un poema de horacio quiroga entre los manuscritos hallados en buenos aires artículo

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Un poema de Horacio Quiroga entre los manuscritos hallados en Buenos Aires Entre otras dos mil piezas que vieron la luz el año pasado en un sótano, se descubrió un poema de su autoría, en tres carillas Domingo 19 de diciembre de 2010 |

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Quiroga inédito

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  • Un poema de Horacio Quiroga entre los

    manuscritos hallados en Buenos Aires

    Entre otras dos mil piezas que vieron la luz el ao pasado en un stano, se descubri un poema de su autora,

    en tres carillas

    Domingo 19 de diciembre de 2010 |

  • POSADAS. La Biblioteca de las Misiones expuso hasta ayer algunos de los dos mil manuscritos de

    escritores famosos hallados en un stano porteo en setiembre de 2009. Las piezas llegaron a Posadas el

    sbado 11, se expusieron primero en el Museo Guacurar y luego en el Centro del Conocimiento. Son

    propiedad de la Sade (Sociedad Argentina de Escritores) y pudieron apreciarse gracias a la gestin de la

    filial misionera que preside el escritor Anbal Silvero.

    Uno de Quiroga, en Buenos Aires El Territorio se comunic con la institucin propietaria, con sede en la Capital Federal, a fin de conocer ms

    detalles sobre algunos manuscritos que no integraron la partida que viaj a Misiones.

    Silvina Bruschetti es la secretaria de Alejandro Vaccaro, el actual presidente de Sade y acerca del gran

    hallazgo de los manuscritos, (el mayor de la historia), adelant que entre el frrago de papeles del stano de

    la calle Uruguay se hallaron tres hojas escritas por Horacio Quiroga. Sobre el contexto en que fue escrito,

    Bruschetti expres que no se tienen ms datos que los se desprendan de las piezas, (algunas fechadas y otras

    no) apenas numeradas. La Sade envi a El Territorio copia de los citados papeles de Quiroga los que fueron

    descifrados pacientemente en la redaccin del diario (ver La cripta de mis amores).

    Fraternidad de poemas Es un poema que no tiene ttulo (pero que bien podra titularse La cripta de mis amores) y cuya ordenacin

    proviene de la numeracin de las pginas. La caligrafa se corresponde con la otras cartas comparadas,

    escritas por el cuentista uruguayo a lo largo de su vida y que pueden hallarse en distintas ediciones

    biogrficas.

    Los escasos y olvidados poemas de Horacio Quiroga pertenecen al perodo de fines del siglo XIX, poco

    antes de que el joven uruguayo viajara a Pars, es decir unos cuantos antes incluso de que se instalara en el

    San Ignacio misionero. Su transcripcin permitir adicionar una nueva pieza a su obra potica no exenta de

    bellsimas mtricas y rimas.

    Para establecer pautas fraternales entre el poema descubierto con otros versos suyos de aquella poca y de la

    misma mano, se acompaan Lemerre, Vanier y Ca; El juglar triste y Mi palacio de invierno.

    Lemerre, Vanier y Ca Bajo la curva, la noche plomo; sobre el aliento, vapor de bromo ata en el cuello fino calambre, con invisible,

    rgido alambre.

    Por la ventana que est entreabierta la luna muestra su faz de muerta, desfigurando, tras los cristales, algunas

    piedras filosofales.

    Se angustia el vientre de los crisoles en la insistencia de los alcoholes, y gime en finos ruidos distantes como

    murmullos subcrepitantes.

    Sobre los bordes de la campana suenan las cuatro de la maana. Los negros perros, estremecidos, lanzan al

    aire largos aullidos.

    Chirrian los goznes de modo adusto y a la ventana se asoma un busto: como los muros - en lnea recta - la

    Luna en negro disco proyecta sobre la albura del macadam, como un curvado, trgico escollo, la calva frente

    de Claudio Frollo bajo la sombra de Ntre-Dame.

    El juglar triste

    La campana toca a muerto en las largas avenidas y las largas avenidas despiertan cosas de muertos.

    De los manzanos del huerto penden nucas de suicidas, y hay sangre de las heridas de un perro que huye del

    huerto.

    En el pabelln desierto estn las violas dormidas; las violas estn dormidas en el pabelln desierto!

    Y las violas doloridas en el pabelln desierto, donde canta el desacierto sus victorias ms cumplidas, abren

    mis viejas heridas,como campanas de muerto, las viejas violas dormidas en el pabelln desierto.

    Mi palacio de invierno

    En casa haba belladona nuez vmica y pulsatilla; en forma de varilla contenalas una redoma.

    Y esa manzana poma haba sido elogiada en la gacetilla de un diario. Y la gente sencilla rease de esa pueril

    poma.

    Los enfermos, sin embargo, con esa dbil sonrisa en que su voz de haber sido se exterioriza como una

    melancola que alcanza a ser plegaria, saben el secreto de la larga vigilia solitaria, en que el recuerdo de un

  • largo contacto de rodilla vale menos que una leve toma de pulsatilla.

    Quiroga en el siglo XIX El escritor, hijo del vice-cnsul argentino en Uruguay haba nacido en Salto a fines de 1878. Realiz sus

    estudios en Montevideo hasta terminar el colegio secundario y ya desde muy joven demostr un enorme

    inters por la literatura, la qumica, la fotografa, la mecnica, el ciclismo y la vida de campo. A temprana

    edad fund la Sociedad de Ciclismo de Salto y viaj en bicicleta desde Salto hasta Paysand (120

    km). Simultneamente trabajaba, estudiaba y colaboraba con las publicaciones La Revista y La Reforma.

    Poco a poco, fue puliendo su estilo y hacindose conocido. An se conserva su primer cuaderno de poesas,

    que contiene 22 poemas de distintos estilos, escritos entre 1894 y 1897. Y en este perodo deber ubicarse el

    del manuscrito que se reproduce. En 1899 fund la Revista de Salto. Despus del suicidio de su padrastro,

    Quiroga decidi invertir la herencia recibida en un viaje a Pars.

    En 1928 form parte de la primera comisin de la Sade junto a Leopoldo Lugones y de la que fue vocal

    Jorge Luis Borges. Horacio Quiroga falleci en Buenos Aires en febrero de 1937.

    La cripta de mis amores hoja 1

    Tengo en el fondo de mi cerebro / bajo la cripta de mis amores / una capilla donde celebro / la corta misa de

    mis dolores / pobre capilla de mis amores!

    Lloro en silencio; con ese llanto / en que tus lgrimas estn conmigo / como mis penas en ese encanto /

    vuelvo al pasado en ese llanto / Toda esa dicha que fue contigo!

    Y todo muerto, todo pasado / como aquel cielo de amor clemente / como ese cielo que se ha velado / y slo

    vive de ese pasado / la luz de dicha que hubo en tu frente!

    hoja 2

    En las ms dulces tardes de otoo / surgen las rosas de tu sonrisa / y las violetas de tu alto moo / como esa

    dulce tarde de otoo /

    mi alma contigo se diviniza.

    Graves, moran en tus pupilas nuestras fatigas.

    En la callada sombra moran las tardes lilas y a la caricia de tus pupilas mi amor de nuevo se desvelaba.

    Y cuando en torno de ese miraje que de ti tiene su ltimo encanto emprendo el diario y oscuro viaje y mi

    alma vuelve de ese miraje, pura de haberte querido tanto.

    hoja 3

    Dejo en la cripta de mis amores triste santuario que ser tu olvido todo el recuerdo de lo que ha sido la corta

    historia de mis dolores pobre capilla de mis amores!

    Link http://www.territoriodigital.com/nota2.aspx?c=7338303546276647