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Breve análisis de las alternativas de desarrollo comercial para el barrio de la Vila Olímpica de Barcelona.TRANSCRIPT
UN NUEVO MODELO DE DESARROLLO COMERCIAL PARA EL BARRIO DE LA VILA OLÍMPICA DEL POBLENOU (BARCELONA)
Carlos Sánchez Gómez
Junio de 2010
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Índice
1. La Vila Olímpica del Poblenou ............................................................................................... 3
2. El actual modelo comercial existente ................................................................................... 3
3. Escenarios alternativos ......................................................................................................... 4
4. Atributos que definen los escenarios alternativos ................................................................ 5
5. El nuevo modelo de desarrollo comercial ........................................................................... 13
6. Referencias bibliográficas ................................................................................................... 15
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1. La Vila Olímpica del Poblenou
La Vila Olímpica del Poblenou es uno de los 10 barrios en los que se divide el distrito de Sant
Martí de Barcelona, el segundo de los distritos de Barcelona en número de población. Sin
embargo, su pasado y su aún reciente nacimiento como barrio residencial marcan a este barrio
y lo diferencian profundamente en comparación al resto del distrito, tanto en términos de
renta media de sus habitantes, como en su perfil social e incluso del uso que hacen del barrio,
de sus espacios públicos y de sus equipamientos.
A riesgo de resultar evidente, los orígenes de este barrio se remontan a los JJOO de Barcelona
’92, cuando esta zona, previamente industrial, plagada de naves y fábricas que en muchos
casos se remontaban a finales del siglo XIX e inicios del XX, es elegida como la futura sede de la
villa olímpica de los Juegos. Desde aproximadamente 1987 hasta 1992, la transformación de
esta zona de la ciudad condal será, sin género duda, de las mayores que se han desarrollado en
Barcelona en toda su historia. Un nuevo barrio residencial, construido de cero desde las ruinas
de las antiguas naves industriales, concebido para albergar a la comunidad olímpica, pero
diseñado para perdurar después del evento, integrándose en su entorno urbano y
configurando una nueva zona residencial sin características diferenciales relevantes.
En la actualidad, la Vila Olímpica está lejos de ser un barrio integrado en el tejido urbano del
Poblenou, desde un punto de vista de social y, sobre todo, de vida en sus calles, aspecto en el
que tiene mucho que ver la ausencia de un eje comercial consolidado. Gran culpa de esta poca
“sensación de barrio” que transmiten las calles de la Vila Olímpica lo tiene su morfología
urbana, basada en la cuadrícula de Cerdà, pero con edificaciones muy independientes y poco
entrelazadas entre ellas. Una sensación de barrio residencial dormitorio, más típico de un
diseño racionalista, persiste en el ambiente, pese a los intentos de los últimos años para dotar
de equipamientos y mayores servicios al barrio. También hay que tener en cuenta que este
barrio seguramente carece, por sí mismo, de una densidad suficiente para generar una mayor
demanda de servicios y de comercios.
Con una población de apenas 8.900 habitantes (datos de 2008) y una superficie de 0,9 km2, se
trata del barrio con una de las menores densidades poblacionales de Barcelona, más de dos
veces inferior a la del conjunto del distrito, sin ir más lejos. Además, como apuntaba
anteriormente, la estructura poblacional del barrio, en términos socioeconómicos, ahonda en
esta falta de tejido comercial. Por ejemplo, la renta media del barrio es un 33% superior a la
media de toda Barcelona, y la población adulta en edad de trabajar (de 25 a 64 años)
representa el 62,4%, frente al 58,4% de Barcelona. En cambio, la población entre 0 y 14 años
duplica la media de Barcelona (20,4%) y la mayor de 65 años es casi tres veces inferior, con tan
sólo un 7,9%. Todo ello configura un barrio en el que la ocupación del espacio público por
parte de los vecinos es casi inexistente en días y horas laborables.
2. El actual modelo comercial existente
El Plan Especial de Ordenación Urbana de 1987, que sentó las bases para la transformación de
esa zona del litoral barcelonés y la construcción de la villa olímpica, propugnaba en su filosofía
la voluntad de “mantener la complejidad de usos, como garantía de integración urbana”. La
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realidad en el año 2010, es que la Vila Olímpica del Poblenou presenta un modelo comercial
claramente monopolizado por la existencia de un centro comercial urbano y, sobre todo,
marcado por la presencia de la playa y del paseo marítimo, así como del puerto deportivo.
Está situación deriva el grueso de la actividad comercial del barrio hacia el sector de la
restauración y el ocio, orientado además a un público básicamente turístico. En cambio, el
conjunto de la zona residencial del barrio, en la que principalmente se integran edificios de
viviendas y algunas oficinas, está desprovista de comercios de proximidad ubicados en los
bajos de esos edificios, y únicamente existe una concentración dentro del centro comercial “El
Centre de la Vila”. Sin embargo, hay que diferenciar la zona más antigua del barrio (situada
próxima al Parque de la Ciudadela), que es anterior a la construcción de la villa olímpica y que
presenta una gran cantidad de comercios de proximidad en los bajos de los edificios de
vivienda, siguiendo el modelo del Ensanche barcelonés. Sin duda, su pre-existencia, datada en
la década de los 70, y una estructura social de un nivel económico inferior, hace que exista
esta dualidad dentro del mismo barrio. También hay que tener en cuenta que la edificación en
esa zona más antigua sigue el modelo de alineación en vial y reservando siempre los bajos para
la actividad comercial, cosa que no sucede en la totalidad de la parte más nueva del barrio, la
de la villa olímpica de los JJOO. De todos modos, esta parte del barrio, pese a formar parte de
él, funciona de forma autónoma y más en relación con otros barrios como Fort Pienc.
Sin tener en cuenta el complejo turístico y de ocio del Port Olímpic, el núcleo residencial de la
Vila Olímpica presenta un modelo mononuclear, centrado en la oferta comercial del centro
comercial “El Centre de la Vila”, que por su parte, se concentra básicamente en servicios de
ocio como cines, restaurantes, bares y alguna que otra tienda de ropa. La única nota
discordante es un hipermercado, que ejerce las veces de centro de provisión alimentaria, dado
que el pequeño comercio alimentario, a excepción de la parte antigua del barrio, es
inexistente. Esta estructura comercial potencia un modelo de compra programada, mucho
menos frecuente y más intensiva, además generalmente basada en una movilidad en vehículo
propio, lo que propicia también que el paisaje urbano del barrio en el que las calles se erigen
más bien en vías de circulación que no en lugares de paseo o encuentro.
3. Escenarios alternativos
Dadas las particularidades de la Vila Olímpica, en cuanto a características de las edificaciones y
a densidad de población, no son excesivas las alternativas que se plantean para introducir un
nuevo modelo de desarrollo comercial. Básicamente, podrían plantearse dos posibilidades:
a) Modelo de gran superficie en el interior del área urbana
Esta alternativa supone básicamente renunciar de manera definitiva a un modelo de comercio
de proximidad y apostar por el centro comercial en centro urbano, centrado en el ocio y la
restauración, y con un hipermercado como principal punto de venta al detalle de alimentación.
Este modelo debería apostar por impulsar el centro comercial actual, que está objetivamente
en proceso de gran inactividad, sobre todo en lo que se refiere al comercio al detalle
alimentario, de ropa, electrodomésticos u otros productos para el hogar. Esta gran superficie
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adolece de una excesiva focalización en el ocio, lo que agudiza aún más las carencias en cuanto
a la oferta comercial que hay en el barrio.
Por otro lado, hay que aceptar que este modelo supone, en cierto modo, un status quo
respecto al modelo actual, por lo que sus efectos son más bien el continuismo y la
profundización en los aspectos negativos que lo componen: poco uso del espacio urbano;
fomento de la movilidad en vehículo privado; apuesta por un modelo de barrio de vacaciones y
ocio más que residencial, etc.
b) Modelo mixto de eje comercial alimentario de proximidad y gran superficie de ocio
Esta segunda alternativa proponer el desarrollo de un modelo policéntrico, a través de la
construcción de un mercado municipal, que dé respuesta a la demanda no satisfecha de más
comercio al detalle alimentario de calidad, y que además dé salida a una reivindicación
histórica: la recuperación para el barrio de la prisión de mujeres de Wad-Ras.
La construcción de un hipotético mercado municipal en la Vila Olímpica serviría además para
promover la creación de un comercio de proximidad alrededor de dicho mercado, fruto de las
sinergias y el poder de atracción que suelen generarse alrededor de un mercado municipal.
Además, este mercado podría dar servicio no sólo al barrio de la Vila Olímpica, cuya población
es probablemente insuficiente para hacerlo viable, sino que podría ser el mercado potencial
para al menos la mitad del barrio del Parc i la Llacuna del Poblenou y aproximadamente al 15%
de la población del barrio del Poblenou, los cuales estarían más próximos que a los respectivos
mercados del Clot y de la Unió. Este efecto atracción de población de otros barrios
circundantes tendría un impacto sobre la vida y los usos del espacio urbano del barrio durante
los días entre semana, dado que generaría un tráfico constante de viandantes, contribuyendo
a un uso más cívico y más seguro del barrio.
4. Atributos que definen los escenarios alternativos
Para definir los atributos que componen cada uno de los escenarios planteados con
anterioridad, es necesario establecer una diferenciación clara entre los atributos cualitativos y
cuantitativos. Es decir, de la implantación de uno u otro modelo de comercio urbano se
derivan impactos cuantificables, como el aumento de la actividad económica, el incremento de
la recaudación impositiva, la bajada de los precios por una mayor competencia, etc. Pero
también, y no menos despreciables, son los efectos cualitativos, aquellos que tienen un
impacto sobre el espacio urbano, aumentado sus usos, su vida social, mejorando la calidad de
vida de los vecinos, el paisaje urbano o contribuyendo a garantizar una mayor seguridad en sus
calles.
Asimismo, cabe diferenciar entre aquellos impactos directos y los indirectos. El desarrollo de
uno u otro modelo comercial tendrá efectos directamente asociables, como el incremento del
número de establecimientos comerciales y de la ocupación del barrio, pero también tendrá
efectos indirectos, como un uso más eficiente del espacio o la disminución del uso de vehículos
privados.
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Matriz de escenarios con cuantificación de atributos
Efectos Atributos
Modelo de gran
superficie en interior
urbano
Modelo de eje de
comercio de
proximidad
Incremento de la
actividad
económica
Aumento de establecimientos
comerciales Entre 0 y 5% Más de un 50%
Aumento de la recaudación
impositiva directa (IS, IRPF) e
indirecta (IVA, Impuestos
especiales)
Entre un 0 y un -10% Más de un 50%
Aumento del número de personas
ocupadas en el barrio Entre un 0 y un -10% Más de un 30%
Incremento de la
oferta comercial
Disminución de los precios Entre un 5 y un 10% Más de un 15%
Aumento de la calidad de los
productos Alrededor de un 10% Más de un 20%
Aumento de la diversidad de
productos Alrededor de un 10% Más de un 25%
Mejora del
entorno urbano Aumento de la vitalidad del barrio No aumenta Más de un 50%
Recuperación de patrimonio urbano No se recupera
patrimonio Más de un 75%
Incremento de la seguridad en las
calles No contribuye Más de un 25%
Uso más eficiente del espacio
público No contribuye Más de un 30%
Disminución del uso del vehículo
privado No contribuye Más de un 40%
Fuente: elaboración propia
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Matriz de escenarios con explicación de cada uno de los atributos
Efectos Atributos Modelo de gran superficie en interior urbano Modelo de eje de comercio de proximidad
Incremento de la actividad
económica
Aumento de
establecimientos
comerciales
Se trata de un efecto directo e indirecto y cuantificable.
En este escenario, dado que el actual centro
comercial tiene un elevado índice de ocupación, el
aumento de establecimientos comerciales sería
más bien escaso.
La apuesta decidida por introducir comercio al
detalle alimentario, de ropa y otros servicios
básicos podría suponer la apertura de entre 5 y 10
establecimientos, pero suponiendo el cierre de
tantos otros, con lo que el efecto agregado sería de
suma cero.
En este escenario, el aumento de establecimientos
comerciales tiene un doble efecto, directo e
indirecto.
Por un lado, la apertura del mercado municipal
supondría de forma directa la creación de
aproximadamente unos 40 establecimientos en
forma de paradas del mercado.
Por otro lado, a través del efecto concentración
derivado de la implantación del mercado, podrían
situarse fácilmente unos 10 establecimientos más
en los alrededores, en un primer plazo inferior a 3
años.
Aumento de la recaudación
impositiva directa (IS, IRPF)
e indirecta (IVA, Impuestos
especiales)
Se trata de un efecto directo y cuantificable.
En este caso, hay que tener en cuenta que el
número de establecimientos que se abrirían sería
equivalente a los que se cerrarían. Además, los
ingresos por IS o IRPF serían superiores
La recaudación impositiva aumentaría claramente
en este escenario, dado que tendríamos alrededor
de 50 nuevos establecimientos comerciales. Habría
más recaudación por IS e IRPF y también de
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manteniendo el modelo actual de gran superficie
de ocio y restauración, y lo mismo en el caso del
IVA o los impuestos especiales, dado que el gasto
medio por persona es superior en esa tipología de
comercios que no en los alimentarios.
imposición indirecta (IVA e impuestos especiales),
dado que el gasto en comercio dentro del barrio
subiría. Se estaría atrayendo recaudación
procedente de otros barrios, a los cuales acuden a
comprar actualmente los vecinos.
Aumento del número de
personas ocupadas en el
barrio
Se trata de un efecto directo y cuantificable.
Aunque el número de establecimientos no
aumentaría en este caso, hay que considerar si el
ocio y la restauración generan más o menos
ocupación por establecimiento si comparados con
la alimentación o los productos de primera
necesidad. Especialmente en la restauración, el
número de trabajadores por establecimiento suele
ser superior al pequeño comercio alimentario, por
lo que podemos considerar la hipótesis de que
bajo este escenario, se perdería ocupación.
En este escenario, resulta evidente pensar que con
la apertura de 50 nuevos establecimientos, se
generarían nuevos puestos de trabajo,
concretamente, a una media de 1,5 trabajadores
por establecimiento, aproximadamente 75 nuevas
personas ocupadas en el barrio.
Incremento de la oferta
comercial
Disminución de los precios Se trata de un efecto indirecto y cuantificable.
El cambio de algunos establecimientos de ocio
hacia alimentación provocaría una situación de
mayor competitividad en el barrio, dado que el
comercio alimentario está básicamente
concentrado en el hipermercado del centro
comercial. Sin embargo, al tratarse de pocos
establecimientos pequeños frente al poder de
compra de un hipermercado, los precios bajarían,
pero ligeramente.
La apertura del mercado municipal y de los
establecimientos a su alrededor contribuiría de
forma directa al aumento de la competitividad
comercial en el barrio y como consecuencia directa
la disminución de los precios, sobre todo de los
productos alimentarios.
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Aumento de la calidad de
los productos
Se trata de un efecto indirecto y cualitativo.
La apertura de nuevos negocios de alimentación en
el centro comercial actual supondría un pequeño
salto en la calidad de los productos alimentarios,
dado que los hipermercados suelen ofrecer
productos donde prima el precio por encima de la
calidad y pocos productos delicatesen.
En este escenario sería muy notable el aumento de
la calidad de los productos alimentarios, ya que si
algo valoran positivamente los consumidores sobre
los mercados municipales es su superior calidad si
comparados con los hipermercados.
Aumento de la diversidad de
productos
Se trata de un efecto indirecto y cualitativo.
Se puede suponer que la apertura de nuevos
negocios sería básicamente de establecimientos
muy especializados. Es por ello que sería probable
el aumento de la diversidad de la oferta de
productos, aunque no a niveles excesivamente
altos por lo limitado del crecimiento en número de
establecimientos.
En este escenario, el aumento de la diversidad de
productos es evidente. Uno, por el aumento notable
del número de establecimientos. Y sobre todo,
porque las paradas en mercados suelen ser muy
especializadas, proveyendo de aquellos productos
alimentarios que generalmente son difíciles de
encontrar en establecimientos de auto-servicio.
Además, en los últimos años, los mercados
municipales también se han especializado en
productos premium y delicatesen.
Mejora del entorno urbano Aumento de la vitalidad del
barrio
Se trata de un efecto indirecto y cualitativo.
Es comúnmente aceptado que la concentración de
la actividad comercial en grandes superficies
cerradas provoca una disminución de la vitalidad
de los núcleos urbanos, dado que contribuye a un
menor uso del espacio público. En este sentido,
este escenario no hace más que ahondar en el
problema ya existente en la Vila Olímpica, que no
Precisamente, al contrario que en el caso de los
centros comerciales cerrados, los mercados
municipales y la trama de comercio de proximidad
que conllevan, contribuyen de manera definitiva a
incrementar la vitalidad del barrio. Se genera tráfico
y concentración de personas alrededor de esa zona
durante todo el día, en horas que normalmente no
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es otro que la escasa vitalidad de sus calles, zonas
verdes y espacios públicos en general.
se da ese uso del espacio urbano del barrio.
Además, el comercio de proximidad, a través de
asociaciones de comerciantes, suele promover
actividades lúdicas y sociales que contribuyen aún
más al uso cívico del barrio y sus espacios públicos.
Recuperación de patrimonio
urbano
Se trata de un efecto directo y cuantificable.
En este escenario, el centro comercial ya existente
fue edificado de nueva planta hacia 1992, y carece
de ningún tipo de valor arquitectónico. Así pues,
mantener este modelo comercial no contribuye en
absoluto a la recuperación del patrimonio urbano
del barrio.
Este escenario supone la recuperación de un
equipamiento histórico del barrio: la prisión de
mujeres de Wad-Ras. Pese que a lo largo del siglo
XX ha sufrido distintas modificaciones que han
contribuido a cierta pérdida de valor arquitectónico,
su recuperación como mercado municipal
supondría un hito en lo que a reivindicaciones del
barrio se refiere. Su transformación en mercado
municipal supondría ganar un patrimonio urbano
del que carece en la actualidad el barrio, dado que
los vestigios de su pasado industrial son
inexistentes. En su momento, la construcción de la
villa olímpica se hizo sobre la base de demoler lo
existente y construir de cero, lo que sin duda es
muy discutible desde el punto de vista del
patrimonio urbano. Este escenario dibujaría una
rectificación en lo que fueron aquellas políticas de
transformación urbanística.
Incremento de la seguridad
en las calles
Se trata de un efecto indirecto y cualitativo.
Resulta evidente que un núcleo urbano poco
transitado, con un uso muy escaso y puntual de los
La creación de un eje de comercio de proximidad
alrededor de un nuevo mercado municipal es una
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espacios públicos es un núcleo donde la sensación
de inseguridad es mayor. En este sentido, un
modelo comercial de gran superficie cerrada
contribuye decididamente a crear esa percepción
entre los vecinos. Aunque en el caso concreto de la
Vila Olímpica, actualmente los niveles de
inseguridad son muy bajos, mantener un modelo
comercial de este tipo no contribuye a dar mayor
seguridad.
de las tradicionales formas de recuperación de
zonas urbanas degradas, por su contribución al
incremento de la seguridad en las calles. El aumento
del tránsito de personas y un uso más amplio de los
espacios públicos impactan decididamente sobre la
percepción de seguridad de cualquier núcleo
urbano. En el caso de la Vila Olímpica, pese a que
actualmente no existen verdaderos problemas de
inseguridad, este modelo contribuiría a mantener
una sensación mayor de seguridad.
Uso más eficiente del
espacio público
Se trata de un efecto indirecto y cualitativo.
Desde un punto de vista de análisis coste-
beneficio, se podría determinar que actualmente,
la rentabilidad de las inversiones públicas en
espacio público en el barrio de la Vila Olímpica
tiene una TIR más bien baja, cuando no negativa. El
escaso uso de los espacios públicos, más allá de
para el tránsito de vehículos privados, así como
puntualmente en fines de semana, hace que
cualquier decisión de inversión en la mejora de los
espacios estuviera en entredicho si se sometiera a
un análisis de este tipo. En el caso de este
escenario de desarrollo comercial, esta baja o nula
rentabilidad se mantendría, lo que podría provocar
que, en momentos de contención de la inversión
pública, el barrio se viera sometido a un progresivo
proceso de degradación.
En contraposición al modelo comercial de gran
superficie en interior urbano, este escenario
contribuye a un mayor y más frecuente uso de los
espacios públicos y, por ende, a una mayor
rentabilidad de las inversiones públicas en mejora
urbana. Gracias al mercado municipal y al eje de
comercio de proximidad, no sólo tomará más
vitalidad el barrio, sino que se incrementarán los
ingresos impositivos derivados de una mayor
actividad económica. Así pues, este modelo
contribuye de una manera notable a un uso más
eficiente de los espacios públicos, desde un punto
de vista de rentabilidad económica.
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Disminución del uso del
vehículo privado
Se trata de un efecto indirecto y cuantitativo.
El modelo comercial planteado en este escenario
mantiene la situación actual respecto a la
movilidad en el barrio, ya que incentiva el uso del
vehículo privado para realizar las compras de
primera necesidad, principalmente de
alimentación. La compra en hipermercado se basa
en reducir los hábitos de compra, menor
frecuencia y mayor cantidad, lo que impulsa el uso
del vehículo privado. En este sentido, se potencia
un uso marginal del espacio urbano, simplemente
como vías de tráfico, y además se genera mayor
contaminación, ruido, congestión y, por tanto,
disminuye la calidad de vida en el barrio.
Un eje de comercio de proximidad, alrededor del
núcleo comercial de un mercado municipal, se
caracteriza por fomentar un modelo comercial
basado en la compra más frecuente, de menor
cantidad, y además accesible a pie. Se trata de un
modelo que potencia la idea de un mayor uso cívico
de los espacios públicos, se va a hacer la compra
paseando, sin la necesidad de hacer uso del
vehículo privado. Pese a ser un hábito
progresivamente abandonado con la incorporación
de la mujer al mercado laboral y el incremento del
ritmo de vida, se percibe en los últimos años cierto
retorno hacia este modelo más tradicional entre las
generaciones más jóvenes. El desarrollo de este
modelo comercial en el barrio de la Vila Olímpica
permitiría alcanzar un nuevo modelo de movilidad,
disminuyendo el uso del vehículo privado y
fomentando un desarrollo urbano más sostenible.
Fuente: elaboración propia
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5. El nuevo modelo de desarrollo comercial
El análisis de los dos escenarios alternativos a través de la matriz de atributos deja poco lugar
para las dudas sobre cuál de ellos sería más beneficioso para el futuro del barrio. Se evidencia
de forma clara que el desarrollo de un modelo de eje comercial de proximidad alrededor de la
construcción de un mercado municipal es la mejor de las alternativas, desde un punto de vista
de incremento de la actividad económica, aumento de la oferta comercial y mejora del
entorno urbano.
La construcción de un mercado municipal en la Vila Olímpica es un elemento clave para un
nuevo modelo comercial que contribuya a incrementar la vitalidad del barrio y su integración
en el resto de la estructura urbana, hoy en día totalmente en entredicho. El mercado municipal
permitiría crear un nuevo punto de centralidad en el barrio, compitiendo con el actual centro
comercial, que fomenta un modelo basado en el ocio y la restauración. De esta forma, se
facilitaría la venta a los productores, que eluden este barrio por sus características poco
propicias para el comercio de proximidad, convocando a su vez a la demanda dispersa y
mejorando la capacidad de elección de los consumidores (incrementando la oferta comercial).
Y es que los mercados minoristas son generalmente el centro de una zona comercial más
amplia donde se instalan tiendas tradicionales caracterizadas por la proximidad y la
complementariedad en su oferta.
La revitalización del barrio, un mayor uso cívico de sus espacios, dar una mayor sensación de
barrio residencial no vacacional y generar un modelo de movilidad interno basado en el paseo
más que en el vehículo privado, deben ser los objetivos de desarrollo de este núcleo urbano, y
el mercado municipal de la mano del eje de comercio de proximidad es una alternativa que
puede garantizar alcanzar esos objetivos. Pero este modelo de desarrollo comercial debe ser
viable y factible, desde un punto de vista político, pero también de rentabilidad de la inversión
pública. A continuación, se presenta una breve argumentación de la viabilidad de dicho
mercado, a través de una comparativa con mercados cercanos existentes.
Viabilidad de este nuevo modelo
En la actualidad, en un radio de proximidad a la Vila Olímpica de entre 1 y 2 km, existen un
total de cuatro mercados municipales. El más cercano es el Mercat de la Unió o del Poblenou,
situado a 1,2 km del centro de la Vila Olímpica. El más lejano entre éstos es el Mercat de la
Barceloneta, situado a 2 km.
La mayoría de estos mercados dan servicio a una población que reside en un radio no superior
al kilómetro de distancia, y en algunos casos, a una población potencial inferior a la que podría
servir el nuevo mercado de la Vila Olímpica. Concretamente, las distancias y población
potencial son:
Mercado Distancia de la Vila Olímpica Población objetivo
Mercat de la Unió 1,2 km 30.900 hab. (población del
barrio del Poblenou)
Mercat del Fort Pienc 1,4 km 32.800 hab. (población del
barrio del Fort Pienc)
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Mercat del Fort Pienc
Mercat deSanta Caterina
Mercat de la Barceloneta
Mercat dela Unió
Mercat de la Vila Olímpica
Mercat de Santa Caterina 1,8 km
22.900 hab. (población del
barrio de Sant Pere, Santa
Caterina i la Ribera)
Mercat de la Barceloneta 2 km 16.200 hab. (población del
barrio de la Barceloneta)
Mercat de la Vila Olímpica
(propuesta) -
20.100 hab. (población del
barrio de la Vila Olímpica, más
un 50% del barrio de el Parc i la
Llacuna del Poblenou, más un
15% de la población del barrio
del Poblenou más cercana a este
mercado que al de la Unió.
Fuente: elaboración propia
Asimismo, el siguiente mapa representa gráficamente las zonas de influencia de cada mercado,
dejando claramente en evidencia como la zona de la Vila Olímpica y partes de los barrios del
Parc i la Llacuna del Poblenou y del Poblenou quedarían mejor servidas si se construyera este
nuevo mercado.
Fuente: elaboración propia
Así pues, este estudio de caso pretende argumentar como un nuevo modelo de desarrollo
comercial para la Vila Olímpica, basado en la construcción de un mercado municipal, permitiría
la mejora de la calidad de vida del barrio, permitiendo un mayor uso de los espacios públicos,
un modelo de movilidad más sostenible y evitando el actual problema de falta de vitalidad del
barrio, lo que impide su deseada y completa integración en el conjunto de la trama urbana de
Barcelona.
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6. Referencias bibliográficas
• DE FORN FOXA, Manuel. “La gestión de la oferta urbana”. Universitat Oberta de Catalunya
(2010).
• “Barri de la Vila Olímpica del Poblenou. Districte de Sant Martí”. Ajuntament de Barcelona
(2008).
• BOHIGAS, MARTORELL, MACKAY, PUIGDOMÈNECH. “P.E. Façana de mar sector Carles I, Av.
Icària - Vila Olímpica”. Ajuntament de Barcelona – Corporació Metropolitana de Barcelona
(1987).
• REBOLLO ARÉVALO, Alfonso. “El papel de los mercados municipales en la vertebración de
las tramas urbanas”. Universidad Autónoma de Madrid (2003).
• CASARES PIPOL, Javier. “El papel de los mercados municipales en la vertebración
económica y social de las ciudades”. Distribución y Consumo, nº 44 (1999).
• BORJA, Jordi. “Llums i ombres de l’urbanisme de Barcelona”. Ed. Empúries (2010).