un oasis en el desierto - uncuyo

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A drián R uiz L eal UN OASIS EN F.L DESIERTO I Largo el camino, solitario y polvoriento, derecho como el recto trazo de una tiza sobre el lienzo del paisaje; a plomo el sol cayendo sobre la huella con intenso reberbero que hace fruncir el entrecejo: inclemente el calor y acosadores los tábanos; monótona la progresión del paisaje configurado por el monte bajo de retorcidas ramas, platea dos zámpales12 3 , amarillos junquillales-, cortaderales pajizos u ondu lantes y desteñidos coironales45 6 7 : Pampa Amarilla, Los Parlamentos... Cascos de estancias a lo lejos: El Sosneao Coihueco 111 2 Norte, El Chacay ", Malalhu9 e 8. . . Vamos hacia el desierto n y la huella, sin término en la distancia taja el erial como de un hachazo; se arrima a los cerros: El Chihuíu 10, Palao Mahuida n, Michenquil 1:1 o se encarama al Portezuelo del Choi- que y se descuelga: Coipo Lauquen 131 4 , Calmuco 1*, Ranquil Norte . . Tierra de indios! 1 Zámpales, de Zampa, nombre vernáculo colectivo para las especies del género Atriplex de las Quenopodiáceas. 2 Junquillales, de Junquillo, Sporobolus rigens (Gramíneas). 3 Cortaderales, de Cortadera, Cortaderia sp. (Gramínea). 4 Coironales, de Coirón, nombre vernáculo colectivo para las especies del género Stipa de las Gramíneas. 5 Sosneao, teñido de rojo. 6 Coihueco: Coi := Jarilia, hue = lugar y co = agua. 7 Chacay, árbol (Cbacaya trinervis Escalante, Ramnacea). 8 Malalhue: Malal = corral, hue i= lugar. 9 La expresión desierto está tomada aquí en sentido figurado puesto que en la provincia no existen desiertos en la cabal acepción del vocablo sino zonas seniiáridas hasta áridas. 10 Chihuíu (Chihuío) nombre genérico de cerros de determinada forma. 11 Palao Mahuida: Palao =bayo, color claro y Mahuida = Cerro. 12 Michenquil (Mütrenkel) y no Mechenhuil como se ha escrito desaprensi- samente en el señalamiento del lugar sobre la ruta 4()! = estaca clavada. 13 Coipo Lauquen: Coipo = la nutria; lauquen = laguna. 14 Calmuco (Kalmuko) : Calmu = especie de garrapata; co =: agua. 1*> Ranquil (Rankiil) = Carrizo, carrizal { Pbragmites maxima (F oksk.) Chiovenoa}, Gramínea.

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Page 1: Un oasis en el desierto - UNCUYO

Adrián R uiz Leal

UN OASIS EN F.L DESIERTO

I

Largo el camino, solitario y polvoriento, derecho como el recto trazo de una tiza sobre el lienzo del paisaje; a plomo el sol cayendo sobre la huella con intenso reberbero que hace fruncir el entrecejo: inclemente el calor y acosadores los tábanos; monótona la progresión del paisaje configurado por el monte bajo de retorcidas ramas, platea­dos zámpales1 2 3, amarillos junquillales-, cortaderales pajizos u ondu­lantes y desteñidos coironales4 5 6 7: Pampa Amarilla, Los Parlamentos...

Cascos de estancias a lo lejos: El Sosneao Coihueco 11 12 Norte, El Chacay ", Malalhu 9e 8. . .

Vamos hacia el desierto n y la huella, sin término en la distancia taja el erial como de un hachazo; se arrima a los cerros: El Chihuíu 10, Palao Mahuida n , Michenquil 1:1 o se encarama al Portezuelo del Choi- que y se descuelga: Coipo Lauquen 13 14, Calmuco 1 *, Ranquil Norte . .

Tierra de indios!

1 Zámpales, de Zampa, nombre vernáculo colectivo para las especies del género Atriplex de las Quenopodiáceas.

2 Junquillales, de Junquillo, Sporobolus rigens (Gramíneas).3 Cortaderales, de Cortadera, Cortaderia sp. (Gramínea).4 Coironales, de Coirón, nombre vernáculo colectivo para las especies del

género Stipa de las Gramíneas.5 Sosneao, teñido de rojo.6 Coihueco: Coi := Jarilia, hue = lugar y co = agua.7 Chacay, árbol (Cbacaya trinervis Escalante , Ramnacea).8 Malalhue: Malal = corral, hue i= lugar.9 La expresión desierto está tomada aquí en sentido figurado puesto que en

la provincia no existen desiertos en la cabal acepción del vocablo sino zonas seniiáridas hasta áridas.

10 Chihuíu (Chihuío) nombre genérico de cerros de determinada forma.11 Palao Mahuida: Palao =bayo, color claro y Mahuida = Cerro.12 Michenquil (Mütrenkel) y no Mechenhuil como se ha escrito desaprensi-

samente en el señalamiento del lugar sobre la ruta 4()! = estaca clavada.13 Coipo Lauquen: Coipo = la nutria; lauquen = laguna.14 Calmuco (Kalmuko) : Calmu = especie de garrapata; co =: agua.1*> Ranquil (Rankiil) = Carrizo, carrizal { Pbragmites maxima ( F o ksk .)

Chiovenoa}, Gramínea.

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A. - Vista panorámica ele Ranquil de Lirkay 1.100 m s.n.m. en el Departamento de Malalhue (Mendoza).

B. - Berberís comberi Sanvc. Fructificando en el mismo lugar el 14-XII-1960.

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El monte bajo, ralo, cortado por ramblones rojizos en los rellanos, trepa, desparramado y abierto, las laderas pedregosas, se amontona en los bordes de los rios secos o se retuerce, fustigado por el viento, en las pampas.

Y allí donde se alumbra una suerte de agua, reverdece el sauce y el álamo junto al rancho o al pañuelito verde de un potrerito. Después, nada: maraña y espinas, tierra sedienta, inhóspita y bravia; guijarros pulidos por el viento y caldeados por el sol: Tierra de indios!

Serpentea ahora la huella entre los cerros y se alfombra su piso con las arcillas y areniscas rojas del cretácico o la albura del yeso de transición. A lo lejos, se sigue pintando el paisaje con los colores abiga­rrados de las rocas de viejas épocas geológicas: verde, amarillo, rojo, violeta. . . y se quiebra en ondulaciones y pliegues sin término.

De pronto en una vuelta del camino, sobre un alto, se dilata ante los ojos la presencia extraordinaria de un oasis: Ranquil de Lirkay

La huella baja serpenteando por una hondonada manchada, a lo lejos, por los lunares de matas obscuras de arbustos espinosos, en las la­deras y desemboca en un minúsculo valle de tierras multicolores en cuyo centro se levanta enhiesta la roja mama de un chihuíu.

El contorno subcuadrangular está circundado por entrecortadas alamedas cuya supervivencia asegura, la presencia de abundante agua, originada en dos vertientes aledañas.

La tierra ha saciado su sed, mitigado el viento su furia, su incle­mencia el sol: La esperanza levanta su símbolo de fe en el tierno verdor de los cultivos!

II

A los 36" 37’ 30” de latitud sur, 69" 46’ de longitud oeste de Green- wich y 1.000 metros sobre el nivel del mar, sitúa el minúsculo vallecito de Ranquil de Lirkay, configurando, en la vasta zona semiárida que lo circunda, un oasis diminuto y encantador, enclavado en la depresión plana, entre colinas áridas que lo rodean por los cuatro rumbos del cua­drante y presentando en su centro un cerrito puntiagudo de no mucho más de cien metros de altura, en forma de mama, cuyo pezón es una

16 Lirkay (de origen keshua no conocido). Los pobladores actuales dicen Luncai pero ni la modificación ni la grafía parecen correctas por lo que preferi­mos adoptar Lirkay aceptando la opinióm de Grof.der — lo mismo que para mu­chas de las equivalencias de toponímicos de origen araucano, que damos— en su Toponimia araucana (1926).

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Huevo fósil encontrado en aledaños de Ranquil de Lirkay, en la margen izquierda del Río Grande. Mide 100 nini de largo por 64 mm de ancho y fue conservado por

el Señor J. C. Herrera, Director de la Escuela Hogar de Ranquil Norte.

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pequeña risquería roja como las arcillas areniscosas que lo constituyen. Suaves sus flancos, bajan hasta el plano del valle, constituyendo lo que típicamente se conoce como un chihuíu ,7.

Geológicamente la comarca y sus aledaños, han sido investigados por el Dr. P abi.o G roeber is quien ha reconocido allí, la presencia del llamado Piso del Ranquil, integrado por arcillas rojizas, arcillas y are­niscas del mismo color y mantos blancos o sus tierras, del yeso de tran­sición, del Cretácico. De aquí el abigarrado tinte del paisaje y el de la tierra labrantía del minúsculo vallecito y, de aquí también, la presencia de restos fósiles, algunos en notable estado de conservación como el huevo cuya fotografía insertamos. Tales restos no son difíciles de hallar en otros puntos de la zona y pertenecen en no escasa medida — proba­blemente— a los grandes reptiles extinguidos que tuvieron su apogeo en el período anterior inmediato, de aquella era geológica a la que per­tenece el mencionado primero.

Para aquel que conoció el aspecto extraordinario de la patagonia extraandina, vuelve en el recuerdo, adentrándosele en los ojos, la fiso­nomía de aquella cautivante región, en presencia del paisaje que con­templa y de más en más se impone a su espíritu la consideración de que el mismo, no es otra cosa que un recorte de aquel ambiente emparchado en el ámbito que ahora lo rodea.

Pero no es solamente la fisonomía del paisaje lo que puede deter­minar consideraciones semejantes, sino también, la estrecha vinculación de los elementos florísticos que integran su vegetación.

Estas vinculaciones con la provincia patagónica, ya comienzan a ser evidentes con el hallazgo sobre el camino a Ranquil de Lirkay, de elementos tales com o-":

Arjona patagónica Ho m b r . et J acq. (Santalácea)Suacda argentinensis So ria no (O ueuopodiacea) ila lopby lon am egbinoi S peg . (H alof¡lacea)Berberís comberi Sa n d w . ( Berheridacea)Adestnia trifoliolata Gil í., ap. Ho o k . et A r n . (Legum inosa) Adesmia guttulifera Sa n d w . (Legum inosa)Adestnia aucaensis Burk . (Legum inosa)

17 Véase G roerer , op. cit., p. 34-35.18 Carta Geológica de la Direc. Gral. de Minas, Geolog. e Hidrolog. de la

Rep. Arg., Hoja 31 c (Confluencia de los ríos Grande y Barrancas). Escala 1 :2(>().<)0<), ed. 1927, por el Dr. Pabi.o G roeb er .

19 A. R nz Leal, 1955. La presencia de géneros patagónicos dentro de la flora mendocina. Bol. Est. Geogr. 2 (9 ) : 273-281.

20 A. Rliz Leal, 1961. Notas fanerogámicas. En curso de publicación.

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G alldrcloa f is c b e r ii H i c k . ( M d lp ig b ia c ea )D ilax is n ia lp ig b ip ila ( H i c k .) W h e e l e r ( E u jo r b ia c e a ) A ustrocactus c fr . b e r ím ii ( C e l s ) B r itto n and R ose O pin ilid b ic k e ii ii B ritton and R ose ( C a c ta c ea )M ulinum spitiosum (C av. ) P er s . ( U v ib e l i f e r a )Asteriscium argenímum C hod. et Wn.cz. ( Umbelifera) Argüid robu sta Sa n d w . ( Bigtiouidced)

rodeados por otros que sugieren un ecotono amplio con la provincia del Monte, tales como:

B ou jiu v illa ed sp in osd ( C av.) H e im e r i .. ( N ic ta g in a c ea )

A. - Argüía robusta Sandw. (Bignoniaceae). Frecuente en la zona.

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Prosopis globosa DC. (Legum inosa)Larrea divaricata Cav. (Z igofilacea)Larrea nítida Cav. (Z igofilacea)Scbinus polygamus (C av. ) C abk . (Anacardiacea) Acantholippia seripbioides (A. G r a y ) M o i.D. ( Verbenacea)

entre los más conspicuos.

Para una adecuada interpretación de tales relaciones o su modifi­cación, faltan datos climáticos regionales, ya que los existentes para algunas localidades de la comarca, en razón del cambio fundamental del relieve, quedan invalidados, sin duda, por variaciones importantes, en climas locales. Asi, los datos de estaciones meteorológicas de Neu- quén o, aun mismo, de Malalhue, no nos pueden orientar adecuadamen­te en nuestro propósito.

B. - Asteriseium argenlinum Chod. et W ucz. común en aledaños de Ranquil deLirkay.

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Pero no representan un impedimento infranqueable para tratar, tentativamente, de ubicar en sentido fitogeográfico la región que nos interesa, para lo cual, ya nos da buenos índices la distribución de las plantas.

Fundándonos en las someras consideraciones fisonómicas y florís- ticas que dejamos anotadas, podemos delimitar la región, como una isla de la provincia botánica patagónica —considerada primero uniforme ycoherente -- y, luego -:f, en la forma que lo indicamos también ahora— enclavada en una amplia zona de ecotono con la provincia del Monte.

Se necesita todavía mucha labor de exploración del territorio men- docino, particularmente en lo relativo al sur (Departamentos de Gene­ral Alvear, San Rafael y Malalhue) así como de las regiones aledañas de San Luis, La Pampa y Neuquén, antes de sentar conclusiones defini­tivas en sentido fitogeográfico en esa parte del ámbito de Mendoza.

III

La matriz de los suelos en Ranquil de Lirkay, los provée rojizos, pues están originados, como ya lo anotamos, por la descomposición de las rocas cretácicas del Piso del Ranquil y cuando permanecen secos, vírgenes, son sumamente compactos, duros y moderadamente salinos. El riego y la labranza los torna sueltos dándoles aptitud agrícola.

No existen limitaciones en el agua disponible, provista por dos vertientes cercanas, de manera que ello permitiría poner en cultivo prác­ticamente toda la superficie del vallecito que se puede estimar en 300- 400 hectáreas-'.

Por su carácter de pequeño bolsón las modalidades de su clima local, son menos extremosas que las de la comarca circunvecina o las localidades situadas más al norte. Dijimos que allí el viento, uno de los enemigos de la agricultura en el sur mendocino, resulta tan mitigado que no molesta. La temperatura es agradable; el ambiente fresco pero sin heladas hasta casi promediar el mes de abril, siendo luego unifor-

21 Véase p. e. A. Ri iz Leal y F. A. Rom, 1960. Erial de vegetación en mon­tículos. Bol. Ést. Geogr. 25: 161-209.

22 F. A. Rom, 1960. Bosquejo fitogeográfico de las provincias de Cuyo. Co­mité Nac. para el estudio de los problemas de las regiones áridas y semiáridas. Subcom. Zona Cuyo. Publ. n" 3.

23 A. Rciz Leal y F. A. Roto, 1960, op. cit., p. 168.24 Rolando Horst B r a i n W., 1960. Estudio agronómico preliminar de las

tierras aprovechables bajo riego de la región del Río Grande, M.E.O.P. y R. - Comisión de estudios del Rio Grande. Subcomisión Agr. (Inédito).

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mes hasta el mes de setiembre aun cuando, en oportunidades pueden ocurrir hasta en el de diciembre. A veces suele nevar en el mes de agosto y es raro el año en que se registren granizadas.

La vegetación natural, que dentro del vallecito se mantiene sobre el chihuíu y en su contorno inmediato donde el suelo está modificado únicamente por los factores exógenos, permite anotar algunas especies comunes:

Monte Negro - Boujiuvillaca s pinosa (Cru.) Heim ., Sictagiuacca Algarrobo - Prosopis ruiz lealii B urk . Leguminosa.Ala de Loro Prosopis globosa G ii .L. ap. Ho o k . et Ar n .

Adesinia trifoliolata G ii .l . ap. Ho o k . et A r n .Adesmiu gutlulifera Sa n d w .

A. - A catilbolippia seriph io ides (A. C ray) Mold. el tomillo, común en todala zona sureña.

2S Este nombre vernáculo local lo anotamos sólo a título de información pero debería ser abandonado por superponerse con el de la verdadera "Ala de Loro” (Monltea apbylla) que está mucho más difundido en toda la provincia. Habría sido aplicado en el lugar a P. globosa por el parecido que esta especie comienza a tomar con la otra, ya desde el sur mendocino hasta Patagonia, por su marcada afilia y color verde de ramas y ramitas que así pueden cumplir las funciones fotosintéticas.

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Jarilla - Larrea clii arícala Cav., Zigofilacea.Llaullin blanco - Lycium sp., Solanacea.Llaullin negro - Lycium sp., Solanacea.Chirriadera - Cbuquiraga rosulata G aspar , Compuesta.

no estando representadas allí, muchas de las que observamos en los ale­daños y hemos mencionado ya.

Donde las condiciones de humedad, sobre todo, resultan modifica­das, aparece una asociación típica (Ranquil) integrada por:

B. - Boujintillac ¡pinosa (C av. ) H e i m . ( í\'yctaginaceae) el monte negro, elemento de la Provincia Central o de El Monte.

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Carrizo - Pbragmítes maxima ( F o r s k . ) C h iov ., Gramínea.Pasto salado - Distícblis spicata (L .) G r e e n e , Gramínea.

Dísticblis scoparia ( K u n t h ) A rech a v .Triguillo - Agropyrou agroelym oides ( H i c k . ) J. H u n z .Pájaro bobo - Tessaria absintbioldes (H o o k . et A r n . ) DC.Pichana - Psila spartioides (H o o k . et A r n . ) C abr .

particularmente en vecindades de las vertientes, lugares temporaria­mente inundados, etc.

Es sumamente interesante el comportamiento del Triguillo que, cuando desaparece la humedad temporaria del medio y este se torna compacto, reseco y durísimo, continúa vegetando vigorosamente y forma consociaciones moderadamente densas que dan a los lugares donde crece, el aspecto de parcelas cultivadas. Tiene hojas planas, discreta­mente ensanchadas y muy verdes. Valdría la pena investigarlo desde el punto de vista de su palatabilidad y valor bromatológico pues se perfila como especie promisora para zonas áridas similares, en el sur mendocino.

Como inseparables de la actividad agrícola del hombre y proba­blemente por su acción directa, tampoco este apartado lugar deja de estar invadido por algunas de las malezas más difundidas, entre ellas:

Cardo ruso - Salsola kali L.Correhuela - Conrolvulus arrensís L.

Cynoglossum creticum M ill. -gCadillo - Xautbium caranlllesii Sc h o w .Cepacaballo - Xautbium spínosum L.

que pueden verse con frecuencia alrededor de las viviendas y cultivos o dentro de los últimos.

Nada de esto impide, sin embargo, que se desarrollen bien cultivos hortícolas en buenas condiciones, tales como papales, desde agosto hasta febrero, tomateras, desde octubre en adelante; cebollas, ajos, za­pallos, maíz y frutilla.

Existen veinte hectáreas de alfalfares de más de treinta años de edad, si bien es cierto que son resiembras, y prosperan, aun sin las la­bores adecuadas (no se realiza la poda desde hace tres años), el duraz­nero, ciruelo y guindo.

Entre los forestales, ya hemos mencionado las hermosas alamedas que circundan el vallecito, pero se cultivan también los sauces y, princi­palmente como barreras rompevientos, el tamarisco y la arabia.

26 A. Rurz Leal y F. A. Roig, 1961. Malezas y plantas adventicias nuevas para la provincia de Mendoza. 11. En curso de publicación.

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Críanse bien, cerdos y bovinos de tambo, lo mismo que las aves de corral, sobre todo, pavos y patos.

A pesar de ello, la instalación humana es precaria y precarios los métodos de trabajo: prima el abandono y brilla por su ausencia, la activi­dad. Todo sucede como si sobre los escasos habitantes de ese diminuto vergel, gravitasen con peso ilevantable, las distancias del camino y la inmensidad de los ámbitos sólo del ave y bruto guaridas. Y lo que otros hicieron cuando descubrieron el lugar, roturando su suelo, ente­rrando semillas y plantando árboles, hasta darle la fisonomía del vergel que fue, está siendo paulatinamente destruido por el abandono.

Hemos anotado el hecho de sus entrecortadas alamedas cuyos claros se deben en buena parte a que las casi borradas acequias ya no conducen el agua necesaria para que las plantas sobrevivan. Los paños verdes de los potreros están invadidos por el malezal y el agua se pierde sin retorno ni provecho porque no puede redituar en la cosecha el bienestar de un trabajo que no se realizó.

Con todo, lo que queda de otro tiempo mejor que conoció, sigue configurando a Ranquil de Lirkay, como un oasis en el desierto.

Y cuando nos alejamos por el camino, primero tortuoso de las hon­donadas multicolores y, más tarde, de nuevo polvoriento y solitario, sin término en la distancia, nos llevamos en el espíritu una imagen vivida de aquel encantador lugarcito que nos sirvió de albergue en nuestro largo peregrinar por las sendas del terruño.

Godoy Cruz, Mza., 25 de mayo de 1961.