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JUAN MANUEL GONZÁLEZ

quisiera simplemente dejar sobre el tapete: por un lado, comenzó el debate sobreredistribución, el cual reapareció sucesivamente en 1960, 1980, finales del sigloXX y comienzos del XXI (más recientemente en el marco de los diálogos de pazentre el Gobierno y la insurgencia), como una condición necesaria para el desa-rrollo del campo; y por otro lado, se consolidó la noción de la función económicade la tierra, bajo la cual se estableció el requerimiento de utilizar el suelo deacuerdo con preceptos establecidos por la imagen a la que he hecho alusión a lolargo de este texto - que en caso contrario se declararía sujeto a expropiación.

Paracomienzos de 1950, el país presentaba una compleja trama institucionaltan inestable y complicada para promocionar y administrar el sector agropecuario,que pareciera haberse convertido más en un obstáculo que en un facilitador3

'. Lasmúltiples reformas institucionales que se han llevado a cabo desde entonces hastahoy, dan la impresión de que no se ha encontrado la organización administrativa,normativa e institucional adecuada para el desarrollo del sector.

1950: OTRO HITO EN EL DESARROLLO DEL CAMPO Y EN LA

TRANSFORMACIÓN DEL PAISAJERURAL COLOMBIANO

El período entre 1900 y 1950 estuvo caracterizado por unos cambios muy drásti-cos en la política comercial del país en lo que se refiere a los productos agrícolas.Hubo cambios sucesivos entre políticas de libre cambio y de protección, quereflejaban posiciones divergentes en el debate entre autosuficiencia, seguridadalimentaria y sustitución de importaciones, por un lado, versus el control de lainflación y el manejo de los salarios urbanos para fomentar la industrialización,por el otro. Estedebate a su vez, estuvo afectado por las oscilaciones que ocasio-naban los períodos de desabastecimiento y de excedentes, los cuales finalmenteforzaban la toma de decisiones respecto a importaciones o fomento. Engran me-dida este contexto hizo que muchos de los esfuerzos reseñados en el punto ante-rior durante lasdécadas de los 30 y 40 tuvieran un menor impacto al deseado. Sinembargo, como lo mencionan Bejarano, Jaramillo, Fajardo y Machado entre otros,el período al que acabo de referirme en el aparte anterior, sentó las bases para lamodernización del paisaje rural colombiano. Pero fue a partir de 1950 que estatransformación comenzó a propagarse de manera importante.

A finales de 1940 llegó al país una misión de la Fundación Rockefeller, conla cual el Ministerio de Agricultura suscribió un convenio de colaboración para la

31 MACHADO.Op. cit. 1986.

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UNA PROXIMACIÓN AL ESTUOIO OE LA TRANSFORMACIÓN ECOLÓGICA OEL PAISAJE RURAL COLOMBIANO: 1850 - 1990

investigación agrícola. Estaasociación, según varios analistas mencionados, marcóun hito en el desarrollo de la investigación y la promoción de la agricultura moder-na. En 1950 como resultado de este convenio, se estableció la Oficina de Investi-gaciones Especiales en el Ministerio de Agricultura. Dicha Oficina trabajó en elmejoramiento del maíz, trigo, papa, algunas hortalizas, caña de azúcar y algunasplantas forrajeras. Los proyectos de investigación estuvieron a cargo de investiga-dores de la fundación, quienes buscaban replicar los modelos productivos de losEstadosUnidos. Esteconvenio fue posible gracias a los esfuerzos de Virgilio Barco,el entonces ministro de agricultura. Barco quería montar un centro de investiga-ciones parecido al C1MMYT en México, donde unos años antes la FundaciónRockefeller había sido partícipe de los primeros pasos de la Revolución Verde, unmodelo de desarrollo agrícola basado en el mejoramiento de semillas y en el usode insumas agroquímicos para el logro de aumentos en la productividad por uni-dad de área. En 1955 desapareció la Oficina de Investigaciones Especiales paraconvertirse en la división de Investigación Agropecuaria. Varios de los funciona-rios de esta división fueron formados y entrenados en Estados Unidos, en diferen-tes áreas de las ciencias agrícolas. Muchos de los trabajos de investigación sepublicaron como documentos de la división, pero con mucha frecuencia apare-cieron en Agricultura tropical, revista de la Sociedad de Ingenieros Agrónomos32•

Finalmente en 1962 secreó el Instituto Colombiano Agropecuario (lCA), comouna entidad descentralizada y autónoma, el cual reemplazó al DIA. Con el estable-cimiento dellCA, se consolidó finalmente el esfuerzo por construir un esquema deinvestigaciones agropecuarias en la línea de lo que había intentado hacer Juan deDios Carrasquilla en 1880, con la creación del Instituto Nacional Agropecuario. ElICAfue hastala década de 1990 la columna vertebral de la investigación agropecuariaestatal en el país, con varios centros experimentales, granjas demostrativas y líneasde investigación. EIICA fue el apoyo tecnológico para el desarrollo de cultivos co-merciales de envergadura, pero también lo fue para el desarrollo de la agriculturacampesina a través del Programa de Desarrollo Rural Integrado (DRI). El institutoheredó varios de los centros experimentales creados entre 1920 y 1950, lo quepermitiría una continuidad en losestudios de caso que mencioné en el aparte ante-rior, facilitando un seguimiento a la investigación y difusión de variedades mejoradas,prácticas culturales, y su impacto regional.

32 Esta revista es otra fuente importante de información para la construcción de esta historia "oficial", ya

que contiene varias muestras de los esfuerzos que se realizaron entre los años 40 y 70 por modernizar la

agricultura colombiana, tanto por parte del Estado como por iniciativas privadas.

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JUAN MANUEL GONZÁLEZ

La producción nacional de semillas comenzó en forma en 1940 y se organi-zó en 1953 cuando se le asignó la responsabilidad de la producción y distribuciónde la totalidad de las semillas mejoradas, a los centros experimentales del Estadoya la Caja Agraria. Entre 1953 y 1958 la Caja Agraria abrió plantas de semillas enPalmira, Mosquera, Pasto,Tunja, Medellín, La Caro, Tocaima y Cereté; la funciónde producción y distribución la mantuvo la Caja Agraria hasta 1991, cuando laadministración Gaviria retiró de ella todas las funciones que no tuvieran que verdirectamente con el sector financiero, cerrando Cresemillas33•

Durante los años 50 también se dieron las primeras incursiones privadas enel mejoramiento y la distribución de semillas; Purina, por ejemplo, ofreció duran-te un tiempo a los agricultores semillas de sorgo, asistencia técnica y garantía decompra; Bavaria hizo algo similar con la cebada, abriendo centros experimentalesen Nariño, Cundinamarca y Boyacá y financiando investigaciones en el ICA; laFederación de Cafeteros contó para entonces con una importante infraestructuraen investigación y una significativa cobertura en asistencia; Fedearroz comenzó aejercer un papel importante en la promoción de variedades mejoradas; y algosimilar comenzó a organizarse en torno a la papa, el trigo y la ganadería vacuna,entre otros34•

Un aspecto central para el argumento que sostengo en este documento,tiene que ver con la forma en que varios elementos de la promoción de la agricul-tura moderna comenzaron a "amarrarse". La Caja Agraria, desde la década de los40, colocó en un solo paquete el crédito, la asistencia técnica y el uso de semillamejorada, de manera que los agricultores no podían acceder al crédito sin tomarlos otros componentes. Ésto fue lo que eventualmente se denominó el paquetetecnológico de la Revolución Verde, que se vio reforzado en los años 60 a travésdel Fondo Financiero Agrario, el cual tenía como algunos de los requisitos para laobtención de préstamos la contratación de asistencia técnica y la utilización desemilla certificada. Estapráctica fue seguida a partir de 1973 por el Fondo Finan-ciero Agropecuario. Como corolario interesante de lo anterior está el hecho de queno eran muchas lasespeciesy variedades que contaban con certificación dellCA en

33 ARANGO, Mariano. Economía campesina y políticas agrarías en Colombia: una evaluación del DRI. Medellín.1987. CASTILLO. Op. cit. 1995.

34 Los gremios son otra fuente importante de información en la construcción de esta historia "oficial". porel papel fundamental que han tenido en la promoción y difusión de la agricultura moderna en distintas

regiones del país. Habría que estudiar los registros y hacer un seguimiento parecido al que he sugerido

con relación a los centros experimentales de investigación. Por ejemplo, las asociaciones ganaderascuentan con la información sobre varias generaciones de ganado, sus propíetarios y las fincas donde se

han levantado.

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UNA PROXIMACIÓN AL ESTUDIO DE LA TRANSFORMACIÓN ECOLÓGICA DEL PAISAJE RURAL COLOMBIANO: 1850 - 1990

los años 60 y 70, lo cual implica que no era muy amplia la gama de cultivos sobreloscuales se otorgaban créditos y paquetes tecnológicos. Así pues, éste se convier-te en un mecanismo central en el despliegue del discurso modernizador de laagricultura, que intentaron impulsar Salvador Camacho Roldán y suscolaborado-res el siglo pasad035•

Otra forma de "amarre" tiene que ver con la participación de la empresaprivada en el asunto. Ya mencioné que Purina y Bavaria entre otros, asumieron unpapel similar al del Estado, ofreciendo a productores asistencia técnica, semillas,insumas, maquinaria e incluso en algunas ocasiones, créditos. Los gremios juga-ron también un papel importante en la difusión de este modelo agrícola.Adicionalmente, durante el gobierno de Mariano Ospina apareció una políticainnovadora de contratos directos entre el gobierno y el sector privad036; los acuer-dos buscaban garantizar la compra de la producción yel involucramiento de lasempresas privadas en el fomento, por un lado, y la clasificación y estandarizaciónde materias primas y productos agrícolas en general con altos niveles de calidad,por el otro. Esteesquema de contratación directa se ha hecho en algunas ocasio-nes sin la intermediación del Estado; las industrias han concertado directamentecon agricultores, como el caso en años recientes de papas Margarita con el creci-miento de la industria de comidas rápidas.

Finalmente, lasempresas productoras de insumas como la Hoescht o la Bayer,por mencionar un par, han tenido estrategiasde mercadeo en ocasiones bastanteagresivas, en lasque sedespliegan sobre distintas regiones de agricultura campesina,organizando jornadas de difusión con fiestas, demostraciones y regalos (camisetas,llaveros, gorros, etc.), de manera muy similar al acercamiento de la clase política a lascomunidades cuando se estáhaciendo proselitismo. Estoseventos tienen un impac-to significativo por dos razones: primero, los pequeños productores responden a lasrecomendaciones parcialmente, utilizando durante algún tiempo los insumas, aun-que la mayoría de lasveces obrando fuera de la manera sugerida, por costos o porfalta de una asistencia y un seguimiento; y segundo, a esos eventos se ha invitadotambién a extensionistas de la Caja Agraria, funcionarios del DRI y de las UMATA(Unidades Municipales de Asistencia Técnica Agropecuaria), ejerciendo así influen-cia sobre las recomendaciones que ellos luego van a dar en su trabajo diario.

35 La reducida gama de cultivos con posibilidades del paquete tecnológico y el carácter de monocultivo de

los cultivos promocionados, implican necesariamente una reducción en la biodiversidad agrícola que

necesita ser estudiada como parte de la transformación de "lo otro" con el paso modernizador de la

agricultura.36 MACHADO. Op. cit. 1986.

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JUAN MANUEL GONZÁLEZ

En 1961 se creó ell ncora, entidad a la cual se le encargaron los procesos dereforma agraria y de titulación de tierras. Ellncora tuvo un impacto significativo enalgunas regiones del país en la difusión del modelo agrícola que he venidodescribiendo (a pesar de no tener casi impacto en términos de redistribución,como lo han anotado muchos analistas), por lo menos por dos razones: primero,en la ejecución de los procesos de redistribución al interior de la frontera agrícola,nuevamente amarró la concesión de créditos para la adquisición de los predios ala asistencia técnica y al resto del paquete con la Caja Agraria. Éstotambién incluyóel requisito de poner a producir la totalidad de la extensión de los predios deacuerdo con las recomendaciones de los extensionistas, con la consecuenteeliminación de la cobertura vegetal "no productiva". Adicionalmente, los pequeñosproductores se vieron muchas veces en la necesidad de intensificar la producciónen sus fincas y parcelas, con el fin de maximizar la entrada de ingresos para poderpagar los créditos. Productores en Nariño, Cauca y Boyacá, manifiestan claramenteque ellos ven un rompimiento en los esquemas de producción antes y después dela llegada dellncora a suszonas37• Los sistemas de producción, la organización delas fincas, y el paisaje rural en estas áreas parecen haber cambiadosignificativamente, pasando de policultivos y agricultura tradicional a monocultivos,utilización de paquetes tecnológicos y pérdida de cobertura arbórea con el fin demaximizar el aprovechamiento económico de las tierras.

Segundo, ellncora ha distribuido tierras en su mayor parte por fuera de lafrontera agrícola, a través de esquemas de colonización dirigida o respondiendoa procesos de colonización espontánea38. En estaszonas el instituto reprodujo elesquema mencionado en el párrafo anterior, amarrando la concesión de crédi-tos al paquete tecnológico descrito. Incluso, algunos de esos procesos de coloni-zación estuvieron acompañados de "experimentos productivos", la mayoríafallidos, que tuvieron como resultado una transformación ecológica del paisajebastante significativa39•

37 Esta observación surge de entrevistas desarrolladas con productores en estos departamentos a través detrabajo de campo durante los últimos cinco años.

38 ARANGO. op. cit.1985. DEJANVRY. Alain. The agrarian question and reformism in Latin America. The

Johns. Hopkins University Press. Baltimore. 1981.

39 En el Cauca, ellncora y la Caja Agraria en los años 70 experimentaron con la producción de lana, montan-do una finca muy grande de ovejas en el Páramo de las Papas en el Macizo Colombiano, por encima de los

3000 metros sobre el nivel del mar. Se sustituyó la vegetación de páramo por unos pastos, pero finalmen-te ni los animales ni los productores se adaptaron a las condiciones de la zona. La finca se encuentra

abandonada hace muchos años, pero el impacto aún es claramente visible. Experimentos de este tipo hay

en varias zonas del país.

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UNA PROXIMACIÓN AL ESTUDIO DE LA TRANSFORMACIÓN ECOLÓGICA DEL PAISAJE RURAL COLOMBIANO: 18S0 - 1990

En 1949 llegó a Colombia el Banco Internacional de Reconstrucción y Fo-mento (BIRF,ahora Banco Mundial) con la primera misión para un país del tercermundo. Eldirector de esa misión fue Lauchlin Currie, quien llegó a ser muy influ-yente en el pensamiento económico y en el trazado de políticas en Colombiadesde entonces. Estamisión hizo un diagnóstico de la agricultura colombiana quese puede resumir de la siguiente manera:40 el sector se caracterizaba por una bajaproducción, lo cual era el resultado del incipiente desarrollo capitalista en el cam-po; las familias campesinas tenían muy bajos niveles de vida, escasaparticipaciónen el mercado y su producción se caracterizaba por un uso excesivo de mano deobra, con una mecanización insignificante y muy baja utilización de abonos yfertilizantes, todo lo que se traducía en bajos niveles de productividad. La conclu-sión a la que llegó la Misión Currie, fue que el problema agrario de Colombiaradicaba en una mala utilización de la tierra; es decir, el enfoque que se utilizópara abordar el problema del campo colombiano (susbajos niveles de productivi-dad y la insuficiente producción), fue el del tipo de uso que se le daba al suelo.

Estavisión de la misión del BIRF,así como las recomendaciones que plan-teó, fueron muy influyentes en el Ministerio de Agricultura y en la misma SACoMachado cita al ministro de agricultura a finales de 1950, quien planteaba que elproblema agrario en el país era precisamente el gran déficit en la producción,asociado con altos costos, lo cual era causado fundamentalmente por la baja pro-ductividad del trabajador rural, el empleo de técnicas rudimentarias, el uso in-apropiado de la tierra, la insuficiente vinculación de capitales al campo, y lainestabilidad en los planes y programas del Estado. El objetivo fundamental de lapolítica agraria a partir de los años 50 ha sido la modernización e integracióneconómica de la agricultura.

Estavisión del campo colombiano fue fortalecida desde un punto de vistateórico con los aportes a la discusión del desarrollo económico de Arthur Lewis,quien acuñó la metáfora de economías duales para describir los problemas delsubdesarrollo de los paísesdel tercer mund041. Según Lewis, la característica fun-damental de estaseconomías era la existencia simultánea de dos tipos de sectoreseconómicos: uno moderno, industrial, urbano e intensivo en el uso de capital, yotro tradicional, agropecuario y rural, intensivo en mano de obra. El problemamás serio de la agricultura era el exceso de mano de obra, lo cual hacía que laproductividad fuera en algunos caso nula. El proceso de desarrollo económicoinvolucraba el traslado de la mano de obra excedente a lasciudades, la inyección

40 MACHADO. Op. cit. 1986.

41 LEWIS, Arthur. 1964. Teoría del desarrollo económico. Fondo de Cultura Económica. México. 1964.

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,;'

de capital al campo, y una eventual igualación en los niveles de productividad yde salarios entre agricultura e industria. Esta imagen de economías duales tuvomucho impacto en los análisis sobre agricultura y desarrollo en América Latina yen Colombia durante 1960 y 1970, así como en las recomendaciones de política.

En 1957 se creó el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (lGAC). Una de lasfunciones centrales asignadas a este nuevo Instituto desde el comienzo de susactividades fue el de la clasificación de tierras, con el objetivo de corregir el pro-blema de uso inadecuado de los suelos del país42• El IGAC adoptó el sistema declasificación de suelos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos;este sistema divide los suelos de acuerdo con su capacidad para sostener activida-des agropecuarias comerciales, determinando así su vocación. Clasifica los suelosen ocho categorías, pasando de tierras aptas para agricultura, luego ganadería yfinalmente - por pendiente, presencia de rocas y otras características - bosques(Ministerio de Medio Ambiente 1998). ElMinisterio del Medio Ambiente a travésdel Plan Verde, formulado en 1998, ha planteado que dicha clasificación de lossuelos ha discriminado contra sistemas de producción que involucren sistemasforestales, ya que la imagen del campo que sale de la clasificación coloca a losbosques únicamente en laszonas donde no puede haber agricultura ni ganadería.El documento menciona que esta forma de clasificar los usos y la vocación delsuelo, ha podido contribuir en alguna medida a la deforestación que ha ocurridoen el país. Estadiscusión sobre sistemasde clasificación de suelos es muy recienteen el mundo y en el país. Lo interesante para efectos del argumento que presentoen este documento es que el sistema adoptado por el ICAC a partir de los años60, se ha basado en una imagen deseada del campo muy particular, que respondede manera científica y técnica a las inquietudes planteadas por la Misión Curriesobre el problema de la agricultura, que busca corregir la coexistencia de un sec-tor moderno con otro atrasado en laseconomías de Arthur Lewis y que incorporalos elementos de una agricultura moderna imaginada desde el siglo XIX por Salva-dor Camacho Roldán y sus colegas. La vocación de nuestros suelos fue definida apartir de esa imagen, y sigue siendo válida para efectos de los ejercicios en orde-namiento territorial que se están realizando desde 1998.

Vemos entonces que durante 1950 y 1960 se conjugaron una serie de facto-resque aparentemente lograban, finalmente, comenzar a desplegar sobre el paisajerural colombiano una fuerza modernizadora que sacaría a la agricultura del atrasocaracterístico desde la colonia. Dentro de esta historia "oficial", lo que yo he deno-

42 MACHADO.Op. (it. 1986.

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UNA PROXIMAC¡ÓN AL ESTUOIO DE LA TRANSFORMACIÓN ECOLÓGICA DEL PAISAJE RURAL COLOMBIANO: 1850 - 1990

minado por ahora "lo otro" estuvo completamente marginado del panorama. Si semencionaba la población rural de pequeños productores (sin diferenciar el tipo depoblación al interior de "lo otro"), se hacía de manera negativa, como algo cuyaúnica característica era la de necesitar cambiar. Esta imagen era reforzada por losanálisis teóricos de la agricultura tanto marxista como ortodoxa. De acuerdo conambas posiciones la población campesina debía desaparecer ante el pasomodernizador del capitalismo. Marx y susseguidores lo veían como un mal necesa-ri043, mientras que la visión ortodoxa de la economía agrícola veía la transformacióndel campesino atrasado en agricultor empresario y moderno, como el resultadonatural del modelo de difusión tecnológica44• Talvez por esta razón muy poca aten-ción se le prestó antes de los años 60 a lascaracterísticas internas de la organizaciónproductiva y social de ese "otro" en América Latina y en Colombia.

Sin embargo, durante las décadas del 60 y 70 comenzó a hacerse evidenteque la desaparición "natural" del campesinado en América Latina y en nuestropaís no estaba ocurriendo. Es más, se comprobó que la agricultura campesinacontribuía con más del 50% de la producción de alimentos en la región y que esepapel no iba a cambiar en el futuro cercano. Adicionalmente, el Banco Mundial acomienzos de los años 70, "descubrió" que la población rural constituía el gruesode la población pobre en los países del tercer mundo. La recomendación delBanco Mundial fue que se le prestara particular atención a la naturaleza de lapobreza entre pequeños productores rurales, con el fin de aliviar la situación enestos paísesy de estimular el crecimiento económico. Según Robert McNamara45

,

el entonces presidente del Banco, la causa de la pobreza rural se encontraba enlos muy bajos niveles de productividad de los agricultores campesinos. Y paraabordar esa situación diseñó una estrategia que denominó de desarrollo rural. Ycon el desarrollo rural se volvieron "visibles" los campesinos, que como los demásde "lo otro", habían sido invisibles hasta ese moment046

43 DUGETI, Michael. 1975. "Marx on Peasants". Journal of Peasant Studies. Volume 2, number 2. p. 159-

182. 1975. HARRISS. John. "Generallntroduction". En: Harriss, John (editor). Rural development: theories

of peasant economy and agrarian change. Huttchinson University Library. Londres.1982. MACHADO y

TORRES .Op. cit.198644 HAYAMI, Yujiro. RUTIAN, Vernon. Agricultural deve/opment: an international perspective. The Johns

Hopkins University Press. Baltimore. 1985. MACHADO Y TORRES. Op. cit. 1986. STAATZ, John . EICHER,Carl . "Agricultural development ideas in historical perspective." En: Agricultura! deve/opment in the Third

World. The Johns Hopkins University Press. Baltimore. 1984.45 MCNAMARA, Robert. "To the Board of Governors". Discurso pronunciado en Nairobi, Kenya en septiem-

bre 24 de 1973. En Banco Mundial. The McNamara Years at the World Bank. The Johns Hopkins University

Press. Baltimore. 1981.46 ESCOBAR, Arturo. Encountering Development: the making and unmaking of the Third World. Princeton

University Press. New Jersey. 1995.

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Paisaje Sabanero. Archivo fotográfico Caminantes del Retorno.

UNA PROXIMACIÓN AL ESTUDIO DE LA TRANSFORMACIÓN ECOLÓGICA DEL PAISAJE RURAL COLOMBIANO: 1850 - 1990

El desarrollo rural y la visibilización delo campesino

Con este nuevo enfoque en la lucha contra la pobreza, apareció una nuevalínea de investigación y un nuevo objeto de intervención: lo campesino. Lo cam-pesino se convirtió en objeto de estudio de varias disciplinas durante los años1960 y 1970; los más significativos aportes aparecieron en historia, antropología,geografía, sociología rural y economía. Las distintas aproximaciones (entre disci-plinas y al interior de ellas) presentaron definiciones diferentes de lo campesino(por ejemplo definiciones culturales, históricas o económicas) e intentaron consti-tuir suspropias tipologías. Sin embargo, todos compartían dificultades en localizaral campesinado, tanto histórica como teóricamente y una gran dificultad paraexplicar la diversidad y riqueza que constituía el paisaje rural. Aquí haré un breveresumen de las principales discusiones que se dieron en la literatura de estudioscampesinos, haciendo especial referencia a los debates que se dieron en AméricaLatina y en Colombia. El objetivo de este numeral es describir como por primeravez "lo otro" (o parte de él) fue objeto de análisis y de intervención directa eidentificar qué imagen de lo campesino (como una posible aproximación de ese"otro", obviamente sin cubrirlo totalmente) sirvió de soporte del desarrollo rural apartir de la década de 197047•

Uno de los debates centrales en la literatura ha girado en torno al papel dela agricultura campesina en el desarrollo capitalista48• Este punto en particularha generado una de las más importantes discusiones en el área de estudios

47 El desarrollo rural como área de investigación y de política, diferente al desarrollo agrícola, aparece con el

lanzamiento por parte del Banco Mundial del Programa de Desarrollo Rural Integrado (DRI). El primero hafuncionado más como una política poblacional, el segundo como una política sectorial. DE JANVRY. Op.cit. 1981. LACROIX . Op. cit. 1985.

48 BRASS, Tom. "Moral economists, subalterns, new social movements, and the (re)emergence of a (post)

modernised (middle) peasant." En : Journal of Peasant Studies. Volumen 18, no. 2. Enero. p. 173 - 205.

1991. DAVIDSON, Alistair. "Gramsci, peasantry and the popular culture." Journal of Peasant Studies. Volu-men 11, no. 4. p. 139 - 154. 1984. DUGGETI. Op. Cit. 1975. DE JANVRY. Op. Cit. 1981. ENNEW, Judith.

HIRST,Paul. y TRIBE, Keith. Peasantry as an economic category. En : Journal of Peasant Studies. Volumen 4,

no. 4. Julio. p. 295 - 322. 1977. HARRISON, Mark. The peasant mode of production in the work of A. V.

Chayanov. En: Journa/of Peasant Studies. Volumen 4, no. 4. p. 323 - 336. 1977. HOBSBAUM, Eric. Peasants

and politics. En :Journal of Peasant Studies. Volumen 1, no. 1. p. 3 - 22. 1973. JARAMILLO, Jaime Eduardo.Estado, sociedad y campesinos. Tercer Mundo Editores. Bogotá. 1988. SCOn. James. Everyday forms ofpeasant resistance. En : Journal of Peasant Studies. Volumen 13, no. 2. Enero. p. 5 - 35. 1985. SHANIN,

Teodor. The nature and logic of peasant economy: a generalization. En: Journal of Peasant Studies. Volumen1, no. 2. Enero .. p 186 - 206. 1973.

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campesinos y agrarios y ha determinado lasdiferencias más significativas entre lasvarias perspectivas. Por ejemplo: si la agricultura campesina se articula al capitalis-mo o si permanece subordinada a él; si la agricultura campesina va a persistir(recomposición) o si va a desaparecer (ya sea por descomposición ascendente odescendente); si la persistencia del campesinado se va a dar por factores externos(su funcionalidad a la acumulación capitalista) o por factores internos (una natura-leza inherente a resistir la penetración de las relaciones de mercado); si los cam-pesinos son agentes económicos racionales (i.e. que desean acumular pero no lopueden hacer por alguna razón) o si tienen una racionalidad propia que es dife-rente; si existe un modo de producción campesino (siguiendo la definición deMarx) o si la existencia de una agricultura campesina representa una fase transito-ria en la historia; si la marginalización de los campesinos se debe a falta de moder-nización o si es causada precisamente por esa modernización; y finalmente, si elcampesinado se puede convertir en un agente histórico de cambio (i.e. ser unactor revolucionario como el caso de Cuba parecía indicar) o si es inherentementeconservador y que busca la adaptación y el reacomodamiento (i.e. más inclinadohacia estrategias de resistencia).

EnAmérica Latina algunos de los investigadores de la agricultura campesinasiguieron el enfoque marxista - leninista, que enfatizaba la inevitable desapari-ción del campesinado por procesos de diferenciación, causados por la introduc-ción de relaciones capitalistas al campo. Otros siguieron el pensamiento deChayanov, quien hablaba de una racionalidad campesina y una forma particularde producción familiar. Y varios estudios fueron el resultado de una síntesis (parti-cular al pensamiento latinoamericano) Lenín - Chayanov, que producía una re-presentación de una economía campesina como algo particular, con varias de lascaracterísticas que había descrito Chayanov de la finca familiar, combinada conun interés por transformar esa forma de producción en una empresa capitalista yprogresiva. Con base en lo anterior, se tiene que lasdiscusiones en América Latinaen los años sesenta y setenta giraban, por un lado, en torno a si debería desapare-cer (descampesinistas) o si se debería mantener (campesinistas); este debate sedebía en gran medida también al papel que comenzaba a jugar el Estado en elmantenimiento y la consolidación de la agricultura campesina, a través de progra-masde desarrollo rural integrado. Porotro lado, muchos debates se dieron alrede-dor de las posibilidades y los obstáculos del desarrollo campesin049.

49 FIGUEROA,Adolfo. Desarrollo agrícola en la América Latina. En: SUNKEL,Osvaldo. (compilador). E/desarrollodesde dentro: un enfoque neoestructura/ista para América Latina. Trímestre Económico - Fondo de CulturaEconómíca. México. 1991. GÓMEZ, Piedad. Economía campesina y descomposíción del campesinado. En:FAJARDO,Darío (editor). Campesinado y capitalismo en Colombia. CINEP.Bogotá. 1981. GORDILLO,Gustavo.

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UNA PROXIMACIÓN AL ESTUDIO OE LA TRANSFORMACIÓN ECOLÓGICA OEL PAISAJE RURAL COLOMBIANO: 1850 - 1990

Esimportante resaltar aquí que a pesar de la aparente riqueza de las dis-cusiones y la multiplicidad de posiciones que se presentaron alrededor de locampesino en estos años, se definió siempre a partir de lo que no era: no eraun empresario capitalista, no era un productor que acumulara, no era un agri-cultor eficiente, productivo y moderno, y los debates giraban en torno a sidebía serlo o no, ya si podía llegar a serlo o noSo. Se hizo visible el campesina-do (en este caso como parte de "lo otro" de acuerdo con la línea de argumen-tación que he seguido en este documento), en términos de convertirse en objetode estudio y de intervencións1• Sin embargo, nunca presentó un valor en símismo por sus características intrínsecas, sino siempre como algo que deberíadesaparecer del todo, o persistir pero modificado. Estasegunda línea fue la quesiguió el enfoque de desarrollo rural.

EL PROGRAMA DE DESARROLLO RURAL INTEGRADO - DRI

Como ya mencioné arriba, el Banco Mundial lanzó el Desarrollo Rural Inte-grado en 1973, como la estrategia central para modernizar la agricultura cam-pesina y así erradicar la pobreza rural. Esta estrategia fue adoptada por Co-lombia en 1976 en el plan de desarrollo "Para Cerrar la Brecha" durante laadministración de López Michelsen. Para el caso colombiano aparece comoun cambio fundamental en la orientación de la política agraria dirigida a pe-queños productores, desmontando el enfoque de reforma agraria de los añossesenta y enfocándose a garantizar las condiciones que incrementaran la pro-ductividad campesina. Esdecir, a través del DRI el problema fundamental delcampesinado en Colombia dejó de ser el acceso a la tierra y pasó a ser suacceso al progreso técnicos2•

No voy a describir en detalle lascaracterísticas y el despliegue del programaDRI en Colombia. Mi intención es describir cómo este programa, en el contexto

Seistemas nodales para un nuevo desarrollo rural. En: Bustamante, Jorge (compilador). Seminario internacionalde economía campesina y pobreza rural. Fondo DRI- Ministerio de Agricultura. Bogotá. 1987. JARAMILLO.

Jaime Eduardo. Estado. sociedad y campesinos. Tercer Mundo Editores. Bogotá. 1988. LLAMBí, Luis. La

economía política del campesinado: apuntes para una nueva agenda teórica yde investigación. En: Estudiosrurales latinoamericanos. Volumen 13, no. 3. p. 209 - 241. 1990. MACHADO Y TORRES. Op. cit. 1986.ORTEGA, Emiliano. La opción campesina en las estrategias agrícolas. En: Pensamiento Iberoamericano.Volumen 8. Junio - diciembre. 1985.

50 Esta definición de lo campesino a partir de lo que no es (i.e. capitalista) se dio con Marx, quien se consi-

dera la primera persona que analizó esta forma de producción.51 ESCOBAR. Op. cit. 1995

52 La política de tierras para el campesinado se había dejado a un lado en 1973 con el llamado Acuerdo deChicoral, el cual se materializó en las Leyes 4 y 5 de 1973 y la Ley 6 de 1975.

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de las discusiones en torno a lo campesino que mencioné en los párrafos anterio-res, ha construido una imagen deseada del pequeño productor que ha servido demarco para el diseño de las estrategias de intervención.

La pretensión del DRI desde un comienzo fue formular un conjunto integral depolíticas que atacaran los frentes de producción, infraestructura, desarrollo social ycomercialización, con el fin de aumentar la productividad, mejorar las condicionesde empleo y aumentar los ingresos rurales. El objetivo de este enfoque integral, deacuerdo con lo planteado por el Banco Mundial, era transformar lassociedades rura-lesatrasadasen sociedades orientadas hacia el mercado, bajo una racionalidad capi-talista de búsqueda de ganancias y acumulación. El Estadodebía mejorar el accesode estos agricultores a los recursos productivos que les permitieran mejorar su efi-ciencia económica y entrar a competir en el sistemade mercado. ElDRI constituía laestrategia productiva para modernizar y hacer más eficiente la producción de ali-mentos en las zonas de economía campesina. El enfoque integrado del desarrollorural también pretendía reorientar la discusión política en torno al campesinado: lapobreza rural no era un problema de explotación en el mercado, sino más bien unproblema de exclusión del mercados3. Vale la pena anotar aquí que la imagen delcampesino que se proyectó a través de este tipo de intervención, se articulaba clara-mente a la imagen particular del campo y del agro que he venido detallando desdela época de Camacho Roldán y suscolegas en el siglo XIX.

El énfasis del DRI estuvo centrado en lograr una mayor integración de lospequeños productores al mercado. El programa partía del supuesto de que elincremento en la productividad era el mecanismo que permitiría elevar el nivel deingresos. La política de desarrollo tecnológico del DRI estuvo orientada funda-mentalmente por ellCA y tuvo las siguientes características: la política se basó enla adaptación de los paquetes tecnológicos tipo Revolución Verde a la agriculturacampesina; impulsó la especialización en unos pocos productos alimenticios diri-gidos a los mercados urbanos; generalmente transformaba los sistemasde produc-ción hacia monocultivos, reemplazando asociastípicos de la agricultura campesina;y se basaba en un acercamiento del programa hacia los campesinos a través de laasistencia técnica de la Caja Agrarias4. Esteenfoque de desarrollo tecnológico para

53 ARANGO. op. cito 1987. BARÓN, Tulia. FERRO,Juan G. OSORIO, Flor. Enfoques conceptuales y operativos

del DRI en Colombia en sus 20 años. En: 20 años de desarrollo rural integrado en Colombia y sus perspec-tivas. Junio. Fondo DRI. Bogotá. 1996. DE JANVRY Op. cito 1991. VARGAS, Ricardo. El desarrollo rural en

Colombia (1961-1993): apuntes y notas para una historia del Fondo DRI. En: Ministerio de Agricultura. Elagro y la cuestión social. Tercer Mundo Editores. Bogotá. 1994.

54 ARANGO. Op. cito 1991. BARÓN. Op. cito 1996. FORERO, Jaime. Evaluación general del programaDesarrollo Rural Integrado en Colombia. Universidad Javeriana - Ministerio de Agricultura. Volumen 1.

Bogotá. 1990.

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UNA PROXIMACIÓN AL ESTUDIO DE LA TRANSFORMACIÓN ECOLÓGICA DEL PAISAJE RURAL COLOMBIANO: 1850 - 1990

la agricultura campesina representa aparentemente la única salida a un dilemaque ha caracterizado la política de desarrollo rural en el país, que ha consistido enaumentar los ingresos rurales manteniendo bajos los precios de los alimentos. Elenfoque aquí descrito logra conciliar los dos por la vía del incremento en la pro-ductividad, a través de los paquetes tecnológicos tipo Revolución Verde. Por con-siguiente, el problema campesino se convierte en uno de acceso a estos paquetes;el definir el problema en estos términos está demostrando claramente el compro-miso que hay con la imagen deseada de lo que debe ser el productor campesino,quien nuevamente está siendo definido con base en lo que [aún] no es.

Conjuntamente con el frente productivo, el DRI realizó inversiones en infra-estructura (carreteras y puentes), comercialización (centros de acopio), e infraes-tructura social (educación, salud, servicios públicos), ya través de la Caja Agrariadesarrolló su política crediticia. Independientemente de los resultados del progra-ma en sus más de 20 años de existencia, lo que sí es un hecho es que el DRI seconstituye en el programa de intervención sobre la agricultura campesina mássistemático y largo en la historia del país y con ello en el mecanismo de articula-ción más importante de los pequeños productores (parte de lo que aquí he deno-minado "lo otro") a la imagen deseada del productor rural que se vieneconsolidando desde el siglo XIX. Esnecesario investigar la forma como han sido"visibilizados" e intervenidos con propósitos de integración otros miembros de "lootro" en años más recientes, como es el caso de indígenas y comunidades negras.

Ahora bien, tradicionalmente las políticas y los programas de desarrollorural se han basado en una imagen del campesinado como un agente pasivo, querecibe los beneficios del desarrollo a través de un modelo de "empaque y entre-ga", en el cual el Estado se acerca y entrega un paquete tecnológico y de serviciosque debe causar la transformación que se busca. En los últimos años ha habidointentos por modificar esta relación entre quien entrega y quien recibe, mediantela creación de espacios y mecanismos de participación de los agricultores en losprocesos de planeación y ejecución de estrategias de desarrollo. El enfoqueparticipativo se ofrece como alternativa a los esquemas dirigidos y verticales quehan fallado en el logro de los objetivos trazados. Lo que es necesario entrar aestudiar e investigar es si esa participación permite en algún momento la discusiónsobre la imagen deseada del campo y de su población, que creo yo puede estaren el fondo de los "fracasos", o si simplemente delega en lascomunidades una seriede tareas que el Estadoya vio que no puede cumplir. Adicionalmente, habría queinvestigar el papel de unos terceros que han aparecido en el panorama como im-portantes intermediadores, las Organizaciones No Gubernamentales (ONGs), así

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como susdiscursos, sus mecanismos de despliegue y su impacto sobre la poblacióny sobre el paisaje rural.

Finalmente, quisiera terminar esta sección con tres ideas adicionales quepermiten visualizar el impacto de las imágenes y los discursos sobre la poblaciónque he denominado "lo otro". Primero, Jaime Eduardo Jaramilloss ofrece unanálisis interesante sobre la evolución de la población rural mediante la nociónde urbanización sociológica, la cual plantea que a pesar de no migrar del campoa las ciudades, se ha dado una homogeneización cultural entre lo rural y lourbano, que ha desencadenado una explosión de expectativas y una transfor-mación significativa en valores e imaginarios. Esta urbanización sociológica seha dado a través de varios mecanismos como la electrificación rural y la llegadade los medios masivos de comunicación; la educación formal y no formal; lapresencia de la iglesia Católica; y los programas estatales de intervención comoel DRI, entre otros.

Segundo, la imagen deseada de un campo "igualado" con la ciudad se vereforzada por otro tipo de analistas; los expertos en pobrezas6 argumentan que elcampo colombiano se encuentra rezagado dos o tres décadas con respecto a lasciudades, en términos de indicadores de pobreza y de desarrollo social. Éstonue-vamente tiene un impacto significativo sobre la población y el paisaje rural en porlo menos dos sentidos: en la imagen que la población urbana tiene de la rural y loque se debe hacer entonces para transformarla; yen la imagen que tiene la pobla-ción rural de sí misma.

y tercero, esta imagen de un campesino modernizado, eficiente, producti-vo y capaz de competir en mercados ya no sólo nacionales sino internacionales,sigue estando vigente. Éstose puede ilustrar con el enfoque general que ha suge-rido el Plan Nacional de Desarrollo Alternativo, en un documento sobre proyec-tos productivos regionales como estrategia para la sustitución de cultivos ilícitoscon productores campesinos: "Este enfoque requiere de la estructuración de losmodelos de producción en organizaciones de tipo empresarial, con niveles altosde productividad y competitividad ... De esta manera, los modelos productivos de

55 JARAMILLO. op. (it. 1988.56 SARMIENTO. Libardo. La lucha contra la pobreza en Colombia: propósitos y resultados. En: Economía

colombiana. Número 231. Septiembre - octubre. 1990. p. 28 - 57. SARMIENTO. Libardo. Magnitud y

evolución de la pobreza en Colombia: 1972 - 1990. En: Fresneda, Pobreza, vioíencia y desigualdad: retospara una nueva Colombia. Proyecto Regional para la Superación de la Pobreza. PNUD. Bogotá. 1991.FRESNEDA Osear. Dimensión y características de la pobreza en Colombia según la metodología de medi-

ción integrada (MIP). En Fresneda. En: Pobreza, violencia y desigualdad: retos para una nueva Colombia.Proyecto Regional para la Superación de la Pobreza. PNUD. Bogotá. 1991.

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UNA PROXIMACIÓN AL ESTUDIO DE LA TRANSFORMACIÓN ECOLÓGICA DEL PAISAJE RURAL COLOMBIANO: 1850 - 1990

los proyectos de desarrollo alternativo deben atender primero que todo a las ten-dencias del mercado y a 105 instrumentos modernos del comercio y como segun-da medida a 105 nuevos patrones de consumo ... En consecuencia, el modeloproductivo debe enfatizar en procesos agroindustriales que articulen, enemprendimientos de tipo regional, a medianos y grandes productores con 105

pequeños productores que se caracterizan por una insuficiente capacidad de ne-gociación, procesos organizativos incipientes y no cuentan con políticas diferen-ciadas que les permitan el acceso a instrumentos de apoyo sobre todo en la fasede comercialización de la producción."57. El Plante entonces le está apostando ala modernización de estos campesinos marginales y marginados para la sustitu-ción de 105 cultivos ilícitos, sugiriendo mecanismos y estrategias similares a lasdescritas anteriormente, pero que por varias razones "no les ha llegado", volvién-dolos vulnerables a soluciones de tipo ilícito.

A pesar de todo el debate que generó el desarrollo rural y lo campesino en105 años 1960 y 1970, este campo de acción y de investigación perdió muchapreponderancia a partir de comienzos de 105 ochenta. La crisis económica deAmérica Latina volcó la atención de las agencias internacionales de desarrollohacia programas de estabilización macroeconómica y de ajuste estructural. Losdebates críticos se centraron en reacciones a este tipo de programas, estudiando105 impactos sociales de estos, aduciendo un crecimiento de 105 niveles de pobre-za por el carácter recesivo de las medidas implementadas. A pesar de que enColombia el DRI ha continuado funcionando hasta hoy (aunque con serias ame-nazasde eliminación desde hace varios años), el debate sobre la crisis agrícola hagirado en torno a políticas de desarrollo agrícola (i.e. sectoriales) más que de desa-rrollo rural. El mismo programa DRI ha evolucionado también para incorporar lasnuevas discusiones sobre el desarrollo que se viene dando desde el surgimientodel neoliberalismo.

57 Plan Nacional de Desarrollo Alternativo 1999.

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La agricultura en el marco delneoliberalismo

Durante los años 1980 y 1990 hubo en el paísgran preocupación por la persisten-te crisis del sector agrario, la cual llegó a una situación bastante crítica entre 1991y 1992 cuando de acuerdo con cifras oficiales, se perdieron aproximadamente240.000 empleos en el campo y alrededor de 500.000 hectáreas de cultivos tran-sitorios (los cuales en su mayoría parecen haberse transformado en zonas de pas-toreo) y se presentaron tasasde crecimiento negativas para el sectorSB• Gran partede las discusiones sobre el trazado de políticas para el sector ha intentado ofrecerexplicaciones para esta crisis persistente, con el fin de identificar las estrategiasnecesarias para cambiar la situación. Algunos analistas argumentan que histórica-mente ha habido en la política macroeconómica una discriminación contra elsector agropecuario, especialmente a través del manejo de la tasa de cambio.Explican que se le ha dado un papel secundario en los modelos y en los planes dedesarrollo, de soporte a un proceso de industrialización que lo margina de estra-tegias de fomento y de promoción. Hay quienes ven en la agricultura yespecíficamente en las exportaciones de productos agrícolas, una fuente impor-tante de crecimiento económico y de divisas para el país. Otros analistas argu-mentan que la crisis del sector se debe a errores cometidos por el Estado en elpasado, especialmente durante la implementación del modelo de sustitución deimportaciones. Estetipo de errores se denomina en la literatura fallas de gobiernoy el argumento plantea que la excesiva intervención de éste (por ejemplo median-te precios de sustentación, líneas de fomento y tasas de interés con subsidios,control a las importaciones, subsidios para adecuación de tierras y compra deinsumas, maquinaria o tierra, etc.) ha ocasionado distorsiones en el funciona-miento del sector, haciendo que sea ineficiente (presentando niveles de mecani-zación y utilización de insumas y prácticas modernas todavía muy por debajo delos deseables) y un obstáculo al desarrollo del país. Otros hablan de obstáculosestructurales del sector heredados desde la época colonial y que aún no han sidosuperados; especial referencia se hace a la muy inequitativa distribución de latierra, en un intento por rescatar el debate alrededor del problema de acceso a latierra como un requisito fundamental para el desarrollo del campo. De acuerdocon los patrones internacionales de desarrollo, el sector agrícola, a pesar de ser

58 ARANGO.op. (it. 1994.

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UNA PROXIMACIÓN AL ESTUOIO DE LA TRANSFORMACIÓN ECOLÓGICA DEL PAISAJE RURAL COLOMBIANO: 1850 - 1990

todavía atrasado e ineficiente, es muy grande en términos de su aporte al Produc-to Interno Bruto global del país (entre el 20 y 25%, cuando debería estar, para unpaís de este tamaño en términos económicos, por debajo de 15%). En términosgenerales, gran parte de la discusión sobre cómo abordar la crisis de la agricultura,se ha centrado en el papel que debe desempeñar el Estado versus el papel delmercado en la organización del sector. Durante la administración Gaviria a co-mienzos de la década de los 90 se optó por el segundo, implementándose unnuevo modelo de desarrollo con base, entre otras estrategias, en la apertura eco-nómica. A través de esta apertura se haría la difusión de las tecnologías más avan-zadas, se volvería más competitivo el sector y se lograría una asignación más efi-ciente de los recursos59•

Con relación a la agricultura campesina, los evidentes fracasos en términosde una modernización generalizada de sus procesos productivos y de alivio alproblema de la pobreza rural, también ha dado lugar a varias explicaciones y adebates en torno a éstas. En términos generales se aduce una falta de coberturapor parte del DRI y del Ministerio de Agricultura; sesgosde la política crediticia afavor de la agricultura comercial; sesgosen la investigación dellCA igualmente afavor de la agricultura comercial, ocasionando problemas de tecnologíasinapropiadas para la agricultura campesina; descoordinación institucional y ato-mización de las acciones, no lográndose una aproximación realmente integral aldesarrollo rural; incapacidad de los municipios para asumir el tema del desarrollorural (en el marco de la descentralización), con la consecuente inoperancia y faltade efectividad; impacto negativo de la apertura económica sobre los pequeñosproductores; entre otras razones. Seha comenzado a hablar de un desarrollo rurala través de actividades no agropecuarias, como un esfuerzo por diversificar lasactividades en el campo y sacar a la población campesina de esas actividadesagrícolas empobrecedoras (surge así el discurso sobre microempresas y la crea-ción de una clase rural de pequeños agroindustriales)60.

En términos de desarrollo tecnológico, el ICA (ahora Corpoica) comenzó aponerle atención a los sistemas de producción, como un enfoque integral al aná-lisis de las unidades de producción, reduciendo la excesiva atención que se le

59 OCAMPO, Op. cil. 1990. PERFETII, Juan José. Las paradojas en el desarrollo de la agricultura y las opcio-

nes de política. En: MinAgricultura 80 años: la agricultura y las políticas sectoriales. Tercer Mundo Edito-res. Bogotá. 1994. Presidencia de la República 1991. THOMA5, Vinod. Macroeconomía y políticaagropecuaria: la experiencia colombiana. Banco de la República. Bogotá. 1985.

60 BARÓN. Op. cil. 1996. FORERO, Jaime. Evaluación general del programa Desarrollo Rural Integrado enColombia. Universidad .Iaveriana - Ministerio de Agricultura. Volumen 1. Bogotá. 1990. PERFETII. Op.cit. 1991.

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JUAN MANUEL GONZÁLEZ

había prestado al desarrollo de especies individuales. El instituto ha comenzado ainteriorizar discusiones sobre agricultura sostenible y sobre tecnologías apropia-das; es necesario mirar como estas nuevas aproximaciones están afectando laestructura de la investigación en el paísy como modifica (o no) los mecanismos dedespliegue sobre los agricultores. Lo que esclaro esque la transformación ecológicadel paisaje rural colombiano, ocasionada por los modelos anteriores de definicióndel deber ser con base en la imagen deseada discutida a lo largo de este docu-mento, ha dado lugar a un debate muy serio sobre si se debe continuar en esalínea o no. El Ministerio de Agricultura, el Instituto Interamericano de Coopera-ción Agrícola (lICA), y el Centro de Investigaciones de Agricultura Tropical (C1AT)también han comenzado a incorporar discusiones sobre agricultura sostenible,sobre cambios en el diseño de tecnologías y sobre los posibles impactos negativossobre la ecología rural de los modelos anteriores.

Paralelo a ésto, se están dando avances muy rápidos en el desarrollo científicoy tecnológico de la agricultura en los campos de la biotecnología y de la ingenieríagenética. Estosdesarrollos están generando debates en varios frentes: sobre lo ade-cuado o no de esta tecnología para la agricultura campesina y los posibles efectosdistributivos de la misma61; sobre la mercantilización de la biodiversidad (fuente deinformación y materia prima para estosdesarrollos)y los problemas de accesoa ella,así como la definición de derechos de propiedad sobre ella; el valor de los conoci-mientos tradicionales (esdecir el conocimiento que posee el "otro", que hastaahorahabía sido completamente ignorado) sobre el uso de esa biodiversidad, para efectosde facilitar la bioprospección y convertirla en máseficaz y menos costosa(sehabla dealianzas entre las empresas multinacionales y las comunidades autóctonas); entreotros debates. Estosdesarrollos y su cercana relación con los avancesen lasdiscusio-nes comerciales a nivel global son muy dinámicos; se realizan reuniones a nivelinternacional con mucha frecuencia, con resultadosimportantes en términos de acuer-dos, pactos, tratados y obligaciones, los cuales van a tener un impacto significativo,aunque aún desconocido, sobre la población y la ecología rural. La biodiversidad denuestro país, que alguna vez se pudo haber visto como un obstáculo al desarrolloagropecuario y económico, ahora se convierte en una fuente de riqueza (hasta elpunto que seconsidera por parte de algunos como estratégicasu venta a comprado-res externos, de manera parecida a como se vende el petróleo o los minerales).

61 Ha habido mucha discusión sobre los efectos distributivos nocivos que ha tenido la tecnología de la Revolu-

ción Verde, concentrando aún más el acceso a los factores de producción en unos pocos. Existe por un ladopreocupación de que esta tercera revolución agrícola vaya a tener estos mismos efectos concentradores,

mientras que por otro se plantea precisamente como una opción tecnológica que permitirá superar los

problemas distributivos y de impacto ambiental del paquete tecnológico tipo Revolución Verde.

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Consideraciones finales

Enestetrabajo he buscado sugerir una aproximación al estudio de la transformaciónecológica del paisaje rural colombiano durante los últimos 150 años. Dentro de lapropuesta metodológica planteada en el numeral 2, este documento representa unpaso inicial en la construcción de una lectura de las interacciones entre la sociedadcolombiana y su entorno natural, en el estudio de la consolidación de un tipo parti-cular de producción agropecuaria y su posible impacto sobre el paisaje rural en susdimensiones económica, social y ecológica. Quedan muchas preguntas einterrogantes que espero estimulen investigación adicional. Creo yo que este tipode lectura de la historia ambiental de Colombia (asícomo lasdemás contribucioneshechasen el marco del proyecto de investigación "Naturaleza en disputa") es funda-mental para entender la naturaleza y la dinámica de muchos de los problemasambientales y sociales por los que atraviesa el país en la actualidad.